La puerta se abrió con rudeza y aventó las llaves al pasar la entrada aporreando la puerta contra el marco; en el camino quitaba su ropa desgastado por completo. Se paro frente al armario y sintió su corazón quebrarse a la mitad.


Se lo había dicho, debería sentirse feliz de poder ver su rostro lleno de pánico y arrepentimiento, eso es lo que había esperado, que se diera cuenta de cual grande fue su error al dejarlo, pero sin embargo no le daba ni una pizca de satisfacción, hasta tuvo que luchar con el deseo de acercarse nuevamente y besarlo diciéndole que no lo haría.


Que lo necesitaba con desesperación.


Aporreo ambos puños en la puerta del ropero y se derrumbo dentro de su habitación en plena oscuridad.



- “Deberíamos terminar”-Jonghyun sintió un poco de pánico al escuchar esas palabras salir de la boca de su novio, pero prefirió reír tomándolo como una broma. Se acerco y tomo su barbilla entre su dedo índice y pulgar.


- “No digas esas cosas Key, aun en broma me hacen sentir mal”- hizo un pequeño puchero y le dejo un beso corto en sus labios. Kibum se mantuvo quieto. -“¿pasa algo?”-le miro con preocupación y el menor solo aspiro con fuerza.


- “Lo digo enserio, deberíamos terminar”- se soltó del agarre y se alejo un poco, posando su vista en el entretenido piso.


- “Baby, cualquier cosa la podemos superar”- ahí estaba la suplica en su voz.


- “No, Jonghyun”- la voz glacial y sin una pisca de remordimiento- “Esto se termina hoy”


- “¡Kibum! No seas ridículo, ¿acaso te estás escuchando? Es la cosa más absurda que ha salido de tu boca” –


- “Lo siento, esto termino Jonghyun”- el pelinegro se volteo y empezó a caminar a dirección contraria de donde iban.


- “¡Kibum!”- el castaño lo siguió y le tomo del brazo obligándolo a girarse, pero el menor se negó y puso toda su fuerza para zafarse, corriendo lo más rápido que sus piernas le dejaran.- “¡Kibum!”- le volvió a gritar y corrió detrás de él, sin poder alcanzarlo pues el chico se subió al primer camión que paso.


No le dieron explicaciones y aun si al otro día fue a su casa para rogarle perdón por lo que sea que hubiera molestado a su chico, solo se entero de que ya no estaba ahí. Que se había ido al extranjero y que dudaban si regresaría. Nada tenía sentido. ¿A Donde se habían ido esos años de amor y sus promesas?, ¿no se casarían y vivirían al fin juntos?, ¿acaso se había arrepentido de todo eso?


¿Ya no le amaba?







- ¡Yah! ¡Me lo prometiste!- entro dando gritos al despacho de su progenitora, mujer que no se vio afectada por los reclamos de su hijo.


- No armes dramas, que es una imagen vergonzosa - sus ojos fríos se dirigieron al rostro lloroso del rubio, el chico dio grandes zancadas hasta quedar frente al escritorio, le tiro una carpeta color azul, la cual contenía el logo de una escuela extrajera, mientras se quitaba las lagrimas del rostro con algo de violencia-


- Ahí está tu mugroso titulo, con las más excelentes calificaciones-la señora tomo la carpeta entre las manos revisando los papeles- ahora devuélveme a Jonghyun.- le volvió a mirar a al rostro y una sonrisa de satisfacción se curvo entre sus labios rojos.


- No seas ridículo Kibum. El nunca fue para ti, deberías dejarte de cursilerías y dramas, asienta cabeza de una buena vez con una chica decente, así como él – sus ojos se abrieron en demasía.


- ¿Tu lo sabías?... sabias que él se está por casar-la señora sonrío más ampliamente


- En un mes hijo mío.- tiro la invitación al rostro sorprendido- Yo misma le presente a su prometida- miro sorprendido aquel pedazo de papel donde tenía las iniciales grabadas, donde decía el nombre de la única persona que ha amado enlazándose en sagrado matrimonio con alguien más. -


- Yo… lo he perdido- musito quedo mientras hileras de agua salada empezaban a escurrir de nueva cuenta por un rostro desesperanzado, hinchando mas el contorno de sus ojos, manchando esa invitación con sus lagrimas.




- “Madre por favor promete que le dirás que voy a volver.”


- “Deja de hacer tanto drama, si le diré”-


- “Él lo es todo para mí”.- le rogo


Un último capricho era necesario, tendría todo para poder vivir plenamente. No le daban opción alguna. Si no se iba a estudiar lo que su madre le decía, Jonghyun sería expulsado de su carrera a solo un año de acabar. La madre de Kibum había encontrado los contactos necesarios para que tal cosa fuera posible, pero si él se iba su madre lo aceptaría cuando volviera con todos los papeles.


- “Deberías tener un poco de compasión por tu hijo”


- “Deberías de ser mas obediente”







Paso toda una semana entera sin salir de su departamento, debería estar nervioso porque la fecha de su boda se acercaba, pero estaba demasiado acabado como para sentir algo de emoción, el tener a Kibum tan cerca solo le causaba cansancio. Detestaba sentirse necesitado de alguien que ya lo abandono.


Se fue hasta la cocina con solo los pantalones del pijama, en búsqueda de algo de leche. No había comido algo decente desde ese día. La pantalla de su celular brillo avisando que un mensaje había llegado. Su prometida le recordaba que ese día debían salir para ver los muebles para su nueva casa de recién casados.


Camino de regreso arrastrando los pies hasta el baño, lavo sus dientes y tiro el agua fría a su rostro para que se despejara su mente.


El timbre sonó dos veces seguidas y ha Jonghyun le pareció extraño. No esperaba a nadie en ese momento.


Abrió la puerta esperando ver a algún vendedor y su sorpresa fue que no había absolutamente nadie. “Han de estar jugando con los timbres” pensó. Dio un paso fuera para poder ver si había algún chiquillo molestando y su pie choco con algo. Un baulito rosa. Lo agarro y asecho buscando al responsable de dejarlo en ese lugar.


“Deberías leer un poco antes de actuar”



Solo una notita tenía encima, con una letra en coreano algo ilegible. Se sentó en su sala, con aquel baúl entre sus manos, curioso lo abrió lentamente, encontrándose con muchos sobres dentro.


Todos llevaban el mismo Destinatario “Kim Jonghyun” en diferentes fechas.


Algunos tenían su antigua dirección grabada y otros simplemente se encontraban con el espacio en blanco.


El conocía esa letra, él sabia quien era el dueño de aquellas cartas. Solo había una persona que ponía corazones en donde deberían ser círculos en su nombre. Las abrió presuroso y algo emocionado.



“Espero me perdones”


“Por favor, espérame”


“Lo siento tanto”


“Te extraño mucho”


“Siento ser tan egoísta”


“Nunca olvides que te amo”




Esas eran las frases que se repetían constantemente. Llego a la decima carta y se frustro, un hueco enorme se abrió en su pecho, ésta realmente explicaba lo que sucedió. El porqué se había ido de esa manera.





- “Cuando nos casemos, yo tomare las fotos de nuestra boda”- rio entre dientes mientras enfocaba la cámara a ese pelinegro que escondía su cuerpo desnudo entre las sabanas blancas. El menor empujo la cámara para desviarla y se hinco acercándose al mayor.-


- “¿habrás estudiado todos esos años solo para fotografiar en una boda?”- enredo sus brazos en su cuello y lamio sus labios con la punta de la lengua –


- “no es cualquier boda cariño”- paso sus brazos por detrás de su cuerpo y agarro la cámara con ambas manos mientras el menor jugaba con sus labios- “Es la nuestra” –un ruido curioso y la luz del flash, había tomado una foto perfecta de la parte trasera del cuerpo de Key.


- “¡Yah Puppy eres un pervertido!”- se rio y le abrazo antes de que se alejara besando sus labios-


- “Es tu culpa por ser tan sexy”- lo tumbo en la cama y asentó su cámara a un lado-“¿Sabes? también hare un video de nuestra luna de miel”- recibió un manotazo por parte del pelinegro que fingía molestia-




Kibum lo sabía, de esa manera lo conoció. Lo fotografío en un parque cuando el saco a pasear a su perrita. Jonghyun siempre tuvo un gran amor por la fotografía.


La última carta que leyó, era de un mes antes de su llegada.


“Por fin vuelvo a ti, ¿aun me aceptaras?”…. Esas eran las últimas palabras que había antes de su firma.


Su celular empezó a sonar, sacándolo de sus propios pensamientos, las horas se habían pasado volando mientras el leía cada una de esas cartas, cada pedazo del corazón de Kibum.



- Jongie, espero ya estés en camino, hace una hora que te estoy esperando- se escucho una voz frustrada desde el otro lado de la línea.


- ¿Se kyung?-pregunto confundido


- Se te olvido ¿verdad?- suspiro resignada desde el otro lado de la línea- bueno anda apúrate, te espero- su tono se en suavizo debió preverlo aun si le avisaba con tiempo al de mechas siempre se le pasaban las cosas. El chico lamio su labio algo decepcionado.


- Ya- ya voy nena-intento sonar normal y colgó.


No lo pudo evitar, miro la pantalla de su móvil la cual aun brillaba y se perdió en el salvapantallas, en donde tenía la foto… de él con su novia.


Ella lo había puesto.


Alzo la vista hasta las paredes del pasillo y miro los retratos, fotos de citas con su novia durante esos dos años.


Ella los llevo y adorno su departamento con cada foto.


Jonghyun cayó en su realidad.


Así era…


Él tenía una prometida.





- “Quita eso de ahí”- el rubio entro al cuarto de su novio, mirando como un travieso castaño pegaba en su pared una foto que el mismo expandió, hasta dejarla del tamaño de un poster pequeño.


- “Pero ¿por qué?”- saco el labio inferior en muestra de un puchero- “pensé que te gustaría, así veras que siempre pienso en ti”- el pelinegro rodo los ojos-


- “¡Kim Jonghyun! ¿Estás bromeando? salgo medio desnudo en esa foto”- el mayor sonrío entre dientes y miro esa fotografía suspirando- “¿acaso me crees un exhibicionista?”- el de ojos castaños y brillosos como los de un cachorro, asintió alegre.- “¡Yah!”- rezongó


- “Pero si conmigo lo eres” – se defendió el mayor, el chico pálido enrojeció al instante, ¿acaso era muy obvio? No hubo respuesta del menor- “Llenare todo esto con fotos tuyas”- Kibum se sentó en su cama algo avergonzado de los infantil que resultaba su novio. Al mayor le brillaron los ojos durante unos segundos con astucia y corrió hasta su escritorio tomando su cámara en manos, revisando cada una de las fotos- “¡Esta!”- corrió en su encuentro y le mostro la imagen- “La hare más grande y ocupare la mitad de mi pared”


- “¡KIM JONGHYUN NO TE ATREVAS!”- el color rojo brillaba en cada esquina de su pálida piel.


- “Como es mi cuarto, pongo lo que quiera y si quiero poner un Kibum desnudo de papel tapiz, lo pondré”- le saco la lengua en son de burla y corrió con la cámara en manos cuando vio al pelinegro a punto de robársela.
Tontos… tontos enamorados




Sonrío con algo de dificultad y se disculpo con su novia.


- Yo creo que deberíamos ver primero el color que llevara la casa- la pelinegra caminaba entusiasmada-


- Como quieras- respondió suavemente


- Es que quiero que los muebles combinen con las paredes, ¿deberíamos comprar unos cuadros?, tenemos que ver también la cama, la lavadora… y son tantas cosas que me marean- tomo su cabeza con ambas manos intentando detener “ese mareo”.


- Podemos verlo de apoco nena- sonrío algo decaído-


- No, debemos verlo ahora, me lo debes te espere dos horas amor- la chica tomo su mano e intento darle un beso en los labios pero el mayor se corrió y solo logro darle uno en la mejilla.- eres un malo- hizo un mohín
Aun tenia grabado en la suave piel de sus labios el contacto de los labios de Kibum, su calidez y la textura adictiva para su ser.



Caminaron por las estrechas calles de Seúl visitando diversas tiendas… en búsqueda de las cosas perfectas para su hogar….


Su nuevo hogar…


En una vida de mentiras…


Jonghyun lloro, cálidas gotas de agua salina brotaron desde las orillas de sus ojos mientras miraba un espejo de cuerpo completo, admiro en el reflejo su rostro sin vida… sin Kibum a su lado.


Su corazón estallo en miles de pedazos.



- ¿amor?... Jonghyun cariño ¿te sucede algo?- El chico la miro con sus ojos bordeados en lagrimas y le acaricio el rostro con arrepentimiento.


- Lo siento- murmuro, ya no podía seguir aguantándolo- no debí arrastrarte conmigo ha esto, soy un idiota- parpadeo y nuevas gotas salieron de sus ojos, mientras veía los ojos de la chica volverse rojos-


- ¿Jonghyun?- ahí terminaba ese cuento de hadas, su historia. Ella lo sabía desde siempre, ese príncipe jamás fue escrito para ella.


- Lo amo, perdóname- la chica sorbió su nariz y alzo la vista evitando que las lagrimas salieran de sus ojos. Ella era fuerte o pretendía serlo frente a él.


- No lo hare Jonghyun- su cuerdas vocales peleaban con aquel nudo en su garganta, decidida a dejarlo ir- Pero más te vale recuperarlo. – le soltó la mano y peino su cabello con sus delicados dedos, saliendo de la tienda de muebles, ocultando su ojos bajo su flequillo.


Porque ella lo amo, realmente lo amo.






El era un estúpido, un idiota y hasta lo que le seguía a ese insulto, el se creía eso y todo lo demás. No buscaba la manera, ni las palabras, ni siquiera creía que la vida fuera suficiente para que le perdonase.


Su respiración estaba agitada y sus manos le sudaban


Toco dos veces a esa puerta… el nuevo departamento de Kibum pero nadie le abrió.


- Key… - era una voz desconocida pero con ese nombre tan familiar. Jonghyun giro la manija y sorpresivamente estaba abierto. – Key- escucho que repitan, y camino sigilosamente hasta donde provenía la voz, encontrando en el camino latas de cerveza tiradas en el piso.


- ¿Qué paso?- pregunto al encontrar al chico de la vez anterior con los ojos abiertos de asombro, el chico tenía un muy bajo entendimiento con el coreano pero reconoció enseguida a Jonghyun y empezó a apuntar a la puerta -


- Key- repitió el mayor dirigió su mirada ha donde apuntaba y camino hasta puerta encontrándola con seguro y escuchando el sonido del agua correr.- llora –


El castaño con mechas se asusto, reaccionando rápido. Empezando a golpear con fuerza la puerta llamando al chico de adentro pero sin recibir respuesta alguna, se hizo para atrás y pateo repetidas veces la puerta hasta lograr abrirla, lo encontró dentro de la tina con el agua cayéndole desde la regadera, abrazando sus piernas con sus delgados brazos y escondiendo la cabeza en entre las rodillas. Sollozando.


- Key- lo llamo débilmente, no podía con esa imagen en sus ojos y el rubio no le escucho. Se volteo y le hizo una seña al chico de que se fuera, siendo obedecido al instante.- Key- dijo suave como un arrullo. Se acerco hasta el- si te querías bañar ¿por qué te has metido con todo y ropa?- intento conversarle pero ni así le volteo a ver, se agacho poniéndose justo a su lado haciendo que su rostro abandone su escondite- ¿Key?...- sus ojos felinos, no desprendían esa furia de la que se enamoro, eran tristes y decaídos, con una mirada sin brillo alguno.


- ¿Jjong?- llamo con duda, algo ido aun, totalmente confundido. El mayor asintió. Sus afilados ojos demostraron rabia, tras una frase incrustada en su mente. “Me voy a casar”, molesto tomo con ambas manos el agua que estaba en la tina y se la tiro al rostro- ¡TE ODIO!- grito, él pensaba que era una simple alucinación – ¡Vete!- el olor a alcohol le golpeo el rostro. Kibum estaba ebrio- ¡Vete!- siguió tirándole agua a ese ente de su imaginación masoquista. El castaño se quito los zapatos y se metió con él en la tina abrazándole fuertemente, dejándolo inmóvil- ¡Vete, vete, vete!- pataleaba el rubio, pero Jonghyun no lo soltó. Aun cuando le pidiera que desapareciera de este mundo no lo haría, porque era egoísta, porque deseaba estar junto a él- Déjame, por favor déjame- sollozo en su oído, perdiendo fuerza en sus brazos pero siendo sostenido por el castaño.-


- ¿De verdad lo quieres? ¿De verdad quieres que me vaya?-Kibum hipo de tanto llanto y alcohol juntos-


- N- n- no- susurro, amarro sus piernas a su cuerpo y se aferro a él, no le importaba si eso simplemente se trataba de su simple imaginación, que el alcohol le haya hecho tanto daño a su cerebro que le causara alucinaciones, que él no dormir ni comer debidamente le hiciera bromas de mal gusto, no le importaba nada absolutamente nada. El solo quería que su Jonghyun vuelva… aun si fuera en una simple ilusión.


Su rostro se movió inquietamente y se despego de su pecho estiro los brazos y lo jalo desde el cuello, uniendo sus labios en un beso desesperado. El castaño cayó sobre su trasero sentado siendo empujado por el peso del menor, quien se aferraba a él. Le tomo de la cintura y coló sus manos dentro de su camiseta. Su piel estaba húmeda y el agua seguía cayendo sobre ellos dos mojándoles el cabello, empapando sus cuerpos. Kibum jadeo, soltando ese aire a alcohol dentro de la boca del mayor, sus pezones estaban siendo atacados bajo la ropa siendo jugados con dos dedos pulgares, se removió inquieto. Lamio con la punta de la lengua el delineado de su cuello, ese delgado cuello porcelana de su muñequito rubio, deslizo sus manos hacia abajo y se deshizo de la camiseta del menor dejando al aire su níveo pecho, deleitando sus pupilas de nuevo con su hermosa imagen, tan clara, tan pulcra, tan tersa piel.



- Ah~- brinco excitado al ser mordido en su cuello, Jonghyun lamia y mordisqueaba, dejando huellas de su presencia en el. Marcando suyo a ese sexy rubio, porque así lo fue antes, porque así lo era ahora. Aun si todo el mundo se opusiera, Kibum era suyo y el de Kibum - Jjong~ - sus delgados dedos tomaron su rostro y le plantaron un beso, otro beso apasionado y necesitado, mordió su labio y lamio la herida. Jonghyun se sorprendió ¿¿cómo pudo estar tanto tiempo sin aquel chico?? En definitiva Kim Kibum era su perdición. Restregó bajando sobre su abdomen y algo lo delato, sus shorts era un estorbo en ese momento. Jonghyun sonrío-


- Bummie~- le beso fugazmente y se separo quitándose rápidamente la camisa y los pantalones junto con la ropa interior, para jalar de nueva cuenta a Kibum cerca de él, friccionando sus pieles después de tantos años, perdiéndose en esa deliciosa sensación mientras se besaban, jadeando por la desesperación pero disfrutándose con paciencia, dos corazones acelerados, entre pulmones contraídos y gemidos de excitación. Bajo su mano al agua y la escabullo por la delicada piel del rubio, erizando su piel por el contacto, un botón fue abierto y el zipper de su short fue bajado sintiendo como aquel roce le hacía delirar de placer, sus dedos acariciaban su miembro por encima del bóxer rosado, no pudiendo evitar gemir entre sus labios, tantos besos los habían dejado rojos por exceso de fricción. Jonghyun bajo su boca hasta su oreja y lamio esa espiral, dejando un suspiro que hizo temblar al menor. Su mano arriba y abajo sobre la tela dejando que su boca soltara gemidos de desesperación, se agarro de ambos lados de la tina tomando impulso sobre sus brazos, sintiendo su boca comerle el cuello y su mano acariciando su erección. –


- Jjong Nnh~ -sin dejar se morder y dejar marcas notorias por todo la extensión de su cuello despojo al rubio de su molesta ropa. Dejando libre a su sonrosada y hermosa erección, dejo su tarea de marcas y admiro esa puntita sobresaliendo del agua tan coqueta y vivaz. Jonghyun sonrío, Kibum mordió su labio apenado de su mirada, era tan penetrante pero le excitaba mucho, choco sus frentes y ronroneo, su mano derecha abrazo su miembro, mientras con la izquierda lo sostenía de la cintura fuertemente. Acaricio levemente, sintiendo como esa respiración caliente se lanzaba contra su rostro, dibujo un circulo en la punta de su pene y deslizo hacia abajo- Nnh~- Kibum mordía sus labios acallando sus gemidos.


- Eres tan lindo, cuando haces eso- beso su pecho del lado de su corazón, sintiendo los latidos golpear sus labios.- su propia erección estaba necesitada de atención pero por el momento la ignoraba, satisfaciéndola solamente con el ligero roce de su miembro contra sus firmes glúteos, si Kibum se torcía de placer, doblando la espalda y arrastrando su cuerpo junto a de él su pene sentía ese movimiento tan exquisito que palpitaba, así que procuraba darle caricias delirantes al menor.


- Te amo – Kibum se aferro a su cuello y le susurro en su oído- jamás te podría odiaah~r- las caricias sobre su miembro seguían constantes y placenteras- Te amo como un idiota, que no me importa… nada mas- los labios del moreno besaron sus hombros pálidos y sonrío contra su piel, hace tanto que sus oídos ansiaban escuchar nuevamente esas palabras-


- Te voy a preparar bummie- beso el lóbulo de su oreja y halo un poco uno de sus aretes, sus manos se fugaron por las caderas del menor y encontraron su objetivo entre sus glúteos, ese pequeño orificio que tanto amaba. El agua era de total ayuda le seria muchísimo más fácil la preparación, pues hace mucho que no tenían relaciones y podría dolerle… Aunque tenía un pensamiento que prefería ignorar, no deseaba escuchar que Kibum si pudo haber buscado algo de consuelo en otro lugar. Ese era un lugar solo de él. Solo él podía tocar y acariciar.- Bummie se que no lo merezco, perdóname- se disculpo por sus pensamientos egoístas porque a pesar de que él estuvo a punto de casarse con otra persona a pesar de que el sí estuvo con otras personas, no deseaba que Kibum hiciera eso. – de verdad perdóname- beso su cuello y el cuerpo de Kibum se tenso al primer intruso-


- ¡Rayos!- gimió cerca de su oído, excitando mas a Jonghyun, sus caderas empezaron a moverse contra su mano facilitando la preparación, Kibum mordía el hombro del mayor y enterraba las uñas en su espalda, otro intruso dentro y exhalo el aire que tenia dentro- Jong~- opreso su lóbulo entre sus labios mordiendo-se movían dentro de él salían y entraban a su antojo a veces separando la distancia entre ellos y moviéndose como tijeras. Jonghyun olvido lo estrecho que podría ser, sentía sus dedos se succionados y apretados por sus paredes, podía sentir su propio miembro palpitar de expectación. Los saco tras una mordida en su hombro nuevamente y sintió su corazón palpitar contra su pecho. Le tomo de los glúteos y lo dirigió hasta su erecto miembro, sus palpitaciones se dispararon a mil por segundo, al sentirle rozar contra su entrada, su cuerpo lo reconoció, y lo había extrañado. Dulcemente dejo un beso sobre su cuello y lo acento en la punta de su miembro, dejando que resbale con ayuda del agua por toda su extensión. Respirando con agitación hasta quedar completamente dentro, complementándose una vez más. Tomo el rostro de Kibum con sus manos, y miro las lagrimas escaparse por sus ojos a pesar de todo aun dolía, sonrío para él esa sonrisa que solo nació con su presencia, le beso los labios una vez mas y le hablo-


- Kibum... sé que no lo merezco, sé que me comporte como un imbécil, pero eso no cambia lo que siento por ti. Durante todos estos años. No importara la estación del año, o los días u horas de la semana. Siempre estuviste en mi mente. Nunca te deje de amar ni un segundo- los ojos de Kibum se inundaron de lagrimas nuevas y estas no eran de dolor físico.- Yo me di cuenta de que te ame, te amo y sin importar el tiempo ni la distancia, siempre te amare, aunque puedo ser muy tonto aun así te amo- Kibum se emociono y le beso dulce y tiernamente, como hacía mucho no se besaban, de ese tipo de besos en lo que con un solo roce de labios se descargan todo y cada uno de sus sentimientos. Sin esperarse más se impulso de los hombros del mayor y dio el primer brinco, apretando los ojos y sin soltar sus labios. Bajo las manos hasta las caderas del menor y le ayudo con las embestidas, empezando lentamente, torturando su autocontrol- Key~ - murmuro en sus labios y aferrando mas fuerte sus dedos a su piel. Su cuerpo era electrizado con cada estocada que daba, sus piernas temblaban del dolor y placer soportado, jadeaba contra su rostro y no dejaba de repetir su nombre. El interior de Key era exquisito, sus paredes abrazaban su miembro con calidez, cada roce con sus paredes era delirante. El agua les chorreaba, sus cuerpos se enlazaban y la tina rebosaba ante los brincos de Key, su cuerpo demandaba por más y sus piernas reaccionaban solas, impulsándolo para dejarlo salir casi por completo y empalándose de una, gritando cada que tocaba ese punto en especial.


- Jong- la velocidad aumento y podía sentir como el rubio solito oprimía su entrada, apretando su miembro de manera delirante, tomo su miembro y lo masturbo, llevándole nuevas y electrizantes al menor por todo su cuerpo-No… Jong no lo hagas- intento hacer que deje su miembro, pero no le hizo caso, si no que ahora lamia su cuerpo. Kibum se sentía a punto de terminar y no quería que fuera tan pronto- Jong .. ah~ no ah~- gemía con más fuerza y aumentaba la velocidad irremediablemente-


- ¡Key!- mordió su clavícula y se descargo por completo dentro del rubio, al tiempo que Kibum se torcía deliciosamente expulsando su semilla.
Sus respiraciones fueron eran aceleradas sin lograr coordinar sus pulmones. Jonghyun sonrío y le beso los labios aun Kibum exhausto.


- Quizás ahora si deberíamos bañarnos- Kibum negó y se aventó sobre su cuerpo, Jonghyun alzo ligeramente su cadera y salió de él escuchando ese gemido de queja por la desunión.


- ¿Era necesario?- berrincheo el rubio y el castaño le miro travieso-


- Si honey- le levanto desde las axilas- te voy a bañar y alimentar – comento mientras ponía shampoo en su cabello dorado-





- ¿Estás nervioso?- pregunto el pelinegro mientras le ayudaba a poner su moño-


- Déjame- le hizo a un lado de un manotazo- necesito ver a Kibum- salió con rapidez de su cuarto y se fue por el pasillo hasta donde se encontraba la habitación donde Kibum se estaba vistiendo. Toco dos veces- ¡Honey! ¡Baby! ¡Mi amor!- llamo y como no recibió respuesta alguna, intento abrir pero el seguro estaba puesto-


- ¡Ni lo pienses Kim Jonghyun!- Oh si, ese era el chillido de su bellísimo novio-


- Mi amor necesito verte, no quiero que te me escapes.-


- ¡No digas burradas! Mejor vete a tu cuarto sabes que no debes ver al novio-novia antes de la boda ¡es de mala suerte!- le regaño el rubio desde el otro lado de la puerta.


- Pero baby, tú no me dejas verte ¡desde hace dos días! ¡Eres un exagerado! ¿¿Que no sabes que tengo necesidad de ver a Kibum??- el menor rio a carcajadas desde el otro lado de la puerta –¡Oye! No es broma- hizo un puchero que el rubio no vio-


- Lo siento cariño, pero quiero que esto salga perfecto. Te prometo que no me escapare- el castaño de mechas zapateo como chiquito quien le niegan un dulce-


- Mínimo un besito, ¡por favor! De verdad lo necesito.- rogo y hubo un momento de silencio- ¡por favor baby!-


- Pe-pero cierra los ojos- el castaño se alegro y enseguida los cerro y los tapo con ambas manos parando su boca en un trompa-


- Ya – la puerta se escucho abrirse, una ligera risa se escucho y un beso dulce fue depositado entre sus labios-


- Ahí está tu besito, ahora se bueno y vuelve a tu cuarto, te veo en el altar- dejo un beso mas en sus labios pucherosos y cerro de nuevo-


- ¡Kibumi!- grito-


- ¿Ahora qué?-


- ¡TE AMO!- y con la misma corrió hasta el cuarto donde esperaba a que le llamaran cuando la ceremonia inicie.