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Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Recuerdo del primer mensaje :
Este fic lo hemos ashram y yo (mitsui) juntas, por eso no se extrañen si lo ven subido en otra página con otro nombre de autor.
Resumen:
TaeMin y Key llegan a otra ciudad, y a pesar de que no es la primera vez, a uno de ellos no le gusta nada tener que irse, pero Key pronto descubrira razones para quedarse. En concreto, su nuevo amigo, Jong delcual se enamorara de forma irremediable, ¿pero este le corresponderá? ¿O por el contrario, sus sentimientos no serán correspondidos?
Personajes:
Lee Jinki (Onew): 18 años. Ambientado en Lucifer.
Kim Jonghyun: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Choi MinHo: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Kibum (Key): 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
TaeMin: 17 años. Ambientado en Lucifer.
Fanfic (al fin):
Este fic lo hemos ashram y yo (mitsui) juntas, por eso no se extrañen si lo ven subido en otra página con otro nombre de autor.
Resumen:
TaeMin y Key llegan a otra ciudad, y a pesar de que no es la primera vez, a uno de ellos no le gusta nada tener que irse, pero Key pronto descubrira razones para quedarse. En concreto, su nuevo amigo, Jong delcual se enamorara de forma irremediable, ¿pero este le corresponderá? ¿O por el contrario, sus sentimientos no serán correspondidos?
Personajes:
Lee Jinki (Onew): 18 años. Ambientado en Lucifer.
Kim Jonghyun: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Choi MinHo: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Kibum (Key): 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
TaeMin: 17 años. Ambientado en Lucifer.
Fanfic (al fin):
- Spoiler:
Volver a empezar de cero, eso es lo que realmente le molestaba a Key.
Llegar a una ciudad desconocida, habiendo dejado atrás su vida, todo por seguir a su madre, quien había conseguido un nuevo trabajo, arrastrando a su hermano, Tae, y a él. Pero por mucho que se había quejado y pataleado, no había conseguido nada. Por tanto, ahí estaba, frente a su nuevo hogar.
Bajó del coche, estirando su cuerpo estilizado, cansado del viaje de cuatro horas en coche, lleno de maletas.
El camión de la mudanza ya había llegado y solo quedaba colocar sus cosas en su habitación. Espero que su madre y su hermano bajaran y se dirigieron los tres hacia la puerta.
La casa era algo más grande que la que tenían en su antigua ciudad. Tenía dos pisos, un patio delantero, cochería y, supuso, un gran jardín trasero con piscina.
Tendría su propia habitación con baño, pero aún así se sentía decaído y molesto. Y lo que más le molestaba, era que su hermano se sentía feliz y no le había importado el abandonar todo para seguir a su madre de forma ciega y sumisa.
Al estar dentro de la casa, su madre les explicaba lo bien que estarían ahí, con entusiasmo y una gran sonrisa en la cara, les mostraba cada habitación, mientras Key la seguía con cara seria, no dando a torcer su gesto, mostrando su inconformidad ante la nueva situación.
-Yo no veo la diferencia, mamá- dijo con tono hosco.
Su madre lo miró, borrando cualquier sonrisa y muestra de alegría:
-Siento esto Key, pero cuando menos te des cuenta, harás nuevos amigos y seguro que el instituto te gustará- se acercó a su hijo y le puso la mano en su hombro como signo de apoyo. Pero Key se apartó del contacto y se dirigió hacia las escaleras que, suponía, llevaban a las habitaciones.
Su madre, entristecida, pasó uno de sus brazos por los hombros de su otro hijo, mientras éste, veía como su hermano desaparecía escaleras arriba: - Tranquila mamá, seguro que en un par de días se le pasa.
Abrió la puerta de lo que sería, de ahora en adelante, su habitación. Su cama, su armario, su viejo escritorio y su portátil; todo se encontraba ahí, pero no era lo mismo. Dejó las maletas en el suelo, al lado de su cama y se fue a echarle un vistazo al baño. Al menos, en eso si que había ganado, ya que en su antigua casa, debía compartirlo con su hermano y su madre, lo que provocaba que cada mañana se formara una lucha titánica por acaparar dicho sitio.
Key se preocupaba mucho por su aspecto y amaba la ropa y los complementos. Le encantaba andar por la calle y que la gente le observara, maravillados ante su belleza, porque él era conciente de su belleza. Su pelo moreno y totalmente liso, sus labios rosados, sus ojos negros y perfectos y su cuerpo estilizado, de caderas estrechas, y movimientos armónicos, y su mejor arma, su sonrisa, la cual podía dejar indefenso a cualquiera que fuera víctima de ella.
Muchos hombres y mujeres habían querido estar con él, pero jamás dejó que nadie se acercara a él, ya que se merecía algo perfecto, igual de hermoso que él, un hombre que realmente le provocara mariposas en el estómago y que palpitara su corazón a toda prisa. Nunca había sido besado y mucho menos había mantenido intimidad con alguien y estaba orgulloso de ello, ya que se mantenía así para el hombre de sus sueños. Sabía que era infantil, pero él estaba totalmente convencido de que ese hombre existía y que en algún momento de su vida lo encontraría.
Se tomó su tiempo para colocar sus cosas: la ropa en su armario y cajones y todas sus cremas y demás en el baño. Cansado, encendió su portátil y revisó sus emails, encontrándose con mensajes de despedida y buenas intenciones de sus amigos. Bueno, antiguos amigos, porque sabía que tardaría bastante tiempo en volver a verlos. Cerró el ordenador, triste y medio enfadado, no siendo capaz de seguir leyendo, y se tiró boca arriba sobre su cama, mirando el techo y maldiciendo su vida y su suerte, hasta que sin darse cuenta se quedó dormido.
Despertó al cabo de unas horas, dándose cuenta que estaba solo en casa. Aun más molesto que antes bajó a la cocina para ver si podía comer algo, encontrándose que la nevera estaba completamente vacía, se volteó y vio que encima de la mesa había dos notas.
“Hijos, me han llamado de mi nueva oficina. Os dejo solos. No llegaré para la cena. Podéis hacer lo que queráis. Os quiere, mamá.”
Como no. Su madre se iba ido otra vez, dejándolos solos, aunque era algo a lo que ambos estaban acostumbrados.
“Key, he ido a hacer las compras para cenar. Te lo quería decir, pero como estabas dormido…He cogido un par de llaves. ¡Hasta luego! Te quiere, Tae.
PD: Como recompensa por haberte dejado solo te compararé ese perfilador que tanto querías ^^”
Sonrió. Su dulce hermanito siempre pensaba en él. No importaba la situación, siempre lograba hacerle sonreír.
Decidió salir el también de la casa para ir a dar una vuelta y de paso comer algo. Agarró su abrigo, se puso los zapatos y salió a fuera. Miró la calle e hizo su “valoración”: en el centro de la ciudad, algo transitada pero no tanto como la de la anterior ciudad, con muchas tiendas y locales. No estaba mal.
Cruzó la calle y fue bajando, sin prisas o llegaría a casa demasiado rápido y se aburriría, porque conociendo a su hermanito de seguro que tardaría bastante en volver. Se detuvo delante de un escaparate de una pastelería, viendo los pasteles que había expuestos. Él adoraba hacer pasteles.
Entró dentro viendo que también era un bar. Cálido. Acogedor. Como a él le gustaba.
Se sentó en una mesa y esperó a que lo atendieran.
-Hola. ¿Qué te pongo?- una señora de la edad de su madre, pero infinitamente más agradable de lo que podría ser su madre.
-¿Qué tienen?- le preguntó Key, poniendo una de sus mejores sonrisas.
-A ver…Tenemos pastel de chocolate, de manzana, de melocotón, mousse de limón, de fresa y tarta de café.- le dijo la mujer, enumerando con los dedos.
-De melocotón, por favor. Y un capuchino.
-Ahora mismo de lo traeremos, corazón.
Sacó su móvil del bolsillo y miró la hora: las cinco de la tarde.
-Aquí tienes.- una voz profunda lo devolvió al mundo real.- Pastel de melocotón y un capuchino.
Key levantó la mirada y se encontró con una cara que le miraba sonriente, unos ojos negros profundos y risueños, un pelo que iba de castaño hasta rubio, decolorándose.
-¿Eres de la familia que se ha mudado a la casa de más arriba?- le preguntó, a lo que él asintió.- Kim Jonghyun.- le tendió la mano y Key se la estrechó, sonriendo.- ¿Puedo sentarme?
-Por supuesto…¿pero no te van a echar bronca?- observó.
-He acabado el turno, además esto es de mis padres, así que…- se encogió de hombros.- ¿Y tú eres…?- le preguntó.
-Key.- dijo mientras se metía un trozo de tarta en la boca, saboreándolo.
Ladeó la cabeza y a él no pudo parecerle más que un lindo y tierno cachorro.
-¿Key? Que nombre más raro… ¿Eres mestizo?- le preguntó.
Key solo puso reír suavemente, con su risa que parecía el ruido de una campanilla.
-No me llamo Key. Key es solo un sobrenombre. Mi nombre es KiBum.- le contó.- Y no. No soy mestizo.
-Oh. De acuerdo. Ya decía yo…Es que como vas con ese peinado…- comentó Jonghyun.- Al menos ya no me verán raro en el instituto. Voy al Seúl high school. ¿Dónde irás tú?
Ciertamente su peinado llamaba la atención: el pelo negro, con el flequillo cortado de lado cubriendo un ojo por completo, con mechas de color rosado.
-Jejeje…Espera a ver a mi hermano.- dijo.- ¿Así qué esto es de tus padres?- le preguntó a lo que el otro asintió.- Pues felicita a quien haga los pasteles…este está buenísimo. Y el instituto…también estamos inscritos ahí. Es bueno saber que conoceré a alguien.
-Se lo diré a mi madre. ¿Y la tuya de que trabaja?
-Directora financiera.- dijo mientras cogía algo de la espuma del café y se lo metió en la boca.
-Ahh…¿Y de que va ese trabajo?- le preguntó mientras se tocaba la nuca, en gesto que ha KiBum le pareció adorable.
-Consiste en trabajar mucho, no estar nunca en casa, y dejar a los hijos solos en casa.- dijo con amargura, achicando los ojos y frunciendo los labios.- O directamente no estar nunca en el país, mudarse mucho y no tener una casa fija.
-Oye KiBum, yo no quería…- parecía apenado por aquello.
-No te preocupes. Lo que pasa es que nunca nadie me había preguntado por ello. Y la única persona con la que hablo de eso es mi hermano.
-¿Quieres hablar de ello? No tengo nada que hacer.- preguntó JongHyun con una sonrisa.
-¿No te importa escuchar la vida de un desconocido?- dijo Key gratamente sorprendido.
-Bueno. Ya te lo dije, no tengo nada que hacer, tú parece que quieres hablar y así de paso nos conocemos mejor. Así que, empieza.
Sonrió y asintió.
-Nuestros padres se separaron cuando yo tenía siete años y mi hermano seis. Le dieron la custodia a mi madre, ya que mi padre es comercial y no estaba nunca en casa. En aquel entonces mi madre no se iba nunca el país y trabajaba desde casa, aunque en aquel entonces ya no nos hacía mucho caso, que digamos.- empezó.
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-Y ahora estáis aquí.- dijo él.
-Y ahora estamos aquí.- repitió Key, jugando con la cucharita del café.- Ni mi hermano ni yo nos hacemos muchas ilusiones de estar por mucho tiempo en esta ciudad. Siempre intentamos no encariñarnos mucho con nuestros compañeros, y curiosamente, se me hace mucho más difícil a mí que a él, que es el pequeño de los dos.- dijo sonriendo. Y en aquel momento sonó el celular de Key.- Discúlpame.- descolgó y se lo llevó a la oreja.- Hola Baby. Sí…Ajá… Bueno, espérame para ver que hacemos de cena, TaeMin. En un par de minutos estoy en casa. ¿Cómo quieres que me pierda? Pero aquella vez… Te dejo. Yo también te quiero.- colgó y le sonrió con cara de perdón.
-¿Tú novio? ¿No dijiste que viniste con tu madre y tu hermano solamente?
-¿Novio? ¡Jajaja!- rió al oír aquello.- Era mi hermano. Creo que ya sé porque te confundiste: por lo de Baby, ¿no?- dijo mientras el otro asentía.- Es una costumbre que cogimos hace tiempo. No sé porque exactamente.- se puso la chaqueta y se dispuso a ir a la caja.- Me tengo que ir. Tenemos que hacer la cena y mi madre nos dejó solos en la tarde diciendo que no llegaría a cenar.- él otro le siguió hacia la caja, pero se metió en la cocina para ir a buscar algo.
-Hola corazón.- le dijo la madre de Jonghyun.- Espero que mi hijo no te haya comido mucho la cabeza.
-Para nada, señora Kim. Su hijo es un encanto.- se sonrojó levemente al decir aquello.- ¿Cuánto será?
-50 wons. Espero verte seguido por aquí.- le dijo a lo que él respondió con una sonrisa.
-Por supuesto. La próxima vez que venga traeré a mi hermano y le aseguro que hará el negocio de su vida. ¿Me despide de Jonghyun, por favor?- le dolía ver que se había ido sin siquiera despedirse de él, de seguro que se le había hecho pesado.
-Por supuesto, cielo.- dijo la mama de Jong.- Me va a oír ese chico.- oyó que susurraba.
Salió del local cuando sintió que lo llamaban por la espalda.
-¡Key!- se giró y vio al rubio detrás de él, con un paquete en las manos, llegó a su alzada y se lo tendió.- Toma. Son trozos de pastel para ti y para tu hermano.
Parpadeó confuso y luego sonrió: -Gracias Jonghyun. ¿Pero tu madre no te regañará por cogerlos?
Se encogió de hombros: -Lo dudo. Esos no estaban a la venta y si alguien no se los comía terminarían o en su estómago o en la basura, así que es mejor darles un uso mejor. Pero si mañana no me ves en el instituto significa que me ha matado.- se dio media vuelta y se fue corriendo.- ¡Hasta mañana!
Le despidió con la mano y se fue hacia su nueva casa.
-¡¡TAEEE, YA ESTOY EN CASA!!- gritó al entrar.
-Ya te oigo Key, no es necesario que te quedes sin voz.- le dijo apareciendo por la puerta de la cocina.- ¿Qué es eso?- dijo señalando el paquete con el cuchillo carnicero.
-Pasteles. Me los han dado en el bar en donde estaba. Hay para los dos, pero no le digas ni una palabra a mamá.
-De acuerdo.- se acercó y le quitó el paquete para llevarlo a la cocina y así poder abrirlo.- Ñam…¡qué buena pinta! Creo que podemos cenar eso.
-Ok. Me da pereza cocinar.- se sentaron en la mesa y empezaron a comer los pasteles, cuando Key se acordó de algo.- ¿No tienes algo para mí?
-Sip. Toma.- sacó el perfilador de su bolsillo y se lo tendió, sin despegar la mirada del pastel de fresas.- ¿Era ese?
-Sí. Gracias, pequeño.- se levantó de la mesa y se acercó para besarle la mejilla.- Al menos tú piensas en mí.
-Sip. Pero a cambio pones tú el lavavajillas.- le dijo lamiendo su cucharita.
-De acuerdo. Hay poca cosa. Mañana haré yo la cena.
Jong llegó a casa cansado tras haber ayudado a su madre a cerrar la pastelería. Se dio una ducha y cenó lo que su madre le había dejado sobre la mesa, aunque no tenía nada de hambre y se pasó media hora moviendo su comida de un lado a otro del plato.
Se había pasado la tarde pensando en aquel chico que, sin conocerlo de nada, se había abierto a él sin ningún pudor. Pero lo que más le había llamado la atención era esa belleza que lo había hechizado desde el primer momento en el que lo vio. Ese pelo que parecía suave al tacto, sus ojos negros y maquillados y esa piel que parecía terciopelo, sin ningún tipo de imperfección, que parecía extenderse a todo su cuerpo. Era hermoso. Su cuerpo se movía de una manera armónica, como si cada movimiento hubiera sido ensayado docenas de veces, y su sonrisa, simplemente le había encantado.
Tenía la sensación que volvería a verlo, y esperaba con ganas que fuera así, que al día siguiente se lo encontrara en alguno de los pasillos del instituto, y así poder volver a charlar con él, conociéndolo más, sabiendo más de él. Pero sabía que no debía emocionarse demasiado, pero no podía evitar repetir una y otra vez su rostro en su memoria. Sólo esperaba que la corazonada que sentía en u pecho en ese mismo momento se hiciera realidad y pudiera ver de nuevo a ese ángel de piel aterciopelada y ojos tan profundos como el anochecer.
Se acostó en su cama boca arriba y se pasó al menos una hora pensando que le diría si lo volviera a ver y se dio cuenta que por mucho que lo pensara no se le ocurría nada que no fueran tonterías, a su parecer. Cansado de darle vueltas, tomó la firme decisión de improvisar y dejar que la suerte, que esperaba estuviera de su parte, jugara su papel. Y así fue como, sumido en sus delirios, terminó cerrando los ojos y quedándose profundamente dormido.
En el otro lado de la ciudad, Key se sentía de una forma similar, pensando en el muchacho de la pastelería, deseando volver a encontrarlo y preguntándose si él sería en indicado. Nada más verlo había sentido como el mundo enmudecía y sólo resonaba en sus oídos su varonil voz, su estómago había sufrido las ya conocidas mariposas y su corazón había empezado a latir apresurado.
No podía evitar sonrojarse al recordar como le había contado cosas que no se le deben decir a un desconocido, pero su mirada honesta y amigable, le había dado la sensación de confianza necesaria para contarle media vida. ¿Y sí le había molestado? ¿Y sí le pareció que se como portaba con demasiada confianza?
Éstas y otras preguntas rondaban su mente y lograba frustrarle y patalear sobre la cama. Pero luego sonreía, recordando como había corrido para alcanzarle y regalarle los deliciosos pasteles que había disfrutado con su hermano. Después volvía a frustrarse de nuevo, y así estuvo durante un par de horas, sin poder dormirse, hasta que el cansancio del viaje pudo más que su mente hiperactiva y se durmió.
-¡Tae!- entró como alma que lleva al demonio al cuarto de su hermano viendo que este ya estaba listo, delante del espejo, haciendo muecas delante del nuevo uniforme.- Sí. A mí tampoco me gusta.- le dijo.
-Enserio…estos profes no tienen estilo- dijo agarrando su mochila yendo a desayunar.
Veinte minutos después llegaron cada uno en su moto, haciendo que todo el mundo les mirara, bajaron ambos de un salto de sus motos, cogieron sus cascos y se dirigieron a la secretaria.
-KiBum y TaeMin de segundo curso.- dijo el menor, jugueteando con su pelo rojizo.
-Sí. KiBum a la A 2-8 y TaeMin a la B 2-5. ¿Os acompaño llegareis solos?
-No se preocupe. Sabremos llegar.- dijo KiBum. Fueron juntos hasta el segundo piso, bajo las atentas miradas de todos los estudiantes, que les repasaban como si ellos fueran la comida más apetitosa del mundo y los otros unos muertos de hambre.
-Bueno Baby aquí nos separamos.- dijo el mayor de los hermanos.- Quedamos en la entrada en el receso, ¿vale?
-Claro. Que te vaya bien.- dijo el menor yendo hacia su clase, notando que ya llegaba tarde pues no había nadie.- 1, 2, 3, 4…ah, ¡es aquí!- tocó a la puerta y abrió.
-¿El Señor TaeMin, verdad?- dijo el profesor al verle, arrugando la nariz al ver como llevaba el uniforme: había retocado los pantalones porque fueran más estrechos de lo normal, unas tennis en lugar de los zapatos reglamentarios, la corbata en un nudo flojo, y la chaqueta en la mano. Su pelo cobrizo largo, recogido en una coleta baja, los ojos sombreados y delineados, su boca moviéndose al masticar el chicle, la mochila colgando de un hombro, su mirada de desprecio y auto-suficiencia y la ceja arqueada hicieron que el profesor (que era su tutor) frunciera el ceño.- Pase y preséntese.
Asintió y entró cerrando la puerta detrás suyos con un ligero movimiento de pie, que hizo que el profesor frunciera aun más el ceño.
-Me llamo TaeMin. He estado en dos escuelas en los dos últimos años. Tengo 17 años. Lo demás no os interesa.- se giró hacia al profesor.- ¿Dónde me siento?
-Ahí.- señaló un jugar vacío al final de la clase detrás de un chico moreno con cara simpática.- Bueno chicos, espero que ayuden al Señor TaeMin repelente a encontrarse como en casa.- dijo mientras le miraba burlón, buscando herirle, pero se encontró con la mirada burlona del menor, que hizo una pompa con su chicle.
-No es necesario. Como ya he dicho he estado en dos escuelas en dos años, y el año que viene seguramente ya no estaré aquí así que no quiero que nadie me esté revoloteando a todas horas.- dijo mientras se sentaba al lado sitio que le habían dicho.
Un chico se giró hacia Tae y le miró antes de tenderle la mano.
-Lee Jinki. Pero todos me llaman Onew.- le cogió la mano, aquel chico le caía bien.- Ya era hora que alguien nuevo llegara a este instituto.- comentó como quien no quiere la cosa.- Oye, me he dejado el libro, ¿te importa si me siento contigo?
-No.- se sorprendió al oírse a sí mismo: no solía acercarse tanto a la gente al primer día.
-Profesor, me he dejado el libro, ¿me puedo sentar con el “Señor TaeMin repelente” por favor?- toda la clase estalló en risas al oírle y aun más al ver al profesor fulminarle con la mirada.
-Señor Jinki…
-¡De acuerdo! ¡Es usted muy amable, profesor!- cogió su silla y le dio la vuelta, dándole la espalda al profesor y quedando de cara al pequeño.- Así que eres un año más pequeño que nosotros.
-Ajá.- asintió mientras que copiaba los ejercicios que tenían que hacer con evidente pereza.- Me adelantaron hace tres años.
-Bueno, por fin alguien inteligente con quien podré hablar, porque en esta clase no hay nadie con quien hablar. Por eso es divertido analizar a los compañeros de clase.- dijo haciendo de pato Donald.
-Señor Jinki, me parece bien que le guste analizar a sus compañeros de clase, pero si no quiere acabar a prefectura de estudios, cállese y trabaje.
-¡¡Como usted diga!!- exclamó, con la voz del pato otra vez.
Toda la clase rió otra vez, y Onew le guiñó un ojo.
Key llegó a su salón y entró sin abrir tocar, cosa que hizo el profesor que había en la clase le mirase mal.
-¿Es usted el señor KiBum?- asintió, mirando al resto de la clase, que le miraba con los ojos muy abiertos, y para variar pudo sentir más de una mirada lujuriosa recorrer su cuerpo, porque, al igual que su hermano, había retocado su uniforme.
Los pantalones, igual que los de su hermano eran más estrechos que lo demás y se amoldaban perfectamente a su cuerpo, la camisa blanca con el primer botón sin abrochar, la corbata era algo más corta que la del resto, pues la había cortado, unas botas de piel negras eran su calzado, y la chaqueta colgando de su dedo, reposando en su hombro. El pelo negro con mechas rosas, los ojos delineados, los labios con brillo, obviamente desentonaban en aquella clase, de rostros libres de maquillaje, de cabeza de cabellos negros y cortos…su vista se enfocó al ver a dos cabezas algo distintas: una morena y larga, muy enmarañada, y una de morena más clara que se decoloraba hacia llegar a rubio… ¿Jonghyun? Sí. Lo confirmó cuando este levantó su rostro y se encontró de nuevo con aquellos ojos negros cálidos.
-¿KiBum?
-Hola Jonghyun.- le sonrió con algo más de dulzura, pero sin dejar de lado ese toque de sensualidad tan característico en él.
-¿Le conoce, Señor Jonghyun?- preguntó el profesor, la voz del cual Key estaba empezando a odiar.
-Ehh…sí. Sí lo conozco.- respondió.
-Perfecto. Preséntese y vaya sentarse a su lado. Prefiero tener a todos los problemáticos juntos. Salvo al Señor MinHo, el sí es un buen ejemplo para esta clase de salvajes. Alguien civilizado.- el nombrado se encogió sobre sí mismo cuando oyó las risas de sus compañeros.
-KiBum. 18 años. Tercera escuela en tres años. Lo demás no os interesa. No creo poder formar amistad con alguien como vosotros.- dijo yendo hacia al lugar indicado, pero a medio camino se paró y volvió a mirar a toda la clase.- Tengo un hermano menor que también estudia en este centro, como a alguien se lo ocurra acercarse más de lo debido a él se las verá conmigo. Y no creo que a nadie le interese mucho.- amenazó, y luego sí, se sentó a su sitio.
-Sr. KiBum, en este centro no están permitidas las amenazas.- le advirtió el profesor.
-¿Acaso en alguno está permitido?- preguntó.- Y no era una amenaza, solo una advertencia.
-Saque los libros y empiece a hacer los ejercicios, como todo el mundo a excepción de su compañero.- dijo.
Rodó los ojos y sacó los libros, dejándolos caer en la mesa con un ruido sordo, abriendo la página que había en la pizarra.
-Tsk. ¿Enserio hacen eso?- musitó para sí mismo al ver la lección de inglés que estaban haciendo.
-KiBum.- la voz del rubio le devolvió al mundo real, dejando sus pensamientos, quiero presentarte a alguien. Señaló al chico de delante de ellos, que se sentaba solo y estaba metido en sus ejercicios. Jonghyun picó su hombro y él chico se giró.
Entrecerró los ojos al verle. Era guapo, muy guapo. Pero escondía dicha belleza debajo unas gafas enormes y feas, bajó todos aquellos pelos que caían desordenadamente por todo su rostro. Obviamente, el nerd.
-Él es MinHo.- dijo Jonghyun.- MinHo él es KiBum, el chico del que te hablaba cuando entró.
“El chico del que te hablaba cuando entró.”
Esa frase retumbaba en la cabeza de Key, que le sonrió mientras extendía su mano, y el otro (algo dudoso) se la cogió.
-Deseaba conocerte.- dijo con una voz grave y profunda.- Jong ha estado todo el rato de ti.
-Sí. Supongo que no es común ver a un chico como yo. Y menos en una clase como esa. ¿No se cansan de ir todos iguales?
-¿Y tú no te cansas de criticar?- dijo un chico volteándose a verle.
-¿Y tú de tener esa cara tan fea?- rebatió mientras mordisqueaba la punta de su bolígrafo.
Llegó la hora del recreo y TaeMin fue hacia sus motos acompañado de Onew, con quien había entablado una gran amistad enseguida, por raro que parecía. Cuando llegaron, Key aun no había llegado.
Hablaron de cosas triviales, y un par de minutos después el mayor de los hermanos llegaba acompañado de los otros dos.
-¡Hola Baby!- Key se acercó a TaeMin y le abrazó.- ¿Cómo ha ido el primer día de clases?- le preguntó mientras mordisqueaba el bocadillo de su hermano.
-Muy bien. El tutor ya me ha puesto un sobrenombre: “Señor TaeMin repelente”- dijo con una sonrisa, como si fuera un triunfo.- Creo que ha sido el más rápido en hacerlo de todos los que hemos tenido. La clase es tonta a rematar aparte de Onew hyung.- señaló al nombrado con la cabeza.- Onew hyung, te presento a mi hermano, KiBum, aunque le llamamos Key.
Se dieron la mano y Jinki se le quedó mirando fijamente.
-Sí que se parece a ti, sí.- dijo.- Tenéis el mismo estilo para cambiar el uniforme.- dijo con una sonrisa.
-Cierto.- dijo el de pelo rosado.- Ellos son Jonghyun.- señaló al rubio.- y MinHo. Chicos, ese es mi hermano, TaeMin. Y no sé si os conocéis…- comentó refiriéndose a Onew.
-A Jonghyun le conozco, hemos coincidido varias veces en prefectura, pero contigo no tengo el gusto.- dijo hablando con MinHo.- Lee Jinki, Onew.
-Choi MinHo.- se dieron la mano.
-Oye KiBum.- le llamó Jong.- ¿No dijiste que tu hermano era menor que tú? ¿Cómo es que va a segundo grado?
-Y lo es. Pero como es un cerebrín, lo adelantaron un curso.- dijo revolviéndole el pelo a TaeMin, que se apartó y bufó molesto.
Hablaron sobre ellos y pronto sonó el timbre.
-¿Qué os parece si en la tarde vamos a merendar en la cafetería de mis padres?- propuso.
-Claro. Le dije a tu madre que ya llevaría a TaeMin y que haría el negocio de su vida.
-¡Key!- exclamó el menor, fulminándole con la mirada.
Cambiaban mucho de estar en la “intimidad” a estar con mucha gente, porque al entrar, sus rostros cambiaron otra vez, volviéndose duros, burlones y sensuales.
-Nos vemos luego.- dijo Jong antes de separarse para ir a sus respectivas clases.
Las clases pasaron sin más, pesadas, lentas, pero amenas, gracias a la compañía de Jong y de su sonrisa. Le encantaba su forma de ser, tan simpático y optimista, alegre y muy hablador. Y aunque MinHo le había caído genial, no había surgido la misma química entre ellos. Era diferente con el rubio.
Cuando sonó el timbre de la última clase de la mañana, los tres se pusieron en pie, recogiendo sus cosas y saliendo del aula, rumbo a la cafetería, donde almorzarían junto a su hermano y a su nuevo amigo, Onew.
-Espero que aún les quede puré de patatas cuando lleguemos- Jong tenía hambre y quedó medianamente claro cuando su paso se aceleró y Key tuvo que apresurarse también para no quedarse atrás.
-No sé dónde metes tanta comida, sí estás hecho un palo- se burló MinHo, a medias, ya que en realidad no lo entendía. Su amigo era como un pozo sin fondo, podía comer y comer y no engordaba nada de nada.
-¿A ti te parece que estoy delgado?- se giró hacia su amigo, levantándose la camiseta y dejando ver un abdomen totalmente tonificado, marcado por unos músculos apetitosos y que dejaron a Key anhelando tocarlos- estos músculos necesitan ser alimentados de alguna forma, Min- dijo orgulloso, con una sonrisa en su rostro.
Key salió de su estupor cuando la camiseta volvió a su lugar, arrebatándole la preciada visión. Bien, estaba en problemas, lo sabía. Le gustaba su nuevo amigo, conclusión a la que había llegado la noche anterior, tras dar vueltas en su cama sin poder conciliar el sueño. Pero ahora lo deseaba, con cada poro de su piel.
Simplemente se había derretido ante su abdomen, deseando ver más, todo aquello que la ropa ocultaba. Y entonces, pasó lo inevitable, se sonrojó, por lo que decidió evitar esos pensamientos si no quería terminar con un problema entre las piernas.
Llegaron a la cafetería del colegio, donde los estaban esperando, sentados en una de las mesas su hermano y Onew. Se sentaron junto a ellos y Key besó la mejilla de su hermano: -¿Qué tal el resto de clases?- preguntó, dedicándole una sonrisa llena de ternura, que no pasó desapercibida por Jong, el cual deseo ser el blanco de dicha sonrisa.
-Bien…más de lo mismo. Los profesores se horrorizan cuando me ven entrar y yo disfruto de ello- su sonrisa juguetona no presagiaba nada bueno para los pobres profesores que tuvieran que lidiar con el travieso adolescente- he pasado las horas hablando con Onew.
-Eres un desastre- pasó sus manos por su cabello, despeinándolo y sonriendo al oír el gruñidito que emitió su hermano, disgustado porque le descolocara el cabello.
Jong se acercó a Key, tocando su brazo para que le prestara atención- voy a buscar la comida, ¿quieres que te traiga algo?- le preguntó, mirando fijamente sus ojos negros.
-Sí, lo mismo que tú estará bien, gracias- sonrió en agradecimiento y tomó asiento junto a su hermano.
-Vaya, vaya, ¿ahora te juntas con muñequitas Jong?- una voz sarcástica y llena de rencor hizo que Key se volteara, encontrándose con un chico que lo miraba con despreció.
-¿A quien le dices muñequita, imbécil?- soltó Key, frunciendo el ceño, bastante molesto.
-Mira por donde, la muñequita resultó tener huevos- se carcajeó y se acercó a Jong- No deberías andar con gente tan afeminada Jong- le aconsejó.
-Yesung, ¿por qué no te pierdes?- le espetó cansado de sus burlas e idioteces. Llevaba tiempo aguantando al chico, que no perdía ocasión de humillarlo.- Ahora vuelvo- se dio la vuelta sin más y se dirigió a la barra, desgraciadamente seguido por el desagradable chico.
Hoy la suerte no estaba con él, muy a su pesar.
-Vamos Jong…sabes que tengo razón.- le dijo poniéndose a su lado.- No es bueno para tu reputación hacerte con los nuevos. Y menos si parecen niñas.- cogió su brazo.- Ni con el nerd.
Jonghyun se acercó tanto a él que fácilmente se podían malinterpretar las cosas y le dijo: -Vete.
-Creo que no.- acarició su mejilla.- No lo entiendo. No entiendo porque alguien tan guapo como tú, famoso y querido en el instituto se hace con la gentuza del instituto. Primero fue el nerd, y ahora el payaso y los hermanos putas.- dijo.- No sabía que tenías esos gustos.
-Yesung. Ya basta.- susurró.
-¡Oh! Pero si yo tengo razón. Sabes bien que te criticaron por hacerte con Choi, ¿qué crees que dirán cuando vean que encima de él, también te haces con Lee y los nuevos? ¿Con las putas?
Entrecerró los ojos y contuvo las ganas de pegarle.
-¿Acaso los conoces?- preguntó, deslizando ambas platas hacia la cocinera.
-No hace falta conocerlos para saber que no son normales. Pelo teñido. No van vestidos como dice el reglamento del centro. Maquillaje. Contestan a los profesores cuando y como les viene en gana. Muy listos.- enumeró.
-¿Vas con TaeMin?- dijo al oír que casi había descrito a Key a la perfección y dudaba que el menor se diferenciara mucho del otro hermano.
-Acertaste.- contestó.- Tendrías que haber visto al renacuajo ese contestar al profesor Han.
-Tsk. A este profesor es normal que alguien le conteste. Es un idiota con mayúsculas.- respondió el otro mientras cogía dos platos de puré.
-Bah. Lo que pasa es que no saben como llamar la atención.- se acercó al oído del otro chico y susurró.- Aunque yo tampoco sé que hacer para que me prestes atención.
-Yesung, ya basta. Ya hemos hablado de eso un millón y medio de veces.- le espetó, empezando a cabrearse.- Búscate a una puta o algo.
-Puede que tengas razón. Y sé quien es el candidato perfecto.- dijo con una sonrisa de lado. Volvió a la mesa y puso una mano al lado de TaeMin, que le miró arqueando una ceja.- Hoi pequeño, ¿qué te parecería acostarte conmigo?
Error. Nunca, pero NUNCA se debía uno decirle eso a TaeMin con su hermano delante. Aunque el menor era capaz de defenderse perfectamente el solito.
-Perdona… ¿pero no que éramos muñequitas?- dijo mientras seguía comiendo como si nada.- Creí que te gustaba Jonghyun hyung.- soltó sin más, sin ver la cara que puso Key.
-Tsk. Jonghyun no es gay.- dijo.- ¿Así qué? ¿Aceptas?
-Por supuesto.- dijo, haciendo que Key rodara los ojos, gesto que los otros dos no entendieron, y el tercero sonrió de forma ladina.- En tus sueños.
La cara de Yesung cambió completamente, su sonrisa desapareció y en ella apareció una mueca de furia, MinHo y Onew con cara de no entender nada, y Key solo soltó una alegre carcajada, aunque en sus ojos se podía ver un profundo dolor.
Key notó como el dolor se había alojado en su pecho al oír las palabras del tipo ese, haciendo añicos las esperanzas que había madurado la noche anterior en medio de su vigilia. Ahora ya no había nada que pudiera hacer, Jong no compartía sus mismos gustos y sabía que no sería correspondido, y que todas esas muestras de afecto y sonrisas por partes del rubio habían sido meras muestras de amistad.
Observó como Yesung abandonaba la cafetería bastante humillado ante las palabras que le había dedicado su hermano y tras las risas que habían resonado tras iniciar la suya. Miró a Jong, quien le sonreía y le indicaba su plato de comida, pero el nudo que sentía en su estómago no le permitió comer mucho y se pasó el rato desplazando la comida de un lugar a otro.
Tae se dio cuenta del cambio de humor de su hermano, y frunció el ceño al no poder saber a que venía o cual era la causa. Dudaba que hubiera sido por el indeseable de Yesung, y que lo había dejado en su sitio tras humillarlo un poquito. Entonces, tomó la decisión de que al llegar a casa intentaría averiguarlo. Odiaba ver a su hermano triste, pero esta vez, su rostro se sentía como si… ¿sintiera dolor?
Última edición por ♫mi-chan♫ el Dom Sep 25, 2011 12:56 am, editado 2 veces
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
¿Que me parecio? Pff! es la primera vez que me engancho
tanto en un fic hahaha bueno no, pero wow! me encanto!
y espero con ansias la conti de este fic tmb ^^ waaaaa
ya quiero leer el cambio de minho *O* y siento que el jongkey
se aproxima!!! :D
que lindo ontae!, pero 2min tmb waaaa espero haya de los 2
aunque como van las cosas, veo que a tae le gusta minho :D
tanto en un fic hahaha bueno no, pero wow! me encanto!
y espero con ansias la conti de este fic tmb ^^ waaaaa
ya quiero leer el cambio de minho *O* y siento que el jongkey
se aproxima!!! :D
que lindo ontae!, pero 2min tmb waaaa espero haya de los 2
aunque como van las cosas, veo que a tae le gusta minho :D
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
me encanta la historia porfa conti esta increible xD espero con ansias el siguiente cap
dianajinki
onew key y minho
319
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
esta hermoso me encanto x favor conti :yupi:
jime
key
35
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
O.O kede en shock O.O
todo x la pelea entre tae i key D:
luego aora kon ke onew peleara kon minho
x taemin D:
waaaa sip ke fue un gran kapi!!! :yupi:
me enkanto todo!!! :eaea:
kiero mas 2min!!! :yupi:
todo x la pelea entre tae i key D:
luego aora kon ke onew peleara kon minho
x taemin D:
waaaa sip ke fue un gran kapi!!! :yupi:
me enkanto todo!!! :eaea:
kiero mas 2min!!! :yupi:
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
pliis sigue kiero saber q pasa y como sera el nuevo Minho :yupi:
kiiarlethkey
Key
127
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Jejeje!
Ya nos hemos puesto a ellos, pero ahora la comunicación es algo mas dific ya que casi no coincidimos pr horarios, cuando en España son las 12 pm, para mi, en China son las 6am.
Pero ya lo hemos empezado y por el momento estoy esperando a que me lo pase para hacer mi parte.
Ya nos hemos puesto a ellos, pero ahora la comunicación es algo mas dific ya que casi no coincidimos pr horarios, cuando en España son las 12 pm, para mi, en China son las 6am.
Pero ya lo hemos empezado y por el momento estoy esperando a que me lo pase para hacer mi parte.
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Ahhhh!!!! Ya sé que hace mucho que dije que subiríamos la conti, pero por los problemas de conexion y todo eso que siempre pasa cuando no debe pasar no lo pude hacer antes, así que aqui les traigo el capi cuatro!!!!
CAP. IV
Había llegado el sábado, el día tan esperado por Key y Jong y que MinHo no quería que llegara pues ambos le iban a llevar de compras.
MinHo llegó al centro comercial a las 10 en punto, tan puntual como siempre y esperó a que el otro par llegara para empezar con lo que él denominaba como “tortura”.
Miró su reflejo en un escaparate: había ido con sus ropas negras y anchas: un pantalón negro por lo menos dos tallas más grandes a la suya, una blusa igual, quizás no tan grande, unos zapatos negros. Sus gafas cubrían la mitad de su rostro, escondiendo los bellos ojos que poseía detrás de los vidrios de aquellas horrorosas y espantosas gafas que tenían una de las varillas pegada con celo para que no se cayera, por suerte quedaba cubierto por sus cabellos y uno de los cristales rotos en un lado. Luego sus ojos se fijaron en su pelo, realmente parecía que llevara un estropajo en el pelo más que cabellos, pero no era su culpa, por más que se peinara parecía que no lo hubiera hecho y eso le sacaba de quicio, había pensado en contárselo tiempo atrás, pero Jonghyun un poco más y no le da un zape cuando se lo dijo, alegando que si “se lo cortaba le pondría una peluca”.
-Keroro.- rodó los ojos al oír aquella voz en sus espaldas llamarle de aquel modo.
-Llegas tarde Puppy.- dijo volteándose.- Aunque lo raro sería que llegaras a la hora acordada.
-Ja-ja-ja.- dijo sarcásticamente el rubio.- Mira que eres gracioso, Keroro. Bueno, ahora salo falta Key.
-Hey, Puppy, ¿no era que no podías salir de tu casa en los findes?- dijo al recordar que sus padres le habían prohibido salir si sus notas no mejoraban.
-Ah…sí.- dijo rascándose la nuca.- Digamos que mis padres no están en casa y me tome el día libre.
-¿Cómo? ¿Dónde están?
-Pues con mi abuela, se fueron y tuve que salir por la ventana ya que no encontré las llaves para salir.- dijo.
-Eres un desastre.- dijo MinHo cuando vio una moto conocida.- ¿Ese no es Key?
-Sí.- se levantaron para que los viera y el recién llegado saltó de la moto y se sacó el casco que llevaba y la chaqueta de cuero.
Y a Jonghyun se le cortó la respiración al ver las ropas que llevaba: los pantalones, de cuero negro, tenían las costuras hechas con hilo rojo y el punteado de los bolsillos y le quedaban maravillosamente arrapados a sus piernas largas y bien torneadas y una camiseta roja y unas botas completaban su conjunto.
Por su parte, Key también se había quedado viendo al basquetbolista embobado de arriba abajo: Este, iba con unas tennis cualquiera de color negro, unos tejanos gastados ni tan estrechos como los suyos ni tam amplios como los de MinHo pero le quedaban maravillosamente perfectos, y al llegar a la parte superior casi se queda en el suelo por culpa de un desangrado nasal, pues llevaba una blusa blanca que se pegaba perfectamente en su abdomen, rebelando lo fuerte que estaba y sin mangas, por lo que sus musculosos brazos quedaban a la vista de todos.
-Ehem.- carraspeó MinHo al ver la cara de bobos que se les había quedado a ambos.
Los dos parpadearon y se sonrojaron débilmente y entraron al centro comercial.
-A ver, antes que nada tenemos que deshacernos de esa cosa a la que tú llamas gafas.- dijo el peli-rosa, mirando de arriba abajo al más alto para acto seguido girarse hacia el panel de información, y una vez encontró lo que buscaba los agarró de la mano a ambos para ir a comprar. De tan ilusionado que estaba por poder hacer aquello ni cuenta se había dado de que llevaba de la mano a Jonghyun.- Bien, hemos llegado.
-¿Qué tiene de especial esa tienda Key?- dijo Jonghyun.
-Pues nada. Pero me gusta el escaparate. Vamos, vamos, adentro MinHo.
Soltando un bufido entró después de Key y antes de Jonghyun y ambos le obligaron a sentarse en una silla para que le atendieran.
-Buenos días.- dijo una de las dependientas.- ¿En qué puedo serviles?
-Queríamos unas lentes de contacto.- dijo Jonghyun, adelantándose a Key que asintió, poniéndose a su lado, brazo con brazo. Cosa que hizo feliz al mayor de los tres que con disimulo y como si fuera algo casual rozó sus dedos suavemente.- Para él.- dijo señalando a MinHo.
-Y unas gafas tampoco nos harían mal.- añadió.- Mientras tú hablas con ella, yo y Jonghyun nos vamos a verlas.- dijo y agarró a este de la mano para llevarlo en donde había todos los modelos de gafas que había.
-¿Por qué te lo tomas tan apecho?- le preguntó.
-¿El qué?- dijo algo ido, sin entender bien a que se refería.
-Pues eso de MinHo. No creo que haya mucha gente que ayude a otra solo por ir de compras.- expuso el rubio.
-En parte es por que adoro ir de compras y otra es porque creo que a Tae le gusta MinHo. Aunque solo es una corazonada.
Se puso detrás del menor para coger unas gafas y se las enseñó:- ¿Qué te parecen estas? Ya veo y por que…¿estás bien?- dijo al ver que se había llevado una mano a la cabeza.
-¡TaeMin!- exclamó solamente.- ¡Lo he dejado solo en casa sin decirle nada!
-¿Y qué con eso?- dijo.- Tú eres el mayor, no me digas que debes pedirle permiso a tu hermano pequeño.
-No, claro que no.- dijo risueño.- Pero no le gusta que me vaya sin decirle a donde voy. Igual que a mí tampoco me gusta que se vaya sin saber en donde está. Deberías ver nuestra nevera.
-¿Uh? ¿El frigorífico?- dijo sin entender nada.
-Sí. Está lleno de notas. Mira esas, ¡son perfectas para MinHo!- se las mostró y realmente tenía razón.
-Hey, Keroro, ya tenemos las gafas.- dijo poniéndose detrás de él y lo abrazó por el cuello para coger sus gafas.- ¿Tienes ya las lentillas?- asintió.- Pues adiós gafas.- dijo y las rompió.
-¡Puppy!- exclamó entre divertido y enojado.
¿Keroro? ¿Puppy?
Key no tenía ni idea de que eran aquellos sobre-nombres, pero decidió que ya se lo preguntaría a Jong más adelante. Y al ver que el rubio abrazaba al otro algo se movió en su interior; Jonghyun le había dicho que le gustaba un chico, ¿y si era MinHo? Y si ese se dejaba abrazar por Jonghyun significaba que él también gustaba de Jonghyun.
Pero luego recordó lo que le dijo Jonghyun en clase: “A MinHo le gusta tu hermano”, por lo tanto a MinHo no le gustaba Puppy Jong, por lo tanto Key decidió que aquello no era más que un abrazo de amistad, lo que le calmó bastante.
-¿Ya está?- dijo al ver como el moreno se levantaba y pagaba y él se acercó a este y le miró fijamente, lo que hacía sentir incomodo a MinHo.- Ves, mucho mejor así. Y ahora, la ropa.
-¿No tendría que ir primero a la peluquería?- objetó Jonghyun, siguiéndole fuera de la tienda.
-No. Yo le peinaré. No me fío de las peluqueras en un asunto tan importante.
-Bueno, así no tendré que andar tanto.- dijo MinHo y al segundo sintió una colleja, y no suave precisamente.- ¡Hey! ¿Qué te pasa?- dijo al ver a Key para a su lado y riendo divertido.
-No le pegues, Jong. Tendrás acostumbrarte a eso si llega a salir con mi TaeMinnie.
Se movió hasta quedar al lado del mediano de los tres y le miró con curiosidad.
-¿Por qué lo dices?
-TaeMin es más aficionado a comprar que yo.- dijo, sonriéndole de una forma encantadora.
MinHo iba un poco más atrás, viendo como su mejor amigo cada vez se iba acercando más al chico nuevo. Se sentía feliz por él y solo esperaba que TaeMin le correspondiera sus sentimientos, rogando por que Onew no esperara lo mismo del menor.
Entraron en una tienda y Key los dirigió donde los tejanos. El otro par estaba detrás de él, viendo como cogía distintos pantalones, mirando de vez en cuando a MinHo.
-¿Cómo sabe cuales coger si no me ha pedido ni la talla?- dijo un anonadado MinHo, mirando a Jonghyun.
-Por que es fantástico.- susurró, mirando el trasero de KiBum moverse.
-MinHo-sshi, ve a probarte estos.- dijo poniéndole cinco pantalones en los brazos y empujándolo dentro de un cambiador.- Yo voy a por otros.- dijo antes de dejar a Jonghyun parado en medio de la tienda.
MinHo se quitó los otros pantalones para ponerse los que KiBum le había dado. Una vez se lo puso, dudó en salir o no, pero su cortina se abrió, dejando ver al deportista al otro lado del cubículo.
-Quítate eso.- dijo cogiendo su camiseta y quitándosela, dejando asombrado al mayor.- ¿Por qué no sabía que estabas tan cuadrado?- dijo tocando con un dedo el fuerte y trabajado abdomen del mayor.
-Jonghyun, para.- dijo apartándose del rubio para que dejara de hacer aquello, le incomodaba.
Los ojos de Jonghyun pasearon por todo el torso del menor y siguió bajando para ver como le quedaban los jeans.
-Wow. Te digo yo que TaeMin se rinde a tus pies si te ve así.- dijo, sonriéndole de forma burlona al ver que se sonrojaba.- Anda, ponte otros.
Cerró la cortina y se quitó aquellos pantalones para probarse otros, más claros y gastados.
Por su parte, Jonghyun se había acercado a Key, que estaba de puntillas para alcanzar una blusa, pero no llegaba, por lo que sin que se diera cuenta, lo cogió por las caderas y lo levantó, por lo que soltó un pequeño grito de sorpresa.
-¡Ah!- desvió sus ojos y vio al mayor debajo de él sonriéndole, cogió la blusa y con suavidad lo dejó en el suelo.- Gracias Jong.- estaba levemente sonrojado por lo que evitaba mirarle a los ojos, pero aun así le sonrió.- ¿Se ha probado algunos?
-Sí. Y deberías ver como le quedan al maldito Choi.- dijo yendo hacia su probador, abriendo otra vez la cortina así sin más.- Yo a ti te colgaré…
-¿Ah? ¿Por qué?- dijo sin entender el más alto de todo.
-¿Como coño se te ocurre ir vestido con eso- señaló su ropa usual- con tu cuerpo?- dijo cruzándose de brazos haciéndose el ofendido.
-Ay, déjalo Jonghyun.- se quejó el otro mirando a KiBum en busca de ayuda.
-Anda, toma, ponte eso.- le dio la blusa blanca que Jonghyun le había ayudado a alcanzar, una camisa de rayas azules y una sudadera blanca.
Dos minutos después MinHo salía con los tejanos que llevaba, unos de color negro que marcaban sus larguísimas piernas (envidia del mayor de los tres) y la blusa, que le quedaba pegada al cuerpo, haciendo que KiBum le mirara sorprendido, ¿enserio estaba tan fuerte? Su hermano sí que tenía buen gusto. Aunque él prefería mil veces más a su compañero rubio.
- Estás perfecto. Eso te lo quedas y esto otro y esa sudadera también.- dijo cogiendo todo y yendo hacia la caja junto a Jonghyun mientras él otro se cambiaba de ropas.
-¿Ya hemos terminado?- dijo Jonghyun que cargaba con las blusas.
-Sí. ¿Puedo hacerte una pregunta Jong?- dijo mientras lo dejaba todo en el mostrador para que le cobraran.
-Claro. ¿Qué pasa?- dijo posando su mano sobre el brazo del otro.
-¿Por qué MinHo te llama Puppy y tú a él Keroro?
-Ah, eso. Bueno, yo empecé a llamarle Keroro por sus enormes ojos, por lo que él empezó a llamarme Puppy. Dice que me parezco a un cachorro.
-Pues sí que te pareces a uno.- dijo el menor acariciando su mejilla suavemente, retirando la mano acto seguido.
-Puedes llamarme así si quieres.- dijo aun “conmocionado” por aquello que acababa de hacer el menor, es que no le entendía: primero le cuenta su vida, al día siguiente le ignora, le vuelve a hablar, se lo lleva a rastras por el pasillo y ahora aquello.
Después de aquello salieron de la tienda y fueron a la casa del menor, Key en su moto y los otros con sus autos.
-Hemos llegado.- dijo parándose en un bloque de pisos para gente acomodado y abrió la verja para que el otro par pasara.
-Wow.- dijo un impresionado Key al entrar y al ver el gran ático.-Ahora es curiosidad, ¿cuánta gente sabe que estás forrado?
-Jong.- dijo solamente y el otro se giró a mirarle alucinado.- Y ahora tú.
-¿Por qué si tienes tanta pasta no la usas?- dijo siguiéndoles hasta el cuarto del chico.
-Por que a pesar de sacar tan buenas notas es tonto.- dijo el rubio dándole un golpe a la cabeza.
-Bueno, a partir de hoy, aunque la gente no lo sepa, van a ver el cambio de imagen al que te voy a someter.- dijo Key mientras le obligaba a sentarse en una silla y Jonghyun se quedó detrás de ambos, observando sus caras por el espejo.
Key le cambió totalmente: le cortó un poco el cabello, le peinó de una manera que su pelo relucía y brillaba, luego se mojo las manos y las pasó por el pelo para luego ponerle espuma, haciendo que ganara algo de volumen y se ondulara con suavidad, de una forma muy distinta a la anterior.
-¿Verdad que está mucho mejor, Jong?- le preguntó poniéndose a su lado para a su “creación”- Toma, ponte la ropa nueva.
Y es que realmente no parecía el mismo Choi MinHo: ahora iba sin aquellas horrendas gafas de pasta negra que le cubrían casi la mitad de su rostro, sus ropas negras estaban quien sabe donde, ahora iba con los tejanos y la sudadera blanca y con el pelo perfectamente acomodado.
-Sí. Te ha quedado perfecto.- dijo Jonghyun.- Tú hermano si que tiene buen gusto.
-Sí. Cuando le vea seguro que le gustará.- siguió con la corriente él.
-¡Oigan! Que sigo aquí, no hablen de mí como si no estuviera.- se quejó el más alto.
-¡Jajajajaja!- rompieron en carcajadas el otro par al ver su reacción.
-Me tengo que ir chicos. TaeMin estará preocupado.- dijo Key levantándose.
-Yo también tengo que irme, Keroro.- dijo.- Sí mis padres llaman y no contesto, me va a caer una buena.- dijo y yendo para la salida.
-Bien, nos vemos el lunes.- se despidió de ellos en la puerta.- Chicos…gracias.
Ambos negaron con la cabeza y se fueron.
0o0
Había llegado el lunes y era la hora del recreo. Onew había ido al despacho del jefe de estudios y ahí se había encontrado con Jonghyun, ambos estaban por hacer el tonto e interrumpir la clase, por su parte Key estaba haciendo cola en la cafetería para coger su desayuno e ir con el resto y TaeMin esperaba sentado bajo un enorme árbol a que alguno llegara cuando algo llamó su atención: MinHo.
MinHo estaba rodeado de gente y casi todas eran féminas.
Luego se fijo mejor en su “amigo”: llevaba el uniforme sin la chaqueta y con el primer botón sin abrochar, tenía el pelo recogido en una coleta baja y…¡por el amor de Dios! ¡No llevaba las gafas!
Y aunque estaban a un cierta distancia, vio que quería salir de ahí, por lo que se levantó a paso decidido y se acercó a él, maravillándose cada vez más de lo guapo que era.
-Hyung.- le llamó y todos voltearon a verle.
-¿Le conoces oppa?- dijo una de las chicas, mirando a MinHo, quien asintió.
-Sí.- dijo escuetamente, agradeciéndole con los ojos a TaeMin por ir a ayudarle.- Es el hermano de KiBum.
-¿El de las mechas que parece una niña?- preguntó otro.
-Al menos mi hermano no es un interesado como todos vosotros.- dijo fríamente TaeMin, cogiendo de la muñeca a una y apartándola del lado del mayor, no dejando que tocara algo que era de su propiedad.
¿De su propiedad? MinHo no era suyo. Por supuesto que no. Casi no sabía nada de él, era un completo desconocido muy apuesto…
No, MinHo no era suyo y punto, se dijo a sí mismo.
-¿Interesados? Tú sí eres un interesado ya se ve que solo eres una puta de la más baja clase.- dijo otro y TaeMin le miró mal y le dio un puñetazo en la mejilla y cogió al otro por la muñeca y se lo llevó hasta el árbol.
-Gracias, TaeMin.- dijo el moreno, sonriéndole dulcemente.
-De nada hyung.- dijo devolviéndole la sonrisa, con una de aquellas sonrisas que solo iban dirigidas a su hermano.- Lo amigos están para eso.
-Sí. Amigos.- saboreó aquella palabra pero le dejó un sabor amargo en la boca.
0o0 Salió del aula acompañado por Jong y MinHo, dispuestos a buscar un lugar donde almorzar, pero a medio pasillo, MinHo se disculpó y los dejó solos. No es que tuviera algo que hacer, simplemente quería que tuvieran algo de tiempo para hablar y, quien sabe, para que pasara lo que ambos deseaban desde el primer momento que se conocieron. Así que, muy ufano y sin remordimientos, se alejó de la pareja en busca de su TaeMin. No era tan altruista, al fin y al cabo.
Jong se había puesto un poco nervioso al ver como MinHo se marchaba con toda la intención, dejándolo totalmente solo con Key. Inconscientemente se acercó aún más al chico, hasta que sus hombros se rozaban con cada movimiento que realizaban sus cuerpos al andar.
Key no se sentía mucho más tranquilo, para nada. Su corazón palpitaba desbocado ante la cercanía del rubio, sintiéndose feliz al compartir ese pequeño tiempo a solas.
-Bueno…Dónde quieres almorzar?- preguntó Key, evitando mirar a Jong y sonrojándose levemente.
-Pues…te apetece que pillemos algo en la cafetería y salgamos a los jardines?- se rascó la nuca algo incómodo por los nervios. Las manos le sudaban de manera copiosa y no sabía donde tenía que posar sus ojos sin perderse por horas en esos finos rasgos que tanto quería besar.
-Sí, es buena idea, vamos- osado, Key agarró la mano de Jong y empezó a caminar hacia la cafetería, dibujando una esplendida sonrisa.
Al cabo de unos minutos, ambos salieron al exterior y buscaron algún lugar donde pudieran estar solos, sin ser molestados. Se sentaron bajo uno de los robles que poblaban el lugar, y empezaron a comer en silencio sus almuerzos. Ambos estaban cómodos, sin hablar una palabra, solo disfrutando de la compañía del otro, hasta que Key rompió esa paz.
-Crees que le irá bien a MinHo con mi hermano? Realmente hicimos un buen trabajo, no crees?- preguntó, dejando de mirar su almuerzo y posando sus ojos en el rostro del rubio.
-Esperemos que así sea- deseó por el bien de su amigo- sería genial verlo feliz para variar y supongo que este cambio le hará tener un poquito más de autoestima- sonrió con cariño, recordando a su amigo.
-Eres un buen amigo- dijo sonriendo y totalmente embobado ante esa espectacular sonrisa.
-¿Tú crees?- sonrió aún más ampliamente y ambos se quedaron mirando al otro. Las sonrisas se borraron para dar paso a la seriedad en sus rostros, derivado de los nervios que ambos sentían, de las ganas de separar la larga distancia que separaban sus labios.
Jong, habiendo tomado una resolución, decidió besarlo, acercarse y que pasara lo que tuviera que pasar, incapaz de resistirse por más tiempo. Y así lo hizo, se acercó lentamente, ante la mirada expectante de Key, quien se había sonrojado al comprender lo que Jong estaba a punto de hacer. Agarró la fina barbilla del chico con suavidad, y deshizo finalmente la distancia entre ellos. Sus labios rozaron tímidamente los de Key, mientras miles de sensaciones explotaban en su interior, sintiéndose tan correcto y feliz. Su lengua tentó suavemente los labios contrarios, hasta que estos se abrieron temblorosos para dar paso a un nivel mucho más íntimo. Sus lenguas se unieron tentativas, buscando el calor y la suavidad de la otra, enredándose en un juego de caricias húmedas y cálidas.
Key temblaba por las emociones que recorrían en esos momentos su cuerpo, y supo, a ciencia cierta, que Jong era la persona que siempre había estado esperando. Su corazón galopaba en un latir desquiciado, sus jadeos eran ahogados por la boca ajena y sus manos, temblorosas, se aferraron a la camisa del rubio con fuerza, sirviendo de tabla para mantenerlo firme a la realidad, dejándole claro que esto no era uno de sus sueños.
Jong enredó sus dedos por la hebras negras y rosadas del suave cabello de Key, sintiendo los estremecimientos de éste, sonriendo para sí al saberse correspondido. No quería abandonar jamás esos labios, jamás.
Key se separó de forma abrupta, sintiéndose totalmente apenado, pensando en la promesa, en Su pequeño Tae. No, no podía fallarle, no de nuevo. Así que, sintiéndose devastado, empujó a Jong por el pecho, perdiendo la dulce calidez de sus labios y levantándose de un salto. Quería…no, necesitaba poner la mayor distancia posible sino, sería capaz de volver a enredarse de nuevo y no podía permitírselo.
-Lo siento, yo…no…no puedo- tartamudeó, sin atreverse a mirarlo a la cara, y sin más, dio media vuelta y huyó, corriendo hacia ningún lado, con la firme sentencia autoimpuesta de poner distancia entre ambos por el bien de su relación con su hermano, por TaeMin.
Jonghyun no supo que fue lo que paso, ni pudo reaccionar a tiempo, solo fue capaz de ver como Key se alejaba, corriendo, lejos de él. Entonces se sintió triste y devastado porque, simplemente, había sido rechazado; pero…por qué había devuelto el beso? Por qué había ahogado sus gemidos y jadeos en su boca? Necesitaba respuestas…realmente, las necesitaba.
0o0
MinHo volvió feliz del almuerzo. Había estado en compañía del pequeño, solos, en la azotea, y simplemente se había sentido pletórico. Entró en el aula con una sonrisa deslumbrante, de esas que adornaban por completo su rostro, provocando que algunas muchachas se quedaran totalmente aleladas. Pero su sonrisa se congelo al ver la cara de Jong y de Key, quienes se habían sentado uno en cada punta del aula, poniendo distancia y sin levantar la mirada de la verde madera de su pupitre. ¿Qué había sucedido? Se preguntaba.
-¡¡Hey!!- saludó sentándose junto a su amigo, quien ni se molestó en contestarle. Simplemente sacó sus enseres de estudio y se dispuso a esperar la llegada del profesor en turno.
Las demás clases siguieron con la misma dinámica. En ningún momento se buscaron con la mirada, ya no había esas sonrisas tímidas que solían dedicarse continuamente, solo silencio por ambas partes e indiferencia.
Al terminar las clases, Key prácticamente huyó de la clase, sin ni siquiera esperarlos como era usual últimamente. Jong se pegó a su lado y ambos comenzaron a caminar en un tenso silencio, hasta que, ya harto de toda esa situación, MinHo decidió preguntar.
-Qué pasa Jong?- preguntó con gentileza.
-Nada- respondió sin ni siquiera atreverse a mirarlo. La verdad es que tenía ganas de llorar, de llegar a su casa y encerrarse en su habitación y dejar que toda esa amargura saliera en forma de lágrimas. Patético.
-Vamos, ¿qué ha pasado con Key? Soy tu amigo…si puedo ayudar…ya sabes- dijo dubitativo por si se molestaba.
Jong suspiró:- Nos besamos- susurró.
-¿Y? ¿Qué tiene eso de malo?- no estaba entendiendo nada. Se gustaban, era algo obvio, entonces…¿no tendría que estar feliz por ese beso?
-Yo…no sé que es lo que hice mal. Nos estábamos besando y de repente, se separo y…me dijo que no podía. Se fue- pasó su mano por su cabello en un claro síntoma de desesperación.
-Ohhh…vaya- no sabía que decir, se había quedado sin palabras.
-No importa…yo, mejor me voy solo a casa- poco a poco fue poniendo distancia entre ambos, hasta que MinHo lo vio desaparecer.
0o0
A la mañana siguiente, Tae llegó a clase con una sola idea en su cabeza: buscar a MinHo para preguntar que demonios estaba pasando entre su hermano y el rubio. Pronto lo halló junto a Jong, quien no se encontraba en su mejor momento. Sus ojos estaban rojos y adornados con unas marcadas ojeras, su postura curva y su mirada fija en el suelo, concordaban totalmente con el Key que había amanecido esa mañana. Algo había pasado y el tenía que averiguarlo, seguro.
Corrió hasta llegar a donde ambos estaban y saludó con un poco menos de entusiasmo a lo que ya era usual en él.
-Buenos días, chicos!- Jong ni siquiera se molestó en mirarle. Frunció el ceño, preocupado.
-Hola!- sonrió MinHo, aunque su sonrisa no llegaba a sus ojos.
-¿Podemos hablar?- preguntó. Mirando de reojo a Jong, quien al oír a Tae, siguió su camino, haciendo un ademán con su mano al moreno para despedirse y darle a entender que no le importaba.
-Claro- suspiró viendo como su amigo se alejaba.
-¿Tú sabes qué es lo que ha pasado entre ellos dos?- le preguntó nervioso- Key parece una alma en pena desde ayer y…ahora también Jong. Estoy preocupado- se mordió el labio inferior intentando centrarse en el problema y no en esos labios jugosos y húmedos que tanto le apetecía besar.
-Sí- agarró su mano y lo apartó, lejos de la puerta, donde nadie pudiera oír su conversación- ayer se besaron durante el almuerzo pero…Key…creo que lo rechazó.
-¿¿Cómo?? ¡Eso es imposible!- levantó la voz, sorprendido por lo que MinHo le decía- pero…pero si a Key le gusta Jong, estoy seguro de eso.- ¿en qué estaba pensando Key?
-Dijo algo de que no podía y se fue corriendo. Desde entonces, ni se miran, ni se dirigen la palabra. Es como si no se conociesen y ya has visto a Jong, parece casi enfermo. Jamás lo había visto así- compartía la preocupación y la confusión con su pequeño.
-Tenemos que hacer algo- farfulló- tengo que hablar con Key- la determinación se hizo presente en su rostro. Miró a MinHo y sonrió- vamos a poner las manos en este asunto, MinHo.
El moreno no pudo reprimir la sonrisa cálida que se dibujó en su rostro al ver la determinación que poseía ese pequeño ángel, tan bello, con tan buen corazón. Asintió, confiando plenamente en su criterio, sin lugar a dudas.
0o0
Llegó la hora del recreo y casi salió volando del aula, dejando a Onew, alumnos y profesor, con la palabra a la boca, pero hablar con su hermano era más importante que el estúpido examen de historia. Total, iba a pasarlo de todos modos.
Entró a la clase de su hermano aun cuando la puerta estaba cerrada ya que el profesor les estaba regañando o algo ya que no estaba sonriendo exactamente.
-Sr. TaeMin, ¿qué hace usted aquí?- le dijo con una voz que destilaba ira.
-A usted no le importa.- dijo mientras se metía un chicle en la boca y se dirigía a su hermano y lo cogía del brazo para llevárselo.- Levanta.
Sintió sobre su persona la mirada de toda la clase, del profesor, pero no le podía importar menos.
Se lo llevó arrastras hasta la azotea, donde cerró la puerta, soltándolo y mirándole con una ceja enarcada.
-¿Qué coño hacemos aquí Tae?- le dijo el otro mientras se sobaba la muñeca y le miraba furioso.- Ahora me van a castigar.
-Me da igual.- dijo y Key casi le saltaba a sobre.
-¿Cómo?- dijo entre-dientes.
TaeMin sonrió y después de negar con la cabeza un par de veces se acercó a su hermano mayor.
-¿Por qué lo hiciste?- le preguntó.- ¿Por qué rechazaste a Jong si te gusta?
Los ojos de KiBum se abrieron en su totalidad, ¿comos e había enterado su hermano de aquello? Él no le había dicho, y estaba seguro de que Jonghyun tampoco. ¿Estaría enfadado por haber roto la promesa? ¿Se alejaría de él de forma definitiva? Pero no hacía cara de estar enojado.
-Yo…no quería fallarte otra vez.- le dijo, mirándole a los ojos, viendo la confusión y sorpresa del otro.
Ladeó la cabeza como un perrito cuando no comprende algo, cosa que hizo que su pelo cayera un lado, haciéndole ver tierno, aun con las ropas que llevaba.
-¿Fallarme? ¿Por qué me fallarías si estabas con Jonghyun hyung?
-Yo…Tú…la promesa, nosotros…- ¿enserio su hermano no se acordaba de esa promesa?
-¿Promesa? ¿Cuál promesa?- y de repente se acordó.- ¡Si serás tonto KiBum!- perfecto, y ahora encima le insultaba.- ¿Enserio fue por eso?
-¡Claro!” Nos prometimos no estar con nadie hasta que tú tuvieras los dieciocho.- dijo y al instante sintió como se refugiaba entre sus brazos.
-Pues olvídala. Quiero que seas feliz Bummie, yo ya encontré a quien amar pero no sé si me corresponda, no pierdas tu oportunidad con tu “príncipe azul”.- dijo burlonamente.
-¡Oye! No te rías de tu hermano.- le dijo haciendo un puchero.
Pero era cierto, Key siempre había esperado por su hombre perfecto, un chico guapo, inteligente, que le hiciera reír, que le amara, que le concediera todos sus caprichitos, que le dijera que tan hermoso era, una hombre que le comprendiera, que les supiera escuchar, que lo consolara entre sus brazos si se sentía triste… Y Jong era ese hombre.
-¿Enserio no te importa?- le preguntó al pelirrojo.
-Me haces sentir como un egoísta si te digo que no estés con Jong.- le respondió mientras se encogía de hombros.- ¿Vamos a desayunar?
-Vamos.- le besó la mejilla y entrelazó sus dedos para ir a dicha cafetería, lo que tuviera que suceder con ellos, ya sucedería.
Espero que la espera haya valido la pena!
CAP. IV
Había llegado el sábado, el día tan esperado por Key y Jong y que MinHo no quería que llegara pues ambos le iban a llevar de compras.
MinHo llegó al centro comercial a las 10 en punto, tan puntual como siempre y esperó a que el otro par llegara para empezar con lo que él denominaba como “tortura”.
Miró su reflejo en un escaparate: había ido con sus ropas negras y anchas: un pantalón negro por lo menos dos tallas más grandes a la suya, una blusa igual, quizás no tan grande, unos zapatos negros. Sus gafas cubrían la mitad de su rostro, escondiendo los bellos ojos que poseía detrás de los vidrios de aquellas horrorosas y espantosas gafas que tenían una de las varillas pegada con celo para que no se cayera, por suerte quedaba cubierto por sus cabellos y uno de los cristales rotos en un lado. Luego sus ojos se fijaron en su pelo, realmente parecía que llevara un estropajo en el pelo más que cabellos, pero no era su culpa, por más que se peinara parecía que no lo hubiera hecho y eso le sacaba de quicio, había pensado en contárselo tiempo atrás, pero Jonghyun un poco más y no le da un zape cuando se lo dijo, alegando que si “se lo cortaba le pondría una peluca”.
-Keroro.- rodó los ojos al oír aquella voz en sus espaldas llamarle de aquel modo.
-Llegas tarde Puppy.- dijo volteándose.- Aunque lo raro sería que llegaras a la hora acordada.
-Ja-ja-ja.- dijo sarcásticamente el rubio.- Mira que eres gracioso, Keroro. Bueno, ahora salo falta Key.
-Hey, Puppy, ¿no era que no podías salir de tu casa en los findes?- dijo al recordar que sus padres le habían prohibido salir si sus notas no mejoraban.
-Ah…sí.- dijo rascándose la nuca.- Digamos que mis padres no están en casa y me tome el día libre.
-¿Cómo? ¿Dónde están?
-Pues con mi abuela, se fueron y tuve que salir por la ventana ya que no encontré las llaves para salir.- dijo.
-Eres un desastre.- dijo MinHo cuando vio una moto conocida.- ¿Ese no es Key?
-Sí.- se levantaron para que los viera y el recién llegado saltó de la moto y se sacó el casco que llevaba y la chaqueta de cuero.
Y a Jonghyun se le cortó la respiración al ver las ropas que llevaba: los pantalones, de cuero negro, tenían las costuras hechas con hilo rojo y el punteado de los bolsillos y le quedaban maravillosamente arrapados a sus piernas largas y bien torneadas y una camiseta roja y unas botas completaban su conjunto.
Por su parte, Key también se había quedado viendo al basquetbolista embobado de arriba abajo: Este, iba con unas tennis cualquiera de color negro, unos tejanos gastados ni tan estrechos como los suyos ni tam amplios como los de MinHo pero le quedaban maravillosamente perfectos, y al llegar a la parte superior casi se queda en el suelo por culpa de un desangrado nasal, pues llevaba una blusa blanca que se pegaba perfectamente en su abdomen, rebelando lo fuerte que estaba y sin mangas, por lo que sus musculosos brazos quedaban a la vista de todos.
-Ehem.- carraspeó MinHo al ver la cara de bobos que se les había quedado a ambos.
Los dos parpadearon y se sonrojaron débilmente y entraron al centro comercial.
-A ver, antes que nada tenemos que deshacernos de esa cosa a la que tú llamas gafas.- dijo el peli-rosa, mirando de arriba abajo al más alto para acto seguido girarse hacia el panel de información, y una vez encontró lo que buscaba los agarró de la mano a ambos para ir a comprar. De tan ilusionado que estaba por poder hacer aquello ni cuenta se había dado de que llevaba de la mano a Jonghyun.- Bien, hemos llegado.
-¿Qué tiene de especial esa tienda Key?- dijo Jonghyun.
-Pues nada. Pero me gusta el escaparate. Vamos, vamos, adentro MinHo.
Soltando un bufido entró después de Key y antes de Jonghyun y ambos le obligaron a sentarse en una silla para que le atendieran.
-Buenos días.- dijo una de las dependientas.- ¿En qué puedo serviles?
-Queríamos unas lentes de contacto.- dijo Jonghyun, adelantándose a Key que asintió, poniéndose a su lado, brazo con brazo. Cosa que hizo feliz al mayor de los tres que con disimulo y como si fuera algo casual rozó sus dedos suavemente.- Para él.- dijo señalando a MinHo.
-Y unas gafas tampoco nos harían mal.- añadió.- Mientras tú hablas con ella, yo y Jonghyun nos vamos a verlas.- dijo y agarró a este de la mano para llevarlo en donde había todos los modelos de gafas que había.
-¿Por qué te lo tomas tan apecho?- le preguntó.
-¿El qué?- dijo algo ido, sin entender bien a que se refería.
-Pues eso de MinHo. No creo que haya mucha gente que ayude a otra solo por ir de compras.- expuso el rubio.
-En parte es por que adoro ir de compras y otra es porque creo que a Tae le gusta MinHo. Aunque solo es una corazonada.
Se puso detrás del menor para coger unas gafas y se las enseñó:- ¿Qué te parecen estas? Ya veo y por que…¿estás bien?- dijo al ver que se había llevado una mano a la cabeza.
-¡TaeMin!- exclamó solamente.- ¡Lo he dejado solo en casa sin decirle nada!
-¿Y qué con eso?- dijo.- Tú eres el mayor, no me digas que debes pedirle permiso a tu hermano pequeño.
-No, claro que no.- dijo risueño.- Pero no le gusta que me vaya sin decirle a donde voy. Igual que a mí tampoco me gusta que se vaya sin saber en donde está. Deberías ver nuestra nevera.
-¿Uh? ¿El frigorífico?- dijo sin entender nada.
-Sí. Está lleno de notas. Mira esas, ¡son perfectas para MinHo!- se las mostró y realmente tenía razón.
-Hey, Keroro, ya tenemos las gafas.- dijo poniéndose detrás de él y lo abrazó por el cuello para coger sus gafas.- ¿Tienes ya las lentillas?- asintió.- Pues adiós gafas.- dijo y las rompió.
-¡Puppy!- exclamó entre divertido y enojado.
¿Keroro? ¿Puppy?
Key no tenía ni idea de que eran aquellos sobre-nombres, pero decidió que ya se lo preguntaría a Jong más adelante. Y al ver que el rubio abrazaba al otro algo se movió en su interior; Jonghyun le había dicho que le gustaba un chico, ¿y si era MinHo? Y si ese se dejaba abrazar por Jonghyun significaba que él también gustaba de Jonghyun.
Pero luego recordó lo que le dijo Jonghyun en clase: “A MinHo le gusta tu hermano”, por lo tanto a MinHo no le gustaba Puppy Jong, por lo tanto Key decidió que aquello no era más que un abrazo de amistad, lo que le calmó bastante.
-¿Ya está?- dijo al ver como el moreno se levantaba y pagaba y él se acercó a este y le miró fijamente, lo que hacía sentir incomodo a MinHo.- Ves, mucho mejor así. Y ahora, la ropa.
-¿No tendría que ir primero a la peluquería?- objetó Jonghyun, siguiéndole fuera de la tienda.
-No. Yo le peinaré. No me fío de las peluqueras en un asunto tan importante.
-Bueno, así no tendré que andar tanto.- dijo MinHo y al segundo sintió una colleja, y no suave precisamente.- ¡Hey! ¿Qué te pasa?- dijo al ver a Key para a su lado y riendo divertido.
-No le pegues, Jong. Tendrás acostumbrarte a eso si llega a salir con mi TaeMinnie.
Se movió hasta quedar al lado del mediano de los tres y le miró con curiosidad.
-¿Por qué lo dices?
-TaeMin es más aficionado a comprar que yo.- dijo, sonriéndole de una forma encantadora.
MinHo iba un poco más atrás, viendo como su mejor amigo cada vez se iba acercando más al chico nuevo. Se sentía feliz por él y solo esperaba que TaeMin le correspondiera sus sentimientos, rogando por que Onew no esperara lo mismo del menor.
Entraron en una tienda y Key los dirigió donde los tejanos. El otro par estaba detrás de él, viendo como cogía distintos pantalones, mirando de vez en cuando a MinHo.
-¿Cómo sabe cuales coger si no me ha pedido ni la talla?- dijo un anonadado MinHo, mirando a Jonghyun.
-Por que es fantástico.- susurró, mirando el trasero de KiBum moverse.
-MinHo-sshi, ve a probarte estos.- dijo poniéndole cinco pantalones en los brazos y empujándolo dentro de un cambiador.- Yo voy a por otros.- dijo antes de dejar a Jonghyun parado en medio de la tienda.
MinHo se quitó los otros pantalones para ponerse los que KiBum le había dado. Una vez se lo puso, dudó en salir o no, pero su cortina se abrió, dejando ver al deportista al otro lado del cubículo.
-Quítate eso.- dijo cogiendo su camiseta y quitándosela, dejando asombrado al mayor.- ¿Por qué no sabía que estabas tan cuadrado?- dijo tocando con un dedo el fuerte y trabajado abdomen del mayor.
-Jonghyun, para.- dijo apartándose del rubio para que dejara de hacer aquello, le incomodaba.
Los ojos de Jonghyun pasearon por todo el torso del menor y siguió bajando para ver como le quedaban los jeans.
-Wow. Te digo yo que TaeMin se rinde a tus pies si te ve así.- dijo, sonriéndole de forma burlona al ver que se sonrojaba.- Anda, ponte otros.
Cerró la cortina y se quitó aquellos pantalones para probarse otros, más claros y gastados.
Por su parte, Jonghyun se había acercado a Key, que estaba de puntillas para alcanzar una blusa, pero no llegaba, por lo que sin que se diera cuenta, lo cogió por las caderas y lo levantó, por lo que soltó un pequeño grito de sorpresa.
-¡Ah!- desvió sus ojos y vio al mayor debajo de él sonriéndole, cogió la blusa y con suavidad lo dejó en el suelo.- Gracias Jong.- estaba levemente sonrojado por lo que evitaba mirarle a los ojos, pero aun así le sonrió.- ¿Se ha probado algunos?
-Sí. Y deberías ver como le quedan al maldito Choi.- dijo yendo hacia su probador, abriendo otra vez la cortina así sin más.- Yo a ti te colgaré…
-¿Ah? ¿Por qué?- dijo sin entender el más alto de todo.
-¿Como coño se te ocurre ir vestido con eso- señaló su ropa usual- con tu cuerpo?- dijo cruzándose de brazos haciéndose el ofendido.
-Ay, déjalo Jonghyun.- se quejó el otro mirando a KiBum en busca de ayuda.
-Anda, toma, ponte eso.- le dio la blusa blanca que Jonghyun le había ayudado a alcanzar, una camisa de rayas azules y una sudadera blanca.
Dos minutos después MinHo salía con los tejanos que llevaba, unos de color negro que marcaban sus larguísimas piernas (envidia del mayor de los tres) y la blusa, que le quedaba pegada al cuerpo, haciendo que KiBum le mirara sorprendido, ¿enserio estaba tan fuerte? Su hermano sí que tenía buen gusto. Aunque él prefería mil veces más a su compañero rubio.
- Estás perfecto. Eso te lo quedas y esto otro y esa sudadera también.- dijo cogiendo todo y yendo hacia la caja junto a Jonghyun mientras él otro se cambiaba de ropas.
-¿Ya hemos terminado?- dijo Jonghyun que cargaba con las blusas.
-Sí. ¿Puedo hacerte una pregunta Jong?- dijo mientras lo dejaba todo en el mostrador para que le cobraran.
-Claro. ¿Qué pasa?- dijo posando su mano sobre el brazo del otro.
-¿Por qué MinHo te llama Puppy y tú a él Keroro?
-Ah, eso. Bueno, yo empecé a llamarle Keroro por sus enormes ojos, por lo que él empezó a llamarme Puppy. Dice que me parezco a un cachorro.
-Pues sí que te pareces a uno.- dijo el menor acariciando su mejilla suavemente, retirando la mano acto seguido.
-Puedes llamarme así si quieres.- dijo aun “conmocionado” por aquello que acababa de hacer el menor, es que no le entendía: primero le cuenta su vida, al día siguiente le ignora, le vuelve a hablar, se lo lleva a rastras por el pasillo y ahora aquello.
Después de aquello salieron de la tienda y fueron a la casa del menor, Key en su moto y los otros con sus autos.
-Hemos llegado.- dijo parándose en un bloque de pisos para gente acomodado y abrió la verja para que el otro par pasara.
-Wow.- dijo un impresionado Key al entrar y al ver el gran ático.-Ahora es curiosidad, ¿cuánta gente sabe que estás forrado?
-Jong.- dijo solamente y el otro se giró a mirarle alucinado.- Y ahora tú.
-¿Por qué si tienes tanta pasta no la usas?- dijo siguiéndoles hasta el cuarto del chico.
-Por que a pesar de sacar tan buenas notas es tonto.- dijo el rubio dándole un golpe a la cabeza.
-Bueno, a partir de hoy, aunque la gente no lo sepa, van a ver el cambio de imagen al que te voy a someter.- dijo Key mientras le obligaba a sentarse en una silla y Jonghyun se quedó detrás de ambos, observando sus caras por el espejo.
Key le cambió totalmente: le cortó un poco el cabello, le peinó de una manera que su pelo relucía y brillaba, luego se mojo las manos y las pasó por el pelo para luego ponerle espuma, haciendo que ganara algo de volumen y se ondulara con suavidad, de una forma muy distinta a la anterior.
-¿Verdad que está mucho mejor, Jong?- le preguntó poniéndose a su lado para a su “creación”- Toma, ponte la ropa nueva.
Y es que realmente no parecía el mismo Choi MinHo: ahora iba sin aquellas horrendas gafas de pasta negra que le cubrían casi la mitad de su rostro, sus ropas negras estaban quien sabe donde, ahora iba con los tejanos y la sudadera blanca y con el pelo perfectamente acomodado.
-Sí. Te ha quedado perfecto.- dijo Jonghyun.- Tú hermano si que tiene buen gusto.
-Sí. Cuando le vea seguro que le gustará.- siguió con la corriente él.
-¡Oigan! Que sigo aquí, no hablen de mí como si no estuviera.- se quejó el más alto.
-¡Jajajajaja!- rompieron en carcajadas el otro par al ver su reacción.
-Me tengo que ir chicos. TaeMin estará preocupado.- dijo Key levantándose.
-Yo también tengo que irme, Keroro.- dijo.- Sí mis padres llaman y no contesto, me va a caer una buena.- dijo y yendo para la salida.
-Bien, nos vemos el lunes.- se despidió de ellos en la puerta.- Chicos…gracias.
Ambos negaron con la cabeza y se fueron.
0o0
Había llegado el lunes y era la hora del recreo. Onew había ido al despacho del jefe de estudios y ahí se había encontrado con Jonghyun, ambos estaban por hacer el tonto e interrumpir la clase, por su parte Key estaba haciendo cola en la cafetería para coger su desayuno e ir con el resto y TaeMin esperaba sentado bajo un enorme árbol a que alguno llegara cuando algo llamó su atención: MinHo.
MinHo estaba rodeado de gente y casi todas eran féminas.
Luego se fijo mejor en su “amigo”: llevaba el uniforme sin la chaqueta y con el primer botón sin abrochar, tenía el pelo recogido en una coleta baja y…¡por el amor de Dios! ¡No llevaba las gafas!
Y aunque estaban a un cierta distancia, vio que quería salir de ahí, por lo que se levantó a paso decidido y se acercó a él, maravillándose cada vez más de lo guapo que era.
-Hyung.- le llamó y todos voltearon a verle.
-¿Le conoces oppa?- dijo una de las chicas, mirando a MinHo, quien asintió.
-Sí.- dijo escuetamente, agradeciéndole con los ojos a TaeMin por ir a ayudarle.- Es el hermano de KiBum.
-¿El de las mechas que parece una niña?- preguntó otro.
-Al menos mi hermano no es un interesado como todos vosotros.- dijo fríamente TaeMin, cogiendo de la muñeca a una y apartándola del lado del mayor, no dejando que tocara algo que era de su propiedad.
¿De su propiedad? MinHo no era suyo. Por supuesto que no. Casi no sabía nada de él, era un completo desconocido muy apuesto…
No, MinHo no era suyo y punto, se dijo a sí mismo.
-¿Interesados? Tú sí eres un interesado ya se ve que solo eres una puta de la más baja clase.- dijo otro y TaeMin le miró mal y le dio un puñetazo en la mejilla y cogió al otro por la muñeca y se lo llevó hasta el árbol.
-Gracias, TaeMin.- dijo el moreno, sonriéndole dulcemente.
-De nada hyung.- dijo devolviéndole la sonrisa, con una de aquellas sonrisas que solo iban dirigidas a su hermano.- Lo amigos están para eso.
-Sí. Amigos.- saboreó aquella palabra pero le dejó un sabor amargo en la boca.
0o0 Salió del aula acompañado por Jong y MinHo, dispuestos a buscar un lugar donde almorzar, pero a medio pasillo, MinHo se disculpó y los dejó solos. No es que tuviera algo que hacer, simplemente quería que tuvieran algo de tiempo para hablar y, quien sabe, para que pasara lo que ambos deseaban desde el primer momento que se conocieron. Así que, muy ufano y sin remordimientos, se alejó de la pareja en busca de su TaeMin. No era tan altruista, al fin y al cabo.
Jong se había puesto un poco nervioso al ver como MinHo se marchaba con toda la intención, dejándolo totalmente solo con Key. Inconscientemente se acercó aún más al chico, hasta que sus hombros se rozaban con cada movimiento que realizaban sus cuerpos al andar.
Key no se sentía mucho más tranquilo, para nada. Su corazón palpitaba desbocado ante la cercanía del rubio, sintiéndose feliz al compartir ese pequeño tiempo a solas.
-Bueno…Dónde quieres almorzar?- preguntó Key, evitando mirar a Jong y sonrojándose levemente.
-Pues…te apetece que pillemos algo en la cafetería y salgamos a los jardines?- se rascó la nuca algo incómodo por los nervios. Las manos le sudaban de manera copiosa y no sabía donde tenía que posar sus ojos sin perderse por horas en esos finos rasgos que tanto quería besar.
-Sí, es buena idea, vamos- osado, Key agarró la mano de Jong y empezó a caminar hacia la cafetería, dibujando una esplendida sonrisa.
Al cabo de unos minutos, ambos salieron al exterior y buscaron algún lugar donde pudieran estar solos, sin ser molestados. Se sentaron bajo uno de los robles que poblaban el lugar, y empezaron a comer en silencio sus almuerzos. Ambos estaban cómodos, sin hablar una palabra, solo disfrutando de la compañía del otro, hasta que Key rompió esa paz.
-Crees que le irá bien a MinHo con mi hermano? Realmente hicimos un buen trabajo, no crees?- preguntó, dejando de mirar su almuerzo y posando sus ojos en el rostro del rubio.
-Esperemos que así sea- deseó por el bien de su amigo- sería genial verlo feliz para variar y supongo que este cambio le hará tener un poquito más de autoestima- sonrió con cariño, recordando a su amigo.
-Eres un buen amigo- dijo sonriendo y totalmente embobado ante esa espectacular sonrisa.
-¿Tú crees?- sonrió aún más ampliamente y ambos se quedaron mirando al otro. Las sonrisas se borraron para dar paso a la seriedad en sus rostros, derivado de los nervios que ambos sentían, de las ganas de separar la larga distancia que separaban sus labios.
Jong, habiendo tomado una resolución, decidió besarlo, acercarse y que pasara lo que tuviera que pasar, incapaz de resistirse por más tiempo. Y así lo hizo, se acercó lentamente, ante la mirada expectante de Key, quien se había sonrojado al comprender lo que Jong estaba a punto de hacer. Agarró la fina barbilla del chico con suavidad, y deshizo finalmente la distancia entre ellos. Sus labios rozaron tímidamente los de Key, mientras miles de sensaciones explotaban en su interior, sintiéndose tan correcto y feliz. Su lengua tentó suavemente los labios contrarios, hasta que estos se abrieron temblorosos para dar paso a un nivel mucho más íntimo. Sus lenguas se unieron tentativas, buscando el calor y la suavidad de la otra, enredándose en un juego de caricias húmedas y cálidas.
Key temblaba por las emociones que recorrían en esos momentos su cuerpo, y supo, a ciencia cierta, que Jong era la persona que siempre había estado esperando. Su corazón galopaba en un latir desquiciado, sus jadeos eran ahogados por la boca ajena y sus manos, temblorosas, se aferraron a la camisa del rubio con fuerza, sirviendo de tabla para mantenerlo firme a la realidad, dejándole claro que esto no era uno de sus sueños.
Jong enredó sus dedos por la hebras negras y rosadas del suave cabello de Key, sintiendo los estremecimientos de éste, sonriendo para sí al saberse correspondido. No quería abandonar jamás esos labios, jamás.
Key se separó de forma abrupta, sintiéndose totalmente apenado, pensando en la promesa, en Su pequeño Tae. No, no podía fallarle, no de nuevo. Así que, sintiéndose devastado, empujó a Jong por el pecho, perdiendo la dulce calidez de sus labios y levantándose de un salto. Quería…no, necesitaba poner la mayor distancia posible sino, sería capaz de volver a enredarse de nuevo y no podía permitírselo.
-Lo siento, yo…no…no puedo- tartamudeó, sin atreverse a mirarlo a la cara, y sin más, dio media vuelta y huyó, corriendo hacia ningún lado, con la firme sentencia autoimpuesta de poner distancia entre ambos por el bien de su relación con su hermano, por TaeMin.
Jonghyun no supo que fue lo que paso, ni pudo reaccionar a tiempo, solo fue capaz de ver como Key se alejaba, corriendo, lejos de él. Entonces se sintió triste y devastado porque, simplemente, había sido rechazado; pero…por qué había devuelto el beso? Por qué había ahogado sus gemidos y jadeos en su boca? Necesitaba respuestas…realmente, las necesitaba.
0o0
MinHo volvió feliz del almuerzo. Había estado en compañía del pequeño, solos, en la azotea, y simplemente se había sentido pletórico. Entró en el aula con una sonrisa deslumbrante, de esas que adornaban por completo su rostro, provocando que algunas muchachas se quedaran totalmente aleladas. Pero su sonrisa se congelo al ver la cara de Jong y de Key, quienes se habían sentado uno en cada punta del aula, poniendo distancia y sin levantar la mirada de la verde madera de su pupitre. ¿Qué había sucedido? Se preguntaba.
-¡¡Hey!!- saludó sentándose junto a su amigo, quien ni se molestó en contestarle. Simplemente sacó sus enseres de estudio y se dispuso a esperar la llegada del profesor en turno.
Las demás clases siguieron con la misma dinámica. En ningún momento se buscaron con la mirada, ya no había esas sonrisas tímidas que solían dedicarse continuamente, solo silencio por ambas partes e indiferencia.
Al terminar las clases, Key prácticamente huyó de la clase, sin ni siquiera esperarlos como era usual últimamente. Jong se pegó a su lado y ambos comenzaron a caminar en un tenso silencio, hasta que, ya harto de toda esa situación, MinHo decidió preguntar.
-Qué pasa Jong?- preguntó con gentileza.
-Nada- respondió sin ni siquiera atreverse a mirarlo. La verdad es que tenía ganas de llorar, de llegar a su casa y encerrarse en su habitación y dejar que toda esa amargura saliera en forma de lágrimas. Patético.
-Vamos, ¿qué ha pasado con Key? Soy tu amigo…si puedo ayudar…ya sabes- dijo dubitativo por si se molestaba.
Jong suspiró:- Nos besamos- susurró.
-¿Y? ¿Qué tiene eso de malo?- no estaba entendiendo nada. Se gustaban, era algo obvio, entonces…¿no tendría que estar feliz por ese beso?
-Yo…no sé que es lo que hice mal. Nos estábamos besando y de repente, se separo y…me dijo que no podía. Se fue- pasó su mano por su cabello en un claro síntoma de desesperación.
-Ohhh…vaya- no sabía que decir, se había quedado sin palabras.
-No importa…yo, mejor me voy solo a casa- poco a poco fue poniendo distancia entre ambos, hasta que MinHo lo vio desaparecer.
0o0
A la mañana siguiente, Tae llegó a clase con una sola idea en su cabeza: buscar a MinHo para preguntar que demonios estaba pasando entre su hermano y el rubio. Pronto lo halló junto a Jong, quien no se encontraba en su mejor momento. Sus ojos estaban rojos y adornados con unas marcadas ojeras, su postura curva y su mirada fija en el suelo, concordaban totalmente con el Key que había amanecido esa mañana. Algo había pasado y el tenía que averiguarlo, seguro.
Corrió hasta llegar a donde ambos estaban y saludó con un poco menos de entusiasmo a lo que ya era usual en él.
-Buenos días, chicos!- Jong ni siquiera se molestó en mirarle. Frunció el ceño, preocupado.
-Hola!- sonrió MinHo, aunque su sonrisa no llegaba a sus ojos.
-¿Podemos hablar?- preguntó. Mirando de reojo a Jong, quien al oír a Tae, siguió su camino, haciendo un ademán con su mano al moreno para despedirse y darle a entender que no le importaba.
-Claro- suspiró viendo como su amigo se alejaba.
-¿Tú sabes qué es lo que ha pasado entre ellos dos?- le preguntó nervioso- Key parece una alma en pena desde ayer y…ahora también Jong. Estoy preocupado- se mordió el labio inferior intentando centrarse en el problema y no en esos labios jugosos y húmedos que tanto le apetecía besar.
-Sí- agarró su mano y lo apartó, lejos de la puerta, donde nadie pudiera oír su conversación- ayer se besaron durante el almuerzo pero…Key…creo que lo rechazó.
-¿¿Cómo?? ¡Eso es imposible!- levantó la voz, sorprendido por lo que MinHo le decía- pero…pero si a Key le gusta Jong, estoy seguro de eso.- ¿en qué estaba pensando Key?
-Dijo algo de que no podía y se fue corriendo. Desde entonces, ni se miran, ni se dirigen la palabra. Es como si no se conociesen y ya has visto a Jong, parece casi enfermo. Jamás lo había visto así- compartía la preocupación y la confusión con su pequeño.
-Tenemos que hacer algo- farfulló- tengo que hablar con Key- la determinación se hizo presente en su rostro. Miró a MinHo y sonrió- vamos a poner las manos en este asunto, MinHo.
El moreno no pudo reprimir la sonrisa cálida que se dibujó en su rostro al ver la determinación que poseía ese pequeño ángel, tan bello, con tan buen corazón. Asintió, confiando plenamente en su criterio, sin lugar a dudas.
0o0
Llegó la hora del recreo y casi salió volando del aula, dejando a Onew, alumnos y profesor, con la palabra a la boca, pero hablar con su hermano era más importante que el estúpido examen de historia. Total, iba a pasarlo de todos modos.
Entró a la clase de su hermano aun cuando la puerta estaba cerrada ya que el profesor les estaba regañando o algo ya que no estaba sonriendo exactamente.
-Sr. TaeMin, ¿qué hace usted aquí?- le dijo con una voz que destilaba ira.
-A usted no le importa.- dijo mientras se metía un chicle en la boca y se dirigía a su hermano y lo cogía del brazo para llevárselo.- Levanta.
Sintió sobre su persona la mirada de toda la clase, del profesor, pero no le podía importar menos.
Se lo llevó arrastras hasta la azotea, donde cerró la puerta, soltándolo y mirándole con una ceja enarcada.
-¿Qué coño hacemos aquí Tae?- le dijo el otro mientras se sobaba la muñeca y le miraba furioso.- Ahora me van a castigar.
-Me da igual.- dijo y Key casi le saltaba a sobre.
-¿Cómo?- dijo entre-dientes.
TaeMin sonrió y después de negar con la cabeza un par de veces se acercó a su hermano mayor.
-¿Por qué lo hiciste?- le preguntó.- ¿Por qué rechazaste a Jong si te gusta?
Los ojos de KiBum se abrieron en su totalidad, ¿comos e había enterado su hermano de aquello? Él no le había dicho, y estaba seguro de que Jonghyun tampoco. ¿Estaría enfadado por haber roto la promesa? ¿Se alejaría de él de forma definitiva? Pero no hacía cara de estar enojado.
-Yo…no quería fallarte otra vez.- le dijo, mirándole a los ojos, viendo la confusión y sorpresa del otro.
Ladeó la cabeza como un perrito cuando no comprende algo, cosa que hizo que su pelo cayera un lado, haciéndole ver tierno, aun con las ropas que llevaba.
-¿Fallarme? ¿Por qué me fallarías si estabas con Jonghyun hyung?
-Yo…Tú…la promesa, nosotros…- ¿enserio su hermano no se acordaba de esa promesa?
-¿Promesa? ¿Cuál promesa?- y de repente se acordó.- ¡Si serás tonto KiBum!- perfecto, y ahora encima le insultaba.- ¿Enserio fue por eso?
-¡Claro!” Nos prometimos no estar con nadie hasta que tú tuvieras los dieciocho.- dijo y al instante sintió como se refugiaba entre sus brazos.
-Pues olvídala. Quiero que seas feliz Bummie, yo ya encontré a quien amar pero no sé si me corresponda, no pierdas tu oportunidad con tu “príncipe azul”.- dijo burlonamente.
-¡Oye! No te rías de tu hermano.- le dijo haciendo un puchero.
Pero era cierto, Key siempre había esperado por su hombre perfecto, un chico guapo, inteligente, que le hiciera reír, que le amara, que le concediera todos sus caprichitos, que le dijera que tan hermoso era, una hombre que le comprendiera, que les supiera escuchar, que lo consolara entre sus brazos si se sentía triste… Y Jong era ese hombre.
-¿Enserio no te importa?- le preguntó al pelirrojo.
-Me haces sentir como un egoísta si te digo que no estés con Jong.- le respondió mientras se encogía de hombros.- ¿Vamos a desayunar?
-Vamos.- le besó la mejilla y entrelazó sus dedos para ir a dicha cafetería, lo que tuviera que suceder con ellos, ya sucedería.
Espero que la espera haya valido la pena!
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Hello!
El cambio de Minho fue muy genial, y si que lo necesitaba!
El JongKey prospera, oh yeah! Con beso y todo; pero... Key es muy noble.
"¿Promesa? ¿Cuál promesa?"... Jajaja... xD Parece que Tae no se acordaba!
Lo último me preocupa: "Quiero que seas feliz Bummie, yo ya encontré a quien amar pero no sé si me corresponda... "
Será OnTae o 2Min ?! O.O
La espera, definitivamente, valió la pena!
Nos estamos leyendo.
Saludos!
Star...☆
Taemin & Bithae
1046
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
porfin capi, ufff ya te habias tardado, no es
reclamo he para nada, es solo que se me habia
hecho una linda historia y buneo pues tenia
tiempecillo sin que actuliaces, pero en fin
ahora que lo has hecho no me queda nada mas que
decir, que me GUSTO, que digo, me ENCANTO
sobretodo cuadno a min le salieron los celos por
las chicas que rodeaban a Minho y su pensamiento de
"no dejando que tocara algo que era de su propiedad",
ha fue tan genial de parte del jongkey hecharle
una manita de gato, y espero que key pueda arreglar
lo suyo con Jjong, huy muero por saber que pasara ahora,
kien se le declarara a kien, Minho a Taemin o
Taemin a Minho =S y la cara que pondra onew por eso,
no es que me caiga mal pero esque amo al 2min
en fin me voy animada a hacer mi tarea
SALUDITOS ^^
porfin capi, ufff ya te habias tardado, no es
reclamo he para nada, es solo que se me habia
hecho una linda historia y buneo pues tenia
tiempecillo sin que actuliaces, pero en fin
ahora que lo has hecho no me queda nada mas que
decir, que me GUSTO, que digo, me ENCANTO
sobretodo cuadno a min le salieron los celos por
las chicas que rodeaban a Minho y su pensamiento de
"no dejando que tocara algo que era de su propiedad",
ha fue tan genial de parte del jongkey hecharle
una manita de gato, y espero que key pueda arreglar
lo suyo con Jjong, huy muero por saber que pasara ahora,
kien se le declarara a kien, Minho a Taemin o
Taemin a Minho =S y la cara que pondra onew por eso,
no es que me caiga mal pero esque amo al 2min
en fin me voy animada a hacer mi tarea
SALUDITOS ^^
anny-min
minho & Taemin
935
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
waaaa ke lindo beso del jongkey >w<
me enkantooo
i el gran kambio de minho awww
me enkanto el kapi!!! :yupi:
me enkantooo
i el gran kambio de minho awww
me enkanto el kapi!!! :yupi:
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! al menos tae ya dejo en claro que la promesa no importa mucho!
ahora quiero ver como se desarrolla el 2min!
ya que Minho esta mas guapo que nunca jajaja aunque el es guapo como sea que este! :D
esperare el siguinete capi! cuidate bye bye
ahora quiero ver como se desarrolla el 2min!
ya que Minho esta mas guapo que nunca jajaja aunque el es guapo como sea que este! :D
esperare el siguinete capi! cuidate bye bye
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Valió la pena
fue un capítulo con muchas cosas buenas
jajajaja
me encanta este 2min, jajaja, pero creo que ya deberían decirse algo
por que ya todos lo saben pero no ellos
y esa promesa es muy mala
jajajaja, no creo que fuese tan importante
ahora solo falta que Jonghyun no lo tome tan mal el rechazo
por que ahora que lo hirió le costará un poco más de trabajo
¡que los interesados esos se alejen de Minho!
no ven que es de Taemin
Excelente trabajo chicas
ya quiero saber más, aunque tome algo de tiempo
fue un capítulo con muchas cosas buenas
jajajaja
me encanta este 2min, jajaja, pero creo que ya deberían decirse algo
por que ya todos lo saben pero no ellos
y esa promesa es muy mala
jajajaja, no creo que fuese tan importante
ahora solo falta que Jonghyun no lo tome tan mal el rechazo
por que ahora que lo hirió le costará un poco más de trabajo
¡que los interesados esos se alejen de Minho!
no ven que es de Taemin
Excelente trabajo chicas
ya quiero saber más, aunque tome algo de tiempo
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