wiiii, despues de un ratoo... a l@s q me conocen, publicaré un nuevo fic ;D
espero sea de su agrado...opinen q tal les parece y blah blah... XD
empezé pensando en el Minkey...pero no me inspiraba mucho así q jaaa será Jongkey *-*
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Cap 01. Nunca digas Nunca.


Las luces de la ciudad poco a poco se van encendiendo.

El Sol refleja sus cálidos rayos naranjas.

El viento sopla con fuerza y entra por la ventana del coche en marcha. Vuelve a acomodar su cabello que vuela al ritmo de la suave melodía del viento de la tarde. Cierra los ojos y deja caer su cabeza sobre el vidrio de la ventana, abrazando con más fuerza ese pequeño cuerpo que descansa abrazado a él con sus piernas a cada lado de su cuerpo y las manos aferradas al cuello de su chaqueta.

El dulce rostro se acomoda sobre el pecho, y lo único que puede escuchar es esa suave respiración que está provocando su pronto sueño.

- Eres una dulzura... - la voz del conductor interrumpe la tierna escena.

Jonghyun abre un poco más sus ojos y agudiza sus sentidos para poder comprender lo que su amigo está diciendo.

- ¿Mmm? - no articula palabras coherentes. Su estado somnoliento es amplio.

- Te ves muy bien de papá, Jonghyun. - el conductor, y su amigo Minho sonríe al terminar de pronunciar su frase, ya que su hyung se ha sonrojado y ha bajado su vista hasta el pequeño niño que, después de vomitar sobre él, se ha quedado por fin dormido.

El mayor calla y recarga su mejilla sobre la cabeza del pequeño.

- Por fin se durmió... - dijo lanzando un suspiro.

- ¿Has pensando en tener familia?

- ¡Deja de molestar con el asunto de la paternidad!

El niño se estremeció con tremendo grito, y Jonghyun tuvo que abrazarlo más a su pecho y dar pequeños saltos acompañados por leves susurros para que el pequeño se tranquilizara y volviera a dormir.


- Te he dicho que no quiero niños, Minho. - Su voz fue un leve murmullo. Temiendo despertar a su "pequeño encargo". - Además, tú sabes que yo... Bueno, no... - El color carmín volvió apoderarse de esa pálida piel y sólo guardó silencio removiendo los mechones marrones del pequeño diablillo.

- Sí, eres gay. - contestó Minho con una tremenda naturalidad. - Pero aquello todavía sirve >.>,Jonghyun. - dijo mirando la entrepierna del mayor. - Y aún puedes hacer bebés con él... - una pequeña risa que no pudo contener salió sin más de sus finos labios.

- Eres un idiota. pero así te quiero

Su plática se vio terminada cuando se encontraban frente a la que siempre sería su casa.

Absurdas ironías de la vida. Acababan de llegar de una pequeña gira, y en vez de ser recibidos con un abrazo, un beso, o un grito de celebración, se les fue entregado un niño de un año y medio, hijo de la sobrina, de la nieta, de la prima de... ¡Blah!

Su madre deseaba estar sola para platicar con aquella mujer, pero primero debía deshacerse de su molesto niño hiperactivo, y viendo a sus hijos entrar por la puerta, lo primero que se le vino a la mente fue pedirles que lo llevaran a la Feria.

Y así fue. Vómitos, gritos, lloriqueos y una pérdida después, Jonghyun cayó en la cama rendido, cerró los ojos y se quedó con un solo pensamiento: "Nunca tendré hijos".

¿Seguro? Las leyes de la vida nos indican una sabia frase: Nunca digas nunca...

*

• 1 año, 7 meses después...


"Y ahora, ¿qué voy a hacer?"

Estaba de pie al frente de la cama sin atreverse a sentarse, acostarse o respirar cerca de ella. Veía la pequeña cuna color gris y volvía a cerrar los ojos pidiendo a los cielos que todo fuera una estúpida broma y su vida no fuera tan miserable por una vez en su patética existencia.

Abrió los ojos y un leve llanto comenzó.

"No puede ser".

Él tenía ganas de llorar también. Estaba frente a la situación más bizarra que jamás se hubiera planteado. Todo había sido como la más barata película Hollywoodense...


*Despues de un rato de beber alcohol...*


Su cabeza daba vueltas. Tomó su rostro para tratar de ubicarse en un tiempo y espacio. Miró el reloj al lado de la cama y su hora le informaba que estaba dormido desde hacía sólo 2 horas con cuarenta minutos.

El alcohol no había desaparecido del todo, y por ello, pensó que su sistema nervioso le jugaba una broma DEMASIADO pesada.

Una canasta gris pardo con una frazada blanca cubriéndola.

Algo agitaba la manta.

Se agachó y la quitó.

Sus ojos se abrieron cual platos al ver, detrás de la puerta número 123, segundo piso en un hotel desconocido para su cerebro, en una ciudad que, según él, debería de ser Seúl, un bebé vestido de amarillo, el cual se removía incómodo en la estrechez de su porta-bebé.

¡Qué patética telenovela romántica! Hasta tenía una nota colgada al pecho y todo.

En letra clara, completamente legible, decía:
---
"Jonghyun.

Perdóname por no haberte avisado que fuiste PADRE.

Perdóname aún más por dejarte a la niña así sin más.

Pero yo no puedo, Jonghyun. No la quiero, y no quiero que sufra a pesar de ello.

Mi madre insistió en que la tuviera, pero no la quiero. Por favor, sé que me comprenderás. No me busques, no me la intentes devolver. Prefiero saltar de un puente que convertirme en madre.

Perdóname.


Amy.


P.D. no la he registrado. Ponle el nombre que tú quieras, para mí siempre fue "la cosa" que arruinará mi vida."

"Padre". "Padre". "Fuiste padre".
---

¡¡Maldita cobarde!! ¡Maldita mil veces maldita!

¿Piensa que él no prefiere tirarse de un puente antes que ser padre?

"Fuiste padre"


¿¿La comprenderá?? ¡¿Cómo diablos pensaba esa mujer que la iba a entender si llega a su puerta un bebé con una tarjeta en su pecho diciendo que es su hija?! ¡SU hija!

‘¿No me busques?'

Si lo que en este momento a Jonghyun se le ocurre es ir hasta el fin del mundo, tomarla de los cabellos y colocarle una almohada hasta que quede asfixiada por echarle a perder su vida.

"Fuiste PADRE. Padre. Padre."


Las palabras no dejaban de repetirse en su cabeza, su pecho se comprimió y la furia se desmoronó con la primera lágrima.

Cayó de rodillas al suelo al lado de la cama con la hoja de papel hecha arrugas entre su mano izquierda.

Lloró con furia. Lloró desesperado. Confundiendo sollozos con el pequeño ser que no podía dormir. Sintiendo el miedo, la angustia, la desesperación de su 'papi'.

*


- ¿Jonghyun? ¿Jonghyun?


Los golpes en la puerta son más continuos, pero el nombrado se niega a abrir la puerta.

Minho ya lo conoce. Siempre que su amigo tiene una tranquila fiesta, y alcohol etílico corriendo libre por sus venas, las mañanas empiezan más tarde. Pero hoy no.

Tienen ensayo, arreglos con los Shows, fotos para promoción, grabaciones... ¡Tanto qué hacer!

Al diablo con la buena educación.

Abrió la puerta y por poco, su barbilla cae directo al suelo. Su amigo, cargando un pequeño bulto envuelto en una manta blanca que no deja de llorar. ¿Un bulto que llora?

La cara de Jonghyun es un desastre. Tiene ojeras, los ojos hinchados, y su cabello da miedo.

Tan enfocado está en su tarea de tratar de tranquilizar ese leve, pero desesperante llanto, que no nota la presencia de su amigo, hasta que éste tropieza con un zapato y cae directo al suelo.


- ¿Minho? - su voz rasposa sale de su garganta, lastimándolo un poco. - ¿Qué haces aquí?


- Jonghyun. - se pone de pie. - ¿Qué haces con eso? - apunta a la bebé que se ha tranquilizado.


- Minho...


Apenas alcanza dejar a la niña sobre la cama para correr al pecho de su hermano y acurrucarse en él como un niño pequeño. Tenía miedo. Mucho miedo de que su vida cambiara tanto.

No podía ni controlar su vida, ¿Cómo controlaría la de un ser totalmente inocente?


- Jonghyun... - acarició su cabello. - Jonghyun, dime qué te pasa...


No hubo respuesta, solo un sollozo más, uno más desgarrador que los anteriores y un abrazo que cortó el paso de oxígeno a sus pulmones.


10 minutos después, Jonghyun ya estaba más recuperado, sentado al borde de la cama, viendo a la bebé dormir tranquila.


- ¿Me contarás? - preguntó Minho preocupado.


Jonghyun levantó la mirada. Solamente entregó a su hermano la nota que la niña traía consigo y cerró los ojos esperando la respuesta de Minho.

- Ya veo... - el menor suspiró después de un tiempo. Jonghyun abrió los ojos. - Jong, eres un imbécil. - lo miró serio. - Estúpido, ¿cómo te atreves a traer al mundo a un ser totalmente inocente de tus tonterías?

Los ojos de Jonghyun goteaban nuevamente.

- Lo siento... - susurró.

- ¿Estás seguro que es tuyo? - Jonghyun abrió de más los ojos. - ¿Quién es esa tal Amy?

- Yo... fue... fue una noche, creo... No sé Minho. - tomó desesperado su cabeza. - No sé. No recuerdo.

Jonghyun volvió a llorar. No sabía de dónde sacaba tanto llanto si él era una persona que jamás lo hacía.

Tal vez las lágrimas acumuladas en todos los años sin utilizarlas, por fin salían libres y victoriosas, mofándose de su terrible desgracia.

Minho no dijo nada más. Su hermano era inteligente, y aunque "no lo recordara", sabía que Jonghyun no estaría tan consternado si no tuviera motivos suficientes para creer en que era verdad.

. . .

- ¿Chicos?


La voz de Onew tocando la puerta los hizo alarmarse.


- ¡Onew! - Dijeron al unísono, haciendo que la pequeña durmiente, despertara comenzando a llorar.


"¿En dónde dicen que está el botón de Apagado?"

- ¿Pasa algo? - la puerta está a punto de abrirse.

- ¡Oh Onew! - dice Minho antes de que pase. - Jonghyun está en el baño.

- Oí que alguien lloraba.

La perfecta sonrisa hipócrita de Minho hace al líder asustarse. Conoce demasiado a Minho.


- Es la televisión, no le des importancia. Vamos a desayunar, Jonghyun baja en seguida. Sólo voy por algo.

Minho cerró de nuevo la puerta.

- Baja a desayunar.

- Y, ¿qué hago con...

- ¡Déjala! Tenemos que hablar con ellos primero.

Jonghyun asintió. La puerta se cerró con violencia y sólo los llantos de la niña se oían.


Jonghyun bajó hasta el comedor, donde el resto de la banda reía estrepitosamente, especialmente, Key.

- ¡Buenos días! - saludó éste agitando su mano.

- Tengo algo que decirles... - interrumpió con voz segura, la risa de Taemin y Key se esfumó así como su divertida plática sobre los duendes y los arco iris.

- ¿Qué pasa, Jonghyun? - preguntó Onew, quien siempre conservaba su actitud seria.

- Yo... Bueno...

Minho miraba expectante. Las manos y los labios temblaban. Dudaba mucho que pudiera terminar una oración de esa manera.

- Vamos a tu habitación. - el chico de cabello oscuro se puso de pie. . .

Jonghyun asintió y se puso de pie. Seguido por todo "SHINee", los cuales realizaban movimientos casi sincronizados al subir en el elevador.

Nadie decía nada, un simple y frustrante silencio.

- Bueno... - llegaron frente a la puerta 123. - Primero que nada... Lo siento...

La llavesita bajó la cabeza y alzó hasta sus tres asustados compañeros la carta que momentos antes había leído su amigo.

Onew la tomó y leyó en voz alta.


- ¿¿Qué?? - Key se abalanzó hasta Jonghyun y lo tomó del cuello de la camisa.


Jonghyun cerró los ojos, rindiéndose desde antes a una batalla que jamás había sido librada.


- ¿Dónde está? - la voz tranquila de Taemin relajó el ambiente.


Hizo a Key soltar a su compañero, y a Jonghyun, le dio fuerza para abrir la puerta.


Era muy pequeña. Su cabello era casi invisible, solo un pequeño velo oscuro. Sus ojos cerrados tranquilamente, una pequeña nariz, redonda y perfecta, al verla, a Minho no le empezaban a caber dudas que esa niña era de Jonghyun.

Los labios pequeños y rosados, justo como los de su amigo, y una piel blanca...

Tenía un pijama amarilla de tela cálida y suave, los puños cerrados y la fuerte respiración, como Jonghyun cuando duerme.

Todos sonrieron enternecidos.

Jonghyun la tomó en brazos y la bebé se removió. El grito de emoción se hizo presente cuando el pelinegro la agitó para que volviera a dormir.

- Está tan linda... - Key tomó una de las manitas y la apretó. - Pero sólo a ti se te ocurre dejarla sola y boca abajo, Jonghyun. - lo miró y habló en voz baja. - Tienes que cuidar su respiración. Es muy pequeña aún. Puede ahogarse si la dejas así...


Todos abrieron los ojos.


- ¿Cómo sabes? - preguntó curioso Minho.


- Me gustan los niños... - confesó Key agitando la pequeña mano entre la suya.


- No sé qué voy a hacer. - habló Jong.


Hubo un silencio. Era tiempo de aceptar, que fuera de que su cantante se viera sumamente tierno con un niño en brazos, estaba su futuro y el de la pequeña. Con una madre que nunca la deseo y un padre que está en gira constantemente... ¡qué vida sería la suya!


- ¿Seguro que es tuya? - volvió a preguntar Minho. No hacía falta, pues a pesar de ser tan pequeña, rasgos de su hermano se podían ver en la pequeña que tenía en brazos.


¡Y claro que era suya!

Cómo olvidar a Amy.Una Chica estadounidense de cabello negro y ojos miel. Con un cuerpo divino y una voz sensual.

La mujer que más le gustó en su vida. Tal vez, la única mujer que le gustó en su vida. Sofisticada, inteligente, perspicaz, sensual... un diamante.

Sí, estuvieron juntos varias veces, hace un año, un poco más, un poco menos. Sí, las fechas coincidían con aproximación en su cabeza, pero previendo la desconfianza y la mala memoria de Jonghyun, Amy le había mandado el día de nacimiento de la niña, la prueba de embarazo, pero ningún documento oficial. Simplemente, la prueba de embarazo que incluía el número y dirección del laboratorio.

Era suya. Era... su padre...

¡Qué terribles palabras!

Y tú, Kim Jonghyun, el que decía: ¡Nunca!, Terminó enrollado en sus propias y falsas palabras...

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espero sus comentarios ^o^

*emocionda* aparto :'D
owowo esta hiper mega genialoso
ya me enganchaste
ahora estoy mas que emocionada
me quede picada yo quiero conti *0*

ZAMM!!! haz vuelto a escribir me vuelvo loca :D!!!! deja primero leoo y leugo yaaa awww q felicidadd!!!

Diosss ya acabe de leer tienes que escribir mas por favorr !!! te a quedado genial me fasino me gusto mcuhoo *clap clap clap clap clap clap* y oie esque tengo una preguntitap... unnie.. vas a continuar con el oneshot de "Entre Sabanas y Zotanas?" o es vdd que lo haz cancelado *^* aww esque era muy gracioso y todo pero si es asi lo comprendere *^* de todas formas muchas gracias por el relato de hoy x3! me gusto mucho (L)

dios muero
te quedo genial ahh me encanto
estuvo wow jonghyun de padre :WOW:
aa espero la conti gracias

mi noona!!!! ***aparto***

se que sera bueno!!!!

Sin palabras! n.n
Me encanto tu fic.....de verdad!! :D ya qiero leer la continuacion por fis!! :yupi:
qiero saber qe hara SHINee!! :O buena historia! :) nunca hay qe decir nunca... :D
(L)

waa!!quiero leer mas!!se convertira en JonKey no??JongKey!wiii!!esta bien tierna la historia!waa!!

wiii, haaa, q genial q les haya gustado ^o^
aaaa y Tsuki & Isa el fic de entre zabanas y zotanas...pues
esq en esos tiempos estaba en examenes y me maté estudiando y despues iba a seguir con el fic pero se me secó el cerebro x.x ...y ya no supe q más escribir, pero prometo q lo seguiré, no se q día,ni que mes, ni que año pero lo continuaré ;D...
mientras escribo esta historia q se me ocurrió viendo a Jang geun suk de papá *-* xD

ya escrito lo anterior aqi les dejo otro cap...

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Cap 02. ¿Resignación, o aceptación?
[Razón 1: ¡Vacaciones!]

- Tendrás que hablar con el manager...

- Necesitas estar en verdad seguro que es tuya.

- Tu vida cambiará por completo...

Taemin, Minho y Onew habían hablado. Y no habían parado de hacerlo desde hacía 30 minutos.

Sólo lo torturaban y hacían jirones su alma ya perdida y desesperada.

Ya no necesitaba más regaños ni "buenos consejos", necesitaba de una mano que le dijera que todo estaba bien, y que no se preocupara.

Necesitaba sentir el apoyo moral que el grupo presume, poseen en enormes cantidades. ¿Qué no estaban los amigos para eso? ¿Para ayudar y brindar apoyo moral?

Si sus amigos lo sabían, vaya amistades las de Kim Jonghyun.



- ¡OH, tranquila, pequeña! - Key desde una esquina de la habitación trataba de contener el llanto de la pequeña que tenía en brazos.

Por fin el cantante despertó de su ensueño y sonrió al ver a su compañero haciendo caras graciosas a la pequeña que ni abría los ojos para verlo.


- ¿Hablarás con el manager? - volvió a preguntar insistente, Taemin.

- Sí, Taemin. - respondió sin ocultar la sonrisa de su rostro. Justo lo que necesitaba. Key sí sabía cómo hacerlo sentir bien, incluso, sin que éste lo notase.

- Entonces, supongo que le pedirás un poco de tiempo para organizarte y pensar las cosas...

- Sí, Minho.

- Y recuerda, Jonghyun, si es verdad que es tu hija, tu vida desde ahora no volverá a ser la misma.


Jong miró al lider con gran seriedad. Onew siempre había sido el más maduro, y siempre, le tuvo un gran respeto, porque era maduro e inteligente, y además, porque, como ahora, lo intimidaba bastante.


- Lo sé... - bajó la cabeza resignado.


Un silencio incómodo se hizo presente. Era estúpidamente increíble cómo su vida pudo cambiar en tan sólo unas horas, por un ERROR cometido hace ya, muchos meses.

Maldita Amy, ¡Cómo la odiaba! Debió decirle. Debió advertirle en lugar de abandonar a un bebé frente a su puerta.

Otra lágrima se quiso asomar cuando pensaba en lo que su madre le diría, pero se retuvo antes de salir al escuchar la despreocupada voz de Key preguntando:


- Jonghyun, ¿Tienes leche? La niña tiene hambre......(algo los interrumpió)


*


Habían visto el arcoiris reflejado en la piel de su representante

Jonghyun le explicó todo y...

Su manager solo miraba a Key con la niña en brazos. Usaba la misma ropa del día anterior y había tomado toda la leche que su inhumana madre se había atrevido a mandar.

"Bueno, por lo menos mandó algo", pensó aliviado Key.

Jamás pudo haber imaginado tal cosa de Jonghyun. Él siempre se mostraba indiferente ante los instintos humanos paternales, y aunque la idea de verlo con la niña en brazos le resultaba en extremo tierna y perfecta, sería toda una odisea cuidar a un pequeño angelito como el que reposaba entre sus brazos.
Sonrió ligero al imaginarse a Jong en las vergonzosas situaciones de cambio de pañales, y, avanzando más en el tiempo, quiso soltar una carcajada imaginando a Jonghyun explicándole a la pequeña cómo hacer del baño.
Aunque, seguro se conseguiría una linda esposa y continuaría una vida de hombre felizmente casado. Tendría una casa en los suburbios, un perro y un coche lujoso en donde, cada tarde, llegara de su aburrido trabajo con su maletín en mano y su traje negro impecable.

"Ay Key, tú y tus tonterías". Se reprochó a sí mismo. Jonghyun nunca tendría un aburrido trabajo...

Soltó una carcajada, ignorante de todo lo que, fuera de su mente estuviese pasando, así que, la mirada de todos hacia él fue de completo desconcierto.

- Lo siento... - se sonrojó.

Su sunbae miró fijo a Key, pero su mirada dura fue de nuevo hasta Jonghyun.

- Cancelaré la agenda de las próximas dos semanas, y creo que es demasiado.

Jonghyun iba a abrir la boca, pero la mirada fulminante de su manager le hizo callar sin haber empezado a hablar.

- Si en dos semanas, no arreglas esto, Jonghyun, yo ya no podré hacer más por ti.

Jong asintió.

- Gracias... - salió bajito y apenado.

Su sunbae por fin sonrió y acarició la cabecita de la pequeña.

- Es linda.

Salió de la habitación dando un portazo.

Todos se vieron entre sí.

- ¿Qué harás al regresar a tu departamento? - preguntó minho, colocando una mano sobre el hombro del mayor.

- Pensaré todo lo ocurrido, y... - miró a la bebé que dormía sobre Key. Incluso una bebé de dos meses lucía muy linda en sus brazos. Volvió a sonreír. - No sé, Minho.

- ¿La cuidarás solo?

Jong miró a Onew.

- ¿Propones que contrate una niñera? - alzó una ceja. - No quiero que nadie se entere... No aún. No antes de que yo me termine por convencer.

Todos asintieron en silencio.

- Sería bueno comprarle algo para comer y un cambio nuevo, ¿No creen?

Como siempre, la voz de Key calmaba las cosas.
Y como siempre, Jonghyun no sabía cómo actuar.
Es que esto de ser padre era en verdad tan malditamente difícil...

Asintió con dificultad y tomó su chaqueta, a la niña la arropó con la manta blanca y la colocó entre sus brazos. Se puso los lentes de sol, no importándole que fueran las ocho de la noche y salió al lado de su amigo minho.

*

Al comprar algunas cosas y ver al tranquilo angelito entre sus brazos, realmente pensó que no se trataba de algo sumamente complicado. Es decir, después de todo, les habían dado vacaciones.

Algo casi imposible. Qué poder tan único el que poseía tan pequeña criatura...

- ¿Rosa o rojo? - preguntó minho sosteniendo en cada mano un pequeño traje completo con estampados de conejos.

Jonghyun encontró algo...y removió entre las prendas

- Este...*-* - sonrió triunfal viendo la prenda.

Minho negó con la cabeza y suspiró.

Definitivamente, no debería ser tan malo esto de ser papá. Ya había encontrado una buena razón para esto. ¿Encontraría más?

"Si has de ser mi hija, deberás de tener el estilo Kim Jonghyun ;D..."

(L)
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Awwww q lindoooo >w< ....awwwwww Jang geun suk?!!! *¬* !!!! dioss en que dorama salio esoo ?!! jajaja xD esque el me encanta *¬* aww diosss .. pero bueno hablemos dle fic awwww que lindoooo que tendra el estilo de jong aw >w< y ne gracias por la respuesta q nos diste jaja aww ojala si lo puedas continuar esque realemnte es muy bueno me gusto mcuho ye ste tambien me a gustado demaciado e seguido revisando religiosamente *0* debido a ello *0* aww muchas gracias por el capiii!! :MUA:

DONGSAENG!!!!!!!!!!!!!!!!!

ah!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! lo amo lo amo!!!!!!
**O** conti conti plisss

***me la imagino toda linda la nena, y el mono de jong que ropa ira a comprarle a esa nena??? con cada cosa que se le ocurre a ese niño!!!***

contin continua!!!!

waa!!me encantaa!!xuxaa!escribe maas! :T!

waaaaaaa!!!!! esta genial me encanta amo el JonKey!!! @.@ lo amo y a mi key y pobre Jonghyun yo quiero ser esa niña*llora* los amo espero conti :Waa:

:yupi: , grax x comentar noonaaass ^o^ buenoo, paso a dejarles otro cap...ando medio apurada hehe...

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Cap.3 De regreso a Casa.


Abordaron el carro en silencio. Aquella manta blanca seguía removiéndose mientras sus compañeros luchaban por hacer una barrera entre Jonghyun y las cámaras.

Era imposible saber cómo se habían enterado, pero a esta altura de sus vidas, sabían perfectamente que los "paparazzi" conocían el horario exacto de sus idas al baño.

Jonghyun se dejó caer en el lugar vacío que encontró, despejándose el cabello del lado izquierdo de su cara.

Suspiró y cerró los ojos, soltando el abrazo hacia el bulto que celosamente oprimía contra su pecho.

Pronto se sintió libre de peso. Abrió los ojos exaltado.

- ¡Pero qué linda!

Key nuevamente la tenía entre sus brazos. Le había retirado la manta que la cubría y ahora disfrutaba la tierna escena de ver a una pequeña con un bling bling y ropa "hip hop".

¿un bling bling en un bebé?

La pequeña llevaba una blusa blanca con un paleacate. Sobresalía su pantalonsito estilo hammer,y unos adorables tennis.

Key no podía cerrar la boca de la impresión y la ternura. Sólo a Jonghyun se le habría ocurrido vestir así a una niña de dos meses de edad.

- ¿Quién...

- Falta esto. - interrumpió Jonghyun, extendiendo hacia Key una pequeña gorra roja que olvidó colocar de nuevo en la pequeña cabeza.

- ¿Cómo...

Seguía sin poder terminar sus preguntas.

- No la vestí yo, si a eso te refieres. - contestó Jonghyun leyendo el pensamiento de su compañero. - Simplemente le pedí a la mujer que entró a limpiar el cuarto un poco de ayuda...

- Pero tú lo compraste. - sonrió y tomó por fin asiento al ser empujado por su molesto Sunbae.

Jonghyun simplemente asintió con la cabeza y cerró los ojos.

- ¿Pudiste dormir? - Preguntó Key preocupado.

- Ni un solo maldito segundo... - Jong dio un bostezo y se acomodó de lado, dándole la espalda al chico todopoderoso.

- Que descanses, Jong. - susurró apretando el pequeño cuerpo contra su pecho.

Unas horas después de ir por la carretera, las piernas estaban entumidas y la pequeña había rotado por todos los brazos habidos en el coche. pues, aunque los llantos no eran muy fuertes, eran constantes y molestos. Muy molestos.

Jonghyun se uniría pronto a esos lamentos si no hacía algo, y pronto. Pero nada le gustaba.

Negó el biberón. Si tenía calor, si tenía frío... Todo lo habían probado y nada.

Key salió con el pequeño llanto inconsolable, y al sentir de nuevo el Sol y el aire fresco, fue como si algo simplemente se desconectara en aquel cuerpecito ruidoso, y simplemente cayó dormida.

- Increíble... - murmuró el chaparro y suspiró enfadado.

- Es sólo una bebé, Jong.

- ¡Eso, pequeña cosa de...

- ¡Shhh! - Jonghyun arrebató sin delicadeza alguna la bebé de los brazos de Key.

Tomaron diferentes autos, para ir a distintos destinos.

- Voy contigo. - jong sintió un peso más en el asiento trasero del automóvil negro y esa voz le era inconfundible.

Abrió los ojos.

- Key...

Éste sonrió.

- Estás muy estresado. Y necesitarás ayuda con todas las cosas para la bebé.

Jonghyun sonrió, diciendo, sin palabras, un enorme GRACIAS.

- Y además, tengo que evitar que Jongliette te mate de un ataque de nervios.

- ¿Jongliette?

- Sí, Jong. ¿Piensas decirle bebé toda su vida?

Jonghyun bajó la cabeza apenado.

- Bueno, no, pero nunca había pensado en un nombre.

- No te preocupes que para eso vengo yo.

Un contacto inconciente. Su mano entrelazando la tersa mano del cantante.

Una sonrisa, y el trayecto de camino el departamento de Jonghyun en silencio...

Llegaron. Key se encargó de las maletas y Jonghyun de su propio y cansado cuerpo y el de la niña.

Hubiera deseado ir corriendo a los brazos de su madre y pedirle auxilio con una mirada. Hubiera deseado que ella tomara a la niña y Jonghyun pudiera volver a dormir.

Pero no terminaba por asimilarlo él mismo.

No terminaba por decepcionarse. Su vida era muy pública. Mejor, estar seguros antes de actuar, pensaba cada vez que su instinto de hijo le pedía ir con su umma.

- JJong... Las llaves...

Parpadeó y vio a Key esperando frente a la puerta. Simplemente le entregó el montón de llaves que cargaba y ahí estuvo Key intentando descifrar las pequeñísimas letras que indicaban el sitio adecuado de las llaves.

- ¡Por fin!

Entraron en silencio en la minimalista casa.

Una pequeña mesa con dos sillas. Key suponía que debería de ser el comedor.

Un sillón reclinable y una enorme televisión de pantalla plana. OK, eso debía de ser la sala.

- JJong...

- No he tenido tiempo ni ánimos de procurar llenar los enormes espacios vacíos ni colocarle pintura.

Key sonrió al descubrir la extraña conexión que les unía. Su amigo siempre terminaba entendiendo a la perfección lo que su torpe boca intentaba decir.

- Bien. - habló Jong a la pequeña. - tú, irás a dormir, y yo, también. - sonrió débilmente y corrió por las escaleras para tirarse en la cama.

- ¡JJong, la niña!

¡Oops! Lo había olvidado y sólo la había dejado caer sin delicadeza sobre el suave colchón.

- ¡Mierda!

Key se tiró en el sillón en la planta baja.

Necesitarían hacer muchos cambios si deseaba convertir a Jonghyun - el cantante sin sentido paternal -, en un ejemplo de hombre de familia.

¿Y por qué lo hacía?

Su conciencia le decía que debía de ser un buen amigo y no dejar a Jong solo en tales desesperadas condiciones.

Su profundo inconciente simplemente tomaba la situación para estar cerca del cantante.


*


- JJong... - le sacudió con delicadeza.

- Mmm...>.O - el aludido soltó un leve gemido y tomó el cuerpo de Key como si de un oso de peluche se tratase y se acurrucó en su pecho.

- JJong... - la situación logró colorear sus mejillas de rojo carmín.

- Shh...

- JJong...

Éste no contestó. Simplemente cortó la respiración del más joven en un fuerte abrazo. Su rostro hundido en el hueco que queda entre el hombro y el cuello. Esa suave respiración...

Key simplemente cerró los ojos, sintiendo la enorme oleada de sensaciones impactándose fuertemente contra él.

Hubiera querido corresponder al abrazo y dormir en los brazos de su cantante, si no fuera porque en el piso de abajo estaba la niña un poco más arreglada de cómo habían llegado.

- Jong, por favor, despierta... - susurró recorriendo con suavidad la espalda.

¡Maldito Key! ¿No tenía idea de que eso lo relajaba aún más?

- No quiero.

- Tenemos que ir a comprar cosas para la habitación de Jongliette...

Hubo un gran silencio.

Abrió los ojos y bostezó sin soltar el amarre de sus brazos alrededor de la cintura de la llavesita.

- Sigue sin gustarme ese nombre.

- Es bonito. - sonrió Key. - es como el tuyo.

- Mi nombre no es bonito.

- Claro que sí. Es muy bonito y tú... - bajó la mirada.

- ¿Y yo?

Las miradas se encontraron.

Las mejillas de Key dolían de tan rojas que estaban y Jonghyun estaba empezando a reclamarse mentalmente por no haber dormido así en ninguna gira. Y es que desde ese ángulo podía ver el hechizante tono de color en los ojos de su amigo. Podía admirar la nariz, los labios. Esos pequeños labios, tan rosas, tan...*-*

Hubo un grito.

Increíble que un pequeño cuerpo pudiera lanzar tal lamento.

Se soltaron instintivamente.

- Tenemos que ir de compras. Te esperamos abajo.

Key bajó de la cama y a pasos agigantados y apurados por demás, bajó las escaleras, corriendo a abrazar a la niña contra su pecho.

Arriba, Jong agitaba su cabello. ¿Qué diablos había pasado? ¿Por qué ese repentino deseo de querer besarle?

- ¡JJong!

- Sí. - dijo más para sí mismo que para el que estaba en la primer planta. - Ya voy...

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(juju, espero coments [aaa y perdón x el nombre de la niña xD, no se me ocurrio otro hahahaa]...sayooonaraaaa<3)

:MUA:

GENIAL! simplemente GENIAL!*O*!!!

espera, no solo GENIAL! sino encantadormente tierno! o sea, que onda con esa parte de las ganas de besarlo? besalo de una buena vez!!eso fue geniaal!!me encanto todo!esa niña hace hastas mis sueños mas perver sobre JongKey realidad!! OMOMOMOMO!!siguela!!grax x escribir pero siguela!

Awww q pasa si esta bonito jongliette jaja ademas el papa escribio "juliett" deveria ponerle algo asii jajajaja para q la nena sea tan brillante como su papa q como dice la cancion " si la miro me quedare ciego " jajaja aww fue muy bonito la vdd si me suena lindo jongliette (sueña con ponerle asi a una hija) ok no jajajajaj xDD *loca muchas gracias pro el capitulo >w< me encantan tus fics!!

me encanta la pareja q mas amo con un bebe aaaaahhh!! mi Key tiene mucho trabajo q hacer dios los amo espero la conti pronto :WTF:

dongsaeng!!!!!!!!!!!!1
conti conti!!!!
ay dios, esos labios tan rosas... tan... besables quizas??? sabor a uva =O
jajajajaj okey conti prontito plissssss *O*

eaa, hoy es domingoo y como no tenía nada q hacer...adelanté unos capitulos más, yeees!!!...

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Cap 04. Total aceptación
[Razón 2: ¡Compras!]



- Entonces, en este momento vamos a...

Key frunció el ceño.

- ¡Te lo he dicho tres veces, JJong!

- Pero hablas mucho. No te entiendo.

Y ahí estaba otra razón más para adorar al hombre tras el volante. Aquel leve puchero que mostraba en la primera oportunidad con el semáforo en rojo.

Key suspiró resignado.

- Tenemos que ir a la mueblería para comprar los muebles para el cuarto de la niña, comprar pintura y cosas para remodelarla; luego vamos a comprarle ropa y accesorios personales, ¿Qué tiene eso de complicado?

Jonghyun bostezó.

- Entonces, ¿A dónde vamos?

Key gritó exasperado.

- ¡Tú maldito distraído!

- Key, baja la voz que la niña duerme...

El pequeño cuerpo descansaba sobre el regazo de Key acunada en sus brazos.

- Vamos al centro comercial.

- ¿A qué?

Contó hasta 10 y lo volvió a hacer para evitar golpear al conductor.

- Sólo, vamos...

Jonghyun prendió el radio y en la primer estación que le agradó, subió el volumen y movió su cabeza al ritmo de la música.

Key oprimió el botón de "Apagado".

- ¿Qué...

- La niña está durmiendo.

- Qué novedad. Debería de hacerlo en la noche...

- Jonghyun...

No dijo nada más. Cuando Jonghyun decidía ser irritable, en verdad que lo lograba y sin esfuerzo. Con esa actitud de "Diva" que el cantante dejaba fluir la mayoría de las veces, se había acostumbrado, pero eso no significaba que lo soportara.

Bajó del auto un poco más tranquilo, pero con el humor no muy alegre, aún.

La pequeña se removió y Key intentó abrazarla posesivamente contra su pecho, recargando la cabecita sobre su hombro.

Jonghyun, por su parte, estiraba los brazos sobre su cabeza al descender de su coche. Caminó hasta Key, y con un toque inocente, como si se tratase de lo más normal del mundo, rodeo la estrecha cintura de la llavesita en un gesto posesivo. Una muestra clara de sobre protección y cariño.

"¿Cariño?".

El rostro de Key se volvió más rojo de lo normal, a pesar de los suaves rayos del Sol ante tal tacto.

Su cuerpo dejó de moverse y todos los músculos de su anatomía dejaron de seguir las instrucciones de su perturbado cerebro, el cual, gritaba desesperado que se moviera, que no dieran un espectáculo de "Familia feliz" en el estacionamiento.

Fueron segundos los que el abrazo duró, segundos que le parecieron eternos a un sonrojado Key. Segundos donde la mente de Jonghyun se perdió.

- Lo...lo siento... - balbuceó Jonghyun.

Key simplemente negó con la cabeza, imposibilitado de sus cuerdas vocales y un poco más despierto en la zona que se encontraba en medio de sus piernas.

"Por Dios, Key, necesitas salir". Pensó el menor al sentirse excitando con un simple toque.

- ¿Entramos?

Fue un mínimo instante en que las miradas se encontraron.

La cabeza de Key se movió en un gesto afirmativo y entraron...

*

El recorrido se podía resumir en una sola palabra: ARRASAR.

Key se volvió loco mirando todos los personajes pintados en un biberón. Tiró en el carrito de las compras diez biberones con todos los dibujos animados y de todas las medidas posibles.

- ¡Key, mira esto! - Jonghyun tenía entre sus manos un biberón de vidrio con la figura de Bob Esponja bebé junto a la estrella rosa de nombre Patricio. - ¿Podemos llevarlo? - Preguntó con entusiasmo e inocencia al mismo tiempo.

Key no sabía si saltar sobre él para reírse en su cara, o simplemente saltar sobre él para besarlo hasta dejarlo sin aire por tan adorable comentario.

Sin embargo, su cerebro actúo antes y le permitió guardar la compostura.

- Es de vidrio, JJong, se podría quebrar y...

Y Jonghyun, para variar, lo estaba ignorando, jugaba con el biberón haciendo las voces de los personajes para la niña, quien miraba a su "papi" con los ojos muy abiertos.

Key no pudo más y sonrió. ¿Por qué tenía que ser tan malditamente adorable?

- Está bien, JJong, llévalo...

Jonghyun por fin le hizo caso y sonrió en forma de agradecimiento.

El menor tomó una docena de chupetes de colores llamativos y algunos con la cara de algún animal. Empujó el carrito mientras Jonghyun seguía sin querer soltar el biberón de Bob esponja.

- ¿A quién se le habrá ocurrido hacer un biberón de Bob esponja? Los niños no lo ven. Digo, después de todo, prefieren al dinosaurio morado y esas cosas, ¿No?

- Tal vez para papás que no han cruzado su etapa infantil...

Jonghyun le miró enojado y Key soltó una carcajada.

Siguiente pasillo...

El paraíso de la leche en polvo y los pañales desechables.

- No tengo idea de qué marca debemos de comprar. - Se detuvo Key a mirar los altos estantes llenos de latas de fórmula.

- Fácil, Key. - Jong apretó su biberón de Bob esponja. - Mira, los pañales, donde se vea una niña pequeña en el anuncio serán los correctos, y la leche, es igual...

Key negó con la cabeza.

- Eres un torpe.

Jonghyun le miró molesto.

- Supongo que tendremos que usar la intuición... - suspiró resignado Key. - Elige la leche y yo voy por los pañales.

Sonaba fácil. Sólo tenía que ir al extremo del pasillo y tomar una lata rosa de fórmula para niña.

Simple...

Empujó el carrito con la niña en un pequeño porta-bebé del centro comercial y se puso de pie frente al estante repleto de latas.

- ¿Y ahora? - miró a la niña. - No hay rosas...

Jonghyun se despojó de los lentes oscuros y se acercó a leer una de las etiquetas.

"Fortificado con Vitamina A, B, C..."

- Wow, creo que aprenderás el abecedario con ésta. - se rió un poco. - ¿Cuál quieres?

La niña le miraba en silencio.

- ¿Puedo ayudarle? - una voz entusiasmada y medio chillona le hizo girar asustado.

- Eh...

- ¡Pero qué linda!

Hasta la bebé abrió un poco más sus ojos con la exagerada voz de la empleada.

- Veo que eres nuevo en esto.

"qué intuitiva...".

- Sí. - sonrió Jong.

- Pues bueno, dime qué edad tiene el angelito y te podré ayudar. - sonrió mostrando la blanca dentadura.

- Dos... casi tres meses...

La mujer pensó un poco girando un mechón de cabello rojizo.

- Tenemos una promoción. - la mujer le tomó del brazo par girarlo a ver el estante de la marca en promoción, pero después de hacerlo, la mano se quedó ahí. - Y además, es muy buena para... - La mujer seguía hablando y ahora la mano bajaba y subía discretamente acariciando todo el largo del brazo del vocalista quien miraba con atención al tierno osito azul de la etiqueta.

- ¿Terminaste de elegir la leche, Jonghyun? - arrastró cada palabra con molestia y mirando sin disimular su rabia contra la pelirroja.

- Oh, Key. Mmm... no sé... Ella me estaba ayudando a decidir...

- Sí, ya veo. - cruzó los brazos contra su pecho. - Nos llevamos esta.

Tomó la primer lata que vio y tomó a SU Jong de la mano, caminando rápido para alejarlo de aquella cosa.

- Eres un idiota. - dijo empujando el carrito sin soltar la mano del cantante, quien se mantuvo en silencio. - Eres un maldito idiota ingenuo.

- ¿Key?

- ¡Te estaba coqueteando! - lo soltó y miró a los ojos.

- Ella me estaba...

- ¡Tocando!

- Un poco...

- ¿¿Un poco?? - Gruñó desesperado y le dio la espalda. - Piérdete, Kim Jonghyun. - Empujó el carrito y caminó despacio.

Jonghyun quedó estático. ¿Esos habían sido celos?

Sonrió. No sabía qué demonios pasaba con Key, pero le agradaba en demasía el saber que su llavesita le celaba...

Siguiente pasillo...

- ¿Key?

Cuando Jonghyun llegó al lado de su dongsaeng, sólo pudo ver una enorme torre de ropa rosa, blanca, púrpura, amarilla y más rosa.

Frunció el ceño.

- ¿Qué es esto?

- ¿Además de idiota eres ciego? - preguntó cortante colocando otra prenda en la enorme montaña.

- Key, esto le quedará cuando tenga 20 años...

- Los niños crecen, idiota.

Jonghyun suspiró dramáticamente.

- ¿Crees que soy idiota? - tomó la pequeña mano de la niña medio dormida, quien despertó con el contacto. - Key dice que lo soy porque una tipa me tomó del brazo... - volvió a suspirar. - Y ahora me castiga llevándote ropa rosa. - sonrió. - Por favor, bebé, llora, haz algo, no permitas que Key te vista de rosa.

Jonghyun se alejó un poco del pequeño rostro y con ternura besó la manita que tenía sujeta.

Key no pudo. Trató, pero no pudo...

- ¡Por Dios, Jonghyun! Aww, eres tan adorable... - dejó caer un vestido rosa y se puso frente al vocal.

Jonghyun sonrió victorioso.

- Entonces... podremos comprar ropa No rosa, ¿Verdad?

Key rió.

- Sí, eso creo.

- ¡Genial! Porque he estado viendo algo genial por allá...

- JJong, es el pasillo de bebés, NIÑOS.

- No seas machista, Key. Las niñas no son rosas y los niños azules.

Key rodó los ojos. Compraría algunas cosas holgadas, pero más cosas normales de niña, por más hija de Kim Jonghyun que fuera, era un bebé...

Siguiente pasillo...

- Necesitaremos un carro más grande...

- JJong, creo que los muebles los llevan a la casa. - sonrió con un poco más de paciencia.

- Wow...

Key se detuvo y volteó su vista hasta lo que Jonghyun veía con tanto detenimiento.

- Siempre me gustaron estas cunas, son tan...

- Lindas. - completó Key mirando embelesado la pequeña cuna en color blanco, con holanes, un móvil de borreguitos, un velo de tul cubriéndola y un control para poner dulces melodías. Era pequeña y se podía mecer. Era perfecta.

- Me gusta.

- No sé, JJong. Es muy pequeña...

- Key, hablas como si fuera a crecer en dos días. - lo miró sin quitar la mano del suave colchón color perla. - Cuando sea necesario, compraremos otra.

- Ok...¡Ésta es perfecta!

A continuación, caminaron hasta las carriolas. Había muchas, unas con porta bebé incluido. Otras para gemelos. Con cuatro ruedas, con tres...

Elegir la adecuada sólo costó tres segundos para Key, quien corrió por el pasillo para situarse frente a la elegida.

- ¡Ésta!

Jonghyun apretó los labios y torció un poco la boca.

- Key... Está bien que quisiera una cuna "normal", pero esto es...

- Hermosa. - dijo la llavesita empujando la carriola para probarla.

- No, es como muy... No sé. - puso cara de inconformidad y asco. - Muy... Niña, supongo...

- Jonghyun, es niña...

- OK.- rodó los ojos. - Pero yo elijo la bañera.

Y una sonrisa dio por hecho el trato.

Key terminaba de dar la dirección a donde entregarían la preciosa carriola blanca con pequeñas estrellas bordadas con hilo dorado, con holanes color crema alrededor. Era de cuatro ruedas y la complementaba una "canasta" de tela de igual estampado con un pequeño colchón dentro.

Cuando Key volvió la mirada buscando a cierto infantil cantante y a cierta niña de ojos verdes, éstos ya no estaban y tuvo que salir a su búsqueda para encontrarlos al fondo del pasillo en la sección de bañeras.

- JJong...

- Mmm... Creo que todas son iguales... no me gusta ninguna... - suspiró cansado.

Key sonrió un poco y puso su mano sobre el hombro de su amigo, y la otra apretando el puño cerrado de la niña.

- ¿Nos vamos?

- No. - apoyó negando con la cabeza. - Terminemos de una buena vez...

Key asintió y giró hacia la larga fila de bañeras.

- Supongo que una simple con cambiador estaría bien...

- Procuremos que sea blanca.

- ¿Por qué? - preguntó Key curioso.

- Porque tiene que combinar con los muebles del cuarto.

Key volvió a sonreír. La total aceptación de su hyung hacia la niña no servía para olvidar su sonrisa, ni a sus ojos, ni a su voz; mucho menos para olvidar toda la ternura que aquello representaba, y sentía que algo dentro de él estaba a punto de explotar, deseando no ser tan cobarde y poder decirle todo lo que hace meses le atormenta, la razón de estar más distraído y a la vez más atento hacia él, hablar, gritar, confesar que Kim Kibum estaba enamorado... ¿Enamorado?

Sí, le gustaba. Fácil de reconocer y mucho más fácil hacerlo. Pero... ¿Enamorado?

¿Enamorado de Kim Jonghyun?

Suspiró y negó con la cabeza. "Que sea lo que tenga que ser", pensó dando por terminado el debate en su interior.

- Listo. - sonrió Jong sacándolo por completo de su ensueño. - Ya tenemos bañera.

Key fue un témpano inmutable, un poco confundido aún. Jonghyun le tomó de la mano.

- ¿Estás bien? - preguntó en voz baja.

Una rodilla reaccionó mucho antes de que Key lo pudiera notar y la otra le acompañó cuando verdaderamente sintió aquel "tiemble de piernas" y se sintió caer, pero algo se lo impidió, y unos brazos tomaron con fuerza los suyos.

- ¿Key? - preguntó asustado. - ¿Key, estás bien?

"Oh Diablos..." pensó Key enojado. "Estoy enamorado de él..."

Simplemente dejó caer la cabeza en el pecho del mayor resignado ante su reciente iluminación. Suspiró derrotado.

Finalmente la razón se bloqueó y aquel profundo inconciente le dominó.

"¿Qué hago ahora?" pensó preocupado sintiendo ahora los brazos de Jong alrededor de su espalda en un suave abrazo. Y no pudo más.

Jonghyun sintió aquel cuerpo temblando entre sus manos y de inmediato lo separó.

Las lágrimas salían lentamente de aquellos ojos, y el cuerpo temblaba ligeramente.

- No. - ocultó el rostro empapado con ambas manos. - No me sueltes... - alcanzó escuchar antes de que un fuerte sollozo le interrumpiera.

Confundido Jonghyun obedeció. Difícil creer que su amigo cambiara de estado de ánimo en sólo minutos.

Lo abrazó con fuerza y besó el cabello negro.

- ¿Quieres que nos vayamos?

Key asintió sobre su pecho sin querer soltarse.

- Tranquiló. - susurró Jonghyun. - Todo estará bien. Yo estoy contigo...

Y volvió a temblar. "Eso es lo peor". Se dijo a sí mismo Key. "Estás, pero no como te necesito..."

¿Y eso era egoísta? Simplemente quería ser amado. Simplemente era un tonto por enamorarse. Simplemente eso...

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gracias x leer :eaea:

never say never...XD...
nunca digas nunca ... suena a
justin bieber..XD

de hecho suena demasiadooo >.>....me encantooo!!y quiero quiero realmente quiero la contiii!!

waaa!!me enknta!!!!1

lo adoro
xfis siguelo pronto
adoro a jjong y a la bebe los son lindos

y key enamorado de jjong

q jjong le corresponda!!!

conti conti conti!!!!!

Capítulo 05. Haciendo buenas promesas.
Razón 3: Hacer y dar un biberón.

El camino a casa fue el silencio más incómodo que Jonghyun pudiera recordar. Key suspiraba con los ojos cerrados y con la niña descansando en su regazo.

Habían pagado.

Subieron al auto y dieron por terminadas las compras.

Les había faltado pintura, y otras veinte mil cosas que Key tenía en una lista, pero su estado le preocupaba. Ya tendría tiempo de volver de compras...

- Key, ya llegamos...

El menor se estremeció al sentir el cálido aliento impactándose en la piel de su oreja y de inmediato abrió los ojos. Asintió con la cabeza.

Cuando estaban en la casa sólo fueron miradas lo que compartieron por largos minutos, hasta que Key subió por las escaleras. Jonghyun le siguió despacio.

Dejó a la niña sobre la cama, cubriéndola con cuidado con aquella cobijita rosa que acaban de comprar.


- ¿Te quedarás? - una voz a sus espaldas y una mano sobre su hombro.
- No creo que tengas suficiente espacio para mí, JJong...

- Quédate. - la mano se sujetó con más fuerza.

- ¿Me quieres como tu niñera privada, JJong?

- ¿Te quedarás?


Key cerró los ojos. ¿Qué esperaba ese hombre? ¿No sabía otras frases? ¿Cómo se atrevía a usar ese maldito tono de voz tan sensual?

Dudó un poco para responder.

Su entrepierna decía SÍ a gritos. Su sentido común se negaba rotundamente.

- Por favor... - susurró a su oído y Key suspiró profundo.


No podía más. Aquello fue una corriente eléctrica por todo su cuerpo. No podía más.

- No. - dijo y con todas sus fuerzas le miró. - Nos vemos mañana.

Lo empujó con fuerza y salió corriendo.

"Simplemente amigos, simplemente..." repetía constantemente mientras caminaba por las calles oscuras de la ciudad.


*


"Muy bien, Jonghyun, tú puedes".

Comenzó a desvestirse en total silencio.

Ni siquiera se atrevía a despojar a la niña de su atuendo. Temía que se despertara y le diera un ataque de llanto como en el coche. Temía que la lastimara tratando de colocarle una de las muchas pijamas que Key le había comprado. Se le podía caer, la podría golpear...

"Definitivamente no es nada sencillo".

Terminó de ponerse la pijama y con extremo cuidado trató de acurrucarse a un lado de ese pequeño cuerpo. Tenía mucho, DEMASIADO sueño, simplemente sentiría la almohada bajo su cabeza...y caería rendido. Pero, antes de que pudiera sonreír ante la idea, un pequeño llanto comenzó. Llanto que se intensificó al pasar los segundos al sentirse ignorada.

Jonghyun se tapó con la almohada la cabeza, pero ni con eso lograba disminuir el molesto sonido de aquellos desesperados gritos.

Se levantó por fin y la vio.

La niña apretaba con fuerza sus pequeños puños y cerraba aquellas esmeraldas con fuerza y las mejillas fuertemente sonrojadas

Jonghyun sonrió. No era un buen momento para admirar a su hija, pero se veía Perfecta. Cayó por fin aquel balde de agua fría y pudo comprender, finalmente, que en verdad le estaba pasando "eso" a él. Aceptó que todo era verdad, no estaba dormido, no estaba bajo efectos de alcohol o narcóticos. Era la verdad, la única y pura verdad, y él era papá de un angelito llorón de preciosos ojos. Y volvió a sonreír.

- No sé qué hacer, pero eres muy linda. - dijo inundado en la emoción tomando a la niña en brazos. - Prometo aprender a ser un buen padre para ti. - unió la pequeña nariz a la suya. - Te lo prometo, hija.

La niña se tranquilizó un poco y abrió los ojos.

- Muy bien, le hablaremos a Key, porque no tengo ni idea de cómo se prepare esa fórmula que te ayudará a conocer el abecedario. - sonrió a la niña.

Bajó con el pequeño bulto en brazos y buscó su celular. Estaba sobre la mesa del ‘comedor' improvisado.

Esperó. Un timbre. Dos timbres. Tres...

- ¿Jonghyun?

- Key... - Sonrió al escuchar su voz.

Pocos minutos sin su amigo y ya le extrañaba. Tal vez había creado una dependencia hacia su llavesita en pocas horas por el hecho de que Key era la única persona que se preocupó realmente por ayudarlo. Tal vez era algo anterior... Tal vez...

- ¿Sí? ¿Pasó algo? ¿La niña está bien?

Jong rió un poco.

- Bueno, despertó llorando, y creo que tiene hambre, pero... como tú has sido el encargado de alimentarla y eso, y yo, bueno... - se sonrojó. - ¿Podrías decirme qué tengo que hacer?

Key respondió riendo también.

- JJong, las instrucciones están en la etiqueta.

Jonghyun se alegró por primera vez en toda la llamada de que su amigo no le viera. Su cara estaba totalmente sonrojada. Desde la punta de la barbilla, hasta subir por las orejas.

- ¿Sí?

- Sí, JJong... Y... ¿Sabes cambiar pañales?

- ¿Tengo que saberlo?

- ¿A dónde crees que se irá la leche? Además, recuerda que tienes que alimentarla cada 3 horas.

- ¡¿3 horas?!

- Me imagino que cuando la encontraste lloró mucho.

- Sí, no pude dormir...

- Tenía hambre. Los bebés comen cada 3 horas hasta los 6 meses.

"Perfecto".

Su cabeza iba a estrellarse contra la mesa, pero el llanto de su bebé lo evitó.

- Key... no puedo...:(

El aludido tardó en contestar.


- Claro que puedes, Jonghyun. Ahora eres padre, debe haber algo que llaman instinto.

- No lo tengo.

- Sí.

- No.

- Sí.

- No.

- ¿De qué estábamos hablando?

Key rió. Moría de ganas por ir a ayudarle, pero no debía. "No Key, sé fuerte" Pensó asintiendo seguro.

No había avanzado mucho. A decir verdad, estaba sobre la acera a sólo una cuadra de la de su hyung, sentado, tranquilo.

- Pero bueno, Key... Por favor... - su voz fue un susurro tan dulce...

- JJomg, dale de comer. Yo... iré en un rato... - suspiró enojado y colgó.

No estaba enojado con Jonghyun, estaba enojado consigo mismo y su poca fuerza de voluntad.

"Estúpido Key enamorado". Se dijo a sí mismo.

*

- OK. - Jonghyun releyó por quinta vez la etiqueta.


"1.- Disuelva una cucharadita por cada onza de agua hervida."


- Fácil. Muy fácil... ¿Cuánta agua debo de hervir?


Volvió a releer. Había una tabla en donde ponían los equivalentes de onzas de acuerdo a los meses de vida.


"2 meses = 2 onzas".


- Ok, lo tengo. Hiervo dos onzas, vacío dos cucharitas de fórmula, y... ¿De qué tamaño serán las cucharitas?


Buscó entre los cajones de su cocina. Tenía cucharas pequeñas. Tal vez se refería a esas.


- Muy bien. Disuelvo y listo. Pero, ¿Dónde disuelvo dos onzas?

Fue en busca de los biberones y sacó el de Bob esponja.

- OK, hasta aquí son dos onzas. La "O", significa onzas, ¿no?

Tres golpes en su puerta lo hicieron sonreír. "Key".

La niña se encontraba sobre la mesa en el porta-bebé en el que la había encontrado. Estaba con los ojos muy abiertos sin hacer más movimientos de lo normal en ella.

Abrió la puerta y ahí estaba Key *-*.

- Key, por fin... - sonrió.

- ¿Ya le diste de comer? - pasó sin ser invitado y fue hasta la niña.

- Em... - cerró la puerta. - En eso estoy, pero, Key, ¿Cómo caliento dos onzas de agua?

Key le miró incrédulo.

- Sólo calientas agua en una olla. No vas a calentar dos onzas, esas las mides en el biberón.

- Ah... y, ¿De qué medida deben ser las cucharadas?

- ¿Es en serio?

Jong le miró confundido.

- ¡Por Dios! - Key comenzó a reír. - JJong... tú... la... - la risa le evitaba hablar.

Respiró profundo y lo volvió a intentar:

- La cuchara viene dentro de la lata.

Jong se ruborizó.

- ¿Otra pregunta?


Jonghyun negó con la cabeza.


- Muy bien, entonces, ve y prepárale para comer. - sonrió y miró hacia la cocina. - Si vas a darle en ese biberón, deberás de hervirlo antes.

- ¡Cuántas cosas! - se puso las manos sobre el rostro.


Key rió y tomó a la niña en brazos.


- Ahora, esperemos que el inteligente de tu padre pueda hacerlo, pequeña Jongliette.

. . .


Jonghyun se vio indefenso en la inmensidad de la lata de fórmula y todo el proceso para preparar un simple biberón.

Definitivamente hacer eso cada tres horas no iba a ser lo más cómodo...

Suspiró derrotado, retirando del fuego aquel sartén en donde había puesto a hervir un poco de agua. Abrió el biberón, previamente hervido y trató de servir sin derramar el líquido. Fue bueno, hasta que derramó el líquido por completo y tiró más de la mitad de lo que quedaba en la olla.


- ¡Mierda!


El agua estaba hirviendo y por poco se le cae toda encima.

Revisó la medida en el biberón. Se había pasado una onza y medio, así que la regresó a aquel sartén.

Sonrió. Primer paso, estaba listo.

A continuación, abrió el bote con fórmula y descubrió la cucharita en color blanco.


- ¡Oh, aquí estás!


Tomó una cucharada, y la echó, luego la segunda, y... Se cayó un poco.


- Otra más por si las dudas...


Cerró el biberón y agitó con fuerza.

Segundos después, su obra maestra estaba lista.

Corrió entusiasmado con Key y con la niña, la cual descansaba la cabeza sobre el hombro de Key, quien acariciaba la espalda y hablaba en voz baja.


- ¿Key?


Éste simplemente sonrió al verlo.


- ¿Puedo...? - pidió Jonghyun abriendo los brazos. Deseaba darle su primer biberón preparado por él a SU hija.

Key asintió y entregó a la pequeña, tomando el biberón a cambio. Lo abrió y puso un poco de líquido en el dorso de su mano.


- ¿Jonghyun, dejaste que el agua se enfriara?

- ¿Tenía que dejar que el agua se enfriara?

- ¡Pusiste el agua hirviendo!


Jong asintió resignado.Key negó con la cabeza tratando de parecer molesto, pero era difícil, aquellos toques de inocencia de Jonghyun eran tan... ¡Lindos!


- Bueno, pues ahora tendremos que esperar a que se enfríe...

- Lo siento.


Key levantó la vista para verle. Iba a decirle que no tenía que disculparse, pero descubrió que aquella disculpa no iba dirigida hacia él. Jonghyun miraba apenado a la niña y tomaba el pequeño puño cerrado.


- Prometo hacerlo mejor la próxima vez, bebé.


Key se tapó la boca y lo miró enternecido.

Pasaron unos minutos y dejando de agitar, Key consideró que ya estaba a una buena temperatura.


- Toma, JJong.


Le entregó el biberón y éste lo inclinó hacia la pequeña quien no tardó en tomar y succionar de aquella botella.

Jonghyun la miraba asombrado. Sin darse cuenta un sentimiento más allá de la aceptación nacía en él e iba dirigido directamente a ese ser que succionaba ansiosa el contenido en su biberón de Bob esponja.


- Tenía hambre... - acarició un poco la cabecita.

- Creo que me tardé un poco en preparar el biberón.

- Tranquilo. En tres horas podrás hacerlo de nuevo. - sonrió...
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:MUA:

ohhhhh dioss!!!!me encanto!!!