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CARTA DE UNA KPOPER A LAS BELIEBERS.

Antes que nada, empiezo por decirles que “vengo en son de paz”. Mi intención no es otra que dar mi punto de vista y opinión, y eso es algo que nada ni nadie puede impedirme, prohibirme o castigarme por ello, siempre y cuando lo haga de manera respetuosa y tolerante. Así, ustedes también tienen el mismo derecho, con la misma obligación: Ser respetuosos y tolerantes.

Se estarán preguntando: “¿Ésta qué nos viene a decir?”, y se los responderé en el transcurso. Sólo espero que no se aburran o fastidien, aunque en cuanto vean de qué va este mensaje, lo cerrarán y negarán lo que voy a decirles. De nuevo les digo, es mi punto de vista y trato de expresarlo siempre de manera respetuosa, así que si alguien se siente ofendido, que lo comente de manera correcta y entonces, si encuentro que le apoya la razón, ofreceré mis disculpas sinceras. Como dije, “Vengo en son de paz”, con la esperanza de lograr tener un encuentro amable y significativo con toda persona que lea este mensaje. Y empezaré justo ahora…

Yo soy una chica, de diecisiete años, que vive en México, y ha pasado por muchas cosas. Como cualquier ser humano en este mundo. No hay persona que no haya pasado por algo. Y también soy fan, he sido fan, fui fan y seré fan.

También he amado a un artista hasta el punto de la obsesión, y también he tenido esa necesidad de defender a mis ídolos con uñas y dientes, pelear contra el mundo y destrozar a quien se me ponga en frente con tal de que no le hagan daño y éste sea feliz. No las culpo por sentirlo, porque también yo lo he vivido.

No diré que todas ustedes sean así, he conocido a chicas que gustan de Justin, y sé que no todas son iguales. Sé que hay de fans a fanáticas, y sé que la educación que se imparte en casa o el contexto social en el que vive cada persona, influye en sus acciones y maneras de desenvolverse. Pero, a quien le quede el saco, sólo tengo una pregunta:

¿Por qué tanto odio?

¿Por qué tanto fervor en hacer caer a las otras personas? ¿Por qué esa aberrante necesidad de lastimar, dañar o afectar de forma negativa a otras personas que no comparten sus gustos?

Como les he dicho, como fans, sólo queremos demostrar qué tan buen artista es nuestro ídolo. Pero, si sobrepasamos el límite del fanatismo, ¿Qué estamos demostrando? ¿Qué intentamos demostrar?

Me tocó estar en medio de una guerra sin igual: Las jonátikas vs las beliebers.
Puedo asegurarles, que nunca en mi vida vi algo similar. Puedo decir que estuve de parte de las jonátikas, porque les está hablando lo que queda de una. Si bien de nuestra parte hubo chicas que actuaron del mismo modo o quizás peor, también hubo fanáticas de Justin que derribaron las barreras.
Aquello parecía una escena de la película de 300. No recuerdo un solo día donde entre los dos bandos no nos tiráramos tierra mutuamente. Y me incluyo, porque aunque procuré no ser parte de esa guerrilla cibernética, fui jonátika.
Chicas que incluso también fueron jonátikas, ahora estaban insultando y agrediendo a las personas que alguna vez llamaron “familia” o “amigas”. ¿Por qué? No lo sé. También hubo jonátikas que les dieron la espalda, pero más que nada, por el dolor que todo ese conflicto causaba.
Algo que siempre he aplaudido a las jonátikas es ese amor que se tienen la una por la otra y aunque no se conozcan demasiado, se están hablando cómodamente y dan la bienvenida a quien sea, sin importar edad, sexo, raza, color, posición económica-social, identidad o preferencia sexual.

Algo que siempre he casi admirado de las beliebers, es ese poder de unión que tienen y la fortaleza para soportar tan duras críticas de otras personas hacia su ídolo.
Es verdad, Justin Bieber es criticado hasta por la manera en que se come la sopa. ¿Pero se han preguntado el por qué?
Porque la gente disfruta viendo las reacciones de sus fans. La gente se regocija al verlas encolerizadas y tienen el orgullo de decir “yo las hice rabiar diciendo que Justin no canta bien”.
Es el poder que ustedes mismas le dan a esa persona, lo que hace que nunca, nunca les dejen en paz.
El problema nunca fue ni ha sido Justin. Está bien que hay gustos para todos. Que el niño no es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo. Así como nadie, absolutamente nadie, lo es tampoco. Tiene sus defectos, pero sé que también tiene virtudes. En lo personal, y este es un comentario muy personal, no es un artista de mi agrado. No porque carezca de talento, porque sé que si ha logrado mover a tanta gente, es por una buena razón. Sino porque su música no es del todo mi estilo favorito. Se escucha bien en las grabaciones de estudio, no lo niego.
No es feo, tampoco de mi gusto personal, pero es sólo mí perspectiva.

El problema es, ha sido y siempre será, que muchas fanáticas suyas (No me refiero a fans), nunca van a comprender eso. Y siempre seguirán actuando de manera agresiva ante cualquier situación. Ante cualquier cosa que ellas consideren “inaceptable” o “intolerante”. Para esas personas, Justin Bieber es el sol y la Tierra y ocho planetas más, giran alrededor de él. Y todo lo que no sea él, es una porquería y no vale la pena, y está mal.
No es así. Justin puede ser su sol, y ustedes pueden girar a su alrededor. Pero no todos los demás tenemos que hacerlo. Y no por no hacerlo, somos merecedores del castigo divino.

Ya lo dije: El problema no es Justin, sino sus fanáticas y la manera en que hacen quedar al ídolo.
Si alguien dice algo como “No me gusta el niño que canta ‘Baby, Baby’ “, no falta la fanática que le suelta una biblia de maldiciones, imprecaciones, y manda a llamar a todo un ejército de más fanáticas para que destrocen con insultos a esa persona.
Y eso provoca que las demás personas piensen mal de Justin, o simplemente, por diversión y hacerlas estallar en rabietas, lo insulten y le impongan adjetivos poco… favorecedores.

Pasando a otro punto dentro del mismo tema, como fui jonátika, ahora soy kpoper. Escucho música coreana, y sé que no a todos les gusta este género. Estoy consciente, de que no todo lo que me gusta a mí, va a gustarle a los demás. Y también sé que hay muchas personas que repudian este estilo. ¿Por qué? Por preferencias personales, supongo. Por paradigmas que se grabaron en cada mente desde años inmemorables.
Y me decepcioné muchísimo al ver que nada, ni esa guerra insistente entre clubs de fans que rompió muchas amistades y lindos lazos, había hecho abrir los ojos a las beliebers obsesivas (Y también jonátikas, diciendo la verdad).

El kpoper, al menos desde mi punto de vista, es una persona pacifista a morir. Que mata con acciones lindas (aegyos) y procura no meterse con otros fandoms externos al kpop (aunque he oído/leído hablar de discusiones y fricciones entre fandoms del mismo kpop, creo que siempre los habrá pero lo que hace la diferencia es que no se obsesionan con ello).

El kpoper es consciente de que para muchas personas será “el raro”. En estos días, escuchar música en inglés es genial; música en portugués, wow; escuchar música asiática… Si lo dices, lo primero que te preguntan: “¿Por qué te gustan esos feos, si todos son iguales?”.

Por ese lado, los kpopers hemos sido más golpeados y más criticados por razones… absurdas, a comparación de otros grupos de fans. Y a pesar de todo, preferimos enfocarnos en apoyar a nuestros ídolos de maneras eficaces, que seguir peleas y discusiones. También hay excepciones, los kpopers “nuevos”, hemos sido así y al principio defendemos con todo. Luego aprendemos a no dejarnos llevar por las energías negativas y a enfocarnos en hacer cosas positivas.

Por eso, sobre todo, me parece injusto y hasta cierto punto dejo que me duela, el hecho de que, sin meternos con ustedes o que nuestros ídolos puedan afectarles de alguna manera, fanáticas empiecen insultos, críticas, mensajes poco respetuosos, contra el kpoper y el kpop.
Si en algún momento, un kpoper o un ídolo del kpop llegaron a ofenderles, ofrezco una disculpa en su lugar, y si él mismo se disculpó, acéptenla. Se cometen errores, se tienen opiniones propias, y hay que saber tolerarlas.
Pero lo que nosotros, los kpopers como familia, como fandom unido, menos queremos y nunca querremos, es una batalla constante y absurda con las beliebers (o cualquier fan club).

No hay necesidad de insultar, de sabotear páginas, de crear conflictos y romper amistades. Ya viví por eso, y créanme que fue muy duro y triste, porque también perdí amigas por esas peleas interminables.
¿Por qué no podemos simplemente, llevar una relación cordial, no necesariamente cercana aunque tampoco estaría mal, donde si no nos caemos bien, podemos ignorarnos mutuamente? ¿Por qué necesitamos herirnos?

Amar a un artista no está mal, el amor nunca estará mal. Y si lo aman, jamás podré cuestionarles el por qué. Porque que yo no le encuentre algo que me llame la atención, no quiere decir que no tenga algo bueno, positivo o lindo.
Lo que va a estar mal, es el fanatismo y la manera en que quieren expresar ese amor.
Les daré una última opinión, y ustedes sabrán si tomarlo, dejarlo, adaptarlo a sus gustos y conveniencias o simplemente mandarme a la fregada:
Si aman a Justin, demuéstrenlo apoyándolo. Creyendo en él, y hacer cambiar de manera apropiada esa idealización que muchos (incluyéndome yo) tenemos de él.
Si aman a Justin, compren sus CD’s, promuevan las compras de álbumes originales, vayan a sus conciertos, envíenle cartas, hagan videos lindos y cuélguenlo como respuesta a su canal, o adoren un poster suyo. Y si no les gusta un comentario sobre él o sobre ustedes mismas, ignórenlo y sigan esforzándose para llevarlo más alto. Esa es la mejor manera de demostrarle a él y al mundo cuando lo quieren y admiran.
A veces esas peleas y el tiempo que pierden en ellas, hacen que desperdicien el tiempo que podrían dedicarle de buena forma a él. Es mi opinión, mi punto de vista y espero que, aunque no sea bienvenida, sea tolerada, tanto como yo tolero sus gustos y creencias. Me despido, les deseo amor, paz, éxito y todo lo que eso conlleva. Para ustedes, para Justin, para todo el que lo lea.

¡Fighting!