Recuerdo del primer mensaje :

Holaa ~~ Las presentaciones no se me dan bien. Me he decidido a publicar mi fic en el que he puesto muchos sentimientos propios que quería reflejar. Espero que les guste y así poder continuarlo. Intentaré publicar lo más seguido posible ya que sé como se siente eso de esperar y quedarte con la intriga. Personalmente me gusta hacerlo en mis fics, pero soy buena persona y haré lo posible. ^3^

Titulo: Yo te devolveré tus alas, mi pequeño ángel.
Autor:  ~ Lady Akari ~
Género: Drama, romántico, lemon.
Parejas: 2min, JongKey y otros.
Personajes:  Jonghyun, Key, Onew, Minho, Taemin, Kai y puede que alguno más. Los iré añadiendo
Nota: Este fic lo estoy publicando en otros foros también.




Ya era la hora. El destino lo había decidido. Como en un puzzle cuyas piezas no encajan porque están mal colocadas. Ya era la hora de poner cada pieza en su lugar. Ellos estaban destinados a caminar es una misma dirección, por un solo camino. Ni en sus sueños más locos pensarían que es lo que el futuro les tenía preparado.





Capítulo 1:


La luz temprana del amanecer acompañada de la suave brisa, acariciaba su frágil y bello rostro. Sus ojos vagaban en su propio recuerdo. ¿Cambiarían las cosas? El sentimiento que aquejaban en su pecho lo había acompañado todos estos años. Le dolía. Seguía inmerso en sus pensamientos hasta que una voz familiar lo hizo volver:

- Hyung, ¿no es muy temprano para estar despierto? –preguntó la persona que había interrumpido sus pensamientos.
- ¿Y tú qué? –contestó molesto.
- Voy al instituto hyung. Tú… deberías volver a clases.
- ¿Vas a seguir insistiendo? Ya te dije que no te metieras en mi vida.
- Pero…
- ¡¿Qué?! – Lo miró desafiante
- Somos amigos…por eso me preocupo por ti hyung –dijo agachando la cabeza.
- ¿Amigos? Eres muy ingenuo –el mayor se levantó del muro desde donde había estado observando el tranquilo amanecer de la cuidad y se dispuso a bajar las escaleras.
- ¡Hyung espera! -le cogió del brazo- aunque tú no lo aceptes somos amigos y quieras o no, seguiré preocupándome por ti.
- Tss idiota –espetó ante la confianza que derrochaba la mirada del más pequeño.

Al bajar las escaleras se volvió a adentrar en aquel pequeño almacén convertido en una especie de casa dónde se encontraban otros chicos. No es que fuera un lugar totalmente legal pues vivían al margen de todos y de todo. Unos cuantos sillones, dos baños, algunas habitaciones que solo disponían los más antiguos del lugar, entre los cuales se encontraba él. A las paredes no le faltaban sus dibujos sin sentidos y para gusto de unos pocos, restos de muebles, barras de hierro y no tenían luz, así que cada uno se las apañaba como podía. Cada cual iba a lo suyo, pero en el fondo, todos tenía algo en común. Cada uno tenía su historia, cargaban con su pasado y con la monotonía del presente. ¿Qué importaba el futuro?

Se dirigió a su habitación, bueno si se le podía llamar así. Se sentó en su cama deshecha. Frunció el ceño al sentir un fuerte olor a alcohol que se había colado con él. Otra vez venían de resaca. Justo cuando iba a cerrar los ojos oyó un ruido. Molesto, se volvió a incorporar y se dirigió al centro del almacén dónde se encontraban todos. Al parecer se estaban divirtiendo con alguien:

- ¿Otra vez por aquí, renacuajo? –se reía el más alto.
- ¿Viniste otra vez a ver a tu amigo? –le decía uno más tranquilo.
- Sí y ya me voy –intentó emprender la marcha, pero uno se lo impidió.
- ¿Tan rápido te vas? –le agarraban.

El pequeño permanecía quieto, aunque no lo reflejaba estaba un poco asustado, puesto que solo lo trataban así cuando esta gente estaba ebria, así que no sabía como iban a reaccionar. De pronto sintió como alguien le tocaba la cintura. Intentó soltarse del agarre, pero su fuerza no era suficiente. Otras manos empezaron a colarse por su camiseta y empezaban a tocarlo con deseo. Unas lágrimas de impotencia empezaban a asomarse.

Él sabía que la escena que estaba presenciando no acabaría sin heridos:

- Si me dejara en paz de una vez no le pasarían estas cosas, solo sabe meterse en líos –pensó para si mismo harto de que aquella persona cabezota viniera todas las semanas.

Se dirigió al círculo formado por los demás y liberó al pequeño:

- ¡Ya basta! – empujó a los demás

Lo cogió de la camiseta y lo sacó de allí:

- G-gracias hyung –dijo limpiándose las pocas lágrimas que se le habían escapado.
- ¡Cállate! Lo que tienes que hacer es dejarme en paz y no volver más. La próxima vez dejaré que te violen.
- No lo hará hyung –embozó una pequeña sonrisa- tú no eres así.

Esa actitud del menor le repateaban en lo más hondo. ¿Por qué seguía viniendo a verlo? Cualquier persona normal no se le hubiera ni acercado. De todas formas, no necesitaba a nadie. No necesitaba la compañía de nadie. Estaba acostumbrado a la soledad y cuidaba de si mismo. Aunque a veces, no también como tendría que hacerlo:

- Desaparece de mi vista ya, Kai –le dijo seriamente.
- Adiós hyung, hasta mañana –le dedicó una sonrisa y salió corriendo antes de darle tiempo a reprocharle algo más.
- ¡No! –gritó el mayor con la esperanza de que le hiciera caso.

~~~~~~

El castaño puso rumbo al instituto. Era su primer día después de las vacaciones, pero rogaba que este año su hyung volviera a la universidad. Aunque él lo tratara con las peores formas, no quitaba el hecho de que él lo quería como un hermano mayor. Él sabía mejor que nadie el pasado que llevaba como su sombra permanente. Cada vez que le preguntaba algo sobre él, este enseguida lo echaba a patadas como lo hacía habitualmente, no contestaba o simplemente lo amenazaba. Pero no se rendía y seguía buscando la respuesta a su pregunta. Entre pensamiento y pensamiento ya había llegado.

- Se acabó lo bueno –suspiró y entró.

~~~~~~

En una de las calles más lujosas de la cuidad, un joven celebraba una batalla campal en su cabeza. ¿Estaría bien mentir a sus padres? Le obligaban a estudiar algo que no le gustaban y a pesar de haber intentado negociar con sus padres, estos nos había cambiado su negativa:

Flash back

- Madre, por favor. Tú sabes que es lo que quiero estudiar. No me obligues a esto –le rogaba a su madre.
- Hijo, sabes que esto no es decisión mía, sino de tu padre –su madre le comprendía pero poco podía hacer.

Su padre hizo presencia tras cerrar la puerta de su despacho:

- Minho, no se hablará más del tema. Estudiarás economía. Tendrás que llevar mi imperio algún día y tienes que estar preparado. Y ahora prepárense que esta tarde tenemos la invitación a la fiesta de bienvenida de mi mayor socio.

Fin Flash back

En cierta parte comprendía a su padre pues todo lo que había conseguido gracias a su esfuerzo, quería que su hijo lo mantuviera en el futuro. Una de las familias más ricas de la ciudad. Su madre diseñadora de renombre, acostumbrado a ver a numerosos modelos, famosos, personas importantes… probándose los diseños de su madre en el amplio salón de trabajo, ubicado en su propia casa. Bueno casa, la envidia de todo el mundo. Su padre, uno de los mayores empresarios del país. Su vida consistía en toda clase de lujos y privilegios, pero no se había dejado llevar. Desde niño siempre fue alguien muy dulce y cariñoso.

Pero ahora vivía en un bucle de pequeñas mentiras. Llevaba 3 años estudiando en la universidad. Pero claro, no en la que su padre quería y mucho menos estudiando lo que le exigía. Asistía a la única universidad especializada en arte. Había conseguido ocultarlo muy bien hasta ahora y rogaba desesperadamente que su mentira no viera la luz nunca.

Después de desayunar, se despidió de sus padres y se fue a clases. Aun teniendo coche propio, tenía la manía de ir caminando. ¿Su argumento?
Disfrutaba del ejercicio mañanero y le gustaba disfrutar de la ciudad por la mañana. Tampoco quería que los otros alumnos supieran de su situación económica ya que no era una universidad especialmente cara.

Miró el reloj y se apresuró antes de que comenzaran las clases. No quería llegar tarde el primer día.

~~~~~~~

Aún medio dormido, alcanzaba a escuchar el ruido de su madre lavando los platos. Siempre la misma rutina. Su madre se levantaba a las 4 y media para preparar su humilde cafetería. Negocio que los mantenía económicamente. Ella trabajaba mucho, demasiado para su gusto, pero lo que más le molestaba era que su madre no lo dejara ayudarla. El tenía que ocuparse de su formación. No quería que su más preciado tesoro estuviera cargando con algo que no era su responsabilidad.

De repente sintió unas dulces manos acariciando su rostro:

- Hijo –le dijo suavemente- se te va a hacer tarde el primer día.

El moreno se desperezó y se incorporó cuando su madre salió de la habitación:

- Qué pereza más grande –dijo entre bostezos.

Se dirigió a la ducha tras coger la ropa. Al cabo de 10 minutos se encontraba desayunando en la cafetería de su madre debajo de su casa:

- Omma, ¿qué hora es?
- Son las ocho menos diez –dijo su madre preocupada.
- ¡mie**a llegaré tarde! Adiós omma.
- Ten cuidado y diviértete.

Y se dirigió a toda prisa a la universidad. Esperaba no llegar tarde, no el primer día.

~~~~~~


Ya era la hora. Todos estaban en el salón central. El típico discurso de todos los años daba comienzo a lo que sería otro año más. Presencia casi obligatoria, pues el reparto de las clases era dicho. El primer día solo consistía en eso. Los nuevos alumnos se pasan el día visitando las instalaciones. Los ya conocidos, se iban o simplemente pasaban el día con los amigos contándose lo que habían hecho durante el verano:


- Tenemos mucha suerte.
- Sí, llevamos 3 años en la misma clase.
- Mejor, no sé qué haría si no estuvieras en clase. Me aburriría mucho.
- ¡Está claro! No puedes vivir sin mí –dijo con aires de superioridad.
- Ay Key no tienes remedio – negó con la cabeza.
- Por cierto de vuelta a casa tenemos que hacer la compra.
- ¡Es verdad! Si no moriremos de hambre y no podemos olvidarnos del pollo.
- Tú si que no tienes remedio –dijo entre risas.
- ¿Yo por qué?
- Nada déjalo –dijo el rubio suspirando.

~~~~~~

- Otra vez llegando tarde –sonreía al ver a su mejor amigo.
- Esta vez solo fueron 5 minutos –decía intentando recuperar el aliento.
- Tarde es tarde, querido amigo –bromeaba el alto.
- ¡Oye! Que el año pasado llegué una hora después, me he superado –decía orgulloso de su gran logro.
- Será mejor que nos demos prisa o cerrarán la puerta para la presentación.
- Sí vamos.

Y se perdieron tras la enorme puerta de la universidad.


- Esta vez nos tocó juntos –susurraba el moreno para no molestar a los demás estudiantes.
- Sí, ya era hora –contestó del mismo modo.

La tutora que llevaría su clase seguía nombrando a sus próximos alumnos cuando escucharon uno en concreto:

- Jajaja parece que este año va a hacer divertido –reía por lo bajo el más alto.
- No tiene gracia Minho –decía fulminándolo con la mirada.

Cuando acabó la presentación uno de ellos no parecía para nada contento, mientras que el otro parecía divertirle la situación de su amigo:

- No puedo creer que ese chico vaya a estar en la misma clase.
- No montes un drama Jonghyun, tampoco es el fin del mundo.
- ¡Sí lo es! No puedo ni verlo. Con la cantidad de alumnos que hay y me toca con él. Tengo una suerte que me la piso.
- Gracias por la parte que me toca –decía bromeando.
- No seas tonto –le sonreía.
- Bueno, pues deja ya de darle vueltas, me estás pegando tu mal humor.
- Pero es qu…
- ¡Se acabó! –interrumpió a su amigo.
- Está bien –dijo resignado.
- Por cierto, ¿aceptarás mi invitación para la celebración te esta noche? –preguntó el alto.
- Sí, ya lo hablé con mi madre, pero, ¿qué celebran tus padres esta vez?
- Al parecer a mi padre le salió bien un negocio. Cómo siga así, el castillo será más grande –dijo algo molesto.
- Tranquilo Príncipe Choi, yo seguiré siendo tu fiel caballero –animó a su amigo jugando con su metáfora.
- ¡Vete al carajo Jonghyun! – dijo empujándolo por el brazo.
- Vamos Minho, no seas malo –se reía el más bajo.

El sabía la situación en la que se encontraba Minho pues en muchas ocasiones le había ayudado a ocultar su mentira. Él había tenido suerte en ese aspecto. Su madre siempre lo apoyaba en sus sueños y aceptaba las decisiones que el tomaba. Por eso no había tenido ningún problema en que asistiera a la universidad de arte. Compartía sus sueños con su mejor amigo, pero él no lo tenía tan fácil. Vivía envuelto en una pequeña mentira que cada vez hacía un bulto más grande. Esta noche tendrían que tener cuidado pues posiblemente uno de los temas de conversación de sus padres sería la universidad.

La jornada había terminado. Cada uno se dirigía a su casa, pues mañana comenzarían en serio las clases.

- Adiós Minho, nos vemos esta noche.
- Sí, nos vemos. No llegues tarde –sonreía.
- Muy gracioso –le correspondía – no te preocupes. Allí estaré.

~~~~~~

- Llevamos 30 minutos en el baño, date prisa –se quejaba el mayor.
- Y deberías agradecérmelo. Me estoy dando prisa.
- Ya claro, vamos a comprar antes de que cierren.
- Ya estoy, vamos.

Salieron del baño y se dirigieron a la salida de la universidad.

Tenían la sensación de que este año sería diferente. Todo cambiaría a partir de ahora. El juego comenzaba. Solo quedaba esperar puesto que la estrategia ya estaba en marcha.

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Espero que les haya gustado. Acepto todo lo sólido que me quieran tirar <3

 :>_<: RECONOCELO !!!!!! pero por favor sacalo de ahí que se muere!!!!
te gusta y lo amas pero apresurate!
Definitivamente esos dos se aman Kai y Onew ahora a recuperar el tiempo pérdido  :OHYEAH: 

aigoo ahra si llegue a tiempo


Vaya!!! la relacion entre onew y kai es algo que jamas habia leido
pero creo que me gusta, no tanto como como con jon pero bueno.
Ese par es tan lindo :D

Pero el pobre de Taemin esta que se muere
porfis que minho lo saque pronto, enserio que la curiosidad
es mas grande que yp, ya quiero saber que maiz paso para
que la vida de minnie sea tan canija.

Espero leerte pronto

Saludines

¡Hola! Siento mucha la tardanza D: Pero por fin les traigo el nuevo capítulo y las respuestas ^^

Capítulo 57:

Capítulo 58:



Se levantó cansado de la cama y se sentó en el bode de esta. Estaba sudando. Había intentado por todos los medios conciliar el suelo, pero parecía algo imposible a estas alturas. Algo le oprimía el pecho, no sabía el qué, pero sentía que algo iba mal. Debería estar contento, porque por fin podría sacar a Taemin de la cárcel, aunque su amigo le había dicho que antes él tenía que arreglar algunas cosas, pero ya la idea no parecía lejana en absoluto.

¿Entonces por qué razón? Se levantó de la cama y se dirigió al baño a darse una ducha fría, tenía que relajarse o estaba seguro de que el dolor no se iría. Cuando salió del baño, bajó por las enormes escaleras que hacían eco a cada paso. Otra vez solo. Atravesó el gran salón y se dirigió a la cocina. Encendió la luz y tras servirse un vaso de agua, se sentó en una de las sillas. Soltó un profundo suspiro y se echó sobre la mesa, cerrando los ojos:

- Minho…

Volvió a abrir los ojos inmediatamente. Era la voz de Tae. Pero si no estaba dormido, ¿cómo era eso posible?

- Tengo miedo… -su voz se entrecortaba.

Otra vez había hablado. Miró a su alrededor pero no estaba allí, ¿se había vuelto loco? Una suave y gélida brisa lo acarició, pero poco a poco su pecho se fue oprimiendo. Llevó su mano a ese lugar y una mueca de dolor decoró su rostro. ¿Qué demonios pasaba?

- Hace mucho frío…

¿Estaría en un sueño? Pero…estaba seguro de que era real. No comprendía nada, estaba confundido y el dolor no cesaba:

- Me duele…

El alto abrió los ojos de la sorpresa, quizá…Se dirigió corriendo a su cuarto  y cogió sus cosas junto con su abrigo. No tenía la esperanza de que lo dejaran entrar a esta hora, pero tenía que corroborar que lo que se había imaginado no tenía nada que ver. Rezaba para que así fuese. Gracias a que la distancia no era mucha desde su casa, logró llegar en seguida:

- Joven lo siento, pero a esta hora no puedo dejarle pasar. –le advirtió cuando lo vio llegar.
- Entiendo, pero por favor, necesito pasar –le rogaba- es urgente.
- ¿Vas a ver otra vez a ese chico?
- Sí, necesito verlo. Te pagaré de nuevo, lo que sea.

El guardia sonrió, había simpatizado con él, después de todo:

- No hace falta, anda pasa.
- Muchas gracias.

Recorrió como las anteriores veces aquellos pasillos y se detuvo al llegar a su destino. El castaño se encontraba acostado en el suelo, de espaldas a él, por lo que no podía verlo bien. Otra punzada en su pecho, cada vez más fuerte. Se arrodilló del dolor y unos quejidos se escaparon de su boca:

- Tae-min…

Intentaba mirarlo fijamente, hasta que lo notó. ¿Acaso no respiraba? Tal vez solo eres imaginaciones suyas, pero tenía el presentimiento de que algo iba mal. No supo en qué momento, se formó un nudo en su garganta y sus ojos se cristalizaron. Se levantó como pudo y se dirigió nuevamente a la entrada:

- Por fa-vor… necesito que me abra la celda.
- Me pides mucho. Eso es muy peligroso.
- ¡Por favor! Creo que al chico le pasa algo –la verdad era que estaba seguro, lo sentía.
- Pero…
- Le prometo que no pasará nada, por favor…
- Bueno, si me lo pides así. Vamos –dijo cogiendo las llaves.

Caminaron de nuevo para allá y una vez que se encontraron delante, el agente sacó las llaves y lentamente abrió la celda. El alto fue entrando lentamente y rodeó su cuerpo hasta verle la cara. Se agachó asustado por su palidez extrema, sus labios estaban cogiendo un tono morado. Su respiración era irregular y muy débil, tenía heridas en sus extremidades que parecían extenderse por toda su espalda. Llevó su mano hasta su rostro, estaba frío. Tenía hipotermia y parecía que era de un grado importante:

- Tae… -le acariciaba la mejilla intentado no llorar.

En un par de segundo, los ojos del castaño se abrieron mínimamente. Ese insignificante esfuerzo le costaba horrores, no supo tampoco de dónde había sacado las fuerzas, pero lo había hecho y se había encontrado con la mirada empapada del alto:

- Min-ho… -apenas se le escuchó.
- Taemin, ¿Por qué… -sus lágrimas lo habían traicionado hace rato.
- A-yúda-me…

El alto abrió los ojos sorprendido por sus palabras, su corazón se encogió del sentimiento y comenzó a latir fuertemente contra su pecho. Se lo había pedido, aquellas palabras habían salido de sus labios:

- Lo haré, te sacaré de aquí cueste lo que cueste, pero tienes que resistir, no te vayas –se limpió las lágrimas con el antebrazo

El castaño volvió a cerrar los ojos sucumbiendo completamente ante su estado. Minho cogió su móvil y con rapidez, marcó el número de su amigo:

- ¿Minho? ¿Por qué me llamas a estas horas? ¿Ocurrió algo? –le dijo medio dormido.
- Necesito tu ayuda urgentemente.
- ¿Qué pasó? –sonó más despierto.
- Tengo que sacarlo de aquí ahora.
- Pero te dije que aún faltaban…
- Lo sé, pero está enfermo, tiene hipotermia y empeora por momentos. No sé cuento aguantara, por favor.

Él comprendió no solo el estado del chico, sino el de Minho también. Se percató del tonó de su voz. El dolor que estaba sintiendo por él no era normal:

- Está bien, lo sacaremos. Pero antes de ir hacía allá, tengo que sacar el dinero, ¿tengo tu permiso?
- Sí, hazlo, pero ven cuanto antes.
- Está bien –dijo colgando.
- Aguanta Tae –le besó en la frente.

Esta vez dirigió su vista hacia el agente:

- Lo sacaré de aquí.

Este sonrió de lado:

- ¿En serio lo harás? ¿Sabes cuánto dinero tienes que pagar?
- Sí, y lo traerán dentro de poco.

El policía se sorprendió en demasía:

- ¿Por qué ibas a pagar esa cantidad estelar por ese criminal?
- No es ningún asesino, es solo una víctima de la injusticia.
- Interesante respuesta –soltó una pequeña carcajada.

Unos minutos después, el sonido de la puerta abrirse se escuchó desde la entrada:

- Parece que el dinero ya llegó –aseguró el policía divertido- vamos chico, tengo que cerrar para atender fuera.

El joven volvió a apoyar delicadamente al castaño en el suelo y salió de allí, cerrando el otro, tras de sí, la celda:

- Ya estoy aquí Minho –le dijo cuando llegaron a la entrada.
- ¿Lo trajiste?
- Sí.
- ¿Entonces lo van a sacar?
- Así es.
- Bien, pues aquí tienen el papeleo y solo tienes que entregar el dinero.
- Tome aquí tiene.
- Muchas gracias y firme en la ficha con los datos.

El más joven comenzó a leer el papel en donde aparecían los datos de Taemin. De repente se detuvo y su sorpresa no se hizo esperar:

- Dieciocho de julio…

Entonces… aquella fecha era el día de su nacimiento…la foto estaba relacionada con Taemin, eso quería decir que aquel incendio era parte de su pasado. Algunas cosas empezaban a encajar ahora, pero no se detuvo más en eso y firmó. No era el momento de darle vueltas:

- Bien, en vista de su estado, será mejor que me vuelvas a acompañar.

El alto asintió y siguió al agente. Repitieron el mismo proceso que hace unos minutos, pero esta vez, Minho tomó delicadamente el cuerpo del castaño y lo sacó de allí. Tenía que darse prisa, no sabía exactamente el estado en el que se encontraba él:

- Yo traje el coche, vamos –le indicó su amigo- ¿lo llevarás al hospital?
- No.

Cuanto menos pública fuera su vida mejor, además sentía que al pequeño lo vigilaban peligrosamente. Tenía que protegerlo. Parecía que el puzle iba encajando en su cabeza, aunque todavía hubiera cosas que no entendía y seguían ocultas, de alguna forma extraña, podía sentirlo. Podía sentir a Taemin y era como si este, desde lo más profundo de su corazón, le hablara:

- ¿Y entonces?
- Dirígete a esta dirección –le dijo mostrando un pequeño papel.
- Está bien.

Y rápidamente se pusieron en marcha hacia aquel lugar que el alto conocía:

- Dime una cosa, ¿a dónde vamos? –cuestionó curioso.
- A la clínica privada de mi doctor.
- ¿Jeong? –sonrió de lado.
- ¿Lo conoces?
- Sí, nos veíamos mucho en tu casa cuando eras más pequeño, pero tenía entendido que había cerrado la clínica.
- Lo hizo, pero antes de que tú vinieras con el dinero, le pedí ayuda y él me dijo que lo llevara allí, así podría atenderlo. Además, ya conoce a Taemin de otra vez.
- Taemin, ¿ese es su nombre?

El alto dirigió su vista al rostro del chico que llevaba en sus brazos en la parte de atrás del coche. Sonrió tontamente:

- Sí.
- Minho... ¿recuerdas aquel chico joven que trabajaba como jardinero en tu casa y que siempre jugaba contigo cuando te veía solo por allí?

El alto se sorprendió un poco por la pregunta, pero sus recuerdos le sacaron una pequeña sonrisita:

- Sí, también recuerdo que a veces te recriminaba que te lo llevaras y terminaras nuestro juego. Me caía muy bien, lo echo de menos en verdad.
- Veo que lo recuerdas –rió- ¿nunca sospechaste el por qué estaba siempre conmigo? –sonrió de lado.
- Mmm…no –se quedó pensativo- la verdad es que no.

El mayor soltó una carcajada:

- Era mi novio.
- ¿Cómo? –abrió los ojos sorprendido.
- Así es y aún lo sigue siendo, bueno de hecho estamos casados.
- ¿En serio? Nunca me lo imaginé.
- Eras un niño y muy educado, no tenías por qué sospechar tal cosa –le sonrió- bueno corre, date prisa y salva al pequeño –le apresuró cuando por fin llegaron.
- ¿No vienes?
- Ahora, voy a llamar a mi chico para que no se preocupe –le guiñó un ojo.

Él sonrió y se apresuró con Tae en sus brazos:

- Por fin llegaste Minho, corre ponlo en la camilla, hay que intervenir rápidamente.
- Gracias por ayudarlo –dijo mientras hacía lo indicado.
- Dios mío… -dijo observando el estado del pequeño - ¡Llevadlo rápidamente a la sala principal! –les dijo a las enfermeras- No te preocupes, déjamelo a mí –apoyó la mano en el hombro del alto.

Minho confiaba en él, pero estaba muy preocupado, ¿y si no lograba recuperarlo? Suspiró profundamente viendo como se alejaban del lugar y atravesaban la puerta, perdiéndolos de vista. Se acercó a los asientos del pasillo y descansó en ellos. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia detrás, apoyándola en la pared. Aquellas palabras que había susurrado en la cárcel aún retumbaban en su cabeza. Cuando el castaño le pidió ayuda, un sentimiento sobrecogedor lo había recorrido de punta a punta, su corazón bombeaba frenéticamente y una mezcla de impulsos se arremolinaba en su interior. ¿Sería esto a lo que se refería Jonghyun? ¿Era amor, lo que sentía por él? ¿Por un chico? ¿Estaba enamorado de Taemin?

- ¿Qué ha pasado? –le dijo su amigo sentándose a su lado.
- Se lo han llevado dentro –dirigió su mirada a la puerta que segundos antes se los había tragado.
- No te preocupes, estará bien, él sabe hacer muy bien su trabajo.
- Hyung, ¿te puedo preguntar una cosa? –lo miró.
- Claro, dime.
- ¿Cómo sabes cuándo amas a una persona? ¿Qué significa para ti, estar enamorado?

El mayor sonrió, parece que había captado un poco el mensaje indirecto de antes:

- Cuando sientes que esa persona es especial para ti, cuando ocupa tus pensamientos, cuando piensas en ella continuamente, cuando sientes la necesidad de verlo, de sentirlo, de tenerlo a tu lado, de protegerlo, de abrazarlo, de hacerle sonreír, de hacerle olvidar todos sus problemas, al igual que esa persona te hace olvidarte de los tuyos, cuando su voz es lo más dulce que has escuchado, cuando su mirada es capaz de capturarte unos instantes, cuando te sientes libre a su lado, con cada roce tu corazón se acelera, cuando te enamoras Minho, no hay nada más importante que él, sientes que es tu otra mitad, el que llenará el hueco que sientes en tu corazón.

El menor sonrió cuando terminó, pues su único pensamiento mientras le respondía había sido Taemin:

- Entonces… eso quiere decir que lo amo –levantó la mirada del suelo.
- Esa respuesta me gusta más que la anterior, pues negabas, pero lo que realmente hacías era dudar. Mírate, se te nota en tus ojitos. Lo quieres y mucho. Estás enamorado.

Esas palabras le habían provocado un sonrojo. Ahora se sentía de otra manera, era como si se hubiera quitado un peso de encima. Por fin podía darle nombre a aquellos sentimientos que el castaño había despertado en él desde que lo conoció.

Empezaba a impacientarse de sobremanera. El reloj marcaba ya dos horas pasadas desde que lo vio por última vez. ¿Estaría bien? De repente, el ruido de la puerta retumbó en las solitarias instalaciones provocando la atención de los dos presentes. Minho se levantó rápidamente esperando sus noticias:

- ¿Cómo está? –se apresuró a preguntar.
- Tengo que felicitarte, porque has sabido actuar con precaución al no saber que tenía exactamente. Es verdad que tenía hipotermia,  aguda y severa. Por lo que pude observar, uno de los causantes ha sido por inmersión, si hubiera recibido cualquier movimiento brusco, se hubiera provocado una fibrilación ventricular o  activado la recirculación de la periferia tóxica terminando con su vida, pero ya está todo controlado, le hemos corregido la temperatura y el calor ha vuelto a su cuerpo.
- Muchas gracias de verdad.
- No me las des, estoy a tu servicio –le guiñó un ojo divertido- por cierto, también presentaba síntomas de torturas, creo que en la cárcel se excedieron con el chico. Realmente me alegro que hayas acudido a mí antes que a nadie, es mejor así para Taemin.

Al oír eso, automáticamente se le tensó el cuerpo y la impotencia no tardó en presentarse, pero se tranquilizó, ahora todo estaba bien. Estaba a salvo y eso le reconfortaba inimaginablemente:

- ¿Puedo…
- Claro, por supuesto. Adelante –le indicó con la mano.

Hizo una reverencia y se dirigió hacia el interior:

- Míralo –sonrió mirando al menor que se alejaba- está hecho todo un hombre.
- Sí –asintió el doctor- además nuestro pequeño ya se ha enamorado –sonrió nostálgico.


Atravesó la puerta que los separaba y por fin pudo verlo. Se acercó lentamente hacía él, bordeando la camilla en la que se encontraba. Su piel ya había vuelto a su color normal y sus labios, habían recobrado ese dulce aspecto que lo había estado tentando tiempo atrás y que sentía el impulso de probar. Su corazón volvía a responderle. Se sentó en una silla cerca del castaño y se quedó perdido observando su rostro. Podía pasarse horas de esa manera y no se cansaría de su condenada belleza. Había visto y conocido a muchas modelos, artistas, mujeres, hombres de todo tipo, especialmente agraciados, pero ninguno de ellos se podía comparar con él. No sabía el por qué, pero la atracción que sentía por ese chico rebelde se empezaba a tornar sólida y profunda:

- Tae… -susurró sujetando su mano entre las suyas y acariciándola dulcemente- solo te pido perdón. Perdóname por no haberte sacado antes.

Sin soltarle, se apoyó en la camilla sintiendo como Taemin apretaba levemente su agarre. Una sonrisa se dibujó en sus labios y depositó un tierno beso en el dorso de su mano:

- Descansa mucho, tienes que recuperarte pronto.

TAEMIN VAMOS RECUPERATE PRONTO POR FAVOR MI MANKAE y perdon por no haber comentado en la otra conty es que soy muy distraida y no me fije espero la siguiente parte¡¡

wooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo cada vez mejor!!!! <3333 quiero mas :3 jijiji tae recuperate y minho... ya besalo minho!!! okno xdd jijiji pero quieranse mucho.
saludos!!!

 :minhcute: POR FINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN.........ya me estaba poniendo triste, Tae sufrio mucho .....pero bueno ahora algo me dice que mejor descanse y se recupere porque ahora empieza lo bueno... Minho que se tome su tiempo para amarlo y cuidarlo que lo necesitan.
Gracias ya me hacia falta :eaea: 

¡Hola! siento siento siento mucho mucho mucho la tardanza U_U Perdónenme T^T Gracias a todas por su paciencia y por sus comentarios <3 Por fin les traigo el siguiente capi ^^ Disfrútenlo <3

Respuestas 58:

Capítulo 59:


Ambos hermanos se encontraban acostados en la cama. El mayor descansaba sobre los cojines contra la pared y el menor reposaba su espalda sobre su pecho:

- Hyung, ¿no estás incómodo? –preguntaba el moreno mientras jugaba con las manos de su hermano que rodeaban su cuello y colgaban por su pecho.
- Para nada. Podría quedarme así para siempre –le besó la coronilla.
- ¿Sabes que te amo verdad? –torció su cabeza para poder mirarle desde abajo.
- Algo había oído –sonrió divertido.
- Idiota –sonrió. Su hermano no cambiaría nunca.

El castaño dirigió su mano al rostro de él y con su dedo índice hizo un pequeño recorrido desde su frente hasta llegar a esos labios que tanto le gustaban. Los delineó con suavidad, entreabriéndolos un poco, para finalmente elevar su rostro y plantarle un tierno beso:
- Yo te amo más, pequeño –su sonrisa se volvió a ver.

Pero así le gustaba él, no quería que cambiara:

- Nunca –dijo posicionándose sobre él- yo te amo muchísimo más –se acercó a su rostro sonriendo.
- ¿Cómo estás tan seguro de eso? –rodeó su cintura, acercándolo.
- Porque sí –le besó en los labios.
- Eso no es ningún argumento –sonrió de lado, pegando más sus cuerpos.
- Para mí, sí lo es. Así que yo gano –susurró a milímetros de su boca.
- No cantes victoria antes de tiempo, pequeño travieso –le mordió el labio inferior para poco después invadir su boca.

El moreno le correspondió con la misma intensidad, flexionando un poco sus brazos para profundizar más el divertido juego que acababa  de dar comienzo. Las manos del mayor, que habían permanecido en su cintura hasta ahora, comenzaron a moverse con parsimonia sobre la espalda de Kai. A medida que aumentaba el ritmo del beso, también lo hacían sus caricias. El más pequeño notó como esas manos que recorrían su cuerpo libremente, ascendieron por su espalda, pero esta vez, haciendo contacto directo con su piel. Le encantaba sentirlo y su entrepierna también estaba de acuerdo. Poco a poco se fue dejando caer sobre el cuerpo de su hyung, pudiendo notar que él, se encontraba de la misma forma:

- Hyung… -gimió al sentir como crecía más.

El mayor sonrió. Era consciente del nivel de excitación en el que se encontraban los dos sin haber hecho mucho. Como volviera a gemir, estaba seguro de que perdería los modales.

De repente el sonido de las escaleras llegó hasta sus oídos, seguido del ruido de la puerta. Rápidamente y para disgusto se separaron, intentando regular sus respiraciones:

- Chicos, ¿habéis visto a vuestra madre?

Los dos negaron:

- ¿Qué os pasa? Estáis un poco rojos, ¿tenéis fiebre?
- No appa, tranquilo –le sonrió el menor inocentemente.
- ¿Seguro? No parecéis estar bien. Debería…
- ¡No! –gritaron ambos.

El hombre se extrañó por el comportamiento:

- No te preocupes, es solo que reté a Kai a ver cuántas flexiones hacía en cinco minutos y creo que ambos nos hemos pasado de la raya –lo miró de reojo.
- Sí, estoy sudando. –añadió rápidamente.
- Estos chicos –negó con la cabeza- bueno si veis a vuestra madre díganle que me voy a hacer la compra.
- Vale –dijeron al unísono.

Cuando oyeron la puerta cerrarse, el alma les volvió al cuerpo. Descruzaron sus piernas que habían tenido como objetivo ocultar sus recientes erecciones y se miraron:

- Hyung, ¿qué haremos si nos descubren? –dijo triste el moreno.
- La verdad es que no lo sé –suspiró volviéndose a acostar sobre los cojines.

El menor lo imitó tumbándose al lado:

- ¿Crees que omma lo aceptará?
- Esas cosas no se pueden saber, pero me da la sensación de que no le hará gracia.
- Yo no quiero separarme de ti –lo abrazó.
- No te dejaré, tranquilo. Me da igual si no lo acepta, pase lo que pase, estaremos juntos, ¿sí?
- ¿Me lo prometes?

Sonrió y asintió. Kai le dio un tierno beso en la mejilla y volvió a recostarse sobre su pecho. Ahora que por fin estaban juntos, no quería tener que separarse de él.

~~~~

- Deberías bajarle un tono a este compás –le señaló.
- ¿Tú crees?
- Sí.
- Entonces habría que subirle al siguiente.
- Exacto.
- Así quedará mejor.
- Deberíamos trabajar juntos más a menudo –le besó fugazmente en los labios.

El rubio que permanecía sentado encima de sus piernas y apoyado sobre la mesa, cogió la hoja de pentagramas para revisarla otra vez:

- ¿No es magnífica nuestra obra de arte? –dijo con un brillo en los ojos.
- La composición no lo sé, pero tú sí –lo abrazó por la cintura.
- No digas tonterías Jjongie –le golpeó en el hombro.
- No lo son –sonrió- tú lo eres, eso y más –le sujetó el rostro e hizo que lo mirara- precioso –le besó en los labios.
- Tú lo eres –se sonrojó y rodeó su cuello- te amo mucho.
- Y yo mi amor –le acarició los cabellos con suavidad.
- ¡Jjong! –le gritó la madre desde abajo.

Ambos sonrieron y se levantaron para atender el pedido de su madre:

- ¿Qué pasa omma?
- Necesito que vayas a comprar cuatro cosas allí enfrente.
- ¿Tiene que ser ahora?
- Anda señorito vaya a comprar y no proteste –le sonrió el rubio.
- Hazle caso a tu novio, vamos date prisa o no podré hacer el almuerzo.
- ¿Estáis contra mí los dos o qué? –los fulminó con la mirada.
- Hay que repartirse las responsabilidades, cariño –contestó su madre.
- Ya claro –suspiró- ¿y tú? –miró al rubio.
- ¿Yo? –lo miró inocentemente.
- Él se queda aquí conmigo, anda ve.
- No es justo –dijo saliendo por la puerta.
- No tardes amor –sonrió divertido.
- Ven a la cocina querido.

Key la siguió y se sentó en una de las sillas de la cocina que la mujer le había ofrecido:

- Quería darte las gracias –le dijo su madre sonriente.
- ¿A mí? ¿Por qué? –se extrañó.
- Por la sonrisa de mi hijo. Desde que murió su padre, él había perdido ese brillo que tiene en sus ojos, pero desde que llegaste, ha vuelto a ser plenamente feliz. Te doy las gracias por eso –le sonrió feliz.
- En ese caso, debería darle las gracias por criar a un hijo tan maravilloso. Él me ha ayudado inimaginablemente. Gracias a él, he podido superar muchas barreras del pasado y he podido ver con otros ojos –sonrió nostálgico.
- Eres un cielo Key, ahora entiendo por qué se enamoró de ti, ven aquí –le extendió ambas manos.

Él se levantó y fue a abrazarla. Un abrazo que para Key, significaban muchas cosas, pero sobre todo, amor maternal, ese que nunca tuvo. La sentía como una madre, se sentía acogido:

- Muchas gracias –le sonrió.
- No me las des, solo te pido que cuides bien a mi hijo, a veces puede llegar a ser un auténtico loco –rió.
- Lo sé, tienes mucha razón –la acompañó con su risa.
El moreno que acababa de llegar, oyó las carcajadas de la cocina y se acercó curioso:

- ¿Criticándome? –sonrió.
- Sí –dijo el rubio yendo a dar con él- aprovechamos que no estabas para decirte de todo –le depositó un beso en sus labios.
- ¿En serio?
- Que no bobo –río- vamos anda –le cogió de la mano y se lo llevó.

~~~~

El doctor abrió la puerta encontrándose la misma escena de ayer por la noche. No lo podía creer, ¿en serio no se había movido?

- Minho –le llamó la atención.

El alto abrió los ojos lentamente y levantó la cabeza de la camilla:

- ¿Qué pasó?
- No has comido, ¿verdad?
- No –negó tranquilamente.
- ¿Y lo dices así? No te has movido de ahí, ni si quiera has ido a tu casa.
- Eso es irrelevante.
- ¿Cómo dices eso Minho?
- Mi prioridad es Taemin, yo dije que iba a estar a su lado y no puedo faltar a mi palabra.
- Cabezota que eres –se cruzó de brazos- Si no hay otro remedio tendré que traerte la comida.
- ¡Espera! –miró al castaño unos segundos- ¿cómo se encuentra?
- Pues…antes revisé los resultados de hoy y estaban bien, ahora solo queda que él despierte.
- ¿Podría… -lo meditó unos segundos- ¿Cabe la posibilidad de que me lo lleve?
- ¿Por qué me preguntas eso?
- Porque este lugar no es seguro. No te ofendas, pero si lleva mucho tiempo cerrado y ahora ven que hay actividad, es sospechoso. Preferiría sacarlo de aquí.
- ¿Lo estás protegiendo? –sonrió.

Asintió:

- ¿De qué? –preguntó curioso.
- No lo sé, pero lo quiero proteger de lo que sea.
- ¿Sabes dónde te estás metiendo? –se apoyó en el marco de la puerta.
- ¿Eh?
- Digo, si resulta ser que hay una persona que lo quiere, digamos, matar por ejemplo, ¿qué podrías hacer tú?
- No lo sé, pero haría lo imposible por evitarlo.
- ¿Incluso morir por él?

Este lo miró seriamente:

- Incluso morir por él.
- Te has vuelto loco Min –rió.
- Sí, por él –dijo para sí mismo.
- ¿Pero sabes? Espero que ninguno muera –dijo adentrándose a la habitación y empezando a preparar al paciente.

¿Por qué había dicho eso último? Había sonado extraño y un escalofrío lo había recorrido de punta a punta:

- Bueno, aquí tienes a tu chico. Puedes llevártelo, cuídalo y en cuanto despierte asegúrate de que coma algo.
- Lo haré, gracias.
- ¿Cómo regresarás?
- He llamado al chofer.
- ¿Lo dabas por hecho? –sonrió de lado.
- Sí –rió.
- Ay señor –suspiró- bueno –dijo mirando por la ventana- creo que ya te vas.
- ¿Ya llegó?

Asintió:

- Entonces me iré ya, muchas gracias por todo, de verdad.
- No hay de qué –se despidió- tengo la sensación de que no será la última –pensó.



No tardaron mucho en llegar a casa por fin:

- ¿Hay alguien? –le pregunto al vigilante de la puerta.
- No, señor –le hizo una reverencia en cuando lo vio.
- Gracias –se dirigió hacia la puerta principal de la casa.

Sin pensárselo, se dirigió directamente a su gran habitación. Se dirigió hasta su cama y se dispuso a dejar al castaño, quien arrugó adorablemente su nariz en una mueca al separarse de él. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Minho al verlo. Se separó de la cama y se dirigió al baño a cambiarse, pero cuando fue a salir de la habitación un ruidito le hizo darse la vuelta. Era Taemin que se revolvía incómodo y fruncía el ceño de una manera muy graciosa. Se moría por dentro, tenía unas irrefrenables ganas de besarlo, se veía tan adorable durmiendo…

- Minho… -se escapó de sus labios.

Si el corazón pudiese hablar, sus fuertes latidos le habrían contestado. Taemin lo estaba llamando inconscientemente. Se dirigió al baño con suma rapidez y tras cambiarse, volvió a la habitación. Se sentó en la cama y comenzó a revisar el móvil antes de dormir, pero de repente sintió como alguien le jalaba de su camiseta. El castaño lo obligaba a acostarse ya. Rió ante la idea. Dejó su teléfono encima de la mesa y se acostó por fin, cogiendo  las mantas y tapándolos a ambos. Taemin se acurrucó en su pecho, parecía que ya había dejado de revolverse, así que su expresión volvió a la normalidad. Minho lo rodeó con sus brazos y le depositó un pequeño beso en su frente:

- Buenas noches –le susurró observando su rostro escondido en su pecho.

Poco a poco fue sucumbiendo ante el sueño, siendo su última imagen…aquellos labios que lo llamaban sin darse cuenta.

~~~~

- Tú hijo lo ha sacado de la cárcel.
- ¿Cómo?
- Te ha durado poco –rió dando un sorbo a su copa de vino.
- ¿¡Cómo se atreve a desobedecerme!? –gritó furioso.
- No lo controlas para nada –dijo el otro dando expulsando el humo que fumaba.
- Sí lo controlo –lo miró de reojo.
- ¿Ah sí? –habló el más alejado.
- Tú hijo ha sacado el dinero de tú cuenta –sonrió de nuevo el del centro- te ha estado tomando el pelo desde que hace mucho.
- ¿Qué estás diciendo?
- Él no ha pisado la universidad que le dijiste en su vida.

Abrió los ojos en demasía:

- Eso es imposible, él me ha traído las notas y los papeles…
- No seas ingenuo –se sirvió más vino- no hay nada que no se pueda falsificar, hasta los sentimientos… –rió de nuevo- Parece que tu hijo modelo, ya no lo es tanto. Se te ha vuelto un rebelde.


~~~~

- ¿Venís por el chico? –les preguntó con una sonrisa desde que los vio entrar.
- Sí, ¿qué pasó?
- Él ya no está aquí.
- ¿Cómo?
- Se lo llevaron ya.
- ¿Quién? –se apresuraron sorprendidos.
- ¿A dónde se lo llevaron? –preguntó ella.
- A dónde no sé, pero se lo llevó un chico joven.

Se miraron entre ellos:

- ¿Alto con los ojos grandes? –cuestionó ella.
- Efectivamente, ¿lo conoces?
- Es mi alumno, soy su profesora, al igual que la del chico que estaba encerrado.
- Vaya, que cosa más extraña –rió- no preguntaré más.
- ¿No le dijo ningún lugar? –preguntó ahora él.
- No, solo se lo llevó pagando la fianza.
- ¿¡Cómo!? –exclamó ella.- No me digas que pagó todo eso –no lo podía creer.
- Así es, mire –le enseño su firma.
- Ay dios –se llevó la mano a la cabeza desesperada.
- Entiendo, muchas gracias.
- A usted agente Park.

Tras eso, salieron de allí:

- ¡Se va a meter en un lío! ¡No! ¡Más bien ya lo está!
- ¿Acaso sabe él a lo que se enfrenta haciendo semejante locura?
- Esa cantidad de dinero es muy notable en la cuenta de su familia, él se dará cuenta, si es que no lo sabe ya –suspiró.
- ¿Qué vamos a hacer ahora?
- No tengo forma de contactar con él –bajó la mirada.
- ¿No eres tú su profesora?
- Sí, pero para cuando encuentre su número quizá sea tarde, además hoy es domingo, no está abierta.

Ohhh justo hoy me he sentido pesimo por algunos problemas que tengo, pero acabas de alegrarme lo que queda de tarde :") gracias . Leere y luego comento de nuevo ^^

Waaaa me encantó el capi :") minho y tae me derriten de tanta ternura y D: espero que no le pase nada a minho por defender a tae u.u ... awww el jongkey tan lindos y los hermanos se pasan de tiernos ^^ esperare conti con ansias byee!!!

Waaaaa' Ya me moriia por leer más de esto...
-Kai & Onew... Omo, eso es puro love :3 un amor tan prohibido y tan hermoso.. (quierolemon)
-El Jonkey tan bello hermoso. esa mamá de Jong es una ternurita...
-Aigoo, mi MinhoPapy tan protector y cuidadoso con mi Taeminnie...
*OH GOSH, su papá se dio cuenta... y ahora que pasará ???
Quiero saber mas, quiero saber muuuucho más. Necesito saber mas -hacePataleta-
*Please, no demores en actualizar... la intriga me carcome el alma... TTwTT
=dejando a un lado mis pataletas de niña pequeña me despido por ahora... espero ansiosamente el proximo capii. *ω* Hasta la proxima Unnie... ;)

 :HELLO: HOLA, bueno empecemos:
Onew y Kai par de traviesos casi los descubren eso es emocionante pero que se tengan cuando los descubran no saben lo que les va a correr pierna arriba porque esa no creo que se las pasen, bueno no su mamá. :>_<: 
El Jongkey muy tierno y sabes que me intriga de donde sacaste un personaje como la mamá de Jong, Osea (como dicen las gomelas) esa mujer está fuera de esta realidad (la mia)...es un Amorrrr me aterra su personalidad, a lo bien ( como dicen en mi tierra)ella me deja en shock la adoro...  :MUA: 
Tae, Tae recuperate para que te goces a Minho antes que lo encuentre su papá porque ese monstruo capaz y lo mata cuando lo pille. Lo bueno es que ya reconoce lo que siente el amor que le tiene a Tae...... eso quiere decir que habra AMORRRRRR y me muero por leerlo antes de que se desate la guerra porque si .....aqui se avecina una muy grande y algo me dice que seguiran sufriendo otro poco más.....lo Único que me consuela es que esos miserables, infelices, paguen todo lo que le han hecho a mi lindo Tae......cambio y fuera ( Toy feliz)
gracias por seguir :Merong: 

¡Hola! Siento la tardanza de nuevo, pero no he tenido mucho tiempo para sentarme con tranquilidad a escribir Y_Y Por fin les traigo el capítulo 60 O.O como pasa el tiempo ~ Ahora no puedo contestar los comentarios, pero lo haré lo antes posible, espero que comprendan DD: Gracias por comentar hermosas <3



Capítulo 60:


Otra vez…cada día…cada noche…siempre…Sus recuerdos transformados en pesadillas lo volvían a atacar duramente. Ese dolor se extendía de nuevo por su cuerpo, matando su corazón. Eran millones de disparos a su estado mental, su confusión aumentaba y se sentía cansado.

Minho comenzó a despertarse lentamente. A sus oídos llegaban unos profundos quejidos y algo en su pecho tiraba de él. Algo se removía inquieto. Alzó su mano hasta su camisa notando como el puño de Taemin lo sujetaba y tiraba de ella. Otra vez los quejidos. Abrió los ojos más de lo normal y se giró rápidamente. El castaño lloraba dolorosamente y por su expresión, estaba sufriendo mucho:

- Taemin… -lo intentó despertar, pero parecía que no lo oía.

¿Qué le pasaba? ¿Tendría una pesadilla acaso? Le estaba transmitiendo su dolor, pues empezaba a sentir una molestia en su cuerpo:

- Taemin, despierta –le agarró el brazo que lo sujetaba, intentando calmarlo.

Su llanto aumentaba y comenzaba a encogerse del dolor. Su preocupación era directamente proporcional:

- Tae –lo movió- Taemin, despierta por favor…
- M-e du-ele… -ahora se abrazaba a sí mismo.

Aprovechando que lo había soltado, Minho se sentó en la cama e intentaba por todos los medios, despertarlo:

- ¡Taemin!

El nombrado por fin abrió los ojos. Estaba asustado, otra vez esa mirada de dolor, de angustia, resentimiento…Su respiración luchaba por regularse:

- Tae… -dijo acercando su mano para tranquilizarlo.
- ¡No! –se la apartó de un manotazo- no me toques.

En ningún momento lo había mirado a la cara, seguía perdido. Se sentó en la cama. Sus lágrimas no paraban de empaparle la cara. Dobló sus rodillas y se abrazó a sí mismo, escondiendo su rostro. Sus sollozos atravesaban el corazón del alto:

- Taemin…
- Estoy solo…

¡Nadie te quiere!  

- No lo estás, estoy yo aquí.
- Nadie me mira…

¡No le importas a nadie!

- Nadie me ayuda…

¡Eres basura!

- Hace frío en la calle…

Minho escuchaba cada palabra sintiendo una profunda pena en su interior, lo machacaban. Sentía impotencia por su sufrimiento. Quería de una vez por todas acabar con su dolor:

- Nadie me quiere…

¡No mereces amor! ¡Nada!

- Tae… -un nudo empezaba a formarse en su garganta.
- Tengo miedo…

¡La confianza da asco!

- Déjame…

¡Te perseguiré eternamente! ¡Tú dolor será eterno! ¡Eso es lo que se merece tu existencia! ¡Dolor!

- ¿Por qué tengo que sufrir tanto? Ya no más…No quiero, ya no…por favor… -sollozos.
- ¡Taemin déjalo ya! –lo abrazó por la espalda. No podía seguir escuchándolo, no sin que se le partiera el alma- Todo eso ya se acabó.
- No…nunca terminará.
- Yo lo cambiaré.
- ¡No! –se separó lejos de él y se levantó- tú también me harás daño… –sus ojos aún empapados se clavaron en los de él.
- No, te equivocas –dijo levantándose- nunca lo haría.
- ¡Mientes! ¡No me mientas!
- ¡No es una mentira Taemin!
- No quiero más mentiras… -se limpió una de sus mejillas y salió de la habitación con rapidez.
- ¡Tae! –segundos después oyó un ruido proveniente de esa dirección que había tomado.

Salió de su habitación preocupado. Taemin se encontraba de rodillas en mitad del pasillo. Después de todo, su cuerpo todavía no se había recuperado completamente. Minho fue corriendo hasta allí y se agachó a su altura:

- Tae –este mantenía su rostro clavado en el suelo, mojándolo con sus lágrimas y un pequeño hilo de sangre por haberse mordido el labio en un intento de reprimir sus ganas de gritar- quiero tu confianza, quiero que confíes en mí. Quiero ayudarte pero necesito que me dejes, por favor. Me duele verte así, me duele mucho. Puedo sentirlo, puedo sentir tu sufrimiento aquí… -llevó su mano hasta su pecho.

El castaño negaba con la cabeza impotente, no debía involucrarse. Ya lo había hecho lo suficiente como para acabar mal, pero más no:

- Escúchame bien –le elevó su rostro con su dedo índice- Me da igual lo que me digas, me da igual lo que ocurra o lo que me pase. No importa si tengo que ir contra el mundo,  o si me enfrento con el mayor de los terrores…solo si con eso consigo tu sonrisa, no dudaré ni un segundo.
- Minho… -como el rayo de luz al final del túnel, sus ojos también se lo parecieron.
- Ven aquí –le sonrió cálidamente mientras lo rodeaba entre sus brazos.

Taemin lo sintió. Por fin, alguien lo veía, alguien que le había tendido la mano para ayudarlo, alguien que estaba a su lado…su calidez era lo que conseguía apaciguarlo, siempre había sido así. A su lado todo cambiaba, todos esos terribles sentimientos paraban de removerse en su interior y por momentos, sentía aquello a lo que una vez llamó, ¿felicidad?

Pero de la misma forma en que empezaba a convertirse en alguien importante para él, no quería que se quedara a su lado, no iba a terminar bien, es posible que no terminara. No quería que nadie se relacionara con él, simplemente quiere protegerlos, a todos aquellos que lo intentan. Únicamente, no quería perder a nadie otra vez. Pero parecía ser que a Minho le daba igual todo lo demás.

¿Qué debía hacer? ¿Qué debes hacer cuando tu razón te grita lo contrario? Desde que pasó todo, aquel día, en su interior era como si se cultivaran dos seres completamente diferentes, siempre mantenía un lucha interna con su otro yo. Nunca sabía a quién hacerle caso, simplemente se dejaba llevar por quién ganara la pelea o simplemente el que más argumentos sólidos tenía. Y ahora mismo…las ganas de estar con él, son más intensas que nunca.

El castaño correspondió el abrazo y se apoyó en su pecho. De repente, sintió como el alto lo agarraba por la cintura y lo cargaba en brazos de vuelta a la cama. Lo dejó con cuidado sobre ella y se volvió a acostar con él:

- Minho… -susurró.
- Dime –lo atrajo hacía él.
- Tú…no me dejarás, ¿verdad? –sus ojos se iban cerrando lentamente.
- No, no lo haré –ya se había dormido.

Minho le acarició con ternura la frente. Era hermoso, no podía evitar mirarlo y llenarse de una rabia increíble por todo lo que le habían hecho. Tenía que haber sido muy duro para él.

~~~~

El menor sentía unas suaves caricias sobre su mejilla:

- Kai, despierta –la suave voz de él, llegaba hasta sus oídos.

Numerosos recuerdos se agolparon en su mente de su niñez. Hacía mucho que no sentía a su hermano despertarlo. Todas las mañanas, él se acostaba en su cama y lo acariciaba hasta que se despertaba. Pero esta vez, era diferente. Era su novio quien lo despertaba, era otro sentimiento al abrir los ojos y encontrarse con los pequeños orbes marrones que lo miraban sonriente:

- Hyung –ronroneó.
- Buenos días pequeño –le depositó un tierno beso en sus labios.

El menor se sonrojó:

- ¿Qué hora es?
- La hora de que te vistas y desayunes para ir a clase –se iba a levantar, pero una mano se lo impidió.
- No –lo miró haciendo un puchero.
- ¿Qué? –rió, adoraba sus expresiones.
- Cinco minutos más, quédate.

Sonaba tentador, al igual que comérselo ahí mismo como le siguiera hablando en ese tono:

- Vas a llegar tarde, levántate ya anda –le destapó completo.
- ¡Hyung! ¡Que hace frío! –se encogió haciéndose bolita.
- Me gustaría calentarte.

El moreno soltó una risita:

- Y a mí que lo hicieras.
- No lo hagas. No sigas –le advirtió.
- ¿Qué pasa hyung? –le preguntó inocentemente.
- Kai… -sus ojos destellaban de deseo.
- Hyung…tócame –le estaba suplicando.

No dio paso a que su cerebro respondiera, su cuerpo se abalanzó sobre él de manera automática y comenzó a besarlo salvajemente. El menor enredó sus piernas en la cintura de él y entrelazó sus manos en su cuello para intensificar el beso. El deseo se reflejaba en ambos y su excitación aumentaba cuando sus ya erectos miembros se rozaban con descaro, provocando suspiros de placer en ambos. Onew comenzó a despojarle de su camiseta dejando al descubierto aquel torso moreno que incontables veces había acariciado.

Kai gimió roncamente al sentir como la lengua del mayor jugaba traviesamente con uno de sus pezones. No quería parar, habían empezado y ahora no había manera de detener aquello, aunque los dos sabían que podían descubrirlos y que estaban jugando con fuego, pero eso solo sumaba más a su grado de excitación. La sola idea de su amor y de lo que desencadenaría provocaba que el deseo que ardía en sus interiores despertara sumiéndolos en una burbuja de pasión desenfrenada.

Después de lamer y mordisquear ambos pezones y tornarlos de un color rojizo, bajó hasta su abdomen en un camino de pequeños besos. Cuando llegó al límite de su visibilidad, sonrió de lado. Comenzó a bajarle los pantalones desesperando al menor quien rogaba por sentirlo ya en su interior. Una vez que su prenda desapareció, se quitó su camisa porque el calor hacía ya rato que estaba presente. Sus manos descendieron hasta los muslos de su novio notando como el bulto creía aún más. Le encantaba pensar la sola idea de que él fuera el causante de su erección. Acercó su rostro a su miembro y dejó un pequeño beso, para volver a subir y apoderarse de los labios de su hermano:

- Hyung… -decía entre besos- déjate de jugar, te necesito den…ahh –gimió al sentir su mano acariciando su pene.

No supo en qué momento, le había quitando su última prenda, pero ahora lo estaba torturando lentamente. Comenzó a masturbarlo con parsimonia arrancándole gemidos al moreno:

- Más…ahh…rápido –dijo intentando llevar su mano hasta la de él para aumentar el ritmo.
- Shh… -la detuvo- todo a su tiempo –le mordió su labio inferior.
 
Lo estaba volviendo loco, su cuerpo pedía a gritos ser invadido, pero solo conseguía desesperarlo. De repente, el mayor comenzó a aumentar el ritmo, extasiándolo. Intentaba corresponder los feroces besos que el otro le propinaba, pero era demasiado placer y su vista comenzaba a nublarse:

- Me v-oy a co-rrer… -logró articular en sus labios.

Onew le depositó un último beso y paró todo movimiento, logrando una mueca de desaprobación del moreno y observando cómo su pecho subía y bajaba descontroladamente:

- Date la vuelta.

Kai solo logró obedecer y se puso a cuatro patas, dejando su pequeña entrada a disposición del mayor. Onew se relamía ante la preciosa vista que le estaba ofreciendo su novio. Comenzó a acariciar su entrada mientras repartía pequeños besos al rededor. El menor suspiraba ante el contacto hasta que sintió como algo húmedo le invadía y soltó un profundo gemido que excitó al mayor haciéndolo sonreír de lado:

- Shhh…nos van a oír.

El menor recordó que no estaban solos y se mordió el labio inferior intentado reprimir los gemidos que le provocaba la lengua de su hermano en su entrada.
No podía evitar arquearse del placer y el frío que sentía cuando separaba la boca lo volvía loco:

- Hy-ung… méte-mela…ya –ahogaba los gemidos como podía.

Pero él quería divertirse un poco más, así que comenzó su intromisión con uno de sus dedos:

- Ahh…dios…-sentía que iba a explotar.

Un segundo dedo hizo acto de presencia provocando un poco de incomodidad, pero no le quitaba el placer que estaba sintiendo. Onew comenzó a abrir y cerrar sus dedos intentado dilatar su entrada y también, dando paso a un tercero. Al sentirlo, el moreno soltó un pequeño quejido:

- ¿Quieres que pare? –le cuestionó, no quería hacerle daño.
- Ni se… te oc-urra…

Sonrió por su contestación y continuó su labor. Se quitó el resto de la ropa que lo aprisionaba, suspirando al liberar por fin su hombría. Continuó penetrándolo con sus dedos mientras que con su mano libre se masturbaba. Aunque preferían gemir como locos y oírse el uno al otro, tenía que adaptarse a la situación aunque no le quitaba lo placentero. Después de unos minutos, por fin, acercó su pene tocando con la punta la entrada dilatada, ocasionando una pequeña risa al observar cómo se arqueaba por el contacto. El mayor acercó su mano al rostro del menor:

- Prefiero que no te hagas daño, muerde mi mano –le indicó.

Y tras su afirmación, comenzó a penetrarlo lentamente y a la vez una fuerte mordida se clavó en su mano. El menor estaba ahogado en placer a pesar de que el dolor también lo acompañaba, pero la sensación de tenerlo dentro era lo mejor que había sentido nunca:

- Dios…Kai…ahh…

Las paredes de su hermano lo aprisionaban dulcemente envolviendo su miembro, haciéndolo gritar internamente del mayor placer que estaba sintiendo. Ni en sus sueños más húmedos se imaginó tal sensación. Esto era con lo que siempre había soñado y ahora era la pura realidad.

Una vez se introdujo completamente esperó por él. El menor jadeaba por la intromisión, poco a poco el dolor iba desapareciendo dejándole más hueco al deseo que los dominaba en aquel momento:

- Muévete… -sonó a orden.
- ¿Estás seguro?
- Hazlo ya…

El mayor sacó su pene de su interior y lo volvió a meter iniciando unas embestidas lentas y deliciosas. Ambos gemían excitados, la sensación era totalmente gratificante, pero deseaban más, ambos estaban ansiosos por culminar esa muestra de amor que se ofrecían:

- Más…rápido, hyung…dame más fuerte –pedía entre gemidos.
- ¿Me das permiso? –jadeó ante la petición.
- Ahh….vamos…dame.
- Kai…vas a matarme...

Aceleró rápidamente las envestidas, arqueándose de placer los dos. El sudor que recorría ambos cuerpos se mezclaba perfectamente con cada roce, cada caricia, cada beso que se proporcionaban de vez en cuando. Estaban extasiados al máximo. Onew continuó penetrándolo con cada vez más fuerza hasta que el menor indicó por su ronco gemido que había llegado a su punto dulce:

- Ahí…dame más…ahh…

Le había tocado de la mejor manera y sentía que ponto se iba a correr. Los vaivenes se habían vuelto salvajes y la cama comenzaba a hacer mucho ruido, tenían que acabar pronto:
- Kai no puedo más, me voy a correr.
- Córrete hyung, hazlo dentro de mí, quiero que te corras ya…ahhh…
- Kai…
- Hyung…

Bastó sentir como su hermano se había corrido dentro de él, llenándolo por completo para llegar al orgasmo junto a él. Ambos gemidos se mezclaron al unísono, vaciándolos. El mayor salió de su novio, arrancándole un último gemido y se acostó a su lado intentando regular su respiración después de tanto placer. Estaban ardiendo. El menor se abrazó a él, recostándose sobre su pecho:

- Gracias hyung –le sonrió.
- No me las des, ha sido maravilloso –le besó la frente tiernamente.
- ¿Podemos quedarnos así?

El mayor rió, aunque también quería lo mismo:

- No señorito, tienes que ir a clase, si te bañas y te preparas rápido todavía puedes llegar a tiempo.
- No es justo, me duele, ¿cómo quieres que camine? –hizo un puchero.
- Te lo advertí al principio, listo.
- Eso no vale hyung –frunció el seño.
- Venga vamos, yo también tengo que ir a la universidad –le dio un beso en la mejilla.

¡Hi! ^^ Como les prometí, aquí están las respuestas a vuestros comentarios del capítulo anterior. Perdónenme por tardar U_U Si me faltó alguien pido perdón de antemano D: Gracias a todas por comentar <33

Comentarios 59:

woooooooooooooooooooo capi nuevo wiiiii - da vueltas en su silla giratoria - bueno ejjejeje me encanto!!!! sigo este fic hace tanto y lo amo :3 uiii kai y onew son jijiji pervertidos , pero los mas tiernos pervertidos <333 se aman jijijij . ahhh minho y Tae u.u me da penita que su relacion siga tan fragil pero no es para menos despues de todo lo que sufrió tae u.u lo bueno esque minho estará ahi para enseñarle a amar. y cuando eso pase, yo estaré en primera fila viendo ....okno xddd ksjaksjaksjak ame el capi <333

OMG de lo que me he perdido, siempre me apas lo mismo eshi
ho cielos deverdad que el papa de minho ya deveria
rendirse con lo de taemin choi contra choi,
quiero saber quien ganara.
oh por deus el onkai es ta uffff...
si que son rapido caramba, :D
yo se que apenas vine y me lei dos capis y mis
comentarios no son nada buenos pero, porfis que haya
actu pronto siiii....

Saludimes :D

¡Hi! Siento mucho si tardé demasiado otra vez TwT Pero por fin les traje el siguiente capítulo <3 Y... antes de que se me olvide escribirlo les haré una preguntita: Les adelantaré que el próximo fic que escribiré será 2min exclusivo, pero estaba pensando además hacer una adaptación, el caso es que quiero que me digáis qué pareja os gustaría que fuera. POR FAVOR NO IGNORÉIS ESTA HUMILDE PETICIÓN T_____T Cuando me decida hacerla, contaré los votos tanto en este sitio como en los otros  y lo haré de la pareja más votada (algo muy obvio (?)) No preguntéis por la adaptación porque es secreta, ya llegará xDDD Ahora sí, les dejo leer ^3^

Capítulo 60:

Capítulo 61:


De repente un incesante ruido comenzaba a oírse. Abrió un poco los ojos y observó que la luz de su móvil estaba parpadeando. Una llamada. Dudó en levantarse, pero podía ser importante. Apartó por su lado las sábanas y, con cuidado, las manos del castaño que lo rodeaban para atender la llamada:

- ¿Diga?
- ¡Minho!
- ¿Quién es? –dijo adormilado todavía.
- Soy tu profesora, ¡Deberías estar en clase!

Abrió los ojos como platos y miró la hora en el reloj, dándose cuenta de que ya había pasado tiempo suficiente como para tener una falta, pero la realidad era que estaba tan cansado que no se le pasaba por la cabeza la idea de ir a clase:

- ¿Me llamaste para eso? –cuestionó.
- En realidad no, te llamo para preguntarte por Taemin, lo sacaste y no me dijiste nada, no tienes consideración ninguna.

El alto dejó escapar una pequeña risa, tenía razón:

- Lo siento. Sí, lo saqué y lo llevé al médico. Ahora está recuperándose.

Un suspiro de alivio se oyó al otro lado:

- ¿Está contigo?
- Sí, está durmiendo aquí –sonrió mirándolo.
- ¿Estás en tu casa?
- Sí, ¿por qué?
- No creo que sea demasiado seguro.
- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
- ¿En serio me lo preguntas? Te has metido en un buen lío, ahora me preocupas Minho, tú y él.
- Da igual si tengo problemas, lo importante es que él ya está fuera.
- Bueno eso es un punto a favor, pero debiste haberlo consultado conmigo.
- ¿Por qué? –no entendía nada.

Ella chistó:

- Yo sé de lo que hablo, bueno te dejo que me toca entrar a clase. Cuídate y cuídalo, ¿vale?
- Sabes que lo haré, bueno, adiós.

Dejó de nuevo el teléfono en la mesa y se volvió a meter en la cama con Taemin. Mientras estuviera con él, lo demás no importaba.

~~~~

- Bueno, ya llegamos.
- Me trae tantos recuerdos –sonrió nostálgico el menor.
- Sí, la verdad.
- Como cuando me traías a la escuela de pequeño, ha pasado mucho –se abrazó a su hermano mayor.
- Lo importante es el presente, ¿no? –le besó la coronilla- anda ve –le indicó.

El menor asintió con una sonrisa y se perdió entre las puertas de su instituto, no sin antes darle un pequeño beso en los labios a su novio:

- Ya era hora –susurró una voz ronca desde la ventana de su despacho mientras los observaba- esos niños…


~~~~

El timbre sonó indicando rápidamente la hora de comer. Todos los alumnos vaciaron con paso apresurado las aulas, reuniéndose con sus respectivos amigos para comenzar a comer:

- Puppy… –ronroneaba- por fa, acompáñame… -sus pucheros intentaban ganar la batalla.
- No sé por qué no me da buena espina –lo miraba de reojo- además, ¿puppy? –frunció el ceño.
- Sí –su risa no se hizo esperar- se me ocurrió aquel día que hicimos el trabajo en la biblioteca. Me recuerdas a uno. –sonrió divertido.
- ¿Por qué me chantajeas de esa manera? –se pasó sus manos por su rostro suspirando.- Sabes que no me gusta ir a comprar, te lo dije el otro día –le rogaba con su característica mirada.
- Ya, pero sí mis besos, ¿o me equivoco? -Sonrió inocente, aunque de eso tenía poco.
- Kibummie, ¿en serio? –lo estaba chantajeando de mala manera. El moreno suspiró derrotado.- Esta bien… –accedió finalmente.

El rubio rio por su logro:

- Gracias Puppy, eres el mejor. Te amo. –le besó tiernamente en los labios.

El moreno rodeó la estrecha cintura con sus brazos y correspondió sin dudarlo:

- Eres malo, que lo sepas. –dijo separándose.
- ¿Yo? Pero si soy un angelito –dijo divertido.
- Sí como no, con cuernos y cola.
- Pero me quieres –lo abrazó.
- Demasiado –sonrió apoyando su cabeza en el hombro de su novio.

El rubio le acarició delicadamente su pelo mientras aspiraba aquel perfume que tanto le gustaba:

- Oye por cierto, ¿dónde está Minho? Hoy no estaba en clase.
- Pues no lo sé, –alzó el rostro el más bajo.- aunque desde que se llevaron a Taemin, lo noto ausente.
- Sí, tienes razón. Me preguntó qué tendrá con ese chico.
- Le gusta fijo.
- ¿Tú crees?
- Nunca se ha comportado así, ese chico lo está cambiando y no sé hasta qué punto eso es bueno o malo.
- Quizá le esté abriendo los ojos.
- ¿A qué te refieres?
- Estoy seguro de que tú lo conoces mejor que yo, pero noto en su mirada algo así como represión. Tal vez un poco de resentimiento debido a la vida familiar que lleva y a sus estúpidas reglas de alta sociedad.
- Lo sé, es un asco y realmente lo admiro porque yo no creo que hubiera sido capaz de soportarlo tan bien como él.
- Ni yo, pero a veces esas cosas pueden ser peligrosas sobre todo si se va en contra del poder.
- ¿Y tú cómo sabes eso?

El rubio se encogió de hombros:

- Simplemente lo sé.
- Bueno. –sonó de nuevo el timbre.- Creo que es hora de ir a clase otra vez.

~~~~

Después de que Seohyun lo llamara temprano por la mañana, aunque quiso no pudo volver a conciliar el sueño completamente. Lo había hecho durante una hora más o menos, pero después se resistía. En cambio se encontraba en la cocina, con una taza de café en la mano y volviendo a observar aquella foto, cuyo descubrimiento reciente fue que estaba relacionada con Taemin. ¿Quién podría ser esa chica? ¿Su madre? ¿Su hermana? ¿Algún otro familiar? La verdad es que, ahora que se fijaba detalladamente, tenía cierto parecido con él y estaba claro que los dos eran hermosos, por lo que familiares por lo menos tenían que ser.

La pequeña cadena se encontraba encima de la mesa de la cocina también, al lado de la foto. Vaya rompecabezas. Dio otro sorbo a su taza y de repente, un pequeño ruido se empezó a escuchar de manera intermitente. Guardó, con ligera rapidez aquellas cosas que estaba analizando en su bolsillo y pronto los pasos se detuvieron.

El alto temiéndose lo peor, dejó su taza y salió de la cocina encontrándose con el pelilargo agarrado a la barandilla. Subió rápidamente las escaleras y posó una de sus manos en las del castaño y con la otra le apartó el pelo que cubría sus ojos:

- ¿Estás bien Tae?

Aunque no le dirigió la mirada, este asintió:

- Solo tuve un pequeño mareo.
- Vamos a la cocina. –le dio la espalda.
- ¿Mm? –lo miró extrañado.
- Súbete. –le sonrió.
- No soy un niño pequeño.
- Anda, súbete a mi espalda.
- No lo haré.

El alto sabía que después de todo, era Taemin, las cosas no serían fáciles tan repentinamente. Se acercó lentamente hacia él otra vez, buscando su mirada, esa que siempre cambiaba. Apoyó sus manos en los delgados hombros de él y las deslizó hasta llegar a sus manos, las llevó hasta su propio cuello y se volvió a dar la vuelta. Se inclinó un poco y en un rápido movimiento lo subió a su espalda.

Su largo pelo castaño le hacía suaves cosquillas en su cuello y no sabía por qué, pero Taemin desprendía un dulce olor en su piel que daban ganas de probarlo. Al principio pensó que era proveniente de algún lugar por el que se había metido el pelilargo y se le había quedado en la ropa, pero tras varios encuentros, descubrió que no era un olor  impregnado de algún sitio, si no que era su propio olor. Uno que lo cautivaba por completo.

Notó en su espalda el suspiro de resignación por parte de él y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Mientras bajaba la gran escalera de su mansión, Taemin apoyó su cabeza en el hombro de Minho y como respuesta, este  último le depositó un tierno beso en la mejilla, sintiendo su suave piel. En seguida se percató de que el dueño de la mejilla se tensó, pero al segundo su cuerpo volvió a la normalidad:

- Qué tierno.
- ¿Mm?
- N-o, bueno, nada.

Acababa de pensar en alto y sin querer  lo había dicho. Que torpe.

~~~~

Por fin el timbre volvía a sonar y no precisamente para entrar sino para salir. Aquello había sonado a gloria:

- Hola chicos, ¿qué tal? –se les acercó su amigo.
- Nosotros bien, ¿y tú? Hoy casi no te hemos visto.
- Key tiene razón, ¿por qué has llegado tarde?
- Y-o, esto…

De repente divisó una figura en la entrada al levantar el rostro. Sonrió como un tonto. Era su hermano menor, su novio, su amor, su Kai. No esperaba verlo ahí, pero su felicidad no podía ser mayor:

- ¿Onew?
- ¡Ah! Ahora lo entiendo. –se percató el rubio.- Él fue el motivo, ¿no? –sonrió.
- Sí, mi precioso motivo. –dijo acelerando el paso hasta él.

En cuanto se acercó, el mayor lo envolvió en sus brazos dándole un cálido beso en sus labios:

- Hyung. –dijo feliz- ¿Cómo te fue?
- Bien, y ¿a ti?
- He tenido que tener mucho cuidado en cómo me sentada –hizo un puchero que en seguida besó su hermano.- aún me duele.
- Pues nada, se acabó el sexo.
- ¡Eh! Yo no he dicho eso –frunció el ceño.

El mayor rio:

- Lo sé bobito, era broma. –le guiñó el ojo.
- Hola Kai –le saludó el rubio.
- Hola hyung y… -miró hacia el más bajo.
- Jonghyun –sonrió el moreno.
- Mi novio –afirmó el rubio.
- Por fin conozco formalmente al novio de mi hyung caprichoso, te espera mucho con él, encantado. –sonrió inocente.

Key lo fulminó con la mirada mientras su novio reía a carcajadas:

- Será mejor que nos vayamos. –advertía Onew.
- Sí, mejor –los miró de reojo.
- Por cierto, ¿hoy irás a casa?
- Pues no lo sé, ¿y tú?
- Tampoco sé, así que te avisaré.
- Está bien, nos vemos.

Y cada pareja siguió su rumbo en direcciones opuestas:

- Hyung, ¿la universidad es difícil? –preguntó curioso.
- Bueno, depende, yo creo que el peor inconveniente que hay es la saturación de trabajos, exámenes, exposiciones… No es que sea difícil, sino que es mucho en tan poco.
- Entiendo. Este es mi último año, así que me esforzaré al máximo.
- Así me gusta. –le despeinó cariñosamente.

Pronto llegaron a la casa de sus padres. El menor sacó las llaves y abrió la puerta. Ambos entraron y se encontraron a su madre en la entrada con algo que no supieron identificar:

- ¿Qué pasa omma? –cuestionó el moreno al notar el semblante en su cara.
- Espero que sea mentira. –dijo seriamente.
- ¿Qué? –ahora el mayor.
- ¡Decidme que esto es una broma! –les tiró lo que llevaba en la mano.
Los dos hermanos se asustaron por su reacción. Lo que llevaba en la mano eran fotografías. Dirigieron su mirada al suelo, donde ahora descansaban y se tensaron al instante. Se les encogió el corazón y una angustia los recorría. Eran fotos de ellos dos juntos, pero no como hermanos, sino como la pareja que eran:

- Omma…nosotros…
- ¿A caso es verdad? –abrió los ojos incrédula.

Supuso que el silencio de sus hijos se trataba de una afirmación:

- No me lo puedo creer –suspiró intentando tranquilizarse, le estaba dando un ataque de nervios.- ¡¿Cómo se os ocurre?!
- Omma, nosotr… -un fuerte golpe aterrizó en la mejilla del menor a quien inmediatamente las lágrimas se le acumularon en los ojos.
- Esto es culpa mía, échame la culpa a mí, pero ni se te ocurra pegarle. –se puso delante el mayor.
- No hyung. –se limpió con el antebrazo.- Eso no es verdad, no cargues con la culpa.
- Escúchame omma, creo que ya es hora de que sepas que no soy heterosexual y que además, estoy enamorado de mi hermano pequeño, así que aquí el que da asco soy yo. –sus palabras se anclaron afiladas, no había dudado ni un momento.
- ¡A mí también me gusta los chicos! –no soportaba que su hermano estuviera haciéndose responsable.- Me gusta hyung.
- ¡Fuera de mi casa!
- ¿Cómo?
- No os quiero volver a ver, estáis enfermos. ¡Fuera!

El menor comenzaba a llorar dolorosamente, nunca se imaginó que su madre lo tratara de esa manera:

- Nos iremos, pero antes Kai subirá a recoger sus cosas. –le indicó posando su mano en el hombro del moreno.

El menor con la cabeza gacha pasó al lado de su madre y siguió el camino hasta su habitación:

- Sé que esta noticia no es fácil de asimilar y va contra toda ley, pero no me esperaba que tú actuaras de esa manera. –le dijo a su madre.- Mi padre sí, pero de ti jamás lo pensé. ¿Echarnos de casa? ¿Tanto asco te acabamos de dar? La verdad es que me decepcionaste y yo puedo vivir con ello, después de todo han pasado muchos años, pero a él, le has hecho daño.

La madre no sabía qué decir, simplemente quería verlos fuera de allí en ese instante. Tras un par de minutos el menor regresó con sus cosas y se dirigió a la puerta:

- ¿Listo? –le acarició la mejilla su hermano.

Este asintió:

- Ya nos vamos, así que despreocúpate.


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No olvidéis responderme T3T

O.k creo que soy la NUMBER ONE en comentar HAPPY, HAPPY, HAPPY. Tambien me doy doy cuenta que no aparece mi anterior comentario, se baja un HAPPY ahora si empecemos:
esa Profe me cae bien pero a veces habla mucho y hace poco.....me recuerda a alguien (A mí)...........el Jongkey definitivamente Key es un manipulador toda una Diva :DIVA:  me encanta que manje a Jong asi sea apunta de chantaje, ese pobre... pero le conviene a que sí que se consientan... Minho y Tae me gusta que sea de a poquito y que hasta el subconciente lo traicione despues de todo Tae necesita que lo consientan sobre todo ahora que estan solitos
Termino con el Onkai, ya se veía venir lo de la mamá eso tenía que suceder tarde o temprano pero le doy la razón a Onew Kai no se lo merece.... ahora la pregunta del millón quien fue el CRETINO que los delató y mira que tomarse el trabajo de sacarles fotos y todo o le gusta Kai o es una venganza contra Onew me intriga .......... :WOW:  espero la siguiente.
GRAcias por seguir :OHYEAH: 

 :HI: Hello Unnie ....buaa otra vez no fui primer post  :OSH: 
Que lindo es MinHo y Tae es latigable ok no xD  :yupi: 
Porque la maestra no le dice nada a MinHo  :Neee: 
Ya sabía que iban a cachar al OnKai joder sufrí cuando lo leí  :minhcute: y morí de risa por lo que dice Kai procurara como sentarme  :JAJA: 
Jajajaja.....el novio de mi hyung caprichoso  :HAHA: 
Unnie respondo a tu pregunta que la adaptación sea de el 2MIN así todo bonito waaaa ya lo espero y tabien el próximo capítulo  :KEKE: 
P.D ¿irás al concierto? :eaea: 
Pd2: ¿hay posibilidades de encontrarnos? :KEKE:  :yupi: 
Waaa yo tabien te extraño  (L) 
Le da un abrazo y un besito en la mejilla  shuuu 
Te veo prontito por aquí  :MUA:  :HELLO:  :Merong: 

Oh, oh, oh, oh.... Tan despistada que no habia visto el nuevo capi :$ Que mala lectora soy...

-Esa Profesora escpnde demasiado, desde el capi en el que mencionó los electro shocks me inspira cierta confusion, ademas de que parece estar bien loca!!! xD

-El 2Min, tan hermoso mi 2Min... poquito a poquito pero ahí va.. Eso me hace estupidamente feliz. El herido corazoncito de Tae se esta sanando gracias a MinHo Papy. ^^

-Yo siempre he sabido de lo qye es capaz mi adorado Diva todopoderoso Key... siempre he sabido que manipula y chantajea a Puppy con ciertas... cosas..
Pero Jong es tan tonto o mejor dicho esta tan enamorado que acepta y consciente tooodoooo.

-Del OnKai, pues que digo, esa parejita me encanta. Maldito Hijo de su madre el que los fotografiio, ojala yse le haga chicharrón la mano!!!
TT_TT pobrecitos, aunque ni tanto ahora podran estar mas juntitos (diigo Yoo ¿no?) Y el amor seguira floreciendo.

Creo que hasta aqui mi aburrido post.
-Ame el capitulo y como siempre espera impaciente el proximo.
-Cuidate Unnie, ssigue escribiendo bonito y espero leerte prontoo... Byeee!!~

¡Hi! Perdón de nuevo si tardé U_U Bueno, primero quiero darle las gracias a aquellas personas que contestaron a mi petición <3 Qué sepan que ya la adaptación está publicándose y la pareja ganadora es JongHo ^^ Y bueno ahora si les dejo con el nuevo capítulo:

Capítulo 61:

Capítulo 62:


Los dos hermanos permanecían acostados en la cama del mayor. El castaño le acariciaba tiernamente el cabello con el objetivo de tranquilizarlo, cesar su llanto. Era inútil:

- Pequeño, por favor, deja de llorar. –le besó en la frente-. Me duele verte así.
- Hyung. –dijo entre sollozos-. No me lo puedo creer, aún no. ¿Fue para tanto?
- Shhh… ya está, olvídalo. Sé que te duele, pero no podemos hacer nada por ello. Sí de verdad le importamos, algún día lo comprenderá.
- ¿Y si no? –lo miró con los ojos llenos de lágrimas.
- Kai, tú eres todo lo que necesito para vivir. –declaró secándole las lágrimas con su mano-. Pero si la situación te hace infeliz, yo lo aceptaré. Hablaré con nuestra madre y dejamos l…
- ¡No! –lo miró horrorizado-. ¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso lo nuestro te importa poco?
- Al revés, me importa demasiado, porque te amo, pero si tú no eres feliz de esta manera…
- ¡Cállate, hyung! Ni se te ocurra dejarme, porque entonces no te perdonaré jamás, ¿lo entendiste?
- Nunca lo haré. –sonrió-. ¿Pero serás feliz viviendo aquí?
- Mientras estés tú, yo seré feliz.
- Bobito. –le pellizco la mejilla.
- Por algo somos hermanos. –le sacó la lengua.
- Muy gracioso enano.

El menor sonrió divertido. Volvió a recostarse sobre el pecho del castaño:

- Hyung.-lo llamó.
- ¿Mm?
- Quiero preguntarte una cosa, pero tampoco quiero que te incomodes.
- Dispara anda.
- Nuestro padre…. –cogió aire con dificultad-. ¿Siempre fue así? No entiendo por qué omma se casó con él.

Onew sonrió nostálgico. Sabía que algún día se lo iba a preguntar. Era un poco difícil de responder o quizá era el suceso el que resultaba extraño explicar:

- No –susurró.- No siempre fue así. –Sus recuerdos se proyectaron automáticamente en su cabeza, como una película.- Antes era una persona gentil, cariñosa, emprendedora…cuando omma se casó con él, dirigía un negocio que no recuerdo muy bien de qué era. Al principio como a todo el mundo, le costó levantarse, pero poco a poco se fue haciendo conocido y comenzó a ganar dinero, lo suficiente como para vivir muy bien. Recuerdo que cuando era pequeño, siempre solía jugar con él y a veces también me llevaba al trabajo y almorzábamos juntos por allí cerca. Todo era normal, maravilloso. Incluso cuando omma nos dijo que estaba embarazada de nuevo, todos nos alegramos. Éramos felices. Cada noche los tres nos acostábamos en la cama de matrimonio y nos poníamos a hablarte como si nos fueras a contestar. –rio ante aquella actitud.- y tú respondías dando pequeñas pataditas. Incluso en aquel momento, yo ya te quería sin haberte visto. Pero… -su tono entristeció.- un día todo cambió. Yo estaba con nuestro padre en el negocio y cuando oí la puerta, vi entrar a dos hombres vestidos de traje. En realidad, me daban mucho miedo y por eso salí corriendo hacia él y le avisé. No sé qué dijeron, pero me mandó a meterme dentro. Le hice caso y me fui, pero me quedé escuchando detrás de la puerta, aunque no oí lo que le decían. Después de eso, me di cuenta de que el negocio empezó a ir mal, muy mal. Empezamos a perder dinero y esos hombres regresaron. Él me dio las llaves de casa y me dijo que regresara. A partir de ese día, desapareció unos meses. Omma me preguntaba por él, pero yo no sabía que decirle y ya quedaba poco para que tu nacieras y me preocupaba que por culpa de nuestro padre, omma entrara en depresión o enfermara o algo, y tuviera problemas en el parto. Así que tuve que hacer lo imposible para que dejara de pensar en él. Cuando regresó por fin, no sé qué le ocurrió en esos meses, pero se convirtió en lo que era ahora. Se convirtió en rutina que siempre pelearan, al principio no me preocupaba tanto, todas las parejas tienen sus momentos, pero él se fue volviendo más agresivo. Empezó a echarle la culpa de todo a mi madre, y también por haberse quedado embarazada. Te echaba la culpa a ti. Comenzó a pegarle y a insultarla. Yo me metía para defendeos a ambos, y al final me acababa pegando a mí también. Nos maltrataba sin razón aparente alegando cosas sin sentido y absurdas. –sus ojos comenzaban a rallarse.- Una noche que yo estaba en mi cuarto, escuché ruido desde la habitación de ellos, ya era normal, pero esa vez escuché decirle a mi madre que dejara al bebe en paz y que no la tocara, entonces me preocupé demasiado y corrí hacia allá. Cuando abrí la puerta me di cuenta de que intentaba violarla, quería hacerla abortar a toda costa. La sujetaba y le pegaba para que se estuviera quieta. Yo me lancé hacia la cama y abracé a omma por la tripa, de esa forma si recibía algún golpe no te llegaría a ti.

Flash Back

- ¡Hijo vete de aquí! –le gritaba desesperada su madre envuelta en lágrimas.
- ¡Quítate de en medio mocoso! Tengo un asunto que arreglar antes de que sea demasiado tarde.
- ¡¡No!! Él va a nacer. ¡Mi hermano no tiene la culpa de nada, él tiene que nacer! ¡Déjalo en paz! ¡Déjanos en paz de una vez!

El hombre harto, agarró al menor por el cuello y lo despegó de la madre, llevándolo a su habitación:

- Si tanto quieres ocupar su lugar, lo haré encantado.
- ¡Suéltame!
- ¡Deja a mi hijo en paz! ¡Ni se te ocurra hacerle nada! ¡Es solo un niño!
¡Suéltale! –pedía mientras los veía desaparecer.
- ¡Omma!

La mujer se iba a levantar cuando de repente sintió un agudo dolor. Se llevó las manos a su vientre. No podía creerlo, iba a nacer en estas circunstancias:

- ¡Omma! ¡Ah!

La mujer lloraba a mares, sus dos hijos pedían atención. De un momento a otro, oyó el ruido de la puerta de entrada. Era su vecina que al parecer había oído los gritos. Sin necesidad de explicaciones, la cogió y la llevó al hospital:

- Espera…mi hijo, está…
- No hay tiempo, vas a dar a luz.
- Pe-ro, el ni-ño… -fue lo último que dijo antes de perder la conciencia.

Fin Flash Back

El castaño elevó su brazo para limpiarse las lágrimas que se le habían escapado:

- ¿Qu-é te hi-zo hyung? –tenía la voz quebrada.
- Me…violó a mí. –una sonrisa amarga se dibujó en sus labios.- y lo hizo sin compasión alguna.
- Hy-ung…y-o
- Tú fuiste lo más hermoso que vi en mi vida. Cuando nuestra madre te trajo a casa. Entró llorando a mi cuarto a ver qué me había pasado. No le dije nada, solo que me había pegado. Me pidió perdón por haberme dejado y con cuidado te dejó en mis brazos. Tú me mirabas sonriente con tus preciosos ojitos. No pude sino sonreírte y darle las gracias a dios de que estuvieras vivo. Después él volvió a desaparecer y el resto de la historia, ya te la sabes.
- ¿Por qué aquel día me dijiste aquello? ¿Por qué me dejaste y te quedaste con la persona que te hizo daño? ¿Por qué hyung? –sus lágrimas también fluían libremente, sin reparos.
- Kai…
- Dímelo, por favor…
- Para protegerles, para protegerte a ti. Él prometió perseguirles e ir a por ustedes allá dónde fueran. No podía permitir eso, así que me quedé para evitar que se hiciera realidad. Tuvo sus consecuencias, y muy duras, pero ustedes estaban a salvo y eso era lo que me importaba.

El menor lo miró a los ojos, se encontraban igual que los suyos, empapados, rojos del llanto:

- ¿Me odias? –le cuestionó.- Tal vez si yo no hubiera…
- No lo digas Kai. Jamás podría odiarte, nunca lo hice y nunca lo haré. Tú fuiste mi motivo de lucha, mi esperanza, mi vida… -le acarició la mejilla con ternura.- si no hubiera sido por ti, hubiera acabado con mi vida. Gracias hermanito –sonrió.

El menor lo abrazó fuertemente, hundiendo su rostro en el hombro del castaño:

- No merezco todo lo que has hecho por mí –sollozaba.- Nunca podré agradecértelo, me salvaste la vida hyung.
- Tú también a mí pequeño –le acariciaba la espalda.

El menor negaba:

- Perdóname…
- ¿Por qué? –se sorprendió.- No tengo que perdonarte nada, no tienes que pedir perdón.
- Por todo lo que pasaste, sufriste mucho. Fui muy egoísta contigo.
- No seas bobo, eso ya no importa, quítatelo de la cabeza. Ahora lo que importa es que por fin estamos juntos.
- Te amo hyung, te amo mucho.
- Yo también Kai. –sonrió.

~~~~

De pronto el ruido de las llaves retumbó en toda la casa. Entró perezosamente y dejó sus cosas encima de la mesa. Pensó que no había nadie, pero una pequeña luz iluminaba levemente el pasillo indicando una presencia. Se acercó hasta la habitación y observó a los dos hermanos acostados en la cama. El pequeño dormía plácidamente mientras el mayor lo acariciaba. Este último levantó la vista dándose cuenta de que lo observaban:

- ¿Ha pasado algo? –preguntó en voz baja.
Onew se deshizo del agarre de su hermano con cuidado y se levantó de la cama rumbo hacia el rubio. Cerró la puerta tras de sí y se encaminaron hacia el salón, sentándose en la mesa:

- Nuestra madre lo ha echado de casa.
- ¿En serio? –abrió los ojos sorprendido.- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
- Por lo visto alguien le mandó unas fotos revelándonos.
- O sea que ya sabe lo vuestro.
- Así es –suspiró.
- ¿Y de dónde narices salieron las fotos esas ahora? –preguntó molesto a la nada, sabiendo que él tampoco podría responderle.
- Eso me gustaría saber, porque mi hermano se ha pasado toda la tarde llorando por culpa de eso.
- No entiendo por qué la gente tiene tantas ganas de meterse dónde no les llaman.
- Yo tampoco la verdad. –suspiró.- Por cierto, ¿tú no ibas a comprar con Jonghyun? –preguntó cambiando de tema.
- Sí, pero al final hasta a mí me dio pereza de verlo echado en el sillón y nos quedamos acostados, ¿te lo puedes creer?
- Hay que ver cómo te ha cambiado ese chico. –rio divertido. Nunca se habría imaginado que a su amigo le diera pereza ir a comprar.
- Quizá –dijo levantándose y rodeando la mesa hacia él.
- Quizá no, lo es. –lo miró mientras se acercaba.

El rubio sonrió y se sentó en las piernas del castaño rodeándolo con ambos brazos:

- Sabes que te quiero, ¿no? –le dijo cariñosamente.
- Eso quiero pensar –rio.
- Ya verás que todo se solucionará. –sonrió.
- Gracias. –le abrazó.
- Nada. Para eso estoy amigo.

~~~~

Minho observaba atentamente como el castaño removía serenamente la comida como un niño pequeño que no quiere comer:

- Tae, ¿no piensas comer?
- No tengo hambre.
- ¿Por qué?

Él se encogió de hombros indiferente y puso una mueca de asco. El alto sonrió. Extendió su mano hasta alcanzar la pálida de esa persona que le brindaba felicidad con tan solo su presencia. Le sujetó la mano que sostenía el cubierto y paró su movimiento. Taemin lo miró curioso. Sentía el tacto cálido del moreno, suave…generoso…amable… ¿cariñoso quizá? Sentía como su corazón se suavizaba. Le gustaba sentirle. Tenerle al lado, que no lo tratara como el resto, que su mirada no tuviera grabado el asco, la decepción, la indiferencia…todos aquellos puñales que aún llevaba clavados en su espalda. Sus ojos, su mirada, sus sentimientos… eran iguales a los de ella y sentía su corazón encogerse:

- ¿Significa algo el anillo que llevas aquí? –lo acarició delicadamente.
- No lo sé.
- ¿No lo sabes? –se sorprendió- ¿Por qué lo llevas puesto entonces?
- No… lo recuerdo.

Esa frase…

Flash Back

- ¿Qué significa eso?
- No lo sé…
- ¿Cómo puedo llamarte?
- No lo sé…
- ¿Por qué estás ahí?
- No lo sé…

Fin Flash Back

¿Aquello realmente era un sueño? Se empezaba a crear una semejanza entre la línea astral y la realidad presente. Era un poco confuso, pero entonces, tenía un montón de pista por descubrir, o más bien, relacionar:

- ¿Crees que es importarte para ti?

Él asintió:

- No recuerdo por qué, pero siento que es importante para mí.

Minho volvió a sonreír y le depositó un pequeño beso en el dorso de su mano. El castaño se sonrojó ante el contacto:

- Yo conseguiré que lo recuerdes –dijo para levantarse y recoger los platos.

Taemin bajó la mirada observando el lugar en el que le había besado. De repente, el ruido de una puerta cerrarse bruscamente retumbó en toda la mansión y acto seguido un plato cayó al suelo. El alto se congeló en el lugar y el castaño se sobresaltó. Ambos corazones se aceleraron.

Minho dejó su tarea y cerró el agua. Tenía que comprobar que no era lo que pensaba. Suspiró profundamente y se encaminó a la puerta:
- Minho -le agarró del brazo.

El nombrado se giró y clavó sus ojos en los del más bajo. Lo notó, le estaba rogando, su mirada le pedía que no lo hiciera, que se quedara. Estaba preocupado por él:

- Tengo que ir a ver, no pasará nada. –Él tampoco se lo creía. Sus palabras eran poco creíbles hasta para él mismo.

Pero el castaño no lo soltaba, tenía la cabeza gacha. El alto se giró hacia él y con su dedo índice le elevó el rostro y le plantó un segundo beso en la mejilla:

- Tranquilo.

Poco a poco su agarre fue aflojando hasta soltarlo. El alto desapareció ante la vista del otro tras la enorme puerta. Avanzó por el largo pasillo hasta el amplio salón principal. Recorrió el lugar con la vista y sus músculos rápidamente se destensaron. Había sido la puerta del jardín que se había cerrado posiblemente a causa del viento. Iba a regresar a la cocina ya más relajado, pero otro estruendo se hizo presente. Se dio la vuelta y observó como uno de los grandes jarrones de la entrada yacía roto en el suelo. Un escalofrío lo recorrió completamente y regresó con rapidez a la cocina:

- Tae, creo que será mejor que te acompañe ya a tu casa.

No tardaron en ponerse en marcha y salir de allí. Mientras caminaban, el silencio los envolvía pero no era para nada incómodo. No era necesario hablar, solo les hacía falta su compañía:

- Bueno Tae, ya hemos llegado –se pararon delante de aquella casa- No hagas ninguna locura, ¿vale?
- ¿Qué harás tú ahora?
- Yo volveré a casa.
- ¿Qu...é?
- Tengo que volver –rio- es mi casa, ¿qué quieres que haga?

Su sonrisa… ¿cómo podía hacerlo sabiendo que algo malo podía pasarle?

- Bueno pequeño, nos vemos. –se despidió emprendiendo el rumbo de vuelta.

Un escalofrío lo atacó de repente al ver despedirse al alto. Un mal presentimiento le revolvía el estómago y no supo por qué, pero el miedo que lo acababa de atravesar lo impulsó a agarrarlo por la espalda, rodeándolo con sus brazos:

- Tae-min –los nervios se presentaron- ¿qué hac-es?
- No vayas…
- ¿Qué? –no lo entendía.
- No regreses a tu casa Minho…

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del moreno, acaso… ¿él también lo había sentido?


Flash Back

- ¿Estás en tu casa?
- Sí, ¿por qué?
- No creo que sea demasiado seguro.

Fin Flash Back

- No pasará nada –otra vez mintiendo.
- Pe…
- Shhh… -se giró mirándolo cara a cara.

Elevó su brazo hasta alcanzar aquel travieso mechón de pelo que ocultaba sus preciosos ojos.  Lo atrajo lentamente hacia él y lo abrazó. Otra vez ese dulce aroma, otra vez el contacto con esa pálida piel. No tenía la certeza de si su casa era segura o no, pero todo valía la pena si era por él. Se separó y le acarició tiernamente la mejilla para depositarle un beso en la frente:

- Buenas noches Tae. Duerme bien.

Y tras aquellas palabras, el castaño volvió a sentir el frío de la noche, la soledad de su vida, el vacío que lo llenaba con su partida.

~~~~

El alto caminó de regresó hacia su casa. No es que tuviera miedo, más bien sentía pena por la situación en la que se encontraba. Era decepcionante. Pronto se encontró de nuevo, con la enorme puerta que bloqueaba su casa o su mansión. Sacó las llaves y abrió cuidadosamente haciendo eco en el interior. Entró y volvió a cerrar la puerta. Justo cuando se acercó al interruptor de la luz, un fuerte golpe aterrizó en su estómago tirándolo al suelo. Se empezó a retorcer en el suelo del dolor:

- ¿Te crees muy listo niñato? ¿Te pensabas que no me iba a enterar de tu mentira nunca? Creí que eras más listo Minho, pero veo que no has aprendido nada. Todo lo que te he enseñado para nada, ¿no?

Lo que pareció otra patada volvió a golpear su estómago. No se lo creía. ¿Cómo lo había sabido sin haber estado en casa?

- Me has desobedecido deliberadamente, mientes y no cumples mis advertencias. ¡Te repetí que no te quería ver con esa basura! ¡Y encima en vez de dejarlo pudrirse en donde tiene que estar, vas tú y lo sacas! ¡¡Pero quien te has creído!! –lo volvió a golpear más fuerte.

Él no podía reaccionar. Se había quedado en shock. Sentía la sangre discurrir por la comisura de sus labios y como el dolor se extendía por todo su cuerpo. Lo que acababa de oír…no quería creérselo, rezaría porque no fuera verdad:

- ¿T-ú…lo ence-rrast-e?
- Sí y ahora tú vas a aprender de una buena vez.

Aigoo, Unnie me has dado el mejor regalo de cumpleaños de la historia... ^^
-Omo, Que triste lo que paso a mii niño Onew TT_TT Tan lindo lo que hizo por su hermanito y gran amor <3
-El hermoso 2min <3 No digo mucho porque despues me pongo cursi :$ pero es tan tierno que Temin se vaya despojando de esa coraza insensibl...
-Omo :O Jong esta corrompiendo mucho a mi Dica, ya hasta le quita lad ganas de ir de compras... ¿Tierno o peligroso? :)
Me gustó el Capi, aunque eso de que golpearan a MinHo papy no me agrada ni un poquito, que padre más hijo de sus progenitores!!! :/

-Bueno, ya me tengo que ir porque estoy festejando mi cumpleaños ^^
Gracias por el maravilloso regalo de un capi mas... Chait... cuidatee~

O.K ME ENSEÑARON AA EMPEZAR POR LAS COSAS BUENAS :
Kai si antes amaaba a Onew ahora yo seria su esclavo sin condiciones por que eso de salvarle la vida dos veces de esa manera solo es de un HÉROE .... :JAJA:
Key eso pasa dicen que el que anda con la miel algo se le pega y es más como algo en lo que cedes por tu pareja pero conociendo a la Diva no creo que dure mucho.... :Neee:    
Tae tan bello sufre por Minho y le da miedo que le pase algo (con justa razón claro) ya lo ama shuuu 
AHORA SI :mi pobrecito Pollo como le va a hacer eso su propio padre ese infeliz desgraciado que se pudra y lo hagan pagar en la mazmorra mas profunda húmeda y oscura hasta que se acabe,
ahhhhhhhhhhh odio al papá de Minho ese es otro desgraciado pero que se muerda el codo por que ni a golpes le quita la satisfacción a Minho de no hacerle caso y salvar a Tae de mi corazón
NENA YA TE DIJE QUE LO ADORO? POR FA SIGUELE  (L) 

¡Hi! Siento de verdad la tardanza, pero estaba de exámenes U_U Gracias por su paciencia :D

Capítulo 62:

Capítulo 63:


Se dio la vuelta por milésima vez, intentando encontrar una posición cómoda, pero sus pensamientos lo atacaban…o quizá una molestia más profunda que un simple pensamiento. Le dio un fuerte golpe a la pared gracias a la frustración que sentía y se levantó cansado. Respiró intentando tranquilizarse, aunque ya tenía claro que esa noche tampoco iba a dormir. Abrió la puerta de su habitación y bajó silenciosamente las escaleras. Cogió sus llaves que estaban en la mesa del comedor y se dispuso a salir cuando una mano lo sujetó del brazo:

- ¿A dónde vas Taemin? Son las tres de la mañana.

Su madre lo miraba preocupada:

- A ningún sitio, déjame –intentó irse pero ella lo agarró más fuerte.
- Taemin, es muy tarde para que estés fuera sin motivo.

El castaño la miró ante sus palabras:

- No es sin motivo, necesito salir.
- Taemin…
- Por favor, suéltame.

Su madre suspiró derrotada:

- Tae, confío en ti. Cuídate, ¿sí?

El menor la miró por última vez y salió de su casa. Intentó no pensar en nada más mientras seguía su rumbo. Quería despejarse de alguna clase de sentimiento que no sabía qué era, pero lo agobiaba. Continuó caminando mientras su vista vagaba ausente. Antes de darse cuenta, ya se encontraba en aquel lugar y una sombra se interpuso en su camino:

- Vaya vaya, mira a quién tenemos aquí.
- No tengo tiempo para jugar contigo, déjame en paz anda –pasó por su lado pero un fuerte golpe aterrizó en su estómago.
- Pero yo sí.

Justo cuando iba a volver a golpear al castaño, un brillo plateado se reflejó en la noche y con un rápido movimiento atravesó su pecho:

- No te atrevas a tocar a mi hyung, basura.

El agresor cayó al suelo en el acto. El rubio se agachó hasta la altura en la que se encontraba Taemin quien se había retorcido por el dolor:

- ¿Estás bien, hyung? –dijo preocupado.
- Creo que sí –una mueca de dolor se dejó ver en su rostro cuando trató de incorporarse-. Gracias, Ren.
- No me las des –sonrió.

Cuando comenzaron a caminar, el castaño se desequilibró y el menor lo sujetó rápidamente. Al parecer el golpe había sido más duro de lo que pensaba:

- Hyung… ¿te duele mucho?
- Odio mi vida, ¿sabes? Deberían matarme de una maldita vez.
- ¡No digas eso! –dijo molesto- Anda ven.

El menor pasó un brazo del castaño por su cuello y lo sujetó de la cintura, comenzando a caminar:

- ¿Qué hacías tú por aquí? –le preguntó.
- Te sentí. Cuando entraste a la zona, sentí tu presencia así que me acerqué por si acaso. Hay que proteger al líder. –él y su extraña habilidad.
- Yo no soy nada –lo miró de reojo.
- Lo eres hyung, todos te reconocemos, así que lo eres.

Él suspiró resignado. Siguieron su camino hasta el pequeño almacén abandonado. Ren abrió la puerta con cuidado y entraron a la vista de todos, que al parecer se encontraban despiertos:

- ¿Qué pasó? –preguntó uno al verlos entrar.
- ¿Qué haces por aquí Ren?

Ninguno contestó. El menor dejó al castaño en el sillón y apuntó instintivamente a uno de los presentes. Su mirada afilada lo atravesó completamente, este echó a correr hacia la puerta, pero no se iba a escapar, el rubio era más rápido que él. Lo cogió  por el cuello y  lo estampó de narices contra el suelo:

- Te crees muy listo, ¿eh?  Casi te sale la jugada, pero cometieron un error. Este es nuestro terreno y aquí jugamos de otra manera. –le dio un fuerte puñetazo.
- ¡Ren! ¿Pero qué haces?
- ¿Confiaban en él? –los miró- Este idiota y su banda habían planeado matar a Taemin hyung.
- Vaya, entonces nos ha engañado –abrió los ojos uno que se encontraba sentado en la barandilla del piso de arriba.
- Entonces todo tuyo pequeño, nadie se atreve a jugárnosla y menos atacar a nuestro Tae -dijo otro.
- Será un placer –desapareció por la puerta arrastrando al acusado y cerrándola tras de sí.

Todos apartaron la mirada de ahí y se centraron en el castaño quien se encontraba echado con los ojos cerrados y la mano en su estómago:

- ¿Estás bien? –se acercó Dae.
- Sí… -no se movió.
- Déjame revisarte –le pidió su gemelo.

Ante la falta de negativa por parte de él, este se dispuso a revisarlo, pero solo encontró un gran morado dibujado en su estómago. Llevó su mano hasta la herida y pasó levemente la yema  de los dedos por la superficie pálida, obteniendo como respuesta un quejido del propietario:

- Lo siento –se disculpó- espera aquí.

Lo observó y vio como desaparecía en el interior volviendo a regresar tan solo unos segundos después:

- Te voy a poner esto –dijo acercando lentamente su mano hacia el morado- Quizá esté un poco fría, pero te ayudará a bajar la inflamación.

El castaño puso una mueca comprobando que sus palabras eran ciertas. Estaba fría:

- Ahora será mejor que descanses, ya es muy tarde.

Como por arte de magia, todos hicieron silencio y las luces se apagaron con el fin de que Taemin descansara.  Pero al cabo de un rato apareció desde las habitaciones un pequeño  que estaba curioso de saber por qué:

- Hyung… ¿estás despierto? –le tocó el hombro suavemente.
- ¿Mm? –parecía una respuesta.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- ¿Por qué viniste a esta hora al barrio?
- Porque sí.
- No es cierto. Estás preocupado por alguien.
- No digas tonterías y vete a dormir.
- No son tonterías. ¿Sabes hyung? No es malo preocuparse por alguien, solo significa que esa persona es importante para ti y significa algo. Tú… ¿tienes a esa persona que también se preocupa por ti?

Preocupado… sonaba lejano. Hasta ese momento, sonaba muy lejano. Pero ahora, había llegado él y había cambiado todo. Quizá el pequeño tenía razón, tal vez estaba empezando a preocuparse de verdad por él. Entonces quería decir que era importante, ¿significaba Minho algo para él? ¿Sería ese el motivo de que estuviera él a estas horas vagando?

- Estás pensando ahora en esa persona, ¿verdad? –sonrió alegre.
- Shhh…no. –lo miró de reojo.

El menor soltó una pequeña risita y se dirigió al pequeño mueble, lo más parecido a una cocina que había allí. Lo abrió sacando una botella de alcohol y destapándola:

- Hyung, algún día tendrás que admitirlo, yo sé que tú no tienes un corazón de piedra. Todos lo sabemos. Y hasta Taemin hyung, puede enamorarse incluso.

Este se acercó hasta él nuevamente:

- ¿Quieres un trago?

El castaño miró por unos segundos la botella.

Tae, confío en ti. Cuídate, ¿sí?

- No, gracias.

Este se sorprendió pues él siempre bebía, pero volvió a sonreír. ¿Quién estaba cambiando al líder del Barrio Rojo?

~~~~

El mayor entró de nuevo a su habitación y se recostó en la cama apoyando su cabeza en su mano:

- Mi amor, despierta –le acariciaba los cabellos.
- Mm… -frunció el ceño.
- Vamos –le delineó su rostro con el dedo índice.

Ante este gesto, el menor arrugó su nariz. Su hermano sonrió enternecido y se acercó más a él hasta acariciar sus labios con los propios en un pequeño beso. Justo cuando se iba a separar, el menor pasó la mano por su nuca y lo atrajo de nuevo uniendo sus lenguas en un beso que se volvió apasionado. El moreno abrió los ojos por fin y una pequeña sonrisa se formó en sus labios:

- Por fin despertaste –le acarició la mejilla.

Kai volvió a depositarle un tierno beso sobre sus labios:

- Vamos, tienes que levantarte y prepararte.

Tras escuchar esas palabras, volvió a cerrar los ojos:

- Hyung, déjame quedarme hoy en casa.
- Pero Kai, tien… -intentó hablar pero fue interrumpido por la boca de su hermano que lo besaba lentamente.
- Por favor –lo miraba suplicante.

Su hermano suspiró:

- ¿Tienes algún examen hoy?

Este negó:

- Entonces, solo por esta vez, ¿entendiste? –le apuntó con el dedo.

El pequeño sonrió feliz y mordió el dedo que lo señalaba:

- ¡Ah! –hizo un puchero.
- Te amo hyung –le abrazó fuertemente.

Ante esto, solo puedo sonreír. Su pequeño amor era irresistible ante sus ojos:

- Pero por lo menos cámbiate para desayunar. –dijo incorporándose.
- Vaaale –dijo alegre.

Después del desayuno y de que sus hyungs se fueran, miró la casa buscando algo con lo que entretenerse. Se dirigió al sillón como única opción y se puso a ver la tele. Aunque ya llevaba un rato encendida en ningún momento le prestó atención. Su mirada se encontraba perdida, estaba sumido en sus pensamientos. Se echó bocarriba soltando un gran suspiro y poniendo su atención en el techo como si fuera algo sumamente interesante. Había pasado muchas cosas en tan poco tiempo, cosas que lo habían cambiado todo por completo. De repente su móvil emitió un pequeño sonido en señal de mensaje. Lo sacó de su bolsillo y lo abrió, esbozando una sonrisita al momento:

- Mi amor, espero que estés bien. Te dejé algo de dinero encima de la mesa por si te apetecía comprar algo. Espero que no te aburras tanto como yo ahora mismo. Te quiero mucho pequeño.

Muy enamorado de él:

- Hyuuuung, me aburro mucho en realidad. Ojalá estuvieras aquí conmigo. Gracias por dejarme dinero, eres el mejor. Yo te quiero más.

Parecía un tonto sonriéndole a la pantalla:

- No y no voy a discutir ese tema. Yo te quiero más. Nos vemos cuando salga. Te dejo que entro de nuevo a clase, adiós enano.

Jamás admitiría la derrota, eso estaba por verse. Iba aguardarlo cuando sin querer pulsó un contacto. Cuando lo vio, automáticamente se le borró la sonrisa, tristeza en su rostro:

- Taemin…

Hacía mucho que no sabía de él. ¿Seguiría encerrado? Por un momento, se sintió culpable. Lo había dejado de lado completamente. En un impulso le dio al botón de llamar, aunque no tenía ni la más mínima esperanza de que contestara alguien al otro lado de la línea:

- ¿Sí? –dijo una voz ronca.

Inmediatamente su corazón se detuvo por unos instantes. Era él, eso significaba que estaba fuera. Alegría:

- Hyung…
- Kai, ¿qué haces llamándome? –le dijo fríamente.
- Yo…es-to, hyung, ¿cómo estás?
- Eso no te tiene que interesar, sigue con tu vida. Yo hace tiempo que dejé de caminar a tu lado.
- No digas eso… -un nudo en la garganta y sus ojos se rayaron.- hyung, yo…
- Déjalo Kai, nunca fuimos nada. No sientas la obligación de preocuparte por mí, no la necesito. Ya te dije que me dejarás en paz, además tienes problemas más importantes con los que lidiar.
- ¿Problemas?
- Enamorarte de tu hermano es muy problemático, ¿no?
- ¿Có-mo?
- No puedes esconderme nada.
- Bueno…y-o…
- Déjalo, no importa. Olvídame, es mejor así.
- ¡¿Por qué narices te empeñas en eso?! ¡Odio que lo digas! ¡Odio que te pongas de esa manera! ¡Odio al nuevo Taemin! ¡Te odio hyung! –sollozos-. Por favor…regresa… –las lágrimas se paseaban libremente por su rostro.
- No se puede revivir a los muertos. Así es como tiene que ser… ódiame con todas tus fuerzas Kai. No me importa, así me dejarás en paz.

El menor cortó la llamada y se echó a llorar donde se encontraba sentado. No soportaba que hablara así de él mismo. Cómo si no fuera nada. Él lo quería, mucho, pero no así. No a ese Taemin…ese no era su hyung.