—La cama es demasiado grande, así que Taemin dormirá conmigo— anunció el editor.
—¡¿Qué?! Eso no es justo— se quejó Jonghyun; —¿entonces para qué fue el jueguito ese?—
—Vas a tener que aprender que, al final, se hace como Key quiere— exclamó el alto, mientras se acomodaba entre las sábanas de su improvisado lecho en el suelo de la pequeña sala, al pie del sofá.
El fotógrafo, aventó su almohada en la que sería su cama.
—No sé de qué te quejas, si tú tienes el sofá— complementó el modelo.

Taemin y Key se retiraron a la habitación y pagaron las luces, en instantes, Jonghyun cayó rendido al sueño; la caminata lo había dejado exhausto.
Minho miraba el techo; rozó con las yemas de sus dedos sus labios; no lo imaginó, Taemin le había correspondido ese beso, sonrió feliz; ahora más que nunca debía ser perseverante.

—Minnie, ya duérmete— advirtió Key.
—Estoy dormido—
—Te conozco, ¿algo te sucede? — el editor giró para encontrarse cara a cara con Taemin.
El pelirrojo suspiró; no iba a poder ocultárselo por mucho tiempo a su muy observador e intuitivo amigo; —Hyung…—
Kibum se incorporó y se apoyó sobre su codo para poder observar mejor al menor, sabía que cuando usaba el “hyung” era porque algo le preocupaba y quería platicar de algo serio; —dime—
—¿Estarías de acuerdo si… si… Minho y yo…?— bajó la mirada.
—Minho es buen chico; si tuviera que escoger uno para ti, él sería de los primeros en la lista; pero…—
—Pero…— la última palabra despertó la curiosidad de Taemin.
—Pero debes tener en cuenta que, por el medio en el que se desenvuelve, él es el centro de atención… atención que se puede tornar molesta y prestarse a malos entendidos—

El pelirrojo se acomodó nuevamente en la cama y clavó la mirada en el techo.
—Respondiendo a tu pregunta; sí estoy de acuerdo— complementó Key; —nada me haría más feliz que ver de nuevo a mi niño enamorado— sonrió con emoción.
—¿Enamorado?... creo que… todavía no lo estoy…— susurró.
—Pero podrías estarlo pronto; no dejes que el pasado te impida tener un bonito futuro; ¿de acuerdo?— el editor acarició el pelirrojo cabello de su amigo; —ahora vamos a dormir, sino mañana tendremos unas horribles ojeras— Key arropó al menor y luego se acomodó; —buenas noches Minnie—
—Buenas noches. Gracias, hyung—

—Es una hermosa mañana para que sigan ahí echados— Kibum se encontraba en la pequeña sala tratando de despertar a Jonghyun y a Minho.
—Las tiendas no se van a ir a ningún lado— contestó el fotógrafo y se envolvió entre las sábanas; el otro ni siquiera se movió.
—¡Levántense! No vinimos hasta aquí sólo para dormir— respondió y luego salió de la cabaña.

Instantes después, Taemin hizo su aparición y se dirigió al enorme capullo que yacía en el suelo; se arrodilló y lo sacudió suavemente.
—Hey… Minho, despierta— susurró; pero no obtuvo respuesta.
Intentó de nuevo; —Vamos, levántate—
—No— exclamó el modelo debajo de las pesadas sábanas— mejor quédate a dormir conmigo—
Las mejillas del menor se tiñeron de rojo, pero pretendió no haber escuchado y siguió sacudiéndolo; —vamos, no querrás que Key se enoje, ¿cierto?— se puso de pie y salió de la cabaña.
Casi al instante, Minho se levantó y lo primero que hizo fue jalar las sábanas de quien yacía en el sofá; este se aferró tan fuerte a ellas que cayó al suelo.
—¡Hey!— exclamó Jonghyun al sentir su espalda impactarse.
—Lo… lo siento— rió el alto; —pero debemos levantarnos ya; no querrás ver a Key enojado—

Minutos después, Taemin y Key llegaron con un par de vasos de café.
—Aquí tienen— exclamó el menor y se los ofreció.
—¿No vamos a ir a desayunar?— preguntó Jonghyun.
—Después del alboroto que armó anoche Keroro, no creo que sea conveniente salir— respondió Key.
—Te lo traté de advertir— se defendió el acusado.
—Pero fue divertido verlos correr— intervino el fotógrafo; —además nosotros no tenemos nada que ver, él que se quede encerrado; vamos por algo de comer, tengo hambre—
—Tienes razón— argumentó Key; —nosotros sí podemos salir—; Jonghyun sonrió triunfante, pero se borró en instantes cuando el editor complementó; —aún nos quedan muchos lugares por recorrer—
Los otros dos estallaron en carcajadas.

—No deberías comer tan rápido; te puede hacer daño— exclamó Key al ver cómo el otro engullía un sándwich, parecía como si se lo fueran a quitar.
—Es quem temgom hambre—
—¿Qué?— levantó las cejas, no había entendido.
—Que tengo hambre—
—Vaya, ¿y adonde te cabe tanta comida?—
—Mi hermana suele decir que tengo una pierna hueca— respondió Jonghyun mientras cortaba sus hot cakes; luego miró las papas fritas de Key; —¿te las vas a comer?—
—Ya no; verte comer tanto me dejó sin apetito— se las ofreció; —pero está bien, come suficiente, ya que no nos iremos a casa hasta que hallamos recorrido todas las tiendas de ropa—
—Entonces tendré que pedir para llevar— Jonghyun intentó reír ante su propio comentario pero la comida en su boca se lo impidió, y en vez de eso, se puso a toser, Key de inmediato lo auxilió.

Mientras tanto; Taemin y Minho habían salido de la cabaña, era relativamente temprano, por lo que no había mucha gente en la calle, además trataban de pasar por los lugares menos concurridos. Se dirigieron a la playa y caminaron por el muelle, se sentaron, Taemin comenzó a balancear sus pies.
—Sobre lo de anoche— el pelirrojo habló, el alto lo miró atento; —dijiste que no cuestionarías mi pasado; sin embargo, yo quiero compartirlo contigo—
El alto tuvo una sensación cálida en el pecho, Taemin lo había aceptando.
—Hace años, conocí a una persona, era un par de años mayor, sin embargo nos llevábamos de maravilla. Nos enamoramos, estuvimos juntos por más de un año; pero decidió seguir sus sueños, para ello tenía que viajar— hizo una pausa; —yo quería ir con él; pero dijo que eso sería egoísta, que yo debía seguir estudiando. No sabía si odiarlo o no; llegué a pensar que no me quería a su lado—; sonrió; —Key siempre estuvo escuchando y aconsejándome, creo que sin su presencia, tal vez estuviera amargado—
Ahora varias cosas tenían sentido para Minho; las amenazas y la sobreprotección de Kibum tenían una razón.
—Tal vez sea algo tonto, algo sin sentido, pero sólo quería que lo supieras— concluyó Taemin.
—Gracias—, exclamó Minho; el pelirrojo lo miró sin comprender; —gracias por confiar en mí— lo tomó de la mano; Taemin no se resistió, por el contrario, buscó entrelazas sus dedos.

—Ya casi son las tres de la tarde, debemos volver— exclamó Jonghyun con una clara expresión de cansancio.
Key miró su reloj de pulsera, luego contestó; —bien, entonces hay que llevar algo para de comer—
Así lo hicieron y luego se dirigieron a la cabaña; después de almorzar tenían planeado regresar a la ciudad.

—¿Dónde andaban?— preguntó Key al ver a Taemin y a Minho llegar unas minutos después que ellos.
—Salimos a dar una vuelta, no siempre podemos visitar una playa como esta— respondió Minho, la mirada de Key viajó del rostro del modelo hasta su brazo, entonces notó que sostenía la mano de Taemin.
El editor no pudo evitar dar un par de pasos hacia atrás y abrir grande los ojos; —¿No me digan que ustedes…?— antes de terminar de formular la pregunta; Minho y Taemin intercambiaron miradas y luego le sonrieron a Key y afirmaron.
—Choi Minho, si te atreves a…—
—Key— intervino Taemin; —creo que puedo cuidarme solo—
El nombrado suspiró, era obvio que sus regaños y amenazas estaban de más; después de todo, la noche anterior él mismo le había dado ánimos a Taemin, sonrió —Me alegro mucho por ustedes— los abrazó fuertemente al mismo tiempo; —pero con que…—
—¡Hyung!— exclamó Taemin y frunció el seño.
—Esta bien, ya no diré nada más. Mejor entren, vamos a comer antes de que Jong se acabe todo el ramen que trajimos—
—¿Jong?— preguntó Taemin; —¿ahora así le dices?—, hizo un puchero —¿ahora tendré que compartir a mi umma?— él y Minho rieron.
Key no se quedó atrás y también contestó; —y yo… ¿tendré que compartir a mi niño?— de inmediato los otros dos se sonrojaron.
Era de esperarse, Kibum nunca perdía, siempre era ocurrente con sus comentarios.

De regreso, en el autobús, Jonghyun cayó rendido al sueño.
—¿Pues a cuantas tiendas habrán ido?— preguntó Minho.
—Lo que pasa es que es nuevo en esto— agregó Taemin.
—Más vale que se acostumbre si desea llevarle el paso a Key—
—Al menos ya no seremos nosotros quienes carguen con todo eso— rieron, ya que el fotógrafo yacía entre las bolsas del editor.