Dolor, era lo único que podía sentir, un terrible dolor de cabeza después de haber pasado el que consideraba como el peor de sus días, Kim Kibum, de 19 años de edad, comenzaba a despertarse debido a los molestos rayos del sol que golpeaban su hermoso rostro, luego de tanto llorar, se preguntaba si acaso se habría quedado dormido del cansancio, y se estiró aún sin abrir los ojos, esperando encontrarse con la suavidad de su cama, sin embargo, se sorprendió al sentir la sólida tierra bajo su cuerpo, por lo que no tardó nada en abrir los ojos y levantarse súbitamente, quedándose atónito ante lo que sus ojos vieron.

– ¿Qué demo…? –Fue lo primero que se le ocurrió decir, sin poder siquiera terminarlo porque estaba demasiado ocupado observando el paisaje, acompañado de infinidad de árboles a su alrededor, Kibum estaba asombrado con la cantidad de colores que éstos tenían, frutos que jamás había visto en su vida, y un cielo tan claro y tan azul sobre su cabeza, que no había duda de que estaba en otro lugar, ésa sin duda no era su contaminada ciudad. No obstante, cuando bajó la mirada para observar lo que llevaba puesto, dejó a un lado todo lo que había visto y gritó como si un león estuviera a punto de comerlo–. ¡Ahhhh! ¡No pude ser! –Se revisó desesperado–. ¡Estoy usando la misma ropa de ayer!

– ¡Felicidades Virgo! –Escuchó de pronto una voz emocionada a sus espaldas, sobresaltándose un poco mientras se giraba en dirección a quien lo había llamado. Casi se desmaya ahí mismo al ver que era un megáfono volador de color naranja, que hablaba libremente sin necesidad de que alguien lo sostuviera–. ¡Eres el primero en despertar!

– ¿Virgo? ¿Pero qué es esto? –Dijo entre risas nerviosas, aún no reaccionaba por completo, sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que lo hiciera, y se alterara tal y como era lo normal–. ¿Dónde estoy? ¡No recuerdo nada, ¿c-cómo llegué aquí!?

–Tranquilo, las respuestas llegarán, todo a su tiempo –Contestó la extraña voz proveniente de aquel altoparlante–. Esta tierra preciosa, o sea todo lo que ves aquí, se llama Raissel, ¡y tú no puedes salir de Raissel a menos de que ganes un pequeño y entretenidísimo juego! –Kibum abrió la boca, a punto de hablar, pero fue interrumpido por esa excéntrica voz–. No te preocupes, el lugar es muy acogedor, seguramente al final preferirás quedarte y no regresar nunca a tu aburrido mundo, puedo apostar mi hermosa voz a que lo harás.

– ¿Hermosa voz? –Cuestionó por lo bajo de modo sarcástico, y luego agregó alzando el tono–. Espera, ¿qué clase de juego…?

– ¡Eso tienes que descubrirlo por ti mismo! –Contestó entusiasmado el megáfono, justo antes de que un sobre color plata saliera disparado de él, como si lo hubiera escupido–. Lo primero que tienes qué hacer es resolver un acertijo.

– ¿Eh?, pero… –Kibum lo atrapó aún sin levantarse del suelo, y bajó la mirada para analizarlo con curiosidad.

– ¡Suerte Virgo!

– ¡Aguarda! –Gritó al alzar la vista, queriendo detenerlo con los ojos, sin embargo, el altoparlante ya había desaparecido, provocando que el muchacho renegara en su soledad, mirando ése sobre color plata por segunda vez, y haciendo un puchero mientras le decía a la nada–. No me gustan los acertijos –Curioso y enojado, Kibum abrió con cuidado aquel sobre, el cual tenía una pequeña hoja de papel blanca, cuyo contenido decía lo siguiente:

Al ir parece que viene, y al venir es que se va, es tímido pero complicado, si estás seguro tú lo podrás encontrar

– ¿Qué? –Dijo rápidamente con el ceño fruncido–. ¡Aishh, no entiendo nada! –Y se dejó caer por segunda vez sobre el suelo, mirando hacia arriba y cuestionándose cómo rayos había llegado ahí, aún no se creía todo ése cuento del juego, le recordaba a varias películas que había visto, por eso no podía creerlo, comenzó a jugar con el sobre que le había sido entregado antes de tomar valor y decidirse a aventurar, duró varios minutos así, pensando y haciendo nada a la vez, cuando de pronto, escuchó unos pasos acercándose hacia él, se asustó y se levantó de inmediato, buscando con la mirada lo que había causado ése sonido, le aterraba el hecho de pensar que estaba ahí él solo, así que cuando descubrió lo que había causado ése ruido, se sintió de lo más aliviado.

– ¡Ah!, ¡Civiles! –Era un chico, de bonitos ojos y brillante sonrisa, que al ver a Kibum no dudó ni un momento en ir a abrazarlo, alegre por haber encontrado a alguien igual a él, lo estrujó mientras pequeñas lagrimillas parecían salir de sus ojos–. Me siento a salvo ahora –Dijo con cierto dramatismo, mientras que Kibum era incapaz de ocultar su cara de sorpresa por tan repentino acercamiento.

–Sí sí, yo también me siento a salvo –Exclamó con tono antipático, separándolo de su cuerpo mientras añadía–. ¿Ahora podrías explicarme de qué diantres se trata esta maldita broma?

– ¿Broma? –Musitó el muchacho–. ¿Te parece que yo lo sé? Corrí hasta ti pensando que podrías ayudarme, y al parecer tampoco sabes nada.

– ¡Pues claro que no! –Gruñó Kibum, dejándose llevar por su desesperación, y tomándolo del cuello de su camisa para alzarlo un poco–. Además no estoy de humor para bromas Niño, quiero que me digas dónde diablos estamos.

– ¡No soy ningún niño! –Contestó el chico de ojos risueños a pesar de su rostro enojado por el tono del desconocido que le sostenía–. ¡Y ya te dije que estoy igual que tú!

Kibum se dio cuenta de lo agresivo que estaba siendo, y lo soltó rápidamente, para después agacharse hasta quedar sentado de nuevo en el suelo, suspirando con cansancio, estaba incluso harto de sí mismo.

–Perdona, lo siento –Se disculpó tocando su frente–, ayer no tuve un buen día, estoy frustrado.

–Me doy cuenta –Susurró el joven, clavándole la mirada a su acompañante, sin embargo, pronto pudo notar el sobre de color plata que llevaba en las manos–. También te dieron uno –Dijo con cierto asombro, Kibum tardó un poco en entender a lo que se refería.

–Oh sí –Dijo mirando el sobre, y tomándolo para enseñárselo al recién llegado–, no entiendo ni una pizca de lo que dice…

El chico lo tomó y lo leyó rápidamente, comentando lo siguiente una vez terminó.

–El tuyo parece más difícil que el mío –Sacó su sobre color rojo, y se lo entregó a Kibum para que leyera su acertijo.

Envuelto en una lana de seguridad, tan valiente y atrevido, será capaz de llevarte a la verdad, agudiza tu sentido, tú lo podrás ubicar

–Qué rima tan ridícula –Comentó riendo Kibum, e irónicamente, justo después una pequeña piedra le golpeó la cabeza, una piedra pequeña pero dolorosa–. ¡Auch! –Se llevó la mano allí para sobarse, mientras decía–. ¿Oye no sientes tú también como si, no sé, estuviéramos siendo vigilados? –Se dirigió a su acompañante alzando el tono en las últimas palabras, como si le estuviera hablando a algo o alguien que no estaba precisamente en cuerpo presente allí.

–Por supuesto –Dijo el muchacho, mirando hacia todas las partes que le eran posibles–, el altoparlante volador debe estar escondido en algún lado.

–Sí –Respondió Kibum, echándose a reír con ironía justo después–. No puedo creer que esté hablando de esto.

–Yo tampoco –Murmuró su acompañante, sonriendo al ver que ése chico histérico estaba al menos un poco más relajado–. ¿Cómo te llamas?

–Kim Kibum –Contestó, a pesar de que era una persona muy suspicaz, ése chico le transmitió cierta confianza, así que le dijo su nombre real, y lo que es más, incluso se interesó por el suyo–. ¿Y tú?

–Lee Jinki –Respondió él–. Pero todos me dicen Onew, mucho gusto Kibum –Le dio la mano, a lo que el otro respondió con elegancia.

–Mucho gusto… ¿Onew? Vaya, eso suena original.

–Eso creo… –Murmuró Onew, Kibum estaba a punto de hacerle otra pregunta, cuando de repente, escucharon el crujido de unas ramas cerca de ellos, y se giraron rápidamente para ver de qué se trataba, un poco más tranquilos, no se sorprendieron mucho al ver a un chico rubio acercándose hasta ellos de una forma un tanto singular, estaba tratando de zafarse de unas lianas provenientes de un par de árboles, y en su esfuerzo por salir de ahí, se resbaló y cayó en picada al suelo luego de dar un giro sorpresivo, provocando en Onew una sonrisita alegre, y en Kibum un arqueo irónico de cejas.

– ¿Quién te crees tú? –Exclamó él queriendo reír.

– ¿Tarzán? –Complementó Onew, riendo por la caída de ése chiquillo, quien simplemente se levantó y les dedicó una sonrisa llena de nervios.

–Sería más fácil si lo fuera –Comentó, mientras que Kibum se acercaba a ayudarle a incorporarse–. Sabía que había más chicos aquí –Agregó feliz, Kibum por su parte, en lugar de interesarse en lo que decía o preocuparse por saber su nombre, tomó rápidamente el sobre color blanco que ése chico llevaba en un bolsillo de su chaqueta, lo abrió y leyó el contenido inmediatamente.

La naturaleza y la belleza de una fémina, una actitud atrayente, abre bien los ojos, puede ser la llave de tu corazón trascendente

– ¡Ahhhh!, ¿por qué sigo sin entender? –Refunfuñó Kibum.

–No te preocupes, yo tampoco lo entendí –Compartió el rubio, a quien Onew observaba detenidamente.

– ¿Cuál es tu nombre? –Le preguntó.

–Lee Taemin –Dijo sin dudar ni un segundo, nada parecido a Kibum, quien lo pensó mucho, ése chico era sin duda inocente.

–Oh, yo soy Lee Jinki –Se presentó–, pero me puedes decir Onew, y él es Kim Kibum, acabamos de conocernos.

–Oh, es cierto –Exclamó Kibum, dirigiéndose a Taemin–. Mencionaste que sabías que había más chicos aquí, ¿por qué dirías algo como eso? –Se acercó peligrosamente al chiquillo, como si tratara de intimidarlo con la mirada para que fuera sincero, lo único que provocó fue que el niño se pusiera nervioso. Entonces Kibum pudo notar esa inocencia en su rostro.

–Po-porque cuando desperté… –Dijo asustado–… caminé y había dos chicos que aún no habían despertado, supuse que había más, así que quise caminar más lejos.

–Ah, ya veo –Musitó Onew–. Ahora entiendo por qué no te sorprendiste al vernos.

– ¿Cuántos años tienes? –Preguntó Kibum con curiosidad, no había dejado de analizar su rostro de bebé.

–17 –Contestó el muchacho.

–Lo supuse –Murmuró Kibum con emoción, como si hubiera descubierto la clave para salvar al mundo, a lo que Onew agregó alegremente.

– ¡Yo tengo 21!

–De ti no lo supuse, ¿cómo es posible? –Exclamó Kibum sorprendido, y el que lo había llamado niño ¡si era incluso más grande que él! Onew no hizo más que esbozar una dulce sonrisa, ciertamente le agradaba la idea de parecer más joven.


Mientras tanto, a una distancia considerablemente cercana, un chico alto y apuesto, se hallaba sentado sobre el frío suelo, aproximado sólo unos metros de un río cristalino, de corriente apacible, clavando la vista en su sobre de color rojo, luego de haber leído su acertijo, no estaba seguro de qué pensar, pero una cosa estaba clara, tenía que despertar pronto al muchacho que se hallaba dormido a su costado, si no quería ver más baba salir de su boca.

–Hey… –Le llamó mientras lo sacudía–. Oye, ¡despierta! –Alzó el tono, moviéndolo con más fuerza, sin embargo, el chico no hizo más que darle la espalda, dispuesto a seguir dormido.

–Mamá, es muy temprano para ir a la escuela… –Susurró entre sueños, al joven que se hallaba a su costado simplemente se le ocurrió decir una cosa.

–Pero hoy no tienes clases.

Y rápidamente el dormilón se levantó.

– ¡Oh, ¿enserio?! –Iba a sonreír triunfante hacia el rostro de su mamá, pero cuando lo vio a él en lugar de ella, la expresión de su rostro cambió al instante–. ¡Ahhhh! –Gritó alejándose–. ¿¡Tú quién eres!?

–Me llamo Choi Minho –Contestó el chico en una rápida reacción, por lo que rápidamente sacudió la cabeza, dándose cuenta de que se había precipitado–. ¡Oye pero debería ser yo quien preguntara eso!

– ¿Dónde estoy? –Lo ignoró el chico del cabello extraño, incorporándose para gritar en dirección al cielo–. ¡Dios, acabo de ser secuestrado por un alíen!

– ¿Qué? –Murmuró Minho con sorpresa, frunciendo el entrecejo por sus palabras tan descuidadas–, ¿pero qué tengo yo de parecido con un alíen?

–Los ojos –Contestó el chico, apuntando hacia el rostro de Minho, quien no hizo más que bajar la mirada y negar con la cabeza, demostrando su descontento.

–Genial –Murmuró con cierto cansancio, dirigiendo la mirada nuevamente hacia ése chico irrespetuoso–. Y supongo que debo pensar que tampoco sabes nada sobre por qué de pronto amanecimos aquí, ¿verdad?

–Tu pregunta se contesta sola, soy yo quien acaba de despertar –Dijo él, analizando el panorama que había a su alrededor, pudo encontrar un sobre de color azul justo donde él se encontraba antes de levantarse–. ¿Qué es eso?

–Un sobre –Respondió Minho–. Escucha, sé que resultará difícil de creer, pero un megáfono volador me dijo que este lugar es parte de un juego, y que lo primero que tenemos que hacer es resolver el acertijo que viene allí dentro.

– ¿Eh? –Exclamó el chico con cara de no entender nada, Minho sabía que esa sería su reacción, sin embargo, se sorprendió mucho al ver que el chico cambiaba esa mirada desconcertada mientras decía–. Entonces no era un sueño –Minho lo miró buscando explicación, a lo que él se la dio–. Lo escuché mientras dormía –Entonces regresó su vista hasta el sobre, y lo abrió para leer su contenido.

Te otorgo el beneficio de la duda en dos caminos. Como un perro fiel, si te apunta con su flecha no será capaz de soltarte, pero si lo encuentras no lo dejes ir, puede que el tiempo les falte

– ¿Choi Minho? –Cuestionó el chico volviendo su mirada hasta el alto de cabello negro–. Yo soy Kim Jonghyun –Se presentó–, y créeme, las únicas veces que he despertado sin recordar lo que hice la noche anterior han sido cuando me embriago; y no te conozco, así que dudo haberme ido de borracho contigo, ¿quieres decirme dónde estamos? ¿Y por qué tendría yo que resolver este raro acertijo?

–No lo sé –Dijo Minho, asombrado–, y vaya, parece que al fin estás reaccionando como una persona normal, yo tampoco lo creía en un principio –Agregó mientras se levantaba, dando la espalda y llamando la atención de Jonghyun, quien rápidamente le preguntó:

– ¿A dónde vas?

–Tenemos que movernos –Dijo Minho–, no vamos a estar todo el día aquí sabiendo que podríamos encontrar ayuda si caminamos.

–Tienes razón, de hecho yo estaba a punto de decirte lo mismo… –Exclamó Jonghyun, aparentando seguridad cuando la verdad, ni siquiera le había pasado por la cabeza.

Los dos muchachos de notable distinción en la altura, caminaron por aquel bosque extraño, cuidadosamente, analizando y observando cada detalle de ése hermoso paisaje, podían escuchar aves y sonidos de animales, pero no veían nada que pudiera serles de ayuda. Por su parte, el grupo de Kibum exploraba de igual manera, demostrando tranquilidad, Onew y Taemin caminaban con seguridad, dispuestos a mirar de todo, mientras que Kibum iba tras de ellos, teniendo miedo de dónde ponía siquiera los pies para no mancharse de lodo o cualquier otra cosa rara que hubiera por ahí, era el más temeroso de los tres sin duda alguna, pero sabía que si no exploraban nunca iban a encontrar una explicación lógica a sus estancia en ése bosque, así que para seguirlos se armaba de valentía.
Pronto, y sin esperarlo ni un momento, los dos grupos se toparon de repente, encontrándose justo enfrente de una manera tan súbita, que los dejó paralizados ahí mismo. Con los ojos bien abiertos, Minho y Onew eran los más sorprendidos, mientras que los otros se miraban con curiosidad, y Kibum trataba de esconderse tras Taemin, sin quitarle la vista de encima a uno de esos dos chicos extraños. Jonghyun no soportó el silencio incómodo, así que al verse allí a ellos cinco, decidió romper el silencio con una ocurrencia.

–Bien, entonces… ¿Dónde están los Digimons? –Todos lo miraron extrañados, a excepción de Taemin, quien parecía ser el único que sonrió ante esa tontería.

– ¡Tú! –Explotó el tranquilo Minho de repente, apuntando a Onew sin vergüenza alguna–. ¡Debí suponer que todo esto era obra tuya!

– ¿Qué? –Dijo él–, estás loco Minho, yo no tengo idea de lo que está pasando.

–No te quieras hacer el inocente de nuevo…

–Hey hey, ¿qué pasa aquí? –Interrumpió Jonghyun–, ¿ustedes ya se conocen?

– ¡Por supuesto!, él es mi… –Respondió Minho, no obstante, guardó silencio y dudó un momento, agregando lo siguiente y dejando incompleta la frase anterior–. Siendo sincero preferiría no conocerlo.

–Eres demasiado drástico –Murmuró Onew con gracia–, no has cambiado nada Minho.

–Lamento interrumpir la bonita reunión familiar o de lo que sea –Dijo Kibum, llamando la atención al instante–, no sé ustedes, pero yo quiero saber qué está pasando, y ya que todos tienen un sobre con un acertijo, creo que lo mejor sería resolverlos.

– ¿A ustedes también les dieron esto? –Le preguntó Jong, mostrándole su sobre azul y dedicándole una sonrisa a pesar de la situación tan rara en la que se encontraban, Kibum no reaccionó de ninguna manera amable, simplemente le clavó la mirada con antipatía, pues pensó que lo único que le faltaba era eso, encontrar en un lugar tan extraño a alguien con una cara como la de “él”, era imposible no ser apático con esa persona.

–Sí –Respondió fríamente al arrebatarle el sobre, para después ir de uno en uno pidiéndole el de los demás–. ¿Alguno de ustedes tiene idea de lo que significan? –Todos negaron con la cabeza–. Debí suponerlo –Kibum suspiró resignado, y se sentó en el suelo con cierto cuidado, dispuesto a leer todos los acertijos, Taemin se inclinó a su lado para hacer lo mismo.

–Este es el mío… –Le indicó el chiquillo apuntando al sobre blanco, mientras que el resto observaba.

–Hmm… hay dos iguales –Murmuró la diva en persona–. ¿A quién le tocó el de “Envuelto en una lana de seguridad…”?

– ¿El rojo? –Preguntó Minho, Ki asintió.

–A mí –Contestaron al mismo tiempo Onew y Minho, mirándose con repulsión al terminar de decirlo.

–Es raro, debe significar algo –Comentó Kibum, volviendo su mirada hasta los acertijos en el suelo.

–Sí, que como siempre quieres todo lo que yo quiero –Lo atacó de nuevo Minho.

– ¿No estarás hablando por ti? –Respondió Onew entre risas sarcásticas, Kibum agregó con cansancio:

– ¿Pueden dejar sus diferencias a un lado por favor?, debemos trabajar como equipo.

Dicho esto, Onew asintió y se sentó a revisar los sobres junto con Ki, mientras que Jonghyun, apartado del resto, observaba un conjunto de arbustos y árboles pequeños que no les permitían ver más allá, así que quiso explorar metiendo su cabeza entre las hojas, para ver qué encontraba. Susurró un “Wow” para demostrar su asombro, y Minho, siendo atraído por la curiosidad que le causó esto, quiso revisar también, a lo que Taemin no tardó mucho en reaccionar, y aburrido por los acertijos, decidió rápidamente seguir a esos dos, encontrándose con algo muy distinto al cruzar los arbustos, lo que vieron era lo más parecido a un pueblo, un pequeño pero rarísimo pueblo, ubicado a varios metros abajo, puesto que ellos parecían encontrarse en un cerro, podían ver por ése borde la cantidad de “personitas” que había allá abajo, eran más bien parecidos a animales que otra cosa, y eso era un poco tenebroso para ellos, que no estaban acostumbrados a ver animales caminando.

– ¿Eso es ropa? –Preguntó Taemin, asombrado.

–Así parece –Contestó Minho.

– ¡Están usando ropa esas cosas! –Murmuró Jonghyun entre risas.

– ¡Hey, ¿qué están haciendo?! –Interrumpió la voz de Kibum de repente, al darse cuenta de que los habían dejado solos, sin embargo, se apresuró mucho al cruzar los arbustos junto con Onew, y como no esperaba que hubiese un acantilado allí, perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer–. ¡Ahhhh! –Por suerte, Jonghyun actuó rápido y lo tomó de la muñeca, atrayéndolo en su dirección para atraparlo en un abrazo. Kibum se había asustado bastante, pero eso no impidió que continuara con su actitud grosera y que se apartara de él sin siquiera darle las gracias.

–Sí, de nada… –Susurró Jonghyun, desconcertado.

Al ver que todo estaba en orden, Taemin quiso observar más el panorama, y al dirigir su mirada hacia la izquierda, encontró una enorme piedra cubierta con ramas y hojas, sin embargo, había rastros de dibujos en ella, por lo que el chico se acercó hasta allá para remover los escombros, Minho se percató de esto, por lo que se dirigió hasta allá para ayudarlo a remover lo que el muchacho no era capaz de alcanzar. Pronto descubrieron un dibujo bastante bien hecho en aquella roca, y se acercaron para analizarlo detenidamente, era un circulo, dividido en doce partes, con palabras escritas en un idioma que solamente Kibum pudo reconocer, era el inglés.

– ¿Horóscopos? –Comentó Jonghyun al hallarle forma a ése dibujo.

–Si eso se supone que es, ¿no está mal representado? –Dijo Taemin, a lo que Minho respondió:

–Eso es porque éste no es el horóscopo común de Corea, es occidental.

–Ahora que lo recuerdo –Agregó Kibum–, el altoparlante me llamó “Virgo” cuando desperté.

–A mí me llamó Sagitario –Compartió Minho.

–A mí también –Dijo Onew.

–Eso es porque tú y yo nacimos en el mismo mes –Murmuró Minho nuevamente–, aunque me duela admitirlo.

–Esperen –Interrumpió Jong de repente–. “Te otorgo el beneficio de la duda en dos caminos” ¡Ustedes tienen el mismo acertijo!

– ¿Y eso qué? –Dijo Minho.

– ¡Que son dos! –Agregó Jong, creando un silencio incómodo ya que nadie entendía el punto–… Y ya no sé.

–Creo entender el mío –Dijo Taemin, llamando la atención de todos y provocando que se impresionaran–. “La naturaleza y la belleza de una fémina”, sólo hay un signo en ése dibujo representado por una mujer, ¿cómo se llama?

–Se llama Virgo –Contestó Ki, leyendo el nombre en inglés del signo sobre la piedra.

– ¡Eso es! –Exclamó Minho con emoción–. Está representado por una virgen, ¡la respuesta a tu acertijo es Virgo! –Le dijo a Taemin con una enorme sonrisa de triunfo, que al instante le contagió al más pequeño.

–Entonces… –Susurró Kibum, leyendo su acertijo–. Taemin, ¿cómo te llamó el megáfono?

–Cáncer, o algo parecido…

–Cáncer es un cangrejo… –Rápidamente lo entendió, y se sintió el ser más poderoso sobre la tierra–. ¡Oh sí! “Al ir parece que viene y al venir es que se va”, ¡la respuesta al mío es Cáncer!

– ¡Waa, lo hicimos Hyung! –Festejó Taemin, uniéndose en un abrazo junto con Kibum y Minho, quien también les había ayudado a resolver sus acertijos.

– ¿Ah sí? –Dijo Jonghyun con la envidia por delante–, se creen muy inteligentes porque lo resolvieron, ¡yo también puedo ser inteligente! Deduzco que mi respuesta es Sagitario.

–La mía es Aries –Añadió sin más Onew.

– ¿Eh? –Fue lo único que pudo decir Jong ante tan repentina deducción.

–“Envuelto en una lana de seguridad” –Explicó–. Aries se representa por un carnero, ¿es ése tu signo?

–No lo sé –Contestó Jong–, estaba dormido cuando el altoparlante apareció.

–Pero te llamó así, dijo: “cuando despierte explícale todo a Aries” –Confesó Minho, cruzado de brazos, con total seguridad–. Lo que significa que también es mi respuesta.

– ¿Entonces lo resolvimos? –Dijo Jong, y rápidamente miró al cielo dejando salir sus lagrimillas y su tono de lo más desesperado–. ¡Díganme que lo resolvimos!

– ¡Lo resolvieron! –Hizo aparición una voz a sus espaldas, asustando a Jonghyun, mientras que el resto se giraba, encontrándose con el famoso megáfono–. ¡Muchas felicidades chicos!

–Genial, ¿ahora podemos volver a casa? –Dijo entusiasmado Taemin, sin embargo, la respuesta que recibió no fue precisamente lo que esperaba.

–No no no no, aún no Bebé –Contestó el altoparlante color naranja–. Descubrieron el punto más importante, pero su juego apenas empieza. Lo que tienen como resultado al final de sus acertijos es… –Se dirigió flotando hasta Kibum y Taemin–. ¡Tachán! Una adorable pareja de Cáncer y Virgo –Luego se desplazó hasta los otros tres–. ¡Y un triangulo amoroso de Sagitarios con Aries! –Se alejó nuevamente hasta donde había aparecido–. ¿Creen poder resolver el dilema?

– ¿Triangulo amoroso? –Preguntó Jong, sospechando algo raro en el tono picarón de la voz de ése megáfono–. Espera, ya me perdí, ¿qué quieres decir?

–Sí, ¿qué quieres decir? –Cuestionó Kibum esta vez–, ¿cómo que pareja? –El altoparlante se carcajeó antes de contestar.

– ¿Alguna vez han oído hablar de la compatibilidad amorosa de los signos del zodiaco?

–Oh no, esto no me está gustando –Susurró Minho.

–Bueno, ¡de eso se trata todo! –Soltó al fin–. Espero que disfruten la estancia en Raissel, no podrán salir hasta que se enamoren… –Mencionaba en tono cantado, con una alegría bastante alejada de lo que reflejaban las expresiones de esos cinco muchachos–. ¡Suerte! Y Sorry sorry sorry~ babys! –Se despidió, desvaneciéndose en el viento de un momento a otro.

– ¡Espera! –Gritó Jong, tratando de seguir su ruta–. No quiero estar en un triángulo amoroso… –Mencionó casi llorando como un bebé, mientras se inclinaba en el suelo para rogar que eso se terminara–. ¡Escúchame, soy heterosexuaaaal!

Estaba desesperado, y los otros no podían ocultar su descontento, sin embargo, al parecer no importaba de qué sexo fueran, realmente no iban a salir de ahí, no importaba lo que intentaran, sólo había un camino qué seguir.

Mientras tanto, en Raissel, luego de haber recibido tan extraña noticia, aquellos cinco muchachos se encontraban sentados sobre la hierba, con la vista puesta en ningún lugar en específico, pues cada uno de ellos pensaba en silencio sobre lo que acababan de escuchar…

–“¿Por qué?” –Se cuestionaba Kibum dentro de sus pensamientos–. “¿Por qué tenía que pasarme esto justo después de que me hayan roto el corazón? Menuda y torpe idea de obligar a las personas a enamorarse sin importar lo que hayan pasado, ¿qué nadie tiene en cuenta los sentimientos?, ¡justo ayer me botó mi novio! Sé que debería estar agradecido por esta oportunidad, pero ninguno de estos cuatro monos llama mi atención, aunque he de admitir que Taemin es tierno y ése Minho está buenísimo, pero Jonghyun… cómo si no fuera suficiente, ¡tiene la misma cara de mi ex novio! Por supuesto, está un tanto más bajo, ¡pero es igualito! ¿Quieren jugarme una sucia broma? Como sea, ¡si no salgo de aquí pronto me voy a volver loco!”

–“Ése Hyung debe estar desesperado…” –Analizaba Taemin observando cómo Kibum estaba a punto de arrancarse los cabellos de tanto jalárselos. Volvió la vista hacia la hierba y continuó pensando–. “Realmente no sé qué es lo que debería de hacer, es todo muy extraño. ¿De verdad si no nos enamoramos no saldremos de aquí?, yo nunca he sentido nada de eso, ¿debería intentarlo sólo para regresar a casa?” –De pronto sacudió la cabeza, para disipar esos planes tan raros–. “Creo que mejor trataré de recordar qué fue lo último que hice antes de aparecer aquí…”

Por su parte, la cabeza de Minho, quien se hallaba recargado sobre una roca, también estaba repleta de pensamientos complejos…

–“¿Onew?, ¿por qué demonios?, ¿de todas las personas por qué tendría que estar aquí con Onew?, y en este maldito juego de mierda, ¡no puedo creerlo aún! Y lo peor de todo es que tengo el presentimiento de que si no juego según las reglas voy a quedarme atrapado en este raro lugar, no sé si estoy loco, y ya no sé ni qué pensar, pero tendré cuidado, conozco a ése pollo mejor que nadie, puede ser que él esté detrás de esto, no bajaré la guardia, mi orgullo depende de ello”.

La mirada fija de Minho no pasaba desapercibida para el mayor de todos, sin embargo éste no le daba mucha importancia ya que hacía mucho tiempo que no lo veía, y después de lo que había pasado entre ellos, estaba claro que ése muchacho ojón no lo iba a dejar en paz en cuanto a recriminaciones, así que decidió guardar silencio y continuar observando los rostro de los otros chicos, preocupado igual que ellos, pues no recordaba lo que había hecho la noche anterior. El silencio se prolongó unos segundos más, hasta que Jonghyun nuevamente se decidió a romperlo, después de tener su vista puesta sobre las rocas y los animalitos de la tierra, decidió que era tiempo de expresarle su opinión a aquellos tipos.

–Vamos, realmente no vamos a hacer esto, ¿o sí? –Musitó entre risas nerviosas–. Quiero decir, me resulta imposible enamorarme de alguien a la fuerza, y más si ninguno de ustedes es una chica.

Kibum rodó los ojos, molesto, mientras que Onew le respondió sin tensión alguna.

–Pues si no hay de otra… –Dijo sin más, asustando a Jonghyun por su tranquilidad, aunque rápidamente la risa de Onew le hizo saber que su comentario era una broma.

–Yo digo que esto debe estar planeado… –Murmuró Minho con seriedad, Kibum entendió rápidamente lo que quería decir.

– ¡Sí!, como un estúpido programa de televisión con cámara oculta –Lo apoyó mientras se incorporaba, al tiempo que Jong trataba de buscar con su mirada algún rincón donde pudiera haber una cámara de ésas.

–Puede ser pero… –Comentó Onew–, ¿en todo caso por qué tendrían que ocultárnoslo, sin avisarnos antes?

–Exacto –Dijo Jonghyun–. ¡Los programas de televisión no pueden ser tan crueles!, pero si esto es así entonces… –Se incorporó del suelo, y miró en un punto fijo con dramatismo–. ¡Mamá, sé que me estás viendo, sácame de aquí!

– ¡A mí también, Abuela! –Gritó Taemin, mirando para la misma dirección–. ¡Sólo tengo diecisiete años!

– ¿Sólo 17? –Preguntó Jong, olvidándose de su llamado de auxilio. Tae afirmó con la cabeza.

–Entonces no creo que sea un programa de televisión –Comentó el más alto de los cinco–, Taemin aún no es mayor de edad.

– ¿Crees que les importa eso si nos secuestraron salvajemente a todos? –Le cuestionó Jonghyun, un poco alterado.

–Quizás… –Respondió Minho, para acto seguido, quedarse callado ante la mirada incrédula de Jonghyun y Taemin. El silencio lo obligó a cambiar de opinión y mirar hacia la dirección de la cámara imaginaria con la que ésos dos hablaban anteriormente–. Bueno a mí también sácame Mamá –Se rindió, pidiendo auxilio.

Jonghyun bajó la cabeza para reír, igual que Taemin, mientras que Kibum pensaba que las risas eran lo menos apropiado en un momento así. Después de unos segundos de esa manera, quien tomó la palabra esta vez fue Onew.

–Todo el peso de la lógica recae en algo –Comentó seriamente, por lo que no tardó mucho en atraer las miradas de interés de parte de sus compañeros.

– ¿En qué? –Preguntó Kibum, curioso. Onew apuntó hacia el pueblito que se hallaba bajando la colina.

–Esas cosas… –Se refería a los raros pobladores–. Si son gente disfrazada estamos a salvo, pero si son reales…

–Este lugar estaría realmente alejado de la civilización como la conocemos –Murmuró Minho, complementando las palabras de Onew, quien no hizo más que asentir ante ésa deducción.

– ¿Insinúas que debemos ir a ver? –Cuestionó Kibum, a lo que Onew volvió a asentir–. ¡Oh no, yo no voy! –Agregó en tono berrinchudo, cruzándose de brazos como un niño pequeño.

–Creo que sería lo más inteligente –Exclamó Jonghyun, ignorando la reacción de Ki.

–Entonces vamos –Dijo Onew, decidido, armándose de valor mientras emprendía el camino para bajar la montaña, Jonghyun fue tras de él, y Taemin y Minho no demoraron en hacerlo también, siguiéndolos porque no querían quedarse ahí sin explorar nada.

– ¡Están locos de remate! –Espetó Kibum sin moverse aún, recibiendo una respuesta no muy alentadora de parte de Minho.

–Sí, dilo como quieras, sólo ten en cuenta que va a oscurecer –Murmuró antes de perderse entre los arbustos.

Kibum frunció el entrecejo, no podía creer que el tiempo hubiese pasado tan rápido en ése lugar, ciertamente su genio no andaba nada bien por su tristeza e incredulidad, lo cual desataba su lado antisocial, sin embargo, al verse solo allí, en medio de sonidos de animales extraños y ése dibujo tenebroso de los horóscopos sobre la gran roca, el miedo lo invadió rápidamente, así que corrió para alcanzar al resto del grupo.


Se aventuraron por la colina a través de los árboles, encontrando pequeños animales voladores que no podían observar muy bien, pero que les dejaban en claro su rarísima especie, puesto que nunca antes los habían visto. Tanto caminar en descenso por la colina ya los había cansado, así que al llegar a un sendero de piedra, pudieron sentir el triunfo por sus venas, y se encaminaron siguiendo el trayecto de ése sendero para llegar a la villa que vieron allí abajo. No tuvieron que caminar mucho para poder divisarla a unos cuantos metros, sin embargo, al momento de verla Kibum se detuvo en seco, dejando que los otros continuaran con su camino, pues desde ésa distancia sería capaz de verlos, no se encontraría completamente solo, y por nada del mundo iba a acercarse más, así que se quedó tras de ellos, quienes continuaron su camino sin percatarse siquiera de su ausencia. Se cruzó de brazos y esperó a que volvieran, sin embargo, Jonghyun volvió su mirada hasta él, y sin pensarlo dos veces se encaminó en su dirección, dejando atrás a los otros tres.

– ¿Tanto miedo tienes? –Le preguntó.

–Mira quién lo dice –Soltó enfadado, haciendo clara referencia al hecho de que Jong también se había alejado del resto.

–Es porque no puedo dejarte solo –Contestó al entender el punto, Kibum no hizo más que arquear las cejas, exigiendo una explicación a ésas palabras–. Despertamos los cinco juntos, tenemos que protegernos mutuamente –Dijo sonriente, Kibum soltó una risa burlona al escucharlo.

– ¿Protección mutua?, por favor, eso no existe –Exclamó dándole la espalda a Jonghyun, mientras observaba el hermoso paisaje a su alrededor, con un aire de otoño sobre las hojas de los árboles, mientras que anteriormente en la colina todo era tan verde… A Kibum le parecía imposible encontrarse en un lugar así, de apariencia tan cambiante aunque no fuera mucha la distancia recorrida.

Jonghyun se quedó callado por un instante, analizando algo dentro de su cabeza, al tiempo que Kibum contaba los segundos de modo regresivo para adivinar el momento en el que el enano volviera a hablar, ya que para él Jong se veía como alguien inquieto que no soportaba mucho el silencio.

–Oye… –Y tenía razón, ya que habló justo cuando Ki iba en el número uno–. El altoparlante mencionó que no saldríamos hasta que nos enamoráramos –Kibum le dirigió la mirada, a ver con qué salía esta vez–… lo cual no significa propiamente que debamos hacerlo de quien nos indicó el horóscopo ¿verdad…?

– ¡Ni lo menciones! –Interrumpió alterado, provocando que Jong abriera grande los ojos, pero que después sonriera con malicia.

– ¿Qué?, no te agrada la idea… –Murmuró observando las expresiones del chico del permanente ceño fruncido–. ¿Eso significa que te gusta Taemin? –Le preguntó sin más.

– ¿Eh? –Musitó pasmado.

– ¡Sí! –Dijo Jonghyun sin borrar su sonrisa–. Ya te gustó el hecho de conquistar a ése pequeño, por eso le hiciste el feo a mi teoría.

–Nada de eso, tonto –Respondió luego de tomar un respiro, pues si no lo hacía podía ser realmente violento–. Yo realmente no quiero ni pensar en enamorarme de alguno de ustedes, ni siquiera son mi tipo.

– ¿Crees que yo quiero?, ¡tengo novia!... –Se calló de repente al percatarse de un detalle–. Oh espera, ¿cómo que ninguno de nosotros es tu tipo?

–Ah, así que tienes novia…

–No no no no, no trates de cambiarme el tema Kibum –Dijo claramente, Ki desvió la mirada y empezó a reír de nerviosismo, pues lo había arruinado insinuando su secreto–. ¿Eso significa que tú eres…?

La mirada de Jonghyun estaba clavada muy cerca sobre su rostro, esperando respuesta. Kibum lo miró por un instante, y después volvió a reír, esta vez con cansancio, puesto que no quería continuar con eso.

–Escucha –Contestó desviando la mirada nuevamente y alejándose unos cuantos pasos de Jong–. Haces demasiadas preguntas, y el hecho de que seamos los únicos cinco seres pensantes aquí, bueno, aunque lo dudo por ti, no significa que esté obligado a respondértelas.

– ¿Lo dudas por mí? –Cuestionó atónito–. ¡No tienes que ser tan grosero Kibum!

–Mira, cierra el pico, ¡cállate la boca!… –Exclamó la diva desesperada, agarrando los labios de Jong con la yema de los dedos, y apretándolos para que fueran incapaces de pronunciar palabra.


Taemin, a lo lejos pudo escuchar su riña, e ignorando que los otros dos se asomaban cautelosamente por los arbustos para mirar al pueblo de cerca, él los observó con atención y preguntó, curioso:

– ¿Qué están haciendo esos dos?

Minho atendió a su pregunta, y miró hacia Kibum y Jonghyun, no obstante, de la única manera en la que le pudo contestar al más pequeño fue encogiéndose de hombros.

–Oigan, miren… –Llamó Onew con la vista puesta entre los frondosos arbustos, Taemin y Minho se inclinaron junto a él, asomando sus cabezas con cautela para divisar al pequeño pueblo.

Los habitantes eran de verdad unas creaturas muy extrañas, con rostros de animales y cuerpos robustos, sus caras eran rechonchas, parecidas realmente a las de un Tauro, si lo pensaban así, ése pueblo sin duda era el hogar de los Tauros, o por lo menos eso aparentaban con sus enormes tamaños y el hecho de que todos eran parecidos, sin embargo, los chicos debían admitir que con ropa, éstos se veían un poco graciosos.

–Siento como si estuviera en uno de esos relatos mitológicos griegos… –Comentó Onew por lo bajo, teniendo cuidado de no ser muy vistoso, a pesar de que ésos animales tuvieran ojos pequeños, él no conocía la capacidad del rango de su vista.

–Pero no son reales ¿o sí? –Preguntó Taemin con la voz entrecortada, no podía dejar de mirarlos caminar, como si fueran personas normales, puesto que había niños, ancianos, mujeres y hombres, como en cualquier parte del mundo normal.

–Puede ser que sí, puede ser que no… –Susurró Onew, sin embargo, la calma en esos tres se esfumó cuando uno de esos Tauros dirigió la mirada hasta a ellos, provocando que Taemin se estremeciera y estuviera a punto de gritar, por suerte, Minho le tapó la boca a tiempo, notando que ésa creatura no los había mirado directamente a ellos, quienes mantenían la mirada fija para ver sus reacciones. Notaron que comenzó a percibir algo, oliendo con su enorme y extraña nariz, el Tauro, que llevaba una filosa hacha en la mano izquierda, empezó a acercarse aún más en su dirección, haciendo un ruido enorme con sus patas sobre la tierra. Taemin tenía sus ojos bien abiertos, y no podía evitar pegársele a Minho en reacción a su miedo, deteniendo su respiración mientras se convencía de que un hombre disfrazado no podría dar tanto miedo, sin embargo, el suspenso se convirtió en alivio cuando el Tauro dirigió la mirada a otro lado, y comenzó a caminar en ésa dirección, ignorando la presencia de los tres muchachos tras el arbusto.

Onew suspiró, disminuyendo sus nervios lentamente, aunque susurró con la voz entrecortada:

–Eso sin duda no puede ser una persona… –Una gota de sudor marcaba su rostro, y para verificar si las caras de los otros dos se veían igual que la suya, los miró fijamente, encontrándose con que Taemin se hallaba mucho peor que él, abrazado a Minho y con los ojos bien abiertos. El más alto, al notar que Onew los observaba, comenzó a sacudir lentamente al pequeño para despertarlo de su trance.

Onew sonrío con picardía, y no lo pensó dos veces para hacerle una broma a su ya bien conocido Minho.

–Vaya, ¿tan rápido accediste a conquistar a Taemin?, recuerda que el tuyo es Jonghyun~ –Mencionó esto último en tono cantado, haciéndose el tonto mientras desviaba la mirada.

Taemin se dio cuenta de lo extraño que eso se veía, así que, avergonzado, se apartó del chico, con la mirada baja. Minho frunció el entrecejo y no tardó casi nada en contestar al mal comentario de Jinki.

–Onew, ¿por qué no te callas? –Le dijo molesto–. Ni sentido tiene que menciones esas cosas. ¿No deberíamos ser más racionales y preocuparnos por lo más importante?

– ¿Cómo qué? –Cuestionó Onew al instante, Minho le respondió con cierto sarcasmo.

–Ah no sé… ¿cómo en un lugar dónde pasar la noche tal vez?

Jinki frunció el entrecejo, admitiendo por dentro que el chico tenía razón, él a veces podía ser muy inmaduro, pero no iba a admitirlo frente a ellos, así que se levantó y extendió su mano derecha, ofreciéndosela a Taemin para ayudarlo a incorporarse. Una vez estuvo parado, Onew le dedicó una sonrisa, mostrándole que ésa actitud molesta que utilizaba era solamente para Minho, y se dirigió a pasos rápidos en dirección a los otros dos que hacían falta. Al verlo alejado, Minho se levantó y le dijo al más pequeño:

–No le prestes atención –Taemin le dirigió la mirada, aún algo incómodo por toda esa situación, aunque la voz de Minho sonaba tranquilizadora para él–. Onew siempre ha hecho de todo para molestarme, pero no hay razón para sentirse incómodo conmigo ¿ok? –Le aseguró, sonriendo–. No te preocupes.

Taemin sonrió en respuesta a ello, un poco más calmado, pues Minho parecía una buena persona, por lo que no dudó en caminar a su lado para dirigirse hacia el resto del grupo.


Pronto la noche llegó, adornando el cielo azul con una infinidad de estrellas, los chicos rondaron vario tiempo buscando un lugar dónde dormir, y cuando encontraron una cueva a varios metros de distancia, festejaron justo como cuando habían resuelto sus acertijos, como unos locos.
Se esforzaron demasiado para querer encender una fogata, pero por más que trataban ninguno podía, sin importar cuántos de sus conocimientos de los niños exploradores quisieran aplicar, nada les salía bien. Fue hasta que Kibum sacó un encendedor de su bolsillo que fueron capaces de prenderla, aunque nadie supo por qué razón tendría uno con él, pero pensaron que lo mejor era no preguntarle, después de todo eso los había ayudado bastante.

–Entonces la teoría de Kibum es que estamos en un programa de bromas… –Murmuró Onew una vez estuvieron acoplados, cada uno acomodado en un rinconcito, aunque la cueva no era muy grande de todos modos.

–No creo –Dijo Jong–, no han traído comida, y a este paso vamos a morir de hambre…

–Pensaremos en eso luego –Musitó Jinki, a lo que Jong reaccionó con una cara de asombro, ¿cómo era posible que eso no le importara? Por su parte, Ki ya estaba acostado en el suelo.

–Como sea, espero que todo esto sea un mal sueño… –Dijo dándoles la espalda, al parecer estaba tan cansado que ya no le importaba arruinarse la ropa.

–Supongo que de verdad habrá que pensarlo, Hyung –Le dijo Tae a Onew–, no podemos estar sin comer nada, sólo mírenlos a ellos –Murmuró refiriéndose claramente a Kibum y a Minho, quien ya estaba prácticamente roncando recostado sobre el suelo–. Aunque las frutas de los árboles no me gustaron… –Agregó esto con una cara de asco, provocando un susto en Jonghyun, quien no tardó nada en demostrarlo con palabras.

– ¿Qué?, ¡tonto! –Lo regañó–, pudiste haberte envenenado… –Y comenzó a jalarle los cachetes para reprenderlo, o más bien molestarlo, aunque realmente se había preocupado, pues veía a Taemin como un niño algo ingenuo, no podía evitarlo, así que continuó enfadándolo hasta que Onew interrumpió su hazaña.

–Tengo un plan… –Dijo seriamente, por lo que los otros dos se detuvieron y lo observaron con atención–. Chicos, la atmósfera es muy incómoda desde que nos dijeron que teníamos que enamorarnos, la histeria nos hace inútiles, así que tenemos que hacer un trato.

–Tienes razón, dinos –Exclamó Jong emocionado, girándose hacia Onew, mientras que Taemin asentía con la cabeza.

–Ignoremos el supuesto juego del romance –Dijo Onew–, primero tenemos que descubrir qué rayos ocurre aquí, así que nada de enamorarse hasta saber qué diablos sucede, ¿les parece bien?

–Perfecto, me quito un peso de encima por ahora pero… ¿qué hay con ellos? –Preguntó Jong, mirando a aquellos dos bellos durmientes.

–Ellos no importan –Contestó Onew sin más–, vamos, nosotros somos los protagonistas, y no intentaremos nada con ellos, ¿está bien?

– ¿O sea que estamos a salvo entre nosotros? –Preguntó alegre Taemin, sonriendo con cierto alivio.

–Exacto –Dijo Jinki, extendiendo su mano al centro del círculo que los tres habían formado–. ¿Trato?

– ¡Trato! –Contestaron esos dos posando sus manos sobre la de Jinki para hacer el pacto, mientras que Kibum, por su parte estaba escuchando todo, ya que aún no se había dormido; pero no le importaba eso, de todas maneras lo consideraba absurdo, puesto que para él ésas cosas no podían controlarse, él más que nadie sabía eso, pero, ya que estaban todos allí de imprevisto, ¿podría funcionar un plan de indiferencia? No lo sabía, realmente no estaba seguro de nada más que del hecho de que no quería estar ahí, quería regresar a su casa, aunque su vida en ése momento no fuera perfecta, lo prefería.