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Not My Highschool Sweetheart
Recuerdo del primer mensaje :
Título: Not My Highschool Sweetheart
Autor: Fuerza Friki
Género: AU
Parejas: 2min
Amor de preparatoria… Es difícil de explicar. Muchas veces es el primer amor, vergonzoso, nervioso, diferente. Estamos fascinados por él, viendo tantas historias que lo representa, leyendo las palabras sobre jóvenes adolescentes superando sus inseguridades y buscando un amor que va a paso lento y lleno de curiosidad.
Si, así debe ser el amor de preparatoria, lleno de primeras veces y esperando las cosas con manos temblorosas y preguntándonos si estamos listos. Eso es lo que se busca en las historias de adolescentes el sentir otra vez esa incertidumbre de nuestro pasado… Pero muchas otras veces se busca el sentir algo que uno piensa que no sentirá en su vida, no se te perdonará estar avergonzado, nervioso o hacer las cosas a un paso diferente de nuevo, después de la preparatoria pierdes la oportunidad de ir dando tumbos por la vida sin saber a lo que te estas enfrentando.
Mi nombre es Taemin y al final me volví un aficionado de las historias de primeros amores, tan sencillos, donde un abrazo o tomarse la mano eran aquello que podía dar una profunda dicha a una persona y el primer beso era como tocar el cielo y fundirse con él poco a poco hasta volverse una nube. No sé cuándo mi fascinación comenzó, creo que pudo ser en la preparatoria, empecé leyendo en el rincón alejado de la biblioteca cerca de la ventana donde podía ver a la persona que me gustaba, pero fue imposible para mí hacer cualquier contacto. Por el contrario me sumergí más y más en los libros imaginando que podía ser yo algunas veces otras enojando con el protagonista por ser tan terco con sus propios sentimientos.
Pasé a ver películas yo solo en mis ratos libres, las series vinieron luego, después buscaba cualquier escrito sobre esto. En un momento ya estaba saliendo del trabajo en la oficina y llegando a mi departamento a buscar sobre cualquier historia que fuese alegre o triste sobre un amor sencillo y sin problemas o complicaciones graves.
Mi extraña obsesión no quedó como secreto y de un momento a otro mis compañeras de trabajo me empezaron a preguntar cómo podían saber si un chico podría ser un buen novio, que significaba cada gesto o que opinaba de ellos. Me decían que las regañara si escogían a una mala persona o sentían un flechazo por algún mujeriego.
No podía entender la razón pero que me pidieran cosas así me dolía, no deseaba ser tratado como un analista de personas y mucho menos dar consejos de amor cuando era un verdadero inexperto en ello. Pero al final no podía más que ayudarlas a notar si los chicos eran posesivos o tenían ideas retrogradas o fingían ser algo que no eran ante los ojos de ellas. Soy demasiado blando y no soporto verlas heridas por jugadores que usan bellas palabras o gestos para engatusarlas, así no son los protagonistas de las historias. Siempre se muestran como son aunque sean odiosos y uno encuentra las cualidades de ellos con el tiempo, tampoco intentan cortar las alas de sus contrapartes y aunque sus sentimientos tarden demasiado en ser expuestos no dañan gravemente a las chicas ni hacen movimientos si no están seguros.
-Pero a veces les dañan o dicen cosas crueles para protegerles.
-Pero en esos casos es por algún pasado obscuro o una inevitable batalla, entonces creo que en ese momento es un acto noble.
-Me asombras Taemin – Sonreí volteando a ver a quien sonreía sobre mi hombro – ¿Esto es parte de tu terapia?
-Afirme y guardé el documento mientras cerraba la computadora- Ya que me cuesta hablarle y le dije que escribía también me mencionó que escribiese sobre mis inquietudes e analizara cuando empezó a afectarme tanto. – El chico con el que hablaba tomó la toalla que estaba en sus hombros y la pasó por su cabello intentando secarlo un poco más antes de ir al refrigerador a tomar una botella de agua.
-¿Cuándo empezó a afectarte? – Preguntó mientras la abría lanzando una mirada de lado mientras yo me sentaba en la barra.
-Supongo que fue en mi último cumpleaños, cuando noté que sería ridículo tener un primer amor a mi edad y me di por vencido.
-Tooooooontoooooo – alargó la palabra después de dar un trago de agua – no importa la edad.
-Sonreí afirmando, eso también lo había leído en miles de historias y aunque mi lógica me decía que si era cierto, algo en mi interior había muerto hace tiempo dejándome con la sensación de que nunca me llegaría a pasar. – Pero tu evades a las vírgenes – dije agregando al argumento y noté en su mirada que mis palabras me habían hecho ganar esta discusión.
-Es mejor alguien con más experiencia – me volteó a ver – pero eso sirve solo con cerdos como yo –se señaló sonriendo -¿Saldrás hoy? – Negué en silencio con una sonrisa, eso significaba que él saldría. Si tuviese que definir a mi compañero de departamento sonaría como el antagonista de mis historias, mujeriego, directo, burlón, buscando solo divertirse y nada alto.
Es una historia graciosa de como empezamos a vivir juntos.
Flashback
-Nos dividiremos la renta a la mitad y muchas veces tú podrás cocinar y acomodarte como gustes por que no estaré en casa todo el tiempo.
-Afirmé-
-Aquí están las llaves- sonrió entregándome las llaves sin ninguna preocupación.
Fin del Flashback
De acuerdo, comenzamos a vivir juntos de una forma muy normal, fue cuando lo fui conociendo que las situaciones raras empezaron. Como ver a una chica diferente cada vez salir de su habitación y compartir el desayuno conmigo mientras mi compañero se arreglaba. La vez más asombrosa fue cuando salió una chica con una camisola y al verme me empezó a preguntar si era el hermanito de la casa. Mientras realizaba sus preguntas una segunda salió solo en ropa interior con dirección a la cocina y cuando la observaba asombrado bostezar y tambalearse en busca de agua una tercera apareció ya arreglada y maquillada preguntando por el café. Ese día intenté hablar con Jonghyun, pero descubrí que había huido en medio de la noche y me había dejado en esa situación.
Si así se llama… Jonghyun… el chico raro con el que vivo, no es mala persona, pero definitivamente no le presentaré a ninguna de mis amigas por más que me insista.
-JAJAJAJAJAJA- Las fuertes carcajadas retumbaron por la habitación- Ese Jonghyun parece ser todo un personaje – volvió a decir entre risas la mujer cuarentona con traje gris y blusa turquesa que se había vuelto mi terapeuta. – Debes pasarme su número – dijo levantándose hacía una mesita con una cafetera eléctrica donde llenó su taza sin dejar de reír, pero ahora suave.
-¿Usted quiere conocer a Jonghyun? – Dije asombrado mirando su espalda, la terapeuta podía ser del tipo de Jonghyun, aún se veía joven, tenía un cuerpo esbelto y bien formado, además ya había visto mujeres mayores en el apartamento, ellas me preparaban el desayuno cuando aparecían.
-Acabo de pasar por un divorcio, a veces nosotros escogemos nuestra propia terapia y forma de sanar – se volvió a sentar y me sonrió. – Para ti ha de sonar algo extraño porque ves las relaciones de una forma pura y honesta. – Agaché la mirada algo decepcionado de mí, ya no era un niño para pensar así. – Pero creo que tu estas en lo correcto y Jonghyun y yo somos los que estamos heridos por algo y no podemos ser sinceros con nosotros. – Me brindó una sonrisa y la miré algo asombrado, me había enterado de muchas cosas de ella y no creo haber dicho tanto de mí, pero por alguna razón me inspiraba confianza.
-Nos vemos la próxima semana – dijo poniéndose de pie y dirigiéndose a la puerta- esta vez quiero que escribas de la persona que admirabas desde la biblioteca ¿Me harías ese favor?
Negué- Aun no puedo – miré al piso algo abatido.
-En ese caso que sea sobre tus buenos amigos – volvió a sonreírme – iremos a tu paso, no debes preocuparte por nada. - Afirmé ansioso y tomé mis cosas para salir por la puerta que acababa de abrir- Mándame al que sigue por favor – le dijo a la secretaria y esta mencionó un nombre – seguí caminando cerrando mi mochila cuando me topé con alguien.
-Lo siento – dije inclinándome.
-No hay problema, creo que ambos íbamos distraídos – reconocí la voz y me congelé aun inclinado mirando hacia el piso. No podía tener la misma voz, habían pasado años. No me atreví a mirar, pero sentí como la persona se agachó para verme y cerré los ojos aterrado.
-Por favor pasa- la voz de la doctora sonó detrás de mí. – Si, gracias – esa voz que retumbaba en mis oídos contestó y pasó a mi lado – perdón por chocar – dijo en tranquilidad y me quedé inmóvil hasta que la puerta cerró detrás de mí.
-¿Estás seguro que era esa persona? – Preguntó en un tono alto en medio del centro comercial mientras yo seguí aumentando el rojo en mis mejillas, lo sentía por la forma en que se calentaba mi rostro. No quería hablar de este tema en medio de tantas personas, pero comer algo sonaba bien después de ser arrastrado contra mi voluntad por el centro comercial.
-No estoy seguro – dije bajo apretando con mis manos cerradas sobre mis rodillas – no pude levantar la mirada.
-Es imposible – dijo antes de beber de su malteada – hasta se fue al extranjero, no lo pienses demasiado y sigue tranquilo. – Levantó la mirada –luego tenemos que ir a esa tienda- señaló y giré a ver otra tienda de ropa, no tenía problemas en el comprar ropa, pero si eran más de 4 horas en ello intentaba como zafarme.
Todo era culpa de mi mejor amigo desde la preparatoria, aunque era un año mayor que yo siempre encontraba como arrastrarme para que cargara todas sus compras. – Necesitaré una chaqueta que combine con los zapatos que acabamos de comprar – suspiré y bebí de mi refresco. Mi amigo Kibum, difícil de describir, pero aun así debo hacerlo, si busco en mi vida, tengo pocos amigos. Una de las chicas del trabajo la considero mi mejor amiga, uno de mis primos y Kibum, son las personas con las que más comparto y mejor me llevo. Primero describiré a Kibum, creo que si no lo pusiese primero podría causar una crisis como cuando perdió el premio a la popularidad en nuestra escuela.
Kibum, prefiere que le diga Key, es una persona egocéntrica, que cree que siempre tiene la razón, le importa mucho las apariencias y puede hacer menos a los demás sin problema. Creí que era una persona horrible al principio, no mentiré, lo veía como todos lo veían y escuchaba los rumores sobre él. Fue uno de esos rumores por lo que llegué a conocerlo. Tras de escuchar que estaba saliendo con uno de los profesores solo me dirigí a mi punto en la biblioteca a ver la clase de educación física de los de segundo año y ahí estaba Key con otro chico.
-¡ESTOY CANSADO DE ESTO KIBUM! – La voz masculina resonó y miré alrededor notando que la biblioteca estaba tristemente vacía como siempre.
-No – la voz que contestaba era suave y llena de tristeza, se quebraba a cada momento – no es verdad, yo no he estado con nadie más.
-¡CALLA! Nada de lo que digas mejorará, te hice caso porque pensé que eras honesto, pero solo me harás la burla de todos, tenía que estar con un puto marica como tú, solo buscas a quien coger – el llanto sonó un poco más fuerte y quise asomarme, estaba siendo demasiado cruel, aunque no entendía sobre ese tipo de amor, era muy cruel.
Cuando me asomé el chico contra la mesa pasó su manga sobre sus ojos y luego avanzó hacía el chico de tercero que estaba frente a él. –Creí que eras más genial – dijo con firmeza y una voz fuerte antes de propinar un duro puñetazo sobre su mejilla. Retrocedí un poco y miré más que asombrado, el tal Kibum no era tan femenino como decían, en ese momento se vio tan fuerte y prepotente. Me volteó a ver y un escalofrío corrió por mi espina dorsal.
-Querido – dijo hacia donde me encontraba y me quedé perplejo. – Tardaste mucho en llegar bonito – se acercó a mí y pasó su brazo por mis hombros.
-¿Pero qué? – El chico de cabello negro se levantaba del piso con la mano sobre su rostro. Kibum tomó mi mentón y acercó su rostro. Yo aún estaba congelado pensando en la palabra querido y peguntándome en que me había involucrado.
-Los chicos jóvenes son lo que está de moda – dijo Key y besó mi mejilla- una ternurita como esta es lo que necesito.
- Estás enfermo – el otro chico dijo avanzando hacia nosotros.
-Creo que lo estoy - lamió mi mejilla y rozó con su nariz por mi pómulo cerrando los ojos – los ukesitos huelen tan bien – Abrí grande los ojos.- Después de todo solo soy un marica que quiero coger – lo volteo a ver sin separarse de mi pegando su mejilla a la mía. El chico solo pudo darse la vuelta.
-Está bien, así no seré la burla de nadie – dijo comenzando a avanzar. Pasó un momento después de que desapareció y Kibum me soltó despacio.
-Perdona- dijo suave mientras estaba cabizbajo – solo quería tener un poco de orgullo de mi lado, por lo menos eso – dijo mientras pequeños brillos caían al piso salpicando en silencio en la obscura biblioteca.
-Lo entiendo – dije intentando ignorar que había sido llamado Uke, ternurita y bonito, las palabras que más me dolían, desde la secundaria se habían vuelto tabú para mí y sin embargo siempre terminaban persiguiéndome. Pero no podía ignorar que el chico que estaba a mi lado estaba quebrando su dura fachada impuesta para no quedar mal. – Él fue muy cruel- me atreví a decir no sabiendo que más hacer para consolarlo.
-Lo fue – el chico levantó el rostro- pero yo puedo serlo más.- Le miré mientras forzaba una sonrisa.
-Tu maquillaje se corrió – dije señalando y el rápidamente sacó un espejito de su saco.
-Con un demonio, decía que era a prueba de agua – en ese momento no pude contenerme y solo pude comenzar a carcajearme mientras el intentaba limpiar las marcas obscuras debajo de sus ojos. El chico se me quedó viendo y luego sonrió. – Soy Key y por tu ayuda te llevaré de compras.
-¿De compras? – Pregunté inclinando la cabeza.
-Claro – tomó su mochila que estaba en el piso – tengo muchos planes para ti… - cortó en silencio y dirigió su mirada para mi - ¿Cuál es tu nombre?
-Taemin – dije algo nervioso y el me brindó una sonrisa. Su sonrisa cuando era honesta era tan cálida y maternal, se sentía agradable, simplemente me llenó de confianza y desde entonces fui su conejillo de indias para probar nuevos estilos.
Cuando de Key se trataba parecía que el amor solo estaba para maltratarlo, me gusta consolarlo, porque el siempre desea lo mejor pero al final siempre encuentra cada bastardo que solo termina lastimándole más. Pero aun así tengo gran respeto y asombro por él, ha pasado por todo y aun así nunca se rinde. Me dice que el amor verdadero está ahí y que él llegará a encontrarlo. Yo no he sido lastimado y nunca me he atrevido a buscar como Key, pero deseo que él lo logre.
Un leve sonido surgió de los labios de mi terapeuta mientras leía la última hoja de lo que había escrito y luego pasó esa hoja hasta la parte de atrás del manojo de páginas dejándolas consecutivamente en la mesita frente al sofá. – Tu amigo Kibum parece ser otro personaje muy diferente a tí– afirmé – Key – corregí casi automáticamente debido a que me tenía bastante condicionado.
-Pienso que te rodeas de muchas personalidades fuertes – tomó su taza de café y le dio un suave sorbo para luego dirigir su mirada hacía mi - ¿Qué sentiste cuando se te acercó es vez? – Mire a la doctora curioso por la pregunta.
-Creo que algo confundido y un poco molesto – La mujer de cabello negro tomó una libreta y anotó algo -¿Por qué confundido? – Continuó mientras volvía a verme.
-Porque no esperaba que se llegara a pegar a mí, creo que pensé que se quedaría llorando en el lugar – eché la cabeza hacía atrás y me puse a pensar – tampoco creí que yo fuese bueno para eso, no creo que sea atractivo para nadie y mucho menos para darle celos a otra persona – dije tragando saliva, ser honesto con uno mismo duele.
-¿Entonces por eso no hubo un gran enojo de tu parte? – Incliné la cabeza mirándole y ella sonrió – puede que otro chico simplemente lo hubiese golpeado o empujado, tan solo por ser utilizado de esa manera.
-No fui utilizado – respondí deprisa – creo que le di a entender que quería ayudar cuando me miró. – La terapeuta soltó una gran carcajada.
-¿Entonces por qué llegaste a sentirte molesto? – Siguió riendo intentando escribir en su libretita.
-Porque dijo que era bonito – presioné mis labios algo molesto por su riza – es algo que me enoja desde pequeño, la gente dice eres tan bonito como una niña. Hasta mis compañeras de trabajo me tratan de esa forma, como si fuese una chica más – la mujer afirmó seria y anotó esto.
-¿Qué tipo de chica te gusta? – Preguntó y en ese mismo instante bajé la mirada.
-Solo me ha gustado una – no pude dejar de mirar hacia abajo – no quiero hablar de eso aún.
-Lo entiendo, pero supongo que son chicas muy femeninas - dijo mirándome y yo solo pude afirmar.
-¿Por eso crees que tu apariencia no es la indicada? – Volví a afirmar y agregué: - En parte – ella afirmó también y volvió a anotar en su libreta.
-Qué tal si para nuestra próxima sesión escribes sobre otro de tus amigos – afirmé un poco más tranquilo, porque las preguntas directas se habían detenido. – En ese caso, nos vemos en una semana – dijo mientras nos poníamos ambos de pie y me dirigía hacía la puerta – ¿Le puedes decir a la recepcionista que pase al siguiente?
-Claro – sonreí tomando mi mochila y fui en dirección hacia la puerta- nos vemos - hice una reverencia y salí poniendo la mochila sobre mis hombros. Pasé hasta el escritorio alto donde se encontraba la recepcionista revisando su Facebook en la computadora y le dije algo tímido – la doctora quiere ver al próximo – ella afirmó y abrió una agenda negra donde tenían todas las citas.
-¿Gustas un dulce? – Preguntó acercándome el tazón con diversos caramelos y mentas y me puse a buscar mi favorito mientras la escuché decir el próximo nombre – Choi Minho, la doctora está lista para verlo – me volví a congelar, la seguridad de Key me había convencido de que no podía ser la misma persona.
-Gracias –dijo con su voz inconfundible y me quedé presionando los dulces aun con la mirada abajo, deseando que pasara deprisa por el pasillo que guiaba hasta el pequeño consultorio. No quise levantar la mirada para nada por lo que en mi mente comencé a contar el tiempo que tomaba salir de la recepción y recorrer el pasillo. Cuando pasó suficiente tomé varios dulces y salí deprisa, sin decir nada, sin mirar a mí alrededor, solo intentado alejarme tan rápido como pudiese.
-¿Estás seguro de qué es el mismo? – Volvió a preguntar la cara alegre de mi primo mientras comíamos –afirmé mientras le seguía el paso intentando no quedarme sin comida – ahora estoy más que seguro, Key me dijo que él investigaría si había vuelto a Corea, pero si estoy seguro que es él-
Mi primo dio un par de golpes en su pecho -¿Cómo está Key? – Le miré un poco molesto. – No es momento que me preguntes sobre eso – él sonrió rascando su nuca. – Ya sabes que siempre quiero saber cómo está.
-Lo sé – dije aún molesto girándome a ver por la ventana mientras veía a un grupo de chicas de preparatoria pasar riendo mientras veían la pantalla del celular de una de ellas y detrás, no muy lejos de ellas venía un chico solitario que fingía estar entretenido en el teléfono pero en realidad las veía de reojo.
-Me trae recuerdos – Mi primo mencionó y comió otro trozo de pollo – tu siempre estabas cuidando de ella.
-No puedo decir que la estaba cuidando – suspiré y miré como las chicas cruzaban y dejaban al muchacho del otro lado de la calle – ni siquiera podía cuidar de mí mismo.-
Me levanté y mi primo me vio algo asombrado, tomó la charola de la comida y corrió hasta el basurero para dejarla tomando la última pieza de pollo para dirigirse a mí tropezando con una silla y poniéndose de pie deprisa. Sonreí un poco – debes tener más cuidado hyung - el afirmó mientras seguía sonriente mordiendo el trozo de pollo.
Mi primo… es una persona difícil de describir, el no viene en Seúl, de hecho se mudó a Busan por su trabajo, pero aun así venía a verme. Es alegre, sonriente, cálido y la persona más torpe y con más mala suerte que te puedas imaginar.
Pero también es la persona que mejor me conoce y siempre cuida de mí. Es simplemente mi primo Onew, siempre está ahí. Más si parece que algo va mal cuando hablamos por teléfono, con seguridad él se aparecerá al día siguiente en la estación diciéndome que vayamos a comer antes de que deba volver al trabajo.
No puedo decir como lo conocí ya que está ahí desde que tengo memoria, sus padres también eran alegres personas, las recuerdo de mi infancia, pero trágicamente murieron cuando Onew hyung estaba en secundaria, como resultado el comenzó a vivir con nosotros.
Por un tiempo el no habló, mis padres estaban bastante preocupados por ello y yo intentaba hacerle conversación, pero el solo me sonreía y me daba un dulce. No podía entender por qué el silencio lo había invadido más porque solo estaba en primaria.
Todo parecía estar bien, pero no había palabra o sonido que saliera de sus labios, hasta que el último día de la secundaria después de recibir su diploma simplemente estalló en palabras, yo en ese momento ya estaba en primero de secundaria y pude ver como decía cosas sin sentido en medio del auditorio.
-¡Pollo frito! ¡Debemos ir a la playa! ¡Siempre quise probar el de mango! ¡Tu mamá! – Señaló hacia un compañero que retrocedió un poco -¡El profesor de ciencias es un enfermo mental! – los profesores tuvieron que bajarlo del escenario mientras seguía soltando toda clase de frases y palabras.
No pude evitar salir corriendo hasta la sala de maestros donde estaba sentado en una silla rodeado por varios profesores que cuchicheaban entre ellos -¿Hyung? – pregunté y el volteó a verme con una sonrisa – lo logré Taemin – me dijo feliz – no hablé hasta recibir mi diploma.
-¿Qué? –Pregunté asombrado mientras todos los maestros dirigían la mirada. – Mi mamá me dijo que no fuese tan perico para recibir mi diploma de la secundaria – no pude evitar reír un poco algo enternecido – Hyung, eso significa que no platicaras tanto en clases, pero no debías hacer un voto de silencio – seguí riendo con un poco más de fuerza y el me miró asombrado - ¿Enserio? – Todos los profesores se atacaron de risa en ese momento también mientras yo afirmaba entre carcajadas, al final todos estaban preocupados por él y fue tan refrescante escuchar su voz.
Después de eso no se volvió a callar, sus palabras podían ser cruelmente honestas o vagamente importantes, pero era grato escucharlo y era mi modelo a seguir durante la preparatoria. Aunque al terminar decidió mudarse fuera de la casa y conseguir trabajo, no quería ser una carga para mis padres. Pero siempre iba los fines de semana o días libres a ayudar con las tareas del hogar.
Onew hyung es mi piedra, eso puedo decir de él, alguien en quien confió y me ayuda desde las sombras.
-¿Por qué no le dices a tu terapeuta que cambie tu horario? – Dijo tranquilo mientras nos dirigíamos a la estación.
-¿No sería como estar huyendo aún? – Pregunté asombrado mientras avanzaba un poco delante de él.
-Sé que no estás listo para enfrentarlo – dijo con su brutal honestidad- puedo ver en tus ojos que aún te llena de miedo con solo escuchar su voz.
Afirmé decepcionado de mí mismo y el me brindó una sonrisa despidiéndose antes de subir al tren. Tantos años habían pasado y mis temores eran los mismos, podría que hasta fuesen más profundos ya que ahora ni podía sostener la mirada contra él.
-Consultorio de la Doctora Park- La aguda voz de la recepcionista contestó el teléfono- Buenas Tardes – dije tragando saliva – soy Lee Taemin, deseo cambiar mi cita de mañana.
-Estamos algo apretados ya que la doctora saldrá la siguiente semana – sentí presión, no sabía por cuánto tiempo más podría seguir ocultando mi rostro de él - ¿Puede venir el día de hoy a las 8:00? – Sonreí amplio ante esa pregunta- ¡Claro! Ahí estaré –dije feliz por poder mover la fecha, así podría evitarlo un poco más – está arreglado, nos vemos en unas horas.- La chica cortó la llamada y yo colgué comenzando a bailar de alegría.
-Parece que funcionó – Afirmé a Jonghyun que salía de su cuarto cargando su casco - ¿Tienes una entrega? – Pregunté acercándome deteniendo mi baile. – Si debo ir a dejar una canción al estudio ¿Saldrás hoy?
-Si – afirmé sonriendo – hoy tengo terapia.
-Deberías hacer más que eso, sé que te pidieron que fueses de parte del trabajo pero también ayuda salir con amigos – pasó su brazo por mi hombro – salir con chicas también es una gran forma de liberar el estrés.
-¿Está chica quiere que le consigas pareja a su amiga? – Pregunté entrecerrando los ojos, conocía bien a Jonghyun, de vez en cuando aparecían una chica que quería salir en grupo.
-No cómo crees – dijo riendo – quiere que lleve a dos de mis amigos para sus amigas.
-Lo sabía – dije alejándome – tengo cosas que hacer, no puedo.
-Debes ayudarme – se hincó frente a mí – ella puede ser la indicada.
-No volveré a caer en esa, a la mañana siguiente ya no lo será y tendré que arreglar tus platos rotos.
-Vamos Taemin, solo esta vez, te dejaré jugar mi nuevo juego – suspiré porque sabría que no se detendría y al final lo único que tenía que hacer era llevarme a la chica tímida, rara o sobreprotectora lejos. Negué en mi interior, sabía que mis protagonistas estaban completamente contra esto, no era la forma correcta.
-Está bien- no pude negarme más cuando hizo sus ojos de perrito.
-En ese caso te veo a las 10:00 en el bar de la quinta avenida dónde siempre.
-¿No puedes llevarlas a otro lugar? – Jonghyun era una criatura de hábitos muy acostumbrado a repetir lo mismo una y otra vez.
-No, ya quedamos ahí – abrió la puerta – por cierto, debes encontrar a la tercer persona, mis amigos estaban algo ocupados.
-¡¿QUÉ?!- Pregunté entre gritando mientras cerraba la puerta sonriendo pícaramente. Ahora parecía que debería ir por un rehén más para la misión nada noble de Jonghyun, definitivamente él había transformado mis días tranquilos en situaciones cada vez más torcidas.
-¿Por qué quisiste cambiar el día? – La doctora preguntó mientras seguía leyendo las hojas que había entregado.
-Tuve un asunto personal – dije y me volteó a ver de reojo mientras seguía leyendo.
-¿Tu primo es la persona más cercana que tienes? – Dijo pasando sus ojos rápidamente por el papel.
-Sí, eso creo – dije tranquilamente mirando alrededor del consultorio.
-¿Qué es lo que estás ocultando tan seriamente? – La doctora dejó las hojas de lado y se inclinó un poco para acercarse a mí, mientras la veía asombrado. – Parece como si hubiese un secreto muy obscuro que no deseas que llegue a averiguar.
-No es eso – bajé la mirada – más bien me da vergüenza tener que decirlo.
-¿Por qué vergüenza? – Tomó su libreta.
-Porque es algo a lo que soy impotente, me siento débil, torpe y completamente inútil cuando se trata sobre ello.
-¿Eras el más pequeño de tu clase? - Negué rápido – Entonces, ¿es por tu apariencia delicada? – Afirmé al sentir que estaba en lo correcto.
-¿Alguien te molestaba por ello? – Suspiré temiendo esa pregunta, pero al final tenía que cubrir mis 10 sesiones con la terapeuta debido a un evento en el trabajo además sentía que me había ayudado en otros aspectos escribir sobre lo que me agradaba. Pero llegué al punto donde no todo en la vida son rosas, siempre hay un punto en las historias románticas donde el drama aparece y sientes lo amargo de la vida.
-Varios me molestaban, pero había alguien en específico. – Me quedé en silencio mientras ignoraba la mirada de la terapeuta y me quedaba suprimiendo recuerdos.
-Ya se, hagamos un trato, la siguiente semana ambos descansamos, pero la que sigue es la quinta cita, así que quiero que escribas que sentimientos te provoca esta persona, no quiero que me digas cosas específicas, solo deseo saber cómo te hacía sentir. Creo que podemos avanzar bastante con solo eso, si deseas escribir más cosas para desahogarte también estaría bien, pero no te presiones. – Afirmé con una sonrisa, definitivamente escribir como me sentía no era tan grave, además no debía decir quién era ni nada así. En este momento podría superarlo y seguir con mi vida sin que me volviese a afectar.
-En ese caso nos vemos hasta la próxima semana – se levantó y dirigió a la puerta – sigue confiando en tu primo – me volteo a ver – te aseguro que no eres una carga para él. – Le miré asombrado, ¿lo habría notado por mi forma de escribir? –Con esta pregunta en mi mente salí hasta el pasillo y me despedí tranquilo de la recepcionista, alegre de haber cambiado el día.
¡Llegas tarde! – Ese fue el primer regaño de Jonghyun tan pronto bajé del taxi con mis pantalones rojos y chaleco negro, selección de Key. A sí… en ese momento llegó el segundo regaño -¿Qué hace el aquí?
-Me dijiste que trajera a alguien más – dije mientras Key pagaba el taxi y salía con paso constante y seguro a reunirse con nosotros mientras vestía con chaqueta rosa y lentes obscuros de marco azul en plena noche.
-Pero él… - le señaló y Kibum se quitó los lentes mirándole fijamente.
-Por fin te veo en persona – pasó su mirada de arriba abajo – no hay mucho que ver – Key se giró cruzando los brazos.
-¡Tú…! – Sostuve a Jonghyun quien intentaba alcanzar a Key mientras este le ignoraba.
-Llevémonos bien por esta noche – intenté calmarlo- tu necesitabas un tercer chico y Key es muy bueno entendiendo a las chicas.
-Está bien – Jonghyun se calmó y arregló su chaqueta de cuero negro – pero ante cualquier cosa lo mato.
-Como si una pequeña pulga pudiese matarme – Key comenzó a avanzar y Jonghyun le siguió deprisa rezongando que su estatura no estaba mal y que la genética le había jugado una broma.
No había pensado esto correctamente, pero tan pronto Jonghyun salió decidí preguntarle a Key por otro chico y él dijo que sería divertido hacerle la conquista imposible a mi compañero. Ellos nunca habían interactuado de frente, pero ya los había descubierto varias veces peleando en el teléfono de cuando Key llamaba a casa. Aún no sé cómo comenzó, pero tan pronto Jonghyun contestaba una ola de insultos salían de ambos, a veces tardaban bastante en pasarme el teléfono.
Cuando le pregunté a Kibum por qué lo hacía, dijo que era divertido romper la perfecta burbuja de cerdos como él y que era muy gracioso por que intentaba defenderse.
Creo que Key disfruta molestar a Jonghyun por que se parece a muchos de sus anteriores novios que terminaron lastimándolo y Jonghyun… creo que a él no le agrada nada esto.
Llegamos hasta el lugar de encuentro y las chicas ya estaban esperándonos enfrente del bar que Jonghyun adoraba porque tenía música en vivo y un ambiente bohemio a más no poder.
-Hola Yoo Hwa – Jonghyun se acercó a una de ellas con un vestido blanco y chamarra de mezclilla, su cabello tenía un tono rojizo, pero se veía bastante inocente comparada con otras chicas de Jonhyun. La chica nos volteó a ver y Jonghyun se hizo a un lado – Estos son mis amigos – Taemin y Kibum.
-Key – Kibum corrigió rápido- díganme Key, por favor.
-¡Qué cool! – Una de las chicas habló – soy MinAh y ella es Robin.
-¿Robin? – Pregunté asombrado a ver la chica que estaba toda vestida de cuero negro mirándonos de reojo.
-Robin es la hermana mayor de Yoo Hwa, le gusta que usen su nombre americano, ellas crecieron en California.
-Eso suena bien, yo estuve estudiando un tiempo en California- Key comenzó a hablar tranquilamente como siempre y Jonghyun me miró asombrado con una cara de ¿Enserio? Y yo solo pude afirmar, una de las habilidades de Key era saber conversar.
-Yoo Hwa, mucho gusto – dije sonriendo intentando ser amable, aunque ser social no se me daba, pero si nos íbamos a sentar en el bar; Jonghyun terminaría besuqueándose con una de ellas en la esquina mientras los otros intentábamos hacer conversación incómodamente.
-Deberíamos ir a bailar – Key soltó deprisa esas palabras y lo miré con atención.
-Secundo la noción – MinAh levantó la mano, era una chica bastante alta, traía pantalones blancos con una playera de color plateado y su cabello era negro y corto.
-Pero… -Jonghyun estaba por decir algo aunque fue interrumpido por MinAh.
-Yoo Hwa, vamos a bailar ¿Si? – La chica afirmó sonriéndole – ¿Qué dices Robin?
-Prefiero bailar – la chica miró el lugar.
-¿Tú Taemin? – Jonghyun me miró con ojos suplicantes, pero aun así no me convencería.
-Muero por ir a bailar – dije entusiasmado, por fin algo bueno salía de esto, después del largo tiempo de Key planchando mi cabello y los diferentes cambios para tener que ir a un bar, parecía que Key lo había planeado desde el principio.
El club estaba bastante lleno para ser tan temprano, la música resonaba en cada rincón haciendo imposible la plática. Aunque nos sentamos por un momento no pasó mucho hasta que MinAh se puso de pie.
-¡Vamos a bailar Taemin! – Levantó la voz para que la escuchara y afirmé levantándome.
-¡Vamos Yoo Hwa! – Key extendió su mano galantemente y la chica afirmó algo sonrojada. Jonghyun solo se quedó boquiabierto mientras nos alejábamos los cuatro a bailar y lo dejábamos con Robin en la mesa.
Cuando llegamos a un espacio en la pista simplemente comenzamos a bailar sin detenernos, me gustaba ese sentimiento de ser invadido en todo el cuerpo y sin poder detenerme, sin darme cuenta de lo que pasaba a mí alrededor. En algún momento dejaron la pista y volvieron con cervezas, yo seguí bailando mientras tomaba. Sentía que mucho de mi estrés me abandonaba.
No sé cuántas veces fueron a recoger cervezas a la barra, ya no las contaba pero en un momento dijeron que fuéramos a descansar y al llegar a la mesa las cosas pasaron de ser ligeras y divertidas a todo un alboroto.
Cuando llegamos Robin estaba en las piernas de Jonghyun besándolo, Yoo Hwa salió corriendo y MinAh fue tras ella, Jonghyun nos miró asombrado y empujó a Robin.
-¡Yoo Hwa! – Gritó sordamente entre la fuerte música y desapareció entre la gente como las otras dos. Entonces lo más raro sucedió, Key se acercó a Robin que sonreía siniestramente y la abofeteo.
-Niña mala – dijo mientras me acerqué más para oírles y la tomó de la muñeca para jalarla detrás de él, en medio de la confusión decidí seguirlos hasta el exterior donde Key la sentó en una de las jardineras en la calle.
-¿Si sabías que haría eso porque me dejaste a solas con él? – Ella preguntó con una sonrisa.
-Quería confiar en tus palabras – Key dijo cruzando los brazos como si regañara a una niña pequeña.
-¿Palabras? – Pregunté mientras que ambos estaban en silencio.
-Este idiota me creyó cuando le dije que quería estar a solas con él para amenazarlo para que cuidara de mi hermana – volvió a reír y luego le miró – eres un crédulo “KEY” – entonó su nombre fingiendo dulzura.
-No entiendo ¿Lo querías para ti o solo deseabas romper el corazón de tu hermana? – Key preguntó serio mientras la chica seguía con su tétrica sonrisa.
-Yo para que querría a un enano mujeriego como ese – la miré espantado, pocas chicas de las que había conocido podían ser así.
-Entonces eso nunca se te perdona – Key volvió a levantar la mano pero esta fue abruptamente detenida -¿Jonghyun?- Preguntó al girarse para ver quién lo bloqueaba. Jong sonrió y soltó suavemente a Key.
-Perdona Robin – hizo una reverencia a la chica que estaba sentada – no sé qué me pasó, estoy interesado en Yoo Hwa.
-Bastardo – la chica se levantó poniéndose de pie – eres simplemente un inútil. –Robin caminó alejándose por la calle.
-Ella tiene razón, eres un inútil – Key dijo mirándole con los ojos enrojecidos.
-Yo fui quién cometió el error – Jonghyun sonrió – no es culpa de ella.
-Tonto – Key lo empujó y tomó mi muñeca- vamos Taemin, sigamos bailando, si te juntas con gente tan boba se te pegará la idiotez.
-¿Qué idiotez? – Jonghyun alcanzó a preguntar antes de que volviésemos al interior dónde la música ahogó cualquier palabra y donde fui arrastrado a la mitad de la pista. Key parecía entre molesto y asombrado, me costaba entender todo lo que había sucedido. En gran parte debido a la cantidad de alcohol en mi sangre. Pero cuando mi acompañante empezó a bailar, yo también, poco a poco decidí hacer lo que él y olvidar lo que acababa de pasar bailando.
Pasó algo de tiempo y no pude ver a Key, intenté buscarlo pero no podía ver nada, parecía que el club estaba en su máxima capacidad, me sentía bastante mareado y decidí alejarme de la pista. Pero en un momento todo se puso negro y simplemente sentí como el aire se me escapaba, podía oír la fuerte música y sentí el piso golpear contra mi espalda, pero tras eso, ya no pude ver, escuchar o sentir nada, el conocimiento me había abandonado.
Desperté cuando sentí un suave aroma, acompañado de golpes graves y agudos, definitivamente alguien estaba preparando el desayuno. Presioné mis ojos intentando abrirlos despacio, sintiendo el fuerte dolor de cabeza mientras olfateaba el dulce aroma de la comida en cocción.
Miré el techo blanco y me senté de golpe. Esa no era mi habitación, las cortinas amplias, alguna ropa apilada en la iluminada alcoba y las blancas sábanas fueron lo primero que pude notar. Giré la cabeza de un lado al otro, los espejos del closet, el marco de metal de la ventana, el piso de madera pulida, todas las imágenes seguían llenando mi mente y llevándome a la desesperación.
Lo siguiente que hice fue sacar la sábana de golpe, tenía que ver si estaba vestido ¿Qué tan lejos había llegado? Ufff, mi ropa aún estaba en su lugar, ahora debía saber cómo había llegado ahí. Busqué mis zapatos alrededor pero supongo que terminaron cerca de la puerta, tomé mi cartera y celular que estaban en la mesita junto a la cama. La billetera tenía todo el dinero y tarjetas en su interior, intenté encender mi celular pero este se quedó estático. –Sin batería- dije mientras me acercaba al borde de la cama para levantarme tirando lo que parecía un despertador y haciendo bastante ruido. “Rayos” dije en mi mente y miré hacia la puerta, de seguro había sido escuchado.
-¿Ya despertaste? – Escuché esa voz y abrí grande los ojos, sentí un aire helado recorrerme y comencé a retroceder mientras los pasos retumbaban a la entrada. – Hice el desayuno – se asomó el origen de esa voz, el chico alto de amplios ojos y labios gruesos que causaba dolor solo verle -¿Qué pasa? – Preguntó acercándose con su odiosa sonrisa y se agachó para tomar el despertador y ponerlo en la mesita - ¿Te duele algo?
-¡¿TU?! – Le señalé y miré con odio, sentía como me quemaba por dentro la sensación de causarle pena y dolor.
-¿Vamos con esto de nuevo? – Preguntó mientras me observaba inclinando la cabeza.
-¿De nuevo? – Pregunté aun molesto y retrocedí otro poco.
-Ayer también me señalaste y comenzaste a llamarme de todas formas – entrecerré los ojos intentando no creerle y me presioné un poco para recordar.
Flashback
Sentí agua salpicando mi rostro - ¿Estás bien? – Una voz conocida me preguntó mientras recobraba mi conocimiento. – Omo – le señale – es el saca-mocos de Minho – reí- nunca creí verme con el pervertido de Minho aquí.
-¿Sacamocos pervertido? – Un chico de cabello negro preguntó riendo.
-Anio – negué empujando su cara suave – es el sacamocos, pervertido, desgraciado, violador, masoquista de Minho por lo menos.
-¿Qué te crees? – El chico alto al que llamaba de esa manera mostró algo de enojo mientras el otro se atacaba de risa.
-Solo te pasa a ti Minho, salvas a alguien de morir aplastado y te llama como puede.
-Anio anio – negué con la mano recargándome en la pared- prefiero morir que ser salvado por el asqueroso y apestoso de Minho.
-Está bien – el chico me soltó – arréglatelas solo.
-Si – me puse de pie tambaleando – me las arreglaré solo, siempre he podido solo no necesito al tonto de Minho para ello, el solo hace la vida insoportable para todos.
-¿De dónde lo conoces? – El chico preguntó mientras se empezaban a alejar y noté que me encontraba en el baño junto a los lavabos.
-No sé…
-Pero sabe tu nombre.
-No tengo ni la menor idea – dijo y todo mi enojo se fue contra él cuando lancé una barra de jabón con todas mis fuerzas.
-Exacto el egoísta de Minho no le importan los demás – me volteó a ver algo molesto – solo le interesa el mismo. – Se acercó a mí y tomó el cuello de mi chaleco levantándome un poco.
-Pero, ¿qué te crees? – Levantó su puño acercándolo a mi rostro y yo solo pude reír.
-Claro, el petulante de Minho no sufre como yo – seguí riendo – solo yo soy castigado con el recuerdo del maldito de Minho cada día desde que hizo mi vida imposible en preparatoria. Vamos golpéame bastardo, por los buenos tiempos. – Me soltó de golpe y sentí como arremetía con la pared.
-¡Sacamocos! ¡Chupadedos! – Seguí con los insultos, solo dejando salir todo lo que me había guardado mientras que en el fondo la risa del chico musculoso que lo acompañaba seguía.
-Suena como pelea de primaria – dijo aun riendo.
-Sí, es muy gracioso – miré al alto que seguía asombrado al verme – siempre que Minho golpea a alguien todos ríen – el chico detuvo su risa y volteo a ver el rostro espantado del contrario – más si se trata de mí – dije recargándome en la fría pared intentando mantenerme despierto.
-¿Lee Taemin? – Preguntó agachándose y acercándose a mí.
-El mismo diablo en persona – sonreí al sentirme reconocido – frente a su pesadilla Minho.
-Te llevaré a casa – dijo tomando mi brazo.
-No quiero – intenté zafarme pero una presión interior corrió desde mi estómago quemando mi esófago y terminó sobre la ropa del alto moreno que solo me veía con horror. Reí al ver mi vomito cubriéndole.
-Mira ahora Minho si está asqueroso y apestoso – dije mientras comenzaba a perder el conocimiento de nuevo contra la pared del baño.
Fin del flashback
Presioné mi cabeza- Aigoo – era horrible recordar de esa manera. Tanto tiempo queriendo vengarme para que al final perdiera el conocimiento mientras lo intentaba.
-¿Ya recordaste?- Preguntó mientras tendía la cama y le volteé a ver algo molesto.
-¿Por qué me trajiste aquí? – Demandé al instante.
-Ayer busqué información, pero tu celular no tenía batería y tus identificaciones carecen de dirección – abrí mi cartera de nuevo y me di cuenta que tenía razón.
-Debiste dejarme ahí – dije aún molesto.
-No creo que sea buena idea dejarte ahí, te confundieron varias veces con una chica y no tenías ni una pisca de conocimiento.
-No me importa, no quiero estar aquí. – Rezongué deprisa, pudiese que tuviese razón, pero para mí era caer muy bajo si él me ayudaba.
-Porque prefieres morir a ser ayudado por el asqueroso de Minho – dijo mirando al piso y me sentí un poco mal.
-Solo no quiero involucrarme más contigo – giré el rostro hacia la ventana. – No son gratos recuerdos.
-Lo entiendo – le escuché suspirar. – De todos modos desayuna algo antes de salir, ayer te pusiste bastante mal.
Salió en silencio del cuarto y yo me asomé siguiéndole. Su apartamento era amplio y muy iluminado, llegamos hasta la gran cocina que se veía bastante cómoda y en la mesa había varios platos servidos.
-Adelante, come – dijo con una nostálgica sonrisa- voy a correr, la puerta está abierta, puedes salir cuando termines.
Me miró y giré mi cabeza indignado. Él tomó una maleta después de meter una botella con agua en su interior y salió deprisa.
Miré los platos pensando no comer, pero moría de hambre así que comencé a probar todas las cosas con mi tazón de arroz. Caminé alrededor mientras comía mirando las pinturas, jarrones y demás decoraciones de la casa.
-Minho ha de ganar bien – dije un poco celoso, uno siempre desea que su abusivo de la preparatoria sea alguien desempleado viviendo en una caja de cartón.
Comencé a observar las fotos y encontré una que llamó mi atención. No pude evitar sonreír al verla ahí estaba mi amor de preparatoria con su traje de educación física junto a Minho.
-Siempre lo tendrás todo- entoné suave y noté que mi arroz se había terminado. – Pero yo no soy un monstruo como tú – me dije a mi mismo y le volví a sonreír a la foto, era tan dulce ver a mi Noona tan feliz.
Tras acabar de comer tomé mi billetera y salí de la casa en busca de una tienda. Tenía que agradecerle de algún modo ya que no volveríamos a vernos. Compré algunos helados que le veía comer cuando estaba en la preparatoria y los llevé a su departamento. Sonreí dejándolos en la nevera y además agregando otros bocadillos que me gustaban.
“Para el asqueroso sacamocos de Minho, si gustas algo más fresco abre la nevera” – Terminé de escribir y tomé uno de los helados.
-Solo hago esto porque no tienes fotos de ninguna otra novia aquí – sonreí – me alegra que lleves su recuerdo así como lo hago yo. –Salí comiendo la paleta por alguna razón eso me había animado y ahora creo que borraría a Choi Minho de mis pesadillas recurrentes.
Título: Not My Highschool Sweetheart
Autor: Fuerza Friki
Género: AU
Parejas: 2min
PARA STAR
Uno para todos
Amor de preparatoria… Es difícil de explicar. Muchas veces es el primer amor, vergonzoso, nervioso, diferente. Estamos fascinados por él, viendo tantas historias que lo representa, leyendo las palabras sobre jóvenes adolescentes superando sus inseguridades y buscando un amor que va a paso lento y lleno de curiosidad.
Si, así debe ser el amor de preparatoria, lleno de primeras veces y esperando las cosas con manos temblorosas y preguntándonos si estamos listos. Eso es lo que se busca en las historias de adolescentes el sentir otra vez esa incertidumbre de nuestro pasado… Pero muchas otras veces se busca el sentir algo que uno piensa que no sentirá en su vida, no se te perdonará estar avergonzado, nervioso o hacer las cosas a un paso diferente de nuevo, después de la preparatoria pierdes la oportunidad de ir dando tumbos por la vida sin saber a lo que te estas enfrentando.
Mi nombre es Taemin y al final me volví un aficionado de las historias de primeros amores, tan sencillos, donde un abrazo o tomarse la mano eran aquello que podía dar una profunda dicha a una persona y el primer beso era como tocar el cielo y fundirse con él poco a poco hasta volverse una nube. No sé cuándo mi fascinación comenzó, creo que pudo ser en la preparatoria, empecé leyendo en el rincón alejado de la biblioteca cerca de la ventana donde podía ver a la persona que me gustaba, pero fue imposible para mí hacer cualquier contacto. Por el contrario me sumergí más y más en los libros imaginando que podía ser yo algunas veces otras enojando con el protagonista por ser tan terco con sus propios sentimientos.
Pasé a ver películas yo solo en mis ratos libres, las series vinieron luego, después buscaba cualquier escrito sobre esto. En un momento ya estaba saliendo del trabajo en la oficina y llegando a mi departamento a buscar sobre cualquier historia que fuese alegre o triste sobre un amor sencillo y sin problemas o complicaciones graves.
Mi extraña obsesión no quedó como secreto y de un momento a otro mis compañeras de trabajo me empezaron a preguntar cómo podían saber si un chico podría ser un buen novio, que significaba cada gesto o que opinaba de ellos. Me decían que las regañara si escogían a una mala persona o sentían un flechazo por algún mujeriego.
No podía entender la razón pero que me pidieran cosas así me dolía, no deseaba ser tratado como un analista de personas y mucho menos dar consejos de amor cuando era un verdadero inexperto en ello. Pero al final no podía más que ayudarlas a notar si los chicos eran posesivos o tenían ideas retrogradas o fingían ser algo que no eran ante los ojos de ellas. Soy demasiado blando y no soporto verlas heridas por jugadores que usan bellas palabras o gestos para engatusarlas, así no son los protagonistas de las historias. Siempre se muestran como son aunque sean odiosos y uno encuentra las cualidades de ellos con el tiempo, tampoco intentan cortar las alas de sus contrapartes y aunque sus sentimientos tarden demasiado en ser expuestos no dañan gravemente a las chicas ni hacen movimientos si no están seguros.
-Pero a veces les dañan o dicen cosas crueles para protegerles.
-Pero en esos casos es por algún pasado obscuro o una inevitable batalla, entonces creo que en ese momento es un acto noble.
-Me asombras Taemin – Sonreí volteando a ver a quien sonreía sobre mi hombro – ¿Esto es parte de tu terapia?
-Afirme y guardé el documento mientras cerraba la computadora- Ya que me cuesta hablarle y le dije que escribía también me mencionó que escribiese sobre mis inquietudes e analizara cuando empezó a afectarme tanto. – El chico con el que hablaba tomó la toalla que estaba en sus hombros y la pasó por su cabello intentando secarlo un poco más antes de ir al refrigerador a tomar una botella de agua.
-¿Cuándo empezó a afectarte? – Preguntó mientras la abría lanzando una mirada de lado mientras yo me sentaba en la barra.
-Supongo que fue en mi último cumpleaños, cuando noté que sería ridículo tener un primer amor a mi edad y me di por vencido.
-Tooooooontoooooo – alargó la palabra después de dar un trago de agua – no importa la edad.
-Sonreí afirmando, eso también lo había leído en miles de historias y aunque mi lógica me decía que si era cierto, algo en mi interior había muerto hace tiempo dejándome con la sensación de que nunca me llegaría a pasar. – Pero tu evades a las vírgenes – dije agregando al argumento y noté en su mirada que mis palabras me habían hecho ganar esta discusión.
-Es mejor alguien con más experiencia – me volteó a ver – pero eso sirve solo con cerdos como yo –se señaló sonriendo -¿Saldrás hoy? – Negué en silencio con una sonrisa, eso significaba que él saldría. Si tuviese que definir a mi compañero de departamento sonaría como el antagonista de mis historias, mujeriego, directo, burlón, buscando solo divertirse y nada alto.
Es una historia graciosa de como empezamos a vivir juntos.
Flashback
-Nos dividiremos la renta a la mitad y muchas veces tú podrás cocinar y acomodarte como gustes por que no estaré en casa todo el tiempo.
-Afirmé-
-Aquí están las llaves- sonrió entregándome las llaves sin ninguna preocupación.
Fin del Flashback
De acuerdo, comenzamos a vivir juntos de una forma muy normal, fue cuando lo fui conociendo que las situaciones raras empezaron. Como ver a una chica diferente cada vez salir de su habitación y compartir el desayuno conmigo mientras mi compañero se arreglaba. La vez más asombrosa fue cuando salió una chica con una camisola y al verme me empezó a preguntar si era el hermanito de la casa. Mientras realizaba sus preguntas una segunda salió solo en ropa interior con dirección a la cocina y cuando la observaba asombrado bostezar y tambalearse en busca de agua una tercera apareció ya arreglada y maquillada preguntando por el café. Ese día intenté hablar con Jonghyun, pero descubrí que había huido en medio de la noche y me había dejado en esa situación.
Si así se llama… Jonghyun… el chico raro con el que vivo, no es mala persona, pero definitivamente no le presentaré a ninguna de mis amigas por más que me insista.
-JAJAJAJAJAJA- Las fuertes carcajadas retumbaron por la habitación- Ese Jonghyun parece ser todo un personaje – volvió a decir entre risas la mujer cuarentona con traje gris y blusa turquesa que se había vuelto mi terapeuta. – Debes pasarme su número – dijo levantándose hacía una mesita con una cafetera eléctrica donde llenó su taza sin dejar de reír, pero ahora suave.
-¿Usted quiere conocer a Jonghyun? – Dije asombrado mirando su espalda, la terapeuta podía ser del tipo de Jonghyun, aún se veía joven, tenía un cuerpo esbelto y bien formado, además ya había visto mujeres mayores en el apartamento, ellas me preparaban el desayuno cuando aparecían.
-Acabo de pasar por un divorcio, a veces nosotros escogemos nuestra propia terapia y forma de sanar – se volvió a sentar y me sonrió. – Para ti ha de sonar algo extraño porque ves las relaciones de una forma pura y honesta. – Agaché la mirada algo decepcionado de mí, ya no era un niño para pensar así. – Pero creo que tu estas en lo correcto y Jonghyun y yo somos los que estamos heridos por algo y no podemos ser sinceros con nosotros. – Me brindó una sonrisa y la miré algo asombrado, me había enterado de muchas cosas de ella y no creo haber dicho tanto de mí, pero por alguna razón me inspiraba confianza.
-Nos vemos la próxima semana – dijo poniéndose de pie y dirigiéndose a la puerta- esta vez quiero que escribas de la persona que admirabas desde la biblioteca ¿Me harías ese favor?
Negué- Aun no puedo – miré al piso algo abatido.
-En ese caso que sea sobre tus buenos amigos – volvió a sonreírme – iremos a tu paso, no debes preocuparte por nada. - Afirmé ansioso y tomé mis cosas para salir por la puerta que acababa de abrir- Mándame al que sigue por favor – le dijo a la secretaria y esta mencionó un nombre – seguí caminando cerrando mi mochila cuando me topé con alguien.
-Lo siento – dije inclinándome.
-No hay problema, creo que ambos íbamos distraídos – reconocí la voz y me congelé aun inclinado mirando hacia el piso. No podía tener la misma voz, habían pasado años. No me atreví a mirar, pero sentí como la persona se agachó para verme y cerré los ojos aterrado.
-Por favor pasa- la voz de la doctora sonó detrás de mí. – Si, gracias – esa voz que retumbaba en mis oídos contestó y pasó a mi lado – perdón por chocar – dijo en tranquilidad y me quedé inmóvil hasta que la puerta cerró detrás de mí.
-¿Estás seguro que era esa persona? – Preguntó en un tono alto en medio del centro comercial mientras yo seguí aumentando el rojo en mis mejillas, lo sentía por la forma en que se calentaba mi rostro. No quería hablar de este tema en medio de tantas personas, pero comer algo sonaba bien después de ser arrastrado contra mi voluntad por el centro comercial.
-No estoy seguro – dije bajo apretando con mis manos cerradas sobre mis rodillas – no pude levantar la mirada.
-Es imposible – dijo antes de beber de su malteada – hasta se fue al extranjero, no lo pienses demasiado y sigue tranquilo. – Levantó la mirada –luego tenemos que ir a esa tienda- señaló y giré a ver otra tienda de ropa, no tenía problemas en el comprar ropa, pero si eran más de 4 horas en ello intentaba como zafarme.
Todo era culpa de mi mejor amigo desde la preparatoria, aunque era un año mayor que yo siempre encontraba como arrastrarme para que cargara todas sus compras. – Necesitaré una chaqueta que combine con los zapatos que acabamos de comprar – suspiré y bebí de mi refresco. Mi amigo Kibum, difícil de describir, pero aun así debo hacerlo, si busco en mi vida, tengo pocos amigos. Una de las chicas del trabajo la considero mi mejor amiga, uno de mis primos y Kibum, son las personas con las que más comparto y mejor me llevo. Primero describiré a Kibum, creo que si no lo pusiese primero podría causar una crisis como cuando perdió el premio a la popularidad en nuestra escuela.
Kibum, prefiere que le diga Key, es una persona egocéntrica, que cree que siempre tiene la razón, le importa mucho las apariencias y puede hacer menos a los demás sin problema. Creí que era una persona horrible al principio, no mentiré, lo veía como todos lo veían y escuchaba los rumores sobre él. Fue uno de esos rumores por lo que llegué a conocerlo. Tras de escuchar que estaba saliendo con uno de los profesores solo me dirigí a mi punto en la biblioteca a ver la clase de educación física de los de segundo año y ahí estaba Key con otro chico.
-¡ESTOY CANSADO DE ESTO KIBUM! – La voz masculina resonó y miré alrededor notando que la biblioteca estaba tristemente vacía como siempre.
-No – la voz que contestaba era suave y llena de tristeza, se quebraba a cada momento – no es verdad, yo no he estado con nadie más.
-¡CALLA! Nada de lo que digas mejorará, te hice caso porque pensé que eras honesto, pero solo me harás la burla de todos, tenía que estar con un puto marica como tú, solo buscas a quien coger – el llanto sonó un poco más fuerte y quise asomarme, estaba siendo demasiado cruel, aunque no entendía sobre ese tipo de amor, era muy cruel.
Cuando me asomé el chico contra la mesa pasó su manga sobre sus ojos y luego avanzó hacía el chico de tercero que estaba frente a él. –Creí que eras más genial – dijo con firmeza y una voz fuerte antes de propinar un duro puñetazo sobre su mejilla. Retrocedí un poco y miré más que asombrado, el tal Kibum no era tan femenino como decían, en ese momento se vio tan fuerte y prepotente. Me volteó a ver y un escalofrío corrió por mi espina dorsal.
-Querido – dijo hacia donde me encontraba y me quedé perplejo. – Tardaste mucho en llegar bonito – se acercó a mí y pasó su brazo por mis hombros.
-¿Pero qué? – El chico de cabello negro se levantaba del piso con la mano sobre su rostro. Kibum tomó mi mentón y acercó su rostro. Yo aún estaba congelado pensando en la palabra querido y peguntándome en que me había involucrado.
-Los chicos jóvenes son lo que está de moda – dijo Key y besó mi mejilla- una ternurita como esta es lo que necesito.
- Estás enfermo – el otro chico dijo avanzando hacia nosotros.
-Creo que lo estoy - lamió mi mejilla y rozó con su nariz por mi pómulo cerrando los ojos – los ukesitos huelen tan bien – Abrí grande los ojos.- Después de todo solo soy un marica que quiero coger – lo volteo a ver sin separarse de mi pegando su mejilla a la mía. El chico solo pudo darse la vuelta.
-Está bien, así no seré la burla de nadie – dijo comenzando a avanzar. Pasó un momento después de que desapareció y Kibum me soltó despacio.
-Perdona- dijo suave mientras estaba cabizbajo – solo quería tener un poco de orgullo de mi lado, por lo menos eso – dijo mientras pequeños brillos caían al piso salpicando en silencio en la obscura biblioteca.
-Lo entiendo – dije intentando ignorar que había sido llamado Uke, ternurita y bonito, las palabras que más me dolían, desde la secundaria se habían vuelto tabú para mí y sin embargo siempre terminaban persiguiéndome. Pero no podía ignorar que el chico que estaba a mi lado estaba quebrando su dura fachada impuesta para no quedar mal. – Él fue muy cruel- me atreví a decir no sabiendo que más hacer para consolarlo.
-Lo fue – el chico levantó el rostro- pero yo puedo serlo más.- Le miré mientras forzaba una sonrisa.
-Tu maquillaje se corrió – dije señalando y el rápidamente sacó un espejito de su saco.
-Con un demonio, decía que era a prueba de agua – en ese momento no pude contenerme y solo pude comenzar a carcajearme mientras el intentaba limpiar las marcas obscuras debajo de sus ojos. El chico se me quedó viendo y luego sonrió. – Soy Key y por tu ayuda te llevaré de compras.
-¿De compras? – Pregunté inclinando la cabeza.
-Claro – tomó su mochila que estaba en el piso – tengo muchos planes para ti… - cortó en silencio y dirigió su mirada para mi - ¿Cuál es tu nombre?
-Taemin – dije algo nervioso y el me brindó una sonrisa. Su sonrisa cuando era honesta era tan cálida y maternal, se sentía agradable, simplemente me llenó de confianza y desde entonces fui su conejillo de indias para probar nuevos estilos.
Cuando de Key se trataba parecía que el amor solo estaba para maltratarlo, me gusta consolarlo, porque el siempre desea lo mejor pero al final siempre encuentra cada bastardo que solo termina lastimándole más. Pero aun así tengo gran respeto y asombro por él, ha pasado por todo y aun así nunca se rinde. Me dice que el amor verdadero está ahí y que él llegará a encontrarlo. Yo no he sido lastimado y nunca me he atrevido a buscar como Key, pero deseo que él lo logre.
Un leve sonido surgió de los labios de mi terapeuta mientras leía la última hoja de lo que había escrito y luego pasó esa hoja hasta la parte de atrás del manojo de páginas dejándolas consecutivamente en la mesita frente al sofá. – Tu amigo Kibum parece ser otro personaje muy diferente a tí– afirmé – Key – corregí casi automáticamente debido a que me tenía bastante condicionado.
-Pienso que te rodeas de muchas personalidades fuertes – tomó su taza de café y le dio un suave sorbo para luego dirigir su mirada hacía mi - ¿Qué sentiste cuando se te acercó es vez? – Mire a la doctora curioso por la pregunta.
-Creo que algo confundido y un poco molesto – La mujer de cabello negro tomó una libreta y anotó algo -¿Por qué confundido? – Continuó mientras volvía a verme.
-Porque no esperaba que se llegara a pegar a mí, creo que pensé que se quedaría llorando en el lugar – eché la cabeza hacía atrás y me puse a pensar – tampoco creí que yo fuese bueno para eso, no creo que sea atractivo para nadie y mucho menos para darle celos a otra persona – dije tragando saliva, ser honesto con uno mismo duele.
-¿Entonces por eso no hubo un gran enojo de tu parte? – Incliné la cabeza mirándole y ella sonrió – puede que otro chico simplemente lo hubiese golpeado o empujado, tan solo por ser utilizado de esa manera.
-No fui utilizado – respondí deprisa – creo que le di a entender que quería ayudar cuando me miró. – La terapeuta soltó una gran carcajada.
-¿Entonces por qué llegaste a sentirte molesto? – Siguió riendo intentando escribir en su libretita.
-Porque dijo que era bonito – presioné mis labios algo molesto por su riza – es algo que me enoja desde pequeño, la gente dice eres tan bonito como una niña. Hasta mis compañeras de trabajo me tratan de esa forma, como si fuese una chica más – la mujer afirmó seria y anotó esto.
-¿Qué tipo de chica te gusta? – Preguntó y en ese mismo instante bajé la mirada.
-Solo me ha gustado una – no pude dejar de mirar hacia abajo – no quiero hablar de eso aún.
-Lo entiendo, pero supongo que son chicas muy femeninas - dijo mirándome y yo solo pude afirmar.
-¿Por eso crees que tu apariencia no es la indicada? – Volví a afirmar y agregué: - En parte – ella afirmó también y volvió a anotar en su libreta.
-Qué tal si para nuestra próxima sesión escribes sobre otro de tus amigos – afirmé un poco más tranquilo, porque las preguntas directas se habían detenido. – En ese caso, nos vemos en una semana – dijo mientras nos poníamos ambos de pie y me dirigía hacía la puerta – ¿Le puedes decir a la recepcionista que pase al siguiente?
-Claro – sonreí tomando mi mochila y fui en dirección hacia la puerta- nos vemos - hice una reverencia y salí poniendo la mochila sobre mis hombros. Pasé hasta el escritorio alto donde se encontraba la recepcionista revisando su Facebook en la computadora y le dije algo tímido – la doctora quiere ver al próximo – ella afirmó y abrió una agenda negra donde tenían todas las citas.
-¿Gustas un dulce? – Preguntó acercándome el tazón con diversos caramelos y mentas y me puse a buscar mi favorito mientras la escuché decir el próximo nombre – Choi Minho, la doctora está lista para verlo – me volví a congelar, la seguridad de Key me había convencido de que no podía ser la misma persona.
-Gracias –dijo con su voz inconfundible y me quedé presionando los dulces aun con la mirada abajo, deseando que pasara deprisa por el pasillo que guiaba hasta el pequeño consultorio. No quise levantar la mirada para nada por lo que en mi mente comencé a contar el tiempo que tomaba salir de la recepción y recorrer el pasillo. Cuando pasó suficiente tomé varios dulces y salí deprisa, sin decir nada, sin mirar a mí alrededor, solo intentado alejarme tan rápido como pudiese.
-¿Estás seguro de qué es el mismo? – Volvió a preguntar la cara alegre de mi primo mientras comíamos –afirmé mientras le seguía el paso intentando no quedarme sin comida – ahora estoy más que seguro, Key me dijo que él investigaría si había vuelto a Corea, pero si estoy seguro que es él-
Mi primo dio un par de golpes en su pecho -¿Cómo está Key? – Le miré un poco molesto. – No es momento que me preguntes sobre eso – él sonrió rascando su nuca. – Ya sabes que siempre quiero saber cómo está.
-Lo sé – dije aún molesto girándome a ver por la ventana mientras veía a un grupo de chicas de preparatoria pasar riendo mientras veían la pantalla del celular de una de ellas y detrás, no muy lejos de ellas venía un chico solitario que fingía estar entretenido en el teléfono pero en realidad las veía de reojo.
-Me trae recuerdos – Mi primo mencionó y comió otro trozo de pollo – tu siempre estabas cuidando de ella.
-No puedo decir que la estaba cuidando – suspiré y miré como las chicas cruzaban y dejaban al muchacho del otro lado de la calle – ni siquiera podía cuidar de mí mismo.-
Me levanté y mi primo me vio algo asombrado, tomó la charola de la comida y corrió hasta el basurero para dejarla tomando la última pieza de pollo para dirigirse a mí tropezando con una silla y poniéndose de pie deprisa. Sonreí un poco – debes tener más cuidado hyung - el afirmó mientras seguía sonriente mordiendo el trozo de pollo.
Mi primo… es una persona difícil de describir, el no viene en Seúl, de hecho se mudó a Busan por su trabajo, pero aun así venía a verme. Es alegre, sonriente, cálido y la persona más torpe y con más mala suerte que te puedas imaginar.
Pero también es la persona que mejor me conoce y siempre cuida de mí. Es simplemente mi primo Onew, siempre está ahí. Más si parece que algo va mal cuando hablamos por teléfono, con seguridad él se aparecerá al día siguiente en la estación diciéndome que vayamos a comer antes de que deba volver al trabajo.
No puedo decir como lo conocí ya que está ahí desde que tengo memoria, sus padres también eran alegres personas, las recuerdo de mi infancia, pero trágicamente murieron cuando Onew hyung estaba en secundaria, como resultado el comenzó a vivir con nosotros.
Por un tiempo el no habló, mis padres estaban bastante preocupados por ello y yo intentaba hacerle conversación, pero el solo me sonreía y me daba un dulce. No podía entender por qué el silencio lo había invadido más porque solo estaba en primaria.
Todo parecía estar bien, pero no había palabra o sonido que saliera de sus labios, hasta que el último día de la secundaria después de recibir su diploma simplemente estalló en palabras, yo en ese momento ya estaba en primero de secundaria y pude ver como decía cosas sin sentido en medio del auditorio.
-¡Pollo frito! ¡Debemos ir a la playa! ¡Siempre quise probar el de mango! ¡Tu mamá! – Señaló hacia un compañero que retrocedió un poco -¡El profesor de ciencias es un enfermo mental! – los profesores tuvieron que bajarlo del escenario mientras seguía soltando toda clase de frases y palabras.
No pude evitar salir corriendo hasta la sala de maestros donde estaba sentado en una silla rodeado por varios profesores que cuchicheaban entre ellos -¿Hyung? – pregunté y el volteó a verme con una sonrisa – lo logré Taemin – me dijo feliz – no hablé hasta recibir mi diploma.
-¿Qué? –Pregunté asombrado mientras todos los maestros dirigían la mirada. – Mi mamá me dijo que no fuese tan perico para recibir mi diploma de la secundaria – no pude evitar reír un poco algo enternecido – Hyung, eso significa que no platicaras tanto en clases, pero no debías hacer un voto de silencio – seguí riendo con un poco más de fuerza y el me miró asombrado - ¿Enserio? – Todos los profesores se atacaron de risa en ese momento también mientras yo afirmaba entre carcajadas, al final todos estaban preocupados por él y fue tan refrescante escuchar su voz.
Después de eso no se volvió a callar, sus palabras podían ser cruelmente honestas o vagamente importantes, pero era grato escucharlo y era mi modelo a seguir durante la preparatoria. Aunque al terminar decidió mudarse fuera de la casa y conseguir trabajo, no quería ser una carga para mis padres. Pero siempre iba los fines de semana o días libres a ayudar con las tareas del hogar.
Onew hyung es mi piedra, eso puedo decir de él, alguien en quien confió y me ayuda desde las sombras.
-¿Por qué no le dices a tu terapeuta que cambie tu horario? – Dijo tranquilo mientras nos dirigíamos a la estación.
-¿No sería como estar huyendo aún? – Pregunté asombrado mientras avanzaba un poco delante de él.
-Sé que no estás listo para enfrentarlo – dijo con su brutal honestidad- puedo ver en tus ojos que aún te llena de miedo con solo escuchar su voz.
Afirmé decepcionado de mí mismo y el me brindó una sonrisa despidiéndose antes de subir al tren. Tantos años habían pasado y mis temores eran los mismos, podría que hasta fuesen más profundos ya que ahora ni podía sostener la mirada contra él.
-Consultorio de la Doctora Park- La aguda voz de la recepcionista contestó el teléfono- Buenas Tardes – dije tragando saliva – soy Lee Taemin, deseo cambiar mi cita de mañana.
-Estamos algo apretados ya que la doctora saldrá la siguiente semana – sentí presión, no sabía por cuánto tiempo más podría seguir ocultando mi rostro de él - ¿Puede venir el día de hoy a las 8:00? – Sonreí amplio ante esa pregunta- ¡Claro! Ahí estaré –dije feliz por poder mover la fecha, así podría evitarlo un poco más – está arreglado, nos vemos en unas horas.- La chica cortó la llamada y yo colgué comenzando a bailar de alegría.
-Parece que funcionó – Afirmé a Jonghyun que salía de su cuarto cargando su casco - ¿Tienes una entrega? – Pregunté acercándome deteniendo mi baile. – Si debo ir a dejar una canción al estudio ¿Saldrás hoy?
-Si – afirmé sonriendo – hoy tengo terapia.
-Deberías hacer más que eso, sé que te pidieron que fueses de parte del trabajo pero también ayuda salir con amigos – pasó su brazo por mi hombro – salir con chicas también es una gran forma de liberar el estrés.
-¿Está chica quiere que le consigas pareja a su amiga? – Pregunté entrecerrando los ojos, conocía bien a Jonghyun, de vez en cuando aparecían una chica que quería salir en grupo.
-No cómo crees – dijo riendo – quiere que lleve a dos de mis amigos para sus amigas.
-Lo sabía – dije alejándome – tengo cosas que hacer, no puedo.
-Debes ayudarme – se hincó frente a mí – ella puede ser la indicada.
-No volveré a caer en esa, a la mañana siguiente ya no lo será y tendré que arreglar tus platos rotos.
-Vamos Taemin, solo esta vez, te dejaré jugar mi nuevo juego – suspiré porque sabría que no se detendría y al final lo único que tenía que hacer era llevarme a la chica tímida, rara o sobreprotectora lejos. Negué en mi interior, sabía que mis protagonistas estaban completamente contra esto, no era la forma correcta.
-Está bien- no pude negarme más cuando hizo sus ojos de perrito.
-En ese caso te veo a las 10:00 en el bar de la quinta avenida dónde siempre.
-¿No puedes llevarlas a otro lugar? – Jonghyun era una criatura de hábitos muy acostumbrado a repetir lo mismo una y otra vez.
-No, ya quedamos ahí – abrió la puerta – por cierto, debes encontrar a la tercer persona, mis amigos estaban algo ocupados.
-¡¿QUÉ?!- Pregunté entre gritando mientras cerraba la puerta sonriendo pícaramente. Ahora parecía que debería ir por un rehén más para la misión nada noble de Jonghyun, definitivamente él había transformado mis días tranquilos en situaciones cada vez más torcidas.
-¿Por qué quisiste cambiar el día? – La doctora preguntó mientras seguía leyendo las hojas que había entregado.
-Tuve un asunto personal – dije y me volteó a ver de reojo mientras seguía leyendo.
-¿Tu primo es la persona más cercana que tienes? – Dijo pasando sus ojos rápidamente por el papel.
-Sí, eso creo – dije tranquilamente mirando alrededor del consultorio.
-¿Qué es lo que estás ocultando tan seriamente? – La doctora dejó las hojas de lado y se inclinó un poco para acercarse a mí, mientras la veía asombrado. – Parece como si hubiese un secreto muy obscuro que no deseas que llegue a averiguar.
-No es eso – bajé la mirada – más bien me da vergüenza tener que decirlo.
-¿Por qué vergüenza? – Tomó su libreta.
-Porque es algo a lo que soy impotente, me siento débil, torpe y completamente inútil cuando se trata sobre ello.
-¿Eras el más pequeño de tu clase? - Negué rápido – Entonces, ¿es por tu apariencia delicada? – Afirmé al sentir que estaba en lo correcto.
-¿Alguien te molestaba por ello? – Suspiré temiendo esa pregunta, pero al final tenía que cubrir mis 10 sesiones con la terapeuta debido a un evento en el trabajo además sentía que me había ayudado en otros aspectos escribir sobre lo que me agradaba. Pero llegué al punto donde no todo en la vida son rosas, siempre hay un punto en las historias románticas donde el drama aparece y sientes lo amargo de la vida.
-Varios me molestaban, pero había alguien en específico. – Me quedé en silencio mientras ignoraba la mirada de la terapeuta y me quedaba suprimiendo recuerdos.
-Ya se, hagamos un trato, la siguiente semana ambos descansamos, pero la que sigue es la quinta cita, así que quiero que escribas que sentimientos te provoca esta persona, no quiero que me digas cosas específicas, solo deseo saber cómo te hacía sentir. Creo que podemos avanzar bastante con solo eso, si deseas escribir más cosas para desahogarte también estaría bien, pero no te presiones. – Afirmé con una sonrisa, definitivamente escribir como me sentía no era tan grave, además no debía decir quién era ni nada así. En este momento podría superarlo y seguir con mi vida sin que me volviese a afectar.
-En ese caso nos vemos hasta la próxima semana – se levantó y dirigió a la puerta – sigue confiando en tu primo – me volteo a ver – te aseguro que no eres una carga para él. – Le miré asombrado, ¿lo habría notado por mi forma de escribir? –Con esta pregunta en mi mente salí hasta el pasillo y me despedí tranquilo de la recepcionista, alegre de haber cambiado el día.
¡Llegas tarde! – Ese fue el primer regaño de Jonghyun tan pronto bajé del taxi con mis pantalones rojos y chaleco negro, selección de Key. A sí… en ese momento llegó el segundo regaño -¿Qué hace el aquí?
-Me dijiste que trajera a alguien más – dije mientras Key pagaba el taxi y salía con paso constante y seguro a reunirse con nosotros mientras vestía con chaqueta rosa y lentes obscuros de marco azul en plena noche.
-Pero él… - le señaló y Kibum se quitó los lentes mirándole fijamente.
-Por fin te veo en persona – pasó su mirada de arriba abajo – no hay mucho que ver – Key se giró cruzando los brazos.
-¡Tú…! – Sostuve a Jonghyun quien intentaba alcanzar a Key mientras este le ignoraba.
-Llevémonos bien por esta noche – intenté calmarlo- tu necesitabas un tercer chico y Key es muy bueno entendiendo a las chicas.
-Está bien – Jonghyun se calmó y arregló su chaqueta de cuero negro – pero ante cualquier cosa lo mato.
-Como si una pequeña pulga pudiese matarme – Key comenzó a avanzar y Jonghyun le siguió deprisa rezongando que su estatura no estaba mal y que la genética le había jugado una broma.
No había pensado esto correctamente, pero tan pronto Jonghyun salió decidí preguntarle a Key por otro chico y él dijo que sería divertido hacerle la conquista imposible a mi compañero. Ellos nunca habían interactuado de frente, pero ya los había descubierto varias veces peleando en el teléfono de cuando Key llamaba a casa. Aún no sé cómo comenzó, pero tan pronto Jonghyun contestaba una ola de insultos salían de ambos, a veces tardaban bastante en pasarme el teléfono.
Cuando le pregunté a Kibum por qué lo hacía, dijo que era divertido romper la perfecta burbuja de cerdos como él y que era muy gracioso por que intentaba defenderse.
Creo que Key disfruta molestar a Jonghyun por que se parece a muchos de sus anteriores novios que terminaron lastimándolo y Jonghyun… creo que a él no le agrada nada esto.
Llegamos hasta el lugar de encuentro y las chicas ya estaban esperándonos enfrente del bar que Jonghyun adoraba porque tenía música en vivo y un ambiente bohemio a más no poder.
-Hola Yoo Hwa – Jonghyun se acercó a una de ellas con un vestido blanco y chamarra de mezclilla, su cabello tenía un tono rojizo, pero se veía bastante inocente comparada con otras chicas de Jonhyun. La chica nos volteó a ver y Jonghyun se hizo a un lado – Estos son mis amigos – Taemin y Kibum.
-Key – Kibum corrigió rápido- díganme Key, por favor.
-¡Qué cool! – Una de las chicas habló – soy MinAh y ella es Robin.
-¿Robin? – Pregunté asombrado a ver la chica que estaba toda vestida de cuero negro mirándonos de reojo.
-Robin es la hermana mayor de Yoo Hwa, le gusta que usen su nombre americano, ellas crecieron en California.
-Eso suena bien, yo estuve estudiando un tiempo en California- Key comenzó a hablar tranquilamente como siempre y Jonghyun me miró asombrado con una cara de ¿Enserio? Y yo solo pude afirmar, una de las habilidades de Key era saber conversar.
-Yoo Hwa, mucho gusto – dije sonriendo intentando ser amable, aunque ser social no se me daba, pero si nos íbamos a sentar en el bar; Jonghyun terminaría besuqueándose con una de ellas en la esquina mientras los otros intentábamos hacer conversación incómodamente.
-Deberíamos ir a bailar – Key soltó deprisa esas palabras y lo miré con atención.
-Secundo la noción – MinAh levantó la mano, era una chica bastante alta, traía pantalones blancos con una playera de color plateado y su cabello era negro y corto.
-Pero… -Jonghyun estaba por decir algo aunque fue interrumpido por MinAh.
-Yoo Hwa, vamos a bailar ¿Si? – La chica afirmó sonriéndole – ¿Qué dices Robin?
-Prefiero bailar – la chica miró el lugar.
-¿Tú Taemin? – Jonghyun me miró con ojos suplicantes, pero aun así no me convencería.
-Muero por ir a bailar – dije entusiasmado, por fin algo bueno salía de esto, después del largo tiempo de Key planchando mi cabello y los diferentes cambios para tener que ir a un bar, parecía que Key lo había planeado desde el principio.
El club estaba bastante lleno para ser tan temprano, la música resonaba en cada rincón haciendo imposible la plática. Aunque nos sentamos por un momento no pasó mucho hasta que MinAh se puso de pie.
-¡Vamos a bailar Taemin! – Levantó la voz para que la escuchara y afirmé levantándome.
-¡Vamos Yoo Hwa! – Key extendió su mano galantemente y la chica afirmó algo sonrojada. Jonghyun solo se quedó boquiabierto mientras nos alejábamos los cuatro a bailar y lo dejábamos con Robin en la mesa.
Cuando llegamos a un espacio en la pista simplemente comenzamos a bailar sin detenernos, me gustaba ese sentimiento de ser invadido en todo el cuerpo y sin poder detenerme, sin darme cuenta de lo que pasaba a mí alrededor. En algún momento dejaron la pista y volvieron con cervezas, yo seguí bailando mientras tomaba. Sentía que mucho de mi estrés me abandonaba.
No sé cuántas veces fueron a recoger cervezas a la barra, ya no las contaba pero en un momento dijeron que fuéramos a descansar y al llegar a la mesa las cosas pasaron de ser ligeras y divertidas a todo un alboroto.
Cuando llegamos Robin estaba en las piernas de Jonghyun besándolo, Yoo Hwa salió corriendo y MinAh fue tras ella, Jonghyun nos miró asombrado y empujó a Robin.
-¡Yoo Hwa! – Gritó sordamente entre la fuerte música y desapareció entre la gente como las otras dos. Entonces lo más raro sucedió, Key se acercó a Robin que sonreía siniestramente y la abofeteo.
-Niña mala – dijo mientras me acerqué más para oírles y la tomó de la muñeca para jalarla detrás de él, en medio de la confusión decidí seguirlos hasta el exterior donde Key la sentó en una de las jardineras en la calle.
-¿Si sabías que haría eso porque me dejaste a solas con él? – Ella preguntó con una sonrisa.
-Quería confiar en tus palabras – Key dijo cruzando los brazos como si regañara a una niña pequeña.
-¿Palabras? – Pregunté mientras que ambos estaban en silencio.
-Este idiota me creyó cuando le dije que quería estar a solas con él para amenazarlo para que cuidara de mi hermana – volvió a reír y luego le miró – eres un crédulo “KEY” – entonó su nombre fingiendo dulzura.
-No entiendo ¿Lo querías para ti o solo deseabas romper el corazón de tu hermana? – Key preguntó serio mientras la chica seguía con su tétrica sonrisa.
-Yo para que querría a un enano mujeriego como ese – la miré espantado, pocas chicas de las que había conocido podían ser así.
-Entonces eso nunca se te perdona – Key volvió a levantar la mano pero esta fue abruptamente detenida -¿Jonghyun?- Preguntó al girarse para ver quién lo bloqueaba. Jong sonrió y soltó suavemente a Key.
-Perdona Robin – hizo una reverencia a la chica que estaba sentada – no sé qué me pasó, estoy interesado en Yoo Hwa.
-Bastardo – la chica se levantó poniéndose de pie – eres simplemente un inútil. –Robin caminó alejándose por la calle.
-Ella tiene razón, eres un inútil – Key dijo mirándole con los ojos enrojecidos.
-Yo fui quién cometió el error – Jonghyun sonrió – no es culpa de ella.
-Tonto – Key lo empujó y tomó mi muñeca- vamos Taemin, sigamos bailando, si te juntas con gente tan boba se te pegará la idiotez.
-¿Qué idiotez? – Jonghyun alcanzó a preguntar antes de que volviésemos al interior dónde la música ahogó cualquier palabra y donde fui arrastrado a la mitad de la pista. Key parecía entre molesto y asombrado, me costaba entender todo lo que había sucedido. En gran parte debido a la cantidad de alcohol en mi sangre. Pero cuando mi acompañante empezó a bailar, yo también, poco a poco decidí hacer lo que él y olvidar lo que acababa de pasar bailando.
Pasó algo de tiempo y no pude ver a Key, intenté buscarlo pero no podía ver nada, parecía que el club estaba en su máxima capacidad, me sentía bastante mareado y decidí alejarme de la pista. Pero en un momento todo se puso negro y simplemente sentí como el aire se me escapaba, podía oír la fuerte música y sentí el piso golpear contra mi espalda, pero tras eso, ya no pude ver, escuchar o sentir nada, el conocimiento me había abandonado.
Desperté cuando sentí un suave aroma, acompañado de golpes graves y agudos, definitivamente alguien estaba preparando el desayuno. Presioné mis ojos intentando abrirlos despacio, sintiendo el fuerte dolor de cabeza mientras olfateaba el dulce aroma de la comida en cocción.
Miré el techo blanco y me senté de golpe. Esa no era mi habitación, las cortinas amplias, alguna ropa apilada en la iluminada alcoba y las blancas sábanas fueron lo primero que pude notar. Giré la cabeza de un lado al otro, los espejos del closet, el marco de metal de la ventana, el piso de madera pulida, todas las imágenes seguían llenando mi mente y llevándome a la desesperación.
Lo siguiente que hice fue sacar la sábana de golpe, tenía que ver si estaba vestido ¿Qué tan lejos había llegado? Ufff, mi ropa aún estaba en su lugar, ahora debía saber cómo había llegado ahí. Busqué mis zapatos alrededor pero supongo que terminaron cerca de la puerta, tomé mi cartera y celular que estaban en la mesita junto a la cama. La billetera tenía todo el dinero y tarjetas en su interior, intenté encender mi celular pero este se quedó estático. –Sin batería- dije mientras me acercaba al borde de la cama para levantarme tirando lo que parecía un despertador y haciendo bastante ruido. “Rayos” dije en mi mente y miré hacia la puerta, de seguro había sido escuchado.
-¿Ya despertaste? – Escuché esa voz y abrí grande los ojos, sentí un aire helado recorrerme y comencé a retroceder mientras los pasos retumbaban a la entrada. – Hice el desayuno – se asomó el origen de esa voz, el chico alto de amplios ojos y labios gruesos que causaba dolor solo verle -¿Qué pasa? – Preguntó acercándose con su odiosa sonrisa y se agachó para tomar el despertador y ponerlo en la mesita - ¿Te duele algo?
-¡¿TU?! – Le señalé y miré con odio, sentía como me quemaba por dentro la sensación de causarle pena y dolor.
-¿Vamos con esto de nuevo? – Preguntó mientras me observaba inclinando la cabeza.
-¿De nuevo? – Pregunté aun molesto y retrocedí otro poco.
-Ayer también me señalaste y comenzaste a llamarme de todas formas – entrecerré los ojos intentando no creerle y me presioné un poco para recordar.
Flashback
Sentí agua salpicando mi rostro - ¿Estás bien? – Una voz conocida me preguntó mientras recobraba mi conocimiento. – Omo – le señale – es el saca-mocos de Minho – reí- nunca creí verme con el pervertido de Minho aquí.
-¿Sacamocos pervertido? – Un chico de cabello negro preguntó riendo.
-Anio – negué empujando su cara suave – es el sacamocos, pervertido, desgraciado, violador, masoquista de Minho por lo menos.
-¿Qué te crees? – El chico alto al que llamaba de esa manera mostró algo de enojo mientras el otro se atacaba de risa.
-Solo te pasa a ti Minho, salvas a alguien de morir aplastado y te llama como puede.
-Anio anio – negué con la mano recargándome en la pared- prefiero morir que ser salvado por el asqueroso y apestoso de Minho.
-Está bien – el chico me soltó – arréglatelas solo.
-Si – me puse de pie tambaleando – me las arreglaré solo, siempre he podido solo no necesito al tonto de Minho para ello, el solo hace la vida insoportable para todos.
-¿De dónde lo conoces? – El chico preguntó mientras se empezaban a alejar y noté que me encontraba en el baño junto a los lavabos.
-No sé…
-Pero sabe tu nombre.
-No tengo ni la menor idea – dijo y todo mi enojo se fue contra él cuando lancé una barra de jabón con todas mis fuerzas.
-Exacto el egoísta de Minho no le importan los demás – me volteó a ver algo molesto – solo le interesa el mismo. – Se acercó a mí y tomó el cuello de mi chaleco levantándome un poco.
-Pero, ¿qué te crees? – Levantó su puño acercándolo a mi rostro y yo solo pude reír.
-Claro, el petulante de Minho no sufre como yo – seguí riendo – solo yo soy castigado con el recuerdo del maldito de Minho cada día desde que hizo mi vida imposible en preparatoria. Vamos golpéame bastardo, por los buenos tiempos. – Me soltó de golpe y sentí como arremetía con la pared.
-¡Sacamocos! ¡Chupadedos! – Seguí con los insultos, solo dejando salir todo lo que me había guardado mientras que en el fondo la risa del chico musculoso que lo acompañaba seguía.
-Suena como pelea de primaria – dijo aun riendo.
-Sí, es muy gracioso – miré al alto que seguía asombrado al verme – siempre que Minho golpea a alguien todos ríen – el chico detuvo su risa y volteo a ver el rostro espantado del contrario – más si se trata de mí – dije recargándome en la fría pared intentando mantenerme despierto.
-¿Lee Taemin? – Preguntó agachándose y acercándose a mí.
-El mismo diablo en persona – sonreí al sentirme reconocido – frente a su pesadilla Minho.
-Te llevaré a casa – dijo tomando mi brazo.
-No quiero – intenté zafarme pero una presión interior corrió desde mi estómago quemando mi esófago y terminó sobre la ropa del alto moreno que solo me veía con horror. Reí al ver mi vomito cubriéndole.
-Mira ahora Minho si está asqueroso y apestoso – dije mientras comenzaba a perder el conocimiento de nuevo contra la pared del baño.
Fin del flashback
Presioné mi cabeza- Aigoo – era horrible recordar de esa manera. Tanto tiempo queriendo vengarme para que al final perdiera el conocimiento mientras lo intentaba.
-¿Ya recordaste?- Preguntó mientras tendía la cama y le volteé a ver algo molesto.
-¿Por qué me trajiste aquí? – Demandé al instante.
-Ayer busqué información, pero tu celular no tenía batería y tus identificaciones carecen de dirección – abrí mi cartera de nuevo y me di cuenta que tenía razón.
-Debiste dejarme ahí – dije aún molesto.
-No creo que sea buena idea dejarte ahí, te confundieron varias veces con una chica y no tenías ni una pisca de conocimiento.
-No me importa, no quiero estar aquí. – Rezongué deprisa, pudiese que tuviese razón, pero para mí era caer muy bajo si él me ayudaba.
-Porque prefieres morir a ser ayudado por el asqueroso de Minho – dijo mirando al piso y me sentí un poco mal.
-Solo no quiero involucrarme más contigo – giré el rostro hacia la ventana. – No son gratos recuerdos.
-Lo entiendo – le escuché suspirar. – De todos modos desayuna algo antes de salir, ayer te pusiste bastante mal.
Salió en silencio del cuarto y yo me asomé siguiéndole. Su apartamento era amplio y muy iluminado, llegamos hasta la gran cocina que se veía bastante cómoda y en la mesa había varios platos servidos.
-Adelante, come – dijo con una nostálgica sonrisa- voy a correr, la puerta está abierta, puedes salir cuando termines.
Me miró y giré mi cabeza indignado. Él tomó una maleta después de meter una botella con agua en su interior y salió deprisa.
Miré los platos pensando no comer, pero moría de hambre así que comencé a probar todas las cosas con mi tazón de arroz. Caminé alrededor mientras comía mirando las pinturas, jarrones y demás decoraciones de la casa.
-Minho ha de ganar bien – dije un poco celoso, uno siempre desea que su abusivo de la preparatoria sea alguien desempleado viviendo en una caja de cartón.
Comencé a observar las fotos y encontré una que llamó mi atención. No pude evitar sonreír al verla ahí estaba mi amor de preparatoria con su traje de educación física junto a Minho.
-Siempre lo tendrás todo- entoné suave y noté que mi arroz se había terminado. – Pero yo no soy un monstruo como tú – me dije a mi mismo y le volví a sonreír a la foto, era tan dulce ver a mi Noona tan feliz.
Tras acabar de comer tomé mi billetera y salí de la casa en busca de una tienda. Tenía que agradecerle de algún modo ya que no volveríamos a vernos. Compré algunos helados que le veía comer cuando estaba en la preparatoria y los llevé a su departamento. Sonreí dejándolos en la nevera y además agregando otros bocadillos que me gustaban.
“Para el asqueroso sacamocos de Minho, si gustas algo más fresco abre la nevera” – Terminé de escribir y tomé uno de los helados.
-Solo hago esto porque no tienes fotos de ninguna otra novia aquí – sonreí – me alegra que lleves su recuerdo así como lo hago yo. –Salí comiendo la paleta por alguna razón eso me había animado y ahora creo que borraría a Choi Minho de mis pesadillas recurrentes.
Última edición por FuerzaFriki el Dom Oct 12, 2014 10:01 am, editado 2 veces
Re: Not My Highschool Sweetheart
Nueve musas
Miré por la ventana y podía ver las pequeñas pelusas blancas bajar zigzagueando, sonreí por un momento y gateé desde el lado de mi cama hasta cerca de la ventana sin dejar la cobija. –Está nevando – dije bajo en un tono alegre y luego miré las calles como espolvoreadas por azúcar. Estuve observando por unos minutos como la luz de las lámparas mostraba los finos copos caer cuando tres golpeteos en la puerta anunciaron la llegada de alguien.
-¡¿VENISTE CON ESTE CLIMA?! – La voz de mi compañero de cuarto retumbó y miré hacia la puerta de mi obscura habitación.
-Me vuelvo loco si no salgo – La voz familiar con aire de superioridad respondió y se escuchó como se cerraba la puerta. – Además ya puedo caminar, no pienso seguir como vegetal en mi departamento ¿Y Taemin?-
-Está durmiendo, hoy fue su última cita con la psicóloga y parece que estaba decaído.- Me acerqué a la puerta, Jjong tenía en parte razón, era triste terminar con eso. Pero ahora parecería que me dejarían trabajar sin tanta precaución y además los chicos estaban más tranquilos a mí alrededor. Pero aun así quería seguir escribiendo de lo que ocurría, o por lo menos de lo que deseaba que ocurriera. Mi primera nevada después de la conversación más seria de mi vida, mis pensamientos mezclados en mi cabeza, el frio que llegaba hasta mis huesos pero era opacado por mi mente.
-¿Cómo le va al altote? – Pegué mi oreja a la fría madera, intrigado, lleno de ansias por escuchar la respuesta.
-Es un fastidio vivir con Choi Minho – El de tez pálida se quejó con su tono normal – aunque me ha ayudado con mi caso y a veces me llena de necesidad de cuidar de él. Es un embrollo el pobre, ve el teléfono todo el día y debo recordarle sobre sus medicinas ¿Qué sería de todos ustedes sin mí? –Agregó en su tono de diva.
-¿Es algo serio?-
-Todos tenemos nuestros demonios – se quedaron un momento en silencio y me alejé un poco de la puerta aun sentando en el piso, tomé la cobija y me cubrí la cabeza con ella. “Determinar tu orientación sexual es una experiencia confusa… no es algo que puedas saber solo con un test… que fantasees por alguien de tu mismo género no implica que seas homosexual…”
Abracé mis piernas abatido, deseaba que alguien llegara y me diera todas las respuestas “es un camino que debes avanzar solo pero siempre que necesites apoyo aquí estaré”.
-¿Seguro que Minnie está bien? – Escuché mi apodo y volví a pegarme a la puerta.
-Yo digo que sí, ha estado bastante animado y tranquilo.-
-Pero, el cumpleaños del abogado jirafón con el que vivo se acerca, debería hacer que se junten.-
-No te metas en asuntos de los demás diva, Taemin dijo que él le diría cuando estuviese listo.- Pasó un leve silencio.- Mejor organiza el cumpleaños del chico pollo, ya que quieres controlar algo.-
-¡No quiero controlar nada, enano fastidioso! Además… – Key bajó la voz – aún no puedo darle la cara a Jinki hyung.-
-Sí, claro, ahora el señorito perfecto siente vergüenza.-
-Nunca siento vergüenza – Jonghyun se atacó de risa. –Mejor me voy, de todos modos Taemin está indispuesto.-
-Está nevando.-
-Gracias por el reporte del clima.-
-Bueno – se escuchó como se abrió la puerta.- Adelante señor orgullo, vamos todos a jugar en la nieve aún con el brazo fracturado y cojeando.-
-Solo eso me faltaba, alguien con cara de dinosaurio siendo sarcástico conmigo.-
-Me alegra cumplir aquello que te faltaba su majestad.-
-¡Me voy! – Anunció con fuerza Key.
-¡A, NO! ¡Ahora te quedas!- La puerta se cerró con un fuerte estruendo.
-¿Qué mosca te picó? Enfermo.-
-¡Vaya manera de desperdiciar mi primer noche tranquila! Pensaba conseguir una linda chica y traerla para soportar este frío ¡Pero noooo! Debo estar de niñero de un principito arrogante y terco.-
-¿Terco? ¡Mira quién lo dice! ¡Aquel que solo no me deja ir para tener su conciencia limpia! ¿Y sí yo quería llamar a alguien también para no pasar frio? ¿Sabes lo horrible que han sido estas semanas de abstinencia? ¡Claro que no! ¡Qué horrible momento es en la vida de Jonghyun si no puede estar sacando su pene de sus pantalones!-
-¿Quieres que lo saque?-
-TE RE TO- Abrí grande los ojos y puse mi mano en la manija de la puerta bastante preocupado.
-Tú no te mereces ver a mi amigo.-
-De seguro he visto muchos mejores a ese. Muchos muchos.-
-¿Tú comida favorita? –
-¡¿Cómo te atreves?!- Abrí la puerta después de ponerme de pie.
-¿Qué pasa?- Salí tallando mis ojos y arrastrando la cobija en mi mano.
-¡Omo! ¿Te desperté? – Key se acercó a mí.
-Perdona – Jonghyun dijo desde lejos – Key está cachondo.
-No le digas eso a él – cubrió mis oídos. – Mira quién lo dice.-
-Está nevando – los ignoré y miré hacía la ventana –duerme aquí omma.-
-Claro que sí.-
-Patético – Jonghyun se dirigió a la puerta de su habitación.
-¿A quién le dices patético? – El de rasgos felinos le miró molesto.
-Al chico que finge para no quedar mal con su amor platónico.-
-¡DESGRACIADO! – Tomó un cojín y lo lanzó pero fue demasiado tarde, mi compañero ya había entrado a su cuarto. –Ignóralo Minnie – Key se sentó en el sillón algo cabizbajo.
-Traeré mi almohada, pasa a dormir al cuarto.-
-¿No me odias ni un poco?-
-¿Por qué lo haría?-
-Por qué hice cosas horribles – me senté junto a él.
-Yo también – sonreí – todos tenemos nuestros demonios.- Abrió ampliamente los ojos y me observó con temor, en su rostro se podía leer claramente “¿Tú lo escuchaste todo?”.
-Te equivocas – miró hacía la puerta de la habitación del bajito – él no los tiene y eso me hace odiarlo más.- Negué y me puse de pie.
-El solo libra batallas con sus demonios de manera diferente – abrí uno de los cajones que estaban debajo del mueble de la televisión y tomé algunas de las hojas. –A veces escribe tres o cuatro al día.- Le entregué ese montón de hojas.-
-¿Canciones? – Afirmé y luego entré a mi habitación para tomar mi almohada preferida.
-Debes dormir – la puse en el sillón y él se levantó sin dejar de ver las partituras y letras de sus manos.
-¿De qué tratan? – Le sonreí al escuchar la pregunta.
-No lo sé, Onew hyung fue el que empezó a juntarlas notando que Jonghyun las había desechado – me recosté cobijándome con la cobija que me había acompañado todo ese tiempo.
-¿Puedo?- Preguntó presionando con ambas manos el conjunto y yo afirmé acostándome de lado para verle.
-Será nuestro secreto – le sonreí y el entró a la habitación cerrando la puerta. Cerré los ojos esperando conciliar el sueño, tenía ya varias semanas sin poder dormir. Las ideas se seguían mezclando en mi mente. Y pecho se sentía pesado y ardía a momentos, sin embargo esa noche dormí y descansé a diferencia de todas las noches anteriores.
-¡Despierta! – La grave y melodiosa voz hizo que me sacudiera en el sillón y luego azotara el piso de lado.
-¡Hyung! – Me quejé sentándome y sobando mi brazo.
-Perdón – rio animado. – Despierta a la diva para que coma algo.-
-¿Hiciste el desayuno? – Pregunté asombrado.
-Aaaa, es cierto, también debes decirle que cocine algo para que podamos desayunar – le miré haciendo un puchero y luego me levante riendo mientras negaba con la cabeza.
-Omma – llamé antes de abrir la puerta y me asombré al encontrar a Key sentado en la cama mirando las partituras -¿Key? – Le llamé de nuevo notando que no se había percatado de mi presencia -¿Key? – Tomé su hombro y dio un salto algo espantado dejando caer varias de las hojas.
-¿Qué pasa Minnie? – Me preguntó mientras se agachaba para recoger las canciones.
-Ya amaneció – le miré confundido, parecía algo preocupado.
-¿Ya? – Se levantó y me entregó las hojas que había podido juntar – debo irme.
-¿No quieres desayunar? –
-Se me hace tarde – tomó un abrigo y noté que guardaba un papel doblado en una de las bolsas.
-Pero … - antes de que pudiera decir de más salió corriendo de la habitación.
-Nos vemos dinosaurio enano – alcanzó a decir dejando el departamento rápidamente aun cojeando.
-¿Qué fue eso? – Jonghyun me preguntó asomándose a mi habitación y rápidamente escondí las partituras detrás de mí.
-No lo sé, fue raro – los nervios me carcomían, algo en esas letras debía ser importante y Kibum había reaccionado a ello pero, ¿qué era?
-Mejor nos preocupamos por el egomaníaco luego – agregó tranquilo – hoy debemos ir al restaurante del Chico Pollo. – Afirmé sonriendo, mi primo tenía un evento en su restaurante y estaríamos ayudando.
La fila al llegar al lugar era mucho más larga de lo que imaginé, diversas personas una tras otra se alineaban frente la puerta y yo les veía asombrado, la mayoría eran chicas, y aún no abrían.
-Le va bien a hyung – Mi compañero agregó con una sonrisa y yo afirmé. Estábamos por entrar por la puerta trasera cuando un estruendo retumbó y varios gritos surgieron de la cocina.
-¿Qué pasó? – Jong entró deprisa solo para encontrar a mi primo tirado en el piso un chico sosteniendo sus brazos y dos chicas usando sus delantales para limpiar su pierna.
-Hyung ¿Estás bien? – Me acerqué un poco preocupado.
-El jefe se cayó y se tiró el aceite caliente encima – Una de las chicas habló aun intentando absorber el aceite con su delantal.
-¿Qué fue ese ruido? – Tres chicos entraron a la cocina y Jonghyun se les quedó viendo.
-Onew hyung picaron – dijo guiñando un ojo. – Así que esta es la razón por la cual hay tantas chicas esperando.-
-¿La razón? – Mi compañero me señaló a los chicos con uniforme y luego al que sostenía los brazos de Onew.
-Todos ellos son bien parecidos – remarcó – me preguntaba cómo hacías para que las chicas comiesen pollo grasoso.-
-¡Mi cocina no es grasosa! – Una de las chicas se levantó molesta.
-Esto es un circo – el chico que sostenía a mi primo lo dejó caer y se puso de pie, el implicado golpeó el piso de nuevo – que fastidio. – Se alejó y salió al comedor.
-¿Le duele jefe? – La otra chica levantó el pantalón de Onew un poco.
-Estaré bien – intentó levantarse y se volvió a caer.
-¡Demonios! – La chica que se había ofendido por lo del pollo golpeó la mesa. – Justo hoy que tenemos el evento.- Ayudé a la otra chica a sentar a mi primo.
-Nosotros venimos a ayudar- Jonghyun tomó un delantal.
-Necesitaremos más personas – la chica se acercó a una puertita y sacó dos uniformes.}
-Podemos llamar a Key – Jonghyun y Onew me lanzaron miradas.
-Está herido – Jonghyun tomó uno de los trajes y pasó al cambiador. –Mejor digámosle al altote.-
-No…. – dije rápido y todos me voltearon a ver incluso los chicos del servicio. – No es buena idea – agregué en un tono más bajo.-
-Pero ahora necesitamos a alguien – salió ya vestido y me asombré bastante.
-Hablémosle a Taec – Onew agregó desde su silla y yo afirmé sonriendo.
-Ocho hombres bien parecidos no suena tan mal Unnie – la otra chica con traje de cocinera sonrió.
-Bien, seguiré cocinando – volteó a ver a Onew – si te vuelves a meter en mi cocina sin precaución, me las pagarás jefe.-
-El siempre anda por la vida sin precaución – el chico alto que se había marchado hace un momento regresó con un botiquín en manos – es el peor desastre natural que puedas conocer.-
-¿Ese quién es? – Jonghyun preguntó a mi oído mientras el chico se hincaba para poner ungüento y gasas en la pierna de mi primo.
-No lo sé – miré algo asombrado.
-Tal vez si debimos llamar a Key – Jonghyun agregó murmurando y luego se acercó a Jinki y le pegó con ambas manos en sus hombros -¿Qué debemos hacer jefe chico pollo?- El chico a los pies del contrario alzó la mirada.
-Pues te toca servir y Tae estará en la caja – afirmé y tomé mi teléfono para llamar a Taec.
Trabajar en un restaurante es agobiante, me quejaba de la vida de oficinista pero esto era aún más pesado. Me había tomado un rato entender la caja registradora y todos corrían de una lado al otro con platos, bebidas y órdenes.
-Debiste de ver el chico que venía hacía acá – dos chicas entraron platicando entre ellas y saludé inclinándome un poco – parecía tener toda la ropa de marca que te puedas imaginar.-
-Será modelo – la chica negó – se veía más llamativo. – Pensé por un momento en Key antes de que las chicas fueran pasadas a una mesa vacía en frente del ventanal.
-No es posible- me dije a mi mismo y pasé a cobrar la orden de una pareja que se ponía de pie.
-¡Ahí está! – Una de las chicas habló alto y miré hacía la puerta para encontrarme con Key que traía gafas de diseñador y un abrigo color crema sobre sus hombros cubriendo su cabestrillo. Tenía un color diferente de cabello, solo nos habíamos separado unas cuantas horas y parecía como si fuese una semana de trabajo.
-¿Omma? –Incliné la cabeza y el nuevo rubio con rayos rosas sacó los lentes despacio.
-Minnie – miró alrededor – dame tu mejor mesa.-
-No es un restaurante elegante.-
-Lo sé, pero aun así merezco lo mejor.-
-Bienve… - Jonghyun se inclinó y al levantarse detuvo su frase – ah eres tú.-
-Eres mi mesero –Key mostró una amplia y malvada sonrisa, tan intensa, que un escalofrió recorrió mi cuerpo.
-Fingiré que lo soy por un momento y te llevaré a tu mesa – comenzó a avanzar – pero cuando me retiré iré a la cocina a rogar que me cambien y puede que me libre de ti. – Soltó con honestidad y Key negó en silencio.
-¿Y Onew hyung? –Miró en todas direcciones.
-Está un poco lastimado – agregó y lo sentó en una mesa lejos de la ventana, lo que no pareció ser grato a Key.
-¡Parece que lo hicieron en aceite quemado! – Key dijo en alto al pobre de Jonghyun que aunque había logrado cambiar de cliente ya todos los meseros habían pasado por ahí y habían renunciado ante Kibum, y ahora estaba de nuevo mi compañero con un rostro de muerto viviente.
-En un momento se lo cambio – dijo intentando mostrar una sonrisa y estaba por tomar el plato pero el contrario sostuvo su brazo.
-Quiero hablar con el dueño – la gente de su alrededor comenzaba a hablar y Jjong se veía algo desesperado.
-Nuestro jefe se encuentra algo indispuesto.-
-Con más razón debe comer conmigo.- Key agregó y miró a su celular – sería una lástima que una crítica horrible apareciera en este importante blog de comida.-
-Ahora vas con el chantaje – Onew estaba parado atrás de Jonghyun y este lo miró como si fuese su salvador.
-Yo me encargo – dijo con una sonrisa y Key sonrió triunfante. Jjong hizo una reverencia y se disculpó con la gente que lo rodeaba.
-Siéntate por favor – el chico pálido guardó su celular.
-¿Qué está pasando? – Preguntó uno de los trabajadores regulares y Taec se acercó con nosotros.
-Key está tramando algo – dije mientras cobraba la cuenta que me habían entregado.
-Están peleados – Taec preguntó y yo negué.
-Ambos quieren mostrar su orgullo.-
-Esto no le gustará a Nichkhun – el chico agregó tomando el cambio y miré a Taec algo preocupado el cual me observaba de la misma forma.
Mis hyungs hablaron tranquilamente mientras que comían pollo en un tono bajo, varios meseros intentaron saber de lo que hablaban pero todos decían que se detenían o bajaban el volumen para cuando se acercaban.
-Esto es sospechoso – Jjong agregó cuando varios terminaron rodeando la caja mientras Onew seguía comiendo pollo y Key parecía discutir algo serio.
-¿Y Nichkhun? – El más joven de los muchachos preguntó. – Hace un momento estaba bromeando y riendo en la mesa de allá.- Señaló y todos comenzamos a ver alrededor buscándole.
-Ahí está – uno de los chicos algo rubio y con nariz ancha señaló y este llevaba unas bebidas en la charola.
-¡Rayos! – Jonghyun se alejó acercándose a él. Al momento no entendí esta acción pero un instante después descubrí las intenciones del alto fortachón pero era muy tarde las bebidas cayeron sobre Key.
-¡¿Pero qué?! – Key se levantó de un salto y comenzó a limpiar con servilletas dando toquecitos.
-Lo siento – el causante de la calamidad uso uno de los trapos y frotó sobre el abrigo.
-¡¿Qué haces?! – Key lo empujó - ¡Si frotas será peor!- Onew se levantó.
-Disculpa Key, estamos empezando, con gusto pago la limpieza – Key hizo una mueca de lado.
-Manda a Jonghyun a la tintorería – se quitó el saco y se lo entregó a Onew. Luego se levantó y se acercó a mí -¿Cuánto es?-
Miré a Jonghyun y este pasó a entregar la nota. Luego miró a Key.
-¿No te dará frio? – Él de rasgos felinos sonrió y uno de los chicos no tardó en llegar con un abrigo negro.
-El jefe manda esto – Key lo tomó sonriendo y con su brazo libre lo puso sobre sus hombros.
-Gracias, tengo que volver a casa, mi compañero es un poco desastroso – me guiñó y le miré algo asustado.
-¿Qué fue eso? – Jonghyun miró asombrado.
-No sé qué acaba de pasar.-
El día siguió pesado pero logramos terminarlo. –Mis piernas duelen – dije mientras masajeaba suave.
-Excelente trabajo – una de las cocineras habló y los chicos sonrieron.
-Nos vemos mañana- el menor y arregle salió corriendo tan pronto se cambió y el rubio con el que se la había pasado se despidió formalmente y salió después de él un poco más calmado.
-Deberé de dormir por muchas horas – el tercero me entregó una botella de agua. – Nos veremos luego, gracias por apoyarnos.- Afirmé y el salió también. Las cocineras no tardaron de irse juntas después de un rato.
-Conseguí su número – Jonghyun dijo orgulloso murmurándome mientras señalaba a la chica más joven con cabello largo y negro.
-Me asombra después de todo lo pesado de hoy – en ese instante Nichkhun salió bastante decaído de la oficina de Onew y comenzó a quitarse el delantal.
-¿Quieres tomar algo? – Jonghyun le dio una palmada en la espalda.
-Gracias por su ayuda hoy – sonrió amplio.
-Me puedes agradecer acompañándome por una cerveza.-
-Anda anda- lo empujó a cambiarse -¿Vienes? – Me miró y sonreí.
-Quedé en cenar con Onew hyung- señalé la oficina y este me afirmó entrando también a cambiarse y yo me dirigí a donde mi primo se encontraba.
-Fue de locos ¿verdad? – Fue lo primero que me dijo cuando entré.
-Es una noche agradable – terminé diciendo mientras estábamos acostados en la terraza del restaurante abrigados y tomando un poco.
-Aún con todo el trabajo es mejor que lo que hacía antes – Jinki agregó sonriendo – no más rehén de oficina.-
-Quiero hacer eso.-
-Entonces por qué no lo haces, siempre creí que en el futuro serías bailarín y brincarías por todos lados – suspiré.
-Por ahora no estoy seguro de nada – miré al frente, a las luces de la ciudad – creí que debía hacer muchas cosas por la memoria de Noona.-
-Creo que siempre estará en tu memoria, cosas así no se olvidad – señaló su cabeza – es un recuerdo incrustado – rio por su juego de palabras.
-Ahora creo que tengo más cosas incrustadas.-
-¿Sigues preguntándote?-
-No puedo dejar de hacerlo, me siento presionado y extraño.-
-Creo que te estás haciendo las preguntas equivocadas.- Le miré extrañado.
-Te preguntas qué es lo que te gusta, pero ya lo sabes.-
-¿Lo sé?-
-No importa si eres homosexual, pansexual o pollosexual, como yo – reí un poco. – Solo te gusta, ¿verdad? – Sonreí, eran las palabras más sabias que había escuchado en mi vida.
-Entonces soy Noonasexual y Minhosexual.- Rio conmigo.
-¿Qué pasó con Key hoy? – Me atreví a decir cuando nos quedamos en silencio.
-Encontró la debilidad de Jonghyun.- incliné un poco la cabeza.
-¿Todo esto fue por eso? –
-El todo poderoso Kibum sintió que el orden natural estaba restaurado – me miró – aunque me tardé en convencerlo de que no fuese a decirle nada a Jjong.-
-¿Le tenía envidia a Jjong?- Reí un poco.
-Por alguna razón pensó que era perfecto – Onew se enderezó y miró al piso. – No sé si estoy feliz de que no lo vea como alguien perfecto o conflictuado porque pensó que era perfecto.
-En ese caso es tu turno para hacer que Kibum tiemble pensando que eres perfecto – rio y luego bebió.
No sé si ser un par de idiotas podrían llegar a algo, pero al final eso éramos un par de idiotas que tenían interés en personas conflictivas. No malas personas, pero también idiotas como nosotros.
-Te mueres por verlo.- Escuché a Jen a mi espalda y me sobresalté – A… ¿A qué te refieres?-
-A qué tienes rato soñando despierto – señaló el reloj y me asombré de notar que ya era hora del almuerzo -¿No le has llamado?-
-No puedo – dije un poco fastidiado tomando mis cosas. Estaba entre ansioso y nervioso, pero a la vez me sentía mal me había tardado tanto, no nos habíamos visto en semanas ¿Y si ya no le interesaba? ¿Y si se había molestado?
-¿Entonces se lo dejarás a Key?-
-¿A Key? – Me frené mientras avanzábamos en el pasillo-¿Qué de Key?-
-El chico es guapo y Key siempre hace que cualquiera se interese.-
-¿Tú crees? Pero Key lo odia… Pero es su tipo… Minho es muy guapo… Key es mi amigo… No he conocido a nadie que le diga que no.-
-Vaya, yo solo lo decía de broma – me pegó en la cabeza y la miré con ojos suplicantes.
-No creo que Key… - suspiró – pero no está mal, no te esperará por siempre, ni tú podrás quedarte indeciso por siempre.-
-Voy a comer – me alejé rápido de ella. –No es posible, Key no puede… - Pero antes de que pudiese completar mi pensamiento en voz alta observé a dos figuras entrando a un restaurante cercano. No podía creerlo, esos eran Kibum y Minho, era raro que entraran juntos a algún lado. Pero vivían juntos, aunque Key no estaba trabajando, Minho trabajaba lejos de ahí, pero traía su traje que utilizaba para ir a la firma en la que estaba. Mi cabeza giraba, no me podía quedar lejos, debía acercarme.
Crucé la calle con cuidado y me asomé por la ventana del restaurante. – No los puedo ver- me giré molesto – de seguro no es nada, allá ellos.- Comencé a avanzar pero me paré en seco. –Aunque… - me giré y entré rápido. Y me asomé empezando a buscarlos. Giré rápido mi mirada de un lado a otro, me agaché detrás de una planta.- Soy ridículo.- Me puse de pie y crucé los brazos dispuesto a salir de ahí, pero de reojo pude ver a Key sentado en una de las esquinas. Miré alrededor -¿Y Minho?-
-¿Qué cosa rara haces mosca? – Salté espantado.
-Buscaba algo – corrí a la puerta y no me detuve hasta llegar frente al edificio donde trabajaba. Intenté recuperar el aliento por un rato sosteniéndome de un tronco de los árboles -¿Qué estaba pensando? ¡Maldita Jen!- Me senté – pero es seguro que eran ellos dos.- Miré al piso y después de unos minutos decidí volver al trabajo. No podía dejar de pensar que debía hablar con Minho pero temía por ello.
-Ese chico te estará mirando todo el día – me giré para ver a lo que se refería Jen y pude encontrar los ojos del alto chico que había estado revolviendo mis sesos esos días. Se veía molesto, demasiado molesto, creo que todo había empeorado.
-¿Me cubres? – Pregunté después de unos minutos, primero había tratado de ignorarlo pero su mirada se clavaba en mí y la podía sentir en mi cuerpo. En un momento ya no pude aguantarlo más el sudor corría por mi frente. Ella afirmó un poco preocupada y me levanté caminando como preso que va a su ejecución.
Caminé hasta donde estaba él y miró a todas las chicas de mi oficina que nos observaban fijamente – sígueme mosca – afirmé y fui tras el mirando su amplia espalda. De seguro me odia ahora no me volteaba a ver, ni cuando estuvimos en el ascensor me miró ni por un instante. Esperé que saliera y lo volví a seguir mirando su espalda.
-¿Me vas a golpear? – Pregunté al recordar que otra vez había seguido su espalda de esa manera, Minho de joven también era muy guapo, aunque clasificaba más como lindo. Ahora era varonil.
-¿Golpearte? – Se giró a verme confundido.
-Una vez me pediste que te siguiera para golpearme.-
-Supongo que soy una persona molesta. – Se sentó y miró en otra dirección. – Adelante termina conmigo.-
-¿Terminar? – Me senté a su lado.
-Por eso me evades y no me has contactado, ¿no? – me miró fijamente y pude ver ese dolor en sus ojos que me carcomía cada vez que se presentaba. Pero ese dolor en su mirada fue lo que me cautivó de Minho, quería que no volviese aparecer, pero ahora yo era la causa. – No debí decir que estábamos juntos si no estabas seguro.-
-Sí, no debiste – dije ligeramente. –Terminemos – sentencié y él se puso de pie.
-Gracias por intentarlo – estaba por avanzar pero tomé su brazo. No dejaría que mi orgullo masculino fuera opacado por el de Minho.
-Desde ahora en adelante seremos novios y no solo estaremos en veremos.- Se giró a verme. – Pero todo va bajo a mis condiciones y mi ritmo sacamocos.
-Eres una mosca exigente – me miró con los ojos cristalinos y luego sonrió. – No puedo creer qué pensaras que te iba a golpear.-
-Yo no puedo creer qué fueras a comer con Key.-
-¿Eso hacías en el restaurante? –Me giré un poco apenado. – Quería compensarme por ponerme a pintarle el cabello con prisa hace unos días. Nunca le había pintado el cabello a nadie.- No pude evitar sonreír y me volví a sentar.
-Kibum de seguro te regañó – reí y se sentó a mi lado.
-Claro, dijo que no era un homosexual digno si no sabía pintar el cabello, creo que usa ese pretexto para todo, si no lavo bien los trastes para sus estándares, si no me peino bien, si mi corbata está torcida.-
-Parece que está disfrutando cada momento de esto.- Le miré, definitivamente Minho era un chico guapo y aunque me sentía incómodo, nervioso y ansioso, nuestra conversación era tan agradable y venidera como siempre. Creo que encontré mi lugar. – Se vengará por todo lo de la preparatoria, él no es misericordioso y permisible como yo.- Me tomó del cuello con su brazo y comenzó a despeinarme con su puño cerrado.
-Claro, eres la epítome de la bondad – siguió mientras me comenzaba a quejar entre risas.
-Duele, duele – lo empujé y luego también lo tomé del cuello haciendo un candado. Estuvimos forcejeando un rato entre risas, quejas e insultos. Cuando nos detuvimos los dos nos sentamos y quedamos en silencio por un momento.
-¿Esto es lo que hacen los novios? – Pregunté un poco avergonzado y él se estiró para luego ver al cielo.
-En parte sí mosca.-
-¿Y la otra parte? – Le miré.
-Eso con su tiempo.-
-De seguro tampoco lo sabes.-
-Yo sé – clavé mi vista fijamente en él.
-¿Ya has tenido novio? – Miró en otra dirección volviéndose más sospechoso -¿En Estados Unidos? ¿Más de uno? – No contestaba nada y por alguna razón sentí una enorme ira correr por mis venas. –Bueno, me voy – me levanté.
-Espera – me comenzó a seguir mientras avanzaba deprisa de regreso a la oficina.
-Debes volver al trabajo – dije sin mirarle.
-El pasado es pasado.-
-Pero que lo escondas es lo que me molesta- subí al ascensor.
-No quiero que te sientas incómodo – entró conmigo.
-¿Incómodo? –Le miré lleno de enojo.
-Dices que no eres homosexual, supongo que te incomodaría que hable sobre eso.-
-Es cierto, me incomoda – lo empujé contra la pared del ascensor – me incomoda no ser el único.- Las puertas se abrieron. – Nos vemos mañana sacamocos, debes de pagar el almuerzo por esto – me miró anonadado y las puertas del ascensor se cerraron.
La verdad esto de salir con un hombre por primera vez me dejaría como un inexperto, bueno ya era un inexperto en todo tipo de relaciones humanas, pero ahora tendría que aprender desde cero y a pasos acelerados para alcanzar a Minho. Por qué hasta en eso me debía ganar, como te odio Choi Minho, de verdad has cambiado mi vida tantas veces. Y ahora sabía que yo había pensado en ti todos estos años y tú habías pensado en tantos ¿Por qué mi odio es más fuerte que tu supuesto amor? – Demonios – me senté molesto frente a la computadora y Jen me miró algo curiosa, pero me acababa de dar cuenta que estaba celoso de alguien o algunos y estaba por ser comparado.
La vida siempre me pareció aburrida, solo seguía viviendo sin cosas entretenidas que sucedieran. En algún momento se volvió interesante para mí, pero para cualquier otro la vería como aburrida, no era ni un drama, ni una comedia, ni acción solo una mezcla de todo y a la vez nada. Pero aun así mis entrañas ardían como si estuviese por vivir en una película de terror.
Es como esa extraña sensación donde uno se acerca a la manija de una puerta y te gritas a ti mismo, no habrás la puerta, no la habrás, sabes que algo horrible estará ahí o cuando te gires por qué no había nada detrás de la puerta. Estaba confundido, no estaba enojado con Minho, de hecho estaba feliz porque lo vería pero tenía un temor enorme. Temor por estar a solas con él, temor de que no funcionara y el más grande de todos, aún no le decía a nadie así que temía encontrarme con ellos o descubrieran algo.
-Llegas tarde mosca.- Ese fue su saludo, aunque algo en él se veía muy diferente.
-Te odio – le miré fijamente -¿Te pintaste el cabello? – Giró la cabeza rascando su nuca - ¿Te maquillaste?-
-¡Solo es BB cream!- Me respondió a la ofensiva y abrí grande lo ojos.
-¡Le contaste a Key! – Lo señalé lleno de terror. Había abierto la puerta y aquello había aparecido y me había devorado en un solo momento.
-No… - negó con las manos – no le dije, pero él supo y luego llamó… -Cubrió su boca.
-¡¿A quién llamó?! – Lo tomé del cuello.
-A… a Jonghyun – me puse en cuclillas mientras sentía como todo se obscurecía alrededor.
-¿A quién más? – Conocía a Key, eso era poco.
-No sé, estuvo llamando toda la tarde.-
-Mi vida se acabó – se puso de cuclillas frente a mí.
-No quería que quedaras como gay – lo empujé y este cayó de sentón en el piso.
-No seas tonto, eso no importa. Nunca me dejarán de hacer preguntas después de esto. – Minho me veía algo asombrado y debo aceptar que se veía muy bien. – Te vez bien – dije mirándolo sin levantarme.
-Gracias… creo – se volvió a poner en cuclillas con un movimiento ágil.
-No agradezcas, por eso te odio más – me puse de pie. – Muero de hambre.-
-¿Qué quieres comer? –Sonreí al escuchar esto.
-Todo – dije sonriendo y comencé a avanzar, definitivamente empezábamos con el pie derecho.
Terminamos en un restaurante familiar y decidí comer pasta, hablamos un poco de las manías de Key y sobre qué había sucedido con la tienda de Onew.
-¿Vamos a ver una película? – Esa pregunta me sacó de onda por un momento y en ese instante recordé lo que era esto. Estábamos en una cita, era obvio que pusiéramos una próxima fecha, pero por alguna razón eso no me gustaba ¿Significa que no lo vería hoy de nuevo?
-¿Hoy? – Dije en tono gracioso, deseaba que me dijera que hoy.
-Tengo que ir con la doctora – miré al piso un poco decepcionado -¿Quieres acompañarme y luego vemos la película en tu departamento?-
-Hoy Jonghyun hyung tiene una cita – dije un poco molesto con él, se vería con la noona del restaurante de Onew.
-En ese caso vamos al departamento de Key – dijo sonriendo. – De todos modos tendremos chambelán a donde vayamos.- Reí con esto, estaba seguro de que Key estaría en cualquier lugar al que fuésemos, de hecho me parecía raro que no apareciese hoy.
-Espera – miré alrededor y me miró un poco curioso. No es posible, Kibum tiene más cosas por hacer que estar vigilando lo que hacíamos.
-¿Qué sucede?-
-Nada, solo tenía una idea loca.-
-Alguna perversión de seguro – tomó de su bebida y yo lo patee por debajo de la mesa haciendo que la escupiera. No pude dejar de reír triunfal. Terminamos de comer tranquilos y como soy todo un caballero dejé que Minho pagara la cuenta, de todos modos me lo debía.
-Vamos por helado – salimos del restaurante no tan lejano de casa.
-¿También helado? –
-Soy un chico, es normal que coma mucho. –
-Deberé volver a salir con chicas – le di un codazo.
-¿Estás dejando que te golpeé por que sientes culpa por golpearme tantos años? –
-Estoy… - se detuvo y noté que miraba fijamente a un punto. Al voltear en esa dirección pude ver a un sujeto que se escondía detrás de un auto.
-No puedo creerlo – no pude evitar atacarme de risa.
-¿Es Jonghyun? – Minho avanzó y yo afirmé siguiéndole.
-Pensé que el mismo Key vendría, pero terminó mandando a su esclavo – dije al estar detrás de Jonghyun que se escondía y aún no había notado que habíamos llegado ahí.
-Yo… - se giró despacio sonriendo -¡Miren hacía allá! – Señaló y ambos volteamos.
-No puedo creer que cayeras en eso mosca – Minho habló cuando notó que Jonghyun había salido corriendo.
-Tú también caíste – avancé hacía la heladería.
-¿Rentamos una película? – Dijo cambiando el tema y yo afirmé. –Veamos una de terror – dijo con ánimo.
-De acuerdo, además será buen castigo.-
-¿Castigo?-
-Esta tarde sabrás a lo que me refiero.-
-Pasaré a tu trabajo cuando acabe.-
-Yo puedo venir – negué tan pronto lo dijo.
-Ya no tienes automóvil y el consultorio está más cerca de tu oficina – entré por mi helado que pedí rápido y comencé a comer tan pronto me fue entregado -¿No quieres? Yo invito – El negó.
-Mejor invita las palomitas esta tarde.-
-¡Y más helado!-
-Glotón – dijo despidiéndose y me asombré al notar que ya estábamos frente a la entrada del edificio. Había terminado muy pronto, fue un momento fugaz que se escapaba entre mis dedos. Al volver Jen se estaba asomando por sobre su cubículo, parecía que Key había hablado con todos, me pregunté cuanto tiempo pasaría para que dejaran de vigilarme.
Volví a sentir las enormes ansias de esa mañana. Me pregunto si me sentiré así cada vez que vaya a verle. Mi estómago comienza a doler un poco por la presión de esto. Estaba sentado en la sala de espera, ya había saludado a la doctora que se veía bastante contenta. Y la recepcionista me había dado bastantes dulces para pasar el rato. Pasé otra página de la revista que en realidad no estaba observando por vigilar el pasillo del consultorio. Tardas mucho Choi Minho.
Cuando al fin salió quise correr a recibirlo pero me detuve y fingí no notarlo.
-Vamos- levanté la vista y afirmé.
-Nos vemos – me despedí de la recepcionista y salimos juntos.
-¿Me extrañaste? – Preguntó sacudiendo mi cabello y luego me apresuré a acomodarlo.
-Solo fue un momento.-
-Yo te extraño hasta por un minuto.-
-Que cursi.- Me quejé cuando llegamos a la parada del camión. Otra vez el perfecto Choi Minho me daba razones para odiarlo, hasta podía soltar cosas cursis sin sentir ni un poco de vergüenza.
Nos sentamos juntos y compartimos nuestros audífonos en el camión.
-Esto será muy divertido – acepto que lo dije con un poquito de malicia.
-¿Por qué? – Sonreí y subí al ascensor. Minho me siguió algo confundido. Llegamos hasta la puerta del Kibum, su departamento era lindo, no tan elegante como donde había vivido Minho pero sí moderno, limpio y los muebles que había conseguido eran para no usarlos. Siempre me sentaba en el suelo en lugar del sillón. Bueno también soy desastroso mientras como.
Minho sacó sus llaves y abrió la puerta.
-¡Un restaurante familiar! ¡¿Pero qué estabas pensando?! – El regaño comenzó tan pronto pasó por el umbral.
-Yo … -Minho me señaló y encontré a Key con los brazos cruzados.
-¡Omma ya no traes el cabestrillo! – Dije alegre de verlo casi todo compuesto, aún había una venda, pero volvía a ser el chico de siempre.
-¿Taemin?- Se acercó a Minho con una mirada fulminante -¿Por qué lo trajiste aquí?-
-Avanzaremos rápido en nuestra relación- dije sacándome los zapatos y pasando a la sala.
-¡¿Qué!? – Se sobresaltó y el alto negó bastante nervioso.
-Veremos una película contigo – sonreí y me observó.
-Quieres matar a tu madre – saqué las palomitas.
-Y aún no sabes cuál es la sorpresa principal – Minho se quiso sentar a mi lado pero Key se puso en medio.
-¿Qué vamos a ver? –Estaba disfrutando tanto este momento. Terminé de poner la película en el reproductor y tomé el control.
-Una película de terror – el primer grito agudo salió sin más que solo decir eso. Minho me miró asombrado por el sonido peculiar y volví a sonreírle. En ese instante pudo saber por mi mirada que estaba por tener una dulce venganza.
Los gritos de Kibum no pararon, no podíamos dejar de reír cada vez que saltaba, golpeaba y gritaba con fuerza. Pero insistía en estar ahí, estaba deseoso de saber si nuestro terco chambelán seguiría sufriendo.
-¡Me voy! – Se levantó tan pronto el rostro de la fantasma apareció en la televisión. – No hagan nada porque puedo volver en cualquier momento – tomó su abrigo y salió corriendo.
Detuve la película y me acosté en el piso a reír.
-¿Qué sonido fue ese? – El alto también reía, de verdad Key era todo un cobarde para muchas cosas.
-Creo que es el canto de una sirena – dije bromeando y me volví a sentar. –Ahora si podemos ver la película – volví a reproducirla y Minho se acercó a mí. En algún momento de los sustos tomó mi mano y me sentí un poco nervioso pero no quise sacar mi mano de su agarre.
Al acabar la película bostecé, la noche anterior no había podido dormir mucho -¿Estás cansado? – Preguntó poniendo su rostro muy cerca del mío y me alejé rápido de él. – Mosca miedosa – dijo en tono burlón y me molesté un poco -¿Quieres dormir un poco? Luego puedo llevarte a casa – negué.
-Me puedo ir yo solo – me puse de pie – aunque tengo algo de hambre, comamos algo primero. –Corrí a la cocina de Key y abrí el refrigerado. – Preparemos arroz frito.- Comencé a sacar las cosas y noté que Minho me veía raro - ¿Estás bien?-
-¿Sabes lo que significa ser novios? – Prendió el fuego y tomó un sartén. Le miré y comencé a cortar verduras en silencio. El no dijo nada más por un rato y terminamos de cocinar en el incómodo silencio. Revolvimos el arroz con todo y luego lo sirvió en un plato.
-¿Tú no comerás? – Pregunté mientras tomaba una cuchara.
-Di aaaaa – tomó un poco de alimento en la cuchara y lo acercó a mi boca.
-¿Qué haces? – Reí y tomé su mano para bajarla.
-No estoy bromeando – agregó serio y se acercó un poco más a mí. – Me gusta hablar, comer y jugar contigo, pero tú mismo decidiste que seríamos novios.-
-Pero no soy una chica – tomé la cuchara de su mano y comí un poco.
-Tampoco yo – se acercó más a mí y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo -¿Me darías de comer a mí? ¿Eso no hiere tu orgullo? – En ese momento abrió la boca diciendo aaaa y cerrando los ojos de una forma tierna. Maldito Choi Minho, no pude más que quedarme estático -¿No puedes?- Tomó la mano donde tenía la cuchara –entonces yo te daré a ti.- Moví mi mano rápido algo asustado y retrocedí un poco.
-Creo que ya no tengo hambre – dije y corrí a la sala por mi mochila pero Minho me detuvo abrazándome por la espalda -¿Qué haces?-
-No puedes escapar por siempre – su cálido cuerpo me hacía estremecerme y ponerme aún más tiempo – te daré tiempo, pero quiero que esté claro qué es lo que me pediste.-
-¿Qué fue lo que pedí? – Me giré temblando para quedar de frente a su intensa mirada. Me sonrió y tocó mi mejilla con su terso tacto.
-A mí – se fue acercando despacio y sentí mi corazón detenerse, tragué saliva aturdido, no podía escapar de esta. – Y pienso dártelo – no pude evitar ver sus gruesos y brillantes labios acercándose, quería empujarlo pero estaba embelesado con su rostro y su respiración golpeando mi piel.
Re: Not My Highschool Sweetheart
Pobre de Tae se siente todo confundido le empieza atraer Minho pero no sabe como relacionarse con él, de por sí que no ha tenido una relación y empezar con el chico que lo fastidiaba en la escuela es difícil y más porque empieza a tener sentimientos, ya demostró sus primeros celos, espero que Minho sea paciente y que Tae acepte sus sentimientos y sea sincero con él mismo, gracias por el capítulo.
kity
taemin
64
Re: Not My Highschool Sweetheart
Taemin y Minho son novios!!!! bueno lo intentan.... es tierno el hecho de que su relación sea algo torpe por así decirlo y de cierta forma entiendo a Taemin porque no deber ser fácil salir con un hombre, que de por si es algo incomodo salir con una chica al inicio porque intentas ser lo mas perfecto posible para ella y lo que haces con una chica no lo puedes hacer de igual manera con un chico así que no me quiero imaginar lo complicado que debe ser salir con un hombre.
al igual que minjung quisiera saber el secreto de jong y lo que key estaba hablando con onew en el restaurant....
quiero conti!!!!:D
Última edición por k.will el Sáb Feb 07, 2015 8:52 pm, editado 1 vez
k.will
SHINee
105
Re: Not My Highschool Sweetheart
Jajajajajaj el JK como siempre haciéndome reir con sus ocurrencias y peleas! Me pregu to que fue lo que Key describió en las partituras ósea el punto débil de Jong pero cual es ese!!
Muy buen capítulo ya extrañaba tu fic xD Taemin se siente tan confundido y es lindo que bueno que por fin se decidió y no termino con Minho!! Eso hubiera sido trágico!!
Esperare el siguiente capítulo ansiosas :D
Muy buen capítulo ya extrañaba tu fic xD Taemin se siente tan confundido y es lindo que bueno que por fin se decidió y no termino con Minho!! Eso hubiera sido trágico!!
Esperare el siguiente capítulo ansiosas :D
MiNjUnG
Minho ♥♥♥♥ es el amor de mi vida
1327
Re: Not My Highschool Sweetheart
PERFECT 10
Seguía mirando su rostro y con un poco de temor cerré mis ojos, sentía como mi cuerpo temblaba bajo sus brazos y su aliento con un toque de mantequilla de las palomitas podía ser percibido con facilidad. - Hagamos algo muy malo ya que no está Key- dijo suave en un tono embelesante. Volví a tragar saliva bastante nervioso y sentí su cálido mentón tocar mi frente y luego sus labios suaves sobre mi frente. Abrí mis ojos para encontrar su rostro sonriéndome mientras su mano levantaba mi copete. –Sentémonos en el sillón mientras el dictador no está – sentí un enorme alivio, y no pude evitar sonreír. Mis nervios se disiparon en ese mismo instante.
-Aún mejor, sentémonos a comer en el sillón – corrí a la cocina y traje el plato de arroz frito con dos cucharas. Los dos nos sentamos y comenzamos a comer tranquilos con la televisión encendida. Creo que era un partido así, no recuerdo que estábamos viendo porque me la pasé observando a Minho comer, después de un rato él se desconcentró del partido al fin.
-¿Qué estás viendo? – Miró alrededor y yo le entregué mi cuchara.
-Aaaaaa – dije abriendo la boca y acercándome un poco. Tal vez eso no era mucho, pero tenía que ceder un poco.
-Eres demasiado raro – tomó un poco y lo acercó a mí. Pero en ese instante las llaves resonaron en la puerta y la manija giró. Mi única reacción fue aventarlo lo que causó el peor escenario posible. Todo el arroz frito con kimchi se volteó en los cojines y respaldo del sillón al mismo momento que la puerta se abrió con un Key petrificado.
-¡No es lo que parece!- Fue lo único que se me pudo ocurrir. En ese instante pero Key entró dando zapatazos mientras Minho se levantaba deprisa del sillón.
-¿No es lo que parece? ¿No estaban comiendo en mi sillón costoso y cuando abrí la puerta se alteraron y lo mancharon con salsa de kimchi y aceite? –Me puse de pie y miré en otra dirección.
-Creo que sí es lo que parece – miré a Minho con ojos suplicantes y luego sin hacer sonido alguno dije lo-sien-to moviendo mis labios. – Me tengo que ir – tomé mi abrigo y salí corriendo mientras que escuchaba los gritos de Key ser desatados en el pasillo.
-¡¿QUÉ RAYOS PENSABAN?! ¡¿SABES CUANTO CUESTA ESTE SILLÓN?! ¡ROMPISTE LA MÁS SAGRADA DE LAS REGLAS DE ESTA CASA! – Seguí corriendo sin detenerme. Me sentía un poco mal por Minho pero no pensaba quedarme ahí, no estaba loco.
-¡MIS OJOS! ¡MIS OJOS! –Los fuertes gritos retumbaron por todo el apartamento y salí corriendo de la cocina, hasta el lugar de donde provenían; mi cuarto.
-¿Qué pasó? – Llegué tan rápido como pude para encontrar a Jonghyun rodando en el piso cubriéndose el rostro mientras seguía gritando.
-¡ES HORRIBLE! – Señaló hacía sobre la cama y pude ver en mi computadora portátil un video reproduciéndose, no era cualquier video, era aquello que había estado viendo esa tranquila mañana de sábado.
-¡SABÍA QUE ESTABAS VIENDO PORNO, ¿PERO QUÉ ES ESO?! – Cerré la computadora algo avergonzado.
-¡YO NO VEO PORNO! – Me defendí rápido y él se detuvo y sentó en el piso.
-¿Enserio? – Me lanzó una mirada acusadora.
-Está bien, solo a veces – comencé a patear las revistas y cosas de alrededor.
-¿A veces? Te he atrapado tantas veces como para asegurar que cada fin de semana – negué rápido -¡Mis revistas desaparecen con frecuencia!
-Eso es por los artículos –me miró confundido.
-¿Hay artículos ahí? –
-¡¿Por qué me sentencias, si tú eres peor?!- Crucé los brazos, bastante molesto.
-El porno no importa – miró a otro lado -¡Pero eso estaba en otro nivel! – Señaló la computadora.
-Solo es investigación – decidí agacharme y recoger los mangas que Jen me había prestado. No era exactamente verídico, pero me hacía sentir un poco menos avergonzado que la pornografía gay.
-¿Investigación? – Se agachó y tomó uno de los mangas. –Esto me recuerda a la secundaria – sonrió y comenzó a hojearlo. Se lo arrebaté deprisa.
-No quiero deñar tus ojos más – dije un poco molesto.
-No sería más fácil hablar con los expertos en lugar de usar estas cosas.-
-¿Los expertos?-
-Me refiero a Key y Onew, ellos ya han tenido experiencias, pueden ayudarte.-
-Onew es mi primo y sería raro… Y sobre Key… creo que no quiero saber sobre la vida sexual de Kibum – lo pensamos por un momento y luego los dos nos sacudimos involuntariamente.
-Tienes razón, eso puede ser demasiado hardcore – Jonghyun comenzó a despeinarse – waaaa, ahora está en mi cabeza ¡SACALO! ¡SACALO!- Reí tan pronto comenzó a golpear su frente contra la pared.
-Mejor dejemos esto y vayamos por algo rico de comer, no hay nada en la cocina.-
-¡Pidamos fideos negros!- Le miré y rodé los ojos.
-¿Ahora quién fue? – Tomé el teléfono.
-Recuerdas a SooHee, la chica que trabaja para Onew – afirmé. – No llegué a nada con ella.- Hice el pedido y él se me quedaba viendo con intensidad.
-¿Y Minho? – Preguntó tan pronto colgué – no saliste con él anoche tampoco.
-Está trabajando en un caso.- Salí a la sala.
-¿Lo verás hoy? – Me dio un codazo y alzó las cejas -¿Para eso estudias arduamente? –
-No es así –lo patee – aún me incomoda bastante el tema, solo quiero que no me incomode. Hasta me duele el estómago con intensidad.-
-Supongo que yo también estaría incómodo – me despeinó – pero puede que no te sientas incómodo con Minho, solo nervioso.- Por un momento se quedó en silencio –También me sentía muy nervioso mi primera vez. Pero tienes suerte que sea alguien con experiencia…
-Eso es lo que me pone más incómodo.-
-Pero así podrás gozar más y …-
Cubrí mis oídos rápidamente - LA, LA, LA, LA, - canté tan alto como pude y el solo se atacó de risa.-
-¿Irán a algún lado hoy? – Cambió el tema un poco y lo agradecí bastante en mi interior.
-Vamos a ir a un museo donde lo acosé por un rato, parece que hay un concierto de piano ahí esta noche.-
-Oooh piano, se está ganando varios puntos contigo.- Lo pisé y fui a la cocina a servir bebidas. Los fideos no tardaron en llegar y comimos tranquilamente hasta que mi celular comenzó a sonar.
-¿Sigues evadiendo a Key? – Afirmé absorbiendo más fideos. – A mí me estaba mandando a un tapicero, quería retapizar el sillón.- Jonghyun río.
-Exagera demasiado – dije haciendo una mueca.
-No puedo creer que haga todo este drama por un sillón. Casi echó a Minho a la calle. – Tragué el bocado que había tomado un poco arrepentido. Le había dicho que había sido mi culpa, pero aun así había huido y dejado a Minho antes liando con las consecuencias.
-¿Me preguntó que hubiese hecho si hubieran tenido sexo en el sillón? –Lo volví a golpear.
-Y vuelves con lo mismo hyung.-
-Estoy a dieta – hizo un puchero – déjame por lo menos jugar con ello.-
-Puedes jugar solo – me levanté llevando mi plato a la cocina – para eso usas las revistas, ¿no? – dije levantando las cejas un par de veces antes de entrar rápido a mi cuarto y cerrar la puerta.
Pero como dolía el estómago mientras esperaba a Minho, sentía que el ardor estaba carcomiendo mis entrañas –tranquilo, tranquilo – me decía constantemente, pero incluso había vomitado antes de salir de casa. Eso de estar nervioso de verdad se volvía doloroso y confuso. Miré alrededor y no llegaba aún, creí que me iba a estar esperando, supongo que a él también se le hace tarde. Un retortijón más llegó y luego apareció Minho frente a mí.
-¿Te encuentras bien? – Afirmé y sonreí.
-Llegaste tarde, aunque supongo a que no estás acostumbrado a estar sin automóvil – hizo una mueca y luego sacó dos boletos.
-Pero aun así tengo esto- me los dio con una amplia y cálida sonrisa pero el dolor no se detenía.
-Vamos, busquemos asientos – dije intentando sentarme antes de que se intensificara más. Pero tan pronto di un paso el dolor me golpeó de tal forma que perdí el equilibrio.
-¿Estás bien? – Minho me atrapó con sus dos manos tomando mis brazos. Yo afirmé y miró mi rostro fijamente. – Estás sudando – puso su mano sobre mi frente – también estás ardiendo – me ayudó a alejarme de la zona donde estaba toda la muchedumbre.- Debería llevarte al hospital – negué.
-Empezarán el concierto – intenté avanzar pero no llegué a ningún lado.
-No mosca, tienes que ir al hospital – negué, en ese momento supe que no llegaría al concierto, pero tampoco mis nervios eran suficientes para ir al hospital.
-Mejor voy a casa – dije aun con el punzonante dolor que iba y venía.
-Te llevaré.- Intenté negar pero ya estaba siendo acompañado por el alto que me tomaba de ambos brazos. Rayos, acababa de arruinar nuestra salida.
-Con cuidado – Minho me ayudó a pasar por la puerta, las escaleras habían sido un suplicio. Pero ahora estaba un poco mejor aunque me seguía presionando el bajo vientre intentando que no volviera la punzonada. – Te recostaré, espera aquí – Minho se dirigió a mi cuarto, cuando recordé lo que había en él.
-No – como pude me le adelanté. –Espera un momento – cerré la puerta y comencé a aventar cosas en el armario -¡Ya puedes pasar! – Abrió la puerta y entró riendo, para luego cerrar la puerta tras él.
-¿Tenías que limpiar mosca? – Dijo mirando alrededor.
-Tenía algunas cosas tiradas.- Deshizo la cama.
-Debes descansar – sonrió y acepté sentándome en la cama.
-Perdón – miré hacia mi regazo, solo había hecho acompañarme ahí.
-No te disculpes – acarició mi cabeza con su cálida mano – mañana vendré a ver cómo estás. Sonreí afirmando y me recosté, el me cobijó. – Te vez tan raro siendo atento – me dio un golpe en la frente con su dedo índice.
-A ti no te queda verte débil – acarició mi cabeza. En ese momento la puerta principal sonó con un golpe. –Ya llegó Jonghyun, le diré que cuide de ti – estaba por decir que sí, pero la voz que lo acompañaba hizo que tomara el brazo de Minho.
-No puedo creer que tarden tantos días en entregarlo –
-Es Kibum – murmuré bajo – no salgas ahora.-
-Mosca miedosa.- Dijo pero luego miró hacía mi puerta,
-Si sales te toca otro regaño.- Agregué y él afirmó.
-Compraste un nuevo sillón solo por una mancha, que Diva.-
-Es Kimchi, nunca dejará de oler.- Key agregó, parecía que estaban discutiendo en la cocina.
-De verdad me pregunto qué harías si hubiesen tenido sexo en el sillón, lo hubiese quemado con tus ridiculeces.-
-No tengo problemas con tener sexo en ese sillón, de hecho es uno de mis lugares favoritos.- Hubo silencio por un momento, pude imaginar la cara de Jonghyun fingiendo vomitar – pero si la jirafa le hubiese hecho algo a Minnie estaría muerto.- Escuché como Minho tragó saliva y decidí sentarme y jalarlo para que también se sentara en la cama. – Sacamocos cobarde- agregué en silencio y me lanzó una mirada asesina.
-Ya deberías de dejar de celar a tú amor platónico – Minho me observó abriendo amplio los ojos.
-¿Tú…? – Señaló hacia la puerta.
-Nunca pensé tener una oportunidad con Minnie así que no lo celo de esa manera, solo como su madre – Jonghyun se quejó, supuse que Key lo había golpeado o algo – soy demasiado evolucionado para ser de ese tipo de celoso.-
-Claro, claro – la respuesta llena de sarcasmo hizo que el alto me volviera a ver.
-Hablando de Minnie – Key fingió bajar la voz, pero no fue mucha diferencia -¿Todo estos cambios no le han afectado?-
-No lo creo, hasta parece que es buena distracción.-
-No quiero que salga herido y lo vuelva a intentar – abrí grande los ojos e intenté cubrir los oídos de Minho.
-Deja tu temor, sabes que esto le ha hecho bien, mi única preocupación fue con los padres de Minho, pero ni siquiera intentó dañarse ni un poco – quise golpearme contra la pared pero luego encontré la mirada del alto llena de lástima y quise evadirla viendo hacia abajo.
-No crees que intente suicidarse de nuevo – justo la cereza del pastel. Ahora nunca podría darle la cara, pero para mi sorpresa su brazo rodeó mis hombros. Me recargó en su hombro y no preguntó nada sobre ello.
-¿Cuándo se irá Key de aquí? – Dije bastante molesto.
-¿Vas a salir?- Se escuchó desde la sala y volví a oír con atención.
-He estado a dieta, así que buscaré a ver si una amiga está libre.-
-No aguantas nada enano.-
-Waaa, por tu culpa egomaníaco se me hizo demasiado tarde.-
-Llegar tarde es tener estilo.-
-No quiero llegar a ver a una mujer gritona.- Hubo un momento de silencio – aunque no es nada de diferente de quedarme aquí.-
-No me mires así.-
-Por tu culpa seguiré a dieta.-
-¿Qué quieres entonces? ¿Qué tome su lugar? – Hubo una pausa larga.
-¡NO SUGIERAS COSAS RARAS KIBUM!-
-Es Key y tú eres el que está llorando por ello.-
-No me gusta cómo va esto – Minho agregó.
-De seguro ni lo haces bien – Key dijo antes de que se desatara algo que no deseaba que se desatara, más con nosotros dos ahí.
-¡¿QUÉ?! ¡Pero si soy el mejor para ello! ¡Si todas las chicas con las que he estado me calificaran, tendría notas sobresalientes!-
-Lo dudo.-
-¡Tú te lo buscaste!- Un fuerte manotazo retumbó en el departamento.
-¡Ni lo intentes Jongyun!-
-De seguro todas esas historias que te adjudicas ni son tuyas Key.-
-¡¿Cómo te atreves?! – El chico con rasgos felinos dijo indignado.
-Te reto.-
-¡No! ¡Yo te reto enano! Si es que no sales corriendo después de unos segundos.-
-Ni creas que saldré corriendo hasta que te des cuenta de lo que te perderás el resto de tu vida.-
-Tenemos que salir de aquí – intenté levantarme pero Minho tomó mi brazo negando.
-Si saben que escuchamos eso se sentirán mal.-
-Pero…-
-Son adultos mosca, deben tomar sus propias malas decisiones.-
-Por primera vez sentirás lo que es el placer Jonghyun.- Un fuerte portazo retumbó en el departamento.
Tenía un rato en que Minho y yo teníamos los audífonos puestos escuchando una película a todo volumen intentando ignorar lo que sucedía en la habitación contigua.
“¿Crees que ya?” El alto escribió en su celular y me lo enseñó. Me quite un audífono.
-¿Te rendirás ya? – La frase en un tono disuelto se escuchó a través de la pared acompañada de gemidos.
-Eso no es nada – más gemidos y pujidos continuaron. Me volví a poner el audífono decepcionado de mi vida y negué algo decepcionado a lo cual Minho respondió con un suspiro.
“¿Siempre dura tanto? ¿Y es tan ruidoso?” Me mandó un mensaje.
“Solo algunas veces, pero ahora creo que es competencia”.
“¿No se van a preguntar por qué no has vuelto?”
“Lo dudo, creo que he perdido la poca inocencia que me quedaba” Mandé ese mensaje y luego me retorcí de dolor una vez más. Minho tomó mi hombro y lo volteé a ver con malestar.
-No estás bien – se levantó y tocó mi frente – sigues con fiebre.-
-Shhhhh – intenté callarlo poniendo mi dedo en mi boca y el negó.
-Vamos al hospital.-
-Yo…- No pude continuar tuve que volver a hacer presión en mi estómago. El alto me observó alarmado y me levantó para subirme en sus hombros. Abrió la puerta del cuarto golpeándola contra la pared.
-¿Qué fue eso? – Jonghyun se asomó abrochándose los pantalones y sin camisa.
-Llama una ambulancia – Minho enunció y se dirigió a la puerta del apartamento.
-¿Estabas en la habitación de Taemin? –Key salió preguntando mientras se ponía en la camisa.
-Yo debería preguntar lo mismo- el alto lo miró y abrió la puerta – solo llamen a la ambulancia, esperaremos frente al edificio – salió corriendo por el pasillo.
Me costó mantenerme despierto después de eso con el dolor, sentía que mis entrañas explotarían. Pude ver cómo me subían a la ambulancia y Minho me acompañaba, luego mientras me retorcía del dolor en el hospital decían algo de una cirugía.
-Está despertando – Una voz familiar se escuchó mientras intentaba abrir mis pesados párpados.
-No, solo quiero dormir con los ojos abiertos – dije intentando reír pero sentí el dolor en mi vientre y una mueca de dolor se mostró en mi rostro.
-Debes agradecer a Minho, tu apéndice casi estalla- abrí los ojos y miré algo aletargado por la anestesia.
-¿Dónde está? –Pregunté al no notar su presencia.
-Trabajando – Jonghyun agregó y se acercó a acomodar mi almohada.
- ¿Y tú restaurante hyung? –Pregunté a Onew que estaba sentado frente a mí.
-Se lo encargué a las chicas – me sonrió como siempre. – Tienes que estar un par de días, sé que odias las camas de hospital, perdona.-
-Solo es un poco – suspiré y luego vi a mi compañero de cuarto y luego a Onew. Definitivamente no podía preguntar o decir nada por ahora. Me sentía con dolor pero esos dos en la misma habitación y con lo que acababa de pasar todo se volvía más pesado.
-Iré a ver si puedes comer helado ya- sonreí.
-Eso me gusta- mi primo se levantó feliz y salió. En ese mismo instante voltee a ver Jonghyun y él intentó escapar de mi mirada.
-¿Cómo pudiste? –Dije mirando hacía la puerta vigilando que el chico sonriente que desconocía la situación no pasara. – Hyung confía mucho en ti.-
-No sé qué pasó – se sentó en la cama golpeándose la cabeza con la mano – tu deberías haber estado ahí para detenerme.-
-¿Yo? – Dije un poco molesto- ¿Y qué hubiese pasado de la próxima vez que estuviesen solos?-
-Tienes razón – se despeinó enojado y comenzó a tener los ojos llorosos. –Yo no quería.-
-Al contrario, si querías – giré el rostro molesto.
-Pero el chico pollo me importa más, creo que estoy enfermo.-
-Lo estás, unos momentos atrás hacías todo un drama al ver a dos chicos juntos.- Bajó la mirada.
-Con Key no es lo mismo – le miré un poco arrepentido. Minho tenía razón ellos eran adultos y yo estuve ahí esa noche, pero eso no implicaba que en otra ocasión no los hubiese detenido.
-No sé por qué no lo sea para ti, pero debes hacer lo correcto.- Secó las leves lágrimas que se habían formado con la manga de su saco y afirmó.
-Se lo diré a Onew, debo ser muy honesto con esto.-
-¿Qué pasará con Key?-
-Él también ha de saber que fue un error, por ahora solo me importa ser honesto con hyung, debo decirle que fue una locura, que fui egoísta y que no tengo ningún sentimiento por Key, solo es un conocido que estaba ahí.- Mientras decía todo esto yo miraba un poco asustado hacia la puerta.
-Hubiera sido más amable que dijeras que era un amigo que te ayudó en tu momento de necesidad.- Jonghyun se volteó con una cara de espanto.
-¡Key! – Dijo poniéndose de pie.
-No puedo creer que digas algo así, tú eras el que estaba llorando por que no se la habían jalado en mucho.- El de piel blanca dejó unas flores en la cama y luego se paró enfrente de Jonghyun – enano.-
-No digas que lo hiciste por mí, que también fue por ti, los dos somos unos egoístas, no te cuesta nada aceptarlo.- Jonghyun tomó una bolsa donde guardaba sus partituras y volantes que repartía cuando iba a cantar en algún lado.
-Yo solo quería que por una sola vez no buscaras a tu hermana perdida en otras mujeres, ese es tétrico y asqueroso – Key se sentó en una silla junto a la cama cruzando los brazos.
-Y exactamente por cosas como esa es que ni siquiera puedo verte como un amigo – cerró la puerta de golpe al salir y el que se había quedado dejó su pose erecta llena de dignidad y se encorvó mirando al piso.
-¿Qué he hecho? – Preguntó al aire y por un momento intenté entender a Key.
-Por lo general, tu esperas a que alguien sea tu novio y te prometa amor eterno o algo así para esas cosas – dije algo molesto.
-Fue mi orgullo – volvió a tomar las flores y me las acercó. – Espero que estés muy bien pronto.-
-¿Te gusta? – Lo supe al instante que cambió el tema, y le miré asombrado. Era raro que a Key le gustaba alguien lo suficiente para hacer algo, por lo general esperaba que los chicos dijeran algo primero.
-¡Jamás! – Negó poniéndose de píe y luego me abrazó del cuello.- No es justo.- Comenzó a llorar en mi hombro.- Parece que estoy destinado a solo sentirme así por personas que no puedo tener.-
Acaricié su espalda -¿Sabes que lo que hiciste solo te hará sentir peor? – Él afirmó con la cabeza y se quedó ahí sentado en la silla pero abrazándome.-No puedo regañarte si te pones así.-
-Ni siquiera me considera su amigo – sollozó de nuevo. Key como siempre se escapaba de un regaño, pero no podía hacer nada, observé en su rostro como su corazón era destrozado mientras estaba parado en la puerta y luego como desesperadamente había tratado de herir a Jonghyun de la misma manera.
-Omo – Onew entró con una sonrisa y una enfermera.- Se supone que no te quedes a solas con Taemin.-
-No me importa lo que diga la garrocha – se aferró más a mi haciendo que me costara respirar un poco – necesito a mi mejor amigo.-
-Disculpe –la enfermera hizo que se separara de mí – debo revisar al paciente. - Checó todo a mi alrededor.- Muy bien, en un rato vendré por ti para llevarte a caminar.- Afirmé sonriendo y la enfermera salió.
-¿Qué dijo Minho? – Pregunté a ambos y los dos se lanzaron una mirada.
-No pienso hacerle caso.-
-Estaba alterado ayer – Onew se sentó junto a Kibum.- Y estaba completamente hecho un manojo de nervios así que discutieron por qué el gran secreto de este – lo señaló con el pulgar – quedó descubierto.-
-¿Cuál gran secreto? Acepto que siempre fui muy obvio – Giró el rostro indignado.
-Bueno, siguieron discutiendo y Minho le dijo que nunca se quedara a solas contigo por que le rompería toda la cara y Key dijo que lo detuviese si podía.- Miré hacia otro lado, parecía que todos complicaban mi vida apropósito. Recuerdo que hace no mucho describí mi vida como aburrida, me estoy retractando en este momento. Mi vida no es aburrida es un completo caos lleno de personas demasiado interesantes para ella.
La enfermera trajo de comer y miré a mi primo con enojo – ¿Y el helado? – Pregunté tan pronto se fue.
-Creo que me equivoqué de operación – rio mientras yo comía un poco enojado.
-¿Cuándo terminan las horas de visita? – Observé el reloj y ya era algo tarde.
-Por tu historial médico se nos permitió quedarnos – Onew sonrió – pero yo debo volver al restaurante, en la noche siempre hay más gente.-
-Mi historial médico – suspiré. Eso me perseguiría por siempre, y ahora hasta Minho lo sabía, al principio no me apenaba pero ahora me avergonzaba de si quiera haberlo pensado.
-De hecho ya está por llegar la persona que se quedará contigo hoy – me enseño el celular.
-Espera, mejor llama a alguien más.-
-¿Te da pena?-
Negué ante su pregunta – a él no le gustan los hospitales.-
-El insistió, además parece que nos la hemos vivido en hospitales los últimos meses – rio y tomó sus cosas. –Jonghyun te recogerá mañana que salgas, te iré a ver a casa.- Afirmé con una sonrisa.
Pasaron algunos minutos desde que Onew salió por la puerta y decidí ver televisión para pasar el rato. Pero para mi asombro Minho no tardó en llegar.
-¿Estás mejor? – Fue lo primero que preguntó y me dio un frasco lleno de dulces. Yo lo miré asombrado.
-Sí, me siento de maravilla comparado con ayer.- Abrí el frasco y tomé unos de los dulces.
-Te traje una mejor almohada – me ayudó a sentarme y puso la almohada sobre la otra.
-Espera- tomé su mano.- Yo estoy bien ¿Por qué tuviste que trabajar en domingo?-
-Un problema con el caso – le miré y su rostro se veía bastante descompuesto.
-Deberías descansar – me preocupé un poco pero luego se quedó viendo el florero intensamente.
-¿Quién trajo las flores? –
-Key – miré en otra dirección, intentaba no molestarme por eso. -Es mi mejor amigo.-
-Lo sé – se sentó.- Pero me es fácil molestarme con él.-
-Solo no le pidas que no me vea.-
-Taemin soy un chico celoso – puso su codo sobre la cama y se recargó sobre su mano. Me quedé estático por un momento.
-Me llamaste Taemin – sonreí.
-Pero quise decir mosca. Tienen el mismo significado.-
-Bravo, rompiste mi burbuja de felicidad - giré el rostro fingiendo enojo pero luego le miré. – Eso de celarme se volvió una costumbre para él, en realidad tiene tiempo que no siente nada por mí.-
-¿Cómo puedes estar tan seguro?-
-Tengo mucho tiempo de conocerlo y… - Me quedé en silencio, no debía decir más con Minho ahí.
-¿Le gusta alguien más? – Minho dijo dando en el clavo. Y yo intenté negar rápido. –Y es Jonghyun.- Acercó su rostro al mío mientras yo intentaba girar mis ojos para ver en otra dirección. – Y ahora se lastimó a sí mismo. – El alto suspiró.
-No le digas nada – agregué un poco arrepentido. Solo Kibum era tan despistado para no percibir cosas así, debía cuidar mis palabras.
-No creo que sea necesario, el mismo se castigó.-
-¿Tener sexo siempre complica todo?- El negó deprisa.
-No pienses eso, es solo que a veces complica y a veces no, depende de la situación y las personas ¿Quieres un poco de agua? –
-No, estoy bien. Perdona que acabaras en el hospital por mi culpa.-
-Estoy acostumbrado a pasar las noches en el hospital.-
-¿Quieres acostarte? – Intenté hacerme a un lado con cuidado, aun dolía.
-Solo porque ya te moviste – se acostó en el borde de la cama y puso sus manos sobre su estómago.
-¿La habitación de Noona se parecía a esta? – Miré hacía el techo como él.
-La de ella era más grande y había un sillón donde yo me quedaba una vez a la semana para dejar descansar a sus padres.-
-¿Tenía ventanas grandes?-
-Claro, a ella le encantaba el exterior, en verano dejaba que el viento entrara y con Henry siempre intentábamos llevar flores y ramas para que sintiera los olores de afuera.-
-¿Quién es Henry? –
-Era un asistente de servicio social en el hospital, estuvimos en la misma universidad también.- Sentí un poco de dolor por la forma en que lo describía.
-¿Noona se veía feliz entonces? – Decidí volver a enfocarme en ella, muchas veces había querido saber cómo estaba, pero solo podía obtener por algunos viajes realizados por Key y no más.
-Siempre tenía una amplia sonrisa, supongo que era porque el chico que le gustaba le había dado una carta un día antes de que quedara como la bella durmiente.-
-¿Mi carta? ¿Te lo dijo? – Giré a verle intrigado.
-Era su mejor amigo, en realidad la leí antes que ella – me miró con sus amplios y obscuros ojos.
-Fue mi culpa, ¿sabes?-
-¿Cómo pudo ser tu culpa? – Me pegó en la frente con su índice y yo me sobé.
-Ella estaba por la zona dónde nos encontraríamos, si no hubiese pedido…- En ese instante simplemente no pude prevenir lo que pasó, de un momento a otro los labios de Minho estaban sobre los míos, eran cálidos y suaves, se sentían tan intoxicantes y bien. Cerré mis ojos por un momento para sentir más esos bordes.-
-Eran dos horas después – dijo sobre mis labios – y un idiota no podía llamarla para decirle que podía ir a verte.-
-Pero aun así fue dónde… - volvió a interrumpirme con un rápido beso.
-Me tomó tanto trabajo dejarla ir, no por temor a que se supiese mi secreto, si no por celos infantiles – una lágrima bajó por su tersa mejilla. Decidí limpiarla suavemente con mi pulgar. –Es mi culpa ella no hubiese…- Esta vez yo lo besé para callarlo. Mis labios se mecieron suave en los suyos mientras cerraba mis ojos y lo abrazaba del cuello. Ambos teníamos heridas similares, ambos habíamos perdido a alguien importante y ambos estábamos conectados para siempre por esa misma persona. Sus suaves labios se movieron un poco y el calor de ambos se fundió dando una sensación placentera. Nos separamos un poco para respirar y pegó su frente con la mía mientras que acariciaba mi mejilla. No dijimos nada más, nos quedamos así, estáticos viéndonos el uno al otro hasta que el sueño me ganó, pero fue tan cálido y agradable como un rayo de sol golpeando mi rostro mientras me acostaba en la hierba.
Lunes sin tener que ir a trabajar, suena asombroso, pero es un fastidio si acabas de ser operado y debes ir a casa de alguna manera.
-Otra vez ningún taxi– dijo Jonghyun después de sentarme en una banca intentando detener cualquier cosa en la calle. –Deberíamos conseguir un automóvil.- Reí.
-¿Con qué dinero? –
-Mejor nos lo ganamos en un concurso.-Volví a reír y sentí un poco de dolor en mi cicatriz. –Por fin uno – un auto blanco se detuvo y mi compañero de cuarto me ayudó a subir con cuidado. Cada bache era una pequeña tortura para mí y no puedo decir lo horrible que fueron los varios pisos de escaleras. Pero logramos llegar y tan pronto me recosté en la cama todo fue mejor.
-Debes descansar – me llevó una jarra con agua. – Tengo cosas por hacer, volveré luego.- Afirmé y decidí dormir, desperté después de un rato y me di cuenta que no habían pasado ni 20 minutos. No entendía cómo podía pasar una semana así. Me puse a ver películas y aun así no llegaba la hora de que alguien saliese de trabajar.
-¿Por qué no vuelves Jjong hyung? – Suspiré y tomé mi celular. Pensé en mandarle un mensaje a Minho, pero seguía tan apenado. La noche anterior nos habíamos besado y dormido en la misma cama, en la mañana sin querer lo empujé de la estrecha cama y luego se despidió para el trabajo. Aún que todo estaba bien era tan extraño recordar su cálida piel y su deliciosos labios. Aún recordaba la primera vez que lo besé, había sido bueno, pero ayer había sido mejor.
-Me aburro – volví a tomar el teléfono y por fin me decidí a escribir un mensaje. Pero de mi mente no salía nada, pasé mis manos por el teclado intentando idear algo. “Me debes un helado, sacamocos”. Lo mandé y al instante quise detenerlo, era el mensaje más tonto. Pude preguntarle cómo iba el trabajo, si se encontraba bien, si no le dolía ya por el golpe. –Eres el peor novio Taemin – sonreí al escucharme. – Novio – repetí la palabra algo avergonzado. Pero al final eso éramos. El celular sonó y lo tomé con prisa, lleno de ansias para ver en la pantalla.
“¿De qué sabor?”
“Cualquiera, pero me lo debes de dar hoy.” Estaba tan contento de que me respondiera pronto.
“¿Hoy…? Creo que estoy ocupado” – Maldito Choi Minho – dije mientras leía.
“Bueno entonces tendré que ir a buscarlo yo mismo.” En ese instante mi celular comenzó a sonar.
-¿Bueno? –Contesté algo curioso.
-Ni se te ocurra salir como estás –
-¿Key Omma? – Me quedé atónito.
-¿Cómo…?-
-Minho me mandó un mensaje diciendo que querías ir por helado.-
-Chismoso…-
-Solo no lo hagas, debo volver a trabajar, ni te muevas de esa cama.- Colgó rápido y luego miré mi celular de nuevo.
“JA JA” Solo eso decía en el mensaje de Minho.
“Chismoso” Contesté molesto.
“No salgas, te veo mañana en la noche” Me desanimó bastante esa respuesta, lancé el celular. –Trabaja entonces Choi Minho – crucé los brazos y luego suspiré. – Desearía un novio irresponsable.- Me puse a ver otra película, enojado, sabiendo que Minho hacía lo correcto y debía soportar varios días así en soledad.
-¡Taemin! – La voz en la puerta me hizo poner pausa a la película entusiasmado -¡Alguien me dijo que te trajera por lo menos tres sabores de gelatina! – Sonreí.
-¡Eres mi salvador hyung!-
-Agradece a Minho – se puso en el marco de la puerta y noté algo que me impactó.
-¿Qué te pasó? – Su rostro tenía un gran moretón alrededor de su rostro.
-A mi nada, debiste ver como dejé al otro.- Entró con los botes de gelatina y cucharas, se sentó en la cama conmigo y me dio un bote que abrió.
-¿Cómo lo dejaste? – Intenté tocar su rostro pero se quejó por el dolor.
-Con el corazón y la confianza destrozados – suspiró y comenzó a comer.
-¿Fue Onew hyung? – Afirmó y siguió con la gelantina.
-Me merecía más que esto. – Comí un poco y observé como comenzaban a llenarse de lágrimas sus ojos.
-¿Qué te dijo? – El golpe era lo de menos, Jonghyun había recibido muchos y no le importaba tanto, pero cuando de sentimientos se trataba el dolor era mayor para él.
-Creo que perdí un amigo – sollozó un poco.
-Dale tiempo.-
-Me odio, me agrada mucho el Chico Pollo.- Se recargó en mi hombro.
-También le agradas y ya te disculpaste, verás que pasará.-
-¿Cuánto tardará?-
-No lo sé, pero pasará.- Miré hacía la sala -¿Qué hay de cenar? Vamos a la sala, estoy harto de estar en mi cuarto.- Afirmó y me ayudó a salir.
-Hyung mencionó algo de que Key traería comida para ti– dijo mientras me sentaba en el sillón – debes tener cuidado con lo que comes.-
-¿Será incómodo para ti?-
-No te preocupes, no pienso a volver a hacerle caso, él pasó a ser un desconocido para mí.- Me sentí bastante mal en ese momento.
-¿Es por lo que dijo en el hospital? – Pregunté curioso, Jonghyun había dicho que era culpa de ambos pero después de Key mencionó algo sobre su hermana dijo que no lo consideraba su amigo.
-No preguntes sobre eso – se levantó y fue a la cocina a servir más agua.
-¿Por qué? ¿Pasó algo con tu hermana?-
-¡Basta Taemin! – Golpeó la jarra con fuerza contra la mesa y lo miré algo asustado. Nunca lo había visto así. – Lo siento – bajó su tono – pero no deseo hablar de eso.- Afirmé y encendí la televisión.
-Hyung, veamos algo gracioso.- Me sonrió al notar que había dejado de mencionar aquello, pero aun así la curiosidad me estaba carcomiendo por dentro. Después de pasar un rato con Jonghyun alguien tocó la puerta y se levantó a abrir.
-Saludos- Key levantó su mano y mi compañero se quedó en silencio. Luego se giró y se alejó un poco. –Espera- el recién llegado lo tomó del hombro y este sacudió el hombro para quitar su mando -¡He dicho que esperes! – Volvió a tomar su hombro y lo giró con fuerza y luego se quedó viendo su rostro. Acercó su mano a la mancha morada que rodeaba su ojo.
-¡No me toques! – Empujó su mano. –Solo deja la comida y vete.-
-¿Quién lo hizo? – Key lo ignoró y luego me volteó a ver -¿Quién fue, Taemin? – Yo negué algo asustado, el rostro felino del chico daba tanto miedo. –Fue Onew, ¿verdad?-
-Tiene todo el derecho – Jonghyun miró hacia otro lado.
-Eres un imbécil – tomó su teléfono y comenzó a marcar.
-¡No hagas nada! – El bajito intentó arrebatarle el teléfono, pero Key se alejó.
-¡¿Qué estabas pensando?! ¡Jonghyun es un músico, vive de su rostro! ¡Eres un infantil! ¡Tú y yo somos nada, Jinki! – El bajito volvió a intentarlo pero Key lo empujó con fuerza haciéndolo caer. Me quise levantar pero Key lanzó una horrible mirada- ¡Yo fui quien lo sugirió! ¡Claro que él es tu amigo, no va a dejar de serlo por esto! ¡De quién te deberías de alejar es de mí, ya te lo he dicho muchas veces! ¿Por qué…? Pues porque me gusta. No temas ya fui cruelmente rechazado así que puedes vivir tranquilo – Colgó abruptamente mientras lo veía asombrado y Jonghyun también le veía confundido.
-Calentaré tu comida, el arroz tibio te hará bien Taemin- avanzó a la cocina y Jonghyun se puso de pie.
-No tenías por qué meterte –le siguió molesto.
-Claro que sí, porque fue mi culpa- No podía decir ni hacer nada.
-No es tu culpa –Key rodó los ojos y me miró.
-Soy un egomaníaco que solo le importa uno mismo y no se da cuenta de cómo daña a los demás – Sirvió arroz y luego encendió el fuego para poner una olla en él y verter el contenido de uno de los recipientes en él.
-¡Eres un egomaníaco que tampoco se da cuenta que los otros pueden arreglar las cosas! – Key lo miró.
-¿A eso llamas arreglar? – Señaló su ojo y lo tocó, haciendo que se quejara del dolor.-Tienes un rostro especial que puedes usar para tu carrera, no debes lastimarlo.-
-Ahora fingirás que te intereso.-
-Me interesas y más de lo que deseo. – Removió la sopa.- Y me odio tanto por ello, me interesas tanto como para llevarte al borde del enojo, de la desesperación, del deseo, de la alegría, de la tristeza, quiero ser el que cause todo eso en ti.-
-Eres un enfermo – Jonghyun se giró y avanzó hacía la sala donde yo me encontraba. En algún momento había comenzado a comer gelatina mientras observaba el extraño drama, en el que no me podía meter, pero tampoco dejar de ver.
-¡Lo soy! ¡Solo sé amar de esta manera tan enferma!-
-¿Amar? ¿Tú crees que herirme y controlarme es amar? –
-No lo sé, pero te amo – Key aventó la cuchara y entró corriendo al baño. Jjong me lanzó una mirada llena de confusión y yo afirmé.
-Hyung, Key cree que está muy enamorado de ti – me atreví a decir y él se sentó con los ojos muy abiertos en el sillón.
-¡NO QUISE DECIR NADA DE TU HERMANA! – Key gritó desde el baño, de seguro estaba llorando y no quería que lo viésemos así -¡Es solo que dijiste que te habías acostado con un conocido que solo estaba ahí! ¡Para mí fue algo y lo hice apropósito!-
-¿Qué esperabas con ello? – Jonghyun se acercó a la puerta a preguntar.
-Solo estar más cerca.-
-Perdona…-
-¡No lo digas! Lo sé, desde el principio supe que no pasaría, solo quise hacerlo una vez – dijo y Jonghyun sonrió.
-Voy a salir al pasillo para que termines de cocinar a Taemin.-
-Hyung – le dije al ver que si saldría – él quiere ser tu amigo. –El bajito negó.
-Si somos amigos solo lo heriré más, sé que en estos casos es mejor dejar las cosas en claro – la puerta se abrió un poco – ¿Tú también lo sabes? – Key afirmó desde la ranura de la puerta. –Perdóname pero no puedo corresponder tus sentimientos.-
-Al fin y al cabo que ni quería – Jonghyun abandonó el apartamento y Key salió mientras que veía la puerta, estático, sin decir una palabra.
-Taemin – me llamó y yo le puse toda mi atención -¿Por qué siento que acabo de perder el amor de mi vida?
Re: Not My Highschool Sweetheart
Minho y Taemin ya se dieron otros besos que bueno por algo se va empezando y la investigación de Tae me sorprendió entonces si quiere tener sexo con Minho y él pensando que el dolor era por nervios y era apendicitis lo bueno que Minho lo llevo al hospital y el jongkey me da mucha tristeza ya tenía la duda de que a Key le gustaba Jong, pero en realidad no le quiere corresponder porque no siente nada o por Onew y lo que dijo de su hermana, ahh!!!que coraje siento que en realidad Jong si siente algo por Key pero en estos momentos ambos se lastimaron mucho, gracias por el capítulo y espero con ansias el siguiente :)
kity
taemin
64
Re: Not My Highschool Sweetheart
Hi!!!! otro increible capi, como siempre... me gusta el progreso que lleva nuestro querido 2min, la verdad no me puedo quejar por ellos, son geniales! y la escena del hospital ni se diga (pulgar arriba).... ahora con respecto al pobre Key, ese tonto es una bola de problemas andante, el pobre ya no sabe que hacer con su vida :(.... ah por cierto la parte en que el jonkey lo hacia mientras el 2min estaba encerrado tratando de no escuchar estuvo muy divertido jajaja... sigue asi!
k.will
SHINee
105
Re: Not My Highschool Sweetheart
Awwwwsw el Jongkey ya se acostaron y ahora Jong se arrepiente pfff ¿no puede corresponderle? Pobre Key esta tan enamorado!!! Ay ay como me hiciste sufrir con este capítulo ;_; ojalá se arrepienta de decir eso y termine enamorandose de Key.
Por otra parte el 2min estuvo divino fue muy romántico Minho se preocupa mucho por Tae, que lindo!! Pero ahora el que me tiene en ascuas es el JK!!
Gracias por subir otro capítulo no me lo esperaba!!! Me hiciste muy feliz!! Y espero ansiosa el siguiente capítulo. Y ya casi se acerca el final?? Por que amo esta historia ;_;
Por otra parte el 2min estuvo divino fue muy romántico Minho se preocupa mucho por Tae, que lindo!! Pero ahora el que me tiene en ascuas es el JK!!
Gracias por subir otro capítulo no me lo esperaba!!! Me hiciste muy feliz!! Y espero ansiosa el siguiente capítulo. Y ya casi se acerca el final?? Por que amo esta historia ;_;
MiNjUnG
Minho ♥♥♥♥ es el amor de mi vida
1327
Re: Not My Highschool Sweetheart
Aparto!!!! XD capítulos nuevos y yo apenas los veo....ahorita mismo me pongo a leer!!!
Reira Elric
Minho
857
Re: Not My Highschool Sweetheart
OMG! Me perdí tres maravillosos caps. (TT.TT) No tengo perdón.
Amo esta historia <3 Todo es tan... Tan confuso, dramático, emocionante, tan genial!! X) Que me vuelve loca 8D
Cuando este en la pc comento algo más coherente xD
Chuuu~
Amo esta historia <3 Todo es tan... Tan confuso, dramático, emocionante, tan genial!! X) Que me vuelve loca 8D
Cuando este en la pc comento algo más coherente xD
Chuuu~
Star...☆
Taemin & Bithae
1046
Re: Not My Highschool Sweetheart
Once de Bastos
-¿Verdad o reto? – Pregunté mirando el techo y con mis manos sobre mi vientre esperando la respuesta del chico alto que estaba recostado a mi lado un poco recargado sobre mi hombro.
-Verdad – dijo sereno y por un momento pensé que era demasiado aburrido. Ninguno de los protagonistas de mis historias, eran tan poco aventureros.- No vuelvo a decir reto.- Agregó como si pudiese leer mis pensamientos.
-Cobarde – dije antes de esbozar una sonrisa, la última vez que había dicho reto lo había hecho usar un par de mis pantalones y aún estaba atrapado dentro de ellos. Pensé por un instante más lo que deseaba saber de Choi Minho - ¿Qué comerías con mayor facilidad un gusano o una araña?-
-El gusano – contestó rápido y sin pensarlo.
-IUUUUU –dije con desagrado - ¿Cómo puedes comerte un gusano?-
-¿Qué tal si la araña es venenosa y me muerde mientras la como?-
-¿Te los comerías vivos? – Le miré asombrado.
-No sé porque haces esas preguntas si odias tanto a todos los insectos y bichos – se giró para verme mejor.
-Eso era en la preparatoria- dije tragando saliva un poco inseguro.
-Claro – dijo con sarcasmo y se volvió a recostar - ¿Verdad o reto?-
-Verdad – Me volvió a lanzar una mirada, yo acepto que si soy un cobarde.
-¿Qué veías desde la ventana de la biblioteca? – Abrí grande los ojos y le miré asombrado.
-A Noona- hablé bajo intentando ocultar el rojo que había invadido mis mejillas.
-¿Y cuándo faltaba a clases? ¿Por qué seguías ahí? – Suspiré.
-Te observaba.-
-¿A mí? – Se giró recargándose en su brazo para verme directamente.
-Siempre que te lastimabas se preocupaba mucho.- Intenté evitar sus ojos.
-Entonces te preocupabas por mí – sonrió.
-Me preocupaba por ella sacamocos. – Dije rápido y tomé la almohada para cubrir mi rostro - ¿Por qué tienes que preguntar cosas serias? –
-Verdad – Agregó tranquilo y levanté la almohada mirándole curioso.- Elijo verdad.- No pude dejar de verlo.
-¿Cómo descubriste que eras…? - No puede terminar.
-¿Homosexual? ¿Gay? – Afirmé un poco arrepentido de mi insensible pregunta.
-Me gustaba mucho un chico en preparatoria – se rio – pero no estaba seguro y lo maltrataba mucho. Creo que no estuve seguro hasta que alguien me ofreció su mano cuando sentía que mi mundo se rompía en pedazos.-
-¿Él fue tu primer novio? – El afirmó -¿Cómo es él?-
-¡Oye! Solo una pregunta por vez.- Hice un puchero, creí que ahora sabría un poco más -¿Verdad o Reto?-
-Reto – él me sonrió amplio. Y luego se hincó en la cama y se sacó la playera dejándome en estado de shock ¿Me pediría eso? Mi mente estaba generando cientos de pensamientos mientras veía su marcado abdomen y sus delineados brazos que acentuaban el prolijo tono de su piel.
-Dame un masaje – se dejó caer bocabajo junto a mí.
-Eres un… - No pude acabar.
-Defender el último caso en la corte me dejó muy tenso – dijo con los ojos cerrados y suspiré antes de sentarme junto a él en la cama y comenzar a presionar sobre sus hombros.
-¿Verdad o reto? – Pregunté mientras seguía presionando sobre la fuerte y marcada espalda. –Te tengo envidia Choi Minho – agregué bajo.
-¿Qué?-
-Dije, ¿verdad o reto? –
-Verdad – agregó.
-¿Cómo era tu primer novio? –
-Tenía manos cálidas – dijo suave – y era muy amable, siempre intentaba hacerme sonreír – detuve mis manos, creo que había peguntado algo que de verdad no quería saber.
-¿Por qué terminaron? – Me acerqué a su rostro para notar que se había quedado dormido – Te odio Choi Minho – quise golpearlo pero se veía tan tranquilo.-Tonto.-
-Interesante vista.- La aguda voz me hizo voltear y me levanté de la cama deprisa.
-Yo… - Intenté inventar una excusa a Kibum que se encontraba recargando en el marco de mi puerta.
-¿Estaba dándole un masaje al sujeto sin camisa y que trae puestos mis pantalones? – Dijo riendo y luego se giró hacía la cocina.
-Espera Key – dije corriendo tras de él y tomé una de las bolsas que cargaba.
-Lo entiendo – sonrió y puso una de las bolsas sobre la mesa y comenzó a sacar contenedores con comida – les traje pasta para la cena y cocine diversos acompañantes para los siguientes días.- Afirmé y comencé a ayudar a guardar cosas en el refrigerador.
-No deberías cocinar tanto – noté que había tanta comida como para alimentar a 4 o 5 por el resto de la semana. Y Jonghyun nunca tomaba la comida que Key preparaba.
-Tu deberías estar descansando – siguió tomando los contenedores de la segunda bolsa y luego tomó uno de los posters de Jonghyun que estaban en la mesa -¿Va a presentarse? – Afirmé en silencio mirando al piso. – Debiste decirme – agregó con una sonrisa – soy su mayor admirador. Algún día cuando sea famoso crearé una línea de ropa para él, será mi modelo oficial.-
-Key… - Me sentía muy apenado por la situación, Kibum venía solo un momento cuando Jonghyun salía y parecía que ya no se hablaban ni un poco.
-Ya lo superé – dijo tranquilo y terminó de sacar contenedores. Luego tomó las bolsas y se acercó a la entrada de mi habitación. – Es una buena vista – me volteó a ver con una sonrisa – deberías verlo mientras se ejercita – me guiñó el ojo y se dirigió a la puerta principal despidiéndose alegremente.
-Se llevó el poster.- Volví a ver hacia mi habitación y entré a sentarme en la cama pensando cómo Kibum y Jonghyun habían estado actuando de forma peculiar los últimos días.
-¿Qué haces? – La voz adormilada de Minho me hizo voltear.
-¿Haces ejercicio sin camisa? –
-Solo cuando me da calor – lo patee empujándolo de la cama.
-Ya no lo hagas.-
-Pero el ejercicio es parte de mi terapia mosca.- Se hincó junto a la cama.
-No me refiero al ejercicio- le aventé una almohada.
-¿Entonces? –
-Olvídalo y ponte la playera.-
-Perdón – tomó la playera de la cama y se la puso – no creí que te incomodara.-
-Sacamocos – me levanté – mejor comamos algo.- Seguí hasta la cocina bastante molesto.
Cuando por fin pude salir decidí pasar mi primer día afuera sorprendiendo al sacamocos a la hora del almuerzo. Levanté la vista y pude ver el gran edificio del bufete de abogados donde trabajaba Minho.
Había decidido caminar tranquilamente al lugar, ya que deseaba no estar confinado ni un momento más. En el camino comencé a escuchar una suave melodía.- Es un piano.- Sonreí por la grata música y caminé siguiendo las notas hasta una tienda de instrumentos. Me asomé por la ventana y vi a un chico tocar alegremente el piano, definitivamente era algo de Chopin. Lo que era raro es que el chico traía una gran mochila en su espalda y ropa de viaje, pero sus ojos eran pequeños y sus labios gruesos. Entré a ver los pianos, extrañaba tocar, más si veía a alguien disfrutarlo tanto, haciendo que sus dedos danzaran con el agraciado ritmo sobre las frías teclas.
-¿Príncipe? – Miré en todas las direcciones algo confundido. El chico había dejado de tocar el piano y me observaba fijamente. Y después de un rato me señalé a mí mismo y el afirmó con una cálida sonrisa llena de un sentimiento familiar.
-¿Te conozco? – El negó y se puso de pie.
-Eres como el príncipe.-
-¿De qué? – Estaba muy confundido.
-Ayúdame – dijo y le miré un poco asombrado. Su acento era muy raro, posiblemente no era coreano.
-¿Cómo? – Retrocedí un poco.
-Busco a alguien – tomó mis hombros. Y observé al encargado mirándonos algo molesto, posiblemente porque el chico había tocado el piano como si fuese suyo.
-Yo no soy bueno buscando gente – intenté zafarme jalando mi cuerpo hacia atrás.
-Por favor – me abrazó fuerte e intenté desesperadamente escapar sacudiéndome pero terminamos cayendo.
-¡Waaa, quítate de encima! – Las personas comenzaron a rodearnos…
Fue difícil salir de ahí, podría decir que hasta imposible, y con la dignidad de ambos completamente destruida. Un momento vergonzoso, pero lo superamos y ahora estábamos sentados en un parque mientras comíamos hamburguesas.
-Déjame ver si lo entendí – comí una papa frita mientras el devoraba una hamburguesa- ¿Has estado ahorrando para venir a Corea y encontrar a tu novio? –Afirmó- ¿Pero no sabes dónde buscarlo?-
-Él estudió leyes.-
-¿Y dices que yo me parezco a alguien que él conocía?-
-Si al príncipe de la bella durmiente – suspiré, otra vez decía algo raro, tratar de descifrar sus palabras ya era un verdadero reto, pero aun así agregaba raras historias.
-¿No tienes dónde quedarte? – Negó mientras seguía comiendo y suspiré. Tomé mi celular y miré la hora, había pasado bastante tiempo desde la hora del almuerzo de Minho.
-¿No tienes familia en Corea? – Volvió a negar. – Ese chico debe gustarte mucho como para que venga a buscarlo hasta acá.- Mi voz fue baja intentando entender como alguien podía ser tan osado. Definitivamente ese chico sería como un héroe de mis libros. Me comencé a preguntar si yo era capaz de amar tan intensamente. Las heroínas de mis libros eran más que capaces, llegaban a cometer errores y decisiones locas solo por amor, así era el amor de preparatoria. Tal vez no lo veía así porque ya era mayor.
-Desearía pode ayudarte – me puse de pie, no sabía que hacer por él. – Empecemos buscando en internet, tal vez si ponemos su nombre salga algo.-
Él afirmó con una sonrisa y volvió a abrazarme. –Espera – intenté zafarme de nuevo – espera – giré- me acaban de operar – el chico me soltó deprisa.
-Lo siento – dijo rascando su nuca, era bastante simpático, solo con costumbres americanas raras y falta de entender sobre espacio personal.
-Soy Taemin – estiré su mano para ofrecerla.
-Soy Herny – sacudió mi mano con ánimo.
-¿Henry? – Negué con la cabeza, ha de haber cientos de Henrys en el mundo, pensé que era una coincidencia. Pero parecía que mi vida seguía haciéndose paso a paso más interesante.
-¡No deberías estar aquí! – Minho se veía bastante molesto y mi única solución fue esconderme tras de mi primo que había ido por mí a casa y me había llevado al club en el que Jonghyun se presentaría.
-Estaremos tranquilos en la parte de atrás – Onew mostró su amplia y cálida sonrisa.
-Apenas estás recuperándote – evitó el superpoder de Jinki, convencer con su afable sonrisa.
-Pero es un concierto importante para hyung – intenté hacer una cara tierna.
-De acuerdo pero no te separes de nosotros.-
-WAAAAA – Taec nos miró - ¿No lo dejarás bailar?-
-¡Ya no le des ideas! – Minho golpeó en la nuca al otro chico alto.
-Pero TaeTae sin bailar es como Onew sin pollo – Jinki afirmó convencido.
-Pero un TaeTae que aparece en un concierto después de ser operado es un TaeTae que será arrastrado a su casa por Key.- Me giré rápido y todos lo miramos anonadados.
-Perdón – bajé la cabeza fingiendo arrepentimiento.
-No te llevaré si no bailas – levantó la vista y le lanzó una mirada fulminante a Onew y caminó hacía una de las mesas altas frente al pequeño escenario.
-¿Es así de callado cuando está molesto? – Jinki y yo afirmamos. Key quejándose era algo con lo que podíamos lidiar, Key con la mirada asesina era algo impredecible que podría explotar en cualquier momento.
-Creo que está por empezar – Minho señaló y nos acomodamos cerca de la pared a notar que varias personas corrían cerca del escenario empujándose entre ellas.
-Tiene demasiadas fans – Taec dijo sonriendo – voy para allá – señaló hacia el frente. Y se alejó de nosotros pasando entre el gentío.
-Creo que Jonghyun será famoso muy pronto – Minho dijo mientras la primer canción comenzaba. Y comencé a pensar que era la segunda persona que lo mencionaba ¿Qué sucedería luego si Jonghyun se iba? Había estado contando vivir con él por un largo tiempo, nadie podría creer que mi desastroso compañero de cuarto tuviese tan brillante futuro. Todos lo tenían, tal vez porque todos ellos tenían un sueño, miré hacia el alto y él me devolvió la mirada con una sonrisa. Si Minho descubría su sueño también llegaría lejos, ¿verdad? ¿Y yo dónde quedaría si eso pasaba?
La música de hyung era ligera y divertida, de verdad se estaba esforzando mucho. Fueron pocas canciones pero parecía que todas las chicas que lo seguían conocían la letra de varias canciones.
-Creo que mejor me voy antes de que se acabe – mi primo me dijo al oído y lo miré tristón – no le digas que vine, sigo molesto con él. –
-Hyung, él está…-
-Lo sé – me sonrió – pero si veo hacía allá…- Miró hacia donde Key estaba muy pegado al escenario viéndole embobado - … duele.- Jinki se alejó y me dejó a solas con Minho mientras la última canción se terminaba.
-¿Y Taec? – Key llegó preguntando y mirando alrededor.
-Creo que salió con una chica hace rato – Minho mostró un mensaje en su celular.
-También tendré que irme de una vez, antes de que Jonghyun salga.- Tomó el poster que traía bajo el brazo – les puedo encargar un autógrafo.-
-¿Enserio? – Jinki estaba de regreso y miraba de una forma diferente a Key, creo que nunca lo había visto de esa manera.
-¿Tú qué?- Key dijo girando el rostro.
-¿Yo qué? ¿Hasta ahí llega el gran amor por el cual armaste un gran drama?-
-¡Esto no tiene que ver contigo!-
-Claro que sí, este no eres tú ¿Desde cuándo te rindes tan fácil? ¡Este no es el Key que me gusta! Ese Kibum haría todo lo posible para seguir siendo llamado el chico que puede convertir en gay a cualquiera con una mirada.- Key se quedó en silencio.
-Pero duele...-
-Claro que duele ¡Idiota! Siempre duele, pero si yo no me he rendido, tú ni intentes rendirte. Si te gusta, has todo hasta ya no poder más – se giró a verme y me entregó las llaves del departamento.- Olvidaste esto – se giró de regreso a la salida.
-¿Vale la pena? – Onew se volvió a girar al escuchar a Key y sonrió.- Aunque él idiota se enamore de alguien más y pase varias veces, por alguna razón vale la pena y la espera. Te voy a decir, que solo no me ha gustado cuando dejó de ser él mismo por culpa del miedo.- Se volvió a la salida y se alejó mientras Key miraba a donde había partido.
-Onew hyung se ha vuelto en alguien genial – nos miró sonriendo y luego tomó el poster que nos intentó dar – iré a acosar a una estrella, si no entro en su cabeza ahora alguna celebridad me lo ganará.-
-¿Qué pasó con eso de diseñar para él? – Minho preguntó mientras Key comenzaba a alejarse.
- Creo que deberé conseguir un contrato de exclusividad.-
-Está hablando de otra cosa, ¿verdad? – El alto se paró frente a mí cuando intenté entender el sentido de esa frase.
-No le hagas caso – me tomó de los hombros – es hora de que vuelvas a casa.
-Pero iba a ir con…-
-Si intentas ir con él Key te sacará los ojos.- Comenzó a empujarme a la salida – eso es lo que nos dijo cuándo nos sonreía.-
-Jonghyun no está interesado en…- Minho puso su dedo sobre mis labios.
-Dale una oportunidad a Key, tal vez consiga que vuelvan a ser amigos – afirmé sonriendo. Eso era lo que más deseaba, se llevaba tan bien en su retorcida manera que mi vida se había vuelto interesante. Todos ellos habían vuelto mi vida interesante.
Minho me dejó en casa y al estar solo me decidí por tomar una cerveza, estaba cansado de los cuidados intensivos que había tenido esos días. Ya solo quería irme a divertir, pero todos me estaban sobreprotegiendo. –No soy un niño – suspiré pensando que necesitaba amigos de mi edad o más jóvenes que yo. Más ahora que todos tenían futuros tan sorprendentes.
-Ya deja de moverte-
-¡No quiero! – Me levanté a escuchar las voces del pasillo.
-¡Estás loco!-
-No lo estoy- la puerta se abrió.
-¡Entra!- Jonghyun llegó jalando a Kibum de la chaqueta rosa con la que se había presentado en el concierto.
-No quiero – intentó zafarse del bajito jalando en la dirección contraria.
-¿Qué pasó? – Me acerqué a la puerta y le ayudé a meter a Key que se caía fácilmente, parecía estar hecho de hule.
-Intentó ganarme bebiendo shots – Jonghyun lo empujó al sillón.
-Eres un infantil e imprudente.-
-Lo soy – mostró todos sus dientes con una exagerada sonrisa y se acomodó en el sillón.
-¿Cuánto bebió? –Cubrí mi nariz ante el olor de alcohol que despedía el cuerpo de Key.
-Si fue demasiado.-
-Solo fue un poco, he llegado peor a casa. Solo debiste dejarme ir enano cara de perro.-
-¿Dejarlo ir?-
-Estaba intentando llegar así a su casa.- Jonghyun se despeinó. –Mejor llamo a la chica con la que estaba – se quitó la chamarra y se la aventó a Key -¡Espero que estés contento! – Entró a su habitación comenzando a hablar por el celular.
-Key –me senté junto al chico que se escondía bajo la chaqueta de mi compañero – ese truco es viejo, creí que tenías más creatividad para esto.-
-Creo que él lo sabe – se sentó junto a mi quitándose la chamarra de la cabeza. -Es el truco más conocido del libro. –
-No uses esos trucos Key – me levanté.
-El escogió ayudarme, aun sabiendo que podía ser un truco, antes que salir con ella – Key parecía estar bastante feliz.
-Traeré cobijas, mañana estarás en problemas – se volvió a cubrir con la chaqueta.
-Valió la pena.- En ese momento me costó entender porque algo como eso valdría la pena.
-Waaaa, pronto volveré al trabajo – dije desesperado frente a la computadora. Llevaba varios días juntándome con Henry para buscar al chico por el que había venido. Se había estado quedando en hostales y saunas. Aún sabía muy poco de él, pero era entretenido y teníamos gustos similares por la música. No sabía su edad, pero había supuesto que teníamos edades similares y lo trataba como amigo.
-Solo sé su nombre americano – suspiró mirando hacía el piso, las esperanzas se comenzaban a disolver.
-Tu coreano ha mejorado rápidamente.- Intenté levantarle el ánimo, pero era difícil.
-Sigue sonando – señaló a mi celular y lo miré.
-No tiene importancia, están molestos porque dicen que no debería salir.- Miré la foto que le había tomado al sacamocos, seguía molesto porque me había dejado en mi apartamento después del concierto de Jonghyun.
-Estás en recuperación – agregó intentando llegar a un punto pero regresó a jugar en la computadora.
-¿Conseguiste la foto? – Pregunté recordando que dijo que traería una foto del chico.
-Aaaa, si – comenzó a buscar en sus bolsillos, cuando el teléfono volvió a sonar.
-¡Estoy ocupado! – Dije un poco molesto. – Solo estoy en un ciber-café con… - Mi mirada se congeló en la pequeña fotografía con esquinas maltratadas.
-¡Mosca! ¡Respóndeme! – Los gritos en el teléfono me hicieron parpadear un par de veces, en ese momento me encontré con la más cruel coincidencia que pude enfrentar. La foto mostraba a dos chicos sonrientes, uno de ellos con ropa de enfermero y el otro tenía ojos grandes y rostro pequeño. Un rostro muy familiar para mí.
-Min..ho.. – Apenas pude articular palabra alguna– ven al ciber-café en la cuadra de mi casa.- Sentí como si me golpearan con fuerza.
-¿Estás bien? – El chico preguntó amablemente.
-No lo sé – dije mirándole y luego me volteé a jugar en la computadora. Todo lo que había hecho ese muchacho era por Minho.
-¡Taemin! – Minho llegó corriendo y se asomó por el pasillo. Sonreí al verlo, pero luego al recordar porque lo había llamado mí sonrisa se borró de mi rostro.
-¿Michael? –Henry se puso de pie y luego me miró -¿La foto?- Afirmé también poniéndome de pie. – Si eres el príncipe.- Corrió a abrazar a Mino que se veía bastante confundido.
-¿Henry hyung?- ¿Hyung? Me pregunté a mi mismo mientras sentía el dolor subir desde mi estómago a mi pecho.
-Los dejaré hablar – tomé mi mochila y la puse en mi hombro, mientras Minho seguía con confusión en su rostro. Salí tan rápido como pude del lugar y aferrándome a la correa de la mochila caminé tan rápido como pude, subiendo las escaleras sin saber que pensar.
-Minho te estaba… - Jonghyun dijo tan pronto abrí la puerta. Le volteé a ver solo por un instante -¿Estas llorando? –Me impacté y luego toqué mi rostro. Había estado llorando, no sabía cuándo había empezado, posiblemente desde que vi la fotografía, pero me había engañado a mí mismo.
-No estoy llorando – corrí a encerrarme a mi habitación.
-¿Qué pasó? – Mi compañero tocó la puerta, pero yo ya me había recargado en ella y abrazaba mis piernas. El pasado de Minho era algo a lo que temía y ahora por fin me había alcanzado. Ese pasado me comenzaría a destrozar.
-¿Ha estado encerrado desde ayer? – La familiar voz de Key resonó en la sala.
-Sí, llegó llorando. Pienso en llamar a la doctora.-
-¿Le preguntaste a Minho?-
-¿A Minho?-
-Ayer también llegó raro a casa y hoy salió muy temprano ¿Habrán peleado?-
-¡NO PELEAMOS! – Grité molesto desde el cuarto, no podían arreglar sus problemas pero debían venir a meterse en los míos.
-Abre la puerta Taemin- Key demandó y salí molesto a ver a las dos personas que se juntaban a discutir mi vida -¿Qué pasó?- Me quedé en silencio y Jonghyun se dirigió a la cocina. –Estamos preocupados.-
-No se preocupen – dije cortante. – No voy a volver a intentar quitarme la vida.-
-¿Taemin? – Me miró fijamente y luego Jonghyun se acercó con una taza de té. La tomé y sentí agradable lo cálido entre mis manos.
-Odio a Choi Minho – dije comenzando a llorar de nuevo. – Lo odio tanto.-
-Si lo odias no salgas con él –Jonghyun le lanzó una mirada fulminante a Key interrumpiéndolo.
-¿Por qué hoy lo odias?-
-Siempre lo he odiado, siempre ha hecho mi vida complicada.- Seguí llorando mientras el par intentaba hacer algo para animarme. Creo que nunca había llorado así, mucho menos frente a ellos. Ahora las dos personas más sensibles que conocía intentaban secar mis lágrimas, podría ser irónico o una coincidencia de sátira.
-¿Entonces ese chico vino a buscarlo desde Estados Unidos? – Afirmé a Key que me preguntaba usando una de mis pijamas y tomaba té también. Habíamos puesto todos los cojines en la alfombra y me tenía abrazando un conejo de felpa.
-Eso es intenso – Jonghyun agregó recostado en la alfombra.
-Yo no le hubiese dicho – Key dijo cruzando los brazos.
-Yo creo que sí, ese chico vino desde lejos para verlo.-
-Pero es el rival de Taemin – Key le aventó una almohada a Jjong.
-Minho escogerá a Taemin – agregó con confianza y me hizo sentir un poco mejor. – Ya que estamos de pijamada como dice Key, juguemos un videojuego.-Afirmé un poco más tranquilo, no sabía que estaba pasando, pero tal vez esos dos nunca dejarían de cuidar de mí. –Pero primero enciende tu celular- me entregó el objeto que había apagado desde el día anterior.
-No quiero leer sí… - Key me aventó un cojín.
-¿Cómo sabrás si hay buenas noticias? –Dijo con una sonrisa y encendí el celular.
-¿Qué jugamos? – Comenzaron a hablar dándome un espacio para ver los mensajes, había 63 mensajes por diversos medios y unas 30 llamadas.-
-Maldito sacamocos – dije sonriendo mientras pasaba los mensajes de preocupación y algunos con las palabras: déjame explicarte.
Jugamos por horas hasta caer dormidos, luego Key salió corriendo como alma que lleva el diablo al notar que tenía que estar en el trabajo en una hora.
-¿Estás contento de no tener que trabajar? – Afirmé cubriéndome de nuevo con las cobijas, pero el sonido del celular no me dejó.
-Bueno.- Me decidí a contestar mormado, al mal paso es mejor darle prisa, de todos modos ese chico amaba al sacamocos y yo tal vez no lo odiaba, pero no había viajado una gran distancia solo por él. –Estoy durmiendo – cambié de opinión rápidamente, no quería ver a Minho, algo en mi temía por el resultado.
-Taemin – la voz no era la de Minho lo que me asombró aún más.
- ¿Por qué estas desde el celular del saca - Minho? – Dije un poco alterado, pero más lleno de curiosidad.
-Quería agradecer – me senté mirando al vacío.
-Por favor no lo hagas hyung.- Intenté esconder mis sentimientos, no sabía si el idiota que tenía por novio o ex-novio me había mencionado a él.
-Es Henry – dijo en un tono más apagado que no quedaba con él. – Te ves lindo durmiendo.-
-¿Qué? – Pregunté aún más confundido.
-Aquí hay muchas fotos de ti – parpadee un par de veces intentando conectar los puntos, desde que había conocido a ese chico debía jugar a adivina a lo que se refiere.
-¿En el celular de Minho? – Un sonido de afirmación fue lo único que salió.
-Te veo en el cibercafé – solo dijo eso y yo me quedé algo confundido.
-Debo salir – me levanté deprisa y Jonghyun volteó a verme.
-El odio es un sentimiento bastante poderoso – se cobijó. – Siempre lo usamos para cubrir otros sentimientos. –Le miré aun con el celular en la mano, no sabía que iba a hacer, pero estaba dispuesto a seguir con ello.
Llegué al lugar acordado después de una hora, dónde tomé una ducha y escogí que ropa ponerme. Esa vez había sido importante para mí verme bien. No me entendía ni a mí mismo pero quería enfrentarme a ello.
-Taemin – mi nombre fue pronunciado al exterior del cibercafé y el chico de piel pálida y ojos pequeños sonreía sosteniendo el celular de Minho, sabía reconocer bien ese celular, tenía un raro hongo como el llavero que me había entregado él.
-Henry – me acerqué un poco asustado.
-Vamos a hablar – afirmé un poco y él se giró, así que me decidí a seguirlo. Estuve en silencio mientras entrabamos a una pequeña cafetería y el pedía cosas para ambos. Parecía bastante animado mientras que yo era el vivo retrato de un muerto viviente.
La comida llegó y aún no hablábamos de nada, por un momento me calmé pero luego las palabras me golpearon directamente en el rostro.
-Deberías de alejarte de Minho.- No pude contestar nada, solo tragar un trozo de pastel con dificultad como si desgarrara las paredes de mi garganta. – Suena exigente, pero Minho se siente culpable por la bella durmiente y no creo que sea bueno para su estado emocional.-
-Ha mejorado mucho… - Intenté defender algo pero no pude llegar a ningún punto.
-Minho solo está contigo por lástima ya que siente que se entrometió entre ustedes – un dolor profundo me invadió.
-No tienes derecho.- Le miré molesto.
-No quiero que también salgas lastimado. Minho ha intentado hacerse daño y…- Golpeé mi vaso contra la mesa.
-No es lástima…- Eso pienso.
-¿Estás seguro? – No lo estoy, en este momento no estoy seguro de nada, pero no quiero escuchar nada más. – Conocí a Minho en el hospital, me encargaba de cuidar a su mejor amiga. Al principio creí que estaba muy enamorado y había tratado de seguirla, todos sabían que había intentado suicidarse. Pero luego entendí que sus vidas estaban ligadas por algo más y la culpa lo carcomía. Él es cálido así que nos ayudamos mutuamente… -
-No sé cómo esto se relaciona conmigo – intenté detener su relato.
-Él siempre traía fotos tuyas y leía tu carta para ella, creí que llegarías un día a verla, así que se volvió la bella durmiente que esperaba al príncipe para despertar. – Eso había deseado por mucho tiempo, quería verla más que nada, pero siempre pensaba que Minho estaba junto a ella. –Sus padres descubrieron nuestra relación y dejé el hospital para que no se alejara de ella pero luego pasó de nuevo y terminó en un hospital psiquiátrico, que no evitó que volviese a suceder.-
-No deberías contar esas cosas – me sentía mal por escuchar el pasado de Minho.
-Quiero decir… - se detuvo, se notaba que había intentado buscar todas las palabras y organizó el discurso.- Tu eres el príncipe de esa chica, déjame ser quien cuide de él, su relación, aquello que los ataba, ya dejó este mundo.-
-No puedo – me puse de pie.- Sí él no me lo pide, no lo haré.-
-¿Y si te lo pide? – Tomé mis cosas y me quedé estático.
-Me alejaré justamente porque él me lo pidió.- Comencé a caminar pero su voz se detuvo.
-Él intentó suicidarse por mí – una furia incontenible recorrió mi cuerpo y me giré para verlo.
-Imbécil – le lancé un puñetazo con fuerza – nunca jamás – lo tomé del cuello y me acerqué a verlo mientras intentaba cubrir su mejilla golpeada con su mano. – Nunca jamás intentes jactarte por algo como eso, no te lo perdonaré – lo empujé al soltarlo y me fui con paso decidido mientras todos los que estaban en el café posaban sus miradas sobre mí.
-¡Es un idiota! –Llegué aventando mi mochila al piso lleno de enojo. Golpearlo no había sido suficiente -¿Cómo puede decir algo como eso?-
-Intento dormir aquí – Jonghyun se sentó saliendo de entre las cobijas en la sala.
-Perdón – me dejé caer en el sillón intentando calmarme. Mi celular no tardó en sonar de nuevo, no quería ver quien era, podía ser de nuevo ese fastidioso chico. Después de soltar un suspiro y lanzar un cojín me atreví a observar la pantalla del teléfono.
-¿Jen? – Me apresuré a contestar un poco confundido, había pasado tiempo desde que mi amiga del trabajo me había contactado. La conversación pasó de indagar como me encontraba y si volvería al trabajo al día siguiente a decirme que no nos volveríamos a ver en la oficina -¿Renunciarás? – Estaba algo confundido.
-Pienso abrir mi propia tienda.- Parecía estar contenta por ello, había dejado a Jen de lado durante mucho tiempo, creí que ella estaba cómoda trabajando en la oficina, pero supongo que solo lo soportaba porque no había más que hacer, así lo veía yo y sin Jen ya no sería tan soportable -¿Vendrás a la inauguración? – Su voz me trajo de regreso.
-Claro que estaré ahí – agregué algo alegre y luego nos despedimos. Jonghyun me observó y luego miré al techo, no podía evitar preguntarme a mí mismo a cada instante ¿Cuál es tu sueño Taemin? ¿Qué deseas hacer con tu vida? ¿Quieres seguir solo pasando el tiempo sin aportar nada?
-¿En qué piensas? – Jonghyun se sentó a mi lado.
-En que me cuesta reconocer quién soy.-
-Tú eres Taemin – dijo con una sonrisa.
-Pero, ¿qué significa ser Taemin? – Me miró bastante confundido. Definitivamente estaba pasando por una crisis de identidad, mientras pensaba si Minho estaba conmigo por culpa o si en realidad era capaz de hacer todo por él. Solo tenía una cosa clara en mi mente tenía que alejar a ese chico de Minho, no sabía el por qué exactamente pero algo me decía que no era saludable para él.
Me he quejado mucho de mi empleo desde que mi vida se volvió interesante ¿Qué es lo que hago? Llego en la mañana cargando una mochila, la dejo junto a mi silla en la sección de escritorios divididos por paredes bajas. Enciendo el ordenador y comienzo a poner números en diversas celdas, recibo llamadas y buscos esos números, a veces debemos imprimir las listas de números. Estoy todo el día ahí esperando la hora del almuerzo como algo y regreso a hacer lo mismo y salgo en la noche. A veces nos debemos quedar más tiempo, pero al final solo tomo mi mochila, guardo mis lentes y me regreso a casa.
-Taeminnie – levanté la cabeza para ver sobre los muros del cubículo -¿Quieres almorzar con nosotras? – Negué sonriendo, parecía que todas notaban que me costaba aguantar la jornada sin hablar con Jen.
-Estoy muy atrasado por todos los líos que he causado.- No me separé de la computadora viendo a las chicas de los escritorios que me rodeaban marcharse. Mi teléfono comenzó a vibrar sacándome del trance de los divertidos números que marcaban las pautas de mi trabajo.
-¿Minho? – Miré un poco entristecido la pantalla, no había hablado con él. Era tan fácil ir a casa de Key o buscarlo en el trabajo si temía que ese chico me contestara. Pero también podía estarme buscando ese chico con sus cosas de ya no lo veas.
-¿No me piensas contestar? – Sentí un golpecito en la cabeza y luego giré el rostro a ver el chico alto que tenía el rostro algo enrojecido.
-Creí que… -tomó mi mano y le jaló obligándome a levantarme de mi silla y arrastrándome al pasillo. –Espera – me siguió jalando hasta el ascensor, solo podía ver su espalda. No sabía cómo había entrado hasta la oficina, tampoco que le diría.
Llegamos a la terraza y Minho se recargó en el barandal, me quedé viendo su alargara figura mirando a la ciudad. Después de razonarlo un rato me paré junto a él y observé también hacía las calles y otros rascacielos.
-Henry estaba arrepentido y quería verme, solo eso – giré los ojos, era obvio que no solo venía a eso.
-¿Ahora volverá a América? -
-Quiere ver más de Corea – era un chico astuto definitivamente.
-Él me da una mala espina, ten cuidado. – No podía decirle nada más, tenía miedo de que me dijera que estaba conmigo por culpa o que lo escogía a él.
-Mosca, Henry es mi pasado, tu eres mi presente – me giré a verle bastante conmovido.
-Aun así, ten precaución con él.- Estaba bastante preocupado, me acerqué lentamente a él intentando recargarme, pero se giró deprisa.
-Mosca ¿Solo sales conmigo por temor de que vuelva a intentar suicidarme? –Negué rápido -¿Le dijiste a Henry que saliera conmigo?-
-Espera… él fue quién me dijo que me alejara de ti.- Estaba molesto, tenía un temperamento corto.
-Y le hiciste caso, es más fácil deshacerte de mí si consigues otro idiota que se encargue.- Lo miré con odio, yo le decía que había algo que no me agradaba de esto y el me salía con que lo desechaba con el primero que aparecía.
-¡Cómo quieras! – me alejé – ya no seré el idiota que esté corriendo detrás de ti con temor de que algo te suceda.-
-¡Tengo suerte de tener un enfermero! –
-¡Yo soy quién tengo suerte, no deberé ver al odioso de Choi Minho!-
-¡Es cierto nunca dejaré de ser el abusivo Choi Minho!-
-¡Te equivocas! – Ya estaba en la entrada del edificio mirándole lleno de rencor, era obvio que prefería a ese chico que a mí - ¡Nunca dejarás de ser el idiota de Choi Minho! – Fue otro insulto de primaria, pero estaba tan molesto, no pude evitar golpear la pared del ascensor con el puño cerrado.
Volví a la oficina y me senté de golpe, esperé un rato y mientras la ira iba bajando esperaba con más y más ansias que el apareciera. Que se disculpase por lo que había dicho, así yo podría disculparme y decirle que solo me había alejado para encontrar como decir aquello que quería decir. Pero, ¿qué quería decir?
-Te odio Choi Minho – volví a poner números, ese día no comí, ni me separé del monitor, estuve intentando no pensar en nada, lo que menos deseaba era llorar frente a mis compañeras de trabajo. El nudo en mi garganta no pasaba, fue doloroso, no entendía que quería de mí. Estaba tan cansado de odiar a Choi Minho, ya que se acercaba el final del día y mi corazón me pedía a gritos que me rindiese, tal vez me lo había pedido desde que vi a Henry en esa foto con él, pero me había aferrado de una manera patética y con poco esfuerzo que había empeorado todo. Estaba escapando de ser votado, porque había perdido la fe en Minho y por culpa de eso él había perdido su fe en mí.
-No está bien que te estés conteniéndote así - Jonghyun acarició mi cabeza cuando llegó un corte comercial. Le miré mordiendo una galleta y fingiendo que no pasaba nada. Había llegado con dolor hace unos días, pero no había podido soltarlo. Y ahora Minho se había mudado de casa de Key, tampoco creo que quisiese verme, debía estar feliz con Henry. – Si deseas llorar hazlo, si deseas gritar adelante, si deseas salir te acompañaré – le miré con una sonrisa.
Jonghyun era el antagonista de mis historias “mujeriego, directo, burlón, buscando solo divertirse y nada alto” pero era la persona más emocional, dulce y que podría comprender los sentimientos con una sola mirada.
-No es que me contenga, es solo que no he podido soltarlo – suspiré mirando el piso.- Estoy en negación.-
-Solo recuerda soltarlo todo – tomó el teléfono y me lo entregó. –Es hora de que hables con tu asesor personal.- Miré la pantalla del teléfono de nuestro apartamento, era el número de Onew en el restaurante. “Onew hyung es mi piedra, eso puedo decir de él, alguien en quien confió y me ayuda desde las sombras”. Eso nunca cambiaría, ahora era tan decidido y asombroso, alguien a quien admiraría por siempre
-¿Qué puedo hacer? – Solo dije eso tan pronto contestó, sabía que entendía todo lo que estaba pasando. Por más enojados que estuviesen esos tres, dejaban de lado cualquier diferencia para discutir lo que sucedía conmigo. Lo veía como un fastidio pero también como una bendición me sostenía de piedras muy sólidas para continuar mi vida sin temor del futuro, con deseos de vivirla más.
-Renunciar es lo mejor que he hecho con mi vida – dijo riendo, podía imaginar su rostro sonriente mientras estaba rodeado por el aroma del pollo.
-No digas eso cuando eres un desastre natural andando – la familiar voz del chico alto sonó en el fondo.
-Solo es un rasguño Khun – sonreí al escucharle.
-Yo no quiero renunciar.-
-Es momento de luchar entonces – él sabía que no hablaba de mi empleo. Tal vez no era un buen plan, pero me arrepentiría si no hacía nada.
-Aún no sé qué decir – se quedó en silencio un momento. Onew “es la persona que mejor me conoce y siempre cuida de mí.”
-Escríbelo - abrí grande los ojos. Escribirlo había funcionado, pero hacía falta algo para que pudiese funcionar.
-Ya acabé mis sesiones.- La doctora me podría haber ayudado.
-Siempre puedes volver, es el lugar perfecto para que encuentres lo que quieres decir.- Sonreí amplio, nunca había podido contar toda mi historia, y ahora con unas cuantas palabras tenía una solución,
-Haré una cita, eres el mejor Onew hyung.-
-Recuerda decírselo a Key y de una vez a Jonghyun como advertencia – rio antes de cortar y Jonghyun aún me observaba con una sonrisa.
-Taemin ha crecido tanto.-
-No hables como si fuese un niño.-
-Eres todo un hombre – se dirigió a su habitación riendo. Le miré fingiendo enojo y luego llamé al consultorio de la doctora.
Sonreí mirando como la doctora leía entretenida las hojas que había traído. Podía haber sido todo un libro, la historia de mi amor de preparatoria y el chico que me molestaba por ello.
-Es curioso ver ambos lados de una historia – volvió a leer con interés. Estaba agradecido que me hubiese dado una cita tan pronto.
“Mis años de preparatoria no fueron comunes, aunque tal vez ningún adolescente siente que lo fuesen. Tenía muy pocos amigos, muchos creían que era un engreído debido a que me costaba expresarme. Por mucho tiempo no me junté con nadie, solo me escondía en la biblioteca. Un día tras discutir con mis padres decidí pasar menos tiempo en casa así que me uní al único club que parecía apto para mí, el club de baile moderno.
Aun así no hice muchos amigos, pero volví a ver una chica de cabello obscuro que me había cautivado con su caminar. En mis pensamientos era un romántico en la realidad no me atrevía ni a mirarla. Bailaba bastante bien, tenía una increíble sonrisa, cuando practicaba deportes se veía tan ágil y la mejor cualidad que descubrí después, se burlaba de todo. Así empezó riendo de mí cuando me equivocaba y se volvió una lucha por hacer que el otro se equivocase, así conocí a mi primera amiga de verdad en la preparatoria.
Después de eso quise observarla en todo momento y mi lugar en la biblioteca se volvió el escondite perfecto, ahora que lo pienso era todo un acosador, pero cuando eres joven no lo parece así.
Casi al mismo tiempo que tuve mi primera amiga, Bo Ri noona, me gané a mi gran enemigo, Choi Minho. No podía negar que era apuesto y atlético, pero repetidas veces me arrastraba a la azotea o al baño para golpearme y quitarme dinero o cualquier otra cosa, una vez inclusive me cortó mi cabello diciendo que parecía una niña. Odioso a más no poder, pero creí que valía la pena soportarlo porque Bo Ri noona siempre decía cosas buenas de él.
No tardaron los rumores de que eran novios y se les podía ver tomados de la mano por toda la escuela, creía que estaba en una pesadilla. Fui lanzado como el amigo y víctima de los integrantes de esa pareja, y aunque aún tenía a mi primo conmigo, si Kibum no hubiese aparecido las cosas habrían sido más difíciles.
Mi primo se marchó, los abusos continuaron, Bo Ri y yo seguimos como amigos y a veces salíamos hasta con Kibum, ella siguió con el desgraciado que hacía mi vida imposible y muchos rumores rondaban por la escuela.
En mi segundo año antes de despedirme de Bo Ri, por fin tomé valor y le dejé una carta. Acordé en verla unos días antes de su ceremonia de graduación cerca de la estación para ver una película y tomar un café. Deseaba presentarme no como el pequeño Taemin, quería que me viese como algo más, debía enfrentarme directamente contra Minho.
Sin embargo, esperé y esperé y esperé. No llegó y cuando volví a casa, lo vi en las noticias, un accidente había sucedido. Intenté verla en el hospital, pero se la llevaron lejos y unas semanas después Minho la siguió. Mi tercer año en la preparatoria fue el más deprimente, dejé el club de baile y Key se había graduado. Los días pasaron insípidamente mientras esperaba noticias de una milagrosa recuperación.
Key viajó a verla, pero no pudo hacer mucho al respecto. La espera se alargó, se volvieron años y simplemente un día me llegó la noticia de que no habría recuperación, que todo había acabado.
Mi vida se detuvo esperando algo, y como no pasaría, solo decidí detenerla de verdad. Fue una conclusión tonta, pero vivía sin objetivos, ni sueños, ni metas.
Así lo vi por mucho tiempo, pero un nuevo factor llegó a mi vida, más amigos, personas amables que me rodeaban y alguien que cargaba una misma pena. Su vida también se detuvo ese día, llegó con ella esperando lo mismo y supuso que acabar con su vida también era la solución.
No puedo perdonar las acciones de Minho, fue cruel, abusivo y solo complicó mi vida, pero no puedo dejarlo, no solo porque quiera cuidar de él.
Tal vez soy un masoquista, pero me gusta estar con el nuevo Minho, tal vez también me hubiese gustado estar con el Minho del pasado, era invisible para todos menos para él, fue el primero en llamarme por mi nombre, aunque luego lo cambió a hongo, mosca y cualquier otra cosa. Siempre sabía dónde estaba y cuando alguien más me molestaba él aparecía a decir que ese era su trabajo. El interés de Minho dolía, pero estaba ahí y creí que lo odiaría por siempre, pero cada día me cuesta más odiarlo.”
-¿Nunca lo perdonarás? – La doctora habló después de un tiempo, no era un escrito largo, pero resumía mi vida y mis emociones.
-Nunca – dije seguro cruzando los brazos – por eso deberá estar conmigo toda su vida para compensarme.-
-Eso es egoísta – sonrió mientras me regresaba lo que había escrito. –Me siento orgullosa de que lo sea.-
-¿De verdad? –
-Es mejor que pienses en ti mismo – se puso de pie – sin embargo esa no es la razón.- Afirmé y sonreí.
-Creo que tengo síndrome de Estocolmo – suspiré mirando el piso. Era el único idiota que podía enamorarse de su abusivo.
-No lo es – se acercó y me entregó un puñado de caramelos ella misma. – No busques una razón psicológica para que te guste, solo acéptalo y disfrútalo, si no funciona está bien, pero si funciona será genial para ambos.
Salí con una sonrisa de idiota, la idea de si funciona será genial para ambos no dejaba de rondar por mi cabeza. Caminé por el pasillo bastante decidido, salí a la sala de espera y todo estaba obscuro además de que la recepcionista no estaba ahí. Volví la vista a la puerta del despacho de la doctora, había trabajado extra por mí, debería darle a cambio algo por todo eso.
Tomé mi teléfono y busqué uno de los contactos a quienes más llamaba. “Una persona egocéntrica, que cree que siempre tiene la razón, le importa mucho las apariencias y puede hacer menos a los demás sin problema” pero tiene un corazón tan cálido y materno que ha juntado tantas cicatrices en su corazón que ha de ser imposible unirlo.
-Key – dije decidido tan pronto contestó – necesitamos ir de compras y que pintes mi cabello.-
-Aún falta para mi cumpleaños.- Sería un fin de semana pesado el próximo, pero tenía que decir lo que pensaba ahora sí, sin retenerme, ni dudar y no con esa imagen de chico delicado para aclarar ese punto con Henry.
Re: Not My Highschool Sweetheart
Porque tenía que aparecer Henry, pero aún así trajo algo bueno Tae se dio cuenta de sus sentimientos por Minho y tratará de luchar por ellos espero que se reconcilien y que se digan sus verdaderos sentimientos y que Henry desaparezca
kity
taemin
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Re: Not My Highschool Sweetheart
A que Mendigo Henry!! Llego a arruinar todo pfff espero que Taemin se defienda y no se deje de sus engaños y que no deje ir a Minho, por que cada vez le cuesta mas perdonarlo por que cada vez lo ama mas xD gracias por subir el capítulo y espero la continuación :)
MiNjUnG
Minho ♥♥♥♥ es el amor de mi vida
1327
Re: Not My Highschool Sweetheart
Puede que no tenga perdón por desaparecer(?) de esa manera (u.u) pero aún así, dejaré algunas palabras ~
- Para leer algunas palabras, click aquí:
Lo del apendicitis admito que me tomó por sorpresa (o,o) nunca imaginé que algo así le pase a Tae. De hecho la apendicitis (no se si es "la" o "el") es algo a lo que le tengo miedo(?).
Soy muy meticulosa con el tomate, cada vez que como sandwich o cualquier guiso o salsa con rebanadas/trozos de tomate, hago lo posible por comer la menor cantidad de semillas. En el caso de la pitaya no la como, y si hacen jugo-agua de ello, suelo colarla (¿Conoces la pitaya? Si no, click aquí). Casi no como cosas con semillas que no pueda quitar, excepto las fresas, que para contrarrestar(?) lo que pudiera ocurrir, justo después ingiero la mayor cantidad de fibra que esté a mi alcance (normalmente avena o betabel). Mi padre dice que estoy mal de la cabeza(?).
Mmm (._.) creo que me salí del tema.
Como te decía, lo de la apendicitis, fue algo que no esperé, aunque me gustó cómo fue tratado durante su recuperación, y más por Min (*v*) ~ ese capítulo lo re-leí dos veces, y no dudo que al rato lo vuelva a leer, mwijijiji.
La aparición del "ex" me gustó, bueno, si y no me gustó. No porque obviamente se interpondrá(?) en la bella pareja; y sí porque gracias a ello (supongo que) Taemin tomará decisiones y enfrentará sentimientos y cosas que antes (en su aburrida vida, como él mismo dice) no habían; puede que incluso tenga o esclarezca una meta, ya que está notando que los que le rodean tienen objetivos de vida (a corto o mediano plazo pero los hay); entonces creo que sería bueno que él también se pusiera una. Igual y su meta a corto plazo tenga que ver con su relación con Minho, ya luego veremos qué onda xD
Amo, adoro esta historia. No es para nada vacía y me mantiene pensando y preguntándome, ¿Qué sucederá?, ¿Henry será un rival de verdad, jugará sucio?, ¿Cómo es que Jong puede ser tan despreocupado?, ¿Cómo le hace Key para ser tan Diva(?)?
En verdad cada día admiro más tu capacidad para crear historias con tramas sencillas pero a la vez profundas; aunque te rías de mis palabras (que muy probablemente eso estés haciendo ahora), eso es lo que siento.
Antes dijiste que era un tema referente al "abusador y al abusado"; muchos pensarán que es la típica historia del "bullying" (no sé si así se escribe), pero más allá del maltrato escolar, me gusta el tras fondo que tiene, las causas y las consecuencias que han marcado a los protagonistas. Por alguna razón Minho se hirió, no sé si sea verdad lo que Henry dijo, pero estoy segura de que Taemin lo averiguará o confirmará.
¡Eish! Creo que me emocioné demasiado con mis palabras.
Lo que me resta decir son dos cosas:
Taemin, fighting!
My Idol, te quiero!
Star...☆
Taemin & Bithae
1046
Re: Not My Highschool Sweetheart
Hi! lamento haber tardado en comentar pero estoy algo ocupado ultimamente, lo unico que tengo que decir es que estuvo genial, xfin Taemin de dio cuenta de lo que siente y va tras de minho!!!... con respecto a henry solo dire que esperare a ver que pasa.... quiero conti!!! :)
k.will
SHINee
105
Re: Not My Highschool Sweetheart
Una docena…
Estaba ahí, revisándome otra vez frente al estrecho espejo del baño, tomé un mechón entre mis dedos y volví a ver el color subiendo la mirada para ver fijamente. No podía creer lo que había hecho pero no había vuelta atrás, me puse la chaqueta de cuero negro y salí del baño intentando mantenerme derecho.
-¡Ya hablé con Taec! – Jonghyun salió de la cocina sosteniendo su celular y luego me miró. –Eres güero - señaló mi cabeza remarcando lo obvio.
-¡Nooo! – Key agregó con sarcasmo –no me gusta este look – se giró a mi alrededor negando con la cabeza, desde el principio había desaprobado mi cabello amarillo con partido en medio, pantalones grises, playera blanca y chaqueta negra. –Prefiero al Taemin delicado y tierno.-
-No digas tonterías – Jonghyun tomó una chamarra de mezclilla y Key se le quedó viendo.
-¿Sacaste tu look de este? – Lo señaló.
-¿Cuál este? – Jonghyun soltó con indignación. – No puedes ir por la vida siendo tierno siempre.- Se giró para tomar sus cosas.- Aunque creí que Taemin sería la excepción a esa regla. – Soltó en susurro pero bastante audible.
-Lo sé – Key dijo poniéndose unos lentes obscuros y yo intenté fingir que no les había oído, no tenía tiempo para hacer una rabieta y eso solo apoyaría el punto de mis hyungs.
-¿A dónde debemos ir? – Les vi bastante arreglados ahora que lo pienso, parecía que iban más a divertirse que a seguir el plan.
-Vamos a un club, Taec llevará a Minho y Henry a ese lugar esta noche – Jonghyun avanzó a la puerta.- Andando el chico pollo pasará por nosotros en el pollo móvil.-
-Genial – Key tomó su aparatoso celular con la caratula enorme – ahora además de no ir bien vestido oleré a grasa de pollo.-
-¿Eso es no ir bien vestido? – Jonghyun agregó diciéndome a mi oído.
-Te escuché- Key se contoneó pasando delante de nosotros y avanzando por el pasillo. Mi compañero soltó una queja pero no puse atención, estaba bastante nervioso, era un plan improvisado y bastante tonto, tenía pocas probabilidades de triunfar, pero era lo único que podíamos hacer.
Música estridente, luces llamativas, gritos de arrobamiento, estas cosas y más se podían escuchar desde fuera del club. Era algo diferente a los lugares a los que íbamos. Primero que nada estaba en un vecindario elegante que no frecuentábamos y tenía vidrios como espejos al exterior que reflejaban las luces de la ciudad y los automóviles.
-Muy bien, preparémonos.- Key tomó una caja de maquillaje y aplicó un poco en su rostro mientras nosotros tres nos veíamos confundidos.
-¿Tengo algo entre los dientes? – Mi primo nos preguntó riendo y nosotros negamos. Key lanzó una mirada fulminante y volví a ver hacia la entrada del club.
-Taec dice que ya están adentro – Jjong nos enseñó su celular.
-Bien en ese caso ustedes dos se encargarán de distraer a Henry – Key comenzó a avanzar a la entrada.
-¿Nosotros? – Mi primo se señaló.
-Sí, él ya me ha visto a mí y a Taemin.-
-Eso quiere decir que él solo vino a divertirse – el más bajo negó con la cabeza y comenzó a avanzar tras de él. Miré al único chico que me acompañaba y levantamos los hombros en señal de resignación. Debíamos encontrarlos en lo que parecía un lugar con una extensa muchedumbre y ruido ensordecedor.
Las luces parpadeantes hacían todo más complicado, me había tenido que separar de los otros para evitar que fuésemos detectados. Me sentía como un espía a momentos y a otros, un completo idiota, por lo menos Key me hubiese acompañado. Pero ahora se encontraba bailando en algún lugar.
Pensé en ir por una cerveza, pero recordé mi primer encuentro con Minho y negué para mí mismo. – No se te ocurra Lee Taemin – me regañé. Y seguí observando alrededor, bastantes personas bailaban en el primer piso y en el segundo, dónde me había quedado, bebían y reían alrededor de mesas.
Pasó un largo rato y me movía levemente con la música, si por lo menos pudiese bailar el tiempo podía pasar más rápido. Mi desesperación iba aumentando y alcanzó tal grado que ya no quería esperar nada, solo quería salir de ahí – ¡Al diablo con todo!- Me despeiné desesperado comenzando a arrepentirme por haber pensado si quiera en la idea. Golpeé una columna y luego bajé con pasos pesados por las escaleras con dirección a la barra.
-Dame una cerveza negra – dije tan pronto llegué a la superficie roja y de recargué más que harto de estar en ese lugar.
-¿Mosca? – Apenas escuché esas palabras entre el aturdidor sonido de la música electrónica.
-Min…Minho – Abrí grande los ojos, el chico estaba cargando dos botellas de cerveza. Sacudí la cabeza, lo extrañaba pero no debía vacilar en ese momento.
-Vine con…- Se giró para ver hacia la pista pero se notó que empezó a buscar a sus acompañantes. En ese momento mi celular vibró, no necesité ver lo que decía. Sabía perfectamente que era el mensaje de que mis hyungs habían separado a Henry de Minho.
-No me importa – tomé mi cerveza dejando el dinero en la barra y pasé empujándolo del hombro. Seguí de espalda hacía él, por un momento dudé, pero la personalidad explosiva del alto no me falló.
-¿Qué te pasa? – Me jaló del hombro girándome frente a él. Noté que había dejado las cervezas y ahora me miraba intensamente.
-¡¿Qué te pasa a ti?! – Lo tomé del cuello fingiendo enojo, esa era la única forma de sacarlo de ahí. Lo empujé hacia las entradas de los baños, algunas personas nos observaban pero no se involucraban.
-¡¿Qué demonios haces mosca?! – Me tomó del cuello de mi chaqueta también.
-Me cobro todo lo que me has causado – sonreí de lado, esto era un verdadero enfrentamiento. –Nunca te perdonaré – negué riendo y lo solté. El alto se puso pálido y me soltó como por reflejo. Me giré y comencé a avanzar, no tardó en tomar mi brazo.
-Espera.- Se veía tan guapo arrepentido. Me tomó un momento controlarme.
-Si quieres hablar sígueme – bebí de la cerveza que me había costado salvar y caminé hacia la salida trasera dejando la botella sobre una mesa solitaria del otro lado de la pista. No estaba seguro si me había seguido, pero confiaba que lo haría.
Salí y me recargué en la pared de ladrillos descubiertos en el estrecho callejón detrás del club. Los segundos de espera después de que la puerta se cerró parecieron eternos. Pude ver todos los detalles del obscuro callejón, como los dos amplios basureros y las cajas amontonadas.
-¿De qué quieres hablar? – Su voz sonó baja en mis aturdidos oídos.
-Tú eres el que quiere hablar.- Seguí recargado en la pared y giré la vista en la otra dirección.
-Estoy confundido. – Toco su cabeza, creí que reiría en ese momento. Pegó con ambas manos a mis lados sin dejarme salida. Intenté agacharme, pero puso su rodilla entre mis piernas. Estaba atrapado entre el cuerpo de Minho y la pared -¿Qué quieres de mí?-
-¿Tu qué quieres de mí? – Tragué saliva, esta situación me recordaba a la preparatoria.
-Te quiero a ti.- Miró hacía el piso y me quedé anonadado.
-¿De verdad me quieres a mí? – Volví a girar la vista – ¿No sientes lástima por mí?-
-Yo debería hacer esa pregunta- sonreí levemente intentando no notarlo. Sabía que no estaba conmigo por lástima pero escuchar sus dudas también me alegraba. No era el único lleno de inseguridades. Aunque a diferencia mía, Minho era más directo y firme con nuestra relación. Bueno si se podía llamar una relación, ya que parecía que habíamos terminado. Pero no deseaba aceptar eso.
-Conoces la respuesta – lo empujé suave y se movió algo confuso.
-No te entiendo.-
-Ni yo me entiendo – sonreí y me giré al extremo del callejón para comenzar a avanzar.
-¿Aquí acaba? – Negué y me giré por un momento, para ver al chico alto y estático entre las sombras creadas por los altos edificios de los lados.
-Aquí comienzo – tomé una bocanada de aire. – No estoy contigo por lástima, estoy contigo por qué lo necesito. Nunca te voy a perdonar Choi Minho deberás pagar por todo lo que me has hecho en el pasado y en el presente.-
-¿Eso que significa mosca?-
-Como te odio, me harás decirlo – pateé una lata que estaba en el piso y rebotó con la pared.- Te amo Choi Minho.- Me giré y comencé a caminar deprisa, había sido demasiado, podría explotar. Pero una fuerza incontenible me detuvo al instante -¿Qué haces? – Pregunté al notar que era abrazado por la espalda a la altura del cuello -¡Necesito respirar! – Intenté salir del fuerte agarre.
-¡Cállate mosca!-Me sacudí de un lado al otro pero Minho era bastante fuerte. Se sentía bien, pero no quería que notara lo avergonzado que estaba.
-¡Si, ya no lo volveré a decir! – Sentí que era soltado pero no tardé en notar que era levantado por los aires. Ahora estaba sobre sus hombros -¡Bájame! –
-Ni lo sueñes mosca – comenzó a avanzar y me aferré a su cabello.
-¿Estás ebrio? –
-Un poco, por eso debes venir conmigo.- Salió del callejón tambaleándose conmigo en sus hombros.
-¿A dónde? ¡Nos vamos a caer! – Lo que me faltaba lidiar con Minho borracho otra vez.
-A mi departamento –comencé a negar pataleando.
-No quiero ir ahí – me sacudí hasta que se tropezó y ambos golpeamos el duro y frio asfalto. –Auch- me quejé al sentir mi costado arremeter contra la calle. Me dolía el brazo, miré hacia el lado donde Minho también había golpeado de lado.
-¿Por qué no quieres?- Me miró tiernamente, este hombre era tan polifacético que me estaba enloqueciendo.
-Porque no quiero encontrarme con alguien – me levanté y comencé a sacudir mi ropa. No quería ver a Henry, ni sus cosas en casa de Minho, tan solo pensarlo hacía que mi sangre hirviera-
-Pero yo estoy solo en casa – se levantó sobando su pierna.
-¿Estás bien? – Me acerqué a ver sobre su pantalón y él se atacó de risa.
-No dejas de ser el mismo de siempre – acaricio mi cabeza.
-Fue mi culpa – dije al notar que cojeaba me sentía muy arrepentido. – Te acompaño a casa.-
-No fue tu culpa, si vas a llegar con la imagen de chico malo deberías seguir con ella.-
-No gracias, ese es tu trabajo sacamocos – pasé su brazo sobre mis hombros para ayudarlo. – Yo seré el que se escapa de situaciones complicadas.-
-Cobarde – solo pude sonreír mientras caminaba con el apoyado. Seguimos por un par de cuadras hasta un edificio de apartamentos. Pensé dejarlo en la puerta pero creí que lo apropiado era llevarlo hasta su piso. Subimos tranquilos y algo callados al ascensor.
-¿Es verdad lo que dijiste?-
-¿Qué dije? – Fingí no entenderlo mientras estábamos en el ascensor. –Ya llegamos.- Le ayudé a salir del ascensor y estaba dispuesto a despedirme. Pero me tomó de la muñeca y me jaló hacía su pasillo.
-Tienes que verlo.- Comenzó a caminar aun cojeando por el pasillo hasta una puerta pintada de rojo con los números 64 en la puerta. Tecleó una clave en el tablero de la puerta y se abrió. –Adelante- le miré con duda mientras me invitaba a pasar.
-¿Qué debo ver? – Entré lleno de temor, si había cosas de Henry ahí sé que volvería a ponerme a la defensiva.
-Esto – señaló a todo el lugar, no era tan elegante como su apartamento anterior pero se veía bastante bien.
-Es un bonito departamento – me giré para salir después de decir eso y le jaló al interior tomándome de la chaqueta para luego cerrar la puerta.
-Aún no mosca – me jaló hasta el sillón. -Haré un té, también tengo el refrigerador lleno.- Dijo con un tono de orgullo. Cuando se dirigió a la cocina sonreí, me había tardado en notar que estaba intentando decirme que estaba bien ahora y podía vivir solo. Eso me llevó a la siguiente cuestión, no había nada que pareciese de Henry ahí. Me quería asomar a más lugares pero me sentía avergonzado.
Miré de un lado al otro analizando la sala y comedor. No encontré nada.
-Y no tengo tina – salió y me entregó una taza. Parecía que estaba aún ebrio.
-Eso es bueno – me puse de pie dejando la taza en la mesa. – Debes descansar.-
-Es cierto – subió su playera y se la quitó. Otra vez podía ver su contorneado torso y suave piel. Miré a otro lado.
-Mejor vamos a tu habitación a que te cambies – dejó caer su playera y afirmó. Tomó mi mano y avanzó a una puerta que daba hacía la sala. Al abrirla no pude evitar asomarme, tampoco había cosas ahí que me recordaran a Henry.
-A dormir – me abrazó y se dejó caer en la cama arrastrándome también. Reboté una vez en el colchón e intenté escapar, pero su brazo me rodeaba.
-¡Espera! – Me quejé, lo cual tuvo un mal efecto.
-Es cierto, debes prepararte para dormir. En un ágil movimiento se hincó y me quitó la chaqueta.
-¡Espera, espera! – Comenzó a subir mi playera mientras yo empujaba sus manos. En mi descuido su rostro ya estaba pegado al mío y sus carnosos labios hacían una deliciosa presión que me provocó morderlo suave para saborearlo un poco más.
-No haré nada – dijo pegando su frente a la mía y aun rosando sus labios. Su cálida respiración golpeaba mi rostro de una forma tranquilizante. Dejé de empujar sus manos debido a la intoxicante visión y sacó mi playera blanca dejándome con el torso desnudo como el suyo. Me miró por un momento y sonrió. Luego se aferró a mí recostándose a mi lado y pegándome contra su cuerpo de tórrida temperatura. –Solo quédate a mi lado esta noche – afirmé suave algo avergonzado de estar acurrucado en sus brazos. – Si amaneces aquí sabré que no estoy soñando.-
-Eres un tonto – intenté volver a ver alrededor – ¿Y Henry? – Pregunté dudoso notando que los ojos del mayor ya estaban cerrados.
-Él está en casa de Taec – soltó entre murmuros y me sacó una amplia sonrisa. Decidí rendirme, nunca podría librarme de ese agarre y tampoco deseaba hacerlo.
-Buenas noches Minho hyung – me pegué a su pecho y escuché sus sonoros latidos, eran tan relajantes que me obligaron a dormir.
Tallé mis ojos intentando moverme pero, seguía aprisionado por las extremidades de mi adorable abusivo. Comencé a empujarlo intentando despertarle pero me abrazó más fuerte.
-Ai…aire… necesito aire – ahora me costaba respirar, apretaba mucho.
-Lo siento – se quejó suave y me soltó girándose un poco.
-Casi me matas – me senté tomando una bocanada de aire y hubo silencio un momento. Para que luego hubiese una rara explosión. Minho abrió los ojos rápidamente y se sentó como rayo para verme.
-Creo que si bebí demasiado – talló sus ojos y yo crucé mis brazos.
-¿Necesitas sopa?- Pensé en salir de la cama pero me seguí mirando aun fijamente.
-Me amas – soltó tan rápido que mis mejillas posiblemente se volvieron rojas.
- No lo hago – giré mi rostro.
-Sí, lo haces, lo recuerdo bastante bien, por eso te traje aquí.-
-No lo hago, escuchaste mal.- Me volvió a abrazar.
-¡No es para tanto, ya suéltame! – Intenté salir pero tenía su rostro de nuevo frente a mí y un corto beso se depositó en mis labios.
-¿Qué desayunamos? – Me cambió el tema, lo cual fue un alivio. Eso pensé, pero noté que yo había perdido en esta situación. Él no había dicho si me amaba.
-¡Desayuno! – Salté de la cama y comencé a buscar mi playera que había caído del mueble la noche anterior.
-¿Qué pasa? – Me miró confundido rascando su cabeza.
-Debo ir a la apertura de la tienda de Jen, quedé en llevar el desayuno para todos – me agaché al piso y comencé a buscar por mi prenda debajo de la cama.
-¿Hoy? – Lo vi algo molesto antes de tomar la playera y ponérmela.
-No, la próxima semana sacamocos – tomé la chamarra.
-Me duele la cabeza con tu sarcasmo – presionó sus temporales con ambas manos y cerró los ojos mientras yo terminaba de vestirme.
-Te duele la cabeza con tu cruda – me acerqué a besar su frente despacio y cuando me alejé noté que sus ojos me veían fijamente ahora. La profundidad de esos ojos me aterraba en muchos sentidos, pero me embelesaba en ellos con facilidad. –Ya me debo de ir.- Observé mi celular y noté que ya estaba apagado por la falta de carga eléctrica.
-Más vale que vengas en la tarde mosca.-
-Las amenazas no funcionan conmigo – le saqué la lengua y me giré para salir de la habitación.
-Te amo – escuché detrás de mí y me quedé congelado por un momento. Me giré tan rápido como pude al notar lo que eran esas palabras pero cuando volteé a ver solo había un bulto en la cama cubierto por cobijas del cuál un sonido de ronquidos había comenzado a salir. – Maldito flojo de Minho.- Sonreí un poco mientras veía las cobijas subir y bajar por su respiración. - Te escuché – me sentí triunfante mientras que salía del apartamento al pasillo algo obscuro. En algún momento me decidí a correr al notar que no era nada temprano.
Mi estómago sonaba una vez más ante la inminente hambre. Pasé mi mano sobre el mientras me recostaba en el mostrador agotado. Mi apetito crecía mientras estaba muriendo de vergüenza en ese lugar.
-Las ventas van bastante bien – Jen me dio un codazo y giré mi cabeza sin despegarla del mostrador para verla con odio. Solo había podido conseguir un cubrebocas para tapar mi rostro cuando había averiguado de que se trataba el nuevo negocio de Jen. –No finjas Taemin, bien que sabes de todo esto – miré alrededor, no quería parecer un pervertido, si sabía sobre algunas de las cosas de los estantes pero no de todo. Tampoco deseaba fingir ser muy correcto. Pero estar en el mostrados de una sex-shop era demasiado para cualquiera. Error, era demasiado para cualquiera que no fuera Jen.
-Debí indagar más en el por qué nadie vendría a ayudarte – dije levantando mi cabeza y aceptando el hecho de que ya tenía horas ahí así que no habría salida. – Muero de hambre.-
-¿Si salimos a comer? – el chico con un abrigo largo obscuro, lentes negros, sombrero y bufanda que cubría su rostro se acercó a preguntarnos.
-No sé quién es más ridículo ¿Taemin que finge ser un empleado anónimo o Kibum que se ve aún más sospechoso con todo eso encima?- Jen cruzó los brazos.
-Es Key, noona – Key se quitó los lentes y la miró desafiante.
-Es Jen, Kibum – respondió acercándose a él y mientras ambos se veían un tornado humano entró.
-¡Asombroso! – Mi compañero abrió la puerta causando un sonoro golpe. – Hay tantas cosas – llegó con un adorno de flores y comenzó a ver por los estantes.
-¡Taemin! ¿Tienes descuento por trabajar aquí hoy? – Levantó algo del estante que ni quise ver mientras intentaba fingir que no me hablaba a mí.
-¡Por ser cliente el día de apertura te puedo dar un descuento!-
-¡Gracias Noona!-
-¡Por favor dime Jen! – Se veía tan contenta, parecía que por fin alguien compartía su visión.
-¡Gracias, Jen! – Key se había alejado bastante del mostrador en este punto y se dirigía a la puerta de forma discreta -¿Llevarás algo Kibum? – Bajó el ala del sombrero para cubrir su rostro. -¡Oh! Ahora no eres Key – Jonghyun se acercó – así que el todo poderoso Key siente vergüenza por cosas como esta.- Jonghyun dejó el arreglo florar en el mostrador -¡Deseo mucha suerte para tu negocio! – Hizo una reverencia.
-Como si no tener pena en una situación así, no fuese la reacción normal – el chico cubierto murmuró y Jonghyun lo volteó a ver.
-¿Huir mientras tus amigos controlan a un chico borracho y agresivo con el corazón roto es la reacción normal? – Key volvió a avanzar a hurtadillas pero fue detenido por Jonghyun que golpeó con el puño cerrado la pared entre él y la entrada - ¿Y si lo haces con un chico lindo, es más normal aún?-
-Yo… - Key comenzó nerviosamente- ya había quedado con él antes de… -me volteó a ver – Taemin también se fue - el bajito volvió a golpear el muro con fuerza.
-No te excuses usando a Taemin ¿Sabes cuánto tenemos que pagar por los daños? –
-¿Daños? – Pregunté lleno de la curiosidad que me estaba matando desde que empezaron a hablar sobre anoche.
-Henry estaba un poco incontrolable – Key agregó como si no fuese gran cosa.
-¡¿Un poco?! – Jonghyun tomó la manga de su sudadera y la rodó hacia arriba. -¡Hasta me mordió!- Pude ver un ovalo de marcas rojizas dejado sobre su piel.
-¿Y eso?- Era raro en Henry, bueno eso supongo, en realidad no sabía si lo era.
-No estoy seguro, solo sé que Minho le dijo a Taec que no quería volver a verlo.- Me quedé pensando un momento.
-Tal vez tenga que ver con la razón de por qué decidió buscarlo hasta ahora – todos volteamos a ver a Jen, parecía estar más enterada de lo que creía.
-Ya veo – Key se quitó la bufanda y bajó la mirada. – Ha pasado bastante tiempo desde que se separaron y Minho aún estaba en América hasta hace unos meses.-
-Si – Jen afirmó a la suposición de Key, me quedé un pensando y si había algo de lógica en eso, sabía que debía trabajar, pero aun así había pasado bastante tiempo y Minho había estado en el pabellón de psiquiatría de un hospital por bastante tiempo- ¿Qué es diferente ahora? ¿Por qué alguien que se alejó volvería así?- Jonghyun golpeó el muro otra vez y todos lo volteamos a ver algo sorprendidos.
-¡Malditos!-
-¿Y a ti qué te pasa? – Key lo miró extrañado.
-¿No es lógico? – Nos miramos entre nosotros intentando entender. – Es muy posible que sean las mismas personas que querían alejar a Taemin.
-¿Sus padres? – Me senté en la sillita detrás del mostrador y me puse a pensar- ¿Pero no intentarían alejarlo a él también?-
-Puede que por ahora quieran alejarte a ti, creo que ya saben cómo controlarlo a él pero a ti no – Key suspiró – por ahora vamos a comer.- Fue por mí y me levantó tomando mi brazo. – Es tu turno de trabajar – dijo hacía Jonghyun.
-¿Por qué haría lo que tú dices? – Intentó retarlo pero una mirada fulminante hizo que el más bajito se congelara.
-No es porque yo lo diga – pasó mi brazo por sus hombros y me apoyé torpemente en él, apenas había notado que toda la fuerza en mis piernas había desaparecido.- Es porque Taeminnie está por desmayarse. – Y con dificultad me ayudó a salir de lugar hasta un local callejero de comida.
-¿Te quedarás con él esta noche? – Jonghyun apareció mientras empacaba algunas cosas en una mochila.
-No de la forma en que tú crees – me excusé cerrando la mochila.
-Ya te quedaste anoche – me dio codazos y subió y bajo las cejas con una sonrisa rara.
-Pero no por eso – me sentí completamente apenado.
-Entonces Minho ha de ser un santo – se sentó en mi cama y me miró desaprobatoriamente. – El pobre ha de estar aguantando tanto por ti.-
-No le digas eso a Tae – Key no tardó en asomarse, era lógico que nos había estado escuchando desde hacía un rato.
-¿Tú esperarías tanto tiempo? – Jonghyun lo miró molesto, todo ese día había estado agresivo con él – no puedes ni esperar unos días, dices que amas a alguien y al día siguiente vas a casa con otro.-
-Y dale con lo mismo – empujó a mi compañero para sentarse junto a mí. – Las personas son lastimadas con facilidad si no están seguros de lo que desean y aun así lo hacen sintiendo presión – lanzó una mirada a Jonghyun. Sabía perfectamente a lo que se refería, él estaba enamorado de Jonghyun pero eso no fue suficiente para no salir lastimado. – Cada uno decide tomarse su tiempo.-
-O no tomárselo – Jonghyun agregó intentando molestar.
-Ya deja eso.- Key lo empujó tirándolo de la cama.- Has estado sacando conclusiones raras.-
-¿Qué conclusiones? Claramente te vi salir con otro tipo que tomaba tu cintura mientras Onew hyung estaba en el suelo y yo gritaba por tu ayuda.- Volteé a ver a Key el cual tomó su teléfono.
-¿Este es el chico? – Le enseñó la pantalla del aparato y mi compañero se acercó a verla con su rostro lleno de enojo.
-Es él, es completamente tu tipo. Es más que obvio que…- Key jaló su celular y puso la pantalla frente a mí.
-Taemin ¿Quién es? – Miré fijamente al aparato.
-Oh, es Amber noona.- Lanzó una mirada llena de superioridad al bajito.
-¿Noona? – Este preguntó algo confundido.
-Es una conocida de hyung, es muy graciosa – no pude evitar sonreír recordándola. Key se puso de pie.
-Perdona por ayudar a una damisela en peligro – el sarcasmo inundó la habitación.- Sé que soy egoísta y despreciable a veces, pero no todo el tiempo. – Salió de la habitación y después de unos segundos se volvió a asomar – aunque no quise explicarlo antes porque eres lindo cuando estás celoso.- Guiñó el ojo y salió con prisa antes de que Jonghyun comenzara a reír como si hubiese perdido la cabeza. No tardó en notar que lo observaba extrañado por su comportamiento.
-Lindo no es un calificativo que me agrade para describirme – se puso de pie – pero debo admitir que la diva de Kibum se ve tierno diciéndolo. –Rodé los ojos, Key de seguro había hecho todo apropósito, conocía bien sus estrategias, parecía que estas podían llegar a funcionar. – Si no vas a estar en casa creo que llamaré a una amiga – tomó su celular y comenzó a marcar. Al pobre de Key le tomaría bastante tiempo. – Es cierto – me volteó a ver con una sonrisa – el próximo fin de semana celebremos.-
-¿Qué celebraremos? – Tomé la mochila y la puse en mis hombros.
-Voy a firmar un contrato con una compañía – sus palabras estaban llenas de felicidad.
-Asombroso hyung – intenté verme igual de emocionado – si tenemos que celebrar y en grande. – Él afirmó y en ese momento aproveché a acercarme a la puerta. –Saldré de una vez, nos vemos mañana y me cuentas más del contrato.- Apenas dejé que se despidiera de mí antes de salir disparado por la puerta al corredor. Eso había sido más que forzado, tal vez mi era de convivir con Jonghyun hyung estaba llegando a su fin, estaba contento por él, pero sentía que me desvanecería con facilidad en sus recuerdos en poco tiempo.
-Llegas tarde mosca.- No era grato escuchar eso tan pronto la puerta se abría.
-Así no se saluda a tu novio cuando aparece después de un día agotador y ni siquiera había dicho a qué hora iba a venir – aventé mi mochila algo molesto y no tardó en abrazarme -¡No seas tan empalagoso!-
-Decídete de una vez – me llevó hasta el sillón sin dejar el abrazo.
-Ordenemos una pizza – él afirmó y tomó su celular.
-Veamos una película – yo afirmé y ese día se volvió como cualquier otro, veíamos algo tétrico mientras comíamos y ambos estábamos callados. Me sentía muy feliz y cómodo con él de esa manera. Pero desde que tuve la conversación con Jonghyun hyung me preguntaba si él también estaba cómodo con eso.
-Choi Minho.-
-Aja – hizo ruido mientras mordía un pedazo de pizza.
-¿Quieres tener sexo?- Y estalló en roncos tosidos mientras golpeaba su pecho. – Con cuidado- le pasé su refresco y lo bebió despacio.
-¿A qué te refieres? – Preguntó tan pronto que el ahogamiento ligero había pasado.
-Me refiero a… ¿Qué si has esperado mucho por eso? ¿Qué si es lo que quieres? – Me seguía mirando tan extraño que estaba completamente arrepentido de preguntar - ¡Aahhh! Olvidado – me removí el cabello con ambas manos y volví a ver hacía la pantalla.
-Claro que quiero mosca, la respuesta es lógica – tomó mi mentón forzándome a verlo - ¿Tú quieres? – Había tanta confianza en el que uno se quedaba hipnotizado.
-No si me vas a estar diciendo mosca – empujé su mano después de que dejé el trance. – Sería demasiado raro.- No podía dejar de imaginar las películas pornográficas, si alguien podía hablar tanto mientras lo hacía en realidad no soportaría cosas como “Más rápido mosca” “Me gusta ver tu rostro mosca” “Aprietas rico, mosca”. Sacudí la cabeza al notar lo que estaba pensando.
-Siempre imaginé que si un día así llegase te diría Minnie – lo miré asombrado.
-¿Por qué no me dices así entonces?-
- Yo sigo siendo Choi Minho o sacamocos para ti – me recargué en su hombro riendo un poco.
-Minho hyung, por favor llámame Minnie.- Se quedó en silencio un momento, ahora me culpo mucho por no haber volteado a ver su rostro en aquel momento debió tener asombro y confusión en él. Me escondí en su cuello pensando que no diría nada y respiré su aroma.
-Minnie – dijo bajo y me abrazó para luego acariciar mi cabeza.
-Minho hyung, estoy orgulloso de ti – pude decir tranquilo – tu vida es muy valiosa, no la malgastes ni la desprecies nunca más, por nada ni nadie – me tomó de los hombros y separándome de su cálido cuerpo y me miró con cariño.
-Minnie, estoy orgulloso de ti – mis ojos se volvieron cristalinos en ese momento – no quiero que pases un día más no satisfecho de la vida que tienes, si no te gusta cámbiala no te conformes o trates de escapar de ella – no pude evitar llorar en ese instante. Por mis mejillas las lágrimas seguían su camino con prisa y aunque no hacía ruido alguno, sentía que gritaba por todo lo que había callado por mucho tiempo. No me gustaba llorar, casi no podía hacerlo, pero así todo se quedaba guardado en mí.
-No llores mosca – sonrió y luego beso mis mejillas donde habían sido golpeadas por mis lágrimas.
-Te odio – dije antes de abrazarlo del cuello para probar otra vez sus dulces labios haciendo una ligera presión al principio mientras me calmaba. Y luego aumenté la presión contra sus carnosos bordes para saborear el inferior succionando y luego el superior.
-¿Qué pregunté hace rato? – Rocé mis labios contra los suyos mientras que hablaba y él había puesto sus amplias manos a mis costados - ¡Ah! Sí ¿Quieres tener sexo? – Intenté no avergonzarme al preguntarlo y él chico tan alto y bien formado que ahora era mi novio sonrió de lado.
-Eres una mosca con ganas.-
-Si no quieres pues bueno – intenté alejarme pero él aún me sujetaba de la cintura.
-Yo soy un sacamocos con aún más ganas – mordió mi labio juguetonamente jalándolo hacía él – Minnie esta noche no te dejaré tranquilo.- Me sentí abrumado por un momento.
-No te vayas a propasar Choi Minho – regañé antes de mirar hacia abajo sintiéndome tan inexperto como era – recuerda que es mi primera vez con un chico Minho hyung.-
-¿Con un chico? – Puso mis piernas alrededor de su cintura y se levantó tomándome de atrás cargándome fácilmente. Aun así sentí un poco de temor y lo abracé del cuello.
-Está bien, es mi primera vez en todos los aspectos – me volvió a besar mientras me cargaba con la fuerza de su torso a la habitación.
-En ese caso debo hacerla inolvidable – gire los ojos, como odiaba a Choi Minho.
-Presumido – presionó mis piernas antes de bajarme en la cama. Donde caí acostado y luego él se puso sobre mí.
-También soy insaciable – no pude evitar sonreír, sabía que estaba apenado, pero estaba disfrutándolo bastante.
Desperté de golpe en la madrugada, algo me había asustado y había despertado con el corazón acelerado y respiración incontrolada. Me senté tocando mi frente y luego miré a Minho que aún dormía con todo el ruido que retumbaba en las paredes del departamento.
-Tienes el sueño muy pesado – estaba boca abajo y su espalda desnuda se marcaba entre las sombras del próximo amanecer. Escuché más golpeteos en la puerta y tomé el celular para ver la hora. – Son las cinco de la mañana- no había dormido más que una hora y media haciendo… jejeje, ¿qué estaba haciendo? Bueno, no dormí mucho y alguien venía a interrumpir mi sueño. Busqué mis pantalones alrededor, sé que habían sido lanzados en algún lugar en un momento. Cuando por fin los vi me levanté torpemente, pero como dolía, es una sensación muy extraña. Aun así los fuertes golpeteos seguían y Minho no hacía ni un solo gesto por el ruido. Logré manejarme a mí mismo para llegar hasta la puerta donde alguien parecía ansioso por entrar.
-¡Michael! – Abrí grande los ojos al notar quien era y él también me observó de una forma similar.- No traes camisa. – Miré mi torso, era verdad, no traía camisa.
-¿Qué pasa? – Entró corriendo a asomarse a todos lados.
-Rápido tenemos que sacarlo de aquí – vio a Minho en la cama y lo comenzó a sacudir pero este no se movía.
-¡Espera! – Lo jalé del brazo. Parecía que no le había importado que estuviese aquí, pero estaba lleno de temor – ¿Qué está sucediendo? – No podía preguntar otra cosa, estaba muy confundido.
-Luego te exp… digo, tenemos que sacarlo – comenzó a tomar la ropa de Minho del piso y entonces entendí que algo grabe debía estar sucediendo.
-Sacamocos, despierta – presioné su nariz para despertarlo pero abrió la boca así que debí cubrirla. Cuando el aliento se le acabó despertó de golpe tomando una amplia bocanada de aire.
-Pero qué demonios – miró al chico que le pasaba la ropa.
-¿Henry? – Hizo una pausa - ¡Te dije que no quería volverte a ver nunca!-
-I know, I know - tomó el celular del alto y me lo entregó – salgan de aquí. –Afirmé y me puse mi camisa mientras Minho se vestía también lleno de confusión. Pero antes de que lo lográramos un nuevo golpeteo se presentó en la puerta.
-¿Otra forma de salir? – Henry preguntó a medias y comencé a ver alrededor. Era un piso muy alto.
-Escalera contra incendios – Minho por fin se decidió a cooperar y abrió una de las ventanas de la sala. – Por aquí Minnie – afirmé tomando mis zapatos y me dirigí al lugar, pero era demasiado tarde el sonido de la perilla electrónica desactivando el seguro nos tomó por sorpresa.
-¿Pero qué? – Pregunté molesto y unos tipos con traje y de un tamaño considerable entraron al cuarto.
-¿Qué quieren? – Minho los desafió.
-Debe acompañarnos.- Me le acerqué un poco anonadado, no había ni alcanzado a cerrar su camisa.
-¿Puedo saber a dónde? –
-A California, debe regresar al hospital, sus padres temen por su recaída. – Se acercaron a Minho y me puse entre ellos.
-Él no ha recaído, todo lo contrario, está mucho mejor – los hombres se miraron entre ellos y luego al alto, uno de ellos intentó empujarme. Pero me agaché y le solté un puñetazo de regreso. Cuando el segundo me iba a sostener Henry saltó y lo derribó, así comenzaron a forcejear en el suelo. No tardé en sentir un fuerte golpe contra mi nariz. Lo acepto, nunca fui bueno para pelear, pero había aprendido a recibir golpes. Aunque ahora Minho lo había atacado y parecía que boxeaban. El encargado del edificio se asomó por la puerta y otros dos hombres llegaron. Intentaron sostener a Minho pero regresé a golpear a quién se acercara como pude.
-¡Déjenlo! – Su voz retumbó y el hombre que me sostenía mientras me golpeaban en el estómago me dejó caer en el piso.
-No tienen por qué llevarlo – dije cuando tomaban al alto para que los acompañara.
-Vinieron por mi recaída en la enfermedad que más temen mis padres – intentó calmarme con una sonrisa – pero me evaluarán y notarán que no estoy enfermo. Tranquilo.- Me quedé en el piso estático sin saber que decir o hacer, sé que pasó mucho tiempo porque Henry que también se había quedado golpeado en el piso llegó con una bolsa con hielo para ponerla en mi nariz.
-Estás sangrando – hizo presión en mi tabique y lo volteé a ver. No pude decir nada pero sé que él entendió, yo quería una explicación. – Te enojarás más aun conmigo – así comenzó su relato. – Un día mientras aún trabajaba en el hospital y salía con Michael, su madre apareció frente a mí, me dijo déjalo y dio suficiente dinero para pagar mis deudas de estudiante y vivir bien – le miré con odio.- Sé qué es mal, pero era un joven estúpido. Cuando al fin dejé de ser un idiota busqué a Mich… Minho pero ya estaba lejos. – Me levanté molesto.
-¡¿Esto qué tiene que ver?! – Giró la vista ignorando mi pregunta y continuó con su relato.
-Su madre vino hace poco y dijo que permitiría nuestra relación si lograba que Minho regresara a América conmigo. No pensé aceptar – suspiró – pero dijo si no puedes, usaré la fuerza. – Aventé la bolsa de hielos contra la pared y grité pataleando el suelo. Luego miré a Henry y tomé su mano.
-Necesitamos refuerzos – salí con el sin importar mi trabajo y comencé a hacer llamadas cuando llegamos a la calle.
-¿Por qué a Estados Unidos? – Jonghyun preguntó a todos los que estábamos en la sala. Key intentaba curar mis heridas mientras Onew le daba algo de comer al chico que veíamos todos con un poco de odio.
-Porque ahí no le dará mala fama a su familia, aquí las familias ricas ya han de saber por la chica a la que votó y es muy fácil que el rumor se siga esparciendo.-Onew dijo tomando una pieza de pollo.
-Entonces van a extirparlo de sus vidas como si se tratase de un tumor cancerígeno – Key soltó con indignación.
-Mucho peor, lo van a volver un fantasma en vida.- Jonghyun cruzó los brazos.
-Pero dijo que si lo evaluaban estaría bien – Henry negó.
-El hospital al que va es controlado por el mismo grupo comercial, posiblemente ni siquiera haya una evaluación.- Quería golpearlo tan fuerte, pero al fin y al cabo tenía unos villanos más poderosos y problemáticos a los que debíamos enfrentar.
-Entonces es obvio lo que debemos hacer – todos miramos a Onew confundidos, no era nada obvio – debemos hacer que lo evalúen en otro hospital, de preferencia antes de que salga del país.-
-Eres un genio – Jonghyun soltó alegre.
-¿Sabes a qué hora sale? – Key preguntó cerrando el botiquín y Henry negó mirando hacia el piso.
-Yo lo puedo averiguar – Jonghyun tomó su celular y comenzó a marcar – conozco a una linda azafata que me debe un par de favores – Key negó en silencio y fue a regresar el botiquín de emergencias al baño.
-¿Cómo conseguiremos la evaluación? ¿Cómo lo llevamos a un hospital? –Key comenzó a lanzar preguntas.
-Creo que ese no es un problema me puse de pie y corrí a la puerta. Manden un mensaje cuando sepan a qué hora salen para Estados Unidos – me puse una chaqueta. – Y si no llego, hagan tiempo, creo que conozco a la persona que puede solucionar todo. – Así que volví a correr desesperado, como un loco, solo pensando en el bienestar de Minho, deseando llegar antes de que fuese demasiado tarde.
-¿En qué salida? – Corrí entrando al aeropuerto con la doctora siguiéndome. Ella sabía correr bastante rápido aún en tacones. –“La 26” – apenas escuché eso en el celular cuando colgué y corrí al lugar mientras que era seguido por la voluptuosa mujer con traje sastre.
Había sido muy fácil convencerla, parecía que estaba esperando un momento como este, posiblemente ya había hablado con Minho sobre las sucias estrategias de aquellos que decían ser su familia.
-Más rápido – se quitó los tacones mientras me decía esto y corrió hasta las entradas de seguridad. La seguí tan rápido como pude y notamos una conmoción en una de las salas. En el lugar todo parecía un caos. Jonghyun corría sosteniendo su guitarra, escapando de unos policías, Key estaba gritando algo de que le habían arrugado su pashmina mientras que revisaban su bolso, donde parecía haber metido algo considerado peligroso. Y lo más peculiar de todo Onew y Henry abrazaban las piernas de dos de los hombres de la escolta de Minho mientras que los otros intentaban quitárselos pero sin descuidar a Minho.
-¡DISCULPEN! – La doctora llegó tan imponente como siempre frente a los hombres y sacó unos papeles de su bolso. –Parece que están tomando a mi paciente sin mi permiso.-
Los hombres se miraron entre ellos. –Este chico es paciente del hospital… - no los dejó terminar.
-Pueden ver en estos papeles, su transferencia a mi clínica y su consentimiento para volverme su psicóloga principal, como sus evaluaciones y su estado. – Uno de los hombres miraron los papeles.
-Creemos que mejorará significativamente…-
-Parece que ustedes no saben cómo leer registros médicos, está claramente establecido que todo lo referente a él debe ser tratado conmigo, que debe estar aquí mañana mismo para su sondeo y – hizo una pausa volteándome a ver con una sonrisa – principalmente no debe salir del país o evadir su responsabilidad de citas frecuentes. Si no, las autoridades correspondientes se encargaran.- Los hombres se miraron y se giraron tomando a Minho. – ¿Les mencioné ya que envié una copia de sus datos a la seguridad del aeropuerto hace unos momentos y si intenta cruzar por ahí terminará en la cárcel hasta que todo se aclare y haga las evaluaciones correspondientes? – Se detuvieron en seco.
-El doctor Smith nos dio una orden – uno de ellos se veía tan molesto y entregó el papel con enojo.
-¿Qué es esto? No dice ni por qué, ni que evaluaciones, si desea a mi paciente debe mandarme el papeleo correspondiente con pruebas de sus acusaciones. – Cruzó los brazos y lo miró intensamente- también les recuerdo que la homosexualidad no es ninguna enfermedad ni aquí, ni en Estados Unidos y si esta es aunque sea una remota razón, todos los involucrados serán acusados por abuso y crimen de odio, algo así puede acabar con la carrera de su supuesto doctor Smith. – El hombre hizo una señal con la cabeza a los otros y estos se alejaron de Minho. Esperamos un momento mientras pasaban por seguridad aun viéndonos con enojo.
-¿Cómo sacaremos a Jonghyun? – Mi primo preguntó rompiendo el momento de triunfo, se lo habían llevado tan pronto llegamos.
-Hablaré con la policía – la doctora dijo tranquila y luego hice una reverencia.
-Muchas gracias – Minho me imitó en ese momento.
-No deben agradecer, es lo más emocionante que he hecho desde mi divorcio – sonrió y se dirigió a la seguridad del aeropuerto.
-¿Y Key? – Henry preguntó haciéndonos voltear a todos lados.
-Está por allá- Onew señaló al chico que se despedía desde el otro lado de seguridad. Este levantó su celular y lo enseño. Mi primo suspiró y se dio la vuelta. En ese momento mientras el mayor se alejaba llegó un mensaje.
“Taeminnie, supe del contrato de Jonghyun y creo que es momento de apresurarme. Me alegra haber podido ayudar antes de irme a mi intercambio en Italia, no te había podido decir esto, pero gané un concurso. Por favor cuídalos bien como siempre lo haces y que Minho cuide de ti. P.D. Dile a tu primo que muchas gracias por ayudarme a tomar esta decisión”.
Minho que miraba sobre mi hombro levantó la vista para despedirse del perfeccionista Key y yo solo pude hacer una reverencia sin verle. Así de simple y sin previo aviso Kibum se fue por un largo tiempo.
-¿Cómo le ayudaste a tomar su decisión? – Pregunté a mi primo mientras veíamos los aviones partir del aeropuerto recargados en la camioneta de entregas de pollo.
- Solo le dije que yo quería ser la mejor versión de mi para él – mi primo me volteó a ver con sus característicos ojos entrecerrados y dulce sonrisa. –Supongo que lo tomó como si él también debía ser la mejor versión de sí mismo para alguien más.-
-Tomen – Minho llegó entregando cafés enlatados – creo que eres el peor pretendiente que conozco.- Onew lo miró un poco molesto – pero la mejor amigo – volvió a reír.
-Cómo odio ser amigo – se rio de su propio chiste y yo tomé un poco de café.
-¿Y tú qué? –Minho se dirigió a Henry que lamía una paleta.
-Yo voy a volver – dijo tranquilo – tú estás en las mejores manos y con buena salud. – Se puso de pie y tomó su mochila.
-Es bueno, porque aún no quiero verte – Henry afirmó sonriendo y luego se acercó a mí.
-Te vez muy bien sin camisa – me abrazó repentinamente lo que me altero.
-¡¿QUÉ?! – Intenté zafarme.
-Eres muy lindo príncipe.-
-¡Suéltalo! – Minho comenzó a jalarlo.
-Quería pasar más tiempo con TaeTae – seguía forcejeando para escapar.
-¡Ya para! – Minho lo empujó del rostro logrando de que me soltara. El chico se rio y luego hizo una reverencia.
-Algún día visítame – afirmé algo anonadado y luego salió corriendo de regreso al aeropuerto.
-¿Qué fue eso? – Pregunté y el alto cruzó los brazos.
-Henry se encariña fácilmente – mi primo volvió a reír.
-Bien creo que no podré volver a mi departamento, de seguro convencieron al señor Park de que soy un demente – afirmé suspirando- y mis padres lograron que me despidieran de mi trabajo – lo miré sorprendido.
-¿Entonces? –
-Creo que empezaré de nuevo.-
-¿No quieres vender pollo? – Jinki intercedió con una sonrisa. – Los empleados pueden quedarse en los departamentos de la compañía.-
-Eso quiere decir en tu departamento – miré a Minho – puedes hacer eso por un tiempo en lo que consigues algo y yo me mudo.-
-¿Mudarte? – Bebí del café.
-Jonghyun firmará un contrato y hoy envié mi carta de renuncia.-
-Wow, somos un par de fracasados – el alto también bebió de su café.
Mi primo se señaló sonriendo – yo ya dejé de ser uno. – Es verdad cuando empezó todo esto él había renunciado y empezado desde cero.
-Parece que tendremos mucho que resolver de ahora en adelante - terminé el café y fui a depositar la lata en el bote de reciclaje.
-¿De verdad vas a vivir conmigo cuando te mudes? – Minho preguntó también desechando su lata.
-Parece que ambos viviremos con Onew hyung – el mayor se subió a la camioneta.
-¡Vamos! – Afirmé ante su llamado.
-Aunque tú no podrías vivir sin mí sacamocos – me lanzó una mirada con la que me llamaba presumido claramente – y mi vida sería muy aburrida sin ti.
-Eso lo creo –tomó mi mano y me arrastró al vehículo. Subimos y comenzamos a andar.
-¡Rayos! – Hice que mi primo se frenara de golpe con mi grito. – Olvidamos a Jonghyun hyung.-
Jinki puso la reversa y miró hacia atrás, aun debíamos sacar a mi pobre compañero de los problemas con seguridad del aeropuerto.
Mi vida aburrida e insípida se volvió incierta y emocionante. Mientras unos llegaban a tener idea de lo que deseaban hacer con su vida otros comenzábamos a buscarnos. Yo puede que me encuentre o no junto a Minho. Solo sé que vale la pena intentarlo y seguir con las personas que lo volvieron interesante. Porque al final son aquellos que se preocupan por uno a quienes podemos llamar familia.
-¡Oye cara de Hongo! –Me gire a ver al chico que me llamaba y otro beso fue robado de mis labios mientras avanzábamos por el estacionamiento del aeropuerto.
-Te odio Choi Minho.-
-Me amas mosca.-
-Que te ame no implica que dejé de odiarte o te perdone por todo lo que has hecho sacamocos.-
-¡Ya dejen de pelear como niños de primaria! – Y así fuimos callados por mi primo, con quien Minho se mudaría unos días después y yo le seguiría el próximo mes.
Dos años más…
Muchos días pienso que mi pasado es aburrido y uno que otro interesante, pero creo que mi presente no está nada mal. Están las deudas, las peleas, los malos ratos, una vida completamente normal a la que se le debe sacar todo el provecho posible.
-¿Ya terminaste de arreglarte? – Fui llamado desde la entrada del baño.
-Aún no – revisé mi cabello colorado de un rojo cobrizo.
-No sé para qué haces eso, si tu color natural también queda bien.- Le miré desaprobatoriamente, había dejado de pintarme el cabello hace dos años cuando habíamos tenido el problema en el aeropuerto.
-Puedes imaginarte lo que dirá Key si me ve hoy con el cabello como siempre.- Temí por un momento al sentir la mirada de decepción de Kibum y sus regaños sobre la importancia de la apariencia en un evento social.
-Creo que estás olvidando que soy el padrino. –
Le miré molesto – habría terminado antes si alguien no se hubiese tardado años rizándose el cabello.-
-Ondulando – dijo y reímos. Mientras los dos salíamos al área común que era sala, oficina, comedor y recamara. Nuestro hogar era pequeño, pero era divertido, así cuando trabajaba hasta tarde podía ver a Minho dormir, o revisar que durmiese o tomase descansos cuando él trabajaba tarde. Además nos sentíamos más que afortunados por tener baño y cocina. Y un rincón dedicado a nuestra mejor amiga donde teníamos sus fotografías y recuerdos para conmemorarla.
-¿Me veo bien? – Preguntó frente a la puerta y le acomodé la corbata – si tonto, ni que tú fueras quien se va a casar.-
-Pero mi mejor amigo se casa – reí un poco, el mujeriego de Taec se estaba casando el día de hoy.
-¿Llevas el dinero para los novios? – Afirmó y salí del departamento con él siguiéndome.
Llegamos con tiempo al lugar y así fuimos a saludar al novio. –Te vez nervioso – Minho le dio una palmada en la espalda al chico que era un manojo de nervios.
-Un poco – dijo rascando su nuca y me volteó a ver – puedes ir a felicitar a la novia TaeTae– crucé los brazos y lo miré con enfado. – Perdón, me pidieron que dijese eso a todas las parejas, no quería…-
-Lo sé hyung – reí. – Voy a pasarme a sentar, y te dejaré que te prepares con el padrino.- Puse mi mano en su hombro antes de salir al salón principal y comenzar a buscar la mesa donde estaría sentado.
-¡Hyung! – Onew ya estaba ahí, y me saludo con su sonrisa al instante.
-Ya quiero ver que darán de comer – golpeé mi frente.
-Yo también – terminé diciendo con honestidad.
-¿Cuándo será la apertura de la segunda tienda? – Ya estaba por volver su restaurante en una cadena, lo cual era emocionante. Los chicos que trabajaban para él lo adoraban bastante y Nichkhun sería el encargado de la segunda.
-Definitivamente el siguiente mes ¿Irás a ayudar? – Afirmé sonriendo.
-¡Yo también me apunto! – El grito detrás de mí me hizo brincar en la silla.
-Jonghyun hyung – estaba feliz de verlo, tenía como… Una semana sin verle, eso se había vuelto mucho para nosotros. Tras firmar su contrato se mudó a los departamentos de la compañía pero siempre que estaba libre terminaba quedándose con nosotros o en el restaurante de mi primo. Decía que no estaba listo para rentar un lugar.
-Taemin, Chico Pollo – tomó aire – creí que no llegaría.-
-¿Estabas componiendo y perdiste la noción del tiempo? –
-¿Cómo supiste?-
-Es la razón por la que siempre llegas tarde – reímos un momento y vimos al lugar que faltaba por llenar.
-¿Sabes a qué horas llegaba su vuelo?- Negué, había dicho de llegar para la boda, pero tratándose de aeropuertos cualquier contratiempo podría ocurrir.
-Creo que ya llegó – Jinki señaló hacía la entrada donde un grupo de chicas se agrupaban alrededor de alguien.
-Es muy posible que sea él – me puse de pie intentado ver al lugar. Pasó un rato y luego salió un chico con una estola negra, lentes negros y un cabello aún más llamativo que él mío.
-Vino con todo – Jonghyun agregó con agudeza.
-¡Llegas tarde! – Le dije señalando con la mirada como los familiares ya estaban sentados en los lugares.
-Solo un poco – puso la estola en el respaldo de la silla y se sentó cruzando la pierna - ¿Y qué pasó con el té extrañé, me hiciste falta, te vez fabuloso?- Jonghyun rio ante tal observación.
-Te vez bien – mi primo nos compartió su sonrisa.
-Tú también – Key alzó los pulgares en señal de aprobación.
-Gracias, es mi diseñador favorito – acomodó el cuello de su traje galantemente. Y luego Key me volteó a ver.
-¿Y tú? –
-Yo vivo en la pobreza- dije bromeando.
-Bueno y te salvas por el buen toque del cabello – miró a Jonghyun – pero, este chico – lo señaló. – No tiene excusas.-
-Ah, eso es porque…-
-¿Estabas tan concentrado componiendo que no has ido a comprar ropa?-
-¡Exacto! – Key golpeó su frente.
-Está empezando – el mayor nos llamó la atención y todos volteamos a ver como el novio se situaba en su lugar y la novia entraba con un paso agraciado.
-Qué feo vestido – le di un codazo a Key y al mismo tiempo Jjong le propinó un pisotón.
-Si es feo –mi primo agregó y solo le miré. Parece que nadie más escuchó nuestros comentarios y momentos de locura en la mesa. Terminando la ceremonia y celebraciones decidimos ir a tomar. En otra ocasión iríamos a un club, pero esa vez solo queríamos platicar e interrogar a Kibum que apenas volvía.
-¿En la mañana trabajas de recepcionista en el consultorio y por las tardes eres coreógrafo en un gimnasio? – Afirmé contento, ya estábamos bastante alcoholizados, habíamos empezado en la boda y continuamos en pequeño local -¿Cuándo descansas? –
-Los fines de semana – dije riendo como si esa observación fuese muy graciosa.
-Y Minho superó el problema de que sus padres bloquearan todos los posibles trabajos, siendo defensor público – el alto afirmó.
-Me gusta trabajar con jóvenes y ancianos.- Key suspiro ante la alegría de Minho.
-Me duele – su tono delataba la intensa cantidad de alcohol. –Me duele mucho que vivan así – negamos.
-Es muy divertido.- Estaba tan orgulloso de mi elección y estaba tan orgulloso de Minho.
-Y Jonghyun compone más que cantar – él también afirmó.- Y tú… - señaló al mayor – tú estás bastante bien, serás rico – tomó su mano y la sacudió -¡Felicidades señor millonario!-
-¡FELICIDADES A MÍ! – Onew levantó los brazos y luego aplaudió para caer de golpe en la mesa.
-Omo, mi primo ya ha colapsado.- Toqué su rostro.
-Lo llevaré a casa – Minho se puso de pie. – No vive lejos, caminaré con él.-
-Gracias – le ayudé a levantarlo y recargarlo en él. – Esperaremos aquí – el otro par aplaudió y me volví a sentar. Después de algunas risas cortesía del par de peleoneros me recosté en la mesa sobre mi brazo.
-Cara de perro – Key volvió a hablar y yo abrí mis ojos para verles. – Sobre tu hermana…-
-¿Otra vez con eso? Ya pasó hace mucho y yo también estoy trabajando por superarlo, hasta voy a ver a la doctora de Taemin.-
-No es eso.-
-No digas nada sobre ello, sé que es muy torcido eso de tener sexo con chicas buscando a la hermana que se perdió por mi culpa. Solo olvídalo.-
-¡Qué no es eso! ¡Torpe perro, déjame hablar! – Key lo golpeó con un bonche de hojas que acababa de sacar de su maleta. – Fue algo complicado, pero es muy posible que haya encontrado a tu hermana.-
-Con eso no se juega Kibum – Jonghyun se puso muy serio.
-No estoy jugando, viajé a Estados Unidos y hay una agencia que acoge niños extranjeros. No estoy completamente seguro, pero esta chica de Ohio puede ser tu hermana.- Estiró la mano entregando los papeles y el bajito los tomó con manos temblorosas, observándolos como si fuese el tesoro más preciado. – Por favor no te hagas muchas ilusiones, dijeron que ayudarían pero no estoy tan seguro de encontrarla tan fácilmente. –
-Tu…-
-Lo sé, no debí meterme y lo siento.- Jonghyun no tardó más y sin soltar los papeles en su mano derecha lo abrazó con fuerza. Así estuvieron por un largo rato hasta que cayeron rendidos y durmieron uno junto al otro. Cuando volvió Minho le conseguimos un taxi a Key para su hotel y tomamos a Jong para llevarlo con nosotros a nuestro departamento.
Otra vez sentí la sensación de nuevos cambios esa noche, pero estaba preparado para recibirlos, al fin y al cabo, todos estaban ahí para mí y yo estaba ahí para ellos.
Re: Not My Highschool Sweetheart
Los padres de Minho son unos desgraciados por cerrarle todas las puertas a su hijo, pero lo bueno es que decidió seguir adelante con la persona amada y lo principal que Tae no se rindió y lucharon ambos y siguieron juntos los ame y los demás también tuvieron una buena vida y lo mejor de todo es que siguieran siendo amigos en buenos y malos momentos, me gusto mucho tu fic gracias por compartirlo y ojalá que nos regales de nuevo más historias 2min, nos vemos <3
kity
taemin
64
Re: Not My Highschool Sweetheart
Ja por un momento pensé que el malo de la historia era Henry pero pfff eran sus padres siempre fueron ellos!!!
Lo bueno es qur Taemin y Minho siguen juntos!!
Púa jajajaja como reí con lo que se imagina Taemin "mosca aprietas rico" jajajajajaja que risa con esos 2!!
Por favor dime que tendrá un cap extra xD quiero mas de este fic y mas JK!!!
Lo bueno es qur Taemin y Minho siguen juntos!!
Púa jajajaja como reí con lo que se imagina Taemin "mosca aprietas rico" jajajajajaja que risa con esos 2!!
Por favor dime que tendrá un cap extra xD quiero mas de este fic y mas JK!!!
MiNjUnG
Minho ♥♥♥♥ es el amor de mi vida
1327
Re: Not My Highschool Sweetheart
Hi!!! no me digas que este es el ultimo capi.... aunque lo sospeche cuando leia la parte del aeropuerto pero dime que no termina aqui!!!! este fic me gusta mucho T.T sobre todo xq hubieron partes en la que me identifique mucho con taemin.... te felicito por tu excelente historia
k.will
SHINee
105
Re: Not My Highschool Sweetheart
Si, estoy pensando agregar la historia del JongKey pero no estoy segura de ello.
Muchas gracias a quienes leyeron hasta el final.
kity: A veces los padres no se comportan como padres y eso hace las cosas peor.
MinJung: Tal vez la mente de Taemin se volvió demasiado pervertida.
k.will: Intenté hacer a Taemin fácil de relacionarse con el lector, así que puse algunas inquietudes mías en él. Muchas gracias por leer. Espero si hacer el extra.
Muchas gracias a quienes leyeron hasta el final.
kity: A veces los padres no se comportan como padres y eso hace las cosas peor.
MinJung: Tal vez la mente de Taemin se volvió demasiado pervertida.
k.will: Intenté hacer a Taemin fácil de relacionarse con el lector, así que puse algunas inquietudes mías en él. Muchas gracias por leer. Espero si hacer el extra.
Re: Not My Highschool Sweetheart
Hola hola!
Nuevamente estoy en el iPod así que no se que tan extenso y/o aburrido quede esto :|
Definitivamente debo dejar de postergar las cosas [nota mental].
Creo que fue un buen final, tuvo bastante romance y sobre todo acción. La persecución en el aeropuerto fue épica. Otra vez tu Jong me encantó, pero lo que no vi venir fue la huida de Key :(
Considero que al final de todo Henry no era tan malo (jijiji), sólo hizo lo que creyó mejor y bueno, incluso ayudo al 2min :)
Debo decir que me identifique mucho con Tae, sus inquietudes acerca de su vida, metas y propósitos me sonaron familiares (excepto la parte del suicidio, claro). Me encantó. En definitiva adore este fic, lo sentí bastante real y con sentimiento :')
Con esto confirmo la razón de que seas "My Idol".
Por cierto, la crítica de Key al vestido de novia me mato de risa xD La Diva siempre "tan él" ~
Cambio y fuera.
Chuu~ <3
Nuevamente estoy en el iPod así que no se que tan extenso y/o aburrido quede esto :|
Definitivamente debo dejar de postergar las cosas [nota mental].
Creo que fue un buen final, tuvo bastante romance y sobre todo acción. La persecución en el aeropuerto fue épica. Otra vez tu Jong me encantó, pero lo que no vi venir fue la huida de Key :(
Considero que al final de todo Henry no era tan malo (jijiji), sólo hizo lo que creyó mejor y bueno, incluso ayudo al 2min :)
Debo decir que me identifique mucho con Tae, sus inquietudes acerca de su vida, metas y propósitos me sonaron familiares (excepto la parte del suicidio, claro). Me encantó. En definitiva adore este fic, lo sentí bastante real y con sentimiento :')
Con esto confirmo la razón de que seas "My Idol".
Por cierto, la crítica de Key al vestido de novia me mato de risa xD La Diva siempre "tan él" ~
Cambio y fuera.
Chuu~ <3
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Taemin & Bithae
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