SINOPSIS

Capitulo 2
No juzgues

-Superior Kim –JinKi entró a la oficina principal. El superior Kim solo hizo una seña para que pasara.

-¿Sabes que paso con las pruebas? –El superior Kim se froto las sienes.

-El testigo… -JinKi tragó saliva. –Su casa se quemo ayer por la noche, las pruebas las tenia él. Quería asegurase de que cumpliéramos nuestra parte del trato, no involucrarlo a cambio de la cabeza de Jonghyun.

-Seguramente ese maldito de Minho se encargo de todo como siempre.

-No tenemos nada señor, si fue Minho, hizo que el incendio pareciera un accidente.

-Retírate JinKi –el detective Lee hizo una reverencia y se retiro de la oficina principal.

-Para terminar con Jonghyun primero tengo que deshacerme Minho –El superior se acomodó en su asiento. –Pero el maldito es más listo que yo.




-¿Qué estás haciendo Minho? –se pregunto así mismo viendo como aquel hermoso joven se marchaba casi huyendo. –Seguramente pensó que soy demasiado atrevido –suspiró pesadamente y se revolvió el cabello. –Deja de soñar Minho, tu ni siquiera puedes anhelar la idea de ser feliz –se levanto pesadamente y pagó la cuenta. Con lo rápido que había salido el menor se había olvidado de pagar, a Minho le pareció muy tierno.

>>>Flash Back<<<

-Jefe –llamó un tipo cuarentón y de aspecto temible. Entraba a lo que parecía ser una fábrica abandonada con un niño el cual se resistía. –Esto fue lo que quedo –aventó al frente a aquel pequeño.

El hombre en el escritorio se levanto y camino hasta quedar frente al pequeño. -¿Cómo te llamas? –le dijo agachándose a su altura.

-… -El pequeño no respondió, solo apretaba los puños con fuerza y unas lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.

-Sé lo que le pasó a tu familia –el pequeño elevo la mirada rápidamente. –Te ayudare, pero para eso necesito que cooperes. ¿Entiendes? –el pequeño asintió.

-So-soy Minho, Choi Minho –estaba a punto de comenzar a llorar pero se control así mismo. –Necesito que me ayude a encontrarlo.

-¿Encontrar? ¿A quién? –le pregunto el jefe.

-El pequeño, el pequeño que tenían donde me tenían a mí. Es muy delicado, enfermara si no lo cuidan.

-Shin dijo que tú fuiste el único que quedo –el jefe trataba de comprender.

-Por que se llevaron al pequeño. Tiene apenas tres años, lo lastimaran –Minho parecía preocupado por el otro niño.

-Ya no podemos hacer nada por él, no te preocupes, si el niño corre con suerte vivirá –se levanto y fue de nuevo a su escritorio. -¿Qué edad tienes Minho?

-Seis años –Minho no dejaba de llorar mientras hablaba.

-Lamento lo que voy a hacer ahora Minho, tu merecías llevar una buena vida –hizo una pausa mientras acomodaba algunos papeles en su escritorio. –A partir de ahora no eres más una persona común y corriente. Desde este momento vivirás para matar.

>>>Flash Back End<<<

Minho camino directo a su departamento, la noche anterior no había dormido nada. Había acabado con la vida de un soplón. Un soplón que por mucho tiempo fue su “amigo” pero que cuando se sintió acorralado no dudo en querer entregar a Jonghyun.

Minho odiaba con todas sus fuerzas matar, odiaba ese acto sin escrúpulos pero se había criado así, desde que asesinaron a sus padres la muerte se convirtió en algo muy común en su vida.

Entro a su departamento, dejo sus zapatos den donde cayeran y se encaminó a su habitación. Se quito esa horrible ropa que tanto odiaba, se aflojo la corbata y se quito el saco y los pantalones, quedando solo en camisa y bóxers. Se tiro a su cama y escucho el silencio que le brindaban esas cuatro paredes.

En cuanto cerró los ojos recordó todo, recordó los gritos como si los estuviera escuchando en ese momento y veía como aquel soplón intentaba salir de esa casa mientras que Minho solo lo miraba luchar.

Abrió los ojos de golpe, no quería pensar en eso pero le resultaba imposible. Siempre, cada noche antes de dormir los recuerdos de todo lo que ha hecho, de todas las personas a las que les quito la vida vuelven y lo atormentan. Tarda horas en poder conciliar el sueño, odia esos recuerdos, pero no puede hacer nada para borrarlos. Al fin después de dar un sinfín de vueltas en la cama se quedo dormido.




-¡Hyung! –Taemin llamó a su hermano mayor.

-Dime pequeño –KiBum volteo su rostro hasta Taemin, el cual estaba sentado en la barra de la cocina viendo a KiBum.

-¿Papá vendrá a cenar? –el pequeño hizo un puchero.

-No lo creo. Hay mucho trabajo pendiente y el tiene que estar al tanto –siguió cocinando.

-Nunca viene a cenar –Taemin se cruzo de brazos.

KiBum solo suspiro y escucho como su pequeño hermano se levantaba y se iba de la cocina, seguramente estaba un poco deprimido después de su conversación.

El timbre sonó y un JinKi sonriente apareció. –Hola Key –le entrego una botella de vino.

-Hola hyung, pasa –KiBum se hizo a un lado y dejo pasar al rubio.

-¿Y Taeminnie? –el rubio lo buscó con la mirada.

-Supongo que en su habitación.

-Iré a buscarlo –el mayor comenzó a caminar.

-Un momento hyung –KiBum lo detuvo jalándolo de la playera. –Tenemos que hablar –lo llevo así hasta la cocina.

-¿De qué? –el mayor parecía desesperado.

-De Jonghyun –se sentó en la barra e hizo una seña al rubio para que también lo hiciera. –Tú me vas a decir a que se refería con eso de “No confíes en nadie” –el mayor solo se sentó suspirando.

-¿Qué quieres que te diga? Es la verdad –el rubio se encogió de hombros. –En el mundo en el que nosotros vivimos no puedes confiar en nadie. –hizo una pausa mirando al suelo. –Ni en mí. –finalizó.

KiBum se desconcertó, ¿Qué significaba eso?

-¿A qué te refieres hyung? ¿Cómo que no puedo confiar en ti? –Kibum se levanto de golpe.

-Es la verdad. –JinKi sonrió triste. –Yo soy amigo de Jonghyun, no puedes confiar en mí –miró a Kibum.

-No entiendo.

-Aunque no me lo creas, Jonghyun no es el monstruo que tú imaginas.

-Alguien que asesina por dinero no puede ser una buena persona –Kibum comenzaba a enojarse.

-No juzgues a nadie sin conocerlo KiBum, no todo lo que parece malo de verdad lo es, ni todo lo que según tu es bueno es verdadero. No preguntes mas, solo hazle caso, nunca confíes en nadie.

-Creo que cada día estas más loco JinKi. La realidad es que lo malo es malo y lo bueno es bueno.

-Si –JinKi sonrió. –Pero los disfraces existen.

-Nunca entenderé lo que dices JinKi, eres extraño –hizo una mueca y se acerco a la cena.

-¿De nuevo saldrás hoy?

-Tengo que, trabajo encubierto ¿Recuerdas? –probo la cena. –Quedo rica –se saboreo.

-Solo ten mucho cuidado y no dejes que Woohyun se te acerque demás –le advirtió.

-Lo sé, lo sé. No te preocupes hyung.

-Entonces vete antes de que se te haga tarde. Cenare con Minnie y me quedare a dormir. Cuando llegues me despiertas –se acerco a Kibum.

-¿Para qué? –Kibum le dio a probar un poco.

-Para poder descansar tranquilo –sonrió ampliamente. -Sí, te quedo rico.

-Sigo pensando que eres extraño –lo miro como a un alíen. -Me voy –se quito el delantal que usaba y camino a la puerta. –No tardare mucho –tomo su chaqueta. –Adiós hyung –salió de casa.

Caminó hacia la parada del bus, se suponía que trabajaba en un club nocturno, no podía llegar en el lujoso auto que su padre le había comprado. Tomo el bus y después de quince minutos bajo, camino por unas calles bastante desoladas hasta que llego a aquel infernal lugar, su nombre, “Lucifer”, las letras rojas resaltaban a kilómetros de distancia.

Dio un pesado suspiro y camino hasta la puerta de atrás donde ya lo esperaba Woohyun.

-Se te hizo tarde –lo reprendió levemente.

-Tenía que dejar la cena hecha –solo se encogió de hombros. –Es hora –susurro y ambos entraron al lugar.

Se podía percibir un ambiente bastante divertido, un DJ estaba al centro del lugar mientras que jóvenes de distintas edades bailaban y brincaban al ritmo de la música. En algunas mesas en el segundo piso se podían apreciar a aquellos muchachos, esos que cobraban por dar placer y que KiBum estaba seguro eran explotados por alguien más.

Ese era su trabajo en ese lugar. Acompañado de Woohyun trabajan como meseros y se encaraban de averiguar. Con un poco de suerte aquel que explotaba a aquellos chicos se interesaría en la belleza de Kibum y entonces sería el momento indicado para atrapar al maldito.

Kibum coloco sus manos en su cintura, comenzaba a cansarle eso de parecer bastante fácil a la vista de todos los hombres lujuriosos de ese lugar solo para llamar la atención.

Woohyun se marcho a la barra dejándolo solo en lo que se colocaba el uniforme. Mientras ataba las cintas de sus zapatos recorrió el lugar con la mirada, parecía que no había nada extraño hasta que se topo con él.

Lo miraba desde una mesa en el fondo, tenía una sonrisa de burla en la cara y no le quitaba la mirada de encima. Kim Jonghyun estaba ahí y lo reconoció, si ese maldito abría la boca podría echar a perder el trabajo de dos meses.

KiBum trago saliva y camino hasta legar a su mesa. – ¿Me puedo sentar? –Dijo de la manera más sensual que pudo.

-Claro, ¿Por qué no? –Jonghyun recorrió con la mirada el cuerpo del menor de arriba abajo. Kibum se sentó a su lado. –No sabía que tenías este empleo además de ser det… -no termino de hablar por que Kibum le toco la pierna, acariciándola levemente sobre el pantalón.

-Apostaría mi vida a que sabes porque estoy aquí –intento sonreír al hablar. Necesitaba fingir que estaba coqueteando con el peli plateado para que nadie sospechara nada.

-Lo sé, pero me parece divertido ver al detective Kim –susurro en el oído del pelinegro. –Tan nervioso –se separo un poco de Kibum.

-No estoy nervioso –aclaro Kibum.

-Si no lo estuvieras no estarías coqueteando conmigo de esa forma tan descarada –Kibum comenzó a temblar, Jonghyun le estaba hablando de manera muy erótica para su gusto. –Quien diría que tras esa placa tan bonita que cargas se escondería todo un monumento a la sensualidad –Jonghyun paso su brazo por la cadera de Kibum acercándolo mas a él, casi restregando sus cuerpos. –Podría aprovecharme de esto… -beso el cuello del pelinegro.