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In Secret [MinKey]
por EME-· Sáb Mayo 26, 2012 8:05 pm
Título:In Secret
Autora: Edi~ [EME-·]
Pareja:MinKey
Género:Yaoi of course 8D
Advertencias: Van a haber malas palabras, como siempre en mis fics (?) y obviamente, va a haber lemon así que...
Notas: Bien, nació como un oneshot, vive como... algo no definido todavía, pero va a ser mas que un one xD Creo. Espero que les guste y espero también, comentarios <3
— ¡Que ya bajo, mamá! — respondía a los gritos de la mujer que desde la planta baja de la casa lo apuraba, diciéndole que se le hacía tarde para sus clases. Como si no lo supiera ya…
— Miles de veces te dije que programaras la alarma media hora más temprano. — volvía a decirle la señora, cruzada de brazos en la puerta de salida.
Se acomodó por última vez algunos mechones de rubio cabello, mirando a su madre con molestia.
—Nos vemos luego. — y luego salió, dejando a su madre hablando sola.
Por supuesto que no se despertaría media hora mas temprano, ¡qué horror!
Colocó sus auriculares con cuidado, encendiendo su mp5, poniendo el volumen al máximo, canturreaba canciones mientras caminaba al instituto.
Detestaba asistir a clases y tener que soportar ocho horas diarias a los idiotas que tenía por compañeros, pero suponía que debía hacer algún sacrificio por semejante premio.
Rodó los ojos y bufó malhumorado cuando se encontró en la puerta del instituto.
—Aquí vamos. — se dijo a sí mismo, en señal de ánimo. Ocho horas, ocho horas, repetía su cabeza, preparándose para un día más.
—Nena. — gritó uno de los tantos sin cerebro que debía aguantar a diario, acercándose hasta él con una mueca asquerosa en su odioso rostro. — ¿Por qué esa cara? — preguntó, sin borrar la sonrisa maldita y molesta.
—Porque no tengo ánimos de soportar a nadie hoy, así que piérdete. — dijo desviando la mirada para no tener que ver aquel rostro desagradable, acentuando la ultima palabra para que el chico se alejara y lo dejara en paz. — ¿No entiendes? Sabía que eras idiota pero jamás creí que era tan grave. — molestó, ahora la sonrisa estaba en sus labios.
— ¡Cierra la boca, puta! — insultó el otro, como si aquello le doliera en algún punto. No le dolía un carajo, estaba acostumbrado a aquellos tratos.
—Qué original…
— ¿Es que quieres que te meta mi amiguito para que dejes de decir estupideces? — amenazó el sujeto, acercándosele con una expresión perversa.
—En tus sueños, y en mis pesadillas. — y luego lo corrió con el brazo, aunque aquel parecía no querer dejarlo avanzar hacia el colegio. — Ya basta, date por vencido, creí que lo habías entendido con lo de la última vez. — alegó, refiriéndose al miércoles de la semana pasada en la que se negó a la petición del chico, delante de toda la clase. Todos lo creían puta, sabia que así era en la concepción de todo el alumnado pero jamás le importó, lo que se decía de él era digno del prontuario de la mejor prostituta del universo; en una medida sana le causaba gracia.
— Vamos, Kibum, no te hagas de rogar, todos aquí te conocemos, no quieras parecer difícil. — argumentó, con una nueva mueca horrorosa en el rostro.
—O me dejas pasar o te dejo sin pene. — Ya no quería seguir perdiendo su valioso tiempo con aquel tipo, ahora debería estar sobre su banco, durmiendo; pero no, las personas insistían en cagarle la vida.
El chico se acercó amenazante, con la mirada dura, intensa, queriéndolo hacer partículas por no ceder ante él.
—Pero algún día caerás… — avisó, haciéndose a un lado. — Y créeme, será mas pronto de lo que crees. — completó, para luego juntarse con el grupo de chicos que solían molestarlo siempre que podían.
— ¡Ja! — pronunció, pensando que aquello era imposible, jamás se rebajaría a estar con alguien como aquel idiota. — Estúpido.
Luego de aquello llegó a su salón, y sin dirigirle la mirada o saludo alguno a los demás, se sentó donde siempre, esperando a que la profesora de la primera hora llegara y le causara un adormecimiento que durara hasta el receso.
La vida del estudiante de instituto era una reverenda mierda, y Kibum lo sabía mejor que nadie.
—Quizá cuando te acuestes con él te vuelvas mas maricón. — musitó Yuri, una de sus compañeras, otra de las tantas que él aborrecía.
—Zorra. — respondió al insulto, rebajándola con la mirada. — Mejor acomódate la falda, pareces perra en celo recién salida de burdel canino, y uno muy barato y corriente. — Creía que de tanto que llevaba respondiendo a los sin vida aquellos ya se le estaba acabando la originalidad.
—Choi no piensa lo mismo. — atacó la pelinegra, con una sonrisa de suficiencia en el rostro. No hubo expresión alguna en el semblante de Kibum.
—Me da lo mismo lo que piense ese estúpido, mejor cuídate, no sea cosa que dentro de nueve meses tengas un sapo como hijo. — la chica lo estaba sacando de quicio, aunque no lo aparentara, sabía actuar muy bien.
—Maldito maricón regalado.
—Lo mismo digo, honey, lo mismo digo. — ninguneó el ataque, levantándose y saliendo del salón, chocando con la pelinegra al hacerlo, estirándole el cabello luego. Tendría que desinfectarse las manos después.
¿Qué mierda tenía que nombrar a Minho su compañera? La sangre de Kibum estaba en punto de ebullición, y ante un ataque mas, rebasaría, explotaría, desahogándose con el primero que abriera la boca para destilarle veneno.
Choi Minho… Ya hablaría con él.
Y en cuanto la idea pasó por su cabeza, se cruzó en uno de los pasillos con él y su patético grupito.
—Benditos los ojos que te ven, preciosura. — Key fulminó con sus orbes perfectamente delineadas al que dijo aquello.
—No me jodas, Jonghyun. — dijo de antemano, sin ánimos de tener que oír alguna gansada mas.
—Mejor no gastes saliva con zorras, Jjong. — dijo Taemin, aquel chiquillo que lograba sacarlo de quicio con solo pestañar, colgándose del brazo del castaño, quien le sonrió contento.
Jonghyun no era como los demás, al contrario, a Kibum le parecía atractivo, sexy, con unos brazos de puta madre, pero era algo idiota y hablaba demasiado, y eso, le quitaba toda gana de empotrárselo en el baño abandonado del instituto. Sí, porque hasta había pensado en tirárselo, aunque luego se cacheteó por tal idea basura.
— ¿Te has mirado en un espejo, honguito? — espetó con sarcasmo, riendo de lado.
— ¿Cómo me dijiste, puta barata? — lo enfrentó el pelirrojo, con el ceño fruncido, alejándose del brazo de Jonghyun.
—Ya, ya, no peleen, tan hermosos los dos, son más lindos si no discuten. — intervino el mayor de todos los presentes, con una sonrisa calma en el rostro.
— ¿Tú no dirás nada, Minho? ¡Me ha tratado de hongo! — reprochó Taemin, encaramándose con el alto quien aun no abría la boca ni para dar un exhalo. — ¡Y los hongos son horribles y asquerosos! — siguió quejándose, pero Key ahora solo podía esperar lo que el moreno tenia para decir.
—No tengo tanto tiempo como para gastarlo en cosas inútiles. — exclamó, para luego darse media vuelta y dejarlos atrás. Por supuesto, Kibum no se esperaba otra respuesta por parte del capitán del equipo de fútbol.
Taemin pataleó en medio del pasillo quejándose sin descanso porque su queridísimo hyung no lo haya defendido de los ataques de la diva del instituto. Porque ese era el pseudónimo menos insultante que empleaban para con Key, Diva. ¡Que va! Hasta eran amables en llamarlo de esa manera.
—Jjongie~— chilló el chico, colgándose de la espalda del castaño quien no le quitaba los ojos de encima. — Minho es un idiota. — Y el pelinegro podría jurar que vio lágrimas en los ojos del menor.
Rió divertido, aunque no estuviese divertido una mierda.
—No me digas que te gusta Choi. — y no lo estaba cuestionando. El chiquillo lo penetró con la mirada.
— ¿Y a ti que te importa, bitch? — fue lo que obtuvo por respuesta.
— ¡Oh! Los hongos saben inglés, ¡son bilingües! — exclamó, burlándose del pelirrojo.
—Kibum, ya basta. — pidió el mayor, serio, abrazando a Taemin.
—Se lo dices al diablo este, a mi no. — ordenó mordaz, caminando unos pasos para alejarse de ese par.
—Espera. — dijo el castaño, haciendo que detuviera sus pasos. — Key, ¿Por qué tu y yo no—?
No lo dejó continuar, levantó el índice y lo movió para los costados, negando.
—No me hagas odiarte a ti también. — después se alejó, dirigiéndose al patio, debía disfrutar un poco del sol, solo un poco.
Se sentó debajo de la sombra de un árbol, sacando su celular. Aun le quedaban veinte minutos de descanso.
Tienes futuro como actor, Hollywood clama por ti.
Y luego de teclear rápido el mensaje, lo envió, sabiendo que recibiría respuesta en un santiamén.
No me digas.
Leyó aquello, indignándose en el acto, ¿era eso un mensaje? ¡Una mierda! Eso era.
Qué asco de mensaje, no te hubieses molestado siquiera en responder.
Movía la rodilla, en señal de impaciencia, de ansiedad, de molestia también. Pocas cosas le alteraban de ese modo los nervios como que le respondieran un mensaje de texto de manera tan desabrida.
Diva odiosa.
¡Oh, por Dios! Si Kibum lo tuviese delante ya le habría arrojado el aparatito por la cabeza.
Si quieres que te mande a la mierda solo dilo, ¿sabes qué? No digas nada. Adiós, idiota.
Si había algo de lo que él no podía jactarse eso era de ser una persona paciente, no lo era en lo absoluto.
El día de Key no podía ir peor.
Creyó que ya no recibiría respuesta, pero se equivocó, a los pocos segundos su móvil vibró, anunciando la llegada de un nuevo mensaje.
Enojado me gustas mas.
Una sonrisa rebelde quiso colarse por sus labios, se sentía bien saber que lo dejaría con las ganas de recibir una respuesta. Porque no pensaba contestarle. Con una expresión de satisfacción apoyó el celular a un costado de sus piernas.
Y entonces, el móvil volvió a vibrar.
Sabía que no responderías, hey Diva, tengo ganas de hacértelo hoy.
¡Santo cielo! Kibum tuvo que hiperventilarse al leer aquello. El también moría de ganas por un poco de acción, ya no lo soportaba, pero estaba molesto, no cedería con tanta facilidad.
Tan descarado… Y lo ponía tanto que fuese de esa manera.
Volvió a dejar el celular donde antes.
Y este volvió a vibrar.
El pasto está húmedo, se te arruinará el móvil.
Bien, aquello, lejos de asustarlo por saberse observado, lo emocionó.
El desgraciado lo estaba viendo, todo el tiempo lo estuvo haciendo.
¿Debía responderle? ¡No! No perdería su postura molesta y decidida, que se jodiera por haberle contestado sin ganas antes.
Kibum, queda poco para que se acabe el receso, ven donde siempre.
Volvió a ignorar las palabras escritas del otro.
¿No me responderás? ¿No vendrás? ¿Seguirás enojado por los siglos de los siglos?
No debía sonreír ante las estupideces del otro, pero era casi una tarea imposible, siempre lograba hacerlo sonreír, ¡era tan idiota!
Decidió responderle, solo para echarle en cara unos cuantos asuntos.
Que la zorra de Yuri te baje la calentura, si no, puedes usar al idiota de Taemin.
Presionó el botón para enviar el mensaje con fuerza, con decisión, contento por no ceder ante el otro.
— ¡Ja! A ver como respondes a eso, tarado. — dijo al aire, sintiendo que su respuesta había sido genial.
—Mi respuesta es, celos.
Casi se le sale el corazón del susto al oír aquella voz gruesa, con un deje de burla; se tomó el pecho y se puso de pie rápido.
— ¡Mierda! ¿Quieres matarme? — exclamó, dedicándole una mirada brava al otro, quien solo podía reír divertido. — Jamás ríes y mírate ahora, no me hace gracia, imbécil. — espetó, dándose media vuelta para alejarse, la campana había sonado indicando el término del receso.
— ¿A dónde vas? — inquirió, con voz ronca; su brazo siendo apresado por aquel que lo miraba con intensidad.
— A clases, ¿no escuchaste la campana? El descanso terminó. — respondió como si aquella pregunta fuese la mas tonta del mundo.
— ¿No leíste mis mensajes?
—Sí, los leí, ¿no me estabas espiando acaso? — aprovechó para quejarse. El chico solo sonrió de lado, acercándose a su rostro con sorna.
—Entonces sabes que no te dejaré ir. — expresó, sin despegar sus orbes grandes y oscuras de las suyas.
—Como si pudieses impedírmelo. — provocó, formando una sonrisa incitadora en sus comisuras.
—Nadie te lo impedirá. — rebatió, firme, avasallante, así como le gustaba a Kibum que le hablara. —No te irás porque tú mismo querrás quedarte. — las piernas del rubio temblaron cual gelatinas, su pulso se disparó y su respiración se contuvo; no era la primera vez, y estaba lejos de serlo, pero siempre el otro provocaba lo mismo en él. Key no sabía si era sana tanta emoción.
Lejos de retraerse ante el carácter decidido del otro, lo retó con los ojos, sin parpadear, plantándose con seguridad en el suelo.
—Tienes el ego por las nubes, estúpido.
—Es por eso que nos llevamos tan bien, Diva — aquella palabra le molestaba, aquel apodo lo exasperaba, pero en aquellos labios lo calentaba tanto que todo lo que pudo hacer fue arrinconar contra el árbol el cuerpo fuerte contra el suyo.
— ¿Qué tienes con la perra de Yuri? — debía saberlo, él no era segundo plato de nadie.
—Nada — respondió con una sonrisa el otro, tomando sus manos que se habían aferrado a la camisa blanca del uniforme. — Negué a su propuesta de revolcarnos un rato y dijo que no se quedaría así. — concluyó, con una mueca de soberbia que molestó a Key.
—Óyeme bien porque no pienso repetirlo. — comenzó, volviendo a tomarlo por la tela de la camisa. — Si te metes con ella, o con cualquier otra u otro, te arrepentirás luego.
— ¿Es una amenaza de mujer celosa?
—No, es un aviso de hombre orgulloso. — y después, estrelló sus labios contra los ajenos, abultados, deliciosos como siempre.
—Hoy ya no entrarás a clases. — suspiró el otro después del beso, volviendo a besarlo al instante de decir aquello. — Y mañana, no podrás hacer deportes de tan duro que te lo haré.
El miembro de Kibum pulsó ante aquella premonición divina.
—Tengo el apoyo del capitán del equipo de futbol, ¿verdad? — dijo pícaro, mordiendo los labios gruesos, tomando el inferior entre sus dientes.
—Lo tienes, baby, tienes todo su apoyo.
—Los del equipo me odiarían aun más si lo supiesen, honey. — habló, mientras succionaba el cuello ajeno. — Si se enteraran que soy yo quien te deja sin fuerzas en las piernas me matarían. — finalizó, apretando el miembro del alto sobre la tela del pantalón.
—Creo que me envidiarían, eso es todo. — respondió entre suspiros Choi, tomando del trasero a Kibum, acercando sus caderas, chocando los bultos que empezaban a adquirir tamaño.
—Minho… ¿me lo harás muy fuerte? — preguntó contra el oído, pasando su lengua, jugando con la paciencia impropia.
—Como nunca antes, Bummie~
Y he ahí, el único apodo que a Kibum le encantaba.
Autora: Edi~ [EME-·]
Pareja:MinKey
Género:Yaoi of course 8D
Advertencias: Van a haber malas palabras, como siempre en mis fics (?) y obviamente, va a haber lemon así que...
Notas: Bien, nació como un oneshot, vive como... algo no definido todavía, pero va a ser mas que un one xD Creo. Espero que les guste y espero también, comentarios <3
Uno.-.
— ¡Que ya bajo, mamá! — respondía a los gritos de la mujer que desde la planta baja de la casa lo apuraba, diciéndole que se le hacía tarde para sus clases. Como si no lo supiera ya…
— Miles de veces te dije que programaras la alarma media hora más temprano. — volvía a decirle la señora, cruzada de brazos en la puerta de salida.
Se acomodó por última vez algunos mechones de rubio cabello, mirando a su madre con molestia.
—Nos vemos luego. — y luego salió, dejando a su madre hablando sola.
Por supuesto que no se despertaría media hora mas temprano, ¡qué horror!
Colocó sus auriculares con cuidado, encendiendo su mp5, poniendo el volumen al máximo, canturreaba canciones mientras caminaba al instituto.
Detestaba asistir a clases y tener que soportar ocho horas diarias a los idiotas que tenía por compañeros, pero suponía que debía hacer algún sacrificio por semejante premio.
Rodó los ojos y bufó malhumorado cuando se encontró en la puerta del instituto.
—Aquí vamos. — se dijo a sí mismo, en señal de ánimo. Ocho horas, ocho horas, repetía su cabeza, preparándose para un día más.
—Nena. — gritó uno de los tantos sin cerebro que debía aguantar a diario, acercándose hasta él con una mueca asquerosa en su odioso rostro. — ¿Por qué esa cara? — preguntó, sin borrar la sonrisa maldita y molesta.
—Porque no tengo ánimos de soportar a nadie hoy, así que piérdete. — dijo desviando la mirada para no tener que ver aquel rostro desagradable, acentuando la ultima palabra para que el chico se alejara y lo dejara en paz. — ¿No entiendes? Sabía que eras idiota pero jamás creí que era tan grave. — molestó, ahora la sonrisa estaba en sus labios.
— ¡Cierra la boca, puta! — insultó el otro, como si aquello le doliera en algún punto. No le dolía un carajo, estaba acostumbrado a aquellos tratos.
—Qué original…
— ¿Es que quieres que te meta mi amiguito para que dejes de decir estupideces? — amenazó el sujeto, acercándosele con una expresión perversa.
—En tus sueños, y en mis pesadillas. — y luego lo corrió con el brazo, aunque aquel parecía no querer dejarlo avanzar hacia el colegio. — Ya basta, date por vencido, creí que lo habías entendido con lo de la última vez. — alegó, refiriéndose al miércoles de la semana pasada en la que se negó a la petición del chico, delante de toda la clase. Todos lo creían puta, sabia que así era en la concepción de todo el alumnado pero jamás le importó, lo que se decía de él era digno del prontuario de la mejor prostituta del universo; en una medida sana le causaba gracia.
— Vamos, Kibum, no te hagas de rogar, todos aquí te conocemos, no quieras parecer difícil. — argumentó, con una nueva mueca horrorosa en el rostro.
—O me dejas pasar o te dejo sin pene. — Ya no quería seguir perdiendo su valioso tiempo con aquel tipo, ahora debería estar sobre su banco, durmiendo; pero no, las personas insistían en cagarle la vida.
El chico se acercó amenazante, con la mirada dura, intensa, queriéndolo hacer partículas por no ceder ante él.
—Pero algún día caerás… — avisó, haciéndose a un lado. — Y créeme, será mas pronto de lo que crees. — completó, para luego juntarse con el grupo de chicos que solían molestarlo siempre que podían.
— ¡Ja! — pronunció, pensando que aquello era imposible, jamás se rebajaría a estar con alguien como aquel idiota. — Estúpido.
Luego de aquello llegó a su salón, y sin dirigirle la mirada o saludo alguno a los demás, se sentó donde siempre, esperando a que la profesora de la primera hora llegara y le causara un adormecimiento que durara hasta el receso.
La vida del estudiante de instituto era una reverenda mierda, y Kibum lo sabía mejor que nadie.
—Quizá cuando te acuestes con él te vuelvas mas maricón. — musitó Yuri, una de sus compañeras, otra de las tantas que él aborrecía.
—Zorra. — respondió al insulto, rebajándola con la mirada. — Mejor acomódate la falda, pareces perra en celo recién salida de burdel canino, y uno muy barato y corriente. — Creía que de tanto que llevaba respondiendo a los sin vida aquellos ya se le estaba acabando la originalidad.
—Choi no piensa lo mismo. — atacó la pelinegra, con una sonrisa de suficiencia en el rostro. No hubo expresión alguna en el semblante de Kibum.
—Me da lo mismo lo que piense ese estúpido, mejor cuídate, no sea cosa que dentro de nueve meses tengas un sapo como hijo. — la chica lo estaba sacando de quicio, aunque no lo aparentara, sabía actuar muy bien.
—Maldito maricón regalado.
—Lo mismo digo, honey, lo mismo digo. — ninguneó el ataque, levantándose y saliendo del salón, chocando con la pelinegra al hacerlo, estirándole el cabello luego. Tendría que desinfectarse las manos después.
¿Qué mierda tenía que nombrar a Minho su compañera? La sangre de Kibum estaba en punto de ebullición, y ante un ataque mas, rebasaría, explotaría, desahogándose con el primero que abriera la boca para destilarle veneno.
Choi Minho… Ya hablaría con él.
Y en cuanto la idea pasó por su cabeza, se cruzó en uno de los pasillos con él y su patético grupito.
—Benditos los ojos que te ven, preciosura. — Key fulminó con sus orbes perfectamente delineadas al que dijo aquello.
—No me jodas, Jonghyun. — dijo de antemano, sin ánimos de tener que oír alguna gansada mas.
—Mejor no gastes saliva con zorras, Jjong. — dijo Taemin, aquel chiquillo que lograba sacarlo de quicio con solo pestañar, colgándose del brazo del castaño, quien le sonrió contento.
Jonghyun no era como los demás, al contrario, a Kibum le parecía atractivo, sexy, con unos brazos de puta madre, pero era algo idiota y hablaba demasiado, y eso, le quitaba toda gana de empotrárselo en el baño abandonado del instituto. Sí, porque hasta había pensado en tirárselo, aunque luego se cacheteó por tal idea basura.
— ¿Te has mirado en un espejo, honguito? — espetó con sarcasmo, riendo de lado.
— ¿Cómo me dijiste, puta barata? — lo enfrentó el pelirrojo, con el ceño fruncido, alejándose del brazo de Jonghyun.
—Ya, ya, no peleen, tan hermosos los dos, son más lindos si no discuten. — intervino el mayor de todos los presentes, con una sonrisa calma en el rostro.
— ¿Tú no dirás nada, Minho? ¡Me ha tratado de hongo! — reprochó Taemin, encaramándose con el alto quien aun no abría la boca ni para dar un exhalo. — ¡Y los hongos son horribles y asquerosos! — siguió quejándose, pero Key ahora solo podía esperar lo que el moreno tenia para decir.
—No tengo tanto tiempo como para gastarlo en cosas inútiles. — exclamó, para luego darse media vuelta y dejarlos atrás. Por supuesto, Kibum no se esperaba otra respuesta por parte del capitán del equipo de fútbol.
Taemin pataleó en medio del pasillo quejándose sin descanso porque su queridísimo hyung no lo haya defendido de los ataques de la diva del instituto. Porque ese era el pseudónimo menos insultante que empleaban para con Key, Diva. ¡Que va! Hasta eran amables en llamarlo de esa manera.
—Jjongie~— chilló el chico, colgándose de la espalda del castaño quien no le quitaba los ojos de encima. — Minho es un idiota. — Y el pelinegro podría jurar que vio lágrimas en los ojos del menor.
Rió divertido, aunque no estuviese divertido una mierda.
—No me digas que te gusta Choi. — y no lo estaba cuestionando. El chiquillo lo penetró con la mirada.
— ¿Y a ti que te importa, bitch? — fue lo que obtuvo por respuesta.
— ¡Oh! Los hongos saben inglés, ¡son bilingües! — exclamó, burlándose del pelirrojo.
—Kibum, ya basta. — pidió el mayor, serio, abrazando a Taemin.
—Se lo dices al diablo este, a mi no. — ordenó mordaz, caminando unos pasos para alejarse de ese par.
—Espera. — dijo el castaño, haciendo que detuviera sus pasos. — Key, ¿Por qué tu y yo no—?
No lo dejó continuar, levantó el índice y lo movió para los costados, negando.
—No me hagas odiarte a ti también. — después se alejó, dirigiéndose al patio, debía disfrutar un poco del sol, solo un poco.
Se sentó debajo de la sombra de un árbol, sacando su celular. Aun le quedaban veinte minutos de descanso.
Tienes futuro como actor, Hollywood clama por ti.
Y luego de teclear rápido el mensaje, lo envió, sabiendo que recibiría respuesta en un santiamén.
No me digas.
Leyó aquello, indignándose en el acto, ¿era eso un mensaje? ¡Una mierda! Eso era.
Qué asco de mensaje, no te hubieses molestado siquiera en responder.
Movía la rodilla, en señal de impaciencia, de ansiedad, de molestia también. Pocas cosas le alteraban de ese modo los nervios como que le respondieran un mensaje de texto de manera tan desabrida.
Diva odiosa.
¡Oh, por Dios! Si Kibum lo tuviese delante ya le habría arrojado el aparatito por la cabeza.
Si quieres que te mande a la mierda solo dilo, ¿sabes qué? No digas nada. Adiós, idiota.
Si había algo de lo que él no podía jactarse eso era de ser una persona paciente, no lo era en lo absoluto.
El día de Key no podía ir peor.
Creyó que ya no recibiría respuesta, pero se equivocó, a los pocos segundos su móvil vibró, anunciando la llegada de un nuevo mensaje.
Enojado me gustas mas.
Una sonrisa rebelde quiso colarse por sus labios, se sentía bien saber que lo dejaría con las ganas de recibir una respuesta. Porque no pensaba contestarle. Con una expresión de satisfacción apoyó el celular a un costado de sus piernas.
Y entonces, el móvil volvió a vibrar.
Sabía que no responderías, hey Diva, tengo ganas de hacértelo hoy.
¡Santo cielo! Kibum tuvo que hiperventilarse al leer aquello. El también moría de ganas por un poco de acción, ya no lo soportaba, pero estaba molesto, no cedería con tanta facilidad.
Tan descarado… Y lo ponía tanto que fuese de esa manera.
Volvió a dejar el celular donde antes.
Y este volvió a vibrar.
El pasto está húmedo, se te arruinará el móvil.
Bien, aquello, lejos de asustarlo por saberse observado, lo emocionó.
El desgraciado lo estaba viendo, todo el tiempo lo estuvo haciendo.
¿Debía responderle? ¡No! No perdería su postura molesta y decidida, que se jodiera por haberle contestado sin ganas antes.
Kibum, queda poco para que se acabe el receso, ven donde siempre.
Volvió a ignorar las palabras escritas del otro.
¿No me responderás? ¿No vendrás? ¿Seguirás enojado por los siglos de los siglos?
No debía sonreír ante las estupideces del otro, pero era casi una tarea imposible, siempre lograba hacerlo sonreír, ¡era tan idiota!
Decidió responderle, solo para echarle en cara unos cuantos asuntos.
Que la zorra de Yuri te baje la calentura, si no, puedes usar al idiota de Taemin.
Presionó el botón para enviar el mensaje con fuerza, con decisión, contento por no ceder ante el otro.
— ¡Ja! A ver como respondes a eso, tarado. — dijo al aire, sintiendo que su respuesta había sido genial.
—Mi respuesta es, celos.
Casi se le sale el corazón del susto al oír aquella voz gruesa, con un deje de burla; se tomó el pecho y se puso de pie rápido.
— ¡Mierda! ¿Quieres matarme? — exclamó, dedicándole una mirada brava al otro, quien solo podía reír divertido. — Jamás ríes y mírate ahora, no me hace gracia, imbécil. — espetó, dándose media vuelta para alejarse, la campana había sonado indicando el término del receso.
— ¿A dónde vas? — inquirió, con voz ronca; su brazo siendo apresado por aquel que lo miraba con intensidad.
— A clases, ¿no escuchaste la campana? El descanso terminó. — respondió como si aquella pregunta fuese la mas tonta del mundo.
— ¿No leíste mis mensajes?
—Sí, los leí, ¿no me estabas espiando acaso? — aprovechó para quejarse. El chico solo sonrió de lado, acercándose a su rostro con sorna.
—Entonces sabes que no te dejaré ir. — expresó, sin despegar sus orbes grandes y oscuras de las suyas.
—Como si pudieses impedírmelo. — provocó, formando una sonrisa incitadora en sus comisuras.
—Nadie te lo impedirá. — rebatió, firme, avasallante, así como le gustaba a Kibum que le hablara. —No te irás porque tú mismo querrás quedarte. — las piernas del rubio temblaron cual gelatinas, su pulso se disparó y su respiración se contuvo; no era la primera vez, y estaba lejos de serlo, pero siempre el otro provocaba lo mismo en él. Key no sabía si era sana tanta emoción.
Lejos de retraerse ante el carácter decidido del otro, lo retó con los ojos, sin parpadear, plantándose con seguridad en el suelo.
—Tienes el ego por las nubes, estúpido.
—Es por eso que nos llevamos tan bien, Diva — aquella palabra le molestaba, aquel apodo lo exasperaba, pero en aquellos labios lo calentaba tanto que todo lo que pudo hacer fue arrinconar contra el árbol el cuerpo fuerte contra el suyo.
— ¿Qué tienes con la perra de Yuri? — debía saberlo, él no era segundo plato de nadie.
—Nada — respondió con una sonrisa el otro, tomando sus manos que se habían aferrado a la camisa blanca del uniforme. — Negué a su propuesta de revolcarnos un rato y dijo que no se quedaría así. — concluyó, con una mueca de soberbia que molestó a Key.
—Óyeme bien porque no pienso repetirlo. — comenzó, volviendo a tomarlo por la tela de la camisa. — Si te metes con ella, o con cualquier otra u otro, te arrepentirás luego.
— ¿Es una amenaza de mujer celosa?
—No, es un aviso de hombre orgulloso. — y después, estrelló sus labios contra los ajenos, abultados, deliciosos como siempre.
—Hoy ya no entrarás a clases. — suspiró el otro después del beso, volviendo a besarlo al instante de decir aquello. — Y mañana, no podrás hacer deportes de tan duro que te lo haré.
El miembro de Kibum pulsó ante aquella premonición divina.
—Tengo el apoyo del capitán del equipo de futbol, ¿verdad? — dijo pícaro, mordiendo los labios gruesos, tomando el inferior entre sus dientes.
—Lo tienes, baby, tienes todo su apoyo.
—Los del equipo me odiarían aun más si lo supiesen, honey. — habló, mientras succionaba el cuello ajeno. — Si se enteraran que soy yo quien te deja sin fuerzas en las piernas me matarían. — finalizó, apretando el miembro del alto sobre la tela del pantalón.
—Creo que me envidiarían, eso es todo. — respondió entre suspiros Choi, tomando del trasero a Kibum, acercando sus caderas, chocando los bultos que empezaban a adquirir tamaño.
—Minho… ¿me lo harás muy fuerte? — preguntó contra el oído, pasando su lengua, jugando con la paciencia impropia.
—Como nunca antes, Bummie~
Y he ahí, el único apodo que a Kibum le encantaba.
- Spoiler:
- Nos leemos pronto~ O eso espero :3
EME-·
Evil Taemin 8D
75
Re: In Secret [MinKey]
por lizzie Sáb Mayo 26, 2012 8:15 pm
DIOS MIO JESUCRISTO SANTO :Waa: ME HAS DEJADO BABEANDO UNNIE DIOS ME HA ESCHUCHADO LITERAL ME LA PASE ESPULGANDO LAS FICS PARA ENCONTRAR MINKEY Y JAJAJA PUMMMMMM QUE APARECES TU CON ESTA ME HAS HECHO SUPER MEGA FELIZ Y ME HA ENCANTADO KEY Y CHOI QUE RELACION MAS RUDA YYYYYY YA QUIERO LA CONTINUACION POR FAVOR ESPERO NO TARDES MUCHO EN ACTUALIZAR NOS LEEMOS PRONTITO BYE :MUA:
PD: NO SE SI MI COMENTARIO ES LINDO PERO ESPERO QUE TE INSPIRE A ACTUALIZAR RAPIDO EL SABER QUE TIENES A UNA LECTORA LOCA ANSIOSA POR LEER TU FIC JAJAJA NOS LEEMOS BYE
lizzie
minho y key y mi yeobo fanny ♥ !!!! 577
Re: In Secret [MinKey]
por mondrisT Dom Mayo 27, 2012 2:59 am
sadjkhkjsfksjf quiero matar a todos aquellos que insultan a mi diva ¬¬ que les pasa ò.ó
como decirlo, un panorama donde Key es odiado por todos considerado "la puta" de la escuela donde no tiene nadie a su lado... ok es un escenario interesante, totalmente interesante, digo Key que siempre anda rodeado de personas, que tiene infinidad de amigos, mantiene buenas relaciones... dios! en serio me encanto tu contexto, lo amé donde jong no puede ocultar que deseo que le trae al gatuno, y minho es dueño (aunque no quiera él) de esosojos gatunos, adjskdjlas
Lo he de decir, yo solo soporto jongkey y minkey otras parejas con key como que ya son muy forzadas, siento yo akhakdjsa quiero ver como se desarrolla esto *---*
Espero por el siguiente!!!
Última edición por mondrisT el Mar Mayo 29, 2012 5:28 am, editado 1 vez
mondrisT
KEY 491
Re: In Secret [MinKey]
por envy-min Lun Mayo 28, 2012 10:30 am
siii amoo thuss fics!!! :DONT:
envy-min
TAEMIN 65
Re: In Secret [MinKey]
por linism2 Lun Mayo 28, 2012 8:07 pm
Me gusto asdasdassd minho + key + relacion ruda= (66) en fin esta buen la.idea de este fic, te leo en el otro cap.
:)
Saludos
:)
Saludos
linism2
Minho, Key ,Tae! 97
Re: In Secret [MinKey]
por Pauletta Mar Mayo 29, 2012 12:53 am
SANTO CRISTO REDENTOR!!!!!
:Waa: TODOS SON TAN, TAN, TAN......PECADORES JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA OK, NO.....SALUDOS Y SÍGUELA CUANDO PUEDAS :HELLO:
:Waa: TODOS SON TAN, TAN, TAN......PECADORES JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA OK, NO.....SALUDOS Y SÍGUELA CUANDO PUEDAS :HELLO:
Pauletta
Onew!!!! 1088
Re: In Secret [MinKey]
por envy-min Mar Mayo 29, 2012 2:24 pm
no ma lo ame!!!! inchii minho iio pense qe nada qe ver pero resulta qe sii!!! dioss y el tamin maloo!! muajajajajaja siwe siwe!! :yupi:
envy-min
TAEMIN 65
Re: In Secret [MinKey]
por mayra17 Lun Jun 04, 2012 10:16 am
aparto!
mayra17
Taemin(aunk tambien amo en secreto a Onew) 88
Re: In Secret [MinKey]
por freyashirou Vie Jun 08, 2012 1:48 am
ahh!! dios santo !! te mato como le dejas ahi !! >_<
mujer del mal me fasino el minkey me esta volviendo loca
con la diva egocentrica y el principe rana orgulloso ha no mas poder ! ♥
ahh dios puro amor salvajon con estos
mujer del mal me fasino el minkey me esta volviendo loca
con la diva egocentrica y el principe rana orgulloso ha no mas poder ! ♥
ahh dios puro amor salvajon con estos
—Minho… ¿me lo harás muy fuerte? — preguntó contra el oído, pasando su lengua, jugando con la paciencia impropia.
—Como nunca antes, Bummie~
freyashirou
Minho 357
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