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Saengil chukha hamnida.
Título: Saengil chukha hamnida.
Autor: Kizara.
Parejas: JongKey
Autor: Kizara.
Parejas: JongKey
A lo lejos escucho una extraña música. Esa música típica de los cumpleaños. Al menos eso creo pues no es del todo la original, esta se escucha algo similar, con un toque especial. Me remuevo un poco entre las sabanas antes de comenzar a abrir mis ojos lentamente, la luz del sol me ciega un poco por lo que los froto suavemente. Tan pronto como recupero la vista me topo con un pequeño pastel con el betún de un color rosa, del tono que resulta ser mi favorito; la demás decoración está a cargo de gomitas con forma de panditas y trozos de chocolate, ambos fueron depositados al azar de acuerdo a lo que veo pues están sobre y al lado del pastel sin ningún orden aparente, algunas ni siquiera tocan el betún sino que se hallan en las orillas del plato que hace de base de ese original trozo de pan. Por supuesto, ahí no acaba la decoración, al centro una pequeña vela sostiene una llama del mismo tamaño, entonces descubro que es lo que hace especial a la canción de cumpleaños. La vela proporciona la música tradicional pero se trata de una persona en extremo especial para mí la que se encarga de entonar la letra.
A parto la vista del pastel, la dirijo hacia aquel que lo sostiene. Encuentro a un atractivo chico vestido con sus pantalones azul cielo con dibujos de conejitos que hacen de pijama y una playera de un tono gris que ayuda a enmarcar su esbelta pero bien formada figura; sus cabellos, teñidos de rubio, cubren su frente y rozan un poco sus ojos, sus lindos y cautivadores ojos negros que hacen juego a la perfección con todo su rostro. Pero de él, hay algo que realmente acaba conmigo sin remedio. Al instante me percato de la radiante sonrisa, mi favorita, esa con la que puede obligarme a hacer lo que sea, esa que es el mejor regalo de cumpleaños jamás recibido por mí…nunca hace falta más que esa sonrisa para ser feliz.
-¡Feliz Cumpleaños, Key!—dijo Jonghyun cuando hubo terminado de cantar— ¡Vamos, vamos! Pide un deseo para que puedas apagar la vela. ¡Anda, anda!
Sonrió de medio lado, adoro su excitación, parece que el cumpleañero fuese él.
-No creo tener algún deseo—en su rostro aparece una mueca de disgusto—Bueno, si hay uno y es que…—Jonghyun coloca un dedo sobre mis labios para hacerme callar.
-Si lo dices no podrá hacerse realidad. Ahora solo piensa tú deseo y sopla la velita—aparta su dedo y me acerca el pastel un poco más.
Le obedezco, pienso en lo que quiero y a continuación soplo lo suficiente como para apagar la llamita, en cuanto se apaga la música de feliz cumpleaños se detiene.
-Adoro esa velita—digo señalándola sin poder evitarlo.
-Sí, sabía que te gustaría—ahora su rostro es enmarcado por una sonrisa de triunfo—Ahora muerde tú pastel.
-¡Oye! Es mi cumpleaños yo decido cuando morder el pastel—me cruzo de brazos y hago un puchero.
-Ya sé, pero…vamos, muerde tú pastel ahora…—para convencerme Jonghyun deposita el pastel a un lado sobre la cama para poder acercarse a mí y así juntar sus labios con los míos. Es un beso suave, tierno pero cargado de un sinfín de sentimientos— ¿Ahora lo morderás? —toma de nuevo el pastel, lo pone frente a mi rostro y me dedica una mirada suplicante, como la del gato con botas, y así como nadie se resiste a la mirada de ese gato, yo no me resisto a la de Jonghyun.
-Pero nada de aventarme…
-No podría, sostengo el pastel…
-Bueno…—su rostro está lleno de inocencia.
Me acerco al pequeño pastel lentamente, en espera de la mano de Jonghyun sobre mi cabeza, empujándome. Ello no sucede sino que de un momento a otro siento el betún embarrado en mi rostro, al menos alrededor de mi boca y quizás un poco en mis mejillas. Veo de forma asesina al causante.
-¿Qué? ¿Por qué me miras así?
-Quedamos en que no me empujarías, ¿recuerdas?
-Sí, y cumplí. No te empuje a ti…empuje el pastel, eso es todo…—se encoge de hombros.
-¡Baka!—no importa como lo vea, él tiene razón.
-Toma, limpia tú rostro—Jonghyun irrumpe mis pensamientos. Me extiende una servilleta.
-Ja… ¿Crees que desperdiciare el betún solo por qué esta en mi rostro?—exclamo al tiempo en que comienzo a lamer la pasta rosa, al menos la que alcanza mi lengua y, a donde esta no llega, acuden mis dedos—¿Quieres un poco?—le ofrezco el betún de mi dedo. Jonghyun lo lame y vuelve a sonreír, o mejor dicho, amplia su sonrisa, al verlo no puedo evitar devolverle el gesto. Otro poco más y me lanzare sobre él.
-Esta rico, ¿cierto? Lo prepare yo mismo—dijo orgulloso de sí mismo. Cierra los ojos.
Me quito las sabanas para sentarme de rodillas en la cama, me inclino hacia adelante, apoyándome con mis manos sobre la cama, quedando frente a Jonghyun. En cuanto abre los ojos le tomo por sorpresa, robándole así un beso, un pequeño y deliciosos beso.
-Esta rico pero lo compraste—le susurro una vez nos hallamos separados por unos cuantos centímetros. Jonghyun baja la vista y pone una expresión triste.
-Pero yo lo decore—balbucea con una voz que apenas logro escuchar.
Listo…es todo…ha superado el nivel de lindura…sin poder ni querer resistirlo más, me lanzo contra él…le abrazo fuertemente mientras rio incontrolablemente…dado lo repentino de mi lanzamiento le hago perder el equilibrio por lo que cae de espaldas sobre la cama. Vuelvo a besar sus labios. Jonghyun me rodea la cintura. Aún a pesar de la ropa puedo sentir su calor que quema mi piel. Con ello me ínsita a profundizar más el beso. Sentir la calidez de su boca, de su lengua; la suavidad de sus finos labios moviéndose al compas de los míos; todo en conjunto disfrutando de una danza. Disfruto por demás de esta, no existe nada mejor; bueno tal vez sí, pero lo dejare así.
-Amo la decoración del pastel, esta perdonado el hecho de que lo hayas comprado—le sonrió y beso sus mejillas aún teniéndolo entre mis brazos. Jonghyun sonríe y me aprieta más contra sí.
-¡Me alegra!—mientras lo dice levanta mi playera y desliza sus manos debajo de esta. Por donde las pasea la piel se chamusca gracias a su calor, siento como si se cayera y volviera a cubrirse esa parte, lista para cuando sus antorchas regresen a causar estragos.
Por mi parte, me dedico a besarlo desesperadamente una y otra vez mientras mis manos levantan su playera y comienzan a degustarse con la piel de su vientre, de su pecho entero, de cada milímetro de piel que lo conforma. El solo hecho de tocar cualquier parte de Jonghyun provoca tal descontrol dentro de mí que pierdo la noción de lo que nos rodea. Lo único que queda somos nosotros. De pronto me hallo sentado sobre las piernas de Jonghyun, con los brazos levantados para ayudarle a sacar mi playera del camino. Tan pronto como la lanzo o la lanza al piso, no soy capaz de saberlo con certeza, él me recuesta en la cama, se acomoda sobre mí; muerde de forma suave mi labio inferior y a continuación pasa a apoderarse de la piel de mi cuello. Siento la presión de los labios y los dientes contra esa parte de mi cuerpo.
En tanto Jonghyun se dedica a marcarme el cuello, yo sigo paseándome por su espalda y pecho. Me desespero con su playera por lo que decido despojarlo de ella; no se resiste, por el contrario, me ayuda. Deja por unos segundos su labor, los suficientes para sacarle la parte superior del pijama; ni siquiera soy capaz de saber si la lanzo o que rayos hago con ella, eso no le importa a nadie en estos momentos.
-Kibum… ¿Cómo eres capaz de hacerme enloquecer tanto?—me susurra al oído, muerde mi lóbulo con suavidad y se dirige hacia mi pecho. Comienza a lamer mi pezón izquierdo, su lengua y dientes se turnan para saborearlo. Con tal acción me provoca infinidad de reacciones, mi piel se vuelve chinita con sus contactos.
-Mmm…ya ves, soy todo un encanto, ¿Cómo no podría hacerte enloquecer?—las palabras salen de mi boca, lo sé, pero no soy del todo consciente de lo que digo, en cambio noto como Jonghyun esboza una sonrisa traviesa antes de morder mi pezón con fuerza suficiente para hacerme soltar un grito de dolor.
-¡Baka! Eso duele—golpeo su cabeza, él levanta el rostro, se acerca al mío, sus ojos se clavan en los míos, me observan con un dejo de malicia ahí dentro.
-Amado Kibum, eso no es nada, lo sabes, ¿verdad?—una sonrisa picara se presenta antes de que termine de acercarse a mí rostro y una sus labios a los míos una vez más.
Rodeo su cuello con mis brazos, agarro entre mis manos algunos mechones de su cabello mientras uno explora por completo la cavidad del otro.
-¡¡KEY!! ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!—las voces de Onew, Minho y Taemin se escuchan al unisonó, interrumpiéndonos. Tan solo abren la puerta pero se detienen bajo el umbral. Todos llevan aun su pijama. Taemin está ubicado en medio, sostiene un pastel de color rosa con una vela en medio que anuncia mi edad.
-¡Oh! Nosotros veníamos a despertarte, pero no creo que estés ni siquiera un poco adormilado—Minho sonríe burlonamente mientras lo dice—Así que ahora comprobamos nuestras sospechas sobre por qué Jonghyun jamás abrió la puerta de su habitación…Bueno lo comprobamos cuando oímos tú grito—se recarga en el marco de la puerta con los brazos cruzados y su divertida expresión.
-Creo que llegamos tarde con el pastel…—Taemin baja la vista hacia el trozo de pan que sostiene en sus manos con una mirada triste.
-Taeminie, no te pongas triste. Comeremos ambos pasteles, ¿cierto?—Onew hyung pasa la mirada por cada uno de nosotros.
-Por supuesto que sí Minnie—Minho revuelve un poco los despeinados cabellos de nuestro lindo maknae, quien levanta la mirada un poco más animado.
-Sí, sí…pero mí pastel les gustara más, es tan original—Jonghyun, que aún se encuentra echado sobre mí, con todo su peso contra mi cuerpo, sus brazos rodean mi cuello y su rostro recostado en mi pecho; sonríe triunfante y orgulloso de su creación.
-Ambos me gustan…—doy un golpecito a la cabeza de Jonghyun— ¡Oh! Mí estomago ruega por comida—digo luego de escuchar ruido proveniente de él.
-Sí, he oído su grito. Bien, vamos a desayunar.
-Sí…—espero a que Jonghyun se aparte pero no hace seña alguna que me indique lo hará. Vuelvo la mirada a Onew, Mingo y Taemin. Los tres sonríen divertidos, sobre todo Minho.
-Hyung, debes levantarte si quieres desayunar. Le podríamos traer a Key hyung pero a ti no, hoy no es tú cumpleaños—Taemin trata de hacer que Jonghyun al menos de una señal de vida…está bien…una señal de levantarse.
-No importa, mí desayuno está debajo de mí…—me aprieta un poco más fuerte—Yo ya estaría desayunado si ustedes no hubieran interrumpido…—el tono de voz de Jonghyun es realmente serio.
Con sus palabras me deja en silencio, lo mismo sucede con los demás pero a ellos solo les dura unos segundos pues enseguida rompen a reír fuertemente. Minho se acerca a nosotros y da unas palmaditas a la espalda de Jonghyun.
-No, hoy no hay Key para desayunar. Lo siento, tendrás que escoger algo más.
-Pero yo no quiero otra cosa—a pesar de que no logro ver su rostro se que ha hecho un puchero, lo conozco suficiente para saberlo.
-Ya, Jonghyun, podrás desayunarte, comer o cenar a Key en otra ocasión, hoy debemos pasarla todos juntos—Onew también se acerca y se detiene al lado de la cama. Taemin lo imita, esta vez es Onew quien permanece en medio, Minho y Taemin a su derecha e izquierda, respectivamente.
-Vamos Jonghyun, ya tengo mucha hambre. Anda levántate—doy leves palmaditas a su espalda.
-Sí, está bien, nada más porque me lo pides tú—finalmente hace el esfuerzo y se levanta; yo le sigo—Taemin, ¿qué haces?—Jonghyun tiene su vista clavada en nuestro lindo maknae, todos volteamos a verle.
El castaño está totalmente cautivado por la velita del pastel, por los panditas, bueno, por el pastel entero. Aún sostiene el trozo de pan decorado que ellos me trajeron. Sus ojos van y vienen de un pastel a otro. Tal parece que no escucho la pregunta de Jonghyun pues no responde. Nos quedamos observándole unos segundos hasta que él finalmente se deja caer en la cama, ahora con la vista fija en el suelo.
-Perdón, Key hyung—suelta de pronto. Me sorprendo un poco al igual que los demás.
-¿Por qué razón pides perdón, Taeminie?—me acerco y tomo asiento a su lado.
-El pastel de Jonghyun hyung está genial y esté no…debimos esforzarnos más—la voz de nuestro pequeño es realmente triste, al verlo con su carita de cachorro triste me provoca tal ternura que le abrazo fuertemente, Minho se une al abrazo, por supuesto que no podía faltar pues su amado necesita que le consuelen y quien mejor que Minho.
-Obviamente el mío es mejor—no lo negare, amo a Jonghyun pero en ocasiones no ayuda sino que empeora las cosas. Mi mirada asesina se une a la de Onew y Minho, los tres la dirigimos al lindo rubio que se ha cruzado de brazos con un aire de confianza excesiva.
-Taeminie, no es necesario un gran regalo para hacerme feliz. El regalo que aprecio más que a mi vida y por el que agradezco todos los días es el haber recibido una familia como ustedes. —La verdad es que mi llamada “familia”, con la cual pase mi infancia y parte de la adolescencia no merece tal denominación; en cambio estos cuatro tontos son para mí una verdadera familia—Taeminie, el hecho de que ustedes me lo hayan preparado, cosa que Jonghyun no hizo…—le miro de reojo y noto como se sobresalta un poco—Ese hecho vuelve más que especial este pastel—Taemin levanta la vista, me dedica una media sonrisa pero aún lo noto triste— ¡Oh! Lindo Minnie, ya no te pongas triste o yo me pondré igual…—de golpe clava sus ojos en los míos, se obliga a dejar de lado su aflicción.
-No, hyung, es tú cumpleaños, debes estar feliz—dice con un poco de preocupación en el rostro pero con una enorme sonrisa. Ello me lleva a abrazarlo más fuerte. Onew y Jonghyun se nos unen al abrazo familiar.
Permanecemos así por un largo rato. Al sentir los cálidos brazos de cada uno me lleno de alegría, es cuando me doy cuenta que realmente soy afortunado de tenerlos, de no ser por ellos no habría podido llegar a este cumpleaños, hace años que habría decidido morir. Los recuerdos comienzan a inundar mi mente.
-Bueno, vayamos por el desayuno—digo antes de arruinar el día con depresiones.
-Sí, vamos, ya hace hambre enserio—Onew es el primero en apartarse, le siguen Minho y Taemin, aún con su pastel en mano. Jonghyun me abraza por unos instantes más. Antes de salir de la habitación, Minho se da la vuelta y nos señala a ambos con un dedo.
-Pónganse su playera o se resfriaran par de pervertidos—nos dice con una sonrisa burlona para enseguida ir en dirección a la cocina, siguiendo los pasos de los otros.
-No se tarden, los estaremos esperando en la cocina—escuchamos decir a Onew.
-Pues si son tan rápidos como imagino lo fueron para deshacerse de sus playeras supongo no tardaran ni un segundo—por parte de Minho se oye una carcajada luego de su dialogo.
Jonghyun y yo solo volteamos a vernos y nos dedicamos una sonrisa divertida. Al ver a Jonghyun poco me falta para ponerme a divagar con él, para evitarlo voy en busca de nuestras ropas. La mía se halla a un lado de la cama, en el piso; la recojo. Antes de ponérmela busco la de Jonghyun; la de él ni siquiera había llegado al suelo, se encuentra sobre la cama, a los pies de esta.
-Ahí esta tú playera—le indico al rubio con una mano. De pronto, cuando me dispongo a ponerme la playera, siento las tibias manos de él recorriendo mi pecho aun desnudo, su pecho contra mí espalda, su aliento sobre mí cuello y sus cabellos rozando una parte de mi rostro— ¡Jonghyun!—susurro al sentir sus labios y un par de dientes marcar una vez más aquella parte de piel.
-Tú pónmela, después de todo quien me despojo de ella fuiste tú—susurra en mí oído, muerde el lóbulo de este y a continuación enreda mis cabellos con una mano, los jala un poco hacia atrás obligándome a levantar el rostro. Se acerca, coloca sus labios contra los míos. Permanezco inmóvil, me dejo llevar, no es como si quisiera oponer resistencia, al contrario, abro enseguida mí boca para profundizar el beso, permitiéndole a nuestras lenguas ser parte de aquel encuentro, cálido y húmedo.
Como siempre, el beso me parece tan dulce y delicioso. Le dejo de besar por unos segundos para darme la vuelta y quedar frente a frente, una vez nos hallamos así, vuelvo a unir mis labios a los de él, alargamos tanto el beso que por poco morimos a falta de oxigeno. Ya que nuestros fastidiosos pulmones suplican, nos separamos. Jonghyun traba su mirada con la mía por unos instantes, a continuación toma mi playera entre sus manos, la pasa por mi cabeza y luego a través de mis brazos, mientras lo hace aprovecha para acariciar cada parte de mi piel, la cual ya conoce a la perfección.
-Estás listo para ir a desayunar, mí Kibum—roza mis labios—Ahora es tú turno, yo ya te vestí…—suelta una risita.
-Mmm…—paso mi vista por toda la parte desnuda de su cuerpo, sin embargo, con solo ver no es suficiente por lo que levanto una mano y la deslizo lentamente desde su pecho hasta donde termina su vientre—Me parece que este atuendo te queda perfecto…no necesitas nada más…—sonrió de medio lado.
-Key, si sigues así no me hare responsable de lo que te pueda suceder…—su expresión se vuelve seria.
-No es como si te fuera a detener. Lo que sea que pueda suceder finalmente sucederá—levantó la mirada, sonrió y le beso. Mi lengua pasa a buscar la suya, se encuentran en mitad de camino, como si hubieran pasado siglos sin verse se detienen y juguetean como dos niños pequeños. Mí mano sigue posada sobre su pecho, con la otra rodeo su cintura mientras él coloca las suyas sobre mis omoplatos, empujándome suavemente para acercar más nuestros cuerpos. Una vez más mí ropa parece haber desaparecido.
-Kibum, Kibum…si continuas provocándome jamás llegaremos a desayunar, quizás ni a comer…—nuestras frentes chocan una con otra. Jonghyun aparta una mano de mi espalda, la lleva hasta encontrar la que yo tengo sobre su pecho, la toma y posiciona en el lado donde se encuentra ubicado su corazón. Siento los rápidos y ruidosos latidos. Sentirlos me emociona…inclusive nuestros corazones, a pesar de estar separados, se comportan de la misma forma, como si fueran uno solo, bueno, en realidad lo son. El ser consciente de que soy dueño de una parte de ese órgano; solo de una parte pues no debo acapararlo todo, debo dejar un poco para los demás; provoca un aumento de velocidad en mis latidos. Poso mis ojos en los de Jonghyun, los cuales brillan de una forma especial, intensa—Y así es como se comporta cuando estoy contigo...Key no quiero que el día de hoy te pongas triste, por nada.
Bajo la vista, mis ojos comienzan a llenarse de agua salada. Apoyo la cabeza en el pecho desnudo de Jonghyun. Lucho pero no puedo evitarlo, las lágrimas se desbordan, unas pocas caen sobre la piel de mi rubio.
-Key, que es lo que acabo de decir—su tono de voz es de reproche. Le rodeo la cintura con mis brazos.
-Sé lo que dijiste y por eso mismo lloro, no es de tristeza, ¡baka! — siento una cálida mano revolviendo mis cabellos.
-Kibum, te amo—me susurra.
-Y yo a ti, Jonghyun—deposito un suave beso en su pecho. Nos abrazamos durante un par de minutos, finalmente le suelto, me doy vuelta, tomo la playera gris y me dispongo a ponérsela—Anda, mete los brazos—le proporciono unas palmaditas en su vientre una vez que se halla vestido.
-Gracias, mi diva—roza mis labios, por quien sabe qué vez.
-Hyungs, ¿ya están listos? Los estamos esperando—Taemin llega y entra corriendo, se dirige hasta el buro donde se halla el pastel, lo toma con cuidado, lo observa por unos instantes con unos enormes y brillantes ojos antes de dirigirse de nuevo a la salida—Hyungs de prisa—se detiene a esperarnos. Jonghyun pasa un brazo alrededor de mi cuello y así nos dirigimos a la cocina.
-Taemin aparta un poco la vista de ese pastel o chocaras con algo—el pequeño levanta la vista y me sonríe.
-Kibum hyung, conozco bien la casa, eso no sucederá…—apenas termina choca con un pequeño sillón.
-TAEMIN—exclamamos Jonghyun y yo, nos soltamos y corremos a atraparle.
-Minnie, te dije que dejaras a Jonghyun cargar con eso—Minho es el héroe de su amado. Él fue más rápido, ni siquiera note a qué hora ni de donde salió.
-Sí…lo olvide…—sonríe nuestro maknae mientras se incorpora y trata de recuperar el pastel que ahora se halla en manos de Minho; el de negros cabellos lo aleja del pequeño castaño.
-Lo siento, Minnie. Podrías sufrir otro accidente.
-Minho tiene razón, vamos. Ya quiero comer—Jonghyun continua con el recorrido, tras él va Minho y luego Taemin con la vista fija en el pastel que el más alto lleva a la altura de sus hombros.
-Taemin, volverás a tropezar—le reprimo en cuanto le doy alcance. Le rodeo con mis brazos.
-¿Qué sucede, Kibum hyung?—me pregunta un poco confundido.
-Nada, Minnie. Solo eres muy tierno y lindo por lo que me dieron ganas de abrazarte…—él solo me sonríe y devuelve el abrazo.
-¡Yo también quiero!—Jonghyun se nos une al percatarse.
-Mmm… ¡Se me antojo!—Minho le siguió. De nuevo un abrazo familiar, bueno solo falta Onew. Llegamos así a la cocina, nos soltamos pues nos es imposible pasar, a Onew solo se echa a reír.
Me quedo estupefacto al ver la cantidad de comida sobre la mesa ubicada al centro, los platos apenas caben. Todos los alimentos son de mi agrado; en el centro se halla el pastel regalo de Minho, Taemin y Onew. Minho coloca el pastel regalo de Jonghyun en un pequeño espacio hecho por Onew. Los cuatro se colocan alrededor de la mesa, me miran fijamente y sonríen ampliamente.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, KEY!—les devuelvo la sonrisa al tiempo que comienzo a recordar la primera vez en que tuve un feliz cumpleaños.
A parto la vista del pastel, la dirijo hacia aquel que lo sostiene. Encuentro a un atractivo chico vestido con sus pantalones azul cielo con dibujos de conejitos que hacen de pijama y una playera de un tono gris que ayuda a enmarcar su esbelta pero bien formada figura; sus cabellos, teñidos de rubio, cubren su frente y rozan un poco sus ojos, sus lindos y cautivadores ojos negros que hacen juego a la perfección con todo su rostro. Pero de él, hay algo que realmente acaba conmigo sin remedio. Al instante me percato de la radiante sonrisa, mi favorita, esa con la que puede obligarme a hacer lo que sea, esa que es el mejor regalo de cumpleaños jamás recibido por mí…nunca hace falta más que esa sonrisa para ser feliz.
-¡Feliz Cumpleaños, Key!—dijo Jonghyun cuando hubo terminado de cantar— ¡Vamos, vamos! Pide un deseo para que puedas apagar la vela. ¡Anda, anda!
Sonrió de medio lado, adoro su excitación, parece que el cumpleañero fuese él.
-No creo tener algún deseo—en su rostro aparece una mueca de disgusto—Bueno, si hay uno y es que…—Jonghyun coloca un dedo sobre mis labios para hacerme callar.
-Si lo dices no podrá hacerse realidad. Ahora solo piensa tú deseo y sopla la velita—aparta su dedo y me acerca el pastel un poco más.
Le obedezco, pienso en lo que quiero y a continuación soplo lo suficiente como para apagar la llamita, en cuanto se apaga la música de feliz cumpleaños se detiene.
-Adoro esa velita—digo señalándola sin poder evitarlo.
-Sí, sabía que te gustaría—ahora su rostro es enmarcado por una sonrisa de triunfo—Ahora muerde tú pastel.
-¡Oye! Es mi cumpleaños yo decido cuando morder el pastel—me cruzo de brazos y hago un puchero.
-Ya sé, pero…vamos, muerde tú pastel ahora…—para convencerme Jonghyun deposita el pastel a un lado sobre la cama para poder acercarse a mí y así juntar sus labios con los míos. Es un beso suave, tierno pero cargado de un sinfín de sentimientos— ¿Ahora lo morderás? —toma de nuevo el pastel, lo pone frente a mi rostro y me dedica una mirada suplicante, como la del gato con botas, y así como nadie se resiste a la mirada de ese gato, yo no me resisto a la de Jonghyun.
-Pero nada de aventarme…
-No podría, sostengo el pastel…
-Bueno…—su rostro está lleno de inocencia.
Me acerco al pequeño pastel lentamente, en espera de la mano de Jonghyun sobre mi cabeza, empujándome. Ello no sucede sino que de un momento a otro siento el betún embarrado en mi rostro, al menos alrededor de mi boca y quizás un poco en mis mejillas. Veo de forma asesina al causante.
-¿Qué? ¿Por qué me miras así?
-Quedamos en que no me empujarías, ¿recuerdas?
-Sí, y cumplí. No te empuje a ti…empuje el pastel, eso es todo…—se encoge de hombros.
-¡Baka!—no importa como lo vea, él tiene razón.
-Toma, limpia tú rostro—Jonghyun irrumpe mis pensamientos. Me extiende una servilleta.
-Ja… ¿Crees que desperdiciare el betún solo por qué esta en mi rostro?—exclamo al tiempo en que comienzo a lamer la pasta rosa, al menos la que alcanza mi lengua y, a donde esta no llega, acuden mis dedos—¿Quieres un poco?—le ofrezco el betún de mi dedo. Jonghyun lo lame y vuelve a sonreír, o mejor dicho, amplia su sonrisa, al verlo no puedo evitar devolverle el gesto. Otro poco más y me lanzare sobre él.
-Esta rico, ¿cierto? Lo prepare yo mismo—dijo orgulloso de sí mismo. Cierra los ojos.
Me quito las sabanas para sentarme de rodillas en la cama, me inclino hacia adelante, apoyándome con mis manos sobre la cama, quedando frente a Jonghyun. En cuanto abre los ojos le tomo por sorpresa, robándole así un beso, un pequeño y deliciosos beso.
-Esta rico pero lo compraste—le susurro una vez nos hallamos separados por unos cuantos centímetros. Jonghyun baja la vista y pone una expresión triste.
-Pero yo lo decore—balbucea con una voz que apenas logro escuchar.
Listo…es todo…ha superado el nivel de lindura…sin poder ni querer resistirlo más, me lanzo contra él…le abrazo fuertemente mientras rio incontrolablemente…dado lo repentino de mi lanzamiento le hago perder el equilibrio por lo que cae de espaldas sobre la cama. Vuelvo a besar sus labios. Jonghyun me rodea la cintura. Aún a pesar de la ropa puedo sentir su calor que quema mi piel. Con ello me ínsita a profundizar más el beso. Sentir la calidez de su boca, de su lengua; la suavidad de sus finos labios moviéndose al compas de los míos; todo en conjunto disfrutando de una danza. Disfruto por demás de esta, no existe nada mejor; bueno tal vez sí, pero lo dejare así.
-Amo la decoración del pastel, esta perdonado el hecho de que lo hayas comprado—le sonrió y beso sus mejillas aún teniéndolo entre mis brazos. Jonghyun sonríe y me aprieta más contra sí.
-¡Me alegra!—mientras lo dice levanta mi playera y desliza sus manos debajo de esta. Por donde las pasea la piel se chamusca gracias a su calor, siento como si se cayera y volviera a cubrirse esa parte, lista para cuando sus antorchas regresen a causar estragos.
Por mi parte, me dedico a besarlo desesperadamente una y otra vez mientras mis manos levantan su playera y comienzan a degustarse con la piel de su vientre, de su pecho entero, de cada milímetro de piel que lo conforma. El solo hecho de tocar cualquier parte de Jonghyun provoca tal descontrol dentro de mí que pierdo la noción de lo que nos rodea. Lo único que queda somos nosotros. De pronto me hallo sentado sobre las piernas de Jonghyun, con los brazos levantados para ayudarle a sacar mi playera del camino. Tan pronto como la lanzo o la lanza al piso, no soy capaz de saberlo con certeza, él me recuesta en la cama, se acomoda sobre mí; muerde de forma suave mi labio inferior y a continuación pasa a apoderarse de la piel de mi cuello. Siento la presión de los labios y los dientes contra esa parte de mi cuerpo.
En tanto Jonghyun se dedica a marcarme el cuello, yo sigo paseándome por su espalda y pecho. Me desespero con su playera por lo que decido despojarlo de ella; no se resiste, por el contrario, me ayuda. Deja por unos segundos su labor, los suficientes para sacarle la parte superior del pijama; ni siquiera soy capaz de saber si la lanzo o que rayos hago con ella, eso no le importa a nadie en estos momentos.
-Kibum… ¿Cómo eres capaz de hacerme enloquecer tanto?—me susurra al oído, muerde mi lóbulo con suavidad y se dirige hacia mi pecho. Comienza a lamer mi pezón izquierdo, su lengua y dientes se turnan para saborearlo. Con tal acción me provoca infinidad de reacciones, mi piel se vuelve chinita con sus contactos.
-Mmm…ya ves, soy todo un encanto, ¿Cómo no podría hacerte enloquecer?—las palabras salen de mi boca, lo sé, pero no soy del todo consciente de lo que digo, en cambio noto como Jonghyun esboza una sonrisa traviesa antes de morder mi pezón con fuerza suficiente para hacerme soltar un grito de dolor.
-¡Baka! Eso duele—golpeo su cabeza, él levanta el rostro, se acerca al mío, sus ojos se clavan en los míos, me observan con un dejo de malicia ahí dentro.
-Amado Kibum, eso no es nada, lo sabes, ¿verdad?—una sonrisa picara se presenta antes de que termine de acercarse a mí rostro y una sus labios a los míos una vez más.
Rodeo su cuello con mis brazos, agarro entre mis manos algunos mechones de su cabello mientras uno explora por completo la cavidad del otro.
-¡¡KEY!! ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!—las voces de Onew, Minho y Taemin se escuchan al unisonó, interrumpiéndonos. Tan solo abren la puerta pero se detienen bajo el umbral. Todos llevan aun su pijama. Taemin está ubicado en medio, sostiene un pastel de color rosa con una vela en medio que anuncia mi edad.
-¡Oh! Nosotros veníamos a despertarte, pero no creo que estés ni siquiera un poco adormilado—Minho sonríe burlonamente mientras lo dice—Así que ahora comprobamos nuestras sospechas sobre por qué Jonghyun jamás abrió la puerta de su habitación…Bueno lo comprobamos cuando oímos tú grito—se recarga en el marco de la puerta con los brazos cruzados y su divertida expresión.
-Creo que llegamos tarde con el pastel…—Taemin baja la vista hacia el trozo de pan que sostiene en sus manos con una mirada triste.
-Taeminie, no te pongas triste. Comeremos ambos pasteles, ¿cierto?—Onew hyung pasa la mirada por cada uno de nosotros.
-Por supuesto que sí Minnie—Minho revuelve un poco los despeinados cabellos de nuestro lindo maknae, quien levanta la mirada un poco más animado.
-Sí, sí…pero mí pastel les gustara más, es tan original—Jonghyun, que aún se encuentra echado sobre mí, con todo su peso contra mi cuerpo, sus brazos rodean mi cuello y su rostro recostado en mi pecho; sonríe triunfante y orgulloso de su creación.
-Ambos me gustan…—doy un golpecito a la cabeza de Jonghyun— ¡Oh! Mí estomago ruega por comida—digo luego de escuchar ruido proveniente de él.
-Sí, he oído su grito. Bien, vamos a desayunar.
-Sí…—espero a que Jonghyun se aparte pero no hace seña alguna que me indique lo hará. Vuelvo la mirada a Onew, Mingo y Taemin. Los tres sonríen divertidos, sobre todo Minho.
-Hyung, debes levantarte si quieres desayunar. Le podríamos traer a Key hyung pero a ti no, hoy no es tú cumpleaños—Taemin trata de hacer que Jonghyun al menos de una señal de vida…está bien…una señal de levantarse.
-No importa, mí desayuno está debajo de mí…—me aprieta un poco más fuerte—Yo ya estaría desayunado si ustedes no hubieran interrumpido…—el tono de voz de Jonghyun es realmente serio.
Con sus palabras me deja en silencio, lo mismo sucede con los demás pero a ellos solo les dura unos segundos pues enseguida rompen a reír fuertemente. Minho se acerca a nosotros y da unas palmaditas a la espalda de Jonghyun.
-No, hoy no hay Key para desayunar. Lo siento, tendrás que escoger algo más.
-Pero yo no quiero otra cosa—a pesar de que no logro ver su rostro se que ha hecho un puchero, lo conozco suficiente para saberlo.
-Ya, Jonghyun, podrás desayunarte, comer o cenar a Key en otra ocasión, hoy debemos pasarla todos juntos—Onew también se acerca y se detiene al lado de la cama. Taemin lo imita, esta vez es Onew quien permanece en medio, Minho y Taemin a su derecha e izquierda, respectivamente.
-Vamos Jonghyun, ya tengo mucha hambre. Anda levántate—doy leves palmaditas a su espalda.
-Sí, está bien, nada más porque me lo pides tú—finalmente hace el esfuerzo y se levanta; yo le sigo—Taemin, ¿qué haces?—Jonghyun tiene su vista clavada en nuestro lindo maknae, todos volteamos a verle.
El castaño está totalmente cautivado por la velita del pastel, por los panditas, bueno, por el pastel entero. Aún sostiene el trozo de pan decorado que ellos me trajeron. Sus ojos van y vienen de un pastel a otro. Tal parece que no escucho la pregunta de Jonghyun pues no responde. Nos quedamos observándole unos segundos hasta que él finalmente se deja caer en la cama, ahora con la vista fija en el suelo.
-Perdón, Key hyung—suelta de pronto. Me sorprendo un poco al igual que los demás.
-¿Por qué razón pides perdón, Taeminie?—me acerco y tomo asiento a su lado.
-El pastel de Jonghyun hyung está genial y esté no…debimos esforzarnos más—la voz de nuestro pequeño es realmente triste, al verlo con su carita de cachorro triste me provoca tal ternura que le abrazo fuertemente, Minho se une al abrazo, por supuesto que no podía faltar pues su amado necesita que le consuelen y quien mejor que Minho.
-Obviamente el mío es mejor—no lo negare, amo a Jonghyun pero en ocasiones no ayuda sino que empeora las cosas. Mi mirada asesina se une a la de Onew y Minho, los tres la dirigimos al lindo rubio que se ha cruzado de brazos con un aire de confianza excesiva.
-Taeminie, no es necesario un gran regalo para hacerme feliz. El regalo que aprecio más que a mi vida y por el que agradezco todos los días es el haber recibido una familia como ustedes. —La verdad es que mi llamada “familia”, con la cual pase mi infancia y parte de la adolescencia no merece tal denominación; en cambio estos cuatro tontos son para mí una verdadera familia—Taeminie, el hecho de que ustedes me lo hayan preparado, cosa que Jonghyun no hizo…—le miro de reojo y noto como se sobresalta un poco—Ese hecho vuelve más que especial este pastel—Taemin levanta la vista, me dedica una media sonrisa pero aún lo noto triste— ¡Oh! Lindo Minnie, ya no te pongas triste o yo me pondré igual…—de golpe clava sus ojos en los míos, se obliga a dejar de lado su aflicción.
-No, hyung, es tú cumpleaños, debes estar feliz—dice con un poco de preocupación en el rostro pero con una enorme sonrisa. Ello me lleva a abrazarlo más fuerte. Onew y Jonghyun se nos unen al abrazo familiar.
Permanecemos así por un largo rato. Al sentir los cálidos brazos de cada uno me lleno de alegría, es cuando me doy cuenta que realmente soy afortunado de tenerlos, de no ser por ellos no habría podido llegar a este cumpleaños, hace años que habría decidido morir. Los recuerdos comienzan a inundar mi mente.
-Bueno, vayamos por el desayuno—digo antes de arruinar el día con depresiones.
-Sí, vamos, ya hace hambre enserio—Onew es el primero en apartarse, le siguen Minho y Taemin, aún con su pastel en mano. Jonghyun me abraza por unos instantes más. Antes de salir de la habitación, Minho se da la vuelta y nos señala a ambos con un dedo.
-Pónganse su playera o se resfriaran par de pervertidos—nos dice con una sonrisa burlona para enseguida ir en dirección a la cocina, siguiendo los pasos de los otros.
-No se tarden, los estaremos esperando en la cocina—escuchamos decir a Onew.
-Pues si son tan rápidos como imagino lo fueron para deshacerse de sus playeras supongo no tardaran ni un segundo—por parte de Minho se oye una carcajada luego de su dialogo.
Jonghyun y yo solo volteamos a vernos y nos dedicamos una sonrisa divertida. Al ver a Jonghyun poco me falta para ponerme a divagar con él, para evitarlo voy en busca de nuestras ropas. La mía se halla a un lado de la cama, en el piso; la recojo. Antes de ponérmela busco la de Jonghyun; la de él ni siquiera había llegado al suelo, se encuentra sobre la cama, a los pies de esta.
-Ahí esta tú playera—le indico al rubio con una mano. De pronto, cuando me dispongo a ponerme la playera, siento las tibias manos de él recorriendo mi pecho aun desnudo, su pecho contra mí espalda, su aliento sobre mí cuello y sus cabellos rozando una parte de mi rostro— ¡Jonghyun!—susurro al sentir sus labios y un par de dientes marcar una vez más aquella parte de piel.
-Tú pónmela, después de todo quien me despojo de ella fuiste tú—susurra en mí oído, muerde el lóbulo de este y a continuación enreda mis cabellos con una mano, los jala un poco hacia atrás obligándome a levantar el rostro. Se acerca, coloca sus labios contra los míos. Permanezco inmóvil, me dejo llevar, no es como si quisiera oponer resistencia, al contrario, abro enseguida mí boca para profundizar el beso, permitiéndole a nuestras lenguas ser parte de aquel encuentro, cálido y húmedo.
Como siempre, el beso me parece tan dulce y delicioso. Le dejo de besar por unos segundos para darme la vuelta y quedar frente a frente, una vez nos hallamos así, vuelvo a unir mis labios a los de él, alargamos tanto el beso que por poco morimos a falta de oxigeno. Ya que nuestros fastidiosos pulmones suplican, nos separamos. Jonghyun traba su mirada con la mía por unos instantes, a continuación toma mi playera entre sus manos, la pasa por mi cabeza y luego a través de mis brazos, mientras lo hace aprovecha para acariciar cada parte de mi piel, la cual ya conoce a la perfección.
-Estás listo para ir a desayunar, mí Kibum—roza mis labios—Ahora es tú turno, yo ya te vestí…—suelta una risita.
-Mmm…—paso mi vista por toda la parte desnuda de su cuerpo, sin embargo, con solo ver no es suficiente por lo que levanto una mano y la deslizo lentamente desde su pecho hasta donde termina su vientre—Me parece que este atuendo te queda perfecto…no necesitas nada más…—sonrió de medio lado.
-Key, si sigues así no me hare responsable de lo que te pueda suceder…—su expresión se vuelve seria.
-No es como si te fuera a detener. Lo que sea que pueda suceder finalmente sucederá—levantó la mirada, sonrió y le beso. Mi lengua pasa a buscar la suya, se encuentran en mitad de camino, como si hubieran pasado siglos sin verse se detienen y juguetean como dos niños pequeños. Mí mano sigue posada sobre su pecho, con la otra rodeo su cintura mientras él coloca las suyas sobre mis omoplatos, empujándome suavemente para acercar más nuestros cuerpos. Una vez más mí ropa parece haber desaparecido.
-Kibum, Kibum…si continuas provocándome jamás llegaremos a desayunar, quizás ni a comer…—nuestras frentes chocan una con otra. Jonghyun aparta una mano de mi espalda, la lleva hasta encontrar la que yo tengo sobre su pecho, la toma y posiciona en el lado donde se encuentra ubicado su corazón. Siento los rápidos y ruidosos latidos. Sentirlos me emociona…inclusive nuestros corazones, a pesar de estar separados, se comportan de la misma forma, como si fueran uno solo, bueno, en realidad lo son. El ser consciente de que soy dueño de una parte de ese órgano; solo de una parte pues no debo acapararlo todo, debo dejar un poco para los demás; provoca un aumento de velocidad en mis latidos. Poso mis ojos en los de Jonghyun, los cuales brillan de una forma especial, intensa—Y así es como se comporta cuando estoy contigo...Key no quiero que el día de hoy te pongas triste, por nada.
Bajo la vista, mis ojos comienzan a llenarse de agua salada. Apoyo la cabeza en el pecho desnudo de Jonghyun. Lucho pero no puedo evitarlo, las lágrimas se desbordan, unas pocas caen sobre la piel de mi rubio.
-Key, que es lo que acabo de decir—su tono de voz es de reproche. Le rodeo la cintura con mis brazos.
-Sé lo que dijiste y por eso mismo lloro, no es de tristeza, ¡baka! — siento una cálida mano revolviendo mis cabellos.
-Kibum, te amo—me susurra.
-Y yo a ti, Jonghyun—deposito un suave beso en su pecho. Nos abrazamos durante un par de minutos, finalmente le suelto, me doy vuelta, tomo la playera gris y me dispongo a ponérsela—Anda, mete los brazos—le proporciono unas palmaditas en su vientre una vez que se halla vestido.
-Gracias, mi diva—roza mis labios, por quien sabe qué vez.
-Hyungs, ¿ya están listos? Los estamos esperando—Taemin llega y entra corriendo, se dirige hasta el buro donde se halla el pastel, lo toma con cuidado, lo observa por unos instantes con unos enormes y brillantes ojos antes de dirigirse de nuevo a la salida—Hyungs de prisa—se detiene a esperarnos. Jonghyun pasa un brazo alrededor de mi cuello y así nos dirigimos a la cocina.
-Taemin aparta un poco la vista de ese pastel o chocaras con algo—el pequeño levanta la vista y me sonríe.
-Kibum hyung, conozco bien la casa, eso no sucederá…—apenas termina choca con un pequeño sillón.
-TAEMIN—exclamamos Jonghyun y yo, nos soltamos y corremos a atraparle.
-Minnie, te dije que dejaras a Jonghyun cargar con eso—Minho es el héroe de su amado. Él fue más rápido, ni siquiera note a qué hora ni de donde salió.
-Sí…lo olvide…—sonríe nuestro maknae mientras se incorpora y trata de recuperar el pastel que ahora se halla en manos de Minho; el de negros cabellos lo aleja del pequeño castaño.
-Lo siento, Minnie. Podrías sufrir otro accidente.
-Minho tiene razón, vamos. Ya quiero comer—Jonghyun continua con el recorrido, tras él va Minho y luego Taemin con la vista fija en el pastel que el más alto lleva a la altura de sus hombros.
-Taemin, volverás a tropezar—le reprimo en cuanto le doy alcance. Le rodeo con mis brazos.
-¿Qué sucede, Kibum hyung?—me pregunta un poco confundido.
-Nada, Minnie. Solo eres muy tierno y lindo por lo que me dieron ganas de abrazarte…—él solo me sonríe y devuelve el abrazo.
-¡Yo también quiero!—Jonghyun se nos une al percatarse.
-Mmm… ¡Se me antojo!—Minho le siguió. De nuevo un abrazo familiar, bueno solo falta Onew. Llegamos así a la cocina, nos soltamos pues nos es imposible pasar, a Onew solo se echa a reír.
Me quedo estupefacto al ver la cantidad de comida sobre la mesa ubicada al centro, los platos apenas caben. Todos los alimentos son de mi agrado; en el centro se halla el pastel regalo de Minho, Taemin y Onew. Minho coloca el pastel regalo de Jonghyun en un pequeño espacio hecho por Onew. Los cuatro se colocan alrededor de la mesa, me miran fijamente y sonríen ampliamente.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, KEY!—les devuelvo la sonrisa al tiempo que comienzo a recordar la primera vez en que tuve un feliz cumpleaños.
FLASH BACK
Se trata de un día sábado, las nubes inundan el cielo; las observo mientras espero sentado en un columpio un poco oculto dentro del pequeño parque. Apoyo mi cabeza en una de las cadenas que lo sostienen.
-Puedo hacerte compañía—levanto la cabeza de golpe, me encuentro con un chico bastante alto de negros cabellos un poco largos. Lo observo fijamente—Soy Minho, Choi Minho.
-Como quieras. El parque no es mío—aparto la vista de él y trato de ignorarlo.
-¿Tú nombre es?—sigue molestando. Le ignoro—Yo ya te dije el mío me debes decir el tuyo, al menos por cortesía—noto en su voz un dejo de molestia pero tiene razón.
-Kim Kibum—digo a regañadientes aun dándole la espalda. De pronto unas manos se posan sobre mis ojos, al instante trato de desasirme de ellas—Choi Minho, aleja tus manos de mi rostro.
-No soy yo.
-Claro, ¿entonces quien?
-Adivina—la voz no suena a la de Minho.
-Onew hyung—exclamo. El aparta sus manos, al abrir los ojos me encuentro con el rostro de Jonghyun y Taemin, mis amigos. Jonghyun sostiene un pequeño muffin con glaseado de color rosa y con una pequeña velita al centro. Onew se les une, los tres me sonríen.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, KIBUM!—el extraño sentimiento de felicidad me embarga poco a poco.
-Disculpa la tardanza, fue mi culpa, tuve un pequeño percance—miro fijamente a Jonghyun, noto su labio partido.
-¿Estás bien?—él sonríe aun más ampliamente.
-Sí, solo es el labio. ¿Y tú lo estás?—me cuestiona al ver un moretón debajo de mi ojo y el labio, al igual que el suyo, partido.
-Es tú cumpleaños, ¿Quién te hizo eso?—cuestiona Minho. Todos volteamos a verle— ¿Qué?
-Esto me lo hizo mi “amado” padre e indirectamente mi “amada” madre—la expresión de Minho es de absoluta sorpresa—Es algo normal para nosotros dadas nuestras familias.
-Dejemos ese tema de lado, ¿quieren? Por cierto, ¿tú eres?—Jonghyun mira al aun sorprendido chico de negros cabellos.
-Choi Minho, gusto en conocerlos.
-Minho, yo soy Kim Jonghyun, el es Lee JinKi pero llámalo mejor Onew y el pequeño Lee Taemin—Minho los observa cuidadosamente. Se detiene un poco más en Taemin pero el pequeño ni lo nota.
-Hyung, debes soplar la velita…bueno primero debemos encenderla…—Taemin dice lo ultimo mas para sí. Onew se acerca a encenderla, en cuanto la llamita parpadea Jonghyun me acerca el muffin—Pide un deseo—así lo hago antes de apagarla.
-Ahora a partirlo en cinco…
-No, Kibum, es todo para ti, hoy es tú cumpleaños—me dice Onew.
-Exacto, es mi cumpleaños y quiero compartirlo—Jonghyun me tiende el muffin, lo tomo y comienzo a repartirlo.
Mientras comemos el pequeño pedazo que nos toca comenzamos a charlar de temas varios. Nos enteramos que Minho es un buen tipo que no es de aquí, solo está de visita por el fin de semana. Así se nos va el día, para cuando lo notamos ya es tarde. Decidimos que es hora de irnos. Minho se despide cálidamente de todos pues se marcha en la mañana, Taemin y Onew se van juntos pues sus casas quedan cerca y Jonghyun y yo hacemos lo mismo ya que nuestras casas se hallan ubicadas en la misma dirección. Jonghyun y yo no dejamos de jugar durante todo el trayecto. Estando con él me siento por demás feliz, sobre todo al verlo sonreír.
-Bien aquí nos separamos. Espero que hayas disfrutado este día.
-Hoy he tenido el mejor cumpleaños gracias a ustedes—sonrió—Bueno debo irme, nos vemos.
-Sí—me doy la vuelta e intento seguir pero él me detiene—Tengo un regalo especial para ti—le miro sorprendido, solo me da tiempo de hacer eso. Lo siguiente de lo que soy consciente es que sus labios están sobre los míos. Es solo un roce, se separa rápidamente—Perdona tenía que hacerlo. Solo que quede entre nosotros y no lo volveré a hacer—dada mi sorpresa no digo nada. Me sonríe de nuevo y le veo alejarse rápidamente. Un sentimiento desconocido se apodera de mí, es agradable. Sonrió y continúo con mí andar.
-Puedo hacerte compañía—levanto la cabeza de golpe, me encuentro con un chico bastante alto de negros cabellos un poco largos. Lo observo fijamente—Soy Minho, Choi Minho.
-Como quieras. El parque no es mío—aparto la vista de él y trato de ignorarlo.
-¿Tú nombre es?—sigue molestando. Le ignoro—Yo ya te dije el mío me debes decir el tuyo, al menos por cortesía—noto en su voz un dejo de molestia pero tiene razón.
-Kim Kibum—digo a regañadientes aun dándole la espalda. De pronto unas manos se posan sobre mis ojos, al instante trato de desasirme de ellas—Choi Minho, aleja tus manos de mi rostro.
-No soy yo.
-Claro, ¿entonces quien?
-Adivina—la voz no suena a la de Minho.
-Onew hyung—exclamo. El aparta sus manos, al abrir los ojos me encuentro con el rostro de Jonghyun y Taemin, mis amigos. Jonghyun sostiene un pequeño muffin con glaseado de color rosa y con una pequeña velita al centro. Onew se les une, los tres me sonríen.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, KIBUM!—el extraño sentimiento de felicidad me embarga poco a poco.
-Disculpa la tardanza, fue mi culpa, tuve un pequeño percance—miro fijamente a Jonghyun, noto su labio partido.
-¿Estás bien?—él sonríe aun más ampliamente.
-Sí, solo es el labio. ¿Y tú lo estás?—me cuestiona al ver un moretón debajo de mi ojo y el labio, al igual que el suyo, partido.
-Es tú cumpleaños, ¿Quién te hizo eso?—cuestiona Minho. Todos volteamos a verle— ¿Qué?
-Esto me lo hizo mi “amado” padre e indirectamente mi “amada” madre—la expresión de Minho es de absoluta sorpresa—Es algo normal para nosotros dadas nuestras familias.
-Dejemos ese tema de lado, ¿quieren? Por cierto, ¿tú eres?—Jonghyun mira al aun sorprendido chico de negros cabellos.
-Choi Minho, gusto en conocerlos.
-Minho, yo soy Kim Jonghyun, el es Lee JinKi pero llámalo mejor Onew y el pequeño Lee Taemin—Minho los observa cuidadosamente. Se detiene un poco más en Taemin pero el pequeño ni lo nota.
-Hyung, debes soplar la velita…bueno primero debemos encenderla…—Taemin dice lo ultimo mas para sí. Onew se acerca a encenderla, en cuanto la llamita parpadea Jonghyun me acerca el muffin—Pide un deseo—así lo hago antes de apagarla.
-Ahora a partirlo en cinco…
-No, Kibum, es todo para ti, hoy es tú cumpleaños—me dice Onew.
-Exacto, es mi cumpleaños y quiero compartirlo—Jonghyun me tiende el muffin, lo tomo y comienzo a repartirlo.
Mientras comemos el pequeño pedazo que nos toca comenzamos a charlar de temas varios. Nos enteramos que Minho es un buen tipo que no es de aquí, solo está de visita por el fin de semana. Así se nos va el día, para cuando lo notamos ya es tarde. Decidimos que es hora de irnos. Minho se despide cálidamente de todos pues se marcha en la mañana, Taemin y Onew se van juntos pues sus casas quedan cerca y Jonghyun y yo hacemos lo mismo ya que nuestras casas se hallan ubicadas en la misma dirección. Jonghyun y yo no dejamos de jugar durante todo el trayecto. Estando con él me siento por demás feliz, sobre todo al verlo sonreír.
-Bien aquí nos separamos. Espero que hayas disfrutado este día.
-Hoy he tenido el mejor cumpleaños gracias a ustedes—sonrió—Bueno debo irme, nos vemos.
-Sí—me doy la vuelta e intento seguir pero él me detiene—Tengo un regalo especial para ti—le miro sorprendido, solo me da tiempo de hacer eso. Lo siguiente de lo que soy consciente es que sus labios están sobre los míos. Es solo un roce, se separa rápidamente—Perdona tenía que hacerlo. Solo que quede entre nosotros y no lo volveré a hacer—dada mi sorpresa no digo nada. Me sonríe de nuevo y le veo alejarse rápidamente. Un sentimiento desconocido se apodera de mí, es agradable. Sonrió y continúo con mí andar.
FIN FLASH BACK
-Esto me ha traído recuerdos—digo sonriendo.
-Hyung, debes morder nuestro pastel—Taemin lo señala. Me acerco para darle el mordisco. Termino embadurnado, por segunda vez, de betún gracias al empujón que me da Minho.
-Tú—le miro amenazadoramente. Tomo betún de mi rostro y trato de ensuciarle pero él se escuda con Taemin y así pronto se involucran Onew y Jonghyun. Jugueteamos con la comida pero como tenemos hambre aprovechamos cualquier momento para tomar un bocado y luego continuamos con la batalla. La pequeña cocina termina toda sucia, con comida por aquí y por allá.
-Bien, habíamos planeado salir pero creo que al final nos quedaremos a limpiar todo esto—nos dice Onew.
Pasamos el resto del día limpiando y vestidos con nuestras respectivas pijamas. Aún así logramos encontrar pretexto para seguir jugando, en realidad es debido a los juegos que nos lleva todo el día limpiar. El reloj marca las 21:00 horas cuando al fin terminamos, nos dirigimos a la sala y nos distribuimos en los sillones.
-Iré a tomar una ducha y luego a descansar—Minho se levanta. Los demás seguimos conversando mientras esperamos nuestro turno para usar el baño. Una vez todos nos hallamos limpios nos retiramos a dormir.
-Bueno, creo que yo aun tengo algo de hambre—al decirlo Jonghyun me ve pervertida mente.
-La poca comida que quedo esta en el refrigerador—le informa Taemin.
-No creo que Jonghyun se refiera a esa comida, Minnie—Minho despeina al pequeño castaño. Todos reímos ante su inocencia.
-Está bien, suficiente. Buenas noches. Debo ir a cenar. ¿Key, vienes conmigo? En realidad tú no puedes faltar…—sonríe.
Les doy las buenas noches a los demás y me retiro junto con Jonghyun. En el pasado no supe reconocer lo que sentí cuando Jonghyun me beso, ahora sé que se trataba de un sentimiento de amor que comenzaba a nacer por ese lindo rubio a quien estoy a punto de cenarme. Definitivamente no puedo pedir un mejor cumpleaños, sería demasiado, al menos así me lo parece por el momento.
-Hyung, debes morder nuestro pastel—Taemin lo señala. Me acerco para darle el mordisco. Termino embadurnado, por segunda vez, de betún gracias al empujón que me da Minho.
-Tú—le miro amenazadoramente. Tomo betún de mi rostro y trato de ensuciarle pero él se escuda con Taemin y así pronto se involucran Onew y Jonghyun. Jugueteamos con la comida pero como tenemos hambre aprovechamos cualquier momento para tomar un bocado y luego continuamos con la batalla. La pequeña cocina termina toda sucia, con comida por aquí y por allá.
-Bien, habíamos planeado salir pero creo que al final nos quedaremos a limpiar todo esto—nos dice Onew.
Pasamos el resto del día limpiando y vestidos con nuestras respectivas pijamas. Aún así logramos encontrar pretexto para seguir jugando, en realidad es debido a los juegos que nos lleva todo el día limpiar. El reloj marca las 21:00 horas cuando al fin terminamos, nos dirigimos a la sala y nos distribuimos en los sillones.
-Iré a tomar una ducha y luego a descansar—Minho se levanta. Los demás seguimos conversando mientras esperamos nuestro turno para usar el baño. Una vez todos nos hallamos limpios nos retiramos a dormir.
-Bueno, creo que yo aun tengo algo de hambre—al decirlo Jonghyun me ve pervertida mente.
-La poca comida que quedo esta en el refrigerador—le informa Taemin.
-No creo que Jonghyun se refiera a esa comida, Minnie—Minho despeina al pequeño castaño. Todos reímos ante su inocencia.
-Está bien, suficiente. Buenas noches. Debo ir a cenar. ¿Key, vienes conmigo? En realidad tú no puedes faltar…—sonríe.
Les doy las buenas noches a los demás y me retiro junto con Jonghyun. En el pasado no supe reconocer lo que sentí cuando Jonghyun me beso, ahora sé que se trataba de un sentimiento de amor que comenzaba a nacer por ese lindo rubio a quien estoy a punto de cenarme. Definitivamente no puedo pedir un mejor cumpleaños, sería demasiado, al menos así me lo parece por el momento.
FIN
[/justify]Última edición por Kizara el Vie Sep 21, 2012 10:42 pm, editado 1 vez
Kizara
Taemin, Jonghyun, Minho, Key, Onew
44
Re: Saengil chukha hamnida.
*----* ~ Se lo ceno ~
Jajajaja que decirte?...
realmente me gusto, tiene su dosis de amor, de ternura y cariño perfecto en el Jongkey.
Me gusto su despertar de Kibum su pastelito y la cancioncilla de Jonghyun slkdjlkasjdslaj y despues sus besitos, pero jajaja Kibum por ahi lanzandose encima de jong fue bellisimo alksdjaslkjdl Lastima que no dejaron a Jonghyun desayunarse a key jajajaja xDDD Juro que mori con esa interrupcion jaja pobrecito se aguanto el hambre de kibum todo el dia ajajajaja...
*----*
Pero al final se lo ceno~
Me encanta bien descarado diciendo que tiene hambre jajajaja ...
Ay ~ *suspira*
Gracias por compartir tu shot >-< !
Última edición por TsukiLov el Vie Sep 21, 2012 11:34 pm, editado 1 vez
Re: Saengil chukha hamnida.
Hola.... me encantó adoró el Jongkey y el 2min...
me gustó mucho la verdad
Gracias por compartir
me gustó mucho la verdad
Gracias por compartir
Re: Saengil chukha hamnida.
……qué bueno que guste al menos un poco, es el primer escrito que publico…gracias por los comentarios…
Kizara
Taemin, Jonghyun, Minho, Key, Onew
44
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