Titulo: Siempre juntos, hyung.
Autor: mi-chan
Género: Romantico, lemon, AU
Raiting:+18
Parejas: Jongtae, OnKey
Nota: A mi hija mayor CariitoKeyShawol! Espero que te guste!

Lee TaeMin embarcó en el avión de vuelta a Corea del Sur, su tierra natal. Se había ido hacia seis meses a Estados Unidos con una beca para estudiar baile en una de las academias más prestigiosas del mundo.

Pero no era el poder volver a su familia lo que le mantenía entusiasmado y con ganas de que las catorce horas de vuelo pasaran lo más rápido posible (cosa que él sabía que era imposible), aunque le hacía ilusión, claro, pero por su novio, sabía que le estaría esperando.

Y era esa persona a la que más quería ver porque, por mucho que hablaran por teléfono, el sexo cibernético o telefónico… Nada era lo mismo, él quería sentir aquellas cálidas manos acariciarle, los suaves y rellenos labios besar los suyos, poder acariciar el suave pelo.

Por otro lado, en Corea, un chico despertaba gracias al insistente ruido que le indicaba que tenia una llamada.

-¿Quién?- gruño al descolgar.

-Dios, Jong, que mala leche tienes al despertar.- dijo la voz al otro lado del teléfono.- ¿Haces algo hoy en la tarde?

-No. Pero a las siete tengo que ir a buscar a mi novio al aeropuerto.- le dijo, aun dormido sin darse cuenta de que acababa de desvelar su secreto.

-¿NOVIO?- chilló Key.- ¿Qué tienes novio y no me lo habías dicho?

-Luego te cuento.- le cortó antes de que empezara con sus interminables reclamos y regaños.- ¿Para que me llamaste?- dijo mientras se levantaba y se ponía las zapatillas y se acercaba a su armario para ponerse una blusa cualquiera y no coger frío.

-Bueno, te iba a pedir que me llevaras al aeropuerto, mi hijo llega hoy, pero como tú ya vas, no hay problema.- le dijo.

-A ver si conozco de una vez a ese hijo tuyo tan famoso.- le dijo.- Te dejo, tengo que empezar a recoger ese desastre o mi bebé me mata cuando llegue.

-Ahora que lo pienso… ¿Por qué nunca he estado en tu casa?- le dijo en un tono entre enfadado y curioso.

-Porque vivo en el otro extremo de la ciudad.- le dijo simplemente.

-O porque nunca me has invitado.- le dijo. Y en esas una tercera voz se oyó de fondo desde el lado de KiBum.- Amor… ¿Con quien hablas a esas horas de la mañana y en domingo? Vente a la cama otra vez que quiero mimos.



-¿Onew?- dijo risueñamente, reconocería la voz del primo de su novio a cualquier sitio.- ¿Sales con Lee Jinki?

-¿Le conoces?- dijo el menor.- ¿De qué?

-Vamos a la misma universidad, KiBum.- le dijo, diciéndole solo la mitad de la verdad.- Te paso a buscar sobre las cinco. ¡Adiós!- antes de que tuviera tiempo a contestar y a preguntar más, le colgó.

Se dio una ducha rápida y se vistió con unos tejanos y una blusa que le regaló su novio cuando dijo que le gustaría tener una camiseta de “los barrios bajos” en la que había escrita su nombre con un conejo que golpeaba la “H” con un puño. Cuando la vio, una profunda ternura se adueño de él y no pudo hacer nada más que besarlo con suavidad, acariciando sus mejillas con los pulgares.

Nunca olvidaría aquel día.

Bajó al piso de debajo de su gran y frío apartamento, aquel que compartía con su novio antes de que se fuera. Se tumbó en el sofá y cogió una foto que había encima de la mesita donde salía TaeMin el día en que le dio la camiseta.

Su mente voló hasta aquel día.

Jonghyun había ido a buscar a su novio a las puertas del instituto que asistía con un bonito ramo de rosas. Él estaba en segundo de carrera de su universidad, mientras que TaeMin cursaba el ultimo de bachillerato.

¿El motivo?

Ninguno realmente. Solo había querido darle un regalo a su novio. Podría haberle regalado un móvil, un reproductor de música, una cámara de fotos. Mil y una cosas más bonitas y caras que aquel simple ramo de rosas, pero ambos provenían de familias adineradas, así que todas aquellas cosas, no tenían sentido para ninguno de los dos.

Jonghyun era hijo de un magnate de una importante empresa de maquillajes y productos de belleza y de madre cantante. TaeMin era hijo de un importante constructor y de una fantástica bailarina.

A lo lejos vio a su novio salir rodeado con sus amigas y sus amigos, todos uniformados: las chicas con la falda de cuadros rojos y negros, la camisa blanca y el blazer, también negro y un lazo para el pelo de color rojo con los bordes en negro también. Por otro lado los chicos iban con unos pantalones negros largos, zapatos negros, la camisa blanca y encima el jersey negro con el escudo de la escuela, la corbata roja y negra y una pequeña boina de hilo de color negro.

-¡Hyung!- al verlo salió corriendo hacia él y se lanzó a sus brazos, juntando sus labios.- No me dijiste que me vendrías a buscar.

Le cogió la mano y besó el pequeño anillo que de compromiso que llevaba: - Si te lo hubiese dicho, no sería una sorpresa, baby.- dicho eso, sacó el esplendido ramo de rosas de su espalda.

-¡Kyaaa!- exclamó antes de coger las flores y llevarlas a su rostro para aspirar el suave aroma que desprendían.- ¡Gracias hyung!- le besó otra vez, mientras se colgaba de su cuello.- Sabes lo mucho que me gustan las flores.

-Lo sé. Y sabes que a mí también me gustan mucho, pero para mi tú siempre serás la flor más hermosa.- le dijo, acariciando la suave mejilla.

-Vaya que hicieron un buen trabajo tus padres, Tae.- dijo un chica a la que identificó como Minzi.

-Siii…- dijo otra chica, Sunny.- A mi seguro que me comprometen con un viejo gordo.- dijo con una mueca de tristeza.

Porque sí. Kim Jonghyun y Lee TaeMin eran un matrimonio arreglado por sus padres y, a diferencia de mucha otra gente a la que conocían y que se habían casado con sus matrimonios arreglados por sus progenitores, ellos eran felices. Se amaban, se respetaban, y sobretodo, tenían largas jornadas de sexo.

-Sip.- dijo mientras, rodeaba con uno de sus brazos del mayor, quien a pesar de sacarle tres años era considerablemente más bajo que él.- No puede haber ningún hombre más perfecto que él para mi.- dijo completamente sonrojado, arrancando una risa a su novio.

-Anda, vámonos a casa que hoy tenemos la inauguración del hotel de tu padre.- le dijo.- Nos vemos en la noche chicas.- se despidió de ellas.

-¡Adiós Jonghyun oppa! ¡No lleguéis tarde otra vez!- dijo Minzi.

-Ahm… ¿Hyung?- le llamó TaeMin.- Tengo que ir a clase de baile hoy, que mañana no podré ir.- le dijo.

-Oh. Está bien baby. Te voy a dejar y me voy a casa a terminar un trabajo, ¿ok?- le dijo.

-¡Gracias hyung!- exclamó feliz mientras entraba en el coche del mayor.

Cuando lo dejó en la academia y se fue a casa, Jonghyun se puso a trabajar, sin poder predecir que su bebé no tenía clase de baile aquel día.

-¡Amor!- giró la silla al oír la voz de su prometido entrar en el enorme cuarto que compartían.

-¿Cómo fue la clase de baile?- le dijo mientras lo sentaba en su regazo, jugando con el peli-rojo pelo, depositando pequeños besos en todo el cuello, acariciando la pequeña espalda.
-Esto hyung…- la voz vacilante del menor le hizo separarse de su cuello para mirarle a los ojos de forma inquisitoria.

-¿Pasa algo, bebé?- le dijo. Rara vez estaba TaeMin tan serio y la verdad, es que le daba miedo pues, la última vez terminaron peleando.

-Y…Yo te mentí.- confesó, abrazándose a él con fuerza.- N-no tenía clase de baile hoy.

Sonrió tiernamente y le acarició el pelo con suavidad: -¿Por qué me mentiste entonces? Sabes que si quieres con Minzy y Sunny no te voy a decir nada. Tampoco voy a controlarte ni a ser un novio posesivo ni nada, cariño.- le explicó mientras besaba las suaves mejillas.

-Es que… fui a comprarte algo.- le dijo antes de separarse un poco para tomar una bolsa del suelo.- Yo…el otro día dijiste que querías una camiseta de esas baratas que llevan los pobres y bueno…- le entregó la bolsa con la cabeza agachada y fuertemente coloreado.- Yo…sino te gusta no pasa nada. Es…

-Si la has escogido tú, será perfecta.- dijo mientras la sacaba de la bolsa y la miraba sin dejar de sonreír.- Minnie… Es hermosa.- dejó la camiseta a un lado y le cogió el rostro y le besó con ternura.

Pero TaeMin se encargó de profundizar el contacto cruzando los brazos por su cuello y juntando más sus pechos, consiguiendo que sus hombrías se rozaran a través de la ropa…

Obviamente llegaron tarde otra vez.

-Aish…- se levantó del sofá antes de que por recordar demasiado terminara por ponerse caliente.

Se dirigió a la cocina para tomar algo de desayuno cuando oyó que el Skype de su laptop sonaba, extrañado se dirigió a su portátil para ver que pasaba.

Aun sin fijarse quien era, aceptó la llamada.

-¿Hyung? Pon la cámara.- aquella voz…

-¿Baby?- dijo mientras encendía la cámara y sonreía al ver la carita de su novio.- ¿Cómo va el vuelo, cariño?- preguntó.

-Aburrido.- hizo un hermoso puchero, uno de esos que su novio siempre le besaba y acto seguido sonrió.- Pero las camas son muy cómodas.

-Hum…Yo si que te quiero tener en una cama.- le dijo mientras se acomodaba mejor en la silla de su escritorio.- Ese apartamento es demasiado para mi solo, estoy planteándome seriamente el mudarnos en un piso más céntrico y más pequeño.- le dijo.
-Bueno, ya lo hablaremos cuando llegue a casa ¿sí?- dijo sonriendo mientras se acomodaba mejor en la cama.- Hyung…- arrastró la palabra, mientras se acomodaba el pelo detrás de la oreja y se mordía los labios de una forma sugerente.- Estoy caliente…

Jonghyun parpadeó rápidamente al oír aquello salir de la boca de su pervertido novio, pero se repuso y sonrió malignamente.

-Hey babe, pon la laptop encima de una mesita o de algún lugar elevado para que yo pueda ver lo perfecto de tu cuerpo.- su voz salió ronca y lujuriosa y el menor no tardó nada en obedecerle.- Vaya… Realmente debes de andar caliente si te das tanta prisa en cumplir.- dijo con un tono levemente burlón.

-Cállate hyung.- le dijo mientras se tumbaba en la cama y se quitaba la camiseta, revelando aquel pecho blanco y escuálido que tanto gustaba al mayor. Deslizó su mano por su cuello hasta llegar a uno de sus pezones y pellizcarlo.- Ah. Ha-habla-me hyung.- le rogó.

-Bien.- se acomodó en la silla, abriendo ligeramente las piernas para poder sacar su miembro semi-erecto de dentro de sus pantalones.- Dime Tae, ¿te estás imaginando que tus manos son las mías?

-S-sí…- suspiró, mientras empezaba a frotarse el pezón con más insistencia, gimiendo más fuerte cada vez.- Nya…

-Vas a hacer lo que yo te diga, ¿cierto?- movió la cabeza apresuradamente.- Muy bien Minnie… Lame tus dedos. Lámelos hasta dejarlos completamente empapados y acaricia tus pezones.

Sin poner objeción alguna el chico en el avión obedeció, mojando sus largos dedos con su saliva, dejando que su lengua resbalara entre sus dedos.

-Hyung.- le llamó, abriendo los ojitos, ya que momentos antes los había cerrado para poder imaginar mejor que era su novio quien le acariciaba.- Te amo.

-Yo también bebé.- le dijo enternecido por aquella confesión.

Se quedó absorto mirando el rostro del bailarín: la piel clara, libre de imperfecciones remarcables, con el pelo ahora dorado y corto, sus labios rosados. Era la persona más hermosa que había visto nunca.

TaeMin llevó sus dedos a uno de sus pezones, pellizcándolo suavemente, del mismo modo que su novio lo hacía cuando hacían el amor.

-Humm… Hyung… Ahh…- con los dedos pulgar y corazón tiraba de él, mientras que con el índice se dedicaba a acariciar la punta.- Más…- sin esperar ninguna orden ni nada, dirigió su otra mano, también con los dedos humectados por su saliva a su otro pezón, acariciándolo del mismo modo que el otro, causando que más espasmos recorrieran su pequeño cuerpo.

Jonghyun se había quedado embelesado mirando a aquel chico que le había robado el corazón en la primera cita que habían tenido, en un restaurante de cinco estrellas, donde el menor había acudido vestido muy formalmente, con el pelo negro y en forma de corte tazón.

-Tae...- medio gimió cuando se percató del miembro erecto del menor el cual rozaba su bajo vientre.- Eres tan caliente…- le dijo, en esas, su vista se desvió hacia el reloj del ordenador y maldijo por lo bajo.- Minnie, babe, deja estar tus pezones y mastúrbate. Métete esos preciosos deditos en tu culito.

-Su-suenas apresurado.- observó, mientras deslizaba su mano hasta su pene.

-Me acabo de acordar que había quedado con tu padre para arreglar un par de cositas.- le dijo, mientras él mismo llevaba su mano a su verga, que pulsaba dolorosamente y la apretaba por encima de los bóxer, que estaban húmedos. La mirada del menor se desvió hacia el colchón y dejó que sus manos cayeran a su lado.- Chagia, ¿he dicho algo malo?

-Yo creí que te estaba gustando que hiciera eso.- por su voz gangosa Jonghyun dedujo que estaba a punto de llorar.

-¡Mi amor!- exclamó.- Me está gustando, claro que me gustando. ¿Cómo no lo iba a hacer? Eres lo que más deseo en ese mundo, lo que más me excita con solo un gesto, lo que más amo y respeto en mi vida, pero tu padre ha sido muy claro: me dijo que no quería ni un minuto de retraso. Y la verdad sea dicha, my sweetie boy, tu padre da miedo si se enfada.- le dijo sonriendo.

TaeMin asintió con la cabeza, de acuerdo con ese último argumento y se metió dentro de la cama, cubriendo su cintura con las blancas sabanas.

-¿Vendrás a buscarme al aeropuerto?- dijo feliz otra vez.

-Sería un novio muy patán sino fuese a buscar a mi novio después de estar seis largos, dolorosos y solitarios meses, ¿no crees?- le dijo alegremente, sonriéndole tiernamente.

-Sí. Lo serías.- dijo devolviéndole la sonrisa.- ¿Crees que mis padres me quieran ver hoy?

-Supongo que sí. Eres su hijo favorito así que me parece normal que te quieran ver en cuanto llegues, ¿por qué lo preguntas?- le dijo sorprendido por aquella extraña pregunta.

-Es que… No quiero tener que estar con nadie más aparte que contigo cuando llegue, hyung.- le dijo, mirándole a los ojos algo apenado por aquella confesión.

-Está bien baby. Yo hablaré con tus papás para vernos mañana, ¿ok?

-Okey hyung. Eres el mejor novio del mundo entero hyung, aunque me dejes caliente en un vuelo de dieciséis horas.- hizo un puchero para intentar convencerlo.

-Cuando llegues a casa me vas a perdonar, ya lo veras.- dijo muy seguro de si mismo.- Te amo baby, muchísimo.

-Yo aun más, Jonghyun hyung.- le dijo.- Adiós.

-Adiós cariño.- le lanzó un beso y cerraron la conversación.

Jonghyun se levantó, se cambio de ropa, se subió a su auto y se dirigió a la mansión en donde vivían los padres, los hermanos y el primo de TaeMin.

-¡Hey Jong!- dijo el hermano mayor de TaeMin, abriéndole la puerta y dejándole pasar.- Padre está en su despacho.

Sin esperar una indicación más, se dirigió a dicha sala y tocó la puerta.

-¿Sr. Lee? Soy Jonghyun.

-Pasa, Jonghyun.- entró a la habitación y se sentó en la silla.- ¿Has pensado en lo que hablamos?

-Sí señor.- se revolvió en la silla.- Me gustaría…pedírselo mañana, en la inauguración de su nuevo hotel, si no es molestia, claro. Pero me gustaría celebrarlo cuando termine la universidad dentro de seis meses mas.

-No hay problema.- dijo el Sr. Lee, sonriendo.- Puedes retirarte, Jonghyun.

-Permiso.- dijo antes de levantarse de la silla.

-Ah, Jonghyun, ¿podrías traer a mi hijo desde el aeropuerto hoy a casa?- eso le recordó la promesa que le había hecho a su pequeño y adorable novio.

-Esto… quería pedirle si podría llevar a TaeMin directamente a nuestro apartamento. Sé que ustedes quieren verlo pero…- titubeó un momento.-A mí… realmente me gustaría poder tener esta noche solamente para nosotros dos.

-Está bien, Jonghyun. Sé que amas a mi hijo, pero pasado mañana, nos iremos todos a la casa del campo.

-De acuerdo.- dicho eso salió de la casa de los Lee y se dirigió a su casa para recogerla toda.

En cuanto fueron las cinco, su coche estaba estacionado delante del piso de KiBum, que bajó apresurado y se metió en el asiento de copiloto.

Entre risas y conversaciones tontas, llegaron al aeropuerto. En cuanto entraron dentro del recinto, tuvieron que abrirse paso para llegar a las vallas.

-¿De donde viene tú hijo?- preguntó Jonghyun cuando ya llevaban veinte minutos esperando.

-De USA. Viene de vacaciones. Estudia en una academia de artes, una de las mejores.- le explicó.

-¿Es pintor?

-Bailarín.- le contestó.- Se llama…

-¡HYUNG!- aquel chillido les hizo voltear a los dos, y a los dos segundos una sombra con cabeza peli-roja fuego se echó sobre Jonghyun, besando apasionadamente sus labios.

El mayor sonrió en el beso, llevó sus manos a las estrechas caderas de su novio para apretarlo fuertemente entre sus musculosos brazos, su lengua se movió hasta que pudo ingresar en la boca del menor, que cruzó sus brazos por el robusto cuello de su novio.

-¡LEE TAEMIN!- el chillido que pegó Key, lo hizo separarse.- ¿Tienes novio y no me contaste?

-A esto… Umma yo…- empezó a tartamudear, levemente asustado por el ceño fruncido del chico.- ¿Sí?

-Ya hablaremos más tarde de eso. ¡Y tú!- dijo girándose hacia Jonghyun.- Como le hayas hecho algo de mas a mi bebé…

-Creo que ya es muy tarde para ese tipo de amenazas, KiBum.- la voz de Onew les hizo girarse a los tres.- Hola Jong.

-¡Hyung!- TaeMin corrió hacia los brazos de su primo.- Te extrañé mucho hyung. No tanto como a Jonghyun hyung pero aun así mucho.- le dijo sonriente.

-Lo sé, lo sé.- le contestó revolviéndole el pelo.

-¿Hola? Alguien me podría explicar como es que os conocéis.- dijo Key con el ceño fruncido.

-Jinki hyung es mi primo. Y… ¿vosotros como os conocéis, Umma?-dijo abrazándose a su novio por el cuello, dejando su cabeza reposar en la cabeza del más bajito, que solo rió suavemente.

-Ah esto…- se llevó una mano a la nuca.- Jong fue mi mejor amigo en la infancia, luego bueno, nos separamos porque yo me mudé a Daegu, y un día comprando nos encontramos.- le explicó.

-¿Y Jinki hyung?- interrogó, con una ceja levantada.

-Salimos juntos.- dijo Jinki antes de que su novio fuese a decir una mentira.

-¿Y me reclamas a mí por no decirte?- dijo un exaltado TaeMin, que aun no podía creer que su umma saliese con su primo.

-¡Hey! Que no es lo mismo, tú aun eres menor.- le contestó.- Pero bueno, dame un abrazo, ¿no?- dijo sonriendo y abriendo sus brazos.

TaeMin se acercó a él y se fundió en un fuerte abrazo, temblando ligeramente.

-Te extrañé mucho umma.- susurró.

-Y yo a ti, bebé.- le besó la frente con cariño y se separó suavemente de él.- Bueno, ahora vete a casa con el dino tonto y nos vemos mañana, ¿sí?

-Sí.- dijo sonriendo y volviendo sobre sus pasos hasta llegar donde su novio.- ¿Nos vamos a casa, hyung?

-Sí.- le dijo.- Nos vemos chicos.- se despidió mientras se colgaba la mochila a la espalda y agarraba las maletas de su novio.- Vamos baby.

TaeMin corrió a su lado y le cogió una maleta para de ese modo poder agarrar la mano de su hyung y entrelazar sus dedos. Llegaron al coche y tras poner las maletas en el maletero se metieron dentro.

-¿Entonces el vuelo fue bien?- le preguntó una vez dentro, acariciando su mano.

-Yup. Dormí casi todo el rato después de que me dejaras.- dijo haciendo un mohín que a Jonghyun le pareció muy tierno, así que sin resistirse a la tentación que suponían los labios de su novio le besó tiernamente.

-Me alegro de que estés de vuelta amor.- le dijo mientras le abrazaba con fuerza.

-Y yo de haber llegado finalmente.- le contestó, correspondiendo el abrazo.- ¿A dónde vamos?

-A casa. Tu padre ha dicho que ya nos veríamos mañana en la recepción de su hotel. Y que pasado mañana nos iríamos a la casa del campo.- le dijo.- Descansa, ¿si?- le dijo antes de encender el motor.

-Sí.- inclinó el asiento y se acomodó para dormir.- Te amo, hyung.

-Y yo a ti.- oyó antes de quedarse dormido.

Se despertó cuando el aire aire de fuera del coche golpeó su rostro.

-Bebé, despierta. Hemos llegado.- e inmediatamente se despertó, saltando fuera del coche para introducirse en la casa, esperando que su novio hubiese preparado algo romántico para su llegado, algo bonito. Pero cuando abrió la puerta de su departamento, casi sintió ganas de llorar.

Su hyung no había preparado nada especial por su llegada. Se hubiese conformado con una pancarta de bienvenida, pero no había ni eso.

-¡Hyung! ¡Me voy a dar un baño!- le dijo dirigiéndose hacia el baño.

-Vale amor, yo preparo todo.- dijo mientras cerraba la puerta con el pie.

TaeMin entró en el baño y abrió los grifos del agua, dejando que la bañera se llenara. Se sacó las ropas que cubrían su delicado cuerpo y luego se metió dentro de la bañera, dejando que el agua caliente relajara sus músculos.

Mientras tanto, Jonghyun estaba acomodando la ropa de su novio en los lugares correctos, cuando terminó con la ropa se dirigió a la cocina y sacó un plato con fruta cuidadosamente cortada y pelada del frigorífico, una botella de vino afrutado de la nevera y lo dejó temperar mientras su niño se bañaba, luego se dirigió al reproductor de música y puso un disco de música tranquila para bailar.

-Hyung.- dijo TaeMin bajando las escaleras.- Ya estoy.

-Ahora vengo amor.- le dijo mientras dejaba el vino, dos copas y la fruta en el comedor. TaeMin esperó a su novio al pie de la escalera.- Estás hermoso, baby.

TaeMin llevaba una sudadera de color gris con algo escrito que le llegaba casi a las rodillas, pues era de Jonghyun, uno de sus hombros quedaba al descubierto, no llevaba pantalones solo los bóxer e iba descalzo.

TaeMin desvió la mirada apenado ante la fija mirada de su novio.

-¿Bailamos?- le dijo de repente.


Hasta aquí la primera parte! Pronto (o eso espero) subiré la segunda!

Apartu~ :D

Qe pacho(?) !!! Y la 2da parte ¿...?