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FireLight.
Recuerdo del primer mensaje :
Titulo: FireLight.
Autor: Sophie Jordan.
Género: Fantasia/Romance.
Parejas: TwoMin.
Personajes: SHINee, Min (Miss A) y otros.
Notas: Es una adaptación del libro con el mismo nombre, lo encontre en el rincon más olvidado de la biblioteca de mi escuela, y no paraba de imaginarme a la pareja xDD mi mente ya esta muy atrofiada~ :D espero que les guste como a mi!
Dedicado con todo el amor del mundo a:
Fuerza Friki, Kimie, Litha, Faby.
Con su rara habilidad de respirar fuego, Taemin es especial incluso entre los Draki —los descendientes de los dragones— que pueden cambiar de forma de dragón a humano.
Pero cuando la rebeldía de Taemin conduce a su familia a huir al mundo humano, el tratara de adaptarse— aun cuando su espíritu Draki esta muriendo. Y lo único que podrá revivirle, será Minho, cuya familia caza a los de su especie.
Taemin no puede resistirse a acercarse a él, aun cuando sabe que no solo esta arriesgando su vida, si no que también el mayor secreto oculto de los Draki.
Poderes míticos y una irresistible pasión comienza a arder en esta historia, donde un chico desafía todas las expectativas y su amor cruza una antigua linea divisoria...
[1] Phaser: Dragón Eléctrico, lanza descargas eléctricas.
[2] Vsiocrypter: Dragón con la habilidad de hacerse invisible.
[3] Onix: Dragón más fuerte dentro del clan.
[4] Manifestar: cambiar de forma.
Titulo: FireLight.
Autor: Sophie Jordan.
Género: Fantasia/Romance.
Parejas: TwoMin.
Personajes: SHINee, Min (Miss A) y otros.
Notas: Es una adaptación del libro con el mismo nombre, lo encontre en el rincon más olvidado de la biblioteca de mi escuela, y no paraba de imaginarme a la pareja xDD mi mente ya esta muy atrofiada~ :D espero que les guste como a mi!
Dedicado con todo el amor del mundo a:
Fuerza Friki, Kimie, Litha, Faby.
Sinopsis.
Con su rara habilidad de respirar fuego, Taemin es especial incluso entre los Draki —los descendientes de los dragones— que pueden cambiar de forma de dragón a humano.
Pero cuando la rebeldía de Taemin conduce a su familia a huir al mundo humano, el tratara de adaptarse— aun cuando su espíritu Draki esta muriendo. Y lo único que podrá revivirle, será Minho, cuya familia caza a los de su especie.
Taemin no puede resistirse a acercarse a él, aun cuando sabe que no solo esta arriesgando su vida, si no que también el mayor secreto oculto de los Draki.
Poderes míticos y una irresistible pasión comienza a arder en esta historia, donde un chico desafía todas las expectativas y su amor cruza una antigua linea divisoria...
- CAPITULO UNO~:
Contemplando el tranquilo lago, sé que el riesgo vale la pena. El agua está calmada y suave. Cristal pulido. No hay una onda de viento que perturbe la oscura superficie. La niebla asciende, a la deriva de las montañas, flotando contra un cielo púrpura-magullado.
Un aliento ardiente, se estremece más allá de mis labios. Pronto el sol saldrá.
Onew llega, sin aliento. No se molesta con ponerle el seguro. Su bicicleta traquetea junto a la mía sobre el suelo -¿No me oíste llamándote? Sabes que no puedo pedalear tan rápido como tú, no quería perderme esto-
Finalmente, los rayos solares sobre las montañas son una delgada línea dorada y roja que bordea el oscuro lago. Onew suspira a mi lado y sé que esta haciendo lo mismo que yo, se imagina cómo la temprana luz matutina será saboreada por su piel.
-Tae- dice -No debemos de hacer esto- pero a su voz le falta convicción.
Pongo mis manos en mis bolsillos y giro sobre las puntas de mis pies -tu quieres estar aquí tanto como yo, mira ese sol-
Antes de que Onew pueda mascullar otra queja, me quito mis ropas. Y las escondo detrás de un arbusto, estoy parado en la orilla del agua, temblando, pero no es por el frío de madrugada. La excitación me atraviesa estremeciéndome.
Las ropas de Onew caen al suelo -A Jonghyun no va a gustarle esto- el dice.
Le frunzo el ceño. Como si me importara lo que él pueda pensar. No era mi novio. Aun cuando sorpresivamente me atrapo en mi Vuelo de Maniobras Evasivas ayer, e intento sujetar mi mano -no arruines esto, no quiero pensar en él ahora mismo-
Esta pequeña rebelión era para conseguir alejarme de él. Jonghyun. Siempre rondando, siempre allí, observándome con sus ojos oscuros. Esperando.
Min podía tenerle. Pasaba su tiempo esperando que él le quisiera, que el clan la eligiera en mi lugar. A alguien excepto a mí.
Un suspiro escapa de mis labios. Odiaba no poder tomar mis propias decisiones. Pero era un largo camino antes de que yo pueda decidir sobre algo.
No iba a pensar en eso ahora.
-Vamos- relajo mis pensamientos y absorbo todos los zumbidos a mí alrededor, las ramas con sus hojas verde gris, las aves moviéndose en contra del amanecer, la niebla húmeda y pegajosa abraza mis pantorrillas. Flexiono mis dedos en la escofina gruesa del suelo, mentalmente cuento el número de guijarros bajo las plantas de mis pies.
Y el tirón familiar comienza en mi pecho. Mi exterior humano desaparece, se desvanece, y es sustituido con mi gruesa piel de draki.
Mi cara se tensa, mis mejillas se agudizan, sutilmente cambiando de posición, estirándose. Mi respiración cambia mientras mi nariz cambia de posición, surcándose y empujándose lejos del puente. Mis extremidades se aflojan y alargan. El estiramiento de mis huesos se siente bien. Levanto mi cara al cielo. Las nubes se convierten en más que manchas grises. Las veo como si ya estuviera deslizándome a través de ellas. Siento a la fría condensación besando mi cuerpo.
No tardo demasiado. Es quizá una de mis conversiones más rápidas. Con mis pensamientos sin restricciones y despejados, sin nadie alrededor excepto Onew, es mucho más fácil. Ningún Jonghyun con aspecto amenazante. Ninguna mamá con miedo en sus ojos. Ningún otro, viendo, juzgando, estudiándome. Siempre me estudiaban.
Mis alas crecen, ligeramente más largas que el tamaño de mi espalda. La delgada membrana entre ellos las empuja libres. Se despliegan con un suave susurro en el aire, un suspiro. Como si ellas, también, buscaran alivio.
Libertad.
Una vibración familiar crece a través de mi pecho. Casi como un ronroneo. Girándome, miro a Onew, y veo que el está listo, hermoso junto a mí. Azul iridiscente. Bajo la creciente luz, noto los matices de rosas y púrpuras enterrados en el azul oscuro de su piel de Draki. Algo tan pequeño que nunca me fijé antes.
Ahora lo veo, en la madrugada, cuándo estábamos supuestos a volar. Cuando el clan nos lo prohibía. Cuanto le extrañas por las noches.
Mirando hacia abajo, admiro el brillo dorado rojizo de mis brazos. Los pensamientos van a la deriva. Recuerdo un trozo de ámbar en el escondite de mi familia, de piedras preciosas y gemas. Justo del color de mi piel, como ahora. El ámbar báltico atrapado por la luz del sol. Es engañoso.
Mi piel parece delicada, pero es tan resistente como una armadura. Ha pasado mucho tiempo desde que me vi a mi mismo de esta manera. Demasiado tiempo desde que he sentido la luz solar sobre mi piel.
Onew ronronea suavemente a mi lado. Cerramos los ojos; ojos con los irises ampliados y oscuras ranuras verticales hasta las pupilas; y sé que pasa por alto sus propias quejas. Él me mira con sus irises de café brillante, luce tan feliz, así como lo estoy yo.
Aun si estamos rompiendo cada regla del clan a hurtadillas. Estamos aquí. Somos libres.
Parado sobre las puntas de mis pies, brinco hacia el aire. Abro mis alas con un chasquido, mis membranas desperezándose mientras me elevo.
Con un giro, me remonto.
Onew está allí, riéndose a mi lado, con un sonido bajo y gutural. El viento se precipita por encima de nosotros y la luz del sol deja dulces besos sobre nuestra carne. Una vez que estamos lo suficientemente alto, caemos, descendemos a través del aire en una borrosa picada, viajando hacia el lago.
Mi labio se riza. -¡Exhibicionista!- le llamo, el estruendo de mi voz draki vibra profundamente en mi garganta mientras el bucea en el lago y permanece sumergido por varios minutos.
Como un draki de agua, cada vez que el entra en ella, sus branquias aparecen a un costado de su cuerpo, permitiéndole sobrevivir sumergido y nadando, por siempre, si el lo escoge. Es uno de los muchos talentos útiles que nuestros antepasados dragones asumieron para poder sobrevivir. No todos nosotros podemos hacer eso, por supuesto. Yo no puedo.
Yo hago otras cosas.
Volando sobre el lago, espero a que Onew surja a la superficie. Finalmente, el sale a la superficie en forma de un aerosol que refulge de agua, su cuerpo azul radiante en el aire, sus alas dejando caer algunas gotas de agua.
-Bien- le digo.
-¡Ahora tu!- sacudo mi cabeza y me pongo en camino otra vez, buceando a través del enredo de montañas, ignorándole. -¡Vamos, será estupendo!- dice.
Mi talento no es estupendo. Daría cualquier cosa para cambiarlo. Para poder ser un draki de agua. O un phaser[1]. O un visiocrypter[2]. O un ónix[3]. O... definitivamente, la lista sigue.
En lugar de eso, soy esto.
Respiro fuego. Soy el único respira-fuego en el clan en más de cuatrocientos años. Eso me ha hecho mucho más popular de lo que en realidad quiero ser. Desde que se manifestó a mis once años, he dejado de ser Taemin. En lugar de eso, soy el respira-fuego. Un hecho por el cual, el clan decide mi vida mientras me controlan. Son peores que mi madre.
Repentinamente oigo algo más allá del silbido del viento y del zumbido de la niebla de las montañas que están cubiertas de nieve en cada lado. Un sonido apenas perceptible, distante.
Mis oídos se alzan. Me detengo, revoloteando en el aire denso.
Onew ladea su cabeza; sus ojos de dragón pestañean, mirándome fijamente -¿Qué es? ¿Un avión?- el ruido aumenta, aproximándose rápidamente, una constante pulsación. -Debemos bajar-
Asiento, Onew desciende. Yo lo sigo, mirando detrás de nosotros, viendo sólo los bordes de las escarpadas montañas. Pero el sonido aumenta. Se acerca más.
Se mantiene acercándose. Nos persigue.
¿Deberíamos de volver a las bicicletas? Onew vuelve su mirada hacia atrás, hacia mí, su pelo negro con vetas azuladas ondeando como una bandera al viento.
Vacilo. No quiero que esto termine. ¿Quién sabe cuándo podíamos volver a salir a hurtadillas de nuevo. El clan siempre me observaba muy de cerca, Jonghyun siempre.
-¡Taemin!- Onew apunta con un dedo azul iridiscente a través del aire.
Me giro y miro. Mi corazón enloquece.
Un helicóptero ronda por la montaña, tan pequeño a la distancia, pero aumentando de tamaño mientras se acerca, atravesando la niebla.
-¡Vamos!- gritó -¡Baja!-
Buceo, arañando el viento, mis alas se plegan contra mi cuerpo, mi piernas como flechas, perfectamente en ángulo para la velocidad.
Pero no soy lo suficientemente rápido.
Las hojas del helicóptero baten el aire en un frenesí de golpes. Cazadores. Lágrimas de viento en mis ojos mientras vuelo lo más rápido que he volado alguna vez antes. Onew se queda atrás. Lo llamo a gritos, mirando hacia atrás, leyendo la oscura desesperación en su mirada líquida -¡Onew, continúa!-
El draki de agua no esta hecho para la velocidad. Ambos sabemos eso. Su voz se retuerce en un sollozo y yo escucho como el sonido se quiebra -¡Lo estoy intentando! ¡No me dejes! ¡Taemin! ¡No me dejes!-
Detrás de nosotros, el helicóptero sigue viniendo. El miedo amargo cubre mi boca mientras dos más se unen, matando cualquier esperanza de que solo se tratara de un esporádico helicóptero rondando el área. Es un escuadrón, y definitivamente estaban cazándonos.
¿Así fue lo que le paso a papá? ¿Sus últimos momentos fueron de esta manera? Echando hacia atrás la cabeza, ahuyento el pensamiento. No voy a morir hoy, con mi cuerpo roto y vendido en partes y piezas.
Asiento hacia las copas de los árboles que se acercan -¡allí!-
Un Draki nunca vuela cerca al suelo, pero no tenemos otra opción.
Onew me sigue, copiando mi curso. Se acerca a mí, pasando muy cerca a los árboles relampagueantes en nuestro salvaje miedo. Me detengo y voy a la deriva, mi pecho se alza salvajemente debido a mi respiración jadeante. El zumbido de los helicópteros en lo alto, su ensordecedor ritmo golpeando el aire, agitando los arboles en una espuma verde.
-Deberíamos dejar de manifestarnos[4]- Onew dice, jadeando.
Como si pudiéramos hacerlo. Estamos demasiado asustados. Los Draki nunca pueden mantener su forma humana en estado de miedo. Es un mecanismo de supervivencia. En nuestros corazones somos draki; de allí es de donde sacamos nuestra fuerza.
Me asomo hacia arriba a través del enrejado de sacudidas ramas que nos escuda, el perfume del pino y el bosque maduro en mi nariz.
-Puedo ponerme en control a mi mismo- Onew insiste en nuestra lengua gutural.
Niego con la cabeza -aun si eso es cierto, es demasiado peligroso, tenemos que esperar, si ven a dos chicos aquí después de que acaban de ver a dos draki macho podrían sospechar-
El frío, presiona mi corazón. No puedo dejar que eso ocurra. No sólo por mí, sino por todos. Por todos los drakis. El secreto de nuestra habilidad de tomar forma humana es nuestra máxima defensa.
-¡Si no estamos en casa la siguiente hora, estamos perdidos!-
Me muerdo los labios para detenerme de decirle que tenemos más cosas por las que preocuparnos que si el clan nos descubre. Aun no quiero asustarlo más de lo que ya esta.
-Tenemos que escondernos por un poco...-
Otro sonido penetra entre las hojas pulsátiles de un helicóptero. Un zumbido bajo en el aire. Los pequeños pelos en mi nuca cosquillean. Algo diferente está allí afuera. Abajo. En el suelo. Acercándose cada vez más.
Miro hacia el cielo, mis largos dedos flexionados se abren y cierran, mis alas vibran tratando de controlarse. Mi instinto me insta a volar, pero sé que están ahí arriba. Esperando. Rondando como buitres. Veo sus formas oscuras a través de las copas de los árboles. Mi pecho presiona. Ellos no se van.
Muevo mi cabeza hacia Onew instándole que me siga por entre las gruesas ramas de un pino de altura imponente. Plegamos nuestras alas cerca de nuestros cuerpos, y nos adentramos en medio de las agujas de pino, peleando contra las ramas que nos rasguñan. Conteniendo la respiración, esperamos.
Entonces la tierra cobra vida, un cortejo completo de vehículos: Camiones, SUV's, motocross.
-No- hablo con voz áspera, mirando hacia los vehículos, los hombres, armados hasta los dientes. En una camioneta, dos hombres recostados están listos, un enorme lanzador de red esta entre ellos. Cazadores experimentados. Saben lo que están haciendo. Saben lo que cazan.
Onew tiembla tan fuerte que las gruesas ramas en las que estamos agachados comienzan a agitarse, las hojas empiezan a susurrar. Agarro firmemente su mano. Los motocross siguen su camino, moviéndose a una velocidad vertiginosa. Un conductor de una SUV sale por la ventana -revisen los árboles- él grita, su voz es intensa, aterradora.
Onew se mueve nerviosamente. Le sujeto mucho más fuerte. Una motocicleta está directamente debajo de nosotros, ahora. El conductor lleva puesto una camiseta negra que abraza su joven cuerpo musculoso. Mi piel se cierra casi dolorosamente.
-No puedo quedarme aquí- Onew se ahoga junto a mí -¡Tengo que irme!-
-Onew- le gruño, mi voz es baja y ferviente, pero desesperada -Eso es lo que quieren. Están tratando de hacernos salir. No entres en pánico-
Sus palabras salen de sus apretados dientes -Yo. No. Puedo-
Y sé, con una enferma presión de mi intestino que el no va a durar. Escaneando la actividad en la tierra y también a los helicópteros que surcan el cielo, tomo una decisión en ese mismo momento. -Esta bien-trago -Este es el plan. Separémonos...-
-No...-
-Yo abandonaré nuestro escondite primero. Entonces, una vez que hayan ido tras de mí, huye hacia el agua. Sumérgete y quédate allí. Por mucho tiempo si es necesario-
Sus ojos oscuros brillan húmedamente, las líneas verticales de sus pupilas laten.
-¿Entendido?- le exijo.
El asiente bruscamente, los bordes de su nariz contrayéndose con un aliento profundo -¿Q-qué vas a hacer?-
Fuerzo una sonrisa, la curva de mis labios dolorosamente en mi cara.
-Volar, por supuesto-
[1] Phaser: Dragón Eléctrico, lanza descargas eléctricas.
[2] Vsiocrypter: Dragón con la habilidad de hacerse invisible.
[3] Onix: Dragón más fuerte dentro del clan.
[4] Manifestar: cambiar de forma.
Última edición por Mikka el Vie Sep 23, 2011 11:04 am, editado 2 veces
Lunort
SHINee
257
Re: FireLight.
ACLAS:
[1] Mitin: En una escuela un mitin es una especie de reunión estudiantil, en donde todos animan, juegan y hacen diversas cosas para energizarse o animarse entre ellos. Al menos eso en México xDD
[2] Playoffs: En béisbol, son los partidos decisivos.
La noche siguiente, mamá no menciona el asunto de vender una gema otra vez, y yo tampoco lo hago. Es tonto, pero siento que si no lo menciono, eso ayudará a que se olvide de que quiere vender una.
Mientras ella y Min esperan por nuestra pizza en Tommy's, supuestamente la mejor pizzería en el desierto, yo voy de camino a tres puertas hacia abajo para escoger una película para el anochecer. Preferentemente una comedia. O algo para distraerme.
Y esto sucede en mi camino de regreso.
Con la película en la mano, cruzo la boca del callejón que esta justo antes de Tommy’s cuándo algo jala de mis pies y me arrastran dentro de la estrecha cerca, transportado entre paredes gemelas de concreto, el olor del próximo contenedor de basura llega a mis fosas nasales.
Peleo, siseo y escupo vapor, el fuego quema mi tráquea. Torciendo mi cabeza, trato de girar y enfrentar a mi atacante, y convertirlo en una pila de huesos crujientes y cenizas.
-¡Alto!- reconozco la humeante voz instantáneamente y no me siento realmente sorprendido. En el fondo de mi mente, sabía que si el clan no iba a seguirme, él si lo haría y me encontraría... que él sería el único en hacerse cargo.
Él me da una pequeña sacudida -¿lo has hecho? No voy a dar la vuelta hasta que me prometas que no me quemarás.
Me río entrecortadamente -no estoy seguro de que pueda prometer eso.
Después de un largo momento, las grandes manos en mis hombros se relajan. Y yo me tambaleo libremente para darme la vuelta.
-Hola, Taem- él dice como si nuestra reunión aquí fuese la cosa más natural del mundo.
Mis ojos son más lentos para procesar, aceptar, lo que ya sé. Miro hacia él. Había olvidado lo fuerte que era. Había olvidado el sentimiento de su mera presencia. En cierta forma, con el tiempo y la distancia, aquí en el mundo humano, él se había encogido en mi mente... o tal vez solo lo recuerdo más alto. Ahora una vez más, se por qué él es el principal ónix de mi clan. Sólo inferior a su padre.
-¿Cómo nos has encontrado, Jongie?
Él yergue su cabeza. Los cabellos decolorados brillan bajo un rayo de sol -¿creías que no lo haría?- él pregunta.
-No sé por qué tenías que intentarlo.
-¿No tenía?
-¿Por qué simplemente no puedes olvidarte...
-No puedo hacer eso.
-Porque tu padre te lo ordeno, entonces- siseo, pensando en su padre.
El moreno tostado destella bajo el matiz arena de la piel de JongHyun, su carne draki está a punto de explotar libremente -no estoy aquí por mi padre o el clan.
Y mientras sus ojos café-miel se posan en mí, siento que es verdad. Sé que él está diciendo todo eso en serio. Él está aquí por su cuenta. Yergo mi cabeza -noticias de última hora, Jongie. No deseo regresa a casa- al menos no de esa manera. No con él arrastrándome de regreso.
Él responde a esto en la típica moda masculina draki. Su cara se ciñe con líneas sombrías, su nariz se ensancha en varias crestas afiladas, su piel brilla, desenfocándose. Un momento es piel de dragón negra, el siguiente es carne humana.
Me preparo, flexiono mis dedos de los pies dentro de mis zapatos. El vapor sale de mi nariz como aliento caliente en un día invernal -tu exhibición machista no me intimida- una mentira -lucharé contra ti- le advierto.
Él puede ser más fuerte, pero yo no era un chico indefenso. Y él lo sabe, por supuesto. Por eso es que él está aquí. Él me quiere por lo que puedo hacer, después de todo. Él me estudia, considerándolo.
-¿Estás listo para esto?- desafío.
-¿Tú lo estás?- él responde.
¿Estoy listo para incinerarlo con un simple aliento? A pesar de todas sus miradas ceñudas, él es una parte de mi pasado, es uno de mi clase, el legado de Mamá se empacará y venderá como ropas viejas de bebé.
Después de un momento, él contesta -no puedes oponerte a todo el clan.
Arqueo una ceja con una suavidad que no siento -¡oh!, ¿estás metiendo al clan en esto? Pensé que estabas aquí por tu propia cuenta.
-Lo estoy, pero iban a enviar a alguien detrás de ti. Me ofrecí voluntariamente, pero si regreso con las manos vacías, ellos simplemente enviarán a alguien más. Probablemente a Sukkie.
Intento no temblar. Sukkie, Geun Suk. Primo de JongHyun. Él y Jjong nunca se llevaron bien. Ni siquiera se molestaron en intentarlo.
-Ven a casa conmigo, Taem. Es inevitable.
Mis manos se curvan en un puño, las uñas se clavan en mis palmas -¿es eso lo que quieres? ¿Irme contigo y odiarte por el resto de mis días porque no me diste elección?
-Te recuperarás.
-No, no lo haré.
Él se ve sorprendido por un momento, luego un poco triste. Sus ojos se estrechan como si me viera por primera vez. O un nuevo lado de mí, de cualquier manera -tú podrías regresar- le digo, aprovechando la apertura -plantar pistas falsas. Diles que no pudiste encontrar...
-No puedo hacer eso.
-Piensas que simplemente me despertaré un día y pensaré, recórcholis, quiero ser propiedad del clan de nuevo, una herramienta para ser usado solo para engendrar- cruzo mis brazos -no regresaré.
Él me mira fijamente por un momento largo. Mi estomago se estremece bajo esa mirada y por un instante obtengo totalmente el efecto que él tiene en tantos chicos. En mi hermana y en cada una de las hembras del clan -muy bien. Se que no puede gustarte estar aquí. No deseas quedarte. No estás criado para esta miseria. No importa lo que digas, lo que pienses ahora, te cansarás del mundo humano. Este calor debe ser un infierno para tu draki. Realmente debe estarle produciendo ampollas. Esperaré. Volveré de nuevo por ti en aproximadamente...- él inclina su cabeza hacia atrás como si solo calculara cuánto tiempo podría estar aquí -cinco semanas- él anuncia.
Cinco semanas, huh. Estoy casi sorprendido de que él desee concederme tanto tiempo.
-Oh, estoy seguro de que mi madre amará tenerte por unos momentos. Ella probablemente cocinará una carne asada.
-Ella no necesita saber que te he encontrado... o que estaré por ahí- sus labios se tuercen -no quiero que ella te tome y huya otra vez- y ella lo haría.
Él estaba en lo cierto sobre eso.
Sus ojos perforan dentro de mí y siento una oleada de la ansiedad familiar. Pero algo más, también. Algo que nunca antes sentí con JongHyun. Un extraño sentido de anhelo. Me digo a mí mismo que es simplemente por mi clan, mi propia especie. Eso tiene sentido. No es él específicamente. Es lo que él es. Lo que él representa. Casi puedo oler las montañas y las brumas rodeándolo. Toma cada pizca de mí el no dar un paso adelante e inspirar, presionar mi nariz contra su carne tibia y perfumada.
-Puedo ser paciente- él agrega.
No le digo nada. Simplemente le devuelvo la mirada, sintiéndome un poco mareado mientras miro dentro de las planas piscinas café-miel y me abstengo de dar un paso más cerca.
Nunca antes le habría descrito como paciente. Él era la clase de chicos que tomaban sin preguntar porque era su derecho de nacimiento. El gran príncipe draki. Como cualquier otro draki, se supone que debo de caer a sus pies en dichosa subyugación. ¿Qué pudo haberle cambiado?
Apoyo una mano en mi cadera -¿paciente? ¿Tú? ¿En serio?
Él suspira y da un paso más cerca. Me muevo, retrocediendo hasta que no puedo ir más lejos, la dura pared del callejón está en mi espalda.
-No voy a negar que espero que haya algo más entre nosotros, Taem. Algo real y duradero- él debía de haber visto algo en mi cara, ya que después enfatiza rápidamente -espero que sea así. Nunca te obligare.
-¿Y si no quiero eso? ¿Jamás?
Él presiona sus labios en una firme línea, como si estuviera enrollando el sabor de eso alrededor de su boca. Y no le gusta.
-Entonces, respetaría tus deseos- él escupe las palabras, como si le doliera mantenerlas adentro. Su expresión de desagrado es casi ridícula. La idea de que jamás me uniría a él, aparearnos, ni producir un montón de pequeños respiradores de fuego no le sienta bien. Si él lo nota o no, él ya luce como un alfa. El Rey del clan, buscando un futuro para nuestra unión. A expensas de cualquier alma. Él había afirmado que estaba aquí por su cuenta. Sólo que no se percata de que el clan le apoya y presiona. Nunca podrá separarse de las exigencias y necesidades que el clan le inculco como suyas. Allí dentro, yace el peligro.
-Necesito tu palabra. Tú promesa. No interferirás mientras estoy aquí, no me obligarás a regresar- porque si él era capaz de decir eso, entonces yo podría creerle. Él era muchas cosas, pero nunca un mentiroso.
Su mirada se fija fuertemente en la mía -lo prometo.
-Bien- finalmente estoy de acuerdo, moviéndome más allá de él -confiaré en ti- hay algo en sus ojos, su cara, que me hace creerle. Y en serio, ¿cuánta elección tengo?
-Deberías- él murmura -siempre puedes confiar en mí.
Saliendo del callejón, diviso a Mamá y Min dejando Tommy’s. Una mirada rápida sobre mi hombro revela que JongHyun se ha ido. Una brisa repentina lanza mi mirada hacia arriba, hacia la sombra oscura en el aire, retorciéndose más alto, desaparece en la noche negra tan rápidamente como la niebla desvaneciente. Sólo su voz persiste, susurrando a través de mí. Siempre puedes confiar en mí.
Espero que él tenga razón.
Avanzo dando tumbos mientras una campana inesperada suena poco después de que el quinto período comienza. Confundido, miro alrededor mientras la clase entera salta de sus escritorios, dejando atrás sus pertenencias.
-¿Qué está pasando?- pregunto a una chica que pasa junto a mí.
Ella rueda sus ojos -¿dónde has estado? ¿No has oído los anuncios? ¿Hoy? ¿Toda la semana?
Niego con la cabeza. Me doy cuenta de que la voz del director se escucha sobre el intercomunidor cada mañana con noticias escolares, pero incluso ahora, un mes adentro, no es algo a lo que le preste mucha atención. Un mes adentro. Pienso como un prisionero. Un recluso que cuenta el tiempo que ha cumplido.
El recuerdo de JongHyun crea oleadas sobre mí. Apenas he pegado el ojo con la imagen de él mientras estaba en ese callejón. Es tentador pensar que él podría estar cerca, por aquí, listo para llevarme a casa en caso de que todo se vuelva demasiado. Más de lo que puedo soportar. Se siente bien tener una estrategia de escape.
-Tenemos un mitin[1]- la chica explica.
-Oh- miro mi escritorio, preguntándome si podría quedarme en el salón.
-La asistencia es obligatoria- ella chasquea.
-Oh- repito.
Ella me lanza una mirada de disgusto -un poco de espíritu escolar no dolería. Nuestro equipo de béisbol hizo los playoffs[2]-
Asiento ante su afirmación, como si lo supiera. Y procuró parecer convincente. Preparándome para el mitin. Esperando por salir fuera. Mi piel tiembla ante el pensamiento de quedarme dentro, apretujado en un espacio con más de seiscientos estudiantes. Eso no podía ocurrir. No podría soportarlo. Estar dentro del gimnasio de EF con sesenta estudiantes fue bastante malo.
Me pongo de pie, y sigo a los estudiantes colándome en los pasillos. Nada va a mi manera, pienso mientras toda la población escolar desciende en un gimnasio diseñado para el cuerpo estudiantil más pequeño de setenta años atrás.
El golpeteo profundo de un tambor vibra a lo largo del viejo piso de madera y viaja desde mis piernas hasta el centro de mi pecho, un pulso inoportuno que retumba allí.
Abro las puertas dobles y mi estómago se inclina y se tuerce ante la vista de adolescentes sobre estimulados colocados apretadamente en las graderías.
La banda está reunida en el extremo más alejado del gimnasio. Sus miembros visten uniformes rojo oscuro con cuellos que parecen rígidos. Tocan sus instrumentos, contoneándose como si lo disfrutaran. Sus hinchadas caras rojas, brillantes con sudor, dicen otra historia.
El sudor se escurre por mi columna vertebral. Está más caliente aquí dentro que afuera. Mis poros se abren ampliamente, codiciando, buscando aire más fresco, niebla, y condensación. Pero sólo hay el olor empalagoso de demasiados humanos apretujados conjuntamente. Los estudiantes empujan más allá de mí.
-Muévete ya- un chico gruñe mientras me empuja.
Soy lanzado hacia un mar de cuerpos, más dentro del gimnasio de lo que yo quiero estar. Girando, me esfuerzo, miro detrás de mí hacia la puerta o algo. Alguien, cualquiera de los sudorosos humanos se pega a mí. Min. Key o Amber. Incluso Heechul estaría bien. Alguien para distraerme y ayudarme a salir de esto. Aunque no MinHo. Lo conozco mejor. Él es la clase equivocada de distracción.
Levanto mi cara, trato de tragar aire limpio. Pero es imposible. El gimnasio está viciado y apesta a poros sudorosos, sucios. Arrastro alientos más profundos, succionando hacia mis pulmones encogidos. Capto un olor a sangre enterrado profundamente en el piso de madera y me siento enfermo, debilitado.
La voz de JongHyun se enrolla sobre mí. No te puede gustar estar aquí. No puedes querer quedarte. No estás criado para esta miseria.
Mis piernas se mueven entumecidamente. Me digo a mí mismo que los mítines no pueden durar tanto, escojo un asiento. Me meto dentro del primer lugar que encuentro, tan bajo como puedo conseguir de las gradas.
Las porristas entretienen a la multitud, sacudiendo sus pompones y lanzando sus cuerpos al aire. HyoSung está allí. Esos labios sobre abrillantados se curvan ampliamente mientras ella grita a la multitud. Y al frente, totalmente al centro, tan cerca como pueda alcanzar la acción, se sienta Min, una expresión de éxtasis en su cara.
-Oye- un chico, con bandas tirantes de goma verde estiradas como cuerdas de baba entre el metal, me codea -¿eres de primero?- le miro, en la intimidación chasquea sus dientes mientras escupe sus palabras. Palabras que parezco no poder registrar.
Estoy en la sobrecarga de sensaciones. Los golpeteos de los tambores golpeando como puños dentro de mi cabeza, determinados a dividir mi cráneo, abriéndolo desde el interior. Me estremezco, salto mientras los chillidos y los gritos estallan, incluso más fuertes que el choque de trenes de una banda. Desconcertado, miro alrededor. Desde un grupo de puertas dobles, una docena de chicos salen rápidamente sobre la cancha vistiendo jerséis rojos de béisbol. La multitud se enloquece, se levanta a cada lado de mí como un mar hambriento. La voz del director se levanta por encima de todo, un sonido extraño, incorpóreo en el micrófono. Como Dios hablándole a las masas.
En un fiero tirón en mi manga, miro hacia mi lado. Es el chico de nuevo. Tirantes Babosos -oye. Ésta es la sección de primero. Escucho las palabras, pero éstas no penetran. No puedo entender -¿qué eres? ¿Un pez?- demanda.
-Oh. De tercero- replico.
El se inclina más cerca, mete su cara en lo mía, y habla ruidosa y lentamente. Como si yo fuese mentalmente desafiado -tú. Siéntate. Allí- el apuñala el aire con un dedo, señalando sobre mi hombro.
Dos chicas a lado de el ríen. Intercambie miradas aprobadoras.
Incitado, el empuja en mi hombro -sigue. Largo de aquí.
Miserable, me muevo para irme. No específicamente por Tirantes Babosos, sino por todo. Porque estoy aquí. Porque he perdido todo. El cielo, mí clan... mi vida. Porque incluso a Mamá no le importa lo que ella está haciéndome. Porque Min es tan feliz. Porque MinHo, el único que me trae de vuelta a mí mismo, quien llena el roedor sufrimiento, es alguien a quien no puede mantener junto a mí.
Me levanto. Varias filas sobre piso del gimnasio, mi mundo da vueltas. El calor seco, los malos olores, el ruido mordaz, la pegajosa presión de las personas a cada lado de mí. Todo es demasiado. Demasiado.
Estoy en problemas.
Alguien grita para que me siente. Los otros recogen el grito. Doy un respingo. Tiemblo. Siento la sangre vaciarse de mi cara, drenarse como agua de un colador.
En medio del griterío, reconozco la voz de Tirantes Babosos -¿el va a vomitar? ¡Qué asco!
¿Vomitar? Desearía... desearía estar simplemente enfermo. Y no muriendo.
No muerto. Un fantasma.
El gris bordea mi visión. No puedo ver. Apenas puedo mantenerme de pie. Levanto un pie, trato de dar un paso. Veo mi destino. Estoy a punto de comer madera. O aterrizar en un cuerpo. Lo sé. Me siento caer. Deslizarme dentro de un profundo gris. El aire se vuelve viento sobre mi cara.
Entonces nada. Todo se detiene.
Una mano se cierra alrededor de mi brazo. Me retiene. Me atrapa. El gris retrocede. La luz inunda mi visión y con ella una cara.
MinHo.
Se inclina sobre mí, su cara atenta y severamente bella. Sus ojos centellean, salvajes con una emoción que no puedo identificar. Él masculla espesamente bajo su aliento, luego aprieta su mandíbula, no dice más. Su mano se desliza abajo de mi brazo, doblándola sobre mi mano. Sus dedos se enlazan con los míos, besa mi palma. Puedo sentir el rápido golpeteo de su corazón a través de este simple toque. Esto, el constante pulso en el hueco de su mano, me revive. Su presencia siempre me hace esto. Respira vida de regreso a mí. Ahuyenta al fantasma como niebla que se desvanece rápidamente. Mi piel se aprieta, se apresura con la conciencia. Mi pecho vibra. Se llena de alivio, gratitud, y algo más. Su mirada sostiene la mía. En ese momento, está quieto. Todo se desvanece en un zumbido distante.
Estamos solos...
[1] Mitin: En una escuela un mitin es una especie de reunión estudiantil, en donde todos animan, juegan y hacen diversas cosas para energizarse o animarse entre ellos. Al menos eso en México xDD
[2] Playoffs: En béisbol, son los partidos decisivos.
Capitulo Diecisiete
La noche siguiente, mamá no menciona el asunto de vender una gema otra vez, y yo tampoco lo hago. Es tonto, pero siento que si no lo menciono, eso ayudará a que se olvide de que quiere vender una.
Mientras ella y Min esperan por nuestra pizza en Tommy's, supuestamente la mejor pizzería en el desierto, yo voy de camino a tres puertas hacia abajo para escoger una película para el anochecer. Preferentemente una comedia. O algo para distraerme.
Y esto sucede en mi camino de regreso.
Con la película en la mano, cruzo la boca del callejón que esta justo antes de Tommy’s cuándo algo jala de mis pies y me arrastran dentro de la estrecha cerca, transportado entre paredes gemelas de concreto, el olor del próximo contenedor de basura llega a mis fosas nasales.
Peleo, siseo y escupo vapor, el fuego quema mi tráquea. Torciendo mi cabeza, trato de girar y enfrentar a mi atacante, y convertirlo en una pila de huesos crujientes y cenizas.
-¡Alto!- reconozco la humeante voz instantáneamente y no me siento realmente sorprendido. En el fondo de mi mente, sabía que si el clan no iba a seguirme, él si lo haría y me encontraría... que él sería el único en hacerse cargo.
Él me da una pequeña sacudida -¿lo has hecho? No voy a dar la vuelta hasta que me prometas que no me quemarás.
Me río entrecortadamente -no estoy seguro de que pueda prometer eso.
Después de un largo momento, las grandes manos en mis hombros se relajan. Y yo me tambaleo libremente para darme la vuelta.
-Hola, Taem- él dice como si nuestra reunión aquí fuese la cosa más natural del mundo.
Mis ojos son más lentos para procesar, aceptar, lo que ya sé. Miro hacia él. Había olvidado lo fuerte que era. Había olvidado el sentimiento de su mera presencia. En cierta forma, con el tiempo y la distancia, aquí en el mundo humano, él se había encogido en mi mente... o tal vez solo lo recuerdo más alto. Ahora una vez más, se por qué él es el principal ónix de mi clan. Sólo inferior a su padre.
-¿Cómo nos has encontrado, Jongie?
Él yergue su cabeza. Los cabellos decolorados brillan bajo un rayo de sol -¿creías que no lo haría?- él pregunta.
-No sé por qué tenías que intentarlo.
-¿No tenía?
-¿Por qué simplemente no puedes olvidarte...
-No puedo hacer eso.
-Porque tu padre te lo ordeno, entonces- siseo, pensando en su padre.
El moreno tostado destella bajo el matiz arena de la piel de JongHyun, su carne draki está a punto de explotar libremente -no estoy aquí por mi padre o el clan.
Y mientras sus ojos café-miel se posan en mí, siento que es verdad. Sé que él está diciendo todo eso en serio. Él está aquí por su cuenta. Yergo mi cabeza -noticias de última hora, Jongie. No deseo regresa a casa- al menos no de esa manera. No con él arrastrándome de regreso.
Él responde a esto en la típica moda masculina draki. Su cara se ciñe con líneas sombrías, su nariz se ensancha en varias crestas afiladas, su piel brilla, desenfocándose. Un momento es piel de dragón negra, el siguiente es carne humana.
Me preparo, flexiono mis dedos de los pies dentro de mis zapatos. El vapor sale de mi nariz como aliento caliente en un día invernal -tu exhibición machista no me intimida- una mentira -lucharé contra ti- le advierto.
Él puede ser más fuerte, pero yo no era un chico indefenso. Y él lo sabe, por supuesto. Por eso es que él está aquí. Él me quiere por lo que puedo hacer, después de todo. Él me estudia, considerándolo.
-¿Estás listo para esto?- desafío.
-¿Tú lo estás?- él responde.
¿Estoy listo para incinerarlo con un simple aliento? A pesar de todas sus miradas ceñudas, él es una parte de mi pasado, es uno de mi clase, el legado de Mamá se empacará y venderá como ropas viejas de bebé.
Después de un momento, él contesta -no puedes oponerte a todo el clan.
Arqueo una ceja con una suavidad que no siento -¡oh!, ¿estás metiendo al clan en esto? Pensé que estabas aquí por tu propia cuenta.
-Lo estoy, pero iban a enviar a alguien detrás de ti. Me ofrecí voluntariamente, pero si regreso con las manos vacías, ellos simplemente enviarán a alguien más. Probablemente a Sukkie.
Intento no temblar. Sukkie, Geun Suk. Primo de JongHyun. Él y Jjong nunca se llevaron bien. Ni siquiera se molestaron en intentarlo.
-Ven a casa conmigo, Taem. Es inevitable.
Mis manos se curvan en un puño, las uñas se clavan en mis palmas -¿es eso lo que quieres? ¿Irme contigo y odiarte por el resto de mis días porque no me diste elección?
-Te recuperarás.
-No, no lo haré.
Él se ve sorprendido por un momento, luego un poco triste. Sus ojos se estrechan como si me viera por primera vez. O un nuevo lado de mí, de cualquier manera -tú podrías regresar- le digo, aprovechando la apertura -plantar pistas falsas. Diles que no pudiste encontrar...
-No puedo hacer eso.
-Piensas que simplemente me despertaré un día y pensaré, recórcholis, quiero ser propiedad del clan de nuevo, una herramienta para ser usado solo para engendrar- cruzo mis brazos -no regresaré.
Él me mira fijamente por un momento largo. Mi estomago se estremece bajo esa mirada y por un instante obtengo totalmente el efecto que él tiene en tantos chicos. En mi hermana y en cada una de las hembras del clan -muy bien. Se que no puede gustarte estar aquí. No deseas quedarte. No estás criado para esta miseria. No importa lo que digas, lo que pienses ahora, te cansarás del mundo humano. Este calor debe ser un infierno para tu draki. Realmente debe estarle produciendo ampollas. Esperaré. Volveré de nuevo por ti en aproximadamente...- él inclina su cabeza hacia atrás como si solo calculara cuánto tiempo podría estar aquí -cinco semanas- él anuncia.
Cinco semanas, huh. Estoy casi sorprendido de que él desee concederme tanto tiempo.
-Oh, estoy seguro de que mi madre amará tenerte por unos momentos. Ella probablemente cocinará una carne asada.
-Ella no necesita saber que te he encontrado... o que estaré por ahí- sus labios se tuercen -no quiero que ella te tome y huya otra vez- y ella lo haría.
Él estaba en lo cierto sobre eso.
Sus ojos perforan dentro de mí y siento una oleada de la ansiedad familiar. Pero algo más, también. Algo que nunca antes sentí con JongHyun. Un extraño sentido de anhelo. Me digo a mí mismo que es simplemente por mi clan, mi propia especie. Eso tiene sentido. No es él específicamente. Es lo que él es. Lo que él representa. Casi puedo oler las montañas y las brumas rodeándolo. Toma cada pizca de mí el no dar un paso adelante e inspirar, presionar mi nariz contra su carne tibia y perfumada.
-Puedo ser paciente- él agrega.
No le digo nada. Simplemente le devuelvo la mirada, sintiéndome un poco mareado mientras miro dentro de las planas piscinas café-miel y me abstengo de dar un paso más cerca.
Nunca antes le habría descrito como paciente. Él era la clase de chicos que tomaban sin preguntar porque era su derecho de nacimiento. El gran príncipe draki. Como cualquier otro draki, se supone que debo de caer a sus pies en dichosa subyugación. ¿Qué pudo haberle cambiado?
Apoyo una mano en mi cadera -¿paciente? ¿Tú? ¿En serio?
Él suspira y da un paso más cerca. Me muevo, retrocediendo hasta que no puedo ir más lejos, la dura pared del callejón está en mi espalda.
-No voy a negar que espero que haya algo más entre nosotros, Taem. Algo real y duradero- él debía de haber visto algo en mi cara, ya que después enfatiza rápidamente -espero que sea así. Nunca te obligare.
-¿Y si no quiero eso? ¿Jamás?
Él presiona sus labios en una firme línea, como si estuviera enrollando el sabor de eso alrededor de su boca. Y no le gusta.
-Entonces, respetaría tus deseos- él escupe las palabras, como si le doliera mantenerlas adentro. Su expresión de desagrado es casi ridícula. La idea de que jamás me uniría a él, aparearnos, ni producir un montón de pequeños respiradores de fuego no le sienta bien. Si él lo nota o no, él ya luce como un alfa. El Rey del clan, buscando un futuro para nuestra unión. A expensas de cualquier alma. Él había afirmado que estaba aquí por su cuenta. Sólo que no se percata de que el clan le apoya y presiona. Nunca podrá separarse de las exigencias y necesidades que el clan le inculco como suyas. Allí dentro, yace el peligro.
-Necesito tu palabra. Tú promesa. No interferirás mientras estoy aquí, no me obligarás a regresar- porque si él era capaz de decir eso, entonces yo podría creerle. Él era muchas cosas, pero nunca un mentiroso.
Su mirada se fija fuertemente en la mía -lo prometo.
-Bien- finalmente estoy de acuerdo, moviéndome más allá de él -confiaré en ti- hay algo en sus ojos, su cara, que me hace creerle. Y en serio, ¿cuánta elección tengo?
-Deberías- él murmura -siempre puedes confiar en mí.
Saliendo del callejón, diviso a Mamá y Min dejando Tommy’s. Una mirada rápida sobre mi hombro revela que JongHyun se ha ido. Una brisa repentina lanza mi mirada hacia arriba, hacia la sombra oscura en el aire, retorciéndose más alto, desaparece en la noche negra tan rápidamente como la niebla desvaneciente. Sólo su voz persiste, susurrando a través de mí. Siempre puedes confiar en mí.
Espero que él tenga razón.
♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦♥♣♠♦
Avanzo dando tumbos mientras una campana inesperada suena poco después de que el quinto período comienza. Confundido, miro alrededor mientras la clase entera salta de sus escritorios, dejando atrás sus pertenencias.
-¿Qué está pasando?- pregunto a una chica que pasa junto a mí.
Ella rueda sus ojos -¿dónde has estado? ¿No has oído los anuncios? ¿Hoy? ¿Toda la semana?
Niego con la cabeza. Me doy cuenta de que la voz del director se escucha sobre el intercomunidor cada mañana con noticias escolares, pero incluso ahora, un mes adentro, no es algo a lo que le preste mucha atención. Un mes adentro. Pienso como un prisionero. Un recluso que cuenta el tiempo que ha cumplido.
El recuerdo de JongHyun crea oleadas sobre mí. Apenas he pegado el ojo con la imagen de él mientras estaba en ese callejón. Es tentador pensar que él podría estar cerca, por aquí, listo para llevarme a casa en caso de que todo se vuelva demasiado. Más de lo que puedo soportar. Se siente bien tener una estrategia de escape.
-Tenemos un mitin[1]- la chica explica.
-Oh- miro mi escritorio, preguntándome si podría quedarme en el salón.
-La asistencia es obligatoria- ella chasquea.
-Oh- repito.
Ella me lanza una mirada de disgusto -un poco de espíritu escolar no dolería. Nuestro equipo de béisbol hizo los playoffs[2]-
Asiento ante su afirmación, como si lo supiera. Y procuró parecer convincente. Preparándome para el mitin. Esperando por salir fuera. Mi piel tiembla ante el pensamiento de quedarme dentro, apretujado en un espacio con más de seiscientos estudiantes. Eso no podía ocurrir. No podría soportarlo. Estar dentro del gimnasio de EF con sesenta estudiantes fue bastante malo.
Me pongo de pie, y sigo a los estudiantes colándome en los pasillos. Nada va a mi manera, pienso mientras toda la población escolar desciende en un gimnasio diseñado para el cuerpo estudiantil más pequeño de setenta años atrás.
El golpeteo profundo de un tambor vibra a lo largo del viejo piso de madera y viaja desde mis piernas hasta el centro de mi pecho, un pulso inoportuno que retumba allí.
Abro las puertas dobles y mi estómago se inclina y se tuerce ante la vista de adolescentes sobre estimulados colocados apretadamente en las graderías.
La banda está reunida en el extremo más alejado del gimnasio. Sus miembros visten uniformes rojo oscuro con cuellos que parecen rígidos. Tocan sus instrumentos, contoneándose como si lo disfrutaran. Sus hinchadas caras rojas, brillantes con sudor, dicen otra historia.
El sudor se escurre por mi columna vertebral. Está más caliente aquí dentro que afuera. Mis poros se abren ampliamente, codiciando, buscando aire más fresco, niebla, y condensación. Pero sólo hay el olor empalagoso de demasiados humanos apretujados conjuntamente. Los estudiantes empujan más allá de mí.
-Muévete ya- un chico gruñe mientras me empuja.
Soy lanzado hacia un mar de cuerpos, más dentro del gimnasio de lo que yo quiero estar. Girando, me esfuerzo, miro detrás de mí hacia la puerta o algo. Alguien, cualquiera de los sudorosos humanos se pega a mí. Min. Key o Amber. Incluso Heechul estaría bien. Alguien para distraerme y ayudarme a salir de esto. Aunque no MinHo. Lo conozco mejor. Él es la clase equivocada de distracción.
Levanto mi cara, trato de tragar aire limpio. Pero es imposible. El gimnasio está viciado y apesta a poros sudorosos, sucios. Arrastro alientos más profundos, succionando hacia mis pulmones encogidos. Capto un olor a sangre enterrado profundamente en el piso de madera y me siento enfermo, debilitado.
La voz de JongHyun se enrolla sobre mí. No te puede gustar estar aquí. No puedes querer quedarte. No estás criado para esta miseria.
Mis piernas se mueven entumecidamente. Me digo a mí mismo que los mítines no pueden durar tanto, escojo un asiento. Me meto dentro del primer lugar que encuentro, tan bajo como puedo conseguir de las gradas.
Las porristas entretienen a la multitud, sacudiendo sus pompones y lanzando sus cuerpos al aire. HyoSung está allí. Esos labios sobre abrillantados se curvan ampliamente mientras ella grita a la multitud. Y al frente, totalmente al centro, tan cerca como pueda alcanzar la acción, se sienta Min, una expresión de éxtasis en su cara.
-Oye- un chico, con bandas tirantes de goma verde estiradas como cuerdas de baba entre el metal, me codea -¿eres de primero?- le miro, en la intimidación chasquea sus dientes mientras escupe sus palabras. Palabras que parezco no poder registrar.
Estoy en la sobrecarga de sensaciones. Los golpeteos de los tambores golpeando como puños dentro de mi cabeza, determinados a dividir mi cráneo, abriéndolo desde el interior. Me estremezco, salto mientras los chillidos y los gritos estallan, incluso más fuertes que el choque de trenes de una banda. Desconcertado, miro alrededor. Desde un grupo de puertas dobles, una docena de chicos salen rápidamente sobre la cancha vistiendo jerséis rojos de béisbol. La multitud se enloquece, se levanta a cada lado de mí como un mar hambriento. La voz del director se levanta por encima de todo, un sonido extraño, incorpóreo en el micrófono. Como Dios hablándole a las masas.
En un fiero tirón en mi manga, miro hacia mi lado. Es el chico de nuevo. Tirantes Babosos -oye. Ésta es la sección de primero. Escucho las palabras, pero éstas no penetran. No puedo entender -¿qué eres? ¿Un pez?- demanda.
-Oh. De tercero- replico.
El se inclina más cerca, mete su cara en lo mía, y habla ruidosa y lentamente. Como si yo fuese mentalmente desafiado -tú. Siéntate. Allí- el apuñala el aire con un dedo, señalando sobre mi hombro.
Dos chicas a lado de el ríen. Intercambie miradas aprobadoras.
Incitado, el empuja en mi hombro -sigue. Largo de aquí.
Miserable, me muevo para irme. No específicamente por Tirantes Babosos, sino por todo. Porque estoy aquí. Porque he perdido todo. El cielo, mí clan... mi vida. Porque incluso a Mamá no le importa lo que ella está haciéndome. Porque Min es tan feliz. Porque MinHo, el único que me trae de vuelta a mí mismo, quien llena el roedor sufrimiento, es alguien a quien no puede mantener junto a mí.
Me levanto. Varias filas sobre piso del gimnasio, mi mundo da vueltas. El calor seco, los malos olores, el ruido mordaz, la pegajosa presión de las personas a cada lado de mí. Todo es demasiado. Demasiado.
Estoy en problemas.
Alguien grita para que me siente. Los otros recogen el grito. Doy un respingo. Tiemblo. Siento la sangre vaciarse de mi cara, drenarse como agua de un colador.
En medio del griterío, reconozco la voz de Tirantes Babosos -¿el va a vomitar? ¡Qué asco!
¿Vomitar? Desearía... desearía estar simplemente enfermo. Y no muriendo.
No muerto. Un fantasma.
El gris bordea mi visión. No puedo ver. Apenas puedo mantenerme de pie. Levanto un pie, trato de dar un paso. Veo mi destino. Estoy a punto de comer madera. O aterrizar en un cuerpo. Lo sé. Me siento caer. Deslizarme dentro de un profundo gris. El aire se vuelve viento sobre mi cara.
Entonces nada. Todo se detiene.
Una mano se cierra alrededor de mi brazo. Me retiene. Me atrapa. El gris retrocede. La luz inunda mi visión y con ella una cara.
MinHo.
Se inclina sobre mí, su cara atenta y severamente bella. Sus ojos centellean, salvajes con una emoción que no puedo identificar. Él masculla espesamente bajo su aliento, luego aprieta su mandíbula, no dice más. Su mano se desliza abajo de mi brazo, doblándola sobre mi mano. Sus dedos se enlazan con los míos, besa mi palma. Puedo sentir el rápido golpeteo de su corazón a través de este simple toque. Esto, el constante pulso en el hueco de su mano, me revive. Su presencia siempre me hace esto. Respira vida de regreso a mí. Ahuyenta al fantasma como niebla que se desvanece rápidamente. Mi piel se aprieta, se apresura con la conciencia. Mi pecho vibra. Se llena de alivio, gratitud, y algo más. Su mirada sostiene la mía. En ese momento, está quieto. Todo se desvanece en un zumbido distante.
Estamos solos...
Lunort
SHINee
257
Re: FireLight.
ahhhhhhh MINHO SALVASTE A TAEMIN!!!
pobre debido a la multitud se puso mal, y no puedo creer que Jong lo halla encontrado!
espero el proximo capi, cuidate bye bye
Última edición por Nina_Lee el Lun Ene 09, 2012 4:23 pm, editado 1 vez
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: FireLight.
Primero!
Mikka!!! LO siento!!!
te deje muchos apartos sin editar TTOTT
*mala lectora*
Pero ahora si comento!
Jjong lo encontró! OMG! lo encontró! pero no pensé que iba a dejar a Tae asi como asi... esta tan confiado en que Tae no va aguantar seguir viviendo de esa manera que incluso dijo que iba a regresar en 5 semanas?
Y como veo a Tae... buaaaaaa... se puso mal... felizmente que Minho estuvo ahi! xD
Espero tu actu! besos!!! bye bye ^^
Última edición por Janess el Lun Ene 09, 2012 7:56 pm, editado 1 vez
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: FireLight.
Ese es Jonggie!!""" :) mis fastidiosos y acosadores comentarios ´por fin rindieron frutosss :) warrr!!! :)
Yeoboo !! "Mientras ella y Min esperan por nuestra pizza en Tommy's," ajajaja muy cerca de mi casa hay una pizzeria llamada asi! D:!
ajajaja ame el capitulo! joong dice que no lo va forzar ni nada
pero lo imagino arrojandola a una cama forzandolo ajajaja ok not! .
OMG!! taem colapsando y llega su super hero minho! " amor mio cae en mis brazos". por que no joder aprovecho el muy wwae y lo beso ! xD
" el beso de amor que despierta a Cinderella de su sueño eterno!! ajajaja!!! TE ame a morir! waa me haces tan feliz! :) y te casate conmigo ajaja! :)
" Baby ven a mis brazos ;) !!! ame que leas mis fics cuchos y retrasados!! XXD :) que bueno que te gusto copos de nieve!
[b]Unnie estoy en aprietos de escritora! D;" tengo varios inconclusos y una muy nueva y brillante idea! de hecho 2 para dos buenos fics1 :) espera bby! te dedicare uno ;D
ajajaja viejas locas desgreñandose!!! XD :) grandes musculos ajaja al menos no te cayeron encima como suelen acostumbrar!
y como siempre esperare comiendome las uñas de los pies :) !
Yeoboo !! "Mientras ella y Min esperan por nuestra pizza en Tommy's," ajajaja muy cerca de mi casa hay una pizzeria llamada asi! D:!
ajajaja ame el capitulo! joong dice que no lo va forzar ni nada
pero lo imagino arrojandola a una cama forzandolo ajajaja ok not! .
OMG!! taem colapsando y llega su super hero minho! " amor mio cae en mis brazos". por que no joder aprovecho el muy wwae y lo beso ! xD
" el beso de amor que despierta a Cinderella de su sueño eterno!! ajajaja!!! TE ame a morir! waa me haces tan feliz! :) y te casate conmigo ajaja! :)
" Baby ven a mis brazos ;) !!! ame que leas mis fics cuchos y retrasados!! XXD :) que bueno que te gusto copos de nieve!
[b]Unnie estoy en aprietos de escritora! D;" tengo varios inconclusos y una muy nueva y brillante idea! de hecho 2 para dos buenos fics1 :) espera bby! te dedicare uno ;D
ajajaja viejas locas desgreñandose!!! XD :) grandes musculos ajaja al menos no te cayeron encima como suelen acostumbrar!
y como siempre esperare comiendome las uñas de los pies :) !
Última edición por Eli Kim el Miér Feb 29, 2012 5:43 pm, editado 1 vez
Eli Kim
TAEMIN
245
Re: FireLight.
eres mala malaaaaaaaaaaaa como el susurro de lucifaaaaaaaaaah~ xddddd dashuidjasd
SE ESTA PONIENDO MAS BUENO AÚUUUUUUUUN!
puppy en acción, tan rudo como es en mi cabeza (??)xddd ndajsjdasa no te niego que igual me produjo "cosas" que taemin se dejase (en parte) engatuzar por esa aura perruna xddd basdjsad es que puppy cuando quiere ser dominante lo es y con CRECEEEEEEEEEES XDDD aidios! xd y no te niego que me genera algo de emoción que puppy "ataque" xddd a taem xd
uffffff xDD y minho, ahhh...mi principe de los cielos<3 siempre apareciendo en el momento mas oportuno *-* xddd
~rueda por toda su casa xDDD
añañañañaña como siemrpe tan helmosa escribiendo aw *-* xd a todo esto, de casualidad encontré tu twitter xdddd :c eso
-huye rodando-
necesito que este fanfic sea tipo "dos hombres y un camino xddddddddd" njadsasnda :c creo que he visto muchas telenovelas xD
ñañañaña ya! ahora si huiré, porque quiero ir a comprarme un chocolate
:P xD besitos ñ.ñ
SE ESTA PONIENDO MAS BUENO AÚUUUUUUUUN!
puppy en acción, tan rudo como es en mi cabeza (??)xddd ndajsjdasa no te niego que igual me produjo "cosas" que taemin se dejase (en parte) engatuzar por esa aura perruna xddd basdjsad es que puppy cuando quiere ser dominante lo es y con CRECEEEEEEEEEES XDDD aidios! xd y no te niego que me genera algo de emoción que puppy "ataque" xddd a taem xd
uffffff xDD y minho, ahhh...mi principe de los cielos<3 siempre apareciendo en el momento mas oportuno *-* xddd
~rueda por toda su casa xDDD
añañañañaña como siemrpe tan helmosa escribiendo aw *-* xd a todo esto, de casualidad encontré tu twitter xdddd :c eso
-huye rodando-
necesito que este fanfic sea tipo "dos hombres y un camino xddddddddd" njadsasnda :c creo que he visto muchas telenovelas xD
ñañañaña ya! ahora si huiré, porque quiero ir a comprarme un chocolate
:P xD besitos ñ.ñ
Re: FireLight.
wowww!!! yo realmente estoy en la luna hahahaha XDDD no me di cuenta que subiste dos caps!!!! *0* la verdad esos dias anduve como loca hahahaha XD literal hahaha XDDD, bueno eso es punto y aparte :P, OMO!!! cada vez amo mas de fic!!! :DDDD ya quiero ver que le dice o le hace el Minhot a mi Taeminnie *¬* espero actualices rapidin como ahora hahahaha XDDD me harías muy feliz!!!!!!!! n___________________n saludos y que estes bien Mikka :D
Charisma Lala~
Minho♥, Taemin X3... y Key me esta haciendo ojitos ε(>////<)з
707
Re: FireLight.
mi jong a aparecudo por favor si no es mucho pedir un jongkey plisss por favor el se quiere llevar a tae noon eso nooo por que esto sisi que es un dilema
mitaemin
taemin
609
Re: FireLight.
Waaaa!!! Aigo ando como zombié agropecuario XD oh si yo quiero jonkey >:3 oh si algo como que jjonge va a buscar a taeminie a su escuela & se toma con nuestra diva & pum!! Amor a primera vista *-*
Re: FireLight.
Mis amoreees~ ya llegue ٩(๑・д・)۶♡ ¿me extrañaron tanto? haha ok no... amn.. no tengo nada interesante que contar así que solo las dejare leer en paz. Nos leemos hermosas ٩(๑╹ω╹๑)۶
Pd. Fabby tu premio esta en proceso creativo kkk~
-Salgamos de aquí- el sonido de su voz rompe el hechizo. Otra vez, el ruido se precipita sobre mí. La cinta discordante. Cientos de adolescentes gritando. Los olores desagradables. Dando vueltas mareándome. Miro a mí alrededor y veo un giro salvaje de caras. Tirantes Babosos me mira con los ojos muy abiertos. Sus amigas me miran con el mismo estado de shock.
Asiento hacia él. Más que listo. De pronto no importa si puedo estar o no, cerca de él. Solo tenia que escapar del gimnasio.
Él me lleva de la mano hacia abajo de las gradas. Su mano cálida se junta con la mía. Se siente bien, como si estuviera otra vez a salvo. Se mueve con confianza, bajando las gradas. Moviéndose alrededor de los recién llegados.
Pasamos a Key. El intenta agarrar mi muñeca -¿a dónde estás...?- su voz muere cuando ve a MinHo. Key articula palabras que no puedo distinguir.
Sigo moviéndome, hacia delante.
-¡Hey, MinHo!- desde lo alto de las gradas T.O.P le hace señas a MinHo para que se siente con él. No veo a Dragon. Probablemente esta en el baño, en algún sitio con otra chica. MinHo sacude su cabeza hacia T.O.P y aprieta su mano alrededor de la mía.
Pasamos por el centro del gimnasio, justo donde se encuentra Min. Volteo mi cuello, viendo como ella se eleva sobre sus pies, frunciendo el ceño misteriosamente. Una ansiedad que no entiendo rebosa en sus ojos. Entonces su mirada se posa en las porritas que están bailando. Y todo hace clic. Entiendo por qué ella les mira en ese momento. No debería de mirar, pero lo hago. Fijo mi mirada en la de HyoSung. Su rostro arde en rojo y sé que no tiene nada que ver con el esfuerzo de su rutina.
Entonces no puedo ver más, incluso si quisiera. MinHo me empuja por las pesadas puertas dobles. El nivel de ruido se reduce a un rugido apagado una vez que estamos en el pasillo. Todavía siento el ritmo de la banda a través del edificio, que retumba en mi cuerpo.
-¿A dónde vamos?- pregunto.
MinHo sigue andando, comiendo tierra con sus largas zancadas. Él tira de mí hasta que estamos fuera, corriendo por el pasillo cubierto. La sombra ofrece un poco de alivio ante el clima seco, e hirviente de calor.
-¿Te importa?- me mira por encima de su hombro, sus ojos brillan intensamente. Mi estómago se agita.
Y pienso, no. No me importa. No me importa a donde vayamos. Cualquier lugar es mejor que aquí. En cualquier lugar, con él.
Cruzando de nuevo el edificio principal, MinHo me lleva por las escaleras hacia el extremo sur, lejos de los corredores y el gimnasio. Las puertas que pasamos, cerrándose de golpe resuenan con un eco largo y profundo en el vientre de la escalera, rodeándonos. Se siente como si estuviéramos en una cápsula estrecha, sellada dentro de la tierra. Manteniéndonos aparte de todos y todo. Las dos últimas personas en el mundo.
MinHo libera mi mano y se sienta en un escalón. Lo sigo, tomando el escalón debajo de él, demasiado autoconsciente de él, como para sentarme directamente junto a él. El hormigón es frío y duro debajo de mí. La barandilla de acero en mi espalda se hunde en mi columna.
Por lo general evito las escaleras apretadas y con techo, que no tengan viento a favor o que estén en el centro de la escuela. Incluso si eso me toma más tiempo para llegar a mi clase. Pero aquí, con MinHo, no me molesta tanto. Puedo tolerar el sentimiento de encierro.
-Gracias por sacarme de allí- murmuro, enlazando mis dedos alrededor de mis rodillas, y mirando hasta su escalón.
-Sí. Lucias un poco verde.
-No manejo muy bien a las multitudes. Siempre he sido así, creo.
-Es posible que te metas en problemas- advierte, mirándome de esa extraña manera, con un hambre que me desenreda.
Acaricia su labio inferior con un dedo. Por el destello de un segundo, sus ojos parecen extraños. Diferentes. Todo su iris esta ardiendo y sus tenues pupilas se vuelven oscuras. Casi como un
Draki. Parpadeo para aclarar mi visión. Sus ojos son normales otra vez. Solo mi imaginación está en marcha. Probablemente estoy proyectando en él a mi casa abandonada y Onew, todo, sobre él.
-El mitin es obligatorio- continua -mucha gente te vio salir. Incluyendo los profesores.
-Ellos te vieron salir, también- señalo.
Se inclina a un lado, apoyando un codo sobre uno de los escalones de detrás -no estoy preocupado por eso. He estado en problema antes- sonríe con una sonrisa torcida y sostiene sus dedos cruzados -el director y yo nos parecemos. El tipo me ama. Realmente.
Una risa sale de mí, oxidada y ronca.
Su sonrisa me hace sentir bien. Libre. Como si no estuviera huyendo de nada. Como si yo pudiera quedarme aquí en este mundo, si sólo pudiera tenerle a él.
La idea me inquieta. Mi pecho se hunde pesadamente. Porque no puedo tenerlo. No realmente. Todo lo que él alguna vez pueda ser para mí es un arreglo temporal.
-¿Pero estás preocupado porque yo me meta en problemas?- trato de no mostrar lo mucho que eso me complace. Me las había arreglado para ignorarle durante días y aquí estaba yo, sentado junto a él. Lamiendo su atención como un cachorro descuidado. Mi voz toma filo -¿por qué te importa? Te he
ignorado por días.
Su sonrisa se desvanece. Él luce serio, algo burlón -sí. Tienes que detener eso.
Me trago una risa -no puedo.
-¿Por qué?- no hay humor en sus ojos ahora, ninguna burla -tú me gustas. Quieres estar conmigo.
-Nunca dije...
-No tenias que hacerlo.
Inhalo bruscamente -no hagas esto.
Él me mira con tanta fuerza, tan atentamente. Enfadado otra vez -no tengo amigos. ¿Me has visto con alguien además de mis primos idiotas? Hago eso por una razón. Alejo a la gente de mi lado a propósito- él gruñe- pero entonces llegaste...
Frunzo el seño y sacudo mi cabeza.
Entonces su expresión se suaviza, tirando de una parte de mí. Su mirada recorre mi cara, calentando mí corazón -quienquiera que seas, Taemin, eres alguien que tengo que dejar entrar- él no dice nada por un rato, solo me estudia de un modo intenso. Sus fosas nasales se abren, y parece como si él estuviera tratando de recoger mi olor o algo así. Entonces, continua -de alguna manera, creo que te conozco. Desde el primer momento en que te vi, sentí que te conocía.
Las palabras me traspasan, recordándome el momento cuando me dejó escapar en las montañas. Él era bueno. Protector. No tengo nada que temer de él, pero si de su familia.
Me acerco mucho más, la atracción de él es demasiado grande. Mi corazón se siente cálido, las vibraciones dentro de mi pecho se siente tan naturales, tan fáciles a su alrededor. Sé que tengo que ser cuidadoso, tener control, pero se siente muy bien.
El pulso en su cuello salta en contra de su carne -Taemin.
Mi piel se ondula por su ronco susurro. Miro hacia él, esperando. Se desliza hacia abajo para aterrizar firmemente sobre mi escalón. Trae su cara cerca de la mía, acercando su cabeza. Su aliento es difícil. Rápido. Llena el espacio, la pulgada que nos separa.
Toco su mejilla, y veo el temblor de mi mano, entonces rápidamente la alejo. El agarra mi muñeca, colocando mi palma contra su mejilla, y cierra sus ojos como si estuviera en agonía. O dicha. O tal vez ambos. Como si nunca hubiera sido tocado antes. Mi corazón se contrae. Como si nunca hubiera tocado a alguien antes.
-No te alejes de mí nunca más.
Me detengo, solo apenas, para decirle que no lo haré. Pero no puedo prometer eso. No puedo mentirle.
Él abre sus ojos. Y me mira crudamente, con tristeza.
-Te necesito.
Dice esto como si nada tuviera sentido para él. Como si eso fuera la peor cosa posible. Una tristeza que parece soportar.
Sonrío, comprendiéndole. Porque es lo mismo para mí -lo sé.
Entonces me besa. Soy demasiado débil para resistirme.
Sus labios son frescos, y secos sobre los míos. ¿Ellos tiemblan, o soy yo? Lo beso provisionalmente al principio, decidido a mantener el control esta vez... pero aun con eso, disfruto del juego decadente de sus labios sobre los míos, saboreando el descanso de mi soledad. Él profundiza el beso, y respondo, mis pensamientos caen lejos, como guijarros que hacen plaf uno por uno en el agua, hundiéndose abajo, y más abajo en el oscuro olvido.
Estoy perdido en su sensación, probándolo, oliendo su piel limpia, la menta de su dentífrico. Y luego estoy yo. Despertando y estremeciéndome en mi pecho. La fuerza vigorizante de mis huesos. El hormigueo bailando en mi espalda...
Oh, Dios. No otra vez.
Me separo, alejándome con un jadeo agónico, presionándome contra la fría, e implacable barandilla, dejando que el duro metal magulle mi espalda, castigando a las alas que desafían con salir. Pero ahora, están reprimidas.
Él entierra su cara en mi cuello, sosteniéndome cerca, susurrando mi nombre.
Mi cara ondula, extendiéndose apretadamente. El puente de mi nariz empuja, las crestas y escamas empujan hacia adelante. Echo un vistazo hacia mis brazos. Mi piel se enturbia dentro y fuera, brillando ligeramente. Polvo dorado.
Con un pequeño grito, me giro y entierro mi cara en el frío agarre de la barandilla metálica. El pánico cubre mi boca. Al borde del miedo. Como la noche en su automóvil. No puedo creer que haya dejado que esto pasara de nuevo. No puedo creer que tenga tan poco control. Ser tan estúpido. ¿No aprendí nada la primera vez?
Cada vez que respiro por mi nariz, me siento más determinado a aguantar, a recuperarme a mi mismo frente a él. No iba a revelar el más grande, y el más cuidadosamente guardado secreto de los draki.
Mirando nuevamente hacia mis brazos, descubro que solo hay un simple destello dorado. Presiono mis mejillas, probando mi cara y encontrando la piel floja otra vez, normal. Humano.
La mano de MinHo se cierra con cuidado sobre mi hombro, su apretón de dedos vacila -Taemin...
Después de varios momentos más y estando seguro de que estoy a salvo, giro, respirando con cuidado, despacio, y con calma...
Él me mira, la miseria viva esta en sus ojos cambiables. Mi garganta me duele. Él es la única luz brillante que he encontrado aquí. No era justo. En este caso, mi draki trabajaba en mi contra. Toco mis labios. Que aun me queman, y aun saben a él.
Su voz retumba profunda y suave, como ese día en las montañas, cuando las emociones fluyeron tan espesas como la niebla -lo siento. Supongo que me deje llevar. Pensé...- él sacude su cabeza, arrastrando ambas manos por su pelo, claramente malentendiendo todo, leyendo algo más sobre mi rostro -contigo, yo solo... Taemin, no quería decir...
-Detente- le digo.
Porque no puedo soportar que me pida perdón por besarme. No cuando yo también lo quería. No cuando quiero que él lo haga otra vez.
Arrastro un aliento profundo en mis pulmones, satisfecho de haberme recuperado y de haber detenido la manifestación. Esto es bueno, me recuerdo. Mi draki respondía a él. Mi draki vivía. Estaba un poco bien. Tenia que aprender a controlarle mejor. Porque también le necesitaba a él. Era todo lo que tenia. No JongHyun. No necesitaba a JongHyun para rescatarme.
Tenía a MinHo. Aquí, él era mi camino de regreso al cielo.
MinHo se mantiene balbuceando, como si no pudiera evitarlo -no te culpo por pensar que soy un aprovechador, un jugador. Estoy tratando de estar contigo en las escaleras de la escuela como algún...
Paro su balbuceo con otro beso. Nada suave o hábil. Solo tiro de su rostro junto al mío y presiono mis labios contra los suyos. En parte porque quiero, y no puedo dejar de quererlo. Y en parte porque no necesito recordar cuánto debería de evitarle. Y en parte porque tengo el control sobre mi mismo y quiero intentarlo de nuevo.
Mis pulmones están fríos. Mi piel esta relajada y floja. A él no parece preocuparle mi torpeza. Después de un momento de calmada conmoción, sus manos se deslizan alrededor de mi espalda. Al instante, mi piel comienza a sentir un hormigueo otra vez, apretando los músculos en preparación.
Demostrando, una vez más, lo equivocado que estoy. No puedo controlarme. No puedo detener que mi draki se eleve mientras estoy a su alrededor. Malo, malo, malo, Taemin.
Su beso se vuelve aplastante, devorador. Y también parece fuera de control. Antes de que tenga tiempo para alejarme otra vez, las puertas por encima de nosotros se abren, golpeando contra la pared de concreto. El fuerte sonido nos sacude a ambos. Los zapatos se deslizan y las voces llenan el aire.
MinHo salta lejos de mí. Me presiono hacia atrás lo más que puedo contra la barandilla de acero. Mis
dedos se sierran alrededor de un carril de pintura descascarada. Dos chicos y una chica caminan hacia debajo de los escalones. Ellos nos miran cuando pasan.
-Hola, Choi- uno de los chicos le dice, con una repugnante sonrisa satisfecha sobre su cara cuando nos inspecciona, petulante y conocedor. MinHo asiente una vez, con su cara sombría.
Permanecemos congelados, sentados y alejados mientras ellos bajan, con sus pies pisando ruidosamente. La puerta de abajo se abre y chirrea cerrándose, juntándonos de nuevo.
-Mejor nos vamos- MinHo se pone de pie. Me empujo lejos de la barandilla, con mis piernas tambaleándose -¿vas a estar bien ahora?
-Seguro- trato de sonar aireado e informal -fue solo un beso, ¿cierto?
Su cara es inexpresiva -me refería a lo que sucedió en el mitin. ¿No te sientes enfermo?
-Oh- digo -no. Me siento bien. Gracias.
Él mira hacia otro lado y comienza a bajar las escaleras. Lo sigo de mala gana, sin saber que viene después para nosotros. La campana suena cuando surgimos de las escaleras.
-El mitin se acabo- dice innecesariamente. El pasillo está todavía vacío, pero no iba a ser por mucho tiempo -tengo inglés- añade al final.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho como si tuviera frío. Y tiemblo, a pesar del calor.
A mi draki le gustaba él, demasiado como para quedarse oculto. No importa cuánto lo intente, no podía controlarme a su alrededor. Y no es una broma. No podía arriesgarme a exponer a mi clan. Ni siquiera para mantener mi draki vivo. Y no podía arriesgarme a ver el desprecio en sus ojos si se entera de lo que soy. Sin mencionar lo que su familia hará si ellos lo averiguan. Y también estaba JongHyun en algún lugar. Esperando. Mirando. Podría aparecer en cualquier momento. Él y MinHo nunca debían de encontrarse.
Asiento afirmativamente, con mi pecho apretado y dolorido -tengo lectura y redacción- digo mientras señalo al otro lado del edificio -te veré después- le digo primero, haciendo una promesa vacía.
El pasillo cobra vida. Se llena de estudiantes que cierran de golpe sus casilleros. Las voces parecen más ruidosas, los cuerpos más rápido, los olores más fuertes.
MinHo todavía sigue frente de mí, mirándome como si quisiera decir algo. Mis ojos le dicen, le dicen que no diga nada. ¿Cuál sería el punto?
Tenia que terminar esta cosa entre nosotros para siempre... incluso si eso significaba salir de esta ciudad sin Mamá y Min. No podía seguir con esto, y no podía resignarme a decirle a Mamá que he confraternizado con el enemigo.
Ambos enemigos. MinHo y JongHyun. En mi mente, todo ya esta dicho. Cuando Jjong regresará, iba a irme con él.
MinHo sacude su cabeza, frunciéndome el ceño -no podrás huir de mí nunca más. Nos vemos después- él pronuncia esto firmemente.
Sonrío tristemente. Porque siempre puedo huir corriendo si así lo necesito. Al menos se que puedo huir hacia un lugar donde él nunca podrá encontrarme. Los estudiantes fluyen por delante de nosotros, como peces en una corriente. Dándome la vuelta, desaparezco entre la multitud...
Pd. Fabby tu premio esta en proceso creativo kkk~
Capitulo Dieciocho
-Salgamos de aquí- el sonido de su voz rompe el hechizo. Otra vez, el ruido se precipita sobre mí. La cinta discordante. Cientos de adolescentes gritando. Los olores desagradables. Dando vueltas mareándome. Miro a mí alrededor y veo un giro salvaje de caras. Tirantes Babosos me mira con los ojos muy abiertos. Sus amigas me miran con el mismo estado de shock.
Asiento hacia él. Más que listo. De pronto no importa si puedo estar o no, cerca de él. Solo tenia que escapar del gimnasio.
Él me lleva de la mano hacia abajo de las gradas. Su mano cálida se junta con la mía. Se siente bien, como si estuviera otra vez a salvo. Se mueve con confianza, bajando las gradas. Moviéndose alrededor de los recién llegados.
Pasamos a Key. El intenta agarrar mi muñeca -¿a dónde estás...?- su voz muere cuando ve a MinHo. Key articula palabras que no puedo distinguir.
Sigo moviéndome, hacia delante.
-¡Hey, MinHo!- desde lo alto de las gradas T.O.P le hace señas a MinHo para que se siente con él. No veo a Dragon. Probablemente esta en el baño, en algún sitio con otra chica. MinHo sacude su cabeza hacia T.O.P y aprieta su mano alrededor de la mía.
Pasamos por el centro del gimnasio, justo donde se encuentra Min. Volteo mi cuello, viendo como ella se eleva sobre sus pies, frunciendo el ceño misteriosamente. Una ansiedad que no entiendo rebosa en sus ojos. Entonces su mirada se posa en las porritas que están bailando. Y todo hace clic. Entiendo por qué ella les mira en ese momento. No debería de mirar, pero lo hago. Fijo mi mirada en la de HyoSung. Su rostro arde en rojo y sé que no tiene nada que ver con el esfuerzo de su rutina.
Entonces no puedo ver más, incluso si quisiera. MinHo me empuja por las pesadas puertas dobles. El nivel de ruido se reduce a un rugido apagado una vez que estamos en el pasillo. Todavía siento el ritmo de la banda a través del edificio, que retumba en mi cuerpo.
-¿A dónde vamos?- pregunto.
MinHo sigue andando, comiendo tierra con sus largas zancadas. Él tira de mí hasta que estamos fuera, corriendo por el pasillo cubierto. La sombra ofrece un poco de alivio ante el clima seco, e hirviente de calor.
-¿Te importa?- me mira por encima de su hombro, sus ojos brillan intensamente. Mi estómago se agita.
Y pienso, no. No me importa. No me importa a donde vayamos. Cualquier lugar es mejor que aquí. En cualquier lugar, con él.
Cruzando de nuevo el edificio principal, MinHo me lleva por las escaleras hacia el extremo sur, lejos de los corredores y el gimnasio. Las puertas que pasamos, cerrándose de golpe resuenan con un eco largo y profundo en el vientre de la escalera, rodeándonos. Se siente como si estuviéramos en una cápsula estrecha, sellada dentro de la tierra. Manteniéndonos aparte de todos y todo. Las dos últimas personas en el mundo.
MinHo libera mi mano y se sienta en un escalón. Lo sigo, tomando el escalón debajo de él, demasiado autoconsciente de él, como para sentarme directamente junto a él. El hormigón es frío y duro debajo de mí. La barandilla de acero en mi espalda se hunde en mi columna.
Por lo general evito las escaleras apretadas y con techo, que no tengan viento a favor o que estén en el centro de la escuela. Incluso si eso me toma más tiempo para llegar a mi clase. Pero aquí, con MinHo, no me molesta tanto. Puedo tolerar el sentimiento de encierro.
-Gracias por sacarme de allí- murmuro, enlazando mis dedos alrededor de mis rodillas, y mirando hasta su escalón.
-Sí. Lucias un poco verde.
-No manejo muy bien a las multitudes. Siempre he sido así, creo.
-Es posible que te metas en problemas- advierte, mirándome de esa extraña manera, con un hambre que me desenreda.
Acaricia su labio inferior con un dedo. Por el destello de un segundo, sus ojos parecen extraños. Diferentes. Todo su iris esta ardiendo y sus tenues pupilas se vuelven oscuras. Casi como un
Draki. Parpadeo para aclarar mi visión. Sus ojos son normales otra vez. Solo mi imaginación está en marcha. Probablemente estoy proyectando en él a mi casa abandonada y Onew, todo, sobre él.
-El mitin es obligatorio- continua -mucha gente te vio salir. Incluyendo los profesores.
-Ellos te vieron salir, también- señalo.
Se inclina a un lado, apoyando un codo sobre uno de los escalones de detrás -no estoy preocupado por eso. He estado en problema antes- sonríe con una sonrisa torcida y sostiene sus dedos cruzados -el director y yo nos parecemos. El tipo me ama. Realmente.
Una risa sale de mí, oxidada y ronca.
Su sonrisa me hace sentir bien. Libre. Como si no estuviera huyendo de nada. Como si yo pudiera quedarme aquí en este mundo, si sólo pudiera tenerle a él.
La idea me inquieta. Mi pecho se hunde pesadamente. Porque no puedo tenerlo. No realmente. Todo lo que él alguna vez pueda ser para mí es un arreglo temporal.
-¿Pero estás preocupado porque yo me meta en problemas?- trato de no mostrar lo mucho que eso me complace. Me las había arreglado para ignorarle durante días y aquí estaba yo, sentado junto a él. Lamiendo su atención como un cachorro descuidado. Mi voz toma filo -¿por qué te importa? Te he
ignorado por días.
Su sonrisa se desvanece. Él luce serio, algo burlón -sí. Tienes que detener eso.
Me trago una risa -no puedo.
-¿Por qué?- no hay humor en sus ojos ahora, ninguna burla -tú me gustas. Quieres estar conmigo.
-Nunca dije...
-No tenias que hacerlo.
Inhalo bruscamente -no hagas esto.
Él me mira con tanta fuerza, tan atentamente. Enfadado otra vez -no tengo amigos. ¿Me has visto con alguien además de mis primos idiotas? Hago eso por una razón. Alejo a la gente de mi lado a propósito- él gruñe- pero entonces llegaste...
Frunzo el seño y sacudo mi cabeza.
Entonces su expresión se suaviza, tirando de una parte de mí. Su mirada recorre mi cara, calentando mí corazón -quienquiera que seas, Taemin, eres alguien que tengo que dejar entrar- él no dice nada por un rato, solo me estudia de un modo intenso. Sus fosas nasales se abren, y parece como si él estuviera tratando de recoger mi olor o algo así. Entonces, continua -de alguna manera, creo que te conozco. Desde el primer momento en que te vi, sentí que te conocía.
Las palabras me traspasan, recordándome el momento cuando me dejó escapar en las montañas. Él era bueno. Protector. No tengo nada que temer de él, pero si de su familia.
Me acerco mucho más, la atracción de él es demasiado grande. Mi corazón se siente cálido, las vibraciones dentro de mi pecho se siente tan naturales, tan fáciles a su alrededor. Sé que tengo que ser cuidadoso, tener control, pero se siente muy bien.
El pulso en su cuello salta en contra de su carne -Taemin.
Mi piel se ondula por su ronco susurro. Miro hacia él, esperando. Se desliza hacia abajo para aterrizar firmemente sobre mi escalón. Trae su cara cerca de la mía, acercando su cabeza. Su aliento es difícil. Rápido. Llena el espacio, la pulgada que nos separa.
Toco su mejilla, y veo el temblor de mi mano, entonces rápidamente la alejo. El agarra mi muñeca, colocando mi palma contra su mejilla, y cierra sus ojos como si estuviera en agonía. O dicha. O tal vez ambos. Como si nunca hubiera sido tocado antes. Mi corazón se contrae. Como si nunca hubiera tocado a alguien antes.
-No te alejes de mí nunca más.
Me detengo, solo apenas, para decirle que no lo haré. Pero no puedo prometer eso. No puedo mentirle.
Él abre sus ojos. Y me mira crudamente, con tristeza.
-Te necesito.
Dice esto como si nada tuviera sentido para él. Como si eso fuera la peor cosa posible. Una tristeza que parece soportar.
Sonrío, comprendiéndole. Porque es lo mismo para mí -lo sé.
Entonces me besa. Soy demasiado débil para resistirme.
Sus labios son frescos, y secos sobre los míos. ¿Ellos tiemblan, o soy yo? Lo beso provisionalmente al principio, decidido a mantener el control esta vez... pero aun con eso, disfruto del juego decadente de sus labios sobre los míos, saboreando el descanso de mi soledad. Él profundiza el beso, y respondo, mis pensamientos caen lejos, como guijarros que hacen plaf uno por uno en el agua, hundiéndose abajo, y más abajo en el oscuro olvido.
Estoy perdido en su sensación, probándolo, oliendo su piel limpia, la menta de su dentífrico. Y luego estoy yo. Despertando y estremeciéndome en mi pecho. La fuerza vigorizante de mis huesos. El hormigueo bailando en mi espalda...
Oh, Dios. No otra vez.
Me separo, alejándome con un jadeo agónico, presionándome contra la fría, e implacable barandilla, dejando que el duro metal magulle mi espalda, castigando a las alas que desafían con salir. Pero ahora, están reprimidas.
Él entierra su cara en mi cuello, sosteniéndome cerca, susurrando mi nombre.
Mi cara ondula, extendiéndose apretadamente. El puente de mi nariz empuja, las crestas y escamas empujan hacia adelante. Echo un vistazo hacia mis brazos. Mi piel se enturbia dentro y fuera, brillando ligeramente. Polvo dorado.
Con un pequeño grito, me giro y entierro mi cara en el frío agarre de la barandilla metálica. El pánico cubre mi boca. Al borde del miedo. Como la noche en su automóvil. No puedo creer que haya dejado que esto pasara de nuevo. No puedo creer que tenga tan poco control. Ser tan estúpido. ¿No aprendí nada la primera vez?
Cada vez que respiro por mi nariz, me siento más determinado a aguantar, a recuperarme a mi mismo frente a él. No iba a revelar el más grande, y el más cuidadosamente guardado secreto de los draki.
Mirando nuevamente hacia mis brazos, descubro que solo hay un simple destello dorado. Presiono mis mejillas, probando mi cara y encontrando la piel floja otra vez, normal. Humano.
La mano de MinHo se cierra con cuidado sobre mi hombro, su apretón de dedos vacila -Taemin...
Después de varios momentos más y estando seguro de que estoy a salvo, giro, respirando con cuidado, despacio, y con calma...
Él me mira, la miseria viva esta en sus ojos cambiables. Mi garganta me duele. Él es la única luz brillante que he encontrado aquí. No era justo. En este caso, mi draki trabajaba en mi contra. Toco mis labios. Que aun me queman, y aun saben a él.
Su voz retumba profunda y suave, como ese día en las montañas, cuando las emociones fluyeron tan espesas como la niebla -lo siento. Supongo que me deje llevar. Pensé...- él sacude su cabeza, arrastrando ambas manos por su pelo, claramente malentendiendo todo, leyendo algo más sobre mi rostro -contigo, yo solo... Taemin, no quería decir...
-Detente- le digo.
Porque no puedo soportar que me pida perdón por besarme. No cuando yo también lo quería. No cuando quiero que él lo haga otra vez.
Arrastro un aliento profundo en mis pulmones, satisfecho de haberme recuperado y de haber detenido la manifestación. Esto es bueno, me recuerdo. Mi draki respondía a él. Mi draki vivía. Estaba un poco bien. Tenia que aprender a controlarle mejor. Porque también le necesitaba a él. Era todo lo que tenia. No JongHyun. No necesitaba a JongHyun para rescatarme.
Tenía a MinHo. Aquí, él era mi camino de regreso al cielo.
MinHo se mantiene balbuceando, como si no pudiera evitarlo -no te culpo por pensar que soy un aprovechador, un jugador. Estoy tratando de estar contigo en las escaleras de la escuela como algún...
Paro su balbuceo con otro beso. Nada suave o hábil. Solo tiro de su rostro junto al mío y presiono mis labios contra los suyos. En parte porque quiero, y no puedo dejar de quererlo. Y en parte porque no necesito recordar cuánto debería de evitarle. Y en parte porque tengo el control sobre mi mismo y quiero intentarlo de nuevo.
Mis pulmones están fríos. Mi piel esta relajada y floja. A él no parece preocuparle mi torpeza. Después de un momento de calmada conmoción, sus manos se deslizan alrededor de mi espalda. Al instante, mi piel comienza a sentir un hormigueo otra vez, apretando los músculos en preparación.
Demostrando, una vez más, lo equivocado que estoy. No puedo controlarme. No puedo detener que mi draki se eleve mientras estoy a su alrededor. Malo, malo, malo, Taemin.
Su beso se vuelve aplastante, devorador. Y también parece fuera de control. Antes de que tenga tiempo para alejarme otra vez, las puertas por encima de nosotros se abren, golpeando contra la pared de concreto. El fuerte sonido nos sacude a ambos. Los zapatos se deslizan y las voces llenan el aire.
MinHo salta lejos de mí. Me presiono hacia atrás lo más que puedo contra la barandilla de acero. Mis
dedos se sierran alrededor de un carril de pintura descascarada. Dos chicos y una chica caminan hacia debajo de los escalones. Ellos nos miran cuando pasan.
-Hola, Choi- uno de los chicos le dice, con una repugnante sonrisa satisfecha sobre su cara cuando nos inspecciona, petulante y conocedor. MinHo asiente una vez, con su cara sombría.
Permanecemos congelados, sentados y alejados mientras ellos bajan, con sus pies pisando ruidosamente. La puerta de abajo se abre y chirrea cerrándose, juntándonos de nuevo.
-Mejor nos vamos- MinHo se pone de pie. Me empujo lejos de la barandilla, con mis piernas tambaleándose -¿vas a estar bien ahora?
-Seguro- trato de sonar aireado e informal -fue solo un beso, ¿cierto?
Su cara es inexpresiva -me refería a lo que sucedió en el mitin. ¿No te sientes enfermo?
-Oh- digo -no. Me siento bien. Gracias.
Él mira hacia otro lado y comienza a bajar las escaleras. Lo sigo de mala gana, sin saber que viene después para nosotros. La campana suena cuando surgimos de las escaleras.
-El mitin se acabo- dice innecesariamente. El pasillo está todavía vacío, pero no iba a ser por mucho tiempo -tengo inglés- añade al final.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho como si tuviera frío. Y tiemblo, a pesar del calor.
A mi draki le gustaba él, demasiado como para quedarse oculto. No importa cuánto lo intente, no podía controlarme a su alrededor. Y no es una broma. No podía arriesgarme a exponer a mi clan. Ni siquiera para mantener mi draki vivo. Y no podía arriesgarme a ver el desprecio en sus ojos si se entera de lo que soy. Sin mencionar lo que su familia hará si ellos lo averiguan. Y también estaba JongHyun en algún lugar. Esperando. Mirando. Podría aparecer en cualquier momento. Él y MinHo nunca debían de encontrarse.
Asiento afirmativamente, con mi pecho apretado y dolorido -tengo lectura y redacción- digo mientras señalo al otro lado del edificio -te veré después- le digo primero, haciendo una promesa vacía.
El pasillo cobra vida. Se llena de estudiantes que cierran de golpe sus casilleros. Las voces parecen más ruidosas, los cuerpos más rápido, los olores más fuertes.
MinHo todavía sigue frente de mí, mirándome como si quisiera decir algo. Mis ojos le dicen, le dicen que no diga nada. ¿Cuál sería el punto?
Tenia que terminar esta cosa entre nosotros para siempre... incluso si eso significaba salir de esta ciudad sin Mamá y Min. No podía seguir con esto, y no podía resignarme a decirle a Mamá que he confraternizado con el enemigo.
Ambos enemigos. MinHo y JongHyun. En mi mente, todo ya esta dicho. Cuando Jjong regresará, iba a irme con él.
MinHo sacude su cabeza, frunciéndome el ceño -no podrás huir de mí nunca más. Nos vemos después- él pronuncia esto firmemente.
Sonrío tristemente. Porque siempre puedo huir corriendo si así lo necesito. Al menos se que puedo huir hacia un lugar donde él nunca podrá encontrarme. Los estudiantes fluyen por delante de nosotros, como peces en una corriente. Dándome la vuelta, desaparezco entre la multitud...
Lunort
SHINee
257
Re: FireLight.
o no taemin no uyas de miho el no te dejara y jong plissss unni puedes hacer que se conozan con mi llavecita plis jaja plis pliss jajaj bye actualiza pronto
mitaemin
taemin
609
Re: FireLight.
ohh dios me ha deja *o* y es que esos besos que se dan todos apasionados y el draki de tae que no se queda tranquilo y parece que necesitara a Minho me tiene fascinada!!!
y lo de Minho eso de que Taemin lo vio diferente? me late o Minho es un draki? o taemin de verdad alucino? pero no creo que lo sea seria ilogico si su familia es cazadora de ellos! ahi hay algo raro...
ahhhh ya quiero leer el proximo cuidate bye bye
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: FireLight.
Tae por que huyes de Minho!!! wae!!!
No importa te encontrará! el 2min es forever!!!
tae esta jugando con fuego y es que cada beso del 2min! *¬*
thanks por la actua! cuidate! ^^
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: FireLight.
Jellouu~ chicas hoy vengo apuradita porque me necesitan en casa~ LOL :3 ¡LAS AMOOOOOOO!
Aclas:
Matar a un Ruiseñor: Escrita por Harper Lee, es una obra que trata sobre temas serios como la violación y desigualdad racial, también es alabada por su calidez y humor.
Aclas:
Matar a un Ruiseñor: Escrita por Harper Lee, es una obra que trata sobre temas serios como la violación y desigualdad racial, también es alabada por su calidez y humor.
Capitulo diecinueve
-¿Qué... -demanda Key mientras se desliza a mi lado en el salón de estudios -fue todo eso?
Trato de mostrar una inocente mirada en blanco, pero el simplemente deja caer su cuaderno y una copia de -”matar a un ruiseñor” en el escritorio y se cuadra justo frente a mi -escúpelo- sonríe ladino.
-¿De qué estas hablando?- trato de ganar tiempo mientras busco una explicación. El se merece una. No he hecho muchos amigos aquí. Solo Key y Amber. Me doy cuenta con un dolor agudo de que los extrañaré cuando me vaya.
-¿Emm, el mitin?- menea la cabeza con el flequillo rebotando -¿Tu. MinHo. Solos. Toda la escuela observando? ¿Te suena?
-Oh- doy un vistazo a la puerta, esperando que él no llegue en el momento exacto en el que estamos hablando sobre él -eso no fue nada. Él vio que me veía enfermo y me ayudó...- mi voz se desvanece. Levanto un hombro en un patético encogimiento de hombros.
-Oh- asiente con fingida seriedad -seguro. Entiendo. ¿Y ustedes dos besándose en la escaleras solo era una forma de asegurarse de que estabas bien?- el sarcasmo impregnado en su risa cantarina me hace sonreír también.
Cierro los ojos en un lento parpadeo. Genial. Ahora todas las miradas que me han estado dando empiezan a tener sentido -las noticias viajan rápido.
-Bueno, noticias como esas de todas formas.
-Solo fue un beso.
-Ajá. Bueno, eso es más acción de lo que cualquier otra persona a obtenido de él nunca.
No debería, pero mi corazón se entusiasma al oír eso. Agacho la cabeza para ocultar mi sonrisa.
Key me codea juguetonamente con su codo -Wuuuh. ¡Te gusta! Lo sabía. Desde ese primer día. Hey, no puede ser tan malo si le gustas. Una buena probada por lo menos. Y HyoSung simplemente puede
joder...
-¡Shh!- levanto la mirada, en tensión, sintiéndole aproximarse, esperando su entrada.
Él aparece en la entrada.
Solo que no está solo. Sus primos están con él. Sombras perpetuas. Mi corazón se hunde. No era MinHo. No realmente. No era el MinHo que me había hablado en las escaleras. Que me besó con tanta desesperación; como si yo fuera el oxígeno que sus pulmones necesitaran. No con sus primos a su lado.
Él no era el MinHo que liberaba mi draki. Y no podía ser él. Ya que ni siquiera quiero que sea el chico al que no pueda resistirme. Es cruel y absurdo cuando no puedo controlarme lo suficiente para estar a su alrededor. Es mejor de esta forma.
Necesito verle con ellos, recordar que él es mi enemigo. Mantener un muro entre nosotros hasta que Jjong venga por mi y yo deje este lugar.
Miro mis manos sobre la mesa, esperando poder evadir el momento cuando ellos pasan cerca a mi mesa. Pero mirando hacia abajo, veo los zapatos de Dragon detenerse frente a mi mesa. Pausa -hola, Taemin.
Un oscuro escalofrío araña por mi espina dorsal. Cruzo mis brazos sobre mi pecho y levanto la cara. No me importa que mi mirada sea menos que amistosa.
Con una torcida curva en sus labios, le da una mirada a MinHo -¿no vas a saludar MinHo?
TOP me estudia como si repentinamente fuera digno de su atención. Como si fuera un pedazo de carne que necesitara ser inspeccionada, pesada.
-Nos saludamos más temprano- dice MinHo rígidamente.
-Si- ríe TOP -oí sobre ese saludo. No me día cuenta que el era alguien divertido para salir. Podría haber jugado con el yo mismo si hubiera sabido que era tan divertido.
Un gruñido sale desde Key. El se adelanta repentinamente. Pero yo sujeto su brazo, impidiéndole que haga algo.
-Cállate- advierte MinHo.
Recuerdo lo que dijo MinHo sobre su familia en el carro la otra noche. Veneno, los llamó. Recuerdo esa habitación, las pequeñas banderitas rojas y negras dispersas por todo el mapa, y la cara de Dragon cuando me atrapó ahí dentro.
TOP se ríe de nuevo, desviando la mirada para enfrentar a la seria de MinHo.
-Bueno...- comienzo, apenas reconociendo la extrañeza de mi voz, tan espesa como melaza en mi boca -no fue tan memorable- me dolía decir aquella mentira, era algo cruel y falso, pero tenia que hacerlo.
GD se ve confundido, poco convencido mientras mira entre MinHo y yo. La mirada de MinHo penetra en mí, sondeando. Por un momento me imagino un destello de dolor ahí. Pero después se ha ido.
-Tal vez deberías intentarlo con alguno de la familia, diferente- TOP mueve sus espesas cejas.
-¿No son todos intercambiables?- pregunto -pruebas uno y ya los conoces a todos. Él frunce el ceño. La palabra intercambiable se pierde en él.
-Cerdo- murmura Key. Le doy a su muñeca un apretón de advertencia.
-Nadie está hablando contigo, maldito afeminado- le responde TOP.
Y no me gusta eso. No me gusta la onda herida que pasa sobre su cara antes de que pueda ser capaz de verse estoico y duro otra vez. El familiar ardor comienza en mi corazón.
-¡Aish!- el me mira con desconcierto tocándose el brazo. Había olvidado que aun estaba tocándolo. Rápidamente lo libero. El frota su muñeca, y sé que ha sido capaz de sentir mi repentino calor.
Genial. Primero casi me manifiesto ante MinHo cuando me besa. Ahora esto. Tal vez esta noche era una buena noche para tratar de ir al campo de golf nuevamente.
-Tomen sus asientos- nos llama el profesor desde el frente.
TOP se mueve hacia la parte de atrás del salón. Dragon me estudia por un momento con esos demoniacos ojos oscuros antes de unírsele en la parte de atrás.
MinHo se queda, mirándome como si esperara que yo hiciera algo. O dijera algo -supongo que no te interesa que me siente contigo.
Mi mirada se desvía. No puedo decir otra palabra, no puedo obligarme a pronunciar otra horrible mentira. Sin mirar, lo oigo irse. Siento su presencia desvanecerse de mi lado.
-Aigo- murmura Key en una voz llena de asombro - realmente acabas de rechazar a Choi MinHo.
Me encojo de hombros, luchando con el doloroso bulto en mi garganta donde las palabras me estrangulan.
-¿Estas bien?- me pregunta.
Doy una mirada por encima de mi hombro, y lo vislumbro encorvado entre sus primos. Ellos están hablando, pero MinHo no. Él mira por la ventana, su mirada esta fija en un punto afuera. La expresión de su cara me recuerda a mamá. Y Min. De cómo ellas solían verse cuando vivíamos con el clan. Atrapadas. Siempre buscando una forma de escapar. Mi pecho se siente apretado, una densa y retorcida masa en el centro. Un castigo que no se merece.
*-*-*-*-*-*
-¿En qué estabas pensando?- reclama Min en el momento en que la acompaño en la acera. Mamá todavía está varios carros atrás, acercándose lentamente hacia nosotros.
-Tu deberías saberlo. Ese gimnasio...- entrecerrando los ojos contra el sol del desierto -esa multitud...-
tiemblo.
Un viento árido levanta el pelo de mis hombros. Esa masa de pelo cruje, tan seca y marchita como paja. Sus ojos chispean, y se que ella ha estado esperando por este momento desde el mitin para poder saltar sobre mí.
La ira crece en mis venas. Porque ella, entre todas las personas, debería saber lo que me causaría sentarme ahí durante ese mitin. Puede que ella no sea un draki directamente, pero ella lo entendía. Compartíamos la misma historia. Descendíamos de dragones. Dragones que dominaron la tierra y el cielo hace milenios atrás. ¿Cómo voy a soportar el confinamiento? ¿En un gimnasio repleto con sonidos fuertes y seres humanos?
-Solo sé que estas fuera de control. Especialmente alrededor de Choi MinHo. Pensé que te ibas a mantener lejos de él.
Estoy tratando. Aún si eso me mata. Lo estaba intentando. Pero no le digo eso. En vez de eso, pienso en todo el tiempo que ella no sabe que he pasado con él, y siento una punzada de sombría satisfacción -si estás tan preocupada, entonces dile a mama- suelto, retándola porque sé que ella no lo hará.
-¿Para que nos mudemos otra vez?- y ese es el punto de la cuestión para ella. Le respondo encogiendo los hombros. Sus labios se presionan en una dura línea mientras sacude su perfecta cabeza de pelo -no lo creo.
Miro de nuevo a la fila de carros. El coche de mamá se mueve más cerca. El sol me golpea sobre mi cabeza, quemando mi cuero cabelludo mientras cambio impacientemente el peso de mi cuerpo en mis pies.
Mis dedos se flexionan alrededor de la tira de mi maleta y pregunto antes de poder contenerme -¿ni siquiera te importa lo que me hace el estar aquí?
Su cabeza se mueve como un látigo mientras se gira para mirarme -¿como tu te preocupaste por mi todos estos años con el clan?
Claro que me importaba. No habría resistido tanto tener a Jjong tan cerca si no lo hiciera. JongHyun había sido mi amigo. Bueno, más de TMin, pero él siempre había estado ahí. Tan permanente y sólido como las montañas a mi alrededor. Podría haber permitido que me gustara. Pero no lo hice. Me rehúse a hacerle eso a Min.
-¿Qué querías que hiciera? El clan era nuestro hogar- le recordé.
Su rostro se nublo, el dolor quemando brillante en sus ojos -tu hogar. Nunca el mío. Yo siempre fui una intrusa, atascada viendo a JongHyun arrastrándose por ti. Todos te amaban. Querían ser tus amigos, tu novio, tu todo...
-Yo nunca pedí eso. Nunca pedí que Jjong...
-No, pero lo tuviste. Lo tuviste a él. Y no porque fueras tú. No porque te amara- sacude la cabeza -tu sabes, que yo podría haber vivido con eso, con ustedes dos juntos... si él realmente te amara- dice eso como si fuera el imposible más grande. Un chiste. Levanto la cara como si hubiera una brisa en el absorbente calor que pudiera darme algún alivio. No hay alivio. Ella continúa -pero no es quien tu eres lo que atrae a las personas. Es lo que eres. El primogénito gana el premio. Todo. Todos. Hasta papá. Ustedes dos eran los únicos miembros de su pequeño club- inhala profundamente por la nariz.
-¿Estás tratando de ser cruel?- le replico -no puedo cambiar nada de eso. No podía entonces. No puedo ahora.
No habla por un largo momento. Cuando finalmente lo hace, su voz es más suave -¿no puedes aprender a que te guste solo un poquito, Taemin? - algunas de las chispas se desvanecen de sus ojos, y mientras veo que esta resentida conmigo, veo que no me odia. Por lo menos no quiere hacerlo.
Sacudo mi cabeza, no para decir que no, lo hago porque no se como responderle. Se que ella no quiere escuchar la verdad, que no le gustará. Ella no quiere escuchar que lo he estado intentando. Para mi no es cuestión de escoger que me guste aquí o no. No es algo que puedo controlar. ¿Qué importa de todas formas? No estaré aquí por mucho tiempo. Por supuesto, no puedo decirle eso.
Entonces nos subimos al carro. Min en el asiento de adelante. Yo, atrás.
-¡Hey! ¿Qué tal la escuela?- pregunta mamá.
Min no dice nada. Yo tampoco. El aire es espeso, tenso. Mamá mira entre nosotros mientras trata de salir del estacionamiento.
-Así de mal- Min gruñe.
Yo espero, aguantando la respiración par a ver si ella dirá algo sobre el mitin. Sobre MinHo y yo. El tiempo pasa y nada. Suspiro suavemente, aliviado. Imagino que así de ganas tiene de quedarse. O tal vez solo esta arrepentida de su rabieta. Ella era la reina de embotellar sus emociones. Conociéndola estaba muy arrepentida de haber dejado salir todo.
Me pregunto si lo diría todo si supiera la verdad. Si supiera quién es MinHo realmente. ¿Importaría entonces? Probablemente no. Por primera vez ella está demasiado enfocada en sí misma y en tener lo que quiere. Y no puedo culparla por eso. Porque tiene razón. Nunca antes ha sido sobre Min. Y yo siempre me sentí mal por eso. Entonces y ahora.
Pero no lo suficientemente mal como para renunciar a mi mismo. No lo suficientemente mal como para aceptar el fantasma en el que mi draki se convertirá si me quedo aquí y no hago nada. Y es fácil de justificar. Porque mi partida la liberará. A Min y a mama. Una triste realidad. Saber que los que amas estarán mejor sin ti a su alrededor.
-¿Taemin?- me empuja mamá.
-Genial- mentí -tuve un día genial.
Digo eso, porque se que eso es todo lo que ellas dos quieren que diga.
Trato de mostrar una inocente mirada en blanco, pero el simplemente deja caer su cuaderno y una copia de -”matar a un ruiseñor” en el escritorio y se cuadra justo frente a mi -escúpelo- sonríe ladino.
-¿De qué estas hablando?- trato de ganar tiempo mientras busco una explicación. El se merece una. No he hecho muchos amigos aquí. Solo Key y Amber. Me doy cuenta con un dolor agudo de que los extrañaré cuando me vaya.
-¿Emm, el mitin?- menea la cabeza con el flequillo rebotando -¿Tu. MinHo. Solos. Toda la escuela observando? ¿Te suena?
-Oh- doy un vistazo a la puerta, esperando que él no llegue en el momento exacto en el que estamos hablando sobre él -eso no fue nada. Él vio que me veía enfermo y me ayudó...- mi voz se desvanece. Levanto un hombro en un patético encogimiento de hombros.
-Oh- asiente con fingida seriedad -seguro. Entiendo. ¿Y ustedes dos besándose en la escaleras solo era una forma de asegurarse de que estabas bien?- el sarcasmo impregnado en su risa cantarina me hace sonreír también.
Cierro los ojos en un lento parpadeo. Genial. Ahora todas las miradas que me han estado dando empiezan a tener sentido -las noticias viajan rápido.
-Bueno, noticias como esas de todas formas.
-Solo fue un beso.
-Ajá. Bueno, eso es más acción de lo que cualquier otra persona a obtenido de él nunca.
No debería, pero mi corazón se entusiasma al oír eso. Agacho la cabeza para ocultar mi sonrisa.
Key me codea juguetonamente con su codo -Wuuuh. ¡Te gusta! Lo sabía. Desde ese primer día. Hey, no puede ser tan malo si le gustas. Una buena probada por lo menos. Y HyoSung simplemente puede
joder...
-¡Shh!- levanto la mirada, en tensión, sintiéndole aproximarse, esperando su entrada.
Él aparece en la entrada.
Solo que no está solo. Sus primos están con él. Sombras perpetuas. Mi corazón se hunde. No era MinHo. No realmente. No era el MinHo que me había hablado en las escaleras. Que me besó con tanta desesperación; como si yo fuera el oxígeno que sus pulmones necesitaran. No con sus primos a su lado.
Él no era el MinHo que liberaba mi draki. Y no podía ser él. Ya que ni siquiera quiero que sea el chico al que no pueda resistirme. Es cruel y absurdo cuando no puedo controlarme lo suficiente para estar a su alrededor. Es mejor de esta forma.
Necesito verle con ellos, recordar que él es mi enemigo. Mantener un muro entre nosotros hasta que Jjong venga por mi y yo deje este lugar.
Miro mis manos sobre la mesa, esperando poder evadir el momento cuando ellos pasan cerca a mi mesa. Pero mirando hacia abajo, veo los zapatos de Dragon detenerse frente a mi mesa. Pausa -hola, Taemin.
Un oscuro escalofrío araña por mi espina dorsal. Cruzo mis brazos sobre mi pecho y levanto la cara. No me importa que mi mirada sea menos que amistosa.
Con una torcida curva en sus labios, le da una mirada a MinHo -¿no vas a saludar MinHo?
TOP me estudia como si repentinamente fuera digno de su atención. Como si fuera un pedazo de carne que necesitara ser inspeccionada, pesada.
-Nos saludamos más temprano- dice MinHo rígidamente.
-Si- ríe TOP -oí sobre ese saludo. No me día cuenta que el era alguien divertido para salir. Podría haber jugado con el yo mismo si hubiera sabido que era tan divertido.
Un gruñido sale desde Key. El se adelanta repentinamente. Pero yo sujeto su brazo, impidiéndole que haga algo.
-Cállate- advierte MinHo.
Recuerdo lo que dijo MinHo sobre su familia en el carro la otra noche. Veneno, los llamó. Recuerdo esa habitación, las pequeñas banderitas rojas y negras dispersas por todo el mapa, y la cara de Dragon cuando me atrapó ahí dentro.
TOP se ríe de nuevo, desviando la mirada para enfrentar a la seria de MinHo.
-Bueno...- comienzo, apenas reconociendo la extrañeza de mi voz, tan espesa como melaza en mi boca -no fue tan memorable- me dolía decir aquella mentira, era algo cruel y falso, pero tenia que hacerlo.
GD se ve confundido, poco convencido mientras mira entre MinHo y yo. La mirada de MinHo penetra en mí, sondeando. Por un momento me imagino un destello de dolor ahí. Pero después se ha ido.
-Tal vez deberías intentarlo con alguno de la familia, diferente- TOP mueve sus espesas cejas.
-¿No son todos intercambiables?- pregunto -pruebas uno y ya los conoces a todos. Él frunce el ceño. La palabra intercambiable se pierde en él.
-Cerdo- murmura Key. Le doy a su muñeca un apretón de advertencia.
-Nadie está hablando contigo, maldito afeminado- le responde TOP.
Y no me gusta eso. No me gusta la onda herida que pasa sobre su cara antes de que pueda ser capaz de verse estoico y duro otra vez. El familiar ardor comienza en mi corazón.
-¡Aish!- el me mira con desconcierto tocándose el brazo. Había olvidado que aun estaba tocándolo. Rápidamente lo libero. El frota su muñeca, y sé que ha sido capaz de sentir mi repentino calor.
Genial. Primero casi me manifiesto ante MinHo cuando me besa. Ahora esto. Tal vez esta noche era una buena noche para tratar de ir al campo de golf nuevamente.
-Tomen sus asientos- nos llama el profesor desde el frente.
TOP se mueve hacia la parte de atrás del salón. Dragon me estudia por un momento con esos demoniacos ojos oscuros antes de unírsele en la parte de atrás.
MinHo se queda, mirándome como si esperara que yo hiciera algo. O dijera algo -supongo que no te interesa que me siente contigo.
Mi mirada se desvía. No puedo decir otra palabra, no puedo obligarme a pronunciar otra horrible mentira. Sin mirar, lo oigo irse. Siento su presencia desvanecerse de mi lado.
-Aigo- murmura Key en una voz llena de asombro - realmente acabas de rechazar a Choi MinHo.
Me encojo de hombros, luchando con el doloroso bulto en mi garganta donde las palabras me estrangulan.
-¿Estas bien?- me pregunta.
Doy una mirada por encima de mi hombro, y lo vislumbro encorvado entre sus primos. Ellos están hablando, pero MinHo no. Él mira por la ventana, su mirada esta fija en un punto afuera. La expresión de su cara me recuerda a mamá. Y Min. De cómo ellas solían verse cuando vivíamos con el clan. Atrapadas. Siempre buscando una forma de escapar. Mi pecho se siente apretado, una densa y retorcida masa en el centro. Un castigo que no se merece.
*-*-*-*-*-*
-¿En qué estabas pensando?- reclama Min en el momento en que la acompaño en la acera. Mamá todavía está varios carros atrás, acercándose lentamente hacia nosotros.
-Tu deberías saberlo. Ese gimnasio...- entrecerrando los ojos contra el sol del desierto -esa multitud...-
tiemblo.
Un viento árido levanta el pelo de mis hombros. Esa masa de pelo cruje, tan seca y marchita como paja. Sus ojos chispean, y se que ella ha estado esperando por este momento desde el mitin para poder saltar sobre mí.
La ira crece en mis venas. Porque ella, entre todas las personas, debería saber lo que me causaría sentarme ahí durante ese mitin. Puede que ella no sea un draki directamente, pero ella lo entendía. Compartíamos la misma historia. Descendíamos de dragones. Dragones que dominaron la tierra y el cielo hace milenios atrás. ¿Cómo voy a soportar el confinamiento? ¿En un gimnasio repleto con sonidos fuertes y seres humanos?
-Solo sé que estas fuera de control. Especialmente alrededor de Choi MinHo. Pensé que te ibas a mantener lejos de él.
Estoy tratando. Aún si eso me mata. Lo estaba intentando. Pero no le digo eso. En vez de eso, pienso en todo el tiempo que ella no sabe que he pasado con él, y siento una punzada de sombría satisfacción -si estás tan preocupada, entonces dile a mama- suelto, retándola porque sé que ella no lo hará.
-¿Para que nos mudemos otra vez?- y ese es el punto de la cuestión para ella. Le respondo encogiendo los hombros. Sus labios se presionan en una dura línea mientras sacude su perfecta cabeza de pelo -no lo creo.
Miro de nuevo a la fila de carros. El coche de mamá se mueve más cerca. El sol me golpea sobre mi cabeza, quemando mi cuero cabelludo mientras cambio impacientemente el peso de mi cuerpo en mis pies.
Mis dedos se flexionan alrededor de la tira de mi maleta y pregunto antes de poder contenerme -¿ni siquiera te importa lo que me hace el estar aquí?
Su cabeza se mueve como un látigo mientras se gira para mirarme -¿como tu te preocupaste por mi todos estos años con el clan?
Claro que me importaba. No habría resistido tanto tener a Jjong tan cerca si no lo hiciera. JongHyun había sido mi amigo. Bueno, más de TMin, pero él siempre había estado ahí. Tan permanente y sólido como las montañas a mi alrededor. Podría haber permitido que me gustara. Pero no lo hice. Me rehúse a hacerle eso a Min.
-¿Qué querías que hiciera? El clan era nuestro hogar- le recordé.
Su rostro se nublo, el dolor quemando brillante en sus ojos -tu hogar. Nunca el mío. Yo siempre fui una intrusa, atascada viendo a JongHyun arrastrándose por ti. Todos te amaban. Querían ser tus amigos, tu novio, tu todo...
-Yo nunca pedí eso. Nunca pedí que Jjong...
-No, pero lo tuviste. Lo tuviste a él. Y no porque fueras tú. No porque te amara- sacude la cabeza -tu sabes, que yo podría haber vivido con eso, con ustedes dos juntos... si él realmente te amara- dice eso como si fuera el imposible más grande. Un chiste. Levanto la cara como si hubiera una brisa en el absorbente calor que pudiera darme algún alivio. No hay alivio. Ella continúa -pero no es quien tu eres lo que atrae a las personas. Es lo que eres. El primogénito gana el premio. Todo. Todos. Hasta papá. Ustedes dos eran los únicos miembros de su pequeño club- inhala profundamente por la nariz.
-¿Estás tratando de ser cruel?- le replico -no puedo cambiar nada de eso. No podía entonces. No puedo ahora.
No habla por un largo momento. Cuando finalmente lo hace, su voz es más suave -¿no puedes aprender a que te guste solo un poquito, Taemin? - algunas de las chispas se desvanecen de sus ojos, y mientras veo que esta resentida conmigo, veo que no me odia. Por lo menos no quiere hacerlo.
Sacudo mi cabeza, no para decir que no, lo hago porque no se como responderle. Se que ella no quiere escuchar la verdad, que no le gustará. Ella no quiere escuchar que lo he estado intentando. Para mi no es cuestión de escoger que me guste aquí o no. No es algo que puedo controlar. ¿Qué importa de todas formas? No estaré aquí por mucho tiempo. Por supuesto, no puedo decirle eso.
Entonces nos subimos al carro. Min en el asiento de adelante. Yo, atrás.
-¡Hey! ¿Qué tal la escuela?- pregunta mamá.
Min no dice nada. Yo tampoco. El aire es espeso, tenso. Mamá mira entre nosotros mientras trata de salir del estacionamiento.
-Así de mal- Min gruñe.
Yo espero, aguantando la respiración par a ver si ella dirá algo sobre el mitin. Sobre MinHo y yo. El tiempo pasa y nada. Suspiro suavemente, aliviado. Imagino que así de ganas tiene de quedarse. O tal vez solo esta arrepentida de su rabieta. Ella era la reina de embotellar sus emociones. Conociéndola estaba muy arrepentida de haber dejado salir todo.
Me pregunto si lo diría todo si supiera la verdad. Si supiera quién es MinHo realmente. ¿Importaría entonces? Probablemente no. Por primera vez ella está demasiado enfocada en sí misma y en tener lo que quiere. Y no puedo culparla por eso. Porque tiene razón. Nunca antes ha sido sobre Min. Y yo siempre me sentí mal por eso. Entonces y ahora.
Pero no lo suficientemente mal como para renunciar a mi mismo. No lo suficientemente mal como para aceptar el fantasma en el que mi draki se convertirá si me quedo aquí y no hago nada. Y es fácil de justificar. Porque mi partida la liberará. A Min y a mama. Una triste realidad. Saber que los que amas estarán mejor sin ti a su alrededor.
-¿Taemin?- me empuja mamá.
-Genial- mentí -tuve un día genial.
Digo eso, porque se que eso es todo lo que ellas dos quieren que diga.
Lunort
SHINee
257
Re: FireLight.
Mikka!!!! Tae esta jugando con Minho o que?
un rato esta bien y otro no!
solo cuando le conviene ¬¬
el pobre de Minho TOT no es un papel desechable!!! u.u *ya me molesté!*
ashh... verdad!! esa Min!!! ashh!! la quiero fulminar!!!
hahhaha... parece que estoy con ganas de fulminar a medio mundo! xD *ignorala*
cuidate! espero tu actu!! ^^
Última edición por Janess el Mar Ene 24, 2012 4:43 pm, editado 1 vez
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: FireLight.
ohhhh shitt!
key los vio :D jajajaja y tae no pudo disimular mas... y pobre tae esta como que me lo mlatrata a Minho porque aun tiene su lucha interna...pero aisshhhh no deberia ignorarlo asi como asi...
esperare actuac cuidate bye bye
Última edición por Nina_Lee el Jue Ene 26, 2012 3:46 pm, editado 1 vez
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: FireLight.
no0 Tae porq le haces eso a Minho0 T.T!! pobesito0!!
vamos Tae reacciona!!!! todo se puede lograr.
me perdi dos capis pero ya los ley xD
sera q Minho ocult otra cosa aparte de k es cazador =.=!!
Minho lucha por Tae!!!!!!
m encanta tu fic con cada capi qdo asi O.O!!!!!!
facinada!!! =)
fighting!!
espero actu!!
vamos Tae reacciona!!!! todo se puede lograr.
me perdi dos capis pero ya los ley xD
sera q Minho ocult otra cosa aparte de k es cazador =.=!!
Minho lucha por Tae!!!!!!
m encanta tu fic con cada capi qdo asi O.O!!!!!!
facinada!!! =)
fighting!!
espero actu!!
kasumi93
Minho ♥.♥
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