~*~

~BABY BOY~



Intro

A manera de Prologo:

Bien. Nada podia estar peor. Era una total catastrofé.

Sus pies pegados al pavimento indicaban que no habia dado un paso mas. Y esque no queria hacerlo. Estaba justo al pie de la enorme avenida. El olor a comida. El mismo olor a comida. Y entonces queria salir corriendo en direccion opuesta a mil por hora.

Pero no podia. Ya era demaciado tarde.

¿Qué problema aquejaba su jover estado de animo?. Simple. O Todo lo contrario para él. Su razon de ser; y que por un estupido numero estaba en la cuerda floja.

Asi era; ahora su estadia en el equipo de soccer dependia de los numeros. –Estupidos numeros- les maldijo por milesima vez.

Esa pasion era su todo. Era lo que queria ser… Pero…–maldito pero- Solo estaba en el querer…
-Papa va a matarme…-

Y en fin. El problema radicaba, en; si, efectivamente: Su padre. Y el hecho de que posiblemente iba a cortarlo en trocitos y a sazonar a fuego lento.

Ya se lo veia venir.

Suspiro y por millonesima vez trato de entender o recordar en que momento se le escapo el detalle de que tenia que póner un poquito, solo un poquito mas de atencion en los libros que en un balon y lo genial de los colores…y en cuantas dominadas era capaz de hacer y… -para!- …supuso que justo algo asi habia pasado, para aprovar ese estupido examen.

Era hora de enfrentar la realidad. Pero si talvez… No. No habia escapatoria. Ni culpar a Jinki por una mala asesoria daria resultado.

Sus pies comenzaron el andar. Los autos se movian paralelos en ambas direcciones. Giro su rostro esperando el momento indicado para dar los pasos necesarios y llegar al otro extremo.

Suspiró, alla iba.


El torrido sonido de una bocina lo detuvo. Y como un iman, un auto iba a pegarse a su cuerpo en cualquier momento…

Cerro lo ojos esperando lo peor. Y entonces…
…el aire se esfumó. Algo le golpeo el cuerpo. Mejor dicho, lo tacleo.

Entonces logro dislumbrar una torpe imagen a traves de sus ojos.

-¿Estas bien?-

Y eso que parecia ser la voz de una persona. Solo entonces abrio un poco mas los ojos. Ahí estaba; lo habia salvado.

~*~

Caminaba a lo largo de la inmensa calle. Los establecimientos parecian interminables. El olor del café, el olor a comida. Recorria cada sentimetro de esa ligera espalda sin perder detalle de la esbelta figura, de la particular forma en que cada paso, cada zancada marca el andar, el pendulo de su tracero. El tracero de ese extraño. Los autos se movian y trancitaban palalelos. Ese sujeto “extraño” que no hace unas horas le arrojo su bolso a la cabeza. El extraño que un par de dias atrás casi lo arrolla con su motocicleta. El mismo extraño que una semana atrás…si lo arrolló.


Giró a la derecha; y entonces sus pies se direccionaron en ese lado al instante. El mismo extraño que…

-¿A dónde fue?.-


Habia desaparecido de su vista. Movió su cabeza a todos lados.


-No te rindes. ¿Cierto?


Ese extraño que ahora lo miraba. Y sonreia divertido; y luego enojado.

Ahí iba de nuevo. Le miro acercarse, levantar el bolso; el rostro aun mas cerca. Oscuridad. Y…dolor; mas oscuridad y silencio.








-¿Cuando entenderas?- Jinki sonreia. ¿Por qué? Porque le resultaba divertido ver a ese sujeto otra vez ahí, en su casa; con un chichon en la cabeza, que parecia reventar en cualquier momento. Y ¿Por qué estaba ahí? Simple; por la misma razon de siempre.

-No estoy para tus regaños Jinki….- Le dolia la cabeza. Le dolia ademas el brazo.

-Quien lo diria, se comporta como princesa, pero tiene la suficiente fuerza para noquearte… - Por un momento se lo pensó- tiene la fuerza para noquear ah alguien. Por Dios para noquearte a ¡ti!-Y sin mas Jinki se habia soltado a reir descaradamente.

Le miraba finjiendose ofendido. Y tratando de calmar el raspon del brazo producto de la caida.

– Ya te dije, no vine para que me regañes, para escuchar tus BOBOS comentarios y mucho menos para que te burles de m-ii -

Jinki ignoraba cada una de sus palabras.

-Tengo que llamar a Taemin, acaba de perder la apuesta-

Si, lo estaba ignorando completamente. Sacó de su bolsillo el movil, presiono un boton de marcado rapido y espero…

– Acabas de perder….Si aqui esta, en mi casa….Lo noqueo…Si…con su bolso…. – Y Jinki se largó a reir seguramente con el otro en la linea.

Miro incredulo sin poder creer que ese que estaba ahí se decia ser su mejor amigo. Y que por si fuera poco no vacilaba en sacarle algun tipo de provecho a su desventurado dia. Y ese otro chiquillo que seguia a Jinki …solo por ser Jinki.

Suspirando resignado;decidio preocuparse por curar bien su rapón. Despues de todo Jinki era el unico que le ayudaba a curar los estragos de esos esporadicos ataques…; fisicos y emosionales.







4:30 pm de un miercoles. Esperaba dentro del establecimiento. Sentado en una de las mesas con un vaso de agua. Era increible como habia podido llegar a esa hora del dia sin salir corriendo de ahí. Se encontraba pensando en la inmortalidad del cangrejo cuando Jinki llegó.

-¿Esperandome? ¿A que debo el honor de tu presencia, tan…puntual?

Sin levantar la vista, volvio a suspirar.- Se cancelo el entrenamiento de hoy-

-Tranquilo, puedes llorar si quieres, yo espero.

-Ja-ja- El sarcasmo se respiraba en ese Miercoles soleado- Mira que gracioso vienes hoy.

-Bien comencemos…-

El recien llegado tomo asiento con esa eterna sonrisa suya, y ordenaba algunos libros sobre la mesilla.

-No veo la hora en que los examenes finales lleguen. No es por que se trate de ti, yo te aprecio mi querido amigo Jinki-

Se llevo los brazos a la nuca y Jinki levanto las cejas sin mirarle.

- pero no creo soportar mas esto. Tu sabes que aquello solo fue un descuido. Nunca habia pasado. Solo por esa estupida materia casi me sacan del equipo de soccer y ademas lo agradesco, pero… puedo hacerlo. YO SOLO.

Jinki le miro sonriendo. ¿A caso nunca se cansaba de sonreir?.

-A mi no me mires. No soy buzon de quejas y sugerencias. Yo solo cumplo con mi trabajo. Asi lo dice mi paga. Dicelo a mi jefe. Seguro~ que te escuchara. –

-ja-ja, mira que voy corriendo ahora mismo a hacerlo.

Claro y mas si ese el Jefe de su tutor personalizado y tambien amigo era su padre.

-Bien y que tal te ha ido esta semana, ¿alguna noticia relevante, alguna novedad?

Bien, si esa tarde habia sido una tarde muerta y triste, la desepcion la completaba ese hecho. Hecho que Jinki se habia encargado de recordarle.

-No…-Suspiró - nada relevante que contar.
-Puedo notarlo.-

Y Jinki pudo constatarlo mientras le miraba el cuerpo insistente, comprovando efectivamente que no contaba con alguna herida, raspon, cortada, herida de bala, combate de espadas y todo lo que implicase dolor y sangre. Con una sonrisa y sin mirarle Jinki comenzó a hojear los libros.

-Señor Don Perfecto, ¿en que momento terminaste asi…?-

Y sonriente siguio hojeando. Entonces su tarde de miercoles comienzaba.


Y Don Perfecto parecia recordalo como si fuera ayer. Aunque no de una forma nitida. Ni especifica. Pero lo recordaba. Y una ligera sonrisa se escapo de sus labios..









-¡Aprove!. ¡Calificaciones casi perfectas!-
-Bien señor Don Perfecto me acabas de dejar sin empleo.-

Jinki sonreia mientras el chico sostenia el papel que constataba lo que decia. Un Taemin sonriente tambien le miraba mientras caminaba de un lado a otro sin soltar aquel papel.

-Ya! Jinki que yo tambien extrañare verte los Lunes, Miercoles y Viernes de 4:30 a 6:30 pm.

-Correccion, que por tu estupenda puntualidad las asesorias siempre fueron de 5:00 a 6:30 pm.

Oh si, porque Don Perfecto siempre llegaba tarde. Tarde era poco decir. Porque cuando se vive en el mundo de balon, las horas no existen. Y eso bien lo suponia Jinki.

–Yo solo se una cosa, ahora que tendran mas timepo libre, y tiempo para su otro amigo…porque eso de que en las tardes estuviesen ocupados no era nada divertido ¿saben? Podremos hacer cosas juntos. Ademas Jinki yo puedo contratarte para el inicio de clases siguiente.

Taemin sonrio y Jinki se le arrojo a los brazos lloriquenado.

-Por eso eres mi mejor amigo favorito Taem, eres el unico que aprecia este cerebro.

-¿Porque cuantos tienes o que?.

Minho miraba a Jinki con una ceja levantada. Que mas le daba. Estaba feliz.

-Bien, ¿que les parece si vamos a celebrar?

Examenes finales; hechó. Ciclo escolar aprovado; hechó. Calificaciones aprovatorias; hechó -y por si fuera poco muy buenas.- Campeonato de Soccer; hechó - y como lo esperaba: ganado-. Padre contento; hechó. Ok, aun no lo sabia, pero estaba seguro que tambien estaba cumplida. Porque el que le pagara a Jinki por clases particulares debia tener un buen resultado. Y por ultimo en la lista mental: El ultimo punto y proposito. Se quedo en blanco.


“Agradecerle al sujeto extraño”; en blanco.


-Perfecto, tu invitas.

Jinki tenia hambre, entonces si de algo estaba seguro era que tener de mejor amigo al hijo del dueño de un restaurante debia tener sus ventajas.

-Me parece justo Señor Pollo, yo invito hoy

Entonces Jinki parecio recordar algo. Y Taemin le miró con ojos asesinos.

-Choi Minho…-susurro a penas lo escuchara.-…dile a Jinki que no hay pollo en el menú de hoy…¿Si?


Porque una cosa es que Jinki tubiese cierta obsesion con el pollo, y otra muy distinta que siempre que quisiera llevarse algo a la boca –que por lo regular era pollo- a ellos los obligase a hacer lo mismo, y ademas les diese una catedra nutrimentaria de lo bueno que era consumir pollo para el cuerpo.

Pero en fin. Ese dia habia que celebrar. Porque Choi Minho, alias Don Perfecto, alusión de Jinki, habia cumplido todo lo que hacia casi 5 meses habia prometido.
Bueno casi todo…

Los tres chicos caminaban mientras los cometarios y las risas se hacian cada vez mas fuertes. Mientras la tarde les caia encima bañandoles con un humor estupendo.

Y Choi suspiraba una ultima vez por esa lista incompleta. Dando inicio a sus tan esperadas vacaciones.









Choi Minho caminaba por la avenida Macarena. Ahí donde el olor de la comida no paraba en todo el dia de perforar las fosas nasales de queienes trancitaban. En sus manos lleva el objeto y razon de esa sonrisa que tenia plantada en la cara desde hacia ya mas de una hora. Lo acariciaba de a ratos fasinado. Incluso el olor a nuevo parecia desesperarlo; estaba ansioso por provarlo.

Acababa de comprar el balón numero diecitantos de este mes.

Y alla iba, caminando tranquilamente. Aparentemente sin preocupacion aquejandole. Cuando por sus ojos se cruzo la imagen de una pesona. Sus pies se quedaron pegados al suelo.

–Respira…- Se decia.

Esa era la Avenida Macarena. Avenida en la que siempre cruzaba camino con el extraño.

- ¿Qué hago?...-

Minho se lo penso por un momento desechando algunas posibilidades. Mordio su labio esperando accionar ya.

-Si me acerco, posiblemente me golpee, si no lo hago… Choi eres un idiota. Hazlo, solo acercate y charla. –


Posibilidad nula. Pensó. Porque tenia la ligera sospecha de que era tachado como un “acosador”. Oh, si. Un loco acosador. Pero ya era demaciado tarde para remediar tremendo mal entendido.

-…a la mierda-

Y alla iba Choi Minho. Porque ese Don Perfecto, hacia tiempo que no mostraba serlo. Y de cualquier forma, si algo resultaba mal…posiblemente solo obtendria un ojo morado…






Frustracion.


¿Habia algo peor que eso?. No, no lo habia. No esa tarde. Asi lo penso una ultima vez Choi Minho. Y recordó.
Porque esa tarde Minho estaba caminando en direccion a ese desconocido. Esa tarde él estaba decidido a hablarle. Esa tarde parecia ser buena para él… Pero no lo fue.

Porque esa tarde el desconocido, le ignoró. No le golpeo. No le insulto. Le ignoró!

Y si, asi se sentia. Frustrado, pero ademas, habia algo mas, algo parecido a…la tristeza.








-¿Asi que ahora te ignora?
-Supongo…

Jinki se encontraba sentado frente a su PC portatil. Taemin tecleaba rapidamente en el movil. Y Minho con los brazos cruzados simplemente trataba de encontrar una respuesta en el techo del local.

-Ok, si un sujeto me sigue como mosca, cada que me lo cruzo por la calle… No me dice nada, no me roba nada, Solo me sigue… ¡Claro que le reventaria la cara; maldito acosador!, ahora bien, si eso no funciona…

Jinki se lo penso por un momento antes de deducir lo ovio. Y claro sin despegar la vista de la portatil.

-Creo que es bastante inteligente y tu, un idiota.

-Gracias Jinki, por eso eres mi mejor amigo.

-Minho encerio; eres un idiota.

Y aunque Minho se negase, Jinki tenia toda la razon. Y Minho lo sabia. Pero el que le recordara lo que pasaba no le ayudaba en nada.

-Yah~ no quiero escucharte mas… no ayudas en nada.

Y era turno de Taemin. Posiblemente él podria ayudar a Minho mas de lo que no habia hecho Jinki.

- bien sabemos que no empezaron con el pie derecho, tampoco es para dar todo por perdido…si es que tanto te interesa…ser su amigo.


Y el silencio se hizo presente. Las tres personas, incluyendo efectivamente al mismo afectado: Don Perfecto, sabian que la “necesidad” de Minho por acercarse a ese extraño, no solo radicaba en el hecho de querer ser su amigo. Para nada. E incluso aunque Minho lo negase infinidad de veces, -y se lo negase a si mismo-. Jinki, Taemin, e incluso él, sabian que habia algo mas detrás. Y claro como buenos samaritanos, y amigos. No habian querido preguntarle nada, no hasta que el mismo Minho Perfeccion se diese cuenta…de ello.

Solo esperaban que no tardase tanto, porque tanto Min como Jinki morian de la curiosidad.

-Y bien la sugerencia es;

-Podrias dejar de seguirlo.

Jinki quien no habia quitado ojo de la pantalla, le miro de reojo. Y Taemin solo esperaba que aquello que habia dicho solo diese una esperanza a su acomplejado amigo.

-Supongo que es lo logico.

-Y lo que debiste haber hecho hace tiempo. Para ser exactos desde hace 5 meses.

Jinki volvio a lo que hacia. Minho sin mover un solo musculo miraba las telarañas que habian hecho aquellos insectos. Dio un ultimo suspiro. Taemin miro de reojo a Jinki. Quien definitivamente no se despegaria del computador en un buen rato mas.











Lo que necesitaba. Era su dia se suerte. Transitaba casi todos los dias por la Avenida Macarena, como para estar seguro de que aquel negocio era el de mejor gusto y vista para quien lo mirase. Posiblemente la paga seria buena, porque si otra cosa aseguraba era que clientela nuca faltaba en ese sitio. La comida debia ser realmente buena. Pero él tambien era muy bueno.

Ayudante. Asi era como necesitaba empezar y ganar su propio dinero. Y sin pensarselo por mucho tiempo mas entro al lugar.









-¿Asi que está buscando otro asistente de cocina?

El Señor Pollo, Don Perfecto y Cabeza de Hongo, -como lo llamaba secretamente Minho recordando la epoca en que Taemin se habia obsesionado con ese corte de cabello- estaban sentados en una de las tantas mesas del mejor negocio de la Avenida Macarena. El negocio del padre de Minho. Ese al que Jinki tanto le gustaba visitar.

El padre de Minho habia pasado por tantas desiluciones…, si; decepciones y rabietas esa semana con la nueva contratacion, que en una de esas habia hechado al asistente a patadas por haber preparado una sopa casi mortal. En efecto mortal, porque estaba seguro de que quien la porbase, corria con la suerte y posibilidad de morir con una diarrea de esas que no perdonan. Y ahora necesitaba con urgencia, no tanta como para contratar al primer fulano que se le cruzase en la calle, a alguien que puediese ayudarle al Chef.


-Encontrará uno que sea lo suficientemente bueno para el lugar.

-De hecho ya lo encontre.

-Ah ¿si?. ¿Y es bueno?

-Si cocina pollo en toda las especialidades, a Jinki le gustará.

Porque Jinki ademas de ser inteligente, y -según él– atractivo. Tenia muy buen gusto. Y si Jinki lo aprobaba el señor padre de Minho estaba seguro que no se arrepentiria de haberlo contratado. Y esque en la contratacion anterior Jinki estuvo fuera, y no pudo supervisar al aspirante.

-Asi es, ya lo tengo, y al parecer tiene talento. Y tu Minho…

Entonces Minho quien se encontraba escuchando mas no entendiendo despego lo ojos de quien sabe donde y levanto las cejas.

-…no estaria mal que a partir de ahora que tendras tiempo libre puedas echarme una mano aca.

Y algo parecio picarle el estomago sacandole una mueca en los labios. Jinki le miraba divertido sabiendo lo mucho que odiaba pasarse por el local de su padre cuando se trataba de ayudar, porque si era para comer –o mejor dicho tragar- gratis, para eso estaban tambien Taemin y él puntuales.


-…supongo que puedo venir de vez en cuando…-

Trduccion: ¡No,no quiero! Pero no me queda de otra mas que hacerlo..


-Bien chicos, es casi hora de la comida, la clientela esta por llegar, nos vemos luego. –

El hombre se fue dejando a los tres chicos. Taemin hacia circulos sobre el mantel de la mesa. Minho aun sentado ya se veia ahí en algunas semanas..

-Oye Jinki, puedo ir a tu casa hoy, mis papas van a salir y en casa me aburro.

-Claro. Minho ¿quieres venir?.

-No hay nada importante en mi agenda el dia de hoy…

Jinki levanto las cejas riendo. Taemin contestaba el mensaje que recien habia llegado a su movil.

-¿Y que tipo de cosas se supone que hace Don Perfecto ademas de estar todo el tiempo con sus dos mejores amigos haciendo nada en el negocio de su papá?

Minho levanto una ceja, preparando el ataque/la respuesta para Jinki cuando…

-¡Estupendo!, que bien que ya estas aquí… comenzare mostrandote el lugar…-

Esa era la voz del padre de Minho. Los tres chicos prestaron atencion y miradas a la conversacion que comenzaba con el recien llegado…

…y entonces Jinki miró a Minho. Taemin miró a Minho y luego a Jinki. Y ambos se miraron y despues a Minho. Los ojos de Minho se abrieron del tamaño perfecto para que sus globos oculares salieran y botaran como canicas en el piso, sintio su estomago trapear el piso del local. Incluso sintio que subia y que lo que habia comido esa mañana y tarde de ese dia le estaba atravesando la garaganta queriendo saludar explosivamente a todos.


Ese que estaba ahí parado con su padre en la entrada del lugar era…el desconocido. El mismo que lo golpeaba y…no hace mucho lo habia ignorado. El desconocido que le habia salvado la vida hacia casi ya seis meses atrás. El desconocido al que jamas habia podido agradecer. Y que en cambio seguia… como un acosador.


Reiterando el hecho de que eso era un mal entendido. Solo eso.


Entonces la cara de Minho perdio color para despues tomar un amarillo, verde…y sin avisar, su comida saludo a todos los presentes esa tarde y dio la bienvenida al nuevo asistente de cocina del mejor restaurante de la Avenida Macarena.

CAPITULO DOS

-Lo lamento-

Era la vez numero ¿cien?, ¿ciento y muchas? Que pedia una disculpa.

-encerio Minho… tienes un serio problema.-

Jinki le miraba aun con rencor mientras limpiaba uno de sus zapatos de los restos de fluidos gastricos de Don Perfeccion, que parecia ya desde hacia meses se estaba hechando a la borda de la trajedia. Jinki estaba considerando seriamente sustituir ese sobrenombre lo antes posible por otro como; Don Siempre traigo un chichon en la cabeza. Don me vomite en los zapatos del gran Jinki. Don Vomito. Ese; sonaba perfecto en esos momentos.

Taemin se acerco con un vaso de agua y su padre que despues del “incidente” se habia marchado con cara de asco y lo suficientemente apenado como para desconocer a su hijo y claro disculpandose y llevandose al nuevo empleado a conocer las instalaciones, habia regresado casi al instante a verificar que su hijo se encontraba bien.

-Ok, ok LO LAMENTO!

-No tienes por que lamentar nada hijo, creo que llamare al medico. No te ves muy bien…

En las bocas del Señor Pollo y Cabeza de Hongo la risa que escondian comenzaba a hacerse mas sonora mientras Minho trataba de convencer a su padre de que no era necesario.

-Seguramente solo comi algo que no me hizo bien. Pero no es para tanto. Estoy bien. No es necesario ir con el medico, no creo que sea tan grave como para que un remedio casero no lo resuleva ¿cierto chicos?

Y los dos mejores amigos de Don Perfeccion estallaron en risas. No, por supuesto que no lo era. Jinki lo sabia; el hecho de ver a su amigo reaccionar de esa forma ante la presencia de un desconocido, por su puesto que no involucraba nada serio o de que preocuparse. Como no…

-No señor, no se preocupe.

-Lo mejor será que se vaya a casa.

Taemin siempre dando opciones coherentes, y Jinki; bueno era Jinki, Minho lo sabia, como él no era el que apestaba al desayuno de esa mañana. Ambos chicos se colocaron a un lado de Minho para ayudarlo a levantarse.

-Lo llevamos a casa, no se preocupe. Ya regresaré luego para hacerle la prueba de fuego al nuevo.

Dijo el Señor Pollo tomando a Minho de los hombros y guiandolo a la salida. Despues de todo, Jinki, sí, ademas de ser inteligente, “atractivo”, poseedor de un muy buen gusto, era ademas muy responsable. Cosa que prometia, cosa que cumplia.

Minho se levanto derrotado. No habia mas que hacer en ese lugar. Estaba seguro, ese habia sido el peor dia de su corta vida. El dia mas vergonsozo que jamas habia imaginado pasaria. Ademas del dia en que habia golpeado a un profesor accidentalmente en el pasillo de la escuela..por una confusion. O cuando Jinki habia mostrado en su pagina de Facebook fotos de su tierna y deznuda niñes. Y esque no podia ser. El era Don Perfeccion, no por nada Jinki lo llamaba asi, pero esque no entendia en que momento eso habia cambiado.

Supuso al principio que se trataba solo de una mala racha de suerte, despues de su casi accidente y muerte. Pero ahora no estaba seguro…y creia tener la ligera sospecha de que la razon de su estado… tenia nombre y apellido.









-Bien Kibum, mañana mismo empiezas. El trabajo será solo durante las vacaciones, asi que la ahora de entrada para ti será a las 11:00 am. Ya que tu te encaragaras solo del horario vespertino. Si eres realmente bueno y tu comida y sazon agrada a la clientela, tal vez considere que te quedes… y claro con la aprovacion de Yunho, el chef, aunque aun tengo algunas pruebas para ti, pero eso sera en unos dias, me supongo, y por lo que me dices no habria problema con tus horarios de escuela, si es que te quedaras…-

-No por su puesto que no, el horario es mas que perfecto y estoy seguro no se arrpentira, me interesa mucho el quedarme aun despues de vacaciones. Y estoy seguro que mi comida agradará. De verdad gracias por permitirme trabajar. No lo decepcionare. -

Seguro asi era Kibum. Sonrio. Se encontraba en la recepcion del lugar, escuchaba atento todo lo que el dueño le decia. Las indicaciones de sanidad, puntualidad etc. Entonces no pudo evitar fruncir el seño y sentir una acidez en el estomago al recordar la escena que habia presenciado esa tarde. Asqueroso, era poco. El chico que parecia ser el hijo del dueño, al parecer estaba enfermo o algo asi. “Pobre”, se lo penso despues con lastima. Realmente debia estar muy mal.









-¿Nombre del pasiente?

-Choi Minho.

-¿Edad?

-Eh... Olvide preguntarsela…

-Oye! no sabes cuantos años teng-

-Ok, dejemoslo en Perfecta. Se encuentra en la flor de su juventud.

-¿Sexo?

-…aun es virgen.

-¡Por Dios Minho! ¡Encerio tengo que cambiarte ya ese sobrenombre! Hombre~ no se en que momento se me ocurrio llamarte asi… -

Jinki bufo desepcionado. Uno de los cojines voló a travez de la sala y fue a dar directo a su cabeza.

Minho se encontraba recostado en el sillon mas grande de la sala con algunos cojines detras de la cabeza, menos uno. Y escuchando, quejandose de vez en cuando y por supuesto siendo ignorado por los otros dos. Jinki con libreta en mano, sentado en otro sillon mas pequeño escribia las respuestas que un Taemin, quien permanecia en el suelo, tenia anotadas en otra libreta.

-Bien empecemos.

Oh si. Minho habia perdido, la estricta linea de sensatez y logica. Ademas de la fisiologica –estaba claro-. Y necesitaba ayuda urgente. Y que mejor que sus dos mejores amigos para encontrar una solucion o descubrir otros motivos mas…

-Puede empezar con lo que paso ayer.

-Bien, me encontraba en el local de mi padre, estabamos tranquilos charlando con él, de…

-Bien omitamos eso, vayamos al punto en cuestion. Ah y tambien omite lo del vomito. Y lo de mis zapatos.

-Jinki, eso es asqueroso, ¿oye y piensas conservar esos zapatos, eran realmente geniales?

-Por supuesto que no Min, ya los queme-

Ambos pusieron cara de asco y por veinteotra ocasión estaban ignorando a su paciente. Minho suspiro una última vez y se levanto aun mas frustrado.

-Chicos no me estan ayudando en nada, encerio.

Ambos chicos se miraron por unos segundos antes de ponerse en pies y sentarse junto a su ex –paciente.

-Bien Minho hablemos claro. ¿Qué sientes por ese chico?

-No-soy-gay.

Minho se quedo con el semblante serio. Ya habian tocado ese tema con anterioridad. Con una anterioridad de 1, de 3, de 5 meses, cuando comenzó a llegar con chichones en la cabeza y el resto del cuerpo. Y como en esas otras ocasiones, la respuesta para Taemin y Jinki fue la misma.

-Bien, eso ya…nos lo dejaste claro. Pero entonces ¿que es lo que pasa?

-No lo se.

O tal ves si lo sabia.

-¿Estas obsecionado con el sujeto ese?

-No lo creo.

-Noo~

Y la sesion termino cuando Minho se levanto y salio de la casa de Jinki. Claro, sin respuesta. Sin ayuda. Mas frustado. Y con una deuda.

-Otravez se fue sin pagar~






Él lo sabia. Habia cambiado. Y esque ver la muerte a unos sentimetros si que lo habia cambiado/ afectado. Habia otro Minho, uno que apreciaba/o trataba de apreciar todo lo que tenia, lo que lo rodeaba, por eso seguia los estupidos juegos de sus mejores amigos, porque asi era como disfrutaban el tiempo los tres. Uno que aunque fuese alergico a las propuestas de su padre, aceptaba porque era tiempo valioso que pasaba con él. Estaba realmente agradecido porque aquella tarde no hubiese podido ver las caras de esas personas a las que tanto ama y aprecia s ese sujeto no lo hubiese salvado. Estaba tan agradecido con ese sujeto… ¿Pero entonces…porque?

En que momento ese agradecimiento se convirtio en un a loca…¿obsesion? ¿Por qué esa necesidad de verle? ¿Por qué no puede simplemente hablarle? Y cobarde solo le sigue, solo le mira.

Esa tarde del casi accidente, habia sido llevado al hospital rapidamente despues de desmayarse. Y enonces solo la imagen del sujeto se quedo en su mente, tan nitida, que fue imposible borrarse. Dias despues y sin conocer su paradero o contacto para pronunciarle un gracias, le vio en la Avenida Macarena. En esa Avenida llena de locales llenos de comida. Y no pudo acercarse. Porque….simplemente no pudo. Algo lo detuvo cuando le vio. Algo le detuvo y entonces cuando le vio alejarse…le siguio.

Y asi fue desde entonces. Pero ya era suficiente. Don Perfecto tenia que regresar y ya. Don Prefecto sabia lo que tenia que hacer.

-Es suficiete …









-No se porque pero ese tipo de peliculas abren mi apetito.

-Jinki no es normal que ver litros de sangre, tripas, apartos arrancando cabezas, gente matandose entre si para sobrevivir del juego de un loco moribundo te habrá el papetito.

La mirada de Minho delataba lo que por su caabeza pasaba. Estaba seguro; Jinki era un extraterrestre.

-The Game is Over~

Ok, Jinki no era normal. Taemin quien aun no podia siquiera digerir las palomitas que habia preparado en la casa de Jinki se apresuro a sacar el movil de su pantalón. Y con los dedos tecleo la respuesta al mensaje que habia recibido mientras hablaba.

-¿Siguiente parada?

-Oye… ¿Podemos ir a comer al local de tu papá?-

-Claro.

Minho siguio como si nada el andar sobre la calle. Al instante y como era de esperarse tanto Jinki como Taemin no podian creercelo.

-Pense que ya no volverias jamas en tu vida, o durante el tiempo que el nuevo asitente de Chef estuviese ahí.

-Jinki, ¿creias que tu terapia no habia dado resultado?. Felicitaciones Señor Pollo.

Y entonces las carismatica sonrisa que hacia tiempo Jinki y Taemin no veian en ese rostro salio del abismo de amargura y oscuridad en la que habia estado sepultada, y les cego los ojos.

-Ok, y dicen que aquí el extraño soy yo. Bien como sea me debes 5 meses de honorarios y se muy bien como vas a pagarmelos.

Jinki lo respondia con esa mirada y sonrisa suya. Y dicese suya, porque Minho aun no conocia a nadie que pudiese sonreir de esa manera tan… fresca y en cambio tener ese brillo de malicia en los ojos. Pero ademas tanto Taemin como Jinki, estaban contentos y…sorprendidos con el regreso de Don Perfecto.








-Boo-Kibum~

-Hola baby~

-He aqui tu nuevo trabajo ¿eh?

Miraba el lugar de pies a cabeza, cada detalle, las sillas, el techo, los manteles, las flores que adornaban como sentros de mesa. La puerta de la que seguramente era la cocina. Las escaleras la segunda planta del lugar, las lamparas, incluso a los meceros que al parecer mantenian una conversacion algo acalorada con el dueño. Las luces tenues de fondo. Una pequeña ¿fuente?. Algunos cuadros. Todo con un aura bohemia.

-Asi es. ¿Qué te parece?

-Es muy bonito Boo. Y cuando tengas el tuyo sera aun mejor que este. Sera muy cool . Y la comida la mejor.

Y sus sonrisas se ampliaron aun mas. Con el anhelo de que asi seria. Con el trabajo duro. Asi lo deseaba Kibum.









-Yah Jinki, no sabemos si hoy habrá pollo, pero sea lo que haya en el menú tendras que comerlo.

-No lo creo. Siempre hay pollo.

Los tres chicos, dos de ellos, Cabeza de Hongo y Señor pollo, conversando. Y un Don Perfecto despreocupado. Caminaban, estaban entrando al mejor local de comida de la Avenida Macarena. Y para recibirlos las voz del dueño.

-¡ESTAS DESPEDIDO!. ¡Y TU TAMBIEN. Y TU, Y TU. Y TODOS!

Los tres chicos se detuvieron en la recepcion de lugar. El padre de Minho al parecer se habia vuelto loco. Las venas le saltaban del rostro y los brazos, su piel era completamente de un color rojo explosivo, su respiracion inconstante se hacia escuchar por todo el lugar, los tres chicos estaban seguros que en cualquier momento comenzaba a sacar espuma por la boca. De asesinar incluso con la mirada a todo que se le cruzase por su camino. Y ellos no querian morir de una forma tan cruel. No ese dia. Y no sin antes heber comido algo.









-Asi que corriste a todos tus meseros…

-Sanganos irresponsables. Estafadores. Bacterias del mal.

Los tres chicos se miron un momento conteniendo sus risas. Vaya que si se encontraba enojado el hombre. Ahora el lugar estaba completamente solo.

-¿Y ahora que vas a hacer?. No tienes absolutamente ni un solo mesero.

- Te tengo a ti.

Ok, Minho tendria que aprender a no preguntar, o en todo caso a no opinar cuando no se lo pidiesen.

-Ok, pero yo no soy superman, no podre hacerme cargo de todas las mesas. No puedes explotarme de esa forma. Ademas son ¡vacaciones!

-Si, si puede, usted es el padre.

Choi le miraba con reproche a su progenitor y tambien a Jinki. A Jinki y su sonrisa. Taemin atento a la conversacion vigente contestaba rapidamente un nuevo mensaje de texto en su movil. Y el hombre ahora sin cuernos ni nada extranormal en su aura estaba sentado y totalmente vencido en una de las sillas frente a una de las mesas.

-No lo se, contratare a mas y todo resuelto.

Despreocupado. Bipolar. Minho sabia que esas palabras solo podian estar hechas paradescribir a su padre.

-¿Y que haras con el servicio de hoy?. Son casi las 3, la comida esta casi lista, tu clientela esta por llegar…










Era encerio. Choi Minho tenia urgentemente que aprender a no preguntar. Y no solo por su bien, pensaba Taemin. Sino, por el bien de inocentes como él, que sin querer habia sido arrasrtrado a un campo de guerra, mejor dicho a un a competencia de carreras olimpicas con obstaculos.

Los tres chicos y el dueño vestidos completamente de negro contrastado con un blanco delantal colgando de su cintura, corrian de mesa en mesa tomando nota de las ordenes de los clientes, llevando charolas llenas de comida, en realidad eran solo Taemin y Minho quienes las llevaban y Jinki quien tomaba nota de las ordenes, pues despues de varias charolas en el piso, el spaguetti en la cabeza de una dama, algunos platos rotos, una mancha negra en su uniforme…decidieron que él seria el indicado para simplemente tomar las ordenes.

Y ahora Taemin se queria hechar a llorar, porque sabia no era sufiente lo que los tres estaban haciendo. El lugar, la clientela se los estaba comiendo.

-¡Minho!, la mesa tres.

Taemin con charola en mano le indicaba con la cabeza que alguien –él- tenia que atender la mesa en la que una señora gorda con la mano en el aire trataba de llamar su atencion. Pero ¿Cuál atencion? Su atencion estaba en todas partes. En la mesa 5, en la mesa 3, en los gritos del dueño, en las notas de Jinki, en el asistente del Chef….

-¡Minho!-

Otro grito mas de Taemin. Minho estaba ordenando – o tratando de ordenar, parecia un acarrera a contratiempo- lo que Kibum le pasaba apresuradamente, en la charola.

-Realmente necesitan ayuda.

-Un poco… si, Mucha.

Sonrio internamente. Una conversacion, no en las mejores condiciones, no en el mejor momento, pero al fin y al cabo una conversacion de tres segundos. Pues tuvo que llevarse la charola y alejarse del lugar –la conina- para llevar la comida a su destino. Y en el transcurso a la mesa, volvio a sonreir externamente. Don perfecto estaba de vuelta.


Jinki se acurrucó cerca de Taemin sorprendiendolo. Mientras miraba desde lejos, haciendo que el otro hiciera lo mismo y susurrandole al oido.

-Encerio… Este hizo pacto con el Diablo.

Y se fue. Dejando y escuchando a un Taemin reir. Sonrisa que fue mas de nervios. Y ademas sin que lo pudiese ver, con un calor en las mejillas.






-Bien chicos, esto estuvo excelente.

Los tres meseros estaban rendidos, agotados, hambientos ademas. Repartidos en el local ya vacio. Minho con barzos cruzados frente a una de las mesas, sobre una silla. Taemin sentado en uno de los escalones del caracol que habia por escalera, prestaba atencion a su movil por primera vez, antes de que comenzarar su “trabajo”, del cual no estaba seguro recibiria pago. Jinki con barriga en la silla, y pies y manos en el suelo blabucenado algo que nadie entendia. Yunho, el Chef, sentado en otra mesa quitaba su gorro. Y Kibum recargado en una de las paredes junto aun cuadro miraba al hombre. Todos escuchaban al dueño del lugar. Todos cansados. Menos el hombre aquel.

-Quien lo diria. Podria incluso contratarlos a ustedes.
Y de los tres aun ventidos de negro pudo escucharse un quejido lastimero que se atoro en su garganta.

-Papa~, esto es abuso de confianza, explotacion laboral, podemos demandarte. ¿Sabes?. Ademas ni salrio tenemos.

-Primero; Vayamos por algo de comer a la cocina, tan exigente estuvo el dia que nosotros aun no hemos comido. Segundo; si ustedes quisieran trabajar, CLARO que tendrian un salario. Tercero;…

-Quiere decir que si trabajamos aquí, la comida es gratis.

Por fin Jinki levantaba la cara para mirarar al hombre.

-Pues… si. No solo la comida, todo. Ademas puen tomar la que quieran, cuando quieran. Olvide decirselos. No se como pudieron correr de un lado a otro toda la tarde sin nada en la barriga.
Eran casi las 9 pm. Estaba seguros que no habia sido solo la tarde.

-Acepto.

En una velocidad casi imposible Jinki se habia transportado frente al hombre y estrechaba su mano con sonrisa de lado a lado.

-Bien, Jinki, estas contratado. Ya tengo dos meseros.

-Bien Jefe, vayamos a comer.

Oh, Minho lo habia olvidado. Él era el hijo unico de ese hombre. El primero en la lista de contrataiones de ese dia. Lo unico que esperaba y anhelaba desesperadamente era tambien él tambien recibiera un salario.

-Y tu, ¿que dices Taemin?


Bien. Sus vacaciones no eran lo que habia esperado. Despues de todo no podia ser tan malo ser un mesero y correr de un lado a otro, podia acostumbrarse, incluso podia asegurar que le estaba agradando. No podia ser tan malo. No si se trabaja en el mismo lugar que tus dos mejores amigos. No si trabajas en un restaurante.

-Yo tambien estoy dentro.

Corrio la mirada por lel local. Jinki ahora estaba en direccion a la cocina dispuesto a devorar lo que encontrara. Minho miraba discretamente el lindo color de la pared detrás de Kibum, ese era su nombre. Lo sabia despues de la rapida presentacion de su ahora jefe antes de comenzar la carrera esa tarde. Y a esté mirar con desinteres sus uñas. Miró al padre de Minho sonreir y luego reir al ver la cara de su hijo abrumado, para luego abrazarlo. Miro a Yunho sonreir mientras hablaba a traves de su movil. Y entonces sonrió tambien.
No podira ser tan malo. No si sabes que comienzan las vacaciones y con ellas nuevas oportunidades. Oportunidades que quería aprovechar.

Y miro a Jinki perderse tras la puerta negra.