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Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
Titulo original: Cadena de Errores.
Genero: Romántico / Angst / AU / Puede que algo de humor.
Advertencias: Incesto / Lemon / Muerte de un personaje (secundario).
Sinopsis: Lo supo desde el principio: Eran solo espinas, nada de rosas. Eran solo abejas asesinas, no mariposas.
Nada de sonrisas cómplices cuando nadie veía, nada de abrazos casuales ni de flores en San Valentin. Aquel era sentimiento que no podía ser ensayado, un aquí y ahora, aunque doliese, aunque al final se terminase roto: No se trataba de un para siempre; solo eran dos en un mundo sin palabras.
Jonghyun, Kibum. Y no había nadie mas que ellos, serian por siempre, un amor secreto, silencioso, mas que prohibido: Un amor que les haría subir y caer.
Esa cercanía era tanto una tortura como una ventaja para que ese difícil sentimiento creciese: Eran primos hermanos.
Cadena de Errores.
Prologo.
Cuando era un niño, recuerdo haber tomado del campo una flor que lleve a casa en una maceta. En el camino de regreso no paraba se sonreír, como si de un nuevo juguete se tratara. Pero para mí en ese tiempo aquella flor significo mucho más que alguno de mis juguetes favoritos.
Tontamente pensé que el sol le haría daño, así que la coloque en la ventana de mi habitación, detrás de las persianas donde los rayos solares no llegarían a ella. Se veía bastante bonita y, aunque mama dijo que sería mejor colocarla en el jardín, insistí berrinchudo en que debía quedarse en el sitio escogido.
Así, pues, fue como aquella margarita azul llego a mi habitación. Día a día, tantas veces como me era posible, ya que los niños siempre estábamos pendientes de muchas cosas, (como jugar o no perdernos nuestro programa favorito), regaba yo la flor.
Han de imaginarse mi dolor cuando, una mañana de verano, me encontré con que la margarita azul estaba marchita. Puede que mi sufrimiento parezca bastante tonto, pero para los niños las cosas serias son muy diferentes a como las vemos la gente mayor. Las niñas se interesan por una muñeca, y la cuidan con su vida y lloran en el momento en que sus padres piensan que ya no la necesita y deciden deshacerse de ella porque su hija ya está crecida. Cosas como esas son importantes a esa edad, una muñeca o una flor, ambos.
Me encontraba muy decepcionado. Las dudas vinieron a mí de inmediato, preguntándome como, si yo la había cuidado y amado tanto, mi pequeña y bella flor termino marchita y seca. Supe después que, no exponerla regularmente a los rayos del sol y el haberla regado demasiado cada día, fueron actos imprudentes. ¡Pero que podía yo saber! Tenía una flor y la amaba, intente protegerla y lamentablemente las cosas no salieron como yo quería.
Mi primera lección importante en la vida: Por más que intentemos proteger algo, podríamos, inconscientemente, lastimarlo.
Aquel fue, tal vez, mi primer desengaño sobre la vida: Las cosas bellas no duran para siempre. Aquella flor no era más que una alegoría de la belleza efímera.
¡Era una flor muy hermosa! Pero estaba yo tan ciego, estaba ella tan vacía, y al final, fue tanto el amor que le di, que se marchito.
~~~~~~~~~~
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
Mio, mio, mio de yo miisma :D
Un JongKey, eso me hace infinitamente supe feliz... Sí, soy una adicata los JongKey, pero meeh, así me gusta.
Esto es bonito e interesante (y eso que solo es el prologo
-No se que escribir :C mmmm... debo decir que esperaré ansiosa el primer capi o sería demasiado obvio? Pues como sea, espero ansiosisima el primer capitulo de esta historia que estoy más que segura de que me encantará (a mi me gustan la mayoría de los escitos donde hay JongKey xD)
-Espero leer pronto, bye~
ThamiieKyu
Lee Tae Min
85
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
Aqui el primer capitulo, bastante corto por cierto.
Gracias por el comentario, se aprecia.
Gracias por el comentario, se aprecia.
Suceso Inesperado.
La primera vez aceptarlo fue fácil. Aun no era amor, solo un pequeño cariño; como una flor que aún no termina de abrir sus pétalos.
Domingos en casa de la abuela, la familia completa reunida y un gran parque solo para todos nosotros con tan solo cruzar la calle. Creo que porque mi carácter no era fácil (Definitivamente no lo era), nunca tuve un apego especial con nadie hasta después de cumplir los once años.
Sentir una pequeña atracción por alguno de los chicos no era algo que me molestase o confundiese, estaba acostumbrado a ello porque desde que le conocía, es decir, toda la vida, supe que era algo que no podía evitar.
Años después, cuando las cosas comenzaban a ponerse difíciles (más aun de lo que ya eran para mí), conocí la confusión que traía consigo el querer a alguien. Cuando nos veíamos, ya no eran días en los que su cara se aparecía en mi cabeza; se convirtieron en semanas. En todos los lugares posibles. Jonghyun y más Jonghyun.
Jamás me extraño el llorar de vez en cuando por las noches sin razón aparente, el desvío de todas mis preferencias, dejar de creer en lo que creía y sonreír menos. La depresión tenía años conmigo y yo aún no lo sabía.
Recuerdo que una noche estábamos todos reunidos en ese parque al otro lado de la calle, sentados en y alrededor de los columpios. El en uno de los últimos y yo a su lado, sosteniéndome de la base de ellos. Sonrió casualmente mientras me miraba casi divertido, no pude advertir lo que vendría después de esa sonrisa ni luego de la pregunta que creo lo inicio todo:
-¿Crees que soy guapo?
Sonreí de vuelta, confundido, casi pareciendo un idiota con dificultades para responder. Me pareció normal la pregunta en cuestión y, sin embargo, a mi subconsciente le resulto tan extraño.
-No lo sé.
En ese momento uno de los otros chicos decía algo, nadie nos prestaba atención, todos muy dentro de sus conversaciones. Todos menos yo, que a toda costa quería evitar tener que dar una respuesta directa y concreta.
-No, claro que sí. Dime, ¿Soy guapo sí o no?
Para ese instante yo no le miraba, prestaba más atención a algo que decía Boa sobre la escuela.
-Que no lo sé.
La pregunta quedo en el aire cuando la repitió sin enojo, son con diversión, pero yo ya no quería responderle.
Las demás demostraciones de su aparente atracción hacia mi vinieron después. Su presencia no me importaba y seguíamos siendo tan chocantes como siempre. Podíamos estar bien, no peleábamos, pero por lo general nos hacía gracia fastidiarnos un poco.
Me pasaba por un lado y de repente una de sus manos palmeaba mi trasero, cosa que no era rara entre todos, pero si entre nosotros. Y se siente extraño usar la palabra nosotros, porque dudo que hubiésemos llegado a serlo alguna vez. Otras, simplemente me tomaba de asiento personal cuando veíamos una película en la habitación de huéspedes; sentándose en mis piernas, recostando su cabeza en mi regazo o simplemente durmiendo sobre ellas. Esto se acentuó con el paso del tiempo. Su mano abrazando mis hombros o mis caderas, o tocándome más de la cuenta mientras parecía que todo era un accidente.
Otra cosa que puedo mencionar fue aquel en que los dos nos encontrábamos en mi habitación. El en el computador muy entretenido con el chat y yo sin nada mejor que hacer para matar el tiempo que mirarle y hacer el quejica porque, diablos, en serio me aburría.
-¿Que tanto dices?
-Es hyung, pregunta que donde estoy. Le dije que en casa de Kibum.
-No tiene idea de quién soy, idiota, no sirve de nada que le digas mi nombre.
Una sonrisa de autosuficiencia que siempre aparecía cuando quería fastidiarme hizo acto de presencia.
-Pero ayuda bastante agregar después de tu nombre “un primo que esta como para hacerle-
Mi enojo se hizo bastante evidente y de un manotazo le detuve antes de terminar la oración y me fije en el monitor para comprobar que si, había escrito exactamente lo que yo no quería creer. El muy descarado se carcajeo un rato, orgulloso de sí mismo.
Me gustaría tener más recuerdos en que ría de esa forma, divertido.
Mientras yo no podía notarlo, mi vida fue dando giros que marcarían todo en mí. Ya no era yo, sino alguien que ya no podía reconocerse a sí mismo. Siempre sintiéndome una persona invisible, alguien que solo estaba y el resto lo sabía, pero a nadie le importaba.
Mentiría si dijese que jamás sentí atracción por alguna otra persona. Estaba ese chico de la otra clase en cuarto grado, solo lo observaba disimuladamente en el almuerzo, el luego fue reemplazado por uno de mis compañeros durante los dos últimos años de escuela. Parecía que ese chico más pequeño que yo en estatura opacaría por completo los sentimientos que ya comenzaban a crecer hacia él, pero no. Los amigos de la escuela se fueron, cada quien por su camino. Lamentablemente, termine tomando uno alejado de todos ellos.
Aquel día en que toda esta tormenta de emociones, de confusiones y de relaciones clandestinas comenzó, una de las tantas relaciones familiares tenía lugar en casa de la abuela aprovechando un día festivo. Bromeamos y nos divertimos la mitad del día en la piscina y en la tarde decidimos ir a la habitación a ver una película nueva que todos ansiábamos ver.
El tenía catorce, yo doce, pero ambos aparentábamos un par de años más.
Solo había una cama y dos sillas, por lo que muchos de los chicos estaban en el suelo y otros pocos nos encontrábamos acomodados en la cama. Para nuestra suerte, ser discretos con nuestra supuesta relación secreta no era algo muy necesario. Todos tenían confianza con todo para ese tipo de demostraciones.
Recostado en la pared, me encontraba abrazado a su torso. Su espalda pegada a mi pecho y mi mentón posado en su hombro. De vez en cuando mis dedos masajeaban su pelo, acción que se había vuelto una costumbre. Me enviaba miradas soslayadas de manera furtiva, rozando mi rostro con el suyo.
Creí que todo mi sistema se detuvo en aquel momento, que alguien había visto eso y que no tenía idea de lo que pasaba: Volteo y con total seguridad junto sus labios con los míos. Como si con eso no consiguiese mi perdición.
Miro al televisor y segundos después repitió su acción, esta vez su lengua rozando mis labios. Estaba paralizado, totalmente anonadado. Y un poco asustado.
Unos cuantos besos fugaces después, alguien entro a la habitación poniéndonos en alerta. Mire a todos lados buscando en el rostro de los presentes una señal de alarma o extrañeza para con nosotros. Pero nada, nadie nunca supo sobre lo que escondíamos.
Habíamos desatado un juego peligroso. Una cadena de errores que nos llevaría por caminos nunca antes esperados y que nos mostraría más de la que deseamos ver.
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
*0* Amo el JongKey y este fic se ve muy interesante. Me encanta tu forma de escribir, enserio *3*
Espero el próximo capítulo, ¡Actualiza pronto!
Bye♥
Espero el próximo capítulo, ¡Actualiza pronto!
Bye♥
Dubu Flameante~
Onew*w*
19
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
Muy bueno, lástima que no siguieras actualizando3
hirokey0213
key- TaeMin- JongHyun
11
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
wow.....realmente muy buena introducción, muy bueno el primer capítulo, me encanta el Jongkey, y pues si, coincido con el cometario de arriba, u.u...ojala pudieras continuar por q realmente creo q promete mucho, empezó muy bien encaminada y el titulo es perfecto...creo q a much@s nos encantaría conocer esa cadena de errores entre Kibum y Jonghyun.
espero leerte pronto n.n
Reira Elric
Minho
857
Re: Cadena de Errores, [Jongkey] Capitulo 2.
Vaya, realmente gracias por todo si no fuera por eso no me habría acordado de este pobre fanfic. Vale, que no he actualizado no es porque no he querido, tengo un millón de fanfics regados y abandonados por ahí y que no daría yo por terminarlos todos de un tiron porque soy de las que se imagina una historia y es con final incluido, pero no tengo computadora desde finales de julio y pues no he tenido como. Aun asi intentare sacar adelante y terminar este y otro, Legado de un amor. Ademas, creo que esta corto y algo raro porque ya lo habia escrito y se me borro asi que me confundi un poco. :DERP: (no podia evitar usar ese, rly)
Espero me perdonen si hay errores, tengo sueño y mañana hay escuela así que no tengo tiempo de volver a revisarlo. Siento si esta historia a veces se me va de las manos y se siente confusa o muy triste, supongo que es porque así debe ser.
Nos leemos luego.
No creo que debería describirlo como una historia de amor, aunque puedo desviarme de mi camino relatando esto, los recuerdos a uno se le escapan después de muchos años y esto no es mas que mi impresión de los hechos. Aun hay preguntas sin formular y respuestas no dadas. Mi versión de los hechos puedo no marchar inexorablemente hacia la verdad de ambos, y puede que tampoco hacia mi verdad, porque tal vez solo este estancado en mi soledad.
Y lo cierto era (puede sonar masoquista, irónico y hasta un poco sínico) que me sentía libre estando atrapado en sus brazos. Mi verdad era, en ese entonces, que estaba perdido en un laberinto del que nadie podía sacarme porque nadie mas que yo sabia que mi laberinto tenia nombre. Nadie sabia de que yo no podía soñar, que no hacia nada mas que quedarme sin hacer nada para cambiar la miserable situación en la que me encontraba.
Pero que va, si no puedo dejar que su nombre llegue como un susurro en mi oído, no puedo dejar de hacer que cada palabra que escriba lleve en realidad su nombre. Jonghyun es el principio y el final de mi historia. He llegado a amarle tanto, que creo que me he excedido con el espacio que le hice en mi vida. Y no se engañen, yo no sufría tanto, había sido lo suficientemente inteligente y poseía la cantidad necesaria de sentido común para saber que el amor va de la mano con la entrega, la vida personal solo tenia sentido cuando se llegaba a la dependencia mutua y sana. Sin embargo, no pienso que sana sea la palabra correcta para definirlo. Destructivos. Lo veía en su mirada, en su forma de actuar, el sabia tan bien como yo que eramos dos bombas de tiempo que en su momento no iban a poder mas. Yo caí primero, sin fuerza, demasiado herido para seguir.
-Dame un beso - pidió de la nada.
Contuve la respiración, incapaz de hacerlo.
-Vamos, dame un beso.
-No y no - logre articular.
No parecía molesto por mi rechazo, solo divertido con mi nerviosismo. Sabia que le gustaba verme ceder ante el, caer en su trampa de forma estúpida después de negarme.
-Y, ¿por que no me das un abrazo? - probo suerte a ver si conseguía derrumbar mis barreras.
Se encogió de hombros y alzo las cejas esperando por mi, y yo no podía decirle que no, era mi única debilidad en este mundo y ridículamente no me daba cuenta de lo mucho que me afectaba. El tenia quince y yo trece, estaba renuente a aceptarlo para esos días, no lo había notado, que se había colado en mis pensamientos de forma irremediable y también de que me volvía mas frío, mas distante y cortante, y...no se...mas tarde me di cuenta de que le había alejado de poco...si algún día me quiso un poco por aquel tiempo en que nos tomábamos de las manos, en que me besaba en las mejillas y en la comisura de mis labios como si nadie mas existiera y estuviésemos solos, yo pude haber borrado todo cariño.
Y le abrace porque...¡Al demonio! Ese era un juego que yo también quería jugar. Encerré su cintura entre mis brazos para luego sentir sus brazos en mi espalda, el tenia un olor bastante peculiar que nunca se le desprendía, era bastante agradable sentirlo cerca. En ese tiempo era el mas alto que yo así que levante mi mirada para verlo a los ojos y ahí estaba...había algo en sus ojos que era tan profundo e insondable que se me escapaba, no lograba dar con ello e incluso llegue a pensar que era odio...pero se sentía...extraño.
Mantuve mi vista fija en su rostro, detallando sus facciones sin perderme nada. Jonghyun no era necesariamente hermoso, y aun asi habia algo en el que lo hacia atractivo, un misterio que bailaba a su alrededor y lo envolvia que me hacia mirarle mas de la cuenta y luego desviar mi mirada temiendo ser descubierto. Entonces hizo lo que ambos sabia que sucederia de manera inevitable cada vez que nos quedabamos a solas: Se acerco, me beso y yo no hice absolutamente nada mas que abrazarme mas fuerte a el y corresponderle.
Porque ese juego era mejor que cualquiera que hubiera jugado en mi infancia, porque lo queria a el y mas nadie y no habia nada de malo en ello, porque Kim Jonghyun era fuego, un fuego que se me metia debajo de la piel y me hacia arder.
**¨****
-¡Kibum, vinieron por ti!
Di un respingo ante el llamado de Seol, la madre de Heechul. Ese día debía terminar juntos el proyecto de ciencias naturales, una maqueta bastante complicada pero por suerte ambos eramos buenos con las manos. Tome mi bolso y le di un empujón a Hee como despedida. A veces podía ser bastante sugerente y evidentemente coqueto, tenia su mala fama pero siempre me divirtieron las malas juntas. De hecho, yo era una de ellas, solo que odiaba ser el cliché que se autoproclamaba chico malo a donde fuese. Me guardaba mi malicia y comentarios sarcásticos para mi y mis cercanos.
-Eres un maldito, Kim Kibum - Hee no se cansaba de repetirme siempre.
-Un maldito cabrón hijo de perra, mal hablado, desinhibido y sínico que amas, cariño. - Le lance un beso grotesco y fingido y salí de ahí.
Evidente fue mi impresión y desconcierto al encontrarme con la madre Hee hablando con Jong en la entrada de su casa. Lo mire pidiendo una explicación y solo me ignoro para responderle a Seol.
-He...¿Que demonios haces aquí?
Me sonrío mas que encantado de la vida, mientras que Seol me miraba con una expresión nada bonita, se notaba que era ella la que quería una explicación.
-Este chico dice que es tu novio, Kibum - aquello me callo como un balde de agua fría.
¡Era un imbécil e iba a matarlo! Lo mire furioso y el solo asintió murmurando un "Uhmm". Odiaba sus bromas, odiaba que alguien de mi familia las hiciera porque no eramos cercanos en esos aspectos. Me calme, estaba siendo un dramático exagerado. En realidad solo estaba enojado por...por la sorpresa, mi padre había dicho que vendría por mi y no cumplió.
-Venga ya, que es solo mi primo que se las quiere dar de bromista pero ya ve usted que se le da pésimo.
-Kibum, ¿No me estarás mintiendo, no? Sabes que tu madre me mataría si te dejo ir sin confirmar que es seguro.
-Vamos, señora, lo digo en serio. Este idiota es mi primo y lo conozco de siempre. Yo no tengo novio.
-¿Podrías darme el numero de tu madre, Kibum?
-Ya que mas, tenga, llamelo de aquí - le pase mi teléfono ofreciéndole una mirada de odio al feo, como solíamos llamarnos.
Pasaron unos minutos en los que Seol hizo que Jonghyun hablase con mi padre y luego se despidió para luego disculparse, diciendo una y otra vez que era mejor prevenir que lamentar. Ya, yo solo quería irme y alejarme de el, no quería verlo, no lo necesitaba cerca sin mentir. Salimos de ahí lo mas rápido posible, tomando el camino a casa de la abuela, donde se supone la tía Inha había organizado el supuesto día de la familia. La madre de Jong siempre fue muy animada y alegre, sin dejar de mencionar que también un poco loca pero adorable, era como una madre para mi.
-¿Por que mierda hiciste eso?
-Solo era una broma, no tienes porque...¡Yah, no me golpees, feo!
-Vete al infierno Jonghyun...
Cuando estábamos a tan solo una cuadra para llegar, tomo mi brazo y me acorralo contra una pared, sin dejar que nadie pudiera vernos y, por suerte, era un vecindario muy tranquilo rayando en lo aburrido, por lo que todo estaba bastante solo. Tomo mi cintura acercándome a su cuerpo, nuestros alientos se mezclaban mientras yo libraba una lucha interna decidiendo si debía o no apartarlo. Pero la tentación pudo mas.
-Al demonio me voy contigo, Kibum.
Dicho esto estampo sus labios contra los mios en un beso agotador, de esos que te dejaban atolondrado por unos segundos. Bajo sus manos por mi espalda hasta apretar mi trasero haciendo que por un reflejo le soltase un manotón.
-Nunca de dejaras de ser un idiota.
-Todo es mio.
-¿Que dices?
-Mio - repitió una vez mas, enterrando su rostro en mi cuello y acariciándome con desespero - Todo mio, solo mio.
Apreté mis ojos sabiendo que no podía verme y mordí mis labios callándome de inmediato. Le abrace muy fuerte, mucho. En ese momento estaba en llamas, lo necesite mas y mas. Y la certeza llego a mi como si recordase algo que había olvidado hacia mucho tiempo, una verdad que me gritaba el silencio, que flotaba en el aire que recién notaba: Amaba a Jonghyun. No seria el ganador de ese juego que recién comenzaba.
Lo tenia ahí, siendo mio por una única vez, entre mis brazos, y yo estaba entres los suyos. Cerré mis ojos y me pegue mas a su cuerpo. Enamorarme de el había sido el primer error de todos, el principio de la cadena, y lo había hecho siendo inocente, yo le amaba desde que le había visto por primera vez y no lo supe hasta ese día. No quería que ese momento terminara, porque la realidad era que el no era mio.
Yo quería su vida, en cambio (y para siempre), el se quedo con la mía.
Espero me perdonen si hay errores, tengo sueño y mañana hay escuela así que no tengo tiempo de volver a revisarlo. Siento si esta historia a veces se me va de las manos y se siente confusa o muy triste, supongo que es porque así debe ser.
Nos leemos luego.
Un juego perdido.
"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía."
Lolita, Vladmir Nabokov.
Lolita, Vladmir Nabokov.
No creo que debería describirlo como una historia de amor, aunque puedo desviarme de mi camino relatando esto, los recuerdos a uno se le escapan después de muchos años y esto no es mas que mi impresión de los hechos. Aun hay preguntas sin formular y respuestas no dadas. Mi versión de los hechos puedo no marchar inexorablemente hacia la verdad de ambos, y puede que tampoco hacia mi verdad, porque tal vez solo este estancado en mi soledad.
Y lo cierto era (puede sonar masoquista, irónico y hasta un poco sínico) que me sentía libre estando atrapado en sus brazos. Mi verdad era, en ese entonces, que estaba perdido en un laberinto del que nadie podía sacarme porque nadie mas que yo sabia que mi laberinto tenia nombre. Nadie sabia de que yo no podía soñar, que no hacia nada mas que quedarme sin hacer nada para cambiar la miserable situación en la que me encontraba.
Pero que va, si no puedo dejar que su nombre llegue como un susurro en mi oído, no puedo dejar de hacer que cada palabra que escriba lleve en realidad su nombre. Jonghyun es el principio y el final de mi historia. He llegado a amarle tanto, que creo que me he excedido con el espacio que le hice en mi vida. Y no se engañen, yo no sufría tanto, había sido lo suficientemente inteligente y poseía la cantidad necesaria de sentido común para saber que el amor va de la mano con la entrega, la vida personal solo tenia sentido cuando se llegaba a la dependencia mutua y sana. Sin embargo, no pienso que sana sea la palabra correcta para definirlo. Destructivos. Lo veía en su mirada, en su forma de actuar, el sabia tan bien como yo que eramos dos bombas de tiempo que en su momento no iban a poder mas. Yo caí primero, sin fuerza, demasiado herido para seguir.
-Dame un beso - pidió de la nada.
Contuve la respiración, incapaz de hacerlo.
-Vamos, dame un beso.
-No y no - logre articular.
No parecía molesto por mi rechazo, solo divertido con mi nerviosismo. Sabia que le gustaba verme ceder ante el, caer en su trampa de forma estúpida después de negarme.
-Y, ¿por que no me das un abrazo? - probo suerte a ver si conseguía derrumbar mis barreras.
Se encogió de hombros y alzo las cejas esperando por mi, y yo no podía decirle que no, era mi única debilidad en este mundo y ridículamente no me daba cuenta de lo mucho que me afectaba. El tenia quince y yo trece, estaba renuente a aceptarlo para esos días, no lo había notado, que se había colado en mis pensamientos de forma irremediable y también de que me volvía mas frío, mas distante y cortante, y...no se...mas tarde me di cuenta de que le había alejado de poco...si algún día me quiso un poco por aquel tiempo en que nos tomábamos de las manos, en que me besaba en las mejillas y en la comisura de mis labios como si nadie mas existiera y estuviésemos solos, yo pude haber borrado todo cariño.
Y le abrace porque...¡Al demonio! Ese era un juego que yo también quería jugar. Encerré su cintura entre mis brazos para luego sentir sus brazos en mi espalda, el tenia un olor bastante peculiar que nunca se le desprendía, era bastante agradable sentirlo cerca. En ese tiempo era el mas alto que yo así que levante mi mirada para verlo a los ojos y ahí estaba...había algo en sus ojos que era tan profundo e insondable que se me escapaba, no lograba dar con ello e incluso llegue a pensar que era odio...pero se sentía...extraño.
Mantuve mi vista fija en su rostro, detallando sus facciones sin perderme nada. Jonghyun no era necesariamente hermoso, y aun asi habia algo en el que lo hacia atractivo, un misterio que bailaba a su alrededor y lo envolvia que me hacia mirarle mas de la cuenta y luego desviar mi mirada temiendo ser descubierto. Entonces hizo lo que ambos sabia que sucederia de manera inevitable cada vez que nos quedabamos a solas: Se acerco, me beso y yo no hice absolutamente nada mas que abrazarme mas fuerte a el y corresponderle.
Porque ese juego era mejor que cualquiera que hubiera jugado en mi infancia, porque lo queria a el y mas nadie y no habia nada de malo en ello, porque Kim Jonghyun era fuego, un fuego que se me metia debajo de la piel y me hacia arder.
**¨****
-¡Kibum, vinieron por ti!
Di un respingo ante el llamado de Seol, la madre de Heechul. Ese día debía terminar juntos el proyecto de ciencias naturales, una maqueta bastante complicada pero por suerte ambos eramos buenos con las manos. Tome mi bolso y le di un empujón a Hee como despedida. A veces podía ser bastante sugerente y evidentemente coqueto, tenia su mala fama pero siempre me divirtieron las malas juntas. De hecho, yo era una de ellas, solo que odiaba ser el cliché que se autoproclamaba chico malo a donde fuese. Me guardaba mi malicia y comentarios sarcásticos para mi y mis cercanos.
-Eres un maldito, Kim Kibum - Hee no se cansaba de repetirme siempre.
-Un maldito cabrón hijo de perra, mal hablado, desinhibido y sínico que amas, cariño. - Le lance un beso grotesco y fingido y salí de ahí.
Evidente fue mi impresión y desconcierto al encontrarme con la madre Hee hablando con Jong en la entrada de su casa. Lo mire pidiendo una explicación y solo me ignoro para responderle a Seol.
-He...¿Que demonios haces aquí?
Me sonrío mas que encantado de la vida, mientras que Seol me miraba con una expresión nada bonita, se notaba que era ella la que quería una explicación.
-Este chico dice que es tu novio, Kibum - aquello me callo como un balde de agua fría.
¡Era un imbécil e iba a matarlo! Lo mire furioso y el solo asintió murmurando un "Uhmm". Odiaba sus bromas, odiaba que alguien de mi familia las hiciera porque no eramos cercanos en esos aspectos. Me calme, estaba siendo un dramático exagerado. En realidad solo estaba enojado por...por la sorpresa, mi padre había dicho que vendría por mi y no cumplió.
-Venga ya, que es solo mi primo que se las quiere dar de bromista pero ya ve usted que se le da pésimo.
-Kibum, ¿No me estarás mintiendo, no? Sabes que tu madre me mataría si te dejo ir sin confirmar que es seguro.
-Vamos, señora, lo digo en serio. Este idiota es mi primo y lo conozco de siempre. Yo no tengo novio.
-¿Podrías darme el numero de tu madre, Kibum?
-Ya que mas, tenga, llamelo de aquí - le pase mi teléfono ofreciéndole una mirada de odio al feo, como solíamos llamarnos.
Pasaron unos minutos en los que Seol hizo que Jonghyun hablase con mi padre y luego se despidió para luego disculparse, diciendo una y otra vez que era mejor prevenir que lamentar. Ya, yo solo quería irme y alejarme de el, no quería verlo, no lo necesitaba cerca sin mentir. Salimos de ahí lo mas rápido posible, tomando el camino a casa de la abuela, donde se supone la tía Inha había organizado el supuesto día de la familia. La madre de Jong siempre fue muy animada y alegre, sin dejar de mencionar que también un poco loca pero adorable, era como una madre para mi.
-¿Por que mierda hiciste eso?
-Solo era una broma, no tienes porque...¡Yah, no me golpees, feo!
-Vete al infierno Jonghyun...
Cuando estábamos a tan solo una cuadra para llegar, tomo mi brazo y me acorralo contra una pared, sin dejar que nadie pudiera vernos y, por suerte, era un vecindario muy tranquilo rayando en lo aburrido, por lo que todo estaba bastante solo. Tomo mi cintura acercándome a su cuerpo, nuestros alientos se mezclaban mientras yo libraba una lucha interna decidiendo si debía o no apartarlo. Pero la tentación pudo mas.
-Al demonio me voy contigo, Kibum.
Dicho esto estampo sus labios contra los mios en un beso agotador, de esos que te dejaban atolondrado por unos segundos. Bajo sus manos por mi espalda hasta apretar mi trasero haciendo que por un reflejo le soltase un manotón.
-Nunca de dejaras de ser un idiota.
-Todo es mio.
-¿Que dices?
-Mio - repitió una vez mas, enterrando su rostro en mi cuello y acariciándome con desespero - Todo mio, solo mio.
Apreté mis ojos sabiendo que no podía verme y mordí mis labios callándome de inmediato. Le abrace muy fuerte, mucho. En ese momento estaba en llamas, lo necesite mas y mas. Y la certeza llego a mi como si recordase algo que había olvidado hacia mucho tiempo, una verdad que me gritaba el silencio, que flotaba en el aire que recién notaba: Amaba a Jonghyun. No seria el ganador de ese juego que recién comenzaba.
Lo tenia ahí, siendo mio por una única vez, entre mis brazos, y yo estaba entres los suyos. Cerré mis ojos y me pegue mas a su cuerpo. Enamorarme de el había sido el primer error de todos, el principio de la cadena, y lo había hecho siendo inocente, yo le amaba desde que le había visto por primera vez y no lo supe hasta ese día. No quería que ese momento terminara, porque la realidad era que el no era mio.
Yo quería su vida, en cambio (y para siempre), el se quedo con la mía.
Última edición por Sou-Tan el Lun Oct 06, 2014 10:29 pm, editado 1 vez (Razón : nada beib)
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