Titulo: En el campo de margaritas.
Autor: Lenni Locket.
Género: Fluff.
Parejas: JongKey.
Nota: Lo segundo que subo aquí, y es para Kou♥. Porque mi retorcido corazón de galleta de limón la ama.

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Se mantenía estático en el marco de la ventana, aquella que se encontraba en el segundo piso de la casa de campo, dando la vista exactamente hacia aquel jardín repleto de margaritas, tan brillantes como la sonrisa de aquel al que contemplaba.
Celoso, demasiado celoso. Aquel tipo de sentimiento no se borraba desde la mañana del día anterior, abrumándolo completamente.


-KiBum, ya vamos a almorzar.-


La voz del líder lo sacó completamente de sus pensamientos y, suspirando con pesadez, respondió que en minutos bajaría, sin siquiera molestarse en voltear a verlo.
Una vez que la puerta de la habitación volviera a cerrarse, posó su mano sobre el cálido cristal de aquella ventana, empujándola sutilmente, dejando que la suave brisa de la tarde le acariciara las mejillas al abrirse.


-JongHyun, idiota.-


Murmuró al viento, mientras entornaba sus ojos sobre el recién nombrado, el cual se ocupaba por enseñarle algunos pasos de baile a las nuevas señoritas que tenían de vecinas en aquel lugar vacacional, frente al campo de flores.
Sonrió de forma irónica y le enseñó su dedo medio, aún sabiendo que el más bajo no podría verlo debido a la distancia en la que se encontraban.
Volteó y, luego de sacudir su cabeza, intentando inútilmente despejar sus pensamientos, bajó prácticamente corriendo aquellas escaleras de madera, ingresando a la cocina, percatándose de que MinHo y Taemin aún no terminaban de preparar la comida, mientras que Jinki se encontraba preparando la mesa fuera de la casa.

Después de varios minutos en los que esperó impaciente, decidió abandonar la habitación. No es que le gustara la brisa del campo, la verdadera razón era que no podía despegar sus ojos ni un momento de ‘su chico’. El sentimiento que le provocaba el que aquellas arpías se acercaran a JongHyun era realmente insoportable, tanto que no podía sobrellevarlo. Era consciente de que, en el momento menos esperado, podría llegar a saltar sobre cualquiera de ellas y arañarles el rostro con sus perfectas uñas, o jalarles del cabello.
Aún así, se contenía; no quería incomodar al castaño, tampoco interferir en lo que hacía, puesto que ni siquiera se les había acercado demasiado a aquellas.

Luego de que la hora del almuerzo pasara completamente tranquila, entre risas y comentarios fuera de lugar por parte de todos, la Diva se encerró una vez más en su cuarto, nuevamente, posado en aquella ventana.
Y allí se mantuvo durante toda la tarde, incapaz de hacer más que contemplar al vocal principal, siguiéndolo con la mirada en cada uno de sus movimientos, vigilándolo.

Pensaba en apartarse de ahí y recostarse sobre su cama, cerrar sus ojos y descansar; pero cuando una de las menores se abalanzó sobre su novio y lo tomó del cuello, ya no pudo retenerse a si mismo mucho más.

Descendió velozmente por la escalera, mientras pensaba que hubiera sido mejor el arrojarse por la ventana, aunque fuera un segundo piso. Salió al jardín y, ejerciendo toda la fuerza que tenía, tomó la delgada figura femenina por los hombros y la arrojó al suelo, apartándola del mayor. Vociferó un sinfín de insultos y cosas sin sentido pero, de aquella manera, logró ahuyentar al estorbo de mujer y sus amiguitas, las cuales ni siquiera tuvieron el valor de defenderse ante las agresiones de Key.

Las mejillas le ardían y su respiración se encontraba levemente agitada. Se giró sobre sí mismo y posó su mirada furiosa sobre JongHyun, el cual estaba desconcertado. Pensaba recriminarle lo sucedido, insultarle e incluso tenía ganas de abofetearlo, pero en el instante en el cual el ajeno frunció el ceño, a él se le presionó levemente el pecho. Cayó en cuenta de lo que acaba de hacer, aunque sabía que estaba mal, sinceramente, no se arrepentía de aquello. No iba a permitir que nadie tocara lo que le pertenecía.


-Todos los días es una nueva oportunidad de conocer a alguien nuevo.-


Murmuró el mayor por lo bajo, al tiempo en que soltaba un profundo suspiro de resignación. Si, sabía que no podía hacer nada en contra de los celos de KiBum.
Este último, pensaba voltearse y regresar corriendo por sobre sus pasos, encerrarse en la habitación y no salir de la misma hasta el día siguiente, pero los brazos bien trabajados del otro le prohibieron que lo hiciese.
Dejó que JongHyun lo abrazara con fuerza y lo apegara a él, mientras que el rubio empuñaba sus manos en la prenda superior del más bajo, posadas en su pecho.


-No temas, dulzura mía. Nunca habrá nadie como tú.-


El castaño soltó aquellas palabras certeras con facilidad, puesto que no le era complicado el dirigirse de esa manera cariñosa hacia el menor. Posó con delicadeza sus labios sobre la mejilla ajena y ahí dejó un tierno beso, el cual enterneció por completo al más alto, provocándole el típico cosquilleo en el estómago, el cual sentía con frecuencia cerca del contrario.

El resto del día, el cantante no se separó un segundo de la complicada Diva, mientras le dejaba en claro lo completamente cautivado que lo tenía con cada una de sus perfectas cualidades, evitando que regresara a molestarse y, también, que olvidara lo sucedido durante la tarde.
Ciertamente, le encantaba el hecho de que fuera tan posesivo y celoso con él, lo hacía sentirse único y por demás afortunado.

La mañana siguiente, KiBum se levantó completamente motivado. Tomó un baño, despeinó su cabello de manera rebelde y se colocó la ropa más cómoda que tenía en su equipaje, sin perder su estilo original. Correteó con una sonrisa radiante por la escalera y se ubicó en el campo de flores.

Comenzó a danzar libremente entre ellas, reía, se sentía libre y le agradaba la sensación del viento jugueteando con su cabello húmedo. El sol hacía que sus rubias hebras brillasen más que nunca, dándole al castaño una escena demasiado encantadora, pues, lo observaba desde la ventana del segundo piso.

Cuando KiBum se percató de aquello, frunció levemente el ceño y detuvo sus elegantes movimientos. Se sentó en las margaritas y alzó la voz, contemplándolo.


-¡Hey! ¿¡Por qué me miras tanto!?.-


Las comisuras de los labios del mayor se torcieron, logrando esbozar una sonrisa casi perfecta. Posó sus codos sobre aquel marco y dejó que su rostro se recargara sobre sus manos, sin apartarle la vista a aquel que tanto amaba. Inspiró con profundidad para luego, responderle con toda claridad.-


-Eres lo más bonito que tengo alrededor.-

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Perdón por el final tan pobre(?), tenía sueño y no se me ocurría otra cosa e_e -Huye.-

El jongkey y su amor por todos lados
*---* fue muy bonito
Jonghyun tan amoroso con su diva celosa
y Key vigilando y protegiendo su propiedad xD
me gusto mucho...
el final quedo tan dulce >_< ~♥
gracias por compartirlo
*-*

KEY tiene mucha suerte alguien como jong esos dos son un amor me encanta verlos juntos jajaja son tan lindos jaja byeee bonito shot bonito bonito me quedo con esa palabra ajja byee espero otro shot

OH MY GOD!
HA SIDO TAN DULCEMENTE PERFECTO!!!!!
DESDE LOS CELOS DE KEY HASTA LA MANERA ARMONIOSA DE JONGHYUN AL CALMARLO!! ME MATO!!!!
GRACIAS ^^