Una figura desdibujada se mueve entre los danzantes juegos de sombras que se comienzan a formar por el ocaso, parece buscar algo o alguien de una manera desesperada, violenta, su boca maldice una y otra vez, golpea cercas, patea botes de basura, lanza gritos de impotencia pero nadie lo escucha las calles se encuentran desiertas pareciera que todos se escondieran como si alguna plaga azotara en la calles, como si huyeran de su grito de auxilio, ni siquiera sabe a dónde se dirige pero aun así deja que sus piernas se muevan por voluntad propia, como si un enorme e invisible imán lo guiara hacia él. Su cuerpo sufre una sacudida que lo obliga a parar, es el recuerdo de esa llamada, el recuerdo de esa voz femenina que ahora lo tenía corriendo por las calles solitarias sumergido en desesperación y terror absoluto;”…se fue con tu amigo… ¿cómo que cual? Ese lindo chico, el de cabello chocolate…si el que tiene una hermosa sonrisa que hace que sus ojos desaparezcan por instantes…” en definitiva era él, no podía ser nadie más que él.

La impotencia llenaba su pecho y lo hacía pesado, sus ojos azules comenzaron a derretirse en celestes lagrimas, no conocía otra manera de aliviar esa angustia, cuanto más se acercaba a esa calle sus pasos disminuían en velocidad hasta casi llegar al punto de detenerse, la extraña sensación que experimento al escuchar la descripción de aquel “amigo suyo” comenzó a tornarse más fuerte, abrazadora sobre su cuerpo, giraba su rostro de un lado a otro con los ojos un tanto desorbitados y su pecho agitado subía y bajaba intermitentemente en busca de alivio, recorrió una…dos…tres veces esa calle pausadamente, “estúpido detente” su desordenada cabeza lo obligaba a aceptar el hecho, “solo estás perdiendo el tiempo, ya sabes en donde esta” volvió a cerrar sus ojos y esta vez dejo que un sollozo lacerante escapara de su boca, giro su cuerpo y arrastrando sus pies se dirigió a esa vieja casa que había saltado en varias ocasiones en su desesperada búsqueda...

¿Por qué? se preguntaba una y otra vez, porque si sabía a la perfección que él se encontraba ahí, ¿por que la había saltado?, ¿por que la había ignorado con tanta saña?, tal vez porque se sentía débil, asustado, no tenía idea de cuánto más soportaría, no sabía si podría en contra de él, por eso deseaba con todas las fuerzas de su desgastada alma equivocarse.

El sonido chirriante de la cerradura del pequeño barandal que pretendía proteger la casa invadió salvajemente sus oídos al abrirse, haciendo que su corazón comenzara a galopar dentro de su pecho, inspiro lo más hondo que sus pulmones se lo permitieron y se adentro en la casa, rezando para que no se encontrara ahí, para que hubiera una pequeña luz que le diera la esperanza de salvación….

Es curioso lo que se te puede presentar a lo largo de tu vida, de las personas que crees ver, de lo mucho que dices amar a una persona tanto que desconfías de ella, juras amor eterno pero luego escudriñas en su vida a pesar de no ser invitado a esa parte. Dudas con tan solo una pequeña palabra pronunciada por labios ajenos. Eso es amor enfermizo, retorcido, precisamente el amor que se profesaban Minho y Taemin, un amor distorsionado.

Minho atendió la llamada de la puerta –“hola” – una voz gruesa le saludaba con una gran familiaridad, arrugo sus cejas tenia vagos recuerdos de ese angelical rostro, su boca se abrió ligeramente le parecía perfecto, tan perfecto que dio un paso hacia él, la perfección vuelta hombre se presentaba de nuevo frente a él, recordó quien era -“tú, tú, eras quien buscaba a Taemin en la oficina verdad”- el desconocido sonrió de lado, con arrogancia, con desfachatez –“si…soy un amigo de él”- Roo comenzó a ladrar desde el patio, desgarradoramente, parecía aullar, llorar, ladrar todo al mismo tiempo –“Que quieres como es que sabes mi dirección”- de nuevo ese foco rojo se encendía la alerta estaba al máximo –“Estoy enterado que sales con Taemin”- y eso de demonios le importaba acaso Taemin le había enviado, para qué?, -“si, por que… demonios Roo cállate el hocico”- gritaba desde el frente sin lograr éxito alguno –“Entonces supongo que te gustaría saber algo interesante sobre Taemin verdad…”- “algo interesante” que podría decirle este desconocido sobre su pequeño, él sabía todo acerca de Taemin, confiaba en que él le había hablado sobre su vida y no tendría ningún secreto para él por más doloroso que este fuera, ¿o sí? De nuevo ese ataque de celos en forma de calor desmedido recorrió su cuerpo, bloqueo su mente, lo volvió irracional –“Habla que tienes que decir”- el desconocido meneo su cabeza y estiro su mano indicándole con el dedo índice que debía seguirle –“aguarda un segundo”- era más que estúpido irse con un desconocido, pero en eso momentos se había convertido en un estúpido celoso –“adónde vas Minho? “- preguntaba su tía preocupada por la actitud de Roo quien se encontraba en una esquina del patio bajo una pila de madera, parecía intentar ladrar pero esto se confundía con un llanto desagradable que provocaba escalofríos –“Solo… a caminar con un amigo de Taemin”- su tía sintió emoción, el novio de sobrino le caía muy bien a pesar de tener la firme creencia de que él había sido el culpable de que su sobrino se volviera homosexual, algo totalmente equivocado, así que cualquier amigo de Taemin era bienvenido en su hogar -“vaya es muy lindo…”- decía en el marco de la puerta mientras veía al “amigo de Taemin” saludarle amablemente con una inclinación de cabeza y una espectacular sonrisa capaz de derretir los polos o en este caso el corazón de una mujer –“no tardes mucho hijito”- Minho agito su cabeza y salió apresurado, -“ah este niño siempre olvidando cosas”- decía al tiempo que veía el reloj de pulsera en la mesa de centro de la sala, lo tomo y se dirigió veloz a la calle –“Minho, Minho se te olvido tu…”- giro su vista por la toda la acera, pero ya no estaban –“vaya estos niños fueron a correr, no a caminar, espero que olvidar su reloj no sea una excusa para tardarse”- volvió a entrar.

Taemin estaba tranquilo en su hogar leyendo una novela, de pronto una ráfaga de viento invernal cruzo por su cuarto derribando cuadros a su paso, cayendo desde de las alturas de su ropero la cadena con el delfín de cristal que Minho le había regalado rompiéndose en millones de pedazos, su corazón sintió una punzada tan fuerte que le obligo a doblarse hacia el frente, un sentimiento de preocupación y nerviosismo le invadió por completo, sintió la terrible necesidad de llamar a Minho, escuchar su voz, saber que estaba bien.
Tomo su celular y marco el numero, sonó una, dos, tres, cuatro veces y Minho no atendió a su llamado, volvió a intentarlo pero ocurrió lo mismo, ¿estaría bien llamar a su casa?, claro que si, bajo a la sala y marco el numero de la casa, contesto su tía, lo que le dijo hizo que el teléfono cayera de sus manos, sin pensarlo corrió escaleras arriba tomo su celular, llaves y un poco de dinero y salió a toda velocidad de su casa, al parecer un largo viaje le aguardaba.

Una figura desdibujada se mueve entre los danzantes juegos de sombras que se comienzan a formar por el ocaso, parece buscar algo o alguien de una manera desesperada, violenta, su boca maldice una y otra vez, golpea cercas, patea botes de basura, lanza gritos de impotencia pero nadie lo escucha las calles se encuentran desiertas pareciera que todos se escondieran como si alguna plaga azotara en las calles, como si huyeran de su grito de auxilio, ni siquiera sabe a dónde se dirige pero aun así deja que sus piernas se muevan por voluntad propia, como si un enorme e invisible imán lo guiara hacia él. Su cuerpo sufre una sacudida que lo obliga a parar, es el recuerdo de esa llamada, el recuerdo de esa voz femenina que ahora lo tenía corriendo por las calles solitarias sumergido en desesperación y terror absoluto;”…se fue con tu amigo… ¿cómo que cual? Ese lindo chico, el de cabello chocolate…si el que tiene una hermosa sonrisa que hace que sus ojos desaparezcan por instantes…” en definitiva era él, no podía ser nadie más que él.

La impotencia llenaba su pecho y lo hacía pesado, sus ojos azules comenzaron a derretirse en celestes lagrimas, no conocía otra manera de aliviar esa angustia, cuanto más se acercaba a esa calle sus pasos disminuían en velocidad hasta casi llegar al punto de detenerse, la extraña sensación que experimento al escuchar la descripción de aquel “amigo suyo” comenzó a tornarse más fuerte, abrazadora sobre su cuerpo, giraba su rostro de un lado a otro con los ojos un tanto desorbitados y su pecho agitado subía y bajaba intermitentemente en busca de alivio, recorrió una…dos…tres veces esa calle pausadamente, “estúpido detente” su desordenada cabeza lo obligaba a aceptar el hecho, “solo estás perdiendo el tiempo, ya sabes en donde esta” volvió a cerrar sus ojos y esta vez dejo que un sollozo lacerante escapara de su boca, giro su cuerpo y arrastrando sus pies se dirigió a esa vieja casa que había saltado en varias ocasiones en su desesperada búsqueda...

¿Por qué? se preguntaba una y otra vez, porque si sabía a la perfección que él se encontraba ahí, ¿por que la había saltado?, ¿por que la había ignorado con tanta saña?, tal vez porque se sentía débil, asustado, no tenía idea de cuánto más soportaría, no sabía si podría en contra de él, por eso deseaba con todas las fuerzas de su desgastada alma equivocarse.

El sonido chirriante de la cerradura del pequeño barandal que pretendía proteger la casa invadió salvajemente sus oídos al abrirse, haciendo que su corazón comenzara a galopar dentro de su pecho, inspiro lo más hondo que sus pulmones se lo permitieron y se adentro en la casa, rezando para que no se encontrara ahí, para que hubiera una pequeña luz que le diera la esperanza de salvación….

En realidad valía la pena estar ahí, claro que si, ese hombre valía su peso en oro y Taemin estaba dispuesto a pagarlo, ¿qué haría una vez estando frente a él?, ¿cómo debería actuar?, no lo sabía y a diferencia de él no tenía un plan B que le ayudara, improvisaría como siempre lo había hecho en toda su vida, improvisación y rezar, rezar por Minho, rezar por su “amigo”, rezar por él mismo.

Que bien que lo continuaras *-* me daba tristeza ver tan solitario el fic. Es que les eh tomado cariño a esos lindos escritos. :3

Pero que gran regreso de inspiracion, como siempre un toque de terror~ mira que un espectro se lleve a tu novio saber ni a donde, no es cosa que uno quiera que suceda. Roo lo sabia! che! claro si los perros pueden ver cosas que nosotros no. (Pregunta curiosa, que no era Roo el perro de jong? o de causalidad es Jong en el cuerpo de Roo)

Tae ojala llegues a tiempo, vamos que no quiero perder la esperanza, mori con lo que le paso a la cadenita del delfin! malos malos presentimientos. Apresurate tae maldita sea! *debo calmarme x.x*

Tan impactantes como siempre~ un capo con un gusto medio amargo como el cafe, pero con un poco de leche 2min y terro se vuelve delicioso. (Pero que cosas digo WTF!)

Que gracioso el coment de ya-chan xDDD
Gracias por este super especial de actuas! wee
Te seguire alabando~

Conforme avanzaba por el viejo jardín de entrada, la sensación de deja vu se volvía más fuerte, tomo la perilla de la puerta y la hizo girar lentamente pudiendo escuchar los engranajes moverse al momento de abrirse, era más grande de lo que recordaba, pero no encontraba diferencia de cuando estaba habitada a ahora que tenia años de permanecer vacía, era exactamente igual espaciosa y fría, aun quedaban unos cuantos muebles desgastados y polvorosos por el paso el tiempo, un escalofrió lo recorrió de pies a cabeza, esta casa jamás tuvo calor humano como la suya, por esa razón jinki prefería pasar los días con él en su pequeño y mal acabado hogar pero que estaba lleno de cariño, incluso para él que se consideraba un intruso en ese estrecho nido.

Alcanzo a escuchar tenues voces en la parte de arriba, las reconoció a ambas; una era la del amor de su vida y la otra de quien se había convertido sin saberlo en su peor pesadilla, subió las escaleras lentamente con dirección al cuarto de Jinki, era casi seguro que lo tendría en ese lugar, no tenía ni idea de cómo había logrado convencer a Minho de irse con él y como este había aceptado encontrarse con un casi desconocido, bueno aunque no sabía los medios de los cuales los ¿fantasmas? Podían valerse para entrar en contacto con los aun vivos, lanzo una ligera bocanada de aire que parecía ser una risa incrédula, jamás pensó que mezclaría las palabras Jinki y fantasma en un mismo pensamiento, lo había amado con todo su alma, el hermano que nunca tuvo, aquel con el que pasaba sus días, una amistad que poco a poco parecía estar convirtiéndose en algo mas, a pesar de que le quería con todo su corazón nunca pensó de la misma manera que Jinki lo hacía con él, pero no quería lastimar sus sentimientos así que cada roce, cada “accidente” cariñoso que se presentaba lo hacía parecer normal, nunca se molesto e incluso le daba seguimiento, que estúpido no debió haber jugado de esa manera con los sentimientos de aquel que solo consideraba su mejor amigo, por ese estúpido jueguito ahora el amor de su vida se encontraba en peligro.

Por fin el largo pasillo termino, se encontraba frente a la puerta del cuarto de Jinki, rozo sus dedos por la madera astillada, levanto una esquina del papel carcomido y amarillento que decía: “KEPP OUT” con letras infantiles, una creación suya. La puerta se abrió con un crujido por de mas fantasmagórico y Taemin adelanto un paso, la habitación estaba totalmente iluminada y por ella no había pasado el tiempo, estaba limpia, la cama perfectamente arreglada, los muebles lucían como nuevos, al fondo donde estaba esa enorme ventana se encontraba Minho embelesado observando el paisaje que daba a una enorme plaza hoy de un perfecto acabado, -“¿Minho…estas bien?”- la voz de Taemin sonaba trémula, pero fue ignorado tajantemente – “Claro que está bien…por ahora…”- contesto alguien más situado a espaldas de Taemin, este cerró los ojos, esa voz, esa gruesa y melodiosa voz que lo había deleitado innumerables veces con canciones al oído, ahora le provocaba escalofríos y terror, giro lentamente hasta encararse con los ojos vacios de su antiguo amigo en lo que parecía ser su versión adulta pero sabía que era él, a pesar de lo bizarra y oscura de la situación verle de nuevo como si en realidad estuviera respirando le provocaba nostalgia y una necesidad de lanzarse a sus brazos, él se había ido tan repentinamente que nunca tuvo la oportunidad de despedirse de él.

-“Jinki…”- susurró, gruesas lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas –“…te extraño amigo…no sabes cuánto…”- la expresión vacía de Jinki fue cambiando poco a poco hasta casi parecer humana de nuevo, floto con los brazos extendidos hasta encontrarse con los de Taemin quien imitaba el gesto, parecía tan real, incluso podía sentir calor donde no lo había, se aferraba a una espalda imaginaria y lloraba sobre un hombro inexistente -“es hora de que te vayas”- Taemin aparto su rostro extrañado –“No creo que quieras ver lo que le pasara a tu…amigo”- ambos giraron su vista al hipnotizado Minho –“no…existe una razón más por la cual me trajiste aquí…le vas a dejar libre no?”- sus palabras eran casi un ruego –“que te hace pensar eso mi pequeño…nunca lo hice con los demás…él que podría tener de diferente…”- en estos momentos Taemin sentía que estaba bien sufrir un ataque de egoísmo –“…sabia que sus desapariciones habían sido extrañas…pero ellos no me importan…ahora te lo imploro por favor no le hagas nada…”- Jinki frunció sus cejas en señal de molestia, él sabía perfectamente lo que Taemin sentía por ese hermoso chico –“…lo ves…aun te conozco…existe otra razón por la cual dejaste que te viera en esta ocasión verdad…siempre habías actuado desde de la sombras…”- poso sus ojos en Minho y continuo hablando –“…pero ahora había claras pistas de ti y el que yo esté aquí no fue un descuido de tu parte...”- suspiro cansado al tiempo que soltaba sus manos que aun sostenía –“…que tienes planeado…cuál es tu plan B...”- Jinki volvió a su expresión vacía y floto lentamente hacia ese tercero en discordia, Taemin se movió veloz y se interpuso entre ambos –“Aléjate Taemin…te he protegido todo este tiempo como lo prometí…no quiero hacerte daño…solo te estoy protegiendo como siempre…”- Taemin comenzaba a desesperase no tenía ni idea de lo que debía hacer, Minho seguía con esa cara estúpida sumergido en un trance del cual no sabía si saldría algún día, si es que Jinki decidía dejarle con vida y él no tenía ni idea de cómo se destruir a un espíritu sin contar que esa alma en pena tenía el rostro de su mejor amigo lo que volvía doblemente difícil la faena, las luces comenzaron a fallar al momento que Jinki lanzaba violentamente a Taemin contra la pared y le sujetaba por el cuello, como es que tenía fuerza para hacer algo como eso –“quieres que le deje libre….que estas dispuesto a hacer ah…”- Taemin cerró sus ojos y las lagrimas brotaron de nuevo, ahí estaba su plan B Jinki lo conocía a la perfección y sabia lo que estaba dispuesto a hacer por Minho –“…ni siquiera tienes que preguntarlo, tú lo sabes…”- la expresión de Taemin era triste, apagada pero aun guardaba la esperanza de liberar a su razón de existir, el demonio con forma humana esbozo una media sonrisa, su plan estaba dando resultados, era extraño que aun estando en esa condición sus planes funcionaran. Bajo lentamente a Taemin hasta su altura normal y se acerco ligeramente a su rostro –“espero que cumplas tu promesa Jinki”- dijo con odio manifestado en cada una de sus palabras –“claro, tú me conoces…”- Jinki poso sus gruesos labios en los de Taemin, al tiempo que acariciaba su cabello y pasaba su mano libre alrededor de la delicada cintura de su amigo.

La tela que grisácea que parecía cubrir los ojos de Minho desapareció, parpadeo un par de veces antes de salir de ese letargo del cual no parecía ser consciente, se sentía mareado, sus manos temblaban, no reconocía el lugar y ni siquiera recordaba haber salido de su casa. Giro su cuerpo y recorrió la habitación a tumbos, en que endemoniado lugar estaba, parecía ser una casa abandonada, los muebles viejos, la basura, la pintura corroída y los sonidos de las ratas o algún animal rastrero que encontraba con él, le daban a entender eso. Saco el celular de su bolsa derecha y lo encendió tratando débilmente de iluminar en busca de una salida de esa oscuridad.

Paso la luz de derecha a izquierda y en la última esquina le pareció ver una figura humana, se sobresalto un poco –“hola…”- solo el chillido de una rata obtuvo por respuesta, con el celular iluminando ligeramente el piso por el cual caminaba se acerco a esa figura, su corazón comenzó a galopar dentro de su pecho… no, no podía ser quien pensaba, pero reconocería esas piernas en cualquier lugar aun con la iluminación más repugnante en el mundo, el viento comenzó a soplar violentamente, ululaba en la ventana, las luminarias de la calle que por alguna macabra razón había permanecido apagadas todo el tiempo, se encendieron en un ruidoso choque eléctrico, lo que ilumino parcialmente la habitación, solo lo necesario para que Minho sintiera su sangre bajar hasta el suelo y sus piernas temblaran aun mas, cayó de rodillas cerca del cuerpo inerte de Taemin, lo sacudió mientras gritaba desesperado su nombre, que había pasado, como es que Taemin se encontraba ahí con él en esa maldita habitación, porque sentía que estaba abrazando un hielo en lugar de ese pequeño ángel, “tú sabes la respuesta” una segunda personalidad le hablaba dentro de su cabeza, agito su brazo libre como espantando alguna sucia mosca, su rostro ahora era el caudal de dos poderosos ríos que tenían nacimiento en sus ojos, se balanceaba de atrás hacia adelante con el cuerpo de Taemin en sus brazos, sus gritos se podía escuchar incluso en la casas vecinas, los residentes asomaban sus rostros asustados con la vista fija en esa casa se suponía abandonada, ninguno se atrevía a acercarse.

-“oh Taemin…que he hecho”- la locura parecía envolver a Minho con su fina capa, no sabía porque, pero estaba seguro que era el culpable de la escena que sus aun incrédulos ojos presenciaban, -“perdón, perdón…”- tomo esa irritante campana que Taemin aun portaba en su cuello y la guardo en el bolsillo, luego se acerco lentamente a su rostro y beso sus helados labios por última vez… antes de salir sigilosamente por la parte trasera de la casa, sin que nadie se percatara de su presencia.

Fin

No sé muy bien cómo expresar lo que sentí con este fic... pero fue impresionante, abrumador y terriblemente excelente.

Desde el comienzo me atrapó, ese prefacio cumple perfectamente con su función, creando en quien lo lee la necesidad de conocer la historia tras esa escena extraña y, sin embargo, un poco desesperante. Luego todo el relato se desarrolla magistralmente, lento al principio, con atropellos hacia el final, pero en cada capítulo y escena con el ritmo preciso y requerido.

La tensión, el misterio... Es absolutamente gráfico, a medida que lo lees "ves" todo que sucede, los ambientes haciéndole honor a las situaciones, los colores, olores, sonidos [la escena de la morgue es uno de los mejores ejemplos]. Creo que es un fic muy "sensitivo" en este sentido, y eso es admirable, porque lograrlo es sumamente difícil. Por la temática y la abundancia de imágenes es un relato susceptible de ser adaptado para guión de una película de horror... pero se perderían las sutilezas de la narración, tales como los toques de sarcasmo y cierto humor negro, que son irrecuperables en un film y le dan un "color" único a esta obra.

Pero no se queda todo en lo gráfico. Los sentimientos de los personajes, su sufrimiento, su dolor, su amor... A cada instante es posible percibir su sentir como si fuese en carne propia. Tu uso de la lengua es excelso, que puedas transmitir tanto con palabras me hace adorarte.

Y ESE FINAL. El epílogo en realidad. No es que el final fuera malo, en absoluto, de hecho es genial... pero le faltaba "algo". Y el epílogo le dio ese broche de oro, merecido para un fic tan especial como este.

Mi comentario quedó demasiado serio, no suelo ser así... pero quería comentar como se debe una historia tan perfecta.

Saliendo del formalismo, el dato random... leí los comentarios de ya~chan casi con la misma religiosidad que el fic, y concordando siempre con ella, riendo con sus arrebatos de odio contra Jinki y amando a su ente 2Min xD

2Min es mi pareja favorita, y me encanta poder leer algo tan fuera de lo común que les tenga como protagonistas. Suelen ser estereotipos y repetir clichés, y en realidad no me molesta... pero da muchísimo gusto encontrar algo así!!

Muchas gracias por compartir esta magnífica obra, me alegra mucho que, más allá de los altibajos, hayas logrado terminarla y te haya gustado a ti, porque cuando un autor no está conforme con lo que escribe, aunque suene egoísta, y si bien se agradece, no hay elogio que valga... Es muy difícil convencerte que escribiste algo bueno cuando realmente no lo sientes así, lo sé por experiencia.

No tengo mucho más que decir. Gracias de nuevo, realmente me enamoré de este relato.

Be Happy!!! ^__^