Interesante…

Esa es la palabra con la que describiremos la vida de este chico.
Este chico llamado Lee Taemin.

Estudiante del último año de preparatoria, 18 años, tez blanca, cabello teñido de rojo, alto, amante del baile, hijo único, huérfano de madre y de padre podría decirse que también…

¿Mejores amigos?... Sí, solo uno llamado Kim KiBum
¿Por qué?... Eso se los contaré después.

¿Es Lee Taemin un chico normal?... No exactamente
¿Por qué?... Ahora lo leerán…



Hace 18 años, para ser más exacta el 18 de Julio de 1993 a las 3 de la mañana, una mujer lloraba y se retorcía de dolor en el hospital de Seúl.

Estaba en labor de parto, un parto doloroso y complicado los doctores decían que ni el bebe ni la madre iban a sobrevivir.

- Por favor… A… Ayúdame – Aquella adolorida mujer habló con dificultad.

Uno de los tantos doctores presentes se acercó a ella.

- ¿En qué quiere que le ayude? – la agonizante mujer ni siquiera le dedico una mirada.

- Él… a cambio de mí – El doctor la miro extrañado y se alejo después de diagnosticar que dado las circunstancias en las que se encontraba estaba delirando.

Sin embargo la mujer tenía la mirada puesta en “algo”, algo que nadie podía ver, excepto personas con dones especiales, personas como ella.

Frente a la lamentable señora, se encontraba un chico alto poseedor de ojos inmensamente grandes, cabello corto ligeramente encrespado, con un semblante serio… al parecer un chico normal.

- Sabes bien que no puedo dar vida… Yo solo la quito – respondió aquel joven cruzado de brazos, observando el sufrimiento de la madre que parecía no importarle.

- Vamos… se que… puedes… hacer algo… al respecto – se veía débil, el fin de su vida estaba llegando.

El chico sonrió levemente.

- Bo Ra – se inclino para quedar frente a su rostro y rozar sus dedos con los cabellos de la exhausta mujer - sabes perfectamente que el que te está matando en este momento soy yo –

- Lo… lo sé – gritó de dolor – pero eso… no involucra a mi… hijo Taemin – su presión se elevó, su respiración se complico y segundos después, saco el último suspiro que indicaba su muerte.

El chico se llevó los dedos a la frente y resopló con fuerza, se acerco de nuevo al ahora inmóvil cuerpo y toco el abultado vientre.

Una luz resplandeciente apareció solo unos segundos haciendo que aquel inocente bebe amenazara con salir.

- ¿Estás consciente de lo que hiciste? – una nueva voz resonaba en el quirófano.

- Sí, ahora tendré que quedarme con este chiquillo hasta la hora de su muerte – contestó el alto chico sin voltear a ver al recién llegado.

- Bien, la verdad no me importa lo que hagas, reglas son reglas y vengo a quitarte 5 de tus vidas a cambio de la de este chiquillo – El chico asintió y se giró quedando frente a un joven unos centímetros más alto que él.

- Haz lo que tengas que hacer Yunho, pero que sea rápido – El mencionado soltó una carcajada.

- No me digas eso mi querido Minho, sabes que disfruto matando a seres tan estúpidos como tú – contestó acercándose al que sería su víctima – Bien, ahora la parte divertida –

Lo tomo por los hombros y deslizó una de sus manos hasta su pecho en la zona intermedia de los pectorales, la alejo un poco y esbozó una gran sonrisa que fácilmente podría competir con la de un lunático, sin avisar su mano atravesó el bien formado pecho del más joven haciendo que gritara de dolor y de su espalda salieran unas alas negras muy parecidas a las de un ave.

- Una – dijo adentrando más su mano – Dos – la giró – Tres – la saco y la volvió a meter pero ahora en el abdomen – Cuatro – el chico alto cayó de rodillas – ¡Cinco! – gritó sacando su mano ahora llena por 5 bolitas de color negro.

- Muchas gracias por alimentarme Minho, es hora de que me vaya y suerte con tu nuevo protegido – el extraño ser llamado Yunho cerró los ojos y jadeó un poco mientras unas alas, muy diferentes a las de Minho salían de su espalda, se envolvió con ellas y desapareció.

Minho que aún se encontraba de rodillas, se paró con dificultad y se acerco al pequeño Taemin que estaba rodeado de doctores completamente asombrados de que estuviera vivo.

- Wow es un milagro – una enfermera hablaba en el fondo, provocando el enojo de Minho.

-Sí claro, un milagro que me costó 5 vidas - mientras se agarraba el abdomen por el leve dolor que aun sentía, caminó y cruzó a los doctores sin problema, como si de un fantasma se tratara.

- Pequeño, tendrás que pagarme muy bien cuando crezcas – dijo amenazante, ante un bebe regordete, de mejillas coloradas y ojos definidamente rasgados.


Con el paso de los años Taemin fue creciendo junto a su siempre “amigo” Minho ya que su padre desde que nació no lo quiso porque lo culpaba de la muerte de su amada esposa además de que Taemin era el vivo retrato de su madre.

Minho cuidaba de él, lo alejaba de peligros y mataba a cualquiera que quisiera hacerle daño.

Taemin creció muy bien ya que su pequeño “ángel” como él le decía a Minho, al no ser humano tuvo las posibilidades de darle un buen hogar y también hacerlo rico.

Cuando Taemin cumplió los 15 años, le pidió a Minho que le dijera la verdad, ya que había muchas cosas que no entendía.

- Ven acá – ordenó Minho sentado en un gran sillón dando palmaditas en su pierna, Taemin obedeció y se sentó en su regazo – Ahora dime ¿Qué es lo que quieres saber? – El pequeño rodeo el cuello del alto con sus delgados brazos.

- ¿Quién eres? O mejor dicho ¿Qué eres? Y ¿Por qué soy el único que puede verte? – Minho estrujo la cintura de Taemin y le beso la frente.

- Soy un dios de la muerte – el pequeño abrió grande los ojos y contuvo la respiración por unos segundos – Pero no te apures, no estoy aquí para quitarte la vida… aun – hizo una pausa y rió – Y eres el único que puede verme porque eres especial, al igual que lo era tu madre –

- ¿Conociste a mi madre? – su cara era de asombro, ya que era la primera vez que hablaba de su pasado con Minho.

- Por supuesto, pero no hablemos más de eso Taemin~ – susurró en el oído del menor – mejor dame una muestra de agradecimiento, porque por mí estas vivo – El pequeño se estremeció al sentir las manos de Minho recorrer su cuerpo, era extraño, sabía que estaba mal pero ese contacto le gustaba.

- ¿Cómo… como te agradezco?... Ah~ - gimió al sentir como esa enorme mano rosaba su entrepierna

- Solo déjate llevar – fue levantado por el alto que rápidamente extendió sus alas y lo llevó a una de las recamaras de la enorme mansión.

Ese día, ese 18 de Julio de 2008 Taemin aprendió algo nuevo a lado de Minho.

En realidad Minho le robó muchas de sus primeras veces al pequeño:
- Primer beso –
- Primera caricia –
- Primera palabra –
- Y “eso” su primera vez –

Después de eso ya nada fue igual, Taemin veía la vida de manera diferente, estaba enamorado del que sería su verdugo pero no le importaba, era feliz, tenía la vida que cualquiera moriría por tener o al menos eso pensaba hasta que conoció a Kim KiBum… pero eso, eso se los contaré después…

Los dos jóvenes entraron a la cafetería y se sentaron en una de las mesas más alejadas para tener privacidad en su conversación.

Un mesero se acerco para levantar la orden.
-Una victima- Exclamó Minho, Taemin negó con la cabeza y Key lo miró extrañado pero opto por no preguntar.
Key pidió un café americano, mientras Taemin un té helado.

- ¿Y bien?, ¿De que querías hablar? – preguntó el mayor mientras el mesero se alejaba, siendo seguido por Minho y este siendo seguido por Jonghyun que intentaba detenerlo para salvar la vida de aquel joven sin éxito alguno.

- Eres alguien interesante, te vi esta mañana frente a mi casa – explico el menor – ya sabes, por lo de aquel anciano muerto –
Key frunció el entrecejo - ¿cómo sabes que fue un anciano? –
- El detective me lo comentó – mintió… por un segundo se sintió nervioso, pero estaba tan acostumbrado a ser interrogado que era como si agarrara las mentiras en el aire.

- ¿Y por qué soy interesante? – Preguntó Key viendo de forma retadora a ese joven menor que él.
- Hyung, no me andaré por las ramas y te haré una pregunta –

- Aquí está su orden – El mesero volvió con las bebidas seguido por Minho y Jonghyun que todavía luchaba para convencer a Minho de que dejara vivo al pobre muchacho.
El mesero se retiró y Minho se dio por vencido ante la insistencia de Jonghyun.

Taemin viendo lo frustración de Minho empezó a reir.
- ¿Qué pasa? – interrogó Key al ver como Taemin reía.
- Nada hyung, disculpa es que vi algo interesante – Key sin entender dejo el tema de lado y continuó - ¿Qué era lo que querías preguntar? –

- ¿Alguna vez te has sentido observado o seguido por algo? – Ante la pregunta Jonghyun abrió grande los ojos al igual que Key.
El ángel estaba molesto ante la indiscreción y poco tacto del pelirrojo pero a la vez estaba nervioso por la respuesta que daría su amado humano.

-¿Qué clase de pregunta es esa? – preguntó molesto
- Solo contesta hyung – Key suspiro y después de un minuto de silencio dijo:
- Tú los ves ¿Cierto? – causando la sorpresa de Taemin
- ¿Cómo dices? – preguntó atontado, Key sonrió de lado al ver que los papeles se intercambiaban y ahora era él, el interrogador.
- Tú ves a los seres que solo personas con dones pueden ver ¿cierto? – Taemin asintió – Yo solía verlos – continuó – pero desde que mi padre me obligó a seguir sus pasos como forense, poco a poco deje de verlos – explicó mientras su mirada se perdía en un punto fijo.

- ¿Y no te gustaría volver a verlos? –
- A veces – sus ojos ahora examinaban a Taemin – pero a todo esto, ¿Qué hace un pequeño como tú interrogando a alguien como yo?, deberías de estar estudiando – Taemin rió ante el inesperado cambio de KiBum.
- Yo no estudio – dijo disponiéndose a beber un poco de su té
- ¿Cómo? ¿Y tus padres te lo permiten? – Se atrevió a preguntar, ya que Taemin no se veía con falta de dinero ni mucho menos.
- No tengo padres – Key agacho la mirada
- Oh, disculpa, no fue mi intención incomodarte – Taemin sonrió
- No te preocupes hyung, estoy sin padres desde que nací, mi madre murió cuando me tuvo y mi padre no queso saber nada de mí, por ser el asesino de su esposa – explicó con un tono de ironía en su voz.
- No eres ningún asesino, no vuelvas a decir eso – Minho rodó los ojos, mientras Jonghyun observaba embelesado a Key para después intentar abrazarlo pero simplemente no pudo, sus brazos traspasaban su cuerpo.

Taemin al ver la escena y cara de tristeza del ángel retomo la conversación anterior
- Bien hyung, pero no estoy aquí para hablar de mi vida, aun no has contestado a mi primera pregunta… ¿De verdad ni siquiera eres capaz de sentirlos? –
- Si siento de vez en cuando, también soy capaz de sentir que me siguen pero no puedo saber si esa presencia es buena o mala – Jonghyun sonrió
- Al menos sabe que estoy con él –
- Pero eso no es suficiente – Exclamó Taemin molesto, le dolía que Jonghyun viviera de esa manera, era peor que ser rechazado, porque al menos así sabría de su existencia y Jonghyun no tenía ni eso.

- ¿De que hablas? – Preguntó el mayor, el extraño comportamiento de Taemin lo confundía.
- No tengo tiempo que perder hyung, así que te preguntaré sin rodeos – Key lo miró y con un gesto le dio luz verde para preguntar - ¿Quieres ser capaz de verlos otra vez? –

Key no pudo contestar gracias al molesto tono de su celular que indicaba una llamada entrante
- ¿Bueno?... De acuerdo voy para allá – se paró y miró a Taemin – Lo siento, me tengo que ir – caminó hacía la entrada del local, pero Taemin lo alcanzó agarrándolo del hombro, haciendo que volteara a verlo
- Prométeme que lo pensarás y si tu respuesta es sí, ve a mi casa, yo prepararé todo para que recuperes tu vista – Key asintió y salió a prisa del lugar.

Su cabeza era un lió, con nadie había hablado sobre eso y con ese niño que acababa de conocer tuvo la confianza de decirlo, pero no sabía que decisión tomar.

- ¿No que ibas a obligarlo? – Minho levitaba detrás de Taemin viendo como KiBum y Jonghyun se alejaban
- Algo me dice que no hay necesidad de eso, solo es cuestión de tiempo – murmuró mientras se dirigía a la caja a pagar la cuenta.
- Bien, ahora seré capaz de matar a ese mesero sin el molesto de Jonghyun – Minho retomaba sus acciones
- Basta Minho, deja de acumular vidas, de seguro ya perdiste la cuenta de cuantas tienes ¿Cierto? – El alto soltó una carcajada
- La verdad no lo sé, debo de tener millones de vidas, pero no me quiero arriesgar a que se agoten, así que cada día robo mínimo una –
- No morirás si un día no lo haces, ahora vamos a casa- ordenó el pelirrojo y sin protestar Minho siguió a su protegido hasta que llegaron a su lujosa casa.

Por otro lado KiBum llegaba al hospital, la llamada que había recibido minutos antes, lo había dejado muy inquieto, no era normal que lo llamaran si su turno había terminado.

Mientras más se acercaba a la morgue, la pesadez en su pecho aumentaba, era un horrible presentimiento que se convirtió en toda una pesadilla cuando divisó a su padre al final del pasillo, lleno de sangre, ahogado en el llanto, sentado en el piso y con las manos en la cara.

Como si fueran imanes sus pies se clavaron en el suelo, incapaz de moverse presenciaba la escena y escuchaba horrorizado el nombre que salía de los labios de su padre, mientras Jonghyun se desesperaba a cada instante por no poder socorrerlo y sacarlo de ahí porque el sabía perfectamente lo que estaba por suceder y no era nada bueno para su amado Key.

Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, su respiración se aceleraba y sus rodillas encontraron estrepitosamente el suelo al mismo tiempo que entre suspiros la palabra “mamá” lo dejaba sin aliento.

- Key – decía Jonghyun al intentar rodear con sus alas ese cuerpo tembloroso que tanto amaba.

Era evidente que su madre había muerto pero su mente se negaba a creerlo y el miedo le impedía acercarse a su padre para que le confirmara tan doloroso presentimiento.

De rodillas y con la cabeza agachada, observó como un par de pies aparecían frente a él, con indecisión subió la mirada, encontrándose con su padre y con el deplorable estado en el que se encontraba.

- Hijo – dijo entre sollozos – Victoria… ella… - el llanto volvía y era incapaz de argumentar palabra, pero no era necesario KiBum sabía perfectamente el resto y era doloroso, no quería escuchar nada, como pudo se puso de pie y abrazó a su padre, los dos lloraban sin cesar, mojando el hombro contrario.

- La mataron – Key sintió que una flecha le atravesaba el corazón… ¿Cómo se atrevió su padre a decírselo así, sin tacto alguno?, como si fuera un chisme cualquiera de una persona cualquiera.

Poco a poco se alejó de ese voluptuoso cuerpo y obligó a sus lágrimas a no salir - ¿Sabes quien fue? – preguntó mientras sentía que se moría por dentro.

- No – fue la respuesta que obtuvo y sin poder evitarlo se lleno de odio, no quería saber nada, quería desaparecer o morir junto a su madre.

Salió corriendo del hospital, no soportaba estar ahí, tampoco tenía la intención de ver el final que había tenido su madre, sentía que se ahogaba de tanto dolor.

Corrió todo lo que pudo, no tenía noción de a donde se dirigía, solo quería alejarse de ese hospital que en un momento le había arrebatado lo que más amaba.

Se detuvo después de media hora, al percatarse que había llegado a la casa de aquel extraño chico.
No tuvo que tocar la puerta, en cuestión de segundos Taemin se encontraba frente a él.

- ¡Abrázalo! – gritó Jonghyun con lágrimas en los ojos y los puños cerrados. Sentía rabia al no poder hacer nada por Key se sentía un completo inútil que solía podía observar y nada más – su madre murió – finalizó mientras quitaba el rastro del llanto de su cara.

Taemin entendió, no preguntó nada y abrazó a Key, ya que de alguna forma entendía su dolor.
Se quedaron así durante varios minutos hasta que Key se calmó un poco.
Con mucho cuidado Taemin metió a Key a su casa y ordenó a varias sirvientas que prepararan un cuarto para su invitado.

KiBum estaba metido en sus pensamientos.
Taemin no sabía que decir por temor a incomodarlo o decir cosas que dejaran peor la situación.

- Mi… mi madre… ella… mu… -
- Lo sé – interrumpió Taemin – lo sé hyung y lo siento mucho.
- Si recupero mi vista… podré ver a mi madre ¿cierto? – Taemin dirigió la mirada a Minho, él era el indicado para contestar esa pregunta.

- Si su madre murió a causa de un dios de la muerte no, pero si otro humano la mató, puede ser posible que su alma este junto a su cuerpo todavía, negándose a abandonar este mundo hasta que se haga justicia o para aclarar asuntos pendientes – Taemin repitió a Key lo que Minho le había explicado.

- Entonces ¡¡Ayúdame!! – súplico al saber que el alma de su madre podría seguir en este mundo.

Por supuesto Taemin no lo pensó 2 veces – Está bien hyung, solo deja arreglo las cosas, dame unos minutos – Key asintió – Sé que es imposible que lo hagas, pero trata de tranquilizarte –

Sin obtener respuesta Taemin se alejó junto a Minho hasta su habitación.
- Llama a Yunho – ordenó el menor
- De acuerdo – dijo Minho con un poco de fastidio, pues sabía lo que estaba por venir.

“Yunho” susurró el alto cerrando los ojos y extendiendo sus alas y en cuestión de segundos el mencionado apareció.

- Vaya, vaya, tanto tiempo sin verte mi querido Minho – Minho hizo un gesto de desagrado, mientras Yunho le acariciaba la mejilla.

Taemin no tardó en reaccionar gracias a los celos que le provocó la escena.
- Quita tus manos de ese rostro – dijo, llamando la atención del mayor, quien rápidamente se acercó al atractivo chico.

- No me digas que este joven encantador es ese bebe regordete y apestoso de hace 17 años Minho – Tal comentario hizo enfurecer a Taemin que no tenía ni una pizca de sumiso.

- No me digas que este ser común y corriente exento de modales es el tan aclamado Yunho… Minho – Una carcajada proveniente de Minho resonó en la habitación mientras que Yunho se tragaba las ganas de asesinar a Taemin.

- Pero que chiquillo tan insolente – exclamó tratando de tranquilizarse – Pero bueno, ¿Para que me llamaste? – pregunto a Minho, pero este no le hizo caso ya que seguía carcajeándose flotando por la habitación.

Taemin impaciente le gritó - ¡¡MINHO!! – provocando que cayera al suelo como ya era costumbre.
- Lo siento Minnie ¿Qué paso? – dijo mientras se ponía de pie y limpiaba sus lágrimas producto de haber reído tanto.
- ¿Para que me llamaste? – Repitió el mayor.

- ¡Ah!, eso – respondió un tanto desilusionado – Quiero que revivas a alguien vivo – Yunho sonrió enormemente ante tal pedimento, junto sus manos estruendosamente y las frotó inquieto.

- Con mucho gusto, pero ya sabes el pago ¿No? – Minho rodó los ojos
- Sí lo sé y te lo daré –
- ¡Perfecto! – Exclamó – y ¿Quién es la victima?
- Él está esperando afuera – respondió Minho
- Bien, lo necesito bañado y vestido solo con ropa interior, tú – señalo a Taemin – no podrás presenciar nada, solo necesito de Minho que me proporcionará lo necesario para revivirlo, fuera de eso no quiero interrupciones de ningún tipo – se acerco de forma seria al menor – oigas lo que oigas, no te involucres ¿Entendiste? – Taemin asintió de mala gana, las palabras de Yunho lo enojaban sin razón pero tampoco iba a negar que había logrado preocuparlo un poco respecto a lo que haría con KiBum.

Después de lograr convencer a Key de que se diera un baño, Minho le explicó a Jonghyun lo que harían para que su amado pudiera recuperar la vista y como era de esperarse se opuso rotundamente a tal atrocidad.

Era cierto que lo que más deseaba su cansado corazón era que KiBum pudiera verlo y escucharlo, pero también era cierto que no quería que sufriera.
Preferiría mil veces continuar en el olvido a que Key pasara por un sufrimiento que para él, era innecesario.

- Fue su decisión – Taemin intentaba convencerlo
- Pero no sabe lo que hace, esta cegado por la rabia y el dolor –
- Lo sé, pero ahora lo que desea es recuperar lo que hace años perdió –
- ¿Con quien hablas? – Key salía del baño… Taemin sonrió y se acercó a él.

- Hyung, dijiste que antes podías verlos ¿Cierto? – Key asintió – Entonces, ¿Recuerdas a alguien llamado Jonghyun? – Key negó

- Obvio no me recuerda- intervino Jonghyun – yo lo conocí cuando él examinaba el cuerpo del humano que tenía a mi cargo –

- ¿Por qué? – Preguntó el de mirada felina.
- Por nada hyung, entenderás cuando recuperes tu vista. Ahora entremos a mi habitación – Ordenó mientras empujaba a Key por el pasillo.

Cuando entraron a la habitación un escalofrío recorrio el cuerpo del mayor. Era extraño ya que no veía nada fuera de lo común.
Pero la realidad era otra porque los ojos de Taemin veían un raro escenario.

La cama estaba bien hecha con una sábana negra sobre ella y en cada punta flotando sobre el suelo habían veladoras que también eran negras y Yunho que se encontraba sentado en un sillón cruzado de piernas y brazos con los ojos cerrados y murmurando algo.

- Ya era hora – dijo abriendo de golpe lo ojos – Déjenme a solas con él –
- ¿Qué le harás? – Preguntó angustiado Jonghyun
- Nada que te importe… Ahora hagan lo que les pedí – se dirigió a Taemin – recuérdalo, no quiero que me interrumpan, así que más te vale que este angelito – señaló a Jonghyun – no haga nada estúpido o tu amigo morirá –

- ¿Qué sucede Taemin? – Key no tenía idea de lo que pasaba
- Nada hyung, tienes que quedarte a “solas” en mi habitación – dijo simulando las comillas con sus dedos
- Está bien, solo quiero que esto termine pronto – una lágrima escapó de sus ojos – solo quiero ser capaz de verla y hacerle justicia –

- Tranquilo hyung, todo estará bien… entonces me iré –
- Espera – interrumpió Yunho – antes de que te vayas, dile que tiene que quedar en ropa interior y después tiene que acostarse boca arriba en la cama, con los brazos y piernas ligeramente abiertos sin moverse – Taemin asintió y repitió lo dicho a Key.
- También dile que puede gritar cuanto quiera –
- ¿A que te refieres? – pregunto Taemin alarmado
- Si ¿Qué quieres decir con eso? – Jonghyun lo secundaba

Yunho rodó los ojos – No tengo por que darles explicaciones así que solo dile lo que te ordené y salgan de la habitación –
- Key hyung solo has lo que te pedí y espera ¿De acuerdo?, yo estaré afuera por si me necesitas –
- Gracias Taemin –

- No quiero irme – Jonghyun moría de miedo, no quería dejar solo a su amado con ese tal Yunho
- Tenemos que irnos, fue su decisión – Taemin lo jalaba del brazo y antes de salir de la habitación se dirigió a Minho.
- Te lo encargo mucho –
- No te preocupes – Minho se acercó y le dio un ligero beso en los labios, cerrando la puerta cuando Taemin salió.

Ahora Key se encontraba “solo” en esa oscura habitación, suspiro y con indecisión empezó a despojarse de sus prendas, dejando ver su blanca y tersa piel.

- ¡Guau!, Tendré una deliciosa cena – musitó Yunho mientras se relamía los labios y veía de pies a cabeza el cuerpo casi desnudo de KiBum.

Con miedo e inseguridad Key se recostó sobre la cama como Taemin le había ordenado, pasó saliva con dificultad y espero a que algo pasara.

- Bien es hora de la acción – Yunho se acercó a KiBum y con descaro pasó la mano por su miembro.

- Ah ~ - un gemido escapó de su boca, estuvo a punto de ahogarlo con su mano pero recordó que tenía que estar en esa posición pasara lo que pasara.

Yunho sonrió de lado – No puedo creer que este humano siga siendo virgen –
- ¿Y eso que tiene que ver? – Preguntó Minho
- ¿Qué, que tiene que ver? – Bufó – No puedo dejar que muera sin haber experimentado de ese placer –
- Solo has tu trabajo y déjate de tonterías – Minho tenía presente la petición de Taemin
- Que aburrido eres, pero está bien, por ahora haré lo necesario – extendió sus alas y se elevó quedando frente a Key, con sus manos aprisionó las muñecas contrarias y comenzó a hablar un idioma extraño.

Muy pronto Key empezó a sentir sus parpados pesados mientras que pequeños quejidos abandonaban su boca.
Yunho aun citando cosas sin sentido descendió hasta el abdomen de KiBum, hizo una pausa para pasar su lengua por la fina piel, volvió a retomar sus diálogos para luego volver a pasar su lengua ahora por el tórax… repitió lo mismo hasta llegar a la perfecta boca de KiBum.

- Mmm ~ - se quejó Key ahora inconciente al sentir el cuerpo de Yunho sobre el suyo.
Diciendo unas ultimas palabras Yunho cerró los ojos y aprisionó los labios de Key con los suyos, era un beso normal pero después de unos segundos, no lo era pues Key comenzó a retorcerse y gritar de dolor, gritos que quedaban ahogados en la boca de Yunho.

Con un beso, lo estaba matando, Minho solo observaba a distancia mientras se preparaba mentalmente para cuando Yunho le pidiera o mejor dicho le quitara una de sus vidas.

Poco a poco Key dejó de luchar, su corazón dejaba de latir y sus mejillas estaban llenas de lágrimas.

Yunho se separó – Ah ~ - exclamó mientras mordía su labio inferior – La vida de este chico sabía deliciosa mmm ~ tenía un sabor a tristeza, mezclado con odio y una pizca de miedo – se alejó del cuerpo inmóvil de KiBum y se acercó a Minho – Ahora sigues tú… ¿Prefieres el método que use con este chiquillo o prefieres el método de hace 17 años? – Minho suspiró.

- Prefiero mil veces el de hace 17 años porque lo que acabo de presenciar me dio asco –
Yunho enrojeció de coraje y sin previo aviso clavó una de sus manos en el pecho de Minho – Que insolente – giró bruscamente la mano y saco 2 bolitas negras, Minho cayó de rodillas al suelo.

Una se la metió a la boca y la tragó mientras que la otra la metió en la boca de Key y lo volvió a besar metiendo su lengua lo más profundo que pudo para que la vida pasara por la garganta de KiBum.