―Solo… quiero decirte… que ¡Tú me gustas! ―finalmente soltó el joven con las mejillas teñidas de rojo mirando fijamente al chico que tenía enfrente. Se encontraban en la parte trasera del instituto, era un pequeño jardín el cual estaba descuidado.

El joven de cabello castaño lo miró sorprendido y en seguida bajo la vista ―Disculpa no puedo corresponder tus sentimientos ― respondió de manera triste y apenado e inmediato hizo una reverencia ― Te agradezco, pero discúlpame ― dijo rápidamente mientras volvía la vista a él y tenia pequeñas lagrimas en sus ojos con una expresión de culpabilidad y arrepentimiento.

― ¡Oh, no! ― respondió el otro ligeramente nervioso por el hecho de que estuviera llorando por esa razón ― No es tu culpa… solamente quería que lo supieras. No llores por favor ― dijo apenado mientras agitaba las manos nerviosamente

― Disculpa en verdad ― volvía a repetir el jovencito de aspecto inocente

― Todo está bien… Espero que sigamos hablándonos como siempre ― sugirió el chico de inmediato

― Claro… por mí no hay problema ― dijo con una sonrisa y aun resbalaban lagrimas de sus ojos

― Bueno, debo irme. Y no te preocupes por favor ― pidió el joven avergonzado y de inmediato fue en dirección hacia su salón, ligeramente decepcionado por el resultado de su declaración. El castaño solamente se despedía con la mano con una sonrisa amigable en sus labios y se quedaba en el mismo lugar.

Pasaron quizá cinco segundos después de que lo perdió de vista y automáticamente esa sonrisa amigable que tenía en el rostro se transformo en una expresión de fastidio. De inmediato se limpio las lágrimas que aun caían sobre sus mejillas y bufo irritado.

― Idiota ― declaró con fastidio ― ¿Cómo puede decir que le gusto si no me conoce? ― dijo frustrado ― Es igual que todas las personas… se atreven a decir que les gusto cuando solo ven mi rostro. Cuando no tienen idea de cómo soy. ¡Odio a la gente así! ― dijo totalmente enfadado mientras caminaba sobre el césped algo descuidado y se sentaba de inmediato ― Sea hombre o sea mujer… todos son unos idiotas. ― decía aun al aire mientras se recostaba sobre el pasto con los brazos cruzados sobre su nuca mirando detenidamente el ocaso.

No era la primera vez que se le declaraban… de hecho quizá dos o tres veces al día recibía de alguna u otra forma una declaración, fuera de un hombre o de una mujer. No había diferencia para él, realmente no estaba interesado en personas hipócritas y superficiales que solamente decían que lo querían o les gustaba mirando su rostro o cuando le hablaban esporádicamente. El chico tenía un rostro angelical, todas sus expresiones eran realmente encantadoras agregándole al hecho que era muy educado y amigable con la gente. Sin embargo, él solamente fingía todo comportamiento que tenia, en realidad no era tan buen chico como todo mundo creía.

― Vaya… vaya… ¿Así que eres realmente así?... ¡Qué decepción se darían tus fans en el instituto! ― se burló un joven pelinegro recostado quizá a unos cuantos metros de él.

De inmediato se levanto el castaño sorprendido, en busca de aquella voz que escucho burlándose de él, lo miró y lo reconoció de inmediato. Era el capitán del equipo de basketball del instituto, uno de los chicos más populares del instituto. Se encontraba quizá a unos cuantos metros de por ahí recostado sobre el césped con los brazos cruzados sobre su nuca.

― ¿Qué diablos haces aquí? ― preguntó sorprendido el castaño ante esto

― ¡Qué boquita tienes también niño! Pues estaba descansando plácidamente aquí hasta que llegaron tú y tú amigo a interrumpir mi descanso. ¿Otra declaración del día? ― preguntó en tono de burla el joven

― No creo que sea de tu incumbencia ― respondió fastidiado… alguien lo había descubierto ante su farsa de niño bueno y eso lo inquietaba ligeramente.

De inmediato se levanto el pelinegro de donde estaba recostado y se acerco al castaño ágilmente sin que se diera cuenta, pronto ya se encontraba a su lado a unos cuantos centímetros de él. Tomo su rostro de inmediato, tomando por sorpresa al jovencito ― ¿También las lágrimas son fingidas? ― preguntó divertido el pelinegro haciendo que el castaño de inmediato le quitara la mano de su rostro y lo empujara.

― ¿Qué diablos crees que estás haciendo? ― preguntó fastidiado arqueando la ceja, ante esto el pelinegro solamente se rio a carcajadas

― Creo que prefiero tu rostro cuando estas enojado ― confeso divertido mirando fijamente al castaño furioso

― No me importa si te gusta o no, si vuelves a… ― y sin otro aviso el pelinegro se abalanzo contra el haciendo que se recostara sobre el pasto y lo beso apasionadamente. El castaño de inmediato puso resistencia ante esto, pero el pelinegro tomo sus brazos y los coloco contra el piso igualmente sin darle oportunidad de moverse. El castaño pataleaba y forcejeaba para zafarse pero era inútil el pelinegro irremediablemente era más fuerte que él.

Metió su lengua en la cavidad del joven, saboreando cada centímetro de su boca, mientras el castaño frustrado por no poder alejarlo intentaba cerrar su boca para no permitirle el acceso, sin embargo, era demasiado tarde. Poco a poco se fue hundiendo en aquel beso que en su vida había experimentado. Nunca había permitido a ninguna persona si quiera acercársele más de lo necesario y mucho menos besarlo… de hecho. Ese era su primer beso. Pensando en eso ultimo el castaño de inmediato mordió con todas sus fuerzas el labio del pelinegro haciendo que este último se separara repentinamente pero sin soltarlo si quiera.

Lo miro furioso con el ceño fruncido, como nunca antes lo había hecho quizá. Estaba realmente enfadado por aquel beso que le había robado y más por esa sonrisa descarada y burlona que aparecía en el rostro del pelinegro. El labio del pelinegro estaba sangrando, lo había mordido con tal intensidad que había dejado una marca sobre él ― Te ves encantador con esa expresión… ― dijo divertido el pelinegro mientras lamia su propio labio para chupar la sangre que aun seguía escurriendo ― Y vaya que muerdes fuerte ― dijo aun manteniendo una sonrisa y una ligera expresión de dolor apareció mientras lamia su labio

― ¿Te resulta divertido, idiota? ― preguntó el castaño completamente enfadado con ganas de soltarse del amarre en el que lo tenía y golpearle la cara para quitarle esa estúpida sonrisa de la cara.

― ¡Vaya que si! Eres realmente divertido… ― respondió con una enorme sonrisa el pelinegro ― Taemin ― finalizo susurrando su nombre al oído

― ¿Cómo sabes mi nombre? ― preguntó ligeramente sorprendido

― Todo mundo habla de ti niño… “El príncipe”, “El ángel” y todos esos estúpidos apodos que ponen… ― dijo bufando mientras rodaba los ojos ― Creí que si eras uno de esos estúpidos niños creídos… pero al parecer me he equivocado. Eres realmente divertido Lee Taemin… ― dijo sonriendo ― Y dime… ¿sabes quién soy yo? ― preguntó a su oído susurrándoselo con un tono seductor

― Lo mismo te respondo, quien en esta escuela no sabría quien eres tú… Choi MinHo, ¿cierto? ― preguntó rodando los ojos Taemin haciendo que sonriera con satisfacción el pelinegro por esa declaración

― Así es Taemin… ― dijo mientras mordía su lóbulo del castaño haciendo que este se tensara y se tiñeran de rojo sus mejillas mientras volvía a poner resistencia, pataleaba e intentaba zafarse.

― ¿Qué diablos crees que haces? ¡Nadamas suéltame y te daré tu merecido, imbécil! ― reclamaba con todas sus fuerzas aun sonrojado por lo que le había hecho el pelinegro ― Además ¿Quién te crees para llamarme por mi nombre? ― reclamaba el muchacho y el otro lo miraba aun más divertido

― Puedes llamarme MinHo si gustas… es más prefiero que así lo hagas de ahora en adelante ― decía como si fuera una orden eso ultimo

― ¿De ahora en adelante? ¿Y quién te dijo que vamos a volver a hablar tú y yo? ― preguntó aun más fastidiado Taemin por su arrogancia del joven pelinegro. ¡Lo odiaba!

― Seguramente me recordarás. Más bien, haré que me recuerdes… ― advirtió divertido y de inmediato coloco ambas manos del jovencito sobre su cabeza y las mantenía con una sola mano. Era lo suficientemente fuerte para mantenerlo sometido de esa forma, a pesar de los inútiles intentos de zafarse de Taemin.

Se acerco nuevamente a él y comenzó a besarlo pero como era de esperarse el castaño puso resistencia pero esta vez el pelinegro era más salvaje que la vez anterior, forzándolo a aceptar el beso, jugaba con su lengua dentro de su boca, aun con sangre en el labio seguía besándolo así que aquel beso llevaba un sabor diferente. Con la mano libre, el chico pelinegro comenzó a frotar los pezones de Taemin por encima de la ropa, la camisa del uniforme del instituto era de una tela muy delgada lo que permitía hacer este contacto aun más sencillo, comenzó a desabotonarle la camisa.

De inmediato Taemin comenzó a patalear y a intentar escapar pero era completamente inútil. ― ¡Suéltame! ¡Suéltame! ― decía aun con MinHo besándolo, y que pronto ya tenía el pecho de Taemin descubierto y completamente a su disposición, tomo entre sus dedos uno de sus pezones y lo apretó con fuerza haciendo que el castaño cerrara los ojos con fuerza, comenzando a excitarse. Intento el castaño con toda su fuerza de voluntad el no gemir ni un poco. Dejo de besarlo el pelinegro y admiro su rostro sonrojado mientras seguía apretando su pezón y después frotándoselo, sonriendo acerco su boca hacia su otro pezón y lo metió a su boca, jugaba con su lengua con el rodeándolo con ella mientras podía escuchar los ligeros gemidos que comenzaban a salir de la boca de Taemin.

― Espera… por favor ― decía entrecortado, y el pelinegro noto claramente que el sonido de su voz había cambiado por uno más erótico. En ese momento chupo su pezón con fuerza haciendo que reaccionara positivamente Taemin, gimió un poco mas fuerte arqueando su cuerpo haciendo que el pelinegro sonriera con satisfacción. ― Espera… ― volvió a repetir y el tono de su voz era más erótico que antes cerraba las piernas como intentando ocultar algo, el pelinegro se percato de esto último y dejo por un momento el pezón y bajo la mano hasta llegar al cinturón del pantalón de Taemin.

Comenzó a desabrochar el cinturón mientras succionaba una y otra vez el pezón que tenia entre su boca, para después morderlo ligeramente. Aprovecho que Taemin disfrutaba de aquello que le estaba haciendo para bajar sus pantalones, haciendo que el jovencito se diera cuenta de aquello.

― No… espera… ¿Qué vas a hacer? ― preguntó sorprendido y alarmado. MinHo dejo el pezón que había estado chupando para mirarlo fijamente

― Te gustará… Te lo puedo asegurar ― después de eso tomo el miembro de Taemin que estaba ya endurecido y chocaba contra su ropa interior, la deslizo por completo entre sus piernas y lo tomo entre sus manos el miembro del castaño

― No… ¿Qué diablos…? ¡Maldita sea! ¡Suéltame! ― volvió a reclamar, sin embargo fue ignorado completamente por MinHo. Estaba realmente asustado de lo que pudiera hacerle ese pelinegro, y sobre todo su rostro estaba completamente rojo, aunque no sabía del todo bien si era por el coraje o por vergüenza a todo lo que le estaba haciendo el chico ese.

Se levanto un poco el pelinegro y soltó los brazos del castaño, para después pasarlos de inmediato a la espalda del jovencito también levantándolo un poco para poder sujetarlo mejor. Ahí los mantuvo para darle un mayor acceso a su miembro. Bajo su rostro hasta llegar al miembro de Taemin y lo metió a su boca ― ¡Qué haces… uhn~! ― intento reclamar sin embargo soltó un suspiro al sentir como su miembro estaba en la boca del pelinegro. MinHo comenzó a succionar lentamente el miembro de Taemin dentro de su boca, lamiéndolo alrededor también con el objetivo de hacerle experimentar al joven castaño un placer inexplicable.

Las mejillas de Taemin se tiñeron de un rojo más intenso mientras tenia sus ojos cerrados al sentir como su miembro estaba en la boca del chico con el que apenas acababa de hablar, estaba demasiado excitado como para pensar en otra cosa más que en el placer que sentía en esos momentos. Los gemidos empezaban a escapar de su boca sin su consentimiento, hecho que lo molestaba al permitir que un tipo como ese lo sometiera de una manera tan fácil. Sin embargo el placer que le estaba provocando mientras succionaba era algo indescriptible y que nunca había experimentado antes.

MinHo comenzó a succionar con mayor fuerza el miembro del castaño logrando que este ultimo soltar gemidos más fuertes, su respiración se entrecortaba y jadeaba salían balbuceos de su boca como intentando detenerlo pero era demasiado tarde, el pelinegro sentía como la extremidad del castaño crecía y se endurecía entre su boca él sabía perfectamente que pronto se correría así que acelero aun mas sus succiones haciendo que Taemin gimiera de una manera más acelerada y después de unos segundos más se corrió en su boca. El castaño soltaba un último gemido arqueando su espalda, cerrando fuertemente los ojos disfrutando del placer del orgasmo.

El pelinegro se trago por completo el semen de Taemin, extasiado de verlo como disfrutaba el orgasmo provocado por su boca, intentando recuperar la estabilidad de su respiración. Saco el miembro del más pequeño de su boca y lo soltó por completo, pudo notar que en sus manos había unas marcas en las muñecas de Taemin. Al parecer lo había tomado con tanta fuerza que le había dejado marcas. El pelinegro podía sentir como su miembro chocaba contra su ropa interior, el ver como Taemin había llegado al orgasmo tenía unas enormes ganas de hacerlo suyo en ese lugar, pero no era el momento.

MinHo se levanto con una enorme sonrisa en sus labios, satisfecho de lo que había hecho hacia unos segundos. Era un chico paciente y calculador. Además él sabía que esto iba a hacer solo el comienzo de algo realmente interesante. Observo como Taemin, después de recuperase se levanto de inmediato, se subió los pantalones y la ropa interior de golpe. Miraba con odio a MinHo por lo que le había hecho, pero aun seguía ese sonrojo en sus mejillas

― Eres un imbécil… ― dijo mientras se abrochaba rápidamente su pantalón

― Fue un placer conocerte Taemin ― dijo descaradamente el pelinegro ― Nos divertiremos luego… ― y sin más se volteo para irse a sus prácticas de basketball en el gimnasio

― Espera idiota ― dijo furioso Taemin y fue corriendo hacia el pelinegro justo para quedar frente a él. De inmediato le dio un golpe en la mejilla, le costó un poco ya que el pelinegro era más grande que él

MinHo soltó una carcajada ante su golpe y lo miraba con esa sonrisa burlona que tanto odiaba Taemin, lo que lo hizo enfurecer y volvió a golpear al pelinegro, pero antes de hacer contacto sobre su rostro, Minho lo detuvo sin ningún problema. Tomo su puño con fuerza sin soltarlo , Taemin forcejeaba para soltarse pero no le fue posible así que volvió a tirar otro golpe con la mano libre que tenia pero la detuvo nuevamente Minho sin ningún problema. Solamente sonrió ampliamente por la mirada de furia de Taemin hacia el

― ¡¡Suéltame imbécil!! ― ordenó molesto Taemin mientras forcejeaba, pero en ese momento MinHo lo atrajo hacia su cuerpo mientras las manos que aun tenia sujetas las coloco a espaldas del cuerpo de Taemin. Se inclino lo suficiente para susurrarle algo a su oído

― No sigas… solo estas provocando que te haga mío aquí… pero eso lo dejaremos para otra ocasión ― susurró seductoramente antes de soltarlo y empujarlo hacia el suelo haciendo que Taemin cayera de sentón sorprendido y sonrojado ― Nos vemos despues, Taemin ― se despidió guiñándole un ojo ― Por cierto, de verdad pegas fuerte. Ese golpe que me diste, realmente me dolió ― dijo mientras señalaba su mejilla, para después irse con una enorme sonrisa hacia el gimnasio.

Taemin se quedo ahí sentado confundido por todo lo que había pasado en unos cuantos minutos. Había sido besado por primera vez, había llegado al orgasmo provocado por la boca de ese pelinegro y además el no había podido defenderse ni un poco, lo que lo hacía enfurecer aun mas. Con los comentarios tan abiertos por parte del capitán del equipo de la escuela que lo hacían sonrojar de sobremanera. De inmediato recordó como lo había besado. Esa imagen del pelinegro devorando sus labios apareció en su mente… se sonrojo de sobremanera e inmediatamente se excito. Sacudió la cabeza varias veces para dejar de pensar en eso.

― ¡No! ¡No debo sentirme de esa manera después de lo que me hizo! ― se dijo así mismo al notar que solo recordar lo que le había hecho hacia que se excitara y se sonrojara ― ¡Esto no se quedara así! Voy a hacerte pagar por lo que me has hecho ― gritó furioso antes de levantarse e irse de ahí… algo se le ocurriría para vengarse de ese pelinegro.