Autor: kibeums
Género: misterio/terror, smut-ish
Parejas: Jongkey,
Nota: si no te gustan los temas relacionados con demonios te recomiendo que no lo leas (:
nota2: lo que está en itálica es un recuerdo~

enjoy&comment! ♥

Únicamente podía ver a través de la luz turbia en la habitación; el aroma a cera quemada en el suelo comenzaba a molestarle pero aún así no abría los ojos, espiaba por debajo de sus pestañas sin abrir los ojos, para asegurarse de que los demás a su alrededor hacían lo mismo. “van a hacerlo, ¿si o no?” apresuró, con la voz bajo su aliento. Estaba nervioso, pero de antemano sabía que ya era muy tarde. Iba a pasar lo que tenía que pasar. Tomó aire, contaminado de humo y denso polvo, y miró a la estrella dibujada en el suelo. “Lo haré yo.”

Aquella noche había quedada enterrada en el pasado. No le parecía placentero regresar a ese día, sin quererlo tenía miedo de hacerlo. Estaba arrepentido, aunque realmente no sabía por qué. Jonghyun jamás fue una persona que amara lo correcto, al contrario, vivía por encima de las normas.

Pecador, un día le habían llamado, y portaba con algo parecido al orgullo ese nombre. No le importaba, no se arrepentía de ninguno de sus actos, a excepción de aquella noche. Sabía que había rebasado los límites de su propia moral, y dentro de su pecho seguía la sensación de que corría peligro.
Había pecado, había herido, había olvidado y sobretodo había faltado el respeto a tantas cosas que ni él mismo podía contarlas. Había asesinado, había traicionado, no había manera de que su alma fuese “salvada”, aquello era algo a lo que se había resignado. No había nadie que pudiera salvarle, después de todo. él no creía en dios, ni en el diablo, ni en nada que no fuera visible frente a sus ojos. Un ateo, después de todo, nada se podía esperar de él, la gente decía. No creía que hubiese un descanso eterno, no creía que existiera el perdón de los pecados, dudaba de los pecados en sí, pero aún así, a pesar de todo esto que él mismo negaba con su sangre, había algo en su pecho, algo que se sentía como una aguja, fina, delgada, punzante; recordándole algo que él ignoraba, que todos ignoraban.

Aparentaba lo contrario, aparentaba ser fuerte; pretendía que no había arma que le hiciera doblegarse. Él era Kim Jonghyun, después de todo. Pero no desde siempre.
Cuando sus ojos almendrados irradiaban luz, cuando sus labios pronunciados enmarcaban millones de sonrisas y cuando su voz salía del corazón, él era un chico diferente.
No se dio cuenta de cuando cayó tan al fondo, tan abajo que de inmediato se dio cuenta de que no tenía oportunidad de levantarse. Su mente fue corrompida, su cuerpo fue corrompido, su vida fue triturada pedazo por pedazo, nada quedaba del joven castaño con ojos aperlados.
Era como un contenedor vacío, una bolsa de plástico viajando sobre el viento, sin propósito.
Sin sentido. Así se sentía por dentro, vacío.
Bajo las sábanas intentaba conciliar el sueño, apretando más fuerte los párpados hasta que una infinidad de diminutos puntos de colores fueran lo único visible, relajando todos los músculos de su cuerpo que olía a humo, a alcohol, a sexo.

Fue cuando un inmenso peso cayó sobre su moribundo cuerpo, aprisionándole sobre el colchón viejo y gastado, los resortes rechinando bajo el repentino incremento de peso. Jonghyun abrió los ojos, y sólo logró visualizar a una delgada silueta encima de su cuerpo, su visión aún borrosa, aún imprecisa.
“Lamento la demora”, dijo la persona sobre su cuerpo, con una voz llena de veneno, cortante, imponente, una voz que jamás había oído, y que estaba seguro que no conocía por más ebrio que estuviese. “pero al fin llegué.” terminó, esta vez acercando más el rostro a Jonghyun, quien sin aliento esperaba a que su cerebro recapacitara un poco.

Sintió como el extraño tomaba sus muñecas y las colocaba a un costado de su cabeza, recargándose con más fuerza de la necesaria para reprimirlas. Cuando Jonghyun intentó deshacerse del agarre y protestar en voz alta, la fuerza incrementó hasta que uno de sus huesos dejó huir un esplendoroso 'crack' que hizo eco en la habitación. No gritó. Un par de labios sellaron su boca y comenzaron a succionar delicadamente sus labios. Jonghyun esta vez intentó mover las piernas, patear, empujar a la persona que se había atrevido a hacer eso. Ese era hombre muerto.

O al menos eso creía Jonghyun. Antes de que lograra moverse un poco, el par de piernas que rodeaban las suyas se cerraron aún más y el castaño se encontraba totalmente inmóvil, y ciertamente adolorido. “shh, ya vine por ti.” dijo el extraño, muy cerca de su oído, lanzando voltios y voltios de energía por su nuca y espalda.
“¿Quién eres?” preguntó Jonghyun, aún tratando de liberarse del cuerpo sobre el suyo, su voz desbordando odio e ira, y las ganas que tenía de estrangular a aquella persona eran claramente notorias. No le importaría cargar un cadáver más sobre sus hombros.

“¿Realmente importa?” dijo el chico con voz punzocortante, usando un tono provocador y lleno de burla; ese tipo de voz que Jonghyun repugnaba, pues se burlaban de su autoridad y de quién era. “Eso no cambia el hecho de que estás acabado.” terminó, repartiendo besos por su quijada y su mentón.
“Bájate”, escupió Jonghyun con odio, “eres hombre muerto.” las carcajadas resonaron entre las paredes de su oscuro cuarto, donde solo la luz de la luna, la única espectadora, iluminaban.
“Al parecer no estás entendiendo, Kim Jonghyun.” aclaró el extraño, lentamente, inhalando de cerca el aroma no muy común que desprendían los poros del chico que tenía abajo. “tú eres el muerto aquí. Tú eres mío ahora” lamiendo sus mejillas anunció, haciendo que Jonghyun intentara levantarse con asco, pero haciendo el menor movimiento gracias a las manos que le mantenían atado a la cama.
“¿De qué mierdas hablas?, ¡déjame ir!” la tensión sobre su cuerpo, más el peso de la persona que tenía encima, comenzaban a ser sofocantes y su garganta se hacía cada vez más angosta, más áspera. Sentía como su sangre comenzaba a hervir pero su cuerpo se estaba congelando, se sentía mareado y realmente tenía ganas de vomitar.

“Tú me perteneces. Puedo hacer contigo lo que quiera.” exclamó, sonriendo victoriosamente. Lamió sus labios, sintiéndose glorificado bajo esa mirada color chocolate llena de miedo.
“¿Te acuerdas de mí ahora?” preguntó, esta vez levantando el rostro hasta que un débil rayo de luna iluminó su piel, y pudo verle claramente. Era hermoso. No parecía real. Él no deseaba que fuera real.

Su piel parecía de seda, pálida, inmune de imperfecciones; sus ojos parecían felinos, rasgados, extremadamente peligrosos, de un color indefinido que parecía infinito, rojo, púrpura, café. sus labios delineados y perfectamente rosas, brillosos, húmedos. La distancia entre sus facciones era perfecta, también, y Jonghyun quiso dispararse a sí mismo por notar semejantes detalles en esa situación. Pero no podía evitarlo.
Jonghyun no respondió. Su voz se había congelado en sus cuerdas vocales y no tenía nada en mente qué decir.
“Los demonios no olvidamos.” continuó, el pálido chico, su sonrisa haciéndose más grande. “mucho menos a lo que nos pertenece”

Jonghyun quiso dejar de pensar en ese momento, quiso dejar de preguntarse quién mierdas era y qué quería. Quería despertar de una vez por todas, quería salir de su cama y tomar una ducha y salir a caminar o algo. Más que nada, quería que nada de lo que estaba presenciando fuera cierto.

Las llamas sobre los candelabros se intensificaron, las gordas gotas de cera derretida caían al suelo con más frecuencia y de la nada comenzaba a entrar una brisa fantasma. Nadie se daba cuenta, pero estaba ahí, erizando los vellos de sus cuerpos. Jonghyun tragó saliva, preparándose para hablar por segunda vez, mientras sus amigos escuchaban atentamente con los ojos cerrados.
“Te daré todo lo que quieras.” ofreció, sin nada de humildad en la voz. Sentía como sus extremidades comenzaban a entumirse y su voz caía más baja. “te daré mi cuerpo, mi alma. Lo que sea” y ya no sabía lo que decía, realmente. Su voz venía por sí sola, sin consultar antes a su consciencia.
Jonghyun era solo un contenedor a final de cuentas. “dame poder”

“¿Qué es lo que quieres?” Preguntó Jonghyun, recuperando valor de quién sabe dónde, pero al fin pudo articular palabra mientras sentía que sus oídos iban a reventar en cualquier momento, en cualquier instante. La sonrisa en los sofisticados labios del chico se desvaneció.
“¿Eres estúpido o algo?” irritado, bajó el rostro hasta quedar cara a cara con Jonghyun, sus narices rozándose ligeramente.
“a ti.” concluyó sin permitir que Jonghyun separara los labios para responder, la ira y el miedo creciendo de la mano dentro de él.
Estaba perdiendo la cordura, se dio cuenta, cuando su estómago comenzó a dar vueltas y él empezó a reir sin sentido alguno, reía como si se hubiese dado cuenta de que era una broma de mal gusto. Una broma, él seguía riendo.

“¿Qué es tan gracioso, Jjongie?” quiso saber el chico, buscando encontrar la mirada del castaño, quien comenzaba a perder el hilo de la risa poco a poco, bruscamente regresando a sus casillas, a las náuseas, al temor. Nuevamente, no respondió.
“Yo no te pertenezco” espetó segundos después, mirando con odio al demonio, quien tiró la cabeza hacia atrás y comenzó a reir, todo esto sin disminuir la fuerza en el agarre de sus manos sobre las de Jonghyun. Sus hombros comenzaban a doler luego de haber intentado liberarse tantas veces.
“Claro que sí, Jonghyun. Eres mío. ¿Recuerdas aquella noche?” indagó, bajando aún más hasta besar suavemente los labios rosas, totalmente inadvertidos. “Fue tan lindo” comentó, bajando una de sus manos por el torso del castaño, sin soltar el agarre de la otra. “te ofreciste a mí, y fuiste tan sincero.” continuó platicando, su voz tornándose más dulce, más seductora.
“desde ese momento eres mío.” comentó, esta vez desfilando las yemas de sus dedos por la cálida piel de jonghyun, abajo de su camisa. Jonghyun se quejó, aunque más que enojo, el quejido estaba lleno de
frustración.

“entiende que no so–”

“Eres un pecador,” dijo el demonio, interrumpiendo con una voz totalmente diferente.
Era una voz femenina, una voz cansada, llena de indignación. La misma voz que alguna vez le dijo todos sus defectos, la misma voz que había clavado la cruz en su cuerpo. “¿recuerdas?” la sonrisa victoriosa estaba ahí una vez más.
“A nadie le perjudica si mueres, si te vas, si desapareces de la faz de la tierra. A nadie le importa tu existencia, eres un pecador y no hay razón por la cual deba dejarte ir.” jonghyun le miraba atónito. Las crudas palabras excavaban su camino en su piel, rasgándole dolorosamente.
Quería protestar. Quería gritar. Quería decir todo lo que le atormentaba en ese instante, más no podía.
“no. No hay necesidad de que hables.”, dijo antes de que jonghyun abriera la boca. “sé lo que piensas.” admitió, recorriendo con la punta de su nariz la piel expuesta de su pecho.
“¿Cuánta gente has matado, jonghyun?” preguntó de la nada, su gélido aliento chocando contra su piel, haciendo que su cuerpo se bañara en escalofríos. “¿cuántas veces has asesinado a gente inocente?” siguió, destajando poco a poco las pocas fuerzas que tenía Jonghyun de levantarse. Se estaba rindiendo.
“¿Cuántos pecados has cometido?”

“Quiero verte”, decía antes de tragar saliva por décima vez en menos de dos minutos. Las agitadas respiraciones de los demás eran lo único que hacía eco en la oscura habitación. El fuego de las velas comenzaba a bailar a un ritmo desconocidos, con ayuda del aire que había llegado de repente. La escasa luz apenas lograba llegar a su rostro, y todas las ventanas estaban cerradas.
Abrió los ojos tan lento como pudo, tan lento como sus nervios a punto de quebrarse le permitieron. Sentía un peso caer sobre él, sentía sus músculos tensarse y su corazón comenzaba a latir a mil por hora. “te daré lo que quieras.”

las velas se apagaron. No oía a nadie hablar, aún así, y esperó a que alguien más hablara primero. Nadie lo hizo. De repente un montón de imágenes comenzaron a pasar frente a sus ojos, y no tenía ni la más mínima idea de qué eran. Solo veía rojo, un fondo rojo, sangre, fuego, casas destruidas y algo que parecía un cuerpo lleno de huecos provocados por balas. Veía luces de discotecas parpadeando, veía cuerpos tocándose, veía gente que jamás había conocido. Y nuevamente había sangre, armas, gente gritando y los huecos sonidos de las balas. Las imágenes se detuvieron.
Las velas jamás se apagaron.

“No tienes motivos para vivir. No desde que eres mío.” dijo finalmente, besando la piel alrededor de su ombligo. Jonghyun estaba bañado en sudor, sudor que parecía el agua de un hielo derritiéndose sobre él.
El demonio mordió la carne rodeando el hueso de sus caderas, provocando que jonghyun se quejara pero en vez de transmitir dolor, sonaba más como un gemido de placer. El chico con cabello negro azabache sonrió de lado, soplando a la piel y los vellos que la adornaban.

Jonghyun, jamás en sus 24 años de vida, había estado tan aterrado como aquella noche. La sensación de haber llegado al final de algo sin siquiera haber avanzado un poco comenzaba a asfixiarle, la simple idea de que iba a morir y que no tenía salvación, finalmente le había golpeado y no quería.

Podía oír en su mente las palabras que había dicho aquella noche frente a las velas, y la tiza en el suelo. El olor a humo parecía tan familiar, recordaba toda la escena.

¿Quién eres?, pensó esta vez, cerrando los ojos. Su cuerpo comenzaba a reaccionar a las caricias que el demonio atentamente proporcionaba a su entrepierna, y a todas las veces que su fina lengua había tanteado su piel caliente. Su respiracion se descontrolaba, su pecho se levantaba frenéticamente cuando sus pulmones buscaban aire con desesperación.

Llámame Kibum, la misma voz que escurría lujuria retumbó en su cabeza. Escalofríos subían por sus piernas, y anidaban en sus pantalones.
Kibum está bien. Nuevamente decía el demonio en su cabeza.

Quiso defenderse, pero ya no tenía fuerzas. Era como si hubiesen drenado cualquier pizca de vida y fortaleza dentro de su cuerpo, y ahora era nuevamente un contenedor vacío. Una bolsa de plástico rodando por las calles. Se había rendido.

Kibum.


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Con cariño&amor, etc etc. para Esly ♥
lmao

jfdhjdftjgf
falto el dedicado para esly bb <3
XDDDDDDDDDD

APARTO

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Asumecha.
Ese final estuvo genial.
De verdad que eso fue sexy, me gusto mucho, sabes representar ese sentimiento(¿) no se como decirle, que hace que cuando uno lea, sienta. LMAO
Bueno yo si, o será que soy too much perver. Pues no le toco tan mal castigo a Jjong a menos que no pase lo que yo quiero D: hehehe
Omgah me lo dedicaste ILU FOREVER BB <3
Kekekekekekekekekeke B)

yupi!!!! lo lei de nuevo, puedes creerlo? sakjhdkjsa
esq es muy bueno... sabes que leyendo historias tan buenas me dan ganas de escribir... pero tengo tantas ideas q no se como ordenarlas.. algun consejo?

@vagui; omo ;~; gracias! que bien que te haya gustado B: tu comentario me mató rofl
"sabes representar ese sentimiento(¿) no se como decirle, que hace que cuando uno lea, sienta." XDDD
ILU c: ya sabes, cuando quieras (?) :ohsi:

@xeat.softnessx; yay gracias por leer! /o/ um pues no realmente(nunca sigo algún paso en específico lol). primero que nada tienes que pensar bien el final, y cómo irás desarrollando la historia. pero si tienes varias ideas puedes, no sé, ir mejorándolas unas con otras :)

@konnichiwa; gracias por leer y comentar! c:

wiii!!! gracias aunq igual no se en q momento me pondre a ordenarlas porq estoy demasiado ocupada leyendome todos los fics de este foro xdd

estuvo muy entretenido el capitulo
gracias por escribirlo

@FuerzaFriki; hola! muchas gracias por tu comentario! me dio mucha curiosidad ver que comentaste sobre fausto, & tuve que investigar quién o qué era lmao ya sabes, una que es bien culta ;~~; no, no es cierto lmao
entonces, encontré que es como una obra, y vi de lo que trata y eso. y whoa gracias ;~~~~; de verdad que no me imaginé que uno de mis fics (Especialmente este, que salió de la nada) pudiera ser comparado con algo así. c:
okay ya, estoy hablando mucho ;~; es que es raro tener comentarios como el tuyo aquí~ (whoa no ofensa a los demás tho) gracias nuevamente & me alegra que te haya gustado!

(L)