WELCOME HOME (Parte 1)



Se habían mudado gracias al divorcio de sus padres. Su madre le había dicho que era por que quería descansar un poco, pero él bien sabía que lo que en verdad deseaba era escapar de todos aquellos momentos amargos por los que paso al final. Ella no quería recordar nada de su ex esposo por un tiempo. Jonghyun protestó por la mudanza, no es que hubiese dejado muchas cosas abandonadas en su antiguo hogar, era solo que le gustaba el lugar donde vivía, le había costado adaptarse ahí, y empezar de nuevo no lo animaba mucho.

Ese día llegaron temprano detrás del camión de mudanzas. Su madre seguía dándole infinidad de razones por las que había sido bueno el que cambiaran de ambiente, él seguía enfurruñado en el asiento junto al de su madre haciendo oídos sordos de todo lo que ella le decía. Creía que su madre solo pensaba en ella y no en él, ella no pensaba en todo lo que él tendría que pasar para readaptarse y más aun, los cambios que tendría que hacer al momento de su cambio de escuela. Estudiaba música, una carrera para lo que no había tenido que hacer el bachillerato, recién terminaba su carrera como técnico en música y ese mismo año comenzaba con la licenciatura. Tendría que reiniciar trámites y pedir el traslado de todos sus papeles, desde su antigua escuela.

No entendía por que su madre tenía que huir de los viejos recuerdos en lugar de enfrentarlos, él consideraba que así era mejor, mejor afrontar las cosas y dejarlas ir rápidamente a que te siguieran el resto de tu vida. No le pareció nunca la idea de mudarse y sin embargo había cedido ante su madre por que después de todo nada podría hacer, aun le faltaban 3 años para la mayoría de edad, y por supuesto, su independencia.


-es una zona bastante tranquila, ya verás que te encantará el lugar -dijo estacionándose, para después bajar del auto- bienvenido a casa Jonghyun

-mamá, este lugar es…. Hermoso- dijo al bajarse y mirar justo en el jardín de la casa de enfrente a un chico de cabello rubio bastante llamativo, un short y una playera azul a juego con el resto de su vestimenta e incluso su cabello.


El chico usaba una manguera para regar el césped. Traía puestos además unos auriculares y por el ligero movimiento de sus labios, Jonghyun pudo notar que cantaba la canción que escuchaba. Su piel era extremadamente blanca y se preguntó si no sufriría quemaduras por el intenso sol que hacia en esos momentos, aunque a el no parecía importarle. En ese momento alzó la vista y miró a Jonghyun que no podía despegar sus ojos de el, el rubio alzó su mano a modo de saludo sonrió y volvió a sus tareas. Mientras el aun sonreía a pesar de que el chico aquel ya no lo miraba.


-te dije que te gustaría, ya verás que todo será mejor aquí.

-si…

-muy bien, será mejor que entremos y comencemos a poner orden a todo esto.

Jonghyun, a pesar de haber escuchado a su madre y de haberle contestado con un movimiento afirmativo de su cabeza no se movió de ahí seguía mirando al chico de cabello rubio, le era hipnótico, no podía apartar su mirada de el. Para él era inevitable ver cada uno de sus movimientos, y lo mejor de todo es que le había sonreído. Jonghyun estaba seguro de que jamás podría olvidar esa sonrisa, y aquella primera vez en que lo vio. No es que fuera amor a primera vista, solo fue atracción inmediata, ese chico le gustó, y mucho.

- Jonghyun, hijo, te has quedado ahí parado, vamos entra a ayudar, por lo menos organiza las cosas de tu habitación.

-si mamá ya voy- dijo al ver como el chico cerraba la llave del agua y volvía a su casa, y a su vez el entraba en la suya.


**

-tenemos vecinos nuevos pa’ – dijo Kibum, al momento en que entró en su casa

-¿de verdad?

-si, la casa de en frente por fin se vendió

-¿y que tal? ¿Qué te parecieron?

-pues solo pude ver a un chico como de mi edad, parece agradable- dijo encogiéndose de hombros

-¿agradable? ¿No será que te gustó hijo?- pregunto con una sonrisita en los labios y un tono de voz que le hacia notar que lo había descubierto

-pues es bastante apuesto ¿sabes?

-entonces no se diga mas, no debemos ser maleducados, tenemos que darles la bienvenida al vecindario ¿no crees?

-Ni se te ocurra tratar de juntarme con el pa’ –dijo recordando todas y cada una de las desastrosas veces en que su padre, había intentado emparejarlo con alguien mas

-yo no dije nada sobre juntarte con él, hijo, yo dije que teníamos que darles la bienvenida

-pero irás conmigo, no iré solo- dijo demandante

-de acuerdo, como quieras

-¿crees que debamos llevarles algo?

-galletas estaría bien, iré a la cocina por unas cuantas

A los pocos minutos salió de la cocina con un enorme plato lleno de galletas de chocolate y además lo había cubierto con plástico.

-¿Qué esas no son las galletas de papá?

-si

-¿y no crees que se moleste si descubre que se acabaron sus galletas? Las compro ayer

-no se molestará, y si lo hace sabré ponerlo en su lugar

-si tú lo dices

-vamos ya


Salieron de su casa dirigiéndose a la de enfrente, Kibum iba un poco ansioso y muy sonriente, moría por saber el nombre del nuevo. Y esperaba que no fueran una familia mas de homofóbicos que solo sabían burlarse de él, y que al final terminaban huyendo de su padre. Así habían sido las ultimas cuatro familias que se mudaron a esa casa. Y no era para menos, pues su papá era alguien digno de temer. Al llegar a la puerta Kibum tocó el timbre y esperó con un nudo en el estomago a que alguno de los nuevos vecinos saliera. No pasó mucho tiempo antes de que una mujer con el cabello atado en una coleta saliera a atenderlos.


-hola, soy Lars y él es mi hijo Kibum, somos los vecinos de en enfrente, les hemos traído galletas

-¡oh! Hola – respondió sonriente y tomando el plato que Lars le tendía- soy Seung Hee
y… esperen un momento, llamare a mi hijo para presentarlos- entró y regresó un poco agitada con Jonghyun detrás de ella- él es mi hijo Jonghyun, ellos son Lars y Kibum - dijo señalándolos respectivamente

-hola- dijo un poco tímido mirando a Kibum, se le hacia difícil creer que estuviera ahí, justo en frente de el, y en la puerta de su casa.


Kibum le devolvió la sonrisa y Jonghyun no pudo hacer otra cosa mas que embobarse de nuevo, un silencio bastante extraño se apodero de los cuatro, Jonghyun y Kibum se miraban sonrientes y Lars pudo ver de reojo como esos dos se perdían en ellos mismos.


-disculpen que no los invite a pasar y a tomar algo, como verán esto es un desastre total, pero me gustaría que mas adelante aceptaran mi oferta

-No se preocupe Seung Hee, solo queríamos darles la bienvenida, pero tenga por seguro que aceptaremos la invitación

-me parece perfecto, les avisare en cuanto esté todo listo

-muy bien, nos vamos, mucho gusto en conocerlos

-adiós Jonghyun, nos vemos luego- dijo Kibum aun sonriente

-adiós- le contesto de igual manera

-gracias por las galletas Lars- dijo ella y Lars solo le respondió con un movimiento de mano


Jonghyun siguió a Kibum con la mirada hasta que de nuevo entro en su casa, y la puerta se hubo cerrado detrás de el. ‘Kibum’ se repetía en su cabeza una otra vez, ahora sabia su nombre, pero quería saber mas, así que se prometió a si mismo que en cuanto se volvieran a ver entablaría con él una conversación que fuera mas allá de un simple hola, y ¿Por qué no? Invitarlo a salir con el pretexto de que le mostrara el lugar.


-que color de cabello tan extravagante- dijo una vez que se fueron

-se le ve muy bien

-parecen agradables

-mucho- dijo Jonghyun pensando aun en Kibum


Dos días completos fueron los que tardaron en poner completo orden, y deshacerse de absolutamente todas las cajas. Jonghyun durante esos dos días había visto ocasionalmente al rubio, lo vio sacando la basura, volviendo a regar el césped, y también sentado en un gran ventanal con un cuadernillo en sus manos. Era sábado y no tenia absolutamente nada que hacer, quería ir a casa del blondo y conversar con él, pero no encontraba un pretexto lo suficientemente creíble como para hacer aquello. Así que sin muchos ánimos tomo su guitarra y comenzó a tocar con la esperanza de que algo le viniera a la mente y así pudiera correr a la casa de enfrente.

Tocaba sin pensar mucho, solo las canciones que se sabia de memoria y que sus dedos tocaban casi automáticamente. Su cabeza estaba en otro lugar tratando de hacer que su cuerpo también estuviese ahí. ¿Bajo que excusa barata podría ir ahí para hablar con él? ¿Y si solo iba y decidía ser claro y lo invitaba a salir? Dejo de tocar y se tomó el rostro entre las manos, nunca había sido tímido, mucho menos a la hora de pedirle una cita a alguien, pero el rubio lo ponía mas nervioso de lo debido, a diferencia de muchas de sus otras parejas, con el si se veía teniendo una relación seria, y tal vez era por eso que su cabeza no le daba para pensar una buena razón de ir a su casa y pedirle un poco de su tiempo.


Se dejó caer en su cama, y suspiró sonoramente, una nueva duda surgió en su cabeza ¿y si tenia novio? El chico era bastante lindo como para no tenerlo, y de seguro tenia además una gran personalidad, podría apostar a que el era una persona muy dulce y cariñosa ¿Por qué no habría de tener novio? Volvió a suspirar, y esta vez se maldijo a si mismo por si acaso tenia tal suerte de fijarse en alguien que ya tenia pareja.

Sus pensamientos seguían viajando, sus brazos se encontraban extendidos a lo largo de la cama y sus pies, que colgaban un poco golpeaban rítmicamente la base de su cama. Su guitarra había quedado olvidada a un costado, y el parecía no tener intenciones de tocarla en un buen rato. El timbre sonó y el se levanto con pesadez de la cama, en cuanto estuvo frente a la puerta la abrió, y cual fue su sorpresa al encontrarse al rubio justo ahí, sonriendo nuevamente y saludándolo de una manera bastante casual. Jonghyun le devolvió el saludo atontado y le sonrió de igual manera.


-amm ¿tendrás algo de café que puedas regalarme? Papá se ha quedado sin café y me a enviado a pedirte un poco

-claro, pasa, en un momento lo traigo

-gracias, ha quedado muy linda la casa

-gracias, supongo, pero creo que eso es algo que le encantaría escuchar a mamá- sonrió con el frasco de café en sus manos.

-¿tienes algo que hacer Jonghyun?


Jonghyun sintió su corazón acelerarse ligeramente, abrió sus ojos mas de lo debido y metió sus manos en sus bolsillos tratando de no mostrar tanto nerviosismo


-pues no, estoy libre ¿Por qué?

-pues, eres nuevo aquí, y pensé que te agradaría salir a conocer un poco

-me encantaría- dijo de manera rápida

-entonces nos vemos mas tarde ¿a las 5:00 te parece bien?

-perfecto

-muy bien, adiós Jonghyun - dijo de manera coqueta y salió despacio por la puerta con el frasco de café en sus manos


Jonghyun no pudo evitar ampliar su sonrisa cuando el rubio lo dejó solo en su casa. Eran las 2:15 de la tarde y justo en ese momento deseó que el reloj avanzara mas rápido, fue a la cocina y comió un poco de lo que su madre había preparado, casi inmediatamente después de haber comido corrió escaleras arriba, se dio un baño y pasó el resto del tiempo buscando algo que ponerse para su cita. 4:57 marcaba su reloj, feliz como estaba bajo las escaleras para correr en dirección a casa de Kibum.

Su sonrisa era grande, y su emoción aun mas. Llego y se planto tratando de sacar toda esa seguridad que sabia había quedado guardada en algún lugar de su interior, no quería demostrarle a Kibum que estaba nervioso y ansioso por salir con él, no quería lucir desesperado, aunque muy probablemente Kibum ya hubiera notado aquello. Tocó el timbre de la casa y Lars lo atendió con una pequeña sonrisita en los labios.


-hola Jonghyun, pasa, Key bajara en unos momentos ¡es tan vanidoso el chico!

-¿en serio?

-si, creo que todo es culpa de su padre- dijo muy seguro

- ¿de usted?

-¡oh, no! James, su otro padre, yo soy el de las reglas, james lo consiente mucho- soltó un suspiro- en fin, siéntate Jonghyun, no te quedes ahí parado

-esta bien, gracias


5 min mas tarde, Kibum bajaba las escaleras bastante arreglado, su cabello lucia ligeramente desordenado, pero Jonghyun estaba seguro de que esa era la intención, lucia hermoso, y Jonghyun no pudo mas que volver a sonreír. Se levanto y agradeció a Lars por la compañía brindada antes de que Kibum llegara, salieron y de inmediato comenzaron una amena charla sobre sus intereses, lo que estudiaban, sus edades, un poco sobre sus familias también.

Kibum se enteró del divorcio de los padres de Jonghyun y supo que esa había sido la razón de la mudanza, internamente no dejaba de agradecer a la madre de Jonghyun por haber decidido tomar esa casa y no otra. Jonghyun se entero de que Kibum llevaba el apellido de James, su otro padre, que en realidad su apellido era Kim, pero al ser criado por Lars y James Heatfield, había decidido adoptar el apellido Heatfield por que el no se consideraba un Kim. También se había enterado de que sus padres eran músicos, y que Lars estaba tomando unas pequeñas vacaciones, y después de eso, James las tomaría, por que no le gustaba dejarlo solo en casa a pesar de ya tener edad suficiente para ello.

Fueron a varios sitios ‘populares’ de las cercanías, algún café, en un centro comercial, tiendas de cds, lo mas común de por ahí, lugares que si el hubiese visitado solo le habría parecido de lo mas aburridos, pero en compañía de Kibum, todo era mejor, y alcanzaba a disfrutar un poco mas de las cosas, justo como el había creído, Kibum era un sujeto dulce, además de muy inteligente, y divertido, jamás había pasado un rato tan bueno con alguien mas.

Después de aquella cita, Jonghyun y Kibum se despidieron a la entrada del segundo como si fueran los mejores amigos desde siempre, y con la promesa de que se volvería a repetir. Entro muy feliz a su casa donde su mamá bastante calmada preparaba la cena. Lucia un poco cansada pero relajada, no como en días anteriores donde creía que podría explotarle la cabeza a causa del estrés. Llegó a su lado y la saludó con un beso en la mejilla y un hola dicho de manera cantarina.


**

-¿Por qué tan feliz? ¿Saliste a algún lado?

-si, fui con Kibum a conocer los alrededores

- ¿Kibum? – Dijo con una sonrisa- creí que habías dicho que te resultaría difícil adaptarte nuevamente

-lo sé, pero eso fue antes de conocerlo, es bastante agradable

-¡vaya! Ese chico si que te trae mal hijo- se burlo- jamás te había visto así por alguien

-es solo que él es diferente mamá, me hace sentir diferente

-pues si cada vez que salgas con él, me recibirás con un beso y estarás tan feliz como ahora, por mi puedes salir con él todos los días- rió y junto a ella Jonghyun

-créeme que eso no me molestaría en lo mas mínimo


Las salidas con Kibum se hicieron mas constantes, cada día que pasaba con él, Kibum solo lograba gustarle mas, de hecho, ahora podía decir que se encontraba enamorado del extravagante chico del cabello rubio, por que si, había descubierto que era completamente extravagante, en algunas ocasiones parecía un tanto afeminado, pero nada que le molestara a Jonghyun, otras veces podría parecer muy caprichoso, pero eso no lograba amedrentar ese creciente sentimiento.

Habían tenido ya 11 citas y hasta ese momento ninguno había dicho palabra sobre lo evidente, ambos se gustaban, pero ninguno había querido tomarse las cosas tan rápido, sin embargo para Jonghyun era cada vez mas difícil no despedirse de Kibum con un beso en los labios, moría de ganas por besarlo, pero no quería presionarlo ni acelerar las cosas al grado de asustarlo.

Lejos estaba de asustarlo, pues Kibum se encontraba en las mismas condiciones que él, sin embargo él si tenia algo mas por lo que temer, no quería que Jonghyun conociera a James, su padre había sido el encargado
de asustar a todo aquel que se atreviera a posar sus ojos sobre él, y no quería que esta vez le ahuyentara a Jonghyun por que él de verdad le gustaba, no era como con cualquiera, estaba seguro de que podía tener algo mas serio con él, y no quería que su protector padre lo alejara de el.

Ese día seria su cita numero 12, y Jonghyun estaba dispuesto a pedirle a Kibum que fuera su novio, estaba nervioso, pero lo haría, salió temprano de casa, era lunes y las vacaciones estaban por terminar. Irían a la misma escuela pero no a las mismas clases, y Jonghyun quería aprovechar todo ese tiempo libre que le restaba, en Kibum. Quería iniciar la escuela sabiendo que su novio andaba por ahí estudiando también.

Salió de su casa y recorrió el tan corto y acostumbrado camino hacia casa de ‘Key’ como había empezado a llamarlo, se acomodó la chaqueta, y con la mejor de sus sonrisas tocó el timbre de casa de Kibum esperando a que el mismo, o Lars abrieran, aun no conocía a su otro padre, pero sabía que pronto lo haría....

aparto
Dios!! de verdad tanto asi XD mi papa si es asi y mi hermano igual pero no tanto asi XD dios!! Espero la otra parte!!!!!

Welcome to my life(parte 1)



James Heatfield miraba ceñudo la puerta principal de la casa esperando la aparición de su amado hijo. Su cabeza no dejaba de repetir “lo odio” dirigido a Jonghyun Kim, su “adorable” yerno, el encargado de robarle la atención y el amor de su hermoso principito, según su propio criterio. Aun se mantenía vívidamente e su cabeza aquel recuerdo de cuando la trabajadora social les había llamado informándoles que ahora serian los padres de aquel niño de ojos verdes y cabellos castaños. James no cabía en si de felicidad, la idea principal de ser padres había sido de Lars, mas al visitar cierto orfanato y ver entre los niños mas pequeños aquella figurita haciendo rayones a diestra y siniestra en una ya bastante colorida hoja de papel, algo dentro de si despertó diciéndole que cuidaría siempre de él, y no permitiría jamás que lo alejaran de él. James Heatfield amó a su pequeño Kibum desde que lo vio con el crayón castaño en las manos.

En ese entonces el pequeño castaño contaba con 3 años de edad, para ellos no seria tan difícil hacer que el pequeño se adaptara a ellos, y eso era algo maravilloso, pues si Kibum lo hubiese rechazado el pobre corazón de James habría llorado durante mucho tiempo. James aseguraba que podía recordar todos y cada uno de los días que pasó al lado de su principito, podía recordar el día en que por fin comenzó a llamarlo papá, podía recordar cada dibujo que el sonriente niño le mostraba orgulloso y que el amoroso padre había pegado en el refrigerador durante el mayor tiempo posible. Podía recordar también aquella vez en que los hijos de los vecinos de enfrente se burlaron de él por tener dos papas y el pobre Kibum llegó lleno de lodo de la mano de la madre de aquel par de demonios que por cierto sangraban ambos de los brazos en marcas que se podían apreciar claramente como mordidas. James entonces hizo hasta lo imposible por hacer que aquella horrorosa familia se mudara consiguiéndolo solo en un par de días.

Muchos creían que James aun veía a Kibum como un ser indefenso que necesitaba su protección durante las 24 horas del día los siete días de la semana. Mas no era así, James sabía que Kibum era muy capaz de defenderse solo, pero le gustaba tanto protegerlo de todo, que no pudo evitar odiar Jonghyun en cuanto apareció, pues gracias a él, Kibum había decidido dejar de ser el consentido de papá, para ser el consentido de Kim. Internamente (y no se lo decía a nadie, ni siquiera a Lars) estaba feliz con la pareja que había elegido su hijo. Ninguno de sus antiguos pretendientes había enfrentado su autoridad para seguir al lado de su principito, sabia que Jonghyun lo amaba y era una calma enorme el hecho de saber que Kibum siempre seria feliz al lado del pequeño tonto como lo llamaba internamente y también externamente. Más a pesar de estar de acuerdo con la elección de su hijo y de apoyarlo en su matrimonio no podía evitar odiarlo por la razón ya mencionada.

Ahora 6 años después de que “el pequeño tonto” llegara a habitar la casa de enfrente y contando 3 años de dulce matrimonio de su hijo; James esperaba ansioso la visita de su dulce principito, sentado en el sofá frente a la puerta y mirando alternada y fijamente su reloj y la entrada. Kibum había llamado esa mañana informando de su visita a su ansioso padre. Y como cada vez que los visitaban, James revisaría de cabo a rabo su principito buscando señales de daño y dispuesto a terminar con la vida de quien lo alejó de su vida. Lars y mucho menos Kibum se lo permitirían, pero era bastante bueno soñar despierto con arrancarle la cabeza a quien se atreviera a dañar a su hermoso hijo, ya fuese su yerno o solo un desconocido mirándolo mal. Golpeteo un poco desesperado el suelo con su pie derecho, aun mirando la puerta, ¡5:05! Su principito había dicho que estarían por ahí a eso de las 5:00, tenían ya 5 minutos de retraso y aseguraba todo era culpa de Jonghyun, ignorando olímpicamente que era su hijo el que siempre tardaba en llegar a todos lados.


-James cálmate un poco ¿quieres? ¡Destruirás la casa si sigues haciendo eso!- grito Lars desde la cocina

-¡amor, tienen ya 5 minutos de retraso! De seguro Jonghyun no quiere que venga a verme, si seguramente es eso ¡él esta tratando de poner a mi hijo en mi contra!

-tan paranoico como siempre- salió de la cocina y se sentó junto a él- James, amor, si Jonghyun hubiese querido hacer semejante cosa, ni siquiera habrías asistido a la boda de tu hijo hace 3 años ¿no crees?

-con Jonghyun nunca se sabe

-paranoias tuyas, Jonghyun es fantástico

-a ti también trata de ponerte en mi contra

-si sigues con eso, no habrá galletas para usted señor

-¿me quitaras mis galletas?

-y si insistes será algo mas que las galletas- levantó una de sus cejas

-de acuerdo, me quedare aquí sentado, muy callado y pretendiendo que no existo-dijo un poco molesto

-siempre exageras las cosas, solo no rompas el piso por favor, Kibum no debe tardar


Pasados 5 minutos mas James pudo escuchar el sonido que produce un auto al estacionarse y consecutivamente apagarse. Se levanto de inmediato, casi dando un brinco y abrió la puerta para ver como su hijo y su yerno descendía del coche. Kibum ahora lucia su cabello castaño, aludiendo que dejaría a su cabello descansar un tiempo, pues quedarse calvo es lo que menos quería. Traía puestas sus acostumbradas gafas para el sol y una mochila colgando de su hombro izquierdo. Jonghyun colocó la alarma del coche y apresuró el paso para llegar hasta donde su esposo estaba. James sonrió ampliamente al ver a su hijo y en cuanto lo tuvo cerca lo rodeó con sus fuertes brazos en un apretado abrazo.


-papá, me asfixias

-lo siento hijo, vamos pasa, tu papá ya debe tener lista la comida

-hola Sr Heatfield- saludo animado Jonghyun

-si, si, como sea

-¡papá!- reprochó Kibum mirando mal a su padre, a lo que este ultimo solo soltó un suspiro resignado

-de acuerdo, hola Jonghyun, pasa

Jonghyun contuvo la risa por el inmutable comportamiento de su suegro. Entró en la casa Heatfield y fue recibido por un abrazo de su suegro favorito. Lars siempre era amable con él, y lo recibía tan gustosamente como a su hijo. Los llevó directo al comedor donde ya tenía todo preparado. Se sentó al lado de Kibum y sonriéndole sostuvo su mano en señal de apoyo. El semblante de Kibum lucia un poco más apagado que de costumbre. No se lo veía con esa característica sonrisa suya, y en cuanto el sr Heatfield se percató de ello se levantó dispuesto a ir por su acostumbrada y siempre fiel escopeta, mas Lars lo detuvo antes de que hiciera cualquier locura. James se volvió a sentar a la mesa un poco molesto y mirando mal a Jonghyun para después cambiar su mirada a una de completa preocupación hacia su único hijo.

-dime principito ¿te ha hecho algo malo el pequeño tonto?

-papá, deja de llamarlo así ¿quieres?

-de acuerdo, pero responde a mi pregunta ¿te ha hecho algo malo?

-para nada

-¿Qué sucede entonces Key?-pregunto esta vez Lars

-creo que ha llegado el momento de decirles amor- dijo Jonghyun a Kibum sonriéndole y sin soltar su mano. Kibum solo asintió un poco triste

-desde hace un año estamos intentando adoptar


Lars abrió grandes sus ojos, mientras James parecía haber entrado en una especie de colapso, no decía nada pero sus expresiones cambiaban tan rápidamente que Jonghyun temió corriera por su escopeta en cualquier momento.


-Key ¿Por qué no nos habías dicho antes?

-queríamos que fuese una sorpresa, y que cuando les dijéramos esto es por que tendríamos asegurado a nuestro hijo, pero las cosas no han salido del todo bien

-¿Por qué?

-como les dijo Key, desde hace un año estamos intentando, la trabajadora social a revisado nuestros expedientes una
y otra vez, ha tenido buenas referencias nuestras e incluso ella ha dado estas referencias a los orfanatos, y aunque
sea legal la adopción, no todos los lugares lo ven así, y han estado negándonos la adopción de algún niño.

-¿han probado con distintos orfanatos?

-si, hemos probado muchos ya, pero en todos nos niegan el derecho aludiendo a que seria muy difícil para los pequeños adaptarse a un matrimonio gay

-excusas, Kibum creció mejor que muchos otros niños-dijo James

-esta semana la trabajadora social volverá a llamarnos para informarnos si nuestra petición fue tomada en cuenta y si la adopción nos será otorgada

-ya verán que todo saldrá bien, si no es así, siempre pueden llamar a un abogado

-no queríamos llegar a eso para no asustar a los pequeños pero si nos niegan el derecho una vez mas creo que tendremos que hacerlo


El resto de la tarde pasó lento, James no molestó tanto a Jonghyun como de costumbre solo por que su hermoso principito aun lucia un poco triste, si se lo hubieran pedido el mismo habría ido hasta el orfanato y hubiera obligado a la directora del lugar a darle la adopción a su hijo. No quería en cierta parte que esto ocurriera, mas el semblante que su hijo mantuvo durante la tarde había sido suficiente como para hacer hasta lo imposible por cambiarlo a su usual sonrisa.
Jonghyun y Kibum se despidieron de sus suegros prometiendo que volverían pronto y esperaban todos con buenas noticias. Jonghyun miraba de reojo a su esposo, lucia mas tranquilo pero sabía que tanta negación durante un año había arruinado un poco sus esperanzas de poder adoptar.


-sabes Key, podemos intentar nosotros hacer a los niños- sonrió

-¿quieres hacerme un hijo?

-los que tu quieras amor- sonrió y Kibum le respondió con una pequeña carcajada

-no podemos hacer niños

-pero podemos intentarlo

-en ese caso, puedes hacerme todos los hijos que quieras- sonrió y besó a su esposo que mantenía la vista en el camino

-¿estas mejor?

-si, gracias amor- Kibum recargo su cabeza en el hombro de Jonghyun

Llegaron a casa y después de cenar y limpiar el poco desorden que habían causado, Kibum “obligo” a Jonghyun a cumplir su promesa de hacerle los hijos que quisiera y tras pasar unas cuantas horas amándose de tal forma; ambos cayeron dormidos y abrazados como cada noche hacían desde que se casaron.




Una semana después…