hahaha al menos son sueños
lo mio es estando despierta!!!!

hoho ya se XDDD

Bueno cuento de una vez el sueño que tuve con key...fue bastante extraño..
Estaba en una celda, o algo parecido a eso.
Apenas entraba la luz por una diminuta ventana casi inalcanzable, cuyos rayos era quebrados por los barrotes que se interponían entre la celda y el exterior.
Yacía en un camastro de metal, atada de manos a la cabecera. Mis ropas rasgadas por la manera tan brutal con la que me habían encerrado, mis cabellos alborotados, se podía ver una ligera rojez en mi labio a causa de un bofetón que un militar me propinó.
El sol estaba ocultándose, llevaba allí atada horas, sin que nadie viniera a traerme siquiera un poco de agua, hasta que de pronto la puerta de madera chirrió debido a los oxidados picaportes.
Se oyeron los pasos de dos pesadas botas que se acercaban mientras la puerta volvía a cerrarse.
No me atrevía a mirar, pero al sentir que un cuerpo también se apoyaba en aquel colchón limpio, pero viejo, no pude evitar hacerlo.
Me sorprendí al ver como un joven, seguramente de mi edad o un poco mayor que yo, se quitaba su gorro de militar dejandome ver su rostro: Su tez bastante blanca, pómulos marcados, labios rosados y carnosos, sus ojos rasgados y negros de mirada penetrante, todo enmarcado por su lacio cabello negro que le cubría uno de sus ojos.
-Así que una revelde ha venido a hacernos una visita, eh?-
Dijo en un tono burlón. Se supone que al no apoyar la milicia de corea, ni en querer contribuir a las recaudaciones se me consideraba una revelde, por eso huía, pero me atraparon en este cuartel apartado de la mano de Dios.
Sólo sonreía y escudriñaba con sus ojos mi rostro, hasta mi cuello, mientras se quitaba la chaqueta.
-Como se te ocurra gritar, o decir algo te mato-
Dijo de pronto, mientras sacaba una gran navaja y la colocaba sobre mi cuello.
Asentí llena de pavor. Mi corazón comenzó a latir aún más al sentir y ver como de manera salvaje con su cuchillo rasgaba mi camiseta, cortando primero los tirantes, y luego con mucho cuidado rasgándola por mi pecho.
Sentía mi rostro enrojecer de rabia y vergüenza. Cogió el cuchillo he hiso un ligero corte en el borde de mi falda. Soltó el cuchillo y con las dos manos cogió cada extremo, tiró con fuerza, escuchando claramente como la tela se rompía y tiraba la falda, dejándola en el suelo.
Podría haber ofrecido resistencia con las piernas, ya que las tenía libres, pero fue tal mi estupor que no movía ni un solo músculo.
Se quitó la camisa del pantalón, desabotonó solo un par de botones desde el cuello y al arrancarsela por arriba, la lanzó al suelo junto a mi falda.
Sus manos eran cálidas y decididas. Comenzaron por mi cadera, subiendo siguiendo el contorno de mi cintura, hasta parar en un de mis senos. Me estremecí, haciendo que él enmarcara una sonrisa y sin sortarme se acomodara con las piernas abiertas sobre mis caderas, pero sin apoyarse en ellas.
-Te gusta, eh?-
Su rostro se acercó hasta sus manos inquietas y con sus labios probó mi piel, haciendo incapié en mis pezones, que no podían evitar reaccionar al contacto con su lengua, no entendía como aquella intromisión en mi cuerpo podía siquiera gustarme, sentía vergüenza de mi misma, de mi cuerpo y mis instintos, pero no por completo.
Siguieron sus besos por mi cuello, pero nunca llegaron a mi rostro, mucho menos a mis labios. Supongo que en todo aquello quería mantener cierta distancia entre nosotros, aunque pareciera ridículo.
Sus manos siguieron camino hacia abajo, ambas. Todo su cuerpo descendió de manera que pudo abrir mis piernas con ambas manos, uno vez lo hubo hecho cogió la bragueta de su pantalón y la abrió para sacarlo.
Sus manos cogían mis caderas para elevarlas un poco y abrir completamente el paso de mi intimidad a la suya. Sentía su miembro queriendo abrirse paso a mi entrada, pero la ausencia de humedad hacía el paso difícil y doloroso para mi.
-Vamos no te resistas-
Apartó su intimidad y se agachó hasta la mia sintiendo como sus labios y su lengua me quitaban el aliento. Apretaba los dedos de los pies ante su cálida respiración y su humedad calaban dentro, insistiendo en aquella parte que más excitaba a cualquier mujer.
Al gemir apartó su rostro y volvió a encaminar su miembro mientras se relamía los labios, percibiendo como se perdía entre su boca tanto su propia humedad como la que había logrado obtener de mi.
Le sentí irrumpir en mi, temblé irremediablemente, era algo delicioso a la vez que escabroso. Era tan grande que al terminar con mi virginidad no pude más que morderme el labio de dolor he intentar no gritar.
-Así que soy el primero-
Al parecer se había dado cuenta de como se rompió, pero no despertó en él ni un hilo de compasión, sino que inmediatamente siguió con unas suaves envestidas. Aquel dolor inmediatamente desapareció, convirtiendose en un incontrolable placer que a pesar de mi resistencia, no dejaba de aumentar ante sus movimientos y aquella expresión de satisfacción obvia en su rostro.
La cama de metal comenzaba a chirriar más rápido y más fuerte, se fijaba atentamente en como sus movimientos hacían que mi pecho se inchara al intentar contener mis gemidos y como ya había dejado de subir mis caderas ya que de manera que no podía entender no yo misma, había flexionado mis piernas para que pudiera sentir mejor su valanceo y su intimidad.
Extendió todo su cuerpo sobre el mio mientras cogió el cuchillo de nuevo y lo ponía sobre mi cuello. Se dio cuenta de que tenía el rostro sonrosado por mis ganas de gritar.
-Ni se te ocurra hacerlo-
Cuando me dijo aquello mi mirada, que se había quedado perdida en aquella diminuta ventana , se clavó en sus profundos y rasgados ojos, desafiandolos en expresión, tanto de dominación como de placer.
No perdía detalle de ellos mientras su rostro se movía irremediablemente y su brazo se perdía entre mi espalda y el colchón viejo, ayudándose para poder coger más fuerza.
Se había quedado conmosionado al mirarme tan fijamente, escudriñaba mis ojos mientras fruncía levemente el ceño, pude escuchar como susurró desconcetado ante mi actitud.
-No estás llorando...-
Soltó el cuchillo de mi garganta y lo lanzó al suelo, mientras perdía su rostro entre mi brazo atado y mi cuello, gimiendo de manera incontrolada.
Más y más rápido, tanto que su sudor hacía que resvalara su cuerp contra el mío. Cogió mi pierna de manera algo torpe ya que ante sus envestidas, seguía escondiendo su rostro en la almohada, y la flexionó aún más, si no hubiera sido de naturaleza flexible aquello me hubiera dolido en sobremanera. Abrió mi pierna por completo mientras escuchaba su pelvis chocar contra la mía tan fuerte que se oía aún más que el chirrido de la cama, más que sus gruñidos en mi oreja, hasta que por fin soltó mi pierna y su mano de detrás de mi espalda para poder coger los barrotes de la cabecera, los músculos de sus brazos se marcaron y su cuerpo se estremeció a la vez que seguían sus rudos movimientos, convirtiendose luego solo en leves espásmos. Mientras yo sentía que me ahogaba en su cuello.
Cuando desperté ya no estaba, tenía una bandeja de comida en el suelo frete a la puerta y una especie de vestido olgado de lino blando sobre la cama. Me sorprendí también al darme cuenta de que ya no tenía las muñecas atadas a la cabecera.
Me puse el vestido, y comí con cuidado ya que tenía las muñecas lastimadas.
Pasó el día sumamente lento, hasta que llegó de nuevo la noche. No escuché como la puerta volvía a abrirse, solo sentí como de nuevo alguien volvía a sentarse en mi cama y cogía mis manos, besó mis muñecas heridas. Sabía que era él. Así que volvió a hacermelo una y otra vez, casi hasta el amanecer. Pero seguía sin besar mis labios.
Pasaron así varios días, acostumbrada a recibir sus vistas por la noche y a sentir como me hacía el amor con tanta devoción.
Pero un día, cuando era de noche sentí que alguien entraba, pero antes que él pude percibir un ahogante y repugnante olor a licor de arroz. Estaba segura de que no era él. Me encongí inmediatamente al sentir como buscaba el borde de mi vestido para subirmelo.
-No!-
Dije casi en grito, pero recibí como respuesta una bofetada que exterminó por completo mi valentía.
Me giró violentamente ahogandome contra la almohada, sintendo como sus rudas y ásperas manos me subían el vestido e intentaban hacerse paso entre mis piernas, pero yo me resistía con todas mis fuerzas.
De pronto se detuvo, escuchando como alguien lo aporreaba contra la pared y le propinaba un puñetazo.
-Es mía -
Le susurró en advertencia y lo echó de la celda. Encendió una lámpara y la colocó sobre una mesita.
Sus ojos temerosos inspeccionaron mi rostro, cuyo hilo de sangre que caía desde mi boca delataba. Cogió un pañuelo de su bolsillo y con cuidado sacó el pequeño hilillo.
Mis ojos no podían ser más obvios a mi petición de un beso, y él lo supo entender. Sentí sus cálidos labios sobre los mios, eran mejor que cualquier noche que hubiera pasado con él.
Aprendía a mover mi lengua al compaz de la suya, mientras le recostaba en la cama y me colocaba sobre él. Esta vez fui yo quien lo hizo todo, le quité la camisa y le desabroché el pantalón, entré en él de inmediato, valanceando mi cuerpo sobre el suyo, sintiendo como sus dedos se hundían en mi piel y me ayudaban a moverme ante mi falta de experiencia en esa posición.
En el momento culminante se incorporó y hudió su rostro en mi cuello, escuchando con estupor como me susurraba.
-Me he enamorado de ti-
Sonreí sintiendo que mi corazón daba un salto, mientras sentía como el fuego subía por mis entrañas sintiendo que el momento culminante ya estaba allí.
-Yo también, key-
A la mañana siguiente había ropa de calle sobre mi cama y mi bolso intacto al lado de esta.
No entendía nada, pero aún así bañé con aquel cubo de agua que siempre hábía en el otro extremo de la celda, y me vestí.
Entró un joven y con la mirada seria me dijo.
-Es libre, acompáñeme-
Le seguí con el corazón en la mano, mientras miraba a todos lados intentando encontrar a mi soldado, pero llegamos hasta la entrada sin encontrarle.
El soldado que me guió tan solo me sonrió de manera extraña, pero no entendía porqué.
Abrió la puerta y allí estaba él, esperandome vestido con unos pantalones informales, una camiseta, su bolso y una sonrisa.
-Vamos a casa-
FIN
Sí, lo sé. No soy capaz de imaginarme a Key en ese modo de militar lujurioso XD
pero es el sueño que tuve jeje
yo no sería capaz de enamorarme de alguien que me viole XD por más onew o key que sea LOL
bueno, espero que les guste

OMG O______________________o
Cómo puedes soñar tan así Y_Y
dame la receta XDD
nonono yo si me lo pude imaginar X__________X
nonono
kasdsjdasdjas
yo tampoco me enamoraría de alguien así
pero kasjdkasjdas XDDDD

en serio pasame la receta ¬¬ XDDDD

lo siento no hay receta

Y_______Y
esta bien, me conformo con mi imaginación XD

bueno...edito luego es que he tenido otro sueño con onew
este ha sido el más románticos de todos jejej ^^

pensé que ya lo habías colgado Y_Y

:WTF: Ohh,por dios...
realmente no podria imaginarme a Key
en modo de militar pervert XD
vaya chica me impactan tus sueños...
si he tenido sueños asi pero no con los SHINee :baah:
y despues de unas horas se me olvidan :nooo:

hahahahaha XD
aveces no hay necesidad de ver xxx
XDDDD solo con verlos a ellos :san:

yo la verdad es lo contrario..mientras más pienso perver antes de dormir..no sueño nada con ellos...esos sueños me viene de la nada...así por las buenas... :XD:

ahora sí!!! voy a contar el sueño que tuve con él...
fue en dos faces...
Primera:
Una noche despejada de luna llena, un clima templado y agradable nos rodeaba. Caminábamos cogidos de la mano, estábamos tan distraidos, riendo y charlando que ni nos habíamos dado cuenta de que habíamos abandonado aquella calle repleta de gente, perdiéndonos en un gran parque vacío e iluminado levemente por pequeñas farolas naranjas.
Nuestras sonrisas de pronto se apagaron y el ambiente cambió de forma radical. Todo comenzó cuando de pronto él se detuvo frente a mi.
Nerviosa alze la mirada para encontrarme con la suya, e inmediatamente me perdí en sus ojos cafés que reflejaban la luz de aquellas farolas y yo.
Sentía su respiración algo agitada chocar más en mi mientras acercaba su rostro al mio. Respiraba lentamente, al ritmo de sus movimientos. Sentía que se me cortaba la respiración cuando su respiración ya chocaba contra mis labios, su aliento.
Atrapó levemente mi labio superior entre los suyos y yo saboreaba su labio inferior, era terriblemente dulce, suave, esponjoso, como un dulce almohadillado. Nuestros movimientos era tímidos y precavidos, era obvio que mi experiencia era mayor que la suya, pero no pretendía que fuera claro para él.
Nuestros labios intercambiaron de lugar, sintiendo como sus dientes levemente me apresaban en pequeños mordiscos, aquellos labios con sabor a capuccino me sabían a gloria, tanto que aquel helado de chocolate que sujetaba, se había resbalado de entre mis dedos, ya que lo que ansiaba era abrazarme a él y no soltarle jamás.
Rodee su cuello con un brazo, acariciando su pelo y su oreja con la mano, él amarró mi cintura con los dos brazos. No podía moverme, solo deseaba poder seguir saboreando sus labios hasta el fin de mis días, la sensación más deliciosa, aquellos labios carnosos, húmedos, cálidos, dulces, su tibia respiración que intentaba avanzar, pero sin querer separarse de mi. Hasta que al fin sentí su tibia lengua, la acaricié al instante , sintiendo aún más profundamente ese sabor a nata, y él sintiendo mi sabor a chocolate.
Más profundos sus labios me exploraban, era exquisito, hasta que necesitábamos respirar, nos separamos tan solo unos milímetros, lo único que pude decir fue una exclamación:
-Wow!-

Segunda:
Estábamos en la habitación de su apartamento, el de los cinco, pero solo estábamos nosotros dos.
Él llevaba una camiseta blanca con print de colores, unos vaqueros negros ajustados, sus cabellos algo despeinados,(como en una foto que se hizo en casa). Yo llevaba un vestido ligero de verano, el cabello suelto, ambos estábamos descalzos.
Nos estaba acostumbrada a verle tan serio, tan concentrado.
Con una mano recogió mis cabellos, mientras con la otra, con aquellos dedos juguetones, deslizaba el tirante de mi vestido, haciéndolo caer. Se agachó y comenzó a besarme suavemente el hombro, subiendo hasta llegar a mi cuello, volvió a hacer lo mismo con mi otro tirante, pero sus labios siguieron quietos en mi cuello. No podía moverme, ni terminar de salir de mi sorpresa, estaba totalmente bloqueada ante sus besos, el cómo deslizaba mi vestido hacia abajo, haciéndolo caer a mis pies, me moría de vergüenza.
-No te preocupes...-
Me dijo con dulzura y se quitó él también la camiseta, para que estuviéramos igualados en condiciones.
Era como contemplar un milagro. Su piel blanca, aquellos lunares escondidos, sentía cada milímetro de su piel con mis manos, suave, cálida, inexplorada.
Bajé mis manos hasta su pantalón y se lo desabroché, mis dedos solo lograban dibujar una y otra vez la linea en V que formaba su vientre y terminaba en aquella zona tan pecaminosa. La piel se me erizó cuando me desabrochó el sujetador, clavando sus ojos en mis pechos, se humedeció los labios con la lengua.
Me cogió la mano, guiándome hasta su cama.
-Estás segura?-
Me preguntó con seriedad cuando me senté en ella.
Al perderme de nuevo en aquellos dulces ojos llenos de inocencia, amor, entrega y ansias no pude más que asentir muda cuando me sonrió, aquella sonrisa que me quitaba el sentido. Ambos estábamos seguros de nuestro amor.
Mientras el perdía su rostro entre mis pechos, yo le quitaba los pantalones, sintiendo primero las curvas de sus bonitas nalgas sobre la tela de su ropa interior, y luego sus piernas, hasta que él con un extraño movimiento se los quitó por completo.
Ahora ambos estábamos igualados, solo con nuestra ropa interior cubriendo nuestras intimidades.
Sentía como mis pezones quemaban dentro de su boca, su mano dibujaba la linea de mi hombro y la otra la de mi cadera.
Los músculos de su espalda se marcaban al acercar su miembro a mi por sobre las prendas, volví a perderme entre sus esponjosos labios.
Seguimos así durante bastante tiempo, explorando nuestros cuerpos al milímetro, sintiendo desvanecer al besar mi espalda, acariciándonos por debajo de la escasa ropa que nos quedaba, jugando con mis cabellos, riéndonos al hacer las cosas por primera vez, al sentir nuestros dedos inquietos urgar en aquellas zonas, sentir reaccionar su cuerpo cuando le mordía la oreja por sorpresa.
Hasta que los jugueteos pasaron al siguiente nivel. Levanté mi cadera levemente para que pudiera deslizar mi ropa con facilidad, prestando especial atención a como se deslizaba entre mis piernas. Cogió cada pierna con una mano y comenzó a besarme por la parte interna de mi muslo, desde la rodilla, bajando más y más, hasta que sentí el golpe de su respiración en mi intimidad, sus besos tímidos a la vez que íntimos me encantaban.
Cuando se apartó, me puse de rodillas frente a él, quedando casi a la misma altura, le abracé.
-Te quiero-
Me besó el cuello con ternura y me dijo:
-Yo también te quiero-
Mientras volvía a besarme le bajé la ropa interior.
Sujetándome con un brazo volvió a recostarme con cuidado en la cama.
Me abracé a él, respirando de manera entrecortada en su hombro al sentir con su intimidad se introducía lentamente en mi, tenía miedo pero no de él, ni de la primera vez, sino de perderle ya que sabía que nunca podría volver sentir algo así con alguien que no fuera él.
Lo hizo con algo de esfuerzo, pero con cuidado, nos quedamos quietos acariciándonos con dulzura y besándonos hasta que el dolor desapareció por completo, le dije:
-Hagamoslo-
Le susurré conteniendo el cosquilleo que me producía su intimidad, ya que comenzaba a sentirle con más claridad que al principio. Pero aquello era nada en comparación con la sensación de su balanceo, su cuerpo moviéndose hacia adelante y hacia atrás me hipnotizaba.
El roce de su pecho contra el mio me erizaba la piel, sus cabellos acariciando mi oreja, su suave colonia, era como si su miembro se hinchara más dentro de mi, dándome más placer del que podía retener.
Aquel ritmo frenético, sus gemidos en mi oído. Tenía las piernas flexionadas, todo el cuerpo me temblaba, aquello era el cielo. Hasta que de pronto sentí el fuego subir por mis entrañas,los espasmos de su intimidad, de la mía. Sentía que me moría de placer, pero aquello era solo el principio. Se detuvo de pronto, me cogió por los hombros, viniendo sin precio aviso aquella brutal envestidas, grité. Me aferré a su espalda como si estuviera a punto de caerme de un precificio. Todo mi cuerpo tembló, sentía que ya no era dueña de mis actos ni de mis sensaciones. Llegó la segunta, pero esta vez quién gritó fue él , mientras yo encogía los dedos de los pies y le arañaba la espalda, aquello no podía ser real. Pero no había terminado, y cuando llegó la última sentí como mis piernas se quedaban suspendidas en el aire temblando al sentir como parte de él entraba... fue realmente delicioso.
Pero me quedé de piedra al ver que en la puerta entre avierta se asomaban tres cabezas, la de Key, Jonghyun y Taemin.
FIN XD

bueno 77
*_*

ouuu uesos son verdadderos sueños

io hace tiempo q no sueño kn mis engreidos!! sigan chiks soñamdoo q se puede hacer relidad!!!

me encnato!!!

aparto me quede hasta q estan luchando como titantes, hago msi deberes y veng a termianr

*_*
porque yo nunca sueño -_-
OMG el lugar se escucho muy :ammm:
además si fue cochinon
jojo se me hace q te viste algo Shinji
jojojo :ammm:
no olvides postear cuando sueñes de nuevo ;)

OMG SHINJI!!!!
fue super genial!!!
me gustan más tus sueños que los mios...XD
jajaja
y digo lo mismo que Nyy...cuando sueñes de nuevo vuelve a `postear vale? :JAPI:

ya está, ya he terminado, está en el primero que he escrito... :JAPI:

OMG :OMO:
nonon
askasdasd
kasdñasd
skdasñdsas
X__________X

ajshdlasd
Bou cómo, cómo puedes?
X_________X
OMG
OMg OMg

ademas el final huhu XDDD

Pero me quedé de piedra al ver que en la puerta entre avierta se asomaban tres cabezas, la de Key, Jonghyun y Taemin.

huhuhu

jbvwioeruniosmb
ovnwtriorwnmbionetnb
fvonboiwbviuernbvndsigjvlarwjvw

wow BOU que sueños tienes ...... sienpre quedo con la boca abierta cunado los leo
jdfvn lwiefnvoipnerwobv *loca*
y se asomaron tres cabezas !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
*tenian que ser justo mis brillositos favoritos *
OMG OMG OMG OMG OMG !!!!!!!!!!!!!!!
niña me encantan tus sueños
una pregunta ??????
cuando te levantaste como reaccionaste ? ????

Pues cuando me levanté no lo recordaba, luego cuando estaba sentada en el báter haciendo pis...lo recordé de golpe...y me quedé como que...
¿QUÉ DEMONIOS HACÍAN KEY , JONHYUN Y TAEMIN MIRANDO !!!!!? :WTF:
Pero de verdad...sentía que me faltaba el aire, con razón mi hermano me dijo que el crujir de mi colchón al moverme tanto no le dejan dormir :XD:
Un día de estos voy a tener un orgasmo real por sueños :MUAJA:

huhuhu XDDDDD
nonono que pasada XD

hahahahaha creo que todas lo tendrian
con tanta imaginación el sueño se vuelve tan real
y tu cuerpo no puede reaccionar de otra manera
Bou te apoyo :(Y):

Pues entonces esperemos...jejej