Ahí estaba otra vez desganando mirando hacía la televisión que pasaba las insípidas noticias en la casa de estilo tradicional, removiendo el arroz con la larga cuchara de un lado al otro en el cuenco que me parecía vació. Había estado tantos años viviendo solo, pero unas horas sin Taemin eran el peor castigo y la mayor tortura.
-Es información de primera-  el abuelo tomaba los papeles y veía que podían hacer con las pruebas mientras Luna servía el té de esa pequeña tetera  en vasos que se veían bastante antiguos. – Sin embargo, cuando alguien es tan poderoso se deben tener pruebas contundentes. – Dejó el conjunto de papeles sobre el escritorio y dio un sorbo al té recién servido mientras yo seguía mirando esas hojas.
-¿Qué tanto tiene esta empresa? – El señor Kim usaba unos gruesos lentes en la punta de su nariz mientras volvía a sostener los papeles y parecía que  hacía un ruido con sus labios que era imperceptible.
-Es uno de los chaebol más importantes, tiene acciones en el campo de la farmacéutica, tecnología y entretenimiento – la chica suspiro – una compañía multimillonaria, cualquier avaricioso estaría tras esto – miré mi arroz de nuevo.
-Taemin no parece ser hijo de alguien así de rico –dije sonriendo un poco, al recordar lo feliz que era cuando le servía simple ramen instantáneo o como podía descansar en un pequeño rincón.
-No lo era – la chica sonrió – una serie de accidentes pasaron, iniciando con el suicidio del dueño y luego diferentes directivos, hasta llegar al padre de Taemin, el era presidente de una de las ramas.
-Es más grave de lo que creí – el señor Kim cambio su posición subiendo una pierna- solo mi torpe nieto se puede involucrar en algo como esto – golpeó con el bastón en el piso y me hizo dar un salto.
-Pero Jonghyun… -Me atreví a decir tragando el poco arroz que por fin había logrado meter en la boca. Cuando tocaron a la puerta y me obligaron a voltear.
-Yo atiendo –Luna se levantó tropezándose un poco, me hizo recordar a Onew, estaba tan preocupado por todos pero atrapado en el mismo lugar. –Señor Kim, alguien vino a verle- el anciano se fue parando despacio y tomó su bastón – mi torpe nieto  - repitió haciendo una mueca de descontento y causándome una sonrisa que no tardó en volver al descontento.
Luna volvió a sentarse y puso atención en la televisión, por un momento estuvo tomando algunos bocadillos con su té pero luego dejó caer la taza y me giré a verla. Su rostro estaba estático y pálido mientras fijaba la vista en el televisor.
Me giré rápido a ver la pantalla y noté como sacaban un cuerpo del río un equipo de rescate. Tomé el control y subí el volumen rápidamente.
-Hace unos minutos varios testigos vieron a un joven con traje formal flotar río abajo – Fije más la vista, temía lo peor, reconocía ese saco viejo pero cuidado. De seguro Luna había reconocido la ropa también. – El equipo de rescate ha logrado traer el cuerpo hacía la orilla y ahora confirma el estado de esta persona… – El camarógrafo fue empujado, pero no sin antes mostrar el rostro del joven pálido y golpeado que estaba extendido en la hierba.
¡JINKI! – El grito de Luna rompió en llanto y se acercó más a la televisión mientras alguien intentaba hacer RCP al cuerpo empapado.
Luna se movió hacia el televisor y empezó a golpearlo - ¡REACCIONA TORPE POLLO! – Parecía que ella era quien proporcionaba el RCP - ¡SI NO DESPIERTAS CANCELARÉ LA BODA! –Me acerqué a tomar sus brazos para que dejará de golpear la tele y solo comenzó a llorar más recargándose en mi hombro – Es un tonto. – Dijo soltando lágrimas mientras yo seguía clavado en la pantalla.
-Tienen que volver a Seúl –El anciano llegó y giré la vista rápido algo confundido.
-Deben ir por su amigo – señaló la televisión donde Onew comenzaba a toser y era subido en una camilla. Luna se pegó a la tele viendo como se movía y le proporcionaban oxígeno. – los medios de información le proporcionarán seguridad por un tiempo, pero si saben que sobrevivió no dudarán en deshacerse de él.
-¡Yo iré! – Luna se puso de pie.
-Te acompaño – Me levanté tambaleándome, pero parecía que no podía tener más descanso, no cuando la situación estaba así.
-Iré por mi sombrero – el anciano arrastró su pierna avanzando hacia el perchero. Luna lo miró inclinando un poco la cabeza y luego se acercó a mi mientras se ponía el viejo sombrero café- ten muchacho – me entregó el dije y miré asombrado al ver que estaba ahí y no con Taemin. Y me asombró aun más que no estuviese golpeado.
-¿Cómo? – Lo examiné un poco sin dejar el asombro.
-El viejo Lee es habilidoso, es bueno que pueda hacer esto porque su jardín es un asco – tomó las llaves de un pequeño cuenco junto al vestíbulo- mi tonto nieto se llevó la camioneta, tendremos que ir en el auto – siguió avanzando.
Abrí el dije completamente nervioso mientras Luna ayudaba al anciano y en el interior había una foto de una mujer con bellos ojos alargados y un cabello cobrizo, la viva imagen de Taemin. Me alegré al verle, era como mirar a Taemin un poco más femenino. Y justo al otro lado un pequeño papel doblado. Lo abrí despacio y noté que se trataba de una dirección.
-Apresúrate muchacho – el anciano habló desde la puerta- esa dirección está en Seúl.


Pensé que nuestra huida de Seúl había sido peligrosa pero para mi sorpresa el regreso era aun más aterrorizante.
-¡MUEVETE MUCHACHO TORPE! – El señor Kim gritaba sacando su bastón por la ventana mientras se travesaba frente a otro auto.
Luna parecía aferrarse al asiento mientras cerraba los ojos pálida, yo que me encontraba en el asiento de atrás rebotaba de una ventana a la otra mientras el coche zigzagueaba peligrosamente por la autopista.
-Ya viene la salida- el anciano giró el volante en un rápido movimiento mi pierna herida chocó contra la puerta. – Esperen – miró atento – se movió para el otro lado.- Era imposible que Seúl cambiara de lado pero el auto volvió a girarse y ahora mi cabeza chocó directamente con el vidrio.
Luna sacó su teléfono después de abrir los ojos despacio al notar que estábamos en las calles de Seúl. Miré los edificios de hacia el centro mientras sobaba mi cabeza.
-Averiguaré en que hospital está Jinki – dijo comenzando a marcar.
-Espera – el abuelo se frenó y choqué contra el asiento de Luna- primero deben investigar lo demás – abrió los seguros y le miré afirmando mientras apretaba en mi puño la pequeña pieza de joyería.
-Iré a buscar a un viejo amigo – le pasó a Luna los papeles – tú debes tener esto –nos lanzó una mirada muy aguda- ¡No dejen que mi torpe nieto los toque por que de seguro los perderá!
Bajamos del carro asombrados de verlo alejarse mientras  se cruzaba frente a los otros conductores.

Holaa, saludos a todos de nuevo. Como lo prometí, han pasado dos días así que llega el capítulo nuevo y el próximo estará aquí en una semana.

-¿Estamos cerca? –Luna miraba de un lado al otro abrazando los documentos mientras me preguntaba y yo cojeaba alrededor sosteniendo el pequeño papel con la dirección.
-Creo que es aquí – dije bajando la vista para volver a ver la dirección y la subí para notar en el número del edificio.
-No me agrada este lugar – Luna miró alrededor y yo solo guarde la dirección y el dije en mi bolsillo.
-Entremos – comencé a caminar de nuevo, sin dejar de cojear pasando por una pequeña puerta junto a un letrero de neón que no se distinguía.
Luna me siguió nerviosa tropezando levemente en las estrechas escaleras que bajaban a una habitación con una alfombra naranja afelpada y los muros se cubrían por diferentes fotografías e imágenes variadas.
-Son cabezas reducidas – Luna dijo con un tono de inconformidad mirando uno de los estantes, yo veía cristales y juguetes variados que se movían perpetuamente en una mesita.
Mientras Luna pasaba al centro de la habitación donde estaba una mesa y una bola de cristal girando para seguir observando el retrato de un negocio de adivinación algo me llamó la atención en la pared, ese cuadro era más grande que los demás, más colosal que los demás y algo en el llenaba de hermosura y tranquilidad esa pared.
Me acerqué despacio abriendo el relicario y sonreí al notar que me había fijado bien, no podría nunca olvidar ese rostro, definitivamente era el rostro con tantos rasgos de Taemin que asombraba, tan angelical y tierno como mi inquilino. Pero definitivamente se trataba de la misma mujer que estaba en el relicario. Miré alrededor del muy grueso marco y luego salté al sentir una huesuda mano depositarse en mi hombro.
-No debes ser tan confianzudo con los objetos ajenos – Me giré para encontrarme con una mujer con cabello esponjado, diferentes joyas surgiendo de la gruesa maraña y ropas coloridas en exceso.
-Nosotros solo… - Luna habló nerviosa y la mujer la volteó a ver para luego sonreír leve y pasar a sentarse en un extremo de la mesa redonda.
-Ustedes solo vienen siguiendo pistas de los muertos – Luna tragó saliva con la frase y la mujer extendió el brazo indicando que nos sentáramos. Afirmé y pasé a ponerme en una silla y Luna me siguió después de notar lo que sucedía.
-Vengo por esto- Enseñé el relicario y la mujer afirmó sacando un mazo de cartas de entre sus pechos, solo pude girar mí vista algo avergonzado y regresar a ver la mesa cuando las extendió sobre ella.
-¿Cómo puedo estar seguro que eres a quién se lo debo de dar? – La mujer sonrió de nuevo y sacó tres cartas de entre las otras dejándolas cubiertas.
-Venimos a ayudar a Taemin – Luna dijo adelantándose para luego volver a pegarse en el respaldo de la silla.
-Esas palabras tampoco me lo aseguran – la mujer reveló la primera carta, parecía ser la imagen de alguien atrapado en un calabozo. – Parece que esas personas lo tienen de nuevo.
-¿Qué? – Me levanté golpeando la mesa y mirando la carta.
-Tranquilo Minho – Luna tomó mi brazo- si así fuese Jonghyun y Kibum ya nos lo hubieran dicho.
Me senté y volví a ver a la mujer – por favor – dije suave intentando establecer el mayor contacto visual posible y ella sonrió abriendo la segunda carta, mostrando una pareja besándose.
-¿Entonces los amantes lo están siguiendo? – La mujer alzó una ceja y Luna me volteó a ver.
-¿Amantes? – Preguntó inclinando un poco la cabeza.
-Acabas de mencionar sus nombres – la mujer sonrió y Luna poco a poco transformó su rostro de una expresión ingenua a una cara de asombro. – Ellos…-
-¡SHHHH! – La mujer detuvo sus palabras y abrió la tercera carta mostrando como una horrible criatura comía una extremidad humana. – Interesante – Se levantó.- Si estás dispuesto a perder esto creo que puedes tenerla – tomó el cuadro de la pared mientras Luna y yo la seguíamos con la mirada y lo volvió a poner en la mesa.
-¿Saben quién es? – Preguntó mientras inspeccionaba con la vista el objeto y solo pude negar.
-Sé que es la madre de Taemin, pero no se mucho de ella – dije mirando el rostro fijamente.
-En sus tiempos fue famosa – la mujer sonrió alejándose un poco de la mesa y tomando un viejo disco de un estante. – Una hermosa cantante que tuvo un gran éxito – sacó el disco del paquete y lo puso en una máquina. Me asombré al escuchar esa suave melodía, era esa melodía que siempre escuchaba mientras veía ese pacífico rostro.
-Balada a la Luna Llena– me atreví a decir mientras la mujer bailaba meciendo los brazos.
-¿La conoces? – Luna me miró asombrado.
-Taemin la canta a veces – dije mirando a la rara mujer girar.
-Ella vino a buscarme después de tantos años solo para traerme eso – señaló el retrato y continuó con su baile- dijo que solo podía confiar en dos personas, la estilista que estuvo ese día con ella y la fotógrafa que tomó ese retrato – cerró los ojos y se puso a girar más rápido. – Fue muy triste cuando descubrió que se había marchado hace tiempo a los campos celestes – sonrió deteniendo las vueltas y se encaminó con pasos firmes a la mesa- pero yo me quedé aquí. – Señaló a una orilla de la foto.
-¿La firma de la fotógrafa? –Luna preguntó mientras yo veía el sello y al instante lo reconocí, lo había visto también cientos de veces en los retratos de mi infancia y en las revistas que mi padre atesoraba.
-¿Mi madre? – La mujer sonrío y avanzó hacia atrás.
-Curiosa cosa el destino – atravesó la cortina hecha de cuentas brillantes – al final todos bailamos al ritmo de la Luna Llena.
Por un momento Luna y yo miramos hacía donde la mujer se había desaparecido y luego volvimos la vista hacia el cuadro.
-¿Qué es lo que buscamos? – Luna lo levantó para ver la imagen verticalmente.
-No lo sé – dije intentando ver el fondo – no parece tener nada escrito en el.
-Tal vez este por ser el original sea muy valioso – dijo intentando ver la imagen.
-No lo creo – señalé a la esquina – ¿Vez ese número? – Luna afirmó. – Es la cantidad de fotos de esa sesión, creo que no tiene más que valor sentimental.
-No creo que hayamos venido hasta aquí por algo sentimental – Luna infló las mejillas mientras veía la foto y yo solo quería golpear mi cabeza contra la mesa.
-Espera – dije alegremente -¿No te parece que el marco es demasiado grueso? – Lo tomé con mis manos por lo menos eran 5 cm, eso era muy amplio.
Luna afirmó y luego lo giró - ¡Abrámoslo! – Saqué la cubierta trasera y al piso cayeron múltiples cintas pequeñas de video, algunos discos y una nota.
Levanté la nota y comencé a leer en voz alta para que Luna también escuchara.
-“Hijos, tu padre y yo hace tiempo notamos que algo raro está sucediendo. Hemos juntado la información, pero tememos por ustedes. Por favor si algo nos sucede busquen a alguien de confianza y entreguen todo esto, los amamos” – Abrí grande los ojos al notar la cantidad de videos y cosas.
-¡Tenemos que llevarlo a la policía! – Luna se levantó tomando algunas cosas y la detuve tomando su brazo.
-No podemos, no sabemos quién esté de su lado – miré al piso, entendiendo el por qué los padres de Taemin no habían podido presentar esto.
-¿Qué haremos? – Luna se dejó caer al suelo y me miró triste.
-Aun no lo sé – suspiré pesadamente, no había dejado de ser un inútil y cada momento que pasaba sentía más dolor por no estar cerca de Taemin. Pero mientras veíamos depresivamente las cosas un ritmo me llamó la atención.
Ring ding dong
Ring ding dong
-Bueno – contesté desanimado.
-¡Minho! – Key gritó fuerte y me obligó a alejar el teléfono de mi oído - ¡Tienen a Taemin! – En el fondo golpes y cosas callendo se escuchaban, junto a los gritos de Jonghyun - ¡KEY! – un grito más desesperado de mi amigo sonó y el teléfono hizo el sonido de golpear el piso- ¡SUELTALO ENGENDRO! –Más golpes y gritos de Jonghyun inundaron el ambiente - ¡SI LE HACES ALGO, TE JURO QUE …!
El grito se fue desvaneciendo y el teléfono ahora sonaba como si fuese tomado.
-Hola muchacho – Una voz suave y burlona se presentó.
-¡MALDITO! – Grité directamente mientras la persona al otro lado de la línea solo reía -¡NO TE ATREVAS A TOCARLOS!
-No, no, no – dijo tan tranquilamente que me daba asco – yo no los tocaré si me traes los documentos.
-¡NO TE LOS DARÉ! – Grité a todo pulmón y Luna solo me podía observar cubriendo su boca.
-Lástima, ya que terminarán como tu otro amigo – volvió a reír sínicamente- pero saldrán completamente muertos del río.
-¡Bastardo! – Solo pude volver a decir completamente furioso.
-Piénsalo bien – dijo aun con tanta presunción – te hablaré en un rato.
Dejé el teléfono caer y Luna me miró aun cubriendo su boca. Después de un rato solo pude golpear el piso con mis puños con toda la fuerza que me quedaba, con todo el dolor que me invadía y con todas mis esperanzas hechas trizas.
-Tenemos que rendirnos Luna – la miré con los ojos vidriosos – si no, los perderé a todos.

Hola, ya traje el antepenúltimo capítulo, creo que la siguiente semana puede que publique los que quedan juntos, o no, todo depende.

Respiré ampliamente y miré a mí alrededor. Tenía ya algunos minutos esperando que apareciera alguien, pero parecía estar muerto. Estaba en esa amplia zona de bodegas donde algunos grafitis adornaban los portones de metal y los muros con ventanas rotas. El peor lugar para encontrarme con esos maleantes. Yo había sugerido un lugar lleno de gente para hacer el cambio rápido y no tener este presentimiento, pero esto era más que obvio, era una trampa, solo esperaba sacar de ahí a mis amigos antes de que fuera demasiado tarde.
Escuché un ruido y me giré deprisa sosteniendo con fuerza los papeles en mi mano derecha mientras apretaba mi puño con fuerza en la izquierda. Pude ver como una de las cortinas de metal comenzaba a  abrirse y me erguí para verme seguro mientras poco a poco podía observar el obscuro interior.
-Joven Choi – Escuché esa odiosa voz y dando un paso, el hombre en cuestión, salió de entre las sombras de la amplia bodega.
-Tu – Apreté con fuerza mis dientes mientras lo veía con odio.
-Vine en persona para que veas que soy un hombre de palabra – se giró e hizo una señal con la mano.- Sígame – volvió a introducirse en las sombras y después de ponerme recto caminé con dignidad aunque aun cojeando al interior de la bodega.
Un fuerte sonido metálico volvió a escucharse y la gran cortina empezó a descender hasta chocar con el suelo dejándome encerrado en ese lugar con el hombre de maquiavélicos planes.
-¿Tienes los papeles? – Mis ojos se acostumbraron a la obscuridad y pude ver diversas sombras rodeándome.
-¿Tienes a mis amigos? – Dije con fuerza  y el hombre soltó una risa aun más odiosa. En ese momento las luces me cegaron y me obligaron a cerrar los ojos, al volver a abrirlos pude ver como ese desgraciado se encontraba parado frente a varios hombres con trajes negros. Giré un poco la vista para mirar de reojo y saber que también había más de ellos detrás de mí.
-¡MINHO! – Una voz que pude reconocer me hizo girar.-
-¡KEY! – Giré un poco a ver como dos tipos sostenían de los brazos a Kibum mientras este pataleaba y se jalaba.
-¡DEBES IRTE AHORA! ¡DEJA LOS PAPELES Y VETE CHOI MINHO! – Siguió gritando hasta que uno de los hombres dobló su brazo hacía atrás, causando que chillara del dolor y cubrió su boca.
-¡DEJALO IR! – Le grité al hombre que se paraba con una sonrisa delante de su ejército de matones. Luego fijé mi vista y noté que la mirada de Key señalaba al piso y ahí tirado en el piso de concreto estaba Jonghyun, inmóvil y parecía que uno de sus brazos no estaba en el lugar correspondiente - ¡¿QUÉ LE HICISTE?! – Me acerqué al tipo para agarrar el cuello de su camisa, todos los hombres comenzaron a moverse intentando tomar algo de sus sacos pero con solo levantar su mano un poco el desgraciado hizo que se detuvieran.
-Tu amigo era muy insistente y difícil de controlar así que le dimos algunos calmantes – volvió a mostrarme su asquerosa sonrisa y estaba por tumbarle todos los dientes pero volvió a abrir su nauseabunda boca - ¿Y la chica? – Le miré con odio y antes de que pudiese contestarle uno de los hombres parados junto a él se adelantó un poco.
-Discutieron hace un rato, aun se encuentra en el hospital con el señor Lee – me giré para verle. Estaba en lo correcto nos habían estado siguiendo poco después de que saliéramos de la casa de la vidente. A mi mente vino el momento en que discutí con Luna y nos separamos.
Flash Back

-¡Tenemos que ir a la policía! – Luna seguía insistiendo
-No podemos, ya hasta nos están siguiendo, si hacemos algo ellos estarán en problemas – le contesté fuerte ya cansado de escucharla.
-¡NO PIENSO DEJAR QUE SE SALGAN CON LA SUYA! – Luna me gritó y varios voltearon a vernos.
-¡NO PODEMOS HACER NADA MÁS! – Le dije arrebatándole los papeles y ella dejó caer su mano en mi mejilla y me miró con ojos llorosos.
-Quiero que paguen por lo que le hicieron a Jinki – dijo más bajo y apretó sus puños - ¡NO ME IMPORTAN TUS TORPES AMIGOS! Solo quiero que mi prometido esté bien – Me gritó empujándome y salió corriendo mientras yo solo la miraba molesto. Solo deseaba venganza por Onew, no le había importado nada más, ni Taemin, ni nada.
-¡HAZ LO QUE GUSTES! – Grité mientras se alejaba entre la gente que me observaba y solo pude pegar los documentos a mi cuerpo y seguir molesto hacía el punto de encuentro.

Fin del Flash Back
-Lástima – El hombre tomó mi mano y la bajo haciendo que soltara el cuello de su camisa. –Quería enseñarle a no esconder documentos que no le incumben – volvió a sonreír- pero de seguro ahora que vio a su prometido habrá aprendido la lección – volvió a reír y me dio aun más asco. –Parece que estás solo en esto – Me miró y luego vio los documentos.
-Primero mis amigos – dije tomándolos con fuerza y todos los hombres de alrededor empezaron a reír.
-No, no –Movió sus dedo y sonrió – las cosas en orden – uno de los hombres se adelantó – Revísalo –
- Si señor Park – El hombre hizo una reverencia y comenzó a buscar desde mis piernas subiendo sacando mi celular de los bolsillos y  dándoselo a su jefe.
-¿Solo esto? – Volvió a sonreír – te creí más listo – Lo lanzó al piso haciendo que se separara en varias partes y lo pisó después – Creí que intentarías por lo menos grabarme o dar tu ubicación.  – Se volvió a reír- creo que solo eres un chico de preparatoria cualquiera.
Lo miré con gran odio y extendió su mano – Dame los documentos – jale los papeles hacia mi cuerpo.
-Ya dije – Me puse derecho.- Primero mis amigos.
-Está bien – sonrió y levantó su mano para chasquear los dedos y aventaron a Key hacia mi cayendo junto a mis piernas y luego patearon el cuerpo de Jonghyun para que estuviese más cerca de mí.
Les vi con odio y Key me volteó a ver horrorizado - ¿Minho? – Dijo en tono de duda y luego se adelantó hacia el cuerpo de Jonghyun para jalarlo y poner su cabeza en sus piernas.
-¡Los documentos! – El hombre volvió a extender la mano.
-¡Falta Taemin! – Dije con fuerza y el hombre volvió a sonreír.
-Sabes que te puedes ir ahora con tus dos amigos y pretender que nuestras vidas no se cruzaron – comenzó a avanzar.- Nadie le creería a un chico de preparatoria sin pruebas, así que solo váyanse y vivan como se supone que vivirían.
Negué mientras lo veía decidido. – Vine también por Taemin – dije firme y Key afirmó aun en el piso.
-El pequeño es parte de nosotros – Key parecía más calmado – todos o nada.
Me sentí más seguro al escuchar a mi amigo con su voz prepotente de siempre y me pude poner en una posición más segura.
-Es una lástima- miró hacia atrás - ¡Tráiganlo! – Varios se movieron y algunos pasaron cargando a Taemin en una silla amordazado a esta.
-¿Pero qué? – Preparé mi puño para atacar a los malditos pero Key sujetó mi pantalón suavemente. Si me descontrolaba todo terminaba aquí.
-Supuse que esto pasaría – sonrió – son unos chicos tontos y torpes.  –Se acercó a mí y extendió su mano –Por última vez. Los documentos – le miré muy molesto y estaba por negar pero lo notó y volvió a hablar – tengo que confirmar que no hayas remplazado nada y sean los documentos que deseo.
Apreté mi puño por la impotencia y noté como el círculo de hombres de negro se estrechaba más así que terminé entregando el sobre con todos los documentos.
El señor Park los abrió y comenzó a revisar, todos lo miramos con bastante tensión y luego miré a Taemin que tenía los ojos muy abiertos y me veía con miedo. Algo andaba mal, no pensé que de verdad tendrían a Taemin ahí y lo necesitaba con vida hasta que cumpliera 18, pero por alguna razón ahora  lo ponía en tal peligro.
-Todo está aquí – Doblo el sobre y lo metió a su saco. Me volteó a ver sonriendo. – Puedes tener a los tres- se acercó a Taemin y le quitó la cinta de la boca.
-Minho hyung – escuché su suave voz y vi como comenzaba a llorar.
-Sabes chico – los hombres comenzaron a moverse – hoy en la mañana me otorgaron los papeles como guardián de este pequeño – abrí los ojos amplio al escuchar esto -¿Sabes lo qué significa?
-¡MALDITO! – Key gritó y Jonghyun tosió un poco haciendo que Key bajara la vista.
-Significa que  - desató a Taemin y lo empujó de la silla haciendo que cayera de rodillas en el piso – si un grupo de maliantes de preparatoria lo atacan y muere,  yo me quedaré con toda su fortuna.
-Mianhe – Taemin dijo llorando antes de que un hombre le pasara una navaja de bolsillo al señor Park el cual la tomó y jaló el cabello de Taemin haciendo que su cabeza se fuera hacia atrás.
-¡BASTARDO! – Intenté correr hacia Taemin pero tres hombres me tomaron de los brazos y solo me dejaron en una posición donde pude ver como la filosa navaja recorría el cuello de mi adorable inquilino y comenzaba a dejar un hilo rojo que se ensanchaba -¡TAEMIN! – Volví a gritar y me soltaron, corrí como pude hasta donde él.
Miré con odio al hombre que miraba la manga de su traje.- Es una lástima este es un Armani – me quise levantar, pero Taemin tosió y solo pude reaccionar quitándome la camisa y poniéndola sobre la herida haciendo presión.
-¡Me las pagarás maldito! – Le dije sin dejar de hacer presión en el mismo lugar.
-No será así – el señor Park comenzó a avanzar – verás en cualquier momento vendrá la policía, tu irás directo a la cárcel con tus amigos y yo viviré como siempre he querido vivir.
-¡Tu! – De la nada Key llegó  y golpeo directo en el rostro al hombre, lamentablemente dos de los hombres llegaron a golpearlo en el estomago y ya que estaba en el piso lo patearon varias veces.
-¡Deténganse! –El señor Park se limpiaba la sangre del labio – Debe verse como una pandilla de mocosos – volteo a verme.  – No importa lo que hagas, ya debes considerarlo por muerto – Taemin se removía y tomaba con sus manos mis brazos.
Un sonido en el exterior me asombró, eran las sirenas y las luces azules y rojas no tardaron en acompañarlas.
-Lo vez – el hombre se agachó a donde estaba  y tomó mi barbilla – llegó antes de tiempo, pero la policía está aquí, aquí acaba la vida de ustedes tres, pásenla bien en la cárcel – se paró y luego pisó mi pierna herida y solté un fuerte grito de dolor. Para luego verle girarse y comenzar a caminar hacia la salida lateral.

Miré hacía los ojos de Taemin, suaves lágrimas comenzaban a caer. -Tranquilo – intenté calmarlo mientras seguí haciendo presión directamente. Key se comenzaba a arrastrar por el piso hasta donde yo estaba.
-¿Está bien? – Preguntó despacio con una voz rasposa llena de dolor por los golpes recién propinados y luego tosió un poco quejándose.
Negué preocupado mirándolo y Taemin sonrió bajando sus manos por mis brazos depositándolas sobre mis manos suavemente. Me dio esa mirada que comprendía perfectamente y me decía: “Suéltalo”, pero yo solo pude negarle mientras sentía como sus cálidas manos bajaban de temperatura y la sangre llenaba mi camisa poco a poco, cambiando su color a un rojo carmesí.
Me quedé viendo su rostro, quería que estuviese tranquilo, no quería que saliera más sangre, solo deseaba que se reconfortara con mi sonrisa, la cual a cada instante me costaba mantener más y mis ojos se llenaban de lágrimas que luchaban por salir al verlo tan vulnerable y frágil.
-Solo resiste un poco más – Key pasó suavemente la mano por sus cabellos mientras se sentaba aun adolorido. – La policía está aquí, ellos traerán ayuda.
Yo afirmé, intentando darle calma pero poco a poco mi frágil inquilino fue cerrando sus ojos mientras mis lágrimas escapaban sin poderlas contener ni un instante más.


-“Park Myung Kun salga con las manos en alto” – La fuerte voz debido al parlante de la policía retumbó en la bodega, pero aun así no perdí la vista del pacífico rostro que descansaba ante mí, mientras mis lágrimas lo tornaban borroso. –“Tenemos todo rodeado.”
Key miró asombrado hacía el gran portón y luego me volteo a ver esperando una respuesta de mi parte pero yo seguía inmerso en el rostro de Taemin, deseando con cada parte de mi cuerpo y alma que no me abandonara, que no me devolviera a la soledad que había estado viviendo, que me arrastrara otra vez lejos de la monotonía con su sonrisa.
Mis pensamientos fueron rotos cuando fui abruptamente separado del inerte cuerpo con una fuerte patada sobre mi esternón. Luche en ese instante por volver y seguir haciendo presión en el lugar, pero me tomaron del cuello y me levantaron tomando ambos brazos. Sentí el fuerte dolor en mi pierna cuando intentaron ponerme de pie pero mi peso se venció ante los débiles y quebrados huesos donde terminaron arrastrándome.
Pelee por un rato ansiando volver junto a Taemin, necesitaba estar a su lado, tenía que estar con él. Miré hacia su cuerpo y ahora Key mantenía presionando mi camisa aun y arrancaba una manga de la suya intentando agregar un nudo a nuestro burdo remedio.
-¡TU! – Mi rostro fue girado por un potente puñetazo directo a mi mejilla. Frente a mí, el bastardo de Park hervía de coraje mientras escuchaba como las patrullas en el exterior seguían llegando, las sirenas inundaban el ambiente y el megáfono seguía vociferando su nombre - ¿Qué hiciste?
Le miré y sonreí un poco de lado, por lo menos verle tan descontrolado me causaba placer.

Flash Back

Miré el teléfono y las cintas para luego ver directamente a Luna – hay una forma.-
Luna me miró abriendo grande los ojos - ¿Qué vamos a hacer? – Sonreí y comencé a guardar las grabaciones en su bolso.
-Tenemos que fiarnos que esto será una prueba contundente- Tomó el bolso y se puso de pie deprisa.
-Vamos con la policía- me levanté y tomé su brazo rápido.
-No podemos, no tardarán en seguirnos y nos esperaran fuera de la estación – suspiré y mi celular comenzó a sonar de nuevo-
Ring ding dong
Ring ding dong
Temí por un momento, aun no estaba listo para hablar con ese mafioso de nuevo, pero al contestar escuché una voz familiar.
-Si señor Kim – sonreí al escuchar sus noticias y Luna me miró asombrada. – Debe ver a Luna en el hospital, tenemos que hacer que luzca casual por que la estarán vigilando.
Luna giró un poco su rostro de lado al no entender de lo que hablábamos, pero le sonreí y ella me sonrió de regreso. Por fin teníamos un modo de salir de la locura.
-No tenemos mucho tiempo – comencé a caminar hacia la salida.
-¿Cómo? – Me miró asombrada mientras yo la empujaba suavemente hacía el exterior.
-No tardarán en rastrear mi teléfono y saber dónde estamos. – Tomé los documentos- yo llevaré estos y me reuniré con ellos. Tú debes ir al hospital con el resto de las cosas ahí verás al amigo del abuelo, debes dejar tu bolso en la sala de espera, el tiene un canal, pasará la noticia y lo compartirá con otros noticieros.- La chica me afirmó algo confundida.
-Voy corriendo – dijo y tomé su brazo para detenerla.
-Espera- miré alrededor- debemos esperar a que nos digan donde será la reunión– Luna afirmó y luego miró alrededor imitándome.
-¿Nos están siguiendo ya? – Afirmé y mi teléfono comenzó a sonar.
Ring ding dong
Ring ding dong
Contesté rápido y solo pude escuchar el lugar y la hora de la reunión. Me daba el margen de pocos minutos, lo repetí en voz alta y Luna afirmó mirándome con determinación.
-Ahí estaremos – dije serio colgando y Luna volvió a ver alrededor mientras comenzamos a avanzar dirigiéndonos hacia el punto. Tras unos minutos Luna me miró seria y luego sonrió de lado.
-Vamos a la estación – se frenó un poco- ellos sabrán que hacer. – La miré confundido y luego vi que nos seguían más cerca.
-No es buena idea – dije y tomé su brazo para que siguiera avanzando.
-Debemos ir, es un maleante, debe acabar en la cárcel – dijo jalándose un poco y yo le negué.
-Tenemos que ir por los chicos, nos necesitan – intenté jalarla para que avanzara más.
-¡Tenemos que ir a la policía! – Luna seguía insistiendo
-No podemos, ya hasta nos están siguiendo, si hacemos algo ellos estarán en problemas – le contesté fuerte fingiendo estar cansado de escucharla.
-¡NO PIENSO DEJAR QUE SE SALGAN CON LA SUYA! – Luna me gritó y varios voltearon a vernos.

Fin del Flash Back

-¡Maldito mocoso! – Volvió a golpearme con fuerza y quienes me sostenían me dejaron caer, sintiendo como mi peso se sustentaba en mi pierna el dolor me invadió y no me pude sostener. Solo terminé girándome antes de que el bastardo de Park se parara sobre ella causando un agonizante dolor. Poco a poco sentía como todos los huesos se quebraban en pequeñas astillas y la aguda punzonada de sufrimiento penetraba mi cuerpo mientras yo me retorcía para liberarme.
-Con esto aprenderás desgraciado – dijo girando su pie para hacer más presión como si apagara un cigarro, solté un leve gemido de dolor y un golpe en la puerta hizo detener su tortura.
-Señor Park, debemos escapar – Uno de los hombres habló y el mafioso se agachó a mi lado tomándome del cabello para jalar mi rostro hacia atrás y mirarme a mi cara deformada por el dolor y la tristeza.
-Al final yo ganaré mocoso- Otro golpe retumbó y miró hacía el portón que intentaba ser forzado por la policía. Me soltó empujándome directamente al suelo y luego se levantó -¡QUEMEN TODO! – El señor Park demandó y rápidamente a nuestro alrededor comenzaron a moverse los hombres vestidos de negro incendiando cajas y papeles que se encontraban en la bodega como podían -¡Debemos engañar a la policía! – Volvió a sentenciar y comenzó a caminar -¡Ustedes! – Señaló a algunos de los que estaban prendiendo fuego a las cajas que estaban cerca de nosotros.- Asegúrense que ninguno de estos bastardos salga con vida.
Parecía que solo escaparía mientras algunos me volvían a tomar de los brazos para moverme de lugar. Cuando pude ver como una sombra corría a gran velocidad y tacleaba a uno de los hombres que me arrastraban haciendo que ambos cayeran en un montón de cajas que aun no eran alcanzadas por el fuego.
-¡Jonghyun!- El grito de Key resolvió mis dudas ahora que caía al suelo y tomaba un madero sentándome para golpear al otro bastardo. Los golpes en la puerta aumentaban mientras el fuego y el humo se expandía rápidamente.
Jonghyun seguía peleando con el fornido hombre entre las cajas mientras uno más se acercaba a intentar controlarlo. El mafioso de Park se seguí alejando hacía la parte trasera de la bodega, tal vez había otra salida más oculta, pero no podíamos detenerlo. Golpee a alguien más con el madero tan fuerte como pude para que no se acercara hacía donde se encontraban Key y Taemin. Su cuerpo cayó sobre las llamas y comenzó a correr con su traje encendido.
-¡Eso te pasa por usar poliéster y un traje de tan mala calidad! – Key le gritó mientras seguía pegado a Taemin. Los golpes en la puerta no parecían estar funcionando, me logré levantar con la ayuda del madero tras noquear a otro de los que me atacaban y cojee intentando acercarme a mis amigos y alejarme del humo.
-¡Jonghyun! – Mi amigo parecía pelear contra tres a la vez, se veía guiado por la ira y abandonado por la razón. Golpee a uno con el madero haciendo que perdiera el conocimiento y luego me lancé sobre otro para que Jonghyun terminara de golpear al tercero.
El hombre del traje en llamas seguía gritando y rodando en el piso mientras yo forcejeaba con un alto intentando que me soltara para poderle dar un buen golpe. Comencé a toser y noté que el humo ya estaba bastante denso, seguíamos peleando en el piso lo cual prevenía de que lo inhaláramos pero si la situación continuaba no podríamos salir vivos del lugar.
Terminé empujando lejos al hombre contra el que forcejeaba con ayuda de Jonghyun que había molido a golpes al otro.
-¡Debemos salir! – Me tomó del hombro y me ayudó a avanzar por debajo del humo gateando hacia donde estaba Key.
-¿Cómo está? – Pregunté al llevar viendo el rostro de Taemin tan pacífico y el torniquete ensangrentado.
-No se- Key me miró preocupado y luego miró hacia arriba a las pequeñas ventanas que rodeaban la estructura, había algunas rotas pero la mayoría estaban cubiertas de negro- tenemos que romper algunas ventanas más, nos dará más tiempo.
Jonghyun afirmó.- Yo me encargo – comenzó a gatear alejándose de nosotros mientras acariciaba la frente de Taemin.
-Está helado – dije al sentir su cabeza casi congelada y Key afirmó con dolor sin dejar de presionar la camisa. Un estruendo sonó a lo alto debido a que una de las pequeñas ventanas casi a la atura del techo sobre el muro se quebró dejando entrar una línea de luz cubierta por el denso humo. Pasaron tres o cuatro iguales y luego Jonghyun regresó a gatas tosiendo y dejándose caer en el suelo.
-No encontré que más aventar- Sentí el fuerte calor aumentando – todo está en llamas ya, estamos rodeados por el fuego.
Suspiré pesadamente y miré a mis amigos – deben ir hacía la parte trasera de la bodega – ellos me miraron confundidos- si encuentran un camino, es posible que la salida que usó Park les sirva, yo me quedaré con Taemin.
-¡Estás loco! – Key me gritó con su voz de diva- lo más seguro es que quemara todo lo que hay en el camino y ni pienses que te dejaré solo en eso.
- Ni yo – Jonghyun me sonrió aun acostado en el piso – dentro de poco vendrán, solo hay que esperar- lo miré con tristeza y él me sonrió cerrando los ojos- debo descansar más, lo que me inyectaron sigue en mi cuerpo – dijo bajo mientras iba perdiendo el conocimiento. Key se acomodó junto a Taemin también acostándose para evitar el humo. Comencé a sudar demasiado notando que el fuego estaba cada vez más cerca y ahora se podía ver las llamas encerrarnos sobre el denso humo, al final también terminé acostándome junto a Taemin, viendo su rostro, intentando grabarlo eternamente en mi memoria, porque sentía como mi aliento me abandonaba y el dolor hacía que perder el conocimiento fuera sencillo. Solo así me dejé vencer por el fuego, entre los sordos golpes a la puerta, ventanas rompiéndose por el calor, la sirena del camión de bomberos y el intenso ardor subiendo por mis piernas, me rendí porque él estaba a mi lado, porque con él mi vida tenía sentido y sin él mi vida, no era vida.




Las luces brillantes cegaron mis ojos mientras intentaba abrirlos poco a poco. Pude observar un blanco techo y las largas luces, sacudí la cabeza un momento y luego miré hacia un lado, varias amplias ventanas denotaban el cielo gris que amenazaba con lluvia.
-¡Choi Minho! – El grito me hizo confundirme y me giré despacio para ver a mi amigo sentado en el sillón de al lado con algunas curaciones en él y una venda en uno de sus brazos.- Como siempre tardas años en despertar.
-No sonó mi alarma– dije con una suave sonrisa, contento al verle con el mismo ánimo y luego miré su rostro en una de sus mejillas una gasa se posaba y sobre su ceja varias suturas –tu rostro ¿Taemin está bien?– dije bajando la mirada apenado y él se puso de pie.
-Mi rostro es demasiado perfecto para ser dañado por cicatrices como estas- sonrió y se acercó a la ventana- en cambio…
-¡YA VINE! – Jonghyun entró dando saltos alegres y luego me miró en la cama - ¿Despertaste? – Preguntó mientras sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas.
-No, solo está durmiendo con los ojos abiertos mientras habla – Key dijo con una sonrisa y Jonghyun no tardó en saltar a la cama.
-Nos espantaste altote – comenzó a sacudirse y brincar – has estado varios días sin recuperar el conocimiento.
-No lo atosigues – Key jaló a Jonghyun intentando bajarlo de mi cama.- Tu padre estaba muy preocupado, no ha de tardar en venir.
-A es cierto Key, tenía que decirte que las enfermeras están persiguiendo a Onew por que se estaba robando la comida de los otros enfermos – Jonghyun dijo con una sonrisa interrumpiendo a Key.
-¿Cómo? – Key abrió grande los ojos.
-Es que hoy sirvieron pollo- Key salió corriendo del lugar y Jonghyun me sonrió. –Tenía que sacarlo – acercó una silla y se sentó junto a mi – se pone muy sensible por lo que ha pasado.- Le miré confundido y luego señaló mi pierna - ¿Qué sientes? – Incliné un poco la cabeza y luego miré hacia abajo, era obvio que tenía un grueso yeso en mi pierna lastimada.
-Aun duele, pero creo que no estoy seguro por los medicamentos – Jonghyun bajó la vista y mi padre entró deprisa corriendo a abrazarme.
-Me dijo Key que despertaste – dijo sin dejar de estrujarme y Jonghyun se levantó despidiéndose con una mano y saliendo del cuarto.
Mi padre estuvo así por algún rato, hasta que llegó el médico y ambos me dieron la mala noticia.
“Será muy difícil que vuelvas a correr” esas palabras retumbaban una y otra vez en mi cabeza mientras miraba el techo.
-¿Cómo estás? – No sé cuánto tiempo pasó, pero frente a mí ya estaba Onew con una sonrisa intentando librarme de mis pensamientos. Intenté sonreír como él.
-Bien, me dicen que si me esfuerzo podré caminar bien – intenté soltar el lado bueno de toda la noticia y el aun me acompaño con su pacífica sonrisa.
-Se que podrás hacer muchas más cosas que caminar – reí un poco por la rara expresión.
-¿Taemin está bien? – Llevaba todo el día preguntando pero las personas me ignoraban fácilmente ante esta pregunta.
Onew afirmó y se acercó a mi – no temas por el pequeño, está bien – me dijo y luego se sentó en el sillón encendiendo la televisión.
Por un momento esa tarde parecía que la sala estaba repleta, por un lado mi padre intentando cerrar las persianas fallando varias veces, Onew sentado en el sillón mirando el televisor con contagiosas risas mientras Luna intentaba llamar la atención. Key sentado a mi lado contándome como las batas del hospital le causaban picazón por el terrible material, su madre intentando llenar los jarrones de las flores que recibía hasta el punto exacto. La madre de Jonghyun y su abuelo regañando al muchacho e insistiendo que por su culpa el bello rostro de Kibum había sido marcado y la camioneta del abuelo había desaparecido.
Parecía muy ameno y lleno, pero solo podía pensar en que Taemin necesitaba estar ahí, de seguro estaría comiendo y viendo televisión con Onew mientras Key lo vigilaba y podría reír conmigo por los extraños regaños a Jonghyun. Me hacía falta, sentía que si le decía a él que me preocupaba no volver a caminar o que temía por no poder jugar futbol nunca más el miedo se desvanecería, pero simplemente no estaba ahí.
La enfermera llegó y terminó sacando a todos, los adultos, Jonghyun que ya había sido dado de alta y Luna se fueron. Onew y Key me acompañaron otro rato, pero se tuvieron que marchar a sus habitaciones, simplemente nadie me decía donde estaba Taemin y mi plan era buscar esa noche. Si estábamos en el mismo hospital se que lo podía encontrar.