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Forever Yours
por Meirapk Lun Mayo 07, 2012 12:36 am
Titulo: Forever Yours
Género: Romance, con un poco de comedia y drama.
Personajes: La historia gira en torno a una joven de 19, llamada Meira y Minho; podrás notar más adelante la aparición de personajes de la SM, como SuJu, Fx etc secundariamente.
Nota: La historia esta narrada desde dos perspectivas diferentes, la de Minho y la de Meira.
Cap. 1: Arribo.
Espero buenos comentarios >o< es mi primera historia en el foro :3 ¡Dejen sus comentarios! ^^
Género: Romance, con un poco de comedia y drama.
Personajes: La historia gira en torno a una joven de 19, llamada Meira y Minho; podrás notar más adelante la aparición de personajes de la SM, como SuJu, Fx etc secundariamente.
Nota: La historia esta narrada desde dos perspectivas diferentes, la de Minho y la de Meira.
Cap. 1: Arribo.
Meira
4:59 a.m. es la hora que marca el reloj de mi celular, pero a donde voy apenas esta oscureciendo.7:59 p.m. marca el nuevo horario al que me atengo. Seúl, Corea del Sur.
Voy en un avión hacia mi, se podría decir, “natal” Corea del Sur. Soy mexicana de nacimiento, pero por el trabajo de mis padres nos mudamos a Seúl cuando tenía 1 año, y vivimos ahí otros 7. Vivíamos en La Ciudad Metropolitana de Incheon. No recuerdo mucho de los primeros años, pero si de mis 4 años en adelante. Y también lo recuerdo a el.
Siempre fui algo tímida, y me costaba hacer amigos. A los 5 fue cuando lo conocí. Había estado jugando a saltar la cuerda, cuando ésta se enredó en uno de mis pies y caí de frente, a esto se le puede agregar que no metí las manos por estar sosteniendo la cuerda.; no esta para más decir que me lastimé la cara y las rodillas. Llorando, porque aun estaba enredada entre la cuerda, llegó el. Era un poco más alto que yo, de cabello negro y parecía mayor. Vio como recorrían las lágrimas en mis mejillas y me ayudó a quitarme la cuerda; extrañamente fue el único de todos los niños que jugaban cerca que siquiera volteó a verme y ayudarme. Quizá en ese momento no supe que significaba eso, pero de ese día en adelante nos hicimos amigos. El tenía 7 en ese entonces. Su nombre era Min Ho.
A lo largo de los siguientes 3 años nos hicimos inseparables, hasta que a mis padres los asignaron a Alemania. Como niños que éramos, no queríamos dejarnos. Prometimos escribirnos y nuestros padres seguirían manteniendo contacto.
En Alemania sólo estuvimos otros 2 años, y los regresaron a México, aun manteníamos contacto por cartas, contando cómo era nuestra vida. Crecimos, dejamos de escribirnos, pero nunca lo olvidé.
Ya con 19 años todo era distinto, muchos recuerdos de niña los fui olvidando, hasta enterrarlo en un cementerio que quedó en Corea. Una llamada cambió todo.
Ese día, por azares del destino, contesté a una llamada. La voz del otro lado preguntaba por mi padre, pero hablaba en inglés. Le respondí que no estaba, que si quería dejarle algún recado.
- ¿Podría decirle que Minho llamó y quiere hablar con el?
No lo podía creer. Nunca habían perdido contacto. Tuve un flashback de todos sus recuerdos, de las aventuras que vivimos, y la triste despedida.
- Habla Meira, ¿Me recuerdas?
Hubo silencio. No pude evitarlo, quería que me recordara.
- ¿Meira? ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Hace tanto que nos dejamos de escribir, nunca creí que hablaríamos de nuevo.
Y fueron horas y horas de charla sobre nuestras vidas, como había todo tomado un rumbo. Me explicó que mi padre había contactado a sus padres porque en mi cumpleaños decidí que quería viajar a Corea, pero la ciudad cambia, y necesitaría un guía, y le habían dicho que, ya que no nos veíamos hace tanto. El accedió y dijo que en vacaciones de verano estaría disponible. Así fue como me embarqué hacia Corea.
Veía por la ventana del avión, Seúl de noche era una ciudad muy iluminada, bastante atractiva a mis ojos. Habían sido casi 22 horas desde que salí de México, entre escalas y aduanas. Estaba nerviosa, para qué negarlo. Desde que dejé Corea no lo había visto. Me preguntaba como sería, si habría crecido, que tan largo tenía el cabello. Algo que se que reconocería son sus ojos. Para ser de un oriental, eran grandes y marrones, siempre me gustaron; otros niños lo llamaban “Alien”, pero no le molestaba, al contrario, el estaba orgulloso de sus ellos.
Bajé del avión, con mi bolsa y los audífonos puestos, observando el aeropuerto. Me recorría una extraña sensación de curiosidad combinada con nervios y dolor de estómago que no sabía si era por estar nerviosa o porque necesitaba comer algo.
Tome mis maletas y buscaba entre la gente algún rostro familiar. Vi a muchas personas con carteles, muchos eran nombres estadounidenses, y no veía el mío. Decidí ir a sentarme en una banca, en ella había un hombre de unos 22 o 23 años viendo hacia el suelo, parecía estar nervioso. No le tomé mucha importancia, seguí esperando a que alguien se dignara a mostrar un cartel con mi nombre y revelar la misteriosa identidad de Minho.
Volteé y al parecer, el hombre sentado a mi lado había estado hablándome. Me quité los audífonos y le dije:
- Disculpa, no estaba escuchando, ¿Deseas algo?
- Necesito un consejo – dijo el hombre.
- No suelo hablar con extraños
- Por favor, es algo importante – se veía realmente desesperado – es que espero a alguien, y no se que hacer o decir.
- Podrías comenzar con un “Hola”.
- Pero no se como será, tiene años que no la veo, y olvidé traer una hoja y un lapicero para escribir su nombre, quizá ella este por ahí buscándome.
- Pues tienes un problema. Entonces creo que deberás ir preguntando a todas las mujeres del vuelo por su nombre.
- Tienes razón. ¡Gracias extraña!
Corrió entre la muchedumbre y le perdí la vista. Seguí escuchando mi música. Pensaba en cómo podría ser Minho ahora, esa idea no paraba de dar vueltas en mi cabeza como un corredor de 400 metros planos en la pista.
El chico regresó, algo desanimado.
- Por tu rostro, puedo deducir que no la encontraste.
- No, quizá me equivoqué de vuelo, tendré que seguir esperándola. – Dijo sentándose a mi lado - ¿Tu por qué sigues aquí?
- Es que estoy viendo pasar a las personas, lo encuentro bastante divertido – dije en tono irónico – esta claro que espero a alguien.
- Entonces creo que te haré compañía en tu larga espera. – Dijo acomodándose en la banca - Disculpa por ser descortés y no preguntarte tu nombre.
- Si, algo tarde – dije ignorándolo – Mi nombre es Meira.
- ¡¿MEIRA?! –Dijo levantándose de su asiento.
- Si, se que es un nombre extraño, pero me gusta mucho, es hebreo y..
- Espera, a ti te estaba buscando, ¿Cómo no me di cuenta?
- ¿Eres Minho?
- ¿Acaso no me reconoces?
Soy tan torpe. Lo ignoré y no me di cuenta de lo obvio. Lo inspeccioné. Era bastante alto, y delgado. Tenía el cabello rubio, cosa que me asustó un poco, y usaba lentes de sol, por lo que creí que estaba loco. Iba casual: una playera azul, pantalón de mezclilla y unos tennis. Era el. Tanto tiempo, y ahí estaba.
No pude evitar las ganas y me lancé hacia el abrazándolo. Las personas nos voltearon a ver, viendo la escena de manera extraña. De alguna manera me sentí ofendida, pero no me importó, hasta que no sentí los brazos de Minho rodeándome. Me quite y lo vi, se había sonrojado y volteaba hacia los lados.
- ¿Por qué tan frío? Ya son 12 años y no me quieres abrazar. – Volteé molesta.
- Lo siento, pero aquí en Corea, un abrazo así es para los novios.
- Umm, de haberlo sabido..
- No te preocupes, no lo sabías. Por cierto, ¡Hola! – Hizo una reverencia hacia mi, por lo consiguiente hice lo mismo.
- Entonces..
- Ah si, ¡Vamos! Te llevaré a dar una vuelta por Seúl.
Me ayudó con mis maletas y las llevamos hasta su auto. Nos subimos y nos dispusimos a ver todo lo que había en la Ciudad.
- Antes que nada..
- ¿Si? – Le dije.
- Quiero llevarte a un lugar.
- ¿A dónde?
- Ya lo verás.
Manejó unas horas y estuvimos en completo silencio. No sabíamos que decir, que preguntar, siquiera como respirar. Manejó unos 20 minutos y llegamos a un parque, que a juzgar por todo, el parque era antiguo, quizá remodelado varias veces. Bajamos del auto y fuimos hacia los columpios.
- ¿Lo recuerdas?
Claro que lo recordaba. Era en ese parque donde me había caído y había conocido a Min Ho. Los recuerdos que enterré brotaron casi de inmediato y revivi mis años de infancia.
- A la perfección – Le dije – No podré olvidar nunca este lugar, aquí surgió nuestra amistad.
- Después de tu partida, venía aquí casi del diario, a recordarte. – dijo con melancolía- pronto mis padres notaron que estaba deprimiéndome, y no dejaron que regresara a este parque. Hace unos meses, pasando por aquí, lo reconocí, creí que era una señal. Esa misma noche, tu padre contactó a mis padres por lo de tu viaje.
- Se que interrumpiré esta conversación tan llena de memorias y sentimentalismo, pero.. ¿Por qué usas lentes?
- Me da estilo – dijo lanzando una sonrisa.
- Estas loco – le dije, burlonamente – Son las 9 de la noche, todos creerán que eres un demente.
Mi siguiente reflejo fue quitárselos. Lo hice. Sus ojos eran los mismos, no podía dejar de verlo, y el tampoco quitaba su mirada de mis ojos.
- Deja de verme así – Reaccionó y volteó su mirada – Se que soy guapo.
- Jajajajaajaja, si que tienes el ego por los cielos.
Algo comenzó a sonar, una alarma de carro. Vimos como intentaban abrir el carro de Min Ho. Instintivamente corrió hacían donde estaba el ladrón, y este, volteando a ver como se dirigía hacia el, corrió desesperadamente.
Minho lo persiguió, y vi como algo caía al suelo. Fui a ver que era. Lo tomé en mis manos y note que era una.. ¿Peluca? “Dios mío” pensé “¿Por qué rayos llevaría puesta una peluca?”
Seguí inspeccionándola, realmente me daba curiosidad el saber el por qué. No lo entendía.
- Creo que has descubierto mi secreto – dijo una voz familiar. Volteé, era Minho. Era castaño, el tono le sentaba bastante bien.
- Creo que te queda mejor ese tono a este rubio – dije, dándole la peluca.
- Siento no haber sido sincero, pero.. – se quedó pensando – es que no se usar pelucas, y la estoy probando para acostumbrarme.
- -¿Acostumbrarte? ¿Acaso haces cosplay o que?
- ¡SI! – dijo de golpe – Y esta es la peluca para mi siguiente cosplay.
Sabía que me mentía, pero si no quería decirme por qué usaba la peluca, no lo iba a presionar. No quería pelear con él el primer día que estaba en Corea.
- Te llevaré a tu hotel – dijo – debes de estar cansada..
- Algo – le dije – Es grande la diferencia, y tengo que acostumbrarme a las horas de diferencia. ¿Mañana te veré?
- No, lo siento. Tengo que trabajar todo el día.
- Genial – dije un poco molesta – veré que hago por mi cuenta entonces.
- Lo siento – me dijo con un tono triste – prometo compensarlo.
No le contesté. Subimos al carro y me puse los audífonos. No entendía el por qué había aceptado llevarme a conocer si el en realidad estaba ocupado. Llegamos al hotel, y llevamos mis maletas al lobby, donde me dieron mi llave de habitación y subimos con las maletas.
- Me iré – dijo Minho – Discúlpame, y ten buenas noches.
- Gracias, buenas noches.
Cerró la puerta y entré a mi mundo de nuevo. “Fue un día largo” pensé “Debería ir a dormir”…
Voy en un avión hacia mi, se podría decir, “natal” Corea del Sur. Soy mexicana de nacimiento, pero por el trabajo de mis padres nos mudamos a Seúl cuando tenía 1 año, y vivimos ahí otros 7. Vivíamos en La Ciudad Metropolitana de Incheon. No recuerdo mucho de los primeros años, pero si de mis 4 años en adelante. Y también lo recuerdo a el.
Siempre fui algo tímida, y me costaba hacer amigos. A los 5 fue cuando lo conocí. Había estado jugando a saltar la cuerda, cuando ésta se enredó en uno de mis pies y caí de frente, a esto se le puede agregar que no metí las manos por estar sosteniendo la cuerda.; no esta para más decir que me lastimé la cara y las rodillas. Llorando, porque aun estaba enredada entre la cuerda, llegó el. Era un poco más alto que yo, de cabello negro y parecía mayor. Vio como recorrían las lágrimas en mis mejillas y me ayudó a quitarme la cuerda; extrañamente fue el único de todos los niños que jugaban cerca que siquiera volteó a verme y ayudarme. Quizá en ese momento no supe que significaba eso, pero de ese día en adelante nos hicimos amigos. El tenía 7 en ese entonces. Su nombre era Min Ho.
A lo largo de los siguientes 3 años nos hicimos inseparables, hasta que a mis padres los asignaron a Alemania. Como niños que éramos, no queríamos dejarnos. Prometimos escribirnos y nuestros padres seguirían manteniendo contacto.
En Alemania sólo estuvimos otros 2 años, y los regresaron a México, aun manteníamos contacto por cartas, contando cómo era nuestra vida. Crecimos, dejamos de escribirnos, pero nunca lo olvidé.
Ya con 19 años todo era distinto, muchos recuerdos de niña los fui olvidando, hasta enterrarlo en un cementerio que quedó en Corea. Una llamada cambió todo.
Ese día, por azares del destino, contesté a una llamada. La voz del otro lado preguntaba por mi padre, pero hablaba en inglés. Le respondí que no estaba, que si quería dejarle algún recado.
- ¿Podría decirle que Minho llamó y quiere hablar con el?
No lo podía creer. Nunca habían perdido contacto. Tuve un flashback de todos sus recuerdos, de las aventuras que vivimos, y la triste despedida.
- Habla Meira, ¿Me recuerdas?
Hubo silencio. No pude evitarlo, quería que me recordara.
- ¿Meira? ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Hace tanto que nos dejamos de escribir, nunca creí que hablaríamos de nuevo.
Y fueron horas y horas de charla sobre nuestras vidas, como había todo tomado un rumbo. Me explicó que mi padre había contactado a sus padres porque en mi cumpleaños decidí que quería viajar a Corea, pero la ciudad cambia, y necesitaría un guía, y le habían dicho que, ya que no nos veíamos hace tanto. El accedió y dijo que en vacaciones de verano estaría disponible. Así fue como me embarqué hacia Corea.
Veía por la ventana del avión, Seúl de noche era una ciudad muy iluminada, bastante atractiva a mis ojos. Habían sido casi 22 horas desde que salí de México, entre escalas y aduanas. Estaba nerviosa, para qué negarlo. Desde que dejé Corea no lo había visto. Me preguntaba como sería, si habría crecido, que tan largo tenía el cabello. Algo que se que reconocería son sus ojos. Para ser de un oriental, eran grandes y marrones, siempre me gustaron; otros niños lo llamaban “Alien”, pero no le molestaba, al contrario, el estaba orgulloso de sus ellos.
Bajé del avión, con mi bolsa y los audífonos puestos, observando el aeropuerto. Me recorría una extraña sensación de curiosidad combinada con nervios y dolor de estómago que no sabía si era por estar nerviosa o porque necesitaba comer algo.
Tome mis maletas y buscaba entre la gente algún rostro familiar. Vi a muchas personas con carteles, muchos eran nombres estadounidenses, y no veía el mío. Decidí ir a sentarme en una banca, en ella había un hombre de unos 22 o 23 años viendo hacia el suelo, parecía estar nervioso. No le tomé mucha importancia, seguí esperando a que alguien se dignara a mostrar un cartel con mi nombre y revelar la misteriosa identidad de Minho.
Volteé y al parecer, el hombre sentado a mi lado había estado hablándome. Me quité los audífonos y le dije:
- Disculpa, no estaba escuchando, ¿Deseas algo?
- Necesito un consejo – dijo el hombre.
- No suelo hablar con extraños
- Por favor, es algo importante – se veía realmente desesperado – es que espero a alguien, y no se que hacer o decir.
- Podrías comenzar con un “Hola”.
- Pero no se como será, tiene años que no la veo, y olvidé traer una hoja y un lapicero para escribir su nombre, quizá ella este por ahí buscándome.
- Pues tienes un problema. Entonces creo que deberás ir preguntando a todas las mujeres del vuelo por su nombre.
- Tienes razón. ¡Gracias extraña!
Corrió entre la muchedumbre y le perdí la vista. Seguí escuchando mi música. Pensaba en cómo podría ser Minho ahora, esa idea no paraba de dar vueltas en mi cabeza como un corredor de 400 metros planos en la pista.
El chico regresó, algo desanimado.
- Por tu rostro, puedo deducir que no la encontraste.
- No, quizá me equivoqué de vuelo, tendré que seguir esperándola. – Dijo sentándose a mi lado - ¿Tu por qué sigues aquí?
- Es que estoy viendo pasar a las personas, lo encuentro bastante divertido – dije en tono irónico – esta claro que espero a alguien.
- Entonces creo que te haré compañía en tu larga espera. – Dijo acomodándose en la banca - Disculpa por ser descortés y no preguntarte tu nombre.
- Si, algo tarde – dije ignorándolo – Mi nombre es Meira.
- ¡¿MEIRA?! –Dijo levantándose de su asiento.
- Si, se que es un nombre extraño, pero me gusta mucho, es hebreo y..
- Espera, a ti te estaba buscando, ¿Cómo no me di cuenta?
- ¿Eres Minho?
- ¿Acaso no me reconoces?
Soy tan torpe. Lo ignoré y no me di cuenta de lo obvio. Lo inspeccioné. Era bastante alto, y delgado. Tenía el cabello rubio, cosa que me asustó un poco, y usaba lentes de sol, por lo que creí que estaba loco. Iba casual: una playera azul, pantalón de mezclilla y unos tennis. Era el. Tanto tiempo, y ahí estaba.
No pude evitar las ganas y me lancé hacia el abrazándolo. Las personas nos voltearon a ver, viendo la escena de manera extraña. De alguna manera me sentí ofendida, pero no me importó, hasta que no sentí los brazos de Minho rodeándome. Me quite y lo vi, se había sonrojado y volteaba hacia los lados.
- ¿Por qué tan frío? Ya son 12 años y no me quieres abrazar. – Volteé molesta.
- Lo siento, pero aquí en Corea, un abrazo así es para los novios.
- Umm, de haberlo sabido..
- No te preocupes, no lo sabías. Por cierto, ¡Hola! – Hizo una reverencia hacia mi, por lo consiguiente hice lo mismo.
- Entonces..
- Ah si, ¡Vamos! Te llevaré a dar una vuelta por Seúl.
Me ayudó con mis maletas y las llevamos hasta su auto. Nos subimos y nos dispusimos a ver todo lo que había en la Ciudad.
- Antes que nada..
- ¿Si? – Le dije.
- Quiero llevarte a un lugar.
- ¿A dónde?
- Ya lo verás.
Manejó unas horas y estuvimos en completo silencio. No sabíamos que decir, que preguntar, siquiera como respirar. Manejó unos 20 minutos y llegamos a un parque, que a juzgar por todo, el parque era antiguo, quizá remodelado varias veces. Bajamos del auto y fuimos hacia los columpios.
- ¿Lo recuerdas?
Claro que lo recordaba. Era en ese parque donde me había caído y había conocido a Min Ho. Los recuerdos que enterré brotaron casi de inmediato y revivi mis años de infancia.
- A la perfección – Le dije – No podré olvidar nunca este lugar, aquí surgió nuestra amistad.
- Después de tu partida, venía aquí casi del diario, a recordarte. – dijo con melancolía- pronto mis padres notaron que estaba deprimiéndome, y no dejaron que regresara a este parque. Hace unos meses, pasando por aquí, lo reconocí, creí que era una señal. Esa misma noche, tu padre contactó a mis padres por lo de tu viaje.
- Se que interrumpiré esta conversación tan llena de memorias y sentimentalismo, pero.. ¿Por qué usas lentes?
- Me da estilo – dijo lanzando una sonrisa.
- Estas loco – le dije, burlonamente – Son las 9 de la noche, todos creerán que eres un demente.
Mi siguiente reflejo fue quitárselos. Lo hice. Sus ojos eran los mismos, no podía dejar de verlo, y el tampoco quitaba su mirada de mis ojos.
- Deja de verme así – Reaccionó y volteó su mirada – Se que soy guapo.
- Jajajajaajaja, si que tienes el ego por los cielos.
Algo comenzó a sonar, una alarma de carro. Vimos como intentaban abrir el carro de Min Ho. Instintivamente corrió hacían donde estaba el ladrón, y este, volteando a ver como se dirigía hacia el, corrió desesperadamente.
Minho lo persiguió, y vi como algo caía al suelo. Fui a ver que era. Lo tomé en mis manos y note que era una.. ¿Peluca? “Dios mío” pensé “¿Por qué rayos llevaría puesta una peluca?”
Seguí inspeccionándola, realmente me daba curiosidad el saber el por qué. No lo entendía.
- Creo que has descubierto mi secreto – dijo una voz familiar. Volteé, era Minho. Era castaño, el tono le sentaba bastante bien.
- Creo que te queda mejor ese tono a este rubio – dije, dándole la peluca.
- Siento no haber sido sincero, pero.. – se quedó pensando – es que no se usar pelucas, y la estoy probando para acostumbrarme.
- -¿Acostumbrarte? ¿Acaso haces cosplay o que?
- ¡SI! – dijo de golpe – Y esta es la peluca para mi siguiente cosplay.
Sabía que me mentía, pero si no quería decirme por qué usaba la peluca, no lo iba a presionar. No quería pelear con él el primer día que estaba en Corea.
- Te llevaré a tu hotel – dijo – debes de estar cansada..
- Algo – le dije – Es grande la diferencia, y tengo que acostumbrarme a las horas de diferencia. ¿Mañana te veré?
- No, lo siento. Tengo que trabajar todo el día.
- Genial – dije un poco molesta – veré que hago por mi cuenta entonces.
- Lo siento – me dijo con un tono triste – prometo compensarlo.
No le contesté. Subimos al carro y me puse los audífonos. No entendía el por qué había aceptado llevarme a conocer si el en realidad estaba ocupado. Llegamos al hotel, y llevamos mis maletas al lobby, donde me dieron mi llave de habitación y subimos con las maletas.
- Me iré – dijo Minho – Discúlpame, y ten buenas noches.
- Gracias, buenas noches.
Cerró la puerta y entré a mi mundo de nuevo. “Fue un día largo” pensé “Debería ir a dormir”…
Minho
Bajé por el ascensor y sólo podía pensar en una cosa. Meira.
Aun veía en mi cabeza el momento en que la vi en el aeropuerto.
Estaba sentando en la banca, pensando que podría hacer o decir en cuanto la viera. De los nervios, había olvidado la hoja y el marcador que era para el cartel con su nombre. “¿Cómo será?” pensaba “Quizá sea chiquita y con cabello corto; quizá este teñida y use tacones para disimular su altura” veía el piso intentando encontrar entre los mosaicos mi respuesta.
Sentí como alguien se había sentado en la banca en la que estaba. Era una mujer, más bien joven. Llevaba un blusón café, una boina a juego, pantalón de mezclilla y botines. Tenía las piernas largas y su piel era blanca, juraba que era extranjera. Me miró y enseguida volteó hacia otro lado, como perdida. Tenía un aspecto interesante. No pude evitar sacar mi teléfono y fotografiarla sin que ella lo notara; guardé mi móvil y me dispuse a entablar una conversación con ella.
- Hola, se ve que no eres de aquí – le dije, sin respuesta alguna. – Me gustan tus botas – si, fue un comentario tonto para entablar una conversación. - ¿A qué has venido a Corea?.
Seguía sin respuesta. Volteó a verme y se quitó los audífonos.
- Disculpa, no estaba escuchando, ¿Deseas algo? – Dijo algo extrañada. “Muy bien” pensé “No ha escuchado nada de mis tontos temas de conversación”.
- Necesito un consejo – le contesté, intentando buscar un tema
- No suelo hablar con extraños –
- Por favor, es algo importante – le insistí – es que espero a alguien, y no se que hacer o decir.
- Podrías comenzar con un “Hola”.
- Pero no se como será, tiene años que no la veo, y olvidé traer una hoja y un lapicero para escribir su nombre, quizá ella este por ahí buscándome.
- Pues tienes un problema. Entonces creo que deberás ir preguntando a todas las mujeres del vuelo por su nombre.
- Tienes razón. ¡Gracias extraña!
Corrí en busca de ella, preguntando a cuanta mujer había su nombre. No tuve suerte. “Quizá su vuelo se retrasó” pensé.Volví a la banca, más que nada desesperado por no encontrarla.
- Por tu rostro, puedo deducir que no la encontraste. – me dijo con tono condescendiente.
- No, quizá me equivoqué de vuelo, tendré que seguir esperándola. – Dije, sentándome a su lado - ¿Tu por qué sigues aquí?
- Es que estoy viendo pasar a las personas, lo encuentro bastante divertido – dijo irónicamente– esta claro que espero a alguien.
- Entonces creo que te haré compañía en tu larga espera. – Me acomodé a su lado y me dispuse a esperar- Disculpa por ser descortés y no preguntarte tu nombre.
- Si, algo tarde – ignorándome – Mi nombre es Meira.
- ¡¿MEIRA?! – Mi cerebro reaccionó rápido. Era ella, al fin.
- Si, se que es un nombre extraño, pero me gusta mucho, es hebreo y..
- Espera, a ti te estaba buscando, ¿Cómo no me di cuenta?
- ¿Eres Minho?
- ¿Acaso no me reconoces? – “¿Cómo iba a reconocerme” pensé “Llevo una peluca rubia y lentes de sol, vamos Minho, se más inteligente”.
No dijo nada. No esperaba que lo hiciera. Se lanzó hacia mi y me abrazó. Ese abrazo. “¿Cómo fue que no la abrazaste?” me dije “¡Eres retrasado o que!”
Fui hacia el carro y me fui, algo feliz e intranquilo. Llegué a mi hogar, todos estaban viendo la tv, pero no puse importancia al programa.
- ¿En dónde estabas? – preguntó Onew.
- Ya les había dicho que saldría a traer a una amiga al aeropuerto – dije, ignorándolo por completo.
- Esa amiga debe de ser importante – dijo Jonghyun – como para que vayas a traerla.
- Lo es – dije, tomando una almohada y sentándome con ellos.
- ¿Y? – Preguntó Taemin - ¿Cómo es?
- ¿Es chaparra?¿Alta?¿Gorda?¿Delgada – Cuestionó Key.
- ¡Ya basta! – les grité a los cuatro – Es.. una niña.
- Eso ya lo sabíamos, genio – Dijo Key – Lo que queremos es detalles.
- Esperen.. – dije. Saqué mi teléfono, y es enseñé una foto. Mientras ella no me veía, y estaba en su mundo cuando estábamos en el aeropuerto, y sin saber quien era, tomé una foto de ella.
- ¡Wow! – dijo Jonghyun quitándome el móvil – En verdad es atractiva.
- Tiene estilo – dijo Key, arrebatándole el teléfono.
- ¿Por qué le tomaste una foto? – Preguntó Taemin.
- Porque me pareció atractiva, hasta saber quien era.
- Pues vaya que tienes una amiga muy guapa – dijo Jonghyun – más te vale que nos presentes.
- Si, pronto – le dije, ignorándolo de nuevo.
Les arrebaté mi móvil y lo guardé en mi pantalón. Me dirigí a mi habitación y me recosté sobre mi cama, viendo hacia el techo. Pensaba en su rostro cuando le dije que no podría estar con ella al día siguiente, y en lo molesta que estaba.
- Recuerda que mañana tenemos ensayo – dijo Onew, entrando a mi habitación.
- Claro, como olvidarlo – le dije.
Esa era la razón por la que no podía estar con ella. Era parte de un grupo: SHINee. No podía decírselo, y no podría salir con ella como alguien normal; no me gustaría que luego los paparazzis la siguieran a todos lados. No iba a permitir eso.
Aun veía en mi cabeza el momento en que la vi en el aeropuerto.
Estaba sentando en la banca, pensando que podría hacer o decir en cuanto la viera. De los nervios, había olvidado la hoja y el marcador que era para el cartel con su nombre. “¿Cómo será?” pensaba “Quizá sea chiquita y con cabello corto; quizá este teñida y use tacones para disimular su altura” veía el piso intentando encontrar entre los mosaicos mi respuesta.
Sentí como alguien se había sentado en la banca en la que estaba. Era una mujer, más bien joven. Llevaba un blusón café, una boina a juego, pantalón de mezclilla y botines. Tenía las piernas largas y su piel era blanca, juraba que era extranjera. Me miró y enseguida volteó hacia otro lado, como perdida. Tenía un aspecto interesante. No pude evitar sacar mi teléfono y fotografiarla sin que ella lo notara; guardé mi móvil y me dispuse a entablar una conversación con ella.
- Hola, se ve que no eres de aquí – le dije, sin respuesta alguna. – Me gustan tus botas – si, fue un comentario tonto para entablar una conversación. - ¿A qué has venido a Corea?.
Seguía sin respuesta. Volteó a verme y se quitó los audífonos.
- Disculpa, no estaba escuchando, ¿Deseas algo? – Dijo algo extrañada. “Muy bien” pensé “No ha escuchado nada de mis tontos temas de conversación”.
- Necesito un consejo – le contesté, intentando buscar un tema
- No suelo hablar con extraños –
- Por favor, es algo importante – le insistí – es que espero a alguien, y no se que hacer o decir.
- Podrías comenzar con un “Hola”.
- Pero no se como será, tiene años que no la veo, y olvidé traer una hoja y un lapicero para escribir su nombre, quizá ella este por ahí buscándome.
- Pues tienes un problema. Entonces creo que deberás ir preguntando a todas las mujeres del vuelo por su nombre.
- Tienes razón. ¡Gracias extraña!
Corrí en busca de ella, preguntando a cuanta mujer había su nombre. No tuve suerte. “Quizá su vuelo se retrasó” pensé.Volví a la banca, más que nada desesperado por no encontrarla.
- Por tu rostro, puedo deducir que no la encontraste. – me dijo con tono condescendiente.
- No, quizá me equivoqué de vuelo, tendré que seguir esperándola. – Dije, sentándome a su lado - ¿Tu por qué sigues aquí?
- Es que estoy viendo pasar a las personas, lo encuentro bastante divertido – dijo irónicamente– esta claro que espero a alguien.
- Entonces creo que te haré compañía en tu larga espera. – Me acomodé a su lado y me dispuse a esperar- Disculpa por ser descortés y no preguntarte tu nombre.
- Si, algo tarde – ignorándome – Mi nombre es Meira.
- ¡¿MEIRA?! – Mi cerebro reaccionó rápido. Era ella, al fin.
- Si, se que es un nombre extraño, pero me gusta mucho, es hebreo y..
- Espera, a ti te estaba buscando, ¿Cómo no me di cuenta?
- ¿Eres Minho?
- ¿Acaso no me reconoces? – “¿Cómo iba a reconocerme” pensé “Llevo una peluca rubia y lentes de sol, vamos Minho, se más inteligente”.
No dijo nada. No esperaba que lo hiciera. Se lanzó hacia mi y me abrazó. Ese abrazo. “¿Cómo fue que no la abrazaste?” me dije “¡Eres retrasado o que!”
Fui hacia el carro y me fui, algo feliz e intranquilo. Llegué a mi hogar, todos estaban viendo la tv, pero no puse importancia al programa.
- ¿En dónde estabas? – preguntó Onew.
- Ya les había dicho que saldría a traer a una amiga al aeropuerto – dije, ignorándolo por completo.
- Esa amiga debe de ser importante – dijo Jonghyun – como para que vayas a traerla.
- Lo es – dije, tomando una almohada y sentándome con ellos.
- ¿Y? – Preguntó Taemin - ¿Cómo es?
- ¿Es chaparra?¿Alta?¿Gorda?¿Delgada – Cuestionó Key.
- ¡Ya basta! – les grité a los cuatro – Es.. una niña.
- Eso ya lo sabíamos, genio – Dijo Key – Lo que queremos es detalles.
- Esperen.. – dije. Saqué mi teléfono, y es enseñé una foto. Mientras ella no me veía, y estaba en su mundo cuando estábamos en el aeropuerto, y sin saber quien era, tomé una foto de ella.
- ¡Wow! – dijo Jonghyun quitándome el móvil – En verdad es atractiva.
- Tiene estilo – dijo Key, arrebatándole el teléfono.
- ¿Por qué le tomaste una foto? – Preguntó Taemin.
- Porque me pareció atractiva, hasta saber quien era.
- Pues vaya que tienes una amiga muy guapa – dijo Jonghyun – más te vale que nos presentes.
- Si, pronto – le dije, ignorándolo de nuevo.
Les arrebaté mi móvil y lo guardé en mi pantalón. Me dirigí a mi habitación y me recosté sobre mi cama, viendo hacia el techo. Pensaba en su rostro cuando le dije que no podría estar con ella al día siguiente, y en lo molesta que estaba.
- Recuerda que mañana tenemos ensayo – dijo Onew, entrando a mi habitación.
- Claro, como olvidarlo – le dije.
Esa era la razón por la que no podía estar con ella. Era parte de un grupo: SHINee. No podía decírselo, y no podría salir con ella como alguien normal; no me gustaría que luego los paparazzis la siguieran a todos lados. No iba a permitir eso.
Espero buenos comentarios >o< es mi primera historia en el foro :3 ¡Dejen sus comentarios! ^^
Última edición por Meirapk el Dom Mayo 13, 2012 3:32 pm, editado 2 veces
Meirapk
Choi Minho
4
Re: Forever Yours
por JennyAragón Lun Mayo 07, 2012 1:47 am
Esta muy bueno!! ya quiero el sig cap. *-*
JennyAragón
Kim Jonghyun 1
Re: Forever Yours
por shineebrillosita Mar Mayo 08, 2012 12:21 am
woo...esta muy interesante
me gusto y eso que es el
primer capitulo minho de rubio
jajaj me pregunto como se veria
y el ladron woo.... espero tu actualizacion
me gusto y eso que es el
primer capitulo minho de rubio
jajaj me pregunto como se veria
y el ladron woo.... espero tu actualizacion
shineebrillosita
♥TAEMIN♥ 1560
Cap 2: Perdido y encontrado.
por Meirapk Dom Mayo 13, 2012 3:22 pm
Meira.
“Ya es de dìa” me dije “Dígnate a levantarte, holgazana”. Primer día oficial en Seúl, e iba a estar sola. Lo único que podía pensar era en ese insolente que me dejaría a mi suerte en una ciudad desconocida: Minho.
Tomé un baño y me puse ropa de frío, fue bueno que mi padre me advirtiera sobre el clima aquí. Bajé a la recepción y no había mucho movimiento. 11:28 a.m. en el reloj ya actualizado. Este día no me la pasaría encerrada sólo por estar sola, quizá así sería mejor.
Me puse mis audífonos y comencé a caminar con mi mapa en una mano y mi bolsa en el hombro derecho. De mañana todo era diferente: Gente caminando hacia todas direcciones, personas en las tiendas comprando, muchos aromas a comida.
Lo primero que pensé fue en entrar a tiendas de ropa. Todo era bastante nuevo para mi, y perdí demasiado tiempo observando, comiendo dulces y sacando a relucir ese idioma que hacía mucho que no lo hablaba. Dicen que de niño eres una esponjita que absorbe conocimientos y es difícil que olvides, en verdad agradecí no haber olvidado como hablar coreano, así pude manejarme bastante bien.
Continué caminando en los alrededores, llegué a un parque y me senté en una banca. “Que mejor que descansar y ver el cielo” me dije a mi misma, reclinándome.
Olvidé el paso del tiempo. Pronto noté que había oscurecido: 9:03 p.m.
- ¿Cómo rayos se me fue el día completo tonteando? – grité, lo que provocó que muchas personas me vieran de manera extraña, sin entender el español.
Comencé a ver el mapa, y tratar de conducirme entre las calles de Seúl. Veía todo y era diferente, la noche pinta la ciudad de diferente manera. Llena de luces, gente que sale a disfrutar, borrachos saliendo de bares y karaokes. “No te asustes” me dije tomando mi gas pimienta y poniéndolo en la bolsa de mi pantalón “Debes demostrarte fuerte, así nadie te querrá hacer algo”.
Entre todo mi intento de tomar coraje, mi mapa calló y lo perdí de vista. Fue el colmo. Lo peor de todo fue darme cuenta que ni siquiera recordaba el nombre del hotel.
Caminé y caminé sin rumbo, intentando llegar a alguna parte. 11:14 p.m. seguía perdida en una Ciudad desconocida para mi. Mantuve mi paso normal, y al voltear, vi como una van blanca me seguía.“Tranquila, camina como si nada” me dije, pero eso no me tranquilizaba. Se acercaba lentamente a mi, como si me hubiera observado desde hace tiempo.
Corrí, no pude evitarlo. Corroboré mi teoría: La van dio un brusco arranque y aceleró la marcha. “Me quieren secuestrar” me dije “Maldigo al tonto que me dejó sola y desamparada este día” grité al cielo.
Seguí corriendo, la van seguía; choque contra algo y caí al suelo. Una silueta negra, no podía verla por el farol que estaba encima de nosotros. “Es mi fin” pensé “Mis padres, mis amigos, Dios espero que estén bien todos, y que no sufran por mi, por favor”. La silueta me tomo del brazo y me abrazó.
- Gracias a Dios estas bien – Esa voz..
Miré hacia un lado, era Minho. No sé si el temblaba o era yo después de toda esa persecución.
- ¡Eres un tonto! ¡Qué intentabas hacer! ¿Asustarme? ¡Ya lo lograste! – No pude evitar llorar del coraje, me sentía inútil.
- No debiste haber salido sola – me dijo en tono represivo – Seúl es muy grande, y podrías perderte.
- ¿Y hasta ahora se te ocurrió decirme? No sabes cuanto te odio – Lo golpeé en el abdomen, y para mi sorpresa, fui yo la que salió lastimada.
- Deja eso – Me soltó y tomo mi mano para sobarla – Lo bueno es que ya estas bien.
Una van se detuvo frente a nosotros y no pude evitar abrazar a Minho y pensar en toda la persecución. Alguien bajó de la van, era un chico.
- ¿Así que eres Meira? ¡Wow! Te ves mucho mejor en persona que en fotos – me dijo.
- ¿Los conoces? – Le pregunté a Minho.
- Si, ellos trabajan conmigo. El indiscreto es Jonghyun – dijo señalando a su amigo.
- Mucho gusto, soy Meira
- Eso ya lo se, de hecho, todos aquí lo sabemos – señalo a la van y se bajaron de ella otro joven.
- Mucho gusto – me dijo – Mi nombre es Taemin. Por cierto tu y Minho se ven muy bien juntos.
Seguía abrazándolo. Nos soltamos y volteé hacia otro lado por tal comentario.
- ¿Dónde están Key y Onew? – Preguntó Minho.
- Ya les avise cuando estábamos en la van que llegaran hacia este punto – dijo Taemin.
- Por cierto, me gusta como vienes vestida – dijo Jonghyun, acercándose a mi - ¿De dónde eres?
- De México – le dije apartándome de el.
- Oh vaya, pero si que las mexicanas son atractivas. Deberíamos ir a México alguna vez.
- Ya calla Jonghyun – Le dijo Minho dándole un codazo.
- Ahí vienen los demás – señaló Taemin hacia una calle. Venían dos jóvenes más algo agitados.
- Tu si que eres problemática – me dijo uno de ellos – Mira que hacerme correr por una imprudente es bastante.
- ¿Qué dijiste? – Dije, casi queriendo ahorcarlo.
- Lo siento, así es Key – dijo el otro joven poniéndose en medio – Mi nombre es Onew, mucho gusto.
- El placer es todo mío, mi nombre es Meira – le dije cortésmente.
- Pero tienes razón Minho, es bastante bonita esta chica – dijo Onew – se ve mejor que en esa foto que nos enseñaste.
- ¿Qué foto? – Le pregunté.
- Esta – Me enseñó Jonghyun su celular, enseñándome una foto mía de perfil, sentada en el aeropuerto.
- ¿Cómo conseguiste eso? – Le preguntó Minho, intentándole quitar el móvil.
- Me la envié mientras no veías – Le dijo – Es que tenía que tener esa foto.
- Ya es algo tarde – dijo Key, bostezando – Suban a la van y vámonos de aquí, este lugar me da escalofríos.
- Vamos Meira – me dijo Jonghyun, tomándome de la mano – Nos sentemos juntos
Nos subimos a la van y Jonghyun intentó acaparar mi atención, lo que me hizo creer que era uno de esos típicos hombres que intentan conquistar a todas las mujeres que puedan. Onew lo notó y lo interrumpió preguntándome sobre México. Habló sobre su peculiar interés por aprender a tocar la marimba y querer una, y en verdad era muy simpático. Taemin escuchaba todo atentamente y preguntaba sobre la comida. Inclusive Key comenzó a entablar conversación conmigo, diciendo que le gustaba mi ropa y se interesó en mis aficiones.
Y ahí estaba yo, como un animal extinto en observación. Me sentí al principio incómoda, pero por el trato que me dieron todo fue tornándose tranquilo y agradable. Y ahí estaba el, mientras todos me cuestionaban, el observaba la ventana, pensativo. No se tomó el tiempo ni de verme. La van se detuvo.
- Es hora de bajar – dijo Minho, al fin dirigiéndome la palabra.
- ¿Ya se tiene que ir? – preguntó Jonghyun - ¿Al menos podrías darme tu número?
- ¡Claro! Mi número es..
- Ya es tarde, se los darás después – dijo Minho, sacándome de la van.
- ¿Qué te pasa? – le dije ya afuera – No tienes derecho de tratarme así.
- Eres como una niña a la que deben de estar cuidando, es increíble el mal rato que me has hecho pasar este día – me dijo Minho, frunciendo el ceño.
- No es mi culpa que tu hayas tenido otras cosas además de estar conmigo – le reclamé
- Pues yo también tengo una vida
- ¡Y yo también! – le dije, alzando la voz – y no me la pasaré esperando en un cuarto de hotel hasta que tengas tiempo
Tomó mi bolsa y comenzó a registrarla. Encontró lo que quería: mi móvil.
- ¿Qué haces? – le dije, intentándole arrancar de las manos mi teléfono.
- Anotando mi número – dijo, regresándome el número – Si te sucede algo como esto, me llamas y estaré ahí de nuevo.
- Lo que deberías de hacer es acompañarme tu mismo – le dije.
- Lo haré – me dijo, tomándome de los hombros – es una promesa que cumpliré. Ahora, anota tu número en mi teléfono para estar en comunicación.
Puso en mis manos su teléfono y lo anoté. Se lo devolví y lo vi a los ojos. Otra vez ese momento de conexión.
- ¡Hey ustedes, dejen de verse como tontos! – dijo Key, gritando desde la van.
- Hyung, tenemos que regresar – dijo Taemin en tono tranquilo.
- Entra a tu cuarto, y mantenme informado de lo que hagas – dijo Minho.
- Esta bien, buenas noches. Por cierto, me pagarás lo de esta noche – le dije, apuntándole con el dedo.
Corrí hacia el lobby y subí por el ascensor. Había sido una noche muy intranquila. Sólo quería comer y ver televisión. Y después a dormir.
Minho
Temprano. Es demasiado temprano. Pero a fin de cuentas, ya estoy acostumbrado a esto. Al gimnasio y regresando a desayunar. La rutina de siempre.
Regresé del gimnasio y tome una ducha, me cambié y fui al comedor. Ya todos estaban despiertos y arreglados.
- Buen día hyung – me dijo Taemin, dándome una palmada en la espalda.
- Tu comida ya esta servida – dijo Onew, enseñándome mi plato.
- Gracias
- Oye, ¿Cuándo nos presentarás a tu amiga? – dijo Jonghyun con interés.
- Uno de estos días – le dije, comenzando a comer.
- ¡Vamos! La quiero conocer – dijo, insistiendo.
- No es nada del otro mundo – dije – Es una chica, hay muchas chicas en el mundo.
- Pero no hay otra como ella – dijo Jonghyun alardeando.
- Coman rápido que se nos hará tarde – dijo Key regañándonos.
Un día atareado: Tocaba una sesión de fotos y después un programa. “¿Qué estará haciendo Meira?” me pregunté a mi mismo “Quizá este viendo la tv” reaccioné “No, no puede estar viendo la tv, porque si es así, nos podría ver y reconocerme” una serie de pensamientos en cadena recorrieron mi cabeza.
En la sesión de fotos olvidé todo al respecto y actué normal, pero todo seguía igual por dentro. Jonghyun seguía insistiendo en que le presentara a Meira. Eso me molestaba un poco. ¿Por qué? No se, Jonghyun prestaba demasiada atención. Eso no me agradaba. Le dije no muchas veces, ni siquiera recuerdo bien el número exacto.
En el programa todo normal, actuando simpático y serio como es usual. Un programa más.
Saliendo, quería comunicarme con ella. “No tienes su número” me dije “Sigues siendo retrasado. Tendrás que ir a verla”. Ya estaba separándome del grupo y alguien tocó mi hombro.
- ¿Vas con Meira, verdad? – dijo Jonghyun, abrazándome – Vamos.
- No, no es eso..
- ¿Entonces?
- Iba a ir a comprar comida, y luego llevarla a la casa..
- No nos mientas – dijo Key – Eres muy malo haciéndolo.
- Llévanos con tu amiga – dijo Taemin – Queremos conocerla.
Jugaron sucio. Mandando al Maknae a convencerme, sin poder decirle que no. Un punto para Jonghyun, cero para Minho. Nos fuimos en la van en la que siempre nos transportamos, y llegamos al hotel. EN el lobby había poca gente, y el recepcionista hablaba por teléfono,
- Disculpe – le hablé al recepcionista – Busco a la chica de la habitación 227.
- Un momento – terminó de hablar por teléfono y se puso a buscar en su computadora algo – La señorita registró su salida en la mañana, y por lo que veo, no ha regresado.
- ¿Es enserio? – dije, alarmándome.
- Así es joven, asi que si la desea esperar, puede tomar asiento o ir a nuestro restaurant..
Salí a paso veloz a la van. ¿En dónde podría estar? ¿Qué si le pasaba algo? ¿Estaría bien?
- ¿Qué pasa Minho? – preguntó Onew.
- Salió.. y no ha regresado…
- ¿Enserio? ¿Es bastante tonta o que? Debe de estar perdida en Seúl. – dijo Key
- Tenemos que ir a buscarla – dijo Taemin preocupado – algo le puede ocurrir.
- Esta bien, ustedes vayan en la búsquenla en la van – le dijo Onew a Jonghyun y Taemin – Key y yo la buscaremos a pie con Minho. No perdamos tiempo
No terminé de escuchar todo. Salí corriendo a buscar a donde podría estar. Trate de recordar cosas que le podrían gustar. “Dulces” dije, “Las luces, los colores, la ropa”. Muchas cosas se me vinieron a la mente y busqué entre las calles su rostro sin éxito alguno.
Estaba desesperado, no sabía si pensar que estaba disfrutando por ahí o la habían raptado. Seguí buscando, preguntando a personas por ella. “Esta desaparecida” me dije “Tengo que encontrarla”. Recibí un mensaje de Jonghyun con una ubicación: “Acabamos de verla, esta en esta calle”. Estaba cerca de mi, así que corrí y me detuve a buscarla. Alguien chocó contra mi y cayó al suelo. Era ella. La tomé de la muñeca y la abracé. Me alegraba tanto que estuviera intacta. Temblaba de los nervios, ambos estábamos muy agitados.
- Gracias a Dios estas bien – le dije, acariciando su cabello.
- ¡Eres un tonto! ¡Qué intentabas hacer! ¿Asustarme? ¡Ya lo lograste! – Comenzó a sacar lágrimas. No pude evitar sentirme culpable por todo.
- No debiste haber salido sola – Le dije, en un tono duro – Seúl es muy grande, y podrías perderte.
- ¿Y hasta ahora se te ocurrió decirme? No sabes cuanto te odio – Golpeó mi abdomen y no hice gestos de dolor, cuando en realidad si había dolido
- Deja eso – La dejé de abrazar y tome su mano para sobarla – Lo bueno es que ya estas bien.
Vio nuestra van y como Jonghyun salía de ella, y asustada, me abrazó de nuevo. Sentía como si fuera una niña a la que debía proteger. Le presenté a Jonhyun y a Taemin, y después a Key y Onew en cuanto llegaron. No me gustaba como Jonghyun la veía, como si fuera su siguiente conquista. Subimos a la van y la llenaron de preguntas. Veía hacia la ventana pensando en cómo fue que pude dejarla sola, y en cómo no permitiría que volviera a pasar. Al llegar al hotel, la bajé de la van, alejándola de todos los demás.
- ¿Qué te pasa? – me dijo, soltándose de mi brazo – No tienes derecho de tratarme así.
- Eres como una niña a la que deben de estar cuidando, es increíble el mal rato que me has hecho pasar este día – dije, estaba disgustado.
- No es mi culpa que tu hayas tenido otras cosas además de estar conmigo – me reclamó.
- Pues yo también tengo una vida
- ¡Y yo también! – me dijo, con una voz mas fuerte – y no me la pasaré esperando en un cuarto de hotel hasta que tengas tiempo.
Tome su bolsa, buscando su teléfono. No iba a dejar que pasara una escena como la de ese día.
- ¿Qué haces? – dijo, intentando quitarme su teléfono de las manos.
- Anotando mi número – terminé y le regresé su móvil – Si te sucede algo como esto, me llamas y estaré ahí de nuevo.
- Lo que deberías de hacer es acompañarme tu mismo – me dijo
- Lo haré – pose mis manos sobre sus hombros – es una promesa que cumpliré. Ahora, anota tu número en mi teléfono para estar en comunicación.
La vi. Su rostro era angelical: tenía aun los ojos lagrimosos, los labios rosas. No podía dejar de verla.
- ¡Hey ustedes, dejen de verse como tontos! – grito Key desde la van.
- Hyung, tenemos que regresar – me dijo Taemin.
- Entra a tu cuarto, y mantenme informado de lo que hagas – Le dije.
- Esta bien, buenas noches. Por cierto, me pagarás lo de esta noche – me apuntó con el dedo y se fue corriendo.
Meirapk
Choi Minho 4
Re: Forever Yours
por shineebrillosita Dom Mayo 13, 2012 7:35 pm
woo... me encanto pense que le
hiba a pasar algo a ella pero no
todo fue por minho que bueno que la
encontro y pues la actitud de jonghyun
como que no me gusta
(unnie diras que soy metiche pero no me
habia dado cuenta que habias actualizado
por que no mejor cada vez que actualizes
avisa por medio de la caja de los ficfan
asi se daran todos cuenta de tu fic ^-^)
espero tu actualizacion
shineebrillosita
♥TAEMIN♥ 1560
Re: Forever Yours
por Meirapk Dom Mayo 13, 2012 11:14 pm
shineebrillosita escribió:aparto
woo... me encanto pense que le
hiba a pasar algo a ella pero no
todo fue por minho que bueno que la
encontro y pues la actitud de jonghyun
como que no me gusta
(unnie diras que soy metiche pero no me
habia dado cuenta que habias actualizado
por que no mejor cada vez que actualizes
avisa por medio de la caja de los ficfan
asi se daran todos cuenta de tu fic ^-^)
espero tu actualizacion
Lo haría, pero soy nueva en el foro y no se como ponerlo T__T
Meirapk
Choi Minho 4
Re: Forever Yours
por shineebrillosita Lun Mayo 14, 2012 10:30 pm
ok no te preocupes a mi tambien me paso XD
mira copea el link de tu pagina y te vas al
foro ahi veras dos cuadritos uno dice chat
y otro es de los fic ahi dice nombre le pones
el nombre de tu fic luego alado esta el otro
de e-mail algo asi ahi pones el link y abajo pones un mesanje de
lo que quieras decir espero haber explicado bien y para
cualquiercosa puedes preguntarme ok ^-^
mira copea el link de tu pagina y te vas al
foro ahi veras dos cuadritos uno dice chat
y otro es de los fic ahi dice nombre le pones
el nombre de tu fic luego alado esta el otro
de e-mail algo asi ahi pones el link y abajo pones un mesanje de
lo que quieras decir espero haber explicado bien y para
cualquiercosa puedes preguntarme ok ^-^
shineebrillosita
♥TAEMIN♥ 1560
Re: Forever Yours
por Meirapk Dom Mayo 20, 2012 10:35 pm
Cap. 3: Sobre promesas rotas.
Minho
Minho
¿Qué es ese sonido? ¿Esta sonando un teléfono celular? Veo a la mesita alado de mi cama y es mi teléfono. Es de madrugada, y recibo un mensaje de ella. “Tuve una pesadilla. Me dijiste que te informara lo que pasara ¿No? Ahora ya no podré dormir.” Genial, ahora yo tampoco podré dormir. “Gracias por la alarma, ahora yo también estaré despierto y tendré que esperar hasta las 6 para ir al gimnasio” le respondí.
Me talle los ojos para ver entre la oscuridad. Taemin seguía dormido en su cama, el sonido no lo había despertado. Me siento en la cama y froto mi cabello “Cómo es posible que haga esto” me dije “Debe de ser esa venganza de la que me habló”. El teléfono vibra de nuevo. “Ya que no podrás dormir, ven a pasar un rato conmigo”. ¿Qué clase de propuesta es esa? No es lo que esperas escuchar de una chica normal. “¿Qué planeas hacer?” le respondí. “¿Estas pensando acaso que te golpearé e intentaré abusar de ti? Estas mal Minho” Eso me causó risa, tenía un humor bastante crítico e interesante; “Ok, voy para allá, espérame unos 10 minutos. Te advierto que llevo un bate por si acaso intentas algo."
Me vestí y me escabullí de la habitación. Pude llegar a mi auto sin problema alguno y comencé a conducir, después de todo, se lo debía luego de dejarla sola en la ciudad.
Llegué, e increíblemente, ya habían personas en movimiento dentro del hotel.
- Disculpe, me esperan en la habitación 227 – le dije al recepcionista en turno.
- Espere un momento – Tomo el teléfono y marco un número – Bueno, ¿Señorita? Hay un joven que dice que lo esta esperando. Ajá. Ajá. Esta bien, gracias, tenga un buen día. Puede pasar, la señorita lo espera para que la peine y la maquille.
- ¿Ah? Esta bien, gracias – Le dije, algo confundido.
Subí por las escaleras hasta su habitación. Toqué y abrió la puerta. Estaba aun en piyama, un pans rosa con una camiseta blanca y pantuflas. Para haberse despertado no hace mucho, estaba bien peinada.
- Buen día, señor estilista – me dijo, riéndose.
- Muy graciosa – le dije sarcásticamente – Ten cuidado que aquí traigo escondido mi bat.
- Recuerda que se me defender – me dijo tomando posición de karate.
- Jajaja eres muy pequeña para eso – le dije, tomándola de las muñecas – antes de que tu intentes dar el primero golpe, yo ya te habré tirado al suelo.
- Si que eres cruel – dijo haciendo un puchero – deberías de ser mas cortes con las mujeres.
- Lo soy – la solté – pero tu no eres cortés con los hombres, esto es equitativo.
- Esta bien, seré mas amable contigo – se dio la vuelta y se sentó en un sofá cerca a la ventana. – La pregunta aquí es ¿Por qué vienes vestido tan deportivamente?
- Porque pronto haré ejercicio – caminé hacia ella y me senté en el sillón frente al suyo – y debo de llevar puesta ropa especial.
- Vaya, si que eres narcisista – dijo, mirando hacia la ventana.
- No, no lo soy. Me gusta cuidarme, eso es todo. La narcisista aquí es otra que no deja que la vean recién levantada con el cabello alborotado – le dije riendo.
- Tengo que verme presentable. No puedo dejar que el amor de mi vida me encuentre por primera vez desaliñada
- El te amará seas como seas
- Eso crees, últimamente todos los hombres sólo son visuales. Tienes que complacerlos mas física que mentalmente – me dijo agachando la mirada – ya no hay hombres como antes.
- ¡Oye! No hables en general.
- No vengas a decirme que eres uno de ellos.
- Puedes descubrirlo – no puedo creer que haya dicho eso.. ¿De dónde salió?
- No, debes de tener a cientos de mujeres detrás de ti, no seré otra del montón.
- Eso no es verdad, no hay muchas mujeres detrás mío
- ¿Quieres hacer la prueba? – me dijo, levantándose del sillón.
- ¿Cuál será el reto? – le dije, poniéndome de pie.
- Invitarás a 5 mujeres a salir. Como se que todas te dirán que si, se que ganaré – dijo con confianza - y cuando acepten, cumplirás mi deseo.
- ¿Y si yo gano?
- Tu decide que quieres de premio.
- Te haré cargarme un kilómetro entero – le dije emocionado.
- Que petición tan rara, pero acepto – me dio la mano – para cerrar el trato, estrechemos las manos.
Tomé su mano y la sacudimos. Corrió hacia su habitación a cambiarse rápidamente. Bajamos al lobby y nos fuimos al parque más cercano, y esperamos sentados en una banca a que pasaran mujeres.
- Se que te ganaré – dijo dándome un codazo – y tendrás que hacer algo por mi.
- No estés tan confiada, se que te ganaré – amaba competir, y no iba a dejar que nadie, menos ella, me ganara en una competencia.
- Ahí viene una mujer – señaló hacia una chica con uniforme – Anda, ve a hacer tu trabajo.
Me dirigí hacia ella y toqué su hombro. Volteó a verme con rostro de sorpresa. Demonios, había olvidado por completo mis lentes.
- ¿Tu, tu eres..?
- Si, soy Minho de SHINee. Pero por favor, no grites – le dije a la chica.
- Minho esta hablándome, no puedo creerlo – comenzó a ponerse histérica.
- Sólo quiero que me digas si aceptarías salir conmigo..
- ¡Si! – gritó desesperadamente – te veo en este mismo parque a las 5 pm – corrió siguiendo su camino.
Volví esperando que no hubiera escuchado nada de lo que había pasado, no quería que lo supiera, al menos no por el momento.
- Uno a cero – sonrió de oreja a oreja – esto será bastante sencillo.
- Aun faltan otras 4, no cantes victoria – le dije sentándome a su lado.
Seguimos sentados, esperando a otras chicas. Todas dijeron que si. Perdí. Sólo una de ellas no me reconoció, pero dijo que era bastante bien parecido y aceptó.
- ¡Bien! – dijo, saltando – así que el perdedor de hoy, me cumplirá mi deseo.
- Es justo, aceptaré lo que pidas – le dije, derrotado.
- Quiero.. –bajó la cabeza viendo el pavimento.
- ¿Si?
- Que me lleves a tu lugar secreto y especial.
- ¿Es eso? Muy bien pequeña – alboroté su cabello – te llevaré hoy en la noche.
- Bien – me dijo – Ahora, vamos a tu gimnasio ese.
- ¿Quieres ir conmigo al gimnasio? – esto no estaba bien.
- Si, después de todo, perderé la forma si no voy – me dijo golpeándose el abdomen.
Tuve que acceder. Me insistió demasiado y amenazó con gritar que intentaba raptarla. Debo admitir que, es buena persuadiendo, y haciéndome reir.
La llevé conmigo, ya había planeado eso, llevó su bolsa con su ropa. Entramos y se dirigió al baño a cambiarse, mientras yo veía si había alguien conocido. No habían moros en la costa.
- ¿A quién buscas? – Lo que me esperaba. Siwon en el gimnasio.
- A nadie, a nadie – le dije, volteando a ver hacia la puerta de los vestidores – Hazme un favor hyung.
- Si dime, ¿Qué te preocupa?
- Una chica vendrá hacia aca – le expliqué – No le digas nada respecto a SHINee, o sobre la SM. Ella no sabe quién soy. Y prefiero que este así por el momento.
- Me deberás una explicación, pero esta bien, guardaré el secreto – me dijo, dándome una palmada en la espalda.
- ¿Qué secreto? – me giré y ahí estaba, vestida pans pegado y.. una blusa muy holgada para su silueta.
- El secreto de.. – dijo Siwon
- A dónde te llevaría hoy – le dije, interrumpiendo a mi compañero – El es Siwon. Siwon, ella es Meira.
- Mucho gusto, señorita – dijo haciendo una reverencia.
- ¿Por qué usas ropa tan holgada? – le pregunté cambiando el tema.
- Eso no es de tu incumbencia.. – volteó hacia otro lado, y sentí como había preguntado algo indebido.
- Bueno chicos, hay que comenzar con la rutina. Sino se nos hará tarde.
Me alegraba que Siwon fuera a quien me encontrara ese día. Es muy discreto y sabe como decir y hacer las cosas. Lo seguí a hacer mi rutina mientras Meira comenzaba la suya. Comenzó a calentar y, al pasar a las pesas, vi algo sorprendente: tomó su playera y la amarró a la cintura para que esta no le molestara.
- Debo de decir que, tiene un bonito abdomen – me dijo Siwon al oído – Deberías dejar de verla tanto, o notará que te gusta.
- ¿Gustarme? Hyung, debes de estar bromeando.
- Yo nunca bromeo con cuestiones del corazón – me dijo serio – Se que al final, te darás cuenta de que lo que haces es por una razón.
No entendía el por qué decía eso. Seguí con mi rutina. No podía dejar de verla. Haciendo abdominales, corriendo, todo. Interesante, muy interesante.
Terminamos molidos, varias horas de entrenar sin parar. Dieron las 10 a.m. y teníamos que irnos.
- ¿Así que, hoy también te irás? – me dijo alcanzándome en la entrada.
- No, hoy no. Hoy me disfrutarás el día completo – le dije presumiendo.
- Querrás decir, disfrutarás de mi compañía –dijo poniéndose a mi lado.
- Sigue soñando – la tomé y le alboroté el cabello.
- Deja mi cabello – me empujó y se acomodó el cabello - ¿Cuál es nuestra siguiente parada?
- Te iré a dejar a tu casa para que te arregles, y yo iré a cambiarme. ¿Una hora te parece bien, o es muy poco para la señorita?
- Más que suficiente – me guiñó el ojo coquetamente.
Subimos al carro y dispusimos a seguir con nuestro día. La llevé al hotel y regresé a a la casa con los demás. Todos estaban alistándose.
- ¿Por qué tanto movimiento? – le pregunté a Onew.
- Hablaron de la agencia, tenemos que estar ahí – me dijo.
- ¿Tengo que ir también? – pregunté
- Si, tenemos que ir todos menos Jonghyun. El tiene días unos días de descanso por parte de la agencia – dijo Taemin, arreglándose el cabello.
- Si, así que llamaré a Meira para que salgamos – tomó su celular, y se dirigió a hablar por teléfono.
- No es posible que lo haya olvidado – dije – Meira me odiará mas..
- No te preocupes – apareció Jonghyun – Ya hablé con ella, me dijo que te dijera que eras un tonto, y que estará en mi compañía, así que no debes de preocuparte.
- ¿De dónde conseguiste su número?
- Mientras no veías, lo guardé – me dijo – y que bueno que lo hice, sino la pobre de Mei estaría sola el día de hoy.
- ¿Mei? ¿Cómo que Mei? – subí mi tono de voz, estaba molesto – Su nombre es Meira.
- Como verás, le he puesto un nickname. Así se comienza. Ella ya me dio uno: Jongie.
¿Jongie? ¿Lo conocía de dos días y ya tenías nicknames? ¿Y yo que la conozco de tanto, me decía tonto o Minho? ¿Por qué me molestaba? Estaba saliendo de mis casillas.
- Vamos, se nos hará tarde. Allá te bañarás y te cambiarás – me dijo Key, empujándome hacia la puerta.
La dejé sola. Otra vez. Creo que soy muy malo haciendo promesas, es por eso que no tengo un sobrenombre especial para que me nombre. No quedará así. Esta vez tendré que hacer algo grande por ella. Jonghyun 2 – Minho 0.
Meirapk
Choi Minho 4
Re: Forever Yours
por shineebrillosita Dom Mayo 20, 2012 11:13 pm
estuvo muy interesante este capitulo me gusto
y mas en la parte en donde meira dice
mmm....esa no habra sido una indirectase ve que le gusta minho y claro minho por igual ojala rapido se decidan a declararse porque jonghyun es muy rapido XD jejej bueno espero tu actualizacion- Tengo que verme presentable. No puedo dejar que el amor de mi vida me encuentre por primera vez desaliñada
(una cosa hisiste tu firma oohhh me encato esta muy linda XD)
shineebrillosita
♥TAEMIN♥ 1560
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