Desde que tu accidente ocurrió te diste cuenta de que el tener el pie inservible, inútil, cucho, como te gustaba llamarlo de forma despectiva, tenía sus pros y sus contras.



Había momentos en los que realmente odiabas tu pierna.



“AAAH” gritas todo lo que te permiten tus cuerdas vocales, mientras te detienes de la pared sintiendo tus ojos humedecerse del dolor y luego un cuerpo corriendo llega al rescate.


“¡Jonghyun, me hubieras dicho que querías salir de la habitación!” y de nuevo esa madre (ni tan) interna hacía su aparición mientras te regañaba.


“¡Quería ver la tv en la sala!”


“¿Qué pasó hyung?” llega ese pequeño -aunque más alto que tu- cabeza de hongo con rostro preocupado.


“A Jonghyun le calló la muleta en el pie”


“Le hablaré a Minho para que lo ayude”


“No, está bien, yo lo hago”


“¡¿Q-qué haces?! ¡Kibum bájame!”



Y ser llevado como princesa no es tan divertido cuando las cosas se invierten y el que ahora te está cargando al estilo nupcial es tu femenina diva.






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Había momentos en los que odiabas y re-odiabas tu pierna.



Te despiertas sudoroso, sintiendo una palpitante presión en tu bajo vientre, miras el reloj, marca las 3 am… no aguantas, ya no aguantas.


“hay no, hay no…mm~” te quejas y cómo puedes te sientas en la orilla de la cama.


Das un vistazo a la espalda de tu compañero de cuarto, tu amante…

Enserio ya no aguantas.



“¡Kibum, Kibum!” lo llamas, pero al parecer su sueño es tan profundo que tus gritos de súplica no llegan hasta sus oídos.


Está a punto de explotar y entras en pánico.


Comienzas a lanzarle objetos. La almohada, las sábanas, el celular; Pero solo logras que gire su cuerpo en tu dirección, le lanzas otra almohada… Ese despertador que calló en su frente dejará un hermoso chichón mañana…


Estabas a punto de darle con la muleta en la cabeza cuando empieza a despertar y tú no puedes más que dar gracias al todopoderoso, y no al que está durmiendo frente a tu cama, sino al de allá arriba y que seguro se está burlando de ti en éstos momentos.


“aigooo… me duele la frente…”


“¡Key! ¡Ven aquí, ya!”


“¿Qué, qué pasa?” se sobresalta y va hacia ti, ayudando a pararte.


“Necesito, necesito…"


Oh no.








“¡Jonghyun cerdo! ¡Te measte!”


“¡¡Cállate!! ¡¡Es tu culpa!!”






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Pero hay veces en las que verdaderamente amas a tu pie.

Yo lo sé,
Yo lo he visto…



Cuando sus cuerpos húmedos se frotan, sus lenguas deseosas se juntan, se abrazan, lamen cuellos, orejas, mandíbulas… Y sus manos inquietas tocan todo, completamente todo…


“Jjong…” Su aliento jadeante en tu oído te hace encorvar tu espalda unos segundos.


Aprietas sus glúteos, juntando sus caderas con fuerza, el cuerpo sobre ti se retuerce y no puedes evitar hacer la misma maniobra un par de veces más.



Suspiros,
Gemidos,
Temblores…


Viene lo mejor, por un momento te olvidas de tu pie recién operado, e intentas coger impulso con él, más un agudo dolor en tu tobillo te hace apretar los dientes.


Estúpido pie…


“Key, no pue…”


“Está bien, tu solo observa…” y ese susurro no te puede parecer más sugerente y excitante.


Se deja caer sobre tu erguido miembro y una fuerte sacudida corre por todo tu cuerpo.


Y sientes que vas a explotar de placer al ver ese suculento cuerpo saltar sobre tu erección, cabalgando sobre ti, mientras tú solo sientes, disfrutas…


Descubres que a veces no es tan malo que otros hagan las cosas por ti, y mejor aún, cuando Key se encarga de todo mientras se auto penetra en tu dureza con frenesí.


Bendito pie…






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Hay otras tantas ocasiones donde puedes aprovecharte de tu condición.

Y lo sabes,
Yo lo sé,
Key lo sabe…


“Amor, tengo hambre…” Te quejas echadote en el sillón, rascándote la barriga como vil esposo webón, mirando como tus compañeros se matan sacando la coreografía para la presentación de la próxima semana.


“Está bien, démonos un descanso” Habla la diva fatigada mientras se dirige casi corriendo a la cocina.


“¡Yo soy el líder!” chilla el mayor de todos jadeando mientras se sostiene de sus rodillas.


Los otros dos solo se tiran al suelo exhaustos.


“Como decía, tomemos un descanso” dice en plan autoritario después de ser completamente ignorado por sus compañeros “tsk, mocosos maleducados…”



Después de unos 40 minutos donde estuviste quejándote constantemente, que tus tripas se comerían entre ellas, que tus órganos se desharían con los jugos gástricos, que morirías de inanición… Tu consentidor novio entró con una bandeja y un platillo humeante.

Con una suave sonrisa.

¿cómo no?, si quiere ver feliz a su puppy.



“¿Kimchi?” preguntas con desagrado.


“¿No querías eso?” pregunta mirándote con un brillo de decepción en sus pupilas.


“Tenía ganas de sushi…”


Leader Onew arrebata el plato de sus manos y corre a encerrarse en su habitación, ambos se quedan mirándose, y los ronquidos de los menores resuenan por toda la sala.


“No importa Key, puedo ir a hacerlo yo, no te preocupes”

Mirada triste,
Mirada triste…


“No, espera, ya voy”

Touché.


Sonríes ante la facilidad de manipular a Kibum cuando éste ya está por entrar a la cocina.
De nuevo…

“Ah, bebé… que sea con carne de res”

“Si, honey…”





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Pero ya estás bien… ¿No es así?...


Yo lo sé,
Key lo sabe…
Todos lo sabemos…



“Por fin puedo hacer las cosas por mí mismo”


“Me alegra, pásame la sal”


“¿Qué? No la alcanzo”


“Súbete a un banco, y ya que estás parado ve al super mercado y trae arroz”





Lo siento Jonghyun, tendrás que esperar a que otra horda de fans locas se te eche encima y te deje medio muerto.

Algunos rasguños,
Y uno que otro hueso roto...



“Fuck…”






“¿Qué dijiste amor?”


“Nada baby…”




Ahora, mientras valoras los pros y los contras, es cuando te das cuenta de que tal vez, solo tal vez, no es tan malo tener el pie indispuesto.