Se encontraba sentado en el piso del baño mirando la luz blanca que estaba en el punto medio del techo de este. ¿Bacterias? En ese momento no le importó y posó todo su cuerpo desnudo sobre la fría loseta mientras que el agua caliente que caía de la regadera contrastaba a esta. Su mente recordaba cada momento de la última semana y media que había pasado; y aun más los últimos 3 días. Pero algo que vino a terminar de hacer su día fue una conversación apenas antes tenida, si es que eso había sido una conversación.

—Onew –ah… —su voz sonaba algo cansada. —no te vuelvas loco.


El teléfono móvil comenzó a sonar de la nada, sinceramente le parecía algo raro ya que solo sonaba cuando la batería se agotaba o cuando le mandaban promociones. Tomó el aparato y miró quien era; no dudó en contestar.

― ¿Yeobusseyo? ―

―Ah… ¿JinKi hyung? — la voz del otro lado le era tan conocida pero se percataba de algo en la voz del otro lado, algo que nunca había escuchado en ella.. — ¿Tienes tiempo? Necesito hablar contigo…

— ¿Dime qué pasa? — el buscado respondió rápidamente al notar el tono de voz, pero un silencio fue lo único que recibió como respuesta.

Esperó y esperó a que aquella persona volviera a llamarle o le enviara un mensaje; pero solo se quedó en el esperar. Por fin; por fin había sonado el teléfono por el motivo que desde hace días había deseado. Al fin lo había escuchado, aunque no de la manera que él quería.


Ahora ahí tirado en el piso se hacia una pregunta ¿Por qué no había marcado él? ¿Por qué no le había regresado la llamada? El se temía lo peor, pensaba que eso era una mala señal. Algo que desde hace unos días andaba rondando en su cabeza, pero lo creyó imposible. Mientras se masajeaba los pies intentaba organizar sus ideas y lo más importante, reunir el valor para decirle ¿Qué es lo que estaba pasando? Por algo él era el mayor.
Ciertamente tenia días que él no había tenido contacto alguno con él, pero MinHo sabía perfectamente el por qué; aunque esa no fuera una escusa. Esta última semana había sido tan difícil para él, tan dolorosa que solo de recordar le hacía llorar a mares. Problemas escolares, familiares, entre amistades ¿Qué más podía pedir? Cuando lavaba su cuerpo y el jabón calló a sus pies, recordó que estuvo a punto de perder el derecho de examen para la admisión a su universidad; caminó tan rápido para impedir que eso le pasara, que literalmente los pies le sangraran. Ahora para caminar tenía que sostenerse de algo, aun no entendía como esas simples heridas en los pies le estaban causando tanto dolor en los huesos de sus piernas. ¿Era el estrés? Pero como no iba a tener estrés, como no iba a estar dolido si para sus padres no era el hijo que querían. Sus amigos, lo tenían como alguien dejado, alguien que no se esfuerza. ¿Cómo mierdas no se esforzaba? Si no era así, ¿Cómo había llegado hasta donde estaba?

¿Estaba molesto con MinHo? En lo más mínimo. Es solo que no quería molestarlo con sus problemas, el se había enterado que estaba pasando por algunas situaciones al igual que él. La escuela, su familia; no quería molestarlo por el momento y solo dejar que pasaran los días rápidamente. Onew comprendía que no solo él pasaba por momentos difíciles, por eso no quería ser una molestia. No es que se olvidara de él; en muchas ocasiones había tomado el celular y comenzado a escribir un mensaje pero por alguna u otra cosa habían surgido cosas que no le permitieron poder enviarlo. Además tenía tantas cosas en la cabeza, tantas cosas por hacer. Días atrás había visto por la internet una pregunta ¿cómo era? “¿Cambiarias o quitarías algo del pasado?” Fue más difícil procesar aquella pregunta que responderla. “Si, el hecho de nacer”


El celular comenzó a sonar y en ese momento se le olvidó que apenas y podía caminar; no es que el dolor se haya ido, solo que en ese momento no lo importó. Corrió y lo tomó esperando que fuera él. Pero cuando vio el contenido del mensaje, sedó cuenta de que todo esto se le estaba yendo de las manos.

Duele…

Inmediatamente se puso lo primero que encontró sobre su cama y se sentó sobre ella pensado en que hacer, de qué manera decirle todo lo que también él se estaba guardando. ¿Debía decirle que él también esperaba por él? Todos los días de alguna manera le hacía saber por lo que estaba pasando, indirectamente, pero se lo hacía notar; pero nunca había acudido a su encuentro. No es que le fuera a contar lo que estaba pasando, no le compartiría su dolor, pero solo esperaba algo por parte de él. Pero a pesar de eso, entendía también la situación del otro y sabia que no debía enojarse o sentirse mal por eso, solo esperaría a que tanto uno como el otro tuviera el tiempo necesario. Odiaba el ser el mayor y pensar como gente grande, odiaba cuando era tan maduro. ¿Pero cómo no iba a pensar que no estaba pasando nada si él mismo MinHo le dijo que cuando algo no le parecía tenía que decirlo de frente? Tal vez por eso se confió, pensó que si algo estaba haciendo mal él vendría y se lo diría de la manera más amable que podía; de esa manera que tanto amaba él. En estos momentos no alcanzaba a entender cómo es que habían llegado a este punto.

Un nuevo mensaje llegó a su celular y fue el peor que pudo haber recibido por parte de él. “¿No te importo?” Eso le cayó como balde de agua fría, le dolió hasta los huesos. Decir que le importaba cuando dejó de hacer todo lo demás e intenta idear la forma de decirle que no todo estaba bien. ¿Ahora podía decir que no le importaba? ¡Dios! Mientras el perdía el tiempo en que decir todo se estaba yendo a la mierda. ¿Qué debía hacer? ¿Qué iba a hacer? No sabía ni como iniciar el mensaje de texto; tenía miedo, quería llorar. Quería no existir.

¿Cómo terminará esto? Onew no lo sabía. Solo MinHo tenía la última palabra.