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Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Titulo: Somewhere I Belong
Autor: ~•Euntokki•~
Género: Warm and Fuzzy Feeling
Parejas: Eunsook x Jonghyun
Personajes: Eunsook [Onew version niña], Siwon, Jonghyun, Key, Gwiboon [Key version niña], MInho, taemin, Sunny, Kai y Leeteuk])
Nota: Es una historia familiar que se centra en la vida de Lee Eunsook, una enfermera de 28 años y Kim Jonghyun un reportero de 27 años.Como se conocen y surge el romance entre ellos dos, los problemas personales y algunos psicologicos que se vuelven un obstaculo para continuar su vida. Etc.
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Autor: ~•Euntokki•~
Género: Warm and Fuzzy Feeling
Parejas: Eunsook x Jonghyun
Personajes: Eunsook [Onew version niña], Siwon, Jonghyun, Key, Gwiboon [Key version niña], MInho, taemin, Sunny, Kai y Leeteuk])
Nota: Es una historia familiar que se centra en la vida de Lee Eunsook, una enfermera de 28 años y Kim Jonghyun un reportero de 27 años.Como se conocen y surge el romance entre ellos dos, los problemas personales y algunos psicologicos que se vuelven un obstaculo para continuar su vida. Etc.
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Capitulo 1: Kim Jonghyun
“Las cosas suceden por algo” le dijo su abuela antes de entregarle en brazos a su pequeña hija que aquellos entonces estaría por su cuarto o quinto sueño. El hombre de apariencia juvenil sonrío agradecido mientras arrullaba con una canción de cuna a la, de por sí, dormida jovencita, tomo el metro subterráneo que lo llevaría a su hogar a la misma hora que todos los días, una donde apenas cinco personas cansadas o en su defecto dormidas le hacían compañía. “es una hermosa niña” “Eres muy joven para ser padre” sonrió ante los mismos comentarios.
Kim Jonghyun de 27 años de edad, podía decir que su vida era perfecta. Tenía un buen trabajo como editor de una importante revista adolecente, vivía acomodadamente en un departamento que había comprado no hace mucho tiempo, vivía con su pequeña hija Gwiboon de casi 9 años de edad. El trabajaba el turno vespertino, por lo que su adorada abuela le cuidaba a su hija hasta su salida del trabajo, que sería aproximadamente a las 9:00pm.
-Papá ¿ya llegamos?- despertó en medio de su sueño mirando por la ventanilla del triste vagón de pasajeros, la pequeña pudo divisar el hospital central de la ciudad y volvió a los brazos de papá maximizando su calor- falta poco- se dijo a si misma mientras sonreía abrazada al pecho de su padre,- ahora no te sentí entrar, creo que cada día me hago más holgazana.
-Jajaja- rio el abrazándola con cariño- claro que no amor, solo estabas cansada de tanto estudiar. No por nada eres la mejor de la clase- beso su frente y ella sonrío- ha ojala Kibum fuera así- la niña negó igual de decepcionada, su hermano era una cara completamente diferente de la moneda.
-Me alegro haber salido tan inteligente y hermosa como tu papito- dijo ella melosamente mientras se ponía de pie alentada por su padre, habían llegado a su destino. Caminaron por no más de cinco minutos cuando la pequeña Gwiboon torció el rostro al identificar a una persona por más molesta. La vecina del lado derecho, ah como odiaba a esa mujer; esta se aproximo como, al parecer de la niña, un gato espinado hasta su papa colgándose de su brazo, pegándole a ella ligeramente en las piernas con esa gran bolsa de cuero negra.
-Jonghyun oppa ¿Cómo te fue en el trabajo? ¿Comiste bien? Oh estaba tan preocupada por ti, te quería llevar un pequeño paquete de comida pero no sé cómo llegar a tu trabajo, ni siquiera me has dicho por donde se encuentran, y yo quiero cuidar de ti y de la pequeña niña que tienes por hija.
-Lo siento So Min – dijo el apartando sus delgados brazos- estoy muy cansado ahora para atenderte, por favor ven mañana, agradezco tu preocupación pero por eso creo que mereces más interés de mi parte, cosa que no te daré si me quedo hoy─ Ella se alejo de ambas personas y sonrío torcidamente, se veía molesta pero a ninguno de los otros les importaba realmente. El padre tomo la mano de su hija y camino dentro de su departamento, cerrando la puerta en la cara de la mujer que solo gruño molesta y se retiro.
-La odio.
-Gwiboon- le reprendió el hombre pero la niña no se retracto de sus palabras- So Min solo se preocupa por nosotros, no entiendo porque tanto odio de tu parte.
-Es una resbalosa, ella quiere que seas su novio y casarse contigo- respondió ella cruzándose de brazos- pero ni pienses en hacerle caso que yo misma me encargo de separarlos.- camino a la cocina sirviéndose un vaso con leche, lo bebió con tanta furia que no reparo en la caducidad del comestible lácteo- Wuaj que asco… esta agria- sostuvo su garganta antes de correr al baño a vomitar, el padre era un simple y divertido espectador de todo el Show que su pequeña hacia.
-Gwiboon-shii- se acerco al escuchar todo en silencio.
-Ni me hables- salió ella en pijamas y desapareció en su habitación- traidor.- las luces se apagaron y no hubo más ruido. El hombre suspiro profundamente y sonrío cansado, cuando la niña se ponía en su pose de diva no había nadie que le bajara los humos. Camino hasta su computadora portátil y se sentó, aun debía trabajar en la edición de las nuevas columnas de la revista.
- Sera una noche muy larga.- sentencio en su monologo y se dispuso a trabajar.
Kim Jonghyun se había enamorado perdidamente de una mujer hacia más de 11 años, su relación de noviazgo duro cerca de 2 años y durante ese tiempo todo fue amor y dulzura. Una fría mañana de Enero la mujer llego como cada mañana a casa de su novio y le dijo que estaba esperando gemelos y que, obviamente, él era el padre. En aquellos andares Kim Jonghyun contaba solo con 18 años de edad, estaba a punto de concluir su preparatoria y vivía con sus abuelos maternos.
Flashback
Todo el embarazo de la mujer la pasaron juntos en la casa de él, eran felices o al menos eso pensaba el corazón joven e inexperto del muchacho; y así fue hasta el momento del parto, sostener a sus dos hijos en sus manos era lo más increíble que pudo haber sentido en toda su vida, ambos eran una clara imagen de su madre pero ella no estaba tan feliz como él.
- Que voy a hacer con dos hijos Jonghyun, ¿Cómo los criare yo sola?─ alegaba ella en su defensa
- Podemos casarnos y criarlos juntos- decía el buscando una solución factible, no quería darlos en adopción no ahora que los conocía y los había cargado en sus brazos.
-No quiero casarme, No quiero atar mi vida a un hombre a tan corta edad- reclamo ella ante la solución de su novio
-Eso debiste pensar antes- informó él con la mente ensombrecida, ¿Cómo podría ella decir eso ahora?
-Separémonos, yo cuidare de uno de mis hijos, y tú cuidaras al otro. Nos juntaremos en casa en verano o cada cuando sea necesario pero por favor no me ates a ti en contra de mi voluntad, se que criaremos bien a nuestros hijos, cada quien a su modo- ella lloraba, estaba tan confundida, amaba a Jonghyun como a ningún otro hombre en su vida pero aun no estaba lo suficientemente madura como para casarse.
-De acuerdo- se giro hacia los niños de nuevo- ¿puedo yo criar a mi hija?- ella asintió con una sonrisa triste en los labios, con las lagrimas derramándose como cascadas desde sus ojos color caramelo.- Cuídalo bien, que crezca como un hombre con principios.- Se giro y vio a quien creyó fue uno de los enfermeros que había ayudado a su novia en el parto y le entrego a la niña.
-Pueden ir a casa ahora mismo- dijo el hombre- ¿quiere que prepare a los bebes?- el muchacho asintió siguiéndolo, mientras sostenía en sus brazos a su pequeño hijo varón.
-Debes crecer bien y cuidar a tu mami- lo beso tan tiernamente que a las enfermeras se les derritió el corazón- lo siento, solo me despedía de él- dijo casi llorando, partiéndole el corazón al mujer a su lado.
-Son muy jóvenes para ser padres- dijo el hombre de edad avanzada sonriéndole al desorientado muchacho─ ¿han elegido un nombre para ellos dos?- pregunto refiriéndose a los pequeños linces como les llamo por la forma de sus ojos.
-Estuvimos una semana buscando los nombres para ellos, la niña será Gwiboon y el niño Kibum.
-Son nombres muy bellos, mi hija está embarazada también─ suspiro derrotado el hombre de canosa cabellera.- Tiene más o menos tu edad. No puedo congeniar con la idea de que a su corta edad sean padres, pero no hay nada que se pueda hacer.- el asintió recibiendo a su hija ya cambiada en sus manos- ten mucho cuidado con ella, no quiero que enferme. – Se giro hacia su bolso- si algo, que dios no quiera, llegara a pasar llámame, los atenderé enseguida.
-Gracias enfermero Lee.
-¿Enfermero?- grito él – no pase 12 años estudiando medicina para que un muchacho ingenuo me cambie la profesión, soy el Doctor Lee- rio él- yo cuidare a Kibum-shii hasta que su novia se levante de esa cama, valla con cuidado.
•~Flash back ~•
-Kibum – suspiro entre sueños ante su recuerdo, su hijo era un verdadero caso de mimosis aguda si es que esa enfermedad existía, estaba tan consentido que le daba miedo siquiera tratar con él. Lo veía cada mes durante un fin de semana, era lo que en niño quería. A comparación con su ex novia Jonghyun no tenía muchos lujos, era de una familia de clase media viviendo en la clase media, a cuenta suya corría mantener a su abuela que por tantos años había cuidado de él, y a su hija. Y a vistas de esto Kibum se sentía como un ave enjaulado en el pequeño departamento de su padre, donde según él compartían hasta el aire que respiraban; mas sin embargo amaba pasar tiempo con su familia.
- Papá, tengo miedo- escucho una vocecita dormilona enseguida suyo y miro el reloj.
-Gwiboon-ah son las dos y quince de la mañana ¿Qué haces despierta?─ se levanto del sillón donde se había quedado dormido. Y cogió a su hija en brazos, la oscuridad se ilumino de pronto en un morado chillante.- ¿Lluvia?- se acerco a la ventana de su sala y el cielo se ilumino de nuevo ante un relámpago, el pobre hombre pensó que moriría asfixiado entre los pequeños bracitos de su hija que se enredaron como una serpiente en su cuello-Tranquila, son solo relámpagos, no nos harán nada.
- Pero el cielo truena como si se fuera a despedazar sobre nosotros- susurro ella en el oído de su papa, su corazón latía con demasiada velocidad, en verdad temía a esos odiosos truenos, sentía como si fuera el regaño potente de alguien en el cielo.- Duerme conmigo papi, tengo mucho miedo.- el mayor sonrío se encamino hacia su habitación, recordó de pronto su portátil encendida y se giro para apagarla, mirando como protector de pantalla la foto de él y sus dos hijos sonrientes.
-Ya casi es tu cumpleaños – dijo ahora enfocando el rostro perfilado de sus hijos- es turno de pasar tu cumpleaños con mamá- la niña frunció el entrecejo molesta, realmente no le gustaba pasar días con su mama, al fin de cuentas siempre estaban solos ella y su hermano, que no paraba de contarle entusiasmado que había ido a quien sabe qué lugar.
-No quiero- se giro cruzando los brazos- mejor que venga Bumi aquí y no la pasamos juntos ¿Sí? A él le gusta jugar en el parque de atracciones podemos ir allí. Puedes pedir ese día en el trabajo y trabajar tu día libre, pero no me mandes con mamá.
-Ah… ya veremos ese día que pasa- apago su computadora y se fueron a dormir.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
El suave y fresco viento le despertó al hacer rosar la cortina con su nariz, toda la ciudad estaba inundada en 10 cm de agua, Gwiboon brincaba como conejo cerca de la ventana mientras le llamaba gritando para que viera a las personas enojadas.
-Jajaja Papá esta hermoso allí afuera─ aun brincaba mientras agitaba su mano llamándole a su lado- ah cierto, ya hice el almuerzo.─ camino a la cocina seguida por su padre. – hice pan tostado y mermelada de fresa que hiso la abuela.
-Gwiboon, deberías dejar de comer dulces.- la niña rio y saco la lengua.-ah hoy entras más temprano a la escuela ¿cierto? ─ ella asintió con una gran sonrisa- bueno, creo que hoy iremos a comprar cosas para la despensa antes de dejarte en la escuela, arréglate- la niña grito eufóricamente y se fue a bañar, la verdad era muy poco el tiempo que compartía con su papa y pasar juntos un poco más de tiempo le llenaba de ilusión.
- ¡LISTA!- se puso al lado de papa y juntos salieron a toda prisa, pasaron un tiempo comprando en el supermercado, pero se dio la hora en que el profesor cito a los alumnos- Hoy empiezan los exámenes de evaluación semestral, el profesor quiere que seamos el mejor grupo y por eso vamos a entrar más temprano.─ suspiro frustrada cuando diviso la entrada de su escuela.
-Harán un gran trabajo, le sonrió el muchacho antes de ponerse en cuclillas y besar su frente- Gwiboon-shii Fighting! -La niña rio y se encamino a donde el profesor la esperaba con un grupo de niños.
Cuando la perdió de vista se giro y comenzó a caminar hacia la casa de la abuela, una mujer de cabellos largos y negros amarrados en una alta cola de caballo paso corriendo por enfrente de él y se detuvo en seco.
- Disculpa- su voz era suave y hermosa, sus pequeños ojos se fijaron en el – Estoy buscando el hospital central ¿sabes tú donde se encuentra?- el rostro de la mujer expresaba una desesperación que no tenia nombre.
- Claro, esta como a tres o cuatro cuadras hacia arriba de la calle- apunto con su dedo la dirección y la mujer le sonrío.
- Muchas gracias- siguió corriendo en esa dirección perdiéndose de vista.
- No hay por qué darlas- sonrío embobado y comenzó a caminar rumbo a su destino, debía llevar la comida a su abuela. A mitad de camino le sorprendió la fría lluvia, no tuvo más remedio que salir corriendo, tratando de esquivar bajo toldos y techos amplios la torrencial precipitación.- Seguro que pescare un resfriado.
Kim Jonghyun de 27 años de edad, podía decir que su vida era perfecta. Tenía un buen trabajo como editor de una importante revista adolecente, vivía acomodadamente en un departamento que había comprado no hace mucho tiempo, vivía con su pequeña hija Gwiboon de casi 9 años de edad. El trabajaba el turno vespertino, por lo que su adorada abuela le cuidaba a su hija hasta su salida del trabajo, que sería aproximadamente a las 9:00pm.
-Papá ¿ya llegamos?- despertó en medio de su sueño mirando por la ventanilla del triste vagón de pasajeros, la pequeña pudo divisar el hospital central de la ciudad y volvió a los brazos de papá maximizando su calor- falta poco- se dijo a si misma mientras sonreía abrazada al pecho de su padre,- ahora no te sentí entrar, creo que cada día me hago más holgazana.
-Jajaja- rio el abrazándola con cariño- claro que no amor, solo estabas cansada de tanto estudiar. No por nada eres la mejor de la clase- beso su frente y ella sonrío- ha ojala Kibum fuera así- la niña negó igual de decepcionada, su hermano era una cara completamente diferente de la moneda.
-Me alegro haber salido tan inteligente y hermosa como tu papito- dijo ella melosamente mientras se ponía de pie alentada por su padre, habían llegado a su destino. Caminaron por no más de cinco minutos cuando la pequeña Gwiboon torció el rostro al identificar a una persona por más molesta. La vecina del lado derecho, ah como odiaba a esa mujer; esta se aproximo como, al parecer de la niña, un gato espinado hasta su papa colgándose de su brazo, pegándole a ella ligeramente en las piernas con esa gran bolsa de cuero negra.
-Jonghyun oppa ¿Cómo te fue en el trabajo? ¿Comiste bien? Oh estaba tan preocupada por ti, te quería llevar un pequeño paquete de comida pero no sé cómo llegar a tu trabajo, ni siquiera me has dicho por donde se encuentran, y yo quiero cuidar de ti y de la pequeña niña que tienes por hija.
-Lo siento So Min – dijo el apartando sus delgados brazos- estoy muy cansado ahora para atenderte, por favor ven mañana, agradezco tu preocupación pero por eso creo que mereces más interés de mi parte, cosa que no te daré si me quedo hoy─ Ella se alejo de ambas personas y sonrío torcidamente, se veía molesta pero a ninguno de los otros les importaba realmente. El padre tomo la mano de su hija y camino dentro de su departamento, cerrando la puerta en la cara de la mujer que solo gruño molesta y se retiro.
-La odio.
-Gwiboon- le reprendió el hombre pero la niña no se retracto de sus palabras- So Min solo se preocupa por nosotros, no entiendo porque tanto odio de tu parte.
-Es una resbalosa, ella quiere que seas su novio y casarse contigo- respondió ella cruzándose de brazos- pero ni pienses en hacerle caso que yo misma me encargo de separarlos.- camino a la cocina sirviéndose un vaso con leche, lo bebió con tanta furia que no reparo en la caducidad del comestible lácteo- Wuaj que asco… esta agria- sostuvo su garganta antes de correr al baño a vomitar, el padre era un simple y divertido espectador de todo el Show que su pequeña hacia.
-Gwiboon-shii- se acerco al escuchar todo en silencio.
-Ni me hables- salió ella en pijamas y desapareció en su habitación- traidor.- las luces se apagaron y no hubo más ruido. El hombre suspiro profundamente y sonrío cansado, cuando la niña se ponía en su pose de diva no había nadie que le bajara los humos. Camino hasta su computadora portátil y se sentó, aun debía trabajar en la edición de las nuevas columnas de la revista.
- Sera una noche muy larga.- sentencio en su monologo y se dispuso a trabajar.
Kim Jonghyun se había enamorado perdidamente de una mujer hacia más de 11 años, su relación de noviazgo duro cerca de 2 años y durante ese tiempo todo fue amor y dulzura. Una fría mañana de Enero la mujer llego como cada mañana a casa de su novio y le dijo que estaba esperando gemelos y que, obviamente, él era el padre. En aquellos andares Kim Jonghyun contaba solo con 18 años de edad, estaba a punto de concluir su preparatoria y vivía con sus abuelos maternos.
Flashback
Todo el embarazo de la mujer la pasaron juntos en la casa de él, eran felices o al menos eso pensaba el corazón joven e inexperto del muchacho; y así fue hasta el momento del parto, sostener a sus dos hijos en sus manos era lo más increíble que pudo haber sentido en toda su vida, ambos eran una clara imagen de su madre pero ella no estaba tan feliz como él.
- Que voy a hacer con dos hijos Jonghyun, ¿Cómo los criare yo sola?─ alegaba ella en su defensa
- Podemos casarnos y criarlos juntos- decía el buscando una solución factible, no quería darlos en adopción no ahora que los conocía y los había cargado en sus brazos.
-No quiero casarme, No quiero atar mi vida a un hombre a tan corta edad- reclamo ella ante la solución de su novio
-Eso debiste pensar antes- informó él con la mente ensombrecida, ¿Cómo podría ella decir eso ahora?
-Separémonos, yo cuidare de uno de mis hijos, y tú cuidaras al otro. Nos juntaremos en casa en verano o cada cuando sea necesario pero por favor no me ates a ti en contra de mi voluntad, se que criaremos bien a nuestros hijos, cada quien a su modo- ella lloraba, estaba tan confundida, amaba a Jonghyun como a ningún otro hombre en su vida pero aun no estaba lo suficientemente madura como para casarse.
-De acuerdo- se giro hacia los niños de nuevo- ¿puedo yo criar a mi hija?- ella asintió con una sonrisa triste en los labios, con las lagrimas derramándose como cascadas desde sus ojos color caramelo.- Cuídalo bien, que crezca como un hombre con principios.- Se giro y vio a quien creyó fue uno de los enfermeros que había ayudado a su novia en el parto y le entrego a la niña.
-Pueden ir a casa ahora mismo- dijo el hombre- ¿quiere que prepare a los bebes?- el muchacho asintió siguiéndolo, mientras sostenía en sus brazos a su pequeño hijo varón.
-Debes crecer bien y cuidar a tu mami- lo beso tan tiernamente que a las enfermeras se les derritió el corazón- lo siento, solo me despedía de él- dijo casi llorando, partiéndole el corazón al mujer a su lado.
-Son muy jóvenes para ser padres- dijo el hombre de edad avanzada sonriéndole al desorientado muchacho─ ¿han elegido un nombre para ellos dos?- pregunto refiriéndose a los pequeños linces como les llamo por la forma de sus ojos.
-Estuvimos una semana buscando los nombres para ellos, la niña será Gwiboon y el niño Kibum.
-Son nombres muy bellos, mi hija está embarazada también─ suspiro derrotado el hombre de canosa cabellera.- Tiene más o menos tu edad. No puedo congeniar con la idea de que a su corta edad sean padres, pero no hay nada que se pueda hacer.- el asintió recibiendo a su hija ya cambiada en sus manos- ten mucho cuidado con ella, no quiero que enferme. – Se giro hacia su bolso- si algo, que dios no quiera, llegara a pasar llámame, los atenderé enseguida.
-Gracias enfermero Lee.
-¿Enfermero?- grito él – no pase 12 años estudiando medicina para que un muchacho ingenuo me cambie la profesión, soy el Doctor Lee- rio él- yo cuidare a Kibum-shii hasta que su novia se levante de esa cama, valla con cuidado.
•~Flash back ~•
-Kibum – suspiro entre sueños ante su recuerdo, su hijo era un verdadero caso de mimosis aguda si es que esa enfermedad existía, estaba tan consentido que le daba miedo siquiera tratar con él. Lo veía cada mes durante un fin de semana, era lo que en niño quería. A comparación con su ex novia Jonghyun no tenía muchos lujos, era de una familia de clase media viviendo en la clase media, a cuenta suya corría mantener a su abuela que por tantos años había cuidado de él, y a su hija. Y a vistas de esto Kibum se sentía como un ave enjaulado en el pequeño departamento de su padre, donde según él compartían hasta el aire que respiraban; mas sin embargo amaba pasar tiempo con su familia.
- Papá, tengo miedo- escucho una vocecita dormilona enseguida suyo y miro el reloj.
-Gwiboon-ah son las dos y quince de la mañana ¿Qué haces despierta?─ se levanto del sillón donde se había quedado dormido. Y cogió a su hija en brazos, la oscuridad se ilumino de pronto en un morado chillante.- ¿Lluvia?- se acerco a la ventana de su sala y el cielo se ilumino de nuevo ante un relámpago, el pobre hombre pensó que moriría asfixiado entre los pequeños bracitos de su hija que se enredaron como una serpiente en su cuello-Tranquila, son solo relámpagos, no nos harán nada.
- Pero el cielo truena como si se fuera a despedazar sobre nosotros- susurro ella en el oído de su papa, su corazón latía con demasiada velocidad, en verdad temía a esos odiosos truenos, sentía como si fuera el regaño potente de alguien en el cielo.- Duerme conmigo papi, tengo mucho miedo.- el mayor sonrío se encamino hacia su habitación, recordó de pronto su portátil encendida y se giro para apagarla, mirando como protector de pantalla la foto de él y sus dos hijos sonrientes.
-Ya casi es tu cumpleaños – dijo ahora enfocando el rostro perfilado de sus hijos- es turno de pasar tu cumpleaños con mamá- la niña frunció el entrecejo molesta, realmente no le gustaba pasar días con su mama, al fin de cuentas siempre estaban solos ella y su hermano, que no paraba de contarle entusiasmado que había ido a quien sabe qué lugar.
-No quiero- se giro cruzando los brazos- mejor que venga Bumi aquí y no la pasamos juntos ¿Sí? A él le gusta jugar en el parque de atracciones podemos ir allí. Puedes pedir ese día en el trabajo y trabajar tu día libre, pero no me mandes con mamá.
-Ah… ya veremos ese día que pasa- apago su computadora y se fueron a dormir.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
El suave y fresco viento le despertó al hacer rosar la cortina con su nariz, toda la ciudad estaba inundada en 10 cm de agua, Gwiboon brincaba como conejo cerca de la ventana mientras le llamaba gritando para que viera a las personas enojadas.
-Jajaja Papá esta hermoso allí afuera─ aun brincaba mientras agitaba su mano llamándole a su lado- ah cierto, ya hice el almuerzo.─ camino a la cocina seguida por su padre. – hice pan tostado y mermelada de fresa que hiso la abuela.
-Gwiboon, deberías dejar de comer dulces.- la niña rio y saco la lengua.-ah hoy entras más temprano a la escuela ¿cierto? ─ ella asintió con una gran sonrisa- bueno, creo que hoy iremos a comprar cosas para la despensa antes de dejarte en la escuela, arréglate- la niña grito eufóricamente y se fue a bañar, la verdad era muy poco el tiempo que compartía con su papa y pasar juntos un poco más de tiempo le llenaba de ilusión.
- ¡LISTA!- se puso al lado de papa y juntos salieron a toda prisa, pasaron un tiempo comprando en el supermercado, pero se dio la hora en que el profesor cito a los alumnos- Hoy empiezan los exámenes de evaluación semestral, el profesor quiere que seamos el mejor grupo y por eso vamos a entrar más temprano.─ suspiro frustrada cuando diviso la entrada de su escuela.
-Harán un gran trabajo, le sonrió el muchacho antes de ponerse en cuclillas y besar su frente- Gwiboon-shii Fighting! -La niña rio y se encamino a donde el profesor la esperaba con un grupo de niños.
Cuando la perdió de vista se giro y comenzó a caminar hacia la casa de la abuela, una mujer de cabellos largos y negros amarrados en una alta cola de caballo paso corriendo por enfrente de él y se detuvo en seco.
- Disculpa- su voz era suave y hermosa, sus pequeños ojos se fijaron en el – Estoy buscando el hospital central ¿sabes tú donde se encuentra?- el rostro de la mujer expresaba una desesperación que no tenia nombre.
- Claro, esta como a tres o cuatro cuadras hacia arriba de la calle- apunto con su dedo la dirección y la mujer le sonrío.
- Muchas gracias- siguió corriendo en esa dirección perdiéndose de vista.
- No hay por qué darlas- sonrío embobado y comenzó a caminar rumbo a su destino, debía llevar la comida a su abuela. A mitad de camino le sorprendió la fría lluvia, no tuvo más remedio que salir corriendo, tratando de esquivar bajo toldos y techos amplios la torrencial precipitación.- Seguro que pescare un resfriado.
Última edición por ~•Euntokki•~ el Jue Sep 13, 2012 2:43 pm, editado 1 vez
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
whaaaa :D
b2uty
todos son tan lindos que es difícil decidir pero como tengo que escoger uno escogeré al lindo ONEW
217
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Nunca habia leido, hasta ahora, ningún fic
con esa pareja :)...nunca la habia pensado
a decir verdad pero está llamativa...
Se nota muy interesante la historia, ya estoy
esperando el siguiente capítulo para ver que
pasa!!!!
No tardes en actualizar porfissss
con esa pareja :)...nunca la habia pensado
a decir verdad pero está llamativa...
Se nota muy interesante la historia, ya estoy
esperando el siguiente capítulo para ver que
pasa!!!!
No tardes en actualizar porfissss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Vale... gracias por leer :3 aca el segundo capitulo....
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Capitulo dos: Lee Eunsook
“Nadie dijo que sería fácil”
Y realmente coincidía con esa expresión. Camino ya cansada por los pasillos de ese gran hospital apoyándose de las paredes para no caer al suelo, era su primera noche trabajando en esa nueva ciudad, se había mudado a penas de tres días. No tenía ningún inconveniente de cambiar de residencia que no fuera sus hijos.
Se dejo caer en una silla mirando sus impecables zapatos blancos manchados por un líquido rojo, sonrío adolorida, en verdad que el trabajo en la capital era mucho menos pesado que en ese pequeño pueblo. Se quito sus zapatos mirando sus ensangrentados pies.
-Eunsook Unnie, deberías marchar a casa- le dijo su jefa, una pequeña joven unos cuantos años menor que ella. Miro el reloj que colgaba perfectamente sobre la pared pintada de azul, este marcaba las 12:30 de la mañana- has trabajado casi todo el día.
-¿Estarás bien con estos enfermos?- la muchacha sonrío llena de espíritu y la enfermera rio despacio- está bien, me marcho. – susurro recargando su cabeza en la pared, en verdad estaba exhausta. Tomo sus cosas y salió de ese gran hospital, su casa no quedaba muy lejos de allí, apenas dos estaciones en el subterráneo.
Miro por la ventanilla del tren como poco a poco la imagen del hospital se hacía más pequeña y suspiro, nadie dijo que crecer y vivir sería fácil.
Lee Eunsook de 27 años de edad, podría decir que la vida era dura. Ella fungía como enfermera desde hacía más de 7 años, siempre deseo ayudar a su padre que era un doctor Infantil y cirujano. No haría mucho tiempo que se había mudado desde Seúl con el fin de rescatar su trabajo, tenía una relación muy cercana con el encargado del hospital y él le dio trabajo en el Hospital hermano que se ubicaba en un pequeño pueblo cerca de la cuidad de Pusan. El mismo amigo tenía una casa en desuso en esa ciudad y se la presto mientras ella conseguía una, según la encargada ella tendría el turno matutino, que sería aproximado de las 6:00am a las 2:00Pm.
Cuando por fin llego encontró la luz de la habitación de los niños encendida y camino en la punta de sus dedos con una sonrisa. Se asomo por la puerta entre abierta viendo algo que le partió el corazón, su hijo mayor sostenía a su hermano dormido en sus brazos, mientras leía la lección de su libro de texto.
-¡Mamá!- el pequeño corrió a abrazarse con su mamá que lo recibió con los brazos abiertos- pensé que volverías en la mañana como cuando trabajabas en Seúl.
-No Minho-shii- ella lloraba realmente culpable, su hijo de 8 años, cursaba el cuarto año de primaria, en su antigua escuela era uno de los mejores promedios y el mejor de su clase. Saliendo de la escuela debía hacerse cargo de su pequeño hermano que aun no cumplía ni los 3 años, y al mismo tiempo estudiar la lección para la escuela y hacer los deberes.- aguanta tres días más amor, me cambiaran el turno entonces- beso su frente y agarro a su bebe en sus manos.
-Mamá, soy consciente de la situación de la familia por eso no llores por favor, además a mí me gusta cuidar a Taemin.- sonrío su hijo y ella rio.
-¿Ya cenaron?- el mayor negó- bueno, has tus deberes y después cenaras e iras a la cama- el niño asintió volviendo a su escritorio. La madre sonrío y puso al menor sobre su cuna- Taeminnie- le llamo con cariño y el niño despertó- ¿tienes hambre?
-Ti- asintió y se volvió a dormir.
-Ah este niño- suspiro y sonrió preparando algo ligero para que su niño mayor cenara, cuando estuvo listo le llamo y vino casi enseguida, cenaron juntos.- ¿Cómo te fue en tu nuevo día de escuela?
- ¡Increíble! Hoy iniciaron las pruebas y me supe todas las respuestas sin ni siquiera haber estudiado.- la madre aplaudió emocionada y orgullosa- hay una niña que ¡Ash! Es peor que una patada en los…
-¡Minho! ¿Qué son esas expresiones?- frunció el entrecejo y el niño rio nervioso.
-Lo siento mamá. – sé disculpó el menor.- bueno, el caso es esa niña me odia completamente, fue odio a primera vista, el profesor me felicito por mi 100 perfecto y esa niña también saco 100 perfecto.
-Ah, ahora entiendo- rio la madre- tienes una rival, bueno más bien ella tiene un rival.- el niño rio y asintió masacrando la comida en su boca- tengo un obsequio para mi campeón súper inteligente.- el niño le miro atento y rio cuando vio el bote de nieve de alta calidad y súper carísimo que su madre tenía en sus manos.- ¡TADA!
-¿Enserio es para mí?- ella asintió y se lo entrego, al instante el menor metió la cuchara limpia que le tendía su madre y comió un poco – ¡¡es delicioso!! Muchas gracias mama.- cuando el menor termino de comer su helado ambos se fueron a la cama, de nuevo como ayer caería una tormenta que estaría constante hasta altas horas de la madrugada. Se cambio y se recostó en su cama, sonrío al recodar la sonrisa que cruzaba el rostro de su hijo.
Eunsook había pasado por un momento muy duro en su juventud, la llegada del pequeño primogénito de la pareja perfecta de la universidad.
Ella había conocido al que sería el padre de su primer hijo en tercer grado de preparatoria, su noviazgo había durado cerca de un año y medio cuando decidieron ir más allá en su relación. Eunsook le había entregado ya el corazón a ese hombre de sonrisa hermosa y sincera, esa tarde de febrero se unieron por primera vez en uno solo. De allí muchas otros encuentros del mismo tipo le siguieron, era prácticamente imposible que ella no quedara embarazada.
En un primer recuerdo de hechos sintió miedo, luego asco de sí misma. ¿Cómo se lo diría a él? Le tomo cerca de dos semanas armarse de valor para contarle a su novio lo que ocurría pero entonces “eso” pasó. La realidad le golpeo con fuerza en la cara sacudiendo su cuerpo, observaba de cerca como una mujer le tomaba por el cuello y lo besaba tan apasionadamente que la misma Eunsook se sintió a desfallecer, cuando ellos terminaron de besarse la mujer la miro por un momento y el mismo volteo su rostro. “Eunsook-ah ¿Qué haces aquí?” había pronunciado cargado de miedo mientras veía la sonrisa triunfante de la que había sido su mejor amiga por años, y la cara llena de lagrimas de la que era su novia. Sin decir otra palabra y con una cara desencajada Eunsook tomo camino de regreso hacia su casa, donde sus padres le miraron consternados y con una ligera sospecha de lo que pasaba. “Lo siento mucho, los eh decepcionado” les dijo ella envuelta en un amargo llanto, su madre la abrazo con fuerza sonriendo al imaginarse un nieto, su padre igual sonrío no tan convencido pero ¿Que podría él hacer?
Jamás volvió a ver a su novio, incluso él no sabía que Minho existía, y por su lado el niño jamás pregunto por su padre. Y las cosas estaban mejor así, ¿Para qué decirle a esa persona que habían sido padres hace 8 años si de todos modos no podrían estar juntos?
-¡Eunsook Unnie este hombre está muriendo! – cuando su turno estaba por la mitad el grito desesperado de una enfermera más joven que ella, le sacudió de pies a cabeza. Se levanto corriendo hacia ese llamado y vio al paciente sudando en frio. Retorciéndose de dolor.- el doctor está en su hora libre, y no hay nadie que lo ayude, pero está muy delicado de salud.
-Ah cogido un resfriado, posiblemente presente un caso de pulmonía o asma- anuncio tomando el respirador artificial poniéndoselo al joven, inyéctele 150ml de analgésico y 40ml de clorfenamina- las compañeras la obedecieron sin chistar y a los pocos minutos el paciente se encontraba en un estado regular.
-Eunsook, ¿Cómo es que no eres doctora?- Le pregunto una de las nuevas enfermeras y la aludida sonrío agradeciendo el elogio.
-No, me agrada mas ser enfermera. Ayudar en todo a los doctores te enseña muchas más cosas y conoces a muchas más personas amigables que un doctor.- rio asiendo sonreír a sus compañeras- por ahora el paciente está en estado regular, cuando llegue el médico que le administre correctamente el medicamento necesario.
-Sí- salió de la habitación yendo al lugar donde estaba entes, era su hora libre también, y tenía al pequeño Taemin con ella.
-Hola mi amor- hablo al bebe que sonrío al ver a su madre acercarse- gracias por cuidar de el SunKyu y perdón por salir de la nada- tomo a su hijo y lo acuno hasta que se quedo dormido- duerme pequeño Taemin, pronto iremos a casa- miro el reloj que marcaba las 10:30Pm. Paso el resto de su hora de descansó hablando con su compañera de trabajo.
-¿Así que hay otro esperando en casa solito?- la madre asintió, le había contado la historia de cómo había conocido al padre de Minho, así como su separación y lo buen niño que era su hijo- eres una mujer muy admirable amiga- sonrió la enfermera de cabello corto y rubio- ¿y qué hay de este pequeño? ¿Quién es el padre?
-Nadie- rio la madre del niño- este es solo mío y padre desconocido. – La otra levanto una ceja no entendiendo del todo lo que quería decir- Taeminnie es in-vitro. – La rubia asintió entendiendo ahora bien.- mi padre dijo que quería intentar una inseminación de este tipo y yo desde hace un tiempo lo quería intentar.
-Ah… ¿y nunca le has preguntado a tu padre de quien es la parte masculina del niño?- ella negó riendo cantarinamente- es una lástima, cuando lo quieras descubrir llámame y no lo robamos de la base de datos.
-Jajaja claro que sí. Serás la primera a la que le transmita mi deseo.
-Eunsook-shii, el paciente se encuentra mejor y quiere hablar contigo- las enfermeras que antes platicaban se miraron entre sí.
-Bueno, si quieres deja a Taemin aquí dormidito y nos vemos luego.- la rubia asintió y salieron las tres de la habitación. Eunsook se dirigió inmediatamente a donde se encontraba el joven.- Buenas noches, ¿Cómo se encuentra?
-Ah, eres la chica del hospital, nos encontramos ayer en la mañana cerca de la escuela primaria.- aclaro al ver la cara de confusión de la mujer.
-Ah claro- sonrío ella- eres el chico de las indicaciones- reafirmo antes de revisar los aparatos que indicaban el estado de salud del hombre- todo parece indicar que ha mejorado su pulso, ¿puede respirar correctamente?- el chico lo intento y asintió- correcto, solo descanse un poco mas y podrá salir esta misma noche.
-Gracias.- ambos quedaron en silencio, roto de pronto por el llanto de un pequeño niño que llamaba anímicamente a su madre. La mujer sonrío preocupada, dándole a entender al paciente la necesidad de salir- está bien- cuando ella se giro entro la rubia que antes le acompañaba.
-Lo siento Eunsook, de pronto uno de los compañeros lo vio dormido y pensó en reportarlo a recepción despertándolo.
-No hay problema SunKyu- cuando recibió a su pequeño en brazos lo arrullo con tanta ternura que el hombre a su lado se relajo de igual manera- Ya, ya Taeminnie. Deja de llorar pequeño gatito- y como si fuera una voz toda poderosa el pequeño rio tranquilo.
-Mamá, sueño.- repitió el cayendo dormido.
-Pronto nos iremos a casa- dijo ella en un susurro, pero el otro mayor en la habitación lo escucho a la perfección. – descanse por favor.
- Me siento bien ahora- informo el- ¿Cuál es tu hora de salida?
-Lo siento, no puedo informar tan cosa- se disculpó ella.
-Vamos, es un agradecimiento por haberme salvado la vida, ya que prácticamente tú volviste a la normalidad mi ritmo.- ella sonrío y miro el reloj, ahora marcaba las 11:25pm.
-Mi turno finaliza en media hora más. Lo puedo acompañar a realizar su papelería, el tiempo se irá pronto hasta entonces. – el asintió siendo finamente asistido por la enfermera de carácter suave y dulce.
Tal como ella lo predijo el tiempo paso rápido desde que salieron del cuarto donde se encontraba descansando. Espero los últimos minutos a que ella saliera, sentado en la recepción del hospital, ahora vestido con el pijama completa. Diviso a la mujer salir casi corriendo, cargando en brazos al pequeño niño de escasa edad.
-Muchas gracias de nuevo, paciente.
-Tengo nombre, lo tenía antes de venir aquí y ser llamado paciente de la 352- rio avergonzando a la muchacha de piel pálida- soy Kim Jonghyun, ¿Podría conocer el nombre de mi heroína?
-Lee Eunsook- dijo ella riendo sutil, sonando como campanadas armoniosas para el joven de cabellos color chocolate. Ambos emprendieron camino hacia casa de la mujer a la cual pudo llegar a penas- Bueno, Kim Jonghyun, muchachas gracias por acercarme a casa, la verdad el camino en subterráneo me toma una media hora.
-No te preocupes, Lee Eunsook. – Ella volvió a reír cuando miro la luz de su casa encendida. -Creo que tu esposo te está esperando despierto aun- dijo el sonando preocupado, quizá era uno de esos golpeadores.
-No es mi esposo, es mi hijo- aclaro con una sonrisa- si otro, el es Taemin- apunto al niño- el otro tiene 8 años- el piloto se sorprendió por la coincidencia.
-Yo también tengo una hija de ocho años, ahora entiendo que hacías esa mañana en la escuela, nuestros hijos deben de ser compañeros.
- Ya lo creo. Deben de ser buenos amigos.- rio ella bajando del auto- andando Taeminnie, dile gracias al señor- el niño se giro y sonrío.- ese es su manera de decir gracias- ambos adultos rieron- de nuevo muchas gracias Kim Jonghyun, hasta luego.- cerró la puerta del coche blanco y entro a su casa.
-Mami ya volviste- le abrazo su pequeño hijo. – Taemin estas despierto- rio despacito y su hermanito también se rio- hay si tan siquiera supieras que me estoy riendo de ti.
-jajaja déjalo en paz, ya crecerá y podrás pelear como dios manda ¿terminaste tu tarea?- el otro asintió -¿ya cenaste?- volvió a asentir- bueno, vamos a dormir. Mañana nos levantaremos temprano para ir a trabajar y a la escuela
-Ah mama ¡ya te cambiaron el turno!- la abrazo de nuevo dejándose llevar por el dulce olor natural de su mamá, la cual rio alegremente- que bueno, ya podremos pasar juntos las tardes.- se fueron juntos a la cama, esa noche para celebrar se durmieron en la misma cama los tres.
-“Duerman bien, mis pequeños, todo mejorara a partir de hoy.”
-¡¡MAMÁ!! ¡TAEMIN ME ESTA BABEANDO EL CABELLO!
Y realmente coincidía con esa expresión. Camino ya cansada por los pasillos de ese gran hospital apoyándose de las paredes para no caer al suelo, era su primera noche trabajando en esa nueva ciudad, se había mudado a penas de tres días. No tenía ningún inconveniente de cambiar de residencia que no fuera sus hijos.
Se dejo caer en una silla mirando sus impecables zapatos blancos manchados por un líquido rojo, sonrío adolorida, en verdad que el trabajo en la capital era mucho menos pesado que en ese pequeño pueblo. Se quito sus zapatos mirando sus ensangrentados pies.
-Eunsook Unnie, deberías marchar a casa- le dijo su jefa, una pequeña joven unos cuantos años menor que ella. Miro el reloj que colgaba perfectamente sobre la pared pintada de azul, este marcaba las 12:30 de la mañana- has trabajado casi todo el día.
-¿Estarás bien con estos enfermos?- la muchacha sonrío llena de espíritu y la enfermera rio despacio- está bien, me marcho. – susurro recargando su cabeza en la pared, en verdad estaba exhausta. Tomo sus cosas y salió de ese gran hospital, su casa no quedaba muy lejos de allí, apenas dos estaciones en el subterráneo.
Miro por la ventanilla del tren como poco a poco la imagen del hospital se hacía más pequeña y suspiro, nadie dijo que crecer y vivir sería fácil.
Lee Eunsook de 27 años de edad, podría decir que la vida era dura. Ella fungía como enfermera desde hacía más de 7 años, siempre deseo ayudar a su padre que era un doctor Infantil y cirujano. No haría mucho tiempo que se había mudado desde Seúl con el fin de rescatar su trabajo, tenía una relación muy cercana con el encargado del hospital y él le dio trabajo en el Hospital hermano que se ubicaba en un pequeño pueblo cerca de la cuidad de Pusan. El mismo amigo tenía una casa en desuso en esa ciudad y se la presto mientras ella conseguía una, según la encargada ella tendría el turno matutino, que sería aproximado de las 6:00am a las 2:00Pm.
Cuando por fin llego encontró la luz de la habitación de los niños encendida y camino en la punta de sus dedos con una sonrisa. Se asomo por la puerta entre abierta viendo algo que le partió el corazón, su hijo mayor sostenía a su hermano dormido en sus brazos, mientras leía la lección de su libro de texto.
-¡Mamá!- el pequeño corrió a abrazarse con su mamá que lo recibió con los brazos abiertos- pensé que volverías en la mañana como cuando trabajabas en Seúl.
-No Minho-shii- ella lloraba realmente culpable, su hijo de 8 años, cursaba el cuarto año de primaria, en su antigua escuela era uno de los mejores promedios y el mejor de su clase. Saliendo de la escuela debía hacerse cargo de su pequeño hermano que aun no cumplía ni los 3 años, y al mismo tiempo estudiar la lección para la escuela y hacer los deberes.- aguanta tres días más amor, me cambiaran el turno entonces- beso su frente y agarro a su bebe en sus manos.
-Mamá, soy consciente de la situación de la familia por eso no llores por favor, además a mí me gusta cuidar a Taemin.- sonrío su hijo y ella rio.
-¿Ya cenaron?- el mayor negó- bueno, has tus deberes y después cenaras e iras a la cama- el niño asintió volviendo a su escritorio. La madre sonrío y puso al menor sobre su cuna- Taeminnie- le llamo con cariño y el niño despertó- ¿tienes hambre?
-Ti- asintió y se volvió a dormir.
-Ah este niño- suspiro y sonrió preparando algo ligero para que su niño mayor cenara, cuando estuvo listo le llamo y vino casi enseguida, cenaron juntos.- ¿Cómo te fue en tu nuevo día de escuela?
- ¡Increíble! Hoy iniciaron las pruebas y me supe todas las respuestas sin ni siquiera haber estudiado.- la madre aplaudió emocionada y orgullosa- hay una niña que ¡Ash! Es peor que una patada en los…
-¡Minho! ¿Qué son esas expresiones?- frunció el entrecejo y el niño rio nervioso.
-Lo siento mamá. – sé disculpó el menor.- bueno, el caso es esa niña me odia completamente, fue odio a primera vista, el profesor me felicito por mi 100 perfecto y esa niña también saco 100 perfecto.
-Ah, ahora entiendo- rio la madre- tienes una rival, bueno más bien ella tiene un rival.- el niño rio y asintió masacrando la comida en su boca- tengo un obsequio para mi campeón súper inteligente.- el niño le miro atento y rio cuando vio el bote de nieve de alta calidad y súper carísimo que su madre tenía en sus manos.- ¡TADA!
-¿Enserio es para mí?- ella asintió y se lo entrego, al instante el menor metió la cuchara limpia que le tendía su madre y comió un poco – ¡¡es delicioso!! Muchas gracias mama.- cuando el menor termino de comer su helado ambos se fueron a la cama, de nuevo como ayer caería una tormenta que estaría constante hasta altas horas de la madrugada. Se cambio y se recostó en su cama, sonrío al recodar la sonrisa que cruzaba el rostro de su hijo.
Eunsook había pasado por un momento muy duro en su juventud, la llegada del pequeño primogénito de la pareja perfecta de la universidad.
Ella había conocido al que sería el padre de su primer hijo en tercer grado de preparatoria, su noviazgo había durado cerca de un año y medio cuando decidieron ir más allá en su relación. Eunsook le había entregado ya el corazón a ese hombre de sonrisa hermosa y sincera, esa tarde de febrero se unieron por primera vez en uno solo. De allí muchas otros encuentros del mismo tipo le siguieron, era prácticamente imposible que ella no quedara embarazada.
En un primer recuerdo de hechos sintió miedo, luego asco de sí misma. ¿Cómo se lo diría a él? Le tomo cerca de dos semanas armarse de valor para contarle a su novio lo que ocurría pero entonces “eso” pasó. La realidad le golpeo con fuerza en la cara sacudiendo su cuerpo, observaba de cerca como una mujer le tomaba por el cuello y lo besaba tan apasionadamente que la misma Eunsook se sintió a desfallecer, cuando ellos terminaron de besarse la mujer la miro por un momento y el mismo volteo su rostro. “Eunsook-ah ¿Qué haces aquí?” había pronunciado cargado de miedo mientras veía la sonrisa triunfante de la que había sido su mejor amiga por años, y la cara llena de lagrimas de la que era su novia. Sin decir otra palabra y con una cara desencajada Eunsook tomo camino de regreso hacia su casa, donde sus padres le miraron consternados y con una ligera sospecha de lo que pasaba. “Lo siento mucho, los eh decepcionado” les dijo ella envuelta en un amargo llanto, su madre la abrazo con fuerza sonriendo al imaginarse un nieto, su padre igual sonrío no tan convencido pero ¿Que podría él hacer?
Jamás volvió a ver a su novio, incluso él no sabía que Minho existía, y por su lado el niño jamás pregunto por su padre. Y las cosas estaban mejor así, ¿Para qué decirle a esa persona que habían sido padres hace 8 años si de todos modos no podrían estar juntos?
-¡Eunsook Unnie este hombre está muriendo! – cuando su turno estaba por la mitad el grito desesperado de una enfermera más joven que ella, le sacudió de pies a cabeza. Se levanto corriendo hacia ese llamado y vio al paciente sudando en frio. Retorciéndose de dolor.- el doctor está en su hora libre, y no hay nadie que lo ayude, pero está muy delicado de salud.
-Ah cogido un resfriado, posiblemente presente un caso de pulmonía o asma- anuncio tomando el respirador artificial poniéndoselo al joven, inyéctele 150ml de analgésico y 40ml de clorfenamina- las compañeras la obedecieron sin chistar y a los pocos minutos el paciente se encontraba en un estado regular.
-Eunsook, ¿Cómo es que no eres doctora?- Le pregunto una de las nuevas enfermeras y la aludida sonrío agradeciendo el elogio.
-No, me agrada mas ser enfermera. Ayudar en todo a los doctores te enseña muchas más cosas y conoces a muchas más personas amigables que un doctor.- rio asiendo sonreír a sus compañeras- por ahora el paciente está en estado regular, cuando llegue el médico que le administre correctamente el medicamento necesario.
-Sí- salió de la habitación yendo al lugar donde estaba entes, era su hora libre también, y tenía al pequeño Taemin con ella.
-Hola mi amor- hablo al bebe que sonrío al ver a su madre acercarse- gracias por cuidar de el SunKyu y perdón por salir de la nada- tomo a su hijo y lo acuno hasta que se quedo dormido- duerme pequeño Taemin, pronto iremos a casa- miro el reloj que marcaba las 10:30Pm. Paso el resto de su hora de descansó hablando con su compañera de trabajo.
-¿Así que hay otro esperando en casa solito?- la madre asintió, le había contado la historia de cómo había conocido al padre de Minho, así como su separación y lo buen niño que era su hijo- eres una mujer muy admirable amiga- sonrió la enfermera de cabello corto y rubio- ¿y qué hay de este pequeño? ¿Quién es el padre?
-Nadie- rio la madre del niño- este es solo mío y padre desconocido. – La otra levanto una ceja no entendiendo del todo lo que quería decir- Taeminnie es in-vitro. – La rubia asintió entendiendo ahora bien.- mi padre dijo que quería intentar una inseminación de este tipo y yo desde hace un tiempo lo quería intentar.
-Ah… ¿y nunca le has preguntado a tu padre de quien es la parte masculina del niño?- ella negó riendo cantarinamente- es una lástima, cuando lo quieras descubrir llámame y no lo robamos de la base de datos.
-Jajaja claro que sí. Serás la primera a la que le transmita mi deseo.
-Eunsook-shii, el paciente se encuentra mejor y quiere hablar contigo- las enfermeras que antes platicaban se miraron entre sí.
-Bueno, si quieres deja a Taemin aquí dormidito y nos vemos luego.- la rubia asintió y salieron las tres de la habitación. Eunsook se dirigió inmediatamente a donde se encontraba el joven.- Buenas noches, ¿Cómo se encuentra?
-Ah, eres la chica del hospital, nos encontramos ayer en la mañana cerca de la escuela primaria.- aclaro al ver la cara de confusión de la mujer.
-Ah claro- sonrío ella- eres el chico de las indicaciones- reafirmo antes de revisar los aparatos que indicaban el estado de salud del hombre- todo parece indicar que ha mejorado su pulso, ¿puede respirar correctamente?- el chico lo intento y asintió- correcto, solo descanse un poco mas y podrá salir esta misma noche.
-Gracias.- ambos quedaron en silencio, roto de pronto por el llanto de un pequeño niño que llamaba anímicamente a su madre. La mujer sonrío preocupada, dándole a entender al paciente la necesidad de salir- está bien- cuando ella se giro entro la rubia que antes le acompañaba.
-Lo siento Eunsook, de pronto uno de los compañeros lo vio dormido y pensó en reportarlo a recepción despertándolo.
-No hay problema SunKyu- cuando recibió a su pequeño en brazos lo arrullo con tanta ternura que el hombre a su lado se relajo de igual manera- Ya, ya Taeminnie. Deja de llorar pequeño gatito- y como si fuera una voz toda poderosa el pequeño rio tranquilo.
-Mamá, sueño.- repitió el cayendo dormido.
-Pronto nos iremos a casa- dijo ella en un susurro, pero el otro mayor en la habitación lo escucho a la perfección. – descanse por favor.
- Me siento bien ahora- informo el- ¿Cuál es tu hora de salida?
-Lo siento, no puedo informar tan cosa- se disculpó ella.
-Vamos, es un agradecimiento por haberme salvado la vida, ya que prácticamente tú volviste a la normalidad mi ritmo.- ella sonrío y miro el reloj, ahora marcaba las 11:25pm.
-Mi turno finaliza en media hora más. Lo puedo acompañar a realizar su papelería, el tiempo se irá pronto hasta entonces. – el asintió siendo finamente asistido por la enfermera de carácter suave y dulce.
Tal como ella lo predijo el tiempo paso rápido desde que salieron del cuarto donde se encontraba descansando. Espero los últimos minutos a que ella saliera, sentado en la recepción del hospital, ahora vestido con el pijama completa. Diviso a la mujer salir casi corriendo, cargando en brazos al pequeño niño de escasa edad.
-Muchas gracias de nuevo, paciente.
-Tengo nombre, lo tenía antes de venir aquí y ser llamado paciente de la 352- rio avergonzando a la muchacha de piel pálida- soy Kim Jonghyun, ¿Podría conocer el nombre de mi heroína?
-Lee Eunsook- dijo ella riendo sutil, sonando como campanadas armoniosas para el joven de cabellos color chocolate. Ambos emprendieron camino hacia casa de la mujer a la cual pudo llegar a penas- Bueno, Kim Jonghyun, muchachas gracias por acercarme a casa, la verdad el camino en subterráneo me toma una media hora.
-No te preocupes, Lee Eunsook. – Ella volvió a reír cuando miro la luz de su casa encendida. -Creo que tu esposo te está esperando despierto aun- dijo el sonando preocupado, quizá era uno de esos golpeadores.
-No es mi esposo, es mi hijo- aclaro con una sonrisa- si otro, el es Taemin- apunto al niño- el otro tiene 8 años- el piloto se sorprendió por la coincidencia.
-Yo también tengo una hija de ocho años, ahora entiendo que hacías esa mañana en la escuela, nuestros hijos deben de ser compañeros.
- Ya lo creo. Deben de ser buenos amigos.- rio ella bajando del auto- andando Taeminnie, dile gracias al señor- el niño se giro y sonrío.- ese es su manera de decir gracias- ambos adultos rieron- de nuevo muchas gracias Kim Jonghyun, hasta luego.- cerró la puerta del coche blanco y entro a su casa.
-Mami ya volviste- le abrazo su pequeño hijo. – Taemin estas despierto- rio despacito y su hermanito también se rio- hay si tan siquiera supieras que me estoy riendo de ti.
-jajaja déjalo en paz, ya crecerá y podrás pelear como dios manda ¿terminaste tu tarea?- el otro asintió -¿ya cenaste?- volvió a asentir- bueno, vamos a dormir. Mañana nos levantaremos temprano para ir a trabajar y a la escuela
-Ah mama ¡ya te cambiaron el turno!- la abrazo de nuevo dejándose llevar por el dulce olor natural de su mamá, la cual rio alegremente- que bueno, ya podremos pasar juntos las tardes.- se fueron juntos a la cama, esa noche para celebrar se durmieron en la misma cama los tres.
-“Duerman bien, mis pequeños, todo mejorara a partir de hoy.”
-¡¡MAMÁ!! ¡TAEMIN ME ESTA BABEANDO EL CABELLO!
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Waaa...gracias por actualizar rápido!!! :)
Por fin ya sedió el primer paso...ahora hay
que ver como es que va esa relación...
pero sospecho que sus hijos no quedarán muy
conformes cuando se enteren jajjaaj...
Estaré esperando ansiosa el siguiente capo...
Actualiza pronto por fissss
Por fin ya sedió el primer paso...ahora hay
que ver como es que va esa relación...
pero sospecho que sus hijos no quedarán muy
conformes cuando se enteren jajjaaj...
Estaré esperando ansiosa el siguiente capo...
Actualiza pronto por fissss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaaaaaaaaaaaaaaaa me encanto estooooo....no lo habia visto porfavor continualo.....lospequeños me dan tanta ternura en especial taemin....que bueno que jonghyun esta bien ya quiero ver que pasa con esos dos estare pendiente porfa continualo
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Hola chicas y chicos hahaha.... Lo lamento por la tardanza, me quede sin red en mi cueva y no pude actualizar... Gracias por escribirme de vuelta ^^
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Capitulo tres: Casa de niños: Lince Vs Buey
-¡Kim Jonghyun! – el grito molesto de la jefe en turno de nuevo le llamo, todas las miradas se dirigieron a él mirándolo con lastima
“Pobre infeliz” – se podía leer en los rostros de sus compañeros. Se levantó sin ganas de llegar a la oficina, mas sin embargo la distancia era realmente corta.
-¿Qué es lo que pasa? Jessica- entro él a la oficina cerrando la puerta- ¿ocurrió algo malo? Hay algo mal en la redacción.
-No nada de eso- sonrío la mujer de cabellera rubia y hermoso perfil- ¿Cómo estás? Supe que ayer fuiste a dar al hospital- el muchacho alzo una ceja ¿Cómo rayos lo sabía?- la chica con la que vivo es enfermera de allí- arrugo la nariz- me dijo del paciente que casi muere y realmente eres el único Kim Jonghyun que conozco en toda la ciudad.
-Bien- se sentó frente a su compañera- antier me cogió la lluvia en pleno camino y creo que eso es lo que me hizo resfriar.- se encogió de hombros- lo importante es que todo está bien ahora.
-¿Ves? Eso te pasa por no usar el auto, lo tienes de aparador en la cochera, ya debe de tener tela de arañas por todos lados- rio escribiendo algo en su computadora.
-Ayer lo use para ir al hospital- rio despacio se supone que nadie debe enterarse de su amena conversación, la rubia le decía que debía guardar esa apariencia insoportable para futuro chantaje y mejor desempeño de sus empleados.
-Está bien, tiene buen uso. ¿Cómo está Gwiboonnie? Le debiste dar un gran susto ayer.
-En realidad no lo sabe, ayer no fui por ella de con su abuela y supongo que hoy ella misma la llevo a clases, solo sé que me va a matar cuando la vea hoy.
-Sip. Yo lo aria- el arrugo la nariz y torció los labios- ah Jonghyun, lee la propuesta de las lectoras para las nuevas columnas que estas diseñando, tal vez haya algo interesante.- el asintió y abrió la puerta haciéndole señas a su amiga- ¡Y NO QUIERO MAS ERRORES ¿ENTENDISTE?!
-Sí Directora, con su permiso- recorrió de nuevo el camino a su lugar siendo observado con lastima por sus compañeros, escondiendo su sonrisa en su interior. Reviso las propuestas de las lectoras tal como sugirió su amiga, no había nada interesante solo cosas como “Hola Jonghyun, por favor realiza mas entrevistas a grupos de chicos guapos” “Hola Jonghyun, la revista debería hablar de los animales en peligros de extinción en todo el mundo” “Hola Jonghyun, deberías tomar en cuenta los trabajos altruistas de los grupos ídolos de nuestro país”
Suspiro leyendo los 500 comentarios, aunque debería agradecer que su columna tuviera tantas seguidoras los comentarios siempre estaban entre hablar de chicos guapos, grupos de ídolos, altruismo o grupos de protección a la naturaleza. Estaba por la hora y media leyendo los comentarios hasta que al fin hubo uno que realmente le llamo la atención.
“Hola Jonghyun, mi nombre es Kim Si He me parece interesante que la próxima entrevista o columna de interés femenino sea sobre los cuidados de la mujer. Íntimos, de salud o belleza o ambos. Nadie habla acerca de lo que le podría pasar a una mujer en sus partes íntimas por una mala higiene. Espero que tomes en cuenta mi comentario si no para el siguiente, para alguna de tus entrevistas. Me encanta leer tu sección es muy interesante, saludos”
-¿Salud?- tenía a la enfermera perfecta para realizar esa “entrevista de trabajo”- Me parece una buena idea.
-¡¡JONGHYUN!!- de nuevo cerró los ojos al escuchar el grito de su jefa “¿Ahora qué?” pensó molesto levantándose de su lugar, en eso la vio correr fuera de su oficina- me va a volver loca, corre siento que explotara de estrés en cualquier momento.
-¿A qué te refieres?
-Hay un pequeño lince gritoneándome para hablar con su padre.- el menor se altero y corrió arrastrado por su jefa.
-¿Qué es lo que pasa Gwiboonnie? – Dijo al llegar al teléfono, cerró los ojos y se alejo del altavoz-
« ¡Es un idiota! Es un completo idiota ¡lo odio!- Jonghyun miro a Jessica que se encogió de hombros»
-¿Quién Gwiboon?
« ¡Minho! Él. Es un idiota creído. – grito desesperada haciendo un berrinche, desahogando su estrés- anda pavoneando por toda la escuela que es muy inteligente»
-Gwiboonnie tranquila- le dijo Jessica ganándose otro grito- olvídalo.
-«Jessica Unnie, no lo aguanto, es odioso, es creído es… ¡aj! Te veo luego papá, hasta luego Jessica Unnie»- colgó y dejo a los mayores en estado de shock
-Creo que en verdad tiene problemas con ese muchachito.- el padre asintió- ¿Quién es Minho, nunca había oído de él?
-Yo tampoco, ahora que lo dices, es la primera vez que oigo quejas- ambos se encogieron de hombros- ah, en encontrado una propuesta muy interesante es el comentario 450- la directora se sentó y se dispuso a leer sonriendo de manera extraña- ¿Qué te parece?
-Es la primera vez que hablaras de un tema de salud vaginal- lo dijo descaradamente y rio escandalosamente. – pero es buena idea. Adelante.
-Bien, comenzare ahora mismo con la entrevista.- se retito de la oficina y se sentó de nuevo en su escritorio, levanto el teléfono y marco la extensión “0” -«SI DIGA» Hyo soy Jonghyun «Ah hola Oppa ¿Cómo estás?» Muy bien- rio el muchacho- ¿Podrías pasarme una llamada del hospital central? «Claro, espera la llamada» Gracias- colgó y se dispuso a buscar en internet las imágenes perfectas para su columna de ese mes, iba por la mitad de las paginas en el buscador cuando el teléfono sonó, una sonrisa se instalo en su rostro cuando contesto «Oppa la llamada esta lista, adiós» Gracias Hyo adiós.- se escucho el cambio de locación y la voz femenina de la encargada en turno «Hospital central buenas tardes le atiende Min Yuu ¿en qué puedo ayudarlo? » Buenas tardes, estoy hablando de la editorial Korean life quisiera hablar con la enfermera Lee Eunsook si es posible- sonrío sin poder evitarlo- «Lo siento mucho, Eunsook cambio su turno para la mañana, su hora de salida es a las dos de la tarde» Ah está bien, la buscare en su casa gracias de todos modos « No hay por qué, hasta luego»
-Sera para mañana, resbaladiza pequeña mujer. – sonrío y continuo con su trabajo.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-¡¡Es una tonta!!- dijo una vez lejos de la escuela el pequeño Minho- se cree la gran cosa de la escuela y se cree muy inteligente- la mujer solo rio despacio para no ser oída por el exaltado niño- ah venido con tremenda cara de rata muerta a decirme que me odiaba.
-¿De quién hablas?- dijo una vez en la estación de tren- cargaba al pequeño Taemin en su brazo derecho y la bolsa del mandado en la izquierda.
-De Gwiboon- grito desesperado, se sentía realmente exaltado, las venas se le marcaban peligrosamente en su cuello, una extraña característica que se asemejaba a su padre, haciendo a Eunsook pensar que eran demasiado parecidos- Cree que por ser mayor que yo por no sé cuantos días me voy a quedar callado, ¡HA!
-No puede ser tan malo, además a una niña no le puedes decir cosas como si fuera un hombre- su hijo se volteo como el exorcista, tenía una sonrisa torcida y macabra en su rostro- Minho-shii me das miedo cuando me miras así.
-Pero es que no la conoces mama, es realmente una mimada. – se cruzo de brazos y de piernas recargándose en el poste a su lado, mientras esperaban el metro, de pronto el ceño fruncido del niño se desvaneció y sonrío abrazando a su mamá, sorprendiéndola por ese repentino acto.
-¿Qué pasa cariño?- el niño tomo la bolsa del mandado y se rodeo a sí mismo con el brazo de su madre- ¿Extrañabas pasar tiempo con mama calabaza?- dijo en medio de una suave carcajada y el niño asintió- te dije que ahora estaríamos juntos más tiempo.
-Eres una calabaza muy delgada, no puedes ser una. – ambos rieron al tiempo que el tren llegaba frente a ellos. La mujer pudo divisar por una de las ventanillas algo que la hizo estremecer de pies a cabeza, tomo la cabeza de su hijo mayor y se coloco frente a él abrazándolo con cariño, como si fuera lo más natural.
-Seré una delgada zanahoria entonces.- beso su frente y pudo divisar al hombre del que escondía a su hijo subir las escaleras del subterráneo- andando amor, llegaremos tarde y tu estomago exige comer cuanto antes.
-Pero las zanahorias saben horrible.- subió ignorando el comentario burlón de su madre, aunque en realidad si moría de hambre. Tomaron asiento cerca de la puerta, Taemin balbuceaba sabrá el cielo que cosas mientras su madre le contestaba a todo, ella realmente entendía al niño.
-Mamá ¿Puedo preguntarte algo? Pero me prometes responderme- ella asintió con una sonrisa- ¿Taemin y yo somos hermanos del mismo padre?- ella lo miro atenta pensando en que contestar.
-Es una larga historia, ¿te parece si nos sentamos a contestarla después de la cena?- el niño asintió con una sonrisa algo preocupada ¿Haría a su madre acordarse de cosas tristes? Si papa no vivía con ellos, era por qué algo malo había pasado ¿cierto?
El tren finalmente llego a su destino y ambos bajaron tomados de la mano, Taemin corría tras ellos cargando una pequeña bolsa de pan.
-Aw mi niño es todo un hombre- dijo riendo Minho también rio- me acuerdo el primer día que me ayudaste a cargar algo de la despensa, - camino siendo observada por su hijo mayor- cargabas un refresco de uva de tres litros- rio.
-¿No era eso muy pesado?
-Lo era, pero no querías dármelo. Tenias- pensó un momento arrastrando sus palabras- cuatro años exactos. Era tu cumpleaños ese día.- llegaron a su hogar, la mujer le paso la bolsa de papel al mayor de los niños mientras abría la puerta de su casa, el pequeño Taemin entro corriendo olvidando el pan en la acera- Al menos tu lo llevaste hasta la mesa- cuando la mama se giró para recogerlo un perro de 2 metros, según Minho, se lo llevo en el hocico. Ambos rieron dejando el mandado en la barra de la cocina- Suerte que compre dos bolsas de pan, prepare sándwich, ve a lavarte las manos y también a Tae.
-Si mamá.- cuando la mujer se vio sola suspiro profundamente, a su mente volvió la imagen de ese hombre bajando del subterráneo ¿Qué demonios hacia en el pueblo? ¿Viviría allí ahora? No, no, eso era imposible, hasta hace unos días vivía en la capital, no podía tener tan mala suerte ¿o sí?
-Solo debes tener cuidado Eunsook- sonrío apilando los sándwich en tres torres- Minho-shii, la comida esta lista vengan ahora mismo.- anuncio con su voz suave y cantarina, no tardo ni dos minutos en ver a su hijo mayor arrastrando al pequeño con tal de llegar rápido a la mesa- Trátalo mejor, ya crecerá y se desquitara contigo.
-tengo suficiente hambre como para que me importe la venganza de Taemin- devoro el primero de sus deliciosos sándwich- están deliciosos.- sus ojos brillaron haciendo reír a su mama.- ¿Cómo es que no eres una chef profesional?
-Bueno- palmeo sus manos sobre sus piernas- últimamente todos me quieren cambiar la profesión, Doctora, psicóloga y ahora Chef jajaja ¿está equivocado ser enfermera? Además, son solo un par de sándwich.
-Mama- dijo tranquilamente el menor- tienes a Taemin siguiendo el sándwich por todos lados, deja de mover tanto las manos- la madre miro a su pequeño que aun tenía sus bracitos estirados mirando con deseo el emparedado que ella tenía en las manos.
-Lo siento pequeño- se lo entrego- Minho-shii, ahora si cuéntame ¿Qué tiene esa niña que dices? Últimamente te quejas demasiado de ella ¿te está dando muchos problemas?- al pensar de nuevo en su compañera de colegio la garganta del menor se lleno de un liquido amargo y asintió devorando fieramente su tercer y último sándwich.
- Es una gritona, quiere que la obedezca en todo.- torció la boca- el profesor nos puso juntos a revisar los exámenes de los demás, y cometí un error ¡Casi me corre de corea! Me ah dicho una sarta de cosas y yo también le dije cosas.
-Oh… ¿quieres que hable con sus padres?
-No, le eh dicho que es una enana y se quedo callada. ¡Ha! Se trago sus palabras- sonrío satisfecho- creo que ya no me dirá nada tengo un repertorio de insultos para decirle. Además resulto que la cuenta que yo había hecho era correcta entonces ella se equivoco y se molesto a un mas.
-Minho, no le hagas caso. No necesitas ponerte mal por alguien así, ya entenderá que a ti no te interesa realmente ganarle.- el niño asintió cogiendo “despistadamente” un sándwich de la torre de Taemin- Minho… deja eso. – el menor encogió la nariz.
-Mama, ¿podemos ir al parque de diversiones hoy? Mis compañeros de clases me dijeron que era mejor que el de Seúl.- Taemin los miro a los dos y ladeo el rostro- ¿hay dinero para eso?
-No te preocupes por cosas como esas, el dinero déjamelo a mí y por supuesto que vamos a ir. Hace un tiempo que quiero divertirme contigo en algún juego de esos. Vamos a bañarnos y después de hacer los deberes vamos ¿te parece?- el niño asintió y corrió a su habitación deteniéndose en la puerta- ¿Qué pasa Minho?
-Mami, olvida lo que te dije. No quiero saber nada- corrió a su escritorio, la mujer sonrió aliviada.
- vamos Taeminnie, hay que dormir un rato.- lo levanto en sus brazos y camino, ignorando sin querer la llamada a su celular, el cual marcaba un número desconocido.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-¿Está segura que ese es el numero de Lee Eunsook? No responde.
-Así es señor Choi, es el último de los celulares que están registrados a ese nombre. Permítame realizar una nueva búsqueda en las otras compañías y yo misma le enviare los resultados.
-De acuerdo, gracias- el hombre se giro y miro una vez más su celular, en donde se anunciaba la ultima marcación.- ¿Dónde te metiste Eunsook?- puso su celular de vuelta en su abrigo y cogió su maletín. Debía regresar a la metrópolis, había perdido demasiado tiempo buscando a la mujer que hace unos 10 años había desaparecido de su vida, sin ni siquiera dejarle dar una explicación.
“Pobre infeliz” – se podía leer en los rostros de sus compañeros. Se levantó sin ganas de llegar a la oficina, mas sin embargo la distancia era realmente corta.
-¿Qué es lo que pasa? Jessica- entro él a la oficina cerrando la puerta- ¿ocurrió algo malo? Hay algo mal en la redacción.
-No nada de eso- sonrío la mujer de cabellera rubia y hermoso perfil- ¿Cómo estás? Supe que ayer fuiste a dar al hospital- el muchacho alzo una ceja ¿Cómo rayos lo sabía?- la chica con la que vivo es enfermera de allí- arrugo la nariz- me dijo del paciente que casi muere y realmente eres el único Kim Jonghyun que conozco en toda la ciudad.
-Bien- se sentó frente a su compañera- antier me cogió la lluvia en pleno camino y creo que eso es lo que me hizo resfriar.- se encogió de hombros- lo importante es que todo está bien ahora.
-¿Ves? Eso te pasa por no usar el auto, lo tienes de aparador en la cochera, ya debe de tener tela de arañas por todos lados- rio escribiendo algo en su computadora.
-Ayer lo use para ir al hospital- rio despacio se supone que nadie debe enterarse de su amena conversación, la rubia le decía que debía guardar esa apariencia insoportable para futuro chantaje y mejor desempeño de sus empleados.
-Está bien, tiene buen uso. ¿Cómo está Gwiboonnie? Le debiste dar un gran susto ayer.
-En realidad no lo sabe, ayer no fui por ella de con su abuela y supongo que hoy ella misma la llevo a clases, solo sé que me va a matar cuando la vea hoy.
-Sip. Yo lo aria- el arrugo la nariz y torció los labios- ah Jonghyun, lee la propuesta de las lectoras para las nuevas columnas que estas diseñando, tal vez haya algo interesante.- el asintió y abrió la puerta haciéndole señas a su amiga- ¡Y NO QUIERO MAS ERRORES ¿ENTENDISTE?!
-Sí Directora, con su permiso- recorrió de nuevo el camino a su lugar siendo observado con lastima por sus compañeros, escondiendo su sonrisa en su interior. Reviso las propuestas de las lectoras tal como sugirió su amiga, no había nada interesante solo cosas como “Hola Jonghyun, por favor realiza mas entrevistas a grupos de chicos guapos” “Hola Jonghyun, la revista debería hablar de los animales en peligros de extinción en todo el mundo” “Hola Jonghyun, deberías tomar en cuenta los trabajos altruistas de los grupos ídolos de nuestro país”
Suspiro leyendo los 500 comentarios, aunque debería agradecer que su columna tuviera tantas seguidoras los comentarios siempre estaban entre hablar de chicos guapos, grupos de ídolos, altruismo o grupos de protección a la naturaleza. Estaba por la hora y media leyendo los comentarios hasta que al fin hubo uno que realmente le llamo la atención.
“Hola Jonghyun, mi nombre es Kim Si He me parece interesante que la próxima entrevista o columna de interés femenino sea sobre los cuidados de la mujer. Íntimos, de salud o belleza o ambos. Nadie habla acerca de lo que le podría pasar a una mujer en sus partes íntimas por una mala higiene. Espero que tomes en cuenta mi comentario si no para el siguiente, para alguna de tus entrevistas. Me encanta leer tu sección es muy interesante, saludos”
-¿Salud?- tenía a la enfermera perfecta para realizar esa “entrevista de trabajo”- Me parece una buena idea.
-¡¡JONGHYUN!!- de nuevo cerró los ojos al escuchar el grito de su jefa “¿Ahora qué?” pensó molesto levantándose de su lugar, en eso la vio correr fuera de su oficina- me va a volver loca, corre siento que explotara de estrés en cualquier momento.
-¿A qué te refieres?
-Hay un pequeño lince gritoneándome para hablar con su padre.- el menor se altero y corrió arrastrado por su jefa.
-¿Qué es lo que pasa Gwiboonnie? – Dijo al llegar al teléfono, cerró los ojos y se alejo del altavoz-
« ¡Es un idiota! Es un completo idiota ¡lo odio!- Jonghyun miro a Jessica que se encogió de hombros»
-¿Quién Gwiboon?
« ¡Minho! Él. Es un idiota creído. – grito desesperada haciendo un berrinche, desahogando su estrés- anda pavoneando por toda la escuela que es muy inteligente»
-Gwiboonnie tranquila- le dijo Jessica ganándose otro grito- olvídalo.
-«Jessica Unnie, no lo aguanto, es odioso, es creído es… ¡aj! Te veo luego papá, hasta luego Jessica Unnie»- colgó y dejo a los mayores en estado de shock
-Creo que en verdad tiene problemas con ese muchachito.- el padre asintió- ¿Quién es Minho, nunca había oído de él?
-Yo tampoco, ahora que lo dices, es la primera vez que oigo quejas- ambos se encogieron de hombros- ah, en encontrado una propuesta muy interesante es el comentario 450- la directora se sentó y se dispuso a leer sonriendo de manera extraña- ¿Qué te parece?
-Es la primera vez que hablaras de un tema de salud vaginal- lo dijo descaradamente y rio escandalosamente. – pero es buena idea. Adelante.
-Bien, comenzare ahora mismo con la entrevista.- se retito de la oficina y se sentó de nuevo en su escritorio, levanto el teléfono y marco la extensión “0” -«SI DIGA» Hyo soy Jonghyun «Ah hola Oppa ¿Cómo estás?» Muy bien- rio el muchacho- ¿Podrías pasarme una llamada del hospital central? «Claro, espera la llamada» Gracias- colgó y se dispuso a buscar en internet las imágenes perfectas para su columna de ese mes, iba por la mitad de las paginas en el buscador cuando el teléfono sonó, una sonrisa se instalo en su rostro cuando contesto «Oppa la llamada esta lista, adiós» Gracias Hyo adiós.- se escucho el cambio de locación y la voz femenina de la encargada en turno «Hospital central buenas tardes le atiende Min Yuu ¿en qué puedo ayudarlo? » Buenas tardes, estoy hablando de la editorial Korean life quisiera hablar con la enfermera Lee Eunsook si es posible- sonrío sin poder evitarlo- «Lo siento mucho, Eunsook cambio su turno para la mañana, su hora de salida es a las dos de la tarde» Ah está bien, la buscare en su casa gracias de todos modos « No hay por qué, hasta luego»
-Sera para mañana, resbaladiza pequeña mujer. – sonrío y continuo con su trabajo.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-¡¡Es una tonta!!- dijo una vez lejos de la escuela el pequeño Minho- se cree la gran cosa de la escuela y se cree muy inteligente- la mujer solo rio despacio para no ser oída por el exaltado niño- ah venido con tremenda cara de rata muerta a decirme que me odiaba.
-¿De quién hablas?- dijo una vez en la estación de tren- cargaba al pequeño Taemin en su brazo derecho y la bolsa del mandado en la izquierda.
-De Gwiboon- grito desesperado, se sentía realmente exaltado, las venas se le marcaban peligrosamente en su cuello, una extraña característica que se asemejaba a su padre, haciendo a Eunsook pensar que eran demasiado parecidos- Cree que por ser mayor que yo por no sé cuantos días me voy a quedar callado, ¡HA!
-No puede ser tan malo, además a una niña no le puedes decir cosas como si fuera un hombre- su hijo se volteo como el exorcista, tenía una sonrisa torcida y macabra en su rostro- Minho-shii me das miedo cuando me miras así.
-Pero es que no la conoces mama, es realmente una mimada. – se cruzo de brazos y de piernas recargándose en el poste a su lado, mientras esperaban el metro, de pronto el ceño fruncido del niño se desvaneció y sonrío abrazando a su mamá, sorprendiéndola por ese repentino acto.
-¿Qué pasa cariño?- el niño tomo la bolsa del mandado y se rodeo a sí mismo con el brazo de su madre- ¿Extrañabas pasar tiempo con mama calabaza?- dijo en medio de una suave carcajada y el niño asintió- te dije que ahora estaríamos juntos más tiempo.
-Eres una calabaza muy delgada, no puedes ser una. – ambos rieron al tiempo que el tren llegaba frente a ellos. La mujer pudo divisar por una de las ventanillas algo que la hizo estremecer de pies a cabeza, tomo la cabeza de su hijo mayor y se coloco frente a él abrazándolo con cariño, como si fuera lo más natural.
-Seré una delgada zanahoria entonces.- beso su frente y pudo divisar al hombre del que escondía a su hijo subir las escaleras del subterráneo- andando amor, llegaremos tarde y tu estomago exige comer cuanto antes.
-Pero las zanahorias saben horrible.- subió ignorando el comentario burlón de su madre, aunque en realidad si moría de hambre. Tomaron asiento cerca de la puerta, Taemin balbuceaba sabrá el cielo que cosas mientras su madre le contestaba a todo, ella realmente entendía al niño.
-Mamá ¿Puedo preguntarte algo? Pero me prometes responderme- ella asintió con una sonrisa- ¿Taemin y yo somos hermanos del mismo padre?- ella lo miro atenta pensando en que contestar.
-Es una larga historia, ¿te parece si nos sentamos a contestarla después de la cena?- el niño asintió con una sonrisa algo preocupada ¿Haría a su madre acordarse de cosas tristes? Si papa no vivía con ellos, era por qué algo malo había pasado ¿cierto?
El tren finalmente llego a su destino y ambos bajaron tomados de la mano, Taemin corría tras ellos cargando una pequeña bolsa de pan.
-Aw mi niño es todo un hombre- dijo riendo Minho también rio- me acuerdo el primer día que me ayudaste a cargar algo de la despensa, - camino siendo observada por su hijo mayor- cargabas un refresco de uva de tres litros- rio.
-¿No era eso muy pesado?
-Lo era, pero no querías dármelo. Tenias- pensó un momento arrastrando sus palabras- cuatro años exactos. Era tu cumpleaños ese día.- llegaron a su hogar, la mujer le paso la bolsa de papel al mayor de los niños mientras abría la puerta de su casa, el pequeño Taemin entro corriendo olvidando el pan en la acera- Al menos tu lo llevaste hasta la mesa- cuando la mama se giró para recogerlo un perro de 2 metros, según Minho, se lo llevo en el hocico. Ambos rieron dejando el mandado en la barra de la cocina- Suerte que compre dos bolsas de pan, prepare sándwich, ve a lavarte las manos y también a Tae.
-Si mamá.- cuando la mujer se vio sola suspiro profundamente, a su mente volvió la imagen de ese hombre bajando del subterráneo ¿Qué demonios hacia en el pueblo? ¿Viviría allí ahora? No, no, eso era imposible, hasta hace unos días vivía en la capital, no podía tener tan mala suerte ¿o sí?
-Solo debes tener cuidado Eunsook- sonrío apilando los sándwich en tres torres- Minho-shii, la comida esta lista vengan ahora mismo.- anuncio con su voz suave y cantarina, no tardo ni dos minutos en ver a su hijo mayor arrastrando al pequeño con tal de llegar rápido a la mesa- Trátalo mejor, ya crecerá y se desquitara contigo.
-tengo suficiente hambre como para que me importe la venganza de Taemin- devoro el primero de sus deliciosos sándwich- están deliciosos.- sus ojos brillaron haciendo reír a su mama.- ¿Cómo es que no eres una chef profesional?
-Bueno- palmeo sus manos sobre sus piernas- últimamente todos me quieren cambiar la profesión, Doctora, psicóloga y ahora Chef jajaja ¿está equivocado ser enfermera? Además, son solo un par de sándwich.
-Mama- dijo tranquilamente el menor- tienes a Taemin siguiendo el sándwich por todos lados, deja de mover tanto las manos- la madre miro a su pequeño que aun tenía sus bracitos estirados mirando con deseo el emparedado que ella tenía en las manos.
-Lo siento pequeño- se lo entrego- Minho-shii, ahora si cuéntame ¿Qué tiene esa niña que dices? Últimamente te quejas demasiado de ella ¿te está dando muchos problemas?- al pensar de nuevo en su compañera de colegio la garganta del menor se lleno de un liquido amargo y asintió devorando fieramente su tercer y último sándwich.
- Es una gritona, quiere que la obedezca en todo.- torció la boca- el profesor nos puso juntos a revisar los exámenes de los demás, y cometí un error ¡Casi me corre de corea! Me ah dicho una sarta de cosas y yo también le dije cosas.
-Oh… ¿quieres que hable con sus padres?
-No, le eh dicho que es una enana y se quedo callada. ¡Ha! Se trago sus palabras- sonrío satisfecho- creo que ya no me dirá nada tengo un repertorio de insultos para decirle. Además resulto que la cuenta que yo había hecho era correcta entonces ella se equivoco y se molesto a un mas.
-Minho, no le hagas caso. No necesitas ponerte mal por alguien así, ya entenderá que a ti no te interesa realmente ganarle.- el niño asintió cogiendo “despistadamente” un sándwich de la torre de Taemin- Minho… deja eso. – el menor encogió la nariz.
-Mama, ¿podemos ir al parque de diversiones hoy? Mis compañeros de clases me dijeron que era mejor que el de Seúl.- Taemin los miro a los dos y ladeo el rostro- ¿hay dinero para eso?
-No te preocupes por cosas como esas, el dinero déjamelo a mí y por supuesto que vamos a ir. Hace un tiempo que quiero divertirme contigo en algún juego de esos. Vamos a bañarnos y después de hacer los deberes vamos ¿te parece?- el niño asintió y corrió a su habitación deteniéndose en la puerta- ¿Qué pasa Minho?
-Mami, olvida lo que te dije. No quiero saber nada- corrió a su escritorio, la mujer sonrió aliviada.
- vamos Taeminnie, hay que dormir un rato.- lo levanto en sus brazos y camino, ignorando sin querer la llamada a su celular, el cual marcaba un número desconocido.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-¿Está segura que ese es el numero de Lee Eunsook? No responde.
-Así es señor Choi, es el último de los celulares que están registrados a ese nombre. Permítame realizar una nueva búsqueda en las otras compañías y yo misma le enviare los resultados.
-De acuerdo, gracias- el hombre se giro y miro una vez más su celular, en donde se anunciaba la ultima marcación.- ¿Dónde te metiste Eunsook?- puso su celular de vuelta en su abrigo y cogió su maletín. Debía regresar a la metrópolis, había perdido demasiado tiempo buscando a la mujer que hace unos 10 años había desaparecido de su vida, sin ni siquiera dejarle dar una explicación.
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaaaaaaaaaaaaaa me sigo derritiendo de ternura por taemin cosito hermoso me lo imagino todo chiquito, y minho como pelea con la hija de jong eso es amor apache jejeje....pero que minho la esta buscandooooo nooooooooooo yo quieroque se quede con jong plis continualooo
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Jajja..me da risa como se pelean MinHo y Gwiboon..ajjaja
Ohhh...JJong está buscando a la mamá de MinHo...aunque también
el tal sr Choi!!!...Qué pasará???
Gracias por el capítulo!!!
Actualiza pronto porfissss
Ohhh...JJong está buscando a la mamá de MinHo...aunque también
el tal sr Choi!!!...Qué pasará???
Gracias por el capítulo!!!
Actualiza pronto porfissss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
amo a eunsook! y ame tu escrito1 porfavor sige asi! esto cada dia se viene mas bueno!!!! :D estare esperando la actuu
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Hahaa muchas gracias por comentar, Yo amo la relacion de Gwiboon Y Minho, son amor. Ustedes son amor, gracias por escrbirme.
:::::::::::::::::::::::::::::::
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Capitulo cuatro: Armando rompecabezas
“Vivir es una propuesta indecorosa”
Le había dicho su mejor amiga un año mayor que él, seguida de una risa escandalosa y aguda “Esta bien, hagamos eso. Solo porque eres el mejor editor que tengo y nunca me has defraudado” Por eso, después de 20 minutos se encontraba en el subterráneo ansiando llegar a la escuela de su hija. El reloj marcaba la una con treinta minutos, cuando el tren se detuvo a solo una cuadra de la escuela donde se encontraba el pequeño lince.
El Kim corrió con agilidad hasta doblar la esquina y después de eso camino con elegancia, pudo divisar a la mujer a la que necesitaba ver, se podía apreciar el impecable uniforme de enfermera tan blanco que amenazaba con brillar más que el propio sol. Estaba sentada en una de las sillas, jugando con el pequeño del cual, el Kim no recordaba el nombre.
-Enfermera Lee- saludo amigablemente, llamando la atención de la abstraída mujer. Sonrío tan brillantemente que cegó al muchacho- ¿Cómo has estado?
-Muy bien, al parecer usted también ah mejorado su salud, me alegro por eso- se giro de nuevo hacia su hijo, poniendo nervioso al pobre hombre.- ¿Viene por su hija?- el otro tomo asiento enseguida de ella y asintió.
-Yo… ayer hable al hospital para preguntar por ti.- la mujer de nuevo le miro- Pero me dijeron que habías cambiado el turno.
-Sí, ¿Qué es lo que necesitabas? – se sonrojo al pensar en las 1000 posibilidades que había para esa respuesta.
-Trabajo en una revista adolecente y tengo un espacio para hablar de cosas que a ellas les interesan, y planeaba hablar sobre los cuidados íntimos de la mujer. Y bueno, tu eres enfermera y mujer - sonrío siendo correspondido por la susodicha.
-Me parece bien. Dime ¿Cuándo planeas hacer la entrevista?– tomo al pequeño en sus manos que miraba atento al hombre frente a su mami.
-Bueno, debe de ser dentro de estos próximos tres días, el próximo número sale el 15 de septiembre- ella sintió en señal de comprender la situación.- ¿Podrías darme tu numero celular?- se sonrojo preocupado de sonar como un acosador.
-Creo que es lo mejor- Sonrío la mujer- ¿tú me llamaras para decirme la fecha y hora de la entrevista?- el asintió con una hermosa sonrisa en sus labios. – présteme su celular para apuntar el mío.
Ambos estaban tan atentos a las expresiones del otro que no se fijaron cuando una pequeña niña se acerco a ellos y los miro con el ceño fruncido.
-¿Papá?- la mujer volteo al mismo tiempo que el hombre, la niña no media más que su hijo, tenía el cabello castaño claro y los ojos entre grises y verdes, con una forma afilada como si de un gato se tratara, mas sin embargo su forma de vestir no oscilaba a la de una niña, jeans gastados, playeras holgadas y el cabello recogido en una cola de caballo algo enmarañada.
-Hola-sonrío la mujer entregándole el celular al hombre- Eres muy bonita- acaricio su cabello dejándola inmóvil por la suavidad de esas manos blancas- Bueno paciente Kim, espero su llamada para confirmar- le levanto empujando la carriola donde estaba su hijo menor- Hasta luego hermosa- se despidió de la niña con una sonrisa.
-Gwiboonnie, vamos a casa.- puso su mano en la espalda de su hija y emprendieron camino- ¿Cómo te fue en la escuela?- ella negó molesta- ¿te fue mal en un examen?- volvió a negar.
-Voy muy bien en las evaluaciones, mis compañeros y amigas me dicen que soy la más inteligente de la escuela- de pronto giro hacia el barandal de la escuela observando a Minho caminar sin prisa hacia la salida- pero él se burla de mi.
-Ah, de nuevo el pequeño Minho.- sonrío no entendiendo en nada por qué su hija había tomado tanto rencor hacia el pobre niño, nunca había pasado.
-Sí, es odioso.- agito su cabeza- ¿Quién era la mujer con la que hablabas?- pregunto curiosa y con una sonrisa- era muy bonita
-¿Tú crees?- ella asintió de nuevo- era la enfermera Lee, ella me cuido cuando enferme y fui al hospital- la niña marco su boca en una “O” – ahora quiero escribir un artículo sobre la salud de las mujeres, y me pareció buena idea preguntarle a ella ¿Qué dices?
-Está bien- sonrío satisfecha con la respuesta de su papa- ¿la invitaras a casa?- él la miro confundido- es una buena idea realizar una entrevista supervisado por mí.- comento celosa, tenía tan poco tiempo a su papa con ella como para que llegara una tipa y lo quitara.
-Es una gran idea, podemos comer todos juntos- la niña asintió, quería conocer más a esa mujer- la llamare llegando a casa para decirle nuestra idea, pediré que mañana me cambien el turno para la mañana y podremos comer juntos.
-¡¡Sí!!- se abrazo a las piernas de su papa y caminaron al metro- ¿le avisaste a la abuela que vendrías por mi?
-Claro- sonrió él. Tomaron el metro una vez mas y llegaron al departamento donde vivían todo el camino ella se fue contando de un concurso de canto que habría en la escuela, en el cual quería participar.- me parece genial inscribirte, si no ganas será para la próxima pero no pierdas la oportunidad.
-¿Tú crees? Pero debo educar mi voz, aun desafino.- se puso a cantar algo improvisado, a vista de su papá sonaba hermoso, y de hecho para otras personas era igual, ella cantaba al viento lo que sentía. Canto durante todo el camino de regreso a casa.
-Gwiboonnie- saludo una mujer de elegante vestimenta. Ambos voltearon hacia la voz suave y aniñada.- Eso fue muy bonito
-Mamá hola- sonrío cansada la niña-¿Tú crees? Me quiero inscribir a un concurso de canto que organiza la escuela- la mujer camino hasta ellos y tomo la mano de la pequeña.
-Es una buena idea, demuéstrales que tú puedes ser la mejor de todas.- se giro hacia el padre de sus hijos- Jonghyun, ¿puedo hablar un poco contigo?- mientras las chicas tenían su conversación él se encargo de abrir la puerta de su casa.
-Claro, niños ¿Por qué no van adentro?- ellos obedecieron corriendo- ¿Qué pasa?- sonrío tranquilo, hacia muchísimo tiempo que el corazón dejaba de acelerarse con la voz fina de la mujer- ¿ocurrió algo?
-No nada de eso.- se sentó en una banca que había fuera del departamento del Kim- La compañía de papá está entrando en renovación de personal, y soy la directora ahora- el asintió- debo viajar a Vietnam para renovar los contratos y arreglar unas cosillas, y eso me tomara más de dos semanas. Bumi quiso pasar ese tiempo aquí contigo. Y sinceramente me parece lo mejor ¿puedes hacerlo?
-Claro que si, sabes que no debes preguntar tal cosa.─ se giro hacia el auto de la mujer y sonrió al ver todas las maletas que había dentro─ Creo que venias preparada para mi “Si” inmediato- ella rio con sutileza abriendo la cajuela del coche- Suerte en Vietnam, tráenos obsequios y recuerditos.
- Por supuesto. Muchas gracias Jjong, perdón por venir de improvisto.─ se subió al auto ─ Nos vemos en unos días. Cuídalo mucho- el asintió y la vio partir.
-Niños, ayúdenme a meter las maletas- al instante llegaron y cada quien arrastro una de ellas- Bueno, ahora comeremos Pizza ¿Qué dicen?- el grito de felicidad unisonó de los pequeños le lleno de una paz increíble- Bueno, suban al auto, iremos a por la abuela. –Ambos corrieron como almas que lleva el diablo hacia el auto del mayor y el marco el número que rondaba por su cabeza desde hace unos minutos.
-« ¿Hola?» El chico reconoció la voz de la persona y sonrío cerrando la puerta de su casa- Enfermera Lee soy Kim Jonghyun- su hija lo miro atento, el pequeño Kibum no entendía nada de lo que ocurría- « Ah Joven Kim, ¿Qué pasa? ¿Ya tiene una hora?» Sí- sonrío- fue idea de mi hija que venga a comer a nuestra casa mañana después del colegió ¿tiene algún inconveniente?- la niña sonrío esperando la voz de la mujer- «No, claro que no. Si la pequeña está de acuerdo me parece perfecto» Genial- sonrío- nos vemos mañana entonces. Hasta luego y gracias.- colgó y se subió.
-¿Quién era?- pregunto el gemelo al aire.
-Mañana comerán con nosotros unas personas- le respondió su hermana- es por el trabajo de papá. – Él niño afirmo y se sentó en orden- ¿ella tiene hijos en la escuela? ¿O por qué estaba allí?
-Sí, me parece que tiene dos hijos, el pequeño es pequeño- Kibum rio de lo ilógico que sonó eso haciendo reír a su papa y su hermana también- ¡Hey! No te burles del viejo que estoy hecho- ambos niños se abrazaron riendo a carcajadas de él.
-Está bien, quiero conocerla.- dijo el niño.- Ancio que mañana llegue rápido.
*~__.:.__~•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
El salón de clases se quedo solo, al tiempo que el timbre anunciaba el fin de las clases de ese día. La pequeña niña de ojos grises colgó su mochila morada a su hombro y camino sin prisa hacia la salida, pudo divisar a su padre hablando sonrientemente con unas madres de familia de su salón, gruño molesta y se acerco apresurando el pasó ¿Dónde estaba la mujer enfermera? ¿Y si se le había olvidado?
Giro su pequeña y castaña cabecita hacia la esquina y la pudo divisar. Venia caminando con una sonrisa pintada en su rostro, le gustaba, esa mujer le transmitía un sentimiento que no era posible describir. Venía hablando con el bebe en sus brazos, era un lindo niño por lo que se veía, tenía el cabello al tipo hongo de un color tan brillante que pensó era una peluca. Ella diviso a su padre, pero lo vio tan rodeado de tipejas que se sentó lejos de donde él estaba. El bebe levanto un peluche en forma de gato, y su madre le sonrió de nuevo.
Gwiboon sintió celos de sé niño, ella quería hablar con su madre y que esta le prestara la mínima atención como esa mujer a su hijo. El debía tener el cariño de su padre y su madre, en cambio ella tenía que estar dividida en dos hogares, dos estilos y ritmos de vida diferentes. Suspiro acercándose a su padre.
-Ah Gwiboon-shii- la niña frunció el entrecejo dejándolo callado- ¿Qué pasa? ¿Podrías esperar? estoy hablando con estas personas- ella asintió alejándose un poco de su padre, miro de nueva cuenta a la mujer, hoy no llevaba el traje de enfermera, tenía una falda de lunares blancos y una camisa tipo polo, se veía realmente bien, su cabello estaba sujetado en una cola de caballo, adornado con un moño del mismo color que la camisa.
Vio como ella peinaba al niño, la misma Gwiboon acaricio su cabello maltratado, su mama nunca le había peinado, ni puesto ropa linda. Se acerco cautelosamente a la mujer y esta le sonrío llamándole con la mano.
-Hola pequeña ¿Quieres tomar asiento?- asintió y se sentó enseguida de ella- El es Taemin, tiene dos años, di hola a la niña Taeminnie.- el bebe miro a la susodicha y sonrió estirando su manita, se veía realmente adorable.- Jajaja, tu papá se ve ocupado- ambas miraron al hombre que seguía atrapado en esa conversación.
-Siempre es así- se encogió de hombros mirando de cerca la sonrisa y mirada insistente de la mujer a la puerta de la escuela- ¿Tienes otro hijo?
-Sí, tu papá me dijo que tienes Ocho años, mi hijo también. – ella asintió, entonces debía ser su compañero de escuela. La mujer arreglo otro mechón de cabellos del pequeño.
-Llegando a casa…- dijo la niña algo insegura de continuar- ¿Podrías peinarme y vestirme como tú?- la mujer la miro- Yo… nunca me eh peinado bonito, casi no veo a papa y la abuela no puede por que le duelen sus manos.
-¿Qué hay de tu mami?
-Ella no vive con nosotros, casi nunca la veo- se giro sosteniendo sus lago cabello.- ¿crees que soy bonita?
-Por supuesto, además tienes unos ojos hermosos. – sé giro sobre su propio cuerpo tomando su bolsa.- vamos, parece que estas hambrienta y tu padre que no se apura- tomo su mano asiéndola sonreír, nunca antes alguien había tomado tiempo para ese simple y cálido acto.- Paciente Kim- rio ligeramente haciendo que a su simple llamado el joven dejara la conversación de lado- Me alegro encontrarlo aquí- el hombre se giro viendo la mano de su hija atada a esa mujer.
-Enfermera Lee- se giro a las mujeres- lo siento señoras, seguiremos nuestra conversación en otro momento.- estas se espabilaron como moscas haciendo a la niña reír victoriosa.
-Papa, vamos a casa ahora, estoy cansada.- el hombre las miro- Kibum debe sentirse solo en casa.– su padre rio y acaricio su cabello. La niña se giro hacia la entrada viendo a Minho acercarse con lentitud casi con miedo- No… no puede ser. ¿Qué haces tú aquí?
-Minho-shii- llamo la mujer desorientada, ¿Que era esa cara de asco en su hijo?
-¿Mamá? ¿Qué haces de la mano de Gwiboon?- los dos padres se miraron entre sí, ¿Minho? ¿Gwiboon? ¿Podría ser el mundo más pequeño?
Le había dicho su mejor amiga un año mayor que él, seguida de una risa escandalosa y aguda “Esta bien, hagamos eso. Solo porque eres el mejor editor que tengo y nunca me has defraudado” Por eso, después de 20 minutos se encontraba en el subterráneo ansiando llegar a la escuela de su hija. El reloj marcaba la una con treinta minutos, cuando el tren se detuvo a solo una cuadra de la escuela donde se encontraba el pequeño lince.
El Kim corrió con agilidad hasta doblar la esquina y después de eso camino con elegancia, pudo divisar a la mujer a la que necesitaba ver, se podía apreciar el impecable uniforme de enfermera tan blanco que amenazaba con brillar más que el propio sol. Estaba sentada en una de las sillas, jugando con el pequeño del cual, el Kim no recordaba el nombre.
-Enfermera Lee- saludo amigablemente, llamando la atención de la abstraída mujer. Sonrío tan brillantemente que cegó al muchacho- ¿Cómo has estado?
-Muy bien, al parecer usted también ah mejorado su salud, me alegro por eso- se giro de nuevo hacia su hijo, poniendo nervioso al pobre hombre.- ¿Viene por su hija?- el otro tomo asiento enseguida de ella y asintió.
-Yo… ayer hable al hospital para preguntar por ti.- la mujer de nuevo le miro- Pero me dijeron que habías cambiado el turno.
-Sí, ¿Qué es lo que necesitabas? – se sonrojo al pensar en las 1000 posibilidades que había para esa respuesta.
-Trabajo en una revista adolecente y tengo un espacio para hablar de cosas que a ellas les interesan, y planeaba hablar sobre los cuidados íntimos de la mujer. Y bueno, tu eres enfermera y mujer - sonrío siendo correspondido por la susodicha.
-Me parece bien. Dime ¿Cuándo planeas hacer la entrevista?– tomo al pequeño en sus manos que miraba atento al hombre frente a su mami.
-Bueno, debe de ser dentro de estos próximos tres días, el próximo número sale el 15 de septiembre- ella sintió en señal de comprender la situación.- ¿Podrías darme tu numero celular?- se sonrojo preocupado de sonar como un acosador.
-Creo que es lo mejor- Sonrío la mujer- ¿tú me llamaras para decirme la fecha y hora de la entrevista?- el asintió con una hermosa sonrisa en sus labios. – présteme su celular para apuntar el mío.
Ambos estaban tan atentos a las expresiones del otro que no se fijaron cuando una pequeña niña se acerco a ellos y los miro con el ceño fruncido.
-¿Papá?- la mujer volteo al mismo tiempo que el hombre, la niña no media más que su hijo, tenía el cabello castaño claro y los ojos entre grises y verdes, con una forma afilada como si de un gato se tratara, mas sin embargo su forma de vestir no oscilaba a la de una niña, jeans gastados, playeras holgadas y el cabello recogido en una cola de caballo algo enmarañada.
-Hola-sonrío la mujer entregándole el celular al hombre- Eres muy bonita- acaricio su cabello dejándola inmóvil por la suavidad de esas manos blancas- Bueno paciente Kim, espero su llamada para confirmar- le levanto empujando la carriola donde estaba su hijo menor- Hasta luego hermosa- se despidió de la niña con una sonrisa.
-Gwiboonnie, vamos a casa.- puso su mano en la espalda de su hija y emprendieron camino- ¿Cómo te fue en la escuela?- ella negó molesta- ¿te fue mal en un examen?- volvió a negar.
-Voy muy bien en las evaluaciones, mis compañeros y amigas me dicen que soy la más inteligente de la escuela- de pronto giro hacia el barandal de la escuela observando a Minho caminar sin prisa hacia la salida- pero él se burla de mi.
-Ah, de nuevo el pequeño Minho.- sonrío no entendiendo en nada por qué su hija había tomado tanto rencor hacia el pobre niño, nunca había pasado.
-Sí, es odioso.- agito su cabeza- ¿Quién era la mujer con la que hablabas?- pregunto curiosa y con una sonrisa- era muy bonita
-¿Tú crees?- ella asintió de nuevo- era la enfermera Lee, ella me cuido cuando enferme y fui al hospital- la niña marco su boca en una “O” – ahora quiero escribir un artículo sobre la salud de las mujeres, y me pareció buena idea preguntarle a ella ¿Qué dices?
-Está bien- sonrío satisfecha con la respuesta de su papa- ¿la invitaras a casa?- él la miro confundido- es una buena idea realizar una entrevista supervisado por mí.- comento celosa, tenía tan poco tiempo a su papa con ella como para que llegara una tipa y lo quitara.
-Es una gran idea, podemos comer todos juntos- la niña asintió, quería conocer más a esa mujer- la llamare llegando a casa para decirle nuestra idea, pediré que mañana me cambien el turno para la mañana y podremos comer juntos.
-¡¡Sí!!- se abrazo a las piernas de su papa y caminaron al metro- ¿le avisaste a la abuela que vendrías por mi?
-Claro- sonrió él. Tomaron el metro una vez mas y llegaron al departamento donde vivían todo el camino ella se fue contando de un concurso de canto que habría en la escuela, en el cual quería participar.- me parece genial inscribirte, si no ganas será para la próxima pero no pierdas la oportunidad.
-¿Tú crees? Pero debo educar mi voz, aun desafino.- se puso a cantar algo improvisado, a vista de su papá sonaba hermoso, y de hecho para otras personas era igual, ella cantaba al viento lo que sentía. Canto durante todo el camino de regreso a casa.
-Gwiboonnie- saludo una mujer de elegante vestimenta. Ambos voltearon hacia la voz suave y aniñada.- Eso fue muy bonito
-Mamá hola- sonrío cansada la niña-¿Tú crees? Me quiero inscribir a un concurso de canto que organiza la escuela- la mujer camino hasta ellos y tomo la mano de la pequeña.
-Es una buena idea, demuéstrales que tú puedes ser la mejor de todas.- se giro hacia el padre de sus hijos- Jonghyun, ¿puedo hablar un poco contigo?- mientras las chicas tenían su conversación él se encargo de abrir la puerta de su casa.
-Claro, niños ¿Por qué no van adentro?- ellos obedecieron corriendo- ¿Qué pasa?- sonrío tranquilo, hacia muchísimo tiempo que el corazón dejaba de acelerarse con la voz fina de la mujer- ¿ocurrió algo?
-No nada de eso.- se sentó en una banca que había fuera del departamento del Kim- La compañía de papá está entrando en renovación de personal, y soy la directora ahora- el asintió- debo viajar a Vietnam para renovar los contratos y arreglar unas cosillas, y eso me tomara más de dos semanas. Bumi quiso pasar ese tiempo aquí contigo. Y sinceramente me parece lo mejor ¿puedes hacerlo?
-Claro que si, sabes que no debes preguntar tal cosa.─ se giro hacia el auto de la mujer y sonrió al ver todas las maletas que había dentro─ Creo que venias preparada para mi “Si” inmediato- ella rio con sutileza abriendo la cajuela del coche- Suerte en Vietnam, tráenos obsequios y recuerditos.
- Por supuesto. Muchas gracias Jjong, perdón por venir de improvisto.─ se subió al auto ─ Nos vemos en unos días. Cuídalo mucho- el asintió y la vio partir.
-Niños, ayúdenme a meter las maletas- al instante llegaron y cada quien arrastro una de ellas- Bueno, ahora comeremos Pizza ¿Qué dicen?- el grito de felicidad unisonó de los pequeños le lleno de una paz increíble- Bueno, suban al auto, iremos a por la abuela. –Ambos corrieron como almas que lleva el diablo hacia el auto del mayor y el marco el número que rondaba por su cabeza desde hace unos minutos.
-« ¿Hola?» El chico reconoció la voz de la persona y sonrío cerrando la puerta de su casa- Enfermera Lee soy Kim Jonghyun- su hija lo miro atento, el pequeño Kibum no entendía nada de lo que ocurría- « Ah Joven Kim, ¿Qué pasa? ¿Ya tiene una hora?» Sí- sonrío- fue idea de mi hija que venga a comer a nuestra casa mañana después del colegió ¿tiene algún inconveniente?- la niña sonrío esperando la voz de la mujer- «No, claro que no. Si la pequeña está de acuerdo me parece perfecto» Genial- sonrío- nos vemos mañana entonces. Hasta luego y gracias.- colgó y se subió.
-¿Quién era?- pregunto el gemelo al aire.
-Mañana comerán con nosotros unas personas- le respondió su hermana- es por el trabajo de papá. – Él niño afirmo y se sentó en orden- ¿ella tiene hijos en la escuela? ¿O por qué estaba allí?
-Sí, me parece que tiene dos hijos, el pequeño es pequeño- Kibum rio de lo ilógico que sonó eso haciendo reír a su papa y su hermana también- ¡Hey! No te burles del viejo que estoy hecho- ambos niños se abrazaron riendo a carcajadas de él.
-Está bien, quiero conocerla.- dijo el niño.- Ancio que mañana llegue rápido.
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El salón de clases se quedo solo, al tiempo que el timbre anunciaba el fin de las clases de ese día. La pequeña niña de ojos grises colgó su mochila morada a su hombro y camino sin prisa hacia la salida, pudo divisar a su padre hablando sonrientemente con unas madres de familia de su salón, gruño molesta y se acerco apresurando el pasó ¿Dónde estaba la mujer enfermera? ¿Y si se le había olvidado?
Giro su pequeña y castaña cabecita hacia la esquina y la pudo divisar. Venia caminando con una sonrisa pintada en su rostro, le gustaba, esa mujer le transmitía un sentimiento que no era posible describir. Venía hablando con el bebe en sus brazos, era un lindo niño por lo que se veía, tenía el cabello al tipo hongo de un color tan brillante que pensó era una peluca. Ella diviso a su padre, pero lo vio tan rodeado de tipejas que se sentó lejos de donde él estaba. El bebe levanto un peluche en forma de gato, y su madre le sonrió de nuevo.
Gwiboon sintió celos de sé niño, ella quería hablar con su madre y que esta le prestara la mínima atención como esa mujer a su hijo. El debía tener el cariño de su padre y su madre, en cambio ella tenía que estar dividida en dos hogares, dos estilos y ritmos de vida diferentes. Suspiro acercándose a su padre.
-Ah Gwiboon-shii- la niña frunció el entrecejo dejándolo callado- ¿Qué pasa? ¿Podrías esperar? estoy hablando con estas personas- ella asintió alejándose un poco de su padre, miro de nueva cuenta a la mujer, hoy no llevaba el traje de enfermera, tenía una falda de lunares blancos y una camisa tipo polo, se veía realmente bien, su cabello estaba sujetado en una cola de caballo, adornado con un moño del mismo color que la camisa.
Vio como ella peinaba al niño, la misma Gwiboon acaricio su cabello maltratado, su mama nunca le había peinado, ni puesto ropa linda. Se acerco cautelosamente a la mujer y esta le sonrío llamándole con la mano.
-Hola pequeña ¿Quieres tomar asiento?- asintió y se sentó enseguida de ella- El es Taemin, tiene dos años, di hola a la niña Taeminnie.- el bebe miro a la susodicha y sonrió estirando su manita, se veía realmente adorable.- Jajaja, tu papá se ve ocupado- ambas miraron al hombre que seguía atrapado en esa conversación.
-Siempre es así- se encogió de hombros mirando de cerca la sonrisa y mirada insistente de la mujer a la puerta de la escuela- ¿Tienes otro hijo?
-Sí, tu papá me dijo que tienes Ocho años, mi hijo también. – ella asintió, entonces debía ser su compañero de escuela. La mujer arreglo otro mechón de cabellos del pequeño.
-Llegando a casa…- dijo la niña algo insegura de continuar- ¿Podrías peinarme y vestirme como tú?- la mujer la miro- Yo… nunca me eh peinado bonito, casi no veo a papa y la abuela no puede por que le duelen sus manos.
-¿Qué hay de tu mami?
-Ella no vive con nosotros, casi nunca la veo- se giro sosteniendo sus lago cabello.- ¿crees que soy bonita?
-Por supuesto, además tienes unos ojos hermosos. – sé giro sobre su propio cuerpo tomando su bolsa.- vamos, parece que estas hambrienta y tu padre que no se apura- tomo su mano asiéndola sonreír, nunca antes alguien había tomado tiempo para ese simple y cálido acto.- Paciente Kim- rio ligeramente haciendo que a su simple llamado el joven dejara la conversación de lado- Me alegro encontrarlo aquí- el hombre se giro viendo la mano de su hija atada a esa mujer.
-Enfermera Lee- se giro a las mujeres- lo siento señoras, seguiremos nuestra conversación en otro momento.- estas se espabilaron como moscas haciendo a la niña reír victoriosa.
-Papa, vamos a casa ahora, estoy cansada.- el hombre las miro- Kibum debe sentirse solo en casa.– su padre rio y acaricio su cabello. La niña se giro hacia la entrada viendo a Minho acercarse con lentitud casi con miedo- No… no puede ser. ¿Qué haces tú aquí?
-Minho-shii- llamo la mujer desorientada, ¿Que era esa cara de asco en su hijo?
-¿Mamá? ¿Qué haces de la mano de Gwiboon?- los dos padres se miraron entre sí, ¿Minho? ¿Gwiboon? ¿Podría ser el mundo más pequeño?
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
woooooooooo me encanto....me gusto que la pequeña gwiboon no rechazara a la enfermera...pero pasara lo mismo con el pequeño minho y jong.....espero que si, y ahora kibum vivira con ellos woo que bonito, por un momento pense que la mama de los niños queria tener algo con jong de nuevo por la conversacion pero lo bueno que nada que ver...ahora a ver que pasara.....estoy anciosa.....siguela pronto
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
por fin Jong encontró a Eunsook y ya su hija
la aceptó..jajaj...
ahora que pasará que la niña sabe que es mamá de
MinHo??...pero que no la rechace por eso!!!
Ohh..el pequeño Kibum vivirá con su papá, que bien
ahora a esperar como es el comportamiento del niñooo..jajaj
Actualiza pronto por favorrr
la aceptó..jajaj...
ahora que pasará que la niña sabe que es mamá de
MinHo??...pero que no la rechace por eso!!!
Ohh..el pequeño Kibum vivirá con su papá, que bien
ahora a esperar como es el comportamiento del niñooo..jajaj
Actualiza pronto por favorrr
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Hahahah Gracias hermosas :3 Siempre por escribir... les dejo el siguiente capi, espero que les guste, no es muy reveladora pero algo necesario el capitulo ^○^
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Capítulo 5: Cosas de niños II- Conviviendo con el enemigo.-
“Siempre hay un lugar para descansar” escribió el pequeño de cabello castaño y ojos grandes en el libro del que prácticamente, se había apoderado. Cuando llegó a la escuela era el típico “nuevo” que no tiene amigos y se refugia en la biblioteca. Era el único niño que se encontraba allí y el bibliotecario lo siguió con la mirada desconfiado, hasta que llego a un estante al fondo.
Todos los libros eran de un color rojo quemado, y tan gruesos como una pared. Por eso le llamo la tención el libro delgado en medio de ellos, era de color azul, y tenía hermosas letras occidentales al lado con la palabra en Ingles “Fallen” no daba crédito a ella ya que no entendía pero bajo el libro, ojeándolo vacilante.
-Está vacío-Dijo en aquel entonces y lo doblo haciendo bailar a las hojas con rapidez.
-Es un cuaderno- le dijo el bibliotecario- es tuyo por qué lo encontraste pero no puedes salir con el de este lugar. – El niño lo miro desconfiado- Aquí puedes escribir frases y solo frases, interesantes o que salgan de tu corazón.- el niño sonrió mirando su nueva especie de diario- cuando esté lleno le pondrás tu nombre y te lo podrás llevar a casa.
Desde aquel día, iba a la biblioteca a escribir una frase. Tenía cerca de 150 ahora, su mama era un libro lleno de interesantes frases sobre la vida. Recordaba en especial una de ellas, en la página 25 del libro, cerca de la línea 12 que decía “No puedo extrañarte, esperando por qué me canses.”
El pequeño Minho de apenas 8 años, podía decir que la vida era incierta, el no sabía quién era su padre, antes estaba solo todo el tiempo, y debía cargar con una responsabilidad que no le pertenecía del todo. Pero como decía su mama “Hay que trabajar duro para gozar el descanso y adaptarse a los cambios” y él sabía que todo podía ocurrir el día de mañana. Debía darle crédito a esa clase de frases que hacían acelerar su corazón.
Pero si había algo, a lo que Minho debía darle crédito eso era a la más vieja de las comedias en el mundo, porque su vida ahora era una y de las grandes. Apenas salir del colegio vio algo que no le gusto para nada, su madre a la que tanto quería estaba agarrada de la mano con su peor enemigo, Kim Gwiboon.
-¿Minho dices?- había dicho el padre de la gata enana con un claro tono de sorpresa- ¿entonces tu eres quien molesta a mi niña? ¿O al que mi niña molesta?- Minho estaba por gritar que exacto la segunda opción era la correcta cuando su madre lo tomo de la mano, la miro y ella le sonrió.
No debía pelear con la hija de la persona que los invito a comer ¿verdad? Por eso se mantuvo al margen de la conversación de los dos mayores acerca de cosas triviales que él no comprendía de todo. Taemin no paraba de acariciar el cabello de su mamá, Gwiboon lo miraba enojada, con el ceño fruncido y los ojos arrugados. Minho le miro de igual manera y luego miro a su madre que se encontraba platicando sonrientemente con el señor Kim.
-No puedo creer que seas hijo de la enfermera Lee- se cruzo de brazos y miro por la ventana- es una verdadera lástima que ella siendo tan amable tenga un hijo como tu- Minho sonrió con burla y aparto la mirada del torrente de emociones que transmitía la de la niña-¿De qué te ríes?
-Es mi mamá y ese es el punto- no hubo más conversación por parte de los pequeños. Eunsook y Jonghyun intercambiaron miradas. Bajaron del ascensor que los llevaría a la casa del Kim, Minho miro maravillado la pantalla LCD que colgaba de la pared de ese departamento tan increíble.-Wow señor Kim, su sala es genial. El Futbol se debe de ver increíble en esta pantallota- El hombre rio acariciando la cabeza del niño.
-¿Qué dices si la próxima vez que haya partido la vemos juntos? SI no me equivoco… en tres días hay nacionales.- La madre del niño creyó que su hijo moriría de una clase de paro respiratorio pero rio con ganas cuando Taemin empezó a brincar al igual que Minho.
-Creo que el pequeño se apunta.- rio una mujer de edad avanzada mientras salía de un cuarto al fondo del departamento, con unas grandes ollas de comida.
-¡Abuela!- Corrió Gwiboon a abrazarla, la mujer rio dejando la olla en la mesa- Mira, ella es la señora Lee, es la enfermera que ayudo a mi papa en el hospital. – la mujer se reverencio ante la anciana y ella hizo lo mismo.
-Muchas gracias por cuidar de mi nieto, es un completo niño patoso- se burlo y el hombre frunció el entrecejo- Bueno, eh terminado la comida y no quiero que se desperdicie un solo plato.- al pobre Minho le dolió el estomago de solo oír eso.- Ve tu primero a lavarte las manos y trae a Kibum que se estaba bañando.
-Pero Kibum es un niño… que valla Minho y le llame.- el menor la miro con odio, y arrugo el ceño.- No me veas así, ve ya o no comeremos nunca.- sonrió sentándose en uno de los sillones y cruzo las piernas, acomodando su barbilla en su mano.
-Te odio, odiosa- susurro para que el hombre no le escuchara y camino con pasos pesados a donde la abuela le indico, estaba el baño. Escucho una queja algo aniñada contra una mariposa que se había metido al baño.- Eh… hola.
-…-No hubo más ruido el pequeño Kibum se levanto del suelo y miro la puerta- Hola.
-Eh… la abuela dice que vayas a comer ahora.- Kibum abrió la puerta haciendo que Minho se fuera de espaldas y lo viera como si fuera el demonio, salió corriendo a la cocina y se abrazo de su madre.
-¿Qué pasa Minho-shii?
-¡¡¡Es horrible mama!!! Es igual a ella y tiene sus ojos y es hombre- lloraba dramáticamente, Gwiboon frunció el ceño y le pego una patada. La madre de Minho miro a la niña buscando una explicación ah el dramatismo de su hijo.
-Tengo hijos gemelos- el joven indicó con su cabeza a su niño parado en la puerta de la cocina, la mujer se giro y lo vio también. Minho tenía razón, era igual en todo a la pequeña Gwiboon.- Kibum-shii ella es la mujer con la que hablaba en el auto-. En niño la saludo con una reverencia y volteo hacia su hermana, a decir verdad se sentía un poco incomodo de tener a esa mujer en el departamento, pronto se acercaba su cumpleaños y no quería pasarlo solo como era costumbre, pero Gwiboon ahora lo que de verdad le interesaba era saber por qué su gemela tenía esa cara tan triste.
Kibum miro hacia donde se dirigía la mirada de su hermana, y pudo ver como la mujer hablaba algo con el mocoso de antes, besaba sus labios con simpleza y se dirigían al lavamanos en la cocina.
-¿mama es así contigo?- le pregunto marcando las líneas de su frente- ¿Ella te peina y te besa cuando es mañana?- Kibum creyó entender a su hermana y negó algo consternado.- No claro que no.
-Kibum, Gwiboon Vengan a comer- ambos miraron a su padre, este al igual que todos en la mesa incluida la abuela, los miraban atentos.- ¿pasa algo?- pregunto una vez que se sentaron pero ambos negaron con una sonrisa forzada. La comida paso desapercibida para Minho, escuchaba las constantes preguntas de la anciana y el hombre, espero por mucho tiempo que la puerta se abriera de nuevo y entrara la madre de Gwiboon pero eso no pasó.
-Son tan lindos- soltó la risueña joven – no me había dicho que tenía dos hijos señor Kim.- dejo los cubiertos en la mesa y miro de pronto a su hijo- ¿Qué pasa Minho-Shii? No tocaste la comida- miro avergonzada a la anciana.
-No tengo hambre, quiero ir a casa- hundió el rostro en el pecho de su madre, no se sentía para nada cómodo con todo lo que su mentecita planeo al ver la mesa llena de gente.
-Minho-ah─ el señor Kim le sonrío preocupado- ¿Por qué no vas a jugar con Kibum? Tratare de que tu madre salga rápido de la entrevista ¿Sí?- el niño negó cabizbajo, el se quería ir ya o ya.- Uff- suspiro y miro como la mujer a su lado se levanto.
-Vamos- intervino la voz agotada de la gemela, tomo la muñeca de Minho halándolo fuera de la habitación- apresúrate papá, la señora Lee aun me debe un trato. Estas cansándome ¿sabes?
-No me interesa que trato tengas con mamá, yo me quiero ir- se giro azotando la mano delgada que sostenía su muñeca, pero la dueña se interpuso en la puerta- Quítate Gwiboon.- se acerco sin miedo y sostuvo el picaporte.
-¡¡ERES TAN ODIOSO!!- Grito en un momento de desesperación, Kibum que se había mantenido al margen se acerco a su hermana.
-¿CUAL ES TU PROBLEMA?- Grito igual de exaltado el pequeño de ojos grandes y redondos- Te eh venido aguantando desde el primer día de clases, tengo tus berrinches atravesados en la frente y unos insultos en la garganta. No sé que hice para molestarte pero no planees una disculpa de mi parte.
- ¡Ah! Te odio Minho del demonio- mas que molestarle al niño le dio gracia esa actitud infantil en su compañera de clases.- Eres un tonto, tienes todo lo que yo quiero.
-¿Qué quieres decir?- pregunto ahora confundido.
-Tu mama, estoy celosa de ti. En la escuela desde el primer día dices lo maravillosa que es, lo mucho que te quiere y todo lo que pasas junto a ella. YO NO LO TENGO MINHO, mi mamá viaja la mayor parte del tiempo, apenas si la veo cuando voy a con ella. Todos se burlan de mí por eso, quiero que alguien me mire como tu mama a ti.
-Gwiboonnie- hablo susurrando su hermano, nunca había sabido de esos sentimientos por parte de su hermanita.
- Tu familia está completa… yo estoy divida. No es justo que después de tener todo lo que tienes también te lleves mi único reconocimiento, mis premios.
-Pero…- interrumpió el más alto de los niños presentes- tu también tienes algo que yo quiero.- ambos niños lo miraron esperando en reponer algún error involuntario- Nunca se lo eh dicho a nadie antes, y solo se lo digo a ustedes por qué necesitan oírlo.- se sentó en una de las sillas en la habitación morada de Gwiboon y miro por la ventana, evitando a toda costa cruzarse con los ojos aguados de Gwiboon. – Yo no conozco a mi papá, siempre hemos sido Mi mama, Taemin y Yo. También me siento, vacio de alguna forma.- se giro hacia los gemelos.
-Yo… yo no lo sabía. –la fémina se sentó enseguida de él, compartiendo un dolor que Kibum no entendía del todo, el estaba bien como estaba- Debes odiarme en serio.
-Claro que no- sonrío dejando unas lágrimas caer de sus ojos- si yo me comportara como tú, habría correspondido tu odio, pero no es así.- Se levanto alejándose de ella- ¿Cuál es el trato que tienes con mamá?
-Bueno, ella me iba a peinar.- se sonrojo y bajo la mirada, se giro hacia donde su hermano se mantenía con la puerta abierta viendo a los mayores en la sala.- ¿Qué pasa Bumi?- el otro se exalto del llamado repentino de su hermana y la mirada insistente del otro, comenzaba por sentirse cómodo de ser excluido.
-El niño pequeño- dijo perdiendo su mirada en Taemin- ¿No creen que se parece a papá?- los otros se acercaron de igual manera a la puerta y después de analizar al hombre que se encontraba sentado preguntando y escribiendo en su computadora lo que la mujer le decía, y al pequeño que jugaba en los brazos de la abuela Kim, negaron declinando la posibilidad.
-No- coincidieron riendo despacio. Minho estiro su larga mano- ¿somos amigos ahora? ¿Ya me vas a dejar de gritar? Yo no te quiero ganar en la escuela, solo soy como soy.
-Sí, creo que está bien.-Minho le sonrió- Ya no te voy a odiar, pero seguirás siendo el blanco de mis bromas, eres mi peor enemigo.- Los tres niños comenzaron a organizar juegos, el tiempo para ellos dejo de correr con lentitud. Reían de las locuras del mayor de los gemelos cuando la madre de Minho entro contagiándose de su felicidad.- Señora Lee ¿Ya termino su entrevista?
-Sip, y ahora me queda revisar tu guarda ropa-palpo la cabeza de la pequeña Gwiboon y camino a su closet, nada cambiaba realmente, había un montón de jeans azules y negros de por mas gastados y playeras y camisas.- Mmmm- pensó un rato pero no encontraba una combinación favorable.
-Es tan horrible la ropa allí dentro- dijo Kibum sintiendo que al fin alguien lo comprendía.- se lo digo siempre.- le sonrío a su papa que acababa de entrar a la habitación cargando al pequeño en brazos. El seguía diciendo que ese mocoso y su papa tenían un leve parecido.
-Creo que no eh hecho mucho para ganarme un reconocimiento- dijo bajando a Taemin que corrió a su hermano mayor.- ¿Tendremos que ir a comprar ropa?- La enfermera y sus pequeños gemelos asintieron. – Bueno, lo haremos en su cumpleaños no queda mucho.
-¿Cuándo es?- pregunto curiosa la mujer
-El 23 de septiembre- respondieron los tres Kim al unisonó.
-El día del partido- dijo Minho descolocando el tema, Gwiboon rodó los ojos.
-¡¡Ya se!!- Dijo Kibum sonriendo maravillado con su propio plan.- Ese día la señora Lee podría acompañar a Gwiboonnie a comprar ropa linda y esas cosas, mientras nosotros vemos el futbol- sonrío con los ojos brillantes- si no hay inconveniente claro.
-No, me parece buena idea- dijo la mujer sonriéndole a Gwiboon- ¿te parece bien?- la niña asintió mirando el calendario en la pared- faltan menos de cinco días y cae en viernes ¿paso por ti a la escuela?
-¡¡Sí!!- la mujer rio y tomo a su hijo menor en brazos- ¿Ya se irá?
-Sí, es algo tarde. – El reloj ahora marcaban las 8 de la noche- este bebe necesita dormir ahora mismo- acaricio su nariz contra la del pequeño de dos años.- Muchas gracias por la invitación a la comida, estuvo deliciosa, nos veremos este viernes- le sonrió a la niña- Vamos Minho-shii.
-¿Está segura que no quiere que vaya a dejarla a casa?- Eunsook suspiro negando por onceava vez la oferta del Kim.- Tenga cuidado entonces. – se despidieron en la puerta y los Lee se retiraron.- ¿Qué pasa chicos por qué esas sonrisas de gatos con exceso de azúcar en la sangre?
-Nada interesante- negó Kibum- ¿tienes fotos tuyas cuando eras niño?- la idea de que su papa se parecía al hijo de esa mujer no se le borraría de la mente tan fácilmente. Gwiboon rodó los ojos, cuando algo se le metía a Kibum era imposible hacer entrar en razón.
Pero sonrío, en realidad como había leído en uno de los libros azules de frases que había en la biblioteca de su escuela “Debía creer incluso en el día que aun no llega”
Todos los libros eran de un color rojo quemado, y tan gruesos como una pared. Por eso le llamo la tención el libro delgado en medio de ellos, era de color azul, y tenía hermosas letras occidentales al lado con la palabra en Ingles “Fallen” no daba crédito a ella ya que no entendía pero bajo el libro, ojeándolo vacilante.
-Está vacío-Dijo en aquel entonces y lo doblo haciendo bailar a las hojas con rapidez.
-Es un cuaderno- le dijo el bibliotecario- es tuyo por qué lo encontraste pero no puedes salir con el de este lugar. – El niño lo miro desconfiado- Aquí puedes escribir frases y solo frases, interesantes o que salgan de tu corazón.- el niño sonrió mirando su nueva especie de diario- cuando esté lleno le pondrás tu nombre y te lo podrás llevar a casa.
Desde aquel día, iba a la biblioteca a escribir una frase. Tenía cerca de 150 ahora, su mama era un libro lleno de interesantes frases sobre la vida. Recordaba en especial una de ellas, en la página 25 del libro, cerca de la línea 12 que decía “No puedo extrañarte, esperando por qué me canses.”
El pequeño Minho de apenas 8 años, podía decir que la vida era incierta, el no sabía quién era su padre, antes estaba solo todo el tiempo, y debía cargar con una responsabilidad que no le pertenecía del todo. Pero como decía su mama “Hay que trabajar duro para gozar el descanso y adaptarse a los cambios” y él sabía que todo podía ocurrir el día de mañana. Debía darle crédito a esa clase de frases que hacían acelerar su corazón.
Pero si había algo, a lo que Minho debía darle crédito eso era a la más vieja de las comedias en el mundo, porque su vida ahora era una y de las grandes. Apenas salir del colegio vio algo que no le gusto para nada, su madre a la que tanto quería estaba agarrada de la mano con su peor enemigo, Kim Gwiboon.
-¿Minho dices?- había dicho el padre de la gata enana con un claro tono de sorpresa- ¿entonces tu eres quien molesta a mi niña? ¿O al que mi niña molesta?- Minho estaba por gritar que exacto la segunda opción era la correcta cuando su madre lo tomo de la mano, la miro y ella le sonrió.
No debía pelear con la hija de la persona que los invito a comer ¿verdad? Por eso se mantuvo al margen de la conversación de los dos mayores acerca de cosas triviales que él no comprendía de todo. Taemin no paraba de acariciar el cabello de su mamá, Gwiboon lo miraba enojada, con el ceño fruncido y los ojos arrugados. Minho le miro de igual manera y luego miro a su madre que se encontraba platicando sonrientemente con el señor Kim.
-No puedo creer que seas hijo de la enfermera Lee- se cruzo de brazos y miro por la ventana- es una verdadera lástima que ella siendo tan amable tenga un hijo como tu- Minho sonrió con burla y aparto la mirada del torrente de emociones que transmitía la de la niña-¿De qué te ríes?
-Es mi mamá y ese es el punto- no hubo más conversación por parte de los pequeños. Eunsook y Jonghyun intercambiaron miradas. Bajaron del ascensor que los llevaría a la casa del Kim, Minho miro maravillado la pantalla LCD que colgaba de la pared de ese departamento tan increíble.-Wow señor Kim, su sala es genial. El Futbol se debe de ver increíble en esta pantallota- El hombre rio acariciando la cabeza del niño.
-¿Qué dices si la próxima vez que haya partido la vemos juntos? SI no me equivoco… en tres días hay nacionales.- La madre del niño creyó que su hijo moriría de una clase de paro respiratorio pero rio con ganas cuando Taemin empezó a brincar al igual que Minho.
-Creo que el pequeño se apunta.- rio una mujer de edad avanzada mientras salía de un cuarto al fondo del departamento, con unas grandes ollas de comida.
-¡Abuela!- Corrió Gwiboon a abrazarla, la mujer rio dejando la olla en la mesa- Mira, ella es la señora Lee, es la enfermera que ayudo a mi papa en el hospital. – la mujer se reverencio ante la anciana y ella hizo lo mismo.
-Muchas gracias por cuidar de mi nieto, es un completo niño patoso- se burlo y el hombre frunció el entrecejo- Bueno, eh terminado la comida y no quiero que se desperdicie un solo plato.- al pobre Minho le dolió el estomago de solo oír eso.- Ve tu primero a lavarte las manos y trae a Kibum que se estaba bañando.
-Pero Kibum es un niño… que valla Minho y le llame.- el menor la miro con odio, y arrugo el ceño.- No me veas así, ve ya o no comeremos nunca.- sonrió sentándose en uno de los sillones y cruzo las piernas, acomodando su barbilla en su mano.
-Te odio, odiosa- susurro para que el hombre no le escuchara y camino con pasos pesados a donde la abuela le indico, estaba el baño. Escucho una queja algo aniñada contra una mariposa que se había metido al baño.- Eh… hola.
-…-No hubo más ruido el pequeño Kibum se levanto del suelo y miro la puerta- Hola.
-Eh… la abuela dice que vayas a comer ahora.- Kibum abrió la puerta haciendo que Minho se fuera de espaldas y lo viera como si fuera el demonio, salió corriendo a la cocina y se abrazo de su madre.
-¿Qué pasa Minho-shii?
-¡¡¡Es horrible mama!!! Es igual a ella y tiene sus ojos y es hombre- lloraba dramáticamente, Gwiboon frunció el ceño y le pego una patada. La madre de Minho miro a la niña buscando una explicación ah el dramatismo de su hijo.
-Tengo hijos gemelos- el joven indicó con su cabeza a su niño parado en la puerta de la cocina, la mujer se giro y lo vio también. Minho tenía razón, era igual en todo a la pequeña Gwiboon.- Kibum-shii ella es la mujer con la que hablaba en el auto-. En niño la saludo con una reverencia y volteo hacia su hermana, a decir verdad se sentía un poco incomodo de tener a esa mujer en el departamento, pronto se acercaba su cumpleaños y no quería pasarlo solo como era costumbre, pero Gwiboon ahora lo que de verdad le interesaba era saber por qué su gemela tenía esa cara tan triste.
Kibum miro hacia donde se dirigía la mirada de su hermana, y pudo ver como la mujer hablaba algo con el mocoso de antes, besaba sus labios con simpleza y se dirigían al lavamanos en la cocina.
-¿mama es así contigo?- le pregunto marcando las líneas de su frente- ¿Ella te peina y te besa cuando es mañana?- Kibum creyó entender a su hermana y negó algo consternado.- No claro que no.
-Kibum, Gwiboon Vengan a comer- ambos miraron a su padre, este al igual que todos en la mesa incluida la abuela, los miraban atentos.- ¿pasa algo?- pregunto una vez que se sentaron pero ambos negaron con una sonrisa forzada. La comida paso desapercibida para Minho, escuchaba las constantes preguntas de la anciana y el hombre, espero por mucho tiempo que la puerta se abriera de nuevo y entrara la madre de Gwiboon pero eso no pasó.
-Son tan lindos- soltó la risueña joven – no me había dicho que tenía dos hijos señor Kim.- dejo los cubiertos en la mesa y miro de pronto a su hijo- ¿Qué pasa Minho-Shii? No tocaste la comida- miro avergonzada a la anciana.
-No tengo hambre, quiero ir a casa- hundió el rostro en el pecho de su madre, no se sentía para nada cómodo con todo lo que su mentecita planeo al ver la mesa llena de gente.
-Minho-ah─ el señor Kim le sonrío preocupado- ¿Por qué no vas a jugar con Kibum? Tratare de que tu madre salga rápido de la entrevista ¿Sí?- el niño negó cabizbajo, el se quería ir ya o ya.- Uff- suspiro y miro como la mujer a su lado se levanto.
-Vamos- intervino la voz agotada de la gemela, tomo la muñeca de Minho halándolo fuera de la habitación- apresúrate papá, la señora Lee aun me debe un trato. Estas cansándome ¿sabes?
-No me interesa que trato tengas con mamá, yo me quiero ir- se giro azotando la mano delgada que sostenía su muñeca, pero la dueña se interpuso en la puerta- Quítate Gwiboon.- se acerco sin miedo y sostuvo el picaporte.
-¡¡ERES TAN ODIOSO!!- Grito en un momento de desesperación, Kibum que se había mantenido al margen se acerco a su hermana.
-¿CUAL ES TU PROBLEMA?- Grito igual de exaltado el pequeño de ojos grandes y redondos- Te eh venido aguantando desde el primer día de clases, tengo tus berrinches atravesados en la frente y unos insultos en la garganta. No sé que hice para molestarte pero no planees una disculpa de mi parte.
- ¡Ah! Te odio Minho del demonio- mas que molestarle al niño le dio gracia esa actitud infantil en su compañera de clases.- Eres un tonto, tienes todo lo que yo quiero.
-¿Qué quieres decir?- pregunto ahora confundido.
-Tu mama, estoy celosa de ti. En la escuela desde el primer día dices lo maravillosa que es, lo mucho que te quiere y todo lo que pasas junto a ella. YO NO LO TENGO MINHO, mi mamá viaja la mayor parte del tiempo, apenas si la veo cuando voy a con ella. Todos se burlan de mí por eso, quiero que alguien me mire como tu mama a ti.
-Gwiboonnie- hablo susurrando su hermano, nunca había sabido de esos sentimientos por parte de su hermanita.
- Tu familia está completa… yo estoy divida. No es justo que después de tener todo lo que tienes también te lleves mi único reconocimiento, mis premios.
-Pero…- interrumpió el más alto de los niños presentes- tu también tienes algo que yo quiero.- ambos niños lo miraron esperando en reponer algún error involuntario- Nunca se lo eh dicho a nadie antes, y solo se lo digo a ustedes por qué necesitan oírlo.- se sentó en una de las sillas en la habitación morada de Gwiboon y miro por la ventana, evitando a toda costa cruzarse con los ojos aguados de Gwiboon. – Yo no conozco a mi papá, siempre hemos sido Mi mama, Taemin y Yo. También me siento, vacio de alguna forma.- se giro hacia los gemelos.
-Yo… yo no lo sabía. –la fémina se sentó enseguida de él, compartiendo un dolor que Kibum no entendía del todo, el estaba bien como estaba- Debes odiarme en serio.
-Claro que no- sonrío dejando unas lágrimas caer de sus ojos- si yo me comportara como tú, habría correspondido tu odio, pero no es así.- Se levanto alejándose de ella- ¿Cuál es el trato que tienes con mamá?
-Bueno, ella me iba a peinar.- se sonrojo y bajo la mirada, se giro hacia donde su hermano se mantenía con la puerta abierta viendo a los mayores en la sala.- ¿Qué pasa Bumi?- el otro se exalto del llamado repentino de su hermana y la mirada insistente del otro, comenzaba por sentirse cómodo de ser excluido.
-El niño pequeño- dijo perdiendo su mirada en Taemin- ¿No creen que se parece a papá?- los otros se acercaron de igual manera a la puerta y después de analizar al hombre que se encontraba sentado preguntando y escribiendo en su computadora lo que la mujer le decía, y al pequeño que jugaba en los brazos de la abuela Kim, negaron declinando la posibilidad.
-No- coincidieron riendo despacio. Minho estiro su larga mano- ¿somos amigos ahora? ¿Ya me vas a dejar de gritar? Yo no te quiero ganar en la escuela, solo soy como soy.
-Sí, creo que está bien.-Minho le sonrió- Ya no te voy a odiar, pero seguirás siendo el blanco de mis bromas, eres mi peor enemigo.- Los tres niños comenzaron a organizar juegos, el tiempo para ellos dejo de correr con lentitud. Reían de las locuras del mayor de los gemelos cuando la madre de Minho entro contagiándose de su felicidad.- Señora Lee ¿Ya termino su entrevista?
-Sip, y ahora me queda revisar tu guarda ropa-palpo la cabeza de la pequeña Gwiboon y camino a su closet, nada cambiaba realmente, había un montón de jeans azules y negros de por mas gastados y playeras y camisas.- Mmmm- pensó un rato pero no encontraba una combinación favorable.
-Es tan horrible la ropa allí dentro- dijo Kibum sintiendo que al fin alguien lo comprendía.- se lo digo siempre.- le sonrío a su papa que acababa de entrar a la habitación cargando al pequeño en brazos. El seguía diciendo que ese mocoso y su papa tenían un leve parecido.
-Creo que no eh hecho mucho para ganarme un reconocimiento- dijo bajando a Taemin que corrió a su hermano mayor.- ¿Tendremos que ir a comprar ropa?- La enfermera y sus pequeños gemelos asintieron. – Bueno, lo haremos en su cumpleaños no queda mucho.
-¿Cuándo es?- pregunto curiosa la mujer
-El 23 de septiembre- respondieron los tres Kim al unisonó.
-El día del partido- dijo Minho descolocando el tema, Gwiboon rodó los ojos.
-¡¡Ya se!!- Dijo Kibum sonriendo maravillado con su propio plan.- Ese día la señora Lee podría acompañar a Gwiboonnie a comprar ropa linda y esas cosas, mientras nosotros vemos el futbol- sonrío con los ojos brillantes- si no hay inconveniente claro.
-No, me parece buena idea- dijo la mujer sonriéndole a Gwiboon- ¿te parece bien?- la niña asintió mirando el calendario en la pared- faltan menos de cinco días y cae en viernes ¿paso por ti a la escuela?
-¡¡Sí!!- la mujer rio y tomo a su hijo menor en brazos- ¿Ya se irá?
-Sí, es algo tarde. – El reloj ahora marcaban las 8 de la noche- este bebe necesita dormir ahora mismo- acaricio su nariz contra la del pequeño de dos años.- Muchas gracias por la invitación a la comida, estuvo deliciosa, nos veremos este viernes- le sonrió a la niña- Vamos Minho-shii.
-¿Está segura que no quiere que vaya a dejarla a casa?- Eunsook suspiro negando por onceava vez la oferta del Kim.- Tenga cuidado entonces. – se despidieron en la puerta y los Lee se retiraron.- ¿Qué pasa chicos por qué esas sonrisas de gatos con exceso de azúcar en la sangre?
-Nada interesante- negó Kibum- ¿tienes fotos tuyas cuando eras niño?- la idea de que su papa se parecía al hijo de esa mujer no se le borraría de la mente tan fácilmente. Gwiboon rodó los ojos, cuando algo se le metía a Kibum era imposible hacer entrar en razón.
Pero sonrío, en realidad como había leído en uno de los libros azules de frases que había en la biblioteca de su escuela “Debía creer incluso en el día que aun no llega”
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
que bonitoooooooooooooooooooo la verdad vale la pena esperar por tu actualizacion...muero de amor con los niños...yo me quiero comer a taemin...puedo puedo?....y ahora ruedo de felicidad por que los niños se llevan bien...que hasta tendran convivencia familiar que bonitooo!!! lo unico que me preocupaba eran ellos pero ya no.....pero ahora como esta eso de que jong y tae se parecen no me digas que....hahah no....continualo pronto por favor...
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Waaa....que tiernos los niños!!!!
Por fin se hicieron amigos!!!!
Key, tendrá razón y Taemin se parece a Jjong???...jajajaj
Muy lindo el capítulo!!!
Actualiza pronto porfisss
Por fin se hicieron amigos!!!!
Key, tendrá razón y Taemin se parece a Jjong???...jajajaj
Muy lindo el capítulo!!!
Actualiza pronto porfisss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Hahahaha claro que te puedes comer a Taeminnie key :3 es comestible de amor y ternura xD. Y no lo se Hanna.... solo Kibum sabe lo que se le pasa por la cabeza :3
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Capítulo seis: 23 de septiembre
El tiempo parecía indispuesto a correr más rápido, ahora que de verdad le interesaba salir de la escuela cuanto antes. La mayor parte de su día a día se la pasaba mejor en la escuela, al salir estaba su abuela esperando, la llevaba a casa, comían juntas, veían la televisión , la abuela dormía mientras ella hacia tarea, se quedaba dormida, y despertaba para ir a casa con su papá.
¿Suena aburrido? Lo único que Gwiboon de ahora nueve años podía decir es que la vida era una rutina.
-Deja de ver el reloj, gato corriente- se escucho la voz del pequeño Minho a sus espaldas. Gwiboon rodó los ojos tragándose las ganas de pegarle un puñetazo a “ese idiota” como ella le llamaba.- Entre mas mires el reloj más lento se pasa el tiempo- dejo su mochila al lado de la niña.
-¿Eso es verdad?- el otro asintió- Esta bien- se giró a donde el profesor, el cual los veía con el ceño fruncido- Rana, ¿y si lo olvida?- se recargo sobre sus manos, a Minho le pareció un gato acorrucándose con su propias patas.
-Vuélveme a decir rana y te sacare los ojos- enseño los dientes haciendo reír a la niña.
-No me digas gato, y no te diré rana.
-No, es imposible. Siempre has sido un gato con esos ojos grises, ya no te puedo cambiar el apodo.- se encogió de hombros sentándose finalmente.- y no creo que lo olvide, mama nunca olvida nada.
-Eso espero- suspiro y miro a su compañero- ¿papa, Kibum y tu se quedaran viendo el Futbol?- fue el turno de Minho de parecer ansioso a salir de la escuela, pero Gwiboon sabía que no le diría cuan emocionado estaba.
-Sí, tu papá le marco ayer a mi mamá, no sé que le habrá dicho pero ella se veía muy emocionada- entrecerró los ojos mirando sin interés a su profesor.
Este los vio impresionado, no era cosa de todos los días ver a sus dos alumnos estrella hablando tan amenamente después de tener que separarlos el primer día. Sus compañeros también estaban algo confundidos ¿desde cuándo ese par se llevaba tan bien?
-Bueno, pueden salir ahora- apenas decir eso la castaña de excelentes calificaciones se levanto jalando a Minho de la manga de su camisa, sin despedirse de nadie salió como alma que lleva el diablo. Cuando iba por la plaza principal diviso a su padre hablando con unas tipas, “típico” pensó la niña.
-Minho-shii, Gwiboon-shii- les llamo la mujer de cabellos largos y brillantes, sostenía de la mano a Taemin que se columpiaba divertidamente. Los dos niños se acercaron siendo besados en la frente por la mujer- ¿Cómo les fue en la escuela hoy?
-Muy bien- coincidieron los niños- Mami ¿dejaras a Taemin con nosotros?
-Claro que si- interrumpió el director Kim integrándose en la conversación- es una tarde de chicos y chicas, y el pequeño es un chico.- la madre rio besando a su hijo mayor en los labios- lo cuidare muy bien, a ambos quiero decir- reparo con una sonrisa tonta- usted cuide a mi niña.
-Sí, vamos Gwiboonnie- tomo su mano y ambas caminaron platicando- ¿Cómo te fue en la escuela? Por lo que Minho me ah dicho eres muy inteligente.
-Sí, se me da bien. – se sonrojo mirando sus manos atadas- ¿le puedo hacer una pregunta?- la mujer asintió mirándola con la más pura de las atenciones.- Minho me dijo que él no sabía nada de su papá ¿Él está vivo?
-Sí- es todo lo que respondió y volvió a sonreírle como siempre- ¿tu mami vive muy lejos de aquí?- pregunto ahora la mujer, algo intrigada sobre la desconocida madre de los gemelos. Gwiboon asintió y suspiro con profundidad.
-Kibum vive con ella y yo con papá. Ella tiene mucho dinero, por eso mi hermano es tan consentido-rio quedito.- Oiga, pero si Minho no conoce a su papá entonces el no es el papá de Taemin ¿verdad?- dijo la niña haciendo gala de la calculadora integrada en su mente.
-No, Taemin no tiene papá- sonrió indecisa ¿será bueno tener esa conversación con alguien de su edad? La cara de la niña era una con función total- ¿sabes lo que es un hijo de probeta?- ella asintió no muy segura de entender, tenía una vaga idea.- Es cuando un niño se puede producir por un injerto de laboratorio.
-Ah ya.
- No sé quién es el padre de Taemin, pero sé que es mi hijo. – la mente de Gwiboon comenzaba a trabajar más rápido ¿y si todo lo que dijo Kibum era cierto? La verdad nunca se puso a pensar en el parecido de su padre con el bebé, sonrío al punto que le dolieron las quijadas.- ¡Llegamos!- grito mas emocionada la mujer que la niña- Ven vallamos a conocer primero las tiendas.
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-Jaja, jaja, jaja, jaja, jaja.
-Ja jajaja- rieron contagiados los restantes que se encontraban en la habitación para ver el Futbol, desde hacia mas de unos 15 minutos el pequeño Taemin se encontraba riendo a carcajadas de sabrá dios que cosas le haría Kibum, una carcajada limpia llena de satisfacción.
El único que no se encontraba atento a las risas del niño era el pequeño Minho, el ya estaba acostumbrado a los ataques de su hermano, en eso se parecía a su mama. El estaba concentrado en el partido, la gran pantalla era increíble y parecía que en cualquier momento se iban a salir los jugadores. Ya se había acabado las frituras de la bolsa, las sodas de la hielera y los bombones de chocolate de Kibum.
Los amigos del señor Kim habían traído una especie de chocolates envinados que aun observaba con miedo ¿y si su mama se daba cuenta? Negó sacudiendo su cabeza, no lo haría mejor se comía los bombones de la bolsa dos.
-Ja jajaja- de nuevo la risa escandalosa de uno de ellos le hizo tirar los bombones en el suelo- que niño tan mono. – dijo al aire, viendo al pequeño de ojos grandes pegado a la pantalla maldiciendo a los jugadores del contrario equipo.
-¿Qué pasa Jung Soo hyung? – se acerco otro al ver a su amigo tan abstraído pero el mayor sonrío negando para que el menor olvidara. Mas sin embargo la idea de que ese niño se parecía a su otro de sus mejores amigos de la universidad no se le iría de la cabeza.
-¡ES 23 DE SEPTIEMBRE! – Grito uno de los amigos del Kim abrazando por los aires al pequeño Kibum, aventándolo y sujetándolo en el aire, dejando que sus gritos de mujer en problemas llevaran al más pequeño de los niños a otro ataque de risa.
-No te rías de mi sufrimiento Taemin- dijo en medio de un ataque de histeria haciendo reír al mayor de los amigos del Kim. Sería una tarde muy divertida.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•
El teléfono sonó en la gran casa a las afueras de la ciudad de Seúl; un hombre alto de porte elegante y avanzada edad se acercó al aparato y carraspeo aclarando su voz, era el mayordomo por más de 25 años debía atenerse a la voz de alguna de las conquistas de su jefe.
-Residencia Choi- se burló en silencio de una voz nasal y temerosa.
-¿El señor se encuentra? Dígale que somos del CIN, el entenderá.
-de acuerdo señor espere en la línea por favor- camino más dentro de la casa y toco la puerta de la sala principal- Disculpe niño Choi- el joven le miró levantando su vista del televisor- hay un hombre al teléfono que quiere hablar con usted. Dice ser del CIN- apenas mencionar eso el rostro de su amo se volvió rosado como el más sutil de los cerezos en flor.
-Sí- se levantó tan violentamente que derramó un poco de soda de uva en el moderno sillón de cuero morado.- pase la llamada a mi habitación- corrió más dentro de la casa. -¡No tardes!- alcanzo a oír nítidamente y volvió a la sala.
-El señor Choi le atenderá- presiono un botón esperando que el foco tomara un color Azul verde- ¿qué traes entre manos amo Choi?- miro hacia todos lados tratando de encontrar algún “gorrión cantarín” pero al verse solo camino con cautela pegando su oído a la puerta.
«El número que le proporciono la compañera días antes es correcto.- el muchacho dejo caer con furia su cuerpo- Sin embargo hemos podido registrar el día y lugar de la compra y su ultimo día de uso.»
-Ustedes son demasiado eficientes- rio el joven- Bien dígame, lo escucho.
«La compra del teléfono se realizó a su nombre, el 9 de Diciembre del año antepasado, en Seúl. Su último uso fue hace cerca de 20 minutos y según el rastreador fue en el poblado próximo sur de Pusan.»
-Está bien ¿Qué hay de la dirección? ¿Han encontrado la dirección de la señorita Lee?- el mayordomo rodo los ojos y se alejó, era lógico. Su amo era un Casanova pero nunca había llegado a “querer” tanto a una mujer.
«Sí señor- el chico sonrió- la señorita Lee vive en los departamentos GF200 en la zona Noreste del pueblo. Número 50»
- ¡¡Muchas gracias!!-colgó y corrió hacia fuera de su habitación- Señor Goon usare el auto, no me espere para cenar y tal vez tampoco para almorzar.- salió dejando a sus empleados con una cara de confusión que era digna de una fotografía.
Manejo con velocidad, como era su costumbre. Tenía que llegar a ese pueblo rápidamente, cuatro horas después se adentró a la pacifica ciudad. Detuvo el hermoso auto deportivo de pintura azul zafiro y se topó con una niña de unos 10 años.
-Oye niña, ¿Sabes dónde están los GF200?- Ella se encogió de hombros y corrió hasta una mujer que no alcanzo a distinguir bien. Siguió en el camino, divisando un letrero anunciando el fraccionamiento que él buscaba.
Se bajó del auto congregando a un grupo de niños que no paraban de elogiar el auto. Camino y se acercó a las pequeñas casas buscando la numeración, la 50 estaba pintada de un color melón con marcos azules. Toco la puerta con el corazón latiéndole a mil por hora.
-Se acaba de ir- dijo una viejecita sonriéndole con cariño al joven, le dio confianza decirle porque se parecía al pequeño Minho, debía ser hermano de Eunsook. –Ella y Minho iban al parque de diversiones, de seguro también llevaron al pequeño Taemin.- el corazón se le encogió y dolió, ¿un pequeño? ¿Quién era Minho?- ¿Le Digo que viniste a buscarla?
-No- sonrió con el nudo en la garganta- ¿Puede decirme donde se encuentra el parque de diversiones? –la mujer asintió saliendo de las casas.
-Es todo derecho, encontrara cerca un lugar de bañadores y cosas de regalitos- el muchacho sonrió con ternura- Allí dará vuelta a la izquierda, y lo verá enseguida. – El muchacho se giró e iba a comenzar a caminar cuando la anciana hablo de nuevo- Oh bien, puede hacer otra cosa- la miro atento y algo desesperado- puede seguir la rueda de la fortuna que se ve desde Daegu- apunto hacia atrás del chico y él se giró viendo la parpadeante rueda.
-Oh- se sonrojo, que tonto había sido- gracias de todos modos.- ahora la viejecita no le parecía tan inocente y tierna. Mascullo por lo bajo escuchando su risa malévola, pero no tenía tiempo, debía encontrar a la mujer que hace años le había abandonado, y que por más que busco olvidar no lo consiguió.
*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__*•*
Habían recorrido todo el bendito centro comercial en busca de ropa, Gwiboon podría decir que estaba más que cansada pero no le importaba, habían reído, bromeado, comido un helado juntas, hablaron de lo horrible que era Minho y Kibum como hombres con malos modales; pero sobre todo había compartido tiempo con una mujer que en verdad se interesaba en ella.
La pequeña pensaba que a su padre le daría un paro cardiaco cuando viera la cuenta de la tarjeta de crédito, tenía tanta ropa que era imposible que quedara algún ahorro en esa dichosa carta. No se quería quedar sin papá pero a su vista la mujer e veía tan emocionada que no le podía decir que no a probarse algún vestido o traje.
-Bueno, creo que se acabó nuestro tiempo aquí- miro el reloj fijo que colgaba en la pared de la cocina- vamos a tu casa a para darle una sorpresa a tu padre. ¿Qué dices?- La niña asintió emocionada, a pesar de que ella quería pasar todo el tiempo posible con la madre de Minho, ya se sentía cansada de estar fuera.
-Estúpida rana- mascullo entre dientes recordando todo el odio hacia su compañero.- Señora Lee- la mujer la miró- sus vecinos me ponen nerviosa- dijo escondiéndose tras la mujer, evitando todas las miradas curiosas de las personas a su alrededor.
-No les hagas caso, ven - la menor miro la con gracia la casa color melón que se alejaba cada vez más. Era mucho más pequeña que el departamento de su padre, pero también era muy cálida. Acomodó las bolsas en su brazo sacando una fotografía de ellas, era la señora Lee con una persona que conocía demasiado bien, tomo la fotografía entre sus manos
-¿Quién es él?- Eunsook miro la fotografía y sonrió. ¿Cómo la había bajado de la repisa?
-Es mi padre, él es un doctor-vio la mirada rasgada de la menor y pregunto- ¿Le conoces?
-Él era nuestro Doctor personal en Seúl, allí nos llevaba papa cuando ocurría algo- sonrío- es muy divertido- la mujer rio asintiendo, amaba la forma de ser de su padre.- Creo que papá y el son muy parecidos, por eso se llevan tan bien.
-¿Enserio? Nunca lo ubique a tu papá-pensó un rato no caminaron mucho desde la estación de tren ahora atravesaban de nuevo cerca del parque-espera aquí, voy a comprar algo en la tienda.
-Bueno- Con una timidez desconocida para ella misma se sentó en una de las bancas del parque, se quedó viendo los jeans negros de la mujer y su camisa larga que le llegaba hasta las caderas, el chaleco negro y el sobrero gris; se veía realmente muy bien
Su propio vestido para ese día era fabuloso, morado de holanes, unos leggins grises y unas sandalias moradas. Sonrió acariciando su sedoso cabello, ahora recogido en un par de coletas, lazadas con un moño lizo y brillante de color morado y gris.
Un hermoso auto azul se acerco sin precaución a ella, un hombre muy guapo le observo por encima de los lentes de sol que llevaba, por un momento creyó ver a Minho dentro de unos cuantos años.
-Oye niña, ¿Sabes dónde están los GF200?- Ella se encogió de hombros, sí definitivamente igual de altanero que Minho. La señora Lee le llamo algo preocupada, la niña mordió sus labios y corrió hasta una mujer que no alcanzo a distinguir bien al hombre.
-Nunca te acerques a un auto que no conozcas ¿de acuerdo? Si te hubiera pasado algo me muero, o muero entre manos de tu papá- espero por la reacción de la menor, el cual fue un débil asentimiento- ¿cumples nueve?
-Sí-respondió recuperando la sonrisa empezando a caminar de nuevo- ¿Cuándo los cumple Minho?
-El nueve de diciembre. Eres cuatro meses mayor, pero él es un toro comparado contigo- le sonrió-ha cierto, mira lo que te compre- saco una pequeña caja azul- no es del todo plata real, pero me pareció muy bonito, Minho había dicho que le recordaba a ti- de su dedo colgaba un péndulo, era un hermosa llave de ropero con una mariposa en la parte de arriba, pequeños lazos de plata rodeaban la llave y la mariposa dándole un aspecto elaborado y permitiendo algunos cuarzos de color rubí-¿Te gusto?
-¡Sí! Muchas gracias señora Lee, ¿podría ponérmelo? Quiero enseñárselo a papá- se giró dándole la espalda, Eunsook tomo el collar y se lo puso, realmente le gustaba esa niña, no tuvo hijas por eso tenía un montón de relatos que solo una mujer podía escuchar.
-¡¡¡PAPA!!! – Grito, divisando a su papa y al joven Park, con su hermano, Minho y Taemin- ¡Papá!-el señor Park la escucho girando su rostro a ella, pero al ver a la mujer la sonrisa se torció y sus ojos se agrandaron.
-¿Eunsook?
-L…L…Leeteuk- miro con horror al hombre de sonrisa bonita frente a ella, y después a su hijo, se habrá dado cuenta del parecido de Minho con Siwon. El corazón se le acelero y buscaría la forma de proteger a su niño, no le importaba que tuviera que hacer para lograrlo.
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Capítulo seis: 23 de septiembre
El tiempo parecía indispuesto a correr más rápido, ahora que de verdad le interesaba salir de la escuela cuanto antes. La mayor parte de su día a día se la pasaba mejor en la escuela, al salir estaba su abuela esperando, la llevaba a casa, comían juntas, veían la televisión , la abuela dormía mientras ella hacia tarea, se quedaba dormida, y despertaba para ir a casa con su papá.
¿Suena aburrido? Lo único que Gwiboon de ahora nueve años podía decir es que la vida era una rutina.
-Deja de ver el reloj, gato corriente- se escucho la voz del pequeño Minho a sus espaldas. Gwiboon rodó los ojos tragándose las ganas de pegarle un puñetazo a “ese idiota” como ella le llamaba.- Entre mas mires el reloj más lento se pasa el tiempo- dejo su mochila al lado de la niña.
-¿Eso es verdad?- el otro asintió- Esta bien- se giró a donde el profesor, el cual los veía con el ceño fruncido- Rana, ¿y si lo olvida?- se recargo sobre sus manos, a Minho le pareció un gato acorrucándose con su propias patas.
-Vuélveme a decir rana y te sacare los ojos- enseño los dientes haciendo reír a la niña.
-No me digas gato, y no te diré rana.
-No, es imposible. Siempre has sido un gato con esos ojos grises, ya no te puedo cambiar el apodo.- se encogió de hombros sentándose finalmente.- y no creo que lo olvide, mama nunca olvida nada.
-Eso espero- suspiro y miro a su compañero- ¿papa, Kibum y tu se quedaran viendo el Futbol?- fue el turno de Minho de parecer ansioso a salir de la escuela, pero Gwiboon sabía que no le diría cuan emocionado estaba.
-Sí, tu papá le marco ayer a mi mamá, no sé que le habrá dicho pero ella se veía muy emocionada- entrecerró los ojos mirando sin interés a su profesor.
Este los vio impresionado, no era cosa de todos los días ver a sus dos alumnos estrella hablando tan amenamente después de tener que separarlos el primer día. Sus compañeros también estaban algo confundidos ¿desde cuándo ese par se llevaba tan bien?
-Bueno, pueden salir ahora- apenas decir eso la castaña de excelentes calificaciones se levanto jalando a Minho de la manga de su camisa, sin despedirse de nadie salió como alma que lleva el diablo. Cuando iba por la plaza principal diviso a su padre hablando con unas tipas, “típico” pensó la niña.
-Minho-shii, Gwiboon-shii- les llamo la mujer de cabellos largos y brillantes, sostenía de la mano a Taemin que se columpiaba divertidamente. Los dos niños se acercaron siendo besados en la frente por la mujer- ¿Cómo les fue en la escuela hoy?
-Muy bien- coincidieron los niños- Mami ¿dejaras a Taemin con nosotros?
-Claro que si- interrumpió el director Kim integrándose en la conversación- es una tarde de chicos y chicas, y el pequeño es un chico.- la madre rio besando a su hijo mayor en los labios- lo cuidare muy bien, a ambos quiero decir- reparo con una sonrisa tonta- usted cuide a mi niña.
-Sí, vamos Gwiboonnie- tomo su mano y ambas caminaron platicando- ¿Cómo te fue en la escuela? Por lo que Minho me ah dicho eres muy inteligente.
-Sí, se me da bien. – se sonrojo mirando sus manos atadas- ¿le puedo hacer una pregunta?- la mujer asintió mirándola con la más pura de las atenciones.- Minho me dijo que él no sabía nada de su papá ¿Él está vivo?
-Sí- es todo lo que respondió y volvió a sonreírle como siempre- ¿tu mami vive muy lejos de aquí?- pregunto ahora la mujer, algo intrigada sobre la desconocida madre de los gemelos. Gwiboon asintió y suspiro con profundidad.
-Kibum vive con ella y yo con papá. Ella tiene mucho dinero, por eso mi hermano es tan consentido-rio quedito.- Oiga, pero si Minho no conoce a su papá entonces el no es el papá de Taemin ¿verdad?- dijo la niña haciendo gala de la calculadora integrada en su mente.
-No, Taemin no tiene papá- sonrió indecisa ¿será bueno tener esa conversación con alguien de su edad? La cara de la niña era una con función total- ¿sabes lo que es un hijo de probeta?- ella asintió no muy segura de entender, tenía una vaga idea.- Es cuando un niño se puede producir por un injerto de laboratorio.
-Ah ya.
- No sé quién es el padre de Taemin, pero sé que es mi hijo. – la mente de Gwiboon comenzaba a trabajar más rápido ¿y si todo lo que dijo Kibum era cierto? La verdad nunca se puso a pensar en el parecido de su padre con el bebé, sonrío al punto que le dolieron las quijadas.- ¡Llegamos!- grito mas emocionada la mujer que la niña- Ven vallamos a conocer primero las tiendas.
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-Jaja, jaja, jaja, jaja, jaja.
-Ja jajaja- rieron contagiados los restantes que se encontraban en la habitación para ver el Futbol, desde hacia mas de unos 15 minutos el pequeño Taemin se encontraba riendo a carcajadas de sabrá dios que cosas le haría Kibum, una carcajada limpia llena de satisfacción.
El único que no se encontraba atento a las risas del niño era el pequeño Minho, el ya estaba acostumbrado a los ataques de su hermano, en eso se parecía a su mama. El estaba concentrado en el partido, la gran pantalla era increíble y parecía que en cualquier momento se iban a salir los jugadores. Ya se había acabado las frituras de la bolsa, las sodas de la hielera y los bombones de chocolate de Kibum.
Los amigos del señor Kim habían traído una especie de chocolates envinados que aun observaba con miedo ¿y si su mama se daba cuenta? Negó sacudiendo su cabeza, no lo haría mejor se comía los bombones de la bolsa dos.
-Ja jajaja- de nuevo la risa escandalosa de uno de ellos le hizo tirar los bombones en el suelo- que niño tan mono. – dijo al aire, viendo al pequeño de ojos grandes pegado a la pantalla maldiciendo a los jugadores del contrario equipo.
-¿Qué pasa Jung Soo hyung? – se acerco otro al ver a su amigo tan abstraído pero el mayor sonrío negando para que el menor olvidara. Mas sin embargo la idea de que ese niño se parecía a su otro de sus mejores amigos de la universidad no se le iría de la cabeza.
-¡ES 23 DE SEPTIEMBRE! – Grito uno de los amigos del Kim abrazando por los aires al pequeño Kibum, aventándolo y sujetándolo en el aire, dejando que sus gritos de mujer en problemas llevaran al más pequeño de los niños a otro ataque de risa.
-No te rías de mi sufrimiento Taemin- dijo en medio de un ataque de histeria haciendo reír al mayor de los amigos del Kim. Sería una tarde muy divertida.
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El teléfono sonó en la gran casa a las afueras de la ciudad de Seúl; un hombre alto de porte elegante y avanzada edad se acercó al aparato y carraspeo aclarando su voz, era el mayordomo por más de 25 años debía atenerse a la voz de alguna de las conquistas de su jefe.
-Residencia Choi- se burló en silencio de una voz nasal y temerosa.
-¿El señor se encuentra? Dígale que somos del CIN, el entenderá.
-de acuerdo señor espere en la línea por favor- camino más dentro de la casa y toco la puerta de la sala principal- Disculpe niño Choi- el joven le miró levantando su vista del televisor- hay un hombre al teléfono que quiere hablar con usted. Dice ser del CIN- apenas mencionar eso el rostro de su amo se volvió rosado como el más sutil de los cerezos en flor.
-Sí- se levantó tan violentamente que derramó un poco de soda de uva en el moderno sillón de cuero morado.- pase la llamada a mi habitación- corrió más dentro de la casa. -¡No tardes!- alcanzo a oír nítidamente y volvió a la sala.
-El señor Choi le atenderá- presiono un botón esperando que el foco tomara un color Azul verde- ¿qué traes entre manos amo Choi?- miro hacia todos lados tratando de encontrar algún “gorrión cantarín” pero al verse solo camino con cautela pegando su oído a la puerta.
«El número que le proporciono la compañera días antes es correcto.- el muchacho dejo caer con furia su cuerpo- Sin embargo hemos podido registrar el día y lugar de la compra y su ultimo día de uso.»
-Ustedes son demasiado eficientes- rio el joven- Bien dígame, lo escucho.
«La compra del teléfono se realizó a su nombre, el 9 de Diciembre del año antepasado, en Seúl. Su último uso fue hace cerca de 20 minutos y según el rastreador fue en el poblado próximo sur de Pusan.»
-Está bien ¿Qué hay de la dirección? ¿Han encontrado la dirección de la señorita Lee?- el mayordomo rodo los ojos y se alejó, era lógico. Su amo era un Casanova pero nunca había llegado a “querer” tanto a una mujer.
«Sí señor- el chico sonrió- la señorita Lee vive en los departamentos GF200 en la zona Noreste del pueblo. Número 50»
- ¡¡Muchas gracias!!-colgó y corrió hacia fuera de su habitación- Señor Goon usare el auto, no me espere para cenar y tal vez tampoco para almorzar.- salió dejando a sus empleados con una cara de confusión que era digna de una fotografía.
Manejo con velocidad, como era su costumbre. Tenía que llegar a ese pueblo rápidamente, cuatro horas después se adentró a la pacifica ciudad. Detuvo el hermoso auto deportivo de pintura azul zafiro y se topó con una niña de unos 10 años.
-Oye niña, ¿Sabes dónde están los GF200?- Ella se encogió de hombros y corrió hasta una mujer que no alcanzo a distinguir bien. Siguió en el camino, divisando un letrero anunciando el fraccionamiento que él buscaba.
Se bajó del auto congregando a un grupo de niños que no paraban de elogiar el auto. Camino y se acercó a las pequeñas casas buscando la numeración, la 50 estaba pintada de un color melón con marcos azules. Toco la puerta con el corazón latiéndole a mil por hora.
-Se acaba de ir- dijo una viejecita sonriéndole con cariño al joven, le dio confianza decirle porque se parecía al pequeño Minho, debía ser hermano de Eunsook. –Ella y Minho iban al parque de diversiones, de seguro también llevaron al pequeño Taemin.- el corazón se le encogió y dolió, ¿un pequeño? ¿Quién era Minho?- ¿Le Digo que viniste a buscarla?
-No- sonrió con el nudo en la garganta- ¿Puede decirme donde se encuentra el parque de diversiones? –la mujer asintió saliendo de las casas.
-Es todo derecho, encontrara cerca un lugar de bañadores y cosas de regalitos- el muchacho sonrió con ternura- Allí dará vuelta a la izquierda, y lo verá enseguida. – El muchacho se giró e iba a comenzar a caminar cuando la anciana hablo de nuevo- Oh bien, puede hacer otra cosa- la miro atento y algo desesperado- puede seguir la rueda de la fortuna que se ve desde Daegu- apunto hacia atrás del chico y él se giró viendo la parpadeante rueda.
-Oh- se sonrojo, que tonto había sido- gracias de todos modos.- ahora la viejecita no le parecía tan inocente y tierna. Mascullo por lo bajo escuchando su risa malévola, pero no tenía tiempo, debía encontrar a la mujer que hace años le había abandonado, y que por más que busco olvidar no lo consiguió.
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Habían recorrido todo el bendito centro comercial en busca de ropa, Gwiboon podría decir que estaba más que cansada pero no le importaba, habían reído, bromeado, comido un helado juntas, hablaron de lo horrible que era Minho y Kibum como hombres con malos modales; pero sobre todo había compartido tiempo con una mujer que en verdad se interesaba en ella.
La pequeña pensaba que a su padre le daría un paro cardiaco cuando viera la cuenta de la tarjeta de crédito, tenía tanta ropa que era imposible que quedara algún ahorro en esa dichosa carta. No se quería quedar sin papá pero a su vista la mujer e veía tan emocionada que no le podía decir que no a probarse algún vestido o traje.
-Bueno, creo que se acabó nuestro tiempo aquí- miro el reloj fijo que colgaba en la pared de la cocina- vamos a tu casa a para darle una sorpresa a tu padre. ¿Qué dices?- La niña asintió emocionada, a pesar de que ella quería pasar todo el tiempo posible con la madre de Minho, ya se sentía cansada de estar fuera.
-Estúpida rana- mascullo entre dientes recordando todo el odio hacia su compañero.- Señora Lee- la mujer la miró- sus vecinos me ponen nerviosa- dijo escondiéndose tras la mujer, evitando todas las miradas curiosas de las personas a su alrededor.
-No les hagas caso, ven - la menor miro la con gracia la casa color melón que se alejaba cada vez más. Era mucho más pequeña que el departamento de su padre, pero también era muy cálida. Acomodó las bolsas en su brazo sacando una fotografía de ellas, era la señora Lee con una persona que conocía demasiado bien, tomo la fotografía entre sus manos
-¿Quién es él?- Eunsook miro la fotografía y sonrió. ¿Cómo la había bajado de la repisa?
-Es mi padre, él es un doctor-vio la mirada rasgada de la menor y pregunto- ¿Le conoces?
-Él era nuestro Doctor personal en Seúl, allí nos llevaba papa cuando ocurría algo- sonrío- es muy divertido- la mujer rio asintiendo, amaba la forma de ser de su padre.- Creo que papá y el son muy parecidos, por eso se llevan tan bien.
-¿Enserio? Nunca lo ubique a tu papá-pensó un rato no caminaron mucho desde la estación de tren ahora atravesaban de nuevo cerca del parque-espera aquí, voy a comprar algo en la tienda.
-Bueno- Con una timidez desconocida para ella misma se sentó en una de las bancas del parque, se quedó viendo los jeans negros de la mujer y su camisa larga que le llegaba hasta las caderas, el chaleco negro y el sobrero gris; se veía realmente muy bien
Su propio vestido para ese día era fabuloso, morado de holanes, unos leggins grises y unas sandalias moradas. Sonrió acariciando su sedoso cabello, ahora recogido en un par de coletas, lazadas con un moño lizo y brillante de color morado y gris.
Un hermoso auto azul se acerco sin precaución a ella, un hombre muy guapo le observo por encima de los lentes de sol que llevaba, por un momento creyó ver a Minho dentro de unos cuantos años.
-Oye niña, ¿Sabes dónde están los GF200?- Ella se encogió de hombros, sí definitivamente igual de altanero que Minho. La señora Lee le llamo algo preocupada, la niña mordió sus labios y corrió hasta una mujer que no alcanzo a distinguir bien al hombre.
-Nunca te acerques a un auto que no conozcas ¿de acuerdo? Si te hubiera pasado algo me muero, o muero entre manos de tu papá- espero por la reacción de la menor, el cual fue un débil asentimiento- ¿cumples nueve?
-Sí-respondió recuperando la sonrisa empezando a caminar de nuevo- ¿Cuándo los cumple Minho?
-El nueve de diciembre. Eres cuatro meses mayor, pero él es un toro comparado contigo- le sonrió-ha cierto, mira lo que te compre- saco una pequeña caja azul- no es del todo plata real, pero me pareció muy bonito, Minho había dicho que le recordaba a ti- de su dedo colgaba un péndulo, era un hermosa llave de ropero con una mariposa en la parte de arriba, pequeños lazos de plata rodeaban la llave y la mariposa dándole un aspecto elaborado y permitiendo algunos cuarzos de color rubí-¿Te gusto?
-¡Sí! Muchas gracias señora Lee, ¿podría ponérmelo? Quiero enseñárselo a papá- se giró dándole la espalda, Eunsook tomo el collar y se lo puso, realmente le gustaba esa niña, no tuvo hijas por eso tenía un montón de relatos que solo una mujer podía escuchar.
-¡¡¡PAPA!!! – Grito, divisando a su papa y al joven Park, con su hermano, Minho y Taemin- ¡Papá!-el señor Park la escucho girando su rostro a ella, pero al ver a la mujer la sonrisa se torció y sus ojos se agrandaron.
-¿Eunsook?
-L…L…Leeteuk- miro con horror al hombre de sonrisa bonita frente a ella, y después a su hijo, se habrá dado cuenta del parecido de Minho con Siwon. El corazón se le acelero y buscaría la forma de proteger a su niño, no le importaba que tuviera que hacer para lograrlo.
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaaaaaaaaa no entendi el final lo volvere a leer.....pero que bonito por fin tuvieron su tarde de chicos y chicas aww que ternura con esta historia...pero OMG minho esta cada vez mas cerca noooooooooooooo no quierooooo continualo amo tu fic
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaaaaaaaaa ya le entendi zape para mi jeje no que no se de cuenta
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Waaa....espero de verdad que el sr. Choi no los encuentre!!!!
Es que sino veo muy difícil que haya una relación entre la enfermera
y el periodista :)...y yo espero que si haya una relación...jajjaa...
Que lindo día, las chicas paseandose y los chicos viendo fútbol...jajaja...y,
lo que más me gusta es que ya se esten llevandose bien los niños XD...
Continuala pronto porfisss
Es que sino veo muy difícil que haya una relación entre la enfermera
y el periodista :)...y yo espero que si haya una relación...jajjaa...
Que lindo día, las chicas paseandose y los chicos viendo fútbol...jajaja...y,
lo que más me gusta es que ya se esten llevandose bien los niños XD...
Continuala pronto porfisss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
lo lamento mucho chicas... tarde una década para actualizar pero me han pasado suficientes cosas malas hahaha... no enserio ¬¬, espero que disfruten el capitulo *_*
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Capitulo siete: De vuelta a la realidad
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Capitulo siete: De vuelta a la realidad
“Eres responsable de tus actos” había escuchado en medio de una conversación con sus padres cuando les conto de su embarazo. Y ahora, casi nueve años después esa frase volvía a su vida. No había sido nada fácil olvidar que existía un Choi Siwon en su vida, después de todo, lo amo tanto que le entregó todo de su parte y era padre de su hijo, aunque ninguno de los dos lo supiera.
-Eunsook, ¿En qué piensas?- levanto la cabeza mirando a través de la ventana del restaurante como el sol comenzaba a ocultarse dejando visible solo una línea naranja en el filo de las montañas. Miro ahora hacia su pequeño Taemin que ahora dormía en sus brazos, como un pequeño gatito, Minho había sido invitado por el gemelo Kim a pasar el resto de su cumpleaños con ellos, ella había sido invitada también pero Leeteuk insistió en que tomara un café con él.
-Nada, es genial verte después de tanto tiempo.- el mayor alzo una ceja y ella bajo la mirada. El silencio se hizo presente de nuevo por varios minutos, minutos en los que el hombre pensó las palabras correctas para decirle a la callada mujer.
-Eunsook, ¿Cómo has estado?- empezó con algo fácil, era verdad que esa muchacha era como su hermana, la conocía desde pequeños, y la quería demasiado.- Te vez muy bien, si me dejas decirlo.
-Se lo quieres saber Leeteuk- rio con fastidio recogiendo su cabello hacia atrás, sobrepuso su sombrero para esconder su mirada. Escucho como un suspiro se fue alejando de poco.- ¿Lo has visto antes? ¿El sospecha algo?
-Lo veo todos los días, pero no, no creo que siquiera se imagine esto.- tomo un sorbo de café- Es increíble como lo pudiste mantener en secreto por tanto tiempo. ¿Cuántos años tiene el niño?- la mujer sonrió levantando el rostro por primera vez.
-Nueve- se retiro las lágrimas y giro su rostro de nuevo hacia las montañas.- Pensé que papa les había dicho algo, hace unos días lo vi bajar del subterráneo.- al mayor le sorprendió eso, saco de su pantalón blanco e impecable su celular- ¿Qué harás?
-Solo le preguntare como ah estado, tranquila, no le diré que estoy contigo ni aquí- la mujer asintió quedándose quieta para poder escuchar la conversación. – Oh Siwonie ¿Cómo estás?
«Hyung, que sorpresa»
- ¿Dónde estás? ¿Por qué oigo tanto ruido detrás? ¿Estás con alguna conquista?- La mujer rodo los ojos, hombres
«Claro que no, estoy en un parque de diversiones»
-¿Eh?- esa confesión extraño a los dos chicos que tomaban café- ¿Estas con tu hermana?
«No, cerca de Pusan.- el corazón se le acelero a la mujer y miro con miedo a su amigo de infancia, negaba, quería que cortara la conversación, tenía miedo.- Vine a buscar a Eunsook – el mayor miro a su amiga con atención, parecía que sufría una crisis de nervios.- fui a donde me dijeron que vivía pero no estaba, y una anciana me dijo que estaba en el parque. Ya le di la vuelta a todo y no la encuentro.»
-¿Por qué la sigues buscando Siwon? déjala vivir en paz, de seguro ella ya tiene por quien sobrellevar sus días. Deberías hacer tu propia vida.- la mujer asintió como si esas palabras dijeran todo lo que ella quería decir.
«No puedo-suspiro el menor de ellos- no hasta que consiga respuestas. No hasta que la vea de nuevo, por lo menos una última vez.»
-Yo… - el mayor de cabellos castaños fue sorprendido por una mano tomando su muñeca, una mano temblorosa y poco convencida de las acciones de su dueña. La mujer tomo el teléfono entre sus manos escuchando el constante llamado de Siwon hacia el mayor.- Siwon-shii- llamo con la voz temblorosa dejando helado al que se encontraba del otro lado de la línea.
« E… ¿Eunsook-ah?- no estaba en su mejor juicio en esos momentos, sería una ilusión de su mente que esa voz tan suave y conocida le llamara por su nombre- E… ¿Eres tú? ¿Estás en la capital?-se maldijo por preguntar algo tan estúpido en esa situación pero no lo pudo evitar.»
-No Siwon, Leeteuk oppa está conmigo. Estamos en una cafetería a unas cuantas calles arriba del parque de diversiones, te estaré esperando. Tratare de alivianar tus dudas- colgó aun temblorosa, siendo recibida por una sonrisa sorprendida y feliz del mayor- ¿Cómo estuve?
-Increíble… parecía que de verdad estabas tranquila con la idea de volverlo a ver- sonrío mirando al niño en sus brazos.- Eunsook-shii ¿Estas casada?- la mujer levanto el rostro y miro algo confundida a su amigo.- ¿Tu estas casada con Jjongnnie?
-No- sonrío con cariño algo confundida- ¿Por qué piensas eso?- el mayor negó para que la mujer olvidara, en realidad creía que ese niño y Jonghyun eran iguales de pies a cabeza pero no quería indagar más en la relación de la mujer y su amigo.- Taeminnie no tiene papá, bueno lo tiene pero no lo conocemos.
-Ah ya veo, tu padre me conto algo de eso. – Ella asintió besando la cabeza de su pequeño hijo.- ¿No tienes curiosidad por saber de quién es?- negó suavemente, sin ninguna culpa ella estaba bien así, ¿Para qué iba a complicarle la vida a un hombre que no tenía ni idea de la existencia del niño?- Bueno, tu sabes.- sonrío tomando otro trago de su café.- la vida es una rueda de la fortuna Eunsook- dijo de pronto llamando a la mujer- puedes huir los problemas por un tiempo mientras este girando, pero sabes que en algún momento se detendrá y debes afrontarlos.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
La pequeña niña de ojos grises se giro molesta, de nuevo tenía que ir a buscar el balón que el más alto había mandado a volar. Su padre se rio y encogió los hombros dejándole saber su favoritismo por esa rana descolorida.
“Si tan solo Eunsook estuviera aquí” Pensó la niña refutando hacia su compañero, palabras que no podía decir en la iglesia.
-¿Estas en la capital?- escucho a la persona frente a ella que le daba la espalda, la cual tenía, por desgracia la pelota en su bolsa. Hablaba por teléfono, cuando termino se giro para comenzar a correr pero se topo de frente con la niña cayendo los dos al suelo.- ¿Qué te pasa niña?- abrió los ojos y la miro más detenidamente.- yo te conozco.
-Ah eres el fanfarrón del auto azul.- dijo ella con simpleza, el adulto mascullo por lo bajo algunas maldiciones.- como sea, tienes algo mío en tu bolsa, ¿Podrías regresármelo?- el mayor sonrió de medio lado y se levanto sacudiendo su ropa.
-No- comenzó a caminar sin mirar a la niña.
-¿Qué pasa Gwiboon?- la voz de otro niño se sumo eh interrumpió los gritos de la niña- ¿Y tu pelota?- el mayor se giró y se encontró con la mocosa apuntándolo descaradamente mientras un niño de ojos grandes y piel quemada mirándolo con odio- déjalo, yo te comprare otra pelotita.- se fueron dándole la espalda- es un idiota.
-Tsk, niños del demonio- corrió ahora si de vuelta a la salida, dijo que una cafetería no muy lejos de allí, subiendo la calle, corrió sin detenerse hasta que la vio. Reía de alguna de las bromas malísimas de Leeteuk, curiosamente ella siempre las entendía y le causaban gracia, se veía hermosa, el negro y el gris siempre le fueron bien, el rostro era más afilado que cuando la vio por última vez.
Ella giro el rostro con lentitud, podía sentir la mirada de alguien sobre ella. La oscuridad de la noche solo le permitía ver una silueta de cuerpo marcado. Pero algo en su corazón le dijo que era él quien la veía esperando alguna reacción, la cual fue sonreírle amistosamente, como dos grandes amigos que no se veían en mucho tiempo.
Entro a la cafetería llamando la atención de muchas personas dentro, sobre todo mujeres, pero ante sus ojos todo era oscuridad y solo la mirada de Eunsook le mostraba el camino. La vio ponerse de pie, se reverencio como si fuera alguien de un alto puesto, un desconocido con el cual se encontraba por negocio, él la tomo de la muñeca alzándola con fuerza hacia su propio cuerpo. La abrazo con tanta necesidad que si moría en ese momento se iría tranquilo.
La pelinegra no sabía qué hacer, seguir abrazada de ese hombre que le hacía doblegar los pies podría ser malinterpretado por él pero ese abrazo era algo que él hombre necesitaba. Acaricio su gran espalda dando suaves palmaditas como cuando eran jóvenes.
-Todo irá bien Siwonie- susurro, estaban llamando la atención de la gente, pero Leeteuk parecía más concentrado en su café. El abrazo no parecía querer acabar, por lo que finalmente tomo coraje y envolvió ese gran cuerpo en sus delgados brazos, sollozando culpable.
-Eunsook, ¿Qué paso?- oía la voz cortada de ese hombre, sentía los espasmos de su cuerpo.- ¿Qué hice yo mal?- aun susurraba en su oído, no quería que nadie más escuchara la voz de la mujer, por esos momentos era solo suya.- Te busque por todo Seúl, pero tu padre no me quiso decir donde se fueron tú y tu hermano, ¿Qué ocurrió? ¿Por qué no me dejaste explicarte?
-¿para qué? Si tú ya te habías dado cuenta que querías más a Jung Ri que a mí. – el se separo, dejando que la mujer pudiera ver sus ojos rojos y deshidratados.- Yo los vi besarse, tú la sostenías de la cadera, no haces eso con cualquier persona Siwon- se abrazo más ligera dejando su rostro mirando la oscuridad, ahora ni siquiera las montañas podía distinguir.
-Ella dejo de ser algo para mí desde el momento en que termino conmigo. Pero tu corriste, quise darte tu espacio, que pasaran algunos días era lo que pensé que necesitarías, pero cuando te busque para explicarte, te habías ido y ya no querías saber nada de mí.
-Siwon, Eunsook- les llamo el mayor de los tres, jugando con el niño de la mujer- Siéntense y hablen, la gente está demasiado pendiente.- ambos voltearon hacia los demás clientes y todos los miraban “disimuladamente”. Obedecieron al mayor y se sentaron uno junto al otro.
-Eunsook ¿qué ha pasado contigo?- pregunto de pronto mirando al niño en los brazos de Leeteuk- ¿Ese es Taemin, verdad?- la mujer asintió sin reparar en como él lo había descubierto, pero cuando se dio cuenta lo miro al igual que el a ella- ¿Dónde está Minho?- Eunsook estaba tan sorprendida que su única salida fue buscar la mirada de Leeteuk que no se encontraba mejor que ella.
-¿Cómo?… tu… ¿Cómo?
-Se que Minho existe- si no se encontrara sentada, Eunsook podría jurar que habría caído al suelo de la impresión.- ¿El es el padre del niño?- ahora sí que estaba confundida.
-¿Pa… padre?
-Sí, la mujer me dijo que tu y Minho llevaron a Taemin al parque, ¿El es tu esposo ahora?- la enfermera sonrío, su cabecita ideo un plan que le serviría bastante bien. Si Siwon pensaba que Minho era el padre de Taemin y ella estaba casada con el, dejaría de buscarlos y no tendría que enterarse de que en realidad no era así.
-No- dijo Leeteuk llamando la atención de los dos, miraba fijamente a la muchacha que frunció el entrecejo- La vida es una rueda de la fortuna Eunsook, ya te lo había dicho, tu nos enseñaste esa frase. – la susodicha giro el rostro viendo a su pequeño hijo, ¿Debería decir toda la verdad?
- ¿Qué está pasando?
-Siwon- lo medito por mucho tiempo pero no podía, no podía decirlo, era tan repentino.- iré al baño.- corrió dejando confundidos a los dos mayores y el bebe comenzó a llorar, tenía el bracito estirado a donde se había ido su mamá y aturdidos a los otros clientes. El celular de ella comenzó a llamar, el nombre “Kim Jonghyun :)” apareció en la pantalla.
-¿Contesto?- pregunto el menor y el otro se alejo del niño que aun lloraba y al ver el nombre pidió el celular.
-¡¡Hola!! «Hola, ¿Leeteuk hyung?» Minnie-ah ¿buscas a tu mami? Ella está en el baño, dime lo que le debas decir, yo se lo diré cuando salga. – La cara de Siwon era una completa confusión – Minnie «Lo siento- rio despacio- tae me aturde, casi nunca llora. Solo dígale que el señor Kim se va a casa, y pues debe venir por mi» Claro que sí, yo le digo. Espérala.- el niño colgó.
-Park Jung Soo ¿Qué le hiciste a mi niño?- llego la madre salvando a todos de quedar sordos- como si nada hubiera pasado el pequeño Taemin dejo de llorar y rio a carcajadas jugando con el cabello de mamá.- Siwon, yo… bueno… Minho no es mi esposo, ni nada parecido. – El menor de los adultos le miraba atento- Es mi hijo.
-¿Otro hijo? ¿Cómo pudiste irte con otra persona a tener hijos? ¿No te acordabas ni tantito de mí?- la mujer frunció el entrecejo mirándolo dolida.
-Déjala terminar, no es nada fácil lo que debe decirte.- la apoyo Leeteuk.
-Minho es un niño de este tamaño- hizo una seña referente a la altura de su hijo- tiene nueve años, la piel bronceada, y los brazos largos. Ama los deportes y es un dicto al futbol, tiene músculos fuertes y unos ojos de este tamaño- lo índico- iguales a los tuyos.
-Estás diciendo que…
-Eunsook, Minho-shii llamó. Jjong ya salió del parque y va a casa.- salió en el rescate el castaño de sonrisa contagiosa.
-Gracias Leeteuk, nos vemos luego. Adiós Siwon- salió corriendo con su pequeño Taemin en brazos, llorando, sintiendo un peso más en su cuerpo, al contrario de alivianar su alma la había puesto más pesada.
Corrió sin parar calle abajo, Taemin reía de tanto brinco que hacia la mujer con esas pesadas botas negras de aguja. Minho sonrió y corrió a ella abrazándola, tenía casi todo el día sin verla, pero ella lloraba. Todos se preocuparon por eso, el padre de los gemelos camino a ella quitándole al bebe de las manos y la abrazo. Fue un abrazo simple, ligero, pero que para ella significo contar con un hombro cálido donde apoyarse.
-¿Quieres que te lleve a casa?- ofreció de pronto el hombre, esperando la negativa de la mujer pero a cambio de eso ella asintió susurrando un “cuanto antes posible”- Todos arriba- los niños obedecieron subiendo al auto del mayor y arranco dejando una estela de polvo a su paso. La cual no les permitió ver a un agitado joven de ojos grandes que cayó al suelo desmayado, la mujer que buscaba ya no estaba, se había escapado de nuevo.
-Eunsook, ¿En qué piensas?- levanto la cabeza mirando a través de la ventana del restaurante como el sol comenzaba a ocultarse dejando visible solo una línea naranja en el filo de las montañas. Miro ahora hacia su pequeño Taemin que ahora dormía en sus brazos, como un pequeño gatito, Minho había sido invitado por el gemelo Kim a pasar el resto de su cumpleaños con ellos, ella había sido invitada también pero Leeteuk insistió en que tomara un café con él.
-Nada, es genial verte después de tanto tiempo.- el mayor alzo una ceja y ella bajo la mirada. El silencio se hizo presente de nuevo por varios minutos, minutos en los que el hombre pensó las palabras correctas para decirle a la callada mujer.
-Eunsook, ¿Cómo has estado?- empezó con algo fácil, era verdad que esa muchacha era como su hermana, la conocía desde pequeños, y la quería demasiado.- Te vez muy bien, si me dejas decirlo.
-Se lo quieres saber Leeteuk- rio con fastidio recogiendo su cabello hacia atrás, sobrepuso su sombrero para esconder su mirada. Escucho como un suspiro se fue alejando de poco.- ¿Lo has visto antes? ¿El sospecha algo?
-Lo veo todos los días, pero no, no creo que siquiera se imagine esto.- tomo un sorbo de café- Es increíble como lo pudiste mantener en secreto por tanto tiempo. ¿Cuántos años tiene el niño?- la mujer sonrió levantando el rostro por primera vez.
-Nueve- se retiro las lágrimas y giro su rostro de nuevo hacia las montañas.- Pensé que papa les había dicho algo, hace unos días lo vi bajar del subterráneo.- al mayor le sorprendió eso, saco de su pantalón blanco e impecable su celular- ¿Qué harás?
-Solo le preguntare como ah estado, tranquila, no le diré que estoy contigo ni aquí- la mujer asintió quedándose quieta para poder escuchar la conversación. – Oh Siwonie ¿Cómo estás?
«Hyung, que sorpresa»
- ¿Dónde estás? ¿Por qué oigo tanto ruido detrás? ¿Estás con alguna conquista?- La mujer rodo los ojos, hombres
«Claro que no, estoy en un parque de diversiones»
-¿Eh?- esa confesión extraño a los dos chicos que tomaban café- ¿Estas con tu hermana?
«No, cerca de Pusan.- el corazón se le acelero a la mujer y miro con miedo a su amigo de infancia, negaba, quería que cortara la conversación, tenía miedo.- Vine a buscar a Eunsook – el mayor miro a su amiga con atención, parecía que sufría una crisis de nervios.- fui a donde me dijeron que vivía pero no estaba, y una anciana me dijo que estaba en el parque. Ya le di la vuelta a todo y no la encuentro.»
-¿Por qué la sigues buscando Siwon? déjala vivir en paz, de seguro ella ya tiene por quien sobrellevar sus días. Deberías hacer tu propia vida.- la mujer asintió como si esas palabras dijeran todo lo que ella quería decir.
«No puedo-suspiro el menor de ellos- no hasta que consiga respuestas. No hasta que la vea de nuevo, por lo menos una última vez.»
-Yo… - el mayor de cabellos castaños fue sorprendido por una mano tomando su muñeca, una mano temblorosa y poco convencida de las acciones de su dueña. La mujer tomo el teléfono entre sus manos escuchando el constante llamado de Siwon hacia el mayor.- Siwon-shii- llamo con la voz temblorosa dejando helado al que se encontraba del otro lado de la línea.
« E… ¿Eunsook-ah?- no estaba en su mejor juicio en esos momentos, sería una ilusión de su mente que esa voz tan suave y conocida le llamara por su nombre- E… ¿Eres tú? ¿Estás en la capital?-se maldijo por preguntar algo tan estúpido en esa situación pero no lo pudo evitar.»
-No Siwon, Leeteuk oppa está conmigo. Estamos en una cafetería a unas cuantas calles arriba del parque de diversiones, te estaré esperando. Tratare de alivianar tus dudas- colgó aun temblorosa, siendo recibida por una sonrisa sorprendida y feliz del mayor- ¿Cómo estuve?
-Increíble… parecía que de verdad estabas tranquila con la idea de volverlo a ver- sonrío mirando al niño en sus brazos.- Eunsook-shii ¿Estas casada?- la mujer levanto el rostro y miro algo confundida a su amigo.- ¿Tu estas casada con Jjongnnie?
-No- sonrío con cariño algo confundida- ¿Por qué piensas eso?- el mayor negó para que la mujer olvidara, en realidad creía que ese niño y Jonghyun eran iguales de pies a cabeza pero no quería indagar más en la relación de la mujer y su amigo.- Taeminnie no tiene papá, bueno lo tiene pero no lo conocemos.
-Ah ya veo, tu padre me conto algo de eso. – Ella asintió besando la cabeza de su pequeño hijo.- ¿No tienes curiosidad por saber de quién es?- negó suavemente, sin ninguna culpa ella estaba bien así, ¿Para qué iba a complicarle la vida a un hombre que no tenía ni idea de la existencia del niño?- Bueno, tu sabes.- sonrío tomando otro trago de su café.- la vida es una rueda de la fortuna Eunsook- dijo de pronto llamando a la mujer- puedes huir los problemas por un tiempo mientras este girando, pero sabes que en algún momento se detendrá y debes afrontarlos.
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La pequeña niña de ojos grises se giro molesta, de nuevo tenía que ir a buscar el balón que el más alto había mandado a volar. Su padre se rio y encogió los hombros dejándole saber su favoritismo por esa rana descolorida.
“Si tan solo Eunsook estuviera aquí” Pensó la niña refutando hacia su compañero, palabras que no podía decir en la iglesia.
-¿Estas en la capital?- escucho a la persona frente a ella que le daba la espalda, la cual tenía, por desgracia la pelota en su bolsa. Hablaba por teléfono, cuando termino se giro para comenzar a correr pero se topo de frente con la niña cayendo los dos al suelo.- ¿Qué te pasa niña?- abrió los ojos y la miro más detenidamente.- yo te conozco.
-Ah eres el fanfarrón del auto azul.- dijo ella con simpleza, el adulto mascullo por lo bajo algunas maldiciones.- como sea, tienes algo mío en tu bolsa, ¿Podrías regresármelo?- el mayor sonrió de medio lado y se levanto sacudiendo su ropa.
-No- comenzó a caminar sin mirar a la niña.
-¿Qué pasa Gwiboon?- la voz de otro niño se sumo eh interrumpió los gritos de la niña- ¿Y tu pelota?- el mayor se giró y se encontró con la mocosa apuntándolo descaradamente mientras un niño de ojos grandes y piel quemada mirándolo con odio- déjalo, yo te comprare otra pelotita.- se fueron dándole la espalda- es un idiota.
-Tsk, niños del demonio- corrió ahora si de vuelta a la salida, dijo que una cafetería no muy lejos de allí, subiendo la calle, corrió sin detenerse hasta que la vio. Reía de alguna de las bromas malísimas de Leeteuk, curiosamente ella siempre las entendía y le causaban gracia, se veía hermosa, el negro y el gris siempre le fueron bien, el rostro era más afilado que cuando la vio por última vez.
Ella giro el rostro con lentitud, podía sentir la mirada de alguien sobre ella. La oscuridad de la noche solo le permitía ver una silueta de cuerpo marcado. Pero algo en su corazón le dijo que era él quien la veía esperando alguna reacción, la cual fue sonreírle amistosamente, como dos grandes amigos que no se veían en mucho tiempo.
Entro a la cafetería llamando la atención de muchas personas dentro, sobre todo mujeres, pero ante sus ojos todo era oscuridad y solo la mirada de Eunsook le mostraba el camino. La vio ponerse de pie, se reverencio como si fuera alguien de un alto puesto, un desconocido con el cual se encontraba por negocio, él la tomo de la muñeca alzándola con fuerza hacia su propio cuerpo. La abrazo con tanta necesidad que si moría en ese momento se iría tranquilo.
La pelinegra no sabía qué hacer, seguir abrazada de ese hombre que le hacía doblegar los pies podría ser malinterpretado por él pero ese abrazo era algo que él hombre necesitaba. Acaricio su gran espalda dando suaves palmaditas como cuando eran jóvenes.
-Todo irá bien Siwonie- susurro, estaban llamando la atención de la gente, pero Leeteuk parecía más concentrado en su café. El abrazo no parecía querer acabar, por lo que finalmente tomo coraje y envolvió ese gran cuerpo en sus delgados brazos, sollozando culpable.
-Eunsook, ¿Qué paso?- oía la voz cortada de ese hombre, sentía los espasmos de su cuerpo.- ¿Qué hice yo mal?- aun susurraba en su oído, no quería que nadie más escuchara la voz de la mujer, por esos momentos era solo suya.- Te busque por todo Seúl, pero tu padre no me quiso decir donde se fueron tú y tu hermano, ¿Qué ocurrió? ¿Por qué no me dejaste explicarte?
-¿para qué? Si tú ya te habías dado cuenta que querías más a Jung Ri que a mí. – el se separo, dejando que la mujer pudiera ver sus ojos rojos y deshidratados.- Yo los vi besarse, tú la sostenías de la cadera, no haces eso con cualquier persona Siwon- se abrazo más ligera dejando su rostro mirando la oscuridad, ahora ni siquiera las montañas podía distinguir.
-Ella dejo de ser algo para mí desde el momento en que termino conmigo. Pero tu corriste, quise darte tu espacio, que pasaran algunos días era lo que pensé que necesitarías, pero cuando te busque para explicarte, te habías ido y ya no querías saber nada de mí.
-Siwon, Eunsook- les llamo el mayor de los tres, jugando con el niño de la mujer- Siéntense y hablen, la gente está demasiado pendiente.- ambos voltearon hacia los demás clientes y todos los miraban “disimuladamente”. Obedecieron al mayor y se sentaron uno junto al otro.
-Eunsook ¿qué ha pasado contigo?- pregunto de pronto mirando al niño en los brazos de Leeteuk- ¿Ese es Taemin, verdad?- la mujer asintió sin reparar en como él lo había descubierto, pero cuando se dio cuenta lo miro al igual que el a ella- ¿Dónde está Minho?- Eunsook estaba tan sorprendida que su única salida fue buscar la mirada de Leeteuk que no se encontraba mejor que ella.
-¿Cómo?… tu… ¿Cómo?
-Se que Minho existe- si no se encontrara sentada, Eunsook podría jurar que habría caído al suelo de la impresión.- ¿El es el padre del niño?- ahora sí que estaba confundida.
-¿Pa… padre?
-Sí, la mujer me dijo que tu y Minho llevaron a Taemin al parque, ¿El es tu esposo ahora?- la enfermera sonrío, su cabecita ideo un plan que le serviría bastante bien. Si Siwon pensaba que Minho era el padre de Taemin y ella estaba casada con el, dejaría de buscarlos y no tendría que enterarse de que en realidad no era así.
-No- dijo Leeteuk llamando la atención de los dos, miraba fijamente a la muchacha que frunció el entrecejo- La vida es una rueda de la fortuna Eunsook, ya te lo había dicho, tu nos enseñaste esa frase. – la susodicha giro el rostro viendo a su pequeño hijo, ¿Debería decir toda la verdad?
- ¿Qué está pasando?
-Siwon- lo medito por mucho tiempo pero no podía, no podía decirlo, era tan repentino.- iré al baño.- corrió dejando confundidos a los dos mayores y el bebe comenzó a llorar, tenía el bracito estirado a donde se había ido su mamá y aturdidos a los otros clientes. El celular de ella comenzó a llamar, el nombre “Kim Jonghyun :)” apareció en la pantalla.
-¿Contesto?- pregunto el menor y el otro se alejo del niño que aun lloraba y al ver el nombre pidió el celular.
-¡¡Hola!! «Hola, ¿Leeteuk hyung?» Minnie-ah ¿buscas a tu mami? Ella está en el baño, dime lo que le debas decir, yo se lo diré cuando salga. – La cara de Siwon era una completa confusión – Minnie «Lo siento- rio despacio- tae me aturde, casi nunca llora. Solo dígale que el señor Kim se va a casa, y pues debe venir por mi» Claro que sí, yo le digo. Espérala.- el niño colgó.
-Park Jung Soo ¿Qué le hiciste a mi niño?- llego la madre salvando a todos de quedar sordos- como si nada hubiera pasado el pequeño Taemin dejo de llorar y rio a carcajadas jugando con el cabello de mamá.- Siwon, yo… bueno… Minho no es mi esposo, ni nada parecido. – El menor de los adultos le miraba atento- Es mi hijo.
-¿Otro hijo? ¿Cómo pudiste irte con otra persona a tener hijos? ¿No te acordabas ni tantito de mí?- la mujer frunció el entrecejo mirándolo dolida.
-Déjala terminar, no es nada fácil lo que debe decirte.- la apoyo Leeteuk.
-Minho es un niño de este tamaño- hizo una seña referente a la altura de su hijo- tiene nueve años, la piel bronceada, y los brazos largos. Ama los deportes y es un dicto al futbol, tiene músculos fuertes y unos ojos de este tamaño- lo índico- iguales a los tuyos.
-Estás diciendo que…
-Eunsook, Minho-shii llamó. Jjong ya salió del parque y va a casa.- salió en el rescate el castaño de sonrisa contagiosa.
-Gracias Leeteuk, nos vemos luego. Adiós Siwon- salió corriendo con su pequeño Taemin en brazos, llorando, sintiendo un peso más en su cuerpo, al contrario de alivianar su alma la había puesto más pesada.
Corrió sin parar calle abajo, Taemin reía de tanto brinco que hacia la mujer con esas pesadas botas negras de aguja. Minho sonrió y corrió a ella abrazándola, tenía casi todo el día sin verla, pero ella lloraba. Todos se preocuparon por eso, el padre de los gemelos camino a ella quitándole al bebe de las manos y la abrazo. Fue un abrazo simple, ligero, pero que para ella significo contar con un hombro cálido donde apoyarse.
-¿Quieres que te lleve a casa?- ofreció de pronto el hombre, esperando la negativa de la mujer pero a cambio de eso ella asintió susurrando un “cuanto antes posible”- Todos arriba- los niños obedecieron subiendo al auto del mayor y arranco dejando una estela de polvo a su paso. La cual no les permitió ver a un agitado joven de ojos grandes que cayó al suelo desmayado, la mujer que buscaba ya no estaba, se había escapado de nuevo.
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
holaaaaaa soy nueva lectora acabo de verlo y decidi leerlo esta hermosisimo.
aaaaaaaaaa sus hijos son tan lindos y cada uno con su personalidad estroveritida.
aaaaaaa podria ser aque taemin es hijo de jong veradda. kekkekeekekeek me pareceria facinante..... aaaaaa
aaaaaaa que bueno que los niños se lleven mejor al fin ambos confesaron sus seniminetos al no tener aunos de sus progenitores cerca,,,....
aaa por otro aaa la mami de minho la anda buscando su antiguo novio ooo que pasara ..
actualiza pronto
saludos
buenas noches
aaaaaaaaaa sus hijos son tan lindos y cada uno con su personalidad estroveritida.
aaaaaaa podria ser aque taemin es hijo de jong veradda. kekkekeekekeek me pareceria facinante..... aaaaaa
aaaaaaa que bueno que los niños se lleven mejor al fin ambos confesaron sus seniminetos al no tener aunos de sus progenitores cerca,,,....
aaa por otro aaa la mami de minho la anda buscando su antiguo novio ooo que pasara ..
actualiza pronto
saludos
buenas noches
Damsanm
onew
1008
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaaaaaaaaaaa siwon ya la vio y creo que ya sabe de su hijo ahora menos la dejara noooooooooooo yo quiero que eunsook se quede con jong hace berinche.....me encanto el cap como siempre buenisimo...esperare ansiosa la continuacion
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Ohh..no!!!...ya Siwon la encontró!!!! y para colmo ya sabe
de su hijo!!!...justo ahora que se estaban acercando estos dos
y sus hijos ni decir!!...bueno, solo espero que Eunsook y JJong
se que queden juntossss...
Esperaré el siguiente capítulo, no tardes en actualizar por favorr
de su hijo!!!...justo ahora que se estaban acercando estos dos
y sus hijos ni decir!!...bueno, solo espero que Eunsook y JJong
se que queden juntossss...
Esperaré el siguiente capítulo, no tardes en actualizar por favorr
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Yeeeeeeh, que feliz me siento de que les haya gustado el capitulo, a decir verdad el que me preocupa es este que estoy a punto de actualizar xD. Es un poco confuso, y eso que yo lo escribí, espero que ustedes no tengan dudas o lagunas en esta actualización. Este capitulo es mas bien de relleno y habla sobre Siwon y sus sentimientos, espero que igual les guste.
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Capitulo ocho: Complicaciones.
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Capitulo ocho: Complicaciones.
No había nada más difícil para la mujer de largos y oscuros cabellos que ver a sus hijos sufriendo, y era verdad que haría cualquier cosa para evitar que lo hicieran.
La vida de Lee Eunsook se complico desde el momento en el que Choi Siwon se apareció de nueva cuenta a mitad de su vida. El miedo que sentía en su cuerpo era irrazonable, incluso era más fuerte su miedo por qué le quitara a su pequeño bebe a que supiera que moriría mañana, aunque eso implicara que lo tendría que dejar con sus padres y a merced de ser custodiado por el alto pelinegro de ojos grandes, al final de cuentas Siwon quedaría ganando.
Había comprado una casa gracias a un crédito que pidió en el hospital a cuestas de su sueldo, que no era poco pero tampoco significaba que no fuera necesario. Nadie sabía donde se había cambiado, también cambio de escuela al pequeño Minho, extrañamente sus calificaciones decayeron significativamente llegando a rozar la nota mínima permitida.
Su pequeña crisis familiar la estaba enloqueciendo, trataba día a día de conversar con Minho pero los gritos comenzaban cuando el niño le pedía que le dijera el porqué de todo el cambio, Eunsook cerraba con fuerza los labios y se retiraba gritándole al niño que fuera a su habitación. En esta ocasión el pequeño le devolvió el grito ya cansado de ese comportamiento “Ojala trabajes de nuevo en la noche y nos dejes en paz” Por eso ahora lloraba encerrada en el baño, no quería que el niño conociera a su padre pero podía sentir a Siwon pisándole los talones, el era poderoso, podría conseguir fácilmente su nueva dirección y eso la tenia al borde de la paranoia.
Eran las dos de la mañana, en la habitación de los niños el ruido incesante de las ramas golpear con fuerza su ventana despertó al moreno de ojos grandes. Desde siempre le tenía miedo a esa clase de días ventosos que hacía que los arboles lloraran tenebrosamente, se levanto dispuesto a acurrucarse con su madre pero se detuvo en la puerta de su habitación. La mano que había tomado el picaporte regreso a un costado de su cuerpo, mientras su mirada se mantenía fija en la madera de color blanco; estaba desesperado, jamás creyó que tendría esa clase problemas con su mamá, eran muy unidos antes pero ella había comenzado a guardarse secretos que lo tenían loco.
Salió finalmente dispuesto a no gritarle en la cara como desde hacía unos días venían haciendo, su mama se había puesto más cuidadosa y sobreprotectora, no podía salir ni asomar la nariz por la puerta por que era suficiente para una pelea de seis horas. Extrañaba a sus compañeros de la antigua escuela, a su maestro que lo alentaba a ser mejor cada día, no ese maestro que se creía mejor que el mismo director, que le ponía notas bajas por corregirlo en clase; no esos compañeros altaneros que lo molestaban por ser inteligente y no tener papá, él quería esos compañeros amigables que lo invitaban a jugar en el receso.
La luz del baño de su nueva casa estaba encendida, algo raro considerando la hora. Se acerco de puntillas para no hacer ruido y escucho un sollozo provenir del interior, su madre de nuevo lloraba sola. Se recargo en la puerta del baño y se deslizo por ella hasta quedar en cuclillas.
-Te desconozco mamá.- le dijo de pronto silenciando todo ruido del otro lado.- te quiero mucho, no lo dije enserio, quiero que pases conmigo mucho tiempo como antes de cambiarnos de casa.- su voz se había cortado ¿Cuánto llevaban ya en esa situación? Desde el cumpleaños de la gata habían pasado casi un mes y medio- Mama ¿hice algo malo?
-No amor… es algo… mío.- el niño sonrío, al menor ahora era “AMOR” de nuevo y no solo “Minho”- ¿Qué haces despierto?- pregunto aun del otro lado de la puerta del baño, el niño frunció el entrecejo y se levanto.
-Sal de allí, es algo incomodo hablar con una puerta- rio despacito, y la mujer le obedeció. Como si hubiera parado un siglo de no verse los dos se lanzaron a brazos del otro al mismo tiempo, hundiendo su llanto.- Ma… ¿Qué pasa? Dímelo, se que lo entenderé, pero ya no llores.
-Minho… yo… hable con tu papá.- el niño se alejo de un tajo y la vio con los ojos más grandes que de costumbre.- el… ahora sabe que tu estas aquí, el sabia donde vivíamos y en qué escuela estabas y donde trabajaba yo.- exageró, había comenzado a temblar sintiendo el nudo en su estomago como siempre que se acordaba del que fue su novio.- Solo tenía miedo que el tratara de buscarnos y que te alejara de mi. No lo sé, solo no quiero que te vayas con él.
-Él… sabe que existo.- la mujer asintió y acaricio el cabello de su bebe.- ¿Cómo es? ¿Cuándo hablaste con él? ¿Él vive aquí ahora?- las preguntas que siempre quiso hacer se atoraban en su garganta, eran demasiadas como para ser lanzadas en poco tiempo.
-Minho- ella estaba impresionada, no sabía que su hijo tuviera todas esas dudas, entonces entendió que había hecho mal de ocultarle la verdad desde un principio, tenía el numero de Siwon, era cuestión de hablar con él y arreglar una cita.- tú… ¿quieres conocerlo?
-¿podría? – Sonrió haciendo que sus ojos brillaran- ¿todo esto fue por eso? Mami, yo nunca te voy a dejar. El es mi padre y quiero saber quién es, pero tú eres mi mamá siempre vas a serlo. Odio la escuela donde voy, el profesor es insoportable, mis compañeros también lo son. Odio esta casota que se siente tan vacía.- la mujer asintió besando sus frente, secando las lágrimas que no dejaban de caer silenciosamente.- ¿hablaras con mi padre mañana?
-Minho, se que entiendes que esto es difícil para mí.- el niño le tomo la mano y se balanceo- solo dame aire y tiempo para no cometer una estupidez. Vallamos a dormir ¿Sí? Mañana será diferente, ¿quieres regresar a tu escuela?
-¡¡Sí!! Gracias mamá- se abrazo de ella y salió corriendo a su cuarto olvidando por completo el viento tenebroso que había fuera. Durmió tranquilamente, habían hablado por cerca de una hora y ansiaba que amaneciera para ir de nuevo a arreglar con su mamá los papeles de la escuela.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
El viejo mayordomo de la familia no podía dar crédito a lo que sus ojos veían. No había sido un día, tampoco una semana, ni siquiera dos; habían pasado dos meses, ¡DOS MESES!, desde que su joven amo había quedado en ese estado pensativo y zombi que tenia preocupado a todo el personal. No era necesario explicar cómo se sentía una mujer pequeña y castaña de ojos de color, al respecto. Su prometido por acuerdo, estaba deshecho y ni siquiera sabía que era lo que lo tenía así.
-Joven Choi, por favor recapacite su situación. Debe comer algo- dijo una de las empleadas tratando de que su amo saliera por esa puerta.- Caerá en el hospital si no se atiende ahora.
-Niño Choi, eh hablado con el director Choi para realizar un grupo una visita al hospital central de Ulsan. Hay una campaña de vacunación próxima en la ciudad, y su padre quiere que los nuevos empleados atiendan la forma de trabajo en una planta tan grande como aquel hospital- todos sus empleados esperaban una clase de insulto común del menor pero a cambio la puerta se abrió. No había entendido un carajo de lo que el mayordomo dijo, el se perdió en la palabra “Hospital central” Sonrió con verdadera felicidad.
-¡¡Sí!! Hay que ir, debemos estar muy sanos y esas cosas- tomo su celular llamando a su padre, pidiéndole ser el responsable de aquella visita de inspección a un lugar tan afamado en servicio como el hospital. Todos sus empleados se quedaron en coma al verlo tan alegre como antes, como si nada hubiere pasado.- Señora Hwang prepáreme el traje más elegante que tenga, quiero un saco negro.- la empleada se marcho al instante- Señor Jun, tenga- le entrego un manojo de billetes- Compre un gran panda gigante, y una caja de bombones de chocolate blanco.- el señor se marcho al instante.
-¿Qué trama joven Choi?- le pregunto el mayordomo viéndolo con una sonrisa.- ¿Qué hay en ese hospital que le ah animado tanto?
-Mi vida entera está allí, mi pasado, mi presente y quizá mi futuro.- Se marcho hablando solo sobre todo lo que haría llegando, el mayordomo no entendió una palabra de lo que dijo su amo pero lo dejaría pasar por que le encanto ver esa sonrisa de oreja a oreja que el menor tenia pintada en el rostro.
En su habitación el muchacho había entrado a la regadera, y se daba un baño, de pronto su sonrisa se esfumo ¿y si Eunsook no quería hablar con él? La última vez que se vieron no fue como él pensó que sería, no hubo lágrimas de felicidad, tampoco hubo sonrojos involuntarios ni besos furtivos; sólo era Eunsook y su pensamiento desnudo y avergonzado, solo era Siwon y su corazón enamorado. Solo esperaba que ese día pudieran hablar con más calma, con más tiempo y sobre todo con la verdad.
No mentiría si dijera que el camino a ese pequeño pueblo fue odiosamente más largo que cualquiera de las otras veces que había ido, tal vez haya sido solo porque ahora tenía algo por que llegar a ese lugar. Sabía que había 50% de posibilidades de encontrar a Eunsook allí, de poder hablar con ella en algún descansó del grupo de inspección y de practicantes.
Al llegar al hospital comenzó por la zona noreste, algo de cardiología y no sé qué, el solo se encargaba de los equipos que operaban no de las aéreas funcionales del endemoniadamente enorme hospital. El equipo de trabajo que lo seguía estaba conformado por gente inteligente que no necesitaba muchas indicaciones para realizar su inspección, Doctores, enfermeras, docentes de limpieza, operadores de la maquinaria, la maquinaria en sí, todo sería sometido a rígidas pruebas de control de calidad y funcionamiento.
-Entonces, nosotros partiremos ahora mismo- se reverencio la especialista del equipo de enfermería- ¿el señor Choi se quedaría aquí?- el muchacho negó pasando molesto la hoja del folleto que tenía en las manos- ¿pasa algo?
-Son cosas de la cotización de grupos y nomina de los empleados, hay algo que no me cuadra con respecto a la suma total y prestamos- levanto la mirada viendo como la mujer le veía con el rostro ladeado, como intentando no creerlo un loco.- Cosas de finanzas- sonrío haciendo que se formaran sus bellos hoyuelos en las mejillas.- Vamos, necesito hablar con la encargada sobre la nomina de cada uno de los empleados.
Ambos caminaron sin perder tiempo, se podían ver personas por todos lados siendo revisados y cargando maquinas y personas desmayadas. Entraron al ala principal del hospital, donde se realizaban las revisiones medicas generales en los pacientes, había gente llorando por los pasillos, niños con batas de hospital y ojos morados, sin contar a los enfermos que caminaban cargando sus bolsas de suero y nutrientes. Era realmente triste trabajar en un hospital. Una mujer los intercepto con los brazos abiertos, sacándolos de sus oscuros mundos.
-Lo siento, no puede pasar. La hora de visitas concluyo hace cinco minutos.- sonrío amablemente mirando a ambos chicos, quedándose prendada del alto muchacho.- vuelva mañana por favor.
-No lo entiende- informo la mujer pequeña de al parecer edad avanzada- somos parte del grupo de inspección del CMS de Seúl, soy la especialista en equipo médico Kang Mi Jun y él es el responsable del CMS el señor Choi. Si me lo permite quisiera hablar con la encargada del grupo de enfermeras del turno matutino.
-Soy yo, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarle?- la mujer asintió- sígame por favor, vamos a mi oficina.- se giro elegante hacia el muchacho y le sonrió- con permiso joven Choi- se retiro mirándolo de reojo de vez en cuando, el hombre igual se giro buscando la contraloría del hospital.
-¡Eunsook!- se escucho a lo lejos, una voz masculina que le llamaba a esa mujer, su corazón se acelero al pensar que quizá ella no estaba lejos. Comenzó a seguir con la mirada al hombre fornido y vestido de verde agua que preguntaba todos sus compañeros por esa mujer, pero fue interrumpido por una mujer de alta talla y ojos grandes, que lo invito a pasar a su oficina.
-Está en consulta, ya sabes que es la única que pasa con el doctor Kang cuando viene esa chica loca- dijo una chica baja de cabello amarillo y corto- ¿Qué pasa?¿le digo algo?
-Su hijo le está buscando por teléfono y dice que le urge hablar con ella.- la muchacha se mordió el labio- yo paso con el doctor, esa chica no debe estar tan loca como pensamos. – rieron e interrumpió en la habitación hablando algo con el doctor este miro a Eunsook que salió disparada al teléfono, para ella era raro que Minho le marcara tan repentinamente, corrió pasando de todos los que estaban allí, entro a la oficina de la encargada y se disculpo con la mujer que estaba allí, tomo el teléfono inalámbrico y salió de nuevo al pasillo, para poder hablar con su pequeño.
-¿Qué pasa Minho? ¿Dónde estás?
-Mamá, estoy en la casa- se oía triste, eso preocupo mas a la mujer- el maestro me descansó tres días por corregirle una operación matemática- la mujer bajo la mirada preocupada- mami no te vayas a enojar, yo no quería hacer eso es que…- el pobre niño comenzó a hiperventilarse.
-Está bien Minho- no sabía qué demonios decir, sabía que ese maldito desgraciado hacia sufrir a su niño. – sabes que no hay problema por eso, el cambio de escuela se está tramitando para que no pierdas ningún solo punto. Además, ya casi es tu cumpleaños, será como un regalo por parte de tu profesor.- el niño rio agradecido con su mamá, adoraba su buen carácter.
-Iré por Tae-shii, hace mucho no paso tiempo con él- rio al sentirse un adulto- Bye mami. Perdóname. – colgó dejando más tranquila a la mujer.
-¿paso algo malo Eunsook?- pregunto apenas verla la encargada, la enfermera sonrió negado- gracia al cielo. ¿Puedes retirarte?- le pregunto al verla pensando en quien sabe que cosas, la enfermera sonrió avergonzada eh hizo una venia a ambas mujeres.
“La vida es una caja de pandora” Pensó la mujer al observar a todas sus compañeras reunidas en un punto de la oficina de finanzas. “Está llena de vicios y errores que nos pueden retrasar de lograr nuestras metas, pero somos imperfectos, por eso somos humanos.”
La vida de Lee Eunsook se complico desde el momento en el que Choi Siwon se apareció de nueva cuenta a mitad de su vida. El miedo que sentía en su cuerpo era irrazonable, incluso era más fuerte su miedo por qué le quitara a su pequeño bebe a que supiera que moriría mañana, aunque eso implicara que lo tendría que dejar con sus padres y a merced de ser custodiado por el alto pelinegro de ojos grandes, al final de cuentas Siwon quedaría ganando.
Había comprado una casa gracias a un crédito que pidió en el hospital a cuestas de su sueldo, que no era poco pero tampoco significaba que no fuera necesario. Nadie sabía donde se había cambiado, también cambio de escuela al pequeño Minho, extrañamente sus calificaciones decayeron significativamente llegando a rozar la nota mínima permitida.
Su pequeña crisis familiar la estaba enloqueciendo, trataba día a día de conversar con Minho pero los gritos comenzaban cuando el niño le pedía que le dijera el porqué de todo el cambio, Eunsook cerraba con fuerza los labios y se retiraba gritándole al niño que fuera a su habitación. En esta ocasión el pequeño le devolvió el grito ya cansado de ese comportamiento “Ojala trabajes de nuevo en la noche y nos dejes en paz” Por eso ahora lloraba encerrada en el baño, no quería que el niño conociera a su padre pero podía sentir a Siwon pisándole los talones, el era poderoso, podría conseguir fácilmente su nueva dirección y eso la tenia al borde de la paranoia.
Eran las dos de la mañana, en la habitación de los niños el ruido incesante de las ramas golpear con fuerza su ventana despertó al moreno de ojos grandes. Desde siempre le tenía miedo a esa clase de días ventosos que hacía que los arboles lloraran tenebrosamente, se levanto dispuesto a acurrucarse con su madre pero se detuvo en la puerta de su habitación. La mano que había tomado el picaporte regreso a un costado de su cuerpo, mientras su mirada se mantenía fija en la madera de color blanco; estaba desesperado, jamás creyó que tendría esa clase problemas con su mamá, eran muy unidos antes pero ella había comenzado a guardarse secretos que lo tenían loco.
Salió finalmente dispuesto a no gritarle en la cara como desde hacía unos días venían haciendo, su mama se había puesto más cuidadosa y sobreprotectora, no podía salir ni asomar la nariz por la puerta por que era suficiente para una pelea de seis horas. Extrañaba a sus compañeros de la antigua escuela, a su maestro que lo alentaba a ser mejor cada día, no ese maestro que se creía mejor que el mismo director, que le ponía notas bajas por corregirlo en clase; no esos compañeros altaneros que lo molestaban por ser inteligente y no tener papá, él quería esos compañeros amigables que lo invitaban a jugar en el receso.
La luz del baño de su nueva casa estaba encendida, algo raro considerando la hora. Se acerco de puntillas para no hacer ruido y escucho un sollozo provenir del interior, su madre de nuevo lloraba sola. Se recargo en la puerta del baño y se deslizo por ella hasta quedar en cuclillas.
-Te desconozco mamá.- le dijo de pronto silenciando todo ruido del otro lado.- te quiero mucho, no lo dije enserio, quiero que pases conmigo mucho tiempo como antes de cambiarnos de casa.- su voz se había cortado ¿Cuánto llevaban ya en esa situación? Desde el cumpleaños de la gata habían pasado casi un mes y medio- Mama ¿hice algo malo?
-No amor… es algo… mío.- el niño sonrío, al menor ahora era “AMOR” de nuevo y no solo “Minho”- ¿Qué haces despierto?- pregunto aun del otro lado de la puerta del baño, el niño frunció el entrecejo y se levanto.
-Sal de allí, es algo incomodo hablar con una puerta- rio despacito, y la mujer le obedeció. Como si hubiera parado un siglo de no verse los dos se lanzaron a brazos del otro al mismo tiempo, hundiendo su llanto.- Ma… ¿Qué pasa? Dímelo, se que lo entenderé, pero ya no llores.
-Minho… yo… hable con tu papá.- el niño se alejo de un tajo y la vio con los ojos más grandes que de costumbre.- el… ahora sabe que tu estas aquí, el sabia donde vivíamos y en qué escuela estabas y donde trabajaba yo.- exageró, había comenzado a temblar sintiendo el nudo en su estomago como siempre que se acordaba del que fue su novio.- Solo tenía miedo que el tratara de buscarnos y que te alejara de mi. No lo sé, solo no quiero que te vayas con él.
-Él… sabe que existo.- la mujer asintió y acaricio el cabello de su bebe.- ¿Cómo es? ¿Cuándo hablaste con él? ¿Él vive aquí ahora?- las preguntas que siempre quiso hacer se atoraban en su garganta, eran demasiadas como para ser lanzadas en poco tiempo.
-Minho- ella estaba impresionada, no sabía que su hijo tuviera todas esas dudas, entonces entendió que había hecho mal de ocultarle la verdad desde un principio, tenía el numero de Siwon, era cuestión de hablar con él y arreglar una cita.- tú… ¿quieres conocerlo?
-¿podría? – Sonrió haciendo que sus ojos brillaran- ¿todo esto fue por eso? Mami, yo nunca te voy a dejar. El es mi padre y quiero saber quién es, pero tú eres mi mamá siempre vas a serlo. Odio la escuela donde voy, el profesor es insoportable, mis compañeros también lo son. Odio esta casota que se siente tan vacía.- la mujer asintió besando sus frente, secando las lágrimas que no dejaban de caer silenciosamente.- ¿hablaras con mi padre mañana?
-Minho, se que entiendes que esto es difícil para mí.- el niño le tomo la mano y se balanceo- solo dame aire y tiempo para no cometer una estupidez. Vallamos a dormir ¿Sí? Mañana será diferente, ¿quieres regresar a tu escuela?
-¡¡Sí!! Gracias mamá- se abrazo de ella y salió corriendo a su cuarto olvidando por completo el viento tenebroso que había fuera. Durmió tranquilamente, habían hablado por cerca de una hora y ansiaba que amaneciera para ir de nuevo a arreglar con su mamá los papeles de la escuela.
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El viejo mayordomo de la familia no podía dar crédito a lo que sus ojos veían. No había sido un día, tampoco una semana, ni siquiera dos; habían pasado dos meses, ¡DOS MESES!, desde que su joven amo había quedado en ese estado pensativo y zombi que tenia preocupado a todo el personal. No era necesario explicar cómo se sentía una mujer pequeña y castaña de ojos de color, al respecto. Su prometido por acuerdo, estaba deshecho y ni siquiera sabía que era lo que lo tenía así.
-Joven Choi, por favor recapacite su situación. Debe comer algo- dijo una de las empleadas tratando de que su amo saliera por esa puerta.- Caerá en el hospital si no se atiende ahora.
-Niño Choi, eh hablado con el director Choi para realizar un grupo una visita al hospital central de Ulsan. Hay una campaña de vacunación próxima en la ciudad, y su padre quiere que los nuevos empleados atiendan la forma de trabajo en una planta tan grande como aquel hospital- todos sus empleados esperaban una clase de insulto común del menor pero a cambio la puerta se abrió. No había entendido un carajo de lo que el mayordomo dijo, el se perdió en la palabra “Hospital central” Sonrió con verdadera felicidad.
-¡¡Sí!! Hay que ir, debemos estar muy sanos y esas cosas- tomo su celular llamando a su padre, pidiéndole ser el responsable de aquella visita de inspección a un lugar tan afamado en servicio como el hospital. Todos sus empleados se quedaron en coma al verlo tan alegre como antes, como si nada hubiere pasado.- Señora Hwang prepáreme el traje más elegante que tenga, quiero un saco negro.- la empleada se marcho al instante- Señor Jun, tenga- le entrego un manojo de billetes- Compre un gran panda gigante, y una caja de bombones de chocolate blanco.- el señor se marcho al instante.
-¿Qué trama joven Choi?- le pregunto el mayordomo viéndolo con una sonrisa.- ¿Qué hay en ese hospital que le ah animado tanto?
-Mi vida entera está allí, mi pasado, mi presente y quizá mi futuro.- Se marcho hablando solo sobre todo lo que haría llegando, el mayordomo no entendió una palabra de lo que dijo su amo pero lo dejaría pasar por que le encanto ver esa sonrisa de oreja a oreja que el menor tenia pintada en el rostro.
En su habitación el muchacho había entrado a la regadera, y se daba un baño, de pronto su sonrisa se esfumo ¿y si Eunsook no quería hablar con él? La última vez que se vieron no fue como él pensó que sería, no hubo lágrimas de felicidad, tampoco hubo sonrojos involuntarios ni besos furtivos; sólo era Eunsook y su pensamiento desnudo y avergonzado, solo era Siwon y su corazón enamorado. Solo esperaba que ese día pudieran hablar con más calma, con más tiempo y sobre todo con la verdad.
No mentiría si dijera que el camino a ese pequeño pueblo fue odiosamente más largo que cualquiera de las otras veces que había ido, tal vez haya sido solo porque ahora tenía algo por que llegar a ese lugar. Sabía que había 50% de posibilidades de encontrar a Eunsook allí, de poder hablar con ella en algún descansó del grupo de inspección y de practicantes.
Al llegar al hospital comenzó por la zona noreste, algo de cardiología y no sé qué, el solo se encargaba de los equipos que operaban no de las aéreas funcionales del endemoniadamente enorme hospital. El equipo de trabajo que lo seguía estaba conformado por gente inteligente que no necesitaba muchas indicaciones para realizar su inspección, Doctores, enfermeras, docentes de limpieza, operadores de la maquinaria, la maquinaria en sí, todo sería sometido a rígidas pruebas de control de calidad y funcionamiento.
-Entonces, nosotros partiremos ahora mismo- se reverencio la especialista del equipo de enfermería- ¿el señor Choi se quedaría aquí?- el muchacho negó pasando molesto la hoja del folleto que tenía en las manos- ¿pasa algo?
-Son cosas de la cotización de grupos y nomina de los empleados, hay algo que no me cuadra con respecto a la suma total y prestamos- levanto la mirada viendo como la mujer le veía con el rostro ladeado, como intentando no creerlo un loco.- Cosas de finanzas- sonrío haciendo que se formaran sus bellos hoyuelos en las mejillas.- Vamos, necesito hablar con la encargada sobre la nomina de cada uno de los empleados.
Ambos caminaron sin perder tiempo, se podían ver personas por todos lados siendo revisados y cargando maquinas y personas desmayadas. Entraron al ala principal del hospital, donde se realizaban las revisiones medicas generales en los pacientes, había gente llorando por los pasillos, niños con batas de hospital y ojos morados, sin contar a los enfermos que caminaban cargando sus bolsas de suero y nutrientes. Era realmente triste trabajar en un hospital. Una mujer los intercepto con los brazos abiertos, sacándolos de sus oscuros mundos.
-Lo siento, no puede pasar. La hora de visitas concluyo hace cinco minutos.- sonrío amablemente mirando a ambos chicos, quedándose prendada del alto muchacho.- vuelva mañana por favor.
-No lo entiende- informo la mujer pequeña de al parecer edad avanzada- somos parte del grupo de inspección del CMS de Seúl, soy la especialista en equipo médico Kang Mi Jun y él es el responsable del CMS el señor Choi. Si me lo permite quisiera hablar con la encargada del grupo de enfermeras del turno matutino.
-Soy yo, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarle?- la mujer asintió- sígame por favor, vamos a mi oficina.- se giro elegante hacia el muchacho y le sonrió- con permiso joven Choi- se retiro mirándolo de reojo de vez en cuando, el hombre igual se giro buscando la contraloría del hospital.
-¡Eunsook!- se escucho a lo lejos, una voz masculina que le llamaba a esa mujer, su corazón se acelero al pensar que quizá ella no estaba lejos. Comenzó a seguir con la mirada al hombre fornido y vestido de verde agua que preguntaba todos sus compañeros por esa mujer, pero fue interrumpido por una mujer de alta talla y ojos grandes, que lo invito a pasar a su oficina.
-Está en consulta, ya sabes que es la única que pasa con el doctor Kang cuando viene esa chica loca- dijo una chica baja de cabello amarillo y corto- ¿Qué pasa?¿le digo algo?
-Su hijo le está buscando por teléfono y dice que le urge hablar con ella.- la muchacha se mordió el labio- yo paso con el doctor, esa chica no debe estar tan loca como pensamos. – rieron e interrumpió en la habitación hablando algo con el doctor este miro a Eunsook que salió disparada al teléfono, para ella era raro que Minho le marcara tan repentinamente, corrió pasando de todos los que estaban allí, entro a la oficina de la encargada y se disculpo con la mujer que estaba allí, tomo el teléfono inalámbrico y salió de nuevo al pasillo, para poder hablar con su pequeño.
-¿Qué pasa Minho? ¿Dónde estás?
-Mamá, estoy en la casa- se oía triste, eso preocupo mas a la mujer- el maestro me descansó tres días por corregirle una operación matemática- la mujer bajo la mirada preocupada- mami no te vayas a enojar, yo no quería hacer eso es que…- el pobre niño comenzó a hiperventilarse.
-Está bien Minho- no sabía qué demonios decir, sabía que ese maldito desgraciado hacia sufrir a su niño. – sabes que no hay problema por eso, el cambio de escuela se está tramitando para que no pierdas ningún solo punto. Además, ya casi es tu cumpleaños, será como un regalo por parte de tu profesor.- el niño rio agradecido con su mamá, adoraba su buen carácter.
-Iré por Tae-shii, hace mucho no paso tiempo con él- rio al sentirse un adulto- Bye mami. Perdóname. – colgó dejando más tranquila a la mujer.
-¿paso algo malo Eunsook?- pregunto apenas verla la encargada, la enfermera sonrió negado- gracia al cielo. ¿Puedes retirarte?- le pregunto al verla pensando en quien sabe que cosas, la enfermera sonrió avergonzada eh hizo una venia a ambas mujeres.
“La vida es una caja de pandora” Pensó la mujer al observar a todas sus compañeras reunidas en un punto de la oficina de finanzas. “Está llena de vicios y errores que nos pueden retrasar de lograr nuestras metas, pero somos imperfectos, por eso somos humanos.”
~•Euntokki•~
Onew
43
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
wuuaaaaaaaaa el pequeño esta sufriendo lo beuno es que la mai ya le explico la sitaucion,,,, de una u ota manera lo comprendio.........aaaaaaaaa minhoooo como un sonambullo..... se pone muy interesante,,,, queiro ver que pasara,,,,,aa
aaaaahh ese maestro como es posible que lo allan suspendido por tres dias solo por corregir una opracion matematicas..aaaaa......... saludos actualkiza pronto
aaaaahh ese maestro como es posible que lo allan suspendido por tres dias solo por corregir una opracion matematicas..aaaaa......... saludos actualkiza pronto
Damsanm
onew
1008
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
waaa pobre miho pero como estaran los gemelos y jonghyun seguro todos tristes de que se fueron sin decir nada,,,,y al pareser eunsook no siente nada aun por jonghyun que triste,....espero y siwon no la convenza de regresar con el...waaa lloroooooo...esperare tu actu pronto......me encanto el capitulo
key
JongHyun
1235
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
nooo...no pensé que Eunsook se fuera a escapar!!!!
pero qué pasa con JJong??...solo espero que se queden juntos!!!
me da cosa Siwon pero yo prefiero la otra pareja :)
y MinHo, el niño ni sabe lo que pasa, lo bueno es que ya va a regresar
a su antigua escuela y va a seguir siendo amigos de los mellizos :)
No tardes en actualizar porfisss
pero qué pasa con JJong??...solo espero que se queden juntos!!!
me da cosa Siwon pero yo prefiero la otra pareja :)
y MinHo, el niño ni sabe lo que pasa, lo bueno es que ya va a regresar
a su antigua escuela y va a seguir siendo amigos de los mellizos :)
No tardes en actualizar porfisss
Hanna
Onew
107
Re: Somewhere I Belong [Hetero -Eunsook x Jonghyun]
Hola!!!! muahaha... primero que nada una enorme enorme enorme disculpa por la tardanza del capitulo, surgieron demasiadas demasiadas cosas y no se por que carajo estoy repitiendo todo dos veces.. Gracias por su apoyo, yo las amo chicas. La cosas con el Siwon se están complicando, gracias por continuar conmigo. LuvU
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Capitulo nueve: Besos de chocolate
El hombre alto miro una vez más el reloj de la oficina, habían pasado más de tres horas revisando la nomina del hospital y aun no encontraba ese hueco que estaba haciendo vaciar más dinero del que se expresaba en la cuenta de banco.
-Señor Choi ¿podemos descansar un momento?- pidió casi de rodillas la encargada de dicha oficina- Solo faltan tres docentes para terminar con el turno que yo vigilo, pero ya no puedo más.
-¿A qué se refiere? ¿Hay otro encargado de manejar el dinero en el hospital?- la mujer asintió algo contraída. Estaba a punto de hablar pero miro al muchacho mirar con detenimiento a alguien en la puerta, un hombre bajito que sostenía en sus manos un gran oso de peluche y una bolsa colorida de regalo.
-Dejaron esto en la puerta- anuncio un hombre- para el señor Choi- el hombre tomo los objetos con una sonrisa, lo había olvidado completamente. Se giro a donde la mujer lo veía sonrojada, podía sentir su respiración entrecortada ¿acaso creía que eran para ella?
-Yo… está bien, hay que descansar. – salió de la habitación cruzando por medio del club de fans que se encontraban fuera de ese pequeño y caluroso cuarto. Busco la salida de la oficina y sobre todo de una mujer de cabello largo y hermoso.
-Eunsook shii- dijo una voz femenina que juraba haber escuchado antes, provenía de la sala de descanso de las enfermeras, se asomo sin ser visto por las dos mujeres, vio como su chica le sonreía a la bajita rubia abrazándola con cariño.- No sabes lo horrible que se siente trabajar por la mañana, hay mucha más gente que por la noche.- se dejo caer enseguida de la pelinegra que saco su cartera.
-No tengo dinero para el almuerzo ¿tienes tu?- la otra se estiro perezosamente y cogió su bolsa revisando en su interior su cartera, asintió con un puchero.
-Es poco, nos alcanza para un par de paquetes de patatas- la mujer de cabellos negros suspiro negando, no le quitaría su poco dinero a su amiga.- está bien, compartimos sabores.- rieron ante el comentario de la mayor de ambas.
-Sunny ah, Eunsook shii- entro corriendo una mujer de largos y alborotados cabellos y sonrisa picara- ¿han visto al hombre que está en el hospital revisando las nominas?- las otras dos negaron poco interesadas en dicho hombre- ¡Hay pues esta divino!- se abrazo con fuerza a la menor de sus compañeras.
En medio de una risa burlona por su fallido intento de conquista la mujer de largos cabellos negros miro la puerta donde un gran oso de peluche se asomaba con timidez, sus compañeras le siguieron la mirada viendo como de a poco el chico de cuerpo fornido y sonrisa gatuna salía cabizbajo, todas las mujeres tras el miraban atentas alguna acción del hombre pero este solo miro a Eunsook una vez.
-Hola- dijo el apretando mas al oso en su pecho- son para ti.- estiro la bolsa de regalo, Eunsook se levanto caminando hacia él, siendo seguida por miradas asombradas y molestas.- yo…- el muchacho no sabía que decir- el oso también es para ti.- lo puso en sus brazos, viendo como las mejillas de la mujer se habían puesto rosas.
-Siwon yo…
-No digas nada, por favor. – bajo de nuevo los brazos llevándose una sorpresa escuchar la risita de la que fue su novia-no fue mi intensión no buscarte, quería darte tiempo de asimilar que…
-Ese es tu problema Siwon- sonrío forzadamente para no estallar en gritos enfrente de sus compañeras de trabajo- no todos necesitamos tiempo para pensar- abrazo al oso mirándolo de frente- a veces solo necesitamos que nos cojan del brazo para no caer al suelo. – todos miraban atentos la conversación.
-Eunsook, quiero… quiero conocerlo.- dijo finalmente lo que deseaba decirle a la mujer, que solo suspiro – por favor no me niegues esta oportunidad, es mi hijo- el mundo a su alrededor se escandalizo y empezaron a cuchichear, todos sabían que Eunsook era madre soltera, pero descubrir que el padre del niño es tan importante es otra cosa.
-Siwon…
-Eunsook… - le respondió con el mismo tono cansado con el que ella le llamo- por favor.
-Iré a almorzar- tomo su oso, sus chocolates y su bolso.
-Pensé que comeríamos patatas.- dijo Sunny en su faceta de niña pequeña que quiere conocer el chisme.
-Esté bien, yo las invito a almorzar a ambas- las mujeres se miraron, una gritando un rotundo NO con la mirada y la otra rogándole a ese No quedarse escondido en el pensamiento de su amiga de cabello negro.- vamos.
-Ok- Eunsook siguió derrotada al muchacho de cuerpo tallado, maldiciendo en su interior la promesa que ella misma le hizo al niño de conocer a su padre.- Siwon, el, sabe que tu sabes.- rodeo la conversación moviendo sin interés los hielos de su bebida de limón- el quiere conocerte también- Sunny dejo de ver al hombre frente a ella y ambos fijaron su vista en los ojos caídos de la pelinegra- Él, él cumple nueve años en cinco días. Su cumpleaños es el nueve de diciembre.
- 9 de diciembre, qué curioso- rio infantil dejando de lado su lio emocional interno- tu cumpleaños es el catorce de diciembre- la mujer también rio algo más incomoda- Me gustaría verlo, en serio. Quisiera que tu y el fueran a mi casa ese día, no le digas para que, me gustaría darle una sorpresa.
-Está bien- accedió nada convencida, el hombre se levanto al recibir una llamada.
-Eunsook- su amiga rubia le tomo la mano apretándola con fuerza- sé que es difícil por todo lo que pasaste sola con tu hijo, pero estoy orgullosa de ti. En serio no es fácil hacer lo que tú haces, pero ante todo él es padre de Minho, y deben conocerse.
-Sunny ah, tengo mucho miedo, no sabes cuánto- sonrío decaída, pero ese peso extra de su cuerpo había desaparecido.- Ya tiene nueve años- rio quedito recordando a su hijo, su amiga igual sonrió y se levantaron para continuar trabajando.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-Papá- dijo de pronto la pequeña de ojos grises viendo fijamente a través de la ventana como un par de patos adultos viajaban juntos seguidos de un pequeño pato, su padre propio la miro atento, esperando lo que sea que fuera a decirle- vamos a comprar unos chocolates ¿sí?
-Pero son las ocho de la noche Gwiboonnie- se defendió aun recostado en su suave cama, perezosamente, definitivamente estar de vacaciones le afectaba en su pereza.- ve tu sola, no queda lejos- su hija le mando una mirada asesina como era ya su costumbre- está bien. Arréglate-
-Estoy arreglada, vamos ya- respondió sin darle importancia a su apariencia desaliñada- tomo una pequeña bolsa color morado y corrió a la puerta. Donde su padre la alcanzo en poco tiempo.- ¿Crees que podamos hacer unas crepas hoy?
- Creo que sí, la verdad tengo hambre- dijo al momento que su estomago sonaba sin vergüenza- estúpido estomago delator. – La niña rio y camino por delante de su papá, jugueteando con cualquier pobre pedazo de piedra que se atravesaba por sus delgados pies. – Gwiboonnie no te vayas lejos – le advirtió preocupado, agradecía vivir algo cerca del centro comercial.
- Papá ¿ves que deliciosas se ven? – se pego como un mosquito al aparador que mostraba los pasteles de chocolate y vainilla que se ofertaban en la tienda de postres del centro comercial. – Debemos llevar uno para cada día de la semana.
-No señorita, después te tendré que llevar rodando a la escuela. Menos mal que vivimos colina arriba, será fácil bajar. – La niña rio sarcástica pero luego de imaginarse a sí misma rodar por la calle de su casa estampo su aliento cálido con el frio vidrio en medio de una carcajada escandalosa.
-Al menos llevemos uno para hoy y mañana – se rindió a su idea de comer pastel toda la semana.
-Está bien, uno para hoy si. – Se acerco a donde su pequeña seguía hincada y la tomo de la gruesa sudadera gris con gorro- ponte de pie, ensuciaras la ropa – la niña obedeció sacudiendo su ropa, la tipa del mostrador veía embobada a su papá.
“Típico” pensaba la niña antes de girare ante el llamado conocido de alguien que, jamás creyó hacer, extrañaba demasiado.
-Mamá- dijo la voz – Creo que perdí la bolsa de los panes- la mujer delante de él se había detenido para prestarle atención y se soltó riendo de lo que su pequeño hijo había hecho.- ¿No la tienes entre las otras?
-No Minho, ¿La habrás dejado en la tienda de verduras?- remato con una sonrisa, haciendo que su hijo se girara y saliera corriendo a dicho lugar.- Uff, vamos Tae, esto va a tardar- tomó al niño en sus brazos alzándolo para que se acomodara en su hombro para dormitar.
La niña de ojos de color miro a su papa como pidiéndole permiso para salir corriendo y el hombre sonrió, jamás se dio cuenta de cuánto había extrañado a esa mujer de nervios de acero, miro a su hija encontrándose con esta mirándole también.
-Gracias – pago una suma considerablemente más grande de los pasteles- deme otro igual por favor- la niña sonrió corriendo fuera de la tienda.
- ¡¡Enfermera Lee!!- la mujer se giro ante el llamado llevándose una sorpresa al ver a la niña más hermosa que recordaba haber visto, sonrió al verla correr hacia ella, puso a Taemin en el suelo de nuevo y el niño pareció reconocer a hombre que caminaba a paso lento. Ya que rio y grito tan fuerte que seguro todo el centro comercial lo escucho.
-Lee Eunsook, hola- saludo el hombre sosteniendo en cada mano un pastel.- pensé que no nos veríamos nunca más, estaba comenzando por preocuparme.- la mujer rio abrazando al hombre con cariño.
-Kim Jonghyun- dijo el nombre de su conocido con un tono alegre- no te podrás deshacer de mi con tanta facilidad- rio, y su risa se incremento cuando Taemin corrió desesperado a los brazos del hombre frente a ella, el cual lo alzo y beso en la frente.
-¿Gwiboon?- todos miraron al niño de ojos grandes y piel bronceada con una bolsa colgando de su brazo derecho- ¡¡GWIBOON AH!!- Corrió a su compañera aventando la bolsa de pan a su madre que la atrapo en el aire, el niño abrazo, giro en el aire, jalo por medio súper mercado y sofoco a su amiga de ojos de color- te extrañe pequeña rata peluda.
-Muérete rana verde disecada- le respondió el insulto con una sonrisa.
-Jamás la vi tan feliz de insultar a alguien- se burlo el padre de la niña haciendo reír a la mujer- ¿Cómo han estado? Estábamos preocupados por ti y ellos. Se mudaron y cambiaste al niño de escuela ¿paso algo malo?
-No- respondió con simpleza- son cosas mías y de mi paranoia, vivo cerca de aquí, casi a tres cuadras de tu departamento.- el hombre se sorprendió ¿Tan cerca? – y por lo de Minho, el volverá a la escuela en unos días, ya hable con el director para que lo acepte de vuelta.
-¡Hyung Hyung! – Llegó de pronto el niño abrazándose del hombre- Mamá ¿ya lo invitaste a mi fiesta? – El hombre miro con una ceja levantada a la mujer que solo sonrió acalorada y negó.- el nueve de este cumplo nueve años. – Rió por la coincidencia de su cumpleaños- haremos una gran fiesta en mi nueva casa ¿vendrás?
-Claro que si Minho- se medio hinco para revolver su cabello, el niño corrió hacia su hija y se fueron a quien sabe que tienda.- Bien ¿Qué pasa?- la mujer le miro tratando de hacerse la desentendida- no te sale fingir Eunsook.
-Bien… el padre de Minho me pidió llevarlo a verlo ese día.- el hombre se sorprendió y su sonrisa desapareció de su rostro- no sé como sentirme, si bien por qué el conocerá a su papá o mal por qué, ahora lo tendré más cerca.
-Es, es algo rápido. No sé qué decirte- bajo el rostro para ocultar su malestar- ¿Tu, tu le quieres todavía? Al papa de Minho y Taemin?- la mujer sonrió algo avergonzada y ¿Por qué no? Cansada de esa pregunta que le hacían todos desde que Siwon se pareció en su trabajo hace dos días. – Lo siento, quizá es incomodo de decir.
-No está bien- dijo al ver a su acompañante cabizbajo ¿Por qué sentía la necesidad de dejarle en claro todo?- Yo, lo quiero sí. Pero no como un novio o un esposo o algo así. Es un amor más parecido como al de un hermano o un buen amigo.- se encogió de hombros y se abrazo a sí misma para darse calor- es el padre de mi hijo, después de todo eso no se puede negar. Sería como preguntarte si tu amas a la madre de tus hijos.- rio por la comparación, cosa que el hombre respondió igual de incomodo.
-El nueve entonces- cambio de tema viendo a los niños acercarse a ellos corriendo a toda velocidad por el pasillo- ¿iras a tu casa ahora?- la mujer asintió.
-Íbamos de salida- levanto las bolsas que aun colgaban de sus manos y suspiro cansada-¿tu?
-No, acabamos de entrar- Eunsook rio- Lo sé. Imagínate, se supone que venimos por los antojos aniñados de Gwiboon, se le antojo un chocolate, unas crepas, un pastel y no sé qué cosas más.- a Jonghyun le dolió la billetera de solo pensar en eso.
-Te invito a casa- dijo de pronto Eunsook.- Veo que llevas el pastel, tengo chocolate en casa, compartamos- le pico el pecho, cosa que al hombre le pareció lo más tierno del submundo.- ¿Qué dice señor Kim? ¿Acepta mis términos?
-Me parece bien Señora Lee. Acepto sus términos y condiciones. – la mujer sonrió al ver a su hijo más pequeño dormido plácidamente en el hombro de su ahora amigo- Es de chocolate y vainilla.
-Mi favorito.- dijo ella mirando hacia adelante con una sonrisa- Minho, Gwiboon vámonos- los niños gritaron eufóricos al descubrir que irían juntos a casa. Eunsook miro al hombre que cargaba con cariño a su niño ponerlo en brazos de su hijo mayor y detenerse justo antes de salir, Jonghyun se quito el abrigo poniéndolo sobre los delgados hombros de la mujer- Pero, enfermaras- alego esta algo intranquila.
-¿Serás mi enfermera de cabecera? – la mujer rio y asintió aun con una brillante sonrisa en su rostro- entonces enfermare cuantas veces sea necesaria- tomo los dos pasteles y al menor de los pequeños Lee y se adelanto. Eunsook se quedo de pie en la puerta y escucho unas suaves bullas de sus dos angelitos de nueve años, rio ligeramente.
-Cállense- se sonrojo y camino tomándolos de las manos, sin poder quitar esa sonrisa boba de su rostro. Viendo las sonrisas cómplices de los dos niños- son unos pequeños demonios sabían- les dijo con cariño haciéndolos reír.
Minho miro a su madre, Minho podía decir que la vida era dulce, dulce como un pastel. Para el pequeño de ojos grandes, su mundo, su pastel era su madre, y la dulzura que necesitaba era simplemente verla sonreír enserio. Como ese día.
-Señor Choi ¿podemos descansar un momento?- pidió casi de rodillas la encargada de dicha oficina- Solo faltan tres docentes para terminar con el turno que yo vigilo, pero ya no puedo más.
-¿A qué se refiere? ¿Hay otro encargado de manejar el dinero en el hospital?- la mujer asintió algo contraída. Estaba a punto de hablar pero miro al muchacho mirar con detenimiento a alguien en la puerta, un hombre bajito que sostenía en sus manos un gran oso de peluche y una bolsa colorida de regalo.
-Dejaron esto en la puerta- anuncio un hombre- para el señor Choi- el hombre tomo los objetos con una sonrisa, lo había olvidado completamente. Se giro a donde la mujer lo veía sonrojada, podía sentir su respiración entrecortada ¿acaso creía que eran para ella?
-Yo… está bien, hay que descansar. – salió de la habitación cruzando por medio del club de fans que se encontraban fuera de ese pequeño y caluroso cuarto. Busco la salida de la oficina y sobre todo de una mujer de cabello largo y hermoso.
-Eunsook shii- dijo una voz femenina que juraba haber escuchado antes, provenía de la sala de descanso de las enfermeras, se asomo sin ser visto por las dos mujeres, vio como su chica le sonreía a la bajita rubia abrazándola con cariño.- No sabes lo horrible que se siente trabajar por la mañana, hay mucha más gente que por la noche.- se dejo caer enseguida de la pelinegra que saco su cartera.
-No tengo dinero para el almuerzo ¿tienes tu?- la otra se estiro perezosamente y cogió su bolsa revisando en su interior su cartera, asintió con un puchero.
-Es poco, nos alcanza para un par de paquetes de patatas- la mujer de cabellos negros suspiro negando, no le quitaría su poco dinero a su amiga.- está bien, compartimos sabores.- rieron ante el comentario de la mayor de ambas.
-Sunny ah, Eunsook shii- entro corriendo una mujer de largos y alborotados cabellos y sonrisa picara- ¿han visto al hombre que está en el hospital revisando las nominas?- las otras dos negaron poco interesadas en dicho hombre- ¡Hay pues esta divino!- se abrazo con fuerza a la menor de sus compañeras.
En medio de una risa burlona por su fallido intento de conquista la mujer de largos cabellos negros miro la puerta donde un gran oso de peluche se asomaba con timidez, sus compañeras le siguieron la mirada viendo como de a poco el chico de cuerpo fornido y sonrisa gatuna salía cabizbajo, todas las mujeres tras el miraban atentas alguna acción del hombre pero este solo miro a Eunsook una vez.
-Hola- dijo el apretando mas al oso en su pecho- son para ti.- estiro la bolsa de regalo, Eunsook se levanto caminando hacia él, siendo seguida por miradas asombradas y molestas.- yo…- el muchacho no sabía que decir- el oso también es para ti.- lo puso en sus brazos, viendo como las mejillas de la mujer se habían puesto rosas.
-Siwon yo…
-No digas nada, por favor. – bajo de nuevo los brazos llevándose una sorpresa escuchar la risita de la que fue su novia-no fue mi intensión no buscarte, quería darte tiempo de asimilar que…
-Ese es tu problema Siwon- sonrío forzadamente para no estallar en gritos enfrente de sus compañeras de trabajo- no todos necesitamos tiempo para pensar- abrazo al oso mirándolo de frente- a veces solo necesitamos que nos cojan del brazo para no caer al suelo. – todos miraban atentos la conversación.
-Eunsook, quiero… quiero conocerlo.- dijo finalmente lo que deseaba decirle a la mujer, que solo suspiro – por favor no me niegues esta oportunidad, es mi hijo- el mundo a su alrededor se escandalizo y empezaron a cuchichear, todos sabían que Eunsook era madre soltera, pero descubrir que el padre del niño es tan importante es otra cosa.
-Siwon…
-Eunsook… - le respondió con el mismo tono cansado con el que ella le llamo- por favor.
-Iré a almorzar- tomo su oso, sus chocolates y su bolso.
-Pensé que comeríamos patatas.- dijo Sunny en su faceta de niña pequeña que quiere conocer el chisme.
-Esté bien, yo las invito a almorzar a ambas- las mujeres se miraron, una gritando un rotundo NO con la mirada y la otra rogándole a ese No quedarse escondido en el pensamiento de su amiga de cabello negro.- vamos.
-Ok- Eunsook siguió derrotada al muchacho de cuerpo tallado, maldiciendo en su interior la promesa que ella misma le hizo al niño de conocer a su padre.- Siwon, el, sabe que tu sabes.- rodeo la conversación moviendo sin interés los hielos de su bebida de limón- el quiere conocerte también- Sunny dejo de ver al hombre frente a ella y ambos fijaron su vista en los ojos caídos de la pelinegra- Él, él cumple nueve años en cinco días. Su cumpleaños es el nueve de diciembre.
- 9 de diciembre, qué curioso- rio infantil dejando de lado su lio emocional interno- tu cumpleaños es el catorce de diciembre- la mujer también rio algo más incomoda- Me gustaría verlo, en serio. Quisiera que tu y el fueran a mi casa ese día, no le digas para que, me gustaría darle una sorpresa.
-Está bien- accedió nada convencida, el hombre se levanto al recibir una llamada.
-Eunsook- su amiga rubia le tomo la mano apretándola con fuerza- sé que es difícil por todo lo que pasaste sola con tu hijo, pero estoy orgullosa de ti. En serio no es fácil hacer lo que tú haces, pero ante todo él es padre de Minho, y deben conocerse.
-Sunny ah, tengo mucho miedo, no sabes cuánto- sonrío decaída, pero ese peso extra de su cuerpo había desaparecido.- Ya tiene nueve años- rio quedito recordando a su hijo, su amiga igual sonrió y se levantaron para continuar trabajando.
*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*•*~__.:.__~*
-Papá- dijo de pronto la pequeña de ojos grises viendo fijamente a través de la ventana como un par de patos adultos viajaban juntos seguidos de un pequeño pato, su padre propio la miro atento, esperando lo que sea que fuera a decirle- vamos a comprar unos chocolates ¿sí?
-Pero son las ocho de la noche Gwiboonnie- se defendió aun recostado en su suave cama, perezosamente, definitivamente estar de vacaciones le afectaba en su pereza.- ve tu sola, no queda lejos- su hija le mando una mirada asesina como era ya su costumbre- está bien. Arréglate-
-Estoy arreglada, vamos ya- respondió sin darle importancia a su apariencia desaliñada- tomo una pequeña bolsa color morado y corrió a la puerta. Donde su padre la alcanzo en poco tiempo.- ¿Crees que podamos hacer unas crepas hoy?
- Creo que sí, la verdad tengo hambre- dijo al momento que su estomago sonaba sin vergüenza- estúpido estomago delator. – La niña rio y camino por delante de su papá, jugueteando con cualquier pobre pedazo de piedra que se atravesaba por sus delgados pies. – Gwiboonnie no te vayas lejos – le advirtió preocupado, agradecía vivir algo cerca del centro comercial.
- Papá ¿ves que deliciosas se ven? – se pego como un mosquito al aparador que mostraba los pasteles de chocolate y vainilla que se ofertaban en la tienda de postres del centro comercial. – Debemos llevar uno para cada día de la semana.
-No señorita, después te tendré que llevar rodando a la escuela. Menos mal que vivimos colina arriba, será fácil bajar. – La niña rio sarcástica pero luego de imaginarse a sí misma rodar por la calle de su casa estampo su aliento cálido con el frio vidrio en medio de una carcajada escandalosa.
-Al menos llevemos uno para hoy y mañana – se rindió a su idea de comer pastel toda la semana.
-Está bien, uno para hoy si. – Se acerco a donde su pequeña seguía hincada y la tomo de la gruesa sudadera gris con gorro- ponte de pie, ensuciaras la ropa – la niña obedeció sacudiendo su ropa, la tipa del mostrador veía embobada a su papá.
“Típico” pensaba la niña antes de girare ante el llamado conocido de alguien que, jamás creyó hacer, extrañaba demasiado.
-Mamá- dijo la voz – Creo que perdí la bolsa de los panes- la mujer delante de él se había detenido para prestarle atención y se soltó riendo de lo que su pequeño hijo había hecho.- ¿No la tienes entre las otras?
-No Minho, ¿La habrás dejado en la tienda de verduras?- remato con una sonrisa, haciendo que su hijo se girara y saliera corriendo a dicho lugar.- Uff, vamos Tae, esto va a tardar- tomó al niño en sus brazos alzándolo para que se acomodara en su hombro para dormitar.
La niña de ojos de color miro a su papa como pidiéndole permiso para salir corriendo y el hombre sonrió, jamás se dio cuenta de cuánto había extrañado a esa mujer de nervios de acero, miro a su hija encontrándose con esta mirándole también.
-Gracias – pago una suma considerablemente más grande de los pasteles- deme otro igual por favor- la niña sonrió corriendo fuera de la tienda.
- ¡¡Enfermera Lee!!- la mujer se giro ante el llamado llevándose una sorpresa al ver a la niña más hermosa que recordaba haber visto, sonrió al verla correr hacia ella, puso a Taemin en el suelo de nuevo y el niño pareció reconocer a hombre que caminaba a paso lento. Ya que rio y grito tan fuerte que seguro todo el centro comercial lo escucho.
-Lee Eunsook, hola- saludo el hombre sosteniendo en cada mano un pastel.- pensé que no nos veríamos nunca más, estaba comenzando por preocuparme.- la mujer rio abrazando al hombre con cariño.
-Kim Jonghyun- dijo el nombre de su conocido con un tono alegre- no te podrás deshacer de mi con tanta facilidad- rio, y su risa se incremento cuando Taemin corrió desesperado a los brazos del hombre frente a ella, el cual lo alzo y beso en la frente.
-¿Gwiboon?- todos miraron al niño de ojos grandes y piel bronceada con una bolsa colgando de su brazo derecho- ¡¡GWIBOON AH!!- Corrió a su compañera aventando la bolsa de pan a su madre que la atrapo en el aire, el niño abrazo, giro en el aire, jalo por medio súper mercado y sofoco a su amiga de ojos de color- te extrañe pequeña rata peluda.
-Muérete rana verde disecada- le respondió el insulto con una sonrisa.
-Jamás la vi tan feliz de insultar a alguien- se burlo el padre de la niña haciendo reír a la mujer- ¿Cómo han estado? Estábamos preocupados por ti y ellos. Se mudaron y cambiaste al niño de escuela ¿paso algo malo?
-No- respondió con simpleza- son cosas mías y de mi paranoia, vivo cerca de aquí, casi a tres cuadras de tu departamento.- el hombre se sorprendió ¿Tan cerca? – y por lo de Minho, el volverá a la escuela en unos días, ya hable con el director para que lo acepte de vuelta.
-¡Hyung Hyung! – Llegó de pronto el niño abrazándose del hombre- Mamá ¿ya lo invitaste a mi fiesta? – El hombre miro con una ceja levantada a la mujer que solo sonrió acalorada y negó.- el nueve de este cumplo nueve años. – Rió por la coincidencia de su cumpleaños- haremos una gran fiesta en mi nueva casa ¿vendrás?
-Claro que si Minho- se medio hinco para revolver su cabello, el niño corrió hacia su hija y se fueron a quien sabe que tienda.- Bien ¿Qué pasa?- la mujer le miro tratando de hacerse la desentendida- no te sale fingir Eunsook.
-Bien… el padre de Minho me pidió llevarlo a verlo ese día.- el hombre se sorprendió y su sonrisa desapareció de su rostro- no sé como sentirme, si bien por qué el conocerá a su papá o mal por qué, ahora lo tendré más cerca.
-Es, es algo rápido. No sé qué decirte- bajo el rostro para ocultar su malestar- ¿Tu, tu le quieres todavía? Al papa de Minho y Taemin?- la mujer sonrió algo avergonzada y ¿Por qué no? Cansada de esa pregunta que le hacían todos desde que Siwon se pareció en su trabajo hace dos días. – Lo siento, quizá es incomodo de decir.
-No está bien- dijo al ver a su acompañante cabizbajo ¿Por qué sentía la necesidad de dejarle en claro todo?- Yo, lo quiero sí. Pero no como un novio o un esposo o algo así. Es un amor más parecido como al de un hermano o un buen amigo.- se encogió de hombros y se abrazo a sí misma para darse calor- es el padre de mi hijo, después de todo eso no se puede negar. Sería como preguntarte si tu amas a la madre de tus hijos.- rio por la comparación, cosa que el hombre respondió igual de incomodo.
-El nueve entonces- cambio de tema viendo a los niños acercarse a ellos corriendo a toda velocidad por el pasillo- ¿iras a tu casa ahora?- la mujer asintió.
-Íbamos de salida- levanto las bolsas que aun colgaban de sus manos y suspiro cansada-¿tu?
-No, acabamos de entrar- Eunsook rio- Lo sé. Imagínate, se supone que venimos por los antojos aniñados de Gwiboon, se le antojo un chocolate, unas crepas, un pastel y no sé qué cosas más.- a Jonghyun le dolió la billetera de solo pensar en eso.
-Te invito a casa- dijo de pronto Eunsook.- Veo que llevas el pastel, tengo chocolate en casa, compartamos- le pico el pecho, cosa que al hombre le pareció lo más tierno del submundo.- ¿Qué dice señor Kim? ¿Acepta mis términos?
-Me parece bien Señora Lee. Acepto sus términos y condiciones. – la mujer sonrió al ver a su hijo más pequeño dormido plácidamente en el hombro de su ahora amigo- Es de chocolate y vainilla.
-Mi favorito.- dijo ella mirando hacia adelante con una sonrisa- Minho, Gwiboon vámonos- los niños gritaron eufóricos al descubrir que irían juntos a casa. Eunsook miro al hombre que cargaba con cariño a su niño ponerlo en brazos de su hijo mayor y detenerse justo antes de salir, Jonghyun se quito el abrigo poniéndolo sobre los delgados hombros de la mujer- Pero, enfermaras- alego esta algo intranquila.
-¿Serás mi enfermera de cabecera? – la mujer rio y asintió aun con una brillante sonrisa en su rostro- entonces enfermare cuantas veces sea necesaria- tomo los dos pasteles y al menor de los pequeños Lee y se adelanto. Eunsook se quedo de pie en la puerta y escucho unas suaves bullas de sus dos angelitos de nueve años, rio ligeramente.
-Cállense- se sonrojo y camino tomándolos de las manos, sin poder quitar esa sonrisa boba de su rostro. Viendo las sonrisas cómplices de los dos niños- son unos pequeños demonios sabían- les dijo con cariño haciéndolos reír.
Minho miro a su madre, Minho podía decir que la vida era dulce, dulce como un pastel. Para el pequeño de ojos grandes, su mundo, su pastel era su madre, y la dulzura que necesitaba era simplemente verla sonreír enserio. Como ese día.
~•Euntokki•~
Onew
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