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Heart and Soul.
Título: Heart and Soul
Autor: Yo (?)
Género: One Shot.
Parejas: JongYu.
Personajes: JongHyun y Onew, ah (?)
Nota: Bueno, mis fanfics son caca, lo sé, por eso nadie comenta XD Pero aquí vuelvo como gay a dejar uno de mis híbridos, adiós (¿?)
Su corazón bailaba, estaba emocionado y feliz pero también algo nervios por su primer día en su escuela de música. Hacían varios años que JinKi le había rogado a sus padres que lo metiesen a una escuela de música para aprender el piano, éstos, con el poco dinero que tenían y una cara de decepción, negaron, pues no podían costearle aquel gusto, y no fue hasta que cumplió los diecisiete años, que al fin pudo entrar a una buena escuela.
El primer día fue bastante bueno, aprendió cosas que para él, ni de chiste le enseñarían en la escuela, su todavía infantil mente bailó de felicidad pues al fin podría tocar aquella melodías que tan lindas le parecían, y lo mejor, tal vez, en algún futuro, sería un pianista.
Los días pasaba y pasaban, en la clase de instrumento se la pasaba realmente bien, el piano vertical que tenían ahí colocado era una belleza y una preciosidad. Pero sobretodo, aquellos brillosos y marrones, no se despegaban de aquel muchacho de dieciséis años que le daba clase de instrumento, al principio se sorprendió pues su propio maestro era hasta menor que él, pero luego dejó de importarle. Kim JongHyun, piel morena, bastante adorable a veces, pero era la sensualidad en carne y hueso. Y su corazón no podía dejar de alterarse y brincar con la sola cercanía de éste, de su mirada fija a él cuando tocaba el piano aquellas canciones que le marcaba aprenderse, su melodiosa voz le llenaba por completo, y cuando de vocalizar se trataba, el menor se encargaba de que JinKi se quedase atento escuchando su bella voz, una, que a opinión del castaño, era única, y era toda una fortuna escucharla.
Su sexualidad no era ningún misterio, él era homosexual y no le apenaba decirlo, ¡Incluso sus mismos padres se habían dado cuenta! Pero es que el hablar de tu docente diciendo que debería ser catalogado como la octava maravilla del mundo y que tenía la perfección dentro de él, hará un poco de alerta verde a tus padres (o bueno, al menos como a los padres de JinKi).
Solo había un problema con aquellas sensaciones que JinKi comenzaba a sentir por su instructor. Llevaba nombre, ropa de marca, tacones, maquillaje y perfume costoso. Su nombre era Shin Se Kyung, la novia de JongHyun, un par de años más grande que el mismo. Ella administraba todo en la escuela, desde asistencias, alumnos y clases a pagar. Le admiraba, JinKi le admiraba bastante, era preciosa y muy carismática, sabía atender a los pequeños cuando su clase estaba por comenzar, y con los más grandes se llevaba muy bien, incluso con el mismo JinKi.
Al pasar los años, un poco de adultez había llegado a JinKi, había cumplido diecinueve años, pero con la misma que su edad aumentó la ausencia de aquella muchacha de cabellos brillantes y sonrisa impecable comenzó a ser permanente. Y a medida que la muchacha no volvía a aparecer por esos lares, su amistad con JongHyun creció MUCHO, después de todo él era hasta menor que JinKi. Salían a beber, a pasear, de compras con un amigo suyo que ni siquiera sabían que era conocido por ambos e incluso conocían la casa del otro.
Pero presintió que el no ver el rostro de la muchacha no sería algo bueno.
“Siento si esto te decepciona un poco, tus clases conmigo han terminado, el maestro Joon llevará a cabo todo tu desarrollo en tu instrumento de aquí en adelante” Sus mejillas palidecieron y su rostro dibujó inconformidad que luego se transformó en alegría y un poco de tristeza.
El maestro Lee Joon era un buen maestro, no sólo usaba la técnica y teoría, no, el amaba lo práctico, la interpretación y sentimiento, y por supuesto, la enseñaba. Le agradaba bastante, era una persona con la cual se podía convivir y crear una gran amistad, había tratado con él incontables veces cuando su maestro original enfermaba o algo así, le cogió bastante cariño y viceversa.
Las clases con aquel maestro habían comenzado tan pronto como le avisaron del cambio, su método de enseñanza le gustaba mucho y amaba sus clases. Pero a pesar de sentirse feliz por ello, sentía un pequeño vacío en el corazón.
- Muy bien JinKi, el día de hoy no tendrás clases conmigo, si no con JongHyun-ssi, o bueno, lo único que harás es practicar toda la canción y luego la parte de “La, si, la, sol, mi, la, mi, la”, y recuerda, en River Flows In You no todas las partes en la canción son iguales, pero SI hay partes similares, sólo debes leer la partitura muy bien, para encontrar cuáles son distintas – sonrió ampliamente antes de salir del establecimiento.
JinKi asintió a todo lo que su maestro indicó e iba a comenzar a tocar de nuevo cuando la puerta de la habitación se abrió interrumpiéndole.
Ahí estaba él.
Sonriente y apuesto como siempre. Detrás de JongHyun iba una muchacha castaña que se veía incluso mucho más chica que él.
No se saludaron ni nada, tan sólo compartieron una mirada cargada de tristeza, de ansiedad y de al mismo tiempo alegría al volver a verse, se encerraron en una burbuja en donde solo ellos existían, aquella castaña había desaparecido por completo dejándoles solos en la habitación, pero tan pronto aquella soltó un estruendoso “Oppa”, la magia se acabó y dejaron de mirarse para continuar con sus actividades.
Devolvió la mirada a su amigo el piano y comenzó a tocar suave para no interrumpir la otra clase que tenía detrás de él.
Jamás supo cuando se enamoró totalmente de aquel hombre, tan sólo recordaba las miles de veces que llegó a suspirar por él, las millones de sensaciones que su cuerpo demostraba al estar muy cerca y las infinitas mariposas que se instalaban en su estómago, a causa de su cercanidad cuerpo a cuerpo, y que ya se preparaban para salir en caso de que JinKi abriese la boca para hablar.
El salón de clases se llenaba de “Oppa esto”, “Oppa aquello”, “Oppa lo otro”, ¡¿Qué no sabía decir otra cosa más que ese tonto, “Oppa”?! Unas inmensas ganas de ir y decirle de la manera más calmada, que cerrara la boca le invadieron, pero no, no haría eso, no con aquel muchacho cerca.
Sus risas inundaban la habitación, y al parecer, aquella castaña era nueva, pues aún empezaba con la digitalización de dedos, rió en su interior pues era mucho más avanzado que ella, pero a los pocos minutos se sintió ridículo y estúpido.
Llegó un momento en el que aquella parte en la cual fallaba, ya casi ni le salía, se frustró y se encorvó, pero tan pronto realizó esta acción, las fuertes, suaves y tersas manos de JongHyun le hicieron erguirse de nuevo y luego se dirigieron a sus hombros dándole un pequeño masaje a estos.
- No te encorves Hyung, eso no ayudará a que te salga mejor, la práctica y una actitud positiva si lo harán – susurró contra su oído – Además, es incorrecto encorvarse al tocar, los pianistas no hacen eso – y maldijo el complejo de ninja del menor, apenas y sentía su cercanía cuando comenzó con su masaje, y ya le estaba susurrando lentamente al oído, ¿qué se creía? ¿Naruto?
- De acuerdo – bufó, aún no sabía como diablos le salían las palabras aún teniéndole cerca con su respiración justo en su cuello y el corazón alocado.
La clase continuó entre risas de la castaña y leves risitas del moreno.
Tan pronto terminó la clase tomó sus cosas y emprendió vuelo a la salida, cuando la melodiosa voz de JongHyun interrumpió su frenética huida.
- ¡Cuídate JinKi! – sonrió para sus adentros y se sonrojó, luego se volteó y dio una sonrisa al mayor, una que decía “Tu también hazlo” para de nuevo salir corriendo de aquel lugar.
Definitivamente debía olvidarse de él, no era gay y tenía una novia, la cuál, escuchó, que se pasaría a vivir con JongHyun y que por eso salió de la escuela, pues debía costear junto con el moreno aquella casa que soñaban. Toda ilusión y esperanza que tenía se fueron por el caño al haber escuchado aquello.
Pero no por eso el tiempo se detenía, no. Los años pasaron y JinKi se relucía en sus 23, las clases de piano ya habían terminado y ya tenía su certificado que aseguraba su estadía de seis años ahí y que le haría entrar a las mejores escuelas de música.
Estaba feliz, demasiado a decir verdad, sus padres celebraban con él y su enamoramiento con JongHyun había pasado a la historia, realmente se encontraba feliz por todo ello.
Quiso celebrar con pollo en casa, celebraban y comían, reían y se divertían, pero tan pronto JinKi abrió la puerta principal, casi se ahoga con aquel pedazo de pollo que tenía en la boca.
- ¿Q-qué haces aquí? – Dijo al encontrarse con aquel moreno que había cambiado… y MUCHO.
Aun tenía aquella piel tostada, pero a diferencia de antes, ahora tenía los brazos fuertes a simple vista, por su complexión que denotaba su camisa negra apretada que tanto quiso arrancarle JinKi apenas se la vio, se notaba un poco aquel abdomen bien formado y fuerte. La estatura era muy notable, antes JinKi era el bajo, pero al pasar los años, JongHyun quedó mucho más bajo que el mayor. Su rostro también había cambiado un poco, la quijada se le hizo más pronunciada y bajó de peso; el cabello se lo tenía pintado de un castaño oscuro cubierto de un castaño claro, casi rozando al rubio.
- Quiero hablar contigo – “¿De qué? ¿De tu buena vida junto a Se Kyung?” JinKi pensó.
Y la sorpresa era igual de grata para JongHyun. JinKi también había cambiado, aún tenía aquella imagen y carita de conejito adorable, se había teñido el cabello de un castaño rojizo y llevaba un pequeño gorro amarillo que lo hacía lucir adorable. Su torso no era para nada trabajado, pero aquella camisa azul que llevaba puesta resaltaba su cintura y sus grandes caderas, sus brazos eran delgados pero no a lo exagerado, había bajado de peso también, bajó la mirada discretamente por las piernas de JinKi, aquel pantalón le hacía una vista panorámica y completa de aquellas torneadas y tonificadas piernas. Maldito seas Lee JinKi, maldito seas tú y tu belleza.
Nerviosismo era la palabra que JongHyun encontraba adecuada al volver a ver a JinKi. Cuando éste entró a la escuela, se olvidó totalmente de Se Kyung; su sonrisa adorable y siempre alegre, aquellos pequeños ojos que se hacían medias lunas cuando sonreía, su aspecto inocente pero a la vez sensual y su personalidad gentil y bondadosa fueron lo que enamoraron a JongHyun, dejando a la muchacha en otro plano. Pelearon por ello, y posteriormente se separaron, lo que causó que él tuviese que administrar su escuela y otorgar a su precioso alumno a manos de otro docente.
Le extrañó mucho, extrañó su hermosa voz preguntando si algo le salió bien o mal, sus pequeñas pero habilidosas manos a la hora de tocar el piano, tanto le extrañó que no andaría con rodeos, diría sus sentimientos a la cuenta de ya.
¿Por qué se sentía tan nervioso? Después de todo, según su consciencia ya no estaba enamorado del menor, pero la sola mirada de éste encima de él, le puso los nervios a flor de piel, incluso sentía las mariposas en su estómago alborotadas y amenazantes con salir apenas hablase.
Se sentó en un columpio e invitó a JongHyun a hacer lo mismo pero éste le ignoró.
- ¿De qué quieres hablar? – y ahí las veía. Apenas habló las mariposas salían desesperadas a cada palabra que el mayor decía llenando el parque y rodeándolos por completo.
- Me gustas – soltó JongHyun sin pena alguna, haciendo escapar también algunas mariposas.
Desvió la mirada a otro punto, su corazón volvía a latir con aquella misma intensidad, sus mejillas se tornaron rojas y si se parara, sus piernas le fallarían en cualquier momento, temblaban por los nervios y la alegría de ser correspondido. Tampoco dijo nada, sólo se paró de aquel columpio y se fue acercando lentamente a JongHyun, cerca, cerca, muy cerca, cada vez más cerca… Y se lanzó a sus brazos. Aspiró aquel masculino aroma que el menor desprendía, pasó sus manos por la fuerte espalda del mismo y éste con un poco de sorpresa, posó una mano en la cintura del mayor, acercándole más a su cuerpo como si fuese a huir, y con la otra le quitó aquel gorrito amarillo y acarició sus suaves y finos cabellos. Se separaron un momento para mirarse y desesperadamente acortaron la maldita distancia casi nula que les separaba.
Acariciaban los labios del otro, saboreando cada parte de estos, disfrutando de aquel contacto íntimo, de su primer beso, de uno que sin duda jamás olvidarían.
JinKi estaba feliz, no le preguntó a JongHyun que había sucedido con Se Kyung, no quería arruinar el momento y tampoco le interesaba saber de ella. JongHyun también era feliz, sus corazones palpitaban fuertemente a cada roce.
Aquel amor que se tenían era enorme, siempre habían esperado por ese momento, ese momento en el que pudiesen estar juntos, tocarse, abrazarse, besarse y dedicarse palabras que demostraban todo el amor y el cariño que se tenían, sin ninguna restricción, límites ni nada de eso, pero si, con Corazón y Alma.
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Ya sé, ya sé, quedó feo (?) nah xD personalmente a mi me gustó mucho *^^* <33 ¿Por qué? fácil, porque me basé en una de mis canciones favoritas de piano, Heart and Soul, me hace sentir gay(?) nah, y pues, lo de la cambiada de instructor se me ocurrió porque curiosamente a MI me cambiaron de maestro de piano T___T entonces se me hizo una gran idea ponerlo en el fico 8D
Well, gudbai 8DDDDDDDDDDDDDDDDD
Autor: Yo (?)
Género: One Shot.
Parejas: JongYu.
Personajes: JongHyun y Onew, ah (?)
Nota: Bueno, mis fanfics son caca, lo sé, por eso nadie comenta XD Pero aquí vuelvo como gay a dejar uno de mis híbridos, adiós (¿?)
Su corazón bailaba, estaba emocionado y feliz pero también algo nervios por su primer día en su escuela de música. Hacían varios años que JinKi le había rogado a sus padres que lo metiesen a una escuela de música para aprender el piano, éstos, con el poco dinero que tenían y una cara de decepción, negaron, pues no podían costearle aquel gusto, y no fue hasta que cumplió los diecisiete años, que al fin pudo entrar a una buena escuela.
El primer día fue bastante bueno, aprendió cosas que para él, ni de chiste le enseñarían en la escuela, su todavía infantil mente bailó de felicidad pues al fin podría tocar aquella melodías que tan lindas le parecían, y lo mejor, tal vez, en algún futuro, sería un pianista.
Los días pasaba y pasaban, en la clase de instrumento se la pasaba realmente bien, el piano vertical que tenían ahí colocado era una belleza y una preciosidad. Pero sobretodo, aquellos brillosos y marrones, no se despegaban de aquel muchacho de dieciséis años que le daba clase de instrumento, al principio se sorprendió pues su propio maestro era hasta menor que él, pero luego dejó de importarle. Kim JongHyun, piel morena, bastante adorable a veces, pero era la sensualidad en carne y hueso. Y su corazón no podía dejar de alterarse y brincar con la sola cercanía de éste, de su mirada fija a él cuando tocaba el piano aquellas canciones que le marcaba aprenderse, su melodiosa voz le llenaba por completo, y cuando de vocalizar se trataba, el menor se encargaba de que JinKi se quedase atento escuchando su bella voz, una, que a opinión del castaño, era única, y era toda una fortuna escucharla.
Su sexualidad no era ningún misterio, él era homosexual y no le apenaba decirlo, ¡Incluso sus mismos padres se habían dado cuenta! Pero es que el hablar de tu docente diciendo que debería ser catalogado como la octava maravilla del mundo y que tenía la perfección dentro de él, hará un poco de alerta verde a tus padres (o bueno, al menos como a los padres de JinKi).
Solo había un problema con aquellas sensaciones que JinKi comenzaba a sentir por su instructor. Llevaba nombre, ropa de marca, tacones, maquillaje y perfume costoso. Su nombre era Shin Se Kyung, la novia de JongHyun, un par de años más grande que el mismo. Ella administraba todo en la escuela, desde asistencias, alumnos y clases a pagar. Le admiraba, JinKi le admiraba bastante, era preciosa y muy carismática, sabía atender a los pequeños cuando su clase estaba por comenzar, y con los más grandes se llevaba muy bien, incluso con el mismo JinKi.
Al pasar los años, un poco de adultez había llegado a JinKi, había cumplido diecinueve años, pero con la misma que su edad aumentó la ausencia de aquella muchacha de cabellos brillantes y sonrisa impecable comenzó a ser permanente. Y a medida que la muchacha no volvía a aparecer por esos lares, su amistad con JongHyun creció MUCHO, después de todo él era hasta menor que JinKi. Salían a beber, a pasear, de compras con un amigo suyo que ni siquiera sabían que era conocido por ambos e incluso conocían la casa del otro.
Pero presintió que el no ver el rostro de la muchacha no sería algo bueno.
“Siento si esto te decepciona un poco, tus clases conmigo han terminado, el maestro Joon llevará a cabo todo tu desarrollo en tu instrumento de aquí en adelante” Sus mejillas palidecieron y su rostro dibujó inconformidad que luego se transformó en alegría y un poco de tristeza.
El maestro Lee Joon era un buen maestro, no sólo usaba la técnica y teoría, no, el amaba lo práctico, la interpretación y sentimiento, y por supuesto, la enseñaba. Le agradaba bastante, era una persona con la cual se podía convivir y crear una gran amistad, había tratado con él incontables veces cuando su maestro original enfermaba o algo así, le cogió bastante cariño y viceversa.
Las clases con aquel maestro habían comenzado tan pronto como le avisaron del cambio, su método de enseñanza le gustaba mucho y amaba sus clases. Pero a pesar de sentirse feliz por ello, sentía un pequeño vacío en el corazón.
- Muy bien JinKi, el día de hoy no tendrás clases conmigo, si no con JongHyun-ssi, o bueno, lo único que harás es practicar toda la canción y luego la parte de “La, si, la, sol, mi, la, mi, la”, y recuerda, en River Flows In You no todas las partes en la canción son iguales, pero SI hay partes similares, sólo debes leer la partitura muy bien, para encontrar cuáles son distintas – sonrió ampliamente antes de salir del establecimiento.
JinKi asintió a todo lo que su maestro indicó e iba a comenzar a tocar de nuevo cuando la puerta de la habitación se abrió interrumpiéndole.
Ahí estaba él.
Sonriente y apuesto como siempre. Detrás de JongHyun iba una muchacha castaña que se veía incluso mucho más chica que él.
No se saludaron ni nada, tan sólo compartieron una mirada cargada de tristeza, de ansiedad y de al mismo tiempo alegría al volver a verse, se encerraron en una burbuja en donde solo ellos existían, aquella castaña había desaparecido por completo dejándoles solos en la habitación, pero tan pronto aquella soltó un estruendoso “Oppa”, la magia se acabó y dejaron de mirarse para continuar con sus actividades.
Devolvió la mirada a su amigo el piano y comenzó a tocar suave para no interrumpir la otra clase que tenía detrás de él.
Jamás supo cuando se enamoró totalmente de aquel hombre, tan sólo recordaba las miles de veces que llegó a suspirar por él, las millones de sensaciones que su cuerpo demostraba al estar muy cerca y las infinitas mariposas que se instalaban en su estómago, a causa de su cercanidad cuerpo a cuerpo, y que ya se preparaban para salir en caso de que JinKi abriese la boca para hablar.
El salón de clases se llenaba de “Oppa esto”, “Oppa aquello”, “Oppa lo otro”, ¡¿Qué no sabía decir otra cosa más que ese tonto, “Oppa”?! Unas inmensas ganas de ir y decirle de la manera más calmada, que cerrara la boca le invadieron, pero no, no haría eso, no con aquel muchacho cerca.
Sus risas inundaban la habitación, y al parecer, aquella castaña era nueva, pues aún empezaba con la digitalización de dedos, rió en su interior pues era mucho más avanzado que ella, pero a los pocos minutos se sintió ridículo y estúpido.
Llegó un momento en el que aquella parte en la cual fallaba, ya casi ni le salía, se frustró y se encorvó, pero tan pronto realizó esta acción, las fuertes, suaves y tersas manos de JongHyun le hicieron erguirse de nuevo y luego se dirigieron a sus hombros dándole un pequeño masaje a estos.
- No te encorves Hyung, eso no ayudará a que te salga mejor, la práctica y una actitud positiva si lo harán – susurró contra su oído – Además, es incorrecto encorvarse al tocar, los pianistas no hacen eso – y maldijo el complejo de ninja del menor, apenas y sentía su cercanía cuando comenzó con su masaje, y ya le estaba susurrando lentamente al oído, ¿qué se creía? ¿Naruto?
- De acuerdo – bufó, aún no sabía como diablos le salían las palabras aún teniéndole cerca con su respiración justo en su cuello y el corazón alocado.
La clase continuó entre risas de la castaña y leves risitas del moreno.
Tan pronto terminó la clase tomó sus cosas y emprendió vuelo a la salida, cuando la melodiosa voz de JongHyun interrumpió su frenética huida.
- ¡Cuídate JinKi! – sonrió para sus adentros y se sonrojó, luego se volteó y dio una sonrisa al mayor, una que decía “Tu también hazlo” para de nuevo salir corriendo de aquel lugar.
Definitivamente debía olvidarse de él, no era gay y tenía una novia, la cuál, escuchó, que se pasaría a vivir con JongHyun y que por eso salió de la escuela, pues debía costear junto con el moreno aquella casa que soñaban. Toda ilusión y esperanza que tenía se fueron por el caño al haber escuchado aquello.
Pero no por eso el tiempo se detenía, no. Los años pasaron y JinKi se relucía en sus 23, las clases de piano ya habían terminado y ya tenía su certificado que aseguraba su estadía de seis años ahí y que le haría entrar a las mejores escuelas de música.
Estaba feliz, demasiado a decir verdad, sus padres celebraban con él y su enamoramiento con JongHyun había pasado a la historia, realmente se encontraba feliz por todo ello.
Quiso celebrar con pollo en casa, celebraban y comían, reían y se divertían, pero tan pronto JinKi abrió la puerta principal, casi se ahoga con aquel pedazo de pollo que tenía en la boca.
- ¿Q-qué haces aquí? – Dijo al encontrarse con aquel moreno que había cambiado… y MUCHO.
Aun tenía aquella piel tostada, pero a diferencia de antes, ahora tenía los brazos fuertes a simple vista, por su complexión que denotaba su camisa negra apretada que tanto quiso arrancarle JinKi apenas se la vio, se notaba un poco aquel abdomen bien formado y fuerte. La estatura era muy notable, antes JinKi era el bajo, pero al pasar los años, JongHyun quedó mucho más bajo que el mayor. Su rostro también había cambiado un poco, la quijada se le hizo más pronunciada y bajó de peso; el cabello se lo tenía pintado de un castaño oscuro cubierto de un castaño claro, casi rozando al rubio.
- Quiero hablar contigo – “¿De qué? ¿De tu buena vida junto a Se Kyung?” JinKi pensó.
Y la sorpresa era igual de grata para JongHyun. JinKi también había cambiado, aún tenía aquella imagen y carita de conejito adorable, se había teñido el cabello de un castaño rojizo y llevaba un pequeño gorro amarillo que lo hacía lucir adorable. Su torso no era para nada trabajado, pero aquella camisa azul que llevaba puesta resaltaba su cintura y sus grandes caderas, sus brazos eran delgados pero no a lo exagerado, había bajado de peso también, bajó la mirada discretamente por las piernas de JinKi, aquel pantalón le hacía una vista panorámica y completa de aquellas torneadas y tonificadas piernas. Maldito seas Lee JinKi, maldito seas tú y tu belleza.
Nerviosismo era la palabra que JongHyun encontraba adecuada al volver a ver a JinKi. Cuando éste entró a la escuela, se olvidó totalmente de Se Kyung; su sonrisa adorable y siempre alegre, aquellos pequeños ojos que se hacían medias lunas cuando sonreía, su aspecto inocente pero a la vez sensual y su personalidad gentil y bondadosa fueron lo que enamoraron a JongHyun, dejando a la muchacha en otro plano. Pelearon por ello, y posteriormente se separaron, lo que causó que él tuviese que administrar su escuela y otorgar a su precioso alumno a manos de otro docente.
Le extrañó mucho, extrañó su hermosa voz preguntando si algo le salió bien o mal, sus pequeñas pero habilidosas manos a la hora de tocar el piano, tanto le extrañó que no andaría con rodeos, diría sus sentimientos a la cuenta de ya.
¿Por qué se sentía tan nervioso? Después de todo, según su consciencia ya no estaba enamorado del menor, pero la sola mirada de éste encima de él, le puso los nervios a flor de piel, incluso sentía las mariposas en su estómago alborotadas y amenazantes con salir apenas hablase.
Se sentó en un columpio e invitó a JongHyun a hacer lo mismo pero éste le ignoró.
- ¿De qué quieres hablar? – y ahí las veía. Apenas habló las mariposas salían desesperadas a cada palabra que el mayor decía llenando el parque y rodeándolos por completo.
- Me gustas – soltó JongHyun sin pena alguna, haciendo escapar también algunas mariposas.
Desvió la mirada a otro punto, su corazón volvía a latir con aquella misma intensidad, sus mejillas se tornaron rojas y si se parara, sus piernas le fallarían en cualquier momento, temblaban por los nervios y la alegría de ser correspondido. Tampoco dijo nada, sólo se paró de aquel columpio y se fue acercando lentamente a JongHyun, cerca, cerca, muy cerca, cada vez más cerca… Y se lanzó a sus brazos. Aspiró aquel masculino aroma que el menor desprendía, pasó sus manos por la fuerte espalda del mismo y éste con un poco de sorpresa, posó una mano en la cintura del mayor, acercándole más a su cuerpo como si fuese a huir, y con la otra le quitó aquel gorrito amarillo y acarició sus suaves y finos cabellos. Se separaron un momento para mirarse y desesperadamente acortaron la maldita distancia casi nula que les separaba.
Acariciaban los labios del otro, saboreando cada parte de estos, disfrutando de aquel contacto íntimo, de su primer beso, de uno que sin duda jamás olvidarían.
JinKi estaba feliz, no le preguntó a JongHyun que había sucedido con Se Kyung, no quería arruinar el momento y tampoco le interesaba saber de ella. JongHyun también era feliz, sus corazones palpitaban fuertemente a cada roce.
Aquel amor que se tenían era enorme, siempre habían esperado por ese momento, ese momento en el que pudiesen estar juntos, tocarse, abrazarse, besarse y dedicarse palabras que demostraban todo el amor y el cariño que se tenían, sin ninguna restricción, límites ni nada de eso, pero si, con Corazón y Alma.
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Ya sé, ya sé, quedó feo (?) nah xD personalmente a mi me gustó mucho *^^* <33 ¿Por qué? fácil, porque me basé en una de mis canciones favoritas de piano, Heart and Soul, me hace sentir gay(?) nah, y pues, lo de la cambiada de instructor se me ocurrió porque curiosamente a MI me cambiaron de maestro de piano T___T entonces se me hizo una gran idea ponerlo en el fico 8D
Well, gudbai 8DDDDDDDDDDDDDDDDD
Re: Heart and Soul.
El salón de clases se llenaba de “Oppa esto”, “Oppa aquello”, “Oppa lo otro”, ¡¿Qué no sabía decir otra cosa más que ese tonto, “Oppa”?! Unas inmensas ganas de ir y decirle de la manera más calmada, que cerrara la boca le invadieron...
A mi siempre me dan ganas de hacer callar a algunas niñas que dicen oppa oppa a cada rato, pero claro no de manera calmada xD
Ese masaje mientras tocaba el piano 1313 jonghyun quería puro toquetearlo xP
Ok, pero Jinki estuvo como 6 años enamorado de Jonghyun D;
oh dios, le debe haber tenido un amor infinito o.o
Bien, al menos su amor era correspondido *-*
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