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Las gotas resbalaban por su níveo y delicado cuello, el agua se sentía como agujas encajadas en su piel, cientos… no, miles de agujas en su cuerpo. El frío le había calado los huesos y estaba desentumiéndose con aquel liquido hirviente.

Las paredes de cristal se empañaban lentamente haciendo a su escultural figura un tanto borrosa para Jonghyun, quien solo se dedicaba a mirarlo de lejos, admirando sus delicadas y gentiles manos recorrer su plano abdomen y su delgada cintura lentamente.


- Ah~ - gimió por el placer al sentir de nuevo sus extremidades, al sentir sus músculos relajarse poco a poco.

- No hagas eso- el moreno criminal entrecerró sus ojos mientras mordía su labio inferior, sacando sangre de este al verse a sí mismo aguantando las ganas de azotarlo contra la pared y penetrarlo de una sola estocada, con salvajismo… con desesperación.

- ¿Mmh?- ese rubio travieso jugaba con él. Kibum había escuchado perfectamente lo que su amante dijo, pero fingió no haber oído ni una silaba.

- ¡Kibum!- una socarrona sonrisa se dibujo con sus acorazonados labios y se volteo...alzando el rostro para sentir las gotas de agua que salían de la regadera invadir sus mejillas y deslizarse por su cuello, dándole al mismo tiempo una visión borrosa de su firme trasero.


Estaba tentando al diablo y lo sabía.




El motor de la motocicleta rugía con fuerza, el viento helado les pegaba al rostro, les cacheteaba las mejillas y tiraba de sus cabellos hacia atrás… sus cuerpos que no hace mucho estuvieron cubiertos por una ligera capa de sudor, ahora tiritaban de frío, pero eso no les importaba, la adrenalina al poder escapar de las garras de los policías les tenia con los sentidos apagados, los cuerpos ligeramente entumidos… el frío no era problema alguno.


No tenían un lugar donde ir pero eso no les preocupaba, eran libres… habían burlado a la ley y ahora gozaban de esa adrenalina pasajera… sus sangre hervía por dentro, mientras sus cuerpos se enfriaban por fuera.

Kibum escondió su rostro en aquella ancha espalda cubierta por una chamarra de cuero negro y aferro sus delgados brazos alrededor de su trabajado cuerpo, haciendo que su pecho se pegue más a Jonghyun.


El sentido del olfato fue el primero en ser usado, inhalando con fuerza el aroma de mayor.

- Sudor- dijo débilmente logrando surcar una pequeña sonrisa entre su rostro, tan solo buscándole la gracia. Asentó ligeramente su barbilla al hombro del moreno y le susurro al oído- olemos igual- le hizo saber su nuevo descubrimiento, el aroma de sudor que tenia Jonghyun era exactamente igual al suyo, sus esencias se habían combinado, formando una sola.

- Lo sé- sonrió a la oscura carretera, mirando fijamente los pequeños farolillos que le decían la dirección que debería tomar.


Oler igual que Kibum, esa era su parte favorita después de hacer el amor.





La puerta rechino y el aire se coló en el pequeño espacio de la regadera, erizándole la piel al menor.


- Jonghyun…- dijo su nombre sin esperar respuesta tan solo soltando cada una de las letras desde el fondo de su garganta.

- Eres muy travieso ¿no lo crees?- sus toscas manos acariciaron su cintura deslizándose por la curva de su cuerpo y posándose posesivas en las caderas de su chico. – deberías dejar de provocarme todo el tiempo- susurro contra su oído mientras sentía el agua caer sobre su cabello oscuro, pegándolo a su frente y cubriendo parte de sus ojos-

- Yo… -suspiro al sentirse estremecer con el roce de sus manos sobre su piel desnuda- yo no hago eso- mintió descaradamente. Lo hacía… amaba hacerlo. Volteó lentamente su cuerpo hasta su delirio y entonces se encontró con sus redondos ojos castaños, tardando en percatarse de que Jonghyun aun traía la ropa puesta-

- Lo haces- sin dar tiempo de contestar, sus delgados labios atacaron los rosados labios del menor, hundiéndolo consigo en un beso desesperado y hambriento, deslizando sus manos hasta su trasero y acariciándolo un poco antes de apretarlo y propinarle una nalgada en su glúteo izquierdo-

- ¡Ah!- Kibum grito y le miro ceñudo.

- Es tu castigo, Honey- una sonrisa maliciosa y unos dientes atacando sus labios con brutalidad –


La húmeda ropa de Jonghyun no tardo en quedar fuera de juego, entre besos y caricias, entre mordidas y lengüetazos… entre deseo y pasión.




El sonido de la campanilla anunciaba que un nuevo cliente había entrado a la tienda de víveres, sus afilados ojos miraban disimuladamente a la gente encargada del local, una cajera y un acomodador; esa era toda la seguridad que había o la única que noto. Camino por los pasillos de comidas enlatadas y saco una bolsa negra metida entre sus pantalones. -Tres sesiones de sexo fueron suficientes para darse el lujo de salir en búsqueda de alimentos, no tenían un céntimo y sus estómagos rugían por algún tipo de comida… robar era su única solución.- Sus agiles dedos tomaron dos latas de atún metiéndolas con extremo sigilo a la bolsa negra, haciendo a su cabeza girar nerviosa… vigilando que nadie se diera cuenta de sus acciones.


Sus malas acciones… ¿Qué diría su madre si supiera qué clase de vida llevaba?


“Lo siento mamá, me estoy volviendo un criminal” ese fue su pensamiento.


- ¡Key! – su mano se instalo en las orillas de sus pantalones acariciando el arma fría sobre la ropa, nervioso… muy nervioso- No te asustes soy yo… Woohyun. – corrió a su encuentro, los reflejos de Kibum hicieron que guardara la bolsa a sus espaldas, llego hasta él y entonces le abrazo con fuerza. Sus huesos crujieron con ese abrazo y sintió su olor a limpio colarse por sus fosas nasales- Me alegro que te encuentres bien- le cogió de los hombros y le miro a los ojos

- Woo…- confusión, un mar de pensamientos…

- Todos están preocupados por ti, creímos que no te volveríamos a ver, Dongwoon dijo que te secuestraron – palpo su cuerpo en búsqueda de heridas… heridas inexistentes … o por lo menos no visibles, a menos que revisara dentro de su boca en búsqueda de heridas de besos brutos y salvajes- debemos ir a casa-


La campanilla sonó de nuevo y Kibum giro lentamente su rostro, mientras la voz de su antiguo amigo se volvía un simple murmullo para sus oídos…

Todo paso en extremo rápido… sus ojos se encontraron con los de Jonghyun. Un enfado se apodero de su cuerpo al ver a ese desconocido abrazar lo que le pertenecía, y entonces…

Un disparo.

El cuerpo de un chico de veinte años de edad cayendo en el suelo inconsciente.

El era un bruto, un asesino y por demás celoso.... muy celoso

- ¡Muévete!- escucho su voz desgarrar sus cuerdas vocales y entonces reacciono, su playera quedo manchada de rojo al igual que sus manos… corrió a su encuentro, saco el arma de entre sus pantalones y apunto a uno de los trabajadores mientras Jonghyun hacia que la cajera sacara el dinero guardado.

- ¿Sabes? Eso no era necesario-el rubio chillo y un gruñido fue lo único que recibió como respuesta del mayor… más gritos para la chica de la caja.




Sus palmas se aporrearon en una de las paredes de cristal, dejando una marca perfecta de ellas, gracias al vapor del agua caliente… de sus cuerpos en erupción.


- Jong~ - las manos del moreno se situaron en su miembro, el cual se encontraba completamente erecto y deseoso de atención. – Ah~ - una mordida en su blanco cuello, una succión en su nuevo tatuaje, la marca que Kibum se había hecho por amor… el nombre “Jonghyun” pintado en letras negras. Sus dedos viajaron por todo el largo de erección estremeciendo su piel y robando más suspiros de sus labios, haciendo que sus ojos se cierren y se hunda en el placer proporcionado.

- Bummie hermoso, abre las piernas- Kibum obedeció, su trasero se alzo un poco y espalda se curvo al abrir mas las piernas, dejando su entrada expuesta, lamio uno de sus dedos y lo deslizo alrededor de su anillo de piel, mirando la contracción al acariciarlo.

- Jonghyun, vamos- rogo. Jonghyun no se hizo de rogar y tomo su miembro acariciando la punta contra su esfínter-Ah~ - solo una embestida hizo falta para entrar por completo en él, tan cálido, tan estrecho, tan delicioso y delirante, un jadeo o más un grito desgarrador contra el cristal, resbalando un poco sus manos y dejando una marca en el. Embestidas fuertes y certeras hacían al rubio gritar sin control, nombrarlo incontables veces y regalarle gemidos, mientras el mayor apretaba los dientes y gruñía de pura satisfacción. Por más veces que lo hicieran el interior de Kibum era siempre tan estrecho y exquisito- Mas, mas… Jong- Jonghyun apretó su mano alrededor de su pene y jalo hacia abajo topando con la base y volvió a subir, regalándole caricias a la cabeza de este y besos a su espalda. La vista de Kibum se nublaba de placer.- Yo…-Kibum jadeaba incontrolable, Jonghyun sonrió y limpio el cristal que estaba frente al rostro del rubio y le susurro al oído-

- Abre los ojos Bummie~ - Embestía más rápido, más fuerte. Kibum con gran esfuerzo obedeció y se encontró con su rostro reflejado en el cristal, era apenas notable pero se veía, sus ojos vidriosos de tanto placer, su boca entre abierta y un hilo de saliva corriendo por una de las comisuras, Jonghyun acelero el bombeo- mira tu rostro cuando te vienes cariño- lamio su oreja- eres demasiado sexy - mordió una de sus perforaciones. Kibum vio su rostro contraerse de placer al explotar su clímax en la mano de Jonghyun, sintiendo la esencia de este en su interior, volviendo a ser suyo una vez más.

- Eres un pervertido- hablo agitado, sonriéndole. Jonghyun dejo un beso en su tatuaje una vez mas y susurro unas palabras que rara vez le decía “Te amo”-




Un nuevo día, un nuevo lugar donde quedarse… escondidos durante el día y viajando durante la noche. La motocicleta de Jonghyun se guardaba en callejones o patios, siempre buscaban la manera de esconderse, conseguir el dinero suficiente y viajar de nuevo...

Una vida de fugitivos, una vida de criminales…


Se colaron a algunas casas abandonadas por temporada y en ellas pasaban a veces la noche, se acostaban en donde sea y después huían llevándose alguna cosa de valor para poder seguir viviendo.

En la televisión habían salido la grabación de su ultimo robo, fueron unos tontos… el local era pequeño pero contaba con cámaras… y la cara de Kibum fue capturada.


- “su cómplice”… “una pareja peligrosa”-


Esas palabras utilizo el señor del noticiero, con una seria cara de preocupación.

La pantalla pinto sus nombres en grande….su nombre estaba justo alado del de Jonghyun.


Kim Kibum ahora también era un criminal.