Titulo: Multiple Choice
Autora: Edi~ @SS (como verán no soy yo , pero quería compartirlo con ustedes )·
Genero: Yaoi (?)
Rating: El que quiera leer
Parejas:MinKey, JongKey y 2Min [por el momento]


INTRO



Multiple Choice.






Desistir.
¿Desistir?
¿Qué es eso? Prohibido.
Definitiva y naturalmente, era algo que no caracterizaba a Lee Taemin.
Luchar.
En el blanco. Eso si lo definía.
Pero pelear siempre tiene sus consecuencias. Enemigos, ¡Y vaya que los tenía! Casi todo el instituto lo detestaba, todos hablaban de el, su nombre iba y venia en boca de todos, nunca por algo bueno, claro estaba.
Pero él se había ganado a pulso a todos y cada uno de esos enemigos. Y lo sabía… pero el problema no era que estuviera al tanto de eso, el problema era que le gustaba pensar que era así.
Le gustaba sentirse temido.
Le gustaba saberse ‘respetado’.
Le gustaba que todos, sí todos, supieran quien era Lee Taemin.







Desistir.
¿Cuántas veces había pensado en eso?
Muchas, quizás, mas de la que debía… y mas de la que su autoestima pudiera soportar.
Pero le era simplemente imposible no pensar en desistir, en abandonar.
Su personalidad lo llevaba a pensar en eso, o tal vez, esta sola era una barata e infantil excusa que Kibum solía utilizar.
Pero todo comienzo tiene un punto final ¿no?, y era precisamente eso lo que Key, como se lo conocía en el instituto, buscaría hallar.
Ya no quería ser un cobarde.
Ya no quería buscar excusas tontas.
Ya no quería pensar en desistir.
Ahora solo deseaba… pelear por él.










Desistir.
¿Qué más daba?
JongHyun no era una persona que pensara en cosas tan… estúpidas.
Abandonar o luchar.
Para que esas cosas existan tiene que haber alguien que primero piense en ellas, y ese alguien, no era precisamente él.
Insignificantes.
Esa era su respuesta.
Todo carecía de sentido en su vida. Todo.
Tampoco hubo alguien en su vida para mostrarle lo contrario, nunca la hubo.
Solo era un simple, común y ordinario estudiante de instituto al que todo le daba lo mismo. O hasta ahora era así.







Desistir.
¿Acaso estás mal?
Por supuesto que no.
No si lo tengo conmigo. Esa misma respuesta por partida doble, seria lo que obtendrías como resultado.
Minho y JinKi, los mejores amigos, mas. Hermanos. Protectores el uno del otro.
Los ‘populares positivos’ del instituto, así se los conocía.
Buenas personalidades.
Excelente conducta.
Y sobre todo… gran atractivo. Para nada ignorado por el sector femenino, y algunos (bastantes) compañeros.
Amigos de toda la vida. Inseparables. Pero…
Todo lo comienza… acaba.
O acaso…







Todos tuvimos, sufrimos, alguna vez un examen multiple choice, ¿pensaron alguna vez que la vida se le asemeja demasiado?
Varias opciones, y una elección. Elección que será elegida dependiendo lo que hayamos estudiado y lo que creamos correcto.
Bueno. La vida es así. A lo largo de ella se presentan distintos caminos que tomar, y la decisión que tomemos dependerá de lo que hayamos vivido, de lo que hayamos sentido. De lo que nos hayan enseñado, de lo que hayamos aprendido.

Pero sobre todo depende de nosotros. De lo que somos o queremos llegar a ser.
¿Acaso estas cinco personas serán así definitivamente? ¿Es cada uno lo que realmente desea ser?
O… ¿será posible que todavía no hayan hecho su elección?
El examen ha empezado.



Multiple Choice.

Bueno , jijij *risita sumamente nerviosa* Hola a todas y todos . mmm , simplemente me pasaba para dejarles la intro un fic (si les interesa) que me gusta mucho y espero que a ustedes también :)
Bueno , espero que lo disfruten jejeje . *desaparece con una nube de humo*

APARTO

aparto

FuerzaFriki: Jajajaja ,me alegro que te parezca interesante . Ojalá te guste más adelante


Capítulo I




Tan rápido como habían comenzado, se habían acabado.
Las vacaciones se hacen realmente cortas. Ese tiempo de descanso que todo estudiante espera durante nueve meses, pasa volando.
Eran como un respiro de la presión escolar. Aquel que diga que es fácil ser un estudiante, está equivocado. Mucho menos si se es un adolescente.
Adolescencia. Cambios, cambios y más cambios. De todo tipo. Físicos y sobre todo… emocionales.




El día no era el mejor. Nubarrones en el cielo. Seguramente llovería, y dentro de poco. Definitivamente, no era un día como para querer salir de la cama y mucho menos, para empezar otro año escolar.
Le gustaba dormir. Demasiado, quizás.
La cama, las nubes, la hora; nada de eso, por mas que tuviera ganas, le impedirían volver al instituto. Si, se contradecía pero, si faltaba el primer día de clases, su amigo lo mataría. Y, definitivamente, era mejor asistir a clases que perder su joven vida.
Así que haciendo caso a ese inteligente pensamiento, dejo de ver a través de la ventana, se levanto de su cama y se dirigió al baño.

Otra vez a la rutina.

Despertarse con el ruidoso y molesto despertador, levantarse, lavarse la cara, cepillarse los dientes, “peinarse”, ponerse el uniforme, desayunar apurado por su madre y… correr al instituto. No por miedo a llegar tarde, nunca lo hacia, sino porque…simplemente le encantaba. No podía entender, y tampoco se moría por hacerlo, como la brisa matutina le hacia tan bien; libertad, eso era lo que sentía.
Y mirando nuevamente al cielo, que estaba cada vez más oscuro, se encontró con la primera gota de lluvia.
-Esta fresca.- se dijo para si mismo cuando la gota de agua toco su rostro, y sonrió. Le gustaba la lluvia.- Hoy será un buen día.
Su madre le dijo una vez que aquel al que le cayera la primera gota de lluvia, tendría suerte. Después de grande pensó que era casi imposible saber quien es el afortunado al que le cae la primera gota, pero como su madre se lo dijo, el simplemente lo creyó y ya no pensó en eso. Un buen hijo.
Y con esos pensamientos, llegó al instituto.

Igual. Ese era el estado de aquel edificio. Todo seguía exactamente igual.
Las paredes se habían vuelto a pintar pero del mismo color, al igual que las escaleras, las personas eran las mismas, hasta había en el ambiente el mismo aroma a café.
Todo igual. Y eso lo tranquilizaba, no le gustaban demasiado los cambios. Afortunadamente para el, en el instituto al que asistía, raramente se producían cambios. Todas las personas dentro de ese edificio, ya sean profesores, alumnos, personal, todos, estaban desde el primer año de historia de ese lugar. Su colegio no tenia mas de quince años de vida, y el desde sus tres años asistió a ese lugar, como la mayoría de los alumnos.
¿Un instituto selectivo? ¿Cerrado? Puede ser. Pero el agradecía cada día el pensamiento del director de su segundo hogar.

Terminando su inspección ocular, se acordó de su amigo, el culpable de que el se encuentre ahí.
Y como si de telepatía se tratara, escucho que alguien gritó su nombre.
Giro sobre su propio eje y lo vio.
-¡Choi Minho!- Era él, su peor, como lo llamaba.
-¡Lee JinKi!- le grito en el mismo tono de director. Mirándolo serio, para luego sonreír.
Se acercó hasta donde estaba su amigo, quedando a unos cinco metros de distancia.
-yo llegue hasta aquí, ahora es tu turno de caminar hyung.- le dijo a su amigo. Solo lo hacia por molestar. Le gustaba jugar así con JinKi.
- ¡hey mocoso! Más respeto. Y no, si quieres ver mi hermoso y pálido rostro, acércate tú, yo te grite, es decir, sino fuera por mí, aun estarías con esa cara de detective borracho mirando las paredes. Así que agradéceme caminando.- dijo JinKi, cruzado de brazos y mirándolo con indignación, fingiendo enojo.
Dos niños, no tan niños, jugando.
Los alumnos que pasaban por el lugar los miraban raro. Aunque a estas alturas ya tendrían que estar acostumbrados. Ya los conocen. Bastante.
-ahh, siempre es lo mismo.- dijo Minho, suspirando y resignándose. - Tienes suerte de ser mi amigo. Mucha.- le comunico a su amigo, sonrió con zozobra y se acerco a su ‘peor’ para abrazarlo.
- no cambiaste en lo absoluto hyung.-
- es imposible que cambie en menos de diez horas, Minho, no pidas milagros. – le contesto gracioso JinKi. Pero era cierto, hacia diez horas que no se veían.
No solo eran mejores amigos, sino también, vecinos. Lo difícil no era que se vean y que estén todos los días juntos, lo extraño sería que no se vieran.
Luego de saludarse, pegarse, y palmearse las espaldas, continuaron hablando.
-por lo que pude ver todo sigue igual, hyung.- dijo tranquilo Minho.
-déjame decirte que… no quiero aburrirme este año, es mi ultimo año y quiero que sea diferente.- Si, era el ultimo año de JinKi en el instituto, a Minho todavía le quedaban dos por delante, y para ser sinceros, no sabia como los iba a soportar sin su amigo al lado molestándolo.
-No, hyung no me gus—
-Se muy bien que no te gustan los cambios pero, de vez en cuando son buenos, la rutina cansa y sobre todo, aburre.- no dejo terminar de hablar a Minho, sabia lo que iba a decir.
-Pero no quiero que entren nuevas personas al instituto, ya nos conocemos todos y me gusta que sea así, me gusta este ambiente “familiar”.- Minho no estaba de acuerdo con JinKi, entendía que quería pasarla bien, pero, había otras maneras, otras formas, que no implicaban cambios.
-Minho, no hace falta que entren nuevas personas, para que esto cambie un poco, estas mismas personas que conocemos desde hace años, pueden cambiar.- argumento el mayor, pero la cara de fastidio que tenia Minho no iba a cambiar, y el lo sabia bien.
Cuando se trataba de cambios, Minho se volvía alguien muy sensible. Se fastidiaba fácilmente. Pero JinKi lo entendía, entendía a su amigo.
Por su parte, Minho veía esta ansiedad de ‘diversión’ de su hyung como algo que lo afectaba directamente; pensaba que JinKi ya no la pasaba bien a su lado. Puede que parezca extraño, pero Minho se había acostumbrado demasiado a su amigo, y no podría, siquiera pensar, en como seria su vida escolar sin JinKi, ya era demasiado frustrante pensar en lo que le esperaba el siguiente año.
Increíble cómo su cabeza carburaba tan rápido. Una sola palabra de su amigo y su cerebro trabajaba más de lo que debía.
- ¿Sabes que pensar demasiado, a veces complica mas las cosas?- la pregunta del mayor, lo había sacado de sus pensamientos.
-ya, no fastidies.- le contesto de mala manera, el pensarse innecesario para su amigo, lo enojaba. Si lo tenía a el, ¿para que quería cambios?, así, solo los dos estaban bien. No hacia falta nadie mas.
-ya, ya, no te enojes, es el primer día, y hay que empezar con muchas ganas.- dijo su amigo sonriendo y pasando su brazo por encima de sus hombros. De verdad que JinKi no cambiaria, ni en diez horas ni en diez años.
-esta bien, increíble pero tienes razón, hay que empezar con ánimos.- le respondió a su hyung.

Mientras discutían en que harían a la salida, sonó la campana, avisando que cada uno debería formarse en la puerta de su correspondiente salón. Rutina escolar. Se acercaba el discurso del director. Insoportable.
¿Cuántos minutos hacia que estaban parados como estatuas? Parecían horas, aunque solo llevaban unos cuantos minutos. Reglas, reglas y mas reglas; eso era todo lo que tenía el director para comunicar. Esto no era necesario. No para ellos que se las sabían de memoria, y las cumplían al pie de la letra.

Luego de esperar un rato mas, el director dio fin a su ‘bienvenida’ a un nuevo ciclo, y así, empezaron las clases.
Cada uno por su lado.

Por su parte, JinKi era muy popular, todos los conocían, y lo respetaban, no solo por ser un buen estudiante, uno de los mejores; sino también por ser un gran compañero. Siempre estaba ahí cuando se lo necesitaba. Nunca contestaría mal, nunca trataría mal a los demás, nunca se rebelaría a los profesores, nunca haría algo mal. Nunca. Así era JinKi.
-hey JinKi, ¿como pasaste tus vacaciones?- le había preguntado entrando al salón SeungHyun, un chico de su clase con el que se llevaba muy bien.
-¡SeungHyun, tanto tiempo!-exclamó, girándose mientras dejaba su bolso sobre el banco.- Me fue muy bien, la pase muy tranquilo haciendo… nada.- dijo riéndose. Pero era la verdad, eso había hecho durante su tiempo libre, nada.
-me lo imaginaba.- respondió su compañero riéndose de la sinceridad del mayor.-pero supongo que te la pasaste todo el día, y todos los días con Minho, ¿no?
-ahhh.- suspiro.- eso si, lamentablemente.- dijo, sobándose la cabeza, siempre bromeaba de la misma manera con su compañero. Molestar a Minho era lo mejor, aun si el no estaba presente.
-ya JinKi, que malo eres, ¿como hablas así de tu mejor amigo? Tienes suerte de que te conozco bien, si fuera otro, diría que no lo soportas para nada.- hablo SeungHyun, golpeándole el brazo y tapándose la boca mientras se reía. Era divertido ver las expresiones de JinKi. De verdad, actuaba muy bien.
-pero para mi suerte, me conoces, así que… no hay problema.- dijo el representante de la clase, mientras se ubicaba en su asiento. El profesor de química había llegado.

‘Minho’. Solo eso pudo escuchar de toda la conversación que estaban teniendo esos dos ‘tontos’. Solo lo que le interesaba.
Ese chico sentado en la mitad del salón, con la camisa por afuera del pantalón del uniforme, con la corbata mal puesta, con peinado despeinado, y mirada penetrante, no era común. No. Porque para ser común en ese instituto había que llevarse bien con JinKi, sobre todo si eras su compañero. Pero el no se llevaba, ni bien ni mal. Para el, solo resultaba un compañero mas, alguien al que tenia que ver por obligación. Nada más.
Kim JongHyun. Así se llamaba. El ‘anormal apuesto’ apodado así por las chicas del instituto.
Nada representaba algo de interés para el. Asistía a clases por mandato de sus padres, era lo único que hacían por el, llevarlo al instituto y pagar por sus horas en ese lugar. Los detestaba.
Todos los años, desde el primero, fue lo mismo en ese colegio. Y no le molestaba, en lo absoluto. Hasta que…
Kim Kibum, un estudiante de primer año, se cruzo en su tranquila, rutinaria y aburrida vida. Por supuesto, Key, como lo llamaban, nunca supo que provocó un cambio en su interior.
No sabría decir que fue aquello que hizo que en él algo haga ‘clic’ cuando lo vio tropezarse con su pierna tan cómodamente estirada en el suelo, cuando lo observo lamentarse porque todos sus apuntes fueron a parar al piso húmedo que el de mantenimiento estaba limpiando. No lo sabe, y se desespera por no saberlo. Pierde horas de sueño por culpa de eso. Por culpa de Key. Nada, nada era interesante para el. Nada… hasta que apareció Kibum. Nada… hasta que apareció Minho.
Si, Minho… aquel compañero de Key, aquel con el que siempre lo ve riendo, hablando, comiendo, estudiando. No lo soportaba. No podía siquiera verlo. No podía siquiera escucharlo nombrar. Lo molestaba, y era precisamente eso, lo que le había pasado segundos atrás escuchando una conversación que no debía. ¿Pero que podía hacer? Estaba aburrido, esperando que el profesor se dignara a aparecer y empezar las clases.

Los dos de adelante suyo, dejaron de hablar, y se dio cuenta que, por fin el profesor había llegado. Ya no quería escuchar esa estúpida conversación. Prefería ver en el pizarrón miles de formulas que nunca entendería.


Llego al salón, dejo sus cosas en el mismo banco de siempre, y se acerco hasta Kibum, uno de sus mejores compañeros.
-Kibum, perdona por no llamarte, realmente lo olvide.- dice poniendo su mejor cara de amigo arrepentido. Si Key se enojara, estaría en graves problemas, tan graves como si se hubiera comido un pedazo de pollo a escondidas de JinKi. Un escalofrío lo recorrió.
-Hola Minho, ¿Cómo estuviste estos días? Supongo que bien, porque no me llamaste.- dijo Kibum alzando una ceja y reprochándole. No estaba enojado, enojado. Solo un poco molesto. Además de que…
-sabia que te enfadarías, pero… ya perdóname ¿si?, no vuelve a pasar, lo juro.- dice Minho cerrando los ojos para luego abrirlos y hacerle ojitos. Key siempre dijo que le parecían graciosas sus expresiones, por eso mismo, jugo con eso. Y funciono. Su amigo empezó a ablandarse y lo disculpo.
-te advierto Choi Minho, que es la última vez que funciona.- dijo Key hablando serio. Claro, ni el se lo creía.
-gracias Kibum…- dijo Minho abrazándolo y jugando con su pelo.
-¡hey! Con mi cabello no.- intentaba decir, pero Minho empezó a hacerle cosquillas.-Minho, no- -no. ¡Basta!- casi gritaba Key a la vez que se reía. Todo el salón los escuchaba y también…
-¡ya, ya! Perdonen que interrumpa a la parejita de enamorados, pero ¿podrían dejar de chillar como niñas?- todo tiene un final, bueno, acá estaba el final del día tranquilo para Minho y Key.
-¡Ya tu! ¿Que acaso te molestamos o que? No lo creo, así que no te metas donde no te llaman.- dijo Minho molesto. Era raro verlo en ese estado pero Lee Taemin tenia el poder de lograrlo fácilmente.- ah, y otra cosa, no somos ni una pareja, ni niñas. Con permiso, no tengo tiempo que perder contigo.- siguió diciéndole al de cabello castaño, pasando por su lado, y corriéndolo con su brazo del camino.
Enfadado se sentó en su banco y trato de tranquilizarse. Ese niño lograba exasperarlo muy fácil. Era insoportable. El y los tontos esos que tenia como ‘amigos’. Idiotas, pensaba.
Se llevaba bien con todo el salón, y a su vez, nadie tenia problemas con el. Pero ese grupo del fondo, era la excepción. Ellos no se llevaban bien con nadie, sobre todo Taemin, ese niño con cara de ángel, pero con conductas propias de un demonio.
Siempre fue lo mismo. Todos los años eran iguales. Taemin tenia muchos problemas en el colegio, demasiados. Pero nadie podía hacer nada. Si alguien iba y se quejaba de el con el director, éste, simplemente hacia oídos sordos. Y claro, pocos lo sabían, pero él era su sobrino.
Si Minho tuviese la posibilidad de cambiar algo seria a Lee Taemin. No le agradaba su presencia en el instituto. No le gustaban los cambios pero puede que JinKi tenga razón, de vez en cuando, no son malos.

-¡perdón!- dijo Taemin, sacándolo de sus pensamientos.- cierto que el ‘estudiante ejemplo’ se enoja fácilmente.- sarcástico, así estaba siendo en estos momentos.
El menor, camino unos pasos y se ubico justa detrás de Minho.
-¿tanto te molesta que todos se enteren que te gusta ese?- le dijo al oído, despacio, como quien esta contando un secreto, mirando con desprecio a Kibum.
Y Minho volvió a sentir un escalofrío. Niño insolente.
Todos sus compañeros, ya ubicados en sus respectivos lugares, observaban atentos sin perderse detalles de la discusión.
¿De donde sacaba esas cosas? ¿Minho enamorado de Key?
Sin siquiera pensarlo, se levanto de su asiento, enajenado, se giro y agarro del cuello de la camisa estampando contra la pared, al culpable de su molestia.
-¡será mejor que dejes de decir estupideces!- dijo retándolo con la mirada, totalmente enfurecido, mientras lo apretaba aun mas contra el frio material. Lo levanto un poco del suelo y acerco mas su rostro al de su insoportable compañero.- ¿será que… es otro el que esta enamorado?- dijo vengativo, mientras recorría con su mirada el rostro de Taemin.
-¡Suéltame!- grito el menor, mientras le devolvía miradas asesinas a Minho.- ¡Eres un imbécil! Sera mejor que cierres tu boca si no qu—
-¡Viene el profesor!- grito otro compañero desde la puerta. Minho soltó a Taemin, mirándolo con odio y se ubico en su asiento, fingiendo normalidad; no sin antes tocarle el hombro a Key, en señal de tranquilidad. Sabia que a su amigo no le gustaban las peleas. A el tampoco le agradaban pero, ese compañero lo enfurecía totalmente.
Seria mejor prestar atención a clases. Ese niño de cabello teñido no lo alteraría más.

A Minho, después de todo, aquella primera gota de lluvia no le había traído suerte.
No sabía si era capaz de soportar un año más a Taemin. No lo sabía.


A solo unos metros, en ese mismo piso del instituto, otra persona pensaba lo mismo, y a la vez, lo contrario.
No sabía si eras capaz de soportar un año más a Minho. Kim JongHyun no sabía si eras capaz de soportar un año más a Minho, al lado de Key.
Un año mas, un año mas… y las clases recién comenzaron.


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Ahí les dejo el primer cap . Corto jejej , pero les aseguro que se pone bien interesante a medida que pasa .
Espero lo que sea que tengan para decir , saludos :MUA: . -huye-

@FuerzaFriki: Jijiji , con lo de las personalidades , van cambiando jejej . No puedo decir más , pero ya te vas a ir dando cuenta de unas cosas . Gracias por comentar

@Choi Ji Sun: me alegra que te haya gustado . Con respecto a lo de Taemin , jijii , puede que tengas razón , espero que te guste de ahora en más . Gracias por leer





En la primera semana de instituto todo seguía igual. Clases, recesos, tareas y más clases.
Minho, JinKi y Key se juntaban todos los recesos para ponerse al tanto de lo que pasaba en sus salones, aunque eso ya estaba irritando un poco al mayor de todos, Minho y sus incesantes quejas sobre Taemin, lo tenían hasta la coronilla. Eran pocas las veces que podían discutir como antes, que hacer a la salida de clases, donde reunirse para estudiar, que nuevas canciones se aconsejaban escuchar.
Al parecer ya nada de eso era importante para Minho. El solo podía pensar en Taemin y en lo insoportable que era.
A JinKi lo irritaba y a Key... lo entristecía. Había notado en esa semana que su mejor amigo, no podía dejar de prestar especial atención a Taemin, y esas miradas que Taemin le echaba no ayudaban en nada. Lo incentivaba a enfurecerse aun más. Cada vez que pasaba a su lado, lo empujaba, le tiraba el bolso, se robaba sus apuntes, si, Taemin se buscaba ese 'odio' que Minho sentía hacia el.
Y parecía que este año estaría mucho más insoportable. Más que nunca.

En los pasillos se escuchaban los murmullos de los asustados estudiantes, preocupados de ser el centro de los repentinos ataques del de pelo castaño.
No había que hacer demasiado para ganarse ser la causa de la diversión de Lee, porque el solo molestaba por diversión. Odiaba asistir a clases pero ya que se veía en la obligación de hacerlo, no desperdiciaba la oportunidad para no pasar desapercibido. Odiaba la sola idea.

Kibum sentía que más allá de esas miradas de odio que se daban Minho y Taemin, había algo más. Pero no sabía que era.
Había escuchado una vez, cerca del baño de mujeres, que el 'terror andante' estaba interesado en su amigo. Los comentarios de las chicas, entristecidas por el sorpresivo interés de Taemin en el deportista del instituto. ¿Acaso lo que decían era cierto? ¿Ese odio que simulaban tener no era más que un mutuo interés oculto? Kibum pensaba y pensaba, y por mas que lo hiciera incontables veces, no encontraba la razón de porque el sobrino del director tenia tanta saña con su amigo. Quizás lo que decían era cierto. Pero… ¿Qué sentiría Minho? Su cabeza ya dolía. No quería dar por verdadero unos chismes de pasillos. De verdad, no quería.

Este cambio en el semblante de Key, pudo ser pasado en alto por Minho que tenia la cabeza puesta en cierto pequeño con cara de ángel y sonrisa de demonio, pero no fue así para JongHyun. Todo lo referente a Kibum era de suma importancia para el. El si pudo notar que su compañero de instituto no estaba bien. Pero, nada podía hacer. Su cobardía no se lo permitía. Tampoco era que de la nada se iba a acercar a el, ¡que idea mas descabellada! nunca había siquiera intercambiado palabras, sería raro que lo hiciera de un momento para otro, tal vez Key se asustaría y pensaría que su sistema nervioso no esta funcionando bien. No estaba preparado para correr ese riesgo, al menos no todavía.

Era martes de la segunda semana de instituto. La clase de ingles, extrañamente, resultaba insoportable para JinKi. Suspiraba agotado, y sinceramente, las expresiones exageradas de la profesora ya lo tenía algo alterado. Siempre pensó que esa mujer debió haber sido actriz, ¿que hacia enseñando?
-¡hey! Miren que tenemos aquí. Este no es el estudiante ejemplo del instituto, ¿que pasa JinKi?-SeungHyun había estado observando durante unos minutos a su compañero y lo había notado extraño. No era el JinKi de siempre, no estaba prestando atención a clases y eso era raro.
-ahh-otro suspiro-no es nada, solo que... no lo se.- respondió el mayor con una sonrisa, fingida. Se dio la vuelta y siguió mirando hacia la ventana. Era un hermoso día.
Nada. Eso había respondido, sabia mentir, no sabe si bien, pero... no hacia falta preocupar a los demás. Quizás, eso era lo que pasaba realmente, quizás todas esas ideas que iban y venían en su cabeza eran solo eso, ideas. Tal vez, lo que sentía, no era lo que de verdad pasaba. Puede ser que, ese sentimiento de vacio que sentía en su pecho, era solo su imaginación. Aunque JinKi no era un tipo de gran imaginación, y eso, ahora, lo asustaba.


-¿quien les dijo que se levanten de sus bancos? ya mismo copian lo del pizarrón, no esta de adorno.- el profesor de historia tenia su carácter.
-viejo insoportable.- escucho decir Key desde atrás.
-no pienso escribir, igual, nunca hago los deberes.- había dicho un compañero de grupo de Taemin. Infantiles, hasta el tono que usaban lo era. -da lo mismo.-hablo el líder del 'grupo', restándole importancia al aviso del profesor.
-Ahhhh, que agotador es esto.- comento Minho a su amigo mientras se levantaba de su asiento y estiraba los brazos.- detesto historia.-dijo mirando en sus apuntes, los deberes que le esperaban realizar.
-si, y mas si el profesor esta de mal humor.- respondió Kibum mientras se arreglaba el cabello. Manía suya.
-¡Ja!-exclamo el mas alto chasqueando sus labios.- ¿y como no estarlo? si los de atrás estuvieron toda la clase haciendo lo que se les venia en ganas. Maleducados e insoportables.- dijo Minho molesto. Si, la materia era aburrida, lo aceptaba y el como alumno también lo sufría, pero la falta de respeto no le agradaba.
-también los escuche pero, creo que será mejor que nos acostumbremos.-Key quería hacer entender a su amigo que no era bueno entrar en el juego de Taemin.- Minho, tu no solías darle importancia a sus bromas de mal gusto, y últimamente, te irrita todo lo que hagan, especialmente el.-dijo, señalando disimuladamente a Taemin, quien lo miraba de una manera horripilante. Sonreía, maliciosamente. ¿Que estaría pensado?
-Kibum...- había empezado a hablar Minho.
-¿reunión romántica?- sarcasmo, insoportable. Un amigo de Lee se había acercado a ellos, a molestar, obviamente.
-no hablo con perros falderos.- contesto Minho, desafiándolo. Ya estaba harto de las idioteces de los lame botas del teñido.
-cuidado con lo que dices, 'estudiante ejemplo' - respondió el desalineado estudiante, burlándose de su compañero.
-Minho, mejor nos vamos.- Key quería sacar a su amigo del salón cuanto antes, sabia que estaba alterado y nada bueno podía pasar si les seguía la corriente a los secuaces de Taemin.-Minho, por favor. Insistió, pero al parecer, el alto no lo escuchaba.
-basta Key, no nos vamos, éste es nuestro salón y no tenemos porque dejarlo por unos aspirantes a delincuentes como ellos.-lo que el pelinegro decía era cierto pero, Kibum pensaba distinto.
-si tanto te molestamos, ¿porque no te vas tu? o será que, ¡no! No me digas que ¿tienes miedo de lo que le pueda pasar a tu 'amiguito'?- finalmente Taemin se metía en la discusión. ¿Que tenia contra Key? la manera en la que le hablaba y en la que lo miraba era de...asco.
-no estoy hablando contigo.-dijo al aludido, no era de pelear, pero tampoco se dejaría basurear por un sujeto como su compañero. Kibum pudo notar en las palabras de desprecio de Lee algo mas que eso... algo mas. ¿Podría ser que lo que había escuchado una vez era cierto? ya tenia una razón mas para rezar.
-no seas tan estúpida, nena.- respondió el teñido, y esa sonrisa otra vez en su rostro. Al parecer tratar a Key como amigo era algo que le entretenía bastante.
-no te metas con nosotros, no somos como los idiotas a los que sueles molestar.- Minho hablaba, pero no se dirigía a todos los que estaban ahí, el solo le hablaba al portador de esa sonrisa odiosa.- así quesera mejor que nos dejen en paz.- finalizo, tomó a su amigo del brazo y se dispuso a salir del aula.
Pero para Taemin esto todavía no acabaría. Justo en el momento en el que el mas alto tomo del brazo a su preocupado amigo el se metió en medio de los dos y corto ese agarre, poniéndose frente de Minho y mirándolo con desprecio, enojado, temblando. Algo, raro.
-nunca mas me des la espalda.-dijo Taemin mirando fijamente al que aun tenia agarrado.
-pero que... estas loco. Y ya te lo dije la otra vez, no me toques. ¡Suéltame!-los gritos de Minho eran fuertes, mucho. Era extraño que todavía no se hubiera aparecido alguna autoridad del colegio. Por su parte, Kibum estaba, sorprendido, ¿que era lo que acababa de decir su amigo? el había escuchado bien dijo: 'te lo dije la otra vez' y 'no me toques'. ¿Acaso ellos habían tenido otro encuentro? Porque la vez que pelearon en el salón, Key estaba seguro que no escucho almo como eso. ¿Que era lo que pasaba con ellos? ¿Será cierto que a Taemin...? dolía, y ahora, no solo la cabeza.
El tiempo para el amigo del alto se había detenido en ese momento, se había sumergido en sus pensamientos, tanto así que no se dio cuenta cuando Minho se zafó de Taemin, cuando lo tomo a el del brazo y salieron del salón, tampoco pudo escuchar los gritos de su insoportable compañero diciendo que eso no se iba a quedar así. Sumergido en su mundo tratando de descifrar lo que sentía Minho, tampoco pudo ver que un chico llamado JongHyun choco con ellos en el pasillo, no vio eso, y tampoco la forma en que ese alumno lo miraba.
Al parecer lo suyo eran los choques y las caídas, pero si por eso podía sentir mas cerca a Key, no le importaba caerse mil veces. Su perfume era delicioso. JongHyun quedo impregnado de el, aun si lo sintió solo por unas milésimas de segundos. Se acomodo un poco el uniforme, se planto bien en el suelo y giro, observando como se iba, tomado del brazo de su amigo. Sonrió. Pensando en la idea de que el pronto, podría ocupar el lugar de Minho.

A esas horas muy pocos alumnos quedaban en el instituto, la mayoría ya estaba camino a sus hogares. Un grupo ideaba un plan en medio de un salón sin luz.
-bien, ¿entendieron todo?- pregunto Taemin, mirando a sus compañeros.
-si.- dijeron al unísono.
-perfecto. Entonces, mañana a la salida del instituto. Ya no soporto a ese entrometido, me da asco.- detestaba con todas sus fuerzas a Kibum, y lo pagaría, pagaría estar siempre al lado de Minho.

Un Key despreocupado sabiendo nada de todo lo planeado, llego a su casa, despidiéndose de su amigo.
-mañana nos vemos, descansa y toma un te para relajarte.- decía, burlándose un poco de los nervios de su amigo. Debía hacer algo para que esa presión se vaya.
-ok, tienes razón. Creo que me tomare algo para eso. Gracias Kibum.- respondió Minho sonriendo despidiéndose, ahora si, de su amigo.
Siguió con su camino, el vivía un poco mas lejos del instituto que su amigo. Ahora, era un buen momento para caminar y que la brisa le dé de lleno en el rostro. Era cierto, debía tranquilizarse. Ni el entendía porque sus nervios estaban de punta. Ese sujeto tenía la culpa de todo. Y pensar que, no siempre fue así. El tiempo cambia muchas cosas. Pero aun, a pesar de los años, recuerda a un Taemin diferente, a uno que sonreía sinceramente, y no con esa sonrisa maquiavélica. ¿Que le habría pasado para cambiar así? ¿Que?
Minho no lo entendía. Pero tenía varias posibilidades para saber que hacer con respecto a eso. ¿Que camino seguiría? tampoco quería perder a sus amigos por culpa de alguien que quizás, no lo merezca; porque ya se había dado cuenta de que JinKi estaba distante, pero el tenia la culpa, por estar tan insoportable, justamente, el responsable era esa persona que el, quería ayudar.

Todo cambia con el tiempo, con los años...Minho lo sabe, y lo vivió con ese sujeto de pelo teñido pero, no sabe todo lo que pueden cambiar las cosas en cuestión de horas.
Mañana será otro día. Y todo cambiará.

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@Choi Ji Sun : Jajajaja , LARGA VIDA AL 2MIN . Me alegra que te guste , gracias por pasarte

@Phanys : Me alegra que te guste , pero lamento decirte que no soy yo la autora jajaja . Gracias por pasarte y espero que lo sigas haciendo

@FuerzaFriki : Jajajaja , perdón por la tensión , pero ese es mi trabajo , dejar con la intriga a mis lectoras jijiji . Bueno ya , mmm con respecto a lo de los cambios , si puede que sea por taemin , pero no puedo adelantarte más . Gracias por pasarte honorable rival

@janess : jajaja , en el fondo tae es muy considerado , aunque muy muy en el fondo jajaja . Igual no es precisamente minho quien salva a .. mm bueno me callo . Gracias por comentar




III





Era demasiado temprano, aun no se acostumbraba a levantarse a esas indecentes horas para asistir al molesto instituto. Los rayos de sol ya se colaban por las transparentes cortinas de su gran habitación. Era una molestia, el sol, la mañana, el instituto, todo. O casi todo.
-joven, buenos días. Le comunico que ya es hora de levantarse de la cama, su tío ya partió hacia el instituto.- su nana le había dicho. Una señora entrada en años, educada, demasiado. Quizás, ella era lo más parecido a una 'familia' que jamás había tenido. Quizás por eso, era a la única persona que respetaba.
-¡Ah, que molestia!- había dicho de no muy buena manera, pero al ver la expresión de la anciana, cambio su tono.-Lo se, gracias.- dijo irónicamente, ¿como alguien podía pretender que a esa hora contestara de buena manera? ni a esas horas ni a otras. -Es un buen día, ¿no?- Había preguntado con cierto interés repentino. Parecía alguien que sufría de bipolaridad.
-Muy bien, vamos avanzando Taemin, así esta mejor. Sabes, no es malo mostrar interés en algo y esta, es una de las pocas veces que te veo ese brillo en los ojos.-
-No empieces con estupideces, no fue eso lo que pregunte.-
-Que poco dura lo bueno. Y si, es un bonito día, el que se convierta en un buen día depende de ti.-le respondió la empleada con una sonrisa. Siempre trataba de enseñarle cosas a ese niño, sabia que por más de que se mostrara como alguien que impone terror en los demás, en el fondo, es él el que tiene miedo de si mismo. A veces pensaba que la causa de eso, era la falta de amor, de protección y de una familia presente. Que coraje sentía cuando pensaba en eso.
Taemin se levanto de su cómoda cama, se dirigió al baño, tomo una buena ducha y se preparo para asistir al instituto. Hoy seria un día muy interesante. Seria divertido.



-JongHyun apúrate, se te hace tarde.- gritaba desde el pie de la escalera su madre.
-Ya voy, ya voy... que odiosa puede ser.- se quejaba el chico desde su habitación. Sabia perfectamente que se le hacia tarde, no hacia falta que alguien se lo recordara. Y a todo eso, ¿que hacia su madre en la casa? Casi nunca esta, sino esta en la oficina, esta de viaje, pero en la casa... rara vez.
Sin ganas, bajó las escaleras, y salió rumbo al colegio, no pensaba despedirse, era una perdida de tiempo.
A diferencia de la mayoría de alumnos de su instituto, el prefería recorrer el camino a dicho lugar a pie, le agradaba caminar. Ir en coche lo sofocaba, sentía que era una manera mas que sus padres tenían de controlarlo, fue por eso que discutió con ellos hasta que consiguió convencerlos de que caminar no era una mala idea, si tenían dudas de que se presentara a clases, podían llamar y listo, no era muy complicado.
Su cabeza estaba empezando a carburar, era algo que no podía controlar. Al contrario de lo que se cree de el, es una persona que piensa demasiado, quizás por eso, reaccionaba poco.
El instituto, que lugar odioso representaba para el. Lleno de hipocresía, de cobardes, de mentiras. Y el era uno mas de esos. Tampoco hacia algo para cambiarlo, pero ¿que podía hacer? Nada. Esa era su mejor opción, además, el no atacaba porque si y aun, nadie había hecho nada en contra de el como para que reaccionara.
De repente, vino a su mente, la imagen de Kibum tomado del brazo de Minho. El viento matutino trajo consigo su aroma dulzón. Sonrió. Que fácil era para el hacer aquello cuando pensaba en ese chico. ¿Seria así para siempre? ¿Se conformaría solo con imaginarse como se sentiría tener su presencia cerca? Se detestaba, no quería que eso fuese así todos los días. Que aburrido seria.

Se acomodo mejor la corbata del uniforme, no quería escuchar ni una vez mas, que su rector le llamara la atención por lo mismo. Que vos insoportable tenía ese hombre de grandes lentes, ni hablar de su rostro, no quería sacar al mundo lo que había cenado el día de ayer.

Llego a su salón, coloco su bolso en el banco y se recostó encima de su escritorio, tanto lo apuró su madre y acababa llegando temprano, al parecer esa mujer no lo quería en la casa. Suspiro, seria un largo día.
Después de diez minutos, levanto su rostro que estaba oculto por sus brazos, se refregó un poco los ojos para acostumbrarse a la luz nuevamente. ¿Aburrido? Para nada.
No eran tantos sus compañeros, ¿Porque había tanto bullicio entonces? pudo ver que JinKi y su grupo de amigos hablaban sobre el examen que se acercaba, un grupo de chicas cuchicheaban mientras otras estaban sonrojadas, vaya a saber de que chismoseaban. Todos resultaban unos tontos para el, no importaba cuantas veces trataba de verlo de otra manera. El, simplemente, no encajaba ahí.

Luego de unos, largos y densos, cinco minutos, la profesora atravesaba la puerta. Entro como alma que lleva el diablo. Enfurecida totalmente, quizás había discutido con su marido, pensó JongHyun, pero cierto, esa mujer era una solterona amargada.
- Tema uno, tema dos, tema uno, tema dos; sacan una hoja, una lapicera, y guardan todo. No quiero ver un apunte sobre los bancos. Rápido.- ¿Pero que le pasaba? Estaba loca. El no iba a hacer un examen así porque si. Estaba en todo su derecho de quejarse. Y lo iba a hacer, no se iba a quedar hablando en pequeños murmullos como el resto de sus estúpidos compañeros.
-Oiga, usted no puedo hacer eso. No aviso con anticipación que habría un examen.- se había puesto de pie para decir aquello, retando a su profesora.
-Primero, va cambiando el tono, no se olvide con quien esta hablando, y segundo, perfectamente puedo tomar esta decisión, así que ya mismo se sienta y realiza el examen.- la mujer se estaba alterando. Según ella, Kim JongHyun era el peor estudiante que había tenido en toda su larga carrera como docente. Y este, era su segundo año con el.
-Pues no. No pienso realizar el dichoso examen.- contradijo a la profesora, elevando el tono de su voz. De repente, los cuchicheos del salón se habían detenido.
-¿Quiere irse a su casa con un acta señor Kim?- retruco la mujer, observando indignada al nombrado.-Eso suponía.- dijo cuando vio la expresión del chico.
Y sin mas, y por culpa de sus odiosos padres, los cuales le dijeron que un acta mas y lo subían a un avión rumbo al otro lado del mundo, tuvo que tragarse todas las palabras que tenia destinada para su profesora, aplastar el trasero en su banco y comenzar a hacer el maldito examen. Reprobaría, claro estaba.
Luego de aburrirse durante todo la insoportable clase, garabateando sin sentido sobre su hoja, la campana sonó indicando el fin de su pesadilla.
Se acerco hasta el escritorio de la amargada mujer y dejo su hoja sobre esa rectangular mesa. No sin antes, destinarse unas miradas para nada amigables con la profesora.
-Espere. Salón dieciocho, segundo piso, al final del día. Esta castigado.-perfecto. Lo que le faltaba. Y pensar que era la primera hora. Vieja bruja- pensó.




Para Kibum y Minho el día estaba siendo, extrañamente tranquilo. Luego de la discusión de ayer con el grupo de siempre, pensaron que no seria nada sencillo tener que soportar a Taemin y sus 'amigos'. Para su fortuna, no estaba siendo así. Todo un sueño.
-No lo puedo creer.- había dicho Key, sorprendido, luego de que finalizaran las dos primeras horas de clases, y que su descanso diera inicio.-Me dan mas miedo cuando están así de tranquilos que cuando molestan sin cesar.- dijo mirando al más alto.
-Es cierto, es raro, pero disfrutémoslo. No es cosa de todos los días.- respondió sonriendo, tratando de no pensar en eso. Había estado razonando en lo que Kibum le había dicho ayer, y era cierto. El no solía darle importancia a las cosas del teñido y su insoportable grupo, pero en lo que iba de ese año, se irritaba fácilmente y estaba muy al pendiente de todo lo relacionado con ellos. Debía tranquilizarse. No quería perder a sus amigos por unos idiotas. Porque Taemin era eso, un idiota sin vida propia.


En ese descanso se juntaron con JinKi en el jardín del instituto, debían aprovechar los rayos del sol de esa hora del día. Hablaron tranquilamente, sin tensiones, sin caras largas, como hacia bastante que no lo hacían.
-Ahhh, me gusta que mi 'peor' esté de vuelta.-dijo el mayor de todos, feliz, sonriendo y estirando su brazo hasta llegar a Minho.
-Hey, nunca me fui.- respondió el aludido, defendiéndose de lo que su amigo le decía.
-Esta bien, esta bien. Solo quiero que ya no te dejes llevar por cierto pequeño malicioso con cabeza naranja.- JinKi también estaba preocupado por Minho, Key sonrió al oír al mayor decir eso. Lo entendía perfectamente.
El descanso se terminaba, la campana lo anunciaba. Que rápido pasaban esos minutos fuera del salón de clases.
-Nos vemos en un rato, se portan bien.- dijo Onew despidiéndose de los chicos. ¿Porque tenia tanta prisa? Salió disparado en cuanto oyó el tintineo tan familiar. En el camino, se llevo por delante dos profesoras, una señora de limpieza, cuatro alumnas y una puerta. Con todos se disculpo, haciendo reverencias; si, con todos, hasta con la puerta. Minho y Key observaban el espectáculo más que entretenidos. Era bueno volver a lo mismo de siempre.



Eso era todo lo que necesitan, todos. Todo el salón de primero. Un día tranquilo, sin los problemas ocasionados por ya se sabe quien. Sorprendidos, así estaban. Es que, en todos los años que llevan de compañeros, el grupo del fondo nunca había estado así de apaciguado. '¿Habrán ingerido algo?' 'Quizás anden en la droga'. Eso era lo que se escuchaba por el salón. Los chismes nunca tardan en hacerse presentes. Definitivamente, en ese instituto había demasiada gente sin vida.



El día había pasado rápido, gracias al anormal comportamiento del fondo del salón. No interrupciones, no discusiones, no elevaciones de voz. No problemas.
La última clase había dado fin, luego de terminar de copiar todos los deberes que el profesor había dejado, Minho y Key se estaban preparando para retirarse.
-Fue un buen día, se me paso volando.- dijo Minho bostezando.
-En verdad que lo fue.- respondió su amigo, acomodándose el bolso.
-Debo irme rápido hoy, mi madre necesita que compre algo. Nos vemos, te cuidas.- comunico el más alto, mientras el otro chico lo miraba asombrado ya que gritaba desde la puerta del salón. Era rápido.
-Vaya que esta apurado.-se dijo a si mismo.
Se estaba encaminado a la salida, cuando oyó el ruido de algo caerse. Miro para atrás y pudo ver que ese ruido fue ocasionado por la caída de su llavero. Se agacho a recogerlo, lo tomo y cuando levanto el rostro pudo ver el de Taemin, quien estaba apoyado en ‘su’ pared. Y nuevamente, tenía esa sonrisa en su cara. Aquella que intimidaba tanto a Kibum, aquella que parecía decirlo todo sin la necesidad de enunciar una silaba. Miedo. Eso sintió Key.
Se giro y salió rápidamente del lugar. No quería estar ni un segundo mas ahí, compartiendo el denso aire con ese compañero. Definitivamente, no era normal. No podía serlo. Esa sonrisa maldita no era algo de este mundo.


Caminaba por el pasillo a gran velocidad, algo en su interior le decía que debía salir del instituto y rápido. Su intuición nunca fallaba. Y así iba, dando grandes pasos, con la respiración agitada, hasta que, se cruzo en su camino su profesora de ingles y le pidió muy amablemente que llevara unos papeles al director. Cuanto mas apurado se está…
No pudo negarse, no solo porque era una de sus profesoras preferidas sino porque se lo había pedido de muy buena manera, al parecer la mujer debía llegar rápido a su hogar, su pequeño hijo estaba con fiebre.
Cambio el rumbo de su camino y se dirigió a la dirección, era un laberinto llegar hasta ese lugar, recovecos por todos lados. Varias veces en el trayecto le dio la impresión de estar siendo observado, pero cuando se giraba para observar, no encontraba nada extraño. Quizás ya estaba paranoico.
Llego por fin a la dichosa oficina y la secretaria le dijo que dejara los papeles, que ella se encargaría de que llegaran a las manos del director.
Listo. Había cumplido con el favor que le pidió su profesora, ahora podía marcharse a casa.
Y otra vez, tuvo que pasar por todos esos lugares, atravesando salones que nunca había visto. El era un excelente estudiante, nunca había ido a hacerle visitas al director.
Ya no había casi alumnos en el edificio. El apuro por salir de esa presión que representaba era mucho, todos despegaban a gran velocidad de sus bancos cuando escuchaban la señal de que el día había llegado a su fin. El también deseaba estar afuera.

Daba miedo ese lugar, las luces aun estaban apagadas ya que era de día, pero estaba anocheciendo. ¿Por qué tardaban tanto para encenderlas? Si, le temía a la oscuridad.

Encaro el viaje mas a prisa, ya quería ver la puerta de salida, y todavía estaba en el segundo piso. Ahora maldecía el que su instituto fuera tan grande.
Casi cayo de bruces al suelo cuando alguien lo sujetó del brazo, para nada suave. Esa persona, clavaba sus dedos con fuerza. Lo quería lastimar.
-¿Por qué tanta prisa?- susurro un chico en su oído. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Su intuición no había fallado.
-¿Q-quien eres? No, no me interesa. ¡Suéltame!- claro que le importaba pero le interesaba mas el salir corriendo de allí.
-No me hagas reír, nos costo trabajo atraparte, claro que no te vamos a soltar.- dijo el sujeto sonriendo. Lo dio vuelta y Key pudo ver su rostro, era compañero suyo, uno del fondo.- ¡No digas estupideces!- le grito en el rostro, salpicándolo con saliva.
-¡Que me sueltes! ¡Basta, déjame ir!- gritaba el mas alto. Pero ese chico no lo soltaba, era fuerte. Y cada vez fortalecía más el agarre. Ya dolía. Eso dejaría marca.
Su cara giro gracias a la cachetada que el chico le había dado. Kibum tenia cada vez mas miedo. ¿Qué pensaban hacer con el? Lo pensó, y lloro. Sus lágrimas habían empezado a caer.
-Ah, por favor. Deja de llorar, niñita. Das asco. Y ya, cierra la boca, si alguien nos escucha te ira peor, mucho peor. Tu decides.- dijo a la vez que le mostraba una navaja. Su corazón se le estaba por salir del pecho en cualquier momento. Ese tipo no se andaba con estupideces. Se vio en la obligación de callarse, por más que quisiera gritar con todas sus fuerzas. Solo le quedaba llorar y rezar porque alguien lo ayudara.
El sujeto recorrió su rostro con el frio material de la navaja, Kibum temblaba.
-Por favor… basta. No se que te hice, pero ya para.- le rogaba. El otro parecía divertirse con el temor de Key, una sonrisa muy similar a la del teñido apareció en su rostro.
-En verdad eres muy ingenuo. Y no te preocupes, el hacerte daño no me corresponde a mi.- le dijo para después llevarlo a un salón que estaba completamente a oscuras. En cuanto llegaron, apretó aun más el brazo de Kibum y luego lo arrojo con fuerza contra el suelo, sus rodillas ardían. Las luces se encendieron y pudo ver sentado sobre una mesa a Taemin. Lo sabía. Sabia que el estaba detrás de todo.
-Por fin llegas.- se dirigió al que estaba arrojado en el suelo de rodillas, llorando y temblando de pies a cabeza. –Por lo que veo no la estas pasando bien, que lastima.- Que cinismo había en sus palabras. Kibum no lo veía, su miraba estaba clavada en el piso, aun así podía jurar que tenia en su rostro esa sonrisa que tanto detestaba y temía.
Se acerco hasta el, lo tomo de la barbilla y levanto su rostro. Lo miro fijamente, con odio, con desprecio. Aparto la vista por unos segundos para dirigirse a sus cómplices y decirles que salgan del lugar, ordeno que se quedaran vigilando en la puerta. No quería interrupciones. Cumpliendo con su palabra, los otros tres salieron del salón y cerraron la puerta. Kibum no pudo evitar soltar un sollozo cuando escucho la puerta trabarse.
-Deja de llorar. Siempre supe que eras débil, pero nunca pensé que tanto.- dijo el teñido caminando enfrente de Key. Iba y venia. Parecía pensar. Kibum no sabia en que, pero estaba seguro, que no seria nada bueno para el.
-Por…- el llanto no lo dejaba hablar.- ¿Porque me odias tanto?- Pregunto sin miramientos. Esa era la pregunta indicada.
-¿Odiarte? ¿Odiarte dices?- pregunto Taemin alzando la voz, no se creía lo que el otro le decía.- Odiarte es poco, tu me provocas algo mucho mas profundo que el odio. Ni siquiera creo que haya palabra para el desprecio y el asco que me ocasiona el solo verte.- Cada palabra que salía de su boca estaba impregnada de un mortal veneno.
-¡Nunca te hice nada!- grito Kibum exaltado. No lo entendía. No entendía porque ese odio, ese desprecio. No entendía porque era mucho menos que mierda para el otro.- Yo… nunca te hice daño.- dijo tranquilizándose (intentándolo, al menos) y agachando la cabeza nuevamente.
-Por supuesto que lo haces, maldita sea. ¡Te odio!- grito Taemin pegándole una trompada, rompiéndole el labio. Key, temía el defenderse, eras más que seguro que su compañero estaba armado.
- Minho…- dijo de repente desde el suelo. Claro, ¿Cómo no lo pensó antes? Quizás los nervios no lo dejaban. Pero ahora podía pensar, ahora que estaba frente al teñido quería saber toda la verdad. Ante ese nombre, Taemin se acerco una vez mas a Kibum y lo pateo en el estomago.
-¡No hables! No se te ocurra volver a repetir ese nombre.- dijo tomándolo del cuello de la camisa y mirándolo con cólera. Su rostro esta rojo de la rabia que sentía. ¿Por qué Kibum había dicho eso? ¿Acaso lo sabia?
-No me callare, si quieres seguir golpeándome hazlo, pero no me callare. Lo quieres, por eso me odias.- Key había dicho lo que sospechaba desde hace algún tiempo. Miro a los ojos de su compañero, aquel que parecía sorprendido.
Taemin no respondió, no había nada que responder. Kibum no había preguntado, había afirmado. Si, lo sabía. Camino unos pasos, alejándose de su compañero que estaba con el labio roto y tomándose el estomago con un brazo. No quería pensar en eso, en esas palabras que acababa de escuchar. Llevo sus dos manos a la cabeza, apretando fuerte. Quería sacar esas ideas fuera. Quería que dejaran de dar vuelta por su cerebro, quitándole horas de sueño, de tranquilidad.
-Yo… no diré nada.-
-¡Cállate! Cierra tu asquerosa boca.- dijo acercándose a Kibum para golpearlo una vez mas. La sangre salpicaba su camisa. ¿Que importaba? Solo quería hacer sentir dolor a esa persona que ahora tenia a su merced.
Las lágrimas habían dejado de salir desde hace tiempo para Key. Por fin sabia la verdad, aquella duda que lo carcomía ya no estaría mas. Bien podía soportar unos golpes.
Y cuando el puño de Taemin se encaminaba otra vez hacia el rostro de su compañero, un ruido lo detuvo.

Había problemas. Alguien estaba afuera. Podía escuchar los gritos de sus compañeros, aquellos que vigilaban la entrada del salón.
-Rayos…- dijo cuando la puerta se comenzaba a abrir. Solo una sombra se podía ver.
Kibum sonrió, todavía tomado del cuello por el otro, fuese quien fuese, agradecía que se hubiera aparecido. Ahora podía estar tranquilo. O eso quería pensar.

aparto

Dios esto esta de inferto!!
me encanto me lei los tres capitulo de una heehee
me encanto!! waa el 2min
yo se que se aman e____________e' por eso minnie
le hizo eso a key DDDD: lo sabia e.e
quien sera :D???
ayudara a key,o ... no??
waaa ya quiero saber
esperare actu :DDD
bye bye~

@Shining Sunny~ : Jajajaja , mmmm si taemin es bastante posesivo . Gracias por leer , en estos dias subo otro

@Choi Ji Sun : wiiii , su salvador *W* . Con respecto a Minho jijiji todo pasa por algo *W* . Gracias por leer

waaaa me enkanta tu fick
sta mui interesante! :KEKE:
tae es bn malo!! pero asi me gusta jiji
i minho io kreo ke desde antes le gusta tae
i tae a minho xD
pero aora ke hara aora ke key sabe
lo ke tae siente x minho?!?! O.o
ke para kon key
kien llego akaso es jong i llego a salvarlo!? O.o
waaa ia kiero konti!! >w<
nop tardes muxo! XD

Aaaahh!! esta bien geniaaal! x3 me encanta la historia y que pusieras a Taemin
de malito jojojo pero... tengo dudas, y creo que las mismas de Key en el capitulo
pasado, eso de la discucion entre Tae y Minho gritandole que no lo volviera a tocar
y sobre eso de que Minho sabia que Taemin habia cambiado, quiero saber que paso en
el pasado. Es por eso que Minho odia los cambios?? quiero saber que pasa
con el pequeño cambio en Onew y... y... y... awww yo sabia que Tae estaba celoso
de Key... pero aun tengo mis dudas a Key le gusta Minho?? y Minho que?? xD ni en
cuenta el muchacho, y despues Jonghyun (que espero que sea el que salve a Key)
awww sufre por Key y Key ni en cuenta... siii en definitiva me gusta la trama >:D

Pinchi Taemin abusivo weee, todo porque quiere al Minhot :KEKE:

bueno ya, me emociono x3 espero que continues pronto porque me quede bien picada xD
chaitoo!!~
:HELLO:

@FuerzaFriki: jajajaj perdón , demasiadas dudas, espero que se te vayan aclarando ,de seguro . Gracias por comentar

@kary88: jijiji una de tus suposiciones en correcta *W* Gracias por comentar

@Charisma Lala : Jajaja , sin minnie en el fondo es re tierno *W* gracias por tu comentario

@Zoe : Al parecer tenes las mismas dudas que mi honorable rival , mmm bueno , ya se van a aclarar, te lo aseguro . Bueno , pero no resisto , te adelanto , si , es por Tae , pero eso luego se aclara , gracias por leer .


Dos caps dedicados a las dudas de mi honorable rival . Espero que las cosas ya se te vayan aclarando , o esa es mi intención , aunque siento que con esto no te estoy aclarando jajaja , lo siento , pero te aseguro que ya te vas a ir dando cuenta .





V







Por primera vez no sabía lo que pasaba. Sentía que las cosas se le estaban saliendo de las manos. No era bueno no poder controlar las situaciones, eso era algo a lo que no estaba acostumbrado. Siempre era él el que decidía, el que ordenada, el que mandaba. Y ahora, de un día para otro, los planes no estaban saliendo como el pensaba.
Tres días libres se había tomado, su tío no estaba para nada de acuerdo, pero a Taemin no le interesaba en lo mas mínimo. Necesitaba tiempo para repensar, para decidir el próximo paso a seguir.
Kibum lo sabía, conocía su secreto. Un punto en contra. La persona mas insoportable para el, sabia lo que realmente sentía. Y se había cuestionado una, dos, tres, incontables veces, si el había hecho algo para que su compañero llegara a esa conclusión, a esa verdad. Nunca actuó nervioso, nunca se sonrojo estando con Minho, no era esa clase de persona, por el contrario, detestaba a los que actuaban así. Débiles. Personas que no controlan sus sentimientos, sus emociones.
Lo miraba, lo observaba todo el tiempo, registraba cada movimiento suyo, cada acción, cada mirada, eso era verdad, pero ¿como Kibum podía notar que el lo hacia? Era imposible, teniendo en cuenta el espacio físico que ocupaba en el salón: el fondo. Un punto estratégico. Su compañero no tenía ojos en la espalda... hasta donde él sabia, tratándose de Key hay que dejar margen a la duda. Sí, exageraba. Para él su compañero era asqueroso, pero tampoco era un marciano.
Esos días de descanso, agotaron sus energías, su cerebro ya no daba mas, su cabeza dolía todos los aburridos días. Pensar y pensar, no podía dejar de hacerlo, toda esta situación era su culpa, por haberse enamorado de Minho. Se lamentaba por eso, deseaba volver el tiempo atrás, pero en el fondo sabe que hasta haciendo aquello, sería inútil; porque por más que regresara el tiempo, se volvería a enamorar de esa persona. ¿Que poder tenía Minho? Quizás tenía un imán escondido, algo tenía. Algo.
Su estomago ya no dolía tanto, su nana se había encargado de cuidar la zona afectada. Maldecía a Kim JongHyun por haberse metido en sus asuntos y por haber salvado a Kibum. Los odiaba a los dos. Más lo pensaba y más los aborrecía. Todavía no podía encontrar la razón de porque ese sujeto defendió a su compañero. No lo sabia, pero se encargaría de averiguarlo.




Era viernes por fin, ya estaba agotado de las clases, necesitaba un respiro. Aunque una vez llegado el fin de semana, se aburría de sobremanera, sin sus amigos molestando y bromeando no era lo mismo.
Desayunó lentamente, con toda la paciencia que esa acción requería, se cepilló los dientes, tomo el bolso y salió de su hogar, contento porque ese era el último día de la semana. Caminó cinco pasos hasta llegar a casa de Minho y partieron juntos rumbo al instituto.
-¿No crees que Key esta actuando raro últimamente?- pregunto Minho preocupado. JinKi se sorprendió, ya que estaban hablando de la clase de deportes cuando su amigo saltó con ese asunto.
-¿Por que lo dices?- Quería saber que era en lo que estaba pensando el mas alto.
-Es que, ahora en los recesos, ya no esta tanto con nosotros.- dijo en un tonto que se notaba algo de molestia.
-Lo dices por JongHyun, ¿no?- el mayor también había notado que Kibum estaba un poco alejado de ellos en esos últimos días, pero no le molestaba. A diferencia de la mayoría de los alumnos del instituto, a el no le caía mal JongHyun, no pensaba que era una mala persona, un inadaptado. El no prejuzgaba, y no le caían en gracia aquellos que lo hacían. Ambos compartían salón, y en tres años nunca vio a su compañero molestando a los demás, hablando mal de otros. Era un chico tranquilo, y si en ese tiempo no se había relacionado con él era porque, le temía, si, JongHyun lo intimidaba.
-Sí, lo digo por ese. No me agrada, hyung. No me gusta en la manera en que me mira. Pareciera que quiere matarme.-comento el más alto, dramatizando un poco.
-ahahahahaha- reía el mayor. Minho estaba siendo muy gracioso, y muy exagerado también.-Por favor Minho, no exageres, y no prejuzgues a los demás. Si Kibum habla con el entonces es porque es un buen chico.- trato de tranquilizar un poco a su amigo que parecía indignado.
-Pero, es extraño que se lleven también en tan poco tiempo, ¡si ellos ni se saludaban!- en eso el mas joven tenia razón, para alguien que no sabia el porque de que ellos comenzaron a relacionarse, es difícil de entender. JinKi tampoco lo entendía y le hacía ruido, pero ese era asunto de Kibum, él era grande y sabía lo que hacía.
-¿Y porque pareces tan afectado por eso?-cuestiono el mayor. No entendía a Key, y tampoco a Minho.
-¿Yo? ¿Afectado? ¿De que hablas, hyung?- El mas alto se hizo el desentendido, y apresuro el paso, dejando a su amigo atrás.-No puedo creer que me salgas con eso, pensé que me entenderías.-dijo ofendido.
-No era para que te enojes, ya mejor dejamos ese asunto, Kibum sabrá lo que hace.- Respondió sonriendo y pasando su brazo por el hombro de Minho.- Hey, será mejor que dejes de crecer.-comento divertido, estirando su brazo, fingiendo no llegar hasta su compañero.
-Jajajaja, será mejor que tu crezcas.- dijo burlón el mas alto.
Y entre risas y bromas llegaron al instituto. Y lo primero que vieron, no agrado demasiado a ninguno. Taemin y su grupo en medio del pasillo, irrumpiendo el paso a todo aquel que quería circular por dicho lugar. ¿Acaso se creían los dueños del colegio? Un buen comienzo de día, descartado.
-Vamos, de todas maneras, debemos pasar por ahí.- dijo JinKi, restándole importancia a la situación. Minho asintió tranquilo. Se había jurado no alterarse más por culpa de su problemático compañero.
Inhalar, exhalar. Tranquilo. Calmo. Autocontrol. Solo esperaba que el teñido no abriera la boca. No quería dejarse llevar por su juego.
Hoy estaban de suerte. Siguieron su camino sin problema alguno. Taemin y su grupo no tuvieron ningún tipo de reacción. Minho no se lo creía, algo no estaba bien. ¿Porque Taemin estaba tan tranquilo últimamente? Luego de que se ausentara unos días del instituto, el alto pensaba que volvería más insoportable que nunca, pero para su sorpresa, eso no paso. Al menos, en ese momento.


Llego a su salón, charló un poco con SeungHyun, ese chico era un desastre, en el buen sentido de la palabra, siempre tenia una buena historia para compartir, a JinKi le encantaba hablar con el; era de esos sujetos que no se complican con nada, algunas veces, al mayor le gustaría ser así, algunas veces… ahora.

Esa charla con su amigo le dejo retumbando varias cuestiones. La primera, el porque de la actitud de su ‘peor’, Minho nunca fue un amigo celoso, ni posesivo, ni nada que se le parezca, extraño. Minho celoso, eso no le agradaba ni un decimo. La segunda cuestión incumbía a su personalidad, ¿Por qué era una persona tan cerrada? No solía pensar en eso pero, si contaba la cantidad de amigos que tenía, le sobraban los dedos de una mano, eso tampoco le gustaba. Kim JongHyun resonó en su cabeza. Siempre lo veía solo, demasiado solo. Recordó que los primeros días que ese chico entró al instituto, sentía lastima por el, pero con el transcurrir del tiempo, se fue acostumbrando a la soledad de su compañero, jamás se acercó a hablarle, jamás cruzó siquiera un saludo con el. Pensaba que quizás, ahora que Kibum se había relacionado con su compañero, el también podía hacerlo, ya tenia una buena excusa. Por algún motivo, ese chico despertó en el desde el primer momento una gran curiosidad, pero la mirada que éste poseía fue mas fuerte que sus ganas de conocerlo. JongHyun y su mirada, JongHyun y su actitud, todo un tema para el mayor.
JinKi quería dejar de ser tan cerrado, tan solitario, esta por perder lo que más quiere por culpa de esa personalidad suya. Este era un buen momento para elegir la opción de cambiar.
Que rápido corre el tiempo cuando uno se ensimisma en sus pensamientos, el profesor había llegado al salón y estaba tomando lista, lo de siempre, por suerte era viernes. El mayor suspiro preparándose para el día que le esperaba.




Minho no podía prestar atención a clases, escuchaba que la profesora decía algo acerca de Zeus, Atenea y vaya a saber uno que más. Estaba mal lo que hacia, lo lamentaría a la hora de estudiar, pero en estos momentos se le dificultaba demasiado poder seguir el discurso de la mujer que tenia enfrente. Miraba hacia su izquierda, la ventana, los arboles, los pájaros cantando, la gente haciendo sus vidas; miraba a su derecha, Kibum, el culpable de su desatención. Necesitaba saber porque de la nada comenzó a relacionarse con el sujeto ese.
Miró al frente, y vio que la profesora escribía en el pizarrón, vio su oportunidad y la tomó. Cortó un pedazo de papel, escribió en el rápidamente y se lo pasó, disimuladamente y sin quitar la vista del pizarrón, a su amigo. Esa duda debía desaparecer de su cabeza ya mismo.

Kibum tomo el papel, sorprendiéndose, generalmente Minho no es de hacer esas cosas.

‘¿Por qué tratas a Kim JongHyun?’

Decía en el papel. Directo, Minho no se estaba con rodeos. Kibum hizo un gesto que el más alto no pudo descifrar y comenzó a escribir su respuesta.

‘¿Por qué no hacerlo?’

Respondió. Era lo que pensaba, su nuevo amigo no era un bicho raro porque debería evitar hablar con el. No entendía el porque de la preocupación de Minho. No la entendía, pero en el fondo, y no tan en el fondo, sonreía. Acaso Minho estaba…

‘No me agrada. Me mira de una mala manera. ¿Desde cuando son tan íntimos?’

Y no pudo evitar sonreír notoriamente. ¿Íntimos? Tampoco lo eran, solo se estaban conociendo, y si, le agradaba el mayor. Minho estaba exagerando demasiado, el mas alto también se habla con otros chicos y el nunca le cuestionó el porque lo hace. No tendría porque hacerlo.

‘Pues a mi si me agrada, es bueno. No entiendo porque te molestas’

Estaba ansioso, emocionado. Quería leer inmediatamente la respuesta del otro. Tenía la esperanza de que su amigo escribiera en ese pedazo de papel algo que permita dejar volar su imaginación. Si supiera que el más alto tendría esta actitud, hubiese hablado con otros chicos mucho antes. Minho se estaba portando como un novio celoso. ¡¿Qué estaba pensando?! Le dio vergüenza y giro su rostro hacia adelante, fingiendo prestar atención a lo escrito en el pizarrón, fingiendo no estar emocionado, ocultando su sonrojo, y quitando los acelerados latidos de su corazón de la dirección en la que estaba su amigo, temiendo que los escuchara. Era feliz con tan poco, con nada. Porque esto podía significar nada. Quizás Minho solo estaba preocupado por él, quizás él solo se estaba imaginando lo que quería, tal vez su cabeza le estaba haciendo una mala jugada.

‘No me molesta, solo que no entiendo porque son tan buenos amigos así de la nada. No entiendo, Kibum.’

Y ese Kibum sonó a martirio, a que el más alto le había dado una y mil vueltas al asunto y que aun así no lo lograba entender.
Las clases a esta altura se habían ido al demonio, ¿Quién quiere saber de mitología cuando la persona a la que quieres te esta demostrando sus celos? A Kibum le agradaba demasiada esa idea. Celos. Minho celoso era tierno, demasiado. Ese brillo en su mirada que tanto había deseado, que tanto había esperado, estaba ahí, por él.

‘No es de la nada, hay cosas que pasan pero que si uno no se interesa en ellas es difícil de entenderlas.’

El menor no quería que Minho supiera lo que había sucedido con Taemin. Ya lo había decidido, era mejor dejar las cosas de ese tamaño. Su amigo estaba tranquilizándose al fin, y no quería que vuelva a tener encontronazos con el castaño por su culpa. Además, con que el se enterara nada se arreglaría, Taemin ya lo había golpeado, ya lo había insultado, ya le había demostrado cuánto lo detestaba.

‘¿Qué quieres decir?’

Minho no entendía a que se refería Kibum. ¿Acaso le estaba diciendo, indirectamente, que el no se interesaba por su persona? ¿Kibum le estaba reprochando? Esto no era lo que Minho quería saber, se estaban yendo de tema.

‘Nada Minho, mejor lo dejamos ahí, ¿si?’

El alto se preguntaba como su amigo podía ser tan amable después de insinuar desinterés, el ya se estaba enojando, su paciencia estaba desapareciendo de a poco. El papel iba y venia, de sus manos a las de su amigo, pero la respuesta que estaba esperando nunca llegaba.

‘No puedo entenderte, ¿Por qué no dices las cosas sin dar vueltas?’

¿Paciencia? Cero. No, no quería dejar esa “conversación” ahí. Su amigo estaba logrando alterarlo.

‘Basta Minho, no quiero discutir.’

Leyó lo que Kibum había escrito. La campana sonó, esa clase había acabado, y su conversación también, tomó el papel con sus manos y lo arrugó, con bronca.
Su amigo se estaba levantando de su asiento para dirigirse al receso, se acercó hasta su banco y lo miró fijamente, quería que notara que estaba enfadado.
-Será mejor que te apures, ya debe estar esperándote.- dijo tranquilamente, pero con fuego en los ojos. Enojado. Y sin esperarlo, salió del salón.
Kibum solo pudo suspirar sonoramente. Abandonó el aula y se dirigió por el camino contrario al que había tomado su amigo con anterioridad.


¿El? Observo todo. La ida y vuelta de ese maldito papel, las miradas de Minho, la rabia con la que tomó el pedazo de hoja y lo arrugó, descargando su frustración en el.
Y su odio por Kibum creció un poco mas, ya no había techo para lo que sentía. Pero eso, era lo que estaba esperando, que se aleje de Minho, que le deje el camino libre, que ya no se metiera entre ellos.
Por fin, todo estaba volviendo a su lugar.

VI




Si días atrás alguien le decía que lo que tanto había esperado por fin formaría parte de su realidad, no lo creería. Y aun, no quería creerlo. Tenia miedo de que todo fuese una ilusión, algo irreal, que al querer atraparlo con las manos se esfumara, se convirtiera en humo, en la nada misma. Por eso, todos los días, al despertar, se pegaba un par de golpes suaves para poder confirmar que lo que pasaba era verdadero. Esa era su verdad ahora, Kim Kibum se estaba convirtiendo en su amigo, en su único amigo.
Desde lo sucedido, todos los recesos se juntaban en el parque del instituto a charlar, sobre nada en específico, solo para reunirse y pasar un buen momento dejando atrás los problemas y presiones escolares.
El que mas habla es Key, a JongHyun todavía le cuesta un poco dejarse llevar, en verdad quiere contarle todo sobre él al menor, pero le cuesta horrores hacerlo, no es fácil conocer a las personas, quizás nunca se llega a hacerlo completamente, pero es mas complicado todavía, dejar que te conozcan; sobre todo si eres un persona tan solitaria y reservada como lo es el mayor. Pero, por alguna extraña razón, cada día que pasaba se sentía mas a gusto con su nuevo amigo, cada vez le costaba menos el hablar, el soltarse, el ser como es él en realidad. A veces, muchas, se quejaba de las clases, de los profesores, era gracioso ver las expresiones que ponía cuando lo hacia, tanto que hacían carcajear al menor, algo que adoraba JongHyun, las sonrisas de Kibum. Y cuando se enredaba en sus pensamientos, y viajaba al mundo en el que solo existían el y Key, se sentía mal, un traidor, un mentiroso. Sentía que estaba engañando al mas chico, ‘amigos’, no era eso precisamente lo que el sentía por esa persona que en este mismo momento agita su mano en frente de su cara. Se había perdido otra vez.
-¡Hey! Esta bien que te distraigas con los profesores, pero no estando conmigo.- decía Kibum fingiendo enojo. Aunque la verdad, a nadie le gusta sentir que le habla a la nada. Si Key supiera lo que hay en la mente del mayor…
-Oh, discúlpame Kibum, solo pensaba.- respondió un tanto nervioso, pensaba sí, en él.
-Esta bien.- el menor estaba distraído, mas que JongHyun, y éste se dio cuenta de eso.
-Te va a doler el cuello después.-
-¿Eh?
-Que te va a doler el cuello si sigues en esa posición, si quieres te cambio el lugar, así no tienes que girar a cada rato.- dijo el mayor, quien ya sabia la razón de la distracción de Kibum.
Minho y JinKi estaban sentados debajo de un árbol del parque, justo detrás de donde estaban ellos.
-No no no.- dijo apurado Key. Odiaba que Minho tuviese la mirada tan penetrante, podía sentir que sus dos grandes ojos estaban clavados en su espalda. ¿Qué tanto miraba? ¿Acaso no estaba enojado? Sino soportaba a su nuevo amigo no tenia porque mirarlos con tanta insistencia.-No te preocupes, no es nadie, digo, nada.- se corrigió rápidamente, ese acto fallido no era por nada.
-Si quieres, puedes ir con ellos. De verdad.- le dolía decirlo, no quería rendirse tan fácil, pero entendía que el alto era su mejor amigo.
Esa mirada que tenia Minho no le agradaba para nada, pero sabia que era mutuo, presentía que su persona no le agradaba ni un decimo al menor. ¿Por que? Su culpa seguramente, no podía evitar ocultar que lo detestaba y como el más alto es muy observador, lo habrá notado. Odio mutuo. Kibum, la única razón.
JongHyun siempre lo sospecho, Minho sentía algo mas por Key, no lo veía solo como un amigo. Pero, lo que el mayor se preguntaba todos los días, era si Choi conocía la existencia de ese sentimiento. Por la forma en que descuidaba a Kibum diría que no. Quizás, el menor todavía no sabía que se había enamorado de su compañero, de su amigo, y no seria él, el que le abriría los ojos, no era tan estúpido.
-Que no JongHyun, ya déjalo si, además… - respondió Kibum. Le molestaba un poco la insistencia del mayor, no por la acción misma, sino porque lo hacia sentirse mal consigo mismo, su cuerpo estaba ahí, al lado de su nuevo amigo, pero su cabeza estaba un par de metros para atrás, con JinKi… con Minho.

Y lo trataba de racionalizar y se desesperaba, y se volvía a auto controlar y se volvía a alterar. Pasaba de un estado a otro sin escala, y todo por su culpa. Porque no lo entendía, porque quería meterse en su cabeza para conocer lo que pasaba por ella. Todo por Minho. Por ese que lo había tratado mal unos días atrás. Preocupado, enojado, ¿celoso? Definitivamente, quería saber que era lo que le pasaba a su amigo. Si tanto detestaba a su nuevo compañero, que lo ignorara y listo. No era la primera persona que no le caía en gracia, ¿Por qué tanto lio por JongHyun? Mierda. Se estaba ilusionando otra vez. No aprendería, no lo haría, las ilusiones tenían vida propia en Kibum. Era imposible no esperanzarse con la idea de que su amigo estaba celoso. Pero ahora no estaba en su habitación, tirado sobre su cama, para agarrar la almohada y gritar contra ella, para que sus gritos no se escucharan en toda la casa. Ya no pensaría tanto, ya no se desesperaría tanto, ya no se angustiaría tanto, ya no sentiría esa opresión en el pecho. Hablaría con Minho, al carajo sino lo quería oír, lo tendría que hacer, si o si.




El receso había acabado. ‘Receso de porquería’ pensaba, claro, no se lo iba a decir a JinKi, su amigo no tenia la culpa de nada.
Ese idiota de Kibum estaba con el imbécil del tipejo ese. Cuanto lo detestaba. ¿Gratuitamente? Claro que si, ¿Quién dijo que tiene que existir una razón para detestar a alguien? Solía pensar de ese modo, hasta que comenzó el año. No quería cambios, ni uno, nada, pero al parecer, la suerte no estaba de su lado.
Y no se arrepiente de haber tratado mal a Key, si a eso se le puede llamar maltrato. Solo le hizo saber a su amigo que su nuevo compañero no le gustaba. Tal vez, no lo hizo de la mejor manera, pero así era el, impulsivo. ¿Impulsivo? ¿Desde cuando? Ni el se reconocía. No solía ser así, todo lo contrario. Pero JongHyun sacaba lo peor de el. Kibum, sacaba lo peor de el, porque a veces pensaba que era su amigo quien tenia la culpa de todo, por prestarle atención al inadaptado ese. Maldita sea, él tenia la culpa. Si. Su cabeza era una maquina que trabajaba a tiempo completo, que no descansaba, que carburaba todo el día, que le daba vueltas a lo mismo, siempre. Siempre desde ese día. Desde el día que vio a Kibum y JongHyun juntos en el parque del instituto por primera vez.
Frustración, enojo, angustia, decepción, horror, desesperación, celos. Todo eso sintió. Todo eso le golpeo de lleno en la cara, de frente, con tanta fuerza que lo hizo tambalear. Y no entendía porque. No lo quería entender.
¿Por qué? ¿Desde cuando? ¿Como? Demasiado tarde para interesarse en eso ahora. Ya no importaba, ya había pasado. Ya no había vuelta atrás. Lo pensó, lo racionalizo y por fin, lo comprendió, o al menos, intenta comprender. Cuesta. Demasiado. Es tan extraño pensarlo así. Es tan difícil tener la realidad frente a frente y tener que darle batalla. Porque él no desistiría. Porque ya había sido demasiado estúpido, demasiado ciego. Porque sabía que del otro lado, algo lo esperaba. Alguien. Kibum.
Ahora, empieza a comprender, porque se quedaba estático haciendo nada, solo observando como su amigo se reía, como movía sus pies cuando lo hacía, como acomodaba su pelo cuando la brisa de la mañana lo desparramaba un poco, como veía sus labios, inconscientemente, mientras hablaba, ahora empieza a entender que su amigo no era solo eso. Ahora, ¿sería tarde?





Minho se había dado cuenta, JinKi lo sabía, lo capto desde el primer momento en que vio a su mejor amigo, fulminando con la mirada a ese compañero suyo.
‘Ya te dije que es un buen chico’
‘A mi no me lo parece’ Y su mirada seguía clavada en JongHyun y Kibum sentados delante de ellos.
‘De verdad estas insoportable’
‘Pffffh’
Minho no tenía tiempo de responder, toda su atención estaba siendo dirigida un par de metros adelante. Pero a pesar de todo, JinKi estaba contento. Por fin su amigo se había dado cuenta, se había tardado demasiado, quizás había naturalizado cosas que le impidieron abrir los ojos antes. Muchas veces vio a Kibum angustiado, con las lágrimas contenidas, esforzándose por no llorar, por no mostrarse débil ante los demás. Muchas veces observo a Kibum luchar, pelear por algo mas que amistad, pero ninguna de esas veces, ninguna de esas peleas conoció el triunfo. Porque Minho tenia un muro delante de sus narices que no le dejaban ver las cosas con claridad. Muchas veces vio a Kibum sonreír verdaderamente, todas esas veces, esas sonrisas fueron ocasionadas por Minho.
Y admiraba, admiraba demasiado a Key, porque el fue capaz de hacer todo lo que el no pudo, lo que no intentó, lo que su cobardía le impidió. El sentía lo mismo que Kibum. Pero eso nunca se sabría. Prefería conservar a su mejor amigo, que arriesgarse a quedar solo. No lo soportaría. Se conformaba con saber que conocía a Minho mejor que nadie. Se conformaba con poder abrazarlo con la excusa de comparar cuanto había crecido. Se sentía satisfecho cuando revolvía su cabello, enredando sus dedos en sus hebras, con la infantil mentira de que tenia una basura en ellos. Le era suficiente con verlo sonreír, no importaba si era por su causa. Solo quería ver feliz a la persona que quería.
Y suspiro, pensando en que, nada de todo lo que había pensado era cierto, no le era suficiente. Y sabría que cuando llegaría a su casa, se encerraría entre sus cuatro paredes, llorando como un desvalido. Ahogando gritos y sollozos que son solo para el. Pensando en qué habría sido sino fuese tan cobarde, tan poco hombre. Pensando en una realidad que quiere, que desea, que anhela, pero que no tiene.
Al menos, su amigo seria feliz.




Lo evitaba, lo ignoraba, anotaba, garabateaba, ¡por favor! No estaba prestando atención al profesor, lo conocía muy bien. Minho solo fingía, todo para escapar de su mirada. Porque lo estaba observando fijamente, necesitaba hablar con el, no importaba si estaban en plena clase de geografía, después agarraría el libro y leería un poco. Solo era una clase.
Nada. Su amigo lo ignoraba olímpicamente, podía ser muy terco cuando quería. Vio como clavó su vista al frente, aparentando ser un buen alumno, la lapicera en su mano iba y venía. Y el, lo seguía observando. Minho no era el único de mirada penetrante.
-A ver, necesito el mapa de América, Minho, por favor ve por el.- pidió el profesor, no solía sacar a nadie de clases, decía que los alumnos se aprovechaban para huir del salón, pero el hombre tenia plena confianza en el mejor alumno de la clase.
-Voy por el.- respondió el alto. Seguramente, ahora se sentía aliviado, ya no tendría la mirada de Kibum taladrándole el cerebro. Eso pensaba el menor, pero en realidad, a Minho le encantaba sentir esos ojos sobre el, se sentía importante. ¿Tonto? No para él.
Minho salió, tranquilamente, tenia que ir dos pisos abajo y caminar hasta el fondo del pasillo, para dar con el mueble en el que se guardaban los mapas. Había tiempo.
-Profesor, cambiaron los mapas de lugar.- dijo de la nada Kibum. Mentía.
-¿Como dice?- pregunto el profesor, girándose, ya había comenzado a escribir un par de palabras en la pizarra.
-ehh, si, que ya no están en ese lugar, le diré a Minho, sino no lo encontrara y perderemos mas tiempo de clases.- dijo apurado, esperaba que el profesor le diera permiso de salir.
-pero rápido.- dijo el hombre. Kibum tomo aire, se levanto de su banco, y salió del salón a toda velocidad.

Y alguien más había salido, en puntillas, sin permiso.

Tenían que hablar si o si.
Corrió como nunca hacía, y alcanzo a Minho un piso abajo, en la escalera. Lo tomo del brazo y lo puso frente a frente.
-Ahora si vamos a aclarar los tantos.- dijo un poco agitado por la reciente actividad. Su amigo lo miraba sorprendido.
-Tengo que ir por los mapas, vuelve al salón.- respondió, tratando de seguir con su camino, pero Kibum aplico mas fuerza en el agarre.
-Vamos a hablar, ahora.- seguro, muy seguro. No era momento de flaquear.
-¿De que quieres hablar? Ahora soy yo quien no quiere discutir Key. Ya déjalo, ¿esta bien?- pregunto, pero la verdad era que no esperaba una respuesta. Nunca vio a su amigo tan plantado en algo, tan decidido.
-No, no esta bien, quiero que me digas la verdadera razón por la cual estas enojado, no me merezco que me trates como lo hiciste la vez pasada.- el menor recriminaba algo que le pareció injusto, y tenia razón. Minho lo sabía. El no se merecía eso. El alto estaba frustrado y descargo toda su bronca contra la persona equivocada.
-Ya te dije que no me agrada ese tal JongHyun, es solo eso.- a esta altura, ya se sentía estúpido repitiendo siempre lo mismo. No quería volver a discutir con Key. Muchos menos ahora.
-No te creo, no creo que sea solo eso.- ¿ese era Kibum? Ni el se lo creía, no podía imaginarse con tanta seguridad, con tanto ímpetu. Por primer vez, tenia el control de la situación, por primera vez dejaba sin palabras a su amigo.
-Ya basta Kibum, ¿Qué quieres que te diga? ¿Eh?- el mas alto se estaba alterando, se estaba desesperando. Sabía muy bien lo que el otro buscaba, lo que el otro esperaba escuchar, pero no era sencillo. Sabia que costaría, pero nunca se imagino que tanto.
-Minho… yo… quiero que me digas lo que sientes. Solo eso. Solo quiero saber que te pasa.- Kibum le suplicaba, le rogaba con la mirada que hablase con la verdad de una vez por todas. Y cuanto deseaba el poder hacerlo.
-Minho, te quiero.- dijo Kibum, cansado de esperar palabras que quizás no llegarían.-Te quiero, y no solo como amigo, no.- dijo, sonriendo.- ¿sabes? No fue fácil para mi tampoco, hasta llegue a sentir asco de mi mismo por lo que tu me provocabas, por la manera en la que latía escandalosamente mi pecho cuando me sonreías, cuando me mirabas, cuando me abrazabas. Muchas, cientos, miles de veces intentaba buscar la respuesta del porque de mis reacciones, pero todo me llevaba a una única respuesta que no estaba dispuesto a enfrentar. Pero, ya supere eso, porque por fin entiendo, que esto que siento no esta mal, no es incorrecto, amar nunca lo es… Minho.- finalizo Kibum, y una lágrima salió fugitiva, recorriendo con mucha prisa, su rostro.
-Lo siento Kibum, de verdad lo siento.- respondió el mayor, acercándose a su amigo y abrazándolo. El no era el único que estaba sufriendo, y ahora se sentía el mayor de los egoístas, se auto recriminaba por no haberse detenido un segundo y pensar en alguien mas que él.
Cortó el abrazo, y con su mano derecha retiró del rostro de Kibum todo rastro de agua salina. La manera en que brillaban sus ojos, en la que su pecho subía y bajaba por la agitación que le causo el decir aquello, la manera en la que sus ojos lo miraban, la manera en la que sus labios se entreabrían levemente buscando un poco mas de aire, todo eso lo condujo a hacer una sola cosa: besar a su amigo. Besarlo para hacerle saber todo aquello que las ausentes palabras se negaban a comunicar. El había encontrado una mejor manera de expresar lo que sentía. Suave, dulce, delicioso. Ese contacto de sus labios con los de Kibum era simplemente perfecto. Todo lo que necesitaba para dejar de pensar en aquello que hacia mucho ya no pertenecía a la razón, los sentimientos y emociones mandaban ahora.



Y solo el pudo escuchar el ruido que su lagrima produjo al caer. Escondido entre las escaleras, observando la escena que sus compañeros le brindaban. Malditos. Un impulso nervioso, solo eso.
Salió de su refugio, se acerco hasta el par y de un puñetazo en el rostro hizo caer al más alto al suelo.
Enajenado, con toda la sangre abombándose en su cabeza, con lágrimas surcándole el rostro, angustiado. Triste. Patético. Solo.
-Taemin…- pudo decir Kibum. Sorprendido por la repentina aparición del castaño. No entendía nada, Minho tirado en el suelo producto de la reciente agresión y el teñido en una actitud de reproche observando fijamente al mas alto. ¿Por que? ¿Acaso había algo que el no sabia?

El mapa había quedado en el olvido. Clases de geografía a un segundo plano. Delante suyo tenia, la postal de lo que ahora era su vida.

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*huye*

aparto!!!!

aparto ewe
AHHH>_< me dejaste con las ganas!!
sube pronto el capitulo porfaa, esta demasiado interesante ewe

Lo siento , lo siento , lo siento , lo siento , lo siento , lo siento , lo siento , lo siento . ¿Saben porqué? porque soy tan idiota que me saltee un capitulo . Perdonenme , enserio si no algo faltaba era mi culpa askdjalsjdksal . Que idiota soy , sepan disculparme


IV






'Que sea un buen día depende de ti'

Al parecer no solo dependía de el.
Maldecía. ¿Quien podría ser? Esa sombra que se veía no podía augurar nada bueno. No si había molido a golpes a su grupo, porque esos gritos que oía salir de las bocas de sus compañeros, no eran de placer. ¿Porque alguien se metía en esto? Taemin no podía entender lo que pasaba.
La mirada de Kibum reflejaba ilusión. Su pesadilla estaba por terminar. Quizás era su amigo quien venia a ayudarlo, cuanto lo emocionaba pensar en esa posibilidad.

La puerta se abrió completamente, chocando bruscamente contra la pared.

-Tu... ¿que haces aquí?- por supuesto que había escuchado hablar de él pero, esto no tenia ni pies ni cabeza para el teñido. ¿Por que Kim JongHyun se entrometía en sus asuntos? Su lista comenzaba a extenderse... aun más.
Kibum tampoco entendía. Sorpresa. No era a quien esperaba, pero ahora, eso no importaba. No demasiado.
-Hey, te estoy hablando.- Taemin gritaba, exasperado. JongHyun no respondía, solo podía observar lo maltratado que estaba Key. Su sangre, la cual ya circulaba a mayor velocidad por su cuerpo, empezó a hervir, abombándose en su cabeza. No podía pensar. No mientras estuviese mirando a esa persona, tirada en el piso, lastimada y con esa mirada que no sabría descifrar lo que quería decir.

Todos los días escuchaba rumores sobre Lee Taemin, pero nunca se intereso en eso, jamás. Porque nunca se había metido con el. Pero el castaño pagaría un costo muy alto por haberse metido con la persona equivocada. No se libraría fácil de lo que había hecho.

No respondió, no respondería, porque no estaba emocionado con la idea de intercambiar palabras con ese desagradable sujeto. ¿Qué lo emocionaba? ¿Qué lo ilusionaba? Sonrió. Y pudo ver en el rostro de Taemin una expresión de confusión. Pronto no sabría ni donde estaba parado.
Se acerco rápidamente hasta el y de un puñetazo lo hizo caer de bruces al suelo. Un golpe seco. Desde el suelo, Kibum observaba todo con sorpresa y con intriga ¿Por qué ese sujeto lo defendía? ¿Por qué parecía tan ofendido?
El mayor de los tres presentes en ese lugar, no dejo lugar a la reacción del mas chico y le propinó una patada, tan fuerte como la que había sufrido Key, quizás hasta mas potente. El castaño insultaba por lo bajo, mientras se sostenía el estomago.
-Resultas tan poca cosa, que ni siquiera te mereces un golpe mas.- dijo JongHyun, aunque la verdad era que lo quería matar a golpes, pero era mejor y más razonable sacar a Kibum de ese lugar cuanto antes. Si, estaba jodidamente enamorado de ese chico, tanto que pesaba más eso que darle su merecido al infeliz que tenia delante. Ni el se lo creía, quien iba a decir tal cosa. JongHyun enamorado, seria un buen chiste, sino fuese la más pura de las verdades.
Se acerco hasta el teñido y se puso a su altura.
-Óyeme bien, no te vuelvas a acercar a Kibum, no le vuelvas a hablar, ni siquiera te atrevas a mirarlo, porque – le susurraba mientas lo sostenía con ambas manos del cuello de su ropa.- te vas a arrepentir.- finalizo mirándolo fijamente a los ojos.
Sin mas, tomo de la mano a Kibum, lo sostuvo fuertemente ya que su estado no era el mejor, y se lo llevo de ese lugar, dejando a un Taemin sorprendido, enojado y… asustado.
Salieron sin problemas del instituto. A esa hora, los directivos ya no se encontraban en el lugar.
Mientras caminaban, JongHyun podía oír las quejas que salían de la boca de su acompañante. Seguramente, esos golpes dolían. Al ver las expresiones de sufrimiento de Key, su sangre volvía a aumentar la temperatura y pensaba en darse la vuelta y seguir golpeando a ese malnacido, golpearlo, lastimarlo hasta cansarse y aun cansado querría seguir haciendo sufrir a ese tipejo. Pero no. No podía. Kibum lo necesitaba con el. Tendría que tragarse toda su bronca, al menos por el momento.
-Gra… gracias.- escucho decir débilmente al que llevaba prácticamente arrastrando. Quizás esa paliza para su cuerpo no significaría nada, pero para el de Kibum si lo era. Sonrío. Era la primera palabra que le dirigía. Que tonto se sentía al pensar en idioteces como esas.
-No hace faltas que me agradezcas, no fue nada.- respondió mientras aseguraba mas el agarre, tenia miedo de que su compañero se cayera en cualquier momento.

Kibum siempre estaría agradecido a JongHyun, ¿Por qué así se llamaba, no? La verdad, solo escucho su nombre salir de alguna que otra boca de las chicas del instituto, además, todos se conocen. Todos.

Trato de enfocar la vista en el camino, pero no conseguía tener una imagen nítida. Dos puñetazos, una patada y varios insultos, y ya no veía bien; nunca se creyó tan débil. Quizás si, pero se negaba a aceptarlo.
Por mas que intentaba descifrar hacia donde lo llevaba su, ahora salvador, no podía hacerlo. No conocía el camino. Solo veía grandes arbustos y que la noche estaba cerca, el cielo estaba rojizo. ¿Cómo haría para llegar a su casa en ese estado? No quería pensar en como su madre reaccionaria. Ella era muy sobreprotectora y si lo veía en esas condiciones armaría un revuelo increíble y la verdad, no paso por su cabeza el armar un lio por lo que acababa de suceder, de nada serviría.
No sabia hacia donde iba, no conocía demasiado con quien iba, tampoco sabia con lo que se encontraría, pero extrañamente se sentía demasiado bien. JongHyun tenia buenos gustos su perfume era delicioso. Y el contacto con su cuerpo, lo tranquilizaba. Si, tal vez ya estaba cansado y por eso pensaba en tales cosas.

Después de unos cuantos minutos de caminata, ya se deslumbraba más adelante, la casa del mayor.
-Quieres saber a donde te llevo, ¿verdad?- rompió el silencio JongHyun. Se había dedicado a observar a Key y pudo notar que no tenia ni la más mínima idea de donde estaban o a donde iban.
-No pienses que me das miedo o algo así, solo que… nunca estuve por estos lados.- respondió nervioso el menor. No quería que su compañero pensara que le temía o que no confiaba en el, no quería parecer desagradecido.
-No te preocupes, vamos a mi casa, es aquella de allá.- dijo señalando una casa que se encontraba a solo metros de donde estaban. —Supuse que no querías llegar a tu casa así.- ¿desde cuando pensaba en los demás? No lo sabia, y se sentía raro al portarse tan amable con alguien. El amor idiotiza. Cuanta razón había en esas palabras.
-Emh… si, gracias.- volvió a decir Kibum. Es que no podía hacer o decir nada mas, los ‘gracias’ salían automáticamente.

Llegaron a la casa, JongHyun lo llevo hasta su habitación y fue a buscar las cosas que necesitaría para curar al herido.
Kibum no se imaginaba así a su compañero, todos los rumores que escucho decir de JongHyun eran horribles, destilaban odio y mentira. Bola de idiotas, pensó. No podía creer hasta donde podía llegar la ociosidad de las personas.
Su cuarto era ordenado, casi tanto como el suyo. Todo relucía en el. La cama estaba hecha y todavía se podía sentir en el aire el perfume del desodorante de ambiente. Paredes blancas, pilas de cd’s bien ordenadas, una guitarra, un bajo, un equipo de música, al parecer, le gustaban esas cosas. Sonrió. Definitivamente, no se esperaba a alguien así. Las ganas por conocer al verdadero JongHyun iban aumentando.
Escucho la puerta abrirse y su nube de pensamientos desapareció. Era el dueño de casa, quien venia cargado de hielo, agua, gazas y alcohol. Se veía tierno. ¿Qué?

-¿N-no tendrás problemas por esto?- cuestiono el afectado. Alguien intentaba huir de sus pensamientos.
-No, no hay nadie en casa, bueno, solo las empleadas.- dijo tranquilamente el mayor, mientras hundía un paño en el agua tibia.

Se acerco hasta el golpeado y paso lentamente el paño por la herida que tenia en el labio. Maldito Taemin, volvió a pensar por milésima vez. Kibum se quejo levemente. Pero era mejor curarlo a dejar esa herida sin atención. Enjuago la tela para borrar todo rastro de sangre, tomo un poco de algodón y lo mojo con el desinfectante. Otro quejido.
No sabía que podía tener tanto autocontrol. No era nada sencillo estar tan cerca de esos labios. Pero, debía contenerse. No quería quedar como un aprovechado pervertido. Su mano temblaba, estaba nervioso. Su respiración, irregular. Solo esperaba que l otro no se de cuenta.
Termino de desinfectar la herida más notoria y coloco una pequeña bandita sobre ella.
-Listo.- dijo, sonriendo. El silencio lo estaba matando. Lo ahogaba, el calor se sentía más. ¿Acaso habían prendido la calefacción? Era inútil buscar excusas.
-Gracias- respondió Kibum, llevando su mano hasta la bandita que estaba en su rostro.- De verdad, te agradezco mucho, todo.
-Ya te dije que no es nada. Ahora, creo que es mejor que te saques el uniforme, se lo daré a las empleadas para que lo laven, puedes tomar ropa de mi closet.- JongHyun noto que el traje de su compañero estaba sucio y tenia alguna que otra gota de sangre. Tampoco era bueno que se quedara con esas ropas, la desinfección no serviría de nada.
-Esta bien, pero…- nervioso, tanto que no se dio cuenta que debía salir de la habitación, no podía pretender el que Kibum se cambie delante suyo. Que tonto podía ser.
-Si si, disculpa, toma lo que quieras.- dijo y salió prácticamente corriendo del lugar.
-Es lindo cuando se sonroja.- susurro para si mismo Key.

Pasado unos minutos, tocaron la puerta, era el mayor. Kibum dijo que podía pasar y le pidió otro favor más. Ya le debía demasiado a su compañero. Pero debía hacer esa llamada. No quería un sermón al día siguiente, no estaría de humor para soportarlo. Su madre podía ser muy insoportable cuando quería.
Se comunico con ella y le dijo que se encontraba bien que no se preocupara, que se había encontrado con un amigo a la salida del instituto y habían decidido recuperar un poco del tiempo perdido. Su madre, se lo creyó. El era un buen hijo y no solía ocultarle cosas o mentirle a su mama, por lo que ella no dudo un segundo en lo que le decía.
JongHyun observaba a Kibum mientras conversaba por teléfono. No se cansaba de hacerlo, por lo que estuvo apoyado del marco de la puerta de su habitación hasta que su compañero dio por finalizada la comunicación. Lo miraba y lo admiraba, hasta el punto de desear ser el maldito tubo del teléfono. Increíble que ese aparato tenga más suerte que él.
-No pareces ser del tipo de los que saben mentir.- dijo divertido el mayor. Kibum suspiro.
-Tampoco sabia que podía mentir tan bien, la ingenuidad de mi madre me favorece.- respondió sonriéndole a su compañero.
-Le diré a una de las empleadas que te arregle un cuarto, para que te quedes a dormir. Y no… no me lo agradezcas.- se adelanto JongHyun a sabiendas de lo que iba a salir de los labios del otro como respuesta. Ambos sonrieron, y cuando el mayor iba bajando las escaleras escucho un ‘gracias’, lo que le causo gracia y se le escapo otra sonrisa, ¿Cuántas iban ya? Era todo un record para el.

Cada uno estaba en su habitación, había sido un largo día y necesitaban reponer energías para el día que se venía.
No fue fácil conciliar el sueño, para Kibum porque en su mente se repetían las imágenes de lo que había sido su día y de lo que podía pasar. Y luego de pensar y darle miles de vueltas al asunto, había llegado a la conclusión de que era mejor no comentar con nadie la paliza que había sufrido a manos de Taemin. No quería problemas en el instituto, ni con el director que era tío de su victimario ni con sus amigos, sobre todo, Minho. Temía a la reacción que ponía tener cuando se enterara. No quería ni siquiera pensar en lo que podía suceder, además, tampoco quería pensar en ninguna idea que relacionara los nombres ‘Taemin y Minho’, el solo hacerlo, lo hacia sentirse… idiota.
JongHyun tampoco tuvo fácil la tarea de dormir. Daba vueltas y vueltas en su cama. Suspiraba, resoplaba, se cubría con las sabanas y se descubría nuevamente. No podía dormir, no podía pegar los ojos. Si pensaba en como había comenzado su día y en como había acabado era simplemente, difícil de creer. De discutir con una profesora, a ser castigado en un salón, a pelear con otros sujetos, a ayudar a Key, y a… estar durmiendo a unos míseros metros de él. No podía creer que tenia que desperdiciar el tiempo durmiendo mientras tenia a esa persona a tan corta distancia. Era antinatural. Pero, debía soportarlo. Al menos, Kibum ya sabía que existía alguien llamado Kim JongHyun.



No podía creer lo bien que había descansado, se sentía renovado. Se levanto de buen humor, abrió las cortinas de su habitación y los rayos de sol le dieron de lleno en el rostro. Relajante. Cerro los ojos unos segundos disfrutando de la tibieza. Lamentablemente, tuvo que abrir sus ojos y prepararse para asistir al instituto.
Como todas las mañanas, bajo a la cocina, saludo a su madre, desayuno y se puso la mochila al hombro. Tiempo de clases. Camino despacio, en realidad, no tenia apuro alguno para llegar a su destino, ¿alguien lo tiene? No si le esperan interminables horas de estar con el trasero aplastado en un banco duro de madera, escuchando cosas que le resultan inútiles. Minho era un buen estudiante, cuando tenia que estudiar lo hacía, era muy responsable en ese sentido, pero a esas alturas ya estaba cansado del instituto y sobre todo, de las personas que habían en el. Tanta hipocresía junta no podía ser buena. Sino era por sus amigos, seguramente, ya no estaría ahí.



Para ser sinceros, no habían descansado nada, y se notaba en sus rostros. Esas marcas debajo de sus ojos eran la prueba. Su intento de dormir había quedado en eso, en un intento.
-Por lo que veo tampoco dormiste muy bien que digamos.- comento JongHyun, observando la cara de cansancio de Kibum.
-No, pero al menos tuve tiempo de pensar en algunas cosas.-
-¿Qué cosas?- pregunto rápidamente el mayor, luego cayo en cuenta de que quizás estaba siendo entrometido.- Oh, discúlpame, no tienes que decirme sino quieres.- dijo moviendo sus manos para todos lados.
-No te preocupes, claro que te lo puedo decir.- respondió sonriendo.- Solo que, creo que es mejor que no se sepa lo que paso ayer.-
-¿Cómo que no? No puedes dejar que esto se quede así, en la nada. Ese grupito de imbéciles deben recibir algún castigo.- el mayor no podía entender la decisión de Key.
-Creo que no sabes como funcionan las cosas con Taemin y su grupo.- dijo suspirando.- Ellos nunca son castigados, es por eso que siempre hacen lo que se les viene en ganas, el tío de Taemin es nada mas y nada menos que el director del instituto y no solo eso, es también su tutor legal, por lo que no va a tomar ninguna decisión que lo afecte.- daba demasiada bronca pensar en eso, pero Kibum ya se había acostumbrado.
-eso es una maldita estupidez.- dijo JongHyun levando la voz.
-Gracias.- dijo de la nada Kibum sonriendo, sorprendiendo a su compañero.
-¿Eh? ¿Por qué?.- el mayor no entendía, ¿de que se había perdido?
-Gracias por preocuparte.- respondió el menor, dejando al mayor sin saber que responder.
-Eh, no, es que—es solo que me da demasiada rabia que ese mocoso haga lo que quiera. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese llegado?- pregunto, tratando de desviar el tema de conversación. Últimamente se ponía nervioso muy fácilmente. Kibum y sus ‘gracias’ lo iban a matar en cualquier momento.
-Ya que lo dices, ¿Cómo es que me encontraste?- hasta ese momento no se lo había cuestionado, tampoco tenia demasiada relevancia, pero ahora sentía curiosidad.
-Ah, no fue difícil, es que estaba cumpliendo un castigo en ese piso del instituto cuando oí unos ruidos raros.- mentía. Pero Kibum no tenía porque saberlo. No le iba a decir que estaba supuestamente haciendo su castigo cuando lo vio pasar, que quedo embobado y que lo siguió hasta que vio como un maldito lo tomo por la fuerza y se lo llevo. No podía quedar en evidencia.
-Ya veo.- dijo el menor.
-Creo que será mejor que vayamos de salida, no quiero llegar tarde y tener que escuchar los alaridos del rector.- dijo divertido JongHyun.

Salieron de la cocina, tomaron sus bolsos y emprendieron el viaje hasta el instituto. Aprovecharon el viaje para conocerse un poco mas, conversaron sobre sus familias, sobre las clases, sobre sus amigos. Minho. Todo iba de maravilla para el mayor hasta que escucho ese nombre. Lo detestaba. Y detestaba mas, la forma en que Kibum hablaba de él, el menor de verdad lo apreciaba. Lo odiaba, sí; pero también lo envidiaba. Trato de hacerse en desentendido, no quería discutir con Kibum por culpa del tipo ese.
Llegaron al instituto y cada uno tomo rumbo diferentes, no sin antes despedirse.
-Bueno… otra vez, gracias por todo.- comenzó el menor, sonriendo.
-Aquí vamos de nuevo, tendremos que hacer algo con esos ‘gracias’.- dijo bromeando JongHyun.-ten cuidado, que tengas un buen día.- dijo apurado, la campana había sonado. Malditas clases.
-Oye, espera.- dijo Kibum tomando del brazo al mayor quien se estaba dando la vuelta para entrar a su salón. Se acerco mas, tomo la corbata del uniforme del mayor y la arreglo.- Ahora sí, listo. Hoy habrá inspección d uniformes.- hablo al ver la cara de sorpresa de su compañero.
-Cl- Claro, gracias.- ¿podía sonar mas bobo? JongHyun pensaba que no.
-Ya haremos algo con esos ‘gracias’. Adiós.- dijo despidiéndose al fin, Kibum.
JongHyun sacudió su cabeza y entro a clases. El perfume de Kibum seguía ahí, y no se iría fácilmente.


Kibum había llegado justo a tiempo a su salón, con la respiración agitada se sentó en su lugar.
-Hola, com- pero, ¿Qué te sucedió en el rostro?- pregunto preocupado Minho.
-Hola, ah, no es nada, me golpee con la puerta de casa.- respondió tranquilamente Kibum, Minho no debía sospechar nada.
El más alto no volvió a preguntar sobre el asunto y se dedico a prestar atención a clases. Ese día, extrañamente, Taemin no había asistido. Kibum pudo respirar… tranquilo.



-Sea lo que sea, no lo vas a solucionar estando recostado en tu cama todo el día.- había escuchado decir a su nana.-Taemin, tu tío se enojara, y lo sabes.- volvió a hablar la mujer, pero al parecer, el chico parecía no tener intención de responderle.-Cualquier cosa, llámame.-dijo saliendo de la habitación. Resignada.

Se dio vuelta, quedando boca abajo, tomo su almohada y grito contra ella. Que impotencia sentía. ¿Cómo había pasado eso? ¿Como? No podía entenderlo. ¿Cómo Kibum sabia lo de Minho? Eso no podía estar bien. ‘No diré nada’ había dicho su compañero. Pero no era eso lo que lo preocupaba, sabia que Kibum no abriría la boca. Lo que le robaba la tranquilidad, lo que le comía los nervios era saber que su secreto, aquel que había guardado durante tanto tiempo, había sido descubierto… y por la persona que mas aborrecía. Definitivamente, eso no podía estar bien.


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Claro esto es raro , porque es la parte que Jong salva a Key , y soy tan tonta que se me olvidó . Lo siento mucho u.u

apartoo o.o
ohh, ya decia yo que era raro... como que paso todo de golpe O.O... entonces ahora lo leo y vuelvo a editar el post xD no te preocupes que todos comentemos errores, pero como que no lo note mucho :o

*nueva lectora*

kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
dejame desirte que amo tu fic
de verdad que que bueno que lo encontre
me encanta el jong despreocupado de
la vida y el taemin malo kyaaaaa!

me encanto de veradad que bueno que
compartiste este fic :DDD!

de verdad que me
dejaste picada con
tu fic :B!
el jongkey >w& el minho celoso n-n


espero conti
saludos (^.^)/♥