Página 4 de 4. • Comparte
Página 4 de 4. • 1, 2, 3, 4
Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 7 [4/09]
Recuerdo del primer mensaje :
Titulo: Multiple Choice
Autora: Edi~ @SS (como verán no soy yo , pero quería compartirlo con ustedes )·
Genero: Yaoi (?)
Rating: El que quiera leer
Parejas:MinKey, JongKey y 2Min [por el momento]
INTRO
Multiple Choice.
Desistir.
¿Desistir?
¿Qué es eso? Prohibido.
Definitiva y naturalmente, era algo que no caracterizaba a Lee Taemin.
Luchar.
En el blanco. Eso si lo definía.
Pero pelear siempre tiene sus consecuencias. Enemigos, ¡Y vaya que los tenía! Casi todo el instituto lo detestaba, todos hablaban de el, su nombre iba y venia en boca de todos, nunca por algo bueno, claro estaba.
Pero él se había ganado a pulso a todos y cada uno de esos enemigos. Y lo sabía… pero el problema no era que estuviera al tanto de eso, el problema era que le gustaba pensar que era así.
Le gustaba sentirse temido.
Le gustaba saberse ‘respetado’.
Le gustaba que todos, sí todos, supieran quien era Lee Taemin.
Desistir.
¿Cuántas veces había pensado en eso?
Muchas, quizás, mas de la que debía… y mas de la que su autoestima pudiera soportar.
Pero le era simplemente imposible no pensar en desistir, en abandonar.
Su personalidad lo llevaba a pensar en eso, o tal vez, esta sola era una barata e infantil excusa que Kibum solía utilizar.
Pero todo comienzo tiene un punto final ¿no?, y era precisamente eso lo que Key, como se lo conocía en el instituto, buscaría hallar.
Ya no quería ser un cobarde.
Ya no quería buscar excusas tontas.
Ya no quería pensar en desistir.
Ahora solo deseaba… pelear por él.
Desistir.
¿Qué más daba?
JongHyun no era una persona que pensara en cosas tan… estúpidas.
Abandonar o luchar.
Para que esas cosas existan tiene que haber alguien que primero piense en ellas, y ese alguien, no era precisamente él.
Insignificantes.
Esa era su respuesta.
Todo carecía de sentido en su vida. Todo.
Tampoco hubo alguien en su vida para mostrarle lo contrario, nunca la hubo.
Solo era un simple, común y ordinario estudiante de instituto al que todo le daba lo mismo. O hasta ahora era así.
Desistir.
¿Acaso estás mal?
Por supuesto que no.
No si lo tengo conmigo. Esa misma respuesta por partida doble, seria lo que obtendrías como resultado.
Minho y JinKi, los mejores amigos, mas. Hermanos. Protectores el uno del otro.
Los ‘populares positivos’ del instituto, así se los conocía.
Buenas personalidades.
Excelente conducta.
Y sobre todo… gran atractivo. Para nada ignorado por el sector femenino, y algunos (bastantes) compañeros.
Amigos de toda la vida. Inseparables. Pero…
Todo lo comienza… acaba.
O acaso…
Todos tuvimos, sufrimos, alguna vez un examen multiple choice, ¿pensaron alguna vez que la vida se le asemeja demasiado?
Varias opciones, y una elección. Elección que será elegida dependiendo lo que hayamos estudiado y lo que creamos correcto.
Bueno. La vida es así. A lo largo de ella se presentan distintos caminos que tomar, y la decisión que tomemos dependerá de lo que hayamos vivido, de lo que hayamos sentido. De lo que nos hayan enseñado, de lo que hayamos aprendido.
Pero sobre todo depende de nosotros. De lo que somos o queremos llegar a ser.
¿Acaso estas cinco personas serán así definitivamente? ¿Es cada uno lo que realmente desea ser?
O… ¿será posible que todavía no hayan hecho su elección?
El examen ha empezado.
Multiple Choice.
Bueno , jijij *risita sumamente nerviosa* Hola a todas y todos . mmm , simplemente me pasaba para dejarles la intro un fic (si les interesa) que me gusta mucho y espero que a ustedes también :)
Bueno , espero que lo disfruten jejeje . *desaparece con una nube de humo*
Titulo: Multiple Choice
Autora: Edi~ @SS (como verán no soy yo , pero quería compartirlo con ustedes )·
Genero: Yaoi (?)
Rating: El que quiera leer
Parejas:MinKey, JongKey y 2Min [por el momento]
INTRO
Multiple Choice.
Desistir.
¿Desistir?
¿Qué es eso? Prohibido.
Definitiva y naturalmente, era algo que no caracterizaba a Lee Taemin.
Luchar.
En el blanco. Eso si lo definía.
Pero pelear siempre tiene sus consecuencias. Enemigos, ¡Y vaya que los tenía! Casi todo el instituto lo detestaba, todos hablaban de el, su nombre iba y venia en boca de todos, nunca por algo bueno, claro estaba.
Pero él se había ganado a pulso a todos y cada uno de esos enemigos. Y lo sabía… pero el problema no era que estuviera al tanto de eso, el problema era que le gustaba pensar que era así.
Le gustaba sentirse temido.
Le gustaba saberse ‘respetado’.
Le gustaba que todos, sí todos, supieran quien era Lee Taemin.
Desistir.
¿Cuántas veces había pensado en eso?
Muchas, quizás, mas de la que debía… y mas de la que su autoestima pudiera soportar.
Pero le era simplemente imposible no pensar en desistir, en abandonar.
Su personalidad lo llevaba a pensar en eso, o tal vez, esta sola era una barata e infantil excusa que Kibum solía utilizar.
Pero todo comienzo tiene un punto final ¿no?, y era precisamente eso lo que Key, como se lo conocía en el instituto, buscaría hallar.
Ya no quería ser un cobarde.
Ya no quería buscar excusas tontas.
Ya no quería pensar en desistir.
Ahora solo deseaba… pelear por él.
Desistir.
¿Qué más daba?
JongHyun no era una persona que pensara en cosas tan… estúpidas.
Abandonar o luchar.
Para que esas cosas existan tiene que haber alguien que primero piense en ellas, y ese alguien, no era precisamente él.
Insignificantes.
Esa era su respuesta.
Todo carecía de sentido en su vida. Todo.
Tampoco hubo alguien en su vida para mostrarle lo contrario, nunca la hubo.
Solo era un simple, común y ordinario estudiante de instituto al que todo le daba lo mismo. O hasta ahora era así.
Desistir.
¿Acaso estás mal?
Por supuesto que no.
No si lo tengo conmigo. Esa misma respuesta por partida doble, seria lo que obtendrías como resultado.
Minho y JinKi, los mejores amigos, mas. Hermanos. Protectores el uno del otro.
Los ‘populares positivos’ del instituto, así se los conocía.
Buenas personalidades.
Excelente conducta.
Y sobre todo… gran atractivo. Para nada ignorado por el sector femenino, y algunos (bastantes) compañeros.
Amigos de toda la vida. Inseparables. Pero…
Todo lo comienza… acaba.
O acaso…
Todos tuvimos, sufrimos, alguna vez un examen multiple choice, ¿pensaron alguna vez que la vida se le asemeja demasiado?
Varias opciones, y una elección. Elección que será elegida dependiendo lo que hayamos estudiado y lo que creamos correcto.
Bueno. La vida es así. A lo largo de ella se presentan distintos caminos que tomar, y la decisión que tomemos dependerá de lo que hayamos vivido, de lo que hayamos sentido. De lo que nos hayan enseñado, de lo que hayamos aprendido.
Pero sobre todo depende de nosotros. De lo que somos o queremos llegar a ser.
¿Acaso estas cinco personas serán así definitivamente? ¿Es cada uno lo que realmente desea ser?
O… ¿será posible que todavía no hayan hecho su elección?
El examen ha empezado.
Multiple Choice.
Bueno , jijij *risita sumamente nerviosa* Hola a todas y todos . mmm , simplemente me pasaba para dejarles la intro un fic (si les interesa) que me gusta mucho y espero que a ustedes también :)
Bueno , espero que lo disfruten jejeje . *desaparece con una nube de humo*
Última edición por Miluesp_ el Dom Sep 04, 2011 11:50 am, editado 2 veces
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
WOOOOOOOOOOOO! que fuerte estuvo el capi!! Amè a Onew! haha que maldito! pero a ver si así aprende Minnie,aunque si me dio cosita .__. y MinHo! ahaha pobre! le llueve sobre mojado xD~~
Me mató el JongKey!! son un amooor >u
Última edición por Ren el Jue Oct 20, 2011 3:51 pm, editado 1 vez
Ren
Minho ♥
82
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
;OOOOOOOO; NOOOO onew!! >< porque te metes en entre el 2min DDDD:
u.ú me malito es~ pero no puedo odiarlo ;____;
espero que minho le crea a taemin cuando le explique aunque lo veo difícil pero ashh~ no le cuesta nada escuchar :c
por otro lado el JONGKEY~ ME MATAAAAAAAAAAAAAA!!!!
>w< es queee!! aww aww son tan estrujables!! *----*
espero que.... no haya problemas con esa relación DD: es que es tan perfecta me dolería :C abuuu~
^^^bueno gracias por actualizar~ te leeo después cuidate~
byebye ♥Azul
Última edición por Azul♡ el Vie Oct 21, 2011 7:03 pm, editado 1 vez
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
tecnicamente tendria el primer post xDDD
pero no puedo editar el anterior T_T asi que igual voy a festejar hahahaha xD
¡¡PRIMER POST!!
estuvo muy bueno!! :DD pero onew ¿porque?? T______T yo te queria no arruines las cosas!!
minho pobreeeeee, una sobre otra TT__TT
espero el siguiente :DD
pero no puedo editar el anterior T_T asi que igual voy a festejar hahahaha xD
¡¡PRIMER POST!!
estuvo muy bueno!! :DD pero onew ¿porque?? T______T yo te queria no arruines las cosas!!
minho pobreeeeee, una sobre otra TT__TT
espero el siguiente :DD
AndreShawol
Taemin♥
68
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
OMG! NOOOOOOOOOOOOOOOOOO ONEWWWWW PORQUEEEE!! no es justo llevaban,
cuanto? 2 dias de estar juntos?? MAMAAA EL 2MIN SE SEPARAAA!! D:
no es justo, Taemin no tiene la culpa de que Onew haya sido timido
antes y no se confesara a Minho, porque el tiene que pagar??
bueno tal vez fue algo grosero y rudo... pero aun asi Onew tuvo mucho
tiempo para confesarse :C
Minhoooo!! noooo todo fue una venganza no le creas a tu mejor
amigo... confia en tu novio de 2 dias xD okey eso suena mal pero
siii asi deberian ser las cosas, de todos modos la verdad siempre
sale a flote al final >:D lo siento Onew
:KEKE:
Wooo pero estuvo genial... y luego el Jjong todo... necesitado >:D
jajajaja esperare el momento de "toda la tarde" xD
cuanto? 2 dias de estar juntos?? MAMAAA EL 2MIN SE SEPARAAA!! D:
no es justo, Taemin no tiene la culpa de que Onew haya sido timido
antes y no se confesara a Minho, porque el tiene que pagar??
bueno tal vez fue algo grosero y rudo... pero aun asi Onew tuvo mucho
tiempo para confesarse :C
Minhoooo!! noooo todo fue una venganza no le creas a tu mejor
amigo... confia en tu novio de 2 dias xD okey eso suena mal pero
siii asi deberian ser las cosas, de todos modos la verdad siempre
sale a flote al final >:D lo siento Onew
:KEKE:
Wooo pero estuvo genial... y luego el Jjong todo... necesitado >:D
jajajaja esperare el momento de "toda la tarde" xD
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
AAAA MALDITO ONEW PORQUE TENIA QUE ARRUNAR LAS
COSAS SI APENAS ESTABAN SALIENDO BIEN AAAAHHHH....
Y QUE PASARA CON EL 2MIN APENAS ESTABAN EMPEZANDO
ESPERO Y NO SE SEPAREN PORQUE SI NO ME VOY A ENOJAR MUCHOOOO....
BUENO MUCHAS GRACIAS Y ESPERO EL SIGUENTE CAPI
COSAS SI APENAS ESTABAN SALIENDO BIEN AAAAHHHH....
Y QUE PASARA CON EL 2MIN APENAS ESTABAN EMPEZANDO
ESPERO Y NO SE SEPAREN PORQUE SI NO ME VOY A ENOJAR MUCHOOOO....
BUENO MUCHAS GRACIAS Y ESPERO EL SIGUENTE CAPI
ILove SHINee
Onew ,Jonghyun, Key, Minho y Taemin
251
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
O.O estoi en shock x todo los kaps ke eh leido O.O
nop puedo kreer lo ke ha pasado D:
tae x fin le dijo a minho ke lo ama
al iwal minho a tae
i aora x los tontos celos de onew
me separa a mi 2min?!!??! T___T
maldito onew te odio aora sabes?!?!? ¬¬"
i el jongkey aww me enkanto
me alegro ke key este feliz kon jong
son tan lindos i salvajes
aunke aki nop se ve nada de salvajes o sip!?!? XDD
waaaa mi 2min!! T___T
kiero matar a onew
es un malvado
i io ke ia lo staba keriendo
waa por favor actualiza ia!! >w<
nop puedo kreer lo ke ha pasado D:
tae x fin le dijo a minho ke lo ama
al iwal minho a tae
i aora x los tontos celos de onew
me separa a mi 2min?!!??! T___T
maldito onew te odio aora sabes?!?!? ¬¬"
i el jongkey aww me enkanto
me alegro ke key este feliz kon jong
son tan lindos i salvajes
aunke aki nop se ve nada de salvajes o sip!?!? XDD
waaaa mi 2min!! T___T
kiero matar a onew
es un malvado
i io ke ia lo staba keriendo
waa por favor actualiza ia!! >w<
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
Ren: jijij , me alegra que te haya gustado . Sii , el jongkey es amor , pero ... bueno no digo nada . Gracias por tu coment
Azul♡: ^^ me alegra que te gustara , sii el jongkey es amor puro , ese duo es hermoso . Gracias por pasar
AndreShawol: jajaja , felicidades!! mmm si pobre Minho sobre llovido mojado T.T
Zoe: Jajajaja , muchas gracias por pasar
ILove SHINee: no te preocupes , por nada traeria algo donde el 2Min se ausentara por mucho tiempo , jajaja . Gracias por pasar
kary88: sii onew fue soprendente , maldito T.T gracias por comentar
----------------------------------------------------------------------------
Ese día había terminado enviando un mensaje a Kibum pidiéndole disculpas por no haber ido a ese encuentro que tenían todos los días en el patio del instituto. Por supuesto, Kibum se había enfadado, solo contesto con un ‘Ok’. Definitivamente, enojado.
JinKi le había dicho que hablarían, pero la verdad era que el solo lo escuchaba, el mayor no paraba de emitir sonido, solo cuando el fuerte y frio viento le daba de lleno en el rostro impidiéndole respirar correctamente se callaba unos segundos, luego mojaba sus labios resecos y seguía con su monologo. ¿Y a el que carajo le importaba la vida de ese chico? Ni siquiera era quien el creía.
‘Solo lo hice con ella porque me insistió demasiado’
¿Y el había preguntado porque le hizo el favor a la chica esa? Claro que no. Pero el mayor parecía necesitado en decírselo, en contarle a alguien lo que había hecho en el baño y porqué.
Con cada palabra que salía de la boca del chico, JongHyun se convencía cada vez mas que no lo conocía para nada, que todo lo que el creyó del mayor era mentira, un error. Porque definitivamente, el JinKi que el pensaba conocer no se cogería a una zorra y menos en el baño del instituto, porque aquel JinKi no hablaría tantas estupideces, porque ese que estaba frente suyo era alguien hipócrita, falso, idiota, uno mas del montón. De verdad creyó que era diferente. ¿Por qué sonreía si ni siquiera estaba contento? Jamás le había molestado esa sonrisa en el rostro del mayor, pero ahora eso había cambiado, esa mueca le daba asco, ganas de golpearle, de que dejara de fingir.
‘Tu sonrisa es asquerosa’
Le había dicho directo, tajante, enojado, asqueado ya de todo, de todo lo que era ese sujeto. El mayor le dedico una mirada en la que apenas y se podían notar sus ojos, hechos unas líneas por la sonrisa que otra vez ocupaba todo su rostro. Ya no lo soportaba, no quería seguir ahí parado como una estatua, escuchando al chico ese que no hacia más que decir babosadas. Se iría. Se giro dándole la espalda a su compañero, ya era hora de volver, prefería escuchar a los profesores.
‘No creas que me conoces. Nunca lo hiciste, entonces no me juzgues’
Era verdad, no lo conocía, pero creía que al menos sabia algo de el, y eso que JinKi dejaba ver ahora, contrastaba completamente con lo que el se imaginaba que era.
‘No te conozco y la verdad, tampoco me interesa conocer a alguien que no se quiere a si mismo’
Todo aquello que el mayor había dicho en su discurso dejaba en evidencia todo el resentimiento y odio que sentía, todo disfrazado por supuesto. Todo oculto bajo risitas insoportables, innecesarias. ¿Tanto le costaba mostrar lo que sentía?
‘El JinKi de antes era mas interesante. Es una lastima… hyung.’
El frio se sentía cada vez con mayor intensidad, se volvió a girar y entro al instituto. Ya no tenia caso seguir en ese lugar. Ya había comprobado que JinKi no era el mismo, ahora era uno mas de todos esos chicos imbéciles que asisten a ese lugar todos los aburridos días. Toda esa curiosidad que su hyung le despertaba ya no estaba, se había ido, se había perdido así como JinKi había perdido esa sonrisa que tanto le gustaba. Ya no hacia falta entender el porque de su constante sonrisa, no. Porque ya no quedaba nada de aquel chico. Y era una pena, en verdad lo era.
**************
Había esquivado a JongHyun durante todo el día. Estaba indignado. ¿Cómo osaba dejarlo plantado por hablar con JinKi? Además, ¿desde cuando ellos se trataban? Su novio pagaría el desplante.
Durante el almuerzo no asistió a la cafetería, seria el primer lugar en donde lo buscaría, si es que lo hacia. Había aceptado comer en un salón algo apartado junto a unos chicos de segundo. Todos eran muy simpáticos, aunque algo… locos, gritaban demasiado para su gusto. Apurado termino su almuerzo y salió del aula. Respiro hondo y saco su celular para ver la hora. Tenía cinco mensajes nuevos. Fue inevitable que una sonrisa se formara, leve, muy leve, aun así, fingiendo desinterés, ignoro el aviso del aparato y miro la hora, aun le quedaban diez minutos de receso. Se encamino hacia su salón a paso tranquilo, espiando por cada rincón, tratando de alertarse por si el mayor estaba cerca. Lo haría sufrir, lo haría mandar más mensajes, llamarlo más veces, lo haría pedir perdón. El ya era demasiado inseguro cuando de asunto de pareja se trata, como para que JongHyun encima prefiera pasar su tiempo libre con alguien más. Estaba molesto… estaba celoso. Porque no seria tan idiota como para negarlo, era un chico muy, demasiado celoso, y mas sabiendo la clase de chicas que merodean por el instituto. No creía demasiado en eso de que su novio debía hablar con JinKi. Quizá estaba pensando demasiado algo que no merecía tanto razonamiento.
Giró en la esquina del pasillo y lo vio, ahí sentado en el frio material del suelo, con cara de impaciencia, moviendo la rodilla para todos lados. JongHyun lo estaba esperando en la puerta de su salón. Se escondió detrás de la columna, espiándolo. El mayor se veía muy tierno ante sus ojos. Pero no, no debía flaquear en su posición, estaba enojado. Siguió escondido, observando todo movimiento que realizara su novio, al parecer tenia frio, sus labios estaban algo morados, los mordía. Sus labios…
-Kibum, ¿Qué haces aquí?- perfecto. Ese chico con el que acababa de almorzar lo ponía en evidencia. Y lo dijo en un tono de voz lo suficientemente elevado como para que llegara a oídos de quien lo esperaba impaciente. Miro hacia donde estaba y lo vio levantarse. Maldición. ¿Por qué ahora se acordaba de ese sueño? Tenía calor, sus mejillas tenían calor.
-N-nada, solo… nada. Debo irme.- dijo rápido y volvió a sus anteriores pasos, debía alejarse de donde estaba el mayor. Podía escuchar como el otro lo seguía, ¿estaba corriendo?
¡No, no, no, no! No quería ser atrapado, no quería mirarlo a la cara, no podía. Sentía que se encontraba en una pesadilla, por mas que corría el otro lo seguía de cerca, parecía no alejarse del peligro.
Pesadilla.
Sueño.
Pervertido, le grito su conciencia. Pensara lo que pensara, todo terminaba en ese sueño, y justo en ese momento.
La garganta ya le ardía, su estado físico era pésimo, de ahora en mas haría más gimnasia. Sabía que debía haber aceptado cuando Minho le hizo la oferta de acompañarlo a correr unos minutos todos los días. Maldecía su vagancia.
Listo. Lo había atrapado. Ahora estaba enredado entre los brazos de JongHyun, quien respiraba agitado cerca de su oído derecho.
**************
Tres semanas habían pasado, veintiún días en los que solo fue ignorado por Minho. Sabía que seria así desde que comenzó a planear todo aquello. Pero esperaba que su amigo le creyera, que volviera a ser el mismo de antes, que ya no querría saber nada del chiquillo de cabellera roja, pero nada era de ese modo. Minho lo detestaba, y estaba bien en un principio, era lo lógico, pero ya no era normal esa mirada que el otro siempre le dedicaba cuando lo cruzaba en el instituto. Era odiado, y eso no le gustaba para nada.
Al parecer no había sido suficiente lo que había hecho, quizá ya era hora de hacer algo mas.
Porque aun podía ver como Taemin buscaba a Minho, tratando de convencerlo de su honestidad, de su fidelidad, tratando de engatusarlo nuevamente. Y día tras día observaba como el alto lo rechazaba, se quitaba de sus agarres, como lo ignoraba, y en momentos como ese era cuando podía volver a capturar un poco de aire y respirar con tranquilidad. Solo necesitaba de otro empujón para alejar a Minho completamente del chico ese.
En muchas ocasiones Kibum había tratado de que dejara de entrometerse en asuntos que no eran de su incumbencia, seguramente JongHyun le había contado de aquella charla que ambos tuvieron y su amigo se había quedado preocupado. Le agradecía enormemente esas palabras, porque aunque no le haría caso, sentía que alguien notaba su existencia, que a alguien le importaba lo que le sucedía. Kibum era un buen amigo y JongHyun también, aunque el mismo negara serlo.
Exhalo abiertamente, dejando salir mucho aire, imaginando que así podía expulsar todo aquello que lo molestaba, podía parecer tonto pero se sentía más liviano después de respirar como debía. Se apoyo sobre el respaldo de su asiento y espero que la impresora dejara salir el papel. Había quedado bastante bien, se sentía satisfecho con su trabajo. Al día siguiente en el instituto haría las copias que necesitaría.
Volvió a dejar salir una gran bocanada de aire, preparándose para dar el siguiente paso.
*************
Estuvo una semana entera sin aparecerse por el instituto, para su suerte su cuerpo había colapsado y pudo contar con la excusa de estar enfermo. Su madre estaba algo preocupada por su salud, pero con un ‘no es nada’ de su boca la mujer se sentía aliviada. En un principio le había dado un gran susto a su familia, el era un alumno ejemplar, no faltaba a clases jamás, hacia sus tareas siempre, pero en esos días sentía que no podía hacer nada de todo aquello que antes realizaba sin problemas, su madre angustiada le pregunto que le pasaba, respondió que le dolía el corazón, apurada corrió a armar un encuentro con un reconocido cardiólogo. No le había entendido. Pero no podía culparla por no poder hacerlo.
Luego de esos días de descanso tuvo que reiniciar su actividad en el instituto. Tuvo que volver a verlo, que volver a enfrentarlo. Sentía que el aire escaseaba, que las paredes lo encerraban y que era incapaz de poder mirarlo a los ojos. Esos ojos que desde el primer segundo que cruzo la puerta de entrada de su salón se clavaron en su persona, sofocándolo, haciendo que su corazón trabaje mas de prisa, aumentando sus ganas de salir corriendo de ese lugar, porque aun no estaba preparado para enfrentarlo. Porque aun no sabia si lo odiaba o si lo seguía queriendo. Y aunque todo eso haya pasado en esa milésima de segundo hizo de cuenta que todo estaba perfecto, que nada le sucedía, se sentó en el lugar de siempre y solo se dedico a ignorarlo.
Kibum le había dado la bienvenida y habían hablado un poco. Era el único amigo que le quedaba, era con el único que podía desahogarse, se sentía todavía mas mierda de persona cuando a su memoria acudió lo que le había hecho por culpa de Taemin, ahora se imaginaba un espejo reflejando todo lo que era su vida y se reía de si mismo, ¿Y todo para eso? Su amigo pudo notar el cambio en su semblante y solo le sonrió, tranquilizándolo. Kibum era un buen chico.
Los profesores delante suyo hablaban, explicaban, escribían, retaban a los ruidosos de siempre, pero el era ajeno a todo ese mundo.
En uno de los recesos Taemin se las arreglo para que se encontraran ‘casualmente’. Escucho lo que tenia que decir y luego se fue, dejándolo solo. Debería ser así desde ese momento, tal vez algún día el otro se cansaría.
Todas las noches le mandaba mensajes de texto, y en todos ellos aparecía el mismo nombre. No sabia porque, tal vez lo hacia inconscientemente, pero extrañamente estaba cumpliendo lo que el otro le pedía, ya no creía en JinKi.
Se acercaba la época de exámenes, así que su tiempo libre se esfumaba entre libros y apuntes. Cansado de recibir mensajes, termino tirando su celular por algún rincón del sótano de su casa. Sentía que con cada palabra que leía desde la pantalla del aparato, se revivía la imagen que intentaba inútilmente borrar de su cabeza todos los malditos días. Sabia que era un cobarde por no enfrentarse a Taemin, por no pararse delante de JinKi y decirle todo lo que pensaba de el, sabia perfectamente que estaba huyendo, que estaba escapando, pero es que todavía no estaba preparado. Aun no podía enfrentarse a ninguno de los dos. Porque también sabia que cuando cobrara valor para hacerlo, perdería por completo a alguno de los dos, o a los dos. Porque podía ser un estúpido masoquista pero al menos sentía que aun significaba algo para Taemin, porque quería creer que esos mensajes eran por algo, que representaban algo para el pequeño. Porque sabia que JinKi lo observaba todos los días en el instituto, porque sus compañeros le habían contado que el mayor preguntaba por el. Y cuando cobrara valor para enfrentar esa situación, perdería todo eso, que era poco, pero valía demasiado para el.
Las dos semanas de exámenes habían concluido. Pero las clases aun continuaban.
*************
Era la primera vez en mucho tiempo que estudiaba para los exámenes. Ya no tenía ánimos como para salir con sus compañeros, así que invirtió su tiempo en los estudios. Extraño.
Su nana estaba preocupada por el, ya que había perdido apetito y unos par de kilos. Solo esquivaba los comentarios de la anciana y se encerraba en su cuarto a hacer lo que se había vuelto una costumbre en las últimas semanas, mandar mensajes de texto. No se daría por vencido, Minho podría no responderle, pero el seguiría insistiendo, seguramente el alto sí leía lo que escribía y con eso era suficiente.
Dejó el aparato a un lado y se recostó, estaba cansado, en menos de cinco minutos ya estaba dormido.
Lo despertaron para cenar, bajó al comedor y ceno solo, su tío estaba arreglando asuntos laborales como siempre. Jugaba con la comida, hincaba el tenedor en la carne, la subía hasta la altura de su rostro y la volvía a dejar en el plato, otra vez no tenia apetito. Bebió un poco de jugo y volvió a su habitación, quería seguir durmiendo. Su nana solo lo miraba con pena, siguiendo cada movimiento suyo, aun así no le dijo nada. La mujer lo conocía a la perfección y sabia que era mejor dejarlo solo, tranquilo. Agradecía el gesto de la anciana.
Buscó su pijama, se saco el uniforme y se puso las ropas de dormir. Se metió debajo de las cobijas y una vez protegido del frio, volvió, por milésima vez, a tomar el celular, y por milésima vez, vio en la pantalla lo mismo de siempre: nada. No tenia ni un mensaje, ni una llamada perdida, nada. Resignado dejo el aparato en el mueble, se giro y volvió a cerrar los ojos.
Al otro día se despertó temprano, incluso minutos antes de que su despertador sonara. Corrió las blancas cortinas y miro en dirección del cielo que estaba cubierto por nubes grises, seria otro día de bajísimas temperaturas. Hizo las mismas cosas de todas las mañanas. Una vez preparado para asistir a clases, bajo a desayunar, mejor dicho, a tomar algo caliente. Se encontró con su nana quien le entrego una taza con un humeante te negro. Sonrió, no supo bien porque, solo que se sintió bien al hacerlo, la mujer le devolvió la sonrisa y le dio unas palmaditas en el hombro. Termino con lo que había en la taza rápido, y salió en dirección al instituto. Hacia frio, pero el aire frio dándole de lleno en el rostro lo hacia sentirse vivo.
Cuando llego a su salón todo estaba tan tranquilo como siempre, desde que su humor se había ido a pique, su grupo había bajado los niveles y ya no molestaban como de costumbre, aunque era imposible que no se mandaran alguna de vez en cuando, cosas que no pasaban a mas que un reto por parte de los profesores.
El ya había llegado, estaba recostado sobre su banco, escondiendo su rostro con los brazos, escuchaba música. Aprovecho para mirarlo con descaro, para observar cada detalle, para ver como movía su pie al compas de la música que salía de los auriculares, su cabello había crecido bastante, estaba hermoso lo podía asegurar aun sin mirar su rostro, lo extrañaba, lo necesitaba demasiado. Definitivamente, ese día intentaría hablar con el una vez mas.
-¿Qué tanto lo miras?- era uno de su grupo. Se sorprendió, ahora tenia que pensar una excusa.
-No miro nada.- dijo serio, castigando al otro con la mirada. ¿Excusa? El era Lee Taemin y no tenia que inventar nada.
-Lo estas mirando desde que llegaste, no lo niegues.- ¿Quién se creía para usar es tono con el? No le estaba gustando para nada la manera en que ese compañero se dirigía a el.
-¿Y a ti que carajos te importa, eh? No tengo porque darte explicaciones de lo que hago y de lo que dejo de hacer. – Ese chico ya lo había puesto de mal humor. Había elevado tanto el tono de su voz que todos los que estaban en el salón giraron a ver lo que sucedía, todos incluyendo a Minho, quien al verlo volvió a su posición original, ignorándolo olímpicamente.
-No era para que te enojes, estas muy sensible.- respondió el otro con una sonrisa en el rostro, algo que a Taemin le pareció asqueroso. Giro su rostro y ya no le presto atención. Esa mirada desinteresada del alto se había grabado en su memoria y se repetía una y otra vez en esos momentos. No sabía cuanto tiempo mas iba a poder soportarlo.
La profesora de geografía había llegado pidiendo silencio, decidió fingir que prestaba atención. Detestaba esa materia, era densa, interminable, pero después de mirar unas cuarenta veces su reloj, por fin era hora del receso, salieron despavoridos ante de que a la mujer se le ocurriese dar tarea.
Cuando abandonó su salón vio como unos volantes rosados caían desde el piso de arriba. Cada alumno tenia uno en su mano, leyendo con atención lo que se dejaba leer en el papel. De repente sintió como las miradas de todos se dirigían a el, como todos hablaban en voz baja sobre la reciente noticia escrita en esos trozos de hojas, las risas burlonas no tardaron en aparecer en mas de uno, ¿Qué diablos pasaba? Decidido a saberlo se agachó para recoger uno de los volantes, lo tomo con violencia del suelo, y lo vio. Era el, una foto suya en el centro, foto en la que estaba con un moño rosa, la imagen claramente estaba falsificada, y eso era lo de menos, lo que decían las palabras en el papel eran lo peor. Gay.
Lee Taemin, el alumno rebelde, al que nada le importa, por el que las niñas mueren y se humillan, homosexual.
Homosexual, en letra grande, en negrita, subrayado. Había quedado mas que claro.
Paso por todos los que estaban ahí, empujándolos, y se dirigió al piso de arriba. Si ese tipo no era cobarde, aun tendría que estar ahí. Y lo encontró. Recostado sobre el barandal de las escaleras, relajado, tranquilo, con una sonrisa en el rostro. Lo tomo del cuello de la camisa y le dio un puñetazo fuerte, tirándolo al suelo. El otro desde donde estaba, se limpio la sangre con el puño del suéter, lo miro y le volvió a sonreír. Se levanto con calma, y no supo como, no lo vio venir, ahora era el quien estaba saludando al frio piso. Sentía como un hilo de sangre se escapaba de la comisura de sus labios. Rápidamente se puso de pie y se tiro encima de JinKi, volviendo a pegarle, a patearle. Claramente el mayor no tenia experiencia en peleas, aprovecho eso. Su camisa blanca estaba salpicada con gotas de sangre del otro, pero quería seguir golpeándolo. JinKi trataba de defenderse y de vez en cuando hasta le devolvía los golpes, pero luego el volvía a tomar el control. Después de girar en el suelo, quedó arriba suyo, empuñó su mano derecha dispuesto a darle un último y certero golpe, pero otra mano lo detuvo.
-Minho… - dijo agitado al girarse para ver el rostro de quien evitara que hiciera lo que mas deseaba en ese momento.
-Basta. – fue todo lo que dijo el alto. Lo tomo de la cintura y lo alejo del mayor. Luego tomo su mano derecha y se lo llevo del lugar, no sin antes dedicarle una mirada a JinKi.
Vio como Minho se llevaba al menor lejos, e intento sonreír, mas no pudo, en su lugar solo lloro. Ahora sus lágrimas se mezclaban con la sangre que salía de las heridas. Y todos esos golpes que recibió, no dolían tanto como ver a su amigo tomado de la mano con Taemin. No dolían tanto como saberse abandonado por el, por la persona que mas quería.
Se levantó del suelo, y se dirigió a la terraza, necesitaba aire fresco que contaminar con su cigarro. Porque desde que todo eso había comenzado, había descubierto que fumar lo aliviaba, lo tranquilizaba. Patético. Después de todo, ese era el JinKi de siempre. Patético.
************
Por fin las clases habían terminado, esa tarde había quedado con Kibum que saldrían a pasear. Por los exámenes no habían tenido tiempo de verse con frecuencia fuera del instituto, pero por suerte esa época había finalizado.
Notó que JinKi no había aparecido después del primer receso, sospechaba el porqué y sabía que había sido su compañero el de los volantes, pero no se metería en esos temas, había convencido a Kibum de que no lo hiciera, no seria tan hipócrita de hacerlo el. Sentía pena por su hyung, el no era un mal chico, solo se había enamorado de quien no debía y ahora estaba pagando por eso. La vida es injusta.
Salió con algo de desesperación de su salón, necesitaba estar ya con Key, lo quería besar con libertad, sin tener que ocultarse de los demás. Quería ver en ese mismo instante el rostro sonrojado del menor, se lo imaginaba y sonreía.
Se paró en la puerta de entrada y salida del instituto y esperó a que su novio saliera. Tenía frio, frotaba sus manos y largaba de su boca algo de aire tibio para calentarlas. Seguramente Key estaba arreglándose en el baño, suspiro pensando que aun le quedaban unos minutos que esperar. Se recostó en la pared y se cruzo de brazos.
-Oppa~. – escucho que una chica dijo. La ignoró, después de todo las chicas del instituto siempre lo molestaban, pero luego de rechazarlas se iban por donde venían. –Oppa~. – volvió a escuchar. ¡Vaya! Al parecer ésta era insistente. ¿Por qué usaba ese tono tan meloso? Ese tono tan… familiar. Busco con sus ojos quien lo llamaba, y deseo jamás haberlo hecho. ¡Mierda! Eso no podía ser. ¿Por qué ahora? Eso no estaba nada bien. Que ella estuviera ahí, buscándolo, no era buena señal. La chica se acerco dando pequeños saltitos, quedando a solo unos centímetros de el. –Oppa, tanto tiempo.- dijo y cuando se dio cuenta, ya estaba ahogándose por el fuerte abrazo que la chica había creado. –Te extrañe Jjong oppa. – volvió a hablar, pero no sabia que decir, el no la había extrañado, pero no podía decirle eso, tenia tacto con las mujeres, tenia tacto con ella.
-HyoSung… ¿que haces aquí?- pregunto todavía sorprendido. Su madre tenía algo que ver, estaba seguro de eso.
-Oppa… no pareces contento en verme, ¿no lo estas?- cuestiono la chica angustiada, alejándose un poco de el. Al menos ahora podía respirar.
-Yo… no, no es eso. Es que… veras—pero no pudo terminar lo que iba a decir, ya que la chica volvió a saltarle encima.
-Entonces estas contento de verme. Me alegro. - ¿esa chica que se pensaba que era el? ¿Un oso de peluche enorme? Tuvo que agarrarla de la cintura para que no cayeran ambos al suelo.
-Cuidado HyoSung.- dijo avisando a la chica de que no hiciera mas esas cosas. Pero al parecer alguien había mal interpretado ese agarre de cintura, lo estaba besando, y no era un beso inocente, y su mano seguía en la cintura de la otra. Eso sí podía mal interpretarse. La chica se separo con el rostro sonrojado, evidentemente avergonzada. Y fue cuando pudo ver que a espaldas de ella, estaba Kibum. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Maldición! ¡No! Se quería golpear y golpear a HyoSung de paso. Tenía problemas.
Debía hablar con Key. Ya mismo.
Quiso salir corriendo detrás de Kibum, quien se había metido otra vez al instituto, pero no pudo, una mano lo detuvo, la chica lo miraba seria.
-No JongHyun, no puedes dejarme sola aquí. – dijo y como por arte de magia, la sonrisa había vuelto a su pálido rostro. –Vamos, no debes enfermarte y estas tomando mucho frio. – explicaba tranquila, alejándolo del instituto y acercándolo al auto que los esperaba. - ¿Sabes? Desde ahora asistiré a este colegio, será increíble oppa, ahora nos veremos mas seguido. – decía con una sonrisa, contenta por la noticia.
No sabia que palabras decir, solo quería correr detrás de Key pero no podía. Maldita sea su madre. ¡Mil veces maldita! Y mil veces maldito el, por haber hecho llorar a Kibum. Solo esperaba que su novio pueda escucharlo y creer en el.
El paseo ya había quedado en el pasado, pisoteado y arruinado por la llegada de HyoSung.
Todo se complicaría de ahora en mas… todo.
Azul♡: ^^ me alegra que te gustara , sii el jongkey es amor puro , ese duo es hermoso . Gracias por pasar
AndreShawol: jajaja , felicidades!! mmm si pobre Minho sobre llovido mojado T.T
Zoe: Jajajaja , muchas gracias por pasar
ILove SHINee: no te preocupes , por nada traeria algo donde el 2Min se ausentara por mucho tiempo , jajaja . Gracias por pasar
kary88: sii onew fue soprendente , maldito T.T gracias por comentar
----------------------------------------------------------------------------
Ese día había terminado enviando un mensaje a Kibum pidiéndole disculpas por no haber ido a ese encuentro que tenían todos los días en el patio del instituto. Por supuesto, Kibum se había enfadado, solo contesto con un ‘Ok’. Definitivamente, enojado.
JinKi le había dicho que hablarían, pero la verdad era que el solo lo escuchaba, el mayor no paraba de emitir sonido, solo cuando el fuerte y frio viento le daba de lleno en el rostro impidiéndole respirar correctamente se callaba unos segundos, luego mojaba sus labios resecos y seguía con su monologo. ¿Y a el que carajo le importaba la vida de ese chico? Ni siquiera era quien el creía.
‘Solo lo hice con ella porque me insistió demasiado’
¿Y el había preguntado porque le hizo el favor a la chica esa? Claro que no. Pero el mayor parecía necesitado en decírselo, en contarle a alguien lo que había hecho en el baño y porqué.
Con cada palabra que salía de la boca del chico, JongHyun se convencía cada vez mas que no lo conocía para nada, que todo lo que el creyó del mayor era mentira, un error. Porque definitivamente, el JinKi que el pensaba conocer no se cogería a una zorra y menos en el baño del instituto, porque aquel JinKi no hablaría tantas estupideces, porque ese que estaba frente suyo era alguien hipócrita, falso, idiota, uno mas del montón. De verdad creyó que era diferente. ¿Por qué sonreía si ni siquiera estaba contento? Jamás le había molestado esa sonrisa en el rostro del mayor, pero ahora eso había cambiado, esa mueca le daba asco, ganas de golpearle, de que dejara de fingir.
‘Tu sonrisa es asquerosa’
Le había dicho directo, tajante, enojado, asqueado ya de todo, de todo lo que era ese sujeto. El mayor le dedico una mirada en la que apenas y se podían notar sus ojos, hechos unas líneas por la sonrisa que otra vez ocupaba todo su rostro. Ya no lo soportaba, no quería seguir ahí parado como una estatua, escuchando al chico ese que no hacia más que decir babosadas. Se iría. Se giro dándole la espalda a su compañero, ya era hora de volver, prefería escuchar a los profesores.
‘No creas que me conoces. Nunca lo hiciste, entonces no me juzgues’
Era verdad, no lo conocía, pero creía que al menos sabia algo de el, y eso que JinKi dejaba ver ahora, contrastaba completamente con lo que el se imaginaba que era.
‘No te conozco y la verdad, tampoco me interesa conocer a alguien que no se quiere a si mismo’
Todo aquello que el mayor había dicho en su discurso dejaba en evidencia todo el resentimiento y odio que sentía, todo disfrazado por supuesto. Todo oculto bajo risitas insoportables, innecesarias. ¿Tanto le costaba mostrar lo que sentía?
‘El JinKi de antes era mas interesante. Es una lastima… hyung.’
El frio se sentía cada vez con mayor intensidad, se volvió a girar y entro al instituto. Ya no tenia caso seguir en ese lugar. Ya había comprobado que JinKi no era el mismo, ahora era uno mas de todos esos chicos imbéciles que asisten a ese lugar todos los aburridos días. Toda esa curiosidad que su hyung le despertaba ya no estaba, se había ido, se había perdido así como JinKi había perdido esa sonrisa que tanto le gustaba. Ya no hacia falta entender el porque de su constante sonrisa, no. Porque ya no quedaba nada de aquel chico. Y era una pena, en verdad lo era.
**************
Había esquivado a JongHyun durante todo el día. Estaba indignado. ¿Cómo osaba dejarlo plantado por hablar con JinKi? Además, ¿desde cuando ellos se trataban? Su novio pagaría el desplante.
Durante el almuerzo no asistió a la cafetería, seria el primer lugar en donde lo buscaría, si es que lo hacia. Había aceptado comer en un salón algo apartado junto a unos chicos de segundo. Todos eran muy simpáticos, aunque algo… locos, gritaban demasiado para su gusto. Apurado termino su almuerzo y salió del aula. Respiro hondo y saco su celular para ver la hora. Tenía cinco mensajes nuevos. Fue inevitable que una sonrisa se formara, leve, muy leve, aun así, fingiendo desinterés, ignoro el aviso del aparato y miro la hora, aun le quedaban diez minutos de receso. Se encamino hacia su salón a paso tranquilo, espiando por cada rincón, tratando de alertarse por si el mayor estaba cerca. Lo haría sufrir, lo haría mandar más mensajes, llamarlo más veces, lo haría pedir perdón. El ya era demasiado inseguro cuando de asunto de pareja se trata, como para que JongHyun encima prefiera pasar su tiempo libre con alguien más. Estaba molesto… estaba celoso. Porque no seria tan idiota como para negarlo, era un chico muy, demasiado celoso, y mas sabiendo la clase de chicas que merodean por el instituto. No creía demasiado en eso de que su novio debía hablar con JinKi. Quizá estaba pensando demasiado algo que no merecía tanto razonamiento.
Giró en la esquina del pasillo y lo vio, ahí sentado en el frio material del suelo, con cara de impaciencia, moviendo la rodilla para todos lados. JongHyun lo estaba esperando en la puerta de su salón. Se escondió detrás de la columna, espiándolo. El mayor se veía muy tierno ante sus ojos. Pero no, no debía flaquear en su posición, estaba enojado. Siguió escondido, observando todo movimiento que realizara su novio, al parecer tenia frio, sus labios estaban algo morados, los mordía. Sus labios…
-Kibum, ¿Qué haces aquí?- perfecto. Ese chico con el que acababa de almorzar lo ponía en evidencia. Y lo dijo en un tono de voz lo suficientemente elevado como para que llegara a oídos de quien lo esperaba impaciente. Miro hacia donde estaba y lo vio levantarse. Maldición. ¿Por qué ahora se acordaba de ese sueño? Tenía calor, sus mejillas tenían calor.
-N-nada, solo… nada. Debo irme.- dijo rápido y volvió a sus anteriores pasos, debía alejarse de donde estaba el mayor. Podía escuchar como el otro lo seguía, ¿estaba corriendo?
¡No, no, no, no! No quería ser atrapado, no quería mirarlo a la cara, no podía. Sentía que se encontraba en una pesadilla, por mas que corría el otro lo seguía de cerca, parecía no alejarse del peligro.
Pesadilla.
Sueño.
Pervertido, le grito su conciencia. Pensara lo que pensara, todo terminaba en ese sueño, y justo en ese momento.
La garganta ya le ardía, su estado físico era pésimo, de ahora en mas haría más gimnasia. Sabía que debía haber aceptado cuando Minho le hizo la oferta de acompañarlo a correr unos minutos todos los días. Maldecía su vagancia.
Listo. Lo había atrapado. Ahora estaba enredado entre los brazos de JongHyun, quien respiraba agitado cerca de su oído derecho.
**************
Tres semanas habían pasado, veintiún días en los que solo fue ignorado por Minho. Sabía que seria así desde que comenzó a planear todo aquello. Pero esperaba que su amigo le creyera, que volviera a ser el mismo de antes, que ya no querría saber nada del chiquillo de cabellera roja, pero nada era de ese modo. Minho lo detestaba, y estaba bien en un principio, era lo lógico, pero ya no era normal esa mirada que el otro siempre le dedicaba cuando lo cruzaba en el instituto. Era odiado, y eso no le gustaba para nada.
Al parecer no había sido suficiente lo que había hecho, quizá ya era hora de hacer algo mas.
Porque aun podía ver como Taemin buscaba a Minho, tratando de convencerlo de su honestidad, de su fidelidad, tratando de engatusarlo nuevamente. Y día tras día observaba como el alto lo rechazaba, se quitaba de sus agarres, como lo ignoraba, y en momentos como ese era cuando podía volver a capturar un poco de aire y respirar con tranquilidad. Solo necesitaba de otro empujón para alejar a Minho completamente del chico ese.
En muchas ocasiones Kibum había tratado de que dejara de entrometerse en asuntos que no eran de su incumbencia, seguramente JongHyun le había contado de aquella charla que ambos tuvieron y su amigo se había quedado preocupado. Le agradecía enormemente esas palabras, porque aunque no le haría caso, sentía que alguien notaba su existencia, que a alguien le importaba lo que le sucedía. Kibum era un buen amigo y JongHyun también, aunque el mismo negara serlo.
Exhalo abiertamente, dejando salir mucho aire, imaginando que así podía expulsar todo aquello que lo molestaba, podía parecer tonto pero se sentía más liviano después de respirar como debía. Se apoyo sobre el respaldo de su asiento y espero que la impresora dejara salir el papel. Había quedado bastante bien, se sentía satisfecho con su trabajo. Al día siguiente en el instituto haría las copias que necesitaría.
Volvió a dejar salir una gran bocanada de aire, preparándose para dar el siguiente paso.
*************
Estuvo una semana entera sin aparecerse por el instituto, para su suerte su cuerpo había colapsado y pudo contar con la excusa de estar enfermo. Su madre estaba algo preocupada por su salud, pero con un ‘no es nada’ de su boca la mujer se sentía aliviada. En un principio le había dado un gran susto a su familia, el era un alumno ejemplar, no faltaba a clases jamás, hacia sus tareas siempre, pero en esos días sentía que no podía hacer nada de todo aquello que antes realizaba sin problemas, su madre angustiada le pregunto que le pasaba, respondió que le dolía el corazón, apurada corrió a armar un encuentro con un reconocido cardiólogo. No le había entendido. Pero no podía culparla por no poder hacerlo.
Luego de esos días de descanso tuvo que reiniciar su actividad en el instituto. Tuvo que volver a verlo, que volver a enfrentarlo. Sentía que el aire escaseaba, que las paredes lo encerraban y que era incapaz de poder mirarlo a los ojos. Esos ojos que desde el primer segundo que cruzo la puerta de entrada de su salón se clavaron en su persona, sofocándolo, haciendo que su corazón trabaje mas de prisa, aumentando sus ganas de salir corriendo de ese lugar, porque aun no estaba preparado para enfrentarlo. Porque aun no sabia si lo odiaba o si lo seguía queriendo. Y aunque todo eso haya pasado en esa milésima de segundo hizo de cuenta que todo estaba perfecto, que nada le sucedía, se sentó en el lugar de siempre y solo se dedico a ignorarlo.
Kibum le había dado la bienvenida y habían hablado un poco. Era el único amigo que le quedaba, era con el único que podía desahogarse, se sentía todavía mas mierda de persona cuando a su memoria acudió lo que le había hecho por culpa de Taemin, ahora se imaginaba un espejo reflejando todo lo que era su vida y se reía de si mismo, ¿Y todo para eso? Su amigo pudo notar el cambio en su semblante y solo le sonrió, tranquilizándolo. Kibum era un buen chico.
Los profesores delante suyo hablaban, explicaban, escribían, retaban a los ruidosos de siempre, pero el era ajeno a todo ese mundo.
En uno de los recesos Taemin se las arreglo para que se encontraran ‘casualmente’. Escucho lo que tenia que decir y luego se fue, dejándolo solo. Debería ser así desde ese momento, tal vez algún día el otro se cansaría.
Todas las noches le mandaba mensajes de texto, y en todos ellos aparecía el mismo nombre. No sabia porque, tal vez lo hacia inconscientemente, pero extrañamente estaba cumpliendo lo que el otro le pedía, ya no creía en JinKi.
Se acercaba la época de exámenes, así que su tiempo libre se esfumaba entre libros y apuntes. Cansado de recibir mensajes, termino tirando su celular por algún rincón del sótano de su casa. Sentía que con cada palabra que leía desde la pantalla del aparato, se revivía la imagen que intentaba inútilmente borrar de su cabeza todos los malditos días. Sabia que era un cobarde por no enfrentarse a Taemin, por no pararse delante de JinKi y decirle todo lo que pensaba de el, sabia perfectamente que estaba huyendo, que estaba escapando, pero es que todavía no estaba preparado. Aun no podía enfrentarse a ninguno de los dos. Porque también sabia que cuando cobrara valor para hacerlo, perdería por completo a alguno de los dos, o a los dos. Porque podía ser un estúpido masoquista pero al menos sentía que aun significaba algo para Taemin, porque quería creer que esos mensajes eran por algo, que representaban algo para el pequeño. Porque sabia que JinKi lo observaba todos los días en el instituto, porque sus compañeros le habían contado que el mayor preguntaba por el. Y cuando cobrara valor para enfrentar esa situación, perdería todo eso, que era poco, pero valía demasiado para el.
Las dos semanas de exámenes habían concluido. Pero las clases aun continuaban.
*************
Era la primera vez en mucho tiempo que estudiaba para los exámenes. Ya no tenía ánimos como para salir con sus compañeros, así que invirtió su tiempo en los estudios. Extraño.
Su nana estaba preocupada por el, ya que había perdido apetito y unos par de kilos. Solo esquivaba los comentarios de la anciana y se encerraba en su cuarto a hacer lo que se había vuelto una costumbre en las últimas semanas, mandar mensajes de texto. No se daría por vencido, Minho podría no responderle, pero el seguiría insistiendo, seguramente el alto sí leía lo que escribía y con eso era suficiente.
Dejó el aparato a un lado y se recostó, estaba cansado, en menos de cinco minutos ya estaba dormido.
Lo despertaron para cenar, bajó al comedor y ceno solo, su tío estaba arreglando asuntos laborales como siempre. Jugaba con la comida, hincaba el tenedor en la carne, la subía hasta la altura de su rostro y la volvía a dejar en el plato, otra vez no tenia apetito. Bebió un poco de jugo y volvió a su habitación, quería seguir durmiendo. Su nana solo lo miraba con pena, siguiendo cada movimiento suyo, aun así no le dijo nada. La mujer lo conocía a la perfección y sabia que era mejor dejarlo solo, tranquilo. Agradecía el gesto de la anciana.
Buscó su pijama, se saco el uniforme y se puso las ropas de dormir. Se metió debajo de las cobijas y una vez protegido del frio, volvió, por milésima vez, a tomar el celular, y por milésima vez, vio en la pantalla lo mismo de siempre: nada. No tenia ni un mensaje, ni una llamada perdida, nada. Resignado dejo el aparato en el mueble, se giro y volvió a cerrar los ojos.
Al otro día se despertó temprano, incluso minutos antes de que su despertador sonara. Corrió las blancas cortinas y miro en dirección del cielo que estaba cubierto por nubes grises, seria otro día de bajísimas temperaturas. Hizo las mismas cosas de todas las mañanas. Una vez preparado para asistir a clases, bajo a desayunar, mejor dicho, a tomar algo caliente. Se encontró con su nana quien le entrego una taza con un humeante te negro. Sonrió, no supo bien porque, solo que se sintió bien al hacerlo, la mujer le devolvió la sonrisa y le dio unas palmaditas en el hombro. Termino con lo que había en la taza rápido, y salió en dirección al instituto. Hacia frio, pero el aire frio dándole de lleno en el rostro lo hacia sentirse vivo.
Cuando llego a su salón todo estaba tan tranquilo como siempre, desde que su humor se había ido a pique, su grupo había bajado los niveles y ya no molestaban como de costumbre, aunque era imposible que no se mandaran alguna de vez en cuando, cosas que no pasaban a mas que un reto por parte de los profesores.
El ya había llegado, estaba recostado sobre su banco, escondiendo su rostro con los brazos, escuchaba música. Aprovecho para mirarlo con descaro, para observar cada detalle, para ver como movía su pie al compas de la música que salía de los auriculares, su cabello había crecido bastante, estaba hermoso lo podía asegurar aun sin mirar su rostro, lo extrañaba, lo necesitaba demasiado. Definitivamente, ese día intentaría hablar con el una vez mas.
-¿Qué tanto lo miras?- era uno de su grupo. Se sorprendió, ahora tenia que pensar una excusa.
-No miro nada.- dijo serio, castigando al otro con la mirada. ¿Excusa? El era Lee Taemin y no tenia que inventar nada.
-Lo estas mirando desde que llegaste, no lo niegues.- ¿Quién se creía para usar es tono con el? No le estaba gustando para nada la manera en que ese compañero se dirigía a el.
-¿Y a ti que carajos te importa, eh? No tengo porque darte explicaciones de lo que hago y de lo que dejo de hacer. – Ese chico ya lo había puesto de mal humor. Había elevado tanto el tono de su voz que todos los que estaban en el salón giraron a ver lo que sucedía, todos incluyendo a Minho, quien al verlo volvió a su posición original, ignorándolo olímpicamente.
-No era para que te enojes, estas muy sensible.- respondió el otro con una sonrisa en el rostro, algo que a Taemin le pareció asqueroso. Giro su rostro y ya no le presto atención. Esa mirada desinteresada del alto se había grabado en su memoria y se repetía una y otra vez en esos momentos. No sabía cuanto tiempo mas iba a poder soportarlo.
La profesora de geografía había llegado pidiendo silencio, decidió fingir que prestaba atención. Detestaba esa materia, era densa, interminable, pero después de mirar unas cuarenta veces su reloj, por fin era hora del receso, salieron despavoridos ante de que a la mujer se le ocurriese dar tarea.
Cuando abandonó su salón vio como unos volantes rosados caían desde el piso de arriba. Cada alumno tenia uno en su mano, leyendo con atención lo que se dejaba leer en el papel. De repente sintió como las miradas de todos se dirigían a el, como todos hablaban en voz baja sobre la reciente noticia escrita en esos trozos de hojas, las risas burlonas no tardaron en aparecer en mas de uno, ¿Qué diablos pasaba? Decidido a saberlo se agachó para recoger uno de los volantes, lo tomo con violencia del suelo, y lo vio. Era el, una foto suya en el centro, foto en la que estaba con un moño rosa, la imagen claramente estaba falsificada, y eso era lo de menos, lo que decían las palabras en el papel eran lo peor. Gay.
Lee Taemin, el alumno rebelde, al que nada le importa, por el que las niñas mueren y se humillan, homosexual.
Homosexual, en letra grande, en negrita, subrayado. Había quedado mas que claro.
Paso por todos los que estaban ahí, empujándolos, y se dirigió al piso de arriba. Si ese tipo no era cobarde, aun tendría que estar ahí. Y lo encontró. Recostado sobre el barandal de las escaleras, relajado, tranquilo, con una sonrisa en el rostro. Lo tomo del cuello de la camisa y le dio un puñetazo fuerte, tirándolo al suelo. El otro desde donde estaba, se limpio la sangre con el puño del suéter, lo miro y le volvió a sonreír. Se levanto con calma, y no supo como, no lo vio venir, ahora era el quien estaba saludando al frio piso. Sentía como un hilo de sangre se escapaba de la comisura de sus labios. Rápidamente se puso de pie y se tiro encima de JinKi, volviendo a pegarle, a patearle. Claramente el mayor no tenia experiencia en peleas, aprovecho eso. Su camisa blanca estaba salpicada con gotas de sangre del otro, pero quería seguir golpeándolo. JinKi trataba de defenderse y de vez en cuando hasta le devolvía los golpes, pero luego el volvía a tomar el control. Después de girar en el suelo, quedó arriba suyo, empuñó su mano derecha dispuesto a darle un último y certero golpe, pero otra mano lo detuvo.
-Minho… - dijo agitado al girarse para ver el rostro de quien evitara que hiciera lo que mas deseaba en ese momento.
-Basta. – fue todo lo que dijo el alto. Lo tomo de la cintura y lo alejo del mayor. Luego tomo su mano derecha y se lo llevo del lugar, no sin antes dedicarle una mirada a JinKi.
Vio como Minho se llevaba al menor lejos, e intento sonreír, mas no pudo, en su lugar solo lloro. Ahora sus lágrimas se mezclaban con la sangre que salía de las heridas. Y todos esos golpes que recibió, no dolían tanto como ver a su amigo tomado de la mano con Taemin. No dolían tanto como saberse abandonado por el, por la persona que mas quería.
Se levantó del suelo, y se dirigió a la terraza, necesitaba aire fresco que contaminar con su cigarro. Porque desde que todo eso había comenzado, había descubierto que fumar lo aliviaba, lo tranquilizaba. Patético. Después de todo, ese era el JinKi de siempre. Patético.
************
Por fin las clases habían terminado, esa tarde había quedado con Kibum que saldrían a pasear. Por los exámenes no habían tenido tiempo de verse con frecuencia fuera del instituto, pero por suerte esa época había finalizado.
Notó que JinKi no había aparecido después del primer receso, sospechaba el porqué y sabía que había sido su compañero el de los volantes, pero no se metería en esos temas, había convencido a Kibum de que no lo hiciera, no seria tan hipócrita de hacerlo el. Sentía pena por su hyung, el no era un mal chico, solo se había enamorado de quien no debía y ahora estaba pagando por eso. La vida es injusta.
Salió con algo de desesperación de su salón, necesitaba estar ya con Key, lo quería besar con libertad, sin tener que ocultarse de los demás. Quería ver en ese mismo instante el rostro sonrojado del menor, se lo imaginaba y sonreía.
Se paró en la puerta de entrada y salida del instituto y esperó a que su novio saliera. Tenía frio, frotaba sus manos y largaba de su boca algo de aire tibio para calentarlas. Seguramente Key estaba arreglándose en el baño, suspiro pensando que aun le quedaban unos minutos que esperar. Se recostó en la pared y se cruzo de brazos.
-Oppa~. – escucho que una chica dijo. La ignoró, después de todo las chicas del instituto siempre lo molestaban, pero luego de rechazarlas se iban por donde venían. –Oppa~. – volvió a escuchar. ¡Vaya! Al parecer ésta era insistente. ¿Por qué usaba ese tono tan meloso? Ese tono tan… familiar. Busco con sus ojos quien lo llamaba, y deseo jamás haberlo hecho. ¡Mierda! Eso no podía ser. ¿Por qué ahora? Eso no estaba nada bien. Que ella estuviera ahí, buscándolo, no era buena señal. La chica se acerco dando pequeños saltitos, quedando a solo unos centímetros de el. –Oppa, tanto tiempo.- dijo y cuando se dio cuenta, ya estaba ahogándose por el fuerte abrazo que la chica había creado. –Te extrañe Jjong oppa. – volvió a hablar, pero no sabia que decir, el no la había extrañado, pero no podía decirle eso, tenia tacto con las mujeres, tenia tacto con ella.
-HyoSung… ¿que haces aquí?- pregunto todavía sorprendido. Su madre tenía algo que ver, estaba seguro de eso.
-Oppa… no pareces contento en verme, ¿no lo estas?- cuestiono la chica angustiada, alejándose un poco de el. Al menos ahora podía respirar.
-Yo… no, no es eso. Es que… veras—pero no pudo terminar lo que iba a decir, ya que la chica volvió a saltarle encima.
-Entonces estas contento de verme. Me alegro. - ¿esa chica que se pensaba que era el? ¿Un oso de peluche enorme? Tuvo que agarrarla de la cintura para que no cayeran ambos al suelo.
-Cuidado HyoSung.- dijo avisando a la chica de que no hiciera mas esas cosas. Pero al parecer alguien había mal interpretado ese agarre de cintura, lo estaba besando, y no era un beso inocente, y su mano seguía en la cintura de la otra. Eso sí podía mal interpretarse. La chica se separo con el rostro sonrojado, evidentemente avergonzada. Y fue cuando pudo ver que a espaldas de ella, estaba Kibum. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Maldición! ¡No! Se quería golpear y golpear a HyoSung de paso. Tenía problemas.
Debía hablar con Key. Ya mismo.
Quiso salir corriendo detrás de Kibum, quien se había metido otra vez al instituto, pero no pudo, una mano lo detuvo, la chica lo miraba seria.
-No JongHyun, no puedes dejarme sola aquí. – dijo y como por arte de magia, la sonrisa había vuelto a su pálido rostro. –Vamos, no debes enfermarte y estas tomando mucho frio. – explicaba tranquila, alejándolo del instituto y acercándolo al auto que los esperaba. - ¿Sabes? Desde ahora asistiré a este colegio, será increíble oppa, ahora nos veremos mas seguido. – decía con una sonrisa, contenta por la noticia.
No sabia que palabras decir, solo quería correr detrás de Key pero no podía. Maldita sea su madre. ¡Mil veces maldita! Y mil veces maldito el, por haber hecho llorar a Kibum. Solo esperaba que su novio pueda escucharlo y creer en el.
El paseo ya había quedado en el pasado, pisoteado y arruinado por la llegada de HyoSung.
Todo se complicaría de ahora en mas… todo.
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
QUIEN ES ESA VIEJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA DDD:
Mugre Onew!! mugre mugre onew kfbgdufjbgofg >:I POLLO MALO!!! >< YO NO TE ENSEÑE ESOOOO!!!
pero.. peroo creo que el 2min ya se va a reconciliar *----* creo ._____. yaaa~ osea pobre taemin no hizo nada es inocente merece que minho lo cure y lo perdone y le de beshitos~ >3< aww~ quiero ver 2min en acción milu~ (quiero lime/lemon lo que quieras xDD)
genial lo que no quería ~ y aquí vienen entrando los problemas para el jongkey :c noooooooo porque si todo era miel sobre hojuelas DDD: >< buaaaa~ lloro~ DD:
inche viejaaa zorra!!! D: solo con eso ya me cayo mal ¬3¬ piruja~ xDD
aaaww awww key~ key~ DD: no creas lo que ves!! oye a jjonjie~ D: >< yo se que todo fue arregladoo por su madre~ :F avduasvfsdhf miluuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu~
T-T no me hagas sufrir tanto *-* esta muy bueno esto~
hahahxD disculpa todo mi drama es que quería expresar mi inconformidad~ hahahxDD bueno me voy te seguire leyendo~
By:♥Azul
Última edición por Azul♡ el Jue Oct 27, 2011 4:56 pm, editado 1 vez
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
pobre taemin!!! sufre mucho mi bebe , minho creele!!
ajjj >.<
espero:D
Última edición por AndreShawol el Mar Nov 08, 2011 9:25 am, editado 1 vez
AndreShawol
Taemin♥
68
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
AHHH.. Que mal pobre taemin sufre mucho y onew como dice
jong es un bueno chico solo se enamoro de la persona equibocada
hahaha pero eso no lo justifica que tenga que lastimar al
pobre taemin que tanto trabajo le costo pero bueno estoy
ansiosa por saber que pasara con el 2Min pero espero que
todo este bien y lo siento por jong :(
jong es un bueno chico solo se enamoro de la persona equibocada
hahaha pero eso no lo justifica que tenga que lastimar al
pobre taemin que tanto trabajo le costo pero bueno estoy
ansiosa por saber que pasara con el 2Min pero espero que
todo este bien y lo siento por jong :(
ILove SHINee
Onew ,Jonghyun, Key, Minho y Taemin
251
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
perdón por no responder , pero me escasea el tiempo ;-;
El viento movía sus cabellos suavemente, cerraba los ojos de vez en cuando para poder relajarse y tratar de dejar de pensar un poco. El cigarro estaba por consumirse totalmente y el no se daba cuenta de eso. Le dio la ultima pitada y lo arrojó al suelo de la terraza.
Todo había resultado al revés de lo que se esperaba. No tenía a Minho a su lado, y ahora sentía que nada valía la pena. Apretaba su mano, empuñándola hasta dejar sus nudillos blancos. Detestaba a su mente por pensar en todas esas estupideces en las que se imaginaba a Taemin disfrutando de la compañía de su amigo. Quizá si no fuese tan débil hubiese podido desahogar todo su odio contra el menor, pero no pudo, al contrario de hacerlo, solo se humilló otro poco. No era bueno ni para pelear. Y aun si hubiese salido victorioso de esa pelea, al final, igual se hubiese sentido el peor perdedor, porque Minho seguía eligiendo al pelirrojo, por algo se lo había llevado y lo había dejado a él tirado en el suelo, importándole un rábano lo que le podía suceder. Porque aun se repetía en su cabeza el momento en el que vio esas manos entrelazadas.
Apretó fuerte sus labios, mordiéndolos.
Se estaba quedando sin ideas. Nada parecía funcionar, Minho seguía con su ceguera aguda, tenia la verdad en frente de sus narices y no era capaz de distinguirla. ¿Por qué su amigo era tan estúpido? ¿Por qué el era tan inútil?
Egoísta.
Porque ya no le importaba si Taemin era un mentiroso, un mal chico, eso ya no le interesaba. Le importaba un carajo como era el otro, solo quería que se alejara de Minho, que lo dejara solo para que vuelva a ser el mismo, para que vuelva a estar con el. Con él y con nadie más.
Lo odiaba. Detestaba a ese chico, solo deseaba verlo llorar, solo quería verlo humillado, solo, sin nadie con quien contar. Solo quería que todo lo que el sufría, lo sufra Taemin.
Llevó la mano a su cabello, acomodándolo un poco, tratando de despejarse otra vez. Miró el cielo, oscurecería pronto. Metió su mano derecha en el bolsillo del pantalón del uniforme y sacó la caja de cigarros, tomó uno y lo encendió. Desde que todo había empeorado, los cigarros le duraban menos. Debía empezar a controlarse, no quería convertirse en un maldito vicioso. Llevo el pequeño tubo a la boca y disfrutó de esa sensación de relax. Era extraño como con solo una pitada, sus músculos de relajaban.
En cuestión de minutos terminó ese cigarro, el quinto desde que estaba en ese lugar. Antes de arrojarlo al suelo, lo observó fijamente, viendo como terminaba de consumirse, luego lo soltó, aplastándolo con su zapato.
¿Por qué Lee Taemin no podía ser un cigarro? Todo seria mucho mas fácil para él.
****************
Otra vez le sucedía lo mismo. Y de nuevo, reaccionaba de la misma manera, llorando.
Pero esta vez, algo era distinto, esta vez ya no tenia un hombro en el cual derramar sus lagrimas. Pensar que fue el quien lo había consolado aquella vez…
En ese momento quiso ir y agarrar de los cabellos a la chica esa, pero algo se lo impidió. El. Porque siempre fue así, porque el no es una persona de enfrentamientos. Porque es cobarde, porque es una persona por demás racional. Porque antes de hacer cualquier movimiento, necesita pensar en las consecuencias una y otra vez, aun cuando se trate de cuidar lo que más quiere.
Pero JongHyun… ¿Por qué estaba besando a esa chica? ¿Por qué le hizo eso? ¿No decía amarlo?
Tomo entre sus manos su cabeza e hizo que sus dedos se encontraran debajo de sus cabellos.
Se miro en el espejo del baño, encontrándose con un reflejo que no le agrado en lo mas mínimo. Tenía los ojos hinchados, rojos, chiquitos, su nariz… estaba horrible. Ya no quería seguir mirándose. Empapo sus manos con el agua que salía de la canilla y las paso por su rostro. Refrescante. El agua estaba congelada, pero serviría para calmar el calor de sus mejillas.
Todo le recordaba a aquella vez… pero todo seria diferente. No dejaría que volvieran a jugar con el.
JongHyun debía darle una explicación y tenia que ser una muy buena.
Volvió a mirarse en el espejo, empuño su mano derecha decidido a aclarar la situación, aunque no sabia cómo. Pero no dejaría que por eso su decisión fuese a parar al tacho.
Salió del baño del instituto y se dirigió a la salida. Lo esperaría. Aun tenían un paseo. Si JongHyun no se aparecía… seria el final. Si el mayor lo quería como aseguraba y como parecía hasta esa tarde, tenia que volver.
Estaba nervioso, todo su cuerpo temblaba y el frio no ayudaba demasiado. Miraba insistente hacia afuera. El debía volver. JongHyun no podía dejarlo.
**************
El escritorio de metal del laboratorio estaba espeluznantemente frio. Sus pies colgaban a unos centímetros del suelo, sus manos al costado de su adolorido cuerpo y sus ojos clavados en cada movimiento que hacia el alto. El algodón con desinfectante iba y venia de un golpe a otro, su rostro estaba ardiendo. Nada, ni una palabra salía de la boca de Minho, y mucho menos de la suya. Su boca, aquella que ahora recibía los cuidados de él, de esa persona que tanto añoró, que tanto necesitó, que tanto necesita. Lo miraba insistente, buscaba con sus ojos la mirada del otro, pero no recibía respuesta. Ahora colocaba unas banditas sobre sus heridas, no dolía, excepto aquella que tenia en el labio, no solo estaba reseco sino también partido. JinKi no peleaba tan mal.
Y al parecer el mayor noto su expresión de dolor porque suavizo su tacto al curarlo.
-Gracias. – fue todo lo que pudo decir. Había esperado semanas por tenerlo así de cerca y ahora su cerebro era incapaz de procesar palabra alguna. Estaba nervioso, sus pies se movían inquietos, chocando de vez en cuando con el mueble sobre el cual estaba. ¿No diría nada? ¿Ni siquiera haría una mueca? Nada. El rostro de Minho seguía sin cambios, inexpresivo como desde que lo alejo de JinKi. Seguramente, aun pensaba lo peor de él. Pero no podía culparlo, no podía hacerlo porque lo que vio fue más que suficiente como para que diera por hecho algo que no lo era.
-Minho… -
-No digas nada Taemin. – por fin el mayor hablaba. Su corazón latió un poco más rápido.
-Pero tengo muchas cosas que decir. – sentía que se ahogaba, que se desesperaba. Llevaba guardada demasiadas cosas que lo sofocaban, quería expulsarlo todo ahora, quería solucionar todo en ese momento aunque no supiera por donde empezar.
-No. – dijo serio Minho, mirándolo firme. Tuvo miedo. ¿Todo seguiría igual? –No hace falta que digas nada. – ¿Qué? Pero el quería hablar, necesitaba hacerlo.
-Pero…- iba a insistir, a refutar lo que el otro había dicho, pero no pudo. Minho seguía teniendo esa fragancia fuerte y deliciosa que tanto le gustaba, seguía siendo cálido, sus brazos lo apretaban fuerte, presionándolo contra su pecho. Quería hablar, pero estar así con él era más fuerte, todos sus sentidos estaban concentrados en ese abrazo. Cerró los ojos, embriagándose con la colonia y el calor de él. Lo abrazó. Fuerte, apretando con sus manos el uniforme del alto, sosteniéndolo, aplicando una fuerza que desconocía que tenía, evitando que todo se esfumara en cuestión de milésimas. Miedo, temor a que todo sea una ilusión.
-No te iras. – dijo nervioso pero decidido a la vez.
-¿Quién dijo que quiero irme?- respondió Minho mirándolo por segunda vez. Sonriéndole por primera ocasión. ¡Cuanto lo extrañaba! Demasiado. Tanto que hasta podría caer enfermo.
-Tonto… - dijo acercándose a los labios del mayor, observándolos detalladamente, recorriendo cada tramo con su mirada, devorándolos con sus ojos. Ladeó la cabeza hacia la derecha y lo besó. Presionando suavemente sus labios sobre los del otro. Se separo y lo miro a los ojos. Sus nervios ahora salían disparados, su corazón bombardeaba sangre a mayor velocidad y su respiración estaba fallando.
-Idiota… - sintió como la respiración de Minho chocó contra su boca y sonrió. El mayor llevo una de sus manos a su rostro, acariciándolo con cuidando de no causarle dolor, acortó la poca distancia que los separaba y lo beso. Fue inevitable no llevar sus manos hasta el cuello del alto y profundizar ese contacto, volviéndolo húmedo, necesitado. Un quejido salió de su boca, el alto paro todo movimiento, concentrando toda su atención sobre él.
-No es nada… solo que… - dijo llevando uno de sus dedos hasta la herida que tenia en el labio. Noto que el otro sonreía.
-Me asustaste. – respondió divertido el mayor al ver su expresión.
-No es gracioso, duele y arde. – era cierto lo que los otros decían, aun era muy infantil, ahora mismo se estaba comportando como todo un niñito, ese puchero se había vuelto una costumbre muy mala y se agravaba en presencia de Minho.
-Mañoso… - el otro se seguía burlando, pero no le molestaba para nada. - ¿Duele? ¿Arde?- pregunto con cierta malicia. – Veamos. – dijo acercándose a su labio roto.
Sentía cosquillas, ¡claro que eso no podía doler! El mayor repartía pequeños y cortos besitos sobre la herida, acción que le provocaba risas. Su labio, bajo hasta su mandíbula repartiendo caricias, subió a su nariz, a sus ojos causando un pestañeo masivo, y volvió a bajar a su labio, fue abriendo su boca de a poco, hasta acaparar con ella por completo su boca. Quería estar así por siempre, que se haga eterno, inacabable.
-Minho… lo siento. – estaba feliz, pero aun sentía la necesidad de aclarar todo aquello que causo tanto daño, todo eso que provoco que se separaran. Estaba apunto de llorar, sus ojos escocían y sus labios temblaban conteniendo las lagrimas que amenazaban exteriorizarse.
Cálido.
La mano derecha de Minho viajo hasta sus ojos, impidiendo que llorara.
-No Taemin. Yo lo siento. Todo esto… fue mi culpa, por no haber creído en ti, por no querer aceptar que estaba ciego. Pero ya no hace falta hablar de eso, ahora solo dediquémonos a nosotros. ¿Está bien? – dijo sonriendo.
-Gracias Minho… gracias por quererme. – lo volvió a abrazar, ahora ya no podría estar sin sentir el calor del cuerpo del alto.
-¿Quién dijo que te quiero, niño? – no lo pensó dos veces antes de tirársele encima para besarlo otra vez, rompió el beso luego de unos segundos y le dio un golpe en el brazo. -¡Aouch! Eso dolió…-
-Te lo mereces por tonto. –
-¿Con que así será esto, no? – dijo juguetón Minho, haciéndole cosquillas. Carcajeaba y pataleaba para librarse del castigo, aunque no le molestaba para nada seguir en los brazos del mayor.
Lee Taemin homosexual.
Como timbre de despertador, esa frase lo sacó del sueño que vivía. Ya todos lo sabían, no seria nada fácil enfrentarse a los demás. Minho se percató de que ya no emitía risas y que ya no se oponía a sus cosquillas y se alejó de su cuello, mirándolo preocupado.
-Minho, ahora todos lo saben. ¿Qué hare?- todo cambiaria de ahora en mas, ya nadie lo respetaría ni le temería, todos se burlaran de su condición, lo harán el centro de sus bromas pesadas, lo señalaran, lo apartaran. Y en realidad, todo eso le importaba una soberana mierda porque tenia a Minho a su lado, pero el… ¿Qué pasara con Minho? El papel solo revelaba su secreto, no afectaba para nada la vida del otro.
-¿Cómo que qué hare, Taemin? Seguiremos adelante, seguiremos. Nosotros, los dos. No tiene que importarnos los demás. Solo somos nosotros.- lo tranquilizaba y le alegraba que dijera eso pero, no quería que Minho sacrificara todo por él.
-Minho, sabes bien que esa noticia solo fue hecha para afectarme a mi, no decía nada acerca de ti en ella, quizá… quizá no es necesario que se sepa lo nuestro, sabes que nada será lo mismo, que perderás muchas cosas, que todos te verán diferente, que todos te señalaran.-
-¿Qué perderé? – pregunto seguro el mayor, dejándolo sorprendido, ¿acaso no entendía a lo que se enfrentaba? – Taemin, no me importa que la gente hipócrita me dé vuelta la cara, estoy seguro que mis verdaderos amigos, aquellos que realmente me aprecian lo entenderán y aceptaran lo que decida, porque soy feliz así, porque soy feliz contigo y eso es todo lo que debe importarnos, nada mas. - ¿Qué podía decir ahora? Era incapaz de emitir palabra. Minho lo había dejado, felizmente, sin habla. Lo abrazo. Derramando esas lagrimas que con anterioridad se había guardado. Era feliz.
-Te amo…- dijo entre sollozos.
-También te amo, tonto.- y no le pego como lo hacia cada vez que l alto lo llamaba de esa manera. Solo se dedicó a abrazarlo fuerte y a sonreír en el cuello del mayor.
-Te amo…
***************
Veía a través de la ventanilla del auto como iba dejando atrás a autos, casas, arboles, personas.
Kibum.
Se removió violentamente, zafándose del agarre que HyoSung había hecho con su brazo. Se adelantó hacia el chofer quien conducía concentrado.
-Detenga el auto.- dijo firme, sorprendiendo al hombre mayor que manejaba el lujoso vehículo.
-¿Qué dijo, joven?- pregunto educado el señor.
-¡Que detenga ya mismo el auto!- contestó efusivo, ya no podía perder mas tiempo, y esa maquina seguía en movimiento.
-Pero oppa, nos están esperando.- la chica estaba evidentemente indignada, pero ese tono meloso en su voz era constante aun estando enfadada.
-No, HyoSung… no nos están esperando, me están esperando.- corrigió a la nombrada, sus ojos habían adquirido cierto brillo. Kibum lo estaba esperando… quería creer que así era.
-Oppa… no puedes dejarme sola.- suplicó la chica. No le importó. Llevó su cuerpo hacia delante, gritándole, aun más fuerte al chofer, que detenga todo movimiento. El hombre un tanto asustado frenó de golpe. Era bueno que por esas calles el trafico no sea tan pesado, de lo contario, podían haber causado un accidente.
Abrió la puerta con la idea de salir corriendo rumbo al instituto, pero un agarre en su brazo izquierdo se lo impidió.
-No me dejarás. – dijo seria y enajenada HyoSung. Ya no había oppa, ya no estaba ese tono infantil en su voz, nada. Solo veía en frente suyo a una mujer encolerizada, con el rostro rojo a causa de los nervios crispados. Se sacó del agarre, dedicándole una mirada aun más seria que la que ella tenía. Corrió rápido, el viento chocando contra su rostro le dificultaba respirar, pero aun así no se detuvo ni un segundo. Ya iba tarde.
A pesar de que Kibum vio ese beso, tenia la sensación de que todavía podía estar en el instituto, esperando alguna explicación.
Pisaba fuerte el suelo, haciendo que sus pies ardieran, pero no importaba, porque debía seguir corriendo.
Se detuvo una vez estuvo frente a las grandes puertas del instituto, aun estaban abiertas, aunque el lugar se veía totalmente desierto.
Su pecho subía y bajaba, sentía calor y frío. Gotas de sudor bajaban por la línea de su mandíbula, respiró con más calma, capturando una gran bocanada de aire, e ingreso al colegio.
Un paso, otro mas… otro.
Estaba a unos metros de la entrada y salida del instituto. Se detuvo en medio del patio, sintiendo una presencia detrás de él.
Solo podía escuchar su respiración agitada, el viento soplando fuerte sobre la copa de los arboles, y los pasos que se acercaban hasta donde estaba.
Podría haberse girado y acabar de una vez por todas con los nervios y ansiedad que le carcomían en ese momento. Pero no lo hizo.
Y su cuerpo se relajó por completo cuando unos brazos envolvieron su cintura. Esa forma de abrazar, ese perfume de lavanda en la ropa… Kibum.
Cerró los ojos, sintiendo como se llenaba por completo con el aire contagiado de ese aroma y acarició las manos que lo sostenían.
-Volviste…- susurró tranquilo contra su cuello. Una corriente lo recorrió completo, su piel se erizó al instante.
Se giró para quedar frente a frente con el otro, quien ni con ese movimiento deshizo el abrazo, colocó sobre los costados de la cabeza del menor sus manos, acercando su rostro al de Key, sonriéndole y mirándolo fijo, solo a él.
-Te amo. – no hacia falta decir nada mas, ni dar ninguna explicación. Kibum creía en él, sino, ¿porque lo estaría esperando?
Lo besó despacio, disfrutando el momento, haciéndolo eterno. Sus labios se abrieron con lentitud, haciendo lo mismo con los del otro. Si tan solo no necesitara respirar, viviría besando sin impasse al menor.
-Ven, aun tenemos un paseo.- dijo Kibum, llevándolo quien sabe a donde. El lugar era lo de menos, podría estar en una alcantarilla que seria el lugar más bonito si estaba con él.
Abrió sus ojos en señal de sorpresa cuando notó el lugar al que el menor lo había llevado. El parque donde todo comenzó. Sonrió feliz.
El sol estaba entregando sus últimos rayos, el cielo se teñía de un color entre naranja y rojo entregándoles una vista hermosa. La temperatura había bajado considerablemente, podía notar como Kibum temblaba a causa de eso.
-Llama a tu madre y avísale que llegaras tarde.- dijo mientras abrazaba mas fuerte a Key para que no sufriera tanto a causa de las gélidas temperaturas.
-¿Emh? ¿Por que?-
-Vendrás conmigo a casa, nos están esperando.- podría ser sorpresivo para Kibum el decirle que aclararía todo con sus padres, solo debía aprovechar la oportunidad que se le presentaba. Era muy extraño poder contar con la presencia de sus padres juntos y reunidos, era en ese momento o nunca. Su madre se arrepentiría por lo que había hecho. ¿Acaso creyó que mandando a HyoSung a su instituto la aceptaría como novia? Definitivamente no lo conocía. –Kibum, hablaremos con mis padres.- dijo tranquilo para que el menor no se alarmara demasiado.
-¡¿Que?!-
-Esa chica que viste hoy… - se detuvo un momento al ver como la expresión del otro había cambiado. – mi madre insiste en que sea mi pareja. Hace años que intentó arreglar una relación entre nosotros, y al parecer, el momento de concretar esa supuesta relación, llegó.- necesitaba explicarle la situación de lo contario, Kibum no entendería porque era necesario aclarar las cosas con sus padres.
-JongHyun… no lo se, tengo miedo.- dijo temeroso Key.
-Yo también, no se lo que mis padres serán capaces de hacer, pero debo decirles la verdad y acabar con todo ese circo que crearon sobre mi vida sin siquiera cuestionarme. Además, son mis padres… y si al menos me aprecian un poco, deberán respetar lo que quiero para mi vida.-
-Yo… esta bien Jjong. – respondió sonriendo, si para el era importante, entonces lo haría. El mayor se tranquilizo escuchando esas palabras.
Se pusieron de pie y se miraron a los ojos. Tenían miedo, y para disminuir ese temor y nerviosismo entrelazaron sus manos, sonriéndose mutuamente.
-¿Listo?- pregunto el mayor.
-Espera…- dijo Kibum. Presionó la mano del otro más fuerte y tomó aire. JongHyun sonrió.
-¿Ahora si?- volvió a cuestionar.
-No.- dijo Key. Estiro de su mano y lo acerco a su cuerpo para besarlo. –Uff, ahora si. Vamos.- otra risa se escapo de los labios del mayor.
Sabían que lo que venía no sería sencillo, pero era necesario. Debían enfrentar los obstáculos, y todo era mucho más llevadero si estaban así, juntos, compartiendo su calor, sus nervios, su impaciencia, compartiendo esos dibujos amorfos que se hacían en las manos ajenas tratando de combatir así el temor por no saber lo que vendrá.
Detuvieron su andar cuando llegaron a su destino.
JongHyun acarició una vez más la mano de Kibum y lo miró como solo a él lo podía mirar, con amor.
-Te amo. -
-También te amo Jjong.-
Los dos tomaron aire al mismo tiempo y empezaron a encaminarse al interior de la casa del mayor.
-------------------------------------------------------
Desistir.
Quizá ya era tiempo de contemplar esa posibilidad.
Extraño. Triste… y patético. Si solo miraba hacia atrás, si echaba un vistazo a su vida de hace algunos meses antes, todo era diferente, todo iba bien, todo era normal, y todo era mucho mas colorido. Todo había cambiado, pero sobre todo, el había cambiado. Hacía meses solo se preocupaba por mantener sus notas en lo más alto de la lista del instituto, y hoy… hoy le importaba una reverenda mierda como le iba en los exámenes. Porque poco podía estudiar y concentrarse en sus libros pensando en la idea de que lo había perdido, de que estaba solo.
-JinKi, algo te sucede, esta bien sino quieres decírmelo, pero… no me gusta que tengas esa cara. Y se que me arrepentiré por lo que voy a decir pero, tu cara de antes era mucho mejor.- SeungHyun era un buen chico, uno muy observador, mas de lo que el pensaba. Su compañero había notado que estaba diferente, distante, frio, incluso que su sonrisa se había ido. El chico siempre había admirado ese carácter de JinKi, no importaba qué, el mayor siempre parecía bien plantado ante todo, y siempre se enfrentaba a lo que sea con una sonrisa. Y le dolía el hecho de pensar que ese chico había cambiado, se había transformado en un zombi, en un estudiante más del montón que llegaba al instituto y se arrojaba desganado sobre el banco. JinKi había perdido sus energías, sus ganas, sus sonrisas, todo. Y eso dolía.
Un ‘gracias’ fue todo lo que había salido de su boca, lo miro unos segundos, y se volvió a echar sobre el banco, esperando que la clase empezara rápido. Agradecía que al menos alguien se preocupara por el, pero ahora solo quería estar en paz, tranquilo, y dormir, dormir horas y horas y no despertarse en un buen rato.
Con cada día que pasaba sus ojeras se hacían más evidentes y su ropa le quedaba más holgada, su cuerpo le estaba pasando factura por el ritmo que llevaba, si a eso se le podía llamar ritmo. Asistía a clases todos los días, llegaba a su casa y se tiraba en la cama sin siquiera sacarse el uniforme, y en esa misma posición se quedaba dormido. Ya ni siquiera fumaba, y eso podía verse como algo positivo, pero la verdad era que ya no lo hacia porque le faltaban fuerzas incluso para consumir ese tubito de tabaco. Si su madre supiera que andaba fumando, y encima en el instituto, sin duda lo castigaría por el resto del año, pero para su fortuna estaba tan ocupada con el trabajo, que no tenia tiempo de mirarlo, y mucho menos de olfatearlo para captar algo del olor a humo que quedaba impregnado en su uniforme; eso sin contar el hecho de que él era JinKi, el correcto Lee JinKi. ¿Quién podría pensar que el fumaba?
Ya habían pasado un par de semanas desde que dejó caer del tercer piso del colegio aquellos volantes que le trajeron más de un dolor de cabeza y le hicieron caer alguna que otra lagrima. Minho lo había buscado un día después de lo ocurrido, y todo había resultado mucho peor de lo que el se esperaba. El alto había decidido cortar de raíz con todo vestigio de aquella amistad que tuvieron y forjaron por años, había decidido dejarlo para siempre, ignorarlo todos los días, y olvidarse de su existencia. ¿Qué fue lo último que le escuchó decir? ¿Cuáles habían sido las ultimas palabras que le había dedicado? ¡Ah, sí! ‘Me das lástima’ Y lo que mas le dolió de aquella frase no fue la palabra ‘lástima’, sino el ‘me’; porque a el le importaba un rábano si los demás sentían lastima, asco, vergüenza, pena, o lo que sea por él, pero que Minho le haya dicho me das lastima, simplemente lo derrumbó, lo rompió en dos, agito su pequeño mundo rompiendo en el acto lo poco que quedaba de su ilusión, de su esperanza. Ya ni siquiera tenía dignidad. Y el era el único responsable de eso, porque con cada idea que tuvo, con cada plan que llevo a cabo, fue perdiendo poco a poco su honor, su honra, su dignidad.
¿Qué podía hacer ahora?
Incluso perdió a Kibum, hasta a JongHyun, pero no podía reprocharles su actitud esquiva, porque el se lo había ganado a pulso.
¿En que se había convertido?
¿En un monstruo?
Algo así… le había respondido SeungHyun un día en broma. No podía entender porque el chico aun le hablaba, porque lo buscaba para conversar, suponía que debía sentir un poco de lastima por el.
Los días seguían pasando, y nada cambiaba mucho en realidad. Solo el hecho de que sus ojeras ya no se evidenciaban tanto.
**************
Siempre le dolió el no tener a sus padres juntos, el que se hayan separado aun cuando el era solo un niño que poco entendía de esas cosas, pero ahora hasta agradecía eso, porque el que viviera solo en casa con su madre, hacía todo mucho mas sencillo y llevadero.
Ese día todo se había ido al tacho en la casa de JongHyun. Sus padres terminaron echándolo, sacándolo a empujones como si fuera un vagabundo que entro a su hogar a robar o matar a alguien. La impresión de los padres del mayor pasaron de horrorizados, espantados, anonadados, asqueados, y hasta desmayados, sí, porque la madre de su novio sufrió un colapso nervioso que la dejó tendida sobre el sofá de la sala mientras HyoSung y sus padres le otorgaban algo de aire con unos extraños abanicos. No les quedo de otra que salir de la propiedad, no sin antes escuchar una sarta de vociferaciones llenas de odio, repudio, y asco por parte del padre de JongHyun.
Sabían de ante mano que no seria fácil hablar de su relación a los padres del mayor pero jamás imaginaron que reaccionarían de esa manera tan poco… civilizada. Todo el respeto y la educación de los cuales se jactaban los señores Kim habían quedado olvidados, pisoteados y abatidos para dar lugar a los insultos, la incomprensión y la ignorancia.
Kibum no imaginó jamás que sus suegros (resulta extraño utilizar ese término aunque sea el indicado) se alterarían tanto por la decisión que su hijo había tomado para su vida. Entiende que ningún padre espera que su hijo (único y varón) llegue a la casa con novio, si, novio hombre, de un día para otro, pero nunca creyó que esos señores llegaran a tanto.
Su novio había salido destrozado de su antigua casa, todavía recuerda como se le partió el alma al verlo llorar desconsolado a causa del trato que había recibido. Todo lo que pudo hacer fue abrazarlo, sostenerlo fuerte en sus brazos, dejando que llorara todo lo que quisiera. El también había sido humillado, insultado, pero el dolor era menor, porque todo aquello no había sido por parte de sus padres. No dudó un segundo en llevarse a su novio a su casa, por supuesto que no lo dejaría en la calle, JongHyun se había enfrentado a su familia por el, y por el ahora había perdido todo lo que tenía, ‘te tengo a ti y es lo que importa’ había dicho el mayor para que no se sintiera tan culpable, sonrió para tranquilizarlo, aunque la culpa seguía latente en su pecho.
Era domingo y cocinaba tranquilo, recordando todo lo sucedido en esos días. Ahora debía soportar todos los días de la semana a la mosquita muerta de HyoSung, quien no desaprovechaba oportunidad para fulminarlo con la mirada y empujarlo con odio cada vez que se cruzaban en los pasillos del instituto. Pero eso estaba bien, eso era… soportable, lo que no lo era, lo que le ponía los nervios de punta, lo que hacía que su instinto asesino aflorara desde lo mas recóndito de su personalidad, era que la ‘triple M’ como le llamaba él (maldita melosa de mierda) se colgara del cuello de su novio, que le abrazara con posesión, que le mirara con deseo, que le susurrara al oído, que se le acercara demasiado. Eso sí que no lo toleraría. Y acordándose de cuanto la detestaba, clavó con fuerza el cuchillo en el pobre tomate del que ahora salía jugo desparramándose sobre la tabla de madera. Miró a la indefensa fruta con odio y apretó el mango del cuchillo entre sus manos. Respiró hondo intentando tranquilizarse e inhaló buscando un poco de aire fresco. De repente le había entrado un odioso calor.
Pensando en que en horas debería volver a verle el rostro a la triple M, arrojó a la cacerola las verduras ya cortadas. El guisado saldría riquísimo, lo podía afirmar con solo sentir el aroma que desprendía.
Sonrió de la nada, pensando en el hecho de que ahora tenia a JongHyun en su casa todos los días, que volvían del instituto juntos, que hablaban horas y horas antes de dormir, pensando en que lo tenia todo para él. Egoísta, le grito su conciencia, grito que se encargo de desaparecer formando otra sonrisa en su rostro. Después de todo el amor es así. Sabía que a su novio aún le dolía el desprecio de sus padres, a veces se deprimía de golpe, a veces su humor variaba en solo minutos, pero el no podía evitar sentirse contento y emocionado por tenerlo en su casa.
-Kibum-ah, tenemos hambre.- escuchó decir a su novio. Sorprendentemente había entrado en confianza demasiado rápido con su mamá. Aunque no era tan extraño si se detenía a pensar en la personalidad de su madre.
-Si, hijo, apúrate que tu novio y tu madre mueren de hambre.- ¿Sorprendentemente? Claro que no. Su mama sabia perfectamente que entre el y JongHyun había algo mas que amistad. Maldita bruja, pensó para luego reírse de lo que su madre había dicho.
-Señora, usted es… grandiosa.- ahí estaba, su novio haciendo crecer mas y mas el, ya alto, ego de su madre.
-Lo sé mi niño, lo sé. Tienes suerte de tenerme como suegra.- dijo la señora dándose aires de grandeza y excelencia total. Esos dos juntos eran demasiado para Kibum. Demasiado.
Kibum apagó la cocina y sirvió la cena, comida que pasó entre bromas y cargadas por parte de su madre. La mujer no se cansaba nunca de molestar a la pareja, insinuándoles cosas que una madre no debe insinuar, haciéndole pasar un mal momento a su hijo, solo a el, porque el otro solo reía a carcajadas de las ocurrencias de la señora y de las reacciones del pobre chico que se moría de la vergüenza.
-Eso no fue divertido.- dijo malhumorado, reprochándole a su novio que se haya reído de las bromas que le gastaba su señora madre. Se encaminaban a la habitación a dormir, su madre en la cocina lavaba los platos.
-Para mi lo fue, tu madre es la mejor.- respondía divertido, mientras parecía acordarse de algún chiste de la mujer y comenzaba a carcajearse de nueva cuenta.
-No lo fue.- y tiró una almohada a la cara del mayor para que dejara de reírse. –Buenas noches.- dijo sorprendiendo al otro. No dormían en la misma habitación, así y todo su madre pensaba que ellos hacían cosas que… cosas que hacen las parejas. Se dirigió a la puerta y tomó la perilla para ir a su cuarto a dormir, pero unos brazos en su cintura y una cabeza en su hombro derecho le hicieron detenerse.
-A tu madre no parece molestarle esa idea, ¿Por qué a tu si?- el aire que JongHyun soltaba al hablar sobre su oído, llegaba a su cuello, erizando su piel al instante. Le hacia cosquillas. No dijo nada, estaba incómodo. Ese tema le incomodaba más de lo que quisiera.
-…- su boca seguía cerrada. Pensaba en una respuesta, una buena, pero no llegaba a su cerebro, sus neuronas no hacían el contacto que le propinara aquella respuesta que buscaba decir. Solo seguía ahí parado de la puerta, tomando la perilla entre su mano, la cual ya comenzaba a sudar.
-Kibum…-
-Tengo miedo.- ¿era estúpido tenerlo? – tengo miedo de…-
-¿Por que?- cuestiono al instante el mayor.
-No lo se.-
-¿Confías en mí?-
-Si.- respondió de manera automática, no había que pensar demasiado para responder eso. Claro que confiaba en el.
-¿Entonces?- y su aire seguía chocando contra su piel desnuda. Kibum sentía cada vez mas nervios y mas calor.
-No puedo responder si me tienes así.- dijo divertido, pero la verdad era que estar de esa forma le incomodaba, no porque no le gustase, sino porque… le gustaba más de lo que debía, y aun necesitaba pensar para vivir. JongHyun lo soltó y se alejó un poco, el giró quedando de frente. Se le haría mucho más fácil decir algo si el mayor no lo estuviese mirando serio, ansioso, atento, esperando escuchar eso que saldría de su boca. –Yo…- ¿que diría? Los nervios no lo dejaban pensar con coherencia, esa situación no debería acongojarlo tanto, después de todo era normal entre parejas, ¿no? Entonces, ¿Por qué estaba comenzando a sentir calor en las mejillas? Su mirada seguía pegada a la del otro, algo llamo su atención al instante. Su novio sonreía.
-Eres lindo nervioso.- claramente el era el único angustiado, al mayor parecía divertirle el momento incomodo que estaba pasando.
-No estoy jugando, esto es serio JongHyun.- dijo tratando de sentirse menos abochornado, pero esa sonrisa en el rostro del otro solo aumentaba sus ganas de cavar un pozo y enterrarse en el.
-Key, se que algún día llegara ese momento, pero yo no apresurare las cosas. Te quiero, y voy a esperar hasta que te sientas seguro.-
-Se que lo harás, pero no puedo evitar sentirme avergonzado al tocar ese tema.- se estaba sincerando, charlar de eso era algo que hacia latir su corazón a toda prisa, algo que aceleraba su pulso y hacia que la sangre se le subiera al rostro violentamente. –Mi madre tiene la culpa de todo, y tu también.- hablo cambiando su postura abruptamente, ahora le reprochaba a su novio las bromas que le gastaba junto a su madre. JongHyun solo puso cara de indignado para luego acercarse de a poco hasta donde el estaba.
-Lo que dices es que…- mientras daba otro paso. – si dejo de bromear con eso, entonces… nosotros…- se seguía acercando.
-Nosotros, ¿que?- dijo aparentando decisión, ya había pasado bastante vergüenza por el día de hoy, aunque el temblor en su voz lo delataba un poco.
-¿Quieres que te lo diga? ¿Acaso no te lo puedes imaginar?- que lascivo podía llegar a ser JongHyun, Kibum pensaba que seria buena idea tirársele encima para callarlo y… ¡Basta! ¿No tenia miedo? ¿Miedo? ¡Al carajo! ¡Si se lo quería comer ahí mismo! Solo bastaba que el mayor se le acercara un poco y le hablara despacio, lento, soltando cada palabra con delicadeza y una tremenda paciencia haciendo que sus labios se muevan de aquella manera, para que sus hormonas se alborotaran y le hicieran pensar y desear cosas para nada inocentes.
-Si, me lo puedo imaginar.- dijo serio, pero no pudiendo despegar sus ojos de los labios del otro. Estaba en trance. –Buenas noches.- exclamo rápido, abriendo la puerta y saliendo a corridas de la habitación. No debía dejar que JongHyun lo tomara nuevamente de lo contrario, algo extraño podía suceder. Aunque extraño no era la palabra indicada.
-¿Ya a dormir? Pensé que harías cositas con JongHyun.- su madre y sus ideas, sus malditas y calenturientas ideas. La ignoró olímpicamente e ingresó a su cuarto. Debía dormir y descansar porque al día siguiente tenia que asistir a clases.
Su novio y su madre juntos eran algo difícil de aguantar, pero no podía quejarse. Estaba feliz.
¿Acaso no te lo puedes imaginar?
Maldita sea JongHyun, maldita sea el y su tono de voz sensual y provocador. Giró inquieto en su cama y suspiró frustrado. Tenía el presentimiento de que el miedo no le duraría demasiado.
*************
Caminar al instituto era algo que lo tranquilizaba demasiado, lo calmaba por completo, lo hacia olvidarse de todo y solo disfrutaba de las cosas sencillas pero hermosas que le ofrecía el paisaje. Ese invierno estaba siendo cruel, gélido en demasía, los arboles estaban desnudos victimas mas que evidentes de las bajas temperaturas, al observarlos sintió aun mas frio por lo que le dio otra vuelta a la bufanda que traía en el cuello.
A dos cuadras de llegar a su destino, el celular en el bolsillo de su campera comenzó a sonar.
Apúrate, no hay nadie en el salón.
Sabía muy bien a que se refería el menor. Sonrió contento y emocionado. Esos últimos días, desde que había sucedido lo de los volantes y desde que la noticia había corrido como pólvora, llegaba a clases mucho más temprano, al igual que Taemin, era algo que habían decidido para pasar más tiempo juntos. Todo había cambiado en esas semanas. Su novio había dejado de ser temido y respetado, para ser humillado y el centro de todas las bromas de mal gusto de sus compañeros. Según éstos, no le perdonarían a Taemin el haberles mentido por tanto tiempo. El pelirrojo no parecía afectado por lo que les hacían en el instituto, pero Minho sabia que le dolía, aunque el menor se encargara de demostrar lo contrario y fingir que no le afectaba en lo más mínimo.
El tío de su novio había puesto el grito en el cielo cuando se enteró de lo que se decía por los pasillos del colegio, por supuesto fingió ceguera y dio por terminado el tema diciendo que su sobrino era ‘normal’ y que aquellos chismes solo eran calumnias. Taemin creyó inútil conversar sobre el tema con su tío y dejo que siguiera pensando lo que quisiera y continuara viviendo su perfecta y rutinaria vida. Por lo menos el hombre no había creído una palabra lo que se decía y no tomo represalias contra el chico, cosa que si habían hecho los padres de JongHyun. Kibum le había comentado todo lo que había sucedido. No puedo evitar comparar su situación con la de su amigo, después de todo eran casi iguales.
Aflojando la bufanda de su cuello, abrió la puerta de su salón, encontrándose con su novio dentro, esperándolo sentado sobre un pupitre. Sonrió al verlo y el menor hizo lo mismo, cerro la puerta y se acercó hasta el.
-Buenos días, mocoso.- vio como en el rostro de Taemin se formó una divertida mueca de supuesto enojo, cosa que le pareció demasiado tierna y lo abrazo fuerte, corriéndolo un poco de lugar.
-Si vas a decirme mocoso por lo menos quiero un beso.- ahí estaba de nuevo, incentivándolo.
-Solo tienes que decirlo.- dijo mirándolo para después dejar un corto beso en los labios del menor, que lo miraba sorprendido.
-Eso no fue un beso.- se quejo Taemin y lo agarro de la corbata del uniforme acercándolo a su boca y capturándola por completo entre sus labios. Ese niño besaba demasiado bien, eran reiteradas las veces que Minho se quedaba sin aire, aunque no se quejaba, le encantaba ver lo apasionado que era. Podía sentir como los labios de Taemin jugaban despacio con los suyos, saboreándolos, abriéndolos hasta que la cosa se ponía mas entretenida y sus lenguas se encontraban.
-Sino estuviésemos en el instituto…- dijo Minho separándose un poco, solo un poco, de los labios del menor quien lo miraba pícaro, lascivo, queriendo seguir con lo que habían comenzado. –Te dije que no me provocaras así.-
-Yo no fui quien llego con esa sonrisa y con esa… esa… Eres un maldito.- dijo Taemin, volviéndolo a acercar, enredando sus manos en el cuello del alto. Minho podía sentir el aire tibio que exhalaba su novio, podía oler su colonia, su champú, la nariz del pelirrojo le estaba haciendo cosquillas. Sujetó con más fuerza la cintura del otro y lo acercó más a su cuerpo. Podía estar en esa posición por horas y no se molestaría.
-Se que soy irresistible, pero debes contenerte Taemin.- dijo burlón, siguiendo el juego de narices que tenia con su novio. Se estaba desesperando, necesitaba sentir ya mismo los labios del chico jugando con los suyos. Y dejando de lado ese divertido juego de caricias, lo besó mostrando la poca paciencia y cordura de la que era acreedor cuando tenía al otro tan cerca. Beso que Taemin aceptó sin tapujos, correspondiéndole al instante, besándolo con ganas, con toda la desesperación que tenían en esos momentos. Sus labios apretaban y degustaban cada centímetro de los ajenos, los humedecían y se humedecían devolviéndose favores, su lengua en contacto con la de Taemin eran la suavidad en su mas clara expresión, era tibieza, tranquilidad, paciencia, desesperación, ansiedad, hambre, amor, era todo. Se separaron en busca de un poco de oxigeno, el menor pegó su frente a la suya, respirando agitado. Tenia una vista magnifica de los labios del chico: rojos, hinchados, brillosos por la humedad del reciente contacto. Lo quería volver a besar, y lo hizo, y estuvieron así hasta que su alarma sonó y le indicó que era hora de volver a la cordura.
-Esos fueron besos.- dijo Taemin cuando se sentó como y donde debía, el profesor había llegado. Le sonrió de costado, así como le gustaba al menor, y se sentó en su lugar.
Ese chico lo iba a matar.
************
Había prometido intentar estar mejor, pero no podía, no era tan sencillo. SeungHyun debía disculparlo.
Ese día se sentía pésimo, le dolía la cabeza a horrores, sentía que le pesaba toneladas y que cada paso que daba retumbaba en ella como si tuviera a sus costados dos parlantes gigantes con música a todo volumen, estaba mareado, cansado, desganado, y además, sentía demasiado frío.
-JinKi, tienes fiebre.- levanto la vista un poco perdido y vio a SeungHyun con cara de preocupación. Llevo su mano a la frente y comprobó lo que decía su compañero, tenia fiebre.
-Tienes razón.- dijo despreocupado.
-¿Y? Ven, vamos a la enfermería, no puedes quedarte aquí.- su compañero estaba mas que preocupado por su estado de salud y su actitud lo alteraba un poco.
-Que no SeungHyun, en verdad te lo agradezco pero estoy bien, no hace falta salir del salón.- una sonrisa apagada se formo en su rostro para tratar de calmar al otro quien parecía poco convencido. – De verdad estoy bien. Vamos, siéntate ya llego el profesor.- vio como el menor tomo asiento aun con una expresión de desagrado por su negativa.
No estaba bien, lo sabía. Pero pensaba que un poco de fiebre no lo mataría y no seria tan grave como para perderse sus clases, además, si había decidido asistir al instituto se quedaría hasta el final del día.
Ese día recibiría la última nota que le faltaba saber. Sabía que aprobaría, pero que el resultado no seria al que estaba acostumbrado, ya lo había corroborado con las anteriores calificaciones. Su madre ya había cumplido con su papel a la perfección, regañándolo y cuestionándole el porque de su declive en las notas, fue entonces cuando noto que había adelgazado bastante, no hizo mas que decirle que no era nada importante y nada que no pudiera arreglar cuando el quisiera, la mujer ya mas calmada, solo le aconsejo salir a divertirse argumentando que casi no tenia vida socia, después de todo era un adolescente. El casi estaba de más.
Veía como el hombre en el escritorio, arreglaba sus lentes y miraba en las hojas los apellidos de los alumnos, llamando al correspondiente cuando le tocara el turno. Observó en los rostros de sus compañeros expresiones de alivio, de alegría, de preocupación, de horror, de sorpresa, hasta que el profesor lo nombro. Apoyó sus manos en el banco y se preparó para levantarse y conocer por fin su calificación, pero cuando estuvo de pie, un fuerte mareo lo hizo tambalear, su cabeza volvía a pesar horrores, vio como todo se nublaba poco a poco como si una gruesa capa de niebla lo cubriera todo, escucho la voz de alguien llamarlo, voz que retumbo en sus oídos, hasta que todo se volvió completamente negro y ya no supo nada mas.
*************
Lo había intentado, no había dado lo mejor, su voluntad se volvió nula, pero no puede decir que no lo había intentado. Taemin se lo había estado buscando todo esos días, tentándolo, provocándolo, incentivándolo. Ese chico definitivamente tenía el demonio en el cuerpo. Su piel ardía, su aliento era tibio, demasiado tibio, hasta su saliva lo era, su lengua moviéndose junto con la suya era la cosa más deliciosamente exquisita que jamás había probado.
Minho había caído.
Taemin lo había hecho caer.
Ahí estaba ahora, presionando al otro contra la pared de aquel salón en reparación, besándolo con descontrol absoluto, hasta podía lastimar sus labios, pero el ya no era consciente de eso. Disfrutaba sentir al chico de esa manera, tenerlo para el, poder acariciarlo sin reparo alguno, hacerlo estremecer a su tacto, le encantaba meter su lengua en la boca del otro y sentirse en las nubes. Con Taemin todo era genial, todo tenía otro color, todo era perfecto.
Sus manos escurriéndose por entre la camisa del menor era algo que lo emocionaba, que lo deseaba ir más allá, más allá de solo besos y manos inquietas.
De vez en cuando se separaba para respirar un poco para después volver desesperado a la boca de Taemin.
Siempre era lo mismo en los recesos, siempre esos momentos eran igual de desesperantes. Porque veía los labios de su novio y sentía la imperiosa necesidad de besarlos, pero luego veía sus manos y les quería dar el mismo trato, pero luego veía sus mejillas y sucedía lo mismo, sus brazos, sus ojos, todo; porque lo veía a el y la desesperación por sentirlo como una extensión mas de su cuerpo lo volvían loco, avasallaban su cordura.
No quería ir despacio, aunque luego, estando solo, razonaba y llegaba a otra conclusión, una mucho más elocuente, pero lo veía, y todas sus ganas y su voluntad por portarse bien se iban por un caño.
Con Taemin solo quería portarse mal. Porque el Minho responsable, tranquilo, se esfumaba dando paso a uno pasional, impulsivo, enamorado. Porque eso estaba, enamorado. Y el amor causaba estragos en su antiguo yo.
Taemin lo apretó mas fuerte hacia el queriendo sentirlo mas y mas cerca, y profundizo todavía mas, el beso que habían comenzado hacia segundos, el chasqueo de sus labios, y el ruido de sus lenguas en contacto solo lograban caldear mas el ambiente.
Pero un portazo demasiado sonoro los alerto a ambos, rompiendo la burbuja en la que estaban. Y las cosas no podían estar peores. Y pensar que un par de segundos atrás todo era perfecto. Pero no todo es color de rosas, no todo es del color de los labios de Taemin.
-Maldito desgraciado.- rojo, con las venas marcadas exageradamente, con la respiración entrecortada, enojado, furioso, enajenado, encolerizado. El director los fulminaba con la mirada. Minho miró a su novio al instante, sintiéndose desorientado. Sorprendido en demasía. El hombre agitó la puerta con todo ese enojo que tenia encima, y agarró del cuello de la camisa al alto, alejándolo del menor. –Con que era verdad, todo era cierto.- decía el hombre y a medida que hablaba su cara se tornaba de un rojo más y más intenso. Explotaría en cualquier momento. Minho lo miró con los ojos salidos, aun sorprendido. Pero debía hablar, no podía comportarse como un cobarde. Nunca lo había sido y no empezaría ahora.
-Que usted no lo haya querido creer no es nuestro problema.- escupió el alto con bronca.
-¿Cómo se atreven? Esto es… ¡Asqueroso! Y en el instituto.- decía indignado, aun parecía no querer creer lo que había visto.
-Este no es tu problema, no te metas.- dijo Taemin intentando separar a su tío de su novio, pero fue en vano, el hombre lo empujó haciéndolo chocar con la pared.
-No lo toques.- gritó Minho alterado cuando vio como el menor rebotaba contra el frío material. –No estamos haciendo nada malo, no tiene nada que reprocharnos. Y esto que usted esta haciendo le podría traer problemas.- la verdad era que si habían roto las reglas del colegio, pero eso parecía que era lo que menos le importaba al hombre. Vio como el sujeto lo dejaba libre, al parecer por fin había caído en cuenta de que su comportamiento no era digno del de un director. El hombre se acomodó el traje e intentó calmarse. Giró su rostro y miró a Taemin. Se acercó unos pasos hasta quedar a solo otros de distancia.
-¿Y así me pagas lo que hago por ti? Eres un desgraciado. Sabía que eras un inútil, un bueno para nada, pero esto va más allá de todo. Me das asco.- cada palabra se grababa en la memoria del chico, resonando una y otra vez, retumbando en un rincón y haciendo mella en otro. Cada palabra era como una bala, como una daga, como una flecha, dolían… porque otra vez lo humillaban, porque otra vez no lo entendían. Minho pudo ver la expresión en el rostro de su novio, se acercó y lo abrazó, matando con los ojos al tipo que tenia en frente, importándole nada lo que podía pensar, prefirió borrar de su cabeza el último gesto que vio en el rostro del mayor antes de perderse tras la puerta y aclararles que eso no se acababa ahí.
Apretó contra su pecho a Taemin, no lloraba, sabia que era muy orgulloso como para hacerlo, porque aun prefería fingir que estaba bien; solo se dejaba abrazar.
-Taemin… si quieres puedes—
-No lo hare, no lo hare Minho.- hablo cortando lo que iba a decir. –No llorare, el no lo vale.- admiraba la fortaleza del menor.
-Pero a veces es bueno hacerlo, quizá luego te sientas mas aliviado.- argumentó intentando hacer sentir mejor al otro.
-No. Sus palabras fueron crueles, pero no me derrumbaré ante el.-
-Vamos.- dijo dando por finalizado el mal momento. Quería sacar de esa oscura sala a Taemin ya mismo. Un poco de aire fresco les haría bien.
-¿Cómo nos habrá encontrado?- cuestionó curioso su novio. No lo había pensado hasta ese minuto, pero ahora también estaba curioso respecto a eso.
-Creo que después de todo, si desconfiaba sobre lo que se decía.- quizá el tío de Taemin no lo aceptaba en voz alta, pero si dudaba de las inclinaciones del chico. –Tal vez nos estuvo siguiendo.- dijo pasando un brazo sobre los hombros del pelirrojo. Hacía frío en el patio.
-¿Te lo imaginas? Seria gracioso.- observó el rostro de su novio y pudo ver la cara que ponía al imaginarse a tu tío siguiéndolos. Sonrió tranquilo.
-¿Tan divertido es?- preguntó. Por las caras que hacía Taemin diría que sí.
-Demasiado.- contestó el otro girando el rostro en su dirección, quedando sus bocas a muy pocos centímetros. Minho se acercaba a los labios de su novio cuando escucho su nombre. Alguien lo llamaba y a gritos. No sabía porque, pero se tensó al instante. Era Kibum. Lo vio corriendo hacia el y llegar agitado.
-Minho… JinKi, te llama.- ahora su tensión era mayor. ¿JinKi? Eso sí era extraño.
-No hablo con el.- aun así, sentía curiosidad por ese llamado. Taemin solo lo miraba atento.
-Minho… está en la enfermería. Se desmayó en su salón. No está consciente, su fiebre es alta, lo único que dice es tu nombre. Creo que deberías ir.- JinKi, enfermería, desmayado, inconsciente, todo esa información se acumuló en su cabeza de un sopetón haciéndolo sentir perdido. Sintió como una mano se aferraba a la suya, dándole un apretón. Taemin.
-Deberías ir.- fue todo lo que dijo. Notó sorpresa en el rostro de Key por la actitud de su novio, aun no lo conocía. En realidad, muy pocos conocían a Taemin como él.
Y esas palabras fue todo lo que necesitó para que sus pies de movieran solos, corriendo en dirección a la enfermería del instituto.
Cerró su mano empuñándola, pensando en como estaría su… en como estaría JinKi.
Seguía siendo el mismo tonto de siempre.
El viento movía sus cabellos suavemente, cerraba los ojos de vez en cuando para poder relajarse y tratar de dejar de pensar un poco. El cigarro estaba por consumirse totalmente y el no se daba cuenta de eso. Le dio la ultima pitada y lo arrojó al suelo de la terraza.
Todo había resultado al revés de lo que se esperaba. No tenía a Minho a su lado, y ahora sentía que nada valía la pena. Apretaba su mano, empuñándola hasta dejar sus nudillos blancos. Detestaba a su mente por pensar en todas esas estupideces en las que se imaginaba a Taemin disfrutando de la compañía de su amigo. Quizá si no fuese tan débil hubiese podido desahogar todo su odio contra el menor, pero no pudo, al contrario de hacerlo, solo se humilló otro poco. No era bueno ni para pelear. Y aun si hubiese salido victorioso de esa pelea, al final, igual se hubiese sentido el peor perdedor, porque Minho seguía eligiendo al pelirrojo, por algo se lo había llevado y lo había dejado a él tirado en el suelo, importándole un rábano lo que le podía suceder. Porque aun se repetía en su cabeza el momento en el que vio esas manos entrelazadas.
Apretó fuerte sus labios, mordiéndolos.
Se estaba quedando sin ideas. Nada parecía funcionar, Minho seguía con su ceguera aguda, tenia la verdad en frente de sus narices y no era capaz de distinguirla. ¿Por qué su amigo era tan estúpido? ¿Por qué el era tan inútil?
Egoísta.
Porque ya no le importaba si Taemin era un mentiroso, un mal chico, eso ya no le interesaba. Le importaba un carajo como era el otro, solo quería que se alejara de Minho, que lo dejara solo para que vuelva a ser el mismo, para que vuelva a estar con el. Con él y con nadie más.
Lo odiaba. Detestaba a ese chico, solo deseaba verlo llorar, solo quería verlo humillado, solo, sin nadie con quien contar. Solo quería que todo lo que el sufría, lo sufra Taemin.
Llevó la mano a su cabello, acomodándolo un poco, tratando de despejarse otra vez. Miró el cielo, oscurecería pronto. Metió su mano derecha en el bolsillo del pantalón del uniforme y sacó la caja de cigarros, tomó uno y lo encendió. Desde que todo había empeorado, los cigarros le duraban menos. Debía empezar a controlarse, no quería convertirse en un maldito vicioso. Llevo el pequeño tubo a la boca y disfrutó de esa sensación de relax. Era extraño como con solo una pitada, sus músculos de relajaban.
En cuestión de minutos terminó ese cigarro, el quinto desde que estaba en ese lugar. Antes de arrojarlo al suelo, lo observó fijamente, viendo como terminaba de consumirse, luego lo soltó, aplastándolo con su zapato.
¿Por qué Lee Taemin no podía ser un cigarro? Todo seria mucho mas fácil para él.
****************
Otra vez le sucedía lo mismo. Y de nuevo, reaccionaba de la misma manera, llorando.
Pero esta vez, algo era distinto, esta vez ya no tenia un hombro en el cual derramar sus lagrimas. Pensar que fue el quien lo había consolado aquella vez…
En ese momento quiso ir y agarrar de los cabellos a la chica esa, pero algo se lo impidió. El. Porque siempre fue así, porque el no es una persona de enfrentamientos. Porque es cobarde, porque es una persona por demás racional. Porque antes de hacer cualquier movimiento, necesita pensar en las consecuencias una y otra vez, aun cuando se trate de cuidar lo que más quiere.
Pero JongHyun… ¿Por qué estaba besando a esa chica? ¿Por qué le hizo eso? ¿No decía amarlo?
Tomo entre sus manos su cabeza e hizo que sus dedos se encontraran debajo de sus cabellos.
Se miro en el espejo del baño, encontrándose con un reflejo que no le agrado en lo mas mínimo. Tenía los ojos hinchados, rojos, chiquitos, su nariz… estaba horrible. Ya no quería seguir mirándose. Empapo sus manos con el agua que salía de la canilla y las paso por su rostro. Refrescante. El agua estaba congelada, pero serviría para calmar el calor de sus mejillas.
Todo le recordaba a aquella vez… pero todo seria diferente. No dejaría que volvieran a jugar con el.
JongHyun debía darle una explicación y tenia que ser una muy buena.
Volvió a mirarse en el espejo, empuño su mano derecha decidido a aclarar la situación, aunque no sabia cómo. Pero no dejaría que por eso su decisión fuese a parar al tacho.
Salió del baño del instituto y se dirigió a la salida. Lo esperaría. Aun tenían un paseo. Si JongHyun no se aparecía… seria el final. Si el mayor lo quería como aseguraba y como parecía hasta esa tarde, tenia que volver.
Estaba nervioso, todo su cuerpo temblaba y el frio no ayudaba demasiado. Miraba insistente hacia afuera. El debía volver. JongHyun no podía dejarlo.
**************
El escritorio de metal del laboratorio estaba espeluznantemente frio. Sus pies colgaban a unos centímetros del suelo, sus manos al costado de su adolorido cuerpo y sus ojos clavados en cada movimiento que hacia el alto. El algodón con desinfectante iba y venia de un golpe a otro, su rostro estaba ardiendo. Nada, ni una palabra salía de la boca de Minho, y mucho menos de la suya. Su boca, aquella que ahora recibía los cuidados de él, de esa persona que tanto añoró, que tanto necesitó, que tanto necesita. Lo miraba insistente, buscaba con sus ojos la mirada del otro, pero no recibía respuesta. Ahora colocaba unas banditas sobre sus heridas, no dolía, excepto aquella que tenia en el labio, no solo estaba reseco sino también partido. JinKi no peleaba tan mal.
Y al parecer el mayor noto su expresión de dolor porque suavizo su tacto al curarlo.
-Gracias. – fue todo lo que pudo decir. Había esperado semanas por tenerlo así de cerca y ahora su cerebro era incapaz de procesar palabra alguna. Estaba nervioso, sus pies se movían inquietos, chocando de vez en cuando con el mueble sobre el cual estaba. ¿No diría nada? ¿Ni siquiera haría una mueca? Nada. El rostro de Minho seguía sin cambios, inexpresivo como desde que lo alejo de JinKi. Seguramente, aun pensaba lo peor de él. Pero no podía culparlo, no podía hacerlo porque lo que vio fue más que suficiente como para que diera por hecho algo que no lo era.
-Minho… -
-No digas nada Taemin. – por fin el mayor hablaba. Su corazón latió un poco más rápido.
-Pero tengo muchas cosas que decir. – sentía que se ahogaba, que se desesperaba. Llevaba guardada demasiadas cosas que lo sofocaban, quería expulsarlo todo ahora, quería solucionar todo en ese momento aunque no supiera por donde empezar.
-No. – dijo serio Minho, mirándolo firme. Tuvo miedo. ¿Todo seguiría igual? –No hace falta que digas nada. – ¿Qué? Pero el quería hablar, necesitaba hacerlo.
-Pero…- iba a insistir, a refutar lo que el otro había dicho, pero no pudo. Minho seguía teniendo esa fragancia fuerte y deliciosa que tanto le gustaba, seguía siendo cálido, sus brazos lo apretaban fuerte, presionándolo contra su pecho. Quería hablar, pero estar así con él era más fuerte, todos sus sentidos estaban concentrados en ese abrazo. Cerró los ojos, embriagándose con la colonia y el calor de él. Lo abrazó. Fuerte, apretando con sus manos el uniforme del alto, sosteniéndolo, aplicando una fuerza que desconocía que tenía, evitando que todo se esfumara en cuestión de milésimas. Miedo, temor a que todo sea una ilusión.
-No te iras. – dijo nervioso pero decidido a la vez.
-¿Quién dijo que quiero irme?- respondió Minho mirándolo por segunda vez. Sonriéndole por primera ocasión. ¡Cuanto lo extrañaba! Demasiado. Tanto que hasta podría caer enfermo.
-Tonto… - dijo acercándose a los labios del mayor, observándolos detalladamente, recorriendo cada tramo con su mirada, devorándolos con sus ojos. Ladeó la cabeza hacia la derecha y lo besó. Presionando suavemente sus labios sobre los del otro. Se separo y lo miro a los ojos. Sus nervios ahora salían disparados, su corazón bombardeaba sangre a mayor velocidad y su respiración estaba fallando.
-Idiota… - sintió como la respiración de Minho chocó contra su boca y sonrió. El mayor llevo una de sus manos a su rostro, acariciándolo con cuidando de no causarle dolor, acortó la poca distancia que los separaba y lo beso. Fue inevitable no llevar sus manos hasta el cuello del alto y profundizar ese contacto, volviéndolo húmedo, necesitado. Un quejido salió de su boca, el alto paro todo movimiento, concentrando toda su atención sobre él.
-No es nada… solo que… - dijo llevando uno de sus dedos hasta la herida que tenia en el labio. Noto que el otro sonreía.
-Me asustaste. – respondió divertido el mayor al ver su expresión.
-No es gracioso, duele y arde. – era cierto lo que los otros decían, aun era muy infantil, ahora mismo se estaba comportando como todo un niñito, ese puchero se había vuelto una costumbre muy mala y se agravaba en presencia de Minho.
-Mañoso… - el otro se seguía burlando, pero no le molestaba para nada. - ¿Duele? ¿Arde?- pregunto con cierta malicia. – Veamos. – dijo acercándose a su labio roto.
Sentía cosquillas, ¡claro que eso no podía doler! El mayor repartía pequeños y cortos besitos sobre la herida, acción que le provocaba risas. Su labio, bajo hasta su mandíbula repartiendo caricias, subió a su nariz, a sus ojos causando un pestañeo masivo, y volvió a bajar a su labio, fue abriendo su boca de a poco, hasta acaparar con ella por completo su boca. Quería estar así por siempre, que se haga eterno, inacabable.
-Minho… lo siento. – estaba feliz, pero aun sentía la necesidad de aclarar todo aquello que causo tanto daño, todo eso que provoco que se separaran. Estaba apunto de llorar, sus ojos escocían y sus labios temblaban conteniendo las lagrimas que amenazaban exteriorizarse.
Cálido.
La mano derecha de Minho viajo hasta sus ojos, impidiendo que llorara.
-No Taemin. Yo lo siento. Todo esto… fue mi culpa, por no haber creído en ti, por no querer aceptar que estaba ciego. Pero ya no hace falta hablar de eso, ahora solo dediquémonos a nosotros. ¿Está bien? – dijo sonriendo.
-Gracias Minho… gracias por quererme. – lo volvió a abrazar, ahora ya no podría estar sin sentir el calor del cuerpo del alto.
-¿Quién dijo que te quiero, niño? – no lo pensó dos veces antes de tirársele encima para besarlo otra vez, rompió el beso luego de unos segundos y le dio un golpe en el brazo. -¡Aouch! Eso dolió…-
-Te lo mereces por tonto. –
-¿Con que así será esto, no? – dijo juguetón Minho, haciéndole cosquillas. Carcajeaba y pataleaba para librarse del castigo, aunque no le molestaba para nada seguir en los brazos del mayor.
Lee Taemin homosexual.
Como timbre de despertador, esa frase lo sacó del sueño que vivía. Ya todos lo sabían, no seria nada fácil enfrentarse a los demás. Minho se percató de que ya no emitía risas y que ya no se oponía a sus cosquillas y se alejó de su cuello, mirándolo preocupado.
-Minho, ahora todos lo saben. ¿Qué hare?- todo cambiaria de ahora en mas, ya nadie lo respetaría ni le temería, todos se burlaran de su condición, lo harán el centro de sus bromas pesadas, lo señalaran, lo apartaran. Y en realidad, todo eso le importaba una soberana mierda porque tenia a Minho a su lado, pero el… ¿Qué pasara con Minho? El papel solo revelaba su secreto, no afectaba para nada la vida del otro.
-¿Cómo que qué hare, Taemin? Seguiremos adelante, seguiremos. Nosotros, los dos. No tiene que importarnos los demás. Solo somos nosotros.- lo tranquilizaba y le alegraba que dijera eso pero, no quería que Minho sacrificara todo por él.
-Minho, sabes bien que esa noticia solo fue hecha para afectarme a mi, no decía nada acerca de ti en ella, quizá… quizá no es necesario que se sepa lo nuestro, sabes que nada será lo mismo, que perderás muchas cosas, que todos te verán diferente, que todos te señalaran.-
-¿Qué perderé? – pregunto seguro el mayor, dejándolo sorprendido, ¿acaso no entendía a lo que se enfrentaba? – Taemin, no me importa que la gente hipócrita me dé vuelta la cara, estoy seguro que mis verdaderos amigos, aquellos que realmente me aprecian lo entenderán y aceptaran lo que decida, porque soy feliz así, porque soy feliz contigo y eso es todo lo que debe importarnos, nada mas. - ¿Qué podía decir ahora? Era incapaz de emitir palabra. Minho lo había dejado, felizmente, sin habla. Lo abrazo. Derramando esas lagrimas que con anterioridad se había guardado. Era feliz.
-Te amo…- dijo entre sollozos.
-También te amo, tonto.- y no le pego como lo hacia cada vez que l alto lo llamaba de esa manera. Solo se dedicó a abrazarlo fuerte y a sonreír en el cuello del mayor.
-Te amo…
***************
Veía a través de la ventanilla del auto como iba dejando atrás a autos, casas, arboles, personas.
Kibum.
Se removió violentamente, zafándose del agarre que HyoSung había hecho con su brazo. Se adelantó hacia el chofer quien conducía concentrado.
-Detenga el auto.- dijo firme, sorprendiendo al hombre mayor que manejaba el lujoso vehículo.
-¿Qué dijo, joven?- pregunto educado el señor.
-¡Que detenga ya mismo el auto!- contestó efusivo, ya no podía perder mas tiempo, y esa maquina seguía en movimiento.
-Pero oppa, nos están esperando.- la chica estaba evidentemente indignada, pero ese tono meloso en su voz era constante aun estando enfadada.
-No, HyoSung… no nos están esperando, me están esperando.- corrigió a la nombrada, sus ojos habían adquirido cierto brillo. Kibum lo estaba esperando… quería creer que así era.
-Oppa… no puedes dejarme sola.- suplicó la chica. No le importó. Llevó su cuerpo hacia delante, gritándole, aun más fuerte al chofer, que detenga todo movimiento. El hombre un tanto asustado frenó de golpe. Era bueno que por esas calles el trafico no sea tan pesado, de lo contario, podían haber causado un accidente.
Abrió la puerta con la idea de salir corriendo rumbo al instituto, pero un agarre en su brazo izquierdo se lo impidió.
-No me dejarás. – dijo seria y enajenada HyoSung. Ya no había oppa, ya no estaba ese tono infantil en su voz, nada. Solo veía en frente suyo a una mujer encolerizada, con el rostro rojo a causa de los nervios crispados. Se sacó del agarre, dedicándole una mirada aun más seria que la que ella tenía. Corrió rápido, el viento chocando contra su rostro le dificultaba respirar, pero aun así no se detuvo ni un segundo. Ya iba tarde.
A pesar de que Kibum vio ese beso, tenia la sensación de que todavía podía estar en el instituto, esperando alguna explicación.
Pisaba fuerte el suelo, haciendo que sus pies ardieran, pero no importaba, porque debía seguir corriendo.
Se detuvo una vez estuvo frente a las grandes puertas del instituto, aun estaban abiertas, aunque el lugar se veía totalmente desierto.
Su pecho subía y bajaba, sentía calor y frío. Gotas de sudor bajaban por la línea de su mandíbula, respiró con más calma, capturando una gran bocanada de aire, e ingreso al colegio.
Un paso, otro mas… otro.
Estaba a unos metros de la entrada y salida del instituto. Se detuvo en medio del patio, sintiendo una presencia detrás de él.
Solo podía escuchar su respiración agitada, el viento soplando fuerte sobre la copa de los arboles, y los pasos que se acercaban hasta donde estaba.
Podría haberse girado y acabar de una vez por todas con los nervios y ansiedad que le carcomían en ese momento. Pero no lo hizo.
Y su cuerpo se relajó por completo cuando unos brazos envolvieron su cintura. Esa forma de abrazar, ese perfume de lavanda en la ropa… Kibum.
Cerró los ojos, sintiendo como se llenaba por completo con el aire contagiado de ese aroma y acarició las manos que lo sostenían.
-Volviste…- susurró tranquilo contra su cuello. Una corriente lo recorrió completo, su piel se erizó al instante.
Se giró para quedar frente a frente con el otro, quien ni con ese movimiento deshizo el abrazo, colocó sobre los costados de la cabeza del menor sus manos, acercando su rostro al de Key, sonriéndole y mirándolo fijo, solo a él.
-Te amo. – no hacia falta decir nada mas, ni dar ninguna explicación. Kibum creía en él, sino, ¿porque lo estaría esperando?
Lo besó despacio, disfrutando el momento, haciéndolo eterno. Sus labios se abrieron con lentitud, haciendo lo mismo con los del otro. Si tan solo no necesitara respirar, viviría besando sin impasse al menor.
-Ven, aun tenemos un paseo.- dijo Kibum, llevándolo quien sabe a donde. El lugar era lo de menos, podría estar en una alcantarilla que seria el lugar más bonito si estaba con él.
Abrió sus ojos en señal de sorpresa cuando notó el lugar al que el menor lo había llevado. El parque donde todo comenzó. Sonrió feliz.
El sol estaba entregando sus últimos rayos, el cielo se teñía de un color entre naranja y rojo entregándoles una vista hermosa. La temperatura había bajado considerablemente, podía notar como Kibum temblaba a causa de eso.
-Llama a tu madre y avísale que llegaras tarde.- dijo mientras abrazaba mas fuerte a Key para que no sufriera tanto a causa de las gélidas temperaturas.
-¿Emh? ¿Por que?-
-Vendrás conmigo a casa, nos están esperando.- podría ser sorpresivo para Kibum el decirle que aclararía todo con sus padres, solo debía aprovechar la oportunidad que se le presentaba. Era muy extraño poder contar con la presencia de sus padres juntos y reunidos, era en ese momento o nunca. Su madre se arrepentiría por lo que había hecho. ¿Acaso creyó que mandando a HyoSung a su instituto la aceptaría como novia? Definitivamente no lo conocía. –Kibum, hablaremos con mis padres.- dijo tranquilo para que el menor no se alarmara demasiado.
-¡¿Que?!-
-Esa chica que viste hoy… - se detuvo un momento al ver como la expresión del otro había cambiado. – mi madre insiste en que sea mi pareja. Hace años que intentó arreglar una relación entre nosotros, y al parecer, el momento de concretar esa supuesta relación, llegó.- necesitaba explicarle la situación de lo contario, Kibum no entendería porque era necesario aclarar las cosas con sus padres.
-JongHyun… no lo se, tengo miedo.- dijo temeroso Key.
-Yo también, no se lo que mis padres serán capaces de hacer, pero debo decirles la verdad y acabar con todo ese circo que crearon sobre mi vida sin siquiera cuestionarme. Además, son mis padres… y si al menos me aprecian un poco, deberán respetar lo que quiero para mi vida.-
-Yo… esta bien Jjong. – respondió sonriendo, si para el era importante, entonces lo haría. El mayor se tranquilizo escuchando esas palabras.
Se pusieron de pie y se miraron a los ojos. Tenían miedo, y para disminuir ese temor y nerviosismo entrelazaron sus manos, sonriéndose mutuamente.
-¿Listo?- pregunto el mayor.
-Espera…- dijo Kibum. Presionó la mano del otro más fuerte y tomó aire. JongHyun sonrió.
-¿Ahora si?- volvió a cuestionar.
-No.- dijo Key. Estiro de su mano y lo acerco a su cuerpo para besarlo. –Uff, ahora si. Vamos.- otra risa se escapo de los labios del mayor.
Sabían que lo que venía no sería sencillo, pero era necesario. Debían enfrentar los obstáculos, y todo era mucho más llevadero si estaban así, juntos, compartiendo su calor, sus nervios, su impaciencia, compartiendo esos dibujos amorfos que se hacían en las manos ajenas tratando de combatir así el temor por no saber lo que vendrá.
Detuvieron su andar cuando llegaron a su destino.
JongHyun acarició una vez más la mano de Kibum y lo miró como solo a él lo podía mirar, con amor.
-Te amo. -
-También te amo Jjong.-
Los dos tomaron aire al mismo tiempo y empezaron a encaminarse al interior de la casa del mayor.
-------------------------------------------------------
Desistir.
Quizá ya era tiempo de contemplar esa posibilidad.
Extraño. Triste… y patético. Si solo miraba hacia atrás, si echaba un vistazo a su vida de hace algunos meses antes, todo era diferente, todo iba bien, todo era normal, y todo era mucho mas colorido. Todo había cambiado, pero sobre todo, el había cambiado. Hacía meses solo se preocupaba por mantener sus notas en lo más alto de la lista del instituto, y hoy… hoy le importaba una reverenda mierda como le iba en los exámenes. Porque poco podía estudiar y concentrarse en sus libros pensando en la idea de que lo había perdido, de que estaba solo.
-JinKi, algo te sucede, esta bien sino quieres decírmelo, pero… no me gusta que tengas esa cara. Y se que me arrepentiré por lo que voy a decir pero, tu cara de antes era mucho mejor.- SeungHyun era un buen chico, uno muy observador, mas de lo que el pensaba. Su compañero había notado que estaba diferente, distante, frio, incluso que su sonrisa se había ido. El chico siempre había admirado ese carácter de JinKi, no importaba qué, el mayor siempre parecía bien plantado ante todo, y siempre se enfrentaba a lo que sea con una sonrisa. Y le dolía el hecho de pensar que ese chico había cambiado, se había transformado en un zombi, en un estudiante más del montón que llegaba al instituto y se arrojaba desganado sobre el banco. JinKi había perdido sus energías, sus ganas, sus sonrisas, todo. Y eso dolía.
Un ‘gracias’ fue todo lo que había salido de su boca, lo miro unos segundos, y se volvió a echar sobre el banco, esperando que la clase empezara rápido. Agradecía que al menos alguien se preocupara por el, pero ahora solo quería estar en paz, tranquilo, y dormir, dormir horas y horas y no despertarse en un buen rato.
Con cada día que pasaba sus ojeras se hacían más evidentes y su ropa le quedaba más holgada, su cuerpo le estaba pasando factura por el ritmo que llevaba, si a eso se le podía llamar ritmo. Asistía a clases todos los días, llegaba a su casa y se tiraba en la cama sin siquiera sacarse el uniforme, y en esa misma posición se quedaba dormido. Ya ni siquiera fumaba, y eso podía verse como algo positivo, pero la verdad era que ya no lo hacia porque le faltaban fuerzas incluso para consumir ese tubito de tabaco. Si su madre supiera que andaba fumando, y encima en el instituto, sin duda lo castigaría por el resto del año, pero para su fortuna estaba tan ocupada con el trabajo, que no tenia tiempo de mirarlo, y mucho menos de olfatearlo para captar algo del olor a humo que quedaba impregnado en su uniforme; eso sin contar el hecho de que él era JinKi, el correcto Lee JinKi. ¿Quién podría pensar que el fumaba?
Ya habían pasado un par de semanas desde que dejó caer del tercer piso del colegio aquellos volantes que le trajeron más de un dolor de cabeza y le hicieron caer alguna que otra lagrima. Minho lo había buscado un día después de lo ocurrido, y todo había resultado mucho peor de lo que el se esperaba. El alto había decidido cortar de raíz con todo vestigio de aquella amistad que tuvieron y forjaron por años, había decidido dejarlo para siempre, ignorarlo todos los días, y olvidarse de su existencia. ¿Qué fue lo último que le escuchó decir? ¿Cuáles habían sido las ultimas palabras que le había dedicado? ¡Ah, sí! ‘Me das lástima’ Y lo que mas le dolió de aquella frase no fue la palabra ‘lástima’, sino el ‘me’; porque a el le importaba un rábano si los demás sentían lastima, asco, vergüenza, pena, o lo que sea por él, pero que Minho le haya dicho me das lastima, simplemente lo derrumbó, lo rompió en dos, agito su pequeño mundo rompiendo en el acto lo poco que quedaba de su ilusión, de su esperanza. Ya ni siquiera tenía dignidad. Y el era el único responsable de eso, porque con cada idea que tuvo, con cada plan que llevo a cabo, fue perdiendo poco a poco su honor, su honra, su dignidad.
¿Qué podía hacer ahora?
Incluso perdió a Kibum, hasta a JongHyun, pero no podía reprocharles su actitud esquiva, porque el se lo había ganado a pulso.
¿En que se había convertido?
¿En un monstruo?
Algo así… le había respondido SeungHyun un día en broma. No podía entender porque el chico aun le hablaba, porque lo buscaba para conversar, suponía que debía sentir un poco de lastima por el.
Los días seguían pasando, y nada cambiaba mucho en realidad. Solo el hecho de que sus ojeras ya no se evidenciaban tanto.
**************
Siempre le dolió el no tener a sus padres juntos, el que se hayan separado aun cuando el era solo un niño que poco entendía de esas cosas, pero ahora hasta agradecía eso, porque el que viviera solo en casa con su madre, hacía todo mucho mas sencillo y llevadero.
Ese día todo se había ido al tacho en la casa de JongHyun. Sus padres terminaron echándolo, sacándolo a empujones como si fuera un vagabundo que entro a su hogar a robar o matar a alguien. La impresión de los padres del mayor pasaron de horrorizados, espantados, anonadados, asqueados, y hasta desmayados, sí, porque la madre de su novio sufrió un colapso nervioso que la dejó tendida sobre el sofá de la sala mientras HyoSung y sus padres le otorgaban algo de aire con unos extraños abanicos. No les quedo de otra que salir de la propiedad, no sin antes escuchar una sarta de vociferaciones llenas de odio, repudio, y asco por parte del padre de JongHyun.
Sabían de ante mano que no seria fácil hablar de su relación a los padres del mayor pero jamás imaginaron que reaccionarían de esa manera tan poco… civilizada. Todo el respeto y la educación de los cuales se jactaban los señores Kim habían quedado olvidados, pisoteados y abatidos para dar lugar a los insultos, la incomprensión y la ignorancia.
Kibum no imaginó jamás que sus suegros (resulta extraño utilizar ese término aunque sea el indicado) se alterarían tanto por la decisión que su hijo había tomado para su vida. Entiende que ningún padre espera que su hijo (único y varón) llegue a la casa con novio, si, novio hombre, de un día para otro, pero nunca creyó que esos señores llegaran a tanto.
Su novio había salido destrozado de su antigua casa, todavía recuerda como se le partió el alma al verlo llorar desconsolado a causa del trato que había recibido. Todo lo que pudo hacer fue abrazarlo, sostenerlo fuerte en sus brazos, dejando que llorara todo lo que quisiera. El también había sido humillado, insultado, pero el dolor era menor, porque todo aquello no había sido por parte de sus padres. No dudó un segundo en llevarse a su novio a su casa, por supuesto que no lo dejaría en la calle, JongHyun se había enfrentado a su familia por el, y por el ahora había perdido todo lo que tenía, ‘te tengo a ti y es lo que importa’ había dicho el mayor para que no se sintiera tan culpable, sonrió para tranquilizarlo, aunque la culpa seguía latente en su pecho.
Era domingo y cocinaba tranquilo, recordando todo lo sucedido en esos días. Ahora debía soportar todos los días de la semana a la mosquita muerta de HyoSung, quien no desaprovechaba oportunidad para fulminarlo con la mirada y empujarlo con odio cada vez que se cruzaban en los pasillos del instituto. Pero eso estaba bien, eso era… soportable, lo que no lo era, lo que le ponía los nervios de punta, lo que hacía que su instinto asesino aflorara desde lo mas recóndito de su personalidad, era que la ‘triple M’ como le llamaba él (maldita melosa de mierda) se colgara del cuello de su novio, que le abrazara con posesión, que le mirara con deseo, que le susurrara al oído, que se le acercara demasiado. Eso sí que no lo toleraría. Y acordándose de cuanto la detestaba, clavó con fuerza el cuchillo en el pobre tomate del que ahora salía jugo desparramándose sobre la tabla de madera. Miró a la indefensa fruta con odio y apretó el mango del cuchillo entre sus manos. Respiró hondo intentando tranquilizarse e inhaló buscando un poco de aire fresco. De repente le había entrado un odioso calor.
Pensando en que en horas debería volver a verle el rostro a la triple M, arrojó a la cacerola las verduras ya cortadas. El guisado saldría riquísimo, lo podía afirmar con solo sentir el aroma que desprendía.
Sonrió de la nada, pensando en el hecho de que ahora tenia a JongHyun en su casa todos los días, que volvían del instituto juntos, que hablaban horas y horas antes de dormir, pensando en que lo tenia todo para él. Egoísta, le grito su conciencia, grito que se encargo de desaparecer formando otra sonrisa en su rostro. Después de todo el amor es así. Sabía que a su novio aún le dolía el desprecio de sus padres, a veces se deprimía de golpe, a veces su humor variaba en solo minutos, pero el no podía evitar sentirse contento y emocionado por tenerlo en su casa.
-Kibum-ah, tenemos hambre.- escuchó decir a su novio. Sorprendentemente había entrado en confianza demasiado rápido con su mamá. Aunque no era tan extraño si se detenía a pensar en la personalidad de su madre.
-Si, hijo, apúrate que tu novio y tu madre mueren de hambre.- ¿Sorprendentemente? Claro que no. Su mama sabia perfectamente que entre el y JongHyun había algo mas que amistad. Maldita bruja, pensó para luego reírse de lo que su madre había dicho.
-Señora, usted es… grandiosa.- ahí estaba, su novio haciendo crecer mas y mas el, ya alto, ego de su madre.
-Lo sé mi niño, lo sé. Tienes suerte de tenerme como suegra.- dijo la señora dándose aires de grandeza y excelencia total. Esos dos juntos eran demasiado para Kibum. Demasiado.
Kibum apagó la cocina y sirvió la cena, comida que pasó entre bromas y cargadas por parte de su madre. La mujer no se cansaba nunca de molestar a la pareja, insinuándoles cosas que una madre no debe insinuar, haciéndole pasar un mal momento a su hijo, solo a el, porque el otro solo reía a carcajadas de las ocurrencias de la señora y de las reacciones del pobre chico que se moría de la vergüenza.
-Eso no fue divertido.- dijo malhumorado, reprochándole a su novio que se haya reído de las bromas que le gastaba su señora madre. Se encaminaban a la habitación a dormir, su madre en la cocina lavaba los platos.
-Para mi lo fue, tu madre es la mejor.- respondía divertido, mientras parecía acordarse de algún chiste de la mujer y comenzaba a carcajearse de nueva cuenta.
-No lo fue.- y tiró una almohada a la cara del mayor para que dejara de reírse. –Buenas noches.- dijo sorprendiendo al otro. No dormían en la misma habitación, así y todo su madre pensaba que ellos hacían cosas que… cosas que hacen las parejas. Se dirigió a la puerta y tomó la perilla para ir a su cuarto a dormir, pero unos brazos en su cintura y una cabeza en su hombro derecho le hicieron detenerse.
-A tu madre no parece molestarle esa idea, ¿Por qué a tu si?- el aire que JongHyun soltaba al hablar sobre su oído, llegaba a su cuello, erizando su piel al instante. Le hacia cosquillas. No dijo nada, estaba incómodo. Ese tema le incomodaba más de lo que quisiera.
-…- su boca seguía cerrada. Pensaba en una respuesta, una buena, pero no llegaba a su cerebro, sus neuronas no hacían el contacto que le propinara aquella respuesta que buscaba decir. Solo seguía ahí parado de la puerta, tomando la perilla entre su mano, la cual ya comenzaba a sudar.
-Kibum…-
-Tengo miedo.- ¿era estúpido tenerlo? – tengo miedo de…-
-¿Por que?- cuestiono al instante el mayor.
-No lo se.-
-¿Confías en mí?-
-Si.- respondió de manera automática, no había que pensar demasiado para responder eso. Claro que confiaba en el.
-¿Entonces?- y su aire seguía chocando contra su piel desnuda. Kibum sentía cada vez mas nervios y mas calor.
-No puedo responder si me tienes así.- dijo divertido, pero la verdad era que estar de esa forma le incomodaba, no porque no le gustase, sino porque… le gustaba más de lo que debía, y aun necesitaba pensar para vivir. JongHyun lo soltó y se alejó un poco, el giró quedando de frente. Se le haría mucho más fácil decir algo si el mayor no lo estuviese mirando serio, ansioso, atento, esperando escuchar eso que saldría de su boca. –Yo…- ¿que diría? Los nervios no lo dejaban pensar con coherencia, esa situación no debería acongojarlo tanto, después de todo era normal entre parejas, ¿no? Entonces, ¿Por qué estaba comenzando a sentir calor en las mejillas? Su mirada seguía pegada a la del otro, algo llamo su atención al instante. Su novio sonreía.
-Eres lindo nervioso.- claramente el era el único angustiado, al mayor parecía divertirle el momento incomodo que estaba pasando.
-No estoy jugando, esto es serio JongHyun.- dijo tratando de sentirse menos abochornado, pero esa sonrisa en el rostro del otro solo aumentaba sus ganas de cavar un pozo y enterrarse en el.
-Key, se que algún día llegara ese momento, pero yo no apresurare las cosas. Te quiero, y voy a esperar hasta que te sientas seguro.-
-Se que lo harás, pero no puedo evitar sentirme avergonzado al tocar ese tema.- se estaba sincerando, charlar de eso era algo que hacia latir su corazón a toda prisa, algo que aceleraba su pulso y hacia que la sangre se le subiera al rostro violentamente. –Mi madre tiene la culpa de todo, y tu también.- hablo cambiando su postura abruptamente, ahora le reprochaba a su novio las bromas que le gastaba junto a su madre. JongHyun solo puso cara de indignado para luego acercarse de a poco hasta donde el estaba.
-Lo que dices es que…- mientras daba otro paso. – si dejo de bromear con eso, entonces… nosotros…- se seguía acercando.
-Nosotros, ¿que?- dijo aparentando decisión, ya había pasado bastante vergüenza por el día de hoy, aunque el temblor en su voz lo delataba un poco.
-¿Quieres que te lo diga? ¿Acaso no te lo puedes imaginar?- que lascivo podía llegar a ser JongHyun, Kibum pensaba que seria buena idea tirársele encima para callarlo y… ¡Basta! ¿No tenia miedo? ¿Miedo? ¡Al carajo! ¡Si se lo quería comer ahí mismo! Solo bastaba que el mayor se le acercara un poco y le hablara despacio, lento, soltando cada palabra con delicadeza y una tremenda paciencia haciendo que sus labios se muevan de aquella manera, para que sus hormonas se alborotaran y le hicieran pensar y desear cosas para nada inocentes.
-Si, me lo puedo imaginar.- dijo serio, pero no pudiendo despegar sus ojos de los labios del otro. Estaba en trance. –Buenas noches.- exclamo rápido, abriendo la puerta y saliendo a corridas de la habitación. No debía dejar que JongHyun lo tomara nuevamente de lo contrario, algo extraño podía suceder. Aunque extraño no era la palabra indicada.
-¿Ya a dormir? Pensé que harías cositas con JongHyun.- su madre y sus ideas, sus malditas y calenturientas ideas. La ignoró olímpicamente e ingresó a su cuarto. Debía dormir y descansar porque al día siguiente tenia que asistir a clases.
Su novio y su madre juntos eran algo difícil de aguantar, pero no podía quejarse. Estaba feliz.
¿Acaso no te lo puedes imaginar?
Maldita sea JongHyun, maldita sea el y su tono de voz sensual y provocador. Giró inquieto en su cama y suspiró frustrado. Tenía el presentimiento de que el miedo no le duraría demasiado.
*************
Caminar al instituto era algo que lo tranquilizaba demasiado, lo calmaba por completo, lo hacia olvidarse de todo y solo disfrutaba de las cosas sencillas pero hermosas que le ofrecía el paisaje. Ese invierno estaba siendo cruel, gélido en demasía, los arboles estaban desnudos victimas mas que evidentes de las bajas temperaturas, al observarlos sintió aun mas frio por lo que le dio otra vuelta a la bufanda que traía en el cuello.
A dos cuadras de llegar a su destino, el celular en el bolsillo de su campera comenzó a sonar.
Apúrate, no hay nadie en el salón.
Sabía muy bien a que se refería el menor. Sonrió contento y emocionado. Esos últimos días, desde que había sucedido lo de los volantes y desde que la noticia había corrido como pólvora, llegaba a clases mucho más temprano, al igual que Taemin, era algo que habían decidido para pasar más tiempo juntos. Todo había cambiado en esas semanas. Su novio había dejado de ser temido y respetado, para ser humillado y el centro de todas las bromas de mal gusto de sus compañeros. Según éstos, no le perdonarían a Taemin el haberles mentido por tanto tiempo. El pelirrojo no parecía afectado por lo que les hacían en el instituto, pero Minho sabia que le dolía, aunque el menor se encargara de demostrar lo contrario y fingir que no le afectaba en lo más mínimo.
El tío de su novio había puesto el grito en el cielo cuando se enteró de lo que se decía por los pasillos del colegio, por supuesto fingió ceguera y dio por terminado el tema diciendo que su sobrino era ‘normal’ y que aquellos chismes solo eran calumnias. Taemin creyó inútil conversar sobre el tema con su tío y dejo que siguiera pensando lo que quisiera y continuara viviendo su perfecta y rutinaria vida. Por lo menos el hombre no había creído una palabra lo que se decía y no tomo represalias contra el chico, cosa que si habían hecho los padres de JongHyun. Kibum le había comentado todo lo que había sucedido. No puedo evitar comparar su situación con la de su amigo, después de todo eran casi iguales.
Aflojando la bufanda de su cuello, abrió la puerta de su salón, encontrándose con su novio dentro, esperándolo sentado sobre un pupitre. Sonrió al verlo y el menor hizo lo mismo, cerro la puerta y se acercó hasta el.
-Buenos días, mocoso.- vio como en el rostro de Taemin se formó una divertida mueca de supuesto enojo, cosa que le pareció demasiado tierna y lo abrazo fuerte, corriéndolo un poco de lugar.
-Si vas a decirme mocoso por lo menos quiero un beso.- ahí estaba de nuevo, incentivándolo.
-Solo tienes que decirlo.- dijo mirándolo para después dejar un corto beso en los labios del menor, que lo miraba sorprendido.
-Eso no fue un beso.- se quejo Taemin y lo agarro de la corbata del uniforme acercándolo a su boca y capturándola por completo entre sus labios. Ese niño besaba demasiado bien, eran reiteradas las veces que Minho se quedaba sin aire, aunque no se quejaba, le encantaba ver lo apasionado que era. Podía sentir como los labios de Taemin jugaban despacio con los suyos, saboreándolos, abriéndolos hasta que la cosa se ponía mas entretenida y sus lenguas se encontraban.
-Sino estuviésemos en el instituto…- dijo Minho separándose un poco, solo un poco, de los labios del menor quien lo miraba pícaro, lascivo, queriendo seguir con lo que habían comenzado. –Te dije que no me provocaras así.-
-Yo no fui quien llego con esa sonrisa y con esa… esa… Eres un maldito.- dijo Taemin, volviéndolo a acercar, enredando sus manos en el cuello del alto. Minho podía sentir el aire tibio que exhalaba su novio, podía oler su colonia, su champú, la nariz del pelirrojo le estaba haciendo cosquillas. Sujetó con más fuerza la cintura del otro y lo acercó más a su cuerpo. Podía estar en esa posición por horas y no se molestaría.
-Se que soy irresistible, pero debes contenerte Taemin.- dijo burlón, siguiendo el juego de narices que tenia con su novio. Se estaba desesperando, necesitaba sentir ya mismo los labios del chico jugando con los suyos. Y dejando de lado ese divertido juego de caricias, lo besó mostrando la poca paciencia y cordura de la que era acreedor cuando tenía al otro tan cerca. Beso que Taemin aceptó sin tapujos, correspondiéndole al instante, besándolo con ganas, con toda la desesperación que tenían en esos momentos. Sus labios apretaban y degustaban cada centímetro de los ajenos, los humedecían y se humedecían devolviéndose favores, su lengua en contacto con la de Taemin eran la suavidad en su mas clara expresión, era tibieza, tranquilidad, paciencia, desesperación, ansiedad, hambre, amor, era todo. Se separaron en busca de un poco de oxigeno, el menor pegó su frente a la suya, respirando agitado. Tenia una vista magnifica de los labios del chico: rojos, hinchados, brillosos por la humedad del reciente contacto. Lo quería volver a besar, y lo hizo, y estuvieron así hasta que su alarma sonó y le indicó que era hora de volver a la cordura.
-Esos fueron besos.- dijo Taemin cuando se sentó como y donde debía, el profesor había llegado. Le sonrió de costado, así como le gustaba al menor, y se sentó en su lugar.
Ese chico lo iba a matar.
************
Había prometido intentar estar mejor, pero no podía, no era tan sencillo. SeungHyun debía disculparlo.
Ese día se sentía pésimo, le dolía la cabeza a horrores, sentía que le pesaba toneladas y que cada paso que daba retumbaba en ella como si tuviera a sus costados dos parlantes gigantes con música a todo volumen, estaba mareado, cansado, desganado, y además, sentía demasiado frío.
-JinKi, tienes fiebre.- levanto la vista un poco perdido y vio a SeungHyun con cara de preocupación. Llevo su mano a la frente y comprobó lo que decía su compañero, tenia fiebre.
-Tienes razón.- dijo despreocupado.
-¿Y? Ven, vamos a la enfermería, no puedes quedarte aquí.- su compañero estaba mas que preocupado por su estado de salud y su actitud lo alteraba un poco.
-Que no SeungHyun, en verdad te lo agradezco pero estoy bien, no hace falta salir del salón.- una sonrisa apagada se formo en su rostro para tratar de calmar al otro quien parecía poco convencido. – De verdad estoy bien. Vamos, siéntate ya llego el profesor.- vio como el menor tomo asiento aun con una expresión de desagrado por su negativa.
No estaba bien, lo sabía. Pero pensaba que un poco de fiebre no lo mataría y no seria tan grave como para perderse sus clases, además, si había decidido asistir al instituto se quedaría hasta el final del día.
Ese día recibiría la última nota que le faltaba saber. Sabía que aprobaría, pero que el resultado no seria al que estaba acostumbrado, ya lo había corroborado con las anteriores calificaciones. Su madre ya había cumplido con su papel a la perfección, regañándolo y cuestionándole el porque de su declive en las notas, fue entonces cuando noto que había adelgazado bastante, no hizo mas que decirle que no era nada importante y nada que no pudiera arreglar cuando el quisiera, la mujer ya mas calmada, solo le aconsejo salir a divertirse argumentando que casi no tenia vida socia, después de todo era un adolescente. El casi estaba de más.
Veía como el hombre en el escritorio, arreglaba sus lentes y miraba en las hojas los apellidos de los alumnos, llamando al correspondiente cuando le tocara el turno. Observó en los rostros de sus compañeros expresiones de alivio, de alegría, de preocupación, de horror, de sorpresa, hasta que el profesor lo nombro. Apoyó sus manos en el banco y se preparó para levantarse y conocer por fin su calificación, pero cuando estuvo de pie, un fuerte mareo lo hizo tambalear, su cabeza volvía a pesar horrores, vio como todo se nublaba poco a poco como si una gruesa capa de niebla lo cubriera todo, escucho la voz de alguien llamarlo, voz que retumbo en sus oídos, hasta que todo se volvió completamente negro y ya no supo nada mas.
*************
Lo había intentado, no había dado lo mejor, su voluntad se volvió nula, pero no puede decir que no lo había intentado. Taemin se lo había estado buscando todo esos días, tentándolo, provocándolo, incentivándolo. Ese chico definitivamente tenía el demonio en el cuerpo. Su piel ardía, su aliento era tibio, demasiado tibio, hasta su saliva lo era, su lengua moviéndose junto con la suya era la cosa más deliciosamente exquisita que jamás había probado.
Minho había caído.
Taemin lo había hecho caer.
Ahí estaba ahora, presionando al otro contra la pared de aquel salón en reparación, besándolo con descontrol absoluto, hasta podía lastimar sus labios, pero el ya no era consciente de eso. Disfrutaba sentir al chico de esa manera, tenerlo para el, poder acariciarlo sin reparo alguno, hacerlo estremecer a su tacto, le encantaba meter su lengua en la boca del otro y sentirse en las nubes. Con Taemin todo era genial, todo tenía otro color, todo era perfecto.
Sus manos escurriéndose por entre la camisa del menor era algo que lo emocionaba, que lo deseaba ir más allá, más allá de solo besos y manos inquietas.
De vez en cuando se separaba para respirar un poco para después volver desesperado a la boca de Taemin.
Siempre era lo mismo en los recesos, siempre esos momentos eran igual de desesperantes. Porque veía los labios de su novio y sentía la imperiosa necesidad de besarlos, pero luego veía sus manos y les quería dar el mismo trato, pero luego veía sus mejillas y sucedía lo mismo, sus brazos, sus ojos, todo; porque lo veía a el y la desesperación por sentirlo como una extensión mas de su cuerpo lo volvían loco, avasallaban su cordura.
No quería ir despacio, aunque luego, estando solo, razonaba y llegaba a otra conclusión, una mucho más elocuente, pero lo veía, y todas sus ganas y su voluntad por portarse bien se iban por un caño.
Con Taemin solo quería portarse mal. Porque el Minho responsable, tranquilo, se esfumaba dando paso a uno pasional, impulsivo, enamorado. Porque eso estaba, enamorado. Y el amor causaba estragos en su antiguo yo.
Taemin lo apretó mas fuerte hacia el queriendo sentirlo mas y mas cerca, y profundizo todavía mas, el beso que habían comenzado hacia segundos, el chasqueo de sus labios, y el ruido de sus lenguas en contacto solo lograban caldear mas el ambiente.
Pero un portazo demasiado sonoro los alerto a ambos, rompiendo la burbuja en la que estaban. Y las cosas no podían estar peores. Y pensar que un par de segundos atrás todo era perfecto. Pero no todo es color de rosas, no todo es del color de los labios de Taemin.
-Maldito desgraciado.- rojo, con las venas marcadas exageradamente, con la respiración entrecortada, enojado, furioso, enajenado, encolerizado. El director los fulminaba con la mirada. Minho miró a su novio al instante, sintiéndose desorientado. Sorprendido en demasía. El hombre agitó la puerta con todo ese enojo que tenia encima, y agarró del cuello de la camisa al alto, alejándolo del menor. –Con que era verdad, todo era cierto.- decía el hombre y a medida que hablaba su cara se tornaba de un rojo más y más intenso. Explotaría en cualquier momento. Minho lo miró con los ojos salidos, aun sorprendido. Pero debía hablar, no podía comportarse como un cobarde. Nunca lo había sido y no empezaría ahora.
-Que usted no lo haya querido creer no es nuestro problema.- escupió el alto con bronca.
-¿Cómo se atreven? Esto es… ¡Asqueroso! Y en el instituto.- decía indignado, aun parecía no querer creer lo que había visto.
-Este no es tu problema, no te metas.- dijo Taemin intentando separar a su tío de su novio, pero fue en vano, el hombre lo empujó haciéndolo chocar con la pared.
-No lo toques.- gritó Minho alterado cuando vio como el menor rebotaba contra el frío material. –No estamos haciendo nada malo, no tiene nada que reprocharnos. Y esto que usted esta haciendo le podría traer problemas.- la verdad era que si habían roto las reglas del colegio, pero eso parecía que era lo que menos le importaba al hombre. Vio como el sujeto lo dejaba libre, al parecer por fin había caído en cuenta de que su comportamiento no era digno del de un director. El hombre se acomodó el traje e intentó calmarse. Giró su rostro y miró a Taemin. Se acercó unos pasos hasta quedar a solo otros de distancia.
-¿Y así me pagas lo que hago por ti? Eres un desgraciado. Sabía que eras un inútil, un bueno para nada, pero esto va más allá de todo. Me das asco.- cada palabra se grababa en la memoria del chico, resonando una y otra vez, retumbando en un rincón y haciendo mella en otro. Cada palabra era como una bala, como una daga, como una flecha, dolían… porque otra vez lo humillaban, porque otra vez no lo entendían. Minho pudo ver la expresión en el rostro de su novio, se acercó y lo abrazó, matando con los ojos al tipo que tenia en frente, importándole nada lo que podía pensar, prefirió borrar de su cabeza el último gesto que vio en el rostro del mayor antes de perderse tras la puerta y aclararles que eso no se acababa ahí.
Apretó contra su pecho a Taemin, no lloraba, sabia que era muy orgulloso como para hacerlo, porque aun prefería fingir que estaba bien; solo se dejaba abrazar.
-Taemin… si quieres puedes—
-No lo hare, no lo hare Minho.- hablo cortando lo que iba a decir. –No llorare, el no lo vale.- admiraba la fortaleza del menor.
-Pero a veces es bueno hacerlo, quizá luego te sientas mas aliviado.- argumentó intentando hacer sentir mejor al otro.
-No. Sus palabras fueron crueles, pero no me derrumbaré ante el.-
-Vamos.- dijo dando por finalizado el mal momento. Quería sacar de esa oscura sala a Taemin ya mismo. Un poco de aire fresco les haría bien.
-¿Cómo nos habrá encontrado?- cuestionó curioso su novio. No lo había pensado hasta ese minuto, pero ahora también estaba curioso respecto a eso.
-Creo que después de todo, si desconfiaba sobre lo que se decía.- quizá el tío de Taemin no lo aceptaba en voz alta, pero si dudaba de las inclinaciones del chico. –Tal vez nos estuvo siguiendo.- dijo pasando un brazo sobre los hombros del pelirrojo. Hacía frío en el patio.
-¿Te lo imaginas? Seria gracioso.- observó el rostro de su novio y pudo ver la cara que ponía al imaginarse a tu tío siguiéndolos. Sonrió tranquilo.
-¿Tan divertido es?- preguntó. Por las caras que hacía Taemin diría que sí.
-Demasiado.- contestó el otro girando el rostro en su dirección, quedando sus bocas a muy pocos centímetros. Minho se acercaba a los labios de su novio cuando escucho su nombre. Alguien lo llamaba y a gritos. No sabía porque, pero se tensó al instante. Era Kibum. Lo vio corriendo hacia el y llegar agitado.
-Minho… JinKi, te llama.- ahora su tensión era mayor. ¿JinKi? Eso sí era extraño.
-No hablo con el.- aun así, sentía curiosidad por ese llamado. Taemin solo lo miraba atento.
-Minho… está en la enfermería. Se desmayó en su salón. No está consciente, su fiebre es alta, lo único que dice es tu nombre. Creo que deberías ir.- JinKi, enfermería, desmayado, inconsciente, todo esa información se acumuló en su cabeza de un sopetón haciéndolo sentir perdido. Sintió como una mano se aferraba a la suya, dándole un apretón. Taemin.
-Deberías ir.- fue todo lo que dijo. Notó sorpresa en el rostro de Key por la actitud de su novio, aun no lo conocía. En realidad, muy pocos conocían a Taemin como él.
Y esas palabras fue todo lo que necesitó para que sus pies de movieran solos, corriendo en dirección a la enfermería del instituto.
Cerró su mano empuñándola, pensando en como estaría su… en como estaría JinKi.
Seguía siendo el mismo tonto de siempre.
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
What why!!
Dios!!!
Como proceso todo lo que siento en estos momentos, bueno, me voy en orden, el jongkey!! oh por dios que amor más hermoso son estos dos, sus padres DD: como se atrevieron no ma pobresitos pobre jong aparte lo corrieron y esa triple m entiendo a key la odio tambien ¬¬, hahaha su mami es un amor lol me encanta, dios mi 2min!!!! al fin un 2min como debe de ser khjsdahgfd~ tan hermoso, ash rl mugre tio de taemin ya me tiene hasta las .... como le hizo eso jhsgjd~ maldito viejo ¬¬ pero el 2min hahahahaha nunca lo voy a superar de verdad que no fue tan hermoso, creeme estaba bn entrada en el momento 2min y viene el tio y me lo friega!! ahora Onew dios!!!!!!!!! Ahora que sucede no se si es bueno o malo lo que sucede hdsjhlsfk~ ya espero els iguiente cap C:
Dios!!!
Como proceso todo lo que siento en estos momentos, bueno, me voy en orden, el jongkey!! oh por dios que amor más hermoso son estos dos, sus padres DD: como se atrevieron no ma pobresitos pobre jong aparte lo corrieron y esa triple m entiendo a key la odio tambien ¬¬, hahaha su mami es un amor lol me encanta, dios mi 2min!!!! al fin un 2min como debe de ser khjsdahgfd~ tan hermoso, ash rl mugre tio de taemin ya me tiene hasta las .... como le hizo eso jhsgjd~ maldito viejo ¬¬ pero el 2min hahahahaha nunca lo voy a superar de verdad que no fue tan hermoso, creeme estaba bn entrada en el momento 2min y viene el tio y me lo friega!! ahora Onew dios!!!!!!!!! Ahora que sucede no se si es bueno o malo lo que sucede hdsjhlsfk~ ya espero els iguiente cap C:
Gwiboon
Key
994
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
aparto
ILove SHINee
Onew ,Jonghyun, Key, Minho y Taemin
251
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
Waaaa nueva lectora e.e xD me encanta tu fic, es simplemente genial! almo el 2min *O* pobre Jinki :S pero no me gusta que intente separarlos
Aby_LAsia
Taemin & Jonghyun & Onew & Key & Minho XD
141
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
waaaaaaaaaaa despues de mucho vuelbo a comentar :DD
me perdi como 3 capos y los que ya habia leido segun yo comente pero no ¬¬! jum
waaaa pero ya etsoy al tanto de lo que a pasado en el fic y si que me perdi bastante jinki como termino siendo de esa manera extraño al jinki bonito no me agrada este u.u
kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!~ el 2min ya no supe nada despues de que onew y el se golpearon y kyaaaaaaa que hermoso deborandose los dos y awzz me encantan ñ.ñ pero OMO O: el tio de taemin los encontro y como se le ocurre desirle eso a taemin y el como siempre con mucha actitud y muy orgulloso no voy a llorar y asi D:! que feo
OMFG el jongkey pobre jong lo corrrieron y llorando ;_______________; me partio el corazon eso y la mama de key :DDD acoplandose con el waa me encantaron O: jinki disiendo el nombre de minho? O: y minho va para alla waa
me tienes colgada al fic ya estare aqui comentando los demas capos tratare de ya no me perderme ni uno :DDD espero que puedas colgar pronto la actu se quede en algo bueno n.n!
Saludos (^.^)/♥
me perdi como 3 capos y los que ya habia leido segun yo comente pero no ¬¬! jum
waaaa pero ya etsoy al tanto de lo que a pasado en el fic y si que me perdi bastante jinki como termino siendo de esa manera extraño al jinki bonito no me agrada este u.u
kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!~ el 2min ya no supe nada despues de que onew y el se golpearon y kyaaaaaaa que hermoso deborandose los dos y awzz me encantan ñ.ñ pero OMO O: el tio de taemin los encontro y como se le ocurre desirle eso a taemin y el como siempre con mucha actitud y muy orgulloso no voy a llorar y asi D:! que feo
OMFG el jongkey pobre jong lo corrrieron y llorando ;_______________; me partio el corazon eso y la mama de key :DDD acoplandose con el waa me encantaron O: jinki disiendo el nombre de minho? O: y minho va para alla waa
me tienes colgada al fic ya estare aqui comentando los demas capos tratare de ya no me perderme ni uno :DDD espero que puedas colgar pronto la actu se quede en algo bueno n.n!
Saludos (^.^)/♥
waflhes
샤이니♥~ Ј o n g h y u n » т a e м ι n
475
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
Hola a todas aquellas que alguna vez les interesó este historia, soy Edi, autora de esta cosa llamada Multiple Choice.
Veo que Milu no volvió a actualizar, he aquí (?) la cuestión: Si a alguien todavía le interesa leer lo que falta, que me lo haga saber para actualizar el fic.
Era eso~
Saludos!
Veo que Milu no volvió a actualizar, he aquí (?) la cuestión: Si a alguien todavía le interesa leer lo que falta, que me lo haga saber para actualizar el fic.
Era eso~
Saludos!
EME-·
Evil Taemin 8D
75
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
Siii Yo!!! Me encanta
y quisiera terminarlo!!
Pofa *-*
y quisiera terminarlo!!
Pofa *-*
ILove SHINee
Onew ,Jonghyun, Key, Minho y Taemin
251
Re: Multiple Choice [2Min/Jongkey] - Cap 15
hola acabo de terminar de leer lo que ahi escrito y si me encantaria leer el resto de la historia
LINA32
minho
12
Página 4 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» [2Min&JongKey] HIT ME [ Cap 1~? ]
» BAD MAN [JongKey - 2MIN]
» Isn't Love (2min / JongKey)
» La Complice {2min/JongKey}
» En Blanco [Fic JongKey, 2Min]
» BAD MAN [JongKey - 2MIN]
» Isn't Love (2min / JongKey)
» La Complice {2min/JongKey}
» En Blanco [Fic JongKey, 2Min]
Página 4 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.