Título: Love Story
Autor: LuzDChoiMinho&Key
Genero: Angst, Drama & Romance
Couple/Pareja: 2MIN
Nota: Hola, hace muuuuuuuuuuucho que no hacia un oneshot e.e' y pues aquí les dejo uno, que hice en mis momentos de locuras -justo ahora cof cof- xD... Espero que les guste ¡ENJOY!

PD: Lamento las posibles incoherencias que pueda tener e.e'... es que yo lo corregí, pero mi sonso hermano me reinicio la PC y no pude guardar cambios, asi que se me enoje y lo publique así xD -notese que me la reinicio 2 veces ><-



-Abuelo, abuelo. Quiero oír su historia de nuevo – una niña de escasos 8 años le rogaba a su anciano abuelo que le contará la historia de su vida, ciertamente ya había repetido esta misma tantas veces, que cada que la contaba, regresaba a aquel tiempo, donde él era feliz con el amor de su vida aunque nunca estuvieron juntos.

-Claro que si, Sulli, el abuelo te contará la historia de nuevo – le regalo una hermosa sonrisa a aquella niña que sonreía cada que su abuelo le contaba su “Love Story”. La sentó en sus piernas y comenzó a relatar.

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Era el año de 1985, todo completamente diferente a como es la actualidad en este momento. Más puro, más limpio, más de todo lo que te puedas imaginar. Yo era un joven vivo, un leñador de una casona, en la cual, mandaban los Lee; familia de mi Taemin. Yo solo me dedicaba a cortar leña para abastecer aquella casa, tan solo era un muchacho, pero mi familia era muy pobre y todos teníamos que trabajar. Sin duda, aunque fueran tiempos lindos, igual eran muy duros y para nosotros aún más, ya que prácticamente dependíamos de la familia Lee para sobrevivir. Mi madre murió cuando yo nací, por tanto, mi padre se encargó de educarnos a mi hermano Jonghyun y a mí. Mi viejo se encargaba de las caballerizas y mi hermano ayudaba en los mandados de la cocina, había veces en las que me ayudaba a cortar leños, pero el odiaba hacer ese tipo de trabajos. Decía que lo que le gustaba era la cocina, y si la única forma de estar cerca de aquella era siendo el mandadero de las cocineras; pues lo haría.

Yo no conocía de vista a la familia Lee, solo trabajábamos para ellos y punto, ciertamente no teníamos por qué involucrarnos con ellos. Mi trabajo únicamente consistía en hacer mi trabajo; los leños. Ya que mi padre nos advertía sobre acercarnos a los hijos de los señores. “No los quiero cerca de la casona mayor” nos repetía cada que nos veía a unos metros de aquellos aposentos. Nosotros solo asentíamos, ya estábamos acostumbrados a solo estar por las jardineras; nuestros lugares habituales.

Pero un día por obra del destino o aun no logro saber por qué, tuvimos que entrar mi hermano y yo; y no, no porque quisiéramos o tuviésemos curiosidad de hacerlo, simplemente teníamos que, porque al parecer no había nadie más en la casa y se escuchaban unos ruidos extraños, pues, nos asustamos al pensar que un ladrón quisiera entrar, no nos importó lo que tuviera que decir nuestro padre después, y, solo nos adentramos a aquella morada totalmente desconocida para unos peones como nosotros.

-Minho, no hay nada, ya, regresemos. Si papá se entera nos dejará sin comer – Mi hermano se estaba poniendo nervioso, pues la última vez que estuvo cerca de aquella casona, mi padre lo castigo dejándolo sin comer por ese día.

-No, Jonghyun, que tal si es un ladrón. Vamos, papá no se enterará – lo convencí y seguimos caminando más hacia adentro.

-Ya viste no… - unos ruidos extraños llamaron nuestra atención.

-Aah… Ayuden… me… - se escuchaba ligeramente una vocecita que pedía auxilio, a una distancia corta de donde nos encontrábamos. Buscamos el chillido y lo encontramos:

Un jovencito se encontraba en el piso tosiendo a más no poder, parecía que moriría si no hacíamos algo para ayudarlo.

-¿Q-Qué le pasa? – no pude emitir otra palabra, no sabía qué hacer, estaba muy nervioso.

-Tonto, necesita ayuda – mi hermano si sabía cómo reaccionar - ¿Qué hacemos? ¿Joven? – A aquel joven se le hacía difícil hablar, por lo que solo nos señalaba unos muebles que se encontraban cerca.

-P-Por A-Ahí – solo eso logro emitir antes de ser atacado por aquella tos, que parecía en cualquier momento, lo mataría.

Mi hermano comenzó a abrir los cajones y comenzó a revisar… saber qué cosa, pues no sabíamos que buscar, ya que no nos dijo lo que necesitaba, así me uní a la búsqueda junto con mi hermano.

Tome un artefacto blanco que jamás en mi vida había visto: un tubo blanco que tenia la forma de esos artefactos que se encuentran en los submarinos para ver hacia fuera, con un botecito en la punta (autora: mi descripción para inhalador para asma fue asco, lo siento) y se lo mostré; era como la décima cosa que le mostrábamos en busca de lo que buscábamos, solo que esta vez se exalto, por lo que supuse que si era eso lo que quería. Corrí hacia donde yacía aquel jovenzuelo aun tosiendo. Aspiro con la boca de este y después su respiración se tranquilizó, haciendo que mi hermano y yo suspiráramos del alivio, por un momento creí que no la libraría.

-Muchas Gracias – aquel adolescente se recuperaba de aquel episodio, agradeciéndonos por llegar a su auxilio.

-No te preocupes, suerte que le dije a mi hermano que siguiéramos – había veces en las que mi hermano me sacaba de mis casillas. Y más cuando metía.

-Claro, yo fui el que se moría de miedo por lo que papá puede hacernos – actué sarcástico ante el comentario que había hecho mi infeliz hyung.

-Debes relajarte, Minho – enserio que me daban ganas de golpearlo.

-¿Qué? – comencé a acercarme a él con intenciones de golpearlo, pero una dulce risita robo mi atención y mis ganas de golpear a mi tonto hermano desaparecieron al admirar aquella expresión tan hermosa.

-Son muy graciosos, me llamo Taemin – espeto una dulce sonrisa y sus ojos emanaban felicidad al vernos.

-¿Verdad que si lo soy? Minho es un amargado – le dedique una mirada de odio que evadió -. Me llamo Jonghyun y él es mi amargadito hermano; Minho. – Sonrió de nuevo e hizo una reverencia a la cual secundamos.

-Creo que si ustedes no hubiesen estado aquí, estaría muerto ahora mismo –

-Suerte que nos pasamos por aquí-yo no podía emitir palabras aun, solo miraba embelesado aquella sonrisa del jovencito.

-S-Soy Minho – ahora que lo pienso si estaba mal en ese momento. Había algo en ese muchacho que me hacía actuar como un completo idiota.

-Enserio que eres un idiota, Minho – mi hermano se encargó de recalcar algo que ya sabía.

-No se preocupe, yo lo entiendo, el susto que les di los debió haber asustado – agacho la cabeza, haciendo que sus lindos ojos se entristecieran. – Yo… - no lo deje terminar.

-No, no es eso, solo que a veces suelo ser un poco tonto – ahora sí, yo mismo me estaba insultando, acción que hizo que mi hyung estallara de risa.

-Apenas se dio cuenta – se agarraba el estómago mientras reía sin cesar.

-¡Ya! – le di un golpe en la cabeza que hizo que se callara.

-¡Auch! ¡Agresivo!- sobaba la parte afectada, haciendo que nuestro pequeño espectador riera tiernamente.
-Tenemos que irnos, si necesitas ayuda… aaaammmm… puedes hablarnos, pero que nadie se dé cuenta –susurre, para después jalar a mi aun sentido hermano.

Y así fue como constantemente Taemin nos visitaba a mí y a mi hermano, pero más a mí porque como ya conté, él –Jonghyun- se la pasaba en la concina. Aquel muchachito me hacía pasar ratos amenos, en los que era totalmente feliz, solo que se escapaba para poder visitarme, nunca me enteré como lo hacía. Según lo que me había contado, estaba enfermo de asma y sus padres lo cuidaban mucho, no salía casi nunca de la casa, por lo que nunca lo vi cerca, aunque jamas había visto a nadie de la familia Lee. Mi pequeño me contaba todo lo que hacía durante el día. Y así, yo también le contaba todo lo que hacía, en cierta forma me gustaba escucharlo hablar, a pesar de que sentía que era muy delicado. Más bien se me asemejaba a un muñequito de porcelana, el cual se quebraría si tenía contacto con él.
-Hyung ¿te gusta tu trabajo? – siempre se dedicaba a preguntarme cosas triviales, a las cueles yo contestaba amablemente.
-Aunque no me guste, tengo que hacerlo – conteste.

-¿por qué?

-Porque si no moriría de hambre y ya no tendrías Hyung – sonríe carismáticamente, pero él se tornó un poco asustado.

-No, no yo quiero que hyung este conmigo por siempre – eso se me hizo muy tierno, a pesar de que siempre me considerarme una persona fría.

-No te preocupes, pequeño, no te dejaré por nada – alborote sus suaves cabellos y le regale una sincera sonrisa.

-Tampoco yo, nunca lo dejaré, Hyung-

Y así pasa un año, en el cual Taemin y yo nos veíamos y cada vez me volvía más dependiente a sus acciones, sentía que si no le veía por un día, moriría, como si fuera fundamental para mí verlo a diario. Ese niño se había convertido en alguien muy especial para mí. Solo que en ese momento no sabía con exactitud lo que sentía por él.

Un día como todos los demás mi hermano llego corriendo como un demente. Ciertamente era extraño, pues este no corría a menos que algo malo o muy bueno estuviese pasando.

-Minho, tienes que irte ¡ahora! – no entendía la razón de su histeria y del por qué tendría que irme.

-¿por qué? ¿Qué pasa? – estaba muy confundido, y mi hermano apenas si podía respirar por lo agitado que se encontraba.

-Se enteraron que Taemin y tu tenían una amistad muy íntima y piensan que tú le hiciste algo malo – espeto con la respiración cortada.

-Pe-pero yo no le he hecho nada al muchacho – me quede en shock al escuchar aquellas palabras. Yo nunca sería capaz de hacerle daño a ese niño; MI niño.

-Lo sé, hermano, explícalo a ellos, no a mí – desde el principio esto me dio mala espina. Sabía que esto no era lo peor que pasaría.

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-¿Qué paso después de eso abuelito? – la niña se tornó triste, a pesar de su corta edad, entendía todo muy bien.

El anciano suspiro y después continúo:

Lo más doloroso que me pudieron haberme hecho, más bien una de las cosas más dolorosas: se llevaron a Taemin, lo alejaron de mí. Y así pasaron los años, yo no sabía nada de mi pequeño, cada día se me hacía eterno sin él a mi lado. Era como una pesadilla donde la peor parte se prolongaba más y más.

Hasta que un día volví a saber de él, no tienes idea lo feliz que me sentía al escuchar sobre su regreso cuando todos nos sentamos a comer. Fue una de las alegrías más grandes de toda mi vida, incluso aun llevo esa felicidad aquí en mi corazón. Si mi niña, desde de que se fue Taemin me di cuenta que llegue a enamorarme de él como tienes una idea, aun ese sentimiento vive en mi como si los años no hubiesen pasado. Aun lo amo y siempre lo amare. Solo que fui completo tonto por no decírselo antes, ahora me arrepiento, sabes. Nunca pude decirle lo que sentía. Y, aunque no te negare que en el momento en que mencionaron su nombre yo me alegre demasiado, después lo peor de la historia se avecino.

-Lo siento, Minho – mi hermano me daba un abrazo fuerte y fraternal, sentía todo su apoyo, aun así me sentía pésimo.

-¿por qué se fue, Jonghyun? ¿Por qué? – mis amargas lágrimas salían de mis ojos sin parar. - ¡¿POR QUÉ?! – estalle. – aún tenía que decirle que lo amaba, que siempre estuve enamorado de él.

Mi hermano también lloraba, el verme así realmente causaba lastima, hasta yo mismo me daba lastima.
Pero tu abuelo fue un tonto y lo sigue siendo, pequeña.

¿Sabes? Lo más difícil de todo, fue verlo ahí, en el ataúd, aun con su expresión fina, como mi muñequito de porcelana. Quien ahora ya no estaba conmigo para hacerme preguntas tontas y lindas a la vez. Ya no estaría más conmigo, ya no, mi niño se había ido para nunca volver. Y créeme, estaba dispuesto a irme con él sí. Pero me declaré un cobarde por no haberlo buscado antes, por no decirle con anterioridad lo que realmente sentía al verlo, al olerlo, sentirlo cerca de mí.

Al tocar su carita pálida y sin expresión alguna, pude notar en su manita un papel que, a decir verdad, me pareció extraño que nadie lo notara antes. Yo estaba con él porque me infiltre sin permiso, no me dejarían entrar y ahora que me encontraba junto a mi niño no tenía intenciones de irme, por más que me corrieran. Tome aquel papelito que tenía en su mano y lo abrí cuidadosamente, me limpia las lágrimas que me impedían ver lo que decía aquella hojita:

Minho hyung ¿sabe? La vida es muy corta, en este momento probablemente yo ya esté muerto. Siento no haberme despedido de usted, pero lo que más siento es haberlo amado y nunca habérselo dicho antes. Usted me enamoro con cada sonrisa que me sacaba, con cada mirada que me proporcionaba. Siempre viví enamorado de usted, desde que lo conocí mi vida fue un poco más interesante. Ya que, yo todo el tiempo estaba encerrado por esta estúpida enfermedad, que ahora me separa de usted. Solo quiero decirlo: LO AMO y aunque no pude decírselo en vida, me voy la satisfacción de que usted sabrá mis sentimientos. Lo malo es que nunca sabré lo que usted sentía por mí, eso entristece ¿no?...

Lo siento, siento haberme ido. NUNCA olvide que LO AME y LO SEGUIRE AMANDO, incluso si no estoy en este mundo.

Siempre suyo, Taemin.

Mis lágrimas caían con más desesperación, como una tormenta. Si tan solo hubiese sabido antes todo esto. La cosa más triste que pudo haberme pasado en toda mi visa. Aun no logro saber cómo es que sigo aquí, vivo. Después de aquello, lo que le siguió a mi vida fue pura tristeza. Más y más tristeza.

Mi hermano se casó, yo seguía solo y así quería quedarme por el resto de mi vida, hasta morir y rencontrarme con mi Taemin.
Pero la vida siguió dándome sorpresas y me casé. Me duele porque nunca fui capaz de amar a tu abuelita por más que lo intente. No negare que se trata de una persona muy buena, y la cual me soporto siempre, lo menos que se merecía era mi fidelidad y amor, por lo que ya no le mencione más acerca de mi amor por Taemin, tu nena, eres a la única a quien le he contado esta historia. Y quiero que seas la única persona que lo sepa.


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-Claro que si abuelito- la nena se acurruco en los brazos del abuelo y se durmió profundamente.



Llego un día en que aquel anciano falleció, su nieta, ya estaba grande y aun guardaba la historia de su abuelo, algo que juro nunca olvidaría. La joven en vez de entristecerse por la muerte de su abuelo, se alegró, sabía que su abuelo ahora era feliz con quien amor por siempre. Sabía que ahora ellos dos estaban juntos, y aunque no negaba que le entristecía, tan solo imaginarse lo feliz que se encontraba el anciano que más quería en el mundo, todo se tornaba mejor.

Enterraron a Minho justo al lado de su amado Taemin. Ahora podrían estar juntos para siempre.
Siempre.

FIN~