Página 1 de 1. • Comparte
Don't talk
Título: Don't talk.
Autor: Faby Estrada.
Pareja: JongTae.
Tipo: OneShot.
Género: Ehr, no estoy segura, tengo problemas para estas cosas T_T
Advertencias: Lemon & malas palabras (sino no estuviera en espanta -rueda los ojos-)
Clasificación: 18+
Dedicado a: mi-chan. Es su regalo súper adelantado de cumpleaños. Aunque también es para desearles un ¡Feliz Año Nuevo!
Nota: Es el primer shot que acabo en mucho tiempo y me esforcé para terminarlo porque me desapareceré por unos días. Por otro lado, de verdad tenía tantas ganas de escribir algo como esto otra vez. Creo que el JongTae siempre será mi escape cuando quiera hacer OneShots con sexo rudo :$$$ espero lo disfruten y no se asqueen, no es esa mi intención, pero bueno, la advertencia ya está y quedará mucho más clara cuando lean la primera línea de la historia C': Así que el que lea, será bajo su propio riesgo(?)
Espero sus comentarios, por favor, pongan aunque sea un: ME GUSTÓ. ¿Sí? Es importante para mí T_T
«A mí me gusta el sexo duro, Taemin, no vas a querer enredarte conmigo, créeme.»
Taemin soltó un suspiro mientras agachaba la cabeza y se miraba las manos. ¿Por qué se sentía tan impotente y tan excitado al recordar las crudas palabras de Jonghyun? ¿Acaso estaba enfermo? Se removió en el asiento frente al piano, estirando los dedos torpemente para tratar de concentrarse en algo que no fuera el castaño.
Su dedo índice tocó una tecla y el recuerdo de su primera vez le inundó la cabeza mientras la nota musical le acariciaba los oídos. Suspiró, cerrando los ojos, acordándose de aquel mágico momento con, en ese entonces, su novio Jinki. Había sido tan suave, tierno y amoroso. Taemin no se arrepentía de nada de lo que había hecho con el mayor, pero poco a poco aquella forma de hacer el amor lo había empezado a aburrir. Le sabía rancia y monótona; siempre las mismas poses y el mismo final, no había nada de divertido o nuevo.
Abrió los ojos y dejó caer la mano de vuelta a su regazo. Bueno, tenía que admitir que sólo una vez había cambiado aquello, pero no porque Jinki así lo hubiera querido, sino porque había sido un acontecimiento que no podía controlar. Jinki había llegado a su departamento, estaba borracho y enojado con él por haberle ocultado que le debía dinero a un desconocido.
¡Por qué no confiaste en mí! Carajo, pude haberte ayudado antes de que ese imbécil se lo dijera a tus padres.
Le había gritado, azotando la puerta detrás de él y lo había arrinconando bruscamente contra la pared. Taemin le había tenido miedo, nunca lo había visto así de enfadado, pero se relajó al sentir la boca gruesa del mayor presionando la suya con pasión y desesperación. Su cuerpo reaccionó y se excitó.
Te voy a castigar.
Las palabras de Jinki fueron directamente a su entrepierna. Había gemido y había cedido a la anticipación que sentía su cuerpo. Jinki lo había hecho suyo salvajemente, Taemin no sabía si aquello se podía llamar «hacer el amor» o «follar», pero le había gustado. Oh sí, le había encantado todo aquello.
La sonrisa que tenía al recordar aquel momento, desapareció de forma instantánea cuando recordó que Jinki se había disculpado al día siguiente y le había jurado nunca volver a hacerlo. Demonios, él había querido decirle que no lo sintiera, que le había gustado, pero el miedo le cerró la boca. No quería que el mayor pensara que era un enfermo o algo parecido, así que se quedó callado, y poco después, había terminado con una relación de más de un año.
Y ahí estaba ahora, en su nuevo trabajo, enamorado del cantante estrella de la empresa y con una frustración sexual enorme. Tamborileó los dedos descuidadamente sobre el piano y cerró la tapa de golpe. Joder, al carajo todo, por más que lo intentara, no podía dejar de pensar en Jonghyun; de decirse una y mil veces más que nada con él podría funcionar, pero al parecer, tenía una mente muy terca, porque lo único que le aseguraba con severidad, era que él quería a Jonghyun con todo y su sexo duro.
No le dio tiempo de pensar en nada más, la puerta del estudio se abrió, dejando ver a su mejor amigo. Taemin supo que Choi Minho sabía en lo que había estado pensando en cuanto el ceño fuertemente fruncido de su amigo apareció sin previo aviso.
—¿Otra vez él?
Taemin no se molestó en contestar siquiera. Siempre era lo mismo y le irritaba que Minho quisiera aparentar que sus pensamientos eran sobre algo nuevo.
—He hablado con él —continuó el alto.
Taemin se crispó.
—¿Qué? —Sintió que el alma le caía hasta los pies. —¡¿Qué hiciste, qué?!
Choi ni se inmuto ante su reacción.
—Que he hablado con él —sonrió—. Bueno, en realidad, mi mano habló primero y luego le escupí lo que pensaba de él.
No, no, no, no. Taemin no podía creer que el estúpido de su mejor amigo hubiera hecho eso.
—No —murmuró, fulminándolo con la mirada. En ese momento estaba lleno de miedo, preocupación y odio. Odio hacia Minho—. ¿Cómo pudiste hacerle eso? —Se levantó. —¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! —Gritó, malhumorado, apretando los puños, tratando de contener el impulso de incrustar los nudillos en la mejilla del alto.
Minho lo miró, atónito.
—¿De verdad lo estás defendiendo?
—¡Por supuesto que sí! —Se acercó a él, dándole un fuerte empujón en el pecho—. ¡¿Quién demonios te crees para haber hecho eso?! —Escupió, valiéndole una mierda la mirada de dolor que Minho le dedicó. —Carajo, eres mi mejor amigo y no te conté mis problemas para que corrieras y fueras a golpear a Jonghyun —Taemin sentía las lágrimas escocerle los ojos. Mierda, le era difícil creer que Minho no pudiera mantener la boca cerrada. Ahora, probablemente, Jonghyun estaría odiándolo por ser tan niña y no lograra comprender las cosas—. ¡Jonghyun fue claro conmigo! —Continuó. —¡Carajo! Yo le entendí, Minho. De verdad que entendí lo que estaba tratando de decirme. Fue una advertencia porque claramente piensa que si intenta algo conmigo, el único que saldría lastimado de esa relación si no llegara a funcionar sería yo.
—Taemin, escúchame…
—¡No! Ya tuve suficiente de ti. Creí que serías como un hermano que me escucharía cuando más lo necesitaba, sólo eso. ¡Pero nunca creí que fueras tan estúpido! Yo no soy ninguna doncella que necesita ser salvada, Minho. Te confundiste conmigo.
—No te enojes, Minnie —murmuró el alto, dolido y con la mandíbula apretada—. Te quiero como un hermano, entiéndeme. No soporté más el verte así, abatido, sin apetito y triste.
Taemin suavizó la expresión, muy en el fondo de su corazón, entendía a Minho, pero ahora estaba demasiado molesto con él. Jonghyun era la primera persona, después de Jinki, que de verdad le había importado. Lo quería y no iba a perdonar tan fácil a Minho por haberlo lastimado.
—Hablaremos después —dijo en cambio.
—¿Adónde vas?
—A ver a Jonghyun — giró, encaminándose hacia la puerta e ignorando los gritos de Minho para detenerlo.
Jonghyun tiró la lata vacía de cerveza a la basura, chaqueó la lengua y se paró tambaleándose y riendo como un idiota mientras iba por otra cerveza a la cocina. Le dolía la cara, ahí en donde el estúpido de Choi Minho lo había golpeado. Chasqueó la lengua, recordando de mala gana lo que el alto le había dicho antes de tirarle el primer golpe.
Aléjate de Taemin, ¿me has entendido? Ya le has hecho mucho daño, maldito hijo de puta.
¿Daño? ¿Cuál daño? Joder, si él lo único que había hecho desde que había sabido que Taemin tenía sentimientos por él, era haberlo protegido. Taemin era un chico dulce, tierno y sexy como el infierno, pero esas características no eran suficientes para él. A Jonghyun le gustaban los juegos en la cama, era rudo y despiadado, pero sólo lo hacía con personas que gustaran de lo mismo. Con personas sumisas, más bien, y Taemin no era una de ellas. No quería hacerle daño porque le importaba. Demonios que sí, Lee Taemin le importaba más de lo que él quería aceptar.
Abrió el congelador y sacó otra cerveza, la abrió, bebiéndose una buena porción de un solo sorbo. Gruñó cuando el timbre de su puerta sonó. ¿Y ahora qué? ¿Acaso Minho había vuelto por un segundo round? Pues qué lástima, porque esta vez sí se iba a defender.
Dejó la lata en el desayunador y, con cuidado de no tropezar con sus propios pies, se deslizó hasta la puerta.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó, asombrado en cuanto abrió y vio a Taemin con su pequeño y hermoso rostro lleno de preocupación.
—Vine a verte, ¿estás bien?
Jonghyun gruñó una risa, dejó la puerta abierta y se alejó.
—¿Te parece que estoy bien?
—Lo siento —se apresuró a decir el menor, cerrando la puerta detrás de sí—. Siento que Minho haya hecho eso, fue mi culpa. Lo siento, Jonghyun, nunca pensé que mi amigo tuviera tal grado de… —se interrumpió. Jonghyun cerró los ojos por un breve momento y caminó hacia la cocina. Taemin lo siguió —Él me quiere mucho, como un hermano. Eso es todo.
—Bien, entiendo eso —murmuró Jonghyun, agarrando su bebida y dándole un enorme trago. Miró a Taemin y contuvo un gemido al verlo con la cara sonrojada y llena de terror. Dios mío, quería follárselo, duro y sin piedad. Quería castigarlo por lo que Minho le había hecho.
Sacudió la cabeza intentando alejar el rumbo que habían tomado sus pensamientos, terminó su cerveza y se obligó a continuar con lo que estaba diciendo—. Entiendo lo de tu amigo, pero lo que no entiendo es por qué estás aquí y por qué me estás dando tantas explicaciones cuando yo ni siquiera te las he pedido.
Taemin se sonrojó y Jonghyun estuvo a punto de perder el control. Mierda, ¿cómo se verían las mejillas de su trasero en ese mismo tono cuando le diera un par de azotes? Aquel pensamiento fue suficiente para causarle una erección.
Joder.
—Entiendo —dijo él—, si quieres que me vaya, entonces, me iré, pero antes, déjame curarte la herida.
Jonghyun iba a negarse, pero antes de que pudiera abrir la boca, Taemin había desaparecido. Frunció el ceño, tenía que educarlo, enseñarle que debía esperar una respuesta antes de actuar.
Carajo, ¿en qué estaba pensando?
Con un suspiro de frustración, salió de la cocina, se dejó caer en el sillón, apoyó la cabeza en el respaldo y cerró los ojos. Debieron de haber pasado unos pocos minutos, pero cuando los volvió a abrir, Taemin estaba junto a él, sentado sobre sus tobillos y aplicándole alcohol con un pedacito de algodón. Jonghyun sintió un dolor en el estómago al ver aquellos ojos avellana, mirándolo con ternura, casi con adoración. Se removió incómodo y deslizó la mirada a otro punto que no fuera él.
—Jonghyun —murmuró Taemin.
—¿Qué? —contestó con la voz ronca.
—Quiero hablar contigo.
—Ya lo estás haciendo.
Un minuto de silencio, minuto en el que Jonghyun notó que Taemin tenía la mirada clavada en sus labios. Mierda, si el chiquillo se inclinaba y lo besaba, Jonghyun no iba a protestar, pero sería un grave y gran error si él llegaba a probar aquellos labios carnosos y gruesos, porque no iba a poder detenerse una vez lo hiciera.
Taemin se removió y se estiró para dejar el botiquín que había sacado del baño sobre la mesita de café.
—Es —carraspeó—, es sobre la última plática que tuvimos y sobre lo que me dijiste.
A Jonghyun se le secó la boca. Oh, no, por favor no.
—¿Qué con eso? —Se obligó a decir, rogando en silencio que Taemin no le dijera algo como «quiero intentarlo».
El rostro de Taemin volvió a enrojecer antes de que decidiera hablar y matar a Jonghyun con sus palabras.
—Lo quiero —se interrumpió, negando sutilmente con la cabeza—. No, la verdad es que lo deseo. Deseo que me lleves a tu mundo de sexo duro. Jonghyun, yo… —desvió la mirada, mientras jugaba con sus dedos—, yo me excito mucho al pensar que no serás delicado conmigo.
MIERRRRRRRRRRRRRRRRRRDA.
—Taemin, tú no quieres esto —se paró, sintiendo la sangre correr rápidamente por sus venas. Dios mío, esto no podía estar pasando.
—Sí quie…
—No —lo interrumpió—, esto no es un juego, Taemin.
Taemin frunció el ceño.
—Sé que no es un juego, mis sentimientos por ti no son un juego, maldita sea. Deja de protegerme, no soy un niño y sé perfectamente lo que quiero —Taemin lo imitó, parándose del sofá, con una decisión en la mirada que dejó completamente desarmado a Jonghyun—. Te quiero a ti, ¿no lo entiendes? Sólo a ti, eres perfecto, Jonghyun —se acercó a él, y casi dio un respingo cuando la mano de Taemin le rozó la mejilla —Por favor, hyung.
Vale… Respira… respira… respira… ¡Al carajo todo!
Las expertas manos de Jonghyun agarraron el pequeño cuerpecito de Taemin por todos lados, haciéndolo jadear. Su miembro ya erecto, se endureció mucho más cuando su boca capturó la contraria; zambulló la lengua en esa preciosa y húmeda cavidad, encontrando rápidamente la de Taemin para enroscarla con la suya. Dios santo, ¿él era el que jadeaba?
Empujó al menor hacia el sillón, dejándolo sentado mientras él se inclinaba para no perder el delicioso contacto. Jonghyun sabía moverse rápido, y lo primero que hizo al tener a Taemin a su merced, fue abrirle las piernas y posicionarse entre ellas. Mmm iba a disfrutar mucho tener esos pequeños pies a la altura de sus orejas mientras lo embestía una y otra vez.
Frunció el ceño y detuvo el anhelante beso cuando las manos de Taemin hurgaron en su playera.
—No —dijo, con voz fuerte y clara. Demandante—. ¿Querías esto, no? —Taemin asintió, apenado—. Bien, entonces, las cosas se harán como yo diga.
Jonghyun se irguió y lo contempló de forma descarada. Sopesando las cosas que quería hacer con él. Si Taemin no había escuchado todas las advertencias que él le había dado, pues bien, aprendería por las malas.
—Quítate la camisa.
—¿Qué?
—Sht. Hablarás sólo cuando yo te lo pida y tendrás que obedecerme sin dudarlo. Si vuelve a salir de tu boca algo que no sea un jadeo, te amordazaré, ¿me has entendido?
Taemin tragó saliva y asintió lentamente.
Jonghyun sonrió.
—Bien, ahora, quítate la puta camisa.
Esta vez, el menor no dudó en obedecerlo. Desabrochó uno por uno los botones de su camisa torpemente. Dios, normalmente eso habría hecho enfadar a Jonghyun, pero con Taemin, su respuesta fue diferente. Cada vez que aquellos dedos flacos temblaban alrededor de cada botón, su pene se endurecía un poco más, casi rivalizando con el dolor.
Joder, estaba tan excitado.
Cuando la camisa de Taemin tocó el suelo, llevó las manos hacia su pantalón ante la mirada expectante del pequeño. Quitó el botón y deslizó lentamente el cierre. Abrió un poco la boca, entrecerrando los ojos cuando se dio cuenta de que Taemin contuvo el aliento al ver su erección.
Jonghyun se acercó mientras deslizaba su mano lenta y perezosamente por todo su miembro.
Taemin se relamió los labios cuando estuvo frente a él.
—Abre esa preciosa boca, Taemin.
Él obedeció, y entonces, Jonghyun le metió sólo la punta de su miembro.
—Vamos —lo apremió—, chúpalo.
Cuando la jugosa boca de Taemin se cernió sobre su carne, Jonghyun echó la cabeza hacia atrás y soltó un gruñido animal.
Jooooooooder, esto era el cielo.
—Saboréame —ordenó, moviendo las caderas, sintiendo su punta topar con la garganta de Taemin—. Trágame entero.
Y Taemin hizo exactamente eso. Lo recibió con hambre, como si estuviera famélico y hubiera esperado esto por meses, incluso años. Jonghyun estaba volviéndose loco, al borde del orgasmo. Bajó la mirada y se encontró con los preciosos ojos de Taemin. Su mano se deslizó hasta su pequeña nuca y sus dedos se entrelazaron con su largo y rojizo cabello.
—¡Para! —Gruñó, cuando Taemin lo succionó con fuerza. El alma casi se le sale del cuerpo cuando estuvo a punto de venirse en su boca. Oh, no, aunque tuviera tantas ganas de hacer exactamente eso, no quería que la fiesta acabara tan pronto.
Salió lentamente de la cálida boca del menor y se alejó.
—Quítate la ropa. Iré a mi habitación, y cuando regrese, te quiero encontrar desnudo e inclinado en el sofá, ¿me has entendido?
Taemin asintió con los ojos muy abiertos, pero no se movió.
—¿Qué estás esperando? —Preguntó Jonghyun, con el semblante enfadado. —Te dije que te desnudaras.
Taemin dio un respingo y, después de unos segundos, comenzó a hacer lo que se le había ordenado.
—Eso es —murmuró el castaño y sólo cuando vio el pantalón de Taemin en el suelo, se encaminó hacia su habitación, se desnudo y, antes de volver a la sala, sacó el botecito de lubricante que tenía en el buró.
El sol estaba empezando a ocultarse, y cuando regresó, se quedó parado mientras disfrutaba de la preciosa vista que había en su sala. El pelirrojo ya estaba desnudo, sus bonitas manos estaban apoyadas sobre el respaldo del sillón, tenía la cabeza metida entre sus brazos, mientras luchaba desesperadamente por detener el temblor de sus piernas.
Jonghyun sonrió. Dios santo, Taemin era algo digno de ver… o comer. Su sonrisa se ensanchó. Mierda, era el hijo de puta más afortunado del planeta porque estaba a punto de hacer exactamente eso. Se iba a comer a Lee Taemin.
—Cierra los ojos —ordenó desde la distancia — y mantén la cabeza en donde está.
—Pero, quiero verte y tocarte —murmuró Taemin, con la súplica saliendo de su boca.
—¿Qué te dije sobre hablar?
—Lo… lo siento.
—Sht.
El mayor se percató de la tensión de Taemin cuando se le acercó por detrás.
—Tranquilo, no te voy a hacer daño.
Deslizó las manos por los pálidos muslos, sintiendo la piel ponerse de gallina ante su contacto. Subió lentamente, memorizando cada milímetro de piel, tardándose perezosamente en el pequeño lunar que había en la nalga izquierda.
—Me gusta este lunar —ronroneó, inclinándose para darle un pequeño beso y luego pasarle la lengua. Taemin soltó un sexy gemido y Jonghyun supo que, de seguir así, no iba a soportar mucho tiempo sin estar enterrado muy profundo en Taemin.
Usó el lubricante y puso un chorro entre las blancas nalgas. Taemin se tensó de nuevo y Jonghyun se mordió el labio al tiempo que introducía un dedo en aquella estrecha cavidad. Dios mío, casi jadeó cuando los músculos de Taemin le exprimieron el dedo, como si quisieran asfixiarlo por tan incómoda intrusión.
Pronto, tenía dos dedos en su interior, y los gemidos de Taemin se hacían cada vez más fuertes mientras movía las caderas al encuentro de sus dedos.
Jonghyun no pudo soportarlo más. Se alejó, agarró a Taemin por la cintura, le dio la vuelta para que quedaran frente a frente y lo arrastró con él hasta el sillón, dejándolo a horcajadas sobre él.
—Ahora —murmuró, pasando un mechón de pelo rojizo detrás de la oreja suave—, quiero que me montes, Taemin. Que me disfrutes y nos lleves al límite, ¿entendiste?
Cuando el menor asintió, el castaño aferró con más fuerza la mano que tenía en su cintura y lo alzó, de forma que pudo guiar su miembro en el delicioso acceso de Taemin.
—Estás tan apretado —jadeó, casi gritando cuando se hundió en él hasta la empuñadora. Taemin se aferró a sus hombros y lo vio con la excitación reflejada en toda su linda cara.
Y fue ahí cuando Jonghyun supo que estaba perdido.
Quería tener a Taemin siempre así, con el rostro satisfecho, enrojecido y pleno mientras él lo llenaba.
—Jonghyun —gimió el menor, callándose al instante al recordar las reglas.
El castaño sonrió con esfuerzo, haciendo una mueca y soltando el aire que no sabía estaba conteniendo.
—Muévete —le urgió, dándole una fuerte palmada en el trasero.
Taemin se quejó, pero obedeció al instante. Ancló las manos en los brazos de Jonghyun y empezó a moverse. Primero lento, después más rápido, más rápido hasta que se perdió en la mezcla de sensaciones que se acumulaban en su interior.
—Eso es Taem, así.
Jadeó al escuchar el tono de aprobación de Jonghyun. Dios, sí. Esto era lo que quería, lo que había estado esperando por mucho tiempo.
—Vamos, babe, mastúrbate para mí.
Taemin soltó un juramente cuando fue alzado bruscamente, para después, ser aprisionado deliciosamente contra el sillón y el cuerpo de Jonghyun.
—Antes de que te corras —gruñó el castaño sobre su oído—, quiero tener estos preciosos pies junto a mi cara.
Taemin inhaló bruscamente cuando Jonghyun le agarró los tobillos y los puso sobre sus hombros. Gritó, sintiéndolo enterrado mucho más profundo, tocando su punto sensible, mandándolo directamente al carajo.
—Eso es.
Jonghyun se mordió el labio, aferrando las manos al sillón, poniendo todo su peso en la unión de sus cuerpos, comenzando a moverse desesperado y brutal contra Taemin, quien se retorcía y jadeaba con los ojos bien abiertos con cada una de sus embestidas.
Dios, cuanto le ponía verlo así.
—Vamos, Taemin, tú primero. Quiero ver tu dulce cara contrayéndose por el placer. ¡Vamos!
Y en cuestión de segundos, Taemin explotó con un grito ahogado, arqueándose maravillosamente contra él, contrayendo la cara y sus preciosos dedos de los pies ante la enorme ola de placer.
Jonghyun estaba a punto de terminar, pero aquella velocidad no era suficiente. Utilizó el último poco de energía y aceleró el ritmo, haciendo sus embates cada vez más pequeños. Jadeó, ladeando la cabeza para morder la pantorrilla de Taemin, quien gritó otra vez.
Joder, aquello fue suficiente para llevarlo al límite del éxtasis. Salió con un gemido del interior del pelirrojo y arrojó su semilla en el vientre blanco, justo en donde estaban los restos de semen del otro.
Se dejó caer de rodillas, completamente satisfecho. Por Dios, lo había hecho, se había acostado con Taemin y le había encantado.
Se quedaron en silencio durante un rato, luego él se levantó y le tendió la mano.
—Si quieres limpiarte, ve a mi cuarto, hay un baño con jacuzzi. Las toallas están en el armario.
Taemin aceptó su ayuda para pararse, pero no movió los pies.
Jonghyun frunció el ceño.
—¿Qué?
—No quiero limpiarme sin antes haber hablado contigo.
—¿Qué ocurre ahora? —Contestó, fingiendo mal humor. No quería hablar ahora, tenía miedo. Miedo de lo que pudiera llegar a descubrir si lo hacía.
—Te quiero y quiero volver a repetir esta experiencia tan maravillosa. Mañana, pasado y siempre.
A Jonghyun le sorprendió la seguridad con la que Taemin habló. Sin embargo, él no estaba tan seguro de que quisiera tomar aquel riesgo.
—Escucha, Taemin…
—No, escúchame tú —lo interrumpió el menor, dejándolo completamente impotente al escuchar su enojo—. Sé que me quieres, Jonghyun, no lo niegues. Lo vi en tus ojos, puedo reconocer malditamente bien esa clase de mirada porque es la misma que yo tengo cuando me miro frente al espejo y pienso en ti.
Jonghyun sacudió la cabeza como si Taemin le hubiera dado una fuerte bofetada. ¿Él en verdad quería a Taemin? No, no podía ser posible…
Vaya, a quién quería engañar. Muy en el fondo, sabía que lo sabía, pero las ganas de mantener a Taemin alejado de sus perversiones, habían sido más fuertes que sus sentimientos por él.
—Taemin.
—Jonghyun, no me contestes ahora si no quieres, pero ten en cuenta esto. Yo nunca me voy a dar por vencido contigo, ¿me entendiste? Me vas a tener aquí todo el tiempo hasta que todo mi ser se quede pegado en tu corazón.
La cabeza empezó a darle vueltas. ¿Qué había sido todo esto? Sonrió y se sorprendió al ver que, de pronto, tenía los brazos llenos de Taemin. El pequeño lo miró con una intensidad abrumadora, antes de inclinarse y capturar sus labios en un beso que prometía amor para toda la vida.
Lo siento si fue lo más feo que leyeron en su vida, pero lo acabo de terminar: 4 am. Ya no lo revisé detenidamente y bueno, eso es lo que hay y lo único que pude hacer :') los leo en el 2013 :DDDDD
Autor: Faby Estrada.
Pareja: JongTae.
Tipo: OneShot.
Género: Ehr, no estoy segura, tengo problemas para estas cosas T_T
Advertencias: Lemon & malas palabras (sino no estuviera en espanta -rueda los ojos-)
Clasificación: 18+
Dedicado a: mi-chan. Es su regalo súper adelantado de cumpleaños. Aunque también es para desearles un ¡Feliz Año Nuevo!
Nota: Es el primer shot que acabo en mucho tiempo y me esforcé para terminarlo porque me desapareceré por unos días. Por otro lado, de verdad tenía tantas ganas de escribir algo como esto otra vez. Creo que el JongTae siempre será mi escape cuando quiera hacer OneShots con sexo rudo :$$$ espero lo disfruten y no se asqueen, no es esa mi intención, pero bueno, la advertencia ya está y quedará mucho más clara cuando lean la primera línea de la historia C': Así que el que lea, será bajo su propio riesgo(?)
Espero sus comentarios, por favor, pongan aunque sea un: ME GUSTÓ. ¿Sí? Es importante para mí T_T
_________________________________________________________________
«A mí me gusta el sexo duro, Taemin, no vas a querer enredarte conmigo, créeme.»
Taemin soltó un suspiro mientras agachaba la cabeza y se miraba las manos. ¿Por qué se sentía tan impotente y tan excitado al recordar las crudas palabras de Jonghyun? ¿Acaso estaba enfermo? Se removió en el asiento frente al piano, estirando los dedos torpemente para tratar de concentrarse en algo que no fuera el castaño.
Su dedo índice tocó una tecla y el recuerdo de su primera vez le inundó la cabeza mientras la nota musical le acariciaba los oídos. Suspiró, cerrando los ojos, acordándose de aquel mágico momento con, en ese entonces, su novio Jinki. Había sido tan suave, tierno y amoroso. Taemin no se arrepentía de nada de lo que había hecho con el mayor, pero poco a poco aquella forma de hacer el amor lo había empezado a aburrir. Le sabía rancia y monótona; siempre las mismas poses y el mismo final, no había nada de divertido o nuevo.
Abrió los ojos y dejó caer la mano de vuelta a su regazo. Bueno, tenía que admitir que sólo una vez había cambiado aquello, pero no porque Jinki así lo hubiera querido, sino porque había sido un acontecimiento que no podía controlar. Jinki había llegado a su departamento, estaba borracho y enojado con él por haberle ocultado que le debía dinero a un desconocido.
¡Por qué no confiaste en mí! Carajo, pude haberte ayudado antes de que ese imbécil se lo dijera a tus padres.
Le había gritado, azotando la puerta detrás de él y lo había arrinconando bruscamente contra la pared. Taemin le había tenido miedo, nunca lo había visto así de enfadado, pero se relajó al sentir la boca gruesa del mayor presionando la suya con pasión y desesperación. Su cuerpo reaccionó y se excitó.
Te voy a castigar.
Las palabras de Jinki fueron directamente a su entrepierna. Había gemido y había cedido a la anticipación que sentía su cuerpo. Jinki lo había hecho suyo salvajemente, Taemin no sabía si aquello se podía llamar «hacer el amor» o «follar», pero le había gustado. Oh sí, le había encantado todo aquello.
La sonrisa que tenía al recordar aquel momento, desapareció de forma instantánea cuando recordó que Jinki se había disculpado al día siguiente y le había jurado nunca volver a hacerlo. Demonios, él había querido decirle que no lo sintiera, que le había gustado, pero el miedo le cerró la boca. No quería que el mayor pensara que era un enfermo o algo parecido, así que se quedó callado, y poco después, había terminado con una relación de más de un año.
Y ahí estaba ahora, en su nuevo trabajo, enamorado del cantante estrella de la empresa y con una frustración sexual enorme. Tamborileó los dedos descuidadamente sobre el piano y cerró la tapa de golpe. Joder, al carajo todo, por más que lo intentara, no podía dejar de pensar en Jonghyun; de decirse una y mil veces más que nada con él podría funcionar, pero al parecer, tenía una mente muy terca, porque lo único que le aseguraba con severidad, era que él quería a Jonghyun con todo y su sexo duro.
No le dio tiempo de pensar en nada más, la puerta del estudio se abrió, dejando ver a su mejor amigo. Taemin supo que Choi Minho sabía en lo que había estado pensando en cuanto el ceño fuertemente fruncido de su amigo apareció sin previo aviso.
—¿Otra vez él?
Taemin no se molestó en contestar siquiera. Siempre era lo mismo y le irritaba que Minho quisiera aparentar que sus pensamientos eran sobre algo nuevo.
—He hablado con él —continuó el alto.
Taemin se crispó.
—¿Qué? —Sintió que el alma le caía hasta los pies. —¡¿Qué hiciste, qué?!
Choi ni se inmuto ante su reacción.
—Que he hablado con él —sonrió—. Bueno, en realidad, mi mano habló primero y luego le escupí lo que pensaba de él.
No, no, no, no. Taemin no podía creer que el estúpido de su mejor amigo hubiera hecho eso.
—No —murmuró, fulminándolo con la mirada. En ese momento estaba lleno de miedo, preocupación y odio. Odio hacia Minho—. ¿Cómo pudiste hacerle eso? —Se levantó. —¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! —Gritó, malhumorado, apretando los puños, tratando de contener el impulso de incrustar los nudillos en la mejilla del alto.
Minho lo miró, atónito.
—¿De verdad lo estás defendiendo?
—¡Por supuesto que sí! —Se acercó a él, dándole un fuerte empujón en el pecho—. ¡¿Quién demonios te crees para haber hecho eso?! —Escupió, valiéndole una mierda la mirada de dolor que Minho le dedicó. —Carajo, eres mi mejor amigo y no te conté mis problemas para que corrieras y fueras a golpear a Jonghyun —Taemin sentía las lágrimas escocerle los ojos. Mierda, le era difícil creer que Minho no pudiera mantener la boca cerrada. Ahora, probablemente, Jonghyun estaría odiándolo por ser tan niña y no lograra comprender las cosas—. ¡Jonghyun fue claro conmigo! —Continuó. —¡Carajo! Yo le entendí, Minho. De verdad que entendí lo que estaba tratando de decirme. Fue una advertencia porque claramente piensa que si intenta algo conmigo, el único que saldría lastimado de esa relación si no llegara a funcionar sería yo.
—Taemin, escúchame…
—¡No! Ya tuve suficiente de ti. Creí que serías como un hermano que me escucharía cuando más lo necesitaba, sólo eso. ¡Pero nunca creí que fueras tan estúpido! Yo no soy ninguna doncella que necesita ser salvada, Minho. Te confundiste conmigo.
—No te enojes, Minnie —murmuró el alto, dolido y con la mandíbula apretada—. Te quiero como un hermano, entiéndeme. No soporté más el verte así, abatido, sin apetito y triste.
Taemin suavizó la expresión, muy en el fondo de su corazón, entendía a Minho, pero ahora estaba demasiado molesto con él. Jonghyun era la primera persona, después de Jinki, que de verdad le había importado. Lo quería y no iba a perdonar tan fácil a Minho por haberlo lastimado.
—Hablaremos después —dijo en cambio.
—¿Adónde vas?
—A ver a Jonghyun — giró, encaminándose hacia la puerta e ignorando los gritos de Minho para detenerlo.
Jonghyun tiró la lata vacía de cerveza a la basura, chaqueó la lengua y se paró tambaleándose y riendo como un idiota mientras iba por otra cerveza a la cocina. Le dolía la cara, ahí en donde el estúpido de Choi Minho lo había golpeado. Chasqueó la lengua, recordando de mala gana lo que el alto le había dicho antes de tirarle el primer golpe.
Aléjate de Taemin, ¿me has entendido? Ya le has hecho mucho daño, maldito hijo de puta.
¿Daño? ¿Cuál daño? Joder, si él lo único que había hecho desde que había sabido que Taemin tenía sentimientos por él, era haberlo protegido. Taemin era un chico dulce, tierno y sexy como el infierno, pero esas características no eran suficientes para él. A Jonghyun le gustaban los juegos en la cama, era rudo y despiadado, pero sólo lo hacía con personas que gustaran de lo mismo. Con personas sumisas, más bien, y Taemin no era una de ellas. No quería hacerle daño porque le importaba. Demonios que sí, Lee Taemin le importaba más de lo que él quería aceptar.
Abrió el congelador y sacó otra cerveza, la abrió, bebiéndose una buena porción de un solo sorbo. Gruñó cuando el timbre de su puerta sonó. ¿Y ahora qué? ¿Acaso Minho había vuelto por un segundo round? Pues qué lástima, porque esta vez sí se iba a defender.
Dejó la lata en el desayunador y, con cuidado de no tropezar con sus propios pies, se deslizó hasta la puerta.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó, asombrado en cuanto abrió y vio a Taemin con su pequeño y hermoso rostro lleno de preocupación.
—Vine a verte, ¿estás bien?
Jonghyun gruñó una risa, dejó la puerta abierta y se alejó.
—¿Te parece que estoy bien?
—Lo siento —se apresuró a decir el menor, cerrando la puerta detrás de sí—. Siento que Minho haya hecho eso, fue mi culpa. Lo siento, Jonghyun, nunca pensé que mi amigo tuviera tal grado de… —se interrumpió. Jonghyun cerró los ojos por un breve momento y caminó hacia la cocina. Taemin lo siguió —Él me quiere mucho, como un hermano. Eso es todo.
—Bien, entiendo eso —murmuró Jonghyun, agarrando su bebida y dándole un enorme trago. Miró a Taemin y contuvo un gemido al verlo con la cara sonrojada y llena de terror. Dios mío, quería follárselo, duro y sin piedad. Quería castigarlo por lo que Minho le había hecho.
Sacudió la cabeza intentando alejar el rumbo que habían tomado sus pensamientos, terminó su cerveza y se obligó a continuar con lo que estaba diciendo—. Entiendo lo de tu amigo, pero lo que no entiendo es por qué estás aquí y por qué me estás dando tantas explicaciones cuando yo ni siquiera te las he pedido.
Taemin se sonrojó y Jonghyun estuvo a punto de perder el control. Mierda, ¿cómo se verían las mejillas de su trasero en ese mismo tono cuando le diera un par de azotes? Aquel pensamiento fue suficiente para causarle una erección.
Joder.
—Entiendo —dijo él—, si quieres que me vaya, entonces, me iré, pero antes, déjame curarte la herida.
Jonghyun iba a negarse, pero antes de que pudiera abrir la boca, Taemin había desaparecido. Frunció el ceño, tenía que educarlo, enseñarle que debía esperar una respuesta antes de actuar.
Carajo, ¿en qué estaba pensando?
Con un suspiro de frustración, salió de la cocina, se dejó caer en el sillón, apoyó la cabeza en el respaldo y cerró los ojos. Debieron de haber pasado unos pocos minutos, pero cuando los volvió a abrir, Taemin estaba junto a él, sentado sobre sus tobillos y aplicándole alcohol con un pedacito de algodón. Jonghyun sintió un dolor en el estómago al ver aquellos ojos avellana, mirándolo con ternura, casi con adoración. Se removió incómodo y deslizó la mirada a otro punto que no fuera él.
—Jonghyun —murmuró Taemin.
—¿Qué? —contestó con la voz ronca.
—Quiero hablar contigo.
—Ya lo estás haciendo.
Un minuto de silencio, minuto en el que Jonghyun notó que Taemin tenía la mirada clavada en sus labios. Mierda, si el chiquillo se inclinaba y lo besaba, Jonghyun no iba a protestar, pero sería un grave y gran error si él llegaba a probar aquellos labios carnosos y gruesos, porque no iba a poder detenerse una vez lo hiciera.
Taemin se removió y se estiró para dejar el botiquín que había sacado del baño sobre la mesita de café.
—Es —carraspeó—, es sobre la última plática que tuvimos y sobre lo que me dijiste.
A Jonghyun se le secó la boca. Oh, no, por favor no.
—¿Qué con eso? —Se obligó a decir, rogando en silencio que Taemin no le dijera algo como «quiero intentarlo».
El rostro de Taemin volvió a enrojecer antes de que decidiera hablar y matar a Jonghyun con sus palabras.
—Lo quiero —se interrumpió, negando sutilmente con la cabeza—. No, la verdad es que lo deseo. Deseo que me lleves a tu mundo de sexo duro. Jonghyun, yo… —desvió la mirada, mientras jugaba con sus dedos—, yo me excito mucho al pensar que no serás delicado conmigo.
MIERRRRRRRRRRRRRRRRRRDA.
—Taemin, tú no quieres esto —se paró, sintiendo la sangre correr rápidamente por sus venas. Dios mío, esto no podía estar pasando.
—Sí quie…
—No —lo interrumpió—, esto no es un juego, Taemin.
Taemin frunció el ceño.
—Sé que no es un juego, mis sentimientos por ti no son un juego, maldita sea. Deja de protegerme, no soy un niño y sé perfectamente lo que quiero —Taemin lo imitó, parándose del sofá, con una decisión en la mirada que dejó completamente desarmado a Jonghyun—. Te quiero a ti, ¿no lo entiendes? Sólo a ti, eres perfecto, Jonghyun —se acercó a él, y casi dio un respingo cuando la mano de Taemin le rozó la mejilla —Por favor, hyung.
Vale… Respira… respira… respira… ¡Al carajo todo!
Las expertas manos de Jonghyun agarraron el pequeño cuerpecito de Taemin por todos lados, haciéndolo jadear. Su miembro ya erecto, se endureció mucho más cuando su boca capturó la contraria; zambulló la lengua en esa preciosa y húmeda cavidad, encontrando rápidamente la de Taemin para enroscarla con la suya. Dios santo, ¿él era el que jadeaba?
Empujó al menor hacia el sillón, dejándolo sentado mientras él se inclinaba para no perder el delicioso contacto. Jonghyun sabía moverse rápido, y lo primero que hizo al tener a Taemin a su merced, fue abrirle las piernas y posicionarse entre ellas. Mmm iba a disfrutar mucho tener esos pequeños pies a la altura de sus orejas mientras lo embestía una y otra vez.
Frunció el ceño y detuvo el anhelante beso cuando las manos de Taemin hurgaron en su playera.
—No —dijo, con voz fuerte y clara. Demandante—. ¿Querías esto, no? —Taemin asintió, apenado—. Bien, entonces, las cosas se harán como yo diga.
Jonghyun se irguió y lo contempló de forma descarada. Sopesando las cosas que quería hacer con él. Si Taemin no había escuchado todas las advertencias que él le había dado, pues bien, aprendería por las malas.
—Quítate la camisa.
—¿Qué?
—Sht. Hablarás sólo cuando yo te lo pida y tendrás que obedecerme sin dudarlo. Si vuelve a salir de tu boca algo que no sea un jadeo, te amordazaré, ¿me has entendido?
Taemin tragó saliva y asintió lentamente.
Jonghyun sonrió.
—Bien, ahora, quítate la puta camisa.
Esta vez, el menor no dudó en obedecerlo. Desabrochó uno por uno los botones de su camisa torpemente. Dios, normalmente eso habría hecho enfadar a Jonghyun, pero con Taemin, su respuesta fue diferente. Cada vez que aquellos dedos flacos temblaban alrededor de cada botón, su pene se endurecía un poco más, casi rivalizando con el dolor.
Joder, estaba tan excitado.
Cuando la camisa de Taemin tocó el suelo, llevó las manos hacia su pantalón ante la mirada expectante del pequeño. Quitó el botón y deslizó lentamente el cierre. Abrió un poco la boca, entrecerrando los ojos cuando se dio cuenta de que Taemin contuvo el aliento al ver su erección.
Jonghyun se acercó mientras deslizaba su mano lenta y perezosamente por todo su miembro.
Taemin se relamió los labios cuando estuvo frente a él.
—Abre esa preciosa boca, Taemin.
Él obedeció, y entonces, Jonghyun le metió sólo la punta de su miembro.
—Vamos —lo apremió—, chúpalo.
Cuando la jugosa boca de Taemin se cernió sobre su carne, Jonghyun echó la cabeza hacia atrás y soltó un gruñido animal.
Jooooooooder, esto era el cielo.
—Saboréame —ordenó, moviendo las caderas, sintiendo su punta topar con la garganta de Taemin—. Trágame entero.
Y Taemin hizo exactamente eso. Lo recibió con hambre, como si estuviera famélico y hubiera esperado esto por meses, incluso años. Jonghyun estaba volviéndose loco, al borde del orgasmo. Bajó la mirada y se encontró con los preciosos ojos de Taemin. Su mano se deslizó hasta su pequeña nuca y sus dedos se entrelazaron con su largo y rojizo cabello.
—¡Para! —Gruñó, cuando Taemin lo succionó con fuerza. El alma casi se le sale del cuerpo cuando estuvo a punto de venirse en su boca. Oh, no, aunque tuviera tantas ganas de hacer exactamente eso, no quería que la fiesta acabara tan pronto.
Salió lentamente de la cálida boca del menor y se alejó.
—Quítate la ropa. Iré a mi habitación, y cuando regrese, te quiero encontrar desnudo e inclinado en el sofá, ¿me has entendido?
Taemin asintió con los ojos muy abiertos, pero no se movió.
—¿Qué estás esperando? —Preguntó Jonghyun, con el semblante enfadado. —Te dije que te desnudaras.
Taemin dio un respingo y, después de unos segundos, comenzó a hacer lo que se le había ordenado.
—Eso es —murmuró el castaño y sólo cuando vio el pantalón de Taemin en el suelo, se encaminó hacia su habitación, se desnudo y, antes de volver a la sala, sacó el botecito de lubricante que tenía en el buró.
El sol estaba empezando a ocultarse, y cuando regresó, se quedó parado mientras disfrutaba de la preciosa vista que había en su sala. El pelirrojo ya estaba desnudo, sus bonitas manos estaban apoyadas sobre el respaldo del sillón, tenía la cabeza metida entre sus brazos, mientras luchaba desesperadamente por detener el temblor de sus piernas.
Jonghyun sonrió. Dios santo, Taemin era algo digno de ver… o comer. Su sonrisa se ensanchó. Mierda, era el hijo de puta más afortunado del planeta porque estaba a punto de hacer exactamente eso. Se iba a comer a Lee Taemin.
—Cierra los ojos —ordenó desde la distancia — y mantén la cabeza en donde está.
—Pero, quiero verte y tocarte —murmuró Taemin, con la súplica saliendo de su boca.
—¿Qué te dije sobre hablar?
—Lo… lo siento.
—Sht.
El mayor se percató de la tensión de Taemin cuando se le acercó por detrás.
—Tranquilo, no te voy a hacer daño.
Deslizó las manos por los pálidos muslos, sintiendo la piel ponerse de gallina ante su contacto. Subió lentamente, memorizando cada milímetro de piel, tardándose perezosamente en el pequeño lunar que había en la nalga izquierda.
—Me gusta este lunar —ronroneó, inclinándose para darle un pequeño beso y luego pasarle la lengua. Taemin soltó un sexy gemido y Jonghyun supo que, de seguir así, no iba a soportar mucho tiempo sin estar enterrado muy profundo en Taemin.
Usó el lubricante y puso un chorro entre las blancas nalgas. Taemin se tensó de nuevo y Jonghyun se mordió el labio al tiempo que introducía un dedo en aquella estrecha cavidad. Dios mío, casi jadeó cuando los músculos de Taemin le exprimieron el dedo, como si quisieran asfixiarlo por tan incómoda intrusión.
Pronto, tenía dos dedos en su interior, y los gemidos de Taemin se hacían cada vez más fuertes mientras movía las caderas al encuentro de sus dedos.
Jonghyun no pudo soportarlo más. Se alejó, agarró a Taemin por la cintura, le dio la vuelta para que quedaran frente a frente y lo arrastró con él hasta el sillón, dejándolo a horcajadas sobre él.
—Ahora —murmuró, pasando un mechón de pelo rojizo detrás de la oreja suave—, quiero que me montes, Taemin. Que me disfrutes y nos lleves al límite, ¿entendiste?
Cuando el menor asintió, el castaño aferró con más fuerza la mano que tenía en su cintura y lo alzó, de forma que pudo guiar su miembro en el delicioso acceso de Taemin.
—Estás tan apretado —jadeó, casi gritando cuando se hundió en él hasta la empuñadora. Taemin se aferró a sus hombros y lo vio con la excitación reflejada en toda su linda cara.
Y fue ahí cuando Jonghyun supo que estaba perdido.
Quería tener a Taemin siempre así, con el rostro satisfecho, enrojecido y pleno mientras él lo llenaba.
—Jonghyun —gimió el menor, callándose al instante al recordar las reglas.
El castaño sonrió con esfuerzo, haciendo una mueca y soltando el aire que no sabía estaba conteniendo.
—Muévete —le urgió, dándole una fuerte palmada en el trasero.
Taemin se quejó, pero obedeció al instante. Ancló las manos en los brazos de Jonghyun y empezó a moverse. Primero lento, después más rápido, más rápido hasta que se perdió en la mezcla de sensaciones que se acumulaban en su interior.
—Eso es Taem, así.
Jadeó al escuchar el tono de aprobación de Jonghyun. Dios, sí. Esto era lo que quería, lo que había estado esperando por mucho tiempo.
—Vamos, babe, mastúrbate para mí.
Taemin soltó un juramente cuando fue alzado bruscamente, para después, ser aprisionado deliciosamente contra el sillón y el cuerpo de Jonghyun.
—Antes de que te corras —gruñó el castaño sobre su oído—, quiero tener estos preciosos pies junto a mi cara.
Taemin inhaló bruscamente cuando Jonghyun le agarró los tobillos y los puso sobre sus hombros. Gritó, sintiéndolo enterrado mucho más profundo, tocando su punto sensible, mandándolo directamente al carajo.
—Eso es.
Jonghyun se mordió el labio, aferrando las manos al sillón, poniendo todo su peso en la unión de sus cuerpos, comenzando a moverse desesperado y brutal contra Taemin, quien se retorcía y jadeaba con los ojos bien abiertos con cada una de sus embestidas.
Dios, cuanto le ponía verlo así.
—Vamos, Taemin, tú primero. Quiero ver tu dulce cara contrayéndose por el placer. ¡Vamos!
Y en cuestión de segundos, Taemin explotó con un grito ahogado, arqueándose maravillosamente contra él, contrayendo la cara y sus preciosos dedos de los pies ante la enorme ola de placer.
Jonghyun estaba a punto de terminar, pero aquella velocidad no era suficiente. Utilizó el último poco de energía y aceleró el ritmo, haciendo sus embates cada vez más pequeños. Jadeó, ladeando la cabeza para morder la pantorrilla de Taemin, quien gritó otra vez.
Joder, aquello fue suficiente para llevarlo al límite del éxtasis. Salió con un gemido del interior del pelirrojo y arrojó su semilla en el vientre blanco, justo en donde estaban los restos de semen del otro.
Se dejó caer de rodillas, completamente satisfecho. Por Dios, lo había hecho, se había acostado con Taemin y le había encantado.
Se quedaron en silencio durante un rato, luego él se levantó y le tendió la mano.
—Si quieres limpiarte, ve a mi cuarto, hay un baño con jacuzzi. Las toallas están en el armario.
Taemin aceptó su ayuda para pararse, pero no movió los pies.
Jonghyun frunció el ceño.
—¿Qué?
—No quiero limpiarme sin antes haber hablado contigo.
—¿Qué ocurre ahora? —Contestó, fingiendo mal humor. No quería hablar ahora, tenía miedo. Miedo de lo que pudiera llegar a descubrir si lo hacía.
—Te quiero y quiero volver a repetir esta experiencia tan maravillosa. Mañana, pasado y siempre.
A Jonghyun le sorprendió la seguridad con la que Taemin habló. Sin embargo, él no estaba tan seguro de que quisiera tomar aquel riesgo.
—Escucha, Taemin…
—No, escúchame tú —lo interrumpió el menor, dejándolo completamente impotente al escuchar su enojo—. Sé que me quieres, Jonghyun, no lo niegues. Lo vi en tus ojos, puedo reconocer malditamente bien esa clase de mirada porque es la misma que yo tengo cuando me miro frente al espejo y pienso en ti.
Jonghyun sacudió la cabeza como si Taemin le hubiera dado una fuerte bofetada. ¿Él en verdad quería a Taemin? No, no podía ser posible…
Vaya, a quién quería engañar. Muy en el fondo, sabía que lo sabía, pero las ganas de mantener a Taemin alejado de sus perversiones, habían sido más fuertes que sus sentimientos por él.
—Taemin.
—Jonghyun, no me contestes ahora si no quieres, pero ten en cuenta esto. Yo nunca me voy a dar por vencido contigo, ¿me entendiste? Me vas a tener aquí todo el tiempo hasta que todo mi ser se quede pegado en tu corazón.
La cabeza empezó a darle vueltas. ¿Qué había sido todo esto? Sonrió y se sorprendió al ver que, de pronto, tenía los brazos llenos de Taemin. El pequeño lo miró con una intensidad abrumadora, antes de inclinarse y capturar sus labios en un beso que prometía amor para toda la vida.
______________________________________________________
Lo siento si fue lo más feo que leyeron en su vida, pero lo acabo de terminar: 4 am. Ya no lo revisé detenidamente y bueno, eso es lo que hay y lo único que pude hacer :') los leo en el 2013 :DDDDD
Re: Don't talk
Sooooo hot!! Jaowpwksheosksi~ no puedo describir todo lo que me provoco esto ja; pero lo ame totalmente( te dire un secreto: lo ame mas porque tecnicamente separaste al OnTae & yo odio al OnTae, por eso lo amoo asi muchisisiismo mas) Asi que si, lo leere miles de veces, porque esta todo hoooot C:
YonHye
Minho
361
Re: Don't talk
°O° GENIALLLL!!
b2uty
todos son tan lindos que es difícil decidir pero como tengo que escoger uno escogeré al lindo ONEW
217
Re: Don't talk
Me he ido al carajo ;^; JongTae, omg, omg, omg ~
Así es justo como me los imagino, baaaah, Faby, ídola (?)
Lo amé *^* Aunque sentí feo por Onew y Minho ._. Más por Minho ~ Él sólo quería ayudar (?) Pero Minho, veeeeen, yo seré tu doncella frágil que necesta proteccióm *_* Lol ~~ Muy bello <3
Así es justo como me los imagino, baaaah, Faby, ídola (?)
Lo amé *^* Aunque sentí feo por Onew y Minho ._. Más por Minho ~ Él sólo quería ayudar (?) Pero Minho, veeeeen, yo seré tu doncella frágil que necesta proteccióm *_* Lol ~~ Muy bello <3
LiaOlmu
Choi MinHo ♥ Onew ♥ Omma Hana ♥ Sheila
527
Re: Don't talk
Woooo... SIMPLEMENTE increible... me alegro el dia...
DIOS el JongTae es tan pornoso... ME GUSTA... Kekekeke
DIOS el JongTae es tan pornoso... ME GUSTA... Kekekeke
emodarkbaby99
Key
206
Re: Don't talk
PERFECTO :3
Holaa :3
OH POR DIOS tan seriesito que se ve nuestro pequeño y ahora resulta que le gusta el SEXO RUDO por dios que intenso JAJA', ahh JONGHYUN entiende que el te quiere con todo y tu sexo rudo el desea eso PORQUE NO ENTIENDES xD
me ha encantado :3, no importa que lo hayas hecho a esa hora porque quedo HERMOSAMENTE BIEN :3 me gusto mucho
JaneMin
Choi Minho♥
3737
Re: Don't talk
y se muere al leerlo :$:
y revive para comentar ajskajksasjkasasj :Merong:
me encantooooo
dios casi me da un infarto xDD okno!
estuvo super genial
me encanto lo de onew oooh dios mi pollo jajajaja
jongtae pervertido ahora cada que piense en jonghyunxtaemin (el lemon pasa por su mente)
me encanto :Neee:
y revive para comentar ajskajksasjkasasj :Merong:
me encantooooo
dios casi me da un infarto xDD okno!
estuvo super genial
me encanto lo de onew oooh dios mi pollo jajajaja
jongtae pervertido ahora cada que piense en jonghyunxtaemin (el lemon pasa por su mente)
me encanto :Neee:
dianajinki
onew key y minho
319
Re: Don't talk
ANNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHHHH YEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Cásate conmigo щ(ಥДಥщ)
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Cásate conmigo щ(ಥДಥщ)
Re: Don't talk
;A;
-speechless-
Jongtae bestial, seriously nunca había leído el jongtae así hahah, gracias por esta nueva imagen e.e
-speechless-
Jongtae bestial, seriously nunca había leído el jongtae así hahah, gracias por esta nueva imagen e.e
Temas similares
» Please, Dont go!!
» GD & T.O.P...dont go home (censurado)
» waaaaaaaaaaaa..!!! PARK BOOM : DONT CRY ... MV
» [LETRA] (니가 맘에 들어) Talk To You
» 090607 SHINee - Juliette/Talk to you
» GD & T.O.P...dont go home (censurado)
» waaaaaaaaaaaa..!!! PARK BOOM : DONT CRY ... MV
» [LETRA] (니가 맘에 들어) Talk To You
» 090607 SHINee - Juliette/Talk to you
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.