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Mi otra mitad [2min] Empty Mi otra mitad [2min]

Mensaje por Carol Ney Sáb Ene 24, 2015 11:01 pm

Hola, bueno vengo a dejarles un fanfic 2min que habla sobre eso de "medias naranjas". Espero que sea de su agrado, lo eh escrito con amor esta pareja y para quienes gustan leer de ellos ^^

PD: La novia de Minho es MinAh de Girl's Day




MI OTRA MITAD

Capítulo 1: Conexión.

MinHo.

Detestaba cuando mi padre se ponía en el plan de (si no lo haces te irá mal). Bueno el ah estado estresado por algunos problemas en la compañía, parece que un accionista le dejo mal en un proyecto y sobra decir que está hecho una furia. Si hay algo en lo que entregaba su cuerpo y alma era en dos cosas: su familia y su trabajo.

Claro dándole más importancia  a la familia pero, la compañía era como una extensión de su cuerpo que no podía dejar.

Por eso, para no hacer corajes innecesarios tratando de hacer que se calme, decidí no quedarme en la oficina,  quede para almorzar  con MinAh mi adorable y amorosa novia. Estaba muy ansioso por verla, hace ya dos meses que esta fuera del país por acompañar a su padre en asuntos de negocios, los asuntos que detestaba porque para ella, significaba aburrimiento total.

MinAh es…es una persona especial, la chica con la que he salido por cuatro años, la única que me comprende y me escucha, claro que están mis amigos, pero ella, es mi otra mitad. La conocí en la universidad, cuando comenzábamos la carrera de comunicación, todavía recuerdo lo atrevida y desafiante que se mostraba en clase, siempre admire su personalidad y fue una de  las tantas cosas que me enamoraron.

No he tenido novias de a montón y las que estuvieron a mi lado eran adorables, pero ninguna la correcta. Yo buscaba a alguien que sea decidida, que se muestre tal cual es, que me deslumbrara con su presencia y ciertamente MinAh llegó a mi vida como mi pareja ideal.

Además de la graciosa coincidencia de nuestros nombres: Minho y MinAh.

Al inicio le enfurecía por las burlas de nuestros compañeros, pero al paso del tiempo nos acostumbramos y lo tomamos de juego. Admito que a pesar de su carácter ella me acepto sin “pero” alguno, el día que le pedí ser mi novia ella me confeso que ya había puesto los ojos en mí, y eso me confirmo nuestro destino juntos.

Hoy he decidido sorprenderla con un ramo de rosas, suena típico y cursi pero le gustan mucho y me encanta ver su expresión cuando le doy estos detalles. Así que por eso estoy en esta florería, pagando por mis rosas al amable anciano que me atendió.

—Vuelva pronto —me dice sonriente.

—Gracias.

Cuando me doy la vuelta choco con un chico y casi se me caen las flores.

—Disculpa —dice y me hace una reverencia.

—No pasa nada ambos chocamos —le digo,  no me dio tiempo de mirarlo, enseguida pasa a mi lado y se va a ver las margaritas al final del local.

Miro el ramo y recuerdo que Minha me espera, salgo a toda prisa de la florería y voy hacia mi auto, me pongo en marcha, ansiaba ver a mi novia, por lo que acelere y en pocos minutos —cruzando el interminable tráfico—ya había llegado a su apartamento.

Subo diez pisos arriba del edificio y  me es un alivio que el elevador este arreglado, la última vez que vine estaba fuera de servicio. Así que utilizando mi medio de trasporte, no tardo en estar parado en su puerta.

Toco el timbre y me arreglo para entrar, escondo el ramo detrás de mi espalda, cuando abre la puerta le muestro mi regalo, pero ella no parecía estar muy emocionada, segundos después  muestra su linda sonrisa.

Estaba triste lo podía notar.

— ¿No te gustaron las flores? —le digo ante su silencio y pongo una cara de cachorrito triste.

Nunca se resiste a mis caras.

—No es eso,  discúlpame es que me sorprendiste no te esperaba.

—Pero te mande un mensaje.

En seguida saca su celular del bolsillo de su pantalón y revisa sus mensajes. La contemplo de pies a cabeza y sonrió,  Dios, se veía hermosa, su cabello largo azabache resaltaba su piel blanca, sus ojos, sus labios… no es por nada pero MinAh es la mujer más bella de esta tierra.

—Oh, discúlpame Minho es que el regreso a Corea me tiene medio loca. Apenas estoy desempacando mi ropa y tengo hecho un tiradero mi departamento.

—Bueno te ayudo —intento dar un paso por delante pero ella coloca su brazo en el marco de la puerta para impedírmelo.

—No por favor, es que me da pena, en verdad está hecho un chiquero —y de nuevo su risita nerviosa, presiento que me ocultaba algo, lo que es sumamente extraño ya que no suele ser así.

Nosotros no tenemos secretos, de ningún tipo.

—Vamos —bufo—. No es que sea la primera vez que veo tu tiradero, además —me acerco y acaricio su mejillas con mis nudillos—. Te extrañaba, hace dos meses que estuviste fuera y me estaba muriendo lento.

Hago el intento de besarla pero desvía su rostro para dejarle mis labios sobre su mejilla.

—MinAh…—le llamo.

—Entra —dice y se hace a un lado, toma las rosas  y las deja en un jarrón en la mesa de centro,  luego nos sentamos sobre su sillón.

Parece que dirá algo de suma importancia, no acostumbra ser así de seria. Se acurruca a mi lado, yo la abrazo de inmediato, siempre hace eso cuando esta agobiada y necesita hablar. Solo que le cuesta desahogarse.

—Mi papá está enfermo —suelta y ahora comprendo su comportamiento.

— ¿Es muy grave?

—No, no tanto,  su corazón está cansado y agitado por la edad, el doctor dijo que debe cuidarse más y evitar disgustos, y ya sabes como es mi padre de necio y rezongón.

—Lo sé, me recuerda un poco a mí —nos reímos.

—Ustedes se parecen.

—No tanto, tu padre es un gran hombre —le beso la frente—. No te preocupes, tu viejo es fuerte, aguantara muchos años más.

—Gracias Minho tu siempre me subes él ánimo.

Nos besamos, extrañaba hacerlo, así como sus manos recorriendo mi cuello y el calor de su cuerpo sobre el mío. Mi chica, el amor de mi vida, la quiero tanto que me duele verla así de triste. Siempre hacia lo posible para hacerla sentir cómoda y feliz, desde el momento que la conocí sentí que seriamos uno para el otro, por eso después de cuatro años seguimos juntos, amándonos mucho. He sacrificado mucho por ella y sabe que seguiré haciendo lo mismo mucho tiempo más.

—Oye, vamos a cenar esta noche ¿sí?, vamos al restaurant que te gusta.

—Lo siento Minho, mi madre quiere que vaya  a casa para ayudarle con algunos pendientes —me hace un lindo puchero al tiempo que acaricia mi rostro.

—No me digas eso.

—Pero sería bueno si te ve ahí, se pondría muy contenta.

— ¡Oh, mi amada suegra! Claro que iré con ustedes.

—Gracias —me besa—. Sólo por esta noche, mañana podremos ir donde quieras.

—Es una promesa —la beso lento.

—Ve  a las 8pm —me da un manotazo en el pecho y me quejo de dolor—. Sería bueno que papá te viera.

—No te preocupes por eso, el estará bien yo aré lo posible por hacerlo reír.

—Eres el mejor.

Después de una buena sesión  de besos y palabras bonitas me despido, prometiéndole estar puntual. Pensé que debía llevar un presente, los detalles nunca están demás. Así que el plan era llegar a casa,  ducharme, arreglarme para esta cena familiar, ir por los regalos y por fin pasar un buen rato con mi novia y su familia.

Pero cuando llego a casa, justo al abrir la puerta, me topo con un  par de visitas inesperadas.

—Vaya, hasta que te apareciste.

—Jonghyun…—le llamo con fastidio a mi amigo de cabellera castaña y baja estatura.

Miro hacia mi sofá y ahí está sentado Onew, desde que son mis amigos entran y salen de mi casa como quieren,  porque hasta saben dónde están mis llaves de repuesto.

—No pareces contento.

—“No, como crees” —le contesto con sarcasmo—. ¿A que debo su visita?

—Venimos  a sacarte de tu aburrimiento, te llevaremos a un buen bar para tomarnos unos tragos.

—No puedo.

—Ah sí claro, debe ser por esa novia tuya.

—Pareces celoso Jong —ataco y él enarca una ceja.

—Lo está —responde Onew mientras pasa frente a mí y va hacia la cocina. Los más seguro que a saltar mi refrigerador.

— ¿Te molesta que tenga novia? —digo riendo.

Jonghyun en apariencia es un tipo rudo, pero es un sensible a morir, con nosotros no le cuesta nada mostrarse como es, pero para los extraños, bueno solo es precavido, no le gusta dar un aspecto débil.

Nos quiere como a sus hermanos, pero a veces se comporta como un chiquillo, como el hermano menor.

—Minho, esa mujer.

—MinAh —le recuerdo su nombre.

—Bueno “MinAh”—rueda los ojos con fastidio—. Te tiene muy amarrado, hace mucho que no salimos los tres, siempre la colocas a ella como prioridad —se acerca a mí y me da un par de palmaditas en la espalda —. Cuidado amigo, si sigues así siento que muy pronto te casaras.

— ¿Y si yo quiero casarme?

— ¡¿Qué?! Deja de bromear, todavía son muy jóvenes.

—Tengo 25.

—Por eso, eres muy joven. Debes divertirte antes de engancharte con alguien así.

—La amo —Jong de nuevo rueda los ojos.

—Vamos Minho, solo será un trago luego te vas con ella, y hacen cositas ustedes solitos.

—Jong —uso mi vos de “no insistas por favor”

— ¡Sólo un trago! —grita exasperado.

—A Onew no le gustan los bares —trato de persuadirlo, Onew siempre era mi excusa para evitar ser arrastrado por Jonghyun. Digamos que de los tres él es quien tiene más moral y la aplica muy a menudo.

Era como nuestra conciencia.

—Él fue quien lo sugirió.

— ¿Qué? Bromeas…—mi amigo ríe satisfecho. Es ese momento el mencionado sale de la cocina con un bote de helado.

¡Mi helado de galletas Oreo! El único helado que puedo comer por kilos sin importar si engordo o termino por vomitar.

—Onew.

—Solo será un rato —me interrumpe.

—Pero a ti no te gustan los bares —lo regaño, cuando pasa a mi lado para ir al sofá le quito el bote de helado —. Pareces una chica que acaba de romper con su novio.

—Rayos Minho no le digas eso —me dice Jong.

En segundos veo como una lágrima rueda por la mejilla de Onew. Parece que he acertado, su expresión se vuelve sombría y me quita el helado con brusquedad. Hacía tiempo que lo veía extraño, supongo que era por esto, demonios, por pensar tanto en el regreso de MinAh no me di cuenta.

Es tan sensible, más porque ha tenido algunos problemas con sus padres, parecen que no aceptan del todo a su novio. Si, su novio, no soy homofóbico, me da igual que sea gay, y tampoco a sus padres les importa eso, pero siempre creían  que Joon, su pareja, era algo peligroso para él.

El chico estaba metido en alguna especie de banda, he ahí todos sus problemas.

—Lo siento no fue mi intención —me disculpo con mi amigo.

—Basta, mejor vamos, solo un trago —insiste Jong.

Frunzo el ceño y miro a Onew.

— ¿Seguro? —asiente.

No me queda de otra más que acompañarlos, no quería dejarlo solo y en estas situaciones para consolar era mejor yo que Jonghyun.

~
Así que me cambie rápido y los acompañe. Después de cinco tragos por parte de ellos y yo sólo uno, empecé a mirar mi reloj de muñeca, se hacía tarde y debía llegar con mi novia. Onew seguía tomando y yo le decía que parara, no me hacía caso. Hasta a Jonghyun le sorprendió la cantidad de alcohol que ingería, así que estuvimos luchando con él casi dos horas, dos horas en las que ya había recibido cinco  llamadas de Minha y yo decía que ya iba en camino.

El pobre Onew apenas estaba consciente cuando salimos, le pedí a Jong que fuera cuidadoso al regresar, él no había bebido tanto pero no quería que tuvieran un accidente.

—No te dejes asfixiar por esa mujer.

—MinAh —le digo molesto, no entendía esa manía suya de llamarla así.

Lo ayude a subir a Onew a su coche, cosa que resultó difícil si lloraba y pataleaba que quería helado y pollo frito, se ponía insoportable estando borracho.

—Cuídense —les digo y los veo partir.

Doy un suspiro, me daba pendiente dejarlos irse así, pero recordé que tenía una cita con mi linda y dedicada novia y también me retiré. En el camino, iba pensando en una buena excusa para explicar mi retraso, a MinAh no le agradaba mucho que viera a ese par, dice que son una especie de mala influencia, cosa que no es cierta, sólo le hace falta convivir más con ellos y darse cuenta de que son excelentes personas.

Recuerdo que tengo que comprar los regalos de mi chica y mis casi suegros, así que me desvio hasta el camino que me lleva al centro comercial, dejo estacionado el coche y salgo de prisa, recibo una llamada de MinAh.

—Hola mi vida.

¿Minho dónde estás? —está furiosa.

—En el centro comercial, los siento tuve un contratiempo, te prometo llegar rápido.

Más te vale, mis padres solo te esperan para cenar.

—OK, entendido, amor no te molestes, voy enseguida.

Apresúrate —…—. Te quiero.

Y me cuelga, apresuro el paso, nunca he fallado a algún compromiso con ella y esta no sería la primera vez, en mis intentos desesperados por ir rápido choco con una chica, me disculpo, y si no me detengo no me doy cuenta de la multitud que se ha formado cerca de la fuente de colores a pocos metros de mí, parece que darán un espectáculo callejero, no le doy importancia, y sigo mi camino.

Escucho a lo lejos el sonido de un violín, me encanta escuchar el violín no soy fan de la música clásica pero ese instrumento me parecía de los que salía las más hermosas melodías, así que dejándome llevar por mi curiosidad —y diciéndome que sólo iré a ver un momento— me acerco y veo en el centro a una chica, muy delgada, afinando su instrumento antes de comenzar su show.

La gente murmura, pero en cuanto toca, todos guardan silencio.

Conocía la pieza, la melodía de Yurima o Lee Ru-ma como se llama ese violinista en realidad, me voy acercando atraído por la singular manera de tocar de esta joven, cuanto más escucho sonrió, hay que reconocer que la chica tiene talento, sus manos son ágiles y su elegante figura arma la perfecta armonía en este lugar, le da belleza, un toque de felicidad a la noche fría.

Trataba de recordar el nombre de la melodía, pero no lo conseguí, la gente se hacía más y no me dejaban ver claramente, desesperado fui metiéndome hasta llegar al frente, sonrio ampliamente cuando observo detenidamente a esta persona, era así como…

¿Una estrella?

No sé si es así como debería comparar, en definitiva irradia mucha luz y todos aquí lo notamos. Su cabello le llegaba por debajo de los hombros, el viento le mecía las hebras castañas con un bonito tono dorado y su rostro…bueno ya dije que es hermosa.

Siento mi celular vibrar de nuevo.

—MinAh —me digo —. Me va a matar.

Los aplausos de la multitud me dicen que el espectáculo ha acabado, es una lástima me distraje en el último instante y no escuche e final de la canción. Muchos se acercan a ella y le dejan dinero en el estuche de su violín que yacía en el suelo. Busco en el bolsillo de mi pantalón, al menos tenía tiempo para dejar una moneda.

Espero a que todos se hayan ido y dejo mi dinero caer, me la quedo mirando por un rato, mientras se sienta sobre la  orilla de la fuete para amarrar la agujeta de su converse, su flequillo tapa su rostro y no me deja apreciar su belleza.

Cuando termina se da cuenta de mi presencia, yo le sonrío.

—Tocas muy bien —le digo, pero solo se me queda viendo, debo decir que sus ojos cafés son tan…brillantes, parecían poder hipnotizar a cualquiera que la observara.

—Gracias —Sonríe y sentí algo extraño. Su voz sonaba algo tosca, no tan ronca como la de ¿un hombre? —. ¿Me permites? —me dice para que la deje pasar, me hago a un lado.

Se agacha para sacar un pañuelo del estuche y de paso contar el dinero de su actuación. Nuestra conversación no progresaba y yo tenía ganas de seguir hablando, lo que no suelo hacer con gente que apenas conozco.

Ante su poca disposición no me que queda otra cosas que hacer más que retirarme.

—Ha sido un placer —digo a aún detrás de ella. Camino un par de pasos hacia mi costado derecho —. Por cierto eres muy bonita —digo sin detenerme. No podía irme sin decírselo.

— ¿Qué dijiste? —volteo y miro su ceño fruncido, tal vez sea de esas mujeres a las que no les gusta los halagos.

—Disculpa me pero no podía callármelo es la verdad.

—Serás…

— ¡Oye! —Escuchamos a lo lejos, un policía iba corriendo hacia nosotros — ¡Te he dicho que si te volvía a ver por aquí te enceraría!

— ¡Demonios!—dice y rápidamente guarda el violín en el estuche, sale corriendo al lado contrario, no entendía porque huía, no me parece que esté haciendo algo malo.

— ¡Deja que te atrape mocoso!

¿He escuchado bien, le dijo mocoso?

— ¡Hey tú! —me señala estando ya a pocos pasos de mí —. El cómplice recibe la misma condena que el autor intelectual del crimen —grita.

—Oh no, no señor, ella y yo no…

De repente halan del cuello de mi camisa y me hacen retroceder —No te quedes ahí parado ¡corre!

Era ella, la violinista, quien me acarrea a su misma dirección, no me dio tiempo ni de quejarme, deja mi camisa y me toma de la mano, corremos hasta el final de la calle, en ese mismo instante mi celular suena y ya sabía quién era.

—Hola cariño —le digo en tono meloso, esperando apaciguar su ira.

Choi Minho necesito saber ¿qué rayos haces que no vienes?, hemos empezado la cena y mis padres preguntan por ti.

—Prometo llegar rápido, estoy en una situación de emergencia.

— ¡Corre más rápido que nos alcanza! —grita la chica.

Minho ¿con quién estas? —me dice seria, la cena se le había olvidado por completo.

—Con nadie cariño solo…, dame un poco más de tiempo ya voy lo juro —corro y corro y no sé dónde exactamente terminaré, la chica ahora ha hecho el agarre más fuerte para hacerme avanzar rápido.

—Por aquí —me señala la castaña hacia un callejón, nos metemos ahí, no había luz en esa parte así que era perfecto para que nadie nos vea.

Esperen, yo no tengo que esconderme de nadie, yo no hice nada malo.

¡Minho! —me grita mi novia.

—Nena en verdad…

—No hagas ruido —me reprime la otra persona. Deja su estuche arrinconado a la pared, escuchamos los pasos del policía.

Minho te estoy hablando.

—MinAh espera solo un segundo.

—Ya deja eso —me dice esta desconocida tan bonita. Dos mujeres gritándome a la vez no era precisamente un placer para mí. Bueno tal vez si…ya no sé lo que digo.

Pero como mi novia sigue gritando, la otra decide arrebatarme el teléfono  y cortar la llamada.

— ¡Oye estaba en medio de una conversación importante!

—Shsss —me indica que guarde silencio.

—Pero…

En un acto inesperado —otro a decir verdad— me empuja a la pared encerrándome con sus brazos, me mira desafiante, la sombra del policía aparece por la calle, trato de hablar pero coloca una mano en mi boca para callarme.

Quien diría que yo algún día sería casi secuestrado por una elegante chica violinista de la calle, aunque su cuerpo era delgado tenía mucha fuerza, su agarre se hacía más intenso y yo sentía dolor en mi cara.

El policía, después de rondar por mucho tiempo se rinde y se va, esperamos unos minutos más y la castaña al fin relaja su cuerpo.

— ¿Qué demonios fue eso? —le reclamo.

—Eso debería preguntare yo a ti, en una persecución nadie parlotea tanto como lo has hecho tú ahora.

Se despega de mi cuerpo y se inclina para tomar su estuche, sigilosa se asoma y cuando se cerciora que no hay peligro se va en la dirección por la que vinimos. La sigo que más podía hacer.

—Yo no tenía por qué ser parte de una persecución —reclamo—. No es a mí a quien perseguían.

—No, pero te ibas a quedar ahí parado si no te llevaba conmigo, y si ese policía te arrestaba no te la ibas a librar muy fácil.

— ¿Qué? No tenía por qué arrestarme, no hice nada malo.

—Estabas conmigo eso ya era malo.

No entendí porque me lo dijo, pero no le di importancia, estábamos a poco de llegar al centro comercial de nuevo, antes de que se aleje, la tomo por el brazo para que se detenga.

—Sabes que, por tu culpa a cabo de pelear con mi novia.

— ¿Y  a mí qué? Tus problemas de pareja no son de mi interés —intenta zafarse, no se lo permito.

—Pequeña mocosa, todavía me arrastras contigo y haces como que no has hecho nada malo. Por tu culpa…

—No me interesa, vete ya y déjame —esta vez tira fuerte y me hace soltarla —. Y otra cosa ojón, no me llames preciosa o mocosa, ¿Es que esos ojos de rana no te dejan ver con claridad o qué?

—No comprendo…te dije preciosa por así me lo pareciste.

—Serás idiota, soy un chico, un chico.

Me quede con la boca abierta, no me la creía.

—Bromeas.

—Ah que tonto. ¿Qué quieres?, que me alce el abrigo para que veas que te digo la verdad, ¡ah que pervertido!

— ¿Qué? No, yo no soy un pervertido.

— ¡Pff! Si ya supéralo.

Me da la espalda y camina hacia la parada el bus, el que vi que se asomaba por la esquina de la calle, ya era tarde así que supuso que sería el último, y al ver que apresura el paso para llegar a tiempo a la parada, me confirma que es ese el que debe abordar para llegar a su casa.

Una idea maléfica cruza por mi cabeza, normalmente no  soy así, y si mis amigos estuvieran aquí seguro me dirían que está  mal lo que haré, bueno Jonghyun  estaría feliz por verme hacerlo, hasta me aplaudiría pero Onew sería quien diría “Minho deja al pobre chico”.

Pero no está aquí para actuar como mi consciencia,  así que corro para alcanzarlo, lo abrazo con fuerza por la espalda haciendo que deje caer su estuche, el autobús llega y  él se ha quedado a medio camino, encadenado a mí.

— ¡Déjame tengo que tomar ese autobús! —grita con desespero. Trata de liberarse a basa de forcejeos y patadas al aire.

—Yo no llegue a mi cita por tu culpa mocoso, así que no llegarás a casa temprano, y recibirás una paliza de parte de tus padres.

—Pedazo de imbécil, suéltame o…

— ¿O qué? ¿Llamarás a la policía? —Gira su rostro hacia mí y me fulmina con la mirada—. No se pude hacer todo lo que uno quiere —sonrío.

El bus se aleja y él forcejea con más fuerza, sólo cuando veo que está ya incansable para sus pasos lo suelto.

— ¿Y ahora como se supone que llegaré a casa?

—No sé ese es tu problema —paso delante suyo y voy hacia mi auto estacionado metros frente a mí.

— ¡¿Vas a dejarme?! —grita.

— ¡Te lo mereces! —respondo.

Saco las llaves de mi auto y le quito la alarma, me subo y arranco el motor, me colocó los auriculares para llamarle a MinAh, tenía que pedirle perdón, ha sido una noche de locos y ella no tiene la culpa de ello.

Paso justo al lado del chico sin detenerme, empezaba  a tener culpa, el sonido de espera suena y mi afligida novia me responde.

No quiero hablar contigo.

—No cariño no que cuelgues —suplico.

Minho he tenido que mentirle a mis padres para justificarte, no sé qué estabas haciendo pero espero que tangas una buena razón.

—Nena déjame explicarte.

Me detengo en una luz roja, de repente empieza a llover, el cristal de la ventanilla se empaña con rapidez, miro hacia los costados, además de un par de chicos en moto al sentido contrario que yo, no había más autos en la calle, ni gente. De repente la imagen de un castaño desolado bajo la lluvia me hace sentirme pésimo, más cuando miro de nuevo a los tipos en motocicleta avanzar hacia el centro comercial.

Ese chico tiene toda la pinta de una muñeca, si algún desubicado no se da cuenta de que es hombre lo podría atacar, bueno lo haría aunque no fuera niña, pero es fuerte se podría defender, ¿pero si es más de uno? Lo único que tiene a la mano es el estuche de su violín y no creo que eso le ayude mucho.

Además fui yo quien le hizo perder su transporte…

— ¡Maldita sea! —le doy un golpe al volante.

¿Paso algo?

—No nada —-había olvidado que estaba hablando con mi novia. Doy vuelta en U y me dirijo hacia el centro comercial —. Te veo mañana, en serio te explicaré lo que paso, te quiero.

No le doy tiempo de contestar y le cuelgo, si todavía existe un mañana para nosotros tendré que darle una buena excusa. Por ahora mi consciencia me está acuchillando con la culpa de abandonar a un pobre corderito en una juria  de lobos.

Cuando llego a esa calle, no veo nadie, solo las luces de la entrada, veo la fuente y ya ni siquiera está funcionando, entro en pánico, ¿le habrá pasado algo? No, no debo ser pesimista. Avanzo y a lo lejos en la parada del bus veo una sombra, más bien un bulto de cabellera castaña. Tenía su estuche sobre las piernas, al menos sabía que estaba bien.

Me detengo justo frente a él.

— “¡Oh regresaste! ¿Qué pasa?, ¿la culpa te carcomía el alma?” — me escupe con reproche.

— ¿Vives lejos?

— ¿Me llevarás? Que caballeroso.

—Si no subes en tres segundos, arrancaré y de verdad te dejare aquí.

Dio un suspiro y se levantó de inmediato, cuando estaba ya frente a la puerta pude notar lo empapado que estaba, su flequillo está pegado a su frente y su nariz estaba  completamente roja.

Una vez que entra y acomoda su estuche entre sus piernas, me pongo en marcha. En todo el trayecto no hablamos excepto cuando me indicaba que calles tomar. Quería disculparme pero él lo hacía difícil si no me hablaba ni miraba.

Pero alguno de los dos tenía que romper el hielo.

— ¿Cómo es que no me di cuenta antes de que eras un chico? —fue lo primero que se ocurrió.

—Deja eso ya, no es como si fueras el primero que lo hace.

—Lo dices como si estuvieras acostumbrado.

—Es la verdad —pasamos por zonas residenciales, lo escuche estornudar.

Y me sentí peor.

—Le gente siempre me confunde, pero te acostumbras a ello.

—Es la primera vez que te veo ahí —cambio la conversación al notarlo un poco incómodo por el tema de su apariencia.

—No está permitido hacer show ahí, por eso sólo voy  los viernes y sábados, pero siempre logro irme antes de las 10 para evitar contratiempos.

— ¿El policía?

—Sí ese policía. Desde hace mucho me tiene en la mira.

—No deberían prohibirte tocar, lo haces muy bien.

— ¿Tengo que agradecer ese cumplido?

—Deberías, pero no lo hagas.

—Eres un tipo raro —me dice mostrando su encantadora sonrisa. Ahora que lo tenía tanto tiempo cerca podría afirmar que aunque sea un chico, es demasiado guapo, casi como, ¡que rayos! es bellísimo.

—Para frente a esa casa —señala la de color azul celeste.

— ¿Vives aquí? Pero no pareciera que…

—Gracias —me dice bajándose del auto sin importar la lluvia que está cayendo.

Cuando estaba a pocos pasos de la entrada lo veo caer de rodillas, bajo del coche tan rápido como puedo, corro hasta a él y lo ayudo a levantarse, tose mucho y jadea, tiene  los ojos cerrados y sus mejillas parecían estar rojas, la lluvia no me dejaba saberlo. Pero en cuanto toque su frente note que estaba hirviendo.

Lo hice apoyarse en mí para levantarse y con la otra tome el estuche del violín, toque el timbre repetida veces hasta que una empleada de servicio abrió la puerta principal metros delante de esta reja de metal.

— ¡Por favor ayúdeme! —le digo, enseguida llama a alguien, no logro entender el nombre, la reja se abre y lo voy caminando lento para no caer.

Cuando estamos ya dentro de la casa la misma joven aparece con una toalla en manos y envuelve al chico para secarlo, le digo que tome el pesado estuche y que yo me encargaría de secarlo.

Sentía como temblaba, ahora que veía su rostro note ese color rojo en ella, sus labios están ligeramente hinchados por la fiebre.

— ¿Minho?

Cuando volteo hacia tras veo a Joon caminar hacia mí. ¿Qué rayos hacia él aquí? ¿Que no se supone que es un clase de pandillero o algo así?

—Taemin —le llama a la persona en mis brazos, al que me quita y carga en los suyos. Va hacia las escaleras blancas del lado izquierdo que dan al segundo piso.

No sé porque pero lo sigo.

— ¿Dónde lo encontraste?

—En el centro comercial, él estaba tocando su violín.

—Este mocoso, no importa cuántas veces le diga que no lo haga siempre se escapa.

Entramos a la primera habitación, corre hasta  la cama y lo recuesta, enseguida empieza a quitarle la ropa mojada, yo sólo estoy parado como tonto mirándolo actuar.

— ¿Podrías quitarle los zapatos?

—Ah, sí claro —torpemente me acerco y hago lo que me pide, los pies de…Taemin, están fríos.

—Gracias por traerlo.

—De nada —veo a Joon abrazarlo para quitarle al fin el abrigo y la camisa que llevaba debajo, ese pecho blanco comenzada a aparecer, me sentí algo incómodo, era demasiada confianza. ¿Acaso Joon había terminado con Onew por Taemin?

—Oye a todo esto…—le digo al notar que lo dejaría semi-desnudo, pero se detuvo.

— ¿Podrás salir? —me dice molesto, creo que recordó que alguien más estaba con él.

—Sólo respóndeme algo —necesitaba saber si había descubierto la razón de los llantos  de mi amigo, porque si así es, le rompería la cara a golpes sin importar nada —. ¿Acaso este chico tiene que ver algo contigo?

—No comprendo.

—Ya sabes, algo íntimo —se levanta de golpe y se planta frente a mí, furioso.

—Es mejor que no sigas si no quieres que te mate a golpes.

—Eso mismo te digo —contrataco —. Al menos deberías decirle a Onew la verdadera razón del porque terminaron.

— ¿Qué rayos? Acaso piensas que yo…—arruga el entrecejo —. Te mato.

—Hyung…—lo llama el castaño. El corre de nuevo a la cama.

—Aquí estoy, ¿te duele algo?

—Que descarado —le escupo, Joon me fulmina con la mirada.

—Quiero que te quede algo claro —habla fuerte —. Yo no podría engañar a Onew con este chico.

—Aja, ¿y eso porque?

—Porque es mi hermano menor.

Mis ojos se abren de la impresión.

— ¿T…tienes un hermano? —balbuceaba—. Pero…

—Joven Lee, su padre ha llegado —dice una de al sirvientas parada en la entrada de la habitación.

Pero en menos de tres segundos un hombre alto aparece en la puerta, nos mira, luego a Taemin. Esto tenía que ser una broma, de todas las casa me tenía que meter con la competencia de la compañía de mi padre.

Era la casa de los Lee, de “Corporation Seller” dirigida por Lee Soo Man.

—Buenas noches papá.

— ¿Se escapó de nuevo verdad?

—Si lo hizo. Pero Minho lo trajo de vuelta a casa.

Este hombre me mira, tarda pero me saluda de mano.

— ¿Minho que? — me pregunta.

—Choi Minho.

Debo decir que la expresión de su rostro no me agrado mucho, pero no pareciera que me odia. Después de todo, mi padre y él, ha sido así como amigos y rivales financieros desde no sé cuánto tiempo. ¿Será que me ha reconocido como un Choi?

—Vaya sorpresa —dice con una sonrisa.

Sorpresa era la que me estaba llevando yo esta noche, cuando debería estar besando a mi novia y disfrutando de una rica cena.


Última edición por Carol Ney el Miér Feb 25, 2015 2:09 pm, editado 2 veces
Carol Ney
Carol Ney
Líder de Campeche
Femenino

I ♥ Taemin
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Mi otra mitad [2min] Empty Re: Mi otra mitad [2min]

Mensaje por Carol Ney Miér Ene 28, 2015 9:55 pm

Hola, aquí el capítulo 2, Muchas gracias a quienes leen, gracias por darle una oportunidad al fanfic


Capítulo 2: Choi & Lee.

Taemin.

—Así que el joven Choi… es un gusto muchacho.

Escucho la voz de mi padre, entre abro los ojos y lo primero que veo es a mi hermano envolviéndome en una toalla, me carga y nos dirigimos al baño de mi habitación, antes de desaparecer por la puerta trato de enfocar la mirada hacia el chico que me ha traído a casa pero el cansancio me hace esa tarea muy difícil, sin embargo logro distinguir su rostro, su expresión no es precisamente de felicidad.

Quiero escuchar más pero mi hermano cierra la puerta con un puntapié y todo sonido del exterior se corta. Me deja en la bañera con una toalla en la cabeza, sus manos empiezan a desvestirme por debajo de la cintura, en otra ocasión le hubiera dicho que no lo haga, sabe que no me gusta que toquen en esos lugares, aun siendo el mi hyung. Pero me sentía tan débil que ni ganas de alzar la voz tenía.

—Solo enfermo me dejas tocarte hermanito, no sé si es bueno o malo.

—Tengo frio.

—No te preocupes te pondré ropa seca —retira mi ropa interior, y finalmente quedo desnudo —. Buscaré ropa limpia ahora regreso.

Se levanta y sale casi corriendo, cuando abre la puerta escucho la voz de papá y del tipo de ojos grandes, hablan y hablan pero no entiendo nada. Joon se tarda y yo me desespero, miro de reojo y noto que dejo la puerta entre abierta, hago uso de la poca fuerza de mis brazos y me levanto despacio envolviéndome en la toalla como si fuera mi cobertor, cuando mis pies tocan el piso siento una oleada de escalofríos atacarme, apoyándome en la pared es que llego a la puerta, ya no veo a mi padre, solo la espalda del ojón.

Doy un paso fuera, mis piernas tiemblan —. Joon —llamo a mi hermano pero no llega en mi auxilio, siento que caigo, pero unos fuertes brazos me atrapan, mi cabeza se sacude y me provoca dolores terribles.

— ¿Estas bien?

— ¿Dónde está mi hermano? —la toalla se resbala y deja mis hombros descubiertos, mis piernas se descubren hasta mis muslos, una corriente de aire sopla hacia mí, me quejo y me aferro al cuerpo que me sostiene, esta frio y mojado, recuerdo que también ha caminado bajo la lluvia para llevarme a casa, pero no me importa, dejo mi cabeza descansar en ese hombro firme, jadeo, aprietan mi cintura y lo agradezco, si no lo hace siento que me voy a desmoronar.

—Taemin no creo que sea buena idea estar así, alguien podría venir y mal interpretar las cosas.

Frunzo el ceño, ¿Cómo sabía mi nombre? No le digo nada, solo me engancho más a él, hago memoria, escuche que papá lo llamo Minho, supongo que ese es su nombre.

— ¿Quieres recostarte? —me pregunta, yo asiento. Me alza y camina con cuidado hasta dejarme sobre la cama. Mi cabello mojado me hace cosquillas.
Sus manos abandonan mi cintura, lo miro y me parece que esta sonrojado, no comprendo porque, rápidamente toma la sábana y me cubre con ella, me giro para estar boca abajo, estirando la pierna la dejo salir hasta la orilla de la cama, lo vuelvo a mirar.

— ¿Qué tanto me vez? —pregunto molesto.

—Nada, ah…debo irme, descansa.

—Minho —lo llamo antes de que salga de la habitación, él se detiene y voltea hacia mí —. Gracias —le digo y cierro los ojos para enterrar la cara en la almohada.

Escuche un “de nada” y luego la puerta cerrarse. No comprendía el comportamiento de ese chico, se sonrojaba por todo, y temblaba cuando me tenía abrazado. Bueno da igual, no creo que vuelva a verlo, más si mi padre decide encerrarme por desobedecerlo de nuevo.

No puedo evitarlo, me aburro en casa, prefiero estar en la calle tocando o estar con mis amigos, nunca me ha gustado el encierro, papá se molesta porque dice que solo hago cosas innecesarias, que el que toque el violín en la calle es solo un acto rebelde en su contra, bueno eso no solo contradigo, pero además lo hago porque me encanta y es divertido, dice que necesito sentar cabeza y bla, bla…río ante la situación, quieren que aparente algo que no soy, que vaya en contra de lo que quiero, él siempre dice que debo actuar de acuerdo a mi posición, ¿Cuál posición? Cualquiera que me vea diría que no tengo facha de tener dinero, bueno no soy un millonario, papá hizo una pequeña fortuna con su compañía, la suficiente para ayudar a su familia.

La puerta se abre interrumpiendo mis pensamientos.

—Taemin —es la voz de mi hermano —. ¿Cómo llegaste ahí?

—Minho…—digo con pesar, pasan varios segundos antes de que vuelva hablar.

—Papá está enojado, le dije que esperara hasta mañana para que hable contigo.

—M…—es todo lo que sale de mi boca, sé que mañana recibiré el sermón de siempre, pero ahora solo quiere dormir.

—No debes seguir mis pasos Taemin, estar en una pandilla no es tan cool como se cree, estando en la calle las reglas cambian, tus amigos son tu familia pero también pueden traicionarte, quedas unidos a ellos con sangre para bien o para mal. Me ha costado separarme de la “mala hierba”, no quiero que te metas en problemas por ello. Termina la escuela y has de ti un hombre de bien. No como yo, fingiendo ser un chico lindo y bien portado a los ojos de otros solo para tapar mi naturaleza. No estoy orgulloso de las cosas que he hecho, pero todo ha sido para protegerlos.

No entendía muy bien a lo que se refería con “protegerlos” mi hyung ha sido parte de una pandilla desde hace más de seis años, mis padres han batallado mucho para que se corrija, si no es hasta que casi me secuestran cuando tenía 12 es que decidió parar.

A pesar de todo no lo odio, lo admiro, yo sé cosas que le oculta a mis padres, por eso me gusta protegerlo, así como él lo hace conmigo.

—Esta noche me has sorprendido hermanito —escucho sus risas —. Mira que quien te trajo a casa no es más que Choi Minho, el hijo del amigo y rival de papá, el pobre chico estaba sorprendido cuando le dije que eras mi hermano, más cuando nuestro padre apareció en la habitación.

Me destapa a pesar de mis quejas, me retira la toalla y es cuidadoso en ponerme la pijama, cuando termina me envuelve como un gusano.

—Ahora vuelvo, te traeré una pastilla para que se te baje la fiebre luego duerme todo lo que quieras.

Me remuevo para extender mis brazos en lo ancho de la cama, pienso en lo que me ha dicho y lo que no entendía era la importancia de que haya conocido a Minho, si es el hijo de un amigo de papá, qué más da, solo es una persona.

~

—No lo volveré a hacer.

—No soy tonto Lee Taemin, por eso he decidido confiscarte tu violín.

— ¡Papá! —lloriqueo, sé que es un acto infantil de mi parte pero no pude reaccionar de otra forma. Veo a mi padre hacerle una señal a la chica de servicio, ella se acerca y le susurra cosas que no escucho, luego se va.

Lo miro terminar su desayuno tan tranquilo mientras yo solo estaba ahí parado como tonto, esperanzado a que cambien de opinión, miro suplicante a mi hermano mayor, sentado al costado derecho, no ha dicho palabra alguna y eso me preocupa, en estas situaciones es dónde siempre hace algo para defenderme.

La chica regresa con mi estuche.

—Papá…—suplico.

—Me quedare con esto un rato, mientras a prendes a obedecerme en todo lo que te pida.

—Pero.

— ¡Basta! —Me ordena con el ceño fruncido y la voz ronca—. Esta es la última vez que te pido que no vuelvas a salir a las calles a hacer tus números de circo, dedícate la escuela y se acabó.

—Vámonos Taemin o llegaremos tarde —me dice mi hermano al ponerse de pie —. Deja los berrinches para otro momento.

—Hyung.

—Nos vemos luego papá.

Se despide y cuando pasa a mi lado me toma de la mano para llevarme con él hasta el garaje y abordar su auto.

En el camino a la universidad me aconseja que sea paciente, que últimamente nuestro padre ha estado muy estresado, dice que ha querido platicar con él para saber lo que ocurre pero siempre termina diciendo que está bien y dar por terminada la conversación. También dijo que haría lo posible por hacer que me devuelva mi violín porque sabe que me encanta tocar ese instrumento, igual y podría estar en el piano de la casa pero ese no lo puedo llevar dónde yo quiera.

Cuando llegamos al estacionamiento nos quedamos un momento en el auto, está mirando a un punto fijo, busco lo que mira, un chico de cabello castaño ondulado que está platicando con un tipo ligeramente más bajo que él.

— ¿Quién es él? —le pregunto. Se baja del auto y yo le imito.

—Un conocido —responde desanimado —. ¿A qué hora sales hoy de clases?

—A las 3.

—Ok, te esperare entonces. Mis clases terminan a las 2, una hora que espere no será mucho.

—No tendríamos este problema si me enseñaras a conducir.

—Lo haré, lo prometo.

—Eso me dices desde el verano.

—No te desesperes, ya vendrá el momento.

— ¿Cuándo? ¡Me saldrán canas esperando tus lecciones!

—No seas dramático.

—Enséñame entonces —avanzamos hacia el primer edificio —. Así puedo dejar de molestarte en estarme llevando y trayendo donde sea.

—No seas desesperado.

Nos detenemos en la primera puerta, este edificio es de los de segundo año de Administración, ¡oh sí papá quiere que sea un excelente administrador!, mi hermano es de último año de Derecho —un ex pandillero queriendo ser abogado, es demasiado loco, pero a Joon le ha quedado bien querer defender a la gente—, claro que ya estuviera graduado, pero perdió dos años mientras hacía locuras por doquier, así que su salón queda hacia el otro extremo.

—Ya llegará el día, por ahora procura no meterte en problemas —finalizó.

Me da un beso en la coronilla y se aleja. Joon actuaba extraño al igual que papá y me sentía enojado porque ninguno de los dos me decía lo que les pasaba, tengo 19 no soy un niño que no pueda comprender lo que pasa a mi alrededor, además somos familia, se supone que debe habar confianza entre nosotros.

Antes de irme noto que aquel chico que mi hermano tanto miraba va en mi dirección, cuando pasa junto a mí cruzamos miradas y ambos sonreímos, tenía bonita sonrisa, me da curiosidad si se conocen.

—Disculpa…—me callo al ver al mismo chico de ayer aparecer junto a él, parece que son amigos. Observo atento a la escena un momento, hasta que el tipo alto de ojos grandes y yo nos encontramos con la mirada.

Algo extraño sucedió, en cuanto me vio sus mejillas se coloraron, desvió la mirada hacia otro lado, “chico raro” pensé. No sabía que estudiara en la misma universidad no lo había visto jamás. El de cabello castaño ondulado se va, dejándome con la duda de saber quién era. El alto es quien viene hacia mí.

—Nos volvemos a encontrar —dice mostrando sus dientes blancos.

—Eso parece.

— ¿Cómo te sientes?

—Mejor gracias. Y también por haberme ayudado a entrar a casa, debí darte un susto terrible.

—Algo así.

—Bueno te dejo, tengo clases —doy media vuelta dispuesto a irme.

—Taemin —me detengo, giro el cuerpo para verlo.

— ¿Cómo sabes mi nombre?

—Joon me lo dijo, y no sabía que él fuera tu hermano.

— ¿Conoces a mi hermano? —la chispa de la curiosidad se encendió en mí, sonrió ampliamente, no conocía a todos sus amigos, siempre decía que no era necesario y que solo me aburriría con ellos.

—Bueno sí, un poco.

Mi profesor de Ciencias Sociales pasa a mi lado, eso quiere decir que la clase comenzarán, no quería irme, me han dado ganas de quedarme a charlar con él.

— Te llamas Minho, ¿cierto?

—Si así es.

—Escuche a mi hermano llamarte así —le anticipo —. Podríamos vernos en la tarde, quisiera charlar contigo un momento.

— ¿Charlar?

—Te veo en el estacionamiento, a las 3, sé puntual —y dicho esto salgo corriendo.

Estaba muy feliz, al fin he encontrado a alguien que me diga como es mi hyung cuando estaba en su pandilla, recuerdo que una vez llego un amigo suyo a casa, pero me ordeno quedarme en mi habitación, por más que le rogué no quiso que lo conociera.

Lo único que me queda claro es que esconde muchos secretos, y no tiene la confianza para decírmelas, y lo que sé de él lo he averiguado por mí mismo, confió en que me las dirá algún día pero ¡me desespera la espera!

—Buenos días —le digo al profesor al entrar al aula, no parecía molesto por mi tardanza, así tome eso como una señal para ir hacia mi lugar con tranquilidad.

Uno de mis amigas me saluda agitando la mano cuando me siento.

—Hola NaEun.

—Taemin te vi platicando con un chico antes de entrar al salón.

—Ah sí, es un amigo de mi hermano.

— ¿Enserio? ¡Wow! ya decía yo, es muy guapo, tu hermano si sabe escoger sus amistades.

—Si claro, claro.

—Lo digo en serio, esta como decirlo “descomunal”.

—No seas exagerada.

—Hay Tae lo dices como si no fuera cierto —me dice con mala cara—. ¿Dónde lo conociste?

El profesor se levanta de su escritorio y fija la mirada hacia nosotros, a lo que solo nos disculpamos por el escándalo.

—Luego te cuento, mejor dime porque no estoy viendo a Kibum sentado detrás de mí.

—Me llamo en la mañana, dijo que se sentía mal, parece que tiene fiebre o algo así.

—Es extraño el no suele enfermarse.

—No te preocupes, estará bien.

Recibimos otra mirada de advertencia del profesor y decidimos dejar la plática para el almuerzo. Y cuando llego ese momento NaEun no dejo de atacarme con preguntas sobre Minho, quería saber los detalles de cómo lo conocí, le conté todo para que me dejará en paz, al final me dijo que me tenía envidia por haberlo conocido en una situación que ella llamo “romántica”, yo lo llamo “situación extraña”.

Para ella Minho se había convertido en una especie de caballero andante por haber regresado por mi debajo de la lluvia de anoche, es una exagerada, yo sé que fue la culpa por haberme dejado ahí tirado.

Solo le conté hasta la parte que me dejo en casa. Lo demás, bueno no quería preocuparla, yo tengo un sistema inmune fuerte, pero en estas últimos días parece lo contrario, papá dice que es por las escapadas que me doy por las noches y la bilis que hago por los berrinches.

Soy un joven incomprendido, que puedo decir.

Al termino del día fui a la hora pactada por la mañana, no se me había olvidado que vería a Minho en el estacionamiento, lo que esperaba es que no se le olvidara a él llegar a tiempo, Joon no solía llegar tarde a sus citas así que tendríamos poco tiempo para conocernos.

Lo esperé sentado en una banca de madera mientras jugaba con los mechones de mi cabello castaño, ya estaba bastante largo pero no quería cortármelo, me gustaba mucho, eso me recordaba un poco a mamá, mi hermano dice soy el reflejo de ella. Hace ya más de seis meses que no la veía, ha pasado mucho tiempo en China por trabajo, apenas nos llama porque dice que está muy ocupada.

La verdad es que me hace mucha falta.

—Te extraño tanto.

—Pero nos vimos en la mañana.

Minho aparece detrás de mí con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón. Hago el intento de levantarme pero él me indica que no lo haga pues es quien toma asiento a mi lado.

—Creí que no vendrías —confieso.

—Yo también…

— ¿Qué? —no lo había escuchado bien.

—No, nada. Dime ¿que querías saber de mí?

—Bueno en realidad quisiera que me contarás sobre mi hermano.

— ¿Pero qué podría decirte yo de tu hermano?

—Son amigos ¿cierto?

—No, es decir, él es…un amigo de un amigo y por eso nos conocemos.

— ¿Estás diciendo que no son amigos en realidad?

—Algo así. No directamente.

Pongo una cara de decepción tremenda, me había emocionado por nada, lo miro y medio sonrío, y ¿ahora qué? Se supone que había encontrado a alguien que pueda contarme lo que mi hyung no quiere revelarme. Soplo mi flequillo frustrado, de repente sus dedos toman mis mechones y los pasan de tras de mi oreja. Volteo hacia él, me está mirando como si buscara algo en mí.

— ¿Tengo algo?

— ¿De veras eres un chico?

—O través con eso —bufo —. Si lo soy.

Me levanto de golpe ante su sorpresa, de cierta forma estaba cansado de repetirle a todo el mundo lo que era, sí, tengo apariencia de chica, más por mi cabello largo pero ¿Y? tengo el derecho de arreglarme como desee, mi masculinidad no se basa en una melena castaña.

—No te molestes —se levanta también —. No era mi intensión.

—Todos dicen lo mismo —y emprendo mi camino hacia el lugar donde está el auto de mi hermano.

—Taemin espera por favor —dice detrás de mí —. Es que enserio, eres muy bonito.

Y me detengo en seco, giro hacia él y le miro enojado —. Es la segunda vez que me llamas “bonito” —rio—. Empezaré a creer que te gusto.

—No seas tan pretencioso niño, solo estaba siendo amable.

—No me digas niño.

—Solo dije que eras bonito y te molestas —me alza ligeramente la voz. Ahora sí que empezaba a molestarme, doy un par de pasos hasta a él y lo miro alzando mi mentón.

—Creo que eres de esos tipos que le gusta seducir a chicos jóvenes, lástima, te veías una buena persona.

—No me conoces, así que no me juzgues. Y no te estoy seduciendo. Tú eres quien me cito en primer lugar.

—Oh, así que viste una buena oportunidad solo porque te dije que nos viéramos.

— ¿Qué?, No —suspira—. ¿Por qué te molesta tanto que te den halagos? Para un chico debería ser bueno.

— ¡Porque siempre me lo han dicho porque quieren otra cosa de mí! —grito frustrado, cuando me di cuenta de lo que acababa de revelar, retrocedí, me quedo mudo unos instantes y luego le doy la espalda para retomar mis pasos.

—Lo siento —me toma del brazo—. No sabía.

—Y nadie tenía porque enterarse —respondo afligido.

No nadie tenía porque saber que me he sufrido acosos en la escuela, chicos que solo me ven y hacen películas porno de mí en su cabeza. Más por el tipo que una vez me dijo que me quería mucho y termino queriendo solo mi cuerpo, me rompió el corazón y las esperanzas de poder enamorarme alguna vez.
¿Trágico, no? Sentir temor de amar para alguien que no ha vivido mucho, pero es la verdad. Por eso no dejo que nadie me diga palabras bonitas, nadie excepto mi hermano y mis padres, no sería la burla de nadie, nunca más.

—Creo que fue mala idea que nos viéramos —doy una paso hacia delante, Minho rápidamente me bloquea el camino.

—Lo siento no pretendía ofenderte ni hacerte sentir mal. ¿Qué puedo hacer para compensarte?

—Nada solo olvídalo.

—No podría olvidarlo si estoy viendo que tan mal te he dejado, hable de más m…te apetece un helado.

— ¿Qué?

—O pizza.

— ¿Me estas invitando a salir?

—No, solo es una compensación.

—En serio, no gracias.

—Oye, no pretendía hacer que recordarás…lo que sea que te hayan hecho.

—Por favor cállate…

— ¡Taemin!

Gritan a lo lejos, es mi hermano quien viene a pasos apresurados hacia nosotros. Cuando lo tengo en frente me mira como si hubiera hecho algo malo.

—Vamos es tarde.

—Pero…

—Vamos—dice irritado.

— ¿Hyung que te pasa?

—Taemin no me discutas y vámonos.

—Pero…

Un chico viene corriendo de la misma dirección, el mismo con el que Minho platicaba en la mañana.

— ¡Joon espera por favor! —está llorando, y mi hyung le da la espalda. No entendí que pasaba.

—Onew por favor ahora no.

— ¡Solo necesito una razón! —grita, quiero preguntar lo que sucedía pero Minho me hala hacia él y dice que no me meta.

—Taemin vámonos—repite Joon y me toma de la mano.

No sabía lo que sucedía pero intuí que ellos debían hablar a solas.

—Ah… iré con Minho, ¿está bien? —me suelto de su agarre para colocarme al lado de Minho.

— ¿Qué dices?

—Me invito una pizza y helado, no tardaremos. Prometo no llegar tarde.

No le doy tiempo de negarme nada, tomo la mano de Minho y nos vamos corriendo de ahí.

Corremos hasta que nuestras respiraciones se vuelven difíciles, el me hace parar cuando llegamos a su coche, tengo que sostenerme de una mano sobre la cajuela, sonrió al recordar la cara de sorpresa de mi hermano, ¡Dios! No lo olvidaré.

—Oye.

—m…—digo sin mirarlo, estaba ocupado tratando de mantenerme en pie.

—Ya puedes soltar mi mano.

—Oh, es verdad, disculpa —y lo solté, no me había dado cuenta que todavía teníamos las manos unidas.

—Ok eso de dar un paseo lo decías en broma, ¿cierto?

— ¿Por qué? ¿No me digas que ya te arrepentiste? —hago un berrinche digno de un niño de seis años, pero no me importa, realmente quiero distraerme ya que papá me ha quitado el violín no puedo salir a la calle por la noche como planee —. Tú te ofreciste a compensarme en primer lugar.

Alzo la voz, ahora no me saldría con que siempre no.

—Claro que te compensaría, pero no pensaba tardar y me da la sensación de que eso es precisamente lo que quieres.

— ¡Pues sí! —Grito—. Ahora que me han quitado mi violín estaré más aburrido que nunca.

— ¿Qué te quitaron que?...Bien eso no importa, en realidad necesito ver a mi novia, te recuerdo que por tu culpa termine peleándome con ella.

—No es verdad, si te peleaste con ella no fue por mí, debiste correr cuando te dije —me apoyo de espaldas al auto, cruzado de brazos, pensando en que debería de hacer para matar tiempo si Minho no me hará compañía.

— ¿No puedes ir a casa? Se supone que tus clases han terminado.

—Podría pero no quiero, mi padre sigue molesto conmigo y ahora debería estar con mi hermano y no aquí, así que estoy en tus manos, si me votas aquí y llego solo y caminando a casa seguro que recibiré la regañada de mi vida, pero…

No eran mis tácticas sobornar a la gente, pero en ocasiones como esta, todo valía la pena, además quería estar un rato con él y matar tiempo, quien sabe, podríamos volvernos amigos o algo así.

O algo así.

Me acerco lento y lo miro directo a los ojos, esperando caiga rendido a mi aspecto dulce. Odiaba ser así.

—Lamento lo de tu novia, pero en serio yo no quiero llegar a casa y mi hyung sabe que estoy contigo, seguro espera a que me lleves de regreso, pero no ahora, por favor.

Me mira tan intensamente, más que yo, era difícil leerlo, sus ojos grandes eran tan bonitos, bueno es que son enormes pero no podías pasar desapercibido su mirada. Al pasar de los segundos creí que diría que no.

—Esta, bien.

Pero afortunadamente acepto.

— ¡Bien! Muchas gracias —y lo abrazo, fue un impulso, estaba demasiado emocionado.

—Sólo compórtate, no quiero malos entendidos —me hace soltarlo, yo frunzo el ceño —. ¿A dónde quieres ir?

Bien, no había pensado en eso, hay muchos lugares que recorrer pero poco tiempo.

— ¿Qué tal una película?

— ¿Ahora?

— ¿Qué tiene? —bufo—. También podemos ir a almorzar, tengo hambre.

—Se ve que eres un chico muy consentido.

—Pues no tanto —digo con tristeza, mis padres me habían dado comodidad pero de ahí a consentirme, había una enorme brecha, más si nunca están en casa.

— ¿Estás bien?

—Ah sí, vamos, vamos que tengo hambre.

Minho saca las llaves de su auto y quita la alarma, cuando trato de abrir la puerta tomando la manija él lo hace al mismo tiempo haciendo que nuestras manos se rozaran, yo la retire rápido, el sólo se me quedo viendo de una manera rara, pero termino abriendo la puerta para mí.

Lo mire algo aturdido por su amabilidad, se dio cuenta pero a pesar de ello abrió la puerta, luego se fue caminando como si nada hacia el otro lado, “chico raro” pensé, además agradecí que no volviéramos a tocar el tema que discutíamos antes de que mi hermano apareciera. Sin embargo a medio camino soltó un: lo siento.

Y ese no fue su único gesto amable, también fue la comida, fuimos a un restaurante de comida rápida y pedimos hamburguesas, yo suelo ser un desastre con la comida, siempre me mancho o termino con migajas regadas por todos lados, cuando había dado la primera mordida manche mis labios de cátsup, Minho tomó una servilleta y limpió la comisura de mis labios antes de que yo lo haga con la manga de mi abrigo.

Le dije que era innecesario el solo rio.

—Eres un desastre.

Me dice cuando caminábamos rumbo a la salida.

—No eres el primero que me lo dice.

— ¿Siempre quieres ir a ver esa película?

— ¿Tú quieres ir? No quiero que te regañe tu novia —lo ataco.

De nuevo me mira, tal vez algo ofendido, pero no iba a retractarme de lo dije, pareciera que esa novia suya lo controlaba, o era demasiado sumiso como para negarle las cosas.

—Hablas como si lo supieras todo —frunce el ceño molesto y yo me echo a reír.

—Tu cara de molestia es muy divertida.

—Ahss —me da un golpe en el hombro con sus nudillos y ahora soy yo quien pone mala cara.

—¡Yah! ¡Cálmate ojón! Si no quieres que te golpee y quedes inconsciente.

— ¡Aja! Si como no, con esos brazos de fideos no podrías derribar nada.

— ¿Qué? ¿Crees que porque soy delgado no puedo derribarte?

Claro que podía y se lo iba a demostrar, en cuanto salimos al estacionamiento brinco sobre él hasta quedar montado en su espalda, mis brazos se enredaron en su cuello y apretaba su cintura con mis piernas.

Dio pasos torpes tratando de no caer, hice el agarre más fuerte para hacerle perder fuerza y que caiga de rodillas, mi cabello se mecía por los movimientos tan bruscos y no me dejaban ver con claridad, esto me recordó cuando era más pequeño y jugaba así con mi hermano para ganarle en las peleas, aunque el final él me dejaba ganar.

Sentí una euforia desconocida, no sé qué sea, la espalda de Minho no es tan ancha pero encajo perfectamente sobre él, al igual que mis piernas aunque delgadas parecían el broche perfecto para su cintura, y mis brazos, mis brazos se sentían tan no sé, como si debía aferrarme a él y no soltarlo.

Mi corazón empezó a latir con fuerza, mis risas desenfrenadas comenzaron, me sentía como un niño en uno de esos juegos de caballitos en la feria.

— ¡Mocoso! ¡Bájate! —grito colocando sus manos en mis brazos.

— ¡Nooo! —respondo entre risas, había cerrado los ojos para sentir la emoción con más intensidad.

— ¡Taemin me estas asfixiando!

No hice caso, es más, me di la libertad de buscar mayor comodidad, escuche las risas de personas alrededor, entre abrí los ojos y note que algunos curiosos miraban nuestro espectáculo, de nuevo no hice caso, estaba divirtiéndome mucho coma para preocuparme de ello.

Minho ya había cruzado medio estacionamiento y yo seguía en su espalda.

—Tae…—fue lo último que grito antes de finalmente ceder y doblar las piernas, sólo que fue tan rápido que di un volantín que me hizo caer mal y doblarme el tobillo, termine boca arriba y con las manos extendidas por el piso.

—Aunch~ —lloriquee.

— ¿Estas bien? —se me acerca con esa cara de preocupación.

—Creo que sí —trato de mover el pie y muerdo mis labios para contener el grito de dolor—. No, no estoy bien —corrijo al borde del llanto.

—Te dije que me soltarás —me regaña. Pasea la mirada hacia mi pie y con cuidado lo examina con las manos, en cuando siento que toca el tobillo me retuerzo de dolor.

— ¡Dueleee!

—Creo que necesitaremos ir al hospital.

— ¿Qué? ¡No!, ni hablar no iré a un hospital.

—Tu tobillo esta hinchado, es mejor que te revise un doctor.

—No me gustan los hospitales —digo con pesar. Desvió la mirada, los viejos recuerdos me atacan.

—Esto puede ser grave.

—No —y fue mi última palabra.

Suspira, supongo que lo he sacado de sus casillas, sé que no debería ser así con él, pero en verdad, no quiero parar en un hospital. Hace tiempo que paso aquello y no quiero revivirlo, incluso el olor de cierto limpiador me marea y me hace recordar lo que no quiero.


“Taemin lo siento”

“No me dejes…por favor.”



Empezaba a sentirme mal, después de todo yo comencé todo este revoltijo.

—Min…—y me levanta como una princesa, me observa desde su posición y suspira, otra vez.

—Te llevaré a mi casa.

— ¿Qué?

—Ya que no quieres ir al hospital te puedo llevar a mi casa, puedo llamar a mi médico familiar.

No le digo nada solo me acurruco a su cuerpo, preferí ahorrarme las explicaciones y agradecí que no me preguntara la razón de mi decisión.

El viaje a su casa no fue tan largo como creí, en menos de 20 minutos ya estábamos cruzando su puerta, su enorme puerta, parecía que su casa era más grande que la mía, al igual que el jardín y la entrada.

Cruzamos otra puerta y pasamos a un salón donde había una enorme pantalla de esas modernas HD, como quisiera una de esas para mi habitación.

—Aquí puedes descansar —me deja sobre su sofá, al calor que antes sentía por ser cargado se transformó en frio —. Espera un momento, llamare al doctor.

Y se va, examino el lugar hasta donde mis ojos me permiten, el decorado es muy fino, había jarrones con flores en cada esquina, mi mamá hizo lo mismo con nuestro hogar, que es más pequeño que este pero igual de adornada, muy hogareña.

Miro al centro, dónde una mesa de vidrio se hacía notar, había una foto, era Minho abrazando a una chica muy guapa, ambos sonrientes, parece que se la estaban pasando bien.

—Vendrá en diez minutos —dice ya parado a mi lado, dándome un buen susto—. ¿Quieres tomar algo?

—No gracias.

Se pasea la mano por el cabello, hasta ahora noto que lo tiene en un tono rojizo, le queda muy bien.

— ¿Qué tanto me miras? —se sienta a en el espacio restante del sofá, tratando de no rozar mis pies.

—Tu cabello —lo señalo con el dedo índice—. Te queda muy bien ese color.
Y se queda mudo, mira hacia otro lado.

— Gracias. ¿Debería ayudarte a quitarte los zapatos?

—Pues como quieras —bajo la mano—. Eres raro.

Y una sonrisa se escapa de sus labios.

Toma mis piernas con delicadeza y se arrima hasta poder acomodarlas en su rezago, desata las agujetas de mi tenis y con cuidado me retira el calzado y el calcetín, me apoyo con los codos para levantar medio cuerpo y poder mirar mi pie hinchado.

—Rayos, se ve horrible —digo con una mueca, mi piel estaba inflamada y dolía a morir.

—Te dije que pararas pero no me hiciste caso.

—Estaba divirtiéndome, no quería parar.

—Pues ahora sufre tu terquedad —ruedo los ojos.

—No hagas eso —me regaña.

— ¿Qué cosa?

—Rodar los ojos, soy tu mayor respétame.

—Pfff —y vuelvo a rodar los ojos.

—Mocoso…—-y me aprieta el tobillo.

— ¡Ah! —grito. Me enderezo lo que puedo y tomo su brazo—. ¡Detente!

—No lo haré —y lo aprieta de nuevo.

— ¡Ah! No, no, dueleeee~

—Dejaré de hacerlo si dejas de rodar los ojos frente a mí.

— ¡No!

—Entonces no —y lo aprieta.

— ¡Minho por favor duele mucho! —lloriqueo y estoy seguro que mis gemidos y gritos desgarradores se escuchan hasta la calle.

—No ruedes los ojos —me exige con su voz grave. Pero yo no iba a ceder, no señor, Lee Taemin no se doblega por nada.

— ¡Rana tonta no lo haré!

Toma mi tobillo con ambas manos y presiona hasta hacerme sentir que el pie se me desprenderá, entonces tomo acciones extremas, me voy sobre él y le muerdo el brazo.

— ¡Ah!

Grita a todo pulmón pero no lo suelto, dos pueden jugar a lo mismo.
Pero entonces, con tal de hacer que lo suelte, me toma de los hombros y empezamos a forcejear hasta terminar en el suelo por segunda vez en la noche. Caí de espaldas llevándome un golpe fuerte en el trasero, Minho estaba sobre mí, todo su gran cuerpo sobre mí.

Su aliento choca en mi cuello, siento demasiado calor, incluso mi corazón late fuerte y no sé porque.

—Minho que son esos ruidos…

Una chica, la misma chica de la foto esta parada frente a nosotros, con la boca abierta, claramente sorprendida.

— ¿MinAh? —la llama él.

— ¿Minho que está pasando? ¿Quién es ese chico? —exige saber.

—Soy Lee Taemin —alzo la mano como su respondiera en clase—. Y Minho solo estaba ayudándome con mi tobillo.

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Mensaje por FuerzaFriki Lun Feb 02, 2015 1:46 pm

Yo entré aquí para agregar este fic a la lista de fanfics y me quedé picada, creo que terminarán despidiendome de esto aunque este fic va bastante bien.

Me encanta su relación, muchas veces siento raro cuando Taemin es muy femenino en su actuar pero aquí es genial por que es un chico y se estan llevando muy bien pero con actitudes infantiles y despreocupadas que hacen todo interesante y llevadero.

Me está gustando mucho este fic, jejejeje, a sí, y ya está agregado a la lista de fanfics
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Mensaje por Carol Ney Lun Feb 02, 2015 2:32 pm

FuerzaFriki escribió:Yo entré aquí para agregar este fic a la lista de fanfics y me quedé picada, creo que terminarán despidiendome de esto aunque este fic va bastante bien.

Me encanta su relación, muchas veces siento raro cuando Taemin es muy femenino en su actuar pero aquí es genial por que es un chico y se  estan llevando muy bien pero con actitudes infantiles y despreocupadas que hacen todo interesante y llevadero.

Me está gustando mucho este fic, jejejeje, a sí, y ya está agregado a la lista de fanfics

Holi.
Gracias por leer.
Si te soy sincera, este el primer fanfic donde no hago tan femenino a Tae (el subconsciente anteriormente me traicionaba y lo hacia muy niña) Estoy trabajando para quitarme esa maña.
El fic será muy romántico y loco, espero puedas llegar al final xD
Muchas gracias por darle una oportunidad :) saludos, nos leemos luego.

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Mensaje por Carol Ney Lun Feb 02, 2015 2:55 pm

Capítulo 3. Muchas gracias por tomarse su tiempo para leer mi historia. Minho y Taemin se meterán en más líos xD enamorense de ellos por favor.



Capítulo 3: La novia y mi caballero.


TaeMin


MinAh —como ahora sé que se llama— la chica bonita y sexy que resulto ser la novia del ojos de rana observa atenta los movimientos de este, quien defendiendo su caballerosidad me había cargado de nuevo en sus brazos y dejado en el sillón, cubriéndome con una manta para no pasar frió.

Francamente no entendía porque su amabilidad conmigo, soy yo quien se le echó encima, soy yo quien se ha buscado el dolor en el tobillo, soy yo quien se negó a ir al hospital y lo casi obliga a traerme se su casa. En este poco tiempo que nos hemos conocido —un día en realidad— me ha mostrado muchas sonrisas, que no negaré que son lindas, pero que francamente me frustran.

Minho es su superficie es alguna especie de caballero andante que va por ahí rescatando princesas del peligro, que después de cargarlas en sus brazos, les dedica palabras de amor, prometiendo cosas que no puede cumplir, que solo ilusionan a la estúpida que sonríe para caer rendida a sus palabras y su cara bonita.

Exactamente el tipo de persona que detesto.

—Tengo que decirle a mi hermano que venga por mí —digo con angustia.

—Creo que sería mejor que te quedes esta noche, el doctor dijo que no debías moverte por un par de días, comenzando desde ahora.

—No me quedare. Si no regreso a casa, seré hombre muerto.

—Te dije que pararas.

—No de nuevo —me llevo las manos al rostro harto de sus regaños.
Hace ya más de media hora que seguíamos discutiendo de lo mismo.

— ¿Minho podemos hablar?

Y la chica al fin se mueve de su lugar, arreglando su vestido y caminando decidida hacia nosotros. Se cruza de brazos esperando que Minho le haga caso. Entre más la veo y analizo su actitud retadora y dominante, entiendo porque el ojón está siempre preocupado por acatar sus palabras como si fueran ley: es una controladora.

Pero no me atrevo a juzgar, cabe la mínima posibilidad de que me equivoque.

—Claro cariño —me mira—. ¿Estarás bien?

—No es como si pudiera salir y correr por las calles peligrosas de Seúl —ironizo.

—Tú mocoso…

—Minho —lo llama de nuevo—. Ahora.

—Ya regreso.

Pobre tonto.


MinHo.

Le pregunte al mocoso si estará bien solo en la sala, me preocupaba que tratara de levantarse y se terminara hiriéndose por escapar. Esta extraña angustia hacia él no me dejaba en paz, es muy molesto.

Pero debía estar concentrado en resolver mi nuevo problema: MinAh.

Sabía que estaba molesta, lo está porque no ha sabido nada de mi desde la anoche, ayer simplemente no tenía cabeza para nada y preferí llamarla para cundo estuviera más calmada, pero por irme de paseo con Taemin olvide todo —otro asunto que me perturbaba, empezar a olvidar cosas cuando antes no lo hacía.

Entramos a la cocina y le pedí a la empleada que cocinaba nos dejara solos.

—Yo…—comienzo titubeante.

—Será mejor que digas algo muy bueno para excusarte.

—Tuve un contratiempo.

—Parece que los contratiempos son tu especialidad y ¿qué hay de ese chico? ¿También fue parte del contratiempo?

—Apenas lo conocí ayer en la noche, él estaba por ahí, afuera del centro comercial tocando su violín, luego un policía nos persiguió, me llevo con él, corrimos, nos escondimos, por eso se me hizo tarde, además de que estaba preocupado por Onew y Jong…

— ¿Te viste con ese par? — ¡rayos no debí mencionar lo último!

—Solo fue un momento, Onew tenía un problema y Jonghyun me llamo para que le ayudáramos —era mejor omitir el que me haya ido a ese bar con ellos, eso sería sentenciarme a muerte.

— ¡No puedo creerlo! —Alza la voz—. Me dejaste plantada por irte con esos que dices que son tus amigos y encima con ese niño —señala con sus manos en dirección de la sala—. El que me dices que apenas conoces y ya lo tienes en tu casa, en tu sillón y cuando entro y los veo…—se calla y niega con la cabeza.

Me acerco rápidamente y trato de abrazarla pero coloca las manos entre nosotros para que no dé un paso más. Me dolía su rechazo, no quería que pasará un mal rato por mi culpa. La miro a los ojos y noto como retiene las lágrimas, me paseo la mano de tras de la cabeza, tiene razón de estar así de furiosa, la deje plantada en la cena con sus padres y encima no me comunico con ella, soy el peor. Nosotros no solemos pelear, siempre hemos tenido una buena relación de pareja, por eso incluso para mí esto nuevo, es tan desesperante el verla así.
Intento acercarme de nuevo, da un paso hacia atrás, así lo hacemos hasta que topamos con la puerta de la cocina.

—Lo siento —mi voz es suave, limpia—. No quería hacerte este disgusto, pasaron muchas cosas de las que no tienes la culpa y de ello solo resulto que te lastime.

—Les dije a mis padres que tuviste que resolver algo de la universidad, no quería mentirles, no cuando esperaban ansiosos que los acompañaras.

Me observa con evidente enojo, si hay algo que MinAh siempre procura mantener su entereza, además de su orgullo, son pocas veces en las que la he visto flaquear por alguna cosa.

—Créeme cuando te digo que no era mi intención. Las circunstancias simplemente no me dejaron, un amigo me necesitaba y no estaba dispuesto a abandonarlo; ese chico, bueno él, también me necesito, él estaba solo y…

—No dudo de tu buen corazón —me toma el rostro con sus manos, acariciando mi mentón con su dedo pulgar—. Pero también me dolió que hayas faltado a tu promesa de llegar.

—MinAh —suplico. Ella coloca su dedo índice sobre mis labios para callarme.

—Tampoco es que vaya a dejar de quererte.

—Sabes que eres lo más importante para mí, ¿O es que no me crees?

Mientras más me mira, relaja su expresión, después de unos segundos, al fin una sonrisa aparece en sus labios—Solo no lo vuelvas a hacer o de verdad voy a matarte.

Sonrió de oreja a oreja por su aparente amenaza, la abrazo, dándole besos en el rostro le digo cuando lo siento, le digo que la amo y prometo que no volverá a suceder. MinAh me acaricia desde el cuello hasta la cara, me mira con esos hermosos ojos que me dicen que busca algo más; yo la contemplo y me dejo llevar, la beso en los labios, disfrutando el sabor de su labial, mis manos la acarician el cuerpo tan suave y gentilmente.

Pero nuestro momento es interrumpido por el timbre de la puerta principal, escucho una voz preguntando por Taemin, en ese momento recuerdo que he dejado a ese chiquillo abandonado en mi sillón, me separo de MinAh y le digo que debo ir a ver quién era, ella frunce el ceño y trata de detenerme tomándome del brazo, era obvio que no quería terminar el apasionado beso, pero mi repentina preocupación no me dejaba tranquilo.

No cuando no sé quién anda en busca del castaño con el tobillo lastimado.

Salgo rápido de la cocina, escucho los pasos de mi novia detrás de mí, me pregunta que cual era mí desespero, no le contesto solo me apresuro y cuando llego a la sala, me encuentro con que Joon había llegado y tenía en brazos a Taemin, su enojo era evidente, cuando me vio sus ojos parecían irradiar llamaradas de pura ira.

—El doctor dijo…

— ¿Doctor? —Interrumpe mi intento de explicar la situación—. “Así, el doctor que tuviste que llamar por que no pudiste cuidar de mi hermano y al que no llevaste al hospital ni tampoco pudiste llamarme para avisarme que se lastimo el tobillo”.

—Es que fue un accidente —me excuso. ¿Me excuso? No bebería si fue culpa del mismo Taemin.

—Fue mi culpa —vaya parece que me ha leído la mente—. Lo siento hyung es que iba corriendo por el estacionamiento y tropecé, además yo le dije a Minho que no me llevará al hospital.

—Taemin no me digas que todavía…

—No, todavía no lo olvido y no creo poder.

Se había creado un ambiente pesimista en la sala, nadie dijo nada más, parecía que Taemin había tocado un tema difícil para ellos. Joon suspira, el enojo parecía haberse ido, al menos con el mocoso, porque cuando me miro…quería desaparecerme.

—Vayámonos —dijo y paso a mi lado ignorando mis intentos de hablarme.

—Espera —lo tomo por el brazo andes de que se aleje—. No fue mi culpa, yo no deseaba tampoco que se lastimara.

—Pero se lastimo.

No tuve nada que decir, se alejó sin más, una de las empleadas le abrió la puerta y desparecieron de mi vista. Me sentí extraño, era como estar vació, realmente no fue mi culpa que Taemin se lastimará pero me siento fatal.

—Debí cuidarlo más —susurre.

— ¿Minho que fue todo eso?

La voz de mi novia rompe mi transe y apenas logro despegar la mirada de la puerta.

—Nada —sonrió forzadamente y le tomo la mano—. Nada de qué preocuparse.

~

Mi cabeza dolía como si me hubiera ido de parranda y regresado hasta horas de madrugada, pero en realidad solo se trataba de mi falta de sueño. Anoche —como desde hace una semana—no pude dormir pensando en cómo le habría ido a Taemin en su casa, el menciono que ya era malo el haberse ido conmigo y estando herido le iba mucho peor.

Doy un enorme suspiro, la imagen de Joon llevándose a Taemin esta incrustada a mi mente, no podré olvidar lo tosco e indignado que estaba ni la furia de sus ojos, puedo comprender que su amor de hermano mayor es grande, lo protegía como lo más valioso que tiene, me recordó a mis mismo con MinAh, yo siendo su caballero, cuidándolo de todo y de todos, limpiando sus lágrimas y dándole mi apoyo cuando me ha necesitado.

Pero hay algo dentro de mí que me inquieta y no sé qué es, me oprime en el pecho fastidiándome cada que puede.

El asunto es que, quisiera saber cómo esta él, pero no creo que sea prudente ir a su casa, si Joon se puso tan resentido, no quiero imaginarle como lo estará su padre sabiendo que estando conmigo su hijo se lastimo.

Levanto la cabeza de la mesa donde la tenía recostada, había estado media hora en el comedor de la escuela, tenía mi desayuno frente a mí, pero ni el platillo especial de espagueti de hoy me ha podido subir el ánimo.

Me levanto dispuesto a retirarme, no tenía caso estar ahí si no tenía hambre, aunque era una verdadera lástima la comida que no he podido ni probar. Mi mirada se fija en una chica delgada sentada en la mesa contigua a la mía que hace como que mira su teléfono, rio para mis adentros, no es que me considere el más guapo de la universidad pero en mi experiencia, sé reconocer cuando una chica muestra interés en mí.

Tomo la bandeja de comida y voy a su mesa, al verme frente a ella se ha puesto roja, sabe que la he atrapado en la movida, dejo la comida cerca y me mira confundida.

—Hoy parece que no me ha llegado el apetito, me ayudarías mucho si lo comes por mí, así no me sentiría mal por tener que tirarlo.

—Sí…sí claro.

Me doy la vuelta dispuesto a irme, la escucho susurrar “Tengo que contarle a Taemin” y de inmediato giro hacia la chica.

— ¿Escuche bien…dijiste Taemin?

—Sí —ríe nerviosa— Taemin es mi amigo.

—Taemin… ¿chico delgado de cabello largo castaño con apariencia de chica? —ella me mira atónita, luego se ríe. Sé que es exagerado pero ha de haber muchos
Taemin en esta universidad tenía que asegurarme.

—Sí es ese Taemin…los vi charlar hace días.

—Soy…

—Choi Minho —se adelanta—. No te asustes Taemin me dijo tu nombre. Soy Son NaEun.

—Veo que estas bien informada.

—Algo así, digamos que verlos juntos no es algo que se pueda pasar por alto.

— ¿A qué te refieres?

—A nada en especial.

La situación se tornaba extraña, esta chica parece normal, pero me da algo de desconfianza, aun así veo en ella el medio por el cual obtener información de Taemin, o lo que es mejor, su número de celular.

—NaEun —la llamo y sus ojos parecen brillar— ¿Tu podrías…darme el número de Taemin?

Su boca hace un “oh” de sorpresa, estaba poniéndome nervioso, creo que fue mala idea pedirle tal cosa.

— NaEun, pequeña mocosa te he estado buscando.

Un chico de cabello rubio se acerca a nosotros. Me mira por un segundo, frunce el ceño y luego mira a la chica.

—Ya voy —se levanta y engancha su bolso a su hombro —. Oh! Espera un segundo —mete la mano en su bolso en busca de algo.

— ¿Tú eres Choi Minho? —me pregunta el desconocido si mirarme.

—Sí y tú eres…

—Kim Kibum, llámame Key. He sabido que eres amigo de un tal Lee Jinki.

—Si soy su amigo, ¿lo conoces? —en ese momento es que me mira y sonríe con aires de superioridad.

—Sí algo así, dile que Key le manda saludos.

—Aquí tienes —interrumpe NaEun, antes de que le pregunte algo más al rubio.

Extiende un pedazo de papel frente a mi rostro, yo lo tomo sin bacilar— No lo atosigues mucho.

Me guiña el ojo y finalmente se va tomando el brazo de Key. Fue una situación extraña, pero productiva, ahora tengo el teléfono del mocoso. Una sonrisa aparece en mi rostro, estoy contento de que ahora podré saber cómo esta.

~

He pasado una hora pensando en que debería decirle cuando llame, estoy tan nervioso que hasta en mis pensamientos me hago tartamudo.

— ¡Demonios!

Pataleo sobre mi cama, mirando el pedazo de papel que me ha dado su amiga, estaba peor que un adolescente tratando de llamar a su novia. Rio de mí mismo, nunca una llamada se me había hecho tan difícil, me digo que soy ya un adulto y que puedo con esto, decidido a lo que haré tomo mi celular y marco el número, me coloco el teléfono en el oído y puedo escuchar el sonido de espera. Mi pie comienza a brincar y rápidamente la detengo con mi mano libre.

—Hola…—contesta adormilado.

—¿Taemin?

—Sí soy yo, ¿Quién es?

—Minho, Choi Minho, ¿me recuerdas? —mi voz solo recalcaba mi desesperación por hablarle.

—Sí, como podría olvidarte. ¿Necesitabas algo?

—Solo quería saber cómo estás, digo de tu pie, ha pasado una semana.

—Oh…eso. Pues bien, ya puedo caminar el próximo lunes iré a la escuela, debo presentar interminables exámenes aburridos —estoy seguro que está rodando los ojos en este instante.

—Lo estás haciendo.

— ¿Qué cosa?

—Rodando los ojos.

—No…no —me rio a todo pulmón—. ¿De qué te ríes? —dice molesto.

—De tus mentiras.

—Ahss si solo has llamado… ¿oye cómo es que tienes mi número?

Me levanto de la cama ante la pregunta, no sabía si era bueno decirle, pero aun así lo hice.

—Tú amiga NaEun —y lo escucho maldecir —. Qué bueno que quieres tanto a tu amiga.

—No digas nada, no tenía porque…

—Yo se lo pedí —le interrumpo.

— ¿Por qué habrías de pedirle mi número a ella?

—Estaba preocupado por ti, de hecho toda esta semana que paso me preguntaba como estabas.

Segundos después me doy cuenta de lo que he dicho, ahora soy yo quien maldice por mi excesiva sinceridad, él no dice nada.

—Taemin…

—Gracias por preocuparte…si me disculpas, quiero dormir…

—E…está bien.

—Nos vemos…

—Espera…—le digo desesperado antes de que cuelgue—. Quiero compensarte.

— ¿De nuevo? —ríe—. La última vez que tratamos de compensar termine con el tobillo lastimado.

—No fue mi culpa —le recuerdo. Ahora no necesitaba sus reproches—. Olvídalo, mejórate…adiós…

— ¡Esta bien! No te enojes —lo escucho suspirar—. ¿Podrías venir mañana a mi casa a las 7? Quiero ver esa película que no pudimos la vez pasada.

—No quiero importunar en tu casa Joon debe estar molesto todavía.

—Sí lo está, pero no pretenderás que vaya a encontrarme contigo a otro lugar si uno: no tengo auto y dos: no me dejarían salir de la casa sin compañía sabiendo lo de mi tobillo.

— ¡OK! Pasaré por ti.

—Así me gusta Choi, que seas obediente. Nos vemos mañana.

— ¡Tú! Mocoso…—pero ya había colgado.

No sé en qué rayos pensaba, no entiendo porque mis ganas de compensar
problemas en los que no tengo la culpa de nada. Minutos después me doy cuenta de que he sido yo quien lo ha invitado a salir, me llevo las manos al rostro y ruedo en mi cama.

¿Desde cuándo Choi Minho invitaba a alguien así de fácil? Más si se trata de un chico como Taemin.

—Hay algo malo en mí.

Cabe mencionar que hice lo posible por presentarme a tiempo, llegar tarde no era algo propio de mí, pero ni cuando iba a ver a MinAh me esmeraba tanto en arreglarme pues tampoco me considero un vanidoso. Me estaciono frente al portón de la casa de los Lee, me miro en el espejo retrovisor paseándome la mano por el cabello medio alborotado, me digo que deje de hacer eso, con el ceño fruncido bajo del auto y camino hacia la reja, toco el timbre y enseguida me dejan entrar, la joven empleada que me recibió la vez anterior me abre la puerta principal.

—Buenas noches.

—Bienvenido joven Choi —hace una reverencia—. El joven Lee bajara en un momento.

—Al menos no eres impuntual Choi—no hubo necesidad de voltear, ya sabía quién era.

—Nunca me ha gustado la impuntualidad —le digo girándome hacia Joon. El con su mirada fría me escanea de pies a cabeza—. No estoy seguro de que te lleves a mi hermano, la última vez termino con el tobillo lastimado.

—No seas paranoico Joon, eso fue un accidente, yo…lo estaba cargando y…tropecé —no sé de donde me nació decir esa mentira, solo no quería que regañaran más a Taemin. Dijo un “ya veo” y sonrió.

—Esto es incómodo —dice metiendo las manos a sus bolsillos.

—Estamos de acuerdo en eso —admito desviando la mirada. Nunca he tenido una amistad con Joon, de las pocas veces que nos vimos siempre estaba con Onew y no es que lo odie o algo así, la primera impresión que tuve de él fue buena, una persona de carácter fuerte y alegre.

Pero nunca establecimos vínculos de ningún tipo, en realidad a ninguno le intereso hacerlo y es que los rumores de que estaba metido en las padillas eran fuertes, sin embargo nunca me pareció alguien peligroso, menos si le sacaba risas tan radiantes a mi amigo.

Y ahora que lo pienso, me parece una locura estar aquí parado en casa de una persona tan ajena a mí, el destino es demasiado caprichoso con quienes nos coloca en frente.

—No más de las 12 —rompe el silencio y yo lo miro.

— ¿12 que?

—No más de las 12 de la noche tonto, no me hagas tener que ir a buscar a mi hermano de nuevo.

—No puedo creer que lo controles de esa forma —rio por su comportamiento tan sobreprotector, ¡Dios! Taemin ya es mayor de edad, sé que eso no le da la entera libertad de hacer lo que sea, pero…en una noche para ir a ver una película, vamos eso es demasiado.

—Es mi hermano, debe obedecer lo que le digo.

—Pues me parece que últimamente no está obedeciéndote. Se escapa incluso frente a tus narices.

Deja su pose perezosa y se endereza, acorta la distancia dando un par de pasos hasta quedar frente a mí, desafiándome con esa mirada gélida, si pensaba intimidarme con eso no lo logrará, Choi Minho no se intimida ante nada ni nadie, lo reto, lo miro como él a mí, iba a decir algo pero fuimos interrumpidos por el ruido de unos pasos.

Volteamos al mismo tiempo hacia las escaleras, mis ojos lo contemplaron hasta dilatarse, se veía…como decirlo…radiante.

—Hermano hasta a las chicas les dan permiso de llegar tarde a su casa —dice con una mueca mientas baja a paso lento. Se detiene en el último escalón —No seas así, es odioso, sabes que no me gusta esa sobre protección.

Estaba terminándose de amarrar una media cola dejando expuestos sus delgados brazos, algunos mechones se escapaban y se mecían con el aire, su pantalón azul estaba demasiado pegado a sus piernas y el abrigo de rayas estaba por de más holgada tanto como para dejar a la vista su cuello y parte de sus hombros.

—No me hables así Taemin, no sabes el trabajo que me costó convencer a papá para que te deje salir —el susodicho rueda los ojos—.Te he dicho…

—Vámonos ya Minho —me llama y apenas reacciono. Baja el último escalón y me toma del brazo arrastrándome a la salida.

— ¡No más de las 12! —grita Joon pero ya hemos salido al patio y caminamos hasta el auto.

Se queda parado frente a la puerta de copiloto, da un enorme suspiro expresando su cansancio, aunque haya pasado una semana no parecía haberse recuperado del todo.

—Podemos posponer esta salida si te sientes mal —me mira—. No pareces recuperado.

—Necesito salir, estoy harto de estar encerrado—se apresuró a abrir la puerta pero antes de entrar de nuevo se fija en mi —. Y deja de mirarme como idiota, pareciera que es la primera vez que sales con alguien —y se mete al choche.

Suelto un bufido, a pasos firmes voy hacia el otro lado y entro.

—No te creas tan especial mocoso—pongo en marcha el auto—. He tenido mejores citas que esta.

— ¿Acabas de decir que estamos en una cita? —se ríe—. Eres demasiado cursi Minho.

Sí, acabo de darme cuenta de lo que dije, pero me callo, solo conduzco en silencio, había una especie de sentimiento extraño, me sentía bien de verlo y saber que está recuperándose pero igual me molestaba que fuera así de pedante y sarcástico, me sacaba de quicio.

~

La película que vimos fue “Gravity” muy buena por cierto, no tenía idea que a Taemin le gustará ese tipo de películas.

—Tengo hambre —me dice frotando su estómago con una mano—. Vamos a comer pizza —me dice con una agradable sonrisa. Parece que su mal humor había desaparecido.

Me alegra que está hablándome más, en el camino de ida nadie dijo nada, ni cuando llegamos al cine, ni cuando compramos los boletos, en cuando entramos a la sala esperamos paciente a que la película empiece, lo miraba de vez en cuando, no podía evitar reír cuando hacia esas expresiones de sorpresa o fruncir el ceño cuando no entendía algo, al final de la película sonreía natural.

Supongo que de verdad necesitaba salir de su casa.

—Cómo prefieras.

—Minho debes dejar de hacer eso.

— ¿Qué cosa?

—Decir que sí a la primera y complacer a la gente.

—No comprendo.

Llegamos a las escaleras eléctricas para ir los restaurantes de comida rápida, con cuidado coloca los pies sobre un escalón, yo vigilaba que no resbalará o tropezará. Incluso trate de sostenerlo por el brazo pero no me dejo.

—Estoy diciendo que pareces alguien que no ve por sí mismo, te preocupas demasiado por los demás y no buscas lo que te hace feliz.

— ¿Cómo puedes decirme eso si apenas me conoces?

—Tengo un sexto sentido —fanfarronea.

Caminamos unos metros más a delante y llegamos a una pizzería. Ahora buscábamos una mesa, Taemin señalo una que estaba junto a una ventana. Nos sentamos y enseguida ordenamos la pizza. Seguí preguntando como es que suponía que era ese tipo de persona, pero repetía “es mi sexto sentido”, empezaba a molestarme.

La pizza llego y ya no tenía ganas de comer, solo quería saber la razón de que piense eso de mí.

—Esa noche frente al centro comercial —dice al momento de morder su pedazo de pizza, mastica y bebe su refresco, cuando tiene la boca vacía continua hablando—. Estabas colapsando por que no llegarías con tu novia, estabas insoportable y el día siguiente con tus reclamos de que no llegaste y en tu casa, ¡por Dios! Te grito y corriste tras su falda para que no te regañe.

—No puedo creer lo que me dices —digo indignado—. Si todo eso fue por complacerte a ti y por eso termine peleando con ella.

—Y yo termine con una venda en mi pie.

—Fue tu culpa —le recuerdo.

—También la tuya, si me hubieras dicho que no en el estacionamiento de la escuela, no habíamos llegado hasta el punto en que estábamos dando vueltas en el estacionamiento de ese restaurante.

Rio porque no creo lo que me dice, Taemin solo sigue comiendo tan campante, cuando está por morder de nuevo la pizza se lo arrebato y me como su porción.

— ¡Oye! —me grita trata de quitármelo pero ya había acabado.

—Eso no explica el que pienses de esa manera de mí.

—Estoy diciendo que cedes a las peticiones muy fácilmente, incluso yo creí que no aceptarías llevarme a comer, y si eso hubiera pasado solo iba a regresar con mi hermano aunque me regañe, pero como accediste tan fácil, solo aproveche la oportunidad. Minho eres demasiado inocente te dejas convencer muy fácil.

No pude contraatacar ¡No pude! Simplemente me quede ido. Nadie nunca me había dicho tal cosa, siempre he sido un hombre de carácter no sé de dónde saca esas ideas locas y fantasiosas. ¿Qué soy manipulable? ¿Incluso por MinAh? Eso era una total estupidez.

—No todos vivimos la vida loca Taemin, algunos si tenemos cosas porque preocuparnos —le digo, él se ríe.

—Lo que digas Choi.

—Soy tu hyung háblame con respeto.

—Algún día lo haré.

—Tú deberás que…

—Por cierto te vez bien—me dice de la nada—. Creo que es demasiado formal para ir al cine, pero en ti se ve bien, me gusto tu chaqueta, combina muy bien con el color de tu cabello y resalta el brillo de tus ojos. Eres un hombre guapo.

Me quedé tieso, sus palabras golpeaban mi cabeza con fuerza, sentí ardor en mis mejillas, yo estaba ahí sobre esa silla y su voz me recorría, parece no darse cuenta de lo que dice, una persona con semejante grado de sinceridad era perturban te.

Y a la vez único, su capacidad para cambiar de tema de conversación era increíble.

— ¿Te vas a comer el pan de ajo? —señala con sus delgados dedos la caja pequeña frete a mí. Niego con la cabeza.

Se lleva la caja consigo, toma un trocito de pan y se lo mete a la boca, parece que el sabor le ha gustado tanto que incluso lo hace sonreír, no había visto nadie degustar tanto por un pan de ajo. No pierdo ninguno de sus movimientos, no parecía ser un chico refinado, es decir, su familia tiene dinero, no tanto como la mía —y no es que lo presuma— pero hasta la clase media trata de acercarse lo más posible a la clase alta. Sin embargo mirándolo, entiendo que no es nada de eso, es demasiado altanero e irritable, pero le aludo su sinceridad.

—Tragas como un cerdo —le digo al ver como comía la pizza manchándose la comisura de los labios. Tomo una servilleta y trato de limpiarlo pero me da un manotazo.

—Déjame comer —chilla.

—No seas terco, al menos trata de no ser tan cochino por algo existen las servilletas —lo intento de nuevo pero me pega en la mano. Me levanto furioso y voy hasta su lado—. Arruinas esa cara bonita con tus groserías y tu poca limpieza.

— ¡Pff! “Cálmate señor limpieza” no pasa nada solo con unas cuantas manchitas.

—No seas así y deja que te limpie.

— ¡No! —coloca las manos entre nosotros—. ¡Déjame comer!

Lo tomo las manos para evitar sus manotazos, forcejeamos hasta que él casi se cae de la silla y por evitarlo lo apreso de la cintura hasta alzarlo y hacer que sus pies abandonen el piso. Lo tenía pegado a mi cuerpo, su rostro a escasos centímetros de la mío, nos miramos directo a los ojos sin decir palabras, ahora comprobaba que de verdad estaba muy delgado, además de haber perdido mucho peso.

—Minho bájame —reaccione a su voz y lo baje.

— ¿Se encuentran bien? —una mesera se nos acerca preocupada y solo así me doy cuenta de que toda la gente nos está mirando.

—Sí, no se preocupe. Ya nos íbamos—le sonrió chica.

Nos disculpamos por el escándalo y salimos rápidamente del lugar, escucho las risas de Taemin a mi costado y lo miro confundido.

— ¿Qué es tan gracioso?

—Tú cara —y se ríe más fuerte—. Enserio que tienes ojos de rana.

— ¿Cómo puedes ser así de molesto?

—Es que tu expresión, oh! fue magnifico —lo tomo de la mano y le hago detenerse.

—Deja de burlarte, me diste un susto, creí que te caerías. No quería meterme en más problemas si te lastimabas de nuevo.

—Claro, mi hermano te mataría si me pasa algo.

—Gracias por tus palabras de comprensión.

Se encoje de hombros, cuando miro su boca me doy cuenta que todavía tiene las manchas de cátsup, sin tener alguna servilleta o pañuelo, lo tomo por el rostro y con mis pulgares le limpio los labios hasta las líneas finales.

— ¿Cómo puedes ser así de sucio?

—Tenía hambre.

Su aliento va directo a mis fosas nasales y el olor a ajo me baña, no olía tan mal, pero cualquiera adivinaría lo que comió estando a metros de distancia.

—No seas tan confianzudo —me toma la mano para que le suelte la cara.

— ¿Minho que haces aquí?

Y no podía creer mi suerte: que mi novia se encontrara justo frente a mí.

—Hola cariño —Deshacemos el agarre y me voy con ella.

La sonrisa burlona de Taemin aparece.

—Parece que tienes mucho tiempo libre.

—Ah… es que le prometí a Taemin compensarlo por lo de su tobillo —ella lo mira, luego a mí.

—Yo lo veo bien.

—Pase una semana en cama eso ayudo —respondió, MinAh frunció el ceño.

—Tienes tiempo para salir de paseo con este niño pero no para ir a saludar a mis padres.

—No es así como sucedieron las cosas.

— ¡Una semana Minho! Incluso no salimos a cenar como acordamos y ahora te encuentro aquí paseando con él en vez de mí.

—Sabes que siempre hago lo que me pides —y me arrepentí de haberlo dicho ahí, porque Taemin soltó una carcajada que no pase desapercibida.

—No te preocupes Minho —me palmea el hombro—. Puedes pasar el resto de la noche con tu novia, debes compensarla por ser un mal novio, solo no lo hagas como lo intentas conmigo, yo puedo irme en un taxi.

Se colocó en medio de nosotros mirando a mi novia.

—Lamento haberte quitado tiempo valioso con Minho, no sabía que por mí no ha podido salir, por eso me retiro, pásensela bien.

Y dicho esto se va, caminando hacia las escaleras eléctricas por las que subimos.
Mi boca está completamente abierta mientras lo miro desaparecer por el pasillo.

—Es un demonio —mascullo. Cuando pensaba correr para alcanzarlo MinAh me toma por el brazo.

— ¿A dónde vas? —miro las escaleras, mi desesperación crece, no podía dejarlo salirse con la suya, menos dejar que se vaya solo.

—No le creas nada —digo enojado.

— ¿De qué hablas?

— ¡A esa cara de cordero! ¡En realidad es un lobo disfrazado de oveja!—avanzo dos pasos pero me detengo y giro hacia ella—. Te prometo que mañana estaré en la casa de tus padres —le beso la mejilla y me voy corriendo a toda velocidad.

Paso entre la gente a base de empujones, a zancadas bajo las escaleras y cuando ya estoy en la planta baja, corro hacia la salida, miro por todos lados y no lo ubico, me decido ir por el lado derecho que da hacia una tienda de instrumentos musicales, intuí que no iría de inmediato a su casa, así que corrí más rápido hacia allí.

A pocos metros de llegar lo veo salir de la tienda en dirección a la avenida, en seguida un tipo se va de tras de él, lo está siguiendo. Entro en pánico y obligo a mis piernas a correr más rápido, mientras más avanzo más me lleno de coraje, conmigo y por lo testarudo que es este mocoso.

Taemin se detiene cerca de una caseta telefónica, el tipo le habla, él frunce el ceño, ese hombre alza la mano para tocarlo y yo siento que voy a matar alguien esta noche. En cuanto estoy detrás de Tae lo aprisiono con un brazo y lo halo hacia mí.

Mi corazón estaba palpitando tan fuerte que me dolía.

— ¡No lo toques! —grito con rabia.

—Está bien hombre, tranquilo —y el tipo se va.

— ¡¿Estas bien?! —le digo alarmado, inspeccionándolo para ver si tenía algún rasguño.

—Minho cálmate, solo me pregunto la hora.

— ¿Qué?

—Solo estaba preguntándome la hora.

— ¡Dios! —lo suelto y me doy la vuelta halándome el cabello— No sabes lo asustado que estaba.

—No exageres —me dice tan tranquilo, siento que estoy reventando en ira y le doy una patada a la cabina telefónica para deshacerme del sentimiento. Giro y con fuerza lo tomo de la mano, lo llevo hacia la pared del fondo, ahí donde casi no había luz.

— ¡¿Cómo demonios esperas que no me asuste?! —grito y siento el brinco que da debajo de mi cuerpo.

—Minho ya déjalo, quiero ir a casa.

— ¿Cómo te atreves a decirle eso a mi novia?

—No dije nada malo.

—El que hablo no eras tú.

—Tan solo te di la oportunidad de quedarte con ella, se ve que estaba muy enojada y no quería otra pelea por mi culpa, te repito: debiste quedarte con ella.

— ¡Pero vine contigo!

— ¡Y puedo regresarme sin ti! —me empuja haciendo que tambalee—. ¡No soy tan débil como crees! ¡No soy tan frágil como piensan algunos, no soy una chica que a la que debas ir tras ella porque le pueda pasar algo!

—Taemin…—ahora el espantado soy yo, él está muy alterado, está mirándome con rabia.

—Soy un chico que puede cuidarse solo, no necesito tus actos de caballerosidad ni tus halagos, ni tu aparente preocupación. ¡No voy a permitir que nadie vuelva a tratarme como un imbécil y una basura, así que tus palabras bonitas te las puedes llevar al carajo!

— ¿De qué rayos hablas Taemin?

— ¡TE ESTOY DICIENDO QUE ME DEJES EN PAZ MAX!

Y nos quedamos en silencio, Taemin derrama muchas lágrimas que le empapan las mejillas en cuestión de segundos, me mira con arrepentimiento y se apoya en la pared en la que se desliza hasta quedar sentado en el frio suelo.

Rápidamente voy hacia el para tomarlo en mis brazos.

—Me duele la cabeza Minho —dice en tono suave, sin mirarme.

—Es mejor que te lleve a casa—es lo único que digo antes de cargarlo e irnos de ahí. No quise preguntarle nada viendo lo alterado que esta.

En todo el camino lo escucho sollozar, escondiendo su rostro en el espacio entre mi hombro y mi cuello. Esa persona que mencionó, debió hacerle algo realmente malo para dejarlo tan desbastado. La ira que sentía momento atrás se desvió hacia ese desconocido que hace llorar a Taemin, no lo conocía, pero ya podía adivinar la basura de persona que era.

Ese maldito, por su culpa Tae…

Estaba realmente mal.

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Mensaje por k.will Jue Feb 05, 2015 10:57 am

hi! aparto... prometo leer y editar rapido :)

hola!!! acabo de leer los tres primeros capitulos y me gustaron mucho.... quisiera saber que paso entre joon y onew, el porque terminaron y me gusto mucho este 2min, sigue asi!!! ahora pasare a leer los otros capi :D


Última edición por k.will el Dom Feb 08, 2015 4:50 pm, editado 1 vez
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Mensaje por Reira Elric Vie Feb 06, 2015 11:21 am

Me tarde un poco....pero ya por fin vine a comentar, el trabajo y el servicio no m dejan y en el transporte publico es difícil comentar (jeje a veces los leo en el metro n_n)....

Me gusta mucho como va avanzando el fic, van solo dos capítulos pero en serio has mantenido mi interés.
La relación que se esta formando entre Minho y Taemin no es linda... ._. ...es lo propio de un par de chicos adolescentes, hacer tonterias y reirse y no tomar las cosas demasiado enserio, coincido con FuerzaFriki, el Taemin de esta historia tiene una actitud muy genial, me gusta n_n...y Minho...bueno, a ver q pasa para q se de el 2MIN...Minha me agrada pero siento q es probable q le este ocultando algo a Minho jajaja XD...

Mientras tanto le seguiré la pista a tu fic, me esta gustando mucho,
Nos leemos pronto :Hi:
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Mensaje por FuerzaFriki Vie Feb 06, 2015 12:33 pm

¡¡¡SOY UNA HORRIBLE TRAMPOSA SIN PERDÓN TT-TT!!!

Me quedé tan picada que fui a buscar la historia a Amor Yaoi y sin notar en un solo día llegué hasta el capítulo 20, me encantaron algunas de tus referencias, pero no comentaré nada hasta que lleguemos a eso.

Ahora conforme el capítulo que acabo de repasar para no irme al futuro. Me encanta Joon es un hermano sobreportector pero con buen corazón o intenciones, MinAh tengo algunos lios con ella para este capítulo solo la siento más mandona que yo y eso es record.
Me encanta este Taemin masculino y peleonero como debe ser, de verdad no parece que sea tu primer Taemin de este tipo, excelente trabajo. Amo como va y lo que llegará a ser esto, prometo seguir leyendo por aquí aunque ya me haya spoileado a mi misma.

MAX ¬¬
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Mensaje por Carol Ney Vie Feb 06, 2015 1:11 pm

Reira Elric escribió:Me tarde un poco....pero ya por fin vine a comentar, el trabajo y el servicio no m dejan y en el transporte publico es difícil comentar (jeje a veces los leo en el metro n_n)....

Me gusta mucho como va avanzando el fic, van solo dos capítulos pero en serio has mantenido mi interés.
La relación que se esta formando entre Minho y Taemin no es linda... ._. ...es lo propio de un par de chicos adolescentes, hacer tonterias y reirse y no tomar las cosas demasiado enserio, coincido con FuerzaFriki, el Taemin de esta historia tiene una actitud muy genial, me gusta n_n...y Minho...bueno, a ver q pasa para q se de el 2MIN...Minha me agrada pero siento q es probable q le este ocultando algo a Minho jajaja XD...

Mientras tanto le seguiré la pista a tu fic, me esta gustando mucho,
Nos leemos pronto :Hi:

Hola :)

Primero que todo gracias por leer y comentar. ja ja hay Dios -se ríe de sí misma- hacer a "este Taemin" ha sido divertido aunque es la primera vez que hago uno así, en otras historias que he escrito (que no están en el foro) siempre tendía a hacerlo muy "niña" y si no es que alguien por ahí me lo dijo yo seguiría haciendo ultra niña xD
No es que no me agraden los Taemin tiernos, pero siento que a veces los hacemos "muy niña" en fin.
Pues sí, son un par de tontos que todavía no se dan cuenta de las cosas que hacen y MinAh, ja ja bueno, ama demasiado a Minho u.u
Gracias por darte el tiempo de leer :) un saludo y nos leemos luego.
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Mensaje por Carol Ney Vie Feb 06, 2015 1:22 pm

FuerzaFriki escribió:¡¡¡SOY UNA HORRIBLE TRAMPOSA SIN PERDÓN TT-TT!!!

Me quedé tan picada que fui a buscar la historia a Amor Yaoi y sin notar en un solo día llegué hasta el capítulo 20, me encantaron algunas de tus referencias, pero no comentaré nada hasta que lleguemos a eso.

Ahora conforme el capítulo que acabo de repasar para no irme al futuro. Me encanta Joon es un hermano sobreportector pero con buen corazón o intenciones, MinAh tengo algunos lios con ella para este capítulo solo la siento más mandona que yo y eso es record.
Me encanta este Taemin masculino y peleonero como debe ser, de verdad no parece que sea tu primer Taemin de este tipo, excelente trabajo. Amo como va y lo que llegará a ser esto, prometo seguir leyendo por aquí aunque ya me haya spoileado a mi misma.

MAX ¬¬


Yo te perdono(?) xD ¡bah! no te preocupes, esperaba que esto pasara, ya que puse mi nick en AY para que nadie se asuste.
ja ja así que llegaste hasta el capitulo 20 ;; bueno ahora sabes las cosas locas que escribí para esta historia, y como habrás notado solo tiene 30 capítulos, así que trataré de ir a tiempo moderado aquí en el foro.
Este capítulo jaja si MinAh es una mandona, pero tiene buen kokoro. No es la primera vez que hago a Joon como el hermano de Taemin, amo a ese chico ;u; además de que me gusta emparejarlo con Onew xD

Mi Taemin, uf si te vas a mi cuenta en AY verás que tengo varias historias ahí, y créeme que este fic ha sido un gran avance para mí, como había mencionado antes, mi tendencia era hacer un Taemin muy gay, algo niña ;; así que decidí irme a lo real, y salió este Tae.
Y MAX....bueno odialo se lo merece xD

Saludos y gracias por darle una oportunidad al fafic, saludos :)
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Mensaje por Carol Ney Sáb Feb 07, 2015 2:18 pm

Capítulo 4
Muchas gracias a quienes leen esta historia. El 2min esta teníendo dificultades para relacionarse pero poco a poco lo resolverán



Capítulo 4: El pasado. Parte I

TaeMin

Cuantas cosas quisiera borrar de mi pasado, cuantas cosas desearía que nunca hubieran sucedido, cuantas cosas me hacen daño hasta querer desaparecer de este  mundo, por no soportar mi vergüenza, el dolor, la traición. En ocasiones desearía tener una máquina del tiempo y regresar a ese momento en que todo se tornó oscuro, para decirme a mí mismo no lo hagas, no le creas,  no confíes.

— ¿Es…es enserio? ¿De verdad eso piensas de mí?

—Claro Taeminnie, eres lo mejor que me ha pasado yo solo quiero estar contigo. Tú me gustas… no, yo te amo, te amo mucho, lo supe desde el momento en que te conocí.

—Pero no  estoy listo…yo…yo sé que me dolerá —mis mejillas se coloraban al tiempo que le daba la espalda como el chico tímido e inocente que era, el que no tenía ni idea de lo que sucedería cuando aceptará su propuesta.

No quería que se enojara conmigo, no quería que por una indecisión mía se alejara y no volviera jamás, pero me entraban las dudas, no quería decepcionarlo,  porque la persona que amo, la que me ha demostrado que daría todo por mí, me pide una prueba de amor, esas que comúnmente son conflicto de las chicas enamoradas e inexpertas.

Así como yo.

Un chico inmaduro, un chico tonto y muy ilusionado.


Vamos bebe, sabes que no te lastimaría, no podría, sé que estas sorprendido por lo que te estoy pidiendo, pero, llevamos ya  seis meses de novios, creo que  ha sido mucho tiempo, ya estamos listos.

Maldito mentiroso.

Claro, seis meses de conocernos, seis meses de estar juntos, de muchas risas, de muchos besos,  de muchas caricias que al inicio eran discretas, pero que con el tiempo se hicieron más pasionales, seis meses de envolverme en sus mentiras; con solo 16 años me había enamorado de un chico de 21, uno alto, con cuerpo envidiable, con una sonrisa que deslumbra, tan imponente, tan guapo.

Estaba embobado con él, era la primera vez que me sentía así, como si caminara por un campo de flores o flotara en el cielo junto a las nubes blancas. Yo, no podría describir el sentimiento, según yo estaba enamorado de él, porque me cuidaba, me aconsejaba, me hacía reír con sus elocuencias, me presumía con sus amigos vociferando que era el más hermoso, la creatura maravillosa que tuvo la dicha de conocer, en una cafetería un viernes por la tarde cuando cenaba con algunos amigos de la escuela.

—Seis meses Tae, ¿lo puedes creer? —me muestra sus dientes blancos. Su sonrisa me deslumbra y me atonta.

—Lo sé, han sido los meses más felices de mi vida.


¡Tonto Taemin!

Los seis meses que desearía borrar de mis recuerdos, pero no, ahí siguen, atormentándome cada vez que pueden, pare recordarme lo idiota  que fui, para escupir me en la cara y recalcar que de mí lo quieren todo, menos el corazón.

Lo di todo por él, a pesar de que mis amigos me decían que era una locura, porque mis padres no sabían que tenía novio, tampoco mi hermano, para ellos Max era solo el tutor de álgebra que iba  darme clases todas las tardes en mi casa.

La especie de amor clandestino que teníamos me ponía eufórico y a la vez me llenaba de miedo.

Me rio de mí mismo, pensando en las veces que casi nos atrapan dándonos besos, arrinconados en alguna pared o tumbados en mi cama, tocándonos con descaro; solo porque rogaba que se detuviera  es que en ninguna ocasión llegamos a más.

Hasta ese momento, en donde ingenuamente acepte ir a su casa. La  primera vez que iba y me sentí tan emocionado porque nunca había estado en su espacio privado, donde pasa la mayor parte del tiempo donde duerme, donde estudia, donde pasa los días de frio, donde se podía oler el perfume del hombre que amaba intensamente.


Juro que será especial, tu primera vez, será única.


De nuevo su sonrisa, ese lobo vestido de oveja me engañaba con palabras bonitas y promesas incumplidas, ese lobo se acercó a mí para tomar mi rostro entre sus manos y unir nuestros labios, ese lobo me dejo caer suavemente sobre su cama, colocándose entre mis piernas, tocándome y haciéndome sentir tan especial como él dijo, me deseaba y yo lo deseaba a él.


—Max —gemía con las mejillas sonrojadas.


Debí verme tan suculento para él, porque sus ojos brillaron y se relamió la boca, me apretó más a su cuerpo y mis partes bajas se estremecieron. Empezó a quitarme la ropa tan despacio que me desesperaba, yo solo me deje, porque confiaba en él.

Deje que me viera desnudo bajo su cuerpo, deje que acariciara pedazos de piel prohibidas, deje que tomara mi cuerpo sin compasión y fue en ese momento en que empujaba su hombría dentro de mí, que sentí toda su deseo desbordar, no escuchaba mis suplicas, no escuchaba mi llanto de dolor, ni las peticiones porque fuera más lento, menos rudo, más amable.

Las palabras bonitas se fueron, se las llevo el viento junto a su disfraz de novio perfecto, en ese instante, cuando trataba de sepáralo de mí, cuando me mira a los ojos siento algo extraño, esta persona estaba tan diferente.

—Max me duele, pa…para por favor…

— ¿Qué pasa Taemin? ¿No puedes aguantar un poco de dolor? —se ríe de mí, goza de mi sufrimiento.

—Dijiste que no…ah!…que no…—cierro los ojos al sentir ardor cuando entra y  sale de mí, una lágrima resbala de mi mejilla y siento que podría partirme el trasero si sigue así.

— ¡Para! —le grito. Le doy golpes en el pecho, arqueo mi espalda, pataleo, lo araño, pero solo consigo que se enfurezca.

— ¡DEJA DE MOVERTE! —me grita.

Me penetra con más fuerza.

— ¡No, no!… ¡Déjame! ¡Déjame! —lloriqueo.


—Dios~ Taemin tu cuerpo es exquisito.

— ¡NO!


Cuando termino, solo dijo: Te amo Taemin.

Un ‘te amo’ lleno de burla.

Yo no dije nada, solo me quede tumbado tratando de recuperar mi aliento, llorando y tratando de comprender lo que había sucedido, con mi cuerpo expuesto y manchado.

Tan ridiculizado.

Esa noche termine regresando a casa en un taxi —él único gesto amable de su parte—, llegue adolorido, cansado y confundido. Max dijo que me iría a buscar a la escuela por la tarde, que les dijera a mis padres que él me regresaría a salvo. Que una vez más confiaran en él como lo habían hecho hasta entonces.

Esa noche subí a mi habitación sin cenar, sin darle la cara a nadie, me encerré en mi habitación y fui directo al baño, me deshice de la ropa en segundos y me coloque bajo la regadera, me lave con fuerza cada pedazo de piel tratando de quitarme una sensación extraña que me quemaba por dentro.

Cuando termine me observe en el espejo, estaba lleno de moretones y rasguños, paseaba los dedos por las marcas y me preguntaba si así es como se debe  amar a alguien, era la primera vez que me entregaba y no resulto como esperaba, nada placentero, no fue de ensueño.

Al terminar solo fui acostarme para seguir  llorando, me repetía que no debía sentirme mal.

“él es mi novio” “el me ama” “el me protege”

(Tan masoquista)

Al siguiente día, cuando fue por mí a la escuela, lo vi en la entrada con un grupo de chicos  que supuse que eran sus amigos, me sentí nervioso, trague saliva mientras avanzaba, solo quería que me llevará a casa y pasar la tarde tranquilo con Max.
Aun creía en su amor ¡Que estúpido fui!

Cuando al fin llegue el dejo su pose de chico bueno, me miro de pies a cabeza y sonrió, pero no como antes, no con dulzura, no con amor, si no con malicia y perversidad. Sentí asco, asco en cuando acaricio mi mejilla.

—Max —lo llame nervioso.

— ¡Oh! es más hermoso de lo que dijiste ¿Debió darte mucho placer tenerlo? —hablo uno de esos tipos.  

Y mi rostro de desfiguro de solo escuchar esa frase.

—Te dije que lo convencería —Max sonrió para mí—. Era su primera vez.



Entonces fue así, que descubrí su engaño: una apuesta, una muy retribuida apuesta.

Le grite, lo insulte, incluso quise golpearlo pero no pude, mi rabia no era suficiente contra su fuerza. Y al verme rodeado de tantos tipos grandes y sus miradas perversas salí corriendo, escuche risas detrás de mí. Llore por la rabia, llore por la traición, por un sueño roto, por una ilusión que se esfumo en el aire.

¿Qué podría hacer un chico debilucho y con apariencia de niña contra un hombre el doble de su tamaño? Contra un hombre que le lavo el cerebro diciendo cuanto amaba estar cerca de él.

¿Qué podía hacer? Si tan solo tenía 16 años y me sentía tan enamorado, yo solo quería ser amado, quería algo de atención para mí, porque mi hermano estaba tan ocupado arruinando su vida en las calles que nunca me prestaba atención.  

¿Qué podría hacer si papá se la pasaba  en la oficina y mamá aunque quisiera estar en cerca su trabajo la hacía viajar lejos de casa? Ella era la única que hacia lo posible por estar  al pendiente de mí, pero no tuve la confianza para decirle que tenía a alguien y que era mucho mayor que yo. No se lo decía por miedo a que me regañara, a que me separaran de ese hombre que fue mi primer amor.

Y que fue el que marco mi vida por siempre.

¿Qué podía hacer? ¿A quién podía recurrir? ¿Quién podía ayudarme? ¿Quién iba a sanar mis heridas?

¿Quién me daría la mano en vez de reírse de mí?


—Por favor dime si te hizo algo.

Mi fiel hermano como siempre preocupado por mí. Sentado al borde de mi cama, acariciando mis cabellos largos, reconfortándome con el amor que sabe me hizo falta años atrás.

—No, no me hizo nada malo. Al contrario solo fue muy amable.

— ¿Seguro?

—Seguro.

No dice nada, se ha quedado pensativo, sus caricias no cesan, lo escucho suspirar, como si también estuviera recordando el pasado oscuro que atormenta su alma. Se ha de estar recriminando los días de soledad y las malas acciones.

—Si necesitas algo ve a mi habitación.

—Gracias hyung —le digo con el rostro sobre la almohada. Siento su peso desaparecer del colchón.

Me cubre con las sábanas y me da un beso en la frente.

—Te quiero Taemin, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites.

—Si.

—Si ese Choi se atrevió.

—Huyng —lo reprendo—. Enserio, el solo me cuidó.

—Te creo Tae, solo digo que si tienes algún problema, recurras a mí.

—Sabes que siempre lo hago —giro el rostro y le doy una sonrisa forzada—. Gracias.

—Bien, entonces, descansa.

Se va, pero triste porque sabe que algo más pasa, pero yo no tengo ganas de seguir hablando, solo quiero dormir y mañana, mañana quisiera ver a Minho una vez más, no para darle explicaciones, solo para estar cerca de él.

Solo estar cerca de él.

Tal vez, debería disculparme por haberme  exaltado de esa forma y agradecerle el que me haya traído a casa sin preguntar nada, respetando mi silencio y mis pésimos humores. Al final de esta noche cuando estaba en la puerta principal de mi casa, me sonrió y acaricio mi mejilla con delicadeza para despedirse.

¿Minho porque eres así? ¿Por qué eres así de amable conmigo?

~

Me había levantado con dolor de cabeza, eran las diez de la mañana del domingo y no escuchaba ruidos en la casa, supuse que mi hermano aun dormía y papá al contrario de él debía estar en su despacho, revisando contratos y proyectos de la empresa —porque ni en fin de semana podía dejar el trabajo— nos había prometido frenar ese impulso de llevar asuntos laborales a casa para dedicarnos más tiempo.

Obviamente todavía luchaba por cumplir la promesa.

Me levanto perezoso de la cama, a pasos torpes salgo de mi habitación para ir a la de mi hermano, necesitaba algo para el dolor de cabeza, toque tres veces y nada, tome la perilla y me di cuenta de que la puerta estaba abierta, me asomo y no lo veo, frunzo el ceño.

Me retiro y voy escaleras abajo, siento ligeros escalofríos por caminar descalzo, me tallo los ojos esperando aclarar mi visión por completo, a lo lejos escucho voces, cuando ya estoy en la planta baja los murmullos me llevan al despacho de papá, me acerco y por el cristal veo a mi hermano de pie, frente al escritorio de papá, quien tiene una expresión de angustia en el rostro.

Mi corazón se agita, me sofoco.

— ¡Debiste decírmelo! ¡Esto nos arruinará! —Joon grita y papá lo mira con severidad.

—No te lo dije porque sabía que te pondrías así —contrataca. Papá se levanta, ambos se miran—. Encontrare una solución, no te preocupes.

—No puedes hacerlo solo, deja que yo…yo conozco…

—No hijo no —dice tomándolo de los hombros, su rostro se relaja—. Se hará del modo indicado.

—Joven Lee.

Doy un brinco por el susto que me ha dado la empleada. Le sonrió nervioso.

—Pensaba llevarle el desayuno a su habitación, su hermano dijo que no se sentía bien.

—Oh, no, ya estoy mejor.

— ¿Entonces…desayunará en el comedor?

—Sí, sí…por favor.

Se retira y yo controlo mis nervios. Doy un respiro profundo y volteo hacia la puerta, en ese momento mi hermano da la vuelta para salir del despacho, corro y subo las escaleras, entro a mi habitación y voy hasta el closet, saco una muda de ropa. Segundos después tocan a la puerta, doy permiso para que pase.

—Me dijeron  que te habías levantado.

—Si hyung, baje a ver que habían preparado para desayunar.

—Me alegra que tengas hambre—se acerca a pasos lentos y sin decir más me abraza.

Acaricia mi cabello, reposa su mentón en mi coronilla y suelta un suspiro.

— ¿Hyung?

—Taemin papá te devolverá el violín.

— ¿Enserio? —digo con alegría. Ahora soy yo quien aprieta su cuerpo contra el mío, él se queja por mi rudeza.

— ¡Dios! Si tienes bastante fuerza en esos brazos de fideo.

— ¡Hyung!

— ¿Qué? Es la verdad.

—Sabes que podría derribarte si quiero.

—Sí como no, sabes que nunca podrás hacerlo —se ríe de mí y me da un golpe en el hombro con sus nudillos.

—Antes no podía, ahora sí —lo reto, el suelta una carcajada.

—Mocoso atrevido —me dice y yo enmudezco. Curiosamente me recordó a alguien.

Claro al siempre caballeroso Choi Minho.

— ¿Taemin?

—…hyung tengo hambre.

—Entonces báñate, arréglate y nos vemos en el comedor.

Me da ligeras palmadas en el hombro, lo veo darme la espalda.

—Hyung…—lo llamo el voltea antes de salir.

— ¿Qué pasa?

—Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites ¿verdad?

—Taemin…

—Entre nosotros no hay secretos.

Su mirada cambia, no sé si me ha entendido, lo veo dudoso, sus dedos se aferran al marco de la puerta hasta quedar blancos. Está pensando en lo que dirá y si es bueno o malo como para contarme lo que pasa.

—Somos hombres de confianza Taemin —me sonríe—. Y sé que cuento contigo. Ahora apresúrate que muero de hambre y solo te estoy esperando a ti.

Me sentí decepcionado.

—No tardaré.

Se despide sacudiendo la mano y yo me quedo con muchas dudas, esta raro, papá también, algo ocultan y no quieren decírmelo.

Aviento con furia las ropas a mi cama.

— ¡Sin secretos! Ningún maldito secreto.

Me siento al borde de la cama, frustrado por esta situación, escucho mi teléfono sonar por algún lugar, busco con la mirada hasta que veo mi celular al otro extremo junto a las almohadas. Lo tomo y sonrió al ver de quien se trata.

—Que se te ofrece Minho.

—Solo saber cómo estas…

Me dejo caer de espaldas al colchón.

—Con hambre Minho, mucha hambre…—sonrió de oreja a oreja.

Qué extraña forma de cambiar de humor cuando hablo con él.

~

Me había quedado con las ganas de ver a Minho ayer, y hoy tampoco se dio la oportunidad, creo que es mejor así, debía esperar a que se me pase este absurdo sentimiento de amargura. No quería llegar a casa temprano para escuchar a mi hermano diciendo cuanta confianza nos teníamos el uno al otro. Y por eso he terminado en esta cafetería, la que le encanta a mi amiga por los postres de leche que sirven.

—Taemin… ¿me estas escuchando? —NaEun coloca su mano sobre mi frente, rápidamente la retiro—. Lo siento, pensé que te sentías mal.

—No, discúlpame tú a mí —suelto un suspiro y le sonrió—. No dormí bien.

—No parece que sea el motivo por el que estés tan distraído.

Pienso detenidamente en si le diré o no, de lo extraño que están comportándose Joon y mi papá. Decido que es mejor desahogarme y no quedarme con el miedo y la inquietud, pero cuando pretendía hablar Kibum llega casi corriendo hasta nuestra  mesa.

—Lo siento, había un tráfico horrible—se sostiene del borde de la silla, deja caer su cuerpo en el mueble junto a mí—. Y encontrar estacionamiento fue otro suplicio.

—Tranquilo Key, no hace mucho que llegamos—NaEun me mira, esperando que prosigamos con la conversación, yo me enderezo y aclaro mi garganta.

— ¡Hey! ¿Por qué esas caras largas? ¿Acaso pelaron de nuevo? Saben que no siempre estaré para controlarlos antes de que se saquen los ojos unos a otros…

—No es eso—hablo sin dejar de ver a mi amiga—. Es que…

— ¿Problemas en casa? —anticipa. Yo asiento—. ¿Acaso Joon…?

—No, él no…bueno en realidad no entiendo muy bien lo que pasa con él, pero no ha regresado a la calle si eso te preocupa.

—Taemin, sabes que puedes decirnos —la mano de NaEun toma la mía, siento la calidez de su piel, es reconfortante.

Key se quita el abrigo y lo cuelga en el respaldo de la silla, me mira de reojo y luego a nuestras manos— ¿Confías en nosotros? ¿Verdad?

—Sabes que sí —le digo con fastidio—. Es solo que no estoy comprendiendo bien lo que pasa. Mi papá y Joon estuvieron hablando en el despacho muy temprano ayer por la mañana, yo los escuchaba desde fuera y dijeron un montón de cosas que no entendí, mi hermano le reclamaba por algo que no le había dicho, se gritaron una vez, luego papá fue quien dijo que arreglaría el problema.

— ¿Qué problema? —dice mi amiga.

—Eso es precisamente lo que no sé, estaban discutiendo por algún problema y no tiene la confianza de decirme que pasa.

Me deshago del tacto de NaEun, llevando mis manos al rostro, me dejo caer en mi asiento hasta mirar el techo—. Estoy cansado de que me traten como si fuera un niño, si hay algún problema en la familia tengo derecho a saberlo.

—Entonces confróntalos—-Key me mira como fastidiado—. Siempre dices que ya no eres un niño, entonces compórtate como un hombre y confróntalos, ve con tu padre y habla con él, insiste cuantas veces sea necesario hasta que te diga lo que sucede.

Nunca he podido entender cómo es que se las arregla para darme valor y hacerme sentir con fuerza, Kibum, uno de los inigualables amigos que tengo, siempre dice y acierta en la verdad; ya sabía que eso debía hacer, pero su voz firme es como el impulso que necesitaba.

—Lo sé —respondo sin mirarlo.

Escucho una voz a lo lejos— Descafeinado por favor —reconocí eso tono  ronco.

Enseguida me enderezo, mis ojos buscan desesperadamente al dueño de esa voz. A lo lejos, en la caja registradora, lo veo, Minho está parado junto a su novia, la que no suelta su brazo y le dice cosas que lo hacen reír hasta arrugar su nariz y dejar sus ojos pequeñitos.

Suelto un bufido y me cruzo de brazos.

MinAh, esa chica, lo hace sentarse en una de las mesas de en medio, los miro, ella parece cambiar su expresión de alegría a una de enojo, pareciera que lo está regañando y el muy tonto hace lo posible por hacer que tan siquiera lo mire.

Rogando su atención y su cariño.

—Idiota —digo a regaña dientes.

— ¿Taemin que miras? —mi amiga voltea hacia tras para buscar lo que me ha robado la atención y cuando lo encuentra suelta un oh~ de sorpresa.

—Tonto —susurro.

Es increíble como el solo ver a ciertas personas se me puede revolver la bilis. Todavía no entiendo cómo es que Minho soporta a esa chica, es bonita, es sexy —no lo voy a negar—pero sé que esa cara de chica bien portada no es la verdadera.

Ruedo los ojos, ya Taemin deja de pensar en asuntos que no son de tu incumbencia, me digo a mí mismo. ¡Claro! ¡Nada de ellos es de mi incumbencia! sin embargo, todavía le debo un gracias al ojón. Mis mejillas se coloran al recordar lo del sábado por la noche ¡Dios! ¿Cómo pude perder el control de esa forma? Bueno, sí lo sé, todo fue por culpa de Minho, sus ideas locas de secuestro y su excesiva amabilidad.

Los miro de nuevo, ahora le acaricia la mejilla mientras ella sigue seria, algo le dice que la convence y la hace sonreír, ahora se miran de forma tierna y…claro se besan.

¡Agrrr! Me volverá loco su melosidad.

—Deja de hacerlo o te lastimaras.

— ¿Eh? —Key señala mis dedos que se había afirmado al borde de la mesa y apretaban con fuerza hasta dejarlos blancos. Retiro mi mano y me rasco la nariz fingiendo que eso no pasó.

— ¿Algún problema con Choi?

Mis ojos se clavan en los suyos en cuanto lo escucho decir aquello.

—No, no tengo problemas con él…pero ¿Cómo es que lo conoces?

—No somos amigos si eso piensas —de hecho no lo pensé, no veo la manera en que se conozcan, menos que sean amigos—. Nos une alguien que es amigo de ambos.

— ¿Conozco a esa persona?

De repente su mirada se vuelve divertida y me muestra esa sonrisa que me asegura que si debo conocerla. Pero la verdad es que no.

—Deberías —se pasea la mano por el cabello—. Se llama Lee Jinky, tu hermano también lo conoce.

Y me quedo en blanco, el nombre no se me hacía conocido pero el que Joon esté involucrado  hace este asunto bastante interesante.

—Ya que no has dejado de ver hacia esa pareja, repetiré mi pregunta: ¿Algún problema con Choi?

—Ya te dije que no.

—Tu rostro me dice lo contrario, no has dejado de fruncir el ceño desde que se sentaron a besuquearse. Además te hizo olvidar la rabia hacia tu hermano y tu papá, debe ser alguien muy especial para lograr eso en ti.

—Key…

—Su novia es bonita —dice NaEun y yo ruedo los ojos—. No tanto como tu Taeminnie, ese oppa podrá tener pareja pero estará ciego si no nota tu belleza —no sé si eso fue un halago o una burla, de todas formas tomo una servilleta la hago bolita y se al aviento, ella sólo se hecha a reír.

—Te he dicho que no me digas bonito.

—Aigo~ nada te gusta oppa —dice frustrada—. Así naciste, Dios te regalo esa cara y ese cuerpo —me señala—. ¿Sabes cuantas personas desearían tener lo que tú tienes?

—No lo sé y no me interesa. Tus envidias guárdatelas.

—Vaya, si al auto proclamado hombre le gusta pelear al mismo nivel que una chica menor que él.

Fulmino con la mirada a mi amigo, el solo se hecha a reír, no puedo creer que las personas a las que cite y que se supone que me iban a ayudar y aconsejarme sobre mis problemas terminen riéndose de mí. Normalmente no suelo ser tan sensible, pero con tantos líos en mi cabeza quedo vulnerable con cualquiera.

Me levanto arrastrando la silla conmigo haciendo que se produjera un terrible chirrido. Tomo mi bolso y lo cuelgo a mi hombro, mis amigos me ven con desaprobación por mi pronta partida.

—Taemin…

—NaEun —la llamo serio—. No vuelvas a darle mi número telefónico a nadie —la regaño sin importarme hacerla sentir mal.

— ¿Gracias a eso sucedió lo que te tiene molesto con Minho? —de nuevo Key y sus preguntas.

—Ya te dije que no…

—Taemin.

Justo lo que me faltaba.

Volteo, ahí está parado Minho, sosteniendo un envoltorio de papel en la mano—. No te había visto.

— No es de sorprenderse, estando esa novia tuya cerca el mundo desaparece Minho, pensé que ya te habías dado cuenta.

— ¿estas molesto conmigo? —Niega con la cabeza y frunce el ceño—. Después de haberte llevado a tu casa al menos pensé que me daría las gracias.

—Gracias —le digo cortante, meto las manos a los bolsillos de mi pantalón y empiezo a caminar hacia la salida.

— ¿Estas mejor? —me dice y me detengo de inmediato. Sé que se refiere a la pésima forma en la que me puse ese día.

No le respondo, solo sigo mi camino, cuando pasó por su mesa  MinAh y yo no observamos uno al otro, suelto un suspiro, pienso no debería hacer corajes por estupideces como esta.  Le sonrió antes de rebasarla, ella me corresponde.

Salgo de la cafetería y me voy rumbo a la parada del autobús, ya que me he retirado así no puedo pedirle a Key que me lleve como habíamos quedado. Me siento en la banca para esperar, mis pies se mecen como los de un chiquillo.

—Deja de ser berrinchudo —Key se sienta a mi lado tan sonriente—. A NaEun puedes ocultarle cosas sin que ella se dé cuenta, pero conmigo no funciona y lo sabes. Sé que además de tu familia te traes algo con Minho, pasó algo que te está haciendo perder el control, así que o me dices y te desahogas o te obligo a hacerlo.

Me conoces tan bien.

—Siempre eres…tan amable Key.

Dejo caer mi cabeza sobre su hombro, el acaricia mi cabello como el de una muñeca. Siempre es provechoso hablar con él aunque termine regañándome de todo, además de que conoce a detalle lo que pasa en mi tormentoso pasado.
Key sabe llevar muy bien el papel de buen amigo. Sí quería hablar, si quería desahogarme, que bueno que ha venido en mi rescate.


Minho

Nunca he entendido porque existen personas tan irritantes como Taemin,  solo quise ser amable y me sale con sus desplantes, no cabe duda que está muy consentido.

—Mocoso…

—Minho, es tarde debemos ir a casa.

Cierto, no hay tiempo para pensar en niños berrinchudos malagradecidos, tengo un día perfectamente planeado y no se va a estropear por nada.

—Vamos, estoy ansioso por saludar a tus padres.

La tomo de la mano y le doy una sonrisa que era por demás falsa, nunca le había sonreído así a mi novia, nunca. Pero es que ahora sonreír era algo que no podía hacer por voluntad.


No es que el almuerzo con sus papás sea aburrido, de hecho desde que los conocí me agradaron y yo a ellos, el ambiente era bueno y de muchas risas, siempre había sentido que eran así como mis segundos padres, por lo que no comprendo porque cuando hablamos de mi relación con MinAh empiezo a sentirme incómodo.

—Me da mucho gusto verte, enserio que nos hacía falta reunirnos Minho.

—Lo sé, ha pasado algún tiempo, desde que se fue por negocios y se llevó a mi novia.

—Aja…muchacho atrevido, si me he llevado a mi hija era para que la extrañaras y cuando se reunieran se puedan querer más —le guiña el ojo a  MinAh ella lo regaña por su exceso de sinceridad.

El padre de MinAh suelta unas carcajadas que me dicen que ya está bien de salud, eso me alegra, este hombre que ama tanto a su familia merece ser feliz, las personas que cuidan tanto de sus seres amados deberían quedarse por siempre, para seguir dando lo mejor de sí mismos.

Cuando lo veo sonreír, me recuerda tanto a Minjung, y no es que tengan algún parecido físico, si no que ambos, comparten esa personalidad tan arrasadora que sin importar nada, te sacan una sonrisa hasta en los días nublados. Claro, este señor a pesar de tener casi cincuenta años no ha perdido su toque divertido, eso lo hace alguien muy especial.

MinAh también tiene algo parecido a ella, Minjung no era tan extrovertida, ni orgullosa, pero ambas son tenaces, capaz de dar el todo por el todo por quienes aman, la diferencia es que la primera está conmigo, la segunda…ya no.

(¿Dónde estrás ahora?)

Cuando huelo los claveles del jardín de mi casa, recuerdo que  siempre pasábamos nuestro tiempo libre ahí, platicando por horas sin parar, hasta que la noche nos atrapaba y nos quedábamos mirando el cielo, pidiendo deseos aunque no sean a estrellas fugaces.


—Nunca dudes en pedir un deseo a las estrellas  Minho, tarde o temprano te concederá lo que has pedido.

Se sacude el la hierba que sé le que ha quedado en el vestido, aun así no se levanta, está a mi lado hablando tan soñadoramente como siempre.

— ¿Y si hay un día nublado y no las puedo ver? —mi pregunta le hizo fruncir el ceño.

—No importa que este nublado, lloviendo o nevando, las estrellas siempre están ahí para lo que necesites, así como las personas que conocen el amor, se quedan día y noche vigilando, observándote aunque no lo notes.

—Suena algo psicótico —me rio, Minjung me golpea el hombro.

Me retuerzo y lloriqueo por su rudeza.

—Choi Minho no entiendes lo que trato de decirte.

—Estas diciendo que las estrellas pueden concederme cualquier cosa, que siempre están ahí para lo que necesite.

La veo rodar los ojos, suelta un suspiro y luego me mira, se acerca más a mí hasta que nuestros rostros casi se rozan, sus hermosos ojos me atrapan, su cabello, su sonrisa, su mirada, su perfume.

—Estoy diciendo —toma mi cabeza entre sus manos—. Que cuando alguien ama con intensidad, no importa dónde se encuentre, ni la distancia que los separe, o en la forma en que se presente, siempre estará vigilando tus pasos, no por psicosis, si no por preocupación y amor. Las estrellas están ahí arriba junto a la luna y el sol, de día se esconden, de noche salen solo para  que les digas lo que necesitas  y te lo puedan cumplir.

>>No te dejan, no te abandonan, no importa que no las puedas ver o tocar, incluso que parezcan inalcanzables. Aman porque lo hacen, no hay razón ni explicación, solo aman y ya.



— ¿Verdad? —MinAh me toma del brazo sacándome de mis pensamientos.

— ¿Verdad…?

—Minho…le decía a mis padres que…—la veo ruborizarse y soltarse a reír, estaba muy emocionada—. Que ya estamos pensando en una futura boda.

Mi piel se eriza en cuando lo dice, de hecho antes de que se fuera con su papá le mencione que deberíamos empezar a vivir juntos, entre broma y broma salió el tema de la boda y bueno…yo…la amo.

Estaría bien… ¿no?

— ¡Dios santo! ¿Minho acaso ya estás pensando en mi hija como tu esposa?

Su madre me mira con los ojos iluminados, como si le acabaran de decir que se ha sacado la lotería. Cuando paseo la mirada por los otros rostros me doy cuenta que si por ellos fuera nos casábamos aquí y ahora.

Me remuevo nervioso y lentamente hago que MinAh me suelte.

Empecé a sofocarme, el tema de esta boda me ponía incómodo. En otra ocasión ya hubiera pedido este matrimonio sin dudas, pero ahora, solo no siento que sea lo correcto, el recuerdo de Minjung me oprime el pecho y no me deja respirar.

Ni pensar.

—Habíamos hablado de ello…pero no creo que sea el momento, todavía tenemos la escuela, yo estoy por obtener mi maestría y ella...

—Amor, la carrera la termino no te preocupes, además no estoy diciendo que nos casemos mañana, solo que esta en nuestro planes.

Su respuesta no me tranquilizo, solo me dejo más nervioso.

—Vaya hija, no lo presiones, suficiente tiene con aguantarte todos los días.

—Papá~ —chilla.

—Tranquila nena, Minho no ha dicho que no, si el mismo ha sugerido el tema con anterioridad solo espera a que sea el momento adecuado, ¿verdad?

Ahí iba de nuevo mi “suegra”, aplacando la ansiedad de MinAh para que me deje tranquilo. Dios, ¿Por qué estas personas son así de comprensivas? ¿Por qué no me siento satisfecho con ello? Ellos desean verme al lado de su hija, yo la quiero, yo…


—Mis papás dicen que sería bueno hacerlo en verano, el invierno siempre regala bonitas estampas, pero el calor sobre la piel es mejor.

Caminábamos por el parque central, era domingo y el frio de la tarde nos dejaba otra razón más para tomarnos las manos. Minjung dejaba que el viento le revolviera el cabello negro, nunca le había importado los nudos que se le formaran, le agradaba sentir la brisa fresca sobre el rostro.

—Una boda en verano no suena mal —trato de no sonar desesperado, el hecho de que estemos hablando de una boda me emociona.

—Minho, si más adelante seguimos juntos me gustaría una boda en la playa.

— ¿cómo que si seguimos juntos? —me detengo en medio del camino de piedra, la miro asustado de esa inesperada propuesta.

Se hecha a reír dejando sus ojos chiquitos.

—No te pongas así, yo sé que seguiremos juntos por siempre. Solo lo dije porque el destino es incierto. Recuerda lo que te dije de las estrellas.

—Todavía no lo comprendo del todo, de hecho fue un discurso muy cursi.

—Yah! Te lo dije para que lo razonaras no para que te burles.

—No me gusta razonar así, lo único que sé es que te amo.  Con eso puedo vivir.

—Ya lo estás entendiendo Minho, bueno solo un poco, claro que el amor es un “todo”, pero debes saberlo vivir, todos dicen que saben cómo amar y la verdad es que no es así, tienes que hacer que perdure sin hacer que se vuelta monótono ni excesivo.

— ¿Esta es una más de tus lecciones sobre el amor?

— ¿Me crees loca por decirte estas cosas?

Me detengo y la atrapo entre mis brazos, nos besamos sin importar que estamos en medio del camino, sin importar las miradas de los curiosos ni los chillidos de los niños.

—Sí, un poco loca. Una loca tremendamente hermosa y con muchas cosas que decir.

—Ahora quien es el cursi.

~

Estaciono el auto cerca de una tienda de auto servicio, se me antoja un café caliente para despejar la mente mientras me pierdo mirando los alrededores del parque, no he venido en mucho tiempo y la nostalgia comenzaba a comerme vivo. Deje la casa de los padres de MinAh con la estúpida excusa de tener que regresar a la escuela por un cuaderno en el que tengo escritos importantes. La cara de mi novia cuando me vio irme fue tremenda.

—La mejor escusa de todas —me digo a mi mismo saliendo de la tienda con el café en mano.

Empiezo mi recorrido hacia el camino de piedras. Son cerca de las siete de la noche, el cielo comienza a verse oscuro, no hay tanto frio como imagine, de hecho se siente agradable. Subo las escaleras que me dejaran en una zona despejada de ruidos, las risas de los niños no me molestan, pero ahora solo quiero silencio.

Cundo ya estoy ahí, busco la banca adecuada, una con la pintura desgastada es la que elijo por tener una buena vista al firmamento. Me siento y solo me quedo ahí, bebiendo café mientras el calor comienza su proceso curativo en mi cuerpo, pienso en las tantas platicas de Minjung y sus conceptos del amor, a veces  hablaba en contextos que no entendía en absoluto, pero esa era otra de las cosas que me gustaban de ella: su forma de comunicarse y su misterio.

Sus ideas descabelladas y su pasión cuando hablaba de ello.

—Todavía no entiendo lo que querías decirme.

Hay muchas pláticas que no llegamos a profundizar, al menos no lo suficiente para que yo le entendiera.

Escuchó a lo lejos una tonada, un…violín.

Me levanto de inmediato, mirando a los alrededores, solo veo parejas besuqueándose y mujeres con hijos criticándolos sin pudor. Agudizo el oído, la melodía me llama, era como una voz que me decía que debía ir en busca del origen de sus notas, tiro el vaso de café en  el bote cerca de mí, mi acomodo el abrigo y camino derecho.

Varios metros adelante, detrás de unos matorrales, el sonido se hace más fuerte. Solo una persona es en la que pienso, aun sabiendo que es poco probable que este ahí voy a investigar. Pero yo quiero creer que es él cuando puede ser cualquiera.

Alguien a quien se le antojo venir esta noche a tocar en este pedazo de parque olvidado.

Cuando salgo del otro lado, veo una silueta mecerse al compás de la melodía y del viento que se ha vuelto salvaje, sus cabellos se entrelazan unos con otros, y como es tan lacio no importa cuánto se enreden siempre, al final estarán sueltos.
No hay nadie más. Solo está ahí, en medio del césped danzando como si su instrumento fuera su compañera del baile, su fiel amiga. Escucho la pieza y noto la combinación de tristeza y esperanza en ella.

¿Acaso se siente como yo?

¿Acaso la desgracia también lo persigue?

¿El recuerdo de un ser amado?

Se ve tan libre que me da envidia, por lo menos tiene la música para desahogarse, yo todavía no sé cómo hacerlo.

Termina, pero no quiero que lo haga, quiero que siga tocando.

— ¿Minho?

Su expresión de sorpresa es grandiosa, sé que no esperaba verme aquí, como yo no lo espere de él. No le quito la mirada, mis ojos ansían ver su libertad cuando toca con esa pasión, como si la vida se le fuera en ello, como si no hubiera un mañana. Me acercó un par de pasos, lo veo titubeante, decidiendo si quedarse o darme la espalda por molestarlo en su momento de meditación.

—Parces estar melancólico.

—Diría lo mismo de ti.


“Si hay algo que me gusta de ti es que no escondes nada Minho, con solo mirarte a los ojos puedo entender cómo te sientes.”


Le quito una hoja seca enredada en su cabello castaño, está atento a mis movimientos, pero no dice nada cuando mis dedos lo peinan, ni cuando rozan su piel cálida. Sonrió, no sé porque, solo sonrió.

— ¿Ahora me dirás porque estabas llorando ese día?

— ¿Ahora me dirás porque sigues viéndome cómo idiota cuando te dije que dejaras de hacerlo?

Por alguna razón su sarcasmo no me hiere—Define mirar como idiota.

—Mirar como idiota: como su estuvieras perdiéndote en algo que te deja con cara de bobo —dice con lentitud.

—Esa definición me gusta.

—Eres un loco Choi.


“Creo que sabes que las personas no siempre se muestran como  en verdad  son, ni muestran sus verdaderos rostros porque tienen miedo de verse frágiles ante un mundo que solo te señala sin pensar en el porqué  de tu pasado.”


—Hoy he estado más que loco.

—Oye —abraza su violín—. Lamento la escena de ese día, solo recordé cosas que no debía, no tenías por qué cargar mis malos genios.


“Las desgracias no siempre son desgracias Minho, a veces estas son las que  unen a la gente, aunque no siempre terminan en finales felices”


—Ahora dime, ¿porque esa cara Choi?

—También recordé cosas que no debía.


— Minjung eres demasiado filosófica.
— ¿En serio? No tanto así, solo me gusta pensar en algunas cosas en formas menos convencionales. Es un ponto clave para la inmortalidad.

— ¿Inmortalidad? ¿Quieres vivir por siempre y para siempre?

—No, de nuevo no entiendes. No hablo de esa inmortalidad, hablo de la que realmente perdura.



Taemin no dice nada, no replica, no se burla. Supongo que tampoco está de ánimos para seguir una discusión. Se aferra más a su violín y ahora que lo miro con detalle noto que está temblando, y como no hacerlo si el abrigo que tiene encima es delgado para el este viento y baja temperatura.

Rápidamente me quito mi abrigo y se pongo, sé que no le gusta que haga estas cosas, pero no me importa, lo cubro aunque no quiera.

—Te resfriarás.

—Tengo más aguante que tú —me mira con el ceño fruncido—. ¿No seguirás tocando?

— ¿Estás pidiéndome una serenata? —bufa.

— ¿Sería posible? —me rio.

—No, para ti ninguna serenata.

Me da le espalda, escucho como afina las cuerdas del violín, aunque no hablemos mucho me siento mejor, creo que él también se siente así, este menos grosero de lo normal.

—Por cierto, ¿cómo se llama la pieza que anteriormente tocabas?
Gira para mirarme, se coloca en posición para comenzar a tocar.

—My Immortal.


“Lo único verdaderamente inmortal es el amor Minho, nunca lo olvides.”

¿Taemin porque ahora comienzas a recordármela tanto?
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Mensaje por FuerzaFriki Sáb Feb 07, 2015 5:50 pm

Minjung es muy sabía... creo que nnca podré dejar de odiar al maldito de Max.
Los amigos de Taemin son bien soplones, jajajajajajaja, además me recuerdan a mis amigos, uno intenta ser discreto y ahí van los otros a decir todo sin ninguna restricción.
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Mensaje por Carol Ney Dom Feb 08, 2015 2:37 pm

FuerzaFriki escribió:Minjung es muy sabía... creo que nnca podré dejar de odiar al maldito de Max.
Los amigos de Taemin son bien soplones, jajajajajajaja, además me recuerdan a mis amigos, uno intenta ser discreto y ahí van los otros a decir todo sin ninguna restricción.

Minjung es bondad y amor xD yei, era muy sabia, lástima que murió joven u.u pero amó mucho a Minho.
¡Amigos! Los amigos soplones son el toque de sabor en la vida ja ja loquillos.
Gracias por leer :) Saludos, nos leemos en otra ocasión ;u;
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Mensaje por k.will Dom Feb 08, 2015 6:26 pm

Hi!!! otra vez, digo otra vez xq arriba edite mi prime aparto.... en fin, por lo que entiendo minjung fue novia de minho antes que apareciera minha cierto??? y la esta recordando últimamente. por como habla minjung se ve que es muy buena persona... con respecto a taemin y max que malo fue lo que tuvo que vivir taemin, es horrible que jueguen asi con los sentimientos de alguien :(

Quiero saber más!!!
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Mensaje por Carol Ney Dom Feb 08, 2015 8:51 pm

k.will escribió:hi! aparto... prometo leer y editar rapido :)

hola!!! acabo de leer los tres primeros capitulos y me gustaron mucho.... quisiera saber que paso entre joon y onew, el porque terminaron y me gusto mucho este 2min, sigue asi!!! ahora pasare a leer los otros capi :D


¡Hola! Gracias por darle una oportunidad al fanfic :)
El asunto de Onew y Joon se aclarará más adelante u.u.
Gracias por amar a mi 2min eñe saludos y gracias por leer.
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Mensaje por Carol Ney Dom Feb 08, 2015 8:55 pm

k.will escribió:Hi!!! otra vez, digo otra vez xq arriba edite mi prime aparto.... en fin, por lo que entiendo minjung fue novia de minho antes que apareciera minha cierto??? y la esta recordando últimamente. por como habla minjung se ve que es muy buena  persona... con respecto a taemin y max que malo fue lo que tuvo que vivir taemin, es horrible que jueguen  asi con los sentimientos de alguien :(

Quiero saber más!!!

Hola.
Sí, Minjung fue la novia de Minho antes de conocer a MinAh, fue su primer amor.
A Taemin le tocó de malas con Max, ese maldito solo lo usó, u,u .
Muchas gracias por darle una oportunidad al fanfic :) un saludo, espero poder traerles el otro cap muy pronto.
Nos leemos luego.
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Mensaje por Carol Ney Mar Feb 10, 2015 1:39 pm

Capítulo 5
Una vez más estoy aquí, gracias a quienes leen la historia, espero puedan enamorarse más del 2min con mi fanfic xD


Capítulo 5:Primer descubrimiento.


TaeMin

La extraña sensación de que algo importante se aproximaba no dejaba de rondar mis pensamientos. Eran presentimientos que a cada rato me sacudían con fuerza, todo este día procure no recordar de nuevo ese pasado tormentoso, todavía duelen las cicatrices, no por golpes, si no por palabras.

La ingenuidad había sido una de mis facetas más relevantes cuando tenía 16, era de esas personas que se dejaban envolver por las frases bonitas, pero después de Max, decidí que no volvería a dejarme arrastrar por nadie, decidí que el amor es una fantasía hecha para la gente tonta.

Pobres diablos que se dejan llevar por esa farsa que llaman: estar enamorado.

¿De qué sirve? Si sólo te deja expuesto, si sólo te deja débil e indefenso.

En el único amor en el que podía confiar era el de mis padres y el de mi hermano, pero recientemente me han demostrado que no soy tan necesario para ellos como pensé. Desearía que tuvieran más confianza en mí, desearía poder ayudarles. Es increíble como las personas pueden hacerte sentir que no te necesitan, aunque a veces no sea su intensión, solo te hacen a un lado.

Todos esos pensamientos empezaban a hacerme mal y tengo que confesar que todo el día estuve deprimido, pero encontrarme Minho esta noche ha sido una agradable sorpresa, parece como si ambos necesitáramos deshacernos de las cosas que nos hacen daño.

Y estar juntos ahora era la mejor que nos pudo pasar.



Había comenzado a llover, y tuvimos que salir corriendo de entre esos arbustos, Minho me ayudo cargando el estuche de mi violín, no me dio tiempo de negarme, el solo lo tomo y camino por delante de mí. Nos refugiamos bajo un enorme árbol, ya estaba oscuro y comenzaba a helar, mire de reojo a mi acompañante, parecía no afectarle la temperatura a pesar de haberse quitado el abrigo, francamente no creía que el clima se pusiera así, por eso no repare en ponerme algo más grueso y abrigador.

Me concentro en las personas que van a paso veloz para buscar un lugar seco, parece que a todo el mundo se le arruino la noche, me incluyo, después de todo venía a despejar la mente con un poco de música, había estado un buen rato tocando, hasta que cierta persona me interrumpió.

Doy un suspiro, pensar en llegar a casa ahora me pone mal, se supone que debía estar antes que papá llegará del trabajo, se lo prometí a Joon, el batallo mucho para que me devolvieran el violín y lo único que me pidió a cambio de ello es que sea obediente, hermano yo quiero ser obediente pero las circunstancias no me dejan.

— ¿Estas bien? Te has quedado callado mucho tiempo.

Minho me mira ya más relajado, más sonriente. Cuando cruzamos miradas por primera vez en esta noche, parecía perdido, algo nostálgico, él había dicho que también recordó cosas que no debía, me pregunto si esos recuerdos fueron el motivo de haberlo encontrado aquí.

—Sí, estoy bien, solo pensaba en cómo llegar a casa.

— ¿Siempre sales así de improvisto? ¿No traes dinero para el autobús? Tu casa no está cerca ¿Cómo llegaste aquí?

—Demasiadas preguntas Choi, no es la primera vez que voy lejos de casa, me gusta salir a pasear por la cuidad y siempre encuentro como regresar —me arrincono al tronco del árbol, mis cabellos se pegan a mi rostro, cuando lo miro noto que su cabello y ropas empezaban a empaparse.

— ¡Uy! Cálmate solo estaba preocupado.

—Déjate de preocupaciones, no las necesito.

— ¿Habrá un día en que no seas tan grosero? Si sigues siendo así terminaras viejo y solo.

— Mejor viejo y solo que casado con una esposa controladora.

— ¿Qué rayos…

—Te vez tan cursi cuando estas con ella, ¡arg! —tuerzo la boca.

—Envidia que me tienes mocoso, ya quisieras tener una novia como la mía.

Suelto una carcajada— ¿Envidia de ti? Y ¿Con alguien como ella? Minho cuando quieres ser gracioso lo eres.

— ¡Hey! No hables así.

— Tu novia es guapa, pero carece de sensibilidad, y contigo encontró la oportunidad de comprobarse así misma que siempre puede tener el control de todo.

— ¿Cómo te atreves? Hablas como si la conocieras —bufa—. Apuesto a que ni siquiera has tenido novia.

—Piensa lo que quieras. La verdad solo la conozco yo.

— ¿Qué pasa? ¿Eh acertado? —da un par de pasos hasta tenerlo a escasos centímetros de mí, su ceño esta fruncido, ha tomado una pose amenazante—. Seguro no hay persona alguna que quiera estar cerca de ti, alguien con tu horrible carácter terminará siempre solo.

“Soledad”

La segunda cosa a la que le tengo miedo.

Me detengo antes de gritarle y escupirle la cara, no era el primero que me lo decía, pero me digo que lo ignore, aun cuando este en lo cierto no quiero a nadie mintiéndome de nuevo, las personas son falsas, las personas te hieren, te engañan, te traicionan, no necesito a nadie que finja ser algo que no es, que solo me ilusione.
Sonrió de lado, pobre ingenuo que cree estar enamorado y que esa chica lo amará por siempre.

—Eres tan iluso Minho. Sigues creyendo que tendrás un final feliz con esa mujer.

— ¿Qué rayos te pasa? —Ladeo la cabeza—. ¡Mírame cuando te hablo! —Me toma del brazo, sus ojos oscuros se clavan en mí—. Exijo una disculpa. No tienes derecho hablar así de ella.

Y me echó a reír de nuevo.

—No aguantas nada Choi, deja de dramatizar por Dios.

—Se nota que nunca te has enamorado —sacudo el brazo para soltarme, ahora soy yo quien lo mata con la mirada.

¿Qué nunca me he enamorado?

—Tú qué sabes —lo empujo.

—Sé, lo que me haces pensar, y por tu cara sé que no me he equivocado, aun así compadezco a la persona que quiera estar cerca de ti, claro si es que en primer lugar decide que vales la pena.

Eso dolió.

Y dolió lo suficiente para abofetearlo tan fuerte que mi mano duele. La lluvia se había vuelto más recia, el abrigo de Minho me cubría a la perfección pero por dentro me sentía frió, vació y desesperado. Sentí que lloraría pero por orgullo no lo hice, no podía dejarlo ver que lo que me dijo, me derrumbo más de lo que creía.

Talla su mejilla, cuando me mira ya no es con enojo como hace unos momentos, sus ojos volvieron a ser tristes, no, creo que la palabra correcta era: arrepentimiento.

Pero ya era demasiado tarde.

Aproveche que permaneció estático y le arrebate el estuche del violín, también me apresure a quitarme el abrigo no quería seguir con eso sobre mi cuerpo, aunque su perfume ya se había impregnado en mi ropa y piel, esperaba que la lluvia se encargará lavar su aroma.

(Lástima de verdad me gustaba su perfume)

—Taemin ¿Qué haces? —dijo apenas le avente el abrigo a la cara.

No le conteste, solo salí de la protección del árbol y camine apresurado, ya no lo soportaba, no quería verlo, no quería seguir poniéndome mal. Sé que yo provoque que perdiera el control, pero no tenía derecho a poner en duda si yo valía la pena o no. ¿Qué se cree? ¿Piensa que soy un objeto al que se le puede poner valor?

—Espera.

Toma mi brazo, volteo y lo empujo.

— ¡Lárgate!

—Lo siento Taemin no quise decir eso.

— ¡Claro que quisiste decirlo! —sigo caminando, escucho sus pasos detrás de mí.

— ¡No, no quise decirlo!

—Ahórrate las disculpas. Lo dijiste muy claro, no titubeaste ni vacilaste, salió del fondo de tu corazón Choi, que bueno que has dejado claro lo que piensas de mí.

— ¡Maldita sea Taemin! ¡No! ¡No!

Estaba a punto de salir del parque, solo un par de pasos más y ya estaba cerca de la caseta que da al estacionamiento, solo un paso más y tiran de mi brazo de nuevo, esta vez más fuerte, Minho me apresa de la cintura y me pega a su pecho, suelto el estuche del violín, escucho como choca contra el suelo.

— ¡¿Qué rayos crees que haces?! —y me enfado más al mirar el estuche abierto en el suelo.

—Si no te detengo no escucharás mis disculpas.

— ¡No me interesa! ¡Suéltame! —lo golpeo en el rostro pero se las arregla para atrapar una de mis manos.

Trato de darle una patada en su entrepierna pero me bloquea, estábamos bailoteando, yo queriendo golpearlo y el esquivando mis ataques, hasta que resbala y terminamos en suelo, mojados, sucios y adoloridos.

—Eres un imbécil —le digo con el rostro hacia el cielo nublado, la lluvia cae de golpe sobre mi cuerpo y no hago el intento de levantarme, solo estoy ahí, cansado por los gritos y los forcejeos.

—Lo siento —repite a mi costado. Levanta medio cuerpo hasta quedar sentado.

Me mira desde arriba, con la respiración agitada. Su cabello le tapa el rostro, la expresión de arrepentimiento sigue ahí.

—Discúlpame por haber dicho eso, es que tú, enserio tienes el poder de sacar a la gente de quicio.

—Tonto—le digo, dejo que el sentimiento pesimista de hace rato se valla con la lluvia.

Me cuesta respirar, la lluvia ah helado mi cuerpo, solo quiero quedarme ahí hasta que deje de sentirme tan dolido, pero no puedo, es tarde y prometí llegar temprano.

Hago el intento de levantarme, una mano se pone delante de mí, estoy cansado y solo por eso, acepto su ayuda y en segundos ay estoy de pie, miro a mí alrededor y busco mi violín, lo veo un par de metros adelante, corro hacia ahí y lo tomo, sin decir más me voy hacia la salida.

— ¿Taemin a dónde vas?

—A casa —digo cortante.

—Puedo llevarte.

—No gracias —digo sin detenerme.

—Por favor…solo déjame…

— ¡Oh no! —Me detengo y doy la vuelta—. No más compensaciones.

Sabía que eso iba a decir, francamente las últimas dos compensaciones que tuve no terminaron muy bien. Se acerca con decisión, me observa de pie a cabeza yo lo miro con desconfianza. Me arrebata el estuche.

—Solo te llevaré a casa —pasa a mi costado.

Trato de replicar pero ya es tarde, cuando giro hacia él ya está metiendo el estuche a los asientos traseros de su auto. Suspiro resignado, avanzo a paso lento, entro en silencio en el lugar del copiloto.

—Ponte esto —me da una chaqueta.

—Caballeroso —susurro.

— ¿Qué dijiste?

—Nada.

Nos vamos de ahí, empezamos a sentir incomodidad, a veces me daba la impresión de que quería hablar de algo, pero se arrepentía. Preferí acomodarme en el asiento y mirar por la ventana, para olvidar que estoy ahí, detestaba cuando era así de amable, es un falso, Choi Minho no es más que un patético chico que engaña con amabilidad.

Ha dicho lo que piensa de mí.

Ya no pienses en eso. Me regaño, veo las gotas de lluvia resbalar por la ventanilla, a los pocos minutos me quede dormido.

~

Empecé a sentir frio por todos lados, mi cuerpo se sacudía por completo, luego sentí que flotaba, luego algo cálido alrededor de mí, segundos después deje de moverme, entre abrí los ojos, pude ver una silueta frente a mí.

—Lo siento hyung sé que prometí llegar temprano…—me quejo.

—Taemin.

Esa voz en definitiva no era de mi hermano. Abro los ojos muy lento y lo primero que veo es el rostro de Minho.

— ¿Qué demonios…

Levanto medio cuerpo, me tallo los ojos con desesperación, cuando miro a mi alrededor noto que esta no es mi habitación y seguramente ni mi casa.

—Te dormiste —me dice yendo hacia su closet —su walking closet— vaya que le alcanzaba el dinero para esos lujitos—. Y como te negabas a despertar no me quedo de otra que cargarte hasta mi habitación.

— ¿Minho por qué estoy en tu casa? —digo algo molesto.

A mi mente llega el rostro de mi hermano.

— ¡Maldita sea! —chillo. Busco mi celular en los bolsillos del pantalón. Necesitaba saber que tan tarde era y de eso dependía el nivel de enojo de mi hyung en este momento.

—No te preocupes por Joon.

Minho regresa a mí, con una pijama en mano, me la tiende en la cama y sonríe.

— ¿Por qué lo dices? —se podía notar mi desesperación.

—Porque él ya sabe que estás aquí. Te llamo antes de que pudiera llegar a tu casa, como estabas completamente dormido, busque tu teléfono en tus bolsillos, le conteste y le dije que te estaba regresando y que en pocos minutos llegaríamos, claro que se sorprendió de que estuvieras conmigo pero no pregunto más. Dijo que por esta ocasión te podías quedar en mi casa—hizo una pausa, pesando en si debía decirme el resto de la información—. A dormir…si tú querías quedarte.

— ¡¿Qué?!

No pude evitar ese grito, no podía creer lo que estaba diciendo, tuve un mal presentimiento.

— ¿Y te lo dijo así de fácil?

—En realidad dijo que era mejor que estuvieras fuera por esta noche, solo que me pidió que no te digiera eso.

Mi quijada cae, mi propio hermano me desea fuera de casa, eso me noqueo, Joon es el primero en gritar ni no me ve a determinadas horas, ¿Por qué demonios quiere que este fuera de casa? Mi respiración se corta el siguiente pensamiento.

¿Sigues los problemas? ¿A caso necesita quedarse con papá para arreglar esos problemas que no quieren decirme?

Mi pecho se contrajo ante la idea, las ganas de llorar me invaden. Mi propia familia prefiere tenerme lejos en vez de pedir mi ayuda, eso francamente es decepcionante, no puedo tolerar que sean así.

— ¡CARAJO! ¡SOY PARTE DE LA FAMILIA TAMBIÉN!
Me bajo de la cama y voy directo a la salida.

—Taemin espera…

—Esos… ¿Cómo pueden?…—digo a regaña dientes mientras camino por el pasillo. Veo escaleras, no sé adónde lleguen exactamente pero las bajo.

—Taemin ¿A dónde vas?

—No puedo creer que se atrevieran.

Cuando al fin estoy abajo, miro alrededor, puertas y más puertas, me desespero, veo un pasillo, el instinto me dice que vaya por ese camino, recorro todo ese tramo, al final llego a la sala, y de ahí veo la puerta principal. No lo pienso solo avanzo decidido, cuando pretendo tocar la perilla la mano de Minho se interpone.

—Taemin no puedes salir así —sus enormes ojos me miran con enfado.

—Voy a donde se me pega la gana Choi, así que déjame salir que necesito llegar a mi casa.

—Taemin por favor no puedes…

Lo tomo de un brazo y lo empujo, no sé de donde haya sacado tanta fuerza como para hacer que se tambalee pero lo hice. Cuando al fin abro la puerta entiendo porque decía que no podría salir.

Estaba lloviendo, no, más bien el cielo se caía a pedazos.

— ¡Ahss!

—Te dije que no saldrías —-cierra la puerta y se queda frente a mí.

—Lo de quedarme a dormir no era una sugerencia —le digo furioso.

—Bueno, no en realidad, cuando te lo dije no estaba lloviendo, apenas baje me sorprendió de la tormenta de allá fuera. Además —señala hacia mis pies.

Estaba descalzo. Y todavía llevaba la ropa mojada. Ahora que lo eh notado, el frío regresa a mi cuerpo y de la nada siento interminables ganas…

— ¡Achu!

Todo mi cuerpo se sacudió.

—Ven te prepare una ducha caliente.

—Minho necesito llegar a mi casa.

Lo miro suplicante, esta situación es de emergencia necesitaba que me llevará a casa ahora. El solo desvía la mirada, no entiendo porque, pero me da la sensación de que no quiere que me vaya.

—Le prometí a Joon que te quedarías.

— ¿Qué?

—Bueno más bien el me hizo prometer que te quedarías conmigo.

Bien eso fue la gota que derramo al vaso. Doy media vuelta y camino hasta la puerta. Minho corre y me hala hacia él.

—Es una locura salir con este clima.

— ¡Es que no entiendes! —Grito frustrado—. Ellos…

—No sé qué problemas tengan, pero no deberías llegar así, si es algo grave seguro Joon llamaría, lo que no ha vuelto a ser, solo pidió que te quedaras conmigo. Relájate, solo no dejes que te vean así.

¿Qué más podía hacer? Era obvio que no saldría de esta casa y que Minho no me llevara, me resigno, hoy no me estresaré por ello, mañana cuando llegue a casa exigiré explicaciones, así como me dijo Key, los confrontaré y descubriré de una vez por todas que rayos les pasa.



Tome la ropa que mi amable casero me dejo en la cama, a un costado reposa mi violín, recuerdo el severo golpe que sufrió hace unas horas y aviento la ropa para tomar a mi amiga entre los brazos. Moriría si algo le pasa a algo que me trae tan buenos recuerdos.

Con cuidado la llevo hacia la mesa que esta al fondo cerca de una ventana, la deposito lento, acariciando la madera mis memorias vuelven. Ansió regresar a mi niñez dónde al menos tenía una vida más tranquila y menos preocupante. Noto el cajón entre abierto de la mesa, sé que no debo esculcar en cosas que no son mías pero ya que no hay nadie y Minho me dio libertad sobre este cuarto, abro el cajón.

Y para mi sorpresa, lo único que había era una fotografía enmarcada, de una chica, una muy hermosa de cabello negro.

Escuchó los pasos de Minho en el pasillo y me apresuro a colocar la foto donde estaba, cierro el cajón y corro hacia la cama para tomar de nuevo la ropa y darme el baño que necesitaba. Cuando entre mis ojos ya casi se salen de sus orbitas ¡Este chico tiene demasiados lujos! Esto no era un baño, esto era como un centro de relajación, claro que tenía ducha, una muy espaciosa, me sentí pequeñito cuando vi el jacuzzi. Sonrió, si ya estaba aquí por lo menos desfrutaría de lo que me han ofrecido en bandeja de plata.

Empecé a quitarme la ropa mojada, una corriente de aire soplo y todo mi cuerpo se erizo al instante.

—Tae…—Minho se queda en la puerta mirándome fijamente, yo enarco una ceja, me doy cuenta de me ha visto sin camisa y con el pantalón a medio abotonar.

Carraspeo y parece reaccionar.

—Este…el estuche de tu violín esta mojado y lo deje en el cuarto para lavar ropa, te he dejado el violín sobre la cama.

—Gracias…—espero a que se vaya pero no lo hace—. Minho…

—Así, disculpa…que tengas buen baño.

Asiento, desaparece como llego.

—Eso fue extraño.

Sus ojos, él solo me miraba, pero no lo hace como los otros, hasta me dio algo de pena —sacudo mi cabeza— ¿pena? ¿De qué me viera semi desnudo? No puedo bajar la guardia con él, nada me asegura que en un futuro no quiera hacerme algo.

—Dios estoy paranoico.

Me golpeo la frente con la palma de la mano, todavía puedo ver esa sonrisa ladina de Max, por su culpa ya no puedo dejar que nadie se me acerque, me da pavor, no quiero volver a sentirme como en aquel entonces. Me abrazo, cerrando los ojos hago lo posible por dejar de temblar.

—Calma Taemin…calma.



El baño me sentó de maravilla, pareciera que el estrés se ha ido de mi cuerpo, salgo con una toalla sobre la cabeza y voy directo a la cama para sentarme en el borde y estirar las piernas y los brazos.
La puerta se abre, Minho entra despacio.

—Has de estar muy cansado.

—Un poco.

Camina hacia su closet, se va hasta el fondo y saca una enorme manta.

—Espero que duermas bien.

—Minho…esta es tu habitación no pretendo quedarme aquí.

—No hay problema, dormiré en el cuarto de aquí al lado.

—Pero…

—Descansa…

Me bajo de la cama y corro hacia él, le quito la manta.

—Quédate aquí —le digo dándole la espalda—. No te quitaré la cama, además es muy espaciosa para mí.

—No es necesario.

— Oye ya déjate de amabilidades innecesarias, solo ven a dormir —le digo irritado.

Se muerde el labio para evitar reír, sé que soné muy mandón, no me importa, de todas maneras ya debe estar acostumbrado a que lo manden —me regaño mentalmente—no Tae no puedes imitar a la novia controladora que tiene.

Lo veo irse al otro lado, se quita la camisa y me quedo embobado.

—Maldita sea Minho como puedes… —me quede boca abierto, ¡el muy desgraciado tenia cuerpo de ensueño!

—Lo siento suelo dormir son camisa, si te incómoda…

—No, es que...—balbuceo—. Dios~ solo mírate —lo señalo y dejo salir un quejido.

Esta situación es nueva, había visto infinidad de veces a Joon sin camisa, incluso solo con su bóxer y nunca ha habido problema, pero ver a Minho así…lo único que diré es que siento que mi cara quema. Daban ganas de tocarlo, sí ya lo dije así, dan ganas de tocar todo, me preguntaba qué tan duros estarán sus pectorales.

¡Taemin que dices!

Creo que mi cara de sorpresa lo ha incomodado, se coloca la camisa de nuevo, toma la manta y casi corre para salir de la habitación, pero soy más rápido y lo intercepto, trata de pasar rodeándome, se lo impido, de nuevo bailoteamos.

— ¡Yah! ¡Quédate quieto!

—Sólo iré a la otra habitación.

—Te dije que durmieras en tu cama.

—Pero te incómoda, además no era mi intensión quedarme aquí contigo.

—Y yo te dije que no —le quito manta.

— ¿Taemin estas insinuando que no te importa dormir en la misma cama que yo?

Me quede helado y ahora si juro que me he sonrojado.

— ¡Tú, bastardo! —Le pego en él brazo—. ¿Qué carajos dices?

— ¡Te estoy diciendo que me voy para dejarte dormir y tú no quieres que me vaya! —ahora me grita, su cejas se unen en centro de su cara.

— ¡Es tú cama, solo vas a dormir en ella, no pienses que harás otra cosa pervertido!

Nos miramos, ambos ya estábamos acalorados por la discusión, lo veo darse la vuelta y meterse a la cama.

—Sabía que estabas pensando en cochinadas —le digo al momento que pretendo alzar la sábana.

Minho toma otro borde y lo hala hacia él.

—Oye

—Tu puedes dormir en la habitación de al lado.

—Pero tú…

—Creo que sería mejor si no quieres que mi mente pervertida me haga levantarme a media noche y hacerte cochinadas.

—Miserable…

Ahora resulta que no me dejará dormir en la cama, después de que se moría de ganas por hacerlo, porque sí, yo se quería dormir conmigo y no digo que no quería también, es decir, no duermo ni con mi hermano, pero solo por esta noche no quería dormir solo y ya que se estaba ofreciendo.

— ¡Eres un hijo de puta!

Tomo la almohada y se la lanzo.

— ¡Tu pequeño bastardo! —grita abriendo sus enormes ojos.

—Ya veo que si eres de los que prometen y luego no cumplen, y todavía tienes el descaro de decirme que eres así de pervertido.

— ¡Sólo lo hice para no molestarte! ¡Sólo por amabilidad!

— ¡Al diablo con tu amabilidad! —le tiro la otra almohada, se levanta veloz y me agarra la mano, me obliga a subirme, forcejeamos, se coloca sobre mí me golpea con las almohadas, pataleo, lo araño, rodamos en la cama.

Le doy un golpe en su quijada con mi codo, aprovecho y lo hago girar, me coloco a horcajadas sobre su cadera, con una mano trato de alcanzar la almohada y la otra toma el cuello de su camiseta, aunque es más grande yo tengo mis mañas para dejarlo quieto. Cierro las piernas y hago que su entre pierna se apriete, lo escuchó quejarse de dolor, rio a carcajadas, sus brazos tratan de alcanzarme, una de ellas me toma dela cadera y doy un brinco por el susto, pero para ese entonces ya tengo la almohada.

—No te atrevas.

Y lo golpeo en la cara, una y otra vez, cierra sus ojos y comienza a tratar de tomar mis manos desesperadamente. No me detengo, lo hago cerrarse más, sé que le duele a morir ahí abajo, eso le quita fuerza, me rio para mis adentros. Si creía que por ser más pequeño y delgado no podría con él estaba equivocado.

— ¡Basta! —Coloca sus manos como barrera—. Me rindo, me rindo.

—Pues yo no.

Le doy un apretón más y grita, lo veo retorcerse bajo de mí.

—Supongo que ah esto se le puede llamar ser sometido.

Sonrió triunfal, me paso el cabello hacia tras, estaba todo revuelto, pero los nudos en mi cabello y su rostro de dolor son mi trofeo. Ambos tenemos la respiración agitada, había utilizado mucha de mi fuerza para dejarlo quieto, las piernas me duelen y con mucho cuidado me levanto.

—No tan rápido.

Agarra mi muñeca y me hace caer, cambiamos posiciones de nuevo, miro su camiseta rasgada hasta la mitad de su pecho, incluso estaba sudando, trago saliva, por la escena tan insinuante que protagonizamos y su inminente molestia, trato de incorporarme pero no me deja, ahora es él quien me aprieta mis pernas.

—No te atrevas.

No responde solo me observa, sus ojos estaban dilatados, me sonrojé, toda esa masa de músculos sobre mi pequeño cuerpo era demasiado. Da un enorme suspiro, afloja las piernas, se sienta a un lado y me ayuda a sentarme también.

—No quise hacerlo —señala mi pecho.

Cuando miro veo que tengo un arañazo sobre mi clavícula ¿Cuándo sucedió? Estoy seguro que no me rozó con las manos por ahí. Paseo los dedos sobre la herida, me quejo de dolor. Enseguida se baja y va hacia el baño, cuando sale tiene un una botella de alcohol y una caja pequeña.

—Oh no —digo con horror.

Se sube de nuevo, de la caja saca un poco de algodón y lo moja con el alcohol—Te arderá un poco.

—Lo sé, no soy un niño Minho.

Siento el ardor pero no que quejo, él está concentrado, bajo la mirada y noto la camiseta rota, me quedo ahí, mirando su pectoral, todo su cuerpo era endemoniadamente perfecto.

Maldito.

Termina de limpiar y me coloca un curita, sus enormes manos alcanzan a rozar mi cuello, se detiene al darse cuenta. Yo no le digo nada, lo miro y veo mi reflejo en sus ojos, ahora que lo tengo cerca puedo ver sus espesas pestañas, para un tipo de su complexión es raro verlo con esos detalles.

Respiro y siento su olor, de un momento a otro me pierdo, no pienso nada, solo estoy ahí sentado, él con su mano sobre mi cuello, cuando me doy cuenta lo tengo lo suficientemente cerca para sentir su respiración quemar mi piel y luego…

Luego tengo sus labios pegados a los míos.

Por unos segundos no siento nada más que este beso, me embriaga con el tacto y su aroma, mueve los labios para que dancen con los míos (y lo sigo) es un beso que poco a poco se hizo profundo, cunado su lengua quiere alcanzar la mía, es en ese momento que regreso a la realidad. Me separo de manera brusca, él parece tan sorprendido como yo, su boca se abre, pretendo darle un puñetazo pero mi mano se queda en el aire.

—Taemin…

— ¡Idiota! Eres un…—giro sobre mi cuerpo, tomo las sábanas y me meto bajo ellas.

—Lo lamento.

— ¡Cállate!

Me hago bolita, no escucho nada más. Me regaño por este momento de debilidad, esto no debió pasar, nunca, nunca. No puedo confiar en él, si lo hago, todo resultara mal, yo lo sé.


MinHo

Por más que me disculpe Taemin no aceptaba ninguna palabra, me sentía tan avergonzado, ¿Cómo rayos pude hacerlo? Tengo novia, no puedo sentir nada por él, además es un chico inmaduro, berrinchudo…debió ser el calor del momento, tal vez solo fue esa repentina cercanía.

Sí, un impulso creado por la cercanía de la pelea de almohadas.

Me acuesto dándole la espalda, será mejor no molestarlo más, de todas maneras mañana se irá y puedo nuevamente disculparme para pedirle que olvide lo que ha pasado, sí eso será lo mejor.

~

Hay un aroma dulce en el aire, sonrió porque incluso puedo saborear el olor, es reconfortante, pero algo molestaba mi nariz, le hacía cosquillas y eso me hizo aspirar profundo y despertar muy a mi pesar.

Mi cuerpo se siente pesado, trato de moverme pero hay algo que me lo impide, abro los ojos lentamente y me topo con una espesa melena cerca de mi rostro, tanteo con mi mano y siento algo suave, escucho un suspiro y bajo la mirada.

¿Acaso esto es posible? Taemin se durmió encima de mí. No sé si alegrarme o preocuparme. ¿Eso que veo en su rostro es una sonrisa? Dios~ se ve tan hermoso, huele bien, y su cuerpo, su cuerpo es tan delgado. Me atrevo a pasear mis manos sobre su brazo desnudo, una de sus piernas esta enredada a la mía, me tiene atrapado.

¿Qué tan ilógico es esto? Apenas anoche peleamos por la cercanía y el beso…y ahora…solo estamos pegados uno al otro.

El beso, es inesperado y repentino momento en donde no pude pensar nada más que en él. No entiendo porque mi alegría supera a mi vergüenza —le echo la culpa a las hormonas— me repito que debo tener calma, llamo a mi razón para que me diga que no fue más que un pequeño incidente entre un par de chicos peleando.

Claro una pelea que termino en un beso.

Se remueve y se queja, estaba tan cómodo que no quería ni moverse, en cuando abre los ojos da un brinco y se aleja de inmediato, tan rápido como para rodar en la cama y caer de ella.

— ¿Estas bien? —voy a gatas hacia el otro lado.

—Sí…yo….estoy bien, es solo que…—se sonrojó…lo hizo.

Me bajo de la cama muy lento, la expresión de Taemin me preocupaba, estaba sonrojado pero había algo más, no sé, sus ojos estaban entre tristes y alegres, es extraño. Voy hacia él, intento tomarlo del brazo pero me da un manotazo al tiempo que se arrastra hacia tras.

—No te acerques…

Bien, esto si me está asustando.

—Taemin…

—Solo quédate ahí.

No sé qué le pasa a este chico, se aleja de mí desviando la mirada, incluso me parece que quiere llorar, este comportamiento no es normal, ¿tanto le ha sorprendido verme a su lado? ¿Por qué? ¿Sigue molesto? ¿Algo paso con él? Mis cabeza sigue haciendo preguntas sin respuesta, tan sólo lo miro, hecho un ovillo en el suelo, respirando con dificultad.

Las suposiciones empiezan. Algo le paso en el pasado.

—Por favor dime que pasa… ¿te duele algo?

—Minho —me dice con la voz entre cortada, yo espero paciente a que reúna las fuerzas necesarias—. No seas tan amable conmigo. Sólo aléjate.

Me quede de piedra.

—Pero como…

—Sólo deja de ser tan fastidioso.
Se levanta sin mirarme, sus pies se tambalean hasta pasar junto a mí para ir en busca
de su celular, marca desesperadamente un número que ya sé a quién pertenece.

—Puedo llevarte a tu casa —digo respetando mi distancia. Sus manos tiemblan.

"Déjame acercarme"

—No, no lo hagas.

Eso fue toda nuestra conversación, después de la llamada no dijo más, solo busco su ropa, fue por su estuche, su violín y espero en la puerta principal, ni siquiera se había peinado, se quedó apoyado sobre la pared abrazando el estuche como ayer cuando hablábamos en el parque.

Su mirada estaba perdida, sus pensamientos parecían estarse apoderando de su mente, cuando el timbre de la puerta se escuchó corrió y apenas abrió, pasó al costado de Joon, ni lo saludo, fue directo al auto estacionado.

— ¿Pasó algo? —dice desde la entrada. Su molestia se notaba en su tono de voz.

—Tal vez sí, el ah estado extraño desde que le dije que debía quedarse.

Esa es una buena excusa y no estoy mintiendo.

— ¿Preguntó hasta que le dijeras lo que te pedí…verdad?

Asentí. Joon se sumerge en una maraña de ideas, así como Taemin hace unos momentos, da un enorme suspiro, sus fuerzas se han concentrado en los problemas que seguramente no arregló ayer.

—Está furioso—continuo la conversación—. Sabe que le están ocultando algo importante.

Ríe como si ya supiera todo lo que Taemin había dicho ayer.

—Gracias por cuidarlo —se da la vuelta.

—Oye —se detiene, me acerco deprisa hasta que estamos uno frente al otro—. Sea lo que sea, y sé que no son mis asuntos —aclaro— no deberías ocultarle lo que suceda en su familia, no es un niño que no pueda entender lo que sucede.

Mi exceso de confianza hizo que me ganara de nuevo su odio, su mirada se clava en mí, como afirmando lo que le dije: que no me meta en asuntos que no son míos. Francamente no me importaba, después de ver a Taemin en ese estado, me preocupe mucho, esto sobrepasaba los problemas familiares y parece que Joon no se ha dado cuenta.

—Te agradecería que te quedaras al margen esto.

Y se va, se mete al auto a toda prisa, mis ojos se clavan en Taemin que aún tiene su mirada perdida.

— ¿Qué rayos te sucedió Taemin?

~

Esta noche no llovió, así que decidí que era bueno salir a tomar aire, hubiera preferido estar solo pero de alguna manera termine en el departamento de Jonghyun, con unas cuantas cervezas para relajarnos mientras charlábamos en el balcón. Han pasado tres días en los que no eh sabido nada de Taemin.

Y me estaba volviendo loco.

—Que impredecible te has vuelto—dice dando un sorbo a su cerveza—. ¿Quién diría que el siempre bien portado Minho estaría esta noche bebiendo en mi humilde morada? Y además —palmea mi hombro—. Que estuviera contándome sus aventuras con alguien que no es la apretada de su novia.

—Jong—le advierto que se detenga, asiente dándome la razón.

—Minha debe estar furiosa, últimamente no has sido el mejor de los novios con ella.

—No sé qué me pasa hyung, es que…—me hecho hacia tras en mi asiento, miro hacia el cielo estrellado—. Ese chico empezó a recordarme a Minjung es extraño porque sus caracteres son totalmente diferentes. Su sola presencia me hace recordar…

Le había contado a mi amigo los recuerdos de ese día en casa de los padres de MinAh, y aquella noche en el parque con Taemin, la conté que se quedó en mi casa y la muy extraordinaria insistencia de Joon porque lo cuide. Todo menos lo de la humillante pelea y el beso.

El beso.

—Así que alguien ha podido desenterrar tu triste pasado Minho, incluso por sobre MinAh.

—Tal vez sea solo algo pasajero, últimamente Taemin y yo hemos estado conviviendo mucho —me excuso. Jong niega con la cabeza.

—No creo que sea algo con la convivencia. Ese chico ha logrado mover sentimientos encontrados en ti, y eso no lo hace cualquiera.

— ¿Que estas tratando de decir?

—Tú jamás habías dejado plantada a MinAh por nadie, ni por tus amigos —me mira enarcando una ceja— nunca te habías alejado tanto de ella como ahora lo haces.

—Eso no es verdad.

— ¿Has vuelto hablar con ella desde el que visitaron la casa de sus padres?

Dije que no.

— Hablaron del matrimonio que hace un mes ansiabas más que cualquier otra cosa en la vida. Ahora te da pavor de solo pensarlo.

—No es así.

—Aja, y además, cuando estas cerca del chico recuerdas a tu Minjung, te hace sentir bien, te hace soñar de nuevo.

—Me molesta, es un fastidioso, malhumorado, niño consentido —digo con rabia, mi amigo solo se ríe.

—Aun así siguen encontrándose y pasan momentos muy divertidos juntos —me mira—. Incluso durmió en tu misma cama.

—Solo durmió Jonghyun, solo durmió.

—No he dicho lo contrario Minho, tranquilo —bebe un pocos más, sacude la cabeza para ordenar su flequillo, seguidamente suelta un suspiro—. ¿A cuántas personas dejas dormir contigo en tu cama Minho?

Mis mejillas se coloraron al instante, mi silenció lo dejo satisfecho.

—Vaya, vaya…que sorpresa señor Choi, ¿Qué diría tu novia si sabe que has metido a un chico en tu cama?

—Te dije que solo…

—No solo se traiciona con el cuerpo Minho, la primera traición es con el pensamiento.

—Habla claro —digo irritado.

Comenzaba a ponerme nervioso todo este asunto, tenía miedo de lo que pudiera resultar de esta conversación. Me había enderezado, mi lata de cerveza estaba vacía y empezaba a sentirme caluroso y confundido, las palabras de Jong me mareaban.

—Estoy diciendo mi amigo que… —pone su mano sobre mi hombro—. En mi humilde opinión usted está enamorado.

Me echó a reír, caigo sobre el asiento, dejo caer la lata vacía para llevarme las manos al rostro, inhalo con dificultad. Mis recuerdos me llevan a los momentos compartidos con ese mocoso, hasta la pelea de almohadas en las que termine tan cerca como para besarlo.

Me correspondió. Pensé, Taemin en ese momento me correspondió y el mañana siguiente, lo tenía sobre mí, durmiendo tan tranquilo.

De nuevo me sonrojo y me digo que es la cerveza.

—Tonterías —digo.

Pienso en MinAh, una traición de cualquier tipo no está permitida, cuatro años de noviazgo no son un a broma, con ella he pasado buenos momentos, lo de Taemin es solo algo de momento, nuestra cercanía está dejando estragos, además el no parece estar interesado en nadie, en nada que no sea comportarse como un idiota, y en todo caso no son mis asuntos.

Él debe preocuparse por sus problemas y yo por los míos.

Empuño las manos ante el recuerdo de las veces que lo he tenido abrazado, sus miradas, su aroma, su voz, incluso su desprecio a lo gentil me desconcierta y a la vez me llama. Aquella vez, estando tan cerca de mí, sentado en mis caderas, sintiendo como se movía, hasta cuando lo tenía apresado con los labios.

¿Qué es todo esto?

Yo sé que es, pero no quiero aceptarlo. En aquel instante lo desee no solo con el cuerpo, también por ser él. Jonghyun ha acertado, he cometido una traición. Creo que por eso lo extraño tanto a pesar de que han pasado solo días y siento que han sido años.

Además últimamente las palabras de Minjung, de alguna manera me hacen pensar en Taemin.

Jonghyun abre una lata más y me la ofrece, ambos sabemos que solo bebemos por pasar el rato, jamás hemos sido de los que se desahoga con el alcohol, pero hoy, como si el supiese que necesitaba estar borracho para hablar, me tiende la cerveza.


—Solo por hoy Minho, luego puedes volver a ser la persona aburrida y manipulable de siempre.

Manipulable.

Eso mismo había dicho Taemin de mí.

Carol Ney
Carol Ney
Líder de Campeche
Femenino

I ♥ Taemin
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Mi otra mitad [2min] Empty Re: Mi otra mitad [2min]

Mensaje por Reira Elric Vie Feb 13, 2015 12:40 am

Aparto!!!
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Mi otra mitad [2min] Empty Re: Mi otra mitad [2min]

Mensaje por k.will Vie Feb 13, 2015 12:04 pm

Hi!!! este capi estuvo bueno, sobre todo la parte de la habitación jajaja cuando taemin se pregunto que tan duro estaría el abdomen de minho fue para morirse jajaja porque me recordó a alguien que conozco y de seguro muchas aquí se deben preguntar lo mismo... y el beso y minho preguntándose si esta enamorado de taemin o no, todo eso fue la cereza del pastel... lo siento es que soy un fan del 2min sin remedio :D

por cierto, no tienes que agradecerme nada, yo feliz de leer tu fic y hay que apoyarnos entre los shawols! ;)

yo también publico un fic, así que estas invitada cuando quieras a pasar por ahi y leer un poco, si quieres claro... no es la gran cosa xq es mi primer fic pero esta hecho con el corazon jajajaja... XD ahora si te dejo y espero que publiques pronto
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Mi otra mitad [2min] Empty Hola

Mensaje por Carol Ney Lun Feb 16, 2015 11:18 am

k.will escribió:Hi!!! este capi estuvo bueno, sobre todo la parte de la habitación jajaja cuando taemin se pregunto que tan duro estaría el abdomen de minho fue para morirse jajaja porque me recordó a alguien que conozco y de seguro muchas aquí se deben preguntar lo mismo... y el beso y minho preguntándose si esta enamorado de taemin o no, todo eso fue la cereza del pastel... lo siento es que soy un fan del 2min sin remedio :D

por cierto, no tienes que agradecerme nada, yo feliz de leer tu fic y hay que apoyarnos entre los shawols! ;)

yo también publico un fic, así que estas invitada cuando quieras a pasar por ahi y leer un poco, si quieres claro... no es la gran cosa xq es mi primer fic pero esta hecho con el corazon jajajaja... XD ahora si te dejo y espero que publiques pronto

¡Hola!

TaeMin y MinHo solo niegan lo que es evidente e.e fue un besito inocente(?) solo por que Choi no es un aprovechado si no hubieran hecho algunas cosillas más :3
Gracias por leer, ja ja bueno en cuanto encuentre un tiempecito leo tu fanfic y mucha suerte con tu historia.
Nos leemos luego.
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Mensaje por Carol Ney Lun Feb 16, 2015 11:30 am

Capítulo 6, muchas gracias por leer, los amo xD

Capítulo 6: Mi verdad.

TaeMin

Tres días no son nada, solo son un parpadeo en el tiempo…y sí no significa tanto…entonces ¿porque lo extraño de esta manera?
¿Por qué no deja mis pensamientos? ¿Por qué su sonrisa no desaparece?

Es un fastidió pensar en él, no me gusta que me haga sentir así, tan necesitado y perdido, por su culpa esa mañana no lleve a cabo mi plan de ataque contra mi hermano y mi padre. Aquel día lo primero que hice al llegar a casa fue ir a mi habitación, de hecho corrí lo más rápido que pude las escaleras que dan al segundo piso.

Y tanta era mi desesperación que no me di cuenta de cuando tenía a mi hermano detrás de mí, porque antes de que pudiera entrar a mi habitación me tomo del brazo y me hizo mirarlo, no sabría explicar lo que paso, el solo se quedó parado frente a mí por varios minutos sin decir nada y yo que no quería otra cosa más que olvidarme del pequeño incidente en la casa de Minho termine por dar un tirón a mi brazo para que me soltará.

Además de que no se me olvidaba que fue Joon quien le pidió a Minho que me retuviera en su casa, por culpa de él, nosotros…

Tengo que olvidar que ese beso paso, tengo que olvidar que dormimos en la misma cama, tengo que olvidar que…era la primera vez en mucho tiempo que logre dormir como un bebe.
¡Olvídalo ya!

Me sentía extraño, algo está cambiando y no quiero que eso ocurra. Tres años he luchado contra cualquiera que quiera acercarse a mí, he evitado este tipo de situaciones tan comprometedoras, evitando sonrisas que van con peticiones más altas que una amistad.

¿Cómo espera el mundo que vuelva a hacer el mismo Taemin de hace años? Aquel dulce niño tonto que creía que las personas podían amar con sinceridad desapareció, la vergüenza no me dejaría vivir si seguía llorando por las noches, ahogando gritos en mi almohada.

Gritos silenciosos que se iban con la noche.

Cada día después de ese fue mi propio infierno, los que sabían que estaba con Max solo me miraban con lástima, con burla, con descaro. Quien iba a querer a un chico como tú. Decían los que se les hacía fácil juzgarme y señalar con el dedo al chico que fue usado como premio de una apuesta entre patanes.

Empecé a alejarme de todos, tenía pavor de entrometerme con alguien y que resultara tan mal como con Max, me di cuenta que era demasiado débil, que mis lágrimas no servían, temía contarlo en casa, de todas maneras no es que alguno de la familia no mirara los asuntos que no sean los propios.

Cree la perfecta barrera que me protegía de la maldad. Comencé a rechazar, a ignorar a no sentirme mal cuando alguien se me declaraba y lo hacía llorar, o si se enfadaba simplemente le daba la espalda y seguía mi camino.

Estaba bien, muy bien antes de toparme con Minho. No puedo dejar se acerque a mí.

No puedo. No debo permitirlo.

— ¿Te has dado cuenta que este último mes has pasado mucho tiempo cerca de él?

Key me patea con la punta de su zapato, cerca de la costilla, yo me quejo pero él solo se ríe. Habíamos estado sentados en las bancas fuera de la universidad desde hace mucho; son cerca de las cuatro de la tarde a esta hora no hay mucha gente fuera, así que con tranquilidad estábamos platicando de los últimos acontecimientos que me involucraban con Choi Minho.

—La verdad no lo había notado –miento, claro que me he dado cuenta que he pasado estas semanas muy cerca del ojón.

De una u otra manera terminamos juntos, en la calle, en los parques, en el suelo y hasta en una cama.

—Key concéntrate —le digo con fastidio—. Me siento fatal, ese beso, jamás debió ocurrir, es más ni siquiera debí quedarme en su casa, aun cuando nevara, lloviera o haya una tormenta no debí quedarme.

—No pasó nada que no quisieras.

—Yo no quería…

— ¿Eres idiota o qué? —es severo-. Pudo haber sido el inicio de una calentura tremenda entre los dos pero no llego a más, pero aun cuando tú lo separaste fuiste quien le dio permiso en primer lugar.
—Eso jamás —me levanto de un salto, le doy la espalda. Apretando los puños y cerrando los ojos evito llorar.

Sí, llorar, por impotencia, porque sé que tengo que olvidar ese episodio de mi vida pero todavía no puedo, ese maldito me hizo sentir como una basura y cada vez que alguien se me acerca para alagarme, para pretender pedir una oportunidad él aparece.

Su maldita cara y su sonrisa maléfica.

Aun cuando no está cerca de mí se burla, en cualquier lugar en el que este Max seguro siente mi dolor y se divierte, porque al final eso fui, un juguete con el que pudo divertirte y lo peor de todo es que yo se lo permití, estaba tan engatusado por sus dulces palabras y sus caricias que me hice ciego ante las advertencias de los demás.

Niño estúpido.

—No sigas haciendo eso —me toma del brazo, pretende que lo mire pero no lo hago.

Pero se harta y me hala con fuerza hasta atraparme en sus brazos. Mi cuerpo reacciona, aunque sea mi mejor amigo estos repentinos toques me ponen alerta, coloco mis manos sobre su pecho y lo alejo lento.

—Taemin no te aré daño y lo sabes —me dice con decepción. Muchas veces hemos hablado de esto. Que al menos con él debería ser más condescendiente en cuanto a los abrazos.

—Lo siento, solo no lo hagas tan repentinamente —mi respiración es lenta, hago un intento de sonrisa—. Sé que no me harías daño, no tú.
Se acerca de nuevo, pensé que me abrazaría de nuevo pero solo colocó su brazo alrededor de mis hombros, su perfume me llego de golpe, un agradable olor a fresas.

—No era mi intención asustarte, pero quiero que comprendas que no tuviste la culpa de lo que haya pasado con el idiota de Max, era mucho mayor y sabía cómo hablarte bonito, y tu como el niño inocente que eras te paso lo que a muchos nos pasa a esa edad: tu ilusionaste con tu primer amor.

—Solo fui un idiota.

—Como lo eres ahora —me detengo, su sonrisa felina se ensancha cuando ve mi expresión de enojo—. Taemin no tengas miedo de acercarte a otras personas, tu vida amorosa ya no puede estar sujeta a tus malas experiencias.

—Lo decidí Key, no seré de nuevo ese niño ingenuo, no pienso estar con nadie más, no vale la pena, no me sirve, no quiero.

—Ahsss —me suelta, niega con su cabeza sacudiendo sus cabellos oscuros—. Date cuenta que tú mismo cavarás tu tumba. En menos de lo que esperas estarás al lado de ese Choi de nuevo.

—No si lo evito.

— ¿Qué se supone que significa? ¿Huiras cada vez que esté cerca?

—De ser necesario, pero decirle que se deje de tonterías será suficiente.

— ¿Qué tonterías? ¿El haberte llevado a casa en un día de lluvia? ¿O aguantarte mientras sufrías tus colapsos mentales gracias a un mal nacido que se aprovechó de ti? Ahh ya se…debe ser la tontería de preocuparse por ti y ser amable aunque le grites.

—Key…

—Bueno debo reconocerle esa paciencia, en los últimos años has ahuyentado a bastantes chicos con ese mal carácter que tienes.

—Key…

— ¿Es que no te das cuenta que Minho siente algo por ti? Se pone como idiota cada vez que está contigo.

—Esto es una estupidez —me rio de la situación—. Se supone que te busque para que me escucharás y me comprendieras y me aconsejaras no para que te pusieras del lado de ese cara de rana.

—Lee Taemin eres tan cabeza dura.

—No, el cabeza dura eres tú, en que cabeza puede caber el pensamiento de que Minho sienta algo por mí, hace poco nos conocimos.

—Y ya se dieron un beso —se me acerca, su cara me da miedo—. Con tu consentimiento.

—Yo nunca acepte…

—Claro que no aceptaste tonto, no era algo que pudieras aceptar porque en ese momento no había que pensar o razonar nada, solo hiciste lo que sentiste que debías.

—No —niego con la cabeza.

—Tae —me dice con resignación—. El idiota de Minho se ha de sentir igual que tú.

— ¿A qué te refieres? ¿Sentir que?

—Confundido —me toma de los hombros con suavidad—. ¿Crees que no está sintiéndose confundido porque te ha besado?

—No tiene por qué sentir confusión, el mismo ha dicho que está enamorado esa chica —digo con indiferencia.

—Eso dice pero sus acciones demuestran otra cosa —suspira—. Y tu mi amigo, estas actuando de la misma forma.

—No me interesa si está confundido o no, lo que quiero es que se deje de tonterías, así mi vida puede seguir tranquila.

— ¿Vida tranquila? —se ríe.

Si no fuera mi amigo ya lo hubiera golpeado.

—Amigo mío, desde el momento en que consiste a Minho dejaste de tener una vida “tranquila”. Si es que antes la tenías.



MinHo

Lo había decidido ya, solo necesitaba verlo para darle una disculpa y le pediría que nos olvidáramos de todo, fue un atrevimiento mío, todo lo que paso es mi culpa, el solo quería dormir y yo, bueno sobra decir que me emocione mucho cundo estaba sobre mí.

¿MinJung estas riéndote de mí cierto?

Sabes que es doloroso para mí recordarte y me haces pensar en tus palabras, ahora más que nunca porque estoy lejos del mocoso.

Acaricio la fotografía, la única que pudo capturar su sonrisa, aquella que le tome con mi cámara ese último día.

—Jonghyun está loco, no puedo sentirme así por alguien como él.

Voy hacia a la cama dejándome caer de espaldas, entre más miro a los ojos de Minjung mi pecho se oprime y por eso, llevo la foto ahí, justo donde mi corazón está latiendo fuerte.

—No es justo para MinAh —le digo aunque sé que no está, que no puede contestarme—. Ella no tiene la culpa de que te extrañe tanto, hasta ahora solo se ha dedicado amarme, hemos tenido nuestros altibajos pero es normal entre las parejas ¿recuerdas nuestras peleas? Tú siempre terminabas ganándome sin importar lo que hiciera.

Sonrio ampliamente — ¿Recuerdas esa vez que deseabas tanto ese cachorro? Sabías que no me llevo bien con ellos, pero me diste un discurso muy justo sobre los beneficios de tener mascota que termine por regalarte ese labrador que tanto te gusto. Debo reconocer que ese can y yo nos llevamos bien, pero al final termino yéndose contigo.

Respiro profundo tratando de controlar el dolor en mi corazón, la garganta se me cierra, mis ojos se humedecen. Me digo que no lo haga, que no ceda ante la nostalgia de su cuerpo y su voz.

Una lágrima cae por mi mejilla y me hecho reír como si hubiera escuchado el mejor chiste del mundo, la foto resbala por mi costado y la tomo aprisa, no podía dejar que le pasara algo. Pero me doy cuenta de cómo estoy actuando, me siento y entre mis manos contemplo su fotografía.

—Se supone que debo amar a MinAh porque ella me ama ¿no? —le dijo con enojo, pero sus sonrisa sigue plasmada en la foto para lastimarme más.

¿Qué tan loco me veo hablando contigo así?

A veces quisiera que me contestaras cuando te pregunto algo, necesito de tus concejos.

—Todos decían que tenía que seguir con mi vida y que debía abrirme a más posibilidades, pues bien, lo hice, conocí a MinAh, ella es preciosa, es linda, en bonita, ella y yo tuvimos una atracción fuerte desde la primera mirada ¿acaso eso no son los primeros síntomas del amor? He pasado cuatro años a su lado ¿Qué no es suficiente para corresponder sus sentimientos?

Tan débil y manipulable.

—Taemin dice que soy manipulable, ¡no los soy! ¡Tú lo sabes mejor que nadie!
El silencio me envuelve y regresa esa opresión en el pecho, la sensación de vació y soledad.
—Tú ya no estás conmigo.

Es lo último que le digo, me levanto, voy directamente a la mesa y abro el cajón para guardar su fotografía y cerrarla con un gran golpe. Pero me arrepiento de cómo me despedí de ella, la culpa me comía el alma por lo que lentamente abrí el cajón y saque su fotografía.

—Sabes algo…tu opinión sobre la verdadera inmortalidad todavía no la comprendo del todo, pero con cuerdo contigo en que el amor es lo únicamente perdurable. ¿Y te digo algo curioso? no creo que mi amor por MinAh se haga eterno, porque estoy pesando en alguien más y desgraciadamente no es completamente en ti.

Le dedico una agradable sonrisa, mis dedos pasean por su rostro, deseaba tanto poder sentirla a mi lado, necesitaba escuchar su voz otra vez.

—Estoy molesto Minjung me siento extraño, ese chico, me intriga mucho, me hace salirme de mis casillas, es tan horrible. Pero es suficiente, yo no puedo dejar que me enloquezca, ese beso no puede significar nada, lo repito: Jonghyun está loco si cree que siento algo por él.

Tengo novia, sabes que no he amado a nadie como tú, nadie podría compararse contigo, pero debo seguir con MinAh, le debo fidelidad.

¿Le debo fidelidad?

—Lo único que sé es que Lee Taemin no puede llegar y alterar mi vida.

¿Pero…será capaz de no ceder?

Esta noche tengo una cena con MinAh, le había llamado en la tarde para pedirle que cenáramos juntos, ya no podía permitir estar tanto tiempo lejos de ella y claro tenía que compensarle los malos ratos de estos días. Aunque de cierta manera agradezco que la universidad sea el principal motivo porque no nos hayamos podido reunir antes, sus exámenes finales la están asfixiando.

Así que como lo hacíamos antes del distanciamiento, la cite en el restaurant en el que frecuentamos comer, el buen servicio del lugar en verdad enamora a las personas que lo visitan claro, sin olvidar la buena comida. Hace como de diez minutos que he llegado, de hecho antes de lo pactado, siempre me ha gustado sentarme un rato a solas cerca del balcón, era una costumbre pedir una mesa ahí porque podía ver el cielo en todo su esplendor más si es de noche.

No hay mucho frío, bien una simple chaqueta puede darte calor. Bebo la copa de vino tinto que he pedido, siento como cae por mi garganta como si fuera agua, no le siento sabor y su olor apenas me despierta, me pregunto qué le ha pasado a este vino, tal vez los años que permaneció añejo no le sirvieron de nada.

También el ambiente era extraño, aunque estoy en mi lugar favorito del restaurant no estoy cómodo, me remuevo a cada momento en la silla, no logro acomodarme. Miro la hora en mi celular, 8:01 pm, conociendo a MinAh no tardará en llegar, la puntualidad era algo en lo que no fallaba.

Mirando más halla, en una de las mesas del interior, me quedó mirando a una pareja de novios, la chica, de cabello corto castaño, con tez blanca y delgadas manos (muy bonita para ser sincero) parece sorprendida por algo que el chico le enseña, curioso de la situación observo un poco más procurando que no me descubran.

Alcanzo a ver una cajita roja en su mano, parece que le ha propuesto matrimonio, es un anillo lo que coloca en su dedo anular.

¿Matrimonio?

¿Qué es exactamente lo que significa esa palabra? ¿Acaso no es permanecer al lado de la persona que amas para toda la vida?

Cuando pienso en MinAh como una futura esposa… no ya no puedo verla así. Antes era un sueño anhelado, me había proyectado en un futuro a su lado, sé que ella quiere estar unida a mí… si me preguntan si ella me ama, yo contestaría que sí, si me preguntan si yo la amo…

Desvió la mirada hacia el cielo.

La pregunta se queda en mi cabeza, buscando una respuesta rápida.

—Matrimonio, bueno Minho antes el concepto de amor eterno era solo eso, el amor eterno que las personas se juraban, esa era la única verdad que debían cumplir y no les costaba porque no se traicionaban unas a otras con facilidad. Ahora la gente escucha matrimonio y sienten que es como una atadura al cuello que al paso de los años te aprieta el cuello y te mata.
A veces nos cuesta entender que el amor es libre, y por eso no puedes pretender unirte para toda la vida si alguno de los dos no corresponde el amor. No puedes estar con alguien que no te ama plenamente y tampoco debes crear la ilusión de amor para nadie.

¿Te sigues riendo, verdad Minjung?

Sabes que no amo a MinAh como debería, porque aun sigues en mi corazón, aun así, si me preguntaban si algún día la quería como esposa yo respondía afirmativamente, que más podía si era la única a mi lado, de todas las chicas ella es la que más me atraía, sé que fue estúpido aventurarme a lo que pudo fallar, pero estaba necesitado de amor, tu recuerdo me mataba y ella, tan comprensiva que fue, me tendió los brazos y me protegió, entonces comprendí que MinAh era especial.

Pero… ¿Por qué ahora me siento diferente? Algo está cambiando y no me gusta, si la dejo ¿Qué pasará si la dejo? ¿Estaría bien sin ella? Me asusta que la respuesta sea afirmativa y todo es por culpa de una persona.

(Ya sabes quién, porque no eres tú)

Minjung, cuando lo veo, cuando estoy cerca de él, mi corazón late fuerte, no es como cuando estoy con MinAh, con ella me siento cómodo, sus caricias me gustan, sus besos me gustan, su compañía me gusta, pero no me enloquece.
Yo siempre he tratado de complacerla para hacerla feliz, ¿Qué no es esa mi trabajo como su novio? Pero últimamente he estado pensando mucho en Taemin y de repente tú también llegas.

¡Y es que ustedes no tienen nada en común! Taemin es tan distinto, al menos MinAh comparte tu pasión por la vida y capacidad para hacer amigos, pero él, él parece no querer nadie cerca.

Cuando lo veo recuerdo todas aquellas cosas del amor que trataste de enseñarme y me doy cuenta de que ese chico, parece huir de algo, no pretende aferrarse a nada como lo hago yo. Taemin es bonito puede tener a cualquiera a sus pies y son embargo prefiere estar solo, el menciono que los chicos solo lo buscaban por su cuerpo.

¿Pero…y ese acercamiento que tuvimos? ¿Por qué dejo que lo besará? Y luego por la mañana su inminente rechazo, dolió tanto…

¿Crees que algo haya pasado con él?

—Disculpa la tardanza

Ni me di cuenta cuando había llegado MinAh. Trae el cabello levantado en una coleta y rápidamente recuerdo a ese castaño molesto.

—No te preocupes yo llegue antes.

Me acomodo en la silla, bebo lo que queda en mi copa, sigo sin sentirle sabor.

—Veo que te has adelantado a pedir algo de beber.

—Lo necesitaba —digo rápido, ella me mira curiosa, me examina tratando de descifrarme—. ¿Pasa algo?

—No, es que…te veo algo cansado ¿has dormido bien?

—No de hecho no, he tenido algo de insomnio.

— ¿Tu maestría?

—Sí —miento. En realidad solo no podía dormir y no sé porque, mi cama se sentía diferente, probé dormir en las otras habitaciones, hasta en el sofá pero nada.

—Si te tiene tan estresado deberías descansar un poco —su mano se desliza por la mesa hasta la mía, la toma con delicadeza entrelazándolas—. Minho has estado extraño, me preocupa.

—No es nada, solo es el insomnio —le sonrió forzadamente—. Gracias por preocuparte.

—Bien —me devuelve el gesto—. No hablemos de la escuela, he tenido suficiente de ella en estos días. Mis papás desde la última conversación se quedaron pensando en la boda.

Oh no. No ahora por favor.

— ¿A sí? —desvió la mirada hacia la carta, fingiendo buscan algo para pedir.

Pero ya no tengo hambre.

—En especial mi mamá, parece estar muy ilusionada con el tema, bueno después de todo soy su única hija, es normal que se sienta así, también yo...

—MinAh yo creo que todavía no podemos.

—Lo sé, ahora no —dice con tristeza. Dios detestaba hacerla sentir así.

—No es que no quiera, es que tú todavía no terminas la escuela y no sé, desearía que te divirtieras un poco más antes de comprometerte.

—Pero estando contigo me divierto, ¿acaso no sientes lo mismo? ¿Acaso no nos pasamos un buen momento estando juntos?

—Sí MinAh pero entiende, no quiero que te apresures.

Me mira con enojo, casi ofendida. Sé que ella es la más emocionada en casarse ya, pero no pretendo engañarla (no más de lo que lo hago). Hablar de boda me deprime, quisiera que dejara ya eso.

—Mejor platícame de tus padres, ¿Cómo han estado? —trato de hablar de otra cosa, de lo que sea mientras no sigamos con lo mismo.

—Mi papá dice que espera vernos casados pronto —me dice seria, mi pierna comenzaba a brincar por la desesperación.

—Aja…que bueno, y la escuela… ¿Cómo vas en la escuela?

—Minho…

— ¿ya terminaste los exámenes finales?

—Minho…

—Últimamente no he ido, he tenido otras cosas que ver…

— ¿Cómo a los holgazanes de tus amigos?

—No los llames así —le regaño en tono suave—. Ninguno de ellos es así, sabes que Onew y Jong…

—No me interesa lo que hagan de sus vidas, lo que me interesa es que no te arrastren a su mundo de locura.

— ¿Qué? ¿De qué hablas?

—Lo sabes, son un tanto locos, yendo de aquí halla, visitando bares, estando en la calle…

—No por favor —hecho el cuerpo hacia atrás—. No los juzgues así, les gusta divertirse, bueno más a Jong, cuando ven la oportunidad salen a despejar la mente, no tiene nada de malo.

—Pero ellos no tienen compromisos —alza la voz—. Cuando tengan a alguien a su lado que siempre este preocupado por su bienestar comprenderán que no todo es diversión.

—Minha…

—No me gustaría que te conviertan en un fiestero sin remedio.

—Sabes que eso no pasará, pero si pasa no tendrías de que preocuparte, siempre te tengo en mi mente.

Mentiroso.

—Soy un adulto, se defenderme.

—No quiero que alguien…no quiero que…

Espero impaciente a que termine, esta conversación se sale de control. Sigue sin concluir las palabras pero sé lo que quiere decir.

— ¿Me crees capaz de mirar a alguien más?

El recuerdo fugaz del beso con Taemin me abofetea, me quedo tieso al igual que ella, solo que por distintas razones. No puedo creer que haya dicho eso con tanta naturalidad, si hay algo que no me permito es la mentira.

Y decir que no soy capaz de mirar al alguien más es una completa y entera mentira, la consciencia actuó rápido para hacerme estremecer con el recuerdo del beso. También con las palabra de Jonghyun.


“No solo se traiciona con el cuerpo Minho, la primera traición es con el pensamiento”


Le he sido infiel a MinAh desde el momento en que desee a Taemin cerca de mí. No, no podía ser, eso solo fue un suceso que no debió pasar. Aunque no entregar el corazón entero también es traicionar ¿no? Entonces porque no he podido olvidar a…

—Discúlpame es que…no puedo imaginar que alguien más te mire —es sincera, lo sé—. Sé que tú no me serias infiel.

Eso fue otro golpe bajo.

Consciencia puedes reírte a carcajadas.

—No, jamás lo haría —y de nuevo hablo con tanta seguridad.

~

La cena transcurrió entre el silencio, francamente no quería seguir hablando con MinAh, lo que quería era salir corriendo de ahí, perderme en algún lugar lejos para dejar de pensar. A pesar de todo ella hizo lo posible por recuperar la tranquilidad y la alegría con la que llego. Me vi forzado a sonreír sin desearlo, a comer sin tener hambre, a escucharla sin ganas de hacerlo.

Y a cada segundo me sentí peor que al inicio, porque MinAh buscaba mi cariño con los roces de las manos, con las sonrisas y miradas, pero no supe corresponderle. Solo respondía tratando de no verme ausente. Para cuando la cena termino y la lleve a casa, la desesperación que sentía me había devorado el alma.

Conduciendo sin un rumbo aparente trato de seguir lúcido, el instinto de supervivencia es lo único que me salva de no estrellarme con algún auto o contra el camellón. Las luces de la gran ciudad no son lo suficientemente claras para ayudarme a iluminar mi camino. Tengo ansias de algo pero no sé de qué, este mismo sentimiento me ha acompañado estas noches pasadas, hace mucho que no me sentido así.

No, desde mí querida Minjung.

Para cuando me doy cuenta de a donde me dirijo es demasiado tarde para retroceder, estaciono el auto y me quedo ahí sentado un rato, contemplando mi reflejo en el espejo retrovisor, una idea pasa por mi cabeza y no estoy seguro de llevarla a cabo, aun así saco mi celular y busco su número con rapidez.

Miro la hora, son más de las once.

— ¿Estarás despierto?

— ¿Qué haces aquí?

Mi cuerpo se sacude por el susto.

—Así que…ahora te dedicas al acoso…has caído bajo Choi.

Taemin rodea al auto, pasa por el frente hasta ir a la reja de metal de la entrada. Me bajo rápidamente y lo sigo, noto que tiene puesto solo… ¿su pijama? Y unas pantuflas. ¿Qué persona sale a la calle usando su pijama?

— ¿Qué tanto me ves? —enarca una ceja.

—Estas usando tu pijama…

— ¿Enserio? —rueda los ojos. En otra ocasión lo hubiera reprendido pero no tengo ganas de discutir.

Abre la reja, me apresuro a tomarlo por el brazo y acercarlo a mí, cuando me mira parece estar asustado, luego frunce el ceño y me empuja, se agacha a recoger algo del suelo, pero de nuevo me adelanto.

— ¿Ligas para el cabello?

—Claro genio son ligas para el cabello —señala su coleta alta.

— ¿Y solo por esto estas en la calle a estas horas?

—No tengo porque darte explicaciones.
Me arrebata el paquete de ligas y se da la vuelta.

—Lo siento.

Eso fue involuntario, ni siquiera yo lo vi venir. Se queda quieto unos segundos, luego voltea y me observa — Olvídalo —dice adivinando a lo que me refería.

—Taemin.

—Solo, no lo vuelvas a hacer, o juro que te partiré la cara en pedazos y quedaras irreconocible.

De nuevo hace el intento de entrar, y de nuevo mi cuerpo se mueve solo, me acerco lo suficiente para sujetar la reja e impedir que la abra. Sus ojos avellana se clavan en mí, puedo notar la tristeza en ellos.

— ¡¿Qué rayos te pasa?!

—Bueno…es que…quería saber si lograste hacer que Joon te dijera si tenían problemas.

— ¡Y que te importa, son cosas de familia! —toma la reja con fuerza y lo empuja, yo no lo dejo—. Minho te lo advierto.

— ¿Por qué te asustaste?

— ¿Qué? ¿Asustarme de qué?

—Cuando despertaste esa mañana a mi lado, tú ¿me tenías miedo?

Sus ojos se abren con fuerza, rápidamente se cristalizan pero no llora, yo no sé cómo es que estoy preguntándole eso ahora, las palabra solo salen y salen de mi boca sin control.

—Lamento lo del beso, no sé qué me paso, si es por eso que se sentiste mal, discúlpame, no era mi intensión, no pretendía hacerte nada.

No dice nada, el viento sopla y los mechones que cae en su frente se mecen de lado a lado, noto que la mano que sostiene la reja se ha puesto blanca de apretarla tanto, tiene un ligero tic en el labio inferior.

“Dios quiero morder su labio”

—Si solo viniste a esto, lárgate ya, no me hables más de…—su voz se corta—. Vete.

—Oye no soy tonto, sé que te ha pasado algo, y si yo he ayudado a que te sintieras…

— ¿A qué viene esta preocupación? No somos amigos, ni familia, ni nada, solo un par de extraños.

“Creo que sabes que las personas no siempre se muestran como en verdad son, ni muestran sus verdaderos rostros porque tienen miedo de verse frágiles ante un mundo que solo te señala sin pensar en el porqué de tu pasado.”

¿Minjung que no vez que Taemin es tan desagradable?

—La verdad no lo sé —susurro.

Y ahora soy yo quien pone cara de espanto, retrocedo a pasos torpes, me tambaleo como si estuviera ebrio. En realidad ni yo sé porque he venido a interrogarlo de esta manera. ¿Preocupación?…si es eso, no sé porque me preocupa tanto.

—Minho…oye… ¿estás bien?

Taemin corre hacia mí logrando sostenerme para no caer, me ayuda a sentarme en la banqueta al mismo tiempo que él.

—Te has puesto pálido.

—No es nada.

Nos quedamos en silencio, un silencio lleno de paz, no como cuando estaba en la cena con MinAh. Minutos después siento que ya puedo ponerme de pie, no sé qué rayos me haya pasado, pero me alegra estar mejor.

Taemin se frota los brazos para darse calor.

— ¿Es que tú nunca sales abrigado? —le digo ya tranquilo mientras me quito la chaqueta y se la pongo sobre los hombros.

—Minho…

—Cállate, no digas nada. Esta noche ha sido exhausta.

—El señor frustrado ha vuelto que bueno —rueda los ojos, yo lo golpeo con los nudillos en el hombro.

Parece que el ambiente se ha vuelto más relajado. Me lo quedo viendo y me pregunto porque es así, tan arrebatador y a la defensiva, que tiene él que no puedo encontrar la razón de que mis recuerdos con Minjung se presenten cuando lo veo o lo pienso.

—Lamento lo hace un momento, parece que el insomnio no ha dejado pensar bien.

— ¿Solo a eso venias? No es que me guste que un tipo me visite a esta hora. Podría llamar a la policía y decirle que un cara de rana me acosa —ahora quien rueda los ojos soy yo.

Paciencia Minho, paciencia.

—No dramatices —le regaño—. Tuve una cena con MinAh.

—Ah~ con razón te quedaste así de alterado.

—No empieces…

—Ya ya…—da un enorme suspiro, me mira, se acomoda mejor la chaqueta para cubrirse mejor.

Un momento más de silencio y se decide a seguir la conversación— Cuando estaba en tu habitación…yo deje mi violín sobre la mesa cerca de la ventana y tu cajón estaba abierto…

Mi mandíbula se tensa.

— ¿Te atreviste a esculcar entre mis cosas?

—Te dije que el cajón ya estaba abierto.

¡Entonces la vio!

—Yo encontré una fotografía…

—Te prohíbo volver a mirar en ese cajón —digo con severidad. Sea como sea no tenía por qué mirar en mis pertenencias, menos si es algo tan importante como esa foto.

—Lo lamento —hace una mueca—. No es peor que te besen contra tu voluntad
—me ataca y me sonrojo.

—Solo no lo hagas —me desespero—. No lo hagas.

— ¿Qué pasa?...oh…claro seguro tu noviecita no sabe que tienes la foto de otra chica oculta en tu habitación.

—Ella no es cualquier chica, no tenías por qué mirarla.

—Cálmate, tus aventuras no me interesan para nada.

Me levanto de golpe, lo miro con furia, sus ojos templados no cambian de expresión, como si lo que acababa de decir no tuviera importancia.

—Ella no es ninguna aventura —estábamos bien y tenía que empezar a molestarme, decir que Minjung fue una aventura es un insulto que no puedo perdonar.

—Desde que sales con otra persona que no es tu novia se vuelve unta total aventura, no te exaltes así, ni que fueras el primero que opta por el engaño.

— ¡DIJE QUE NO ES UNA AVENTURA!

Mi respiración es entrecortada, no pienso solo grito, grito lo que no quiero recordar.

Taemin se levanta lento, imponiéndose sobre mi descontrol. No sé si ha comprendido que ha dicho algo imperdonable o no, solo se queda ahí mirando el espectáculo que interpreto.

— ¿Eres así de bastardo para no admitir tu engaño? —Se ríe hasta torcer la boca de lado—. Patético mentiroso. Aun siendo tu novia una “dos caras” al menos ten las agallas de admitir que la engañas.

Se quita la chaqueta y me la vienta, se da la vuelta y camina hacia la entrada.

¿Qué es esta sensación de miedo? ¿Por qué la ira se fue? ¿Por qué no quiero que se vaya? ¿Por qué me abalanzo hacia él y lo hago retroceder hasta abrazarlo y atraparlo para que no huya? ¿Por qué cuando respiro su aroma y siento su calor me siento tranquilo?

—Yo no engañe a MinAh —le digo con pesar—. Esa chica, al de la foto fue alguien muy especial para mí.

—Minho no tienes por qué explicarme nada —coloca sus manos sobre mi pecho y nos separa, pero mi mano toma la suya.

Siento lo áspero que son sus dedos.

—Tampoco es que quiera escuchar tu pequeño desliz —da un tirón y nuestras manos se separan.

—Esa chica fue mi novia —de nuevo mi boca le gana al cerebro.
¡No puedo parar de hablar!

—Oh así que hubo alguien antes que esa controladora. No eliges bien Choi, la chica de la foto es más hermosa que la actual. Deberías reconsiderar regresar con ella.

—Ojala pudiera.

El pecho se me oprime, insistente en que suelte palabra por palabra lo que nunca me gusta hablar. Mis ojos se llenan de lágrimas, la primera sale y corre por mi mejilla, ahora sí ha cambiado el semblante de Taemin.

—Choi…

—Pero ya no puedo…

—Oye…no llores…

—No podemos estar juntos nuca más.

— ¡¿Qué?! No seas tan cobarde, solo sal y búscala.

—No Taemin —digo con la voz rota—. Ella no regresará, se ha ido para siempre.

— ¿De qué demonios hablas?

Me acerco hasta Taemin para verlo a los ojos, me pregunto porque siento que debo confiarle mis penas, pero descubro que realmente la respuesta…no importa ahora. En este momento solo necesito hablar y que alguien me escuche.

—Ella murió hace cinco años.

Y su rostro se desfiguro.

A veces aunque no sepas porque te sientes en confianza para contarle a un extraño tus problemas, lo haces sin importar si se reirá o se lo contará a alguien más, tu necesidad de ser escuchado y comprendido rebasa la sensatez y la lógica. Todavía no sé cómo sea Taemin en verdad, no sé a qué se debe su rechazo a ciertas cosas, personas y momentos.

¡Pero me gusta estar cerca de él!

Me gusta que sea tan sincero y trasparente. Tan bruto y molesto.

—Lo lamento no quise…no quise…

— ¿Ya vez que no eres el único con problemas?

—Ok, lo sé. Y tienes razón no debí entrometerme en tus asuntos.

Doy un enorme suspiro, me limpió las lágrimas con el dorso de mi mano. Decirle que Minjung había muerto me ayudo a liberarme de una carga, una de tantas que ni con Jonghyun, Onew o MinAh he podido aminorar.

—Taemin entra a tu casa —en realidad no quería que entrará, moría por abrazarlo, pero temía que lo regañaran por mi culpa.

—No, está bien, hoy solo somos Joon y yo, papá hizo un viaje de negocios. Mi hermano esta entretenido en el despacho de mi padre. Tengo un rato más Choi.

Se rasca de tras de la nuca, nos miramos unos segundos. Lo veo frotar sus manos sobre sus brazos y como antes, le vuelvo a colocar la chaqueta. Esta vez no dice nada, solo me deja cubrirlo. Mis brazos lo rodean, puedo sentir su aroma a cereza, tal vez sea de su champo.

Me concentro en su rostro, lo examino hasta detenerme en su boca. ¿Es tan malo sentir el deseo de besarlo? Todavía —por una inesperada fuerza de atracción— sus labios me llaman.

— ¿Cómo se llamaba? —su voz me devuelve a la tierra.

—Lee Minjung

— Bonito nombre… ¿La amabas?

Su repentina pregunta me desconcierta.

—Por supuesto —digo seguro.

— ¿Más que a esa novia de ahora?

No puedo contestarle eso, como decir que estoy con MinAh por temor a derrumbarme.

—Los supuse —dice ante mi silencio. Sonríe de lado—. Yo sabía que no la amabas tanto como dices.
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Mensaje por k.will Jue Feb 19, 2015 11:06 am

Hi!!! el capi estuvo genial, pero me esta empezando a caer mal minho xq se esta tardando en aceptar sus sentimientos y si sigue diciendo que debe estar con minha lo voy a ahorcar hasta q deje de respirar XD jajaja... pero es en serio, resulta un poco estresante, al igual q taemin, yo se que ya esta seguro que ama a minho pero no quiere amarlo aish!!! esos dos me van a volver loco... quiero conti
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Mensaje por Carol Ney Jue Feb 19, 2015 2:46 pm

k.will escribió:Hi!!! el capi estuvo genial, pero me esta empezando a caer mal minho xq se esta tardando en aceptar sus sentimientos y si sigue diciendo que debe estar con minha lo voy a ahorcar hasta q deje de respirar XD jajaja... pero es en serio, resulta un poco estresante, al igual q taemin, yo se que ya esta seguro que ama a minho pero no quiere amarlo aish!!! esos dos me van a volver loco... quiero conti

Ese par de necios nos sacan de quicio a todos(?) xD loquillos que no quieren darse cuenta de lo evidente ;u; Muchas gracias por leer, pronto habrá nuevo capítulo.
Nos leemos luego, saludos :)
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Mensaje por Carol Ney Vie Feb 20, 2015 11:41 am

Yei! Capítulo 7
Se van a llevar una sorpresa en este capítulo, tal vez buena, tal vez mala...bueno tiene  que leer. Agradezco, como siempre, a todas las personas que se toman el tiempo de leer mi historia ^^ espero que les guste el capítulo.
Amen mucho al 2min<3

Capítulo 7: Sueño

TaeMin


A veces no comprendo ni mis propios sentimientos.

A veces desearía dejar de pensar en lo que no debería pensar.

¡Qué ganas de regresar a mi vida normal! ¡Dónde no tenía que preocuparme por nada que no fuera mi propio futuro!

Pero no es tan fácil, no cuando alguien llega y quiere abrir lo que no se debe, descubrir lo que no tiene que descubrirse y sentir algo que no debe sentirse.

En los últimos tres años, no había dejado que nadie derrumbará mi barrera de protección, si me hice un chico lépero y grosero, sarcástico y mal humorado, fue para protegerme a mí mismo de cualquiera que tenga intenciones de buscar en mí, lo que ya no quiero darle a nadie.

Amor. Eso es lo que quieren.

(¿Por qué quieres amar?)

Si me preguntan si tengo amigos, contestaría que sí (solo unos pocos) pero sí; si me preguntan si he tenido algún amorío, novio, amante o como sea que le llamen, la respuesta es NO, al menos no es estos tres años.

El hecho de que durante todo un año no dejará que nadie me tocara marco mi vida, porque me aisló de todas las personas incluso de las que sinceramente que querían, luego de ese lapso de tiempo, gracias a Key y nadie más, es que fui olvidando la sensación de suciedad e indignación en mi cuerpo.

Fui la víctima de un engaño y un ultraje que la sociedad llamaría violación. Una horrible palabra que no me gusta pronunciar.

El apoyo de mi amigo fue incondicional, porque mis padres y mi hermano no sabían  nada y yo preferí que se quedará así, mi miedo a la vergüenza y al regaño fue mayor. Y últimamente me pregunto qué habría pasado si les hubiera dicho lo que paso.

Pero ya no tiene importancia, después de tres años de martirio ya no vale la pena hablar del pasado. No cuando mi futuro se torna incierto recordándome que debo estar alerta de quienes me quieran hacer daño.

Estaba perfecto, había logrado estabilizar mis emociones y mi capacidad para protegerme. Rechazaba cualquier muestra de afecto de otros durante los siguientes dos años hasta ahora, pero justo cuando pensé que nada más podría pasarme, que solo debía seguir mi rutina en la escuela y mi casa, en una noche fría y de lluvia, él apareció.

Desde el primer momento en que nos conocimos lo deje acercarse a libertad, incluso yo hice los mismo con él, aquel día lo tome de la mano, en el callejón lo acorrale en la pared, en el estacionamiento lo monte y abrace su cuello, en su casa terminamos en  el suelo al igual que en la calle, bajo la lluvia o una alfombra. Lo he dejado verme sacudido por mis malas memorias, me ha visto mal, pero no peor.

Lo he dejado cargarme, lo he dejado abrazar mi cintura, lo he dejado olerme, lo he dejado bajo mi cuerpo cuando peleábamos por algo sin importancia, lo he dejado tocar mi piel, lo he dejado mirarme a los ojos, lo he dejado besarme…

Podría acusarlo de ser un aprovechado, pero no puede serlo si yo le he permitido el contacto.

¿Acaso Key tiene razón? ¿No ha pasado nada que yo no quiera?

¡No! Esto no tendría que ser así, el Taemin después de los 16 se prometió que ya no habría confusión ni dolor, pero el Taemin de ahora…disfruta de su presencia, le ha gustado que lo toquen y que lo besen, pero cuando despertó sobre su cuerpo, cuando mientras dormía escuchaba su corazón latir y sentirlo despertar y sabiendo que lo miraba y sonreía porque lo tenía cerca, aun sabiendo lo que estaba haciendo, lo permitió.

Y fue feliz de hacerlo.

Pero cuando la mano de Minho tocó a ese extraño Taemin, el antiguo volvió de la nada y le alertó, le advirtió y recordó lo que pasó  la última vez que estuvo en la cama de alguien más.

¡¿Acaso quieres que te violen?! Eso fue lo que mi subconsciente gritó e hizo que mi cuerpo y mi corazón sintieran miedo de ser masacrados.

Por eso, cuando Minho ha venido aquí, en mi casa y de la nada pregunta si le tengo miedo, cuando en realidad no tiene la culpa de que sea tan débil, es que yo me respondo con otra pregunta:

¿En verdad tienes miedo de él o de ti mismo?

¿Qué le ha pasado al Taemin que se juró ya no más llanto ni dolor?

¿Por qué de todas las personas en el mundo, esta se ha cruzado en mi camino y sin darse cuenta, cambia mi razón y mi vida?

Minho, tú y yo no tenemos nada en común, solo esa suerte o maldición que nos acerca cuando  menos lo esperamos.

Debo de confesar, que tener a este chico aquí y ahora, frente a frente, hablando de aquella persona que él amó desde hace tiempo y que parece que no ha podido superar y que muy cobardemente ha utilizado a otra mujer para olvidar, debo confesar…que me indigna su descaro. Pero sobre todo…que me molesta que me lo diga precisamente a mí, justo cuando no me siento seguro y estoy tentándome a darle un abrazo de consuelo para que no llore.

Minho… ¿estas feliz? He empezado a odiarme, más de lo que debería odiarte a ti.

— ¿Qué acabas de decir?

—Sólo lo que todos notan y que tu no quieres ver.

Se  ha quedado mudo. Supongo que comprendió lo que le dije.

Desvía la mirada, sus espesas pestañas brillan por las lágrimas. Desde que lo conocí me pareció que era una persona así de sensible, tiene fortaleza pero también esconde dolor en su corazón. Parece que decirme lo de su novia muerta le ayudó, pero presiento que hay una historia trágica que supera el mismo hecho de su muerte.

Una brisa fría sopla, la chaqueta que cubre mi cuerpo se mece hacia mi costado derecho, mis mechones rozan mis mejillas y me causan picazón, llevo mis manos al rostro para hacer a un lado mi cabello, pero Minho se me adelanta. Con la delicadeza que siempre procura cuando está cerca de mí, toma los hilos castaños y los acomoda detrás de mi oreja. Me encojo levemente, cuando lo nota frunce el ceño.

No entiendo su manía de tocarme, mucho menos la mía de dejar que lo haga.

—Mejor regresa a  casa Minho, es tarde —me quito la chaqueta y se la entrego, parecer dudar, sus mirada se hace intensa, tanto que me incomoda hasta desviar la mirada al suelo.

El viento vuelve a soplar, justo es ese momento siento el toque de sus dedos sobre los míos, regreso la mirada lentamente, el silencio nos envuelve, aunque quiero decir “aléjate” sólo observo como toma la prenda.

—No quería molestarte —traga saliva—. Es solo que me presionaste y no pude…

—No —interrumpo—. Fue mi culpa, yo realmente creí que tenías una especie de aventura con esa chica. Tuviste razón en enojarte.

—Por favor no vuelvas a referirte a ella de esa forma.

— ¿Tanto la amaste?

Su mirada me ataca. Supongo que hice una pregunta muy obvia.

—Mucho —continúa.

—No sé porque tengo la ligera impresión de que quieres seguir hablando de ella —me cruzo de brazos, se sonroja y sonrió de lado.

—No…no es eso…

—No soy del tipo de persona que consuela Minho, no me gustas las historias tristes.

El ligero brillo en sus ojos se pierde.

—Lamento…
—Pero escuchar es una de  mis virtudes —alardeo con una enorme sonrisa que parece surtir el efecto que esperaba (tranquilizarlo).

—No —me dice con una amarga sonrisa—. Es tarde y tienes que entrar antes de que tu hermano me encuentre aquí y me haga irme a patadas.

—Pero…

Se acerca los escasos dos pasos que nos separaban, nuestras miradas se siguen. Su mano se aproxima a mi cara, hago el intento de hacerme hacia tras pero él es más rápido, la calidez de su toque me hace encogerme —por segunda vez esta noche—, su dedo pulgar acaricia mi mejilla con suavidad. Con tanta naturalidad.

Pasa lo que tato detesto, quedarme de pie solo mirándolo. Disfrutando la caricia que debería de detener, lo que se supone que no dejo que nadie haga por protección a mí mismo.

Siento un escalofrió cuando retira la mano.

—Descansa Taemin y tendré en mente tu amable propuesta para hablar de Minjung.

—No estaré disponible siempre Choi, ya te dije que no consuelo a nadie no soy ninguna hermana de la caridad —le digo a sus espaldas mientras va hacia su auto.

No dice nada, sólo se despide sacudiendo la mano.

Me quedo de pie hasta ver su auto desaparecer por la carretera. Siento una ligera opresión en el pecho que me hace llevar la mano sobre el corazón, yo…supuse que realmente quería hablar de exnovia muerta —bien, no debo referirme así de ella.

El dolor que vi en sus ojos me demostró cuanto la quiso, aunque no me lo confirmara. Como lo dije antes, yo ya sabía que no quería tanto a esa MinAh, la chica tiene sus defectos, pero no creo que nadie merezca ser engañada de esa manera.

Aun así, me siento extraño. Hace apenas unos minutos me acariciaba el rostro y estaba bien, ahora que se fue, tengo frio y a sensación de soledad me invade.

—Taemin —giro el rostro asustado, mi hermano está parado detrás de mí—. Es tarde.

—Lo…lo sé, yo solo fui a casa de Kibum un rato, nos quedamos charlando y se me fue el tiempo, lo siento.

—Aja…—dice enarcando una ceja, estoy nervioso, no sé si haya visto a Minho, ellos…no tuvieron un buen encuentro al última vez que se vieron.

—Me dio las ligas para el cabello que quería —le muestro la  pequeña bolsa.

Respira profundo, se acerca y me toma por los hombros— La próxima vez dile que pase, así no tengo que observarte desde la ventana que da hacia la calle.

—De…de que hablas… ¿estabas espiando por la ventana?

—Iba a salir cuando te grito, pero vi que controlaste la situación así que no hubo necesidad de salir y golpearlo.

—Joon…

—Vamos…entra…o te dará una gripe y papá no me lo perdonaría.

—No creo que te regañe  por mí, si últimamente han estado muy unidos —le digo molesto.

Cómo olvidar que me están haciendo a un lado para poder secretearse con libertad. Paso a su costado con pasos pesados — No es cómo crees Taemin.

— ¡Bien! —giro y lo confronto—. Entonces dime que es.

—No es nada de lo que debas preocuparte, no pasa nada, confía en mí.

—Me pides que confíe cuando sé que estas mintiéndome.

Y me voy hacia la casa, cuando entro a mi habitación dejo el paquete de ligas sobre mi mesa, voy a  mi cama y me tiro boca abajo dando un gran suspiro. Me doy cuenta de que hay un olor muy agradable, pongo a trabajar a mi nariz, oliendo por doquier como un cachorro hasta que caigo en cuenta que soy yo quien expira ese aroma.

Se me impregno su perfume.

Me quito la camiseta para poder olerla y sonrió al comprobarlo, pero de inmediato me doy cuenta de lo que estoy haciendo y aviento la prenda. Parecía un depravado sexual olfateando la ropa de su víctima. Empiezo a sentir frio y aunque sé que puedo levantarme e ir al closet por otra pijama opto por bajar de la cama para recoger la camiseta y ponérmela de nuevo.

Pataleo y grito como un niño por la creciente confusión en mi mente.

— ¡¿Qué está pasándome?!

— ¿Taemin estas bien? —grita mi hermano detrás de la puerta.

—Sí...si…

— ¿Seguro?

—Sí —digo por última vez. El me desea buenas noches y le respondo lo mismo

Me dejo caer de nuevo en la cama, haciéndome un ovillo. El recuerdo del roce de su mano sobre mi mejilla regresa. Me repito mil veces que ya deje de ser así de débil, que lo último que debería hacer es pensar en Minho y sus problemas amorosos o la tristeza que todavía no puede desaparecer por su ex novia.

Esta noche como otras tantas un pensamiento ronda mi mente sin dejarme dormir: la calidez de su toque.

Pero esta vez está acompañado de una imagen que me hace estremecer: su llanto, sus ojos llenos de lágrimas.

~

Salgo de la clase de economía junto a NaEun, no había podido prestar atención por tratar de mantenerme despierto. Aunque los codazos de mi amiga me despertaban seguía cabeceándome en la clase y la voz del profesor no ayudaba en  nada, era tan calma y suave  como la anestesia.

Vamos por el corredor que da hacia la cafetería, necesitaba comida,  por levantarme tarde no me dio tiempo de desayunar y ya estamos a medio periodo de clases, mi estómago me exigía alimento.

NaEun me platica de los próximos planes de su familia por vacacionar en Japón, parece realmente animada, a diferencia de mí que parezco medio muerto. Estábamos a pocos pasos de llegar a nuestro destino cuando una cara conocida nos encontró.

Bueno, nos encontramos.

MinAh, la novia de Choi, “tan linda y radiante como siempre” me dedica lo que yo creo que es una sonrisa. Le correspondo el saludo y sigo mi camino pero cuando di el primer paso  adelante su voz me detuvo.

—Lee Taemin.

Volteo y nuestras miradas se encuentran, el aire se volvió pesado, ella y yo no hemos hablado desde el día en que nos encontró a Minho y a mí en el centro comercial. NaEun me preguntó en un susurro quien era ella.

—Bag MinAh —dice seria. Regresa su mirada —. ¿Me permitirías hablar un momento contigo?

— ¿Por qué tendría que ir contigo? Por si no te das cuenta estaba por entrar a la cafetería.

Le respondo con frialdad, sus ojos miel mi miran de igual manera, comenzamos una lucha sin palabras, el silencio que nos envuelve se carga de tensión, mi amiga me hala de la manga para hacer que avance pero no lo hago, no puedo quitarle los ojos de encima si ella no lo hace conmigo.

— ¿Harás que repita la pregunta? Solo quiero hablar.

— ¿De qué podríamos hablar tu y yo?

—De Minho.

Mi cuerpo de inmediato se cógela.

— ¿Qué pasa con él? —mi  voz no da señal de algún sentimiento.

—Creo que pasa mucho, pero eso lo debes saber tú más que nadie.

Analizo la situación, obviamente no quiere que NaEun escuche algo, no parece del tipo de chica que le importe el “el qué dirán” pero esta visiblemente molesta y no se quedará conforme hasta que tengamos una charla.

—Espérame un momento —le digo a NaEun.

—Taemin no tienes que…

—Sólo hazlo —le sonrió—. No tardaré.

Se va no muy convencida, cuando ya no está al alcance de la vista de MinAh le saca la lengua, yo rio por su acto infantil y niego con la cabeza. Mi atención regresa a esta chica que todavía me come con la mirada.

—Acompáñame.

No me da tiempo de negarme, solo alcanzo a ver su espalda y su falda medio alzarse cuando se dio la vuelta. Ruedo los ojos con fastidio y la sigo hasta el final del corredor por el que vine. Nos detenemos frente a las escaleras que dan al segundo piso.

Los alumnos de esa área todavía no salían de clases así que no había nadie alrededor que nos escuche. Sus tacones hacen ruido cuando se planta segura frente a mí.

— Deja de mirarme así —le pido calmado.

—Eres bonito como dicen.

— ¿Qué? —eso no lo vi venir.

—Pero no por eso vas a pretender que Minho piense en ti como algo más que mocoso inmaduro.

—Si sólo te  vas a dedica a insultarme…

— ¿Crees que no se de tu cercanía con mi novio?

—No existe ninguna cercanía.

—Te creí algo más sincero, pero ya veo que tu cara bonita solo esconde a un
mentiroso.

—Oye, no sé qué problemas tengas con Minho pero a mí no me vengas con reclamos infundados, no me taches de mentiroso si no me conoces.

—Vaya que tu descaro es grande. No sientes vergüenza de estarte arrimando al novio de alguien más. No cabe duda que lo que dicen por la escuela es verdad “Lee Taemin el chico al que le gusta seducir hombres”

Estuve a  punto de abofetearla, pero mi brazo de quedo al costado de mi cuerpo. Aunque está comportándose como una maldita no pienso perder el control frente a ella.

Mi respiración de se volvió entrecortada, había escuchado esos rumores, pero no llegaron a mas porque nunca les di importancia,  sabía cómo enfrentarme a los que me lo decían, supe como callarles la boca.

—Insisto…—logro calmarme—. No comprendo tu reclamo, tu inseguridad no es mi problema.

— ¡Deja de hacerte el demente! —Alza la voz—. Desde el día en que te vi en su casa supe que solo nos traerías problemas, te has visto con él, se pasean juntos, te ha llevado a su casa y te has quedado en la suya.

No sé cómo se enteró de lo último.

— ¿Y qué amigos no hacen eso? —contrataco.

Pero ella no es tonta.

—Tú y él no son amigos —me desafía—. Tú lo buscas por algo más, no niegues lo que es evidente. Puedes buscarte a otro ¿Por qué precisamente a mi novio?

—Enserio no tengo tiempo para estas tonterías, no sé de donde rayos estas sacando todo esto, pero no me importa.

Me toma del brazo anticipando mi partida.

—No soy tonta Taemin, se cuando una persona mira con amor a otra, si te has enamorado sabes de lo que hablo.

La miro sorprendido— ¿De qué rayos hablas? ¿Amor? ¿Crees que me gusta Minho? —me rio—. Es absurdo.

—Deja de hacerte el tonto.

—No estoy haciéndome el tonto —respiro profundo, me pido paciencia—. Tú lo dijiste ni siquiera somos amigos.

—Entonces…—me mira—. ¿Puedo confiar en que no sientes nada por él? ¿Estás diciendo que jamás te acercarías a Minho con otra intensión?

— ¿Tienes miedo de que te engañe?

—No, él no me traicionaría nunca.

Su seguridad casi me convence, estaba dispuesto a reír me pero la culpa me hizo recordar el beso, ese beso que no debió pasar nunca.

¿Traición? Pero solo fue eso…un…beso…

—Menos con alguien como tú —continua—.  A Minho le creo, pero a ti no.
Nuestras miradas se cruzan.

—Eres una idiota si crees que me gusta Minho, jamás pensaría en el como algo más que un amigo si es que llegamos a serlo algún día.

—Eso dices ahora —sonríe de lado—. No intentes nada, nunca. No te lo permitiré.

Ella es la primera en irse dejándome con las palabras atoradas en la boca, de las miles de situaciones inesperadas que imagine que me sucedieran esta no la esperaba. Le veo alejarse de mí contoneándose segura de sí misma. Me llevo las manos a las sienes para darme un masaje.

Estoy sintiéndome mal por lo que no debería, no es mi culpa estarme encontrando a Minho por todos lados, que me siga y que me lleve de un lado a otro, es su culpa, el cara de rana  tiene la culpa de esta situación, yo no debería estar soportando los celos de esa chica.

MinAh tiene motivos para estar molesta.

Sé que tiene razones para enojarse y eso que no sabe…que…

Sacudo la cabeza cerrando los ojos tan fuerte como puedo, las imágenes de ese beso me golpean, al igual que esa mañana cuando me desperté sobre Minho, el recuerdo de su mirada, de sus toques, de su voz, hasta lo de ayer por la noche, su sinceridad y sus caricias.

Dios ¿Qué estoy haciendo? Por más que esa chica sea tan odiosa no tiene la culpa de mi cercanía con Choi, y yo no debería estarme preocupando por él, no quiero verme involucrado en lo que puede ser una traición.

Doy pasos hacia tras aun estando a ciegas, mi corazón empezó a dar latidos rápidos y dolorosos, hasta que termine chocando con alguien es que abro los ojos preocupado por haber lastimado a esta persona.

— ¿Taemin estas bien?

(No tu no ahora por favor)

Los ojos de Minho se clavan en mí,  doy un jadeo cuando intenta tocarme, giro y tropiezo con mis propios pies hasta caer sentado.

— ¡Taemin! —dice asustado, extendiendo su mano para alcanzarme.

Se necesitan dos para una traición. Pienso con detenimiento mientras veo como ese rostro de preocupación me dice que me protegerá. ¿Y cómo sé eso? No tengo respuesta, solo lo sé.

—Estoy bien —me levanto por mí mismo.

—Vi que estabas apretando tu cabeza, ¿te duele? ¿Necesitas ir a la enfermería?

—No.

— ¿Qué es lo que necesitas?

Que te vayas.

—Nada Minho solo que tu…—detengo mis palabras ¿estaría bien decirle sobre la reciente discusión con su novia? ¿Tendría derecho de reclamarle a él lo que a mí me ha reclamado?

—Taemin yo…

—NaEun me espera en la cafetería —señalo hacia tras—. Me voy.

Lo he dicho sin expresión alguna, sí, así es como debe ser, siempre indiferente como lo he hecho tanto tiempo, esta penosa situación solo me afectará si yo lo permito, los problemas de pareja son de ellos, yo  no tengo nada que ver, no tengo nada de que arrepentirme, la culpa es de Minho por estar de amable y gentil con gente que no conoce bien.

Sí, así es como debe ser, todas estas confusiones se disiparan si me hago a un lado, el estar cerca de él es la razón por la que no puedo pensar bien, ya lo había dicho antes, es mejor estar lejos, no involucrarme, así no habría pensamientos tontos ni confusos.

Minho sólo será un tipo que conocí un día de lluvia, solo eso, solo eso…

“Te dañará”

Claro que lo  hará, todos lo harán al final.

No sé cuándo es que comencé a caminar que ya estaba cerca de la cafetería, sólo sentir mi respiración acelerada y mi visón se centra en mi amiga sentada en las mesas del fondo desayunando con Key, sonrió al verlo, necesitaba hablar con él decirle que no era mi culpa la situación en la que estaba metido, quería que escuchara que no deseo nada  con Minho.

¿No?

Nuestras miradas se cruzaron pero él rápidamente la desvió solo un poco, enarcando una ceja y confundiéndome.

No logré dar el primer paso dentro cuando mi cuerpo se fue hacia tras.


— ¿podríamos hablar un momento? —esa voz ronca me habla al oído.

—Choi…—lo llamo con cansancio.

—Sólo será un momento.

—Qué es más urgente que mi desayuno —le digo haciéndome a un lado, lo miro molesto.

— ¿Lo que dijiste ayer por la noche es verdad?

— ¿Especifica?

—Que…eres bueno para escuchar a la gente.

—Claro, pero…

—Y que estabas dispuesto a escuchar lo que necesitara decirte.

—Y también dije que no sería cuando…

— ¿Podrías irte conmigo?

— ¿Qué?

—Sólo ven conmigo.

—Minho no soy tu amigo —digo molesto—. No soy tu compañero, no tengo razones para tener que acompañarte…

—Compartiste mi cama y mí…—le tapó la boca con una mano.

—No digas nada.

— Acompáñame o seguiré hablando.

— ¡¿Estas amenazándome?! —el muy maldito sonríe.

—Sólo un poquito. Por favor acompáñame.

Estaría demente si lo acompaño después de la escena que me hizo su novia, no tengo la culpa —lo repito— no tengo porque ir con él. Pero…aunque mi cabeza decía que no, mi estúpido y confundido corazón decía sí.

Su novia me amenaza y él me secuestra a base de chantajes. “¿A caso no es lindo?”


MinHo

No quería parecer desesperado, pero en verdad quería que Taemin me acompañara al único lugar dónde puedo sentirme momentáneamente en paz. Para mi buena fortuna el acepto, aunque en todo el camino estuvo callado y ceñudo, algo le estaba molestando y claro, no podía ser otro motivo que no sea yo.

La carretera estaba llena de hojas marrones, el viento soplaba con algo de fuerza pero sin convertirse en ráfagas, el sol oculto por las nubes terminaba de dar un toque de melancolía al paisaje.

Lo miraba de reojo de vez en cuando mientras contemplaba  el camino a través de la ventanilla del auto; su cabello castaño reposa sobre sus hombros y en la posición en la que estaba, me dejaba ver bonito que es. Tenía ganas de tocar su cabello, de olerlo como cuando lo tuve entre mis brazos esa mañana.

¿Suena psicópata? Puede ser que me esté convirtiendo en uno, porque su rostro no ha dejado de aparecer en mi mente desde anoche, tanto que al acostarme me obligue a pensar en otras cosas para olvidarlo, pero cuando creí que cedería por fin al cansancio, apareció otro rostro, no de Taemin si no de Minjung.

Tuve un sueño....dónde platicaba con ella como antes de que muriera. Fuimos a ese parque que nos gustaba, dónde habíamos pasado tantas noches hablando de nosotros, de nuestro futuro, del amor que nos teníamos y que siempre creímos que iba a durar el resto de nuestros días.

Y como lo hacíamos esas noches, platicamos, pero ya no de nuestra relación, sino de una tercera persona, de Taemin, de lo feliz que se sentía al verme con él y de lo emocionada que estaba porque descubriera  la gran persona que es.

Estábamos en nuestra banca favorita, la que está debajo de un enorme árbol, era de día por lo que la luz del sol se colaba entre las hojas dejando en nuestra piel sus sombras. Vestía una blusa blanca con las mangas recogidas hasta los codos, sus vaqueros favoritos y con su cabello recogido en una coleta; yo, con una camisa sencilla y unas botas cafés, las que le gustaba que me pusiera.

No recuerdo todo lo que hablamos, como son los sueños, había muchas cosas que aparecieron que no entendía él porque estaban ahí. Tomó mi mano y sonrió al tiempo que señalaba hacia el frente, estaba entusiasmada, ansiosa porque volteara y viera lo mismo que ella.

Lo cierto es que, no quería dejar de mirarla, porque sabía que era un sueño, y tenía miedo de que si retiraba la mirada, ella desaparecería. Hacía tanto que no soñaba con su recuerdo, que no conversaba y le sonreía como en los viejos tiempos.

Pero me di cuenta de que Minjung jamás me miró, cuando me hablaba o sonreía lo hacía siempre hacia el frente.

—Tienes que mirarlo Minho —su brazo seguía extendido.

—Tengo miedo Minjung, si mis ojos  ven hacia otro lado tú te irás.

— ¿Cómo sabes que me iré?

—Sólo lo sé.

—Yo siempre estoy contigo aunque no lo notes.

—No quiero que te vayas, no quiero que desaparezcas.

— ¿Por qué no quieres que me vaya? No me puedo ir si estoy contigo ahora.

—No, no lo estás —mi voz comenzaba a temblar—. No quiero que te vayas, te necesito.

—Ya te dije que estoy siempre contigo, pero ahora tienes que mirar hacia el frente.

—No.

—Minho, hay muchas maneras en las que una persona puede estar cerca de otra, hay muchas maneras en que puedes amar a alguien, pero son pocas las oportunidades en que puedes estar al lado de la persona indicada.

—No comprendo…—comienzo a llorar, aun así ella no voltea.

—No debes aferrarte a lo que ya no puede ser, no puedes seguir sufriendo por lo que deberías sentirte feliz.

—Minjung…

— ¿Por qué sigues pensando que te abandoné?

—Porque lo hiciste.

—Te juré amor por siempre ¿acaso no me creíste?

—Pero tú estás…tú…tú…

— ¿Recuerdas lo que te dije? El amor es la única y verdadera inmortalidad. El amor trasciende, el amor perdura a través del tiempo. Jamás dejare de amarte Minho, pero mi tiempo se acabó porque no era yo la verdadera persona destinada a ti.

—No…no digas eso…

—Tu amor siempre me hizo fuerte, no hubo ningún día que dejara de quererte. Encontrarte fue mi fortuna Minho, amarte fue mi bendición.

Su brazo seguía en el aire cuando por fin me miró.

—Pero ya es hora de que despiertes y veas tu realidad, la realidad en donde no estoy yo.

Mi llanto se había hecho más intenso, la rodee  de la cintura con mis brazos, aferrándome a su cuerpo porque era mi única forma de vivir.

—Nunca te pedí perdón.

—Ya lo has hecho muchas veces.

—Pero no cuando estabas con vida.

—Aun así lo escuche, te perdono Minho, realmente nunca estuve molesta solo un poco triste.

—Te amo.

—Lo sé, pero ahora  tienes que seguir, mira hacia el frente y di me qué vez.

—No.

—Hazlo, porque no puedo quedarme contigo, tu no me perteneces Minho, aunque te quiera para mí, otra persona te espera.

— ¿Cómo puedes pretender que te deje cundo quiero morir para ir a tu lado?

— ¡Jamás lo repitas! ¡Tienes que dejarme ir! ¡Mira al frente y dime lo que vez!

— ¡No!

—Hazlo por mi amor, hazlo.

Como un niño temeroso alzo la mirada y me topo con sus ojos verdes, su sonrisa me abriga y me consuela, mi corazón se acelera, mi cuerpo tiembla, ella susurra “mira por favor, confía en mi”

Lentamente, mi cabeza gira para seguir lo que su dedo apunta y sin razón alguna lloro más que cuando la abrazaba. Una suave brisa sopló, las hojas hicieron una momentánea cortina de color marrón y cuando se disipó lo vi.

—Tienes que seguir, no mueras en vida, menos por mí. Te amo.

Fue lo último que dijo antes de desaparecer.

Había un chico sentado en la banca de enfrente, no parecía tener más de 14 años, meciendo los pies intranquilo,  miraba al horizonte, cuando se percató que lo observaba me sonrió. Su boca se movió dejando salir un “Hola Minho” a lo que yo respondí:

—Hola…Taemin.



Llegamos a ese mismo parque en el que discutimos la última vez bajo la lluvia. En todo el camino preguntó que hacíamos ahí, yo le dije que esperara sólo un poco, cuando nos adentramos más y más me detuve frente aquel árbol en el que nos refugiamos para no mojarnos. Me senté lento sobre la banca y palmee el lado vació para indicarle que me imitará

Lo hizo.

—Minho…

—No hables —le digo sin mirarlo, así como Minjung lo hizo conmigo—. Sólo escucha.

—Bien…no te pongas sensible…

—Por favor…

—Bien, bien, habla —se cruza de piernas y apoya la cabeza sobre su mano para sostenerla.

—Me preguntaste si la amaba.

Sus dedos jugaban con las agujetas de su tenis.

—La respuesta es sí.

—No tienes que hablar de esto.

—Taemin…yo quiero hacerlo, guarda silencio.

—Ok —hizo el ademán de cerrar la boca como su tuviera un cierre en ella.

Minjung no estoy seguro si es correcto hablar con él de ti.

Busco en el bolsillo de mi abrigo la fotografía que con tanto esmero guardaba en  ese cajón de la mesa de mi habitación. Contemplo su sonrisa por un instante, luego se la paso a Taemin, no lo veo, solo siento como me quita la foto.

—Le tomé esa fotografía la mañana del último día que salimos —respiro largo y profundo—. Esa tarde quedamos de vernos para celebrar nuestro aniversario, tres años de estar juntos. Hubiera querido llevarla a un restaurant lujoso, pero insistió en que no necesitaba nada pomposo, solo una buena comida y mi compañía.

>>>Yo llegue temprano a la cita, le tenía preparada una sorpresa, que la llevaría de viaje al lugar dónde ella quisiera.  Minjung siempre gustaba de salir y conocer gente, lugares, disfrutar del momento, nunca estaba quieta —sonrío—. No había día en que no saliera a algún lugar, no importaba dónde, solo salía a caminar y saludar a las personas, todos la querían mucho, en la universidad tuvo muchos amigos.

>>>Tantos que no lo soportaba —Taemin se enderezó, sus pies comenzaron a balancearse como los de un pequeño—. Ese día, ella llegó tarde porque unos de sus compañeros de clase le pidió una asesoría para un examen que tenía el día siguiente, y como nunca podía decir que no cuando alguien le pedía ayuda,  aceptó.  Me mandó un mensaje explicando porque se retrasaría, se disculpó y prometió no tardar mucho. Pero yo lo tome a mal, me molesto el hecho de que no me llamara en vez de solo mandarme un mensaje.

Me llevo las manos a la cabeza, cansado, frustrado, triste de recordar ese momento que tanto he querido cambiar.  

—Minjung llegó una hora tarde, pidiendo disculpas con su agradable sonrisa, pero estaba muy enojado y demasiado celoso. Nosotros casi nunca peleábamos, sí la celaba, sí discutíamos por ello, pero enseguida arreglábamos el problema, pero aquella vez, por ser nuestro aniversario, el que llegara tarde fue lo que hizo que explotará, era un maldito celoso pero siempre procure darle su espacio, sin embargo perdí el control.

>>>No acepté sus disculpas, le grité una vez, ella me atacó, luego pidió calma y nuevamente una disculpa que yo rechacé. Le exigí que no volviera  a ver al compañero que le pidió la ayuda, se enojó tanto que se levantó y fue directo a la salida. Yo la seguí y le dije: si no lo puedes dejar de verlo es porque tienes algo con él.

>>>Entonces me abofeteo, sus ojos se llenaron de lágrimas, lo último que me dijo es que me amaba mucho, pero que no podía pasar por alto lo que le estaba haciendo, que no quería pelear el día de nuestro aniversario. Así que se fue en un taxi…y yo me sentía tan molesto que no ice el intento de detenerla.

Los pies de Taemin se detuvieron.

—Esa noche me llamaron cerca de las diez, el taxi en el que iba choco contra un autobús por ir a exceso de velocidad que hizo que se volcará varios metros adelante, ella no sobrevivió.

Una amarga lágrima recorrió mi mejilla con velocidad, luego otra, y otra más, hasta que estaba ahogándome en mi propio llanto.

—Entonces… ¿estás diciéndome que el último día que la viste te portaste como un estúpido celoso que no pudo detenerla y decirle que la amaba mucho?  ¿Y que realmente lo que dijiste no era lo que pensabas por que los celos te tenían ciego?

—Supongo que así fue.

—Eres un idiota Minho.

—Lo sé.

— ¡¿Te costó tanto trabajo decirle cuando la amabas?!

Asentí, ahora los ataques de Taemin me apaleaban con fuerza pero tenía que
soportarlo. Limpio mi rostro con mis manos.

— ¿La amaste más que a MinAh?

— ¿Por qué preguntas eso de nuevo cuando al respuesta es obvia?

—Eres un hijo de puta.

—Lo sé.

— ¡Deja de decir eso!

Se levanta de un impulso y se para frente a mí enseñándome la foto de Minjung.

— ¡¿CREES QUE ESO LE SIRVE AHORA?!

—Taemin…

—No puedo creer que…hayas sido tan idiota.

— ¿Crees que no me he dicho todo lo que me gritas?

—Te dije que no esperaras que te consolara.

Le sonrió y me levanto para tenerlo de frente, cerca, quería tenerlo cerca, nuestras miradas se centraron en el otro por unos segundos luego él rompió el contacto.

—No esperaba un consuelo, sólo necesitaba decírtelo.

— ¿Por qué a mí? ¿Qué tus amigos no te ayudaron?

—Claro que lo hicieron Taemin, pero hay sensaciones que no pueden olvidarse por más que se repitan miles de veces para poderlas superar, más si amas tanto como para extrañar a alguien que ya no está.

—Minho das miedo, tú ya no puedes, no debes…esa novia loca que tienes no se merece eso… ¿POR QUÉ ESTÁN CONTÁNDOME ESTO?

Tomo la fotografía de entre sus dedos, miro a Minjung y recuerdo el sueño.

—No lo sé, solo sentí que tenía que decírtelo a ti.

Los ojos avellana de Taemin me miraban confusos. Si llegará a contarle del sueño seguro si me tacha de loco, tal vez algún día se lo cuente, cuando logre comprender porque Minjung deseaba tanto que yo lo mirase.

“Hazlo, porque no puedo quedarme contigo, tu no me perteneces Minho, aunque te quiera para mí, otra persona te espera”

Y no me mostro a MinAh, si no ah Taemin.

¿Estás diciendo que prefieres verme con él antes que con MinAh? O ¿Qué debo estar con Taemin y no con MinAh? Creo que ha quedado claro que este chico y yo no tenemos nada en común, ¿cierto?

Mirando el cielo me percato que ya no hay rayos de sol, sólo unas nubes que amenazan con llover. Taemin seguía insultándome pero yo no me defendía, realmente no estaba ofendido, solo extrañamente feliz de verlo hacer rabietas por mis errores imperdonables del pasado.

“Con el dolor de mi corazón” tuve que interrumpirlo para hacerle saber del clima en los próximos minutos, solo así es que decidimos abandonar el lugar y salir de la protección del árbol. Cuando estábamos cerca de la entrada lo vi llevarse una mano al estómago.

—Es verdad, no desayunaste.

—Ni almorcé, muero de hambre.

—Te llevaré a comer.

—Esta vez no voy a rechazar tu ofrecimiento —me dice mientras apretaba la mano sobre su estómago— Oye.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué para contarme toda esa trágica historia teníamos que venir hasta aquí?  Estamos lejos.

—Este era nuestro lugar favorito, de hecho esa banca era la favorita de Minjung, siempre le gusto la sombra de ese enorme árbol…

—Porque parece como si sus ramas estuvieran extendidas para abrazarte y protegerte —dijimos al mismo tiempo.

Minjung ¿cómo sabe que eso es lo que siempre me decías cuando veníamos?

—Taemin…—le llamo y comenzó a llover.

—Parece que nuestros encuentros terminarán siempre con una lluvia de por medio —me dice apresurando el paso—. Corre Choi o te mojarás.

Lo veo caminar a prisa hasta la enorme reja de metal que da al estacionamiento, me quedo quieto, solo pensando el porqué de algunas cosas. Como la creciente necesidad de tener a Taemin cerca.

“…pero ahora  tienes que seguir, mira hacia el frente y di me qué vez”

Cuando Taemin cruzó la reja un tipo de cabello oscuro salió detrás de los contenedores de basura y lo halo hacia él, mi corazón se detuvo en ese momento, no lo pensé ni dos veces cuando corrí hacia ellos, pero un hombre más grande y corpulento que yo, salió del otro lado, me atrapó para impedir que  fuera en ayuda de Taemin.

— ¡Déjalo! —pataleo, trato de zafarme pero no puedo, entonces le doy un golpe con el codo en las costillas al tipo y me suelta.

Corro para darle un puñetazo al chico que sostenía a Taemin.

— ¡CORRE! —le grito mientras me abalanzo a la lucha.

— ¡¿ESTAS DEMENTE?!

—Sólo hazlo…—aquel chico me golpea en mi descuido por hablar con Tae.

—No soy tan débil Minho, ya no lo soy.

Y cuando menos lo esperaba agarro al pelinegro de su cabello y lo alzo hasta azotarlo contra el suelo, luego se sentó sobre él y rápidamente le quito el cinturón del pantalón para amárrale la manos sobre la espalda. Todo tan rápido que apenas y pude parpadear.

— ¡No te olvides de mí!

Aquel corpulento hombre me tacleo, cuando caí sentí un terrible dolor en mi costado derecho, además de haber apoyado mi peso en una sola pierna, lo que hizo que me doblara el tobillo y me impidiera levantarme.

Desde abajo pude ver la enorme cicatriz que tenía en el ojo derecho, su mirada gélida me acuchillo, luego sonrió macabramente, me tomó por la pierna y me arrastró por el camino.

De la nada Taemin aparece con un tubo de metal —que no sé de donde rayos saco— lo golpeó fuerte en la sien y el tipo me soltó.

— ¿Puedes caminar?

Intento ponerme de pie — No,  no creo…

—Demonios Minho levántate...

El tipo tomo del cabello a Taemin para alzarlo — ¡Déjalo!

—Tu noviecito tiene agallas y mucha fuerza —hablo escupiendo un poco de sangre al suelo— no puedo creer que le haya hecho eso a mi compañero.

— ¡Suéltame mal nacido!

—Y vaya que tiene una boquita —dijo burlón.

— ¿Qué quieres? —digo tratando de no verme asustado, necesitaba hacer tiempo mientras pensaba como levantarme—. Si quieres dinero te lo doy pero suéltalo.

—¡¡Ah!! ¡Estúpido mal nacido suéltame y verás cómo te dejo!

—Calla lindura —apretó más su agarre.

Lo mato, lo mato. Le torceré el cuello y le romperé cada hueso del cuerpo.

—Claro que queremos el dinero…pero viendo a esta preciosura tal vez debamos llevárnoslo también.

— ¡NO! —gritó Taemin. Trató de girarse y patearlo pero fue inútil, su fuerza no es nada comparada con la de ese tipo.

—Tengo un auto —le digo esperando que se interese.

—Sabemos que tienes un auto y también nos lo llevaremos.

— ¡Dante! —Gritó el que estaba en el suelo—. Déjate de tonterías y olvídate del chico, somos ladrones no secuestradores.

— ¡Daniel! le quitas la emoción a todo…ahhh!
Taemin lo había mordido en el brazo. Lo dejo caer mientras se miraba la mordida— Pequeño bastardo…

Levantó la mano para golpearlo en el rostro, mi cuerpo por un acto reflejo me dio la fuerza para moverme y tratar de jalar a Taemin hacia mí, pero sólo conseguí caer de nuevo mirando como ese puño se acercaba para dejar el golpe.

— ¡Ya déjate de tonterías! —un tipo más apareció, uno delgado de misteriosa mirada que atrapo esa mano en el aire—. Limítate a cumplir con lo que se te pidió.

—Pero Hae…el mocoso.

—Lo vi todo.

Aquel extraño lo amenazó  con la mirada y como un animal miedoso se alejó. ¡Dios! Pero si podría partirlo en dos y le tiene miedo.

—Lamento el daño que mis amigos les causaron —me dice, luego va hacia Taemin. Se agacha y extiende su mano—. Pero deben entender que no pueden librarse de este robo y que no los podemos dejar ir.

No me gusta para nada la sonrisa que le dedica a Taemin.
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Mi otra mitad [2min] Empty Re: Mi otra mitad [2min]

Mensaje por Carol Ney Lun Feb 23, 2015 10:41 am

Capítulo 8
¡Gracias por leer! Espero que la historia les este gustando xD gracias por darse un tiempecito para este fanfic.

Este par de chicos van a tener un duro enfrentamiento, no se austen mucho, saldrán vivos de esto.


Capítulo 8: Rendición.


TaeMin

De las miles de situaciones que pude imaginar para un final catastrófico, no habría podido adivinar que sería por culpa de la persona que me chantajeo para salirme de la universidad, la que me dejó sin desayuno ni almuerzo y por la que hay un 80% de probabilidad de que nos maten ahora.

“Muchas gracias Minho por abrirme tu corazón, pero pudimos platicar cómodos en alguna banca de la universidad y no en un parque para que seamos victimas de unos matones en lo más abandonado del estacionamiento.”

Analizo la situación:

Yo, aunque no lo aparento tengo la suficiente fuerza para levantarme de un salto o darle una patada en la mandíbula al tipo que tengo enfrente, siempre y cuando el grandote, el tipo que atacó a Minho, no se meta, claro que podría hacer el intento de derribarlo pero sería desperdiciar fuerzas y tiempo, más cuando estoy en clara desventaja por qué Choi no puede moverse.

Y ahí el segundo problema, que el tonto de Minho se ha lastimado y no puede ponerse en pie, aunque lo ayude no avanzaríamos ni dos pasos antes de que nos golpeen; lo que nos lleva al tercer problema:

Que aunque me deshaga de uno, quedan dos más, ya que el tipo al que le había atado las manos ha sido liberado por el grandote.

Resultado final:

Vamos a morir.

Bien, tal vez no.

La lluvia había cesado, todos los que estamos en esta parte tan retirada de la gente, estamos empapados, a pesar de que todavía hay un poco de claridad, no quita la sensación de soledad y peligro en la que estamos.

El tal “Hae” todavía tiene la mano extendida frente a mi rostro, trago saliva por mi próximo plan a ejecutar, sería estúpido pelear, la prioridad es escapar. Me muerdo al labio inferior ante el nerviosismo que sufro, mis manos se elevan en el aire y toma la ajena que de inmediato me hala, mientras el chico se levanta.

Cuando estamos cara cara me sonríe como si fuéramos amigos o algo así, pero de inmediato su expresión cambia a un estado de frialdad que me asusta. Mira de reojo al grandote.

—No puedo creer que estabas a punto de golpearlo —lo regaña y el tipo desvía la mirada.

Luego voltea hacia el otro que se masajeaba las muñecas, sobre las marcas de las ataduras—. Daniel, ayuda a Dante y quítenle todo al joven.

Daniel obedeció al instante, el grandote tomó del brazo a Minho y lo hazlo sin cuidado, veo su expresión de dolor cuando trata de mantenerse en pie, siento opresión en el pecho y no soy consciente de cuando había dado un paso adelante. Hae el que hasta ahora parece ser el jefe, me toma de brazo para detenerme.

—Vamos deja de lloriquear —el tal Daniel le da un golpe a Minho en las costillas mientras el otro lo tiene sujeto de manos hacia la espalda.

Piensa Taemin, si no haces algo esto será un desastre.

—Llévense lo que quieran, solo…solo déjennos ir…

— ¡Oh chico listo! —Se burla—. Ya escuchaste al jefe, nos llevamos todo y no podemos dejar testigos.

— Por favor.

— ¡Dios! —exclamo llamando la atención de todos—. ¿Cómo puedes rogarle de esa forma? Ten un poco de valor y pelea.

Sé que no es momento para estar salvando el orgullo de nadie, pero me enfada la manera tan sumisa en la que hizo esa petición, lo detesto…pero no era ese el principal motivo que me lleva a gritarle.

— ¡¿Qué rayos te pasa?! —me grita con las cejas arrugadas—. ¿Cómo puedes estar regañándome cuando intento salvarnos la vida?

— ¡Eres un idiota Choi! Estúpido arrogante, ¡es tu culpa que estemos así en primer lugar, idiota!

Trato de avanzar pero el jefe de los ladrones me hala hacia él —. Tranquilo precioso, no hagas escándalo por lo que no se puede remediar.

Me acaricia le mejilla con los nudillos y en un reflejo me hago hacia tras, me mira confuso, tratando de entender mi reacción. Me repito que debo ser fuerte, que cualquier movimiento en falso y todo se va al carajo.

— ¡Déjalo! —Vuelve a gritar Minho, forcejeando, mirando a Hae como un animal listo para el ataque—. ¡No te atrevas a tocarlo!

— ¡Cállate! — le dice Dante y le aprieta los brazos, halando de extremo a extremo como si se los quisiera arrancar.

Dios, sé que no he sido el mejor de los humanos, que pecados me sobran, que he hecho cosas que no me enorgullecen, te pido ayuda, esta es, la primera vez que mi corazón esta tan asustado, sólo…sólo ayúdanos.

Cada vez que golpean a Minho tengo terror de que saquen una pistola y lo maten o que lo golpeen siendo yo solo un espectador mientras lo veo morir lento. Porque los golpes ya empezaron y la sangre comienza a brotar de la boca de Minho.

La misma boca que hace un momento se movía para contarme sus más grandes tristezas.

Sólo dame una oportunidad para salvarnos, para que salgamos de este peligro, para que dentro de unas horas él pueda ir a casa y descansar y tratar de aceptar su amor perdido por su ex novia; para que yo pueda ir a casar y vea a mi hermano con el ceño fruncido porque llegue tarde y esta vuelto loco porque no sabe de mí.

Aspiro profundo, tratando de recordar mi plan: un solo golpe y correr.

Daniel le vacía los pantalones a Minho, sacando su billetera y las llaves de su auto, se burla de su víctima, enseñando descaradamente lo que le ha quitado. Minho me mira, jadeando, penas respirando, su boca se mueve, cuando entiendo sus palabras mi corazón se detiene.

“Lo siento”

Con la pierna sana le da una patada en la entrepierna a Daniel, haciendo que tire su cartera y las llaves dela auto y que caiga de rodillas al suelo. Antes de que el otro tipo lo golpeara, le da un cabezazo en la mandíbula y así logra soltarse.

— ¡Maldición, levántense! —grita Hae aflojando la fuerza sobre mi brazo, se distrae y yo aprovecho para girar y darle con mi puño en el rostro.

— ¡Vete! —me dice Minho pero no le hago caso, mientras Hae tiene los ojos cerrados por el dolor, le propino una patada en el estómago para derribarlo.

No lo pienso ni dos veces al correr hacia Minho, pero cuando ya estaba por sostenerlo para traerlo hacia mí, el mismo es quien me empuja para evitar que Dante me aprese. Con una pierna logra sostenerse unos segundos para tirar golpes, pero no basta.

No puede.

Lo lastimarán.

— ¡NO! —grito ante ese pensamiento.

Mi razón se fue y solo sentí el golpeteo de mi corazón, estremeciéndose por el susto, pero dando el impulso para subirme a la espalda del tipo corpulento y apretar su cuello. Giramos y giramos, me negaba a soltarlo porque eso significaría que al dejarlo se iría sobre Minho.

— ¡Suficiente!

Escucho gritar cerca de mí, y segundos después soy arrastrado por Hae, me ha tomado de la cintura y yo pataleo para que me suelte, no me agradaba esa sensación, la desesperación se hizo presa de mí, su toque me producía repugnancia y dolor.

Todos se quedaron inmóviles, yo sentí las lágrimas queriendo salir, pero me negaba a llorar, no podía humillarme de esa forma. Me suelta gentilmente, y apenas mis pies tocan el suelo lo miro con asombro y confusión.

— No llegaremos a nada si seguimos así, son una pareja bastante escandalosa.

— ¿Qué quieres para dejarnos ir?

—Minho —le chillo.

—Tranquilicémonos —interrumpe el ladrón—. Somos tres y aun así será difícil solo contigo lindura—me dice.

Se acomoda los mechones marones hacia tras. Yo volteo hacia Minho, el cómo aprieta el tobillo para tratar de aminorar el dolor que le recorre por toda la pierna.

Se acabaron los intentos riesgosos de huida. Me digo. Aprieto los puños, cerrando los ojos tan fuerte que duele, lo que voy hacer va en contra de todo lo que me he forjado estos años, tenía que ceder para vivir y salvar nuestras vidas.

—Por favor…—mi voz es apenas elevada.

— ¿Qué dijiste? —me mira el tipo de forma divertida.

—Por favor, solo…solo déjanos ir, llévate todo.

—Oh~ sí, esta pequeña fiera sabe decir por favor.

—En realidad es un exigencia —le miro con enojo—. Pero el por favor en definitiva debe ayudar en algo.

—Así que una exigencia —se ríe— me caes bien chico bonito.

—Velo de esta forma —ahora mi voz tiene confianza—. No te conviene secuestrarnos, no te funcionará, este chico —señalo a Minho— es de las familias más ricas en el país, no esperaras que no muevan cielo y mar mara encontrarlo.

—Ya veo —ladea la cabeza—. Nos meteríamos en grandes problemas si eso pasara.
Entonces no quieres que nos lo llevemos; supongamos que no lo hacemos, pero que me asegura que no hablaran.

—Yo me asegurare que no hable.

—wow.

—Déjanos ir ya —exijo—. Sólo estamos perdiendo tiempo.

— ¡Te crees listo he!—me dice con una enorme sonrisa—. Somos tres y podemos hacer mucho más que romperles lo huesos, sobre todo a ti —de repente extiende las brazos—. Pero, precioso, no podría negarme a tus exigencias, y como soy tan benevolente, te daré un minuto de ventaja para que corras, porque aunque tus argumentos traten de acobardarme no lo harán.

Se coloca de tras de mí y me toma por lo hombros, trato de no entrar en pánico—. Ahí tienes el camino libre precioso, te daré diez segundos para que corras todo lo que puedas, puedes llevarte cualquier cosa que necesites para cuando te alcancemos y tengas que defenderte, pero piensa con cuidado porque en tal caso de escapar tendrás que llevarte algo muy bueno para regresar a casa a salvo.

Me aprieta las mejillas—. Te sugiero las llaves del auto, si es que sabes manejar y logras entrar y encenderlo; el tubo con el que le pagaste al inútil de Daniel también podría ayudarte mucho.

Se aparta de mí y se cruza de brazos—. Tic, toc, apresúrate a elegir.

Me concentro en Minho, con el rostro empapado y horrorizado aún puede sonreírme, puedo descifrar su mirada diciendo vete, que aproveche la oportunidad y me vaya.

Miro el camino lleno de charcos pero despejado, tengo la oportunidad de irme, porque aunque Hae diga que me atrapará sé que no será así, yo corro rápido y si me atrapa, me las arreglaría para escapar, porque no tendría nada que me estorbe para pelear.

Doy un paso hacia delante y sé que Minho está feliz de mi decisión.

Pero no.

Me giro sobre los talones—. ¿Puedo levarme lo que quiera?

—Claro —me confirma.

Camino a paso veloz hacia dónde están la cartera y las llaves del auto, me detengo y los miro, pero luego continúo mi camino hasta pasar al costado de Daniel y llegar a Minho.

— ¿Taemin que haces?

—Cállate —le ordeno

Me inclino y lo recargo a mi espalda hasta alzarlo un poco, tomo una pierna luego la otra y lo levanto por completo hasta que logro acomodarlo. Hae me mira sorprendido, con la boca abierta—. Con un minuto puedo pensar en un buen plan de escape.

Le sonrió, me voy, a pasos lentos, avanzando hasta dejar a tras a estos tipos.

—Tae no hagas esto —susurra Minho.

— ¿Estas avergonzado? —me burlo—. No digas nada, todavía estoy tentado a dejarte aquí.

A lo lejos escucho como las risas explotan.

Dios, a veces desearía no tener estas ideas tan ridículas.

—¡Hey precioso…vamos regresa…y trae a tu príncipe!

Pese a lo asustado que me encontraba por lo que pudo suceder si regresaba, el jefe de esa banda no nos hizo nada, sólo rio más cuando me vio bajar a Minho y dejarlo que se apoye en mí, mi rostro aun mostraba mucha desconfianza, estaba mentalmente preparado para cualquier cosa que suceda.

—En verdad que ustedes se aman —suelta de repente—.Esto no se ve todos los días —suspira—. Y yo que pensé que serían unos más de esos bastardos que se pudren en dinero.

— ¿Nos dejarás ir? —me arriesgo a preguntar. Hae se muerde el labio cuando me mira, cuando me mira de forma…divertida.

—Claro —chasquea los dedos y sus cómplices se acercan, de nuevo sentí temor—. Pero no será gratis.

—Te daremos lo que quieras —Minho me aprieta de la cintura, quiero creer que es para ¿protegerme? Su toque es cálido y me provoca un temblor en todo el cuerpo.

—Hay algo —alza la mano y agarra un mechón de mi cabello—. Podría tomarlo si quisiera.

Antes de que yo pudiera protestar el agarre en mi cintura se hizo más cerrada, mi rostro se pegó al pecho de Minho, estaba atrapado—. ÉL NO.

Alcé el rostro sorprendido. Escuche su corazón tan fuerte y claro, sus manos se aferraban a mi camiseta, sentí sus músculos tensarse ¿Por qué está reaccionando así?

— ¡Hey! Tranquilo, soy muchas cosas, soy un ladrón —se señala con el dedo índice—.
Pero hasta yo sé lo que es imposible robar. Ya te lo había dicho Daniel, somos ladrones, no secuestradores u homicidas, solo que porque a alguien se le dio la gana hacer más difícil la situación es que me vi en necesidad de intervenir.

— ¿Qué clase de líder deja que sus amigos hagan el trabajo sucio? —Hae se ríe una vez más, sacándome de quicio. ¡Lo detesto!

—Princesa, ¿por qué crees que mientras ellos peleaban no estaba haciendo nada? —de su bolsillo soca las llaves del auto de Minho y un reloj dorado, los otros tipos muestran la cartera, y mi mochila que es arrojada al piso.

— ¡No! —Se queja Minho—. Ese reloj estaba dentro de mi auto.

— ¡Exacto! —le aplaude—. Entonces señores, como ustedes lo decían, nos llevamos lo que queremos, además ustedes también ya hicieron su elección —nos guiña el ojo y de nuevo chasquea los dedos—. Muchas gracias por las donaciones a estos pobres ciudadanos y una disculpa por la violencia, estoy seguro que mis muchachos están arrepentidos.

— ¡Claro! —dijeron al unísono.

Obviamente no estaban arrepentidos.

—Por cierto —se detiene cuando pasaba a mi costado—. Cuando te aburras de este chico puedes buscarme precioso, no te olvides de mí.

Me manda un beso volado que claramente rechazo, pero a Minho eso le molesto y se estiro para alcanzar a Hae, pero con el pie lastimado solo consiguió tirarnos al suelo. Escuchamos risas a lo lejos.

—Ya Minho —le digo con fastidio—. Levántate.

—Son unos hijos de puta…

—Ellos no es lo que preocupa ahora —me mira confuso y le pego en el brazo.

— ¡Oye!

— ¡¿TE DAS CUENTA QUE NO TENEMOS COMO REGRESAR?!

—Maldita sea.

—No me sirven tus maldiciones —me incorporo, veo desde arriba a Minho con una mano sobre su tobillo, luego a los alrededores, esta parte del estacionamiento está completamente solo, recuerdo que hasta al frente hay una tienda de conveniencia, son muchos metros adelante, la lluvia ha parado, pero estamos mojados hasta la ropa interior, además de que al noche está llegando.

No tenemos dinero, lo que necesitamos es un teléfono, el mío estaba en mi bolso y el de Minho…

— ¿Tú teléfono?

—En el auto —dice cansado.

—Bien…—bufo—. Solo podemos ir hasta la calle o dónde alguien nos preste un teléfono —me doy la vuelta y me coloco en cuclillas, con las manos hacia atrás.

— ¿Tae…que…que estas?

— ¿Tú que crees? Súbete.

—Pero no es necesario, yo peso mucho, podrías lastimarte.

— ¡No estoy preocupado porque me salga una hernia, súbete de una maldita vez!

—No tienes que hacerlo.

—Minho —volteo—. No perdamos el tiempo, está oscureciendo, estoy mojado, cansado y tengo hambre; tú no puedes caminar y si no te cargo tardaríamos más que si te vas cojeando, y necesitamos curarte antes de que las heridas se infecten. Deja de preocuparte por si te da vergüenza que te cargue o no, sólo súbete —dejo en tono amenazante.

Regreso a mi posición. Enserio que le gusta sacarme de quicio. Pasaron algunos segundos antes de sentir la ropa mojada en mi espalda, lentamente me levanto, los enormes brazos de Minho están alrededor de mi cuello, en realidad solo las reposa, no se está sosteniendo. El cree que no puedo cargarlo de nuevo, me es difícil por su tamaño y peso, pero no imposible.

Comienzo la caminata.

—No pareces tener tanta fuerza — su aliento cálido choca contra mi mejilla y de nuevo siento escalofríos— y sabes pelear.

—Tuve que aprender —respondo seco.

No dice más hasta avanzado algunos metros más—. Lamento a verte metido en este embrollo.

—Ya, ya, dejémoslo…además de la golpiza no paso más, estamos bien.

— ¿Estas preocupado porque te regañen?

—No mucho, ya me estoy acostumbrando a los regaños de mi hermano.

—Lo lamento.

—Deja de disculparte —chillo—. Eres tan desesperante.

—Lo…solo… gracias.

No le respondo. Camine en silencio hasta estar cerca de la tienda, pero para nuestra mala fortuna estaba cerrada. Así que avanzamos más hasta la calle, cerca de una parada de autobús visualizamos un caseta telefónica.

—Solo espero que algunos de los dos tenga monedas —le digo a pocos pasos de llegar.

—Creo, que al menos eso me quedo en el bolsillo del pantalón.

Dejé a Minho a mi costado, se sostenía de mí mientras marcaba algún número telefónico. Marco dos veces y nada, a la tercera casi salta de la alegría porque le contestaron.

—Creí que no estabas en tu casa.

— ¿Choi Minho? ¿De dónde demonios me estas habland0? —escuche muy claramente, la persona al otro lado lo dijo con gritos.

—De una caseta, oye hazme un enorme favor, ¿podrías venir por nosotros?... ¿Qué? no digas estupideces…solo ven, ¡Dios, Jonghyun! deja de preguntar, cuando vengas te cuento…bien, bien…BIEN…solo ven.

Cuando terminó la llamada lo ayude a sentarse en la banca, ahí nos acomodamos mientras el amigo de Minho venía por nosotros. Permanecimos callados por varios minutos, cada quien miraba en un dirección diferente; apoye mi cabeza en el tubo de metal de mi esquina, estaba muy cansado.

Pienso en que pudimos morir, menos mal que esos tipos solo querían cosas materiales, nos dejaron sin nada pero estamos vivos, no es muy común encontrarse con ladrones así de, locos. Aunque bien lo dijo su líder, ese Hae “somos ladrones, no homicidas”

Miro de reojo a Minho, esta con la espalda echada hacia tras, mirando por la carretera, los golpes en su rostro se han vuelto de un color morado azulado, su labio partido esta hinchado y la sangre seca le agrieta la carne. Mi mirada viaja a su pierna, su pantalón esta rasgado y lleno de lodo.

Doy un suspiro recordando lo ocurrido y doy gracias por estar sentado a su lado, pensar en que…no, no debo pensar cosas que tengo porque. He tenido suficiente angustia cuando vi a Minho retorcerse de dolor y yo sin poder ayudarlo.

— ¿Taemin, quieres carne asada o prefieres un espagueti?

Volteo rápido por esa inesperada pregunta — ¿De qué rayos hablas? —le digo con el ceño fruncido.

—De lo que prefieres para cenar.

No me observa, sigue con la vista fija al camino. Me dejo caer hacia tras, así como esta él, solo que yo miro al cielo dándome cuenta de que poco a poco las estrellas comenzaban a salir.

— ¿Estás pensando en la cena ahora mismo? —Resoplo mi flequillo—. Minho, enserio que eres tan raro…parece que no estas alterado por lo que paso hace un rato. Nos asaltaron, te hirieron, estamos varados hasta que tu amigo venga, es de noche, podemos ser víctimas de un nuevo asalto si no nos movemos, y ni pensar en caminar porque no puedes y no se cuanto más pueda cargarte, después de todo eso, a pesar de todo el susto, solo piensas en ¿qué vas a cenar?

Se encoje de hombros como si lo que he dicho no fuera la gran cosa—. Que idiota.

—Gracias—me dice. Ruedo los ojos, él se ríe—. Estoy acostumbrándome a que lo hagas.

—Es que no comprendo de donde viene tanta serenidad, no sé tú, pero yo estoy alerta de lo que pueda suceder, está oscureciendo y estamos solos aquí.

—Es bueno.

— ¡¿Qué es bueno?! —se gira para verme.

— ¿Qué estemos los dos solos aquí?

Mi piel se puso de gallina en cuanto lo dijo. No sé si fue, su mirada, su voz o la sonrisa que me regalo cuando termino de hablar. Me sentí, indefenso, sí esa es la palabra, indefenso. Se deslizo hacia mi lado y al mismo tiempo yo me empuje hacia al fondo, lo hizo una segunda vez y yo también repetí mi movimiento, hasta que los barrotes de metal me dejaron acorralado, a escasos centímetros de su cuerpo.

—Minho…

Me halo para estrecharme entre sus brazos, lo escuche suspirar profundo, estaba tratando de contener el llanto, sentí su respiración en mi cuello y cerca de mi nuca. Por varios segundos mis brazos quedaron suspendidos en el aire, torpemente trate de abrazarlo, la verdad es que no sabía dónde colocar mis manos.

—Choi, estas grande para tirarte a llorar de esta forma.

—…

—Vamos Minho, estamos bien, la próxima no dejes estacionado tu auto lejos de la entrada, por tus ganas de caminar tu vimos que recorrer un buen tramo y…

Otra vez suspiro largo y cansado, controlando mi temblor, solo dejo mis manos sobre sus omóplatos, dando de vez en cuando unas ligeras palmaditas, así es como he visto que la gente se consuela el uno al otro, bueno mi hermano hace eso conmigo.

—No sé qué hubiera pasado si te hacían algo —dijo de repente.

—No me hubiera pasado nada, soy fuerte Minho, habría escapado de ellos, pero tú eres quien no podía moverse.

—Exactamente por eso estaba preocupado.

— ¡Oh! Así que solo estabas pensando en que podrías escapar —exclamo enojado.

—No —se despega un poco pero sus brazos aun me rodean los hombros—. Estaba asustado de que te hicieran algo y que yo no podría ayudarte.

—Pero no…

—Estaba asustado de que te llevaran lejos y que no podría correr para recuperarte.

Me quede pasmado, mi mente se puso en blanco, lo único que de lo que estaba consciente era del calor que emanaba de las manos de Minho y su recién declaración de angustia. Yo no estoy seguro, pero si mi cara arde tanto es porque debo estar sonrojado.

¿Yo, sonrojado?

¡No! No hay razón para estarlo, él solo ha dicho que estaba preocupado, que su susto solo se debió…a mí, a mi posible ausencia.

Mi estómago se retorcía, algo recorría mis venas logrando la sensación de que estaba flotando. Seguimos viéndonos, sin parpadeos, en silencio, para mi sorpresa en vez de desear golpearlo solo quería seguir escuchando su voz, diciendo cuan desesperado se sintió en ese momento.

¿Por qué? ¿Por qué me gusta su angustia? ¿Por qué me hace sentir de cierta manera, feliz, que me diga su miedo a tenerme lejos? Hace tanto…no, nunca he sentido nada igual, aunque se escuche como una mentira, nunca había experimentado este nivel de alegría combinada con ansiedad.

—Perdóname por no poder protegerte cómo debía.

—Oye —desvió la mirada —. Ya no pienses en eso, no crees que diciéndome esta palabrería harás que olvide todo este embrollo. Ni tampoco que me hayas dejado sin comer todo este maldito día.

—Taemin…

— ¿Qué?

— ¿Por qué no me miras? —dice en tono divertido.

— ¿Qué tengo que mirar en tu cara? No hay nada nuevo, solo tus ojos saltones.

Sus dedos me sorprenden cuando me tocan el mentón y me hacen girar el rostro.

—Me gusta tu cara sonrojada. Es como si viera un Taemin lindo y tierno, un Taemin oculto bajo una coraza que pide a gritos poder salir.

¡No, Dios! ¿Por qué Minho hace estas cosas? Está mirando a través de mí y no me gusta. ¿Cómo puede dejarme indefenso contra él? ¿Que no se da cuenta de que sus palabras dulces me lastiman?

—No…no…

—Me he dado cuenta de algo Taemin —me tenso—. De todas las personas que se te acercan, a parte de tu hermano, de toda esa gente con la que interactúas, a la que le sonríes, tú, solo conmigo te muestras tan vulnerable y fuerte a la vez.

Mi corazón latió tan fuerte que me duele el pecho.

—Cuando ese tipo te toco, te pusiste a la defensiva, sé que fue un acto reflejo por la situación, pero había algo más, no era solo tu instinto, era miedo, miedo de que te hiciera un daño mayor al que cualquiera se imaginará.

Aquel día…


"Te amo Taemin…enserio te amo precioso"

"Máx…yo…yo también te amo…"

"Son seis meses Tae, solo pido un poco de tu amor, no te haré daño…"


El no cumplió su promesa.

—Pude ver el terror en tus ojos cuando dijo que te quería a ti.

No sólo fue el daño físico, sino también el emocional.

—Por eso estaba angustiado do lo que podría pasar si no te protegía. No me lo hubiera perdonado, antes mataba a ese tipo, antes de que te pusiera un dedo encima.

¿Es que ya has visto lo roto que estoy? ¿Minho tú me quieres decir que te importo?

—Sé que no nos conocemos muy bien para preguntarte cosas tan personales, pero me arriesgaré, sé que puedo ayudarte en algo, solo que no sé qué es. Así que…Taemin ¿Que…que te paso para que te alteres de esa manera?

Pero Minho…se supone que no debo confiar a nadie lo que mi corazón llora.

Me he quedado sin aliento, mi cabeza da miles de vueltas, me siento perdido en esta pequeña banca, a pesar de tenerlo a mi lado miles de recuerdos quieren interponerse entre nosotros. El Taemin lindo y tierno que ha visto desea emerger de su escondite, el viejo yo está brincando de la felicidad, haciendo escándalo porque siente que al fin alguien con buenas intenciones ha aparecido.

¡Ingenuo, ingenuo! Grita mi conciencia. Pero mi corazón le corrige:
¡Entrégate!

— ¿Quién te crees tú para decirme todas esas estupideces? —digo apenas respirando. Sí, es mejor marcar la distancia como lo había decidido antes—-. Tuve un poco de miedo Minho eso no quiere decir que…

— ¿Por qué lloras? —me interrumpe. Siento algún líquido caliente bajar por mi mejilla.

Mis manos van hacia mi rostro, palpan las pequeñas gotas resbaladizas y no hago otra cosa más que llorar sin intensión de detenerme. Miro a Minho con susto.

—Tú no sabes nada…—sollozo y lo golpeo en el hombro con mi puño—. No te metas en mi vida.

—Creo que ya es demasiado tarde para eso Taemin.

Su sonrisa tonta adorna su rostro, me muerdo el labio para evitar los gritos ahogados, mi cabeza está hecha un revoltijo, pero por esta vez, decido apagar mi cerebro y obedecer mi instinto, sólo ceder a mis verdaderos deseos. Me acerco lento y dejo mi cabeza reposar sobre su hombro, evitando que me vea llorar.

Pero no está conforme, porque enseguida me rodea con sus brazos, me acuna, me acaricia la espalda, su perfume de hombre me embriaga y me consuela; me gusta tanto como huele, su aroma es mi bálsamo y así quiero que sea siempre.

—No he querido que te pongas a si de mal, pero siento que tenía que preguntarte.

Su voz, su dulce voz me tranquiliza.

—Desde aquel día que fuimos a ver la película en el centro comercial, cuando estuvimos gritándonos en la calle, cuando estabas al borde de la histeria y te soltaste a llorar, después de gritar el nombre de ese tal Max….

Minho no lo pronuncies, no lo pongas en mi presente.

—Empecé con esta preocupación sin medida. Sé que no puedes creer por completo en mí, después de hacerte ver que soy el tipo de chico que odias. Taemin estoy confundido en tantas cosas, pero después de este día siento que mucho cambiara en mí.

No me hagas confiar en ti.

—Sólo…sólo quiero que sepas que, puedes confiar en mí y así como yo te he confiado mi mayor dolor, desearía que te puedas hablarme de lo que te tiene tan mal.

No me ilusiones.

—Si no quieres contarme ahora no lo hagas —peina mi cabello como el de una muñeca, la más fina que sus manos podrían tocar.

— ¿Por qué eres tan fastidioso Choi?

Su risita me hace cosquillas en el estómago. Coloco las manos sobre su pecho y me despego para verlo a la cara. Sus enormes pestañas me seducen, también su boca. Mis manos pican por tocarlo.

¿Estaría mal si me acerco?

Sus manos se deslizan por mis brazos hasta quedarse sobre mis caderas. El cosquilleo de nuevo y el foco rojo de peligro se encienden, me mira serio y rápidamente me suelta

—A eso es a lo que me refiero —sus manos toman mi rostro con gentiliza yo cierro los ojos despacio.

(Disfrutando lo que no debo.)

—Para ser un chico rudo, te rompes cuando se te cercan tanto.

Escucho su voz tan cerca, luego su aliento caliente choca contra mis labios. Sé lo que hará, deseo que lo haga, así como cuando estábamos en su habitación. Lo dejaré hacerlo y no tengo explicación para esto.

Sólo quiero que lo haga.

Apenas siento sus labios rozar con los míos, escuchamos una bocina que nos hace separarnos al instante. Un chico de cabello platinado está mirándonos desde su auto, su sonrisa se ensancha en cuando me mira.

—Así que…este es el pequeño Taemin.

—Cómo…sabes…

—Esta es la mejor elección que has hecho mi amigo.


MinHo

En cuanto Jong dijo aquello Taemin se hizo para atrás, todavía con la cara a medio colorar, rompió nuestro contacto y se sentó como lo estaba en un principio. Sonrió al notar su nerviosismo, por un momento, sólo por un momento logre que me mostrara su debilidad, lloro conmigo, aunque no afirmo ni resolvió mis dudas, estuvo dispuesto a hacerlo.

Jonghyun baja del auto y corre hacia nosotros, sacudiendo sus cabellos claros y mostrando esa radiante sonrisa que le ilumina el día a cualquiera. Se detiene en seco cuando nota lo masacrado que estoy.

—Luces horrible —niega con la cabeza—. ¿Con quién fue la pelea y porque perdiste?

—Dirás con quienes…y no perdí nada, solo…solo nos dejaron ir.

—Choi Minho no sé porque te gusta meterte en tantos problemas.

Desvía la mirada hacia un Taemin distraído, sonríe y se muerde el labio—. Vaya.

—Oye…—frunzo el ceño.

—No he dicho nada —alza las manos en señal de redimiendo—. Te tomas todo tan enserio. Entonces, podríamos quedarnos aquí a contemplar el paisaje, pero supongo que han de estar muy cansados.

—Gracias—le dice Taemin sonriéndole, me alegra que no haya optado por estar callado.

—De nada chico, ah sí… soy Kim Jonghyun amigo de este tonto.

—Jongyun…

—Ya, ya señor tranquilidad.

—Me caes bien hyung —le ofrece la mano para saludarlo—. Soy Lee Taemin.

—Encantado —suspira—. Eres más hermoso de lo que Minho me ha contado.

Me levanto ignorando el dolor intenso en mi tobillo, sosteniéndome en una pierna.

—Bien, bien…porque no nos vamos, ya es tarde —me coloco en medio de ellos, Taemin no puede quitar su expresión de confusión y sorpresa.

—Minho…—hala el borde de la camisa—. ¿Qué quiso decir con…?

—Hey pequeño Taemin.

—Tengo 19 —le corrige con enojo, Jong se hecha a reír.

—Wow, eres un pequeña fiera, exactamente ese eso lo que mi amigo necesita. Me agradas Taemin, en serio creí que Minho bromeaba cuando me dijo que con una cara tan bonita te cargabas un carácter de infierno.

—No lo escuches Taemin —le tapó la boca Jonghyun—. ¿Por qué le estas diciendo esas cosas Jong? —le susurro, el solo se encoge de hombros y enarca una ceja.

—Ustedes…—nos señala con el dedo—. Son unos tipos extraños.

—Taemin…

—Pero el más raro e idiota eres tú —me gruñe—. No puedo creer que le hayas dicho a tu amigo que tengo un carácter de infierno.

—Pero…

—Entra tu solo al auto Minho.

— Tae…—suelto a Jonghyun para poder alcanzarlo pero no lo logro, se ha metido a los asientos traseros del auto.

Las carcajadas de Jonghyun detrás de mi llaman mi atención.

— ¡No puedo creerlo! Minho te ves tan miserable tratando de que te haga caso.

— ¡Demonios Jong! no…por qué… ¡ah!

—Amigo mío— toma mi brazo y lo coloca sobre su hombro, me ayuda a caminar hasta la puerta del auto—. Siempre supe que con MinAh no llegarías a nada bueno. Taemin…creo que es el indicado para ti.

— ¿Cómo puedes decir eso de alguien que acabas de conocer?

—Hay cosas que no se pueden explicar Minho, sólo lo sé, Taemin parece un buen chico, algo indescifrable pero bueno. Además —me codea—. Estabas apunto de besarlo y sabes que…

Nos detenemos frente a la puerta, saca su celular del bolsillo del pantalón y rápidamente me muestra una foto—. Son tan tiernos Minho…

—Cuando…no…como…

Trato de quitarle el celular, su pequeño cuerpo se escabulle de mis manotazos y se aprovecha de que no puedo moverme a voluntad para dejar el aparato fuera de mi alcance.

No podía dejar que Taemin viera esa foto, no podía dejar que nadie mirara un momento tan vulnerable como ese. En esa foto, parece que estoy besando de verdad a Tae, aunque nuestros labios apenas se rozaron.

Pero…debo admitir, que odie a Jonghyun por interrumpir el beso que tanto deseaba darle a Taemin.
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Mensaje por k.will Jue Feb 26, 2015 9:41 pm

hi!!! no habia tenido tiempo de leer por culpa del trabajo pero ahora q estoy libre lei los dos capi de una vez y te digo q fue genial!!! me gustaron mucho pero odie a jong por interrumpir uno de los mejores momentos pero bueno ahora solo espero que se hagan novios de inmediato, es que sin duda alguna es algo q ya no pueden evitar... espero conti :)
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Mensaje por Carol Ney Jue Feb 26, 2015 10:28 pm

k.will escribió:hi!!! no habia tenido tiempo de leer por culpa del trabajo pero ahora q estoy libre lei los dos capi de una vez y te digo q fue genial!!! me gustaron mucho pero odie a jong por interrumpir uno de los mejores momentos pero bueno ahora solo espero que se hagan novios de inmediato, es que sin duda alguna es algo q ya no pueden evitar... espero conti :)

Hola e.e
Sí, ese Jong interrumpió en el momento menos indicado, pero ya Choi se las cobrará. M...no se harán novios tan rápido, pero lo harán ja ja gracias por leer, pronto traeré otro capítulo.
Saludos.
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Mensaje por Carol Ney Vie Feb 27, 2015 12:10 pm

Capítulo 9.
Gracias a quienes leen la historia ^^ y por favor amen mucho a MinHo xD

Capítulo 9: El pasado (parte 2)

MinHo

En algún punto me perdí, aun sabiendo que el más mínimo pensamiento de deseo está mal. Yo, estoy cambiando, y todo es por culpa o por bendición de una sola persona.

Ni yo mismo puedo creer que estuve a punto de besar a Taemin —otra vez—, pero es que… ¿Cómo resistirme si lo veo llorar de esa forma? Más aún, si se sonroja y me pone una cara irresistiblemente tierna. No había descripción válida para lo que vi, pero todo lo resumo en una frase: hermosa creatura.

Sé que está mal pensar en él de esa forma, no debo, por MinAh, por el amor que ella me ha brindado. Nunca pensé encontrarme en esta situación, atrapado entre la lealtad de una mujer que me levantó de mi tristeza y el chico que vino de la nada y me está poniendo el mundo de cabeza.

—Tierra llamando a Minho —la mano de Jong se sacude de arriba abajo frente a mí.

— ¿Qué pasa? —le dijo con fastidio.

— ¿Qué te pasa a ti? —Ladea la cabeza—. Ya sé que es —aplaude una vez—…deberías invitarlo a salir en vez de estar dando pena con esa cara de tristeza.

—Cállate Jong —alce la voz, y todos alrededor nos miraron desaprobatoriamente.

Como no hacerlo si estábamos en la biblioteca, donde se supone que vine para terminar documentación importante para mi maestría, pero solo me he dedicado a pensar en ese castaño revoltoso.

Eres increíble Taemin, has hecho que me distraiga otro día más, ansiando verte y hablarte.

—Deja de molestar —hablo más calmado, se rasca cerca de la nariz muy despreocupado.

—Solo digo lo que pienso. Deja de darle vueltas al asunto, solo ve con
Taemin y pídele una cita, me fastidia tu cara de loco enamorado.

—No estoy enamorado—le dije firme.

Jonhyun suspiro, se acercó hasta mi oído y susurro: si no te apresuras a invitarlo a salir, entonces lo haré yo.

— ¡Eso jamás! —dije al tiempo que me levante y lo confronte. Muchos empezaron callarme, solo opte por tomar mis documentos y salir de allí lo más rápido posible antes de que me sacara la no tan amable mujer de 45 años que era la encargada de la biblioteca.

La que me fulminó con la mirada cuando camine hacia su dirección. Hice una leve reverencia cuando pase a su lado. Necesitaba salir rápido, antes de que la ira me consumiera y termine haciendo estupideces. Agradecidamente el tobillo ya no me molestaba como antes.

—Minho…

— ¡¿Qué?!

—Tranquilo —Jong me toma del brazo y me hace detenerme en el pasillo—. No pienso hacerte eso, eres mi amigo.

Me arrepentí de mi arrebato, me arrincone a la pared, como si necesitara sostenerme de algo porque sentía que me desmayaba.

—Pero…—sacude la cabeza para ordenar su cabello—. No sé cuánto pueda esperar, tú no te decides a ir tras él y yo…bueno…ando soltero, Taemin es tan hermoso.

Me incorpore y de nuevo lo confronté, antes de gritarle que no se atreva ir tras Taemin se echó a reír—. ¡Ves! Te enfadas de solo imaginar que alguien lo invite a salir.

— ¡Dios! Jonghyun de veras que… ¿Por qué juegas así conmigo?

—Porque es divertido verte perder el control.

Palmea mi hombro, seguimos caminando.

—Enserio Minho…se ve estas desquiciado por Taemin, a cada momento suspiras, estas ausente, te la pasas mirando tu celular, pensando en si lo deberías llamar o no —bufa—. Ni siquiera te le has declarado y ya estas abrumado por su extraña situación.

—No estoy abrumado.

—Es verdad no lo estas. Estas hecho un estúpido enamorado.

—Deja de repetir eso…

— ¿Qué cosa?

— ¡La insistencia de que estoy enamorado! —le gritó, el frunce el ceño y golpea mi hombro.

— ¿Y no es verdad? Si sigues perdiendo el tiempo pensando en si es bueno o malo lo que sientes lo vas a perder.

— ¡¿Qué rayos significa eso?!

— ¡Que si no le dices a Taemin que te gusta algún idiota se te adelantará y hará lo que tú no puedes hacer!

— ¡Taemin no me gusta!

—Repítetelo hasta que te lo creas.

—Ya te lo dije…él…él…

¡No puedo decirlo! Sólo pronunciarlo una vez me sirvió para sentirme fatal, repetirlo me hará morirme. Como detesto cuando Jonghyun hace estas cosas. Cuando trato de contradecirlo mi lengua se entume, todo mi ser grita que es verdad, que hay un deseo interminable hacia Taemin.

— ¡Demonios Jonghun!

—Vamos Minho, date cuenta que el chico te ha embrujado, ni cuando tuviste tu primera riña con esa novia tuya te vi tan desesperado.

Mire de mala gana a mi amigo, pero ya no tenía ganas de pedirle que llamara a MinAh por su nombre, además después de tanto tiempo pidiéndoselo sé que nunca lo hará.

—Taemin…él…bueno es muy…

— ¿intrigante?

—Sí… si lo es, intrigante, aunque malhumorado, altanero, loco…—suspiro—. También es bonito, él es hermoso.

—Es tan sexy, muy sexy para ser un chico—dice mordiéndose el labio como todo un pervertido. Frunzo el ceño.

— ¡Sí Jonghyun, Taemin es muy sexy, demasiado sexy para ser un chico!

— ¿Y se supone que tengo que agradecer que pienses eso de mí?

Giro de inmediato encontrándome con el rostro molesto de Taemin. Me sonroje, él no tenía que escuchar eso. No de esta forma.

—Y pensar que antes considerabas que era un mocoso con carácter de infierno.

—Yo…Taemin…

Pasa a mi costado, acomodándose su bolso sobre el hombro. Me quedo quieto unos instantes pensando en que hacer, pero… ¡a quien engaño! estoy feliz de encontrármelo aunque este molesto. Corro hacia él, escucho las carcajadas de Jonghyun detrás de mí pero no le doy importancia.

Sólo quiero hablar con Taemin.

—Considéralo un cumplido —lo hago girarse, mi sonrisa se hace temblorosa por los nervios—. Eso…es lo que pienso.

Rueda los ojos con fastidio, me ignora, pero yo lo sigo.

— ¿Ya te vas? —le pregunto en cuanto veo que se dirige hacia la entrada principal.

—Si —dice cortante. Saca una liga de su bolsillo, con la otra recoge su cabello para poder amarrarlo.

Lo examino a detalle mientras camino de tras de él. Su cuello es tan delgado, una piel muy blanca. Su cabello brilla con el sol, de castaño se vuelve a dorado, si cualquiera lo mira de espaldas pensaría que es una chica, pero aunque sea un chico, no decepciona su belleza, solo se admira más.

Su caminar me atonta tanto que cuando me doy cuenta ya estamos fuera de la universidad. Taemin se detiene en seco y choco con él—. Lo siento mucho…

Tira la liga con la que pretendía amarrarse el cabello — Taemin —lo llamo, pero no responde, lo tomo del hombro, esta tenso, me coloco frente a él. Sus ojos están abiertos por completo, dejando ver sus pupilas dilatadas, tiene una cara de horror.

— ¿Taemin que pasa? —digo espantado, no responde. Sigo la dirección de lo que mira, pero no comprendo.

Hay unos chicos platicando a unos escasos metros de nosotros, fumando uno que otro cigarro. Escucho un sollozo, giro de inmediato y me congelo al ver una lágrima correr por la mejilla de Taemin.

— ¿Tae…que ocurre? —susurró algunas palabras que no entendí—. Tae.

—Maldito…

— ¿Quién?

—No…no…

Sus manos tiemblan y se hacen puños, su labio inferior comienza a titiritar, está indeciso en si sigue caminando o se queda ahí parado, está demasiado alterado, su boca se abre de nuevo pero no dice nada.

Emprende una carrera hacia esos chicos, furioso, apretando los dientes. Lo sigo y lo hago detenerse sin importar nada—. ¿Taemin que pasa?

—Vaya…vaya…—uno de esos tipos, el más grande se acerca hacia nosotros con una sonrisa demasiado perturbadora para mi gusto.

Se va directo a Taemin, ignorando mi presencia.

—Si mi memoria no falla…—le toma un mechón de cabello y se acerca lo suficiente para olerlo—. Si, eres tú.

— ¡No me toques!

Me quede impresionado con la brutalidad con la que Taemin lo hizo soltar su cabello, su mirada está llena de ira, la tensión se ha convertido en furia, se le está enfrentando como una fiera. Y mi confusión se hace más grande cuando el chico se hecha a reír.

— ¡Hey! ¿Dónde quedo la dulzura de niño que tuve la fortuna de conocer? ¿Es que ya no me quieres amorcito?

— ¡BASTARDO! ¡MALDITO HIJO DE PUTA!

— ¡uy! Que grosero. Amor mío, ¿Quién te enseño esas palabrotas?

La expresión que Taemin tiene no me gusta, está abriendo la boca, queriendo decir todo a la vez que no busca como, es como si estuviera a punto de explotar. Su temperamento siempre es malhumorado y delicado, pero hasta ahora ni conmigo se ha puesto así, su mirada de odio es algo difícil de explicar, es como el reflejo de un deseo, un deseo de asesinar.

—Te voy a pedir amablemente que no le hables de esa forma.

Me metí entre ellos, tapándole la visión, era obvio que tener a este idiota parado frente a él le estaba haciendo mal.

—No es tu asunto —dice firme—. Esto es entre el bonito y yo.

—Minho hazte a un lado —pasa por mi costado, sin mirarme solo dándome la espalda.

—Tae.

— ¡Él ya lo dijo no es tu asunto! —su grito me dolió. Estoy tratando de defenderlo pero no se deja, ¡¿por qué no me dejas!?

Lo tomo por el brazo pero me rechaza, se aleja de mí para acercarse el chico.

—Oh~ te has vuelto rudo —se muerde al labio, lo mira de pies a cabeza, con malicia.

(Y yo quiero romperle la cara para que deje de hacerlo)

—Así me gustas más Taemin, no como la nena llorona que eras antes.

Lo apresa de la cintura con fuerza, hunde su nariz en su cuello y aspira profundo. Colocando sus asquerosas manos por la espalda y acariciando como si fuera de su propiedad. Siento la sangre hervir, la cabeza se me sacude como si me estuvieran golpeando con fuerza.

Sentí odio, ver a Taemin en brazos de otro tipo, me descolocó, nunca había imaginado sentirme así con sólo presenciar este ultraje, pero además de la intensión con la que lo ha tomado, es el simple hecho de que lo está tocando.

Que toca a la persona que le he empezado a tomar algo más que cariño.

No lo pienso dos veces, solo tomo el brazo del tipo hasta enterrar mis manos en su piel, pero lo que sucedió después me dejo con la boca abierta. Justo cuando pretendía halar hacia mí a Tae, este mismo le estampo el puño en el rostro a su atacante.

Le rompió la nariz.

— ¡NO ME VUELVAS A TOCAR MAX!

¡¿Máx?! ¿Es ese mismo?

Mi ojos se engrandecieron al verlo tan descolocado, la sangre en sus nudillos y sus jadeos fueron algo fuera de este mundo. Mire al tipo apretándose el tabique y las gotas rojas caer en el concreto, Tae lo llamo Max, ¿el mismo Max que pronuncio aquella vez?

Apenas salí a tiempo de mi asombro cuando Max se aventó sobre Taemin y le devolvió el golpe con mayor fuerza, lo vi caer y corrí para abrazarlo.

— ¡TAEMIN! —le grite. Tenía los ojos cerrados, lo deje recostado y me levante de inmediato para tumbar a Max en el suelo, le di tantos puñetazos como mi ira me permitía, la gente comenzó a acercarse incluyendo a los amigos de este pedazo de basura.

Uno de ellos me tomó por el cuello de la camisa y me alzo como pudo, lo siguiente que vi fue su pierna impactar mi estómago.

— ¡Minho! —apenas escuche el grito de Taemin. Estaba demasiado ocupado esquivando patadas y golpes.

— ¡Hey chicos la policía! — se escuchó a lo lejos, dando aviso al resto.

Pero Max se resistía a dejarme, se abalanzo hacia mí. Uno de esos chicos lo tomó por la espalda y me lo quitó de encima— Olvídalo Max, no puedes parar en la cárcel por este tonto y su puta.

— ¡No le hables así maldito bastardo! —grité. Mi nuevo objetivo a derrumbar era este idiota.

—Maldito mocoso te salvaste de esta, pero no tendrás tanta suerte la próxima —Me amenaza Max y se fue corriendo de tras de sus compañeros.

Mire hacia todos lados en busca de la policía, esto no sería nada bueno para explicar, pero para mi sorpresa sólo estaban pos pocos chismosos que se disipaban al notar que la pelea no tuvo seguimiento.

Cuando pasee la mirada me encontré con que Taemin estaba sentado en el suelo, apretándose la cabeza con las manos, me incorporé y fui hasta él. En cuanto lo toque se tensó, empezó a mecerse lento, forcejeamos para que me dejara mirarlo a la cara y cuando lo logré lo descubrí mordiéndose el labio hasta hacerlo sangrar.

—No Tae no haga eso —pedí con gentileza.

— ¡Minho! —Jognhyun llegó, arrodillándose junto a nosotros —.
Apenas escuché alguien decir que estabas peleándote vine corriendo. ¿Qué rayos paso?

—No fue…algo que tardara, un tipo molestaba a Taemin, me metí, sus compañeros igual… parece que alguien les aviso que la policía llegaba en camino. Aunque como vez no llegó nadie.

Lo explique tan rápido que apenas me entendí yo mismo.

—Y nunca van a llegar —un par de pies se colocaron frente a nosotros.

Vaya sorpresa.

Key, el chico que no había hablado conmigo desde hace mucho, se agacho hasta quedar a la altura de Taemin y tomó sus manos, él seguía resistiéndose a que lo toquen, pero la rudeza del recién llegado logro que lo mirara a los ojos.

—Está bien…ya se fueron.

—No pude.

—Hiciste mucho.

Y Taemin se echó a llorar, el corazón se me estrujo en cuando la primera lágrima cayó, y de nuevo hice esas cosas que nunca sé por qué es que las hago. Lo hale hacia mí, lo abrace, a pesar de que al principio me empujaba termino por aceptarme, le susurre un “todo va estar bien” y solo lloro. Su cuerpo entero temblaba, pero tenía la esperanza que la calidez de mi cuerpo aliviara su dolor.

—Esto sí que es una sorpresa—Key sonrió, le acarició el cabello a Taemin con delicadeza.

—Creo que mejor nos movemos de aquí —dijo Jong por la gente que nos miraba con desaprobación.

—Cárgalo Minho, es mejor que nos vayamos antes de que algún profesor venga y nos quiera interrogar —Key me palmeo el hombro.

— ¿Crees que haya alguien en su casa? —pregunte en cuanto me levante con Taemin en brazos.

—Jon debe estar en casa, pero créeme, no es buena idea llevarlo ahí. Mejor llevémoslo a mi casa. Así puedo avisar que se quedará conmigo…

—Pero…yo…quiero…

Tanto Key como Jong me miraron extrañados, pero a los pocos segundos se echaron a reír. Se miraron y juraría que se estaban hablando con la mente y eso que se acaban de conocer.

¿No?

—Segunda sorpresa —dijo Key—. Bien Minho llévalo a tu casa si tanto lo deseas, usaremos la misma excusa.

—Amigo, te lo dije antes, este chico ya te atrapo.

Me sonrojé, me quede mudo. ¿Cómo podría negar lo que es evidente?

~

Sea como sea, estamos aquí, en mi enorme casa, sentados uno cerca del otro en mi sofá. Taemin echo bolita en un extremo del sillón y yo del otro lado, sintiéndome nervioso por no saber cómo hablarle, como si mi capacidad de comunicarme se haya ido. Siempre me pasa cuando estoy cerca de él.

“Si quiere hablar deja que hable. Aunque agradecería que lo presiones un poco, a veces necesita un empujoncito para que se desahogue”

Ese fue la única petición que Key me dijo antes de dejarme a cargo de su amigo, lo que francamente me sorprendió, porque al inicio parecía dispuesto a cuidarlo el solo, pero…

Solo me dejo llevármelo.

— ¿Ya estas mejor?

—Lo lamento.

— ¿Qué?

— ¿Qué te golpearan por mi culpa?

—No, no te disculpes, yo me metí, además no podía dejar que ese malnacido se vaya así como así.

Nos quedamos en silencio. ¡No encontraba la manera de hablarle!

—Tú lo llamaste Max.

Lo vi encogerse, abrazarse más fuerte.

— ¿Es…es el mismo Máx del que hablaste en otra ocasión?

Escuche un gemido, luego vino más llanto. Me alarme tanto que no me importo si me golpeara o gritará, me acerque y lentamente palmee su espalda.

— ¿Te duele? —señale su mejilla hinchada.

Negó fuertemente con la cabeza.

—No es solo dolor, es coraje.

— ¿Coraje? No comprendo… ¿qué te hizo?

—No quiero hablar de eso —desvió la mirada mientras se limpiaba las lágrimas con las manos.

Solo un poco de presión Minho.

—Taemin es obvio que necesitas desahogarte, ya te dije que puedes confiar en mí, que así como yo…

—Déjame Minho es enserio…

— ¡Si no querías que te preguntará solo debiste decir que no querías venir conmigo! no es como si en ese momento estuvieras ido. Podías decidir venir o no.

— ¡Deja de ser tan idiota Minho! —me miro furioso, sus ojos aún están cristalizados.

—Taemin por una vez intenta ceder con alguien más —le hable calmado—. Sólo tienes que decir lo que sietes.

— ¡BIEN! ¡TE DIRÉ LO QUE SIENTO! ¡SIENTO QUE ME DESESPERAS, NO ME GUSTA QUE INSISTAS EN ALGO QUE QUIERO OLVIDAR! ¡ME MOLESTAS QUE SEAS TAN AMABLE Y TAN PREOCUPADO! ¡LO DETESTO!

—Pero que… ¿qué tiene de malo que sea amable?, así soy yo.

—Así era al inicio, amabilidad —una lágrima cayó y termino hasta su barbilla—. Luego ilusión, luego la mentira del amor, pero todo es un vil engaño.

— ¿Estás hablando de él, de Max?

—Él era igual a ti —susurro con dolor.

¡Por favor no me compares con nadie!

—Al final fue mi culpa —una sonrisa amarga se formó en sus labios—. Yo deje que lo haga, y aunque…aunque lo volví a ver no deje de sentir lo mismo, aunque lo golpee no sirvió de nada.

—Culpa… ¿Por qué culpa? Le rompiste la nariz, digo, no te sientas mal…

— ¡NO!

Se colocó en la misma posición de cuando estábamos en la calle, comenzó mi lucha para no dejar que se esconda, entre forcejeos y golpes lo sostuve de las manos, nos miramos un instante directo a los ojos. Luego se dejó caer sobre mí.

Lo deje usarme como apoyo, como lo que desee.

—Prometí que no me volvería hacer daño.

— ¿Volver?

—El…fue…mí…

Antes de que lo dijera ya lo sabía—. Mi novio.

Lo abrace dejándolo descansar sobre mi cuerpo, parece relajarse estando así y si le servía para hablar, entonces lo dejaré. La noticia de que era su novio no me solo me molesto, sino que despertó mis más oscuros sentimientos.

—Olvídalo —pedí demandante.

—No puedo…yo lo quería mucho.

No me digas eso.

—Aunque me haya pasado el tiempo, me sigue lastimando.

—Por favor olvídalo ese tipo no vale la pena.

—Debí golpearlo más

— ¿Esa era tu idea? —Cerré los ojos con fuerza—. Golpearlo.

—Pero un golpe, no basto. Me engañó y no se lo puedo perdonar.

Las imágenes de ellos dos juntos me hizo querer asesinar a Max, simplemente no podía, pero cuando profundice mis pensamientos una duda llegó a mí.

—Tae…tú y él…tú sabes, alguna vez…

Se despegó de mi cuerpo, sus manos se deslizaron hasta sentir frio.

— “Solo fue por diversión Taemin, nunca te amé”

Dijo desganado, sentí tanta frustración, verlo así de devastado me deja pésimo, quisiera poder ayudarlo, quitarle el sentimiento que lo consume. Entre más lo miro más odio siento por ese tal Max.

De repente sonrió entre su llanto.

— ¿Es patético no? Verme así de débil por algo que ya debí olvidar.

—No comprendo muy bien todavía, aun así no tienes por qué sentirte así.

— ¿Comprender? —Rio—. No se puede comprender a la gente que te lastima por diversión. Tampoco creo que puedas comprender como me siento, tu trágica historia de amor al menos fue verdadera desde el inicio, yo viví una larga mentira.

—Explícame entonces…—me acerco con cautela—. No pierdes nada con decirme.

Lo dudó, sus ojos cristalinos brillaban cuando se quedaban fijos en mí. ¿Tanto lo quiso, como para estar en este estado? Que maldito fue ese tipo por dejarle estas secuelas. Que maldito por hacerlo sufrir tanto a quien seguro no lo merece.

¿Y qué te hace a ti no ser un maldito por estar cerca de él y quererlo sólo para ti?

Mi consciencia es oportuna. La ignoro.

—Él fue mi novio a los 16 años.

—Pero eras muy joven —me miro de mala gana, quejándose en silencio por mi interrupción—. Lo lamento, continua.

—Minho…—sacudió la cabeza—. Yo…cometí un error, lo quise más de lo que me quería a mí. Fui…un imbécil al creer que todo sería un cuento rosa, estuvimos saliendo seis meses, seis meses de muchas promesas y palabras vacías, al final…al final…solo… él solo…

El pecho se me hundió al verlo morderse el labio de nuevo, me apresure a tomar su mentón para girar su rostro hacia mí. La sangre de nuevo emergió, mis dedos fueron gentiles al limpiarlo.

—Dilo —le pedí. Ambos necesitábamos que terminara de decir lo que empezó.

— ¡Sólo quería acostarse conmigo, por pura y maldita diversión! —Jadeo—. ¡Rayos!.. ¡Ya no quiero llorar por esto!

—No debiste acercártele así, él pudo...

— ¡No me hubiera importado! Necesitaba golpearlo más.

— ¡¿Más?! —dije sorprendido—. ¿Acaso romperle la nariz no fue suficiente?

— ¡NO! ¡NO LO FUE!

Se levantó de un salto, sujetándose el cabello con las manos, halando con fuerza — ¡Fui débil! ¡Fui débil!

Me levante para estar a su lado, tomando sus manos tratando de que eleve la cabeza—. Taemin, ese golpe no tuvo nada que diga que eres débil, su nariz tiraba sangre a borbotones. Además…

Lo abracé—. No necesitas probarle nada a ese tipo, mucho menos con los golpes, solo, solo déjalo ir.

—Él era tan amable como tú.

—NO es verdad — le corregí, no soportaba que nos comparará.

—Él era tan cariñoso como tú.

—No lo digas.

—Él me juraba amor…como tú lo haces con MinAh.

Se separó y con la cabeza gacha coloco la palma de su mano sobre mi pecho— Él me engaño como lo haces con MinAh.

No supe que decir, ¿Cómo negarlo? Si era la pura verdad. Me sentí fatal, yo queriendo que me abra su corazón y sea tan transparente como le sea posible, cuando yo no lo puedo hacer con MinAh, me lo restriega en la cara, con razones válidas.

Después de contarle de Minjung, le quedó claro lo que me cuesta a mí: que no la he podido olvidar ni dejar de amarla. Pero hay algo en lo que estaba equivocado, sé que está mal hacerle ilusiones a MinAh, pero ya no es por Minjung, la amo, siempre será así, pero no es el mismo amor…

—Lo que siento por ti.

— ¿Qué? —me mira, yo sonrió.

—Sé que soy el peor de los hombres por mentir, por decirle a MinAh que la amo cuando no es verdad, porque Mingjung está presente en mí todo el tiempo, pero estas equivocado en algo.

Mis manos rodeaban su cuello al tiempo que me acercaba, mi corazón latía como loco, mi boca picaba por decirlo lo que siento, por besarlo de nuevo, por hacerle saber que tan preocupado y molesto estoy de enterarme que había estado con alguien más.

—Ya no es por Minjung, ella se ha ido pero alguien más vino a mí.

—Min…

Minjung… ¿lo estás viendo cierto? Sabes lo que voy hacer debes estar contenta porque no elegí a MinAh, tu misma me lo señalaste pero yo no quería creer que ya era hora de dejarte ir.

—No me compares con ese bastardo —le susurro sobre los labios, una de mis manos se desliza por su brazo hasta entrelazar su mano fría—. Él no sabe lo que es amar a alguien y se ira al infierno por haberte roto el corazón y tocar tu cuerpo.

— ¿Qué estas tratando de hacer? —veo mi reflejo en sus pupilas, está concentrado solo en mí.

Esperando ansioso lo que le diré.

—Que te quede claro, que a diferencia de él, yo sí sé lo que es desvivirse por alguien y cumplir mis promesas, entregarme entero, amar y sufrir por alguien.

Me falta la respiración, no lo soporto más, lo tengo que decir.

—Te quiero Taemin, tanto…como para poder amarte, aunque creo que ya lo empecé hacer.

Lo bese cuando cerró los ojos, cuando él mismo afirmó el agarre de nuestras manos para sentir calor. Su cuerpo tembló cuando profundicé el beso y busque su lengua para danzar con la mía, se estaba dejando llevar…y yo también.

Sus brazos serpentearon por mi pecho hasta amarrarse a mi cuello, mis manos cayeron sobre sus caderas. Nos besamos como quisimos por un buen rato, hasta que el aire se hizo necesario, hasta que nuestros labios estaban hinchados y colorados.

No quería soltarlo, tenía miedo de que al quitar mis manos de su cuerpo él se desvanecería como lo hizo Minjung; que esto sólo sea un dulce sueño que no merezco tener, que cuando lo mire me ataque y quiera dejarme.

Con temor, solté sus labios para que podamos respirar.

En su mirada no encontré furia, la verdad me perdí en el brillo tan intenso de sus ojos. Lo único que hizo, fue reposar su cabeza sobre mi pecho, sus dedos se habían vuelto cálidos, como el resto de su ser.

Sentí mi piel erizarse cuando su aliento se escapó de su boca.

— ¿Por qué lo haces?

— ¿Qué cosa?

—Confundirme.

Sonreí y lo abrace tan fuerte para querer fundirlo en mí. Para que no intentará huir.

—Tú eres quien me confundió primero. Sólo que no había querido enterderlo.
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Mensaje por Reira Elric Lun Mar 02, 2015 4:01 pm

Muero!!!!
Primero xq de por si ya me había atrasado un capitulo, y ahora q tengo tiempo descubro q ya son 4!!!! Pero tu muy bien, sigue asi, q es lindo entrar y ver siempre capítulos nuevos n_n
.
Hshjdj!!! Fueron como q demasiadas cosas juntas, el beso en el departamento de Minho, el misterio d la familia de Taemin, Minha loca por el matrimonio, y como se le puso a Tae!!!!
La historia de Minjung y Minho rompió mi corazón, pero me hace muy feliz q por fin haya aceptado sus sentimiento por Minnie.
Y luego la aparición de Max....ese golpazo fue épico y bien merecido x lastimar a Tae....los celos de Minho por saber lo de Max me parecieron lindos xq fue lo q lo hizo darse cuenta de lo q sentía.
Aun asi esta Minha...q aunque ame el 2MIN debo aceptar q pues es la q va a sufrir, digo, el q este loca por el matrimonio no es razón para hacerla sufrir.....a menos q ella haya engañado a Minho primero y.... .___. ....jaja mi imaginación vuela toda loca
Y como si esto no fuera poco....Jong saliendo d cupido, consejero, interrumpiendo besos...

Perdón si pongo todo revuelto pero es q lei todo de un jalon y es demasiada información y muero y asi ><

Me encanta tu dic, y aunque comente tarde siempre trato de hacerlo n_n nos leemos pronto
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Mensaje por Carol Ney Lun Mar 02, 2015 8:49 pm

Reira Elric escribió:Muero!!!!
Primero xq de por si ya me había atrasado un capitulo, y ahora q tengo tiempo descubro q ya son 4!!!! Pero tu muy bien, sigue asi, q es lindo entrar y ver siempre capítulos nuevos n_n
.
Hshjdj!!! Fueron como q demasiadas cosas juntas, el beso en el departamento de Minho, el misterio d la familia de Taemin, Minha loca por el matrimonio, y como se le puso a Tae!!!!
La historia de Minjung y Minho rompió mi corazón, pero me hace muy feliz q por fin haya aceptado sus sentimiento por Minnie.
Y luego la aparición de Max....ese golpazo fue épico y bien merecido x lastimar a Tae....los celos de Minho por saber lo de Max me parecieron lindos xq fue lo q lo hizo darse cuenta de lo q sentía.
Aun asi esta Minha...q aunque ame el 2MIN debo aceptar q pues es la q va a sufrir, digo, el q este loca por el matrimonio no es razón para hacerla sufrir.....a menos q ella haya engañado a Minho primero y.... .___. ....jaja mi imaginación vuela toda loca
Y como si esto no fuera poco....Jong saliendo d cupido, consejero, interrumpiendo besos...

Perdón si pongo todo revuelto pero es q lei todo de un jalon y es demasiada información y muero y asi ><

Me encanta tu dic, y aunque comente tarde siempre trato de hacerlo n_n nos leemos pronto


Yei, sí fueron muchas cosas :c bueno es que no todo en al vida es fácil y entre tantas cosas pues bueno, algo bueno ah de surgir, ;; creo que todos odiamos a Max, pue es un maldito de pies a cabeza y con MinAh...todavía faltan otras cosas :v
Gracias a ti por leer, por darle un oportunidad al fanfic ja ja lo escribo de corazón para mis lectores. Amemos al 2min ewe hay que amarlos muxo.
Gracias de nuevo y nos leemos luego.
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