---TAEMIN---
Habían pasados días desde aquel acercamiento que había tenido con mi sunbae, trataba de que no volviera a pasar, no es que no me gustara, pero tampoco era correcto. Sentía que las cosas se estaban dando muy rápido, y eso me asustaba, el era mayor y yo no sabía que buscaba, si solo me quería a mi o a mi cuerpo.

Siempre trataba de provocarme, pero yo no cedía y el casi nunca pasaba ese límite, y yo por las mañanas había empezado a tomar clases de piano, era algo que me apasionaba y despejaba mi mente de las asesorías.

-¿Hoy no iras a tus clase? –

- Si, no me gusta faltar – sonreí.

- Pues apúrate con ese desayuno, ¿Qué tanto piensas, eh? –

- Yo... no estaba pensando en nada – Me había tardado en desayunar y me perdí tanto en mis pensamientos que no vi cuando se sentó a un lado mío.

- ¿Ah no? Y ¿entonces ese sonrojo? – pellizco una de mis mejillas, me sonrojaba con facilidad.

- Yo... no… -

- Que bueno que piensas en mí, ¿sabes lo feliz que me hace? – Nunca reaccionaba rápido, cuando vi ya lo tenía demasiado cerca de mí, podía sentir su dulce aliento en mi cara.

-Sunbae... esta demasiado c-c-cerca –

- ¿Y eso te molesta? –

- Bueno… -

No aguante tenerlo tan cerca y lo bese, nunca había tomado yo la iniciativa pero el roce de mis labios con los suyos era indescriptible, era suave pero adictivo, no los había probado desde aquella vez y se noto. El beso no era como los anteriores, este estaba lleno de desesperación y deseo pero era dulce y suave.

Debía detenerme, pero mi cuerpo decía lo contrario, mis manos en su cuello lo acercaban mas a mí y el no decía nada, lo disfrutaba.

-Yo... disculpe, esto no está bien – dije alejándolo de mi.

- ¿Me besas y ahora te disculpas diciendo que no está bien?... me haces sentir utilizado –

- Yo… no era mi intención, perdón Sunbae –

- Pff, mi alumno me utiliza – Me hacía sentir culpable aunque en realidad el era el que me utilizaba, pero esta vez no aguante su provocación.

- Yo no lo utilizo… no soy como usted conmigo… es decir… bueno discúlpeme –

- ¿Piensas que te utilizo?... no es así, admito que quisiera hacer contigo todo lo que pasa por mi mente, pero también quiero que tengamos algo, me gustas –

- entonces porque…-

- ¿No hago las cosas bien? – Me leyó la mente – tu no me das oportunidad... y a mi… me da pena – note un sonrojo en su cara, podía ser incluso más lindo que yo, nunca lo había visto así.

Tome su rostro entre mis manos y lo acerque a mí.

-Perdón Sunbae –

- No me llames así, puedes decirme Onew, así me dicen... o puedes llamarme por mi nombre –

- Yo... está bien hyung –

- ah, bueno ya es algo... dime ¿quieres salir hoy conmigo? –

- ¿salir? Pero a donde... bueno... -

- tengamos una cita, quiero hacer las cosas bien y quitarte esa idea de la cabeza, ¿Qué dices? –

- si… me gustaría –

- bueno entonces ve a tu clase y cuando regreses saldremos – dijo y me dio un ligero beso para seguir desayunando.

Durante la clase de piano no preste atención, estaba ansioso por regresar, quería ver lo que mi hyung había preparado. Después de dos horas de tortura al fin regresaría a mi casa, y cuando llegue escuche voces provenientes de la sala.

-Ya llegue hyung –

Entre a aquella sala de donde provenían y observe a un chico pequeño, pero no le preste atención, se veía amigable.

- Taemin ven, que bueno que llegas quiero presentarte a mi amigo Jong – me dijo y yo me acerque.

- Mucho gusto, soy Lee Taemin – Me sonroje de la pena.

- El gusto es mío, eres mucho más guapo en persona que ha como te describen – me halagaba, eso quería decir que mi hyung le había hablado de mi.

- Gracias… Perdón por interrumpirlos, yo subiré a mi habitación – estaba triste de ya no poder salir con mi hyung, había estado esperando ese día.

- No te preocupes Taemin, ve a alistarte, tenemos cosas que hacer ¿lo olvidaste? – sonrió mientras me tomaba de la mano mirándome con aquellos hermosos ojos.

- ¿Enserio iremos Hyung?, pero tiene visitas –

- No te preocupes el ya se iba, tiene cosas que hacer, ¿Verdad Jong? – mi hyung lo estaba corriendo.

- Si, ya me iba, ¿Sabes?, no deberías dejarte de este pedófilo, es un pervertido – sonrió, pero lo que decía era cierto, ya lo sabía.

- Solo bromea Taemin, ahora sube a arreglarte – dijo dándome un beso en la mejilla, haciéndome sonrojar más.

-bueno, adiós –

Después que subí a mi cuarto estaba nervioso, al fin saldría con mi hyung, estaría a solas con él, bueno siempre lo estábamos pero hoy sería diferente, su tiempo seria solo para mí.

-¿Estas listo? – dijo tocando mi puerta.

- solo unos segundo más, debo ponerme la playera –

- mejor aun, con permiso – y cuando vi ya estaba entrando en mi cuarto.

- hyung... yo… debo... cambiarme –

- ¿No puede tu maestro ayudarte a vestirte? – se puso frente a mí y ahí estaba yo, sonrojándome de nuevo.

- Yo... puedo… hacerlo solo – dije dándole la espalda.

- ¡aah! Pero ve no te has puesto la camisa, te resfriaras – sentí su aliento en mi cuello – dame la camisa, te enseñare como se pone – dijo arrebatándome la camisa de las manos.

- Dame el brazo – dijo y yo extendí mi brazo hacia él, para que lo metiera en una de las mangas y luego hizo lo mismo con el otro.

- Ahora te enseñare como abrochártela – paseo sus manos por mi abdomen, deteniéndose en mis pezones – debes tener cuidado, esta área es muy sensible, mira – me dijo tomando uno con su mano, acariciándolo

– no debes hacer esto – pellizco uno.

- aaaaaaah, hyung –

- oh vaya, pero si no te ha dolido, te ha gustado, que travieso –

- … no…- me sonroje más.

- ¿no me detengo?, tus palabras son ordenes para mí –dijo tomándolo ahora con la boca, chupándolo y torturándome, esperaba más contacto.

- aah... los... b-b-botones hyung… -

- ah cierto, me desvié –dijo y comenzó a abrocharme la camisa.

- ahora te acomodare el cuello – sentí su aliento en mi nuca.

- Sabes Taemin eres perfecto- dio besos a mi cuello, haciéndome estremecer.

- hyung... yo... –

- tu piel es tan blanca y lisa, es perfecta – comenzó a explorar mi cuello con su lengua.

- hyung… la c-c-cita –

- no me dejas disfrutar, pero está bien vamos – tomo mi mano y bajamos al coche para ir a aquel destino que yo desconocía.

Llegamos a un zoológico, yo nunca había estado en uno, había niños por todos lados, corriendo felices y podía escuchar los sonidos de los animales. Era grandioso estar ahí, yo nunca tenía tiempo para salir o no me lo permitían.

-¡waooo! Es bonito... ah, ah, ah... entremos ya hyung – dije jalándolo del brazo, estaba entusiasmado.

- Veo que escogí bien, que bueno que te guste, entremos – dijo tomando mi mano.

Recorrimos todo el lugar, me maravillaba ver todos esos animales juntos, eran extraordinarios, unos diferentes a otros. Vimos todos los animales que había ahí excepto los insectos, yo les tenía miedo, los últimos animales que decidimos ver fueron los reptiles.

-hyung, esa rana es muy bonita, sus ojos son hipnotizantes... podría besarla y hacer que se convierta en un hermoso príncipe – me gustaban las ranas.

- Eres tan inocente – sonrió –pero yo prefiero los pingüinos –

- También son bonitos –

- bueno, ¿Quieres que volvamos a ver algún animal? ¿O deberíamos ir al siguiente lugar? –

- ¿Aun iremos a otro lugar? –

- Claro, ¿no pensaras que aquí se acaba, cierto? –

- bueno…-

- será estupendo, vamos – tomo mi mano y salimos de ahí.

El camino en el coche fue largo, el lugar debía estar lejos ya que de un momento a otro dejaron de verse casas y solo veía muchos árboles, ¿iríamos a un bosque? No sabía a donde íbamos, solo podía ver arboles y empece a ver pequeñas cabañas de madera, se veían acogedoras, era emocionante.

-Ya casi llegamos, pero ten ponte esto, debe ser sorpresa – dijo dándome una venda para los ojos.

- pero… -

- no te preocupes, nada te pasara mientras los tengas cubiertos, yo cuidare de ti – sonrió.

De pronto todo se volvió oscuro, solo podía escuchar nuestros pasos, el cantar de las aves y el sonido del aire al soplar y sentir la cálida mano de mi hyung en la mía, ya que había estado guiándome. Podía sentir el aire en mi cara, era fresco aquel misterioso lugar.

-Ya puedes quitarte eso – dijo.

Quede asombrado con lo que veía, estábamos en el patio de una cabaña, donde habían pequeñas luces colgando, que iluminaban todo, había una mesa en el centro y en el piso habían velas aromáticas e incluso tenia alberca, era muy bonito el lugar.

Era acogedor aunque sencillo, todo estaba preparado para la cena, incluso en el suelo había pétalos y flores adornando el lugar, todo era perfecto pero lo que más me sorprendió fue ver una parrilla ahí.

-Yo... waoo... debió tomarle tiempo, ¿pero para qué es eso? – señale la parrilla.

- Cocinare para ti, quiero que sea aun más especial –

- gracias hyung, nadie antes había hecho esto por mi – lo abrace –pero estamos... en una cabaña, lejos de casa… y solos - solté tembloroso.

- No te preocupes, ya les invente una excusa de porque no llegaremos y no pasara nada que tu no quieras, prometí enamorarte, ¿no? –

- gracias – me sonroje.

- bueno ahora siéntate – me sentó en aquella mesa mientras el preparaba la cena, se veía estupendo cocinando y con mandil, era algo que no había visto en el. Yo estaba demasiado feliz y nervioso, este día había estado lleno de primeras veces para mí.

Mi hyung sirvió la cena, era carne a la parrilla, con spaguetthi, ensalada de frutos secos e incluso malteada de banana, mi favorita.

-Yo... estoy muy agradecido, lamento haber pensado mal de usted –

- es normal, a veces no me puedo controlar pero sin embargo quiero hacerlo bien – sonrió.

- gracias – sonreí también

La cena fue deliciosa, más de lo que parecía y yo apreciaba ese gesto de mi hyung. La charla fue tranquila, hablábamos de la ida al zoológico, de mis clases de piano y de muchas otras cosas que daban oportunidad para que supiéramos más del otro.

Terminamos la cena y me empecé a sentir nervioso, ¿Qué debía hacer o decir?, estábamos los dos solos.

-Taemin... – dijo mi hyung rompiendo aquel silencio incomodo.

- ¿Qué pasa? –

- bueno... espera aquí – de pronto se metió a la cabaña desapareciendo poco más de 5 minutos, dejándome ahí solo, ¿A dónde había ido?

De pronto se comenzó a escuchar una melodía demasiado lenta, y mi hyung salió de la cabaña con una sonrisa de lo más radiante.

-Ven – dijo extendiéndome su mano.

- pero... yo…-

- no importa, yo tampoco sé bailar... pero…. Quiero recordar un momento así contigo – tome su mano esperando que me guiara en ese baile pero resulto lo contrario, yo lo estaba guiando, el era demasiado torpe.

- gracias – dijo recargando su cabeza en mi hombro.

- hyung… esto… - me sentía como una chica en esos momentos, aunque soy un hombre me sentía así de feliz, era un momento como los que se ven solo en las películas.

- solo déjame estar así, aunque sea un momento –

- yo… -

- no digas nada, yo nunca había hecho esto, ah estoy muy avergonzado – note un sonrojo en sus mejillas.

- hyung… ¿usted que busca conmigo?... es decir, ¿estamos saliendo? – ahora era yo el que estaba sonrojado.

- eres muy inocente – tomo mi rostro entre sus manos acercándome a él.

- eso no…- me interrumpió con un beso, un beso tierno en el cual solo nuestros labios se rozaban, la manera en que tomaba mi rostro entre sus manos era de manera tierna y cálida.

Enrolle mis brazos en su cuello, acercándolo más a mí, queriendo más, me había vuelto adicto a sus besos.

-¿deberíamos? –dijo tocando mi trasero.

- yo... preferiría descansar- dije quitando su mano – perdón hyung -.

- bueno... te llevo a tu cuarto –

Esperaba que tomara mi mano para guiarme al cuarto, ya que todo el día nos habíamos tomado de la mano pero no lo hizo, solo camino, note desilusión de su parte.

No es que no quisiera hacerlo con él, pero tenía miedo. El no había contestado mi pregunto, tampoco era como si necesitara una respuesta pero yo no sabía que quería mi hyung, a mi me gustaba pero me daba pena decirlo o incluso que se burlara de mi y menos le pediría que saliéramos como pareja, no quería obligarlo a nada.

El día había sido estupendo pero yo aun tenía miedo, me sentía inseguro y necesitaba calmarme, no quería lastimarlo.

-Aquí es tu habitación – dijo sacándome de mis pensamientos – descansa Taemin – y se fue dejándome solo.

Abrí la puerta y vi un cuarto de lo más acogedor, con lo que parecía un pequeño balcón, lo demás era igual a una habitación normal, pero observe una cama matrimonial, había velas por todos lados y un pequeño camino de girasoles que me guiaba a un buro donde había una cajita.

Me acerque y la abrí, quede sorprendido, dentro había una zapatilla y al reverso de ella tenia grabado
“ L.J ” y también dentro de la caja había una nota que decía lo siguiente:

Supongo que si estás leyendo esto es porque yo no te lo di personalmente, debí haberlo arruinado, típico de mi pero espero lo hallas pasado bien, que esta salida será la primera de muchas más, en las que creemos recuerdos juntos. ¿Sabes porque es una zapatilla de ballet?, tu sueño es bailar, no ballet lo sé, pero yo quiero apoyar ese sueño y estar a tu lado apoyándote, tengo una igual con tu nombre :) Descansa Taemin, no dudes lo mucho que me gustas.
Atte. Onew

No podía creer lo que leía, eran los sentimientos de mi hyung, era sincero, tierno y amable como siempre lo ha sido conmigo. Yo era un tonto por dudar de él.

-Hyung, hyung, hyung- Salí corriendo, buscándolo por toda la casa, dando vueltas y vueltas pues no lo encontraba. Hasta que lo encontré en la pequeña sala, donde estaba acomodando el lugar donde dormiría.

- ah hyung, lo encontré – lo abrace exhausto.

- ¿Qué pasa Taemin?, ¿te paso algo o necesitas algo? – dijo limpiando las pequeñas gotas de sudor de mi frente.

- si hyung, en mi cama…. Hay… algo, un...animal –

-¿qué? Haber vamos –

Si, había mentido para llevarlo allá, pero no tenía de otra, ahora si estaba seguro de lo que haría.

-¿Dónde dices que esta? –

- Arriba en la cama, por los cojines –

- yo no veo...- lo interrumpí saltando sobre él, un poco agresivo tal vez pero no sabía cómo iniciar la situación, pero ahora estaba seguro, debía ser mi hyung y nadie más….