Muchos dicen que la vida en la universidad es la mejor etapa de la vida de una persona. Salidas nocturnas, mucho alcohol y fiestas, temporadas en los que estás con un chico distinto por día, nuevas amistades y sobretodo locuras, locuras nacidas del afán de diversión. Pintado de esa forma, parece que ser estudiante universitario es insultantemente divertido y fácil, pero, ¿es realmente así la vida universitaria? ¿O son solos historias creadas para meter expectación a los adolescentes que desean estudiar allí algún día? ¿Qué ha pasado de las noches en vela estudiando, los días tragando litros de café y el estrés?

Algunas de esas incógnitas pasaban fugazmente por la cabeza pelirroja que viajaba en aquel autobús público, su barbilla descansaba sobre su mano, mirando por la ventana sus oscuros ojos y escapando suspiros de sus gruesos labios. A su lado, una maleta ocupaba un asiento y a sus pies había una mochila, el joven está a punto de iniciar su vida universitaria y se siente terriblemente nervioso.

Tuvo que desplazarse desde su pequeño pueblo hasta la gran ciudad de Seúl para poder estudiar, aún recuerda a su madre en el aeropuerto ahogándolo entre besos y abrazos provocando que su rostro tuviera el mismo tono que su pelo. Tras muchas llamadas, logró encontrar una gran casa donde vivir durante aquella época, según los dueños, ya había inquilinos en su interior, pero eso no importaba a Lee Taemin, más concentrado en sus estudios que en iniciar nuevas relaciones.

Aquel joven tenía la ambición de ser médico, y por ello había dedicado toda su vida a estudiar entre las cuatro pequeñas paredes de su habitación día y noche, y al contrario que el resto de sus compañeros que se tomaban el acceso a la universidad como una forma de descanso, él planeaba esforzarse más si cabe para que su sueño se viera cumplido.

Viendo a través del paisaje las instalaciones de su nueva facultad, pulsó el botón rojo y se bajó agitado, se dejó seducir por el verde césped y las monumentales instalaciones, caminaba con la cabeza en alto sin atreverse a entrar y disfrutando de las vistas desde fuera, en su estómago formándose un pequeño remolino. Pero va tan despistado que no ve la figura que camina en dirección contraria a la de él y que le hace chocar estrepitosamente, cayendo al suelo y sufriendo un terrible dolor en sus posaderas.

-¡Mira por donde vas!-el muchacho alza la vista para encontrarse a un joven atractivo mirándolo con suspicacia, sigue caminando ignorando al pelirrojo y éste se rasca la cabeza mascullando maldiciones sobre gente grosera. Alarga una mano para tomar su maleta pero un pie en tacón salido de no sabe dónde le pisa la mano y él produce un ruido de dolor, apartando su mano enseguida para ponerla en su pecho con una mueca de angustia.

-Oh.-es el único sonido que produce la chica que accidentalmente lo ha pisado, lo mira brevemente y de nuevo toma su carrera- ¡Espérame, Oppa!

Taemin sacude su cabeza y se levanta a duras penas, agachándose más tarde para recoger sus pertenencias, de haber sido un chico más valiente le hubiera gritado cuatro verdades a aquel par que ahora caminaban sujetos de la mano, pero él es demasiado tímido para ello. Suspirando, saca una hoja que él mismo garabateó en su hogar y se dispone a seguir las instrucciones indicadas para llegar a lo que sería su nueva casa.

Ésta es grande, de ladrillo rojizo, pero extravagante. Las cortinas muestran desde fuera colores fluorescentes y hay varios dibujos hechos con pintura en las paredes malogrados.

En el pequeño jardín que llevaba a la entrada había formas sospechosas echas con un cortacésped y al enano que había al lado de la puerta le habían pintado labios y ojos como los de una mujer.

aparto

LOL!!! me mató el mensaje de la contestadora!*por que es el mensaje de contestadora no?*
jajaj.. que vida le espera a Tae! xD

quien será la pareja!? xD
Espero tu actu!!! ^^

Taemin esperó pacientemente dos breves segundos desde que el timbre sonó, abruptamente, la puerta se abrió mostrando un chico con la cara verde.

-¿¡Qué quieres!?

-Yo…-Taemin necesitó dos segundos para poder articular palabra, demasiado ocupado en visualizar aquel rostro llevando una mascarilla como las que solía llevar su madre, el otro comenzó a golpear con su pie el suelo mirándolo impaciente-. Soy… Taemin… el chico…

-¡Ah!-su semblante cambió- Creí que eras un crío de los exploradores a vender galletas… ¡entra!

Lo agarró del brazo y lo metió en el interior cerrando la puerta de un portazo. Taemin parpadeó en el interior, fingiendo encontrar normal ver a hombres usando productos estéticos femeninos.

-Te esperábamos antes, la universidad hace dos semanas que empezó.-dijo su nuevo compañero de piso caminando, Taemin con su maleta le siguió detrás.

-Estuve enfermo.-explicó- Soy Lee Taemin.-hizo una reverencia a duras penas por la mochila que estrechaba sobre su pecho aún sabiendo que el otro no podía verlo.

-Llámame Key.

Llegaron hasta el pie de una escalera, Key le encaró de nuevo, Taemin dio un paso atrás instintivamente.

-No soy bueno dando bienvenidas, pero supongo que antes de ver la casa prefieres dejar tu maleta y conocer tu habitación.

Taemin asintió y abrió la boca para contestar, pero a su espalda alguien no se lo permitió.

-¡Key!-un joven bajo llegó apresurado con una mueca en su rostro- ¡No volvamos a comer atún!

-¿Que no qué?-el chico de ojos rasgados lo miró detenidamente.

-¡No volvamos a comer atún! ¡Yo… acabo de ver en un documental como los mataban! ¡Era cruel!

Key bufó y comenzó a caminar en dirección al chico recién llegado dejando a Taemin solo.

-¿Cuántas veces te he dicho que no pongas documentales, que no traen nada bueno?-lo cogió del brazo llevándolo por la misma dirección que llegó el otro- No puedo dejarte solo con la tele encendida…

-¿Y yo?-se atrevió a preguntar Taemin antes de que desapareciera por el pasillo, Key lo miró y el chico bajo pareció advertir por primera vez en su presencia.

-En el piso de arriba están todas las habitaciones, solo prueba hasta que veas una de paredes amarillas.-dijo tranquilamente y desapareció, Taemin parpadeó mirando escaleras arriba, con un suspiro agarró todas sus pertenencias y comenzó a subir escalones. Una vez en el piso superior vio que habían seis puertas, titubeante, abrió la primera y descubrió que se trataba de un baño. Metió la cabeza para curiosear el interior, azulejos azules claro, un lavabo, una ducha y un pequeño espejo: todo sencillo. Volvió a cerrar la puerta y abrió otra.

En cuanto el picaporte dio una vuelta y abrió diez centímetros, se escuchó un berrido. Taemin cerró la puerta de un golpe asustado y retrocedió dos pasos. Sin recuperarse del susto la puerta se volvió a abrir por si sola mostrando un rostro irritado.

-¿Y se puede saber quién eres tú?

Aunque sus ojos parecían salir de las cuencas, el pelirrojo hizo un esfuerzo e inclinándose se presentó.

-Mucho gusto, soy Lee Taemin.

-Ah, el nuevo-rezongó el chico, sus ojos escrutándole- ¡Pero de todas formas, no me interrumpas!

La puerta se cerró estruendosamente y Taemin se la quedó mirando escéptico, a su espalda sonó una risa.

-No te lo tomes mal, Onew no soporta que le molesten mientras estudia.

Se giró encontrándose de nuevo a Key pero esta vez sin aquella mascarilla en su rostro, lo que hizo más fácil poder mirarlo a la cara.

-¿Lo he molestado?

-No te preocupes, luego es otra persona pero mientras estudia da igual si eres un desconocido o Jesucristo, descargará su ira contra ti.-rió y Taemin se permitió sonreír débilmente, Key se acercó.- Pero tienes suerte, tú habitación es la que está más alejada por lo que no tendrás que tener cuidado de respirar demasiado fuerte.

-Ah…

-Siento dejarte solo antes tuve que arreglar un problema. Un pequeño problema.-repitió dando énfasis a la palabra pequeño y riendo bajo, se escuchó a alguien subir los escalones.

-¿Es el chico que vendrá a vivir aquí?

-Sí, Jjong, no seas maleducado y preséntate.-parecía reprenderlo.

Taemin esperó a que aquella figura tan musculosa se acercara, pero se sorprendió de ver que a cada paso que daba imponía menos, luego advirtió que él era más alto.

-Mucho gusto, soy Jonghyun.-dijo el chico sonriendo y tendiendo una mano, era hasta ese momento el único que se presentaba con una sonrisa y de buenas maneras, Taemin hubiera querido darle un abrazo en agradecimiento pero en su lugar le estrechó la mano sonriendo a su vez.

-¡Mucho gusto, soy Lee Taemin!

-Espero que no te equivoques conmigo… antes estaba conmocionado… no soy maleducado, me presento ante la gente.

-No te preocupes, la caza de atún es algo traumático.-dijo Taemin en un intento de aliviarle.

-De todas formas, tuviste que imaginar lo que encontraría al entrar aquí.-contestó Key con sencillez, Taemin lo miró.

-No lo entiendo.

-Oh, vamos, no me digas que no viste el cartel que tenemos encima de la puerta.

-¿Qué cartel?

-El de la entrada…- de pronto parecían sorprendidos.

-¿¡No has visto el cartel!?-preguntaron ambos alterados, de nuevo la puerta a su lado se abrió.

-¿No has visto el cartel? Oh, maldición…- Onew parecía descontento de haberse distraído y fue cerrando lentamente la puerta.- Enseñadle el cartel… ¡e iros a cacarear a otro lado!

-Hyung ya no conoce la diferencia entre hablar y cacarear, el pollo ha derretido su cerebro.

-¡Eso ahora no es importante, Jjong!-Key había cogido del brazo al pelirrojo asustadizo y tiraba de él- ¡Ese cartel es lo único que me llena de orgullo y no permitiré que nadie entre aquí sin antes contemplarlo como una obra de arte!

-Pero…-quería quejarse Taemin, de nuevo su maleta había caído al suelo, pero de nada sirvieron sus protestas, fue llevado al exterior de la casa acompañado de aquellas dos personas y lo colocaron en frente de la puerta de entrada.

Quizá a causa del despiste, Taemin pasó por alto que cartel que había adornando los ladrillos. Tenía dibujos en su interior semejantes a los que hacen los niños en preescolar y se leía una frase en ella.

-Bienvenido a la Casa de los Bichos Raros.-murmuró ¿aquel era el gran cartel? Así parecía ser, Key y Jonghyun lo miraban hinchados de orgullo.- ¿Casa de los Bichos Raros?-Preguntó.

-Bueno, estábamos entre otros nombres como Casa del Pollo, Jurassic Park o Burdel de Minho, pero al final creímos que esto era lo más indicado.-sonrió, Taemin asintió como si le entendiera; no entendía nada. Alzó de nuevo la vista para leerlo de nuevo.


-Esta es tu nueva habitación.-finalmente Jonghyun y Key se habían dignado a hacer, lo que ellos llamaban “Tour en la Casa de los Bichos Raros”, Taemin sonreía fingiendo que le gustaba todo aquello en lugar de darse media vuelta y regresar corriendo a los brazos de su madre.

-Es bonita.-comentó, y aquello sí que era verdad, las paredes con tono amarillento hacían el cuarto realmente luminoso, era más grande que el anterior en su casa de pueblo, una amplía ventana estaba cerca del cabecero de la cama y había muebles como un ancho armario, un escritorio con una silla a ruedas y una mesita de noche entre otros.

-Tienes suerte por tener tu habitación lejos de la de Onew… pero mala según se mire de otra forma.-Key lanzó una risita.

-¿Qué quieres decir?-preguntó Taemin, ya comenzaba a amar las vistas que tenía su ventana.

Key señaló con un dedo al techo.

-En esta planta hay cuatro dormitorios y dos baños, que tú compartirás con Jonghyun, y arriba un trastero y un dormitorio donde duerme Minho. Te ha tocado debajo de su cuarto, y…- nueva risita, Jonghyun lo miró entrecerrando el ceño.

-¡Pero tiene prohibido traer chicas a casa!

-Oh, Jjong, pero tú sabes que siempre se le cuela una…

-¿Qué queréis decirme con todo eso?-preguntó Taemin pálido, al final ambos chicos sacudieron su mano.

-Si te gusta dormir con cascos no habrá ningún problema… vamos, ¡el tour acaba de empezar!


Estuvieron enseñando toda la casa, en total tenía tres baños bastante amplios y una cocina grande, en el cuarto de estar había un sofá y dos sillones cómodos, pero la tele era extremadamente pequeña, gracias a todas las ventanas repartidas por la casa la luz entraba en todos los rincones. A Taemin, por alguna razón, le sorprendió ver que todo el lugar estaba limpio, siempre imaginaba los pisos de estudiantes desastrosos.

-En la cocina puedes coger cualquier cosa, siempre le toca a uno hacer la compra de toda la semana, pero la lista la hacemos entre todos para ponernos de acuerdo.-Key se puso una mano en su barbilla- Menos el pollo. No es que no puedas comer pollo, pero si lo haces, procura que sea en pequeñas cantidades y sin gastarlo por completo, en ese caso tendrías que volar hasta el supermercado a comprar más.

-Ajá.-asintió Taemin, estaba dispuesto a cumplir todas las normas por muy extrañas que le parezcan, Key iba a proseguir hablando cuando escucharon la puerta de entrada abrirse, entonces fue Jonghyun quien habló.

-Ya ha llegado Minho.

Taemin quedó quieto hasta que un chico alto y de ojos grandes entró en la cocina, Key le presentó y él se lo quedó mirando, entonces una luz se encendió en la mente de Taemin y sin poder evitarlo le apuntó con un dedo a su cara.

-¡Eres tú!-exclamó, el otro parecía sorprendido.

-¿Yo? ¿Me conoces de algo?

-Bueno…-Taemin bajó el dedo poco a poco enrojeciendo- No importa.-sentenció, no valía la pena decirle que aquel mismo día le había tirado al suelo sin disculparse si no le recordaba, el alto se encogió de hombros y cogió un vaso para beber agua.

-Taemin, él es Minho, el chico que duerme encima de tu habitación.

-Mucho gusto.-murmuró inclinando levemente el cuello, Minho no le contestó, lo miró brevemente y volvió por donde había venido.


Taemin había metido toda su ropa en el armario y había colocado diversos peluches de hongo por el escritorio, había cambiado las sosas cortinas anaranjadas por unas con un koala dibujado, puso su colcha de casa y colgó un póster de Emma Watson, de esa forma sintió la habitación más suya y personal.

-Las camisetas se han arrugado.-se quejó en voz alta, las cogió todas haciéndolas una bola y fue hasta el piso de abajo dispuesto a ponerlas en la lavandería para plancharlas más tarde, por el camino escuchó una conversación entre Onew, Jonghyun y Minho que estaban sentados en un sofá.

-En serio, su hermana es amiga vuestra, ¡haced que razone o algo!

-No tiene mucho que razonar cuando la usaste para luego romperle el corazón y ahora haces lo mismo con su hermana pequeña.-espetó una voz fríamente que Taemin reconoció como la de Onew.

-Venga ya, no me creo que Hanna Montana sea tan idiota para creer que lo nuestro era duradero.

-¡No la llames Hanna Montana! Y tú mismo la engañaste.-dijo Jonghyun.

-Pues si se lo creyó todo es que es tonta.

-¡Hann… Jessica no es tonta! Es de las más inteligentes de la clase.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Key al verlo pasar por la cocina cargado de toda esa ropa.

-Plancharé estas camisas… ¿hay agua caliente? Quiero darme un baño.

-Sí que la hay, pero date prisa, la cena está a punto de acabar.

-Oh-exclamó-, gracias.-no imaginaba que nadie cocinara por él.


Se estuvo bañando en la ducha acariciando su cuero cabelludo con la yema de los dedos y los ojos cerrados, no se sentía decepcionado de la casa que había alquilado y sus habitantes, o al menos la mitad de ellos, lo habían acogido de buena forma. No se imaginaba una monotonía rodeado de aquellos chicos pero nunca sabría lo que le deparaba el futuro.

Cerró el grifo de la ducha y envolvió una toalla alrededor de su cadera, abrió brevemente la puerta inspeccionando que no hubiera nadie en el pasillo y lo más rápido que pudo entró a su dormitorio; era demasiado avergonzado y nunca había querido que lo viesen semidesnudo. Una vez dentro se puso su ropa interior y calcetines, unos vaqueros cómodos, pero las camisetas…

-Maldición.-masculló, estaban todas abajo y no se le había ocurrido dejar ninguna en el cuarto, comenzando a tiritar del frío buscó entre los cajones por si se había olvidado de llevar una: bajar a por las camisetas significaría tener que pasar por delante del salón y la cocina, y por nada del mundo pensaba dejar que lo viesen de esa forma.

-¡La cena está lista!-se escuchó desde abajo, Taemin se sorprendió de que en una casa tan grande Key fuera capaz de hacer resonar su voz de esa forma y tuvo que felicitar los pulmones del chico.

-¡¡La cena está lista!!-de nuevo había gritado, pero Taemin no tenía con qué taparse y de pronto las cortinas anaranjadas no le parecían tan inútiles como creía…

-¡Que la cena está lista, cabeza hongo!-la puerta de su cuarto había sido abierta y en la entrada estaba Key con un delantal y un cucharón en su mano fulminandolo con la mirada, Taemin dio un respingo y se tapó como pudo el torso.

-Key Hyung… estoy…

-Por el amor de Dios, no tienes ningún tentáculo ni nada sobresaliendo, no hay nada que no haya visto antes-dijo exasperado, Taemin lucía realmente avergonzado, entró- ¡Pero cuando os llamo para la cena es para que estéis todos sentados a los tres segundos!

-Pero si yo…

-Key Hyung, ¿por qué no has bajado aún?-llegó Minho atraído por los gritos del mayor, luego en la puerta vio a Taemin y se echó a reír- Oh, Dios, realmente necesitas ayuda.

-Sí, tengo un problema, mis camisetas…

-¡Si tienes el mismo cuerpo que las muñecas Barbie de mi hermana! ¡Hey Jjong!-Taemin ya no sabía por donde mirar, su cara iba a estallar en cualquier momento de la vergüenza y ese individuo seguía riéndose a su costa.

-¿Qué pasa?-preguntó Jonghyun, Minho se hizo a un lado para que viera a Taemin.

-¡Fíjate, su torso es más fino que tu brazo! ¡Llévatelo la próxima vez al gimnasio contigo!

-¿Debería hacerlo?-Taemin quiso ocultar su cabeza como lo hacían los avestruces cuando los ojos de Jonghyun quedaron descaradamente fijos en su cuerpo.

-He dejado de estudiar, tengo hambre y no hay nadie abajo, ¿¡qué diablos hacéis!?-el último habitante de la casa se había colocado entre Minho y Jonghyun al llegar, miró extrañado a estos dos y a Taemin, Key por su parte estaba ocupado pasando el dedo por el escritorio en busca de polvo.

-El nuevo nos está regalando un streptease como regalo de bienvenida, debes pagar 5 wons*.-contestó Minho colocando su mano palma arriba en las narices de Onew, esté lo taladró con la mirada.

-Cierra el pico, Choi.

-Pero, realmente, ¿qué hace Taemin así? ¿No será uno de esos tipos que hacen vídeos caseros desnudos para colocarlo en Internet?-se preguntó Jonghyun asustado, Key, que ya sacudía su dedo, iba a responder pero la voz del maknae no le dejó.

-¡Basta! ¡¡Basta!! ¡¡Largaos todos de aquí!!-gritó Taemin por primera vez tan fuerte en su vida, se abalanzó a ellos para que retrocedieran y cerró la puerta con fuerza.


Cuando Taemin fue a la sala, con una camiseta que amablemente le había subido Key, estaba avergonzado y asustado de haber enfadado a sus nuevos compañeros de piso, pero veía a estos comer y conversar tranquilamente. Se sentó vacilante en la única silla disponible de aquella mesa redonda y se sorprendió ver su plato lleno de arroz: siempre había creído que en un piso de estudiantes cada uno se las ingeniaba como podía para comer y aquello de bajar todos a una hora a cenar le recordaba demasiado a las familias. Key parecía leerle el pensamiento.

-Tenemos un horario para preparar la cena cada uno un día y así ahorramos tiempo. Hasta ahora los viernes cocinaba quien hubiera preparado la peor comida durante la semana, es decir, Jonghyun; pero ahora que estás tú aquí cocinarás los viernes. Los fines de semana cada uno va a su aire.-Taemin asintió, previendo que aquello era alguna norma no escrita de la casa- Los lunes cocina Onew, por lo que siempre es pollo. Los martes cocina Jonghyun, así que comemos alimentos no identificables. Los miércoles, como hoy, cocino yo, el único día en que hay algo de comida decente en la casa. Los jueves Minho llama a una pizzería o hamburguesería, si no tenemos sobras de lo que le regalan sus novias-se llevó una cucharada de arroz a la boca-. Dime, Taemin, ¿qué tendremos los viernes?

Taemin tragó saliva.

-Quizá los viernes no sean tan distintos de los martes.

Key asintió, como si lo hubiera imaginado.

Taemin comió en silencio, observando sus compañeros, especialmente a Onew; era la primera vez lo que veía fuera del cuarto y en ese momento sonreía mientras hablaba con Jonghyun, Minho enviaba mensajes por el móvil y Key de vez en cuando comentaba en voz alta algo que le había sucedido en el día, Taemin estaba atento a lo que hacían sin intervenir y fue el primero en acabar de comer, lavó su propio plato y se metió en su habitación.

Desde fuera veía la luna iluminar tenuemente la oscuridad de la noche, llamó por teléfono a su madre y charló un rato con hermano mayor, cuando colgó se metió en el baño para lavarse los dientes y se puso el pijama. Esperaba dormirse enseguida por lo cansado que estaba del viaje, pero no podía pega ojo, como un niño de primaria, esperaba al día siguiente con nervios sobre como sería su vida en la universidad, y sobretodo, en aquella casa.

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Pues mira, la pareja será *sonido censuario del televisor...* y esa será :) LOL

Eso es crueldad!!! ok no! pero si! *sola se entrevera*
quienes seran? quienes seran? *se sigue torturando pensando*

Bueno al capi!!! Me gustóooooooooo!! ^^

Kekeke... eso de cartel!!! Tae mas despistado no puede ser!!! hahahha.. y creo que todos los nombres quedaban... pero... eso de burdel de Minho? ¬¬ * ashhh!! cuanta resbalosa hay por ahi!!!* xD

Pobre Tae de verdad pobre!!
Oh! le tocó debajo del cuarto de Minho! *3*
tortura? tal vez?
Malo Minho! Malo!! primero me lo tiras y ni te acuerdas!!
y luego haces burla de su cuerpito!!! u.u
Espero tu actu! besos!!! ^^

Taemin gimió bajo cuando el despertador sonó. Sin abrir sus ojos lo apagó y suspiró pesadamente. Fue su primera noche en la Casa de los Bichos Raros y tuvo que reconocer que aquel colchón era más cómodo que el de casa. Con mucho pesar y desgana se levantó arrastrando los pies, cogió una de sus toallas y salió del cuarto dirigiéndose al baño. La puerta estaba cerrada pero la abrió sin pensar y soltó un grito cuando vio a Jonghyun vestido unicamente por una toalla enrollada en la cintura y el pelo mojado, cerró lo más rápido posible la puerta y quedó pálido.

-Perdón, perdón, perdón…-repetía rápidamente, se echó hacia atrás asustado cuando la puerta se abrió y salió Jonghyun peinando los mechones de pelo mojado.

-Tranquilo, si ya he acabado…

-Taemin tragó saliva mientras Jonghyun aun solo con la toalla caminaba hacía su habitación, también le avergonzaba ser él quien viese a las personas sin ropa. Mientras Jonghyun se alejaba observaba detenidamente su propio brazo y el cuerpo de Taemin comparando.

Taemin se duchó y como el día anterior fue deprisa hasta su cuarto para cambiarse, bajó a la cocina y se encontró a Key y Minho desayunando, los saludó y decidió desayunar aquella mañana tostadas de miel. Mientras tomaba un sorbo de su vaso de leche Minho se fue y Key desvió la vista de su móvil.

-¿Cómo piensas ir a la universidad?-preguntó, Taemin tragó cuidadosamente.

-Ayer vine a la casa desde la universidad en metro, así que planeaba ir así.

Key asintió.

-Podemos ir juntos, Jong y yo también tomamos el metro.

-¿Y Onew y Minho?-preguntó Taemin con la boca llena.

-Minho siempre tiene alguna noona que lo lleve-explicó-. Y Onew, que todavía duerme, se va en coche, pero-se echó hacia delante y Taemin lo imitó, quedando sus narices a centímetros de distancia-no te recomiendo ir con él, conduce como un loco.-le confió, Taemin asintió.

-No encuentro mi gorro de lana.-se quejó Jonghyun entrando en la cocina y haciendo pucheros con sus labios, Key se levantó y plantó la palma de su mano sobre la cabeza del bajo.

-Lo llevas puesto.-le recriminó, Jonghyun se palpó la cabeza sorprendido, Key suspiró y se volvió a Taemin.

-¿Vamos?

Taemin asintió y los acompañó por la calle, era extraño ver como Jonghyun decía cosas infantiles sobre cualquier cosa y Key le daba la razón despreocupadamente, a Key le daba escalofríos pensar que actuaban como una madre y un hijo.

Esperaron en la estación la llegada del metro y cuando éste llegó los tres se montaron y se sentaron en unos asientos libres.

-Entonces…-comenzó Jonghyun- vas a hacer medicina, ¿no, Taemin?

-Sí.-asintió el pelirrojo cayendo en la cuenta que no sabía que estudiaban sus nuevos compañeros de piso- ¿Vosotros que haceis?

-Yo estoy en segundo año de Bellas Artes-dijo Key- y Jonghyun está en segundo año de Derecho porque repitió curso.-dijo mofándose, Jonghyun sonrió levemente.

-Es porque por las tardes trabajo en un café cantando y no tengo demasiado tiempo para estudiar-explicó-, al menos yo tengo excusa, no como Minho.

-¿Él que hace?

-Periodismo, pero sigue en primer año porque repitió.-dijo Key, Taemin se echó el flequillo a un lado, quedaron los tres en silencio hasta que Taemin, movido por una extraña curiosidad, preguntó:

-¿Y Onew que hace?

-Oh-exclamó Key- él como tú hace medicina, pero ya está en su tercer año.

Taemin parpadeó sorprendido por saber que aquel chico estudiaba lo mismo que él, e interiormente quiso hablar con él para que le hablase sobre su carrera.

No hablaron más cuando llegaron a su destino, simplemente bajaron y caminaron hasta que llegaron al campus, varios universitarios caminaban entablando conversaciones entre ellos.

-Bueno-dijo Key- la dirección de mi facultad es por allí y Jonghyun debe irse por el otro lado. ¿Tú sabes donde tienes que ir?

-Ehh…-ciertamente, Taemin no sabía que dirección tomar, pero a Key tampoco parecía importarle demasiado.

-Oh, y allí va Krystal para darme una razón más para adorarla.

Taemin no sabía de qué hablaba, pero de todas formas siguió el camino de su mirada. Lo primero que le llamó la atención fue Minho, cuyo brazo rodeaba los hombros de una chica bajita y se sonreían con picardía. Pero pronto una chica morena los agarró para separarlos, parecieron discutir y Taemin abrió la boca por la sorpresa; aquella fue la chica que vio el día anterior. Al final la chica de menor estatura parecía harta y se fue mientras la morena seguía discutiendo con Minho.

-Nunca falla.-añadió Jonghyun, Taemin quiso preguntar de qué hablaban pero Key alzó un brazo.

-Ahí está Onew, pídele que te lleve hasta la facultad de medicina.

Taemin se dio la vuelta y efectivamente su compañero de piso caminaba feliz tropezando de vez en cuando, se despidió de Key y Jonghyun y tomó con timidez la parte trasera de la chaqueta del castaño, éste miró por encima del hombro sin saber quien había en su espalda.

-Esto… ¿me llevas a la facultad? Yo… no… sé…-extrañamente le avergonzaba hablarle, quizá por la forma en que se dirigió a él el día anterior, pero resultó que Onew sonrió con todos sus dientes haciendo de sus ojos dos medias lunas dejando a Taemin asombrado.

-Claro.-dijo, y caminaron uno al lado del otro, Taemin dejándose guiar, le chocaba creer que aquel ser feliz de su lado fuera la misma persona que escuchó gruñir todo el día anterior.

-¿Estás emocionado por empezar medicina?-preguntó el castaño, Taemin dio un respingo.

-Sí, la verdad es que tenía mucha ganas de llegar ya a la universidad.-sonrió.

-Sabes que te esperan los peores años de tu vida, ¿cierto?

-Lo esperaba-rió.-Pero estoy acostumbrado a trabajar mucho, podré sobrellevarlo.

-Si quieres puedo ayudarte prestándote mis apuntes y una guía de los libros que usé en mi primer año.-propuso, al pelirrojo le brillaron los ojos.

-Eso sería genial.-reconoció, después de eso Onew lo acompañó hasta secretaria para que viese el plano de la escuela, una vez que tuvo claro el sentido que tuvo que tomar se despidió del mayor y fue a la clase correspondiente. Nervioso, entró, habiendo ya algunos compañeros sentados, tomó aire emocionado al ver aquellas mesas y esa gran pizarra, ahora por fin se sentía un estudiante universitario. Tomó asiento y sacó su portátil, lo encendió, el chico de su lado se removió.

-¿Eres de ésta clase?

Taemin lo miró.

-Sí.-contestó.

-¿Cómo es que no te he visto hasta ahora?-preguntó arrugando el ceño *(Nota: yo ni idea del plan que siguen en Corea pero como en mi país está el plan Bolonia que obliga asistir siempre a clase yo lo coloco en este fic, lalalá.), Taemin soltó un suspiro.

-Estuve enfermo y hasta ayer no pude viajar aquí.-explicó, su compañero cambió el semblante y sonrió amistoso.

-¿No eres de aquí?-quiso saber, Taemin negó con la cabeza.

-No, vengo de un pequeño pueblo, como no había medicina en la universidad me vine a la capital.-lo miró, dudoso- Soy Lee Taemin.

El otro le tendió su mano.

-Yo soy Kim Jong In, pero llámame Kai.


Taemin conoció a aquel chico que en una hora libre de clases lo llevó consigo y sus amigos a almorzar, así conoció también a Lu Han y Tao, quienes amablemente se ofrecieron a mostrarle la ciudad. Taemin aceptó encantado y por la tarde, en que los cuatro no tenían clases, se fueron a visitar las zonas de la ciudad enseñándole que restaurantes debería ir o en que parques debía tener cuidado. Algo tarde, se despidieron, Taemin agradecido con ellos, y emprendió el camino hacia su peculiar nueva casa.


Ya estaba anocheciendo cuando Taemin llegó. Abrió la puerta con el juego de llaves que el día anterior Key le había obsequiado y entró. Las luces estaban apagadas y guiándose por el reflejo del televisor se adentró al salón, donde quedó parado, impactado por la imagen que se presentaban ante sus ojos.

Minho estaba en frente del televisor viendo escenas de lo que a Taemin, por sus gemidos y la escasa tela de las chicas, se le antojo una pelicula porno. Él tenía la mano puesta sobre su paquete sin desviar la mirada de la pantalla, y Taemin presenció un acto por parte de las chicas que nunca había visto en su vida. Con un grito ahogado, se llevó ambas manos a su cara para dejar de ver lo que ocurría. Minho pareció notar su presencia y se giró irritado.

-Si piensas hacer ruido vete a la cocina.

-Pero… estas viendo estas cosas… ahora…

-Soy un poco mayorcito para dar explicaciones, ¿no?-dijo cortante, pero en verdad parecía algo azorado de haber sido pillado en esta situación. Chocando entre muebles y paredes a causa de la oscuridad y las manos que tenía aún sobre su cara, el pelirrojo llegó a la cocina donde se dispuso a beber un vaso de agua con la mirada perdida, aún llegaba el sonido de la tele hasta él, cerró fuerte los ojos y tomó una decisión. Con una mano en sus ojos y la otra tapando un oído subió las escaleras en dirección a las habitaciones y tocó al cuarto de Key, pero nadie respondió. Abatido, fue hasta el de Onew, pero en cuanto el rostro del mayor se asomó con cara de malas pulgas se arrepintió.

-¿Qué quieres?-preguntó secamente.

-Yo… Minho… él…-le daba mucha vergüenza toda la situación- ¡esta viendo cosas de adultos y se escucha por toda la casa!

Onew se rió.

-A tu edad y aún llamando al porno “cosas de adultos”-en menos de un segundo cambio su semblante a uno mortalmente serio y Taemin dio un paso atrás- Yo no oigo nada, así que de mientras puede montarse una orgía allí abajo si no me molesta.

Trató de cerrar la puerta pero Taemin se lo impidió.

-¿Dónde están Key y Jonghyun?-quiso saber, esperando obtener de ellos más ayuda.

-Key se fue con unos amigos y Jonghyun trabajando.-contestó a regañientes mientras seguía tratando de cerrar la puerta, al final Taemin, derrotado, lo dejó hacer.

Se fue a su cuarto. Quizás era ridículo que a su edad se espantase por cosas como esa pero aún así no encontraba cómodo entrar a su casa para encontrarse a uno de sus compañeros de piso de esa guisa.

Seguía teniendo sed pero no quería bajar al piso inferior para seguir escuchando esos sonidos, se puso sus cascos con música a todo volumen perforando sus oídos y bajó las escaleras, antes de entrar a la cocina echó un vistazo involuntario al salón para asegurarse de que continuaba viendo aquello, se puso colorado al comprobar que así era. Estuvo sentado en la cocina mirando ningún punto en concreto hasta que notó que la luz del comedor era encendida, se quitó los cascos y escuchó las voces de Jonghyun y Key, Onew bajaba las escaleras gruñendo algo que no entendía, y Taemin se dejó llevar un impulso nacido de no sabía donde, se levantó de la silla y se apresuró a entrar al salón, en la televisión echaban un inocente reportaje sobre comida India, interrumpió cualquiera que fuese la cosa que dijera Jonghyun y se dirigió a Key.

-¡Yo… yo sé que no tengo derecho a quejarme porque llegué el último! ¡Pero es demasiado para mí!-exclamó del tirón, Jonghyun y Key abrieron mucho los ojos sin entender lo que decía Taemin, Minho le dedicaba una mirada asesina.

-¿Qué dices?-preguntó el rubio, Taemin se agarró a su chaqueta.

-Sé que suena absurdo, pero no me gusta llegar a casa y encontrarme… eso.

-¿El qué?-Key se impacientaba cada vez más.

-Por favor, no esperarás encontrarme viendo los Pitufos…-murmuraba Minho.

-No… me siento violento si hay porno en la casa.-confesó finalmente rojo de la vergüenza, Key se lo quedó mirando detenidamente mientras Onew se reía.

-Pero, ¿no le dejamos a Minho prohibido poner esos canales…? ¿Key? Key.-Jonghyun puso la palma de su mano moviéndola de un lado a otro en frente del rostro de Key porque este no desviaba la mirada de la cara apenada de Taemin. Todos quedaron en silencio observando a Key y cuando éste finalmente se movió todos dieron un respingo de la impresión, sin decir nada, el rubio fue a paso rápido hasta las escaleras y las subió.

-¿Qué bicho le ha picado?-preguntó en voz alta Onew, todos se miraron confusos por la reacción del otro hasta que llegó hasta ellos un sonido extraño desde arriba.

-¿Qué ha sido eso?-Jonghyun parecía extrañamente asustado.

-¡Te tengo dicho… que no veas porno en casa!-rugió Key desde arriba bajando las escaleras con un látigo en la mano, lo movió en dirección a Minho que rápidamente dio un saltó atrás para evitarlo.

-¡Eh! ¡Eso es mío!-protestó Minho.

-¡No te permito que degrades al que probablemente es el único ser inocente de esta casa!

-¿Qué hay de Jonghyun?-dijo Onew, pronto el látigo golpeó sus rodillas y saltó con una mueca de dolor- ¡¿Y a mí por qué?!

-¡Por no hacer nada por evitarlo!-volvió a darle.

-¡Estaba estudiando!

Taemin se abrazó asustado a Jonghyun quien lo recibió de la misma forma mientras se hacían un ovillo en una esquina de la sala.

-Y eso es lo que pasa cuando enfadas a Key.-susurró Jonghyun, Taemin asintió frenéticamente sin dar crédito el lío que había provocado a sus dos hyungs.

-Bien, ya está.-dijo sonriente Key tirando el látigo al suelo, se dirigió a Taemin y Jonghyun quienes se encogieron más en si mismos.

-Seguro que has pasado un mal rato cuando has visto esas cosas que hacían las noonas feas.-repuso con dulzura Key, Taemin, inseguro, optó por asentir- ¿Te gustan los dulces?

-Sí…

-Pues vamos a preparar muchos dulces.-dijo con soltura Key tomando de la mano al pelirrojo, quien se dejó llevar, Onew levantó un dedo.

-Jjong… se bueno y trae el botiquín.


-¿No hay nadie en casa?-preguntó Taemin sorprendido.

-Bueno, estoy yo, eso basta, ¿no?

-Sí…-murmuró Taemin para si, sería mucho más fácil hacer comida para solo dos personas.

-Tienes suerte de que los viernes solamos comer fuera.

-Sí que es bueno.-sonrió el menor, se sentiría más confiado de que la primera vez que cocinara en esa casa solo estuvieran ellos.

-Pues, si no te importa-Onew hizo un gesto con la mano-estaré estudiando, grita cuando acabes.

-Claro.-contestó Taemin y una vez en la cocina se remangó las mangas. Miró en los estantes y sopló aire con fuerza sin saber qué preparar, optó por algo fácil y decidió hacer pasta. Imprimió la receta más fácil que vio en Internet y trató de seguir todos los pasos correctamente, cuidadosamente.

Cuando finalizó, le entristeció ver cómo la pasta quedó demasiado blanda y el color de la salsa no era el correcto. Esperó que Onew no se diera cuenta de aquello y subió para avisarle. Se sentaron juntos en la mesa y Taemin se sintió estúpido al observar detenidamente al castaño para saber su opinión.

-Sal.-dijo en cuanto se llevó el tenedor a la boca.

-No le has echado sal.-insistió.

-¡Si que lo hice!-contestó Taemin haciendo un puchero, él mismo probó la comida y como acto reflejo sacó la lengua-. Oh, aquello no era sal…

-Azúcar.-sentenció Onew, suspiró pesadamente- De todos modos es mejor que lo que hizo Jonghyun en su primera vez… siempre cualquier cosa será mejor que aquello…

-¿Qué hizo?-preguntó el pelirrojo curioso.

-Podemos subir a su habitación y verlo, le hicimos una foto y lo enmarcamos…

-¿En serio?-estaba incrédulo.

-Claro, si quieres le hacemos una foto a esto…

-¡No!-protestó, Onew rió.

Al final llamaron a una pizzería y Taemin pagó. El menor sospechaba que probablemente de ahora en adelante imitaría a Minho para cocinar cuando Onew le llamó la atención.

-Hace días te propuse enseñarte mis apuntes… ¿quieres que te preste los de mi primer año?

Taemin asintió sonriendo, brillante, quizá aquel era el tema que más le gustaría tratar con cualquier persona del mundo.

Sobre la mesa de la cocina colocaron pequeños montones de hojas que Onew usó en su primer año, clasificados en materias, profesores y guías, también bajó un par de libros que él mismo compró.

-Estos son el mayor legado de mi vida-dijo solemne- para mí con más valor con un hijo.

-Guau-exclamó Taemin, realmente era todo muy ordenado y trabajado, ahora comprendía por qué el mayor se pasaba todo el día encerrado en su habitación- realmente es duro… estudiar medicina, quiero decir.

-Definitivamente.-rió Onew- mira, los que van unido a este clip son de la asignatura que te dije.

Estuvieron un rato comentando sobre los profesores y lo que buscaban en sus alumnos, Onew decidió confiar en Taemin y prestarle sus apuntes.

-Ya es tan tarde-rezongó mirando el reloj- y no me he mirado el tema seis… Taemin, debo irme ahora muy rápido-dijo- te dejo esto para que lo recojas y los pongas donde quieras.

-Vale.-contestó asintiendo, corriendo y tropezando, Onew salió de la casa, Taemin bostezó sobre la mesa y decidió prepararse un té para espabilarse dejando para más tarde la tarea de guardar los apuntes del mayor. Sacó el vaso del microondas y por una silla que no estaba correctamente colocada tropezó derramando el vaso sobre la mesa.

-Oh, Dios mío…-musitó pálido como la cera, el agua se había escurrido a gran velocidad y más de la mitad de los apuntes habían quedado mojados, se llevó ambas manos a la cabeza- Oh, Dios mío.-repitió.

Por suerte, el vaso no se había roto, lo apartó y trató de secar todo lo posible, pero no había nada que hacer, la tinta se escurría de las páginas y el papel se rompía entre sus dedos.

Recordó lo que dijo Onew antes de salir.

-Voy a morir.

Estuvo sacudiendo varios folios cuando escuchó la puerta abrirse, su corazón dio un vuelco y muerto de miedo pasó en dirección a la entrada, respiró profundamente aliviado al ver que no era Onew.

-¡Necesito ayuda!-dijo desesperado, Minho le dedicó una breve mirada, no habían hablado entre ellos y le sorprendía la confianza con la que le hablaba.

-¿Qué pasa?-preguntó extrañado.

Taemin estaba lo suficiente seguro de que aquel sería su último día sobre la faz de la tierra como para sentir vergüenza, lo agarró del brazo y le enseñó lo ocurrido.

-Cielos-exclamó al verlo, abrió muchos los ojos y se llevó una mano a la boca, luego la puso sobre el hombro del menor-. Te doy mi pésame, te deseo que sea rápido e indoloro…

-¿No hay nada que hacer?-preguntó angustiado, al parecer Minho había llegado a la misma conclusión que él: Onew iba a matarlo.

-¿Con esto? No, ni siquiera Batman puede salvarte de esto.-Taemin apretó los labios mirándolo con toda la pena que podía- Bueno, quizá podamos probar una cosa…


-Esto es estúpido…

-Esto es lo único que se me ha ocurrido, ¿¡vale!?

-Pero es que de todas formas… ¡ya es de noche! ¿En qué pensabas?

-¡Tú me ayudaste, pequeño hongo!

-¡Porque estaba desesperado! ¡Mmm… rana!

Minho bufó recolocándose el flequillo y Taemin simplemente suspiro subiendo la cremallera de su chaqueta, tenía mucho frío, estaban en el patio exterior de la casa donde habían colgado los apuntes mojados sobre las cuerdas de tender.

-De todos modos-decía Minho- es tu problema, tu muerte, ¡no tengo por quñe estar aquí!

-¡Te quivocas!-contestó Taemin en el mismo tono, usualmente no era así pero ese sujeto sacaba toda la irritabilidad de él- Tú me has ayudado a colgar esto aquí por lo que eres cómplice.

Minho lo miró.

-Onew no te creerá.

-Sí lo hará.

Mantuvieron ambos la vista retándose durante segundos, hasta que Minho volvió a girar la cabeza y con desesperación comenzando a soplar los folios.

Al principio Taemin quiso evitarlo pero escuchó sonidos desde el interior de la casa, se miraron pálidos y empujándose el uno al otro para entrar antes por la puerta trasera vieron que se trataban de Jonghyun y Key que habían vuelto de no sabían donde.

-¡Key!-exclamó Taemin con más confianza, si el día anterior Key lo había defendido esperaba que hiciera lo mismo en ese momento- ¡Estoy en graves problemas!

-De vida o muerte.-agregó Minho entrando detrás, inmediatamente Key cogió un cuchillo señalando al alto.

-¿Qué has hecho ahora?

-¡Yo nada!-protesto el moreno- ¡Ha sido el hongo este que ha mojado los apuntes de Onew!

Tanto Key como Jonghyun se llevaron las manos a la boca soltando un grito ahogado, Key posó su mano sobre la cabellera.

-Oh, pequeño… morirás…

-¿No puedes ayudarme?

-Es demasiado peligroso…-calló, alguien había abierto la puerta, se miraron unos a otros-¡Jonghyun, retenlo!-ordenó pero el más bajo ya estaba detrás de la mesa.

-Ni hablar, ya aprendí la lección cuando le cogí aquel muslo de pollo.-dijo, todos retuvieron aire cuando Onew entró con una sonrisa en la cara.

-¿Qué os pasa?-preguntó confuso por verlos tan rígidos, de inmediato se puso serio- No me digáis que no hay pollo…

-No…-dijo Taemin con voz aguda, él tenía la culpa de todo y él tenía que asumir las consecuencias, dio varios pasos en dirección al mayor sintiendo que caminaba hacía una guillotina- Yo… lo siento…

-¿El qué?-parpadeó.

-Tus apuntes… tus…-calló mordiéndose el labio- He mojado tus apuntes sin querer.-confesó cerrando los ojos, Key se tapó los ojos “Es demasiado joven.” se lamentó.

-¿Mis apuntes?-abrió la boca- ¡No!

-Lo siento mucho, sé que merezco lo peor.-dijo aún con los ojos cerrados, al no recibir respuesta se atrevió a abrir un ojo y quedó sorprendido de ojos pequeños sonreír.

-¿Lo peor? Fue solo un accidente ¿no? No mereces nada.-dijo, Key jadeó.

-¿En serio?-preguntó aún más asustado, no esperaba esa reacción.

-Pues claro, no es como si fuera a matarte por manchar mis apuntes-rió- simplemente escribiré de nuevo lo esencial y listo… aunque me llevará mucho tiempo.-frunció el ceño.

-¡Espera!-finalmente habló Jonghyun y se atrevió a rodear la mesa- ¿Cuánto pollo han ingerido hoy, Onew? ¡Hyung, te dije que no volvería a llevarte al hospital!

-No es eso-rió-. En serio, ¿por quien me tomáis?

-¡Te tomamos por la persona que casi me arrancó la cabeza cuando una gota de café cayó en una de tus hojas de apuntes!-casi gritó Minho- ¡Y ahora no haces nada con él! ¡Es injusto!

-Cierra el pico, Minho.-sentenció el mayor sacando un paquete de galletas con forma de pollo- Hoy no voy a cometer ningún homicidio así que dejadme de mirar así.-se quejó y salió de la cocina, Key aún no parecía convencido.

-¿Habrá habido una gran oferta en Súper Pollo?-murmuró, Taemin no contestó, miró por donde salió Onew y una sonrisa surcó sus labios, quizá fue exagerado al juzgar al castaño.