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-:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Recuerdo del primer mensaje :
Título: Bajo la piel del deseo
Adaptación: Janess
Género: Lemon
Parejas: Principal 2min, menciones del jongkey y Joonew... y otras? xD
Notas: Aclaro! este fic no es mio! yo lo estoy adaptando y si! otra historia para el 2min! *-* kekeke... al principio no estaba muy segura si hacer la adapta... pero my BFF me dió animos! thank you *.* ... espero les guste! xD
Frente a la cabaña se encontraba el pequeño, se sentó al lado de su abuelo HaeJoong, el niño apenas tenía 8 años, pero era consciente del por qué el anciano no vivía con su familia. Porque el padre del pequeño MinHyuk , El señor Yun Gyeom , se avergonzaba de él.
-No es más que un jodido anciano -gritaba enfurecido Yun Gyeom horas después de visitar a su padre- Cree que ese acento es algo de lo que se debe estar orgulloso? Si, el padre de Min Hyuk odiaba su origen, no le gustaba que la gente supiera que era de Busan, si él pudiera enviar al abuelo lejos, lo haría. Pero no podía obligar a aquel anciano a hacer nada, era demasiado terco.
-Minhyuk, muchacho, mira esa puesta de sol. -el abuelo le señaló los majestuosos colores que cubrían la ciudad.-Es casi tan bonita como las que tenemos en Busan. Casi.
-¿Por qué no vuelves allí? -le preguntó el niño, consciente de la nostalgia impresa en la voz del anciano.- Papá dice que tienes suficiente dinero para vivir donde quieras.
Observó el rostro surcado de arrugas de su abuelo. La brillante mirada profunda era muy parecida a la de su nieto y más brillante que la de su hijo, sin las motas verdes que tenía la de éste.
El anciano sonrió; una extraña, triste y pequeña sonrisa.
-Porque mi Young Mi está aquí. -Señaló el pequeño cementerio, el lugar donde estaba enterrada la abuela de Min hyuk.
-¿La abuela no quiere que te vayas? –el pequeño frunció el ceño. Su abuela estaba muerta, ¿cómo le iba a importar?
-Oh, mi Young Mi me sonreiría igual allá donde fuera. -El anciano esbozó de nuevo aquella pequeña sonrisa.- Pero si me separara de ella, sentiría esa distancia en mi alma, ¿entiendes?
El niño negó con la cabeza.
El abuelo suspiró.
-Tienes ojos hermosos, muchacho. Un día de estos, esos ojos verán por ti, y sentirás como si el corazón se te fuera a salir del pecho. Es la mirada, Minhyuk. Cuando ames, cuando ames de verdad, ten cuidado, muchacho, porque esos ojos que tienes no son sólo el espejo de tu alma, sino del alma de la persona a la que ames. -El abuelo miró la tumba de Young Mi-. Y cuando se pierde el corazón de esa manera, es imposible abandonar los lugares donde están tus mejores recuerdos. Si tuviera que irme, no podrían enterrarme junto a tu abuela.
El anciano dirigió la mirada al niño, y éste sintió una opresión en el pecho al pensar que algún día tendría que enterrar a su abuelo en aquella tierra dura y desolada.
-La profunda mirada… -murmuró el anciano unos instantes más tarde-. Mi padre me advirtió igual que ahora te estoy advirtiendo yo a ti, muchacho. No pierdas a la persona que ames, pues perderás una parte de tu alma si lo haces. Es el legado de esos ojos.
Minhyuk frunció el ceño. Lo que decía el abuelo no tenía mucho sentido y decidió que le preguntaría a su tío Yunho sobre ello cuando volviera. Yunho todavía recordaba a su abuela. Tenía cinco años cuando ella murió, un poco antes de que naciera Minhyuk.
-Entonces, ¿mis ojos son malos? -preguntó el pequeño finalmente.-No, no son malos -suspiró su abuelo.- No son malos en absoluto, muchacho. Te darás cuenta un día de estos. Uno de estos días, ya verás. Esos ojos verán lo que nadie más ha visto. -Clavó la mirada en su nieto-. Quien tenga tu alma, tendrá tu corazón. -Dio una palmada en el pecho de Minhyuk--. Y podrá incluso ver a través de ti.
-Entonces ¿papá no tiene esos ojos? -Los ojos de Yun Gyeom estaban matizados con motas verdes. Nunca le había visto con el gesto relajado y gruñía sin parar.
La preocupación se reflejó en la cara de su abuelo.
-Tu padre es un buen hombre -afirmó repitiendo lo que siempre decía.
-¿De veras, abuelo? –Minhyuk pensó en el niño un poco mayor que él que había en casa. El niño que su abuelo decía que era su hermano. El niño del que Yun Gyeom renegaba-. El pequeño se llamaba Jonghyun debería tener también un padre.
El abuelo puso la mano sobre la cabeza del niño y le dijo suavemente:
-Nada es cómo pensamos, muchacho. No todo es blanco o negro, sino que existen infinidad de matices grises. Tienes que averiguar el porqué de las cosas, no sólo fiarte de lo que ves.
-Porque él no nos quiere -susurró Minhyuk, aceptándolo como sólo los niños podían aceptar esas cosas.
El abuelo asintió con la cabeza.
-Los tonos grises, muchacho. Recuérdalo. Siempre hay algo que no sabes y que no puedes ver. A veces el amor no es como pensamos que debería ser. Sólo recuerda eso y todo irá bien.
Minhyuk creció buscando los matices grises. Luego maduró y se convirtió en un SEAL, y los matices grises se perdieron en su mente, aunque sabía que seguían estando allí. Siempre en un lugar diferente, siempre moviéndose. Hasta el día que vio el infierno. Y las cenizas del infierno. Y aprendió que había matices que jamás hubiera podido imaginar que existieran.
********************************
Doce años después
Minhyuk se sentó en el escritorio de la oficina del taller mecánico que poseía y contempló al joven que hablaba con uno de sus empleados.
Parecía enfadado y exasperado. Tenía el cabello rubio como el oro, se formaba como una hermosa cascada dorada que brillaba bajo la luz del sol. Era delgado pero no demasiado. Tenía un trasero definido que podía observarse debajo de aquellos pantalones negros, y una polera blanca que se adhería a su torso al compás del viento. Unas zapatillas grises completaban el atuendo.
Finalmente, el joven levantó las manos, alzó la vista y sus miradas se cruzaron. Las fosas nasales del rubio se ensancharon con determinación y se apresuró a dejar atrás al mecánico con el que había estado discutiendo, caminando hacia la puerta de su oficina.
El pelinegro observó cómo aquella asombrosa visión atravesaba la estancia y plantaba las manos en su escritorio mientras lo fulminaba con la mirada.
-Mire, todo lo que necesito es una llave inglesa -dijo enérgicamente-. Présteme una. Véndamela si quiere. No importa. Si no arreglo ese coche, acabaré teniendo que hacer autostop. ¿Tengo pinta de querer hacer autostop? -Extendió los brazos al tiempo que se incorporaba, le dirigió una angustiada mirada con sus hermosos ojos chocolates y apretó los labios rosados al darse cuenta de que el mecánico se acercaba por su espalda.
-No, no la tienes. -Minhyuk negó con la cabeza, deslizando la mirada por su figura antes de volver su atención al mecánico-. ¿Hay alguna razón por la que no podamos revisarle el coche? -le preguntó al otro hombre.
El interrogado entrecerró los ojos.
-El taller está completo, jefe, ya se lo he dicho.
-Sólo una llave inglesa -gruñó él entre dientes-. Sólo préstenme una maldita llave inglesa.
Parecía frustrado. Tenía la frente cubierta de sudor y las mejillas relucientes. Pero la expresión de su rostro se relajó cuando logró controlar sus emociones.
-Escuche. -El rubio había suavizado la voz, y él quedó cautivado. Allí, ante la voz de aquel dulce y hermoso chiquillo, MinHyuyk perdió el corazón-. Sólo necesito un poco de ayuda. Se lo juro. Si me deja estancado llegaré tarde a una entrevista de trabajo. Le prometo que no le robaré demasiado tiempo.
El joven sonrió, y él sintió que el mundo se movía bajo sus pies. Aquellos labios se curvaron dulcemente, con una mezcla de nerviosismo, frustración y preocupación, y se mantuvieron así. Pero le había sonreído y ese simple gesto había conseguido que Min Hyuk volviera a sentirse como un adolescente.
Se levantó del escritorio y señaló la puerta con la mano.
-Muéstreme el coche. Le ayudaremos a ponerse en camino.
-Pero jefe, estamos hasta arriba -protestó el mecánico.
El alto lo ignoró y observó cómo el joven se giraba y lo precedía hasta la puerta. Su mirada se fijó en el pequeño trasero mientras él caminaba y fue la más hermosa de las visiones. Le hormiguearon las manos por las ganas de tocarlo. Ardía en deseos de acunar aquellas curvas y sentirlas bajo los dedos.
-Me llamo Taemin. -El joven le brindó una sonrisa por encima del hombro-. De veras, no sabe cuánto le agradezco lo que está haciendo.
El tono suave de su voz conseguiría que él se corriera en los vaqueros. No podría contenerse si él seguía hablándole de esa manera.
Tenía que aprovechar la oportunidad.
-Le costará algo -le dijo arrastrando las palabras mientras abría el capó del pequeño sedán deportivo.
-Siempre es así -suspiró el rubio-. ¿De cuánto estamos hablando?
Parecía preocupado. Definitivamente, era una persona con una meta y estaba dispuesto a conseguirla.
-Una cena. –MinHyuk sonrió ampliamente al percibir la sorpresa en los ojos del rubio.
-¿Una cena? -La cautela se reflejó en la voz de Taemin.
-Sólo una cena -le prometió él. Por ahora-. Esta noche.
El rubio le miró fijamente durante un largo momento; aquellos ojos chocolates parecieron clavarse en los de él, escrutando y calentando zonas en su interior que el pelinegro no sabía que existieran. Y mucho menos que estuvieran frías.
Al fin, curvó los labios, brindándole una encantadora sonrisa.
-¿El chico malo de la ciudad me está invitando a cenar? -se mofó traviesamente-Creo que me voy a desmayar.
-Me estás confundiendo con él -Señaló al mecánico que se encontraba observando la situación. - Yo sólo soy un simple mecánico y un SEAL. -Las mujeres se morían por los SEAL’s y los hombres anhelaban ser uno. Y él haría cualquier cosa por impresionarlo.
-MinHyuk, el SEAL de mirada profunda y sonrisa cautivadora -replicó - Sé quién eres.
-Pero yo no sé quién eres tú -dijo sombríamente- Y me encantaría descubrirlo.
Aquella mirada de nuevo. Intensa, penetrante.
-En la cena -acordó él al fin-, nos veremos entonces.
¡Bien!
-Reservaré mesa en Mediterráneo -Nombró el restaurante más caro, lo que tampoco decía nada-. A las siete.
-De acuerdo, estaré allí a las siete. Pero no podré hacerlo si no me arreglas el coche.
Taemin sonrió con ironía para sus adentros. Tenía el presentimiento de que si le contaba que sabía qué era exactamente lo que le ocurría a su coche, jamás le creería. Lo dejó perder el tiempo, encontrar el manguito suelto y apretarlo. No le había mentido cuando le había dicho que lo único que necesitaba era una llave inglesa. Su padre le había enseñado cómo arreglárselas con cualquier vehículo hacía mucho tiempo. Por desgracia, en aquel momento no tenía una llave inglesa a mano.
Así que dejó que le arreglara el coche, fingiendo que era un pobre chiquillo indefenso, porque le encantaba la manera en que lo miraba, cómo se oscurecían aquellos ojos que brillaban intensamente en su rostro bronceado.
-A las siete -le recordó él mientras cerraba el capó y lo miraba con intensidad-. Te estaré esperando.
-Allí estaré -le prometió. No había manera de que él no acudiera a la cita. Lo había visto con frecuencia en el pueblo, incluso había tenido fantasías con él un par de veces.
El ardiente SEAL. El niño malo. Todas las chicas e incluso chicos de la facultad iban tras él. Pero, tal y como decidió Taemin en ese momento, Min Hyuk iba a ser suyo.
*************************
Dos años después
-Oh, Dios, Tae, ¿qué has hecho?
El menor dio un respingo y se giró hacia el alto, que se dirigía furioso al lugar donde su coche había impactado con la parte trasera del todoterreno. Fascinado, observó sus feroces ojos oscuros, el cuerpo duro y bronceado, el pecho húmedo de sudor, trozos de la hierba que había estado cortando pegadas a los vaqueros... convivían desde hace casi un año.
-Es sólo una pequeña abolladura, Min Hyuk. Te lo prometo. -Tenía el corazón en la garganta. No por miedo. El jamás le haría daño. Pero su furia era temible.
-Una pequeña abolladura? -Lo agarró por los hombros, lo apartó a un lado y bajó la mirada hacia el guardabarros abollado que se había hundido en el parachoques de su todoterreno.
Había sido un accidente. Y, en realidad, había ocurrido por culpa del alto. Si no hubiera estado cortando el césped sin llevar nada más que las botas y aquellos vaqueros que le ceñían el trasero, jamás habría ocurrido.
-Has chocado contra mi coche. -El orgullo y la indignación rezumaban en su voz-. Es mi todoterreno, Tae.
Sí. Lo era. Estaba muy orgulloso del potente cuatro por cuatro negro. Lo mimaba más que cualquier mujer a su hijo. Taemin se hubiera sentido celoso si no fuera porque no había manera de que él pudiera meter el vehículo en casa.
-Lo siento mucho…. -Su voz se volvió ronca al alzar la mirada hacia él, mordiéndose los labios con nerviosismo mientras se preguntaba cuánto tardaría en enfurecerse.
En cuanto lo hiciera, se transformaría en un hombre sombrío y parco en palabras. Lo fulminaría con la mirada.
Se dedicaría a ver los partidos de basquetbol. Se acostaría tarde. Muy tarde. Mucho después de que él se hubiera ido a dormir. No hablaría con él hasta la mañana siguiente. Lo cual era, sencillamente, injusto.
-MinHuyk, por favor, no te enfades conmigo.- dijo el menor haciendo un puchero.
-¿Cómo es posible que hayas chocado contra MI todoterreno? ¿Cómo? Si estaba aparcado aquí mismo. A plena vista, Lee Taemin. -Se estaba enfadando. Sólo decía su nombre completo cuando estaba o muy enfadado o muy excitado. Y no estaba excitado. Aquello no era una buena señal. Tae podía vivir con eso durante unos días, pero no le apetecía.
El rubio dio un fuerte pisotón en el suelo y lo miró furioso.
-Si no fuera por tu culpa, jamás habría chocado.
-¿Por mi culpa? – el mayor retrocedió un paso, negando violentamente con la cabeza-. ¿Cómo puede ser esto culpa mía?
-Porque estabas cortando la hierba sin camisa, vestido sólo con esos provocativos vaqueros y las botas, y en cuanto vi ese trasero me puse caliente. Has sido tú quien me ha distraído, así que la culpa es tuya. Si te hubieras vestido de manera decente esto no habría ocurrido, Min Hyuk...
El alto lo besó. No fue un beso tierno o gentil, sino áspero, rudo y lleno de lujuria. Lo estrechó con fuerza contra su cuerpo y presionó su miembro contra el contrario, haciéndolo jadear de placer.
-Te mereces unos buenos azotes. -Lo tomó en brazos y atravesó con él el patio, dejando abierta la puerta del coche del rubio y alejándose del todoterreno abollado-. Debería zurrarte, Taemin. Ver cómo ese precioso trasero que tienes se pone completamente rojo.
Entró y cerró la puerta de un golpe antes de dirigirse hacia las escaleras.
-Oh, zúrrame, MinHyuk -le susurró provocativamente al oído-. Haz que suplique.
Él se estremeció contra el menor, lo arrojó sobre la cama y se dispuso a hacer lo que le pedía.
*****************************
Una semana después
-Volveré a casa en una semana. –MinHyuk estaba vestido con vaqueros y camiseta. No parecía un SEAL, sino alguien que estaba a punto de salir de viaje por diversión. Nada relevante.
Taemin sabía cómo engañarse a sí mismo.
-El todoterreno estará aparcado mañana delante de la tienda -le dijo Taemin asintiendo con la cabeza mientras le observaba sacar el petate del armario y girarse hacia él-. Lo meteré en el garaje y lo cuidaré por ti. --Taemin le sonrió provocativamente.- Me debes una, no sabes lo que tuve que hacer para lograr que lo arreglaran tan rápido. Tienes unos mecánicos muy exigentes.
Min Hyuk poseía un taller y una estación de autoservicio. Un pequeño y próspero negocio que Tae sabía que le encantaba.
Min Hyuk soltó un gruñido, recorriendo con la vista las piernas desnudas del rubio cuando éste se sentó en la cama con unos pantalones cortos.
-Hongo -gruñó él-. Tengo que irme y lo sabes. – En una ocasión Taemin le había mostrado unas fotografías que para él no eran aptas para el público, sin embargo por la insistencia del alto accedió a mostrárselas, no pasó mucho tiempo luego de que se arrepintiera, ya que MinHyuk no había parado de reírse desde que vio una foto en la que según el rubio lucia el peor corte que pudo tener en la vida, cabello negro, lacio y si! Parecía un hongo; para el pelinegro no era así, todo lo contrario le parecía de lo más tierno, pero no por ello dejaría de molestarlo, amaba las caras del menor cuando se enfadaba.
El rubio se quitó la polera y se desabrochó los pantalones cortos, dejándolos caer por las piernas. Sin dejar de observar a la persona que tenía enfrente, deslizó los dedos por sobre su entrepierna y luego se llevó la mano a la boca.
Min Hyuk gimió y Tae adoró aquel sonido. Había separado los labios y tenía una mirada salvaje, como si lo estuviera saboreando.
-Vamos, un rapidito -susurró el menor, desesperado por tenerlo una última vez antes de que lo dejara. Se incorporó en la cama cuando él se acercó y le quitó el cinturón con dedos ágiles-. Te desafío. Hazme tuyo como más desees...
El alto le dio la vuelta, lo empujó sobre el borde de la cama y, al cabo de dos segundos, lo estaba penetrando. Duro y palpitante, acariciándolo, llenándolo, enterrándose en él con rápidos y duros envistes hasta que Tae se sintió atravesado por una violenta y candente sensación de placer.
-Min..hyu… Min Hyuk, te amo -gritó mientras él lo embestía, inmovilizándolo y moviendo las caderas con fuerza contra las de él, sujetándolo fieramente con las manos, quemándole la piel con los dedos.
Luego, él susurró las mismas palabras en el acento que su abuelo le había enseñado.
-Para siempre -susurró Tae, girando la cabeza hacia él y aceptando su beso-. Para siempre, Min Hyuk.
*********************
Una semana después
Tae abrió la puerta y se quedó paralizado. El tío de MinHyuk, Yunho, estaba en el umbral, llevaba un uniforme blanco, con la gorra en la mano y las medallas colgadas en la pechera. Taemin sintió desfallecer.
-Min Hyuk llegará en cualquier momento -murmuró el rubio con los labios entumecidos, percatándose de la aflicción y el dolor que reflejaba la expresión de Yunho.- Has llegado entes de lo esperado, Yunho. Él aún no está aquí.
Estaba llorando. Podía sentir cómo lágrimas ardientes le abrasaban la piel mientras se apretaba las manos contra el estómago y se le aflojaban las rodillas.
-Tae. –Yunho tenía la voz ronca y los ojos brillantes por las lágrimas contenidas-. Lo siento.
¿Que lo sentía? ¿Le estaba arrancando las entrañas y decía que lo sentía?
Él negó con la cabeza.
-Por favor, no lo digas, Yunho. Por favor no lo digas. -Tae. -El tragó saliva-. Sabes que tengo que hacerlo.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que destruirlo?
-Tengo que comunicarte con gran pesar que...
-¡No, no! -gritó mientras Yunho lo envolvía entre sus brazos y lo ayudaba a entrar en casa. El joven siguió gritando. Gritos que le desgarraron el pecho como una cuchillada brutal y despiadada. El dolor lo arrastró hasta un profundo pozo de desesperación, un abismo del que no creía que pudiera salir jamás.
-¡Min Hyuk! -lloró, gritando su nombre. Él le había jurado que siempre sabría el momento exacto en el que lo necesitaría, incluso en la muerte. Porque él tenía ese don. Era por los ojos, le había asegurado, y él se había reído. Sin embargo, ahora deseaba con todas sus fuerzas que fuera cierto porque necesitaba a Min Hyuk, aquellos feroces ojos - ¡Oh Dios mío, MinHuyk!
***********************
Seis meses después
Tae despertó entre sollozos con la respiración entrecortada y rebuscó en la cama estirando los brazos, arañando las sábanas, la almohada, desesperado por alcanzarlo.
MinHyuk estaba sangrando. Podía ver la sangre en sus manos como si estuviera mirando por los ojos de él. Podía sentir su agonía, sus entrañas retorciéndose, su alma clamando con una angustia que la desgarraba.
Tenía que ser un sueño. Los sollozos le quemaban la garganta mientras se aferraba a las mantas y lanzaba un grito gutural de cruda agonía al sentir que se le partía el corazón.
-¡Min Hyuk!
Gritó su nombre con voz ronca y áspera por las lágrimas, por los horribles meses pasados.
En el entierro... ni siquiera lo habían dejado verlo.
Deshaciéndose en lágrimas, hundió la cara en la almohada y se enfrentó una vez más a la cruda realidad de que MinHyuk se había ido para siempre.
Habían cerrado el ataúd sin que él lo viera. No había podido tocarlo, ni besar su amado rostro, ni decirle adiós. No había nada a lo que aferrarse, nada que aliviara aquella agonía sin fin.
Sólo había vacío. Vacío en su cama, en su vida. Un doloroso y horrible hueco en su alma. Un vacío que lo consumía, que le quemaba la mente y que le recordaba cada segundo, cada día, que MinHyuk se había ido.
Min Hyuk se había marchado.
Para siempre.
Salvo en sus pesadillas. Donde él gritaba su nombre. Donde lo tocaba y se desvanecía antes de que rubio pudiera darle alcance. Donde lo miraba con los ojos llenos de pesar. O cuando él sentía el dolor y las lágrimas del pelinegro. Interminables, agonizantes.
Luego, con la misma rapidez con que comenzaban, en cuanto él se daba cuenta de que lo que sentía era el propio dolor de la persona que amaba, los sueños cambiaban.
-Te amaré siempre, hongo. -Estaba inclinado sobre él, desnudo, con el pecho brillando, la piel dorada bloqueando el sol radiante, los intensos ojos observándolo fijamente-. Siente cómo mi alma toca la tuya, Taemin. Siente cómo te amo, pequeño...
Un grito desgarrador le quemó la garganta cuando intentó aferrarse al aire, a los insustanciales recuerdos que se desvanecían, que se esfumaban igual que Min Hyuk se había ido.
-Oh, Dios mío. Oh, Dios mío... -susurró Tae apretando la almohada contra el pecho y empezando a mecerse.
Echó la cabeza hacia atrás y soltó un grito desolador desde lo más profundo de su alma partida en dos.
-Maldito seas, Min Hyuk...
Título: Bajo la piel del deseo
Adaptación: Janess
Género: Lemon
Parejas: Principal 2min, menciones del jongkey y Joonew... y otras? xD
Notas: Aclaro! este fic no es mio! yo lo estoy adaptando y si! otra historia para el 2min! *-* kekeke... al principio no estaba muy segura si hacer la adapta... pero my BFF me dió animos! thank you *.* ... espero les guste! xD
Prólogo
Frente a la cabaña se encontraba el pequeño, se sentó al lado de su abuelo HaeJoong, el niño apenas tenía 8 años, pero era consciente del por qué el anciano no vivía con su familia. Porque el padre del pequeño MinHyuk , El señor Yun Gyeom , se avergonzaba de él.
-No es más que un jodido anciano -gritaba enfurecido Yun Gyeom horas después de visitar a su padre- Cree que ese acento es algo de lo que se debe estar orgulloso? Si, el padre de Min Hyuk odiaba su origen, no le gustaba que la gente supiera que era de Busan, si él pudiera enviar al abuelo lejos, lo haría. Pero no podía obligar a aquel anciano a hacer nada, era demasiado terco.
-Minhyuk, muchacho, mira esa puesta de sol. -el abuelo le señaló los majestuosos colores que cubrían la ciudad.-Es casi tan bonita como las que tenemos en Busan. Casi.
-¿Por qué no vuelves allí? -le preguntó el niño, consciente de la nostalgia impresa en la voz del anciano.- Papá dice que tienes suficiente dinero para vivir donde quieras.
Observó el rostro surcado de arrugas de su abuelo. La brillante mirada profunda era muy parecida a la de su nieto y más brillante que la de su hijo, sin las motas verdes que tenía la de éste.
El anciano sonrió; una extraña, triste y pequeña sonrisa.
-Porque mi Young Mi está aquí. -Señaló el pequeño cementerio, el lugar donde estaba enterrada la abuela de Min hyuk.
-¿La abuela no quiere que te vayas? –el pequeño frunció el ceño. Su abuela estaba muerta, ¿cómo le iba a importar?
-Oh, mi Young Mi me sonreiría igual allá donde fuera. -El anciano esbozó de nuevo aquella pequeña sonrisa.- Pero si me separara de ella, sentiría esa distancia en mi alma, ¿entiendes?
El niño negó con la cabeza.
El abuelo suspiró.
-Tienes ojos hermosos, muchacho. Un día de estos, esos ojos verán por ti, y sentirás como si el corazón se te fuera a salir del pecho. Es la mirada, Minhyuk. Cuando ames, cuando ames de verdad, ten cuidado, muchacho, porque esos ojos que tienes no son sólo el espejo de tu alma, sino del alma de la persona a la que ames. -El abuelo miró la tumba de Young Mi-. Y cuando se pierde el corazón de esa manera, es imposible abandonar los lugares donde están tus mejores recuerdos. Si tuviera que irme, no podrían enterrarme junto a tu abuela.
El anciano dirigió la mirada al niño, y éste sintió una opresión en el pecho al pensar que algún día tendría que enterrar a su abuelo en aquella tierra dura y desolada.
-La profunda mirada… -murmuró el anciano unos instantes más tarde-. Mi padre me advirtió igual que ahora te estoy advirtiendo yo a ti, muchacho. No pierdas a la persona que ames, pues perderás una parte de tu alma si lo haces. Es el legado de esos ojos.
Minhyuk frunció el ceño. Lo que decía el abuelo no tenía mucho sentido y decidió que le preguntaría a su tío Yunho sobre ello cuando volviera. Yunho todavía recordaba a su abuela. Tenía cinco años cuando ella murió, un poco antes de que naciera Minhyuk.
-Entonces, ¿mis ojos son malos? -preguntó el pequeño finalmente.-No, no son malos -suspiró su abuelo.- No son malos en absoluto, muchacho. Te darás cuenta un día de estos. Uno de estos días, ya verás. Esos ojos verán lo que nadie más ha visto. -Clavó la mirada en su nieto-. Quien tenga tu alma, tendrá tu corazón. -Dio una palmada en el pecho de Minhyuk--. Y podrá incluso ver a través de ti.
-Entonces ¿papá no tiene esos ojos? -Los ojos de Yun Gyeom estaban matizados con motas verdes. Nunca le había visto con el gesto relajado y gruñía sin parar.
La preocupación se reflejó en la cara de su abuelo.
-Tu padre es un buen hombre -afirmó repitiendo lo que siempre decía.
-¿De veras, abuelo? –Minhyuk pensó en el niño un poco mayor que él que había en casa. El niño que su abuelo decía que era su hermano. El niño del que Yun Gyeom renegaba-. El pequeño se llamaba Jonghyun debería tener también un padre.
El abuelo puso la mano sobre la cabeza del niño y le dijo suavemente:
-Nada es cómo pensamos, muchacho. No todo es blanco o negro, sino que existen infinidad de matices grises. Tienes que averiguar el porqué de las cosas, no sólo fiarte de lo que ves.
-Porque él no nos quiere -susurró Minhyuk, aceptándolo como sólo los niños podían aceptar esas cosas.
El abuelo asintió con la cabeza.
-Los tonos grises, muchacho. Recuérdalo. Siempre hay algo que no sabes y que no puedes ver. A veces el amor no es como pensamos que debería ser. Sólo recuerda eso y todo irá bien.
Minhyuk creció buscando los matices grises. Luego maduró y se convirtió en un SEAL, y los matices grises se perdieron en su mente, aunque sabía que seguían estando allí. Siempre en un lugar diferente, siempre moviéndose. Hasta el día que vio el infierno. Y las cenizas del infierno. Y aprendió que había matices que jamás hubiera podido imaginar que existieran.
********************************
Doce años después
Minhyuk se sentó en el escritorio de la oficina del taller mecánico que poseía y contempló al joven que hablaba con uno de sus empleados.
Parecía enfadado y exasperado. Tenía el cabello rubio como el oro, se formaba como una hermosa cascada dorada que brillaba bajo la luz del sol. Era delgado pero no demasiado. Tenía un trasero definido que podía observarse debajo de aquellos pantalones negros, y una polera blanca que se adhería a su torso al compás del viento. Unas zapatillas grises completaban el atuendo.
Finalmente, el joven levantó las manos, alzó la vista y sus miradas se cruzaron. Las fosas nasales del rubio se ensancharon con determinación y se apresuró a dejar atrás al mecánico con el que había estado discutiendo, caminando hacia la puerta de su oficina.
El pelinegro observó cómo aquella asombrosa visión atravesaba la estancia y plantaba las manos en su escritorio mientras lo fulminaba con la mirada.
-Mire, todo lo que necesito es una llave inglesa -dijo enérgicamente-. Présteme una. Véndamela si quiere. No importa. Si no arreglo ese coche, acabaré teniendo que hacer autostop. ¿Tengo pinta de querer hacer autostop? -Extendió los brazos al tiempo que se incorporaba, le dirigió una angustiada mirada con sus hermosos ojos chocolates y apretó los labios rosados al darse cuenta de que el mecánico se acercaba por su espalda.
-No, no la tienes. -Minhyuk negó con la cabeza, deslizando la mirada por su figura antes de volver su atención al mecánico-. ¿Hay alguna razón por la que no podamos revisarle el coche? -le preguntó al otro hombre.
El interrogado entrecerró los ojos.
-El taller está completo, jefe, ya se lo he dicho.
-Sólo una llave inglesa -gruñó él entre dientes-. Sólo préstenme una maldita llave inglesa.
Parecía frustrado. Tenía la frente cubierta de sudor y las mejillas relucientes. Pero la expresión de su rostro se relajó cuando logró controlar sus emociones.
-Escuche. -El rubio había suavizado la voz, y él quedó cautivado. Allí, ante la voz de aquel dulce y hermoso chiquillo, MinHyuyk perdió el corazón-. Sólo necesito un poco de ayuda. Se lo juro. Si me deja estancado llegaré tarde a una entrevista de trabajo. Le prometo que no le robaré demasiado tiempo.
El joven sonrió, y él sintió que el mundo se movía bajo sus pies. Aquellos labios se curvaron dulcemente, con una mezcla de nerviosismo, frustración y preocupación, y se mantuvieron así. Pero le había sonreído y ese simple gesto había conseguido que Min Hyuk volviera a sentirse como un adolescente.
Se levantó del escritorio y señaló la puerta con la mano.
-Muéstreme el coche. Le ayudaremos a ponerse en camino.
-Pero jefe, estamos hasta arriba -protestó el mecánico.
El alto lo ignoró y observó cómo el joven se giraba y lo precedía hasta la puerta. Su mirada se fijó en el pequeño trasero mientras él caminaba y fue la más hermosa de las visiones. Le hormiguearon las manos por las ganas de tocarlo. Ardía en deseos de acunar aquellas curvas y sentirlas bajo los dedos.
-Me llamo Taemin. -El joven le brindó una sonrisa por encima del hombro-. De veras, no sabe cuánto le agradezco lo que está haciendo.
El tono suave de su voz conseguiría que él se corriera en los vaqueros. No podría contenerse si él seguía hablándole de esa manera.
Tenía que aprovechar la oportunidad.
-Le costará algo -le dijo arrastrando las palabras mientras abría el capó del pequeño sedán deportivo.
-Siempre es así -suspiró el rubio-. ¿De cuánto estamos hablando?
Parecía preocupado. Definitivamente, era una persona con una meta y estaba dispuesto a conseguirla.
-Una cena. –MinHyuk sonrió ampliamente al percibir la sorpresa en los ojos del rubio.
-¿Una cena? -La cautela se reflejó en la voz de Taemin.
-Sólo una cena -le prometió él. Por ahora-. Esta noche.
El rubio le miró fijamente durante un largo momento; aquellos ojos chocolates parecieron clavarse en los de él, escrutando y calentando zonas en su interior que el pelinegro no sabía que existieran. Y mucho menos que estuvieran frías.
Al fin, curvó los labios, brindándole una encantadora sonrisa.
-¿El chico malo de la ciudad me está invitando a cenar? -se mofó traviesamente-Creo que me voy a desmayar.
-Me estás confundiendo con él -Señaló al mecánico que se encontraba observando la situación. - Yo sólo soy un simple mecánico y un SEAL. -Las mujeres se morían por los SEAL’s y los hombres anhelaban ser uno. Y él haría cualquier cosa por impresionarlo.
-MinHyuk, el SEAL de mirada profunda y sonrisa cautivadora -replicó - Sé quién eres.
-Pero yo no sé quién eres tú -dijo sombríamente- Y me encantaría descubrirlo.
Aquella mirada de nuevo. Intensa, penetrante.
-En la cena -acordó él al fin-, nos veremos entonces.
¡Bien!
-Reservaré mesa en Mediterráneo -Nombró el restaurante más caro, lo que tampoco decía nada-. A las siete.
-De acuerdo, estaré allí a las siete. Pero no podré hacerlo si no me arreglas el coche.
Taemin sonrió con ironía para sus adentros. Tenía el presentimiento de que si le contaba que sabía qué era exactamente lo que le ocurría a su coche, jamás le creería. Lo dejó perder el tiempo, encontrar el manguito suelto y apretarlo. No le había mentido cuando le había dicho que lo único que necesitaba era una llave inglesa. Su padre le había enseñado cómo arreglárselas con cualquier vehículo hacía mucho tiempo. Por desgracia, en aquel momento no tenía una llave inglesa a mano.
Así que dejó que le arreglara el coche, fingiendo que era un pobre chiquillo indefenso, porque le encantaba la manera en que lo miraba, cómo se oscurecían aquellos ojos que brillaban intensamente en su rostro bronceado.
-A las siete -le recordó él mientras cerraba el capó y lo miraba con intensidad-. Te estaré esperando.
-Allí estaré -le prometió. No había manera de que él no acudiera a la cita. Lo había visto con frecuencia en el pueblo, incluso había tenido fantasías con él un par de veces.
El ardiente SEAL. El niño malo. Todas las chicas e incluso chicos de la facultad iban tras él. Pero, tal y como decidió Taemin en ese momento, Min Hyuk iba a ser suyo.
*************************
Dos años después
-Oh, Dios, Tae, ¿qué has hecho?
El menor dio un respingo y se giró hacia el alto, que se dirigía furioso al lugar donde su coche había impactado con la parte trasera del todoterreno. Fascinado, observó sus feroces ojos oscuros, el cuerpo duro y bronceado, el pecho húmedo de sudor, trozos de la hierba que había estado cortando pegadas a los vaqueros... convivían desde hace casi un año.
-Es sólo una pequeña abolladura, Min Hyuk. Te lo prometo. -Tenía el corazón en la garganta. No por miedo. El jamás le haría daño. Pero su furia era temible.
-Una pequeña abolladura? -Lo agarró por los hombros, lo apartó a un lado y bajó la mirada hacia el guardabarros abollado que se había hundido en el parachoques de su todoterreno.
Había sido un accidente. Y, en realidad, había ocurrido por culpa del alto. Si no hubiera estado cortando el césped sin llevar nada más que las botas y aquellos vaqueros que le ceñían el trasero, jamás habría ocurrido.
-Has chocado contra mi coche. -El orgullo y la indignación rezumaban en su voz-. Es mi todoterreno, Tae.
Sí. Lo era. Estaba muy orgulloso del potente cuatro por cuatro negro. Lo mimaba más que cualquier mujer a su hijo. Taemin se hubiera sentido celoso si no fuera porque no había manera de que él pudiera meter el vehículo en casa.
-Lo siento mucho…. -Su voz se volvió ronca al alzar la mirada hacia él, mordiéndose los labios con nerviosismo mientras se preguntaba cuánto tardaría en enfurecerse.
En cuanto lo hiciera, se transformaría en un hombre sombrío y parco en palabras. Lo fulminaría con la mirada.
Se dedicaría a ver los partidos de basquetbol. Se acostaría tarde. Muy tarde. Mucho después de que él se hubiera ido a dormir. No hablaría con él hasta la mañana siguiente. Lo cual era, sencillamente, injusto.
-MinHuyk, por favor, no te enfades conmigo.- dijo el menor haciendo un puchero.
-¿Cómo es posible que hayas chocado contra MI todoterreno? ¿Cómo? Si estaba aparcado aquí mismo. A plena vista, Lee Taemin. -Se estaba enfadando. Sólo decía su nombre completo cuando estaba o muy enfadado o muy excitado. Y no estaba excitado. Aquello no era una buena señal. Tae podía vivir con eso durante unos días, pero no le apetecía.
El rubio dio un fuerte pisotón en el suelo y lo miró furioso.
-Si no fuera por tu culpa, jamás habría chocado.
-¿Por mi culpa? – el mayor retrocedió un paso, negando violentamente con la cabeza-. ¿Cómo puede ser esto culpa mía?
-Porque estabas cortando la hierba sin camisa, vestido sólo con esos provocativos vaqueros y las botas, y en cuanto vi ese trasero me puse caliente. Has sido tú quien me ha distraído, así que la culpa es tuya. Si te hubieras vestido de manera decente esto no habría ocurrido, Min Hyuk...
El alto lo besó. No fue un beso tierno o gentil, sino áspero, rudo y lleno de lujuria. Lo estrechó con fuerza contra su cuerpo y presionó su miembro contra el contrario, haciéndolo jadear de placer.
-Te mereces unos buenos azotes. -Lo tomó en brazos y atravesó con él el patio, dejando abierta la puerta del coche del rubio y alejándose del todoterreno abollado-. Debería zurrarte, Taemin. Ver cómo ese precioso trasero que tienes se pone completamente rojo.
Entró y cerró la puerta de un golpe antes de dirigirse hacia las escaleras.
-Oh, zúrrame, MinHyuk -le susurró provocativamente al oído-. Haz que suplique.
Él se estremeció contra el menor, lo arrojó sobre la cama y se dispuso a hacer lo que le pedía.
*****************************
Una semana después
-Volveré a casa en una semana. –MinHyuk estaba vestido con vaqueros y camiseta. No parecía un SEAL, sino alguien que estaba a punto de salir de viaje por diversión. Nada relevante.
Taemin sabía cómo engañarse a sí mismo.
-El todoterreno estará aparcado mañana delante de la tienda -le dijo Taemin asintiendo con la cabeza mientras le observaba sacar el petate del armario y girarse hacia él-. Lo meteré en el garaje y lo cuidaré por ti. --Taemin le sonrió provocativamente.- Me debes una, no sabes lo que tuve que hacer para lograr que lo arreglaran tan rápido. Tienes unos mecánicos muy exigentes.
Min Hyuk poseía un taller y una estación de autoservicio. Un pequeño y próspero negocio que Tae sabía que le encantaba.
Min Hyuk soltó un gruñido, recorriendo con la vista las piernas desnudas del rubio cuando éste se sentó en la cama con unos pantalones cortos.
-Hongo -gruñó él-. Tengo que irme y lo sabes. – En una ocasión Taemin le había mostrado unas fotografías que para él no eran aptas para el público, sin embargo por la insistencia del alto accedió a mostrárselas, no pasó mucho tiempo luego de que se arrepintiera, ya que MinHyuk no había parado de reírse desde que vio una foto en la que según el rubio lucia el peor corte que pudo tener en la vida, cabello negro, lacio y si! Parecía un hongo; para el pelinegro no era así, todo lo contrario le parecía de lo más tierno, pero no por ello dejaría de molestarlo, amaba las caras del menor cuando se enfadaba.
El rubio se quitó la polera y se desabrochó los pantalones cortos, dejándolos caer por las piernas. Sin dejar de observar a la persona que tenía enfrente, deslizó los dedos por sobre su entrepierna y luego se llevó la mano a la boca.
Min Hyuk gimió y Tae adoró aquel sonido. Había separado los labios y tenía una mirada salvaje, como si lo estuviera saboreando.
-Vamos, un rapidito -susurró el menor, desesperado por tenerlo una última vez antes de que lo dejara. Se incorporó en la cama cuando él se acercó y le quitó el cinturón con dedos ágiles-. Te desafío. Hazme tuyo como más desees...
El alto le dio la vuelta, lo empujó sobre el borde de la cama y, al cabo de dos segundos, lo estaba penetrando. Duro y palpitante, acariciándolo, llenándolo, enterrándose en él con rápidos y duros envistes hasta que Tae se sintió atravesado por una violenta y candente sensación de placer.
-Min..hyu… Min Hyuk, te amo -gritó mientras él lo embestía, inmovilizándolo y moviendo las caderas con fuerza contra las de él, sujetándolo fieramente con las manos, quemándole la piel con los dedos.
Luego, él susurró las mismas palabras en el acento que su abuelo le había enseñado.
-Para siempre -susurró Tae, girando la cabeza hacia él y aceptando su beso-. Para siempre, Min Hyuk.
*********************
Una semana después
Tae abrió la puerta y se quedó paralizado. El tío de MinHyuk, Yunho, estaba en el umbral, llevaba un uniforme blanco, con la gorra en la mano y las medallas colgadas en la pechera. Taemin sintió desfallecer.
-Min Hyuk llegará en cualquier momento -murmuró el rubio con los labios entumecidos, percatándose de la aflicción y el dolor que reflejaba la expresión de Yunho.- Has llegado entes de lo esperado, Yunho. Él aún no está aquí.
Estaba llorando. Podía sentir cómo lágrimas ardientes le abrasaban la piel mientras se apretaba las manos contra el estómago y se le aflojaban las rodillas.
-Tae. –Yunho tenía la voz ronca y los ojos brillantes por las lágrimas contenidas-. Lo siento.
¿Que lo sentía? ¿Le estaba arrancando las entrañas y decía que lo sentía?
Él negó con la cabeza.
-Por favor, no lo digas, Yunho. Por favor no lo digas. -Tae. -El tragó saliva-. Sabes que tengo que hacerlo.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que destruirlo?
-Tengo que comunicarte con gran pesar que...
-¡No, no! -gritó mientras Yunho lo envolvía entre sus brazos y lo ayudaba a entrar en casa. El joven siguió gritando. Gritos que le desgarraron el pecho como una cuchillada brutal y despiadada. El dolor lo arrastró hasta un profundo pozo de desesperación, un abismo del que no creía que pudiera salir jamás.
-¡Min Hyuk! -lloró, gritando su nombre. Él le había jurado que siempre sabría el momento exacto en el que lo necesitaría, incluso en la muerte. Porque él tenía ese don. Era por los ojos, le había asegurado, y él se había reído. Sin embargo, ahora deseaba con todas sus fuerzas que fuera cierto porque necesitaba a Min Hyuk, aquellos feroces ojos - ¡Oh Dios mío, MinHuyk!
***********************
Seis meses después
Tae despertó entre sollozos con la respiración entrecortada y rebuscó en la cama estirando los brazos, arañando las sábanas, la almohada, desesperado por alcanzarlo.
MinHyuk estaba sangrando. Podía ver la sangre en sus manos como si estuviera mirando por los ojos de él. Podía sentir su agonía, sus entrañas retorciéndose, su alma clamando con una angustia que la desgarraba.
Tenía que ser un sueño. Los sollozos le quemaban la garganta mientras se aferraba a las mantas y lanzaba un grito gutural de cruda agonía al sentir que se le partía el corazón.
-¡Min Hyuk!
Gritó su nombre con voz ronca y áspera por las lágrimas, por los horribles meses pasados.
En el entierro... ni siquiera lo habían dejado verlo.
Deshaciéndose en lágrimas, hundió la cara en la almohada y se enfrentó una vez más a la cruda realidad de que MinHyuk se había ido para siempre.
Habían cerrado el ataúd sin que él lo viera. No había podido tocarlo, ni besar su amado rostro, ni decirle adiós. No había nada a lo que aferrarse, nada que aliviara aquella agonía sin fin.
Sólo había vacío. Vacío en su cama, en su vida. Un doloroso y horrible hueco en su alma. Un vacío que lo consumía, que le quemaba la mente y que le recordaba cada segundo, cada día, que MinHyuk se había ido.
Min Hyuk se había marchado.
Para siempre.
Salvo en sus pesadillas. Donde él gritaba su nombre. Donde lo tocaba y se desvanecía antes de que rubio pudiera darle alcance. Donde lo miraba con los ojos llenos de pesar. O cuando él sentía el dolor y las lágrimas del pelinegro. Interminables, agonizantes.
Luego, con la misma rapidez con que comenzaban, en cuanto él se daba cuenta de que lo que sentía era el propio dolor de la persona que amaba, los sueños cambiaban.
-Te amaré siempre, hongo. -Estaba inclinado sobre él, desnudo, con el pecho brillando, la piel dorada bloqueando el sol radiante, los intensos ojos observándolo fijamente-. Siente cómo mi alma toca la tuya, Taemin. Siente cómo te amo, pequeño...
Un grito desgarrador le quemó la garganta cuando intentó aferrarse al aire, a los insustanciales recuerdos que se desvanecían, que se esfumaban igual que Min Hyuk se había ido.
-Oh, Dios mío. Oh, Dios mío... -susurró Tae apretando la almohada contra el pecho y empezando a mecerse.
Echó la cabeza hacia atrás y soltó un grito desolador desde lo más profundo de su alma partida en dos.
-Maldito seas, Min Hyuk...
- Spoiler:
- Uhm... que tal? solo es el prologo xD ah! cierto un "SEAL" es un militar encargado de hacer operaciones especiales para el estado xD en este caso será Seul! xD ... si tiene alguna duda pregúntenme no hay problema! n_n uhm... espero sus comentarios! quiero saber si les gustó! xD cuidense!!! bye bye ^^
Última edición por Janess el Vie Feb 21, 2014 5:36 pm, editado 23 veces
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
unnieee donde estas TT-TT !!
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Hola! * se esconde detrás de su silla* No me golpeen! Se que me demoré mucho, una que otra me está odiando, pero es que estaba en finales T-T salía de una y entraba en otra … fue horrible… pero ya pasó! Porque estoy de vaca! Yey … *festeja sola* kekeke… me creerían se les digo que esta vez no pienso demorar? Uhm… actualizaré el martes! =P miren que doy fecha! Hahahh… Aparte que dije que actualizaría cuando editaran sus apartos y algunas no lo hicieron u_u
Bueno no se las hago larga! Les dejo el capi! Abajo sus coments! n_n
¿Ser salvaje con él? ¿Hacer realidad todas las fantasías que había tenido cuando se acostaba con Minhyuk? El castaño levantó la mirada hacia Minho, consciente de que estaba muy excitado y de que su cuerpo clamaba por él.
Apenas podía respirar. El deseo le atravesaba las venas y la tentación ardía en lo más profundo de su ser.
—Quieres que te penetren con fuerza, sin contención, Taemin. —La voz de Minho era más ronca, más tentadora, cuando lo agarró del pelo y tiró de él.
Taemin sintió un fuego incontenible en las entrañas y que descendía; parpadeó al percatarse de que se le aflojaban las rodillas.
—¿No quieres tirarme del pelo? Vamos, Taemin. No me darás nada de lo que le dabas a él. Así que dame lo que no le dabas.
El castaño se retorció contra él al sentir sus labios contra los suyos, murmurando sobre ellos. Tenía los ojos abiertos, atrapados por los profundos y feroces de Minho.
—Lucí tus arañazos como si fuesen medallas —gruñó él antes de mordisquearle los labios—. Tuve que darme placer a mí mismo mientras recordaba lo ardiente que fuiste entre mis brazos. Mientras imaginaba tu boca. Tus ojos. Sabiendo cuan voraz podías llegar a ser.
De golpe, él lo había introducido en sus fantasías.
Taemin se lamió los labios y se imaginó la escena a su pesar. Sentía las manos de Minho en el pelo, inmovilizándolo, al tiempo que se presionaba contra él, exigiéndole que lo tomara, que lo succionara.
Minho observó su mirada, vio su deseo y su miembro se puso más duro y grueso que nunca.
Manteniendo una mano en los cabellos de Taemin, usó la otra para quitarle la camisa por los hombros. Taemin se había puesto esas ropas como una defensa contra el mundo, pero Minho no iba a permitir que se escondiera más de él.
Debajo tenía un polo sin mangas metido en los vaqueros.
—No pienso...
—No pienses —le ordenó en voz baja sin apartar la mirada del castaño—. A menos que quieras pensar en mí follándote la boca. Porque lo haré, Taemin. Observaré cómo esos labios rosados se abren para recibir mi polla en el interior de tu boca.
Taemin ya lo había tomado en su boca antes. Había jugueteado, lo había lamido y chupado mientras bromeaba con él; incluso se había tragado su semen y luego se había relamido los labios. Pero aquello no era lo que Taemin quería ahora, no era lo que necesitaba.
—Quítate las botas. —Minho le sostuvo la mirada al tiempo que lo empujaba y lo dejaba caer sobre el sofá—. Quítatelas ahora, Taemin, o tendrás los vaqueros en los tobillos mientras te penetro duramente. ¿No preferirías rodear mi cintura con esas preciosas piernas para apresarme dentro ti?
El menor se lamió los labios de nuevo observando cómo el alto se apartaba y se sentaba sobre la mesa de café para quitarse sus propias botas. Se las desató y se levantó cuando el castaño se movió.
Pero Taemin no se había movido para quitarse las botas, sino para arrojarse sobre él. Minho cayó sobre la mesa, atrapándolo entre sus brazos en el proceso y agarrándolo por el pelo mientras Taemin asaltaba sus labios con un grito de necesidad y anhelo.
—¡Demonios, sí! —Taemin se deslizó sobre él, montándose a horcajadas sobre sus caderas. Le enterró las manos en el pelo cuando Minho abrió la boca e intentó controlar el beso.
El menor no se contenía, si salvajismo era lo que quería, era lo que iba a obtener. Se retorció sobre el pelinegro, arqueó la espalda para que su miembro se frotara contra la gruesa erección del alto que contenían los vaqueros y le desgarró la camisa.
Minho se las arregló para quitarle la playera, mientras el castaño le chupaba y mordía el cuello, dejándole una marca que él sabía que todo el mundo vería más tarde, algo que no le importaba en absoluto.
No sería la única marca que le dejaría. Los labios de Taemin se movieron a su torso y se demoraron en los pezones.
Taemin jamás había hecho eso antes. No le había succionado y mordisqueado nunca los duros y planos pezones, y aquello excitó a Minho más de lo que había conseguido nunca el «polvo de afrodita».
—Maldita sea, sí —gruñó cuando el menor se movió más abajo, deslizando las manos por sus vaqueros, aflojándole el cinturón, forcejeando con la cremallera de los pantalones—. Tómame, Taemin. Mi pequeño salvaje. Voy a follarte la boca hasta que me supliques que me corra. Hasta que me implores que te deje saborearme. Sentirme. Follarme con cada aliento de tu cuerpo.
A Minho se le enredaban las palabras. Cerró los puños sobre los cabellos de Taemin, dominándolo, deslizándolo hacia atrás hasta que quedó sentado a horcajadas sobre su rodilla doblada y le liberó la gruesa y palpitante erección de la bragueta.
Taemin levantó la mirada hacia él y Minho supo que siempre recordaría aquella expresión de su cara. Una expresión hambrienta y voraz.
Taemin intentó rodear la palpitante erección con la mano, pero su grosor se lo impidió. Se la acarició de arriba abajo, deteniéndose en el sensible glande, y lo miró con los ojos llenos de deseo mientras jadeaba.
—Hazlo —susurró el menor entonces.
La orden atravesó el cerebro de Minho, enardeciendo su imaginación y sus fantasías. Se agarró la polla con una mano, y con la otra lo forzó a bajar la cabeza, observando cómo abría los labios sobre el sedoso glande.
Taemin se dejó llevar por la lujuria. Se frotó contra la rodilla de Minho, sintiendo las exquisitas sensaciones que le provocaba la áspera tela contra su miembro hinchado mientras el cálido y duro glande de Minho empujaba dentro de su boca.
Dios... Su sabor era ardiente y masculino. Carnal y lleno de lujuria. Le lamió el glande, disfrutando de su férrea dureza, de la piel suave, de la lujuria que palpitaba bajo él.
Lo miró a los ojos y vislumbró en aquella feroz mirada un brillo inquietante y peligroso, oscuro, una necesidad primitiva que lo hizo temblar. Necesitaba saborearlo, atormentarlo.
Lo rozó con la lengua bajo el glande, acariciándolo en aquel lugar que su Minhyuk había querido una vez que él le acariciara.
Minho se tensó, se le contrajeron los músculos de los muslos, arqueó las caderas y enterró la polla profundamente en su boca.
—Hasta el fondo, Taemin. —Había un extraño y hermoso matiz en aquella voz áspera y ronca—. Tómame.
El castaño obedeció. Minho cerró con fuerza los puños sobre su pelo y le hizo mover la cabeza para follarle la boca y llenarlo con la dureza y calidez de su erección.
Taemin lo necesitaba, estaba hambriento de él. Podía sentir cómo el deseo crecía en su interior mientras se acariciaba y se pellizcaba el pezón, creando un nuevo fuego y perdiéndose en el placer.
—Me voy a correr, pequeño. —Se movía entre sus labios con rapidez y dureza, casi haciéndole daño mientras se tensaba bajo él. Y a Taemin le encantó.
Minho estaba siendo salvaje. No contenía su excitación y eso era justo lo que necesitaba.
Lo succionó con más fuerza, con mayor profundidad. Se pellizcó una vez más el pezón, tiró de él, se acarició y sintió que aquel furioso ardor se concentraba en su miembro ya erecto.
—¡Sí! ¡Ya! —gruñó él.
Taemin deslizó la lengua contra la parte inferior del glande, rozándola y acariciándola, mientras Minho le seguía hablando con aquella voz áspera y se movía contra él, penetrando entre sus labios, endureciendo el cuerpo todavía más cuando el menor sintió su liberación.
Alzó la mirada hacia él y lo vio moverse ante su propia cara. Observó la manera prohibida en que se estremecía, deteniéndose de repente justo antes de eyacular.
El primer chorro estalló dentro de la pequeña boca y el segundo ahogó el gemido de Taemin cuando él también se corrió.
—Demonios, sí que eres un pequeño hongo —gimió él.
Taemin se quedó paralizado. Sentía, saboreaba y existía, pero clavó la mirada en esos profundos ojos como si de repente hubiera retrocedido en el tiempo.
«Tómame en tu boca, pequeño hongo. Mi dulce y pequeño hongo».
Cuando Minho apartó las manos de su pelo, Taemin se retiró temblando y lo miró aturdido. El horror y la culpa lo invadían. Sentía que se le desgarraba el alma por las consecuencias y la realidad de lo que acababa de hacer.
Todavía podía saborearlo en su boca. Minho lo estaba mirando y sus ojos cada vez más oscuros reflejaban compresión mientras lo veía colocarse el polo manos temblorosas.
Minho se enderezó lentamente, observando cómo Taemin caminaba tambaleándose hacia la puerta.
—No te atrevas a marcharte, Taemin —le ordenó bruscamente.
El menor negó con la cabeza.
—No puedo seguir con esto.
—Maldita sea, claro que puedes. —Se puso en pie, metiéndose la polla todavía rígida en los vaqueros y cerrando la cremallera con cuidado—. No vas a marcharte.
Taemin agarró el picaporte. A pesar de lo rápido y fuerte que era Minho, el castaño salió del apartamento y bajó las escaleras antes de que el pelinegro pudiera alcanzarlo.
Maldiciendo, Minho recogió la camisa del suelo y se la pasó por la cabeza antes de perseguirlo escaleras abajo, casi tropezándose con los cordones desatados de sus botas.
—Maldito seas, Taemin —gritó él al irrumpir en la oficina y ver cómo él salía a toda prisa del taller.
Jonghyun le lanzó una mirada de asombro, al igual que Key, cuyo rostro estaba tenso por la cólera. Key siempre ha sido demasiado protector con Taemin; y simplemente Minho no le inspiraba confianza alguna.
-Que le habrá hecho el bruto ese! – dijo el rubio lanzándole una mirada encolerizada a Jonghyun, si bien es cierto Key no tenía idea de lo que estaba sucediendo exactamente, sabía que Minho escondía algo y estaba dispuesto a averiguar que era; así Jjong le haya pedido que se mantuviera al margen, como pretendía que hiciera eso si Taemin era quien iba a salir herido.
Minho se sentó, se ató las botas con rapidez y se dirigió a la puerta desde donde lo había visto correr colina arriba en dirección a la casa. No iría lejos, se dijo a sí mismo, conteniendo la lujuria que lo impulsaba a ir tras él, a obligarlo a reconocer el motivo que lo hacía huir.
Cerró los puños con furia y clavó los ojos en la casa. Maldición, aquella era su casa y Taemin le pertenecía.
Se obligó a darse la vuelta y regresar al taller. Se obligó a leer la lista de tareas pendientes y a trabajar. Se obligó a concentrarse. Sabía cómo hacerlo. Había pasado cuatro años haciéndolo. Podía esperar un poco más. Sólo un poco más. Y luego, el castaño aprendería que era suyo. Ya había sido suyo antes, pero ahora, volvería a serlo de nuevo.
Una hora más tarde, levantó la cabeza del motor que estaba arreglando al tiempo que giraba distraídamente la llave inglesa entre los dedos, mientras observaba cómo el coche de Taemin se alejaba de la casa en dirección al pueblo.
Entrecerró ojos y apretó los labios. Taemin estaba huyendo y Minho odiaba que lo hiciera.
De pronto, vio que su hermano se acercaba a él y le quitaba la llave inglesa.
—Creo habértelo dicho en alguna ocasión —dijo Jonghyun con suavidad, asegurándose de que nadie más lo oía—. Mi hermano giraba la llave inglesa entre los dedos de la misma manera. —Le devolvió la herramienta y se alejó de nuevo.
Taemin estaba cabreado. Jonghyun estaba cabreado. Pues que se jodieran, porque Minho había vuelto a casa y estaba dispuesto a recuperar todo lo que pensaba que había perdido. Pronto se libraría de la escoria del pueblo y reconquistaría a Taemin.
Taemin ya había tenido suficiente. Volvió a aparcar el coche delante de la casa de Lee Joon por segunda vez ese día y respiró hondo. Le resultó extraño que Heechul todavía no se hubiera marchado. Su amigo no solía quedarse mucho tiempo después de que Taemin se marchara. Algunas veces, se había preguntado incluso si Heechul y Lee Joon se llevaban bien.
—Tae, vamos entra. —La atractiva cara de Lee Joon se iluminó con una sonrisa cuando le abrió la puerta y lo invitó a pasar.
Taemin se tiró del dobladillo de la camiseta. Se había cambiado de ropa. Se pasó los dedos por el cabello y pensó que quizá debería haberse arreglado también el pelo.
—¿Heechul todavía está aquí? He visto su coche. —Eran cerca de las tres de la tarde.
—Regresó de nuevo hace más o menos una hora —le explicó Lee Joon con una sonrisa—. Hemos abierto una botella de soju y estamos dedicándonos a despellejar a los hombres.
Oh-oh. Era obvio que Leeteuk y Heechul habían tenido otra pelea cuando éste último volvió a casa.
Respiró hondo de nuevo y subió las escaleras que conducían al porche.
Vestido con vaqueros, una polera negra, y el pelo oscuro tirado hacia un lado, Heechul parecía un adolescente. En comparación, Lee Joon parecía misterioso y provocativo, con aquel pelo negro y sus amables ojos oscuros.
Con aquella camisa blanca y los pantalones de jean, Lee Joon, cuyo rostro reflejaba compasión, tenía un aspecto sencillo y a la vez sofisticado.
—Los planetas deben haberse alineado o algo así —dijo Lee Joon con suavidad—. A ver si adivino, tu Minho ha actuado también como un hombre.
—Consuélame diciendo que al menos Onew muestra algo de sentido común. —Taemin soltó un suspiro y se derrumbó en la silla frente a Heechul antes de levantar la mirada hacia su anfitrión.
—Onew también es un hombre. ¿Qué te habías creído? —se rió Lee Joon.
El soju estaba encima de la mesa. El anfitrion fue a la cocina y regresó al cabo de unos segundos con otro vaso en la mano, seguida por la mirada de Taemin.
—Teukie se ha enfadado otra vez porque tuve que averiguar en otro lado lo que él no quería contarme… se que algo raro sucede en el pueblo…—suspiró Heechul—. Aunque de todas maneras no conseguí averiguar nada… lo mismo de siempre….
Solo me sirvió para despejarme un poco- sonrió con satisfacción.
Todos sabían que Heechul adoraba la vida social. Taemin estaba de acuerdo con Leeteuk en que Heechul debía pasar más tiempo en casa, y en lugar de estar de café en café. Sin duda, Heechul se enfrentaba a una difícil situación.
—Taemin, odio decirte esto, pero el chupetón de ese mecánico te deja la barbilla completamente morada. Deberías de controlarlo—le dijo Lee Joon, riéndose.
—Pues hablar no funciona —masculló Taemin.
—Creo que te gusta —se burló Heechul entre risas—. No has estado fuera más de tres o cuatro horas, y ya has tenido otro encuentro con él. Y ahora te estás escondiendo.
Taemin se mordió los labios y evitó responder a Heechul.
—He oído que Leeteuk tuvo que acudir al taller para impedir que siguiera acosándote —dijo Lee Joon un poco después—. ¿De veras te estaba acosando? —Se inclinó hacia delante y miró a Taemin con curiosidad—. Hablé con Onew después de que se fueran. Parece pensar que es un hombre extraño. Quizá deberías despedirlo.
Taemin los miró a ambos con el ceño fruncido.
—No entiendo por qué Onew cree que es un hombre extraño —protestó finalmente.
Lee Joon se sentó con lentitud, llenó el vaso de Taemin y se lo acercó con una mirada de disculpa. Como pareja de Onew y miembro de la operación contra la milicia, sabía todo lo que estaba ocurriendo. Se estaría divirtiendo si no fuera tan condenadamente triste que su amigo estaba sufriendo por alguien que no murió en realidad. No le gustaba nada que Minhyuk no le hubiera contado la verdad. No le parecía bien que su amigo se sintiera tan desconcertado y perdido. Y la amistad que se había desarrollado entre ellos a lo largo de los años sólo aumentaba la preocupación de Lee Joon. Taemin jamás había olvidado a Minhyuk, y ahora él había vuelto y lo estaba sometiendo a un nuevo tormento.
—Onew se quedó preocupado por ti cuando te vio esta mañana —le dijo a Taemin con una sonrisa tranquila, casi suave—. Quería a Minhyuk como a un hermano. —Y todavía lo hacía, aunque Lee Joon preferiría darle una buena patada en el trasero.
—Lo sé. —Taemin suspiró y se llevó el vaso de vino a los labios mientras su anfitrión lo observaba con los dientes apretados por la ira.
Lee Joon no quería tener que ser testigo de la conversación que se avecinaba.
Taemin había permanecido fiel a Minhyuk muerto durante más de cuatro años.
Los recuerdos del amor que había compartido con él lo habían hecho sufrir hasta límites inimaginables y Lee Joon pensaba que, durante por lo menos la mitad de ese tiempo, Minhyuk podría haber aliviado su dolor.
Taemin se lamió los labios, juntó las rodillas y pareció estar conteniendo las emociones que lo invadían.
—Me está volviendo loco —confesó—. Está intentando asumir el control de todo, como si tuviera derecho a ello.
—Y a pesar de eso lo deseas —señaló Lee Joon.
El silencio cayó sobre ellos como una pesada losa tras aquellas palabras.
—No lo necesita —afirmó al fin Heechul—. No es del tipo de hombre que va a estar siempre para él y lo sabe.
—No es eso. Sé reconocer la expresión de alguien que se siente culpable y atemorizado porque finalmente ha conocido a la persona que podría amenazar el lugar de Minhyuk—indicó Lee Joon con suavidad—. Y eso no tiene nada que ver con si él es o no es de los que se quedan para siempre. Tiene que ver con si
Taemin dejará de pensar en Minhyuk o no.
Lee Joon no se andaba con rodeos. Taemin había aprendido hacía mucho tiempo que lo peor que podía hacer era engañarse a sí mismo.
—Sí, bueno, pero eso no quiere decir que tenga que hacer nada al respecto. —Taemin frunció el ceño.
Lee Joon se reclinó en la silla y observó a su amigo durante un buen rato.
—Pues deberías hacerlo. —Negó con la cabeza—. Onew quería a Minhyuk como a un hermano. —Miró fijamente a Taemin y continuó—Me contó que cuando le dijeron que había muerto, fue muy duro para él. Hemos llegado a ser buenas amigos, Taemin, y te he estado observando durante estos últimos años. Ríes, sales con tus amigos, y de vez en cuando tienes una cita. Pero no has tenido un amante desde que Minhyuk murió, ¿no es cierto?
—Ha sido lo mejor —dijo Taemin sacudiendo la cabeza—. Así no he tenido que soportar que nadie me dijera lo que tenía que hacer.
—Emborráchate —le aconsejó Lee Joon, frunciendo el ceño al ver el dolor que reflejaban los ojos de Taemin—. Enfádate. Dinos lo imbécil que fue Minhyuk al abandonarte.
—¡Lee Joon! —gritó Heechul, con la ira brillando en sus ojos—. Ya es suficiente.
—Cada vez que Taemin ha intentado alejarse del recuerdo de Minhyuk, tú le has recordado lo mucho que perdió, en vez de decirle que puede encontrar a alguien ahí fuera, ¿no es verdad, Heechul? —le dijo Lee Joon con suavidad—. Te he visto hacerlo durante todos estos años. Soy un espectador neutral, pero tengo ojos y oídos y además estoy con el que fue el mejor amigo de ese imbécil.
—Minhyuk no era ningún imbécil —lo interrumpió Taemin.
—Era un SEAL, Tae. Y estoy con uno. Son tan dominantes, tan seguros de sus habilidades y opiniones que a veces se muestran tercos como mulas —señaló, divertido—. Incluso los más tiernos, como Minhyuk. Pero se ha ido. Ya no existe. Y aquí estamos nosotros, varios años después, viendo cómo te sientes atraído por otro hombre y luchas contra esa atracción por la culpa que sientes al recordarlo.
—No voy a meterme en la cama con cada hombre que conozco —le espetó Taemin.
—Pero tampoco tienes que enterrarte en vida.
Lee Joon estaba en lo cierto. Puede que a Taemin no le gustara reconocerlo, pero tenía que hacerlo.
—Changmin dijo que él es como Minhyuk —susurró—-. Y puede que tenga razón. Es muy dominante. Ha entrado en mi vida y me la ha puesto patas arriba.
Lee Joon se inclinó un poco más hacia delante.
—Es más misterioso y peligroso de lo que fue Minhyuk, a pesar de que él era un SEAL. Onew me ha dicho que este hombre es más duro y más dominante. Pero tú ya no eres la misma persona de hace cuatro años ¿verdad?
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Taemin con el ceño fruncido.
—Minhyuk salía a una misión y se negaba a dejarte llorar cuando se iba. Se negaba a dejar que te preocuparas mientras estaba fuera. Y como tú tampoco querías que él se preocupara, reprimiste todo lo que sentías. Cuando él estaba en casa, hacías todo lo que Minhyuk quería; lo consentías. Pero esos días ya han pasado, ¿verdad, Taemin? Porque cuando Minhyuk se fue, descubriste muchas cosas sobre ti mismo. Te hiciste independiente, maduraste a pesar del dolor. Y ahora, este hombre que podría ser tan dominante como lo fue Minhyuk no va a acabar con esa vena independiente, ¿verdad?
—Cada vez que Minhyuk se iba era un infierno —replicó Taemin enfurecido—. Deseo que vuelva. No deseo esto. —Se puso en pie de un salto y señaló la puerta con la mano, como si reclamara al destino por aquella injusticia—. Lo deseo.
No lo hacía. Minhyuk se había ido y él lo sabía, pero no tenía más excusas para las emociones que lo embargaban, para la furia que hervía en su interior. Choi Minho estaba destrozando su mundo. Con él no estaba a salvo. No era un hombre manejable y deseaba más de lo que él estaba dispuesto a ofrecerle en ese momento. Minho quería que se ofreciera a él por completo. Incluidas esas partes de sí mismo que Taemin le había ocultado a Minhyuk.
Partes que lo atormentaban. Partes que formaban parte de su alma. Como aquella sexualidad con la que nunca se había sentido cómodo, y que lo llevaba a desear ser salvaje y atrevido, a devorar a Minho por completo y provocarlo para que lo poseyera con dureza, fuerza y desesperación.
—Él no está. Y tú casi has hecho el amor con otro hombre. —Su anfitrión se puso en pie lentamente—. Y te ha gustado.
Lee Joon llevaba semanas esperando aquello. Hacía años que se había cruzado en las vidas de aquellas dos personas, que se había hecho amigo de Taemin sabiendo que llegaría ese momento. Minhyuk había cometido un error ocultándose y como Lee Joon había sabido todo ese tiempo, había sido Taemin el que había pagado el precio más alto.
—Maldita sea, Joon —masculló Heechul, sirviéndose más soju y tomando un trago—. No deberías haber dicho eso.
Taemin volvió a mirar al que había hablado en ese momento buscando apoyo, pero a pesar de la mirada compasiva de Heechul, era obvio que estaba de acuerdo con Lee Joon.
—De cualquier manera esto no es algo de su incumbencia —gimió Taemin—. ¿Por qué de repente todo el mundo quiere meterse en mi vida?
—Porque nos hemos cansado de ver cómo intentas morir con Minhyuk —fue la dolorosa réplica de Heechul—. Siéntate, Taemin. Vamos a emborracharnos como solíamos hacer antes. Nos desahogaremos hablando sobre lo arrogantes que son Teukie y Minho, y luego podrás irte a casa y vivir de nuevo —murmuró entre lágrimas—. No me importa si Minho es un tipo extraño. No te había visto así desde hacía mucho tiempo. Casi vivo. Lo besaría por haber conseguido que tus ojos brillen de esa manera.
Taemin se dejó caer en la silla y los miró a ambos, aturdido.
—No lo entienden. Minhyuk... —hizo una mueca—... todavía me retiene. Sueño con él. Aún sigue formando parte de mi vida.
Joon volvió a sentarse y le sirvió más soju a Taemin.
—No lo olvides si no puedes, Taemin. Pero no te sientas culpable por sentir lo que sientes. Necesitas que te toquen y que te abracen, así que acepta lo que te ofrece Choi Minho. —Se reclinó en la silla mientras Heechul y Taemin vaciaban sus vasos de un trago y volvían a llenarlos.
—Quiere asumir el control de todo —protestó Taemin—. Del taller. De mí. Es como si pensara que todo lo que pertenecía a Minhyuk debiera ser suyo.
—Puede que sólo le guste ser dominante. —Joon hizo un gesto con la mano quitándole importancia—. Demonios, haz el amor con él, descárgate de una vez. Las cosas suelen ser complicadas cuando hay sexo de por medio. Libérate de la tensión sexual y todos los problemas se resolverán por sí solos.
Taemin miró a Lee Joon reflexivamente.
Heechul no dijo nada. Se bebió el soju y observó a Taemin por encima del borde del vaso.
—¿Podemos emborracharnos de una vez? Si tengo que hablar de este tema, prefiero tener una excusa para ser franco. De cualquier manera, Teukie se va a enfadar por haberse metido en esto. Y ya saben, tiendo a prescindir del sexo cuando él está enfadado.
Taemin vació su vaso y lo alzó para que le sirvieran más soju. Lee Joon los observó a ambos con diversión.
Bebieron esa ronda y se sirvieron otra antes de que Taemin soltara un largo suspiro.
—Hice que se corriera en mi boca.
Lee Joon dio un brinco cuando Heechul escupió el soju sobre la mesa. Definitivamente se había atragantado y tosía, cubriéndose la boca mientras miraba a Taemin.
—¿Que hiciste qué?
Taemin se acabó el soju con una sonrisa al ver a su amigo tan conmocionado.
—Ya lo has oído.
—¿Estuvo bien? —preguntó Lee Joon arrastrando las palabras. Oh, no podía esperar a que Onew estuviera en casa. Aquello prometía. Mejor aún, no podía esperar a ver a Minho de nuevo.
—Estuvo bien. —Taemin estaba medio borracho. No bebía así desde hacía muchos años—. Más que bien. Incluso diría que estuvo genial.
—¿Y te devolvió el favor? —dijo Heechul con un suspiro—. Vamos a tener problemas. Lo saben ¿no es cierto? Teukie se va a preocupar mucho.
—¿No irás a contarle lo que le he hecho a Minho?, ¿verdad? —murmuró Taemin horrorizado.
—No podré contenerme si seguimos bebiendo así —gimió Heechul—, y además tenemos una apuesta.
—¿Una apuesta? —se indignó Taemin—. ¿Qué clase de apuesta?
—El apostó a que lo echarías de una patada. —Heechul le lanzó una mirada airada—. Y yo aposté a que le arrancarías las orejas. Taemin parpadeó desconcertado. —¿Por qué apostaste eso? Heechul puso los ojos en blanco.
—Ya sabes, cariño. Le agarras de las orejas y tiras cuando te corres. —Arqueó las cejas—. Todo por una buena causa.
Taemin observó cómo su anfitrion lanzaba un resoplido, casi atragantándose con el soju.
—Será mejor que recordemos que no debe beber —le advirtió Joon a Taemin—. Se vuelve maquiavélico. ¿Lo recuerdas?
—Sí, como aquella noche que Minhyuk intentó que no salieras de casa —se rió Heechul—. ¿Te acuerdas, Taemin? Le dije que te compraríamos una manta eléctrica y un vibrador.
Taemin se rió a su pesar.
—No sé si parecía interesado o indignado.
—Definitivamente, se sentía interesado por el vibrador -—dijo Heechul sin parar de reír.
Taemin sonrió. Era un buen recuerdo. Lo cargó sobre el hombro, lo sacó de la casa de Heechul y lo llevó a la suya para hacerle el amor.
—Lo echo de menos —musitó con suavidad, terminándose otro vaso de soju.
—Pero se ha ido —le recordó Heechul con voz queda.
—Sí —suspiró Taemin, observando cómo su amigo rellenaba su vaso—. Se ha ido.
Y ahora Minho invadía su vida.
—¿Qué voy a hacer ahora? —preguntó mirando a sus amigos.
—Estoy totalmente a favor de que le arranques las orejas —respondió Heechul.
—Minhyuk te dejó, Taemin —le dijo Lee Joon con suavidad—. ¿Acaso piensas que te lo recriminaría?
Taemin guardó silencio un buen rato antes de susurrar:
—Le prometí que sería para siempre.
—Para siempre mientras estuviera aquí. ¿Acaso lo está? —señaló Lee Joon—. No tienes por qué prometerle a Minho que va a ser para siempre, Tae. Dale una noche. Libérate de la tensión sexual y vuelve a vivir.
—Eso es hacer trampa —dijo Taemin, clavando la mirada en Lee Joon. Pero, a pesar de sus palabras, algo en su interior se liberó y su lugar fue ocupado de inmediato, aunque había bebido demasiado para darse cuenta de lo que era—. ¿No?
—Dios!, confía en mí —estalló Lee Joon—. No estás haciendo trampas. Te lo aseguro.
Los vasos tintinearon y fueron rellenados de nuevo. Los tres amigos se recostaron y procedieron a emborracharse escandalosamente.
Bueno, pensó Taemin horas más tarde, cuando Onew entró y se les quedó mirando con la boca abierta, tenía que reconocer que quizás se habían pasado un poquito.
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Bueno no se las hago larga! Les dejo el capi! Abajo sus coments! n_n
- Spoiler:
Nina: kekek.. my friend estuviste igual o peor que yo con todo de los finales! Pero ya acabamos!!! xD ahora me queda esperar tu actu xD * no es presión! Solo un recordatorio! =P* Te dejo el capi! Seguimos hablando por inbox! xD
FlamingCharisma_Min: Jajaja… mira hasta me dejaste comentario y no pude actualizar rápido! Sorry u_u y eso que dije que lo haría? Creo? =P kekeke… Te imaginas cuando Tae se entere de que Minhot es Minhyuk!!! >///< omg!!! kekekek… espero ver tu coment en este capi tambien! xD Bye~
Ggaabbyy2: Gaby!!!! Me matarás! Ja! Si como que me demoré mucho mucho no? Pero es que estaba en finales u_u … omo tú estas igual que yo!!! Y es que la tensión en esos dos!!!! *¬* le hace babear a una!!! Kekekke pues prepara tu pañuelos y aléjate del teclado porque este capi >///< Gracias por comentar nena!!! *-* Nos leemos!!! n_n
My_shinee: OMO! Me comentaste!!! Y solo para decir que me odias *^* buuuuuuuuu… que mala!!! Lo siento pero no pude subir antes u_u espero que se te pase el coraje con este capi! xD bye bye!
Noreri94: waa… estas aquí *-* kekeke... Tae anda de entrometido queriendo saber lo que se traen Minho y Jjong! Pero a que es lindo no? Y Minho de chistoso queriéndole chantar todo al pobre puppy! Hahhaha… me alegro de que te gustara~ Te dejo la actu!!! Cuídate!! Nos estamos leyendo ^^
PD: Lo siento todavía no pude editar tu post! Prometo que ahora lo hago! *-*
ShiiMin 23: waa… de verdad que te gustó tanto como a mi! *-* es que la historia te deja con ganas de cada vez mas! =P Gracias por pasar! Te dejo la actu!!! Cuídate nos estamos leyendo! n_n
mitaemin: Kekeke… sip pondré algo de Jongkey pero no me mates por lo que salga =P trataré de hacerlo lo mejor posible xD cdt! Bye ~
linism2: waa… pensé que me habías abandonado, se que me demoro una eternidad en subir, y se que las hago sufrir y es horrible por que a mi también me lo han hecho u_u pero a veces escapa de mis manos, pasa una y otra cosa y es difícil, gracias por pasar! Te dejo el capi! Espero te guste! xD
freyashirou: LOL!!! 2min salvajon! *me matas* pero es lo que todos esperamos! =P kekeke era inevitable que me movieran el fic acá! Gracias por pasar!!! ^^
Capítulo 10
¿Ser salvaje con él? ¿Hacer realidad todas las fantasías que había tenido cuando se acostaba con Minhyuk? El castaño levantó la mirada hacia Minho, consciente de que estaba muy excitado y de que su cuerpo clamaba por él.
Apenas podía respirar. El deseo le atravesaba las venas y la tentación ardía en lo más profundo de su ser.
—Quieres que te penetren con fuerza, sin contención, Taemin. —La voz de Minho era más ronca, más tentadora, cuando lo agarró del pelo y tiró de él.
Taemin sintió un fuego incontenible en las entrañas y que descendía; parpadeó al percatarse de que se le aflojaban las rodillas.
—¿No quieres tirarme del pelo? Vamos, Taemin. No me darás nada de lo que le dabas a él. Así que dame lo que no le dabas.
El castaño se retorció contra él al sentir sus labios contra los suyos, murmurando sobre ellos. Tenía los ojos abiertos, atrapados por los profundos y feroces de Minho.
—Lucí tus arañazos como si fuesen medallas —gruñó él antes de mordisquearle los labios—. Tuve que darme placer a mí mismo mientras recordaba lo ardiente que fuiste entre mis brazos. Mientras imaginaba tu boca. Tus ojos. Sabiendo cuan voraz podías llegar a ser.
De golpe, él lo había introducido en sus fantasías.
Taemin se lamió los labios y se imaginó la escena a su pesar. Sentía las manos de Minho en el pelo, inmovilizándolo, al tiempo que se presionaba contra él, exigiéndole que lo tomara, que lo succionara.
Minho observó su mirada, vio su deseo y su miembro se puso más duro y grueso que nunca.
Manteniendo una mano en los cabellos de Taemin, usó la otra para quitarle la camisa por los hombros. Taemin se había puesto esas ropas como una defensa contra el mundo, pero Minho no iba a permitir que se escondiera más de él.
Debajo tenía un polo sin mangas metido en los vaqueros.
—No pienso...
—No pienses —le ordenó en voz baja sin apartar la mirada del castaño—. A menos que quieras pensar en mí follándote la boca. Porque lo haré, Taemin. Observaré cómo esos labios rosados se abren para recibir mi polla en el interior de tu boca.
Taemin ya lo había tomado en su boca antes. Había jugueteado, lo había lamido y chupado mientras bromeaba con él; incluso se había tragado su semen y luego se había relamido los labios. Pero aquello no era lo que Taemin quería ahora, no era lo que necesitaba.
—Quítate las botas. —Minho le sostuvo la mirada al tiempo que lo empujaba y lo dejaba caer sobre el sofá—. Quítatelas ahora, Taemin, o tendrás los vaqueros en los tobillos mientras te penetro duramente. ¿No preferirías rodear mi cintura con esas preciosas piernas para apresarme dentro ti?
El menor se lamió los labios de nuevo observando cómo el alto se apartaba y se sentaba sobre la mesa de café para quitarse sus propias botas. Se las desató y se levantó cuando el castaño se movió.
Pero Taemin no se había movido para quitarse las botas, sino para arrojarse sobre él. Minho cayó sobre la mesa, atrapándolo entre sus brazos en el proceso y agarrándolo por el pelo mientras Taemin asaltaba sus labios con un grito de necesidad y anhelo.
—¡Demonios, sí! —Taemin se deslizó sobre él, montándose a horcajadas sobre sus caderas. Le enterró las manos en el pelo cuando Minho abrió la boca e intentó controlar el beso.
El menor no se contenía, si salvajismo era lo que quería, era lo que iba a obtener. Se retorció sobre el pelinegro, arqueó la espalda para que su miembro se frotara contra la gruesa erección del alto que contenían los vaqueros y le desgarró la camisa.
Minho se las arregló para quitarle la playera, mientras el castaño le chupaba y mordía el cuello, dejándole una marca que él sabía que todo el mundo vería más tarde, algo que no le importaba en absoluto.
No sería la única marca que le dejaría. Los labios de Taemin se movieron a su torso y se demoraron en los pezones.
Taemin jamás había hecho eso antes. No le había succionado y mordisqueado nunca los duros y planos pezones, y aquello excitó a Minho más de lo que había conseguido nunca el «polvo de afrodita».
—Maldita sea, sí —gruñó cuando el menor se movió más abajo, deslizando las manos por sus vaqueros, aflojándole el cinturón, forcejeando con la cremallera de los pantalones—. Tómame, Taemin. Mi pequeño salvaje. Voy a follarte la boca hasta que me supliques que me corra. Hasta que me implores que te deje saborearme. Sentirme. Follarme con cada aliento de tu cuerpo.
A Minho se le enredaban las palabras. Cerró los puños sobre los cabellos de Taemin, dominándolo, deslizándolo hacia atrás hasta que quedó sentado a horcajadas sobre su rodilla doblada y le liberó la gruesa y palpitante erección de la bragueta.
Taemin levantó la mirada hacia él y Minho supo que siempre recordaría aquella expresión de su cara. Una expresión hambrienta y voraz.
Taemin intentó rodear la palpitante erección con la mano, pero su grosor se lo impidió. Se la acarició de arriba abajo, deteniéndose en el sensible glande, y lo miró con los ojos llenos de deseo mientras jadeaba.
—Hazlo —susurró el menor entonces.
La orden atravesó el cerebro de Minho, enardeciendo su imaginación y sus fantasías. Se agarró la polla con una mano, y con la otra lo forzó a bajar la cabeza, observando cómo abría los labios sobre el sedoso glande.
Taemin se dejó llevar por la lujuria. Se frotó contra la rodilla de Minho, sintiendo las exquisitas sensaciones que le provocaba la áspera tela contra su miembro hinchado mientras el cálido y duro glande de Minho empujaba dentro de su boca.
Dios... Su sabor era ardiente y masculino. Carnal y lleno de lujuria. Le lamió el glande, disfrutando de su férrea dureza, de la piel suave, de la lujuria que palpitaba bajo él.
Lo miró a los ojos y vislumbró en aquella feroz mirada un brillo inquietante y peligroso, oscuro, una necesidad primitiva que lo hizo temblar. Necesitaba saborearlo, atormentarlo.
Lo rozó con la lengua bajo el glande, acariciándolo en aquel lugar que su Minhyuk había querido una vez que él le acariciara.
Minho se tensó, se le contrajeron los músculos de los muslos, arqueó las caderas y enterró la polla profundamente en su boca.
—Hasta el fondo, Taemin. —Había un extraño y hermoso matiz en aquella voz áspera y ronca—. Tómame.
El castaño obedeció. Minho cerró con fuerza los puños sobre su pelo y le hizo mover la cabeza para follarle la boca y llenarlo con la dureza y calidez de su erección.
Taemin lo necesitaba, estaba hambriento de él. Podía sentir cómo el deseo crecía en su interior mientras se acariciaba y se pellizcaba el pezón, creando un nuevo fuego y perdiéndose en el placer.
—Me voy a correr, pequeño. —Se movía entre sus labios con rapidez y dureza, casi haciéndole daño mientras se tensaba bajo él. Y a Taemin le encantó.
Minho estaba siendo salvaje. No contenía su excitación y eso era justo lo que necesitaba.
Lo succionó con más fuerza, con mayor profundidad. Se pellizcó una vez más el pezón, tiró de él, se acarició y sintió que aquel furioso ardor se concentraba en su miembro ya erecto.
—¡Sí! ¡Ya! —gruñó él.
Taemin deslizó la lengua contra la parte inferior del glande, rozándola y acariciándola, mientras Minho le seguía hablando con aquella voz áspera y se movía contra él, penetrando entre sus labios, endureciendo el cuerpo todavía más cuando el menor sintió su liberación.
Alzó la mirada hacia él y lo vio moverse ante su propia cara. Observó la manera prohibida en que se estremecía, deteniéndose de repente justo antes de eyacular.
El primer chorro estalló dentro de la pequeña boca y el segundo ahogó el gemido de Taemin cuando él también se corrió.
—Demonios, sí que eres un pequeño hongo —gimió él.
Taemin se quedó paralizado. Sentía, saboreaba y existía, pero clavó la mirada en esos profundos ojos como si de repente hubiera retrocedido en el tiempo.
«Tómame en tu boca, pequeño hongo. Mi dulce y pequeño hongo».
Cuando Minho apartó las manos de su pelo, Taemin se retiró temblando y lo miró aturdido. El horror y la culpa lo invadían. Sentía que se le desgarraba el alma por las consecuencias y la realidad de lo que acababa de hacer.
Todavía podía saborearlo en su boca. Minho lo estaba mirando y sus ojos cada vez más oscuros reflejaban compresión mientras lo veía colocarse el polo manos temblorosas.
Minho se enderezó lentamente, observando cómo Taemin caminaba tambaleándose hacia la puerta.
—No te atrevas a marcharte, Taemin —le ordenó bruscamente.
El menor negó con la cabeza.
—No puedo seguir con esto.
—Maldita sea, claro que puedes. —Se puso en pie, metiéndose la polla todavía rígida en los vaqueros y cerrando la cremallera con cuidado—. No vas a marcharte.
Taemin agarró el picaporte. A pesar de lo rápido y fuerte que era Minho, el castaño salió del apartamento y bajó las escaleras antes de que el pelinegro pudiera alcanzarlo.
Maldiciendo, Minho recogió la camisa del suelo y se la pasó por la cabeza antes de perseguirlo escaleras abajo, casi tropezándose con los cordones desatados de sus botas.
—Maldito seas, Taemin —gritó él al irrumpir en la oficina y ver cómo él salía a toda prisa del taller.
Jonghyun le lanzó una mirada de asombro, al igual que Key, cuyo rostro estaba tenso por la cólera. Key siempre ha sido demasiado protector con Taemin; y simplemente Minho no le inspiraba confianza alguna.
-Que le habrá hecho el bruto ese! – dijo el rubio lanzándole una mirada encolerizada a Jonghyun, si bien es cierto Key no tenía idea de lo que estaba sucediendo exactamente, sabía que Minho escondía algo y estaba dispuesto a averiguar que era; así Jjong le haya pedido que se mantuviera al margen, como pretendía que hiciera eso si Taemin era quien iba a salir herido.
Minho se sentó, se ató las botas con rapidez y se dirigió a la puerta desde donde lo había visto correr colina arriba en dirección a la casa. No iría lejos, se dijo a sí mismo, conteniendo la lujuria que lo impulsaba a ir tras él, a obligarlo a reconocer el motivo que lo hacía huir.
Cerró los puños con furia y clavó los ojos en la casa. Maldición, aquella era su casa y Taemin le pertenecía.
Se obligó a darse la vuelta y regresar al taller. Se obligó a leer la lista de tareas pendientes y a trabajar. Se obligó a concentrarse. Sabía cómo hacerlo. Había pasado cuatro años haciéndolo. Podía esperar un poco más. Sólo un poco más. Y luego, el castaño aprendería que era suyo. Ya había sido suyo antes, pero ahora, volvería a serlo de nuevo.
Una hora más tarde, levantó la cabeza del motor que estaba arreglando al tiempo que giraba distraídamente la llave inglesa entre los dedos, mientras observaba cómo el coche de Taemin se alejaba de la casa en dirección al pueblo.
Entrecerró ojos y apretó los labios. Taemin estaba huyendo y Minho odiaba que lo hiciera.
De pronto, vio que su hermano se acercaba a él y le quitaba la llave inglesa.
—Creo habértelo dicho en alguna ocasión —dijo Jonghyun con suavidad, asegurándose de que nadie más lo oía—. Mi hermano giraba la llave inglesa entre los dedos de la misma manera. —Le devolvió la herramienta y se alejó de nuevo.
Taemin estaba cabreado. Jonghyun estaba cabreado. Pues que se jodieran, porque Minho había vuelto a casa y estaba dispuesto a recuperar todo lo que pensaba que había perdido. Pronto se libraría de la escoria del pueblo y reconquistaría a Taemin.
Taemin ya había tenido suficiente. Volvió a aparcar el coche delante de la casa de Lee Joon por segunda vez ese día y respiró hondo. Le resultó extraño que Heechul todavía no se hubiera marchado. Su amigo no solía quedarse mucho tiempo después de que Taemin se marchara. Algunas veces, se había preguntado incluso si Heechul y Lee Joon se llevaban bien.
—Tae, vamos entra. —La atractiva cara de Lee Joon se iluminó con una sonrisa cuando le abrió la puerta y lo invitó a pasar.
Taemin se tiró del dobladillo de la camiseta. Se había cambiado de ropa. Se pasó los dedos por el cabello y pensó que quizá debería haberse arreglado también el pelo.
—¿Heechul todavía está aquí? He visto su coche. —Eran cerca de las tres de la tarde.
—Regresó de nuevo hace más o menos una hora —le explicó Lee Joon con una sonrisa—. Hemos abierto una botella de soju y estamos dedicándonos a despellejar a los hombres.
Oh-oh. Era obvio que Leeteuk y Heechul habían tenido otra pelea cuando éste último volvió a casa.
Respiró hondo de nuevo y subió las escaleras que conducían al porche.
Vestido con vaqueros, una polera negra, y el pelo oscuro tirado hacia un lado, Heechul parecía un adolescente. En comparación, Lee Joon parecía misterioso y provocativo, con aquel pelo negro y sus amables ojos oscuros.
Con aquella camisa blanca y los pantalones de jean, Lee Joon, cuyo rostro reflejaba compasión, tenía un aspecto sencillo y a la vez sofisticado.
—Los planetas deben haberse alineado o algo así —dijo Lee Joon con suavidad—. A ver si adivino, tu Minho ha actuado también como un hombre.
—Consuélame diciendo que al menos Onew muestra algo de sentido común. —Taemin soltó un suspiro y se derrumbó en la silla frente a Heechul antes de levantar la mirada hacia su anfitrión.
—Onew también es un hombre. ¿Qué te habías creído? —se rió Lee Joon.
El soju estaba encima de la mesa. El anfitrion fue a la cocina y regresó al cabo de unos segundos con otro vaso en la mano, seguida por la mirada de Taemin.
—Teukie se ha enfadado otra vez porque tuve que averiguar en otro lado lo que él no quería contarme… se que algo raro sucede en el pueblo…—suspiró Heechul—. Aunque de todas maneras no conseguí averiguar nada… lo mismo de siempre….
Solo me sirvió para despejarme un poco- sonrió con satisfacción.
Todos sabían que Heechul adoraba la vida social. Taemin estaba de acuerdo con Leeteuk en que Heechul debía pasar más tiempo en casa, y en lugar de estar de café en café. Sin duda, Heechul se enfrentaba a una difícil situación.
—Taemin, odio decirte esto, pero el chupetón de ese mecánico te deja la barbilla completamente morada. Deberías de controlarlo—le dijo Lee Joon, riéndose.
—Pues hablar no funciona —masculló Taemin.
—Creo que te gusta —se burló Heechul entre risas—. No has estado fuera más de tres o cuatro horas, y ya has tenido otro encuentro con él. Y ahora te estás escondiendo.
Taemin se mordió los labios y evitó responder a Heechul.
—He oído que Leeteuk tuvo que acudir al taller para impedir que siguiera acosándote —dijo Lee Joon un poco después—. ¿De veras te estaba acosando? —Se inclinó hacia delante y miró a Taemin con curiosidad—. Hablé con Onew después de que se fueran. Parece pensar que es un hombre extraño. Quizá deberías despedirlo.
Taemin los miró a ambos con el ceño fruncido.
—No entiendo por qué Onew cree que es un hombre extraño —protestó finalmente.
Lee Joon se sentó con lentitud, llenó el vaso de Taemin y se lo acercó con una mirada de disculpa. Como pareja de Onew y miembro de la operación contra la milicia, sabía todo lo que estaba ocurriendo. Se estaría divirtiendo si no fuera tan condenadamente triste que su amigo estaba sufriendo por alguien que no murió en realidad. No le gustaba nada que Minhyuk no le hubiera contado la verdad. No le parecía bien que su amigo se sintiera tan desconcertado y perdido. Y la amistad que se había desarrollado entre ellos a lo largo de los años sólo aumentaba la preocupación de Lee Joon. Taemin jamás había olvidado a Minhyuk, y ahora él había vuelto y lo estaba sometiendo a un nuevo tormento.
—Onew se quedó preocupado por ti cuando te vio esta mañana —le dijo a Taemin con una sonrisa tranquila, casi suave—. Quería a Minhyuk como a un hermano. —Y todavía lo hacía, aunque Lee Joon preferiría darle una buena patada en el trasero.
—Lo sé. —Taemin suspiró y se llevó el vaso de vino a los labios mientras su anfitrión lo observaba con los dientes apretados por la ira.
Lee Joon no quería tener que ser testigo de la conversación que se avecinaba.
Taemin había permanecido fiel a Minhyuk muerto durante más de cuatro años.
Los recuerdos del amor que había compartido con él lo habían hecho sufrir hasta límites inimaginables y Lee Joon pensaba que, durante por lo menos la mitad de ese tiempo, Minhyuk podría haber aliviado su dolor.
Taemin se lamió los labios, juntó las rodillas y pareció estar conteniendo las emociones que lo invadían.
—Me está volviendo loco —confesó—. Está intentando asumir el control de todo, como si tuviera derecho a ello.
—Y a pesar de eso lo deseas —señaló Lee Joon.
El silencio cayó sobre ellos como una pesada losa tras aquellas palabras.
—No lo necesita —afirmó al fin Heechul—. No es del tipo de hombre que va a estar siempre para él y lo sabe.
—No es eso. Sé reconocer la expresión de alguien que se siente culpable y atemorizado porque finalmente ha conocido a la persona que podría amenazar el lugar de Minhyuk—indicó Lee Joon con suavidad—. Y eso no tiene nada que ver con si él es o no es de los que se quedan para siempre. Tiene que ver con si
Taemin dejará de pensar en Minhyuk o no.
Lee Joon no se andaba con rodeos. Taemin había aprendido hacía mucho tiempo que lo peor que podía hacer era engañarse a sí mismo.
—Sí, bueno, pero eso no quiere decir que tenga que hacer nada al respecto. —Taemin frunció el ceño.
Lee Joon se reclinó en la silla y observó a su amigo durante un buen rato.
—Pues deberías hacerlo. —Negó con la cabeza—. Onew quería a Minhyuk como a un hermano. —Miró fijamente a Taemin y continuó—Me contó que cuando le dijeron que había muerto, fue muy duro para él. Hemos llegado a ser buenas amigos, Taemin, y te he estado observando durante estos últimos años. Ríes, sales con tus amigos, y de vez en cuando tienes una cita. Pero no has tenido un amante desde que Minhyuk murió, ¿no es cierto?
—Ha sido lo mejor —dijo Taemin sacudiendo la cabeza—. Así no he tenido que soportar que nadie me dijera lo que tenía que hacer.
—Emborráchate —le aconsejó Lee Joon, frunciendo el ceño al ver el dolor que reflejaban los ojos de Taemin—. Enfádate. Dinos lo imbécil que fue Minhyuk al abandonarte.
—¡Lee Joon! —gritó Heechul, con la ira brillando en sus ojos—. Ya es suficiente.
—Cada vez que Taemin ha intentado alejarse del recuerdo de Minhyuk, tú le has recordado lo mucho que perdió, en vez de decirle que puede encontrar a alguien ahí fuera, ¿no es verdad, Heechul? —le dijo Lee Joon con suavidad—. Te he visto hacerlo durante todos estos años. Soy un espectador neutral, pero tengo ojos y oídos y además estoy con el que fue el mejor amigo de ese imbécil.
—Minhyuk no era ningún imbécil —lo interrumpió Taemin.
—Era un SEAL, Tae. Y estoy con uno. Son tan dominantes, tan seguros de sus habilidades y opiniones que a veces se muestran tercos como mulas —señaló, divertido—. Incluso los más tiernos, como Minhyuk. Pero se ha ido. Ya no existe. Y aquí estamos nosotros, varios años después, viendo cómo te sientes atraído por otro hombre y luchas contra esa atracción por la culpa que sientes al recordarlo.
—No voy a meterme en la cama con cada hombre que conozco —le espetó Taemin.
—Pero tampoco tienes que enterrarte en vida.
Lee Joon estaba en lo cierto. Puede que a Taemin no le gustara reconocerlo, pero tenía que hacerlo.
—Changmin dijo que él es como Minhyuk —susurró—-. Y puede que tenga razón. Es muy dominante. Ha entrado en mi vida y me la ha puesto patas arriba.
Lee Joon se inclinó un poco más hacia delante.
—Es más misterioso y peligroso de lo que fue Minhyuk, a pesar de que él era un SEAL. Onew me ha dicho que este hombre es más duro y más dominante. Pero tú ya no eres la misma persona de hace cuatro años ¿verdad?
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Taemin con el ceño fruncido.
—Minhyuk salía a una misión y se negaba a dejarte llorar cuando se iba. Se negaba a dejar que te preocuparas mientras estaba fuera. Y como tú tampoco querías que él se preocupara, reprimiste todo lo que sentías. Cuando él estaba en casa, hacías todo lo que Minhyuk quería; lo consentías. Pero esos días ya han pasado, ¿verdad, Taemin? Porque cuando Minhyuk se fue, descubriste muchas cosas sobre ti mismo. Te hiciste independiente, maduraste a pesar del dolor. Y ahora, este hombre que podría ser tan dominante como lo fue Minhyuk no va a acabar con esa vena independiente, ¿verdad?
—Cada vez que Minhyuk se iba era un infierno —replicó Taemin enfurecido—. Deseo que vuelva. No deseo esto. —Se puso en pie de un salto y señaló la puerta con la mano, como si reclamara al destino por aquella injusticia—. Lo deseo.
No lo hacía. Minhyuk se había ido y él lo sabía, pero no tenía más excusas para las emociones que lo embargaban, para la furia que hervía en su interior. Choi Minho estaba destrozando su mundo. Con él no estaba a salvo. No era un hombre manejable y deseaba más de lo que él estaba dispuesto a ofrecerle en ese momento. Minho quería que se ofreciera a él por completo. Incluidas esas partes de sí mismo que Taemin le había ocultado a Minhyuk.
Partes que lo atormentaban. Partes que formaban parte de su alma. Como aquella sexualidad con la que nunca se había sentido cómodo, y que lo llevaba a desear ser salvaje y atrevido, a devorar a Minho por completo y provocarlo para que lo poseyera con dureza, fuerza y desesperación.
—Él no está. Y tú casi has hecho el amor con otro hombre. —Su anfitrión se puso en pie lentamente—. Y te ha gustado.
Lee Joon llevaba semanas esperando aquello. Hacía años que se había cruzado en las vidas de aquellas dos personas, que se había hecho amigo de Taemin sabiendo que llegaría ese momento. Minhyuk había cometido un error ocultándose y como Lee Joon había sabido todo ese tiempo, había sido Taemin el que había pagado el precio más alto.
—Maldita sea, Joon —masculló Heechul, sirviéndose más soju y tomando un trago—. No deberías haber dicho eso.
Taemin volvió a mirar al que había hablado en ese momento buscando apoyo, pero a pesar de la mirada compasiva de Heechul, era obvio que estaba de acuerdo con Lee Joon.
—De cualquier manera esto no es algo de su incumbencia —gimió Taemin—. ¿Por qué de repente todo el mundo quiere meterse en mi vida?
—Porque nos hemos cansado de ver cómo intentas morir con Minhyuk —fue la dolorosa réplica de Heechul—. Siéntate, Taemin. Vamos a emborracharnos como solíamos hacer antes. Nos desahogaremos hablando sobre lo arrogantes que son Teukie y Minho, y luego podrás irte a casa y vivir de nuevo —murmuró entre lágrimas—. No me importa si Minho es un tipo extraño. No te había visto así desde hacía mucho tiempo. Casi vivo. Lo besaría por haber conseguido que tus ojos brillen de esa manera.
Taemin se dejó caer en la silla y los miró a ambos, aturdido.
—No lo entienden. Minhyuk... —hizo una mueca—... todavía me retiene. Sueño con él. Aún sigue formando parte de mi vida.
Joon volvió a sentarse y le sirvió más soju a Taemin.
—No lo olvides si no puedes, Taemin. Pero no te sientas culpable por sentir lo que sientes. Necesitas que te toquen y que te abracen, así que acepta lo que te ofrece Choi Minho. —Se reclinó en la silla mientras Heechul y Taemin vaciaban sus vasos de un trago y volvían a llenarlos.
—Quiere asumir el control de todo —protestó Taemin—. Del taller. De mí. Es como si pensara que todo lo que pertenecía a Minhyuk debiera ser suyo.
—Puede que sólo le guste ser dominante. —Joon hizo un gesto con la mano quitándole importancia—. Demonios, haz el amor con él, descárgate de una vez. Las cosas suelen ser complicadas cuando hay sexo de por medio. Libérate de la tensión sexual y todos los problemas se resolverán por sí solos.
Taemin miró a Lee Joon reflexivamente.
Heechul no dijo nada. Se bebió el soju y observó a Taemin por encima del borde del vaso.
—¿Podemos emborracharnos de una vez? Si tengo que hablar de este tema, prefiero tener una excusa para ser franco. De cualquier manera, Teukie se va a enfadar por haberse metido en esto. Y ya saben, tiendo a prescindir del sexo cuando él está enfadado.
Taemin vació su vaso y lo alzó para que le sirvieran más soju. Lee Joon los observó a ambos con diversión.
Bebieron esa ronda y se sirvieron otra antes de que Taemin soltara un largo suspiro.
—Hice que se corriera en mi boca.
Lee Joon dio un brinco cuando Heechul escupió el soju sobre la mesa. Definitivamente se había atragantado y tosía, cubriéndose la boca mientras miraba a Taemin.
—¿Que hiciste qué?
Taemin se acabó el soju con una sonrisa al ver a su amigo tan conmocionado.
—Ya lo has oído.
—¿Estuvo bien? —preguntó Lee Joon arrastrando las palabras. Oh, no podía esperar a que Onew estuviera en casa. Aquello prometía. Mejor aún, no podía esperar a ver a Minho de nuevo.
—Estuvo bien. —Taemin estaba medio borracho. No bebía así desde hacía muchos años—. Más que bien. Incluso diría que estuvo genial.
—¿Y te devolvió el favor? —dijo Heechul con un suspiro—. Vamos a tener problemas. Lo saben ¿no es cierto? Teukie se va a preocupar mucho.
—¿No irás a contarle lo que le he hecho a Minho?, ¿verdad? —murmuró Taemin horrorizado.
—No podré contenerme si seguimos bebiendo así —gimió Heechul—, y además tenemos una apuesta.
—¿Una apuesta? —se indignó Taemin—. ¿Qué clase de apuesta?
—El apostó a que lo echarías de una patada. —Heechul le lanzó una mirada airada—. Y yo aposté a que le arrancarías las orejas. Taemin parpadeó desconcertado. —¿Por qué apostaste eso? Heechul puso los ojos en blanco.
—Ya sabes, cariño. Le agarras de las orejas y tiras cuando te corres. —Arqueó las cejas—. Todo por una buena causa.
Taemin observó cómo su anfitrion lanzaba un resoplido, casi atragantándose con el soju.
—Será mejor que recordemos que no debe beber —le advirtió Joon a Taemin—. Se vuelve maquiavélico. ¿Lo recuerdas?
—Sí, como aquella noche que Minhyuk intentó que no salieras de casa —se rió Heechul—. ¿Te acuerdas, Taemin? Le dije que te compraríamos una manta eléctrica y un vibrador.
Taemin se rió a su pesar.
—No sé si parecía interesado o indignado.
—Definitivamente, se sentía interesado por el vibrador -—dijo Heechul sin parar de reír.
Taemin sonrió. Era un buen recuerdo. Lo cargó sobre el hombro, lo sacó de la casa de Heechul y lo llevó a la suya para hacerle el amor.
—Lo echo de menos —musitó con suavidad, terminándose otro vaso de soju.
—Pero se ha ido —le recordó Heechul con voz queda.
—Sí —suspiró Taemin, observando cómo su amigo rellenaba su vaso—. Se ha ido.
Y ahora Minho invadía su vida.
—¿Qué voy a hacer ahora? —preguntó mirando a sus amigos.
—Estoy totalmente a favor de que le arranques las orejas —respondió Heechul.
—Minhyuk te dejó, Taemin —le dijo Lee Joon con suavidad—. ¿Acaso piensas que te lo recriminaría?
Taemin guardó silencio un buen rato antes de susurrar:
—Le prometí que sería para siempre.
—Para siempre mientras estuviera aquí. ¿Acaso lo está? —señaló Lee Joon—. No tienes por qué prometerle a Minho que va a ser para siempre, Tae. Dale una noche. Libérate de la tensión sexual y vuelve a vivir.
—Eso es hacer trampa —dijo Taemin, clavando la mirada en Lee Joon. Pero, a pesar de sus palabras, algo en su interior se liberó y su lugar fue ocupado de inmediato, aunque había bebido demasiado para darse cuenta de lo que era—. ¿No?
—Dios!, confía en mí —estalló Lee Joon—. No estás haciendo trampas. Te lo aseguro.
Los vasos tintinearon y fueron rellenados de nuevo. Los tres amigos se recostaron y procedieron a emborracharse escandalosamente.
Bueno, pensó Taemin horas más tarde, cuando Onew entró y se les quedó mirando con la boca abierta, tenía que reconocer que quizás se habían pasado un poquito.
****************************************
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Nina is back!
Hahahahahaha regrese de entre los enfermos, después de un fin de semana horrible te comento amiga! TTOTT y aun te debo varios posts mianhe!
Bueno voy al capi!
—Lucí tus arañazos como si fuesen medallas —gruñó él antes de mordisquearle los labios—. Tuve que darme placer a mí mismo mientras recordaba lo ardiente que fuiste entre mis brazos. Mientras imaginaba tu boca. Tus ojos. Sabiendo cuan voraz podías llegar a ser.
Demonios minho se puso todo salvaje con Taemin esta parte estuvo OMG! Kekekekeke yo quiero verrrrrr! xD que Minho nos enseñe su cuerpote :D
Si cito cada parte que me dejo con la boca abierta creo que tendría que ponerlo todo xD y es que simplemente Minho le dice cada palabra a Tae que es imposible que no se encienda solo con escucharlo!
Kekekekeke pero Minho la embarro cuando le dijo pequeño hongo U.U es un baboooo como se le ocurre decirle lo mismo que le decía antes? Y justo en un momento como ESE
Y mi pobre Taeminnie todo culpable huyo TOT hahahaha pero me dio mucha risa que se fuera con lady Hee hee y Joon y nada más y nada menos que para emborracharse (habla la que se emborracho en un hospital y sin tomar alcohol) xD
Omo~~ me mate de la risa cuando volví a leer eso de arrancarse las orejas hahahhahhahaha Taeminnie lo tiene que hacer para que gane su amigo hahahahahaha es solo para ayudarlo que gane la apuesta ehhh
Hahahahahahaha y Lee Joon que buen amigo eres, siempre aconseja cosas buenas ^////^ hahahahaha al menos sus amigos están con él con respecto a Minho!
Bueno ahora si, espero no aburrirte salió algo larguito pero te lo debía por tantos apartos feos que hice TT-TT
Espero tu actua amiga, cuidate bye bye!
Última edición por Nina_Lee el Mar Jul 31, 2012 3:29 pm, editado 1 vez
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
unniee k mala eres >3< porque nos dejaste asi con el 2min
mira que nos djas babeando con el intento de lemmon salvaje me kede >TT< cuando lo estaba leyendo y luego lo dentiens bn abrubtamente unni no lo agas plis ;3;
jojoj me gustaria ver a los 3 borrachos jaja porque estan despechados x sus hombres hahahaha owww me encanta k joon intenta aventar a tae para que este con minho que es minhyuk diosss yo lo apoyo XD
pero k pasara despues de tremenda borrachera, sera que tae agarrara el valor para terminar siendo salvaje con minho :3
unniee ahora si espero el sig cap y si te comprendo los examenes siempre seran la muerte y te absorberán mucho tiempo XD unnie exijo k termines este lemmon ya nos lo debes dedesde antes esijimos el lemmon salbaje ya queremos que "eso" suceda XD nos vemos el martes :D bye bye tcudias
Última edición por ggaabbyy2 el Dom Jul 29, 2012 9:04 pm, editado 1 vez
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
OMG!! NUEVO CAPI!!! *.*
GOSH!! TU FIC! que rico ~! :3
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Me vas a provocar un infarto!! Es tan salvaje, sexy, estimulante…>.< !
.....
Al capi! :3
—Quieres que te penetren con fuerza, sin contención, Taemin.
No preguntes hombre! Hazlo HAZLO!! *yo también quiero :B*
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—¿No quieres tirarme del pelo? Vamos, Taemin.
YES!! *yo quiero papi rico eso y más!*
-Voy a follarte la boca hasta que me supliques que me corra. Hasta que me implores que te deje saborearme. Sentirme. Follarme con cada aliento de tu cuerpo.
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que heavy! sigan SIGAN!!!
Taemin intentó rodear la palpitante erección con la mano, pero su grosor se lo impidió.
*aúlla como burra en celo* ….de solo imaginármelo…...unffff!! *quiero ser Taemin :3*
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Y mis babas continuaban cayendo hasta que….
—Demonios, sí que eres un pequeño hongo —gimió él.
FUUUUUUUCK!! Minho!! por qué m**** no controlaste tu rica lenguita era obvio que Taemin recordaría a Minhyuk ¬¬’ ashhhhhhhhhhhh que rabia!
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Taemin no huyas!! Es en vano, no te podrás resistir al MinHOT…….nadie puede >.< !
Me quedé con ganas de más a la proxima oportunidad Minho lo tienes que partir en dos rapidito antes que se te escape ;) no estaré tranquila hasta que lo hagan completito y sin interrupciones asi todo heavy salvaje y cochino *enferma* unnie~ please ya no nos tortures más! La tensión sexual no es buena ni para el 2min ni para mis ovarios que quieren explotar :P
Awwwww Joon te amo! A ti también Heechul pero más a Joon >.< que buenos consejos dá! Taemin estás perdiendo el tiempo hay emborrachándote anda a comerte al papasote que te espera en traje de Adán y servidito en bandeja de plata * ya quisiera estar en tu lugar*
definitivamente no estaré traquila hasta que lo hagan :B
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Espero que no me estés ilusionando con lo de este martes! porque si no lloro T.T me quedaré sin uñas esperando la actu :3
AMO!! Tu fic! Es divino *w* yo también empiezo a disfrutar mis vacaciones asi que me tendrás por aquí en cada actu ^^ confieso que había leído uno que otro capi tu hermoso fic pero no tenía tiempo de comentar como quería y tampoco quería dejar un feo aparto así q….me perdonas? >.< repito AMO! Tu fic esperaré el martes con ansias...wait what? ya es martes :3 quiero actu RAI NAO!!!
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GOSH!! TU FIC! que rico ~! :3
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Me vas a provocar un infarto!! Es tan salvaje, sexy, estimulante…>.< !
.....
Al capi! :3
—Quieres que te penetren con fuerza, sin contención, Taemin.
No preguntes hombre! Hazlo HAZLO!! *yo también quiero :B*
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YES!! *yo quiero papi rico eso y más!*
-Voy a follarte la boca hasta que me supliques que me corra. Hasta que me implores que te deje saborearme. Sentirme. Follarme con cada aliento de tu cuerpo.
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que heavy! sigan SIGAN!!!
Taemin intentó rodear la palpitante erección con la mano, pero su grosor se lo impidió.
*aúlla como burra en celo* ….de solo imaginármelo…...unffff!! *quiero ser Taemin :3*
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Y mis babas continuaban cayendo hasta que….
—Demonios, sí que eres un pequeño hongo —gimió él.
FUUUUUUUCK!! Minho!! por qué m**** no controlaste tu rica lenguita era obvio que Taemin recordaría a Minhyuk ¬¬’ ashhhhhhhhhhhh que rabia!
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Taemin no huyas!! Es en vano, no te podrás resistir al MinHOT…….nadie puede >.< !
Me quedé con ganas de más a la proxima oportunidad Minho lo tienes que partir en dos rapidito antes que se te escape ;) no estaré tranquila hasta que lo hagan completito y sin interrupciones asi todo heavy salvaje y cochino *enferma* unnie~ please ya no nos tortures más! La tensión sexual no es buena ni para el 2min ni para mis ovarios que quieren explotar :P
Awwwww Joon te amo! A ti también Heechul pero más a Joon >.< que buenos consejos dá! Taemin estás perdiendo el tiempo hay emborrachándote anda a comerte al papasote que te espera en traje de Adán y servidito en bandeja de plata * ya quisiera estar en tu lugar*
definitivamente no estaré traquila hasta que lo hagan :B
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Espero que no me estés ilusionando con lo de este martes! porque si no lloro T.T me quedaré sin uñas esperando la actu :3
AMO!! Tu fic! Es divino *w* yo también empiezo a disfrutar mis vacaciones asi que me tendrás por aquí en cada actu ^^ confieso que había leído uno que otro capi tu hermoso fic pero no tenía tiempo de comentar como quería y tampoco quería dejar un feo aparto así q….me perdonas? >.< repito AMO! Tu fic esperaré el martes con ansias...wait what? ya es martes :3 quiero actu RAI NAO!!!
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Última edición por gypsy el Mar Jul 31, 2012 12:12 am, editado 4 veces
gypsy
Minho *3*
262
262
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
eiiishhh!!!! ¬/////¬
tuuu kiiieres k iio te muerda vdd??
spero en vdd actualiices el MARTES siino en vd dte odiiare
hahah ii lo siiento solo muestro odiio a las personas jajaja
no te creas boniita ^^ pero eso de k actualiices siii
ii por diios no tardes tantoo estoo comienza a desesperarme ¬¬
pero como siiempre bueniisimo el capiitulo!!
tuuu kiiieres k iio te muerda vdd??
spero en vdd actualiices el MARTES siino en vd dte odiiare
hahah ii lo siiento solo muestro odiio a las personas jajaja
no te creas boniita ^^ pero eso de k actualiices siii
ii por diios no tardes tantoo estoo comienza a desesperarme ¬¬
pero como siiempre bueniisimo el capiitulo!!
my_shinee
El flamante~... Choii Miinho~
218
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
wooooooooooo baby, amo a ese Taemin salvaje dios.
jaja Minho se quedo a medias por sonso, pero bueno se entiende que estuvo fenomenal y que ellos tienen un lazo imposible de romper.
waa me encanto el capitulo las porras de Lee Joon para que Minnie se desahogue con Minho. por que de hecho no esta haciendo trampa.
creo que me gusto mas la parte en donde se empiezan a emborrachar que el lujurioso lemon... neee la verdad todo el capitulo estuvo genial.
que padre que ya estes de vacaciones, yo ya voy a entrar a clases :C y me quedo mi horario todo feo, pero bueno, dicen que ya es mas ligero este semestre, veremos si es verdad, bueno felicidades por tus vacaciones, espero que descanses mucho y nos escribas mucho XD
cuídate bye bye :D
jaja Minho se quedo a medias por sonso, pero bueno se entiende que estuvo fenomenal y que ellos tienen un lazo imposible de romper.
waa me encanto el capitulo las porras de Lee Joon para que Minnie se desahogue con Minho. por que de hecho no esta haciendo trampa.
creo que me gusto mas la parte en donde se empiezan a emborrachar que el lujurioso lemon... neee la verdad todo el capitulo estuvo genial.
que padre que ya estes de vacaciones, yo ya voy a entrar a clases :C y me quedo mi horario todo feo, pero bueno, dicen que ya es mas ligero este semestre, veremos si es verdad, bueno felicidades por tus vacaciones, espero que descanses mucho y nos escribas mucho XD
cuídate bye bye :D
Noreri94
minho
1304
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
ajajajajajaja ya me los quiero imaginar a esos tres todos borrachos xD
asdlkj pero importante!!! Tae ya acepto su deseo por Minho *O*
askjh Minho por fin podra acallar un poquitin sus demonios sexuales xDDD aaskdj me callo re mal changmin se comporton taaaan prepotente D:
askjd eso es del capi anterior pero pero estaba atrasada entonces comento de todos >--<
Me encanta Minho me encanta que sea tan frio y taaaaaaan caliente al mismo tiempo asda yo no se de donde saca la voluntad Tae para alejar a esa cosa askdja yo no podria xDDDD
asdkj nos leemos!!!
mondrisT
KEY
491
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Unnie ovide mencionar k el CAP estuvo
Fenomenal me encanto ^^ nos leemos después byeeee
Fenomenal me encanto ^^ nos leemos después byeeee
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Hace mucho tiempo que me quede atras por falta de tiempo, pero yo siempre le encuentro lo positivo a eso... "Leer mas" y vaya que fue una buena maraton de caps emocionantes (y lujuriosos). Como amo este fic! lo tiene todo y siempre me emociono al leer, pero es que nada mejor que un Minho rudo y salvaje... y un Taeminnie sexy que se deja seducir. Bueno escribiria muchas cosas pero es mejor no atormentarte... Actualiza pronto que muero por saber que pasara >.<
AliceS5
Taemin
630
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
aaahhhh.... me perdi como cinco capitulos jejjeje
y los acabo de leer todos me tarde un poco pero aahh...
es que cada capitulo se pone mas interesante y
con el capitulo 10 me quede *¬* aunque taemin debe de
hacerle caso a lee joon XD espero el proximo capitulo
y los acabo de leer todos me tarde un poco pero aahh...
es que cada capitulo se pone mas interesante y
con el capitulo 10 me quede *¬* aunque taemin debe de
hacerle caso a lee joon XD espero el proximo capitulo
shineebrillosita
♥TAEMIN♥
1560
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
HI!! n_n ahora si no me demoré casi nada! es martes y aunque pensaba subir el cap mas tarde, mejor lo hago ahora si no luego mi inter se raya o peor aun me lo quitan u_u * mi hno se pone espeso* =P Bueno sin mas les dejo actu! abajo sus post!xD
****************************************
—¡Oh, demonios! —gimió Jonghyun. Colgó el teléfono y después se cubrió la cara con las manos.
Minho, que estaba observando la carretera a través de las ventanas de la oficina, se giró y miró a su hermano con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa?
Jonghyun tenía aquella mirada tan suya. De inquietud, de advertencia, de auténtica diversión. —Tae está borracho.
Minho se quedó paralizado y sintió que se le encogían los testículos de miedo. Miedo puro y duro, propiamente masculino. Porque Taemin no paraba de hablar cuando estaba borracho.
—¿Has dicho que está en casa de Heechul?
—No, en la de Onew —Jonghyun suspiró—. Leeteuk ha ido a recoger a Heechul y amenaza con encerrar a Tae, Heechul y Joon durante toda la noche si no voy a buscarlo ahora. Al parecer, se lo están pasando en grande hablando mal de medio mundo. Creo que oí algo sobre la tensión sexual de fondo, y a Onew riéndose sin parar.
Sí, ése era uno de los motivos por los que a Minho se le habían encogido los testículos.
—Vuelve a llamarle. —Minho apenas respiraba cuando agarró la chaqueta del perchero de la pared y las llaves del todoterreno de Jonghyun del escritorio—. Dile que vamos a buscarlo.
El taller ya había cerrado sus puertas por esa noche. Sólo habían estado esperando el regreso de Taemin.
—¿Qué prefieres? ¿Que te desee suerte o que encargue rosas para tu nueva tumba?
—Limítate a llamar a Onew y a decirle que vamos para allá —gruñó, dirigiéndose hacia la puerta—. Mientras, sacaré el todo-terreno y te recogeré delante.
Debería haberlo sospechado cuando lo vio salir. Demonios, claro que lo había sospechado. Una parte de él había sido consciente de que Taemin estaba muy enfadado y de que iría a reunirse con Heechul. Pero no había esperado que también estuviera Lee Joon. Sabía que eran amigos pero no hasta tal punto. Iba a ser un infierno, y no sólo por Taemin, sino por Joon.
Cuando Jonghyun y él llegaron a la casa de Onew y aparcaron detrás del pequeño deportivo de Lee Joon, Minho negó con la cabeza. Conocía a Joon. Había sido agente de seguridad nacional, pero ahora que se había retirado, tenía demasiado tiempo libre. Volvió loco a Onew y no paró hasta estar con él, en realidad hacían buena pareja- pensó.
La puerta se abrió mientras subía los escalones de entrada, y Leeteuk lo miró con los ojos entrecerrados por el disgusto desde el otro lado de la estancia cuando Onew dio un paso atrás para dejarlo entrar en la casa. La diversión asomaba en los ojos de su amigo y en la sonrisa que le curvaba los labios. Maldita sea, Minho no necesitaba aquello.
Taemin estaba desmadejado en un extremo del sofá, al igual que Heechul y Lee Joon. Y todos lo miraban fijamente.
—Oh, Taemin —dijo Lee Joon arrastrando las palabras con sorna— tengo que disentir, sí que parece sospechoso. —Miró a Heechul—. ¿Tu Teukie lo ha investigado a fondo? Apuesto a que tiene un buen historial.
—Dos veces. Está limpio —anunció Heechul alegremente, mirando por encima del sofá para ver cómo Minho hacia una mueca—. ¿Sabes a quién me recuerda?
—¿A un ladrón? —contestó Lee Joon con rapidez.
—No. —Heechul frunció el ceño—. ¿Sabes qué...?
—¿Crees que tiene las orejas lo suficientemente grandes para poder arrancárselas? —Taemin se asomó también por encima del respaldo, entrecerró los ojos y lo miró fijamente considerando el tamaño de sus orejas.
Los tres amigos estallaron en carcajadas.
—Debería arrestarte —masculló Leeteuk dirigiéndose a Minho—. Todo esto es culpa tuya.
Minho soltó un gruñido, atravesó la estancia y cogió a Taemin suavemente del sofá.
El castaño lo miró con sorpresa, pero no se resistió. —Puedo ir andando —le aseguró.
—Claro que sí. —Asintió con la cabeza con seriedad—. Pero Jonghyun tiene una cita y no quiere llegar tarde.
Taemin pensó que aquello era gracioso, así que se rió apoyando la cabeza contra su amplio pecho y la mano sobre su corazón.
—Buenas noches, Leeteuk-ssi, Onew hyung. Ha sido divertido —se despidió el joven al pasar junto a ellos.
—No te metas en problemas, Tae —gruñó Leeteuk antes de sacudir la cabeza cuando Minho los rebasó.
—¿Sabes que todo el mundo piensa que eres un hombre muy atractivo? —comentó Taemin mientras se acercaban al todoterreno.
—¿De veras? —Bajó la mirada hacia él. Taemin lo estaba observando, adormecido y demasiado bebido.
—De veras —suspiró—. ¿Sabes el dialecto de Busan, Minho? —preguntó de repente.
Minho sintió que se le encogía el corazón de dolor.
—¿Debería? —le preguntó él a su vez, aproximándose al todo-terreno de Jonghyun mientras su hermano se dirigía al coche de Taemin. Por suerte, habían encontrado una llave de repuesto del coche en el taller.
—Quizá no —susurró el menor al tiempo que él abría la puerta del todoterreno y lo acomodaba en el asiento del pasajero antes de colocarse tras el volante y poner el vehículo en marcha rumbo a casa.
Durante el camino, el castaño permaneció callado, mirando fijamente por la ventanilla como si estuviera interesado en el paisaje. Cuando Minho aparcó en el camino de entrada, Taemin miró la casa en silencio con una expresión sombría.
—Algunas veces me siento muy solo aquí —dijo de repente al escuchar que él apagaba el motor.
—No tienes por qué estar solo —replicó Minho con voz ronca, apretando furiosamente el volante con las manos.
—Bueno, eso es lo que parecen pensar Joon y Heechul —suspiró Taemin con la mirada todavía fija en la casa.
Minho hizo una mueca.
—¿Por qué te quedaste aquí después de que él muriera? —inquirió.
Taemin no lo miró, limitándose a seguir observando la casa. El pesar que se reflejaba en el rostro del menor retorcía el alma de Minho hasta dejarlo seco.
Al final, respondió:
—Es mi hogar.
Negando con la cabeza, el pelinegro salió del todoterreno y lo rodeó hasta llegar a la puerta que Taemin comenzaba a abrir. Lo sacó del coche, lo ayudó a recuperar el equilibrio y lo sostuvo mientras se dirigían a la casa.
—No puedes entrar —dijo el castaño.
—Taemin, éste no es el momento adecuado para que empieces. —Minho ya había
tenido suficiente. Suficiente del profundo vacío que lo invadía, del deseo voraz que lo desgarraba.
—Estoy borracho. ¿Piensas aprovecharte de mí? —le preguntó alegremente cuando el alto abrió la puerta y lo empujó al interior.
—Esta noche no. Pero quizás lo haga mañana.
Le dio un beso suave en el pequeño mohín que formaban sus labios y el menor le lanzó una mirada airada.
—Empiezas a significar mucho para mí, Minhyuk. Creo que deberías saberlo.
Minho se sobresaltó al escuchar que él utilizaba su nombre de verdad. Taemin no podía saber lo que decía en aquel estado. Sin duda, se había tratado de un desliz. Sin embargo, un gemido lleno de dolor le desgarró el pecho. Lo había dicho con la misma facilidad que cuando discutía con él. Como lo había hecho años antes cuando estaba enfadado. Como si supiera o intuyera la verdad.
Lo cogió de nuevo en brazos y subió las escaleras con un nudo de emoción en la garganta. Aquel vacío que había sentido durante tanto tiempo, parecía estar desbordado ahora por los sentimientos y las emociones. Por la pena.
Lo depositó sobre la cama, observando cómo apoyaba la cabeza en la almohada y agitaba las pestañas adormilado.
Le desató las botas y las colocó al lado de la cama. Le quitó los vaqueros y, como sabía que él odiaba dormir con medias se las quitó, desabotonó los primeros botones de la camisa dejándola media abierta, ya que por la noches sabía que Taemin solía sofocarse y terminaba desvistiéndose sin darse cuenta.
El menor lo miró.
—Puedes aprovecharte de mí. Prometo no enfadarme.
—Más tarde —le prometió él, sentándose en la cama a su lado.
—¿Vas a abrazarme?
¿Abrazarlo? Deseaba mucho más que eso. Pero no era tan mezquino para negarle un abrazo cuando Taemin le había ofrecido tanto.
Se quitó las botas, se tumbó a su lado y lo estrechó contra sí.
—Tengo pesadillas —susurró el castaño acurrucado contra su pecho.
—Lo sé, cariño. —pasaba los dedos por su cabello.
—Veo sangre —musitó—. Tengo las manos cubiertas de sangre. Y tú estás agachado delante de mí. Eres tú. Pero luego eres Minhyuk y luego tú de nuevo. Entonces Minhyuk se aleja y tú todavía sigues allí. Y, de repente, yo soy tú, y el dolor es horrible. Y todo lo que percibo es a ti pensando en mí. Rogándome que te salve mientras bailo delante de ti y te provoco para que me tomes. Pero no soy yo. Es aterrador, Minho.
Él se estremeció. Dios, Taemin también había padecido aquel infierno.
JiSung no había dejado de tentarle, llevándole hombres y mujeres que se parecían a Taemin. Entonces estaba bajo los efectos del «polvo de afrodita», tan excitado que el dolor le ahogaba, pero, de alguna manera, lo sabía. Sabía que las personas que le llevaban no eran su Taemin.
—No pude salvarlo —murmuró él mientras se quedaba dormido—. El me rogó que lo salvara y no pude hacerlo. —Su voz era ronca por las lágrimas y el sueño—. No pude salvarlo...
Minho inclinó la cabeza sobre la del menor y lo estrechó con fuerza, haciendo que se relajara.
—Lo salvaste —susurró contra su pelo. Taemin no tenía ni idea de lo ciertas que eran esas palabras. El hombre que había sido ya no existía, pero el hombre que amaba a Taemin, que lloraba por él, que había podido soportar el infierno gracias al amor que le tenía, había sobrevivido.
Lo acunó cuando gimió en sueños, lo tranquilizó y lo abrazó. Se quedó mirando la oscuridad, deseando poder llorar él también. Porque Taemin había sufrido en vez de seguir adelante con su vida, tal y como él había pensado que haría. Porque su abuelo había tenido razón. Lo había amado tanto que a veces hubiera jurado que podía sentir su corazón latiendo junto al suyo. Porque sabía que su abuelo no había mentido sobre los ojos. Porque en los recuerdos de la infernal existencia que él había vivido, recordaba haber visto imágenes que no estaban allí.
Estaba en su dormitorio, mirando al espejo, mirando a Taemin. Y parecía que él también había podido ver a través de él el infierno al que le habían sometido.
Tensó los brazos y lo meció contra sí. Inclinó la cabeza sobre del menor y se obligó a respirar a pesar del dolor, a reprimir la agonía que fluía sin control en su interior.
—Taemin —musitó saboreando su nombre.
El mencionado se arqueó contra él. Dormido, sensual, tentador.
—Te he echado de menos, baboo. – dijo medio adormecido.
Minho ignoró la lágrima que le resbaló por la mejilla. Dolor. Pérdida. Taemin sabía la verdad. En lo más profundo de su ser se negaba a ver quién era él, pero lo sabía, porque aquel vínculo entre ellos, su amor, todavía seguía allí. Al haberse mantenido alejado de Taemin, lo había dejado vagando entre la realidad y el infierno. Todavía unido a él, pero solo, enfrentándose a las pesadillas sin él a su lado. Resistiendo a pesar de haber vislumbrado el horror que el pelinegro había experimentado.
Minho había pensado que Taemin no sería lo suficientemente fuerte para asimilar lo que le había ocurrido en aquel maldito lugar. Sin embargo, ahora, tenía la sensación de que era más fuerte de lo que nadie había creído. Quizá, en su corazón, en su alma, Taemin era incluso más fuerte que él.
Sentía calor. Taemin se removió en la cama, casi gimiendo ante el calor que lo envolvía. Minho lo había rodeado con los brazos y apoyaba su cabeza en la de él como Minhyuk solía hacerlo. Quizá fuera un gesto típico. Minhyuk había sido su único amante, así que no tenía manera de saberlo. El brazo de Minho descansaba sobre su delgada cintura, atrayéndolo hacia su pecho y había colocado una pierna sobre las del castaño. Taemin había apoyado la cabeza en su otro brazo, así que no podría liberarse de él aunque quisiera. Pero tampoco deseaba hacerlo. Quería disfrutar de aquel calor. Aferrarse a él. Sin embargo, algo le aguijoneaba la mente, espoleándolo, impeliéndole a despertarse.
Se movió contra Minho sin querer abrir los ojos. Anhelaba quedarse allí. Por mucho que deseara otras cosas, no quería perder aquella increíble sensación de paz.
Pero la mano de Minho comenzó a deslizarse bajo el dobladillo de la camiseta que él todavía llevaba puesta y se apretó contra su vientre. Taemin se desperezó, presionándose con firmeza contra el cálido cuerpo que tenía detrás, y contuvo la respiración, medio suspirando, medio gimiendo al darse cuenta de que no era un sueño.
Se sentía débil y lleno de deseo.
¿Cómo había dicho Lee Joon? ¿Libérate de la tensión sexual y todos los problemas se resolverán por sí solos? Tenía sentido. En aquel momento, envuelto en el abrazo de Minho, con la mano del alto recorriéndole el borde de los boxers, tenía mucho sentido.
—No te muevas. —Ronca y gutural, la voz de Minho retumbó en su oído cuando el menor apretó el trasero contra su gruesa erección.
El pelinegro estaba desnudo. En algún momento de la noche se había desvestido y metido bajo las mantas con él. Taemin se estremeció al pensarlo. Podía sentir la desnuda longitud del cuerpo de Minho detrás de él, fuerte y duro.
Abrió los párpados. Todavía era de noche. La luz del amanecer aún no había entrado en la habitación, y el menor no tenía que enfrentarse a lo que debía o no hacer. Podía limitarse simplemente a sentir.
Volvió la cabeza y acarició con los labios el cuello del alto, justo debajo de la barbilla. El roce de sus labios contra la cálida piel le resultó excitante y erótico. No había sabido hasta aquel instante que un pequeño roce podía proporcionar tanto placer.
—Bésame —susurró Taemin.
Minho se quedó inmóvil. Le presionó la mano contra el estómago y luego le movió la cadera, aferrándolo para mantenerlo quieto.
—No me tientes, Taemin. —Su susurro resonó en la oscuridad, envolviéndolo, invadiendo los sentidos del mencionado.
—Te deseo. —No había sentido deseo desde la muerte de Minhyuk. Pero ahora sí. Lo deseaba con una fuerza que sabía que tendría que analizar más tarde, pero no ahora. En ese momento, iba a experimentarlo, a disfrutar del placer que lo acompañaba.
La tensión creció alrededor de ellos, llenando y calentando el aire de la habitación.
—¿Me deseas? —gruñó Minho, dándole la vuelta. Se inclinó sobre el menor y la sombra de sus anchos hombros llenó el campo de visión de éste—. ¿Me deseas a mí, Taemin? ¿O lo deseas a él?
Taemin llevó las manos a sus hombros y los acarició. Le clavó las uñas, probando sus músculos.
—¿Importa? —le preguntó, sintiéndose inundado por el deseo hacia ambos hombres. Odiaba esa confusión, esa sensación de no saber a qué o a quién trataba de alcanzar—. ¿Te importa?
Minho guardó silencio durante tanto tiempo que Taemin se preguntó si llegaría a responderle.
—No, no me importa —gruñó él finalmente—. Te poseeré, Taemin, y cuando grites mi nombre no tendré ninguna duda de a quién deseas. Pero si esperas que te tome como lo hacía él, te llevarás una triste sorpresa.
—Tú no sabes cómo lo hacía con él—adujo el menor. Alzó la cabeza y le pasó la lengua por el pecho, rozando con la mejilla la piel del torso trabajado del alto—. Tómame como tú quieras, Minho.
Él quería poseerlo con fuerza y dureza. Taemin podía sentirlo. Lo había sabido incluso antes de ese momento. No sería un amante tierno, ni él pretendía que lo fuera. El castaño quería saciar aquella necesidad oscura y salvaje que había crecido en su interior durante los últimos años. El resultado de los sueños oscuros y sexuales, de las pesadillas que lo atormentaban en noches como aquella. Quería satisfacer aquella inquietante e indolente sexualidad. Quería tocarlo.
Estaba cansado de luchar contra sí mismo y contra él. Había deseado a Minho desde el primer día que entró en el taller, provocándolo con su fiera arrogancia. El cuerpo de Taemin ansiaba su contacto. Su corazón, tan roto y desgarrado, deseaba alivio. Sólo un poco de alivio. Sólo durante el tiempo que llevaría saciar el deseo que ardía en él.
—Taemin. —Minho murmuró su nombre y apoyó la frente en la de él—. ¿Sabes lo que me estás pidiendo?
—Te deseo.
Tenía que estar dormido. Allí, en la cama de Minhyuk, en la cama donde su Minhyuk lo había poseído tantas veces, él deseaba a otro hombre.
—Haz que desaparezca, Minho —susurró desesperado—. Por favor, haz que se vayan las pesadillas. El deseo. Deja de torturarme. Tómame o vete al diablo...
La boca de Minho cubrió los anhelantes y hambrientos labios rosas del menor, al tiempo que Taemin lanzaba un gemido salvaje y agónico.
Minho sentía que la oscura necesidad de poseerlo lo presionaba, le consumía los sentidos. Lo besó, deteniéndose el tiempo suficiente para quitarle la camisa por la cabeza.
Estaba dolorosamente duro. Su erección se erguía resuelta y furiosa, y sus testículos estaban tensos por la necesidad de sentir una liberación mayor de la que había encontrado en el pasado con su propia mano.
Luchó por recobrar el aliento y le deslizó la mano entre los muslos, encontrando el miembro del menor duro, caliente y húmedo, por el deseo.
Rodeó la erección y empezó a subir y bajar lentamente para luego aumentar el ritmo, sintiendo bajo sus dedos como iba haciéndose más y más gruesa.
-Ah… ah..- el menor arqueaba la espalda debido al placer que le estaba proporcionando el alto; la otra mano la coló hasta le entrada del castaño. Introdujo un dedo empezando a hacer círculos en su interior. Estaba apretado, se ceñía en torno a su dedo como la primera noche que lo había hecho suyo, hacía ya tanto tiempo.
Le separó las piernas y se ubicó entre ellas, colocándolas sobre sus hombros. Se prometió a sí mismo que lo estimularía más tarde. Habían pasado tantos años... Oh, Dios, tanto tiempo... Meses interminables bajo el yugo horrible de una droga tan potente que la necesidad de follar con su Taemin casi lo había vuelto loco.
La mirada de Taemin estaba clavada en la suya, llena de anhelo, pero su voz resonaba en su mente, deteniéndole.
—Maldita sea. —Minho echó la cabeza hacia atrás para interrumpir el beso y se quedó mirándolo, percibiendo apenas sus rasgos en la oscuridad que los rodeaba—. ¿Tienes alguna idea de cuánto te deseo? —Apretó los dientes y se mordió la lengua.
—Entonces, tómame —jadeó el menor—. Tómame, Minho. Tómame de la manera que necesitas.
Negó con la cabeza y echó los hombros hacia atrás, queriendo aullar de furia.
Quería amarlo, tocarlo, besarlo y saborear cada centímetro de su cuerpo. Minho se estremeció una y otra vez, apretó su duro glande contra la pequeña entrada al cuerpo de Taemin y gimió al sentir la cálida, resbaladiza y dulce humedad con la que lo recibía.
Presionó hacia delante, prometiéndose a sí mismo que sólo sería un momento. Había esperado demasiado tiempo para poseerlo de nuevo. Podía esperar lo suficiente para darle placer a él primero.
También había querido hacerlo el día que Leeteuk los había interrumpido. O el día anterior, cuando Taemin había tomado su semilla, haciéndole alcanzar un placer que estuvo a punto de destruirlo.
Taemin lo deseaba, igual que él deseaba a Taemin. Minho anhelaba darle todo lo que era, y en lo que se había convertido. Empujó un poco más y le cogió las muñecas cuando comenzó a golpearle el pecho, apretándoselas contra la cama mientras lo penetraba. Se detuvo ante las puertas del éxtasis, sintiendo un placer indescriptible en la punta roma de su miembro.
—Di que no ahora —masculló el alto—. Dilo ahora o luego no podrás retractarte. ¿Me has oído?
El castaño alzó la cabeza para mordisquearle los labios.
—Bésame —susurró Taemin—. Bésame mientras me haces tuyo, Minho.
¿Así que no iba a pedirle que se detuviera? ¿Así que no iba a gritar su nombre queriendo decir otro?
—Oh, Taemin —gimió él—. Oh, pequeño.
Le cubrió los labios con los suyos y se permitió saciar el deseo que lo consumía.
Había pasado demasiado tiempo desde que había tenido a Taemin bajo él. Demasiado tiempo desde que había sentido el ardiente placer de sus músculos internos abriéndose para tomarlo, desde que había oído sus gritos bajo sus labios, sabiendo que Taemin sentía la misma oleada de placer que él.
Impulsó las caderas adentrándose en él con firmeza y rapidez, abriéndose paso en su interior mientras el menor se tensaba y se arqueaba bajo él.
Ahogó los gritos de Taemin con los labios, le llenó la boca con la lengua y fundió su cuerpo con el suyo para introducir aún más su erección en la dulce dicha que le esperaba en el interior del menor. Siguió empujando, embistiéndolo, y cuando no pudo soportar ni un minuto más la tortura, echó la cabeza hacia atrás apartando la boca de sus labios y le soltó las muñecas.
Se aferró a las caderas de Taemin y las mantuvo pegadas a su cuerpo al tiempo que se ponía de rodillas. Le alzó el trasero hacia sus muslos y comenzó a moverse con el ritmo duro y controlado que necesitaba.
Minho oyó los sonidos que salían de la garganta de Taemin, pero no le importaron. Sabía que aquellos gemidos roncos, profundos, eran producidos por el placer. Cerró los ojos y su cuerpo se cubrió de sudor mientras sentía el cálido y apretado interior de Taemin, palpitando y ciñéndose en torno a su miembro.
Se hundió completamente en él, incapaz de detenerse, gozando, amando cada penetración con su alma maldita para siempre, ofreciéndole cada furioso centímetro, cada onza de aquella agonizante lujuria que bullía en su interior.
Taemin cerró los puños sobre el edredón tratando de aferrarse a cualquier cosa. Aquellos duros movimientos que colmaban su cuerpo lo estaban llevando al peligroso abismo de la locura. Nunca antes había estado tan excitado. No necesitaba más estímulos. Aquel beso y las embestidas casi brutales con las que lo estaba poseyendo, lo llenaban de un oscuro y seductor placer que nunca antes había sentido.
Taemin jamás había tenido lo que Minho le estaba ofreciendo. Deseo puro y desesperado. Lujuria descarnada. Los rápidos y duros envites lo dominaban, le quemaban como flechas ardientes que atravesaran su cuerpo.
Minho lo tomó con dureza, sin disculparse. Lo hizo suyo como un hombre a punto de perder la cordura, pensando sólo en la liberación que el menor podía proporcionarle. Sólo él. Nadie más. Sólo eso, tomándolo, fundiéndose con él hasta que Taemin gritó su nombre. Gimiendo, suplicando, estallando bajo él cuando sintió que el orgasmo lo alcanzaba en una brutal oleada de turbadoras sensaciones.
Se sintió devastado. Como si la estimulación previa hubiera sido eterna, cuando, de hecho, no había existido. Como si el pelinegro hubiera estado jugando con él sin piedad, empujándolo más y más alto, hasta que se sintió flotar. Se movió sensualmente bajo su cuerpo, sintiendo que Minho emitía un gemido hambriento y eyaculaba en su interior mientras seguía embistiéndolo y pidiéndole más.
—¡No es suficiente! —El gruñido de Minho rasgó el aire.
Se retiró de Taemin y lo hizo girar sobre su estómago para luego atraer su trasero hacia sí. Volvió a penetrarlo de inmediato, haciéndole arquearse con unos envites profundos, incorporándolo hasta que el castaño lo sintió contra la espalda. Entonces Taemin estiró los brazos hacia atrás y le sujetó el cuello al sentir sus manos sobre él, recorriéndole todo el cuerpo. Minho le acarició los muslos y el vientre mientras lo hacía suyo sin piedad, sus manos viajaron por su pecho y le pellizcó los pezones con los dedos, bajó separándole más los muslos, meciéndolos a ambos sin dejar de penetrarlo con rápidos movimientos.
El calor los envolvió y los atravesó, hasta que los gritos de Taemin rasgaron el silencio de la noche.
—Ah... eres tan… estrecho —gimió Minho, deteniéndose con la respiración jadeante—. Tan dulce y apretado. Muévete contra mí, Taemin. Enséñame cómo te gusta.
El menor obedeció y empujó las caderas hacia atrás, rotándolas, levantándolas y bajándolas. Se retorció contra él y no pudo evitar jadear al sentir los labios de Minho en su cuello y sus dientes mordiendo su piel.
—Dímelo —le susurró Minho roncamente al oído, al tiempo que sus manos se aferraban a las caderas del castaño—. ¿Cómo te gusta? ¿Duro? —Se enterró en su interior profundamente—. ¿Lento? —Se retiró un momento y luego volvió a llenarlo con un movimiento lento y palpitante que lo hizo gemir en protesta.
—Duro —confesó Taemin—. Lo deseo duro y rápido... Lo sabes.
El menor se estremeció violentamente entre los brazos del alto, temblando por la necesidad de alcanzar el orgasmo de nuevo al sentir que Minho bajaba una mano y comenzaba a deslizar las yemas de los dedos sobre su miembro, tomándolo luego de forma brusca subiendo y bajando por toda su extensión.
La tensión creció incontrolable de nuevo en el interior de Taemin, desgarrándolo con unas punzadas de ardiente y doloroso placer cuando Minho volvió a mover las caderas con dureza y rapidez.
El pelinegro le apartó los brazos de su cuello y lo empujó por los hombros con una mano, haciendo que se inclinase sobre la cama. Los movimientos se volvieron más salvajes, más descontrolados. Sus cuerpos, húmedos y calientes, se unieron una y otra vez. Los sonidos de sus movimientos, de sus gemidos y sus gritos se hicieron desesperados cuando el climax los hizo estallar con una detonación silenciosa de insoportable placer.
Taemin se quedó sin respiración. Sólo podía arquearse y abrir los ojos totalmente aturdido, mientras un gemido escapaba de sus labios y su cuerpo volaba libre hacia el éxtasis más puro, expulsando su semilla sobre la mano del mayor y las sabanas de la cama.
A su espalda, Minho se quedó rígido y gritó con fuerza, haciendo resonar en el aire algo que podía haber sido su nombre o una maldición mientras se derramaba en su interior otra vez. La cálida eyaculación hizo que Minho se estremeciera de pies a cabeza y que otra oleada de placer los inundara por completo antes de remitir, lenta y suavemente, y los hiciera caer temblorosos sobre la cama.
Minho se quedó tendido a medias sobre el castaño, aún duro en su interior. Los corazones de ambos retumbaban en sus pechos y, cuando el agotamiento se apoderó de ellos, Taemin se dejó llevar hasta que creyó oír algo que sabía que no podía haber escuchado.
—Norul saranghae.
Abrió los ojos y parpadeó, escuchando, tenso y lleno de miedo. Pero no oyó nada más. Las palabras se habían desvanecido, igual que los sueños habían desaparecido para siempre, igual que la esperanza la había abandonado hacía ya mucho tiempo.
Sin embargo, Minho todavía estaba allí.
Se arrastró sobre el menor, lo envolvió en sus brazos, y unos minutos más tarde, Taemin lo sintió respirar lentamente, como si se hubiera quedado dormido.
En silencio, Taemin se quedó mirando la oscuridad, parpadeando para hacer desaparecer las lágrimas mientras se aferraba al brazo que le rodeaba el estómago y que lo estrechaba contra el otro cuerpo.
—Para siempre —susurró el menor. No fue más que un suspiro, demasiado leve para que nadie pudiera oírlo.
Pero ya no existía un para siempre. Se le escapó una lágrima, silenciosa e inútil, porque las lágrimas no curaban y, finalmente, se dejó llevar por un sueño que jamás había creído volver a conciliar. El sueño reparador que sólo había alcanzado en los brazos de su Minhyuk y que ahora volvía a alcanzar en los brazos de otro.
A su espalda, Minho permaneció quieto y en silencio. Totalmente inmóvil. La tristeza y el dolor en la voz de Taemin le habían provocado una agonía en el alma que casi le dejó sin respiración.
Lo abrazó, lo sintió, y en su interior, aquel vacío desgarrador que una vez había sido su alma, lloró con él.
Coments?? Nos estamos leyendo!!! Si editan apartos el fin de semana subo!! si no! pues no! xD~ kekekeke n_n bye ~
- Spoiler:
- Nina: Kekekek… Yeah! Nina is back!!! Oh! Don’t worry girl! Entiendo que haz estado a las Justas! Ya extrañaba tus coments! *-* a pesar de q ya me los das por face! Kekekek.. oh! Si te entiendo *¬* cada cosa que sale de la boca de Minho te deja >///< Yo! Yo! Yo pido primera fila para ganarme con el cuerpote del Minhot! Yo quiero! Yo quiero!! -hahaha me calmo! u3u Ya me conoces… habla de Minho y yo estoy *¬* -
Oh! Y si! El mensote! Que se le ocurre soltar en eso en pleno pleno!! Por mongo se fregó! Jum! Y Tae que se puso todo mal que me dio cositas *^*
Kekeke.. habla la chica que se emborracho sin alcohol!!! LMAO!! Ya te dije que eso quería verlo!!! xD ~ hahahha… creo que todas terminaron amando a Joon por los excelentes consejos que le da a Tae!! Para nada me aburren tus coments! todo lo contrario! Me gustan los coments largos! Largos! Hahha aparte que me hacen reir! Dejo la actu! Para que la vuelvas a leer? *¬* jajjaja y prometo darte tu adelanto! Estoy en eso! =P besotes!!!
Ggaabbyy2: Hahaha.. últimamente todo mundo me dice mala… me la voy a terminar creyendo u3u .. kekeke que yo lo detuve? Wait!! Ese fue el menso del Minhot! =P jajaja aquí entrenos este capi >///< … kekek no haré spoiler pero si me entiendes no? xD kekeke creo que ese es el peor raje no? Emborrachados y despechados!!! Hahahha AQUELLOS temblaran!!! xD LOL! Ok! Te dejo la actu!!! *.* cuídate! Bye~
Gypsy: En definitiva! Tu coment me mato!!! Kekekek… pero tienes razón! Nadie se puede resistir al MinHOT!! Nadie!! Tendrías que estar muy mal para no caer ante semejante hombre *¬* LOL!!! Y eso de que tiene que partir a Minnie en dos!!! OMO!!! Jajaja pero sip! Es lo justo y necesario (¿) a que si?! Quien esta conmigo!!?? *levanta la mano* Creeme esa tensión no es buena para nadie! ¡ Hahahha verdad que si tuviera a Minho tipo Tae me olvidaría del mundo!!!! Tae tiene una suerte! Pfff~ kekke ya no sufras! Hoy es martes! Y estoy actualizando!!!! – la verdad que me había olvidado que hoy era martes, eso de estar de vacas hace que se me olvide en que dia estoy kekekeke – pero wiiiiiiii disfrutemos de las vacas mientras podamos!!! Y no te preocupes eso de dejar apartos pasa – yo lo he hecho *^* , gracias por comentar ~ Te dejo el capi!! Espero te guste! Bye bye n_n
My_shinee: Hahahaha… me quieres morder? Mira que vengo a actualizar y tú me amenazas *^* kekekkee * soy dramática =P * bueno Nena te dejo el capi! No desesperes! Y espero ver tu coment~ Bye~
Noreri94: Sii!! Amamos a Tae todo salvaje!!! >///< jajajja y tienes razón Minho se quedó a medias por mongo!! Quien le manda dime tu! Quien! Oshh! De verdad que fue frustrante! Pero el su bocota! =P *ok no! Pero si pues! La fregó! * Hahahha… Joon se lleva el premio como el que mejor da consejos! Y si Tae no hace caso debería ser golpeado!!! Quien se anima?! =P
Waa... tú ya terminas y yo recién salgo *^* eso de los horarios siempre es una tortura T-T ojala que no se te complique, y tengas tiempo para todo =P gracias por pasar ~ Cdt besotes!!!
mondrisT: Ujum! Ujum! Como Tae puede aguantar tener a Minho ahí! A Minho! Y no hacer nada? Kekeke pero ya está avanzando no? Al menos ya aceptó que pues el Minhot le atrae *a quien no?* Gracias por pasar!! ~ Nos leemos! n_n
AliceS5: *^* yo pensé que ya no te había gustado, pero si la falta de tiempo hace que nos atrasemos * lo dice la que está atrasada en millones de cosas* hahaha eso también me pasa a mi! Eso de leer los capis de porrazo! Hahahah asi no te quedas con ganas!!! xD No me atormentas!!! =P Te dejo actu! Cuídate! Y thanks por el coment! ^^
Shineebrillosita: kekekek… te atrasaste! xD yo también digo que Tae le debe hacer caso a Joon!!! Tiene que!!? Abajo la actu!! Besos! Bye bye!! n_n
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Capítulo 11
—¡Oh, demonios! —gimió Jonghyun. Colgó el teléfono y después se cubrió la cara con las manos.
Minho, que estaba observando la carretera a través de las ventanas de la oficina, se giró y miró a su hermano con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa?
Jonghyun tenía aquella mirada tan suya. De inquietud, de advertencia, de auténtica diversión. —Tae está borracho.
Minho se quedó paralizado y sintió que se le encogían los testículos de miedo. Miedo puro y duro, propiamente masculino. Porque Taemin no paraba de hablar cuando estaba borracho.
—¿Has dicho que está en casa de Heechul?
—No, en la de Onew —Jonghyun suspiró—. Leeteuk ha ido a recoger a Heechul y amenaza con encerrar a Tae, Heechul y Joon durante toda la noche si no voy a buscarlo ahora. Al parecer, se lo están pasando en grande hablando mal de medio mundo. Creo que oí algo sobre la tensión sexual de fondo, y a Onew riéndose sin parar.
Sí, ése era uno de los motivos por los que a Minho se le habían encogido los testículos.
—Vuelve a llamarle. —Minho apenas respiraba cuando agarró la chaqueta del perchero de la pared y las llaves del todoterreno de Jonghyun del escritorio—. Dile que vamos a buscarlo.
El taller ya había cerrado sus puertas por esa noche. Sólo habían estado esperando el regreso de Taemin.
—¿Qué prefieres? ¿Que te desee suerte o que encargue rosas para tu nueva tumba?
—Limítate a llamar a Onew y a decirle que vamos para allá —gruñó, dirigiéndose hacia la puerta—. Mientras, sacaré el todo-terreno y te recogeré delante.
Debería haberlo sospechado cuando lo vio salir. Demonios, claro que lo había sospechado. Una parte de él había sido consciente de que Taemin estaba muy enfadado y de que iría a reunirse con Heechul. Pero no había esperado que también estuviera Lee Joon. Sabía que eran amigos pero no hasta tal punto. Iba a ser un infierno, y no sólo por Taemin, sino por Joon.
Cuando Jonghyun y él llegaron a la casa de Onew y aparcaron detrás del pequeño deportivo de Lee Joon, Minho negó con la cabeza. Conocía a Joon. Había sido agente de seguridad nacional, pero ahora que se había retirado, tenía demasiado tiempo libre. Volvió loco a Onew y no paró hasta estar con él, en realidad hacían buena pareja- pensó.
La puerta se abrió mientras subía los escalones de entrada, y Leeteuk lo miró con los ojos entrecerrados por el disgusto desde el otro lado de la estancia cuando Onew dio un paso atrás para dejarlo entrar en la casa. La diversión asomaba en los ojos de su amigo y en la sonrisa que le curvaba los labios. Maldita sea, Minho no necesitaba aquello.
Taemin estaba desmadejado en un extremo del sofá, al igual que Heechul y Lee Joon. Y todos lo miraban fijamente.
—Oh, Taemin —dijo Lee Joon arrastrando las palabras con sorna— tengo que disentir, sí que parece sospechoso. —Miró a Heechul—. ¿Tu Teukie lo ha investigado a fondo? Apuesto a que tiene un buen historial.
—Dos veces. Está limpio —anunció Heechul alegremente, mirando por encima del sofá para ver cómo Minho hacia una mueca—. ¿Sabes a quién me recuerda?
—¿A un ladrón? —contestó Lee Joon con rapidez.
—No. —Heechul frunció el ceño—. ¿Sabes qué...?
—¿Crees que tiene las orejas lo suficientemente grandes para poder arrancárselas? —Taemin se asomó también por encima del respaldo, entrecerró los ojos y lo miró fijamente considerando el tamaño de sus orejas.
Los tres amigos estallaron en carcajadas.
—Debería arrestarte —masculló Leeteuk dirigiéndose a Minho—. Todo esto es culpa tuya.
Minho soltó un gruñido, atravesó la estancia y cogió a Taemin suavemente del sofá.
El castaño lo miró con sorpresa, pero no se resistió. —Puedo ir andando —le aseguró.
—Claro que sí. —Asintió con la cabeza con seriedad—. Pero Jonghyun tiene una cita y no quiere llegar tarde.
Taemin pensó que aquello era gracioso, así que se rió apoyando la cabeza contra su amplio pecho y la mano sobre su corazón.
—Buenas noches, Leeteuk-ssi, Onew hyung. Ha sido divertido —se despidió el joven al pasar junto a ellos.
—No te metas en problemas, Tae —gruñó Leeteuk antes de sacudir la cabeza cuando Minho los rebasó.
—¿Sabes que todo el mundo piensa que eres un hombre muy atractivo? —comentó Taemin mientras se acercaban al todoterreno.
—¿De veras? —Bajó la mirada hacia él. Taemin lo estaba observando, adormecido y demasiado bebido.
—De veras —suspiró—. ¿Sabes el dialecto de Busan, Minho? —preguntó de repente.
Minho sintió que se le encogía el corazón de dolor.
—¿Debería? —le preguntó él a su vez, aproximándose al todo-terreno de Jonghyun mientras su hermano se dirigía al coche de Taemin. Por suerte, habían encontrado una llave de repuesto del coche en el taller.
—Quizá no —susurró el menor al tiempo que él abría la puerta del todoterreno y lo acomodaba en el asiento del pasajero antes de colocarse tras el volante y poner el vehículo en marcha rumbo a casa.
Durante el camino, el castaño permaneció callado, mirando fijamente por la ventanilla como si estuviera interesado en el paisaje. Cuando Minho aparcó en el camino de entrada, Taemin miró la casa en silencio con una expresión sombría.
—Algunas veces me siento muy solo aquí —dijo de repente al escuchar que él apagaba el motor.
—No tienes por qué estar solo —replicó Minho con voz ronca, apretando furiosamente el volante con las manos.
—Bueno, eso es lo que parecen pensar Joon y Heechul —suspiró Taemin con la mirada todavía fija en la casa.
Minho hizo una mueca.
—¿Por qué te quedaste aquí después de que él muriera? —inquirió.
Taemin no lo miró, limitándose a seguir observando la casa. El pesar que se reflejaba en el rostro del menor retorcía el alma de Minho hasta dejarlo seco.
Al final, respondió:
—Es mi hogar.
Negando con la cabeza, el pelinegro salió del todoterreno y lo rodeó hasta llegar a la puerta que Taemin comenzaba a abrir. Lo sacó del coche, lo ayudó a recuperar el equilibrio y lo sostuvo mientras se dirigían a la casa.
—No puedes entrar —dijo el castaño.
—Taemin, éste no es el momento adecuado para que empieces. —Minho ya había
tenido suficiente. Suficiente del profundo vacío que lo invadía, del deseo voraz que lo desgarraba.
—Estoy borracho. ¿Piensas aprovecharte de mí? —le preguntó alegremente cuando el alto abrió la puerta y lo empujó al interior.
—Esta noche no. Pero quizás lo haga mañana.
Le dio un beso suave en el pequeño mohín que formaban sus labios y el menor le lanzó una mirada airada.
—Empiezas a significar mucho para mí, Minhyuk. Creo que deberías saberlo.
Minho se sobresaltó al escuchar que él utilizaba su nombre de verdad. Taemin no podía saber lo que decía en aquel estado. Sin duda, se había tratado de un desliz. Sin embargo, un gemido lleno de dolor le desgarró el pecho. Lo había dicho con la misma facilidad que cuando discutía con él. Como lo había hecho años antes cuando estaba enfadado. Como si supiera o intuyera la verdad.
Lo cogió de nuevo en brazos y subió las escaleras con un nudo de emoción en la garganta. Aquel vacío que había sentido durante tanto tiempo, parecía estar desbordado ahora por los sentimientos y las emociones. Por la pena.
Lo depositó sobre la cama, observando cómo apoyaba la cabeza en la almohada y agitaba las pestañas adormilado.
Le desató las botas y las colocó al lado de la cama. Le quitó los vaqueros y, como sabía que él odiaba dormir con medias se las quitó, desabotonó los primeros botones de la camisa dejándola media abierta, ya que por la noches sabía que Taemin solía sofocarse y terminaba desvistiéndose sin darse cuenta.
El menor lo miró.
—Puedes aprovecharte de mí. Prometo no enfadarme.
—Más tarde —le prometió él, sentándose en la cama a su lado.
—¿Vas a abrazarme?
¿Abrazarlo? Deseaba mucho más que eso. Pero no era tan mezquino para negarle un abrazo cuando Taemin le había ofrecido tanto.
Se quitó las botas, se tumbó a su lado y lo estrechó contra sí.
—Tengo pesadillas —susurró el castaño acurrucado contra su pecho.
—Lo sé, cariño. —pasaba los dedos por su cabello.
—Veo sangre —musitó—. Tengo las manos cubiertas de sangre. Y tú estás agachado delante de mí. Eres tú. Pero luego eres Minhyuk y luego tú de nuevo. Entonces Minhyuk se aleja y tú todavía sigues allí. Y, de repente, yo soy tú, y el dolor es horrible. Y todo lo que percibo es a ti pensando en mí. Rogándome que te salve mientras bailo delante de ti y te provoco para que me tomes. Pero no soy yo. Es aterrador, Minho.
Él se estremeció. Dios, Taemin también había padecido aquel infierno.
JiSung no había dejado de tentarle, llevándole hombres y mujeres que se parecían a Taemin. Entonces estaba bajo los efectos del «polvo de afrodita», tan excitado que el dolor le ahogaba, pero, de alguna manera, lo sabía. Sabía que las personas que le llevaban no eran su Taemin.
—No pude salvarlo —murmuró él mientras se quedaba dormido—. El me rogó que lo salvara y no pude hacerlo. —Su voz era ronca por las lágrimas y el sueño—. No pude salvarlo...
Minho inclinó la cabeza sobre la del menor y lo estrechó con fuerza, haciendo que se relajara.
—Lo salvaste —susurró contra su pelo. Taemin no tenía ni idea de lo ciertas que eran esas palabras. El hombre que había sido ya no existía, pero el hombre que amaba a Taemin, que lloraba por él, que había podido soportar el infierno gracias al amor que le tenía, había sobrevivido.
Lo acunó cuando gimió en sueños, lo tranquilizó y lo abrazó. Se quedó mirando la oscuridad, deseando poder llorar él también. Porque Taemin había sufrido en vez de seguir adelante con su vida, tal y como él había pensado que haría. Porque su abuelo había tenido razón. Lo había amado tanto que a veces hubiera jurado que podía sentir su corazón latiendo junto al suyo. Porque sabía que su abuelo no había mentido sobre los ojos. Porque en los recuerdos de la infernal existencia que él había vivido, recordaba haber visto imágenes que no estaban allí.
Estaba en su dormitorio, mirando al espejo, mirando a Taemin. Y parecía que él también había podido ver a través de él el infierno al que le habían sometido.
Tensó los brazos y lo meció contra sí. Inclinó la cabeza sobre del menor y se obligó a respirar a pesar del dolor, a reprimir la agonía que fluía sin control en su interior.
—Taemin —musitó saboreando su nombre.
El mencionado se arqueó contra él. Dormido, sensual, tentador.
—Te he echado de menos, baboo. – dijo medio adormecido.
Minho ignoró la lágrima que le resbaló por la mejilla. Dolor. Pérdida. Taemin sabía la verdad. En lo más profundo de su ser se negaba a ver quién era él, pero lo sabía, porque aquel vínculo entre ellos, su amor, todavía seguía allí. Al haberse mantenido alejado de Taemin, lo había dejado vagando entre la realidad y el infierno. Todavía unido a él, pero solo, enfrentándose a las pesadillas sin él a su lado. Resistiendo a pesar de haber vislumbrado el horror que el pelinegro había experimentado.
Minho había pensado que Taemin no sería lo suficientemente fuerte para asimilar lo que le había ocurrido en aquel maldito lugar. Sin embargo, ahora, tenía la sensación de que era más fuerte de lo que nadie había creído. Quizá, en su corazón, en su alma, Taemin era incluso más fuerte que él.
Sentía calor. Taemin se removió en la cama, casi gimiendo ante el calor que lo envolvía. Minho lo había rodeado con los brazos y apoyaba su cabeza en la de él como Minhyuk solía hacerlo. Quizá fuera un gesto típico. Minhyuk había sido su único amante, así que no tenía manera de saberlo. El brazo de Minho descansaba sobre su delgada cintura, atrayéndolo hacia su pecho y había colocado una pierna sobre las del castaño. Taemin había apoyado la cabeza en su otro brazo, así que no podría liberarse de él aunque quisiera. Pero tampoco deseaba hacerlo. Quería disfrutar de aquel calor. Aferrarse a él. Sin embargo, algo le aguijoneaba la mente, espoleándolo, impeliéndole a despertarse.
Se movió contra Minho sin querer abrir los ojos. Anhelaba quedarse allí. Por mucho que deseara otras cosas, no quería perder aquella increíble sensación de paz.
Pero la mano de Minho comenzó a deslizarse bajo el dobladillo de la camiseta que él todavía llevaba puesta y se apretó contra su vientre. Taemin se desperezó, presionándose con firmeza contra el cálido cuerpo que tenía detrás, y contuvo la respiración, medio suspirando, medio gimiendo al darse cuenta de que no era un sueño.
Se sentía débil y lleno de deseo.
¿Cómo había dicho Lee Joon? ¿Libérate de la tensión sexual y todos los problemas se resolverán por sí solos? Tenía sentido. En aquel momento, envuelto en el abrazo de Minho, con la mano del alto recorriéndole el borde de los boxers, tenía mucho sentido.
—No te muevas. —Ronca y gutural, la voz de Minho retumbó en su oído cuando el menor apretó el trasero contra su gruesa erección.
El pelinegro estaba desnudo. En algún momento de la noche se había desvestido y metido bajo las mantas con él. Taemin se estremeció al pensarlo. Podía sentir la desnuda longitud del cuerpo de Minho detrás de él, fuerte y duro.
Abrió los párpados. Todavía era de noche. La luz del amanecer aún no había entrado en la habitación, y el menor no tenía que enfrentarse a lo que debía o no hacer. Podía limitarse simplemente a sentir.
Volvió la cabeza y acarició con los labios el cuello del alto, justo debajo de la barbilla. El roce de sus labios contra la cálida piel le resultó excitante y erótico. No había sabido hasta aquel instante que un pequeño roce podía proporcionar tanto placer.
—Bésame —susurró Taemin.
Minho se quedó inmóvil. Le presionó la mano contra el estómago y luego le movió la cadera, aferrándolo para mantenerlo quieto.
—No me tientes, Taemin. —Su susurro resonó en la oscuridad, envolviéndolo, invadiendo los sentidos del mencionado.
—Te deseo. —No había sentido deseo desde la muerte de Minhyuk. Pero ahora sí. Lo deseaba con una fuerza que sabía que tendría que analizar más tarde, pero no ahora. En ese momento, iba a experimentarlo, a disfrutar del placer que lo acompañaba.
La tensión creció alrededor de ellos, llenando y calentando el aire de la habitación.
—¿Me deseas? —gruñó Minho, dándole la vuelta. Se inclinó sobre el menor y la sombra de sus anchos hombros llenó el campo de visión de éste—. ¿Me deseas a mí, Taemin? ¿O lo deseas a él?
Taemin llevó las manos a sus hombros y los acarició. Le clavó las uñas, probando sus músculos.
—¿Importa? —le preguntó, sintiéndose inundado por el deseo hacia ambos hombres. Odiaba esa confusión, esa sensación de no saber a qué o a quién trataba de alcanzar—. ¿Te importa?
Minho guardó silencio durante tanto tiempo que Taemin se preguntó si llegaría a responderle.
—No, no me importa —gruñó él finalmente—. Te poseeré, Taemin, y cuando grites mi nombre no tendré ninguna duda de a quién deseas. Pero si esperas que te tome como lo hacía él, te llevarás una triste sorpresa.
—Tú no sabes cómo lo hacía con él—adujo el menor. Alzó la cabeza y le pasó la lengua por el pecho, rozando con la mejilla la piel del torso trabajado del alto—. Tómame como tú quieras, Minho.
Él quería poseerlo con fuerza y dureza. Taemin podía sentirlo. Lo había sabido incluso antes de ese momento. No sería un amante tierno, ni él pretendía que lo fuera. El castaño quería saciar aquella necesidad oscura y salvaje que había crecido en su interior durante los últimos años. El resultado de los sueños oscuros y sexuales, de las pesadillas que lo atormentaban en noches como aquella. Quería satisfacer aquella inquietante e indolente sexualidad. Quería tocarlo.
Estaba cansado de luchar contra sí mismo y contra él. Había deseado a Minho desde el primer día que entró en el taller, provocándolo con su fiera arrogancia. El cuerpo de Taemin ansiaba su contacto. Su corazón, tan roto y desgarrado, deseaba alivio. Sólo un poco de alivio. Sólo durante el tiempo que llevaría saciar el deseo que ardía en él.
—Taemin. —Minho murmuró su nombre y apoyó la frente en la de él—. ¿Sabes lo que me estás pidiendo?
—Te deseo.
Tenía que estar dormido. Allí, en la cama de Minhyuk, en la cama donde su Minhyuk lo había poseído tantas veces, él deseaba a otro hombre.
—Haz que desaparezca, Minho —susurró desesperado—. Por favor, haz que se vayan las pesadillas. El deseo. Deja de torturarme. Tómame o vete al diablo...
La boca de Minho cubrió los anhelantes y hambrientos labios rosas del menor, al tiempo que Taemin lanzaba un gemido salvaje y agónico.
Minho sentía que la oscura necesidad de poseerlo lo presionaba, le consumía los sentidos. Lo besó, deteniéndose el tiempo suficiente para quitarle la camisa por la cabeza.
Estaba dolorosamente duro. Su erección se erguía resuelta y furiosa, y sus testículos estaban tensos por la necesidad de sentir una liberación mayor de la que había encontrado en el pasado con su propia mano.
Luchó por recobrar el aliento y le deslizó la mano entre los muslos, encontrando el miembro del menor duro, caliente y húmedo, por el deseo.
Rodeó la erección y empezó a subir y bajar lentamente para luego aumentar el ritmo, sintiendo bajo sus dedos como iba haciéndose más y más gruesa.
-Ah… ah..- el menor arqueaba la espalda debido al placer que le estaba proporcionando el alto; la otra mano la coló hasta le entrada del castaño. Introdujo un dedo empezando a hacer círculos en su interior. Estaba apretado, se ceñía en torno a su dedo como la primera noche que lo había hecho suyo, hacía ya tanto tiempo.
Le separó las piernas y se ubicó entre ellas, colocándolas sobre sus hombros. Se prometió a sí mismo que lo estimularía más tarde. Habían pasado tantos años... Oh, Dios, tanto tiempo... Meses interminables bajo el yugo horrible de una droga tan potente que la necesidad de follar con su Taemin casi lo había vuelto loco.
La mirada de Taemin estaba clavada en la suya, llena de anhelo, pero su voz resonaba en su mente, deteniéndole.
—Maldita sea. —Minho echó la cabeza hacia atrás para interrumpir el beso y se quedó mirándolo, percibiendo apenas sus rasgos en la oscuridad que los rodeaba—. ¿Tienes alguna idea de cuánto te deseo? —Apretó los dientes y se mordió la lengua.
—Entonces, tómame —jadeó el menor—. Tómame, Minho. Tómame de la manera que necesitas.
Negó con la cabeza y echó los hombros hacia atrás, queriendo aullar de furia.
Quería amarlo, tocarlo, besarlo y saborear cada centímetro de su cuerpo. Minho se estremeció una y otra vez, apretó su duro glande contra la pequeña entrada al cuerpo de Taemin y gimió al sentir la cálida, resbaladiza y dulce humedad con la que lo recibía.
Presionó hacia delante, prometiéndose a sí mismo que sólo sería un momento. Había esperado demasiado tiempo para poseerlo de nuevo. Podía esperar lo suficiente para darle placer a él primero.
También había querido hacerlo el día que Leeteuk los había interrumpido. O el día anterior, cuando Taemin había tomado su semilla, haciéndole alcanzar un placer que estuvo a punto de destruirlo.
Taemin lo deseaba, igual que él deseaba a Taemin. Minho anhelaba darle todo lo que era, y en lo que se había convertido. Empujó un poco más y le cogió las muñecas cuando comenzó a golpearle el pecho, apretándoselas contra la cama mientras lo penetraba. Se detuvo ante las puertas del éxtasis, sintiendo un placer indescriptible en la punta roma de su miembro.
—Di que no ahora —masculló el alto—. Dilo ahora o luego no podrás retractarte. ¿Me has oído?
El castaño alzó la cabeza para mordisquearle los labios.
—Bésame —susurró Taemin—. Bésame mientras me haces tuyo, Minho.
¿Así que no iba a pedirle que se detuviera? ¿Así que no iba a gritar su nombre queriendo decir otro?
—Oh, Taemin —gimió él—. Oh, pequeño.
Le cubrió los labios con los suyos y se permitió saciar el deseo que lo consumía.
Había pasado demasiado tiempo desde que había tenido a Taemin bajo él. Demasiado tiempo desde que había sentido el ardiente placer de sus músculos internos abriéndose para tomarlo, desde que había oído sus gritos bajo sus labios, sabiendo que Taemin sentía la misma oleada de placer que él.
Impulsó las caderas adentrándose en él con firmeza y rapidez, abriéndose paso en su interior mientras el menor se tensaba y se arqueaba bajo él.
Ahogó los gritos de Taemin con los labios, le llenó la boca con la lengua y fundió su cuerpo con el suyo para introducir aún más su erección en la dulce dicha que le esperaba en el interior del menor. Siguió empujando, embistiéndolo, y cuando no pudo soportar ni un minuto más la tortura, echó la cabeza hacia atrás apartando la boca de sus labios y le soltó las muñecas.
Se aferró a las caderas de Taemin y las mantuvo pegadas a su cuerpo al tiempo que se ponía de rodillas. Le alzó el trasero hacia sus muslos y comenzó a moverse con el ritmo duro y controlado que necesitaba.
Minho oyó los sonidos que salían de la garganta de Taemin, pero no le importaron. Sabía que aquellos gemidos roncos, profundos, eran producidos por el placer. Cerró los ojos y su cuerpo se cubrió de sudor mientras sentía el cálido y apretado interior de Taemin, palpitando y ciñéndose en torno a su miembro.
Se hundió completamente en él, incapaz de detenerse, gozando, amando cada penetración con su alma maldita para siempre, ofreciéndole cada furioso centímetro, cada onza de aquella agonizante lujuria que bullía en su interior.
Taemin cerró los puños sobre el edredón tratando de aferrarse a cualquier cosa. Aquellos duros movimientos que colmaban su cuerpo lo estaban llevando al peligroso abismo de la locura. Nunca antes había estado tan excitado. No necesitaba más estímulos. Aquel beso y las embestidas casi brutales con las que lo estaba poseyendo, lo llenaban de un oscuro y seductor placer que nunca antes había sentido.
Taemin jamás había tenido lo que Minho le estaba ofreciendo. Deseo puro y desesperado. Lujuria descarnada. Los rápidos y duros envites lo dominaban, le quemaban como flechas ardientes que atravesaran su cuerpo.
Minho lo tomó con dureza, sin disculparse. Lo hizo suyo como un hombre a punto de perder la cordura, pensando sólo en la liberación que el menor podía proporcionarle. Sólo él. Nadie más. Sólo eso, tomándolo, fundiéndose con él hasta que Taemin gritó su nombre. Gimiendo, suplicando, estallando bajo él cuando sintió que el orgasmo lo alcanzaba en una brutal oleada de turbadoras sensaciones.
Se sintió devastado. Como si la estimulación previa hubiera sido eterna, cuando, de hecho, no había existido. Como si el pelinegro hubiera estado jugando con él sin piedad, empujándolo más y más alto, hasta que se sintió flotar. Se movió sensualmente bajo su cuerpo, sintiendo que Minho emitía un gemido hambriento y eyaculaba en su interior mientras seguía embistiéndolo y pidiéndole más.
—¡No es suficiente! —El gruñido de Minho rasgó el aire.
Se retiró de Taemin y lo hizo girar sobre su estómago para luego atraer su trasero hacia sí. Volvió a penetrarlo de inmediato, haciéndole arquearse con unos envites profundos, incorporándolo hasta que el castaño lo sintió contra la espalda. Entonces Taemin estiró los brazos hacia atrás y le sujetó el cuello al sentir sus manos sobre él, recorriéndole todo el cuerpo. Minho le acarició los muslos y el vientre mientras lo hacía suyo sin piedad, sus manos viajaron por su pecho y le pellizcó los pezones con los dedos, bajó separándole más los muslos, meciéndolos a ambos sin dejar de penetrarlo con rápidos movimientos.
El calor los envolvió y los atravesó, hasta que los gritos de Taemin rasgaron el silencio de la noche.
—Ah... eres tan… estrecho —gimió Minho, deteniéndose con la respiración jadeante—. Tan dulce y apretado. Muévete contra mí, Taemin. Enséñame cómo te gusta.
El menor obedeció y empujó las caderas hacia atrás, rotándolas, levantándolas y bajándolas. Se retorció contra él y no pudo evitar jadear al sentir los labios de Minho en su cuello y sus dientes mordiendo su piel.
—Dímelo —le susurró Minho roncamente al oído, al tiempo que sus manos se aferraban a las caderas del castaño—. ¿Cómo te gusta? ¿Duro? —Se enterró en su interior profundamente—. ¿Lento? —Se retiró un momento y luego volvió a llenarlo con un movimiento lento y palpitante que lo hizo gemir en protesta.
—Duro —confesó Taemin—. Lo deseo duro y rápido... Lo sabes.
El menor se estremeció violentamente entre los brazos del alto, temblando por la necesidad de alcanzar el orgasmo de nuevo al sentir que Minho bajaba una mano y comenzaba a deslizar las yemas de los dedos sobre su miembro, tomándolo luego de forma brusca subiendo y bajando por toda su extensión.
La tensión creció incontrolable de nuevo en el interior de Taemin, desgarrándolo con unas punzadas de ardiente y doloroso placer cuando Minho volvió a mover las caderas con dureza y rapidez.
El pelinegro le apartó los brazos de su cuello y lo empujó por los hombros con una mano, haciendo que se inclinase sobre la cama. Los movimientos se volvieron más salvajes, más descontrolados. Sus cuerpos, húmedos y calientes, se unieron una y otra vez. Los sonidos de sus movimientos, de sus gemidos y sus gritos se hicieron desesperados cuando el climax los hizo estallar con una detonación silenciosa de insoportable placer.
Taemin se quedó sin respiración. Sólo podía arquearse y abrir los ojos totalmente aturdido, mientras un gemido escapaba de sus labios y su cuerpo volaba libre hacia el éxtasis más puro, expulsando su semilla sobre la mano del mayor y las sabanas de la cama.
A su espalda, Minho se quedó rígido y gritó con fuerza, haciendo resonar en el aire algo que podía haber sido su nombre o una maldición mientras se derramaba en su interior otra vez. La cálida eyaculación hizo que Minho se estremeciera de pies a cabeza y que otra oleada de placer los inundara por completo antes de remitir, lenta y suavemente, y los hiciera caer temblorosos sobre la cama.
Minho se quedó tendido a medias sobre el castaño, aún duro en su interior. Los corazones de ambos retumbaban en sus pechos y, cuando el agotamiento se apoderó de ellos, Taemin se dejó llevar hasta que creyó oír algo que sabía que no podía haber escuchado.
—Norul saranghae.
Abrió los ojos y parpadeó, escuchando, tenso y lleno de miedo. Pero no oyó nada más. Las palabras se habían desvanecido, igual que los sueños habían desaparecido para siempre, igual que la esperanza la había abandonado hacía ya mucho tiempo.
Sin embargo, Minho todavía estaba allí.
Se arrastró sobre el menor, lo envolvió en sus brazos, y unos minutos más tarde, Taemin lo sintió respirar lentamente, como si se hubiera quedado dormido.
En silencio, Taemin se quedó mirando la oscuridad, parpadeando para hacer desaparecer las lágrimas mientras se aferraba al brazo que le rodeaba el estómago y que lo estrechaba contra el otro cuerpo.
—Para siempre —susurró el menor. No fue más que un suspiro, demasiado leve para que nadie pudiera oírlo.
Pero ya no existía un para siempre. Se le escapó una lágrima, silenciosa e inútil, porque las lágrimas no curaban y, finalmente, se dejó llevar por un sueño que jamás había creído volver a conciliar. El sueño reparador que sólo había alcanzado en los brazos de su Minhyuk y que ahora volvía a alcanzar en los brazos de otro.
A su espalda, Minho permaneció quieto y en silencio. Totalmente inmóvil. La tristeza y el dolor en la voz de Taemin le habían provocado una agonía en el alma que casi le dejó sin respiración.
Lo abrazó, lo sintió, y en su interior, aquel vacío desgarrador que una vez había sido su alma, lloró con él.
*****************************************
Coments?? Nos estamos leyendo!!! Si editan apartos el fin de semana subo!! si no! pues no! xD~ kekekeke n_n bye ~
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
klsngfklbsfkasbkdfjsw NO PUEDE SER QUE YA ESTEN EN ESTA PARTE!!!!
NO ME HAS DADO NADA HACE MESES TTOTT
buuuuuuuu creo que ya me van a alcanzar ;o; y yo que pense que faltaba un monton para eso
en fin como te dije cuando me lo pasaste me dio muchisima pena Tae, sufre porque cree que traiciona a Minho y ese babooo no le dice nada me da colera!
y bueno ya como dice joon la tension sexual va a desaparecer( hahahahaha mentira xD es solo el comienzo tae no se va aa resistir)
no tengo que decir mucho del lemon ;o; no se que decirte solo que fue ¿apasionado? creo que la palabra queda corta xD practicamente los dos han entregado mucho por mas que lo hayan hecho en un comienzo por lujuria los dos se aman!
bueno esperare actua, cuidate bye bye!
Última edición por Nina_Lee el Miér Ago 01, 2012 12:10 pm, editado 1 vez
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Wooooraleeeee siiiii por fiiin fatwvsuajfrafssb
Inche 2miin solo me hace sufriir perooo siii k se venga
Lo buenooo o siii o yeahhh lemon lemoon hahahaha
Siii te voii a morder por k miii no tener la culpa de k las
Demas onnies no ediiten >.> asiii k kiiiero actuuu el fiin
Xfiis siino luego entras a la escuela ii todo valliio sorbete!!
Mmmm quedan muchos capiitulines??? Gasgqvashv
Kiiero mas lemooon muiii buenooo el capiitulo ahhh inche
Minho k ya le diiga a Taeminnie solo me lo hace sufriir
Inche 2miin solo me hace sufriir perooo siii k se venga
Lo buenooo o siii o yeahhh lemon lemoon hahahaha
Siii te voii a morder por k miii no tener la culpa de k las
Demas onnies no ediiten >.> asiii k kiiiero actuuu el fiin
Xfiis siino luego entras a la escuela ii todo valliio sorbete!!
Mmmm quedan muchos capiitulines??? Gasgqvashv
Kiiero mas lemooon muiii buenooo el capiitulo ahhh inche
Minho k ya le diiga a Taeminnie solo me lo hace sufriir
my_shinee
El flamante~... Choii Miinho~
218
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
el final me hizo llorar a mi también.
Claro que el interior de Tae siempre supo que era Minhyuk, sus almas se sienten y están unidas.
Dios que capitulo tan fogoso, lleno de pasión y lujuria pura, por que un acto de amor puro no fue, lo hicieron por calientes jaja, aun que algo de amor hubo XD por que se aman, aun que Tae aun no lo sepa.
lo ame.
cuídate mucho nos estamos leyendo.
PD: nee no me explotas para nada jeje, me alego que te haya gustado el shot, tenia mis dudas sobre el por ser un Taeho, pero desde hace tiempo tenia ganas de hacer uno, y se me hizo la oportunidad perfecta :D
Claro que el interior de Tae siempre supo que era Minhyuk, sus almas se sienten y están unidas.
Dios que capitulo tan fogoso, lleno de pasión y lujuria pura, por que un acto de amor puro no fue, lo hicieron por calientes jaja, aun que algo de amor hubo XD por que se aman, aun que Tae aun no lo sepa.
lo ame.
cuídate mucho nos estamos leyendo.
PD: nee no me explotas para nada jeje, me alego que te haya gustado el shot, tenia mis dudas sobre el por ser un Taeho, pero desde hace tiempo tenia ganas de hacer uno, y se me hizo la oportunidad perfecta :D
Noreri94
minho
1304
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
oh que lindo ashh me quede asombrada con todo esto ashh primero mostrando u 2min expresados en palabras y cariño mostrandose en verdad y luego un 2min lemoso y bien pervert pero con mucho sentimiento taemin le demostro su otro lado a minho y minho tambien ashh byee y porfavor actualiza pronto
mitaemin
taemin
609
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
:WOW: :Waa: :WOW: :Waa: :WTF: :OHYEAH: :eaea:
aaahh... me encanto ewste capitulo aaahh... porfin despues de tanta espera XD ahhh.... todavia estoy emocionada me encanto aahh.. creo que ya lo dije
bueno al principio pense que no pasaria nada y que solo dormirian pero cuando taemin le dijo que no se enojaria wooo... eso provoco a minho y me encanto fue asdfgas y lo demas wooo... aaahh... no se que mas decir bueno me voy a leer el otro capitulo ^^
Última edición por shineebrillosita el Miér Ago 08, 2012 10:09 pm, editado 1 vez
shineebrillosita
♥TAEMIN♥
1560
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
omo esta geniall el debe saberlo sin que se lo diga minhoo.. gracias saludos
Damsanm
onew
1008
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
Hasta que se le hizo a Minho que
nomas le calentaban el boiler y
Taemin que no se bañaba ... ahh tan salvajon
DIOS SANTO!!lo que provoca el alcohol
Dejarte amar por fin por Minho -w-!! (me quiero emborrachar tambien )
Acaba de leer el cap 10 ayer pero no comente ,
venia a eso y mire cap 11 ahhh!!
Gracias por los cap. nena :)
nomas le calentaban el boiler y
Taemin que no se bañaba ... ahh tan salvajon
DIOS SANTO!!lo que provoca el alcohol
Dejarte amar por fin por Minho -w-!! (me quiero emborrachar tambien )
Acaba de leer el cap 10 ayer pero no comente ,
venia a eso y mire cap 11 ahhh!!
Gracias por los cap. nena :)
freyashirou
Minho
357
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
por finnnnnnnnnn! hasta que se pudieron desahogar :KEKE:
aunque me dio penita este capo >.> pobre Tae que sigue sufriendo tanto por el tarado que tiene justo al lado XD
yaaa minho deja de joder y dile a Tae la verdad!!! :POW:
solo espero que no tenga que pasar nada tan drastico para que minho se decida a decir quien es >.>
wuooooooooooooooo lo ame!!
espero ansiosa el proximo capi :MUA:
aunque me dio penita este capo >.> pobre Tae que sigue sufriendo tanto por el tarado que tiene justo al lado XD
yaaa minho deja de joder y dile a Tae la verdad!!! :POW:
solo espero que no tenga que pasar nada tan drastico para que minho se decida a decir quien es >.>
wuooooooooooooooo lo ame!!
espero ansiosa el proximo capi :MUA:
HannaSHINee
Onew-Jonghyun-Key-Minho-Taemin
146
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
:Waa: siiiiii yeaaaaa :eaea:
porfinnnn unnnieee te adorooo
fue woooo me kise llorar de la emocion pero como estaba
en frente de mis papas cuando lo estaba leyendo no lo hice XD
dioosss fue tan @//w//@ moria de emocion
me dio mucha risa lo primero k estaban todos borrachos despotricando contra todos hahaha y lo de las orejas y k se empezaran a reir yo reí con ellos hahahah
aunke me dio penita lo del todterreno k se sentia solo y k era su hogar TTwTT
diosss este lemon perverit, salvaje, lleno de deseo oooo
estaba demaciado exiatdos y k minho se corriera dos veses y todavia seguia duro diosss @//w//@ se demostraron el lado salvaje k no conocian el uno del otro aunke al final si me dio tristeza como se puso tae y minho ashh es k este babo no se dio cuenta k tae tambien era fuerte y le oculto todo
uniiee en verdad muchas gracias x la act. ya no eres mala esres buenisimaaa
pero uniieee my_shinee tiene razon nosotras no tenemos la culpa k las unnies no editen sus apratorsss ;3; esperamos actu pronto gracias unieee
porfinnnn unnnieee te adorooo
fue woooo me kise llorar de la emocion pero como estaba
en frente de mis papas cuando lo estaba leyendo no lo hice XD
dioosss fue tan @//w//@ moria de emocion
me dio mucha risa lo primero k estaban todos borrachos despotricando contra todos hahaha y lo de las orejas y k se empezaran a reir yo reí con ellos hahahah
aunke me dio penita lo del todterreno k se sentia solo y k era su hogar TTwTT
diosss este lemon perverit, salvaje, lleno de deseo oooo
estaba demaciado exiatdos y k minho se corriera dos veses y todavia seguia duro diosss @//w//@ se demostraron el lado salvaje k no conocian el uno del otro aunke al final si me dio tristeza como se puso tae y minho ashh es k este babo no se dio cuenta k tae tambien era fuerte y le oculto todo
uniiee en verdad muchas gracias x la act. ya no eres mala esres buenisimaaa
pero uniieee my_shinee tiene razon nosotras no tenemos la culpa k las unnies no editen sus apratorsss ;3; esperamos actu pronto gracias unieee
ggaabbyy2
taemin
113
Re: -:- Bajo la piel del deseo -:- 2min -:- Cap 24 - 25
OMG OMG OMG!!!!! por fin cayó!!
asldkjs soy feliz T_______T
Pero pero pero pero pero askjds pobre Tae la ha de estar pasando dificl, si solo supiera que su amado minhyuk es minho u.u
Pero pero si supiera lo más seguro es que regresara a ser como era antes, delicado y casi sirviente y noooooo D: no quiero eso, es lo que me gusta de minho que deja y da oportunidad de ser a Tae como quiere, porque Tae no espera nada de el y minho... bueno minho es un pervertido xDD
skdjhka me gusto, lo veniamos esperando esto desde que comenzo *---*
Aunque, la verdad me gusta más cuando se desarrolla más la historia xDD askdjh pero fue un paso enorme para Tae!! por fin puede "seguir" aunque creo que es trampa pero ksdajdhs ya me callo xD
nos leemos~
asldkjs soy feliz T_______T
Pero pero pero pero pero askjds pobre Tae la ha de estar pasando dificl, si solo supiera que su amado minhyuk es minho u.u
Pero pero si supiera lo más seguro es que regresara a ser como era antes, delicado y casi sirviente y noooooo D: no quiero eso, es lo que me gusta de minho que deja y da oportunidad de ser a Tae como quiere, porque Tae no espera nada de el y minho... bueno minho es un pervertido xDD
skdjhka me gusto, lo veniamos esperando esto desde que comenzo *---*
Aunque, la verdad me gusta más cuando se desarrolla más la historia xDD askdjh pero fue un paso enorme para Tae!! por fin puede "seguir" aunque creo que es trampa pero ksdajdhs ya me callo xD
nos leemos~
mondrisT
KEY
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