Recuerdo del primer mensaje :

Holaa ~~ Las presentaciones no se me dan bien. Me he decidido a publicar mi fic en el que he puesto muchos sentimientos propios que quería reflejar. Espero que les guste y así poder continuarlo. Intentaré publicar lo más seguido posible ya que sé como se siente eso de esperar y quedarte con la intriga. Personalmente me gusta hacerlo en mis fics, pero soy buena persona y haré lo posible. ^3^

Titulo: Yo te devolveré tus alas, mi pequeño ángel.
Autor:  ~ Lady Akari ~
Género: Drama, romántico, lemon.
Parejas: 2min, JongKey y otros.
Personajes:  Jonghyun, Key, Onew, Minho, Taemin, Kai y puede que alguno más. Los iré añadiendo
Nota: Este fic lo estoy publicando en otros foros también.




Ya era la hora. El destino lo había decidido. Como en un puzzle cuyas piezas no encajan porque están mal colocadas. Ya era la hora de poner cada pieza en su lugar. Ellos estaban destinados a caminar es una misma dirección, por un solo camino. Ni en sus sueños más locos pensarían que es lo que el futuro les tenía preparado.





Capítulo 1:


La luz temprana del amanecer acompañada de la suave brisa, acariciaba su frágil y bello rostro. Sus ojos vagaban en su propio recuerdo. ¿Cambiarían las cosas? El sentimiento que aquejaban en su pecho lo había acompañado todos estos años. Le dolía. Seguía inmerso en sus pensamientos hasta que una voz familiar lo hizo volver:

- Hyung, ¿no es muy temprano para estar despierto? –preguntó la persona que había interrumpido sus pensamientos.
- ¿Y tú qué? –contestó molesto.
- Voy al instituto hyung. Tú… deberías volver a clases.
- ¿Vas a seguir insistiendo? Ya te dije que no te metieras en mi vida.
- Pero…
- ¡¿Qué?! – Lo miró desafiante
- Somos amigos…por eso me preocupo por ti hyung –dijo agachando la cabeza.
- ¿Amigos? Eres muy ingenuo –el mayor se levantó del muro desde donde había estado observando el tranquilo amanecer de la cuidad y se dispuso a bajar las escaleras.
- ¡Hyung espera! -le cogió del brazo- aunque tú no lo aceptes somos amigos y quieras o no, seguiré preocupándome por ti.
- Tss idiota –espetó ante la confianza que derrochaba la mirada del más pequeño.

Al bajar las escaleras se volvió a adentrar en aquel pequeño almacén convertido en una especie de casa dónde se encontraban otros chicos. No es que fuera un lugar totalmente legal pues vivían al margen de todos y de todo. Unos cuantos sillones, dos baños, algunas habitaciones que solo disponían los más antiguos del lugar, entre los cuales se encontraba él. A las paredes no le faltaban sus dibujos sin sentidos y para gusto de unos pocos, restos de muebles, barras de hierro y no tenían luz, así que cada uno se las apañaba como podía. Cada cual iba a lo suyo, pero en el fondo, todos tenía algo en común. Cada uno tenía su historia, cargaban con su pasado y con la monotonía del presente. ¿Qué importaba el futuro?

Se dirigió a su habitación, bueno si se le podía llamar así. Se sentó en su cama deshecha. Frunció el ceño al sentir un fuerte olor a alcohol que se había colado con él. Otra vez venían de resaca. Justo cuando iba a cerrar los ojos oyó un ruido. Molesto, se volvió a incorporar y se dirigió al centro del almacén dónde se encontraban todos. Al parecer se estaban divirtiendo con alguien:

- ¿Otra vez por aquí, renacuajo? –se reía el más alto.
- ¿Viniste otra vez a ver a tu amigo? –le decía uno más tranquilo.
- Sí y ya me voy –intentó emprender la marcha, pero uno se lo impidió.
- ¿Tan rápido te vas? –le agarraban.

El pequeño permanecía quieto, aunque no lo reflejaba estaba un poco asustado, puesto que solo lo trataban así cuando esta gente estaba ebria, así que no sabía como iban a reaccionar. De pronto sintió como alguien le tocaba la cintura. Intentó soltarse del agarre, pero su fuerza no era suficiente. Otras manos empezaron a colarse por su camiseta y empezaban a tocarlo con deseo. Unas lágrimas de impotencia empezaban a asomarse.

Él sabía que la escena que estaba presenciando no acabaría sin heridos:

- Si me dejara en paz de una vez no le pasarían estas cosas, solo sabe meterse en líos –pensó para si mismo harto de que aquella persona cabezota viniera todas las semanas.

Se dirigió al círculo formado por los demás y liberó al pequeño:

- ¡Ya basta! – empujó a los demás

Lo cogió de la camiseta y lo sacó de allí:

- G-gracias hyung –dijo limpiándose las pocas lágrimas que se le habían escapado.
- ¡Cállate! Lo que tienes que hacer es dejarme en paz y no volver más. La próxima vez dejaré que te violen.
- No lo hará hyung –embozó una pequeña sonrisa- tú no eres así.

Esa actitud del menor le repateaban en lo más hondo. ¿Por qué seguía viniendo a verlo? Cualquier persona normal no se le hubiera ni acercado. De todas formas, no necesitaba a nadie. No necesitaba la compañía de nadie. Estaba acostumbrado a la soledad y cuidaba de si mismo. Aunque a veces, no también como tendría que hacerlo:

- Desaparece de mi vista ya, Kai –le dijo seriamente.
- Adiós hyung, hasta mañana –le dedicó una sonrisa y salió corriendo antes de darle tiempo a reprocharle algo más.
- ¡No! –gritó el mayor con la esperanza de que le hiciera caso.

~~~~~~

El castaño puso rumbo al instituto. Era su primer día después de las vacaciones, pero rogaba que este año su hyung volviera a la universidad. Aunque él lo tratara con las peores formas, no quitaba el hecho de que él lo quería como un hermano mayor. Él sabía mejor que nadie el pasado que llevaba como su sombra permanente. Cada vez que le preguntaba algo sobre él, este enseguida lo echaba a patadas como lo hacía habitualmente, no contestaba o simplemente lo amenazaba. Pero no se rendía y seguía buscando la respuesta a su pregunta. Entre pensamiento y pensamiento ya había llegado.

- Se acabó lo bueno –suspiró y entró.

~~~~~~

En una de las calles más lujosas de la cuidad, un joven celebraba una batalla campal en su cabeza. ¿Estaría bien mentir a sus padres? Le obligaban a estudiar algo que no le gustaban y a pesar de haber intentado negociar con sus padres, estos nos había cambiado su negativa:

Flash back

- Madre, por favor. Tú sabes que es lo que quiero estudiar. No me obligues a esto –le rogaba a su madre.
- Hijo, sabes que esto no es decisión mía, sino de tu padre –su madre le comprendía pero poco podía hacer.

Su padre hizo presencia tras cerrar la puerta de su despacho:

- Minho, no se hablará más del tema. Estudiarás economía. Tendrás que llevar mi imperio algún día y tienes que estar preparado. Y ahora prepárense que esta tarde tenemos la invitación a la fiesta de bienvenida de mi mayor socio.

Fin Flash back

En cierta parte comprendía a su padre pues todo lo que había conseguido gracias a su esfuerzo, quería que su hijo lo mantuviera en el futuro. Una de las familias más ricas de la ciudad. Su madre diseñadora de renombre, acostumbrado a ver a numerosos modelos, famosos, personas importantes… probándose los diseños de su madre en el amplio salón de trabajo, ubicado en su propia casa. Bueno casa, la envidia de todo el mundo. Su padre, uno de los mayores empresarios del país. Su vida consistía en toda clase de lujos y privilegios, pero no se había dejado llevar. Desde niño siempre fue alguien muy dulce y cariñoso.

Pero ahora vivía en un bucle de pequeñas mentiras. Llevaba 3 años estudiando en la universidad. Pero claro, no en la que su padre quería y mucho menos estudiando lo que le exigía. Asistía a la única universidad especializada en arte. Había conseguido ocultarlo muy bien hasta ahora y rogaba desesperadamente que su mentira no viera la luz nunca.

Después de desayunar, se despidió de sus padres y se fue a clases. Aun teniendo coche propio, tenía la manía de ir caminando. ¿Su argumento?
Disfrutaba del ejercicio mañanero y le gustaba disfrutar de la ciudad por la mañana. Tampoco quería que los otros alumnos supieran de su situación económica ya que no era una universidad especialmente cara.

Miró el reloj y se apresuró antes de que comenzaran las clases. No quería llegar tarde el primer día.

~~~~~~~

Aún medio dormido, alcanzaba a escuchar el ruido de su madre lavando los platos. Siempre la misma rutina. Su madre se levantaba a las 4 y media para preparar su humilde cafetería. Negocio que los mantenía económicamente. Ella trabajaba mucho, demasiado para su gusto, pero lo que más le molestaba era que su madre no lo dejara ayudarla. El tenía que ocuparse de su formación. No quería que su más preciado tesoro estuviera cargando con algo que no era su responsabilidad.

De repente sintió unas dulces manos acariciando su rostro:

- Hijo –le dijo suavemente- se te va a hacer tarde el primer día.

El moreno se desperezó y se incorporó cuando su madre salió de la habitación:

- Qué pereza más grande –dijo entre bostezos.

Se dirigió a la ducha tras coger la ropa. Al cabo de 10 minutos se encontraba desayunando en la cafetería de su madre debajo de su casa:

- Omma, ¿qué hora es?
- Son las ocho menos diez –dijo su madre preocupada.
- ¡mie**a llegaré tarde! Adiós omma.
- Ten cuidado y diviértete.

Y se dirigió a toda prisa a la universidad. Esperaba no llegar tarde, no el primer día.

~~~~~~


Ya era la hora. Todos estaban en el salón central. El típico discurso de todos los años daba comienzo a lo que sería otro año más. Presencia casi obligatoria, pues el reparto de las clases era dicho. El primer día solo consistía en eso. Los nuevos alumnos se pasan el día visitando las instalaciones. Los ya conocidos, se iban o simplemente pasaban el día con los amigos contándose lo que habían hecho durante el verano:


- Tenemos mucha suerte.
- Sí, llevamos 3 años en la misma clase.
- Mejor, no sé qué haría si no estuvieras en clase. Me aburriría mucho.
- ¡Está claro! No puedes vivir sin mí –dijo con aires de superioridad.
- Ay Key no tienes remedio – negó con la cabeza.
- Por cierto de vuelta a casa tenemos que hacer la compra.
- ¡Es verdad! Si no moriremos de hambre y no podemos olvidarnos del pollo.
- Tú si que no tienes remedio –dijo entre risas.
- ¿Yo por qué?
- Nada déjalo –dijo el rubio suspirando.

~~~~~~

- Otra vez llegando tarde –sonreía al ver a su mejor amigo.
- Esta vez solo fueron 5 minutos –decía intentando recuperar el aliento.
- Tarde es tarde, querido amigo –bromeaba el alto.
- ¡Oye! Que el año pasado llegué una hora después, me he superado –decía orgulloso de su gran logro.
- Será mejor que nos demos prisa o cerrarán la puerta para la presentación.
- Sí vamos.

Y se perdieron tras la enorme puerta de la universidad.


- Esta vez nos tocó juntos –susurraba el moreno para no molestar a los demás estudiantes.
- Sí, ya era hora –contestó del mismo modo.

La tutora que llevaría su clase seguía nombrando a sus próximos alumnos cuando escucharon uno en concreto:

- Jajaja parece que este año va a hacer divertido –reía por lo bajo el más alto.
- No tiene gracia Minho –decía fulminándolo con la mirada.

Cuando acabó la presentación uno de ellos no parecía para nada contento, mientras que el otro parecía divertirle la situación de su amigo:

- No puedo creer que ese chico vaya a estar en la misma clase.
- No montes un drama Jonghyun, tampoco es el fin del mundo.
- ¡Sí lo es! No puedo ni verlo. Con la cantidad de alumnos que hay y me toca con él. Tengo una suerte que me la piso.
- Gracias por la parte que me toca –decía bromeando.
- No seas tonto –le sonreía.
- Bueno, pues deja ya de darle vueltas, me estás pegando tu mal humor.
- Pero es qu…
- ¡Se acabó! –interrumpió a su amigo.
- Está bien –dijo resignado.
- Por cierto, ¿aceptarás mi invitación para la celebración te esta noche? –preguntó el alto.
- Sí, ya lo hablé con mi madre, pero, ¿qué celebran tus padres esta vez?
- Al parecer a mi padre le salió bien un negocio. Cómo siga así, el castillo será más grande –dijo algo molesto.
- Tranquilo Príncipe Choi, yo seguiré siendo tu fiel caballero –animó a su amigo jugando con su metáfora.
- ¡Vete al carajo Jonghyun! – dijo empujándolo por el brazo.
- Vamos Minho, no seas malo –se reía el más bajo.

El sabía la situación en la que se encontraba Minho pues en muchas ocasiones le había ayudado a ocultar su mentira. Él había tenido suerte en ese aspecto. Su madre siempre lo apoyaba en sus sueños y aceptaba las decisiones que el tomaba. Por eso no había tenido ningún problema en que asistiera a la universidad de arte. Compartía sus sueños con su mejor amigo, pero él no lo tenía tan fácil. Vivía envuelto en una pequeña mentira que cada vez hacía un bulto más grande. Esta noche tendrían que tener cuidado pues posiblemente uno de los temas de conversación de sus padres sería la universidad.

La jornada había terminado. Cada uno se dirigía a su casa, pues mañana comenzarían en serio las clases.

- Adiós Minho, nos vemos esta noche.
- Sí, nos vemos. No llegues tarde –sonreía.
- Muy gracioso –le correspondía – no te preocupes. Allí estaré.

~~~~~~

- Llevamos 30 minutos en el baño, date prisa –se quejaba el mayor.
- Y deberías agradecérmelo. Me estoy dando prisa.
- Ya claro, vamos a comprar antes de que cierren.
- Ya estoy, vamos.

Salieron del baño y se dirigieron a la salida de la universidad.

Tenían la sensación de que este año sería diferente. Todo cambiaría a partir de ahora. El juego comenzaba. Solo quedaba esperar puesto que la estrategia ya estaba en marcha.

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Espero que les haya gustado. Acepto todo lo sólido que me quieran tirar <3

MinhoO: Jajaja si te lo dijera perdería el misterio, ya irás viendo poco a poco que es lo que pasó con nuestro pequeño Tae :D y bueno,en cuando a Key, esperemos que tome una buena decisión y pueda confiar en Jjong, aunque después de lo que pasó será un poco difícil jajaja Gracias <3

anny-min: Esperemos que Minho y Jjong no se rindan y consigan que ambos confíen para así poder estar juntos :D Buena observación la tuya, esa va a ser una parte importante de la historia, pero no te digo nada más e.é Gracias <3

SHINeeKawaii: ¡Wow! Me pone feliz que comentes gracias :DD Siento desilusionarte jajaja pero como recompensa traigo el siguiente, no sabía que estuvieran tan enganchada o3o jajaja me siento halagada, gracias de nuevo <3


Capítulo 28:


Quería retroceder días atrás dónde vivía ``tranquilamente’’ en el almacén. No había nadie que lo molestara. ¿Por qué la gente no podía simplemente dejarlo en paz? Se estaba planteando la opción de largarse, pero para ello tenía que hacer uso de una documentación, cosa que no tenía y que para él, era muy peligroso usar. Todo era un auténtico asco. Y encima ahora tenía hambre. No le quedaba más remedio que volver a casa.

Abrió la puerta en silencio y entró sin hacer ruido, pero para su sorpresa, en la casa aparte de sus padres había alguien más:

- Buenas noches Taemin –le sonrió.

¿Qué hacía su profesora ahí? Él no respondió, se limitó a mirarla fijamente:

- Estas no son horas de llegar a casa –le reprochó con total confianza.
- Y de estar aquí tampoco –le clavó los ojos fríamente.
- ¿Qué es eso? –dijo ignorando la frialdad del pequeño que ya sabía que tenía.

Se levantó para acercarse a él. Taemin se alejó al percatarse de que su mano se dirigía a esa zona:

- Taemin… ¿eso es sangre?
- ¿Qué te importa?

Sabiendo que la cabezonería de él, no la dejaría continuar, con un rápido movimiento levantó su camiseta:

- ¡Taemin, por dios! ¿Qué es lo que te ha pasado?
- ¡Ya te dije que no te incumbe! ¡Lárgate!
- No le hables así a tu profesora –dijo su padre haciendo acto de presencia en el salón donde se encontraban.

Ignorando a todos, puso rumbo a su habitación:

- ¡Espera! –le agarró del brazo- tienen que revisarte esa herida.
- ¿Qué es lo que no has entendido? –se soltó de su agarre y se encerró en su habitación.

Ella suspiró pesadamente:

- ¿En quién te has convertido Taemin? –dijo en voz baja mirando hacia su puerta.
- Disculpe su comportamiento –dijeron ambos padres.
- No se preocupen –volvió a sonreír- solo es cuestión de tiempo- aseguró en sus pensamientos.

Se dirigió a la puerta:

- Gracias por todo.
- Vuelva cuando quiera –se despidió la madre.

Mientras salía dirección a la calle, escuchó un silbido. Se dio la vuelta. Se trataba de Taemin:

- ¿Me llamabas?
- Quiero pedirte algo.
- ¿Y qué te hace pensar que ahora te haré caso?
- Simplemente lo sé –la miró fijamente.

Tenía razón. Cualquier cosa que él quisiera, ella lo haría o por lo menos haría todo lo posible:

- Dispara –se acercó a la ventana donde estaba él.

~~~~~

Ya por la mañana todos se dirigían a clase. Jonghyun había llegado temprano. Se sentó en su sitio y se perdió en sus pensamientos. ¿Por qué ayer el rubio le había dicho eso? ¿Había hecho algo mal? Eso le preocupaba bastante y por mucho que le diera vueltas no lograba encontrar ningún motivo.

De repente entró la persona que le había desvelado la noche anterior. Giró su cabeza y lo miró, pero él le apartó la mirada. Eso le entristeció aún más:

- ¿Mal de amores? –le preguntó el alto que acababa de llegar.
- ¿Qué dices? –dijo volviendo a girar la cabeza.
- A mí me lo vas a negar.
- No empieces Minho.
- Está bien, pero entonces, ¿qué te pasa con Key?
- No lo sé ni yo. Ya no me habla. Y a ti, ¿qué te pasó? Parece que estuviste de fiesta anoche.
- Ojalá fuera por eso –soltó un largo suspiro.
- No te lo guardes, me lo tienes que contar.
- Tuve un pequeño problema con Taemin.
- ¿Con Taemin? ¿Y qué hacías tú con él?
- Es una larga historia –dijo observando por la ventana.
- Ya sabes que tú y yo, tenemos una charla pendiente –le sonrió.
- Claro, parece que ambos necesitamos hablar.
- Sí –afirmó seguro.

Las horas pasaban lentas y torturadoras para ambos y respecto a sus problemas… el de Jonghyun lo ignoraba y el de Minho no había aparecido. Ya había llegado la hora de comer:

- Voy a hablar con Key.
- ¿Estás seguro?
- Sí, tengo que saber por qué está así.

El moreno se fue en busca de Key. El rubio estaba sentado debajo de un árbol con los ojos cerrados. Era una vista hermosa para Jonghyun:

- Key…

El rubio abrió los ojos sorprendido:

- ¿Qué quieres?
- Ayer te llamé y Onew me dij…
- Sé lo que te dijo, se lo dije yo.
- ¿Por qué te pones así?
- Déjame.
- Quiero que me lo expliques.
- Es simple, me cansé de ti.

Esa flecha le había atravesado y lo había matado por dentro:

- Ahora déjame en paz.
- Y-o…
- Soy así, me canso muy rápido de las cosas.

¿Cosas? ¿Lo había llamado cosa? Cada vez le dolía más. Había sido muy cruel:

- Si no vas a decir nada más, vete –le giró la cara.

No podía mirarlo. Si lo hacía se echaría para atrás:

- Lo siento Jonghyun… -dijo mentalmente mientras veía como se alejaba destrozado.

Era lo mejor, ¿verdad?

- Que tonto eres.

¿De dónde provenía esa voz? Miró a todos lados, hasta que dio con esa persona que se encontraba encima del árbol sentado:

- ¿Has escuchado la conversación?
- Sí.
- No deberías.
- Yo ya estaba aquí antes, así que fue culpa tuya.
- …
- ¿Pretendes olvidarlo?
- ¿Eh?
- Se te nota mucho.
- No sé de qué me hablas.
- Estás enamorado de él.
- No es cierto.
- Key, por mucho que intentes tratarlo de esa manera, no conseguirás que se aleje, ni mucho menos tú lograrás olvidarlo. Es una tontería.
- ¿Cómo lo has sabido?
- Analizo a todo el mundo y bueno, lo tuyo no me ha costado trabajo, eres muy obvio.
- Siento haberte molestado con mis asuntos.
- No te preocupes ha sido divertido, además ¿lo has visto?
- ¿El qué?
- Le has hecho daño.
- Lo sé, le debe de haber dolido. A nadie le gusta que lo traten así supongo.
- Mira que eres tonto –soltó una risita.
- ¡Oye! Deja de llamarme tonto y dilo de una vez que parece que siempre dejas las cosas a medias.
- Le has dado directamente en el corazón. Él te ama tanto como tú a él, por eso, el dolor ha sido más profundo.
- ¿Qué me ama? –abrió los ojos como platos.
- Posiblemente ni él se ha dado cuenta, pero eso, es un hecho.

El rubio suspiró profundamente:

- ¿No está bien así? Es un amor correspondido.
- Tengo miedo, solo es eso. Es una cuestión de confianza.
- No parece mal chico.
- No es eso.
- Ah… ya lo entiendo, son cosas del pasado, ¿no?
- Aún no sé cómo lo haces, pero se te da bastante bien adivinar las cosas.
- Son cosas que se aprenden.
- ¿Sabes? No sé qué hacer. Estoy hecho un lío.
- A veces… simplemente te queda arriesgar…
- No es tan fácil…
- Lo sé. Pero recuerda esto, si vas a arriesgar, tienes que saber quién eres y con qué cartas estás jugando la partida. La posición en el tablero es importante.
- No lo entiendo.
Sonó el fin del almuerzo:

- Simplemente analiza la situación –se bajó del árbol para dirigirse a clase.
- Gracias Taemin.
- No me las des.

~~~~~

- Bueno chicos, esta tarde empezaremos con los trabajos que mandé la semana pasada.
- ¡Oh dios! –exclamó Minho en voz baja.
- ¿Qué pasó? –se preocupó su amigo.
- No lo he hecho…
- ¿En qué estuviste pensando este fin de semana?
- ¿En serio me lo preguntas?
- Es verdad, ya me lo contaste. En serio que me costó mucho creerlo, ese chico tiene un serio problema con el mundo.
- Y con él mismo.
- Sí.
- ¿Y ahora qué hago?
- Lo tenemos difícil.

Poco a poco todos los alumnos fueron pasando. Le tocó el turno al moreno. Key no lo podía mirar, ni escuchar, no podía… lloraría allí mismo. Se dispuso a retirarse de la clase cuando alguien lo agarró del brazo:

- Tienes que escucharlo.
- No puedo.
- El tocará sus sentimientos con las teclas del piano. Van dirigidos a ti.
- ¿Cómo lo sabes?
- Es lo que tiene sentarse en las ramas de un árbol.

No tuvo más remedio que sentarse a escuchar. Al final había escrito una melodía realmente hermosa. Lo enamoraba más cada segundo. Taemin tenía razón, no podía evitarlo, pero su cabeza no quería entenderlo y su corazón sufría por ello:

- ¿Te gustó?
- Mucho –empezaba a sollozar.
- Pues ya sabes lo que él siente por ti, solo queda tomar la decisión.
- Sí…

En otros asientos:

- Fue increíble –le felicitó.
- Gracias –le respondió el moreno.
- Bueno y ahora por último quedan Minho y Taemin que han hecho una colaboración –anunció la profesora sonriendo.

El alto abrió los ojos como platos y miró al moreno que estaba a su lado:

- Eso no me lo contaste –se sorprendió también.
- Yo tampoco lo sabía.

Taemin subió al escenario y esperó a que su compañero subiera. Sin entender nada, Minho subió y se sentó con él en el piano:

- ¿Qué significa esto Taemin?
- Solo sígueme…

Apartopo
Hola
etto creo que me demore mucho en editar verdad sorryyy
Bueno el cpi me ha gustado y a la ves no jeje
bueno si por que, quien viera a Tae dando consejos
tan sabios, y que ademas el deveria de seguir
ya deveria de darse un chansesito de que las personas
se le acerquen no, bueno o todas con que una se le
acerque,(para ser mas especifica, minho) me conformo jeje
Y no me gusto por que tonto key esta haciendo sufrir al pobre
de puppy, osea no se lo merece, si yo fuera el le diria, sabes que
cortalas para siempre y bye, pero buneo eso lo haria yo,
pero en puppy espero que no s cance y se rinda tan pronto
ese key ya vera cuadno al fin acepte que quiere a Jjong
hasta me voy a reir jeje
na ando como medio rara, prometo no comer tanto dulce que me altere jeje

ahora si a esperar actu

SALUDINES ^^

WOOOOW este capitulo me sorprendió y me quede sorprendida -.-
Taemin cambio de un día para otro, bueno al menos eso creo ya que le dio consejos sabios a Key para que no dejara ir a quien sería el amor de su vida osea Jong y por salvarle el pellejo a Minho en lo de su trabajo ¿seguro que es Taemin? no lo confunden con Kai JAJAJA' al principio eso imagine pero lo más probable es que sea el verdadero Taemin.
Key creo que se paso al decirle esas palabras tan dolorosas a nuestro Jong -.- pobrecito me imagino el dolor que le causaron esas feas palabras D;
Creo que Taemn llego para cambiarle la vida a todos y a cada uno de ellos, presiento que el ayudara a Key y a Jong en formar una bonita relación, y también creo que Minho llego para cambiarle la vida a Taemin ♥

Estaré esperando conti

anny-min: Gracias por leer <3

tiari: Sí jajaja Tae da consejos, pero no sabe escucharse a él mismo :3 Esperemos que Key logre confiar en Jonghyun y que él tenga paciencia jajaja Me alegro que te guste, gracias <3

MinhoO: Jajaja quizá logre congeniar con Key, nunca se sabe y bueno ya sabrás el motivo de ayudar a Minho :3 Y sí, es el verdadero jajaja Sí, Key se pasó y a él también le duele, a ver que hará Jonghyun con la llegada del antiguo Key. En el fic, cada quien cambia a alguien, ya verás que están muy conectados entre ellos :D Gracias por comentar nuevamente <3






Capítulo 29:


Taemin posó su mano en la de Minho para dirigirla:

- Cópiame con la otra mano.

Y así ambos empezaron a tocar una melodía que sobrepasaba lo hermoso. Su dulzura viajaba a través de cada tecla y se mecía en el corazón de los presentes, ablandando cualquier piedra. Funcionaban a la perfección, sus engranajes encajaban perfectamente.

Minho se sentía en el cielo. La mano de Taemin era suave y grácil, con un toque tierno y seguro. Mientras tocaban, fijó su vista en él. Cerraba los ojos en ocasiones disfrutando del roce del piano. Era como si lo acariciara, como si fuera lo más frágil del mundo, pero a su vez, derrochaba confianza en cada nota que tocaba. El corazón le golpeaba en el pecho fuertemente. Estaba disfrutando de esa sensación y la fuente de la que emanaba era esa persona que estaba a su lado. De repente sintió que algo mojó su mano. Miró a Taemin preocupado y se percató de que unas lágrimas se deslizaban lentamente por su bello rostro.

Al pequeño le dolía tocar esa melodía. Cada nota se clavaba en su pecho y le sacaba un recuerdo del corazón. Hacía mucho tiempo que no tocaba el piano y menos esa, pero todo era culpa del él. No entendía cómo era posible que Minho le consiguiera sacar tantas cosas de esa jaula donde los había encerrado, esa coraza profundamente escondida y que le enfurecía que fuera capaz de abrirla.


La última nota hizo acto de presencia y resonó en la sala. Taemin se levantó y abandonó el lugar rápidamente. Solo sus lágrimas dejaban al descubierto su rumbo. Minho salió corriendo inmediatamente detrás de él, pero lo había perdido de vista. Buscó por todo los lados, pero no había ni rastro de él.




Ya habían acabado las clases y Minho se encontraba sentando en el parque:

- ¿A dónde te fuiste Taemin? –soltó un largo suspiro.
- ¿Te preocupa?

El alto sorprendido se dio la vuelta:

- ¿Profesora?
- Tan fea no soy –rió por la expresión del alto.
- No jajaja es solo que no la esperaba aquí.
- ¿Entonces te importa? –se sentó a su lado.
- N-o, bu-eno, yo… estoy preocupado.

Ella sonrió:

- ¿Qué es lo que pasó con Taemin el viernes?
- ¿Por qué me lo pregunta a mí? –se sorprendió bastante.
- No estuvo en su casa y tampoco por las calles, además eres muy obvio.
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Jajaja al parecer todavía no te has dado cuenta.
- ¿De qué? –estaba confundido.
- No te preocupes, es… cuestión de tiempo. Entonces, ¿me vas a contar?
- No sé qué pasó exactamente, pero cuando yo llegué lo encontré en este parque. Lo habían apuñalado y yo lo llevé a mi casa para curarlo.
- ¿Se quedó a dormir en tu casa? –dijo como si fuera algo imposible.
- Sí –dijo extrañado.
- Me alegra saberlo.
- ¿Por qué? –ahora sí que no entendía nada.
- Nada nada, cosas mías. Por cierto, hermosa colaboración.
- Es-to... y-o
- Jajaja dale las gracias al pequeño Tae –le sonrió para después levantarse- bueno nos vemos mañana en clase.
- A-diós.

No sabía cómo asimilar la reciente conversación. Le pareció lo más cercano a extraño que podía pensar en ese momento. Optó por volver a casa y olvidarse del tema.

~~~~~

- ¿Sabes? Antes estuve hablando con Taemin.
- ¿En serio? –se sorprendió.
- Sí, me intriga ese chico.
- Parece un poco raro.
- Sí, pero… me dio la sensación de que en realidad es un chico dulce.
- ¿Y eso?
- Porque mientras hablaba con él, pude sentirlo. Es verdad lo que tú dijiste, tiene una máscara y una bastante sólida.
- Hablando de él, me pregunto qué habrá pasado con Minho.
- Sí, es todo muy extraño, me pregunto que tienen esos dos.
- Hay que admitir que lo que tocaron fue precioso.
- Sí, mucho.
- Pero… hay algo que me inquieta.
- ¿El qué?
- Esa melodía no encaja para nada con el perfil de Taemin, o sea que volvemos al tema de su máscara, además me fijé que estaba llorando cuando salió corriendo.
- Estoy de acuerdo, ¿podría tener algo que ver con su pasado?
- Si suponemos que antes no era así, me imagino que será parte de algún recuerdo.
- Me gustaría averiguarlo.
- ¿Sabes lo que me gustaría averiguar a mí?
- ¿Qué? –se extrañó el rubio.
- Tu comportamiento con Jonghyun.
- No sé de que hablas.
- Key…
- Estoy igual que siempre.
- Sí, estas igual que al principio, pero quiero saber que ocurrió con ese Key que se llevaba bien con él. Hoy le dijiste cosas horribles cuando se fue a despedir de ti a la salida.

Flash Back

- Adiós Onew, adiós Key –se despidió el moreno.
- Ya te he dicho que no me hables, no me dirijas la palabra.
- No sé qué te pasa, pero vuelves a ser insoportable.
- Lo que tú digas cara de perro.
- Idiota.
- Imbécil.
- Eres jodidamente estúpido Key.
- No es mi culpa que seas tan idiota.
- Es verdad, lo soy… por creerte.

Fin  Flash Back


- No quiero hablar de eso –desvió la mirada.
- ¿Por qué te comportas así tan de repente?
- Por favor… no insistas –lo miró suplicante.
- Está… bien.

Siguieron caminando hacia su casa mientras hablaban de cosas triviales:

- Onew, ¿me estás escuchando?

El rubio fijó su vista en su amigo quien se había parado en seco:

- ¿Onew…? –intentó llamar su atención.

¿Qué observaba con tanto detenimiento? Siguió la vista de su amigo y allí estaba él, otra vez. Ahora entendía que su amigo se hubiera quedado estático:

- ¿Qué vas a hacer? –preguntó el rubio.
- Está llorando y no puedo hacer nada –dijo tristemente.
- No sé cómo puede odiarte tanto si ustedes son…
- No –interrumpió el castaño- para él… no lo soy.

No podía aguantarlo. Por mucho que lo odiara y por mucho que supiera cual iba a ser su reacción al verlo, no podía controlar su impulso y se acercó. No podía verlo llorando y quedarse ahí parado:

- Kai…

El menor alzó la vista sorprendido, para luego cambiar a una expresión enfadada. Se levantó inmediatamente para irse, pero el mayor le sujetó del brazo:

- Suéltame.
- No te vayas, quiero hablar contigo.
- Yo no quiero.
- Pues escúchame entonces.
- Suéltame Jinki –dijo seriamente.
- Kai…lo siento. Siento causarte tanto daño, pero yo no sabía que  mi...
- Tú no lo entiendes.
- Entonces explícamelo de una vez.
- No entiendes que no te quiero cerca de mí, vete.
- No me iré hasta que no me lo expliques.
- Por favor, vete… -empezaban a asomar nuevas lágrimas.

Onew tiró de su brazo y lo atrajo hasta su pecho, abrazándolo. ¿Cuántos años hacía que no sentía los cálidos abrazos del mayor? Su corazón derrochaba felicidad después de tanto tiempo, pero su cabeza se negaba y le obligaba a alejarse. Lo echaba de menos. Lo había echado de menos durante todo este tiempo. La nostalgia envolvía el ambiente y traía consigo sus recuerdos más preciados,  el cariño que le tenía a su hyung y…

- ¡Basta! –se soltó de sus brazos aún con lágrimas en los ojos –no vuelvas a hacer eso, ya te dije que no te quería ver.
- Lo sentiste, ¿verdad?
- No sé de qué hablas…
- Te he echado de menos Kai  y por mucho que me digas que me odias, estoy seguro de que tú también.

El menor lo miró durante unos segundos para dar media vuelta y emprender la marcha:

- ¡Espera!
- ¡Olvídame! –gritó a lo lejos.

El alto fue directamente a su casa a encerrarse en su cuarto ignorando el saludo de sus padres. Su corazón seguía latiendo fuertemente y las lágrimas ya mojaban su rostro. Con lo que le había costado olvidarse de él y ahora sus sentimientos salen a flote de nuevo:

- Todo esto es por tu culpa… -dijo enterrando su rostro en la almohada- ¿Por qué teníamos que encontrarnos de nuevo? Todavía me duele –se llevó la mano al pecho.

Sabía que su encuentro era peligroso sentimentalmente. Lo que pensaba años atrás era inmoral. ¿Cómo podía pasar algo así? Iba en contra de la sociedad y no sería aceptado en su casa, pero… ahora, quizá la situación sea diferente, ya no era tan pequeño y podía hacer lo que quisiera:

- ¿Pero qué estoy diciendo? –sacudió su cabeza- además seguramente… él no lo siente de la misma manera y… no quiero perderlo si le digo esa estupidez. Lo mejor será que me calle, si no, estoy seguro de que le daré asco o algo peor. Que tonto soy…

~~~~~

Bajo el oscuro cielo ya estrellado, como alma en pena, se encontraba como de costumbre en el bar. Otra noche preciosa malgastada bajo los efectos del alcohol, otra noche sufriendo y otra noche… intentando olvidar:

- Deberías parar ya –le aconsejó el dueño que le servía.
- Cállate y dame otra –decía acabándose la segunda botella de la noche.
- ¿Te has planteado dejar de beber alguna vez en tu vida? –dijo sonriendo de lado.
- ¿Te molesto? –lo miró.
- No, si por mí estupendo. Mientras consumas yo feliz jajaja
- Pues ya está.
- Pero creo que tu salud es más importante. Eres muy joven aún para acabar de esa manera.
- Ese es el problema amigo mío, que aún no acabo –dijo ya totalmente ebrio con la tercera botella  en la mano.
- Siempre vienes aquí y acabas de la misma forma, pero nunca has mencionado ni una palabra de lo que te sucede para emborracharte de esa manera.
- Ni fal-ta qu-e ha-ce –dijo entre hipos- ade-más, estoy seguro de qué si me voy, m-e echar-ás de m-enos.
- Seguramente, si no, no te dejaría estar aquí aun habiendo cerrado el bar.

Taemin cogió la botella y se terminó lo que le faltaba. Tardó solamente unos minutos en levantarse y cayó al suelo inconsciente:

- Vaya con este chico –suspiró el hombre- nunca aprende.

Lo cogió en brazos y lo llevó a un cuarto que tenía en el local. El mismo cuarto que, otras noches, lo había acogido en la misma situación en la que se encontraba ahora. Lo recostó en la cama y apagó la luz, no sin antes, asegurarse de que su estado no fuera peligroso:

- Si piensa ir mañana con esa ropa a la universidad, no va a oler a rosas precisamente –sonrió de medio lado.

~~~~~

- Hijo, deberías irte a dormir ya –entró su madre en la habitación.
- No tengo sueño omma –dijo apenado.
- Pero si ya es tarde, ¿cómo es eso de que no tienes sueño?
- No sé.

La madre sonrió tiernamente:

- Yo sé que algo te pasó para que no puedas dormir. Sea lo que sea, hijo mío, ya verás que pronto se solucionará y que todo pasa por alguna razón.
- Pero no lo entiendo…
- Búscale un por qué.
- Pero… y si esa cosa  no quiere decírtelo –dijo torpemente.

Soltó una pequeña risita al darse cuenta el tipo de ‘’cosa’’ en el que se había metido su hijo:

- A veces las personas, actuamos conforme a nuestros pensamientos sin tener en cuenta, si son los correctos o no, y nos abstenemos de escuchar lo que nos dicen. También es verdad, que solemos tener un motivo para actuar de esa manera y es uno importante. Es cuestión de comprenderlo.
- Tienes razón –le sonrió- pero no entiendo por qué él, se comporta de esa manera de un día para otro –dijo para sí mismo.
- No te preocupes, seguro que encuentras la forma de que Key te lo explique –se dirigió a su cuarto.
- Eso espero.

Suspiró hasta que cayó en la cuenta:

- ¡Ah! ¡Omma! ¡Pero qué dices! Key no tiene nada que ver –dijo alterado.

¿Cómo se había enterado de que la razón de su desvelo fuera el rubio?

- ¡Buenas noches hijo! –gritó desde su habitación entre pequeñas risitas.

Pues sigo un poquito confundida con lo de Kai y Onew se supone que en el pasado fueron ¿qué? ¿novios? ¿hermanos? no se JAJA' al principio pensé que eran hermanos pero ahora creo que fueron novios y Onew le hizo algo malo para que el se comporte de esa forma, aunque es con el único con el que se comporta así, ya que Taemin aveces lo trata peor y sigue con el, aunque también es dependiendo de que tipo de daño le haya hecho Onew AIIISSHSHH jaja'
Taemin ya estoy como el cantinero, preocupada por minnie, no me gusta que se emborrache para "olvidar" no sabe que solo se olvida un momento pero después lo recuerda ¿es taan TORPE? de verdad que ese niño necesita que Minho lo amarre y haga que cambie como lo ha hecho hasta ahora JAJA' ok yaa'
oww ahora me doy cuenta de que a las madres no se le puede ocultar NADAA, ya que TODO saben ellas -.- por eso son de gran ayuda en nuestras vidas jeje, y creo que tiene razón, siempre habrá un PORQUE actuamos así o un PORQUE decimos esas cosas y creo que nuestro Key tiene el mejor porque, solo ocupa decírselo a Jong para que lo comprenda :S
JAJA' mi comentario todo RANDOM y tonto pero de algo tienes que estar segura ME GUSTA EL FIC jaja' son de esos fics emocionantes y que no puedo esperar mucho tiempo para leerlo, así que tienes que tener conti pronto ♥

La estaré esperando e.e

No sé como agradecerles vuestros comentarios. Siento no responderlos individualmente, pero está semana tuve muchas cosas que hacer, entre ellas, tuve un concurso de K-pop (mi grupo ganó el 2º premio E_E) aunque no viene al caso, pero estoy muy agotada U_U Gracias a tod@s los que comentaron y a l@s lector@s fantasmas :D (comenten T^T). Me pone realmente feliz y otra vez, muchas gracias <33






Capítulo 30


Había vuelto. ¿Por qué ahora hacía menos frío? A lo mejor era una simple sensación:

- Tengo miedo…

La ya conocida voz cabalgaba sobre las heladas corrientes que acariciaban sus mechones apartándolos de su rostro. Caminó hasta el final y volvió a aquella sala:

- ¿Min…ho? –preguntó asustado.
- Sí, he vuelto.
- Minho… -sollozó- tengo miedo.

El alto se acercó a la esfera como las otras veces y apoyó sus manos en ella. Sentía que de esa forma, estaría más cerca de esa persona:

- ¿Por qué tienes miedo?
- No lo sé.
- Sea lo que sea, yo te protegeré.
- N-o di-gas eso… si después no lo vas a cumplir.
- Nunca rompo mis promesas, yo te protegeré –le sonrió tontamente a su reflejo.
- Minho…

De repente, el alto notó como una de sus manos se enterraba en aquella cárcel congelada. Era como si pudiera atravesarla. Cuando su mano quedó totalmente sumergida, logró tocar algo o más bien a alguien. Era una mano, su mano. Minho entrelazó su mano con la de esa persona. ¿Cómo era posible que tuviera una mano tan cálida, encerrado en un sitio tan frío?

- Minho…

Él sintió como su aliento chocaba contra sus manos:

- ¿Me crees si te digo que cumpliré nuestra promesa?
- Sí… confío en ti –dijo suavemente.

De pronto sintió como esa persona comenzaba a temblar. Cada vez apretaba su mano con más fuerza:

- ¿Qué te pasa? –se preocupó.
- Tengo miedo –lloraba.
- ¿Por qué?
- Tienes que irte de aquí, no puedes volver.
- Sea lo que sea, no voy a irme.
- Él vendrá a por ti.

Sintió como esa persona apoyaba su mano restante sujetando la de él:

- ¿Quién vendrá? No lo entiendo.
- Me da mucho miedo.
- ¿Quién es él?
- Tienes que irte, lo siento.
- Por favor, explícamelo –odiaba no entender nada.
- ¡Ah!

Minho sintió como la oscuridad se personificaba, formando una figura humana. No tenía rasgos, solo su simple forma, pero… tenía unos ojos muy fríos, penetrantes…muy oscuros. No tenían iris ni pupila. Eran blancos y resaltaban desde su sombrío cuerpo:

- ¡Minho vete!
- Dime quién es.
- ¡Me da miedo!

La sombra elevó lo que parecía ser su brazo, envolviendo a Minho en la oscuridad, como siempre ocurría, apartándole de la esfera:

- No vuelvas a aparecer por aquí.
- ¿Quién eres?
- No te metas en lo que no te incumbe.
- Volveré de nuevo –le amenazó.
- ¡Minho! ¡No lo hagas! –gritaba desesperado.
- Te hice una promesa, ¡¿recuerdas?! –le gritaba ya a lo lejos- yo te protegeré siempre.

Abrió los ojos de repente volviendo a la realidad. Se sentó en la cama y apoyó ambas manos sujetando su cabeza. ¿Qué era eso? Un escalofrío le había recorrido segundos antes con la presencia de ese nuevo individuo…o lo que fuera. Apartó su mano y la observó detenidamente, aún lo sentía. Su tacto…con sentirlo solo una vez, se había vuelto adicto a él. Lo más extraño era que no era la primera vez que lo sentía. Le sonaba de algo, pero era imposible. Solo era un simple sueño, algo disparatado y surrealista. No entendía el por qué de sus sueños, pero sentía la necesidad de resolverlo, como si fuera algo tangible.

Se volvió a acostar suspirando profundamente sobre la almohada. Cada día entendía menos las cosas.

~~~~~

Temprano por la mañana:

- ¿Onew?
- ¿Mm? –giró la cabeza para mirar al rubio que había salido a la terraza a su encuentro.
- ¿Qué haces despierto tan temprano? –se extrañó.
- No podía dormir –regresó la vista al frente contemplando el amanecer.
- ¿Es por él? –dijo sentándose a su lado.
- No… -dijo casi en un susurro.
- Se supone que ahora tengo que creerte, ¿no?

El castaño suspiró profundamente:

- ¿Sabes? Creo que me odia porque siente que lo abandoné. Aquel día en vez de quedarme con ellos…me fui con mi padre. Creo que esa es la razón –dijo vagando en sus recuerdos.
- No tenías más opciones y lo sabes.
- Pero…le hice daño, realmente lo abandoné y nunca lo fui a buscar para decirle que todo estaba bien, que no se preocupara…simplemente no volví.
- ¿Por qué no volviste?
- No estaba preparado para verlo. Fui un completo cobarde. Además tenía que alejarme de él. Era lo mejor para los dos.

Hubo un silencio que duró varios minutos:

- Bueno, pero ahora, es el presente y tienes que solucionarlo sea como sea –dijo tirando de sus brazos para levantarlo de la silla- ¿sí?
- Tú mismo, lo has dicho, tengo que solucionarlo.

El rubio le sonrió y Onew se la devolvió acto seguido:

- Voy a hacer el desayuno -se dirigió a la cocina.
- Key…

El rubio se giró para mirarlo:

- Gracias –le sonrió.
- No es nada. Ya sabes que no se me da bien darle ánimos a la gente, pero lo intento –sonrió también.
- Con que estés a mi lado, me basta.
- No me digas esas cosas, que me emociono –simuló sollozar.

~~~~~

Una vez en clase todos, bueno, todos no. Faltaba Taemin. Al principio Minho no se preocupó dado que su ausencia por las mañanas se había vuelto rutina, pero después pensó en la posibilidad de que le hubiera pasado algo, otra vez. Las horas se le hicieron eternas pensando en él. Tenía ganas de salir de allí y realmente estar seguro de que estaba bien, esperen… ¿por qué se preocupaba tanto por él? Solo era un simple chico, como otro cualquiera. ¿Por qué desde que apareció por primera vez, su vida gira en torno a él?

Solo un simple chico, ¿verdad?

En la hora del almuerzo, tampoco lo vio. Se empezaba a poner nervioso:

- ¿Qué te pasa? -le preguntó el moreno.
- Nada.
- Pues díselo a tu pierna que no se está quieta –sonreía ante la evidente mentira.
- Lo siento, pero es que estoy preocupado –suspiró intentando relajarse.
- ¿Y eso?
- Es por Taemin.
- ¿Por qué salió de clases ayer?
- No me importaría si fuera un chico normal, pero él es realmente especial, sobre todo cuando se trata de temas sociales, siempre acaba pasándole algo.
- No te preocupes seguro que viene para las clases de esta tarde.
- Eso espero.
- ¿Y ese repentino interés por ese chico?
- No lo sé. Ni yo lo entiendo.
- Yo pensé que te gustaban las chicas –dijo con una sonrisa traviesa.
- ¡Jonghyun! ¡idiota!
- ¿Qué? –estalló a carcajadas- no hay nada de malo en ello, yo todavía no me he muerto.
- No es eso –lo miró molesto- además de cualquier forma no estaría bien. Ya sabes lo qué pasaría.
- Pero creo que tu felicidad con el amor de tu vida, es más importante.
- No estoy enamorado.
- Por ahí se empieza, negándolo –le guiñó un ojo.
- ¡Ah! ¡Jonghyun! ¡Cállate de una vez!
- Vale vale, está bien, pero yo que tú, no descartaría mi suposición.

El alto lo volvió a mirar de reojo:

- Mira, allí está –señaló.

Minho suspiró aliviado:

- Ahora vengo.

Tras eso, puso rumbo hacia el pequeño. Mientras caminaba hacia él, observó que se movía de una forma extraña:

- Taemin…
- No me grites…
- No te estoy gritando –se extrañó.

Taemin suspiró e intentó seguir su camino. Minho abrió los ojos como platos. Eso que olía…:

- Hueles a alcohol… –susurró.
- ¿Y? –se dio la vuelta como pudo para mirarle.
- ¡¿Has estado bebiendo?!
- No me grites, me duele la cabeza.

Eso había respondido a su pregunta:

- ¿Cómo puedes?
- Fácil, coges una botella, la abres y luego te la bebes.
- ¡No! ¡¿Por qué lo has hecho?!
- … -él no respondió y siguió caminando.
- ¡Taemin! –le detuvo.
- ¡Minho! ¡Déjame en paz!
- ¡No lo haré!
- ¡Dios! ¡Per… -no terminó la frase cayendo al suelo de rodillas con ambas manos en la cabeza.
- ¡Tae!

El alto se arrodilló a su altura:

- ¿Por qué…? ¿Por qué te acercas a mí? ¿Por qué siempre me ayudas? No lo entiendo…
- Porque estoy preocupado por ti.

Esa frase resonó en la cabeza de Taemin. ¿Estaba preocupado por él? ¿Cuántos años habían pasado desde la última vez que escuchó esa frase en boca de otra persona sin ser Kai? Pero seguramente, era como todas las palabras. Esas bonitas que se dicen en determinadas ocasiones, pero que en verdad, ni se siente. Esas que se alejan de la realidad:

- Cállate, no digas estupideces.
- No es ninguna estupidez, es la verdad.
- Cállate –dijo logrando levantarse.
- ¿Por qué te empeñas en no creerme?
- Porque es mentira.
- ¡No lo es!
- ¡¿Cómo narices te vas a preocupar de alguien que no conoces?!
- Yo tampoco lo sé… -agachó la cabeza.
- ¿Entonces? Déjame en paz.
- ¡Eso no quiere decir que sea mentira!
- Si quieres sufrir, quédate cerca de mí. Si no, ya sabes lo que tienes que hacer.
- ¿Sufrir?
- Toda la gente que quiero sufre por relacionarse conmigo y en el peor de los casos…muere.
- ¿Por qué? –se sorprendió.
- Porque es así.

Finalizó para salir de allí sin más. Minho se había quedado petrificado en su sitio. ¿Hasta dónde llegaba el dolor de ese chico? Tenía ganas de ir corriendo detrás de él y abrazarlo, decirle que todo iba a cambiar, que él sanará sus heridas, que el dolor solo fue pasajero… ¿es valiente ese chico? Después de todo sigue en pie de una forma u otra, pero… ¿es cobarde? Solo huye de lo que le hace daño, cuando la mejor opción es enfrentarlo. A lo mejor, es que no puede solo y no lo admite. A lo mejor… después de todo… solo espera a alguien…el regreso de esa persona que traerá su corazón de vuelta.
~~~~~
Después de las clases:

- Estoy demasiado cansado, vámonos –suplicó el castaño.
- Adelántate Onew, enseguida voy.
- ¿Qué vas a hacer?
- Tengo que hablar una cosa con…la profesora –rodó los ojos.
- Está bien –dijo sin percatarse de que mentía.

Cuando su amigo se marchó, el rubio se dirigió a su verdadero objetivo. Tras correr un poco por toda la universidad, dio con él. Suspiró aliviado por haberlo encontrado antes de que se hubiera ido:

- ¡Taemin! –gritó parándose detrás de él intentando recuperar el aire.

El nombrado se dio la vuelta en busca de la persona que lo había llamado:

- Ah –dijo simplemente- eres tú.
Key se acercó percatándose del fuerte olor a alcohol que desprendía Taemin:

- Te vendría bien una ducha.
- ¿Me llamas para eso? –dijo molesto.
- Claro que no. Esto… yo… quería preguntarte acerca de una persona.
- ¿Quién?
- Kim Jong In

La respiración de Taemin se paró en seco al oír ese nombre, ¿de qué lo conocía?

- ¿Lo conoces? –continuó el rubio.
- Me suena de algo.
- No disimules. El otro día te vi con él.
- ¿Entonces para qué preguntas si lo conozco?
- Fue el día del centro comercial cuando os vi.
- Aquel día pasó algo, ¿verdad?
- Exactamente, quiero preguntarte si sabes dónde vive.
- Lo siento Key, pero no diré nada. Si él se interesa, arreglará sus cosas, no voy a meterme.
- Necesito que me ayudes –le suplicó.
- No lo haré sin su consentimiento.

El rubio suspiró derrotado:

- Está bien, tú ganas Tae. Lo entiendo. ¿te puedo preguntar otra cosa?
- ¿Qué?
- ¿Por qué bebes? –dijo esta vez serio.
- Eres ya la segunda persona que me lo pregunta y te diré lo mismo. No te importa mi vida.
- ¡Claro que me importa! Somos amigos.
- No seas idiota –dibujó una sonrisa de lado- no somos nada y ahora me voy.
- Per… -no le dio tiempo a discutir con él- Somos amigos, diga lo que diga –se cruzó de brazos.

OH SI, PRIMER POST, OH SI

esos sueños de Minho de plano me van a volver loca, me imagino que el que esta en la esfera es Taemin pero es aquel Taemin sensible que no se refugia en el alcohol, ni esta a la defensiva a cada momento, es aquel Taemin tierno y sensible que todos conocemos, PERO ¿a quién le tiene miedo?¿quién es esa persona? ahora estaré como Minho y seré la detective de la historia JAJA y obvio lo descubriré MUAJAJAJA XD
Onew, yo creo que Key tiene la razón, tiene que a ver una forma de que pueda hablar con Kai y decirle todo lo que Onew tiene aguardado y creo que con eso podrá tener el perdón de Kai ya que él no es malo al contrario es super bueno ♥
Key creo que tu serás el que cambié a Taemin no se, tengo ese presentimiento -.- y ojala lo logré para que Taemin quite esa barrera que parece indestructible -.-

Estaré esperando continuación ♥

Bueno bueno, este esta muy bueno, hay es mino
Es mas que obvio el por que de su sueño, pero bueno.
Y eish con taemin severas me hace enojar, por que
no se deja ayudar jum

Y ese ley me gusto su pensamiento final
fue así de quiera o no somos amigos jum

Saludines: D

Aparto
Unnie esta muy bueno!!!

¡Lo sientooooooooooooooooooooooo! Siento haber tardado tanto T__T Pero ando líada con algunas cosas, pese a estar en vacaciones, que triste vida llevo U_U Agradezco a todas las que han comentado. Me disculpo de nuevo DD: y por fin, les traigo el nuevo capi :3 Espero que haya merecido la pena :DD





Capítulo 31:

Ya era un poco tarde. Quería disfrutar del ambiente nocturno, pero estaba muy cansado, así que se dirigió a su casa. Por el camino pasó por delante de la casa de Kai. Era extraño, la luz todavía estaba encendida y la ventana abierta. El pequeño a estas horas suele estar acostado. La preocupación le pudo y se subió al árbol que daba a la ventana de su habitación. Y ahí estaba él, en su cama, acostado llorando con lo que parecía ser una foto. Le partía el corazón verlo así.

No pudo aguantarse y entró sigilosamente por la ventana. Se sentó a su lado y le acarició suavemente la espalda:

- Kai…

El menor se sobresaltó y levantó la cabeza de la almohada:

- Hyung… -dijo incorporándose y guardando la foto -¿qué haces aquí?
- ¿Por qué llorabas? –preguntó ocultando su preocupación.
- P-por nada…
- Si tuvieras que vivir de la mentira, morirías de hambre.
- La vida es injusta hyung –agachó la cabeza.
- Nada que no sepa Kai.
- No lo entiendo…
- Si te soy sincero, creo que la injusticia viene de las personas. La vida simplemente pasa, las personas son las que intervienen.
- La sociedad es un asco. No entiendo por qué tenemos que seguir unas normas que ni siquiera hemos elegido. ¿Por qué hay cosas que están prohibidas o mal vistas? ¿Quién dijo qué debemos prohibir o qué debemos apartar? Me da rabia.
- Son las propias personas. Tenemos miedo a lo diferente, a lo nuevo o a lo que sencillamente no entendemos. Nos cerramos a lo que nos asusta y lo tachamos de locura. Formamos nuestro status quo en base a lo que nos implantan y no, a lo que podría ser.
- Hyung…no entiendo nada –sonrió el menor.
- Ya lo entenderás –le despeinó cariñosamente.

Se quedaron unos minutos en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos:

- ¿Por qué las relaciones amorosas entre hombres están mal vistas? –preguntó.
- Pura tradición. En los cuentos siempre hay un príncipe y una princesa y siempre acaban viviendo felices, porque encontraron el amor. Pero nadie escribió en un cuento, que el amor se encuentra en todas las personas y que pueden haber dos príncipes y dos princesas. Únicamente no les quedaba bien y por eso, la sociedad rechaza la homosexualidad hoy en día.
- Qué asco me da la gente a veces.
- Kai, si tú eres feliz con un hombre, no tienes que hacerle caso a nadie más. Solo a tu corazón.
- Es más complicado que eso hyung.
- ¿Conoces a un chico que se llama Key? –cambió de tema.

El menor se tensó completamente y empezó a ponerse nervioso:

- S-sí –dijo entrecortadamente.
- Quería hablar contigo.
- ¡¿No le habrás dicho dónde vivo?!
- No, idiota –le golpeó a cabeza.

Kai se sobó la cabeza:

- Sea lo que sea, deberías hablar con él, parecía preocupado.
- Sé de lo que quiere hablar y no quiero sacar ese tema.
- ¿Ese del que yo no sé nada? –dijo divertido.
- Lo siento hyung –dijo apenado.
- ¿Por qué lo sientes? Es un tema personal tuyo.
- En verdad quiero contártelo, pero no estoy seguro de poder aguantar si me pongo a recordar ahora –hizo un puchero.
- Con esa cara convences a cualquiera –miró la hora- deberías acostarte ya, es muy tarde.
- Ahora que estás aquí, quiero quedarme un ratito más.
- ¿Me voy a tener que ir para que duermas?
- ¡No hyung! Quédate un ratito más –le suplicó apoyando su cabeza en el hombro del mayor por el sueño.
- Está bien –suspiró.
- Hyung…
- ¿Mm?
- Me gusta que estés a mi lado. Me hace sentir seguro. Gracias…

A Taemin se le encogió el corazón. Quería demasiado a ese chico y quería protegerlo, pero alejarse de él, le resultaba imposible, ¿qué podía hacer? Tardó solo unos minutos y rápidamente, se quedó dormido en su hombro. Taemin se levantó con cuidado y recostó a Kai en su cama, lo tapó y un impulso cariñoso se apoderó de él y le dio un tierno beso en la frente:

- Buenas noches pequeño.

Se despidió de él y volvió a salir por la ventana, asegurándose de apagar la luz y cerrarla tras de sí. Y por fin, puso rumbo a su casa. Sacó las llaves y abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido, pero, como otras veces, su madre se había quedado despierta leyendo un libro en el salón a la espera de su llegada:

- Por fin llegaste Taemin –le sonrió dulcemente.

Él la miró detenidamente:

- ¿Ayer también me esperaste?

Ella asintió con la cabeza:

- No entiendo la necesidad.
- Se llama preocupación Taemin.
- Cambio la frase. No entiendo la preocupación.
- Tae, quieras o no, ahora eres mi hijo y yo soy tu madre. Todas las madres se preocupan por sus hijos.
- Tu no er…
- Por favor no lo digas –le cortó.

Taemin suspiró pesadamente y se dirigió a su cuarto:

- Buenas noches –le dijo su madre.
- Buenas noches –dijo a regañadientes mientras subía por la escalera.

~~~~~

- Por fin llegas –dijo seriamente mirando al nuevo presente en la sala.
- Lo siento, no había billetes parta venir antes –dijo tomando asiento.
- Comencemos –se aclaró la garganta- visto lo visto, solo quedamos nosotros, ¿verdad?
- ¿Solo? ¿Y el señor Kim?
- A ese lo eliminamos hace 3 años –respondió otro.
- ¿Y el señor Lee?
- Lo usamos como sujeto de pruebas en nuestro anterior plan.
- Vale, solo tres.
- Tenemos un nuevo miembro.
- ¿No será el que vive en la calle de los ricos?
- Exacto.
- ¿Entonces tiene hijos?
- Sí, pero no nos sirve, porque es ejemplar –afirmó uno seguro.
- Qué suerte tiene.
- No sé yo, seguro que algo mal tiene que hacer.
- Bueno por el momento, solo hay que vigilarlo como a los otros y en caso de que tengamos que eliminarlo, será como siempre, un accidente…

~~~~~

Se removió en la cama aún dormido y antes de adoptar la posición que deseaba, el despertador le abrió los ojos inmediatamente. Otro día más. Se desperezó lentamente y fue levantándose de la cama. Según salió de su cuarto se dirigió al de su amigo:

- Onew, despierta –le dijo aún medio dormido.
- Mm… -le respondió.

Tomó ese sonido, de lenguaje desconocido, como un ya voy y se dirigió a prepararse. Cuando salió del baño, ya siendo persona, preparó el desayuno y se pusieron a comer:

- La semana que viene tenemos un examen –recordó el castaño.
- Ni me lo recuerdes –rodó los ojos, molesto.
- Consuélate de que es el primero del año.
- Me es imposible consolarme con eso.
- Por intentarlo, que no sea.

Ambos suspiraron profundamente y se levantaron a recoger la mesa. Terminaron de prepararse y se pusieron en marcha hacia la universidad:

- ¿Jonghyun?
- ¿Mmm?
- ¿No es ese Jonghyun? –señaló el moreno.
- Si es él, pero… ¿a dónde se dirige? La universidad está en esta dirección.
- Parece que está acompañado, pero no puedo verle la cara.
- Yo tampoco.
- No sé que estará haciendo, pero…deberíamos darnos prisa o llegaremos tarde.
- Tienes razón, vamos.

Apresuraron el paso y finalmente llegaron:

- Minho –llamó su atención el rubio.
- Dime.
- ¿Tienes idea de a dónde va Jonghyun hoy?
- ¿No ha venido? –se sorprendió.
- No… -casi susurró.
- Qué extraño…
- Buenos días alumnos, siéntense cada uno en su sitio que vamos a comenzar –interrumpió la profesora.

Mientras la profesora hablaba, el rubio estaba sumergido totalmente en su mundo, es decir, estaba pensando en esa persona que le hacía suspirar. ¿A dónde iría por la mañana? Y lo peor, ¿con quién estaba? Esa persona le había resultado totalmente familiar, pero por culpa de las mañanas, en las que su cerebro no funciona bien, no lo pudo reconocer:

- Key, deberías atender. Pronto será el examen –le regañó su amigo.
- Estoy atendiendo.
- No, estás pensando en Jonghyun –sonrió de lado.
- ¿Cómo? ¿Yo? Déjate de tonterías –se sobresaltó.

Lo había descubierto. ¿Cómo era posible? ¿Le estaba leyendo el pensamiento?

- Y no. No te estoy leyendo el pensamiento –volvió a decirle.
- ¡Ya! Deja de hacer esas cosas –le golpeó en el brazo.
- ¿El qué? –se rió.
- Nada, olvídalo –dirigió su vista a la profesora, esta vez, atendiendo.

Las horas pasaron y llegó la hora del almuerzo:

- ¿Dónde estás? –hablaba el alto con su móvil.

Había estado llamando a Jonghyun, pero no se lo cogía. Le estaba empezando a preocupar. Generalmente, si va a faltar se lo dice, pero esta vez, no le había dicho nada. Siguió llamándolo sin éxito alguno, hasta que lo vio entrar:

- ¡Jonghyun!
- Hola Minho –le saludo.
- ¿Qué te ha pasado?-abrió los ojos como platos.
- ¿A mí?
- ¡Pues claro idiota! Estás lleno de… ¿quién te pegó semejante paliza?
- ¡Ah! ¿esto? –se señaló su propia cara- no te preocupes –sonrió de lado.
- Tienes una manera muy mala de despreocupar a la gente, deberías mejorarla, te lo aseguro –le puso la mano en el hombro.

El timbre volvió a sonar, indicando la vuelta a las clases. Cuando Key vio desde su sitio al moreno entrar, se horrorizó por su aspecto. Juraría que se había caído por las escaleras más largas de la ciudad. Su corazón le estaba respondiendo desenfrenadamente. ¿Por qué ahora? ¿Por qué justo ahora? ¿Qué le había pasado? La impotencia lo estaba consumiendo. Tenía un deseo irrefrenable de ir hasta allí y saber lo ocurrido. ¿Y si le golpearon? ¿Quién en su sano juicio se había atrevido a pegarle?

- ¿Qué pasa Key? –se preocupó.
- Nada… -tenía su mano en forma de puño intentando contener la ira.

De repente en mitad de la clase, alguien interrumpe:

- ¿Qué horas son estas? –le recriminó la profesora.

Él solo la miraba fijamente. Ella suspiró:

- Pasa y siéntate –dijo mientras volvía a lo suyo.

Pasó por delante de la mesa de Minho. Este se quedó observándolo como si fuera la cosa más asombrosa del mundo. Y para él, raramente lo era:

- ¡Ey! –le dio un empujón- se te van a salir los ojos –rió por lo bajo.
- ¿Qué? –volvió a la realidad.
- Venga, admítelo. Te gusta Taemin –elevó ambas cejas.
- ¿Otra vez con eso? –lo miró de reojo.
- ¿Pero qué más da si te gusta? No te voy a quemar en una hoguera.
- Ya sabes lo que hay.
- ¿O sea que te gusta? –sonrió picaronamente.
- ¡Qué te calles Jonghyun! –le golpeó la cabeza.
- Algún día lo admitirás –se sobó la cabeza dolorido.

Todas las clases eran igual de aburridas. Se resumían en explicaciones, copiar y estudiar. Todo el mundo permanecía atendiendo o por lo menos aparentándolo hasta que:

- Profesora…
- ¿Sí?
- Huele a quemado…
- Sí, es verdad –asintió otro.
- Sí chicos huele a quemado, pero me pregunto de dónde vendrá.

De repente se oyó un estruendo que hizo retumbar la clase:

- ¡Fuego! -gritó un alumnos.

Desde las ventanas, el fuego se colaba rápidamente en el aula, provocando el pánico general:

- ¡Aléjense de las ventanas! ¡Tenemos que salir! –gritó la profesora.

Todos los alumnos se dirigieron a la puerta, pero esta no abría:

- ¡No hay manera de salir!
- ¡Nos han encerrado!
- ¡¡Cómo!! –dijo la profesora abriéndose paso por la multitud de chicos apegados a la puerta.

Por mucho que lo intentara, la puerta no cedía:
- ¡Vamos a morir! –eso es lo que se empezó a escuchar por toda el aula.
- ¿Por qué la alarma anti incendios no ha sonado? –se preguntó mentalmente la profesora.

Observó por las ventanas de la puerta hacia afuera y se percató de que todos estaban tranquilos. Se sorprendió. ¿El incendio solo es en esta clase?

- ¡Ayuda! –empezaron a golpear la puerta fuertemente.

El fuego no tardaba en propagarse por la clase:

- ¡Director! –gritó por el móvil.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué hay tanto escándalo?
- ¡Tenemos un incendio en clase! ¡La puerta no se abre y parece ser que la alarma no ha sonado!
- ¡Cómo! ¡Llamaré a los bomberos inmediatamente. Voy para allá.

El director, hecho un manojo de nervios, se dirigió a la clase y pudo notar el calor que desprendía. Observó como todo el mundo estaba pegado a la puerta dentro de la clase. Fue a pulsar el botón de la alarma, pero esta no respondía, ¿Qué estaba pasando?

- ¡Director! –se acercó la secretaria – ¡He visto el incendio por la ventana! ¡¿Qué hacemos?!
- ¡Avisa a todo el mundo, que abandonen las instalaciones!
- ¡En seguida!

En poco tiempo el caos gobernó la institución. Muchos gritos se oían por los pasillos y grandes cantidades de gente bajaban desesperadamente por las escaleras. Todos menos esa clase que seguía encerrada. El director había conseguido algo para golpear la puerta, pero parecía blindada:

- ¡Director! –rogaban desde dentro.
- ¡Debería ir usted al gimnasio! –le gritó la profesora- ¡Más fuerte!
- ¡¿Cómo se atreve?!

Golpeó esta vez más fuerte y por fin pudo abrir la puerta. Todos abandonaron la clase a una velocidad increíble reuniéndose con sus compañeros en los jardines de la entrada:

- ¿Estamos todos los de mi grupo? –preguntó la profesora.

Minho, entre otros, empezó a contar, faltaba uno. Eran muchos, por lo que era difícil de contar. ¿Se habría equivocado al contar? Volvió a ello, pero… otra vez el mismo resultado… ¿quién fal…?:


- ¡¡Taemin!!

Él no estaba entre ellos.

Muy bueno y bonito :$!
Continua Unnie, me encanta tu fic!!

Holaa ♥ ahorita edito mi aparto ;3 espera por mi ¿si?

Holaa ¿valió la pena la espera? CLARO QUE SI, aunque me has dejado con
ganas de leer más e.e es que ¿quién fue el maldito que golpeo a Jong? y
¿quién fue el estúpido que incendio el salón? de plano esta historia esta llena
de misterio -.- AIISSHHH JAJA'
espero que Minho pueda salvar a mi pequeño D; de verdad espero que si♥

Me encanta la escena de Taemin y Kai parecen como dos niños pequeños
dándose consejos mutuamente AMO a estos dos pequeños ♥

Estaré esperando conti ;3

Aparto

ho cielos esto ha estadoo muy bueno
Pobre Kai, se le entiende, la sociedad no hace otra cosa que
fastidiar, pero que lindo es minnie con el, apesar de todo
o es tan indiferete como aparenta ser. y ese tonto key ya
deveria rendirse ante puppy, negarselo no sirve de mucho jum.
Y que esta pasando con esos tipos, tiee que ver con lo
que le paso a la familia de Tae???
Y por ques que el aula se incendio???? caray dode rayos esta Taemin??? cielos esto se pone bien interesante.
Actualiza prontis siiiiiiii :D

omo omo!!!!! esta super interesante un poco enredado debido a las situaciones por las cuales deben atravesar mis brillositos pero igual esta super umni

Hola a tod@s :D siento la tardanza de nuevo. Gracias a todos por comentar y por leer mi fic, os adora en serio <33 Aquí os dejo el nuevo capítulo (un poco corto e.ê) y mañana lo editaré con la respuesta a los comentarios ^^ Espero que les guste :3




Capítulo 32:


- ¡Profesora! ¡Taemin sigue adentro!
- ¡¿Cómo?! –gritó notablemente- quédate aquí, iré a buscarlo.
- ¡No puedes entrar! ¿Estás loca? –le recriminó el director.
- ¡No voy a permitir que Taemin muera!

Minho ante tanto palabrerío inició una carrera a contrarreloj hacia el interior de la universidad. La profesora ignoró las quejas del director y se fue tras él también.

~~~~~

Las ardientes llamas envolvían prácticamente toda la clase y algunas se había apoderado del pasillo, reduciendo a cenizas todo lo que se interponía en su camino. El caldeado ambiente se extendía hasta las escaleras de acceso a ese piso. A ese paso, en menos de una hora, todo arderá. Pero en medio de todo ese infierno, aún permanecía un chico en el interior de la clase. Petrificado. El fuego lo envolvía en un círculo. Sus ojos se encontraban abiertos desmesuradamente y una de sus manos apoyada en su pecho, agarrando su camisa, como si pudiera sujetar su corazón.


¡Taemin!
¿Dónde estás?
¡Noona!

¡Dame la mano Minnie!
¡Corre!

¡Tenemos que salir de aquí!
¡Cuidado!
¡¡Noona!!

¡Minnie sal de aquí rápido!
¡Per…!


¡¡Sal!!

~~~~~

- ¡Minho!

El alto se paró al escuchar a su profesora:

- Tenemos que ir con cuidado, el fuego avanza muy rápido.
- ¿También ha entrado?
- Por supuesto. ¡Vamos!
- Está bien.

Se abrieron paso por las escaleras del primer piso. Todavía el fuego no había llegado a esa zona, pero el calor abrasador podía sentirse. Siguieron avanzando hasta dar con las escaleras que subían al segundo piso. El fuego hacía acto de presencia, preocupándolos un poco:

- A partir de aquí, tendremos que pasar rápido.
- Entiendo –asintió el alto.

Tras una pequeña cuenta atrás, salieron corriendo hacia su clase. Aunque el calor y las llamas los amenazaban, no abrieron la boca para quejarse. Su objetivo era claro, debían rescatar al pequeño. Pero en la cabeza de Minho rondaba una pequeña duda, ¿por qué él no había salido con el resto? ¿Por qué se había quedado allí?

- Por fin hemos llegado –dijeron posicionándose en un pequeño hueco no cubierto por el fuego.

Ambos se miraron decididos sabiendo que podían no volver a salir. Sabían que el fuego podía bloquear totalmente la salida en su estadía en la clase y no tener escapatoria, pero, ¿a caso les importaba eso? Entraron rápidamente en la clase. No se podía ver nada. El humo irritaba los ojos y era difícil respirar. Intentaban buscarlo con la mirada, pero ni rastro:

- ¡Taemin! –gritaron ambos.

No contestaba. Eso les preocupaba aún más, puesto que podía haber muerto ya, pero… el alto intentó agudizar la vista y vio una sombra. Parecía una persona:

- ¡Está allí! –le advirtió a ella.

Ambos se acercaron y efectivamente estaba en lo cierto. Era él. Estaba de pie, llorando con la mano en su pecho y no se movía. Ni se inmutaba por las llamas que lo rodeaban:

- ¡Tae! –se acercó él.

Pero no reaccionaba:

- Oh por dios…Tae… -la profesora se llevó las manos a la cara horrorizada- no me digas que… -ahora también lloraba ella.

Minho lo sacudía enérgicamente, pero no había manera. De repente, la mano de Taemin bajó a la altura de la otra, sus ojos se cerraron y su cuerpo dejó de hacer fuerza. Minho en un movimiento rápido antes de que cayera al suelo, lo sujetó en brazos:

- ¡¡Tenemos que sacarlo de aquí ya!! –la profesora gritó histérica.
- ¡Corramos antes de que el fuego se propague más!

Cargó a Taemin en su espalda para poder correr mejor.

~~~~~

Mientras tanto, todos estaban expectantes abajo. Todos estaba preocupados y el director estaba tirándose de los pelos por semejante locura. Si morían, su cargo de conciencia lo arruinaría de por vida. De pronto vieron salir a los tres corriendo:

- Dios santo, menos mal –suspiró el director.

Más suspiros y sonrisas se dejaron ver por toda el área circundante. La sirena de los bomberos se oyó de fondo, cada vez más cerca hasta que localizaron la zona y entraron al lugar:

- ¡Tiene que llamar a emergencia!
- ¿Qué pasó? –se preocupó el director.
- ¡Taemin ha dejado de respirar! ¡Necesita ser atendido ahora mismo! –le gritó.
- Olvídalo Minho, tardarán mucho en llegar, vamos en mi coche.

Y así es como, otra vez, ambos marcharon corriendo:

- Tiene que darse prisa, por dios.
- Lo sé, pero los malditos semáforos están todos en rojos –maldijo la profesora.

Parecía que el mundo se había puesto de acuerdo para obstaculizar completamente la carretera ese día. Cuando por fin llegaron al hospital, rápidamente fue llevado a la sala de emergencia. Por lo menos, ahora podían respirar un poco más tranquilos. Los dos se quedaron sentados en silencio, esperando alguna noticia, pero las horas pasaban y nadie les decía nada:

- ¿Quieres algo de beber o tienes hambre? –le preguntó la profesora.
- No, gracias. Ahora mismo tengo el estómago cerrado.
- Te entiendo –sonrió.

Se quedaron unos minutos en silencio:

- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Claro –asintió el alto.
- ¿Por qué arriesgaste tu vida para salvar a Taemin? Sabiendo que podías haber muerto allí…
- Mi corazón respondió. No…ni siquiera lo pensé, no tuve tiempo. Mi corazón me arrastró hasta allí adentro.

Ella sonrió dulcemente:

- Creo… que me atrevo a decir, que si hubiera muerto él, lo hubiera hecho yo.
- Minho… ¿alguna vez has admitido estar enamorado?
- No suelo, ¿por qué? –preguntó extrañado.
- Porque tendrás que admitirlo tarde o temprano.
- ¿Eh? –enarcó una ceja.
- Pero, ¿sabes? Te contaré un secreto. No habría en este mundo, mejor persona que tú, para estar a su lado –le guiñó un ojo.

¿Por qué todos se empeñaban en que debía admitir que estaba enamorado? Por supuesto que no lo estaba, o…sí. No lo tenía claro. Ambos eran hombres y era casi imposible para él. Pero si entonces, no era amor, ¿por qué este extraño sentimiento se parecía tanto?

- ¿Y tú? –le preguntó.
- ¿Yo qué? –se extrañó.
- ¿Por qué has arriesgado tu vida por un simple alumno? Otra profesora no se hubiera metido entre las llamas para tal cosa.

La profesora giró su cabeza hacia el otro lado y sonrió misteriosamente. Este chico le había apuntado con esa pregunta:

- ¿Acaso no es usted una simple profesora? –insistió.

Esa chica, realmente le parecía todo un misterio. Tenía la sensación de que estaba relacionada con Taemin de alguna manera. Y aquellos papeles… Todo esto era muy raro, nada encajaba.

Después de tanto esperar, por fin salió el médico y ambos se levantaron inmediatamente a su encuentro:

- ¿Cómo está? –se apresuró el alto.
El doctor mostraba un semblante serio:

- Minho, ahora vengo –dijo antes de que comenzara el médico.

El alto se extrañó, pero lo dejó pasar ya que lo que importaba ahora era él. El médico le indicó que pasara a la habitación a la que habían trasladado al pequeño, para explicarle.

~~~~~

La profesora se alejó de ellos a paso lento. El estado de Taemin le preocupaba, por eso mismo iba a ver a esa persona. Solo él conocía perfectamente a Taemin y sus incontables visitas al hospital, además de ser su amigo. Llegó finalmente a la puerta, respiró profundamente y entró:

- Sabía que no tardarías en venir, Seohyun –le sonrió.
- Y yo sabía que tú lo sabías, por eso te quedaste aquí –le devolvió la sonrisa.
- Creo que no hemos cambiado.
- Para nada.
- Viniste por él, ¿no?
- Sí, ¿cómo está?
- Tiene suerte, dentro de lo que cabe. Su pérdida de la consciencia fue debido a inhalar mucho humo. Menos mal que lo trajeron rápido, porque unos minutos más tarde y hubiera muerto.

A la chica le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo:

- ¿Y en cuanto a…? –iba a preguntar.
- En cuanto a eso… el daño psicológico fue importante, es más, estoy seguro de que gracias a ese accidente, muchos de sus recuerdos ocultos por aquello que le hicimos, no tardarán en volver. Sería muy peligroso que aquellas memorias tan horrorosas resurgieran de golpe. Podría entrar en un estado de shock tan terrible que incluso existe la posibilidad de que no despertara jamás.
- Algo me había imaginada al respecto, pero… fue muy extraño. Si te soy sincera, el incendio fue a propósito –sentenció firmemente.
- ¿En serio? –abrió los ojos sorprendido.
- No estoy totalmente segura, pero apuesto lo que sea.
- Seohyun, tú sabes que ya nos conocemos desde hace años y sé tus sentimientos de obligación hacia Taemin, pero es una bomba de relojería. Es peligroso estar cerca de él, no me gustaría que salieras perjudicada.

Ella sonrió nostálgica:

- Lo sé y siempre te contestaré lo mismo. No insistas. Para mí, mi pequeño Taemin, es lo primero. No me importa si salgo perjudicada, únicamente quiero…volver a verlo sonreír… Por eso debo acabar con esto de una vez.
- Cuando Tae te descubra, ¿crees que estará de acuerdo con que te metas en medio?
- Yo lo conozco y acabará colaborando conmigo. Yo necesito su inteligencia y él necesita mis medios. Además él, ya no es un niño, él ha madurado y bastante –sonrió confiada.
- Sí, aunque últimamente se mete mucho en problemas.
- ¿Lo dices por lo del otro día?
- Sí, no puedo imaginar la persona que lo apuñaló, pero era una herida bastante fea.
- Sabía que tenía una herida, pero no sabía que lo habían apuñalado –dijo tristemente.
- Ya sabes que él no te dirá nada. No es cómo antes, asúmelo –rió.
- Ya lo sé –lo miró molesta- es solo que, aunque parezca mentira, todavía me cuesta asimilar que no confía en mí.
- A lo mejor tampoco te recuerda.
- No lo sé.

Hubo un silencio vacía hasta que el doctor habló:

- Será mejor que vayas a verlo, ¿no?
- Tienes razón. Bueno, seguramente nos veremos más a menudo.
- Seguro, así que hasta la próxima.

La profesora se levantó y salió del lugar, dirigiéndose a la habitación del pequeño. Cuando llegó encontró a un Minho serio. Sentado a su lago. En su mirada reflejaba dolor, ¿rabia?, amor…

- ¿Minho? –lo hizo volver.
- No te preocupes, Taemin es fuerte.

El alto lo miró. Estaba un poco pálido y tenía varios cables conectados a su cuerpo. Una imagen dolorosa para él. No le gustaba para nada verlo de esa manera. Sentía como si tuviera un medidor de dolor y desde que llegó Taemin, se ha ido llenando. Su rostro… inexpresivo. Parecía una persona tan sumamente delicada, que podía romperse con cualquier golpe, pero la realidad era que solo se rompía por dentro y no por fuera y Minho podía notarlo. No sabía cómo, pero compartía el dolor del pequeño:

- ¿Te quedarás más tiempo?
- Sí –aseguró él.
- Yo me voy ya, tengo que volver a la universidad e informar.

El alto asintió:

- Cuídalo –le guiñó un ojo.
- Eso haré –aseguró.

Cuando ella se fue Minho se quedó un rato observándolo. Extendió su mano lentamente hasta tocar su mejilla. Estaba un poco fría todavía, pero o había perdido su suavidad. Repasó con delicadeza cada una de las facciones de su cara. Era perfecto:

- Taemin… perdóname. Si me hubiera dado cuenta antes, podría haberte sacado de allí. Soy idiota, perdóname. Pero hice lo que pude y estás aquí, así que ahora te toca a ti. Por favor, quiero verte fuera del hospital. No me gusta que vengas,. No me gusta verte aquí. Así que recupérate cuanto antes y volvamos juntos a la universidad.

Oww mi pequeño Minho es tan lindo y tan AMOROSO, aunque el todavía no se de cuenta de que esta enamorado de un hombre, aunque para él suene aterradora es UNA MARAVILLOSA IDEA :3
Taemin se tiene que recuperar para ayudar a Minho, a Kai, a Key y a TODOS ♥
y esa maestra es rara -.-

Estaré esperando conti ♥

waaaa es uno de los mejores fics que leo y recien estoy empezando y estoy facinada :3

waaaa soy nueva lectora y la historia me engancho tanto que me la lei en menos de un dia xd... amo a este tae y por alguna razon esa maestra me desagrada ;( minho tan lindo woo tanta intriga me fasina quiero mas :3 esta super esperare el prox cap con ansias .

¡Hola a tod@s! Siento la espera DD: pero por fin les traje el capi ^_^ Gracias por los comentarios me ponen muy feliz <3




Capítulo 33:

El revuelo ya se calmaba en la universidad. El fuego finalmente había sido apagado, pero aún los nervios reinaban el lugar. El moreno llevaba buscando un buen rato a sus amigos y por fin dio con ellos:

- ¡Chicos! ¿Estáis bien?
- Si, por suerte –contestó el castaño.
- ¿Y tú Key?

El rubio desvió la mirada hacia otro lado:

- ¿Key?
- No te importa.
- Key no seas así –le reprochó su amigo- solo se preocupó por ti.
- No necesito que se preocupe.
- Idiota –espetó el moreno.
- Imbécil –lo miró de reojo.
- Egoísta.
- Cara de perro.

El ambiente se estaba tensando y no precisamente por el reciente incendio:

- Chicos dejadlo ya, parecéis niños pequeños.
- No entiendo cómo puedes ser amigo de alguien tan idiota –afirmó el moreno.
- Yo lo que no entiendo es por qué eres tan insoportable.
- Tú sí, Key.
- No voy a perder el tiempo contigo. Me voy.

El rubio dio media vuelta y se largó de la universidad. No quería hablar más con él. No quería hacerle más daño, no tenía fuerzas para callarse lo que sentía y tenía miedo de irse de la lengua. Con paso ligero se alejó cada vez más de allí con destino hacia su casa. Mientras caminaba sentía que alguien lo estaba siguiendo. Un escalofrío lo invadió completamente.

El miedo ocupó todo su ser. No era la primera vez que le pasaba y las otras veces no había acabado bien. Se detuvo en seco. Estaba demasiado asustado. Maldecía el momento en el que se había marchado solo.

Miró a todos lados, observando a su alrededor detenidamente a ver si encontraba a esa persona que creía que lo seguía. A lo mejor, solo era su imaginación o sus paranoias, pero su cuerpo no lo sentía así. Tenía el presentimiento de que verdaderamente había alguien. Comenzó a temblar ante la idea de que aquel sujeto hubiera vuelto. Sus ojos empezaban a cristalizarse. Estaba a punto de caer al suelo, pues sus piernas le temblaban.

De repente unos brazos lo rodearon suavemente atrayéndolo a su pecho. Ese roce, ese aroma y su forma de respirar…

- ¿Está ahí? –seguía temblando.
- Shhh… -le susurró cálidamente- yo te protegeré.
- Jonghyun… tengo miedo… -ahora sus mejillas estaban húmedas.

El moreno lo separó, dándole la vuelta al rubio y lo miró a los ojos. Le acarició la mejilla y una vez más lo atrajo hasta su pecho y le susurró:

- Por mi hombro derecho, a tres metros de la cafetería que está allí, en el muro de la casa blanca…

Key siguió las indicaciones que le había dado él y allí estaba aquel personaje otra vez. En cuanto lo vio, su cuerpo comenzó a temblar más notoriamente:

- Jong-hyun… nos está mi-rando –estaba muy asustado.
- Tranquilízate, mientras yo esté aquí no te hará nada. Míralo.

El rubio seguía mirando en aquella dirección, pero cada vez le daba menos miedo, porque sabía que Jonghyun estaba con él. Lo estaba abrazando y sentía como si nada en el mundo pudiera hacerle daño, él lo protegería. Sentía su cálido aliento chocar contra su mejilla. Su lenta respiración acompasada subía y bajaba su rostro. Se sentía tan bien…

Lo único que deseaba en ese momento, era olvidarlo todo. Poder decirle a su corazón y a su mente que se dejaran de tonterías. Que él, amaba al moreno y que a su lado era capaz de sanar sus heridas, era capaz de volver a vivir, era capaz de volver a amar…

Pero desgraciadamente, todavía no tenía control sobre su cuerpo:

- ¡No! Jonghyun, lárgate… Y-o…tú…déjame.

Dijo para dar media vuelta e irse, pero algo se lo impidió, mejor dicho, alguien:

- Key –le dijo serio- me da igual lo que me digas, no te dejaré ir solo. No con ese vigilándote.

Al percatarse de que Key iba a abrir la boca para protestar, con un rápido movimiento, lo cogió de la mano y se puso en marcha hacia su casa. El trayecto transcurrió en silencio, pero poco le importó. Él sujetaba su mano firmemente, pero a la vez era dulce. Cualquier movimiento o roce de ese hombre lo ponía nervioso, solo esperaba que Jonghyun no lo notara.

Cuando finalmente llegaron a la casa del rubio, Jonghyun le soltó la mano. Key cerró los ojos fuertemente y se dirigió hacia la puerta, intentando ignorar sus sentimientos. Cuanto antes se alejara, menos esfuerzo tendría que hacer. Sacó las llaves y abrió la puerta, pero cuando la fue a cerrar, vio que había un pie impidiéndolo. Jonghyun lo miraba seriamente, le clavaba la mirada en sus ojos, como buscando una explicación. Y era cierto, buscaba el por qué de la situación, por qué Key actuaba así de raro.

El rubio apartó la mirada girando su rostro, intentando por todos los medios que se rindiera, que se fuera y lo dejara sufrir en paz. El moreno hizo presión y logró abrir la puerta quedando enfrente de Key, pero con la única diferencia de que este último estaba de espaldas. Dio un paso más acortando la distancia entre ellos:

- Key…

Este no respondía. Se mordía el labio con impotencia intentando por todos los medios que sus ojos no lo delataran:

- Key… necesito hablar contigo, por favor –le suplicaba.
- N-o hay… na-da de qué ha-blar… -aún le daba la espalda.
- Yo creo que sí.

Al ver que el rubio no decía nada más, lo agarró suavemente por los hombros y le dio la vuelta quedando cara a cara. Se sorprendió al ver esos hermosos ojos llorar de nuevo. No podía verlo de esa manera, no sabía que había pasado entre ellos dos, pero sentía que la repentina separación le dolía a él también, ¿cuál fue su motivo entonces? ¿Por qué de repente volvía a ser como antes? Se estaba desesperando al no obtener respuesta:

- Jonghyun… por favor… vete –agachó su cabeza.
- ¿Por qué Key?

No quería llorar también, así que hacía un esfuerzo increíble. Parecía que compartía el extraño motivo de su llanto, como si su boca se negara a hablar, pero su corazón intentaba por todos los medios comunicarse con él:

- No insistas, ya te he di-cho que no hay ningún moti-vo… -decía entre sollozos.
- Entonces dime por qué estás llorando.
- No te interesa, así que… lárgate.

Jonghyun suspiró profundamente, no había manera de que dijera nada. Estiró lentamente su brazo hasta la mejilla del rubio, el cual fue detenido por el agarre de Key:

- No me to-ques –intentaba mirarlo a los ojos.

El moreno tranquilamente agarró la mano de Key que sujetaba la suya y la llevó a su posición inicial, terminando su labor y logrando limpiar la mejilla de Key. Repitió el mismo proceso en la otra, y este no opuso resistencia alguna. Se acercó lentamente a él y le besó dulcemente la frente. Tras eso salió sin más.

El rubio se encontraba estático en la entrada. Maldecía a esa persona inmensamente, porque cada día lo enamoraba más. Aún sentía el roce cálido de sus labios en su frente. Sentía que con ese simple beso, estaba protegido. Se acercó como pudo a la pared y se deslizó por ella para acabar sentado en el suelo. Rodeó sus piernas con ambos brazos y apoyó su cabeza en ellos:

- Te odio.

~~~~

Al enterarse de la noticia, salió corriendo del instituto sin importarle que le pusieran una falta de asistencia. Su amigo era lo más importante. Lo había visto. Había visto como salía inconsciente de las instalaciones. Lo habían grabado todo y no tardaron en transmitirlo por la televisión. Corría como si le fuera la vida en ello. Justo cuando estaba con el corazón en la boca, llegó apresurado entrando al hospital. Preguntó por su habitación y subió tan rápido como había venido.

Tocó suavemente en la puerta y entró al escuchar una voz que le indicaba que pasara. Aunque no la reconoció, no le importó y entró igualmente, encontrándose con un chico casi de su misma altura, con ojos grandes y pelo castaño oscuro. Nunca lo había visto, pero él estaba en la habitación de su hyung, ¿conocería a Taemin?

- H-ola –dijo tímidamente.

El presente se sorprendió al percatarse de quién se trataba. Era el chico que estaba con Tae aquella vez:

- Tú… eres  amigo de Taemin, ¿verdad?
- Mmm…sí, ¿y usted es?
- Soy su compañero de clase.
- ¿Hyung entonces? –preguntó.
- Me llamo Minho.
- Encantado Mino hyung, yo me llamo Jong In, pero puedes decirme Kai. Está bien.

Kai desvió su mirada hacia la camilla, encontrándose allí a su amigo. El mayor notó como el rostro del pequeño se entristecía al verlo en aquel estado. En ese momento lo entendió a la perfección. Sabía cómo se sentía.

El menor se acercó lentamente hasta Taemin que permanecía acostado:

- Hyung… -susurró para sí mismo.
- No te preocupes –se acercó a su altura- él es fuerte.

Kai asintió:

- Hyung, ¿qué pasó exactamente? –lo miró.
- Fue algo muy extraño.
- ¿Por qué?
- Porque únicamente se incendió nuestra clase.
- ¿En serio?
- Sí, me da la sensación de que fue a propósito.

¿A propósito? Kai se quedó pensativo. Miró nuevamente a Taemin y recordó una conversación.

Flash Back

- ¡Hyung! ¿Por qué no quieres que me quede? ¡No lo entiendo, hemos estado juntos hasta ahora!
- Si quieres morir quédate conmigo, si aprecias tu vida, ya sabes dónde está la puerta –le dijo seriamente.
- Me da igual lo que me digas, no pienso abandonarte.
- ¡¿Por qué eres tan idiota Kim Jong In?!
- ¡No soy idiota! ¡Soy TÚ amigo y me quedaré contigo pase lo que pase! ¡¿Me entendiste?!
- ¡Lárgate!
- Si tu destino es morir, entonces moriremos juntos hyung.

Fin Flash Back

El menor abrió los ojos de par en par. ¿Serán estas cosas a las que se refería Taemin? Solo se incendió su clase, eso era demasiado extraño. ¿Acaso iban a por él? ¿Quiénes eran lo que querían matar a su hyung? ¿Eran capaces de involucrar a tanta gente?

~~~~

Todos habían abandonado ya la universidad, no habría noticias ni planes de la situación hasta mañana. Las clases se habían suspendido para los alumnos de aquel sector hasta próximo aviso, pero aún permanecían dos personas investigando:

- ¿Así que a propósito eh? –comentó el agente.
- Vayamos a revisar la alarma de incendios –ordenó ella.
- Vamos.

Llegaron hasta la sala, dónde se suponía que estaba el sistema de la alarma:

- Aquí parece todo normal –dijo él.
- Es lo que más rabia me da. No hay nada fuera de lo común, pero estoy segura de que no fue casualidad.
- Pienso lo mismo, además si es quién creemos que es, iba directamente a por Taemin. Si no lo conociera pensaría que es un desalmado.
- Es peor que eso. Agente Park, ¿me permite infiltrarme en el sistema de la universidad?
- ¿Ya a prendió? –sonrió burlón.
- Qué gracioso usted –lo miró de reojo- no soy tan buena como nuestro pequeño Tae, pero algo podré hacer.
- Está bien, necesitamos encontrar más pruebas.

Seohyun se dirigió a la oficina de vigilancia. Una vez allí sacó de su maleta, un ordenador portátil. Tras encenderlo sacó un cable que parecía ser la clave y lo conectó a uno de los múltiples puertos que había allí. Parecía algo muy fácil, pero los sistemas estaban muy protegidos. Le llevó un rato poder tener acceso completo pero finalmente lo logró, apoderándose de toda la escuela informáticamente.

Todas las clases estaban bien, el sistema eléctrico no tenía nada e incluso la alarma de incendio estaba conectada. No entendía que pasaba:

- ¿Encuentras algo? –preguntó.
- No… -dijo cansada de no encontrar nada- todo está en su si… ¡espera! –exclamó acercándose a la pantalla- aquí hay algo raro. La alarma está se programó a las 12:45 junto después del incendio –se sorprendió.
- Eso quiere decir que alguien se metió fácilmente en el sistema y desconectó la alarma, para que no sonara.
- Exacto –dijo pasando la información y todo lo que había encontrado a su ordenador.
- Ahora ya sabemos lo de la alarma, pero y ¿lo del fuego?
- Vamos a la clase a ver si podemos encontrar algo aunque sea debajo de las cenizas.

Ambos se dirigieron al aula o por lo menos, lo que quedaba de ella. Era una visión desastrosa y aún en la atmósfera de respiraba un fuerte olor a quemado. Revisaron todo el salón y no había ni la más mínima pista de un incendio provocado:

- Espera Seohyun, ¿no hueles eso?
- ¿El qué? A mí me huele a quemado.
- Concéntrate. Debajo de este olor a quemado, cerca de la ventana, hay algo más fuerte que la simple madera quemada.
- Ahora que me fijo, es verdad. ¿Pero que puede ser?
- Si no me equivoco es éter.

Abrió los ojos sorprendida. ¿Cómo habrían entrado sin que nadie se diera cuenta ni si quiera del olor?

- Ahora lo entiendo –afirmó serio el agente.
- ¿Qué pasó?
- El éter es un líquido transparente y no se vería, pero como contrapunto, tiene un olor fuerte, así que no lo debieron colocar aquí directamente.

Se acercó más a la ventana asomándose por ella:

- Aquí está la razón. Este cable de electricidad fue cortado.
- Ahora que lo pienso, antes del olor a quemado, las luces parpadearon.
- Ese era su plan. Cuando se metieron en el sistema aparte de desconectar la alarma, encendieron el generador automático como si hubiera habido un apagón para que nadie sospechara de que se había cortado la luz por culpa del cable y provocaron una chispa en el que está roto, provocando que el éter hiciera su trabajo, ya que está cerca del cable.
- Pero si el éter saltó por la chispa, lo hubiera hecho en cualquier dirección y lo menos probable habría sido en esta clase.
- Entra en la página estatal de meteorología y dime la dirección del viento ente las 12:00 y 12:015.
- Según esto, pone dirección noreste.
- Ahí está la prueba. ¿Su máxima racha a qué hora fue?
- Fue a las 12:08 –se sorprendió- ¿no me digas que lo tenían todo planeado?
- Pues sí. Justamente el viento a esa hora tenía dirección a esta clase y para más seguridad, activaron el generador a las 12:06, para que cuando saltara la chispa, lo hiciera en la dirección correcta y se propagara hacia esta clase.
- Taemin estaba sentado cerca de esa ventana.

El agente sonrió irónicamente:

- Estos tipos van enserio.

waaa cuanta intriga quiero mas !! xd que lindo minho velando el sueño de tae, ya quiero ver cuando se despierte :3 esta muy bueno sigueee!! :D

Tsss malditos tipos de mierda -.- ¿qué no tienen otras cosas por hacer? por ejemplo mantener a su familia o ver que sus hijos esten bien aisshhh ya que dejen de molestar a mi pequeño -.-
Mi Key esta sufriendo demasiado ya me imagino lo que ha de sentir cuando tiene que rechazar a Jong todo por el miedo -.- de verdad que el miedo puede llegar hacer el defecto más peligroso para el humano JAJA
Kai y Minho comparten el mismo dolor, pero uno sabe los motivos y otro solo porque le empieza gustar Taemin jiji

Estaré esperando conti ♥

Valla, así que fue así como sucedieron las cosas, qué mente tan wao tienes.

Inche KiBum, si pudiera me lo madriaría, se pasa de menso, pero bueno, si le gusta sufrir es cosa suya, verdad? Dijera una Dx.alumna de mi mamá: "pues chingate" lo siento, creo estoy en mi estado emo.
Lo bueno de JongHyun es que no se da por vencido fácilmente.
Hasta el siguiente
Oh! Hice verso sin esfuerzo xD

Holaaa! Siento la tardanza, pero he estado ocupada y mis neuronas de vacaciones en algún lugar lejano de este mundo U_U Soy un desastre y mi umma lo sabe (no la de verdad) e.é pero ella en el fondo me quiere y yo también <3 Bueno a lo que vamos, por fin el capi 34 :D Gracias por sus comentarios y a los lectores fantasmas y a esa chica que me comenta en los dos foros ^^







Capítulo 34:


Onew caminaba tranquilamente hacia su casa, después de haber visto como aquellos dos se alejaban enfadados. Temía lo que se encontraría por el camino, ¿qué habrá pasado? El resultado podría ser bueno como ser malo. Ya estaba llegando. Sacó sus llaves y abrió la puerta de la entrada, encontrándose al rubio dormido por fuera. Tenía los ojos rojos e hinchados, seguramente había estado llorando:

- Ay Kim Kibum –suspiró.

Se arrodilló a su altura y comprobó que estaba plácidamente dormido. Lo agarró como pudo y lo cargó hasta su piso:

- Key tienes que comer más, has bajado mucho de peso –comentó al aire.

Cuando llegó fue directo a la habitación del rubio y lo acostó suavemente en la cama, intentando no despertarlo. Se dirigió a su habitación y cogió ropa para ducharse, aunque no habían hecho mucho, la ropa olía a humo y quería quitársela de encima. Se metió en el baño y se dio una buena ducha. La verdad es que también tenía sueño y estaba cansado, había sido una mañana ajetreada, por lo que decidió ir a acostarse un rato.

Entró a su cuarto nuevamente y se echó en la cama. Por su mente pasaban multitud de pensamientos: Por un lado estaba Key y la escoria que tuvo de novio. Le preocupaba bastante el hecho de que pudiera seguir merodeando por ahí y que posiblemente, si pasaba algo, el rubio se lo ocultara. También el pobre Jonghyun. Por mucho que antes se pelearan a muerte, no se merecía los tratos del rubio y menos cuando se preocupaba por él. Todo fue por aquella estupidez. Debería dejar el rencor a un lado y entender que lo único que quiere en el fondo es estar con él.

Entre pensamiento y pensamientos se quedó dormido.

~~~~
Ya estaba anocheciendo y se habían pasado todo el día allí. Sin moverse, cuidándolo a él. De repente el mayor sintió un peso en su hombro. Giró a su costado, dándose cuenta de que Kai se había quedado dormido. Le daba pena. Debía estar cansado. No habían comido nada y tampoco se habían movido y encima Taemin…

- Disculpen chicos –entró una enfermera- pero deben retirarse, ya es tarde.
- Claro, enseguida nos vamos.

El mayor tocó suavemente al chico que descansaba sobre su hombro:

- Kai, despierta.

Pero el menor estaba profundamente dormido. El alto siguió moviéndolo hasta que poco a poco, fue abriendo los ojos:

- Oh, lo siento hyung –dijo apenado.
- No te preocupes –le sonrió amablemente- Tenemos que irnos ya, se acabó el tiempo.
- Está bien.

Ambos se levantaron y antes de salir de ahí, se despidieron de Taemin a sabiendas de que no contestaría:

- Bueno hyung, me voy, gracias –dijo haciendo una reverencia.
- Te acompañaré.
- N-o hace falt-a, en serio –le ponía un poco nervioso.
- Es tarde, así que no insistas, vamos –le dijo dándole una palmadita en el hombro.

Kai no tuvo más remedio que dejar que lo acompañara:

- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Claro hyung.
- ¿Desde cuándo conoces a Taemin?
- Y-o… bueno, lo conozco desde hace ocho años.
- ¿Tanto? – se sorprendió.
- Sí, el me ayudó en aquel entonces cuando pasaba por un mal momento y desde entonces, siempre he estado a su lado, aunque me intente apartar.
- ¿Siempre ha sido tan arisco?
- No –sonrió nostálgico- antes era una persona dulce, amable, carismática, hiperactiva y siempre estaba sonriendo, pero…hubo un tiempo en el que dejé de tener contacto con él. No lo vi en mucho tiempo, me preocupó bastante y cuando por fin, volví a verlo, se había convertido en un alcohólico. Su carácter cambió drásticamente y ya no vi resto del antiguo Taemin. Era como si se hubiera esfumado para siempre.
- El Taemin que una vez conociste, sigue ahí. Muy en el fondo. Encarcelado por algo que pasó, algo del pasado.
- Algo pasó con su familia.
- Algún día lo descubriremos –dijo confiado.
- Sí…

Siguieron caminando un par de minutos más y por fin llegaron a la casa del menor:

- Es aquí hyung, gracias por acompañarme.
- No hay de qué –le sonrió- ya nos veremos –agitó la mano despidiéndose.

Tras dejar a Kai, siguió caminando solo hasta su casa. Quería respirar un poco de aire fresco y disfrutar de la tranquilidad nocturna. El menos no le había parecido mal chico. Debía de haber aguantado mucho al lado de Taemin. Ahora lo empezaba a entender. ¿De qué manera estaba la familia relacionada? Cada vez tenía más preguntas y continuaba sin una respuesta.

Siguió caminando tranquilamente con una persona ocupando todo su ser. Sí, era él. Y parecía no darse cuenta de que cada vez, su dependencia se hacía más grande. Llegó a la enorme puerta de su mansión. La verdad es que no tenía ganas de entrar, en la calle se estaba mejor acompañado y eso que no había nadie. Se dirigió al parque más cercano y se sentó en un banco. Unos minutos después apareció una señora y se sentó junto a él:

- Joven –llamó su atención- ¿puedo hacerle una pregunta?
- Claro.
- ¿Hubo un incendio esta mañana?
- Sí, en una de las universidades del centro.
- ¡Ay dios mío! Otra tragedia. ¿Sabes si murió alguna persona?
- No, conseguimos salvarnos todos, aunque una persona salió herida –agachó la cabeza.
- ¿Tú estabas allí?
- Sí, fue en mi universidad.
- Menos mal –suspiró aliviada.
- ¿A qué se refería con lo de otra tragedia?
- Hace uno años, hubo un incendio por aquí cerca. Murieron dos niños en la casa y algunos trabajadores. Fue muy trágico y… no me quiero ni acordar.

De repente, algo se activó en su cerebro. Un incendio… una familia…


‘’Terrible accidente ocurrido en la calle principal del distrito sur’’
‘’ Un incendio acaba en tragedia familiar’’
‘’Los hijos de uno de los mayores empresarios, se ven involucrados en una tragedia que acaba con sus vidas’’


- ¿Podría ser en esta misma calle?
- Exacto, pero más allá –señaló con su mano.
- Gracias por la información –le sonrió y se despidió de ella.

Empezó a recorrer la calle, pasando otra vez por delante de su casa. Maldecía internamente ya que la calle era considerablemente larga. ¿Tan difícil era encontrar los restos de una casa? Siguió vagando hasta que por fin pudo identificar algo parecido a lo que buscaba. Apresuró el paso hasta posicionarse en frente de lo que parecía ser un solar abandonado. Era enorme. Tenía la misma extensión que su propia casa, tal vez, un poco más grande. La estampa era horrible, solo habían restos quemados de lo que era antes. El fuego lo había arrasado todo, o por lo menos la mayoría. Un sentimiento de angustia lo invadió cuando atravesó lo que podía ser la entrada.

Un ambiente muy raro se cernía sobre la casa. Era como si de repente, el aire hiciera presión sobre sus hombros. Siguió avanzando en busca de algo cuando de repente su corazón se encogió de dolor al llegar a una de las que suponía, era una habitación. El ambiente era cada vez más pesado y parecía cargado… de sentimiento. Revisó con la mirada toda la zona, levantó algún que otro trozo de madera y buscó algo, no sabía el qué, pero quería encontrar algo.

Recorrió todo el lugar o por lo menos los espacios que quedaban accesibles. No había absolutamente nada que no hubiera sido quemado. Parecía un incendio muy bien hecho, si no hubiesen querido dejar huellas, desde luego lo consiguieron. Iba a darse por vencido cuando un pequeño brillo emergió de la oscuridad. Pensó que había sido su imaginación, pero se equivocaba. Se acercó con cuidado y se agachó a su altura:

- Esto es…

Lo levantó con cuidado. Era un colgante de plata con una pequeña llave de oro que colgaba de él. Volvió su vista al suelo encontrándose con una foto estropeada. Estaba quemada por la mitad. Se podían ver dos personas, una de las cuales, había sido borrada por el fuego. Al lado, se podía distinguir el rostro de una chica. Era hermosa y su sonrisa era brillante. Cerca de ella, había una fecha:

- Dieciocho de julio, para m….

Se paró debido a que el resto del texto, era ceniza. ¿Quién estaba con ella en la foto? ¿Y quién era ella? Su rostro se le hacía muy familiar, se le parecía a alguien, pero no caía en la cuenta. Guardó el colgante y la foto en el bolsillo y se dirigió a la salida. Una vez fuera, el ambiente volvió a la normalidad:

- Qué cosa más extraña… -susurró para sí mismo.

~~~~

Estaba acostado en la cama desesperado. Dando vueltas sin poder conciliar el sueño. Estaba cansado y se encontraba sudando. La imagen de Key le venía continuamente a la cabeza y tratando en vano de poder quitársela se había desvelado. Se levantó ofuscado y empapado de sudor. Cogió ropa y se fue a bañar otra vez. Ya eran las tres de la mañana y no había manera de descansar. Cuando salió del baño, se percató de que su madre aún no se encontraba en casa. Bajó aprovechando el desvelo y se la encontró en la cafetería limpiando y recogiendo:

- ¿Qué pasa hijo? ¿No tienes sueño? –se preocupó.
- Eso parece –dijo sentándose en una de las sillas de la barra.
- Mi hijo está enamorado –dijo con voz burlona.
- … -se había quedado perdido en sus pensamientos.
- Esto es más grave de lo que pensaba –se sorprendió con una sonrisa.

Su madre se acercó y lo tomó de los hombros, devolviéndolo a la realidad:

- ¿Quién es el afortunado?
- Key… digo… ¿qué? ¡Pero qué dices omma!
- ¡Ah! Ya entiendo. Me cae bien y es muy guapo. Tienes buen ojo.

El moreno se sonrojó notablemente:

- A mí no me gusta.
- ¿A no? –dijo irónica- pues díselo a tu cara que opina lo contrario –le guiñó un ojo

El moreno frunció el ceño:

- ¿Por qué no lo admites hijo?
- Porque no… es verdad –rodó los ojos.
- Tu corazón late muy fuerte cuando lo nombro.
- ¡Eh! ¿Cómo lo sabes? –se tapó la boca siendo consciente de lo que acababa de decir.
- No lo sabía, pero te acabas de delatar –le sacó la lengua divertida.
- Omma… déjalo ya –suspiró.
- Admítelo entonces.
- Yo… puede que…lo quiera –se sentía apenado por la declaración.
- Así es como es –sonrió- voy a tirar la basura.

Salió de la cafetería dejándolo solo, pensando en lo que acababa de decir. ¿Era eso lo que sentía?

- Jonghyun, afuera hay alguien que pregunta por ti.

El moreno se extrañó, pero salió a ver de quién se trataba. Se asomó a la puerta del local y no divisó a nadie y justo cuando iba a volver a entrar unos brazos lo sacaron de allí llevándolo al callejón de al lado. El moreno se sorprendió, no podía reaccionar. Esa persona lo aventó contra la pared, aprisionándolo, lo que hizo que Jonghyun mostrara una mueca de dolor ante el golpe:

- Cuanto tiempo Jjong –le dijo al oído.

El moreno abrió los ojos de la impresión, pensó que jamás volvería a escuchar esa voz, esa sucia voz…

- Tú… ¿qué haces aquí?
- Te echaba de menos, cariño –le mordió el cuello salvajemente.

El moreno gritó de dolor. No podía creer que estuviera otra vez aquí, con él:

- ¡Suéltame! –le exigió.
- Ni hablar.

Él intentó soltarse por todos los medios, pero en vano:

- Siempre he sido más fuerte que tú y lo sabes –le susurró cerca de sus labios.
-
El moreno giró la cara. No quería tener contacto alguno con él:

- ¿Tú no me echabas de menos? –sonrió pícaramente.
- ¿A cuántos te has follado ya? –le dijo con asco.
- A ninguno como tú –le dio un beso rápido en los labios.
- ¡Suéltame maldito idiota!
- Tu cuerpo ha mejorado, pero no lo suficiente.

El extraño se abalanzó sobre los labios de su prisionero. Este no podía evitarlo. Estaba completamente inmovilizado y le estaba dando asco. Intentó apartar su rosto, pero le agarró la cabeza para profundizar el beso:

- Veo que tu corazón no se ha enamorado todavía –se separó un poco.
- Te equivocas –lo miró desafiante.
- ¿A sí?
- Yo tengo una persona a la que amar.
- ¿Tanto como me amabas a mí?
- Nunca. Lo nuestro no fue amor, fue ignorancia por mi parte.
- Qué mentiras dices –sonrió pícaramente.
- ¡Me utilizaste idiota!
- No puedo creer que me odies.
- Más que eso –la ira en sus ojos era notable.
- Ya veremos cuan fuerte es tu amor por ese chico –sonrió sarcásticamente.


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Espero que les haya gustado :3

Otro estúpido queriendo hacerle daño a mi JOng D: tss Key y jong tienen muchas cosas en común, una de ellas que un idiota los sigue -.- AIISSHHH yo no suelo ser grosera pero cuando me sacan de mis casillas, me sacan :S
Minho poco a poco podrá ir descubriendo lo que ha pasado con Minnie y creo que tiene muchas pruebas o al menos la persona que esta en la foto creo yo es Taemin y si no es él, es una persona que podrá ayudar a Minho

Estaré esperando conti C: