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-:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Recuerdo del primer mensaje :
Título: Bajo la piel del deseo
Adaptación: Janess
Género: Lemon
Parejas: Principal 2min, menciones del jongkey y Joonew... y otras? xD
Notas: Aclaro! este fic no es mio! yo lo estoy adaptando y si! otra historia para el 2min! *-* kekeke... al principio no estaba muy segura si hacer la adapta... pero my BFF me dió animos! thank you *.* ... espero les guste! xD
Frente a la cabaña se encontraba el pequeño, se sentó al lado de su abuelo HaeJoong, el niño apenas tenía 8 años, pero era consciente del por qué el anciano no vivía con su familia. Porque el padre del pequeño MinHyuk , El señor Yun Gyeom , se avergonzaba de él.
-No es más que un jodido anciano -gritaba enfurecido Yun Gyeom horas después de visitar a su padre- Cree que ese acento es algo de lo que se debe estar orgulloso? Si, el padre de Min Hyuk odiaba su origen, no le gustaba que la gente supiera que era de Busan, si él pudiera enviar al abuelo lejos, lo haría. Pero no podía obligar a aquel anciano a hacer nada, era demasiado terco.
-Minhyuk, muchacho, mira esa puesta de sol. -el abuelo le señaló los majestuosos colores que cubrían la ciudad.-Es casi tan bonita como las que tenemos en Busan. Casi.
-¿Por qué no vuelves allí? -le preguntó el niño, consciente de la nostalgia impresa en la voz del anciano.- Papá dice que tienes suficiente dinero para vivir donde quieras.
Observó el rostro surcado de arrugas de su abuelo. La brillante mirada profunda era muy parecida a la de su nieto y más brillante que la de su hijo, sin las motas verdes que tenía la de éste.
El anciano sonrió; una extraña, triste y pequeña sonrisa.
-Porque mi Young Mi está aquí. -Señaló el pequeño cementerio, el lugar donde estaba enterrada la abuela de Min hyuk.
-¿La abuela no quiere que te vayas? –el pequeño frunció el ceño. Su abuela estaba muerta, ¿cómo le iba a importar?
-Oh, mi Young Mi me sonreiría igual allá donde fuera. -El anciano esbozó de nuevo aquella pequeña sonrisa.- Pero si me separara de ella, sentiría esa distancia en mi alma, ¿entiendes?
El niño negó con la cabeza.
El abuelo suspiró.
-Tienes ojos hermosos, muchacho. Un día de estos, esos ojos verán por ti, y sentirás como si el corazón se te fuera a salir del pecho. Es la mirada, Minhyuk. Cuando ames, cuando ames de verdad, ten cuidado, muchacho, porque esos ojos que tienes no son sólo el espejo de tu alma, sino del alma de la persona a la que ames. -El abuelo miró la tumba de Young Mi-. Y cuando se pierde el corazón de esa manera, es imposible abandonar los lugares donde están tus mejores recuerdos. Si tuviera que irme, no podrían enterrarme junto a tu abuela.
El anciano dirigió la mirada al niño, y éste sintió una opresión en el pecho al pensar que algún día tendría que enterrar a su abuelo en aquella tierra dura y desolada.
-La profunda mirada… -murmuró el anciano unos instantes más tarde-. Mi padre me advirtió igual que ahora te estoy advirtiendo yo a ti, muchacho. No pierdas a la persona que ames, pues perderás una parte de tu alma si lo haces. Es el legado de esos ojos.
Minhyuk frunció el ceño. Lo que decía el abuelo no tenía mucho sentido y decidió que le preguntaría a su tío Yunho sobre ello cuando volviera. Yunho todavía recordaba a su abuela. Tenía cinco años cuando ella murió, un poco antes de que naciera Minhyuk.
-Entonces, ¿mis ojos son malos? -preguntó el pequeño finalmente.-No, no son malos -suspiró su abuelo.- No son malos en absoluto, muchacho. Te darás cuenta un día de estos. Uno de estos días, ya verás. Esos ojos verán lo que nadie más ha visto. -Clavó la mirada en su nieto-. Quien tenga tu alma, tendrá tu corazón. -Dio una palmada en el pecho de Minhyuk--. Y podrá incluso ver a través de ti.
-Entonces ¿papá no tiene esos ojos? -Los ojos de Yun Gyeom estaban matizados con motas verdes. Nunca le había visto con el gesto relajado y gruñía sin parar.
La preocupación se reflejó en la cara de su abuelo.
-Tu padre es un buen hombre -afirmó repitiendo lo que siempre decía.
-¿De veras, abuelo? –Minhyuk pensó en el niño un poco mayor que él que había en casa. El niño que su abuelo decía que era su hermano. El niño del que Yun Gyeom renegaba-. El pequeño se llamaba Jonghyun debería tener también un padre.
El abuelo puso la mano sobre la cabeza del niño y le dijo suavemente:
-Nada es cómo pensamos, muchacho. No todo es blanco o negro, sino que existen infinidad de matices grises. Tienes que averiguar el porqué de las cosas, no sólo fiarte de lo que ves.
-Porque él no nos quiere -susurró Minhyuk, aceptándolo como sólo los niños podían aceptar esas cosas.
El abuelo asintió con la cabeza.
-Los tonos grises, muchacho. Recuérdalo. Siempre hay algo que no sabes y que no puedes ver. A veces el amor no es como pensamos que debería ser. Sólo recuerda eso y todo irá bien.
Minhyuk creció buscando los matices grises. Luego maduró y se convirtió en un SEAL, y los matices grises se perdieron en su mente, aunque sabía que seguían estando allí. Siempre en un lugar diferente, siempre moviéndose. Hasta el día que vio el infierno. Y las cenizas del infierno. Y aprendió que había matices que jamás hubiera podido imaginar que existieran.
********************************
Doce años después
Minhyuk se sentó en el escritorio de la oficina del taller mecánico que poseía y contempló al joven que hablaba con uno de sus empleados.
Parecía enfadado y exasperado. Tenía el cabello rubio como el oro, se formaba como una hermosa cascada dorada que brillaba bajo la luz del sol. Era delgado pero no demasiado. Tenía un trasero definido que podía observarse debajo de aquellos pantalones negros, y una polera blanca que se adhería a su torso al compás del viento. Unas zapatillas grises completaban el atuendo.
Finalmente, el joven levantó las manos, alzó la vista y sus miradas se cruzaron. Las fosas nasales del rubio se ensancharon con determinación y se apresuró a dejar atrás al mecánico con el que había estado discutiendo, caminando hacia la puerta de su oficina.
El pelinegro observó cómo aquella asombrosa visión atravesaba la estancia y plantaba las manos en su escritorio mientras lo fulminaba con la mirada.
-Mire, todo lo que necesito es una llave inglesa -dijo enérgicamente-. Présteme una. Véndamela si quiere. No importa. Si no arreglo ese coche, acabaré teniendo que hacer autostop. ¿Tengo pinta de querer hacer autostop? -Extendió los brazos al tiempo que se incorporaba, le dirigió una angustiada mirada con sus hermosos ojos chocolates y apretó los labios rosados al darse cuenta de que el mecánico se acercaba por su espalda.
-No, no la tienes. -Minhyuk negó con la cabeza, deslizando la mirada por su figura antes de volver su atención al mecánico-. ¿Hay alguna razón por la que no podamos revisarle el coche? -le preguntó al otro hombre.
El interrogado entrecerró los ojos.
-El taller está completo, jefe, ya se lo he dicho.
-Sólo una llave inglesa -gruñó él entre dientes-. Sólo préstenme una maldita llave inglesa.
Parecía frustrado. Tenía la frente cubierta de sudor y las mejillas relucientes. Pero la expresión de su rostro se relajó cuando logró controlar sus emociones.
-Escuche. -El rubio había suavizado la voz, y él quedó cautivado. Allí, ante la voz de aquel dulce y hermoso chiquillo, MinHyuyk perdió el corazón-. Sólo necesito un poco de ayuda. Se lo juro. Si me deja estancado llegaré tarde a una entrevista de trabajo. Le prometo que no le robaré demasiado tiempo.
El joven sonrió, y él sintió que el mundo se movía bajo sus pies. Aquellos labios se curvaron dulcemente, con una mezcla de nerviosismo, frustración y preocupación, y se mantuvieron así. Pero le había sonreído y ese simple gesto había conseguido que Min Hyuk volviera a sentirse como un adolescente.
Se levantó del escritorio y señaló la puerta con la mano.
-Muéstreme el coche. Le ayudaremos a ponerse en camino.
-Pero jefe, estamos hasta arriba -protestó el mecánico.
El alto lo ignoró y observó cómo el joven se giraba y lo precedía hasta la puerta. Su mirada se fijó en el pequeño trasero mientras él caminaba y fue la más hermosa de las visiones. Le hormiguearon las manos por las ganas de tocarlo. Ardía en deseos de acunar aquellas curvas y sentirlas bajo los dedos.
-Me llamo Taemin. -El joven le brindó una sonrisa por encima del hombro-. De veras, no sabe cuánto le agradezco lo que está haciendo.
El tono suave de su voz conseguiría que él se corriera en los vaqueros. No podría contenerse si él seguía hablándole de esa manera.
Tenía que aprovechar la oportunidad.
-Le costará algo -le dijo arrastrando las palabras mientras abría el capó del pequeño sedán deportivo.
-Siempre es así -suspiró el rubio-. ¿De cuánto estamos hablando?
Parecía preocupado. Definitivamente, era una persona con una meta y estaba dispuesto a conseguirla.
-Una cena. –MinHyuk sonrió ampliamente al percibir la sorpresa en los ojos del rubio.
-¿Una cena? -La cautela se reflejó en la voz de Taemin.
-Sólo una cena -le prometió él. Por ahora-. Esta noche.
El rubio le miró fijamente durante un largo momento; aquellos ojos chocolates parecieron clavarse en los de él, escrutando y calentando zonas en su interior que el pelinegro no sabía que existieran. Y mucho menos que estuvieran frías.
Al fin, curvó los labios, brindándole una encantadora sonrisa.
-¿El chico malo de la ciudad me está invitando a cenar? -se mofó traviesamente-Creo que me voy a desmayar.
-Me estás confundiendo con él -Señaló al mecánico que se encontraba observando la situación. - Yo sólo soy un simple mecánico y un SEAL. -Las mujeres se morían por los SEAL’s y los hombres anhelaban ser uno. Y él haría cualquier cosa por impresionarlo.
-MinHyuk, el SEAL de mirada profunda y sonrisa cautivadora -replicó - Sé quién eres.
-Pero yo no sé quién eres tú -dijo sombríamente- Y me encantaría descubrirlo.
Aquella mirada de nuevo. Intensa, penetrante.
-En la cena -acordó él al fin-, nos veremos entonces.
¡Bien!
-Reservaré mesa en Mediterráneo -Nombró el restaurante más caro, lo que tampoco decía nada-. A las siete.
-De acuerdo, estaré allí a las siete. Pero no podré hacerlo si no me arreglas el coche.
Taemin sonrió con ironía para sus adentros. Tenía el presentimiento de que si le contaba que sabía qué era exactamente lo que le ocurría a su coche, jamás le creería. Lo dejó perder el tiempo, encontrar el manguito suelto y apretarlo. No le había mentido cuando le había dicho que lo único que necesitaba era una llave inglesa. Su padre le había enseñado cómo arreglárselas con cualquier vehículo hacía mucho tiempo. Por desgracia, en aquel momento no tenía una llave inglesa a mano.
Así que dejó que le arreglara el coche, fingiendo que era un pobre chiquillo indefenso, porque le encantaba la manera en que lo miraba, cómo se oscurecían aquellos ojos que brillaban intensamente en su rostro bronceado.
-A las siete -le recordó él mientras cerraba el capó y lo miraba con intensidad-. Te estaré esperando.
-Allí estaré -le prometió. No había manera de que él no acudiera a la cita. Lo había visto con frecuencia en el pueblo, incluso había tenido fantasías con él un par de veces.
El ardiente SEAL. El niño malo. Todas las chicas e incluso chicos de la facultad iban tras él. Pero, tal y como decidió Taemin en ese momento, Min Hyuk iba a ser suyo.
*************************
Dos años después
-Oh, Dios, Tae, ¿qué has hecho?
El menor dio un respingo y se giró hacia el alto, que se dirigía furioso al lugar donde su coche había impactado con la parte trasera del todoterreno. Fascinado, observó sus feroces ojos oscuros, el cuerpo duro y bronceado, el pecho húmedo de sudor, trozos de la hierba que había estado cortando pegadas a los vaqueros... convivían desde hace casi un año.
-Es sólo una pequeña abolladura, Min Hyuk. Te lo prometo. -Tenía el corazón en la garganta. No por miedo. El jamás le haría daño. Pero su furia era temible.
-Una pequeña abolladura? -Lo agarró por los hombros, lo apartó a un lado y bajó la mirada hacia el guardabarros abollado que se había hundido en el parachoques de su todoterreno.
Había sido un accidente. Y, en realidad, había ocurrido por culpa del alto. Si no hubiera estado cortando el césped sin llevar nada más que las botas y aquellos vaqueros que le ceñían el trasero, jamás habría ocurrido.
-Has chocado contra mi coche. -El orgullo y la indignación rezumaban en su voz-. Es mi todoterreno, Tae.
Sí. Lo era. Estaba muy orgulloso del potente cuatro por cuatro negro. Lo mimaba más que cualquier mujer a su hijo. Taemin se hubiera sentido celoso si no fuera porque no había manera de que él pudiera meter el vehículo en casa.
-Lo siento mucho…. -Su voz se volvió ronca al alzar la mirada hacia él, mordiéndose los labios con nerviosismo mientras se preguntaba cuánto tardaría en enfurecerse.
En cuanto lo hiciera, se transformaría en un hombre sombrío y parco en palabras. Lo fulminaría con la mirada.
Se dedicaría a ver los partidos de basquetbol. Se acostaría tarde. Muy tarde. Mucho después de que él se hubiera ido a dormir. No hablaría con él hasta la mañana siguiente. Lo cual era, sencillamente, injusto.
-MinHuyk, por favor, no te enfades conmigo.- dijo el menor haciendo un puchero.
-¿Cómo es posible que hayas chocado contra MI todoterreno? ¿Cómo? Si estaba aparcado aquí mismo. A plena vista, Lee Taemin. -Se estaba enfadando. Sólo decía su nombre completo cuando estaba o muy enfadado o muy excitado. Y no estaba excitado. Aquello no era una buena señal. Tae podía vivir con eso durante unos días, pero no le apetecía.
El rubio dio un fuerte pisotón en el suelo y lo miró furioso.
-Si no fuera por tu culpa, jamás habría chocado.
-¿Por mi culpa? – el mayor retrocedió un paso, negando violentamente con la cabeza-. ¿Cómo puede ser esto culpa mía?
-Porque estabas cortando la hierba sin camisa, vestido sólo con esos provocativos vaqueros y las botas, y en cuanto vi ese trasero me puse caliente. Has sido tú quien me ha distraído, así que la culpa es tuya. Si te hubieras vestido de manera decente esto no habría ocurrido, Min Hyuk...
El alto lo besó. No fue un beso tierno o gentil, sino áspero, rudo y lleno de lujuria. Lo estrechó con fuerza contra su cuerpo y presionó su miembro contra el contrario, haciéndolo jadear de placer.
-Te mereces unos buenos azotes. -Lo tomó en brazos y atravesó con él el patio, dejando abierta la puerta del coche del rubio y alejándose del todoterreno abollado-. Debería zurrarte, Taemin. Ver cómo ese precioso trasero que tienes se pone completamente rojo.
Entró y cerró la puerta de un golpe antes de dirigirse hacia las escaleras.
-Oh, zúrrame, MinHyuk -le susurró provocativamente al oído-. Haz que suplique.
Él se estremeció contra el menor, lo arrojó sobre la cama y se dispuso a hacer lo que le pedía.
*****************************
Una semana después
-Volveré a casa en una semana. –MinHyuk estaba vestido con vaqueros y camiseta. No parecía un SEAL, sino alguien que estaba a punto de salir de viaje por diversión. Nada relevante.
Taemin sabía cómo engañarse a sí mismo.
-El todoterreno estará aparcado mañana delante de la tienda -le dijo Taemin asintiendo con la cabeza mientras le observaba sacar el petate del armario y girarse hacia él-. Lo meteré en el garaje y lo cuidaré por ti. --Taemin le sonrió provocativamente.- Me debes una, no sabes lo que tuve que hacer para lograr que lo arreglaran tan rápido. Tienes unos mecánicos muy exigentes.
Min Hyuk poseía un taller y una estación de autoservicio. Un pequeño y próspero negocio que Tae sabía que le encantaba.
Min Hyuk soltó un gruñido, recorriendo con la vista las piernas desnudas del rubio cuando éste se sentó en la cama con unos pantalones cortos.
-Hongo -gruñó él-. Tengo que irme y lo sabes. – En una ocasión Taemin le había mostrado unas fotografías que para él no eran aptas para el público, sin embargo por la insistencia del alto accedió a mostrárselas, no pasó mucho tiempo luego de que se arrepintiera, ya que MinHyuk no había parado de reírse desde que vio una foto en la que según el rubio lucia el peor corte que pudo tener en la vida, cabello negro, lacio y si! Parecía un hongo; para el pelinegro no era así, todo lo contrario le parecía de lo más tierno, pero no por ello dejaría de molestarlo, amaba las caras del menor cuando se enfadaba.
El rubio se quitó la polera y se desabrochó los pantalones cortos, dejándolos caer por las piernas. Sin dejar de observar a la persona que tenía enfrente, deslizó los dedos por sobre su entrepierna y luego se llevó la mano a la boca.
Min Hyuk gimió y Tae adoró aquel sonido. Había separado los labios y tenía una mirada salvaje, como si lo estuviera saboreando.
-Vamos, un rapidito -susurró el menor, desesperado por tenerlo una última vez antes de que lo dejara. Se incorporó en la cama cuando él se acercó y le quitó el cinturón con dedos ágiles-. Te desafío. Hazme tuyo como más desees...
El alto le dio la vuelta, lo empujó sobre el borde de la cama y, al cabo de dos segundos, lo estaba penetrando. Duro y palpitante, acariciándolo, llenándolo, enterrándose en él con rápidos y duros envistes hasta que Tae se sintió atravesado por una violenta y candente sensación de placer.
-Min..hyu… Min Hyuk, te amo -gritó mientras él lo embestía, inmovilizándolo y moviendo las caderas con fuerza contra las de él, sujetándolo fieramente con las manos, quemándole la piel con los dedos.
Luego, él susurró las mismas palabras en el acento que su abuelo le había enseñado.
-Para siempre -susurró Tae, girando la cabeza hacia él y aceptando su beso-. Para siempre, Min Hyuk.
*********************
Una semana después
Tae abrió la puerta y se quedó paralizado. El tío de MinHyuk, Yunho, estaba en el umbral, llevaba un uniforme blanco, con la gorra en la mano y las medallas colgadas en la pechera. Taemin sintió desfallecer.
-Min Hyuk llegará en cualquier momento -murmuró el rubio con los labios entumecidos, percatándose de la aflicción y el dolor que reflejaba la expresión de Yunho.- Has llegado entes de lo esperado, Yunho. Él aún no está aquí.
Estaba llorando. Podía sentir cómo lágrimas ardientes le abrasaban la piel mientras se apretaba las manos contra el estómago y se le aflojaban las rodillas.
-Tae. –Yunho tenía la voz ronca y los ojos brillantes por las lágrimas contenidas-. Lo siento.
¿Que lo sentía? ¿Le estaba arrancando las entrañas y decía que lo sentía?
Él negó con la cabeza.
-Por favor, no lo digas, Yunho. Por favor no lo digas. -Tae. -El tragó saliva-. Sabes que tengo que hacerlo.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que destruirlo?
-Tengo que comunicarte con gran pesar que...
-¡No, no! -gritó mientras Yunho lo envolvía entre sus brazos y lo ayudaba a entrar en casa. El joven siguió gritando. Gritos que le desgarraron el pecho como una cuchillada brutal y despiadada. El dolor lo arrastró hasta un profundo pozo de desesperación, un abismo del que no creía que pudiera salir jamás.
-¡Min Hyuk! -lloró, gritando su nombre. Él le había jurado que siempre sabría el momento exacto en el que lo necesitaría, incluso en la muerte. Porque él tenía ese don. Era por los ojos, le había asegurado, y él se había reído. Sin embargo, ahora deseaba con todas sus fuerzas que fuera cierto porque necesitaba a Min Hyuk, aquellos feroces ojos - ¡Oh Dios mío, MinHuyk!
***********************
Seis meses después
Tae despertó entre sollozos con la respiración entrecortada y rebuscó en la cama estirando los brazos, arañando las sábanas, la almohada, desesperado por alcanzarlo.
MinHyuk estaba sangrando. Podía ver la sangre en sus manos como si estuviera mirando por los ojos de él. Podía sentir su agonía, sus entrañas retorciéndose, su alma clamando con una angustia que la desgarraba.
Tenía que ser un sueño. Los sollozos le quemaban la garganta mientras se aferraba a las mantas y lanzaba un grito gutural de cruda agonía al sentir que se le partía el corazón.
-¡Min Hyuk!
Gritó su nombre con voz ronca y áspera por las lágrimas, por los horribles meses pasados.
En el entierro... ni siquiera lo habían dejado verlo.
Deshaciéndose en lágrimas, hundió la cara en la almohada y se enfrentó una vez más a la cruda realidad de que MinHyuk se había ido para siempre.
Habían cerrado el ataúd sin que él lo viera. No había podido tocarlo, ni besar su amado rostro, ni decirle adiós. No había nada a lo que aferrarse, nada que aliviara aquella agonía sin fin.
Sólo había vacío. Vacío en su cama, en su vida. Un doloroso y horrible hueco en su alma. Un vacío que lo consumía, que le quemaba la mente y que le recordaba cada segundo, cada día, que MinHyuk se había ido.
Min Hyuk se había marchado.
Para siempre.
Salvo en sus pesadillas. Donde él gritaba su nombre. Donde lo tocaba y se desvanecía antes de que rubio pudiera darle alcance. Donde lo miraba con los ojos llenos de pesar. O cuando él sentía el dolor y las lágrimas del pelinegro. Interminables, agonizantes.
Luego, con la misma rapidez con que comenzaban, en cuanto él se daba cuenta de que lo que sentía era el propio dolor de la persona que amaba, los sueños cambiaban.
-Te amaré siempre, hongo. -Estaba inclinado sobre él, desnudo, con el pecho brillando, la piel dorada bloqueando el sol radiante, los intensos ojos observándolo fijamente-. Siente cómo mi alma toca la tuya, Taemin. Siente cómo te amo, pequeño...
Un grito desgarrador le quemó la garganta cuando intentó aferrarse al aire, a los insustanciales recuerdos que se desvanecían, que se esfumaban igual que Min Hyuk se había ido.
-Oh, Dios mío. Oh, Dios mío... -susurró Tae apretando la almohada contra el pecho y empezando a mecerse.
Echó la cabeza hacia atrás y soltó un grito desolador desde lo más profundo de su alma partida en dos.
-Maldito seas, Min Hyuk...
Título: Bajo la piel del deseo
Adaptación: Janess
Género: Lemon
Parejas: Principal 2min, menciones del jongkey y Joonew... y otras? xD
Notas: Aclaro! este fic no es mio! yo lo estoy adaptando y si! otra historia para el 2min! *-* kekeke... al principio no estaba muy segura si hacer la adapta... pero my BFF me dió animos! thank you *.* ... espero les guste! xD
Prólogo
Frente a la cabaña se encontraba el pequeño, se sentó al lado de su abuelo HaeJoong, el niño apenas tenía 8 años, pero era consciente del por qué el anciano no vivía con su familia. Porque el padre del pequeño MinHyuk , El señor Yun Gyeom , se avergonzaba de él.
-No es más que un jodido anciano -gritaba enfurecido Yun Gyeom horas después de visitar a su padre- Cree que ese acento es algo de lo que se debe estar orgulloso? Si, el padre de Min Hyuk odiaba su origen, no le gustaba que la gente supiera que era de Busan, si él pudiera enviar al abuelo lejos, lo haría. Pero no podía obligar a aquel anciano a hacer nada, era demasiado terco.
-Minhyuk, muchacho, mira esa puesta de sol. -el abuelo le señaló los majestuosos colores que cubrían la ciudad.-Es casi tan bonita como las que tenemos en Busan. Casi.
-¿Por qué no vuelves allí? -le preguntó el niño, consciente de la nostalgia impresa en la voz del anciano.- Papá dice que tienes suficiente dinero para vivir donde quieras.
Observó el rostro surcado de arrugas de su abuelo. La brillante mirada profunda era muy parecida a la de su nieto y más brillante que la de su hijo, sin las motas verdes que tenía la de éste.
El anciano sonrió; una extraña, triste y pequeña sonrisa.
-Porque mi Young Mi está aquí. -Señaló el pequeño cementerio, el lugar donde estaba enterrada la abuela de Min hyuk.
-¿La abuela no quiere que te vayas? –el pequeño frunció el ceño. Su abuela estaba muerta, ¿cómo le iba a importar?
-Oh, mi Young Mi me sonreiría igual allá donde fuera. -El anciano esbozó de nuevo aquella pequeña sonrisa.- Pero si me separara de ella, sentiría esa distancia en mi alma, ¿entiendes?
El niño negó con la cabeza.
El abuelo suspiró.
-Tienes ojos hermosos, muchacho. Un día de estos, esos ojos verán por ti, y sentirás como si el corazón se te fuera a salir del pecho. Es la mirada, Minhyuk. Cuando ames, cuando ames de verdad, ten cuidado, muchacho, porque esos ojos que tienes no son sólo el espejo de tu alma, sino del alma de la persona a la que ames. -El abuelo miró la tumba de Young Mi-. Y cuando se pierde el corazón de esa manera, es imposible abandonar los lugares donde están tus mejores recuerdos. Si tuviera que irme, no podrían enterrarme junto a tu abuela.
El anciano dirigió la mirada al niño, y éste sintió una opresión en el pecho al pensar que algún día tendría que enterrar a su abuelo en aquella tierra dura y desolada.
-La profunda mirada… -murmuró el anciano unos instantes más tarde-. Mi padre me advirtió igual que ahora te estoy advirtiendo yo a ti, muchacho. No pierdas a la persona que ames, pues perderás una parte de tu alma si lo haces. Es el legado de esos ojos.
Minhyuk frunció el ceño. Lo que decía el abuelo no tenía mucho sentido y decidió que le preguntaría a su tío Yunho sobre ello cuando volviera. Yunho todavía recordaba a su abuela. Tenía cinco años cuando ella murió, un poco antes de que naciera Minhyuk.
-Entonces, ¿mis ojos son malos? -preguntó el pequeño finalmente.-No, no son malos -suspiró su abuelo.- No son malos en absoluto, muchacho. Te darás cuenta un día de estos. Uno de estos días, ya verás. Esos ojos verán lo que nadie más ha visto. -Clavó la mirada en su nieto-. Quien tenga tu alma, tendrá tu corazón. -Dio una palmada en el pecho de Minhyuk--. Y podrá incluso ver a través de ti.
-Entonces ¿papá no tiene esos ojos? -Los ojos de Yun Gyeom estaban matizados con motas verdes. Nunca le había visto con el gesto relajado y gruñía sin parar.
La preocupación se reflejó en la cara de su abuelo.
-Tu padre es un buen hombre -afirmó repitiendo lo que siempre decía.
-¿De veras, abuelo? –Minhyuk pensó en el niño un poco mayor que él que había en casa. El niño que su abuelo decía que era su hermano. El niño del que Yun Gyeom renegaba-. El pequeño se llamaba Jonghyun debería tener también un padre.
El abuelo puso la mano sobre la cabeza del niño y le dijo suavemente:
-Nada es cómo pensamos, muchacho. No todo es blanco o negro, sino que existen infinidad de matices grises. Tienes que averiguar el porqué de las cosas, no sólo fiarte de lo que ves.
-Porque él no nos quiere -susurró Minhyuk, aceptándolo como sólo los niños podían aceptar esas cosas.
El abuelo asintió con la cabeza.
-Los tonos grises, muchacho. Recuérdalo. Siempre hay algo que no sabes y que no puedes ver. A veces el amor no es como pensamos que debería ser. Sólo recuerda eso y todo irá bien.
Minhyuk creció buscando los matices grises. Luego maduró y se convirtió en un SEAL, y los matices grises se perdieron en su mente, aunque sabía que seguían estando allí. Siempre en un lugar diferente, siempre moviéndose. Hasta el día que vio el infierno. Y las cenizas del infierno. Y aprendió que había matices que jamás hubiera podido imaginar que existieran.
********************************
Doce años después
Minhyuk se sentó en el escritorio de la oficina del taller mecánico que poseía y contempló al joven que hablaba con uno de sus empleados.
Parecía enfadado y exasperado. Tenía el cabello rubio como el oro, se formaba como una hermosa cascada dorada que brillaba bajo la luz del sol. Era delgado pero no demasiado. Tenía un trasero definido que podía observarse debajo de aquellos pantalones negros, y una polera blanca que se adhería a su torso al compás del viento. Unas zapatillas grises completaban el atuendo.
Finalmente, el joven levantó las manos, alzó la vista y sus miradas se cruzaron. Las fosas nasales del rubio se ensancharon con determinación y se apresuró a dejar atrás al mecánico con el que había estado discutiendo, caminando hacia la puerta de su oficina.
El pelinegro observó cómo aquella asombrosa visión atravesaba la estancia y plantaba las manos en su escritorio mientras lo fulminaba con la mirada.
-Mire, todo lo que necesito es una llave inglesa -dijo enérgicamente-. Présteme una. Véndamela si quiere. No importa. Si no arreglo ese coche, acabaré teniendo que hacer autostop. ¿Tengo pinta de querer hacer autostop? -Extendió los brazos al tiempo que se incorporaba, le dirigió una angustiada mirada con sus hermosos ojos chocolates y apretó los labios rosados al darse cuenta de que el mecánico se acercaba por su espalda.
-No, no la tienes. -Minhyuk negó con la cabeza, deslizando la mirada por su figura antes de volver su atención al mecánico-. ¿Hay alguna razón por la que no podamos revisarle el coche? -le preguntó al otro hombre.
El interrogado entrecerró los ojos.
-El taller está completo, jefe, ya se lo he dicho.
-Sólo una llave inglesa -gruñó él entre dientes-. Sólo préstenme una maldita llave inglesa.
Parecía frustrado. Tenía la frente cubierta de sudor y las mejillas relucientes. Pero la expresión de su rostro se relajó cuando logró controlar sus emociones.
-Escuche. -El rubio había suavizado la voz, y él quedó cautivado. Allí, ante la voz de aquel dulce y hermoso chiquillo, MinHyuyk perdió el corazón-. Sólo necesito un poco de ayuda. Se lo juro. Si me deja estancado llegaré tarde a una entrevista de trabajo. Le prometo que no le robaré demasiado tiempo.
El joven sonrió, y él sintió que el mundo se movía bajo sus pies. Aquellos labios se curvaron dulcemente, con una mezcla de nerviosismo, frustración y preocupación, y se mantuvieron así. Pero le había sonreído y ese simple gesto había conseguido que Min Hyuk volviera a sentirse como un adolescente.
Se levantó del escritorio y señaló la puerta con la mano.
-Muéstreme el coche. Le ayudaremos a ponerse en camino.
-Pero jefe, estamos hasta arriba -protestó el mecánico.
El alto lo ignoró y observó cómo el joven se giraba y lo precedía hasta la puerta. Su mirada se fijó en el pequeño trasero mientras él caminaba y fue la más hermosa de las visiones. Le hormiguearon las manos por las ganas de tocarlo. Ardía en deseos de acunar aquellas curvas y sentirlas bajo los dedos.
-Me llamo Taemin. -El joven le brindó una sonrisa por encima del hombro-. De veras, no sabe cuánto le agradezco lo que está haciendo.
El tono suave de su voz conseguiría que él se corriera en los vaqueros. No podría contenerse si él seguía hablándole de esa manera.
Tenía que aprovechar la oportunidad.
-Le costará algo -le dijo arrastrando las palabras mientras abría el capó del pequeño sedán deportivo.
-Siempre es así -suspiró el rubio-. ¿De cuánto estamos hablando?
Parecía preocupado. Definitivamente, era una persona con una meta y estaba dispuesto a conseguirla.
-Una cena. –MinHyuk sonrió ampliamente al percibir la sorpresa en los ojos del rubio.
-¿Una cena? -La cautela se reflejó en la voz de Taemin.
-Sólo una cena -le prometió él. Por ahora-. Esta noche.
El rubio le miró fijamente durante un largo momento; aquellos ojos chocolates parecieron clavarse en los de él, escrutando y calentando zonas en su interior que el pelinegro no sabía que existieran. Y mucho menos que estuvieran frías.
Al fin, curvó los labios, brindándole una encantadora sonrisa.
-¿El chico malo de la ciudad me está invitando a cenar? -se mofó traviesamente-Creo que me voy a desmayar.
-Me estás confundiendo con él -Señaló al mecánico que se encontraba observando la situación. - Yo sólo soy un simple mecánico y un SEAL. -Las mujeres se morían por los SEAL’s y los hombres anhelaban ser uno. Y él haría cualquier cosa por impresionarlo.
-MinHyuk, el SEAL de mirada profunda y sonrisa cautivadora -replicó - Sé quién eres.
-Pero yo no sé quién eres tú -dijo sombríamente- Y me encantaría descubrirlo.
Aquella mirada de nuevo. Intensa, penetrante.
-En la cena -acordó él al fin-, nos veremos entonces.
¡Bien!
-Reservaré mesa en Mediterráneo -Nombró el restaurante más caro, lo que tampoco decía nada-. A las siete.
-De acuerdo, estaré allí a las siete. Pero no podré hacerlo si no me arreglas el coche.
Taemin sonrió con ironía para sus adentros. Tenía el presentimiento de que si le contaba que sabía qué era exactamente lo que le ocurría a su coche, jamás le creería. Lo dejó perder el tiempo, encontrar el manguito suelto y apretarlo. No le había mentido cuando le había dicho que lo único que necesitaba era una llave inglesa. Su padre le había enseñado cómo arreglárselas con cualquier vehículo hacía mucho tiempo. Por desgracia, en aquel momento no tenía una llave inglesa a mano.
Así que dejó que le arreglara el coche, fingiendo que era un pobre chiquillo indefenso, porque le encantaba la manera en que lo miraba, cómo se oscurecían aquellos ojos que brillaban intensamente en su rostro bronceado.
-A las siete -le recordó él mientras cerraba el capó y lo miraba con intensidad-. Te estaré esperando.
-Allí estaré -le prometió. No había manera de que él no acudiera a la cita. Lo había visto con frecuencia en el pueblo, incluso había tenido fantasías con él un par de veces.
El ardiente SEAL. El niño malo. Todas las chicas e incluso chicos de la facultad iban tras él. Pero, tal y como decidió Taemin en ese momento, Min Hyuk iba a ser suyo.
*************************
Dos años después
-Oh, Dios, Tae, ¿qué has hecho?
El menor dio un respingo y se giró hacia el alto, que se dirigía furioso al lugar donde su coche había impactado con la parte trasera del todoterreno. Fascinado, observó sus feroces ojos oscuros, el cuerpo duro y bronceado, el pecho húmedo de sudor, trozos de la hierba que había estado cortando pegadas a los vaqueros... convivían desde hace casi un año.
-Es sólo una pequeña abolladura, Min Hyuk. Te lo prometo. -Tenía el corazón en la garganta. No por miedo. El jamás le haría daño. Pero su furia era temible.
-Una pequeña abolladura? -Lo agarró por los hombros, lo apartó a un lado y bajó la mirada hacia el guardabarros abollado que se había hundido en el parachoques de su todoterreno.
Había sido un accidente. Y, en realidad, había ocurrido por culpa del alto. Si no hubiera estado cortando el césped sin llevar nada más que las botas y aquellos vaqueros que le ceñían el trasero, jamás habría ocurrido.
-Has chocado contra mi coche. -El orgullo y la indignación rezumaban en su voz-. Es mi todoterreno, Tae.
Sí. Lo era. Estaba muy orgulloso del potente cuatro por cuatro negro. Lo mimaba más que cualquier mujer a su hijo. Taemin se hubiera sentido celoso si no fuera porque no había manera de que él pudiera meter el vehículo en casa.
-Lo siento mucho…. -Su voz se volvió ronca al alzar la mirada hacia él, mordiéndose los labios con nerviosismo mientras se preguntaba cuánto tardaría en enfurecerse.
En cuanto lo hiciera, se transformaría en un hombre sombrío y parco en palabras. Lo fulminaría con la mirada.
Se dedicaría a ver los partidos de basquetbol. Se acostaría tarde. Muy tarde. Mucho después de que él se hubiera ido a dormir. No hablaría con él hasta la mañana siguiente. Lo cual era, sencillamente, injusto.
-MinHuyk, por favor, no te enfades conmigo.- dijo el menor haciendo un puchero.
-¿Cómo es posible que hayas chocado contra MI todoterreno? ¿Cómo? Si estaba aparcado aquí mismo. A plena vista, Lee Taemin. -Se estaba enfadando. Sólo decía su nombre completo cuando estaba o muy enfadado o muy excitado. Y no estaba excitado. Aquello no era una buena señal. Tae podía vivir con eso durante unos días, pero no le apetecía.
El rubio dio un fuerte pisotón en el suelo y lo miró furioso.
-Si no fuera por tu culpa, jamás habría chocado.
-¿Por mi culpa? – el mayor retrocedió un paso, negando violentamente con la cabeza-. ¿Cómo puede ser esto culpa mía?
-Porque estabas cortando la hierba sin camisa, vestido sólo con esos provocativos vaqueros y las botas, y en cuanto vi ese trasero me puse caliente. Has sido tú quien me ha distraído, así que la culpa es tuya. Si te hubieras vestido de manera decente esto no habría ocurrido, Min Hyuk...
El alto lo besó. No fue un beso tierno o gentil, sino áspero, rudo y lleno de lujuria. Lo estrechó con fuerza contra su cuerpo y presionó su miembro contra el contrario, haciéndolo jadear de placer.
-Te mereces unos buenos azotes. -Lo tomó en brazos y atravesó con él el patio, dejando abierta la puerta del coche del rubio y alejándose del todoterreno abollado-. Debería zurrarte, Taemin. Ver cómo ese precioso trasero que tienes se pone completamente rojo.
Entró y cerró la puerta de un golpe antes de dirigirse hacia las escaleras.
-Oh, zúrrame, MinHyuk -le susurró provocativamente al oído-. Haz que suplique.
Él se estremeció contra el menor, lo arrojó sobre la cama y se dispuso a hacer lo que le pedía.
*****************************
Una semana después
-Volveré a casa en una semana. –MinHyuk estaba vestido con vaqueros y camiseta. No parecía un SEAL, sino alguien que estaba a punto de salir de viaje por diversión. Nada relevante.
Taemin sabía cómo engañarse a sí mismo.
-El todoterreno estará aparcado mañana delante de la tienda -le dijo Taemin asintiendo con la cabeza mientras le observaba sacar el petate del armario y girarse hacia él-. Lo meteré en el garaje y lo cuidaré por ti. --Taemin le sonrió provocativamente.- Me debes una, no sabes lo que tuve que hacer para lograr que lo arreglaran tan rápido. Tienes unos mecánicos muy exigentes.
Min Hyuk poseía un taller y una estación de autoservicio. Un pequeño y próspero negocio que Tae sabía que le encantaba.
Min Hyuk soltó un gruñido, recorriendo con la vista las piernas desnudas del rubio cuando éste se sentó en la cama con unos pantalones cortos.
-Hongo -gruñó él-. Tengo que irme y lo sabes. – En una ocasión Taemin le había mostrado unas fotografías que para él no eran aptas para el público, sin embargo por la insistencia del alto accedió a mostrárselas, no pasó mucho tiempo luego de que se arrepintiera, ya que MinHyuk no había parado de reírse desde que vio una foto en la que según el rubio lucia el peor corte que pudo tener en la vida, cabello negro, lacio y si! Parecía un hongo; para el pelinegro no era así, todo lo contrario le parecía de lo más tierno, pero no por ello dejaría de molestarlo, amaba las caras del menor cuando se enfadaba.
El rubio se quitó la polera y se desabrochó los pantalones cortos, dejándolos caer por las piernas. Sin dejar de observar a la persona que tenía enfrente, deslizó los dedos por sobre su entrepierna y luego se llevó la mano a la boca.
Min Hyuk gimió y Tae adoró aquel sonido. Había separado los labios y tenía una mirada salvaje, como si lo estuviera saboreando.
-Vamos, un rapidito -susurró el menor, desesperado por tenerlo una última vez antes de que lo dejara. Se incorporó en la cama cuando él se acercó y le quitó el cinturón con dedos ágiles-. Te desafío. Hazme tuyo como más desees...
El alto le dio la vuelta, lo empujó sobre el borde de la cama y, al cabo de dos segundos, lo estaba penetrando. Duro y palpitante, acariciándolo, llenándolo, enterrándose en él con rápidos y duros envistes hasta que Tae se sintió atravesado por una violenta y candente sensación de placer.
-Min..hyu… Min Hyuk, te amo -gritó mientras él lo embestía, inmovilizándolo y moviendo las caderas con fuerza contra las de él, sujetándolo fieramente con las manos, quemándole la piel con los dedos.
Luego, él susurró las mismas palabras en el acento que su abuelo le había enseñado.
-Para siempre -susurró Tae, girando la cabeza hacia él y aceptando su beso-. Para siempre, Min Hyuk.
*********************
Una semana después
Tae abrió la puerta y se quedó paralizado. El tío de MinHyuk, Yunho, estaba en el umbral, llevaba un uniforme blanco, con la gorra en la mano y las medallas colgadas en la pechera. Taemin sintió desfallecer.
-Min Hyuk llegará en cualquier momento -murmuró el rubio con los labios entumecidos, percatándose de la aflicción y el dolor que reflejaba la expresión de Yunho.- Has llegado entes de lo esperado, Yunho. Él aún no está aquí.
Estaba llorando. Podía sentir cómo lágrimas ardientes le abrasaban la piel mientras se apretaba las manos contra el estómago y se le aflojaban las rodillas.
-Tae. –Yunho tenía la voz ronca y los ojos brillantes por las lágrimas contenidas-. Lo siento.
¿Que lo sentía? ¿Le estaba arrancando las entrañas y decía que lo sentía?
Él negó con la cabeza.
-Por favor, no lo digas, Yunho. Por favor no lo digas. -Tae. -El tragó saliva-. Sabes que tengo que hacerlo.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que destruirlo?
-Tengo que comunicarte con gran pesar que...
-¡No, no! -gritó mientras Yunho lo envolvía entre sus brazos y lo ayudaba a entrar en casa. El joven siguió gritando. Gritos que le desgarraron el pecho como una cuchillada brutal y despiadada. El dolor lo arrastró hasta un profundo pozo de desesperación, un abismo del que no creía que pudiera salir jamás.
-¡Min Hyuk! -lloró, gritando su nombre. Él le había jurado que siempre sabría el momento exacto en el que lo necesitaría, incluso en la muerte. Porque él tenía ese don. Era por los ojos, le había asegurado, y él se había reído. Sin embargo, ahora deseaba con todas sus fuerzas que fuera cierto porque necesitaba a Min Hyuk, aquellos feroces ojos - ¡Oh Dios mío, MinHuyk!
***********************
Seis meses después
Tae despertó entre sollozos con la respiración entrecortada y rebuscó en la cama estirando los brazos, arañando las sábanas, la almohada, desesperado por alcanzarlo.
MinHyuk estaba sangrando. Podía ver la sangre en sus manos como si estuviera mirando por los ojos de él. Podía sentir su agonía, sus entrañas retorciéndose, su alma clamando con una angustia que la desgarraba.
Tenía que ser un sueño. Los sollozos le quemaban la garganta mientras se aferraba a las mantas y lanzaba un grito gutural de cruda agonía al sentir que se le partía el corazón.
-¡Min Hyuk!
Gritó su nombre con voz ronca y áspera por las lágrimas, por los horribles meses pasados.
En el entierro... ni siquiera lo habían dejado verlo.
Deshaciéndose en lágrimas, hundió la cara en la almohada y se enfrentó una vez más a la cruda realidad de que MinHyuk se había ido para siempre.
Habían cerrado el ataúd sin que él lo viera. No había podido tocarlo, ni besar su amado rostro, ni decirle adiós. No había nada a lo que aferrarse, nada que aliviara aquella agonía sin fin.
Sólo había vacío. Vacío en su cama, en su vida. Un doloroso y horrible hueco en su alma. Un vacío que lo consumía, que le quemaba la mente y que le recordaba cada segundo, cada día, que MinHyuk se había ido.
Min Hyuk se había marchado.
Para siempre.
Salvo en sus pesadillas. Donde él gritaba su nombre. Donde lo tocaba y se desvanecía antes de que rubio pudiera darle alcance. Donde lo miraba con los ojos llenos de pesar. O cuando él sentía el dolor y las lágrimas del pelinegro. Interminables, agonizantes.
Luego, con la misma rapidez con que comenzaban, en cuanto él se daba cuenta de que lo que sentía era el propio dolor de la persona que amaba, los sueños cambiaban.
-Te amaré siempre, hongo. -Estaba inclinado sobre él, desnudo, con el pecho brillando, la piel dorada bloqueando el sol radiante, los intensos ojos observándolo fijamente-. Siente cómo mi alma toca la tuya, Taemin. Siente cómo te amo, pequeño...
Un grito desgarrador le quemó la garganta cuando intentó aferrarse al aire, a los insustanciales recuerdos que se desvanecían, que se esfumaban igual que Min Hyuk se había ido.
-Oh, Dios mío. Oh, Dios mío... -susurró Tae apretando la almohada contra el pecho y empezando a mecerse.
Echó la cabeza hacia atrás y soltó un grito desolador desde lo más profundo de su alma partida en dos.
-Maldito seas, Min Hyuk...
- Spoiler:
- Uhm... que tal? solo es el prologo xD ah! cierto un "SEAL" es un militar encargado de hacer operaciones especiales para el estado xD en este caso será Seul! xD ... si tiene alguna duda pregúntenme no hay problema! n_n uhm... espero sus comentarios! quiero saber si les gustó! xD cuidense!!! bye bye ^^
Última edición por Janess el Vie Feb 21, 2014 5:36 pm, editado 23 veces
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
WAAAAAAAAAAAAAAA!!!! ME DEJASTE PICADAAA!!!! resulto ke minhyuk es minho...bueno al revez XD esa era mi duda tambien :p
espero que continues pronto..lo estare esperando con ansias
que tengas un bonito diatardenochemadrugada :MUA:
Última edición por sabakuna-lucy el Miér Abr 18, 2012 1:24 am, editado 1 vez
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
haaaaaay!!! pero que cosa, yo tambien me la habia creido que
Minhyuk pero noooo, ahora se llama Choi Minho =D, pobre hombre
como sufrio, por alguna razon creo que el hecho de dejar a tae a de
haber sido mas doloso que todo lo que sufrio al ser tratado de es forma
horrible, pero me impresiona su fuerza de voluntad, como que me da un poco
de penita por el TT.TT, solo que aun no puedo verlo como Minho,
y como esta eso de que Tae corre peligro, noooo, pobresito minnie lo que
ha de haber sufrido, deverrdad que esto se pone cada vez mas bueno,
espero tu actu pronto siii saludines ^^
Minhyuk pero noooo, ahora se llama Choi Minho =D, pobre hombre
como sufrio, por alguna razon creo que el hecho de dejar a tae a de
haber sido mas doloso que todo lo que sufrio al ser tratado de es forma
horrible, pero me impresiona su fuerza de voluntad, como que me da un poco
de penita por el TT.TT, solo que aun no puedo verlo como Minho,
y como esta eso de que Tae corre peligro, noooo, pobresito minnie lo que
ha de haber sufrido, deverrdad que esto se pone cada vez mas bueno,
espero tu actu pronto siii saludines ^^
anny-min
minho & Taemin
935
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Omona, yo que soy muy corta y me cuesta entender las cosas aquí me he lucido x_____x
Lo de las misiones y eso lo dejo como caso perdido porque mi cerebro no da para tanto ?) pero que es esa droga =__= y qué tiene que ver con violar a no se quien =__= y sus huesos se rompieron y ahora sanaron =__= y se ha cambiado la cara =__= ay, madre x___x
Pero bueno, sí he entendido que Minho (nada de CNBlue xDDD) ha cambiado a mal y que su tío lo apoya ?) y ahora tiene una misión en la que tampoco sé que pinta Taemin ;___; (se golpea la cabeza contra la pared por idiota lol)
Espero ir pillando la historia a medida que siga, jajaja ^^'
Lo de las misiones y eso lo dejo como caso perdido porque mi cerebro no da para tanto ?) pero que es esa droga =__= y qué tiene que ver con violar a no se quien =__= y sus huesos se rompieron y ahora sanaron =__= y se ha cambiado la cara =__= ay, madre x___x
Pero bueno, sí he entendido que Minho (nada de CNBlue xDDD) ha cambiado a mal y que su tío lo apoya ?) y ahora tiene una misión en la que tampoco sé que pinta Taemin ;___; (se golpea la cabeza contra la pared por idiota lol)
Espero ir pillando la historia a medida que siga, jajaja ^^'
Última edición por Wina el Sáb Abr 21, 2012 3:08 pm, editado 1 vez
Wina
Jonghyun
695
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Waaa como entonces Minho es casi una maquina?? Que feo y mas qe Taemin sufre pero yo se por el sera un buen hombre con sentimientos no????
rox
minho
123
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Wooooooo!
Hace rato que no me detengo a leer una historia tan genial como esta *-*
Demasiado genial, no tengo mucho que decir. Simplemente genial.
Voy a tratar de pasarme seguido!
Espero continuación, está genial *o*
Hace rato que no me detengo a leer una historia tan genial como esta *-*
Demasiado genial, no tengo mucho que decir. Simplemente genial.
Voy a tratar de pasarme seguido!
Espero continuación, está genial *o*
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
kbaksjajs esto está muy bueno!! *O*
jbabskasbasjbas TAemin TT-TT pobresito TToTT
y min hyuk- minho!! TT________TT
ese maldito Ji Sung ¬¬ debe morir.... deben torturarlo
sacarle los ojos y darselo de comer a los perros!! >O<
ok me calmo .__.
oshhh spero conti! *-*
jbabskasbasjbas TAemin TT-TT pobresito TToTT
y min hyuk- minho!! TT________TT
ese maldito Ji Sung ¬¬ debe morir.... deben torturarlo
sacarle los ojos y darselo de comer a los perros!! >O<
ok me calmo .__.
oshhh spero conti! *-*
enilk
minho *o* siempre el num.1 :D pero onew le sigue muy de cerca con su hermosa sonrisa y su tierna forma de ser ♥ y jonghyun cuando canta no puedo quitar mis ojos de el LoL ohh taemin es una lindura y key dios! es tan genial! *o* los quiero a todos!! pero minho es mi marido num 1 en el mundo ♥.♥ *la patean*
691
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Realmente un excelente trabajo,
mis sinceras felicitaciones
eres una muy buena escritora. :WOW:
Mira que me tienes ansiando cada capitulo. No solo la trama es interesante y misteriosa, sino atrayente, yo al menos no puedo dejar de sorprenderme con los giros que toma la historia.
Y hay tantos secretos o palabras no dichas que impactan en la vida de los personajes de una forma poderosa.
La conexión que existe entre minho y taemin es bellisima y dolorosa a partes iguales, al fin y al cabo cada uno resiente la perdida del otro y no logran avanzar ni curarse.
Vivir cada dia creyendo escuchar a tu amado aun cuando sabes este esta "muerto" no se lo deseo a nadie.
Muero por saber que hará Minho ahora, sabiendo que cualquier instante es critico para preservar la vida de taemin. Uhhh y su padre esta en graves problemas :Neee:
mis sinceras felicitaciones
eres una muy buena escritora. :WOW:
Mira que me tienes ansiando cada capitulo. No solo la trama es interesante y misteriosa, sino atrayente, yo al menos no puedo dejar de sorprenderme con los giros que toma la historia.
Y hay tantos secretos o palabras no dichas que impactan en la vida de los personajes de una forma poderosa.
La conexión que existe entre minho y taemin es bellisima y dolorosa a partes iguales, al fin y al cabo cada uno resiente la perdida del otro y no logran avanzar ni curarse.
Vivir cada dia creyendo escuchar a tu amado aun cuando sabes este esta "muerto" no se lo deseo a nadie.
Muero por saber que hará Minho ahora, sabiendo que cualquier instante es critico para preservar la vida de taemin. Uhhh y su padre esta en graves problemas :Neee:
Mesic
Taemin
144
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
sabes lo difícil que es poder encontrar un fanfic primero que sea con buena ortografía, redacción, buena trama, este fic engancha desde el prologo, te juro que me dejaste metida en esta historia ...uff hace rato que no me sentía asi! me ha encantado! esta super interesante! de todas formas hay muuuuuuuuuuuuuuuucha trama, de veras, felicitaciones!! fuiste increible!!!
y presiento que esto se viene MUY bueno!sigue así!!
<3 :D
y presiento que esto se viene MUY bueno!sigue así!!
<3 :D
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
waaa no puedo kreerlo O.O
vaia sorpresas ke me distes XD
no me esperaba el primer cap de esa manera eh
pero me enkanto aunke me preokupa tae U.U
espero ke minho no se vuelva tan frio e.e
i ke reviva de new ke regrese kon tae >_<
espero pronto actualizes ^^
vaia sorpresas ke me distes XD
no me esperaba el primer cap de esa manera eh
pero me enkanto aunke me preokupa tae U.U
espero ke minho no se vuelva tan frio e.e
i ke reviva de new ke regrese kon tae >_<
espero pronto actualizes ^^
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
wooo dioss esto estuboo :WOW: :WOW:
me kede con cara de @-@ esta vivooo despues de eso no podia dejar de leerlo todo seguido
me mato que min hyuk sufriera tanto todo x esa mision suicida pobre sito todo lo que sufrio y ahora volvia a sufrir xk ya no podia regresar con su taemin
diooss ahora es una maquina de matar a sangre fría sin corazón segun el pero teniendo solamente los recuerdos de lo que vivió con tae en el pasado, me dejo con mucha curiosidad porque tae estaba metido en problemas, como resultara todo este, me pregunto con quien esta re asiendo su vida tae y si cuando se tope con el nuevo min hyuk k es minho lo reconocerá x su mirada,
espero el sig cap con muchas ansiasss tcuidas, besos byee
me kede con cara de @-@ esta vivooo despues de eso no podia dejar de leerlo todo seguido
me mato que min hyuk sufriera tanto todo x esa mision suicida pobre sito todo lo que sufrio y ahora volvia a sufrir xk ya no podia regresar con su taemin
diooss ahora es una maquina de matar a sangre fría sin corazón segun el pero teniendo solamente los recuerdos de lo que vivió con tae en el pasado, me dejo con mucha curiosidad porque tae estaba metido en problemas, como resultara todo este, me pregunto con quien esta re asiendo su vida tae y si cuando se tope con el nuevo min hyuk k es minho lo reconocerá x su mirada,
espero el sig cap con muchas ansiasss tcuidas, besos byee
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Hi!! ^^
Hoy como lo dije les dejo el segundo capi! subiré el siguiente jueves o viernes! xD Espero les guste! los post abajo! bye bye! ^^
[right]Capítulo 2[/right]
La pequeña cabaña, asentada en medio de los terrenos del rancho, estaba deteriorada por el tiempo, pero seguía siendo acogedora y familiar a pesar de la oscuridad que reinaba en aquella noche inhóspita.
Minho se movió entre las sombras como un fantasma. Saltó sobre la pequeña cerca de hierro forjado y se detuvo ante la tumba de su abuela.
«Young Mi. Norul saranghae». Para siempre. Esas eran las únicas palabras grabadas en la lápida de granito. Su abuelo se había encargado de cincelarlas él mismo.
Arrodillándose ante la tumba, Minho alargó el brazo izquierdo y tocó la piedra a la vez que inclinaba la cabeza. Su abuelo siempre había rendido homenaje a su abuela de aquella manera y todos sus hijos, excepto su padre Yun Gyeom, habían seguido su ejemplo. Minho se preguntó si su hermano Jonghyun también lo haría.
Levantó la cabeza y volvió la mirada hacia la cabaña. Sólo era una silueta oscura entre las sombras, pero sabía que su hermanastro estaba allí.
Volvió a mirar la tumba y luego saltó de nuevo la cerca encaminándose hacia la cabaña.
Jonghyun era rápido y desconfiado. Ese día se había dado cuenta que alguien observaba la cabaña, ya que Minho no había intentado ocultarse.
Se acercó a la cabaña con sigilo. Se camufló entre las sombras, se confundió con ellas y las utilizó para aproximarse al porche trasero de la casa, donde vio al joven que estaba sentado en el viejo balancín.
Jonghyun tenía veintisiete años. Era un hombre algo bajito, ancho de hombros y sus músculos estaban más marcados que los de Minho, pero no eran tan efectivos.
Permanecía sentado en silencio con el rifle sobre los muslos y el cuerpo en tensión.
—Sé que estás ahí —masculló su hermano—. Si no te he tenido a tiro antes, no te voy a tener ahora. Así que puedes dispararme. —La amargura teñía su voz y se reflejaba en su expresión cuando alzó la cabeza.
Jonghyun pensaba que él estaba muerto al igual que todos lo demás. Y Minho tenía que asegurarse de que nadie sospechara lo contrario. Salvo Jonghyun. Min Hyuk iba a necesitar su ayuda.
Iluminado por la luz de la luna, saltó en silencio sobre la barandilla del porche, arrancó el rifle de las manos de Jonghyun y lo cogió por el cuello mientras el balancín chocaba contra la pared.
No era un agarre fuerte, sino preventivo. No quería despertar al anciano. No quería agrandar la pena de Jonghyun, ni su vergüenza.
—No hagas ruido —siseó Minho sobre el rostro bronceado de su hermano—. No he venido a hacerte daño.
La expresión de Jonghyun era de franca desconfianza; pero lo cierto era que Minho se hubiera sorprendido si hubiera reaccionado de otra manera.
—He venido a darte la oportunidad de conocer todo lo que sé sobre tu hermano —le advirtió Minho con voz queda—. Una oportunidad. Desperdíciala y no volverás a tener otra.
Jonghyun entrecerró los ojos. Unos llamativos ojos negros, la auténtica mirada de la familia.
—Mi hermano está muerto —le espetó en voz baja—. ¿Qué podrías contarme tú que mi tío no sepa?
Minho se inclinó sobre él.
—hermano, ¿qué quieres saber? —le preguntó antes de enderezarse.
Jonghyun estaba temblando. La oscura piel de su rostro había palidecido mientras miraba la sombra que tenía delante de él.
Minho dio un paso atrás, todavía con el rifle en las manos.
—Ven conmigo. —Señaló con la cabeza el cobertizo situado al fondo del patio—. ¿Todavía hay luz en el cobertizo?
No hubo respuesta, pero Jonghyun lo siguió igualmente. Entraron en el cobertizo y Minho cerró la puerta lentamente antes de encender la luz.
Jonghyun se dejó caer en la vieja silla del rincón y clavó los ojos en él. Su mirada reflejaba dolor y cólera.
—Creí que eras mi hermano —susurró—. Yo... esperaba que lo fueras.
Minho observó cómo Jonghyun se frotaba la cara con las manos y sacudía la oscura cabeza.
Se quitó las gafas de visión nocturna, un nuevo juguete de la unidad que le había venido muy bien, y clavó la mirada en Jonghyun, dándose cuenta de que los ojos que veía cada mañana en el espejo eran más oscuros; más feroces, sombríos y peligrosos que los de su hermano.
Jonghyun parpadeó.
—¿Todavía te escabulles aquí para fumar? —preguntó Minho, recordando cómo su hermano se colaba en el cobertizo con un pitillo cuando pensaba que nadie lo veía.
Era algo que sólo habían sabido Jonghyun y él.
A Jonghyun le tembló la mano. Se aferró a los brazos de la vieja silla y clavó la mirada en Minho como si de esa manera pudiera ver lo que necesitaba saber.
—¿Quién eres? —dijo finalmente con pesar, con la voz cargada de decepción, más de lo que Minho había esperado—. ¿Y qué diablos quieres?
Minho negó con la cabeza.
—No tengo tiempo para juegos, Jonghyun.
—Tú no eres Min Hyuk —susurró su hermano.
—
No soy el Min Hyuk que tú recuerdas. —Se dirigió al armario del fondo del cobertizo, abrió la pequeña puerta de abajo y sacó la botella de whisky que sabía que su abuelo guardaba allí.
Siempre le había escondido sus vicios a su Young Mi, y siempre sonreía para sí cuando se tomaba un trago. Incluso ahora que Young Mi estaba muerta, su abuelo continuaba con la misma costumbre.
Descorchando el whisky de importación, se llevó la botella a sus labios y tomó un buen trago. No hizo ninguna mueca mientras el ardiente líquido le bajaba por la garganta. Al contrario. Lo saboreó. Cerró de nuevo la botella, la devolvió al armario y después se giró hacia Jonghyun.
El mas bajo lo estaba mirando como si hubiera visto un fantasma.
—Nadie conoce el escondite del abuelo —murmuró.
Minho asintió ligeramente con la cabeza.
—Nadie excepto tú y yo. Ni siquiera Yun Gyeom lo sabía.
Jonghyun exhaló bruscamente.
—Dejaste de llamar papá a Yun Gyeomdespués de conocer mi existencia.
Minho encogió uno de sus hombros.
—No podía ser mi padre si no reconocía que también era el tuyo.
Jonghyun movió la cabeza de un lado a otro como si estuviera intentando despejarse. Min Hyuk casi sintió lástima por él. Pero no tenía tiempo para la compasión.
Agarró una vieja silla de madera y le dio la vuelta, se sentó a horcajadas en ella y miró fijamente a su hermano.
—Lo que dices no tiene sentido —dijo Jonghyun con voz enérgica—. No eres Min Hyuk, aunque conozcas cosas que sólo él sabía. —El joven lo recorrió con la mirada casi con desesperación—. ¿Quién eres?
—El fantasma de Min Hyuk —suspiró Minho—. Soy Choi Minho, Jonghyun, y jamás debes olvidarlo. Debes creer que Min Hyuk está muerto, porque hace mucho tiempo que desapareció. Ahora sólo existe Minho.
Pero Jonghyun todavía intentaba encontrar a Min Hyuk dentro de él. Minho observó la desesperación en la mirada de su hermano y sintió cómo se resquebrajaba su alma.
—Necesito tu ayuda, Jonghyun.
—¿Mi ayuda? —Su hermano negó de nuevo con la cabeza—. Ni siquiera sé quien eres.
—No me habrías reconocido hace cinco años —le aseguró—. Fue un infierno. Fue la muerte.
—¿Taemin?
—No lo sabe. —La voz de Minho se endureció—. Y nunca lo sabrá. No estoy bromeando. Min Hyuk no existe.
Jonghyun lo miró intensamente durante unos largos y tensos momentos.
—¡Maldita sea! —El joven se puso en pie, con la cara convertida en una máscara de cólera—. ¡Hijo de perra! No eres Min Hyuk. ¿Sabes por qué sé que no lo eres?
Minho le devolvió la mirada. Enterrar aquellas emociones lo estaba matando. Demonios, había pensado que no sería tan duro. Le había dicho a Yunho que sería una misión sencilla, pero se estaba convirtiendo en una dolorosa pesadilla.
—Te lo diré —gruñó Jonghyun—. No eres Min Hyuk porque él no estaría aquí conmigo en este momento. —Señaló el suelo del cobertizo con el dedo—. Estaría cuidando de Taemin en vez de dejar que otro hombre lo haga por él.
Antes de que Minho se diera cuenta de que estaba perdiendo el control, antes de que su hermano adivinara sus intenciones, se levantó de la silla, cogió a Jonghyun por la garganta y lo inmovilizó contra la pared, gruñéndole en la cara.
Jonghyun era un hombre con un cuerpo bien trabajado, fuerte y decido al igual que Min Hyuk. O que Minho.
Jonghyun era solo un par de años mayor que él. Y Minho apostaría lo que fuera a que sabía cómo reírse.
—¿Lo has tocado? —El hielo invadió su voz, su alma. Lo invadió todo—. ¿Lo has consolado?
Apretó las manos en torno a la garganta de Jonghyun. Era como si lo viera. Jonghyun tocándolo, abrazándolo, mientras Taemin susurraba el nombre de Min Hyuk y las palabras «norul saranghae». Su agarre se volvió más apremiante.
Su Taemin. Dulce, suave, cálido. Él se lo había prometido …para siempre. ¿Estaría acaso ofreciéndole lo mismo a Jonghyun?
—¿Min Hyuk? —dijo Jonghyun entre jadeos.
Minho volvió a mirarlo en estado shock y las lágrimas anegaron los ojos del bajo, volviéndolos más oscuros.
—Min Hyuk —resolló—. Oh, Dios. Oh, Dios mío. Estás vivo. ¡Maldito bastardo!
Minho recibió una patada, varios puñetazos en los riñones y las maldiciones ahogadas de Jonghyun. Le soltó el cuello y le retorció el brazo en la espalda, aplastándole la cara en la mesa que había contra la pared.
—¿Has... tocado... a... mi... Taemin?
—Debería —replicó Jonghyun con un gemido, mitad sollozo, mitad rabia contenida—. Debería haberlo hecho. Eres un hijo de perra. Un auténtico hijo de perra. Eres igual que él. Igual que ese despiadado bastardo que te dio la vida.
Jonghyun apoyó la frente en la mesa cuando Minho lo soltó; le temblaban los hombros. Mantuvo la frente contra la madera mientras un sollozo le desgarraba la garganta.
Minho flexionó la mano mirándose los dedos que habían rodeado la garganta de su hermano, y apretó la mandíbula con tanta fuerza que pensó que se le rompería.
—¡Vete de aquí! —Jonghyun se incorporó, dándole la espalda—. ¡Vete!
—No puedo hacerlo, Jonghyun.
Su hermano se volvió hacia él con los ojos brillantes por la furia mientras le espetaba con desprecio:
—El abuelo llora cuando habla de ti, cuando ve a Taemin trabajando en ese maldito taller intentando sobrevivir. Trató de ayudarlo y ese hijo de perra que tienes por padre le quitó todo lo que tenía. Y aquí estás tú. —Alzó la mano hacia él y su rostro reflejó una ira sin límites—. El enorme y rudo guerrero del que ese anciano se sentía tan orgulloso. Cuatro años, Min Hyuk.
Han pasado cuatro años, ¿donde diablos te has metido todo ese tiempo?
Minho comenzó a arremeter contra todo lo que tema delante y empujó la silla hacia atrás mientras le fulminaba con la mirada.
—Ten cuidado, Jonghyun —rugió—. Deja de presionarme o tendrás más de lo que andas buscando.
—Ya obtuve más de lo que quería cuando te he sentido observando la cabaña esta tarde —gruñó, sintiendo que el miedo daba paso a la cólera.
—Estoy aquí, es todo lo que importa. —Minho se pasó la mano por la barbilla—. No es fácil explicar por qué no regresé. Ni tampoco lo es regresar después de tanto tiempo. Pero ahora estoy aquí y necesito información.
—Para eso está el internet.
Jonghyun estaba a punto de abalanzarse sobre él y Minho lo sabía. Su hermano tema el mismo maldito y orgulloso temperamento que él.
—¡Escúchame, pequeño bastardo! —Se cernió sobre él con aire vengativo—. Mira mi cara. Mi cuerpo. ¿Crees que esto me ocurrió porque quería cambiar mi aspecto? ¿Porque no me gustaba mi vida y quise darle la espalda? Mírame, Jonghyun. Mira mis cicatrices –mientras enseñaba los brazos- ¿Quieres que te enseñe la espalda? ¿O las piernas? ¿Quieres ver el agujero que tengo en el pie? ¿Te bastaría con eso?
Se apartó de él furioso y lleno de rabia. Estaba perdiendo el control. Algo que no le había ocurrido desde hacía poco más de tres años.
Inspiró profundamente. No iba a perder los nervios ahora, no más de lo que ya lo había hecho.
Regresó junto a su hermano y controló sus emociones. El horror en los ojos de Jonghyun no era algo que hubiera querido ver.
—Tae no es el mismo sin ti —susurró Jonghyun—. Siempre está triste. Lo único que hace es trabajar y encerrarse en sí mismo. Ya no es el mismo de antes, igual que tú no eres el mismo.
Minho apretó la mandíbula con fuerza y cerró los puños. No podía hablar de Taemin. No ahora. Todavía no. —Háblame de la milicia Black Collar. Jonghyun parpadeó.
—¿De BC? —bufó—. Estuve en esa mierda un tiempo. Aún recuerdo la golpiza que me diste por ello antes de marcharte.
—No te he preguntado por tus estupideces —gruñó—. Cuéntame algo que no sepa.
A pesar de que Jonghyun era el mayor siempre se había comportado de manera precipitada, de cierta forma para Min Hyuk siempre fue un inmaduro, ahora había algo distinto, el tiempo parecía haber hecho su trabajo en su hyung.
Jonghyun se pasó la lengua por los labios y apartó la mirada por un segundo.
—Dos de los mecánicos de Tae pertenecen a BC. Pero son de bajo nivel. Nadie conoce a los jefazos, aunque hay quien se jacta de ello algunas veces. La mayoría hacen recados, nada importante.
Minho volvió a sentarse a horcajadas en la silla.
—¿Cuándo comenzaron a trabajar para Taemin?
Jonghyun lo miró con los ojos entrecerrados.
—Siempre lo llamaste Tae, Minhyuk.
—Jonghyun, no me cabrees otra vez —suspiró—. Contesta a mis preguntas. Y como vuelvas a llamarme con ese nombre no lo contaras. Ahora me llamo Choi Minho.
Jonghyun dio un respingo antes de ponerse rígido y sacudir la cabeza.
—Demonios —dejó escapar el aliento—. Hace más o menos un año. Todos los hombres que trabajaban para ti se fueron el primer año. Tae lo pasó muy mal durante mucho tiempo. Cuando finalmente comenzó a superarlo, estaba cerca de perder la casa y el taller. Yo no podía hacer nada. —La expresión de su rostro reflejó el dolor que sentía cuando miró a Minho—. Lo intenté a pesar de no saber nada de mecánica —susurró encogiéndose de hombros—. Y sí, Tae es muy bueno arreglando motores. Hacer que las cosas salieran adelante ha llevado su tiempo.
¿Taemin sabía de mecánica? Minho reprimió su incredulidad. Tendría que verlo para creerlo. ¿Quién se había llevado a su Taemin y lo había reemplazado por otra persona?
—Lo que quiero es que me hables de la milicia —gruñó Minho.
Jonghyun se pasó las manos por el pelo.
—Lo cierto es que no sé mucho. —Negó con la cabeza—. Estoy bastante seguro de que Kyuhyun está relacionado con ella. Sé que ronda por el taller desde que supimos lo de tu muerte, y que ha intentado varias veces que Tae se lo venda a pesar de que él se niega. A veces, Kyuhyun bebe de más, y cuando lo hace, dice muchas cosas, aunque todavía no lo ha amenazado. Con la policía ni contar, el comisario no sirve para el cargo y puede que sea uno de ellos. Hay rumores de que los de BC están involucrados en algunas de las muertes del parque nacional, pero por ahora son sólo rumores. Demonios, Minho, he estado tan ocupado manteniendo alejados de Tae a cuanta persona se le acerque que no he tenido tiempo de prestar atención a toda esa mierda.
Minho asintió. No había esperado que Jonghyun supiera demasiado.
—Quiero que me contrates en el taller. Es más, dirás que me has contratado esta noche. Que me conociste el mes pasado en ese bar de Odessa.
Jonghyun le dirigió una mirada sorprendida.
—¿Conoces ese bar?
—Y a la camarera —gruñó Minho—-. Me conociste esa noche, me encontré contigo cuando pasaba por el pueblo y me ofreciste el trabajo.
Jonghyun le dirigió una mirada confusa.
—¿Y Taemin?
—No sabrá quien soy —masculló con voz queda—. Y si se lo dices, Jonghyun, si se lo insinúas siquiera, acabaré contigo, ¿entendido? —Volvió a mirar a su hermano. Ahora no había cólera en sus ojos, ni ninguna otra emoción. Sólo el hielo que volvía a ocupar su lugar.
—Pero Taemin… —murmuró Jonghyun con una mueca de pesar—. Te has mantenido alejado de él demasiado tiempo.
—Me ocuparé de Taemin a mi manera. —Se levantó de la silla y le brindó a su hermano una dura mirada—. ¿Me has comprendido, Jonghyun? A mi manera.
Jonghyun asintió con vacilación.
—Quédate aquí mañana y recupérate de lo que vas a beber esta noche. Y no aparezcas hasta que no te sientas preparado para lidiar con esto.
Jonghyun gruñó.
—Entonces no esperes verme hasta la próxima vida.
Minho le dirigió una larga mirada silenciosa.
—Está bien. Dame un día o dos —dijo finalmente Jonghyun, encogiéndose de hombros.
—Y no le digas nada al abuelo —le advirtió Minho.
Su hermano se encogió de hombros otra vez.
—Aunque no le diga nada, el abuelo acabará descubriéndolo de todas maneras. Ya sabes cómo es.
Por desgracia, así era. Ese anciano siempre parecía saberlo todo. Una cualidad que había sido escalofriante cuando Min Hyuk era un niño y reconfortante cuando había crecido. Ahora, sencillamente, era preocupante.
—¿Por qué Minho? —Jonghyun le planteó la pregunta que Minho no podía contestar—. ¿Por qué ese nombre? ¿Por qué estás aquí por BC y no por tu familia?
La amargura teñía la voz de su hermano, se reflejaba en su expresión, y que condenasen a Min Hyuk si podía culparle.
—Estoy aquí porque BC amenaza a mi familia —afirmó con voz áspera y dura, más ominosa de lo que había sido jamás—. En lo que respecta al nombre... —curvó los labios—... es un nombre que solo me gustó. Ahora mantén los ojos y los oídos bien abiertos. Te contaré más cuando pueda.
Jonghyun le brindó una mueca burlona.
—Muy bien, hermano. Como siempre, tienes razón. Tae no necesita saber quién eres. Ahora tiene una segunda oportunidad; quizá esta vez consiga que su hombre se quede en casa.
Minho se quedó paralizado, ni siquiera parpadeó.
—¿Qué quieres decir?
—Deberías haberte informado un poco antes de regresar y acusarme de tocar lo que es tuyo. No es por mí por quien debes preocuparte, Minho. Quien debería preocuparte es tu buen amigo Changmin. Hace más o menos un año está saliendo con Taemin —La sonrisa de Jonghyun era burlona—. Si me gustara hacer apuestas, apostaría lo que fuera a que muy pronto Tae le dejará conducir tu todo terreno.
Minho intentó controlar la violenta furia que llevaba dentro. Que le corroía las entrañas, que le nublaba la mente y amenazaba su autocontrol y su capacidad de raciocinio.
Changmin.
No. No había pasado. Tae no había estado con ningún otro hombre. Nadie más lo había tocado. Nadie se atrevería. Porque él lo habría sabido y lo habría matado.
Minho se deslizó en la noche con el mismo sigilo con el que había aparecido. Con rapidez, rodeó la casa y permaneció en las sombras hasta que llegó al cañón donde había dejado la Harley, a más de un kilómetro.
Era consciente de que Jonghyun intentaría rastrearle, pero no tenía la experiencia necesaria. Le había perdido la pista a los pocos segundos de que Min Hyuk hubiera salido.
Sin embargo, había otros ojos, unos ojos viejos y llenos de lágrimas que observaban cada una de sus pasos con orgullo, amor y regocijo.
No faltaba mucho para el amanecer, pero en vez de regresar al centro de operaciones para dormir unas horas e informar a Yunho, Minho condujo la
Harley en dirección a su casa.
No se lo podía quitar de la cabeza. ¿Taemin estaba saliendo con alguien? ¿Se estaba acostando con Changmin? Tenía que saberlo. Tenia que verlo con sus propios ojos, sentirlo, saber que le pertenecía aunque supiera que no podía tenerlo.
Habían pasado cuatro años. No podía volver a la vida. Min Hyuk estaba muerto, no era más que un nombre del pasado. El hombre que él había sido y al que Taemin había amado estaba muerto. ¿Habría encontrado a alguien con quien reemplazarle?
No quería ni pensarlo. Llevaba más de cuatro años sin las caricias de su Taemin, sin oler su suave aroma. Y ni siquiera podía tomar a otra persona; incluso odiaba la idea de hacerlo. Su amor no se lo permitía. El alma de Taemin lo retenía. Pero él no podía tenerlo, y tampoco a ningun otro. ¿Cómo podría vivir sabiendo que estaba en los brazos de otro hombre?
Tomó una calle lateral y detuvo la Harley bajo el refugio de los árboles, giró la llave de contacto, apagó el motor y comenzó a recorrer el corto trayecto que conducía a la parte trasera del que había sido su hogar; una casa de ladrillo de dos pisos en las afueras del pueblo. No había vecinos cerca que pudieran ver cómo entraba en los límites de la propiedad. Sólo iba a estar allí un minuto, se dijo a sí mismo mientras se movía bajo la tenue luz del amanecer, manteniéndose bajo el refugio de los árboles que bordeaban el patio trasero.
Casi había entrado en el patio cuando se detuvo en seco y se quedó petrificado ante la visión que apareció en el porche trasero.
Sintió como si le hubieran pegado un puñetazo en el estómago, haciéndole doblarse en dos. De inmediato, una violenta erección presionó contra sus vaqueros. Se le aceleró el ritmo cardíaco y la sangre fluyó por sus venas con una rapidez vertiginosa. Se quedó sin aliento y cerró los puños con tal fuerza que le dolieron los huesos de los dedos.
Clavó los ojos en la persona que se encontraba ahí, en la blanca camisa que le caía hasta los muslos y que estaba abierta, revelando su piel, su torso, sus piernas. El ahora castaño levantó una humeante taza de café mientras veía despuntar el alba, que iluminaba el patio, el porche y a él mismo con aquellos rayos dorados y violetas.
—Taemin —susurró.
Jonghyun había notado su desliz. Siempre la había llamado Tae a menos que lo desease. A menos que la necesidad de enterrarse en el aterciopelado y embriagador calor del cuerpo del menor fuera abrumadora. Y jamás había sido tan abrumadora como ahora.
Imaginó el olor de su piel en el aire. Imaginó sentir contra la palma de su mano la calidez de su carne sedosa y vibrante abriéndose para él, mientras aquellos labios rosados susurraban su nombre.
Recordó cuántas veces —muchas, de hecho— lo había poseído en el porche trasero de la casa. Lo había puesto a horcajadas sobre él mientras estaba sentado en el balancín o lo había hecho inclinarse sobre la barandilla de hierro, penetrándolo desde atrás.
Una dolorosa agonía le atravesó el pecho y se le clavó en el alma como los colmillos de un animal salvaje. Así era cómo él quería morderlo. Quería agarrar su cuello entre los dientes y mantenerlo sujeto bajo él como un animal. Quería poseerlo y oír sus gritos pidiendo más.
Pero los gritos que el castaño proferiría ahora serían muy diferentes, pensó. El hombre que era ahora, las ansias oscuras que lo invadían, lo aterrorizaría.
Aun así, siguió mirándolo. Observó cómo tomaba aquella primera taza de café, cómo un placer casi sensual inundaba su rostro cuando el líquido caliente traspasaba sus labios, y se permitió a sí mismo recordar aquella sensualidad que un día había sentido en su propia piel.
Recordó su forma de reírse y sus sonrisas. Cómo era tocarlo, abrazarlo, y tuvo que contener la necesidad de recordar los sueños que había compartido con él. Los sueños que había tenido entonces. Sueños sencillos. Quizá una piscina en el patio trasero. Una vida para siempre juntos.
Y ahora estaba allí, oculto entre las sombras, observando cómo el castaño alzaba su rostro demasiado sombrío hacia el amanecer. Incluso hubiera podido jurar que había escuchado cómo susurraba su nombre.
Sólo faltaban unas horas para volver a verlo, pensó. Informaría a Yunho, se ducharía y después de vestirse iría al taller.
Al volver a Incheon con los demás miembros de la unidad de Operaciones Especiales, Minho se había dicho a sí mismo que haría el trabajo y se iría. Así de simple. Pero ahora, mientras miraba a Taemin, tuvo el presentimiento de que no sería tan sencillo como había pensado.
Ese día, regresaría a la vida de la persona que amaba como otro hombre. Un hombre cuyos deseos eran tan oscuros, tan intensos, que a veces se quedaba paralizado. Un renegado. Un hombre sin alma. Volvería a él. Pero no como Min Hyuk, sino como Choi Minho. Y entraría en la vida de Taemin como él jamás hubiera imaginado que haría.
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Hoy como lo dije les dejo el segundo capi! subiré el siguiente jueves o viernes! xD Espero les guste! los post abajo! bye bye! ^^
- Spoiler:
Nina! Hahahha OMG! Trouble maker con Tae!!! Tu sueño hecho realidad!!! *.* kekekke… seee amiga nadie podría estar alejado de Tae! *-* y es que el 2min aww…. Pero si a veces Minho necesita un zapatazo por baboo!! es que ashhh!!! Es para reventarlo! O no? Hahhahah… estas haciendo spoiler??? ¬3¬ y yo que me aguanto para no decir nada T-T … kekekek Dubu de militar raro?? En realidad creo que todo esta raro! Y pienso que todas las que leen me quieren golpear o van a terminar golpeándome! xD … bueno se hizo largo esto! xD dejaré actua como prometí! Estamos hablando!!! ^^ ah! Y fighting!!! El trabajo agota pero habrá recompensa!!! *-* kekeke--- bye bye! ^^
AliceS5: Alice!!! Yo emocionada de verte! O leerte? *-* kekkeke… este ._. en realidad yo solo lo adapto … me gustó la historia y por eso decidí adaptarla xD ha habido confusiones por eso keke … pero .. pero yo lo puse arriba T-T *siento que robo el crédito por algo que no es mio * kekeke… lo editaré! xD …espero que la historia te siga gustando tanto como a mi! *.* cuídate!!! besos!! y gracias por pasar! xD
Shineebrillosita: Aja! Aja! No lo puede ocultar!!! Kekekeke… y sipo esperemos a que la frialdad de Minho termine… kekeek tu que crees?? xD espero te guste el capi!!! Cuídate!!! bye bye!!! ^^
HannaSHINee: hahhahaha… me matas en serio! xD … pero si el capi te atrapa *-* y lo que se viene!!! *-* no puedo adelantarte nada pero … *.* el reencuentro… kekekke… te dejo la actua!! Gracias por pasar!!! ^^
FlamingCharisma_Minho: Me alegra que te haya gustado! Kekekek Tae no tiene que preocuparse!... Minho volverá?! Ja! Soy mala! Pero creo que sabes la respuesta? … te dejo el capi! Besos!!! bye bye!
Sabakuna-lucy: ujum! Era Minhyuk- ahora Minho! *-* kekkeke… gracias por pasar! Te dejo el capi 2!!! xD cuídate! besos! ^^
Anny-min: hahaha.. todas cayeron en eso! Pero nopo! Sipo pobre Minho sufrió mucho, y concuerdo contigo el hecho de que haya perdido a Tae por todo eso fue aun peor y ahora continua! T-T te dejo la actu!! gracias por pasar! Bye bye! ^^
Wina: Oh! Ya volaste con la historia? T-T … es algo confusa te entiendo … jajjajaj yo también como que soy media rara para cosas algo entreveradas, pero poco a poco se van a ir explicando conforme avancen los capis xD solo que me tendras que esperar =P … kekek y si! Minho- Nada de CNBlue xD! *aunque era justificada tu confusión* ya luego me di cuenta xD Espero que sigas la historia y no la abandones! Cuídate! bye bye!!! ^^
Rox: Hahahha … una maquina! xD pero si! Eso es lo que es aparentemente! xD ja! Te dejo el capi! Espero te guste! ^^ bye bye!
Miluesp_: gracias por pasar! Me alegro que te haya gustado!!! *-* te dejo la conti!!! Cuídate! bye bye!^^
Enilk: OMG! Soy tu fiel seguidora! *-* kekeke… Si! Que lo torturen! Y crucifiquen! Aunque tú ya lo dijiste todo! … *la ira contra ese ser emerge!!!* O.o … xD te dejo la actua! Cuídate!! y gracias por pasar!!! ^^ bye bye! besos!!!
Mesic: Hola!! ^^ kekeke… tengo que aclararte que este fic no es mio, y creo que lo puse arriba yo lo estoy adaptando *sorry por las confusiones*… pero si la historia es tal cual tu lo haz dicho! Te atrapa y te deja queriendo mas! *-* el como se conectan el uno con el otro… comparten el dolor .…a pesar no estar juntos… todo te deja *3* … bueno te dejo la conti! Gracias por pasar!!! Bye bye! ^^’
Miko: kekeke… como ya lo dije este fic no es mio, arriba puse que es un adapta, pero si la escritora se merece todas esas palabras.. su historia es increíble y por eso la estoy adaptando al 2min por que amo a esa pareja! Espero que sigas la historia! Que lo que viene de verdad que esta *-*
Cuídate!!! bye bye!^^
Nomada: te dejo la actua! Gracias por pasar!!! ^^
Kary88: hahahha esperas el 2min tanto como yo! *-* pero si vaya sorpresa! Mira que Minhyuk ya no es Minhyuk sino Minho! *.* kekkeke…… espero te guste el cap! Cuídate!!! besos!^^
Ggaabbyy2: Tae será capaz de reconocerlo? Uhm… y OMO! Con quien esta rehaciendo su vida?! Eres la única que me preguntó por eso… cosa que me sorprende por que cuando yo lo leia ni yo misma me lo pregunté… kekeke… soy rara… kekeke no me hagas caso! bueno este capi responderá tu pregunta! xD espero te guste! Cuídate! bye bye!! ^^
[right]Capítulo 2[/right]
La pequeña cabaña, asentada en medio de los terrenos del rancho, estaba deteriorada por el tiempo, pero seguía siendo acogedora y familiar a pesar de la oscuridad que reinaba en aquella noche inhóspita.
Minho se movió entre las sombras como un fantasma. Saltó sobre la pequeña cerca de hierro forjado y se detuvo ante la tumba de su abuela.
«Young Mi. Norul saranghae». Para siempre. Esas eran las únicas palabras grabadas en la lápida de granito. Su abuelo se había encargado de cincelarlas él mismo.
Arrodillándose ante la tumba, Minho alargó el brazo izquierdo y tocó la piedra a la vez que inclinaba la cabeza. Su abuelo siempre había rendido homenaje a su abuela de aquella manera y todos sus hijos, excepto su padre Yun Gyeom, habían seguido su ejemplo. Minho se preguntó si su hermano Jonghyun también lo haría.
Levantó la cabeza y volvió la mirada hacia la cabaña. Sólo era una silueta oscura entre las sombras, pero sabía que su hermanastro estaba allí.
Volvió a mirar la tumba y luego saltó de nuevo la cerca encaminándose hacia la cabaña.
Jonghyun era rápido y desconfiado. Ese día se había dado cuenta que alguien observaba la cabaña, ya que Minho no había intentado ocultarse.
Se acercó a la cabaña con sigilo. Se camufló entre las sombras, se confundió con ellas y las utilizó para aproximarse al porche trasero de la casa, donde vio al joven que estaba sentado en el viejo balancín.
Jonghyun tenía veintisiete años. Era un hombre algo bajito, ancho de hombros y sus músculos estaban más marcados que los de Minho, pero no eran tan efectivos.
Permanecía sentado en silencio con el rifle sobre los muslos y el cuerpo en tensión.
—Sé que estás ahí —masculló su hermano—. Si no te he tenido a tiro antes, no te voy a tener ahora. Así que puedes dispararme. —La amargura teñía su voz y se reflejaba en su expresión cuando alzó la cabeza.
Jonghyun pensaba que él estaba muerto al igual que todos lo demás. Y Minho tenía que asegurarse de que nadie sospechara lo contrario. Salvo Jonghyun. Min Hyuk iba a necesitar su ayuda.
Iluminado por la luz de la luna, saltó en silencio sobre la barandilla del porche, arrancó el rifle de las manos de Jonghyun y lo cogió por el cuello mientras el balancín chocaba contra la pared.
No era un agarre fuerte, sino preventivo. No quería despertar al anciano. No quería agrandar la pena de Jonghyun, ni su vergüenza.
—No hagas ruido —siseó Minho sobre el rostro bronceado de su hermano—. No he venido a hacerte daño.
La expresión de Jonghyun era de franca desconfianza; pero lo cierto era que Minho se hubiera sorprendido si hubiera reaccionado de otra manera.
—He venido a darte la oportunidad de conocer todo lo que sé sobre tu hermano —le advirtió Minho con voz queda—. Una oportunidad. Desperdíciala y no volverás a tener otra.
Jonghyun entrecerró los ojos. Unos llamativos ojos negros, la auténtica mirada de la familia.
—Mi hermano está muerto —le espetó en voz baja—. ¿Qué podrías contarme tú que mi tío no sepa?
Minho se inclinó sobre él.
—hermano, ¿qué quieres saber? —le preguntó antes de enderezarse.
Jonghyun estaba temblando. La oscura piel de su rostro había palidecido mientras miraba la sombra que tenía delante de él.
Minho dio un paso atrás, todavía con el rifle en las manos.
—Ven conmigo. —Señaló con la cabeza el cobertizo situado al fondo del patio—. ¿Todavía hay luz en el cobertizo?
No hubo respuesta, pero Jonghyun lo siguió igualmente. Entraron en el cobertizo y Minho cerró la puerta lentamente antes de encender la luz.
Jonghyun se dejó caer en la vieja silla del rincón y clavó los ojos en él. Su mirada reflejaba dolor y cólera.
—Creí que eras mi hermano —susurró—. Yo... esperaba que lo fueras.
Minho observó cómo Jonghyun se frotaba la cara con las manos y sacudía la oscura cabeza.
Se quitó las gafas de visión nocturna, un nuevo juguete de la unidad que le había venido muy bien, y clavó la mirada en Jonghyun, dándose cuenta de que los ojos que veía cada mañana en el espejo eran más oscuros; más feroces, sombríos y peligrosos que los de su hermano.
Jonghyun parpadeó.
—¿Todavía te escabulles aquí para fumar? —preguntó Minho, recordando cómo su hermano se colaba en el cobertizo con un pitillo cuando pensaba que nadie lo veía.
Era algo que sólo habían sabido Jonghyun y él.
A Jonghyun le tembló la mano. Se aferró a los brazos de la vieja silla y clavó la mirada en Minho como si de esa manera pudiera ver lo que necesitaba saber.
—¿Quién eres? —dijo finalmente con pesar, con la voz cargada de decepción, más de lo que Minho había esperado—. ¿Y qué diablos quieres?
Minho negó con la cabeza.
—No tengo tiempo para juegos, Jonghyun.
—Tú no eres Min Hyuk —susurró su hermano.
—
No soy el Min Hyuk que tú recuerdas. —Se dirigió al armario del fondo del cobertizo, abrió la pequeña puerta de abajo y sacó la botella de whisky que sabía que su abuelo guardaba allí.
Siempre le había escondido sus vicios a su Young Mi, y siempre sonreía para sí cuando se tomaba un trago. Incluso ahora que Young Mi estaba muerta, su abuelo continuaba con la misma costumbre.
Descorchando el whisky de importación, se llevó la botella a sus labios y tomó un buen trago. No hizo ninguna mueca mientras el ardiente líquido le bajaba por la garganta. Al contrario. Lo saboreó. Cerró de nuevo la botella, la devolvió al armario y después se giró hacia Jonghyun.
El mas bajo lo estaba mirando como si hubiera visto un fantasma.
—Nadie conoce el escondite del abuelo —murmuró.
Minho asintió ligeramente con la cabeza.
—Nadie excepto tú y yo. Ni siquiera Yun Gyeom lo sabía.
Jonghyun exhaló bruscamente.
—Dejaste de llamar papá a Yun Gyeomdespués de conocer mi existencia.
Minho encogió uno de sus hombros.
—No podía ser mi padre si no reconocía que también era el tuyo.
Jonghyun movió la cabeza de un lado a otro como si estuviera intentando despejarse. Min Hyuk casi sintió lástima por él. Pero no tenía tiempo para la compasión.
Agarró una vieja silla de madera y le dio la vuelta, se sentó a horcajadas en ella y miró fijamente a su hermano.
—Lo que dices no tiene sentido —dijo Jonghyun con voz enérgica—. No eres Min Hyuk, aunque conozcas cosas que sólo él sabía. —El joven lo recorrió con la mirada casi con desesperación—. ¿Quién eres?
—El fantasma de Min Hyuk —suspiró Minho—. Soy Choi Minho, Jonghyun, y jamás debes olvidarlo. Debes creer que Min Hyuk está muerto, porque hace mucho tiempo que desapareció. Ahora sólo existe Minho.
Pero Jonghyun todavía intentaba encontrar a Min Hyuk dentro de él. Minho observó la desesperación en la mirada de su hermano y sintió cómo se resquebrajaba su alma.
—Necesito tu ayuda, Jonghyun.
—¿Mi ayuda? —Su hermano negó de nuevo con la cabeza—. Ni siquiera sé quien eres.
—No me habrías reconocido hace cinco años —le aseguró—. Fue un infierno. Fue la muerte.
—¿Taemin?
—No lo sabe. —La voz de Minho se endureció—. Y nunca lo sabrá. No estoy bromeando. Min Hyuk no existe.
Jonghyun lo miró intensamente durante unos largos y tensos momentos.
—¡Maldita sea! —El joven se puso en pie, con la cara convertida en una máscara de cólera—. ¡Hijo de perra! No eres Min Hyuk. ¿Sabes por qué sé que no lo eres?
Minho le devolvió la mirada. Enterrar aquellas emociones lo estaba matando. Demonios, había pensado que no sería tan duro. Le había dicho a Yunho que sería una misión sencilla, pero se estaba convirtiendo en una dolorosa pesadilla.
—Te lo diré —gruñó Jonghyun—. No eres Min Hyuk porque él no estaría aquí conmigo en este momento. —Señaló el suelo del cobertizo con el dedo—. Estaría cuidando de Taemin en vez de dejar que otro hombre lo haga por él.
Antes de que Minho se diera cuenta de que estaba perdiendo el control, antes de que su hermano adivinara sus intenciones, se levantó de la silla, cogió a Jonghyun por la garganta y lo inmovilizó contra la pared, gruñéndole en la cara.
Jonghyun era un hombre con un cuerpo bien trabajado, fuerte y decido al igual que Min Hyuk. O que Minho.
Jonghyun era solo un par de años mayor que él. Y Minho apostaría lo que fuera a que sabía cómo reírse.
—¿Lo has tocado? —El hielo invadió su voz, su alma. Lo invadió todo—. ¿Lo has consolado?
Apretó las manos en torno a la garganta de Jonghyun. Era como si lo viera. Jonghyun tocándolo, abrazándolo, mientras Taemin susurraba el nombre de Min Hyuk y las palabras «norul saranghae». Su agarre se volvió más apremiante.
Su Taemin. Dulce, suave, cálido. Él se lo había prometido …para siempre. ¿Estaría acaso ofreciéndole lo mismo a Jonghyun?
—¿Min Hyuk? —dijo Jonghyun entre jadeos.
Minho volvió a mirarlo en estado shock y las lágrimas anegaron los ojos del bajo, volviéndolos más oscuros.
—Min Hyuk —resolló—. Oh, Dios. Oh, Dios mío. Estás vivo. ¡Maldito bastardo!
Minho recibió una patada, varios puñetazos en los riñones y las maldiciones ahogadas de Jonghyun. Le soltó el cuello y le retorció el brazo en la espalda, aplastándole la cara en la mesa que había contra la pared.
—¿Has... tocado... a... mi... Taemin?
—Debería —replicó Jonghyun con un gemido, mitad sollozo, mitad rabia contenida—. Debería haberlo hecho. Eres un hijo de perra. Un auténtico hijo de perra. Eres igual que él. Igual que ese despiadado bastardo que te dio la vida.
Jonghyun apoyó la frente en la mesa cuando Minho lo soltó; le temblaban los hombros. Mantuvo la frente contra la madera mientras un sollozo le desgarraba la garganta.
Minho flexionó la mano mirándose los dedos que habían rodeado la garganta de su hermano, y apretó la mandíbula con tanta fuerza que pensó que se le rompería.
—¡Vete de aquí! —Jonghyun se incorporó, dándole la espalda—. ¡Vete!
—No puedo hacerlo, Jonghyun.
Su hermano se volvió hacia él con los ojos brillantes por la furia mientras le espetaba con desprecio:
—El abuelo llora cuando habla de ti, cuando ve a Taemin trabajando en ese maldito taller intentando sobrevivir. Trató de ayudarlo y ese hijo de perra que tienes por padre le quitó todo lo que tenía. Y aquí estás tú. —Alzó la mano hacia él y su rostro reflejó una ira sin límites—. El enorme y rudo guerrero del que ese anciano se sentía tan orgulloso. Cuatro años, Min Hyuk.
Han pasado cuatro años, ¿donde diablos te has metido todo ese tiempo?
Minho comenzó a arremeter contra todo lo que tema delante y empujó la silla hacia atrás mientras le fulminaba con la mirada.
—Ten cuidado, Jonghyun —rugió—. Deja de presionarme o tendrás más de lo que andas buscando.
—Ya obtuve más de lo que quería cuando te he sentido observando la cabaña esta tarde —gruñó, sintiendo que el miedo daba paso a la cólera.
—Estoy aquí, es todo lo que importa. —Minho se pasó la mano por la barbilla—. No es fácil explicar por qué no regresé. Ni tampoco lo es regresar después de tanto tiempo. Pero ahora estoy aquí y necesito información.
—Para eso está el internet.
Jonghyun estaba a punto de abalanzarse sobre él y Minho lo sabía. Su hermano tema el mismo maldito y orgulloso temperamento que él.
—¡Escúchame, pequeño bastardo! —Se cernió sobre él con aire vengativo—. Mira mi cara. Mi cuerpo. ¿Crees que esto me ocurrió porque quería cambiar mi aspecto? ¿Porque no me gustaba mi vida y quise darle la espalda? Mírame, Jonghyun. Mira mis cicatrices –mientras enseñaba los brazos- ¿Quieres que te enseñe la espalda? ¿O las piernas? ¿Quieres ver el agujero que tengo en el pie? ¿Te bastaría con eso?
Se apartó de él furioso y lleno de rabia. Estaba perdiendo el control. Algo que no le había ocurrido desde hacía poco más de tres años.
Inspiró profundamente. No iba a perder los nervios ahora, no más de lo que ya lo había hecho.
Regresó junto a su hermano y controló sus emociones. El horror en los ojos de Jonghyun no era algo que hubiera querido ver.
—Tae no es el mismo sin ti —susurró Jonghyun—. Siempre está triste. Lo único que hace es trabajar y encerrarse en sí mismo. Ya no es el mismo de antes, igual que tú no eres el mismo.
Minho apretó la mandíbula con fuerza y cerró los puños. No podía hablar de Taemin. No ahora. Todavía no. —Háblame de la milicia Black Collar. Jonghyun parpadeó.
—¿De BC? —bufó—. Estuve en esa mierda un tiempo. Aún recuerdo la golpiza que me diste por ello antes de marcharte.
—No te he preguntado por tus estupideces —gruñó—. Cuéntame algo que no sepa.
A pesar de que Jonghyun era el mayor siempre se había comportado de manera precipitada, de cierta forma para Min Hyuk siempre fue un inmaduro, ahora había algo distinto, el tiempo parecía haber hecho su trabajo en su hyung.
Jonghyun se pasó la lengua por los labios y apartó la mirada por un segundo.
—Dos de los mecánicos de Tae pertenecen a BC. Pero son de bajo nivel. Nadie conoce a los jefazos, aunque hay quien se jacta de ello algunas veces. La mayoría hacen recados, nada importante.
Minho volvió a sentarse a horcajadas en la silla.
—¿Cuándo comenzaron a trabajar para Taemin?
Jonghyun lo miró con los ojos entrecerrados.
—Siempre lo llamaste Tae, Minhyuk.
—Jonghyun, no me cabrees otra vez —suspiró—. Contesta a mis preguntas. Y como vuelvas a llamarme con ese nombre no lo contaras. Ahora me llamo Choi Minho.
Jonghyun dio un respingo antes de ponerse rígido y sacudir la cabeza.
—Demonios —dejó escapar el aliento—. Hace más o menos un año. Todos los hombres que trabajaban para ti se fueron el primer año. Tae lo pasó muy mal durante mucho tiempo. Cuando finalmente comenzó a superarlo, estaba cerca de perder la casa y el taller. Yo no podía hacer nada. —La expresión de su rostro reflejó el dolor que sentía cuando miró a Minho—. Lo intenté a pesar de no saber nada de mecánica —susurró encogiéndose de hombros—. Y sí, Tae es muy bueno arreglando motores. Hacer que las cosas salieran adelante ha llevado su tiempo.
¿Taemin sabía de mecánica? Minho reprimió su incredulidad. Tendría que verlo para creerlo. ¿Quién se había llevado a su Taemin y lo había reemplazado por otra persona?
—Lo que quiero es que me hables de la milicia —gruñó Minho.
Jonghyun se pasó las manos por el pelo.
—Lo cierto es que no sé mucho. —Negó con la cabeza—. Estoy bastante seguro de que Kyuhyun está relacionado con ella. Sé que ronda por el taller desde que supimos lo de tu muerte, y que ha intentado varias veces que Tae se lo venda a pesar de que él se niega. A veces, Kyuhyun bebe de más, y cuando lo hace, dice muchas cosas, aunque todavía no lo ha amenazado. Con la policía ni contar, el comisario no sirve para el cargo y puede que sea uno de ellos. Hay rumores de que los de BC están involucrados en algunas de las muertes del parque nacional, pero por ahora son sólo rumores. Demonios, Minho, he estado tan ocupado manteniendo alejados de Tae a cuanta persona se le acerque que no he tenido tiempo de prestar atención a toda esa mierda.
Minho asintió. No había esperado que Jonghyun supiera demasiado.
—Quiero que me contrates en el taller. Es más, dirás que me has contratado esta noche. Que me conociste el mes pasado en ese bar de Odessa.
Jonghyun le dirigió una mirada sorprendida.
—¿Conoces ese bar?
—Y a la camarera —gruñó Minho—-. Me conociste esa noche, me encontré contigo cuando pasaba por el pueblo y me ofreciste el trabajo.
Jonghyun le dirigió una mirada confusa.
—¿Y Taemin?
—No sabrá quien soy —masculló con voz queda—. Y si se lo dices, Jonghyun, si se lo insinúas siquiera, acabaré contigo, ¿entendido? —Volvió a mirar a su hermano. Ahora no había cólera en sus ojos, ni ninguna otra emoción. Sólo el hielo que volvía a ocupar su lugar.
—Pero Taemin… —murmuró Jonghyun con una mueca de pesar—. Te has mantenido alejado de él demasiado tiempo.
—Me ocuparé de Taemin a mi manera. —Se levantó de la silla y le brindó a su hermano una dura mirada—. ¿Me has comprendido, Jonghyun? A mi manera.
Jonghyun asintió con vacilación.
—Quédate aquí mañana y recupérate de lo que vas a beber esta noche. Y no aparezcas hasta que no te sientas preparado para lidiar con esto.
Jonghyun gruñó.
—Entonces no esperes verme hasta la próxima vida.
Minho le dirigió una larga mirada silenciosa.
—Está bien. Dame un día o dos —dijo finalmente Jonghyun, encogiéndose de hombros.
—Y no le digas nada al abuelo —le advirtió Minho.
Su hermano se encogió de hombros otra vez.
—Aunque no le diga nada, el abuelo acabará descubriéndolo de todas maneras. Ya sabes cómo es.
Por desgracia, así era. Ese anciano siempre parecía saberlo todo. Una cualidad que había sido escalofriante cuando Min Hyuk era un niño y reconfortante cuando había crecido. Ahora, sencillamente, era preocupante.
—¿Por qué Minho? —Jonghyun le planteó la pregunta que Minho no podía contestar—. ¿Por qué ese nombre? ¿Por qué estás aquí por BC y no por tu familia?
La amargura teñía la voz de su hermano, se reflejaba en su expresión, y que condenasen a Min Hyuk si podía culparle.
—Estoy aquí porque BC amenaza a mi familia —afirmó con voz áspera y dura, más ominosa de lo que había sido jamás—. En lo que respecta al nombre... —curvó los labios—... es un nombre que solo me gustó. Ahora mantén los ojos y los oídos bien abiertos. Te contaré más cuando pueda.
Jonghyun le brindó una mueca burlona.
—Muy bien, hermano. Como siempre, tienes razón. Tae no necesita saber quién eres. Ahora tiene una segunda oportunidad; quizá esta vez consiga que su hombre se quede en casa.
Minho se quedó paralizado, ni siquiera parpadeó.
—¿Qué quieres decir?
—Deberías haberte informado un poco antes de regresar y acusarme de tocar lo que es tuyo. No es por mí por quien debes preocuparte, Minho. Quien debería preocuparte es tu buen amigo Changmin. Hace más o menos un año está saliendo con Taemin —La sonrisa de Jonghyun era burlona—. Si me gustara hacer apuestas, apostaría lo que fuera a que muy pronto Tae le dejará conducir tu todo terreno.
Minho intentó controlar la violenta furia que llevaba dentro. Que le corroía las entrañas, que le nublaba la mente y amenazaba su autocontrol y su capacidad de raciocinio.
Changmin.
No. No había pasado. Tae no había estado con ningún otro hombre. Nadie más lo había tocado. Nadie se atrevería. Porque él lo habría sabido y lo habría matado.
Minho se deslizó en la noche con el mismo sigilo con el que había aparecido. Con rapidez, rodeó la casa y permaneció en las sombras hasta que llegó al cañón donde había dejado la Harley, a más de un kilómetro.
Era consciente de que Jonghyun intentaría rastrearle, pero no tenía la experiencia necesaria. Le había perdido la pista a los pocos segundos de que Min Hyuk hubiera salido.
Sin embargo, había otros ojos, unos ojos viejos y llenos de lágrimas que observaban cada una de sus pasos con orgullo, amor y regocijo.
No faltaba mucho para el amanecer, pero en vez de regresar al centro de operaciones para dormir unas horas e informar a Yunho, Minho condujo la
Harley en dirección a su casa.
No se lo podía quitar de la cabeza. ¿Taemin estaba saliendo con alguien? ¿Se estaba acostando con Changmin? Tenía que saberlo. Tenia que verlo con sus propios ojos, sentirlo, saber que le pertenecía aunque supiera que no podía tenerlo.
Habían pasado cuatro años. No podía volver a la vida. Min Hyuk estaba muerto, no era más que un nombre del pasado. El hombre que él había sido y al que Taemin había amado estaba muerto. ¿Habría encontrado a alguien con quien reemplazarle?
No quería ni pensarlo. Llevaba más de cuatro años sin las caricias de su Taemin, sin oler su suave aroma. Y ni siquiera podía tomar a otra persona; incluso odiaba la idea de hacerlo. Su amor no se lo permitía. El alma de Taemin lo retenía. Pero él no podía tenerlo, y tampoco a ningun otro. ¿Cómo podría vivir sabiendo que estaba en los brazos de otro hombre?
Tomó una calle lateral y detuvo la Harley bajo el refugio de los árboles, giró la llave de contacto, apagó el motor y comenzó a recorrer el corto trayecto que conducía a la parte trasera del que había sido su hogar; una casa de ladrillo de dos pisos en las afueras del pueblo. No había vecinos cerca que pudieran ver cómo entraba en los límites de la propiedad. Sólo iba a estar allí un minuto, se dijo a sí mismo mientras se movía bajo la tenue luz del amanecer, manteniéndose bajo el refugio de los árboles que bordeaban el patio trasero.
Casi había entrado en el patio cuando se detuvo en seco y se quedó petrificado ante la visión que apareció en el porche trasero.
Sintió como si le hubieran pegado un puñetazo en el estómago, haciéndole doblarse en dos. De inmediato, una violenta erección presionó contra sus vaqueros. Se le aceleró el ritmo cardíaco y la sangre fluyó por sus venas con una rapidez vertiginosa. Se quedó sin aliento y cerró los puños con tal fuerza que le dolieron los huesos de los dedos.
Clavó los ojos en la persona que se encontraba ahí, en la blanca camisa que le caía hasta los muslos y que estaba abierta, revelando su piel, su torso, sus piernas. El ahora castaño levantó una humeante taza de café mientras veía despuntar el alba, que iluminaba el patio, el porche y a él mismo con aquellos rayos dorados y violetas.
—Taemin —susurró.
Jonghyun había notado su desliz. Siempre la había llamado Tae a menos que lo desease. A menos que la necesidad de enterrarse en el aterciopelado y embriagador calor del cuerpo del menor fuera abrumadora. Y jamás había sido tan abrumadora como ahora.
Imaginó el olor de su piel en el aire. Imaginó sentir contra la palma de su mano la calidez de su carne sedosa y vibrante abriéndose para él, mientras aquellos labios rosados susurraban su nombre.
Recordó cuántas veces —muchas, de hecho— lo había poseído en el porche trasero de la casa. Lo había puesto a horcajadas sobre él mientras estaba sentado en el balancín o lo había hecho inclinarse sobre la barandilla de hierro, penetrándolo desde atrás.
Una dolorosa agonía le atravesó el pecho y se le clavó en el alma como los colmillos de un animal salvaje. Así era cómo él quería morderlo. Quería agarrar su cuello entre los dientes y mantenerlo sujeto bajo él como un animal. Quería poseerlo y oír sus gritos pidiendo más.
Pero los gritos que el castaño proferiría ahora serían muy diferentes, pensó. El hombre que era ahora, las ansias oscuras que lo invadían, lo aterrorizaría.
Aun así, siguió mirándolo. Observó cómo tomaba aquella primera taza de café, cómo un placer casi sensual inundaba su rostro cuando el líquido caliente traspasaba sus labios, y se permitió a sí mismo recordar aquella sensualidad que un día había sentido en su propia piel.
Recordó su forma de reírse y sus sonrisas. Cómo era tocarlo, abrazarlo, y tuvo que contener la necesidad de recordar los sueños que había compartido con él. Los sueños que había tenido entonces. Sueños sencillos. Quizá una piscina en el patio trasero. Una vida para siempre juntos.
Y ahora estaba allí, oculto entre las sombras, observando cómo el castaño alzaba su rostro demasiado sombrío hacia el amanecer. Incluso hubiera podido jurar que había escuchado cómo susurraba su nombre.
Sólo faltaban unas horas para volver a verlo, pensó. Informaría a Yunho, se ducharía y después de vestirse iría al taller.
Al volver a Incheon con los demás miembros de la unidad de Operaciones Especiales, Minho se había dicho a sí mismo que haría el trabajo y se iría. Así de simple. Pero ahora, mientras miraba a Taemin, tuvo el presentimiento de que no sería tan sencillo como había pensado.
Ese día, regresaría a la vida de la persona que amaba como otro hombre. Un hombre cuyos deseos eran tan oscuros, tan intensos, que a veces se quedaba paralizado. Un renegado. Un hombre sin alma. Volvería a él. Pero no como Min Hyuk, sino como Choi Minho. Y entraría en la vida de Taemin como él jamás hubiera imaginado que haría.
*******************************
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
al fin puedo editar con calma! xD ya me vi todos los videos que hay del concierto en Japón! (demas esta decir que me mate de la risa, me emocione,salte en mi cama, etc etc) xD
bueno ahora si al fic, como siempre cada capitulo me mata *¬* y aparte me dan ganas de agarrar un palo(ya no zapato) y darle a Minho en la cabeza! no entiende que tiene que volver ¿quiere que se lo deletree acaso? ashhhh
Bien cuando se encontro con Jong y le pregunto:
—¿Lo has tocado? —El hielo invadió su voz, su alma. Lo invadió todo—. ¿Lo has consolado?
—Debería —replicó Jonghyun con un gemido, mitad sollozo, mitad rabia contenida—. Debería haberlo hecho. Eres un hijo de perra. Un auténtico hijo de perra. Eres igual que él. Igual que ese despiadado bastardo que te dio la vida.
Coincido contigo puppy-dino! es un imbecil con todas las letras y en mayuscula! yo que tu lo tocaba xD (jajajajajaja bueno yo ya me lo hubiera raptado cof cof)
Y cuando se entero de lo de Changmin se quedo como tarado jum! bien hecho por perder el tiempo!
—Deberías haberte informado un poco antes de regresar y acusarme de tocar lo que es tuyo. No es por mí por quien debes preocuparte, Minho. Quien debería preocuparte es tu buen amigo Changmin. Hace más o menos un año está saliendo con Taemin —La sonrisa de Jonghyun era burlona—. Si me gustara hacer apuestas, apostaría lo que fuera a que muy pronto Tae le dejará conducir tu todo terreno.
jajajajajaja burlate burlate Jong se lo merece para que recapacite y asi haga todo lo necesario para tenerlo de vuelta! Mi baby tae sufriendo y ya fue changmin a consolarlo U.U
Bueno amiga ya te deje el respectivo comentario xD espero actua actua! ire ha seguir viendo videos haber si encuentro mas de lo de Japon! aunque en el video del 2min queria un beso cuando se encontraron jajajajaja (no pido mucho, asi como HB) me quede con las ganas!
hablamos bye bye!
Última edición por Nina_Lee el Jue Abr 26, 2012 5:05 pm, editado 1 vez
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
minho parece ser un hombre
muy frio pero l fin y al cabo
es hombre jejej y taemin se lo
hace recordar me pregunto si taemin
reconocera a minho cunado trabaje para
el esta cada vez se pone mas interesante
espero tu actualizacion ^-^
Última edición por shineebrillosita el Mar Abr 24, 2012 10:43 pm, editado 1 vez
shineebrillosita
♥TAEMIN♥
1560
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
woooo dioss ya aprecio minho delante de jonghyung
k emocionn siento, asi ke taemin sale con changmin su amigo wooo
pobre minho, peor quienes son los BC, ke es lo que quieren? xk trabajan en el taller de tae algunos? k es lo k buscan en realidad? me muero x saber todo esto
me gusto el cap, aunke me dio algo de lastima k minho no se pudiera acercar a taemin TT-TT pero ya kiero leer cuando entre a trabajar en el taller, me pregunto si taemin lo reconocera, si apersar de esos ojos frios y sin alma lo reconocera y xk el desgraciado del pader de min hyuk y jonghyun le kiso kitar todo a tae?
bueno esperare asta el sigiente jueves o viernes para leer grax x el cap estubo muy bueno XD
k emocionn siento, asi ke taemin sale con changmin su amigo wooo
pobre minho, peor quienes son los BC, ke es lo que quieren? xk trabajan en el taller de tae algunos? k es lo k buscan en realidad? me muero x saber todo esto
me gusto el cap, aunke me dio algo de lastima k minho no se pudiera acercar a taemin TT-TT pero ya kiero leer cuando entre a trabajar en el taller, me pregunto si taemin lo reconocera, si apersar de esos ojos frios y sin alma lo reconocera y xk el desgraciado del pader de min hyuk y jonghyun le kiso kitar todo a tae?
bueno esperare asta el sigiente jueves o viernes para leer grax x el cap estubo muy bueno XD
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
:WOW: me dejaste picadisimaa!!!!!
estare esperando con ansias tu actualizacion!!
que tengas un bonito diatardenochemadrugada :MUA:
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
:Waa:
yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Minho es obvio que no puedes alejarte de Tae y menos ahora que sabes que esta con alguien >_<
woooooooooo gracias por la actualizacion :yupi: me quede asdfafsfsf QUIERO MAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
esperare ansiosa el proximo capi
muy bueno en seio mis felicitaciones !!!!!!!!!!!!!!!
yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Minho es obvio que no puedes alejarte de Tae y menos ahora que sabes que esta con alguien >_<
woooooooooo gracias por la actualizacion :yupi: me quede asdfafsfsf QUIERO MAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
esperare ansiosa el proximo capi
muy bueno en seio mis felicitaciones !!!!!!!!!!!!!!!
HannaSHINee
Onew-Jonghyun-Key-Minho-Taemin
146
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
jooo esto se pone cada vez mejor, lo importante
minhyuk bueno minho ya va a estar cerca de Taeminnie :yupi:
como como el kisiera pero bueno, me impresiona su
abuelo tiene buen ojo y aunque minho fue de lo mas
agil yo se que su abuelo lo vio jojo.
Pero mira nadamas lo calenturiento que salio este
hombre, como se puso con solo verlo!!! wow en fin
tratare de esperar pacientemente por la actu saludines ^^
Última edición por anny-min el Lun Abr 23, 2012 2:54 pm, editado 1 vez
anny-min
minho & Taemin
935
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
¡OMG!
Eso fue genial sdfjhdsjfdfjkdkjfdkj .
Otra vez me quedé sin palabras lol , no no no ¡Genial! dhjfhdj♥
Espero el siguiente capítulo ansiosa -o- -se va a seguir con el trabajo práctico que deberia estar haciendo jaja-
Eso fue genial sdfjhdsjfdfjkdkjfdkj .
Otra vez me quedé sin palabras lol , no no no ¡Genial! dhjfhdj♥
Espero el siguiente capítulo ansiosa -o- -se va a seguir con el trabajo práctico que deberia estar haciendo jaja-
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Enn serioo???!!!Esto estaa taan bueeno!!Oh nono Minho regresastee, lo sabia!! Sabiaa que volveriaas por Taee
Me encanto como se puso celoso al oir que Taemin salia con Changmin, Oh si!!Amo, adoro cuando se pone celoso
Espero quee golpee a Changming o algo por el estilo, Jaa
peero en serio saleen?!!
Oh dios no puedo esperar a sabeerlo, en serio mi corazoncito me late todo apresurado de la emocion :3
Ahhh, ok tendre que esperar hasta el juevees, por favor te lo pido de rodillas, actualiza el jueves, porque si lo haces el viernes me muero de por si yaa muero lentamentee
Ahh, en serio esto cada dia me fascina maas
PD:Minho si Tae no te quiere de vuelta su vida, ven a la mia xD JAJAJ
Me encanto como se puso celoso al oir que Taemin salia con Changmin, Oh si!!Amo, adoro cuando se pone celoso
Espero quee golpee a Changming o algo por el estilo, Jaa
peero en serio saleen?!!
Oh dios no puedo esperar a sabeerlo, en serio mi corazoncito me late todo apresurado de la emocion :3
Ahhh, ok tendre que esperar hasta el juevees, por favor te lo pido de rodillas, actualiza el jueves, porque si lo haces el viernes me muero de por si yaa muero lentamentee
Ahh, en serio esto cada dia me fascina maas
PD:Minho si Tae no te quiere de vuelta su vida, ven a la mia xD JAJAJ
YonHye
Minho
361
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
awwww xfin salio jong~ awww
xfin jong sabe ke minho esta vivo
pero insisto minho debe buskar a tae
i decirle ke sta vivo!
ke lo sigue amando~ >_<
pero mmm tengo duda kien fue ke lo vio salir
sera su abuelo ke lloro!? o.O
i tambn es vd ke chagmin anda kon tae!?!? e.e
espero ke no sea vd e.e i ke pronto esten juntos mi 2min >_<
xfin jong sabe ke minho esta vivo
pero insisto minho debe buskar a tae
i decirle ke sta vivo!
ke lo sigue amando~ >_<
pero mmm tengo duda kien fue ke lo vio salir
sera su abuelo ke lloro!? o.O
i tambn es vd ke chagmin anda kon tae!?!? e.e
espero ke no sea vd e.e i ke pronto esten juntos mi 2min >_<
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
OMG!!!
esto esta asjgsjasbjhaass dios!!! muy interesante o.o ohhh de repente me siento afligida y enojada >_
ohh minho~
oh Taemin~
T__T
oww lo siento chagmin♥ pero no debes estar ahí... e.e
omo omo!! su abuelo ya lo vió y lo sabe!! >.< yo lo sé! *-*
owww Minho- minhyuk todo celoso y furioso ahorcando al pobre
jongie LOL ~ por alguna razon me dió gracia ò.o xD
ohhh!!! dioz!! k hará Taemin cuando lo vea?? cual será su reacción??
¿como le hará minho!!!?? si se puso así (e.e todo 1313 xD) namas con verlo .___. que hara cuando lo tenga junto y cuando le hable y aaaaah~ debo sbeer *O* spero conti~ *-*
P.D. owww mi fiel seguidora *O* de verdad? TTuTT oh muchas gracias!!!♥
entonces nos leemos!! ^O^ byee
esto esta asjgsjasbjhaass dios!!! muy interesante o.o ohhh de repente me siento afligida y enojada >_
ohh minho~
oh Taemin~
T__T
oww lo siento chagmin♥ pero no debes estar ahí... e.e
omo omo!! su abuelo ya lo vió y lo sabe!! >.< yo lo sé! *-*
owww Minho- minhyuk todo celoso y furioso ahorcando al pobre
jongie LOL ~ por alguna razon me dió gracia ò.o xD
ohhh!!! dioz!! k hará Taemin cuando lo vea?? cual será su reacción??
¿como le hará minho!!!?? si se puso así (e.e todo 1313 xD) namas con verlo .___. que hara cuando lo tenga junto y cuando le hable y aaaaah~ debo sbeer *O* spero conti~ *-*
P.D. owww mi fiel seguidora *O* de verdad? TTuTT oh muchas gracias!!!♥
entonces nos leemos!! ^O^ byee
enilk
minho *o* siempre el num.1 :D pero onew le sigue muy de cerca con su hermosa sonrisa y su tierna forma de ser ♥ y jonghyun cuando canta no puedo quitar mis ojos de el LoL ohh taemin es una lindura y key dios! es tan genial! *o* los quiero a todos!! pero minho es mi marido num 1 en el mundo ♥.♥ *la patean*
691
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Holas!!!! Les dejo el tercer capi!! gracias por pasar!!! ^^
—Hola, Tae. Kyuhyun acaba de llamar preguntando por su coche y ese condenado motor aún no está listo. Ya viene de camino y parece que ha bebido otra vez. Por cierto, hay un hombre esperándote en tu oficina. Jonghyun llamó para decir que es su amigo y que lo contratáramos. Odio hablarle a tus piernas.
¿Por qué no sales de debajo de ese coche?
Las cosas no pintaban bien. Su recepcionista no parecía contento y sí muy irritado por las primeras llamadas del día. Taemin alzó la mirada hacia las entrañas del vehículo en el que estaba trabajando. En su primera inspección había encontrado grasa, mugre y años de negligencia. Un reflejo de su propia vida, pensó con una mueca de disgusto.
—¿Piensas contestarme hoy, Tae? —Key sonaba cada vez más irritado—. Mira, el tipo del despacho parece un auténtico imbécil. Me temo que me arrancará la cabeza y jugará al béisbol con ella si no vas a hablar con él ya.
Taemin casi curvó los labios. Key, con su larguirucho cuerpo, le recordaba a veces a Jonghyun, el hermano de Minhyuk, la primera vez que lo había visto. Y podía llegar a ser tan melodramático como su cuñado lo había sido.
Se agarró a la parte inferior del motor y se deslizó por el cemento hasta que liberó la cabeza y miró a Key, lo había contratado para que se encargara de la oficina. Los ojos felinos llenos de preocupación y el ceño fruncido.
Aquel chico siempre andaba vestido a la moda sin importar que trabajara en una mecánica, pero como el rubio lo había dicho él era el rostro del negocio. Maldición, él no tenía tiempo para eso.
—Le dije a Kyuhyun que su coche estaría listo mañana, no hoy. —Tae se incorporó sobre el estrecho carrito de plástico que utilizaba para meterse debajo de los coches cuando reparaba las averías. Apoyó los brazos en las rodillas y se quedó mirando por un momento a su empleado con exasperación.
—No vamos a contratar a nadie, y Jonghyun llegará cuando llegue. Es todo lo que sé, así que ocúpate tú del resto. —-Se limpió los dedos negros en los vaqueros antes de apartarse unos mechones de la cara y se tendió de nuevo sobre el carrito, decidido a poner a punto el sedán que los mecánicos habían olvidado decirle que tenían que entregar. Kyuhyun no era el único que le había confiado su vehículo.
—Ah, no, de eso nada. —Key negó con la cabeza cuando él comenzó a moverse—. De ninguna manera puedo ocuparme de ese tipo, Tae. Ese hombre es del tipo con el que no me gustaría pelear. Esto no forma parte de mi trabajo, ¿sabes? Tendrás que encargarte tú de él.
Taemin volvió a salir de debajo del coche. Estaba furioso por la impaciencia más que por la actitud de su empleado. Key solía ser muy eficiente y sabía cómo lidiar con los clientes más pesados con una facilidad envidiable.
—Sólo tienes que decirle que vuelva mañana. Jonghyun estará aquí... —Exasperado, agachó la cabeza cuando el rubio comenzó a negar violentamente con la cabeza—. Genial.
Logró ponerse de pie y colocó el carrito contra la pared del taller. Luego cogió una toalla sucia e intentó limpiarse el aceite de las manos. Segundos después, lanzó el trapo al banco y atravesó el taller en dirección a la oficina.
No podían permitirse contratar a un nuevo mecánico por mucho que lo necesitara para mantener el taller al día. Taemin era muy consciente de que estaba a punto de perderlo todo. Si no lograba arreglar el lío que había permitido que se produjera en aquellos dos primeros y horribles años después de la muerte de Min Hyuk, el banco se quedaría con el taller y la casa. Lo que él tenía no era suficiente para salvarlo todo.
No podía dejar que otros ocuparan la casa que Minhyuk y él habían compartido. Llevaba dos años intentando conservarla. No, no lo permitiría.
Dios, no podía perder aquel último vínculo con él. Era todo lo que le quedaba de él.
—Dile a JunHyung que quiero ese coche arreglado y fuera de aquí esta misma tarde —-le ordenó a Key de camino a la oficina—. Y dile también que tenemos que terminar de arreglar el todoterreno azul esta tarde, aún nos falta colocar algunas piezas. Hay que terminarlo y probarlo.
—ok!! —Key inclinó la cabeza antes de girarse y correr al otro lado del taller. —Y no corras —masculló el castaño, sabiendo que él no acataría esa orden aunque la hubiera oído.
Ni siquiera le había preguntado cómo se llamaba el hombre que buscaba trabajo. Negó con la cabeza y se pasó la mano por el pelo antes de abrir bruscamente la puerta de la oficina y detenerse en seco.
Aquel hombre desprendía arrogancia. Tenía unos ojos color negro brumoso que quedaron grabados a fuego en el cerebro de Tae; unos ojos que resplandecían en un rostro bronceado y anguloso, una nariz perfilada y labios gruesos sensuales; le hacía parecer peligroso. Llevaba el pelo negro en una coleta con mechones enmarcando su rostro.
Taemin sintió un escalofrío, una primitiva advertencia de peligro al clavar los ojos en él. Era alto y delgado, pero apostaría lo que fuera a que los músculos que ocultaban la chaqueta de cuero negra, la camiseta y los vaqueros, eran duros como el acero. Calzaba unas pesadas botas negras y cuando se puso en pie, lo miró a través de unas sedosas y largas pestañas negras.
Lo primero que Taemin pensó al verlo fue que aquel desconocido era un depredador. Atractivo, y peligroso, la clase de hombre que él había aprendido a evitar tras la muerte de MinHyuk.
El alto se reclinó despreocupadamente contra el escritorio y apoyó las manos sobre la superficie mientras lo examinaba como si él fuese su presa. Por un momento, sólo un momento, Taemin tuvo la impresión de que retrocedía en el tiempo, hasta aquel día en que había entrado en el taller con el coche sobrecalentado y los nervios hechos trizas porque llegaba tarde a una entrevista de trabajo. Hacía calor y él había estado sudando bajo el sol de finales de verano, maldiciendo el viaje desde Seúl y el calor de Incheon, que parecía más intenso que de costumbre.
Ahora él se encontraba en el lugar de Minhyuk, que entonces había sido el propietario del taller y más tarde suyo. El alto lo había recorrido lentamente con la mirada, con una sonrisa curvándole aquellos labios tan excitantes mientras sus ojos, unos brillantes y seductores ojos, le habían robado el corazón.
Sintió que la boca se le quedaba seca. Le temblaron las manos y notó calambres en el estómago cuando le devolvió la mirada a aquel desconocido. No conocía a ese hombre, no quería conocerlo, pero por un instante, sólo un instante, todo su pasado volvió a él. Una sensación agridulce y dolorosa de amor y pérdida, de todo lo que el destino le había negado.
—No tenemos vacantes. Por favor, váyase.
De acuerdo, eso había sido bastante grosero. Pero estaba muy ocupado y no necesitaba el dolor de cabeza que sabía que le provocaría ese hombre.
—Jonghyun me aseguró que necesitaban un mecánico.
Oh, Dios, qué voz.
Era una voz profunda, casi gutural. Excitaba cada una de sus terminaciones nerviosas, provocando en él una reacción sexual. Maldición, maldición, maldición. No necesita eso. No necesitaba que su cuerpo despertara ahora de su largo letargo. Y mucho menos que lo excitara un hombre más peligroso y posiblemente más duro que cualquier otro que hubiera conocido.
Esa voz era fría y decidida, pero con un trasfondo oscuro y voraz. Jamás había oído algo así en la voz de Minhyuk, jamás había visto esa mirada en sus ojos.
El castaño bajó la vista lentamente y se obligó a fijar la mirada en el rostro que tenía enfrente.
—Jonghyun no está aquí —se obligó a decir, casi haciendo una mueca ante el sonido áspero de su propia voz—. Y aunque no fuera así, él no es el dueño del taller. Soy yo el que toma las decisiones. No tenemos vacantes.
El alto cambió de postura. Fascinado por aquel movimiento, Taemin deslizó la mirada por los poderosos y delgados muslos cubiertos por los vaqueros, por los duros abdominales que destacaban bajo la camiseta de algodón, por las botas que ocultaban unos pies grandes; una buena base para un hombre que debía de medir uno ochenta o noventa.
Al volver a mirarlo a la cara, observó que los ojos del hombre se habían desviado hacia las ventanas que daban a la gasolinera y el aparcamiento. Había varios coches aparcados bajo el ardiente sol del mediodía esperando para ser arreglados. La gasolinera, que parecía abandonada, estaba cerrada. El asfalto presentaba varias grietas y la hierba crecía por todos lados. Sí, el lugar no estaba en su mejor momento, pensó ignorando la frustración y el dolor. Pero lo hacía lo mejor que podía. Y estaba muchísimo mejor que hacía dos años, cuando se había visto obligado a salir del estupor en el que se había sumido para darse cuenta de que lo estaba perdiendo todo.
—Está haciendo un buen trabajo aquí, aunque, si quiere sobrevivir, necesita a alguien dispuesto a trabajar y que sepa sacar lo mejor de sus empleados. —Volvió a mirarlo fijamente y aquellos ojos negros amenazaron con robarle el aliento de nuevo.
La voz masculina sonaba tranquila y razonable, pero aun así sintió que una oleada de furia lo atravesaba. Cómo se atrevía aquel hombre a arruinar el frágil equilibrio que él había encontrado en su vida, con aquellos ojos negros y esa voz profunda. Taemin alzó la barbilla altivamente, odiándolo, odiando esos ojos y el cansancio que parecía inundarlos. Y se negó a dejar que le importara.
—Me van muy bien las cosas a mí solo, señor —le aseguró en tono burlón, mientras se erguía rígidamente—. Usted es un desconocido y...
—Mira, sólo estoy indicando un hecho.
Oh, Dios... Taemin quería comenzar a gritarle por robarle la paz, por acabar con la frágil tranquilidad que finalmente había logrado alcanzar, por provocar aquella inexplicable respuesta en su interior.
—Necesito el trabajo, Jonghyun me lo prometió —le dijo el desconocido esbozando una dura sonrisa—. Y él es su socio, ¿verdad? —Eso no importa —respondió el castaño —. Mire, señor... —Choi, Choi Min Ho.
Minho. «Norul Saranghae». Por un momento, el deseo se apoderó de su mente y pensó en Minhyuk.
Pero él no lo había amado para siempre. Lo había dejado solo. Lo había dejado sobrevivir sin él durante cuatro desoladores años.
Y ahora, otro se estaba colando en su vida, intentando tomar el control. Negó con la cabeza. No, ni hablar. Ningún hombre volvería a poseerlo como lo había hecho su Minhyuk. Era imposible. No iba a permitirlo.
Taemin abrió los ojos e irguió la cabeza, sintiendo que la vieja furia la consumía de nuevo. Enderezó los hombros y alzó la barbilla con gesto desafiante.
—He dicho que no. Por favor, váyase. Debo terminar de arreglar un coche y no tengo tiempo que perder. —Giró sobre los talones y regresó al taller, conteniendo el doloroso vacío que le constreñía la garganta y le humedecía los ojos.
Terminaría por olvidarlo, no necesitaba que le recordaran unos ojos, unos besos que le robaban el alma y unas promesas rotas.
Minhyuk se había ido. Estaba muerto, su cuerpo yacía en un ataúd del gobierno enterrado en un oscuro agujero. Había visto cómo lo cubrían con cada paletada de tierra que sellaba una realidad que él se negaba a aceptar.
Dios, cuánto lo había amado. Su risa, su voz, su enorme cuerpo y su temperamento.
Se obligó a respirar a pesar de los recuerdos, a poner un pie delante del otro y a alejarse de aquel hombre que despertaba esos recuerdos en su interior.
—Lee Taemin. —Una furiosa voz masculina interrumpió sus pensamientos y lo obligó a detenerse cuando se dirigía al sedán en el que había estado trabajando minutos antes. Se volvió lentamente hacia las puertas abiertas del taller y contuvo una maldición.
Él no soltaba maldiciones, se recordó a sí mismo. No importaba cuánto lo provocaran. Y lo estaban provocando. Dios, ¿por qué no se había quedado en la cama esa mañana? Kyuhyun no se detenía ante nada. Había sido amigo Minhyuk, pero ahora era una pesada carga para él.
—Kyuhyun, ahora mismo estaba trabajando en tu coche. —Levantó una mano para saludarlo mientras rezaba para que él no hubiera estado bebiendo—. Mañana lo tendrás a punto.
—Ese pequeño bastardo de Jonghyun me dijo que estaría listo en dos semanas. —Kyuhyun entró en el taller, ignorando la señal que advertía a los clientes que permanecieran detrás de la deslucida línea amarilla—. Me dijiste dos semanas, ni un día más.
Taemin se mordió la lengua y se recordó que no podía permitirse el lujo de enfurecerlo demasiado. Era el gerente del banco que poseía las letras del taller y de la casa, y lo había amenazado más de una vez con que ejecutaría la hipoteca si dejaba de efectuar algún pago.
Llevaba cabello oscuro corto. Tenía los ojos llorosos e inyectados en sangre por el alcohol, y la cara algo hinchada, enrojecida y retorcida por la furia. Genial. Necesitaba eso tanto como al enorme hombre que acababa de dejar plantado en su oficina hacía un instante.
—Hoy no estará listo. —intentó hacer gala de una paciencia que no tenía. No podía enojarle; no mientras Kyu pudiera ejecutar la hipoteca en cualquier momento. Además, había sido amigo de Minhyuk.
Más o menos.
—Ni hablar —replicó él malhumorado. Su rostro estaba totalmente rojo cuando se acercó a él y el olor a alcohol le abofeteó —. Vas a terminar ahora con mi todoterreno, perra, o puedes irte despidiendo del negocio ¿me has oído? Minhyuk no se sentiría demasiado orgulloso entonces de ese pequeño trasero que tienes. Este taller era su orgullo, todo por lo que luchó.
Definitivamente, Kyu había bebido más de la cuenta. Nunca le había visto tan furioso.
—Minhyuk está muerto —le recordó, luchando por mantener una calma que se había jurado no perder. Por alguna razón, Kyu siempre parecía culparlo de la muerte de Minhyuk—. Cómo se sentiría no viene al caso.
Se irguió en toda su estatura, aunque sabía que su metro setenta y cinco no podía competir con el metro ochenta y tantos de Kyu. Era alto, delgado. El hombre que Minhyuk había considerado una vez su amigo había dejado que la botella y los fracasos lo destruyeran con más rapidez de lo que el dolor de Tae casi había destruido el taller.
—Minhyuk tendría que haberte dado una buena lección. Y debería haber dejado este lugar en manos responsables antes de permitir que lo mataran. —Las crueles palabras golpearon con fuerza en el corazón de Taemin, sin importar cuánto intentara ignorarlas—. Debería haber sabido que alguien tan tonto como tú no sería capaz de sacar su negocio adelante.
Demonios. Odiaba tener que decirle a Key que llamara a la policia. Le harían multitud de preguntas y luego tendría que rellenar un montón de papeleo, y no tenía tiempo para esas tonterías.
—Pero no lo hizo, Kyuhyun. Y este tonto está intentando hacer todo lo que puede. —Fue consciente de que los mecánicos estaban congregándose detrás de él y quiso gemir de frustración. No necesitaba eso—. Tendrás tu todoterreno a primera hora de la mañana. Me queda esta noche según el contrato, así que te lo entregaré a tiempo. —No podía permitirse no hacerlo.
Los enrojecidos ojos de Kyuhyun le recorrieron de arriba debajo de una manera insultante.
—Si hay algo que tengo que reconocer es que Minhyuk se consiguió un puto de primera.
Taemin entrecerró los ojos y se envaró. Le rechinaron los dientes por el esfuerzo de contener una réplica. Las cosas ya serían lo suficientemente malas cuando comenzaran a correr los rumores. No necesitaba empeorarlas, se recordó a sí mismo.
—Taemin ha dicho que mañana. —Key se colocó al lado de Taemin, con la voz vibrando de cólera ante el insulto—. No estará listo hasta entonces.
La mirada de Kyu se clavó en el joven al tiempo que sus labios se curvaban en una sonrisa sarcástica.
—¿Tú también te lo tiras, o es que son de la misma clase? Este puto necesita una buena poll... —Jamás terminó la frase, y no fue porque Key se le echara encima.
Antes de que el de mirada felina pudiera recorrer el metro que los separaba, un oscuro borrón pasó ante ellos. Kyuhyun fue levantado en volandas y, literalmente, arrojado fuera del taller.
Taemin se quedó mirando asombrado cómo el desconocido al que había negado el empleo levantaba a Kyu del asfalto, sólo para lanzarlo contra el BMW descapotable que el banquero había dejado en el aparcamiento.
Con el rostro convertido en una máscara de fría ira, Minho colocó una de sus enormes manos en el cuello de Kyu y comenzó a apretar sin piedad.
—Deténgase. —Taemin se obligó a moverse, a correr hacia ellos, a agarrar con sus pequeñas manos la muñeca de Minho mientras miraba horrorizado aquellos ojos fríos y despiadados—. Va a matarlo. Es sólo un borracho. ¡Maldita sea, he dicho que se detenga!
La furia brillaba con intensidad en aquellas profundidades negras, haciendo que la promesa de la muerte ensombreciera el inusual color de esos ojos inmisericordes mientras apretaba los dedos, torciendo los labios en una terrible mueca de furia.
—¿Ha perdido el juicio? —gritó Taemin tirando de la gruesa muñeca, desesperado ahora que oía el jadeo estrangulado de Kyu.
El castaño miró al desconocido llena de ira y reconoció la promesa de muerte en los ojos cuando él bajó la mirada hacia Kyuhyun.
—Insúltelo de nuevo —su voz era un sonido ronco y furioso mientras clavaba los ojos en los de Kyu—, y lo mataré.
Tae sintió que la muñeca se relajaba y la oscura mirada del desconocido se enlazó con la suya. Un músculo le palpitaba en la mandíbula y tenía los labios apretados. Sus ojos llameaban cuando lo miró por encima del hombro mientras soltaba a un Kyu jadeante. Los ruidos que hizo el banquero al meterse en su BMW resonaron en el silencio del aparcamiento.
—Jonghyun me dijo que el apartamento que hay encima del garaje está disponible. —Minho habló en un tono bajo y gutural—. Dejaré allí mis cosas y terminaré de poner a punto el todoterreno de este bastardo o le mataré ahora mismo. Usted decide.
Taemin negó con el cabeza, aturdido, mientras el BMW se ponía en marcha tras él y las ruedas rechinaban al salir del aparcamiento. Estaba seguro de que el desconocido llevaría a cabo su amenaza si no le daba el empleo.
—¿Por qué? —susurró finalmente con voz ronca, al tiempo que intentaba encontrar sentido a todo aquello. ¿Por qué le pasaba eso? ¿Por qué en ese momento? ¿Por qué el destino había puesto en su camino a alguien que podía destruirlo cuando finalmente empezaba a reconstruir su vida?
—Elije.
Taemin le soltó la muñeca, dándose cuenta de que todavía lo agarraba con una fuerza que ignoraba que poseía.
Se obligó a soltarlo aflojando los dedos uno a uno. No podía responderle, no podía escoger. Lo único que tenía claro en aquel instante era que mataría a Jonghyun en cuanto lo viera.
Ignorando las caras conmocionadas y sorprendidas que lo rodeaban, se giró y se encaminó lentamente de vuelta al taller. Tenía trabajo que hacer, y no podía, no debía dejar que aquello interfiriera.
No necesitaba eso.
Se tumbó en el carrito y lo hizo rodar bajo el coche que tenia que terminar de arreglar. Unos ajustes más y estaría listo. Sólo sería un momento.
Cogió la llave inglesa del suelo de cemento y empezó a trabajar tratando de ignorar las lágrimas que le rodaban por las sienes y que le mojaban al pelo, tratando de ignorar el dolor que le oprimía el pecho y que le desgarraba el corazón.
Tenía trabajo que hacer. Cuando todos se hubieran ido, le pagaría a Choi Minho un día de sueldo y le diría que se fuera. No sería fácil. Necesitaba el dinero y tenía que pagar el recibo de la hipoteca la semana siguiente. Si no encontraba una solución, se vería obligado a vender parte de las joyas que su familia le había dejado para cubrir el pago.
Pero si de algo estaba seguro era de que Minho tenía que marcharse. No podía controlar la respuesta instantánea de su cuerpo ante él, ni la extraña y compleja ira que lo inundaba cuando lo veía. Había algo en aquel hombre que le resultaba demasiado familiar y peligroso, y no podía permitirse tenerlo cerca. Había conseguido remover algo oculto en su interior. Le había hecho sentir algo más que la pena a la que se había resignado hacía dos años cuando había decidido dejar el luto. Algunas veces, como ahora, se arrepentía de ello.
Taemin no percibió el sollozo que le rasgó el pecho ante tales pensamientos, pero el hombre que se había detenido junto al coche sí que lo oyó. Lo oyó y lo odió.
Minho todavía sentía una violenta furia en sus entrañas, una furia que envolvía su mente en una neblina rojiza. Ver a Kyu, oír las crueles palabras con las que había insultado a Taemin, le había hecho perder el juicio. Incluso ahora, quería matar al que había sido su amigo años atrás. Toda una vida de amistad se había esfumado en un segundo. Por lo que a Minho concernía, Kyu estaba viviendo de prestado.
Bajó la mirada al suelo y la imagen de las piernas de Taemin, con los pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas contra el guardabarros del coche, le hizo sentir otra clase de furia.
Él no debía de estar allí debajo. No importaba lo condenadamente sexy que estuviera con aquellos vaqueros manchados con el mismo aceite que le salpicaba la barbilla y la mejilla.
Se estaba matando a sí mismo. Minho había observado las ojeras, el peso que había perdido, las oscuras profundidades de sus bellos ojos chocolates. Esa no era la persona que había dejado. Su cabello rubio era ahora un castaño oscuro, sus delgadas y largas piernas debajo de esos sucios vaqueros. No lo podía creer.
Aquello trajo a su mente el recuerdo del cuerpo desnudo de Taemin. Cuánto había amado él aquel cuerpo cálido que se había amoldado al suyo a la perfección.
Dios, Taemin no era el mismo, él siempre odio estar sucio, mal arreglado y ahora… verlo en esa situación. Que fue lo que sucedió? Siempre fue un niño tierno y inocente, nunca permitió que se esforzara y mucho menos en cosas como estas.
Sabía que tenía dieciocho años cuando empezaron a convivir, pero ahora se daba cuenta de lo que había sido en realidad. Ahora a los veinticuatro años, se reflejaba la madurez en su rostro, aunque aún parecía inocente. Pero él había visto el dolor, denso y oscuro, reflejado en sus ojos, en la línea apretada de sus labios y en la rigidez de sus hombros antes de que el castaño hubiera desaparecido debajo del coche.
Inspiró profundamente mientras los mecánicos lo miraban observar cómo Taemin desaparecía bajo el coche. Tenían expresiones cautelosas, entre aliviadas y preocupadas. No eran los mismos hombres que habían trabajado para él antes de que se marchara. Eran desconocidos, y los desconocidos siempre podían ser enemigos. Minho jamás olvidaría que sólo uno, el más joven, se había adelantado para proteger a Taemin cuando todos los demás retrocedían.
—Ya no está solo —rugió, sabiendo que la furia volvía más áspera su voz—. Muevan sus traseros y terminen el trabajo, o cojan sus cosas y márchense. Quiero que cada uno de los vehículos que hay en el taller esté arreglado antes de que se vayan a casa esta noche, o al único que querré ver mañana será a éste. —Señaló a Key con el dedo—. Y si no recuerdo mal, tu sitio está en la oficina.
Key tragó saliva y sus oscuros ojos parpadearon indecisos al mirar hacia el lugar donde Taemin había desaparecido. Era obvio que estaba más interesado en proteger al castaño que en continuar con su trabajo.
—Vamos—masculló Minho—, ya discutiremos los detalles más tarde. —Volvió la mirada hacia los demás hombres, observando cómo se movían con nerviosismo con las caras manchadas de aceite y las miradas cautelosas fijas en él.
—Elijan de una vez —les exigió—, y asegúrense de hacerlo bien.
No esperó a conocer sus reacciones. Se dirigió al fondo del taller caminando con seguridad hacia la mesa donde estaban las fichas de los coches, y cogió la primera. Había llegado el momento de ponerse a trabajar.
No se engañaba; después de que todos se hubieran ido, Taemin dejaría que aquel temperamento suyo hiciera erupción. Sólo lo había visto en todo su apogeo una vez, cuando convivían. El día que él había cometido el error de decirle qué era lo que no podía hacer, el castaño le había dejado bien claro qué era exactamente lo que ocurría cuando intentaba controlarlo.
Ejercer el control era algo innato en los SEAL’s. Era parte de su esencia y de lo que los hacía tan eficientes. Así que no había sido de extrañar que una noche que el menor había quedado con sus amigos para cenar e ir de copas, él le hubiera ordenado que no fuera. Lo quería en casa con él. Estaba excitado y deseaba poseerlo. No quería que estuviera en un pub local con un montón de mujeres y hombres codiciándolo.
Pero Taemin le había mirado en silencio durante un largo momento y después había seguido informándole de dónde estaría y cuándo regresaría a casa.
«Maldita sea, Tae, debes quedarte en casa esta noche. Conmigo».
Apenas le había dado tiempo de esquivar el salero que le había lanzado a la cabeza. Y luego su pequeño y dulce ángel de voz suave había estallado.
Enrojecido y furioso, había procedido a dictarle las leyes que regirían su relación, antes de salir airado de la casa meneando su pequeño trasero como una gata enfurecida. Él había terminado por ceder y le había dicho que pasara la noche con sus condenados amigos. Que estaría bien sin él.
A las dos de la madrugada, había registrado el pueblo hasta encontrar su coche aparcado frente a la casa de uno de esos amigos. Había sacado de allí a Taemin, que había bebido de más, y después de meterlo en el todoterreno, lo había llevado a casa. Jamás volvió a cometer el mismo error.
Ahora, tras oír aquel sonido ahogado y sordo debajo del coche, emitido por la misma persona, se preguntó si alguna vez había conocido bien a Taemin. Se dio cuenta de que existía un Taemin que se había contenido ante él de la misma manera que él se había contenido ante el menor.
No había tenido suficiente de él antes de «morir». No lo había tocado de todas las maneras que había querido. De pronto se percató de que la oscuridad que siempre habitaba en él había estado buscando una vía de escape, y que ahora la había encontrado en su independiente y pequeño Taemin. Alguien que se merecía mucho más de lo que estaba a punto de conseguir.
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Espero les haya gustado!!! Nos leemos! bye bye! ^^
Capítulo 3
—Hola, Tae. Kyuhyun acaba de llamar preguntando por su coche y ese condenado motor aún no está listo. Ya viene de camino y parece que ha bebido otra vez. Por cierto, hay un hombre esperándote en tu oficina. Jonghyun llamó para decir que es su amigo y que lo contratáramos. Odio hablarle a tus piernas.
¿Por qué no sales de debajo de ese coche?
Las cosas no pintaban bien. Su recepcionista no parecía contento y sí muy irritado por las primeras llamadas del día. Taemin alzó la mirada hacia las entrañas del vehículo en el que estaba trabajando. En su primera inspección había encontrado grasa, mugre y años de negligencia. Un reflejo de su propia vida, pensó con una mueca de disgusto.
—¿Piensas contestarme hoy, Tae? —Key sonaba cada vez más irritado—. Mira, el tipo del despacho parece un auténtico imbécil. Me temo que me arrancará la cabeza y jugará al béisbol con ella si no vas a hablar con él ya.
Taemin casi curvó los labios. Key, con su larguirucho cuerpo, le recordaba a veces a Jonghyun, el hermano de Minhyuk, la primera vez que lo había visto. Y podía llegar a ser tan melodramático como su cuñado lo había sido.
Se agarró a la parte inferior del motor y se deslizó por el cemento hasta que liberó la cabeza y miró a Key, lo había contratado para que se encargara de la oficina. Los ojos felinos llenos de preocupación y el ceño fruncido.
Aquel chico siempre andaba vestido a la moda sin importar que trabajara en una mecánica, pero como el rubio lo había dicho él era el rostro del negocio. Maldición, él no tenía tiempo para eso.
—Le dije a Kyuhyun que su coche estaría listo mañana, no hoy. —Tae se incorporó sobre el estrecho carrito de plástico que utilizaba para meterse debajo de los coches cuando reparaba las averías. Apoyó los brazos en las rodillas y se quedó mirando por un momento a su empleado con exasperación.
—No vamos a contratar a nadie, y Jonghyun llegará cuando llegue. Es todo lo que sé, así que ocúpate tú del resto. —-Se limpió los dedos negros en los vaqueros antes de apartarse unos mechones de la cara y se tendió de nuevo sobre el carrito, decidido a poner a punto el sedán que los mecánicos habían olvidado decirle que tenían que entregar. Kyuhyun no era el único que le había confiado su vehículo.
—Ah, no, de eso nada. —Key negó con la cabeza cuando él comenzó a moverse—. De ninguna manera puedo ocuparme de ese tipo, Tae. Ese hombre es del tipo con el que no me gustaría pelear. Esto no forma parte de mi trabajo, ¿sabes? Tendrás que encargarte tú de él.
Taemin volvió a salir de debajo del coche. Estaba furioso por la impaciencia más que por la actitud de su empleado. Key solía ser muy eficiente y sabía cómo lidiar con los clientes más pesados con una facilidad envidiable.
—Sólo tienes que decirle que vuelva mañana. Jonghyun estará aquí... —Exasperado, agachó la cabeza cuando el rubio comenzó a negar violentamente con la cabeza—. Genial.
Logró ponerse de pie y colocó el carrito contra la pared del taller. Luego cogió una toalla sucia e intentó limpiarse el aceite de las manos. Segundos después, lanzó el trapo al banco y atravesó el taller en dirección a la oficina.
No podían permitirse contratar a un nuevo mecánico por mucho que lo necesitara para mantener el taller al día. Taemin era muy consciente de que estaba a punto de perderlo todo. Si no lograba arreglar el lío que había permitido que se produjera en aquellos dos primeros y horribles años después de la muerte de Min Hyuk, el banco se quedaría con el taller y la casa. Lo que él tenía no era suficiente para salvarlo todo.
No podía dejar que otros ocuparan la casa que Minhyuk y él habían compartido. Llevaba dos años intentando conservarla. No, no lo permitiría.
Dios, no podía perder aquel último vínculo con él. Era todo lo que le quedaba de él.
—Dile a JunHyung que quiero ese coche arreglado y fuera de aquí esta misma tarde —-le ordenó a Key de camino a la oficina—. Y dile también que tenemos que terminar de arreglar el todoterreno azul esta tarde, aún nos falta colocar algunas piezas. Hay que terminarlo y probarlo.
—ok!! —Key inclinó la cabeza antes de girarse y correr al otro lado del taller. —Y no corras —masculló el castaño, sabiendo que él no acataría esa orden aunque la hubiera oído.
Ni siquiera le había preguntado cómo se llamaba el hombre que buscaba trabajo. Negó con la cabeza y se pasó la mano por el pelo antes de abrir bruscamente la puerta de la oficina y detenerse en seco.
Aquel hombre desprendía arrogancia. Tenía unos ojos color negro brumoso que quedaron grabados a fuego en el cerebro de Tae; unos ojos que resplandecían en un rostro bronceado y anguloso, una nariz perfilada y labios gruesos sensuales; le hacía parecer peligroso. Llevaba el pelo negro en una coleta con mechones enmarcando su rostro.
Taemin sintió un escalofrío, una primitiva advertencia de peligro al clavar los ojos en él. Era alto y delgado, pero apostaría lo que fuera a que los músculos que ocultaban la chaqueta de cuero negra, la camiseta y los vaqueros, eran duros como el acero. Calzaba unas pesadas botas negras y cuando se puso en pie, lo miró a través de unas sedosas y largas pestañas negras.
Lo primero que Taemin pensó al verlo fue que aquel desconocido era un depredador. Atractivo, y peligroso, la clase de hombre que él había aprendido a evitar tras la muerte de MinHyuk.
El alto se reclinó despreocupadamente contra el escritorio y apoyó las manos sobre la superficie mientras lo examinaba como si él fuese su presa. Por un momento, sólo un momento, Taemin tuvo la impresión de que retrocedía en el tiempo, hasta aquel día en que había entrado en el taller con el coche sobrecalentado y los nervios hechos trizas porque llegaba tarde a una entrevista de trabajo. Hacía calor y él había estado sudando bajo el sol de finales de verano, maldiciendo el viaje desde Seúl y el calor de Incheon, que parecía más intenso que de costumbre.
Ahora él se encontraba en el lugar de Minhyuk, que entonces había sido el propietario del taller y más tarde suyo. El alto lo había recorrido lentamente con la mirada, con una sonrisa curvándole aquellos labios tan excitantes mientras sus ojos, unos brillantes y seductores ojos, le habían robado el corazón.
Sintió que la boca se le quedaba seca. Le temblaron las manos y notó calambres en el estómago cuando le devolvió la mirada a aquel desconocido. No conocía a ese hombre, no quería conocerlo, pero por un instante, sólo un instante, todo su pasado volvió a él. Una sensación agridulce y dolorosa de amor y pérdida, de todo lo que el destino le había negado.
—No tenemos vacantes. Por favor, váyase.
De acuerdo, eso había sido bastante grosero. Pero estaba muy ocupado y no necesitaba el dolor de cabeza que sabía que le provocaría ese hombre.
—Jonghyun me aseguró que necesitaban un mecánico.
Oh, Dios, qué voz.
Era una voz profunda, casi gutural. Excitaba cada una de sus terminaciones nerviosas, provocando en él una reacción sexual. Maldición, maldición, maldición. No necesita eso. No necesitaba que su cuerpo despertara ahora de su largo letargo. Y mucho menos que lo excitara un hombre más peligroso y posiblemente más duro que cualquier otro que hubiera conocido.
Esa voz era fría y decidida, pero con un trasfondo oscuro y voraz. Jamás había oído algo así en la voz de Minhyuk, jamás había visto esa mirada en sus ojos.
El castaño bajó la vista lentamente y se obligó a fijar la mirada en el rostro que tenía enfrente.
—Jonghyun no está aquí —se obligó a decir, casi haciendo una mueca ante el sonido áspero de su propia voz—. Y aunque no fuera así, él no es el dueño del taller. Soy yo el que toma las decisiones. No tenemos vacantes.
El alto cambió de postura. Fascinado por aquel movimiento, Taemin deslizó la mirada por los poderosos y delgados muslos cubiertos por los vaqueros, por los duros abdominales que destacaban bajo la camiseta de algodón, por las botas que ocultaban unos pies grandes; una buena base para un hombre que debía de medir uno ochenta o noventa.
Al volver a mirarlo a la cara, observó que los ojos del hombre se habían desviado hacia las ventanas que daban a la gasolinera y el aparcamiento. Había varios coches aparcados bajo el ardiente sol del mediodía esperando para ser arreglados. La gasolinera, que parecía abandonada, estaba cerrada. El asfalto presentaba varias grietas y la hierba crecía por todos lados. Sí, el lugar no estaba en su mejor momento, pensó ignorando la frustración y el dolor. Pero lo hacía lo mejor que podía. Y estaba muchísimo mejor que hacía dos años, cuando se había visto obligado a salir del estupor en el que se había sumido para darse cuenta de que lo estaba perdiendo todo.
—Está haciendo un buen trabajo aquí, aunque, si quiere sobrevivir, necesita a alguien dispuesto a trabajar y que sepa sacar lo mejor de sus empleados. —Volvió a mirarlo fijamente y aquellos ojos negros amenazaron con robarle el aliento de nuevo.
La voz masculina sonaba tranquila y razonable, pero aun así sintió que una oleada de furia lo atravesaba. Cómo se atrevía aquel hombre a arruinar el frágil equilibrio que él había encontrado en su vida, con aquellos ojos negros y esa voz profunda. Taemin alzó la barbilla altivamente, odiándolo, odiando esos ojos y el cansancio que parecía inundarlos. Y se negó a dejar que le importara.
—Me van muy bien las cosas a mí solo, señor —le aseguró en tono burlón, mientras se erguía rígidamente—. Usted es un desconocido y...
—Mira, sólo estoy indicando un hecho.
Oh, Dios... Taemin quería comenzar a gritarle por robarle la paz, por acabar con la frágil tranquilidad que finalmente había logrado alcanzar, por provocar aquella inexplicable respuesta en su interior.
—Necesito el trabajo, Jonghyun me lo prometió —le dijo el desconocido esbozando una dura sonrisa—. Y él es su socio, ¿verdad? —Eso no importa —respondió el castaño —. Mire, señor... —Choi, Choi Min Ho.
Minho. «Norul Saranghae». Por un momento, el deseo se apoderó de su mente y pensó en Minhyuk.
Pero él no lo había amado para siempre. Lo había dejado solo. Lo había dejado sobrevivir sin él durante cuatro desoladores años.
Y ahora, otro se estaba colando en su vida, intentando tomar el control. Negó con la cabeza. No, ni hablar. Ningún hombre volvería a poseerlo como lo había hecho su Minhyuk. Era imposible. No iba a permitirlo.
Taemin abrió los ojos e irguió la cabeza, sintiendo que la vieja furia la consumía de nuevo. Enderezó los hombros y alzó la barbilla con gesto desafiante.
—He dicho que no. Por favor, váyase. Debo terminar de arreglar un coche y no tengo tiempo que perder. —Giró sobre los talones y regresó al taller, conteniendo el doloroso vacío que le constreñía la garganta y le humedecía los ojos.
Terminaría por olvidarlo, no necesitaba que le recordaran unos ojos, unos besos que le robaban el alma y unas promesas rotas.
Minhyuk se había ido. Estaba muerto, su cuerpo yacía en un ataúd del gobierno enterrado en un oscuro agujero. Había visto cómo lo cubrían con cada paletada de tierra que sellaba una realidad que él se negaba a aceptar.
Dios, cuánto lo había amado. Su risa, su voz, su enorme cuerpo y su temperamento.
Se obligó a respirar a pesar de los recuerdos, a poner un pie delante del otro y a alejarse de aquel hombre que despertaba esos recuerdos en su interior.
—Lee Taemin. —Una furiosa voz masculina interrumpió sus pensamientos y lo obligó a detenerse cuando se dirigía al sedán en el que había estado trabajando minutos antes. Se volvió lentamente hacia las puertas abiertas del taller y contuvo una maldición.
Él no soltaba maldiciones, se recordó a sí mismo. No importaba cuánto lo provocaran. Y lo estaban provocando. Dios, ¿por qué no se había quedado en la cama esa mañana? Kyuhyun no se detenía ante nada. Había sido amigo Minhyuk, pero ahora era una pesada carga para él.
—Kyuhyun, ahora mismo estaba trabajando en tu coche. —Levantó una mano para saludarlo mientras rezaba para que él no hubiera estado bebiendo—. Mañana lo tendrás a punto.
—Ese pequeño bastardo de Jonghyun me dijo que estaría listo en dos semanas. —Kyuhyun entró en el taller, ignorando la señal que advertía a los clientes que permanecieran detrás de la deslucida línea amarilla—. Me dijiste dos semanas, ni un día más.
Taemin se mordió la lengua y se recordó que no podía permitirse el lujo de enfurecerlo demasiado. Era el gerente del banco que poseía las letras del taller y de la casa, y lo había amenazado más de una vez con que ejecutaría la hipoteca si dejaba de efectuar algún pago.
Llevaba cabello oscuro corto. Tenía los ojos llorosos e inyectados en sangre por el alcohol, y la cara algo hinchada, enrojecida y retorcida por la furia. Genial. Necesitaba eso tanto como al enorme hombre que acababa de dejar plantado en su oficina hacía un instante.
—Hoy no estará listo. —intentó hacer gala de una paciencia que no tenía. No podía enojarle; no mientras Kyu pudiera ejecutar la hipoteca en cualquier momento. Además, había sido amigo de Minhyuk.
Más o menos.
—Ni hablar —replicó él malhumorado. Su rostro estaba totalmente rojo cuando se acercó a él y el olor a alcohol le abofeteó —. Vas a terminar ahora con mi todoterreno, perra, o puedes irte despidiendo del negocio ¿me has oído? Minhyuk no se sentiría demasiado orgulloso entonces de ese pequeño trasero que tienes. Este taller era su orgullo, todo por lo que luchó.
Definitivamente, Kyu había bebido más de la cuenta. Nunca le había visto tan furioso.
—Minhyuk está muerto —le recordó, luchando por mantener una calma que se había jurado no perder. Por alguna razón, Kyu siempre parecía culparlo de la muerte de Minhyuk—. Cómo se sentiría no viene al caso.
Se irguió en toda su estatura, aunque sabía que su metro setenta y cinco no podía competir con el metro ochenta y tantos de Kyu. Era alto, delgado. El hombre que Minhyuk había considerado una vez su amigo había dejado que la botella y los fracasos lo destruyeran con más rapidez de lo que el dolor de Tae casi había destruido el taller.
—Minhyuk tendría que haberte dado una buena lección. Y debería haber dejado este lugar en manos responsables antes de permitir que lo mataran. —Las crueles palabras golpearon con fuerza en el corazón de Taemin, sin importar cuánto intentara ignorarlas—. Debería haber sabido que alguien tan tonto como tú no sería capaz de sacar su negocio adelante.
Demonios. Odiaba tener que decirle a Key que llamara a la policia. Le harían multitud de preguntas y luego tendría que rellenar un montón de papeleo, y no tenía tiempo para esas tonterías.
—Pero no lo hizo, Kyuhyun. Y este tonto está intentando hacer todo lo que puede. —Fue consciente de que los mecánicos estaban congregándose detrás de él y quiso gemir de frustración. No necesitaba eso—. Tendrás tu todoterreno a primera hora de la mañana. Me queda esta noche según el contrato, así que te lo entregaré a tiempo. —No podía permitirse no hacerlo.
Los enrojecidos ojos de Kyuhyun le recorrieron de arriba debajo de una manera insultante.
—Si hay algo que tengo que reconocer es que Minhyuk se consiguió un puto de primera.
Taemin entrecerró los ojos y se envaró. Le rechinaron los dientes por el esfuerzo de contener una réplica. Las cosas ya serían lo suficientemente malas cuando comenzaran a correr los rumores. No necesitaba empeorarlas, se recordó a sí mismo.
—Taemin ha dicho que mañana. —Key se colocó al lado de Taemin, con la voz vibrando de cólera ante el insulto—. No estará listo hasta entonces.
La mirada de Kyu se clavó en el joven al tiempo que sus labios se curvaban en una sonrisa sarcástica.
—¿Tú también te lo tiras, o es que son de la misma clase? Este puto necesita una buena poll... —Jamás terminó la frase, y no fue porque Key se le echara encima.
Antes de que el de mirada felina pudiera recorrer el metro que los separaba, un oscuro borrón pasó ante ellos. Kyuhyun fue levantado en volandas y, literalmente, arrojado fuera del taller.
Taemin se quedó mirando asombrado cómo el desconocido al que había negado el empleo levantaba a Kyu del asfalto, sólo para lanzarlo contra el BMW descapotable que el banquero había dejado en el aparcamiento.
Con el rostro convertido en una máscara de fría ira, Minho colocó una de sus enormes manos en el cuello de Kyu y comenzó a apretar sin piedad.
—Deténgase. —Taemin se obligó a moverse, a correr hacia ellos, a agarrar con sus pequeñas manos la muñeca de Minho mientras miraba horrorizado aquellos ojos fríos y despiadados—. Va a matarlo. Es sólo un borracho. ¡Maldita sea, he dicho que se detenga!
La furia brillaba con intensidad en aquellas profundidades negras, haciendo que la promesa de la muerte ensombreciera el inusual color de esos ojos inmisericordes mientras apretaba los dedos, torciendo los labios en una terrible mueca de furia.
—¿Ha perdido el juicio? —gritó Taemin tirando de la gruesa muñeca, desesperado ahora que oía el jadeo estrangulado de Kyu.
El castaño miró al desconocido llena de ira y reconoció la promesa de muerte en los ojos cuando él bajó la mirada hacia Kyuhyun.
—Insúltelo de nuevo —su voz era un sonido ronco y furioso mientras clavaba los ojos en los de Kyu—, y lo mataré.
Tae sintió que la muñeca se relajaba y la oscura mirada del desconocido se enlazó con la suya. Un músculo le palpitaba en la mandíbula y tenía los labios apretados. Sus ojos llameaban cuando lo miró por encima del hombro mientras soltaba a un Kyu jadeante. Los ruidos que hizo el banquero al meterse en su BMW resonaron en el silencio del aparcamiento.
—Jonghyun me dijo que el apartamento que hay encima del garaje está disponible. —Minho habló en un tono bajo y gutural—. Dejaré allí mis cosas y terminaré de poner a punto el todoterreno de este bastardo o le mataré ahora mismo. Usted decide.
Taemin negó con el cabeza, aturdido, mientras el BMW se ponía en marcha tras él y las ruedas rechinaban al salir del aparcamiento. Estaba seguro de que el desconocido llevaría a cabo su amenaza si no le daba el empleo.
—¿Por qué? —susurró finalmente con voz ronca, al tiempo que intentaba encontrar sentido a todo aquello. ¿Por qué le pasaba eso? ¿Por qué en ese momento? ¿Por qué el destino había puesto en su camino a alguien que podía destruirlo cuando finalmente empezaba a reconstruir su vida?
—Elije.
Taemin le soltó la muñeca, dándose cuenta de que todavía lo agarraba con una fuerza que ignoraba que poseía.
Se obligó a soltarlo aflojando los dedos uno a uno. No podía responderle, no podía escoger. Lo único que tenía claro en aquel instante era que mataría a Jonghyun en cuanto lo viera.
Ignorando las caras conmocionadas y sorprendidas que lo rodeaban, se giró y se encaminó lentamente de vuelta al taller. Tenía trabajo que hacer, y no podía, no debía dejar que aquello interfiriera.
No necesitaba eso.
Se tumbó en el carrito y lo hizo rodar bajo el coche que tenia que terminar de arreglar. Unos ajustes más y estaría listo. Sólo sería un momento.
Cogió la llave inglesa del suelo de cemento y empezó a trabajar tratando de ignorar las lágrimas que le rodaban por las sienes y que le mojaban al pelo, tratando de ignorar el dolor que le oprimía el pecho y que le desgarraba el corazón.
Tenía trabajo que hacer. Cuando todos se hubieran ido, le pagaría a Choi Minho un día de sueldo y le diría que se fuera. No sería fácil. Necesitaba el dinero y tenía que pagar el recibo de la hipoteca la semana siguiente. Si no encontraba una solución, se vería obligado a vender parte de las joyas que su familia le había dejado para cubrir el pago.
Pero si de algo estaba seguro era de que Minho tenía que marcharse. No podía controlar la respuesta instantánea de su cuerpo ante él, ni la extraña y compleja ira que lo inundaba cuando lo veía. Había algo en aquel hombre que le resultaba demasiado familiar y peligroso, y no podía permitirse tenerlo cerca. Había conseguido remover algo oculto en su interior. Le había hecho sentir algo más que la pena a la que se había resignado hacía dos años cuando había decidido dejar el luto. Algunas veces, como ahora, se arrepentía de ello.
Taemin no percibió el sollozo que le rasgó el pecho ante tales pensamientos, pero el hombre que se había detenido junto al coche sí que lo oyó. Lo oyó y lo odió.
Minho todavía sentía una violenta furia en sus entrañas, una furia que envolvía su mente en una neblina rojiza. Ver a Kyu, oír las crueles palabras con las que había insultado a Taemin, le había hecho perder el juicio. Incluso ahora, quería matar al que había sido su amigo años atrás. Toda una vida de amistad se había esfumado en un segundo. Por lo que a Minho concernía, Kyu estaba viviendo de prestado.
Bajó la mirada al suelo y la imagen de las piernas de Taemin, con los pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas contra el guardabarros del coche, le hizo sentir otra clase de furia.
Él no debía de estar allí debajo. No importaba lo condenadamente sexy que estuviera con aquellos vaqueros manchados con el mismo aceite que le salpicaba la barbilla y la mejilla.
Se estaba matando a sí mismo. Minho había observado las ojeras, el peso que había perdido, las oscuras profundidades de sus bellos ojos chocolates. Esa no era la persona que había dejado. Su cabello rubio era ahora un castaño oscuro, sus delgadas y largas piernas debajo de esos sucios vaqueros. No lo podía creer.
Aquello trajo a su mente el recuerdo del cuerpo desnudo de Taemin. Cuánto había amado él aquel cuerpo cálido que se había amoldado al suyo a la perfección.
Dios, Taemin no era el mismo, él siempre odio estar sucio, mal arreglado y ahora… verlo en esa situación. Que fue lo que sucedió? Siempre fue un niño tierno y inocente, nunca permitió que se esforzara y mucho menos en cosas como estas.
Sabía que tenía dieciocho años cuando empezaron a convivir, pero ahora se daba cuenta de lo que había sido en realidad. Ahora a los veinticuatro años, se reflejaba la madurez en su rostro, aunque aún parecía inocente. Pero él había visto el dolor, denso y oscuro, reflejado en sus ojos, en la línea apretada de sus labios y en la rigidez de sus hombros antes de que el castaño hubiera desaparecido debajo del coche.
Inspiró profundamente mientras los mecánicos lo miraban observar cómo Taemin desaparecía bajo el coche. Tenían expresiones cautelosas, entre aliviadas y preocupadas. No eran los mismos hombres que habían trabajado para él antes de que se marchara. Eran desconocidos, y los desconocidos siempre podían ser enemigos. Minho jamás olvidaría que sólo uno, el más joven, se había adelantado para proteger a Taemin cuando todos los demás retrocedían.
—Ya no está solo —rugió, sabiendo que la furia volvía más áspera su voz—. Muevan sus traseros y terminen el trabajo, o cojan sus cosas y márchense. Quiero que cada uno de los vehículos que hay en el taller esté arreglado antes de que se vayan a casa esta noche, o al único que querré ver mañana será a éste. —Señaló a Key con el dedo—. Y si no recuerdo mal, tu sitio está en la oficina.
Key tragó saliva y sus oscuros ojos parpadearon indecisos al mirar hacia el lugar donde Taemin había desaparecido. Era obvio que estaba más interesado en proteger al castaño que en continuar con su trabajo.
—Vamos—masculló Minho—, ya discutiremos los detalles más tarde. —Volvió la mirada hacia los demás hombres, observando cómo se movían con nerviosismo con las caras manchadas de aceite y las miradas cautelosas fijas en él.
—Elijan de una vez —les exigió—, y asegúrense de hacerlo bien.
No esperó a conocer sus reacciones. Se dirigió al fondo del taller caminando con seguridad hacia la mesa donde estaban las fichas de los coches, y cogió la primera. Había llegado el momento de ponerse a trabajar.
No se engañaba; después de que todos se hubieran ido, Taemin dejaría que aquel temperamento suyo hiciera erupción. Sólo lo había visto en todo su apogeo una vez, cuando convivían. El día que él había cometido el error de decirle qué era lo que no podía hacer, el castaño le había dejado bien claro qué era exactamente lo que ocurría cuando intentaba controlarlo.
Ejercer el control era algo innato en los SEAL’s. Era parte de su esencia y de lo que los hacía tan eficientes. Así que no había sido de extrañar que una noche que el menor había quedado con sus amigos para cenar e ir de copas, él le hubiera ordenado que no fuera. Lo quería en casa con él. Estaba excitado y deseaba poseerlo. No quería que estuviera en un pub local con un montón de mujeres y hombres codiciándolo.
Pero Taemin le había mirado en silencio durante un largo momento y después había seguido informándole de dónde estaría y cuándo regresaría a casa.
«Maldita sea, Tae, debes quedarte en casa esta noche. Conmigo».
Apenas le había dado tiempo de esquivar el salero que le había lanzado a la cabeza. Y luego su pequeño y dulce ángel de voz suave había estallado.
Enrojecido y furioso, había procedido a dictarle las leyes que regirían su relación, antes de salir airado de la casa meneando su pequeño trasero como una gata enfurecida. Él había terminado por ceder y le había dicho que pasara la noche con sus condenados amigos. Que estaría bien sin él.
A las dos de la madrugada, había registrado el pueblo hasta encontrar su coche aparcado frente a la casa de uno de esos amigos. Había sacado de allí a Taemin, que había bebido de más, y después de meterlo en el todoterreno, lo había llevado a casa. Jamás volvió a cometer el mismo error.
Ahora, tras oír aquel sonido ahogado y sordo debajo del coche, emitido por la misma persona, se preguntó si alguna vez había conocido bien a Taemin. Se dio cuenta de que existía un Taemin que se había contenido ante él de la misma manera que él se había contenido ante el menor.
No había tenido suficiente de él antes de «morir». No lo había tocado de todas las maneras que había querido. De pronto se percató de que la oscuridad que siempre habitaba en él había estado buscando una vía de escape, y que ahora la había encontrado en su independiente y pequeño Taemin. Alguien que se merecía mucho más de lo que estaba a punto de conseguir.
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Espero les haya gustado!!! Nos leemos! bye bye! ^^
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
OH-MY-GOD!
La llegada de Minho no pudo ser mas que precisa, practicamente hizo que mi Tae babeara de nuevo por él! *-*
Taemin sintió un escalofrío, una primitiva advertencia de peligro al clavar los ojos en él. Era alto y delgado, pero apostaría lo que fuera a que los músculos que ocultaban la chaqueta de cuero negra, la camiseta y los vaqueros, eran duros como el acero.
Si Taemin si!! es asi como lo describes, nosotras sabemos que lo has visto en vivo y en directo! waaaaaa me emociono yo sola pero lo describe de una manera que me deja volando! (es la emocion yo no miro a tu sapo xD)
Esto me mata *¬*
Era una voz profunda, casi gutural. Excitaba cada una de sus terminaciones nerviosas, provocando en él una reacción sexual. Maldición, maldición, maldición. No necesita eso. No necesitaba que su cuerpo despertara ahora de su largo letargo. Y mucho menos que lo excitara un hombre más peligroso y posiblemente más duro que cualquier otro que hubiera conocido.
Aunque no quieras admitirlo Taemin! quedaste cautivado por Minho waaaaa ya quiero ver cuando se asegure que es el! creo que me dara algo!
Lo de Kyu me tuvo con la mano en el pecho, ashh me hizo renegar trato horrible a mi Tae y el pobre no le podia voltear la cara porque lo podia botar!
Y llego el principe rana al rescate! se lo merecia por malvado, eso no se hace ¬¬
Ja! y Minho recien se da cuenta que su Tae ha cambiado, baboooooo eso es por tu culpa! si no le hubieran dicho que te habias muerto hubieran visto la manera de salir adelante, ahora esta con Changmin! TT-TT
Todo esto es tu culpa imbecil! U.U
Dios, Taemin no era el mismo, él siempre odio estar sucio, mal arreglado y ahora… verlo en esa situación. Que fue lo que sucedió? Siempre fue un niño tierno y inocente, nunca permitió que se esforzara y mucho menos en cosas como estas.
Te fuiste por eso es ahora asi!!! TTOTT Minho del mal ahhhhhhhhh reniego y reniego! Y es que me acabo de acordar del fic de Faby tambien ahi Minho tambien me saca canas verdes!
En fin ya me desvie :D te dejo mi postito aprovechando que estoy en la compu xD cuidate ya nos vemos! bye bye!
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Última edición por Nina_Lee el Miér Mayo 02, 2012 7:13 pm, editado 2 veces
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Está tan super T___________T♥
Taemin hsdfsdjfh , ya siente algo por Minho TwT , bueno más que obvio , ya que es Minhyuk... pero bueno lol
¡Me encanta, me encanta, me encanta!♥
Espero el siguiente, saludos
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
por fin se volvieron ha encontrar esperaba
tanto este momento aunque claro taemin no
sabe realemnte quien es minho pero aun asi
los sentimientos de taemin no fueron
engañados volvio a sentir algo por el
y es que era obvio jejeje
y ni hablar de minho porque el
sintio lo misme jejejej
espero tu actualizacion
Última edición por shineebrillosita el Dom Abr 29, 2012 11:15 pm, editado 1 vez
shineebrillosita
♥TAEMIN♥
1560
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
akjbsansjaks
nssndskldnsd Minho salvaje! casi matas a kyu D:
bien hecho!! >D (amo a kyuhyun! lo aclaroxD)
pero estaba siendo tan malo y grosero que queria
agarrarlo a patadas ¬¬ xDDD
abshjasja Taemin siente el peligro amoroso en los ojos de Minho *O* y minho aww~es obvio que lo ama xDD
kiero contiiiiiiiiiiiiiii
\o/
nos leemos TTuTT
nssndskldnsd Minho salvaje! casi matas a kyu D:
bien hecho!! >D (amo a kyuhyun! lo aclaroxD)
pero estaba siendo tan malo y grosero que queria
agarrarlo a patadas ¬¬ xDDD
abshjasja Taemin siente el peligro amoroso en los ojos de Minho *O* y minho aww~es obvio que lo ama xDD
kiero contiiiiiiiiiiiiiii
\o/
nos leemos TTuTT
enilk
minho *o* siempre el num.1 :D pero onew le sigue muy de cerca con su hermosa sonrisa y su tierna forma de ser ♥ y jonghyun cuando canta no puedo quitar mis ojos de el LoL ohh taemin es una lindura y key dios! es tan genial! *o* los quiero a todos!! pero minho es mi marido num 1 en el mundo ♥.♥ *la patean*
691
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Qus si me gusto??!! Lo ame lo ame Dios!!no puedo creerlo cada capitulo me emociono si no fueran las 12:00 pm estaria gritando de la emocion :D Kyyaaaaaa!!!~~~ de verdad cada vez se pone mas emociknante me impresiona mucho Tae, pobre por todo lo que ha pasado
Usualmente quiero mucho a Kyhyun es un amor, pero por este capitulo lo odiee!! Le dijo tantas cosas a Taee pero oh Dios Minho furioso me vuelve loca
ja ok basta me tranquilizo... Espero que actualizes pronto, nos veemos!!
Usualmente quiero mucho a Kyhyun es un amor, pero por este capitulo lo odiee!! Le dijo tantas cosas a Taee pero oh Dios Minho furioso me vuelve loca
ja ok basta me tranquilizo... Espero que actualizes pronto, nos veemos!!
YonHye
Minho
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