¿Alguna vez te has imaginado que la persona que amas en realidad no es lo que tú pensabas?, digo si esa persona a la que tú amas con locura en realidad te estuviera ocultando algo que no es del todo “bueno”… En el nombre del amor ¿lo perdonarías si te jurara amor eterno?... Sé que es difícil, ¿verdad? Sin embargo, hay personas que viven con ello. ¿Tú lo harías? Pondrías el amor en primer lugar a pesar de que sabes que el amor de tu vida en realidad está enfermo, pero este mismo no lo acepta y tiene doble comportamiento. Si, con la persona que ama es súper cariñoso e incapaz de aplastar a una mosca. Pero por las noches no precisamente mata moscas; no precisamente animales. Es difícil de asimilar, pero para vivir con ello en realidad, tienes que amar con locura a esta persona, ¿no es así?

Taemin despertó de un sueño inusual. Las pesadillas no cesaban, pero esta había sido distinta. Minho estaba ahí, pero había alguien más del quien no pudo percibir su rostro. Solo los veía, no pudo escuchar nada de lo que estos hablaban.

Después de meditarlo unos minutos vio el reloj de techo que se encontraba enfrente de su cama. Se levantó al darse cuenta que se le hacía tarde para ir a trabajar, tenía cita con un nuevo psicólogo, pero ya estaba harto que siempre le preguntaban sobre si había sufrido violencia física por parte del pelinegro.

Se bañó y de inmediato salió. Había pedido permiso para llegar tarde por lo de su cita, pero prefirió no ir. Había decidido a olvidarse de todo lo que paso, sabía que de alguna forma eso era imposible. No podría olvidarse de todo así de rápido, pero se prometió tratar de ser el mismo de antes.

Llego a tiempo al salón donde enseñaba coreografías y se dispuso a cambiarse para después comenzar con las clases. Lo mismo de siempre; rutinas diferentes que enseñar, pero lo cotidiano para él. Como siempre el único que logro llevarle el paso fue Kai. Al rubio le caía muy bien ese chiquillo. Le recordaba a él cuándo era más joven, casi casi se podía ver reflejado en ese muchacho tan alegre y dispuesto a seguirlo en las coreografías.

-Ahora sí, terminamos. Vas mejorando, Kai – El profesor despeino ligeramente el cabello del más joven causándole una sonrisa.
-Hyung, ¿le molesta si lo acompaño a casa? – por fin el joven pelinegro pudo hacer algo que consideraba “un avance más”. Estaba dispuesto a confesarle a su profesor lo que sentía y nada ni nadie lo iba a impedir.

-Claro que si Kai, vamos – el mayor le quiso dedicar una sonrisa, pero le fue imposible.

Caminaban los dos en silencio, el más joven se encontraba la mar de nervioso. No sabía si decir en ese momento lo que sentía por su profesor. Era un temor más allá del nerviosismo normal, aquel era un miedo que calaba los huesos como cuando la perdida de calor hace que sientas una sensación escalofriante, y lo peor de todo era que no podía quitarse aquel sentimiento. Nunca antes le había pasado aquello.

-Entonces, Kai ¿te gusta mucho el baile? – definitivamente el mayor ya se había percatado del momento incomodo en el que se encontraban.

-Sí, mucho – sin lugar a dudas la respuesta era más que obvia, solo que el mayor no encontraba otra manera de iniciar una conversación sana con su alumno. -. D-Desde pequeño siempre me ha apasionado el baile – titiritaba ante un frio que solamente el más joven percibía.

-¿Estas bien? – el rubio se percató de que algo que no hacía sentir del todo bien al pequeño. –. Es mejor que vayas a casa, creo que te dará un resfriado – toco la frente del menor que se abrazaba a sí mismo para calmar aquella sensación tan horrible.

-Tiene razón, siento no haberlo podido acompañar hasta su casa – agacho la cabeza en señal de pena y a la vez decepción. Estaba decidido a que esa sería lo noche en la que se declararía, pero aquella tormentosa sensación había arruinado sus improvisados planes. Salió corriendo después de despedirse de Taemin.

Las calles por donde el joven corría estaban extrañamente solitarias y no había ni un alma transitando por las aceras. Una situación realmente aterradora, ya que, la noche amenazaba con caer oscura, con el cielo ennegrecido por las nubes rellenas de agua. Ni en sus pesadillas se imaginaba en una escena así. Kai comenzó a acelerar el paso cuando se sintió acechado. La sangre le bombeaba más de lo normal. Sentía un profundo miedo. Lo único que quería es estar en su casa, pero a unas cuadras antes de llegar tropezó, y procedió a levantarse rápidamente, sin embargo, alguien lo detuvo y lo agarró del cuello, ahorcándolo sin compasión.

-N…oo – tosía aquel jovencito y trataba de quitarse aquella mano que presionaba su respiración.

-No quiero que estés cerca de Taemin – aquella persona seguía presionando con más fuerza, ciertamente no tenía intenciones de detenerse hasta terminar con la vida de aquel adolecente a quien le era imposible zafarse de aquel agarre mortal.

De pronto lo soltó como si el atacante mismo se estuviese forzando a soltarlo. Kai comenzó a toser y recuperar el aire perdido hacia unos instantes, mientras por su estado estático impulsado por la sorpresa no lo dejaba correr. Gracias a esto pudo notar un comportamiento extraño de parte de aquella persona que acaba de atentar contra su vida.

-No, yo quiero que lo mates. Solo que se aleje de Taemin – era una escena de verdad extraña; su atacante prácticamente estaba hablando consigo mismo, mientras respiraba rápidamente por la adrenalina del momento. En ese instante en que las piernas del más pequeño se desvanecían, estaba la mar de confundido con aquella situación. – Aléjate de Taemin, por favor. No sé si pueda controlarme si veo que intentas algo con él. Así que me mejor vete – Se desvió hacia aquel joven quien miraba impresionado con los ojos abiertos en demasía. - ¡¿Qué esperas?, verte! - el grito de su agresor hizo que este reaccionara y saliera huyendo rápidamente, aunque dando pasos algo torpes.

Al día siguiente en los periódicos matutinos anunciaban el escape de uno de los internos del manicomio. Taemin no se había percatado de aquella noticia, por lo que su día transcurría normal en el salón de coreografías. Este se encontraba un poco preocupado, ya que, su alumno estrella no había acudido a los ensayos, el joven pelinegro no faltaba a los ensayos si lo que tenía no era grave. Por lo consiguiente procedió a preguntar por él.

-Eunhyuk – llamaba a uno de sus estudiantes, que aunque era muy bueno, a veces se rezagaba. El sabían que este joven vivía cerca de la casa de Kai - ¿No sabes por qué no vino Kai? – interrogo con una expresión de preocupación formándose en sus ojos.

-No, la verdad no sé nada de él. En la mañana se rumoraba que lo intentaron asaltar, pero de verdad no es más que un rumor, así que no puedo asegurarle nada – respondió su alumno sincero, ante el cuestionamiento de su superior.

-Bien, una cosa más ¿podrías darme su dirección? – Estaba dispuesto a desmentirse, no se iba a quedar con aquella duda, a parte que la culpa amenazaba con aparecer, ya que, el menor lo había acompañado hasta su casa, considerando que sus casas no quedaban del todo cerca. Y esto implicaba un riesgo para aquel jovencito. Eunhyuk le anoto la dirección del joven pelinegro en un papel. – Gracias – tomo aquella hoja y la guardo en su maleta. Estaba decidido a ir a casa del jovencito.

Saliendo del salón tomo un taxi y le entrego la dirección al conductor, para que este lo llevase hasta casa de Kai. El taxi comenzó a avanzar, Taemin solo miraba atraves de las ventanas, admirando los pocos minutos del día.

El taxi se detuvo frente a una casa que no era ni muy lujosa, pero tampoco era del mar ver. Miro el número de la dirección proporcionada por su alumno y comparo para asegurarse si era ese el lugar donde tocaría. Al comprobar de inmediato toco aquel timbre y le abrió una señora, quien supuso que se trataba de la madre del joven pelinegro.

-Sí, ¿Qué se le ofrece? – la señora atendió de una forma muy amable.

-Aquí vive Kai ¿cierto? –

-Oh, sí. Solo que él no se encuentra bien en estos momentos –

-¿Qué le pasa? ¿está enfermo? – ciertamente el rubio estaba preocupado.

-No, lo siento, no sé si a él le gustaría que yo compartiera con usted esto – hizo una pausa quedándose pensativa – le diré que está aquí… - dio unos pasos y luego regreso -, Disculpe ¿Cuál es su nombre?-

-Soy Taemin, su profesor de baile – la señora solo asintió y se perdió en unos segundos.
Unos minutos después la señora regreso.

-Dice que pase, necesita hablar con usted – Taemin solo se adentró a la casa, la mamá de Kai le indico la dirección de la habitación del joven.

El rubio toco la puerta del cuarto del joven pelinegro, estaba nervioso y preocupado, por alguna razón sabía que lo que Kai tenía que decirle no era del todo bueno.

-Pasa – la voz de Kai hizo resonar y a continuación, el mayor entro con cuidado.- ¿A que se debe su agradable visita, hyung? – El rubio se sorprendió al ver lo pálido que se encontraba el muchacho. Y se sento a un costado de su cama.

-¿Qué te paso? – Su preocupación aumento al verlo en ese estado.

-Nada, solo tuve… - buscaba excusas, no quería decirle la verdad, tenía mucho miedo de que el hombre que lo ataco regresara y lo asesinara -, Estoy algo resfriado – contestó.

-Bien, vine porque tú nunca has faltado antes y pues me preocupe. Espero que te mejores pronto – revolvió sus cabellos -. Siento que tenga que irme tan pronto, Kai. Pero necesito hacer un papeleo. Que te mejores pronto, vuelve cuando puedas.

-Espere… - Tomo la mano del mayor antes que este se levantara de la cama.- Tenga cuidado, hyung – el joven musito con clara preocupación emanadas de sus palabras.

-Claro que lo tendré, Kai – Puso su mano el hombro del mas peque y después se levantó y salió de la habitación del joven pelinegro.

:eaea: Noona subio actu *-* :eaea: