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OneShot | Choi Minho+OC | Lime | HyoSang
2,187 palabras. Sin advertencias.
OneShot | Choi Minho+OC | Lime | HyoSang
2,187 palabras. Sin advertencias.
¿Estará despierto?, Leah cruzó la habitación con ese pensamiento en la cabeza, cerrando la puerta con sumo cuidado detrás de sí. Sus oppas le habían enviado a despertar al rey del sueño, Minho, como todas las mañanas. Aunque hoy tenía una extraña sensación navegándole por el cuerpo entero. No recordaba cuándo había ocurrido, o por qué, pero desde hacía varias semanas su relación dongsaeng-oppa había cambiado drásticamente, poniéndolos a ambos en circunstancias nada favorables.
De un momento a otro, Minho había empezado a cambiar sus actitudes con ella. De ser cuidadoso y amable, de no dejarla sola a ningún momento y darle consejos o indicaciones para ayudarla, había pasado a ser frío y distante, a no tocarla ni por error, como si ella tuviera lepra o alguna otra enfermedad contagiosa y mortal. Al principio no lo comprendía, incluso había llegado al punto de tratarlo de la misma manera por el simple hecho de que su orgullo estaba lastimado. Su orgullo y algo más. Algo que Key llamaba «corazón». Y ella no iba a negar, no quería hacerlo y tampoco podía… Que lo amaba de forma indebida.
Pero entonces, dos noches atrás, Minho la había besado repentinamente. No había sido un beso romántico, tampoco tierno o suave. Había sido un beso demandante, un beso que incluso le había dejado el labio inferior lastimado. A ella, que nunca nadie la había besado antes de aquella forma, la había sorprendido, asustado y maravillado al mismo tiempo. “Te quiero”, le había susurrado Minho aquella noche en la terraza de aquél club al que habían ido los seis, pero Leah no estaba segura del significado de aquella frase en los labios de Minho. No sabía si se refería a cariño… O a deseo. Y era lo que la había vuelto loca a partir de que Minho la dejara sola en aquella misma terraza después de besarla. Y al día siguiente, aquél bloque de hielo había aparecido entre ellos de nuevo. Sólo se dirigía a ella si era estrictamente necesario, sino, prefería simplemente no hacerlo e ignorarla como si ella sólo fuera un bulto más en el lugar.
Y así habían amanecido hoy, sin siquiera darse las buenas noches antes de ir a dormir a sus respectivas habitaciones. A Leah le tocaba compartir habitación con Taemin, y mientras este despertaba a los dos mayores y Key hacía el desayuno, a ella le habían encargado –de nuevo- la tarea de despertar al hombre que siempre iniciaba el día de malhumor.
Caminó de puntitas alrededor de la enorme cama, como si sus calcetas pudieran hacer algún ruido contra el piso de madera. El aire se sentía viciado, las pesadas cortinas oscuras impedían el paso a la débil luz de invierno, dejando la habitación en penumbras. Y debajo de una montaña de cobijas enredadas, se encontraba Minho, completamente extendido boca abajo, con una pierna flexionada –seguramente-, y la otra estirada, dejando ser la única prueba de que se encontraba ahí, pues se escapaba de las mantas a la altura de la pantorrilla, dejando entrever su piel canela apenas cubierta por un fino vello corporal.
Leah se acercó sin muchas ganas, sabiendo que cuando moviera al chico, éste gruñiría, la apartaría con uno de sus largos brazos y volvería a sumergirse entre las cobijas. Leah algo comía que adivinaba, o era porque esa solía ser la rutina desde que le conocía. Apenas se inclinó hacia él para moverle por los hombros, Minho se dio la media vuelta, dándole la espalda, y con una mano le tiró un manotazo para alejarla de la orilla de la cama. Al menos eso no había cambiado, y sospechaba que nunca cambiaría. Minho siempre había sido un dormilón y perezoso incomparable. Él mismo lo aceptaba, de hecho.
Sin embargo, tenían un horario que cumplir y tareas que realizar. Leah no iba a dejarlo simplemente así. Se hincó sobre la orilla de la cama, a un lado de él, y empezó a darle pequeñas palmadas por encima de las acolchonadas cobijas grises, tanteando el lugar donde se encontraba exactamente.
—Palli, tienes que levantarte… ¡Choi Minho-sshi! —Ninguna respuesta. Minho ni siquiera se inmutó. Se mantuvo escondido debajo de la ropa de cama. Ni siquiera el acompasado movimiento de su respiración podía ser perceptible—. ¡Yah! ¡Tenemos trabajo por hacer, no puedes simplemente…! —Mientras hablaba, Leah estaba empezando a recargarse sobre sus brazos, con las manos apoyadas al otro lado de Minho, quedando a gatas sobre de él, cuando de repente el cuerpo debajo de ella giró violentamente, arrastrándola consigo, haciendo que cayera de espaldas contra el colchón, a un lado de la poderosa anatomía masculina. Leah sólo alcanzó a chillar ahogadamente, y una gruesa capa de mantas cálidas la cubrió de pies a cabeza, volviendo su visión más oscura dentro de la pequeña cueva improvisada. Intentó sentarse sobre la cama, pero un largo brazo de acero la aferró por la cintura, y antes de que pudiera decir nada, Minho la cubrió bajo las cobijas con su propio cuerpo, enredándose entre sus piernas sin previo aviso, ciñendo su pecho al torso de ella, encerrándola contra la cama.
La respiración de Leah se detuvo por completo, y al ser consciente de la expuesta e insinuante posición en que se encontraban, los colores del atardecer acudieron a su pálido rostro. Por supuesto que no podía ser visible, debido a la oscuridad debajo de las gruesas frazadas.
Sintió la cálida y pesada respiración ajena contra su rostro, golpeándola con impertinencia.
—Mi-Minho-sshi… E-es hora de… irnos… —Leah odió el tartamudeo nerviosillo con el que habló, pero Minho pareció no notarlo. ¿Qué planeaba él? No podía saberlo. No podía pensar en nada que no fuera su cálido aliento acariciándole la piel. Su cerebro se había convertido en una masa inservible vibrándole dentro del cráneo.
—Es el fin… Ya no puedo más… —Fue todo lo que Minho dijo antes de tomar salvajemente sus labios, sin dejarle a Leah tiempo para procesar sus palabras y comprenderlas. Mordisqueó suavemente su labio inferior, incluso cuando Leah intentaba patéticamente poner resistencia, debido a la sorpresa. No batalló mucho, bastaron menos de cinco segundos para que Leah le permitiera el acceso por completo a su boca, embriagada por el aroma fresco de su loción después del baño y la calidez de sus labios contra los suyos. Minho le rodeó la cintura con ambos brazos, separándola del colchón unos cuantos centímetros para pegarla más a él y a su piel ardiente.
Su lengua se escurrió entre sus dientes, rodándole por cada húmedo rincón, saboreándola sin compasión, evitando a propósito el encuentro con la lengua femenina, que lo buscaba desesperada. Leah también quería besarlo, y de repente necesitó urgentemente sentir aquella piel canela contra la suya. Sin embargo, Minho se alejó de sus manos, haciéndola creer que se iría así nada más. Leah soltó un quejido frustrado, y antes de que Minho se alejara demasiado, lo pescó apenas de la camiseta de algodón del pijama y lo arrastró hasta ella, tan bruscamente como él la había tratado minutos antes. Lo tomó por la nuca, cerrando los ojos con fuerza, y lo estampó contra sus labios, que empezaban a demandarlo con exasperación. Minho le arrebató nuevamente el control del ansioso beso, y otra vez dejó sus labios, pero no se apartó de ella. Leah sintió la respiración de Minho en su cuello esta vez, y su cuerpo se estremeció violentamente al sentir la punta húmeda de su lengua rozar apenas la línea de su fina quijada. Oh, por Dios…
Los labios insistentes de Minho empezaron a recorrer todo su cuello, su aliento soplaba contra la piel humedecida por sus besos voraces, haciéndola temblar por la fresca sensación.
Y entonces lo sintió. Uno de sus dedos empezaba a colarse por debajo de su propia blusa del pijama, y antes de que pudiera reaccionar, ya tenía la palma abierta de él sobre uno de sus pequeños senos, acariciándolo delicadamente. ¿Por qué había olvidado ponerse sostén antes de salir de la habitación?
Cualquier hálito de aire que hubiera quedado dentro de sus pulmones se esfumó al sentir cómo Minho encontraba con las yemas de sus dedos la erguida cima de uno de sus pechos y la atrapaba entre ellos. Escuchó una ahogada risita socarrona y sintió una media sonrisa contra la piel de su cuello. Minho se había dado cuenta de lo endurecidos que estaban sus pezones, y Leah se sonrojó violentamente. Deseaba no ser tan sensible a su tacto… Pero apenas la había tocado, todo su cuerpo había empezado a arder en llamas sin que pudiera evitarlo.
Leah se quedó pasmada al notar como Minho levantaba sin su consentimiento la delgada blusa, hasta enrollarla sobre su pecho, dejando expuestos ambos montículos de carne, con las cimas color caramelo ansiando ser tocadas por él. Intentó abochornada separarse de Minho y ocultar su cuerpo, pero Minho estiró la mano, apresó sus muñecas y las llevó por encima de su cabeza, apresándola, dejándola completamente indefensa bajo su cuerpo.
Leah se retorció avergonzada, intentando soltarse de su agarre, pero Minho aprovechó el arqueo de su sinuoso cuerpo para tomar entre sus perfectos labios una punta endurecida, y succionar con total sensualidad el oscuro pezón. Leah soltó un silencioso gemido que la hizo volver a arquearse contra aquella boca caliente que la estaba volviendo loca. Era un mar de sensaciones en las que ella nunca se había sumergido antes. No sabía lo que estaba ocurriéndole, pero sentía que todo su cuerpo quería explotar. Se quedó quieta cuando volvió a sentir aquella gloriosa lengua, lamiendo en esta ocasión la curvatura de sus pechos, delimitando su redondez, y Minho frotó suavemente sus blancos dientes contra la pálida piel apiñonada. Entonces, con la mano que tenía libre, empezó a acariciar con delicadeza al compañero acaramelado que, hasta ese momento, había estado abandonado, yendo sus caricias al ritmo que su lengua y sus dientes.
Minho dirigió sus labios al otro pecho, succionando la piel, dejando pequeñas marcas rojizas que demorarían días en desvanecerse. Y volvió a repetir aquella maravillosa tarea con la cima endurecida de éste.
—Min-Minho… —Ronroneó Leah al borde de la demencia, y Minho volvió a gatear hasta sus labios, depositando un hambriento beso sobre ellos.
Minho empezó a aflojar el agarre de sus manos en las muñecas de Leah experimentalmente, y las dejó en libertad una vez que notó como fue a rodear sus hombros con sus esbeltos y suaves brazos, acariciándole la espalda con las puntas de sus dedos, rasguñando ligeramente la piel lechosa con sus largas uñas.
—¿Quieres más? —La voz ronca y exquisitamente profunda de él resonó en los oídos de Leah, y no pudo hacer nada más que musitar en afirmación, frotando su torso descubierto contra el de él como una gatita en busca de caricias y mimos.
Minho trazó un sendero de suaves besos desde sus labios, pasando por el amplio valle entre sus senos, deteniéndose apenas para provocar aquél pequeño ombligo y bajar sólo unos centímetros más, deteniéndose con lentitud, y regresando al punto de partida, devorando sus labios con maestría y anticipada planeación.
Unos dedos furtivos se colaron debajo del débil elástico de los pantalones de dormir de Leah, pasando por las braguitas y deteniéndose en los rizos oscuros para apartarlos con suavidad. Pero no le dio aquello que Leah estaba anhelando sin saber. Abandonó aquella zona tan íntima, la tomó por las caderas, alzándolas para encontrarse con las de él, y la hizo sentir aquella poderosa erección que se escondía tras las ropas de su propio pijama. Ambos soltaron un sonoro jadeo al sentirse tan íntimamente, y Minho meció su cuerpo ligeramente contra el centro de ella antes de depositar un ardiente beso sobre sus labios, y bajar la blusa para cubrirle el cuerpo.
—Es tu turno de sentirte así… han sido demasiadas semanas para mí… —Murmulló Minho, y Leah apenas fue capaz de entender sus palabras. Su voz tensa se distorsionaba por el esfuerzo de contenerse de aquella ruda manera.
La oscuridad del escondite le impedía a Leah ver sus grandes ojos negros, y ambos se quedaron de piedra al escuchar el agudo e irritante gritito de Key desde la planta baja, llamándolos para tomar el desayuno—. Será… Será mejor que bajemos o vendrá él mismo a buscarnos… —Dijo Minho y se levantó de la cama, llevándose las mantas con él, dejándola completamente expuesta ante su escrutinio. La miró por unos segundos, con los ojos fijos en algún punto del techo blanco, el cuerpo blando hundido en la cama, y la ropa mal acomodada. Con el rostro ruborizado y los labios rojos e inflamados por los salvajes besos que le había dado.
Leah estaba en algún tipo de extrema concentración, y sólo cuando miró a Minho a los ojos, supo la razón por la cual él estaba evitándola todo el tiempo… Porque había despertado esa fibra de él, Que ninguna otra había podido despertar… Y ahora, él había despertado en ella esa misma necesidad… Para cobrarle toda la tortura a la que se había sometido con tal de no terminar seduciéndola. Porque al final de todo… Ella era su amada dongsaeng, y él debía protegerla.
De un momento a otro, Minho había empezado a cambiar sus actitudes con ella. De ser cuidadoso y amable, de no dejarla sola a ningún momento y darle consejos o indicaciones para ayudarla, había pasado a ser frío y distante, a no tocarla ni por error, como si ella tuviera lepra o alguna otra enfermedad contagiosa y mortal. Al principio no lo comprendía, incluso había llegado al punto de tratarlo de la misma manera por el simple hecho de que su orgullo estaba lastimado. Su orgullo y algo más. Algo que Key llamaba «corazón». Y ella no iba a negar, no quería hacerlo y tampoco podía… Que lo amaba de forma indebida.
Pero entonces, dos noches atrás, Minho la había besado repentinamente. No había sido un beso romántico, tampoco tierno o suave. Había sido un beso demandante, un beso que incluso le había dejado el labio inferior lastimado. A ella, que nunca nadie la había besado antes de aquella forma, la había sorprendido, asustado y maravillado al mismo tiempo. “Te quiero”, le había susurrado Minho aquella noche en la terraza de aquél club al que habían ido los seis, pero Leah no estaba segura del significado de aquella frase en los labios de Minho. No sabía si se refería a cariño… O a deseo. Y era lo que la había vuelto loca a partir de que Minho la dejara sola en aquella misma terraza después de besarla. Y al día siguiente, aquél bloque de hielo había aparecido entre ellos de nuevo. Sólo se dirigía a ella si era estrictamente necesario, sino, prefería simplemente no hacerlo e ignorarla como si ella sólo fuera un bulto más en el lugar.
Y así habían amanecido hoy, sin siquiera darse las buenas noches antes de ir a dormir a sus respectivas habitaciones. A Leah le tocaba compartir habitación con Taemin, y mientras este despertaba a los dos mayores y Key hacía el desayuno, a ella le habían encargado –de nuevo- la tarea de despertar al hombre que siempre iniciaba el día de malhumor.
Caminó de puntitas alrededor de la enorme cama, como si sus calcetas pudieran hacer algún ruido contra el piso de madera. El aire se sentía viciado, las pesadas cortinas oscuras impedían el paso a la débil luz de invierno, dejando la habitación en penumbras. Y debajo de una montaña de cobijas enredadas, se encontraba Minho, completamente extendido boca abajo, con una pierna flexionada –seguramente-, y la otra estirada, dejando ser la única prueba de que se encontraba ahí, pues se escapaba de las mantas a la altura de la pantorrilla, dejando entrever su piel canela apenas cubierta por un fino vello corporal.
Leah se acercó sin muchas ganas, sabiendo que cuando moviera al chico, éste gruñiría, la apartaría con uno de sus largos brazos y volvería a sumergirse entre las cobijas. Leah algo comía que adivinaba, o era porque esa solía ser la rutina desde que le conocía. Apenas se inclinó hacia él para moverle por los hombros, Minho se dio la media vuelta, dándole la espalda, y con una mano le tiró un manotazo para alejarla de la orilla de la cama. Al menos eso no había cambiado, y sospechaba que nunca cambiaría. Minho siempre había sido un dormilón y perezoso incomparable. Él mismo lo aceptaba, de hecho.
Sin embargo, tenían un horario que cumplir y tareas que realizar. Leah no iba a dejarlo simplemente así. Se hincó sobre la orilla de la cama, a un lado de él, y empezó a darle pequeñas palmadas por encima de las acolchonadas cobijas grises, tanteando el lugar donde se encontraba exactamente.
—Palli, tienes que levantarte… ¡Choi Minho-sshi! —Ninguna respuesta. Minho ni siquiera se inmutó. Se mantuvo escondido debajo de la ropa de cama. Ni siquiera el acompasado movimiento de su respiración podía ser perceptible—. ¡Yah! ¡Tenemos trabajo por hacer, no puedes simplemente…! —Mientras hablaba, Leah estaba empezando a recargarse sobre sus brazos, con las manos apoyadas al otro lado de Minho, quedando a gatas sobre de él, cuando de repente el cuerpo debajo de ella giró violentamente, arrastrándola consigo, haciendo que cayera de espaldas contra el colchón, a un lado de la poderosa anatomía masculina. Leah sólo alcanzó a chillar ahogadamente, y una gruesa capa de mantas cálidas la cubrió de pies a cabeza, volviendo su visión más oscura dentro de la pequeña cueva improvisada. Intentó sentarse sobre la cama, pero un largo brazo de acero la aferró por la cintura, y antes de que pudiera decir nada, Minho la cubrió bajo las cobijas con su propio cuerpo, enredándose entre sus piernas sin previo aviso, ciñendo su pecho al torso de ella, encerrándola contra la cama.
La respiración de Leah se detuvo por completo, y al ser consciente de la expuesta e insinuante posición en que se encontraban, los colores del atardecer acudieron a su pálido rostro. Por supuesto que no podía ser visible, debido a la oscuridad debajo de las gruesas frazadas.
Sintió la cálida y pesada respiración ajena contra su rostro, golpeándola con impertinencia.
—Mi-Minho-sshi… E-es hora de… irnos… —Leah odió el tartamudeo nerviosillo con el que habló, pero Minho pareció no notarlo. ¿Qué planeaba él? No podía saberlo. No podía pensar en nada que no fuera su cálido aliento acariciándole la piel. Su cerebro se había convertido en una masa inservible vibrándole dentro del cráneo.
—Es el fin… Ya no puedo más… —Fue todo lo que Minho dijo antes de tomar salvajemente sus labios, sin dejarle a Leah tiempo para procesar sus palabras y comprenderlas. Mordisqueó suavemente su labio inferior, incluso cuando Leah intentaba patéticamente poner resistencia, debido a la sorpresa. No batalló mucho, bastaron menos de cinco segundos para que Leah le permitiera el acceso por completo a su boca, embriagada por el aroma fresco de su loción después del baño y la calidez de sus labios contra los suyos. Minho le rodeó la cintura con ambos brazos, separándola del colchón unos cuantos centímetros para pegarla más a él y a su piel ardiente.
Su lengua se escurrió entre sus dientes, rodándole por cada húmedo rincón, saboreándola sin compasión, evitando a propósito el encuentro con la lengua femenina, que lo buscaba desesperada. Leah también quería besarlo, y de repente necesitó urgentemente sentir aquella piel canela contra la suya. Sin embargo, Minho se alejó de sus manos, haciéndola creer que se iría así nada más. Leah soltó un quejido frustrado, y antes de que Minho se alejara demasiado, lo pescó apenas de la camiseta de algodón del pijama y lo arrastró hasta ella, tan bruscamente como él la había tratado minutos antes. Lo tomó por la nuca, cerrando los ojos con fuerza, y lo estampó contra sus labios, que empezaban a demandarlo con exasperación. Minho le arrebató nuevamente el control del ansioso beso, y otra vez dejó sus labios, pero no se apartó de ella. Leah sintió la respiración de Minho en su cuello esta vez, y su cuerpo se estremeció violentamente al sentir la punta húmeda de su lengua rozar apenas la línea de su fina quijada. Oh, por Dios…
Los labios insistentes de Minho empezaron a recorrer todo su cuello, su aliento soplaba contra la piel humedecida por sus besos voraces, haciéndola temblar por la fresca sensación.
Y entonces lo sintió. Uno de sus dedos empezaba a colarse por debajo de su propia blusa del pijama, y antes de que pudiera reaccionar, ya tenía la palma abierta de él sobre uno de sus pequeños senos, acariciándolo delicadamente. ¿Por qué había olvidado ponerse sostén antes de salir de la habitación?
Cualquier hálito de aire que hubiera quedado dentro de sus pulmones se esfumó al sentir cómo Minho encontraba con las yemas de sus dedos la erguida cima de uno de sus pechos y la atrapaba entre ellos. Escuchó una ahogada risita socarrona y sintió una media sonrisa contra la piel de su cuello. Minho se había dado cuenta de lo endurecidos que estaban sus pezones, y Leah se sonrojó violentamente. Deseaba no ser tan sensible a su tacto… Pero apenas la había tocado, todo su cuerpo había empezado a arder en llamas sin que pudiera evitarlo.
Leah se quedó pasmada al notar como Minho levantaba sin su consentimiento la delgada blusa, hasta enrollarla sobre su pecho, dejando expuestos ambos montículos de carne, con las cimas color caramelo ansiando ser tocadas por él. Intentó abochornada separarse de Minho y ocultar su cuerpo, pero Minho estiró la mano, apresó sus muñecas y las llevó por encima de su cabeza, apresándola, dejándola completamente indefensa bajo su cuerpo.
Leah se retorció avergonzada, intentando soltarse de su agarre, pero Minho aprovechó el arqueo de su sinuoso cuerpo para tomar entre sus perfectos labios una punta endurecida, y succionar con total sensualidad el oscuro pezón. Leah soltó un silencioso gemido que la hizo volver a arquearse contra aquella boca caliente que la estaba volviendo loca. Era un mar de sensaciones en las que ella nunca se había sumergido antes. No sabía lo que estaba ocurriéndole, pero sentía que todo su cuerpo quería explotar. Se quedó quieta cuando volvió a sentir aquella gloriosa lengua, lamiendo en esta ocasión la curvatura de sus pechos, delimitando su redondez, y Minho frotó suavemente sus blancos dientes contra la pálida piel apiñonada. Entonces, con la mano que tenía libre, empezó a acariciar con delicadeza al compañero acaramelado que, hasta ese momento, había estado abandonado, yendo sus caricias al ritmo que su lengua y sus dientes.
Minho dirigió sus labios al otro pecho, succionando la piel, dejando pequeñas marcas rojizas que demorarían días en desvanecerse. Y volvió a repetir aquella maravillosa tarea con la cima endurecida de éste.
—Min-Minho… —Ronroneó Leah al borde de la demencia, y Minho volvió a gatear hasta sus labios, depositando un hambriento beso sobre ellos.
Minho empezó a aflojar el agarre de sus manos en las muñecas de Leah experimentalmente, y las dejó en libertad una vez que notó como fue a rodear sus hombros con sus esbeltos y suaves brazos, acariciándole la espalda con las puntas de sus dedos, rasguñando ligeramente la piel lechosa con sus largas uñas.
—¿Quieres más? —La voz ronca y exquisitamente profunda de él resonó en los oídos de Leah, y no pudo hacer nada más que musitar en afirmación, frotando su torso descubierto contra el de él como una gatita en busca de caricias y mimos.
Minho trazó un sendero de suaves besos desde sus labios, pasando por el amplio valle entre sus senos, deteniéndose apenas para provocar aquél pequeño ombligo y bajar sólo unos centímetros más, deteniéndose con lentitud, y regresando al punto de partida, devorando sus labios con maestría y anticipada planeación.
Unos dedos furtivos se colaron debajo del débil elástico de los pantalones de dormir de Leah, pasando por las braguitas y deteniéndose en los rizos oscuros para apartarlos con suavidad. Pero no le dio aquello que Leah estaba anhelando sin saber. Abandonó aquella zona tan íntima, la tomó por las caderas, alzándolas para encontrarse con las de él, y la hizo sentir aquella poderosa erección que se escondía tras las ropas de su propio pijama. Ambos soltaron un sonoro jadeo al sentirse tan íntimamente, y Minho meció su cuerpo ligeramente contra el centro de ella antes de depositar un ardiente beso sobre sus labios, y bajar la blusa para cubrirle el cuerpo.
—Es tu turno de sentirte así… han sido demasiadas semanas para mí… —Murmulló Minho, y Leah apenas fue capaz de entender sus palabras. Su voz tensa se distorsionaba por el esfuerzo de contenerse de aquella ruda manera.
La oscuridad del escondite le impedía a Leah ver sus grandes ojos negros, y ambos se quedaron de piedra al escuchar el agudo e irritante gritito de Key desde la planta baja, llamándolos para tomar el desayuno—. Será… Será mejor que bajemos o vendrá él mismo a buscarnos… —Dijo Minho y se levantó de la cama, llevándose las mantas con él, dejándola completamente expuesta ante su escrutinio. La miró por unos segundos, con los ojos fijos en algún punto del techo blanco, el cuerpo blando hundido en la cama, y la ropa mal acomodada. Con el rostro ruborizado y los labios rojos e inflamados por los salvajes besos que le había dado.
Leah estaba en algún tipo de extrema concentración, y sólo cuando miró a Minho a los ojos, supo la razón por la cual él estaba evitándola todo el tiempo… Porque había despertado esa fibra de él, Que ninguna otra había podido despertar… Y ahora, él había despertado en ella esa misma necesidad… Para cobrarle toda la tortura a la que se había sometido con tal de no terminar seduciéndola. Porque al final de todo… Ella era su amada dongsaeng, y él debía protegerla.
- Notas:
- Ñamñam~~ Desperté hoy y quise escribirlo. Esta cosa rara, escrito random xD Es algo enredado, no creo que le entiendan, pero igual es trama de trasfondo... Es un fic random! Pero igual espero que les guste... hohoho, Minho malo y pervertido. Bueno... Ya había falta que lo pusiera así. Hahaha. Me voy~~ Tengo hambre. Un beso a todas y... recuerden que si apartan, deben editar o se considera feo spam ^^ Y yo voy a estar triste, el staff estará triste, SHINee estará triste y todos estaremos tristes (?) -se va tarareando el Waka Waka-.
Última edición por HyoSang el Sáb Nov 24, 2012 12:18 pm, editado 1 vez
LiaOlmu
Choi MinHo ♥ Onew ♥ Omma Hana ♥ Sheila
527
Re: d e s p i é r t a m e s i p u e d e s ~
APARTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO~
P R I M E R . P O S T
#FuckYeah!~ Gané, wii~ (?) Por primera vez en un escrito por HyoSang~ -Se siente pro-
Ok, me quedé sin palabras.
Quiero continuación por favor, te lo imploro y pido de la manera más atenta xD
MinHo goon maldito.
Me quedé con cara de O_O "Oh , shit, todo lo que le hace"
Jodidamente sexy~ y 'jot' sobre todo.
Gracias por escribir Heteros xD me saques de algún modo de la monotonía ghei xD lol~
¿Cuando escribirás un Jongkey para tu adorada 'Dara? Okno xD
Es joda, lol~ Está genial, si me pongo a comentar punto por punto no termino.
Pero es un hecho que lo amé ♥~
P R I M E R . P O S T
#FuckYeah!~ Gané, wii~ (?) Por primera vez en un escrito por HyoSang~ -Se siente pro-
Ok, me quedé sin palabras.
Quiero continuación por favor, te lo imploro y pido de la manera más atenta xD
MinHo goon maldito.
Me quedé con cara de O_O "Oh , shit, todo lo que le hace"
Jodidamente sexy~ y 'jot' sobre todo.
Gracias por escribir Heteros xD me saques de algún modo de la monotonía ghei xD lol~
¿Cuando escribirás un Jongkey para tu adorada 'Dara? Okno xD
Es joda, lol~ Está genial, si me pongo a comentar punto por punto no termino.
Pero es un hecho que lo amé ♥~
Última edición por 'Dara el Sáb Ago 04, 2012 5:00 pm, editado 1 vez
Re: d e s p i é r t a m e s i p u e d e s ~
¡TÚ! ¡Si tu! ASDFHJÑÑAKKEJEJO ¿Por que me haces amar cosas que no quiero amar? xD... Si se supone que deberia estar haciendo un berrinche de celos porque Minho, estaba tocando a otra mujer xD, pero te juro que lo amo
Se supone que deberia estar asi:
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Pero ¡NO! resulta que estoy asi:
¡Tu me haces amar el hetero!.... U.U por eso ya no te amo...Naa si te amo JAJA....Ok ¡Ya empezemos!
A Leah le tocaba compartir habitación con Taemin, y mientras este despertaba a los dos mayores y Key hacía el desayuno, a ella le habían encargado –de nuevo- la tarea de despertar al hombre que siempre iniciaba el día de malhumor.
¿DE NUEVO?, ¿DE NUEVO?!!!!! ¿En serio? ¡Mujer! yo estaria mas que encantada de despertar a ese hombre todos los dias, ¡Suertuda! Mataria por compartir habitacion con Taemin...pero esta bien...no expresare mi odio hacia Leah, de echo me cae bien xD, pero prosigamos....
Leah estaba empezando a recargarse sobre sus brazos, con las manos apoyadas al otro lado de Minho, quedando a gatas sobre de él, cuando de repente el cuerpo debajo de ella giró violentamente, arrastrándola consigo, haciendo que cayera de espaldas contra el colchón, a un lado de la poderosa anatomía masculina.
¡OH DIOS MIO! ¡OH MY FREAKING GOD!
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(Si en mi mente la empuje & me volvi loca asi) JAJA, eso fue....SASPKCJDENDEWEHJ... casi me da el paro cardiaco & me daban ganas de rodar por el suelo, sino fuera porque estaba mi mama....JAJA....pero OH DIOS, OH DIOS....Choi puedes girarme asi como quieras...JAJA
Los labios insistentes de Minho empezaron a recorrer todo su cuello, su aliento soplaba contra la piel humedecida por sus besos voraces, haciéndola temblar por la fresca sensación.
No quiero traumar a nadie, con lo que senti con esto...JAJAJAAJAJAJAJ, creo que mas de una me entiende...& comprendera que senti con lo que sigue....¡Si! me volvi loca, DIOS!!!queria ser Leah....En serio Minho usame como quieras...Ok no *-*
—Es tu turno de sentirte así… han sido demasiadas semanas para mí… —Murmulló Minho, y Leah apenas fue capaz de entender sus palabras. Su voz tensa se distorsionaba por el esfuerzo de contenerse de aquella ruda manera.
Si cuando lei eso fue asi de ¬¬.............¿EN SERIO? estuve a punto de ir a buscarte a tu casa, para que me dieras mi lemon!!!pero naa luego tuve mi dosis diaria de 2min & me tranquilize!
¿Ya te dije que lo ame? por que si lo ameeeee!!!!
En definitiva solo amo tus hetero....
Tururrurururu(8).....¿Algun dia me daras un lemon pervertido?
Jajaja, andalee ¿si? :3 Yo se que quierees....
En fin, en serio lo ame, lo ame, lo ame, me hiciste la tarde....solo tu sabes como alegrarme....
¡Tee Amo!
PD:Disculpa mi post todo feo, ya sabes que no sirvo para esto...D:
YonHye
Minho
361
Re: d e s p i é r t a m e s i p u e d e s ~
aaaaaaaaaaaaah~
porque nunca leí este antes ;A; si me gustan muchos tus cosos ;A;
fuerte, fuerte XD ok no, pero estuvo bueno, ya me había alejado de leer fics por un rato, pero pasaba por aquí y no me arrepiento~~
I REGRET NOTHING -baila semidesnuda-
gracias <3 ya desde mucho eres de mis escritoras favs
porque nunca leí este antes ;A; si me gustan muchos tus cosos ;A;
fuerte, fuerte XD ok no, pero estuvo bueno, ya me había alejado de leer fics por un rato, pero pasaba por aquí y no me arrepiento~~
I REGRET NOTHING -baila semidesnuda-
gracias <3 ya desde mucho eres de mis escritoras favs
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