Brother in law (5/5)

por Star...☆ Dom Nov 17, 2013 12:36 am

Recuerdo del primer mensaje :

Título: Brother in law.
Autor: Star...☆
Género: Crack-Fic (o sea, proviene de una idea de una película-filme, podría considerarse como adaptación) POR LO TANTO NO ES MI IDEA ORIGINAL / WAFF / Un pizca de Drama.
Parejas: 2Min / JongKey / JooNew
Personajes: Ya los conocen x)
Notas: El final les indicaré de qué película se trata esta "adaptación", esto con el fin de no hacer "spoiler"; si ya conocen la trama, por favor, permitan que l@s demás lo averigüen :)
Capítulos: Cinco (3600 palabras por cada capítulos, aproximadamente)
Advertencias: Puede que no contenga lenguaje sexual explícito ni obsceno, ni violencia ni muerte.

Dedicado a:
hinayaoi
~ Porque es regalo adelantado de cumpleaños y quiero darle esto con todo mi cariño~
Felicidades, Hina Linda.

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Disclaimer: La historia a continuación es totalmente ficticia, no refleja en ninguna manera el carácter de las personas y los lugares aquí mencionados; así como tampoco recibo ningún beneficio económico por la misma.

-Brother In Law-

Capítulo Uno
Nadie está a su altura

Concentrado, frunció el ceño mientras colocaba la frutilla para decorar el pastel; todo debía estar impecable, esa era una de las cosas que distinguía su trabajo.
—Taemin— un chef un par de años mayor que él le habló, —¿quieres que empiece a emplatar?—
—Sí hyung, por favor— respondió al colocar la última rebanada de kiwi en el borde de aquél postre; empujó el carrito y lo llevó hasta el gran refrigerador.
Lee Taemin, un joven de cuerpo menudo, mirada tierna y cabellos rojizos, era un dedicado chef que se había graduado hacía sólo un par de años y su gran trabajo y dedicación en la cocina eran su carta de presentación; Jinki era su mejor amigo, pero por su carácter, Taemin era siempre el que asumía el mando, era un líder nato y sus jefes se lo reconocían.
Esa noche había una gran cena para gente ricachona en el lujoso hotel donde trabajaba, y mientras la velada continuaba con discursos y pláticas de cosas sobre la bolsa de valores, Taemin y Jinki se encargaban de colocar los alimentos en los platos, colocaba la carne, la adornaban con algunas ramitas de perejil y ponían las guarniciones.
—Kai— el pelirrojo llamó a uno de los ayudantes de la cocina, —¿ya están servidas las sopas?—
—Listas hyung— contestó.
—Bien, entonces entre tú y Luhan ayudarán cuando los chicos de servicio vengan por ellas—, dio las instrucciones sin dejar de mover las manos, en ningún momento descuidaba su trabajo.
Kai y Luhan eran los que se encargaban de cosas más sencillas, como mantener llenas de agua las jarras que los de servicio llevaban, vigilar que algún caldo hirviera y tener los utensilios a la mano para cuando Jinki o Taemin las necesitaran, entre otras cosas.
—Entendido—
El maestro de ceremonias anunció que era hora de la cena y entonces cuatro jóvenes entraron a la cocina, tenían sus atuendos impecables y sus charolas listas; Taemin miró sus gaffetes; Kris, Lay, Chen y Tao.
De inmediato Kai y Luhan auxiliaron a los recién llegados a colocar los tazones de sopa en las bandejas para que comenzaran a servir.
Los chicos desfilaron entre las mesas y elegantemente ubicaron la comida.
Para cuando la hora del plato fuerte llegó, Taemin y Jinki ya habían terminado de emplatar; entonces llegó a la hora de cortar y servir a lo que más le ponía empeño, el postre.
La cena continuó sin contratiempos, el hermosos pastel fue dividido y puesto en pequeños platos con diminutas cucharas.
Exhaló cuando pensó que ya todo había terminado y vio a los cuatro chicos de servicio regresar a la cocina con los platos sucios que estaban recogiendo.
—Chef Taemin—, le habló Lay, —le llaman en la mesa ocho—
—¿A mí?— abrió los ojos desmesuradamente.
—Bueno... pidieron hablar con el que preparó el postre— se encogió de hombros.
Exhaló tratando de relajarse, ¿para qué podrían llamarlo?; se acomodó la red que envolvía su cabello y su gorro y caminó hacia el gran salón.
Ubicó la mesa ocho y en ella sólo habían señoras de avanzada edad con sus caros vestidos.
—¿Sí madame?— se acercó a la que parecía la líder de ellas, ya que era la que más hablaba y parecía mayor.
—Jovencito— su mirada era seria, pero tras unos instantes se suavizó, —déjeme felicitarle, ha sido el mejor pastel de frutas tropicales que he probado—
—Oh, ¿en serio?; muchas gracias— hizo una reverencia y se sorprendió por cómo la mujer actuó.
—¡Qué lindo eres!— le apretó las mejillas; —¿tienes novia?— indagó.
Tratando de mantener su sonrisa la cual casi se borra por la inesperada situación y negó con la cabeza, —entonces serías perfecto para mi nieta— exclamó la mujer y se echó a reír junto con sus amigas.
Y no mintió, no tenía novia, si no novio.

Choi Minho uno de los más reconocidos doctores del hospital de la ciudad se encontraba de guardia en el área de cuidados intensivos ya con lo último del papeleo en las manos.
Se acomodó en su silla de imitación piel y suspiró cansadamente, giró un poco el cuello y echó la cabeza hacia atrás cerrando los ojos; había sido un día largo y lo peor era que no había podido ver a Taemin, ya que desde temprano tuvo que ir al hotel donde trabajaba para hacer los preparativos del banquete.
Se llevó el pulgar y el índice derecho a la sien y la masajeó suavemente, volvió a exhalar y entonces se concentró en terminar lo poco que le faltaba; sólo una cosa lo animaba, era una fecha especial, ese día era su aniversario y le tenía una propuesta al chico que había robado su corazón.

Estar a cargo de la cocina no era tarea fácil, y ahora que el evento había finalizado tenían que dejar todo impecable, lavar las ollas y las decenas de platos, copas y cubiertos; para su suerte, los cuatro muchachos de servicio ayudaron gustosos.
La cara de Jinki se deformó al notar que nada de pastel había quedado; —siempre me quedo con las ganas de probar tus postres— exclamó.
—No digas mentiras, siempre te convido de los que hago en casa— rió mientras secaba lo último de la vajilla.
—Pero no es lo mismo; esa señora dijo que era el mejor pastel de frutas que ha probado— hizo un mohín con los labios.
—Mañana haré uno, puedes ir a visitarme si gustas—
—¿No se enojará Minho?—
—¿Por qué habría de hacerlo?—
—No lo sé, tal vez quiera el pastel sólo para él—, rió ante su broma.

Terminaron con todo y se dirigieron a la salida, otras personas se quedaban encargadas para atender a los huéspedes y servirles la cena, así que no tenían de qué preocuparse. Se despidieron y sólo Jinki y Taemin caminaron al estacionamiento.
—¿Deseas que te lleve?— indagó el mayor; pero antes de que Taemin pudiera contestar, un flamante auto color negro llegó, era Minho; —bueno, creo que será la próxima vez— se respondió él solo.

Con una gran sonrisa se digirió al auto de su novio y subió del lado del copiloto.
—Hola amor— le saludó el más alto.
—Hola— contestó y estiró el cuello para besarlo.
—¿Te gustaría acompañarme a tomar un café antes de ir a casa?— le preguntó aún sobre sus labios, el pelirrojo asintió contento.

Condujo hasta un tranquilo barrio y aparcó justo a unos metros de la entrada de una modesta cafetería.
Aspiró profundamente, a Taemin le encantaba el olor a café y Minho lo sabía.
La charla fue sobre lo que les había ocurrido en el trabajo y el menor comentó acerca de la felicitación de aquella mujer.
—Mi novio es el mejor chef del mundo— exclamó Minho y luego ambos se echaron a reír, se encontraban frente a frente en un pequeña mesa de madera.
—Sólo fue un sencillo reconocimiento, no es gran cosa—
—¡¿Qué no lo es?!— alzó las cejas, —yo estoy enamorado de tus maravillosos postres—; porque así se habían conocido, cuando Taemin cursaba el último año de la carrera había buscado trabajo de medio tiempo en una pequeña cafetería justo donde el doctor Choi Minho solía ir a comer algunos bocadillos.
Taemin entrecerró los ojos; —¿sólo de mis postres?—; preguntó ceñudo, la verdad era que le gustaba que Minho le dijera lo mucho que lo quería.
—Sí— respondió una manera imprevista, pero luego agregó, —y me gustaría que sólo fueran para mí por siempre y para siempre—
—¿Eh?— ladeó el rostro, no se esperaba algo así; sin embargo su cara de confusión cambió a una de sorpresa cuando el moreno se levantó de su asiento y se arrodilló a sus pies.
—Lee Taemin— exclamó tomándolo de las manos y depositando un beso en ellas.
¡Oh por Dios!, pensó el menor, no podía ser lo que estaba imaginando, ¿o sí?
Sacó una pequeña caja de color negro de la bolsa interior de su saco; —cásate conmigo—, no fue una pregunta.
Como el alto había soltado sus manos para sacar aquél objeto, aprovechó para taparse la boca; luego tras unos segundos tragó saliva y arrugó la frente; —no se vale— masculló; —¿cómo se te ocurre pedirme eso cuando estoy así?— señaló su propia ropa luego la del alto; —en cambio tú te vestiste para la ocasión—; y es que el saco y el pantalón negro de Minho lo hacía lucir muy bien; mientras que Taemin tenía un pantalón de cuadritos, el de su uniforme de cocina, una camisa blanca sencilla y la cereza del pastel era su cabello en una coleta desaliñada.
En su confusión ante el reclamo, el moreno intentó guardar de nuevo la cajita en su bolsillo, pero fue tomado del brazo por Taemin.
—Sí— dijo de manera atropellada.
Sonrió e indagó, —¿Sí qué?—
Hizo un mohín con los labios, —sí me casaré contigo—
Su sonrisa se ensanchó más al abrir la cajita, le había comprado una cadena de oro con un hermoso colgante; sabía que por su trabajo en la cocina no podía usar anillos, pulseras ni nada que pudiera entorpecer su labor, así que pensó que otro tipo de joyería sería buena y supo que su elección fue correcta cuando el pelirrojo se echó a sus brazos y le llenó el rostro de cientos de besos.
.

Eran ya las nueve de la mañana; su trabajo había terminado en la capital así que regresaría a la ciudad que lo vio nacer.
Kim Kibum era un reconocido diseñador, de cabellera rubia, mirada avasalladora y carácter firme, su carrera iba en ascenso pero también pensó que era justo tomarse un descanso después de tan absorbente contrato de veinticuatro meses que acababa de concluir; así que llamó a su hermano.
Cuando tenía seis años sus padres se había divorciado, él se había quedado con su padre y un par de años después, justo después de cumplir los ocho, su progenitor le anuncio que se casaría de nuevo, fue entonces que se integró a su familia una risueña mujer y un niño unos meses menor que él y de grandes ojos.
Él y Minho habían crecido juntos y aunque cada quien conservaba sus apellidos, Kim y Choi, y no tenían la misma sangre, desde entonces se quisieron como hermanos.
Tomó el teléfono y esperó.
—Minho—
—¿Key? ¡Qué sorpresa que llamaras!—
—Sí, ¿verdad? Porque tú nunca lo haces— reclamó.
—A veces lo intento, además sabes que siempre estoy ocupado; justo ahora estoy llegando al hospital—, era verdad, estaba aparcando en el estacionamiento.
—Bien, entonces seré breve— se aclaró la garganta, —¿qué crees?—
—Mm... no sé, ¿qué cosa?—
—Hoy mismo regreso, mi vuelo llega a las nueve de la noche; así que espero que me hagas un lugarcito en tu apartamento, ¿eh?—
—Pp... pe... pero... — tartamudeó, no le había dicho a su hermano que desde hacía tres meses vivía con Taemin, en una modesta casa de dos habitaciones y un amplio jardín y ya no en un lujoso apartamento lleno de inteligentes artefactos electrónicos que hacían todo por él, y que además la noche anterior le había propuesto matrimonio; —¿por qué no me avisaste antes?—
—Quise que fuera sorpresa—, su voz delataba su alegría.
—Pues vaya, qué sorpresa— se llevó la zurda al cabello y lo frotó, luego suspiró y se apoyó en el volante; aún no había descendido de su auto.
—¿Qué sucede?—; Kibum era bastante perceptivo; —¿acaso soy inoportuno?—
—No— se apresuró a responder, —... es sólo que... —
—¿Que qué?—
—Ya no vivo en un apartamento—
—¿Te mudaste? ¡Por fin! El que tenías era muy pequeño, sería imposible que dos personas pudieran vivir a gusto en él—
—¡Exacto! Por eso mismo yo... yo.. me mudé a casa de alguien—
—¿A casa de alguien?—; el mayor tomó asiento y cambió el artefacto de lugar, de su oreja derecha a la izquierda.
—Sí, ahora vivo en casa de mi novio—
—¡¿Quééé?!—, exclamó, —¿Y desde cuando viven juntos? ¿Por qué no me lo habías dicho?—; y no estaba sorprendido por sus preferencias, porque eso ya lo sabía, si no por el hecho de no haber sido notificado antes.
—Te lo iba a decir, pero siempre que intentaba llamarte estabas inmerso en tus pasarelas y desfiles de moda—, refutó el moreno; por sus complicados horarios no habían podido hablar, sólo en navidad se enviaban postales por correo electrónico; y eso que siempre habían sido muy unidos.
—Me hubieras dejado un mensaje—
—No es cualquier cosas que se pueda decir por medio de un mensaje—
El rubio suspiró y trató de relajarse; —bien, entonces le diré a Jong que vaya por mí al aeropuerto—; Jonghyun era un amigo de ambos.
—No; no tienes por qué molestarlo. Yo... yo le diré a Minnie, no creo que haya problema—
Levantó una ceja al instante, Minnie, no le gustó mucho ese sobre nombre cariñoso, ni mucho menos la idea de estar en casa de un desconocido.
—Minho, yo no...—
—Te veo en el aeropuerto, ¿sí?, ahora debo ir a mi consultorio—; era verdad, ya se le estaba haciendo un poco tarde; no esperó su respuesta y colgó.
.

Ese día fue más relajado, servir el desayuno era algo sencillo, prepararon varios omeletts, tostaron pan y llenaron las tazas de café; solamente cuando el salón principal era solicitado para eventos importantes y costosos, como anoche, era cuando se complicaban las cosas, de lo contrario todo era incluso demasiado divertido.
—Desde que llegaste sonríes como un tonto—, le dijo Jinki una vez que comenzaron a recoger los platos para lavarlos y sólo Kai y Luhan se encontraban en la parte posterior de la cocina.
—¿Ah sí?— trató de hacerse el desentendido.
—Se nota que anoche hubo acción, ¿eh?—, lo golpeó suavemente con el codo.
Taemin se sonrojó al instante, —no hyung, no es eso; bueno sí, pero... —
—Peeero... — entrecerró los ojos esperando que continuara.
El pelirrojo levantó la mano izquierda a la altura de su rostro enseñándole el dorso y movió los dedos.
—¿Qué cosa?— Jinki lo miró confuso, ya que no había nada, ni siquiera manchas de alimento, Taemin era muy cuidadoso con su trabajo.
El menor volvió a hacer lo mismo pero esta vez sólo movió el dedo anular.
—¡Oh por Dios!—, exclamó el muchacho de ojos pequeños al comprender; —Minnie; no me digas que... ¿te pidió matrimonio? ¿Qué le dijiste?—
—¿Qué más le voy a decir, hyung? Le dije que sí—
Jinki sonrió ampliamente, en verdad estaba feliz, él sabía lo enamorado que estaba Taemin; —¡felicidades!—, lo abrazó y lo congratuló de corazón.
—¿Ya tienen la fecha?—
—Sí, dentro de un mes—
—¡Vaya! Eso está muy cerca—
—Pues ya vivimos juntos, así que no vimos porqué no podría ser pronto—
—Taemin, eres muy inteligente; primero lo llevaste a vivir a tu casa, y ahora lo atarás para siempre; por eso me agradas—, bromeó con él.

Horas más tarde, salió del hotel y Jinki lo llevó a su casa ya que sus jornadas terminaban a las dos de la tarde, cuatro antes que Minho. Antes de llegar a su destino, hicieron una parada en el supermercado, Taemin haría el pastel que le había prometido a su hyung el día anterior. Consiguieron la frutilla, la harina y todo lo necesario.
—¿A qué hora puedo venir por mi pieza de pastel?—, preguntó el mayor cuando aparcó en justo en la entrada de la casa de Taemin; una linda reja de madera daba acceso a un camino empedrado para llegar a la puerta de la construcción; era de su madre, la cual murió cuando él tenía diez años, y a su padre nunca lo conoció.
—Yo te llamo—
—Sí, creo que será mejor; no me gustaría ser inoportuno y llegar cuando ustedes estén ocupados—, claramente lo dijo con doble intención y se echó a reír, eso sólo causó que el menor inflara las mejillas e hiciera un gesto de falso enojo.

Una vez en la cocina, se lavó las manos y comenzó a desempacar los ingredientes; haría el favorito de Minho, de chocolate con fresas.
Estaba tan inmerso en su labor que no escuchó cuando su novio llegó a casa una hora antes de lo normal.
Dio un pequeño respingo cuando sintió unos brazos envolver su cintura y un cálido aliento chocar contra su nuca, por suerte no soltó el recipiente de cristal que en ese momento estaba lavando.
—Minho— susurró cuando su perfume invadió su nariz y su calor su cuerpo; ronroneó cuando un beso fue depositado muy cerca de su oreja y luego dijo, —no te esperaba tan temprano en casa—
No respondió, sólo se dedicó a esparcir besos por su cuello y nuca. Sacudió sus manos para liberarse de la espuma del lava trastes y giró sobre sus talones para buscar su boca y fundirse en un profundo beso; con cuidado de no mojar su camisa, levantó sus brazos y cruzó sus muñecas tras el cuello del moreno.
—Te amo—, susurró sobre sus labios; —más que todos los pasteles de chocolate del mundo—
El pelirrojo soltó una risita, sabía que el mayor amaba con locura el chocolate.
—Justo hay uno en el horno; pero no te puedo dar todo, le prometí a Jinki que le convidaría— le dio un beso corto antes de continuar, —le llamaré más tarde para que nos acompañe a cenar, también hice lasagna—
Entonces recordó que más tarde debía estar en el aeropuerto; tomó su mano aún algo viscosa por el resto del lava traste y lo llevó hasta el sofá de la sala.
—Taemin— lo llamó, —hay algo que me gustaría pedirte—
—¿Qué sucede?— lo notó un poco serio así que se acomodó subiendo una pierna y poder quedar frente a frente.
—Hoy mi hermano llega a la ciudad y pues, no tiene donde quedarse así que... —
—¡Por supuesto!— lo interrumpió con una sonrisa; —tenemos una habitación extra así que no hay problema—
—¿De verdad?— levantó las cejas, le respuesta de Taemin había sido mejor de lo que esperaba.
Asintió frenéticamente con la cabeza y muy sonriente, —me alegraría mucho conocer a tu hermano—
El moreno relajó los hombros, no había duda, se había enamorado de un ángel; se acercó y besó su nariz y luego sus labios.
—¿A qué hora llega?—, lo interrumpió.
—A las nueve hay que estar en el aeropuerto—
—Entonces debo darme prisa, aún falta decorar el pastel—, le dio otro beso rápido y se levantó de su asiento para ir a la cocina.
Minho sonrió, por fin los dos grandes amores de su vida se conocerían; en eso estaba pensando cuando el teléfono inalámbrico sobre la mesita de su lado comenzó a sonar.
—¿Si, bueno?— contestó.
—Bueno, ¿Minho? Soy yo, Jinki— habló el sujeto al otro lado de la línea.
—Hola Jinki, ¿cómo estás?—
—Excelente, y por cierto, ya estoy al tanto de lo sucedido; muchas felicidades—
Se sonrojó al instante; —gracias—
—Taemin es un gran chico; es mi mejor amigo así que más te vale atesorarlo; ¿oíste?—
—Daría mi vida por él, lo sabes—
—Sí, sólo quería asegurarme; ahora, ¿podrías comunicarme con él?—
—Claro— se puso de pie y fue a la cocina; —amor— lo llamó y le ofreció el inalámbrico, —es Jinki, quiere hablar contigo—
Cogió el aparato y lo colocó entre su hombro y su oreja derecha, de esa forma tendría las manos libres para seguir con su labor.
—Tae, ¿qué crees?—
—¿Qué cosa, hyung?—
—Tendrás que guardar mi porción de pastel para mañana—
—¿Y eso porqué?—
—Porque voy a salir con Joon esta noche, me invitó a salir—
—Eso es maravilloso— sonrió, Joon era el vecino de Jinki, ese que desde hacía unas semanas le había "echado el ojo". Pero luego el gesto del menor se deformó a uno de falso enojo al notar cómo Minho hurtaba unas cuantas chispas de chocolate y escapaba de allí.
—Sí, y ustedes podrán pasar su noche a solas festejando su compromiso—
Rió, —no lo creo, tendremos visitas—
—¿Visitas?—
—El hermano de Minho llega y se quedará con nosotros—
—¿Y eso es por la boda?—
—No, de hecho creo tú eres la primera persona que lo sabe—
—Oh— exclamó, luego cambió el tema, —bueno, debo colgar, estas galletas no se preparan solas—
—¿Estas horneado galletas?—
—¡Claro! ¿Cómo crees que logré que me invitara a salir? Durante varios días le llevé postres al chico nuevo para darle la bienvenida al vecindario—
Ahogó una risa, no podía negar que su hyung a veces tenía sus momentos de ocurrencia y otros de torpeza, pero aún así lo estimaba mucho.
.

El vuelo no era muy largo, pero él así lo sintió. No podía negar que estaba nervioso y algo ansioso por conocer al novio de su hermano.
¿Quién sería tan educado, culto y perfecto para merecer al doctor Choi Minho?
Porque una cosa era segura, cuando sus padres habían fallecido hacía cinco años en un accidente, él se había esmerado porque su hermano menor continuara y terminara lo poco que le faltaba de sus estudios sin descuidar los propios; así que quien estuviera a su lado debía estar a su altura, porque Choi Minho no era cualquier doctor, era el mejor y era su hermano.
Bajó del avión y caminó por los andenes, sólo traía una bolsa de mano carísima y su atuendo perfectamente combinado.
Buscó con la mirada por los alrededores y entonces lo vio; tan guapo y varonil como lo recordaba; agitó la mano, —¡Minho!— lo llamó, en cuanto el nombrado lo ubicó sonrió ampliamente y se encaminó hacia él, no sin antes dirigirle unas palabras al sujeto que estaba a su lado, un pelirrojo menudo, de piel blanca y cabello rojizo, para su gusto, algo descuidado.
¿Sería posible que ese niñato fuera su novio?
Abrió los ojos desmesuradamente, por suerte no hizo lo mismo con la boca, cuando vio que se tomaba de las manos y entrelazaban sus dedos.
No, definitivamente él no estaba a su altura.

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Espacio para charlar: ¿Ya saben de qué película se trata? Si no, no se preocupen, al final, como dije, les diré los datos; mientras les dejo la explicación de algunas palabras "extrañas".
"Emplatar" se le dice al acto de poner la comida en platos, lo he escuchado cuando ando por las cocinas de los restaurants.
"Lasagna", es la "lasaña".

*Nos leemos el martes :3 ~

por Reira Elric Vie Jun 27, 2014 11:59 am

aparto

Awww!!!.....si, desde q dijiste q estaba basado en una película sospechaba q era Monster in law (muy buena jeje n_n)
pero la forma en q lo relataste la historia fue increible, la adaptación fue perfecta!!! y bueno, Key se robo el fic, el personaje le quedo a la medida, y lo digo como un cumplido por que incluso en la película la sra. q hace de suegra se lleva por MUCHO la película.

Simplemente ame el fic <3 jeje y bueno, creo q todas nos quedamos con ganas d "esa" escena final >< pero aun así me encanto.

por aika Dom Jun 29, 2014 7:43 pm

OMG!! esta historia esta genial ^^ me encanta ♡♡♡♡

por Kaede_Jongkey Jue Feb 11, 2016 9:39 pm

Aparto

Brother in law (5/5)

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