Energías (2min & JongKey) 4/15

por tiari Jue Mar 26, 2015 4:55 pm

Nombre del Fic: Energías.
Pareja: 2min y JongKey.
Autora: HyuKii
Genero: AU, Romance, Fantasía.
Duración: 14 Caps + Chiqui Epílogo
Nota: Éste FanFic no es mío, pero tengo permiso de la autora para publicarlo aquí. A mí me gustó mucho, espero que a ustedes también y comenten.

Estaba en el coche de papá, nos dirigíamos a una ciudad cercana a Seúl, nos estábamos mudando ya que papá había sido transferido. Él era el segundo al mando después del mero jefe e iba para supervisar del porqué de las bajas en las ventas. La empresa en la que trabaja genera coches, productos de belleza, electrónicos como celulares y cosas así, línea blanca, tenía cadenas hoteleras, como sea, una gran empresa muy poderosa. Mamá era su secretaria, así no podían inventar que la engañaba con una.
A mi parecer -algo tonto- el destino nos quiere aquí. Papá heredó una casona de una tía que ni siquiera conoce ni había escuchado hablar de ella. Pero nos ahorró el buscar una y pagarla, aparte de que trae personal incluido; Para que pudiera quedársela tenía que cumplir siertas cláusulas, una de ellas era sobre los trabajadores.

“El señor Choi deberá conservar el personal de la casa dándoles un sueldo digno y suficiente para que cubran sus gastos básicos.”

Mi padre se estacionó frente una casa enorme, salí y tomé unas cajas de la cajuela. Me paré de frente a la casa para observarla; Parecía tener tres pisos a parte del ático, apuesto a que también tiene zotano. Uno tenía que caminar por un pasillo entre el pasto para llegar a la casa. Como a la mitad de su ancho o menos empezaba una barda que ocultaba un poco de lo que había dentro, sólo sobresalían algunos árboles y una tipo cabaña, era una casa de menor tamaño y de madera. Al ver alrededor, se me vino a la mente la película de Up, ya que tenía cierto parecido, era la única casa con estilo algo rústico y con un jardín. Que si tomará la vista desde arriba, seria una de esas escenas.

Al entrar me sorprendí de lo grande que era, a pesar de ser algo rústica, algunas paredes estaban cubiertas por azulejo color crema, habían paredes de un tono rosa pastel, muy bonito. Subí por la escalera que estaba pegada a una pared para ir a los cuartos, estas tenían un barandal color oro, pero ya algo opaco. A pesar de estar aun muy bonita y cuidada, se debían hacer algunas reparaciones en grietas muy pronunciadas en el techo, había un candelabro de araña que pedía a gritos reparación amenazando con caer en cualquier momento. Otra de las cláusulas decía:

"Debe dar mantenimiento a la casa, si se necesitan reparaciones, deberá dejar la casa con su estilo, sino, lo más semejante a lo original."

Las trabajadoras me dijeron que las habitaciones estaban en el segundo piso, que la segunda puerta era mi cuarto y que la primera puerta estaba ocupada por un chico que al parecer, la tía desconocida lo había adoptado. Pasé por su puerta y me detuve un momento al escuchar movimiento de cajas y unos quejidos. “Ha de estar acomodando sus cosas” Fue lo único que pensé y seguí a la segunda puerta.

Mi nuevo cuarto también era grande, tenía un gran ventanal que daba a la parte trasera, tenían unas cortinas azules traslucidas. Los muebles ya habían sido traídos anteriormente. Mi cama estaba atravesada, junto al ventanal y al lado de mi cabecera estaba un closet, al lado de la puerta estaba mi escritorio. De una caja saqué la lap para ponerla con música y terminé de sacar mis aparatos de la misma caja. De otra me puse a sacar mi ropa y a acomodar lo demás.

Estaba concentrado con una canción y empecé a sentir una incomodidad… como si… alguien me estuviera observando. De un momento la canción dejó de sonar y empecé a escuchar crujidos en el cuarto de a lado. No la del chico, sino de la tercera puerta. Estaba sentado en la cama, me puse derecho agudizando mi oído, logrando identificar so idos de pasos arrastrados, que empezaban de la esquina contraria de la puerta que se dirigían a esta lentamente...

– ¡MinHo! – Di un brinco. – Baja a comer. – Gritó mi madre desde abajo. Me fijé en la computadora y vi que no tenía ya batería. Salí de mi cuarto pasando por la puerta del chico escuchando unos crujidos. "A veces los sonidos rebotan" Di un suspiro de alivio al pensar que era él.

Fui al comedor y me senté en la silla a lado de la cabecera, donde iría mi padre, mi madre llegó y se sentó frente mio. Las trabajadoras empezaron a poner los platos y me pareció raro que junto a mi madre colocaran uno extra.

– Es para TaeMin. – Aclaró una.

– ¡Oh! ¿El chico que menciona la tía Choi?
– Si, señora. La antigua dueña acostumbraba comer con él, espero que no le moleste. Es un buen chico, no notarán su presencia ni les molestará. Es muy callado, rara la vez que habla. – Decia con calma.– Cómo tiene muy pocos amigos, casi siempre está ayudando, sino está en la cocina está en el jardín. Es algo solitario el chico.– Terminó con una nota de tristeza.
– Qué raro… – Susurró mi madre. Y dicho eso un chico pelirrojo salió detrás de otras señoras que llevaban la comida a la mesa. “Pero… ¿Qué no estaba en su cuarto? Tal vez tenga una mascota”.

– Hijo, – Mi padre había llegado a sentarse. – Come, que está muy rico.

– Así que TaeMin, ¿Vas a la escuela Jang? – Mi madre, siempre muy amable, Él tenía la cabeza baja. – MinHo también irá allá, así que, háganse amigos, ¿Si? – Siempre con sus buenas intenciones. Pero él no alzaba la mirada de su plato. Ella me dedico una mirada de "apoyarme"
– Sólo si él quiere – Me atreví a decir, logrando que levantara la mirada por escasos segundos, pero los suficientes para darme cuenta de la mezcla de sorpresa, timidez y ¿miedo? Ese último lo dejé en duda. Mirando su plato y jugando con los espaguetis asintió rápido.

Cansado de desempacar alisté mis cosas: Una mochila con algunas libretas, el uniforme que llevaría en aquella escuela lo puse encima de la mochila. Iría pasado mañana lunes, pero prefería tenerlo listo. La ropa que me pondría para dormir la dejé en mi mesa y me metí al baño para ducharme y lavarme los dientes. Cuando salí, estaba en mi cama, “Tal vez mi madre entró y lo cambió de lugar”. Y me acosté.

Desperté agitado y sudando sin saber por qué, a mi parecer a las dos horas después de dormirme. Estaba en posición fetal así que me acomodé boca arriba tratando de calmar mi respiración, con mi brazo limpié el sudor de mi frente y lo dejé sobre mis los ojos. Lo bajé un poco para ver mi cuarto iluminado por la luna de un tono azul. Cerré los ojos un momento y cuando los abrí, vi una sombra parada al pie de la ventana, exaltado me senté de un salto, mi respiración volvió a subir de tono, enfoqué mejor la vista en la ventana, ya no había nada. Me mantuve sentado unos momentos mientras calmaba de nuevo mi respiracion. Puse mi mano sobre mi corazón sintiéndolo loco, cerré mis ojos para concentrarme en calmarme pero... nuevamente pasos se escucharon, ahora en el piso de arriba, se oia que caminaban pesadamente, rastrando los pies lentamente...

Me volví a acostar, por una razón mi cuerpo me hizo volver a mi posición inicial, estaba cayendo de nuevo al sueño…

– Mamá, ¿Quién se quedó anoche? – Estaba detrás de ella, que al parecer, estaba apurada arreglando sus cosas.
– ¿Anoche? – La fui siguiendo desde las escaleras hacia la sala. - Me parece que las sirvientas se quedaron hasta muy noche limpiando los estudios ¿Por qué? – Sacó algunos papeles de su bolsa y los metió en un portafolio. En el tercer piso estaban los estudios y un balcón enorme.
– Me pareceio escuchar ruidos anoche.
- No te preocupes hijo, suele pasar las primeras noches. Y en este caso, fueron las empleadas. – Asentí no muy convencido. — Ya me voy hijo. – Salio de la sala hacia el pasillo de la puerta. - Debo alcansar a tu papá, lo llamaron desde temprano para que arreglará no sé qué. No regresaremos hasta mañana en la noche, así que te alistas para el colegio y, MinHo, - Volteó hacia mi antes de abrir la puerta. - TaeMin es menor que tu pero, haste su amigo, no se me hace que tan joven sea tan solitario.- Asentí.

- Te lo prometo. - Me sonrió, desordeno mi cabello, me dio un beso y se fue.

Gire sobre mis talones y subí hacia mi cuarto. Por algún motivo, me quedé parado frente la puerta del chico, observándola solamente. Me asustó y me puso nervioso cuando él abrió la puerta, me había atrapado.

- Ayer las señoras se fueron temprano y hoy no estarán.- Así como abrió la puerta, fue como la cerró. ¿Qué quería decir con eso? ¿A caso escuchó lo que le dije a mamá? Con la duda terminé mi recorrido hacia mi cuarto para terminar de arreglar demás cosas mías.

Cuando acabé, volví a checar las cosas que llevaría al día siguiente, me coloqué mi ropa para dormir, me lavé los dientes y me acosté. Me agrada y me parece muy comoda la posicion fetal, siento que así descanso más, aunque dicen que refleja temor al exterior, pero a mi me gusta y así me acomodo siempre.

¡pam!

Brinqué ante el sonido de un par de libros cayendo en el piso de arriba. No le tome importancia recordando que mi madre me dijo que eran las trabajadoras. Me relajé y cerré los ojos. Ya estaba dormitando...

!Pam! ¡pam!

Más libros cayendo arriba. ¿Será que las señoras son muy descuidadas?

¡pam! ¡pam! ¡pam!

Sonaron agresivos los golpes, como si los votaran a propósito, con furia.

"Pasos arrastrados"

Solo se escuchaba una persona...

"Libros cayendo en el cuarto de a lado"

En el cuarto de TaeMin, ¿Qué estaban haciendo las...? ~"Ayer las señoras se fueron temprano y hoy no estarán."~ Las palabras de TaeMin resonaron en mi mente. Y en ese momento, libros cayendo por toda la casa, algunos golpes a paredes y pasos arrastrados se escucharon a diestra y siniestra mía. Me hice más un ovillo tapando me los oídos.

por k.will Vie Mar 27, 2015 10:37 pm

hi! aun no he leido el fic pero al ver que era 2min y que es sobre fantasia y AU me llamo la atención, soy fanatico de todo eso, cuando tenga tiempo prometo leerlo, (prometo no tardar)

por kity Lun Mar 30, 2015 7:41 am

Lo acabo de leer se ve interesante por favor continua me gusta mucho está temática de fantasía habrá fantasmas o es Taemin que intenta asustar a Minho

por tiari Lun Mar 30, 2015 2:57 pm

~Historias~

– Él es Choi MinHo, tratenlo bien. – La profesora se dirigió a mis nuevos compañeros quienes asistieron. – Siéntate en el tercer pupitre junto a la ventana por favor. – Así lo hice. Desde ese lugar se podía ver perfectamente una cancha de basket, unas jardineras y un tipo parquesito con muchos árboles, una vista muy buena.– Regreso en un momento.

     Apenas salió del salón varios chicos se situaron a mi alrededor.

– ¿Tu eres el que llegó a vivir en la vieja casona? – preguntó una chica a lo que yo asentí.

– Entonces...

– ¡Rana! – Interrumpió un chico desde la puerta y todos lo miraron raro. - ¿Eres tu?

– ¡Perro! – Respondí con entusiasmo. – Soy yo. – Se acercó a mi lugar haciendo que los demás se dispersaron y volvieran a sus lugares.

– ¿Qué hacés aquí? – Dijo mientras que de la banca junto a la mia tomaba la mochila que ahí estaba y la mandaba a volar a quién sabe qué parte del salón para él situarte en ella.

– ¿Qué? ¿No me quieres aquí? – Traté de hacerme el ofendido y aguantarme la risa. Él me miró con una sonrisa grande.

– ¡Claro! Que no. – Le miré fingiendo que me había herido. – No es cierto amigo, sabes que me alegra que estemos de nuevo juntos.

     Era JongHyun, mi viejo amigo de la infancia, habíamos estado juntos desde el preescolar. Sus padres trabajan en la misma empresa que los míos, pero fueron transferidos a otra ciudad cuando teníamos 12 años. Al principio sentí muy feo, él era como mi hermano, mi otra mitad a la hora de hacer travesuras y bromas. Siempre eramos él y yo, los inseparables. Si regañaban a uno, también al otro, si nos querían castigar, nos castigaba a los dos. Nunca nos habíamos dejado solos. Me alegraba de verdad el volver el a verlo.

– Joven JongHyun, llega tarde. – Entró la profesora. – De nuevo. – Entrecerró sus ojos.

- Sí profesora, lo siento, ya no sucederá.

- No sé porqué no le creo. - Se volteó al pizarrón y comenzó con su clase. Mientras JongHyun hacia una cara rara y graciosa a la maestra.

     A las pocas horas de clase, volvieron a llamar a la maestra, dejándonos con trabajo salió y dijo que en cuanto dieran el toque, podríamos salir al receso.

– Así que... – Comenzó un chico desde la esquina contraria. – ¿Qué se siente vivir con el raro TaeMin?

– ¿Raro TaeMin? – Dije.

– No, mejor pregunta – Dijo una chica de en frente. – ¿Qué se siente vivir en esa casa?

– ¿Por qué? – Me dirigí hacia ella, pero me respondió otra chica.

– Por las historias que cuentan de ella. – JongHyun bufón. La chica solo lo miró.

– ¿Qué historias?

– Son tonterías MinHo. – Mi amigo parecía irritado por el tema. Pero fue ignorado.

– Unos dicen que... – Mi amigo se desparramó en su asiento.

– Antes, ahí vivía una pareja muy enamorada. Tenían hijos, dos niñas y un niño.

– Pero un día, los encontraron a todos muertos.

– No a todos, el cuerpo de una niña nunca lo encontraron. – Corrigió una chica, parecía molesta porque no contaban bien los sucesos. – Dicen que, el señor los mató.

– Otros dicen que, algo los poseyó e hizo que se mataran solos.

– Qué los niños se ahogaron solos y encontraron los cuerpos mojados en el jardín.

– Otros cuentan que porque la mujer le fue infiel y la mató junto con los niños.

– Qué a ellos les gustaba leer, y que antes de dormir, subían al estudio, elegían un libro y se lo leían a sus hijos.

– Y que ahora, su alma anda vagando en la casa, que sube y escoge un libro.

– Busca a su mujer e hijos.

– Y al no encontrarlos, recuerda lo que hizo.

– Se enoja y comienza a tirar los libros por todas partes...

– ¡Waaa!

– ¡Ah! – Un chico de ojos rasgados había gritado desde la puerta asustando a todos y sacándole un grito agudo a varios. No queriendo, también JongHyun saltó.

– ¡Ja Ja Ja! – Soltaba carcajadas mientras mis compañeras le miraban feo. – Eso les pasa por estar de chismosos. - Se controló un poco y salió del salón.

– ¿Quién es él?

– La diva.

En el receso me fui con mi amigo a unas mesas del parquesito. Los dos estábamos comiendo hamburguesas de la cafetería.

– Oye JongHyun. – Le dije con un tono pensativo, él me miró con cara de "¿Qué quieres?" Mientras le daba una mordida a su comida. – ¿Quién es él raro TaeMin? ¿O porqué le dicen así? – Me dedicó una mirada chocada.

– Tan rápido y ya preguntas por él.

– Me da curiosidad.

– Mira, es el chico que vive en tu casa. Le dicen "El Raro TaeMin" porque, bueno, es raro. Casi nunca está con alguien, casi no habla.

– ¿Sólo por eso?

– Bueno... – Se quedó pensando por un momento, como dudando si contarme o no. - Bueno, en lo personal, una vez me salí de clases para ir al baño, y antes de entrar escuché susurros en forma de reproche y quejas, cuando entré, era él, estaba con las manos apoyadas en el lavabo y se estaba viendo en el espejo con una expresión de molestia, le pregunté si estaba bien y lo único que hizo fue salir corriendo.

– ¿Y no tiene anadie en la escuela?

– En el receso nunca lo encuentras, a exención de la Diva, él tiene un tipo sensor que le dice en dónde está, es el único con el que habla.

– ¿La diva?

– Sí, el chico que hace rato asustó a esa bola de chismosos. – ¿A caso me sonó a orgullo eso? – A menudo le quieren hacer daño a TaeMin, tu sabes, por ser el raro, y siempre llega él para ayudarlo. La verdad, yo no entiendo cómo es que son amigos. La Diva es... extrovertida, llamativa, alegre, popular... - ¿A caso le están brillando los ojos? – Y TaeMin... es raro, antisocial.

– Te dirigiste a la Diva como mujer. – Sólo me vio raro.



     Saliendo del colegio me fui con JongHyun, dijo que como llevábamos mucho tiempo sin vernos, se quedaría en mi casa, como en los viejos tiempos.

– Jjong, ¿Tu qué opinas de las historias? – Me vio chequeado.

– Me dirás que te las creíste.

- ¿Tu no las crees?

– Por supuesto que no. Hay cosas que no cuadran.

– ¿Cómo qué?

– Como eso de que algo los poseyó y solitos se mataron, ¿A caso estaban metidos en cosas de esas? Y si es que el tipo los mató ¿Por qué su alma anda olvidada de eso? O ¿Por qué no encontraron el cuerpo de esa niña? O sobre todo ¿Cómo es que se ahogaron y luego aparecieron en el jardín? ¿Has visto algún lugar ahí donde se pudieron ahogar? A demás ¿Qué? ¿Se ahogaron no muy ahogados para salirse del agua y morirse bien muertos en el jardín?

     Tenia un gran punto pero... Sobre los ruidos de la casa ¿Le podría contar? no creo que me crea. Aunque se quedaría esa noche, él los tendrá que escuchar y así darme la razón.

– JongHyun, algo pasa en esa casa.

– Por favor MinHo, ya te creíste las historias.

- No me las creí, además, apenas hoy las escuché y yo ya suponía que algo pasa ahí, la primera noche escuché ruidos...

– Por lo mismo MinHo – me Interrumpió, yo ya sonaba algo alterado y él desesperado. – Por ser la primera noche en un lugar nuevo, y más con ese estilo.

– Que no.

– Bueno, hoy me quedaré a dormir, ya veremos.

...

Spoiler:

por tiari Vie Abr 03, 2015 4:07 pm

~Sólo Algunas Personas~

Cuando llegamos a mi casa mi madre lo recibió con los brazos abiertos, le dijo lo mucho que había cambiado y esas cosas que te dicen después de mucho sin verse, cuando lo dejo subimos a mi cuarto. Platicamos de cosas de pequeños, recordando aquellos tiempos con alegría. Sobre todo, las bromas hacia su hermana.

– Veras que en la noche se escuchan cosas. – No pude evitar sacar el tema, a lo que él me miró cansado.

– Ya veremos hoy.

– MinHo, Jjong, bajen a comer.

    Al bajar, todos, hasta mi padre, ya restaban en el lugar que correspondía en la mesa: Mi madre en medio de mi padre y TaeMin. Mi padre le dio a sentar a Jjong junto a él para ver lo mucho que había cambiado, aunque todos reímos cuando él se puso rojo cuando le dijo que no había crecido mucho. Ese era el trauma de Jjong desde que eramos unos niños.

     Así pasamos parte de la cena, muy amena con mi amigo y mis padres. Lo único que me incomodaba, y de momento me hacía levantar los vellitos de mi nuca, era la mirada penetrante que sentía de la única persona que no hablaba. Había estado aguantando el no verlo, me sentía intimidado, no sabía porqué me veía así. Después de un rato no aguanté mas y le miré. Efectivamente, él me miraba pero... A mí parecer esos no eran sus ojos, él los tenía café claros, muy bonitos, y en ese momento era negros, tenebrosos, su mirada estaba oscurecida, con rencor, odio, molestia. Me perdí idiotizado con esa mirada, que todo mi alrededor se volvió obscuro, las risas de los demás presentes cesaron despacio, en el cuarto solo quedábamos él y yo.

     Con su mirada clavada en la mía dijo.

– Él no oirá nada. – Esa voz, tan raspoda y dura, tampoco era la suya.

– ¡MinHo! – La voz de mi madre sonó en ese cuarto oscuro, y en cuanto el TaeMin frente a mí agachó su mirada, todo volvió a tener color. Miré a mi alrededor, me observaban algo preocupados.

– ¿Estás bien, hijo? – Miré a mi padre un segundo y volví hacia el pelirrojo, éste seguía mirando su plato como si fuera lo más interesante del mudo, su mirada ya no era la de hace unos momentos. Regresé hacia mi padre y asentí. No muy convencidos siguieron comiendo y haciendo bromas hasta que la cena se terminó.

     Subimos a mi cuarto, yo seguía algo ido a lo que dije que era cansancio, así que sin más nos acostamos a dormir.

    ~★~

– Ja ja ja ¿Qué te pasó MinHo? ¿Por qué esas ojeras? ¿A caso los "ruidos" de anoche no te dejaron dormir? – JongHyun se burlaba de mi apariencia, y efectivamente, yo no había podido dormir por los ruidos, a lo que me sorprendió él.

– ¿Te contó de los supuestos ruidos? – Mi padre le preguntó con un tono de burla. Estábamos todos almorzando en la mesa.

– Sí, señor, pero yo le dije que era solo su imaginación.

– Muy bien Jjong.

     No entendía Cómo es que el enano pudo dormir si como a las dos de la mañana empezaron los ruidos, pero no sólo los libros golpeando las paredes, sino que está vez se escuchaba que niños corrían en los pasillos, que de momento se chocaban contra las paredes y puertas. En ese instante recordé que en las historias hablaban de niños ¿sería que ellos tampoco descansan en donde deben? Qué triste.

   Estaba seguro que cuando un grito agudo recorrió toda la casa, él se despertaría, pero nada, él siguió babeando la almohada y la colchoneta en dónde estaba. En ese momento lo que él chico que venía con la casa me dijo regresó a mi mente. ~"Él no escuchará nada"~ y al igual que la primera vez, teníatenía Razón.

     Las bromas hacia mí siguieron pero yo me seguía preguntando ¿Por qué ellos no escuchan nada? ¿Por qué sólo yo? O ¿Será que las trabajadoras Sí escuchan? ¿O TaeMin? Él me advirtió y me informó anteriormente. Le miré, como siempre miraba su plato como lo más grandioso que hubiera, pero su rostro no reflejaba cansancio como el mio. ¿Ya estaría acostumbrado?

     Como hablarle me tenía en pendiente, preferí antes de ir a la escuela hablar con las señoras. Me metí en la cocina donde estaban lavando los trastes. Cuando entré me miraron extrañadas. Por el poco tiempo que tenía fui directo al grano y les pregunté acerca de los ruido y que si algo malo pasaba en la casa. Ellas se miraron preguntándose con la mirada si decirme o no, hasta que la que aparentaba ser su superior se me acercó. Me dijo que efectivamente algo pasaba, pero que a ellas no les correspondía decirme. ~"Habla con el chico, él sabrá decirte todo lo que quieras"~ fue lo que me dijo antes de casi sacarme a escobazos.

     No había remedio, le andaba corriendo pero todo indica una cosa.

     Tendría que hablar con TaeMin.

                 ~☆~

     Pasó casi un mes desde que Jjong se quedó en mi casa, casi un mes de que dejé de escuchar cosas, he podido dormir cómodamente, al principio como ya estaba siscado, tardaba en pegar un ojo, pero ahora caigo rendido; en las noches me siento como si hubiera jugado una maratón.

     Mi amigo no había ido a mi casa por asuntos de sus padres, después de clases lo mandaban a juntas que a ellos le correspondían pero querían que él se fuera familiarizando ya que su padre le dejaría su puesto. Pocos sabemos que en realidad quiere dedicarse a la música, pero no quiere defraudar a sus padres.

     Estábamos en el receso, en la misma mesita en el parquesito de la escuela. El enano platicaba animadamente con una chica de quién sabe qué año y grupo, yo solo me limitaba a saludar a las chicas y chicos que pasaban frente nuestro. Del poco tiempo que he estado, me he dado cuenta que JongHyun es popular por ser un chico problema, pero que saca Buenas calificaciones. También por estar en el equipo de fútbol y ser uno de los goleadores. Algunas chicas me sonreían coquetas o fingiendo ser tímidas que no matan ni una mosca.

     Yo también me ha ía vuelto popular. Ya que soy del tipo de chico atlético me metí a los equipos de fútbol, basket bol, voleibol y natación. Me encanta sentir el aire fresco chocar contra mi rostro y cuerpo, me gusta sudar y agitarme, la sensacion de que mi corazon lata tan rapido que quiera salirse de mi pecho, pero sobre todo, la sensación de ganar, de triunfo.

    A todas esas chicas solo les devolvía una pequeña sonrisa casi forzada, lo que últimamente hacía, era ver por todos lados buscando a un pelirrojo que en todo este tiempo parecía estar evitandome. Vivimos en la misma casa, pero se escondía de mi, nunca lo encontraba. Como había dicho JongHyun, en la escuela nunca lo veo, ni siquiera he visto a la Diva, me parece que no ha asistido por que me lo ha dicho mi amigo. Aunque no lo acepte frente a mí, ese chico le gusta, lo malo es que Jjong a pesar de tener su popularidad, ha de tener miedo a ser rechazado, lo unico que se permite es observarlo como menso cuando pasa frente a nosotros en los recesos, he logrado ver su cuaderno de canciones y a mi parecer, son inspiradas en él. Algún día haré la buena maldad de mandarle una de sus letras a ese chico.

     Estaba por darme por vencido de buscar al chico raro, cuando su figura menuda pasó muy veloz, al instante me paré con los ojos sorprendidos de mi amigo y de las chicas a su alrededor en mí, no les hice caso comenzando a seguir al menudito esperando no perderlo. Como a unos cinco metros de distancia le vi chocar con un tipo que, desde donde yo estaba, podía distinguir por sus facciones que se burlaban del pequeño. Acelera mi paso.

– ¿Qué tienes raro TaeMin? – Le daba ligeros empujones. – ¿Te sientes desprotegido porque la Diva no vino? – Los chicos que pasaban a su lado solo les miraban y uno que otro se burlaba o miraban con lastima, pero no hacían nada.

– ¿Pasa algo, TaeMin? – Ambos voltearon hacia mi yo solo quería que el pequeño me mirara, lo cual solo duró como un segundo ya que agachó su rostro para que no notará que sus ojos se estaban llenando de lágrimas.

– No te metas Choi, no quiero tener problemas con un nuevo.

– Sí no quieres problemas no te metas con él. – Le dediqué una de mis miradas intimidadoras, esperaba funcionara a pesar de la estatura, suele funcionar muy rápido cuando son de menor tamaño, pero él estaba a mi altura y tenía el cuerpo más grande que el mio.

– No siempre estarás, ni tú ni la Diva, Choi. – Termino llendose pasando por en medio chocando su cuerpo contra mi hombro. Tae y yo le seguros con la mirada.

     Tomé por los hombros al chico frente mio asustandolo.

– ¿Él siempre te molesta? – Busqué la mirada que siempre me huye. – Ya no lo hará. – La levantó sorprendido.

– Ejém – Un carraspeo me obligó a apartar la mirada. Era JongHyun, bajé mis brazos mientras me miraba pidiendo una explicación. – DaeWoo me dijo que te dijera que no te metieras, no sé a qué se refiere pero creo tu si.

~○~

     Terminando las clases me disponía a irme con JongHyun, después de ese mes se quedaría de nuevo en mi casa. Íbamos cruzando la cancha que dirigía a la salida cuando recordé algo. Esperaba que siguiera en la escuela, la Diva no había asistido, él se iría solo. Convencí a mi amigo de ir a buscarlo a los salones de segundo, también era atravesando la cancha y pasando por unas jardineras. Jjong me decía que probablemente ya se había ido ya que casi no habían chicos en esa sección, pero yo quería estar seguro.

    Para la mala o buena suerte él estaba ahí, lo que me hizo cerrar fuertemente mis puños fue ver esa cabellera roja moviéndose de un lado a otro frente a una negra. El chico del almuerzo lo tenia acorralado contra una pared, sin saber cómo o porqué caminé hacia ellos con pasos largos y firmes, al agresor lo tomé por un hombro jalándolo hacía atrás propinádole un golpe en la boca de tal fuerza que terminó en el suelo.

– TaeMin ve con JongHyun. – Este me miró sorprendido, asintió rápido, tomó sus cosas que estaban tiradas y salió corriendo hacia mi amigo. – Escúchame bien. – Hablé amenazador al chico en el suelo. – Te vuelves a acercar a él, tu labio no sera lo único que sangre.

     Me volteé sin más para regresar con los dos chicos que me miraban con los ojos muy abiertos.

– ¿Qué fue eso? – Preguntó JongHyun. Vi a TaeMin con la misma pregunta en su rostro. Les sonreí en respuesta.

– Vámonos. – Comencé a caminar.

     Ya en casa mi madre pegó gritos de emoción por vernos llegar a los tres juntos. Nos ordenó subir a cambiarnos para regresar a comer.

     JongHyun disfrutó un rato contando lo sucedido con el chico, mi madre me miró orgullosa mientras el pelirrojo como siempre miraba su plato, con la diferencia de que se lograba asomar una leve sonrisa junto con un sonrojo. ~"lindo"~

     Terminando saqué mi consola de videojuegos, TaeMin como un ratóncito lo sorprendimos tratando de subir las escaleras desapercibido. JongHyun me ganó la palabra al invitarlo a jugar con nosotros. Dudoso aceptó después de verme asentir con una sonrisa.

     Era cómico ver cómo mi amigo se molestaba cada vez que le tocaba jugar contra el menor ya que perdía ante él. ¿Cómo era posible que sacará así de rápido tres especiales de Hula? Así ni quién le gane.

     Estaba retorciendome de la risa cuando por fin una pelea fue el ganador; se puso a hacer un bailecito moviendo la cadera junto con el trasero y señalando con el dedo a Tae dicidole que era un perdedor. Una gotita estilo anime debería de aparecer en nuestras coronillas.

     Sorpresa que nos dimos cuando una manzana TaeMin le lanzó un cojin a JongHyun en medio baile dándole justo en el rostro. No sabia si lo rojo era por la vergüenza de que Jjong bailaba de ese modo burlándose, o por que se arrepentía de haber reaccionado así. Tres segundos de silencio por el asombro se apoderó del ambiente... Hasta que mi amigo lanzó uno en respuesta, yo me reia con ganas cuando dos cojines seguidos chocaron contra mi rostro, dando así una pelea de cojines.

     Sin darnos cuenta ya era hora de dormir, mi madre nos mandó a nuestras habitaciones, las trabajadoras (no me gusta el término "sirvientas") limpiarian nuestro desastre en la mañana. Subimos, Jong y yo nos cambiamos por nuestra ropa para dormir.

     Iba a cerrar la puerta del cuarto cuando noté la de Tae aún iluminada. Salí de mi habitación para entrar a la suya. Sin querer ya me sentía más en confianza. Vi que estaba sentado frente su escritorio con lápiz en mano sobre unas hojas, al notar mi presencia me miró; sus ojos reflejaban desesperación.

– ¿Qué hacés? ¿Necesitas ayuda? – Asintió. Me acerqué para ver qué era. Las hojas tenían número y letras. – ¿Qué materia es?

– Cálculo Diferencial.

     Tomé las dos hojas que me dio. Mi amigo entró al cuarto preguntando qué hacíamos, le enseñé y dije que ayudara. Para variar veíamos las hojas al derecho y al reves; no entendíamos nada. Y como no entendíamos nada comenzamos a ver tutoriales en YouTube. Santo YouTube que de todo me salva con tutoriales.

    Eran cerca de las 3:00 a.m, el cachorro estaba dormido sobre las diez hojas que se le dio a contestar. Estaba boca abajo sobre la cama, le quité las hojas de debajo antes de que las babeara.

– ¿Quién te da esta materia?

– Le dicen el Gallo, es un profesor que viene de México. – Yo no entendía casi nada de lo que estaba en las hojas, que lim.de x cuando x tiende 2, que f (x)= u/v. Desde ahora, la unica forma que soportaré ver "f (x)" sera con el grupo de chicas, de ahí, odiaré ese término. Junté las hojas que había sacado de los balbuceos con las 12 que yo tenia.

– ¿Y desde cuándo encargó esto? – Las puse sobre la mesa a un lado de él, sobre otras diez o doce.

– Desde hace tres días. – Dijo bajito. Apenado

– ¿Y por qué no empezaste antes? – Mi voz sonaba demasiado cansada, tenía demasiado sueño. Si tan sólo no hubieramos jugado hace rato y le hubieramos ayudado... En ese momento estaría más que en mi quinto sueño.

– Lo-lo siento... – Dijo apenado. – Pe-pero ya acabamos. Ya-Ya te puedes dormir...

– ¡iiiaahh! – (mala para las acotaciones u.u)

     Nos tapamos los oidos. Un grito desgarrador sonó por las cuatro paredes, la luz comenzó a parpadear. Miré a TaeMin, temblaba como un gato cuando lo sacas a la calle y ve pasar los carros.

– iaaaahh! –

     Sin pensarlo lo rodeé con mis brazos de forma protectora. El ambiente se tornó pesado, tenía una extraña sensación en el cuerpo. No refiriéndome al miedo ni a los nervios que me sacudía. Sino una sensación de pesadez... de una desesperación ajena...

¡Crack!

     El sonido de una barra rompiendose sonó en su ventana; no había nada. La luz se apagó, nuestras respiraciones eran agitadas. La luz de luna era lo único que iluminaba.

¡prr! (?)

Sonó el jalar de cortinas. La luz de la lámpara se prendió. Risas de niños en los pasillos. La luz se apagó.

– ...TaeMin...–

     Un pequeño susurro apenas audible. Tae pegó un grito haciéndonos caer al suelo cayendo él casi encima de mi.

– ...Tae... Min...–

     Éste parecía un vibrador de tanto que temblaba. Volvio la luz. En el suelo me senté, le tomé por debajo de los hombros jalando lo hacía mi pecho pasando sus piernas sobre las mías, se abrazó a mi cuello con muchas fuerzas.

     La luz se apago. Una sombra sin dueño se vio reflejada en el suelo, sus "pies" iniciaban donde la puerta del balcón. Comenzó a caminar hacia nosotros lentamente. Tae tenia los ojos tan abiertos que pareciese que se le saldrían en cualquier momento.

–...Tae... Min...-

     Yo no sabía de donde sacaba mi "valor", si esto me hubiera pasado en otro momento de mi vida, lo más seguro es que ya me habría desmayado o dado un infarto, pero en esta ocasión, me sentía con el deber de proteger al chico que tenía entre mis brazos. De hacer lo que fuera porque no sufriera, para que nada lo atormentara.

     Mientras avanzaba la sobra, como podía yo me arrastraba hacia atrás. Sabia que en cualquier momento tendría que chocar con algo y no sabía lo que esa sombra nos pudiera hacer si nos alcanzaba. A la vez me hacía la pregunta ¿Las sombras pueden hacer daño? Pero no quería averiguarlo.

     Volteé hacia atrás notando que estaba por chocar contra la cama, tome con más fuerza a TaeMin para poder levantarnos, pero este en cuanto sintió que se elevaba se abalanzó con fuerza hacia mi pecho haciéndonos caer de nuevo, raspandome la espalda al caer sobre el filo de la cama jalando las cobijas y haciendo caer también a JongHyun a un lado nuestro.

        En ese momento todo se fue.

Spoiler:

por Mary_18 Miér Abr 15, 2015 8:10 pm

Holaaa me encanta sigueleee por favor

por tiari Vie Mayo 01, 2015 10:50 pm

Spoiler:

~Creer~

De verdad ¿No me dirás por qué estabas abrazando a TaeMin en la madrugada? - Estábamos en la escuela con hora libre. Y JongHyun insistiendo.

En el momento en que JongHyun despertó después de caerse, las luces dejaron de parpadear, la sombra desapareció, la voz dejó de escucharse y el ambiente se alivianó.

TaeMin seguía temblando en mis brazos cuando mi amigo preguntó con una mirada confundida que qué teníamos. Le miré negando con la cabeza y volví a mirar el ventanal. Se veía una gran luna iluminando el oscuro cielo.

- Nada... - Dije viendo por la ventana acomodando mi barbilla en mi mano y recargando mi codo en la paleta de la butaca. -Que creerías. - Susurré.

Dormimos en el cuarto del menor, el cara de perro porque no quería caminar a mi habitación, y yo por no querer dejar solo al pelirrojo. Aunque yo no dormí, no pude pegar el ojo por estar pensando qué changos pasaba en aquella casa. Por qué changos llamaba a TaeMin. Y qué rayos querría lo que fuera que esté en la casa.

JongHyun me vio extrañado. Sabia que pensaba que le ocultaba algo, pero ¿Cómo le contaría algo de lo cual no cree? Si ni siquiera se inmutó de nada de lo que pasaba con su cuerpo presente. Lo que me hace pensar ¿por qué él no escuchó nada? Ni si quiera la primera vez ¿por qué cuando despertó todo se calmó? Lo miré como queriendo responderme con solo observarlo ¿qué había de diferente en él? Él escribía en su cuaderno de canciones.

En la mañana me sorprendió TaeMin al darme maquillaje para que no se notaran mis ojeras, recordé que la última vez que no dormí se burlaron por ellas ¿por qué tendrá maquillaje? No seguí pensando en eso y lo acepté.

Saliendo al receso me volvió a sorprender, estaba esperándonos junto a la jardinera que daba a nuestro salón. Le saludé desordenándole el cabello y nos fuimos a la mesita de siempre.

- Escuché que cuidaste de mi pequeño - JongHyun casi se atraganta con su comida por la voz que se escuchó detrás de nosotros. El chico... La Diva se puso frente a nosotros sentándose junto a TaeMin. Éste lo veía sonriendo ¿por qué lo ve de esa forma? Asentí. Me sonrió. - Gracias.

En el almuerzo casi nadie habló, se me hacia incomodo estar con esas dos personas. Todos pasaban viéndonos raro, extrañados de que esas dos personas estuvieran con nosotros así de repente. JongHyun me miraba de vez en cuando, él también debía de sentirse extraño, sobre todo porque su amor platónico estaba en frente, se debía de sentir nervioso o algo así.

Saliendo de clases igualmente nos estaban esperando ¿A caso el rubio se iría con nosotros? Así fue. El camino fue igual de silencioso; íbamos JongHyun y yo detrás de TaeMin y KiBum, como anteriormente lo nombró TaeMin.

En la casa nos cambiamos y bajamos a comer. Mamá estaba emocionada por el nuevo agregado. Le decía lo guapo y lindo que era, le preguntaba qué comida le gustaba, qué quería estudiar, qué música le gustaba. A todo esto mi amigo ponía mucha atención, pero la que ami me llamó fue: desde cuándo era amigo de TaeMin.

- Desde cuando yo tenía 7 y él 6. Lo conocí en un parque, unos niños lo molestaban y lo defendí. - Le miró con una sonrisa, parecía estar recordando ese momento. - Terminé todo sucio de tierra por haberme tirado en sima de aquellos niños pero, valió la pena. Desde ese día siempre lo busqué en el parque, al poco tiempo descubrí que íbamos a la misma primaria, y desde ahí no nos hemos separado. - No podía evitar sentír... ¿Celos? Supongo que mi cara demostraba algo así por lo que agregó después de mirarme - A lo mejor les sonará raro, pero lo cuido y lo quiero como a un hijo. - Me sonrió y por inercia le correspondí.

Terminando de comer KiBum dijo que quería hablar con nosotros, JongHyun y yo nos miramos con cara de "¿Qué querrá? ¿Qué hicimos?" No nos dijo nada más y nos mandó al patio de atrás.

El patio trasero era muy grande; habían un par de mesitas con su tejadito, pequeñas y largas jardineras al contorno del espacio hasta antes de llegar a la casa de madera de las trabajadoras. Habian grandes árboles. En medio había una gran fuente. Próximamente, si se autorizaba construirían una piscina.

Nos sentamos en una de las mesitas mientras los otros llegaban.

- TaeMin me contó lo que ocurrió en la madrugada. - Habló desde atrás. Yo no captaba por completo lo que significaba eso. El enano mucho menos.

- Tu sabes... - Comencé sin saber continuar.

- Lo sé, desde que tenía 12, - Se sentó frente a JongHyun para que TaeMin se sentara frente a mi. - Al principio también me reusaba a creerle, pensaba que tanto bullyng había sufrido que ya inventaba cosas.

- Pero... tu te burlaste de los chicos de nuestro salón cuando contaban las historias.

- Por qué son unos chismosos de lo peor, solo quieren molestar.

- A ver, - Dijo Jjong. - Ya me confundí, las historias son chismes, o no. - KiBum le miró un momento. Un momento con una mirada que le ponía los pelos de punta a JongHyun, parecía nervioso por que le miraba muy fijo sin parpadear.

- Ejem. - Carraspeé. Según yo, para sacar de ese momento incómodo a mi amigo que pareció sacar el aire que mantenía dentro desde que el otro le miraba. Qué aguante.

- Son entre chismes y verdad. - Me miró. - Pero eso lo contará TaeMin. - Miré al susodicho quien asintió con la mirada baja, con una expresión en su rostro que no reconocía y jugaba con sus dedos.

- Dicen-Dicen que, aquí había una familia, eso es cierto. - La voz le quería fallar. - Era una pareja con dos niños y una niña. - Tragó. - Cómo dicen las historias, les encantaban los libros, en las noches escogía uno y los leían a sus hijos.
- Ok, eso es verdad, pero qué con lo de los supuestos ruidos. - Los tres miramos feo a JongHyun. Pues claro. Él nunca ha presenciado nada y no creía en nada de esto, pero no entiendo algo ¿por qué? Y KiBum ¿sí ha visto o escuchado?
- Sé que tú no has presenciado nada. - Habló KiBum. - Yo tampoco hubiera creído si no me hubiera pasado nada.

- ¿Qué te pasó?

- Una vez nos encargaron un trabajo en parejas de distinto año, por supuesto elegí a TaeMin, vine a su casa por primera vez a quedarme. - Acunó su barbilla entre sus manos. - Aún estaba la gran señora Choi. - Miró hacia arriba figurando recordarla.- Me pasaron a la sala a esperar a que bajará. Escuché que él bajaba corriendo las escaleras gritando "Key" para cuando volteé al sentirlo atrás de mi, no había nadie. En ese momento pensé que regresó arriba por algo. Seguí esperando cuando sentí que alguien me tomó del hombro y tampoco había alguien. Ya se me empezaban a poner los pelos de punta y me preguntaba "¿A caso lo que Taeminnie me contaba era cierto?" Seguí sentado en el sillón y por el rabillo del ojo vi a dos niños correr. No podían ser amigos de Tae porque yo era el único. Hasta que llegó por fin TaeMin. Hicimos la tarea hasta tarde y nos fuimos a dormir a su cuarto. Como a eso de las 3 o 4 de la madrugada se escuchaban pasos en el piso de arriba, como caían libros y corrían en los pasillos.

- ¡Lo que yo escuchaba! - No pude evitar decirlo. No era mi imaginación. KiBum asintió.

- Y desde entonces le creo. Oye.-- Se inclinó hacia mi. - ¿Y no los has visto?

-¿Qué? -¿A quienes?

- Meivin me ha dicho que no.

- ¿Quién? - ¿Me perdía de algo?

- ¿Por qué será?

- Dicen que todavía no es tiempo.

- Me siento excluido. - Habló JongHyun fingiendo llorar, se me estaba olvidando que aquí estaba.

- ¿Quién es Meivin? ¿De qué hablan? ¿Y por qué JongHyun no ha visto nada? - Me sentía confundido y exasperado.

- No lo sabemos.

- Yo pensé que cuando se quedara la primera vez escucharía algo. - Dijo Tae.

- Pero... Tu me dijiste que no vería nada. - Recordé aquella vez en la comida cuando todo se tornó oscuro.

- No-no fui yo. - Agachó la cabeza. - Fu-fue "él'.

- ¿"Él"? - Arqueé una ceja.

- Sí, la otra parte de la historia. Continua TaeMin.

- Es cierto que eran pareja y disfrutaban leer con sus hijos pero, ella no estaba ahí por gusto. Él la mantenía por amenaza, que si lo dejaba la mataría a ella y a los niños. El tipo tenia un problema mental. Ella no sabía qué hacer, así que le pidió ayuda al mejor amigo de él. Ambos planearon un escape para los cuatro, pero los descubrió.Lleno de furia tomó un cuchillo de cocina, asustados el amigo le dijo a ella que huyera mientras lo distraía. Ella tomó a los niños y los trató de sacar. El señor apuñaló a su amigo y fue en busca de la mujer y los niños. Ella los escondió en la casa, cuando encontró a la mujer la apuñaló varias veces en el pecho. Buscó a los niños, encontrando a uno en el baño, lo metió a la bañera y lo ahogó. Al otro lo encontró en un cuarto y lo asfixió con una almohada. Y para que no lo dejaran ni después de muertos, firmó un acuerdo con uno de los malos, donde no dejaría libres sus almas hasta que destruyeran 'eso'. Y luego él mismo se disparó en la cabeza al ver lo que había hecho.

Me puse a procesar lo contado. 'Él' es el malo que hiso un trato con el que no es bueno y ahora las almas están aquí hasta que 'eso' sea destruido.

- ¿Y qué es 'eso'? - Preguntó JongHyun pareciendo más interesado.

- No sabemos.

- ¿Y por qué lo sabes?

- La señora Choi. - Dijo KiBum.

- La historia solo dice la muerte de los niños, falta la niña, podría ser... - Deduje sólito.

- Sí, es la nieta de esa niña, dicen que nunca la hallaron porque fue la única que pudo escapar, la encontraron unos policías y la llevaron a un orfanato, ahí la adoptaron, pero cuando fue grande y se casó, volvió a esta casa. Después de dar a luz a dos niños y una niña ella murió. Ha sido extraño, los dos hombres se fueron y la mujer se quedó, dio a luz a otros dos niños y una niña, a la señora Choi. Uno de los hombres es el padre de tu abuelo, MinHo.

N/A No sé ustedes, pero yo medio me re volví. Pero... Duda. ~~A HyuKii le gusta poner opiniones suyas o cosas así~~

- ¿La tía qué es para ti?

- Me adoptó. - Dijo algo triste. Supongo no debí preguntar, pero de cierta forma, me alegraba saber que no éramos familiares.

Todos estuvimos en silencio unos minutos. No sabia qué pensar ni decir ni hacer. Se suponía nos lo contaban por algo, para mi fue muy pronto y repentino. Apenas ayer estuvimos acercándonos un Poco a TaeMin. Y sigo con dudas ¿quién es Meivin? Y KiBum dijo que si no los había visto ¿a quienes? Y si TaeMin no es su familiar ¿por qué le llamaba esa sombra?
Empecé a fruncir el ceño. El pelirrojo colocó una mano sobre las mías que estaban sobre la mesa a modo de tranquilizarme. Me miró tímido pero con una pequeña sonrisa. Me quedé embobado viéndolo que los otros dos se me olvidaron.

- Chicos. - Mi madre estaba recargada en el filo de La puerta trasera. - No quiero interrumpir, pero es momento de que se metan y se vallan a dormir. - Asentimos y se fue.

No nos habíamos percatado de que en toda la conversación y los momentos de silencio se nos fue la tarde; ya estaba oscuro, el cielo estaba estrellado.

Momento de los "nos". Nos paramos, nos metimos, nos fuimos a los cuartos para cambiarnos y nos dormirnos.

Antes de que nos a costaramos salí de mi cuarto. Poco después salió TaeMin del suyo. Me miró y lo miré. Le sonreí y me sonrió.

- Gr-gracias. - Dijo bajito y sonrojandose.

- ¿Por qué?

- Por protegerme, - Alce una ceja. - De DongWoo y... de la sombra de ayer... - Sonreí más ancho por la ternura que me daba.

- Siempre te protegeré. - Desordené sus cabellos.

- MinHo, a dormir - Avisó mi amigo recargado de la puerta. Le hice una señal de que se metera, que en seguida entraba.

- Descansa. - Desordené nuevamente sus cabellos.

- Igual. - No me lo creía, me dejó helado por lo que hizo, no me lo esperaba, de verdad que no: Sé paró de puntillas y me dio un beso en la mejilla. Sin dejarme reaccionar se metió en su cuarto.
Con una mano en la mejilla y mirando al frente entré al mio. JongHyun estaba sentado en la colchoneta del suelo abrazando una almohada mientras me sonreía burlón.

- Espero no verme así frente a KiBum. - Se mofó.

- No, - Quité la almohada de sus brazos. - Te ves peor . - Le pegué con ésta mientras reíamos.

- Tienes suerte de que tu madre sea fijoshi.

- ¿Qué? - Me sacó de onda.

- Hace rato te encerraste en una burbuja mirando al chico, que no te diste cuenta cuando tu madre llegó, hasta fotos sacó con su celular. Estuviste lelo por minutos, créeme.

Juro que sentí Cómo mi cara se calentaba, de seguro hasta rojo como un tomate me puse. ¿Tanto así me perdí al verlo? Pero es que... Su mirada era... y su sonrisa... en esos labios... no me había fijado, pero eran muy bonitos; rosas y carnoso... Suponía mi cara debía de tener una gran sonrisa de un completo idiota enamorado. Y es que cuando me miró sus ojos...

- ¡Oh por Dios! - Mis facciones se tornaron de lo más serias. Mi amigo también cambió su expresión sonriente a una preocupada.

- ¿Qué pasa?

- Creo que Soy gay.-

Sí fuera anime, por mi comentario JongHyun estaría patas pa'rriba. Tomó la almohada y me la estampó en el rostro.

A mí me encató el final, así de MinHo babo
~~Alguien me podría decir cómo poner una imagen aquí? el fic tiene una portada.~~

por Charisma Lala~ Vie Mayo 01, 2015 11:58 pm

Hola!!! Soy nueva lectora jijiji la verdad es que leer esto, a esta hora, si me da un poquito de miedo, pero me agrada esta combinación de romance y terro (?) estaré al pendiente de la historia :) byee ^^

Pd: te diría como subir la imagen, pero estoy desde el movil y hace mucho que no subo algo a este foro, lo siento U.u

por tiari Sáb Mayo 02, 2015 11:38 pm

~Desde~

– Profe, el director mandó a llamar a Choi MinHo. – Dijo el rubio desde la puerta.

– MinHo. – El profesor dio seña de que podía salir.

Su amigo le miró extrañado, sabían que lo del director era una excusa. MinHo se preguntaba qué era lo que quería, se suponía el día anterior habían hablado lo que al rubio le interesaba.

Caminaron hasta el parquesito donde KiBum se detuvo bajo un árbol. Se volteó serio en un principio, al notar lo incómodo que estaba el otro le sonrió.

– Tranquilo, te quiero hablar un poco de TaeMin. - Se suponía debía tranquilizarse, pero se puso más nervioso.

– ¿De TaeMin? ¿Le ocurre algo? – Rabian pasado algunos unos días desde que platican y desde ahí se juntaban en los recesos para almorzar todos ju tos y después irse a casa de la misma manera y pasar n un buen rato. Había que aprovechar que todo estaba tranquilo.

– Podría decirse que si, pero nada malo, exactamente, ¿Qué sientes por él? – ¿A qué venía esa pregunta? Pero le hiso pensar.

¿Qué sentía? La noche anterior se puso como tonto a recordar las facciones del chico, de su rostro cuando agacha la mirada en las distintas situaciones, en la pequeña risita que el día de los videojuegos logró escuchar, la timidez de sus acciones. Se suponía le sacaba una sonrisa de tonto enamorado porque... ¿Debía estarlo? Si apenas hablaban. Aunque le emocionaba cada que le dirigía una palabra o esperaba ansioso porque lo hiciera.

Miraba el piso pensando, su rostro reflejaba que tenía una lucha consigo mismo, cosa que no le agradó mucho al otro chico.

- Escucha, - Levantó la mirada. - TaeMin así como lo ves, es muy sensible, no me gustaría que lo dañará con tu confusión, si es que lo estás. - Confusión. - Él es muy cariñoso con las personas que él realmente considera importantes o especiales para él, y por lo que vi ayer, eres uno de esos. Me ha contado todo lo que haces y que a él le gusta. Está entusiasmado contigo. Piensa lo que sientes y aclararé pronto, no lo quoero ver sufrir. - Dijo unos pasos laterales para darse paso al costado de MinHo dispuesto a irse.

– ¿Cuál es tu relación con él?– Preguntó de repente pensando que sonó algo tonto ya que ya lo había aclarado, pero bueno, quería asegurarse.

– Soy como... Su madre.

– ¿Qué?

– Yo lo he cuidado desde que lo conozco, hay momentos en los que da ternura y te dan unas ganas inmensas de protegerlo, a lo que para mí, es un instinto maternal, en mi, claro, en tu pudiera ser otra cosa. Y para que te relajes, yo ya tengo a alguien que me gusta. Y tú lo conoces perfectamente.– Terminó susurrando, pero el otro fue capaz de escucharlo perfectamente. Le sacó una sonrisa. Por él y por su amigo.

Terminado de hablar con Choi se fue a su clase. Esperaba que no hubiera escuchado lo último que dijo. Se sentó en su pupitre recargando su codo en la paleta y recargando su barbilla en su mano. Se le escapó una pequeña sonrisa al recordar.

Cuando recién había llegado el alto ojón cara de rana, sonrió más ancho, así le había apodado porque le cayó mal cuando lo vio. No era sus culpa, estaba celoso, le había visto en el salón del chico con ojos de cachorro y había notado que éste se cambió de lugar junto al alto, no era que lo tuviera vigilado, pero sabía en dónde se sentaba anteriormente. Luego le vio sentado junto al chico con ojos de cachorro en el receso, les había visto irse juntos a la casa del otro. No era que los estuviera siguiendo, sino que él iba atrás a una distancia considerable con su amigo pelirrojo igualmente a la casa de éste ya que siempre le acompañaba.

Habían sido un par de días que estuvo maldiciendo al chico nuevo por ser tan rápido inseparable del otro. ¿Cómo era que siendo nuevo ya no se separarán y él siendo popular ni un "hola" le haya dirigido? Siempre le miraba en los recesos antes de ir con TaeMin, siempre estaba platicando con alguna chica sonriendo le por alguna cosa, él sintiéndose patético porque nunca le había dirigido ninguna de esas hermosas sonrisas.

A veces le veía escribir en un cuaderno y siempre tenía curiosidad de saber qué escribía. Se enojó cuando al segundo día le vio al de ojos grandes tomar ese cuaderno como si nada.

Un día platicando con TaeMin se sintió avergonzado. Le estaba contando lo que el alto hacia con el bajito, de lo celoso que le ponía, cuando el pelirrojo le dijo ~"Es su mejor amigo de la infancia."~ Rojo que se puso. Le pregunto seriamente de que si estaba seguro. ~"Sí, los señores Choi le recibieron de ese modo, en la comida recuerdan cosas que hicieron en el pasado."~ Así que... Había estado celoso del mejor amigo...

A todo esto ¿Cómo le había conocido? Pues, qué pequeño es el mundo y la imaginación de la escritora. Los padres de KiBum trabajaban en la misma empresa que los del chico le gustaba;

Un día sus padres le dijeron que ya era momento de irse familiarizando con su futuro trabajo. Él estaba que si enojado. ¿"Familiarizarse"? Si apenas tenía 14 y lo que quería ser en el futuro era diseñador de ropa. Enfurruñado tubo que ir con sis Padres. Un rato estuvo vagando por las instalaciones de la empresa, por los pisos de hasta arriba vio a un Chico acostado de forma curiosa en un sillón; Su espalda estaba en los asientos y sus piernas recargadas en el respaldo. Le pareció gracioso que su cabeza estuviera casi volando al aire, se acercó para verle mejor. Algo se le movió adentro al notar Lo guapo que se veía dormido; sus pestañas largas reposando en esas mejillas que conducían a un pómulo masculino (?), luego sus cejas anchas pero que le daban a su rostro un carisma de cachorro. Parecia ser de su edad. Luego pasó a ver su demás cuerpo, no estaba nada mal, pareciera que empezaba a ir al GYM, se sorprendió a si mismo al estar comiéndolo con la mirada. Notando que empezaba a despertar se marchó corriendo. Estaba sonrojado.

En la junta que sus padres le obligaron a entrar le vio, ahí supo que su nombre era JongHyun, Kim JongHyun, hijo del supervisor Kim. Desde ese momento cada que sus padres le decían "¿vienes?" Siempre preguntaba si asistiría el supervisor Kim, y si recibía un "si" aunque extrañado, aceptaba gustosamente hasta el punto de apresurar a sus padres para llegar a la empresa. Era como su "mamá dame para el pan" para ir a ver al chico que atiende porque le gusta.

De suerte entraron a la misma preparatoria, la primera semana le había visto en uno de los pasillos, de ahí una razón del porqué era popular era para llamar su atención, lo cual le parecía difícil ya que aun siéndolo nunca se habían presentado dignamente.

JongHyun le conocía desde que entró a la preparatoria, todo el mundo hablaba del chico de ojos felinos, de lo extrovertido que era, de cómo se bestia. ¡Se hacia notar el muchacho! Estaba en el club de baile y le había visto moverse, no tenía ojos más que para él, desde entonces se interesó en el chico hasta caer rendido secretamente por él. Sin darse el valor para hablarle. Canciones escritas y tocadas dentro de las cuatro paredes de su habitación dedicadas para él. Canciones que pensaba nunca serian escuchadas por la persona que le inspiraba a escribirlas.

A las dos semanas de que el nuevo llegará, KiBum tuvo que faltar a la escuela hasta el día en que se armó de valor -y tubo la excusa/obligación- de hablarles por lo de la casa, había sido obligado a ir con sus padres a juntas de oficina a otras ciudades, siempre manteniéndose en contacto con su amigo; éste le contaba lo que pasaba con JongHyun y MinHo.

Los días que TaeMin le corría a MinHo era porque estaba asustado. El recordar lo de la noche donde JongHyun se quedó por primera vez ~" Él no oirá nada "~ le removida, el que dijo eso no era él, sino "él", no era la primera vez que se apoderaba de su cuerpo, ya lo había hecho anteriormente, donde pudo ver algunas escenas de la tragedia de la casa... odiaba esas imágenes; ver a un tipo que no pasaba de los treinta en el piso sobre un charco de sangre... una mujer con el pecho bañado de rojo sobre las escaleras... y sobre todo odiaba las imágenes de un niño inerte, con los ojos cerrados, las manos en puños... sumergido en una bañera. Y a otro tendido en la cama, con señales en la cabecera de haber tratado de luchar por su vida... odiaba con todo esas imágenes dignas para llorar de rabia, al igual que odiaba la sensación de poco a poco perder el control de su cuerpo, el hormigueo que se propaga por el cuerpo, sintiéndose ser aplastado, que no puedas hablar por más que lo intentes... el ver las cosas con los ojos cerrados. Ese día "Él" se había apoderado de su cuerpo para darle esa advertencia al chico nuevo. Temeroso de que volviera a pasar trataba siempre de evitarlo.

Pero la primera vez que compartió mesa con la nueva familia, él le había transmitido una sensación... que no identificaba. A pesar de huirle, en la escuela estaba al pendiente de él. Notaba Cómo se comportaba con las chicas y los chicos que se le acercaban, notaba que cuando hablaban se portaba algo lejano a ellos, que no prestaba mucha atención y solo sonreía por cortesía. Le gustaba que no le prestará mucha atención a esas chicas falsas, ellas eran las busconas que le molestaban y a las cuales nunca les hacía mucho caso. Siempre le parecía verlo pensando en otra cosa.

Un día se sonrojó al considerarse un acosador. Pero no era su culpa, solo tenia curiosidad de saber más de cómo era y por ello le observaba cuando le tocaba entrenar con sus equipos, se cachó él mismo emocionarse cada que el alto anotaba un gol o una canasta. Un sonrojo se apoderó de él al pensar que se veía lindo, guapo... e incluso sexy sudado. Se ponía molesto sin saber por qué al ver a las chicas y uno que otro chico gritar por MinHo mientras él se hallaba escondido, a veces le daba un pequeño impulso de querer acercarse mientras las chicas le hablaban después de cada entrenamiento para saber qué haría, pero luego de dar tres pasos hacia ellos las ganas se le pasaban y se regresaba.

Después de que el amigo de MinHo se quedara, había algo que no le gustaba: que no hubieron ruidos para nada en la casa. Curioso por ello le preguntó a Meison por qué, recibiendo la respuesta de que "él" le estaba robando la energía, que por eso caía rendido al sueño por las noches. Le molestaba y le preocupaba. ¿Para qué querría la energía? ¿Qué estaba planeando?

Ni Meivin ni Meison sabían qué planeaba, pero aunque fueran unos niños de seis años, ya sabían lo que pasaba, teniendo ellos sus propias ideas y planes.

TaeMin platicaba siempre con ellos en el jardín trasero cuando no ayudaba a las señoras. Les preguntó si ya se le habían presentado a MinHo ~"Aún no es tiempo"~ le respondió Meivin sonriendo juguetón para luego decirle que le tocaba encontrarlos. No le gustaba mucho jugar a las escondidillas con ellos. Siempre le ganaban.

El día que MinHo le defendió del grandote se sintió feliz al igual que emocionado, su corazón latía muy rápido y no sabía porqué, cuando Key le e defendía no sentía lo mismo. Pensó que, a pesar de que le agredieron en la mañana, ese era el mejor día de su vida por haber pasado una gran tarde con el alto y e bajito, día arruinado en la madrugada del siguiente por "él".

¿Por qué le agredia? Si era nada de la familia. Él había sido abandonado en una iglesia, lo llevaron al orfanato y a los cinco fue adoptado por la señora Choi, era una gran mujer, muy cariñosa y protectora con él, le quería como a su propio hijo. Cuando murió, se sintió destrozado y solo, sino fuera por su amigo, muchas cosas se le hubieran ocurrido... TaeMin pensaba que "Él" tenía que ver con su muerte, las trabajadoras la habían encontrado en uno de los estudios tirada en una esquina, decían que con el rostro figurando una mueca de espanto y con una mano en el pecho. Los paramédicos dijeron que sufrió un infarto. Para el pelirrojo: se le había presentado de frente.

Cuando el chico llegó a esa casa, las empleadas sentían algo de pena por él ¿Por qué la señora llevaba a un niño tan bonito a una casa en la que sucedían cosas? Pues nada, la señora se sentía muy sola y le había encantado el pequeño. Pero desde que llegó, las señoras siempre le veían jugar en la parte trasera, él decía que con los niños Meivin y Meison, las señoras se miraban extrañadas porque no había razón para que entrarán más niños. A veces se ponía a llorar, le preguntaban por qué a lo que respondía que los otros niños siempre le decían que jugarán a las escondidilas y hacían trampa ya que nunca los encontraba.

A medida que fue creciendo se le hacía raro que ni Meivin ni Meison lo hicieran. A veces le sorprendía y se le hacía curioso que cuando estaba en el para que, ellos siempre llegaban sin su madre, y que cada vez que le preguntaban que con quién jugaba ellos desaparecieran. Hasta que un día comprendió, que ellos nunca crecerán ni serian vistos por alguien más que él.

Dicen que los niños pueden ve cosas que los adultos no ¿por qué? Por que son inocentes, que no piensan mal, porque son angelitos recién llegados del cielo. O al menos algunos, pero ¿por qué a su edad los sigue viendo? Por que su mente no es igual que la de los demás, por pensar diferente, por ser diferente. Por ser de "mente abierta".

Los pequeños siempre han estado con TaeMin, momentos en los que éste no quisiera que estén por no poder ignorarlos, atrayendole problemas y ser tachado de rarito por hablar solo; como la vez que JongHyun le cachó en el baño, uno de los dos pequeños había hecho una travesura y le estaba recriminado cuando el otro chico llegó, no sabiendo qué hacer solo atinó a salir corriendo.

Acabé de desviarme el tema regresamos con MinHo.

MinHo regresó a su salón, JongHyun quería saber qué fue lo que el otro le dijo -No porque estuviera celoso, claro que no- solo tenia curiosidad. Donde que todos ellos hablan de lo que pasa en la casa y él no entendía nada.

De verdad que quería entender ¿qué tenía él de diferente? ¿qué tenían los demás de diferente? Se sentía excluido y de alguna forma le molestaba el no poder encajar en la única conversación donde estaba el chico rubio. Pero no sólo eso, si de verdad ocurría algo en esa casa como decían, ¿Y si les sucedía algo y él ni por enterado? ¿Y si no puede ayudar? No quería ser inútil para ellos. En ese tiempo todo estaba tranquilo en la casa pero decían que debía de ser por algo. Y cuando ese algo pasara ¿Podría servir de algo?

Por ser el mejor amigo de MinHo le dijo lo que habló con KiBum, JongHyun también le preguntó te que qué sentía por el menor. Pero parecía confundido. Nunca había estado enamorado así que no sabía si lo estaba. Nunca le había gustado una chica como pensaba que le gustaba TaeMin, no sólo por su linda cara, sino por su forma de ser, aunque nunca se había puesto a tratar con una chica.

– ¿Sabes algo? – Sé sentó en la cama del alto mirándolo serio, como si hubiera meditado lo que iba a decir. – Hay veces que te le quedas viendo, como la otra noche, parece que te gusta observarlo y transmites una especie de protección al chico. En la escuela parece que tu cuerpo va sin darse cuenta tras él preparado para protegerle de un momento a otro. – Detuvo un momento su hablar para pensar un poco mordiendo su labio inferior. – Pero pensándolo, pudiera ser que sea solo por querer protegerlo...

– No. – Brincaron por ser sorprendidos por la madre de MinHo, éste se puso rojo ¿Desde cuándo estaba ahí? Caminó hacia la cama tomando la cabeza de MinHo que estaba sobre la almohada, la quitó y se sentó recargando la cabeza de su hijo en sus piernas. Le sacaba una sonrisa saber que su hijo ya estaba experimentando sentimientos confusos, y ahí estaba ella para ayudarle. Comenzó a acariciar su cabello.

– ¿Usted cree que es otra cosa? – La señora le sonrió asintiendo cariñosamente.

– MinHo le mira como tu a KiBum. – JongHyun se sintió calentarse completo de la pena. – KiBum mira a TaeMin de forma protectora, muy diferente a la mirada de ustedes, par de enamorados.

– Señora Choi, le hablan por teléfono. – Avisó una señora del otro lado de la puerta.

- ¡Ash! Cómo molestan. – Parecía pequeña quejándose por irrumpir su momento de flojera.

– Má. – La mujer se detuvo en el marco de la puerta. – Gracias y... te quiero. – La mujer sonrió y se retiró.

~《☆》~

~En otro lugar~

– ¿Sabes cómo hacerlo?

– No estoy seguro.

...

Allí --->>>Energías
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