aparttooo !

ustedes ya verán!!!!
hacer llorar a esta niña!
todo era tan perfecto, un maravilloso
Ontae!! y cuando comenzó el lemon
wo0o sin respirar casi me dejan
pero



PORKE DEMONIOS MURIO TAEMIN!!!!

SABEN QUE SE SIENTE QUE UNOS DE LOS DOS MUERA??
tantito peor estaba escuchando 7 years of love cover de Taemin justo en aquel momento:

Miró al cielo mientras los gritos y las armas lo rodeaban, luego miró el telegrama otra vez, esas tres palabras eran lo único que no se veía borroso.
~ TAEMIN~HA~MUERTO~

mi corazon se hizo chikito chikito chikito
yose que su padre tiene algo que ver con su muerte!!
el lo mato! *buscando culpable*
espera que Jinki regrese!!! mujajaja
.......
solo espero que Jinki sobreviva, despues de esa noticia
seguro no querra la vida oohh! NOOO! ke sera del
ONtAE!!!!!!!!!!!!!'????????????????



espero esten felices con mis lagrimas !! xP
buen capii

Tip #1.- Esconde tu gusto por el mismo sexo

lo tomare en cuenta XD pura cura LOL

Jinki no sabia como es que iba en un camión, a su alrededor soldados muriendo, otras ya muertos y el con su expresión de no me importa la vida en su cara. Su Taemin, el joven de las migas de pan, el estaba muerto, palabras que rondaban en su cabeza. Echo su cabeza hacia atrás tratando de afirmarse en algo. De pronto escucho un leve gemido salir del bulto donde se había recostado.

Un joven de los ojos grande le tomo el tobillo, su rostro estaba cubierto de sangre y barro. Jinki deposito la mirada en el estomago del joven herido, la sangre salía de la herida de ese soldado. Los dedos del de ojos chicos sintieron algo liquido y viscoso en sus dedos, miro la yema de sus dedos dándose cuenta que la sangre del joven había llego hasta el. Como ayudarlo entre tantos que miraban y no hacían nada, pensó por un momento unirse a los demás pero no pudo, su corazón era noble y amable.

Puso la mitad del cuerpo del moribundo chico entre sus piernas, comenzó a darle leves palmadas en las mejillas. El de los ojos grandes aun estaba vivo pero si seguía perdiendo sangre moriría. El camión se detuvo de manera brusca en un lugar perdido del bosque cubierto de nieve. Como era de esperar los soldados bajaron rápidamente y comenzaron a formar sus carpas. Jinki se perdió en los ojos dolidos del joven que tenia en sus piernas, lo miro con calidez y timidez. Se retiro por unos segundos tomando su carpa en la espalda, por solo esos instantes sentía que dejaría de pensar en Taemin, pero en realidad sentía la necesidad de ayudar a ese joven.

Corrió lo mas rápido que pudo, armo su carpa no muy lejos del camión. En un par de minutos regreso a buscar al chico de los ojos grandes. Tendría que morir.- Dijo uno de los generales viendo al joven desangrándose.- Lo matamos o lo dejamos morir.- Agrego uno mas.- Mis generales.- Hablo pálido Jinki, si me permiten yo podría llevarlo conmigo a mi carpa, puedo sanarlo.- Dijo con su cabeza mirando hacia el suelo. Ambos generales se miraron y lanzaron el cuerpo del de ojos grande como un saco de papa al suelo. Con mucha delicadeza y esfuerzo Jinki llego con el Cuerpo de su nuevo amigo hasta su pequeña carpa. Tendió al de ojos grandes sobre el suelo de la morada, descubrió el pecho de ensangrentado joven. Un tiro certero se le incrusto entre el ombligo y su pene. Podía notarse que la bala aun seguía en el cuerpo del alto.

Rápidamente Jinki tomo cosas de su bolso, Un pequeño pero filoso cuchillo, unas toallas y una botella de alcohol. Prendió una lámpara a fuego y calentó por minutos el arma en el fuego. Pensó en un momento ir por un trozo de madera, pero desecho ese pensamiento imaginando que el alto no estaba conciente.

Acerco el filoso cuchillo y sin pensarlo dos veces introdujo en el orificio que dejo el impacto de la bala. Sangre estancada, de color más oscuro y espesa comenzó a salir. Revolvió un poco y en cosa de segundo vio como el cuerpo se comenzó a estremecer.- Solo unos segundos mas, aguanta un poco mas.- Removió más y logro retirar la bala.

Tomo una toalla y la empapo con alcohol, limpio toda la zona sacando las manchas de sangre. Su frente sudaba, después de todo solo tenia dieciséis años y ya había echo cosas que solo le pertenecían a los adultos.

Cambio toda la ropa del aun moribundo chico, abrigo lo más que pudo para que no sufriera de hipotermia. Se sentó en un rincón de la carpa tomando sus rodillas entre sus brazos. Comenzó a mecerse mientras las lágrimas comenzaron a caer por sus pequeños ojos. Taemin volvió a sus pensamientos, su pequeño ya no estaba en este mundo, en un momento pensó que hubiese sido mejor haber muerto en ese ataque hacía Polonia. De pronto vio como el cuerpo del alto comenzó a moverse, camino hasta el, tenia sus ojos abiertos, sus grandes ojos lo miraban y lo miraba también.-Como te sientes.- Fue lo primero en preguntar.-Agua.- Pidió de manera angustiante.



Si el ejercito Alemán de la época Nazi se caracterizaba por algo era la necesidad de escoger jóvenes guapos y de perfecto porte, ya que estos soldados engendrarían la raza perfecta. Jinki tenía una ascendencia asombrosa, aunque él no se consideraba como los otros, sus habilidades lo habían llevado a la invasión a Francia. Pero si veía el ejemplar que había estado a su lado desde que le salvó la vida era obvio que ese hombre había sido elegido para procrear la raza perfecta.

-Tome – otra chica del pequeño pueblo donde se abastecían se acercaba de nuevo a nosotros – es casero, el mejor pan de esta región, está caliente. – Le entregaba el pan al chico de ojos grandes y gran estatura que se quedaba junto al camión. Ahí estaba sonriendo tímidamente, mirándolas de forma coqueta. El uniforme acentuaba su delgada pero marcada figura.
De un instante a otro sus ojos se posaron en el mayor.- Señor Onew, lo estaba esperando.
-Ya veo – contestó algo molesto, era obvio que había salido del camión para hablar con todas esas campesinas.
-¿Ya tiene el nuevo equipo? – Solo afirmó, no me sentía bien en ese momento, aun no lo entendía, pero le molestaba.
-Si, Minho, es hora de volver al campamento – dijo mientras volteaba a ver a las chicas con vestidos coloridos y corsettes - me disculparán chicas pero debó alejar a este valiente soldado de ustedes.
-No se vayan – las chicas comenzaron a hablar – quédense los dos – una de ellas le tomó del brazo, una linda chica rubia con trenzas y pecho algo descubierto.
-Lo siento, pero este soldado de aquí es mi capitán y no puedo dejárselos – Minho tomó su hombro y lo dirigió hasta el camión blindado, subieron rápidamente y comenzaron a recorrer el nevado camino hasta el campamento.
Siempre estaban juntos, desde aquél día que lo salvó se había quedado a su lado. Y gracias a que se cuidaban las espaldas mutuamente habían sobrevivido tanto tiempo.
-¿Cómo es el nuevo equipo? – El alto que conducía decidió preguntar rompiendo el silencio y haciendo que Jinki rompiera sus recuerdos de cuando se habían dirigido la palabra aquella vez.
-Aun, no lo sé – dijo mirando la gran caja en sus piernas – son cosas que no podemos ver hasta que estemos en el campamento.
-Entiendo, espero que tenga mejor recepción que el otro – el más alto continuó conduciendo. Hacía tiempo que se llamaban por su nombre, entre ellos todo era tan familiar. En ese momento después de darle agua en aquella carpa Jinki descubrió muchas cosas de él mientras se recuperaba. Gracias a su lenta recuperación habían sobrevivido la invasión a Polonia, habían conseguido puestos en la sección de estadísticas del ejército y ahora se encargaban a descifrar mensajes de los Aliados, era la forma más sencilla de espionaje y también la más efectiva, interceptar mensajes del enemigo. Y ese campamento en la frontera francesa se los permitía.
-Gracias por conducir Minho – Jinki se bajó del camión cuando llegaron.
-Estás algo serio Onew – Jinki lo miró, tenía razón seguía algo molesto, pero cada vez que le llamaba de esa manera se sentía alegre, solo dos personas llegaron a llamarlo así. El chico que tenía frente a él, aquel que decía que le debía todo por salvarle la vida y su bello recuerdo que le desgarraba el alma al imaginar su cálida sonrisa y su dulce música.
-Lo siento, me pone curioso el equipo nuevo – tomó la caja – ve a dormir Minho, te toca el turno nocturno, en la noche te digo como funciona.

El equipo nuevo no estuvo nada mal, facilitaba escuchar las conversaciones Jinki intentaba evadir a Minho, por lo que había pedido esos horarios. Hacía poco se sentía muy incómodo cerca del alto, pasaban demasiado tiempo juntos y solo teniendo horarios separados podría sentirse bien. Sabía lo que pasaba pero deseaba negarlo, deseaba tener el recuerdo de Taemin por siempre, con aquellos bellos sentimientos, con su más preciado recuerdo.

-Señor Onew – alguien habló al fondo de la carpa de espionaje mientras Jinki sostenía con fuerza el audífono a su oreja.
-¿Qué pasó Minho? – El mayor volteo a verlo.
-Trajeron una carta para ti y ya casi es mi turno – el alto entró y llegó hasta la mesa donde le dio una pequeña carta. – Es de tu madre espero que se recupere pronto, la epidemia sigue esparciéndose.
-Si tienes razón – el mayor apartó la silla y se sentó en el borde de un catre que tenían en el lugar para descansar. Minho lo miraba curioso, siempre le había contado todo referente a su madre, siempre estaba ahí para apoyarlo, de verdad quería tanto a Minho, pero no quería borrar el recuerdo de Taemin.
Se perdió un momento en aquellos grandes ojos marrones mientras sostenía la carta y veía como el alto lo miraba con intensidad.
-¿Qué sucede? – El alto le esbozó una sonrisa.
-Tengo un mal presentimiento – Onew se atrevió a decir y abrió la carta para comenzar a leerla.
El principio parecía normal como todas las cartas de su madre “¿Cómo estás?” “Vamos ganando” “Los aliados caerán” “La enfermedad avanza”
Pero entre todas las frases comunes llegó a una parte que no esperaba “ Me queda poco tiempo de vida” en ese lugar Onew sostuvo con fuerza las hojas, no pudo voltear a ver a Minho era obvio que el pánico lo había asaltado y el alto lo sabría con una sola mirada.
Pero lo que siguió fue más allá de su entendimiento.
“Mi pequeño Jinki hay algo que revuela en mi cabeza desde hace mucho, el día de tu partida vi al carnicero algo extraño, en ese momento decidí callar, pero ese hombre tenía problemas, aunque no pensé que hiciera algo tan drástico. No me lo imaginé sabía que era tu amigo y por eso cuando encontraron su cuerpo te mandé un telegrama, pero ahora que no tengo nada que temer y la muerte me acecha puedo contarte lo que me obligaron a callar. Esa tarde en que tu padre y tú se marcharon de casa fui por algo de carne para hacer strogonof, cuando llegué la puerta hacía la casa estaba abierta, decidí entrar como siempre y ante mi encontré al carnicero con el cuerpo inerte de tu amigo colgándolo de una viga de la casa para aparentar un suicidio. Junto a él estaban miembros del partido Nazi apoyándolo, intenté salir de ahí pero todos me rodearon. Me avisaron que tu amigo había cometido un grave crimen y su padre lo había descubierto.
Y el hombre había hecho lo correcto, me amenazaron para no decir nada y cuando fingieron que encontraron el cuerpo me permitieron darte la noticia, no sé lo que pasó pero no quiero morir con mi alma atormentada, se que eres el único que velará por él, era tu amigo y era un dulce chico, por favor perdona a tu madre cobarde….
El mayor no pudo leer más, no entendía, su razón lo había abandonado, sus lágrimas comenzaron a brotar y luego sintió unos fuertes brazos rodeándolo.
-¿Estás bien? – La cálida voz lo invadió y lo hizo estremecerse por un momento. No tardó en reaccionar e intentó empujarlo.
-No, no está bien, le hice mal, por mi culpa murió.
-No es tu madre ¿Verdad? Es él – Minho tenía su mirada clavada en las hojas amarillentas.
-¿Él? – Jinki lo miró asombrado, había algo que nunca había hablado con Minho y era sobre eso.
-El chico que también te llamaba Onew, aquel por el que te atormentas, aquél que le brindas esa cálida mirada y esa lastimosa sonrisa cuando lo recuerdas, es él por quien lloras ahora, es él la razón por la que no me miras a mí. – El mayor se congeló ante las palabras y aquellos ojos tristes en ese momento, el recuerdo de Taemin lo impulsó, no tenía por que olvidarlo, lo había dañado, pero aun así la soledad y la culpa lo estaban consumiendo poco a poco, si no fuera por Minho no estaría con vida.
El cálido cuerpo del más alto lo hacía estremecerse, lo hacía desear como aquella vez, sin dejarlo ir, aceptando cualquier cosa que se viniera para ambos, poco a poco se comenzó a acercar sin dejar de ver aquellos hipnotizantes ojos que lo habían cautivado desde la primera vez que los había tenido frente a él.

Aquellos ojos profundos y grandes comenzaron acercarse más y más al rostro de Jinki. Poso su mano en la mejilla del mayor, las lágrimas cayeron en dicha mano. Acaricio los labios de su “Señor”.

-Déjame alivianar ese dolor Onew.- EL joven alto pasaba su dedo índice por los labios de Jinki.
-Puedes borrar estas lagrimas Minho.- Pregunto mientras inconcientemente besada los dedos del menor.
-Si me da el permiso de intentarlo.- susurro.
-Hazlo.- Hablo entregado al de ojos grandes.

Terminan de unir sus bocas, los labios de mayor sintiendo los gruesos y marcados labios de Minho. Las manos delicadas de Jinki de posan en la cintura del alto, sin darse cuenta hace presión con su pierna en la hombría del alto.- Los ojos grandes del menor se cierran sintiendo como su cuerpo se torna caliente pese a la nieve que cae afuera. Sus pezones se tornar duros de la calentura, sus lenguas siguen en el juego de comerse e intrusear la cavidad del otro.

-Es arriesgado.- Musita Jinki.
-Correré el riesgo.- Dice tomando la cintura del de menor estatura.

Continuaron con el intenso beso mientras sus manos quitaban la ropa ajena de cada uno. Sus cuerpos desnudos se tornaron de un rojo suave, el frío era aterradoramente congelante, aun así el aire dentro de la carpa se tornaba espeso por su transpiración y gemidos. Sus cuerpos comienzan a ser manoseados por ambos, sus manos se posan en lugares de excitación instintiva. El tacto de Minho en el pecho de Jinki lo hace sentirse en las nubes, como era posible sentir eso están en época de guerra.

Señor es hermoso.- El alto comenzó a besar los pezones de Jinki dando leves mordidas en esto.- Dime Onew.- Hablo el mayor intruseando con sus manos en el pene semi erecto del de ojos grandes.

-Onew, lindo Onew.- Su voz era agitada.

El de ojos chiquitos descendió hasta el miembro del alto, se hinco y metió el miembro aun dormido de Minho en su boca. Comenzó a sentir como el palpitante pene crecía en su boca, se estaba marcando y era como si lo asfixiase.

-Onew.- Grita jadeante agarrandose de una pequeña mesa.
-Hazlo Minho, házmelo y demuéstrame que aun siento y estoy vivo.- Dijo dándole la espalda, mostrándole su trasero.

El alto ubico su pene en el ano de Jinki, sin previa lubricación ni nada comenzó a penetrarlo lentamente, sintiendo los gritos del mayor fuertemente. El dolor era gigante, aun así le gustaba sentir sufrimiento, eso lo hacia sentir vivo.

-Adentro mas adentro.- Gemía el dicho “Señor”

Sin dudarlo el de ojos profundos y grandes lo embestio lo mas que pudo, con todas sus fuerzas. Ninguno de los dos se percato de que dos generales mayores habrían la carpa encontrándolos en pleno acto de sexo desenfrenado.

Llévenlos al monte.- Habló el mandamás del lugar.- Jinki se paró rápidamente.- Es mi culpa solo llévenme a mi, no lo dañen a el.

Entraron tres soldados y los tomaron así desnudos como estaban. Los sacaron de la carpa caminando descalzos por la nieve. Sus talones estaban rojos y sangrando al quemarse con el hielo.

-Déjenlos ahí y cúbranle los ojos.- El general mayor ordenó, los demás soldados siguieron sus instrucciones dejando a los dos desnudos en la nieve.- Apunten firme.- Se escucho la voz del general.

Los dos vendados buscaron sus manos y entrelazaron sus dedos.

-Perdóname Minho, morirás por mi culpa.- Las lagrimas caían.
-Dígame si se sintió vivo conmigo Onew.- Dejo salir.
-Si lo hice.- Contestó.
-Puedo morir en paz, luego de todo salvaste mi vida.

Se escucharon salir dos balazos llegando en el pecho de ambos, los cuerpos cayeron al suelo. Los hombres se van dejándolos desangrar hasta la muerte.

Tanto Jinki como Minho se arrastran tiñendo la blanca nieve de rojo con su sangre. Toman sus manos dándose un beso, la sensación de muerte llega hasta que los hace irse de este mundo.

AHHHHHHH T.T Por qué tanto empeño en hacer sufrir a la gente? esto estuvo igual o peor de triste D:
Sin embargo, me gustó demasiado, el Minew es tan hermoso<3 Pobre Onew, sin duda necesitaba de alguien que le hiciera olvidar por lo menos un poco a Minnie, ¿pero por qué tenía que terminar así? No podían disfrutar de su compañía por lo menos unos días más? Me dolió mucho que los descubrieran y les hicieran eso T.T Al igual que la revelación de la muerte de Tae, fue una cosa demasiado cruel ):
Tengo la esperanza de que por lo menos uno de los dos sobreviva a esta, pero habrá que esperar para ello, a menos de que los dos hayan muerto y mi corazón se halla destrozado aaah T___T
Muchas gracias por este capítulo, un saludo y hasta el siguiente! ):