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Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Recuerdo del primer mensaje :
Este fic lo hemos ashram y yo (mitsui) juntas, por eso no se extrañen si lo ven subido en otra página con otro nombre de autor.
Resumen:
TaeMin y Key llegan a otra ciudad, y a pesar de que no es la primera vez, a uno de ellos no le gusta nada tener que irse, pero Key pronto descubrira razones para quedarse. En concreto, su nuevo amigo, Jong delcual se enamorara de forma irremediable, ¿pero este le corresponderá? ¿O por el contrario, sus sentimientos no serán correspondidos?
Personajes:
Lee Jinki (Onew): 18 años. Ambientado en Lucifer.
Kim Jonghyun: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Choi MinHo: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Kibum (Key): 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
TaeMin: 17 años. Ambientado en Lucifer.
Fanfic (al fin):
Este fic lo hemos ashram y yo (mitsui) juntas, por eso no se extrañen si lo ven subido en otra página con otro nombre de autor.
Resumen:
TaeMin y Key llegan a otra ciudad, y a pesar de que no es la primera vez, a uno de ellos no le gusta nada tener que irse, pero Key pronto descubrira razones para quedarse. En concreto, su nuevo amigo, Jong delcual se enamorara de forma irremediable, ¿pero este le corresponderá? ¿O por el contrario, sus sentimientos no serán correspondidos?
Personajes:
Lee Jinki (Onew): 18 años. Ambientado en Lucifer.
Kim Jonghyun: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Choi MinHo: 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
Kibum (Key): 18 años. Ambientado en Ring Ding Dong.
TaeMin: 17 años. Ambientado en Lucifer.
Fanfic (al fin):
- Spoiler:
Volver a empezar de cero, eso es lo que realmente le molestaba a Key.
Llegar a una ciudad desconocida, habiendo dejado atrás su vida, todo por seguir a su madre, quien había conseguido un nuevo trabajo, arrastrando a su hermano, Tae, y a él. Pero por mucho que se había quejado y pataleado, no había conseguido nada. Por tanto, ahí estaba, frente a su nuevo hogar.
Bajó del coche, estirando su cuerpo estilizado, cansado del viaje de cuatro horas en coche, lleno de maletas.
El camión de la mudanza ya había llegado y solo quedaba colocar sus cosas en su habitación. Espero que su madre y su hermano bajaran y se dirigieron los tres hacia la puerta.
La casa era algo más grande que la que tenían en su antigua ciudad. Tenía dos pisos, un patio delantero, cochería y, supuso, un gran jardín trasero con piscina.
Tendría su propia habitación con baño, pero aún así se sentía decaído y molesto. Y lo que más le molestaba, era que su hermano se sentía feliz y no le había importado el abandonar todo para seguir a su madre de forma ciega y sumisa.
Al estar dentro de la casa, su madre les explicaba lo bien que estarían ahí, con entusiasmo y una gran sonrisa en la cara, les mostraba cada habitación, mientras Key la seguía con cara seria, no dando a torcer su gesto, mostrando su inconformidad ante la nueva situación.
-Yo no veo la diferencia, mamá- dijo con tono hosco.
Su madre lo miró, borrando cualquier sonrisa y muestra de alegría:
-Siento esto Key, pero cuando menos te des cuenta, harás nuevos amigos y seguro que el instituto te gustará- se acercó a su hijo y le puso la mano en su hombro como signo de apoyo. Pero Key se apartó del contacto y se dirigió hacia las escaleras que, suponía, llevaban a las habitaciones.
Su madre, entristecida, pasó uno de sus brazos por los hombros de su otro hijo, mientras éste, veía como su hermano desaparecía escaleras arriba: - Tranquila mamá, seguro que en un par de días se le pasa.
Abrió la puerta de lo que sería, de ahora en adelante, su habitación. Su cama, su armario, su viejo escritorio y su portátil; todo se encontraba ahí, pero no era lo mismo. Dejó las maletas en el suelo, al lado de su cama y se fue a echarle un vistazo al baño. Al menos, en eso si que había ganado, ya que en su antigua casa, debía compartirlo con su hermano y su madre, lo que provocaba que cada mañana se formara una lucha titánica por acaparar dicho sitio.
Key se preocupaba mucho por su aspecto y amaba la ropa y los complementos. Le encantaba andar por la calle y que la gente le observara, maravillados ante su belleza, porque él era conciente de su belleza. Su pelo moreno y totalmente liso, sus labios rosados, sus ojos negros y perfectos y su cuerpo estilizado, de caderas estrechas, y movimientos armónicos, y su mejor arma, su sonrisa, la cual podía dejar indefenso a cualquiera que fuera víctima de ella.
Muchos hombres y mujeres habían querido estar con él, pero jamás dejó que nadie se acercara a él, ya que se merecía algo perfecto, igual de hermoso que él, un hombre que realmente le provocara mariposas en el estómago y que palpitara su corazón a toda prisa. Nunca había sido besado y mucho menos había mantenido intimidad con alguien y estaba orgulloso de ello, ya que se mantenía así para el hombre de sus sueños. Sabía que era infantil, pero él estaba totalmente convencido de que ese hombre existía y que en algún momento de su vida lo encontraría.
Se tomó su tiempo para colocar sus cosas: la ropa en su armario y cajones y todas sus cremas y demás en el baño. Cansado, encendió su portátil y revisó sus emails, encontrándose con mensajes de despedida y buenas intenciones de sus amigos. Bueno, antiguos amigos, porque sabía que tardaría bastante tiempo en volver a verlos. Cerró el ordenador, triste y medio enfadado, no siendo capaz de seguir leyendo, y se tiró boca arriba sobre su cama, mirando el techo y maldiciendo su vida y su suerte, hasta que sin darse cuenta se quedó dormido.
Despertó al cabo de unas horas, dándose cuenta que estaba solo en casa. Aun más molesto que antes bajó a la cocina para ver si podía comer algo, encontrándose que la nevera estaba completamente vacía, se volteó y vio que encima de la mesa había dos notas.
“Hijos, me han llamado de mi nueva oficina. Os dejo solos. No llegaré para la cena. Podéis hacer lo que queráis. Os quiere, mamá.”
Como no. Su madre se iba ido otra vez, dejándolos solos, aunque era algo a lo que ambos estaban acostumbrados.
“Key, he ido a hacer las compras para cenar. Te lo quería decir, pero como estabas dormido…He cogido un par de llaves. ¡Hasta luego! Te quiere, Tae.
PD: Como recompensa por haberte dejado solo te compararé ese perfilador que tanto querías ^^”
Sonrió. Su dulce hermanito siempre pensaba en él. No importaba la situación, siempre lograba hacerle sonreír.
Decidió salir el también de la casa para ir a dar una vuelta y de paso comer algo. Agarró su abrigo, se puso los zapatos y salió a fuera. Miró la calle e hizo su “valoración”: en el centro de la ciudad, algo transitada pero no tanto como la de la anterior ciudad, con muchas tiendas y locales. No estaba mal.
Cruzó la calle y fue bajando, sin prisas o llegaría a casa demasiado rápido y se aburriría, porque conociendo a su hermanito de seguro que tardaría bastante en volver. Se detuvo delante de un escaparate de una pastelería, viendo los pasteles que había expuestos. Él adoraba hacer pasteles.
Entró dentro viendo que también era un bar. Cálido. Acogedor. Como a él le gustaba.
Se sentó en una mesa y esperó a que lo atendieran.
-Hola. ¿Qué te pongo?- una señora de la edad de su madre, pero infinitamente más agradable de lo que podría ser su madre.
-¿Qué tienen?- le preguntó Key, poniendo una de sus mejores sonrisas.
-A ver…Tenemos pastel de chocolate, de manzana, de melocotón, mousse de limón, de fresa y tarta de café.- le dijo la mujer, enumerando con los dedos.
-De melocotón, por favor. Y un capuchino.
-Ahora mismo de lo traeremos, corazón.
Sacó su móvil del bolsillo y miró la hora: las cinco de la tarde.
-Aquí tienes.- una voz profunda lo devolvió al mundo real.- Pastel de melocotón y un capuchino.
Key levantó la mirada y se encontró con una cara que le miraba sonriente, unos ojos negros profundos y risueños, un pelo que iba de castaño hasta rubio, decolorándose.
-¿Eres de la familia que se ha mudado a la casa de más arriba?- le preguntó, a lo que él asintió.- Kim Jonghyun.- le tendió la mano y Key se la estrechó, sonriendo.- ¿Puedo sentarme?
-Por supuesto…¿pero no te van a echar bronca?- observó.
-He acabado el turno, además esto es de mis padres, así que…- se encogió de hombros.- ¿Y tú eres…?- le preguntó.
-Key.- dijo mientras se metía un trozo de tarta en la boca, saboreándolo.
Ladeó la cabeza y a él no pudo parecerle más que un lindo y tierno cachorro.
-¿Key? Que nombre más raro… ¿Eres mestizo?- le preguntó.
Key solo puso reír suavemente, con su risa que parecía el ruido de una campanilla.
-No me llamo Key. Key es solo un sobrenombre. Mi nombre es KiBum.- le contó.- Y no. No soy mestizo.
-Oh. De acuerdo. Ya decía yo…Es que como vas con ese peinado…- comentó Jonghyun.- Al menos ya no me verán raro en el instituto. Voy al Seúl high school. ¿Dónde irás tú?
Ciertamente su peinado llamaba la atención: el pelo negro, con el flequillo cortado de lado cubriendo un ojo por completo, con mechas de color rosado.
-Jejeje…Espera a ver a mi hermano.- dijo.- ¿Así qué esto es de tus padres?- le preguntó a lo que el otro asintió.- Pues felicita a quien haga los pasteles…este está buenísimo. Y el instituto…también estamos inscritos ahí. Es bueno saber que conoceré a alguien.
-Se lo diré a mi madre. ¿Y la tuya de que trabaja?
-Directora financiera.- dijo mientras cogía algo de la espuma del café y se lo metió en la boca.
-Ahh…¿Y de que va ese trabajo?- le preguntó mientras se tocaba la nuca, en gesto que ha KiBum le pareció adorable.
-Consiste en trabajar mucho, no estar nunca en casa, y dejar a los hijos solos en casa.- dijo con amargura, achicando los ojos y frunciendo los labios.- O directamente no estar nunca en el país, mudarse mucho y no tener una casa fija.
-Oye KiBum, yo no quería…- parecía apenado por aquello.
-No te preocupes. Lo que pasa es que nunca nadie me había preguntado por ello. Y la única persona con la que hablo de eso es mi hermano.
-¿Quieres hablar de ello? No tengo nada que hacer.- preguntó JongHyun con una sonrisa.
-¿No te importa escuchar la vida de un desconocido?- dijo Key gratamente sorprendido.
-Bueno. Ya te lo dije, no tengo nada que hacer, tú parece que quieres hablar y así de paso nos conocemos mejor. Así que, empieza.
Sonrió y asintió.
-Nuestros padres se separaron cuando yo tenía siete años y mi hermano seis. Le dieron la custodia a mi madre, ya que mi padre es comercial y no estaba nunca en casa. En aquel entonces mi madre no se iba nunca el país y trabajaba desde casa, aunque en aquel entonces ya no nos hacía mucho caso, que digamos.- empezó.
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-Y ahora estáis aquí.- dijo él.
-Y ahora estamos aquí.- repitió Key, jugando con la cucharita del café.- Ni mi hermano ni yo nos hacemos muchas ilusiones de estar por mucho tiempo en esta ciudad. Siempre intentamos no encariñarnos mucho con nuestros compañeros, y curiosamente, se me hace mucho más difícil a mí que a él, que es el pequeño de los dos.- dijo sonriendo. Y en aquel momento sonó el celular de Key.- Discúlpame.- descolgó y se lo llevó a la oreja.- Hola Baby. Sí…Ajá… Bueno, espérame para ver que hacemos de cena, TaeMin. En un par de minutos estoy en casa. ¿Cómo quieres que me pierda? Pero aquella vez… Te dejo. Yo también te quiero.- colgó y le sonrió con cara de perdón.
-¿Tú novio? ¿No dijiste que viniste con tu madre y tu hermano solamente?
-¿Novio? ¡Jajaja!- rió al oír aquello.- Era mi hermano. Creo que ya sé porque te confundiste: por lo de Baby, ¿no?- dijo mientras el otro asentía.- Es una costumbre que cogimos hace tiempo. No sé porque exactamente.- se puso la chaqueta y se dispuso a ir a la caja.- Me tengo que ir. Tenemos que hacer la cena y mi madre nos dejó solos en la tarde diciendo que no llegaría a cenar.- él otro le siguió hacia la caja, pero se metió en la cocina para ir a buscar algo.
-Hola corazón.- le dijo la madre de Jonghyun.- Espero que mi hijo no te haya comido mucho la cabeza.
-Para nada, señora Kim. Su hijo es un encanto.- se sonrojó levemente al decir aquello.- ¿Cuánto será?
-50 wons. Espero verte seguido por aquí.- le dijo a lo que él respondió con una sonrisa.
-Por supuesto. La próxima vez que venga traeré a mi hermano y le aseguro que hará el negocio de su vida. ¿Me despide de Jonghyun, por favor?- le dolía ver que se había ido sin siquiera despedirse de él, de seguro que se le había hecho pesado.
-Por supuesto, cielo.- dijo la mama de Jong.- Me va a oír ese chico.- oyó que susurraba.
Salió del local cuando sintió que lo llamaban por la espalda.
-¡Key!- se giró y vio al rubio detrás de él, con un paquete en las manos, llegó a su alzada y se lo tendió.- Toma. Son trozos de pastel para ti y para tu hermano.
Parpadeó confuso y luego sonrió: -Gracias Jonghyun. ¿Pero tu madre no te regañará por cogerlos?
Se encogió de hombros: -Lo dudo. Esos no estaban a la venta y si alguien no se los comía terminarían o en su estómago o en la basura, así que es mejor darles un uso mejor. Pero si mañana no me ves en el instituto significa que me ha matado.- se dio media vuelta y se fue corriendo.- ¡Hasta mañana!
Le despidió con la mano y se fue hacia su nueva casa.
-¡¡TAEEE, YA ESTOY EN CASA!!- gritó al entrar.
-Ya te oigo Key, no es necesario que te quedes sin voz.- le dijo apareciendo por la puerta de la cocina.- ¿Qué es eso?- dijo señalando el paquete con el cuchillo carnicero.
-Pasteles. Me los han dado en el bar en donde estaba. Hay para los dos, pero no le digas ni una palabra a mamá.
-De acuerdo.- se acercó y le quitó el paquete para llevarlo a la cocina y así poder abrirlo.- Ñam…¡qué buena pinta! Creo que podemos cenar eso.
-Ok. Me da pereza cocinar.- se sentaron en la mesa y empezaron a comer los pasteles, cuando Key se acordó de algo.- ¿No tienes algo para mí?
-Sip. Toma.- sacó el perfilador de su bolsillo y se lo tendió, sin despegar la mirada del pastel de fresas.- ¿Era ese?
-Sí. Gracias, pequeño.- se levantó de la mesa y se acercó para besarle la mejilla.- Al menos tú piensas en mí.
-Sip. Pero a cambio pones tú el lavavajillas.- le dijo lamiendo su cucharita.
-De acuerdo. Hay poca cosa. Mañana haré yo la cena.
Jong llegó a casa cansado tras haber ayudado a su madre a cerrar la pastelería. Se dio una ducha y cenó lo que su madre le había dejado sobre la mesa, aunque no tenía nada de hambre y se pasó media hora moviendo su comida de un lado a otro del plato.
Se había pasado la tarde pensando en aquel chico que, sin conocerlo de nada, se había abierto a él sin ningún pudor. Pero lo que más le había llamado la atención era esa belleza que lo había hechizado desde el primer momento en el que lo vio. Ese pelo que parecía suave al tacto, sus ojos negros y maquillados y esa piel que parecía terciopelo, sin ningún tipo de imperfección, que parecía extenderse a todo su cuerpo. Era hermoso. Su cuerpo se movía de una manera armónica, como si cada movimiento hubiera sido ensayado docenas de veces, y su sonrisa, simplemente le había encantado.
Tenía la sensación que volvería a verlo, y esperaba con ganas que fuera así, que al día siguiente se lo encontrara en alguno de los pasillos del instituto, y así poder volver a charlar con él, conociéndolo más, sabiendo más de él. Pero sabía que no debía emocionarse demasiado, pero no podía evitar repetir una y otra vez su rostro en su memoria. Sólo esperaba que la corazonada que sentía en u pecho en ese mismo momento se hiciera realidad y pudiera ver de nuevo a ese ángel de piel aterciopelada y ojos tan profundos como el anochecer.
Se acostó en su cama boca arriba y se pasó al menos una hora pensando que le diría si lo volviera a ver y se dio cuenta que por mucho que lo pensara no se le ocurría nada que no fueran tonterías, a su parecer. Cansado de darle vueltas, tomó la firme decisión de improvisar y dejar que la suerte, que esperaba estuviera de su parte, jugara su papel. Y así fue como, sumido en sus delirios, terminó cerrando los ojos y quedándose profundamente dormido.
En el otro lado de la ciudad, Key se sentía de una forma similar, pensando en el muchacho de la pastelería, deseando volver a encontrarlo y preguntándose si él sería en indicado. Nada más verlo había sentido como el mundo enmudecía y sólo resonaba en sus oídos su varonil voz, su estómago había sufrido las ya conocidas mariposas y su corazón había empezado a latir apresurado.
No podía evitar sonrojarse al recordar como le había contado cosas que no se le deben decir a un desconocido, pero su mirada honesta y amigable, le había dado la sensación de confianza necesaria para contarle media vida. ¿Y sí le había molestado? ¿Y sí le pareció que se como portaba con demasiada confianza?
Éstas y otras preguntas rondaban su mente y lograba frustrarle y patalear sobre la cama. Pero luego sonreía, recordando como había corrido para alcanzarle y regalarle los deliciosos pasteles que había disfrutado con su hermano. Después volvía a frustrarse de nuevo, y así estuvo durante un par de horas, sin poder dormirse, hasta que el cansancio del viaje pudo más que su mente hiperactiva y se durmió.
-¡Tae!- entró como alma que lleva al demonio al cuarto de su hermano viendo que este ya estaba listo, delante del espejo, haciendo muecas delante del nuevo uniforme.- Sí. A mí tampoco me gusta.- le dijo.
-Enserio…estos profes no tienen estilo- dijo agarrando su mochila yendo a desayunar.
Veinte minutos después llegaron cada uno en su moto, haciendo que todo el mundo les mirara, bajaron ambos de un salto de sus motos, cogieron sus cascos y se dirigieron a la secretaria.
-KiBum y TaeMin de segundo curso.- dijo el menor, jugueteando con su pelo rojizo.
-Sí. KiBum a la A 2-8 y TaeMin a la B 2-5. ¿Os acompaño llegareis solos?
-No se preocupe. Sabremos llegar.- dijo KiBum. Fueron juntos hasta el segundo piso, bajo las atentas miradas de todos los estudiantes, que les repasaban como si ellos fueran la comida más apetitosa del mundo y los otros unos muertos de hambre.
-Bueno Baby aquí nos separamos.- dijo el mayor de los hermanos.- Quedamos en la entrada en el receso, ¿vale?
-Claro. Que te vaya bien.- dijo el menor yendo hacia su clase, notando que ya llegaba tarde pues no había nadie.- 1, 2, 3, 4…ah, ¡es aquí!- tocó a la puerta y abrió.
-¿El Señor TaeMin, verdad?- dijo el profesor al verle, arrugando la nariz al ver como llevaba el uniforme: había retocado los pantalones porque fueran más estrechos de lo normal, unas tennis en lugar de los zapatos reglamentarios, la corbata en un nudo flojo, y la chaqueta en la mano. Su pelo cobrizo largo, recogido en una coleta baja, los ojos sombreados y delineados, su boca moviéndose al masticar el chicle, la mochila colgando de un hombro, su mirada de desprecio y auto-suficiencia y la ceja arqueada hicieron que el profesor (que era su tutor) frunciera el ceño.- Pase y preséntese.
Asintió y entró cerrando la puerta detrás suyos con un ligero movimiento de pie, que hizo que el profesor frunciera aun más el ceño.
-Me llamo TaeMin. He estado en dos escuelas en los dos últimos años. Tengo 17 años. Lo demás no os interesa.- se giró hacia al profesor.- ¿Dónde me siento?
-Ahí.- señaló un jugar vacío al final de la clase detrás de un chico moreno con cara simpática.- Bueno chicos, espero que ayuden al Señor TaeMin repelente a encontrarse como en casa.- dijo mientras le miraba burlón, buscando herirle, pero se encontró con la mirada burlona del menor, que hizo una pompa con su chicle.
-No es necesario. Como ya he dicho he estado en dos escuelas en dos años, y el año que viene seguramente ya no estaré aquí así que no quiero que nadie me esté revoloteando a todas horas.- dijo mientras se sentaba al lado sitio que le habían dicho.
Un chico se giró hacia Tae y le miró antes de tenderle la mano.
-Lee Jinki. Pero todos me llaman Onew.- le cogió la mano, aquel chico le caía bien.- Ya era hora que alguien nuevo llegara a este instituto.- comentó como quien no quiere la cosa.- Oye, me he dejado el libro, ¿te importa si me siento contigo?
-No.- se sorprendió al oírse a sí mismo: no solía acercarse tanto a la gente al primer día.
-Profesor, me he dejado el libro, ¿me puedo sentar con el “Señor TaeMin repelente” por favor?- toda la clase estalló en risas al oírle y aun más al ver al profesor fulminarle con la mirada.
-Señor Jinki…
-¡De acuerdo! ¡Es usted muy amable, profesor!- cogió su silla y le dio la vuelta, dándole la espalda al profesor y quedando de cara al pequeño.- Así que eres un año más pequeño que nosotros.
-Ajá.- asintió mientras que copiaba los ejercicios que tenían que hacer con evidente pereza.- Me adelantaron hace tres años.
-Bueno, por fin alguien inteligente con quien podré hablar, porque en esta clase no hay nadie con quien hablar. Por eso es divertido analizar a los compañeros de clase.- dijo haciendo de pato Donald.
-Señor Jinki, me parece bien que le guste analizar a sus compañeros de clase, pero si no quiere acabar a prefectura de estudios, cállese y trabaje.
-¡¡Como usted diga!!- exclamó, con la voz del pato otra vez.
Toda la clase rió otra vez, y Onew le guiñó un ojo.
Key llegó a su salón y entró sin abrir tocar, cosa que hizo el profesor que había en la clase le mirase mal.
-¿Es usted el señor KiBum?- asintió, mirando al resto de la clase, que le miraba con los ojos muy abiertos, y para variar pudo sentir más de una mirada lujuriosa recorrer su cuerpo, porque, al igual que su hermano, había retocado su uniforme.
Los pantalones, igual que los de su hermano eran más estrechos que lo demás y se amoldaban perfectamente a su cuerpo, la camisa blanca con el primer botón sin abrochar, la corbata era algo más corta que la del resto, pues la había cortado, unas botas de piel negras eran su calzado, y la chaqueta colgando de su dedo, reposando en su hombro. El pelo negro con mechas rosas, los ojos delineados, los labios con brillo, obviamente desentonaban en aquella clase, de rostros libres de maquillaje, de cabeza de cabellos negros y cortos…su vista se enfocó al ver a dos cabezas algo distintas: una morena y larga, muy enmarañada, y una de morena más clara que se decoloraba hacia llegar a rubio… ¿Jonghyun? Sí. Lo confirmó cuando este levantó su rostro y se encontró de nuevo con aquellos ojos negros cálidos.
-¿KiBum?
-Hola Jonghyun.- le sonrió con algo más de dulzura, pero sin dejar de lado ese toque de sensualidad tan característico en él.
-¿Le conoce, Señor Jonghyun?- preguntó el profesor, la voz del cual Key estaba empezando a odiar.
-Ehh…sí. Sí lo conozco.- respondió.
-Perfecto. Preséntese y vaya sentarse a su lado. Prefiero tener a todos los problemáticos juntos. Salvo al Señor MinHo, el sí es un buen ejemplo para esta clase de salvajes. Alguien civilizado.- el nombrado se encogió sobre sí mismo cuando oyó las risas de sus compañeros.
-KiBum. 18 años. Tercera escuela en tres años. Lo demás no os interesa. No creo poder formar amistad con alguien como vosotros.- dijo yendo hacia al lugar indicado, pero a medio camino se paró y volvió a mirar a toda la clase.- Tengo un hermano menor que también estudia en este centro, como a alguien se lo ocurra acercarse más de lo debido a él se las verá conmigo. Y no creo que a nadie le interese mucho.- amenazó, y luego sí, se sentó a su sitio.
-Sr. KiBum, en este centro no están permitidas las amenazas.- le advirtió el profesor.
-¿Acaso en alguno está permitido?- preguntó.- Y no era una amenaza, solo una advertencia.
-Saque los libros y empiece a hacer los ejercicios, como todo el mundo a excepción de su compañero.- dijo.
Rodó los ojos y sacó los libros, dejándolos caer en la mesa con un ruido sordo, abriendo la página que había en la pizarra.
-Tsk. ¿Enserio hacen eso?- musitó para sí mismo al ver la lección de inglés que estaban haciendo.
-KiBum.- la voz del rubio le devolvió al mundo real, dejando sus pensamientos, quiero presentarte a alguien. Señaló al chico de delante de ellos, que se sentaba solo y estaba metido en sus ejercicios. Jonghyun picó su hombro y él chico se giró.
Entrecerró los ojos al verle. Era guapo, muy guapo. Pero escondía dicha belleza debajo unas gafas enormes y feas, bajó todos aquellos pelos que caían desordenadamente por todo su rostro. Obviamente, el nerd.
-Él es MinHo.- dijo Jonghyun.- MinHo él es KiBum, el chico del que te hablaba cuando entró.
“El chico del que te hablaba cuando entró.”
Esa frase retumbaba en la cabeza de Key, que le sonrió mientras extendía su mano, y el otro (algo dudoso) se la cogió.
-Deseaba conocerte.- dijo con una voz grave y profunda.- Jong ha estado todo el rato de ti.
-Sí. Supongo que no es común ver a un chico como yo. Y menos en una clase como esa. ¿No se cansan de ir todos iguales?
-¿Y tú no te cansas de criticar?- dijo un chico volteándose a verle.
-¿Y tú de tener esa cara tan fea?- rebatió mientras mordisqueaba la punta de su bolígrafo.
Llegó la hora del recreo y TaeMin fue hacia sus motos acompañado de Onew, con quien había entablado una gran amistad enseguida, por raro que parecía. Cuando llegaron, Key aun no había llegado.
Hablaron de cosas triviales, y un par de minutos después el mayor de los hermanos llegaba acompañado de los otros dos.
-¡Hola Baby!- Key se acercó a TaeMin y le abrazó.- ¿Cómo ha ido el primer día de clases?- le preguntó mientras mordisqueaba el bocadillo de su hermano.
-Muy bien. El tutor ya me ha puesto un sobrenombre: “Señor TaeMin repelente”- dijo con una sonrisa, como si fuera un triunfo.- Creo que ha sido el más rápido en hacerlo de todos los que hemos tenido. La clase es tonta a rematar aparte de Onew hyung.- señaló al nombrado con la cabeza.- Onew hyung, te presento a mi hermano, KiBum, aunque le llamamos Key.
Se dieron la mano y Jinki se le quedó mirando fijamente.
-Sí que se parece a ti, sí.- dijo.- Tenéis el mismo estilo para cambiar el uniforme.- dijo con una sonrisa.
-Cierto.- dijo el de pelo rosado.- Ellos son Jonghyun.- señaló al rubio.- y MinHo. Chicos, ese es mi hermano, TaeMin. Y no sé si os conocéis…- comentó refiriéndose a Onew.
-A Jonghyun le conozco, hemos coincidido varias veces en prefectura, pero contigo no tengo el gusto.- dijo hablando con MinHo.- Lee Jinki, Onew.
-Choi MinHo.- se dieron la mano.
-Oye KiBum.- le llamó Jong.- ¿No dijiste que tu hermano era menor que tú? ¿Cómo es que va a segundo grado?
-Y lo es. Pero como es un cerebrín, lo adelantaron un curso.- dijo revolviéndole el pelo a TaeMin, que se apartó y bufó molesto.
Hablaron sobre ellos y pronto sonó el timbre.
-¿Qué os parece si en la tarde vamos a merendar en la cafetería de mis padres?- propuso.
-Claro. Le dije a tu madre que ya llevaría a TaeMin y que haría el negocio de su vida.
-¡Key!- exclamó el menor, fulminándole con la mirada.
Cambiaban mucho de estar en la “intimidad” a estar con mucha gente, porque al entrar, sus rostros cambiaron otra vez, volviéndose duros, burlones y sensuales.
-Nos vemos luego.- dijo Jong antes de separarse para ir a sus respectivas clases.
Las clases pasaron sin más, pesadas, lentas, pero amenas, gracias a la compañía de Jong y de su sonrisa. Le encantaba su forma de ser, tan simpático y optimista, alegre y muy hablador. Y aunque MinHo le había caído genial, no había surgido la misma química entre ellos. Era diferente con el rubio.
Cuando sonó el timbre de la última clase de la mañana, los tres se pusieron en pie, recogiendo sus cosas y saliendo del aula, rumbo a la cafetería, donde almorzarían junto a su hermano y a su nuevo amigo, Onew.
-Espero que aún les quede puré de patatas cuando lleguemos- Jong tenía hambre y quedó medianamente claro cuando su paso se aceleró y Key tuvo que apresurarse también para no quedarse atrás.
-No sé dónde metes tanta comida, sí estás hecho un palo- se burló MinHo, a medias, ya que en realidad no lo entendía. Su amigo era como un pozo sin fondo, podía comer y comer y no engordaba nada de nada.
-¿A ti te parece que estoy delgado?- se giró hacia su amigo, levantándose la camiseta y dejando ver un abdomen totalmente tonificado, marcado por unos músculos apetitosos y que dejaron a Key anhelando tocarlos- estos músculos necesitan ser alimentados de alguna forma, Min- dijo orgulloso, con una sonrisa en su rostro.
Key salió de su estupor cuando la camiseta volvió a su lugar, arrebatándole la preciada visión. Bien, estaba en problemas, lo sabía. Le gustaba su nuevo amigo, conclusión a la que había llegado la noche anterior, tras dar vueltas en su cama sin poder conciliar el sueño. Pero ahora lo deseaba, con cada poro de su piel.
Simplemente se había derretido ante su abdomen, deseando ver más, todo aquello que la ropa ocultaba. Y entonces, pasó lo inevitable, se sonrojó, por lo que decidió evitar esos pensamientos si no quería terminar con un problema entre las piernas.
Llegaron a la cafetería del colegio, donde los estaban esperando, sentados en una de las mesas su hermano y Onew. Se sentaron junto a ellos y Key besó la mejilla de su hermano: -¿Qué tal el resto de clases?- preguntó, dedicándole una sonrisa llena de ternura, que no pasó desapercibida por Jong, el cual deseo ser el blanco de dicha sonrisa.
-Bien…más de lo mismo. Los profesores se horrorizan cuando me ven entrar y yo disfruto de ello- su sonrisa juguetona no presagiaba nada bueno para los pobres profesores que tuvieran que lidiar con el travieso adolescente- he pasado las horas hablando con Onew.
-Eres un desastre- pasó sus manos por su cabello, despeinándolo y sonriendo al oír el gruñidito que emitió su hermano, disgustado porque le descolocara el cabello.
Jong se acercó a Key, tocando su brazo para que le prestara atención- voy a buscar la comida, ¿quieres que te traiga algo?- le preguntó, mirando fijamente sus ojos negros.
-Sí, lo mismo que tú estará bien, gracias- sonrió en agradecimiento y tomó asiento junto a su hermano.
-Vaya, vaya, ¿ahora te juntas con muñequitas Jong?- una voz sarcástica y llena de rencor hizo que Key se volteara, encontrándose con un chico que lo miraba con despreció.
-¿A quien le dices muñequita, imbécil?- soltó Key, frunciendo el ceño, bastante molesto.
-Mira por donde, la muñequita resultó tener huevos- se carcajeó y se acercó a Jong- No deberías andar con gente tan afeminada Jong- le aconsejó.
-Yesung, ¿por qué no te pierdes?- le espetó cansado de sus burlas e idioteces. Llevaba tiempo aguantando al chico, que no perdía ocasión de humillarlo.- Ahora vuelvo- se dio la vuelta sin más y se dirigió a la barra, desgraciadamente seguido por el desagradable chico.
Hoy la suerte no estaba con él, muy a su pesar.
-Vamos Jong…sabes que tengo razón.- le dijo poniéndose a su lado.- No es bueno para tu reputación hacerte con los nuevos. Y menos si parecen niñas.- cogió su brazo.- Ni con el nerd.
Jonghyun se acercó tanto a él que fácilmente se podían malinterpretar las cosas y le dijo: -Vete.
-Creo que no.- acarició su mejilla.- No lo entiendo. No entiendo porque alguien tan guapo como tú, famoso y querido en el instituto se hace con la gentuza del instituto. Primero fue el nerd, y ahora el payaso y los hermanos putas.- dijo.- No sabía que tenías esos gustos.
-Yesung. Ya basta.- susurró.
-¡Oh! Pero si yo tengo razón. Sabes bien que te criticaron por hacerte con Choi, ¿qué crees que dirán cuando vean que encima de él, también te haces con Lee y los nuevos? ¿Con las putas?
Entrecerró los ojos y contuvo las ganas de pegarle.
-¿Acaso los conoces?- preguntó, deslizando ambas platas hacia la cocinera.
-No hace falta conocerlos para saber que no son normales. Pelo teñido. No van vestidos como dice el reglamento del centro. Maquillaje. Contestan a los profesores cuando y como les viene en gana. Muy listos.- enumeró.
-¿Vas con TaeMin?- dijo al oír que casi había descrito a Key a la perfección y dudaba que el menor se diferenciara mucho del otro hermano.
-Acertaste.- contestó.- Tendrías que haber visto al renacuajo ese contestar al profesor Han.
-Tsk. A este profesor es normal que alguien le conteste. Es un idiota con mayúsculas.- respondió el otro mientras cogía dos platos de puré.
-Bah. Lo que pasa es que no saben como llamar la atención.- se acercó al oído del otro chico y susurró.- Aunque yo tampoco sé que hacer para que me prestes atención.
-Yesung, ya basta. Ya hemos hablado de eso un millón y medio de veces.- le espetó, empezando a cabrearse.- Búscate a una puta o algo.
-Puede que tengas razón. Y sé quien es el candidato perfecto.- dijo con una sonrisa de lado. Volvió a la mesa y puso una mano al lado de TaeMin, que le miró arqueando una ceja.- Hoi pequeño, ¿qué te parecería acostarte conmigo?
Error. Nunca, pero NUNCA se debía uno decirle eso a TaeMin con su hermano delante. Aunque el menor era capaz de defenderse perfectamente el solito.
-Perdona… ¿pero no que éramos muñequitas?- dijo mientras seguía comiendo como si nada.- Creí que te gustaba Jonghyun hyung.- soltó sin más, sin ver la cara que puso Key.
-Tsk. Jonghyun no es gay.- dijo.- ¿Así qué? ¿Aceptas?
-Por supuesto.- dijo, haciendo que Key rodara los ojos, gesto que los otros dos no entendieron, y el tercero sonrió de forma ladina.- En tus sueños.
La cara de Yesung cambió completamente, su sonrisa desapareció y en ella apareció una mueca de furia, MinHo y Onew con cara de no entender nada, y Key solo soltó una alegre carcajada, aunque en sus ojos se podía ver un profundo dolor.
Key notó como el dolor se había alojado en su pecho al oír las palabras del tipo ese, haciendo añicos las esperanzas que había madurado la noche anterior en medio de su vigilia. Ahora ya no había nada que pudiera hacer, Jong no compartía sus mismos gustos y sabía que no sería correspondido, y que todas esas muestras de afecto y sonrisas por partes del rubio habían sido meras muestras de amistad.
Observó como Yesung abandonaba la cafetería bastante humillado ante las palabras que le había dedicado su hermano y tras las risas que habían resonado tras iniciar la suya. Miró a Jong, quien le sonreía y le indicaba su plato de comida, pero el nudo que sentía en su estómago no le permitió comer mucho y se pasó el rato desplazando la comida de un lugar a otro.
Tae se dio cuenta del cambio de humor de su hermano, y frunció el ceño al no poder saber a que venía o cual era la causa. Dudaba que hubiera sido por el indeseable de Yesung, y que lo había dejado en su sitio tras humillarlo un poquito. Entonces, tomó la decisión de que al llegar a casa intentaría averiguarlo. Odiaba ver a su hermano triste, pero esta vez, su rostro se sentía como si… ¿sintiera dolor?
Última edición por ♫mi-chan♫ el Dom Sep 25, 2011 12:56 am, editado 2 veces
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Me lo traduces al español por favor?^^ Eso es por los fics, o por mi anterior post?
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
shaghashss naa ya no te preocupes, solo escribe xDD
xeat.softnessx
Key
209
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Jajajaja!! OKi, oki. Ahora me toca a mi escribir, que ya me han pasado la primera parte^^ Mañana me pondré a ello, que aquí en España ya es tarde, son las 23:06 y tengo que madrugar.^^
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
esta genial
menecanta
espero que sea
2min cierto? *se ace iluciones*
mentiras aunque...
bueno espero la continuacion
con muchas ancias
menecanta
espero que sea
2min cierto? *se ace iluciones*
mentiras aunque...
bueno espero la continuacion
con muchas ancias
marian
TAEMIN y MINHO me tienta
199
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Bueno marian, como ya dije en la pagina 2como no sé cuando vamos a tardar, dejé ahí dos links para que disfrutan un rato mientras nosotras seguimos escribiendo.
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
apareci!! me agrada saber que la marmota al fin desperto de su sueño! y ya comienzan los problemas, ohh sii crea mas conflicto! asi cuando se solucionen las cosas sera keke tu sabes... n.=
Ustedes juntas son de lo mejor! yeah me gustan los fics de los links... no dare spoilers!
Suerte con la escritura de los fics de aqui! estaremos esperandolos :P sobre todo yo! que los devoro de inmediato wajajaja
Ustedes juntas son de lo mejor! yeah me gustan los fics de los links... no dare spoilers!
Suerte con la escritura de los fics de aqui! estaremos esperandolos :P sobre todo yo! que los devoro de inmediato wajajaja
AliceS5
Taemin
630
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Nee Alice, de cual hablas? Por que claro decir que hay problemas no ayuda mucho XDDD
Bueno, con los fics se hace lo que se puede, es que mi musa para el fic de "Eres y serás mi único San Valentin, hyung" me ha abandonado...la de "El amor no conoce de clases, hyung" esta on fire, el problema es pasarlo al PC! Además hoy estoy feliz porque mi querida profe de español me ha dicho que escribo muy bien, que debo pulir alunas cosas, pero bueno... ya le preguntaré cuales^^
Bueno, con los fics se hace lo que se puede, es que mi musa para el fic de "Eres y serás mi único San Valentin, hyung" me ha abandonado...la de "El amor no conoce de clases, hyung" esta on fire, el problema es pasarlo al PC! Además hoy estoy feliz porque mi querida profe de español me ha dicho que escribo muy bien, que debo pulir alunas cosas, pero bueno... ya le preguntaré cuales^^
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
no si todos estan excelentes, solo decia eso del "conflicto" porque me encanta que las cosas no se les hagan faciles, que sufran muahaha (ok eso no)pero no me hagas caso que estoy loca... ;_; oh! el fic que si le vi conflictos (*-*) fue el de "Eres y serás mi único San Valentin, hyung" me quede intrigada con el sufrimiento de Tae pero waaaaaa noo!! busquemos a esa musa!! D:
me gustan bastante todo lo que escribes, no por algo me los devoro :3 waaa tu profesora de lite.. tiene razon! yo tambien opino lo mismo!
Estare esperando esos caps que estan en proceso! y siempre leo tus historias de "vacaciones.." y "balada para 3"
me gustan bastante todo lo que escribes, no por algo me los devoro :3 waaa tu profesora de lite.. tiene razon! yo tambien opino lo mismo!
Estare esperando esos caps que estan en proceso! y siempre leo tus historias de "vacaciones.." y "balada para 3"
AliceS5
Taemin
630
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Bueno...Después de casi un mes de subir el primer capi... Aquí tenéis el segundo! Esperamos que lo disfrutéis y, como siempre, se aceptan críticas^^
Al acabar todas las clases, Key y Tae caminaron en silencio hasta su hogar.
Uno preocupado por su hermano, y el otro recordando una y ora vez lo que había sucedido en la cafetería. Se sentía dolido ya que había puesto sus esperanzas en él, pero ahora éstas habían empezado a desvanecerse y eso provocó que, durante el resto de clases, se mantuviera frío y distante, protegiéndose.
Tae había podido vislumbrar el dolor que había golpeado a su hermano durante la comida y, aunque no estaba del todo seguro, sospechaba que tenía que ver con su nuevo amigo Jong. Key nunca se abría con esa facilidad a nadie, pero esta vez si lo había hecho, y sabiendo los gustos de su hermano, pensaba que Jong acabaría siendo algo más que un amigo en el corazón del moreno.
Una vez que entraron en la casa, Tae se dispuso a averiguar la razón de su ensimismamiento para así, poder ayudar a su hermano, la persona más importante para él.
-Key, ¿podemos hablar?- preguntó el más joven, agarrando la mano de su hermano, que ya se disponía a subir a su habitación y, seguramente, encerrarse en ella.
Lo miró durante unos largos segundos y supo que no podría escapar de esa charla, que su hermanito terminaría insistiendo hasta que finalmente le contara que era lo que le sucedía. Confiaba plenamente en él, y tal vez no fuera mala idea hablar con alguien.
-Sí, pero vayamos a mi habitación- estrechó la mano que aun agarraba la suya y subió las escaleras, seguido por su hermano.
Ambos entraron en la habitación del mayor, dejando sus mochilas en cualquier parte y sentándose en la cama.
-¿Qué es lo que ha pasado en el comedor?- siempre al grano, con Key, uno tenía que ser claro y no andarse por las ramas.
-Yo…bueno, sabes que nunca he estado enamorado. He sentido atracción o incluso cariño por otra persona, pero jamás amor.- suspiró derrotado- Bien, pues sé que puedo llegar a enamorarme y tengo miedo a no ser correspondido- miró a su hermano, dejando su tan habitual máscara y mostró la angustia que sentía.
-Es Jong, ¿verdad?- sabía que algo así pasaba. Muchos hombres y mujeres habían confesado su amor por Key, pero él las había rechazado todas, alegando no sentir lo mismo que ellos.
Conocía a su hermano perfectamente y sabía con seguridad de que estaba empezando a sentir algo por su nuevo compañero, algo serio.
-Sí, lo es.- miró a su hermano y luego bajó la mirada, entristecido- Pero no le gustan los hombres, Tae. Por eso, antes de que no sea capaz de controlar lo que siento, prefiero poner distancia entre nosotros.
Tae soltó un suspiro: Key estaba cerrándose a toda posibilidad, sin ni siquiera luchar, rindiéndose antes- Key…¿cómo sabes lo que a él le gusta? ¿Se lo has preguntado? ¿Te lo ha dicho él?
Key negó con un movimiento de cabeza a las preguntas que Tae le había hecho: -No, no me lo ha dicho, pero sí pude ver la cara que puso de hastío ante los avances de aquel imbécil que se le insinuaba en la cafetería- volvió a apartar la mirada de su hermano y ocupó sus manos en estirar un hilito suelto de la colcha de su cama- Además, lo dijo bien claro, ¿no? A Jong no le gustan los hombres.
Tae tuvo que esforzarse para poder oír la última frase. Todo su dolor se reunía en torno a esa última frase, la que había roto cualquier esperanza, y el pequeño lo sabía.
-No creo que debas tirar la toalla- se acercó a su hermano y lo abrazó. Sabía que, por mucho que lo deseara en estos momentos, Key no podría huir de los sentimientos que habían empezado a florecer y que con el tiempo, aunque intentara evitarlo, se harían más fuertes.
Pasaron el resto de la tarde hablando sobre otras banalidades, su madre, las clases, sus nuevos compañeros, hasta que la hora de la cena llegó.
-¿Te sientes mejor?- preguntó Tae con una sonrisa que creció ante la afirmación de su hermano- Sólo prométeme que lo pensarás mejor. ¡Vamos Key! Tú eres capaz de cualquier cosa.- dándole un golpecito en el hombro, ambos abandonaron la habitación y se reunieron con su madre, quien esperaba a sus dos hijos con la cena lista.
Key tardó en dormirse esa noche, pensando en lo que su hermano le había dicho, pero no era capaz de tomar una decisión. La única conclusión a la que
pudo llegar era que debía observar mejor la actitud de Jong, tal vez así encontrara alguna pista que cambiara el rumbo de su suerte.
Pero KiBum no era el único que no podía dormir: TaeMin estaba tumbado bocabajo en la cama, con la cabeza ladeada, jugando con uno de los mechones de su propio pelo, completamente metido en sus pensamientos.
El chico que iba con su hermano le había llamado mucho la atención. MinHo.
Era muy guapo, pero al parecer escondía todo su potencial bajo aquellas gafas de pasta negra, con el cabello alborotado y cayendo por todos lados. A través de dichas gafas pudo ver unos enormes y preciosos ojos negros.
Soltó un suspiro mirando el tejado de su cuarto. Cogió una bata de color blanco, se puso
sus pantuflas y salió al balcón de su cuarto, mirando la ciudad.
Un escalofrío recorrió su cuerpecito por el frío, más él no sabría decir si fue por eso o por la imagen de MinHo.
Cerró los ojos y le visualizó otra vez, pero quitándole las gafas y el pelo de la cara, pensando en lo guapo que se vería: el pelo moreno, sus ojos grandes y cálidos, su cara libre de impurezas (exceptuando aquellas horribles gafas), y sus labios…mmmm…sus labios se veían suaves y carnosos.
Se apoyó en la barandilla y dejó que el aire helado de la noche golpeara su rostro con fuerza.
Hablaba de forma tranquila y sin prisas, con una voz suave, cálida y grave. Se veía muy inteligente y al parecer le gustaba leer, como a él. Y era muy simpático. Solo habían hablado unos minutos, pero MinHo había conseguido despertar emociones en TaeMin que él menor no conocía. O más bien que no sabía que él podía sentir.
Nunca nadie se había preocupado en hablarle como si no fuera un bicho raro como lo había hecho MinHo, exceptuando a su hermano, obviamente. Toda la gente con la que había hecho “amistad” solo estaba ahí para que él les ayudara, nunca para saber como estaba, y el mayor se lo había dicho. Le había preguntado como estaba, cosa que nunca le habían preguntado, por lo que no supo responder con claridad y solo atinó a asentir con la cabeza, cosa que le hizo sonreír.
Al cabo de un rato, cuando el frío ya se había metido en su cuerpo buscó refugio entre sus sabanas, quedándose dormido al poco rato.
Habían quedado a la pastelería de los padres de Jonghyun para merendar. Cuando los dos hermanos llegaron a la hora acordada (habían ido a casa para cambiarse de ropa), los otros tres ya estaban sentados en una de las mesas.
-Hola.- se sentaron en las sillas: una al lado de Onew y la otra al de Jong, y conociendo a su hermano, TaeMin se sentó al lado de Jong, y su hermano le miró agradecido antes de sentarse al entre Onew y el menor.
-Voy a por la comida.- dijo Jonghyun.- ¿Qué queréis?
-Yo pastel de fresas por favor.- dijo el menor, sonriéndole al rubio, que asintió, devolviéndole la sonrisa.
-Yo de melocotón.- dijo MinHo.
-Yo de café.- dijo el mayor de todos.
Solo faltaba Key, pero este no dijo nada, cosa que extrañó a todos. Su hermano achicó un poco los ojos y negó con la cabeza.
-¿KiBum? ¿Tú que quieres?- preguntó.
-Nada.- dijo fríamente.- Ahora no tengo hambre.
-Es…está bien.- dijo confundido el otro al ver como lo trataba.
Se estaba repitiendo lo de ayer en la tarde en las clases de la tarde. Y aquello le dolía Jonghyun.
Volvió con los pedidos de cada uno y los dejó en la mesa con demasiada fuerza, cosa que les extrañó a los cuatro.
-¿Estás bien, Jong?- le preguntó su buen amigo MinHo al verle comportarse de aquel modo tan anormal en él.
Negó con la cabeza, dejándose caer en la silla, sin despegar la mirada de KiBum que se miraba las uñas como si fueran lo más interesante en todo el mundo.
-Voy a por pastel.- dijo de repente, levantándose de su silla.
-Yo voy por él, ¿de qué lo quieres?- se ofreció el rubio, que se quedó paralizado ante la mirada que le echó el chico de las mechas rosadas.
-He dicho que voy yo.- dijo antes de irse.
-No te preocupes hyung.- dijo el menor de todos.- No tiene un buen día.
“O eso espero”pensó. “Porqué si no tendré muchos problemas por su culpa”
Key volvió con su mousse de piña y su hermano le robó una cucharadita, a lo que el mayor de los hermanos correspondió cogiendo un poco del de fresas del de TaeMin, sonriendo dulcemente al ver la mueca de TaeMin.
Y Jonghyun sintió otra vez el cosquilleo molesto en su estómago y los celos de no ser él el que recibía tal sonrisa pero sí la frialdad que le destinaba el menor.
-No sé como puedes comer eso tan dulce Baby.- dijo mientras hacía una mueca al tragar el pastel
-Ya sabes, soy adicto al azúcar. Además nadie te obligó a robarme de mi pastel.- dijo sonriendo con superioridad.
Siguieron comiendo y todos se dieron cuenta de que el tono de voz de Key cambiaba de hablar con ellos a hablar con el rubio.
-TaeMin, nos tenemos que ir.- dijo el mayor al menor que hablaba animadamente con MinHo.- Tenemos que hacer la cena.
-Vale.- se levantó y estuvo a punto de besarle la mejilla al otro, pero pensó que sería muy descarado por su parte.- Adiós hyungs. Nos vemos mañana en clase Onew hyung.
Salieron de la pastelería y TaeMin miró suspicazmente a su hermano mayor, cogiendo su mano.
-¿Qué fue eso Key?- dijo al entrar en la intimidad de su casa.
-¿Qué fue el qué?- le rebatió dejando su abrigo en la percha de la entrada, colgando en su hermano mientras ese guardaba los zapatos.
-Vamos Key…Sabes a que me refiero.- entraron en la cocina para hacer la cena.- ¿Por qué le trataste mal si él te gusta? A veces no te entiendo hermanito.
-Yo…no lo sé…- admitió al final.- Solo…no hablemos de eso.
Hicieron la cena, lavaron los platos entre bromas de hermanos y se fueron a dormir, pero algo sorprendió al mayor.
-Key…¿podemos dormir juntos hoy?- le preguntó luego de haberse puesto el pijama.
-Claro.- le hizo espacio en la cama y él pequeño se metió en ella, abrazando al mayor.- ¿Qué ocurre?
-Nada.- dijo y le miró sonriendo.- Solo que me apetecía dormir contigo. Como antes. Siento como si nos hubiéramos distanciado mucho desde hace un tiempo, y no me gusta.
-Tae…Yo siempre estaré aquí para ti y lo sabes.- le besó la frente y le acarició el pelo.- Duerme.
Cerraron los ojos y se durmieron abrazados. Y en esa pose los encontró su madre, que acarició sus pelos y besó sus frentes para luego cubrirles mejor.
Desde que habían llegado a clase, lo único que había recibido de Key era una fría indiferencia, que lo tenía bastante irritado. Había intentado hablar con él en diversas ocasiones, pero el moreno, aunque contestaba, lo hacía de una manera muy seca y cortante, matando cualquier intento de conversación.
Ahora se encontraba ahí, parado en medio de la pista de baloncesto, observando la espalda de Key, el cual se acercaba a Min.
El hecho es que, la profesora de gimnasia les había pedido que se pusieran en parejas para poder hacer algunos estiramientos y ejercicios, y Jong, queriendo intentar de nuevo acercarse a Key, le había pedido para ser su compañero. El moreno, haciendo gala de toda su frialdad, le dio un escueto no y lo dejó ahí, plantado y boqueando como un bobo en busca de algo que rebatirle.
El dolor en el pecho se iba acrecentando con cada rechazo y, el verlo reír con MinHo aumentaba aún más su desdicha. Finalmente tuvo que hacer los ejercicios con otro compañero, teniendo un ojo puesto en aquellos dos.
Cuando la clase finalmente acabó, ayudó a la profesora a recoger el material que habían utilizado, no queriendo encontrarse de nuevo con Key.
Pero, como de costumbre, la suerte no andaba de buenas con él, así que, cuando llegó a los vestuarios, solamente estaban MinHo, quien terminaba de vestirse, y Key.
Sus piernas quedaron totalmente pegadas al suelo. Nunca pensó ver algo tan perfectamente maravilloso en su vida. Key, totalmente desnudo, se encontraba bajo la ducha. Las gotitas, tremendamente osadas, resbalaban impunes por ese cuerpo tonificado. Unas largas piernas, con unos muslos incitantes que daban paso a unas nalgas redondas y aparentemente duras. La curva de la baja espalda, donde el agua era retenida durante unos segundos antes de deslizarse por entre sus glúteos, una cintura estrecha y una espalda delicada y perfecta, que se unía ha ese cuello níveo y esbelto.
Sabía que se estaba excitando, estaba seguro que si no apartaba los ojos de ese ángel, terminaría con una dolorosa y notable erección, pero le era imposible dejar de mirar una y otra vez su cuerpo, de arriba a bajo, y viceversa, deteniéndose sobre todo en sus preciosas nalgas y deseando tocarlas, lamerlas y estar entre ellas.
Pero de repente, un codazo en sus costillas le hizo salir de su visión idílica y tremendamente erótica, quejándose del dolor al ver a MinHo a su lado.
-¿Qué coño te pasa?- se sobó sus costillas exagerando un poco y frunció el ceño mirando a su amigo.
-A mí nada, ¿y a ti?- alzó una ceja y se cruzó de hombros- Parecía que querías comértelo, enterito.
-Ehhhh…esto- se rascó la nuca y miró sus zapatos con sumo interés para evitar que viera su sonrojo- No sé de qué me hablas.
-Ya…claro- se sentó en el banco y miró a su amigo.
-Yo voy a clase, nos vemos ahí- dijo Key, una vez vestido, saliendo de los vestuarios y dejando a solas a los dos chicos.
Los dos pares de ojos siguieron la silueta del chico y cuando despareció cerrando la puerta, MinHo se giró para mirar a su mejor amigo (y para que negarlo, único hasta hacía un par de días) a la espera de que dijera algo.
-¿Vas a explicarme o tengo que adivinarlo yo, Jong?- le dijo.
-¿Qué quieres que te explique?- intentó escaquearse, aun a sabiendas que con MinHo no funcionaría.
-Kim Jonghyun, será mejor que me digas o sino…
-¿O sino qué?- dijo altivamente.- ¿Dejarás de hablarme?
-No. Dejaré de ayudarte con inglés.- le amenazó arqueando una ceja con altanería.- Y ya sabes que pasará si suspendes una sola asignatura otra vez, ¿no?
Por supuesto que lo sabía: le echarían del equipo por malas notas, sus padres le harían trabajar el doble en la pastelería y tendría que ir a hablar otra vez con el director.
-Eres perverso Choi.- le dijo mientras se dejaba caer en banco a su lado.- ¿Qué es lo que quieres saber?
-Todo.- y Jonghyun supo que no se podría librar de aquella charla.
Charla que hacía tiempo que debería haber tenido con el moreno. Incluso desde antes de que llegaran los hermanos al centro.
Respiró hondo y clavó sus ojos en los azulejos de las duchas, más específicamente de la ducha en donde había estado KiBum escasos minutos
atrás, como si aun pudiera ver la silueta del chico con el agua resbalar por su hermoso y perfecto cuerpo.
-Sigo esperando Jonghyun.- le dijo el otro cruzándose de brazos a su lado, mirándole con el ceño fruncido.- ¿Qué es lo que me tienes que decir? Mira que sabes que la paciencia no es un don que me fuera concedido, precisamente.
-A ver MinHo, mira es que yo…yo…yo soy…gay.- dijo titubeante, mirando casi con espanto a su mejor amigo.
-Eso ya lo sé.- le dijo suspirando con pesadez- ¿Ahora me dices porqué narices estabas mirando con tanto interés a KiBum?
¿Cómo que ya lo sabía? ¿Cómo lo sabía si él no se lo había dicho?
-¿Cómo lo sabes?- preguntó sorprendido.
-Vamos Jong…te conozco mejor que nadie, lo sabes.- le dijo sonriendo amigablemente, dándole ánimos para seguir.- ¿Sabes qué? Vamos a tomar algo al bar de delante la escuela. Quiero que me lo cuentes, así que mejor nos ponemos cómodos.- tiró de su brazo y tras coger sus cosas y de salir a hurtadillas del recinto, entraron al bar de delante el instituto y subieron a la parte de arriba, donde había unos sillones.- A ver, cuenta, ¿qué pasa con Key?- pidieron dos coca-colas y cuando el camarero se las trajo y se fue, decidió empezar a contar.
-No.- dijo después de pensarlo unos segundos.- ¿Cómo sabías tú lo que era?
-Vamos Jong…Uno: Has rechazado a las chicas más lindas de todo el instituto y no es porqué tengas novia, porqué sé que no tienes, ya que té pasas todo el tiempo o conmigo o trabajando con tus padres; Dos: sé que en tu móvil tienes fotos de actores y otros sin camiseta.- los colores subieron a su rostro al verse descubierto.- Tres: Siempre evitas entrar a las duchas si hay alguien más, por lo que tú siempre eres o el primero o el último en entrar. Y si hay algún chico intentas no mirarle o al contrario, no despegas tus ojos de él. Cuatro: te has quedado embobado viendo a Key antes, lo que me lo ha acabado de confirmar.
Tenía los ojos muy abiertos, tanto que de seguro que si le dieran una colleja le caerían.
-¿Po…porqué no te alejaste de mí?- le cuestionó sorprendido.
Le miró fijamente antes de responder: -Eres mi único amigo, Jong, no te iba a dejar por algo tan trivial como eso. Además, yo también soy gay.- dijo antes de dar un sorbo a su refresco.
-¿Q-qué?- dijo mirándolo como si estuviera loco.
-Eso. Yo también lo soy.- repitió.- ¿Tan raro es?
-No…es sólo que me sorprendió.- entonces le miró achicando los ojos.- ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-Porqué ha diferencia de ti, yo no tengo más amigos- dijo pesadamente el otro chico, mirando apenado el limón en su bebida, jugando a hundirlo con una pajita.- Porqué no quería quedarme solo otra vez.
Boqueó como un pez y corrió a sentarse al lado del “nerd” y lo abrazó.
-Pero Min…yo jamás te hubiese dejado por algo así.- le dijo antes de sonreírle y de acariciar su cabeza como si fuera un niño pequeño.- Eres el mejor amigo que alguien puede tener. No te dejaría ir de mí lado nunca, ¿quién me daría las clases de inglés?
Le devolvió el abrazo y se quitó las gafas para poderse limpiar los ojos, y le miró sonriente.
-Sigo sin entender porqué vas con esas horrorosas gafas. Estás mucho más guapo sin ellas. Con eso no se ven esos ojos que tienes, Keroro.
Hizo una mueca al oír como le llamaba por aquel mote “cariñoso” que él mismo le había puesto. -No me llames así…Puppy.- se la devolvió sonriendo al ver la cara que puso.- ¿Y no veníamos hablar de ti y de KiBum?
Pues no. No, no lo había olvidado. Se hundió en el sillón y bufó.
-Yo no sé que me pasa con él…cuando estoy a su lado me siento muy feliz- le dijo haciendo deditos.- Y su cuerpo…Es que es tan lindo…- dijo en un susurro.
-¿Pero que es lo que sientes cuando estás a su lado?- insistió el de cabello largo.
-Siento como cosquillas en el estómago, como todo es más colorido, como si nada pudiera salir mal.- dijo.- Y no sé por qué ahora me evita y se porta muy frío conmigo. Es totalmente lo contrario del día que nos conocimos: aquel día me contó toda su vida, y ahora me mata cualquier tipo de conversación que intento tener con él.- se lamentó.- ¿Qué crees que pueda haberle hecho?
-A ver, Puppy…acaban de llegar a la ciudad, quizás se añoré, o se esté adaptando. Yo qué sé…¿Por qué no hablas con TaeMin? Son muy cercanos, quizás él sepa algo.
-Supongo que tienes razón…- dijo y mordió el limón distraídamente.
-Otra pregunta.- dijo el moreno.-¿Cómo supiste que eras gay?
Al parecer, al contrario que Jonghyun, a MinHo no le apenaba decir lo que era.
-Bueno…esto…fue cuando…cuando me di cuenta que a pesar de todas las chicas que me pedían de salir conmigo ninguna me parecía linda.- admitió y luego se coloreó seguramente hasta las raíces del pelo.- Cuando me di cuenta de que me ponía caliente cada vez que veía a un chico desnudo en las duchas sin poderlo evitar.- al otro se le escapó una pequeña carcajada y le miró mal, haciéndole callar.- No te rías. ¿Cuándo lo supiste tú?
Se encogió de hombros y le miró, poniendo un dedo en su mentón, parpadeando varias veces antes de responder.
-Debía detener unos trece años. Una niña me besó y me dio muchísimo asco y entonces vi que algo en mi no estaba bien, por qué a ver, ¿a quién le daría asco que la chica más linda de su clase le besara?
-A mí me daría.- dijo simplemente.
Le sonrió y siguió con su relato: -El año siguiente, fue al revés: un chico me dio un beso y si bien no había habido “fuegos artificiales”- hizo comillas con
los dedos al decir aquello.- me gustó. Y entonces vi que era lo que me sucedía: me gustaban los chicos, era homosexual.
-¿Y es la primera vez que se lo dices a alguien? ¿Has tardado 4 años en decírselo a alguien?
-Mis padres lo saben, Jong.- dijo arqueando una ceja.
-¿Y lo aceptaron?- dijo alucinado: si él se lo decía a su padre, este de seguro que le daba una paliza impresionante. Y su madre…su madre seguramente lo aceptaría.
-Mis padres son muy liberales, Jong.- le respondió el otro.- Pero si ya sabes que ni siquiera están casados y que cada uno hace lo que quiere. En todos los sentidos.
-Cierto. Si nuestros padres se conocen de seguro que nos separan.- aseguró.- Son muy distintos los unos de los otros.
Se pasaron el resto de la hora riendo y bromeando, pero cuando llegó el cambio de clases, volvieron a entrar al instituto y entraron en la clase que les tocaba entonces: Inglés.
Se había pasado el día evitando a Jong y, aunque había sido bastante insistente, no había querido hablar con él. Sabía que su actitud estaba siendo bastante infantil, pero no quería salir dañado por hacerse falsas ilusiones que después, irremediablemente, no se cumplirían.
Durante el camino a casa, después de las clases, su hermanito había estado intentando convencerlo de que cambiara su actitud, pero él no estaba seguro de querer hacerlo. Y si siendo amigos no le bastaba? Sabía que si seguía tratándolo, llegaría el momento en que terminaría perdidamente enamorado de él y no quería sufrir por un amor completamente unilateral hacia un tipo hetero.
Estaba en la caja terminando de pagar las cosas que su hermano le había mandado comprar, cuando una voz, de por si muy familiar, le saludó.
-Hey, Key!- saludó Jong desde la caja de al lado con una inmensa sonrisa.
Key, para no parecer descortés ante tanta gente, levantó la mano tímidamente y siguió a lo suyo. Se dio prisa en pagar y, tras recoger las dos bolsas que contenían su compra, salió deprisa del colmado. Pero la suerte no parecía estar de su lado, ya que no llevaba más de diez pasos, cuando Jong se situó a su lado, sonriendo feliz.
-Que casualidad, no crees?- intentó romper el hielo.
-Si tú lo dices- se encogió de hombros, sin ni siquiera molestarse en mirarlo y siguió su camino.
Jong, quien se había puesto serio, había decidido hablar en serio con el moreno- oye Key, he hecho algo que te molestara?- dijo con voz entristecida y mirándolo fijamente, cuando éste se había girado al oír la pregunta.
Key notó como su pecho dolía al ver esos ojos entristecidos. Él estaba causando eso? No podía seguir tratando de forma tan mezquina a su nuevo amigo, estaba comportándose de una forma totalmente egoísta y el chico frente a él no se merecía ese trato. Así que, resignándose y sabiendo que en un futuro lo pasaría bastante mal, decidió dar su brazo a torcer. Le dedicó una agradable sonrisa y le contestó a su pregunta- no, Jong, no me pasa nada.
Ante esa sonrisa, Jong sintió como miles de mariposas danzaban felices en su estómago- en serio? Es que…estabas raro conmigo- le dijo mientras se acercaba a Key.
El moreno no sabía que escusa poner- creo que me molestó que seas amigo de ese tipo del comedor- en realidad no había mentido, realmente le molestaba, mucho- después de que nos llamara de esa manera y se propasara con Tae…pues, me molestó.
-Ohhh…pero no es mi amigo. Es un pesado que no me deja en paz, pero no deberías hacerle caso, es un gilipollas que se cree la gran cosa- le contestó bastante aliviado al saber el motivo de su actitud con él.
-Esta bien, ya Tae me riñó lo suficiente- se rascó la nuca, bastante nervioso, ya que estaban caminando, muy pegado uno al otro, rozando sus hombros constantemente
-Menos mal. La verdad es que estaba muy preocupado por si había hecho o dicho algo que te hubiera molestado. Normalmente soy un bocazas y suelo decir las cosas sin pensar, jejeje- estaba histérico por la proximidad de Key, por estar a solas, por percibir su olor y anhelar esos labios que no dejaban de humedecerse una y otra vez y que terminarían por volverlo loco.
Key suspiró tranquilo al ver que debían separarse para llegar a sus respectivas casas- bueno…nos vemos mañana en clase- le sonrió tímidamente antes de proseguir su camino.
-Sí, hasta mañana- se despidió Jong con una sonrisa amplia y radiante, viendo como Key se alejaba.
La verdad es que lo que le había dicho no le había convencido. ¿Estaría celoso de
Yesung? ¿Podía ser cierto? La cuestión es, que tras darle muchas vueltas y tras la conversación con MinHo, había llegado a la conclusión de que intentaría hacer todo lo posible para que Key se enamorara de él. Pero...¿Cómo podía saber si Key era gay?
Necesitaba algo de información y la voz de MinHo le dio la solución al recordar su recomendación. Tendría una charla con Tae y le preguntaría si Key era gay y si tenía alguna posibilidad. Tal vez quisiera ayudarle, nada perdía con probar, ¿no?
Al día siguiente, aunque Key se mostraba mucho más accesible con Jonghyun, seguía estando un poco distante, sobretodo cada vez que Jonghyun intentaba acariciarle o le picaba el brazo para llamarle la atención pues el peli-rosa se apartaba un poco de él, sonriéndole suavemente, como pidiéndole perdón.
Y un millón de preguntas asaltaron la joven mente del deportista: Si MinHo había sido capaz de ver que era gay, Key también habría podido notarlo, ¿no? ¿Quizás era homofóbico? ¿O es que había dejado una pareja en la otra ciudad?
Aquella posibilidad le estremeció el corazón y le hizo agarrar el lápiz con algo más de fuerza.
Le miró de reojo y se quedó embobado viéndole; hoy le encontraba más hermoso de lo normal: iba con los pantalones del instituto y los había hecho un poco más bajos, llevaba la camisa con los dos primeros botones sin abrochar, la corbata en un nudo flojo y gracias a ello pudo ver el pequeño medallón que relucía justo en donde empezaba el pecho y terminaba el cuello y lo que colgaba de la cadenita era… ¿era un corazón?
El mundo se le vino abajo al ver que si tenía a un enamorado y fijo sus ojos en su cuaderno y empezó a dibujar corazoncitos a pesar de saber que ahora ya era un amor imposible.
Key fijo los ojos en el cuaderno de Jong y pudo ver los pequeños corazones que adornaban todo el borde inferior y sintió como su corazón se partía en dos. Sabía que había hecho mal al escuchar a su hermano y al dar su brazo a torcer con Jonghyun.
De ahora en adelante solo sufriría por un amor no correspondido.
Pasaron toda la mañana en silencio y cuando llegó la hora del almuerzo, Jonghyun salió corriendo al encuentro del menor de los hermanos y cuando lo encontró, lo cogió del brazo y tiró de él.
-¡Oye! ¿Qué haces?- dijo el pequeño bastante molesto por aquello.- Estaba hablando con Onew hyung.- dijo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
-Lo siento TaeMin, pero tengo que hablar contigo de algo que es de suma importancia vital.- le dijo una vez estuvieron a fuerza del recinto.
-Está bien. Pero me tendrás que invitar a pastel de fresas de tu madre esta tarde.- le dijo mirándole sonriente.
-Está bien.- le dijo.- Yo…quería preguntarte algo.- le confesó mirando al suelo.
-¿Qué? ¿Qué es eso de “vital importancia”?- preguntó: la paciencia no estaba entre sus virtudes.
-Yo… ¿Tú eres gay?- le soltó de golpe, a lo que el otro respondió riendo alegremente.- ¿Qué? ¿Acaso he dicho algo gracioso?
-¿Tú que crees?- le dije mientras ponía una mano en sus caderas.
-Ehh…- dijo sin saber que responder.
-¡Claro que lo soy!- exclamó el peli-rojo, burlón.- ¿A qué viene eso?
-Es que…yo bueno…tu hermano…- dudo el mayor.
-¿Qué pasa con KiBum?- exigió saber el menor. Bajó la mirada algo avergonzado y jugó
con el borde de la camiseta.- ¿Qué pasa con él, Jonghyun hyung?
-¿Él…él también lo es?
-¿El qué? ¿Gay?- asintió.- Claro, ¿por qué la pregunta? ¿Acaso te gusta mi hermano?-
Los colores invadieron la cara del mayor que empezó a boquear.- Tomaré eso como un sí.
-Yo…quería saber si tendría alguna posibilidad con él.- dijo obviamente avergonzado el mayor.
-Puede. Mira…Key ha esperado toda su vida por el hombre de sus sueños, el hombre perfecto, su príncipe azul.- explicó el pequeño cruzando sus brazos sobre su pecho.- A ver…Key gusta de ti- una amplia sonrisa cruzó la cara del rubio- pero como le hagas daño una sola vez, haré todo lo que esté en mi mano para que no vuelvas a acercarte nunca más a él en su vida, ¿te quedó claro?
-Sí.- dijo seriamente.- Jamás le haría daño. Yo…realmente me gusta, lo quiero. Cuando él está a mi lado todo es más bonito, no tanto como él obviamente. Siento como si a su lado todo fuera posible, como si pudiera alcanzarlo todo. A su lado soy feliz. Conocerlo es lo mejor que me podía haber pasado en la vida.
-Realmente quieres a mi hermano, ¿verdad?
-Por supuesto. No sería capaz de dañarle. Solo hacía un día que le conocía, pero cuando empezó a evitarme y a alejarse de mí…el mundo se me fue a los pies.- sus ojos se ensombrecieron al recordar el trato que le daba el moreno.- ¿puedo preguntarte otra cosa?
-Ya qué me has arrastrado hacia aquí, no veo por qué no.- dijo.
-¿Key…tubo un enamorado en la otra ciudad? Uno novio, quiero decir.
Parpadeó confuso y negó con la cabeza.
-No. Jamás hemos tenido pareja. Fue un pacto que hicimos de pequeños.- se encogió de hombros, quitándole importancia.
-¿Un pacto?- dijo sorprendido.
-Sí. Hasta que yo no tuviera los 18, ninguno de los dos podrías salir con nadie.
-Pero…pero eso es muy egoísta.- le reprochó
-¿Tú tienes hermanos?- negó con la cabeza.- Entonces no puedes saber que es vivir con el miedo de quedarte solo, de quedarte con sin el hermano que siempre te ha protegido y al que quieres con toda el alma.- dijo seriamente.
Y era cierto: el mayor miedo con el que vivían ambos hermanos era que el otro se alejara de él, de quedarse solos sin nada a lo que aferrarse. Porqué sí bien sabían que no les sería nada complicado encontrar a alguien dispuesto a estar con ellos, también sabían que seguramente para esa persona solo serían un juego o que, ellos no sentirían lo mismo.
-Lo siento…No quería criticaros.- dijo.- Pero si no tiene ningún novio ni ha tenido…¿qué es el medallón que lleva colgando?
-Ahh…te refieres al corazón…Nos los regaló nuestra mejor amiga.- sacó uno igual de entre sus ropas y le miró, sonriente.- No es nada. Solo que le dio mucha pena que nos fuéramos y los tres tenemos un igual, con una foto de los tres.- lo abrió y se lo mostró.- No me importa que salgas con Key, es más, si eres capaz de hacerlo feliz, adelante, pero no le pidas aun por salir, en primera porqué te rechazará y porque le gusta hacer las cosas lentamente. Es muy perfeccionista con todo, ¿entendido?
-Sí. ¡Gracias TaeMin!- se lanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.
Y por la esquina llegaron Key y MinHo que se quedaron parados al ver la escena: MinHo sintió un cosquilleo molesto en su pecho, no le gustaba verles abrazados de aquel modo, no quería su mejor amigo lo abrazara. Por otro lado, los ojos de Key se aguaron al ver aquella escena, ¿Tae se había aprovechado de su confianza para declararse antes con el rubio? ¿También estaba enamorado de él?
Bueno que les ha parecido?
Al acabar todas las clases, Key y Tae caminaron en silencio hasta su hogar.
Uno preocupado por su hermano, y el otro recordando una y ora vez lo que había sucedido en la cafetería. Se sentía dolido ya que había puesto sus esperanzas en él, pero ahora éstas habían empezado a desvanecerse y eso provocó que, durante el resto de clases, se mantuviera frío y distante, protegiéndose.
Tae había podido vislumbrar el dolor que había golpeado a su hermano durante la comida y, aunque no estaba del todo seguro, sospechaba que tenía que ver con su nuevo amigo Jong. Key nunca se abría con esa facilidad a nadie, pero esta vez si lo había hecho, y sabiendo los gustos de su hermano, pensaba que Jong acabaría siendo algo más que un amigo en el corazón del moreno.
Una vez que entraron en la casa, Tae se dispuso a averiguar la razón de su ensimismamiento para así, poder ayudar a su hermano, la persona más importante para él.
-Key, ¿podemos hablar?- preguntó el más joven, agarrando la mano de su hermano, que ya se disponía a subir a su habitación y, seguramente, encerrarse en ella.
Lo miró durante unos largos segundos y supo que no podría escapar de esa charla, que su hermanito terminaría insistiendo hasta que finalmente le contara que era lo que le sucedía. Confiaba plenamente en él, y tal vez no fuera mala idea hablar con alguien.
-Sí, pero vayamos a mi habitación- estrechó la mano que aun agarraba la suya y subió las escaleras, seguido por su hermano.
Ambos entraron en la habitación del mayor, dejando sus mochilas en cualquier parte y sentándose en la cama.
-¿Qué es lo que ha pasado en el comedor?- siempre al grano, con Key, uno tenía que ser claro y no andarse por las ramas.
-Yo…bueno, sabes que nunca he estado enamorado. He sentido atracción o incluso cariño por otra persona, pero jamás amor.- suspiró derrotado- Bien, pues sé que puedo llegar a enamorarme y tengo miedo a no ser correspondido- miró a su hermano, dejando su tan habitual máscara y mostró la angustia que sentía.
-Es Jong, ¿verdad?- sabía que algo así pasaba. Muchos hombres y mujeres habían confesado su amor por Key, pero él las había rechazado todas, alegando no sentir lo mismo que ellos.
Conocía a su hermano perfectamente y sabía con seguridad de que estaba empezando a sentir algo por su nuevo compañero, algo serio.
-Sí, lo es.- miró a su hermano y luego bajó la mirada, entristecido- Pero no le gustan los hombres, Tae. Por eso, antes de que no sea capaz de controlar lo que siento, prefiero poner distancia entre nosotros.
Tae soltó un suspiro: Key estaba cerrándose a toda posibilidad, sin ni siquiera luchar, rindiéndose antes- Key…¿cómo sabes lo que a él le gusta? ¿Se lo has preguntado? ¿Te lo ha dicho él?
Key negó con un movimiento de cabeza a las preguntas que Tae le había hecho: -No, no me lo ha dicho, pero sí pude ver la cara que puso de hastío ante los avances de aquel imbécil que se le insinuaba en la cafetería- volvió a apartar la mirada de su hermano y ocupó sus manos en estirar un hilito suelto de la colcha de su cama- Además, lo dijo bien claro, ¿no? A Jong no le gustan los hombres.
Tae tuvo que esforzarse para poder oír la última frase. Todo su dolor se reunía en torno a esa última frase, la que había roto cualquier esperanza, y el pequeño lo sabía.
-No creo que debas tirar la toalla- se acercó a su hermano y lo abrazó. Sabía que, por mucho que lo deseara en estos momentos, Key no podría huir de los sentimientos que habían empezado a florecer y que con el tiempo, aunque intentara evitarlo, se harían más fuertes.
Pasaron el resto de la tarde hablando sobre otras banalidades, su madre, las clases, sus nuevos compañeros, hasta que la hora de la cena llegó.
-¿Te sientes mejor?- preguntó Tae con una sonrisa que creció ante la afirmación de su hermano- Sólo prométeme que lo pensarás mejor. ¡Vamos Key! Tú eres capaz de cualquier cosa.- dándole un golpecito en el hombro, ambos abandonaron la habitación y se reunieron con su madre, quien esperaba a sus dos hijos con la cena lista.
Key tardó en dormirse esa noche, pensando en lo que su hermano le había dicho, pero no era capaz de tomar una decisión. La única conclusión a la que
pudo llegar era que debía observar mejor la actitud de Jong, tal vez así encontrara alguna pista que cambiara el rumbo de su suerte.
Pero KiBum no era el único que no podía dormir: TaeMin estaba tumbado bocabajo en la cama, con la cabeza ladeada, jugando con uno de los mechones de su propio pelo, completamente metido en sus pensamientos.
El chico que iba con su hermano le había llamado mucho la atención. MinHo.
Era muy guapo, pero al parecer escondía todo su potencial bajo aquellas gafas de pasta negra, con el cabello alborotado y cayendo por todos lados. A través de dichas gafas pudo ver unos enormes y preciosos ojos negros.
Soltó un suspiro mirando el tejado de su cuarto. Cogió una bata de color blanco, se puso
sus pantuflas y salió al balcón de su cuarto, mirando la ciudad.
Un escalofrío recorrió su cuerpecito por el frío, más él no sabría decir si fue por eso o por la imagen de MinHo.
Cerró los ojos y le visualizó otra vez, pero quitándole las gafas y el pelo de la cara, pensando en lo guapo que se vería: el pelo moreno, sus ojos grandes y cálidos, su cara libre de impurezas (exceptuando aquellas horribles gafas), y sus labios…mmmm…sus labios se veían suaves y carnosos.
Se apoyó en la barandilla y dejó que el aire helado de la noche golpeara su rostro con fuerza.
Hablaba de forma tranquila y sin prisas, con una voz suave, cálida y grave. Se veía muy inteligente y al parecer le gustaba leer, como a él. Y era muy simpático. Solo habían hablado unos minutos, pero MinHo había conseguido despertar emociones en TaeMin que él menor no conocía. O más bien que no sabía que él podía sentir.
Nunca nadie se había preocupado en hablarle como si no fuera un bicho raro como lo había hecho MinHo, exceptuando a su hermano, obviamente. Toda la gente con la que había hecho “amistad” solo estaba ahí para que él les ayudara, nunca para saber como estaba, y el mayor se lo había dicho. Le había preguntado como estaba, cosa que nunca le habían preguntado, por lo que no supo responder con claridad y solo atinó a asentir con la cabeza, cosa que le hizo sonreír.
Al cabo de un rato, cuando el frío ya se había metido en su cuerpo buscó refugio entre sus sabanas, quedándose dormido al poco rato.
Habían quedado a la pastelería de los padres de Jonghyun para merendar. Cuando los dos hermanos llegaron a la hora acordada (habían ido a casa para cambiarse de ropa), los otros tres ya estaban sentados en una de las mesas.
-Hola.- se sentaron en las sillas: una al lado de Onew y la otra al de Jong, y conociendo a su hermano, TaeMin se sentó al lado de Jong, y su hermano le miró agradecido antes de sentarse al entre Onew y el menor.
-Voy a por la comida.- dijo Jonghyun.- ¿Qué queréis?
-Yo pastel de fresas por favor.- dijo el menor, sonriéndole al rubio, que asintió, devolviéndole la sonrisa.
-Yo de melocotón.- dijo MinHo.
-Yo de café.- dijo el mayor de todos.
Solo faltaba Key, pero este no dijo nada, cosa que extrañó a todos. Su hermano achicó un poco los ojos y negó con la cabeza.
-¿KiBum? ¿Tú que quieres?- preguntó.
-Nada.- dijo fríamente.- Ahora no tengo hambre.
-Es…está bien.- dijo confundido el otro al ver como lo trataba.
Se estaba repitiendo lo de ayer en la tarde en las clases de la tarde. Y aquello le dolía Jonghyun.
Volvió con los pedidos de cada uno y los dejó en la mesa con demasiada fuerza, cosa que les extrañó a los cuatro.
-¿Estás bien, Jong?- le preguntó su buen amigo MinHo al verle comportarse de aquel modo tan anormal en él.
Negó con la cabeza, dejándose caer en la silla, sin despegar la mirada de KiBum que se miraba las uñas como si fueran lo más interesante en todo el mundo.
-Voy a por pastel.- dijo de repente, levantándose de su silla.
-Yo voy por él, ¿de qué lo quieres?- se ofreció el rubio, que se quedó paralizado ante la mirada que le echó el chico de las mechas rosadas.
-He dicho que voy yo.- dijo antes de irse.
-No te preocupes hyung.- dijo el menor de todos.- No tiene un buen día.
“O eso espero”pensó. “Porqué si no tendré muchos problemas por su culpa”
Key volvió con su mousse de piña y su hermano le robó una cucharadita, a lo que el mayor de los hermanos correspondió cogiendo un poco del de fresas del de TaeMin, sonriendo dulcemente al ver la mueca de TaeMin.
Y Jonghyun sintió otra vez el cosquilleo molesto en su estómago y los celos de no ser él el que recibía tal sonrisa pero sí la frialdad que le destinaba el menor.
-No sé como puedes comer eso tan dulce Baby.- dijo mientras hacía una mueca al tragar el pastel
-Ya sabes, soy adicto al azúcar. Además nadie te obligó a robarme de mi pastel.- dijo sonriendo con superioridad.
Siguieron comiendo y todos se dieron cuenta de que el tono de voz de Key cambiaba de hablar con ellos a hablar con el rubio.
-TaeMin, nos tenemos que ir.- dijo el mayor al menor que hablaba animadamente con MinHo.- Tenemos que hacer la cena.
-Vale.- se levantó y estuvo a punto de besarle la mejilla al otro, pero pensó que sería muy descarado por su parte.- Adiós hyungs. Nos vemos mañana en clase Onew hyung.
Salieron de la pastelería y TaeMin miró suspicazmente a su hermano mayor, cogiendo su mano.
-¿Qué fue eso Key?- dijo al entrar en la intimidad de su casa.
-¿Qué fue el qué?- le rebatió dejando su abrigo en la percha de la entrada, colgando en su hermano mientras ese guardaba los zapatos.
-Vamos Key…Sabes a que me refiero.- entraron en la cocina para hacer la cena.- ¿Por qué le trataste mal si él te gusta? A veces no te entiendo hermanito.
-Yo…no lo sé…- admitió al final.- Solo…no hablemos de eso.
Hicieron la cena, lavaron los platos entre bromas de hermanos y se fueron a dormir, pero algo sorprendió al mayor.
-Key…¿podemos dormir juntos hoy?- le preguntó luego de haberse puesto el pijama.
-Claro.- le hizo espacio en la cama y él pequeño se metió en ella, abrazando al mayor.- ¿Qué ocurre?
-Nada.- dijo y le miró sonriendo.- Solo que me apetecía dormir contigo. Como antes. Siento como si nos hubiéramos distanciado mucho desde hace un tiempo, y no me gusta.
-Tae…Yo siempre estaré aquí para ti y lo sabes.- le besó la frente y le acarició el pelo.- Duerme.
Cerraron los ojos y se durmieron abrazados. Y en esa pose los encontró su madre, que acarició sus pelos y besó sus frentes para luego cubrirles mejor.
Desde que habían llegado a clase, lo único que había recibido de Key era una fría indiferencia, que lo tenía bastante irritado. Había intentado hablar con él en diversas ocasiones, pero el moreno, aunque contestaba, lo hacía de una manera muy seca y cortante, matando cualquier intento de conversación.
Ahora se encontraba ahí, parado en medio de la pista de baloncesto, observando la espalda de Key, el cual se acercaba a Min.
El hecho es que, la profesora de gimnasia les había pedido que se pusieran en parejas para poder hacer algunos estiramientos y ejercicios, y Jong, queriendo intentar de nuevo acercarse a Key, le había pedido para ser su compañero. El moreno, haciendo gala de toda su frialdad, le dio un escueto no y lo dejó ahí, plantado y boqueando como un bobo en busca de algo que rebatirle.
El dolor en el pecho se iba acrecentando con cada rechazo y, el verlo reír con MinHo aumentaba aún más su desdicha. Finalmente tuvo que hacer los ejercicios con otro compañero, teniendo un ojo puesto en aquellos dos.
Cuando la clase finalmente acabó, ayudó a la profesora a recoger el material que habían utilizado, no queriendo encontrarse de nuevo con Key.
Pero, como de costumbre, la suerte no andaba de buenas con él, así que, cuando llegó a los vestuarios, solamente estaban MinHo, quien terminaba de vestirse, y Key.
Sus piernas quedaron totalmente pegadas al suelo. Nunca pensó ver algo tan perfectamente maravilloso en su vida. Key, totalmente desnudo, se encontraba bajo la ducha. Las gotitas, tremendamente osadas, resbalaban impunes por ese cuerpo tonificado. Unas largas piernas, con unos muslos incitantes que daban paso a unas nalgas redondas y aparentemente duras. La curva de la baja espalda, donde el agua era retenida durante unos segundos antes de deslizarse por entre sus glúteos, una cintura estrecha y una espalda delicada y perfecta, que se unía ha ese cuello níveo y esbelto.
Sabía que se estaba excitando, estaba seguro que si no apartaba los ojos de ese ángel, terminaría con una dolorosa y notable erección, pero le era imposible dejar de mirar una y otra vez su cuerpo, de arriba a bajo, y viceversa, deteniéndose sobre todo en sus preciosas nalgas y deseando tocarlas, lamerlas y estar entre ellas.
Pero de repente, un codazo en sus costillas le hizo salir de su visión idílica y tremendamente erótica, quejándose del dolor al ver a MinHo a su lado.
-¿Qué coño te pasa?- se sobó sus costillas exagerando un poco y frunció el ceño mirando a su amigo.
-A mí nada, ¿y a ti?- alzó una ceja y se cruzó de hombros- Parecía que querías comértelo, enterito.
-Ehhhh…esto- se rascó la nuca y miró sus zapatos con sumo interés para evitar que viera su sonrojo- No sé de qué me hablas.
-Ya…claro- se sentó en el banco y miró a su amigo.
-Yo voy a clase, nos vemos ahí- dijo Key, una vez vestido, saliendo de los vestuarios y dejando a solas a los dos chicos.
Los dos pares de ojos siguieron la silueta del chico y cuando despareció cerrando la puerta, MinHo se giró para mirar a su mejor amigo (y para que negarlo, único hasta hacía un par de días) a la espera de que dijera algo.
-¿Vas a explicarme o tengo que adivinarlo yo, Jong?- le dijo.
-¿Qué quieres que te explique?- intentó escaquearse, aun a sabiendas que con MinHo no funcionaría.
-Kim Jonghyun, será mejor que me digas o sino…
-¿O sino qué?- dijo altivamente.- ¿Dejarás de hablarme?
-No. Dejaré de ayudarte con inglés.- le amenazó arqueando una ceja con altanería.- Y ya sabes que pasará si suspendes una sola asignatura otra vez, ¿no?
Por supuesto que lo sabía: le echarían del equipo por malas notas, sus padres le harían trabajar el doble en la pastelería y tendría que ir a hablar otra vez con el director.
-Eres perverso Choi.- le dijo mientras se dejaba caer en banco a su lado.- ¿Qué es lo que quieres saber?
-Todo.- y Jonghyun supo que no se podría librar de aquella charla.
Charla que hacía tiempo que debería haber tenido con el moreno. Incluso desde antes de que llegaran los hermanos al centro.
Respiró hondo y clavó sus ojos en los azulejos de las duchas, más específicamente de la ducha en donde había estado KiBum escasos minutos
atrás, como si aun pudiera ver la silueta del chico con el agua resbalar por su hermoso y perfecto cuerpo.
-Sigo esperando Jonghyun.- le dijo el otro cruzándose de brazos a su lado, mirándole con el ceño fruncido.- ¿Qué es lo que me tienes que decir? Mira que sabes que la paciencia no es un don que me fuera concedido, precisamente.
-A ver MinHo, mira es que yo…yo…yo soy…gay.- dijo titubeante, mirando casi con espanto a su mejor amigo.
-Eso ya lo sé.- le dijo suspirando con pesadez- ¿Ahora me dices porqué narices estabas mirando con tanto interés a KiBum?
¿Cómo que ya lo sabía? ¿Cómo lo sabía si él no se lo había dicho?
-¿Cómo lo sabes?- preguntó sorprendido.
-Vamos Jong…te conozco mejor que nadie, lo sabes.- le dijo sonriendo amigablemente, dándole ánimos para seguir.- ¿Sabes qué? Vamos a tomar algo al bar de delante la escuela. Quiero que me lo cuentes, así que mejor nos ponemos cómodos.- tiró de su brazo y tras coger sus cosas y de salir a hurtadillas del recinto, entraron al bar de delante el instituto y subieron a la parte de arriba, donde había unos sillones.- A ver, cuenta, ¿qué pasa con Key?- pidieron dos coca-colas y cuando el camarero se las trajo y se fue, decidió empezar a contar.
-No.- dijo después de pensarlo unos segundos.- ¿Cómo sabías tú lo que era?
-Vamos Jong…Uno: Has rechazado a las chicas más lindas de todo el instituto y no es porqué tengas novia, porqué sé que no tienes, ya que té pasas todo el tiempo o conmigo o trabajando con tus padres; Dos: sé que en tu móvil tienes fotos de actores y otros sin camiseta.- los colores subieron a su rostro al verse descubierto.- Tres: Siempre evitas entrar a las duchas si hay alguien más, por lo que tú siempre eres o el primero o el último en entrar. Y si hay algún chico intentas no mirarle o al contrario, no despegas tus ojos de él. Cuatro: te has quedado embobado viendo a Key antes, lo que me lo ha acabado de confirmar.
Tenía los ojos muy abiertos, tanto que de seguro que si le dieran una colleja le caerían.
-¿Po…porqué no te alejaste de mí?- le cuestionó sorprendido.
Le miró fijamente antes de responder: -Eres mi único amigo, Jong, no te iba a dejar por algo tan trivial como eso. Además, yo también soy gay.- dijo antes de dar un sorbo a su refresco.
-¿Q-qué?- dijo mirándolo como si estuviera loco.
-Eso. Yo también lo soy.- repitió.- ¿Tan raro es?
-No…es sólo que me sorprendió.- entonces le miró achicando los ojos.- ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
-Porqué ha diferencia de ti, yo no tengo más amigos- dijo pesadamente el otro chico, mirando apenado el limón en su bebida, jugando a hundirlo con una pajita.- Porqué no quería quedarme solo otra vez.
Boqueó como un pez y corrió a sentarse al lado del “nerd” y lo abrazó.
-Pero Min…yo jamás te hubiese dejado por algo así.- le dijo antes de sonreírle y de acariciar su cabeza como si fuera un niño pequeño.- Eres el mejor amigo que alguien puede tener. No te dejaría ir de mí lado nunca, ¿quién me daría las clases de inglés?
Le devolvió el abrazo y se quitó las gafas para poderse limpiar los ojos, y le miró sonriente.
-Sigo sin entender porqué vas con esas horrorosas gafas. Estás mucho más guapo sin ellas. Con eso no se ven esos ojos que tienes, Keroro.
Hizo una mueca al oír como le llamaba por aquel mote “cariñoso” que él mismo le había puesto. -No me llames así…Puppy.- se la devolvió sonriendo al ver la cara que puso.- ¿Y no veníamos hablar de ti y de KiBum?
Pues no. No, no lo había olvidado. Se hundió en el sillón y bufó.
-Yo no sé que me pasa con él…cuando estoy a su lado me siento muy feliz- le dijo haciendo deditos.- Y su cuerpo…Es que es tan lindo…- dijo en un susurro.
-¿Pero que es lo que sientes cuando estás a su lado?- insistió el de cabello largo.
-Siento como cosquillas en el estómago, como todo es más colorido, como si nada pudiera salir mal.- dijo.- Y no sé por qué ahora me evita y se porta muy frío conmigo. Es totalmente lo contrario del día que nos conocimos: aquel día me contó toda su vida, y ahora me mata cualquier tipo de conversación que intento tener con él.- se lamentó.- ¿Qué crees que pueda haberle hecho?
-A ver, Puppy…acaban de llegar a la ciudad, quizás se añoré, o se esté adaptando. Yo qué sé…¿Por qué no hablas con TaeMin? Son muy cercanos, quizás él sepa algo.
-Supongo que tienes razón…- dijo y mordió el limón distraídamente.
-Otra pregunta.- dijo el moreno.-¿Cómo supiste que eras gay?
Al parecer, al contrario que Jonghyun, a MinHo no le apenaba decir lo que era.
-Bueno…esto…fue cuando…cuando me di cuenta que a pesar de todas las chicas que me pedían de salir conmigo ninguna me parecía linda.- admitió y luego se coloreó seguramente hasta las raíces del pelo.- Cuando me di cuenta de que me ponía caliente cada vez que veía a un chico desnudo en las duchas sin poderlo evitar.- al otro se le escapó una pequeña carcajada y le miró mal, haciéndole callar.- No te rías. ¿Cuándo lo supiste tú?
Se encogió de hombros y le miró, poniendo un dedo en su mentón, parpadeando varias veces antes de responder.
-Debía detener unos trece años. Una niña me besó y me dio muchísimo asco y entonces vi que algo en mi no estaba bien, por qué a ver, ¿a quién le daría asco que la chica más linda de su clase le besara?
-A mí me daría.- dijo simplemente.
Le sonrió y siguió con su relato: -El año siguiente, fue al revés: un chico me dio un beso y si bien no había habido “fuegos artificiales”- hizo comillas con
los dedos al decir aquello.- me gustó. Y entonces vi que era lo que me sucedía: me gustaban los chicos, era homosexual.
-¿Y es la primera vez que se lo dices a alguien? ¿Has tardado 4 años en decírselo a alguien?
-Mis padres lo saben, Jong.- dijo arqueando una ceja.
-¿Y lo aceptaron?- dijo alucinado: si él se lo decía a su padre, este de seguro que le daba una paliza impresionante. Y su madre…su madre seguramente lo aceptaría.
-Mis padres son muy liberales, Jong.- le respondió el otro.- Pero si ya sabes que ni siquiera están casados y que cada uno hace lo que quiere. En todos los sentidos.
-Cierto. Si nuestros padres se conocen de seguro que nos separan.- aseguró.- Son muy distintos los unos de los otros.
Se pasaron el resto de la hora riendo y bromeando, pero cuando llegó el cambio de clases, volvieron a entrar al instituto y entraron en la clase que les tocaba entonces: Inglés.
Se había pasado el día evitando a Jong y, aunque había sido bastante insistente, no había querido hablar con él. Sabía que su actitud estaba siendo bastante infantil, pero no quería salir dañado por hacerse falsas ilusiones que después, irremediablemente, no se cumplirían.
Durante el camino a casa, después de las clases, su hermanito había estado intentando convencerlo de que cambiara su actitud, pero él no estaba seguro de querer hacerlo. Y si siendo amigos no le bastaba? Sabía que si seguía tratándolo, llegaría el momento en que terminaría perdidamente enamorado de él y no quería sufrir por un amor completamente unilateral hacia un tipo hetero.
Estaba en la caja terminando de pagar las cosas que su hermano le había mandado comprar, cuando una voz, de por si muy familiar, le saludó.
-Hey, Key!- saludó Jong desde la caja de al lado con una inmensa sonrisa.
Key, para no parecer descortés ante tanta gente, levantó la mano tímidamente y siguió a lo suyo. Se dio prisa en pagar y, tras recoger las dos bolsas que contenían su compra, salió deprisa del colmado. Pero la suerte no parecía estar de su lado, ya que no llevaba más de diez pasos, cuando Jong se situó a su lado, sonriendo feliz.
-Que casualidad, no crees?- intentó romper el hielo.
-Si tú lo dices- se encogió de hombros, sin ni siquiera molestarse en mirarlo y siguió su camino.
Jong, quien se había puesto serio, había decidido hablar en serio con el moreno- oye Key, he hecho algo que te molestara?- dijo con voz entristecida y mirándolo fijamente, cuando éste se había girado al oír la pregunta.
Key notó como su pecho dolía al ver esos ojos entristecidos. Él estaba causando eso? No podía seguir tratando de forma tan mezquina a su nuevo amigo, estaba comportándose de una forma totalmente egoísta y el chico frente a él no se merecía ese trato. Así que, resignándose y sabiendo que en un futuro lo pasaría bastante mal, decidió dar su brazo a torcer. Le dedicó una agradable sonrisa y le contestó a su pregunta- no, Jong, no me pasa nada.
Ante esa sonrisa, Jong sintió como miles de mariposas danzaban felices en su estómago- en serio? Es que…estabas raro conmigo- le dijo mientras se acercaba a Key.
El moreno no sabía que escusa poner- creo que me molestó que seas amigo de ese tipo del comedor- en realidad no había mentido, realmente le molestaba, mucho- después de que nos llamara de esa manera y se propasara con Tae…pues, me molestó.
-Ohhh…pero no es mi amigo. Es un pesado que no me deja en paz, pero no deberías hacerle caso, es un gilipollas que se cree la gran cosa- le contestó bastante aliviado al saber el motivo de su actitud con él.
-Esta bien, ya Tae me riñó lo suficiente- se rascó la nuca, bastante nervioso, ya que estaban caminando, muy pegado uno al otro, rozando sus hombros constantemente
-Menos mal. La verdad es que estaba muy preocupado por si había hecho o dicho algo que te hubiera molestado. Normalmente soy un bocazas y suelo decir las cosas sin pensar, jejeje- estaba histérico por la proximidad de Key, por estar a solas, por percibir su olor y anhelar esos labios que no dejaban de humedecerse una y otra vez y que terminarían por volverlo loco.
Key suspiró tranquilo al ver que debían separarse para llegar a sus respectivas casas- bueno…nos vemos mañana en clase- le sonrió tímidamente antes de proseguir su camino.
-Sí, hasta mañana- se despidió Jong con una sonrisa amplia y radiante, viendo como Key se alejaba.
La verdad es que lo que le había dicho no le había convencido. ¿Estaría celoso de
Yesung? ¿Podía ser cierto? La cuestión es, que tras darle muchas vueltas y tras la conversación con MinHo, había llegado a la conclusión de que intentaría hacer todo lo posible para que Key se enamorara de él. Pero...¿Cómo podía saber si Key era gay?
Necesitaba algo de información y la voz de MinHo le dio la solución al recordar su recomendación. Tendría una charla con Tae y le preguntaría si Key era gay y si tenía alguna posibilidad. Tal vez quisiera ayudarle, nada perdía con probar, ¿no?
Al día siguiente, aunque Key se mostraba mucho más accesible con Jonghyun, seguía estando un poco distante, sobretodo cada vez que Jonghyun intentaba acariciarle o le picaba el brazo para llamarle la atención pues el peli-rosa se apartaba un poco de él, sonriéndole suavemente, como pidiéndole perdón.
Y un millón de preguntas asaltaron la joven mente del deportista: Si MinHo había sido capaz de ver que era gay, Key también habría podido notarlo, ¿no? ¿Quizás era homofóbico? ¿O es que había dejado una pareja en la otra ciudad?
Aquella posibilidad le estremeció el corazón y le hizo agarrar el lápiz con algo más de fuerza.
Le miró de reojo y se quedó embobado viéndole; hoy le encontraba más hermoso de lo normal: iba con los pantalones del instituto y los había hecho un poco más bajos, llevaba la camisa con los dos primeros botones sin abrochar, la corbata en un nudo flojo y gracias a ello pudo ver el pequeño medallón que relucía justo en donde empezaba el pecho y terminaba el cuello y lo que colgaba de la cadenita era… ¿era un corazón?
El mundo se le vino abajo al ver que si tenía a un enamorado y fijo sus ojos en su cuaderno y empezó a dibujar corazoncitos a pesar de saber que ahora ya era un amor imposible.
Key fijo los ojos en el cuaderno de Jong y pudo ver los pequeños corazones que adornaban todo el borde inferior y sintió como su corazón se partía en dos. Sabía que había hecho mal al escuchar a su hermano y al dar su brazo a torcer con Jonghyun.
De ahora en adelante solo sufriría por un amor no correspondido.
Pasaron toda la mañana en silencio y cuando llegó la hora del almuerzo, Jonghyun salió corriendo al encuentro del menor de los hermanos y cuando lo encontró, lo cogió del brazo y tiró de él.
-¡Oye! ¿Qué haces?- dijo el pequeño bastante molesto por aquello.- Estaba hablando con Onew hyung.- dijo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
-Lo siento TaeMin, pero tengo que hablar contigo de algo que es de suma importancia vital.- le dijo una vez estuvieron a fuerza del recinto.
-Está bien. Pero me tendrás que invitar a pastel de fresas de tu madre esta tarde.- le dijo mirándole sonriente.
-Está bien.- le dijo.- Yo…quería preguntarte algo.- le confesó mirando al suelo.
-¿Qué? ¿Qué es eso de “vital importancia”?- preguntó: la paciencia no estaba entre sus virtudes.
-Yo… ¿Tú eres gay?- le soltó de golpe, a lo que el otro respondió riendo alegremente.- ¿Qué? ¿Acaso he dicho algo gracioso?
-¿Tú que crees?- le dije mientras ponía una mano en sus caderas.
-Ehh…- dijo sin saber que responder.
-¡Claro que lo soy!- exclamó el peli-rojo, burlón.- ¿A qué viene eso?
-Es que…yo bueno…tu hermano…- dudo el mayor.
-¿Qué pasa con KiBum?- exigió saber el menor. Bajó la mirada algo avergonzado y jugó
con el borde de la camiseta.- ¿Qué pasa con él, Jonghyun hyung?
-¿Él…él también lo es?
-¿El qué? ¿Gay?- asintió.- Claro, ¿por qué la pregunta? ¿Acaso te gusta mi hermano?-
Los colores invadieron la cara del mayor que empezó a boquear.- Tomaré eso como un sí.
-Yo…quería saber si tendría alguna posibilidad con él.- dijo obviamente avergonzado el mayor.
-Puede. Mira…Key ha esperado toda su vida por el hombre de sus sueños, el hombre perfecto, su príncipe azul.- explicó el pequeño cruzando sus brazos sobre su pecho.- A ver…Key gusta de ti- una amplia sonrisa cruzó la cara del rubio- pero como le hagas daño una sola vez, haré todo lo que esté en mi mano para que no vuelvas a acercarte nunca más a él en su vida, ¿te quedó claro?
-Sí.- dijo seriamente.- Jamás le haría daño. Yo…realmente me gusta, lo quiero. Cuando él está a mi lado todo es más bonito, no tanto como él obviamente. Siento como si a su lado todo fuera posible, como si pudiera alcanzarlo todo. A su lado soy feliz. Conocerlo es lo mejor que me podía haber pasado en la vida.
-Realmente quieres a mi hermano, ¿verdad?
-Por supuesto. No sería capaz de dañarle. Solo hacía un día que le conocía, pero cuando empezó a evitarme y a alejarse de mí…el mundo se me fue a los pies.- sus ojos se ensombrecieron al recordar el trato que le daba el moreno.- ¿puedo preguntarte otra cosa?
-Ya qué me has arrastrado hacia aquí, no veo por qué no.- dijo.
-¿Key…tubo un enamorado en la otra ciudad? Uno novio, quiero decir.
Parpadeó confuso y negó con la cabeza.
-No. Jamás hemos tenido pareja. Fue un pacto que hicimos de pequeños.- se encogió de hombros, quitándole importancia.
-¿Un pacto?- dijo sorprendido.
-Sí. Hasta que yo no tuviera los 18, ninguno de los dos podrías salir con nadie.
-Pero…pero eso es muy egoísta.- le reprochó
-¿Tú tienes hermanos?- negó con la cabeza.- Entonces no puedes saber que es vivir con el miedo de quedarte solo, de quedarte con sin el hermano que siempre te ha protegido y al que quieres con toda el alma.- dijo seriamente.
Y era cierto: el mayor miedo con el que vivían ambos hermanos era que el otro se alejara de él, de quedarse solos sin nada a lo que aferrarse. Porqué sí bien sabían que no les sería nada complicado encontrar a alguien dispuesto a estar con ellos, también sabían que seguramente para esa persona solo serían un juego o que, ellos no sentirían lo mismo.
-Lo siento…No quería criticaros.- dijo.- Pero si no tiene ningún novio ni ha tenido…¿qué es el medallón que lleva colgando?
-Ahh…te refieres al corazón…Nos los regaló nuestra mejor amiga.- sacó uno igual de entre sus ropas y le miró, sonriente.- No es nada. Solo que le dio mucha pena que nos fuéramos y los tres tenemos un igual, con una foto de los tres.- lo abrió y se lo mostró.- No me importa que salgas con Key, es más, si eres capaz de hacerlo feliz, adelante, pero no le pidas aun por salir, en primera porqué te rechazará y porque le gusta hacer las cosas lentamente. Es muy perfeccionista con todo, ¿entendido?
-Sí. ¡Gracias TaeMin!- se lanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.
Y por la esquina llegaron Key y MinHo que se quedaron parados al ver la escena: MinHo sintió un cosquilleo molesto en su pecho, no le gustaba verles abrazados de aquel modo, no quería su mejor amigo lo abrazara. Por otro lado, los ojos de Key se aguaron al ver aquella escena, ¿Tae se había aprovechado de su confianza para declararse antes con el rubio? ¿También estaba enamorado de él?
Bueno que les ha parecido?
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Mitsui *-* a estado mas que genial el cap!! y largo yey!!! :D me encanta leer. Tantas cosas han pasado, mi cerebro esta asimilandolas despacio. Los hermanos flechados por sus nuevos amigos, las inseguridades de key, la verdad descubierta de jong, la forma seria y normal de minho de ver las cosas y lo mejor del final una mala interpretacion de un abrazo.
Ahhh sin mencionar la parte en el baño, la forma en que describiste a key, me derrito!! y luego me parto de risa con la "charla" de amigos.
Eres de lo mejor :D creo que debere enviar el barco de coca-colas a China. Vuelvo a repetir, increible el cap!! me gusta todo lo que haces =P
Ahhh sin mencionar la parte en el baño, la forma en que describiste a key, me derrito!! y luego me parto de risa con la "charla" de amigos.
- Código:
Vamos Jong…Uno: Has rechazado a las chicas más lindas de todo el instituto y no es porqué tengas novia, porqué sé que no tienes, ya que té pasas todo el tiempo o conmigo o trabajando con tus padres; Dos: sé que en tu móvil tienes fotos de actores y otros sin camiseta.- los colores subieron a su rostro al verse descubierto.- Tres: Siempre evitas entrar a las duchas si hay alguien más, por lo que tú siempre eres o el primero o el último en entrar. Y si hay algún chico intentas no mirarle o al contrario, no despegas tus ojos de él. Cuatro: te has quedado embobado viendo a Key antes, lo que me lo ha acabado de confirmar.
Eres de lo mejor :D creo que debere enviar el barco de coca-colas a China. Vuelvo a repetir, increible el cap!! me gusta todo lo que haces =P
AliceS5
Taemin
630
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
!!! NO PUEDE SER! mire en esta pag para ver si la actualizaste aqui y siii!!!! es que siempre miraba HATO , pero por Dios niñaa!!!esto se pone acada vez mas bueno *-* ke xxuloo Minho...LOL kekoro LOL XD!!!Key malo.....tratas mal a Jjong!! espero que Jonghyun le haga pagar con una buena escena de lemon :DDD :ohsi: ! por cierto..este cap es MIO MIO MIO MIO MIO Y MAS MIO! :DDDD O;__;O !Mitsui!!! como me gusto ese cap y el otro ! espero pronto que vuelvas adalkdsjasldkjaldjalsdas *snif* *sinf* Minho...Key..... no duden del pobre Tae...WAIT! Key no tratara mal a Tae no?? NOOOOOOUOOOOOUOOO!! Minho T.T Minho kerorito.....vete con Tae pronto ~~
EL JONGKEY MANDA! claro, junto en el JooMi, el Drama x YoungWon, el L-Jong, el ChunJoe, el G-TOP, el Kemaru *snif* *snif* o el Kiseop x Kevin *-*, MiKaram y otras que no me acuerdo!! LOL! necesito mas de tu fico
TU FIC MANDAAAA!!
EL JONGKEY MANDA! claro, junto en el JooMi, el Drama x YoungWon, el L-Jong, el ChunJoe, el G-TOP, el Kemaru *snif* *snif* o el Kiseop x Kevin *-*, MiKaram y otras que no me acuerdo!! LOL! necesito mas de tu fico
TU FIC MANDAAAA!!
Suki-chan
♥PuppyJjong & Allmighty Key♥
119
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
omg pero que capitulo tan perfecto!!!!!!!!!!!
wooo valio la pena la espera... te juro que postearia en el otro foro... si fuera mas temprano xdd lo volvere a leer si esq ya lo subiste al otro foro xdd
ajsdhsjak me imagino a jjong asi como medio torpe preguntand todo eso... y la escena de key en la ducha... omg estoy segura que senti todo lo q jjong sinto en ese momento xddd
genial!!!!!!!
wooo valio la pena la espera... te juro que postearia en el otro foro... si fuera mas temprano xdd lo volvere a leer si esq ya lo subiste al otro foro xdd
ajsdhsjak me imagino a jjong asi como medio torpe preguntand todo eso... y la escena de key en la ducha... omg estoy segura que senti todo lo q jjong sinto en ese momento xddd
genial!!!!!!!
xeat.softnessx
Key
209
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
waaaaaaaaaaaaa me gusto este cap!! siii por fin acualizaron y eske enserio vale la pena mucho leer lo que escriben las dos juntas hahaha toy leyendo 2 de sus fics y me kedo asi de OMG hahaha xddd
pasando al fic waaaa porke es tan masoquista key? aaa ke no mejor podria pensar en positivo algo asi como "nadie se resiste a mis encantos" o "tarde o temprano tiene ke caer" hahah a ok no pero aa como puede pensar ke el baby se va a aprovechar ash!! enserio ke a veces me hacen enojar hahaha hehe me encanto la sinceridad de Minho todo asi a la ligera hehe y lo mejor de todo el final hahaha par de celosos estos hahaha xdd
wueno gracias a las 2 por el capo^^ espero contii!!!
pasando al fic waaaa porke es tan masoquista key? aaa ke no mejor podria pensar en positivo algo asi como "nadie se resiste a mis encantos" o "tarde o temprano tiene ke caer" hahah a ok no pero aa como puede pensar ke el baby se va a aprovechar ash!! enserio ke a veces me hacen enojar hahaha hehe me encanto la sinceridad de Minho todo asi a la ligera hehe y lo mejor de todo el final hahaha par de celosos estos hahaha xdd
wueno gracias a las 2 por el capo^^ espero contii!!!
.:IsaGrell:.
Taemin & Jonghyun
1317
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
A ver...Creo que nunca habíamos recibido unos coments tan largos...
Alice: Como siempre, nos alegra que te sigan gustando nuestros fics, en especial ese, al que le dedicamos bastante tiempo. La parte esa de Key...No es mía, esa la hizo ashram, ¿significa eso que es difícil ver la diferencia entre lo que ella escribe y lo que escribo yo? Lo de la charla fue mío, esa parte me tocaba a mi^^ Y el barco...si lo mandas en julio, si tendrás que mandarlo en China^^ Si es antes de Julio, mándalo aquí en España^^
Suki-chan:Nos alegra que te gustara también. Lo actualizamos en todas las páginas en que estamos metidas (unas siete entre las dos). Por el lemon...No te preocupes, Alice te podrá corroborar que nuestras escenas suelen ser bastante hard, o cualquier otra persona que se haya leído los que hacemos ambas^^ Lo de seguirlo pronto...está difícil, por que la semana que viene me voy para China toda la semanita, pero cuando vuelva me pondré a tope con todos los fics^^ Y no voy a hacer spolier de lo que va a pasar...
Xeat: Que bueno que te gustara^^ Si, lo subimos todo de forma simultanea a todos los foros y webs, salvo en una (Slasheaven) por cosas de formato, pero como lo hace ashram...Bueno, como queríamos personajes diferentes a los de siempre, tenía que hacer a un Jong tímido...Y estoy contigo, cuando leí la parte de Key en la ducha que hizo ashram...Creo que no morí por poco^^
Isa:Oh, estás leyendo dos de nuestros fics, cuales? Vacaciones.... y Balada? A ver lo de Key...no pude pensar siempre igual ¿no? Al final parece que solo puedan de un solo modo, por eso decidimos que no fuera taaaaaaan creído en sus pensamientos, pero el es completamente consciente de su belleza. Y MinHo...bueno, él siempre va con la sinceridad por delante! Y el final... necesitábamos alargarlo fuera como fuera, por lo que decidimos terminar la conversación de Jong y Tae y de paso aprovechamos para poner eso. Nee....¿enserio te hacemos enojar? TT^TT
Por cierto, aprovecho para decir que ya tenemos el 3 capi planeado y repartido^^
Alice: Como siempre, nos alegra que te sigan gustando nuestros fics, en especial ese, al que le dedicamos bastante tiempo. La parte esa de Key...No es mía, esa la hizo ashram, ¿significa eso que es difícil ver la diferencia entre lo que ella escribe y lo que escribo yo? Lo de la charla fue mío, esa parte me tocaba a mi^^ Y el barco...si lo mandas en julio, si tendrás que mandarlo en China^^ Si es antes de Julio, mándalo aquí en España^^
Suki-chan:Nos alegra que te gustara también. Lo actualizamos en todas las páginas en que estamos metidas (unas siete entre las dos). Por el lemon...No te preocupes, Alice te podrá corroborar que nuestras escenas suelen ser bastante hard, o cualquier otra persona que se haya leído los que hacemos ambas^^ Lo de seguirlo pronto...está difícil, por que la semana que viene me voy para China toda la semanita, pero cuando vuelva me pondré a tope con todos los fics^^ Y no voy a hacer spolier de lo que va a pasar...
Xeat: Que bueno que te gustara^^ Si, lo subimos todo de forma simultanea a todos los foros y webs, salvo en una (Slasheaven) por cosas de formato, pero como lo hace ashram...Bueno, como queríamos personajes diferentes a los de siempre, tenía que hacer a un Jong tímido...Y estoy contigo, cuando leí la parte de Key en la ducha que hizo ashram...Creo que no morí por poco^^
Isa:Oh, estás leyendo dos de nuestros fics, cuales? Vacaciones.... y Balada? A ver lo de Key...no pude pensar siempre igual ¿no? Al final parece que solo puedan de un solo modo, por eso decidimos que no fuera taaaaaaan creído en sus pensamientos, pero el es completamente consciente de su belleza. Y MinHo...bueno, él siempre va con la sinceridad por delante! Y el final... necesitábamos alargarlo fuera como fuera, por lo que decidimos terminar la conversación de Jong y Tae y de paso aprovechamos para poner eso. Nee....¿enserio te hacemos enojar? TT^TT
Por cierto, aprovecho para decir que ya tenemos el 3 capi planeado y repartido^^
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
AWWWWWWWW no seee por que lo habia leido pero esta genial lo empeze en la noche y como ya no fui a la escuela por quedarme dormida lo termine en la mañanita pero me estaban regañando y ya no pude poner mi post. hahaha ayyy pero juro que me imaguine a key y hasta se me antojo el cochinado *huhu perver* pero es que lo describes tan biiieeen chica que ufff! hasta se siente lo que escribes hoho... hasta se me hizo un jodido hoyo en el estomago cuando key penso que Jjong no lo queria demonios y ahora va a arder troya con minho y key celosos.
por que key desconfio de su hermano no no no eso no puede pasar y minho apenas se esta dando cuenta que quiere a mi baby ashhh haha lo dejaste en lo mejor espero y no tarden mucho en actualizar hoho
por que key desconfio de su hermano no no no eso no puede pasar y minho apenas se esta dando cuenta que quiere a mi baby ashhh haha lo dejaste en lo mejor espero y no tarden mucho en actualizar hoho
CariitoBlingBum
Key
321
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Tengo que aprender a diferenciarlas, pero es porque ya sabes como se combinan ustedes "La combinacion dorada" todo fluye tan naturalmente y de forma perfecta, asi que sera dificil ademas de que ambas son cofcofpervercofcof y pues ya ven ambas partes me gustaron la charla y la descripcion, eso y todo lo demas... es que no hay parte que no destaque, siempre trayendo lo mejor *-*
Vale me asegurare de enviarte el barco, o sino te enviare otro mas! como regalo de bienvenida en China. Las quiero mucho! sigan trabajando duro! recuerden que soy su fiel seguidora.
Vale me asegurare de enviarte el barco, o sino te enviare otro mas! como regalo de bienvenida en China. Las quiero mucho! sigan trabajando duro! recuerden que soy su fiel seguidora.
AliceS5
Taemin
630
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Oh por dios!!! como es que no había visto esto antes!!! (ㅠдㅠ)
Es perfecto, está hermoso...
Estaré al pendiente de la conti...
Gracias por compartir...
Es perfecto, está hermoso...
Estaré al pendiente de la conti...
Gracias por compartir...
Star...☆
Taemin & Bithae
1046
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
holillas ^^
esta genial este fic jejejejej definitivamente me hice adicta a tus fisc *w*
espero que continues porfis ^^
esta genial este fic jejejejej definitivamente me hice adicta a tus fisc *w*
espero que continues porfis ^^
Yuki
Key, taemin, minho
84
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
kyaaaaaaa
komo es ke nop lo lei antes D:
waaaa kiero seguir leiendo mas >.<
me enkanto awww
me sorprendi lo inteligente ke es minho :KEKE:
i ke sea nerd :HAHA:
i taemin awww ia siente algo x minho :yupi:
i espero ke jong le diga sus sentimientos a key
nop merecen sufrir >_<
pliz konti konti :yupi:
komo es ke nop lo lei antes D:
waaaa kiero seguir leiendo mas >.<
me enkanto awww
me sorprendi lo inteligente ke es minho :KEKE:
i ke sea nerd :HAHA:
i taemin awww ia siente algo x minho :yupi:
i espero ke jong le diga sus sentimientos a key
nop merecen sufrir >_<
pliz konti konti :yupi:
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
woow me encanto este fic
estos herminatos son tan lindos :yupi:
key es hermosos y me encanta como lo describen
me provoca imaginar muchas cositas :ohsi: amo estas parejas
lo de la regadera me mato y la platica de jong con tae y min me encanto
espero la conti me enamore de este fic
estos herminatos son tan lindos :yupi:
key es hermosos y me encanta como lo describen
me provoca imaginar muchas cositas :ohsi: amo estas parejas
lo de la regadera me mato y la platica de jong con tae y min me encanto
espero la conti me enamore de este fic
jime
key
35
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Bueno, este es solo para decir que no, nos hemos olvidado de este fic, pero estamos con trabajo las dos y eso dificulta algo las cosas. Sentimos mucho la tardanza^^
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
i love it!! espero conti!"!!!!
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Okey! Después de mucho trabajo por nuestra parte y espera por la suya, aquí os traemos el tercer capi! Es que las dos estamos de exámenes y eso nos ha retrasado de forma impresionante.
En todo el día, Key había tratado mal tanto Tae como a Jong, lo que les dolía profundamente a ambos, ya que no tenían ni idea de que habían hecho para merecer aquello.
Cuando terminaron las clases ambos hermanos se dirigieron al parking para irse a casa con sus motos. Una vez llegaron a casa fueron a la cocina a por algo de merienda y entonces fue cuando Key dijo la última cosa que TaeMin quería oír salir de sus labios.
-Por cierto, TaeMin, ya no te quiero.
El vaso de jugo que tenía en la mano resbaló y se estrelló contra el suelo, desparramando todo el zumo por el suelo.
-¿Q-qué?- le miró con ojos llorosos y quiso cogerle de la mano, y lo hizo, pero el otro la apartó casi con asco.- ¿Po-por qué?
-Te has aprovechado de mí. Me hiciste creer que no sentías nada por ninguno de ellos y a la que tuviste oportunidad te lanzaste a los brazos de Jong, sin importar lo que yo sentía por él.
-Pero…- intentó hablar el menor para decirle que estaba equivocado, mas fue interrumpido otra vez.
-¡Cállate!- chilló desesperado empujándolo contra la encimera.- No quiero oír tu voz, no quiero saber nada de ti, no quiero verte nunca más. Sabías lo que sentía por Jonghyun, sabías que me dolía el que no fuera gay, sabías todo lo que yo sentía y te aprovechaste de nuestra confianza, ¡me traicionaste! ¡A mí! ¡A tu propio hermano! ¿Crees que te puedo querer después de haber jugado conmigo?
Todo aquello, todo lo que su amado hermano le estaba diciendo, le estaba hiriendo tan profundo que estaba seguro que nadie le podía hacer sufrir tanto como lo estaba haciendo ahora Key.
-Eres…eres lo peor que hay en el mundo. Ningún hermano haría eso a su propio hermano.- le dijo y los ojos de TaeMin empezaron a soltar todas aquellas lágrimas que no había llorado en años: las que no lloró cuando sus padres se separaron, las que no lloró cuando se mudaron por primera vez.
Se dejó caer al suelo y empezó a recoger como podía los trozos de cristal del vaso roto, cortándose los dedos, haciendo que sangraran copiosamente, pero aquel que en otro tiempo le habría auxiliado ahora solo le dijo con una voz que destilaba veneno:
-Eso es. Arrástrate como la serpiente rastrera y mentirosa que eres. Ya no te quiero como hermano.
Se fue de la cocina, dejando al menor solo en ella, completamente herido, física y psicológicamente, recogiendo lo que había ensuciado, dejando que sus lagrimas corrieran libres por sus mejillas y se mezclaran con el zumo.
Cuando terminó fue hacia su cuarto y fue en aquel entonces que vio lo que había estado haciendo Key: todo aquello que el mayor tenía de él estaba en el pasillo, tirado: ropa, algún libro suyo, CD’s, y el perfilador que le había regalado el otro día. Como pudo lo cogió todo en brazos y se lo llevó a su cuarto y entonces vio que también había algo ahí: el Sr. Panda.
El Sr. Panda era un peluche que TaeMin había ganado de pequeño, cuando tenía unos cinco añitos y la familia aun estaba unida, en una feria y que, feliz por recibir un premio decidió dárselo a la persona que más amaba en el mundo: su hermano KiBum. El otro lo tomó feliz y le dijo que jamás lo separaría de él, que lo guardaría para siempre y que sería su bien más querido.
Abrazó el peluche y se dejó caer al suelo otra vez, hecho un mar de lágrimas. Fue entonces cuando olió a quemado. Se levantó de golpe y fue hasta donde el olor se hacía más fuerte: el cuarto de su hermano.
Adentro KiBum también estaba he cho un mar de lágrimas, tanto por el saber que ahora Jonghyun sería de su hermano y por el sentimiento de traición que tenía hacia este.
Había cogido todas las fotografías que tenía de su hermano y las había empezado a quemar, una a una, dejando que cayeran dentro al cubo de la basura que tenía en el cuarto, y en las que salían ambos juntos, las rompía por la mitad y procedía a quemar la parte de su hermano.
A fuera, TaeMin no tenía que entrar para saber que estaba haciendo su hermano, sabía que estaba quemando todas sus fotos, y aunque quiso hacer lo mismo, no se vio con corazón de hacerlo, por que a pesar de que su hermano
ya no le quisiera, él si lo hacía, seguía amando a su hermano por encima de todo.
Lo único que fue capaz de hacer fue ir a por unas tijeras y rompió al Sr. Panda por la mitad, quitándole todo el forro, dejando después al animalito delante de la puerta de su hermano, como símbolo de… no sabía por que lo había hecho, solo lo había hecho.
Horas después, salió del cuarto otra vez, cogió al pobre animalito y lo tiró a la basura. ¿Qué sentido tenía dejarlo ahí si su hermano le odiaba con toda su alma?
Ninguno.
A la mañana siguiente, Key se fue a clases antes de que su hermano despertara, así podía ahorrarse el tener que verle la cara. Por primera vez se sentía muy enfadado con Tae, aunque en su interior le dolía estar separado de su hermano, pero el rencor que en esos momentos sentía y los celos que no dejaban de arañarle el pecho, provocando una inmensa desazón.
Llegó al instituto bastante temprano, encontrándose por los pasillos sólo con algunos de los alumnos más madrugadores y entró en el aula, dejándose caer pesadamente en la silla y escondiendo su cabeza entre sus brazos, apoyados ambos en la mesa. No dejaba de preguntarse una y otra vez si había sido demasiado duro con Tae, si valía la pena enemistarse con su hermano por un extraño. Al fin y al cabo, su hermano siempre había estado ahí.
Entonces le entró pánico, ¿y si todo había sido un malentendido? ¿Y si acababa de cagarla por precipitarse y no pedir explicaciones? Levantó su cabeza de golpe, con el rostro desencajado por el dolor y una lágrima empezó a surcar su camino, mejilla a bajo, muriendo en su boca.
Tenía que hablar con Jong, él podría aclararle las cosas.
No supo cuanto tiempo estuvo sumido en sus pensamientos, cuando el barullo y jaleo empezó a reinar los pasillos, dándole la señal de que los alumnos empezaban a llegar y que el comienzo de las clases estaba próximo. No dejaba de mirar la puerta cada pocos segundos, con la esperanza de ver la cabellera rubia de Jong y, tras la eterna espera, por fin apareció, riendo junto a Minho.
Sin saber muy bien como, se levantó de golpe y corrió hasta llegar frente a él, lo miró por uno segundos y lo agarró de las manos, arrastrándolo fuera de la clase.
-¿Key? - lo llamó Jong, extrañado ante su comportamiento, pero el moreno seguía sin decir nada y caminando por el pasillo, agarrando fuertemente su mano- ¡Key!- gritó Jong un poco molesto ante su actitud.- ¿Qué demonios te pasa?- se soltó del agarre y paró de caminar, cruzándose de brazos a la espera de una explicación.
Key lo miró dubitativo, sin saber por donde podía empezar.
- Necesito hablar contigo de Tae.- ¿cómo podía resolver sus dudas sin tener que revelar sus sentimientos?- ¿Te dijo si estaba enamorado de alguien?- preguntó finalmente.
-¿Tae? Pues no lo sé y tampoco creo que me lo hubiera dicho, sólo hace un par de días que nos conocemos.- se encogió de hombros y lo miró aún más confuso. No entendía de qué iba todo eso.
-¿Y de qué estuvieron hablando ustedes dos?- cada vez estaba más seguro de que sus conclusiones habían sido equivocadas. Estaba seguro que Tae no se lo perdonaría nunca, le había dicho cosas demasiado duras.
-Pues…yo…- no sabía que decirle. No podía decirle la verdad, Tae ya le había avisado, así que, ¿qué demonios podía decirle?- Necesitaba consejo…yo…me gusta una persona y…bueno…soy gay…así que, como tú hermano también lo es… pues… le pedí consejo de cómo podía obrar con alguien del mismo sexo, pero… el me dijo que nunca había tenido pareja… así que…aunque… aishhhh…bueno, eso- no sabía si le había entendido, pero las palabras no salían con coherencia y su sonrojo debía ser apoteósico, ya que notaba sus mejillas arder. Levantó la vista y observó la cara pálida de Key- ¡Hey! ¿Estás bien?- le preguntó, preocupado ante su estado de shock.
-Sí, yo…tengo que irme- corrió en busca de Tae, dejando a Jong con la palabra en la boca.
Ni siquiera se había puesto a pensar en las pequeñas punzadas que sintió al oír a Jong confesando su amor por otra persona que no era él. En esos momentos el dolor por perder a su hermano era asfixiante y le provocaba que las piernas le flaquearan. Había tenido la corazonada de que se había equivocado con Tae, muy en el fondo sabía que su hermano jamás le haría algo así.
¡Estúpidos celos! ¿Por qué tenía que ser tan inseguro y tan mezquino?
Por mucho que lo buscó, no consiguió encontrarlo en ningún rincón del instituto. Ni siquiera se había presentado en clase y se estaba empezado a desesperar. Cansado, decidió subir a la azotea, para que le diera un poco el aire, ya que se sentía mareado y estuvo ahí toda la mañana, buscando la manera de disculparse.
Entre tanto, en la clase, sin la compañía de Jonghyun ni de Key, MinHo, por primera vez, había dejado de escuchar en clase, para pensar en lo que había sentido cuando vio a Jong y a Tae abrazados.
Por primera vez desde que tenía memoria, había sentido una punzada en su pecho, una que le había hecho desear apartar al mayor del pequeño cuerpo del chico del pelo cobrizo.
Sus ojos se fijaron en la pista de básket y soltó un pequeño suspiro al pensar en aquello: desde el primer día el hermano menor de su nuevo compañero de clase le había gustado, no solo físicamente, le había parecido divertido, sincero y directo. Como a él le gustaban las personas.
Y por supuesto, era inteligente, muy inteligente.
Por primera vez, no se sintió hecho a un lado, no se vio desplazado por ser el nerd, por ser el chico que disfrutaba más de tener un buen libro en sus manos que de jugar a un videojuego.
Y por un momento, pensó en que aquel chico sería su pareja ideal, pero enseguida se olvidó de eso. TaeMin era el chico rebelde el que no se ataría a nadie…pero bien que estaba abrazado a Jong, ¿no?
Y pensar en aquello le hizo pensar en que quizás Jonghyun había hablado con el chico y que por eso le había abrazado, pero eso no quitaba las ganas que había sentido de golpearle, de hacerle un a un lado para que no pudiera tocarle, queriendo impedir que nadie más aparte de él pudiera tocarle.
“¡Vuelve a la realidad MinHo!” se dijo a si mismo. “¿Cómo se va a enamorar de ti alguien tan lindo como él? Solo eres el nerd de la escuela, no sueñes con imposibles.”
Por que si MinHo era algo (y ese algo sacaba de quicio a su amigo deportista), es que era terriblemente pesimista en cuanto a sí mismo y muy –demasiado- racional.
Para él, el que sus compañeros le hicieran bulling, lo humillaran y lo trataran como quisieran, que solo le quisieran para que les dejara copiar los exámenes o los deberes o para que se rieran de él, era algo normal.
Él sabía que no era normal a los ojos de los demás, aun sin que la gente supiera su pequeño secreto y por eso no se había quejado nunca.
Pero eso había cambiado con la llegada de Jonghyun al centro: un chico estrella en su anterior instituto por ser buen jugador en distintos deportes.
Jonghyun no le hizo a un lado por ser quien era, aunque el resto de su equipo habían intentado separarle del nerd, Jonghyun se había opuesto férreamente a dejarle solo otra vez y le obligó a ir con él a los partidos, a su casa y de paso, le obligó a que le diera clases de ingles, en la que era un desastre de verdad, ¡si ni siquiera podía conjugar el “Present Continuous” sin equivocarse!
Pero Jonghyun no era TaeMin.
No. Por supuesto que no lo era. Y aquello le devolvió a pensar en el menor.
El día que habían ido a merendar a la pastelería de los padres de Jong, el pequeño había demostrar no solamente ser muy inteligente, sino tener un gran nivel de cultura general, por lo que había sido fácil empezar una conversación con él. Nadie le había conseguido hacer hablar tanto como él lo había conseguido en una sola tarde, ni siquiera Jong, en sus mejores momentos, conseguía mantener una conversación tal larga y con sentido con él.
Por eso creía que el menor era especial. Que aquello era una señal del destino. Que…que aquel niño rebelde, sería el único que podría hacer feliz.
-Sr. Choi, le importaría volver a la Tierra y decirme la solución de esa ecuación, por favor.- le dijo el profesor de matemáticas.
-¿Eh? Sí. Perdón.- se disculpó y enfocó la vista a la pizarra.- La solución es que X es 187.- dijo.
-Exactamente.-dijo el profesor.- Como ya pueden ver, al parecer, en esta clase de salvajes hay alguien que es capaz de usar ese músculo llamado cerebro.
Todos miraron mal a MinHo y este se encogió en su asiento, sintiéndose desprotegido sin Jonghyun a su lado.
Key, después de estar dos horas ahogando el llanto entre sus brazos, vio la cabecita de su hermano entrar al centro, luego desapareció, pero no se sentía con ánimos de ir y pedirle disculpas, no podía.
Se sentía como la peor clase de personas que podían existir sobre la faz de la tierra: ruin, mezquino, egoísta, insensible, pero sobretodo, se sentía como el más grande de los gilipollas; no había sido capaz siquiera de preguntar por la razón de aquel abrazo, solo se lo había echado en cara.
¿Cómo había podido decirle todo aquello a su hermano? ¿Cómo había sido capaz de decirle que no le amaba, que ya no lo quería como hermano?
Por que no solamente habían sido palabras. Había hecho lo peor que podía hacer con una de sus pertenencias; le había devuelto el Sr. Panda, cuando años atrás le había dicho que jamás se separaría de él y que aquel peluche significaba que siempre estarían juntos mientras él lo guardara.
Y en la mañana, al salir, se lo había encontrado en la basura de la cocina y estaba seguro que su corazón se había roto todavía en más pedazos, pero no lo había cogido, estaba demasiado enfadado con su germano por hacerle aquello y había salido de la casa sin más.
Volvió a la realidad cuando la puerta de la azotea se abrió y él se levantó de golpe, enjugándose rápidamente los ojos. Y el corazón se le paró al ver quien había entrado: como no, su hermano había subido al mismo lugar que él.
-TaeMinnie…- susurró, más para él que para el menor, que se giró de golpe al oír su voz. Sus ojos enfocaron los del peli-cobrizo, viéndolo rojos, irritados e hinchado, tanto por las lágrimas como por la falta de sueño.- Yo…
-No me llames así.- la voz del menor había salido fría, dura, cortante.- Ya no somos hermanos, ¿no? Ya no hay nada que nos una el uno con el otro.- dijo, pero su voz al final era un débil susurro.
-TaeMin.- ahora él se había puesto a la defensiva, en el peor momento.- Mira…
-Ya lo sé.- una pequeña sonrisa se asomó de entre sus labios al oír aquello, quizás su hermano le perdonaba con más facilidad de la que él había pensado, que quizás había comprendido que todo un malentendido. Pero…¿entonces por que en sus ojos se veía tal dolor?- No hace falta que me repitas que me odias, que no me quieres por hermano, que para ti ya no soy nada, ¡qué solo una puta! Ya lo entendí.- acabó chillando, con las lágrimas resbalando por sus mejillas otra vez.- Si…si eso es todo lo que piensas de mí, está claro que no hay motivo para seguir viviendo en una casa donde solo mes espera la soledad más absoluta.- dijo.
-¿Qué…qué quieres decir?- y sintió un miedo terrible a perderlo, a que se fuera de su lado. ¿Con quien hablaría si él se iba? ¿Con reiría? ¿Con quien lloraría? ¿Quién…quien le amaría como lo había hecho su hermano? ¿Quién lo cuidaría? ¿A quién cuidaría él? ¿A quién le daría todo el afecto que tenía guardado para él?
-Me voy a casa de Onew hyung.- dijo.- Ya lo he hablado con mamá y con él. Ambos me han dicho que no hay problema. Así ya no tendrás que convivir conmigo. Ni siquiera en la hora del receso. Ya he hablado con el profesor para que me deje quedarme en clase.- salió por la puerta dejando a su hermano mayor clavado en el suelo, con las mejillas surcadas por lágrimas.
¿Qué…qué había hecho? Su hermano se iba de su lado…para siempre. Por su culpa, por su estupidez, por ser siempre tan egoísta.
Quiso seguirle, quiso correr detrás de él, pero sus piernas no le respondían y le fallaron, mandándole directo al suelo, donde cayó de rodillas.
Se estuvo ahí hasta que las clases terminaron, llorando por la pérdida de su hermano, sabiendo que había metido la pata hasta al final, que no le iba a perdonar jamás, que lo había lastimado demasiado para que volviera a él. Que a partir de aquel momento estaría solo.
Como pudo se levantó y como ánima en pena salió del edificio, parándose al ver a su hermano salir con Onew, cogidos de la mano.
Podría ser que…que…¿qué a su hermano le gustara el mayor de los cinco? No sería tan raro. Le había caído en gracia al menor rápidamente y se dio cuenta de que no tenía ni idea de los sentimientos de su hermano, que como siempre, le había dejado de lado, no le había preguntado nada sobre sus compañeros, sobre si había visto a alguien “especial”. La atención que su hermano le prodigaba cada día de su vida, él jamás se la había devuelto.
Y se sintió aun más miserable.
Corrió desesperado hacia casa, cerrando la puerta de golpe, sabiendo que por primera vez no estaría su hermano regalándole un de esas sonrisas que tanto le gustaban, que no tendría quien le escuchara.
Fue a la cocina a por un vaso de agua, pero su cuerpo temblaba tanto que solo coger el vaso este se cayó de sus manos. Se arrodilló para limpiar aquel desastre y entonces una frase resonó en su cabeza.
“Eso es. Arrástrate como la serpiente rastrera y mentirosa que eres. Ya no te quiero como hermano.”
¿Cómo había sido capaz siquiera de decirle aquello? Normal que el menor ya no quisiera estar con él…Aunque parecía que lo hacía más por él que por sí mismo. Había escogido alejarse de él para que no sufriera estando a su lado, aun si él sufría 1000 veces más.
Y al darse cuenta de eso decidió que no pensaba dejar que su hermano se fuera de su lado sin luchar. Por que era lo más importante que tenía; más que su madre, amigos, más que el chico que le gustaba.
Dejó el vaso roto en el suelo y se fue a la basura, metiendo las manos dentro, hurgando hasta encontrar el osito de peluche, hecho un asco, después de que se le tiraran encima resto de comida y demás cosas.
Corrió al lavabo y llenó el lavamanos con agua caliente y jabón de lavar la ropa para luego poner el animalito a dentro, frotando con fuerza, limpiándolo a fondo, sin dejar una sola mancha, dejando que sus lágrimas cayeran en el agua.
Siguió con aquella tarea por un par de horas más, hasta que el peluche estuvo aun más limpio que antes y lo tendió dentro de su baño mientras salía a toda prisa de casa para ir a buscar relleno para llenarlo y más cosas que tenía en mente.
Entró a la tienda y compró el relleno y en la tienda de enfrente vio algo que le hizo a entrar: una cámara digital. Su hermano adoraba hacer fotos.
-La cámara del aparador.- dijo nada más entrar.
-Es muy cara.- le advirtió.
-Me da igual. Tengo dinero de sobra.- dijo y el chico fue a buscarla.- Por regalo.- asintió y la envolvió.- Me da igual saber cuanto cuesta, solo cárgalo.
Salió de la tienda con la cámara y fue a la joyería, donde compró un lindo colgante con forma de huella de gato y fue a casa a dejarlo todo, para luego salir otra vez e ir a la pastelería, rogando por que Jong no hubiera vuelto de su entrenamiento aun.
-Buenas tardes, señora Kim.- dijo al llegar al mostrador.
-¡Buenos días corazón!- la mujer se fijó en los ojos del joven, pero prefirió no hacer ningún comentario.- ¿Qué te pongo?
-¿Tiene un pastel entero de fresas?- preguntó, aun con el corazón acelerado.
-Por supuesto. Ahora de lo traigo.- desapareció menos de diez minutos, pero a Key se le hicieron eternos y luego volvió con el pastel.- Aquí tienes. Son 100 wons.
Key pagó, apresurado y se fue corriendo a casa, donde se encontró con una sorpresa: su madre estaba en casa. Silenciosamente fue a dejar el pastel a la nevera, intentando que su madre no le oyera pero, obviamente, fracasó.
-¿Hijo?- volteó y al ver a su madre parada debajo de la puerta corrió donde ella y se refugió en su pecho.- ¿KiBum?
-Mamá…Él me odia…- susurró, sintiendo como su cuerpo era llevado al sofá y como los brazos de su progenitora le envolvían.
Estuvieron en silencio hasta que él se calmó, arrullado por los cálidos brazos, por las suaves manos que se paseaban por su espalda.
-Nadie te odia Key…
-TaeMin sí. Aunque no tengo derecho a reprocharle nada, yo también lo haría. En realidad…ya me odio por decirlo todo aquello.- más lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
-Pero…¿qué fue lo que le dijiste a tu hermano para que digas que te odia? El solo me dijo que un compañero suyo y él compartirían piso.
Un sollozo escapó de sus labios al oír aquello: ni siquiera le había contado a su madre todo aquello para evitar que ella sufriera y que le regañara. A pesar de todo…TaeMin, su hermanito, al que tanto quería, aún se preocupaba por él.
-Le dije que no lo quería. Que ya no era más mi hermano, que era puta, que se había aprovechado de mí y de nuestra relación. Que ya no quería saber más de él.- dijo entre el llanto.
-¿Por eso rompiste el peluche?- dijo una consternada mujer.
-Yo no lo rompí. Yo…saqué todo lo que tenía de él de mi cuarto, incluido al Sr. Panda.- sus lágrimas parecían inacabables, como si sus ojos no pudieran secarse nunca jamás.- Que-quemé todas sus fotos.
-¡¡KIBUM!!- cerró los ojos por inercia, esperando una fuerte bofetada, pero en lugar de eso, recibió otro abrazo.- ¿Por qué hiciste todo eso? ¿Qué te provocó decirle todas esas mentiras?
-U-un chico.- susurró.- Me gusta un chico de la escuela y se lo di…dije a Ta-TaeMin y a-ayer lo vi abrazándose a ellos dos.- ya no quedaba ni rastro del Key fuerte y Diva de la escuela.
-Y no le pediste explicaciones, ¿verdad?- le preguntó la mujer, que ahora acariciaba su pelo.
-N-no. Es-esta mañana le pedí a Jonghyun que hacía ayer con Tae y me-me dijo que le había dicho que le gustaba un chico y como Minnie- un sollozo
escapó de sus labios al nombrar de aquella forma al menor.- Como Minnie también es gay, decidió pedirle ayuda.
-Todo se arreglará…- negó con la cabeza.- Tu hermano te ama demasiado para alejarte de su vida. Solo está dolido. Muy dolido.
-¿Me ayudarás a recuperarle? ¿A que vuelva estar en casa conmigo?- le preguntó mirándole con los ojos rojos e hinchados por el llanto.- Mamá…por favor…
-Claro que sí, mi vida. He visto que has ido a comprar cosas. Y que has lavado a Sr. Manchas.
-Panda.- la corrigió inmediatamente.- Se llama Sr. Panda, no Sr. Manchas.
-Está bien. Mira Key, tu hermano aun tiene que venir por algunas de sus cosas, ¿te parece si os dejo solos para que puedas disculparte como se debe?- asintió.- Aun es temprano, yo llamó a TaeMin para que venga a por sus cosas.
-Espera, ¿puede ser mañana?- pidió.
-Claro.- besó su frente y cogió su móvil.- ¿Hijo? Sí…mira, te has dejado algunas cosas aquí en casa, ¿quieres venir mañana a por ellas? ¡Perfecto entonces! Sí…yo también te extraño. Cuídate. Hasta mañana, mi vida.
Mientras su madre hablaba él había subido a su cuarto y se había metido en baño, había enchufado el secador y ahora se dedicaba a secar al peluche, para que no estuviera nada húmedo y así poder empezar a rellenarlo.
Se pasó toda la noche rellenando el peluche y cosiéndolo. Una vez terminó se metió en su viejo portátil y empezó a imprimir todas las fotografías suyas y de Tae juntos que encontró, por suerte ambos amaban hacerse fotos. Las fue imprimiendo y se dedicó a cortarlas perfectamente para luego poder hacer un álbum de los dos.
Se resistió a quedarse dormido, pero al final se quedó dormido sobre el escritorio.
Sintió como alguien ponía una manta sobre sus hombros y se removió y su mano dio contra su nariz.
Y reconoció aquel olor a fresas y a vainilla.
-TaeMinnie…- suspiró, aun sin saber si se trataba de un sueño. Pero si era uno, no quería despertar.- Perdóname por ser tan gilipollas…- abrió los ojos y le miró, sintiendo como sus ojos se anegaban en lágrimas al verle ahí mismo, parado delante de él.- Min…- antes de que se pudiera ir lo cogió de la muñeca y lo abrazó con fuerza.
-Key…por favor, no hagas esto más difícil.
-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…- nada más salía de sus labios.- Perdóname, no quiero que te vayas de mi lado, no quiero perderte. Eres lo más importante que tengo.
-No es cierto. No mientas. Dejaste claro que para ti yo ya no existo. Dejaste al peluche con mis cosas.- susurró.
-So-solo espera un minuto, ¿sí? Solo un minuto, por favor. Solo uno.- le rogó y él asintió.
-Solo uno.- repitió mientras que el mayor sacaba de entre los cojines el peluche y se lo tendía, con la cabeza gacha, con los brazos extendidos.- ¿Q-qué…? Yo…yo lo rompí…
Lo cogió y lo revisó, como comprobando que era el mismo y luego algo pasó por su cabeza y miró el lugar por en donde lo había roto, viendo que estaba recosido. Desvió los ojos a la mesa en donde había encontrado a Key y se fijo en el libro que había sobre la mesa y se acercó a él, viendo que eran fotos de él y de su hermano.
Estaba haciendo un álbum de fotos para él. Aun cuando él odiaba tener que hacer cosas de este tipo, Key se había dedicado a hacerlo para él. Y luego reparó en el paquete en color fucsia que había sobre la mesa y lo cogió, para desenvolverlo.
Su respiración se cortó al ver la cámara que tanto había deseado ahora estaba entre sus manos. Viró para ver a su hermano y lo encontró en la misma posición que antes, solo que con los brazos bajados.
-Yo…no pretendo que me perdones, sé que te herí demasiado hondo para que lo puedas hacer, pero…- se abrazó a sí mismo y las lágrimas empezaron a mojar el suelo.- Pero quería que tuvieras un recuerdo mío aunque no estuviéramos juntos. Aunque vivieras con Onew.
-Yo…yo no dormí donde Onew hyung. Os mentí a ti y a mamá. Dormí…en el parque de aquí al lado.- susurró.- Yo te amo Key. Eres mi hermano, aunque quisiera odiarte no lo podría hacer.
Levantó la cabeza y corrió a abrazarlo, llorando en su hombro completamente desconsolado.
-¿Me perdonas? Sé que no me lo merezco, pero por favor, no me apartes de tu vida hermanito. Tú eres lo más importante que tengo.
-So-solo si prometes no volverme a decir nada de aquello. Sentí como el mundo se caía cuando me dijiste que no me querías.
-Nunca más, hermanito, nunca más. No dejaré que un chico vuelva a interponerse entre tú y yo.
Se quedaron abrazados en medio del cuarto y balaceándose de lado a lado, con suavidad. Como cuando eran niños.
-Compré pastel de fresas, ¿vamos a comer?- dijo el mayor, sonriéndole dulcemente.
-¡Claro!- bajaron abajo y se sentaron en el sofá para ver la TV.- ¿Podemos dormir juntos hoy también?
-Claro.- besó su mejilla como si nada hubiera pasado.
Estaba tan feliz que se había olvidado de preguntarle por la persona que le gustaba a Jong. Estaba demasiado feliz por haber hecho las paces con su hermano.
-Baby…¿te parece si vamos a hacernos fotos?- le preguntó.
-Claro. Sabes que me encanta hacer fotos.
A partir de aquel momento, todo estaría bien otra vez entre ambos hermanos. Key había aprendido que la impulsividad de poco servía y que debía preguntar antes de juzgar a la gente y a las situaciones como había hecho.
Al día siguiente, MinHo se levantó habiendo tomado una importante decisión, y lo que le había llevado a tal determinación había sido el ver a Tae saliendo del instituto agarrando la mano de Onew. Definitivamente, eso si que le había causado una fuerte punzada en le estómago que, siendo tan racional como era, catalogó como puros celos.
Por tanto, tras una larga noche de insomnio, de pensar y dar vueltas a un millón de ideas y circunstancias, había terminado llegando a la conclusión de que se acercaría a TaeMin, intentaría ser su amigo, que viera la persona que era bajo todas las estúpidas etiquetas que le habían puesto en la pequeña y cerrada sociedad adolescente que bullía tras las paredes del instituto.
Y ahí estaba, recorriendo el pasillo donde sabía que encontraría al más pequeño de los hermanos, dispuesto a invitarlo a almorzar con él y poder mantener con él una amena e interesante charla. Pero al parecer, la suerte no quería estar de su parte, ya que, al llegar a su salón, ya no había rastro del pequeño Tae. Aunque suspiró aliviado al ver que Onew si permanecía allí. Tragándose su orgullo, se acercó al chico.
-¡Hola!- saludó en voz baja, situándose frente al chico, que lo miró extrañado- ¿has visto a Tae?- le preguntó, no queriendo andarse por las ramas.
-Vino a buscarlo su hermano.- respondió lacónico, mientras su ceño se fruncía- ¿Para qué lo buscas?- preguntó sospechoso.
-Por nada. Gracias.- sin más, se dio media vuelta y abandonó el salón, deshaciendo sus pasos hacia la cafetería, donde sabía que encontraría a su loco amigo.
Nada más divisarlo, se acercó a él, dejándose caer con pesadez en una de las sillas a su lado.
-Uff, que cara me traes. ¿Ha pasado algo?- preguntó preocupado al ver la cara tan abatida que paseaba el moreno.
-No…bueno…sí- se desordenó el cabello, en un gesto de total frustración.
-Decídete, me lo cuentas o no, pero no lo pagues con tu pelo, él no tiene la culpa.- bromeó, intentando que su amigo dejara de parecer tan serio y abatido.
-Jong, me gusta TaeMin.- directo, como a él le gustaba ser, sin rodeos ni premisas que dificultaran el mensaje.
Jong abrió la boca, un poco asombrado de su falta de timidez.
-Bien, a eso lo llamo yo ser directo MinHo- palmeó su hombro a modo de consuelo- ¿Qué tendrán ese par de hermanos que nos vuelven locos, eh?
-Igualmente…no creo que alguien como yo pueda gustarle, ¿verdad?- sonrió con tristeza, sabiendo que su atractivo era más bien nulo.
-No digas tonterías, el problema que tú tienes es que no sabes sacarle potencial a todos los atributos que posees. Créeme cuando te digo que, si cambiaras de look, no sólo TaeMin babearía tras de ti, sino gran parte del censo estudiantil.- Jong estaba totalmente convencido de lo que decía.
-Tú…¿tú crees que eso puede ayudarme?- preguntó, no del todo convencido.
-Absolutamente. Mira, tienes un buen cuerpo, que te empeñas en esconder en esas negras y anchas ropas; tus ojos son preciosos e intensos, pero con esas gafas tan horrorosas ni siquiera se pueden admirar, y tú pelo…MinHo, parece que llevas un nido de ratas por pelo, si es que ni te peinas al salir de tu casa, tío.
-Bien, a eso yo le llamo ser sincero.- sonrió, bastante feliz de tener un amigo como Jong.
-Para algo están los amigos, MinHo.- le volvió a palmear el hombro mientras sonreía con picardía- Creo que se me acaba de ocurrir una idea.
-Miedo me das.- aún en el pseudoabrazo, MinHo viró su cabeza para poder ver a su amigo.
-Le pediremos a Key que nos ayude y sacaremos a la luz el MinHo sexy que llevas camuflado entre tanta ropa hortera- bueno, Jong también pensaba aprovechar la situación y acercarse un poquito más al dueño de sus propios deseos.
-Pero… ¿tú crees que querrá echarnos una mano?- ambos se levantaron y pusieron rumbo a su salón, ya que el timbre acababa de sonar.
-¡Vamos! Es Key, basta ver como se viste. Apuesto lo que quieras a que es un amante de la moda.- la confianza que destilaba Jong terminó por convencer al moreno, quien asintió y sonrió con un deje de esperanza.
Al entrar en clase, Jong soltó el agarre al cual tenía sometido a MinHo y se acercó hasta Key, quien ya se hallaba sentado en su lugar.
-Key, ¿podemos hablar un momento?- le preguntó, sentándose en la mesa de su pupitre.
-Claro.- sonrió Key, feliz de tener tan cerca al rubio- Dime.
-Escucha, necesito que me ayudes con MinHo. Si te fijas bien, el chico está bastante bueno, es decir, tiene un gran potencial, pero carece del sentido del gusto y de la moda- Key asentía lanzando breves miradas hacia MinHo, quien intentaba ignorar la charla que mantenían sus dos amigos a escasos metros de donde él se encontraba- y había pensado que podrías ayudarme a explotar esas cualidades sometiéndolo a un cambio de look…completo.
Key se emocionó- Ohh, me encantaría ayudar e incluso podemos pedirle consejo a TaeMin…
-¡NO!- cortó en seguida Jong- No, a él no- se mordió el labio inferior sin saber si debía contarle o no, pero ya que iba a formar parte del plan, mejor que estuviera bien enterado- Verás…- se acercó a su oído, para el gran placer de Key y le susurró lo que MinHo sentía por Tae- ¿Ahora entiendes?
-Ohh, comprendo- Key intentó esconder su sonrojo, tener a Jong susurrando en su oído había provocado escalofríos en todo su cuerpo- Os ayudaré- confirmó- y mantendré el secreto.
-Bien, bien- sonrió feliz Jong, por un lado porque podría echarle una mano a su amigo, y por otro lado, porque podría pasar un día entero con Key.
Sí, la vida a veces podía ser demasiado buena con él- entonces, que te parece si nos reunimos los tres el sábado por la mañana- saltó de la mesa y se puso de pie.
-Claro! Sería perfecto- ambos sellaron el pacto con esas palabras y Jong se dirigió a su pupitre a la espera de que el profesor en turno se dignara a aparecer.
En la clase de geología Jinki se la había pasado absorto viendo la espalda de TaeMin.
Aquel niño desde el primer día se le había hecho hermoso e interesante. Y a pesar de que al parecer no era dado a abrirse a la gente, con él si lo había hecho. Aunque también lo había hecho con MinHo.
No es que el moreno le cayera mal, por supuesto que no. Bueno, si le molestaba algo de él, y era el que fuera tan recto, que acatara todas las normas. Sabía de su reputación de nerd y empollón.
Y no entendía porque el chico había sido capaz de llamar la atención de TaeMin.
Él se parecía mucho más a TaeMin que MinHo.
Para Onew, TaeMin era el tipo de persona con el que quería compartir su vida para siempre: era lindo, inteligente, independiente, no se dejaba domar por nadie y como él, gustaba de las cosas dulces. Y había podido ver que detrás de aquella personalidad seductora y sensual que tanto le había gustado la primera vez que le vio había alguien dulce e infantil.
El problema es que toda esa ternura iba dirigida a su hermano y a nadie más.
Rememoró la hora del recreo de aquel día: Key había ido y se había llevado a Tae quien sabe donde, eliminando cualquier posibilidad de poder almorzar juntos. Aunque luego se alegró de que KiBum se lo hubiese llevado consigo ya que MinHo había llegado buscando al menor de todos.
Se había dado cuanta que el chico le miraba del mismo modo que él lo hacía y no estaba dispuesto a dejar que TaeMin se fuera con Choi. Iba a luchar para conquistarle y quedarse con él.
No iba a dejar que el nerd de la escuela le ganara. No lo iba a permitir.
¿Críticas? Bueno, como siempre, se aceptan todo tipo de coments menos aquellos que vayan con la intención de dañar^^
En todo el día, Key había tratado mal tanto Tae como a Jong, lo que les dolía profundamente a ambos, ya que no tenían ni idea de que habían hecho para merecer aquello.
Cuando terminaron las clases ambos hermanos se dirigieron al parking para irse a casa con sus motos. Una vez llegaron a casa fueron a la cocina a por algo de merienda y entonces fue cuando Key dijo la última cosa que TaeMin quería oír salir de sus labios.
-Por cierto, TaeMin, ya no te quiero.
El vaso de jugo que tenía en la mano resbaló y se estrelló contra el suelo, desparramando todo el zumo por el suelo.
-¿Q-qué?- le miró con ojos llorosos y quiso cogerle de la mano, y lo hizo, pero el otro la apartó casi con asco.- ¿Po-por qué?
-Te has aprovechado de mí. Me hiciste creer que no sentías nada por ninguno de ellos y a la que tuviste oportunidad te lanzaste a los brazos de Jong, sin importar lo que yo sentía por él.
-Pero…- intentó hablar el menor para decirle que estaba equivocado, mas fue interrumpido otra vez.
-¡Cállate!- chilló desesperado empujándolo contra la encimera.- No quiero oír tu voz, no quiero saber nada de ti, no quiero verte nunca más. Sabías lo que sentía por Jonghyun, sabías que me dolía el que no fuera gay, sabías todo lo que yo sentía y te aprovechaste de nuestra confianza, ¡me traicionaste! ¡A mí! ¡A tu propio hermano! ¿Crees que te puedo querer después de haber jugado conmigo?
Todo aquello, todo lo que su amado hermano le estaba diciendo, le estaba hiriendo tan profundo que estaba seguro que nadie le podía hacer sufrir tanto como lo estaba haciendo ahora Key.
-Eres…eres lo peor que hay en el mundo. Ningún hermano haría eso a su propio hermano.- le dijo y los ojos de TaeMin empezaron a soltar todas aquellas lágrimas que no había llorado en años: las que no lloró cuando sus padres se separaron, las que no lloró cuando se mudaron por primera vez.
Se dejó caer al suelo y empezó a recoger como podía los trozos de cristal del vaso roto, cortándose los dedos, haciendo que sangraran copiosamente, pero aquel que en otro tiempo le habría auxiliado ahora solo le dijo con una voz que destilaba veneno:
-Eso es. Arrástrate como la serpiente rastrera y mentirosa que eres. Ya no te quiero como hermano.
Se fue de la cocina, dejando al menor solo en ella, completamente herido, física y psicológicamente, recogiendo lo que había ensuciado, dejando que sus lagrimas corrieran libres por sus mejillas y se mezclaran con el zumo.
Cuando terminó fue hacia su cuarto y fue en aquel entonces que vio lo que había estado haciendo Key: todo aquello que el mayor tenía de él estaba en el pasillo, tirado: ropa, algún libro suyo, CD’s, y el perfilador que le había regalado el otro día. Como pudo lo cogió todo en brazos y se lo llevó a su cuarto y entonces vio que también había algo ahí: el Sr. Panda.
El Sr. Panda era un peluche que TaeMin había ganado de pequeño, cuando tenía unos cinco añitos y la familia aun estaba unida, en una feria y que, feliz por recibir un premio decidió dárselo a la persona que más amaba en el mundo: su hermano KiBum. El otro lo tomó feliz y le dijo que jamás lo separaría de él, que lo guardaría para siempre y que sería su bien más querido.
Abrazó el peluche y se dejó caer al suelo otra vez, hecho un mar de lágrimas. Fue entonces cuando olió a quemado. Se levantó de golpe y fue hasta donde el olor se hacía más fuerte: el cuarto de su hermano.
Adentro KiBum también estaba he cho un mar de lágrimas, tanto por el saber que ahora Jonghyun sería de su hermano y por el sentimiento de traición que tenía hacia este.
Había cogido todas las fotografías que tenía de su hermano y las había empezado a quemar, una a una, dejando que cayeran dentro al cubo de la basura que tenía en el cuarto, y en las que salían ambos juntos, las rompía por la mitad y procedía a quemar la parte de su hermano.
A fuera, TaeMin no tenía que entrar para saber que estaba haciendo su hermano, sabía que estaba quemando todas sus fotos, y aunque quiso hacer lo mismo, no se vio con corazón de hacerlo, por que a pesar de que su hermano
ya no le quisiera, él si lo hacía, seguía amando a su hermano por encima de todo.
Lo único que fue capaz de hacer fue ir a por unas tijeras y rompió al Sr. Panda por la mitad, quitándole todo el forro, dejando después al animalito delante de la puerta de su hermano, como símbolo de… no sabía por que lo había hecho, solo lo había hecho.
Horas después, salió del cuarto otra vez, cogió al pobre animalito y lo tiró a la basura. ¿Qué sentido tenía dejarlo ahí si su hermano le odiaba con toda su alma?
Ninguno.
A la mañana siguiente, Key se fue a clases antes de que su hermano despertara, así podía ahorrarse el tener que verle la cara. Por primera vez se sentía muy enfadado con Tae, aunque en su interior le dolía estar separado de su hermano, pero el rencor que en esos momentos sentía y los celos que no dejaban de arañarle el pecho, provocando una inmensa desazón.
Llegó al instituto bastante temprano, encontrándose por los pasillos sólo con algunos de los alumnos más madrugadores y entró en el aula, dejándose caer pesadamente en la silla y escondiendo su cabeza entre sus brazos, apoyados ambos en la mesa. No dejaba de preguntarse una y otra vez si había sido demasiado duro con Tae, si valía la pena enemistarse con su hermano por un extraño. Al fin y al cabo, su hermano siempre había estado ahí.
Entonces le entró pánico, ¿y si todo había sido un malentendido? ¿Y si acababa de cagarla por precipitarse y no pedir explicaciones? Levantó su cabeza de golpe, con el rostro desencajado por el dolor y una lágrima empezó a surcar su camino, mejilla a bajo, muriendo en su boca.
Tenía que hablar con Jong, él podría aclararle las cosas.
No supo cuanto tiempo estuvo sumido en sus pensamientos, cuando el barullo y jaleo empezó a reinar los pasillos, dándole la señal de que los alumnos empezaban a llegar y que el comienzo de las clases estaba próximo. No dejaba de mirar la puerta cada pocos segundos, con la esperanza de ver la cabellera rubia de Jong y, tras la eterna espera, por fin apareció, riendo junto a Minho.
Sin saber muy bien como, se levantó de golpe y corrió hasta llegar frente a él, lo miró por uno segundos y lo agarró de las manos, arrastrándolo fuera de la clase.
-¿Key? - lo llamó Jong, extrañado ante su comportamiento, pero el moreno seguía sin decir nada y caminando por el pasillo, agarrando fuertemente su mano- ¡Key!- gritó Jong un poco molesto ante su actitud.- ¿Qué demonios te pasa?- se soltó del agarre y paró de caminar, cruzándose de brazos a la espera de una explicación.
Key lo miró dubitativo, sin saber por donde podía empezar.
- Necesito hablar contigo de Tae.- ¿cómo podía resolver sus dudas sin tener que revelar sus sentimientos?- ¿Te dijo si estaba enamorado de alguien?- preguntó finalmente.
-¿Tae? Pues no lo sé y tampoco creo que me lo hubiera dicho, sólo hace un par de días que nos conocemos.- se encogió de hombros y lo miró aún más confuso. No entendía de qué iba todo eso.
-¿Y de qué estuvieron hablando ustedes dos?- cada vez estaba más seguro de que sus conclusiones habían sido equivocadas. Estaba seguro que Tae no se lo perdonaría nunca, le había dicho cosas demasiado duras.
-Pues…yo…- no sabía que decirle. No podía decirle la verdad, Tae ya le había avisado, así que, ¿qué demonios podía decirle?- Necesitaba consejo…yo…me gusta una persona y…bueno…soy gay…así que, como tú hermano también lo es… pues… le pedí consejo de cómo podía obrar con alguien del mismo sexo, pero… el me dijo que nunca había tenido pareja… así que…aunque… aishhhh…bueno, eso- no sabía si le había entendido, pero las palabras no salían con coherencia y su sonrojo debía ser apoteósico, ya que notaba sus mejillas arder. Levantó la vista y observó la cara pálida de Key- ¡Hey! ¿Estás bien?- le preguntó, preocupado ante su estado de shock.
-Sí, yo…tengo que irme- corrió en busca de Tae, dejando a Jong con la palabra en la boca.
Ni siquiera se había puesto a pensar en las pequeñas punzadas que sintió al oír a Jong confesando su amor por otra persona que no era él. En esos momentos el dolor por perder a su hermano era asfixiante y le provocaba que las piernas le flaquearan. Había tenido la corazonada de que se había equivocado con Tae, muy en el fondo sabía que su hermano jamás le haría algo así.
¡Estúpidos celos! ¿Por qué tenía que ser tan inseguro y tan mezquino?
Por mucho que lo buscó, no consiguió encontrarlo en ningún rincón del instituto. Ni siquiera se había presentado en clase y se estaba empezado a desesperar. Cansado, decidió subir a la azotea, para que le diera un poco el aire, ya que se sentía mareado y estuvo ahí toda la mañana, buscando la manera de disculparse.
Entre tanto, en la clase, sin la compañía de Jonghyun ni de Key, MinHo, por primera vez, había dejado de escuchar en clase, para pensar en lo que había sentido cuando vio a Jong y a Tae abrazados.
Por primera vez desde que tenía memoria, había sentido una punzada en su pecho, una que le había hecho desear apartar al mayor del pequeño cuerpo del chico del pelo cobrizo.
Sus ojos se fijaron en la pista de básket y soltó un pequeño suspiro al pensar en aquello: desde el primer día el hermano menor de su nuevo compañero de clase le había gustado, no solo físicamente, le había parecido divertido, sincero y directo. Como a él le gustaban las personas.
Y por supuesto, era inteligente, muy inteligente.
Por primera vez, no se sintió hecho a un lado, no se vio desplazado por ser el nerd, por ser el chico que disfrutaba más de tener un buen libro en sus manos que de jugar a un videojuego.
Y por un momento, pensó en que aquel chico sería su pareja ideal, pero enseguida se olvidó de eso. TaeMin era el chico rebelde el que no se ataría a nadie…pero bien que estaba abrazado a Jong, ¿no?
Y pensar en aquello le hizo pensar en que quizás Jonghyun había hablado con el chico y que por eso le había abrazado, pero eso no quitaba las ganas que había sentido de golpearle, de hacerle un a un lado para que no pudiera tocarle, queriendo impedir que nadie más aparte de él pudiera tocarle.
“¡Vuelve a la realidad MinHo!” se dijo a si mismo. “¿Cómo se va a enamorar de ti alguien tan lindo como él? Solo eres el nerd de la escuela, no sueñes con imposibles.”
Por que si MinHo era algo (y ese algo sacaba de quicio a su amigo deportista), es que era terriblemente pesimista en cuanto a sí mismo y muy –demasiado- racional.
Para él, el que sus compañeros le hicieran bulling, lo humillaran y lo trataran como quisieran, que solo le quisieran para que les dejara copiar los exámenes o los deberes o para que se rieran de él, era algo normal.
Él sabía que no era normal a los ojos de los demás, aun sin que la gente supiera su pequeño secreto y por eso no se había quejado nunca.
Pero eso había cambiado con la llegada de Jonghyun al centro: un chico estrella en su anterior instituto por ser buen jugador en distintos deportes.
Jonghyun no le hizo a un lado por ser quien era, aunque el resto de su equipo habían intentado separarle del nerd, Jonghyun se había opuesto férreamente a dejarle solo otra vez y le obligó a ir con él a los partidos, a su casa y de paso, le obligó a que le diera clases de ingles, en la que era un desastre de verdad, ¡si ni siquiera podía conjugar el “Present Continuous” sin equivocarse!
Pero Jonghyun no era TaeMin.
No. Por supuesto que no lo era. Y aquello le devolvió a pensar en el menor.
El día que habían ido a merendar a la pastelería de los padres de Jong, el pequeño había demostrar no solamente ser muy inteligente, sino tener un gran nivel de cultura general, por lo que había sido fácil empezar una conversación con él. Nadie le había conseguido hacer hablar tanto como él lo había conseguido en una sola tarde, ni siquiera Jong, en sus mejores momentos, conseguía mantener una conversación tal larga y con sentido con él.
Por eso creía que el menor era especial. Que aquello era una señal del destino. Que…que aquel niño rebelde, sería el único que podría hacer feliz.
-Sr. Choi, le importaría volver a la Tierra y decirme la solución de esa ecuación, por favor.- le dijo el profesor de matemáticas.
-¿Eh? Sí. Perdón.- se disculpó y enfocó la vista a la pizarra.- La solución es que X es 187.- dijo.
-Exactamente.-dijo el profesor.- Como ya pueden ver, al parecer, en esta clase de salvajes hay alguien que es capaz de usar ese músculo llamado cerebro.
Todos miraron mal a MinHo y este se encogió en su asiento, sintiéndose desprotegido sin Jonghyun a su lado.
Key, después de estar dos horas ahogando el llanto entre sus brazos, vio la cabecita de su hermano entrar al centro, luego desapareció, pero no se sentía con ánimos de ir y pedirle disculpas, no podía.
Se sentía como la peor clase de personas que podían existir sobre la faz de la tierra: ruin, mezquino, egoísta, insensible, pero sobretodo, se sentía como el más grande de los gilipollas; no había sido capaz siquiera de preguntar por la razón de aquel abrazo, solo se lo había echado en cara.
¿Cómo había podido decirle todo aquello a su hermano? ¿Cómo había sido capaz de decirle que no le amaba, que ya no lo quería como hermano?
Por que no solamente habían sido palabras. Había hecho lo peor que podía hacer con una de sus pertenencias; le había devuelto el Sr. Panda, cuando años atrás le había dicho que jamás se separaría de él y que aquel peluche significaba que siempre estarían juntos mientras él lo guardara.
Y en la mañana, al salir, se lo había encontrado en la basura de la cocina y estaba seguro que su corazón se había roto todavía en más pedazos, pero no lo había cogido, estaba demasiado enfadado con su germano por hacerle aquello y había salido de la casa sin más.
Volvió a la realidad cuando la puerta de la azotea se abrió y él se levantó de golpe, enjugándose rápidamente los ojos. Y el corazón se le paró al ver quien había entrado: como no, su hermano había subido al mismo lugar que él.
-TaeMinnie…- susurró, más para él que para el menor, que se giró de golpe al oír su voz. Sus ojos enfocaron los del peli-cobrizo, viéndolo rojos, irritados e hinchado, tanto por las lágrimas como por la falta de sueño.- Yo…
-No me llames así.- la voz del menor había salido fría, dura, cortante.- Ya no somos hermanos, ¿no? Ya no hay nada que nos una el uno con el otro.- dijo, pero su voz al final era un débil susurro.
-TaeMin.- ahora él se había puesto a la defensiva, en el peor momento.- Mira…
-Ya lo sé.- una pequeña sonrisa se asomó de entre sus labios al oír aquello, quizás su hermano le perdonaba con más facilidad de la que él había pensado, que quizás había comprendido que todo un malentendido. Pero…¿entonces por que en sus ojos se veía tal dolor?- No hace falta que me repitas que me odias, que no me quieres por hermano, que para ti ya no soy nada, ¡qué solo una puta! Ya lo entendí.- acabó chillando, con las lágrimas resbalando por sus mejillas otra vez.- Si…si eso es todo lo que piensas de mí, está claro que no hay motivo para seguir viviendo en una casa donde solo mes espera la soledad más absoluta.- dijo.
-¿Qué…qué quieres decir?- y sintió un miedo terrible a perderlo, a que se fuera de su lado. ¿Con quien hablaría si él se iba? ¿Con reiría? ¿Con quien lloraría? ¿Quién…quien le amaría como lo había hecho su hermano? ¿Quién lo cuidaría? ¿A quién cuidaría él? ¿A quién le daría todo el afecto que tenía guardado para él?
-Me voy a casa de Onew hyung.- dijo.- Ya lo he hablado con mamá y con él. Ambos me han dicho que no hay problema. Así ya no tendrás que convivir conmigo. Ni siquiera en la hora del receso. Ya he hablado con el profesor para que me deje quedarme en clase.- salió por la puerta dejando a su hermano mayor clavado en el suelo, con las mejillas surcadas por lágrimas.
¿Qué…qué había hecho? Su hermano se iba de su lado…para siempre. Por su culpa, por su estupidez, por ser siempre tan egoísta.
Quiso seguirle, quiso correr detrás de él, pero sus piernas no le respondían y le fallaron, mandándole directo al suelo, donde cayó de rodillas.
Se estuvo ahí hasta que las clases terminaron, llorando por la pérdida de su hermano, sabiendo que había metido la pata hasta al final, que no le iba a perdonar jamás, que lo había lastimado demasiado para que volviera a él. Que a partir de aquel momento estaría solo.
Como pudo se levantó y como ánima en pena salió del edificio, parándose al ver a su hermano salir con Onew, cogidos de la mano.
Podría ser que…que…¿qué a su hermano le gustara el mayor de los cinco? No sería tan raro. Le había caído en gracia al menor rápidamente y se dio cuenta de que no tenía ni idea de los sentimientos de su hermano, que como siempre, le había dejado de lado, no le había preguntado nada sobre sus compañeros, sobre si había visto a alguien “especial”. La atención que su hermano le prodigaba cada día de su vida, él jamás se la había devuelto.
Y se sintió aun más miserable.
Corrió desesperado hacia casa, cerrando la puerta de golpe, sabiendo que por primera vez no estaría su hermano regalándole un de esas sonrisas que tanto le gustaban, que no tendría quien le escuchara.
Fue a la cocina a por un vaso de agua, pero su cuerpo temblaba tanto que solo coger el vaso este se cayó de sus manos. Se arrodilló para limpiar aquel desastre y entonces una frase resonó en su cabeza.
“Eso es. Arrástrate como la serpiente rastrera y mentirosa que eres. Ya no te quiero como hermano.”
¿Cómo había sido capaz siquiera de decirle aquello? Normal que el menor ya no quisiera estar con él…Aunque parecía que lo hacía más por él que por sí mismo. Había escogido alejarse de él para que no sufriera estando a su lado, aun si él sufría 1000 veces más.
Y al darse cuenta de eso decidió que no pensaba dejar que su hermano se fuera de su lado sin luchar. Por que era lo más importante que tenía; más que su madre, amigos, más que el chico que le gustaba.
Dejó el vaso roto en el suelo y se fue a la basura, metiendo las manos dentro, hurgando hasta encontrar el osito de peluche, hecho un asco, después de que se le tiraran encima resto de comida y demás cosas.
Corrió al lavabo y llenó el lavamanos con agua caliente y jabón de lavar la ropa para luego poner el animalito a dentro, frotando con fuerza, limpiándolo a fondo, sin dejar una sola mancha, dejando que sus lágrimas cayeran en el agua.
Siguió con aquella tarea por un par de horas más, hasta que el peluche estuvo aun más limpio que antes y lo tendió dentro de su baño mientras salía a toda prisa de casa para ir a buscar relleno para llenarlo y más cosas que tenía en mente.
Entró a la tienda y compró el relleno y en la tienda de enfrente vio algo que le hizo a entrar: una cámara digital. Su hermano adoraba hacer fotos.
-La cámara del aparador.- dijo nada más entrar.
-Es muy cara.- le advirtió.
-Me da igual. Tengo dinero de sobra.- dijo y el chico fue a buscarla.- Por regalo.- asintió y la envolvió.- Me da igual saber cuanto cuesta, solo cárgalo.
Salió de la tienda con la cámara y fue a la joyería, donde compró un lindo colgante con forma de huella de gato y fue a casa a dejarlo todo, para luego salir otra vez e ir a la pastelería, rogando por que Jong no hubiera vuelto de su entrenamiento aun.
-Buenas tardes, señora Kim.- dijo al llegar al mostrador.
-¡Buenos días corazón!- la mujer se fijó en los ojos del joven, pero prefirió no hacer ningún comentario.- ¿Qué te pongo?
-¿Tiene un pastel entero de fresas?- preguntó, aun con el corazón acelerado.
-Por supuesto. Ahora de lo traigo.- desapareció menos de diez minutos, pero a Key se le hicieron eternos y luego volvió con el pastel.- Aquí tienes. Son 100 wons.
Key pagó, apresurado y se fue corriendo a casa, donde se encontró con una sorpresa: su madre estaba en casa. Silenciosamente fue a dejar el pastel a la nevera, intentando que su madre no le oyera pero, obviamente, fracasó.
-¿Hijo?- volteó y al ver a su madre parada debajo de la puerta corrió donde ella y se refugió en su pecho.- ¿KiBum?
-Mamá…Él me odia…- susurró, sintiendo como su cuerpo era llevado al sofá y como los brazos de su progenitora le envolvían.
Estuvieron en silencio hasta que él se calmó, arrullado por los cálidos brazos, por las suaves manos que se paseaban por su espalda.
-Nadie te odia Key…
-TaeMin sí. Aunque no tengo derecho a reprocharle nada, yo también lo haría. En realidad…ya me odio por decirlo todo aquello.- más lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
-Pero…¿qué fue lo que le dijiste a tu hermano para que digas que te odia? El solo me dijo que un compañero suyo y él compartirían piso.
Un sollozo escapó de sus labios al oír aquello: ni siquiera le había contado a su madre todo aquello para evitar que ella sufriera y que le regañara. A pesar de todo…TaeMin, su hermanito, al que tanto quería, aún se preocupaba por él.
-Le dije que no lo quería. Que ya no era más mi hermano, que era puta, que se había aprovechado de mí y de nuestra relación. Que ya no quería saber más de él.- dijo entre el llanto.
-¿Por eso rompiste el peluche?- dijo una consternada mujer.
-Yo no lo rompí. Yo…saqué todo lo que tenía de él de mi cuarto, incluido al Sr. Panda.- sus lágrimas parecían inacabables, como si sus ojos no pudieran secarse nunca jamás.- Que-quemé todas sus fotos.
-¡¡KIBUM!!- cerró los ojos por inercia, esperando una fuerte bofetada, pero en lugar de eso, recibió otro abrazo.- ¿Por qué hiciste todo eso? ¿Qué te provocó decirle todas esas mentiras?
-U-un chico.- susurró.- Me gusta un chico de la escuela y se lo di…dije a Ta-TaeMin y a-ayer lo vi abrazándose a ellos dos.- ya no quedaba ni rastro del Key fuerte y Diva de la escuela.
-Y no le pediste explicaciones, ¿verdad?- le preguntó la mujer, que ahora acariciaba su pelo.
-N-no. Es-esta mañana le pedí a Jonghyun que hacía ayer con Tae y me-me dijo que le había dicho que le gustaba un chico y como Minnie- un sollozo
escapó de sus labios al nombrar de aquella forma al menor.- Como Minnie también es gay, decidió pedirle ayuda.
-Todo se arreglará…- negó con la cabeza.- Tu hermano te ama demasiado para alejarte de su vida. Solo está dolido. Muy dolido.
-¿Me ayudarás a recuperarle? ¿A que vuelva estar en casa conmigo?- le preguntó mirándole con los ojos rojos e hinchados por el llanto.- Mamá…por favor…
-Claro que sí, mi vida. He visto que has ido a comprar cosas. Y que has lavado a Sr. Manchas.
-Panda.- la corrigió inmediatamente.- Se llama Sr. Panda, no Sr. Manchas.
-Está bien. Mira Key, tu hermano aun tiene que venir por algunas de sus cosas, ¿te parece si os dejo solos para que puedas disculparte como se debe?- asintió.- Aun es temprano, yo llamó a TaeMin para que venga a por sus cosas.
-Espera, ¿puede ser mañana?- pidió.
-Claro.- besó su frente y cogió su móvil.- ¿Hijo? Sí…mira, te has dejado algunas cosas aquí en casa, ¿quieres venir mañana a por ellas? ¡Perfecto entonces! Sí…yo también te extraño. Cuídate. Hasta mañana, mi vida.
Mientras su madre hablaba él había subido a su cuarto y se había metido en baño, había enchufado el secador y ahora se dedicaba a secar al peluche, para que no estuviera nada húmedo y así poder empezar a rellenarlo.
Se pasó toda la noche rellenando el peluche y cosiéndolo. Una vez terminó se metió en su viejo portátil y empezó a imprimir todas las fotografías suyas y de Tae juntos que encontró, por suerte ambos amaban hacerse fotos. Las fue imprimiendo y se dedicó a cortarlas perfectamente para luego poder hacer un álbum de los dos.
Se resistió a quedarse dormido, pero al final se quedó dormido sobre el escritorio.
Sintió como alguien ponía una manta sobre sus hombros y se removió y su mano dio contra su nariz.
Y reconoció aquel olor a fresas y a vainilla.
-TaeMinnie…- suspiró, aun sin saber si se trataba de un sueño. Pero si era uno, no quería despertar.- Perdóname por ser tan gilipollas…- abrió los ojos y le miró, sintiendo como sus ojos se anegaban en lágrimas al verle ahí mismo, parado delante de él.- Min…- antes de que se pudiera ir lo cogió de la muñeca y lo abrazó con fuerza.
-Key…por favor, no hagas esto más difícil.
-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…- nada más salía de sus labios.- Perdóname, no quiero que te vayas de mi lado, no quiero perderte. Eres lo más importante que tengo.
-No es cierto. No mientas. Dejaste claro que para ti yo ya no existo. Dejaste al peluche con mis cosas.- susurró.
-So-solo espera un minuto, ¿sí? Solo un minuto, por favor. Solo uno.- le rogó y él asintió.
-Solo uno.- repitió mientras que el mayor sacaba de entre los cojines el peluche y se lo tendía, con la cabeza gacha, con los brazos extendidos.- ¿Q-qué…? Yo…yo lo rompí…
Lo cogió y lo revisó, como comprobando que era el mismo y luego algo pasó por su cabeza y miró el lugar por en donde lo había roto, viendo que estaba recosido. Desvió los ojos a la mesa en donde había encontrado a Key y se fijo en el libro que había sobre la mesa y se acercó a él, viendo que eran fotos de él y de su hermano.
Estaba haciendo un álbum de fotos para él. Aun cuando él odiaba tener que hacer cosas de este tipo, Key se había dedicado a hacerlo para él. Y luego reparó en el paquete en color fucsia que había sobre la mesa y lo cogió, para desenvolverlo.
Su respiración se cortó al ver la cámara que tanto había deseado ahora estaba entre sus manos. Viró para ver a su hermano y lo encontró en la misma posición que antes, solo que con los brazos bajados.
-Yo…no pretendo que me perdones, sé que te herí demasiado hondo para que lo puedas hacer, pero…- se abrazó a sí mismo y las lágrimas empezaron a mojar el suelo.- Pero quería que tuvieras un recuerdo mío aunque no estuviéramos juntos. Aunque vivieras con Onew.
-Yo…yo no dormí donde Onew hyung. Os mentí a ti y a mamá. Dormí…en el parque de aquí al lado.- susurró.- Yo te amo Key. Eres mi hermano, aunque quisiera odiarte no lo podría hacer.
Levantó la cabeza y corrió a abrazarlo, llorando en su hombro completamente desconsolado.
-¿Me perdonas? Sé que no me lo merezco, pero por favor, no me apartes de tu vida hermanito. Tú eres lo más importante que tengo.
-So-solo si prometes no volverme a decir nada de aquello. Sentí como el mundo se caía cuando me dijiste que no me querías.
-Nunca más, hermanito, nunca más. No dejaré que un chico vuelva a interponerse entre tú y yo.
Se quedaron abrazados en medio del cuarto y balaceándose de lado a lado, con suavidad. Como cuando eran niños.
-Compré pastel de fresas, ¿vamos a comer?- dijo el mayor, sonriéndole dulcemente.
-¡Claro!- bajaron abajo y se sentaron en el sofá para ver la TV.- ¿Podemos dormir juntos hoy también?
-Claro.- besó su mejilla como si nada hubiera pasado.
Estaba tan feliz que se había olvidado de preguntarle por la persona que le gustaba a Jong. Estaba demasiado feliz por haber hecho las paces con su hermano.
-Baby…¿te parece si vamos a hacernos fotos?- le preguntó.
-Claro. Sabes que me encanta hacer fotos.
A partir de aquel momento, todo estaría bien otra vez entre ambos hermanos. Key había aprendido que la impulsividad de poco servía y que debía preguntar antes de juzgar a la gente y a las situaciones como había hecho.
Al día siguiente, MinHo se levantó habiendo tomado una importante decisión, y lo que le había llevado a tal determinación había sido el ver a Tae saliendo del instituto agarrando la mano de Onew. Definitivamente, eso si que le había causado una fuerte punzada en le estómago que, siendo tan racional como era, catalogó como puros celos.
Por tanto, tras una larga noche de insomnio, de pensar y dar vueltas a un millón de ideas y circunstancias, había terminado llegando a la conclusión de que se acercaría a TaeMin, intentaría ser su amigo, que viera la persona que era bajo todas las estúpidas etiquetas que le habían puesto en la pequeña y cerrada sociedad adolescente que bullía tras las paredes del instituto.
Y ahí estaba, recorriendo el pasillo donde sabía que encontraría al más pequeño de los hermanos, dispuesto a invitarlo a almorzar con él y poder mantener con él una amena e interesante charla. Pero al parecer, la suerte no quería estar de su parte, ya que, al llegar a su salón, ya no había rastro del pequeño Tae. Aunque suspiró aliviado al ver que Onew si permanecía allí. Tragándose su orgullo, se acercó al chico.
-¡Hola!- saludó en voz baja, situándose frente al chico, que lo miró extrañado- ¿has visto a Tae?- le preguntó, no queriendo andarse por las ramas.
-Vino a buscarlo su hermano.- respondió lacónico, mientras su ceño se fruncía- ¿Para qué lo buscas?- preguntó sospechoso.
-Por nada. Gracias.- sin más, se dio media vuelta y abandonó el salón, deshaciendo sus pasos hacia la cafetería, donde sabía que encontraría a su loco amigo.
Nada más divisarlo, se acercó a él, dejándose caer con pesadez en una de las sillas a su lado.
-Uff, que cara me traes. ¿Ha pasado algo?- preguntó preocupado al ver la cara tan abatida que paseaba el moreno.
-No…bueno…sí- se desordenó el cabello, en un gesto de total frustración.
-Decídete, me lo cuentas o no, pero no lo pagues con tu pelo, él no tiene la culpa.- bromeó, intentando que su amigo dejara de parecer tan serio y abatido.
-Jong, me gusta TaeMin.- directo, como a él le gustaba ser, sin rodeos ni premisas que dificultaran el mensaje.
Jong abrió la boca, un poco asombrado de su falta de timidez.
-Bien, a eso lo llamo yo ser directo MinHo- palmeó su hombro a modo de consuelo- ¿Qué tendrán ese par de hermanos que nos vuelven locos, eh?
-Igualmente…no creo que alguien como yo pueda gustarle, ¿verdad?- sonrió con tristeza, sabiendo que su atractivo era más bien nulo.
-No digas tonterías, el problema que tú tienes es que no sabes sacarle potencial a todos los atributos que posees. Créeme cuando te digo que, si cambiaras de look, no sólo TaeMin babearía tras de ti, sino gran parte del censo estudiantil.- Jong estaba totalmente convencido de lo que decía.
-Tú…¿tú crees que eso puede ayudarme?- preguntó, no del todo convencido.
-Absolutamente. Mira, tienes un buen cuerpo, que te empeñas en esconder en esas negras y anchas ropas; tus ojos son preciosos e intensos, pero con esas gafas tan horrorosas ni siquiera se pueden admirar, y tú pelo…MinHo, parece que llevas un nido de ratas por pelo, si es que ni te peinas al salir de tu casa, tío.
-Bien, a eso yo le llamo ser sincero.- sonrió, bastante feliz de tener un amigo como Jong.
-Para algo están los amigos, MinHo.- le volvió a palmear el hombro mientras sonreía con picardía- Creo que se me acaba de ocurrir una idea.
-Miedo me das.- aún en el pseudoabrazo, MinHo viró su cabeza para poder ver a su amigo.
-Le pediremos a Key que nos ayude y sacaremos a la luz el MinHo sexy que llevas camuflado entre tanta ropa hortera- bueno, Jong también pensaba aprovechar la situación y acercarse un poquito más al dueño de sus propios deseos.
-Pero… ¿tú crees que querrá echarnos una mano?- ambos se levantaron y pusieron rumbo a su salón, ya que el timbre acababa de sonar.
-¡Vamos! Es Key, basta ver como se viste. Apuesto lo que quieras a que es un amante de la moda.- la confianza que destilaba Jong terminó por convencer al moreno, quien asintió y sonrió con un deje de esperanza.
Al entrar en clase, Jong soltó el agarre al cual tenía sometido a MinHo y se acercó hasta Key, quien ya se hallaba sentado en su lugar.
-Key, ¿podemos hablar un momento?- le preguntó, sentándose en la mesa de su pupitre.
-Claro.- sonrió Key, feliz de tener tan cerca al rubio- Dime.
-Escucha, necesito que me ayudes con MinHo. Si te fijas bien, el chico está bastante bueno, es decir, tiene un gran potencial, pero carece del sentido del gusto y de la moda- Key asentía lanzando breves miradas hacia MinHo, quien intentaba ignorar la charla que mantenían sus dos amigos a escasos metros de donde él se encontraba- y había pensado que podrías ayudarme a explotar esas cualidades sometiéndolo a un cambio de look…completo.
Key se emocionó- Ohh, me encantaría ayudar e incluso podemos pedirle consejo a TaeMin…
-¡NO!- cortó en seguida Jong- No, a él no- se mordió el labio inferior sin saber si debía contarle o no, pero ya que iba a formar parte del plan, mejor que estuviera bien enterado- Verás…- se acercó a su oído, para el gran placer de Key y le susurró lo que MinHo sentía por Tae- ¿Ahora entiendes?
-Ohh, comprendo- Key intentó esconder su sonrojo, tener a Jong susurrando en su oído había provocado escalofríos en todo su cuerpo- Os ayudaré- confirmó- y mantendré el secreto.
-Bien, bien- sonrió feliz Jong, por un lado porque podría echarle una mano a su amigo, y por otro lado, porque podría pasar un día entero con Key.
Sí, la vida a veces podía ser demasiado buena con él- entonces, que te parece si nos reunimos los tres el sábado por la mañana- saltó de la mesa y se puso de pie.
-Claro! Sería perfecto- ambos sellaron el pacto con esas palabras y Jong se dirigió a su pupitre a la espera de que el profesor en turno se dignara a aparecer.
En la clase de geología Jinki se la había pasado absorto viendo la espalda de TaeMin.
Aquel niño desde el primer día se le había hecho hermoso e interesante. Y a pesar de que al parecer no era dado a abrirse a la gente, con él si lo había hecho. Aunque también lo había hecho con MinHo.
No es que el moreno le cayera mal, por supuesto que no. Bueno, si le molestaba algo de él, y era el que fuera tan recto, que acatara todas las normas. Sabía de su reputación de nerd y empollón.
Y no entendía porque el chico había sido capaz de llamar la atención de TaeMin.
Él se parecía mucho más a TaeMin que MinHo.
Para Onew, TaeMin era el tipo de persona con el que quería compartir su vida para siempre: era lindo, inteligente, independiente, no se dejaba domar por nadie y como él, gustaba de las cosas dulces. Y había podido ver que detrás de aquella personalidad seductora y sensual que tanto le había gustado la primera vez que le vio había alguien dulce e infantil.
El problema es que toda esa ternura iba dirigida a su hermano y a nadie más.
Rememoró la hora del recreo de aquel día: Key había ido y se había llevado a Tae quien sabe donde, eliminando cualquier posibilidad de poder almorzar juntos. Aunque luego se alegró de que KiBum se lo hubiese llevado consigo ya que MinHo había llegado buscando al menor de todos.
Se había dado cuanta que el chico le miraba del mismo modo que él lo hacía y no estaba dispuesto a dejar que TaeMin se fuera con Choi. Iba a luchar para conquistarle y quedarse con él.
No iba a dejar que el nerd de la escuela le ganara. No lo iba a permitir.
¿Críticas? Bueno, como siempre, se aceptan todo tipo de coments menos aquellos que vayan con la intención de dañar^^
mi-chan
Jonghyun~ah
871
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Wow... me quedé sin palabras...
A esto le llamo un buen capítulo; extenso y jugoso...
Que bueno que no duró mucho la pelea, pero sí que fue intensa,
Key metió la pata al fondo...
Esto se pone muy interesante; lo amé, amo este fic...
Es muy lindo; OMG!!! Un cambio de look, "amores secretos",
un "triángulo amoroso"... esto es genial!!!!!!
Gracias por compartir!!
Nos estamos leyendo!
Star...☆
Taemin & Bithae
1046
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
kyaaaaaaaaaaaa!!! *salta por toda la habitacion* por fin encontre su fic, lo habia comenzado a leer en Amor Yaoi, realmente me encanto pero para mi desgracia solo estaban los dos primeros capos, asi qe me dediqe a buscarlo y soy feliz porqe ya lo encontre \^o^/... ademas aqi si puedo comentar xD
me la pase llorando la mitad del capi T.T pobre Tae, se nota qe la diva y yo somos igual de impulsivos u.u, pero de todos modos se paso -.-
me la pase llorando la mitad del capi T.T pobre Tae, se nota qe la diva y yo somos igual de impulsivos u.u, pero de todos modos se paso -.-
Última edición por Hikari el Lun Jun 13, 2011 4:41 pm, editado 1 vez
Hikari
Jjong *¬*/ MinHot xD/Key/Onew
64
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
whaoooo me encanto el capitulo, que de por si fue larguisimo pero cuanto mas largo mejor :)
casi muero cuando key comenzo a tratar muy mal a Tae, no tenia porque juzgarlo de esa manera... y peor aun si no sabia que habia pasado!!
pero lo mejor de todo es que Tae lo perdono y siguen estando juntos!
wiiiiii y se viene el cambio de Minho, Taemin va a babear jajajajajajajajaja bueno quien no babea con Minho imaginate que la diva lo asesore!!!
ohhh y Onew tambien esta atras de Tae esto se pone interesante, espero tu fic con ansias espero que actualizes pronto cdt bye bye
casi muero cuando key comenzo a tratar muy mal a Tae, no tenia porque juzgarlo de esa manera... y peor aun si no sabia que habia pasado!!
pero lo mejor de todo es que Tae lo perdono y siguen estando juntos!
wiiiiii y se viene el cambio de Minho, Taemin va a babear jajajajajajajajaja bueno quien no babea con Minho imaginate que la diva lo asesore!!!
ohhh y Onew tambien esta atras de Tae esto se pone interesante, espero tu fic con ansias espero que actualizes pronto cdt bye bye
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
ese key tontito deberia de haber preguntado antes de haber tratado asi al pequeño baby por lo menos ya se abuenaron XD solo espero que tae no piense mal de key cuando vea o sepa que saldra con puppy y minho sobretodo con este ultimo XD
esperare ansiosa al proximo capi ^^
esperare ansiosa al proximo capi ^^
Yuki
Key, taemin, minho
84
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
Mitsui!!!! ME GUSTÓ!!!
En serio, me gustó tanto que acá en mi país es la 1:40 a.m y yo acá leyendo y debo madrugar a las 5:30 para una cita medica... Primero me dije que leería un solo capítulo y terminé leyendo todo D: ¿Pero qué mas hago?
Como puedes leer, te he comentado la hora de acá y me pusiste a llorar, y estaba toda loca (Estaba muerta de la risa leyendo un fanfic en uno de los muchos foros en los que estoy inscrita ._.) y con la pelea de hermanos casi me da un infarto :D Igual me gustó mucho tu fanfic :D
Espero con ansias el próximo capítulo~!
(Creo que este ha sido el mensaje mas largo que he dejado en el foro ._.)
Cuidate~!
En serio, me gustó tanto que acá en mi país es la 1:40 a.m y yo acá leyendo y debo madrugar a las 5:30 para una cita medica... Primero me dije que leería un solo capítulo y terminé leyendo todo D: ¿Pero qué mas hago?
Como puedes leer, te he comentado la hora de acá y me pusiste a llorar, y estaba toda loca (Estaba muerta de la risa leyendo un fanfic en uno de los muchos foros en los que estoy inscrita ._.) y con la pelea de hermanos casi me da un infarto :D Igual me gustó mucho tu fanfic :D
Espero con ansias el próximo capítulo~!
(Creo que este ha sido el mensaje mas largo que he dejado en el foro ._.)
Cuidate~!
dan_bling
Taemin, Minho, Onew, Key & Jonghyun
119
Re: Volver a empezar de Cero (Actu! Cap.4!)
waaaaaaaaaa por fin new capo!! wiiiii!! y ke capo!! estubo super genial!! pero enserio ke Key se paso!!! como se le ocurre decirle esas cosas al pobre minnie ¬.¬ lo hizo sufrir demaciado lo mejor eske no duro muxo porke son buenos hermanos y se aman!! aww ke bello!!
Vamos Minho!! faitin!! tu le puedes ganar al dubu, sobre todo con ese cambio de look!1 y con la diva ayudando oviamente vas a kedar super genial!! wiiiii y bn celosote el niño y ademas ke no cree en el mismo?? ¬.¬ como se le ocurre ke el baby no se va a fijar en el ¬.¬ si el 2min es lo mas bello ke existe!! jajaja ok nop XD
Gracias por el capo ya kiero ver-leer el cambio de look de Minho Fighting!! a las dos con los examenes^^
Vamos Minho!! faitin!! tu le puedes ganar al dubu, sobre todo con ese cambio de look!1 y con la diva ayudando oviamente vas a kedar super genial!! wiiiii y bn celosote el niño y ademas ke no cree en el mismo?? ¬.¬ como se le ocurre ke el baby no se va a fijar en el ¬.¬ si el 2min es lo mas bello ke existe!! jajaja ok nop XD
Gracias por el capo ya kiero ver-leer el cambio de look de Minho Fighting!! a las dos con los examenes^^
.:IsaGrell:.
Taemin & Jonghyun
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