¿Qué si me acuerdo de qué se trataba? No, ¡qué va! La verdad es que sólo me acuerdo de que tenía muchas ganas de ir. No recuerdo los actos, ni nada de eso, ni si quiera lo que me obligaron a hacer cuando subí al escenario, de lo único que me acuerdo es de que estaba muy sonriente y no podía evitarlo, porque al fin, después de tantas semanas, tendría un momento a solas con él, aunque fuera por un tiempo pequeñito —y la mayoría del mismo en público— no podía borrar mi sonrisa de tonto porque estaba sentado a su lado, disfrutando del show y escuchando su hermosa risa, con la que me deleitaba cada dos por tres, cubriendo sus labios con el dorso de la mano, y achicando sus ojos mientras dejaba salir ése precioso sonido que me tenía y aún me tiene estúpidamente enamorado.
    Creo que estaba demasiado feliz, me excedí un poco. Claramente el manager Hyung nos dijo que si nos habían seleccionado entre los miembros exclusivamente a Taemin y a mí para ir al Gag Concert ésa noche, era porque íbamos a comportarnos como se debía y actuar como lo que éramos ante los ojos de todo mundo: Amigos… sólo eso, compañeros de grupo. ¡Qué difícil es! Y sé que suena tonto, porque ya llevamos buen tiempo juntos como SHINee, y hemos conseguido que poco salga a flote, inclusive eso nos ha traído más seguidoras, con las ideas que tienen respecto a Taemin y a mí, e incluso respecto a Jonghyun y a Kibum, pero enserio… ya me estoy cansando.
Su hermoso cabello rubio, cubriéndole los oídos, tan cerca de mí… Creo que me fue imposible el no mirarlo, aunque me cuidé de hacerlo cuando estaba seguro de que las cámaras estaban descansando. Había partes tan aburridas del concierto, y él opinaba lo mismo. Cada vez que sentíamos el deseo mutuo de besarnos, él se inclinaba cerca de mi oído y me susurraba cuanto podía.
    —Deja de mirarme así, Hyung, parece que me quieres comer —me dijo una vez, y yo me reí ante sus palabras—. Recuerda lo que dijo el Manager Hyung, actúen natural —continuaba.
    Y yo le pregunté:
    — ¿De verdad quieres que actúe natural?
Taemin sonrió porque sabía a lo que me refería, pero le sorprendió cuando lo tomé de la mano. Unas chicas gritaron en las butacas de atrás. Pude oír claramente lo que decían, nos habían visto tomados de la mano, así que movido por un impulso, alcé nuestras palmas entrelazadas y las mantuve allí por un par de segundos. Luego las regresamos a su lugar mientras Taemin me miraba muy asombrado y con su mejillas un poco sonrojadas. No lo solté hasta que él comenzó a reír y me dio unas palmadas en el pecho, susurrándome muy de cerca:
    —Voy a vengarme por esto.
Para ése punto, y realmente desde el inicio, yo no me quería ir, y Taemin tampoco, lo sé porque me llamaron al teléfono, me incorporé para contestarlo y cuando volví a mi asiento, junto a él, vi su cara de angustia preguntándome si acaso debíamos volver. Yo bromeé diciéndole que nos tendríamos que ir después de grabar. Su cara fue épica; la promesa del manager era que podríamos estar solos en el departamento por ésa noche si nos dedicábamos a grabar como se debía el Gag Concert. Luego me reí y le dije “Taemin-ah, estoy bromeando”. Volví la vista al escenario, y él lo hizo también; estaba sonriendo. Era adorable. Me moría por besarlo.
Tuve qué esperar buen tiempo, pero al final lo hice. En cuanto entramos al departamento, a sabiendas de que estaba solo, cerré la puerta y le robé un beso, inclinándolo hacia la pared. Él me abrazó por el cuello, cuando de pronto escuchamos las risitas de Kibum.
    — ¡Hyung! ¿Qué haces aquí? —preguntamos casi al mismo tiempo. Él se acercó a nosotros, llevaba un tarro muy pequeño de nieve en las manos, y contestó diciendo:
    —El manager Hyung me dijo que volviera. Le mandaron una foto de ustedes dos, tortolos, tan cerca que jura que se estaban besando — ¿Besando? ¡Mentira! Me moría de ganas pero… no era cierto—. No le hicieron caso~ —mencionó eso último de manera cantada, claramente se estaba burlando.
Yo suspiré rendido, al final no habría noche de pasión. Taemin se rió en mi cara, y me dio un beso corto en los labios, antes de correr al mueble, detrás de Key, para quitarle el control del televisor. Creo que me dejé llevar por la emoción... ¡Maldita emoción! Maldito Gag Concert, maldito manager… y malditamente hermoso Lee Taemin.

Chinas afortunadas, con un SHINee World en la ciudad más poblada de su enorme país. Por supuesto que estaría lleno, eso nadie lo dudaba, ni siquiera los cinco miembros del grupo, siempre esforzados en mostrarse humildes. Por más que su naturaleza les exigía lucir agradecidos y sorprendidos por ello, en el fondo sabían que sus presentaciones serían observadas por una gran cantidad de seguidoras, e incluso de seguidores. Por supuesto, eso no significaba que el hecho no les llenara de alegría.
Ya podían escuchar los gritos de espera tras bastidores, y aunque sólo restaban unos retoques en el cabello de los miembros de apellido Kim, dentro de la habitación más concurrida del momento, en la que se llevaban a cabo el maquillaje y los peinados, sucedía una conversación entre los menores del grupo, una especie de discusión que solía tomar lugar siempre, pero siempre, justo antes de un concierto.
— ¿Lo haremos o no? —preguntaba el más alto, pegado a la puerta del vestidor, al menor de cabello castaño-rojizo, mismo que se hallaba prácticamente en el pasillo, tan sólo esperando por el resto de los chicos.
—Minho, ya sabes lo que pienso… —respondió, mantenía sus brazos cruzados.
— ¡Por favor! —Empezó a rogar, dándole empujones en el hombro con sus fuertes manos—. Jong y Key lo hacen todo el tiempo… ¡Hasta Onew Hyung lo haría si se lo pido!
—Entonces hazlo con Onew Hyung —propuso Taemin, Minho pateó inconscientemente el suelo con la planta de su pie.
—No es lo mismo —se quejó, y ante sus quejas, el menor comenzó a reír. Minho sabía que se burlaba de su berrinche, así que para callarlo, se inclinó hacia él y le susurró al oído—. Escucha, no me estás dejando otra opción —Taemin experimentó su piel erizándose ante su aliento tan cercano, así que sin darse cuenta, descruzó sus brazos, y le miró con intriga—. Si no lo haces, gritaré que te amo en medio del escenario, incluso interrumpiré la presentación.
La mirada de Taemin expresó absoluta sorpresa. ¿Que lo amaba? ¿Así sin más? ¿Enfrente de todos? ¡Buena broma! Aunque bien era cierto que prácticamente ya se le había confesado en un reciente programa de televisión, en un concierto no era lo mismo… Y por eso Taemin no le creyó. Le dirigió una mirada ladina, a la que Minho sonrió, y justo después salieron al escenario, los cinco juntos.
Aún con su maldita amenaza, Taemin no quería y no iba a hacerlo, ¡no quería hacer fanservice! Y el motivo era bastante comprensible… Cada vez que Minho se le acercaba, lucía demasiado nervioso. No podía jugar con él de manera natural sobre el escenario, porque resultaría obvia su reacción corporal. Prefería mantenerse alejado. Pero ahora, con esa ingeniosa manera que Choi Minho tenía para conseguir lo que deseaba, no estaba seguro de qué hacer… ¿Gritar que lo amaba? “Jaja…” Taemin seguía riendo “Sí, claro”.
Fue durante la presentación de ‘Jojo’ cuando se dio cuenta de que ése joven de cabello negro era mucho más audaz de lo que ya conocía. Al final de su parte en rap lo escuchó, tan claro como el agua: “Taemin, I love you” Aunque había ocurrido mientras él mismo le daba un lightstick a una de las noonas del staff que danzaba la coreografía junto a ellos, no se pudo reprimir la enorme e instantánea sonrisa que se le dibujó en la cara. Minho no cumplió al cien por ciento con su amenaza porque obviamente no interrumpió la presentación, pero lo dijo con fuerza y entusiasmo. Su amado Choi Minho era un cabrón, y así de cabrón lo adoraba. Ni siquiera lo podía disimular. En cuanto escuchó aquello, el pedido fanservice le salió natural. En medio de la coreografía, cuando las luces se volvían oscuras, jugueteó con sus manos extendidas sobre el bien formado trasero de su Hyung. Él sonrió instantáneamente, casi podía escucharle decir “Entendí lo que hiciste”. Aumentaron la distancia y se miraron, ambos se sonrieron y continuaron con la presentación, de manera juguetona.
Fue después de un par de canciones más, cuanto el ingenuo Lee entendió el juego de palabras. Escuchó a Onew Hyung agradecer a la gente de Taipéi, y entonces recordó dónde diablos estaban. “Taipéi y Taemin suenan bastante similares” Pensó, luego miró a su pareja de ojos grandes, asegurándose de que éste notara su entrecejo fruncido. Minho sonreía, parecía complacido con ésa expresión de su cara, y gracias a su capacidad telépata para con el menor de los Lee, casi pudo oírle decir, muy de cerca: “Minho… eres un idiota”.
—Me engañaste —expresó cuando el concierto llegó a su fin, golpeando su pecho con el puño cerrado. Minho empezó a reír, por suerte nadie del backstage les estaba prestando atención.
—No lo hice —contestó riendo, y colocó su mano sobre una de las mejillas del furioso Taemin—. Lo que pasa es que tú fuiste el único que entendió lo que realmente quería decir.
—Imbécil —soltó, y Minho unió sus frentes, aún sonriendo.
—Te ves adorable incluso cuando te enojas.
Y rozó sus labios rápida y profundamente, antes de alejarse de él. Estaba contento, porque aún cuando había utilizado la ciudad como pretexto, lo había dicho y había confirmado la reacción que habría tenido Taemin en caso de que hubiese sido cierto. Aunque había utilizado esas palabras como amenaza, el maknae a final de cuentas no se molestó, al contrario que eso, actuó con mucha alegría, y Minho estaba satisfecho con ella, porque esa mencionada alegría era completamente natural, y esperaba que al menos alguien hubiese podido inmortalizarla en video, para ser capaz de encontrarlo y mirarlo… una y otra y otra vez.

    —Escúchame, Minho, cuando estemos ahí no quiero que hagas lo de siempre, ¿me oíste?
Debía ser como la quinta vez en el día que trataba de dejárselo en claro, y ése rano rapero siempre tenía la misma reacción, bajaba la mirada y asentía con la cabeza, casi con los ojos cerrados, como si estuviese cansado de oírlo, el muy idiota. ¿Qué creía que no me daba cuenta? ¡Soy Kim Kibum! Conozco todo lo que piensan hacer los miembros de SHINee aún antes de que lo hagan, y el transparente de Choi Minho no es la excepción.
Viajábamos en el coche mientras yo pretendía jugar con mi celular, y él fingía estar mirando el paisaje de noche por la ventana. Debo reconocer que todos teníamos miedo… Miedo de que al llegar al programa ¡éste tonto de los labios gruesos acabara arruinando todo! Y vaya que lo hizo, aunque pudo ser peor…
Creo que hasta yo lo terminé arruinando. Recuerdo nuestra llegada y a Na Eun oculta en una esquina, con el cabello sobre la cara. Minho soltó una estúpida excusa para abrazar a Taemin.
    — ¡Oh, Taemin-ah estás casado!
¡Ja! Como si el hecho le causara alegría. Con su efusiva y posesiva muestra de cariño, casi terminó lanzando a Na Eun a un lado. Yo tuve que abrirme paso para salvar el día, ¿y qué mejor forma de hacerlo que cantando una de sus ridículas canciones?
Era hilarante, y debo admitir que aunque le advertí a Minho que no hiciera sus estupideces —y ni siquiera pudo evitar hacerlas— yo tampoco pude evitar mi actitud de madre sobre protectora.
    Así fue como grabamos el episodio de We Got Married, donde teníamos qué fingir que nuestro supuestamente inocente y torpe Taemin estuviera casado, presentándonos a su esposa virtual y mostrándonos su casa. Creo que después de todo, yo lo manejé bastante bien, porque me gustan estas farsas, pero Minho… Minho era otro tema.
¡El muy imbécil estaba celoso! Y eso era obvio, ya lo estaba desde antes de que Taemin grabara el primer episodio. Creo que el hecho de que estuviéramos en uno de ésos extraños tiempos donde los dos acordaban terminar su relación, no hacía mejor las cosas… ¡Ja! Siempre regresaban. Pero ése no era el problema. El problema era la increíblemente poca capacidad que tenían para disimular sus cosas personales. Ya que Minho no podía reclamarle nada, porque no era su pareja en ésos momentos, no hacía más que expresar sus celos riéndose y molestando a Taemin, ¡tan inmaduro! Y Tae lo miraba casi como si tuviera que darle explicaciones, ¡tan malo para actuar! Aunque yo me reía en lo oculto, porque los dos en ésa situación eran demasiado graciosos. Llegó un punto en el que miré a Minho y éste comprendió, así que, casi riendo, dijo que les permitiríamos un tiempo a solas a Taemin y a Na Eun para que pudieran calmarse y actuar sin nervios. Salimos de su supuesta habitación, y Minho inmediatamente pegó la oreja a la puerta. Le golpeé el hombro y le susurré que era un tonto, él se giró hacia mí y me sonrió, casi como si dijera “Mi plan está funcionando, Kibum”. Y yo no dije nada en voz alta porque temía que mis reclamos salieran en televisión.
    ¡Pero vaya que le funcionó! Después de su ridículo actuar de ex-novio celoso durante casi todo el episodio, cuando Taemin regresó al departamento, luego de terminar de grabar lo que le hacía falta, yo lo saludé desde el mueble de la sala y lo primero que él hizo fue decir con tono apresurado:
    — ¿Dónde está Hyung?
    — ¿Jonghyun-Hyung? —me hice el desentendido—. ¿Jinki-Hyung? ¿Yo?
     — ¡Minho! —respondió casi gritando.
    —Hey, tranquilo… —le dije—. Está en su habitación.
Y acto seguido, salió corriendo hacia allá. Me pareció muy extraña su prisa, así que también corrí a la puerta de la habitación en cuanto Taemin entró, y acerqué mi oído a ella. Pude oírlos ahí dentro claramente, estaban conversando, pero no supe en qué momento se habían empezado a reír.
    — ¿Pasó algo? —escuché la voz de Jonghyun, venía del pasillo, con un lienzo en la cabeza porque se acababa de bañar.
    — ¡Shh! —le dije, y él se acercó para escuchar junto conmigo.
    — ¿Ya regresaron? —preguntó casi en mi oído.
    —Es lo que trato de averiguar.
    —Llevan un record, ¡casi un mes! —exclamó Jong—. Esto no pasaba desde Internet War.
    — ¿Y te enorgulleces por eso? —lo fulminé con la mirada, él se encogió de hombros, riendo.
    Cuando de pronto, escuchamos una de sus voces salir hasta nosotros.
    —Está bien, te perdonaré —era Minho—. Pero tendrás qué casarte conmigo.
La risa de Taemin fue tan sonora que también la pudimos oír.
    —Voy a mandar una solicitud al programa con nuestros nombres, Hyung —le respondió, sonaba bastante endulzado, así que suspiré con cierto alivio.
    —Olvídalo —le dije a Jonghyun—. Ya regresaron.
Nos quedamos ahí parados frente a la puerta, cuando de pronto, dejamos de oír que hablaran, y supusimos que ya se estaban comiendo mutuamente. Aunque quería entrar a interrumpirlos porque no soportaba que Minho abusara de mi bebé, hacía demasiado tiempo que estaban juntos, y yo ya no podía simplemente decirles que no hicieran “cosas”. Jonghyun comprendió esto, y tomándome de la mano para alejarme de la puerta, sugirió mientras me hacía caminar hacia la sala:
    — ¿Quieres ver una película antes de que llegue Onew-Hyung?
Yo lo miré unos segundos, y después, resignado, le sonreí.
    — ¿Por qué no?
Al menos el ruido de una película podría distraerme de lo que ocurriría dentro de aquella habitación.
      Días después Minho recibiría una llamada de atención del manager, y le diría que los productores tenían planeado meterlo a él en un episodio para tener una cita doble con Taemin y Na Eun, y otra de las chicas de A Pink para que fuera su pareja, pero debido a su estúpido y celoso actuar, me acabaron eligiendo a mí. ¡Larga vida a las farsas! Las odio, pero me divierten, sobre todo por las reacciones que tienen personas como Minho y Jong. ¡Porque Kim Jonghyun también es un celoso de primera!

11:30 p.m
Y no puedo dormir… Sé que tengo algo importante qué hacer mañana, casi todos los días hay algo importante qué hacer, y normalmente, debido al cansancio de ésa tremenda rutina, no me cuesta nada quedarme dormido, pero ahora, estando solamente cuatro de nosotros, me es tan difícil, que aún cuando llevo toda una hora completa dando vueltas sobre la cama, no consigo quedarme dormido. ¿Pero qué puedo decir para justificarlo? Si sé muy bien cuál es la causa: todo esto es culpa de él. Estoy tan acostumbrado a que esté aquí, a tenerlo cerca, molestando y abrazándome, incluso besándome cuando nadie nos observa. ¿Pero por qué tenían que elegirlo para grabar ése drama? ¿Por qué a él? ¿Por qué no a alguien más? No sé… Como a Siwon-Hyung, a él siempre le dan los papeles principales de los doramas, o a alguno de los chicos de EXO, estaría bien que actuaran, a nadie le importaría si nunca lo han hecho antes… ¿Pero por qué a Minho, a mi Hyung? Jamás creí que diría esto, viéndolo todos los días… Pero lo extraño, y lo extraño mucho.
No es que Sulli me desagrade ni nada de eso, al contrario pero… del sólo hecho de pensar que tiene qué besarla… ¡Ah! Tengo que cubrirme con la almohada, porque no quiero imaginarlo. Esto ya había pasado. ¡Siempre tienen qué hacerlo besar a alguien más! Y esta vez tiene que ser más de una vez… ¡No quiero que lo haga!
9:20 a.m
No sé cómo fue que me dormí a final de cuentas, pero ahora estoy aquí, en la van, con el resto de mis Hyungs, ellos hablando de cualquier tontería, y yo callado. Creo que notan que no estoy de humor. Jonghyun y Key han empezado a imitarme. Jinki Hyung se ríe por ello. Yo sólo me hago a un lado, miro por la ventana y suspiro. Hoy sí que será un largo día.
6:45 p.m
¡Después de tantas horas grabando por fin llegamos a casa! ¿Y saben qué es lo peor? ¡Oh sí! Que ya hay un nuevo episodio de ése dorama. Como siempre, Onew Hyung pidió que nos grabaran los capítulos que nos perdimos para mirarlos los cuatro juntos, aunque parece que tanto a mí como a Key Umma no nos gusta verlo, ¿pero qué se le va a hacer? Jonghyun y Jinki Hyung disfrutan de vernos a los dos sufriendo.
7:30 p.m
¡No puede ser! “Tae Joon se pone ebrio de manera estúpidamente repentina” ¡Vaya excusa para mostrar un beso! Todos se están riendo de mi reacción. ¡No es justo! No pensé que aparecería tan pronto.
—No me gusta —digo de repente, cuando ellos ya han dejado de reír—. Jonghyun Hyung, ¿lo notaste?
— ¿Qué cosa? —me mira él, estando sobre el mueble. Yo me encuentro en el piso, y le contesto desde allí.
— ¡La mirada! —Le aclaro, pero en vista de que Jong sigue sin entenderme, me dirijo a Jinki, quien está a un lado mío—. ¿Tú te diste cuenta, Onew Hyung?
— ¿Cuál mirada, Tae? —pregunta él. Yo entrecierro los párpados.
—Ustedes dos… son un par de despistados —menciono, justo antes de girarme hacia mi Umma, quien está también en el mueble—. ¡La mirada en la cara de Minho! Tú lo viste, ¿verdad Key Hyung? —Pero Key tampoco lo entiende, sólo me mira con sus ojos inexpresivos. Yo ya no lo aguanto más, y me reclino en la parte baja del sillón, abrazando un cojín, con fuerza, mientras hablo sin pensar y sin quitar la vista de la pantalla del televisor—. No sé… ¿creen que pueda gustarle Sulli?
Parece que conté un chiste. Todos se rieron, sin excepción.
—Más importante que eso —menciona Jonghyun—. ¿No creen que Sulli se ve igualita a Tae en los tiempos cuando aún no debutábamos?
— ¡Sí! —contesta Onew, como si acabara de resolver un acertijo—. ¡Su peinado de hongo!
— ¿De qué están hablando? —pregunto yo. Esto es raro, ya me hicieron enojar.
Key Hyung es el único que parece haberse dado cuenta, así que atiende mis palabras, y contesta así sin más:
—Busca fotos tuyas en la red y compárate con Sulli. Mientras tanto, déjanos a nosotros ver el dorama.
8:05 p.m
Casi como por arte de magia, seguí las instrucciones de Kibum Hyung, me alejé y los dejé ver el siguiente maldito episodio, mientras yo buscaba imágenes mías de mis tiempos antiguos en la red. Curiosamente, una cosa me llevó a la otra, y terminé buscando mi nombre junto al de Sulli. Ahora estoy impactado, dándome cuenta de algo que nunca antes había pasado por mi mente.
Así que marco rápido el número del celular de Minho, y espero a que me conteste, con los ojos bien abiertos. Creo que estoy siendo algo impulsivo, pero no me importa mucho, ¡tengo qué dejárselo en claro para que se lo piense dos veces antes de que el guión lo fuerce a volver a besarla!
— ¿Diga? —me contesta por fin.
—Tengo qué decirte algo interesante —me expreso, con mi tono de voz seguramente acelerado—. ¿Has notado que Sulli y yo somos como gemelos separados al nacer?
— ¿Apenas te das cuenta? —le escucho decir. Yo me sorprendo, y él sólo se ríe—. Tonto… De no ser porque era tremendamente fácil imaginarte viéndola a ella, no habría podido terminar ésa escena ni de broma.
¿Qué? ¿Enserio?
— ¿Qué estás diciendo? —le pregunto, sigo impresionado—. ¿Que te podría gustar porque luce como yo? ¡Eso no me deja más tranquilo!
— ¿Estás celoso? —vuelve a preguntar, yo ni siquiera me lo pienso antes de contestarle.
— ¡Por supuesto!
Él vuelve a reír, sacándome de quicio, ¡porque desearía tanto tenerlo enfrente y él ni siquiera se da cuenta!
—Esto ya había sucedido —me dice de pronto, interrumpiendo todos mis pensamientos—. En las otras veces en que he actuado he tenido que besar a otras chicas, y tú siempre me has dicho que no hay problema. ¿Pero por qué te pones así precisamente con éste dorama?
— ¡Por la cara que pones! —Contesto de inmediato—. Tu mirada en pantalla es tan profunda, es es… es casi como si…
— ¿Te mirara a ti? —él termina mis palabras, y yo siento como si mi piel se sonrojara. Creo que soy tan bruto que apenas acabo de entender las cosas. Minho solamente se ríe de manera dulce, y mi corazón palpita aún más fuerte cuando vuelvo a escucharlo hablar—. Eres demasiado lindo, ¿lo sabías, Tae?
—No me cambies el tema.
—Quiero verte ya.
—Hyung…
¡Ah, creo que el sonrojo va en aumento! Tengo suerte de estar hablando al teléfono, porque si me viera seguro se reiría más fuerte, estoy tan avergonzado que todo el enojo se ha ido y sólo puedo expresarme de manera penosa—. Voy a insistirle al manager para visitarte, ya no lo soporto.
— ¡Lindo! —se sigue burlando de mí.
—Te odio.
8:30 p.m
Y yo no puedo parar de pensar en la próxima vez que nos veamos, y en lo mucho que lo quiero de vuelta aquí, conmigo. ¡Es increíble! A pesar de haber hablado hace un momento con él, sigo extrañándolo. Maldita capacidad suya para hacerme sentir abandonado. Sí, ¿y qué? Todavía estoy celoso.

“Gracias” fue lo único que pudo decir, con una dulce sonrisa y los nervios subiéndole hasta la cabeza, justo después de haber escuchado su espontánea respuesta. No lo pensó demasiado antes de decir su nombre. Leyó la pregunta de manera mecánica, casi como si ya supiese qué decir de antemano, incluso mucho antes de hablar.
—Honestamente, si yo fuera una chica, el miembro de SHINee con quien yo definitivamente tendría una cita es… Taemin.
Y el menor recordaba su mirada perfectamente, sus ojos profundos que se dirigieron hacia él justo en ése instante, y el rastro de su sonrisa, ligera y algo seductora. No supo por qué, si no era más que una simple pregunta de un programa de radio, una que absolutamente todos habían contestado, pero al escucharlo a él, tan directamente y mencionándolo como su única y decidida opción, su corazón latió fuertemente, y una sonrisa instantánea se marcó en las comisuras de sus labios. “Porque Taemin es muy lindo”. De inmediato le agradeció, en respuesta a esos halagos que su mayor siempre le hacía.
“Eres muy bonito”, “Me gusta tu sonrisa”, “Taemin es muy talentoso”, “¿No es Tae el más atractivo?”, “Míralo, ¿no es lindo?”
Sin duda, cada día él lo expresaba aún más, tanto con Taemin mismo como con otras personas, pero Tae no se había parado a pensar en ello con profundidad hasta que lo escuchó aquél día. Cuando se lo preguntaron a él, de inmediato pensó en corresponder su interés, el interés de aquél a quien podía considerar prácticamente como su mejor amigo.
—Choi Minho-Hyung… —Respondió. Pero cuando le preguntaron ¿por qué? De pronto titubeó, no había considerado eso realmente, así que contestó con lo primero que le vino a la cabeza—. ¡Porque es Flaming Charisma!
Y entonces todos rieron, junto a sus exclamaciones de asombro, todo ese ruido llenó la cabina de audio. Incluso recordó a Jonghyun-Hyung gritar de pronto:
— ¡Una pareja ha nacido!
¡Y cuánta razón había tenido! Parecía ser el primero que se había dado cuenta de que algo extraño residía detrás de tantos halagos.
Siendo una simple cuestión de programas de radio, como la típica pregunta del tipo ideal, o de las situaciones vergonzosas dentro del dormitorio del grupo, Taemin debió haber dejado pasar las cosas, como todos lo hicieron. Pero los días fueron transcurriendo, y él comenzó a darse cuenta de que no había parado de pensar en ello ni por un solo momento. ¿Por qué su Hyung lo había escogido? ¿Y por qué le interesaba tanto conocer el motivo? Pensó tanto en ello, y en tantas otras cosas, que pronto se empezó a cuestionar por qué le agradaba tanto pasar tiempo con su Hyung, Minho, si cada vez que estaban juntos, Tae se ponía tan nervioso que le costaba hablar. Era diferente a su amistad con el resto de los miembros, con Jinki-Hyung existía enorme confianza, y a él sí que podía llamarle “mejor amigo”, Key-Hyung era divertido y lo trataba como a un hijo, y Jonghyun-Hyung era una especie de padre consentidor para él. ¿Pero Minho? Minho era otro tema…
Quizá, pensó Tae, le agradaba porque siempre le sonreía, y porque lo miraba como si estuviera orgulloso de él, aunque de una forma rara. Quizá le gustaba porque lo cuidaba de manera especial, o porque lo abrazaba cada vez que le era necesario… y cuando empezó a pensar en eso, dándose cuenta de que usaba la palabra “gustar” y no “agradar” o “simpatizar”… Verdaderamente las cosas empezaron a dar un giro completo.
Ya no podía hablar con Minho igual, ya no, no después de haberlo descubierto. Si de por sí, cada situación a su lado era incómoda porque se ponía terriblemente nervioso aún sin saberlo, cuando lo empezó a entender, su nervio debido a tal sentimiento se hizo incluso más grande, y no tardó mucho en cuestionarse si acaso alguien más ya lo había notado. Para su sorpresa, luego de tantas semanas viviendo angustiado por lo que pasaba… No, nadie lo notó, salvo una sola persona.
— ¿Estás molesto, Tae?
Se acababa de duchar, y lo había encontrado en el pasillo. El resto de los miembros se encontraba en la sala, y Minho parecía venir de allí.
— ¿Cómo? —preguntó, casi atónito y con su negro cabello aún empapado.
—Sí… —respondió Minho—. Tienes tiempo que ya no me hablas como antes. ¿Te hice algo?
—No, no has hecho nada, Hyung —se las arregló para responder sin titubear.
Y Minho, por otro lado, le sonrió con ternura, al igual que siempre.
—Bueno, me alegro —le dijo, justo antes de pasar por su lado, para dirigirse a la habitación que compartía con Jonghyun. No obstante, el pequeño Taemin, valiéndose solamente de sus impulsos, lo tomó del borde inferior de su camiseta, y apretó el puño sin darse cuenta, con mucha fuerza.
—Pero, espera… —lo detuvo, Minho se volvió hacia él, con algo de curiosidad en el rostro, por lo que Tae, luego de observarlo así, bajó la mirada, con timidez, y prosiguió con un delicado sonrojo en sus tersas mejillas—. La otra vez, en Shim Shim Tapa… Hyung, ¿por qué me escogiste a mí?
— ¿En Shim Shim Tapa? —repitió el alto con calma, prácticamente sin analizar las palabras, pues tan pronto se percató de la humedad en el cabello de Taemin, tomó el lienzo que llevaba en las manos, y lo alzó hasta su cabeza, para comenzar a frotarla delicadamente. Taemin se dejó hacer, aún confundido, hecho un mar de preguntas, y con el corazón latiendo al mil por hora, cuando de pronto, el atento y a la vez torpe Minho, reaccionó—. ¡Ah, el juego de preguntas! —exclamó sin más, Tae asintió. Así que bajando la toalla, el alto lo miró a los ojos y sin dejar de sonreír, añadió—. ¿No lo dije estando ahí? Porque eres lindo, Taem.
“¿Solamente por eso?” Se preguntó el pobre pequeño. Ya no podía negarlo. Su Hyung le gustaba, y mucho, por tanto, era de esperar que le lastimara el hecho de que él no lo hubiera entendido. Siempre lo trataba con mucho cariño, pero al parecer, ésa era su manera de ser, no había nada qué cambiar dentro de eso.
—Oh, bueno… —susurró Taemin, y después dibujó una dolida sonrisa—. Menos mal que ninguno de nosotros es niña, ¿verdad?
Minho también sonrió, en respuesta, justo antes de dar paso a uno de ésos incómodos silencios que entre ellos siempre surgían, y el menor comenzó a divagar, mirando para todos lados, y con el notorio rubor adornándole las mejillas. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Quién de los dos iba a hablar?
—Sí… bueno… —por suerte, fue Minho, devolviendo el lienzo a Taemin—. Creo que debo ir a dormir —agregó.
—Ah, está bien —dijo Tae, tomando la toalla y manteniendo su mirada fija en la nada.
Si se hubiera atrevido a levantar el rostro, habría notado que Minho estaba tan nervioso como él, y que se encontraba en un tremendo dilema. Ambos realmente se encontraban inmersos en su mutua timidez, dirigiendo sus miradas hacia todos lados menos donde en verdad debían colocarlas.
Sin embargo, fue luego de ésos segundos en silencio, que Taemin percibió la cálida mano de Minho rozándole la mejilla, y justo después sintió la parte superior de su cuerpo inclinándose hacia él. Le rozó los labios con dulzura, y el menor no lo podía creer. Mantenía los ojos abiertos por la sorpresa, y le miraba a él, tan de cerca, con los suyos finamente cerrados, tras esa cortina de piel y ésas pestañas largas y preciosas. ¿No era un sueño? Su corazón latió tan rápido que creyó que se le saldría.
Cuando el alto se separó de él, le susurró con ésa tranquila y hermosa sonrisa:
—Buenas noches
—Bue… —quiso contestar, pero no pudo hacer más que llevarse los dedos a los labios, y mirarlo a él alejarse hacia su habitación—. ¿Huh? —dejó salir aquello en soledad, confundido, aún sin digerir la enorme felicidad que después sobrevendría de aquello, de ése que fue su primer beso.
A pesar de que al fin lo entendía todo, de que por fin parecía que las cosas cobraban sentido entre ambos, y de que no estaba alucinando como creyó en un principio, el único pensamiento que pudo llegar a su cabeza de manera instantánea fue, con suma sencillez…

¿Pervertido? Tal vez lo era, pero una cosa puedo asegurar, todo fue culpa de él. Igualito que cuando se puso esos malditos pantalones rasgados, o cuando bailó en aquél programa de ésa forma que suele hacer cuando sólo está conmigo. La única diferencia es que ésta vez fue mucho más sutil, y en cierta forma… ¡diablos! Se lo agradezco tanto por eso.
Recuerdo la voz del coordinador de nuestros conciertos, y del manager Hyung al mismo tiempo, ambos recordándonos que para el próximo tour tendríamos qué escoger una canción que nos gustara para realizar un cover en un solo. Antes de que pudiera darme cuenta, todos habían hecho su elección. Onew Hyung escogió cantar una complicada balada de ópera (cosa que sólo él podía hacer). Kibum optó por “My First Kiss”, de un grupo con un nombre extraño; por lo que tendría que apoyarse en la grabación con alguna de las chicas de la empresa para presentar una especie de dueto (Key sí que lo tenía planeado). Jonghyun Hyung cambió sus solos habituales por “Girls” de Wheesung, una canción que le gusta mucho. Y Taemin-ah, él… bueno, él sólo dijo con una mirada pensativa, clavada en el suelo, y con sus preciosos labios abultados, de ésa forma que hace siempre que está pensando en algo con detenimiento, que después escogería alguna de nuestras propias canciones, eso era algo seguro. Yo era el único que no tenía ni una sola idea de lo que podría presentar. ¿“Replay” en versión Rap? ¿“Milk Tea” acaso? Fue lo que pregunté, pero al instante me recordaron que yo ya sabía cómo eran las cosas, que no podía aburrir a nuestras fans, y que por ende, era imposible repetir canciones, tenía que elegir una nueva. Sin embargo, sólo me daban un día para decidirlo. Jamás había estado en un dilema tan grande por una simple presentación en solitario.
    Los días fueron pasando, y cuando llegó el momento de efectuar los primeros ensayos generales, la idea vino a mi mente como una salvadora.
Metidos en el salón de prácticas, después de ensayar por enésima vez el performance de “Lucifer”, cada uno se repartió en el salón y empezó a tontear y a aprovechar el tiempo de descanso. Yo me senté en una esquina y los miré a ellos actuando natural. Jonghyun, Kibum y Jinki Hyung tonteaban en una esquina, mientras que Taemin realizaba una creativa coreografía con una de nuestras canciones reproduciéndose en su celular. No alcanzaba a escuchar con claridad cuál era porque traía mis audífonos puestos, en un intento desesperado por descubrir la canción que utilizaría para mi propio solo, pero observando a Tae allí, a tan sólo unos metros de distancia, y bailando de esa manera de la que sólo él era capaz, me resultó imposible concentrarme en el sonido de mi reproductor de música. ¿Cómo podía ser tan provocativo? Llegó un punto en el que me extravié completamente en sus movimientos, y perdí el hilo de las canciones que reproducía mi mp3, por lo que sólo fui capaz de reaccionar cuando una de las tantas melodías del aparato expresó lo que yo estaba pensando justo en ése momento, mientras observaba los sensuales movimientos de Taemin.
No sabía qué estaba ocurriendo alrededor mío, de repente me perdí en mis recuerdos y en mi imaginación, tanto, que no me di cuenta ni de en qué momento Tae se había detenido.
    —Hyung, ¿estás bien? —me llamaba, se había acercado a mí—. Tierra llamando a Minho~  —insistió. Luego se sentó a mi lado, sin borrar su sonrisa—. ¿Qué escuchas? —Para entonces yo ya me había retirado los audífonos de los oídos, y él, estirando una mano hacia mí, me pidió que le prestara el reproductor—. ¿Ya decidiste cuál canción usar? —negué con la cabeza. A pesar de todo el tiempo que llevábamos conociéndonos, y del incluso más increíble tiempo que llevábamos juntos de un modo más especial, me había puesto nervioso por estarlo mirando como lo hice, así que sólo fui capaz de negar con la cabeza, mientras él escuchaba la canción que se estaba reproduciendo en el MP3. Empezó a mover los hombros al ritmo de la música, adorablemente, justo antes de preguntar: — ¿Qué tal ésta? Me gusta para ti.
    Yo me alcé de hombros.
    —Estoy perdido, Taem. Falta poco y yo aún no he decidido qué canción...
    —Calma —me tranquilizó—. Esta te quedaría perfecta. Sólo hay que decirle al mánager, pero por lo demás, yo te ayudo con la coreografía.
    — ¿Lo harías? —sonreí al instante. Él correspondió a mi sonrisa, y asintió con una energía y una ternura tal, que no pude evitar acariciarle el cabello y atraerlo hacia mí—. ¡Oh~ te amo! —le dije mientras lo abrazaba, y tenía toda la intención de besarlo, de no ser porque él me apartó inmediatamente.
    —Hey, recuerda lo que hablamos sobre ser cariñoso durante las prácticas.
    —Está bien, es verdad. Lo siento.
Me separé, poniendo mis brazos al costado. Tae solamente me sonrió con ésa hermosa tranquilidad suya, y se incorporó para dirigirse de nuevo a donde se hallaba anteriormente, y reanudar la coreografía que prepararía para “Romeo+Juliette”, en su propia versión. Para mí, ése solo suyo sería el más brillante de todos.
    Y entonces las personas se fueron escapando como moscas del edificio de la SM. Jonghyun tuvo que retirarse por un compromiso, Key tenía qué grabar un programa y Jinki Hyung se sentía un poco enfermo. Al final nos quedamos sólo Tae y yo en el salón, con unos cuantos bailarines, practicando la coreografía de la canción de Usher, “OMG”. Pareció un sueño cuando ellos se retiraron para comer, y al ritmo de los movimientos de Taemin, quien continuaba mostrándome los pasos para el clímax de la canción, me acerqué a él y lo asalté por detrás, de modo que él se dio cuenta, porque observaba mi reflejo a través del espejo, pero no se movió; cuando lo abracé, colando mis brazos bajo los suyos y entrelazando mis puños por encima de su vientre, lo único que él hizo fue sonreír. Yo recargué mi barbilla en su hombro, y sin siquiera pensarlo, empecé a repartir besos en su mejilla. Luego caí en cuenta de que todo el edificio de la SM tenía cámaras, y el salón de prácticas no era la excepción. Tae pareció darse cuenta de esto, pues cuando sintió mi cuerpo rígido, comentó con diversión:
    —Tranquilo, la he cubierto con una mochila y tu botella de agua —ante mi mirada estupefacta, apuntó con el dedo índice hacia el rincón en el que se encontraba la cámara de seguridad—. Mira, hasta parece que se cegó por casualidad —diciendo esto, se volvió hacia mí mientras sonreía, mirándome de frente.
Yo no pude evitar sostenerlo de las caderas, y pegarlo más a mi cuerpo mientras le susurraba a una corta distancia de los deliciosos labios.
    —Pensé que no querías que me mostrara cariñoso en este lugar —sonreí y comencé a morder su cuello con ligereza, al tiempo que aventuraba mi mano rápidamente sobre sus prendas. Cuando llegué a su entrepierna, se carcajeó suavemente sobre mi oído, erizándome la piel con su fino aliento.
    —Esto no es ser cariñoso, ¿o sí? —cuestionó, al tiempo que enredaba sus brazos en mi cuello.
    — ¿Entonces qué estoy siendo? —le contesté, volviendo a repartir besos en sus mejillas, cortos y provocativos. Él respondió con toda la naturalidad del mundo:
    —Un pervertido.    
Lo único que hice fue reír con mi voz ronca, justo antes de volver a acercarme hasta su boca.
    —Pues a mucha honra —murmuré sobre ella, y entonces lo besé.
Él correspondió a mi beso con desenfreno, incluso fue el primero de los dos en introducir su lengua en la cavidad ajena, y cuando ambos necesitamos separarnos por la falta de aire, él sostuvo mi labio inferior entre sus dientes y le dio un tirón mientras sonreía. Taemin sabe cuánto amo que haga algo así, pero también sabe que cuando lo hace, significa una sola cosa…
    Sí, sí… Podré ser un pervertido, pero obtuve su ayuda para la coreografía, la presenté con todo éxito durante los conciertos, y lo más importante de todo, logré uno de mis más anhelados y oscuros sueños guajiros: Ser algo más que “cariñoso” con la persona que me vuelve loco, en el salón de prácticas de mi lugar de trabajo. ¿Qué si alguien nos descubrió? No, para nada, nadie lo hizo, ni hasta la fecha lo han hecho. Como dice la canción… “Oh my gosh, i'm so in love” ♪.