Nota del autor: Oh dios mio, pueden odiarme todo lo que quieran, pero ya regrese & ahora si prometo no abandonar esto, se que esperaban por la actualizacion & yo aqui siendo malvada, pero ya sere buena autora & actualizare. Muchas gracias por comentar, de verdad aprecio muchos sus comentarios & que la historia les guste tanto... Mañana subo el siguiente capitulo.

A leer~

Capitulo 6. Roto


El silencio se tensaba en el ambiente como las cuerdas de un instrumento a punto de ser tocadas, Jonghyun lo miraba con una sonrisa a medio morir a falta de su respuesta, mientras Minho apretaba con tanta fuerza la guitarra que sus nudillos comenzaban a volverse blancos, a su lado, Gwiboon sonreía de manera amplia y sus manos sobre su regazo están unidas con fuerza, esperando su respuesta. La gente había cesado la plática y todos lo observaban, el corazón le latía lentamente, como si estuviera a punto de parar y la respiración se le había vuelto torpe, cerró los ojos unos segundos antes de susurrar la respuesta

—Si…— la voz le salió rota y las lágrimas resbalaron por sus mejillas, Jonghyun lo tomo como un gesto de emoción y felicidad, resbalo el anillo por el dedo anular y se puso de pie para alzarlo en brazos y poder besarlo. Taemin simplemente se sostuvo a él de manera fuerte y se forzó a sonreír cuando la gente les aplaudió y todos se acercaron a felicitarlos

Todos, excepto Minho.

Taemin lo miro de reojo pero desvió de manera rápida la mirada, no podía enfrentarlo, no ahora. Minho haría preguntas, demasiadas y las respuestas serian largas y complicadas. Abrazo y agradeció a todas las personas, el brazo de Jonghyun se mantenía alrededor de su cintura en un ademan protector, y sonreía de forma orgullosa cada vez que Taemin mostraba el anillo.

La fiesta le pareció larga y tediosa, quería callar a la gente cada vez que lo mencionaban como el futuro Sr. Kim, no necesitaba oírlo, no ahora.

Cuando todos se marcharon, Taemin ayudo a Gwiboon a limpiar, ninguno hablo, quitaron las sillas y las luces colgantes de los árboles, una vez que todo estuvo limpio y Taemin se dispuso a entrar en la casa donde su prometido le esperaba, Gwiboon lo detuvo de un brazo.

—Taemin, yo sé que no he sido una buena madre— el menor la miraba de forma seria, Gwiboon se veía nerviosa, casi inocente, pero Taemin sabia mejor que nadie que esto era una fachada, algo para que la gente no hablara. Una disculpa en la que Gwiboon saldría bien parada y como una madre comprensiva— pero tienes que comprender que nadie es perfecto, todos tenemos errores y cargamos con el pasado y…

—No me interesa lo que tengas que decirme, ya no— el rostro de Gwiboon se retorció en una mueca de ira— madre, nada de lo que digas va a poder cambiar el pasado, ni va a mejorar el futuro que está a punto de suceder. Carga con tu pasado y tus errores

—Mi mayor error fuiste tú— las palabras salieron secas, pero Taemin ni siquiera se inmuto, este era un lado de su madre al que había terminado acostumbrándose con el paso del tiempo, a ese odio constante entre ambos.

—Tú también eres el mayor error en mi vida—susurro, asegurándose de que Gwiboon no lo escuchara Taemin miro en dirección a la casa y noto que Minho los observaba discretamente desde la cocina— tu…y Minho, son los mayores errores en mi vida

Sin decir más entro a la casa, no se giró a pesar de que noto la mirada de Minho firme sobre él. Llego a su habitación y cerró la puerta con seguro, recargo su espalda en ella y se deslizo hasta llegar al suelo, sus piernas se juntaron en su pecho y sus manos cubrieron su rostro, desesperado por ahogar los sollozos que luchaban por escapar, por lo gritos que resonaban en su garganta, lastimándolo, o ese nudo en medio de ella, provocándole dolor.

Años atrás, cuando Taemin había llegado al internado japonés, se hundió en una depresión de la cual Gwiboon nunca llego a enterarse. Incluso una época solía cortarse, las heridas, gracias a la ayuda de constantes medicinas, habían logrado cicatrizar sanamente, pero las suaves marcas, casi como hilos, permanecían sobre sus brazos. El único que lo sabía era Jonghyun.

Y ahora ante la situación, ante la necesidad de sentir algo, algo que le hiciese saber que no era simplemente un bulto en el cuarto.

Se levantó de golpe y busco entre la maleta de Jonghyun, revolviéndola hasta dar con su navaja de afeitar, la sostuvo contra su brazo, pero cuando el anillo de compromiso brillo, iluminado por el foco, la navaja cayo de su mano, rebotando contra el piso de madera, reproduciendo el característico sonido del metal al caer.

Jonghyun salió del baño y noto la navaja en el suelo y a un Taemin sollozante junto a ella, sin dudarlo corrió a recoger la navaja y alejarla lo más posible del menor para después abrazarlo.

—¿Qué sucedió? — Jonghyun supuso de manera inmediata que lo que Taemin estaba a punto de hacer era producto de alguna pelea con Gwiboon, siempre era así. Por eso quería casarse lo más pronto posible y con él, y poder llevárselo lejos de Gwiboon, de esa mujer que no hacía más que causarle a daño a su preciado Taemin.

—La odio, la odio tanto— la voz de Taemin salió ahogada contra el pecho de Jonghyun, apretando su playera con fuerza y temblando.

—Shh, lo se bebe, lo sé— acaricio con delicadeza el cabello rubio, dejando que las hebras se deslizaran entre sus dedos— Prometo que te llevare lejos de aquí, muy lejos.

Taemin se separó lentamente, buscando la mirada de Jonghyun sin separar su cuerpo de él.

—¿Lo prometes?

—Claro, te lo juro. Tu madre quiere que nos casemos aquí, lo haremos rápido y luego nos iremos, ¿de acuerdo? — Barrio las lágrimas de las mejillas del menor y presiono sus labios suavemente contra los contrarios— No llores, no dejes que ella te afecte más.

Taemin asintió y se dejó guiar por Jonghyun, quien lo arropo en la cama, apago la luz y después se unió a él, dejando que el sueño los llevase.

La promesa flotando aun en el ambiente



~//~

Minho y Taemin no cruzaron palabra en una semana, al menos, solamente las necesarias. Tenían que seguir manteniendo la apariencia.

Gwiboon emocionada por la boda había comenzando a planearla de manera inmediata, Taemin simplemente decía que si a cada uno de los caprichos de su madre, no quería discutir con ella de nuevo. La discusión pasada y el hecho de que su estancia en la casa se prolongó, estaba acabando mentalmente con él, y con Minho ignorándolo, tampoco ayudaba mucho.

Jonghyun también quería marcharse de la casa inmediatamente por el bien de Taemin, no soportaba verlo cada vez más delgado y pálido, y lo peor es que Taemin no hablaba con él, se limitaba a pedirle abrazos cuando lo necesitaba pero cuando intentaba iniciar una conversación, el menor negaba con la cabeza y fingía dormir o se marchaba de la habitación, así que con el tiempo desistió.

Ambos acordaron que la boda se realizaría en el viejo jardín de la pensión, el próximo fin de semana, Jonghyun no se llevaba muy bien con su familia por lo que solo invito a sus padres, su hermana mayor y a un par de amigos militares.

~//~

La noche antes de la boda, Taemin no podía dormir por más que lo intentara, los nervios y el miedo lo estaban consumiendo.

¿Qué pasaría una vez que dijera Acepto?

Estaba tan aterrado de un cambio, por fin había recuperado a Minho después de tantos años, ¿para perderlo inmediatamente?

Si Jonghyun cumplía su promesa de llevarlo lejos, ¿alguna vez volvería a encontrarse con Minho?

Amaba a Jonghyun, de eso no cabía duda, el mayor había sido su mayor apoyo los últimos años, pero lo que sentía por Minho era totalmente diferente. Su relación con Minho estaba tan desdibujada y distorsionada que no sabía dónde empezaba y donde acababa, incluso se preguntaba si lo que sucedió días atrás no fue mero producto de su imaginación. ¿Qué sentía por Minho? Taemin no era capaz de definir si verdaderamente era amor u obsesión, el amor infantil y puro había acabado convirtiéndose en una condena.

Se zafo del agarre que Jonghyun mantenía sobre su cintura, tomo la cajetilla de cigarros, un suéter y salió por la puerta de manera silenciosa. Sus pies apenas causaban ruido sobre el suelo de madera, se sentó en el columpio del porche, encendiendo un cigarro y expulsándolo, observando embelesado el humo que flotaba unos segundos en el ambiente formando formas extrañas para después desaparecer.

No se percató que Minho estaba a su lado, hasta que sintió una mano entrelazarse con la suya

—Perdón…—susurro Minho sin mirarlo a los ojos, la mirada se mantenía sobre sus manos entrelazadas.

—¿Qué? —Taemin parpadeo de manera lenta, la imagen de Minho parecía venir de otro planeta, de un mundo lejano. El cigarro que se consumía estaba quemándole ligeramente la mano pero tampoco podía sentirlo, su cuerpo estaba tenso, ¿era Minho el que estaba a su lado? Ni siquiera estaba seguro de su propia existencia.

—Perdóname, no debí ignorarte, es que… — las palabras de Minho fueron silenciadas por los labios de Taemin

—Cállate, simplemente… no hables

Minho obedeció y simplemente se mantuvieron callados, sus cuerpos entrelazados, las miradas conectadas pero ambas mentes en lugares lejanos.

—¿Por qué?, ¿Por qué tuviste que aceptar? — hablo finalmente Minho, la voz le temblaba ligeramente y los ojos le brillaban ligeramente como si estuviera a punto de llorar.

—Porque era lo mejor— Taemin dio una última calada a su cigarro casi extinto y soltó la mano de Minho.

—¿En qué manera era lo mejor? Dime Taemin, por fin habíamos logrado estar juntos

—¿Juntos? — Taemin rio amargamente y se acomodó el cabello rubio— No Minho, nosotros no estábamos juntos. No podemos estarlo

—Al menos lo hubiéramos intentado

—¿De qué manera Minho? Estoy casi seguro de que no ibas a abandonar a mi madre de un día para otro. Hay ciertas cosas dentro de las personas que no cambian, se perfectamente que siempre te ha importado lo que los demás digan de ti.

—Si me lo hubieras pedido…

—El que te lo hubiera pedido no habría cambiado nada, estoy casi seguro de que me dirías que lo ibas a pensar y así los años pasarían, ¿y yo, Minho? Tú también sabias que en algún punto Jonghyun iba a querer ponerse serio, claro, no me lo esperaba tan pronto, pero ambos lo sabíamos

—Pudimos intentarlo Taemin

—¿Intentar que, Minho?

—Una relación, tenía dinero en el banco, pudimos haber huido, ¡casarte con Jonghyun no era la única solución!

—No comprendes Minho

—¡Entonces explícamelo!

—Basta, solo… basta. Estoy cansado, agotado en todas las formas posibles, simplemente dejémoslo así, nunca vas a terminar de comprenderlo, ni yo me entiendo a mí mismo— tomo aire antes de continuar— Me has roto en tantos pedazos que no creo ser capaz de volver a ser uno solo

—¿Tanto daño te he hecho? — susurro Minho, temeroso de acercarse. Taemin asintió

—Y aun así eres el único que podría salvarme

—Perdón

—No tienes que disculparte, sé que nunca fue tu intención. Hacemos daño de manera inconsciente, por más que prometamos que nunca dañaremos a aquellos que amamos, de una forma u otra acabamos haciéndolo. Mirame, Jonghyun me ama tanto y en cierta manera, yo también lo amo, y todo el daño que le estoy causando. Lo estoy arrastrando a un infierno que no le pertenece

—Llévame a mí, déjame estar ahí

—No puedo Minho, te odio tanto que desearía hacerte sentir el dolor que yo he pasado desde que tenía 13, pero a la vez te amo tanto que el verte infeliz haría más desdichada mi existencia

—¿Qué puedo hacer para remediar todo?

—Hazme el amor, aquí afuera… ahora mismo. Da igual si mi madre o Jonghyun nos encuentran, quizás es el destino el que nos quiere arruinar, simplemente házmelo.

Minho asintió de manera torpe y se acercó a él, rodeando con su brazo fuerte la cintura fina y sus cuerpos se pegaron, y sus labios se encontraron en un beso delicado, los labios se movían en sincronía y las lenguas chocaban con suavidad.

La mano de Minho se trasladó hasta el trasero de Taemin, al cual le dio un apretón suave y después ayudo a retirarlo. Comenzó a morder el cuello de Taemin, marcando la piel.

Se separó para quitarse la pijama y le retiro la camisa de tirantes que Taemin vestía. Volvieron a acercarse y sus miembros erectos se rozaron, provocando que ambos dejaran escapar gemidos y que estos murieran en la boca contraria.

Minho separo ligeramente las piernas de Taemin y lo recostó mejor sobre el columpio, tomo un poco de líquido pre-seminal y lo repartió sobre su miembro, para usarlo como lubricante.

Se introdujo de un solo golpe, sin preparación, gruñendo ante la estrechez que el menor, Taemin encajo sus uñas sobre los hombros anchos, su boca se abrió en forma de “o” en un grito mudo.

Gimió de manera suave cuando el orgasmo le llego de manera inmediata, Minho se corrió dentro de él poco después.

Se abrazaron, Minho aun dentro de él, pero no les importo.

Se necesitaban, más que nunca. No sabrían que le deparaba el mañana.

Te amo, te amo tanto.

Nota: ¡Hola! Bueno llegamos aqui al final, aunque todavia nos queda el epilogo. No desesperen, asi que espero que les guste. Nos vemos mañana o pasado para el epilogo & por fin responder sus comenatarios. Soy tan mala autora...Pero bueno..

A leer~

Taemin se quedó dormido en los brazos de Minho, completamente desnudo. De manera silenciosa Minho lo vistió y lo alzo para poder llevarlo a su habitación. Empujo la puerta de manera suave y asomo la cabeza, Jonghyun se encontraba erguido sobre sus brazos, mirándolo fijamente.


—¿Sucedió algo? — Minho negó con la cabeza y entro a la habitación— Salí a tomar un poco de aire y lo descubrí dormido sobre el columpio en el porche— mintió


Jonghyun asintió distraídamente y arropo el cuerpo dormido a su lado


—Gracias por traerlo


—No es nada, duerme. Mañana es el gran día— Minho dio la media vuelta para salir de la habitación pero la voz de Jonghyun lo detuvo


—Minho, ¿podemos hablar?


—¿Es necesario hacerlo ahora? —Jonghyun asintió— bien, hablemos afuera


Jonghyun se colocó una camisa y cerró la puerta para evitar que sus voces fueran escuchadas por Taemin y lo despertaran, Jonghyun necesitaba hacer esto de la manera más discreta posible. Minho cruzo los brazos en su pecho y lo miro seriamente, esperando a que hablara.


—¿Qué necesitas? — Minho intento que el tono en su voz no fuera tan duro, pero era algo que simplemente no podía evitar, el hecho de que esta persona (por no llamarle de una manera más grosera) le estuviera a punto de quitar a Taemin, lo hacía volverse furioso.


—Sé que no te agrado, tu trato durante estas semanas me lo han probado, así que no lo niegues


—No iba a hacerlo


—¿Sabías que conocí a Taemin durante una fiesta de navidad? Había ido ahí porque mis amigos me obligaron, y al parecer él también fue obligado por Key, su amigo que estudiaba con el—sonríe de manera involuntaria— Recuerdo haberlo visto en un rincón todo serio, así que decidí acercarme a él y, bueno, resulto en esto.


—Jonghyun no quiero ser grosero, pero no veo el punto de esta conversación…


El menor alzo el dedo índice indicándole que guardara silencio, Minho en lugar de reprochar se calló.


—Como te decía Taemin y yo comenzamos a salir, como sabes, mi padre es un militar reconocido y yo como su hijo tengo ciertos privilegios. Era libre de entrar y salir del internado, entonces había noche en las que podía quedarme a dormir con Taemin, y descubrí un detalle muy interesante durante esas noches—tomo aire antes de continuar— Taemin tenía constantes pesadillas y, al parecer hasta que comenzamos a salir retomo su rutina de sueño, muchos decían que Taemin pasaba noches enteras sin dormir.


Minho se tensó al notar el rumbo de la conversación e intento relajarse apretando con fuerza el marco de la puerta.


—Durante esas pesadillas que he presenciado a lo largo de los dos años que he salido con él, me di cuenta de que sus sueños son sobre una persona en especial, mientras lucha por despertar, solo repite un nombre y ese es el tuyo, Minho.


—No entiendo


—A mí me quedo muy claro años atrás que aunque Taemin me tiene cariño, sé que no es realmente mío, todo este tiempo te ha pertenecido a ti. No me malinterpretes, no planeo decirle a Gwiboon, nunca haría algo que dañaría a Taemin. Si le pedí matrimonio, más que por el amor que le guardo, es por sacarlo de aquí, llevarlo lejos de ti y de Gwiboon, porque no sabes el daño que le causas. Pero se perder y aunque no quería tengo que hacerte esta pregunta, ¿lo amas?


—Si— respondió Minho sin dudar


—Minho si mañana durante la ceremonia Taemin decidiera irse contigo, ¿puedes prometerme que vas a cuidarlo? No diré nada y ayudare a que Gwiboon los deje en paz, Taemin guarda una copia de un departamento en Seúl, pueden ir a ahí hasta que encuentren otro lugar— Jonghyun miraba fijamente a Minho.


—¿Por qué no ayudas?


—Porque no sabes cuánto lo amo


Hasta ese momento Minho reparo en los trazos húmedos que bajaban por las mejillas de Jonghyun


—Lo amo tanto que hago esto por él, porque si él es feliz así, entonces lo mejor es dejarlo ir. Tú no sabes el sufrimiento por el que Taemin ha pasado, si esta es la única forma en la que él puede dejar de sufrir, entonces no voy a impedirla.


—Gracias Jonghyun, de verdad, gracias.


Jonghyun solo sacudió la cabeza y sonrió débilmente, giro para entrar a la habitación nuevamente pero se detuvo y miro a Minho sobre su hombro.


—Solo prométeme una cosa más— la voz le salió ronca por las lágrimas que intentaba contener— mañana, no hagas nada, deja que sea Taemin el que decida marcharse contigo.


—Lo prometo


—Gracias— Jonghyun entro a la habitación y Minho permaneció en el pasillo, el corazón le latía frenéticamente y el lugar le daba vueltas… ¿Por fin podremos estar juntos?


~//~


A la mañana siguiente Taemin miraba desde su ventana como el jardín trasero (ahora blanco por los adornos) se iba llenando poco a poco de invitados, su madre le había prohibido ver a Jonghyun, alegando algo acerca de la mala suerte, por lo que se lo había llevado muy temprano por la mañana


¿Pero puedo ver a Minho?


Sus pensamientos se interrumpieron cuando la puerta se abrió dejando ver a Gwiboon con un vestido lila y su pelo sostenido en una coleta, sus zapatillas altas haciendo ruido contra el suelo de madera. Taemin no pudo evitar pensar que a pesar de los años, su madre seguía igual de hermosa, nada podía acabar con la belleza de Gwiboon.


—¿Estas listo? — pregunto Gwiboon mientras cerraba la puerta y permaneció de pie admirando a su hijo con su traje blanco, brillando con fuerza, pero sus ojos parecían tan apagados, ¿acaso no estaba feliz?


—Aun no me he peinado


—Oh yo lo hare por ti— Gwiboon se sentó en la cama y palmeo lugar junto a ella, indicándole al menor que se sentara, Taemin obedeció y Gwiboon comenzó a peinar las hebras rubias—¿estas nervioso?


—Un poco


—Sabes cuándo me case con tu padre también estaba muy nerviosa, estaba a punto de salir huyendo pero mis padres me encerraron en una habitación hasta que la ceremonia comenzara. Sé que suena cruel, pero no lo fue, después de casarme me di cuenta de que fue lo mejor que mis padres pudieron haber hecho, me case con un hombre maravilloso. Jonghyun también es un buen hombre cariño, no lo dejes ir.


—Madre, ¿Cómo supiste que casarte con mi papá fue lo mejor?


Gwiboon soltó un suspiro y detuvo sus acciones


—Son cosas que se sienten en el corazón, simplemente sabes que está bien, porque no dudas. Porque sabes que pase lo que pase en el futuro esa persona va estar junto a ti y porque sabes que en el pasado siempre lo ha estado, así como su amor por ti.


Taemin guardo silencio y dejo que su madre continuara peinándolo, una vez que acabaron se pusieron de pie y se miraron el uno al otro


—Perdóname por todos mis errores, tú no eres uno de ellos, tu eres una de las más grandes bendiciones en mi vida. Haz lo que te haga feliz Taemin, si quieres casarte con Jonghyun, hazlo. Pero, si quieres— Gwiboon parecía insegura de continuar— ir hacia otra persona para ser feliz, hazlo. No puedo guardarte rencor, nunca desee más que tu felicidad.


Los ojos de Taemin se abrieron en señal de sorpresa, comprendiendo el doble significado en las palabras de su madre.


¿Me perdonarías si huyo con Minho?


—Gracias madre


Taemin la envolvió en fuerte abrazo, y Gwiboon solo atino a responderle, tenía tantos años sin abrazar a su hijo que había olvidado lo que se sentía.


~//~


Minho permanecía sentado en la primera fila, Jonghyun ya le había presentando a sus padres y ahora estaba de pie en el altar.


Jugueteó con la orilla de su saco negro en señal de nervios y se giró abruptamente cuando la marcha nupcial comenzó a sonar, al final del camino entre las sillas, y cubierto de flores, se encontraba Taemin.


Minho pensó que Taemin nunca se vio más hermoso, el sol de la mañana daba completamente contra su cabello emitiendo un resplandor dorado, su traje estaba impecable y un extraño brillo se había situado en sus ojos.


Minho no había tenido oportunidad de hablar con el porque se encontraba coordinando los adornos, quería comentarle lo de Jonghyun, pero recordó la promesa de dejarlo decidir por su cuenta.


Sus ojos se cruzaron cuando se encontraba frente al altar y estaba abrazando a Gwiboon. Intento descifrar la mirada de Taemin, pero no encontró nada.


Pronto la boda comenzó y todo mundo guardo silencio, Jonghyun y Taemin estaba frente a frente y sus manos se encontraban entrelazadas, junto con sus miradas.


—Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de dos personas…— pero el sonido dejo de existir, lo único que Minho podía escuchar era un constante pitido dentro de su cabeza, es como si tuviera un vacío entre sus oídos y este fuera haciéndose cada vez más grande.


El sonido regreso de golpe cuando llego el momento que lo había mantenido despierto toda la noche…


—Kim Jonghyun, aceptas a Lee Taemin para amarlo en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe.


—Acepto


—Lee Taemin aceptas a Kim Jonghyun para amarlo en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe.


Los latidos de su corazón pulsaron por todo su cuerpo, el estómago se le contrajo de manera dolorosa y apretó las manos en un puño


—Acepto


Todo se había acabado…


~//~


Taemin miro a Jonghyun que se encontraba en el altar, esperándolo con su sonrisa brillante y sus ojos de cachorro. Sonrió de manera inconsciente y deseo apresurar el paso.


Después de hablar con su madre había tomado al fin una decisión, era lo mejor para todos, Jonghyun había hecho tanto por el, dejarlo en el altar lo devastaría.


Amaba a Minho, más que a Jonghyun, pero lo de ellos no podía ser. Al menos no como una relación.


Así que cuando el acepto abandono sus labios no se arrepintió, el sentimiento en su corazón se reafirmó.


Estaba haciendo lo correcto.