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El hyung del Novio
Recuerdo del primer mensaje :
Titulo: El hyung del novio.
Autor: Michelle Reid
Adaptación: Nina_Lee
Género: Romance y drama
Parejas: 2min *o* mención del Sichul y Jongkey
Nota: kekekekek volvi porque no me resisti en hacer la adapta de esta historia, me encanto. Y no se preocupen por mi fic lo estoy avanzando :D
Comenten mucho y editen sus apartos si? bye bye~~
Titulo: El hyung del novio.
Autor: Michelle Reid
Adaptación: Nina_Lee
Género: Romance y drama
Parejas: 2min *o* mención del Sichul y Jongkey
Nota: kekekekek volvi porque no me resisti en hacer la adapta de esta historia, me encanto. Y no se preocupen por mi fic lo estoy avanzando :D
Comenten mucho y editen sus apartos si? bye bye~~
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: El hyung del Novio
Hola :D
Volví mas pronto de lo que esperaron(?) creo que si porque no editaron sus apartos… pero bueno cuando los editen se los contestare, ahora solo espero que les guste el capi( yo sé que si :P)
P.D: Comenten mucho ^^
Capítulo 2
Durante unos segundos, Taemin experimentó un completo bloqueo mental.
- ¿Te has vuelto loco?-escupió al fin . ¡Pero si tú no soportas ni mi presencia!
- Eso no es cierto, Taemin -negó Minho.
Taemin no quería seguir escuchando e intentó levantarse, pero las piernas no le obedecieron. Su cuerpo entero era como una masa de roca inerte, hendida por el rayo de las últimas dos horas y a punto de desmoronarse.
Minho asió sus manos y las retuvo en su propio regazo para obligarlo a mirarlo. Estaba tan pálido como él, pero parecía decidido. Taemin temblaba de tal forma que hasta la cabeza parecía sacudirse violentamente. Apenas podía respirar por la contracción de sus pulmones.
-Sé que no soy Siwon- concedió él tristemente , y que nunca lo seré. Es mi medio hermano, y tan distinto de mi como... como Heechul de ti, pero...
¡Heechul! Aquel nombre estaba empezando a perseguirlo; el nombre, un rostro dulce de ojos azules y un cabello rubio y suave. Heechul era el arquetipo de Venus, mientras que el...
-¡Es la persona adecuada para Siwon, Taemin! –le dijo con fuerza Minho , casi como si hubiese podido leerle el pensamiento . ¡Siempre lo ha sido! Ya de pequeños se llevaban de maravilla y se hicieron novios antes de que un absurdo malentendido empujase Heechul a irse a vivir con su madre a Norteamérica el año pasado...
-¡Te he dicho antes que no quiero saber nada de todo eso!- le gritó, intentando desesperadamente escapar del tornado negro que amenazaba con absorberlo.
- ¡Está bien!- contestó él, intentando calmarse con una profunda inspiración . Escúchame entonces. Dentro de tres días, tu tíos han de marcharse a un crucero de tres meses. ¿Crees que de verdad van a marcharse después de lo que te ha ocurrido?
Taemin se lo quedó mirando. Había olvidado por completo los planes de sus tíos. Llevaban años soñando con aquel crucero, y habían decidido hacer el sueño realidad ahora que el sobrino del que tan amorosamente se habían ocupado durante nueve años iba a dejar el nido.
-No tienen por qué preocuparse por mí- le contestó-. Les diré que...
-¿Qué vas a decirles? lo desafió cuando el no encontró palabras . ¿Qué vas a estar perfectamente aquí solo sufriendo durante los tres próximos meses?
-No voy a sufrir.
-Bien -asintió . Me alegro de saber que tienes el coraje suficiente como para no hundirte, pero ¿Les dejarías tú a ellos solos si les hubiese ocurrido algo tan terrible como lo que te ha ocurrido a ti? Por supuesto que no contestó por el . Y si te las arreglaras para convencerlos de que se marchen, ¿crees que disfrutarían del crucero, sabiendo que te han dejado aquí solo?
-Me iría a casa de Key...
-Key se va a casar con Jonghyun dentro de un par de meses –le recordó
- ¿Cómo lo sabes?
Él hizo un gesto como si la pregunta no tuviese importancia.
- Simplemente lo sé, e imponerle tu presencia en este momento sería como una nube negra que echaría a perder la alegría a su boda.
-¡Lo que no significa que tenga que imponerte mi presencia a ti!-espetó, dolido.
- ¿Por qué no?- le preguntó, y la determinación de su mirada parecía estar horadando un agujero en el . Si alguien se lo merece, ése soy yo. ¡Antes has dicho que todo esto es culpa mía, y sé muy bien que es así! admitió . Fui yo quien llamó a Heechul para hablarle de Siwon y de ti. Fui yo quien le aconsejó que volviese si seguía sintiendo algo por mi hermano. ¡Y fui yo quien los animó a verse, quien se las arregló para que se vieran siempre que fuera posible, para que Siwon se diera cuenta del error que cometió casándose contigo!
-¡Dios, cómo te odio!- masculló, y se dejó caer boca abajo sobre la cama; tanto le dolía y por tantos lugares que el cuerpo entero le temblaba.
- ¡Escúchame! -dijo él, y para sorpresa de Taemin se tumbó también sobre la cama, a su lado, con tanta naturalidad como si tuviera todo el derecho del mundo a estar cerca de el, cuando el día anterior apenas podía soportar mirarlo...
- Taemin , susurró, y con mano insegura acarició suavemente los mechones húmedos de su pelo. La mano le temblaba casi imperceptible mente . Lo admito. Me siento culpable si quieres llamarlo así. Te debo una, así que déjame ayudarte a pasar por esto con algo de dignidad.
-Ofreciéndote para ocupar el lugar de tu hermano – su risa tuvo tintes de histeria -¿Cuántos años tienes? le preguntó.
-Veintiocho- contestó con una mueca.
- Yo tengo veintidós -le informó . Siwon, veinticuatro.
-Ya lo sé- dijo entre dientes y se levantó bruscamente de su lado . ¡Ya sé que no soy ninguna maravilla comparado con mi hermano! No te estoy pidiendo que me quieras sino que... me des la oportunidad de ayudarte a pasar los próximos meses mientras superas todo esto.
Lo más probable era que jamás lo superase.
-¿Y qué vas a obtener tú a cambio?
No llevaba tres años trabajando para Choi sin haber aprendido ya que su reverenciado presidente no había absolutamente nada sin tener una buena razón.
- Como tú, yo también salvaría el honor de la familia.
-¿Tanto te preocupa el honor de tu familia?- le preguntó con escepticismo.
- Mi hermano podría quedar excluido de todos los círculos sociales de la ciudad por la forma en que te ha utilizado, Taemin. Eso ensuciaría el nombre de la fa¬milia.
Utilizado... Volvió a dejarse caer sobre las almohadas. Sí, Siwon lo había utilizado con sus promesas de amor eterno y pasión. ¡Y la única virtud que podía atribuirle era la fortaleza con que había resistido sus ruegos para que hiciesen el amor antes de la boda!
-Dios...
Tuvo que levantarse a todo correr de la cama y salir disparado hacia el baño, donde vomitó mientras Minho le sujetaba el pelo a la espalda y por la cintura. Qué humillante... un virgen el día de su boda sin un novio al que le importase un comino que se hubiera estado guardando para él.
Abrió los grifos del lavabo y se echó agua fría a la cara. Minho se equivocaba en una cosa: valía diez veces más que su hermano, y en un sentido que no tenía nada que ver con el aspecto físico ni con el encanto; ni siquiera con el amor que aún le palpitaba en el pecho, a pesar del dolor que le había infligido.
Tenía que ver con aquella... responsabilidad tan hondamente arraigada en él. La clase de cualidad que le había empujado a hablar con el antiguo novio de su hermano para ponerlo al corriente de las intenciones de Siwon. Tenía que ver con aquella necesidad de arreglar lo que otro de su misma sangre había destrozado.
- No voy a casarme contigo, Minho le dijo, apoyándose pesadamente contra el lavabo . No pienso salvarte el cuello a costa del mío. No pienso degradarme mis sometiéndome a otro modo de explotación de un Choi.
-No pretendo explotarte protestó.
-Sí, sí que no pretendes.
Levantó la cara para mirarlo a través del espejo, y después se quedó allí, contemplando el vacío que era su propio a irreconocible rostro.
Las lágrimas empezaron a quemarle los ojos, y se los cubrió con una mano.Minho le hizo darse la vuelta y lo cobijó entre sus brazos, y Taemin lo sintió suspirar cuando notó que el se resistío a las lágrimas.
-No me queda nada... susurró . Nada...
-Pero eso pronto cambiará -murmuró él : Ven¬te conmigo, ahora, Taemin lo animó con voz profunda -. Por ahora sólo tú, yo y Siwon sabemos lo que hay en esa carta. Sólo nosotros tres conocemos la verdadera razón de que hoy no haya boda. Ni siquiera tu tío lo sabe...sólo que Siwon ha decidido no casarse contigo. Podemos decirles que mi hermano ha llegado a saber lo nuestro. Que tú y yo nos hemos enamorado. Siwon no intentará desmentirlo. Simplemente se alegrara de que hayamos encontrado la forma de hacerle salir de este lío. Los invitados ya han estado especulando por has preferido quedarte a solas conmigo y no con otra persona. Digámosles que tu y yo nos vamos juntos para casarnos en una ceremonia íntima y tranquila. Y démosles algo a lo que agarrarse, Taemin... ¡un poco esperanza!
-Todo está en las maletas contestó en voz baja -. No tengo nada que ponerme.
-Eso podemos arreglarlo enseguida- contestó él y la tensión abandonó su cuerpo al reconocer en sus palabras una rendición.
Brevemente lo abrazó para darle ánimos y después lo hizo salir de nuevo al dormitorio; luego abrió la puerta del pasillo y Taemin vio todas sus maletas.
-¿Cuál quieres que abra?
Taemin las miró sin parpadear. Las ropas que había ido comprando durante semanas sólo con el propósito de complacer a Siwon.
Señaló una de las maletas y dio media vuelta, porque la mera idea de llevar puesto algo que lo que había metido allí lo llenaba de horror.
Minho recogió el pequeño maletín de fin de semana y lo dejó sobre la cama para abrirlo.
Taemin se acercó a la cama y se quedó mirando su contenido junto a él. Desde las cosas de aseo a la ropa interior nueva, y la tensión entre ellos empezó a crecer. Aquella era la maleta que habria usado para su noche de bodas. Contenía sólo la clase de cosas que un novio quería tener cerca en tal ocasión. Cosas suaves, delicadas, sexys, con las que tentar a su marido.
Sin una sola palabra y apretando los dientes, escogió un bóxer gris, unos pantalones negros y un camisa blanca. Después iban a pasar todo un mes de luna de miel en Paris. Con aquello en las manos, entró en el cuarto de baño.
La puerta se cerró a su espalda y Minho se quedó de pie con la mirada clavada en la puerta durante un rato antes de darse la vuelta hacia la maleta y, en un acto de violencia que habría sorprendido al propio Taemin, de un solo manotazo lanzó la maleta volando al suelo.
Cuando el salió de nuevo del baño, vestido y con el pelo recogido en una cola de caballo, encontró la habitación limpia y recogida.
Minho estaba junto a la ventana, grande, oscuro y poderoso, con el ceño fruncido, pero cuando lo vio aparecer, sonrió.
-¿Estás bien? -preguntó.
Taemin asintió, sabiendo que no debería permitir que pasara algo así, pero sin la fuerza suficiente como para oponerse.
Minho tenía razón en una cosa: él era la única persona con la que podía compartir aquel tormento porque precisamente él había sido quien lo había instigado en un primer momento.
-Déjame hablar a mí- le aconsejó cuando iban ya a salir, y el no contestó. Se limitó a asentir. Tenía que confiar en él. Era la única forma de superar aquel momento.
Cuando entraron en el salón, su tío Jaejoong, con las mejillas rojas y los ojos hinchados de llorar, no se parecía nada a la persona brillante, feliz, exultante de alegría que Taemin había visto salir hacia la iglesia aquella ma¬ñana. Había desaparecido.
Al verlos entrar se levantó, aún tan aturdido que necesitó de la ayuda de su marido. Y de pronto los encontró viejos y frágiles, incapaces de superar el horror la emoción de lo ocurrido.
Ver a Taemin casado felizmente con Siwon había sig¬nificado el fin del compromiso que nueve años atrás los había unido, tras la muerte de sus padres en un accidente tráfico. Y mientras había planeado el día de su vida, aquellas dos maravillosas personas habían estado preparando el crucero de sus sueños con la misma ilusión que dos adolescentes que por fin se ven libres del control paterno.
Y Minho tenía razón; no podía echárselo a perder.
-Taemin...
La voz temblorosa de su tío provocó en el castaño una nueva oleada de lágrimas al verlo correr para abrazarlo.
- Estoy bien le aseguró, cerrando los ojos. 'No iba a ser capaz de soportarlo . Vio a su tío Jaejoong -. Lo siento tanto susurró, incapaz de dejar de decirlo.
Minho se acercó al pequeño y lo rodeó por la cintura in¬tentando darle apoyo.
- Señor Jung..
- Espero que tu hyung sea al menos capaz de sentir vergüenza por lo que ha hecho hoy- dijo Yunho.
-Con todo el respeto, señor, mi hermano tenía la libertad de cambiar de opinión hasta el último momento... igual que Taemin podía cambiar la suya añadió.
-¡Mi pobre niño!- gimió su tío, y Taemin lo ayudó a sentarse de nuevo en el sofá; consciente de que no podía aguantar de pie mucho más. Una vez sentados, lloró amargamente sobre su hombro.
-De todas formas, si es hombre cabal debería hacer frente a sus obligaciones continuó Yunho . Al menos, podría haber dejado a mi sobrino de forma menos cruel.
-En este caso, no era ya su obligación casarse -replicó . Es que mi hermano se ha negado a casarse con Taemin porque ha descubierto que... que está enamorado de mí.
Taemin apoyó la cabeza en el reposacabezas de piel y cerró los ojos, agotado. Jamás se había sentido tan vacío y extenuado.
Minho conducía en silencio ahora que lo peor había pasado ya. Si, había sido muy listo; había estado muy alerta durante toda la odisea. No había permitido que nadie hablase con él a solas, y ni siquiera había permitido que su tío cuestionase sus aseveraciones.
Y curiosamente su tío Yunho había respetado la forma en que Minho parecía proteger lo que debía considerar ya suyo.
Minho les había explicado con suma sencillez que se habían enamorado en su primer encuentro; que los dos habían estado intentando luchar contra sus sentimientos desde entonces y que después, tal y como esperar, Taemin se había negado a echarse atrás en un matrimonio con el que ya se consideraba comprometido. Al final y por pura desesperación, había dicho Minho, que el mismo había hablado con su hermano para explicárselo todo aquella misma mañana.
Que Siwon se hubiese negado a casarse con una persona enamorada de su hermano era natural dadas las circunstancias, les habían dicho. Se había disculpado por dolor y la vergüenza que les habían hecho pasar, pero no lamentaba que la boda se hubiera cancelado.
Después les había informado serenamente de que pretendía llevarse a Taemin con él para casarse en la intimidad, y que, al igual que ellos, pretendían abandonar el país para marcharse en una larga luna de miel hasta que las aguas volvieran a su cauce.
Y en aquel momento estaban ya en el coche, de ca¬mino a... no tenía ni idea de a dónde iban, y tampoco le importaba. El que Minho hubiera conseguido convencer a sus tíos de que todo lo ocurrido había sido para mejor le servía de consuelo. Se habían marchado de su casa sabiendo que pronto se marcharían a disfrutar de su crucero soñado en la confianza de que su sobrino estaba en buenas manos.
Pero, aunque Minho podía haberlo salvado de ser etiquetado como un novio plantado en el altar, y su solución podía mejorar el estado de su orgullo, porque ahora, a ojos de todos aquellos que le importaban, era él quien había dejado plantado al novio y no al contrario. Además seguía sintiéndose utilizado y rechazado. Y ninguna mentira, por bien presentada que estuviera, podría aliviar la terrible sensación de pérdida que estaba sintiendo.
El coche se detuvo y abrió los ojos para encontrarse frente a la elegante mansión de los Choi, en uno de los barrios más prestigioso de Seúl. Sin decir una palabra, Minho se bajó del coche, abrió su puerta y lo ayudó a bajar para conducirlo en el mismo silencio hasta una casa en la que nunca se había sentido bien recibido.
Al entrar al recibidor, una mujer de corta estatura y pelo rizado, el rostro el vivo retrato de la preocupación, se acercó a ellos.
- Señor Choi- le saludó, agitada . Cómo me alegro de que ya esté en casa. El teléfono no ha dejado de sonar... como si las palabras de la mujer lo hubiesen conjurado, el aparato empezó a sonar-. Todo el mundo quiere hablar con usted. Dicen que su hermano ha plantado a su...
Entonces vio a Taemin, medio oculto tras Minho , y se puso colorada como un tomate primero y pálida como el papel después.
-Dios mio, lo siento. Yo...-Minho hizo un gesto de impaciencia.
-¡Desenchufe ese maldito teléfono, señora Kim! le ordenó de mala gana, y se volvió para pasar un brazo por los hombros de Taemin y guiarlo hacia la planta de arriba, a una habitación que sólo podía ser su estancia privada, a juzgar por la absoluta masculinidad del lugar.
- Siéntate- le dijo, señalando un sillón de piel marrón junto a una antigua chimenea . No tardaré. Sólo quiero quitarme esta ropa.
Y desapareció por otra puerta, dejándolo con la mirada clavada en el sillón. La mente se le había quedado en blanco. Intentó moverse, pero no pudo...no podía recordar qué hacer para conseguir que los músculos se movieran. Sentía los músculos de la cara rígidos, y le dolían los hombros por la tensión. Las sienes le palpitaban, tenía el estómago revuelto y sentía los ojos arder, no por las lágrimas, sino por un calor seco.
Oyó el ruido del agua al caer y lo reconoció como la ducha, pero eso fue todo. El tiempo fue pasando y el silencio de la habitación no hizo mella en el. Con los brazos caídos a lo largo del cuerpo, los dedos de las manos extra pesados. Las comisuras de labios también hacia abajo, como si un peso tirara de ellas.
Siguió mirando el sillón, inmóvil.
Minho volvió y se paró en seco al verlo. El olor a jabón masculino impregnó el aire mientras lo miraba atentamente con el ceno fruncido.
-Taemin- lo llamó, pronunciando cuidadosamen¬te su nombre.
El no se volvió... no pudo hacerlo. Era incapaz responder. La pesadez se había adueñado de sus piernas, clavándolas, transformándolas en dos pedazos madera clavadas en el suelo. La cabeza le pesaba también; tenía la sensación de que alguien lo presionaba en todo lo alto.
Minho se acercó y el perfume de su jabón se acentuó. Era una sensación muy extraña, aquella pesadez paralizante que lo había bloqueado todo salvo sus sentidos, que parecían funcionar bien: el olfato, el oído incluso el tacto parecía intacto cuando él lo sujetó por la barbilla para poder estudiar su rostro.
Lo vio fruncir aun más el ceño. Vio cómo la preocupación oscurecía sus ojos marrones. Se había duchado y se había vestido con una camisa azul y unos pantalones de lino informales que se le ceñían perfectamente a su cintura.
-Te vas a desmayar?- le preguntó en voz baja.
“Sí”, pensó. "Creo que sí" . Y cerró los ojos en el mismo instante en que sintió que el peso de su cuerpo se desplazaba hacia él. Minho lo sujetó, maldiciendo en¬tre dientes al levantarlo en brazos, y una vez más sintió que el hombre que le había arruinado la vida lo llevaba en brazos a una enorme cama de la habitación contigua donde lo dejó antes de desaparecer en otra habitación que solo podía ser otro baño, a juzgar por el sonido del agua al correr.
Volvió con un vaso de agua y una toallita, que le aplicó a la frente.
Sus manos eran delicadas y la toalla deliciosamente fresca. Sentir que su muslo la rozaba levemente resultaba extrañamente reconfortante.
- Me recuerdas a una muñeca- le dijo con sequedad- Una muñeca de cuerda frágil y muy temperamental a la que le hubiese quitado la llave.
Abrió los ojos y sonrió débilmente.
Él también sonrió. Era algo extraño, algo que no le había visto hacer antes y que cambiaba por completo la estructura de su rostro, suavizando sus líneas masculinas y duras y añadiendo una nueva dimensión a su persona que resultaba muy inquietante, aunque no hubiera podido decir por qué.
Cerró de nuevo los ojos.
- Quiero que te tomes esto...
Levantó de nuevo los párpados y vio que Minho le había acercado el vaso de agua y dos píldoras blancas en la palma de la mano.
-No se negó . No quiero tomar somníferos.
No son somníferos le aseguró . Son unos relajantes muy suaves que se pueden comprar en la farmacia sin prescripción médica. Yo los tomo cuando tengo que hacer viajes largos de avión le explicó . No te dormirás si no quieres, pero te ayudaran a relajarte. Estás tenso como la cuerda de un piano añadió, y acarició su mano.
Fue una sorpresa: No solo su caricia, sino descubrir que tenía las manos apretadas en puño. Los brazos, los hombros, el cuello, las piernas...todo tan cargado de tensión que la presión le hacía temblar.
- Además, no pienso darte a elegir añadió con suavidad, y antes de que pudiese hacer nada, él le metió las dos pastillas en la boca.
A punto estuvo de ahogarse con el agua que le hizo tragar a continuación.
- Lo siento se disculpó ante su mirada acusadora -. Pero necesitas que alguien te empuje un poco en este momento. Así no tienes que pensar.
Sí... en eso tenía que estar de acuerdo. Pensar era sufrir y por el momento ya estaba sufriendo, y más de necesario.
Con un suspiro que parecía brotar de un recóndito lugar de sí mismo, volvió a cerrar los ojos en espera que las pastillas hicieran lo que tuvieran que hacer. Se sentía como esas personas que tras sufrir un accidente de coche echan a andar sin darse cuenta de que están heridos.
Eso era lo que había estado haciendo desde que la llegada de Minho redujera a cenizas su mundo. Y cuando por fin encontrarse el valor necesario para enfrentarse a lo ocurrido, sería cuando se hundiera por completo. Y cuando eso ocurriera, podía verse envuelto en una segunda colisión, una que lo dejase tan atrapado entre los hierros que no podría volver a levantarse.
- No deberíamos hacer esto, Minho - murmuró con un hilo de voz . No está bien. No es...
-¿No estábamos de acuerdo en que por ahora voy a ser yo el que se ocupe de pensar? lo interrumpió, y apretó su mano brevemente . -Confía en mí, Taemin -añadió en voz baja . Prometo no dejarte estancado.
Con un suspiro que indicó el final de su pequeña tentativa, volvió a hundirse en el silencio. Minho se quedó donde estaba unos momentos más, observándolo, y Taemin se preguntó que estaría contemplando.
¿Por qué me desprecias tanto? se oyó a sí mismo preguntar-. ¿Por Heechul, o por mi mezcla de sangre?
- ¿Cómo? - rugió - ¿Te he oído bien? ¿De verdad me has acusado de racista?
No había pretendido ofenderlo, pero al parecer lo había conseguido.
- Ni siquiera querías tocarme - le recordó , ni mirarme, si podías evitarlo. ¿Qué otra cosa quieres que piense?
-¡Pues eso no, desde luego! se levantó de la cama y se sintió extrañamente perdido . ¿Y de verdad crees que soy lo bastante cerdo como para que me pareciese mal la relación de mi hermano contigo porque seas una mezcla de sangre?
Era evidente que le resultaba difícil digerirlo.
Taemin cerró una vez más los ojos, demasiado atrapado por aquella especie de apatía muscular como para poder hacer algo a parte de esbozar una sonrisa.
Porque si no se trataba de prejuicios raciales, entonces, ¿cuál era la razón de que lo detestase de esa forma?
- Descansa -le dijo él . Ya hablaremos de esto más tarde.
«Sí, más tarde», corroboró el castaño en silencio. Ya hablarían de todo lo que hubiese que hablar más tarde...
Nos vemos el viernes :)
Volví mas pronto de lo que esperaron(?) creo que si porque no editaron sus apartos… pero bueno cuando los editen se los contestare, ahora solo espero que les guste el capi( yo sé que si :P)
P.D: Comenten mucho ^^
Capítulo 2
Durante unos segundos, Taemin experimentó un completo bloqueo mental.
- ¿Te has vuelto loco?-escupió al fin . ¡Pero si tú no soportas ni mi presencia!
- Eso no es cierto, Taemin -negó Minho.
Taemin no quería seguir escuchando e intentó levantarse, pero las piernas no le obedecieron. Su cuerpo entero era como una masa de roca inerte, hendida por el rayo de las últimas dos horas y a punto de desmoronarse.
Minho asió sus manos y las retuvo en su propio regazo para obligarlo a mirarlo. Estaba tan pálido como él, pero parecía decidido. Taemin temblaba de tal forma que hasta la cabeza parecía sacudirse violentamente. Apenas podía respirar por la contracción de sus pulmones.
-Sé que no soy Siwon- concedió él tristemente , y que nunca lo seré. Es mi medio hermano, y tan distinto de mi como... como Heechul de ti, pero...
¡Heechul! Aquel nombre estaba empezando a perseguirlo; el nombre, un rostro dulce de ojos azules y un cabello rubio y suave. Heechul era el arquetipo de Venus, mientras que el...
-¡Es la persona adecuada para Siwon, Taemin! –le dijo con fuerza Minho , casi como si hubiese podido leerle el pensamiento . ¡Siempre lo ha sido! Ya de pequeños se llevaban de maravilla y se hicieron novios antes de que un absurdo malentendido empujase Heechul a irse a vivir con su madre a Norteamérica el año pasado...
-¡Te he dicho antes que no quiero saber nada de todo eso!- le gritó, intentando desesperadamente escapar del tornado negro que amenazaba con absorberlo.
- ¡Está bien!- contestó él, intentando calmarse con una profunda inspiración . Escúchame entonces. Dentro de tres días, tu tíos han de marcharse a un crucero de tres meses. ¿Crees que de verdad van a marcharse después de lo que te ha ocurrido?
Taemin se lo quedó mirando. Había olvidado por completo los planes de sus tíos. Llevaban años soñando con aquel crucero, y habían decidido hacer el sueño realidad ahora que el sobrino del que tan amorosamente se habían ocupado durante nueve años iba a dejar el nido.
-No tienen por qué preocuparse por mí- le contestó-. Les diré que...
-¿Qué vas a decirles? lo desafió cuando el no encontró palabras . ¿Qué vas a estar perfectamente aquí solo sufriendo durante los tres próximos meses?
-No voy a sufrir.
-Bien -asintió . Me alegro de saber que tienes el coraje suficiente como para no hundirte, pero ¿Les dejarías tú a ellos solos si les hubiese ocurrido algo tan terrible como lo que te ha ocurrido a ti? Por supuesto que no contestó por el . Y si te las arreglaras para convencerlos de que se marchen, ¿crees que disfrutarían del crucero, sabiendo que te han dejado aquí solo?
-Me iría a casa de Key...
-Key se va a casar con Jonghyun dentro de un par de meses –le recordó
- ¿Cómo lo sabes?
Él hizo un gesto como si la pregunta no tuviese importancia.
- Simplemente lo sé, e imponerle tu presencia en este momento sería como una nube negra que echaría a perder la alegría a su boda.
-¡Lo que no significa que tenga que imponerte mi presencia a ti!-espetó, dolido.
- ¿Por qué no?- le preguntó, y la determinación de su mirada parecía estar horadando un agujero en el . Si alguien se lo merece, ése soy yo. ¡Antes has dicho que todo esto es culpa mía, y sé muy bien que es así! admitió . Fui yo quien llamó a Heechul para hablarle de Siwon y de ti. Fui yo quien le aconsejó que volviese si seguía sintiendo algo por mi hermano. ¡Y fui yo quien los animó a verse, quien se las arregló para que se vieran siempre que fuera posible, para que Siwon se diera cuenta del error que cometió casándose contigo!
-¡Dios, cómo te odio!- masculló, y se dejó caer boca abajo sobre la cama; tanto le dolía y por tantos lugares que el cuerpo entero le temblaba.
- ¡Escúchame! -dijo él, y para sorpresa de Taemin se tumbó también sobre la cama, a su lado, con tanta naturalidad como si tuviera todo el derecho del mundo a estar cerca de el, cuando el día anterior apenas podía soportar mirarlo...
- Taemin , susurró, y con mano insegura acarició suavemente los mechones húmedos de su pelo. La mano le temblaba casi imperceptible mente . Lo admito. Me siento culpable si quieres llamarlo así. Te debo una, así que déjame ayudarte a pasar por esto con algo de dignidad.
-Ofreciéndote para ocupar el lugar de tu hermano – su risa tuvo tintes de histeria -¿Cuántos años tienes? le preguntó.
-Veintiocho- contestó con una mueca.
- Yo tengo veintidós -le informó . Siwon, veinticuatro.
-Ya lo sé- dijo entre dientes y se levantó bruscamente de su lado . ¡Ya sé que no soy ninguna maravilla comparado con mi hermano! No te estoy pidiendo que me quieras sino que... me des la oportunidad de ayudarte a pasar los próximos meses mientras superas todo esto.
Lo más probable era que jamás lo superase.
-¿Y qué vas a obtener tú a cambio?
No llevaba tres años trabajando para Choi sin haber aprendido ya que su reverenciado presidente no había absolutamente nada sin tener una buena razón.
- Como tú, yo también salvaría el honor de la familia.
-¿Tanto te preocupa el honor de tu familia?- le preguntó con escepticismo.
- Mi hermano podría quedar excluido de todos los círculos sociales de la ciudad por la forma en que te ha utilizado, Taemin. Eso ensuciaría el nombre de la fa¬milia.
Utilizado... Volvió a dejarse caer sobre las almohadas. Sí, Siwon lo había utilizado con sus promesas de amor eterno y pasión. ¡Y la única virtud que podía atribuirle era la fortaleza con que había resistido sus ruegos para que hiciesen el amor antes de la boda!
-Dios...
Tuvo que levantarse a todo correr de la cama y salir disparado hacia el baño, donde vomitó mientras Minho le sujetaba el pelo a la espalda y por la cintura. Qué humillante... un virgen el día de su boda sin un novio al que le importase un comino que se hubiera estado guardando para él.
Abrió los grifos del lavabo y se echó agua fría a la cara. Minho se equivocaba en una cosa: valía diez veces más que su hermano, y en un sentido que no tenía nada que ver con el aspecto físico ni con el encanto; ni siquiera con el amor que aún le palpitaba en el pecho, a pesar del dolor que le había infligido.
Tenía que ver con aquella... responsabilidad tan hondamente arraigada en él. La clase de cualidad que le había empujado a hablar con el antiguo novio de su hermano para ponerlo al corriente de las intenciones de Siwon. Tenía que ver con aquella necesidad de arreglar lo que otro de su misma sangre había destrozado.
- No voy a casarme contigo, Minho le dijo, apoyándose pesadamente contra el lavabo . No pienso salvarte el cuello a costa del mío. No pienso degradarme mis sometiéndome a otro modo de explotación de un Choi.
-No pretendo explotarte protestó.
-Sí, sí que no pretendes.
Levantó la cara para mirarlo a través del espejo, y después se quedó allí, contemplando el vacío que era su propio a irreconocible rostro.
Las lágrimas empezaron a quemarle los ojos, y se los cubrió con una mano.Minho le hizo darse la vuelta y lo cobijó entre sus brazos, y Taemin lo sintió suspirar cuando notó que el se resistío a las lágrimas.
-No me queda nada... susurró . Nada...
-Pero eso pronto cambiará -murmuró él : Ven¬te conmigo, ahora, Taemin lo animó con voz profunda -. Por ahora sólo tú, yo y Siwon sabemos lo que hay en esa carta. Sólo nosotros tres conocemos la verdadera razón de que hoy no haya boda. Ni siquiera tu tío lo sabe...sólo que Siwon ha decidido no casarse contigo. Podemos decirles que mi hermano ha llegado a saber lo nuestro. Que tú y yo nos hemos enamorado. Siwon no intentará desmentirlo. Simplemente se alegrara de que hayamos encontrado la forma de hacerle salir de este lío. Los invitados ya han estado especulando por has preferido quedarte a solas conmigo y no con otra persona. Digámosles que tu y yo nos vamos juntos para casarnos en una ceremonia íntima y tranquila. Y démosles algo a lo que agarrarse, Taemin... ¡un poco esperanza!
-Todo está en las maletas contestó en voz baja -. No tengo nada que ponerme.
-Eso podemos arreglarlo enseguida- contestó él y la tensión abandonó su cuerpo al reconocer en sus palabras una rendición.
Brevemente lo abrazó para darle ánimos y después lo hizo salir de nuevo al dormitorio; luego abrió la puerta del pasillo y Taemin vio todas sus maletas.
-¿Cuál quieres que abra?
Taemin las miró sin parpadear. Las ropas que había ido comprando durante semanas sólo con el propósito de complacer a Siwon.
Señaló una de las maletas y dio media vuelta, porque la mera idea de llevar puesto algo que lo que había metido allí lo llenaba de horror.
Minho recogió el pequeño maletín de fin de semana y lo dejó sobre la cama para abrirlo.
Taemin se acercó a la cama y se quedó mirando su contenido junto a él. Desde las cosas de aseo a la ropa interior nueva, y la tensión entre ellos empezó a crecer. Aquella era la maleta que habria usado para su noche de bodas. Contenía sólo la clase de cosas que un novio quería tener cerca en tal ocasión. Cosas suaves, delicadas, sexys, con las que tentar a su marido.
Sin una sola palabra y apretando los dientes, escogió un bóxer gris, unos pantalones negros y un camisa blanca. Después iban a pasar todo un mes de luna de miel en Paris. Con aquello en las manos, entró en el cuarto de baño.
La puerta se cerró a su espalda y Minho se quedó de pie con la mirada clavada en la puerta durante un rato antes de darse la vuelta hacia la maleta y, en un acto de violencia que habría sorprendido al propio Taemin, de un solo manotazo lanzó la maleta volando al suelo.
Cuando el salió de nuevo del baño, vestido y con el pelo recogido en una cola de caballo, encontró la habitación limpia y recogida.
Minho estaba junto a la ventana, grande, oscuro y poderoso, con el ceño fruncido, pero cuando lo vio aparecer, sonrió.
-¿Estás bien? -preguntó.
Taemin asintió, sabiendo que no debería permitir que pasara algo así, pero sin la fuerza suficiente como para oponerse.
Minho tenía razón en una cosa: él era la única persona con la que podía compartir aquel tormento porque precisamente él había sido quien lo había instigado en un primer momento.
-Déjame hablar a mí- le aconsejó cuando iban ya a salir, y el no contestó. Se limitó a asentir. Tenía que confiar en él. Era la única forma de superar aquel momento.
Cuando entraron en el salón, su tío Jaejoong, con las mejillas rojas y los ojos hinchados de llorar, no se parecía nada a la persona brillante, feliz, exultante de alegría que Taemin había visto salir hacia la iglesia aquella ma¬ñana. Había desaparecido.
Al verlos entrar se levantó, aún tan aturdido que necesitó de la ayuda de su marido. Y de pronto los encontró viejos y frágiles, incapaces de superar el horror la emoción de lo ocurrido.
Ver a Taemin casado felizmente con Siwon había sig¬nificado el fin del compromiso que nueve años atrás los había unido, tras la muerte de sus padres en un accidente tráfico. Y mientras había planeado el día de su vida, aquellas dos maravillosas personas habían estado preparando el crucero de sus sueños con la misma ilusión que dos adolescentes que por fin se ven libres del control paterno.
Y Minho tenía razón; no podía echárselo a perder.
-Taemin...
La voz temblorosa de su tío provocó en el castaño una nueva oleada de lágrimas al verlo correr para abrazarlo.
- Estoy bien le aseguró, cerrando los ojos. 'No iba a ser capaz de soportarlo . Vio a su tío Jaejoong -. Lo siento tanto susurró, incapaz de dejar de decirlo.
Minho se acercó al pequeño y lo rodeó por la cintura in¬tentando darle apoyo.
- Señor Jung..
- Espero que tu hyung sea al menos capaz de sentir vergüenza por lo que ha hecho hoy- dijo Yunho.
-Con todo el respeto, señor, mi hermano tenía la libertad de cambiar de opinión hasta el último momento... igual que Taemin podía cambiar la suya añadió.
-¡Mi pobre niño!- gimió su tío, y Taemin lo ayudó a sentarse de nuevo en el sofá; consciente de que no podía aguantar de pie mucho más. Una vez sentados, lloró amargamente sobre su hombro.
-De todas formas, si es hombre cabal debería hacer frente a sus obligaciones continuó Yunho . Al menos, podría haber dejado a mi sobrino de forma menos cruel.
-En este caso, no era ya su obligación casarse -replicó . Es que mi hermano se ha negado a casarse con Taemin porque ha descubierto que... que está enamorado de mí.
Taemin apoyó la cabeza en el reposacabezas de piel y cerró los ojos, agotado. Jamás se había sentido tan vacío y extenuado.
Minho conducía en silencio ahora que lo peor había pasado ya. Si, había sido muy listo; había estado muy alerta durante toda la odisea. No había permitido que nadie hablase con él a solas, y ni siquiera había permitido que su tío cuestionase sus aseveraciones.
Y curiosamente su tío Yunho había respetado la forma en que Minho parecía proteger lo que debía considerar ya suyo.
Minho les había explicado con suma sencillez que se habían enamorado en su primer encuentro; que los dos habían estado intentando luchar contra sus sentimientos desde entonces y que después, tal y como esperar, Taemin se había negado a echarse atrás en un matrimonio con el que ya se consideraba comprometido. Al final y por pura desesperación, había dicho Minho, que el mismo había hablado con su hermano para explicárselo todo aquella misma mañana.
Que Siwon se hubiese negado a casarse con una persona enamorada de su hermano era natural dadas las circunstancias, les habían dicho. Se había disculpado por dolor y la vergüenza que les habían hecho pasar, pero no lamentaba que la boda se hubiera cancelado.
Después les había informado serenamente de que pretendía llevarse a Taemin con él para casarse en la intimidad, y que, al igual que ellos, pretendían abandonar el país para marcharse en una larga luna de miel hasta que las aguas volvieran a su cauce.
Y en aquel momento estaban ya en el coche, de ca¬mino a... no tenía ni idea de a dónde iban, y tampoco le importaba. El que Minho hubiera conseguido convencer a sus tíos de que todo lo ocurrido había sido para mejor le servía de consuelo. Se habían marchado de su casa sabiendo que pronto se marcharían a disfrutar de su crucero soñado en la confianza de que su sobrino estaba en buenas manos.
Pero, aunque Minho podía haberlo salvado de ser etiquetado como un novio plantado en el altar, y su solución podía mejorar el estado de su orgullo, porque ahora, a ojos de todos aquellos que le importaban, era él quien había dejado plantado al novio y no al contrario. Además seguía sintiéndose utilizado y rechazado. Y ninguna mentira, por bien presentada que estuviera, podría aliviar la terrible sensación de pérdida que estaba sintiendo.
El coche se detuvo y abrió los ojos para encontrarse frente a la elegante mansión de los Choi, en uno de los barrios más prestigioso de Seúl. Sin decir una palabra, Minho se bajó del coche, abrió su puerta y lo ayudó a bajar para conducirlo en el mismo silencio hasta una casa en la que nunca se había sentido bien recibido.
Al entrar al recibidor, una mujer de corta estatura y pelo rizado, el rostro el vivo retrato de la preocupación, se acercó a ellos.
- Señor Choi- le saludó, agitada . Cómo me alegro de que ya esté en casa. El teléfono no ha dejado de sonar... como si las palabras de la mujer lo hubiesen conjurado, el aparato empezó a sonar-. Todo el mundo quiere hablar con usted. Dicen que su hermano ha plantado a su...
Entonces vio a Taemin, medio oculto tras Minho , y se puso colorada como un tomate primero y pálida como el papel después.
-Dios mio, lo siento. Yo...-Minho hizo un gesto de impaciencia.
-¡Desenchufe ese maldito teléfono, señora Kim! le ordenó de mala gana, y se volvió para pasar un brazo por los hombros de Taemin y guiarlo hacia la planta de arriba, a una habitación que sólo podía ser su estancia privada, a juzgar por la absoluta masculinidad del lugar.
- Siéntate- le dijo, señalando un sillón de piel marrón junto a una antigua chimenea . No tardaré. Sólo quiero quitarme esta ropa.
Y desapareció por otra puerta, dejándolo con la mirada clavada en el sillón. La mente se le había quedado en blanco. Intentó moverse, pero no pudo...no podía recordar qué hacer para conseguir que los músculos se movieran. Sentía los músculos de la cara rígidos, y le dolían los hombros por la tensión. Las sienes le palpitaban, tenía el estómago revuelto y sentía los ojos arder, no por las lágrimas, sino por un calor seco.
Oyó el ruido del agua al caer y lo reconoció como la ducha, pero eso fue todo. El tiempo fue pasando y el silencio de la habitación no hizo mella en el. Con los brazos caídos a lo largo del cuerpo, los dedos de las manos extra pesados. Las comisuras de labios también hacia abajo, como si un peso tirara de ellas.
Siguió mirando el sillón, inmóvil.
Minho volvió y se paró en seco al verlo. El olor a jabón masculino impregnó el aire mientras lo miraba atentamente con el ceno fruncido.
-Taemin- lo llamó, pronunciando cuidadosamen¬te su nombre.
El no se volvió... no pudo hacerlo. Era incapaz responder. La pesadez se había adueñado de sus piernas, clavándolas, transformándolas en dos pedazos madera clavadas en el suelo. La cabeza le pesaba también; tenía la sensación de que alguien lo presionaba en todo lo alto.
Minho se acercó y el perfume de su jabón se acentuó. Era una sensación muy extraña, aquella pesadez paralizante que lo había bloqueado todo salvo sus sentidos, que parecían funcionar bien: el olfato, el oído incluso el tacto parecía intacto cuando él lo sujetó por la barbilla para poder estudiar su rostro.
Lo vio fruncir aun más el ceño. Vio cómo la preocupación oscurecía sus ojos marrones. Se había duchado y se había vestido con una camisa azul y unos pantalones de lino informales que se le ceñían perfectamente a su cintura.
-Te vas a desmayar?- le preguntó en voz baja.
“Sí”, pensó. "Creo que sí" . Y cerró los ojos en el mismo instante en que sintió que el peso de su cuerpo se desplazaba hacia él. Minho lo sujetó, maldiciendo en¬tre dientes al levantarlo en brazos, y una vez más sintió que el hombre que le había arruinado la vida lo llevaba en brazos a una enorme cama de la habitación contigua donde lo dejó antes de desaparecer en otra habitación que solo podía ser otro baño, a juzgar por el sonido del agua al correr.
Volvió con un vaso de agua y una toallita, que le aplicó a la frente.
Sus manos eran delicadas y la toalla deliciosamente fresca. Sentir que su muslo la rozaba levemente resultaba extrañamente reconfortante.
- Me recuerdas a una muñeca- le dijo con sequedad- Una muñeca de cuerda frágil y muy temperamental a la que le hubiese quitado la llave.
Abrió los ojos y sonrió débilmente.
Él también sonrió. Era algo extraño, algo que no le había visto hacer antes y que cambiaba por completo la estructura de su rostro, suavizando sus líneas masculinas y duras y añadiendo una nueva dimensión a su persona que resultaba muy inquietante, aunque no hubiera podido decir por qué.
Cerró de nuevo los ojos.
- Quiero que te tomes esto...
Levantó de nuevo los párpados y vio que Minho le había acercado el vaso de agua y dos píldoras blancas en la palma de la mano.
-No se negó . No quiero tomar somníferos.
No son somníferos le aseguró . Son unos relajantes muy suaves que se pueden comprar en la farmacia sin prescripción médica. Yo los tomo cuando tengo que hacer viajes largos de avión le explicó . No te dormirás si no quieres, pero te ayudaran a relajarte. Estás tenso como la cuerda de un piano añadió, y acarició su mano.
Fue una sorpresa: No solo su caricia, sino descubrir que tenía las manos apretadas en puño. Los brazos, los hombros, el cuello, las piernas...todo tan cargado de tensión que la presión le hacía temblar.
- Además, no pienso darte a elegir añadió con suavidad, y antes de que pudiese hacer nada, él le metió las dos pastillas en la boca.
A punto estuvo de ahogarse con el agua que le hizo tragar a continuación.
- Lo siento se disculpó ante su mirada acusadora -. Pero necesitas que alguien te empuje un poco en este momento. Así no tienes que pensar.
Sí... en eso tenía que estar de acuerdo. Pensar era sufrir y por el momento ya estaba sufriendo, y más de necesario.
Con un suspiro que parecía brotar de un recóndito lugar de sí mismo, volvió a cerrar los ojos en espera que las pastillas hicieran lo que tuvieran que hacer. Se sentía como esas personas que tras sufrir un accidente de coche echan a andar sin darse cuenta de que están heridos.
Eso era lo que había estado haciendo desde que la llegada de Minho redujera a cenizas su mundo. Y cuando por fin encontrarse el valor necesario para enfrentarse a lo ocurrido, sería cuando se hundiera por completo. Y cuando eso ocurriera, podía verse envuelto en una segunda colisión, una que lo dejase tan atrapado entre los hierros que no podría volver a levantarse.
- No deberíamos hacer esto, Minho - murmuró con un hilo de voz . No está bien. No es...
-¿No estábamos de acuerdo en que por ahora voy a ser yo el que se ocupe de pensar? lo interrumpió, y apretó su mano brevemente . -Confía en mí, Taemin -añadió en voz baja . Prometo no dejarte estancado.
Con un suspiro que indicó el final de su pequeña tentativa, volvió a hundirse en el silencio. Minho se quedó donde estaba unos momentos más, observándolo, y Taemin se preguntó que estaría contemplando.
¿Por qué me desprecias tanto? se oyó a sí mismo preguntar-. ¿Por Heechul, o por mi mezcla de sangre?
- ¿Cómo? - rugió - ¿Te he oído bien? ¿De verdad me has acusado de racista?
No había pretendido ofenderlo, pero al parecer lo había conseguido.
- Ni siquiera querías tocarme - le recordó , ni mirarme, si podías evitarlo. ¿Qué otra cosa quieres que piense?
-¡Pues eso no, desde luego! se levantó de la cama y se sintió extrañamente perdido . ¿Y de verdad crees que soy lo bastante cerdo como para que me pareciese mal la relación de mi hermano contigo porque seas una mezcla de sangre?
Era evidente que le resultaba difícil digerirlo.
Taemin cerró una vez más los ojos, demasiado atrapado por aquella especie de apatía muscular como para poder hacer algo a parte de esbozar una sonrisa.
Porque si no se trataba de prejuicios raciales, entonces, ¿cuál era la razón de que lo detestase de esa forma?
- Descansa -le dijo él . Ya hablaremos de esto más tarde.
«Sí, más tarde», corroboró el castaño en silencio. Ya hablarían de todo lo que hubiese que hablar más tarde...
Nos vemos el viernes :)
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: El hyung del Novio
había olvidado por completo editar y venir a leerlo DDD: apenas voy en el cap
obvio seguire con los demás por ahora edito este antes que me regañen XD
me encanta como va la historia *-*
-seguira leyendo-
Última edición por kary88 el Miér Ene 09, 2013 11:26 pm, editado 1 vez
kary88
i love Minho!! ... I love 2min!! *O*
885
Re: El hyung del Novio
Aparto~
Uniie ;____; donde esta el primer capitulo??
sadasdsdasas ignorame, ya lo vi, estaba oculto >////< que loser xDD!!
Uniie ;____; donde esta el primer capitulo??
sadasdsdasas ignorame, ya lo vi, estaba oculto >////< que loser xDD!!
ehh? Uniie que mala >o< como es eso de que Siwon dejo plantado a mi lindo Minnie?? y mas encima, lo dejo por otro? No no no, esto no lo voi a permitir, donde esta Siwon para abofetiarlo? donde? dime, no lo ocultes hizo sufrir a Tae y tiene que pagar grrrr~ y Minho? que onda? por que hizo todo eso, por que lo rechazaba y de la nada le ofrece matrimonio? hahaha!! no entiendo nada... mejor me voi a leer el segundo capo~ quizas asi entienda ¬o¬ xS!
Última edición por Piwi el Miér Sep 26, 2012 10:20 am, editado 1 vez
Piwi
Taemin
186
Re: El hyung del Novio
Okey~ ya lei el segundo capo y estoy sospechando que Minho ama a Taemin y por eso hizo todo lo que hizo... o es muy tonto lo que estoy sospechando? xDD yo y mis ideas locas ignorame xDD aun asi, pucha!! han hecho sufrir mucho a Tae!!, pobresito, parece un zombie ahi todo triste, confundido, decepcionado waaa ;__; me da peniita. Lo bueno de todo es que, como ya dije, Minho trama algo y creo que es algo bueno... :Neee:
No lo dejes ahi, actualizalo pronto pliiiss~!
No lo dejes ahi, actualizalo pronto pliiiss~!
Piwi
Taemin
186
Re: El hyung del Novio
aparto *me fui a leer luego edito*
primero que todo me atrapo tu fic o siii
pero pero pero no entendi mucho a ver si en un mensajito me lo explicas *esque ando media wna ultimamente *kakjaja naaah esta interesante sii espero que cuando actualices me mandes un mp :)
saludos cuidate
primero que todo me atrapo tu fic o siii
pero pero pero no entendi mucho a ver si en un mensajito me lo explicas *esque ando media wna ultimamente *kakjaja naaah esta interesante sii espero que cuando actualices me mandes un mp :)
saludos cuidate
nani000
minho
44
Re: El hyung del Novio
Unnie!! waa me muero esto esta demasiado interesante
omg yo si dije minho racista ;OOO; lol okno
nunca pensaria eso de la ranita hermosa~
pero igual e____e xDD awww pobre tae
imagino lo triste que ha de haberse sentido con lo de siwon ;^;
aunque amo el sichul y va contra mis principios(??)
el no aceptar la felicidad de esta pareja xDDDD
omg ya quiero saber porque minho le huía tanto a tae
necesito actu!!!! *000*
omg yo si dije minho racista ;OOO; lol okno
nunca pensaria eso de la ranita hermosa~
pero igual e____e xDD awww pobre tae
imagino lo triste que ha de haberse sentido con lo de siwon ;^;
aunque amo el sichul y va contra mis principios(??)
el no aceptar la felicidad de esta pareja xDDDD
omg ya quiero saber porque minho le huía tanto a tae
necesito actu!!!! *000*
Gwiboon
Key
994
Re: El hyung del Novio
ya edité el anterior, pero ahora voy con otro jeje APARTO
tiari
MinHo & Onew
444
Re: El hyung del Novio
Ahhh!!! >.< reniego!!! no esta mi aparto!!!! buaaa~~~ no lo encuentro!! como? porque? yo aparte! buuu~~~ maldito celular que no sirve para nada!! oshhh!!! estoy al ultimo! ultimo!!!
TT_____________TT buuu~~~
luego sigo sufriendo y mejor te comento!!
No te voy a negar que renegué con el maldito de Siwon que dejó a Minnie listo y alborotado! o sea! como?! en que mundo!!! Minnie sufre mucho *^* por otro lado sabes que eso se me pasa por el 2min no? *-* seeee~~
Eso de que Minho hizo de todo para que Siwon dejara a Minnie no fue otra cosa que si no celos!! porque dudo que Minhot! odie a Minnie! sabemos que eso nunca pasaria verdad? verdad? xD~
Ah~~~ lo que se viene~! *emocionada* kekkekeke
Bueno te dejo este coment raro y feito, prometo que mejoraran y ya no me tardaré en editarlos! =P
Love u!~ <3
Janess
♥♥Minho♥♥SHINee♥♥
1470
Re: El hyung del Novio
Hello hello!
Me demore más de lo pensado pero volví y que mejor manera de esperar dazzling girl q leer un 2min *o* ( se vende ella sola u.u) kekekekekeke Ojala y les guste este capi!
Capitulo 3
-Ya está todo arreglado.
Minho entró en el salón con aquella forma suya de andar tan agresiva y que a Taemin empezaba a resultarle muy familiar, y verlo aparecer le hizo un dar un respingo sobre su silla, pues tenía la sensación de que apenas había salido cuando ya estaba de vuelta.
La verdad era que apenas había salido unos minutos en las últimas cuarenta y ocho horas. Y cada vez que había podido disfrutar de un breve respiro de su dictatorial presencia, él le había asegurado que no tardaría más que segundos en volver, cerciorándose así de que supiera que no iba a tener tiempo de hundirse en la tristeza que lo acechaba.
Nos casaremos la mañana anterior a que tus tíos se vayan de crucero.
Ah.
Taemin palideció. No debería permitir que aquello ocurriera, y Minho lo miró con severidad al verlo morderse el labio inferior.
Key ha accedido a actuar como testigo por tu parte continuó . Quiere que lo llames, y le he dicho que lo harías una sonrisa cargada de ironía desdibujó sus labios . Está preocupado por si te estoy reteniendo aquí en contra de tu voluntad, así que tendrás que convencerlo de que no es así... Lo harás?
Un desafío, sin duda.
Yo...
¿Tienes algo adecuado que ponerte en esas maletas que trajimos? le preguntó cuando hizo ademán de contestar la primera pregunta verdadera que le había formulado en aquellas cuarenta y ocho horas, y la segunda lo descentró por completo.
Yo... sí... no... no sé... parpadeó varias veces; aún tenía dificultad para pensar . ¿Para... por qué?
Para casarte conmigo suspiró el hundiendo las manos en los bolsillos del pantalón . Hiciste jirones tu traje ¿recuerdas?
Sí que lo recordaba, y aquella imagen lo hizo estremecerse. Había deshecho su traje delante de él, se había quedado completamente desnudo delante de aquel hombre, había vomitado delante de Minho, se había dejado convencer para que él ocupase el lugar de su hermano, le había permitido que urdiese un montón de mentiras para engañar a su familia y llevarlo a aquella casa, que se había convertido en una verdadera fortaleza desde el instante de su llegada. La enorme verja de hierro había permanecido cerrada sin dejar pasar a ninguna visita, y el reducido grupo de periodistas que se habían congregado a la puerta habían sido ignorados por completo.
Estaba empezando a darse cuenta de que era el hombre con mayor determinación que conocía. Desde el instante en que accediera a su descabellada proposición dos días atrás, no le había dado la más mínima oportunidad de echarse atrás.
Si abría los ojos, él estaba allí. No importaba la hora del día o de la noche que fuera: siempre estaba allí. Sentado, de pie, paseándose por la habitación como un animal enjaulado, hasta que abría los ojos; entonces empezaban las órdenes: levántate, siéntate, bébete esto, come aquello. Date una ducha, métete en la cama, duérmete. Y si alguna vez lo presintió pensativo, borraba de su cabeza toda idea con un ladrido gutural de su voz, un método casi cruel para conseguir que no pensara en su hermano Siwon. Una especie de desolación se apoderó de él, robándole el ligerísimo matiz de color que habían cobrado sus mejillas.
¡Taemin!
Su voz fue como un latigazo para sus terminaciones nerviosas, y se obligó a enfocar la mirada para encontrarlo delante de él, con sus ojos negros mirándolo como láser, pulverizando todo lo que no fuese su poderosa presencia.
Blanco dijo . Quiero que te cases conmigo de blanco. Piensa. ¿Tienes algo blanco en alguna de esas maletas?
Blanco. Tenía que concentrarse en blanco, en la ropa que componía su precioso traje. Entonces se echó a reír, con una carcajada que sonó histérica.
Una bata blanca de seda-le dijo, imaginándose a sí mismo tal y como se había visto el día que se lo probó en Seúl: Recordó el delicioso estremecimiento de anticipación que sintió al quedarse mirando su reflejo en el espejo de cuerpo entero de la tienda, viéndose a sí mismo como Siwon iba a verlo: el blanco por la pureza, la seda por la sensualidad, ofreciendo una sugerencia del cuerpo desnudo que lo esperaba debajo de aquella bata. La tersura de su estómago y su diminuta cintura.
Supongo que no querrás que me ponga eso concluyó- riendo otra vez.
Minho frunció el ceño.
No, supongo que no y se volvió de espaldas . Llama a Key le ordenó . Pídele que elija algo adecuado para ti y que te lo traiga mañana. Ni tú ni yo podemos arriesgarnos a salir de esas malditas puertas hasta que todo este asunto haya terminado.
Y pasándose una mano por el pelo, salió de la habitación. Fue entonces cuando Taemin se dio cuenta de pronto de que todo aquello tenía que estar siendo tan duro para los dos.
Bueno, casi. El no había perdido a la persona que amaba... simplemente iba a casarse con alguien a quien no quería.
Siguiendo sus instrucciones, llamó a Key, aunque la verdad es que aún no estaba preparado para hablar con nadie, y quizás aún menos con su amigo, que sabía bien lo ciegamente enamorado que había estado de Siwon.
¿Qué está pasando, Taemin? le preguntó Key en cuanto reconoció su voz . Por amor de Dios, Taemin, ¿qué vas a hacer? ¡No puedes reemplazar a un hermano con el otro! ¡Va a ser un desastre!
“Mi vida ya es un desastre”, pensó, y cerró los ojos ante la amenaza nunca lejana de las lágrimas.
Es lo que quiero dijo Taemin . Lo que ambos queremos.
¡Pero si ni siquiera te gusta Minho ! gritó, enfadado y angustiado al mismo tiempo . ¡Hasta me dijiste una vez que te daba un poco de miedo!
Lo que temía era lo que me hacía sentir discutió. Casi era la verdad, porque siempre había tenido la sensación de que Minho era una amenaza para su felicidad.
¿Por qué te estabas enamorando de él?
“Enamorarme” ¿Qué es el amor?, se preguntó. Ya no lo sabía.
Sí contestó.
Y ahora vas a casarte con él en lugar de con Siwon.
Sí repitió . Deberías sentirte aliviado y no enfadado, a ti Siwon nunca te ha gustado.
Es taimado como un zorro. Alguien que sonríe tanto como él tiene que estar ocultando algo, pero jamás se me habría ocurrido pensar que era otra persona. Sus palabras le dolieron.
Lo cual viene a demostrar que ha sido una suerte que hayamos escapado por los pelos, ¿no te parece? se burló con amargura, recordando, como sin duda estaba haciendo Key, el titular del periódico de la señora Kim: Los hermanos Choi se cambian los novios en el mayor escándalo amoroso de los últimos tiempos.
Qué montón de mentiras. Minho no estaba enamorado de él y Heechul nunca había sido novio suyo. Pero ahora era pareja de Siwon. El mismo artículo informaba de que Choi Siwon y Kim Heechul se casaron sólo una hora después de que Siwon debie¬ra haberse casado con Lee Taemin.
Lo que quería decir que Siwon había planeado dejarlo plantado ante el altar mucho antes de molestarse en decirle a su hermano que ya no la quería.
¡Tendrías tiempo de comprarme algo adecuado para mañana? le preguntó a Key, obligándose a pensar en otra cosa. La lectura del artículo había sido el único momento en el que había corrido serio peligro de salir de aquel estado de shock tras el que se ocultaba, pero Minho lo había impedido. Después de hacer palidecer a la señora Kim tan sólo con la mirada por habérsele ocurrido traer aquel periódico, la había levantado casi en volandas de la silla para llevarla a su estudio, sentarla delante de un ordenador y entregarle un manuscrito de unas veinte páginas.
-Sabes utilizar una computadora, ¿verdad? le había preguntando, parodiando después su gesto de sorpresa . Pues escribe. Lo necesito para la hora de comer.
Sí, claro que puedo salir a comprarte lo que quieras la voz de Key parecía llegarle desde un lugar fuera del tiempo . Pero me gustaría que te tomases un poco más de tiempo para pensar en todo esto añadió . No quiero que sea saltar de la sartén para ir a caer al fuego... ¿Lo has pensado bien?
Por supuesto que lo había pensado. En las escasas oportunidades en las que Minho le permitía pensar claro, ya que el día anterior lo había pasado enterrado en una verdadera montaña de trabajo que él le había facilitado.
Pero pensar no le ayudaba. Nada le ayudaba. Simplemente no le importaba lo que pudiera ocurrirle.
Le quiero dijo, pero las palabras le parecieron carentes de significado . Es a él a quien quiero, y no me lo estropees.
Está bien suspiró Key .Nos veremos mañana.
La elección de Key fue un traje de chaqueta de Dolce & Gabbana, con la línea severa que caracterizaba a la firma desde hacía tiempo. Los pantalones grises con la camisa blanca entreabierta y finos adornos en los puños de color plateado.
Minho tendrá que contenerse cuando te vea vestido así. Estás maravilloso, Taemin añadió con dulzura . Deslumbrante.
Pero él no se sentía deslumbrante. La imagen que el espejo le devolvía parecía la de un extraño. Como si aquel chico de enormes ojos oscuros y pelo rubio suelto fuese otra persona.
De hecho lo único que reconoció fue la delgada cadena de oro que colgaba de su cuello, con su colgante en forma de corazón que contenía las fotografías de sus padres.
Sintió los dedos helados al rozar su adorno más querido, y de pronto las lágrimas brotaron para embotonar el reflejo.
¿Por qué lloras?
Taemin parpadeó varias veces, casi sorprendido de encontrar a su amigo junto a él.
Es normal que los novios lloren un poco, ¿no?
Claro. Hasta se les permite que estén algo pálidos y que parezcan tristes -su voz estaba cargada de socarronería . Lo único que tienes que hacer es sonreír, y entonces puede que hasta me crea que de verdad quieres hacer esto.
No le rogó, apartando la mirada . No me hagas esto, Key. No podría afrontarlo.
¿Por qué? ¿Porque en el fondo sabes que este... matrimonio, por no llamarlo de otra manera, no podría soportar un examen detenido?
La desesperación se apoderó por primera vez desde hacía días de su pecho, y aunque intentó ocultarlo, parte de esa desesperación asomó a sus ojos.
-¡Por amor de Dios, Taemin!- exclamó Key, sacudiéndolo por los hombros . ¿Qué demonios está pasando aquí?
La puerta del dormitorio se abrió, y como si hubiera podido presentir que sus defensas estaban a punto de desmoronarse, Minho entró caminando con arrogancia, mirándolos.
Taemin sintió primero calor y después frío. Minho llevaba un sencillo traje oscuro con una simple camisa blanca y una corbata de seda oscura. Nada especial. Pero había algo en él, quizás la rosa roja que llevaba en la solapa, que le hizo contener el aire en los pulmones y que un escalofrío le erizara la espalda.
- Taemin, estás precioso- murmuró con cierta brusquedad . ¿Nos vamos?
Como si estuviera en trance, asintió en silencio y camino hacia él sintiendo la protesta muda de Key a su espalda.
En aquellos días de locura, Minho se había hecho tan indispensable para el que no podía negarle nada. Era la roca a la que se aferraba en aquella galerna de destrucción que se había adueñado de él.
Como si él lo supiera, tomó su mano en cuanto lo tuvo a su alcance para colocarlo firmemente en el arco de su brazo y sujetarlo allí con su propia mano.
Ya estás a salvo, parecía decir aquel gesto, y alzó la mirada hacia él y sonrió. Fue una sonrisa débil, sonrisa al fin y al cabo, antes de sumirse de nuevo en aquella especie de mundo de la nada en el que estaba sumida y dejar que aquel hombre rigiese su destino.
Fue una ceremonia civil breve, para alivio de Taemin que no se creía capaz de soportar nada más. Sus tíos estuvieron presentes, y lo besaron y lo abrazaron deseándole toda la felicidad del mundo, pero parecían sumidos en la misma especie de shock que el.
Key fue más directo. Aprovechó un momento en el que Minho estaba al otro lado de la sala hablando con un hombre al que había presentado como Jinki, su mano derecha, para sujetar a Taemin por los hombros y obligarlo a mirarlo a los ojos.
-Escúchame bien le dijo . Si me necesitas sea para lo que sea, no tienes más que llamarme. ¿Entendido?
Taemin asintió, y sus ojos se vieron grandes, oscuros y vacíos.
-Gracias dijo, y besó a su amigo en la mejilla. No te preocupes por mi Key, por favor le rogó . Minho cuidará de mí.
¿Ah, sí? replicó el con escepticismo . Más vale que sea así, o toda la familia Choi tendrá que vérselas conmigo.
Taemin se las arregló para sonreír. Aunque Key no estaba en posición de amenazar a una familia tan poderosa como la Choi, el significado de sus palabras estaba claro: no lo habían engañado.
No hubo recepción alguna. Minho lo condujo rápidamente a una limusina que los esperaba a la puerta del registro. Utilizó la excusa de que tenían que tomar un avión, pero Taemin se preguntó si no sería más bien porque sabía que su engaño no podría pasar una prueba más larga.
Y el acoso de la prensa no ayudó. Los flashes de las cámaras habían estado deslumbrándolos desde el momento en que salieron de casa de Minho , y no habían dejado de hacerlo desde entonces. Para cuando el conductor de la limusina se alejó de allí, Taemin estaba agotado, ya que el esfuerzo por parecer el novio feliz lo había dejado exhausto.
-¿Estás bien? -le preguntó Minho, cubriendo sus manos heladas. El asintió.
-¿Crees que saldrá nuestra fotografía en todos los periódicos de mañana?-El tono de su voz lo decía todo.
-Eso depende de si ocurre o no algún desastre entre hoy y la hora del cierre de las ediciones de los periódicos. Nuestra fotografía servirá para hacerles vender sus tiradas si no surge nada mejor.
-¿Cómo te las arreglas para vivir constantemente vigilado? le preguntó con un pequeño escalofrío.
-No suele ser así contestó, y volvió a estremecerse al darse cuenta de que, en aquella ocasión, la responsabilidad era suya.
-Lo siento- susurró.
-¿Por qué ibas a tener que sentirlo?- espetó . No ha sido culpa tuya, Taemin; sino mía. Y de Siwon.
- Entonces, de los hermanos Choi- corrigió él, y presionó un botón para subir el cristal que los separaba del conductor baja . Asegúrese de haberlos perdido antes de dirigirse al aeropuerto. Ya han tenido oportunidad suficiente de sacarle partido a esta historia.
El conductor asintió y tras mirar por el retrovisor, tomó el carril exterior, giró a la izquierda en el si¬guiente semáforo y rápidamente a la derecha, como si se dirigieran de nuevo al domicilio de Minho , y todo el tiempo sin dejar de observar por el retrovisor. Tras un instante, un nuevo cambio de dirección y tomaron camino al aeropuerto.
- Llegamos tarde -le dijo Minho al tiempo que le quitaba la bolsa de viaje para llevarla él y salían del automóvil.
Lo tomó suavemente por un brazo para conducirlo entre los demás pasajeros. Su paso era muy rápido y Taemin tuvo que esforzarse por no quedar atrás.
Entraron en el avión por el corredor de embarque. Sus asientos eran los mejores de primera en aquel boeing 747, pero hasta que el avión no estuvo en el aire, no se dio cuenta de que no tenía la más remota idea de a dónde se dirigían.
-¿Dónde vamos?
-Ya me había preguntado cuanto tiempo ibas a tardar en querer saberlo contestó él con una sonrisa algo tensa . Muy lejos. A Londres, para ser exactos.
-¿Londres?,-parpadeó él.
-¿Cuánto tiempo tardaremos?
- Trece horas si tenemos un poco de suerte, y quince si no la tenemos hizo una seña a una azafata y le pidió unos refrescos antes de recostarse en su asiento.
La azafata les sirvió los refrescos y le dio unas pastillas. Tenía una sonri¬sa agradable y rasgos occidentales.
Tómate las pastillas, Taemin le ordenó, con uno de los vasos en la mano.
Sin molestarse en discutir, hizo lo que le mandaba y bebió para tragarlas.
Y quizás sea éste un buen momento de advertirlo que esas dos pastillas son las últimas que voy a darte le informó cuando Taemin se recostó contra el respaldo del asiento con un suspiro. Taemin se volvió a mirarlo sorprendido . Ya es hora de que vuelvas a recuperar el control de ti mismo le explicó él con suavidad . Tomar pastillas sólo sirve para dormir los problemas, no para curarlos.
- Yo no las he pedido-le recordó . Has sido tú quien me ha obligado a tomarlas.
- Pues voy a dejar de hacerlo. Y ahora, háblame de tus padres. Tu padre era un médico japonés, ¿no?
¿Cómo lo sabía?, se preguntó al tiempo de asentir.
- Pero cursó sus estudios aquí, que es donde conoció a mi madre. Ella era enfermera y los trabajaban en el mismo hospital universitario...y murieron en un accidente automovilistico murmuró, e inconscientemente rozó con dedos el pequeño corazón que colgaba de su cuello.
-¿Cuántos años tenías tú?
- Trece- sonrió tristemente . Estaba con mis tíos por aquel entonces, así que, simplemente... seguí con ellos. Han sido muy buenos conmigo añadió.
- Pero aún echas de menos a tus padres.
- Sí.
- Sh... murmuró cuando sus ojos oscuros se llenaron de lágrimas.
Entonces hizo algo extraño. Tomó el colgante con los dedos, lo acercó a los labios de el como si los acariciase con él y volvió a dejarlo sobre su garganta.
Duérmete le ordenó suavemente.
Eso fue lo último que él fue capaz de recordar. El ascensor en el que viajaba cayó de golpe diez pisos. Abrió los ojos, y aquella horrible sensación de caída le dejó el corazón en el aire. Entonces miró a su alrededor, incapaz de reconocer el entorno, y tardó unos minutos en contener la desolación que había experimentado para poder interesarse por lo que ocurría en torno a él.
La cabina estaba a oscuras, y el lejano ronroneo de los motores apenas perturbaba la quietud que los rodeaba. Alguien había recostado su asiento, lo había tapado con una manta fina y había colocado una almohada junto a su mejilla. Las persianas estaban bajas, pero le bastó con echar un rápido vistazo para comprobar que estaba tan oscuro fuera como dentro.
Giró la cabeza despacio y se encontró con el rostro dormido de Minho. Su inesperada proximidad lo obligó a contener la respiración. No se había esperado encontrarlo dormido. Durante los últimos días siempre lo había visto alerta, y le resultó bastante desconcertante verlo así.
Como el suyo, su asiento estaba reclinado, y su rostro moreno girado hacia él. Se había quitado la chaqueta, y la corbata también había desaparecido. Los botones superiores de la camisa estaban desabrochados y se había subido las mangas. Tenía las manos entrelazadas sobre el estómago, y la alianza de oro que él había insistido en que le pusiera brillaba delicadamente en su mano izquierda.
Entonces se miró sus propias manos, enlazadas de la misma manera, y estudió aquella otra alianza igual que la de él.
Casado con un extraño. ¿Qué pensaría él? ¿Qué pensaría de verdad sobre aquella descabellada relación en la que se habían embarcado?
Su rostro no revelaba nada, como era habitual en él. Aún estando en reposo, seguía manteniendo sus pensamientos a buen recaudo. Sin embargo, con sus ojos fríos como el invierno ocultos tras los largos parpados, su aspecto era distinto, más amable, con las líneas que el sueño borraba de alrededor de sus ojos. Incluso su boca parecía más suave, más amable, y la línea de sus labios le pareció sorprendentemente sensual.
Sorprendente porque nunca había pensado en él de ese modo. Pero estaba empezando a sentir que algo se despertaba dentro de el, algo como el roce de las yemas de unos dedos en la cintura, y su corazón dio un doloroso traspié.
No. Cerró los ojos para bloquearlo... para bloquearlo a él. Minho podía haberse convertido en un ser indispensable para él en aquel momento, pero no quería sentir nada. Ya tenía bastante traumatizadas sus sensaciones.
Siwon. Un susurro se escapó de sus labios, triste y dolorido.
-¿Estás despierto?
Abrió los ojos para encontrarse con aquella mirada negra y menos inquisitiva en la oscuridad.
¿De verdad era capaz de saber en qué momento volvía a pensar en su hermano? Era increíble la forma en que se las arreglaba para interrumpir sus pensamientos cada vez que llegaba a conjurar el rostro de Siwon ante sus ojos.
-Sí-contestó .¿Cuánto tiempo?
-Unas ocho horas- contestó, tras consultar el reloj . No está mal.
Y con un gesto de la mano, apartó un mechón de cabello perdido de su mejilla. Aquello lo sobresaltó, y no porque lo hubiese tocado, sino porque había vuelto a sentir esa sensación en el estómago.
No podría haberle ofendido más si de pronto se hubiese abalanzado sobre él para atacarlo físicamente, porque toda la gentileza desapareció de su rostro y en un abrir y cerrar de ojos, levantó el respaldo de su asiento y encendió la luz.
Taemin se quedó tal y como estaba un instante con la culpabilidad latiéndole en el pecho. Después se incorporó despacio.
-Lo siento- dijo en voz baja . Yo no...
-Supongo que estás preparado para tomar una copa.
Interrumpió su disculpa y pulsó el botón para llamar a la azafata. Quizás se lo merecía. Minho había sido su apoyo incondicional durante aquellos días, y era natural que pensara que podía tocarlo sin que el reaccionase de forma tan violenta.
El resto del viaje fue una odisea, principalmente porque no pudo volver a dormirse y tuvo que quedarse junto a Minho mientras él estaba inmerso en documentos de su trabajo. Había sacado un maletín en el que el no había reparado antes de debajo del asiento, y lo ignoró durante el resto del tiempo.
Taemin se las arregló para contener otro respingo cuando él de pronto se inclinó por delante y sus cuerpos se rozaron al levantar la cortinilla de la ventana.
-Si quieres disfrutar de una de las vistas más espectaculares que existen, echa un vistazo sugirió.
El parpadeó varias veces; no podía comprender los cosquilleos que su roce inocente habían activado en el. No tenía que ser la sorpresa lo que había causado aquella sensación, y no...
-¿Taemin?
Por fin miró a su derecha... y lo que vio le cortó la respiración.
Brillaba el sol y a sus pies un lago refulgían a la luz del sol. Y extendiéndose hasta donde la vista podía alcanzar, estaban los edificios. Altos, individuales, de todas las formas y tamaños, apretados los unos contra los otros, exudando una extraña forma de belleza que despertaba los sentidos.
-Esto es Londres- dijo Minho .
Taemin alargó inconscientemente la mano para agarrarse a algo, a lo que fuera, y lo más cercano era el brazo de Minho .
-¡Dios mío!- exclamó . ¡No debemos estar a más de diez metros de la azotea de esos edificios!
-Pone los pelos de punta, ¿verdad? sonrió.
Fue entonces cuando se dio cuenta de la fuerza con que estaba clavando las uñas en su brazo, y azorado, lo soltó.
-Lo siento- dijo -No pretendía...
Pero la respuesta de Minho fue tomar su mano, ponerla de nuevo sobre su brazo y retenerlo allí.
-Creía que ya lo sabías, Taemin- murmuró . Puedes aferrarte a mí tan fuerte como quieras. Para eso estoy aquí. Y eso es lo que quiero.
Taemin lo miró sin respirar. No, no podía ser. Minho no lo quería. No podía quererlo. Estaban casados, sí, pero lo suyo no era un matrimonio a la forma tradicional. Era simplemente un lavado de cara, y no debía permitirse pensar que era otra cosa. No en aquel momento; todavía no. Quizás nunca...
Ya se casaron… tira flores por doquier xD yo quiero filtrarme en la boda 2min *-* cuídense, y dejen sus coments! Bye bye~~
Me demore más de lo pensado pero volví y que mejor manera de esperar dazzling girl q leer un 2min *o* ( se vende ella sola u.u) kekekekekeke Ojala y les guste este capi!
- Spoiler:
Rpta a sus comentarios:
kary88, waflhes, Noreri94 , FlamingCharisma_Minho, .ÍrisFlx', anny-min, nomada, Fany♥ y tiari muchas gracias por apartar.
Piwi: hahahahaha Siwon es un baboo~ mira que abandonar a minnie en su boda TT__TT quien no quisiera estar en su lugar? T3T verdad que parece que Minho siente algo por Tae? Lo único bueno que salió de esto es que Minho cuidara a Tae *-* muchas gracias por comentar ;D ojala y te guste este capi!
nani000: omo~ pues Siwon dejo plantado a tae en el altar y minho que es el hermano de siwon le pidió q se case con el
sunny: ;o; me alegra que me comentes, pensé que ya no leías fics TT___TT ohh este sichul va contra tus principios? Kekekekekeke es siwon es un picaflor hahahaha y el 2min avanza lento pero seguro? Gracias por comentar!
Janess: ohh my sister no te preocupes, ya me explicaste lo de tu cel y ni modo u__u además me paso lo mismo con tu adapta TT________TT kekekekeke verdad que siwon es un estúpido? Dejar plantado a MI minnie? Es que no tiene cabeza? No se da cuenta de lo que se pierde ;3; pero bueno Minho si se ha dado cuenta hahahahahaha y ya se lo agarro(?) aunque ya lo leiste espero que te guste xD
Capitulo 3
-Ya está todo arreglado.
Minho entró en el salón con aquella forma suya de andar tan agresiva y que a Taemin empezaba a resultarle muy familiar, y verlo aparecer le hizo un dar un respingo sobre su silla, pues tenía la sensación de que apenas había salido cuando ya estaba de vuelta.
La verdad era que apenas había salido unos minutos en las últimas cuarenta y ocho horas. Y cada vez que había podido disfrutar de un breve respiro de su dictatorial presencia, él le había asegurado que no tardaría más que segundos en volver, cerciorándose así de que supiera que no iba a tener tiempo de hundirse en la tristeza que lo acechaba.
Nos casaremos la mañana anterior a que tus tíos se vayan de crucero.
Ah.
Taemin palideció. No debería permitir que aquello ocurriera, y Minho lo miró con severidad al verlo morderse el labio inferior.
Key ha accedido a actuar como testigo por tu parte continuó . Quiere que lo llames, y le he dicho que lo harías una sonrisa cargada de ironía desdibujó sus labios . Está preocupado por si te estoy reteniendo aquí en contra de tu voluntad, así que tendrás que convencerlo de que no es así... Lo harás?
Un desafío, sin duda.
Yo...
¿Tienes algo adecuado que ponerte en esas maletas que trajimos? le preguntó cuando hizo ademán de contestar la primera pregunta verdadera que le había formulado en aquellas cuarenta y ocho horas, y la segunda lo descentró por completo.
Yo... sí... no... no sé... parpadeó varias veces; aún tenía dificultad para pensar . ¿Para... por qué?
Para casarte conmigo suspiró el hundiendo las manos en los bolsillos del pantalón . Hiciste jirones tu traje ¿recuerdas?
Sí que lo recordaba, y aquella imagen lo hizo estremecerse. Había deshecho su traje delante de él, se había quedado completamente desnudo delante de aquel hombre, había vomitado delante de Minho, se había dejado convencer para que él ocupase el lugar de su hermano, le había permitido que urdiese un montón de mentiras para engañar a su familia y llevarlo a aquella casa, que se había convertido en una verdadera fortaleza desde el instante de su llegada. La enorme verja de hierro había permanecido cerrada sin dejar pasar a ninguna visita, y el reducido grupo de periodistas que se habían congregado a la puerta habían sido ignorados por completo.
Estaba empezando a darse cuenta de que era el hombre con mayor determinación que conocía. Desde el instante en que accediera a su descabellada proposición dos días atrás, no le había dado la más mínima oportunidad de echarse atrás.
Si abría los ojos, él estaba allí. No importaba la hora del día o de la noche que fuera: siempre estaba allí. Sentado, de pie, paseándose por la habitación como un animal enjaulado, hasta que abría los ojos; entonces empezaban las órdenes: levántate, siéntate, bébete esto, come aquello. Date una ducha, métete en la cama, duérmete. Y si alguna vez lo presintió pensativo, borraba de su cabeza toda idea con un ladrido gutural de su voz, un método casi cruel para conseguir que no pensara en su hermano Siwon. Una especie de desolación se apoderó de él, robándole el ligerísimo matiz de color que habían cobrado sus mejillas.
¡Taemin!
Su voz fue como un latigazo para sus terminaciones nerviosas, y se obligó a enfocar la mirada para encontrarlo delante de él, con sus ojos negros mirándolo como láser, pulverizando todo lo que no fuese su poderosa presencia.
Blanco dijo . Quiero que te cases conmigo de blanco. Piensa. ¿Tienes algo blanco en alguna de esas maletas?
Blanco. Tenía que concentrarse en blanco, en la ropa que componía su precioso traje. Entonces se echó a reír, con una carcajada que sonó histérica.
Una bata blanca de seda-le dijo, imaginándose a sí mismo tal y como se había visto el día que se lo probó en Seúl: Recordó el delicioso estremecimiento de anticipación que sintió al quedarse mirando su reflejo en el espejo de cuerpo entero de la tienda, viéndose a sí mismo como Siwon iba a verlo: el blanco por la pureza, la seda por la sensualidad, ofreciendo una sugerencia del cuerpo desnudo que lo esperaba debajo de aquella bata. La tersura de su estómago y su diminuta cintura.
Supongo que no querrás que me ponga eso concluyó- riendo otra vez.
Minho frunció el ceño.
No, supongo que no y se volvió de espaldas . Llama a Key le ordenó . Pídele que elija algo adecuado para ti y que te lo traiga mañana. Ni tú ni yo podemos arriesgarnos a salir de esas malditas puertas hasta que todo este asunto haya terminado.
Y pasándose una mano por el pelo, salió de la habitación. Fue entonces cuando Taemin se dio cuenta de pronto de que todo aquello tenía que estar siendo tan duro para los dos.
Bueno, casi. El no había perdido a la persona que amaba... simplemente iba a casarse con alguien a quien no quería.
Siguiendo sus instrucciones, llamó a Key, aunque la verdad es que aún no estaba preparado para hablar con nadie, y quizás aún menos con su amigo, que sabía bien lo ciegamente enamorado que había estado de Siwon.
¿Qué está pasando, Taemin? le preguntó Key en cuanto reconoció su voz . Por amor de Dios, Taemin, ¿qué vas a hacer? ¡No puedes reemplazar a un hermano con el otro! ¡Va a ser un desastre!
“Mi vida ya es un desastre”, pensó, y cerró los ojos ante la amenaza nunca lejana de las lágrimas.
Es lo que quiero dijo Taemin . Lo que ambos queremos.
¡Pero si ni siquiera te gusta Minho ! gritó, enfadado y angustiado al mismo tiempo . ¡Hasta me dijiste una vez que te daba un poco de miedo!
Lo que temía era lo que me hacía sentir discutió. Casi era la verdad, porque siempre había tenido la sensación de que Minho era una amenaza para su felicidad.
¿Por qué te estabas enamorando de él?
“Enamorarme” ¿Qué es el amor?, se preguntó. Ya no lo sabía.
Sí contestó.
Y ahora vas a casarte con él en lugar de con Siwon.
Sí repitió . Deberías sentirte aliviado y no enfadado, a ti Siwon nunca te ha gustado.
Es taimado como un zorro. Alguien que sonríe tanto como él tiene que estar ocultando algo, pero jamás se me habría ocurrido pensar que era otra persona. Sus palabras le dolieron.
Lo cual viene a demostrar que ha sido una suerte que hayamos escapado por los pelos, ¿no te parece? se burló con amargura, recordando, como sin duda estaba haciendo Key, el titular del periódico de la señora Kim: Los hermanos Choi se cambian los novios en el mayor escándalo amoroso de los últimos tiempos.
Qué montón de mentiras. Minho no estaba enamorado de él y Heechul nunca había sido novio suyo. Pero ahora era pareja de Siwon. El mismo artículo informaba de que Choi Siwon y Kim Heechul se casaron sólo una hora después de que Siwon debie¬ra haberse casado con Lee Taemin.
Lo que quería decir que Siwon había planeado dejarlo plantado ante el altar mucho antes de molestarse en decirle a su hermano que ya no la quería.
¡Tendrías tiempo de comprarme algo adecuado para mañana? le preguntó a Key, obligándose a pensar en otra cosa. La lectura del artículo había sido el único momento en el que había corrido serio peligro de salir de aquel estado de shock tras el que se ocultaba, pero Minho lo había impedido. Después de hacer palidecer a la señora Kim tan sólo con la mirada por habérsele ocurrido traer aquel periódico, la había levantado casi en volandas de la silla para llevarla a su estudio, sentarla delante de un ordenador y entregarle un manuscrito de unas veinte páginas.
-Sabes utilizar una computadora, ¿verdad? le había preguntando, parodiando después su gesto de sorpresa . Pues escribe. Lo necesito para la hora de comer.
Sí, claro que puedo salir a comprarte lo que quieras la voz de Key parecía llegarle desde un lugar fuera del tiempo . Pero me gustaría que te tomases un poco más de tiempo para pensar en todo esto añadió . No quiero que sea saltar de la sartén para ir a caer al fuego... ¿Lo has pensado bien?
Por supuesto que lo había pensado. En las escasas oportunidades en las que Minho le permitía pensar claro, ya que el día anterior lo había pasado enterrado en una verdadera montaña de trabajo que él le había facilitado.
Pero pensar no le ayudaba. Nada le ayudaba. Simplemente no le importaba lo que pudiera ocurrirle.
Le quiero dijo, pero las palabras le parecieron carentes de significado . Es a él a quien quiero, y no me lo estropees.
Está bien suspiró Key .Nos veremos mañana.
La elección de Key fue un traje de chaqueta de Dolce & Gabbana, con la línea severa que caracterizaba a la firma desde hacía tiempo. Los pantalones grises con la camisa blanca entreabierta y finos adornos en los puños de color plateado.
Minho tendrá que contenerse cuando te vea vestido así. Estás maravilloso, Taemin añadió con dulzura . Deslumbrante.
Pero él no se sentía deslumbrante. La imagen que el espejo le devolvía parecía la de un extraño. Como si aquel chico de enormes ojos oscuros y pelo rubio suelto fuese otra persona.
De hecho lo único que reconoció fue la delgada cadena de oro que colgaba de su cuello, con su colgante en forma de corazón que contenía las fotografías de sus padres.
Sintió los dedos helados al rozar su adorno más querido, y de pronto las lágrimas brotaron para embotonar el reflejo.
¿Por qué lloras?
Taemin parpadeó varias veces, casi sorprendido de encontrar a su amigo junto a él.
Es normal que los novios lloren un poco, ¿no?
Claro. Hasta se les permite que estén algo pálidos y que parezcan tristes -su voz estaba cargada de socarronería . Lo único que tienes que hacer es sonreír, y entonces puede que hasta me crea que de verdad quieres hacer esto.
No le rogó, apartando la mirada . No me hagas esto, Key. No podría afrontarlo.
¿Por qué? ¿Porque en el fondo sabes que este... matrimonio, por no llamarlo de otra manera, no podría soportar un examen detenido?
La desesperación se apoderó por primera vez desde hacía días de su pecho, y aunque intentó ocultarlo, parte de esa desesperación asomó a sus ojos.
-¡Por amor de Dios, Taemin!- exclamó Key, sacudiéndolo por los hombros . ¿Qué demonios está pasando aquí?
La puerta del dormitorio se abrió, y como si hubiera podido presentir que sus defensas estaban a punto de desmoronarse, Minho entró caminando con arrogancia, mirándolos.
Taemin sintió primero calor y después frío. Minho llevaba un sencillo traje oscuro con una simple camisa blanca y una corbata de seda oscura. Nada especial. Pero había algo en él, quizás la rosa roja que llevaba en la solapa, que le hizo contener el aire en los pulmones y que un escalofrío le erizara la espalda.
- Taemin, estás precioso- murmuró con cierta brusquedad . ¿Nos vamos?
Como si estuviera en trance, asintió en silencio y camino hacia él sintiendo la protesta muda de Key a su espalda.
En aquellos días de locura, Minho se había hecho tan indispensable para el que no podía negarle nada. Era la roca a la que se aferraba en aquella galerna de destrucción que se había adueñado de él.
Como si él lo supiera, tomó su mano en cuanto lo tuvo a su alcance para colocarlo firmemente en el arco de su brazo y sujetarlo allí con su propia mano.
Ya estás a salvo, parecía decir aquel gesto, y alzó la mirada hacia él y sonrió. Fue una sonrisa débil, sonrisa al fin y al cabo, antes de sumirse de nuevo en aquella especie de mundo de la nada en el que estaba sumida y dejar que aquel hombre rigiese su destino.
Fue una ceremonia civil breve, para alivio de Taemin que no se creía capaz de soportar nada más. Sus tíos estuvieron presentes, y lo besaron y lo abrazaron deseándole toda la felicidad del mundo, pero parecían sumidos en la misma especie de shock que el.
Key fue más directo. Aprovechó un momento en el que Minho estaba al otro lado de la sala hablando con un hombre al que había presentado como Jinki, su mano derecha, para sujetar a Taemin por los hombros y obligarlo a mirarlo a los ojos.
-Escúchame bien le dijo . Si me necesitas sea para lo que sea, no tienes más que llamarme. ¿Entendido?
Taemin asintió, y sus ojos se vieron grandes, oscuros y vacíos.
-Gracias dijo, y besó a su amigo en la mejilla. No te preocupes por mi Key, por favor le rogó . Minho cuidará de mí.
¿Ah, sí? replicó el con escepticismo . Más vale que sea así, o toda la familia Choi tendrá que vérselas conmigo.
Taemin se las arregló para sonreír. Aunque Key no estaba en posición de amenazar a una familia tan poderosa como la Choi, el significado de sus palabras estaba claro: no lo habían engañado.
No hubo recepción alguna. Minho lo condujo rápidamente a una limusina que los esperaba a la puerta del registro. Utilizó la excusa de que tenían que tomar un avión, pero Taemin se preguntó si no sería más bien porque sabía que su engaño no podría pasar una prueba más larga.
Y el acoso de la prensa no ayudó. Los flashes de las cámaras habían estado deslumbrándolos desde el momento en que salieron de casa de Minho , y no habían dejado de hacerlo desde entonces. Para cuando el conductor de la limusina se alejó de allí, Taemin estaba agotado, ya que el esfuerzo por parecer el novio feliz lo había dejado exhausto.
-¿Estás bien? -le preguntó Minho, cubriendo sus manos heladas. El asintió.
-¿Crees que saldrá nuestra fotografía en todos los periódicos de mañana?-El tono de su voz lo decía todo.
-Eso depende de si ocurre o no algún desastre entre hoy y la hora del cierre de las ediciones de los periódicos. Nuestra fotografía servirá para hacerles vender sus tiradas si no surge nada mejor.
-¿Cómo te las arreglas para vivir constantemente vigilado? le preguntó con un pequeño escalofrío.
-No suele ser así contestó, y volvió a estremecerse al darse cuenta de que, en aquella ocasión, la responsabilidad era suya.
-Lo siento- susurró.
-¿Por qué ibas a tener que sentirlo?- espetó . No ha sido culpa tuya, Taemin; sino mía. Y de Siwon.
- Entonces, de los hermanos Choi- corrigió él, y presionó un botón para subir el cristal que los separaba del conductor baja . Asegúrese de haberlos perdido antes de dirigirse al aeropuerto. Ya han tenido oportunidad suficiente de sacarle partido a esta historia.
El conductor asintió y tras mirar por el retrovisor, tomó el carril exterior, giró a la izquierda en el si¬guiente semáforo y rápidamente a la derecha, como si se dirigieran de nuevo al domicilio de Minho , y todo el tiempo sin dejar de observar por el retrovisor. Tras un instante, un nuevo cambio de dirección y tomaron camino al aeropuerto.
- Llegamos tarde -le dijo Minho al tiempo que le quitaba la bolsa de viaje para llevarla él y salían del automóvil.
Lo tomó suavemente por un brazo para conducirlo entre los demás pasajeros. Su paso era muy rápido y Taemin tuvo que esforzarse por no quedar atrás.
Entraron en el avión por el corredor de embarque. Sus asientos eran los mejores de primera en aquel boeing 747, pero hasta que el avión no estuvo en el aire, no se dio cuenta de que no tenía la más remota idea de a dónde se dirigían.
-¿Dónde vamos?
-Ya me había preguntado cuanto tiempo ibas a tardar en querer saberlo contestó él con una sonrisa algo tensa . Muy lejos. A Londres, para ser exactos.
-¿Londres?,-parpadeó él.
-¿Cuánto tiempo tardaremos?
- Trece horas si tenemos un poco de suerte, y quince si no la tenemos hizo una seña a una azafata y le pidió unos refrescos antes de recostarse en su asiento.
La azafata les sirvió los refrescos y le dio unas pastillas. Tenía una sonri¬sa agradable y rasgos occidentales.
Tómate las pastillas, Taemin le ordenó, con uno de los vasos en la mano.
Sin molestarse en discutir, hizo lo que le mandaba y bebió para tragarlas.
Y quizás sea éste un buen momento de advertirlo que esas dos pastillas son las últimas que voy a darte le informó cuando Taemin se recostó contra el respaldo del asiento con un suspiro. Taemin se volvió a mirarlo sorprendido . Ya es hora de que vuelvas a recuperar el control de ti mismo le explicó él con suavidad . Tomar pastillas sólo sirve para dormir los problemas, no para curarlos.
- Yo no las he pedido-le recordó . Has sido tú quien me ha obligado a tomarlas.
- Pues voy a dejar de hacerlo. Y ahora, háblame de tus padres. Tu padre era un médico japonés, ¿no?
¿Cómo lo sabía?, se preguntó al tiempo de asentir.
- Pero cursó sus estudios aquí, que es donde conoció a mi madre. Ella era enfermera y los trabajaban en el mismo hospital universitario...y murieron en un accidente automovilistico murmuró, e inconscientemente rozó con dedos el pequeño corazón que colgaba de su cuello.
-¿Cuántos años tenías tú?
- Trece- sonrió tristemente . Estaba con mis tíos por aquel entonces, así que, simplemente... seguí con ellos. Han sido muy buenos conmigo añadió.
- Pero aún echas de menos a tus padres.
- Sí.
- Sh... murmuró cuando sus ojos oscuros se llenaron de lágrimas.
Entonces hizo algo extraño. Tomó el colgante con los dedos, lo acercó a los labios de el como si los acariciase con él y volvió a dejarlo sobre su garganta.
Duérmete le ordenó suavemente.
Eso fue lo último que él fue capaz de recordar. El ascensor en el que viajaba cayó de golpe diez pisos. Abrió los ojos, y aquella horrible sensación de caída le dejó el corazón en el aire. Entonces miró a su alrededor, incapaz de reconocer el entorno, y tardó unos minutos en contener la desolación que había experimentado para poder interesarse por lo que ocurría en torno a él.
La cabina estaba a oscuras, y el lejano ronroneo de los motores apenas perturbaba la quietud que los rodeaba. Alguien había recostado su asiento, lo había tapado con una manta fina y había colocado una almohada junto a su mejilla. Las persianas estaban bajas, pero le bastó con echar un rápido vistazo para comprobar que estaba tan oscuro fuera como dentro.
Giró la cabeza despacio y se encontró con el rostro dormido de Minho. Su inesperada proximidad lo obligó a contener la respiración. No se había esperado encontrarlo dormido. Durante los últimos días siempre lo había visto alerta, y le resultó bastante desconcertante verlo así.
Como el suyo, su asiento estaba reclinado, y su rostro moreno girado hacia él. Se había quitado la chaqueta, y la corbata también había desaparecido. Los botones superiores de la camisa estaban desabrochados y se había subido las mangas. Tenía las manos entrelazadas sobre el estómago, y la alianza de oro que él había insistido en que le pusiera brillaba delicadamente en su mano izquierda.
Entonces se miró sus propias manos, enlazadas de la misma manera, y estudió aquella otra alianza igual que la de él.
Casado con un extraño. ¿Qué pensaría él? ¿Qué pensaría de verdad sobre aquella descabellada relación en la que se habían embarcado?
Su rostro no revelaba nada, como era habitual en él. Aún estando en reposo, seguía manteniendo sus pensamientos a buen recaudo. Sin embargo, con sus ojos fríos como el invierno ocultos tras los largos parpados, su aspecto era distinto, más amable, con las líneas que el sueño borraba de alrededor de sus ojos. Incluso su boca parecía más suave, más amable, y la línea de sus labios le pareció sorprendentemente sensual.
Sorprendente porque nunca había pensado en él de ese modo. Pero estaba empezando a sentir que algo se despertaba dentro de el, algo como el roce de las yemas de unos dedos en la cintura, y su corazón dio un doloroso traspié.
No. Cerró los ojos para bloquearlo... para bloquearlo a él. Minho podía haberse convertido en un ser indispensable para él en aquel momento, pero no quería sentir nada. Ya tenía bastante traumatizadas sus sensaciones.
Siwon. Un susurro se escapó de sus labios, triste y dolorido.
-¿Estás despierto?
Abrió los ojos para encontrarse con aquella mirada negra y menos inquisitiva en la oscuridad.
¿De verdad era capaz de saber en qué momento volvía a pensar en su hermano? Era increíble la forma en que se las arreglaba para interrumpir sus pensamientos cada vez que llegaba a conjurar el rostro de Siwon ante sus ojos.
-Sí-contestó .¿Cuánto tiempo?
-Unas ocho horas- contestó, tras consultar el reloj . No está mal.
Y con un gesto de la mano, apartó un mechón de cabello perdido de su mejilla. Aquello lo sobresaltó, y no porque lo hubiese tocado, sino porque había vuelto a sentir esa sensación en el estómago.
No podría haberle ofendido más si de pronto se hubiese abalanzado sobre él para atacarlo físicamente, porque toda la gentileza desapareció de su rostro y en un abrir y cerrar de ojos, levantó el respaldo de su asiento y encendió la luz.
Taemin se quedó tal y como estaba un instante con la culpabilidad latiéndole en el pecho. Después se incorporó despacio.
-Lo siento- dijo en voz baja . Yo no...
-Supongo que estás preparado para tomar una copa.
Interrumpió su disculpa y pulsó el botón para llamar a la azafata. Quizás se lo merecía. Minho había sido su apoyo incondicional durante aquellos días, y era natural que pensara que podía tocarlo sin que el reaccionase de forma tan violenta.
El resto del viaje fue una odisea, principalmente porque no pudo volver a dormirse y tuvo que quedarse junto a Minho mientras él estaba inmerso en documentos de su trabajo. Había sacado un maletín en el que el no había reparado antes de debajo del asiento, y lo ignoró durante el resto del tiempo.
Taemin se las arregló para contener otro respingo cuando él de pronto se inclinó por delante y sus cuerpos se rozaron al levantar la cortinilla de la ventana.
-Si quieres disfrutar de una de las vistas más espectaculares que existen, echa un vistazo sugirió.
El parpadeó varias veces; no podía comprender los cosquilleos que su roce inocente habían activado en el. No tenía que ser la sorpresa lo que había causado aquella sensación, y no...
-¿Taemin?
Por fin miró a su derecha... y lo que vio le cortó la respiración.
Brillaba el sol y a sus pies un lago refulgían a la luz del sol. Y extendiéndose hasta donde la vista podía alcanzar, estaban los edificios. Altos, individuales, de todas las formas y tamaños, apretados los unos contra los otros, exudando una extraña forma de belleza que despertaba los sentidos.
-Esto es Londres- dijo Minho .
Taemin alargó inconscientemente la mano para agarrarse a algo, a lo que fuera, y lo más cercano era el brazo de Minho .
-¡Dios mío!- exclamó . ¡No debemos estar a más de diez metros de la azotea de esos edificios!
-Pone los pelos de punta, ¿verdad? sonrió.
Fue entonces cuando se dio cuenta de la fuerza con que estaba clavando las uñas en su brazo, y azorado, lo soltó.
-Lo siento- dijo -No pretendía...
Pero la respuesta de Minho fue tomar su mano, ponerla de nuevo sobre su brazo y retenerlo allí.
-Creía que ya lo sabías, Taemin- murmuró . Puedes aferrarte a mí tan fuerte como quieras. Para eso estoy aquí. Y eso es lo que quiero.
Taemin lo miró sin respirar. No, no podía ser. Minho no lo quería. No podía quererlo. Estaban casados, sí, pero lo suyo no era un matrimonio a la forma tradicional. Era simplemente un lavado de cara, y no debía permitirse pensar que era otra cosa. No en aquel momento; todavía no. Quizás nunca...
*******************************
Ya se casaron… tira flores por doquier xD yo quiero filtrarme en la boda 2min *-* cuídense, y dejen sus coments! Bye bye~~
Nina_Lee
♥Taemin♥
1597
Re: El hyung del Novio
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa se casaron se casaron y minnie siente cositas por él siiiiiiiiiiii.
la verdad a mi no me molestaría casarme de esa forma con Minho. le sacaria provecho XD
disculpa por el horrible aparto que deje, se me fueron las cabras XD
pero ahorasi te dejare un lindo comentario.
Minho tiene telequinesís para saber cuando Tae se pone mal. Pero algo me dice que hay algo mas de parte de Minho para que hiciera todo lo que hizo por Tae, digo si hubiera sido yo me preocupo por mi hermano y no por mi cuñada.
Luego el sexto sentido de Key era imposible que la umma no se dirá cuenta del estado de Taemin.
continua pronto esta hermosa la historia me intriga mucho.
cuidate nos estamos leyendo :D
la verdad a mi no me molestaría casarme de esa forma con Minho. le sacaria provecho XD
disculpa por el horrible aparto que deje, se me fueron las cabras XD
pero ahorasi te dejare un lindo comentario.
Minho tiene telequinesís para saber cuando Tae se pone mal. Pero algo me dice que hay algo mas de parte de Minho para que hiciera todo lo que hizo por Tae, digo si hubiera sido yo me preocupo por mi hermano y no por mi cuñada.
Luego el sexto sentido de Key era imposible que la umma no se dirá cuenta del estado de Taemin.
continua pronto esta hermosa la historia me intriga mucho.
cuidate nos estamos leyendo :D
Noreri94
minho
1304
Re: El hyung del Novio
ho minnie aferrate a minho, porfisvor XD
Claro que a key no loo podian engañar
pero esto terminara bien, o eso es lo que
me quiero creer, digo van a estar en londres
y quien sabe, todo puede suceder.
Esperare por tu actu
SAludines^^
Claro que a key no loo podian engañar
pero esto terminara bien, o eso es lo que
me quiero creer, digo van a estar en londres
y quien sabe, todo puede suceder.
Esperare por tu actu
SAludines^^
anny-min
minho & Taemin
935
Re: El hyung del Novio
aparto *O* lo sabia! lo sabia~ Minho quiere algo con Tae :eaea:
yeiih~ Taemin esta sintiendo algo por Minho, ohh sii~ y este a su vez lo quiere estoy mas que segura =3 no cualquiera se casa con el novio plantado en el altar de su hermano, o si?? noo~ obvio que nop, Minho definitivamente quiere a Tae, y estas palabras me lo dejaron mas que claro <3
Uniie me encanto, me encanto mu~cho este capo, aunque al principio estaba muy desesperada, nose que onda pero como que me llegan cada una de las palabras con las que escribes y me hacen meterme en la historia y sentir de alguna manera todo lo que sienten los personajes, lo ame =3 Estare esperando anciosa el proximo capo, nos leemos ^.^Pero la respuesta de Minho fue tomar su mano, ponerla de nuevo sobre su brazo y retenerlo allí.
-Creía que ya lo sabías, Taemin- murmuró . Puedes aferrarte a mí tan fuerte como quieras. Para eso estoy aquí. Y eso es lo que quiero.
Taemin lo miró sin respirar. No, no podía ser. Minho no lo quería. No podía quererlo. Estaban casados, sí, pero lo suyo no era un matrimonio a la forma tradicional. Era simplemente un lavado de cara, y no debía permitirse pensar que era otra cosa. No en aquel momento; todavía no. Quizás nunca...
Piwi
Taemin
186
Re: El hyung del Novio
wuaa wuaa acabo de eempezar a leer y me encantooo................... soy tu fan...... lo que esta haciendo minho por taemin creo yooo que el esta enamorado de el desde antes que el hermano lo presenara creoo ekekek......... keyyyyyyy eres unico............. sabe todo ejejjeje saludos actualiza pronto,,,, de verdaad esta hermosisimo
Damsanm
onew
1008
Re: El hyung del Novio
wuaa wuaa acabo de eempezar a leer y me encantooo................... soy tu fan...... lo que esta haciendo minho por taemin creo yooo que el esta enamorado de el desde antes que el hermano lo presenara creoo ekekek......... keyyyyyyy eres unico............. sabe todo ejejjeje saludos actualiza pronto,,,, de verdaad esta hermosisimo
Damsanm
onew
1008
Re: El hyung del Novio
kyaaaaaaaaaaaaaaaaaah~ que lindo capitulo esas cosita rara que siente tae haya que admitilo no es mas que atraccion y luego sera pasion luego amor aaaaaaaaaaah dejo de alucinar mejor kajakja
mmmmm si no reviso nisikera se que actualisaste me podrias decir que dias actualisas porfas :)
mmmmm si no reviso nisikera se que actualisaste me podrias decir que dias actualisas porfas :)
nani000
minho
44
Re: El hyung del Novio
ooooookkkk lo ame es tan wooooooow :WOW: no lo c como esque minho puede ser tn hermoso y perfecto y tae ya se esta dando cuenta de eso es genial simplemente genial conti porfa porfa
(L)
2minlove4ever
taemin
103
Re: El hyung del Novio
Buuu~~ lo siento! He tenido otras cosas en la cabeza pero aqui la conti!
Les debo sus rptas :(
Capitulo 4
Al salir, la humedad le dio en la cara a Taemin como si fuese una sábana caliente y húmeda. Vamos dijo Minho, tomándolo por un brazo, ya que se había detenido para intentar que aquel aire cargado de tanta humedad entrase en sus pulmones . Hay una limusina esperándonos. Subamos antes de que nos derritamos.
Una vez dentro, el coche se puso en movimiento con un una silenciosa suavidad, y Taemin dejó caer la cabeza sobre el respaldo de piel del asiento. Se sentía como una ballena, mientras que Minho parecía tan despierto y fresco como cuando habían salido de su casa aquella mañana... le había pasado ya otro día?
- ¿Qué hora es? le preguntó, completamente desorientado.
- Casi las doce, hora local. Las cuatro de la mañana más o menos para nosotros.
¡Así que por eso se sentía como si estuviera caminando dormido! Incluso le costaba enfocar la mirada.
El coche se fue abriendo camino a brazo partido entre el tráfico denso y entro en un túnel que supuso debía llevarlos bajo el agua hasta el centro de Londres. Al salir, empezaron a moverse entre filas de altísimos edificios donde el esplendor de las puertas de cristal y aluminio se mezclaba con la decadente piedra colonial.
Se detuvieron frente a un elegante edificio de puerta porticada y con botones uniformados en blanco que se apresuraron a abrirles las puertas del coche.
- Bienvenidos, señores Choi.
El joven ingles que se inclinaba levemente ante ellos sorprendió a Taemin al dirigirse a ellos por su nombre, pero no parecía sorprender a Minho .
Mi esposo está agotado, Wilson le dijo con la informalidad de quien frecuenta el lugar .¿Tenemos la suite de costumbre?
- Sí, señor con un chasquido de sus dedos, otros dos botones se apresuraron a sacar su equipaje de la limusina . Si son tan amables de acompañarme, nos ocuparemos de las formalidades.
Y abrió la marcha hacia el interior, mientras que ellos lo seguían en silencio, Taemin algo raro por aquel trato tan especial y Minho guiándolo suavemente por el brazo. Siempre había sabido que era un hombre importante; al fin y al cabo, estaba a la cabeza de la enorme Corporación Choi, pero había imaginado que aquella clase de trato estaba reservada para dignatarios gubernamentales y estrellas de cine.
Registrarse les costó apenas unos segundos y después Wilson les condujo hasta los ascensores, invitándolos cortésmente a precederlo para después subir él y poner el ascensor en movimiento.
Taemin se sentía tan cansado que hasta tuvo miedo de desmayarse, de modo que cuando Minho le paso un brazo por los hombros y lo acercó para que se apoyase en él, no se resistió.
- Aguanta un poco más le dijo en voz baja . Ahora podrás darte una buena ducha antes de que salgamos a comer.
-¿A comer? Lo único que quiero hacer es meterme en la cama le dijo, conteniendo un bostezo.
Pues me temo que no vas a poder hacerlo. La mejor forma de combatir el cansancio por la diferencia horaria es luchar contra él. Si pasas el resto del día sin dormir y te acuestas esta noche, mañana lo sentirás mucho mejor. Confía en mí añadió, al ver su mirada de protesta.
- Confía en mí sus palabras favoritas . Un día de estos contestó, ahogando otro bostezo , voy a impedirte que sigas mandoneándome así, Minho.
- ¿De verdad? Me alegro de saberlo.
Taemin lo miró buscando su expresión, pero como siempre su rostro no revelaba nada.
Aquel hombre era un enigma. Un completo enigma.
Su habitación era una lujosa suite, enmoquetada en un intenso rosa oscuro y cortinas en damasco crema. Apenas tuvo tiempo de fijarse en el espacioso salón con sus elegantes sofás y la preciosa mesa de comedor antes de que Minho volviese a sujetarlo por un brazo. Wilson se había marchado ya y Minho lo hizo pasar por otra puerta.
Era el dormitorio, amueblado en los mismos tonos pero con una enorme cama cubierta con un edredón de satén crema.
- El baño está ahí dijo Minho , señalándolo con un gesto de la cabeza . Ve y date una ducha para despertarte mientras yo me ocupo de las maletas.
Veinte minutos más tarde, envuelto en una bata blanca como la nieve que había encontrado colgado tras la puerta del baño, volvió a entrar en el dormitorio para encontrarse con que el equipaje ya había sido deshecho y colgado en el armario.
Y colgado en la puerta del guardarropa estaba ya lo que tenía que ponerse. Minho había seleccionado pantalón de lino crudo y de líneas sencillas de piel marrón a juego con un cinturón y una camisa blanca. Era la primera vez que veía aquella ropa. Así como la ropa interior que lo esperaba sobre la cama.
Con el ceño fruncido, abrió las puertas del armario. Fue una sorpresa. No había nada suyo allí dentro.
-¿Pero qué demonios...? -Entonces empezó a recordar.
Desde el momento en que salió de casa de sus tíos, no había vuelto a ver ni una cola maleta suya. Algunas de las prendas que con tanta ilusión había comprado para su luna de miel con Siwon habían aparecido en el armario de la casa de Minho, pero la mayoría no, así como las maletas.
¿Te sientes mejor?
Minho apareció en la puerta del dormitorio, y Taemin hundió las manos en los bolsillos de la bata antes de darse lentamente la vuelta.
¿De dónde ha salido todo esto? le preguntó. Hubo una breve pausa.
¿Por qué? preguntó sin darle importancia . ¿Es que no te gusta?
No es cuestión de que me guste o no. Simplemente no son mis cosas.
Ah, es que son nuevas le explicó . Envié tu talla aquí por fax para que todo te quedase bien....
-¿Un fax? ¿Adónde, y a quién?
-¿Pero dónde están mis cosas?
En Corea se encogió de hombros y consultó el reloj . Tengo un par de llamadas que hacer antes de que...
¡Minho ! lo llamó, antes de que pudiera darse la vuelta . ¿Has... desechado todas mis cosas? le preguntó con incredulidad.
¿Querías volver a verlas? preguntó él, taladrándolo con el frío de su mirada.
Pues... no admitió, sintiendo que el rubor tenía sus mejillas . Pero...
Nada de peros. No habrías podido volver a mirarlas, y yo tampoco, así que me deshice de ellas, ¿vale? Y aunque no te parezca bien, ya es demasiado tarde. Ahora eres mi esposo, Taemin añadió . No de Siwon, y las cosas que compraste para complacerlo a él, no me complacen a mí.
¡Pero me costaron mucho dinero, Minho !
¿Qué dinero? ¿El de Siwon?
Hizo una mueca desagradable con la boca cuando el bajó la mirada. Sí, Siwon había pagado todo. El no era más que un asistente de un nivel básico que necesitaba todo su salario para vivir. Y como Siwon le había puntualizado mientras hablaban de la luna de miel, en cuanto se casara con él pasaría a ser responsabilidad suya, así que ¿por qué no pagar por la clase de ropa que su esposo debería llevar?
Entonces, no hay por qué preocuparse dijo Minho . Porque cualquier dinero que Siwon se haya gastado contigo ha salido de mi bolsillo, así que esa... extravagancia es sólo problema mío. Vístete ordenó, y sus ojos destilaron rabia . Tenemos una cena de negocios a la que asistir esta noche y hemos de atravesar la ciudad para ir a mi oficina a recoger algunos documentos que tengo que estudiar antes de que nos encontremos con esa gente.
¿Nosotros? la alarma la dejó sin respiración . Pero a mí no me necesitas para...
Escúchame le dijo; en un abrir y cerrar de ojos, se había acercado a Taemin y lo sujetaba por los hombros . A los ojos de todas las personas que importan, somos esposos. Y tu deber como mi pareja es estar a mi lado en los actos sociales. ¿Es pedir demasiado?
No...claro que no.
Bien. Entonces, ¿vienes conmigo a mi oficina o prefieres quedarte aquí lamentándote por tu ropa perdida?
Eran palabras fuertes, deliberadamente incisivas, y Taemin no comprendió por qué de pronto lo atacaba de esa manera. No tenía sentido.
Iré contigo concedió . Y sólo para que lo sepas añadió, en un raro impulso desafiante , me importa un comino lo que hayas hecho con mis otras cosas. ¡Lo único que no aguanto es que pretendas decir que sólo me movía el dinero! Yo estaba enamorado de Siwon, e iba a casarme con el por el hombre que pensé que era... y no por lo que pudiera obtener de él!
Me resulta curioso que utilices el pasado para hablar de ello espetó . ¿Con tanta facilidad se desvanece el verdadero amor, Taemin?
Su crueldad anuló el breve destello de carácter con tanta facilidad como si fuese una mota de polvo que le hubiese espantado con los dedos.
Mira continuó, apartándose de Taemin con impaciencia , te agradecería que te dieras prisa. Yo sólo tengo que darme una ducha y cambiarme de ropa para...
-¿Qué... qué quieres decir?-Minho se volvió de nuevo y lo miró con atenci6n.
¿Sobre qué?
Taemin hizo un gesto vago con la mano.
Minho le dijo con los labios repentinamente secos , yo... no iremos a... compartir ésta habitación, ¿verdad?
Por supuesto que sí contestó él, y entornó los ojos cuando la sombra de color que le quedaba en las mejillas desapareció por completo.
Taemin lo miró horrorizado. ¡En aquella habitación sólo había una cama!
No gimió, y la alarma la laceró con miles de agujas . Eso no es justo. Yo... he hecho todo lo demás que me has pedido, Minho, pero no pienso dormir contigo en la misma cama.
¿Por qué no? le preguntó, con tanta arrogancia que hasta deseó abofetearle . Que yo sepa no es pecado que esposos compartan cama.
En este caso, sí contestó, intentando mantener la calma para que él no se diera cuenta de lo cerca que estaba de la histeria. ¿Dormir con él... cerca de él? Taemin dijo que no con la cabeza. Simplemente no podía hacerlo, y le dolía que él lo esperase . El trato que tenemos tú y yo es. Sólo para lavarle la cara a todo esto.
Exacto –contestó él, con una calma casi insultante . Esta es la mejor suite con cama de matrimonio del hotel, la que yo uso siempre que vengo aquí. La gente me conoce en este hotel, Taemin. ¿Qué crees que pensarían si de repente pidiera una de dos camas, precisamente cuando vengo acompañado de mi flamante esposo?
Taemin tragó saliva. Era consciente de que no podía esgrimir ni un sólo argumento en contra. Y Minho lo sabía también.
Entonces el teléfono de la otra habitación sonó.
Sé bueno y empieza a vestirte le dijo cuando se volvió ya para ir a contestar . Se ha hecho tarde, así que voy a pedir que nos suban la comida a la habitación. Diez minutos, Taemin , concluyó.
No era de extrañar que fuese un brillante hombre de negocios, pensó al quedarse mirando el espacio vacío que había quedado en el lugar que antes ocupase Minho . Era capaz de hacer trizas cualquier discusión sin tener que esforzarse.
Y lo mejor sería que no lo olvidase nunca, se dijo dejándose caer sobre la cama boca arriba. Trabajando para la Corporaci6n Choi, habría tenido que ser sordo y ciego para no saberlo todo del hombre que le pagaba el salario. Y no es que hubiera tenido oportunidad de verlo en el gigantesco rascacielos que albergaba las oficinas de su compañía. Excepto una vez, antes de que hubiera conocido a Siwon.
Un día en el que se encontró accidentalmente mezclada en una columna de hombres que salían de una de las plantas ejecutivas del edificio. Caminaba el por el pasillo cargado con un montón de expedientes que había recogido en el departamento de archivo; y no había tenido oportunidad de hacerse a un lado ante la manada de trajes con corbata que se le habían venido encima. Uno de aquellos hombres con aspecto casi de toro y un ceño de pocos amigos le había golpeado con tanta violencia en el brazo al pasar que los expedientes habían salido disparados hacia un lado y el hacia otro. Aquel pedazo de bruto ni siquiera se volvió para disculparse, sino que fue Minho , el mismísimo Minho , quien se dio la vuelta para ver de dónde provenía el estruendo, quien había retrocedido para disculparse por el accidente y quien le había preguntado si se encontraba bien.
El golpe lo había dejado casi sin respiración y el hecho de que reconociera inmediatamente al gran jefe lo había hecho enrojecer.
Esperó que se marchase tras contestarle en un murmullo casi ininteligible que se encontraba bien; de hecho hubiera deseado que fuera así, pero no, sino que él también se puso de cuclillas, de modo que los pantalones oscuros se estiraron sobre sus muslos de atleta para ayudarlo a recoger los documentos y meterlos de nuevo en sus expedientes correspondientes.
Y eso había sido todo, aparte de susurrarle las gracias justo antes de que él volviera a ponerse en pie. Había sido entonces cuando sus miradas se habían cruzado. Sólo una breve fracción de tiempo en la que el mundo pareció detenerse al tiempo que él clavó sus ojos negros en el. Después, y tras una leve inclinación de cabeza, Minho dio media vuelta y se unió a la horda de impacientes vasallos.
Taemin se había imaginado que aquél sería el final del incidente, pero para sorpresa suya, varias horas más tarde, el mismo hombre que lo había arrollado en el pasillo se acercó a su mesa a disculparse, algo que a él había dejado atónito preguntándose quién lo habría enviado y, sobre todo, cómo lo habría encontrado, ya que él era sólo trabajador más entre el ejército de trabajadores que llenaban todas las mesas de aquella planta.
Fue unas semanas más tarde, cuando lo enviaron a realizar un trabajo urgente para Siwon, y precisamente durante el encuentro en que ambos descubrieron la atracción que sentían el uno por el otro besándose, cuando Minho se había subido por las paredes con aquel su asistente, espetándole delante de todos los demás que si no era capaz de tener unos mínimos modales, no sabía qué demonios hacía trabajando para él.
Entonces no había reparado en el hecho de que sólo Minho se había preocupado lo bastante como para detenerse. Sólo Minho lo había considerado como algo más que el estrépido incidente, que era como Siwon parecía considerarlo también.
Siwon. Un peso le aplastó el pecho. Siwon, el más joven de los hombres Choi. Siwon, el menos complicado, el más jovial.
Y también el más superficial, el más egoísta, el más...
¡Taemin!-Aquella voz áspera llamándolo desde la otra habitación le abrió los ojos.
¡Voy! contestó, levantándose inmediatamente de la cama luchando contra una mezcla de fatiga y tristeza.
Miró entonces la cama y se imaginó dos cabezas sobre las almohadas de un blanco inmaculado.
No susurró . Nunca. Minho no me quiere para eso. Lo sé.
Y con esa tranquilidad se vistió, decidido a comportarse con la misma frialdad que el en lo referente a aquella situación. Aunque hacerlo le costase la vida.
Un camarero dejaba el carrito de la comida junto a la mesa justo cuando Taemin entró en la habitación contigua. Atraído por el delicioso aroma del café recién hecho, se acomodó a la mesa, evitando cuidadosamente el contacto visual con Minho.
El teléfono sonó de nueve mientras se servía una taza y fue sólo cuando Minho caminó hasta el otro extremo de la habitación en el que estaba el teléfono cuando se dio cuenta de que había una gran mesa de pacho en madera de cedro en la que no había reparado antes llena casi a rebosar de documentos.
- ¿Café? le ofreció, intentando parecer cómodo aunque en realidad estaba tenso como la cuerda de un piano . ¿O prefieres ducharte primero?
El consultó el reloj y suspiró.
- Café. Sólo y sin azúcar.
E hizo un visible esfuerzo por relajar la tensión de los hombros. Apenas había dado un paso hacia la mesa cuando el teléfono volvió a sonar; con otro suspiro, descolgó de un tirón.
- No más llamadas durante la próxima media hora le dijo a quienquiera que estuviese al otro extremo del hilo, colgó y fue a sentarse a la mesa.
Taemin le ofreció la taza y tomo un sorbo de la suya mientras lo observaba en silencio. El levantó la mirada e intentó sonreír.
Por alguna razón, aquella sonrisa le derritió algo dentro, le dio coraje para sonreír también y para hacerle una pregunta.
- ¿Siempre trabajas a este ritmo?
Es uno de los precios que hay que pagar por ser un hombre de negocios de altos vuelos se burló.
- Demasiado trabajo y poca diversión bromeó el también.
Sus ojos cobraron vida de pronto.
No todo es trabajo le corrigió, y vio como el color aparecía en las mejillas de Taemin. Siwon se lo había contado todo sobre sus mujeres. Y si se le podía creer, de lo cual ya no estaba seguro, las mujeres de Minho eran muy hermosas, muy sofisticadas y muy independientes... mujeres de éxito personal que no le exigían demasiado y que aceptaban ceder el primer puesto al trabajo.
Con pelo aún húmedo y la mandíbula libre de la sombra que lo había oscurecido antes. No lo miraba, sino que se concentraba en alinearse los puños de la camisa con los de la americana. Afortunadamente, porque así no lo vio contener la respiración cuando los sentidos le reaccionaron ante su indeleble atractivo.
- No contestó. Entonces alzó la mirada. Quizás la agitación se reflejase en su voz. En cualquier caso, él lo miró atentamente, explorando su palidez, su confusión.
- ¿Qué ocurre?
- No... nada. ¿Necesitaré la chaqueta?
- Fuera puede que no contestó tras una mínima pausa; no le había creído . Pero los edificios tienen aire acondicionado y puede que tengas frío. Además añadió, acercándose a recoger la chaqueta en cuestión , a pesar del calor, la gente se viste aquí de una forma bastante conservadora. Sin la chaqueta, pareces un turista. Con ella añadió, poniéndosela sobre los hombros , pareces el elegante esposo de un hombre de negocios.
Dio la vuelta para ponerse frente a Taemin y su olor a limpio lo inquietó aún más. Era bastante más alto que el, de modo que su barbilla quedaba en línea con sus ojos.
- Taemin - murmuró en voz baja , si lo que te preocupa es que ésta noche tengamos que dormir en la misma cama...
- ¡No!
- ¿Ah, no? se burló . Pues sin duda hay algo que te preocupa.
Y con dos dedos, le hizo levantar la barbilla.
- Es que... no me parece bien le explicó . Toda esta... intimidad con un hombre que apenas...
- ¿Que apenas te gusta?
- ¡Yo no he dicho eso! protestó. Ojalá le diera el espacio que necesitaba para desenredar la madeja de sus emociones . Eres un hombre difícil de...
De ignorar iba a decir, pero no lo hizo porque sabía que el no lo comprendería. Pero ése era exactamente el problema que estaba teniendo en aquel momento. Necesitaba, deseaba ser capaz de ignorarlo como hombre de carne y hueso sexualmente atractivo, pero no podía. A cada minuto que pasaba se daba cuenta de que era un hombre del que podía enamorarse con suma facilidad.
- ¿Nos vamos? le dijo, rogándoselo con la mirada, y con tanta ansiedad que él suspiró exasperado.
- Claro. ¿Por qué no?
Y lo soltó. Lo había ofendido. Una vez más.
Les debo sus rptas :(
Capitulo 4
Al salir, la humedad le dio en la cara a Taemin como si fuese una sábana caliente y húmeda. Vamos dijo Minho, tomándolo por un brazo, ya que se había detenido para intentar que aquel aire cargado de tanta humedad entrase en sus pulmones . Hay una limusina esperándonos. Subamos antes de que nos derritamos.
Una vez dentro, el coche se puso en movimiento con un una silenciosa suavidad, y Taemin dejó caer la cabeza sobre el respaldo de piel del asiento. Se sentía como una ballena, mientras que Minho parecía tan despierto y fresco como cuando habían salido de su casa aquella mañana... le había pasado ya otro día?
- ¿Qué hora es? le preguntó, completamente desorientado.
- Casi las doce, hora local. Las cuatro de la mañana más o menos para nosotros.
¡Así que por eso se sentía como si estuviera caminando dormido! Incluso le costaba enfocar la mirada.
El coche se fue abriendo camino a brazo partido entre el tráfico denso y entro en un túnel que supuso debía llevarlos bajo el agua hasta el centro de Londres. Al salir, empezaron a moverse entre filas de altísimos edificios donde el esplendor de las puertas de cristal y aluminio se mezclaba con la decadente piedra colonial.
Se detuvieron frente a un elegante edificio de puerta porticada y con botones uniformados en blanco que se apresuraron a abrirles las puertas del coche.
- Bienvenidos, señores Choi.
El joven ingles que se inclinaba levemente ante ellos sorprendió a Taemin al dirigirse a ellos por su nombre, pero no parecía sorprender a Minho .
Mi esposo está agotado, Wilson le dijo con la informalidad de quien frecuenta el lugar .¿Tenemos la suite de costumbre?
- Sí, señor con un chasquido de sus dedos, otros dos botones se apresuraron a sacar su equipaje de la limusina . Si son tan amables de acompañarme, nos ocuparemos de las formalidades.
Y abrió la marcha hacia el interior, mientras que ellos lo seguían en silencio, Taemin algo raro por aquel trato tan especial y Minho guiándolo suavemente por el brazo. Siempre había sabido que era un hombre importante; al fin y al cabo, estaba a la cabeza de la enorme Corporación Choi, pero había imaginado que aquella clase de trato estaba reservada para dignatarios gubernamentales y estrellas de cine.
Registrarse les costó apenas unos segundos y después Wilson les condujo hasta los ascensores, invitándolos cortésmente a precederlo para después subir él y poner el ascensor en movimiento.
Taemin se sentía tan cansado que hasta tuvo miedo de desmayarse, de modo que cuando Minho le paso un brazo por los hombros y lo acercó para que se apoyase en él, no se resistió.
- Aguanta un poco más le dijo en voz baja . Ahora podrás darte una buena ducha antes de que salgamos a comer.
-¿A comer? Lo único que quiero hacer es meterme en la cama le dijo, conteniendo un bostezo.
Pues me temo que no vas a poder hacerlo. La mejor forma de combatir el cansancio por la diferencia horaria es luchar contra él. Si pasas el resto del día sin dormir y te acuestas esta noche, mañana lo sentirás mucho mejor. Confía en mí añadió, al ver su mirada de protesta.
- Confía en mí sus palabras favoritas . Un día de estos contestó, ahogando otro bostezo , voy a impedirte que sigas mandoneándome así, Minho.
- ¿De verdad? Me alegro de saberlo.
Taemin lo miró buscando su expresión, pero como siempre su rostro no revelaba nada.
Aquel hombre era un enigma. Un completo enigma.
Su habitación era una lujosa suite, enmoquetada en un intenso rosa oscuro y cortinas en damasco crema. Apenas tuvo tiempo de fijarse en el espacioso salón con sus elegantes sofás y la preciosa mesa de comedor antes de que Minho volviese a sujetarlo por un brazo. Wilson se había marchado ya y Minho lo hizo pasar por otra puerta.
Era el dormitorio, amueblado en los mismos tonos pero con una enorme cama cubierta con un edredón de satén crema.
- El baño está ahí dijo Minho , señalándolo con un gesto de la cabeza . Ve y date una ducha para despertarte mientras yo me ocupo de las maletas.
Veinte minutos más tarde, envuelto en una bata blanca como la nieve que había encontrado colgado tras la puerta del baño, volvió a entrar en el dormitorio para encontrarse con que el equipaje ya había sido deshecho y colgado en el armario.
Y colgado en la puerta del guardarropa estaba ya lo que tenía que ponerse. Minho había seleccionado pantalón de lino crudo y de líneas sencillas de piel marrón a juego con un cinturón y una camisa blanca. Era la primera vez que veía aquella ropa. Así como la ropa interior que lo esperaba sobre la cama.
Con el ceño fruncido, abrió las puertas del armario. Fue una sorpresa. No había nada suyo allí dentro.
-¿Pero qué demonios...? -Entonces empezó a recordar.
Desde el momento en que salió de casa de sus tíos, no había vuelto a ver ni una cola maleta suya. Algunas de las prendas que con tanta ilusión había comprado para su luna de miel con Siwon habían aparecido en el armario de la casa de Minho, pero la mayoría no, así como las maletas.
¿Te sientes mejor?
Minho apareció en la puerta del dormitorio, y Taemin hundió las manos en los bolsillos de la bata antes de darse lentamente la vuelta.
¿De dónde ha salido todo esto? le preguntó. Hubo una breve pausa.
¿Por qué? preguntó sin darle importancia . ¿Es que no te gusta?
No es cuestión de que me guste o no. Simplemente no son mis cosas.
Ah, es que son nuevas le explicó . Envié tu talla aquí por fax para que todo te quedase bien....
-¿Un fax? ¿Adónde, y a quién?
-¿Pero dónde están mis cosas?
En Corea se encogió de hombros y consultó el reloj . Tengo un par de llamadas que hacer antes de que...
¡Minho ! lo llamó, antes de que pudiera darse la vuelta . ¿Has... desechado todas mis cosas? le preguntó con incredulidad.
¿Querías volver a verlas? preguntó él, taladrándolo con el frío de su mirada.
Pues... no admitió, sintiendo que el rubor tenía sus mejillas . Pero...
Nada de peros. No habrías podido volver a mirarlas, y yo tampoco, así que me deshice de ellas, ¿vale? Y aunque no te parezca bien, ya es demasiado tarde. Ahora eres mi esposo, Taemin añadió . No de Siwon, y las cosas que compraste para complacerlo a él, no me complacen a mí.
¡Pero me costaron mucho dinero, Minho !
¿Qué dinero? ¿El de Siwon?
Hizo una mueca desagradable con la boca cuando el bajó la mirada. Sí, Siwon había pagado todo. El no era más que un asistente de un nivel básico que necesitaba todo su salario para vivir. Y como Siwon le había puntualizado mientras hablaban de la luna de miel, en cuanto se casara con él pasaría a ser responsabilidad suya, así que ¿por qué no pagar por la clase de ropa que su esposo debería llevar?
Entonces, no hay por qué preocuparse dijo Minho . Porque cualquier dinero que Siwon se haya gastado contigo ha salido de mi bolsillo, así que esa... extravagancia es sólo problema mío. Vístete ordenó, y sus ojos destilaron rabia . Tenemos una cena de negocios a la que asistir esta noche y hemos de atravesar la ciudad para ir a mi oficina a recoger algunos documentos que tengo que estudiar antes de que nos encontremos con esa gente.
¿Nosotros? la alarma la dejó sin respiración . Pero a mí no me necesitas para...
Escúchame le dijo; en un abrir y cerrar de ojos, se había acercado a Taemin y lo sujetaba por los hombros . A los ojos de todas las personas que importan, somos esposos. Y tu deber como mi pareja es estar a mi lado en los actos sociales. ¿Es pedir demasiado?
No...claro que no.
Bien. Entonces, ¿vienes conmigo a mi oficina o prefieres quedarte aquí lamentándote por tu ropa perdida?
Eran palabras fuertes, deliberadamente incisivas, y Taemin no comprendió por qué de pronto lo atacaba de esa manera. No tenía sentido.
Iré contigo concedió . Y sólo para que lo sepas añadió, en un raro impulso desafiante , me importa un comino lo que hayas hecho con mis otras cosas. ¡Lo único que no aguanto es que pretendas decir que sólo me movía el dinero! Yo estaba enamorado de Siwon, e iba a casarme con el por el hombre que pensé que era... y no por lo que pudiera obtener de él!
Me resulta curioso que utilices el pasado para hablar de ello espetó . ¿Con tanta facilidad se desvanece el verdadero amor, Taemin?
Su crueldad anuló el breve destello de carácter con tanta facilidad como si fuese una mota de polvo que le hubiese espantado con los dedos.
Mira continuó, apartándose de Taemin con impaciencia , te agradecería que te dieras prisa. Yo sólo tengo que darme una ducha y cambiarme de ropa para...
-¿Qué... qué quieres decir?-Minho se volvió de nuevo y lo miró con atenci6n.
¿Sobre qué?
Taemin hizo un gesto vago con la mano.
Minho le dijo con los labios repentinamente secos , yo... no iremos a... compartir ésta habitación, ¿verdad?
Por supuesto que sí contestó él, y entornó los ojos cuando la sombra de color que le quedaba en las mejillas desapareció por completo.
Taemin lo miró horrorizado. ¡En aquella habitación sólo había una cama!
No gimió, y la alarma la laceró con miles de agujas . Eso no es justo. Yo... he hecho todo lo demás que me has pedido, Minho, pero no pienso dormir contigo en la misma cama.
¿Por qué no? le preguntó, con tanta arrogancia que hasta deseó abofetearle . Que yo sepa no es pecado que esposos compartan cama.
En este caso, sí contestó, intentando mantener la calma para que él no se diera cuenta de lo cerca que estaba de la histeria. ¿Dormir con él... cerca de él? Taemin dijo que no con la cabeza. Simplemente no podía hacerlo, y le dolía que él lo esperase . El trato que tenemos tú y yo es. Sólo para lavarle la cara a todo esto.
Exacto –contestó él, con una calma casi insultante . Esta es la mejor suite con cama de matrimonio del hotel, la que yo uso siempre que vengo aquí. La gente me conoce en este hotel, Taemin. ¿Qué crees que pensarían si de repente pidiera una de dos camas, precisamente cuando vengo acompañado de mi flamante esposo?
Taemin tragó saliva. Era consciente de que no podía esgrimir ni un sólo argumento en contra. Y Minho lo sabía también.
Entonces el teléfono de la otra habitación sonó.
Sé bueno y empieza a vestirte le dijo cuando se volvió ya para ir a contestar . Se ha hecho tarde, así que voy a pedir que nos suban la comida a la habitación. Diez minutos, Taemin , concluyó.
No era de extrañar que fuese un brillante hombre de negocios, pensó al quedarse mirando el espacio vacío que había quedado en el lugar que antes ocupase Minho . Era capaz de hacer trizas cualquier discusión sin tener que esforzarse.
Y lo mejor sería que no lo olvidase nunca, se dijo dejándose caer sobre la cama boca arriba. Trabajando para la Corporaci6n Choi, habría tenido que ser sordo y ciego para no saberlo todo del hombre que le pagaba el salario. Y no es que hubiera tenido oportunidad de verlo en el gigantesco rascacielos que albergaba las oficinas de su compañía. Excepto una vez, antes de que hubiera conocido a Siwon.
Un día en el que se encontró accidentalmente mezclada en una columna de hombres que salían de una de las plantas ejecutivas del edificio. Caminaba el por el pasillo cargado con un montón de expedientes que había recogido en el departamento de archivo; y no había tenido oportunidad de hacerse a un lado ante la manada de trajes con corbata que se le habían venido encima. Uno de aquellos hombres con aspecto casi de toro y un ceño de pocos amigos le había golpeado con tanta violencia en el brazo al pasar que los expedientes habían salido disparados hacia un lado y el hacia otro. Aquel pedazo de bruto ni siquiera se volvió para disculparse, sino que fue Minho , el mismísimo Minho , quien se dio la vuelta para ver de dónde provenía el estruendo, quien había retrocedido para disculparse por el accidente y quien le había preguntado si se encontraba bien.
El golpe lo había dejado casi sin respiración y el hecho de que reconociera inmediatamente al gran jefe lo había hecho enrojecer.
Esperó que se marchase tras contestarle en un murmullo casi ininteligible que se encontraba bien; de hecho hubiera deseado que fuera así, pero no, sino que él también se puso de cuclillas, de modo que los pantalones oscuros se estiraron sobre sus muslos de atleta para ayudarlo a recoger los documentos y meterlos de nuevo en sus expedientes correspondientes.
Y eso había sido todo, aparte de susurrarle las gracias justo antes de que él volviera a ponerse en pie. Había sido entonces cuando sus miradas se habían cruzado. Sólo una breve fracción de tiempo en la que el mundo pareció detenerse al tiempo que él clavó sus ojos negros en el. Después, y tras una leve inclinación de cabeza, Minho dio media vuelta y se unió a la horda de impacientes vasallos.
Taemin se había imaginado que aquél sería el final del incidente, pero para sorpresa suya, varias horas más tarde, el mismo hombre que lo había arrollado en el pasillo se acercó a su mesa a disculparse, algo que a él había dejado atónito preguntándose quién lo habría enviado y, sobre todo, cómo lo habría encontrado, ya que él era sólo trabajador más entre el ejército de trabajadores que llenaban todas las mesas de aquella planta.
Fue unas semanas más tarde, cuando lo enviaron a realizar un trabajo urgente para Siwon, y precisamente durante el encuentro en que ambos descubrieron la atracción que sentían el uno por el otro besándose, cuando Minho se había subido por las paredes con aquel su asistente, espetándole delante de todos los demás que si no era capaz de tener unos mínimos modales, no sabía qué demonios hacía trabajando para él.
Entonces no había reparado en el hecho de que sólo Minho se había preocupado lo bastante como para detenerse. Sólo Minho lo había considerado como algo más que el estrépido incidente, que era como Siwon parecía considerarlo también.
Siwon. Un peso le aplastó el pecho. Siwon, el más joven de los hombres Choi. Siwon, el menos complicado, el más jovial.
Y también el más superficial, el más egoísta, el más...
¡Taemin!-Aquella voz áspera llamándolo desde la otra habitación le abrió los ojos.
¡Voy! contestó, levantándose inmediatamente de la cama luchando contra una mezcla de fatiga y tristeza.
Miró entonces la cama y se imaginó dos cabezas sobre las almohadas de un blanco inmaculado.
No susurró . Nunca. Minho no me quiere para eso. Lo sé.
Y con esa tranquilidad se vistió, decidido a comportarse con la misma frialdad que el en lo referente a aquella situación. Aunque hacerlo le costase la vida.
Un camarero dejaba el carrito de la comida junto a la mesa justo cuando Taemin entró en la habitación contigua. Atraído por el delicioso aroma del café recién hecho, se acomodó a la mesa, evitando cuidadosamente el contacto visual con Minho.
El teléfono sonó de nueve mientras se servía una taza y fue sólo cuando Minho caminó hasta el otro extremo de la habitación en el que estaba el teléfono cuando se dio cuenta de que había una gran mesa de pacho en madera de cedro en la que no había reparado antes llena casi a rebosar de documentos.
- ¿Café? le ofreció, intentando parecer cómodo aunque en realidad estaba tenso como la cuerda de un piano . ¿O prefieres ducharte primero?
El consultó el reloj y suspiró.
- Café. Sólo y sin azúcar.
E hizo un visible esfuerzo por relajar la tensión de los hombros. Apenas había dado un paso hacia la mesa cuando el teléfono volvió a sonar; con otro suspiro, descolgó de un tirón.
- No más llamadas durante la próxima media hora le dijo a quienquiera que estuviese al otro extremo del hilo, colgó y fue a sentarse a la mesa.
Taemin le ofreció la taza y tomo un sorbo de la suya mientras lo observaba en silencio. El levantó la mirada e intentó sonreír.
Por alguna razón, aquella sonrisa le derritió algo dentro, le dio coraje para sonreír también y para hacerle una pregunta.
- ¿Siempre trabajas a este ritmo?
Es uno de los precios que hay que pagar por ser un hombre de negocios de altos vuelos se burló.
- Demasiado trabajo y poca diversión bromeó el también.
Sus ojos cobraron vida de pronto.
No todo es trabajo le corrigió, y vio como el color aparecía en las mejillas de Taemin. Siwon se lo había contado todo sobre sus mujeres. Y si se le podía creer, de lo cual ya no estaba seguro, las mujeres de Minho eran muy hermosas, muy sofisticadas y muy independientes... mujeres de éxito personal que no le exigían demasiado y que aceptaban ceder el primer puesto al trabajo.
Con pelo aún húmedo y la mandíbula libre de la sombra que lo había oscurecido antes. No lo miraba, sino que se concentraba en alinearse los puños de la camisa con los de la americana. Afortunadamente, porque así no lo vio contener la respiración cuando los sentidos le reaccionaron ante su indeleble atractivo.
- No contestó. Entonces alzó la mirada. Quizás la agitación se reflejase en su voz. En cualquier caso, él lo miró atentamente, explorando su palidez, su confusión.
- ¿Qué ocurre?
- No... nada. ¿Necesitaré la chaqueta?
- Fuera puede que no contestó tras una mínima pausa; no le había creído . Pero los edificios tienen aire acondicionado y puede que tengas frío. Además añadió, acercándose a recoger la chaqueta en cuestión , a pesar del calor, la gente se viste aquí de una forma bastante conservadora. Sin la chaqueta, pareces un turista. Con ella añadió, poniéndosela sobre los hombros , pareces el elegante esposo de un hombre de negocios.
Dio la vuelta para ponerse frente a Taemin y su olor a limpio lo inquietó aún más. Era bastante más alto que el, de modo que su barbilla quedaba en línea con sus ojos.
- Taemin - murmuró en voz baja , si lo que te preocupa es que ésta noche tengamos que dormir en la misma cama...
- ¡No!
- ¿Ah, no? se burló . Pues sin duda hay algo que te preocupa.
Y con dos dedos, le hizo levantar la barbilla.
- Es que... no me parece bien le explicó . Toda esta... intimidad con un hombre que apenas...
- ¿Que apenas te gusta?
- ¡Yo no he dicho eso! protestó. Ojalá le diera el espacio que necesitaba para desenredar la madeja de sus emociones . Eres un hombre difícil de...
De ignorar iba a decir, pero no lo hizo porque sabía que el no lo comprendería. Pero ése era exactamente el problema que estaba teniendo en aquel momento. Necesitaba, deseaba ser capaz de ignorarlo como hombre de carne y hueso sexualmente atractivo, pero no podía. A cada minuto que pasaba se daba cuenta de que era un hombre del que podía enamorarse con suma facilidad.
- ¿Nos vamos? le dijo, rogándoselo con la mirada, y con tanta ansiedad que él suspiró exasperado.
- Claro. ¿Por qué no?
Y lo soltó. Lo había ofendido. Una vez más.
Nina_Lee
♥Taemin♥
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