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Pesadillas De En Sueño. 2min. (5/5) [FINALIZADO] Empty Pesadillas De En Sueño.

Mensaje por Sou-Tan Mar Jun 18, 2013 4:11 pm

Titulo: Pesadillas de en sueño.
Genero: Fantasia, Miedo (?)
Autora: Danna.
Advertencias: Incesto, Lemon, Sadomasoquismo.
Pareja: 2min.



Capitulo 1-. See.




En una dimensión de este mismo mundo, justo en la frontera en la que se encuentran la dimensión “Dominatio” y “Exortis”, en ese punto está la Sierra de Morfeo, que separa los dominios del Señor de las pesadillas de los dominios del Guardián de los sueños.


Uno, el Señor de Las Pesadillas, amo y mensajero de los malos presagios, dueño de los peores y más escalofriantes miedos.


El otro, el Guardián de Los Sueños, cuidador y protector de las fantasías de las criaturas de nuestro mundo, también, del laberinto de cristal.


Los dos hijos de un mismo padre, Morfeo. Este murió hace más de tres mil años, dejándolos a cargo de la Sierra Maat, que ahora se llama Sierra Morfeo porque su tumba se encuentra en la montaña más alta de dicha sierra.


Su naturaleza consiste en crecer hasta que tienen treinta años de edad, de ahí, su contextura vuelve a ser la de uno niños de doce años, para volver a desarrollarse hasta tener un cuerpo de treinta. Es un ciclo que nunca acaba.


Nunca han cruzado palabras, ni miradas, muchos menos pensamientos. Solo saben el nombre del otro y cuál es su deber, nacieron con ese conocimiento, también, nacieron sabiendo que cualquier lazo de hermandad entre ellos no existe y que cruzar al otro lado no correcto.


Enemigos, eso es lo que deben considerarse.


La Sierra de Morfeo, no es como las que conocemos aquí en la dimensión Exortis, las montañas no tiene más de dos o metro y medio de altura, excepto la que está justo en medio, la más alta, que mide unos quince metros de altura. Se extiende por toda la frontera, por lo que es infinita.


 Por un lado, el que está más cerca de nuestra dimensión, se encuentras los dominios del Guardián de los Sueños, cuyo nombre es Taemin, es alto, de cabello rubio, tiene contextura de una persona de veinte años, un ojo rojo y el otro azul. 


Su función es cuidar de los sueños de las criaturas de nuestro mundo, no solo de nuestra dimensión. Para cuidar de los sueños, él debe también cuidar del laberinto de cristal.


El laberinto de cristal es, por donde los sueños deben pasar antes de llegar a las manos de Guardián de Los Sueños. Si logran llegar al otro lado del laberinto, entonces son sueños libres que Taemin debe proteger para que no se conviertan en pesadillas. El laberinto tiene forma de corazón y es transparente, dando así a los sueños una sensación de libertad falsa.


Taemin debe evitar a toda costa que los sueños pasen al otro lado de la sierra, sino, ya no serán sueños. Debe quedarse a vigilar la salida del laberinto para guiar a los sueños nuevos, si estos no obedecen o al menos lo escuchan con atención, no puede hacer nada por ellos cuando se han ido al otro lado.


Del otro lado, en una ambiente más oscuro y tétrico, están los dominios del Señor de Las Pesadillas,  que lleva por nombre Minho. A diferencia de su hermano, su piel es pálida y un poco opaca, tiene el cabello negro y largo, pero recogido siempre en una coleta, sus ojos son azules y es más alto.


Su función es convertir los sueños que traspasan la frontera en pesadillas, e intentar desaparecer, desde su lado de la frontera, los sueños que están en el laberinto. También debe cuidar la caja de pandora.


La caja de Pandora, es lugar donde están guardados los obstáculos, males y miedos, desde el más grande al más pequeño, todos están ahí. Minho debe buscar el correcto para frustrar los sueños e impedir que algún día lleguen a ser libres.


Los sueños viajan desde nuestra dimensión hasta la entrada del laberinto, una vez que entran, no hay vuelta atrás. O llegan a las manos del Guardián de los sueños, o mueren a causa de uno de los obstáculos del Señor de las pesadillas y la falta de voluntad de sus dueños.


En el lado más alejado de la frontera, en el gran castillo negro, espeluznante y majestuoso, pero viejo y sin gracia, está en la única habitación del último piso, tendido en su cama gigante, El Señor de las pesadillas.


Mantiene los ojos abiertos, perdidos en alguna dirección de lo que se puede llamar su alcoba. El techo es demasiado alto y, en todos las paredes celestes pastel del lugar, hay repisas, y en ellas, muchos muñecos y peluches. Algunos pequeños, otro con formas extrañas, algunos más grandes y con ropas singulares.


El lugar no es lindo ni acogedor, es escalofriante, frio y desesperanzador, hay un ambiente pesado. Los muñecos no son lindos ni tiernos. Las muñecas de porcelana, unas tienen un solo ojo, otras ninguno, a algunas solo le quedan mechones de cabellos muy cortos y tienen la sonrisa torcida. La mayoría de los peluches están degollados y parecen sucios, algunos están sin brazos y otros sin la mitad de su cuerpo. Y esos muñecos de ventrílocuo tan perfectos que a los ojos de su dueño son hermosos.


En la cama, que es de madera negra, antigua y con diseños complicados, que tiene cuatro pilares en cada esquina, en los que ángeles con rostros demoniacos están tallados, que sujetan un techo, de donde cae por los costados de dicha cama dos cortinas morado intenso, casi llegando a negro; hay unas grandes tijeras, y junto a ellas, el cuerpo de un pequeño peluche de zorro, adorable, esta sin cabeza y en todo su estómago tiene las marcas de un evidente apuñalamiento, por donde sale sin mermar, sangre negra, negra y asquerosa.


De la cama se levanta, El Señor de Las Pesadillas. Camina hacia la puerta, que es de hierro y casi tan alta como el techo. Toma de un perchero, su gran saco negro con detalles en blanco. Acomoda los pliegues de su camisa y se coloca su  gran sombrero.


Antes de que pueda empujar la puerta, escucha alaridos y quejidos de dolor, voces que, con tono agudo y suplicante, gimen entre lamentos y sollozos, risas mecánicas que se burlar e hilos de voz que le llaman desesperadamente a su señor.


Esboza una sonrisa ladina y deja a la vista sus colmillos, que miden unos seis centímetros. Mira de soslayo hacia atrás por sobre su hombro y empuja la puerta, produciendo un chirrido ensordecedor que cesa por completo cuando su eco está demasiado lejos como para escucharlo.


-Tranquilos, pronto serán libres, mis pequeños.


Una vez dicho esto, sale de la habitación y dobla a la derecha, dando grandes zancadas como suele hacer, logrando que su gran saco hondee en el aire a medida que avanza. En los pasillos hay muchos cuadros con personas sin rostro, que parecen sonreír pero no tienen boca. Llega a estar frente a unas grandes escaleras que bajan en espiral, las baja y cuando llega al cuarto escalón, la mitad de sus piernas se desvanecen y se convierten en humo negro.


Llega abajo rápidamente, como si no hubiese más de seiscientos escalones. Sus piernas vuelven y sus pasos secos y firmes es lo único que escucha hasta que llega al salón principal. El suelo tiene cuadro negros y grises, azules y rojos, violetas y rosas. Todos opacos, neutros, tristes y deprimentes.


Una musiquilla animada y chillona suena, proviene de una caja musical de aspecto muy antiguo que reposa sobre una pequeña mesa, al lado de un gran sofá rojo, sucio y polvoriento. Se aproxima a la puerta principal y esta es abierta por una criatura con apariencia de un gran muñeco de peluche.


La extraña criatura mide unos ciento sesenta, su cabeza es redonda y no es de piel, es de tela, sus dos ojos son unos grandes botones, no tiene nariz y su sonrisa esta ampliamente cocina de un extremo al otro de su rostro. Tampoco tiene orejas y dos clavos están clavados en el lugar de estas. Lleva un traje negro y sus manos están cubiertas por guantes.


Sale por la gran puerta y camina derecho, como si no estuvieran todas esas criaturas o cosas extrañas en su camino, puede controlar todo y a todas las criaturas que habitan ahí, las que son pocas.


 Divisa la sierra muy cerca y disminuye su velocidad. Avanza unos cuantos pasos más y llega hasta la base de la montaña de Morfeo. Con ayuda de sus manos e impulsándose con sus pies, llega a la cima y ahí se sienta mirando al otro lado.


En el otro lado de la frontera, en un lugar donde el ambiente es ligero y la claridad existe, está en su gran trono, con la mirada fija en la salida del Laberinto de Cristal, sentado mientras sostiene su juego de llaves, el Guardián De Los Sueños.


Sus ojos se cierran por un momento y ve escenas que nunca ha vivido y además, un rostro que desconoce. Un escalofrió recorre su espina dorsal y abre los ojos.


Su respiración es calmada, no hay preocupación alguna en sus pensamientos, lleva días sintiendo una mirada sobre su nuca y está seguro que es una de las criaturas del otro lado de la sierra.


El viento que viene de Exortis hace cabello se desacomode en su cabeza, cuando el viento pasa de largo y sigue su recorrido, las hebras doradas vuelven, como si las hubiesen mandado, a su antiguo lugar.


Escucha pequeños susurros cerca de sus oídos, que pronuncian palabras en una lengua muerta en Dominatio. Taemin sonríe y asiente, su sonrisa no es escalofriante, es honesta, de resignación sin embargo, pero cabe mencionar, que es vacía también.


Desde su trono y cerca de la salida del laberinto, de frente a ella para ser exactos, mirando hacia su derecha, observa fijamente al Castillo Congelado, el lugar donde guarda a sus subordinados, seres fuera de lo común, aún más complejos y retorcidos que muchos que se encuentras más allá de la frontera, la Sierra de Morfeo y hasta la misma Dominatio, en el otro mundo.


Una rosa, que viene de los rosales que están un poco antes del espeso bosque, el que está a su izquierda, muy apartado del laberinto y de la sierra; extiende su tallo unos cuantos metros más, hasta quedar a pocos centímetros de los pies del Guardián De Los Sueños.


Suspira y siente la pesadez en el aire. La para nada esperada fecha está cerca. Esos días que llegan a perturbar la calma de su trabajo y le hacen levantarse de su trono, comenzaran en unas horas.


No se inmuta ante el ambiente lúgubre ni hace caso de las tradicionales voces de sus subordinados dándole advertencias. Sacar del camino a los emisarios del Señor de Las Pesadillas nunca fue una tarea muy fácil, pero no puede hacer nada porque los humanos no ponen ni las mínimas fuerzas para que sus sueños logren subsistir.


El sonido imponente de las grandes rejas que impiden el paso en el laberinto abriéndose, llegan a sus oídos y siente cierto alivio cuando el aura emanada por todo se hace más liviana. Dos luces titilantes se dirigen hacia él y se levanta de su trono.


Sus pasos son firmes y llega rápido a donde los destellos están. Los mira detenidamente y se da cuenta, que son sueños comunes. Los sueños llegan en forma de escenas de películas, con una imagen de fragmento que representa lo que aspira su dueño. Estos dos, uno está representado por muchos sombreros en el aire: Una graduación.


Por un camino diferente, el otro está representado por muchos infantes mirando al frente, directo a una pizarra mientras una mujer habla y señala algunas letras en la pizarra: Ser docente.


Les dice algunas palabras simples, no hacen falta muchas explicaciones, son logros fáciles de mantener, que difícilmente se verán frustrados por alguna jugarreta o desliz.


El Guardián los ve flotar libremente en el aire, nada cerca de la sierra, dando crédito a sus conocimientos.


Por un momento, deja de sentir la mirada siniestra clavada en sus ojos y es hora de volver a su lugar. Se da media vuelta y se aproxima a su trono para luego sentarse en él. Las grandes rejas vuelven a cerrarse y, a pesar de las voces que murmuran a sus espaldas y cerca de sus oídos, cierra los ojos, esta vez, consiente.


Al otro lado de la sierra, Minho baja la montaña y regresa a su acogedora morada.


Risas burlescas le sirven de fondo a la canción preferida del Señor de Las Pesadillas: El silencio. Ese que te congela la sangre y en vez de generar tranquilidad produce desesperación. El aire huele a suicidio y sonríe.


El tiempo en que su poder aumente está cerca y planea utilizarlo todo a su favor. 



Si, otra vez yo con otro fic fantasía, ya las debo haber hartado.  Como siempre, mis palabras son tan importantes aqui en este ultimo espacio, notese el sarcasmo. Solo digo que ¡Gracias por leer! 
PD: NI idea de cuando actualizo, no pregunten. 

"Exortis": excluido o privado, lo utilize para refenirme a nuestra dimension porque somos la de mas baja jerarquia.

"Dominatio": dominio, poder, control, es la dimensión de los dioses.

"Maat": Diosa del equilibrio, por eso le puse así a la sierra.


Asi son Minho y Tae, utilice a estos personajes de Pandora Hearts, porque me parecieron la imagen perfecta para definir la vestimenta y apariencia de ellos en el fic, solo apariencia, personalidades seria...o__O imposible.

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Mensaje por LuzaKiller Mar Jun 18, 2013 8:09 pm

aparto~


Primer posto *-* 


Es tan genial y eso que es el inicio, me gustan las historias de fantasía y esta pinta muy bien. Enserio que me encanta la forma en que la narras. Eso de las jerarquías me agrada *-* De hecho me agrada TODO hasta los personajes que pusiste de muestra. Es grandioso que consideraras un 2min sajskajskaj ¡Me encantó! Por favor, continúa, ten por seguro que yo lo leeré *3* 


Última edición por LuzDChoiMinho&Key el Miér Jun 19, 2013 3:53 pm, editado 1 vez
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Mensaje por Miko_chan Mar Jun 18, 2013 8:25 pm

Tienes qe continuarlo me encantoo!! *.*
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Mensaje por tiari Jue Jun 20, 2013 10:15 pm

Hola :D pues a mi me gustan tus fics, porque tienen una ematica unica, (aunque no me gusta mucho el drama), o mas seguro es que a ti si te aburran mis comentarios xDx

Ese fic me ha parecido muy interesante, deque ellos sean hermanos y sepan que solo estan destinados a no querers, aunque parce que MinHo planea otracosa (yo y mis suuposisiones mensas )
Je je je si te creo que los humanos seamos los mas bajos.
Me agradan ellos ue son como el Ying y el Yang, Me ha gustado mucho.

Perdona si te debo apartos, ahora apenas tengo tiempo de leer y comentar uno que otro U.U y supongo q en vacaciones sea igual Dx
Tratare de comentarrr no dejar apartos
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Mensaje por Sou-Tan Mar Jul 09, 2013 2:32 pm


Capitulo 2.-Game.



Los alumnos del último año en un instituto de Seúl están en una gran fiesta, celebran animadamente su graduación  y muchos están gravemente afectados por el alcohol.


La rosa estira su tallo un poco más, y queda a los pies de Taemin. Sus colores cambian constantemente, hasta llegas a tornarse completamente azul brillante. Abre sus pétalos en dirección al joven.


-La hora ha llegado, My Lord. Este año, vigile bien los movimientos del Señor de Las Pesadillas, su hermano.


El Guardián de Los Sueños se halla sentado en su trono. Ve a uno de los dos destellos de luz alejarse un poco y llegar a estar cerca de la sierra. Cierra sus puños fuertemente y se levanta de su lugar.


El resonar de sus pasos advierte a las criaturas habitantes del Castillo Congelado de su próxima llegada, que por supuesto, no se hace esperar. Llega a estar frente al lugar. Por fuera se ve una estructura inmensa, pero cuando se entra, es solo una gran habitación.


Las altas paredes están tapizadas con una tela aterciopelada color rojo intenso, el suelo el completamente negro y el techo es blanco con relieves en mármol del mismo color. Dispersos por toda la habitación, hay montones de seres, cuyos cuerpos parecen flotar y no tienen forma específica, todos son blancos e irradian una tenue luz blanquecina.


Se acerca a uno de ellos y llama su atención.


-Ve a Exortis y detén lo que sea que esté planeando el Señor de Las Pesadillas.


Nada más decir estar palabras, la criatura se desvaneció.


Taemin camina de regreso a su puesto como guardián y se sienta en su trono, vigila detenidamente todos los movimientos del destello, que cada vez está más cerca de la sierra.


Kim Joghyun, uno de los recién graduados, baila animadamente hasta que uno de sus amigos le hace señas de que le sigua en dirección a un lugar apartado en donde hay un grupo de gente, todos conocidos suyos. A pesar de que todos han bebido, nota reacciones peculiares en los presentes.


El Señor de Las Pesadillas baja unas cortas escaleras pegadas a la pared, y estas lo guían a una habitación en penumbras, que se nota amplia. Hay un reflector en el techo, justo en medio, que ilumina un pequeño tablero sobre una mesa, y una gran silla que en el asiento esta acolchada y también el respaldar, es de color negro y las colchas son color arándano aterciopeladas.


Con la misma rapidez con la baja las escaleras, llega, con una gran caja en mano, hasta donde está la mesa y toma asiento en la silla, dejando caer su cuerpo sin ningún tipo de delicadeza.


Deja reposar la caja justo al lado del tablero y apoya su codo en la mesa, recarga su barbilla en la palma de su mano, que está cubierta con un guante color violeta, que solo cubre la mitad de sus dedos y tiene abertura en las puntas, además de estar desgarrado en los bordes.


Arruga sus labios desinteresado y en el tablero, a pequeña escala, como si fuese una maqueta, se puede observar el ambiente de una ciudad de Exortis, Seúl, para ser más concretos. Ve los grandes edificios y las luces que iluminan la ciudad, las personas que caminan por ahí, las mujeres vestidas con poca ropa y le producen asco, y lo huele, por entre los callejones oscuros, en esas mismas esquinas, y en un lugar de esos al que supone llaman “Club Nocturno”.


Las imágenes de la ciudad se desvanecen, y dan paso a las de un grupo de personas “brincoteando” como él le llama, pero que en realidad están bailando, luego hace que otras diferentes, en el mismo lugar, aparezcan. Hay un numeroso grupo de humanos, tanto mujeres como hombres de la misma edad. Sabe perfectamente el estado en el que se encuentran una vez mira en el fondo de sus ojos.


Estira sus labios y cruza sus brazos sobre su pecho. Hacia arriba pensativo, y da leves golpeteos contra el suelo con su pie derecho, buscando la respuesta a algo que encuentra sin tardanza.


La caja, que es de oro negro, tiene detalles en morado intenso y símbolos antiguos por donde se mire. Retira la tapa y las risas no se hacen esperar, y esta vez no intenta calmarlas como siempre, sino que ríe con ella silenciosamente, e introduce una de sus manos en la caja, y rebusca hasta que encuentra lo que busca y lo saca, para después cerrar la caja.


Con sus dedos índice y pulgar, sostiene a cabeza de una criatura diminuta, del tamaño que se ven las personas en el tablero. Su cabeza es totalmente redonda, y viste una camisa desteñida y rasgada, sus pantalones están rotos y son celestes, su piel es aún más pálida que la de Minho. No tiene nariz, solo boca. Sus ojos tienen las venas muy marcadas y están delineados con negro solo en el parpado inferior, seguido este por unas grandes y grises ojeras. En su cabeza, en vez de cabello, miles de finas agujas puntiagudas sobre salen. Y por último, no tiene pies, y en sus manos no tiene ni un dedo, solo son guantes iguales a los que usa Minho.


El Señor de Las Pesadillas deja a la criatura en un lugar un tanto apartado de los jóvenes humanos, y recarga su espalda en el respaldo de la silla, completamente preparado para lo que sigue.


El misterioso ser, comienza a tomar una forma humana, llegando a convertirse en un joven de dieciocho años, con cabello color rojizo, vestido con una camisa negra, unos jeans azul oscuro y unos tenis negros, muy bien parecido y de mirada dulce. Un fino tubo parecido a una pajilla aparece de repente en sus manos, este contiene alguna sustancia blanca, y no, no es droga, es algo peor, algo proveniente del infierno, una sustancia llamada “Necromicon”


-Has lo que quieras con ellos, solo asegúrate de no matar a nadie.


La criatura sonríe de forma macabra y asiente levemente con su cabeza.


“¿Qué tienen?”, pregunta Jonghyun a su amigo Kyuhyun, que solo da otro sorbo a su trago y niega repetidas veces. “¿No me digas que se metieron esa porquería otra vez?”. Su amigo solo sonríe y se encoge de hombros, como si se tratase de la cosa más normal en todo el mundo.

“¿Qué pasa, por que tan desanimados?”, se acerca a ellos otro joven, un pelirrojo llamado Onew, quien rápidamente nota la tensión en el ambiente. “Jonghyun anda de aburrido, como siempre”, “¿Aburrido por no querer usar es mierda?”, “Recuerda que tu también la usaste una vez, así que no te pongas princesa”, replico Kyuhyun. Onew rodea a Jonghyun con su brazo por los hombros, y agita el tubo de plástico frente a los dos. “Esto no hace daño a nadie, además, ¿Ves lo felices que se ven todos?”, “Están drogados, carajo, les podrían estar cortando las piernas y ellos se veían felices. No exagero, hemos estado mucho tiempo aquí, quizá cuanta hierba se han metido”

En eso llega Kai, otro amigo, pero no de Kyuhyun, solo de Jonghyun y Onew. “Vamos, hay que seguir bailando, dinoboy”, casi ordena el recién llegado. Onew sonríe y se aleja del de rostro canino para acercarse a Kai.



Mihno sonríe ampliamente, Lucy, la criatura que saco de la Caja de Pandora, se encuentra frente a frente con uno de los subordinados del Guardián De Los Sueños. Los dos están transformados en dos humanos, y se siente ansioso por  ver que hara su sirviente para deshacerse del otro.


A diferencia de las personas en Exortis, Minho puede ver con claridad la forma primitiva de las dos criaturas.

El pelirrojo retira la tapa del pequeño envase, y, dándole la espalda a los otros, toma a Kai de la nuca y acerca el tubo a sus fosas nasales. “Tu también deberías relajarte un poco, te noto estresado”, Onew sonríe de forma macabra y obliga a Kai a inhalar la sustancia blanca, haciendo que solo quede la mitad de ella en el envase.

Kai cierra los ojos unos segundos y sonríe, para luego alejarse rápidamente de donde se encuentran todos.



El Seño de Las Pesadillas aplaude y se carcajea, como si estuviese admirando la escena de la mejor comedia en todo el universo. Es el comienzo de sus planes, y está seguro que lo lograra.


Mientras tanto, del otro lado se la sierra, Taemin se levanta de su lugar con furia reflejada en sus ojos. Uno de sus subordinados esta tendido en el suelo, al pie de la gran silla de cristal que tiene por trono.


Se pone de cuclillas y revisa todos los aspectos de la criatura blanca, y nota que el aura que desprende comienza a volverse negra.


Taemin se pone en pie, y lentamente se aleja hasta quedar a medio metro de distancia de su sirviente. La criatura se vuelve completamente negra, y queda quieta como una estatua, se torna rígida, como una estatua de concreto, y pronto, por todo su cuerpo, se forman grandes hendiduras: Grietas.


Se lleva las manos al rostro y lo cubre, y es en ese mismo momento en que la criatura explota y se quiebra en mil pedazos, que rápidamente se desvanecen, dejando un aroma repulsivo en el aire.


Onew se da la vuelta y mira a ambos con una sonrisa. “¡Vamos, hasta Kai lo hizo!, no me vengas con que la última vez no te sentiste extremadamente bien. Es como el paraíso, como estar en otra dimensión, no pierdes nada con probar de nuevo. Esto te gustara más, es nueva, recién echa.”, Jonghyun suspira y sonríe resignado, después de todo, el pelirrojo tiene razón. La última vez fue increíble. “Dame eso, veamos si es tan buena como dices, pollito”, le arrebata el tubo y lo acerca a sus fosas nasales, tapa un de los hoyos de su nariz con su dedo índice e inhala fuerte, llevándose casi todo los restos, y se lo pasa a Kyu, quien enseguida repite sus acciones.


El Necromicon es una sustancia proveniente del fondo del infierno, se forma debido a la unión de ciertos ácidos, estos, a la vez se combinan con las energías que emanan algunos demonios, incluyendo al mismo Satán. Es como el éxtasis para las criaturas inmortales, tanto demonios como dioses.


Pero en cambio, para los humanos, cuando estos consumen Necromicon, es como consumir un organismo con diferentes funciones al propio. Se producen cambios en el comportamiento, alucinaciones, se desarrolla la capacidad de escuchar las voces provenientes del primer infierno, y también las aptitudes físicas del consumidor se vuelven más amplias. Dichos consumidores son confundidos con esquizofrénicos, por lo que son internados en asilos psiquiátricos. A pesar de todos los cambios positivos a simple vista, todas las personas que una vez lo consumen, terminan muriendo porque un cuerpo tan débil no soporta tantas metamorfosis, o sino, se suicidan al no soportar más los susurros de las voces que les hablan desde el primer infierno.


Lucy, la criatura enviada por Minho a Exortis, es una combinación entre un demonio, un humano y un muñeco. Fue creado por Minho con ayuda de Satán, y es el encargado de la distribución del Necromicon a todas las dimensiones, menos a Exortis, a menos que su amo así lo ordene, y no hay nada que disfrute más que llevar a un mortal a la destrucción.


Minho saca a Lucy del tablero, pero en vez de devolverlo a la Caja De Pandora, lo deja caer en el piso, y este toma una altura de un metro con cincuenta centímetros.


-Ve y diviértete.


Lucy no tarda en correr a una de las esquinas de la oscura habitación, toma unos cuatro cuadros del suelo que están pegados entre sí, pero separados de este, los levanta y se lanza al vacío riendo divertido. Los cuadros, al no tener nada que los sostenga, caen y pasan a formar parte del suelo una vez más.


A pesar de que Minho quiere seguir jugando, un bostezo le hace darse cuenta de que debe suspender su diversión e ir a dormir un rato.


Se levanta rápido y con desgane sube las escaleras. Deja la caja en la mesa, si algo se llega a escapar, no importa, eso solo significaría adelantar sus planes. No tiene ganas de hacer esfuerzo alguno por mover los pies, así que abre la primera puerta que se le cruza y allí entra, encontrándose en su habitación sin necesidad de ir a ella.


Tira su sombrero, y este enseguida aparece colgado en el perchero, se quita su gran saco de cuero y deja que caiga al piso, pero rápidamente este también aparece guindado en el perchero. A esas prendas les sigue los pantalones y su camisa blanca con volados que caen desde el cuello hasta la mitad del pecho, los cuales solo desaparecen, dado que se guardan en un gran armario.


De la misma forma que se dejó caer en la silla, se tumba en su gran cama boca abajo, y deja sus guantes en el suelo, donde tienen que estar siempre.


Cierra sus ojos. Su alma blanca se delinea poco a poco con negro, al igual que sus ojos. Dedos delgados, piel pálida y opaca, cabello largo, labios carnosos, colmillos de nueve centímetros haciendo presión sobre su labio inferior, y una mirada llena de maldad. Maldad pura. Tan pura como las almas que han sido seducidas por el rey de los infiernos.


Despierta boca arriba, dándose cuenta de que está sosteniendo fuertemente las sabanas esta vez rojas como la sangre. Su respiración es agitada, y se de una bofetada a el mismo.


Es el Señor de Las Pesadillas, no puede estar soñando.


Aunque para él, más que un sueño, es una meta muy, muy cercana.


Taemin olfatea el aire, y a sus fosas nasales las invade un olor repulsivo y una sensación que recorre su cuerpo le hace querer vomitar. Es una criatura inmortal, pero el Necromicon le da asco.


Se pone a pensar, y mira a la cierra desconcertado. Ve como el sueño de graduación, que además de eso representa muchas cosas más, se va del otro lado, los dominios de Minho.


-Vigile las acciones del Señor de Las Pesadillas, no lo olvide, My lord.


-Tienes razón, Fala, si solo quisiera convertir sueños en pesadillas, no hubiese utilizado algo tan potente como el Necromicon. Parece que este año tiene planes diferentes, solo que me es imposible si quiera hacerme una idea de cuales son.


Taemin vuelve a su trono, y fija su vista en el laberinto, queriendo no prestarle mucha atención a los sucesos presenciados anteriormente.


Si algo tiene claro, es que El Señor De Las Pesadillas pretende hacer mucho más que solo entretenerse al convertir sueños en pesadillas.






Como dije, tarde bastante en actualizar D:

Yo ame a Lucy en la forma de Onew, no se ustedes.
El Necromicon no es nada parecido a lo descrito, y le puse ese nombre por otra cosa, es un libro inventado por un escritor de horror. Les dejo el link de wikipedia pa' que entiendan si quieren xD [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Alguna duda, ya saben, y gracias por todos sus comentarios ;*
Minho es un loquillo, ¿Que estará soñando? ¿Que planeara?
Algún error no me hago responsable xD y por cualquier falla en la edición tampoco :P
PD: Me siento muy perver escribiendo el fic e.e

Imagen del cap:


Última edición por americanidiotdshineegirl el Jue Jul 11, 2013 2:10 pm, editado 1 vez (Razón : despiste xD)
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Pesadillas De En Sueño. 2min. (5/5) [FINALIZADO] Empty Re: Pesadillas De En Sueño. 2min. (5/5) [FINALIZADO]

Mensaje por Sou-Tan Lun Jul 29, 2013 2:35 pm

Capitulo 3-. Dreams.

Sus largos cabellos caen en sus hombros, el cielo no se compara con el azul de sus ojos, su piel es blanca, muy, muy blanca y suave. Sus labios carnosos, entreabiertos, dejan escapar su aliento. Aliento estremecedor. Tan estremecedor como el viento frio que sopla y te causa escalofríos. El Guardián De Los sueños abre estrepitosamente sus ojos, los talla fuertemente, aun intentando recuperar su aliento.

Esta sentado en su trono de cristal, con las piernas extendidas sobre uno de los brazos de dicho trono, su cabello cubre su rostro, y su cabeza reposa sobre el brazo restante del trono. Solo una idea cruza por su mente:
Es El Guardián De Los Sueños, su deber es cuidar de estos, no soñar. No debe hacerlo.

Se sienta erguido una vez cae en cuenta de la situación, y la sensación de ser observado vuelve a él una vez más. Ya pensaba que era muy extraño no sentirse así.

En los últimos días ningún sueño ha sido perturbado, pero en la mañana de este, la rosa, Fala, ha estado susurrando centenares de advertencias sin sentido, haciendo que su preocupación e intriga crezcan tanto, que los malos presagios abrigaron su alma, y su cuerpo se sintió tan cansado que se durmió por vez primera en toda su existencia.

Pero ese sueño, no era uno relacionado con aquellas advertencias o las hipótesis que formulo acerca de los planes de su hermano. Eran algunos de esos que ni siquiera estaban en el laberinto de cristal, unos que solo llegaban hasta sus dominios en las noches o en algunos momentos del día, pero que siempre desaparecían rápidamente debido a que eran más bien fantasías. Sueños que solo tenían los humanos, que la mayoría de las veces no se realizan, y que siempre cumplen los dioses.

No tiene ganas de pensar en el poder que está en las manos del Señor De Las Pesadillas, de lo que podría hacer con la caja de pandora, y el daño que sus actos podrían causarle a los sueños. ¿Qué acaso los humanos no pueden cuidar sus sueños? Si no es así, no es su problema, su trabajo solo es vigilarlos y el de sus subordinados tratar de salvarlos.

Su paciencia se agota y se gira, encontrándose con que del otro lado de la sierra, en la cima de la montaña más alta, está parado un ser pálido, con miles de aguas sobresaliendo de su cabeza y sin nariz, que le mira fijamente con una sonrisa débil.

-Solo es Lucy…-.Susurra y vuelve a su sitio. Ya antes lo había visto por ahí.

Minho está sentado en una gran poltrona, con sus brazos apoyados en los brazos del gran mueble y su espalda y cabeza recargadas en el respaldar de este.  

No es la misma habitación de antes, sino una más amplia, esta no está a oscuras, solo iluminada lo suficiente por un poco de claridad proveniente del exterior. Claridad que entra por una gran ventana en una de las paredes, que son de color azul, un azul muy oscuro, demasiado.

Frente a él, parados uno al lado del otro con la espalda tocando la pared del fondo, están tres criaturas, y justo en medio de la habitación, en el suelo, está la Caja De Pandora, de la cual aún escapan por abertura milimétricas risas burlescas y alaridos ensordecedores.

-Ludy…ven acá.-Llama a uno de ellos.

Una de las criaturas, que tiene la piel igual de pálida que Lucy, la cabeza redonda igual que él, tampoco tiene nariz, su cabello es largo y color rojo intenso, sus ojos parecen inyectados en sangre y sus pupilas no tienen ningún rastros de luz, sus pantalones son negros y le quedan grandes, en los bordes están rotos y son grises. Sus pies no se ven, viste una camiseta blanca debajo de una camisa roja abierta. A diferencia de Lucy, Ludy, su hermano gemelo, no parece atontado, sino que su expresión refleja ánimo.
Ludy camina hacia Minho, mientras sus manos y su cuello se retuercen, se muerde sus uñas mugrientas al avanzar, y sonríe jadeante muy tenuemente. Una sonrisa enigmática, y unos movimientos desesperados y ansiosos que se asemejan a los de quien sufre de esquizofrenia, pero el, el parece disfrutar de eso.

-¿Escuchas ese grito?-. Minho esboza una sonrisa tétrica al preguntar.

Ludy ladea su cabeza y se escucha un crujido. Se rasca la cabeza y se desordena el cabello aún más, hace muecas de preocupación y luego sonríe. Escucha algo, un grito tan fuerte que puede desgarrar las cuerdas vocales de cualquiera, quien lo escuchase se angustiaría o alarmaría, sin embargo, él lo disfruta.

Asiente frenéticamente mientras suelta carcajadas que se asemejan a jadeos.

-Tienes trabajo. No mates a nadie y asegúrate de que ninguno de los subordinados del Guardián lo arruine.-Dicho esto chasquea los dedos.

Inmediatamente se abre un hoyo en el piso y Ludy cae, su risa suave se escucha cayendo al vacío, y el suelo vuelve a la normalidad.

Taemin se levanta de su trono, exasperado, y corre presuroso al bosque. Unos gruñidos le alertaron que lo que fuese que estuviese sucediendo no traería nada bueno consigo.

El viento agita su cabello, que le cubre el rostro apenas se detiene. Frente a él está la cascada Génesis y un rio. Al otro lado del rio, casi invisible y sumergido en la oscuridad de aquel fragmento de robledales, está un lobo negro, enfurecido y amenazante con aparentes intenciones de atacar. El Guardián De Los Sueño no está intimidado o siente miedo, sabe que no es el quien está en su mira.

De su lado del bosque, a la orilla de rio se encuentra un lobo blanco, de pelaje brillante, igual de encolerizado que el de pelaje oscuro. Ambos se miran furiosos.

En la frontera entre Exortis y Dominatio, en el bosque de los dominios de Taemin, habitan los lobos negros y los lobos blancos, quienes representan el equilibrio del orden natural de las cosas.

Esta situación le desconcierta más aun, y logra que se desespere lo suficiente como para salir disparado en dirección al castillo congelado.

Un dolor punzante le hace parar en seco. Abre mucho los ojos, había experimentado ese sentimiento antes, pero no tenía esa misma magnitud, y ahora parecen muchos mezclados. Miedo, angustia, incertidumbre y…emoción.

Y es por esa última sensación que se preocupa.

Minho siente un revoltijo en su pecho, sabe de qué se trata y sonríe por eso.

-Lust, tu turno.  ¿Saben qué? Hoy será un trabajo “familiar”, así que espero que disfruten porque esto no será seguido.

La nombrada Lust, es una criatura con un color de piel normal si fuese natural, pero en cambio, su piel luce como la de una persona enferma. Una persona que se murió de una enfermedad. Su apariencia se asemeja más a la de una mujer, solo que una mujer con tres semanas encerrada en un ataúd bajo tierra. Sus labios son acorazonados y están pintados de intenso carmesí, sus mejillas están hundidas y sus pómulos se notan en extremo, sus ojos son grandes, dos veces más que los de Minho, y a diferencia de los de El Señor De las Pesadillas, los de Lust no son bonitos. Su dentadura presenta tonalidades amarillentas y además está incompleta, sus piernas son tan delgadas que su piel parece ser unas mallas muy ceñidas a sus huesos, lo mismo pasa con sus brazos y resto del cuerpo, posee senos, así como una humana, en buen estado, y viste un pequeño y ajustado vestido rojo de lentejuelas brillantes. Por último, su cabello es color miel, un tanto ondulado, y esta peinado en un partido de medio lado, por lo que cubre la mitad de su rostro.

Si alguien le preguntase, Minho diría que es la definición perfecta de belleza. Aunque mentiría un poco, el conoce a la verdadera definición de belleza.

Con su cuerpo siendo víctima de una metamorfosis, Lust desaparece en una esquina oscura de la habitación, quedando en ella solo El Señor De Las Pesadillas y la criatura restante.

-Cleo, te necesitan para comenzar la fiesta. Ve, y ya sabes, tú tampoco debes matar a nadie.

Cleo es muy diferente a Lust, Ludy y Lucy, tanto en apariencia exterior como en interior, él es…encantador a la vista por donde se le mire, e inspira confianza al instante. Por eso es un ser que necesita de poco para lograr mucho.

Es una criatura de un metro y treinta centímetros de altura, tiene la apariencia de un niño, solo que hecho de trapos, poseedor de una mirada dulce, pasaría de muñeco en cualquier juguetería, sin pasar desapercibido debido a que tiene aires góticos, pero siendo encantador de igual manera. Sus extremidades parecen cocidas y su piel es tela de algodón, su rostro está pintado y usa un pequeño traje con tirantes y pantalones cortos, si fuese un niño seria de esos a los que a todo mundo dejan encantado.

Cleo sonríe macabro, su sonrisa es cocida a su cara, y en vez de boca, tiene una abertura en la tela, por la que sale al exterior un olor putrefacto y nauseabundo, y en su interior se puede observar el relleno al igual que en los peluche. Relleno bañado en un líquido viscoso y negro, asqueroso.

El muñequito solo atraviesa una de las paredes y Minho se levanta de un salto y alegre se pone su sombrero, luego toma su gran saco negro y lo coloca sobre su hombro derecho. Se dirige a la Sierra, esta vez no desea ver el espectáculo en vivo para saber cómo se desarrolla todo y como termina, hay una criaturita que le hará saber con sus reacciones el resultado de sus planes.

Por su lado, Taemin logro dejar atrás ese dolor causado por las emociones, y ahora entra al Castillo Congelado, al entrar, el dolor amenaza con volver, pero lo reprime y ordena a uno de sus subordinados, al más fuerte, al que desprende el aura más blanca de todos, que vaya de una maldita vez a ver qué demonios estaba sucediendo por en estos momentos duda de su inmortalidad debido al dolor.

Es demasiado, y ya tiene ganas de descansar otra vez.

Es sábado cerca de la media noche, y en Seul el día apenas comienza para algunos.

Kibum, un joven rubio teñido de veintidós años, camina tambaleante por las escasamente iluminadas calles acompañado de una de sus amigas, Nicole. Han estado bebiendo pero está lo suficientemente sobrio como para ir a casa, aunque le es imposible decir lo mismo de la fémina, quien con unas dos botellas más estaría próxima al coma etílico.

En otra parte no muy lejos de donde caminan Kibum y Nicole, en la esquina de una de las calles más oscuras, camina apresurado un hombre de traje, Heechul, con su maletín en manos, se le ha hecho tarde y ha tenido que tomar un atajo para regresar más rápido a casa, puesto que su auto en el taller no podrá llevarle, y después de todo su hogar no s encuentra tan lejos.

En un callejón oscuro y angosto, se encuentran varios jóvenes, tres en total, dos sonrientes y uno hecho un manojo de nervios, ese joven lleva por nombre Jonghyun, alias JR. El trio parece esperar a un cuarto.


La común ventisca angustiosa desordena un poco el cabello del Señor De Las Pesadillas al caminar. Con pasos decididos y seguros camina hasta la sierra, y sin titubeos escala la montaña más alta para disimuladamente mirar al otro lado.

Una sonrisa labial surca los esponjosos y secos labios de Minho al ver aquello, pero en cuanto nota su propio gesto, la cambia por una tétrica sonrisa.

Taemin está sentado en su trono, prácticamente desparramado en su sitio, sus brazos apoyados en los brazos de su trono, y su cabeza ladeada, casi tocando su hombro. Esta dormido, una vez más, es cansancio fue más fuerte.

El Señor De Las Pesadillas deja de mirar al otro lado, y decide que es momento de tomar una siesta, el, a diferencia de su hermano lo hace unas tres veces al día, y tener pesadillas es normal, pero sueños…eso jamás es normal.  

Minho se deja caer de espaldas y queda acostado, toma su sombrero y cubre su rostro con él, antes de cerrar sus ojos y dejarse llevar por su padre.

Cleo aparece en una esquina levemente iluminada por un farol, y toma su forma humana para comenzar con la parte principal del plan. Ya no es un muñeco de baja estatura, es un joven de cabello castaño, de estatura promedio y de mirada encantadora como siempre, de piel clara y muy apuesto.

Kibum y Nicole se detienen al tener frente a ellos a un muchacho muy apuesto, pero no por eso, sino porque este les obstruye el paso. Se sorprenden al darse cuenta que es una de las personas que estaban en el club de dónde venían.

-Ryeowook, ¿Qué haces por aquí?

Cleo se encoge de hombros y responde con simpleza, como si supiese lo que está a punto de suceder, y en cierto modo, es así.

-Casi son las doce, la noche apenas comienza. Voy a un nuevo club que recién inauguraron, está cerca de aquí, es espectacular, lo mejor de todo es que es muy sano y estricto.

-¿Nada de olor a marihuana y orgias?

-Discúlpala. El alcohol le corre por las venas.

-¡Lo único que corre por mis venas es sangre que bombea este corazón mío que late solo por ti, Bum!

-Y al parecer ya está en la “fase del amor”-. El rubio le sonríe y Cleo le devuelve el gesto.

-¿Qué les parece si vamos los tres juntos hacia allá?

-No lo sé, mírala nada mas como esta…-. Kibum miro por un momento a Cleo al hablar. Pequeño error-. Supongo que no perdemos nada, además si dices que es un lugar sano, no perdemos nada.- El blondo sonríe.

La parte de Cleo en el plan está cumplida: El engaño a un alma inocente.

Caminan los tres juntos, y cuando Cleo ve que alguien se acerca, sabe que es uno de los subordinados del Guardián. Le envía una marida fría y la criatura blanca pasa de ser un joven a su estado primitivo, su aura se desvanece y pronto ya está muerto.

Kibum no logra saber cómo, pero cuando cruzan a una calle más oscura que las otras, su vista se vuelve completamente negra y su cuerpo ya no puede sostenerse en pie. No grita pidiendo ayuda, es como si sus cuerdas vocales le fuesen inútiles, y sus sentidos se negasen a responderle a su cuerpo.

Heechul va andando y se detiene en seco al pasar frente a un lugar en específico. Tiene una esposa y dos hijos, pero es jamás lo detuvo a la hora de serle infiel a su mujer. Había dejado eso hacia un tiempo, llegando a la conclusión que no era lo correcto, así que sigue su camino, pero algo, mejor dicho, alguien se interpone en su camino.

-¿Qué tal, muñeco?-. Una mujer le giña el ojo y se acerca peligrosamente.

La chica es pelirroja, de piel clara, ojos negros y labios pintados de rojo, así como su corto vestido que define las curvas de su voluptuoso cuerpo. Muy hermosa, piensa Hee.

¿Lo que él no sabe? Es que la mujer tan hermosa, es en realidad Lust en uno de sus otros disfraces de piel.  

Heechul intenta fuertemente no ceder ante los encantos de la fémina, pero no lo logra, y sus bajos instintos, combinados con el poder de Lust, son más poderosos en él y termina correspondiendo el beso.

Y se da cuenta que las prostitutas siempre serán su debilidad.

Lust ha comenzado con su parte: La corrupción de un alma recuperada.

A JR le tiemblan las manos, no porque este asustado, solo que es su primera vez y está demasiado nervioso. Y ni los ánimos que le dan G.O y Mir no le ayudan en nada.

Mir es un joven de cabello largo y castaño recogido en una coleta y usa gafas de montura negra. Lo que ni G.O ni JR saben es que ese no es el Mir real, este es Ludy.

Al callejón donde esta el trio llega un cuarto, es Cleo en forma humana, y viene acompañado de dos personas, ambas con el rostro cubierto y las manos atadas.

-¿D-Dos? Pero dijeron que solo sería uno.- Dice nervioso JR.

-Uno es para mí y otro es para ti, para que se te quiten los nervios. Yo también lo hare.- G.O anuncia con total naturalidad, como si lo que está a punto de hacer fuese de todos los días, aunque para ellos si lo es.

-Ryeowook, has que se arrodillen.- Ludy ordena intentando retener su risa psicópata.

Cleo obedece, y obliga a Nicole y a Kibum a ponerse de rodillas. El rubio llora silencioso y la chica solo no se inmuta, esta tan afectada por el alcohol que no sabe si esta despierta o no.

Un fuerte ruido ensordecedor hace que Kibum suelte un grito de miedo y deje de llorar en silencio. Está totalmente asustado, y no quiere pensar en lo que realmente está a punto de suceder.

-¿Ves? No es tan difícil. Pero si no quieres, JR, entonces vete. No necesitamos a alguien que vaya a dudar, sino a alguien que actúe sin titubeos, ¿Entendido?

El joven asiente, no se sorprende por el cuerpo sin vida tirado en el suelo. A eso ha venido.

Ludy se acerca a JR, y sonríe horriblemente. Sabe que el joven, a pesar de intentar convencerse a sí mismo, está próximo a arrepentirse.

-¿Qué pasa? ¿Qué no recuerdas cuando sin conocerte te pisotearon y humillaron?, ¿Por qué tendrías tu que tener compasión de ellos solo por no conocerlos? Hazlo, es lo que tú quieres, por eso estas aquí. No te eches para atrás ahora.

JR frunce el ceño y toma el arma que G.O le ofrece, y tras varias respiraciones para calmarse, apunta el arma a la persona arrodillada en el suelo. Cuenta hasta tres y lo siguiente es que cierra los ojos y aprieta el gatillo.

Cleo y Ludy se miran cómplices, y Cleo quita el gran trozo de tela que cubre la cabeza de Kibum, y JR cae de rodillas mientras sus ojos derraman lágrimas.

Y ese era el plan familiar, corromper a un alma recuperada, seducir a un alma inocente, y hacer que un alma este destinada al infierno.


Heechul es el padre de Kibum y JR, por eso un plan familiar.

Su cabello largo se pega a su rostro debido al sudor que cubre su cuerpo, así como pequeñas lágrimas empapaban sus mejillas. Tan triste, tan melancólico…tan solitaria su mirada. Minho abre los ojos estrepitosamente, extrañado porque no fue el mismo sueño de siempre, y confundido al notar que sus ojos están húmedos.

El Señor De Las Pesadillas se levanta y mira al otro lado se sierra, sorprendiéndose al ver como su hermano se ha levantado de su trono y esta de espaldas frente al, justo mirando al enrejado de la salida del laberinto, y luego, de un momento a otro y de forma inesperada, Taemin cae al suelo.

La reacción del Guardia le toma por sorpresa, y el frio del lugar le hace baja la montaña para ir a dormir en la comodidad de su
cama.

Antes se mencionó que tener pesadillas para él es normal, pero tan tanto como para Taemin y Minho, no es normal tener sueños, y ese último no ha sabido comprenderlo.

No obstante, El Señor De Las Pesadillas seguirá con sus planes hasta el final. Porque el, tiene un sueño que cumplir también.



Imagen del capitulo:


Poltrona: Es un sillon bajo y amplio que tiene respaldo acolchado. -cof WIKIPEDIAcof-
Las palabras en cursiva son sueños ;D
Este capitulo se me hizo aburrido D:
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Mensaje por Taeminiie Lun Jul 29, 2013 10:22 pm

Aburrido???!!!!
skadsjf es la cosa mas enredante que he leído!!!
ya quiero saber que piensa hacer Minho!!!
pero, muere key????!!!!! WAAAAAAAAAAAAAAAA =T^T=
.sdskfjds espero la conti
Gracias, un saludo y un abrazote :D
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Mensaje por Sou-Tan Dom Ago 25, 2013 10:09 pm

Taeminnie: Me alegra que te gustase :D Si, mi querida omma muere D: Ya veras que planea la rana del mal e.e ¡Gracias por el comentario!


Aclaraciones del capitulo:


*Los Guerreros Terracota son unas figuras en forma de guerreros hechos de terracota (tipo de arcilla), estos fueron enterrados cerca del emperador chino Qin Shi Huang (el primero de la dinastía Qin) , para que este tuviese (en su otra vida) tropas a su mando.

*Heterocromia: Es una anomalía poco frecuente en los ojos en los que los iris son de diferentes colores.


*Caja de Pandora: En la mitología griega, esta era un recipiente que contenía todos los males que afligían a la humanidad, y pertenecía  a Pandora (primera mujer hecha para introducir males en la vida de los hombres).




Capitulo 4.- Near.




Las nubes grises han dejado de serlo, ahora son casi negras por completo. El Señor De las Pesadillas mira fijamente hacia afuera a través de la ventana de su habitación, la misma que tiene el vidrio hecho pedazos al igual que las otras dos.


En las repisas, los muñecos no paran de hablar entre ellos sin siquiera mover sus bocas, generando un cuchicheo que contrasta con el silencio dominante. No el silencio que te hiela la sangre, sino ese que desespera, un silencio tan calmado que avisa que grandes cosas están por venir.


Como queriendo ver más allá, los ojos penetrantes de Minho se centran en la sierra, y rápidamente se desvían a sus dominios.


La escena parece sacada del set de filmación de una película del viejo oeste filmada en los ochenta, sin embargo, no es juego lo que hay dentro de algunas casa de maderas muy escasa y dispersas por todo el terreno construida sobre la tierra. Las pequeñas casas son de las que no muchas niñas tienen en sus casas para jugar con sus muñecas, sin embargo, dentro no habitan muñecas, sino criaturas despiadadas y sin alma.


Los títeres del Señor de Las Pesadillas.


Desde su última metamorfosis, en la que su cuerpo volvió a tener la contextura de un niño, algo impensable si quiera para el comenzó a sucederle: No había una vez que no durmiese y tuviese un sueño. No, no una pesadilla, no una visión del futuro o una advertencia, sino algo que le era fácil de reconocer, pero simplemente no podía comprender.


No sabe nada de sueños, muchos menos de emociones. Lo que sí sabe, es que en esos sueños hay alguien, alguien cuyo rostro jamás había visto en realidad, y también hay otro alguien que, siendo sinceros, tampoco había visto jamás el rostro, y es ese último alguien con el único que tiene ganas de descubrir el significado de sus retorcidos sueños.


Si no fuese con Taemin, no sería con nadie más.


Y es por esos mismos sueños que ahora está haciendo lo que hace, sin saber el por qué de ellos, sin saber si realmente tienen importancia, Minho se ha convertido en otro más en busca de la realización de sus sueños.


No obstante, no es un patético humano. Él va hacer que se cumplan hasta las últimas consecuencias.


Cuando la brisa proveniente de Exortis llega a tocar su pálido rostro, súbitamente toma su sombrero, causando que todos los muñecos guarden silencio. Sonríe ladinamente antes de tomar la manilla de la puerta, y se dirige a ellos sin mirarles.


-Hablen, hagan ruido, bajase de ahí, jueguen, hagan de esto un desastre y diviértanse, y si quieren ayudar, pueden hacerlo también. Necesitan hacer algo más que ser unos inútiles chismosos sentados en esas repisas de madera vieja.


Toma la Caja de Pandora entre sus manos, y abre la puerta para salir de ahí.


No aparece frente a él el mismo corredor oscuro y vacío con retratos de criaturas sin rostros, sino que se encuentra frente a frente con ese mismo paisaje desolado y tétrico de las afueras de su gran castillo.


El Castillo Oscuro está situado justo en el centro de sus dominios, por lo que desde donde está, puede observar a la perfección esas pequeñas casa, y, por órdenes suyas, un gran tablero de ajedrez está tirando en el suelo, sin piezas ni jugadores, solo con cuadrados negros y blancos pronto desaparecen para dar paso a la vista de un lugar no tan alejado como Seúl.


En el tablero se refleja, casi como un prototipo a escala, casi como si lo estuviesen viendo desde un helicóptero, el laberinto de cristal. Puede ver como se mueven esas pequeñas luces de diferentes colores que son los sueños y metas, flotando en el aire, cambiando de lugares, e intentando no perderse o quedar atrapadas en las galerías que cambian constantemente de lugar y tamaño. Su forma de corazón mantiene vivo los sueños.


Si a Minho le preguntasen, seria eso solo cursilerías de los patéticos humanos y su empeño en mezclar los llamados “sentimientos” con todo. Eso de “el corazón es el único lugar posible para mantener vivos los sueños”, son simples patrañas.


Puede que sea un plan demasiado grande y riesgoso, pero es el Señor de Las Pesadillas, el mejor amigo de Satán y uno de los aliados de Dios, el representante del mal, y si tuviese que destruir una dimensión entera no le importaría.


Y lo peor de todo es que sabe que quizá está yendo demasiado lejos para ser tan solo un impulso de descifrar algo que tal vez solo sea heredado de su padre, el dios de los sueños.


Deja la caja en el suelo, encima de la arena rojiza, y se arrodilla para retirar la tapa por completo y dejarla a un lado. De nuevo se oyen los gritos, los alaridos y las risas escandalosas.


Mete su mano enguantada en la caja, y saca a una gran cantidad de criaturas minimizadas, llevándose llantos lastimeros y quejas de las que dejo dentro. Quería causar una conmoción, no la destrucción de todos los mundos al dejar escapar a todas las criaturas malignas habidas y por haber.


Las toma a todas y cada una por la cabeza y las deja libres, dispersas en cualquier lugar del gran laberinto transparente, para que comiencen con su tarea de irrumpir y destrozar sueños.


Una vez todas dentro, se levanta, con la vista fija en las pequeñas casas de muñecas. La madera cruje, las puertas rechinan y las cerraduras gimen al momento en que se abre lentamente, de las diminutas separaciones de las tablas, brota sangre, manchando los colores pasteles con los que se adornan las adorables y pequeñas moradas.


Minho sonríe al ver salir de las pequeñas casas a sus queridos títeres. No son muñecos, sino soldados, soldados hechos de terracota, todos con diferentes rasgos, armas y armaduras moldeadas a la perfección. Con movimientos robóticos, se formaron frente a el a la espera de órdenes.


Vacila antes de dar una simple orden. Puede que las peores criaturas estuviesen dentro de la Caja de Pandora, pero sus títeres también provienen de allí, solo que, por ser sus preferidos, los dejo vivir fuera del encierro, durmiendo en una pequeñas casa a la espera de nuevas órdenes para sembrar el terror.


Con leves movimientos de cabeza les indica que comiencen a entrar al tablero, a que ayuden a destruir sueños también. Sueños, y todo lo que sea necesario.


Al cabo de que unos pocos minutos, y que ni un cuarto de la mitad de sus títeres estén dentro, Minho los detiene. Con unos cuantos pocos son suficientes.


~******~


Confusión. Eso reflejan sus ojos contradiciendo sus acciones seguras. Culpa. Puede sentirlo en cada respiración suya que roza su piel.


Taemin despierta exaltado, tanto que de un brinco ya está tendido por completo en el suelo. Su cabello salvjemente sale a relucir, enmarcando su rostro a la perfección. Respira entrecortadamente y jadea sin control, como si buscase el oxígeno que no necesita para vivir.


Su mandíbula tiembla, está seguro de que si intenta ponerse en pie las piernas le flaquearan, suda frío y un escalofrió recorre su cuerpo entero. La anticipación de los sucesos es demasiada para soportarlo.


En la lucha entre el bien y el mal, el bien, de una u otra forma, termina más afectado por las circunstancias.


Un crujido y chirrido provenientes de la dirección del laberinto le hacen girara un poco su vista a la derecha. La sorpresa se refleja en sus, muy abiertos, ojos bicolor (uno rojo y otro azul) al ver semejante cosa: El laberinto que antes estaba a tan solo dos metros de distancia, ahora está a casi dos kilómetros alejado de él.


Se levanta de inmediato, y el desconcierto lo invade. El cielo, que antes de que cayera dormido era celeste, ahora es gris, adornado con nubes de distintas tonalidades de este color. 


El castillo congelado está aún más alejado que el laberinto. Sin embargo, la mayor sorpresa
se la lleva cuando, al darse media vuelta a su izquierda, la Sierra Morfeo se encuentra demasiado aleja como para llegar rápido a ella, pero no tan lejos como para pasar por alto que las montañas ya no miden casi tres metros, sino que ahora miden lo que miden las montañas de una sierra normal en la tierra.


Mira hacia abajo para buscar alguna mínima respuesta en Fala, la rosa, pero al encontrarla, la flor azul esta marchita, totalmente muerta, así como todas las rosas en los rosales. Poco a poco, puede ver como los arboles del bosque también parecen afectados por lo que estuviese pasando.


Es demasiado, demasiado, demasiado, demasiado.


El sudor frío empapa su cuerpo al comenzar una pequeña carrera hasta el laberinto, y de repente es molesto hasta mantener los ojos abiertos. Llega a estar frente a la gran cerca que es la salida del laberinto, y lo que sus ojos ven es suficiente como para que caiga sobre sus rodillas: Las criaturas de su hermano están destruyendo los sueños.


Y lo que no son sueños también.


Mientras las esperanzas se rompen en Exortis, el pulso del Guardián de Los Sueños se acelera a tal punto que todo su cuerpo se sacude a causa de las intensas palpitaciones y cae al suelo. Desea poder levantarse para llegar al Castillo Congelado, pero sus fuerzas no son suficientes, y realmente tampoco tiene voluntad.


Una nueva luz surge, una luz que las criaturas de Pandora no se molestan ni en mirar, y que es más grande y brillante que cualquier otra que pueda existir. El sueño más fuerte que ha visto jamás.


Es incapaz de pensar y todo a su alrededor da vueltas, lentamente, torturándolo. Esto, esto NO tienes sentido.


No entiende nada, y lo peor de todo, es que no es lo peor.



Imagen del capitulo:
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Mensaje por Taeminiie Mar Ago 27, 2013 6:20 pm

andaba por aqui cunado me encuentro que has actualizado!!.
Primero que todo, saludossss! :D
Ahora, me gustaría felicitarte, por que este capitulo me genera más ganas de seguir leyendo XD.
me gustó muchisisimooo!.
realmente no aguanto más! XD quiero saber ya que planea Minho, y por que le hace tanto daño a Tae =T^T=.
Amo esta historia tuya!!!
jajaja voy a tener algo así como un vacío cuando la termines XS.....
Un abrazote!!!! ^^
Bye Bye~
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Mensaje por Sou-Tan Lun Sep 16, 2013 1:40 am

Taeminnie: Saludos ;D Me alegra eso, pero Minho tiene intenciones totalmente diferentes a hacerle daño al honguito seisi e.e 
Pero habrá segunda temporada, y sera mas intrigante *O* asi que no te preocupes. ¡Gracias por leer y comentar!

He aquí, el capitulo final ;D  (otro de mis intentos de lemon decente...) D:

Capitulo final.- When dreams come true...


En la tierra, las personas caminan, usando mascaras con sonrisas fingidas, dolorosas, falsas. Los sueños ya no existen, no son más que un mito y algunos hasta se preguntan si realmente fueron reales.
El caos reina, parece ser que los días soleados de verano no serán como el año anterior. Las noticias solo muestran sucesos lamentables en todos los aspectos, y los cambios naturales no faltan: Desde incendios sin causa, ni natural ni humana, hasta lluvia de granizo en regiones de temperaturas infernales.
Las pocas personas que recuerdan haber soñado, le narran a sus hijos historias sobre cómo fueron esos días, y les es imposible no llorar por causa de la desesperanza. Solo hay pesadillas y vagos recuerdos de haber soñado.
Por otro lado, en la frontera entre Exortis y Dominatio, el laberinto de cristal, está en unos de sus estados más deplorables. Los vidrios de las diferentes galerías están oscuros, muchos están rotos, las criaturas del Señor de las Pesadillas no han dejado ni un sueño vivo, solo…ese que parece ser tan fuerte que evita de la estructura del laberinto se venga abajo por completo.
Los rayos del sol ya no llegan hasta los dominios del Guardián de Los Sueños, las nubes grises no se han ido, y los lobos que antes solo se retaban con gruñido ahora tienen una guerra en un bosque totalmente muerto.
Las criaturas del Castillo Congelado también tienen una pequeña guerra que están perdiendo contra las marionetas del Señor de Las Pesadillas.
Y Taemin ahora sabe, que lo que Minho pretende no es solo convertir sueños en pesadillas, sino alterar el equilibrio natural de las cosas.
Sabe que no tiene alternativa, porque las cosas no pueden seguir así, sino, eso conllevara a la destrucción de casi la mitad de una dimensión.
Porque Taemin y Minho no son solo “El Guardián de Los sueños y el Señor de las Pesadillas, hijos de Morfeo”, también son la representación del equilibrio, son como el ying y el yang, y deben estar en armonía, o si no, todo se vuelve un caos, y Taemin lo sabe.
Recoge su largo cabello en una coleta, y se prepara para hacer lo que en miles de años jamás ha hecho: Hablar con Minho.
En tantos años no han visto tan siquiera sus caras, no saben si son parecidos, o si son iguales, si realmente es Minho la representación del mal, o si simplemente, el solo hace lo que su naturaleza manda.
~*******~
Sus manos sangran, intentando no caer de la montaña, aferrándose a las irregularidades para quedarse ahí. Con su pie se impulsa hacia arriba, y terminan por subir a la cima, y no se queda ahí, observando los terrenos arenosos e infestados de criaturas crueles y pequeños demonios divirtiéndose por ahí, sino que baja rápida y desesperadamente, sin importarle realmente hacerse daño, después de todo es inmortal.
Para cuando la suela de sus botas se encuentra con el suelo arenoso, las pequeñas heridas sangrantes de sus manos ya han desaparecido por completo. Sacude un poco sus ropas antes de comenzar a caminar, sus ojos reflejan un poco de odio, o más bien…reflejan seguridad.
Arrastrándose por el suelo, una muñeca rota, a la que le faltan extremidades, toma el borde de su manto, intentando jalarlo para que caiga. El espantoso juguete tiene fuerza, y más de una docena iguales vienen siguiéndole los pasos. Pero no está para jueguitos tontos, todo a su alrededor lo tiene asqueado, más que todo por tener que estar haciendo esto.
Por tener que hacerse cargo de este tipo de cosas, una de ellas, tener que proteger los sueños de las personas, las débiles e inútiles personas sin voluntad ni valor para aferrarse a las cosas que quieren.
Reacciona, dándose cuenta de sus pensamientos, unos que nunca antes había tenido antes, y comienzan a preocuparle. En su distracción, una de las muñecas ha llegado a su hombro, y muchas de las otras se aferran a sus piernas. Harto, toma la cabeza de la que esta su hombro y la hace polvo, de forma literal.
Pisa a las otras, descargando una rabia que no sabe de donde proviene, pero le es inevitable. Quiere su tranquilidad de esos días en los que nada lo que pasa es una preocupación, y donde no tenía sueños de ese tipo, que aunque fuesen sueños, se sienten aún más reales que él.
-¡El infierno vendrá!-. Tras el grito chillón y ensordecedor de Ludy, sus desquiciantes carcajadas se escuchan, dándole conocimiento de su paradero.
Sin embargo, no es Ludy a quien busca, ese semi-demonio adicto a la sangre no le interesa.
La tétrica morada del Señor de Las Pesadillas se alza frente a sus ojos, desolada y oscura. Puede escuchar la gimiente cerradura al abrirse la puerta de entrada, y los pequeños pasos de seres yendo de aquí para allá.
Entra y se va directo a las escalares, desconoce los pasillos y habitaciones del lugar, pero no es un impedimento para que suba de dos en dos los escalones, y pueda adivinar el paradera de algunos de los lugares.
Abre la primera puerta que tiene frente a él, y de inmediato se siente aturdido por el patrón pintado en las paredes: Líneas blancas y negras que parecen moverse un lado a otro. Y pequeñas puertas que están en las paredes, techo y hasta el piso, con perillas sobresaliendo de ellas, evidenciando así sus paraderos.
Todo da vueltas a su alrededor, y su cuerpo parece estar más pesado que antes, pero hay algo, algo que logra afectarlo más que esa ilusión óptica. Es un olor, embriagante, que proviene de lo que hay más allá de una de esas puertas. Tan potente que logra hacer que olvide porque está ahí.
La que está en el piso parece ser la correcta para llegar a dicho olor, por lo que se deja caer, y pronto se encuentra bajando por uno de esos ductos que llevan a una habitación del lugar. Odia la sensación de estar cayendo, por lo que pronto se sostiene de una escalera para bajar. Su delgada contextura es una evidente ventaja para la estreches del lugar, y le facilita el llegar rápido a su destino.
Irónicamente, al estar en una habitación amplia se siente más encerrado que donde hace segundos estaba.
Mira al frente, a la derecha, arriba y abajo, a todos lados, sin encontrar absolutamente nada más que la oscuridad completa. De alguna forma no le molesta, y le agrada estar inmerso en la paz de la penumbra, donde el silencio reina y las preocupaciones desaparecen.         
Pero eso siempre dura muy poco, así como los sueños…
Varias luces, desde el techo, como si allí hubiese focos, iluminaron el otro extremo de la gigantesca habitación, de cuatro en cuatro, dejándole ver que había allí. Las paredes están adornadas con un estampado de rombos, de color lavanda oscuro, casi siendo negro, y un tono más claro del mismo color. No hay más nada que eso, y una gran silla de plata justo en el medio del lugar, dándole la espalda.
Cayendo sobre el respaldar, recogida en una coleta, una cabellera ligeramente rizada, perteneciente a la persona sentada en la silla, se le hace extrañamente conocida.
Es el, no tiene duda de eso.
-¿Qué pretendes con todo esto? ¿La destrucción total, o el adelanto de la venida del infierno? No sé qué te ha impulsado a hacerlo, solo, déjalo. A este paso se destruirá una dimensión completa, que conlleva a
-Conlleva a la destrucción de todo el universo. Se todo lo que tú sabes, excepto algo, y ese algo es
-Tus motivos para hacer esto.
-¡Exacto! Y no en plural, es uno, solo un motivo.
Un espacio abismal entre las palabras de Minho le hace desesperarse.
-Tu.
-¿Qué?
-Tu.
-¡Dilo de una maldita vez, estas colmando mi paciencia!-. Grita sin poder evitarlo, y una risilla traviesa que reconoce nada más sale de los labios de Minho le calma repentinamente, dejándolo estupefacto.
-Te quiero a ti.
Y su cuerpo no lo resiste, y se desploma sin más, dejando de ser consciente de lo que sucede a su alrededor antes de poder tocar el suelo.
~*******~
Abre los ojos, con pereza levantando sus muy cansados parpados. Intenta moverse, pero las cadenas en sus muñecas no se lo permiten. Abre la boca para quejarse, pero la mordaza atada detrás de su cabeza no le deja. Quiere mover sus piernas, pero estas también están encadenadas a la cama donde su cuerpo permanece inmóvil, porque sabe que es inútil, y que en ese lugar sus poderes no pueden funcionarle de la forma en que quiere.
Lo único que sabe es que esta en casa de Minho, y que está en su habitación, porque duda que alguno de sus sirvientes puedan tener un lugar donde descansar.
Quiere salir, se arrepiente en este momento de haberse atrevido a poner un pie ahí. Pero no le queda de otra que estarse quieto, porque no podrá romper las cadenas que sabe son muy fuertes y que si lo intenta solo terminara por agotar sus fuerzas.
Cierra sus ojos, deseando dormir, negándose a mirar a su alrededor, a esos molestos muñecos regados en el suelo.
-Es cierto, es muy hermoso.
-¿Por qué mejor no cierras esa puta boca y me ayudas a hacer lo  que nos han mandado?
Susurros perfectamente audibles para él, que de inmediato abre los ojos e intenta mirar al frente, pero se rinde, sabiendo que las criaturas son muy pequeñas, así como sus voces agudas, como para poder verlas.
-¿Cuál deberíamos tomar? Creo que deberíamos usar ambos.
-Creo que debería usarlo contigo, maldito idiota. Solo estamos aquí para utilizar este. No, ese no, si, ese, ese. Ahora, sepáralas.
Y no es capaz de descifrar sus frases, ni de anticipar que sus piernas sean separadas, y que sus pantalones sean bajados un poco. Pronto siente como algo intenta abrirse paso entre sus glúteos, es frio, y se tensa cuando entra por completo en su estrecho pasaje.
No es capaz de pensar, solo quiere gritar un poco, porque lo odia, odia estar disfrutando de eso, y más aún cuando lo que aquellos dos metieron en su entrada comienza a vibrar, golpeando sus paredes internas y logrando que arquee su espalda y muerda el trozo de tela que le impide gemir fuertemente.
Sabe que es, y fue lo último que pensó alguna vez que tendría dentro de sí.
Patalea, como si así el placer que está experimentando fuese a desaparecer. No sabe si esta en casa de su hermano, o dentro de la caja de Pandora. En un segundo estas aquí, y al otro no, todo cambia constantemente.
Quiere que pare, que todo esto se detenga de una vez, porque no le agrada estar haciéndolo de esta forma. Si, él también tiene un sueño, y era ese, el que simplemente no dejaba de perturbarle. Y ahora, estaba siendo totalmente frustrado.
Taemin esta tan concentrado en sus pensamientos, que no nota cuando la puerta se abre, y luego de unos segundos, frente a el está Minho, que admira la escena estupefacto.
Si, él fue quien planeo todo esto. Pero lo que hasta hace un segundo no sabe, era quien realmente era el que todas las noches aparecía en sus sueños, demostrándole sensaciones nuevas, y brindándole calor con su cuerpo. Y ahora lo tiene frente a él, a Taemin, la misma persona de sus sueños, y a la única que quiere para cumplirlos, atado en su cama, resistiéndose a eso.
Sonríe ladinamente, después de todo, esto es…cercano a lo que quiere realmente.
-¡ggh!-. Un quejido de parte del otro que no deja pasar, y se le queda mirando por varios segundos, pero, el aun parece no darse cuenta de su presencia.
Minho comienza a quitarse sus guantes, y Taemin le mira, impresionado, porque es el, la persona que solo creía que era un producto de su imaginación, que no le dejaba estar en paz, y ya solo quiere que esos sueños sea hagan realidad.
Ese también era el sueño de Minho. Taemin seria suyo, y Minho seria de Taemin.
Se quita su sombrero de copa, y deja caer al suelo su largo saco, prenda que es seguida por sus zapatos, sus calcetas, su camisa y sus pantalones.
Minho se sienta al borde de la cama, mirando fijamente los labios rojos e hinchados de Taemin, no puede ver esos ojos que cree están llenos de odio por lo que está viviendo, porque tal vez él tiene ganas de matarlo de la forma más cruel en este momento.
Y prefiere solo no pensar en ello.
Pasa por encima de él y se acomoda entre sus piernas cubiertas por los estrechos pantalones. Se inclina hacia adelante y con sus afiladas uñas de color negro rompe cuidadosamente su túnica, quitándosela y dejándole solo con esa camisa blanca que sufre la misma suerte que la túnica, volviéndola solo retazos inútiles.
Casi puede oír las quejas inexistentes del guardián cuando la punta de su lengua se encuentra con la cima de una de las dos pequeñas montañas rosadas que sobresalen se su pecho, haciendo contraste con su piel lechosa y blanca. Viva, a diferencia de la de Minho, pálida.
Y Taemin solo quiere gritarle que le quite eso de encima y que saque el aparato de su interior, porque lo quiere a él y ahora.
Con su lengua delinea los bordes del pezón antes de atraparlo con sus dientes para apretarlo y jalarlo a su antojo, muerde tan fuerte que cree que puede hacerle sangrar, y lo logra, una pequeñas gotas de sangre brotan. Succiona el líquido vital y se lanza al otro, sosteniéndolo entre sus dedos, y solo dedicándose a lamerlo. Taemin se retuerce, porque duele y es exquisito.
-Oh~
Minho gime ante el roce de sus miembros, sin poder contenerse, aunque eso es lo último que planea hacer.
Baja besando y lamiendo a su antojo la piel del peli castaño, que cada vez está más agitado. Delinea su contorno por los costados, acariciando antes de detenerse a clavar sin piedad sus uñas en la cintura del más delgado. Embiste con la sin hueso el pequeño agujero de su ombligo y desentierra sus uñas para ir más abajo.
Muerde sin consideración, y pasa la lengua un par de veces por sobre la húmeda tela, puede que estuviese siendo forzado a estar ahí, pero cualquiera se pondría con esos estímulos, aunque fuesen más salvajes de lo previsto.
Deja ver sus afilados colmillos, y destroza los pantalones negros, para después bajarlos junto con las botas del mismo color oscuro.
La imagen es encantadora a la vista. El tiembla y se tensa, negándose a ceder ante las sensaciones cuando ya lo ha hecho, y se observa totalmente vulnerable, totalmente apto para recibirlo. Y su olor, su olor es lo último que necesita para ponerse duro bajo su ropa interior que no duda en quitarse de un tirón.
Le necesita demasiado como para soportarlo.
Saca el aparato del interior de Taemin brillante por los fluidos, y observa como ya está bien abierto. Se relame los labios antes de dar una lamida a la cabeza del miembro erguido frente a él, logrando que Taemin ahogara un grito en la mordaza.
Minho succiona fuertemente, y luego muerde fugazmente, causando un dolor temporal.
Toma sus piernas y las alza, tomándolas y empujándola hasta que sus rodillas están a punto de tocar su pecho, dándose a sí mismo una vista perfecta del estrecho botón rosa. Su pene se abre paso entre las firmes nalgas, y Taemin se cree capaz de derramar lágrimas porque se está sintiendo tan pero tan bien.
Sus embates son salvajes y bruscos, pero teniendo cuidado de no hacerle tanto daño.
-Demonios, te sientes tan biennnn~-. Gime agudo.
Sin dejar de mover frenéticamente sus caderas de adelante hacia atrás, haciendo delirar al dueño del cuerpo debajo de él; llevo su mano libre a su trasero, dando fuerte palmadas y provocando que la piel se tiñese de rojo con la silueta de sus dedos, y que más gemidos se ahogaran en la mordaza.
Y Taemin se siente morir, es demasiado como para que él pueda soportarlo y no quiere que pare, solo desea quitarse las cadenas y la tela de su boca, para poder gritar cuanto quisiese y para poder aferrarse a su espalda.
El líquido pre seminal hace que sus embestidas sean más fáciles y placenteras para ambos.
Las cadenas desaparecen un segundo en el que Minho le gira y pone boca abajo, y vuelven a aparecer cuando alza sus caderas, dejándolo incluso más vulnerable que antes.
-¡Hmmmm!-. Suenan los gritos del Guardián amortiguados por el trozo de tela.
Minho juega con el pasaje de Taemin, moviendo sus dedos a su antojo, abriéndolo y tocando su próstata sin piedad alguna. Pronto todos sus dedos se mueven dentro de Taemin, que cae sin remedio, ya no pudiendo con el placer abrumador.
Una vez más, Minho se adentra en su recto, y vuelven a comenzar las embestidas rápidas y certeras, esta vez acompañadas con fuertes latigazos en sus nalgas, rojas por los golpes. Y está casi seguro de que si pudiese hacerlo, rogaría por más.
En un movimiento rápido voltea de nuevo su cuerpo, esta vez dejando caerse sobre él, jalando fuerte su cabello mientras besa y muerde su cuello, sin dejar pasar por alto esa prominente manzana de Adán. El miembro el Tae está encerrado entre ambos, generando un roce delicioso para el guardián.
Se separa de su cuello dejando en libertad las hebras doradas, y le mira, sin detenerse, porque tiene que hacerlo y se sorprende, mucho. La mirada profunda de Minho refleja un poco de culpa por esas lagrimas que brotan de los hermosos ojos bicolor.
Jadeante, junta sus frentes, cerrando sus ojos fuertemente, disfrutando de los últimos segundos de ese paraíso. Por los mil demonios, eso de que Tae –como ya se había dado el lujo de llamarle en su mente-, es hijo se Afrodita no es mentira después de todo.
Entrelaza sus dedos con los de el después de retirar la mordaza, y da una que cree será la última embestida, encontrando ese punto una vez más. Y no deja que el guardián respire siquiera porque necesita probar sus labios aunque sea solo una vez antes de que Taemin termine por largarse y despedazar a cada una de las criaturas de Pandora, porque sabe cuánto poder puede llegar a tener si se lo propone.
Dulces como la miel que nunca ha probado, así saben los labios que jamás volverá a probar. Le besa de forma lenta y a la vez fiera y profundamente, dejando ambos pares de labios cubiertos por una leve capa de saliva, y se encuentra tan ensimismado en sus ideas de que al final de todo el terminara odiándose, que ni siquiera es consciente de que Taemin le está correspondiendo, incluso más desesperado.
-¡Ah, ¿Por qué te detienes?!-. Reclama el peli castaño.
Se afirma a su desnuda espalda, clavando sus uñas aún más fuerte de lo que el pelinegro había hecho con él, y mueve sus caderas en busca de más contacto, deseoso por sentirlo más.
Mentiría si dijese que no duele, o que no dolió, así como también lo haría si dijese que no estaba disfrutando de ese dolor.
Y Minho le mira ofuscado, sin ser capaz de comprenderlo en un principio. ¿Él quiere que siga, en serio?
No es capaz de razonar cuando le besa, buscando tener más de él, porque solo quiere que continúe, y las emociones que antes le abrumaban parecen más claras, solo que…es difícil aceptar que se está comenzando a parecer a los humanos.
Sus labios se acoplan a la perfección, y sus lenguas parecen llevarse bien desde el primer momento en que se rozan y juguetean entre ellas, y se miran a los ojos, seguros, casi sonriéndose cómplices con la mirada.
Hace un rato que las cadenas desaparecieron, y Taemin enreda sus piernas con las de Minho, y este tomar sus brazos para poner por encima de su cabeza, volviendo a entrelazar sus dedos y dejando descansar su cabeza en su hombro.
Con lentitud, Tae besa su cuello, sin ser brusco y sin dejar otro tipo de marca que no fuesen rastros de saliva en su piel. Siente como las embestidas se vuelven más lentas, y rápidamente cambia de posiciones.
Están igual de cansados y exhaustos, pero quiere recompensarle aunque fuese un poco lo bien que le ha hecho sentir, porque en ningún momento le desagrado que Minho hiciese lo que hizo.
Va de arriba abajo, contrayendo su entrada fuerte, sabe que no falta mucho. Apoya sus manos en el pecho de Minho, y su cabello cubre la mitad de su rostro. El más alto tira de sus muñecas, haciendo que su mejilla quedase recargada en su hombro, y el acceso a su entrada sea más fácil.
Minho mueve su pelvis, volviendo a su trabajo de embestirlo, tocando diferentes puntos en su interior.
El calor se acumula en sus vientres, y sus gemidos tienen el mismo ritmo, siguiendo el compás de sus embestidas. Ambos tiemblan antes de llegar, y soltar la cremosa sustancia blanca, llegando así al éxtasis completo de haberse entregado.
Taemin mira a la ventana, soltando un largo suspiro de alivio, y dibujando una gran sonrisa post-orgasmo en su rostro. Siente como las olas de dolor recorren su cuerpo, y no le importa, ni que duela, ni mucho menos que el universo entero se esté cayendo a pedazos, solo quiere dormir un poco.
Siente como los finos dedos del más alto toman su cadera y sale de su interior, dejándole con una molesta sensación de vacío. Le mira sin expresión alguna, y el pelinegro tiene una sonrisa dibujada en su rostro, sabe la cantidad de maldad que puede haber detrás de ellas, pero igual se lanza suavemente sobre él, acurrucándose en sus brazos, perezoso.
-Así que…-. Comienza Minho, peinando sus cabellos lisos-. ¿Desde el principio estaba de acuerdo?
-Mmhum-. Es su respuesta.
-¿Cómo…
-Tu, estas en mis sueños.
-Y tú en los míos.
-Supongo que ha sido todo.-Afirma con los ojos cerrados, abrazándose a él por mero impulso.
Claro, solo sería una vez, ya se deshicieron de sus deseos, ¿para qué más, cierto?, ¿cierto?
-Noooo~-. Replica Minho, más como un reclamo para que se calle que otra cosa.-Solo duérmete.
~***********~
Suspira, ladeando su cabeza para darle más acceso a su piel. Sonríe mientras el pelinegro le abraza por la cintura desde atrás, impidiéndole terminar de ponerse sus botas.
Minho sigue desnudo y al parecer no tiene ganas de hacerlo, pero sí parece tener ganas de impedírselo a él. Recoge la mitad de su cabello en una media cola, y toma su túnica, porque necesita estar cómodo para lo que viene.
Dos o tres día le llevara a ambos volver las cosas a la normalidad, pero para ellos todo ese caos ha valido la pena.
Se levanta y le mira, ha sido tan rápido que aún se encuentra asimilando la situación, en que había tenido sueños eróticos con el Señor de las Pesadillas, en que el equilibrio había sido afectado, en que habían cumplido sus sueños, y en que el equilibrio había vuelto.
Le toma de las mejillas, mirando fijo esos ojos que comienzan a encantarle y le besa tranquilamente, disfrutando de su sabor, y de las caricias en su cabello.
-Ya nos veremos, hermanito.- Minho se despide.
El tono sarcástico de su voz le saca una sonrisa antes salir por la puerta, dejando atrás al primero de lo que está seguro serán muchos encuentros.

Lo que ni Taemin ni Minho saben, es que este ha sido solo el simple comienzo, y que detrás esos sueños y sentimientos curiosos para ambos, se esconden muchas más cosas de las que podrían imaginarse. Porque aunque ellos aún no se dan cuenta, están comenzando a sentir ese sentimiento que comienza a ser desconocido para las personas de Exortis.        


imagen final:




Gracias a las personas que leyeron. Nos leemos -posiblemente dentro de 182338 años- en la segunda temporada, que por razones de contenido cofREGLASMIJAScof, les dejare el link de AY cuando la pueda empezar, me tardare y no podre comenzarla por motivos personales, en resumen: Un promedio que mantener cuando en dos semanas empiece clases, el curso de ingles, y mis clases de arte. Si, no tengo vida social LOL
Nos leemos~
Sou-Tan
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Mensaje por LuzaKiller Lun Sep 16, 2013 1:43 pm

Yoyoyo... Siento tardarme. Ahora tengo que leer desde donde me quedé. Aunque no me eches toda la culpa, tú no me avisas. ;;;;
LuzaKiller
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Mensaje por Miko_chan Lun Sep 16, 2013 5:46 pm

Esto estuvo espectacular *.* me ha encatado <3 y espero y puedas actulizar prontito pero no te presiono me encanta tu fic <3
Miko_chan
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Pesadillas De En Sueño. 2min. (5/5) [FINALIZADO] Empty Re: Pesadillas De En Sueño. 2min. (5/5) [FINALIZADO]

Mensaje por Taeminiie Lun Sep 16, 2013 7:06 pm

OOOOOO por todos los dioses!!!! =^^=.

Un final perfecto para una perfecta obra!!!

me encantó leer tu historia, me intrigaste muchisimo!! ahora me dejas peor con ese parrafo de despedida XD (si le puedo decir así XD)...

esperaré suuuper ansiosa a que sigas con esta historia!!!!!

Saludoooosss!!


Bye Bye~
Taeminiie
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I ♥ Taemin <3
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