El aniversario luctuoso de Onew se acercaba y Taemin deseaba ir a visitarlo y por supuesto yo le acompañaría, -“está bien te permitiré ir, ah y una cosa más disfruta tus últimos días con ese chiquillo”- fue la sentencia de mi madre al mencionarle del viaje que pretendía hacer con Taemin –“como que disfruta de últimos días, a que se refiere, madre”- le interrogue, ya que no era la primera vez que me lanzaba indirectas acerca de Taemin, estaba seguro que ya se había dado cuenta acerca del tipo de relación que sostenía con mi pequeño ángel –“A que me refiero???.. Por favor Minho, no naci ayer, conozco a la perfección lo que haces con Taemin, cuando dices ir a cenar a su casa”- el rubor cubrió mis mejillas y mi vista se desvió al piso -“Hijo, eso no me asusta...”- su tono hasta ahora dulce se torno áspero de alguna forma doloroso –“pero no voy a permitir que arruines la reputación de esta familia por un caprichito como ese…”- estaba un tanto molesto al escuchar a mi madre, no era novedad para mí el tener que aparentar, toda nuestra vida se había basado en guardar las apariencias y actuar de acuerdo a lo establecido por la sociedad, pero no había encontrado ningún inconveniente con ese modo de vida, hasta ahora –“…mantener este ritmo de vida no es nada fácil, así que no lo empeores con tu comportamiento…te permitiré disfrutar de tu “amistad” con Taemin, bajo ciertas condiciones claro, la primera es que terminando la preparatoria te olvidaras de él y te irás a la universidad que hemos designado para ti ya que tu continuaras con el negocio familiar..Y la segunda es que por lo que más quieras evita exhibirte con ese mocoso por el pueblo tal y como lo hacen tus…amigos”- mi boca se abrió ligeramente por la sorpresa, mi madre estaba condicionando mi relación con Taemin, como si fuera un vil negocio -“Pero que tiene de malo”- me aventure a decir –“¿qué tiene de malo???”- exclamo indignada abriendo sus ojos de par en par, en ese momento me arrepentí de haber hablado –“ Que tiene de malo, por favor Minho, siempre he confiado en ti, pero al parecer ese mocoso te está volviendo loco, dime en qué momento tu buen juicio se fue a la mierda, en qué momento te echaste a perder, mmm que tiene de malo?…su relación no solo es anormal, va en contra de la aceptación social, incluso en contra de la propia naturaleza... realmente no sé cómo puedes revolcarte con otro hombre y no solo te conformas con eso encima el mocoso ese con el que sales es menor que tú, sabes en que te convierte eso?”- decía la tiempo que daba ligeros golpecitos con la punta de su dedo en mi sien derecha, -“En un maldito pedófilo, haciendo esto aun mas desviado, tan pervertido... es simplemente asqueroso, no hay otra palabra para describir la relación que sostienes con Taemin o como sea que se llame ese…muchachito”- como una madre podía ser tan cruel con su propio hijo, solo por continuar con un ritmo de vida acomodado, como podía tener el valor de aparentar ante los demás ser una mujer calmada, tolerante y caritativa cuando no lo era con su propia familia –“así que ya sabes, disfruta de tus últimos días, porque terminando la preparatoria deberás dejarle y no habrá marcha atrás, tendrás que dejarle…”- dio la media vuelta y se dirigió con paso firme hacia su recamara. Agobiado por lo que acababa de ocurrir permanecí varios minutos en la cocina, tal vez debí defender más a Taemin, tal vez debía haberle gritado que era mi vida y que haría lo que más me conviniera con ella, tal vez debí…tal vez debí...ahora no importa, lo hecho, hecho esta.

-“Hay muchas cosas que pudiste haber hecho”- interrumpió mi hermana con una seriedad reflejada en su rostro que incluso daba terror, esa chica de sonrisa contagiosa y llena de ocurrencias, ahora parecía otra persona al hablar con ese tono –“Al menos a ti te permitió continuar con Taemin, yo tuve que largarme de la casa para poder hacer lo que deseaba y aun así se las arreglo para quedar bien parada con respecto a mi repentina huida”- como toda una digna madre de antaño, la nuestra deseaba arreglar un matrimonio por conveniencia a pesar de lo arcaica que resultaba la idea, mi hermana se negó desde el primer momento y hasta el final de la ridícula situación. –“ no soportaba que arreglara mi vida, ni siquiera estaba guapo el fulano ese con el que pretendía casarme, si me vas a obligar mínimo consigue un hombre bien bueno para disfrutarlo cada noche, pero ni siquiera eso hizo por mí, como sea …cuanto más cerca estaba la fecha del supuesto enlace, más decidida estaba a abandonar la casa, sabía perfectamente lo mucho que tendría que luchar por salir adelante sola, pero no me importaba ya que no permitiría que ella amargara mi vida, como lo hizo con…” – se interrumpió abruptamente, esta era la única vez que había visto a Yuki hablando con seriedad y cordura, por lo general se la pasaba haciendo tonterías, aunque ahora que lo pienso bien en realidad no eran estupideces, simplemente estaba viviendo su vida como deseaba disfrutando cada instante, siendo feliz, sin lastimar a nadie, en estos momentos implore tener mínimo la decima parte del coraje que ella poseía en ese aparente frágil cuerpo –“Conmigo, tienes razón, pero quien arruino mi vida fui yo, solo yo”- los 3 pares de ojos se nublaron por instantes, supongo que recordando todos y cada uno de los segundos de ansiedad y tortura que les había tocado vivir, el ambiente era tenso así que volví a elevar mi voz para continuar con el relato.

Rumbo hacia el anterior hogar de Taemin, no pude dejar de pensar en las crueles palabras de mi madre que no dejaba de taladrar mi mente, mientras observaba el tranquilo y radiante rostro de mi pequeño quien dormía plácidamente sobre mi hombro, si decidía quedarme con él que podía ofrecerle de seguro mis padres me desterrarían de la familia, dejar a Taemin a un lado no podía hacerlo, estaba justo en el centro de una enredadera de espinas afiladas que al menor movimiento me perforaban lastimosamente.

Llegamos directamente al cementerio, la tumba de Onew se encontraba impecable, con flores frescas tal vez del día anterior, Taemin se arrodillo frente a ella y acaricio ligeramente la foto recién colocada de Onew mientras hablaba en susurro, una oración?, una plática?, no lo sabía, yo solo me limitaba a permanecer de pie a su lado contemplando la foto de su fiel amigo, perfecto hermano, amante anónimo, de pronto Taemin extendió su mano e hizo que me arrodillara junto a él –“lo he encontrado Onew”- hice un ligero asentimiento y cerré mis ojos “ahora te puedo comprender un poco mejor Onew”, dije para mis adentros.

El resto del tiempo Taemin se dedicó a mostrarme aquellos lugares que visitaba con frecuencia y recordaba con nostalgia aquellos memorias felices, conocí a unos cuantos de sus antiguos amigos, aquellos con los que guardaba una relación más estrecha y que no tenían prejuicios para con la vida, a ellos ni siquiera les sorprendió que Taemin les presentara un novio en lugar de una novia, yo todo esto lo observaba como desde un tercer plano como una película proyectada en un cine oscuro y solitario, ya que no podía dejar de pensar en lo que debería hacer terminando la escuela. Solo la fatiga de aquel día y los constantes mimos de mi chico me regresaron al momento, a aquella minúscula habitación de hotel de color hueso en la que pasaríamos la noche, yo sobre mi espalda y Taemin sentado sobre mi cintura me observaba fijamente como buscando una apertura que le permitirá entrar a mi mente –“ Algo te pasa, que es cuéntame”- entrecerré mis ojos “Taemin te debo dejar” eso era lo que pasaba, já si como no, jamás podría pronunciar esas palabras seria como beber una copa del más potente veneno, como un vampiro exponiéndose al sol sabiendo que significaría su muerte –“Estoy preocupado, por que se acercan los exámenes de ingreso”- trataba de que Taemin se dieran cuenta por sí mismo de la situación, dedujera el dilema en el que me encontraba, pero él deslumbro mi vista con una esplendida sonrisa –“…y eso porque te preocupa, si eres el mejor estudiante, estoy seguro que pasaras cualquier examen sin dificultad, en cualquier universidad que desees entrar, en cualquier lugar del mundo”- una inesperada respuesta de esos labios ahora casi carmín que besaban mi rostro delicadamente –“Acaso deseas que me vaya…”- le dije al momento de sujetar sus muñecas que se encontraban sobre mi pecho –“sí, eso quiero…..”-

-“Peor??”- exclamó agudamente Key -“que acaso no hiciste nada bueno por ese chico, hasta ahora solo he escuchado lo malo que ha pasado ese bien llamado ángel”- tenía toda la razón, hasta ahora solo había contado todo lo que había sufrido mi Taemin –“que hice bueno por él…”- giraba mi ojos de un lado a otro pensando en lo cosas buenas que había hecho por Taemin, pero no recordaba nada –“mmm…supongo que debes ser muy bueno en el sexo para que Taemin no quisiera alejarse de ti”- replico Jonghyun con su clásica sonrisa picara “estúpido” pensé antes que todos estalláramos en carcajadas - “Él era feliz con solo estar a tu lado y sentir que alguien le apoyaba, él al igual que yo siempre pensamos que la felicidad está hecha de pequeños momentos, una caminata al parque, una buena película en casa, degustar una paleta helada en verano, todos esos momentos juntos hacen que tu vida sea feliz…”- Yuki tenía razón Taemin había vivido momentos difíciles en el pasado por eso siempre procuraba tener un pensamiento positivo y disfrutar en todo momento, tal vez por esa razón cada que estaba a su lado sentía mi pecho lleno, mi labios no desdibujaban una sonrisa, cualquier día me parecía brillante, incluso no me importaba tener que escapar cada tarde de las garras de mi madre para poder ir a recoger a mi lindo chico a su trabajo, para caminar de su mano con toda tranquilidad por las oscuras calles de camino a casa, perdiéndonos en varias ocasiones entre los mágicos juegos de sombras de esos frondosos árboles proyectadas por la hermosa luna testigo de nuestra deliberada manera de quebrantar las leyes del pudor, expresarle lo que sentía por él al oído y en ocasiones utilizando hasta aquel entonces desconocida señal para mí y que él tuvo la paciencia de enseñarme y practicar conmigo, esa que significaba “Te Amo”, supongo que todo aquello también lo hacía feliz de alguna manera –“Les confieso que no tengo ni idea de por qué Taemin permanecía conmigo, no se la razón por la cual esa perfecta criatura se había enamorado de mi, pero doy gracias de que haya sucedido…”- en ese momento Key giro su vista hacia Jonhgyun y sonrió delicadamente, este lo tomo por la barbilla y le regalo un beso ligero, juguetón –“ Yo sé perfectamente que fue lo que él hizo por mí, sé perfectamente como su presencia cambio mi vida, no me alcanzaría el tiempo para explicar esa sensación, no encontraría las palabras para describirlo…”- Key puso sus dedos en mi boca y chisto brevemente –“Dejémoslo en que eras bueno para el sexo…”- guiño, volvimos a reír efusivamente.


Presentarse ante los padres de Taemin era algo temible pero era mi deber, no podía abandonar a mi pequeño chico a su suerte en medio de semejante empresa. Fue difícil convencer a la madre de Taemin permitirle visitarme a pesar de que el departamento que ocuparía estaba relativamente cerca, pero era comprensible su postura su único hijo haría constantes viajes para visitar a su ¿novio? Eso era algo que muy pocas madres podrían soportar, pero ella ya lo había visto sufrir una vez por la pérdida de un ser querido y aunque la situación era delicada no deseaba verlo sufrir de esa manera otra vez, su propio corazón no lo soportaría y a pesar de que su esposo se oponían rotundamente intercedió incasablemente por nosotros, así que le permitió hacer las visitas pero solo una vez por mes, una sola vez al mes podría sentir ese cuerpo, solo una vez al mes podría regocijarme con esa aura feliz y tranquila que irradiaba Taemin.


Por si solos los estudios en la universidad eran duros, desgastantes física y mentalmente sin contar las exigencias de madre por que permaneciera en los cuadros de honor como lo había ostentado toda mi vida académica, no conforme con eso consciente de que Taemin y yo haríamos lo posible para continuar con nuestra “asquerosa relación” como lo llamaba ella, continuaba obligándome a seguir con los viajes de entrenamiento a las diferentes plantas dejándome sin tiempo libre para poder visitar mi casa y por supuesto a mí querubín. Mi único aliciente, la única manera en la que podía recuperar energías era esos tan ansiados finales de mes, cuando mi chico vainilla iba visitarme, mis días se iluminaban cuando le veía bajar muy temprano del autobús con esa sonrisa siempre fresca esbozada solo para mí.


Esos dos días eran revitalizantes para mi, liberadores, ya que al estar lejos de casa sin la mirada amedrentadora de mi madre cerca, podía expresar todo el amor acumulado en mi pecho, éramos una pareja mas caminando de la mano por la agitadas calles de esa ciudad, tal vez nuestro relación no era como la de Jonghyun y Key parecida al fuego que con cada soplo de viento se vuelve más fuerte cada vez, que va arrasando con todo a su alrededor para cubrirlo de ese calor, esa pasión, pero no por eso dejaba de ser menos real, no, nuestra relación era como los ríos, tranquila, suave, ligera, serpenteando todos los obstáculos separándose en ocasiones, para luego volver a unirse y siempre desembocando en el mar, siempre regresando a el mismo lugar.


Nuestras noches estaban llenar de ardor y desesperación, como si fuera la última noche en la que nos veríamos, con la sensación de despedida en el aire a pesar de saber que el próximo mes volveríamos a esa habitación, esa que nunca estaba en silencio cuando él estaba presente ya que me gustaba mucho oírle hablar su acento era gracioso y adorable a la vez, recuerdo que llego a contarme acerca de una chica que le había pedido en algunas ocasiones saliera con él, pero como era obvio siempre se había negado –“algunas ocasiones?? Vaya ese chico sabe como suavizar cualquier situación… esa maldita mujer prácticamente lo acosaba a diario, incluso yo soñaba con ella, ahh como la odio…aunque tampoco se merece eso…”- Yuki jadeo como asustada por su comentario, que mas estarían ocultado esos ojos chispeantes –“bueno y luego…”- que manera más ruda de hacerme continuar.


El tiempo pasa, el enamoramiento se desvanece, pero ese es el este momento cuando el verdadero amor surge y nosotros ya habíamos pasado a esa fase, el estar cerca ya no era un placer sino una necesidad, no solo nuestros cuerpo crecían sino también nuestras mentes. Bendita ignorancia desearía haber permanecido sumergido en ella, poco a poco me fui percatando de algo que me hacia palidecer cada día mas, que desgarraba mi alma centímetro a centímetro despacio, tarda haciendo que el dolor permaneciera en mi por mucho tiempo y cuando pensaba que ya había pasado un nuevo centímetro era arrancado.


La situación de ser “una pareja mas en las calles de la gran ciudad” no era del todo verdad, si bien es cierto los comentarios no llegaban a mis oídos tan rápido como lo harían en pequeño pueblo, no por eso desaparecían, la personas aun siguen teniendo prejuicios, aun siguen tratando de determinar lo bueno y lo malo, atacando aquello que no comprenden. Llegue a la conclusión de que yo no lo había notado por estar inmerso en mi egoísmo, nunca había notado lo despreciable que pueden llegar a ser contigo las personas. Recuerdo que en muchas ocasiones fuimos discriminados, bombardeados por palabras hirientes, acciones lascivas de personas que ni siquiera nos conocían, una verdadera molestia. Todo esto hacia decaer a Taemin, cada insulto le hería profundamente, aun y cuando él trataba de ocultarlo, yo me daba cuenta de su silencioso dolor y eso me lastimaba. La solución ocultarse, vivir en las tinieblas, amparados por la fría oscuridad, no eso no era bueno Taemin no merecía eso, no merecía vivir escondido, por eso a pesar de todo el dolor del mundo que se pudiera acumular en ese pensamiento no podía dejar de considerarlo. Dejaría a Taemin para que fuera feliz, ya que al tenerlo conmigo solo le estaba causando sufrimiento y eso era lo único que no quería para él..pronto dos años de perfecta vida terminarían….

¿Cómo terminar con el amor de tu vida, como decirle a los ojos que ya no deseas seguir, cuando en realidad todo lo que deseas es sostenerle en tus brazos y hacerle feliz? No esa no era la pregunta correcta, la pregunta es ¿por qué terminar con el ser que amas?...

Los días más felices de mi existencia desde que nací, eran a lado de Taemin con una sola mirada podía transmitirme tranquilidad, alegría, pasión; una sola mirada en esos ojos cielo podía satisfacer mi necesidad y dejarme con ansias de más, esperando la próxima visita de mi dulce chico, pero había algo que nublaba ese cielo, en ciertas ocasiones Taemin lloraba en silencio.

Había llegado el día en que debía terminar con Taemin había llegado ese fatídico día en que debía darle libertad, dejarle que fuera feliz en una relación normal, había estado juntando el coraje para hacerlo, pero mi corazón no dejaba de palpitar como el galope de caballo desbocado, la sensación de vacío en el estomago, esos nervios que se sienten hasta en los huesos no me dejaban siquiera respirar, que pasaría cuando rompiera con Taemin, mi corazón no podría soportar su reacción, yo solo vivía por él para hacerlo feliz y esa era precisamente la razón por la cual debía dejarle, mas de dos años de una maravillosa relación, los dos años más felices de mi vida pronto terminarían. Mis ojos se enrojecieron en cuanto le vi llegar, con su contagiosa sonrisa esbozada solo para mi agitando su pequeña mano saludándome desde lejos, esos ojos llenos de vida que me habían conquistado, ese estilizado cuerpo que había sido mío en innumerables ocasiones y que disfrutaba más que cualquier cosa en el mundo, todo eso terminaría este mismo día.

Como pude contuve las lágrimas y en cuanto estuvo a mi alcance, le tome por la nuca y la cintura para acercarlo a mí y brindarle un beso apasionado, un beso que contenía todo el amor que sentía por él, Taemin frunció el ceño y sonrió extrañado –“¿qué pasa?”- me conocía lo suficiente como para saber con solo verme un segundo que algo no estaba marchando bien, -“nada, todo va perfecto”- pase mi brazo por encima de su hombro y casi le obligue a caminar, visitamos por última vez todos aquellos lugares en que habíamos pasado buenos momentos, para terminar como siempre en mi departamento, esa noche quería disfrutarla al máximo quería saborear cada minuto a lado de ese chico, al entrar Taemin corrió a la cama y se dejo caer en tono cansado extendiendo sus manos hacia arriba y separando sus piernas, lo observe detenidamente, de nueva cuenta mostraba su abdomen vainilla como aquella noche en la que le confesé mi amor, sentía el torrente de lagrimas acercarse peligrosamente a mis ojos, los cerré y sacudí mi cabeza, “no puedes arruinarlo” me dije “tal vez sea esta la última vez que lo vuelvas a tener entre tus brazos, tal vez hoy sea la última vez que lo escucharas gritar tu nombre extasiado, esta será la última vez que lo volverás a ver” frote mi rostro y esbocé esa sonrisa que caracterizaba el previo de nuestros encuentros, me senté en la cama y me incline hasta llegar a su rostro lo observe detenidamente hermoso, angelical, rebosante de ternura y sus ojos llenos de amor, sus labios rosáceos temblaban esperando sentir los míos sobre ellos, volví a sonreír y lentamente los roce, haciendo que poco a poco abriera su boca para darle paso a mi lengua, el sabor de su saliva era miel en mi boca, puse mi manos sobre sus muñecas y le sujete levemente, pase mis piernas por encima de él y volví a observarlo quería guardar en mi memoria esa imagen perfecta de mi chico, “que pasa?” volvió a preguntar, -“nada, simplemente quería admira lo perfecto que eres”- sonreí, solté sus muñecas y baje lentamente el zíper de esa playera que me fascinaba, pasaba mis manos en ligeras ondas por su suave pecho, besaba una y otra vez esa aterciopelada piel, degustaba el sabor de su cuello con mi lengua, jugaba con sus tetillas haciendo pequeños círculos con ella todo de una manera lenta, tardía, así continúe con mi camino, Taemin dejaba escapar pequeñas risitas, le provocaba cosquillas mis labios sobre su abdomen, lentamente deslice su pantalón fuera sus piernas, repetí la acción con la ultima prenda asistido por Taemin, regrese a su abdomen y le hice reír una vez más, como adoraba oírle reír, bese delicadamente el área preparándome para el platillo principal, comencé a recorrerlo con mi lengua en toda su extensión y sin límite alguno, lo tome entre mis manos y lo engullí completamente, deslizaba mi boca de arriba abajo, con la dirección de Taemin quien sujetaba ligeramente mi cabeza, con la respiración agitada y un camino cubierto de besos regrese hasta su rostro deseaba obsérvalo al momento de poseerlo por última vez, ansiaba observar esos ojos cerrados y esa boca ligeramente abierta absorbiendo el oxigeno para luego dejarlo escapar por el éxtasis, tome su pierna y la separe levemente de su cuerpo para abrirme paso hacia mi edén, Taemin arqueo ligeramente la espalda al sentirme dentro de él, la tibieza de su cuerpo me invadía a cada movimiento, cada arremetida contra ese exquisito cuerpo me hacia vibrar de pasión, ahora deseaba ser suyo, deseaba sentirlo en mi como esa primera vez en aquella alejada cabaña, así que le hice girar para que el tomara la riendas del momento, mordió su labio inferior y sonrió lujuriosamente, comenzó besando mi pecho con sus gruesos y húmedos labios al tiempo que acaricia mi entrepierna al principio de manera delicada para luego aumentar la velocidad y hacer que yo jadeara de placer, continuo la labor con su boca, succionado de manera exquisita utilizando una lengua ahora diestra en este campo, me pidió dar la vuelta y así lo hice, el beso mi espalda pausadamente como si contara con sus labios cada una de mis vertebras e introdujo en mi sus dedos humedecidos con ligeros movimientos circulares preparándome para ser completamente suyo, yo me concentraba en cada una de las sensaciones que estaba experimentando es esos momentos, sentí ligeramente como se presionaba contra mí y poco a poco mi cuerpo cedía a la intromisión de mi pequeño y aunque su presencia en mi cuerpo aun era dolorosa, el placer superaba cualquier daño que pudiera ocasionarme, paso sus manos por debajo de mi pecho aferrándome a él para comenzar a mover su cuerpo en movimientos fluidos, firmes y excitantes, nuestras bocas emitían gemidos satisfactorios y en ocasiones pronunciaban nuestros nombres entrecortados y jadeantes, el calor de nuestros cuerpos hacia que nos fundiéramos en uno, sintiendo lo que él otro, el vaivén de la cama aumento de nivel cuando esa ola de energía invadió nuestros cuerpos llevándonos a la cima del éxtasis, embriagándonos de placer, desbordando Taemin su néctar en mi ser como su ultimo regalo para mí. Con la respiración agitada gire y lo tome abrazándole tan fuerte como me lo permitía mi exhausto cuerpo, besaba sus labios una y otra vez, perdiéndome en ese cuerpo.

Toda la noche estuve contemplando a mi pequeño ángel dormir, una lágrima acida recorrió mi mejilla al pensar lo que haría a la siguiente mañana. Los primeros rayos de sol se colaron por la ventana y me obligaron abrir mis ojos, toque brevemente la frente de Taemin con mis labios, él abrió sus espectaculares ojos y me sonrió “buenos días” invadió su melodiosa voz el departamento, “buenos días” conteste cabizbajo -“que pasa Minho?...desde ayer te comportas extraño…por favor dímelo, ten confianza en mí, por favor…”- su rostro reflejaba preocupación, tristeza, no sabía lo que me pasaba pero ya se encontraba inquieto por mí culpa. “es que…” vacile en mi respuesta –“…no es nada, vamos levántate y desayunemos…”- me levante y comencé a vestirme, pero Taemin se quedo envuelto en la sabanas, observándome fijamente, analizando cada uno de mis acciones –“no me moveré de aquí hasta saber qué te pasa”- cruzo los brazos sobre su pecho e hizo un ligero puchero, “por favor no me obligues a hacerlo tan temprano, quiero disfrutarte un poco más, por favor no me obligues” pasaba por mi mente, era tan difícil renunciar a él, -“lo que sea que me tengas que decir, hazlo de una vez, prefiero morir una vez que vivir con esta duda”-

-“lo que sea que me tengas que decir, hazlo de una vez, prefiero morir una vez que vivir con esta duda”- demonios tenía razón, si pensaba en dejarlo para que alargar el sufrimiento de ambos, porque torturarlo aun mas con mi extraña actitud, así que respire hondo y me senté a un lado de él, no sabía que decir, no tenía ni idea de cómo decirle lo que pensaba, como sufría cada noche que él derraba lagrimas silenciosas por todas aquellas experiencias desagradables que le obligaba a vivir a mi lado, cada que salíamos juntos la gente nos despreciaba por ser pareja, nos discriminaban como si fuéramos algo asqueroso, como si tuviéramos lepra o algo peor, todas y cada una de esas lagrimas eran mi culpa por obligarlo a estar conmigo, por haberme enamorado de él, si yo no le hubiera confesado mi amor aquella noche en su cuarto él probablemente ahora sería feliz con una hermosa chica, pudiendo salir de día a la vista de todos y no tener que encerrarse en medio de cuatro paredes para poder disfrutar del amor, me alejaría de su camino para que fuera feliz aunque eso representara que él me odiara. Pero hacerlo era tan difícil, mirarlo a los ojos y decirle ya no mas, decirle prosigue con tu camino sin mí, ya no quiero seguir contigo, ya no quiero escuchar tu voz en mi oído susurrando mi nombre, elevándome al cielo, ya no más.

Llene mi pecho de hirviente oxigeno que me quemaba por dentro para por fin emitir esas venenosas y afiladas palabras -“Taemin, es hora de separarnos… tu mereces ser feliz…”- su rostro reflejo una mueca de extrañeza, sus ojos se cristalizaron, sus mejillas se encendieron, su respiración se volvió más agitada y su cuerpo tembló bajo las sabanas –“Perdón…pero tu mereces lo mejor y eso nunca lo conseguirás a mi lado…”- su voz se levanto inesperadamente en una pregunta que desgarraba mi alma -“nunca me amaste?”- cerro sus ojos y las lagrimas cayeron, por mi parte mis labios permanecieron inmóviles, mi voz no salía de mi pecho y solo mi mente se revolvía entre pensamientos que aconsejaba dejar todo como estaba y continuar con él, pero las imágenes de mi pequeño ángel sufriendo por causa mía, se mezclaban y me obligaban a continuar con la horrible faena, que podía decirle en esos momentos “si, te amo, pero no debes estar conmigo” que estúpido y contradictorio sonaba, la respuesta más lógica y punzante era “no, no te amo” pero simplemente se quedaba atorada en mi garganta sin poder salir a luz y terminar con esa sombría situación de una vez. –“ Taemin no existen tales cosas como el amor eterno…”- que demonios estaba diciendo –“…. pero deseo que seas feliz, que tengas una vida plena…me comprendes…”- claro que no me entendía ni siquiera yo mismo lograba comprender que me había orillado a este momento –“demonios, conmigo siempre tendrás que esconderte en un rincón, siempre vigilando que las puertas este bien cerradas, buscando la oscuridad para poder disfrutar del amor, eso no es lo que Onew deseaba para ti…”- ahí estaba el nombre taboo, la carta mayor la para lacerar a mi chico, inmediatamente surtió efecto, su semblante aun controlado y hermoso, se descompuso en facciones de terrible dolor, un sufrimiento que jamás había visto en una persona y que jamás deseo volver a ver, -“por dios Taemin..”- frotaba salvajemente mis manos contra mi cabeza y rostro –“solo déjame y se feliz, termina la escuela, consigue una trabajo digno, cásate con una bella y amable mujer, ten hijos y disfruta de tu vida plenamente…por favor sé feliz por ambos…”- las lagrimas no daban tregua a mi ojos congestionados, mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho y mi cuerpo temblaba de agonía, Taemin parecía encontrarse en la misma situación, -“lo entendiste verdad…”- me levante tome mi cartera y llaves del buro de la cama y me en camine a la puerta de salida desde donde podía observar perfectamente a mi precioso ángel, decaído con sus alas derrotadas a sus costados hiperventilado aun, con voz firme salida sabrá dios de donde le dije –“Todo termina aquí, te deseo mucha suerte…y por favor se asquerosamente feliz”- Salí azotando la puerta tras de mí, derrumbándome frente a ella, el silencio gobernó por un minuto siendo lastimosamente desgarrado por los sollozos de Taemin, quien al parecer se había dejado caer de rodillas cerca de la cama, se preguntaba una y otra vez ¿porqué? ¿Que había hecho mal? Escuchar su llanto me perforaba en lo más profundo de mis ser, no podía soportar más escucharle llorar por mi culpa, “esta será la última vez que lo haga” trataba estúpida, egoístamente de consolarme. Con movimientos lentos y temblorosos salí del edificio, camine sin rumbo alguno, proyectándose en mi mente todos y cada unos de los momentos vividos a lado de mi chico vainilla, no supe ni cómo es que termine en un callejón, inmóvil, como aquellos seres creados en las películas de horror de cuerpo humano pero sin expresión, sin sentimientos, sin alma. Pasaba de la media noche cuando por fin decidí regresar a mi apartamento arrepentido de lo que había hecho horas antes, con la inocente, idiota, esperanza de que mi pequeño ángel se encontrara ahí, pero en mi departamento solo había decepción, él se había marchado, “que demonios esperabas, idiota, después de tu escenita de la mañana, no podías esperar nada más” mi conciencia me reprendía de la manera más cruel que podía hacerlo, esmerándose en abrir la herida aun supurante en mi pecho. Taemin se había ido ahora no había marcha atrás, solo esperaba que superara pronto lo ocurrido entre nosotros y se dedicara a ser feliz que yo rezaría cada noche porque eso ocurriera.

Un adiós siempre es difícil, siempre alguien debe salir lastimado no importa cuando suave sea la separación… – “Eres un estúpido, un idiota… no tenga palabras para describir tu total estupidez…”- mi hermana interrumpía violentamente mi relato –“crees que él iba a ser feliz de esa manera, ah!…pues no imbécil, te juro que pensé seriamente en cometer fratricidio cuando le vi llegar aquel fin de semana, aun y cuando él nunca quiso revelarme a donde iba de viaje cada mes, yo sabía a la perfección que era para visitarte, aquel día me llamo para que fuera a recogerlo a la central, y lo que llego no fue Taemin sino un pequeño muñeco de porcelana que se asemejaba a él, pero que carecía de vida, como pude junte cada uno de los miles de pedazos en los que rompiste su corazón…”- me dolía escuchar a mi hermana narrar lo que había provocado en mi ángel y ella se pulía dando detalles para que mi culpa aumentara hasta romper mi alma –“ese cielo que llevaba en sus ojos ahora se encontraba color escarlata, su rostro carecía de expresión y su cuerpo estaba débil, temblaba bajo mis brazos, no tenía ni idea de que hacer así que lo lleve a casa, vaya no ha sido de mis mejores ideas lo acepto, pero no pude pensar en otra cosa después de verlo como estaba…Menos mal mamá no estaba rondando por la casa, así que solo deje que Taemin permanecería varios minutos sentado en ese sofá donde te había visto por primera vez, volvió a tomar ese gran cojín y lo abrazo tan fuerte como si al soltarlo fuera a caer en un agujero sin fondo, ahí fue cuando me dijo “se acabo” no necesite mas, corrí a su lado y le abrace, perdiéndonos ambos en un mar de lagrimas.-“ los ojos de mi hermana se opacaron y las comisuras de sus labios apuntaban hacia el suelo, una cara triste que me dolía en lo mas profundo –“ no tengo ni idea de cuánto tiempo permanecimos en silencio dejando que sus ojos drenaran un poco el dolor que su separación le había provocado, de pronto dijo “se ha terminado, todo se ha acabado, era obvio que no duraría toda la vida como yo esperaba…soy un pequeño estúpido, como esperaba que me amara siendo lo que soy, un hombre…pero a mí no me importaba, nunca me importo yo lo quería, me hacia feliz estar a su lado, sentir su cuerpo, su respiración, me alegraba de sus triunfos, de su avance, su carácter, su manera de amarme…pero los cuentos de hadas no existen y mucho menos para personas como nosotros…tal vez tenga razón y deba seguir su consejo…si él ya no está que mas da con quien pase mis días, al final de cuentas nunca serán iguales a los que pasaba con él, nunca se equipararan a él…”- en ese momento me sorprendía la manera en la que había dicho estas palabras, primero con una gran tristeza y desesperación por recuperar la felicidad, luego fueron cargándose poco a poco de culpabilidad, para terminar siendo odio puro una faceta que rogaba no se formara en él, un sentimiento que no deseaba para mi mejor amigo.